la memoria histórica de los maestros y maestras ... bi… · la larga noche del franquismo...

COMUNICADO PRENSA

16-09-2018 CP095 BIS

Carrer Arquitecte Mora, 7 planta 3ª - 46010 València - http://www.fespugtpv.org/es-ES/sectores/ensenyament/publica

La memoria histórica de los maestros y maestras valencianos de UGT en los actos de homenaje de UGT País Valenciano Entre los actos que UGT País Valenciano está celebrando para conmemorar los 130 años de nuestra organización sindical y los 30 años como estructura organizativa en el País Valenciano, desde el sindicato de los trabajadores y trabajadoras de la Enseñanza de UGT – ahora integrado en la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (FeSP-UGT PV) – queremos destacar tres por estar directamente relacionados con la Educación, nuestra memoria histórica, y la Cultura del País Valenciano, y en los que se homenajeará a Matilde Salvador, Rodolfo Llopis y a los maestros y maestras de UGT.

La Unión General de Trabajadores del País Valenciano (UGT-PV) nace en 1988, superando la anterior organización del sindicato en secciones provinciales, para adecuar nuestra organización a la composición autonómica del Estado y a las peculiaridades del País Valenciano. Tras haber celebrado los pasados días 20 de julio y 7 de septiembre de 2018 los actos de homenaje a Matilde Salvador y a Rodolfo Llopis, continuamos el próximo 18 de septiembre de 2018, a las 18h, con el acto de homenaje, reivindicación y recuperación de nuestra memoria histórica a través de las maestras y los maestros ugetistas.

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Este acto reivindicará la memoria histórica de las maestras y maestros valencianos de la UGT, organizados primero como Asociación de Profesores Racionalistas (1909), luego como Asociación General de Maestros (AGM en 1912 y 1920), después como Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT 1931-2016), y ahora, tras la disolución de FETE-UGT, como sector y sindicatos de la Enseñanza, en la nueva Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (FeSP-UGT). En nuestro sindicato podemos diferenciar hasta seis etapas: Nuestros antecedentes (1909-1931), el nacimiento de FETE (1931-1036), la FETE durante la guerra civil (1936-1939), la larga noche del franquismo (1939-1975), la FETE desde su legalización hasta su disolución (1976-2016), el Sector y los sindicatos de trabajadores de la Enseñanza en la actualidad, dentro de la Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (2016-2018). Somos una organización sindical que ya en sus inicios apostaba fuerte por la dignificación del colectivo docente, su integración dentro del movimiento obrero y su lucha por sus reivindicaciones en un momento histórico en el que el servilismo impregnaba a otras asociaciones profesionales. El acto, que presentará Ismael Sáez, secretario general de UGT-PV y Pilar Mora, secretaria de formación, empleo e igualdad de género de UGT-PV, se celebrará en la Casa del Pueblo de UGT de Valencia el martes 18 de septiembre de 2018, a las 18h. Y contará con la inestimable colaboración de Carmen Agulló, que además de profesora de Historia de la Educación en la UVEG, es miembro del Consell de Cultura de UGT-PV y coordinadora del libro “20 Mestres del s. XX al País Valencià” (Ediciones 96), que servirá de base para celebrar este homenaje y reconocimiento, recordando a las maestras y maestros valencianos de la UGT que recoge el libro.

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En este libro se recuerda y homenajea a 20 docentes relevantes del País Valenciano, de distintos periodos del siglo XX y trayectorias profesionales, 10 mujeres y 10 hombres. Entre ellos se han seleccionado a 3 mujeres y 4 hombres, docentes ilustres todos ellos, que forman parte de los maestros y las maestras ugetistas, fundadores o integrantes de la naciente Federación de Trabajadores

