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1 LA MUERTE Y BAUDELAIRE TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN Josep Santamaria Binimelis

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LA MUERTE Y BAUDELAIRE

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA

TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN

Josep Santamaria Binimelis

  2  

ÍNDICE

• Prólogo: Antes de partir: Pág. 3

• Entrando en el jardín: Pág. 4

• La muerte y el símbolo: Págs. 5 - 6

• Una vida en tensión: Págs. 6 - 9

• Carrera contrarreloj: Págs. 9 - 10

• Las cinco muertes: Págs. 10 - 13

• El viaje: Págs. 13 -14

• Una muerte imperecedera: Págs. 14 - 15

• Bibliografía: Págs. 16 - 17

  3  

PRÓLOGO: ANTES DE PARTIR

Este trabajo de investigación se presenta como un homenaje personal hacia Charles

Baudelaire, un espacio donde compartir con los lectores mis sentimientos y

conocimientos hacia la figura de este gran poeta. Dentro de dicho espacio voy a tratar el

modo en que Baudelaire conceptuaba la muerte, haciendo especial hincapié en los

sucesos más reseñables de su obra, además de su simbología, respecto a este tema.

Para las personas que hayan leído y conozcan a Baudelaire solo espero que este trabajo

suponga de su interés, siendo de algún modo una manera de resaltar los rasgos y

aspectos más característicos de su biografía y obra.

Para los que desconozcan a Charles Baudelaire y estén leyendo esta introducción,

quiero agradecerles su interés y curiosidad hacia a este genial autor, deseándoles

además que mi trabajo les sirva de base para ahondar y conocer más sobre él.

También añadir que lo que voy a exponer a continuación parte exclusivamente de mis

conocimientos y fuentes de las que dispongo sobre Baudelaire, por lo que cualquier

errata o incongruencia que se halle en el texto solo es achacable a mi persona. Quiero

dejar constancia de mi agradecimiento a los traductores Jordi Llovet y Enrique López

Castellón por su genial traducción al catalán y castellano de Las Flores del Mal, además

de servirme de gran ayuda sus introducciones y apuntes sobre la figura de Baudelaire

para elaborar este trabajo de investigación.

Espero que disfruten.

JOSEP SANTAMARIA

  4  

ENTRANDO EN EL JARDÍN

Cuando tenemos la oportunidad de leer Las Flores del Mal de Charles Baudelaire1 es

probable tener la sensación de que nos adentramos en un vasto jardín lleno de raras y

bellas plantas, cada una tan especial y única como solo un poema puede ser. Los

poemas que el poeta francés recopiló en este libro conforman un elenco de sentimientos

y emociones que destacan por su fuerte simbolismo, además de reflejar una pasión

oscura pero sincera. En este artículo trataremos y analizaremos una de las secciones

que, desde mi punto de vista, más me llamó la atención: La Muerte.

En el jardín de Las Flores del Mal hay una sección de curiosas y siniestras plantas

conocido como La Muerte, compuesta por doce bellas piezas que nos muestran las

emociones que la muerte, en todo su amplio sentido, generó en Charles Baudelaire.

Dichas emociones transcurren desde la percepción de lo etéreo y sublime, hasta el

patetismo más miserable, pasando por la emoción del viaje introspectivo, la belleza de

la mujer, el paso del tiempo, el acecho constante de la muerte o el poder de la

imaginación.

La figura de Baudelaire como individuo trasciende en la eternidad al igual que sus

poemas, siendo su apasionante biografía una guía necesaria para comprender mejor su

obra. Analizando los diferentes sucesos que acaecieron en su vida podremos encontrar

la razón y origen de sus sentimientos, ya sea describiendo sus logros y esfuerzos o

profundizando en sus problemas personales y malestares físicos. Todo está conectado

en Baudelaire como una red donde nada escapa, donde cada verso tiene su punto de

partida en una sensación. Podemos aventurarnos a decir que él mismo era su poesía

hecha hombre.

                                                                                                               1  El poeta Charles Baudelaire ( París, 1821 – 1867) fue una de las máximas figuras literarias del siglo XIX, además de ser catalogado como el padre de la poesía moderna actual. Uno de sus mayores legados culturales fue Las Flores del Mal, cuya influencia sigue latente hoy en día. (Nota del Autor)  

  5  

LA MUERTE Y EL SÍMBOLO

La muerte era un tema fascinante para Charles Baudelaire tal y como reflejan sus

poemas; una constante fuente de inspiración capaz de conectar con todos los temas tanto

existenciales como trascendentales. La muerte es tratada como un símbolo romántico

que representa el fin del sufrimiento, reflejando situaciones tales como la realización de

un merecido descanso, el alivio que nos saca de la agonía o una oportunidad de renacer.

