la filosofia de la investigación social

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Page 1: La Filosofia de La Investigación Social

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Traducción deMóNrcr Urrurl,¿ DE NErM

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La filosofra de laóa./a

investigación social

porJouN HUcHESy Wrs Snamocr

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Page 2: La Filosofia de La Investigación Social

n

8 PREFACIO

sido totalmeute reescrita: pnrn darle ttn aire aíinmás wittgensteinianr).

Como de costulobre, hay muchas persollas a

quienes debemos dirr las gracias. Ulrik Pe[ersen, es'

tucliante de ciencias políticas, suman-IenLe inteligen-te y.jovial, Ilegado cle Dinamarca, nos dio mucho ymuy necesarir: conr eio, apoyo y estímuio, además

de brindarnos ciertr.r "apoyo líquido".Jon O'Brien yMark Rouncefield defendieron el fuerte mientras elIibro se terminaba. Nunca se quejaron, lo cttal es

notable testimonio cle su generosidad. Tom Rod-

den, conto de costr¡mbre, mostió ser iln colega in-nlensamente genercso. Lou Armour, cluien escribióla rnejo¡ tesis doctoral que los dos autores han vis-

to durante muchos atios, siernpre nos dio consejos

profundos )/ nos concedió generosamente su tiem-po. Andrew Crabtree, Jenny Ball, Cal Giles, JasonI(han, John Allen, Preben Mogensen, CatherineFletcher, Karen Garnmon, Barry Sanderson y Chris

Quinn son otras Petl'sonas que merecen mención es-

pecial por l;is divelsas facilidades qlre nos clieronmientras se escribía este libro'

I. LA FILOSOFÍADE, LA CIENCIA SOCIAL

IxrnopucclóN

Ll n¡,lnclóN entre la filosofía y aquello a lo que hoy

liamamos ciencias sociales tiene ya Llna historizr 1:ro-

longacla. En realiclacl, las propias ciencias socialés a

nrenudo han considerado que estáIl siguiendo a/Íís-"'cieucias nattlraies que se originaron al separarsé de

Ia filosofía; ias ciencias sociales se apropiaron,conlo su ámbito científico, cle los últinros proble-.mas no resrteltos de la filosofía. A diferencia de las u

ciencias naturales, las sociales, áñ'sü nrayor Pa]-te,

nó tián iogracio disociarse de la filosofía' Atrnque a

este respácto ias ciencias difielen entre sí, conti-

,r.,o*.rle plantean las Preguntas funilamentalesque estas clisciplinas hacen acerca de la nartiraleza

,i. ,.rt temas apropiaclos, su procede,cia intelec-

tuai, Ias razones cle ser de sus investigaciones y, ante

[oclo, Ia naturaleza de sus métodos válidos y apro-

piaclos. Por ejemplo, la sociologÍa Parece'consistircasi exciüii,,u*urrte en una sucesióp de enfociLtes y

'"---.- 'j"

pér§péCtivas que en su mayor parte muestran un

mái'cáaa tonó filosófico- y que tienen como enfo-

o.," oiir.ipal una continua tucha con problemz1"ftr- '-foi¿iic8s, nl.uchos cle los cuales son cle origen deci-

I

Page 3: La Filosofia de La Investigación Social

10 LA FILOSOFJA DE LA CIENCIA SOCIA.L

monónieo, Como hr:mos dicho, las ciencias socialesvarían a este respeclo; la sociología tal vez constitu-ya el caso más sobre:saliente, ya que está en una cri-sis casi perpetua 3cr3l'c2 de su categoría fundamen-tal y la concepción que cle sí misma tiene comodfsciplina. Pero hay otras que disran mucho d.e que-dar exentas. Por ejernplo, en la preparación en ci.n-cias, polfticas.es conrún incluir cursos de teoría po-IÍtica; en la de ecr)nodiiá'-iñb1ür'la histói:ia'áel€,*-. ._:. __."_-.

pensamiento econiimico, sumamente filoséficasaffitá. ryeilárpitpáiatión metod.ológica en toda tagama de las ciencias sociales incluir cursos de ideasfilosóficas acerca d,: los métodos apropiaclos, pre-dominantemenre or,ganizad.os bajo h egiaa ¿e la fi-losofÍa de la ciencia.

Estamos señalanrfo la particlpación de las cien-cias sociales en la filosofía no como queja, sino tansóIo,para',llamar la arención hacia el frelho cle quelas:¡cuestiónes filosóficas siguen siendo una preocu-'pación continua en,las,ciencias sociales ¡ en lasciencias humanas. rl.bdo lo demás que esto pudieraindicar acerca de su carácter inteleátual es iema clediscusión, p€ro es un hecho básico acerca d.e suvida intelectual. Tanrpoco es sorprendeltte que con-sideremos las influeácias normátivas. Por ejemplo,én sociología la triniclacl funcladora cle Mar*, W.U.ty Durkheim dedicó parte considerable cle sus es-fuerzos a establecery refinar las bases filosóficas clesus propias ideas, (:uyos resultados siguen dandoforma, en gran part(:, a los debates sociológicos, en-tre otras cosas por llrs marcadas diferencias que ha-

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 11

bía entre los Lres.l Para ellos -y esto probablemen-te sea más típico de las tradiciones euroPeas de laciencia social que de la tradición norteanrericana-las cuestiones filosóficas habían de resolverse antes

de las,oinvestigaciones empíricas. Dado este legado,y la enorme dificultad de llevar las controversias fi:losóficas a algún tipo de resolución concluyente,supónese que las cuestiones fundamentales qtle se

encuentran en el meollo de las ciencias hunranaf-§;- "guen sin resolverse y continuarnente estirnulan lanecesidad de no apartarse de la filosofí¿r.

Desde luego, ia naturaleza de ia íntirna relaciónque hay entre la filosofía y las ciencias l-rulnanas nose ha mantenido constante a lo largo clel tiem¡:o.Como ya se dijo, las ciencias humanas e]'r gran Par-te se origin¿rron en la investigación filosi"rfica, per«>

entonces eran labores diferentes de las que hoy co-

nocemos, La distinción entre las investigacionesmerafísicas, que hoy comúnmente consideramoscomo filosofía, y las empíricas, no era tan rnarca-cla como io es hoy. Antes cle que se establecieran las

ciencias naturales, la filosofía era consideradacomo ¿/ moclo de la investigación intelectual y abar'caba gran parte de lo que hoy tratamos no sólo

.orrro .litciplinas separaclas sino como modos de es-

trrdio 'nluy diferentes de los de la filosofía. il Wf-'..I Véase Hughes et al. (1995) para uua exposición del pe¡1sa-

tniel'ito cle estas figuras y su repercusión sobre el peusatuietrtocolltemporáneo. Aiilnisuro, pese a stt recol'locido énfasis elr lapsicología, Snrith (1997) es ur"Ia rnagnífica fuellte ¡rara la historiade las ciencias sociales,

Page 4: La Filosofia de La Investigación Social

I

,72 LA FILOSOF,:A DE LA CIENCIA SOCIAL

miento de las ciencias naturales no sólo hizo caer ala filosofía de su [rc,no como forma suprema de co-nocimiento, sino qrre con ello provocó canrbios enia concepción de la propia filosofÍa, que quedó másclaramente enfocacla como esfuerzo rnetafísico, yno conro amalgama de 1o metafÍsico y cle 1o empíri-"co. Las investigacic,nes empíricas de la naturalezadel universo se volvieron, casi exclusivamente, ánr-bito de las ciencias naturales; a la filosofía se Ie de-jaron las cuest"ione$ que no fuesen de carácter em-

gprilco.'

La Narun.ALEZA DE L;\ FILosoFÍ.,\

Se han claclo much¿'.s clefiniciónes cie filosofía, y hahabicto tantos estilos filosóficos como definiciones.Desde el punto de vista de llegar a una definiciónde filosofía, las cosar; son aún peores, por el hecho de

que existen dificuiurdes especiales para clefinir la fi-losofía, que no estaremos en posición de colrlpren-der hasta (lue exanrinemos los problemas filosófi-cos acerca de la definición en general. Esto no es

atípico del modo en que parece proceder la filoso-fía. Sus preguntas F,ron[o parecen adoptar urta cre-

2llsto es, en gl'an pzute, urr Icsunren cle los c¡ue fttelorr iutet'ca¡nbios profundos y ccrnplejos clurante muchos siglos. Lo se'

guro es que r1o podemos extrapolar cie regreso al ¡:asaclo uttes-

tras actuales disciplinas. Lo que talubién se debe teller ett cuetltason los procesosr históri<.a¡nellte u1!¡y recierltes, por rtreclio <le loscuales se for¡naron y qt,,.br..ierou a io largo de sus pt'opios lilnites las clisciplinas, t;.tl conro .las couocernos. Véase S¡nith(1ee7).

LA FILOSOFf¡\ DE LA CIENCI¡\ SOCIAL 13

ciente depcndencia de otras cuestiones, clesde antes

c1e que empecemos siquiera a ver cuál podría ser la

respuesta. Las que parecían pregLlnta.s basta¡te---.directas e inofet:sivas, como "iQué es la realidirfl?","iExisten otras mentes?" raravez obtienen resPues-

tas de la forma "La realidad es tal y tal", o "Sí, exis-

ten otras mentes." Las nrás de las veces esas Pre-guntas lo que harán será provocar o[ras Preguntas:"¿Q.,ré significa. . .?" "¿Cómo podemos determinarsi existen o no otras men[es?" "¿Qué normas pocle-

nros utilizar para distinguir lo real de lo irt-eal?", et-

cétcra.Las preguntas filosóflcas Pueden parecer bas-

tanLe sencillas pero Pronto resulta difÍcil saber el

tipo de respuesta que se les puede dar, enl"t-e olr¿rs

cosas porqLre el problema cle los filósofos' parecqtconsistir, en gran parte, en estar en desacuerdo rnu-

tuo acerca cle los tipos de respuestas que puedenser aceptables.'Las cuestiones filosóficas acerca de

la natrrraleza cle la materia no son"clel tipo de W*' ..glurt.as a las que pueclen resPoncler, por ejemflo,los físic<¡s. Las preguntas filosóficf,s sobre otras

men[es no son clel tipo de preguntas acerca de las

cuales los psicólogos podrían iclear experirnento§:$,Las pregLrrrtas filosóficas respecto a la .natu.ralezade la verdacl no pueden recibir respuesta de Ios ju-

ristas. La física, la psicologuy el derecho -para se-

guir con los nrisn:os ejemplos- han de sr-rponer Pl'e-cisamente el tipo de cosas acerca de las cuales la

filosofía qr-riere hacer Preguntas. Es tal'ea de la físi-

ca hablarnos de la estructura del mundo material,

Page 5: La Filosofia de La Investigación Social

L4 LA FILOSOFÍA DE L¿\ CIENCIA SOCIAL

de qué está compur:sto, por qué se comporta comolo hace, etc.; no es su tarea cllestionar lá existenciareal de un mundo c:xterior. La filosofía puecie acep-tar todo lo que nori dice la flsica acerca de la natu-raleza del universo material y, sin embargo, seguirplanteando sus presuntas sobre, por ejemplo, si Iafísica nos da o no llr respuesta final acerca de Ia na-turaleza de la realiclad. b.un parte del pensamienrofilosófico contempr>ráneo, especialmente el que ata-ñe a las ciencias sociales, gira en torno de la pre-gunta cle si la "cierrcia" ocupa un lugar especial y'privilegiado

en el pensamiento humano acerca cle la'reaiidad; es decir, si la ciencia representa una formasuperior cle conoci¡niento y, en tal caso, ipor cuálesmedios? Ilustremos esto con un ejemplo prosaico.

