la pubalgia en el fútbol
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La pubalgia en el fútbolLicenciado en Educación FísicaPreparador Físico de Fútbol (Argentina)Resumen En el presente escrito se definirá en primer lugar a la pubalgia, un recuerdo anatómico y fisiológico del pubis, pubalgia traumática y crónica, sus tratamientos, luego cómo prevenir la pubalgia crónica, las acciones que llevan a una pubalgia y por último los tratamientos de una pubalgia crónica. Palabras clave: Dolor. Inflamación. Pubis. Pubalgia.
La pubalgia es la expresión de síntomas localizados a nivel del pubis, con irradiaciones dolorosas hacia los adductores, los abdominales y los arcos crurales. Estas irradiaciones no son constantes de acuerdo
con la gravedad de la pubalgia. Aisladas o asociadas, se pueden agravar con repercusiones viscerales: vejiga, intestinos, estómago.
Realicemos un recuerdo anatómico y fisiológico para comprender como está constituido el cinturón pélvico:
2 huesos coxales. Sacrocoxis.
Los huesos ilíacos se unen por detrás con el sacro, mientras que por delante lo hacen a través de la sínfisis púbica.
La pelvis está dotada de cierto grado de elasticidad, lo que faculta a soportar o amortiguar ciertos choques. Esto se debe a la estructura
de los huesos y las articulaciones que la conforman:
Articulaciones sacroilíacas. Sínfisis de pubis.
La solidez de estas articulaciones permite movimientos muy limitados, por lo que la hipermovilidad en alguna de ellas puede
provocar dolor. La sínfisis del pubis es una articulación del tipo anfiartrosis, unida
por un ligamento interóseo, uno superior, uno inferior, posterior y anterior. Este último es muy resistente, debido a estar formado por el
entrecruzamiento de las fibras tendinosas de los músculos:
Piramidal. Recto del abdomen.
Oblicuos del abdomen
Recto interno del muslo.
Adductores del muslo.
El cinturón pélvico, si lo vemos desde la estática, notaremos que conecta el tronco con los miembros inferiores, por lo que es una de
las causas importantes en la transmisión de esfuerzos. A modo de ejemplo, mientras estamos parados, el peso corporal se
transmite desde la columna lumbar al sacro, luego a las
articulaciones sacroilíacas, al ileón, acetábulo para seguir a la cabeza del fémur continuando por el eje mecánico de los miembros
inferiores. No debemos despreciar que por efectos de la tercer ley de Newton (acción y reacción), ese esfuerzo que se transmite por el eje
de los miembros inferiores al llegar al piso recibe una reacción igual y de sentido contrario que asciende por el mismo eje y al llegar al
acetábulo se divide en una fuerza que viaja por la rama ileopubiana y se encuentra con la misma fuerza del lado opuesto, las cuales se anularán a nivel de la sínfisis. Aquí esa masa fibrosa, ligamento
interóseo, que está entre los huesos del pubis se comporta como un disco interpubiano verticalizado.
Cuando el deportista corre el pie de apoyo transmite una fuerza, como vimos reaccional en sentido contrario que tiende a
horizontalizar el sacro y aumentar el ángulo isquiocoxígeo. La acción de los ligamentos sacrociáticos y la contracción del músculo piramidal de la pelvis, impiden que esto último suceda.
Apoyo unipodal: o Sacro horizontalizado.
o Iliaco posterior.
Del lado del pie suspendido, el peso del miembro, repercute a nivel de la cresta iliaca y sufre un movimiento de anterioridad alrededor de la articulación coxofemoral. Esta tiende a descender. El pubis de ese lado tiende a descender. El pubis de ese lado tiende a descender, lo
que provoca el cillazcamiento de la articulación. Para resumir lo expresado anteriormente nos encontramos con dos
factores fundamentales en la aparición de las pubalgias:
Constitucionales: desequilibrios musculares. o Coxa vlaga.
o Dismetría de los miembros inferiores.
o Hiperlordosis.
Deportivos: sobreuso.
o Hiper o hipomovilidad.
o Elongación deficiente.
o Trabajo con material inadecuado.
¿Qué es la pubalgia? Inicialmente diremos que también se le conoce como Pubialgia o Entesistis Pubiana, no es más que la
inflamación crónica de las inserciones de los músculos del pubis (hueso ubicado en el vientre bajo), existe la Pubalgia Alta: Cuando se
inflaman los músculos recto anteriores del abdomen (llamados "abdominales"). La Pubalgia Baja: cuando el daño es a nivel de los
músculos adductores (son tres: mayor, medio y menor) usualmente es del adductor mediano; y es adductor y no abductor como a veces
leo en algunos periódicos deportivos; el adductor adduce el miembro, o sea lo lleva hacia adentro, y el abductor lo lleva hacia fuera y se
localizan en la parte lateral (glúteos, etc.) a no confundirse... También hay la Pubalgia Mixta, cuando se conectan ambos grupos musculares.
Se ha comprobado que hay factores predisponentes para la existencia de esta dolencia como hiperlordosis lumbar (mucha
curvatura a nivel lumbar), dismetría de miembros inferiores (una pierna más corta que otra), pies planos o cavos, etc.; aparte puedo
decir que en los países del Plata hay más incidencia que en los países andinos por ejemplo.
Es una enfermedad muy rebelde y creo que lo más importante para una pronta mejoría es entender el origen de la enfermedad para así poder tratarla bien pero, sobretodo prevenirla. Es una enfermedad
ocupacional: Así como las secretarias padecen de Síndrome de Quervain (tendinitis de los dos primeros dedos), los tenistas de Epicondilitis, los adolescentes con su Osteocondritis de Osgood-
Chlatter, son inflamaciones por sobreuso, ya que los abdominales y adductores son músculos que intervienen en el acto de shot (o de
patear); es por este motivo que se produce la inflamación crónica y que provoca primeramente dolor al esfuerzo y luego ya en reposo.
En la páctica se podrían distinguir dos categorías:
Las pubalgias traumáticas. Las pubalgias crónicas.
La pubalgia traumática aparece como consecuencia de una agresión en la sínfisis del pubis, en base a esto se registran dos
posibilidades:
En primer lugar a consecuencia de una caída sobre los pies, ya que las fuerzas de recepción en el suelo pueden ser
desiguales, una rama pubiana puede elevarse más que la otra ocasionando un cillazcamiento del pubis con estiramiento de los ligamentos del pubis asociado o no con un bloqueo de la
rama pubiana en la parte superior. En segundo lugar la pérdida de apoyo en el suelo o un
movimiento contrariado por una oposición sobre la extremidad inferior provocará una tensión súbita de los adductores. Este
estrés puede deteriorar los ligamentos o las inserciones musculares que se realizan en el pubis.
Tratamiento de la pubalgia traumática
1. La osteopatía o Normalizaciones del pubis.
o Normalizaciones de los iliacos.
o Normalizaciones de la columna lumbar.
o Normalizaciones de la extremidad inferior.
