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MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 1 Vladimir Holan La gruta de las palabras y otros poemas Muestrario de Poesía 46 Biblioteca Digital BIBLIOTECA DIGITAL DE AQUILES JULIÁN

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MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 1

Vladimir

Holan La gruta de las

palabras y otros poemas

Muestrario de

Poesía 46 Biblioteca Digital

BIBLIOTECA DIGITAL DE

AQUILES JULIÁN

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 2

La gruta de las palabras y otros poemas

Vladimir Holan, República Checa Edición digital gratuita de

Muestrario de Poesía 46

Editor: Aquiles Julián, República Dominicana. Primera edición: Julio 2009 Santo Domingo, República Dominicana

¿Qué somos? Muestrario de Poesía es una colección digital gratuita que se difunde por la Internet y se dedica a promocionar la obra poética de los grandes creadores, difundiéndola y fomentando nuevos lectores para ella. Es una iniciativa sin fines de lucro para servir, aportar, añadir valor y propiciar una cultura de diálogo, de tolerancia, de respeto, de contribución, que promueva valores sanos, constructivos, edificantes, en favor de la paz y la preservación de la vida acorde con los principios cristianos. Los libros digitales son gratuitos, promueven al autor y su obra, así como el amor por la lectura, y se envían como contribución a la educación, edificación y superación de las personas que los solicitan sin costo alguno.

Este e-libro es cortesía de:

Sol Poniente interior 144, Apto. 3-B, Altos de Arroyo Hondo III, Santo Domingo, D.N., República Dominicana. Tel. 809-565-3164 Se autoriza la libre reproducción y distribución del presente libro, siempre y cuando se haga gratuitamente y sin modificación de su contenido y autor. Si se solicita, se enviarán copias en formato PDF vía email. Para pedirlos, enviar e-mail a [email protected], [email protected]

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BIBLIOTECA DIGITAL DE

AQUILES JULIÁN

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 3

Encontrar lo que existe entre la idea y la palabra /Aquiles Julián 5 Al alba 6 Antes de nochevieja 6 (Aunque) 6 Cita 6 (Cuando llueve en domingo y tú estás solo) 7 Nieve 7 De noche 7 (Detenido por una mujer) 8 (Durante la siega) 8 En la profundidad de la noche 9 Encuentro en el ascensor 9 Eva 9 Hay 10 Junto a la fuente, junto al estanque 10 La Belle Dame Sans Merci 11 La virgen 11 No es 11 Noche de insomnio 12 Non cum platone 12 Otoño III 12 Partus Labyrinthis 13 Pero el tiempo 13 Pesadumbre 13 Que los muertos entierren a los muertos 14 Será 14 Un día por la mañana 14 Europa 14 Al alba 15 Pero el tiempo 15 Muerte 15 ¿Qué es poesía? 16 La voz humana 16 El pino 17 Señales 18 La verdad del infierno 19 Muro 19 Herencia 19 Entre 20

Contenido

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 4

Entonces de nuevo 20 Madre 21 Resurrección 21 Pero 21 ¡Noche, amiga mía...! 22 (No es indiferente) 22 La gruta de las palabras 22 Mi lámpara 23 A los obreros españoles 23 Confesión tardía 23 Cada uno 24 Hacia la poesía 24 Sobre la acera 24 Nieve 25 Y no hay comienzo 25 ¿Por qué? 25 Calor sofocante 26 Imagen que nos abisma 26 Entierro 26 Pero 27 Leyendo las cartas de Shelley 27 Éxtasis 27 Hoy 28 Tener 28 Serpiente 28 De desamor 29 En la profundidad de los bosques 29 Siempre 30 Solo en la oscuridad 30 Noche de mayo 30 Sin título 31 ¿Cuándo? 31 Dos voces 1 31 Conocimiento 32 But never doubt I love 32 Encuentro V 33 De una entrevista sobre V. Holan a Clara Janés, por C. Dolores Escudero 34 Fragmento de una entrevista a Vladimir Holan 40 Biografía de Vladimir Holan 44

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 5

Encontrar lo que existe entre la idea y la palabra.

Por Aquiles Julián

Entre la idea y la palabra hay más de lo que somos capaces de entender. V.H.

El siglo XX, el siglo de los totalitarismos, de los campos de concentración, de la seducción de las ideologías y los apandillamientos políticos, de tiranos todopoderosos y de la sumisión de los intelectuales, de las aberraciones y las cobardías extremas, fue particularmente trágico para los países de Europa

Central. La colisión entre el nacional-socialismo y sus furiosos ademanes de exterminio y subordinación, y el imperio estalinista cargado de paranoia y crueldad, condujo a situaciones de extrema violencia que terminó por imponer en cada país a grupúsculos sedientos de sangre y poder, cuestión en la que ambos extremos coincidían. Ese mundo, en donde toda razón y toda mesura fue suprimida, en donde las pasiones desbordadas y el desquiciamiento fue la norma, fue el mundo en que el poeta checo Vladimir Holan tuvo que vivir. Montado sobre la renovación cuestionante de los movimientos literarios posteriores a la Primera Guerra Mundial: Dadá, Futurismo, Surrealismo, y la conmoción provocada por el asalto bolchevique del poder en Rusia, con las ilusiones de redención y cambio que dicha acción provocó y promovió en Europa, Holan produjo una poesía hermética, de minorías, que cambió de tono luego de la ocupación nazi de Checoslovaquia en 1939 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1940. Asumió entonces su poesía un valor político, en pro de la liberación. La ocupación por el Ejército Rojo de Checoslovaquia, tras las esperanzas iniciales, revela su rostro opresivo: una nueva tiranía, esta vez de tinte comunista, se cierne sobre su patria. En 1948 la obra de Holan es penalizada por el gobierno títere impuesto por los ocupantes soviéticos y desaparece de las librerías. Condenado al silencio, el poeta se encierra en su casa de la isla de Kanipa, de la cual no volverá a salir. Allí, enclaustrado, escribe su más importante producción. En 1963 sus libros son despenalizados y vuelven a aparecer en las librerías de Praga. Se le conceden reconocimientos y honores. El Estado busca recuperarlo. El fracaso de la llamada Primavera de Praga impone nuevamente la realidad del estado satélite. En 1980 muere, nueve años antes de que aquel imperio inepto e irrisorio se derrumbara. Esas fueron sus circunstancias. Aprendió a cuidar sus palabras, disimular sus signos, preservar un espacio a la libertad. Nos toca a nosotros buscar, en sus poemas, eso que late y vive en el breve territorio que va de la idea a las palabras. Como escribió: “Todo, hasta el mismo silencio, tiene algo que callar”.

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Al alba

Sí, es el alba... Ropa sucia sobre el cuerpo lavado de una hermosa... Tocar, ah, sólo tocar, ¡mas de la nada ni tan siquiera el sueño! También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesía ya nunca se saldrá.

Antes de nochevieja

¿Qué traerá el viento esta noche? ¿La lluvia, la nieve o una carta? ¿Una carta de quién? ¿Una carta buena o mala? Todo, hasta el mismo silencio tiene algo que callar. Pero todo, hasta lo inexpresable, acabarán por decirlo los celos.

[Aunque]

Aunque siempre te escapas, amor mío, eres mi presente perpetuo, ¡oh, sí! Igual que el salto del agua: aunque le abandona sin cesar siempre la misma agua, él permanece siempre en el mismo sitio.

Cita

Lluvia sin árboles... Húmedo heno... Apertura del gas... Nube frita en la sartén de la luna... Parpadeo... Guiño... Desparición de las formas... Casi tropieza con la carretilla de tierra del cementerio...

"¿Me quiére usted?" -Sí. "¿Me ama?" -No.

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[Cuando llueve en domingo y tú estás solo]

Cuando llueve en domingo y tú estás solo, completamente solo, abierto a todo, pero no llega ni el ladrón y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo; cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado y no comprendes cómo vivir sin cuerpo y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo; cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú, ¡no esperes ni hablar contigo mismo! Entonces el ángel es el único que sabe lo que hay encima de él, entonces el diablo es el único que sabe lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer...

