la guardia indÍgena nasa un ejemplo de intervencion noviolenta: relaciones entre la ... · sea no...
TRANSCRIPT
LA GUARDIA INDÍGENA NASA UN EJEMPLO DE INTERVENCION
NOVIOLENTA: RELACIONES ENTRE LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA
ESPECÍFICA.
Daniel Ricardo Martínez Bernal
Instituto de Paz y conflictos. Universidad de Granada. Granada. España.
Las resistencias indígenas del Cauca constituyen algunos de los principales caminos y
alternativas a los ciclos de violencia vividos en Colombia. Por esta razón es que a través
del método histórico comparativo, la acción participante y las entrevistas en
profundidad; se recogerán datos que permitan conocer las concepciones de la guardia
indígena en las comunidades indígenas y sus implicaciones con sus ideas de poder,
política, resistencia, lucha, conflicto y noviolencia.
Por medio de la comparación teórico-práctica se indagará sobre las relaciones
[similitudes y divergencias] entre los datos encontrados en las comunidades indígenas, y
las aportaciones teórico-doctrinales de la resistencia noviolenta. En definitiva, se
analizará la evolución de la Guardia Indígena Nasa en el departamento del Cauca,
Colombia, a través de hechos, experiencias y acontecimientos concretos.
La existencia de unas implicaciones político-practicas, se constituyen como un ejemplo
de dirimir los conflictos y hacer política de manera no armada, civil y no cruenta, sobre
todo en un contexto como el colombiano. Se tratan de experiencias representativas en
donde no hay sólo luchas “genéricas” o circunstanciales, sino perdurables,
“especificas” o como producto de la evolución de un pensamiento histórico y
resistencia.
Palabras claves: Guardia Indígena, Resistencia Nasa, Noviolencia, intervenciones
noviolentas, pueblo Nasa.
INTRODUCCION
Tras realizar la investigación de tesis doctoral titulada “Caminando hacia la Satyagraha,
lucha, comunidad y Kweet Fxindxi en los Nasa (1971-2015)” (Martínez 2016), en la
que se hizo una comparativa entre los presupuestos teóricos de la noviolencia y la
resistencia de las comunidades indígenas Nasa, del norte del Cauca Colombia, este
articulo pretende evidenciar esta conexión con uno de los aspectos más representativos
y visibles dentro de la comunidad como es la idea de la Guardia Indígena. Esta
experiencia de la guardia, aunque se trata de una parte o un aspecto de esta compleja
red de acciones y objetivos que tienen dentro de su resistencia las comunidades
indígenas del norte del Cauca, progresivamente se ha ido constituyendo en uno de los
pilares que apuntala y estimula de manera permanente esta lucha frente a la dominación
colonial que han sufrido las comunidades durante más de 500 años de historia.
Esta historia de violencia y principalmente de lucha que han vivido las comunidades
indígenas en estos cinco siglos, les han permitido experimentar resistencias de manera
violenta como noviolenta; siendo a partir de la década de los 70 del siglo XX cuando se
han ido decantando por la segunda, la noviolenta. Estos procesos, que ellos mismos
denominan como “procesos de resistencia indígena comunitaria” tienen sus
antecedentes más directos en 1971 cuando nace el Consejo Regional Indígena del Cauca
(CRIC), el cual tenía como propósito fundamental, buscar respuestas a las necesidades
propias de los indígenas del departamento del Cauca. Por esta razón, las primeras
reivindicaciones de este consejo, fueron encaminadas al fortalecimiento de entidades
como los cabildos desde donde progresivamente se empezaron a plantear puntos de
lucha como la Unidad, la Tierra, la Cultura y la Autonomía. Ya en la década de los
ochenta nacen diferentes planes o programas de carácter local, como el Proyecto Nasa,
el Proyecto Global, o los procesos de la María y Caldonó; quienes continúan con ese
proceso de fortalecimiento de los cabildos bajo los principios y fundamentos propuestos
por el CRIC. En 1993 nace la Asociación de Cabildos del Norte del Cauca (ACIN), con
el objeto de unir los diversos proyectos e iniciativas locales y así mejorar sus
condiciones de vida tanto a lo que respecta a las necesidades básicas insatisfechas, como
en la construcción de mayor autonomía territorial y cultural.
En medio de este panorama, a inicios del siglo XXI se constituye la Guardia Indígena,
la cual mantiene el espíritu y la cosmovisión de los Kiwe Tenzas, como los guardianes o
protectores del territorio presentes de manera ancestral en la memoria de las
comunidades. Esta guardia, se irá modificando y adaptando a las nuevas necesidades de
las comunidades, y pasaran de ser un apoyo exclusivamente de las autoridades, para
convertirse en un cuerpo que interviene y trasforma las relaciones sociales en medio de
uno de los conflictos más prolongados y violentos, como es el del caso Colombiano. La
guardia indígena a raíz de la intensificación de este conflicto armado, empezará a tener
un carácter claramente humanitario, que buscará no sólo interponerse, detener o resolver
el conflicto, sino también transformarlo mediante el cambio de las relaciones
personales, sociales, culturales, políticas y comunitarias, que son valores y objetivos
propios, de la teoría de la noviolencia –intervenciones noviolentas-.
Por esta razón, con el fin de cumplir con el objetivo de evidenciar las relaciones entre la
teoría de la noviolencia –esencialmente las intervenciones noviolentas- y la experiencia
concreta de la guardia Indígena de las comunidades Nasa del norte del Cauca, el
desarrollo argumentativo de este articulo estará dividido en: 1.Algunos aspectos teóricos
sobre las intervenciones noviolentas, en el que se justificará porque es necesario hablar
de una intervención noviolenta y no otro tipo de intervención; 2. El diseño
metodológico que se siguió a lo largo de la investigación; 3. Los resultados encontrados
en las entrevistas a profundidad realizadas en campo, y 4. El análisis de los resultados
encontrados, como demostración de las relaciones entre la teoría y el caso concreto de
lo Nasa.
ASPECTOS TEORICOS SOBRE LAS INTERVENCIONES NOVIOLENTAS
Los acontecimientos catastróficos de la Primera y Segunda Guerra Mundial y el riesgo
de una posible guerra nuclear entre las dos superpotencias en el contexto de la Guerra
Fría, estimularon el surgimiento de nuevos grupos de científicos sociales que
consideraban que estos conflictos debían ser abordados con la mayor cantidad de
herramientas intelectuales posibles, al igual que una mayor rigurosidad, dado a que,
cada vez se hacía más evidente, que era necesario reducir al máximo los efectos
negativos que generaban dichos conflictos.
Por esta razón es que en este periodo aparecen instituciones como la Peace Receach
Laboratory fundada en 1945, en la que por primera vez se enfatiza en la necesidad de
una investigación fundada en los problemas de la guerra, pero también preocupada por
los temas de la paz. (Harto de Vera, 2004). Poco a poco, estos estudios se irán centrando
en tres ejes primordiales: la paz, la violencia y los conflictos, donde esencialmente se
tienen en cuenta sus diversas y posibles relaciones. (Checa, 2011a).
Estas investigaciones se irán proliferando, primero, en EE.UU donde se priorizara en el
aspecto pragmático y técnico de la prevención de la guerra y se fundarán tanto revistas
especializadas en la temática como la Journal of conflicto resolution en 1957, como
instituciones como el Centro para la Investigación y la Resolución de los Conflictos en
1959 (Harto de Vera, 2004). Y segundo, en Suecia y Noruega, donde desde una
perspectiva más estructural y una agenda más amplia y se creará el en 1964 el Instituto
de Investigación sobre la Paz de Oslo (PRIO en siglas inglesas) y la revista Journal of
Peace Recearch. (Fisas, 2004.) Este segundo foco será el que tendrá mayor impacto en
el ámbito académico e investigativo, y la figura de Johan Galtung será la más relevante
y reconocida1.