2. La terapia manual
o Masaje reflejo - Masaje transversal profundo.Estas técnicas son eficaces para el drenaje y la
estimulación germinativa del periostio.
3. Fisioterapia
o Electroestimulación.
o Ultrasonido.
o Ondas magnéticas.
4. Los antiinflamatorios - Las infiltraciones
o Se deben utilizar con moderación.
5. El láser
o Tiene acción antiinflamatoria, antiinfecciosa y eutópica sobre la piel y las glándulas endocrinas.
En lo que respecta a la pubalgia crónica, si las causas de la pubalgia traumática asientan en y alrededor del pubis, la pubalgia
crónica presenta un pubis víctima de un esquema funcional alterado. El pubis no es en absoluto la causa de la pubalgia. Las cadenas
musculares del tronco y de las extremidades inferiores nos proporcionarán el hilo conductor del análisis respecto a la pubalgia
crónica. La pelvis sometida a tracciones musculares en diferentes
direcciones, la articulación mueve y afecta, de arriba hacia abajo, los músculos adductores, muy solicitados en los deportistas y de abajo
hacia arriba, los músculos abdominales y oblicuos del abdomen. La pubalgia es esto. Se traduce por un dolor al golpear la pelota, al recibirla, en los movimientos de extensión (saltos), de sprint, y este
dolor irradia a partir de la pelvis menor, al interior del muslo. Desde mi punto de vista y experiencia la mejor profilaxis es en
primer lugar insistir en sesiones de flexibilidad especiales, un mantenimiento de la misma durante el entrenamiento y una elongación al finalizar los entrenamientos, asociado a una
dosificación de las cargas de acuerdo al grupo de trabajo y por último un refuerzo de la musculatura estabilizadora de cadera.
Tratamiento de la pubalgia crónica 1. Tratamiento quirúrgico
La operación se impone en los casos muy evolucionados. Pero entonces somos en gran medida responsables de la mala gestión de
la salud del jugador, que ha llegado a este estadio último. La operación, incluso si está justificada, sólo reforzará el pubis, sin
tratar las causas. Las fuerzas excesivas que persisten en los circuitos musculares
harán aparecer otras lesiones:
A nivel del pubis, que se tendrá que reoperar. A nivel de los lumbares, quizás con una operación discal.
A nivel de los desgarros musculares graves que se tendrán que operar, la sobretensión. La sobretensión en las cadenas
musculares puede hacer saltar no importa que fusible.
A nivel de las rodillas, los meniscos.
En cuanto a la velocidad, la operación refuerza, pero como se mantienen las presiones, el jugador aparecerá más rígido.
Estos problemas pueden plantearse a corto plazo, pero a largo plazo no nos sorprendería ver cómo se instala una gonartrosis, una
coxartrosis. Las cadenas musculares nos permiten denunciar estos
mecanismos patológicos y sobre todo prevenirlos.
2. Tratamiento isométrico
En los casos muy álgidos permite obtener rápidamente un efecto sedante sobre las inserciones musculares, sobre los
tendones y sobre las vainas de los músculos.
1. Trabajo isométrico de los adductores:
Las rodillas tienden a acercarse, los codos se oponen a ello.10" de contracción suave.
10" de reposo.Realizar 10 repeticiones.
2. Trabajo isométrico de los abductores:
Las rodillas tienden a separarse, los codos se oponen a ello.10" de contracción.
10" de reposo.Realizar 10 repeticiones.
3. Trabajo isométrico de los rectos del abdomen:
Decúbito dorsal, rodillas flexionadas, talones en el suelo, las puntas de los dedos no superan la rótula para evitar el trabajo
de los psoas.10" de contracción.
10" de reposo.Realizar 10 repeticiones.
4. Trabajo isométrico de los oblicuos:
Posición como la anterior tocando una rodilla con el codo opuesto, realizando la mitad del movimiento cada uno.
10" de contracción.10" de reposo.
Realizar 10 repeticiones.
3. Tratamiento por posturas excéntricas
Realizado después del trabajo isométrico, es soportado mucho mejor por el paciente y la recuperación es más rápida.
Los músculos puestos en tensión durante varios minutos de manera constante se fatigan y abandonan su tensión
excesiva. La vaina del músculo podrá, a partir de ese instante, alargarse y el músculo recuperará su longitud.
La tensión constante sobre el tendón estimula la reconstrucción conjuntiva.
La tensión constante sobre el hueso será un factor de reacción germinativa del periostio con fijación cálcica.
1. Postura de la cadena posterior:(cuadrado lumbar, isquiostibiales, tríceps sural)
Decúbito dorsal, las piernas a 90 grados, los pies y los tobillos a 90 grados, el mentón hacia dentro.
La columna lumbar y la pelvis en el suelo bien alineadas.Las rodillas sin flexionar.
Esta postura se tiene que hacer 5 minutos diariamente por la noche, apoyando sobre una mesa. Desaconsejo realizarlo sobre una pared, a causa de que las partes macizas de las
nalgas impiden una verticalización de las piernas a 90 grados y a causa de que existe el riesgo de realizar falsos
movimientos para instalarse.
2. Postura del psoas:
El sujeto pone un pie en la vertical del borde de la mesa.La pierna opuesta con la rodilla extendida, apoyada en un
banco.El tórax del sujeto no descansa sobre la mesa, sólo las
clavículas están en contacto con ella.La pierna anterior, por su flexión asegura la rectitud lumbar.
La pierna posterior por su extensión, provoca la postura excéntrica del psoas.
Duración: 2 a 3 minutos para cada psoas.
3. Postura de los adductores:
Sentado, piernas extendidas hacia delante, el hombro apoyado sobre un banco.
Colocar la pierna opuesta en abducción(posición de saltador de vallas).
El sujeto debe mantenerse bien recto. Regula la tensión de los adductores haciendo retroceder más o menos la rodilla
interesada.Duración: 2 a 3 minutos para cada lado.
4. Postura de los abdominales:
Las inserciones bajas de los abdominales tienen igualmente necesidad de reforzarse con esta postura. Decúbito dorsal
atravesado sobre una mesa.Las piernas estiradas, pies en contacto con el suelo por los
talones.Los brazos están en prolongación con el tronco, o bien con las
manos detrás de la nuca, o con los brazos estirados.Duración: 3 a 5 minutos.
Se plantea primero un tratamiento conservador basado en el cese de la actividad deportiva, y la implementación de un plan de
rehabilitación fisiokinesiológico el cual consta de:
Trabajo isométrico de aductores, abductores, rectos del abdomen y oblicuos.
Elongación por posturas excéntricas de los músculos isquiotibiales, rectos y oblicuos del abdomen y aductores y
psoas.
Masoterapia y ultrasonido en músculos abdominales y aductores.
Crioterapia luego de la ejercitación kinésica.
En puntos dolorosos se puede complementar con infiltraciones con corticoides; asimismo con medicación analgésica por vía
oral.
Si habiendo implementado un tratamiento kinésico serio e intenso, no obtenemos respuesta después de los 3 meses, recién ahí se
plantea el tratamiento quirúrgico. Como concepto final, a la pubalgia hay que prevenirla, haciendo hincapié en los ejercicios de elongación.