Nieve La nieve empezó a caer a medianoche. Y es verdad que donde se está mejor es sentado en la cocina aunque sea la cocina del insomnio. Allí hace calor, te preparas algo, bebes vino y miras por la ventana la eternidad familiar. Por qué ibas a torturarte por saber si nacimiento y muerte son sólo puntos, puesto que la vida no es una línea recta. Por qué ibas a atormentarte al ver el calendario y a preocuparte por el valor que está en juego. ¿Y por qué ibas a admitir que no tienes ni para zapatos para Saskia? ¿Y por qué ibas a envanecerte de que sufres más que los demás? Aunque en la tierra no existiera el silencio ese nevar lo habría inventado ya en su sueño. Estás solo. Ningún gesto. Nada de qué hacer gala

De noche

Durante la ausencia de la mujer amada las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus piernas, se deslizan en los zapatos de hielo

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y empiezan a bailar desde tu cama hasta la inmensa sala del insomnio...

Los zapatos suenan, dan vueltas, patean, retozan sin piedad, abiertamente, y eso dura y se sienten bien, bailan sin duda el uno con el otro.

Tu amor sin fe sólo les ayuda de los celos al adulterio. Los oyes toda la noche, y más y más te hielan, y no empiezan a fundirse hasta el momento de volver hacia ti...

[Detenido por una mujer]

Detenido por una mujer a las puertas de una ciudad desconocida le supliqué: Déjeme pasar, sólo entraré para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres.

Pero ella me dijo: «¡Pues yo he dejado allí la luz encendida!».

[Durante la siega]

Cuando te he visto hoy arrodillada entre los trigos bajo el sol atar las gavillas, cuando te he visto dorada sobre el oro, y amando sin duda a ese muchacho que a cada instante se volvía hacia ti, he tenido que pensar en aquella que amo y que no me ama, aquella que, noche tras noche, reposa, blanca en la blancura, y que no necesita ni de sí misma...

Ella, una de los mil espectadores de las ejecuciones...

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En la profundidad de la noche

a Jaroslav Seifert

"¿Cómo no ser?", te preguntas y hasta acabas por decirlo en voz alta... Pero el árbol y la piedra lo callan , aunque ambos son hijos de la palabra y por tanto mudos, ya que la palabra se asusta de ver lo que ha sido de ella... Pero los nombres aún los tienen. Los nombres: pino, arce, álamo temblón. ..y los nombres: feldespato, basalto, fonolita, amor... Bellos nombres, sólo que asustados de ver en qué se han convertido.

Encuentro en el ascensor

Entramos en la cabina y estábamos allí solos los dos. Nos miramos sin hacer otra cosa. Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad... En el quinto piso ella bajó y yo, que continuaba, comprendí que nunca más la vería, que era un encuentro de una vez para siempre y que aunque la hubiera seguido lo habría hecho como un muerto, y que si ella se hubiera vuelto hacia mí sólo hubiera podido hacerlo desde el otro mundo.

Eva

A Maria Tomasova

Fue cuando el vino nuevo... El otoño había tejido ya el mimbre en torno a las botellas, y la serpiente, no encima de la piedra, sino debajo del brezo, yacía sobre el vientre cubriéndose con su dorso.

"La belleza destruye el amor, el amor la belleza ", me dijo y del mismo modo que antaño se sacrificaba a las diosas de aquí y allá un número impar de víctimas, ella pensaba entonces nada más en sí misma, imaginando con indiferencia la eternidad sin inmortalidad...

Era tan hermosa que si alguien me hubiera preguntado por dónde había ido con ella, no hubiera, sin duda, hablado

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de paisajes ( a no ser que sintiera la impotencia de las palabras y que sólo hiciera posible deletrear el silencio la lluvia que cae en los presidios). Era tan hermosa que quise vivir de nuevo, pero de un modo distinto. Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor me esperaba todavía íntegra toda la locura...

Hay

Hay destinos donde lo que carece de temblor no es sólido.

Hay amores en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

Hay placeres en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

Hay momentos de mutismo en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo cuestión de sexo.

Hay cabellos teñidos por un meteoro donde es el diablo quien hace la raya.

Hay soledades en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.

Hay momentos de frío en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

Hay momentos de gravedad en los que sientes que has caído ya entre los que caen.

Hay silencios que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!

Junto a la fuente, junto al estanque

Toda mujer hermosa es cruel y humilla sin parecerlo precisamente a los hombres que, desnudos, arden por beber de la roca misma.

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Pero es la muerte quien se les acerca, familiar, se diría un gorrión de estación de ferrocarril, en el momento en que ellos, junto al andén, sacan el pan de su envoltorio...

Voy a tener un hijo, dijo la muerte.

La Belle Dame Sans Merci

Estaba sentada en un estéreo de madera y cantaba. Era como si me hubiera herido en la ternura.

Era como si el deseo sin esperanza hubiera despreciado el llanto acariciando las lágrimas.

Era como si el mismo sol entre nubes hubiera escuchado a ese tordo que pasa con una cereza en el pico.

Era como si aquella canción de ella hubiera recorrido por encima incluso ese río vecino tan lleno de truchas.

Era como si... Pero ella dejó de cantar y dijo: "No vayas allí, hace frío". Y yo le dije: "¿Dónde? No veo el lugar",

La virgen

En aquella fiesta había tantas luces que eran perfectas las tinieblas. Y él estaba ahora allí. Y no le molestaba que fuera precisamente él, y que sus sentimientos le vinieran del vino, aunque sus pensamientos vinieran de las uvas... Hacia la mañana él la dejó y ella mira aún, por el agujero de su vestido de fiesta, el desnudo clavo del lunes...

No es

No es indiferente el lugar donde estamos. Algunas estrellas se acercan entre sí peligrosamente. También aquí abajo hay separaciones violentas de amantes

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sólo para que el tiempo se acelere con el latido de su corazón.

Las gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...

Noche de insomnio

Estaba solo, completamente solo, incluso el sueño nocturno me había abandonado... De pronto me pareció oír no unas palabras sino unos sonidos, unos sonidos siempre en tres suspiros Como viento y harina... "¿Qué puede ser eso? ¡No hay tiempo que perder!", mascullé, y enderezándome el cabello con un trago de vino me puse en pie y, desnudo, palpé en la oscuridad y un momento después la negra fiebre de mi mano abría el armario... En su interior las polillas agitaban los trajes... Soy más mortal que mi cuerpo...

Non cum platone

Él: su belleza destruye mi amor, ya que al destruir la ilusión destruye la realidad.

Ella: su amor destruye mi belleza, pues si tengo máscara quiero también telón.

Grávido amanecer... Pueblo donde se han comido todos los gallos.

Otoño III

Campo sobre cuatro surcos... Lindero... Prado... Estanque... Zorzales en las serbas... Una araña teje de nuevo una malla hilada...

Ameno día, expulsado de la razón al corazón del otoño... El viento se ha empurpurado... La columna de mosquitos lleva el busto de la danza...

Dolor y pena, recuerdos y añoranzas... ¿Quisieras ser de nuevo joven, vivirlo todo de nuevo?

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Por las sombras próximas y lejanas se puede oír, cómo en el pueblo cubren el osario con una chapa ..

Partus labyrinthis

Mire usted, señora, mis pecados son tantos que usted no puede darse idea. Y son tan pocos, que los conoce bien.

Los que conoce son un solo pecado... Y los que no comprende son también ese que a usted, como a mí incesantemente nos confunde.

Pero el tiempo

"¿Qué hay en tu corazón", me preguntó la vida. Era una pregunta tan brusca, buscaba tan poca excusa, que quise responder: ¡Nada!

Pero el tiempo (que en pie junto a una columna de piedra obligó hace mucho a sentarse a todas las catedrales) me dijo: "¡Mentiroso, ese lugar que en ti han ocupado las mujeres sólo en el infierno permanece vacío!"

Pesadumbre

Que según dicen la pena es muda... Y sin embargo, la mayoría, incluso los taciturnos, anhelan confesarse, quejarse, anhelan rezongar. Les prestaste oído, sufriste con ellos, pero con el fin de venerar también siempre el secreto: buscaste la inspiración súbita que suele ser precisa, nunca del todo explícita...