Ocasionalmente, cuando nos paseamos por lcls

'campos ingleses, tropezamos con unos vehfculosque llevan pintada, en la parte trasera y a los laclos,Ia palabra "Leche", AI ver ese camií¡n una conclu-sión bastante obvia. es que se tl'ata de un vehículodestinaclo a llevar le:che, recogiéndola cle las granjas

;para entregarla a l:t lechería. Pero, icuál es la based.e esta inferencia? ,iEI hecho de que la palabra "Le-che" aparezca en r:l vehículo? Más que probable-mente, pero, ide qrré depende esta suposición? Poruna parte, depende d'e saber que "Leche" se refierea 1o que el vehÍcurlo transporta. Y sin embargo,como bien lo sabernos, en los camiones pueden es-

tar pintados nombres o palabras que no se refierena lo que transport¿rn. A veces a un lado está pinta-do el nombre de la empresa o del propietario, o el

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 15

nonrbre de algún producto. Entonces, icómo sabe;_mos que et vÁicuto en cuestión transport

^ rccÑl- "

"Leche" habria podido ser el propietario del vehícu-lc.l, o una empresa, o hasta la marca del camión.iCómo poden:os estar segllros de nuestra afirma-ción? iQué clase de afirmación es ésta?'iEs unaafirmación acerca de lo que creelllos, o acerca de loque sabemos? Desde luego, podríarnos exponer mu-chas razones. para sostener nuestra afinrración: eraun camión-cisterna; "Leche" no es un apellido co-mún ¡ hasta donde sabemos, no es el nombre deLlna empresa, y sería extraño utilizarlo como sobre-nombre, etc. Tal vez una acumtrlación cle tales ra-zones podría "equivaler" a la convicción de que es-

tamos en Io justo: este camión sí transporta leche.Pero, ipor qué?

Las razones aducidas incluyen ulla referencia a

nuestra experiencia personal, nuestro conocimiql-.-_-to personal, las prácticas cle los fabricantes clq('s-hículos, las empresas de transporte, los conduc[oresde camiorres, y aún más cosas. iHasta dónde nece-si[alnos ilegar antes cle pocler establecer sin la lrre-nor duda el nexo enLre el letrero "Leche" y la fun-ción del vehículo? Podría argüirse que no hay unacantidad de creencias y razones pel:sonales que bas-tén; lo que necesitarnos es ver el interior ddl ca-

mión. Pero, una vez rnás, iqué hace que el resulta-do de contemplar el interior resulte más seguro ocorroboratir¡o que las razones que y^ habíamosofrecido? Aúrn podemos engañarnos. iA qué con-clusión deberÍamos llegar si el camión estuviera lle-

Page 6: La Filosofia de La Investigación Social

17LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL16 L..\ FILOSOFIA DE LA CIENCI.,\ SOCIAL

no de whisky y no <.te leche? iTendríamos que acu-sar a su conductor rle contrabanclista? iLlegar a Iaconclusión de que lnterpretamos mal el lerrero yque "Leche" se refi«:re a un líquiclo brillante, colorárnbar, que llega de Escocia, y no a un líquido blan-cc¡ cJenso que proce«le cle las vacas?

Pero, cr-ralquiera que sea nuestra conchrsión, laidea es que nos vería.mos embrollados en cuestionesacerca de Ia naturalc:za de la evidencia y, por mecliode éstas, ¿lcerca cle la naturaleza clel rnunclo: cómoconocenros ciertas c(;sas y creemos en otras, cótlo sa-

. bemos clue las cosas son verdaderas y falsas, qué in-ferencias se pueclen :acer legÍtimamLrr,. o p'árti, d.variosJipos de expeliencias, en qué consisLen las in-.ferencias, qlré clase de cosas in[egran eI mundo,etc. Desde luego, al. hacerlo empczamos a perderalgo de nuestro sentido de Ia dirección: las expe-riencias familiares se vuelven dudosas y hasta loshechos aparenternente más evidentes, seguros y co-munes parecen expLrestos a la ducla.

Nótese que estas l)reguntas surgieron de una co-tidiana capacidad c¡ye tieuen las personas paracomprender, en est(, caso, 1o que significaba el le-trero pintado al cost.ado de un camión. Como tal,no incluye el uso cle ningún tilto de conocimientoesotérico, aunque pcdríamos querer decir que sí in-cluye un conocirnie nto cuituralmente adquirido.S

J Con esto sólo queremos decir que se r:ecesita tellcr expe-riencia de una cultura e¡l rlue tales camioues desempeña¡r su ofi-cio de la rnanera descrita El clesconcielto ordinar-io de esra ín-clole no es io que tratanros aquí.

podenros establecer esas conexiones en forura ruti"f "

naria, y nortrlalmente sin mayor vacilación' La ca- '

paciclacl cle leer las señales cle los caminos, IOS le-'

,..ro, cle los paquetes o las botellas, Ios titulares de

ios perií-rclicos, l,os nombres cle las calles, etc'' soll

pori. ittegrante cle nuestras aptitudes coticlia'as' Y

Lr, .t. .uio, ipor qué hacer el tipo de pre.qunras

que acabanos .i. pñnteat?Descle luego, en cierto nivel no hay ninguna La-''

zón para .lrrJlo hagamos. Sin clucla no es probable

q.r. .liu.rrriorr., filásóficas de esta capacidad.esta-

bl.r.o., gran cliferencia en el modo en qlre llter-viene¡r en nuestras viclas cliarias y las afectan' Y sin

embargo, estas cuestiones filosóficas siguen ejer-

cienclo una influencia preocupante engendrnrnclo y

perpetuanclo Ia incertidr¡mbre y 11"u".tltda,cf acerca

i. iu, posibles fuentes de Ia autoridad intelectual, ,l-'--,.

La otttología, la ePistemología' ) Ia a,utorid,ad intelectual

Una cle las razones principales de que la filosofía y

la ciencia social sigan profundamente interconect'a-

daseselmodo"t-q.,.ioscientíficossocialest:.1^"aclhericlo a 1á visióá fitosOfica conocida como lrfutr-

dacionisnro"I Esta visión considera a Ia epistenro/9-

giu -to investigación cle las condicioneq. de.la posi-

tiuaua cie cánocimiento- cQmq Previa a la

investigación empírica..No es necesario asegurar

Ia posiÉiliclacl del-conocimiento empírico 'en cor-ttra

Page 7: La Filosofia de La Investigación Social

18 LA FILO§OFÍA DE LA CIENCIT\ SOCiAL

,de la persistente ducla escéptica, el tipo de duda queplantea argumentcis en el sentido de que nunca po-demos conocer nada acerca clel mundo real y exte-rioq nunca podemirs, legftimamente y con plenaconfianza, afirmar rlue conocemos arlgo. para pro-ifegernos contra este tipo de escepticismo se arguyeque Ia posibilidacl y [a iealidad del conocimiento nodeben ser concluye:rtemente demostradas identifi-cando métodos o uredios sólidos e irrefutables de.tádquirir conocim.ierrto. Si podemos sentirnos segu-ros de nuestro derecho a la confianza QUe, por.ejemplo, a menudo sentirnos sobre nuestro conoci-miento científico, entonces no es necesario qlle po-d.amos demostrar c.ue nuestro sistema de conoci-miento está edifich,lo sobre fundamentos sólidos.Así pues, funcJ.acionismo es la idea cle que el cono-cirnieñto verdaclero debe descansar sobre un con-junto firme e indiscutible de verdades indisputablesa partir cle las cuale,l se pueclen declucir lógicarnen-[e nuestras creencias, reteniendo así el valor de ver-dad de las premisas fundacionales de las que se'de-rivan, y en términos de las cuales pueden ser lícitosnuestros métodos de formar nuevas ideas sobre elmundo y de investig;arlo.

ismo es 'tan,fuerte en

I.A T'ILOSOPÍ¡ PE LA CIENCIA SOCIAL 19

pocler establecer métodos sólidos cle ilrvestig;rción,

"rt., clc la propia investigación empír'ica' Clc'mo

prónto \¡eremos, las propias concepciones. de ie na'

iurrlero )'la organización cle la investig:rción s<rc'ial

a menuclo se ciirivan cle una u otra concepción ti-

losófica respecro a la naturaleza de la investieación

científica. Co.rro resultaclo, enfoques y técnica de

investigaciór-r se desarrollan fiecuenternente colnc)

aplicaclones y demostraciones de nuestros prejui-

.io. filosóficos. Por consiguiente, el objetivo cle

gran parte cle la investigación social consiste' cle he-

cho, en mostrar la di{bienciir qne establece 1a" aclop-

cióncleunPunloclevistafiiosóficopar-ticulal.,eS----.--pecialmente en cuestiones epistemológicas' La'/ /'

cbnsecuencia es que la crítica de los resultados de

Ia investigación y de los métodos que los generan va

dirigicla,-a menlrclo, a trar'és de ellos, contra las con-

..pIiorr.s filosóficas subyagentgs, y son hechas cou

frecuencia descle una posición filosófica diferente y

conflictiva. Vemos así que es difícil considerar que

las ciencias sociaies rePresentan disciplinas qLre

prodr..r, clescubrimientos empíricos acumulativos'

iescubrimientos que se Ievantan unos sobre otros

d.entro de marcos más o menos estabiecidos' En

cambio Io que tenemos, en cliversos graclos' son

unos argumentos filosóficos qlre están basados en

torno a?escubrimientos empíricos Putativos y Pro-

vocados Por ellós.r"iCómo es posible, si 1o es, que obtengamos co-

nocimiento del mundo?", es la Pregunta principal--'--

á. f, epistemoiogía. Relacionacla-con ella viene ov{

..Jffi i.e,n cias p o-gi alm;.lus -*f--$n n*ó r h g c ho qu e l a p r i o-

fidA,,**,df,*Jpsffindamentos no sólo es lógica sinoiám¡ién temporat. l e este modo, es común que lascuestiones filoséficrs -especialmente las epistemo-lógicas- sean cons:,deradas como las primeras ypreliminares que se deberán abordar con objeto de

Page 8: La Filosofia de La Investigación Social

\

20 LA I.-ILOSO[Í.'\ DE LA CIENCI}\ SOCIAL

de no menor importancia: "iQué tipos cle cosasexisten realnrente en el ¡l:undo?", pregunta que per-:tenece a la rama d,:: Ia filosofía conocida como on-tologÍa. Dicho en l.)ocas palabras, la epistemología

'se preocupa por evaluar l¿rs afirn:aciones acerca delmodo en que pode:mos conocer el mundo y, como:tal, inciuye cuestiones sobre qué es conocer a/go., Como preguntas filosóficas, éstas .ng se refieren,tanto a métodos particulares de investigación o téc-nicas de recabación de datos, o ni siquiera de cues-[iones de hechos r:specíficos. Se supone qLle soncuestiones generak:s que se interrogan respecto aestos particulares métoclos de las técnicas, o bien loshechos que supuestamente están establecidos por,su r¡so, y si satisfacr:n los reQuerimientos g.r,.rál.spara poder decir c¡ue sí, en realidad, conocemosalgo. Desde luego, t.aies pregllntas presuponen quepodernos identifical' esos requerimientos ge¡rerales,y todas las controversias episternológicas son acercade la naturaleza de es[os supuestos requerimientos.