Gracias a sus investigaciones se configurará la nueva corriente de Investigación para la
Paz, en la que ya no sólo se tienen en cuenta los aspectos técnicos y prácticos, sino que
también las estructuras y las relaciones necesarias para la consecución de una paz que
sea no sólo negativa –ausencia de la guerra- sino que sea positiva, es decir, que busque,
y configure a la paz como una mejora en las condiciones de justicia social.
El final de la Guerra Fría generó un contexto social con unas nuevas formas de
violencia y de conflicto. Esto creó la necesidad de reformular muchos de los
planteamientos y teorías que se habían desarrollado hasta el momento en esta materia.
Las nuevas realidades exigían nuevas estrategias de construcción de paz; los nuevos
enfoques tendrán que tener en cuenta las dimensiones sociales, culturales, políticas, y
económicas, que permitan la prevalencia de una paz positiva a “escala popular”
(Lederach, 2000) en vez de darle protagonismo o reservar el derecho de solucionar los
conflictos a los gobiernos. La preponderancia debía partir de las relaciones entre los
propios individuos.
La globalización, la difusión de los derechos humanos, la preocupación por cubrir las
necesidades básicas insatisfechas, las problemáticas surgidas alrededor de la identidad,
y principalmente el papel que la sociedad civil empieza a jugar en la gestión de los
1En el seno tanto de esta revista como de este instituto se fundamentarán muchos de los pilares de estas
las teorías como son la redimensión del concepto de violencia como es el concebir sus diferentes facetas
como la violencia directa, estructural o cultural, al igual que las dimensiones de la paz ya sea positiva o
negativa. De estas investigaciones también se fundamentara la teoría a nivel de las intervenciones
internacionales donde se hablara de conceptos como el peacekeeping como operaciones armadas para el
mantenimiento o la vuelta de la paz, el peacemaking como la negación entre los contendientes para
solucionar el conflicto o peacebulding como la reconstrucción política de la paz. (Fisas, 2004)
conflictos, serán algunos de los alicientes para que a lo largo de ésta década, entren en
las agendas internacionales las preocupaciones de las investigaciones para la paz2.
La gestión de los conflictos empezará a ser relevante a nivel político, psicológico,
sociológico o filosófico, lo que le irá otorgando un carácter multidisciplinar que le
permitirá generar diversos conceptos y teorías. Sin embargo, este mismo carácter que
enriqueció a la investigación, también le hará caer en imprecisiones conceptuales o en
un “Caos de denominaciones” (Vinyamata, 2005), como bien lo ejemplifica el uso
indistinto de conceptos como el de regulación de los conflictos, la resolución de los
conflictos o la transformación de los conflictos. Estos tres términos, aunque puedan
llegar a solaparse en algunos aspectos, guardan sus propias características, desarrollos
conceptuales, e historia que hacen que su connotación sea trascendental a la hora de
analizar una misma realidad.
Si se parte del concepto de regulación de los conflictos, podemos decir que esta
postura, sostiene que los conflictos son una incompatibilidad de intereses o recursos, en
el que su principal objetivo es que las partes en pugna puedan llegar a un acuerdo que
dé final a la violencia directa. Esta perspectiva por su parte, no tiene en cuenta las
causas estructurales que generan la violencia, y basa su gestión en la intervención,
arbitraje o diplomacia de líderes, oficiales o expertos especialmente gubernamentales –
reserva la gestión de los conflictos a los gobiernos-.
El concepto de resolución de los conflictos, en su caso, no sólo busca la finalización
del conflicto y la violencia directa, sino que intenta también solucionar la violencia
estructural o cultural percibida como desigualdades sociales o necesidades básicas
insatisfechas que perpetuán dicho conflicto. En esta perspectiva en su caso, aunque se
tienen en cuenta dimensiones más amplias de violencia y de paz, no se le da una activa
participación e incidencia a la sociedad o las relaciones entre individuos. Esta postura
sigue apostando por la incidencia de terceros o externos, igualmente institucionales.
La trasformación de los conflictos por su parte, aspira a un cambio y una construcción
de relaciones de cooperación entre las partes o individuos en conflicto, donde son
fundamentales los niveles personales, relacionales, sociales y culturales, y donde la
formación, la capacitación de las bases son las herramientas principales. Esta a
diferencia de los otros dos conceptos, apuesta por una iniciativa y una gestión que va de
2 Uno de los ejemplos más paradigmáticos que demuestran la adopción de este tipo de agendas a nivel
internacional es la Declaración sobre una cultura de paz realizada por la Asamblea General de la Unesco
en 1999 (Checa, 2011a)
abajo hacia arriba –desde las estructuras y tejidos sociales- y no desde organismos
gubernamentales.
En resumen, podemos afirmar que la diferencia fundamental entre estos conceptos
radica en que parten de diferentes posturas, instrumentos y metodologías a la hora de
abordar la gestión o intervención en el conflicto. Para López (2008) existen tres
perspectivas o factores que determinan el carácter de una intervención: 1. El paradigma
de la consumación, en el se interviene una vez se ha iniciado el conflicto y la escalada
de violencia y donde su principal propósito es detenerlo o pararlo; 2. El paradigma de la
prevención, en el que en contrapeso al primero, es un conjunto de doctrinas y
experiencias que permiten evitar y no dejar desarrollarse el conflicto y su escalada
violenta; y 3. Los actores que la realiza la intervención, donde difiere mucho si la
intervención es efectuada por una entidad gubernamental, estatal o internacional –por
ejemplo la ONU–, o si por su parte ocurre, como en el caso de la Guardia Indígena,
desde una iniciativa social y comunitaria. El hecho de que se trate de un actor u otro,
como si es preventivo o paliativo, condicionan el sentido de la intervención y sus
objetivos3.
Estos al igual que otros aspectos que se me mencionarán a continuación, son los que
irán distinguiendo y configurando el concepto de intervención noviolenta4. Aunque se
trata de unas investigaciones y estudios muy recientes, para López (2008) cuando
hablamos de intervenciones Noviolentas es necesario que el proceso cumpla con unas
condiciones previas como son: a) que se traten de intervenciones no dependientes de un
Gobierno, o Naciones Unidas, b) que sean formadas por la sociedad civil, c) que hayan
componentes filosófico-político-ideológico, d) que busquen la paz positiva, y e) que
sean intervenciones de baja escala o de bajo presupuesto –artesanales–.
Teniendo en consideración estas condiciones, Burrowes (2000), ha desarrollado una
tipología de intervenciones Noviolentas, dispuesta de la siguiente manera: 1) acciones y
3Estas mismas posturas o metodologías, son las que condicionan del mismo modo a la tipología del
peacekeeping, peacemaking y peacebulding, como formas de intervenciones internacionales. Son estos
tres elementos los que determinan que se trate o se hable de un caso u otro. (López, 2008) 4En la última década a nivel internacional se han ido configurado diferentes formas de intervención que
han intentado resaltar el carácter la misma. Por esta razón se han creado conceptos como los de
acompañamiento internacional desarmado, fuerzas de paz de interposición desarmada, o guarda espaldas
desarmados, donde se resalta el carácter de la no posesión de armas y distinguirse de los cuerpos
militares, sin embargo estos conceptos van en relación a la regulación o peacekeeping sin armas. También
existen otros conceptos como equipos de paz o cuerpos civiles de paz, en los que se resalta el carácter de
una intervención para resolución y negociación entre las partes –peacemaking-. Y finalmente existen
otros como intervenciones internacionales noviolentas, el empoderamiento noviolento transnacional, o la
diplomacia civil noviolenta, en que se destaca el carácter noviolento no sólo como la ausencia de armas,
sino como la trasformación del conflicto de manera integral. (Checa, 2011b)
campañas locales Noviolentas, 2) movilizaciones internacionales Noviolentas,
3) asistencia humanitaria Noviolenta, 4) desarrollo y reconciliación Noviolenta,
5) testimonio y acompañamiento Noviolento, 6) intercesión, mediación y protección
Noviolentas, 7) solidaridad Noviolenta, 8) interposición e 9) invasión Noviolenta.5 Por
medio de esta taxonomía se evidencia la complejidad que puede haber a la hora de la
intervención, al igual que evidencia la necesidad de generar procesos desde y para la
sociedad.
