la narrativa y el teatro renacentista

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TEMA 6: La literatura del siglo XVI. La prosa y el teatro Lengua castellana y literatura 1º de Bachillerato

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TEMA 6: La literatura del siglo XVI. La prosa y el teatro

Lengua castellana y literatura1º de Bachillerato

LA PROSA RENACENTISTA

PROSA

PROSA DIDÁCTICA

PROSA DIDÁCTICA

PROSA NARRATIVA

PROSA NARRATIVA

Prosa profana

Libros morales o religiosos

Novelas bizantinas

Libros de caballerías

Libros de pastores

Libros de tema morisco

La novela picaresca

Lazarillo de Tormes

Relatos sentimentales

Ficción idealista

Ficción realista

LA PROSA DIDÁCTICA

• La prosa humanística difunde ideales renacentistas.

• El modelo formal más utilizado en los textos en prosa es un DIÁLOGO.

• En los diálogos dos o más interlocutores abordan cualquier asunto presentando sobre él diversos puntos de vista. Ello permite un tono coloquial y una lectura agradable como vehículo para transmitir determinadas enseñanzas.

PROFANA

Juan de Valdés

Diálogo de la lengua

Expone el ideal renacentista de la lengua sencilla, pero cuidada.

Alfonso de Valdés

Diálogo de las cosas ocurridas en

RomaDefensa de la política imperial de Carlos I y ataque contra el Papado

Diálogo de Mercurio y Carón

Expone el ideal erasmista de un Estado universal fuerte y pacifico y deseos de reforma religiosa.

Inmensa variedad de temas

Huarte de San Juan

Examen de ingenios

PROSA HISTÓRICA

Bartolomé de las Casas

Diego Hurtado de Mendoza

Jerónimo Zurita

PROSA MORAL

Antonio de Guevara Fray Luis de León

Juan de la Cruz

Teresa de Jesús

Fray Luis de Granada

Libro áureo de Marco Antonio

Epístolas familiares

Menosprecio de corte y alabanza de aldea

PROSA NARRATIVA

• La prosa narrativa del siglo XVI se caracteriza por su enorme variedad de temas y géneros.

• Gran parte de las narraciones son breves y se recogen dentro de otros modelos literarios sin tener carácter autónomo.

• No puede hablarse de novela en el sentido actual del término, sí se utiliza para referirse a narraciones breves.

• Los relatos más extensos se denominan: libro, historia, tratado, vida…

Relatos sentimentales

Libros de caballerías

Libros de pastores

• La narrativa pastoril está relacionada con el auge de la literatura bucólica.

• Representan utópicamente la vida primitiva rústica idealizada en donde se desarrollan historias de amor entre pastores.

• Actitud escapista ante una sociedad conflictiva.

Los siete libros de la Diana de Jorge

MontemayorDiana enamorada de Gaspar Gil Polo

La Galatea de CervantesLa Arcadia de Lope de

Vega

Libros de tema morisco

• En un ambiente idealizado se presenta la figura estilizada del moro, a veces en tolerante convivencia con los cristianos.

Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa

Guerras civiles de Granada de Ginés Pérez

de Hita.

Novela bizantina

• Amor idealizado entre jóvenes separados por algún accidente. El viaje como hilo narrativo. Aventuras y gran riqueza argumental.

Los trabajo de Persiles y Segismunda de

Cervantes

Peregrino en su patria de Lope de Vega.

La lozana andaluzade Francisco Delicado

• Obra dialogada emparentada con La Celestina

• Se manifiesta una gozosa actitud vital y es patente un mordaz anticlericalismo.

OTRAS MANIFESTACIONES NARRATIVAS

El Patrañuelo de Juan de Timoneda

• Primera colección española de novelas cortas imitadoras de las italianas.

NARRATIVA RENACENTISTA:

NOVELA PICARESCA

El Lazarillo de Tormes

Lázaro, un personaje de baja clase social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de padres sin honra, cuenta su vida en primera persona, por medio de una carta a un noble y desconocido señor, a quien se dirige en el prólogo con el tratamiento de “vuestra merced” para explicarle los detalles del “caso”.

ARGUMENTOARGUMENTO

El “caso” es la explicación de los rumores sobre las posibles relaciones de la mujer de Lázaro con el Arcipreste de San Salvador.