Fiel, no podías ser personal... Sin embargo tampoco revelaste nunca los sentimientos de aquellos que al respecto callaron...

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Que los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertosQue los muertos entierren a los muertos

Si los vivos pasaran por delante de los muertos sería el final del presente y el futuro de los remordimientos... Si los vivos pasaran por encima de los muertos, nosotros, los vivos, volaríamos... Pero la cosa es así : remordimientos sí, alas no.

Será

Sí, podría decirle por qué tiene usted miedo cuando caen las hojas en el bosquecillo o en la alameda. Y podría decirle, por qué se rió Hölderlin cuando le sacudían ciruelas en la cabeza. Pero antes de que se vuelva usted en pos del sonido y antes de que se vuelva usted en pos del color, será otra cosa y vendrá de otra parte...

Un día por la mañana

Un día por la mañana, al abrir la puerta, encontraste en el umbral los zapatos de baile. Era para besarlos y tú lo hiciste enseguida y volviste a sentir alegría después de tantos años, todas las lágrimas largo tiempo contenidas ascendieron a tu risa. Luego te reíste y desde el alma rompiste a cantar con la tranquilidad de la juventud... No preguntaste qué hermosa dejó los zapatos en el umbral. Nunca lo averiguaste y, sin embargo, de aquel feliz momento aún vives con frecuencia...

Europa Todas las cárceles del mundo están construidas con las piedras que cayeron sobre Jesucristo.

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Y siguen haciéndolo las manos de los ricos de modo que no pueden dar la mínima limosna. Por ello, cárcel tras cárcel, siguen creciendo y casi todos estamos ya presos en ellas y en ellas perecemos, como si el mismo Dios hubiera querido estar en nosotros, sólo que sin nosotros…

Al alba

Sí, es el alba... Ropa sucia sobre el cuerpo lavado de una hermosa... Tocar, ah, sólo tocar, ¡mas de la nada ni tan siquiera el sueño! También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesía ya nunca se saldrá.

pero el tiempo "¿Qué hay en tu corazón", me preguntó la vida. Era una pregunta tan brusca, buscaba tan poca excusa, que quise responder: ¡Nada! Pero el tiempo (que en pie junto a una columna de piedra obligó hace mucho a sentarse a todas las catedrales) me dijo: "¡Mentiroso, ese lugar que en ti han ocupado las mujeres sólo en el infierno permanece vacío!"

Muerte La arrojaste de ti hace muchos años y cerraste el lugar, e intentaste olvidarlo todo. Sabías que no estaba en la música de modo que cantabas, sabías que no estaba en el silencio de modo que callabas, sabías que no estaba en la soledad de modo que estabas solo. Pero, ¿qué puede haber sucedido hoy para asustarte, como el que por la noche ve de pronto un rayo de luz por debajo de la puerta de la habitación de al lado donde no vive nadie desde hace muchos años?

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¿Qué es poesía?

¿Qué es poesía?, te preguntó una muchacha. Y quisiste decirle: el que tú existas y con miedo y asombro, pruebas palpables del milagro, me duelan tu plenitud y tu belleza. Y no puedo besarte ni hacerte el amor, pues no tengo nada y a quien nada tiene sólo le queda su canto. Pero nada dijiste. Te quedaste en silencio. La muchacha no oyó tu canto.

La voz humana

Ni estrellas ni piedras nos imponen su música. Las flores guardan silencio, se diría que las cosas nos ocultan siempre algo; por culpa nuestra los animales niegan en sí mismos la armonía del misterio y la inocencia. El viento se limita a enviarnos una señal pudorosa, sólo los pájaros mudos tienen conciencia de lo que es el canto. (El día de navidad les arrojaste una gavilla sin trillar.)

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A todos ellos les basta con existir, y esto es inexpresable. Nosotros, en cambio, tenemos miedo, no nada más en las tinieblas; tampoco bajo la luz fecunda alcanzamos a ver a nuestro prójimo y aterrados lanzamos un conjuro violento: “¡Habla si estás allí!”

El pino

Hermoso el viejo pino blanco de la colina de tu infancia que hoy has revisitado. Su rumor evoca a los muertos y piensas en cuándo te ha de llegar el turno. El susurro del pino hace que sientas como si hubieras terminado tu último libro y tuvieses que callar y llorar para que broten las palabras. 5. Europa Todas las cárceles del mundo están hechas con piedras que fueron arrojadas contra Cristo. Y las manos de los ricos continúan lapidándolo y así no pueden dar ni la más leve limosna. Entonces se levanta una cárcel tras otra,

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ya casi todos estamos prisioneros en ellas. Y sucumbimos como si Dios anhelara estar en nosotros pero sin nosotros.

Señales

El arte empezó con la caída de los ángeles, tiempo del vilano al viento, las montañas de estiércol, el cáñamo pisoteado, las cenizas que nadie quemó, las lenguas que destrozó la crema; sólo aligera en apariencia el tiempo que se afeita el vello en los muslos de la prostituta. Pero el tiempo de las piedras, el peinado de la madrastra, el cojear del perro, el tiempo que tose en los sótanos, el tiempo de las vértebras cervicales en el momento del salto a través de la hoguera de san Juan, aún tiene poco peso. El arte empezó con la caída de los ángeles... Pero ellos también tomaban vino, partían el pan y hacían el amor como los mortales; por eso, ebrios, buscamos nuevamente señales en la mesa que Orfeo marcó con su cuchillo.

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La verdad del infierno

Al poeta nada se le perdona, ni siquiera su muerte. Y, no obstante su desdichado ser, permanecen, en cierto modo para siempre, unos cuantos signos y de seguro en ellos quedan también no la perfección, que sería el paraíso, sino la verdad aunque tenga que ser el infierno.

Muro

Muro... Muro tan espiritual que ya tan sólo puede humillar; muro que niega el movimiento al alma sentada y niega al movimiento las grietas que buscaban el prodigio. Muro en sí mismo humillado por el misterio, porque está aquí y para equilibrar ese sentimiento de ser tan alto y no caerse en pedazos.

Herencia

Lo que nos dejan los poetas está siempre maltrecho por el tiempo,

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el pecado, el exilio. El más sincero de ellos, el más incógnito, sereno, enamorado, no nos impone nada: ni verdad ni consuelo ni desprecio, mucho menos impone amor. Presente, ya está ausente; y Picasso, al hacer un muñeco de nieve, entendió bien que la inmortalidad del arte está en el tiempo, en el pecado, en el exilio; que el Sol tiene la obligación de rescatar las lágrimas, las fuentes, los ríos y los mares: todo en vano.

Entre

Entre la idea y la palabra hay más de lo que somos capaces de entender. Hay ideas para las que no hay palabras.

El pensamiento perdido en los ojos del unicornio

reaparece de nuevo en la risa del perro...

Entonces de nuevo Aunque mis versos a veces no los entendía ni mi amigo (del mismo modo que hay seres que no pueden matar aunque quisieran), aunque completamente abandonado me desesperaba (del mismo modo que algunas estatuas se aterrorizaron de los pecados humanos hasta volverse de madera), aunque no se me ofrecía nada más que el suicidio, siempre sentí esto: ¡convertirse en nada,

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para destruir hasta esa nada! Entonces volví de nuevo a amar...

Madre ¿Has visto alguna vez a tu vieja madre en el momento en que te hace la cama, extiende, estira, remete y acaricia la sábana, para que no quede ni una sola molesta arruga? Su respiración, el gesto de sus manos y sus palmas son tan amorosas que en el pasado sigue apagando el incendio de Persépolis y en el presente aplacan ya alguna tempestad futura en el mar de China o en otro hasta hoy desconocido...

Resurrección ¿Que después de esta vida tengamos que despertarnos un día aquí al estruendo terrible de trompetas y clarines? Perdona, Dios, pero me consuelo pensando que el principio de nuestra resurrección, la de todos los difuntos, la anunciará el simple canto de un gallo... Entonces nos quedaremos aún tendidos un momento... La primera en levantarse será mamá... La oiremos encender silenciosamente el fuego, poner silenciosamente el agua sobre el fogón y coger con sigilo del armario el molinillo de café. Estaremos de nuevo en casa.