Todas estas teorías, todo este desarrollo conceptual se irá decantando por una
redimensión de la paz de manera positiva, como por una construcción y una
trasformación colectiva de los conflictos. Sin embargo, todo este proceso no hubiese
sido posible, sin el germen y las bases asentadas por Gandhi y sus procesos de lucha e
independencia en la India. Como bien deja claro Galtung como uno de los mayores
impulsores de la investigación para la paz: “Mucho más importante es el objetivo de la
capacidad transformadora, la habilidad para manejar las transformaciones de forma
aceptable y sostenible. El objetivo es el camino, dijo Gandhi. «El proceso es el camino»
podríamos decir nosotros” (Galtung, 1996 p. 132)
Para Gandhi frente a la represión, la explotación y las diversas formas de conflictos, la
alternativa no debe limitarse entre la sumisión y la lucha violenta, sino que también
puede asumirse mediante la confrontación y la lucha noviolencia, la cual Gandhi y sus
seguidores denominaron como Satyagraha –lucha o convicción por la verdad-.
En la lucha Satyagraha, se puede encontrar una matriz que sirve como guía para otras
luchas sociales. Abre la posibilidad de desarrollar, técnicas y estrategias a partir de la
fuerza organizativa. Da la posibilidad de que la gente se vincule al movimiento y lo
ancle a unas motivaciones de tipo colectivo y constructivo.
La fuerza política de la Satyagraha está fundada y radica en la potencia interna de los
voluntarios de la aldea, del Asrham, o de la comunidad. Está basada en el poder de la
Noviolencia germinado en los Satyagrahis, está representada en la masa, en la
“montonera”, como se refieren los Nasa. Es la fuerza política y por ello se encuentra en
los “territorios”, en las comunidades, en las aldeas, donde se vive, se aprende, se
experimenta y existe la autodeterminación.
Las formas comunitarias o de aldea al igual que generan unos vínculos sociales básicos,
también permiten o facilitan el paso a otros niveles organizativos más complejos y por
5 La traducción en español de algunos aspectos centrales de esta tipología esbozada por Burrowes se
puede encontrar en López (2008)
ende más versátiles. La no-cooperación, la desobediencia civil, o la resistencia
noviolenta deben ser entendidos y practicados con ahínco y esfuerzo, por ello la labor
del Satyaghahi es fundamental. Los Satyhagrahi son vistos como “soldados sin armas”
que son llamados a formar ejércitos de paz (López 2006).
La idea de ejércitos de intervención Noviolenta o Santhi Sena empieza a forjarse de
manera temprana ya en un contexto como el de la misma Sudáfrica. Es un ejército que
tiene por objeto interponerse física y moralmente ante hechos de violencia o conflictos
entre distintas partes. Este ejército se convertiría en este caso a una alternativa moral a
la guerra.
Según Thomas Weber (1996) las primeras ideas de Santhi Sena, se encuentran en
Sudáfrica hacia 1913, sin embargo es solo hasta 1921-1922 cuando se da el primer
intento de un ejército de paz en Bombay, para hacerle frente a los acontecimientos de
violencia generados a raíz de la primera campaña de desobediencia civil masiva en la
India. La idea de Gandhi era formar un ejército de Satyagrahis que actuaran según la
filosofía de la Noviolencia pero finalmente la metrópoli terminó impidiéndolo.
Aunque Gandhi como tal no haya podido cristalizar esta iniciativa en un ejército de paz
conformado por él y sus seguidores, entre 1920 y 1930, sí existen ejemplos de Santhi
Sena llevados a cabo por otras comunidades de la India, que se basaban y sustentaban
sus acciones bajo los principios y valores de la Noviolencia. El ejemplo más
representativo de este Santhi Sena se encuentra en Abdul Ghaffar Khan, líder de una
tribu Pastún6, quien empezó la primera aplicación de ejércitos de paz. En 1929, creó el
movimiento Khundai Khidmatgars, –Sirvientes de Dios o Sirviente de Maat– para
empujar las iniciativas llevadas a cabo desde la filosofía de la Noviolencia. Este grupo
de activistas, participó enérgicamente en la “Marcha de la Sal”, lo que los llevó hacia
1930–1931 a desaparecer por la fuerte represión por parte de Londres y por la
progresiva separación de los musulmanes con el Congreso Nacional. Este ejemplo fue
citado por Gandhi y muchos de sus seguidores como muestra de fortaleza, espíritu
combativo y uso de la Noviolencia como forma valiente y sincera de resolver los
conflictos.
En las últimas etapas de la vida de Gandhi, este insistió mucho en la necesidad del
Santhi Sena con el fin de regular y calmar la escalada de violencia que se había
6 Los pastunes o pashtunes son un grupo etnolingüístico ubicado en la antigua Irán Oriental. Estas
poblaciones se encuentran en la actualidad ubicadas en el sur de Afganistán y en las provincias
pakistaníes del noreste. Es caracterizado como un pueblo guerrero que se ha enfrentado tanto al Impero
Persa como al Imperio Mongol. Son de tradición principalmente musulmana.
generado entre hindúes y musulmanes. De esta manera, el Santhi Sena como tal no se
materializará hasta la muerte de Gandhi, cuando Vinoba Bhave, uno de sus seguidores,
en 1957, crearán la primera brigada de paz para ayudar a la solución pacífica de los
conflictos.
La idea central que hay en la idea de Santhi Sena, está en la organización de un conjunto
de personas muy bien organizadas y preparadas, para intervenir de manera noviolenta
en las diferentes etapas que puede haber en un conflicto.
Estos aspectos son importantes para abordar un tema tan fascinante y tan significativo
como es el de la Guardia Indígena, de las comunidades indígenas del Cauca, al igual
que para entender los diferentes procesos que llevan estas comunidades a la hora de
asumir e intervenir en el conflicto.
DISEÑO METODOLOGICO
Esta investigación es producto del trabajo de campo que se realizó entre los meses de
abril y junio de 2014 principalmente en las ciudades de Popayán, Santander de
Quilichao, departamento del Cauca, Colombia, y en Bogotá, Colombia, donde se
encuentran el CRIC, la ACIN y la ONIC (Organización Nacional de Indígenas de
Colombia), respectivamente. Las personas que se entrevistaron tienen un alto nivel de
participación, implicación, y conocimiento del movimiento indígena al igual que
reconocimiento dentro del mismo, por lo que se dividieron en tres perfiles, Líderes,
Miembros de las Organizaciones y Académicos expertos en el tema. Se realizaron
veintidós entrevistas mediante las cuales se alcanzó la saturación teórica.
