la paciencia

2
¡LA PACIENCIA! Por: Hernando Sequera. A cierto mandarín le habían ofrecido un destacado cargo oficial. Preocupado por la responsabilidad, el hombre se reunió con un amigo de la infancia y lo puso al corriente de la situación. El amigo le dijo: Lo que te recomiendo es que siempre seas paciente. Es muy importante. No lo olvides, ejercítate sin descanso en la paciencia. Te prometo que así lo haré aseguró el mandarín. Mientras los dos comenzaban a disfrutar de un sabroso té, el amigo repitió: Sé siempre paciente. No dejes de ser paciente, suceda lo que suceda. El mandarín asintió con la cabeza pero, unos minutos después, el amigo insistió: No lo olvides: adiéstrate en la paciencia. Lo haré, lo haré repuso el mandarín. Cuando iban a despedirse, el amigo añadió: Recuerda que tienes que ser paciente. Entonces el mandarín, exasperado, exclamó: ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme sobre lo mismo. El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y le agradeció la lección. Cuento popular chino. Fácil se dice que haremos todo lo que se nos aconseja. Difícil en realidad es ponerlo en práctica. La paciencia es la virtud de quienes saben padecer y soportar las vicisitudes de la vida sin alterarse; sabiendo además esperar las cosas que se desean fervientemente. La

Upload: freddy-sosaya-chucan

Post on 15-Feb-2016

218 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

— ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme sobre lo mismo. El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y le agradeció la lección. Por: Hernando Sequera. "Sólo dejamos de existir cuando nos olvidan" - Hernando Sequera

TRANSCRIPT

Page 1: LA PACIENCIA

¡LA PACIENCIA!

Por: Hernando Sequera.

A cierto mandarín le habían ofrecido un destacado cargo

oficial. Preocupado por la responsabilidad, el hombre se

reunió con un amigo de la infancia y lo puso al corriente

de la situación. El amigo le dijo:

— Lo que te recomiendo es que siempre seas paciente.

Es muy importante. No lo olvides, ejercítate sin

descanso en la paciencia.

—Te prometo que así lo haré —aseguró el mandarín.

Mientras los dos comenzaban a disfrutar de un sabroso

té, el amigo repitió:

—Sé siempre paciente. No dejes de ser paciente, suceda

lo que suceda.

El mandarín asintió con la cabeza pero, unos minutos

después, el amigo insistió:

— No lo olvides: adiéstrate en la paciencia.

—Lo haré, lo haré —repuso el mandarín. Cuando iban a

despedirse, el amigo añadió:

— Recuerda que tienes que ser paciente.

Entonces el mandarín, exasperado, exclamó:

— ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo

has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme

sobre lo mismo.

El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió

inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y

le agradeció la lección. Cuento popular

chino.

Fácil se dice que haremos todo lo que se nos aconseja.

Difícil en realidad es ponerlo en práctica. La paciencia

es la virtud de quienes saben padecer y soportar las

vicisitudes de la vida sin alterarse; sabiendo además

esperar las cosas que se desean fervientemente. La

Page 2: LA PACIENCIA

persona paciente sabe que hay cosas o situaciones que

no dependen de él, que escapan de su control, por ello

asume con seguridad y confiado en sus capacidades que

hay que darle su tiempo a los problemas y a los triunfos

para poder resolverlos en el caso de los primeros y

disfrutarlos a plenitud en el caso de los segundos.

La paciencia es rasgo de una personalidad

madura porque el hombre o mujer paciente saben que

solo llegan a la meta aquellos que se mantienen en

forma perseverante y coherente en sus propósitos,

sabiendo esperar el tiempo propicio para actuar. De igual

manera es necesario entender que en muchas ocasiones

estaremos frente a situaciones en las que creemos que

nada está sucediendo. Pareciera que el tiempo se

detiene y nada pasa. Es el momento en el que

generalmente cedemos y llega el fracaso. No es sentarse

a esperar a que sucedan las cosas. Es estar atento a

todas las variables que intervienen y trabajar

conscientemente para que las cosas sucedan. Y aun si

las cosas no suceden como tú lo esperabas, da gracias

por haber vivido una experiencia de vida que te ayudará

a formar tu carácter y personalidad y que con seguridad

te servirá para aprender nuevos y mejores hábitos que

innegablemente te permitirán materializar los nuevos

proyectos que a lo largo de tu vida irán surgiendo.

Las metas se logran con

cambios, acciones y una gran

dosis de paciencia.

"Sólo dejamos de existir cuando nos olvidan" - Hernando

Sequera