Para ello, Lázaro habla de su vida desde su nacimiento

Su madre se dedicó a la prostitución, hasta establecerse con un hombre negro, con el que tuvo un hijo.

“Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual tomé el sobrenombre.”

“Siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo cual fue preso y confesó y no negó, y padeció persecución por justicia (...) En este tiempo, se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que allá fue. Y con su señor, como leal criado, feneció su vida.”

Como su madre no puede mantenerlo, Lázaro es entregado a un ciego para que se gane la vida guiándolo. Por eso a los perros que guían a los ciegos se les llama “perros lazarillo”.

El ciego lo trata rudamente y, desde el principio, decide “espabilarlo” para que pueda salir adelante en la dura vida que le espera.

Lázaro llega el oído a ese toro y oirás gran ruido dentro de él.

Necio, aprende, que el mozo de ciego un punto ha de saber más que el

diablo

Verdad dice que este, que me cumple avivar el genio y

avisar, pues solo soy y pensar cómo me

sepa valer

El ciego es un amo mezquino y miserable, que maltrata cruelmente a Lázaro, pero con quien aprende a ganarse la vida.

El episodio de la longaniza

El episodio del jarro de vino

El episodio de las uvas.

Todas estas crueldades hacen que Lázaro odie cada vez más a su amo, hasta que llega un momento en que el discípulo supera al maestro y consigue vengarse de él antes de abandonarlo.

¡Sus! Saltá todo lo que podáis porque deis deste cabo del

agua..

El aprendizaje de Lázaro comienza con un golpe que el ciego propina a Lázaro (en el toro) y concluye cuando Lázaro es capaz de engañar a su amo y devolvérselo.

Tras abandonar al ciego, Lázaro pasa a servir a un clérigo en Maqueda:

El clérigo es un hombre mezquino que mata de hambre al pobre Lázaro.

Lázaro tiene que inventarse tretas para poder comer. Consigue una llave para abrir el arca donde el clérigo guarda el pan.

Lázaro guarda la llave dentro de la boca para que el clérigo no la descubra, pero al final, el clérigo se entera de todo y lo despide, no sin antes propinarle una paliza:

Su siguiente amo es un escudero que aparenta ser rico y poderoso, pero en realidad es más pobre todavía que Lázaro.

Con él aprende la importancia de las apariencias, es decir, no importa lo que en realidad eres, sino lo que aparentas ser.

Pese a ser pobre, es el primer amo que no maltrata a Lázaro. Lázaro aprende a ser misericordioso con él.

Lázaro es abandonado por su amo y tiene que buscar otro. Habrá varios más hasta llegar a la situación final desde la que escribe:

Un buldero

Un maestro de pintar panderos

Un alguacil…

Un fraile de la Merced

La novela termina cuando Lázaro, a los veintitantos años y en Toledo, se casa, de modo deshonroso, con la criada del Arcipreste de San Salvador. La gente murmura que la boda ha sido un “apaño” y que la mujer de Lázaro es la amante del Arcipreste. Aunque Lázaro lo niega todo, ciertas afirmaciones suyas no dejan lugar a dudas, y él justifica su vida actual porque en ese momento él se encontraba “en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna”..

Mirá, si sois mi amigo, no me digáis cosa con que me pese, que no tengo por mi amigo al que me hace pesar; mayormente, si me quieren meter mal con mi mujer, que es la cosa del mundo que yo más quiero y la amo más que a mí; y me hace Dios con ella mil mercedes y más bien que yo merezco: que yo juraré sobre la hostia consagrada que es tan buena mujer como vive dentro de la puertas de Toledo. Quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él.Desta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa.

ESPACIO Y TIEMPO EN EL LAZARILLOESPACIO Y TIEMPO EN EL LAZARILLO

ESPACIO

La acción se sitúa en la ciudad, un espacio urbano real y próximo, que facilita la práctica de comportamientos irregulares.

TIEMPO

Se producen desfases entre el tiempo que duran los hechos narrados y el que dedica el narrador, Lázaro a narrarlos.El narrador selecciona los acontecimientos relevantes para la explicación del “caso” y le da la importancia que considera.