El tratamiento tiene el objetivo de recuperar la calidad de alargamiento de estos diferente músculos y de reforzar sus tendones
y sus puntos de inserción. Los ejercicios de flexibilidad clásicos no pueden obtener estos objetivos. En efecto el estiramiento
intermitente no hace más que provocar la reacción concéntrica del músculo, incluso si el sujeto realiza estos ejercicios de flexibilidad con
una total distensión muscular, el tiempo de estiramiento es demasiado corto para esperar que se pueda remodelar, la vaina del músculo, además la tracción periódica sobre las fibras tendinosas y
sobre el periostio no puede hacer otra cosa que facilitar las reacciones inflamatorias con fragilización acentuada de los tejidos y
pérdida de calcio de la trama ósea.
Conclusión En el contexto futbolístico, se acostumbra a razonar a muy corto plazo, incluso uno de los principios fundamentales consiste en decir
que el partido más importante de toda la carrera es el que se diputará dentro de poco.
En el fútbol de hoy existen muchas presiones por obtener resultados positivos lo que lleva a entrenadores a optar por
decisiones en muchos casos equivocadas, por lo tanto ciertos jugadores considerados indispensables dentro de un plantel tienen
que jugar por más lesión que presenten y exigen al cuerpo médico y preparadores físicos que ese jugador llegue al partido a costa de
procesos acelerados que con el tiempo derivan en lesiones como la descrita anteriormente.
En algunos casos se observa cómo técnicos cuando realizan trabajos técnicos - tácticos o entrenamientos de fútbol formal
estipulan los tiempos ellos mismos sin consultar con los preparadores físicos y con el tiempo se ven los resultados de las lesiones.
Entre todas estas fuerzas que tiran cada una para su lado, los preparadores físicos y los terapeutas no siempre tienen la papeleta
fácil, no obstante, su opinión fundamentada es a menudo mal interpretada por impacientes e incompetentes.
La multiplicación de los partidos, el movimiento alternado en terrenos blandos, después secos, una recuperación insuficiente, una
preparación atlética mal adaptada, todo ello conduce a una aceleración y a una extensión de la lesión.
Bibliografía
Busquet Léopold. Las cadenas musculares, tomo III. La pubalgia. Editorial Paidotribo. Barcelona.
Busquet Léopold. Las cadenas musculares, tomo I y II. Editorial Paidotribo.
Artículos seleccionados de Traumatología del Deporte
Abstracts
Dr. Vicente Paús
MANEJO DEL DOLOR ABDOMINAL BAJO O DOLOR INGUINAL, SEVEROS;
EN ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO
Autores: Meyers W., Foley D., Garret W., Lohnes J., Mandlebaum B., and PAIN Am J. Sports
Medicine Vol. 28 Nº 1 /2000 (pág. 2-8)
La introducción del término «pubalgia atlética», referido a dolor inguinal crónico o en el
área del pubis en atletas comprendía los cuadros desarrollados por el ejercicio, y no por
la presencia de hernia palpable u otro diagnóstico médico. El dolor inguinal en estos
atletas puede ser uní o bilateral, de localización específica, puede sufrir cambios, y
puede asociarse con síntomas en la parte medial del muslo, como los relatados
sobre los adductores de la cadera. El dolor calma al restringir la participación en
actividades atléticas competitivas o reducir el rendimiento.
El propósito de este estudio fue comprender los procesos fisiopatológicos que pueden
provocar dolor grave a nivel inguinal o abdominal bajo, en atletas de alto rendimiento.
Durante muchos años el dolor abdominal bajo significó el final de la carrera de muchos
atletas. En 1991, Taylor y col. reportaron casos con una operación, por un patrón particular
de dolor inguinal en un número limitado de atletas; estos pacientes presumiblemente
tenían un pequeño desgarro en la unión del tendón del recto abdominal al pubis.
A pesar de algunas opiniones prevalecientes, los síntomas, hallazgos quirúrgicos, y
resultados de esta serie son sugestivos de que el mecanismo probable no parece ser una
hernia oculta del anillo interno, sino mas bien un mecanismo complejo en el que
interviene el aparato de flexión-adducción del abdomen bajo y de la cadera. El manejo
terapéutico no quirúrgico comprendió reposo prolongado, fisioterapia, esteroides orales o
inyectables, y masaje profundo.
El tratamiento quirúrgico se basó en una «reparación del suelo pelviano», entendiendo
como tal a un amplio refuerzo del borde infero-lateral del músculo recto abdominal con
su fascia de envoltura sobre el pubis, y los ligamentos anteriores adyacentes. En casos
específicos, determinados por la presencia de un mínimo grado de dolor en la región
medial del muslo, se complementó con una «liberación de Adductores» consistente en una
división completa de todas las fibras del epimisio anterior (epimisiotomía) del músculo
adductor largo, a 2 o 3 cm. de su inserción en el pubis, quedando el vientre muscular
intacto; múltiples incisiones longitudinales son realizadas dentro del tendón de inserción
situado sobre el pubis. El estudio comprendió, así mismo, la evaluación de un grupo de
pacientes deportistas con dolor inguinal, cuyo origen fue diferente al de una pubalgia
atlética; las causas más frecuentes fueron enfermedad inflamatoria de los intestinos
(enfermedad de Crohn - colitis ulcerosa), necrosis aséptica de la cadera, herpes
genital, desgarro del recto abdominal alto (suprapúbico), hernias, cáncer (seminoma
testicular, cáncer rectal); no hubo pacientes en la evaluación que presentaran problemas
arteriales, o apendicitis. En todas la pacientes femeninas estudiadas, excepto una, la
causa de sus dolores tenían un origen diferente al de una pubalgia; entre ellos
problemas ginecológicos (quiste de ovario, endometriosis, enfermedad inflamatoria
pelviana). En esta larga serie de pacientes, quienes se sometieron a reparación del piso
pelviano, mostró que el procedimiento es extremadamente efectivo en el grupo
seleccionado: atletas de alto rendimiento. El patrón de los síntomas, los hallazgos
quirúrgicos, y los resultados reportados, sugirieron que el dolor abdominal bajo o
inguinal no es producto de una hernia oculta. La inserción de los tendones del recto
abdominal y adductor largo sobre la sínfisis púbica fue el sitio de dolor, y no el anillo
interno. Osteítis, tendinitis, o bursitis pueden contribuir al dolor en diferente grado, sin
embargo nosotros tenemos pocos datos indicativos de que esto es específicamente así.