de la Enseñanza en el País Valenciano (FETE-UGT PV). Sus nombres son Amparo Navarro Giner (1900-1986), Carmen Valero Gimeno (1893-1962) y Francisca Sanchis Ferrer (1896-1982), entre las maestras, y Rafael Arizo Aparici (1879-1967), Enric Soler i Godes (1903-1993), José Quirós García (1877-1972) y Ramón Ramia Querol (1896-1984), entre los maestros. Todos, ellos y ellas, pertenecen al primer tercio del siglo XX, momento de máximo auge de las nuevas técnicas pedagógicas y educativas, que se pudieron poner en práctica, que se materializaron, a través de la II República. Y que se frustraron, cortándolas de raíz, tras la Guerra Civil y la larga noche del franquismo. Nuestros maestros y maestras sufrieron la represión, la cárcel y el exilio interior y exterior. Echando la vista atrás y haciendo un breve recorrido por la historia de nuestra organización, comprobamos que buena parte de los planteamientos que hoy defendemos, están basados en los postulados que las maestras y maestros de nuestro sindicato defendieron en el primer tercio del siglo XX. Postulados que, a través del tiempo, permanecen como nuestras señas de identidad: una enseñanza pública, laica, gratuita, unificada, crítica, racional, basada en la solidaridad humana e impartida en régimen de coeducación. En el primer tercio del pasado siglo se luchaba por erradicar el analfabetismo de la sociedad y FETE exigía la construcción de más de 30.000 escuelas. Desde sus orígenes, el sindicato organizó clases y escuelas laicas socialistas en las Casas del Pueblo que acogían a ciudadanos de todas las edades, cooperativas con materiales escolares. Las maestras y maestros republicanos se convirtieron pronto en todo un referente para el resto de colectivos, entre otros motivos, por la entrega y dedicación que mostraron siempre a la hora de ejercer su profesión. Tal fue esa dedicación, que en pleno período bélico muchos de ellos, integrados entonces en la FETE, se ofrecieron para dar clases y conferencias a los milicianos. Las Milicias de la Cultura son una creación de nuestra organización durante la Guerra Civil. Las Milicias de la Cultura fue un cuerpo de maestros e instructores, docentes todos ellos, creado durante la Guerra Civil Española por el gobierno de la República al objeto de facilitar la enseñanza básica y media a la tropa en combate, así como formación complementaria a los mandos, y que tuvo su origen al inicio de la guerra en el proyecto formativo en los frentes de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE), y contó con los cinco años de experiencia rural de las Misiones Pedagógicas (1931-1936). Así, conocemos que especial agradecimiento debemos a nuestras maestras y maestros, afiliados y afiliadas al sindicato que, incluso en los tiempos difíciles de la Guerra Civil, participaron en las “milicias y brigadas culturales” para proseguir la labor de enseñar a leer y escribir o en las colonias infantiles para seguir atendiendo y educando a los hijos de los combatientes. Por esa dedicación mostrada a lo largo de los años, no debemos olvidar que nuestra organización sindical bajo unas siglas u otras –AGM, FETE, FeSP–, siempre vinculada a UGT, constantemente ha tenido como principal objetivo la defensa de los trabajadores y las trabajadoras de la Enseñanza. Una defensa que se ha ido adaptando a las necesidades de cada tiempo. De este modo, en los inicios del siglo XX, este sindicato reivindicaba retribuciones dignas que les equiparasen con el resto de funcionarios; un perfeccionamiento que les ayudase a mejorar profesionalmente y casas en los municipios que les permitiesen vivir con dignidad.

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Reivindicaciones todas ellas que, por mucho que nos sorprendan hoy, no eran más que el claro reflejo de las necesidades a las que debía hacer frente este colectivo. Terminada la guerra civil, tanto las siglas de FETE, como quienes las defendieron con orgullo y valentía, sufrieron durante un largo periodo de la historia la dureza de la represión y el exilio. FETE fue acusada de todas las iniquidades imaginables, y aun así continuó desarrollando su labor educativa y cultural, sobre todo en el exilio. Ahora, muchos años después, seguimos reivindicando mejoras en las retribuciones y condiciones laborales, una promoción profesional acorde con la función docente, además de una formación adaptada a la multiculturalidad, el feminismo y las nuevas tecnologías. Retribuciones, formación, defensa y atención del más desfavorecido, han permanecido constantes en la ya larga historia de nuestra organización. A partir de ahora, nos queda un largo camino por recorrer, pero la mejor forma de honrar y agradecer la labor de los que nos precedieron es seguir trabajando en el sindicalismo, considerando a la educación como la mejor inversión de futuro de cualquier sociedad.

