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Ciudad de México, 12 de noviembre de 2018. Versión Estenográfica de la Mesa de Análisis “El Impulso Legislativo de la Primera Ley Federal de Acceso a la Información Pública en México”, en el marco de los trabajos del Foro “El Legado del Grupo Oaxaca. Tres Lustros de Evolución Normativa de la Transparencia y el Acceso a la Información Pública”, llevado a cabo en el Auditorio Alonso Lujambio del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Presentadora: Continuamos con los trabajos de este importante Foro, con la Mesa de Análisis número tres, denominada “El Impulso Legislativo de la Primera Ley Federal de Acceso a la Información Pública en México". Saludamos y damos la bienvenida a los destacados analistas de esta mesa. Nos acompaña el día de hoy la senadora de la República Beatriz Paredes Rangel. Bienvenida. Se encuentra con nosotros también el senador de la República Martí Batres Guadarrama. Damos la bienvenida al doctor Jorge Islas López, destacado investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Continúan con nosotros la comisionada del INAI, Blanca Lilia Ibarra Cadena y el comisionado presidente del INAI, Francisco Javier Acuña. Bienvenidos. Cedemos ahora el uso de la voz a la comisionada del INAI, Blanca Lilia Ibarra Cadena, moderadora de esta mesa. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias.

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Muy buenas tardes. Es un lujo estar en este panel moderando esta mesa con distinguidas personalidades, especialmente con dos de los legisladores que fueron clave en aquel momento, hace más de 15 años, para que se lograra esa Primera Ley Federal de Transparencia. Y, desde luego, con un precursor también del Derecho a la Información, el maestro Jorge Islas López, quien participa también en esta mesa y en el propósito fundamental de seguir en este diálogo, en este debate, en esta reflexión que hemos tenido, a lo largo de la mañana, para conocer qué es lo que en su momento fue la principal contribución desde el Poder Legislativo, para que se pudiera construir este camino hacia la ruta de la transparencia, la rendición de cuentas y el Derecho a la Información. Por eso no quisiera abundar más con tan distinguidos invitados y, desde luego, con el Presidente del INAI. Gracias al licenciado Francisco Javier Acuña, que nos acompaña también en este panel. Si ustedes me permiten, yo quisiera iniciar con una primera ronda, en donde podamos platicar, en primer lugar, con el presidente del Senado de la República, el senador Martí Batres Guadarrama. Él es Licenciado en Derecho por la Escuela Superior de Leyes y negocios; ha tenido diversas participaciones en medios de comunicación, además de que ha sido Premio Nacional de Periodismo. En su carrera política él formó parte de la Asamblea Legislativa, como diputado, Presidente de la Comisión de Gobierno. Ha sido, desde luego, diputado federal y Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados; Subsecretario de Gobierno; Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA, y Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de MORENA en el Distrito Federal. Actualmente es senador y Presidente de la Mesa Directiva.

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Sea bienvenido, señor senador, y le cedemos el uso de la palabra. Martí Batres Guadarrama: Muchas gracias. Muy buenas tardes. Saludo con gusto a la comisionada de INAI, Blanca Lilia Ibarra, moderadora de esta mesa de análisis. También saludo al maestro Jorge Islas López, investigador de la UNAM. Saludo a la senadora Beatriz Paredes, con quien compartimos experiencias como coordinadores parlamentarios en la 58 Legislatura, hace 18 años, entre 18 y 15 años. También, por supuesto, gracias al presidente del INAI, Francisco Acuña. Muchas gracias. El acceso a la información constituye un derecho fundamental de toda persona. Es un derecho para solicitar, investigar, difundir, buscar, recibir información en posesión de las autoridades, entidades, órganos y organismos de los poderes ejecutivos, legislativo, judicial, órganos autónomos, partidos, fideicomisos, fondos públicos, así como de cualquier persona física o moral que reciba y ejerza recursos públicos. Tiene el propósito de alentar la participación ciudadana en los asuntos públicos y fomentar la cultura de la transparencia. El reconocimiento de esta prerrogativa debe contribuir a la consolidación democrática de nuestro país. No debe perderse de vista en ese sentido que el derecho de acceso a la información ha tenido una historia accidentada en cuanto a su origen y consolidación se refiere. La primera aparición normativa que se da respecto del tema es con la reforma política de 1977 al introducirse en el artículo 6º de la Carta Magna que dicha prerrogativa sería garantizada por el Estado.

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Ante estas condiciones, el constitucionalista Ignacio Burgoa Orihuela en 1983 utilizó el juicio de amparo frente a la negativa de la Secretaría de Hacienda para otorgar la información relacionada con la deuda pública. En ese entonces la Segunda Sala de la Suprema Corte le negó la protección de la justicia, argumentando que la disposición del artículo 6º Constitucional era una garantía social correlativa a la libertad de expresión, interpretando que la obligación del Estado radicaba en permitir que los partidos políticos expusieran sus programas y diarios, plataformas y demás similares, aduciendo además que no se pretendió establecer la garantía de que cualquier persona solicitara y obtuviera del Estado determinada información. Sobre este último aspecto la Corte aclaraba no significa que las autoridades queden eximidas de su obligación constitucional de informar en la forma y términos que establezca la Legislación Secundaria, pero tampoco supone que los gobernados tengan un derecho frente al Estado para obtener información en los casos y a través de los sistemas no previstos en las normas relativas. Estos criterios incluidos en la ejecutoria de amparo fueron incorporados en la jurisprudencia como tesis en 1992. Si bien el derecho a la información en nuestro país fue interpretado en un primer momento por el Máximo Tribunal a partir de una concepción político-electoral, esta postura fue modificándose con el paso del tiempo, reflejo del anterior fue lo derivado de los sucesos ocurridos en Aguas Blancas, cuando en 1996 la Corte concluyó a partir del ejercicio de la facultad de investigación que tenía en ese entonces, que existía una fuerte relación entre dicha prerrogativa y el respeto a la verdad. La Corte razonó que si las autoridades públicas se conducían sin ética, al entregar a la comunidad una información manipulada, incompleta, condicionada a intereses de grupos o personas que le vede la posibilidad de conocer la verdad para participar libremente en la formación de la voluntad general, incurrían en violación grave a las garantías individuales. Estos criterios fueron aprobados como tesis en el mismo año de 1996.

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En otro momento clave del derecho a la información, a partir de las interpretaciones del Poder Judicial se dio en el año 2000, cuando a través del contenido de diversas ejecutorias emitidas en la revisión de amparos, la Suprema Corte le reconoció su carácter de fundamental, estableciendo en una tesis de jurisprudencia que se permite a cualquier ciudadano el acceso a la información pública gubernamental, con independencia de que tenga o no interés jurídico para ello. Como puede observarse, con el paso del tiempo el Máximo Tribunal fue modificando su interpretación para concluir que si las autoridades públicas asumían actitudes que permitieran atribuirles conductas faltas de ética al entregar a la comunidad información manipulada, incompleta, condicionada a intereses de grupos o de personas que le vede la posibilidad de conocer la verdad general a la sociedad, incurren en violación grave a garantías individuales. Posteriormente, otro hito que marcó una nueva etapa en la garantía del derecho fue la entrada en vigor de la ahora abrogada Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental en junio del 2002, norma que reconoció tal prerrogativa y que desencadenó todo un nuevo proceso en la esfera administrativa. Para llegar a este punto surgieron diversas propuestas, por ejemplo, el proyecto de Ley Reglamentaria del artículo 6º Constitucional, elaborado por la Coordinación Social de la Presidencia de la República, bajo la dirección de Luis Javier Solana en 1981. También se tuvo la iniciativa de Ley Federal de Comunicación Social presentada el 22 de abril de 1997 por los grupos parlamentarios del PAN, el PRD y el PT. Y fue hasta el año 2001 que se conformó un grupo de trabajo intersecretarial, en el que participaron diversas instancias para la configuración de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, que produjo sus primeros resultados hacia principios de julio del 2001 con la materialización de un documento de trabajo.