TEXTO

1554

Aparición de tres ediciones simultáneas deVida de Lazarillo de Tormes y de sus

fortunas y adversidades

Aparición de tres ediciones simultáneas deVida de Lazarillo de Tormes y de sus

fortunas y adversidades

Éxito fulminante

Prohibición por la Inquisición

Sigue leyéndose en ediciones clandestinas hechas en el extranjero

Volvió a autorizarse su impresión, suprimiendo los tratados IV y V, y varias

irreverencias de los demás.

1573

1834

Hasta esta fecha no volvió a autorizarse el texto completo.

FECHA DE COMPOSICIÓNFECHA DE COMPOSICIÓN

• No se sabe a ciencia cierta la fecha de composición del Lazarillo.

• En la misma obra aparecen ciertas referencias históricas, pero no son concluyentes.

• Tales referencias llevarían a situar la acción del Lazarillo entre 1510 y, quizá, 1546.

• Ello haría muy probable que la fecha en la que se escribió la obra fuera bastante próxima a la de las primeras impresiones conocidas, es decir, hacia mediados de siglo.

AUTORÍAAUTORÍA

• El Lazarillo se publicó anónimo.

• Posteriormente se atribuyó a diferentes autores.

• Ninguna de estas atribuciones son convincentes.

• Las ideas dela obra han llevado a formular hipótesis sobre las características del autor:

• erasmista• Converso• Criptojudío• Franciscano• Noble descontento…

El autor no se limita a ensartar anécdotas sino que crea un relato compuesto por una serie de episodios perfectamente organizados gracias a dos recursos:

El autor no se limita a ensartar anécdotas sino que crea un relato compuesto por una serie de episodios perfectamente organizados gracias a dos recursos:

Muchos de los episodios que se le suceden a Lázaro son cuentecillos de origen folclórico, vinculadas a un autor narrador.Los personajes (el ciego y el niño) tienen carácter tradicional

Muchos de los episodios que se le suceden a Lázaro son cuentecillos de origen folclórico, vinculadas a un autor narrador.Los personajes (el ciego y el niño) tienen carácter tradicional

Rasgos folclóricos tradicionales

Rasgos folclóricos tradicionales

La autobiografíaLa autobiografía La epístolaLa epístola

Rasgos innovadoresRasgos innovadores

FUENTES DEL LAZARILLO

ESTRUCTURA DEL LAZARILLO

Forman parte de la historia de la

vida de un personaje contada por él

mismo.

La historia de la vida está contada

por el mismo personaje

tomando como modelo una larga carta dirigida a

VUESTRA MERCED.

Todos los elementos adquieren

sentido porque

AUTOBIOGRAFÍA

EPÍSTOLA

Libro de buen amorLa lozana andaluzaEl CrotalónEl viaje de TurquíaEl asno de oro de Apuleyo

Cárcel de amor

Cartas coloquios

ORIGINALIDAD NOVELESCA DEL LAZARILLOORIGINALIDAD NOVELESCA DEL LAZARILLO

Por primera vez en la historia de la narrativa europea, hallamos en el Lazarillo el mundo de la realidad contemporánea convertido en materia de un relato.

El protagonista del relato es un personaje de condición humildísima que va construyendo su vida a golpes con la adversidad.

Nada más lejos de los héroes de los relatos anteriores llenos de aventuras ideales. Lázaro sufre hambre, engaños, burlas y explotación.

Es la historia del proceso “educativo” para la deshonra y la vileza, que Lázaro acepta al final y que se puede interpretar como la amarga queja del autor contra una sociedad que impedía salir de la miseria a los desheredados.

EL LAZARILLO: LA PRIMERA NOVELA MODERNAEL LAZARILLO: LA PRIMERA NOVELA MODERNA

Novela moderna

• Es característica de la novela moderna que los personajes se vayan haciendo y modificando a la par de las circunstancias de la vida.

• Este rasgo se encuentra ya en el Lazarillo, cuyo protagonista va cambiando desde el principio al fin de la obra: el Lázaro niño es muy distinto del lázaro adulto.