Rafael

Arizo Aparici (1879-1967)

Amparo Navarro Giner (1900-1986)

Enric Soler i Godes (1903-1993)

Carmen Valero Gimeno

(1893-1962)

Ramón Ramia Querol (1896-1984)

Francisca Sanchis Ferrer

(1896-1982)

José Quirós García (1877-1972)

Las maestras de FETE-UGT

Es la propia Carmen Agulló, la que glosa y biografía la figura de Amparo Navarro Giner (1900-1986). De ella dice Carmen Agulló, que “era una maestra apasionada por la escuela y por su alumnado. Pero también por la lengua, por su País (el País Valenciano), por la renovación pedagógica, por la igualdad entre hombres y mujeres y, por el cambio social. Protagonista de la historia en los ilusionantes años republicanos, sería olvidada y silenciada en la larga noche del franquismo”. Angelina Carnicer – también de FETE –, “solo siete años mayor que ella, la va a conducir

hacia las didácticas y experiencias prácticas renovadoras y la va a introducir en el círculo de intelectuales institucionistas que van a fundar la escuela de Cossío y el Instituto-Escuela, siguiendo el modelo de la ILE, con la intencionalidad de poder ofrecer a sus hijos una educación liberal, laica y crítica”. Además de afiliada a la FETE y a la Associació de Mestres Valencians, su compromiso político la llevará a la militancia en la Agrupación Valencianista Republicana (1933) y a ser miembro fundador del Partido Valencianista de Izquierdas (1935)… y participará como oradora, en numerosos actos de propaganda electoral en la campaña de 1936 a favor del Frente Popular…

“Seguimos defendiendo la construcción de un sistema educativo integrador, sin olvidar dotar a los centros y a los trabajadores del apoyo necesario para mejorar la calidad”

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“Recordamos su memorable intervención en el gran mitin del 8 de marzo de 1936, en el teatro Serrano de Valencia, al lado de Enriqueta Agut – “la palometa del Front Popular”, también de la FETE – y de Alejandra Soler, entre otras compañeras”.

“La derrota de abril de 1939 significará el inicio de una larga etapa de penalidades personales y profesionales. Comenzarán unos años perdidos. Que como la propia Amparo reconocía, más que estar ‘en blanco’ serian ‘en negro’”. Va a estar presa desde junio de 1939 hasta septiembre de 1941. Sometida a la jurisdicción militar y acusada del delito de adhesión a la rebelión con la circunstancia agravante de perversidad y transcendencia del daño. Se le pide pena de muerte, pero es absuelta por falta de pruebas. De manera paralela al proceso militar, también es sometida al procedimiento de depuración del magisterio, y en 1941 es separada definitivamente del servicio, aunque fue rehabilitada en 1963, y se pudo jubilar como maestra en 1970.

“Los maestros y especialmente las maestras republicanas, van a ser, probablemente, – dice Joan Morell, en la introducción a la figura de Carmen Valero Gimeno – el ejemplo más claro de la lucha y del compromiso por una sociedad culta,

democrática e igualitaria. Fueron decididas y valientes estas mujeres, que se formaron para aplicar en las escuelas pedagogías activas, como las de Freinet, para hacer de la educación el camino amplio y extenso hacia el progreso, frente a una sociedad, como la valenciana de principios del s. XX, caciquil, patriarcal y mediatizada por la religión. Carmen Valero fue una excelente representante de aquellas promociones de maestras republicanas que a causa de su actitud progresista, su sólida formación, su compromiso político y sindical, y su actividad profesional como maestra de niñas en su ciudad natal, Oliva, entre 1923 y 1939, fue juzgada sumarísimamente y depurada profesionalmente al acabar la guerra, con tal de anular lo que había hecho y de olvidar lo que había representado”. “Documentalmente existe la certeza de la afiliación de Carmen Valero a FETE-UGT el día 1 de febrero de 1931, meses antes de la proclamación de la II República. Y es probable que antes de 1929 colaborara con la FUE en la organización de las colonias escolares. Por esta colaboración se le nombró miembro del Comité de Honor de la Junta de Colonias, a la que pertenecían personalidades de la política y de la cultura como Rodolfo Llopis o el doctor Peset Aleixandre”.