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Otro proyecto fue elaborado por el entonces diputado Miguel Barbosa, del Grupo Parlamentario del PRD, el 11 de julio del 2001, sobre una Ley de Acceso a la Información. De manera paralela a las iniciativas originadas en el seno institucional, y esto es un asunto de suma relevancia, surgió una expresión de la sociedad civil que contaba con una amplia capacidad de movilización de opinión pública denominada Grupo Oaxaca, integrada por intelectuales, académicos y miembros de la sociedad organizada. Este Grupo presentó su propio proyecto de Ley Federal de Acceso a la Información Pública ante algunos legisladores de la LVIII Legislatura, quienes la adoptamos. De ese momento de la vida parlamentaria da cuenta Juan Francisco Escobedo en su texto “El caso del Grupo Oaxaca y de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública, movilización de opinión pública en México”. Dice textualmente, cito: “Lo inesperado ocurre, Martí Batres -un servidor-, Coordinador Parlamentario del PRD entonces, es el primero en suscribirlo; después firman la iniciativa los del PRI, luego el PT, el Partido Verde y el diputado de Convergencia. Para todos los miembros del Grupo es totalmente el ejercicio de cabildeo, pero las condiciones son favorables y la estructura de oportunidades que se ha abierto es aprovechada eficazmente. Con ello, se abre paso a la primera experiencia exitosa de cabildeo ciudadano en el parlamento que registre la memoria del Congreso Mexicano. De esta manera, se consiguió posicionar en la agenda pública, desde la sociedad, el tema de acceso a la información en su vertiente de derecho. Las propuestas fueron turnadas a la Comisión de Gobernación y Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, tomando tintes o matices de una y otra propuesta, como era de esperarse, y luego de meses se elaboró la versión final del dictamen y se sometió a aprobación el

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proyecto aprobado por unanimidad en el pleno de la Cámara de Diputados el 24 de abril del 2002. La entonces Ley Federal de Acceso a la Información Pública se integró de los elementos básicos necesarios. La experiencia generada a partir de la implementación de esta norma, adicional a los alcances que delineó el Poder Judicial de la Federación, permitieron que en 2007 los legisladores agregaran al citado artículo 6º Constitucional siete fracciones en las que se desarrollaron los principios y las bases mínimas para construir de manera consistente el derecho de acceso a la información. Esta es una prerrogativa esencial para la democracia y el desarrollo ciudadano y quedaría inserta en la parte medular de la Constitución, es decir, en el apartado de las garantías individuales. Con esta reforma se dio paso a una de las transformaciones de mayor alcance en nuestro naciente Sistema de Transparencia; la búsqueda de la estandarización de este derecho, a partir de un piso mínimo común para las legislaciones locales y la federal, sin embargo, en los hechos eso no sucedió. Se generó tal multiplicidad de criterios para el ejercicio del derecho entre una entidad y otra; y entre éstas y la propia Federación, que el resultado obtenido fue que la calidad del ejercicio del derecho dependió más de la voluntad política de las legislaturas locales. Esta situación volvió a requerir un nuevo enfoque normativo, dando paso a la Reforma de 2014 al referido artículo 6º constitucional y, con ello, a la creación de una Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, misma que fue expedida el 4 de mayo del 2015. La Ley General tiene como propósito disponer las bases, principios y procedimientos que permiten homologar este derecho. Como puede verse, los esfuerzos legislativos para encaminar hacia un mejor escenario o la garantía del derecho de acceso a la información no ha sido sencillo ni poco, sin embargo, también queda abierta la necesidad de reflexionar sobre la puesta de una política pública efectiva,

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no sólo desde el enfoque normativo, pues se requiere, además de los cambios institucionales, un cambio cultural, ético y una mayor participación de la sociedad. Finalmente diría que la tarea pendiente es transformar el conjunto de normas en motor de la nueva cultura institucional, apegada a derecho, profesional e íntegra, con sustento en un conjunto de elementos como la honradez, la eficacia, la objetividad y la transparencia de las instituciones del Estado. Es necesaria una modificación en las instancias públicas para que la cultura de servicio de los funcionarios que laboran en ella se constituya en un medio indispensable para que las innovaciones jurídicas se trasladen de manera efectiva a la vida cotidiana del Estado y de la sociedad. Sólo eso permitiría hacer efectivas las promesas de gobierno honrado y eficaz. La Ley se cumple mejor cuando se dispone de un elemento cultural valorativo, generado por factores morales; el reto se traslada a la consecución de un círculo virtuoso donde lo legal potencie lo moral; y lo moral, lo legal. A 15 años de la aprobación de esta primera Ley, deberíamos reflexionar algunos temas. Me parece que un tema muy importante que debe reflexionarse debe apoyarse en una interrogante: ¿Por qué la desarrollada normatividad en materia de transparencia no ha sido suficiente para inhibir los exacerbados procesos de corrupción de los últimos años? ¿Acaso no baste la buena norma, falte también que se cumplan? Asimismo, este proceso de desarrollo de las normas relacionadas con el derecho al acceso a la información debe estar acompañada de otras transformaciones; hace falta también una cultura de honestidad y de austeridad en el servicio público. Hoy en día en México, debemos reconocer, el funcionario público es visto como un potencial hombre de negocios, la gente identifica casi como sinónimos las palabras funcionario y millonario. Es al amparo del

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poder político del aparato del Estado como se ha conformado muchas fortunas. Muchos de los funcionarios consideran que su paso por el servicio público debe reflejarse en un gran salto en sus condiciones materiales de existencia personales. Así, la expresión “servicio público” pierde totalmente sentido. Eso obliga necesariamente a mirar en una perspectiva ética y abrazar las causas de la honestidad y de la austeridad republicana. De otra forma, no podrá tener frutos el ejercicio de los modernos instrumentos del acceso a la información pública. También vale decir que la reflexión sobre el tema de la austeridad republicana tendrá que atravesar, en los años próximos, al conjunto de los poderes del Estado, los tres niveles de gobierno y, asimismo, a los órganos autónomos. Tendremos que revisar, en general, los costos de nuestro aparato del Estado y también en lo particular el cumplimiento del servicio público en todos los terrenos. A 15 años de la aprobación de esta Primera Ley, quisiera que valoráramos la necesidad de ir hacia otras reformas también, que nos permitan, con efectividad, combatir la corrupción, erradicarla y construir un verdadero sistema de servicio público. Creo que hay un momento interesante de reflexión, cuando se habla mucho de parlamento abierto en la Legislatura actual; quiere decir que podemos tener nuevos caminos, por los cuales avanzar. También es interesante que recientemente se hayan aprobado planes de austeridad en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, y que se haya publicado la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