Las preguntas de la entrevista en profundidad se desarrollaron en cinco ámbitos desde
los que partió el guión semi-estructurado:
a) Conceptos cosmovisión, se indagó por conceptos que son tenidos en cuenta por las
comunidades a partir de la revisión bibliográfica como: armonía, bienestar, autonomía,
autosuficiencia, tierra, violencia, paz, unidad, verdad, poder, resistencia y Noviolencia.
b) Aspectos sociales, se preguntó, por la familia, las relaciones comunitarias Nasa, el
papel de las mujeres, la minga y las relaciones económicas y de producción.
c) Historia, se consultó por la historia de los últimos diez años.
d) Aspectos políticos, se exploró concretamente sobre la Autoridad propia, entiéndase
cabildo, y resguardo y su derecho propio; por el liderazgo; la toma de decisiones; la
resolución de los conflictos, y la Guardia Indígena. En el presente artículo nos
centraremos únicamente en los resultados de la Guardia.
e) Procesos de resistencia comunitaria, se preguntó por los procesos de resistencia el
CRIC y el ACIN como partes, luego como unidad, para finalmente preguntarles por la
resistencia Noviolenta.
Una vez efectuadas las entrevistas en profundidad se pasó a analizar los datos
encontrados, buscando especialmente darle sentido esta realidad social –fenomenología-
. Se interpretaron estos datos obtenidos en las entrevistas desde el análisis discurso y/o
contenido y a través de la comparación-contrastación de categorías –como componentes
de la Teoría Fundamentada- mediante el uso de software informático ATLAS.TI, el cual
facilitó que dichos resultados encontrados pudieran ser comparados con la Noviolencia
y el gandhismo al igual que con otras categorías.
RESULTADOS DE LA GUARDIA INDIGENA ENCONTRADOS EN LAS
ENTREVISTAS.
Teniendo claro que el foco de nuestra atención es la guardia indígena y sus
implicaciones, los resultados encontrados en esta categoría son:
DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA GUARDIA INDIGENA
La Guardia Indígena son los protectores del territorio. Son el apoyo a las autoridades en
todo lo que concierne al cuidado, vigilancia y control de la tierra y sus implicaciones en
la vida de los pueblos indígenas.
La Guardia Indígena son los Kiwe Thenzas que surgen “de la necesidad de proteger el
territorio y de protegernos como parte del mismo, por eso se dice la “Guardia Indígena
somos todos””. “Es una forma organizativa que contrarresta el desequilibrio” es un
“mecanismo de control territorial”. La Guardia es para “evitar que la población se vea
sometida ante el conflicto”. “La Guardia Indígena somos todos” porque se apela a la
responsabilidad del resto de la comunidad para buscar estrategias de apoyo y la
reafirmación de la identidad entre la población. La Guardia es la parte operativa de la
comunidad que busca el diálogo, conoce el proceso, brinda seguridad. La Guardia
asegura de que no sea necesaria ni la gente armada ni las fuerzas militares dentro del
territorio.
La Guardia Indígena es la comunidad –“todos somos Guardias”– que ejerce su
autonomía, su autodeterminación y su autoridad como colectivo.
La Guardia Indígena “es un mecanismo de resistencia comunitaria que permite actuar en
situaciones de conflicto armado”, así como “permite simbólicamente oponerse a los
actores armados”. “La Guardia nace como una propuesta concreta para hacerle frente a
actores armados con la fuerza de la palabra y de la razón”. Este cuerpo forma parte y
depende de la comunidad y de la autoridad indígena, ya sea a nivel local–cabildo–,
zonal –asociación de cabildos– o regional, cumpliendo así labores de control del
territorio, protección de la población y cuerpo auxiliar del cabildo.
La Guardia Indígena es un reflejo de la comunidad, que se ve así representada por ésta,
integrando en su seno también a niños, mujeres y ancianos, lo que muestra su fuerza
como garantía de la seguridad del resto de la comunidad. “La Guardia tiene un carácter
colectivo, en el que cada miembro desempeña un papel a la hora de contribuir a la
protección del territorio”. “La Guardia Indígena presta servicios a las autoridades de
defensa del territorio pero lo defiende desde lo simbólico”, por lo que no porta armas,
sino que su única arma es la moral, representada por el bastón de mando que se le
entrega a cada uno de sus miembros. La comunidad organiza diversos comités, siendo la
participación en la misma voluntaria, “se participa según gustos, no es asunto de
obligatoriedad”. Por esta razón en la conformación de la Guardia existen valores
sociales y comunitarios de importante valor político, pues representan la capacidad de
autodeterminación de toda la comunidad.
El papel de la Guardia Indígena “es esencial” para la comunidad, y consiste en
“proteger el territorio, proteger la vida, acompañar las autoridades” y hacer cumplir las
decisiones tomadas por la comunidad. Su ejercicio es colectivo, de tal manera que,
“quien tiene el bastón es que lidera, es el que motiva, es el que sabe cómo moverse, a
quien hay que llamar, el que sabe con quién hay que hablar”. La guardia es una
herramienta que ayuda a buscar la construcción de la autonomía de la comunidad, de su
territorio, de su economía, “ayudando a las autoridades a llevar a cabo esa labor
integral”. La Guardia también protege a la población, desplazan a la gente hasta los
sitios de asamblea, evitan la dispersión de la comunidad, ayudan a prestar servicios de
salud y alimentación.
La Guardia es defensora de la vida y de los Derechos Humanos, constituyendo un apoyo
constante a las autoridades frente el conflicto armado.
A partir de una resolución en 2003, la Guardia Indígena se constituye como Kiwe
Thenzas –“cuidadores del territorio”–, estableciéndose su función como defensores del
territorio y de la vida que este alberga. La defensa de la vida y el territorio se trata de un
mandato sagrado, por lo que en la “Guardia hay que defender la vida del indio, del
militar y del guerrillero”. Se trata de un importante papel “de defensa de la vida y de
defensa de los Derechos Humanos”. Por esta razón para uno de los líderes de la guardia
esta ya actúa como defensa civil, cuerpo de bomberos, policía, forense... además de
liberar secuestrados.
La Guardia Indígena se constituye en unos de los procesos más comprometidos e
importantes dentro de las comunidades, es el pie del cañón, la avanzada, son los que
operativizan, los que llevan la delantera.
Uno de los miembros de la organización afirma que aunque la Guardia Indígena “somos
todos”, los Kiwe Thenza son la punta de lanza, los que orientan a las comunidades,
llegando a especializarse en el conocimiento de ciertos mecanismos y habilidades para
moverse por territorio hostil en medio del conflicto, a modo de apoyo operativo. Sus
integrantes cumplen ciertos perfiles, organizándose por veredas, zonas y regiones, lo
que permite cierta coordinación entre los diferentes ámbitos, así como un mayor control
y vigilancia de los territorios en caso de emergencia.
Otras opiniones a este respecto hacen referencia a que la Guardia juega un trascendental
papel dentro de las comunidades, proporcionando “fuerza y ese valor como para
enfrentarse a personas que están armadas, es la que cumple el control sobre el territorio”
y erigiéndose en defensora de la vida, de la madre tierra y de los Derechos Humanos”.
“Es uno de los procesos más comprometidos y arraigados al territorio”. La Guardia ha
beneficiando enormemente a la comunidad, que la ve como un ejemplo a seguir.
ORIGEN, PROPÓSITOS INICIALES Y NUEVAS CARACTERÍSTICAS DE LA
GUARDIA
La Guardia Indígena forma parte del pensamiento y la cosmovisión milenaria de las
comunidades indígenas. Los cuidadores o vigilantes de la tierra, los Kiwe Thenzas,
históricamente siempre han acompañado a las autoridades en la armonización y el
control del territorio.