“No se ha podido concretar cuando y como Carmen Valero entra en contacto con las técnicas de Freinet… Esta pedagogía llega al País Valenciano en el año 1933, cuando Célestin Freinet acude a unas escuelas de verano de Catalunya, donde coincide con maestros que trabajan en el País Valenciano, como son Eric Soler i Godes y José María Asunción del grupo Batec, el cual empleaba el método de Freinet en Yatova y Buñol. Es posible que Carmen Valero se iniciara en esta metodología en sus estancias en las colonias de Buñol. Otra posibilidad… por la influencia de su cuñada, Marina Fiol Alós, maestra a Barxeta, que, en octubre de 1935, publica la revista escolar… utilizando el esquema de las revistas freinetistas y la técnica de edición de la ‘gelatina de coca’.” Carmen Valero sería una maestra integrada en el movimiento freinetista… “entendido como una propuesta pedagógica global de trabajo dentro y fuera del aula que, además de defender y practicar los principios de la Escuela Nueva de actividad, libertad, vitalidad, individualidad y colectividad, vaya más allá y quiera, en la senda marcada por la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia, una escuela popular, laica, cooperativa y solidaria, transformadora al mismo tiempo de la educación y la sociedad”.

Documento de la Escuela Normal de Valencia de 23 de octubre de 1936, en el que se pide al presidente de la Federación Valenciana de Trabajadores de la Enseñanza (FVTE) que designe al representante del sindicato en el Comité del Centro entre sus afiliados, profesores de la Escuela, que son Angela Carnicer, Carmen Garcia de Castro, Concepción Tarazaga, Julio Cosin y su directora Maria Villén. (Fuente: Carmen Agulló).

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“El final de la guerra va a significar para Carmen Valero y su hijo” (al igual que le pasó a Amparo Navarro) “el inicio de la represión”. “En septiembre de 1939 fue juzgada sumarísimamente acusada de educar al estilo ‘ruso-soviético’, de pertenecer a la masonería, de ser ‘roja perdida, atea y anticatólica’ y de ser ‘el enlace del Frente Popular y el Comité de Salud Pública de las checas de la CNT y la UGT”. En primera instancia se le condena a 20 de reclusión menor, pero el recurso y nuevas declaraciones exculpatorias permitieron su absolución en diciembre de 1939 del delito de “adhesión a la rebelión”. Por su parte, la comisión depuradora la condena a la separación del servicio desde 1942 a 1951, cuando se le permite reincorporarse a la escuela de Bétera, donde continúa aplicando metodologías activas, adaptándolas a las limitaciones del régimen dictatorial. Muere en 1962, un año antes de su jubilación.

El pensamiento y la práctica educativa de Francisca Sanchis Ferrer (Paquita), dice su biógrafo en el libro, Alberto Herrero, se resume en estas afirmaciones: “Los niños son el futuro y hay que darles felicidad, seguridad en sí mismos y deseo de ser buenos ciudadanos”. Sus autores pedagógicos: Maria Montessori, Édouard Claparède y, sobretodo, Leonor Serrano Pablo, a quién llegó a conocer. Su carrera profesional empieza en 1922 y hasta 1930 la desarrolla en Pina (cerca de Barracas), y de 1930 hasta el inicio de la guerra (1936), en Liria, y “ya en situación excepcional en