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Diría también que, por otro lado, tenemos una reflexión sobre temas como la extinción de dominio o la conversión de los delitos de corrupción en delitos graves. Y, finalmente, no quisiera dejar de mencionar mi reconocimiento a la importancia de la presentación de este proyecto histórico, que surgió de la sociedad civil del llamado Grupo Oaxaca. Muchas gracias por su atención. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias, señor senador. Después de este puntual recorrido, que nos ha hecho sobre ese esfuerzo legislativo que se ha hecho en estos más de tres lustros, resulta muy relevante también escuchar esa posición y esa reflexión que tiene sobre lo que, más allá del esfuerzo legislativo, tiene que darse en función de los cambios y la adaptación de una cultura de integridad de ética y de transparencia en el servicio público. En esta primera parte, vamos a continuar ahora escuchando a quien también en aquel momento fungió no solamente como diputada, sino que al mismo tiempo estaba al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Me da mucho gusto saludar en esta tarde, a la senadora Beatriz Paredes. Ella es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México; estudió la Carrera de Sociología y desde muy joven fue electa diputada al Congreso del Estado de Tlaxcala; después fue diputada federal en dos ocasiones, y fue la segunda mujer gobernadora en la Historia de México, la primera en su estado natal, Tlaxcala. Actualmente es senadora y en su momento, al igual que el senador Martí Batres, vivió aquel momento trascendente, que marcó el punto de partida de este gran andamiaje institucional, que se ha construido a lo largo de estos 15 años y en donde está enmarcado el INAI.

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Antes de cederle la palabra, señora senadora, yo quisiera destacar la presencia de la primera presidenta del entonces IFAI, María Marván, que nos acompaña. Les pido un aplauso para ella, muchas gracias. Señora senadora, tiene usted el uso de la voz. Beatriz Paredes Rangel: Muchas gracias. Muy buenas tardes. Agradezco muchísimo al INAI esta amable y generosa invitación y la persistencia para localizarnos. Me da gusto compartir con el senador Martí Batres que viene, desde luego, en su calidad de senador de la República, pero para todos sus colegas nos es muy grato que sea el Presidente del Senado. Señor Presidente. Saludo a mi viejo amigo Jorge Islas; querida comisionada no puedo decir que nos conocemos hace muchos años porque dirían que fui a su primera comunión. Y particularmente saludar a nuestro Presidente: Muchísimas gracias, la decisión de nuestro amigo Acuña, y saludo a los comisionados. Yo voy a hacer una exposición menos esquemática que la que nos presentó el senador Batres, tratando de llamar la atención en primer lugar de la importancia del papel del Grupo Oaxaca en la posibilidad de concretar esta nueva Legislación. En el esfuerzo que el Parlamento tiene que realizar para que existan nuevas condiciones de participación ciudadana que animen, enriquezcan, proyecten, le den mayor densidad al esfuerzo legislativo de la democracia representativa, resulta verdaderamente interesante el papel del Grupo Oaxaca. Primero, por su pluralidad interna. Un grupo plural que no era hegemonizado por ninguna de las corrientes políticas vigentes y vigorosas.

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Esto es muy interesante e importante y singular en México, porque generalmente los grupos de la sociedad civil tienen, si no una militancia, sí simpatías y antipatías con el espectro que caracteriza la fortaleza ideológica en nuestro país. El Grupo Oaxaca era, hasta donde yo pudo conocer en esa época, un grupo plural, con un enorme respeto hacia su interior. Y para mí fue muy notable la presencia de comunicadores en el Grupo Oaxaca. Déjenme decirles que yo dentro de las muchas cuestiones teóricas que tengo pendiente trabajar con mayor solidez, tengo la impresión de que el papel de los comunicadores y de la comunicación en la etapa contemporánea, finales del siglo XX, principios del siglo XXI, ha sido el papel medular de la transformación democrática de los países. Me parece que los políticos profesionales nos quedamos un poco rezagados en nuestra capacidad de interacción y de interlocución con la sociedad y que ha surgido el nuevo personaje no sólo del periodista, sino de la tarea de la comunicación social como una tarea no sólo de vínculos con la sociedad de información objetiva, sino también de intermediación social. Y esta es una nueva etapa en la vida de los comunicadores porque el peso específico que tiene su personalidad, el peso específico que tienen las encuestas y el peso específico que tienen los estudios de opinión, hacen que la importancia de la comunicación social y el vínculo con la formación de criterios para la sociedad sea una nueva etapa de nuestra democracia. En el mundo, eh, no sólo aquí. Muy significativa en Estados Unidos en el caso de Nixon, muy significativa en Estados Unidos. Es fundamental entonces para mí que tengamos periodismo con absoluta libertad de expresión, periodismo crítico, periodismo que enriquezca con su visión los debates un poco pétreos de las estructuras de la democracia representativa. Cuando hablamos con el Grupo Oaxaca, tenía la fortuna de coordinar el Grupo Parlamentario del PRI, que en ese momento había tomado coyunturalmente la mayoría en la Cámara, estaba el senador Batres como Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD y, al ser Presidenta de la Cámara, como actualmente el senador Martí es Presidente del

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Senado, teníamos posibilidad también de incidir en el proceso interno de la Cámara. Y eso nos permitió, de acuerdo a los grupos parlamentarios, lograr que esta iniciativa que construyeron en el seno de un grupo plural, fuese enriquecida por las aportaciones de los legisladores y se convirtiera después en legislación. Resalto, es muy alentador que el proceso de vinculación con el Poder Legislativo no haya tenido que ver con intereses de un grupo o de una fracción y mucho menos de una empresa; es muy alentador, porque cuando me dijeron lobbismo no me retintineó bien al oído, porque no estaban ustedes gestionando los intereses de ninguna empresa, estaban ustedes haciendo un ejercicio de ensanchamiento de las vías democráticas para poder construir una legislación trascendente que, por diversas razones, los legisladores no habíamos logrado articular de manera pertinente. Y la presencia de ustedes, su trabajo, sus contactos y su densidad fue muy relevante. La legislatura del año 2000 fue una legislatura muy interesante, además de esta interacción con el Grupo Oaxaca, tuvimos otro momentos luminoso y extraordinario, recordarás, Martí, cuando el EZLN pudo plantear su verdad desde el escenario de San Lázaro. Y como ese, que lo menciono porque fue verdaderamente conmovedor y útil, me parece que para las poblaciones indígenas, hubo algunas otras acciones vinculadas con la presencia de la sociedad civil cohesionada y con propósitos específicos, porque aquí lo que importa es ver por qué fueron eficaces. Y creo que fueron eficaces porque estaban cohesionados con propósitos específicos, porque estaban planteando valores y era posible cono esas características el que despertaran la empatía y, desde luego, la identidad ideológica. ¿Qué ha pasado después con la transparencia? A mí me parece que ese es un gran debate.

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Les voy a poner un ejemplo para poder llegar hacia donde pretendo: Yo era Embajadora en Brasil, a 12 horas de avión y a unos seis meses por vehículo, y hacía los trabajos rutinarios que se hacen en una embajada. Alguien preguntó que si estaba en los archivos, ¿cuántas audiencias había dado un embajador, que fue mi antecesor 12 años antes? Y yo tenía la obligación de contestar. Me parece que uno de los grandes temas es distinguir lo que es información trascendente y útil y lo que viene siendo información secundaria o información irrelevante; porque me parece que uno de los temas de fondo es si se tiene que abordar los 360 grados o si vale la pena un esfuerzo de jerarquización y profundización. Así como puse a dos funcionarios de la Embajada a revisar si había archivos de hace 15 años y a ver si podíamos contar cuántos oficios había emitido el Embajador, que probablemente era crucial para el ciudadano que pidió esa información, quizá era simbólico, no sé. Me pregunto por qué no hemos podido abrir los fideicomisos de toda índole; me pregunto dónde hay tiros de precisión de la transparencia que te transforman el sistema; cuál es el proceso de jerarquización cualitativa y cuantitativa para definir los irreductibles, los tiros de precisión que transforman el sistema, que lo vuelven verdaderamente democrático y que le dan mucho más espacio a la sociedad. Este es un tema relevante porque si no, todo lo burocratizamos y lo convertimos en una práctica rutinaria. Uno de los problemas de México es cómo le encontramos rapidísimo a las ideas más nobles y más trascendentales para volverlas burocráticas y paquidérmicas; y me parece que eso no nos lo podemos permitir. Una de las expresiones del senador Batres a mí me parece muy relevante. Cómo podemos articular visión federal con visión estatal y visión municipal; y cómo las instituciones de Transparencia realizan un proceso de formación, capacitación e información de los poderes legislativos locales.

