la nueva ética

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ESCUELA DE ENFERMERÍA UPEC. LA NUEVA ÉTICA

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Descripción de la ética, y su funcionalidad en el contexto con la bioética.

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E S C U E L A D E E N F E R M E R Í A

U P E C .

LA NUEVA ÉTICA

La nueva Ética en la Enfermería.

Hay tres razones para ello, primero la cambiante filosofía sobre los cuidados para la salud, que concede más énfasis al principio de la autonomía personal; segundo, la cambiante filosofía de la enfermería, que concede importancia a los cuidados orientados hacia el paciente; tercero, la evolución de la enfermería como una profesión aparte de la medicina. Ya no deberá haber el paternalismo, teniendo la esencia de hacer el bien y no causar daño.

¿Es posible una ética universal de enfermería?

En el mundo occidental (tradición de Hipócrates, influencio al pensamiento médico, en Europa y luego el Nuevo mundo), en 1948 la World Medical Association adoptó una forma revisada del Juramento Hipocrático, además en el mundo oriental hay tradiciones arraigadas muy distintas al juramento hipocrático, entonces: si no existe una ética medica universal, podrá haber una ética universal en enfermería-

La ética en la enfermería debería definir algún contexto cultural, es relativo, pero si implica que las enfermeras/os que se desplazan en diferentes culturas, deben familiarizarse con los valores y normas donde prestarán sus servicios. Para ello no es necesario que renuncien a sus propios valores éticos ni significa que intenten trasmitir esos valores a sus colegas en otras sociedades.

¿Los principios éticos dependen del contexto?

Si aceptamos el concepto de que todas las personas tienen el mismo valor y que deben ser respetadas como personas, entonces, sin importar la cultura, el momento o el lugar, continuarán siendo personas. El contexto no altera la esencia de lo que constituye el ser humano.

No podemos considerar que las diferentes normas de la sociedad afecten el valor moral de la persona de la misma manera en que no modifican su constitución biológica.

Concluimos entonces que la ética en la enfermería basada en el principio de autonomía quizá se derive del pensamiento occidental, del mismo modo que la tradición hipocrática, no significa en sí que sea aplicable a nivel universal. El motivo es que las personas seguirán siendo personas y el hecho de serlo no varía, sin importar el contexto.

¿Qué es lo correcto?

En algún momento las enfermeras/os compartían los mismos los mismos valores religiosos o morales con sus pacientes. El conjunto de valores de cada individuo es resultado de factores diversos, como las costumbres sociales de su familia, sus antecedentes religiosos, culturales y educativos y las influencias de su grupo de compañeros. Como profesionales, las enfermeras/os expresan opiniones divididas con respecto a temas, como el aborto, la eutanasia y las investigaciones médicas.

Sus opiniones incluyen desde las que argumentan que el aborto, por ejemplo, es algo incorrecto sin importar las circunstancias, hasta aquellas que indican que es permisible en ciertas circunstancias y las que consideran que toda mujer debe tener el derecho a dar por terminado su embarazo, si así lo solicita.

En la mayoría de los códigos morales y ciertamente en los de las principales religiones a nivel mundial, se incluye el concepto que es incorrecto permitir que alguien muera. Y una creencia común es pensar que salvar una vida es lo correcto.

Las implicaciones de la filosofía que el fin justifica los medios son muy amplias dentro de los límites de la enfermería y la práctica médica.

Por ejemplo, esta filosofía podría justificar el uso experimental de fármacos que podrían resultar dañinos para los individuos afectados, basándose en el hecho que el objetivo final de estos experimentos es un bien: es decir, se realiza para buscar la cura a una determinada enfermedad y prevenir el sufrimiento.

¿Esta de acuerdo con estos argumentos?

1. Siempre es correcto decir la verdad.

2. Se debe decir la verdad en todas las ocasiones.

3. En ciertas ocasiones está justificado decir una mentira.

La mayoría estará de acuerdo con la primera, pero habrá debate por las dos siguientes.

Analicemos el caso de dos amigas Lucia y María…

El fin justifica los medios.

Si el factor para decidir y juzgar si determinada acción es correcta o incorrecta son las circunstancias que se tienen en mente, entonces los criterios en los cuales se basa la decisión son:

1. Que las consecuencias son buenas o malas, según el grado en que sirven a los valores humanos;

2. Que los medios para lograr esas consecuencias no son tan malos como para no compensarse con la bondad del resultado final.