Es evidente que las cuestiones ontológicas y las,epistemológicas no están desconectadas. Puede su-ponerse que la cap::icidad de cualesquiera nrétodoso procedimientos pr).ra darnos conocimientos de loque existe ha de cle¡render, en parte, cle aquello quese va a'corrocer. Si.r embargo, importa in§lstir enque las preguntas ontológicas y epistemológicas nopueden recibir respuestas de la investigación empí-rica,ya que se declicrn a exarninar, entre otras cosas,Ia naturaleza y el significado generales de Ia misma.No podemos invest.igar empíricamente la cuestión

LA FILOSOT'Í¡\ DE LA CIENCIA SOCIAL 21

.de si existen o no cosas que pudieran llamarse "he'

chos cmpíricos". Parece que podemos estableccr al-

gunos liechos particulares -como, Por-ejenrplo'áuzil fue la rasa de suiciclios en el Reino unicl0 en

lg73-, pero Preguntar qué es lo que justifica.esa

afirmación es algo mtty clistinto de Preguntar si en

realiclacl existen hechos I, de haberlos, si nues[ras

rlraneras <¡rclinarias cie clescubrir las cosas pueclen

clarnos la base Para establece, ,r, .*i'tencia' Uxo n'{es una pregunla empírica, pues suPoner que pode;

rnos Cirle respuestá acumulando hechos ecluival-

clría a cometer petición de principio. Más bien in-

vita a responclei en términos cie reflexio*ar solrre

las presuposiciones misn'Ias del conocinrient'o y

cle Ia iclenticiacl de los hechos. Esta reflexión obvia-

mente no se puecle hacer en térn'rinos de irechc¡s,

pLrgs la idea .u pr"g,rrtar si en realiclacl exister: al-

g.,rrou hechos, qu¿ caracteriza -si acaso- algo

Iorr-ro heciro y cómo identificar correctamente esos

hechos.En nuestras viclas coticlianas y en nues[ra prácti-

ca profesional cle investis?ción tenemos bases'abun-

ciantes sobre las cuales estamos dispuestos a afir-

mar y clefencler nuestra pretensión de conocer algo'

P,reci"n incluir, según lás casos, referencia a méto-

clos experimentaies, proceclimientos correctos c){* " "

análisis, fuenres autorizad.as, inspiración espiritual,

eclad, exPeriencia, etc'; es deci¡ referencia a los

proceclimientc¡s colectivamente acreditaoos :."*"i'b.,.rr^, razones" Para conocer' Es de esta 1:írblicat

licencia colectiva cle Ia cual prácticanrente se deriva

Page 9: La Filosofia de La Investigación Social

rt,

22 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

la autoridacl intelectual de nuestro conocimiento,aunque basarse en r:lla no siempre es garantía sufi-ciente de que cono(:emo§. Lo qr'r. uqr'ri esramos su-brayando es la naturaleza arraigada de nuestraspretensiones de conocimiento y la forma en que, en

. condiciones apropilldas, ciertos motivos particula-¡es adquieren categoría de autoridad; per:o, por lanaturaleza misma de los motivos, se los puede de-safiar y refutar. Dicho dg otra manera, en caso dealguna afirmación p,¿¡¡isular de conocimiento, pue-rle haber razones por las que motivos normalmenteconsiclerados "bue:tos", rro resultan "suficiente-mente buenos". Ver si los rnotivos en que de ordi-nario. nos basamos soportarán un interrogatoriomás intensivo es uno constituye los objetivos que,impelen a la filosofia.' Pero, si recordarros el ejemplo del camión cle le-che, icórno podría haber cluda acérca de los hechos,,de que transportab¿:r leche, o dudas sobre cómo po-dríamos descubrir cuáles son los hechos? En el sen-tido pnictico ya mt:ncionado, no hay ninguna ra-zón, ialvo en los casos en que, por ejemplo, existansospechas de contrabando, engaño-o .iror simila-res'que, asimismo, son muy prácticos. En casos

f 'como éstos, simplerrente estamos dando por senta-

i do,'y no reflexioirando escépticamente sobre uni marco de,nernras dt:ntro del cual hacemos nuesrost-É.*' juicios, sobre si existe evidencia pertinente y sufi-I ciente para establec:er hechos similares. Pero talesafirmaciones, )a la e:videncia de la cual depenclen,sólo pueden expresirse cuando existe algún marco

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 23

palp fr-rg$1mental-1as .como afirmaciones y eviden-gil iobre las cuales séa razonable.preguntar: "4r.-que este marCo sea bastante bueno Para todo fin.----práctico, en realidad ibasta para establecer una/identificación indiscutiblemente segura del mc.¡clo.

en que realrnente son las cosas en el mundo?"Desde luego, en un sentido práctico aprendemos

tales marcos como parte de lo que aprendemosacerca clel mundo. Sin embargo, q.,11 u.n sentido filg-lófi-.o-., esta realidad no nos lleva á nigguna parte

"- i; -''

porque és"iiósible que 1o que aPrendemos sea erró-

ia6 y ¡-gt..og.üiia sistémetiiamente. Pod'emos estar

sóñá"áü l.i ..,gañaclos o ..gádós pór el prejuióiop-éf9ona|."p haber aprencliclo pr'ácticas cuirurales ycreencias falsas, En otras palabras, se considern po:siUte r "piofünclameute escéptico" acerca de toclo

el marco dentro del cual se ubican nuestros juiciosespecíficos,a Es de9ir, podemos ciudar de todoq,]le-stro.!q"q-c.lo dq -d-e-qcublg el mundo )', en el caso

$él .t+!!.j¡*á *a¡ é"ti.qpo,,podé1nos cludai de

que sea ,rqr,..u posiblé ¡aber al§o. A1'fin y al cabo {'' - "

pódénió§-lirñilárnos a señalar la variedad de opi-niones y concepciones acerca del rnundo que son ohan sido sostenidas por diversas sociedades hisri.¡ri-

cas -creencia en la brujería, dioses sentados en las

tumbres'de las montañLs, la procreación como re-

sultacio de saltar sobre el fuego, el poder cle la ma-

gia y rnuchas más- Para sugerir que no podemos

4 La frase ,,profunda,tente escéptico" frre tomada de Phillips

(l996), que corisrituye Lllla excelente i,troducció, a la filosofía ysus problemas.

Page 10: La Filosofia de La Investigación Social

24 LA FILOSOFÍA DE L¡\ CIENCIA SOCIAL

permitirnos confiar demasiado en la validez denuestras propias c<.,ncepciones, pues bien podría-mos estar equivocatlos. Entonces, en ese caso, sur-gen preguntas sob::e cónro podemos saber si elr:rundo en reaiidad es lo que parece ser para noso-tros; es decir, si nuestras propias creencias son sóli-das. Eso no puede hacerse ofreciendo Io que, enotros contextos, cot'rtarían-Ios conlo prueba empíri-ca concluyente, ya (tue lo que se está poniendo encluda es el hecho c.[e que dependamos de esa su-

puesta evidencia. D:spués de todo, los dioses de Iaantigua Grecia, por ,jenrplo, eran hechos reales e in-

discutibles para }os miembros de esa sociedad, que,

a su vez, acaso consideraran una especie de magiaciertos hechos de nuestro muudo, como el motórde combustión interna, Ia televisión o la aviación.Pero no es ciaro 1o que puede inrplicar esta dife-rencia acerca de la traturaleza del conocimiento en

general. iSe engañaban los antigr.ros griegoi; cómopodemos demostral' que se engañaban y, 1o que es

aún más importante Para nosot.ros, que no e§tamos

tan engañados comf, ellos? iQué nos cla derecho a

pronunciarnos' con,ra los antiguos griegos dadoque, para todo fin prácrico, la f¿rcticidad de sus dio-ses era algo de lo qrre ellos no podían dudar? iQuéhace nuestras certiclunrbres más seguras que aqué-

llas, tan fervientem{i:nte sostenidas por los antiguosgriegos? Algunas dt: es[¿rs cuestiones serán conside-raclas más arnpliamr:nte en el capítulo vI y en los si-

guientes.La epistemología se ocupa particularmente cle la

LA FILOSOTÍA NB UT CIENCiA SOCI¡\L 2ó

necesidad cie encontrar resPuestas al más persisten-

te escepticisnro. Se concentra en tratar de asegu-

rarse .1" .1.r. tray verdades que pueden sos[eners?f*-'..

con.tra tocla ciuclá posible, o en cotlstatar si es inevt¿

table reconocer ante el escéptico que' a la postre'

,ro pn.l"*os estar verclaclerament'e seguros de nada

y q". hasta nuestras certidumbres diiectas no son

*á, q.," cuestión cle una confianza injtrstificad.o' I"'..uti,iu¿, una cle ias activiclacles principales.de las i

teorías del conocimiento ha consistido en lo que ;

Quinton llama dar "cllenta del o-1clen ]ógic1 de. la

iisrificaáibn" (Quintijn, 1975:115)' A rnenudo ls!Í'}'r.; ;á";,a¿ó tzi iorn , de una bús.qpeda de las certi-

fu¡;I iriiiiscut¡ries"qué ÉüeA;n dry fundamen-

tós seeurjos ai conocimié':to humano; es decir' Pen-

;.I; ;"";i;;";;l;;,; éomo- una estructura similar

á-ún edifició Ñ'rr...sitá estar cimentaclo sóbre

;;Tf ;; ;;i;oi'd j";; ."" r" creen cia co n comi tan-

té cte q,r. üuy ulgr;t ut creencias más básicas ^que

otras, y pot ia c,rál se puecien sostener y justificl-- ..estas út,i*"r. si puclieran fornrularse tales creerl-

cias, cle las que ., i*po*ible cludar' podrían.dispO-

nerse todas lis creencias en un orden jerárquico' en

cuya base se encontrarían aquellas que'. 1unq"t]-":;tificaran a las cle arriba, no requerirían Por sl

mismas un aPoyo justificatorio' E¡ta concepción

narticular, .ono.i¿á como "fundácionismó" y iu'la¿t¿¡"i;, ; últimas fechas se ha iclentificaclo

como uno de ios componentes clave en la forma-

;i#;;i; "iituroriu *ádt"'o", e§ cleci¡ el period<>

-f ido descle el siglo xvII' )/ iue legadaque ira transcurl'Ioo ucrt¡s E:¡ ü¡5r

Page 11: La Filosofia de La Investigación Social

'26 LA FILOSOTÍA DE I.A CIENCIA SOCIAL

a épocas ulteriores por la obra de Re'é Descartes(1596-1650), a menudo consiclerado padre cte la fi-losoffa moderna. Pi,-?_l?q"e al ,,functaiionismo,,

y surechazo han sido ;16ffiܧ-dé]o§-iái§ós piincipatesdel pensamiento reciente y una clave aá ta ...onr-trucción radical de la filosofía misma.