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Porque finalmente una sana aspiración de vigencia del federalismo sería que las contadurías mayores de glosa de los estados funcionaran, sería que lográramos profesionalizar en el nivel de la federación en su conjunto, en los estados de la República y en municipios de determinado rango de densidad poblacional, procesos de transparencia, articulación y de vigilancia. Yo creo que tenemos el enorme impulso que nos da un marco legislativo perfectible, sin duda; pero que tuvo la riqueza en su construcción de recoger los puntos de vista de quienes habían estado pugnando durante muchos lustros por este esfuerzo. ¿Cómo logramos federalizar el esfuerzo? ¿Cómo logramos generar masas críticas en los estados de la República? ¿Cómo logramos que las contadurías mayores de Hacienda de los congresos, que las contralorías locales tengan funcionalidad? ¿Cómo logramos este gran condensador de la exigencia ciudadana de mayor transparencia y podemos articular procesos de jerarquización y de tiros de precisión, sin menoscabo de todo lo que se tiene que cumplir? Pero de repente, cuando una institución dice: “Bueno, y ¿qué has hecho de transparencia?”. Tú sacas cinco o 10 cajas, pero en lo medular no tuviste una transformación estructural. Creo que la gran pregunta que nos tenemos que hacer, quienes estamos genuinamente interesados por los procesos de transparencia, es: ¿Cuáles son los puntos nodales que te evitarían opacidad y lo que va acompañado a la opacidad, que es la corrupción y la posibilidad de la discrecionalidad; cómo reducimos los márgenes de discrecionalidad? Para que reduciendo los márgenes de discrecionalidad haya referentes sobre los cuales la sociedad mexicana pueda plantear sus exigencias. Queridas amigas; queridos amigos: Simplemente decirles que fuimos sus aliados para que esta institución y la legislación fuesen una realidad.

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Queremos seguir siendo sus aliados, porque el combate a la opacidad acompaña el que pueda haber mucho mejor manejo, pertinente y honesto, de los recursos públicos. Y, finalmente, quiero coincidir también que pueden existir las mejores leyes, pueden existir los mejores instrumentos institucionales; tenemos que simplificar trámites, porque a mayor complejidad de trámites, más posibilidad de fugas. Tenemos que simplificarlos, acercarlos a la ciudadanía, etcétera, pero sobre todo tenemos que hacer una gran revolución ética. Creo que el tema de la ética es la asignatura crucial en esta etapa de la vida nacional. Muchas gracias. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias, señora senadora. Sin duda, siempre es importante escuchar y estar abierto a distintas voces y a cuestionamientos. Al final del día, este evento pretende ser esto: Un momento de reflexión, de autocrítica y de seguir formando aliados en estas tareas. Si bien es cierto que la sociedad civil, la academia y los periodistas, han sido los grandes promotores y usuarios también del Derecho a la Información, también es cierto que hoy esta nueva Legislatura tiene esa gran oportunidad, a través de distintas reformas, de seguir impulsando y apoyando esto, en lo que coinciden tanto el senador Batres como usted, de buscar que haya menos espacios de discrecionalidad y que las tareas propias de organismo de transparencia, como lo es el INAI, hagan su tarea, para fortalecer al México democrático. Vamos a continuar. Si ustedes nos permiten, vamos a darle la palabra al maestro Jorge Islas López. Él es Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y Maestro en Leyes por la Universidad de Columbia, Nueva York.

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Ha sido un firme precursor del Derecho a la Información y la transparencia en México; fue integrante y representante del Grupo Oaxaca ante el Congreso de la Unión, para la Primera Ley Federal de Transparencia; profesor fundador de la Primera Cátedra de Derecho a la Información en México, en la Facultad de Derecho de la UNAM. Actualmente es editorialista y analista del periódico El Universal, el Instituto Mexicano de la Radio, profesor titular por oposición de Derecho Constitucional de la UNAM, y defensor de la audiencia del Canal del Congreso. Tiene la palabra, maestro Jorge Islas. Jorge Islas López: Muchas gracias. Muchas gracias, comisionada Blanca Lilia Ibarra. Señor presidente Acuña, muchas gracias por la invitación. Saludo al señor presidente del Senado, Martí Batres. A la senadora Beatriz Paredes, y a todos ustedes que nos acompañan. A mis colegas del Grupo Oaxaca, a los señores comisionados del INAI. Yo quisiera empezar, como tradicionalmente en Occidente se manifiesta una gratitud para expresar con el corazón, pero también con la mayor conciencia, la aportación con la que Beatriz Paredes y Martí Batres, contribuyeron a la causa de la transparencia y el acceso a la información. Y empiezo diciéndoles: Muchas gracias, muchas gracias. Empiezo diciendo muchas gracias, porque fueron dos actores institucionales muy relevantes, que impulsaron desde el minuto uno, desde el segundo uno, el tema con el que el Grupo Oaxaca buscó impulsar la primera legislación en la materia y fueron muy receptivos, apoyaron desde un principio, aún con sus propias diferencias políticas,

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que se guardan por las agendas que tiene cada grupo parlamentario en sus respectivas Cámaras. Lo hicieron con la mayor convicción, con la mayor contundencia y esto, por supuesto, nos abrió nuevos cauces para platicar con otros interlocutores que no fue fácil; no fue fácil porque pongo ejemplo en el caso del PRD, que entonces el senador Martí Batres era el coordinador parlamentario, ya había una iniciativa en curso que promovía el entonces diputado Miguel Barbosa. Entonces conciliar ya algo que habían ellos acordado política e internamente con una nueva propuesta que era externa, y como lo dice muy bien la senadora Beatriz Paredes, ciudadana y apartidista, que no tenía ningún viso de vínculo con partido alguno ni agenda política alguna, seguramente no fue complicado, pero todos estos escollos se sortearon y nos dieron la oportunidad de impulsar algo que para nosotros fue fundamental. Quisiera empezar a hacer un rápido recuento de cómo es que nosotros logramos concitar ciertos consensos internos, porque también se generaron determinados consensos internos para impulsar una agenda de contenidos sustantivos, normativos, procedimentales que nos dieron una estructura y que finalmente nos dieron luz sobre un tema. Esto se da de manera fortuita en distintos momentos, pero también en buena medida incitados porque el nuevo gobierno, que era producto de la primera alternancia en la Presidencia de la República, impulsó una agenda muy concreta para también lograr apoyar y tratar de legislar la primera Ley de Acceso a la Información en la materia. Esto dio cauce a que el entonces Secretario de la Función Pública impulsará más que en foros, a través de lo que se conoce como mensajes a través de los medios de comunicación, los posibles contenidos de la primera ley que estarían impulsando. Hubo reacciones de la Academia, hubo reacciones de los medios de comunicación y esto concitó también a que en distintos foros en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Universidad Iberoamericana fundamentalmente, se fueron generando foros de