Usándola como símbolo, Baudelaire crea un lenguaje que se combina con otros

sentimientos negativos y maléficos que conforman a la vez un término acuñado por el

mismo autor: el Spleen.

El Spleen es un sentimiento creado por Baudelaire que simboliza el hastío por la vida

ante la incomprensión de su sensibilidad por parte de su entorno y la monotonía

impuesta, pudiéndose relacionar con varios aspectos del ideario romántico tales como el

rechazo del individuo ante la sociedad, la exaltación del yo o la fugacidad de la vida. La

vía de escape ante el Spleen es la muerte, la cual liberará al individuo de su condición

de mártir incomprendido y marginado. A partir de su prólogo de Las Flores del Mal, el

traductor Enrique López Castellón nos hace una explicación bastante concisa sobre este

sentimiento: “ El Spleen, la melancolía, constituye su sentimiento más íntimo, el terrible

monstruo que le agarrota, la consecuencia dolorosa de su actitud demoníaca. En cuanto

tal, es un sentimiento aristocrático, pues surge en el individuo que no se ve distraído por

el quehacer cotidiano, por la obligación laboral sometida a un horario, por la necesidad

de ganarse el pan de la supervivencia. Es la enfermedad característica del ocioso

sensible y lúcido. No equivale a la tristeza por un motivo concreto, sino al “tedio de

vivir” del que habla Valéry, al sabor amargo de quién no espera nada y al que nada le

interesa, es “el fruto de la melancólica falta de curiosidad”. […] Esta indiferencia

dolorosa es ya el Spleen, la falta de ganas de vivir, cuando todo manjar se vuelve

insípido y toda distracción pierde su aliciente.” 2  

A partir de este análisis podemos ver que los conceptos “muerte” y “Spleen” van

siempre ligados al aparecer en los poemas de Baudelaire, variando de contenido según

la temática de cada poema pero siempre apuntando en una dirección de escape y ansía                                                                                                                2  Enrique López Castellón: Baudelaire o la dolorosa complejidad de la moral, prólogo de Las Flores del Mal, de Charles Baudelaire. 2011. Edimat Libros , Madrid.  

  6  

por conseguir la libertad al precio que sea. Aún así, es conveniente hacer un repaso a los

hechos más remarcables de la vida de este poeta francés para hacernos una mejor idea

del origen de su sensibilidad e ideario simbólico.  

UNA VIDA EN TENSIÓN

Desde bien pequeño, la vida de Charles Baudelaire ya empezó siendo difícil y tensa.

Nacido en Paris en 1821, vivió una infancia alegre y acomodada criado por su padre

Joseph François Baudelaire y su madre Caroline Archimbaut-Dufays. Ambos le

enseñaron a escribir, además de aprender ciertas nociones de inglés. Cuando Charles

contaba con seis años de edad murió su padre, suponiendo una gran pérdida para él.

Pero el impacto más fuerte lo recibiría cuando pasados unos meses su madre se casara,

por conveniencia, con el comandante Jacques Aupick3, suponiendo un gran golpe

emocional para el pequeño Charles.

Jacques Aupick no congenió con su hijastro al forzarle a una estricta educación que

desatendía sus sentimientos e inquietudes artísticas, por lo que ambos generaron una

relación de desconfianza y rechazo mutuo. Tal fue el odio que le profesó Baudelaire que

jamás perdonó a su madre por ese abandono que sufrió en la infancia4, suponiendo para

el propio poeta una herida incurable que le haría rechazar para siempre la racionalidad y

el deber, además de aumentar su rebeldía y cuestionamiento del orden establecido

durante su juventud. El traductor Enrique López Castellón, anteriormente mencionado,

explica muy bien como marcó este suceso a Baudelaire en su prologo de Las Flores del

Mal: “ La obligación moral se identifica en él con la necesidad de ser mandado,

castigado o querido. El siempre niño Baudelaire se sentirá continuamente responsable