Pero El dios de la risa y los cantos hace ya tiempo que cerró tras de sí la eternidad. Desde entonces sólo de vez en cuando resuena en nosotros un recuerdo agonizante. Pero desde entonces el dolor es lo único

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que no alcanza nunca la dimensión humana, es siempre mayor que el hombre y, sin embargo, tiene que caberle en el corazón.

¡Noche, amiga mía..!

¡Noche, amiga mía, ya no sé dónde ir! Para todas las nadas que no sirven para nada tengo solamente algo de blanco aquí y allá…

Sí, contesta la noche, pero si yo hubiera malgastado el negro como tú hace tiempo que hubieses dejado de ser tiniebla.

(No es indiferente…) No es indiferente el lugar donde estamos. Algunas estrellas se acercan entre sí peligrosamente. También aquí abajo hay separaciones violentas de amantes sólo para que el tiempo se acelere con el latido de su corazón. Las gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...

La gruta de las palabras No entra impunemente el joven con su luz en la gruta de las palabras. Audaz, presiente apenas donde se encuentra. Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor. Sabio antes de tiempo, se escapa sin haber entrado Y alega, como excusa, la inmadurez de su edad. ¡La gruta de las palabras! Sólo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo, Pierde, delirando en ella, las alas y con ellas, la manera de someterlas, de nuevo, a la gravedad y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra. ¡La gruta de las palabras! Sólo el verdadero poeta regresa con su silencio Para encontrar, ya viejo, a un niño que llora Abandonado por el mundo en su umbral.

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Mi lámpara De noche, al apagarla, en mi silencio puedo oírla rezar. Cansada ya de arder, de tanto estar en vela frente a la oscuridad del mundo, ruega, no sé en qué lengua solitaria, por ti, por mí, por todos los que doblan, atormentados, el último periódico y en sueños apartan la sombra de sus letras, como quien ya no indaga, aunque le importe, cuánta vida nos guarda la tierra todavía cuando mañana se despierte.

A los obreros españoles

¡Oh la roja imposibilidad de ver los colores más delicados del mundo! Sólo el pulso, el silencio y la frase me pueden comprender como la ira. ¡Oh vida, cuya limpia influencia eclipsa la vuelta atrás… ¿Sólo el baño de sangre cambia del dictador el negativo de los actos? Unido a vosotros, con vosotros atacado, ¡ojalá escuche sonar en los pararrayos que aquel, aquel que por frutos os tenía está notando ya el más duro hueso!

Julio de 1936

Confesión tardía Es a ti, siempre a ti a quien amo, aunque todo pruebe que la conciencia continua del amor impide amar… Es a ti, siempre a ti a quien amo, aunque soy testigo perpetuo de la presencia y soy su cómplice. A ti, siempre a ti sola.

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 24

Cada uno

Cada juicio es un juicio invisible. Da muerte al alma para curar la mano del verdugo. Y eso continúa, continúa permisivamente, pues lo que haríamos después de la muerte tenemos que hacerlo ya aquí y ahora. No se trata del final de la existencia, se trata del final del ser…

Hacia la poesía Allí todo en realidad yacía sobre la espalda del espacio apoyando la cabeza de la montaña en otra montaña más lejana. Se trataba de parajes que hasta hoy no tienen nombre y están vivos sólo porque se ocultan incluso a sí mismos y hace tiempo ya se acostumbraron a callar… Pero después de tantos años de andadura nuestra recua de perros y nosotros mismos sentimos de pronto más que lo que soporta la fatiga, la hartura o la desesperación … Y precisamente entonces llegaron los lobos…

Sobre la acera Es una vieja vendedora de periódicos que todos los días llega cojeando hasta aquí... Cuando, agotada e incapaz de dar un paso, deja caer su fardo de "Ediciones extraordinarias", se sienta encima y se adormece... Los que suelen pasar por allí están tan acostumbrados que ni siquiera reparan en ella que, misteriosa y muda como una agorera, hace visible lo que debiera ofrecer... Empieza a llover...

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Nieve La nieve empezó a caer a medianoche. Y es verdad que donde se está mejor es sentado en la cocina aunque sea la cocina del insomnio. Allí hace calor, te preparas algo, bebes vino y miras por la ventana la eternidad familiar. Por qué ibas a torturarte por saber si nacimiento y muerte son sólo puntos, puesto que la vida no es una línea recta. Por qué ibas a atormentarte al ver el calendario y a preocuparte por el valor que está en juego. ¿Y por qué ibas a admitir que no tienes ni para zapatos para Saskia? ¿Y por qué ibas a envanecerte de que sufres más que los demás? Aunque en la tierra no existiera el silencio ese nevar lo habría inventado ya en su sueño. Estás solo. Ningún gesto. Nada de qué hacer gala

Y no hay comienzo El depósito de cadáveres engorda en la oscuridad… Y, con los huesos, los chicos hacen caer las ciruelas. Esas dos caídas y la segundoprimera insolación entreabren por un momento del oído del vértigo y diluyen luego todos los colores en la negrura del cementerio. Y no hay comienzo. Sólo el primer final junto al segundo tose sangre de música en las rayas de la mano que no tienen más que un año de espacio tras las grietas del muro.

¿Por qué? Ya que la voz de Dios es sólo una plataforma de silencio oprimida por nuestro oído… ¿por qué, pues, las cosas tendrían que ser eternamente la sorda amalgama de un espejo donde se mira nuestro deseo de estar de acuerdo/acordadura?

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 26

Calor sofocante El alto resplandor de arrastra como un águila a la que un perro hubiera llenado de reproches… El amorfo dolor surgido de la felicidad, que confía en la nada, no contiene en sí lo primero, se devana, cienbocas, por ambos lados de la sangre. El sentir puede rebasar el sentir sólo con la gracia de la serpiente… Pero, junto al agua, tiene Dios su desnudez en los ángeles del desierto.

Imagen que no es abismo Bajo el tilo colorea el mentón de un santo… El aire desconocido reverbera por la virginidad de los oídos del cementerio, el rojo transcurre fuera de sí, la risa de las muchachas se absuelve de la desnudez… y el olor, resplandeciendo sólo al extinguirse, niega que el canto pueda poseer a un hombre nada más con la piedra. Y con todo, con todo, la imagen: que aquí no es abismo no puede ser señal.

Entierro Detrás del murito del cementerio estás echado boca arriba en el ataúd. Como tasa de alojamiento caen las hojas. La lluvia se levanta… Por este motivo, el cielo está ya completamente cargado de humedad. Acudes, en cuanto suena para ti la trompeta, bajo el ángel. Detrás del murito del cementerio

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tocan para el túmulo. Te vas del Lamento Hacia la Mueca.

Pero Enséñame una sonrisa sin misterio y te explicaré qué es la aflicción. Enséñame una lágrima sin misterio y presentiré qué es la alegría… Pero este mero deseo debería ser una pregunta sin lenguaje en la tierra.

Leyendo las cartas de Shelley La felicidad no existe en un corazón repleto… Ya que precisamente cuando el humoso alcance del gozo se deja oír hasta los huecos reflejos del duelo, el pensamiento desea una tumba a las columnas. Si realmente fluye el agua, la calma libre y conciliadora está apenas en reposo. ¿Y el poeta? Mira, se va, se va, como ya no existente, a otra parte, si debe estar aquí todavía…

Éxtasis Para elevarse a Dios, la naturaleza tendría que negar en el todo lo uno: la criatura en las criaturas, en los frutos el fruto. Al hombre le basta encontrar el puntodelanada.

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Hoy Tú que vas perfumando la pradera y antes del beso te humedeces secretamente los labios agrietados, mira con qué póstuma suavidad la mariposa que se posó en tu mano encoge y extiende las alas como pulmones de las mismas flores que hoy has arrancado.