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reflexión con las personas que teníamos cierta inquietud por conocer más de este tema. Un foro en la Ciudad de Oaxaca fue la que nos permitió encontrar afinidades para desarrollar, primero un decálogo de lo que creíamos que como ciudadanos sería una legislación ejemplar para impulsar una agenda democrática, con el firme propósito de empoderar al ciudadano. La transición a la democracia mexicana había pasado fundamentalmente desde la primera reforma sería en el tema, 1977 hasta el año 2000, fundamental y esencialmente por el campo de la democracia electoral. Y eso posibilitó pluralidad, alternancias y un sistema de partidos mucho más competitivo, pero al ciudadano todavía no nos daban nada. Y esta fue una de las primeras leyes con una de las primeras instituciones que hoy está materializada en este Auditorio para fortalecer el ejercicio de un derecho humano fundamental reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 19, así como en los tratados de convencionalidad de los que el Estado Mexicano forma parte, artículo 13, en donde se reconoce el derecho que tenemos nosotros frente al Estado para solicitar información y recibir información, de tal manera que se crea todo un andamiaje institucional y procedimental que hace factible que podamos conocer más de la cosa pública. ¿Qué quiere decir conocer más de la cosa pública? Saber lo que nuestros representantes hacen con nuestro dinero en nuestro nombre. Y la soberanía tiene entonces una esencia que se materializa por nuestro ejercicio razonado, con conocimiento y con información del voto que los elige, a partir de 2021 los podrá reelegir o no a través de las urnas y del voto democrático. Esto vino a enriquecer mucho más la pluralidad, porque la pluralidad tendría mejores contenidos y una esencia mucho más profunda para reflexionar sobre la cosa pública.

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Efectivamente, hay una preocupación de gobernantes, pero también de los gobernados. Decía el senador Batres: ¿Qué hacemos con la transparencia, que no ha logrado todavía inhibir la corrupción? Bueno, la transparencia propiamente, como es, como está diseñado y como está pensado, busca desnudar a la corrupción, pero se va a inhibir esa corrupción cuando se creen leyes que generen consecuencias para el mal gobierno y los que abusan del poder, los que discrecionalmente, como decía la senadora Beatriz Paredes, nos permite tener a nosotros, ciudadanos, mejores medios de control social, a efecto de que haya un mejor gobierno, más responsabilidad y una mejor actuación sobre lo que la ley mandata. No pedimos más, pero tampoco menos. Y precisamente instancias como el INAI nos han dado oportunidad de ser testigos de que hay una garantía en la protección de este derecho. Ahora que se impulsa una nueva agenda, porque el voto mayoritario así lo estableció, el voto mayoritario estableció un nuevo mandato de representación en donde se invita a que hayan consultas populares, quisiera reflexionar con mis colegas de panel que estas consultas populares no tendrán el efecto deseado si no tenemos la suficiente información y esa información nos la va a garantizar institutos como el INAI, que deben de ser respetados en su autonomía y proyectados hacia el futuro, proyectos para seguir caminando de la mano en el ejercicio de derechos fundamentales en favor del gobernado y de nosotros ciudadanos. Se creó esencialmente este derecho no como una dádiva ni mucho menos como una prerrogativa, es un derecho humano que nos pertenece por la simple condición de tener dignidad y, en esta dignidad, condición de razonamiento para ejercer a plenitud otras libertades; entre ellas, si nos van a consultar o si se consulta al pueblo en lo general, tener información sustantiva y que el INAI asuma una agenda proactiva para dotarnos de más información y de mejor información a fin de que podamos participar en estas nuevas agendas de gobierno. No me resta nada, más que decir que el trabajo que se generó con todos mis colegas del Grupo Oaxaca en el 2000, 2001, 2002, para impulsar una nueva agenda de cambio institucional, en lo que llamaría Giovanni Sartori nuevos mecanismos de la democracia en el edificio

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constitucional, en el edificio en donde la democracia ya no es horizontal, sino es vertical, se presenta por primera ocasión un nuevo derecho con un nuevo procedimiento, con una nueva institucionalidad. Llevamos 16 años de aquel momento y las cosas apenas empiezan, lo mejor deberá de estar por venir, pero no podemos aspirar a tener mejores momentos en temas democráticos, en la relación gobernante-gobernado, si no contamos con una institucionalidad seria, objetiva y contundente, y la ley y el marco constitucional le dan al INAI esta posibilidad, esperemos por el bien de la democracia y por el bien de los nuevos momentos que aspiramos a vivir con libertad y para la libertad, que el INAI salga fortalecido para nuevos momentos y para nuevas agendas de gobierno. Maquiavelo decía, el Maquiavelo estadista, el gran pensador de la gran política, la que honra a la condición humana, que para que la política tenga contundencia deben de confluir tres grandes factores, la fortuna, la virtud y la ocasión. En el caso del Grupo Oaxaca con el Congreso, en la construcción de esta agenda hubo fortuna, porque tuvimos oportunidad de coincidir un grupo de periodistas y colegas académicos para crear un marco normativo, sugerir un marco normativo que habría de ser valorado y en su momento aprobado formalmente por los señores legisladores, virtud de los personajes que lo apoyaron porque entendieron que era un momento de impulsar una nueva agenda para el México democrático que se empezaba a dibujar. Y finalmente ocasión, porque la oportunidad se presentó y nadie la desaprovechó. Parte de este ejercicio se ve materializado el día de hoy. Que vengan nuevos momentos en favor de la democracia. Muchas gracias. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias al maestro Jorge Islas.

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Quisiera pedirles, para cerrar esta intervención de ustedes, que me permitieran plantear algunas preguntas. Sólo será una ronda, si ustedes no tienen inconveniente. Y empezaría en el mismo orden que arrancó su participación. Al senador Batres, ¿cuál es el estado que guarda el INAI en la discusión que lleva el Senado con relación a los organismos constitucionales autónomos, en función de que el INAI juega un papel importante como contrapeso de los poderes públicos? Martí Batres Guadarrama: Gracias. ¿Pregunta por pregunta, es la única pregunta o puede haber otros comentarios? Blanca Lilia Ibarra Cadena: Si usted me permite, la siguiente pregunta va dirigida a usted. Martí Batres Guadarrama: Si podemos responder globalmente, mejor. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Quisiera saber qué espera del Presidente Electo del INAI. Y, finalmente, ¿qué tipo de reformas legales y constitucionales impulsara esta Legislatura para fortalecer el régimen de transparencia y acceso a la información? Martí Batres Guadarrama: Quiero hacer unos comentarios también sobre las intervenciones; y contestar las preguntas. Diría lo siguiente: Sobre el estado que guarda el INAI en la agenda del senado, diría de manera muy formal y concreta que hasta este momento no tenemos ninguna iniciativa sobre el INAI y los órganos autónomos, no está presente en esos términos. Es previsible que haya temas que lo atraviesen; yo mencioné uno, el tema de austeridad, aunque no hay una iniciativa presentada, pero es previsible porque se ha anunciado que puede haber una iniciativa del próximo Presidente de la República sobre el tema de una Ley de Austeridad de Estado, eso podría atravesar al INAI, pero no en lo