                                                                                                               3   El general Jacques Aupick (1789 – 1857) fue un celebre militar francés con una impresionante carrera diplomática y una posición social de prestigio. Se casó con la madre de Baudelaire en 1828, convirtiéndose en el encargado de la educación de su hijastro Charles. Su imposición de una disciplina férrea y racional chocó con los deseos del joven y rebelde poeta, convirtiéndose su relación en una continua tensión marcada por el odio y la frustración. Nunca se reconciliaron. (N. del A.) 4  Es cierto que Baudelaire jamás perdonó del todo a su madre por casarse con Jacques Aupick y dejarle de lado durante su infancia, pero aún así, siempre agradeció que ella le apoyara en sus momentos más crudos y le salvara de numerosos apuros económicos. Cabe decir también que fue su madre quien le cuidó cuando padeció el ataque de hemiplejía que le dejó parcialmente paralizado hasta su muerte en 1867.    (N.  del  A.)    

  7  

ante la mirada autoritaria de su padrastro y ante los ojos amorosamente recriminatorios

de su madre. Su desorientación y carencia de afecto – real o imaginaria – le impiden

apreciar la posible racionalidad del deber moral y descubrir por sí solo en que consiste

la virtud.”5

Durante su adolescencia Baudelaire pasó por varios colegios e institutos que avivaron

más su espíritu rebelde y trasgresor al sentirse forzado a seguir la estricta disciplina

impuesta, siendo expulsado de algunos por faltas o escapando él mismo de ellos por

aburrimiento. Más adelante se matriculó en la Facultad de Derecho de París donde

empezó a frecuentar los círculos literarios del Barrio Latino, haciendo grandes

amistades con poetas y escritores del momento. Como era de esperar, Baudelaire

desatendió sus estudios y empezó a disfrutar de una vida libertina y despreocupada que

lo convirtió en un dandy vividor y decadente, hecho que enfureció especialmente a su

padrastro. Ante las cada vez más tensas relaciones entre el poeta y su familia, Aupick

tomó la decisión de apartarlo radicalmente del ambiente bohemio embarcándolo en

1841 en un barco que partía a Calcuta (India) desde el puerto de Burdeos. Durante la

travesía y aprovechando una parada en la isla de Reunión, Baudelaire decidió abandonar

su viaje y regresar a París a disfrutar de la vida bohemia. Cuando analizamos estos

sucesos en la juventud del poeta, vemos que Baudelaire siempre devuelve con rebeldía

y rechazo todas las decisiones que su padrastro toma por él. Es una acción / reacción

que se hará eterna hasta la muerte de Aupick en 1857. Hay constancia de esta tensa y

destructiva relación en una carta que Baudelaire mandó a su madre al alcanzar la

mayoría de edad en 1842: “ Me es imposible convertirme en el hombre que tu marido

querría que fuese; por consiguiente sería robarle continuar por más tiempo en su casa; y,

en fin, no creo decoroso el ser tratado por él como parece querer hacerlo en lo sucesivo.

– Es probable que me vea obligado a una vida dura, pero me sentiré mejor.”6

De vuelta en Francia y siendo ya mayor de edad, Baudelaire pudo recibir al fin su parte

correspondiente de la herencia de su padre, con lo que abandonó la casa de su padrastro

y se marchó a una pensión cerca del centro de París. Es en este periodo de su vida

                                                                                                               5  Enrique López Castellón: Baudelaire o la dolorosa complejidad de la moral, prólogo de Las Flores del Mal, de Charles Baudelaire. 2011. Edimat Libros, Madrid. 6  Carta  de  1842  a  su  madre.  Charles Baudelaire, Cartas a la madre. 1993. Ediciones Grijalbo, Barcelona.  

  8  

cuando empieza a escribir de una manera más organizada, aunque sin dejar de lado las

diversiones y placeres que le ofrecía la ciudad. Sus encuentros con la mulata Jeanne

Duval sirvieron de inspiración en muchos de sus poemas, a pesar de tener con ella una

relación inestable de amor y odio. Tiene éxito con sus críticas de arte y en 1845 publica

su primera obra: El Salón. Parecía que todo estaba yendo bien para Baudelaire, pero su

ritmo de vida derrochador y libertino empezó a causar estragos en su escasa fortuna

personal. Cada día que pasa el poeta contrae más gastos y pronto se empieza a ver

acosado por las deudas, por lo que su madre decide privarle del acceso a su herencia

para que se la administre un notario llamado Ancelle7, el cual se encargará de tutelar el

patrimonio y pasarle mensualmente una mínima cantidad de francos para sobrevivir.

Fuera como fuera, el poeta nunca tuvo suficiente dinero y pasó el resto de su vida

agobiado por deudas que no paraban de acumularse, viviendo de una manera austera y

precaria hasta el fin de sus días.