Raíces sociales e ltistóricas de tafitosofia

Lo que hasta aquí rie ha dicho acerca cre la ontoro-gra y la epistemolo¡;ía parecería presentar{as comosi fueran esfuerzos que de arguna manera est*vie-sen apartados de la,l iircunstincias sociales e histó-ricas en que áparecieron. y, en realidad, ésta hasido indudablemenr.e una cle las motivaciones cle lafilosofía; es deci¡ descuhrir principios que sean ge_nerales en el sentidt¡ de tene'aplicaciónun:iversa'Í yque todos pudieran desear conocer de una ntAneraigualmente universal, cualesquiera que fuesen sus§ircunstancias personales, sociales e históric¿r.s. sin 1

embargo, y como lc¡,mostramos brevemente antes, i

las concepciones del mundcl han cambiado a lo lar-go de la historia, iy por c1ué habrían de ser diferen-tes las concepciones filosóficas? La fiiosofía ha con-templado caracterísl.icamente su historia como unasucesión cle intentos progresivos por iclentificar es"tos principios univer.sales. Pero es posible -y hoy scarguye vigorosamenre y por muchas distinto, .áro-nes-, que el co_ns*el)to de progr-eso en el conoci-^ .i*.-__-_-...**",¡...:.-------..- r. I Ir:

LA FrlosorÍn or, I.A crENCrA socIAL 7?.

-- ..

también Ia noción de avance hacia unos principíosgenerales válidos en filosofía fuese una ilusió¡r. Talvez clebiéramos prestar atenció-ñ-ai éónsejo cle Toul-min (1972:1-14) de no tratar las formas de la epis-ternologív *y, puede suponerse, también de iaontología- como si expresaran más acerca de ia na.-

turaleza social e histórica del perioclo en que se ori-ginaron que si d{jeran algo acerca de las verdadesúltimas.

Como ya lo hernos mencionado, mtrchos de losdebatesometodológicos de las ciencias sociales de-ben comprenderse en relación con el surgimienro yel éxi.to de las ciencias naturales y el moclo en qLle

los filósofos han interpretado la naturaleza y las

consecuencias de este éxito. Desg1.1es y I ocke, dosde las grancles figuras e., cryá- obi:a se funciamentóel '¿periodo_ móclérnb'. cle la filgsofía accid,ent{f;"'..fueron hombres de su época y analizaron los prin-cipigs {el gonocimiento humanó ánte el trasforidode ias i§eas que por entonces circulaban acerca. cielorden de la naturaleza y del lugar del hombre en ély, con ello, hicieron mucho por aclarar 1' elaboraresas ideas que circulaban por entonces. Según diceToulmin, clieron por sentados "lugares comunes",los cuales no necesitaban una justificación filosófi-ca: en prirner lugar','que lzr naturaleza erzr fija y es-

table, y que podría conocerse por medio de princi-pios de cornprensión igualmente fijos, estables yuniversales; en segunclo lugar, que había un dualis-mo entre la mente y la materia; ésta última era iner-te mientras que la mente era Ia fuente de la razón,

.t-

Trent^o pudiera ser r-lna ilusi6n y, pór lo tárrto,'que

Page 12: La Filosofia de La Investigación Social

i..if

28 LA FILOSO]¡ÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

h_l:g.liy"t:"ig.L.y otras funciones menrales; por útri-rñó;Tü é-éi-éjAifp it -á

ái lér:áá cléro-cóné liini en ro, d ela certiclumbre inccrregible, lo aportaba la geome-tría, contra Ia cual c.ebía,juzgarse toclas las otias pre-tensiones de conor:imiento. podemos ver cómo se-mejante concepción aport-ó a la vez una clescripciónontológica básica clel mundo y unas prescripclonesepistemológicas sobre cómo se poclía investigar esemundo. Llamó la atención de científicos y fiiósofoshacia ia estruc[ura Cel universo material, a su cuan-tificación y meclici 5n y a su descripció' en térmi-nos de principios t«::óricos racionales. A lo largo deltiernpo esto quedó estableciclo como la'ersiór-, ,r-torizada del muncl(.), como un conjunto cle insLruc-ciones sobre cómo,-lebía"ensamblarse sensatamenteel mundo. Subrayal:a el métocio sisternático, la im-portancia de poner a prueba las ideas cotejá,cloJascon Ia naturaleza n-risma, en lugar cle derivar expli-caciones con base e.ir suposiciones teológicas, r1e co-rnunicar el conocimiento ir una confr¿rlerniclac]científica y acumula r hechos acerca clel nrunclo quefueran congruellter; con las teorías expiicertiv¿is. Seconvirtió en rrna concepción sumamente difuncriclaen[re científicos v f.ilósofcrs. .\ la obra reórica másdetallada dentro de las varias disciplinas se re clabavalidez intelectual p,or el grado en que parecía coir-gruente con esla co:rcepción ),, al hacerlo, se reafir,maba continuamenle la concepción misma. Hubc¡muchas y diferentes escuelas teóricas aun clentro d.e

una sola disciplina -racionalistas, empiristas, cor-puscularistas, vor[ici stas-, que fueron consicleraclas

LA FILOSOTÍA PT, LA CIENCIA SOCIAL 2g

congruentes con Ios principios ontológicos y epist {'*-' "moügicos planteaclos. I-a iclea es qLre estos. tti"i. ,

pio, i¡uron el contexro del clebate cientro ciel cual .

las ciiferentes escueias combatían sus desacuerdos.' tl'

En pc.icas palabras, clurante cierto tiernpo fueron es-

ros principios los que ejercieron la autoriclad inte-'

lectual,una conciencia cle los contextos soci¿,rles e histó-

rico's de-iátptétenliones cle Conocer plantea un pro-

QlenLa ,1rrá, ,rr'ru vez r'r:.ás, será aborcláclo adelante de

nianira- más cabal, 1o que.t19"9 qu.9 ver con la r-eia-

tiviciacl clel conocimientó, S-üIgP g-e" fa idea de Ia dl- ',rl

rermlnacion social clgl có-nocimientg, Io c¡ue signifi-ca abnnclo,ir la ambició, de garantizzrr la verclad

cle nues[ros modos cle pensar contra los cle otros'

tiempos y lugares. Aunque los '¿lugares comutres"

cte la .órirouisi<in dél siglo xvII -cosm,visión, di-

clro sea cle paso, clue era específica cle los gu'pd{ "cultos cle Europu* ,r-rorrtuviéron u,a p.clerosa in-

flucncia a lr: largo de los sigios siguientes, ninguno

cle elios tiene hoy ei mismo significaclo o se le sos-

tienc con la misma convicción. Las icieas de ia evo-

luciór-r y cte uir universo originaclo en un Ilig Bang iya no sbstienen ia c.oncepción de un universo fljo e

inalterable. De manera similar, la distinción entre la

' ' ' vercJacl cle t'senticlo

mente y la materia, que era una

.onrúq;', ya no tiené la misma Hf,#iÍ,l}¿l-llante que en §u momento tuvo.

c|ón dá- ta geome[ría no euc]idipa tuvo un ef'ecto

clevast4glor.sobre la.creencia en que el esquema

géorrreiiico euClicliano era el marco clel universo;

Page 13: La Filosofia de La Investigación Social

30 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCiAL

paradójicamente le dio 1nás espacio a la geornetríacomo creación hunrana, útil y poclerosa para pro-pósitos particulares, pero la privó de sú categoríaespecial de repr:ese:ntante principal de la certidum-bre y de encarnación de una nonra universal cle co-no cimiento. Mg- ¡1 .-e§g_§ principios "evidenrementeciertos" cle tiffiqu ¡Jaüaói püaié*n desptázarse,'¿F"iftAéilI3!'¿eryidirmbies ité nüeistro [iempb y lu-gtar-iibñiié"ae

-ün deitino iimiiár:i" Las cie"ncias

:ftiñitáméniales hán variado de uñ lugar a orro y deun momento a otrc,, y a muchos les parece que nohay raz6n para suponer qlle, a largo plazo, nuestrascertidumbres resultarán ser más duraderas que suspredecesoras. Si c:ambian, entonces, iimplicaiásu desplaz-amiento aiguna progresión, una evolu-ción del conocinrierrto hacia formas mejores, o sólose pueden juzgar l<¡s sistemas de conocimiento ensus propios términos, como producto de unos me-dios sociales e históricos párticulares? iTenemosderecho a hacer juicios negativos y despectivos cleformas de conocimiento ajenas a las nuestras, comopor ejemplo la cree:ncia en la hechicería, o en me-dicinas que se basar: en concepciones muy diferen-Ites de la enfermedad y que, sin embargo, han rnos-;trado una eficacia r:.otable, al menos ., lor culturasa las que sirven?

Estos ejemplos *y podríamos presentar muchos:más- plantean agurlamente la cuestión de la relati-vid.ad de las norma.s de conocimiento o, dicho deotra manera, las fur:ntes de nuestra autoridad inte-lectual. iCómo juzg¡amos entre diferentes sistemas

Lh pl¡-osorfA DE L¡\ GIENCIA socIAI- 31

d,e conocimiento? tExisten normas claras e inequívocas, como las que Platón y Descartes considera'ron geométricamente rePresentadas, por las cuales

podamos determinar si lo que sabemos es ciertcl o

no? En suma, ihav alguna fuente universal de auto-

ridacl intelectlral, o todo conocimien[o es simple-mente r'g1.39ivo a la'§ociedád y al periodo e11 que §e

v'ive? Preguntas como éstas, Por muy absrractas que

füéaa" parecer, son importantes Para ayuclaruos a

comprender lo que estamos haciendo cuando, en-

tre otras cosas, nos dedicamos a la investigación so-

cial para proclucir conocinriento.Para redonclear est.e capítulo inicial cleseamos re-

iacionar algunas de las observaciones generaies on7-'--..teriores acerca cle"la naturaleza de la filosofía con el

proceso de la .invesrigación social.