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particular, sino como al conjunto de órganos autónomos y poderes del Estado. Pero no hay un planteamiento expreso de algún grupo parlamentario, legislador o del Senado en su conjunto por consenso sobre el INAI que busque alguna transformación específica. No hasta este momento. Sobre la siguiente pregunta: ¿Qué espera el Presidente electo el INAI? Obviamente hay que preguntarle a él, yo no podría responder por él. El INAI en su momento tendrá la posibilidad de dialogar con él sobre este tema; yo no quisiera especular. Ahora, quiero comentar algunas de las cuestiones que aquí se han dicho. Primero una cuestión que puede ser de forma, pero que es de fondo, cuando estamos encomiando la labor que hizo el Grupo Oaxaca hace 15 años. Creo que tenemos ahí una reflexión muy importante, porque esta iniciativa a la que le damos mucha importancia provino desde fuera del Parlamento, desde fuera de los órganos del Estado, desde fuera del Poder Ejecutivo; fue elaborada por expertos representativos, no sólo académicos, sino representativos del quehacer relacionado con la información; y fue llevada al órgano legislativo en búsqueda de su suscripción. Pudo haber sido distinta la historia, pero hubo un ambiente que permitió darle receptividad. Recojo y suscribo lo que comentó Beatriz Paredes. Hubo un antecedente importante, cuando había transcurrido apenas medio año de aquella Legislatura, que fue la apertura a los indígenas zapatistas, que venían de Chiapas en la marcha de El Color de la tierra, y hubo todo un debate sobre si hablaban en el patio del Senado de la República, en el Salón Verde, o si podían acceder a la máxima tribuna de la nación. Fue un gran debate. En ese debate participaron muchas voces externas que internas, pero hubo un momento climático que llevó una votación; hubo una postura

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en el sentido de que no fuera así; y hubo una postura en el sentido de que debía abrirse la máxima tribuna de la nación a los indígenas zapatistas. Beatriz paredes y un servidor fuimos quienes defendimos esa postura en la tribuna. Fue un antecedente que permitió abrirse, permitió al Parlamento mirar hacia la sociedad y encontrar que había formulaciones y propuestas que no necesariamente se daban en el seno del Parlamento y que había que escucharlas, atenderlas, recogerlas. Poco después de la presencia de los zapatistas y después de aquel debate sobre si otros actores, además de legisladores debían usar esa tribuna; fue el rector de la UNAM en ese entonces, el doctor Juan Ramón de la Fuente, que habló en esa misma tribuna y fue otro ejercicio de apertura. También en esos momentos, en esos días, tuvimos una reforma a la legislación relacionada con ciencia y tecnología, y tuvimos una relación muy intensa con intelectuales, científicos. Recuerdo que Soledad Loaeza nos dijo: “Me voy con la convicción de que se ha abierto una ventana en San Lázaro”. Recogimos también en aquellos días, una iniciativa elaborada por un equipo que formó doña Rosario Ibarra de Piedra, sobre el tema de desaparición forzada y tuvimos la primera legislación sobre desaparición forzada en el país. Son –menciono– cuatro antecedentes importantes ocurridos en 2001, que dieron pie para que en el 2002 pudiéramos desarrollar un proceso legislativo de apertura. En efecto, fue importante lo que sucedió y me parece que fue importante el hecho. Quienes se organizaron, entonces, en el Grupo Oaxaca, yo creo que recorrieron un camino tal vez inédito, que ha sido ya recorrido varias veces después; no sabían qué iba pasar, pero finalmente hubo buenos resultados, y además las condiciones del país ayudaron; había un cambio político, que más allá de que hubiera coincidencias o no, en la

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nueva composición del mapa político del país había un cambio político, y eso ayudó también. Desde fuera se buscó que el Estado hiciera suyos reclamos de la sociedad y desde dentro se buscó la legitimación de las decisiones que se tomaran, desde un órgano del Estado. Creo que eso abrió una coyuntura interesante. Un par de comentarios más. Que es importante que haya información para las consultas que puedan ocurrir, estamos de acuerdo, porque además van a ocurrir más consultas. Entonces, entre más consultas haya la sociedad participará más y entre más información exista, las consultas serán mejores. Entonces creo que ahí podemos tener un círculo virtuoso. Nosotros también consideramos que debe de haber una transformación en la legislación de consultas. Ahora hubo un debate en el Senado muy interesante, sobre el tema de la Consulta del Aeropuerto, y planteó una interrogante la senadora Beatriz Paredes: ¿Por qué no se recorrió a esa prerrogativa de los senadores, que en un 33 por ciento podrían plantear realizar la consulta?, ya finalmente el Senado se renovó, ya empezó la Legislatura. Y, en efecto, es una pregunta que tiene sentido y nos lleva a la reflexión de la legislación que tenemos. Yo después le decía, en “corto” a Beatriz: “Es prácticamente imposible ejercer esos derechos que están en la legislación actual”. Si cursáramos ese camino, tendríamos, vamos a suponer, se junta el 33 por ciento, solicita que haya consulta, la aprueban las dos Cámaras y después la pregunta que se haga en la consulta, tiene que ser juzgada por la Corte. La Corte dirá si es constitucional o no.

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Pero hay varios temas que no se pueden consultar. No se puede consultar sobre seguridad, sobre el ejército, sobre restricción de derechos humanos, sobre el sistema electoral, sobre las características de nuestro sistema político, que están en el artículo 40 de la Constitución y no se puede consultar sobre cuestiones de ingreso y gasto. Ya ahí la Corte te dice que no se puede; las cuatro solicitudes que hubo no se pudieron; ninguna se puede, pues, todo tiene que ver con ingreso y gasto en algún momento. Entonces, primer problema. Segundo, que la propia legislación dice que puede haber, que la consulta puede dar el día de la elección federal constitucional. Esto quiere decir que haber solicitado esta consulta por esa vía, tendríamos que irnos hasta junio del 2021, obviamente para un tema apremiante, pues evidentemente que ya no tendría sentido posiblemente hacer esa consulta hasta entonces. Eso por mencionar dos de seis candados que tiene la actual Legislación. Ya será tarea nuestra revisarlos, pero regreso al punto inicial, consultas e información puede ser un círculo virtuoso muy importante en los próximos años. Después, sobre el tema de si la transparencia debe o no inhibir la corrupción. No es su objetivo inicial, por sí mismo el derecho de acceder a la información ya es un derecho humano, ya es un ejercicio democrático, ya es mayor salud para la República. Ahora bien, no obstante ello por supuesto que en el discurso jurídico, político, histórico, se ha asociado el acceso a la información con la inhibición de la corrupción, o sea, revelas la corrupción, la tienes que inhibir. ¿Qué tanto se ha avanzado en ese sentido? Creo que habría que hacer un ejercicio en general crítico al respecto. Pero por otra parte también –mencionaba yo en la exposición inicial– hay toda una serie de campos donde tenemos que entrar. Se supone que vamos a caminar en ese sentido, ya hay planteamientos de revisión del catálogo de delitos graves, de los delitos de corrupción, está el tema de extinción de dominio, están las políticas de austeridad que se van a impulsar y, bueno, tenemos que transformar la cultura también.

