la paciencia
DESCRIPTION
— ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme sobre lo mismo. El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y le agradeció la lección. Por: Hernando Sequera. "Sólo dejamos de existir cuando nos olvidan" - Hernando SequeraTRANSCRIPT
¡LA PACIENCIA!
Por: Hernando Sequera.
A cierto mandarín le habían ofrecido un destacado cargo
oficial. Preocupado por la responsabilidad, el hombre se
reunió con un amigo de la infancia y lo puso al corriente
de la situación. El amigo le dijo:
— Lo que te recomiendo es que siempre seas paciente.
Es muy importante. No lo olvides, ejercítate sin
descanso en la paciencia.
—Te prometo que así lo haré —aseguró el mandarín.
Mientras los dos comenzaban a disfrutar de un sabroso
té, el amigo repitió:
—Sé siempre paciente. No dejes de ser paciente, suceda
lo que suceda.
El mandarín asintió con la cabeza pero, unos minutos
después, el amigo insistió:
— No lo olvides: adiéstrate en la paciencia.
—Lo haré, lo haré —repuso el mandarín. Cuando iban a
despedirse, el amigo añadió:
— Recuerda que tienes que ser paciente.
Entonces el mandarín, exasperado, exclamó:
— ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo
has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme
sobre lo mismo.
El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió
inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y
le agradeció la lección. Cuento popular
chino.
Fácil se dice que haremos todo lo que se nos aconseja.
Difícil en realidad es ponerlo en práctica. La paciencia
es la virtud de quienes saben padecer y soportar las
vicisitudes de la vida sin alterarse; sabiendo además
esperar las cosas que se desean fervientemente. La
persona paciente sabe que hay cosas o situaciones que
no dependen de él, que escapan de su control, por ello
asume con seguridad y confiado en sus capacidades que
hay que darle su tiempo a los problemas y a los triunfos
para poder resolverlos en el caso de los primeros y
disfrutarlos a plenitud en el caso de los segundos.
La paciencia es rasgo de una personalidad
madura porque el hombre o mujer paciente saben que
solo llegan a la meta aquellos que se mantienen en
forma perseverante y coherente en sus propósitos,
sabiendo esperar el tiempo propicio para actuar. De igual
manera es necesario entender que en muchas ocasiones
estaremos frente a situaciones en las que creemos que
nada está sucediendo. Pareciera que el tiempo se
detiene y nada pasa. Es el momento en el que
generalmente cedemos y llega el fracaso. No es sentarse
a esperar a que sucedan las cosas. Es estar atento a
todas las variables que intervienen y trabajar
conscientemente para que las cosas sucedan. Y aun si
las cosas no suceden como tú lo esperabas, da gracias
por haber vivido una experiencia de vida que te ayudará
a formar tu carácter y personalidad y que con seguridad
te servirá para aprender nuevos y mejores hábitos que
innegablemente te permitirán materializar los nuevos
proyectos que a lo largo de tu vida irán surgiendo.
Las metas se logran con
cambios, acciones y una gran
dosis de paciencia.
"Sólo dejamos de existir cuando nos olvidan" - Hernando
Sequera