LT\ NLOSOTÍA Y EL PROCESO DE INVESTiGACIÓN

En términos generales, la investigación se efecrúa

con objeto de descubrir algo de lo que todavía n<;

se sabe. Sin embargo, esto es en términos muy ge'

nerales. Si observamos lo que Pasa por investiga-

ción en las cieucias sociales y humanas, Por ejemplo,

lo que encontramos es una variedad de ¿tctividades

qr. ,,on clescle encuestas para descubrir la relación

existente entre diversos factores sociales, irasta per-

sonas que Pasan el tiempo observando cónro traba-

jan otras personas, o efeciúan experimentos en la--boratorioi,

así como la revisión y crítica doctas a7 - -

Page 14: La Filosofia de La Investigación Social

32 LA FILOSOT:A DE LA CIENCiA SOCIAL

Ias icleas cle X, o elaboran un nuevo enfoclue clentrode Ia disciplina, y hasta una crítica de ia labor exis-tente sobre X, y má:; aún. Eu ótras palabras, es difícil ver exactamente: lo que tienen en común estasactividades que las convierte en inuestigaci,ón,, ap?r-te cle tratar de forn:.ular o de descubrir algo nuevo.Lo que podernos decir acerca de ellas es quts son ac-tividades razonada; en el sentido de que debenefectuarse con escrurpulosidacl, con rigor, iope.sanclomintrciosamente los testimonios y los argumentos,en forma metódica. Es decir, son actividades cul-tas.5 Descle Iuego, esas activiclacles pr-reclen efec-tuarse bien o mal -.de allí la palabra."debe"-, perolo ideal es que teng;in al menos las cualidades men-cionadas, y serán ju.zgaclas por el grado en Que lasposean.

Sin embargo, err conexión con las actividadescientíficas ..-y por el molrrento podemos incluirlas ciencias socialerii bajo este rubro-, se ira dichoque no sóIo intervjene Ia simple cultura, por Llsareste término. Descartes y Locke legaron a sus suce-sores la idea d.e ciure el éxito peculiar clel conoci-miento científico se debe a que poseía un mé[odo,ei método científico, urr'corpus de procedimientosseguros que, de ser apiicados con los escrúpulos yeI cornpromiso apropiaclos, producirán con certeza

5 No pletende¡nos irnplicar qtre la preocupación por este tipode cosas sólo pueden rnrurifestarla los acadé¡nicos. Descie luego,esa preocupaciór'r puede luostl'arse en toda clase de ocupacionesy actividades. Nuestra idea es subrayar la calidad de las activiázldes, en lugar de a¡arlas ;r algún papel institucio¡ral.

LA FILOSO['Í¡\ DIi LA CIENCI*\ SOCIAI-

el conocinrien.to del niunclo. La,,iclentificacíór,rurétoclo científico par-ecÍa ser una^pal'te vital de la*soltrci<in del "gran ¡:roblema" de la episternología,'asabcq encont.rar un rnedio seguro cle cc¿n<¡cer: den-lro cle l¿rs conccpciones J:uncl:tcio¡1istas.'Ibclas',Iru.|,,t.écnicls que típic¿unente asociamos.,coñ''la,,ciencia; *"

como cxperimentos, puest-a a prnelxr de hi¡róte.sis,teorías, el escrutinio público cle nlétoclos y resulta-

.

dos, ruecliciones, e!c., s,e consiclera que encarna¡r el ¡método científico. Pero -y éste es el punto en queresurgerl las cuestiones filosóficas:-, siempre pocle-mos presuntar: "iPor qtré estas técnicas o procecli- .-..--trtient<rs,1,troo[roS?,,,..iQLléclaseclegararntíasn<¡s,lofr.ecen esl.os rnétodos y técnicas qLte no nos ofie-.cen ot ros ? " Por consiguie,qte. glffiistg 9"q .Descartes',y Locke es la búrsqueda y la ir:r,estigación de c1ué ha,v

en las pr:ácticas de la ciencia qlre encArna este.imé-todo qr-re las hace superiores,ffie',lesrrda, m,.1)¡oray-toridad intelectual que otras. Sin embargo, hace re-

Iativ¿rmcnte poco tiempo ha arraigacio la idea cle

c¡tre ésta es la brisqueda de una quinrera. Comr.r ve.remos, Faul Fe;,erabend, filósr:fb cle la ciencia, h¿r

sosteniclc¡ de la manera más extrerna y dramática(ar-rnque su predecesor l(arl Popper ),su contempo-rírneo'T'homa.s Kuhn han promovido la r:risma idea)que no'e:<is[e un "método científico" que esté elt .'

uso general entre los científicos y ciue sea 14 pieclrade toqr-re clel conocimiento.

En las ciencias sociales este tipo cle ¡:reguntas ad- .*.--quiere u¡ra dirnensión adicional, a sitbet', el hecho,/cle que, en diversas forrnas, Ios temas de las ciencias

ooí)J

¿tgk1t

Page 15: La Filosofia de La Investigación Social

34 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

sociales sean también temas para los miembros cle

la sociedad. hfiti4d,1,i1'ssulta más que plausible

ffH§,fenef,, que¡ü¿t§ cieü-eias'i,,sociales brotaron de,laspreocupaciones po..fticas,pconómicas y sociales de

"Ia ri'ida ólüinaiia,*Caso en el cual el problema de ia

.autoridad intelectual para las ciencias sociales es:

iqtré hace que el conocimiento científico social sea

superior al del honrbre o la mqjer de la caile, ei pe-

riodista, el polírico, el revolucionario, el aborigende las islas Trobriar:rd, o el intolerante en materia ra-cial? Dicho cle «¡tra manera, icuál es la base de su

autoridad intelectu: tl? /No será sorpresa para nadie descubrir que las

respuestas a e§tas preguntas no pueden ser direc-tas. Las dificultad(:s aulnentan si echamos así sea

una ojeada pasajerrr a lo que hacen los investigado-res sociales cuandc,dicen que están dedicados a su

investigación. La preparación de los investigadoressociales consiste normalmente en que se les pidedominar ciertas té:nicas de cuestionario, lcls prin-cipios cle diseño y análisis de encuestas, los recove-

cos de las estadístit:as, tal vez hasta Programación y, modelación en:cotnputadora, etc. Desde luego, el

, énfasis dado a dife:rentes técnicas dependerá de ladisciplina en cuesl:ión: el investigador socioiógicotalvezdeberá tamt,ién saber de etnografía así como

de técnicas estadísl.icas, el economista deberá saber

aún más sobre modelación matemática an'anzada y

estadística, mientras que el historiador probable-mente se preocupará por desarrollar habilidacles en

Ia interpretación <le distintos tiPos de testimonio

LA FILOSOFÍ¡\ DE LA CIENCI¿\ SOCI.A.L -15

documental. Estas habilidades puedeu aprenclerse )'utilizarse como parte del oficio. Investigar Lln pro-blema es cuestión de utilizar las habilidades 1' téc-

nicas apropiadas para realizar la tarea requeridaclentro de unos límites prácticos; la cuestión cle juz-gar finirm.ente la capacidad de un instrumento par-ticular de la investigación para obtener los datos re-

queridos ya es, en sí misma, una habilidacl. Enpocas palabras, es tr-atar los métodos de investiga-ción como tecnología, y -no nos equivoquenlos*sin esta actituci. no sería posible ia "ciencia norrnalt',¡""-- .,para tomar la fi-ase de Iiuhn (199ti).

Sin embargo, la causa cJe la pertinencia de las

cuestiones filos(>ficas del tipo antes revisaclo, aun-que los inétoclos de investigación bicn p¡redan sertratados como simples instrumentos, es que en rea-

lidad actúan dentro de conjuntos de suposiciones.Muchas cle eilas son afirmaciones teórica.s acerca cle.la naturalez,a de la sociedad, de los actores sociales,de ia interacción. Por ejemplo, las entrevistas de-

penden, para su uso, de pretensiones "teóricas"acerca de cómo debe realizarse la eutrevista con ob'jeto de llevar al máxinr.<¡ la validez de las respuestasdel interrogado. El orden cle las preguntas en unprograma de eutrevistas o un cuestionario se justi-fica por las presuposiciones acerca de las mejoresmaneras de ganarse la confianza de los interrogzr'dos para que respondan a las preguntas más íntí-¡'"" .-

mas sin cohibirse demasiad.o. Desde luego, muchos

de estos compromisos teóricos son poco rnás quereglas generales, aunque no por ello pierdan vali-

Page 16: La Filosofia de La Investigación Social

36 L¿\ }'ILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL',

dez, pero otros son, mLICho más explícitamente,pretensiones teóricir.s. La iclea es que ninguna téc-

nica o método de in.vestigación (y esto puede decir"se [anto de las cienc.ias na[urales como de la cienciasocial) se justifica por sí mismo. Su eficacizt, su es-

tatus mismo como instrumeu[o de investigaciónque haga redlrctible el mundo a la investigación em-pírica, clepencle del tipo <ie "presuposiciones ins-

trumentales", como las ilarna Cicoulel (1964), antes

esbozadas. Además, también uiétodos y técnicas cle-

penden de jr-rstificaciones epistemológicas. ComoIo ha observado Shr:ldon \A/olin:

EI ernpleo de un rnétocio [. . .] reqr"riere qtre el tnttudosea cie un tipo y no d'e otro. El rnétodo lto es L¡lla cosa

para todos los ¡nr:ndos. Prcstrpol')e Lltla cierta resPLles-

ta a Lln tipo kantialto de Pregllntir. iCórno debe ser el

rnrurdo p¿\ra que sr:a posible el c<¡uociutieuto del me-

toclóiogo? [Wolin,,.973: 28-29].