Con el paso del tiempo Baudelaire siguió escribiendo críticas y componiendo poemas, a

pesar de las continuas dolencias físicas y las incomodidades financieras que el notario

Ancelle le hacia pasar. Con el tiempo juntó todos sus poemas en su famosa recopilación

de Las Flores del Mal, una de sus obras cumbre publicada en 1857 y rodeada de gran

polémica. Fue tal el impacto que generaron sus atrevidos y oscuros poemas que fue

llevado ante los tribunales por ultraje moral, siendo obligado a aceptar la censura y

pagar una multa como castigo por su escandalosa obra. A pesar de este triste suceso

muchos poetas, escritores y artistas le respaldaron, consagrándose con el tiempo como

padre de la poesía moderna. Repasando la correspondencia que tuvo con su madre8

durante este periodo, podemos ver la rabia que sintió siempre Baudelaire hacía la

conservadora y puritana sociedad francesa que le condenó a la censura y la humillación

pública. Dicha rabia es transmitida de manera enérgica en esta carta de 1862: “ ¡Tener

                                                                                                               7  El  notario  Ancelle  se  encargó  de  llevar  la  tutela  judicial  del  patrimonio  heredado  por   Baudelaire   en   1844.   Su   administración   duró   hasta   1866,   un   año   antes   de   la  muerte  del  poeta  en  París.    (N.  del  A.)  8  La relación que Baudelaire mantuvo con su madre, Caroline Archimbaut-Dufays, fue difícil pero intensa. La numerosa correspondencia que mantuvieron a lo largo de sus vidas es un fiel testimonio del amor y apoyo que se profesaban el uno al otro, a pesar de que en ocasiones tuviesen duras discusiones y riñas.  (N.  del  A.)  

  9  

más de cuarenta años, pagar las deudas, y hacer dinero con la literatura en un país al que

solo le gustan los vodeviles y el baile! ¡Qué atroz destino!”9.

Durante sus últimos años Baudelaire se trasladó a Bélgica a probar suerte como crítico

en los salones de arte con el fin de huir de París para liberarse de los acreedores y la

tensa relación con su notario. Aún así, el poeta no contó con el conservadurismo de la

sociedad belga de la época y sus críticas fueron un fracaso que le granjeó el rechazo por

parte de críticos y publicadores, siendo Bélgica otro país que odiaría para siempre.

Además de este fracaso, la vida de Baudelaire fue de mal en peor con el aumento de sus

dolencias físicas herencia de la sífilis y su desenfrenada juventud, teniendo un serio

ataque de hemiplejía en una iglesia en 1866 que le dejaría incapacitado hasta su

posterior muerte en París en 1867.

CARRERA CONTRARRELOJ

La vida de Baudelaire estuvo marcada siempre por una sensación de vulnerabilidad y

dolor por parte del propio autor. Su malestar físico se combinaba con frecuentes

inestabilidades emocionales que le llevaban a períodos de crisis con profundas

depresiones, aletargándole en una fuerte desazón que le hundía el ánimo y le quitaba, a

veces, las ganas de vivir. Él sentía que no viviría mucho tiempo, tal y como profetizó en

uno de sus sueños del cual dejó constancia: “ Una torre. Laberinto. Jamás he podido

salir. Vivo para siempre en un edificio que va a derrumbarse, un edificio desgastado por

una enfermedad secreta”10.

Charles Baudelaire nunca se sintió cómodo con su cuerpo en lo que respectó a su salud.

Tenía continuos achaques provocados por dolencias musculares y estomacales desde su

infancia, además de secuelas provocadas por los excesos de una vida desenfrenada y

bohemia durante su juventud. Dicha etapa bohemia estuvo marcada por su adicción a

las drogas y sus continuas visitas a los prostíbulos, lo que causó que contrajera la

enfermedad que acabaría costándole la vida: la sífilis.                                                                                                                9  Carta  del  29  de  marzo  de  1862  a  su  madre. Charles Baudelaire, Cartas a la madre. 1993. Ediciones Grijalbo, Barcelona.  10   Roberto Mansberger: Introducción I, prólogo de Cartas a la madre, de Charles Baudelaire. 1993. Ediciones Grijalbo, Barcelona.    