ESTRUCTURA DEL LAZARILLOESTRUCTURA DEL LAZARILLO

Prólogo

Tratado I

Tratado II

Tratado III

Tratado IV

Tratado V

Tratado VI

Tratado VII

Ciego

Clérigo

Escudero

InfanciaLázaro en la adversidadCrueldad de los amos

Hambre

Fraile

Buldero - Maestro de pintar

Adolescencia

Capellán

Alguacil - Arcipreste

Juventud madurez

Mejora su nivel de vida

Se revela que la obra es una carta de contestación en la que se explica el “caso” a “vuestra merced”.

LENGUAJE DEL LAZARILLOLENGUAJE DEL LAZARILLO

El Lazarillo está escrito en un lenguaje llano, sin artificios, directo.

Los personajes se expresan de acuerdo a su condición social y se ajustan a lo que pide el momento: júbilo, tristeza, cólera…

El uso de refranes, modismos, el vocabulario… guardan relación con el estrato social del protagonista narrador.La frase corta, pero vivamente expresiva y ágil, o extensa, según la función narrativa que realice.

Destaca la precisión en captar, con ironía o humor, lo esencial y revelador.

Dominio del lenguaje y el arte de narrar

Lenguaje llanoLenguaje llano

DecoroDecoro

Estilo adecuado a la funciónEstilo adecuado a la función

PrecisiónPrecisión

LA IRONÍA Y LA CRÍTICA SOCIAL DEL LAZARILLO

LA IRONÍA Y LA CRÍTICA SOCIAL DEL LAZARILLO

La ironía sólo se percibe atendiendo al contexto y depende de las intenciones del emisor y de la capacidad de interpretación del interlocutor.

La ironía sólo se percibe atendiendo al contexto y depende de las intenciones del emisor y de la capacidad de interpretación del interlocutor.

Narrador, personajes y autor son irónicos en el Lazarillo.

“Yo por bien tengo que cosas tan señaladas y por ventura nunca oídas ni vistas…”

“Lo que te enfermó, te sana y te da salud…”

“Si es por esa vida, nunca yo moriré, que siempre he

guardado esa regla por fuerza, y aún espero, en mi desdicha, tenerla toda mi

vida.”

“Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo”

“Pues vente tras mí, que Dios te ha hecho merced en topar conmigo; alguna buena

oración rezaste hoy”

SENTIDO DEL HUMORSENTIDO DEL HUMOR

Éste me dio la vida y, siendo ciego, me alumbró y adentró en

la carrera de vivir.

SENTIDO DEL HUMORSENTIDO DEL HUMOR

Fue tal el golpecillo que me tuvo fuera de mí por espacio de

tres días

IDEAS Y SENTIDO DE LA OBRA

• La palabra con la que se abre el prólogo del Lazarillo es un rotundo YO.

• A partir de ahí la obra es la historia de un personaje cuyos rasgos lo aproximan a un ser humano de carne y hueso, muy lejos de las figuras estilizadas de los otros relatos de la época.

• Este personaje se desarrolla en un medio social concreto que lo condiciona y modifica decisivamente

• La obra retrata el proceso de aprendizaje de un individuo y, al mismo tiempo, su adaptación a un medio social complejo, la España del siglo XVI, hasta conseguir su definitiva integración que se consigue a costa de su indignidad, tras comprender y asumir las reglas y formas del mundo.

• Esta indignidad no es exclusiva de Lázaro, a quien puede disculparse su pobre y azarosa vida, sino que es común, en uno u otro grado, a todos los personajes del libro.

CRÍTICA SOCIAL EN EL LAZARILLOCRÍTICA SOCIAL EN EL LAZARILLO

CRÍTICA DEL COMPORTAMIENTO DE LOS PERSONAJES

CRÍTICA DEL COMPORTAMIENTO DE LOS PERSONAJES

CRÍTICA DEL SISTEMA SOCIALEXISTENTE

CRÍTICA DEL SISTEMA SOCIALEXISTENTE

Dos mitos centrales de la España del XVI son el objeto central de la crítica:

Dos mitos centrales de la España del XVI son el objeto central de la crítica:

LA HONRALA HONRA LA RELIGIOSIDADLA RELIGIOSIDAD

El episodio del escudero muestra la falsedad del sentimiento de honor de la nobleza.

La mayor parte de los amos de Lázaro son clérigos y todos explotan, más o menos cruelmente al muchacho.