Dentro de la comunidad es muy reiterada la idea de que la Guardia Indígena “es un
proceso milenario que está presente en el pensamiento y la cosmovisión Nasa”. La
Guardia Indígena se ha hecho para que desempeñe el papel legendario de los Kiwe
Thenza “los cuidadores de la tierra”, seres espirituales que recorren los territorios
ancestrales desde la noche de los tiempos, cuidando de la tierra y vigilando a otros seres
espirituales y a las personas. Uno de los líderes considera que el proceso organizativo –
protección, cuidado y defensa– que cumple la Guardia Indígena, ya se encontraba
presente en tiempos de los caciques, donde uno de sus miembros explica que debido a la
histórica opresión que ha sufrido el pueblo Nasa desde tiempos de la Cacica Gaitana y
de Juan Tama estos “eran Guardianes del territorio”. “La percepción de comunidad es
que la Guardia siempre ha existido, en “contraposición de lo hegemónico, por ello en un
contexto de guerra es donde ha actuado”. Son cuidadores del territorio, pero también se
han transformado en el “escudo de la comunidad, en generar alertas, renacen como
vigilantes en medio de la agudización del conflicto”.
Por ello uno de sus líderes a aclara que “la Guardia inicialmente existía como “guardia
cívica” y luego en asamblea se dijo que debían ser Guardia Indígena, luego se dijo que
Guardianes no, que debía ser vigilantes del territorio como en Nasa Yuwe es Kiwe
Theza”. Este hecho permite que la comunidad perciba a la Guardia Indígena como la
continuación natural de ese sistema dentro de su cosmovisión, refundando su
concepción para adaptarla a los nuevos tiempos.
La Guardia Indígena ha sufrido cambios y transformaciones de acuerdo a los contextos
y a la intensidad del conflicto armado vivido en los territorios. Su consolidación y
fortalecimiento ha estado condicionada por la intensidad del conflicto a partir del año
2000, lo que la ha dotado de nuevas características.
Para uno de sus líderes aunque el concepto de la Guardia Indígena siempre ha estado
presente en la cosmovisión indígena, ésta ha visto adaptadas sus funciones de acuerdo a
los nuevos contextos. Antes del año 2000, la Guardia cumplía una “función espiritual y
social” donde funcionaba “eminentemente para acompañar a las autoridades o
solucionar los problemas de tierras que había en la comunidad”. A partir del año 2000,
con la agudización de los enfrentamientos, se convirtió en una institución de “carácter
humanitario”, comenzando a “atender a desplazados y heridos, acompañando las
marchas y movilizaciones”, y vigilado el territorio por media de la emisión de alertas.
A su vez uno de sus miembros considera que, “la Guardia es la que marca la resistencia,
son los primeros en llegar y los últimos en irse, pero yo pensaba que había estado
siempre” pero luego “me di cuenta que la Guardia no había existido por siempre”. La
informante afirma que “con esa fuerza viene a partir de 2001 en el marco de la
intensificación del conflicto”. La “Guardia antes se llamaban alguaciles” pero se querían
que tuviera una “estructura que diera cuenta” y apoyara a la autoridad, pero también que
“contribuyera a estar atento y vigilante al interior de las comunidades y tendrá su albor
político alrededor de unos 20 o 15 años con toda la trasformación del mundo indígena”.
Sin embargo una de las opiniones más claras a este respecto esta se puede identificar en
uno de sus líderes a la hora de afirmar que “la Guardia fue creada para cuidar el
territorio, no para la violencia, para vivir en armonía y en equilibrio”. La Guardia lleva
“bastones de mando y por eso se ha podido liberar secuestrado, liberar la madre tierra,
porque esos bastones nos sirven desde lo espiritual y lo psicológico, desde la unidad”.
La Guardia Indígena sufrió tres cambios importantes a partir del año 2000. El primero
de ellos, en 2001, fue cuando se introdujo su orientación y formación en las escuelas,
las cuales llegaron a tener hasta 7.000 miembros. El segundo cambio, en 2005, fue
cuando se produjo la recuperación de tierras y el despunte de asambleas, ante lo cual el
Gobierno intentó cooptar a la Guardia Indígena, que decidió dejar bien claras sus ideas
sobre qué pensaba la comunidad, por qué peleaba, y el por qué de su postura en contra
de las armas. Durante este proceso fue que se dio el paso de una guardia cívica a la
Guardia Indígena propiamente dicha –Kiwe Thenzas–. El tercer cambio llegó con la
escalada de violencia, lo que obligó a la Guardia a convertirse en defensa civil, cuerpo
de bomberos, cuerpo de enfermeros, y protector de los Derechos Humanos –sobre todo
liberando secuestrados y prestando auxilio a miembros del ejército y la guerrilla– al
mismo tiempo.
IMPORTANCIA DE QUE LA GUARDIA NO LLEVE ARMAS
Las armas no traen nada positivo, y no son el camino para la consecución de los sueños
de la comunidad.
Dentro de los miembros de las organizaciones se resalto que es importante que la
Guardia no porte armas, pues estas no hacen que cese el conflicto ni que vuelva la
armonía al territorio. Las armas además convierten a los indígenas en un bando más del
conflicto, pudiendo “ocasionar daño a otras personas”. De ahí el valor del bastón de
mando, que significa autoridad y poder para proteger a las personas es una forma para
demostrar así que las armas no son el camino.
El bastón tiene una simbología de autoridad moral, de autodeterminación, de
autonomía, que no se puede forjar a través de las armas.
Uno de los miembros considera que el hecho de que la Guardia Indígena no porte armas
es el que le da todo el sentido a su actuación, ya que así, “juega con la lógica del
desconcierto”, cuando los grupos armados vienen con su “lógica de guerra y
mutilamiento” y las comunidades no responden igual, “los grupos armados no saben
qué hacer”, esto se debe a que las armas fundamentales pasan a ser “la conciencia, su
identidad y su ser Nasa” jugando el bastón el papel de refuerzo de dicha identidad. Para
uno de los lideres, en este sentido, se gana en autoridad y respeto, pues se pasa a ejercer
un control social que la gente reconoce y acepta, pues la esencia del bastón es ser un
símbolo de autoridad, que es un “símbolo más fuerte que cargar con una arma” pues “la
gente que va armada no es autoridad” es una persona que está preparada para la guerra.
Por esta razón “si la Guardia tiene armas pierde la esencia del bastón, el simbolismo”.
Otro de los miembros afirma que al principio existía el temor por parte de los actores
armados de que la Guardia fuera a tomar las armas, pero “históricamente se ha dicho no,
y se seguirá dando la vida cueste lo que cueste sin armas, con el poder consagrado del
bastón como la simbología consagrada de la naturaleza”. Por ello un líder hace hincapié
en que al final se ha demostrado que es posible “poner orden y solucionar los conflictos
sin necesidad de las armas”. Además de que es más beneficioso el no uso de las armas,
si se usan, estas automáticamente convertirían a los indígenas en un objetivo militar
más, como sucedió con la experiencia del MAQL (Movimiento Armado Quintín Lame).
El no uso de las armas es un claro ejemplo, así como una representación de que no sólo
se habla de paz sino que se construye paz.
Algunos líderes consideran que al garantizarse los derechos de la comunidad sin armas
se está demostrando al pueblo colombiano que se puede construir la paz desde la acción,
asumiendo un compromiso real “que no se habla de paz sino que se construye paz”. En
este sentido, para uno de ellos, de los mayores logros de la Guardia Indígena ha sido la
exigencia de “los derechos a través de la palabra y la razón, desde los pensamientos y la
identidad”.
El Nasa con un arma es muy problemático: se enloquece, marca mal la resistencia, no
tiene pereza para disparar.
Un miembro afirma: “que la Guardia no tenga armas es importante porque los Nasa con
armas se enloquecen y marcarían mal la resistencia”. Por eso mismo para un lider, el
que los Nasa tengan “arma en mano es un problema”, por eso las autoridades “dijeron
no a las armas”, porque después del MAQL se dieron cuenta de que “las armas se les
salían de las manos, entonces por eso crearon la Guardia”.