Valencia, en la Fundación Pablo Iglesias que acogía niños refugiados, hasta 1939”. Por sus ideales y prácticas educativas, el régimen franquista la condenó a seis años y un día de prisión y a expulsarla del magisterio durante 25 años, hasta 1964, cuando ya tenía 68 años de edad, en que es rehabilitada, ejerciendo en Mislata hasta su jubilación con 70 años. De su condena cumplió 1 año, 8 meses y 21 días, en condiciones insalubres y lugares donde presos y presas eran ofendidos y humillados, y donde muchos de ellos murieron. El 8 de mayo de 1941 fue puesta en libertad condicional y “como consecuencia de la prisión y la falta de sueldo, aportación económica que permitía la supervivencia de la familia”, quedó en la más completa miseria. Su marido muere en 1942 y ella, para sobrevivir en esos años de larga postguerra, menos robar y prostituirse, tuvo que hacer de todo. Paquita le decía a su nieto, poco antes de morir, que “su vida se había fraguado en el yunque de la desgracia”. Y es verdad – relata su hija Palmira –, “desde quedarse huérfana de madre cuando era pequeña, su padre muerto en accidente, la guerra, la cárcel, la muerte de mi padre, la postguerra… la verdad es que pudiendo haber sido feliz, muy feliz, pues pasó muchas desgracias”. “Paquita es una auténtica ciudadana republicana, el naturismo fue muy importante en su vida, pero no lo fue todo. Están también la libertad, la cultura, sus ideas progresistas, todo eso que formaba parte de su ideario”. “Y no es de extrañar que consecuencia de estos ideales se afiliara, con el número 16, en el año 1931, a la FETE-UGT. Va ser la primera mujer que formara parte de este sindicato en Valencia, lo que dice mucho de su valentía, de su compromiso y de su carácter transgresor. Unos años después, en 1934, se va afiliar a Izquierda Republicana, demostrando con aquella doble militancia su firme adhesión a la República. Tanto es así que el 10 de septiembre de 1936 va a ser trasladada a Valencia, a la Fundación Pablo Iglesias, para que diera clase a los parvulitos refugiados de la guerra. Este traslado a Valencia significaba una muestra de la confianza del régimen republicano en los maestros, a los que les encomendaba las tareas de enseñanza de los niños evacuados”. “Paquita va a ser juzgada en un consejo de guerra sumarísimo acusada de propagar ideas marxistas y antirreligiosas, y de incitar a la rebelión. La condena desorbitada: seis años y un día de prisión. Eran consejos de guerra, no juicios de nada… Le dijeron que había propagado, entre los alumnos, idas marxistas y antirreligiosas. Ella les dijo que sus alumnos eran párvulos, pero además, como ella se sentía servidora del Estado, cuando el Estado le dijo que no enseñara religión, ella no la enseñó. Luego, en contestación al pliego de cargos, dijo que era de Izquierda Republicana y la FETE. Y ¿por qué había pagado el Socorro Rojo? Pues porque la FETE nos dijo que teníamos que dar un día de nuestro haber y lo di”. Paquita dijo la verdad, pero no eran verdades para que te llevaran a la cárcel – relata su hija Palmira – “Son tantas cosas las que han caído sobre las personas librepensadoras y progresistas, todo ha caído encima, eso es lo que ha tenido nuestro país”. “Palmira cierra el recuerdo de su madre con un homenaje de reconocimiento a las maestras republicanas, compañeras de profesión y de ideales de Paquita Sanchis Ferrer, con un deseo y una llamada a recuperar aquella utopía”. Palmira concluye: “Las maestras republicanas como mi madre, eran muy inquietas, muy avanzadas, y todo eso se perdió y ha durado muchos años, muchos años de guerra, de postguerra, de transición, que parece que la transición no se ha acabado todavía”.