El ANTICLERICALISMO es evidente.

También se ataca la justicia y los militares.

CRÍTICA SOCIAL EN EL LAZARILLOCRÍTICA SOCIAL EN EL LAZARILLO

En la novela no aparecen valores positivos como el amor o la amistad.En la novela no aparecen valores positivos como el amor o la amistad.

Predominan la ambición, la avaricia, el dinero, la búsqueda del provecho propio por encima de todo, la importancia de las apariencias, la astucia, el

cinismo… el autor pone así al descubierto la dura vida española de mediados del siglo XVI.

Predominan la ambición, la avaricia, el dinero, la búsqueda del provecho propio por encima de todo, la importancia de las apariencias, la astucia, el

cinismo… el autor pone así al descubierto la dura vida española de mediados del siglo XVI.

LA NOVELA PICARESCALA NOVELA PICARESCA

El modelo de relato propuesto en el Lazarillo es tan innovador que resultó difícil de asimilar y continuar. Casi medio siglo tardará en aparecer la segunda novela picaresca, el Guzmán de Alfarache (1599) y no será hasta el siglo XVII cuando el Lazarillo, en el que no figura ninguna vez la palabra pícaro, tenga numerosa descendencia.

RASGOS DE LA NOVELA PICARESCA

Es el relato de una autobiografía ficticia, por tanto en primera persona, de un personaje de orígenes miserables.

El protagonista abandona el medio familiar siendo un niño y trabaja al servicio de varios amos.

El carácter picaresco del protagonista: astuto, versátil, prudente y receloso. Era un personaje listo, sin oficio, que urde tretas para robar o vivir a costa del prójimo, con escaso sentido moral y que suele ser víctima de sus propios ardides.

El protagonista tiene afán de medro, es decir, aspira a ascender socialmente y a mejorar su situación económica y su puesto en la sociedad.

Explicación de un estado final de deshonor, aceptado o superado, a partir del pasado del protagonista.

EL LAZARILLOTextos

Comienza el relato con un prólogo, que Lázaro, como pregonero de Toledo, dirige a un caballero (“vuestra merced”), diciéndole que, pues le ha pedido que le cuente su caso, va a complacerle narrándole su vida desde el principio. El prólogo advierte que el libro tiene dos lecturas:

“Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que ahondasen tanto los deleite.”

“Confesando yo no ser más santo que mis vecinos, de esta nonada, que en este grosero estilo escribo, no me pesara que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ella algún gusto hallasen, y vean que vive un hombre con tantas fortunas, peligros y adversidades (...) Y pues vuestra merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso, parecióme no tomarle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi persona; y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto.”

Tratado I: Su familia y servicio con el ciegoDesde el principio, el protagonista se nos muestra como un antihéroe. Sus circunstancias familiares y sociales están muy alejadas de la idealización de los libros de pastores o moriscos. El aprendizaje de Lázaro comienza muy pronto: observa el tono en que se relatan las primeras peripecias del personaje. Especial atención al lenguaje del texto.

“Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual tomé el sobrenombre, y fue desta manera: mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de proveer una molienda de una aceña que está ribera de aquel río, de manera que con verdad me puedo decir nascido en el río.Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo cual fue preso y confesó, y no negó, y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que esté en la gloria pues el Evangelio los llama bienaventurados […]Aceña: molino movido por

aguasangrías: extracción de sangre, aquí agujeros en los sacos de harina.

En este tiempo, se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que allá fue. Y con su señor, como leal criado, feneció su vida. Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese determinó arrimarse a los buenos por ser uno de ellos, y vínose a vivir a la ciudad, y alquiló una casilla, y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena; de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre moreno, de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conoscimiento. Este algunas veces se venía a nuestra casa y se iba por la mañana. Otras veces de día llegaba a la puerta, en achaque de comprar huevos, y entrábase en casa. Yo, al principio de su entrada, pesábame con él, y habíale miedo, viendo el color y mal gesto que tenía; mas de que vi que con su venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien, porque siempre traía pan, pedazos de carne, y en el invierno, leños a que nos calentábamos.”

moreno: eufemismo por negro

curaban: cuidaban

Pesábame: me molestaba.