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
La Guardia Indígena, al ser uno de los procesos más representativos y comprometidos
dentro de las comunidades indígenas del Cauca, además de ser los guardianes del
territorio o Kiwe Thenzas, con la agudización del conflicto se ha convertido en un
método por medio del cual las comunidades Indígenas han conseguido gestionar,
solucionar y trasformar sus conflictos, al igual que se ha constituido como una forma de
reconstrucción de tejido social, generación de una cultura de paz y reconciliación. Es así
cómo la Guardia Indígena se convierte en un ejemplo de intervención noviolenta que
emerge desde el seno de la comunidad.
En el caso de la Guardia Indígena, podemos considerar que su intervención busca, tanto
la atenuación del conflicto, como la prevención del mismo. Se trata de una iniciativa
totalmente independiente y ajena a cualquier institución estatal o gubernamental, está
hecha por los miembros de la comunidad, sin ninguna presencia militar, estando sus
concepciones de paz asociadas a la idea de armonía y bienestar, por lo que sus acciones
van mucho más allá de la mera ausencia de la guerra, suponiendo toda una propuesta
“alternativa” a los modelos hegemónicos, con unos fines totalmente ideologizados y con
una tendencia profundamente humanitaria. De este modo, las intervenciones de base
social, con principios y valores ideológicos, podemos identificarlas, según sus
características, como de tipo Noviolento.
Así, la Guardia Indígena, en su desarrollo histórico, ha realizado intervenciones como:
1) Asistencia humanitaria Noviolenta, 2) Desarrollo y reconciliación Noviolenta, 3)
Testimonio y acompañamiento Noviolento, 4) Intercesión, mediación y protección
Noviolentas, 5) Solidaridad Noviolenta, e 6) Interposición.
En este caso más que centrarse en las tipologías de la intervención Noviolenta, lo
importante radica en que las taxonomías permiten evidenciar la complejidad de formas
que se van gestando, y mediante las cuáles la sociedad, paulatinamente, va exigiendo un
mayor protagonismo, al igual que una mayor autonomía para resolver e incidir en sus
propios conflictos. Las iniciativas y procesos de paz o de negociación tienen que venir
desde abajo, desde la sociedad, donde las comunidades y los pueblos, como víctimas,
propicien las garantías necesarias para que realmente se supere el conflicto, porque “sí
no se tiene en cuenta a la sociedad se trata de una intervención fallida”.
A las personas, grupos y agentes que realizan este tipo de intervenciones sin tener en
cuenta ni asumir ningún tipo de ideología o valores concretos, de manera “genérica”, se
les llama “cuerpos civiles de paz”. Sin embargo, los cuerpos con una ideología clara,
que buscan no sólo soluciones paliativas sino también la prevención y que se guían por
los principios de la Noviolencia y desde los preceptos y teorías gandhianas, fueron
llamados Santhi Sena o “ejércitos de paz”. La idea del Santhi Sena se puede resumir en
la siguiente cita:
La idea era formar un conjunto de personas muy bien organizadas, entrenadas y
preparadas en intervenciones Noviolentas –antes, durante y después de un conflicto
violento, sea de naturaleza interreligiosa, interétnica o intercultural–. ¿Cuál debía de ser
el método? El ideado y experimentado en diversas ocasiones por el movimiento
nacional indio Noviolento, el método Satyagraha de Gandhi (López 2008:87).7
Para López (2008), además del método Satyagraha como directriz para el Santhi Sena,
este ejército debía siempre mantener los canales de comunicación con su contraparte,
como se puede evidenciar en la idea, tanto de Gandhi como de los Nasa, de “luchar para
dialogar”. Debía humanizar el conflicto, lo que el caso Nasa podemos ver en su
constante reclamo al respeto por el Derecho Internacional Humanitario. Debían hacer de
la trasformación algo constructivo, es decir, intentar que el conflicto no se convirtiera en
una cuestión de ganadores y perdedores, lo que en el caso Nasa podemos ver claramente
en su idea de no eliminación del enemigo.
Los “ejércitos de paz” o Santhi Sena, con su lucha Satyagraha y con sus fuertes
principios ideológicos, no son precisamente las experiencias más comunes numerosas, a
pesar de lo cual, el abanico de “cuerpos civiles por la paz” en los que se da un uso de
métodos y medios “genéricos”, es mucho más prolífera.8
En el caso de Colombia, sólo a partir de la Constitución de 1991 y de los procesos de
paz y desmovilización llevados a cabo por diferentes grupos guerrilleros, entre ellos el
MAQL, es que se empezó a introducir en el país este tipo de conceptos, los cuales,
esencialmente venían de instituciones internacionales como la ONU o de organizaciones
defensoras de los Derechos Humanos.
Por esta razón, muchas de las ideas que se manejan de manera “genérica” han llegado a
7 Los principios y el desarrollo de la Styagraha se pueden resumir en seis elementos como: 1)
Incompatibilidad de fines que no sean afines a los que tiene la Noviolencia, 2) Abstención de la violencia
–Ahimsa– 3) Disposición al sacrificio, 4) Empeño constructivo, 5) Respeto por la verdad y 6) Gradualidad
de los medios. Sobre estos aspectos si se quiere profundizar puede consultar a: Pontara (2004) López
(2012)(2006), Diwakar, (1946), Martínez (2016) 8 Desde 1960 hasta la actualidad ha habido diferentes ejemplos de este tipo de experiencias, en la que se
han dado de diferentes modalidades como, a manera de ONG, donde hay ejemplos como la Witnees for
Peace, Chistian peacemakers teams, la Friends Peace Team Proyect, o el Sevicio Internacional de Paz.
También han nacido brigadas de carácter internacional, como la World Peace Brigade, la World Peace
Guard and peaceworker o las Brigadas Internacionales de Paz entre otros (López, 2008).
las comunidades indígenas, las cuales, quizá sin saberlo, han adoptado muchos de los
métodos que ya planteaban organizaciones como “las Brigadas Internacionales de Paz”
en 1981. Las comunidades indígenas y especialmente la Guardia Indígena, han
desarrollado modalidades de trabajo similares a estas brigadas, como el
acompañamiento para la protección –en el caso de autoridades o de la misma
comunidad–, el mantenimiento de sistemas de alerta temprana –como son los planes de
emergencia o las asambleas permanentes–, las comunicaciones permanentes con las
oficinas centrales, el contacto permanente con la diplomacia estatal e internacional, así
como portar celulares y cámaras de fotos o acompañar los procesos de retorno, como en
el caso del programa Nasa “Regreso a Casa”. También incluyen programas de
Educación para la Paz, mediante los que se ofrece formación y capacitación en la
materia, se organizan talleres y métodos de animación, y se producen y publican
documentos sobre el conflicto y sobre las iniciativas de paz.
Todas estas ideas, que se pueden deducir de la comparación de la teoría de las
intervenciones Noviolentas con el caso de la Guardia Indígena, son posibles gracias a
los valores y principios presentes en las comunidades, pues como demuestran los
resultados, el hecho de que las comunidades apelen a la responsabilidad colectiva
mediante expresiones como “la Guardia Indígena somos todos”, demuestra que poseen
un importante sentido del autogobierno –Swaraj–, mediante el cual todos se sienten
responsables de los hechos y los actos que puedan ocurrir en las comunidades. El que la
Guardia sea la protectora del territorio, implica un principio de preservación, de
mantenimiento y de no de eliminación del enemigo –Ahimsa–.
De esta forma, la autoridad que inspira la Guardia Indígena nace de las
responsabilidades que ésta ejerce en su papel de protector, así como de los servicios que
ésta presta a la comunidad, tratándose en todo momento de una autoridad por respeto,
no por miedo, pues se defiende la vida como uno de los valores más preciados para los
Nasa.