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Los maestros de FETE-UGT

De Rafael Arizo Aparici se dice en el libro, por Wilson Ferrús – que glosa su figura – que “forma parte del grupo de maestros que lideraron y fueron precursores de la renovación pedagógica al País Valenciano, que desarrollan su quehacer pedagógico a caballo de dos siglos y que serían modelo de las generaciones posteriores, las que verían en ellos un ejemplo de ruptura con las posturas conservadoras (...) En marzo de 1929 lo encontramos entre el grupo de maestros valencianos que constituyeron el Grupo de Valencia de la Liga Internacional de Educación Nueva (…) destacados en la

defensa de la práctica y la difusión de las ideas pedagógicas de la Escuela Nueva y el Institucionismo (…) Coincidiendo con la proclamación de la II República, se implica políticamente con la convicción de que había que cambiar la escuela para cambiar la sociedad. Además, su vinculación con el asociacionismo más combativo, ya le había conducido a formar parte del grupo de maestros que habían fundado el sindicato FETE, donde se había afiliado, con sus dos hijos mayores, el 1 de febrero de 1931. De hecho, en el primer congreso que celebra el sindicato en Madrid, los días 2,3 y 4 de abril, asiste en representación de Valencia (…) Por su implicación en la lucha antifascista, el papel que va a jugar en las instituciones y la masonería, y la participación directa en los proyectos educativos republicanos será duramente castigado (tanto él como sus hijos) por los golpistas”.

José Quirós García también “será uno de los fundadores de la FETE valenciana, el 1 de enero de 1931, con el número seis de una lista que encabezaba José Barrachina Camellín y en la que figuraban alguno de sus mejores amigos y compañeros: los Rafael Arizo, el padre y el hijo, con los números tres y cuatro, Ramón Codoñer Pons y Adelardo Sanchis Pla. Quirós firmará y divulgará, mecanográficamente, el Reglamento de la Asociación Local del Sindicato Profesional de Maestros FETE-UGT, el 30 de junio de 1938, conjuntamente con otros maestros comprometidos (J. Calvete,

Josepa González, E. Pérez y Ramón Codoñer”…) “Su adscripción política, sin embargo, difería de la de otros pedagogos, también compañeros en las tareas innovadoras y mayoritariamente sindicados en la FETE. Militante comunista será José Antonio Uribes o valencianista de izquierdas Antonio Vallet, pero sus grandes amigos y compañeros como Rafael Arizo Aparici y Alejandro Pérez Moya militaran, como Quirós, en el blasquismo del PURA”. (…) Quirós, evidentemente, estaba entre los docentes a quienes la pesada losa de la depuración debía de afectarles de forma especial. La purga ejercida no solamente le afecta gravemente a él, sino también a sus dos hijos que se habían integrado en el magisterio. Tanto él como sus dos hijos, José y Rosa procedentes del Plan Profesional, fueron castigados con la separación definitiva del servicio o inhabilitación para el desempeño de escuelas”. Como bien titula en el libro el autor de la reseña, Jesús Huguet – nuestro compañero también del Consell de Cultura de UGT-PV –, José Quirós García pasó de la defensa “de la escuela unificada a la represión”.

De Ramón Ramia Querol se dice en el libro por su glosador, Vicent Rocher, que era “miembro activo y fundador de la FETE valenciana, se afilia al sindicato en el mes abril de 1931, antes de la proclamación de la II República. Será miembro del Comité de la FETE-UGT en la creación del Frente Único del Magisterio Nacional y forma parte del grupo marxista de este sindicato. Va a tener un papel destacado durante la guerra, tal y como se puede apreciar en la prensa de la época. Muy identificado con los presupuestos del Frente Popular, escribe un artículo en el Mercantil Valenciano pidiendo el

voto de los docentes para el maestro José Antonio Uribes, miembro de esta candidatura y que saldrá elegido diputado por el Frente Popular, por el Partido Comunista” (...) “Después de la guerra civil, para apartarlo del magisterio los argumentos fueron éstos: ‘Ser Secretario de la FETE, Socialista y pertenecer desde septiembre al Socorro Rojo Internacional, Vocal de la Junta para nombramiento de Maestros Interinos; Consejero de Asistencia Social y miembro del Comité de Sindicatos de Maestros de Valencia” (…) “En resumen, los motivos aducidos para la condena a 30 años de prisión fueron los siguientes: ‘Inculcar en la escuela ideales socialistas, estando afiliado al Partido Socialista, Tesorero de la FETE, llegando a ser consejero, Maestro del Ministerio de Asistencia Social e interventor en la depuración de Maestros. Envió evacuados a sus hijos al extranjero durante la Guerra así como a su esposa, sin que ninguno de ellos se pasara a la Zona Nacional’”.