Lo clue no está claro, Pese a la anterioroéxplica-ción de Ia filosofía preocupada por dar autoricladintelectual, es si realmente es capaz cle concederia.oLo indudable es qur: para la may'oría de los investi-gadores, sean de las ciencias naturales o cle las hu-

6 La cuestión cle la p:opia autoriclacl i¡rtelectlral cle la filoso'fía I:a siclo recientelnente atacada por ios co¡tstrttccionistas so-

ciales, quietres sostieneu que l:r filosofía ¡nisrna ha sido forjaclapor sLr iulttrra y que, por lo ta¡l1-o, uo es utás segLlra que-cual'qtrier otra fomra de cortocitnielrto. Véase, por e.ieu-rplo, Bloor(i976). Antes, Wittger:str:in se ocupó cle cuestiotlar) ell slrs últi-rnas obras, la naturaleza cle la filosofía tnislna,

LA FILOSOFÍ.{, DE LA CIENCIA SOCIAL ltl

manas, a menuclo la investigación f ilosófica pareceajena a sus activiclades, y se puede sugerir cltre elcraclo en qLre se preocup&,p por lo que teng.a queclecir Ia filosc¡fÍa es motivado más p.or una birsclue-da de seguridad, como justificación cle lo clue cletodas nlaneras se está hacienclci, (lue conro guíapráctica. Sea como fuere, los prclpios filó.s<¡fr¡s noest¿in m¿is cle acuerdo acerca clel estatus (lue desean l--...reclamar para sn investigación que sobre cualquier,'otra cosa. Algunos filósofos tienen unas concep- .

ciones nruy inoclestas cle la posición cle l¿r f ilosc¡fíá,tai vez considerándola apropiadamente subordina-cla a la ciencia, y desempeñanclo algúrn papel "sL¡b-iabor¡i", como «:pinaba John Locke o como, ennrrestros tiempos, piensa \\/. V. O. Quine. En el pa-pcl cie strblabor, la filosc¡fía constituye una avuciapara la ciencia, aclara cc¡nfusiones y suprirne otr.clsc¡bstácuios que puclieran inhibir el progreso cienrí-fico. Por otra parte, los grancles metafísicos, comoDesc¿rr[es, Kant., Hegel /, más recientemente, los fe-nomenólogos Husserl y Heidegger, propusieronciertas visiones de la naturaleza de Ia filosofíacomo una aventura mucho más poderosa para eva-luar las preter:siones de la ciencia. Pc.¡r ejen:plo,Husserl consideró que la filosofía debí¿r ser la "p.i- t-..--..mera ciencia", indicación de su prioridacl sobre las ,'ciencias ernpíricas. Los filósoios han llegaclc-, acuestionar, como lo hizo Wittgenstein y, a su espe-cial manera, los positivistas lógicos, si la filosofía,al nrenos su par[e metafísica, pudier-a tener. algosignificativo o importante cple clecir en su propicr

i;i,lii

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Page 17: La Filosofia de La Investigación Social

BB LA Fllosorl.e, nr LA cIENCIA socIAL

nombre. Wittgenste'in arroja cluclas sobre el con-

cepto mismo que hlr motivado gran Parte de Ia fi'losofÍa occidental: a saber, que el conocimiento ne-

cesitaba funclament<>s.7" Desde luego, dado que la naturaleza de la filoso-fía,7 su relación corr otras formas de conocimiento,es, en sí misma, tem.a importante de la disputa filo-sófica, no hay una verdadera base para qtte noso-tros clefendamos a\pna opinión sobre estos temas

como la concepción inequívocamente correcta de la

relación entre la filosofia y Ia investigación social.

§in embargo, lo que sí se puede reconocer es que;en Ia ciencia social t:stán representaclas muchas opi-

niones diferentes ercerca. de Ia relación. Discutircuestiones filosófic:¡s no es algo que quede limita-do a quienes han recibido una Preparación profe-sionai en esa disciplina, y gran Parte de la disputa,dentro de las ciencias sociales es tanto acerca de te-

mas filosóficos -a menudo dirigida sobre 'la baserrde argumentos derivados de la obra de filósofos re-

;conocidos- como tle cuestiones propiamente cien-

,tlficas o empíricas.. Lo que nos interesa aquí son las cuestiones filo-

, sóficas que se plantr:an en torno a los métodos aPro-

piaclos de ia investigación social, aunque muchas de

éstur cuestio'nes tendrán un Peso mayor clue los sim-

ples rnétodos de la investigación social, abarcando

temas que son de naturaleza teórica. Por necesidad,

7 \{ittgenstein (1958). Véase tambié¡r Anclerson et at. (1988,

cap. 8), párn ,r,, resumen de las ideas de Wittgenstein'

lA Frl-osorfe nr LA CTENCIA socIAL 3§)

gran parte del análisis se relacionará con la filoso-fía de la ciencia, puesto que mucho del pensamien-.to de la ciencia social respecto al método ha sidc.,

moldeado por Llna u otra concepción de la natura-leza general de Ia ciencia. La pregunta cle si algunaciencia social determinada es en realidacl lina au-téntica ciencia, sólo una pseudociencia, o si por al-guna otra razón cat'ece de los requerimientos de iasciencias auténticas y maduras, es un poderoso lno-,./tor de las disputas sobre la naturaleza de ias cien-cias sociales y de la investigación que se efectúa enellas; se considera que la investigación fue ¡:lzrneadapara acercar las potenciales ciencias a la catesoríade ciencias por derecho propio. Dado que las cien-cias sociales comúnmente insisten en medil^se colt-tra la concepción de uno u otro filósofo de los arri-butos cJe las ciencias más triunfantes, las cienciassociales, desde su aparición en ei escenario intelec-tual, han ido constantemente acompañadas por unasensación de fracaso, por su incapacidad de hacerque sus logros puedan compararse con los de lasciencias naturales a las que han tomado como mo-delo. Sus fallas prácticas, así conro sus fallas inte-lectuales, también son agua para su molino: a pesarde Ia economía, seguimos teniendo crisis económi-cas, lo cual a menudo se atribuye a los po!íticos por /""-..no atender a sus asesores económicos que, en loclo'caso, hablan con voces muy diferentes; los pr:líticosculpan a los científicos sociales por no enfrentarsea "los problemas de nuesrro tiemp o", y así sucesiva-mente.

Page 18: La Filosofia de La Investigación Social

40 LA FILOSOITÍ.,:, DE Li\ CiENCIA SOCIAL

La categoría cle las ciencias sociales no se ha de-

finicio. Por ejemplo, dentro cle ia sociología est'allan

clebates sobre si puerle ser científica a la rnanera de

Ias ciencias n¿rturaiel;, 1o que a su vez ha producicloun extenso cort'Ipron..iso con Ia filosofía cle la cienciaell sus repetidos intentos Por comPrer¡cler Io que se

necesita para ser ccnsiderado ejemplo de conoci-

nriento científico aul.éntico, y si la socioiogía puede

tener siquiera €speri:rDzas de satisfacer esos requeri-mientos. También hay inquietud sobre si cn rc¿rlidad

se justificó el pesimism«r de hace una décadzr, apro-

xirnactamente, cu?rnc{o rnuciros etninentes n1etodólo-

gos empezaron a clutlar cle los logros )/ CuestionaronIa clirección de los p:.ocedimientos Para la investiga-ción social que ellos rnisnros habían apoyadb antes'

Aún más recientemente tenemos ei nt¿is drástico

"giro posmoderno" ,lue tr¿rtll de abancJonar las pre-

misas mistnas en QU(: se había't basado I:r ambición de

una ciencia social dt:scle los primeros años clel siglo

xlx y, antes, durantt,: la llustración. Puecle duclarse

de que la reflexión filosófica sobre estos pr«rblemasy otros liegr-re a resolverlos, ya clue los problemas son

tan difundidos y variados. Sin embargo, 1o que pue-

de decirse es que ai¡5unos esfuerzos por <lcspejar el

terreno fiiosófico no se perderíin.

LT\ RAZÓN DE SER DE, IiSTE, LIIsI(O

Pociría clecirse que t.lue.stro intcl-és est;i en la ¡:r«:to'

clología cle la investigación social; es clecir, ell un

i,A IT]LOSCFÍ¡\ Dtl LA CIENCIT\.SOCI¡\L 4l

exalrlen cle los mectios cle obtet:er conocil:riento delrnunclo social. En lo tocante a los urétc¡clos rle Ia in-

vestigacií¡n social, nos esforzarenlos por anaiizar el

ti¡ro de :rfirmaciones que puedett hacerse acerca clel

cc'nocinliento q.ue 1:roclucen. Iisto exige cotrsiderarlas teorías clel conocinrient.o en c¡ue están basadas y

plantear preguntas ¿rcerca de su verosimilitud f ilo- f'-'..sófica. En un libro relativar:reute breve, como és[e, t

no poclcrnos hacr:r más que Presentar unos Puntoscentrales; seieccionaclos entre l:ls que lfos Pal'eccnalsunas cle las principales cuestiones cle la filosc-¡fÍ¿i

rle ia inrrestigaciíln social. Como veremos, ttno de

Ios problemas clc: ]a filosofía, sobre todo ell utl con-

texto' col11o el cle las ciencias socia.les,. el'l qr-re. Ias

cuestiones fil<¡sóficas están i:rofunclamente arr:tiga'clas, es (lue resulta dificil tratar temas paso a paso,

de r-rna nlanera bien definida, sin defornrarkls gra-\/enlente. A la filosofía se Ie ptrede apliczir ttlut ob-servación hecha ¡.lor Wittgenstein acerca del len-g'uaje: "Se acerc¿l uno desde un, Iado'y t. r.¡rienta.

uno; se acerca uno al mismo lugar descle otro lack¡

y se desorienta" (Wittgenstein, 1958: § 203). Es de-

cir-, una rie las cDsas nrás dificiles en fil<¡sotía -aun-clue no sólo en eli¿t- es ver con claridad cuáI, preci-

samente, es el problema. Podría tenerse la suer[e cle

ver cort ':lariciaci iirs cos¿is desde una clireccititi, peI"o '

de.sde otra p¿rreccría (lLle estaltlr¡s enr'üeito§ ell uuaniebl¿1. Cltr¿r r1e las intiígenes de lVittgenstein acerca

cle las investigaciones filc¡sóficas, Ia de clescnrollarr¡na bol;r de estambre, Ic¡ clue exige primero ti¡'ztr cle

un hilo, ;; lucgo de ci[ro, vr-¡iver al primero, v luego

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Page 19: La Filosofia de La Investigación Social

42 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL

tirar de otro más, etc., representa estar atravesandoen varios sentidos un mismo terreno intelectual. Loque esto implica es que a menudo puede ser difícilseguir un argumenl.o en forma lineal. Será necesa-

rio tomarlo, luego dejarlo de lado, antes de volver a'tomarlo en un contexto diferente y desde otro án-gulo. Ésta será ciertamente una necesiclad cle nues-tra presentación aqrrí; los mismo§ temas y pensado-res aparecerán y reÍrparecerán en diferentes puntosde la exposición, y 1rn mismo argumento será perti-nente a cuestiones Rruy distintas. La consecuenciaes que resulta imposible ofrecer una visión generalque incluyera todo Io que interesa a la filosofí¿r della investigación socjal. Como lo hemos dicho antes,

:oüestro objetivo es cfrecer unos puntos centrales, ylo que encontrarernos es que, aunque pued.an arro-jar luz sobre un sendero, en la sombra nos acechanidesviaciones que in,fudablemente pueden ser de in-

"terés, pero que no l:enemos suficiente espacio paraanalizar. También «lescubriremos que hay cuestio-nes que no dejan dr: salir a la superficie bajo variasguisas, pero no son simples disfraces. Aparecen consuficiente frecuencia para que valga la pena consi'derarlas, una vez rriÍis, desde una posición diferente .

El libro está divi,lido en dos partes que intentanrepresentar, cle manera muy simplificada y esque-

mática, el curso pi'incipal de los acontecimientosque afectaron^ la relación entre Ia filosofía y la cien-cia social en el peri,>do transcurrido desde 1945. El

acontecimiento clave durante este periodo, en lo to-

cante a la filosofía de la investigación social, han

LA FiLOSOPfT OE L¿\ CIENCIA SOCIAL 43

sido las diversas reacciones contra el positivismo v

slrs metridologías y métodc>s asociados. Por cousi- f-'--..guiente, la primera parte del libro -de los capítulos t

n al l\r- abarca la posición positivista, sus proble-mas y algunas de las razones de su rechazo. La

segunda parte, a partir clel capítu[6 !, tt'Íttx de la se-

cuela del rechazo generalizado, aunclue nunca uni-versai, del proyecto positivista.