Dentro de las comunidades se tiene la imagen de que la Guardia Indígena es un proceso
“milenario”, que ha existido dentro de las comunidades desde el mismo momento en el
que nace el Nasa. Para ellos, muchos de sus personajes históricos y antiguos líderes
fueron y son Guardias Indígenas, como por ejemplo, la imagen de Juan Tama siempre
está presente como guía y como Guardia.
El hecho de que para los Nasa, la Guardia esté inserta dentro de los pensamientos y su
cosmovisión, implica que ya existen unos valores y unos principios éticos que pueden
ser relacionados con la teoría del gandhismo y la Noviolencia. Esta figura, como
acompañamiento de las autoridades y como protectores del territorio, es la imagen de
Swaraj, de Swadeshi y de Sarvodaya en la medida en que representan la
autodeterminación de un pueblo, así como en la responsabilidad y participación en la
protección del territorio, es la cultura y la pertenencia a lo propio sin despreciar lo de
afuera, que se explicita en la manera en cómo la comunidad a través de la Guardia
ayuda a mantener sus tradiciones y costumbres, y ayuda a otros pueblos, no sólo
indígenas a protegerse y a exigir sus derechos. Es la idea de que debe haber unos
protectores que aboguen y mantengan el bienestar de la comunidad.
Estos principios, inmersos en la cosmovisión, del mismo modo se ven influidos por los
nuevos contextos y conflictos en los que se ven imbuidos, y donde la Guardia Indígena
adquiere una nueva misión, como es la de intervenir para, transformar y gestionar los
conflictos, ya no sólo al interior de la comunidad –intracomunitarios–, sino también a
raíz del conflicto armado, que aún viniendo de afuera de las comunidades no les es
ajeno, afectándoles de manera directa.
La Guardia Indígena, aunque se considere un elemento inmanente de la memoria Nasa,
comenzó a hacerse visible y a ejercer su papel de intermediario a partir de la
intensificación del conflicto armado y la deposición de las armas como movimiento. De
este modo, el conflicto ha condicionado sus funciones, convirtiendo e impulsando a la
Guardia Indígena como cuerpo de carácter humanitario.
En este sentido, la Guardia Indígena, bajo los condicionantes de la guerra, comenzó a
adquirir las características de lo que para Gandhi era el Santhi Sena o “ejército de paz”.
El ejemplo de los pastunes en la India antes de su Independencia como pueblo guerrero,
que desde la valentía aprendió a hacer uso de estrategias no armadas para mediar y
resolver sus conflictos, mediante la creación de los Khundai Khidmatgars –“Sirvientes
de Maat–, se convirtió en un importante referente de cómo debe concebirse una
intervención no armada, y de cómo el aprendizaje de los medios resulta de vital
importancia si se tienen claros los objetivos o los fines. De hecho, el ejemplo pastún ha
sido citado hasta la saciedad por Gandhi.
Por ello, siendo la Guardia Indígena un constructo de la cosmovisión Nasa, con una
ideología sólida y basada en la armonía y el equilibrio, no es de extrañar que,
progresivamente las comunidades a partir de la organización, la concienciación y la
unidad, hayan aprendido oportunamente los medios y métodos propios de la acción
Noviolenta.
Con unas sólidas bases ideológicas, y mediante el aprendizaje paulatino de los métodos
“genéricos” de la acción Noviolenta, la Guardia Indígena ha ido transformando su
experiencia “programática” o “instrumental” en una experiencia específica y sustentada
por sus cosmovisiones. De esta manera, y progresivamente, la Guardia Indígena ha ido
evolucionando, cristalizándose tanto en un medio, como en un fin.
Que la Guardia sea tanto un medio como un fin en sí misma, le permite superar la esfera
defensiva, para pasar a intervenir y construir, convirtiéndose así en una resistencia
afirmativa, en la que nuevamente podemos observar las ideas y conceptos de Swaraj
(Autonomía o autodeterminación) Sarvodaya (bienestar para todos) y Swadeshi
(autosuficiencia).
El hecho de que la Guardia Indígena no porte armas, va más allá de la importancia o la
relevancia que puede tener en sí misma el arma. Por diferentes motivos instrumentales,
el hecho de que un movimiento tenga o no tenga armas se ha convertido en un motivo
definitorio para determinar si se trata de un movimiento pacífico y Noviolento pero está
claro que no es así. Gandhi no era seguidor de un “pacifismo ético absolutista”9 es más,
sostenía que también sería compatible con Ahimsa apoyar a aquellos que tuvieran
causas justas, aunque en el proceso usasen la violencia, como lo muestra la siguiente
cita: “y es una vez más compatible con la doctrina aconsejar, o inclusive indicar a otros
que recurran a la lucha armada, especialmente en situaciones en las que la única
elección esté entre ella o la cobarde sumisión” (Pontara, 2004:495)
Por ello, Ahimsa, tiene que ser una forma de relacionarse, de cooperar y de construir con
los otros:
El concepto de Ahimsa es el único medio eficaz en la búsqueda de la verdad
epistemológicamente entendida en virtud de dos razones: en primer lugar la búsqueda
de la verdad es un aventura cordial, la cual para que tenga éxito debe proceder
libremente, sin ninguna forma de violencia, con base en el principio del diálogo que está
implicado en el término ahimsa; en segundo lugar, la posibilidad de equivocarse o la
imposibilidad –en cualquier situación de conflicto en que se encuentre–, de alcanzar la
certeza, de estar en la verdad y nuestro contrario en el error, excluye todo recurso a la
violencia (Pontara, 2004: 494).
Por esta razón es necesario restarle protagonismo a las armas, y ver el sentido de
Ahimsa como el camino de la cooperación, el diálogo y la vivencia. En este sentido, si
9Gandhi se distanciaba de los janaistas en diferentes aspectos, como por ejemplo, a la hora de justificar la
muerte de un animal si ésta servía para proteger la vida humana, o al estar de acuerdo con ciertos tipos de
eutanasia. También estaba de acuerdo con que, si se diese el ejemplo de un hombre enloquecido que
pusiera en riesgo la vida del resto, y siempre que no hubiese manera de detenerlo por medios noviolentos,
era perfectamente compatible matar a esa persona, y aún así, se seguirían manteniendo el principio del
Ahimsa (Pontara, 2004)
se va más allá del arma, la Guardia Indígena sirve como una herramienta para la
búsqueda del bienestar y, no se queda en una estéril crítica y condena de la violencia,
sino que a su vez se convierte en toda una propuesta, en un método de intervención y
trasformación alternativa de resolver dichos conflictos. La simbología del bastón está
presente en otras geografías y experiencias,10
en las que el bastón ha significado un
símbolo de autoridad que proviene del respeto y su vez a la idea de estar preparados y
listo para el camino que hay que recorrer.
CONCLUSIONES
Se pueden plantear tres conclusiones por medio de las que se pretende mostrar el valor y
lo relevancia de este articulo. En primera instancia se puede decir que es innovador
tener en cuenta un análisis de la Guardia Indígena de las comunidades indígenas desde
una categoría analítica como es la noviolencia, y en este caso en concreto desde el
concepto de las intervenciones noviolentas, en la medida en que son unos estudios
bastante jóvenes, pero que tienen mucho que aportar en un conflicto tan prolongado
como el conflicto colombiano.
Traer a colación las intervenciones noviolentas, permite ver el protagonismo de la
comunidad Nasa a la hora de: intentar trasformar sus conflictos de manera
independiente a cualquier institución; de buscar la reconstrucción de un tejido social; de
tener una ideología y unos objetivos claros como lo son sus reivindicaciones culturales
como población indígena que quiere dejar de ser colonizada; que se trate de una
intervención cien por ciento artesanal; o que busque más que una paz momentánea o
representada en acuerdos, busque una paz de permanencias desde la armonía o el
equilibrio. Estos elementos a su vez, demuestran y evidencian la pertinencia que hay a
la hora de identificarla como un proceso de intervención noviolenta, más que unos
equipos de paz, de cuerpos civiles por la paz, o cuerpos civiles desarmados.