El componente adductor del dolor en estos atletas es interesante. Esta sintomatología
usualmente mejoró después de la reparación del piso pelviano; por consiguiente el
componente adductor aparece como un fenómeno secundario. Se realizaron disecciones
cadavéricas para testear la hipótesis que los desgarros del tendón del recto abdominal
pueden afectar la anatomía del adductor. Cuando se procede a seccionar una porción del
tendón del recto abdominal en el cadáver, la pelvis experimenta una suave inclinación
anterior. Esta inclinación anterior provoca un obvio incremento de presión, que puede ser
detectado por un dedo insertado dentro del compartimento adductor. En consecuencia, los
músculos adductores se encuentran relativamente sin resistencia después de la cirugía de
refuerzo de los músculos abdominales. Otro dato interesante que surge, es la baja
incidencia de esta patología en mujeres. El mayor porcentaje de ellas, presentó otra causa
como origen de su dolor; siendo la causa más común la endometriosis. Dos posibles
explicaciones, para esta diferencia por sexo, son: una relativa baja participación de
mujeres en deportes altamente competitivos, y una diferente anatomía de la pelvis. La
segunda explicación parece ser la más probable, considerando los conocimientos en
cuanto a las diferencias en la pelvis femenina. Nosotros recomendamos laparoscopía
como parte de la evaluación de pacientes femeninas con diagnóstico presuntivo de
pubalgia atlética. El diagnóstico de pubalgia en mujeres atletas deberá ser realizado por
exclusión. Los resultados quirúrgicos en pacientes no deportistas fueron totalmente
impredecibles, por lo que no aconsejamos el procedimiento quirúrgico en este grupo.
RECONSTRUCCIÓN PRIMARIA DEL L.C.A. USANDO TENDÓN PATELAR
AUTÓGENO CONTRALATERAL
Autores: D. Shelbaurne, and S. Urch Am. J. Sports Medicine Vol. 28 N" 5/2000 (pág. 651-
658)
El estudio fue realizado sobre pacientes que fueron sometidos a una reconstrucción
primaria del L.C.A., usando injerto patelar autógeno contralateral (44 ptes.) o
ipsilateral (228 ptes.); determinando la diferencia entre ambos grupos en la recuperación
del rango de movilidad, la fuerza del cuadriceps, y el tiempo de retorno a la actividad
deportiva.
La reconstrucción del L.C.A. es un procedimiento realizado comúnmente en
cirugía ortopédica. Con cualquiera de los procedimientos quirúrgicos pueden surgir
complicaciones en la reconstrucción del L.C.A.. Entre las complicaciones que pueden
atribuirse a la toma del injerto de tendón patelar autógeno están, la debilidad del
cuadriceps, crepitación patelo-femoral, además de tendinitis patelar, y dolor en la
articulación fémoro-rotuliana. Porque del sitio donante surgen las complicaciones,
un número de alternativas para obtener el injerto se han propuesto; las más comunes
reportadas en la literatura incluyen: injerto de tendón autógeno del semitendinoso, e
injertos alogénicos de tendón patelar. En 1994 Rubinstein y col., reportaron sus
resultados usando el injerto de tendón patelar, contralateral, para revisión de
reconstrucciones de L.C.A.. El uso del injerto de tendón patelar contralateral en
reconstrucción primaria fue propuesto, en base a las observaciones de la facilidad con la
cual los pacientes en el mencionado estudio, recuperaban un rango de movilidad
completo y la fuerza del músculo cuadriceps en ambas rodillas, tanto la reconstruida
como la donante. Nuestro estudio demostró que el grupo «contralateral» tuvo,
estadísticamente, una significativa mayor flexión, que el grupo «ipsilateral» en el
transcurso de la primera y segunda semanas de postoperatorio. Así mismo el grupo
«contralateral» recuperó una mayor fuerza muscular en el cuadriceps en la rodilla
reconstruida en el transcurso de los primeros cuatro meses posquirúrgicos, y en la
rodilla donante durante los dos primeros meses de postoperatorio. En la medición con
el artrómetro KT 1000 los resultados fueron 1,9 +/- 1,3 mm. para el grupo contralateral,
y 2,2 +/- 1,1 mm. para el grupo ipsilateral. El tiempo medio para el retorno a la práctica
deportiva con máxima capacidad competitiva fue de 4,1 meses en el grupo contralateral,
y de 5,5 meses en el grupo ipsilateral; en conjunto, un 49 % de los pacientes del
grupo contralateral, y solo un 12 % de los pacientes del grupo ipsilateral, lograron
retornar a su nivel deportivo prelesional en cuatro meses, luego de la cirugía.
Rehabilitación preoperatoria: todos los pacientes con ruptura aguda del L.C.A.
fueron atendidos en el preoperatorio por un terapista físico, y fueron instruidos sobre
métodos para recuperar la movilidad completa en la articulación involucrada, y
control de la efusión intraarticular utilizando dispositivos de frío/ comprensión.
Posteriormente se realizó un testeo sobre el miembro sano que incluía, test de fuerza
isocinética, evaluación con el artrómetro KT 1000, y objetivación del rango de movilidad
(niveles básicos prequirúrgicos). Rehabilitación postoperatoria: el programa fue descrito
y conducido por Shelbourne y Gray. Se fijaron las metas a lograr durante la primera
semana del postoperatorio, incluyendo a los pacientes sobre objetivos básicos que
comprendían la recuperación del rango de movilidad; realizar ejercicios de
fortalecimiento específicos sobre la pierna donante, los cuales incluyeron ejercicios de
prensa de pierna, ejercicios de escalar, y trabajos isotónicos de cuadriceps en arco
corto, diarios. Estos ejercicios de fortalecimiento fueron también prescriptos para la
rodilla con la reconstrucción del L.C.A., a las dos semanas de postoperatorio, solo si
la rodilla tenía una mínima inflamación, extensión completa, y flexión de 120º. El
resto del programa de rehabilitación fue avanzado de acuerdo al protocolo establecido.
Los resultados sugieren que el uso de injerto de tendón patelar autógeno contralateral
es un procedimiento seguro que tiene muchas ventajas y pocas desventajas. Al
involucrar ambas piernas en el procedimiento quirúrgico, el trauma de la cirugía
fue, en efecto, repartido; y los pacientes estuvieron aptos para lograr diferentes
metas de la rehabilitación con cada pierna, concurrentemente. Se concentraron en
recuperar el rango completo de movilidad en la rodilla con reconstrucción del L.C.A.
rápidamente, ya que no tenían que preocuparse a cerca de una pérdida mayor de la fuerza
muscular en la pierna reconstruida, porque el injerto era obtenido del miembro
contralateral. Los pacientes iniciaron el fortalecimiento de la rodilla donante, sin tener
que esperar la evolución de una efusión intraarticular y subsecuentemente una pérdida
de movilidad, ya que el rango de movilidad de dicha rodilla retornó a valores
normales (135º) en solo una semana de postoperatorio. El objetivo del programa de
rehabilitación para cada pierna permitió, que la mayoría de los pacientes, recuperaran la
fuerza muscular del cuadriceps a los niveles básicos prequirúrgicos. Finalmente para los
pacientes que tenían metas similares para retornar al deporte (subgrupo de deportistas
competitivos), nuestros datos mostraron que la técnica empleada, permitió el retorno
deportivo en un período más breve, sin comprometer la estabilidad de la rodilla o la
satisfacción completa del paciente.