Tener ¿Qué otra cosa podemos exigir de los númenes sino el llanto de las celdas repletas, cuando cada cosa te dice: no renuncies… Y tú la escuchas nada más por poseer. ¿Somos sólo una corriente que devora, roe? ¿Somos por mandamiento de la tierra? La corriente necesita, necesita… Pero el agua tiene sin tenencia, tiene sin tener.

Serpiente Por la senda de rocas va un hombre, algunas víboras en la mano… Un débil silbido un poco enroscado agita el aire y los minutos carnales que a saltos se pierden en el resplandor del más allá mental que al sol deslumbra menguando la pupila de sensibilidad… De igual modo, con su triste energía, la serpiente de la médula espinal convence siempre a la mujer, y el placer anhela prolongarse un momento como si quisiera ser oído incluso después de la muerte… Quien penetra, aprisiona… y se encierra… La plasticidad cambiante devuelve al huevo -donde un secreto interrogatorio aguardo sólo a que el mundo no resista hasta el alba de las visiones- las rocas de los túmulos…

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El paso del hombre se ha extinguido… pero la restante amenaza abierta sin reserva a una vacilación más soportable, a decir verdad ha condenado ya… ¿Hemos sido arrojados o somos desertores?

De desamor Entra en nosotros un poco de claridad y ya la oscuridad la agota. Somos de desamor y de ruinas… ¡Pero el pájaro, el pájaro Lumerpa que con tal fuerza brilló un día que incluso iba destruyendo su propia sombra!

En la profundidad de los bosques Otro viento tiene ya algo de inmodestia… Sin embargo, aquí, sólo el vaho como una fuerza lanzada al bosque por el caballo, humea quedamente en pos de su imagen. Un allende de hechizos asalta el verdor con una ternura alto insensible, la angustia es más cálida en la bajonada hacia la que todo sonido astuto hace que goteen los doradoactos de los sentidos… y ante las piedras el almita vacila levemente al palpar la vida pasada de las prímulas. La naturaleza en el género masculino del silencio No se tiene sólo a sí misma. ¿Fue alguien alguna vez tan a fondo? ¿Empezó, cambió y, halagado, se vio obligado a seguir, precoz siempre frente al presentimiento? Aquí nada se dice de él. Puras nohuellas. Pero precisamente esta: ¡cómo pide, grita, segraba y se debilita En el pulpo del tronco!

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Siempre Siempre la prisa que apenas se pregunta: “¿Herir? ¿O tomar una decisión?” La prisa que busca una y otra vez la desaparición en el futuro. La prisa que ha escapado a la eternidad pues la inspiración del hombre y la espiración de la mujer nunca superan las apariencias y su fluido persigue sólo la demora de un aspecto a otro. La prisa que es un acabar más de una vez en nada… ¡Fíjate! Hasta el caballo del coche fúnebre se le azota con el látigo.

Sólo en la oscuridad Deja que todo en torno tuyo se llene de hierba, sólo en la oscuridad están los dioses. Los pájaros alzan el vuelo cuando podáis los arbustos de espinos. Incluso a los muertos la medianoche solamente los conoce. ¡Mira!, en el cementerio, con negra cola silbante, apaga el caballo las velas curiosas en humo ciego.

Noche de mayo Noche de mayo… Olor amenazante… Las putas bajo sí mismas, y los agujeros en las rocas. La tiniebla se hace patente a la tiniebla. De carne y sangre es incluso el monumento del tálamo. Los vestidos arrojados. El gozo casi tiene…Pero la muerte marca la diferencia… La lila, grávida como las papadas de los pavos,

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 31

gorgojea…

Sin título Teme perder lo que es. Teme convertirse en dios. Se protege con su exceso. Impide a dios ser hombre.

¿Cuándo? Ciudades sexuales o montañas… Como allí también aquí palpita una nada lo bastante sensible para dar prioridad a la ausencia en las puertas del mundo. Preguntamos ¿cuándo?... Pero eso no es amor. Y el mismo amor no es todavía un alma.

Dos voces 1

Voz:

Sólo el sufrido arraigar y la no atadura

los ve, si tú no los distingues.

Está cerca. Haces bastante,

cuando entras allí, en ti mismo estás entrando.

Contravoz:

Ama la lejanía, el combate a pecho descubierto.

Ama el río, su largo recorrido.

La fuente cerca del mar

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se vuelve sólo riachuelo.

Conocimiento

Si la vida navega siguiendo el curso de las aguas y la muerte a contracorriente no podemos conocer la desembocadura. Si la vida navega a contracorriente y la muerte siguiendo el curso de las aguas no podemos conocer la fuente.

But never doubt I love

Una rata de agua sobre el pecho de Ofelia ahogada, afligida de verla tan azul y por el dolor de la carne, renquea doliente, pisotea, suspira, habla con la nariz y suelta bufidos elegíacos, bolas de saliva que se reducen en un gruñido celoso de la corriente del río, cuando de pronto ve a una mosca en el vientre de la anegada. Rápidamente corre hacia allí y empieza a desgarrarle la piel ya dura y que se desprende fácilmente, roe, desgarra, chupa, muerde, saquea, traga, saborea bocados sumergidos, diseca y arranca las venas más delicadas y tímidas,

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y mordisquea por doquier y bebe a sorbitos menudos en recónditas hoyas, bajo jirones enfermizos y repliegues legañosos, bajo las insolentes nubes de membranas y cutícula, brillantes como el restallar de su lengua; comprime la carne hacia adelante, hacia las extremidades todas de la conciencia y se concentra seriamente toda ella en su trabajo de descuartizamiento... Pero, ¡cómo desconfía, ofendida de pronto, cómo se vitrifica a la expectativa de su propio ojo izquierdo, cuando hallándose en tal delectación desgarrante de la vida se le aparece intacto el pequeño cuerpo infantil...!

Encuentro V

Detenido por una mujer a las puertas de una ciudad desconocida le supliqué: Déjeme pasar, sólo entraré para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres. Pero ella me dijo: "¡Pues yo he dejado allí la luz encendida!"

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 34

De una entrevista a Clara Janés sobre Vladimir Holan

C.D.E. Guillermo Carnero en su prólogo a Una noche con

Hamlet habla del primer libro de

Holan: Abanico de delirio como de un

libro dadaísta. ¿Qué te parece esta

opinión?

C.J. No. En este primer libro hay abundantes

juegos de lenguaje, que podrían encontrarse

dentro de una línea de Mallarmé: el poema

como enigma basándose en la misma armonía

de las palabras. Pero no es un libro Dada. Por

otra parte, se trata de una obra en la que todavía no aparecen los

temas fundamentales en torno a los que girará la poesía de Holan;

aquellas preguntas que al tener que dejar sin respuesta, hacen llorar al

poeta: “ pero ¿por qué llora el poeta?/ Puede que no se le permita

contestar a cierta pregunta, cariño”.

Así que estos primeros libros, hasta Trueno (1940), marcan una etapa.

Más tarde, Holan comienza a definirse claramente en su misma obra;

en el fondo, se tratará ya siempre de una búsqueda del absoluto, de un

paso en lo desconocido, de atrapar el misterio.

C.D.E. Leyendo a Holan no es difícil hacerse una idea sobre

sus sentimientos a nivel político. Háblame de ello.

C.J. En un momento determinado, Vladimir Holan, se convierte en un

portavoz poético. El pueblo, tal vez no comprenda del todo su poesía

(no es fácil), pero la aprende, la recita, la entona de memoria. Hay dos

libros claros en este sentido: Respuesta a Francia y Septiembre 1938;

le sigue, Primer Testamento.

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 35

La guerra se palpa, sus horrores ya están presentes: en Junio de 1938,

todos los médicos y abogados judíos pierden su título, en Octubre se

expulsa de Alemania a 17.000 judíos polacos, en Noviembre las SS

organizaron la famosa “noche de cristal”, y Hitler instaura “el tributo

expiatorio”.

Durante la guerra escribió el libro Terezca Planetona.

Tras la liberación, su libro Gracias a la Unión Soviética; será este uno

de los cantos más exaltados de entusiasmo, junto con Soldados del

ejercito Rojo que Holan nos donará. En este ultimo, centra toda su

atención en el Hombre, en sus aspiraciones, sus crisis, su temor, su

sufrimiento.