Como segunda conclusión podemos decir que al igual que Galtung destaca la idea de
Gandhi de que “el objetivo es el camino” o que “el proceso es el camino”, en el caso de
la Guardia Indígena esta máxima también es muy importante, en la medida en que
progresivamente la guardia se ha ido convirtiendo tanto en un medio, como en un fin en
10
Como en el caso de los ejércitos de paz o “Santhi Sena”, así como en el de los ya mencionados Khundai
Khidmatgars o “Guardianes de Maat”. Tras la muerte de Gandhi, algunos de sus discípulos como: Vinoba
Bhave, Jayaprakash Narayan y Narayan Desai también adoptaron el bastón como símbolo de autoridad.
sí mismo. El sólo hecho de que exista la guardia, se constituye en un logro, en la
medida que es agente y actor de la transformación.
Ya no se trata tan sólo de un uso pragmático o circunstancial de tácticas para los
guardias, sino que se trata de un cambio en las dinámicas y las formas de asumir los
conflictos, en la que no sólo se busca modificar algunas estructuras, sino que se intenta
incidir en muchos de los hábitos y costumbres de la vida de la comunidad.
Como ultima conclusión, es importante evidenciar muchos los logros que han ido
obteniendo las comunidades desde este camino de la noviolencia. Desde el uso de la
autoridad del bastón, y desde su organización como comunidad han sido capaces de
liberar a secuestrados de manos de grupos armados como las Farc; han llevado la
logística de grandes movilizaciones sin disturbios o desordenes como “las mingas
sociales y comunitarias”, en las que la comunidades caminaron desde sus resguardos
hasta Cali en 2004 o hasta Bogotá en 2008; han sido capaces de expulsar y a su vez
confiscar el armamento de los actores armados en las zonas en las que no puede haber
cuerpos militares en cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, en la que
han actuado en defensa de estos derechos tanto frente a las guerrillas, los paramilitares o
el ejército; han sido cuerpos de protección de civiles y ayudas humanitarias en
momentos en los que las comunidades indígenas se han visto afectadas; han creado
centro de capacitación para guardias indígenas desde diversas edades, en las que han
llegado a ser cerca de 7000 miembros; le han brindado seguridad tanto a personalidades,
como a miembros de la comunidad que se han encontrado amenazados, entre muchos
otros. Por esta razón, la guardia indígena al igual que la resistencia Nasa, son una
evidencia más para demostrar que el camino de la noviolencia todavía tiene mucho que
aportar.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Burrowes, R. (2000) Cross-border non-violent intervention: a typology. En Moser-
Puangsuwan, Y, Weber, T. (Eds.) Nonviolent intervention across border. A recurrent
vision. Honolulu : University of Hawaii.
Castañar, J. (2010) Breve historia de la acción noviolenta. Madrid: Pentapé.
Checa, D. (2011a) Intervenciones internacionales noviolentas para la trasformación de
conflictos violentos. Historia y modelo de Brigadas internacionales de paz. [Tesis
doctoral] Doctorado de Paz, conflictos y Democracia. Granada: Universidad de
Granada.
Checa, D. (2011b) “Intervenciones Internacionales noviolentas. Herramientas para la
transformación de conflictos”, Convergencia, Vol. 18, Nº 56, pp. 87-109.
Checa, D. (2008) “Noviolencia en zonas de conflicto. Brigadas Internacionales de Paz”,
Convergencia, Vol. 15, No 48, pp. 137-162.
Diwakar, R. (1946) Satyagraha, its technique and history. Bombay: Hind Kitabs.
Fisas, V. (2004) Procesos de paz y negociación en conflictos armados. Barcelona:
Paidós.
Fisher L. (2000) Gandhi. Buenos Aires: Ediciones B.
Galeano, M. (2006) Resistencia Indígena en el Cauca. Labrando otro Mundo. Popayán:
Feriva.
Galtung, J. (2003) Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización,
Guernica: Red Guernika.
Galtung, J.(1992) The way is the goal: Gandhi today. Ahmedabad: Gujarat Vidyapith.
Gandhi, M. (2004) Escritos esenciales, Santander: Sal Terrae.
Gandhi M. (2002) “El programa constructivo de la India. Su significado y su uso” en
Ameglio, Pietro, Gandhi y la desobediencia civil. México hoy. México: Plaza y Valdés
Gandhi, M. (1998) Todos los hombres son hermanos. Madrid: Librería Dersa.
Harto de Vera, F. (2004) Investigación para la paz y resolución de conflictos. Valencia:
Tirant lo Blanch
Hernández, E. (2012) Intervenir antes que anochezca. Mediaciones, intermediaciones y
diplomacias noviolentas de base social en el conflicto armado colombiano,
Bucaramanga: Universidad Autónoma de Bucaramanga
Hernández, E. (2006) “La Resistencia Civil de los indígenas del Cauca” en: Papel
Político, Vol. 11 No 1, (en línea)
http://www.javeriana.edu.co/politicas/publicaciones/documents/6LARESISTENCIA.
Hernández, E. (2004) Resistencia Civil Artesana de Paz. Experiencias indígenas, afro
descendientes y campesinas, Bogotá: Universidad Javeriana
Lederach (2000) El avecé de la paz y los conflictos. Educación para la paz. Madrid:
Catarata
López, M. (2013) “Política sin matar. Los métodos de la acción no-violenta." Vectores
de investigación Vol. 7, No. 7, pp. 12-75
López, M. (2012) “Gandhi, política y Satyagraha”, en Ra Ximhai. México, Universidad
Autónoma Indígena de México y Asociación Latinoamericana de Sociología (ASL) No
2, pp. 39-70;
López, M. (2008) Peacebuilding en zonas del conflicto: Intervenciones pacifica y
noviolentas de la sociedad civil. En: López, M., Martínez, C., Useche, O. (Eds.),
Ciudadanos en son de paz. Propuestas de acción noviolenta para Colombia. Bogotá:
Uniminuto,.
López, M. (2006) Política sin violencia, Bogotá: Universidad Minuto de Dios
López, M. (2004) Enciclopedia de paz y conflictos. Granada: Universidad de Granada
Laurent, V. (2005) Pueblos Indígenas y Espacios Políticos y Movilización Electoral.
1990 – 1998, Bogotá: ICAH.
Martínez, D. (2016) Caminando hacia la Satyagraha. Comunidad, lucha y Kweet
Fxindxi en los Nasa (1971-2015) [Tesis doctoral] Doctorado en Paz Conflictos y
Democracia, Granada: Universidad de Granada.
Pontara, G. (2006) L'antibarbarie. La concezione etico-politica di Gandhi e il XXI
secolo. Torino: EGA.
Pontara, G (2004) “Gandhismo” en: López, M (Ed.) Enciclopedia de paz y conflictos,
Granada: Universidad de Granada.
Pontara, G. (1982) “Noviolencia” en Bobbio, N., N Matteuccci y G. Pasquino, (Eds.)
Diccionario de Política. Madrid: Siglo XXI
Rappaport, J. (2000) La política de la memoria: interpretación indígena de la historia
de los Andes colombianos. Popayán: Universidad del Cauca.
Sandoval, E. (2008) La Guardia Indígena Nasa y el Arte de la Resistencia pacífica,
Bogotá: Hemera
Vinyamata, E. (2005) Conflictologia. Curso de Resolucion de Conflictos. Barcelona:
Ariel.
Weber T. (1996) Gandhi`s peace army. The Santhi Sena and Unarmed peacekeeping,
New York: Syracuse University Press.