La esrructura clel libro también pretende ser ins-

tructiva acerca de ia relación entre la filosofía y lc"rs

métodos de la investigación social. Es fácil confun-dirse y represenlzrr erróneamente la naturaleza cie

Ia reacción contra el positivismo. En particlilar es

den:asiado fácil interpretarla de modo el rriue c-¡

como negación cle toda r-rtilidacl de esa3 técnicas de

la investigación social supuestamente patrocinadaspor' el positivismo, colrlo la enctlesta social, los

cuestionarios v las técnicas del análisis estaclístico.

Es comiin, pero en nuestra opinión ert'óuec), Pl'e- /'"-- -.sentar ei argumento contra el positivismo colllo Ltn '

argumento contra, por ejemplo, la encuesta social,

O, a la inversa, suPoner que indicar algunos usos

válidos que pueden darse a la encuesta sc-¡cial en so-

ciología -por ejernplo en los tipos cle sociologíaciue están Inuy cerca cle la recabación dc datos cotl

propósitos administrativos- es oft'ecer una clef'ensa

corrtra lirs críticas clel positivismo.S El hecho cle que

se pueda reconocer cierta utilidad nrodestzt ¡' limi-

8 Sol>re el clesarrollo de la ellcuesta social véase Ackroyd )'Hughes (1991).

Page 20: La Filosofia de La Investigación Social

44 LA FILOSOTÍA DE L¡\ CIENCIA SOCIAL

tada cle Ia encuesta social es algo en gran parte im-procedente en la discrisión sobre el positivismo (véa-se Marsh, 1982).

El prograrna positivista no era moclesto, ni se sa-[isfacíi'r fáciimente cr)n la aclopción cle alguna recaba-ción de datos y tócn icas cle análisis, úriles pero limita-clas. Antes bien, el a Lln proyecto extremaciamentearnbicioso y de al[ol r,r¡elos, qLle prerendíir ltacla me.nos que lograr la drástica transformacicin cle lasciencias sociales, aplicando las nonuas cle pensa-miento, que le par"ecían más exigentcs y llevanclctsus resultaclos h¿l.sta, l<-¡s inárs alt.os nivcles dc valiclez,comparables con los de las ciencias naturales.Como veremos, ia iclea positivista es que existenuna uniclad y unos fundamentos básicos cle iodoslos conocimientos, (iue son aportados por la unidadcle la ciencia. Por c<.¡nsiguiente, ias ciencias socialesdeben ser básicaluen[e las rnismas qrre las cienciasnaturales, y capace; de lograr r-eaiizaciones igual-nlente grandiosas. l)or ellc¡ el blanco cle las crít.icasz-ri positivismo no cii la encuest¿r social como tal, ni.sus instrumentos arrxiliares, conro el anírlisis esta-dístico, la entrevist¿r o los cuestionarios. Al fin y alcabo, la encuesta so:ial, por ser un recrtrso prácticoclesarroilado i>ragmírticamente, no tiene r-rna identi-f icacjón necesc¿ria c<:n los iclcalcs, las iLspiraciones olos requerimientos ctel positivisrno. Estci no.es decirque la encuesta social o, para el caso, cualquier mé-toclo, carezca cle problemas o que, como método,no contenga nader de interés filosófico- I.a encriestasocial se convirtió cn foco de la crírica al positivis-

LA FILOSOTÍA DE L¡\ CIENCIA SOCI¿\I- 45

rno por la categoría quc le fue asignada clentro clel f*--..proyeclo positivista, en que se la trató como el pa- ''

rangón mismo de la práctica de la ir:vestig:rción sr:-

cial, y cor11o el medio por el cual se poclían recabardatc.¡s rigurosos y ma[eriales, reductibles a un análi-sis cuantitativo. En una ejemplificación de la visiónpositivista, slrmarrente imp<lrtante ¡rara la direc-ción cle la investigzición social desde 1945, se consi-deró que la encuesta social era el método ¡rrinci¡-ialpara [ransforrnar la naturaieza cle la ciencia sociai,quc ayuclaría ;r llevarla a una lfueva época, en l¿r cttalias teorÍas poclrían ser construcciones fbrn-:¿tles ex-

presadas en t.érniinos lógico-maLemáticos, v no en

el lenguaje natr.rral, y en qr:e los datos se podríananaliz¿rr cuantitativamente

En st¡ apogeo, cluraute el d.ece¡rio cle 1950 y co-

mienzos de 1060, el positivismo etr lar sociolog'ía aI)-

gloarnerican2r tendió a mostrar una marcada arl'o- f-''"..gancia, inclinánclose a suponer su propia caregoría ''de parangón, rechazandcl secamenl.e loci¿r sugcrelr-cia de cltre pucliese h¿rl:er otros enfbcpies. Iis cstr¡ Icr

que cleliemts tener en mente en relación con los ac-

tu¿rles irltentos pril hablar, en términos razc',r:aclos ,v

nrodestos, en rlornbre de la encuesta social y si-rs téc-

nicas asociarlas. La obieción original a es[os nrét<¡-

dos fue qlle no irabía parangones ciel métocJo s<"r-

ciológico" Alr,rqu. pr.rédo,, len.t cierta utiliclacipráctica tal conro'los emplean los científ icos de

nuestros tien:pos, difÍcilmente poclrÍa r'érseloscomo los inslrumentos cle Ia transfcrrmación cle la

investigación social tal con:o lo plant.ea el positivis'

Page 21: La Filosofia de La Investigación Social

46 LA FILOSOFÍT\ DE LA CIENCIA SOCIAL

mo. Por ello, el Pro'rlema fue el graclo en que se ha-

bló de las prácticas sociales y las realizaciones de la

encuesta social, nrosüándola como movimientoejernplar y progres:ivo en el avance cle Ia investiga-ción social hacia Ia auténtica c¿rtegc¡ría cle "cienciadura". Por consigu:,bnte, el escepticismo acerca delgrado en que a) la investigación por medio de en-

cuestas encarnaba ;llgÍrn grado particularmente ex-

cepcional de rigor científico en relación con otrosposibles métodos de investigación; b)Los ideales po-sitivistas eran practicables y apropiados dentro de

la investigación soc:ial, y c) la investigación por en-

cuestas en realidad estaba resoivienclo -en iugar deenredar- profundt:rs problemas de rnétodo, pueclecoexistir, más o rlrr3rlos cómoclarnente, con la iclea

de que la investiga,:ión por encuestas no carece de

toda utilidad y quc:, en el futuro previsibie, puede.ser un método tan prácticamente eficaz como po-clamos clesearlo para abordar cier-tos tipos de pro-blernas de la invesr:igación social, y ya no ei únicométod«¡ legltimo para ab<¡rdar todos los problemasde las ciencias sor:iales. La investigación por en-

cuestas, despojada de toda conexión con el proyec-to positivista /, por lo tanto, de la sugestión de que

quienes adopten la encuesta y hagan uso de las ú1-

timas técnicas de manejo estadístico están clando

los primeros pasosi Por la vÍa real hacia una verda-

clera ciencia, puecle seguir empleánclose. Pero se

convierte en una actividad sin uua significaciónparticular paralas ,:iencias sociales. También queda

privada de su coar[ada: que sus resultados actuales

T.A FiLOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 47

pueden ser problemáticos y deficientes, aun segÚrn f '-'..

sus propias normas, pero que estas fallas deberán t

pasar'se por alto en vista de que se está haciendo el

esfuerzo al servicio de las normas y ambiciones más

elevaclas y exigenres. Vemos así que un l<.rgro de lacrítica de la investigación social consistió en rom-per su conexión con las políticas del proyecto posi-tivista.

Hemos dedicacJo cierto tiempo a revisar lc¡s clife-

rentes lugares ocurpados por las críticas de ciertr-¡s

métodos de investigación social, empleando esa re-

visión corrlo ejernplo, y ciertas críticas al prol'e6¡epositivista corno ilustración de la conexión -fle-cuenternente poco clara- elltre lo que un métodopuecle lograr én la práctica y las pretensiones que Pue-den hacerse en su nombre. Como veremos, la pro-pagancla cie la encuesta y los métodos asociados

como parangones cle la investigación sc¡ciai científi- ./'"--'-.u o..ü..ció su utilidad auténtica, si bien ntocles[a,sometida a un virulento ataque que habría debidodirigirse contra las pretensiones del proyecto posi-

tivista. Sin embargo, para nuestros pro¡rósitos delmomento 1o impor[ante es que son las ¡.lretensioneshechas en nombre de la investigación y cle sr-is nré-

todos, especialmente las filosóficas, las que cleben

ser sometidas al nrás minucioso escrutinio.Toda sensación de que en este libro se está co-

metiendo una injr-rsticia contra el positivismo ¿tl so-

meterlo a la crítica más violenta y exigente debe

quedar mitigada por el hecho de saber que el pro-yecto, eri su aLlge en las ciencias sociales, a menudo

Page 22: La Filosofia de La Investigación Social

4B LA FII,OSOFiA DE I,A CIENCiA SOC]IAI.

fue una cloctril:a al'roganl-eltte)lte presunt.qPs;r (lLlc

desdeñaba, cle modo sumario, lc-rcl¿rs las altcrnzttivasconcebibles; en ge::reral crar clogmática en slls res'pLlestas a las crític;rs ), las disr:r*rsiortes, acleur;is clc

jactanciosa soi>re sLis pr()pi;rs nretas y logr:os. Il<irotro laclo, aunque tendremc.rs mucirr¡ c¡.ue criticar'acerca. del proyecl-o positivista, ni por un monrenf.osugerimos que ha r,iclo clefinitivaltlentc rech¿tz¿rcl<.¡.

En realidad, en cic:ncizrs sociales y en filosofía es

raro encontral resu ltados conclttyentes. Con:c.¡ \'el'c-r1'los, hay poclerosoi; cleutentos cle la concepcicin p..:-

sitivist.a que aún p,::rsisten en lirs ciencias sociales,

illlnque en estos c1Í'as rara vez en folma conrplet"a-

mente madur¿r. Sir: emt¡irrgo, la re¿rcci(¡n contra clpositivisrrro lo clesti'onó cle stt 1:osicií;n" emineule ,v

io colocó en otra ¡rosición J:il,-.¡sóficamen[e lnttclromás atacacla, 1o ciur: alentó los esfuerzos revisionis-tas en trn intento por super¿Ir sus problenlas.

