la hormiga escritora nro 1

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CAÍDA DEL MANDAMÁS El Mandamás se subió a una silla, frente a un gran espejo, para ensayar su próximo discurso. La silla cedió ante el peso y el Mandamás se dio un porrazo. El periódico oficialista, atento a toda noticia de palacio, informó sobre el incidente con un gran título en que se destacaba la palabra “caída”. Gran parte del pueblo, que había salido a la calle a festejar, fue ametrallada por la policía. La silla no fue reparada. COLEGIO DE CARDENALES Los veía a la distancia pero no podía percibir ningún sonido. Era como una película de cine mudo, salvo que aquellas imágenes eran todas en blanco y negro. Ahora no: los cuerpos congregados en actitud de meditación o de oración eran manchas negras, pero se advertían los toques de color que marcaban las cabezas de los cardenales. Estaban reunidos en un conciliábulo. ¿Por qué allí precisamente, en el centro del patio del convento? Intentó contarlos, pero no le resultó fácil. Por lo menos, se dijo, les tomaría una foto. Extrajo la cámara procurando no hacer ningún ruido, con la esperanza de que no lo descubriera algún cardenal enemigo de los paparazzi. Apenas pudo definir el encuadre enfocó el teleobjetivo hasta lograr una definición que le pareció perfecta. Pero justo en el momento en que su dedo se apoyaba sobre el obturador los cardenales levantaron vuelo, posiblemente en dirección a los árboles del parque cercano. Malditos pájaros, dijo con rabia, ¿nunca conseguiré fotografiarlos? 1. David Lagmanovich LA HORMIGA ESCRITORA Si una hormiga resultara escritora, ¿qué podría escribir sino minificción? LA HORMIGA ESCRITORA Y EL AMOR La hormiga escritora, cuyo sexo no nos consta, dijo alguna vez que sólo podía escribir cuando estaba enamorada. Por desgracia, no sabemos cuándo lo estuvo ni de quién. Las enciclopedias actuales sólo consignan las fechas de su nacimiento y muerte, ambas en el mismo año. Hay quienes sostienen que debido a estas lagunas informativas nos hemos privado de conocer una maravillosa historia de amor. LA HORMIGA ESCRITORA Y LA MUERTE La hormiga escritora dejó preparado un libro titulado “El amor, las hormigas y la muerte”. Alcanzó a entregárselo a un editor, pero éste, que en su tiempo libre fabricaba hormiguicidas, la roció con el líquido letal. Con un leve cambio en el título, el libro alcanzó muchas ediciones y enriqueció al editor, quien cobró religiosamente los derechos de autor. DAVID LAGMANOVICH (Hunca Renancó, Córdoba, 1927 - Tucumán, 2010). Poeta, narrador y ensayista. Doctor en Lengua y Linguistica por la Universidad de Georgetown (Estados Unidos). Publicó 15 libros de poesía, 1 de cuentos, 7 de microrrelatos, 17 de ensayos y crítica literaria, 2 de pedagogía y 1 de memorias. La hormiga escritora Órgano de difusión de la Asociación Literaria “Dr. David Lagmanovich” Ilustraciones: LEONARDO IRAMAIN (dibujos a una línea)

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Hoja de difusión

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  • CADA DEL MANDAMS

    El Mandams se subi a una silla, frente a un gran espejo, para ensayar su prximo discurso. La silla cedi ante el peso y el Mandams se dio un porrazo. El peridico oficialista, atento a toda noticia de palacio, inform sobre el incidente con un gran ttulo en que se destacaba la palabra cada. Gran parte del pueblo, que haba salido a la calle a festejar, fue ametrallada por la polica. La silla no fue reparada.