C.D.E. “Llegó el tiempo de callar/ … / existe la mordaza y

existe también la cruel pregunta”. ¿Qué sucede después de

1945, Clara?

C.J. Llegó la ironía del destino.

Desde 1948 y hasta 1963, so obra deja

de publicarse; se le excluye de la vida

literaria del país, se le acusa de

practicar un “ formalismo decadente”.

Su respuesta es tajante: se encierra en

su casa, de donde ya no saldría más que excepcionalmente.

C.D.E. ¿ Y durante ese tiempo?

C.J. Tiempo, fructífero, de espera… Entre 1939-42 escribe: Sin trillo

obra que no se publicaría hasta 1963. Entre 1943-48 escribiría:

Avanzando, que se publicó en 1964.

Holan no cesa, prosigue su diálogo con el mundo, con el hombre, con

el ser; no importan los muros.

Desde 1949 a 1963: Dolor. Historias. Una noche con Hamlet. Toscana.

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 36

En 1966 se le concede el Premio Internacional “ Etna-Taormina”, por

Una noche con Hamlet. Holan comienza a ocupar el lugar que le

corresponde en la Literatura Universal.

He leído, leído y releído Una noche con Hamlet… Holan en una

entrevista, al hablar de esta obra en su edición francesa, diría: “ La

época en que escribí Una noche con Hamlet , fueron los años más

crueles de mi vida…. Lo que es seguro es que durante muchos años

vivió en esta casa. Hablamos. Fueron diálogos ad infinitum, no

siempre tolerantes, no siempre amistosos; pero siempre apasionados

“.

Cito algunos versos de esta Obra; imposible resistirse a su

complejidad, a su riqueza, a su cordura y a su demencia: “Así era

también él... ¡Hamlet! / Le faltaba un brazo, y la tarde fluía / por la

manga hueca de su abrigo / como por el sexo de un ciego que hubiera

mordisqueado la música / … / una sola vez el amor y al mismo tiempo

estar condenados / …/ el arte como tarea que te impide enorgullecerte.

/ Te digo que el arte es llanto, / algo para uno, nada para todos / … /

Tú aciago para contigo, ¡ Cómo me comprendes! “

C.D.E. Clara, hemos hablado de la ironía del destino; pero

puestas a hablar de situaciones incomprensibles, de

casualidades, de destino… ¿por qué no pasar a Toscana?.

C.J. Hubo una intuición en mí… Fue, esta, la primera obra de Holan

que yo me puse a traducir. Más tarde, Julio de 1978, el propio Holan

me diría: “ ¿Qué le ha inducido a traducir Toscana? Es mi obra más

querida.”

Toscana es un largo poema de más de novecientos versos. Relata el

angustioso peregrinaje del poeta para encontrar a una mujer. Esta

mujer, Gordana, llama al poeta y a la vez le huye, le envía mensajes de

ciudad en ciudad, le deja notas primero proponiéndole, después

cambiando el lugar de la cita, el momento de el encuentro. Todo es

misterio. Tan sólo al final del poema, el lector intuirá que se trata de la

muerte.

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 37

Seis años pasó Holan entregado plenamente a esta obra.

C.D.E. Hay un poema en el libro Avanzando, que me parece

fundamental, clave para lo comprensión de un Holan, sobre

todo, que se retiró del mundo habitual o cotidiano. Se trata

del poema La voz humana: “… pero nosotros. / nosotros

sentimos miedo y no solo en la oscuridad, sino que incluso

en la fecunda luz / no vemos a nuestro prójimo / y aterrados

hasta un conjuro violento / gritamos: ¿Estas aquí? ¡Habla!”

C.J. Holan repitió hasta la saciedad que, a pesar de su encierro en la

casa, él es un hombre que habla con el mundo, que habla con los

muros, que habla con Hamlet. “ El monólogo/ aquel error de suicidas”.

Es el diálogo lo que diferencia al hombre de la piedra, del animal, de la

estrella.

C.D.E. “ Por que una gata, chupando el pincel de Picasso, /

no iba a recordarnos el deseo de la mujer…?”

Parece que a excepción de la figura de la madre y de la

anciana, Holan trata a la mujer en su obra con una tremenda

ironía, o hasta incluso, con crueldad.

C.J. Si y no. Es cierto que da una visión casi siempre lasciva de ella,

como en el poema que acabas de citar, de la gata chupando el pincel, o

tan tremenda como en su poema EVA II “Espléndida, con las cejas

pintadas con un trozo de costilla quemada del último de los castrados

/…/ y los muslos en camino/ por los calvarios de la tentación.” Pero

también hay poemas como este: “ No, no te vayas aún, no te asustes de

todo ese alboroto, / es el oso que abre colmenas en el huerto. / Pronto

se callará. Yo también retendré las palabras / que se abalanzan como

el esperma de la serpiente / hacia la mujer del paraíso. / No, no te

vayas aún. No te bajes el velo. / El fuel de los crocus ha encendido los

prados. / Esto es lo que eres, pues, vida, aunque dices: / con el deseo

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 38

añadimos algo. Pero el amor / es puramente él…” donde no solamente

hay sentimientos de amor o ternura, sino una tremenda comprensión

hacia lo que se ha dado en llamar, la caída de ella.

C.D.E. Inevitablemente, hemos llegado al punto de la

“contradicción”; aquella contradicción que no asustaba a los

surrealistas. ¿Qué siente Holan ante esto?

C.J. A Holan no sólo no le asusta, sino que no puede imaginar al poeta

sin ella: “ ¿ Estas sin contradicción?. Estás sin posibilidades.” El creer

y no creer a un tiempo, la lucha entre visión y pensamiento, entre

sentimiento y razón, entre lo concreto y lo abstracto; es precisamente

el elemento que hace de Holan un poeta renovador y genial. Tensión

entre lo expresado y tensión en la forma de expresarlo y entre lo uno y

lo otro, la palabra, el concepto.

C.D.E. En la introducción a tu “ Antología de Holan”, hay un

apartado que encabezas con el título: “La realidad, una

técnica”. Esboza esto.

C.J. Hay dos formas de expresión claramente distintas en él, que dan

a su vez dos clases de poemas: El poema largo, poema turbulento

donde se entremezclan distintos planos de realidad; y el poema de

absoluta síntesis, que es un poema breve. En ambos casos siempre hay

una obsesión por la precisión. Parece claro que en los poemas largos,

donde Holan practica más la turbulencia, el abigarramiento, sea más

difícil lograr la precisión; sin embargo, es con ese mismo

abigarramiento con lo que lo logra: aportando datos, dando una visión

más totalizadora, ya que el hombre no puede captar la realidad toda,

puesto que su ser transcurre limitado por el tiempo, por el espacio;

incluso, por sus propias capacidades. Así, es todo el conjunto lo que

encierra el sentido del poema; allí tiene su lugar lo poético y lo

prosaico, lo trivial y lo filosófico, lo erótico crudamente expresado y los

sentimientos mas sublimes.

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 39

En los poemas breves, Holan utiliza la “tensión” como catalizador;

otras veces, aun más escuetamente, todo se formula como una

máxima. Si la visión fragmentaria tiene el peligro de resultar tan

aséptica que se pierda el plano de integridad –cosa que no sucede en

los poemas más extensos- Holan, por medio de procedimientos

técnicos, logra descubrirle al lector la referencia la totalidad, poniendo

en evidencia que se trata de indicios, de apuntes…. Así la utilización de

los puntos suspensivos, el empezar el poema con palabras como: pero,

y por tanto, y sin embargo etc.

Si según los surrealistas “la iluminación viene luego”, como muy bien

apunta Clara Janés “en Holan lo primero es la luz en las tinieblas y la

interpretación, viene luego”.

De modo que cuando ésta llega, el poema ya está en nosotros.

Llegándonos antes la Poesía que la interpretación.

“No hay conocimiento…Vivimos sólo de ilusiones”

(de “Una noche con Hamlet”)

Pero siempre apasionadas.