  10  

Durante los últimos años del poeta en Bélgica la sífilis causó estragos en su ya delicada

salud. Las leves parálisis que había padecido a lo largo su vida se intensificaron con

síntomas de afasia y hemiplejía, teniendo un grave ataque en la iglesia de Saint Loup de

Namur ( Bélgica) en 1866 que le dejó postrado e incapacitado para hablar hasta su

muerte en 1867 en París.

Este grave incidente en Bélgica parecía profetizado por Baudelaire en su obra y

correspondencia personal, señalando en ellas el hecho de que su cuerpo no aguantaría

una vida muy larga. Las continuas referencias a una muerte inclemente y acechante en

sus escritos parecen un reflejo de esa angustia que sentía el poeta, aunque desde otra

perspectiva podría interpretarse como un alivio o vía de escape para acabar con su

dolor. Fuera como fuera, Baudelaire dejó constancia de este hecho en una de las cartas

que envío a su madre en 1862: “ ¿Te han dicho que me encontraba bien? Ni uno de mis

achaques me ha abandonado; ni los reumas, ni las pesadillas, ni las angustias, ni esa

facultad insoportable de oír todos los ruidos repercutiéndome en el estómago; - ni, sobre

todo el miedo; el miedo a morir de repente, el miedo de vivir demasiado, el miedo de

verte morir, el miedo a dormirme, y el horror de despertarme;11”

LAS CINCO MUERTES

Conociendo ya la singular biografía de Baudelaire, es el momento de adentrarnos más

profundamente en los secretos que su obra guarda. Como he mencionado al principio

del trabajo, dentro del amplio elenco de poemas que componen Las Flores del Mal hay

una sección que llama la atención al ser titulada: La Muerte. Conformada por doce

poemas que giran principalmente en torno al tema de la muerte, además de otros

muchos como de la espiritualidad, el paso del tiempo, la lucha por la vida, la pobreza o

el patetismo. De hecho, se suele dividir a esta sección en dos partes: La Muerte y El

Viaje, ambas compuestas de cinco y siete poemas respectivamente.

En esta sección del artículo trataremos los cinco poemas de La Muerte, los cuales se

titulan: La muerte de los amantes, La muerte de los pobres, La muerte de los artistas, El

                                                                                                               11  Carta  del  13  de  diciembre  de  1862  a   su  madre. Charles Baudelaire, Cartas a la madre. 1993. Ediciones Grijalbo, Barcelona.    

  11  

final de la jornada, El sueño de un hombre extraño. Cada uno de ellos trata un enfoque

distinto de la muerte, desde el amor imposible hasta la búsqueda inalcanzable de metas

invisibles, pasando por el alivio de escapar al sufrimiento o la tristeza ante un final

inevitable.

En La muerte de los amantes, Baudelaire nos introduce en la agonía de los amantes

cuya relación es prohibida, y por tanto condenada a la separación. Cada segundo que

pasa es como aire que escapa, y los amantes tratan de aprovechar cada instante juntos

antes de que llegue su fin. Son conscientes de que no hay un futuro para ellos, su única

morada es la cama y en el corazón sienten que han de huir a un refugio alejado de todo

lo que han conocido, un lugar donde les dejen vivir en paz. Ante la imposibilidad de

alcanzar tal deseo la muerte se ofrece como una vía de escape hacia un destino incierto

y oscuro, siendo el camino que abrazaran los amantes aún arriesgándose a perderlo

todo. Tal vez este poema fue inspirado a partir de la relación que Baudelaire mantuvo

con la mulata Jeanne Duval en su juventud, que como hemos mencionado anteriormente

se caracterizó por una inestable mezcla de amor y odio. Dicha relación escandalizó a la

burguesía de París, en especial a su padrastro, por lo que en cierta medida fue como una

romance prohibido que mostró a Baudelaire como la aspereza de la racionalidad

burguesa fuerza al amor loco y pasional a desaparecer. Es probable que en más de una

ocasión el poeta viera la muerte como un lugar en el que nadie juzgaría su corazón,

donde podría amar a quien quisiera sin tener que ser tachado de lascivo y provocador.

Hay una estrofa de este poema que representa con pasión esta despedida de los amantes:

“ Una noche hecha de rosa y místico azul, / nos intercambiaremos un único relámpago /

como un sollozo muy largo/ todo cargado de adioses;”12.