“Por lo que parece, la familia buscó los avales de todas aquellas personas que lo conocían y está constatado que, tanto en les Coves de Vinromà como en Paterna (localidades donde ejerció como maestro), la gente van a firmar masivamente a su favor, tanto los de derechas como los de izquierdas. Finalmente estuvo en prisión dos años durante los cuales no va a perder el tiempo. Era un hombre muy estricto y riguroso y va a aprender inglés y alemán”.

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“…Don Ramón va a ser apartado, depurado, del magisterio. Ya no podía ejercer más como maestro. Al salir de la prisión fue haciendo lo que podía: representante, viajante… etc. De Valencia se traslada a Madrid, donde llega a dar clases nocturnas de bachillerato y además, elabora unos textos para la Academia Ripollés, materiales que durante muchos años van a estar vigentes”. En 1960 se acepta su solicitud de reincorporarse a la docencia, momento en el que tiene 64 años de edad. Finalmente, cuando tenía 68 años de edad, vuelve a la escuela en Closa (Valencia) y el año siguiente en Picassent, donde cumple los 70 años y se jubila. Poco tiempo pudo disfrutar de aquello que era su pasión: la docencia”.

De Soler i Godes se dice en el libro por Hermini Segarra, que “por su forma de ser, acabada la guerra e instaurada la dictadura de Franco, fue procesado y acusado de ser un ‘rojo-separatista’, ‘un republicano izquierdista’ y ‘antifascista’. Por eso lo consideraban un ‘enemigo del

movimiento’. También lo acusaron de no ser un practicante de la religión católica y que estuviera afiliado a la FETE-UGT”. Hermini titula su reseña, “Enric Soler i Godes, un maestro freinetista y valenciano”. Gerardo Fernández Asenjo, nuestro compañero y amigo, un gran maestro y un sindicalista de los pies a la cabeza, el último presidente de honor de FETE-UGT PV, realiza una síntesis esplendida de Enric Soler i Godes, cuando trata su expediente de depuración del magisterio en su libro Memoria Histórica. FETE-UGT Castellón 1931 – 1938. Maestros depurados, maestros silenciados: “Nos podemos preguntar que sabemos de un modo plenamente objetivo sobre Soler i Godes: que era un hombre educado y culto, que era buena persona y que nunca hizo daño, que escribía en valenciano, que colaboró en distintos medios, que utilizaba pseudónimos literarios en sus colaboraciones, que fue firmante de les “Normes de Castelló”, que introdujo las técnicas de Freinet en Ortells y Sant Joan de Moró, que en 1931 se afilió a FETE-UGT Castellón, que antes del final de la Guerra estuvo destinado en Portas (Lugo) –recuérdese que durante la dictadura de Primo de Rivera se daban destinos en toda España –, Ortells y Sant Joan de Moró (Castellón); que el comienzo de la Guerra Civil estuvo algunos meses en FETE colaborando en las acciones que allí se realizaban, que manifiestamente contó con muchos amigos y algún enemigo concreto, que planificó perfectamente su defensa a través de un buen pliego de descargos, que recibió el apoyo o la comprensión del presidente de la Comisión Depuradora y que era más o menos religioso y que era más o menos de izquierdas”. (...) “Enric Soler i Godes fue perseguido cuando entraron las fuerzas franquistas en la localidad en la que ejercía como maestro y padeció alejamiento temporal geográfico, es decir, que por resolución del proceso de depuración le mandaron 5 años a un pueblo de la provincia de Santander”, después de haber pasado por la Comisión Depuradora de Castellón y dos Consejos de Guerra, “que le conmutaron la pena impuesta por esta situación de exilio. Volvió al País Valenciano en 1945”. En su libro, también añade Gerardo Fernández una curiosa anécdota sobre Enric Soler i Godes, al hablar de su investigación en el Centro de Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, donde se encuentra actualmente la documentación incautada a nuestro sindicato tras la toma de Castellón por las tropas franquistas el 14 de junio de 1938, “…Encontramos las fichas de algunos compañeros que habían ocupado cargos en nuestra organización… Cuando llevábamos unas 300 revisadas, más o menos, nos topamos con la sorpresa de encontrar la de Enric Soler i Godes. Con esta ficha podíamos demostrar que este escritor y pedagogo se afilió a FETE-UGT el 1 de mayo de 1931, y al parecer continuaba afiliado al final de la Guerra Civil y que había ocupado el cargo de Vicesecretario General de la sección de Castellón. Figura con su nombre y apellidos en castellano y como maestro propietario en Moró-Villafamés. Y también sabemos por la ficha que ocupaba el número cuatro por su inscripción en la sección provincial de FETE-UGT Castellón, con la misma antigüedad que el número uno, José González Piquer; lo que no impide que tuviera una ficha de afiliación anterior a la Asociación General de Maestros. Teníamos plena certeza de la colaboración del escritor con el boletín de la FETE de Castellón, pero no contábamos con su ficha de alta y desconocíamos la fecha de incorporación; ambas cosas quedaron aclaradas con esta gestión”.