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Fragmentos de una entrevista

[Se trata de una de las dos que concedió Holan, realizada por Vladimír Justl con motivo de la publicación en revista de Una noche con Hamlet. Apareció en Literární Noviny, Nº 19, Praga, 1964, pág. 6.]

¡Noche, amiga mía, ya no sé dónde ir! Para todas las nadas que no sirven para nada tengo solamente algo de blanco aquí y allá…

Sí, contesta la noche, pero si yo hubiera malgastado el negro como tú hace tiempo que hubieses dejado de ser tiniebla.

Vladimir Holan

-Precisamente hoy ha aparecido en la revista Plamen, Una noche con Hamlet. Trabajó usted en esta obra muchos años, desde 1949 a 1956 y de nuevo volvió a ella en 1962; y todavía añadió algo e hizo algunos cambios y correcciones en las pruebas y tiene aún algunas más preparadas para cuando salga el libro, con ilustraciones de Vladimír Tešar, en el próximo otoño. ¿Qué podría decir del trabajo que ha supuesto esta creación?

-La época en que escribí Una noche con Hamlet fueron los años más crueles de mi vida. En mi desesperada soledad estaba bien situado para recibir todos los horrores de ese tiempo. Pero sería un error comprender el poema sólo como una expresión de esos sucesos particulares, puesto que siempre me ha concernido el hombre y el drama humano en general, la condición humana y su destino desgraciado, que soporta en todo tiempo. Estoy aquí y no lo estoy. También lo he estado.

Por supuesto el tema de Hamlet no me surgió de pronto, sino –como quedará claro a través de la sucesiva aparición de toda mi lírica- este tema se adelantó en diversos poemas y vivió en otros paralelamente. Me atormentaba la pregunta: ¿Quién fue Hamlet? Si fuera eso y sólo hubiera tenido una idea, no habría escrito ni una línea. Es seguro que durante muchos años vivió en esa casa, y nos dio a ambos la bendición. Fueron diálogos ad infinitum, no siempre tolerantes, no siempre amistosos, pero siempre apasionados. Algo de ellos he atrapado tal vez en ese poema.

-¿Hablaron también de arte?

-Sí, sólo que precisamente de arte Hamlet no recibió mucho de mí.

-En cambio él más de una vez iluminó con un relámpago el misterio:

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“Tanto mejor es el poema cuanto mayor es el poeta, ¡y no al contrario!”, añadió, y continuó: “Y ya eres un gran poeta, si te preguntas por quién perderte… el arte como tarea que te impida enorgullecerte… te digo que el arte es llanto, algo para uno, nada para todos, porque con sólo tener esperanza el futuro es tuyo… Siempre nos está excediendo algo, pues incluso el amor es sólo una parte de nuestra certeza… Armonía atonal… Y el dolor como castigo, por ser, incluso el dolor, pasajero…”

Habla usted de armonía atonal. Estos son sus términos.¿Qué quiere decir?

-Esta conjunción se me ocurrió mientras trabajaba en Soldados del ejército rojo, cuando intenté acercarme al verso libre prosaizado, construido partiendo de principios distintos a los de la métrica del verso tradicional. Escribir en verso libre significaba desde luego el mínimo conocimiento de las principales creaciones métricas antiguas y no precisamente malas, sino perfectamente construidas. Escribir en verso libre significó para mí buscar de nuevo, pienso, de esto da testimonio mi obra Avanzando. Buscar el sentido original de las palabras, descubrir su semántica interna. Entiendo por armonía atonal una especie de instrumentación sin tono, una armoniosa disarmonía. Me interesó el ritmo interior de las imágenes, su armonía sin tono, las conexiones casuales y mutuas, la relación entre las palabras, su oculta tensión interna. Por supuesto: incluso el manuscrito del verso libre –aunque a menudo y para cada uno no a primera vista- revela su diletancia o su maestro. En poesía no hay dispensa de nada, porque la disciplina y el orden se suponen. Particularmente hoy, después de semejantes escuelas poéticas y principalmente después del jugueteo del Poetismo, es fácil escribir algunos versos buenos. Pero, ¿es eso poesía?

-Seguramente no.¿Qué es, según su opinión, lo que hace poesía a la poesía?

-No vacilaría en decir que es la atmósfera de metafísica, en la cual únicamente vive el pensamiento, alimentado por toda la existencia humana.

-Tras quince años de silencio, hasta 1963, han aparecido ahora numerosos libros suyos: Mozartiana, Guardia nocturna del corazón, Sin título, Historias, Avanzando, y ahora Una noche con Hamlet, y después aparecerá Dolor, una suerte de diario poético de los años 1949 a 55.

-¡Que pena, parece demasiado de golpe! Pero muchos de esos versos han estado en la maleta de soldado durante un cuarto de siglo. Primero no los quise dar, luego fueron prohibidos. Llegó el tiempo de callar…

Existe la mordaza y existe también la cruel pregunta ¿por qué escribir? Aunque la excitación de escribir un poema es la fuerza más ardiente, pero una vez alcanzada la forma, entonces la misma creación puede esperar una vida futura. Por supuesto hay momentos, y pueden durar años, en que al hombre no le queda sino hablar solo consigo mismo… Esto es por supuesto siempre una cárcel, como se diría: muro por muro…

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 42

-De esto da testimonio sobre todo el ciclo Miedo, de Triálogo, y habla de ello en el primer verso de Una noche con Hamlet y muy concretamente en el poema “Muro” que escribió en junio de 1963:

¿Por qué te pesa el año, por qué así se rezaga? Durante quince años hablé al muro y al muro solo arrastro aquí desde mi infierno para que él os lo diga todo…

Creo que la pregunta de este poema no está bien planteada. Al menos como lector no se nada de los años más duros, de los posteriores sí. Trágico para el poeta y el desarrollo de la poesía, no para los poemas sólo. Su excepcional altura y fuerza poética demuestran precisamente eso, que estos versos no envejecen, que los captamos como poesía contemporánea.

-Aquí sólo debemos guardar silencio puesto que, desgraciadamente, existe el tiempo futuro…

-Pero la poesía vive en el futuro.

-Nunca eché la vista atrás, pero parece que oigo pasos tras de mí…

-¿Y qué hay del presente?

-Sólo fíjese en él: veo ya su espalda. Pero si a usted le interesa su rostro… Me gusta su rostro joven. Con una excitación llena de angustia escucho dos programas de radio: “Micrófono de los jóvenes” y “Ayer cumplí 15 años”. Para mí se trata en ellos de jóvenes, en general seres infelices, que –no temo decirlo- vegetan lejos de la vida. Sus voces adolescentes, jóvenes, tan a menudo rotas, rebeldes pero temblorosas –por qué no lo confesaría- me han empujado más de una vez a la desesperación.

[…]

-Y todavía una pregunta: ¿considera usted que la poesía debe ser declamada, recitada?

-Alguna sí, alguna no. ¿Cuál sí, cuál no? Hamlet no se hizo esta pregunta. Sin duda la poesía es hermana de la muerte, puesto que lo es de la vida… Nada del otro mundo pero toda ella misterio. Y usted la ve ya en la puerta, (como decía Bernanos) con aquel rostro obstinado suyo, su rostro de siempre, como se diría, el rostro de la penuria. ¡Pero princesa! ¡Pero Poesis perennis!

La sensibilidad del auditor de versos de hoy día pide, según creo, una declamación no patética, sin que por eso sea ordinaria, por ello entiendo una anonimidad callejera, una falta de colorido cotidiana. Incluso aquí se trata de la tensión interna, del entusiasmo individual del que declama…

MUESTRARIO DE POESIA 46 – LA GRUTA DE LAS PALABRAS – VLADIMIR HOLAN 43

[…]

-Y ahora una pregunta demasiado habitual, pero necesaria: ¿qué escribe en este momento?

-Desde el año 1961 estoy experimentando algunos destellos apagadizos de poesía, a través de los cuales finalmente se sitúe la muerte delante de la vida.