Empieza la carrera de Lázaro como mozo de muchos amos, cuando su madre lo confía a un ciego mendigo para que sea su sirviente. El ciego es ruin y astuto. He aquí la primera enseñanza que le da:

Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene la forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo:—Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.Yo simplemente llegué, creyendo ser ansí; y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:—Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.Y rió mucho la burla.Parescióme que, en aquel instante, desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: “Verdad dice este, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer.”

“Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando comíamos, y yo, muy de presto le asía y daba un par de besos callados; y tornábale a su lugar. Mas durome poco, que en los tragos conocía la falta y, por reservar su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así atrajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó propósito, y asentaba su jarro entre las piernas y tapábale con la mano, y así bebía seguro.Yo, que estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil y, delicadamente, con una muy delgada tortilla de cera taparlo y al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos y, al calor de ella, luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser.—No diréis, tío, que os lo bebo yo —decía—, pues no le quitáis de la mano.Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la fuente y cayó en la burla, mas así lo disimuló como si no lo hubiera sentido.

Y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no pensando el daño que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía. Estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que ahora tenía tiempo de tomar de mí venganza y, con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, lo dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima.Fue tal el golpecillo que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy me quedé.Desde aquella hora quise mal al mal ciego y, aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavome con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y sonriéndome decía:—¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud.”

Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de mí, determiné de todo en todo dejalle; y como lo traía pensado y lo tenía en voluntad, con este postrer juego que me hizo afirmelo más. Y fue ansí que luego otro día salimos por la villa a pedir limosna, y había llovido mucho la noche antes; y porque el día también llovía, y andaba rezando debajo de unos portales que en aquel pueblo había, donde no nos mojábamos, mas cuando la noche se venía y el llover no cesaba, díjome el ciego:—Lázaro, esta agua es muy porfiada, y cuanto la noche más cierra, más recia: acojámonos a la posada con tiempo.Para ir allá habíamos de pasar un arroyo, que con la mucho agua iba grande. Yo le dije:— Tío, el arroyo va muy ancho; mas si queréis, yo veo por donde travesemos más aína sin nos mojar, porque se estrecha allí mucho, y saltando pasaremos a pie enjuto.Parescióle buen consejo y dijo:— Discreto eres, por esto te quiero bien. Llévame a ese lugar donde el arroyo y se ensangosta, que agora es invierno y sabe mal el agua, y más llevar los pies mojados.Yo, que vi el aparejo a mi deseo, saquéle de bajo de los portales y llevélo derecho de un pilar o poste de piedra que en la plaza estaba, sobre el cual y sobre otros cargaban saledizos de aquellas casas, y dígole: 

— Tío, éste es el paso más angosto que en el arroyo hay.Como llovía recio y el triste se mojaba, y con la priesa que llevábamos de salir del agua, que encima de nosotros caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó aquella hora el entendimiento (fue por darme de él venganza), creyóse de mí y dijo:— Ponme bien derecho y salta tú el arroyo.Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y póngome detrás del poste, como quien espera tope de toro y díjele:— ¡Sús! Saltá todo lo que podáis, porque deis deste cabo del agua.Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás, medio muerto y hendida la cabeza.—¿Cómo, y oliste la longaniza y no el poste? ¡Olé, olé!— le dije yo.Y déjele en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomé la puerta de la villa en los pies de un trote, y antes que la noche viniese di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios dél hizo ni curé de lo saber. 

Tratado III: Al servicio del escudero

Estando así, díjome:--Tú, mozo, ¿has comido?--No, señor– dije yo--, que aún no eran dadas las ocho cuando con vuestra merced encontré.--Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y cuando así como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy así. Por eso, pásate como pudieres, que después cenaremos.Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa. Allí se me representaron de nuevo mis fatigas, y torné a llorar mis trabajos; allí se me vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que, aunque aquel era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor; finalmente, allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera. Y con todo, disimulando lo mejor que pude, dije:-- Señor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios. De eso me podré alabar entre todos mis iguales de mejor garganta, y así fui yo loada de ella hasta hoy día de los amos que yo he tenido.