    COLEGIO DE CARDENALES

    Los vea a la distancia pero no poda percibir ningn sonido. Era como una pelcula de cine mudo, salvo que aquellas imgenes eran todas en blanco y negro. Ahora no: los cuerpos congregados en actitud de meditacin o de oracin eran manchas negras, pero se advertan los toques de color que marcaban las cabezas de los cardenales. Estaban reunidos en un concilibulo. Por qu all precisamente, en el centro del patio del convento?Intent contarlos, pero no le result fcil. Por lo menos, se dijo, les tomara una foto. Extrajo la cmara procurando no hacer ningn ruido, con la esperanza de que no lo descubriera algn cardenal enemigo de los paparazzi. Apenas pudo definir el encuadre enfoc el teleobjetivo hasta lograr una definicin que le pareci perfecta. Pero justo en el momento en que su dedo se apoyaba sobre el obturador los cardenales levantaron vuelo, posiblemente en direccin a los rboles del parque cercano. Malditos pjaros, dijo con rabia, nunca conseguir fotografiarlos?

    1. David Lagmanovich

    LA HORMIGA ESCRITORA

    Si una hormiga resultara escritora, qu podra escribir sino minificcin?

    LA HORMIGA ESCRITORA Y EL AMOR

    La hormiga escritora, cuyo sexo no nos consta, dijo alguna vez que slo poda escribir cuando estaba enamorada. Por desgracia, no sabemos cundo lo estuvo ni de quin. Las enciclopedias actuales slo consignan las fechas de su nacimiento y muerte, ambas en el mismo ao. Hay quienes sostienen que debido a estas lagunas informativas nos hemos privado de conocer una maravillosa historia de amor.

    LA HORMIGA ESCRITORA Y LA MUERTE

    La hormiga escritora dej preparado un libro titulado El amor, las hormigas y la muerte. Alcanz a entregrselo a un editor, pero ste, que en su tiempo libre fabricaba hormiguicidas, la roci con el lquido letal. Con un leve cambio en el ttulo, el libro alcanz muchas ediciones y enriqueci al editor, quien cobr religiosamente los derechos de autor.

    DAVID LAGMANOVICH (Hunca Renanc, Crdoba, 1927 -Tucumn, 2010). Poeta, narrador y ensayista. Doctor en Lengua y Linguistica por la Universidad de Georgetown (Estados Unidos). Public 15 libros de poesa, 1 de cuentos, 7 de microrrelatos, 17 de ensayos y crtica literaria, 2 de pedagoga y 1 de memorias.

    La hormigaescritora

    rgano de difusin de la Asociacin Literaria Dr. David Lagmanovich

    Ilustraciones: LEONARDO IRAMAIN (dibujos a una lnea)

  • EL NOMBRE

    El expsitoel hijo de la expsitasabeque su nombre es falsoapenas un garabatoen el libraco de la historiauna vibracin imperceptibleen la implacable computadorade los mormones.

    Las pginasempalidecen a su alrededory en cada punto y apartehay una muecay l no sabesi es lstima o desdny no lo quiere saber.

    LA DIFUNTA

    Pertinazmente adherida a la vidaderrama malevolencia sobre los campos de trigocon la mirada derriba las aves en pleno vuelooscurece el color de las amapolassilencia a Mozart para que no manche sus odosy en el vino de los adolescentes arrojala interminable ceniza de sus cigarrillospara inducirlos a la templanza.

    Est muerta, pero no lo sabe.

    A OTRO LADO

    Cuando me vio sufrir mir hacia otro ladoy entretuvo sus dedos en la lejana.

    Y fue como si otra vez fuera un expsitoen el patio inclemente del hospicio.

    LA CASA NO EST HABITABLE

    La casa no est habitable,salen de ella hombres y murcilagos

    temenlas vigas desvencijadas el olor viejolos pasos en la noche los temblores

    que suben por los cuartos.

    La casa no est habitable,la han pintado sostenido apuntalado

    con vigas y palabraspero en las patios las aves huyen

    de la luz calcinantedetrs de la hiedra se hunden los proyectos

    desaparecen los comensales.

    La casa no est habitable,se qued sola en medio del bullicio

    los tanques avanzaron por el zagun espesoy en la cocina

    memoriosas hormigas acarreaninacabables cscaras de papa.

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