Hay sitio en mí, más aún, espacio para vuestro dolor y las blasfemias y también para vuestra alegría… No, nada os impide entrar cuando brilla el sol y mucho menos cuando ulula la tormenta… Aquí podéis llorar y maldecir, y más cerca del misterio reíros, sí, reír y nada os impedirá marcharos. Yo estoy aquí, vosotros vais pasando…

-La muerte cara a la vida [se refiere a Toscana]. Este hallazgo está ya apuntado en Una noche con Hamlet: “Sólo si te reconcilias con la muerte” dijo Hamlet / aprenderás que todo es realmente nuevo bajo el sol”.

-Tal vez –acaso, ¡amigo!- la muerte cara a la vida! También princesa

[…]

-Desde 1961, dice. Pero el último poema de Dolor, el libro anterior, está fechado el 4 de marzo de 1955. ¿Significa esto que durante casi 6 años se ha dedicado a escribir sólo Toscana?

-Sí, me parecía inútil, después de tantos años de hablar a los muros, escribir versos como un muerto para los muertos. Tal vez por eso me obsesionaba el deseo apasionado de despedirme de la vida en la tierra. Así nació Toscana. Aunque quería morir en Bohemia, trasladé (¡ay de mí, sin alas!) la acción a Italia, que había visitado hacía muchos años. ¿Años? No, recuerdo bien, fue el año en que murió Otokar Březina, es decir, en 1929.

-Así que es su última obra de grandes dimensiones. ¿Se siente bien en ella, le gusta?

-Como mi muerte, que no me gusta.

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Vladimír HolanVladimír HolanVladimír HolanVladimír Holan / biografía

(Praga, 16 de septiembre de 1905 - 31 de marzo de 1980) fue un poeta checo del siglo XX.

En 1911 se trasladó a Podolí donde cursa sus estudios primarios y aprende latín. En 1919 volvió a Praga donde recibe su educación secundaria. 1926 es el año en que se publicó su primer libro Abanico en delirio.

En 1929 Holan viajó a Italia y un año más tarde aparecen El triunfo de la muerte y Soplo, con un estilo de poesía hermética próximo al del simbolista francés Mallarmé. En 1932 publicó su primer libro en prosa, titulado Kolury. Ese mismo año se casa y poco después comenzó a trabajar como redactor de la revista de arte Život (Vida). Siguió escribiendo y dando a la prensa libros de prosa, como Torso y nueva poesía, de un estilo vanguardista, tal es Piedra, vienes (1937). Más tarde emprendió un viaje a París donde visitó a otros intelectuales checos, como Josef Šíma, Bedřich Vaníček y Antonín Kyval.

En 1938, con la amenaza de Hitler, Holan comenzó a escribir una poesía más comprometida, cercana y social, y en esta línea dio a la estampa Septiembre de 1938. Siguió colaborando con diversas revistas, como la del teatro de Burian Program D 40 E. F. Burian.

Interesado por la poesía española, contó con la colaboración del hispanista Václav Černý para traducir la Fábula de Polifemo y Galatea de Góngora. En estos años siguió editando libros de poesía. Ininterrumpidamente siguió escribiendo (Sin título) y publicando: Canto de los tres reyes y Sueño (ambos de 1939), Trueno y Primer testamento (que datan de 1940) y su prosa Lemuria, de este último año en que decidió dedicarse en exclusiva a la escritura.

Entre 1941 y 1943 continuó con su prolífica obra: Coro, Terezka Planetová, y una recopilación de poesía tradicional checa en colaboración con František Halas titulada Amor y muerte. Asimismo, fue redactando un diario que comprende los años de la ocupación nazi al que tituló Trapos, huesos, piel. En 1947, una vez liberada Checoslovaquia por el ejército soviético, aparecieron Soldados del Ejército Rojo y A ti.

Un año más tarde Holan se trasladó a vivir al barrio praguense de Kampa, donde se encerró para el resto de su vida; quizá motivado en parte por el hecho de que en esta época su poesía fue acusada de formalismo decadente por las autoridades comunistas, por no responder al arte oficial que preconizaba el partido dirigente. Enclaustrado en su casita de Kampa, y ya convertido en un mito, comenzó a escribir sus obras más importantes, que se inician con Una noche con Hamlet. Poco después emprende la escritura de Dolor e Historias y ya en los años 50 Toscana.

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En los años 60 aperecieron Bajaja, Triálogo, Avanzando, Dolor, En el último trance, Un gallo para Esculapio y la compilación de sus traducciones poéticas bajo el título de Cestou (En camino). Ya en 1973 publica Noche con Ofelia un año antes de morir vio publicada la antología El árbol se quita la cabeza. En 1981 se publicó póstumamente Abismo de abismo.

El universo poético de Holan está cuajado de simbolismos, y su espacio habitual es el de la noche, en cuyo ámbito la realidad es misteriosa y fantasmal. Sus obsesiones y constantes preguntas arrojadas al mundo suponen una perenne interrogación por el secreto de la existencia, donde las fronteras entre lo posible y lo imposible, el sueño y la vigilia, la razón y la imaginación, no existen.

Tomado de Wikipedia

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26. Réquiem y otros poemas / Ana Ajmátova 27. La novia mecánica y otros poemas / Jerome Rothenberg 28. La lengua de las cosas y otros poemas / José Emilio Pacheco 29. La tierra baldía y otros poemas / T.S. Eliot 30. El adivinador de hojas y otros poemas / Odysseas Elytis 31. Las ventajas de aprender y otros poemas / Kenneth Rexroth 32. Nunca de ti, ciudad y otros poemas / Czeslaw Milosz 33. El barco en llamas y otros poemas / Jaroslav Seifert 34. Uno escribe en el viento y otros poemas / Gonzalo Rojas 35. El animal que llora y otros poemas / Antonio Gamoneda 36. Los andamios del mundo y otros poemas / Ledo Ivo 37. Dominican Style y otros poemas / Alexis Gómez Rosa 38. Poesía francesa actual / Muestra de 40 autores 39. Número equivocado y otros poemas / Wislawa Szymborska 40. Desde la república de la conciencia y otros poemas / Seamus Heaney 41. La tierra giró para acercarnos y otros poemas / Eugenio Montejo 42. Secreto de familia y otros poemas / Blanca Varela 43. Tal vez no era pensar y otros poemas / Idea Vilariño 44. Bajo la alta luz inmerso y otros poemas / Mariano Brull 45. Las ocupaciones nocturnas / Jorge Enrique Adoum 46. La gruta de las palabras / Vladimir Holan

1. La eternidad y un día y otros poemas / Roberto Sosa 2. El verbo nos ampare y otros poemas / Hugo Lindo 3. Canto de guerra de las cosas y otros poemas / Joaquín Pasos 4. Habitante del milagro y otros poemas / Eduardo Carranza 5. Propiedad del recuerdo y otros poemas / Franklin Mieses Burgos 6. Poesía vertical (selección) / Roberto Juarroz 7. Para vivir mañana y otros poemas / Washington Delgado. 8. Haikus / Matsuo Basho 9. La última tarde en esta tierra y otros poemas / Mahmud Darwish 10. Elegía sin nombre y otros poemas / Emilio Ballagas 11. Carta del exiliado y otros poemas / Ezra Pound 12. Unidos por las manos y otros poemas / Carlos Drummond de Andrade 13. Oda a nadie y otros poemas / Hans Magnus Enzersberger 14. Entender el rugido del tigre / Aimé Césaire 15. Poesía árabe / Antología de 16 poetas árabes contemporáneos 16. Voy a nombrar las cosas y otros poemas / Eliseo Diego 17. Muero de sed ante la fuente y otros poemas / Tom Raworth 18. Estoy de pie en un sueño y otros poemas / Ana Istarú 19. Señal de identidad y otros poemas / Norberto James Rawlings 20. Puedo sentirla viniendo de lejos / Derek Walcott 21. Epístola a los poetas que vendrán / Manuel Scorza 22. Antología de Spoon River / Edgar Lee Masters 23. Beso para la Mujer de Lot y otros poemas / Carlos Martínez Rivas 24. Antología esencial / Joseph Brodsky 25. El hombre al margen y otros poemas / Heberto Padilla

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