Para La muerte de los pobres Baudelaire muestra como las clases más humildes se

consuelan con la muerte, mostrándola como un descanso eterno ante una vida de

penurias e injusticias. Este poema puede interpretarse como una ironía o burla hacia el

conformismo que sienten los pobres hacia su condición de miseria, influenciados en

parte por el ideario cristiano de que las personas desfavorecidas y humildes recibirán su

recompensa al reunirse con Dios. Dicha influencia los convierte en autómatas capaces

                                                                                                               12  La  mort   dels   amants,   poema  CXXI. Charles Baudelaire, Les Flors del Mal, edició bilingüe i completa a cura de Jordi Llovet. 2007 Edicions 62 Barcelona. (Traducción al castellano por el autor).  

  12  

de aguantar todo tipo de vejaciones por parte de los poderosos con tal de obtener su

merecido descanso en el Más Allá. Baudelaire reflejó muy bien esta situación en una de

las estrofas de este poema: “ La Muerte es quien consuela, ¡Ay!, y quien da vida / ella

es final de vida y la única esperanza / que, igual que un elixir, nos embriaga y alza, / y

nos da la fortaleza para llegar a la noche;”13.

Al leer La muerte de los artistas, podemos ver la condena que Baudelaire impone a los

artistas sin talento que buscan la inspiración de cualquier forma, siendo su muerte el

único lugar posible donde encontrarán su anhelado objetivo. Parece que el poeta

compuso este poema como una sátira hacia los artistas más conservadores y obtusos de

la época, a los que califica de bufones, para regodearse de su ineptitud; quién sabe si es

también una critica hacia los pintores realistas que centraron su técnica en la fotografía

como una vía alternativa para obtener el éxito. De una u otra forma Baudelaire se

muestra como un ejecutor que sentencia a muerte a los inútiles, ofreciéndoles el talento

perdido tras su sacrificio, tal y como se muestra en la primera estrofa del poema:

“¿Cuántas veces tendré que sacudir mis cascabeles / y besar tu frente ruin, triste

caricatura? / para acertar en el blanco, oh mística natura, / ¿Cuántos dardos tendré que

sacar del carcaj?”14.

Con El final de la jornada la muerte se muestra como el descanso que proporciona la

noche tras un día agotador de trabajo infructífero, siendo el ocaso el esperado momento

de transición. Baudelaire se describe como el poeta que espera a la muerte para poner

fin a su sufrida vida de incomprensión y rechazo, anhelando el reposo eterno que

convertirá en gozo su desesperación. La segunda estrofa del poema es un buen ejemplo

de esta sensación: “Se alza la noche voluptuosa / apaciguando todo, el hambre también,

/ borrando todo, también la vergüenza, / dice el Poeta: ¡Ahora, por fin!.15”

El quinto poema titulado El sueño de un hombre extraño trata sobre el instante previo a

la llegada de la muerte, en el cual se revela la cruda verdad ante los deseos esperados y

                                                                                                               13  La  mort   dels   pobres,   poema  CXXII. Charles Baudelaire, Les Flors del Mal, edició bilingüe i completa a cura de Jordi Llovet. 2007 Edicions 62 Barcelona. (Traducción al castellano por el autor).  14  La  mort  dels  artistes,  poema  CXXIII. Ibídem.  15  El  final  de  la  jornada,  poema  CXXIV. Ibídem.    

  13  

la ansiada esperanza de alcanzar la paz. Nada, no hay paraíso ni refugio para nadie

según Baudelaire más allá de una fría neblina que envuelve todo de negro sin dejar

pasar ningún rayo de luz. Este poema es el más curioso y sincero de este grupo, ya que

contradice los anhelos que la muerte ofrecía en las piezas anteriores al mostrar que

simplemente es el fin y que no hay nada en ella, solo oscuridad. La última estrofa del

poema muestra esta visión de una manera esclarecedora: “Me había muerto y no lo

sabía, y la terrible aurora… / me abrigaba. ¿Y entonces? ¿No hay nada más? / alzado

estaba el telón, pero yo aún esperaba.16”

Para hacer un repaso en general, Enrique López Castellón nos hace un excelente

resumen de los poemas de esta sección: “ Las Flores del Mal se cierran con la sección

dedicada a la muerte. Baudelaire describe diferentes actitudes humanas ante este

desenlace inevitable. Para los amantes que mueren juntos, la perspectiva de la muerte se

enciende con el vislumbre imaginativo de un Paraíso en el que podrían eternizar su

amor. Para los pobres, la muerte es la meta de la vida, lo que da sentido a ésta, “ el

pórtico abierto a los cielos ignotos”, Para los artistas, constituye la única esperanza de

que “se abran las flores de su cerebro”. Para el curioso, representa la posibilidad de que

se vea satisfecha su sed inquieta de conocimiento.17”

EL VIAJE

Desde que leí por primera vez El Viaje de Charles Baudelaire sentí una gran fascinación

por la capacidad creativa de este poeta, ya que me inspiró gran cantidad de imágenes al

transmitirme la emoción de un viaje, a pesar de no ser físico.