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Creo que si nosotros avanzáramos en más, más y más en el desarrollo del acceso a la información, pero no avanzamos en la erradicación de la corrupción, nos sentiremos necesariamente insatisfechos. Ahí la dejaría, por lo pronto. Muchas gracias. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias, señor senador. Y continuamos con la senadora Beatriz Paredes, hay dos preguntas que van relacionadas con lo mismo. ¿Cuál es el papel que debe jugar el INAI frente al nuevo gobierno y sus recomendaciones para este Instituto para ofrecer total acceso a la información en las acciones que lleve a cabo el nuevo gobierno? Y la segunda es: ¿Cómo van a seguir apoyando desde el Poder Legislativo los esfuerzos de la sociedad civil organizada para fortalecer el sistema democrático? Senadora Beatriz Paredes, tiene usted la palabra. Beatriz Paredes Rangel: Muchas gracias. Voy a hacer un comentario vinculado a alguna de las preguntas que le hicieron al senador Martí, que me tiene un poco preocupada esto que les voy a comentar y estoy segura que el senador Martí no está enterado y que rebota en el INAI. En la propuesta de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal no había ninguna mención explícita o expresa vinculada con los órganos autónomos; sin embargo, con excepción de los órganos autónomos del sector de energía, que ya el dictamen que está preparando la Comisión de la Cámara de Diputados reconsideró ese planteamiento que venía en la iniciativa. Sin embargo, ustedes saben probablemente que yo he sido legisladora muchos años y los legisladores sabemos que el diablo está en los detalles, en los pequeños puntitos.

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En el artículo que faculta a la Secretaría de Hacienda para nombrar las jefaturas de unidad administrativa, que ahora va a ser una función centralizada por Hacienda, no por cada titular del ramo, el artículo decía “las secretarías” y eso es pertinente. Yo no comparto el criterio de la centralización, pero lo entiendo, independientemente de que lo comparta, no. Es pertinente si el Gobierno de la República decide en el sector central del Gobierno Federal que se concentre la lógica de la administración de determinada manera. Y por ahí, por el camino cambió la palabra “las secretarías” por la palabra “las dependencias”. Y eso te da pie a una interpretación gigantesca. Lo comento porque me parece mucho más pulcro como venía en la iniciativa “las secretarías”, sin entrar a fondo a la discusión si es correcto o incorrecto. Cuando dices “las dependencias”, ahí se puede correr un riesgo de interpretación que incida en algunos de los órganos autónomos y desconcentrados. En fin, es un tema y probablemente incluso quien hizo el planteamiento no le vio estas posibles repercusiones. Y ya, me aboco a las preguntas. A mí me parece que hay mucho qué hacer a partir de hablar con quienes han tenido experiencias de gobierno y han hecho esfuerzos de transparencia. Me parece que es importante reconocer que hay presidentes municipales honestos, que hay gobernantes honestos y que hicieron esfuerzos de transparencia. Yo platicaba con Jacqueline Peschard y le decía que el ejercicio de la función pública tiene que ver con procesos y en los procesos siempre hay tramos clave, pero para eso tienes que conocer a la administración pública, tienes que saber, tienes que haber ejercido.

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Yo era una gobernadora obsesionada por dos temas, porque no hubiera tortura en el estado de Tlaxcala, ninguna. Le tenía un enorme respeto a doña Rosario Ibarra y me había impresionado mucho un discurso que dijo en la Primera Legislatura de la Reforma Política en donde fui legisladora, yo decía “tengo que lograr que no haya ni la menor posibilidad”. Yo fui gobernadora unos 10 años después de que fui la primera vez diputada y decía “¿cómo le puedo hacer?” Desde luego, órganos policiacos, etcétera. Y se me ocurrió una idea absolutamente exótica y extravagante, le puse a los penales, a los CERESOs, que entonces se llamaban penales, un teléfono público en donde los presos me podían hablar a mí y yo les contestaba; o sea, puse teléfonos para que los presos, si querían decirme algo, me hablaran. Cuando no estaba yo, se grababa y les contestaba. Y cuando estaba yo… Era mi teléfono rojo, pero de los presos. Y quiero decirles que al principio descompusieron en todos los penales los teléfonos, o sea, al principio las corporaciones o los propios delincuentes, sepa quién, descompusieron. Hasta que un día llamé a toda la estructura vinculada con el tema y les decía “ustedes se van a tardar en descomponerlos y yo en arreglarlos, este es un asunto crucial, porque necesito que estos señores me puedan decir si alguno de ustedes les puso de cates”. Yo creo que hay muchas soluciones novedosas e innovadoras que las autoridades que quieren hacer las cosas bien han intentado. Me parece que una cosa que puede enriquecer al INAI es un registro de buenas prácticas, de buenas prácticas que puedan incidir en alentar las buenas prácticas. De repente me parece que sólo jalamos orejas o decimos “éstos no sirven para nada o éstos son unas ratas”, pero también hay que ver dónde existen buenas prácticas. Y creo que otra cosa que puede servir es la caracterización precisa.

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Por ejemplo, los robos –que es una de las cosas más deleznables que me indignan enormemente– de la leche que se le reparte a los chiquitos. Si ya sabemos que en ese rubro hay algunos canijos que hacen diabluras, es claramente que en ese rubro hay que involucrar a las madres de familia en el proceso de licitación y verificación. Lo que quiero decir es: Si se revisa cada una de las fases de procesos específicos, con quien ha manejado el ejercicio del Gobierno, no con una visión técnica ni tecnocrática, porque entonces si es técnica o tecnocrática es: “Métele 10 trámites más”. Y meter 10 trámites más lo único que hace es mayor tortuguismo y mayor disfuncionalidad, y hay veces que no se trata de meter trámites, hay veces de quitar trámites. Me parece que ése sería uno de los asuntos. En cuanto al Poder Legislativo y la sociedad civil. El Senado en el que participamos, y aquí está el Presidente del mismo y miembro del Grupo mayoritario, y su servidora, me parece que somos un Senado muy anuente, muy dispuesto a involucrar, no sólo escuchar. Es una de las discusiones que está sobre la mesa. Yo creo que hay todo un terreno de discusión de fondo que tiene que ver con cómo modernizas instrumentos de democracia participativa; y después cómo consolidas instituciones de la democracia representativa con mecanismos de injerencia de la democracia participativa. Ese es el punto. Va a ser una de las grandes discusiones en el país, sobre el tipo de Estado nacional que vamos a tener en transición de democracia representativa a democracia participativa y si vamos a consolidar… Yo desde hace mucho soy más bien parlamentarista, pero creo que en la crisis de los partidos políticos que tenemos en México y el desencanto de la sociedad con los partidos políticos te da poco margen, pero yo soy más de vocación parlamentarista que presidencialista, siempre he sido. Pero creo que vamos a tener que encontrar un modelo de democracia representativa presidencialista que tenga mecanismos de injerencia y de toma de decisiones de la sociedad civil y métodos mucho más amplios para registrar los deseos de la sociedad civil.

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Me parece que como ejercicio teórico va a ser muy interesante. A mí alguno de los famosos estigmatizados –que yo creo que es uno de nuestros grandes problemas que estigmatizamos a diestra y siniestra– me platicó cuando en la Constitución de Venezuela iban a poner el cuarto nivel de gobierno. Yo creo que hay muchas cosas que ver en el mundo y que si hay cosas que en la práctica no han salido bien, no significa necesariamente que conceptualmente no hubiesen tenido valor. Nosotros tenemos en Tlaxcala, por ejemplo, un cabildo enorme, a los presidentes municipales les cuesta mucho trabajo su cabildo, pues sí; pero la población está contenta porque tiene ahí a su representante de su pueblito, bueno. En fin, yo creo que hay muchas opciones y que la sociedad civil encuentra puertas anchas, suficientes y permanentemente abiertas en esta Legislatura. Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muchas gracias. Finalmente, maestro Jorge Islas, un par de preguntas de los postulados originales del Grupo Oaxaca para usted: ¿Han alcanzado su máxima vigencia esos principios? Y ¿cuáles son los retos que tiene el INAI para consolidar su trabajo frente a los nuevos poderes y a la nueva realidad política? Jorge Islas López: Empezando por la segunda pregunta: Autonomía. Para que el INAI se consolide tiene que ser un órgano autónomo del Estado con absoluta autonomía para cumplir con el papel que está llamado desde la Constitución: Ser garante de la protección de un derecho fundamental en favor del gobernado. Y por la primera pregunta. Los principios. Los principios yo los concibo como metas que se pueden ir procesando, pero siempre va a estar, un principio de máxima publicidad; un principio de control social sobre nuestros gobernadores; principio de rendición de cuentas.