Si el fin en último término es la felicidad y el bienestar humanos, pero el método para alcanzar esta meta crea por si mismo tristeza y sufrimiento mayores que la bondad del resultado final, el fin no justifica los medios. Para que el fin justifique los medios es necesario que el fin en sí sea bueno, y si éste es bueno, desde el punto de vista moral, es justificable recurrir a un medio malo, según el principio del bien proporcional. No son estos argumentos que justifican el aborto, eutanasia, y no revelar al paciente su diagnóstico.

El principio del doble efecto.

Los pacifistas por ejemplo consideran que matar es incorrecto sin importar las circunstancias, porque el acto en sí es incorrecto y por consiguiente es injustificable. Pero que ocurre cuando:

¿Negarse a realizar un acto incorrecto no solamente no da lugar a un bien, sino que produce más daños? ¿Qué pasa si un hombre se niega a matar a un terrorista y en consecuencia muere el mismo y también su esposa y su familia? El resultado de no actuar será malo, aunque el motivo para no actuar sea fundamentalmente bueno.

La decisión de no actuar es de tipo moral o ético y se justifica como correcta o incorrecta solo desde el punto de vista de la decisión de actuar. La persona que decide no hacer nada no queda exenta del juicio moral.

Si en determinada situación no actuar produce consecuencias indeseables y el acto en sí también las origina, es necesario sopesar la conveniencia de llevar a cabo el acto.

La toma de decisiones del doble efecto.

1. El acto en sí debe ser bueno, desde el punto de vista moral, o por lo menos, neutro.

2. El objetivo deber ser lograr buenos resultados y que los malos sean tan solo un efecto secundario.

3. Las buenas consecuencias no deben lograrse llevando a cabo algo malo, pero ambas deben ser resultantes del mismo acto.

4. El mal resultado no debe ser tan grave que descompense el buen resultado que se espera obtener.

Hay diversas situaciones en medicina y enfermería en que el médico o la enfermera deben tomar decisiones que producirán resultados dañinos.

Considere el caso del medico que esta tratando a un paciente con una enfermedad terminal y que presenta un dolor muy intenso. El sabe que la dosis de analgésico necesaria para aliviar su dolor es tal, que también acelerará su muerte. En este caso, la muerte puede describirse como un efecto secundario del tratamiento.

Evidentemente, el deber del médico es intentar aliviar el dolor del paciente. No se puede defender desde el punto de vita ético, la posición de no administrar analgesia para evitar la muerte, que es inevitable de cualquier manera y dejar al paciente en agonía, de los cuatro criterios el cuarto sería cuestión de debate.

La toma de decisiones del doble efecto.

1. El acto en sí debe ser bueno, desde el punto de vista moral, o por lo menos, neutro.

2. El objetivo deber ser lograr buenos resultados y que los malos sean tan solo un efecto secundario.

3. Las buenas consecuencias no deben lograrse llevando a cabo algo malo, pero ambas deben ser resultantes del mismo acto.

4. El mal resultado no debe ser tan grave que descompense el buen resultado que se espera obtener.

El efecto secundario la muerte, podría considerarse tan grave como para superarlas ventajas del buen resultado, el alivio del dolor.

Teniendo en cuenta que la muerte es inevitable y que solo facilitará el proceso de morir, haciéndolo mas tolerable para el paciente. Se trata de la consecuencia que desea alcanzar al realizar el acto: el médico no desea que el paciente muera, sólo trata de aliviar su sufrimiento.

La ley natural.

En la toma de decisiones, frente a un dilema moral, no tiene tiempo para pensar en todas las consecuencias. Lo que ocurre en la practica es que actúa casi intuitivamente, según sus propias reglas y valores.

En los sistemas teológicos occidentales, monoteístas, Dios determina la moralidad en última instancia y cualquier acción se juzga como correcta o incorrecta, dependiendo que cumpla o no con las leyes divinas.

Ya sea que la ley natural se descubra por revelación, raciocinio, observación o intuición, las personas que consideran que existen este tipo de ley, cuentan con un contexto claro para basar sus decisiones éticas y como un conjunto de criterios claros y obligatorios para la toma de decisiones. Y son también aplicables para la medicina y la enfermería. Es allí donde surge la necesidad de un Código Ético para enfermería o solamente basarse en la ley natural.