Debo decir que este largo poema era el que más ilusión me hacia ilustrar dentro de las

piezas que se incluyen en la sección de La Muerte, ubicada dentro del recopilatorio de

poemas que conforma Las Flores del Mal. A mi modo de ver Baudelaire nos introduce

desde la primera estrofa en un viaje interior y espiritual hacia la dimensión más

profunda de la imaginación.                                                                                                                16  El  somni  d’un  home  estrany,  poema  CXXV. Charles Baudelaire, Les Flors del Mal, edició bilingüe i completa a cura de Jordi Llovet. 2007 Edicions 62 Barcelona. (Traducción al castellano por el autor).  17  Enrique López Castellón: Baudelaire o la dolorosa complejidad de la moral, prólogo de Las Flores del Mal, de Charles Baudelaire. 2011. Edimat Libros, Madrid.

  14  

La interpretación personal de El Viaje se basa en ilustrar cada uno de los siete poemas

que se incluyen, a pesar de ser ocho el poema V y el VI van conectados en la misma

ilustración. El objetivo es ofrecer con el máximo detalle posible la imagen mental que

se generaba en mi mente durante su lectura, incluyendo el poema escrito acompañado

de mosaicos simbólicos.

A modo de homenaje a Baudelaire decidí retratarlo en cada una de las ilustraciones en

el papel de protagonista. Todo en El Viaje es fantasía, siendo el mismo Baudelaire

testigo directo de sus visiones. Durante su periplo camina por paisajes imposibles, otea

el horizonte desde un barco frágil que surca los cielos, escala un árbol inestable o cruza

los océanos sujeto a un albatros. Como punto y final a estas surrealistas aventuras el

propio autor aparece en El Viaje VIII fumando opio en una pose yacente,

contemplándose a sí mismo volando con el albatros. Lo que quiero dar a entender con

esta última ilustración es la alusión a una posible descripción de un “viaje” psicodélico

inducido por el consumo de estupefacientes propios de la época tales como el opio o el

hachís, con los cuales experimentó siendo recopiladas sus sensaciones y experiencias en

su ensayo de 1860 Los paraísos artificiales18, el cual tiene cierta influencia de los

escritos del poeta inglés Thomas de Quincey sobre sus experiencias en los fumaderos de

opio. Por esta razón he querido finalizar la serie de El Viaje con esta ilustración dando a

entender la posibilidad de que el autor hiciese una referencia a un viaje psicodélico. A

pesar de ello, estas ilustraciones son una interpretación personal, además de una simple

especulación sobre la inspiración que animó a Baudelaire a escribir El Viaje.

UNA MUERTE IMPERECEDERA

Después de haber analizado los distintos aspectos de la vida y obra de Baudelaire

respecto al tema de la muerte, podemos llegar a la conclusión de que el poeta vivió

siempre con la sensación de que el final estaba cerca. Baudelaire nos ha hecho ver la

                                                                                                               18   Los   paraísos   artificiales   es   un   ensayo   escrito   por   Charles   Baudelaire   en   1861  donde   explica   los   efectos   del   opio   y   hachís   de   modo   experimental,   haciendo  especial  hincapié  en  las  sensaciones  y  reflexiones  a  las  que  induce  el  consumo  de  este  tipo  de  drogas.  Desde  mi  punto  de  vista,   le  encuentro  un  parecido  razonable  con  Las  puertas  de  la  percepción,  el  ensayo  sobre  los  efectos  de  la  mescalina  escrito  por  Aldous  Huxley  en  1954.          

  15  

belleza de la muerte como símbolo poético, siendo sus versos una oda cargada de

respeto y terror a partes iguales. Ya fuera como una desesperada vía de escape o como

un alivio que otorga el descanso eterno, el poeta necesitaba encontrarse con ese refugio.

A pesar de haber muerto hace casi siglo y medio, su espíritu sigue siendo inmortal en

sus poemas. Generación a generación, este genial poeta transmitirá en todos los

corazones de la gente sensible el ansía por la libertad y la defensa de la rebeldía, tan

necesarias para todas aquellas personas que siempre se preguntan que hay más allá de lo

cotidiano. ¡Gracias Charles!