EJERCICIOS DE CADENA CINÉTICA CERRADA VERSUS ABIERTA PARA EL
DOLOR PATELO-FEMORAL
Autores: Witvrouw E., Lysens R., Bellemcms }., and Vanderstraeten G. Am. J. Sports Medicine
Vol. 28 N° 5 / 2000.
El dolor patelo-femoral es la lesión de mayor incidencia en la rodilla. Se acuerda,
generalmente, que el tratamiento inicial debe ser incruento. Actualmente no existe
consenso con respecto al tratamiento no operatorio más apropiado. Si bien en los últimos
años se ha hecho hincapié en que el tratamiento con ejercicios de cadena cinética cerrada
(C.C.C.) es más apropiado, debido a que ocasiona un estrés mínimo en la articulación
patelo-femoral en el rango del movimiento funcional; esto no ha sido comprobado de
manera científica mediante estudios clínicos.
El propósito de este análisis es investigar en un estudio prospectivo, con grupos
seleccionados al azar, la eficacia de los ejercicios de cadena cinética abierta (C.C.A.) contra
los de cadena cinética cerrada (C.C.C.) en el tratamiento incruento del dolor patelo-
femoral. Dos grupos de pacientes fueron divididos al azar, y tratados durante cinco
semanas solamente con ejercicios de C.C.A. o C.C.C.. Al inicio del programa, al
finalizar el mismo, y tres meses después se evaluaron las características
musculares, los síntomas subjetivos, y la capacidad funcional. Ambos grupos
experimentaron un descenso estadísticamente significativo en el dolor y en el
incremento de la performance funcional. Evaluación funcional: comparando los
resultados de la evaluación inicial con las evaluaciones que se tomaron a las 5 semanas y
a los 3 meses, el número de pacientes asintomáticos se incremento significativamente
en los tests funcionales de ambos grupos. Evaluación de la fuerza muscular: se constató
una mejora significativa de la fuerza del cuadriceps a 180º y 300º por segundo, pero no
a 60º por segundo. Aunque hubo una diferencia en la ganancia en fuerza entre ambos
grupos, ésta no fue significativa en ningún período de la evaluación en las tres
velocidades. Paralelamente, se observó un incremento significativo de la fuerza de los
isquiosurales en ambos grupos.
Si bien ambos grupos revelaron una importante reducción en el dolor durante varias
actividades, el tema de la especificidad del tratamiento y los reportes en la literatura
permiten suponer que el grupo de C.C.C. demostrará mayores beneficios
funcionales. Los resultados de este estudio reflejaron esto, de algún modo, indicado por
el hecho de que los resultados en el triple salto, la frecuencia de bloqueo en la rodilla,
el dolor durante la noche, y el dolor durante los tests isocinéticos, fueron
significativamente mejores en el grupo de C.C.C.. El estudio demostró que existen
mejoras significativas en la fuerza y la función con ambos protocolos de trabajo, con un
margen a favor del entrenamiento con ejercicios de C.C.C..
La asociación entre incremento de la fuerza, mejora de la función, y el descenso del
dolor parece ser de gran importancia.
DOLOR DE ESPALDA EN REMEROS UNIVERSITARIOS
Autores: Teitz C., O' Kane J., and Lind B. Poster abstracts - 2001 ISAKOS Congress
Fueron examinados 4.680 atletas remeros universitarios, quienes obtuvieron su
graduación entre 1978 y 1998, provenientes de cinco escuelas con programas de
entrenamiento para remo. El examen incluía preguntas concernientes a la presencia de
dolor de espalda antes de iniciar la actividad a nivel universitario, durante el período
de entrenamiento universitario, o luego de la graduación. Para el propósito de este
estudio, dolor de espalda fue considerado como aquel dolor que perduraba como mínimo
durante una semana. Se interrogó sobre métodos de entrenamiento y tipo de
equipamiento, en el gimnasio y en la embarcación. Los sujetos que presentaron
dolor de espalda antes de ser remeros universitarios, y aquellos mayores de 45 años
fueron omitidos del análisis, quedando 1698 sujetos. 526 de los 1698 presentaron dolor
de espalda durante su 'actividad deportiva (remo) interuniversitaria. En el análisis, los
factores significativos asociados con dolor de espalda incluyeron: edad actual, inicio del
remo antes de los 16 años, el tipo de pala de remo utilizado, el entrenamiento en un
tanque interno, con cargas libres, o con máquinas de sobrecarga; duración de las
sesiones de entrenamiento ergonométrico mayores de 30 minutos, y posición del cable de
ergonometría. El dolor de espalda en remeros universitarios fue también asociado con una
media alta de peso y altura, tanto en deportistas masculinos como femeninos. El
tipo de remo y la duración de las sesiones de entrenamiento ergonométrico fueron
significativamente predictivos de dolor de espalda en hombres, así como la duración
de las sesiones ergonométricas y la altura fueron significativamente predictivas para
las mujeres.
La incidencia de dolor de espalda en remeros universitarios fue incrementándose a
partir de los 25 años. El porcentaje de sujetos quienes comenzaron a remar antes de
los 16 años también incrementaron significativamente en los últimos 10 años el
promedio de altura y peso de atletas femeninas fundamentalmente. Un análisis adicional
en marcha, fue determinar si este dolor de espalda se resuelve o persiste luego de la
actividad universitaria.
EL ENTRENAMIENTO MUSCULAR EXCÉNTRICO ES UN BUEN MODELO DE
TRATAMIENTO PARA PACIENTES CON TENDINOSIS DE AQUILES
DOLOROSA
Autores: Hakan Alfredson; Ronny Lorentzon Paper abstracts - 2001 ISAKOS Congress
(Premio)
Propuesta: Un estudio piloto prospectivo, sobre entrenamiento muscular excéntrico
de los músculos de la pantorrilla, en un grupo relativamente pequeño de pacientes
con tendinosis crónica de Aquiles sintomática, localizada a 2-6 cm del nivel de inserción;
demostró tener muy buenos resultados clínicos. Este reporte se dirige a la investigación
de los resultados clínicos de este modelo de tratamiento, sobre un grupo de pacientes que
fueron enviados a nuestra clínica para tratamiento quirúrgico.
Material y Método: 119 tendones en 98 pacientes (66 hombres y 32 mujeres) con una
edad promedio de 44 años (rango 33-72), y una larga duración de síntomas por
tendinosis crónica de Aquiles (verificada con ecografía), fueron tratados con
entrenamiento muscular excéntrico durante 12 semanas. La carga durante el
entrenamiento fue aumentando gradualmente, y los pacientes mantuvieron
continuidad en sus ejercicios a pesar de experimentar dolor en el tendón. La cantidad
de dolor durante la actividad (correr, caminar) fue registrada sobre una escala
VAS, antes y después del tratamiento.
Resultados: 85 pacientes (103 tendones) obtuvieron una mejoría sintomática, y
recobraron su nivel de actividad previo (antes de la lesión) luego de 12 semanas del
régimen de entrenamiento. La cantidad de dolor durante la actividad (registrada en mm.
en una escala de VAS) decreció de 72 a 8 mm. (12 semanas). 13 pacientes (16
tendones) no presentaron mejoría y fueron tratados quirúrgicamente.