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Aunque existan las instituciones y los procedimientos, son principios que son perennes y que forman parte de una renovación constante de un sistema de gobierno llamado democracia. Muchas gracias. Blanca Lilia Ibarra García: Muchas gracias. Verdaderamente es siempre un lujo contar con ustedes en este panel. Yo quiero simplemente referir que celebro que quienes hace más de 15 años impulsaron, en donde hoy están aquí presentes, senadora Paredes, senador Batres, que puedan también ustedes ser quienes logren articular esos esfuerzos legislativos, primero para sacar adelante esos principios del parlamento abierto y dar muestra y ejemplo claro de esa convicción. Y, segundo, desde luego, y acompañando de manera personal lo referido por el maestro Jorge Islas, fortalecer a las instituciones autónomas para lograr así fortalecer al Estado democrático. Yo quisiera pedir al presidente Acuña, que pudiera cerrar también esta participación. Muchísimas gracias. Francisco Javier Acuña Llamas: Muchísimas gracias, Blanca Lilia, comisionada, coordinadora de este evento significativo, simbólico; cerrar esta mañana, porque vienen por la tarde otros dos módulos, con la presencia del señor presidente del Senado, Martí Batres Guadarrama. Muchas gracias por estar aquí, porque su sola presencia representa una gran intención de dialogar y de profundizar en lo que usted generó e inició, porque como legislador fue activo determinante, para que hubiese una configuración parlamentaria. Igual a la senadora Beatriz Paredes Rangel, por todo cuanto, ambos han dicho.

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A Jorge Islas López, porque fue interlocutor determinante de ese Grupo Oaxaca, que hoy ha estado toda la mañana y que se mantiene en presencia con nosotros, esos 10 nombres de académicos, intelectuales y dirigentes, directivos de medios de comunicación. Hay que recordarlos, Roberto Rock, de El Universal; Jenaro Villamil, de La Jornada, entonces, y Miguel Treviño del periódico El Norte y el periódico Reforma; Luis Ernesto Salomón, del Informador de Guadalajara, representaron la palanca que de los medios de manera más directa se involucró. Desde luego, de la academia, Jorge Islas López, Salvador Nava Gomar, Juan Francisco Escobedo Delgado, Issa Luna Pla, Ernesto Villanueva, fueron desde luego ellos quienes concitaron en un evento en Oaxaca una pauta que el Congreso, el Parlamento, la Cámara de Diputados, una Cámara alerta, sensitiva, con líderes parlamentarios sensibles, tomaron a bien y les dieron, como lo dijo Martí, los adoptaron; o sea, ese es un gesto que fue histórico y partió de un principio de la primera manifestación quizá de inclusión de una demanda de la sociedad civil que se plasmó en letra de ley y que echó a andar una historia que tiene 15 años de rodaje. La Presidenta fundadora del IFAI, María Marván Laborde, aquí con nosotros presente y durante el Seminario, otros comisionados y otras muy importantes representaciones de la sociedad civil que han tenido responsabilidades también de gobierno y, sobre todo, Beatriz –lo decías tú– de pluralidad. El pluralismo del Grupo Oaxaca se mantiene en el tiempo y los comisionados del IFAI y ahora del INAI también representamos la pluralidad de la sociedad mexicana en el papel de intelectuales también, de académicos y de experimentados representantes también de las instituciones forjadas para este input. Reconozco aquí a Oscar Guerra Ford, quien fuera Presidente del INFODF; reconozco aquí a Eugenio Monterrey, quien fuera Presidente del INFOEM, del Estado de México; y, por supuesto, a los demás comisionados, Blanca Lilia Ibarra, quien fuera Presidenta en su momento, durante un proceso –hay que decirlo– complejo de su propia institución, el órgano garante de Puebla, Blanca Lilia; desde luego Areli

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Cano Guadiana, de la primera etapa de comisionados; la primera Presidenta, Ximena Puente, que fuera Presidenta Ximena del INFOCOL, de Colima; y Areli Cano, compañera de Oscar, en el INFODF, en ese momento determinante, o sea, que ha habido representantes que han hecho y que son, fueron excomisionados y también otros que no lo fuimos, pero que fuimos parte de los procesos de discusión. A mí me tocó ser parte de este Grupo Oaxaca, afortunadamente, Martí, y lo digo, Beatriz, lo decíamos en la mañana, yo no fui el exponente de parte de la universidad, fue Salvador Nava Gomar; pero qué bueno, porque luego el Grupo Oaxaca determinó, bajo el principio de Sieyes, que los que fueran constituyentes no fueran constituidos. Entonces gracias a eso yo pude ser comisionado después y agradecer la enorme oportunidad que me ha tocado hasta de presidirlo por la confianza de mis compañeros. Cerrando, queremos decir, Martí, señor Presidente del Senado, el INAI ha emitido ya la semana pasada una manifestación plausible de su completo entendimiento del clima de austeridad. Y hemos regresado la semana pasada a la Tesorería de la Federación 45 millones de pesos del presupuesto de este año que estaba etiquetado en programas de acciones y que consideramos que en un gesto, en una interpretación desde luego clara de la señal de la austeridad republicana, teníamos que mostrar una señal hacia los otros órganos autónomos y hacia toda la sociedad. Y por supuesto, gracias, Martí, lo decimos aquí frente a ti, aunque ya lo manifestamos, la semana pasada por toda la noticia pública este tema quizá no quedó tan evidente, lo vamos a manifestar para que sirva de señal. También decirte que en la autonomía constitucional este organismo y sus comisionados, conscientes los siete, estamos elaborando, diseñando y estudiando las medidas que de mejor manera puedan comunicar a los señores legisladores, a los señores diputados especialmente, una austeridad que por convicción queremos demostrar, porque somos una institución sensata y sensible que debe entender que más allá de una exigencia de ley debe haber una actitud de proacción

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hacia la austeridad republicana que se ha puesto como la nueva filosofía que encamina a la República desde la posición de quien hará gobierno en la figura del próximo Presidente de la República, Presidente Electo y en la comunicación que hemos tenido con los legisladores y con quienes forman parte de su próximo Gabinete, hemos dejado manifiesto que el INAI quiere ser una institución modélica para estar a la altura de los tiempos. Muchísimas gracias por esta oportunidad, muy de verdad, gracias. Presentadora: En este momento, la Comisionada Blanca Lilia Ibarra, hace entrega de los reconocimientos a nuestros destacados analistas. A continuación, para llevar a cabo la toma de la fotografía oficial solicitamos a los comisionados Oscar Guerra, Eugenio Monterrey y los integrantes del Grupo Oaxaca sean tan amables de acercarse al estrado. Y a los medios de comunicación que lo consideren pertinente, acercarse para llevar a cabo la toma de la fotografía oficial.

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