Si el paciente confía a la enfermera/o y al medico su intención de cometer un asesinato, ¿deberán estos revelar esta información?, si lo hacen, se impedirá que el paciente actúe y se salvaría la vida de la supuesta víctima. En este caso no se hace a un código de ética profesional, sino a un contexto más pertinente para ese tipo de problemas: la voluntad de Dios, o la ley natural descubierta por el raciocinio del hombre o a través de los sentimientos morales.

De este modo, la ley universal superior que advierte que no se debe matar a nadie y que es nuestro deber salvaguardar la vida, es más importante que cualquier código moral inventado que indique el deber de respetar la confidencialidad de lo revelado por el paciente, o que el tiene el derecho de contar con ella.

Principio del fin justifica los medios.

El Principio del doble efecto.

La Ley natural.

Probablemente, la conclusión más fuerte en contra de la teoría de la ley natural es que si se acepta una regla obligatoria de tipo universal, se elimina el elemento de elección. Como cada persona tiene capacidad de razonar y decidir por si misma que es lo correcto o lo incorrecto, no aplicar la facultad de raciocinio que iría en contra de la ley natural.

A menudo se menciona la ley natural al tratar el problema de los anticonceptivos…

El ciclo menstrual de cada 28 días, la concepción solo es probable durante cinco o seis de ellos.

El tema de deseo o apetito sexual.

¿Es la única razón la reproducción?

Se ha determinado que el coito es una expresión del amor y afecto, constituyendo en un medio de comunicación, aceptación y valoración mutua.

Tenemos la capacidad de razonar y hacer decisiones racionales y sería incorrecto no ponerlas en práctica y actuar exclusivamente basándonos en un conjunto de reglas irracionales. Si mediante nuestro raciocinio llegamos a la conclusión de que la anticoncepción es algo incorrecto, esto constituiría una decisión madura desde el punto de vista moral, aunque también sería moral llegar a la conclusión de que es correcto. En consecuencia, se podría decir que ambas deducciones están de acuerdo con la ley natural.

INFLUENCIAS CULTURALES EN LA TOMA DE

DECISIONES ÉTICAS.

Es difícil estar en total acuerdo sobre lo correcto o lo incorrecto de un acción en particular por las diferentes opiniones que tiene cada uno. Nuestros juicios se ven influenciados por diversos factores, en particular el entorno cultural en el cual vivimos y en el que nos desenvolvemos, además las principales influencias ideológicas entre ellas la tradición judeocristiana, el islam, el hinduismo, el marxismo y la escuela de pensamiento llamada ética seglar occidental que influyen en los temas éticos relacionados con los cuidados de la salud.

Tradición Judeocristiana

El judaísmo y el cristianismo tienen muchos aspectos en común, las enseñanzas éticas del cristianismo se derivan del judaísmo, pero existen ciertas diferencias marcadas en el cristianismo, los católicos y los protestantes, analizaremos los aspectos en común y los exclusivos de cada tradición.

La base fundamental de las enseñanzas éticas judaicas y cristianas se encuentra en la Biblia, en el Antiguo Testamento, llamado los Diez Mandamientos, son solo una parte del cuadro total, se comparten pero se interpretan de manera diferente. Porque los Diez Mandamientos para los judíos se deben ver desde la perspectiva del Talmud y la Misna, y para los Cristianos desde el Nuevo Testamento.

Una clara uniformidad es el precepto de que “La vida es sagrada”, se considera que la vida es un don de Dios, y que debe ser respetada por las personas. Así mismo se cree en la autoridad de Dios y que sus leyes deben cumplirse, habiendo algunos debates sobre su interpretación por parte de la Iglesia Cristiana sobre la manera de discernir las leyes de Dios. Sin embargo hay un contexto para los judío y los cristianos para fundamentar sus decisiones morales en su vida en general y en las áreas de la ética medica.

El Judaísmo

La ética judía médica está entrelazada firmemente con la tradición religiosa. No constituye un código profesional en el sentido de los códigos elaborados por y para los miembros de la profesión médica. Estas son explicadas por los Rabinos, conocedores de la teología judía y las enseñanzas morales generales, probablemente tengan pocos conocimientos específicos sobre medicina.