Conclusiones: El tratamiento con entrenamiento muscular excéntrico de la pantorrilla
mostró buenos resultados en un grupo grande de pacientes con tendinosis crónica de
Aquiles sintomática. Solo un 13% de los tendones necesitaron tratamiento quirúrgico.
LAS LESIONES INGUINALES PUEDEN SER PREVENIDAS RESULTADOS DE
UN ENSAYO CLÍNICO RANDOMIZADO
Autores: Per Holmich, Kim Krogsgaard Paper abstracts - 2001 ISAKOS Congress
Objetivo: el dolor inguinal (inguino-pubiano) es uno de los mayores problemas
en muchos deportes. El tratamiento del dolor inguinal en atletas es
generalmente muy dificultoso y de larga duración. Un reciente estudio de
Holmich y col. publicado en The Lancet mostró muy buenos efectos de un
programa de entrenamiento para adductores, relacionado con dolor inguinal en
atletas. Basados en este trabajo hemos desarrollado un programa dirigido a la
prevención del dolor inguinal en futbolistas. El propósito de este estudio
fue comparar el programa preventivo con un grupo control.
Método: 55 clubes de fútbol daneses fueron evaluados por estudio
randomizado, con un programa dirigido a la prevención de lesiones
inguinales (pubalgia) (A) o un entrenamiento continuo previo (B). El tiempo
de exposición y antecedentes demográficos de todos los jugadores fueron
registrados.
Todas las lesiones fueron registradas por un fisioterapeuta, quien también
examinó a todos los jugadores con un dolor inguino-pubiano. Se utilizó un
protocolo de examen clínico estandarizado.
Resultados: 1209 jugadores de fútbol fueron incluidos. El tiempo de
exposición fue calculado para todos los jugadores individualmente. La
incidencia total de lesiones inguinales fue de 8%. El análisis demostró que el
programa preventivo (A) tuvo una significativa mayor efectividad en la
prevención de lesiones inguinales (p=0.04).
Conclusión: La implementación de un programa preventivo en el
entrenamiento de futbolistas, puede considerarse una herramienta de gran valor
con el fin de minimizar las dificultades y el tiempo consumido por lesiones
inguinales.
COMPARACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA FATIGA LOCAL Y GENERAL
EN LA FUNCIÓN PROPIOCEPTIVA DE LA RODILLA
Autores: Miura K., Okamura Y., Ishibashi Y., Tsuda E. Paper abstracts - 2001 ISAKOS
Congress
Objetivo: Errores en el rendimiento motor de atletas ocurren mas frecuentemente
durante la fatiga, pero no se conoce si esto es consecuencia de una función
propioceptiva deteriorada, o de otros factores. La fatiga puede reducir las
señales aferentes propioceptivas de los mecanorreceptores en y alrededor del
músculo y hacer la rodilla menos sensible potenciando la fuerza perjudicial. La
propuesta de este estudio fue comparar los efectos de la carga de fatiga local y
general sobre la propiocepción de la rodilla.
Método: La propiocepción de la articulación de la rodilla fue medida por el
ángulo de reproducción inexacto (RAÍ), el que fue calculado por el valor
medio del error absoluto en ocho ensayos consecutivos entre posicionamiento
pasivo del ángulo de la rodilla (selección randomizada en 10 a 80 grados) y
reproducción activa del ángulo de la rodilla.
El RAI de la articulación de la rodilla antes y después de dos tipos diferentes
de sobrecarga de fatiga (cargas local y general) fue medido en 27 voluntarios
sanos (masculinos, con un rango de edad entre 19 y 31 años, promedio 22,2
años). La carga local de la rodilla fueron 60 contracciones máximas,
consecutivas y voluntarias de los flexores y extensores de la rodilla sobre un
dispositivo isocinético. La carga general consistió en 5 minutos de carrera a 10
km/h sobre una cinta de deslizamiento. Los cambios del RAÍ, pico de torsión de
los flexores y extensores de rodilla, y los valores cardíacos fueron
estadísticamente comparados entre la carga local y la carga general usando un
factor ANOVA. El nivel de significancia fue de p=0.05.
Resultados: Después de la carga local de la rodilla no hubo cambios
significativos en el RAÍ (3.8+/-1.1 grados) comparando con los valores previos
a la carga (RAÍ 3.4 + /-0.9), aunque si hubo una disminución significativa en
el pico de torsión de los flexores y extensores. En contraposición, después
de la carga general, un significativo incremento del RAÍ se constató (5.1+/-2.1),
sin cambios significativos en el pico de torsión de los músculos.
Conclusiones: La habilidad de reproducción del ángulo disminuida, después
de la carga general es presumiblemente provocada por una disminución de las
señales propioceptivas aferentes, periféricas, pero a través de una deficiencia de
los procesos centrales de señales propioceptivas, esto es, fatiga central. La
fatiga central permite disminuir la precisión del control motor, interrumpe la
actividad de estabilización activa muscular impartida como resistencia a un
estrés articular, y posibilita colocar a la rodilla en un riesgo aumentado de
lesión del ligamento cruzado anterior (L.C.A.).
EL EFECTO DEL GÉNERO SOBRE LA LAXITUD DE LA RODILLA
DESPUÉS DE RECONSTRUCCIÓN DEL L.C.A.
Autores: Nagasaki S., Ohkoshi Y., Yamamoto k., Yamane S. Paper abstracts - 2001
ISAKOS Congress (Premio)
Objetivo: Es conocido que las influencias hormonales juegan un papel
importante en el incremento de la laxitud de la rodilla en mujeres sanas. Sin
embargo, no tenemos estudios que evalúen las influencias del género en la
laxitud de la rodilla después de reconstrucción del L.C.A.. La propuesta de este
estudio fue determinar si existe una diferencia en la laxitud anterior, entre
mujeres y hombres quienes fueron sometidos a reconstrucción del L.C.A..
Método: Entre abril de 1992 y marzo de 2000, un solo cirujano realizó
reconstrucción del L.C.A. sobre 498 rodillas usando tendones isquiosurales.
Todos los pacientes siguieron el mismo protocolo de rehabilitación. Fueron
incluidos en este estudio, aquellos pacientes en quienes se objetivó una
laxitud anterior un año después de la cirugía. Los criterios de exclusión de este
estudio fueron: 1) mayores de 40 años, 2) lesiones ligamentarias combinadas
que requirieron reconstrucción, 3) injurias bilaterales, 4) operaciones de
rodilla precedentes, y 5) un déficit de movilidad pasiva en el seguimiento.
Consecuentemente, 208 pacientes, 86 masculinos (grupo M) y 122 femeninos
(grupo F), fueron incluidos en este estudio. La traslación tibial anterior fue
medida con artrómetro KT 1000, y las diferencias lado por lado fueron
comparadas entre los dos grupos. Los factores de base (edad, tamaño del
injerto/peso corporal, número de lesiones meniscales, y período
preoperatorio) fueron también comparados entre los dos grupos.