Tratado III: Al servicio del escudero

--Virtud es esa– dijo él--, y por eso te querré yo más; porque el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien.“¡Bien he entendido!”, dije yo entre mí. “¡Maldita tanta medicina y bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en el hambre!”.Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que había quedado de los de por Dios. Él, que vio esto, díjome:--Ven acá, mozo. ¿Qué comes?Yo llegueme a él y mostrele el pan. Tomome él un pedazo de tres que eran, el mejor y más grande, y dijome:--Por mi vida que parece éste buen pan.--¿Y cómo ahora– dije yo– señor, es bueno?-- Sí, a fe – dijo él-- ¿Adónde lo hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?--No sé yo eso– le dije--; mas a mí no me pone asco el sabor de ello.--Así plega a Dios– dijo el pobre de mi amo.--Y llevándolo a la boca, comenzó a dar en él tan fieros bocados como yo en lo otro:--Sabrosísimo pan está – dijo--, por Dios.

Tratado III: Al servicio del escudero

Y como le sentí de qué pie cojeaba, dime prisa, porque le vi en disposición, si acababa antes que yo, se comediría a ayudarme a lo que me quedase. Y con esto acabamos casi a una. Y mi amo comenzó a sacudir con las manos unas pocas de migajas, y bien menudas, que en los pechos se le habían quedado. Y entró en una camareta que allí estaba, y sacó un jarro desbocado y no muy bueno, y desque hubo bebido, convídome con él. Yo, por hacer del continente, dije:--Señor, no bebo vino.--Agua es– me respondió--; bien puedes beber.Entonces tomé el jarro y bebí. No mucho, porque de sed no era mi congoja.

Tratado III: Al servicio del escudero

“Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí, como yo había de él, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidarle; mas por me haber dicho que había comido, temía no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que aquel pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque como comencé a comer, y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:—Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana aunque no la tenga.“La muy buena que tú tienes —dije yo entre mí— te hace parecer la mía hermosa.”

“Con todo, parecióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello y díjele:—Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo, y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.—¿Uña de vaca es?—Sí, señor.—Dígote que es el mejor bocado del mundo, y que no hay faisán que así me sepa.—Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.Póngole en las uñas la otra, y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y sentóse al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquello mejor que un galgo lo hiciera.”

Tratado VII

En este tiempo, viendo mi habilidad y buen vivir, teniendo noticia de mi persona el señor arcipreste de Sant Salvador; mi señor, y servidor y amigo de Vuestra Merced, porque le pregonaba sus vinos, procuró casarme con una criada suya. Y visto por mí que de tal persona no podía venir sino bien y favor, acordé de lo hacer. Y así, me casé con ella, y hasta agora no estoy arrepentido.Porque, allende de ser buena hija y diligente servicial, tengo en mi señor arcipreste todo favor y ayuda […]. Y hízonos alquilar una casilla par de la suya. Los domingos y fiestas casi todas las comíamos en su casa.Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé qué y sí sé qué de que ven a mi mujer irle a hacer la cama y guisalle de comer. Y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad. Porque, allende de no ser ella mujer que se pague destas burlas, mi señor me ha prometido lo que pienso que cumplirá. Que él me habló un día muy largo delante della y me dijo:—Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas nunca medrará. Digo esto porque no me maravillaría alguno, viendo entrar en mi casa a tu mujer y salir della. Ella entra muy a tu honra y suya; y esto te lo prometo. Por tanto, no mires a lo que pueden decir, sino a lo que te toca: digo a tu provecho.

—Señor— le dije—, yo determiné de arrimarme a los buenos. Verdad es que algunos de mis amigos me han dicho algo deso, y aun por más de tres veces me han certificado que antes que conmigo casase había parido tres veces, hablando con reverencia de Vuestra Merced, porque está ella delante.Entonces mi mujer echó juramentos sobre sí, que yo pensé que la casa se hundiera con nosotros; y después tomóse a llorar y a echar maldiciones sobre quien conmigo la había casado; en tal manera, que quisiera ser muerto antes que se me hubiera soltado aquella palabra de la boca. Más yo de un cabo y mi señor de otro tanto le dijimos y otorgamos, que cesó su llanto, con juramento que le hice de nunca más en mi vida mentarle nada de aquello, y que yo holgaba y había por bien de que ella entrase y saliese, de noche y de día, pues estaba bien seguro de su bondad. Y así quedamos todos tres bien conformes.Hasta el día de hoy nunca nadie nos oyó sobre el caso; antes, cuando alguno siento que quiere decir algo de ella, le atajo y le digo:— Mirá, si sois mi amigo, no me digáis cosa con que me pese, que no tengo por mi amigo al que me hace pesar; mayormente, si me quieren meter mal con mi mujer, que es la cosa del mundo que yo más quiero y la amo más que a mí; y me hace Dios con ella mil mercedes y más bien que yo merezco: que yo juraré sobre la hostia consagrada que es tan buena mujer como vive dentro de la puertas de Toledo. Quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él.Desta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa.Esto fue el mesmo año que nuestro victorioso Emperador en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella Cortes, y se hicieron grandes regocijos, como Vuestra Merced habrá oído. Pues en este tiempo estaba en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna.