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Proyección del Documental de FETE-UGT “Las Maestras de la República”, ganador del Goya en 2014 al mejor documental.- Finalizará este emotivo acto de homenaje y reconocimiento de las maestras y los maestros de la UGT, con la proyección del Documental de FETE-UGT, “Las Maestras de la República”, ganador del Goya al mejor documental en 2014. Las maestras republicanas simbolizan el proyecto de transformación social y cultural de la Segunda República. En sus trayectorias vitales encontramos la plasmación de las esperanzas, las experiencias y los logros alcanzados por las mujeres españolas en esos años de cambios profundos, en los que las mujeres obtuvieron la ciudadanía civil y la ciudadanía política y en los que la educación era concebida como el fundamento de una auténtica democracia. La profesión de maestra era uno de los pocos ámbitos laborales en el que las mujeres habían ido conquistando, desde el siglo XIX, un terreno de afirmación, reconocimiento y legitimación en la esfera pública. En los años treinta del siglo pasado, numerosas maestras se identificaron con las ideas de libertad de pensamiento y de cátedra, de promoción de la libertad individual y de laicismo; en las aulas utilizaban la experimentación, la creatividad y los métodos participativos de aprendizaje, trabajaban al aire libre, hacían excursiones y fomentaban la educación física de alumnos y de alumnas.

Esta obra pretende recuperar y difundir la historia y las historias de las maestras republicanas. Aspira asimismo a rendir homenaje a unas mujeres valientes y comprometidas, que participaron en la conquista de los derechos de las mujeres y en la modernización de la enseñanza y, con ello, en la construcción de una sociedad democrática y libre. En sus vidas aúnan dos objetivos políticos que hoy en día siguen siendo referentes y mantienen su vigencia: la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y por una educación pública y democrática.

El documental recrea a través de imágenes de archivo y de entrevistas con familiares e historiadoras, entre ellas Carmen Agulló, el decisivo papel que desempeñaron las mujeres en la modernización de la educación que se llevó a cabo durante los años de la II República.

Las maestras republicanas simbolizan mejor que nadie el proyecto de transformación social y cultural de la II República, uno de cuyos objetivos fue garantizar el derecho social a la educación. El modelo republicano buscaba una enseñanza pública, obligatoria, laica y capaz de garantizar la desaparición de diferencias entre el alumnado. En ese contexto, las docentes que encarnaron ese cambio social se convirtieron en modelo de ciudadanas tanto para sus alumnas como para el conjunto de la sociedad. Con este documental, dirigido por Pilar Pérez Solano, FETE-UGT pretendió recuperar la gran labor que desempeñaron estas mujeres en la conquista de la igualdad y de la educación pública y democrática.

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