Resultados: La diferencia media, lado por lado, en la laxitud anterior fue 2.10+/-
1.92 mm. en el grupo F, y 1.47+/- 1.84 mm. en el grupo M (p=0.047). Los factores
de base investigados no mostraron diferencias entre ambos grupos.
Conclusión: Nuestros resultados muestran que la laxitud anterior de rodilla
después de reconstrucción del L.C.A. fue diferente entre los hombres y las
mujeres. Nosotros postulamos el rol que juegan las diferencias hormonales del
género, en este hallazgo.
EVITE LESIONES en el entrenamiento de fuerza
Dr. ARGEMÍ Ruben
Dele a la entrada en calor la importancia que tiene. Comience con por lo menos 10 minutos de actividad aeróbica más elongación. Realice una o más series de entrada en calor con peso liviano, particularmente para ejercicios de hombros o rodillas.
La falta de flexibilidad es un riesgo para lesiones. Se recomienda comenzar con movilidad articular y flexibilidad liviana en frío, y extremar el rango de movimiento luego de la actividad, en la fase de vuelta a la calma. La flexibilidad debe realizarse con movimientos lentos y constantes, nunca por tirones. Si no siente la sensación de estiramiento es que el movimiento no es el correcto. Elongue cada grupo muscular con atención después de cada trabajo.
Trabaje grandes grupos musculares y con peso libre como base del entrenamiento. Realice los ejercicios básicos de gimnasio a través de todo el rango de movimiento. Solo realice ejercicios complementarios (sí son indicados) en rango de movimiento limitado. Realice variaciones en los ejercicios de un grupo muscular para mejor comportamiento de músculos y estabilidad de articulaciones ( ej. Press de pecho, banco inclinado, banco bajo).
Durante la realización del ejercicio evite el fenómeno de Valsalva , espirando durante el empuje e inspirando durante la relajación. Si usted realiza el mayor esfuerzo conteniendo la respiración (glotis cerrada), aumenta la presión intracraneal y esto puede ser perjudicial.
El 90 % de las hernias de disco se producen en L4-L5 y L5-S1 debido a la alta compresión en estas vértebras durante el levantamiento. En el momento de levantamiento cuando el tronco es inclinado hacia delante se produce una carga sobre la zona lumbar que representa 10 veces el peso a levantar. La posición ideal para técnicas dinámicas es la columna lumbar en una leve lordosis. El aumento de la presión abdominal es clave como soporte de la columna. Es indispensable la fortaleza de los músculos abdominales para disminuir la necesidad de acción delos músculos para vertebrales.
No olvide realizar entre 250 y 500 abdominales, para estabilizar la pelvis y así prevenir pubalgia y lumbalgia. Para equilibrar la pelvis trabaje glúteos y espinales. Siempre con la supervisión del entrenador. Nunca realice espinales arqueando el cuerpo, es decir llevando a la hiperextensión. Esto produce una gran presión sobre la columna vertebral. Trabaje solo en isométrico o realizando el esfuerzo desde la flexión a la extensión de 180 grados. (Cuerpo y miembros inferiores rectos).
Agregar ejercicios suplementarios a los principales, puede ser una buena forma de estabilizar las articulaciones. ( Ejemplo para media sentadilla realizar camilla de cuadriceps e isquiotibiales).
Siempre debe tener en cuenta el balance muscular de los antagonistas para las diferentes articulaciones. Si bien es de difícil medición sin tecnología costosa, debe ponerse mucha atención en los programas de entrenamiento en las tasas de trabajo entre los diferentes miembros derechos e izquierdos, agonistas y antagonistas, y mitad superior y mitad inferior del cuerpo. Las zonas débiles deben ser particularmente fortalecidas. Hay que tener en cuenta que los deportistas tienden a trabajar mayores volúmenes e intensidades de sus zonas más fuertes.
Use pesos livianos cuando realice un nuevo ejercicio, por 2 o tres semanas. Nunca trabaje en peso máximo sin una preparación previa, que incluya una técnica depurada y un mínimo de unas cuantas semanas de entrenamiento en el movimiento. Es preponderante que la fase de peso máximo sean unas pocas semanas al año.
No realice trabajos explosivos sin tener una depurada técnica y haciendo hincapié en una gran concentración. Tenga mucho cuidado para incorporar
trabajo pliométrico en un programa de entrenamiento. Debe tener una gran base de sentadilla. ( Levantar el propio peso como mínimo, en caso de atletas de menos de 75 Kg de peso deben levantar el 150 % en sentadilla). Se recomienda entre 80 (bajo rendimiento) a 140 ( alto rendimiento) saltos por sesión. En caso de trabajar alta intensidad el volumen debe ser bajo. Nunca superar los 10 saltos por serie con pausa superior a 2 minutos.
El numero de repeticiones y el peso a levantar siempre va a depender de la técnica y de la velocidad de ejecución. SI el movimiento se hace lento o se pierde la técnica o aparece temblor, es que la carga o el número de repeticiones es demasiado.
No ignore el dolor. Si trabaja con dolor puede convertir el problema en crónico.
Puede continuar el entrenamiento usando menos peso y más repeticiones u otro ejercicio. Si el dolor persiste puede ser necesario suspender el trabajo que afecta a esa articulación. Raramente es necesario suspender el trabajo de gimnasio completamente. Colocar hielo en las articulaciones luego del trabajo intenso puede ser una buena forma de prevenir dolores. Sobre todo en rodillas y hombros, y si tiene antecedentes de lesiones. NO SE OLVIDE DE CONSULTAR AL MEDICO ANTE CUALQUIER DUDA.
Debe presentar una gran pausa ( no menor a 1 minuto 30 segundos) entre series. En el transcurso podrá trabajar abdominales u otro grupo muscular. A no ser que esté trabajando en período específico de hipertrofia. Evitar participar en competencias en los períodos de entrenamiento de hipertrofia. Este tipo de trabajo la pausa debe ser menor, los ejercicio deben mas de un tipo por grupo muscular y la pausa es incompleta para incrementar la fatiga muscular como base dela hipertrofia.
En trabajos de sentadilla la rodilla no debe salir del eje vertical que forman pie y cadera. La columna debe mantener la posición más recta posible. A no ser en caso de lesión en la zona pélvica donde la posición de la barra debe ser baja ( en la mitad inferior del omoplato) y por lo tanto se produce una flexión más importante de la pelvis para descompresión de esta. En este caso los isquiotibiales tendrán un mayor compromiso de su función.
No se debe realizar un cambio o aumento brusco de los métodos volúmenes o intensidad de entrenamiento. Cambiar de entrenamiento o entrenador siempre aumenta el riesgo de lesiones, por la modificación del patrón de movimientos, cargas, volúmenes e intensidades. Por lo tanto debe realizarse en forma controlada. En el caso de aumentar el entrenamiento nunca se debe aumentar intensidad y volumen al mismo tiempo. Nunca aumentar mas del 10 % de una semana para otra.