Fundamentos éticos médicos de los jacobitas (1978)

1. La dignidad y la vida sagrada de los seres humanos.

2. El deber de preservar la salud.

3. La oposición sin compromisos a las supersticiones.

4. Las curas irracionales (incluyendo las basadas en la fe).

5. Un código rígido de restricciones dietéticas y moralidad sexual.

6. Instrucciones estrictas sobre los derechos de los muertos.

Es tan importante el mandato de preservar, que se le da la precedencia a cualquier otro mandamiento de tipo ritual, es un deber moral pasar por alto cualquier ley ritual cuando entran en conflicto con aspectos inmediatos de la vida o salud. “Es un precepto religioso que cualquier persona afligida por alguna enfermedad profane el Sabbat (Oran Hayim 2: 338). Las únicas leyes que no pueden violarse son las de la idolatría, el incesto, el adulterio y el asesinato.

Cualquier acto de asesinato, como también cualquier acto que acelere la muerte, es prohibido, el médico judío esta obligado a preservar la vida siempre, en general se considera incorrecto retirar el tratamiento a los pacientes a punto de morir. La tradición rabínica judía reconoce un estado llamado gesisah, el cual se define como un estado en que el paciente se encuentra moribundo y la muerte es inminente. En esta etapa, se permite retirar cualquier impedimento para la muerte.

No solamente el médico tiene el deber de preservar la vida; esta obligación incluye al paciente, quien tiene el deber de preservar su propia vida, y por tanto, no tiene derecho a negarse a recibir tratamientos para preservarla, de donde se deduce que el individuo actuaría de manera incorrecta si no solicitara tratamiento médico al sospechar que padece alguna enfermedad que pusiera en peligro su vida.

Por ejemplo, una judía tiene la obligación moral de solicitar atención médica si descubre alguna masa en su mama y una vez que la solicite, está moralmente obligada a someterse a tratamiento que el médico le indique, siempre y cuando este tenga el objetivo de preservar la vida. Algunas autoridades judías indican que si la paciente se niega recibir tratamiento para salvar su vida, se le debe obligar a ello. La posición de los judíos contrasta ampliamente con el Movimiento de Derechos de los Pacientes, aceptado en el pensamiento occidental moderno.

Otro deber igualmente importante dentro del judaísmo es el de curar y amplia la responsabilidad del médico, incluyendo no solamente las que pongan en riesgo la vida, produzcan posible pérdidas de miembros o afecten gravemente su salud, sino situaciones mucho menos graves que requieran de intervención médica para aliviar los síntomas o promover el bienestar. Para los judíos esto constituía un deber moral desde la antigüedad.

Las Leyes judías que rigen la dieta y la moralidad sexual son ampliamente conocidas.

El estricto código que controla la moralidad sexual, impide el embarazo indeseado y la diseminación de enfermedades de trasmisión sexual. Estas leyes también constituyen una secuencia natural a partir de la creencia subyacente de que la vida es sagrada y es deber preservarla y promover el bienestar.

Desde 1953, cuando el gobierno israelí aprobó la Ley de Anatomía y Patología, se produjo en Israel un caluroso debate sobre ética medica, el cual no incluye los temas que han causado controversia en otras partes del mundo (los aspectos de eutanasia, aborto, anticoncepción), sino que se refiere a los exámenes post mortem. El tema surgió cuando lo médicos israelitas quisieron hacer exámenes post mortem para mejorar sus conocimientos donde los rabinos ortodoxos se preocuparon por el respeto del cadáver.

En la tradición judía nadie tiene derecho a usar el cuerpo es algo sagrado, ni el Estado, ni los profesionales médicos, ni cualquier otra persona tiene el derecho de usar el cuerpo para otro fin a no ser del ritual de la sepultura.

Se prohíben los trasplantes de órganos, para cierto pensamiento moralista cristiano se considera que es difícil o inclusive imposible aceptar el concepto de trasplantes de órganos.

La Ley moral judía permite pasar por alto esta regla en determinadas circunstancias. El requisito de salvar una vida invalida las reglas con respecto a los muertos, del mismo modo de la mayoría de las reglas morales.

No hay problemas en cuanto a la extirpación de órganos, y congelarlos para cuando se los necesiten.

Para los no judíos puede ser una contradicción absurda:

Los rabinos permiten que se efectúen trasplantes cardiacos porque el corazón será utilizado por una persona enferma conocida, y este acto salvará su vida, pero no se permite los trasplantes de córnea porque casi nunca tiene el objeto de salvar la vida del enfermo.