Para terminar, Charles Baudelaire tuvo una vida tensa y difícil, pero pasional y

excéntrica a la vez. Su incapacidad de conectar con el modo de vida burgués y su gran

talento adelantado al estilo de la época le valieron la condena de la incomprensión y la

ingratitud por parte de la sociedad. Actualmente es considerado como el padre de la

poesía moderna y uno de los más brillantes poetas de la Historia, pero carece de

importancia para el propio Baudelaire al no saberlo en vida. Se le puede considerar un

mártir o un genio temido, pero nadie podrá entender jamás el dolor que padeció ante el

rechazo y la hostilidad de una sociedad conservadora, no desde su punto de vista.

Como diría en una de sus cartas de 1862: “¡Qué vida! Pero me vengaré, me vengaré en

grande como un hombre que nada quiere, pero que abomina de su país.19”

Como último detalle personal a Baudelaire, me gustaría dedicarle esta cita de Séneca

que brilla por la esperanza que transmite a los genios incomprendidos:

“ Aún cuando tus contemporáneos te silencien por envidia, otros vendrán que sin favor

ni pasiones te harán justicia.”20

                                                                                                               19  Carta  del  6  de  junio  de  1862  a  su  madre. Charles Baudelaire, Cartas a la madre. 1993. Ediciones Grijalbo, Barcelona.  20  Séneca, Epistulae ad Lucilium, 79, 17.

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BIBLIOGRAFIA

Bibliografía citada

- Charles Baudelaire, Les Flors del Mal, edició bilingüe i completa a cura de Jordi

Llovet. Prólogo y traducción de Jordi Llovet. 1º Edición. Edicions 62. Barcelona, 2007.

ISBN 978-84-297-5594-7

- Charles Baudelaire, Las Flores del Mal. Prólogo y traducción de Enrique López

Castellón. Colección Clásicos de la Literatura. Edimat Libros. Madrid, 2011. ISBN 978-

84-9764-459-4

- Charles Baudelaire, Cartas a la madre. Prólogo y traducción de Roberto Mansberger.

1º Edición. Ediciones Grijalbo. Barcelona, 1993. ISBN 84-253-2632-X

- Séneca, Epistulae ad Lucilium, 79, 17.

http://en.wikisource.org/wiki/Moral_letters_to_Lucilius/Letter_79

Bibliografía consultada

- Charles Baudelaire, L’haixix (Els paradisos artificials). Prólogo y traducción de

Ferran Canyameres. Ilustrado por Joan Bennàssar. 1º Edición. Ensiola Editorial. Muro

(Islas Baleares), 2004. ISBN 84-933507-1-0

- William Blake, El matrimonio del cielo y el infierno, Prólogo y traducción de

Fernando Castañedo. 3º edición. Ediciones Cátedra. Madrid, 2010.

- Fernando Poblet, Tú serás Baudelaire. Ilustrado por E. Echeverría. 4º edición.

Ediciones Libertarias. Madrid, 1986. ISBN 84-85641-97-3

- Hermann Hesse, Mi credo, el ideario del autor de Siddharta. Colección Libro Amigo.

Editorial Bruguera. Barcelona.

  17  

- Bronislaw Malinowski, Crimen y costumbre en la sociedad salvaje. 2º Edición.

Editorial Ariel. Barcelona, 1982. ISBN 84-344-0665-9

- Norbert Wolf, Romanticismo. Colección Taschen, edición de 2008 para Diario El País.

- Daniel Cassany, La cuina de l’escriptura. 7ª Edición. Editorial Empúries. Barcelona,

1998. ISBN 84-7596-399-4

WEBS DE CONSULTA

- http://es.wikisource.org/wiki/Las_flores_del_mal

- http://es.wikipedia.org/wiki/Las_flores_del_mal

- http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Baudelaire

- http://cartapacios.blogspot.com.es/2013/01/las-flores-del-mal_1628.html

- http://www.poemas-del-alma.com/blog/libros/resumen-de-las-flores-del-mal

 

-­‐  http://williamblakeprints.co.uk/making_plates.html

- http://s3.amazonaws.com/loebolus/L075.pdf

- http://www.escriptors.cat/autors/llovetj/pagina.php?id_sec=1962

- http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/01/24/quadern/1359030138_680801.html

- http://elpais.com/autor/jordi_llovet/a/

- http://es.wikipedia.org/wiki/Las_puertas_de_la_percepción

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