COMO DICE PLATONOV LLEGAR MÁS RÁPIDO NO ASEGURA LLEGAR MAS LEJOS, SINO TODO LO CONTRARIO.
Bibliografía:Essentials Of. Strengh Training and conditioning. National Strengh and Conditioning Association. Humankinetics.
La adaptación en el Deporte. Platonov. Ed Paidotribo
La artroscopia es una técnica quirúrgica que se practica por medio mínimas incisiones y que, gracias a un sofisticado sistema de micro-ópticas y micro-instrumental, junto a su poca agresividad, permite que el paciente se recupere precozmente con un bajo índice de complicaciones. La artroscopia puede aplicarse en todas las articulaciones, aunque donde más se ha desarrollado es en la rodilla y en el hombro. Nosotros también la empleamos en el tobillo, en la cadera y en el codo.
Tendones de la "pata de ganso" al ser introducidos dentro de la rodilla.
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1) La técnica mas empleada en la artroscopia de rodilla es la ligamentoplastia para la reconstrucción de la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA).
Nosotros utilizamos varios tipos de ligamentoplastias que se adaptan a cada caso particular, pero las resumimos en aquellas que utilizan los tendones de la "pata de ganso" o en las que se emplea el tendón rotuliano.
Extracción de los tendones de la "pata de ganso".
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Más Información "pata de ganso"(Archivo Power Point, 2.070 KB)
Más información tendón rotuliano (HTH)(Archivo Power Point, 825 KB)Aspecto del tendón rotuliano.
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2) Trasplante de menisco. Cuando a un paciente se le ha extirpado el menisco interno o externo de forma completa, cabe la posibilidad de realizar un trasplante meniscal. Esta técnica es bastante compleja y está indicada en pacientes jóvenes, deportistas, motivados, que presenten dolor en el compartimento de referencia y que no ceda con las medidas farmacológicas ni de rehabilitación. No se implanta en casos de artrosis avanzada, obesidad mórbida, artritis de rodilla, ni en enfermedades reumáticas.
El trasplante meniscal es una técnica quirúrgica de reciente introducción en España, entre cuyos iniciadores nos encontramos nosotros. Estaría indicada en pacientes jóvenes, activos físicamente que han sido sometidos a una meniscectomía completa previamente.
El trasplante se introduce dentro de la articulación por vía artroscópica.
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Mediante suturas artroscópicas específicasse ancla a la cápsula articular.
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Detalle de los puntos de sutura anteriores.
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Aspecto final del trasplante meniscal; eneste caso se trata de un menisco interno.
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3) Implante meniscal de colágeno (CMI). Cuando a un paciente se le reseca una parte del menisco interno, se puede sustituir por un implante meniscal de colágeno, siempre y cuando no haya lesión importante del cartílago. Generalmente se emplea esta técnica cuando hay una lesión de LCA y asocia una lesión irreparable de menisco, lo cual no obliga a tener preparado el CMI por si hubiera que utilizarlo.
Aspecto de un implante meniscal de colágeno.
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Sutura artroscópica de un CMI.
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4) Patología rotuliana. Conjunto de enfermedades de origen discutido cuyo manejo final debe ser llevado por traumatólogos expertos en medicina deportiva, ya que es frecuente en deportistas no necesariamente de élite.
Los problemas rotulianos pueden agruparse en tres categorías:
a) Inestabilidad fémoro-rotuliana: frecuente en mujeres jóvenes, deportistas, hiperelásticas y con escasa musculatura cuadricipital. Generalmente se soluciona con tratamiento rehabilitador, pero en casos recidivantes puede ser necesario recurrir a la cirugía, como muestra el caso de las fotos que se muestran a la derecha, que representan a un deportista que sufrió varias luxaciones de rótula (desplazamiento fuera de su sitio anatómico) que requirió cirugía artroscópica donde se evidenció daño del cartílago de la rótula.
Otros factores importantes en las inestabilidades de rótula son:
Aumento del ángulo Q Genu valgo, recurvatum Patela alta Pronación del pie Pelvis ancha
RE tibial
El TAC o escáner sirve para estudiar en profundidad el caso, como este que se muestra a la derecha donde se ve perfectamente la basculación de la rótula con desplazamiento externo, con lo que se encuentra subluxada o fuera del canal troclear.
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Evidentemente unas rodillas como las que vemos a la derecha, tienen poco riesgo para sufrir problemas de rótula.
A la izquierda vemos la técnica artroscópica de Detrisac con apertura del alerón externo y plicatura del interno
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b) "Rodilla del saltador": dolor por inflamación crónica en parte más inferior de la rótula que se halla intimamente en contacto con el tendón rotuliano. Se produce en deportistas que someten a sus rodillas a sobreesfuerzos de repetición, especialmente si son deportes de salto. También se puede producir en el polo superior de la rótula y en la tuberosidad tibial anterior.
Diversos ejemplos de como la rótula es presionada contra el fémur en los distintos deportes de salto. Las rodilleras centradoras de rótula ayudan a proteger la rótula pero no es conveniente abusar de ellas. (Imagenes inferiores)
c) Dolor anterior de rodilla: entidad que define el resto de patologías de la rótula y que puede tener múltiples origenes que deben ser estudiados por el especialista.
Entre los factores que influyen en el dolor anterior de rodilla en el adolescente hay que incluir los siguientes (en la foto se muestra una enfermedad de Osgood-Schlätter):
SHPRE Patela alta, baja "Disbalance" tendinoso Sinding-Larsen-Johansson Osgood-Schlatter Hipermovilidad rótula
"LA SOBRECARGA CRÓNICA es el factor dominante en la génesis del dolor anterior de rodilla en pacientes adolescentes, por encima del factor
mecánico"
La artroscopia de tobillo, al igual que la de rodilla y otras articulaciones, es una técnica quirúrgica muy poco agresiva cuyas indicaciones son más limitadas que en rodilla y hombro, pero es muy útil para extraer fragmentos sueltos de cartílago, realizar sinovectomías o, incluso, hacer artrodesis o fijaciones de tobillo en los casos más graves, cuando no esté justificada la prótesis de tobillo.
Fragmentos libres de cartílago, susceptibles de ser extirpados mediante una artroscopia de
tobillo.
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La aplicación de la artroscopia en la cadera, está experimentando un auge muy llamativo. Donde antes toda la patología que debutaba como "dolor inguinal" era diagnosticada casi invariablemente como tendinitis de adductores o pubalgia, hoy sabemos que un porcentaje bastante alto de deportistas, sufren problemas articulares de diversa índole.Actualmente las indicaciones más frecuentes para la artroscopia de cadera son: extracción de cuerpos extraños, secuelas de fracturas de cadera, sinovitis refractarias al tratamiento médico, pinzamientos fémoro-acetabulares, roturas del labrum, lesiones del ligamento redondo, inestabilidad de cadera y patología degenerativa.En la presentación de abajo se indican los portales por donde se hace la artroscopia de cadera así como la preparación que requiere y un vídeo del aspecto artroscópico de una cadera.Artroscopia de cadera: equipamiento y portales ( Archivo Power Point, 3.047 KB)