EL TEATRO DEL SIGLO XVI

• El desarrollo del género teatral manifiesta un notable vigor durante el siglo XVI. Se mantiene la distinción entre un teatro religioso y otro profano.

• TEATRO RELIGIOSO: Continúa la tradición litúrgica ligada a las festividades religiosas. Las obras tienen un contenido alegórico. Destaca Diego Sánchez Badajoz.

• TEATRO FROFANO distingue dos corrientes:• Teatro cortesano: ligado a los salones

nobiliarios. Destacan Torres Naharro (Propalladia) y Gil Vicente.

• Teatro humanista: surge como ejercicio retórico en las universidades. Da lugar a tragedias de inspiración clásica que a menudo buscan inspiración en la historia nacional. Destaca Juan de la Cueva.

• TEATRO MENOR: se trata de obras breves que se representaban en los entreactos. Su manifestación más significativa es el paso popularizado por Lope de Rueda.

GIL VICENTE

• Es un escritor portugués que, además de en su lengua nativa, escribió también en castellano.

• En su producción alternan las obras de índole religiosa:

• Trilogía de las barcas• Auto de la Sibila Casandra

• Con las obras de tipo profano:• Don Duardos

• Destaca en su obra:• La sátira antieclesiástica• La incorporación de elementos

folclóricos.• Su notable sensibilidad lírica en

los poemas y canciones que incluye en sus dramas.

BARTOLOMÉ DE TORRES NAHARRO

• Dividió sus propias obras en:• Comedias a noticia: de carácter

realista:• Soldadesca• Tinellaria

• Comedias a fantasía: de carácter más imaginativo:

• Serafina• Himenea

• Son rasgos de su teatro:• La variedad de tipos y clases

sociales• Dominio del diálogo y las

técnicas dramáticas.• Jovial vitalismo• Anticlericalismo

Segunda mitad del siglo XVI

• Se produce la consolidación del fenómeno teatral y la desaparición de los contenidos satíricos por la censura de la Inquisición.

• Continúan las muestras de teatro religioso medieval, como demuestra el Códice de autos viejos: casi un centenar de piezas dramáticas, anónimas en su mayoría, de temas religiosos y alegóricos.

• Obras de teatro popular representado en pueblos y ciudades y puesto en escena en corrales de comedias que van surgiendo en las ciudades más importantes a partir de 1570 y que serán el centro de las destacadísima actividad teatral del siglo XVII.

• Se mantiene el teatro clásico grecolatino en universidades y colegios.

LOPE DE RUEDA

• Dentro de este rico magma dramático del siglo XVI, en gran parte desconocido por la pérdida de textos, tendrá notable importancia la aclimatación al castellano de la comedia italiana que influirá en Lope de Rueda.

• Lope de Rueda fue un hombre de teatro que adaptó las comedias cultas italianas al medio popular en el que representa sus obras.

• Muy conseguidos son sus pasos (breves piezas cómicas incluidas en las comedias, con las que no guardaban ninguna relación argumental, y, por ello, finalmente segregadas de aquellas y representadas en los entreactos).

• Lope de Rueda introduce elementos tomados del folclore.

• Los pasos surgen en el siglo XVI y se prolongan hasta hoy con el nombre de entremeses.

Pasos= entremesesLos entremeses son obras breves y cómicas. El tema principal es el amor y la muer es un personaje activo central. Es fundamental el lenguaje.