Aunqtre ya hemt,s sugerido qtle elt la ciencia so-

cial lc¡s positivistas no tuéron precisamcnte rnocles-

tos en sus lratos cc)n cluienes n<¡ estaban de acLler-

clo con ellos, errónr:o sería slrponer qrle lto estabatt

conscient«':s rle las tiificultacles a las que se e¡rfr-e¡r-

[aba su pro¡:ia ¡:osir:ión; es clecit,, que no eran cons-

cientes de las difici;.itacles de realizar efectir,;¡r¡rettt.e

-en contrast.e con' prescribir ¡:rogramáticamen[e*sus aspira.ciones científicas. Sin embargo, la res-

puesta característiclt consistió en considerar qlle es-

tas dificultacles sólrr et'an problemas ¡:r'ovisionalesque se resolverían según los paráme[ros del propioproyeclo positivista De este modtr, I:'r exposici<in de

I,A FILOSOTÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 49

la historia del positivismo progresará a través cie unbosquejo de:a) La formación y elaboración de los principios

funclamentales del positivismo.b) Los debates intramuros sobre el problen:a de es-

pecificar y aplicar doctrinas positivistas en losmétodos de investigación.

c) Las críticas externas, que no veían las dificulta-des del programa positivista como nranifestacio-nes de dificultades tenrporales en la aplicaciónde un proyecto bien formado, sino, neás bien,como fallas fun clamentales.A mediados y finales de los sesenta la oposición

al proyecto positivista alcanzó toda su fuárza y a f'- ..*ár.ráo .orrd,r¡o al clesariollo cle grancles clucias, t

no sólo acerca de la validez de los programas quealentaban a las ciencias sociales a emular a las na-turales sino tarnbién, con frecuencia y en últimainstancia, acerca de la validez cle las propias cien-cias na[urales. IJna manera de desafiar ei proyectopositivista fue condenarlo por presentar la "cien-cia" como una aventura única y privilegiada que en-tregaba el conocimiento último de Ia realidad, yafirmar en cambio que la ciencia sólo era una entreuna pluralidad de modos en que se podía repre-sentar la reaiidad; no peor, tal uez, pero ciertamen-'te no mejor que otras versiones de la realidad, in-cluso conflictivas. El relativismo se convirtió y seha mantenido óomo un continuo tema de debate.Ciertamente llegó a difundirse la sensación de queen el perioclo positivista hubo un sentido injustifi- f'"-'..

Page 23: La Filosofia de La Investigación Social

50 LA Frlosor{e. pr LA crENcIA socrAt"

cado de certidumbre, relacionado con los objetivosy los logros de la ciencia, lo que significa que lascuestiones epistemológicas regl'esaron al tapete so-bre todo con respr:cto al grado en que era posiblemantener un escepticismo acerca del conocimiento"positivo". No sólc se expresaron dudas respecto a

lo apropiado de las ciencias naturales como modelode la ciencia social, sino que algunos llegaron a pre-guntarse si era posible tener un conociÁiento cle larealidad.

En la segunda ¡tarte.del libro consideramos al-gunas de las consecuencias más profundas que sur-gen del abandono rfel positivismo y el grado en queeste abandono tanrbién entraña abandonar la bús-queáa de la certiilrrmbre que fuera, en alto grado;caracterÍstica del p,ositivismo. Sin duda puede sos-tenerse que el pos:itivismo sostenía una imagen in-debiclamente restr;.ngida de lo que era permisibleen Ia ciencia |, po:r lo tanto, intentaba excluirla delas actividades de la ciencia social que podían ha-cerse, muy válidanrente, en nombre de la cienLja.Así, y corno ejenrplo, los positivistas en la investiga-ción social solían rrobrestimar hasta qué punto lasciencias naturales eran de natura\eza cuantitativa(la física podría ser absolutamente cuantitativa ymatemática, pero, iqué decir de la botánica?) y ru-bestimar de modo burdo las dificultades a las quese enfrentaban los intentos serios de medición en laciencia social, menospreciando el grado en que po-drla llegar a sur¡¡ir una auténtica comprensióncuantitativa a partir de interpretaciones ricamente

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 51

cualitativas, En el ni,el de la investigación, collo yalo indicamos antes, la crítica ar proyecto positivistano tendía tanto a proscribir er uso de técnicas comoIa e,cuesta social, ni unos moderos matemátic's yestadísticos primitivos, como el análisis causal cleopciones, sino que pretenclía despejar un espacio le-gítimo dentro de las ciencias ,o.iui., para aquellostipos de ia clbra de in,estigación de formas preao-minantemente cualitativas que el positivismo tenclía" a desdeñar.e

El argtrmento es que er camino hacia ra cuantifi-cación en las ciencias sociales, si es er que clesearnosseguir, puecle ser más largo e inclireáto que el in-tentado por el proyecto positivistu, 1, qrr" acasose tenga que viajar durante una larga efapa cle pre-via labor cualitativa. En el periodo-r.rrj, quienessostienen la validez de la investigació, cuaiitativano necesariamente tienen que disociarse clel objeti-vo positivisra de una ciencia social en tocla forma ycuantitativa, Más bie,, pueden tratar esto como unobjetivo qr-re sólo es alcanzable, si acaso, tras un lap-so mucho más largo que el planeado por el proyec-to positivista. Además, dado lo remoto cle esi resul-tado a largo plazo, tan lejano cre las condiciones yprácticas actuales de las ciencias sociales, aú, lro

,, h"y necesidad de asociarse con el proyecto positi-

9.En algunos casos la investigación cualitariva fue exp¡.opiaclapor los métodos llarna.dos positivisras al aplicarla, po.'e¡einplo,:,1

,lm i,vestigació, piloto prelirrrirar 1, útil, par.a ayuclar:se cir eldiseño de u'a i,vestigacióri por rnedió de niéroclos lnás cuanri-tativos, coltlo Ia encuésta social.

Page 24: La Filosofia de La Investigación Social

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/ \i:Ó55i52 LA FILOSOTiA DE LA CIENCIA SOCIAL

vista, pues sus pres;cripciones fueron planeadas en

general para tratar ei alcance de Ia teoría formal yla cuantificación c()mo cpsas a corto plazo. Comoveremos, al fundan'rentar esto en concePtos un [an-to erróneos de las ¡,rácticas ejempiares cle la ciencianaturai, los esfuerzos del positivismo a este resPec-

to no tomaron en (:uenta las cuestiones sustantivasde las ciencias sociirles, pues no era posibie incluir-las dentro de las lir,nitadoras restricciones de méto-do que los positivistas intentaban imponer. Así, unpunto en contra del proyecto positivista era quetenía una idea err<inea inclusc¡ de io que cleseaba

hacer.Sin embargo, aunque algunos pueden oconside-

rar que aspiran; n() menos que el positivisin<-¡, a Ia

categoría científica, y que sólo difieren en los rne-

dios para alcanzar tal objetivo, hubo otros paraquienes el problem.a era más bien el de la categoríaprivilegiada asignzrida a Ia ciencia dentro del planpositivista. Como ir> hemos señalado, el positivisrnoconsideraba que l;r ciencia era muy especial, queera la encarnación de una interpretación autoriza-da, universal y final de la naturaleza de Ia realidad,y superior a [odas las otras formas de interpreta-ción. La disociación de esta concepción privilegia-da de la ciencia ha siclo rasgo clave de'muchos de

los movirnientos de,l pensamiento en las ciencias so-

ciales a partir de I;r década de 1960, y es Ia conse-

cuencia de algunas de estas disociaciones intenta-

clas la que estudiaremos en la segurrda parte deilibro.

LA I-ILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

Una opinión, anaiizada en el capítulo vI, es quela inapropiada fijación de ios positivistas en el in-tento de clar una explicación, como queda ejen:pli-ficado en sLl entusiasmo por el esquema hipotético-deductivo cle la teoría, no tomó en cuenta hasta quépunto el estud.io histórico y la investigación socialse hacen en realidacl sobre una materia enteramen-te distinta de la suposición de la vida social someti-da a gener¿rlidades con valor de leyes. Subrayaronla explicación a expensas de la cornprensión, Este ':

punto debe plantearse de dos maneras diferentespara evitar en lcl posible la confusión que puedesurgir por ios diferentes significados que pueden te-ner "explicación" y "comprensión".

Puede argüirse que "explicación" es una forrhade interpretación y qlle, por consiguiente, debernosexpresar la crítica al proyecto positivista de la si-guiente rnanera. Los positivistas.identificaban Ia in-terpretación con una sola forma de eila, a saber, laque se logra por medio de un esquema teórico for-mal y general. En otras palabras, no apreciaron ladiversidad de formas de interpretación, los diferen-tes tipos de explicación qlre se pueden dar con todavalidez. Ante todo, no apreciaron que las clases deexplicación y de interpretación que buscan otros se-

res humanos no son del tipo teórico y ni siquieranecesariamente del cientÍfico.

También podría-argüirse que la "explicación" es

distinta de la 'lcomprensión", y en realidad loopuesto, si comprendemos esta última como el tipode transacción que ocurre entre personas, de una

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Page 25: La Filosofia de La Investigación Social

54 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL

manera que no ocurre con los fenómenos inanima-dos, cuando un incl.ividuo intenta captar el signifi-caclo de lo que d.ice: el otro, es decir, ver el sentidoy el significado de lo que dice y hace. Es el tipo de"comprensión" que buscan las otras partes en una'conversación, por ejemplo, y que surge en las cien-cias sociales en la medida en que implican com-prender "otras culturas" como su primera tarea y,

de hecho, la princil>al.En uno y otro caso es posible argüir que los pro-

blemas de las cien«:ias sociales se asemejan muchomás al problema dr: llegar a una comprensión recí-

proca en una conv(:rsación que a los de los natura-listas que intentan .ilegar a generalizaciones, sin ex-

cepción, para los fenómenos'naturales. Es decir, losproblemas y soluciones metodológicos de las cien-cias sociales son dr:: una índole que intenta abarcarunas comunicaciones difíciles u oscuras, y no cleitipo que se dedica a alcar:rzar generalizaciones esta-

dísticas válidas. A rnenudo se cree que esta opiniónexpresa la naturalr:za n'hermenéutica" de las cien-

cias sociales. La hermenéutica fue precisamente unrnétodo de "comprender", un método para inter-,pf€t2f comunicaci')nes oscuras y problemáticas, a

saber, las que se h¿.bían originado en el intento porcomprender más c:laramente textos antiguos, Peroque llegó a aplicarse a todo tipo de comunicación.Intentaba crear métodos válidos para interpretar es-

critos bíblicos y similares, 1l por ello la idea de lahermenéutica como concepción general es la de de-

sarrollar métodos'¿álidos para comprender a otros,

LA TILOSOFfA DE LA CIENCIA SOCIAL 55

en especial a aquellos que están histórica y cultu-ralmente muy distantes. 1o

Es perfectamente posible consiclerar la herme-néutica como parte importan[e cle la cie,cia socjalsin por ello rechazar de modo necesario la nociónde que estas ciencias son, elrrpero, científicas, comolo dljeron, por ejemplo, ivlax Weber y Alfrecl Schurz.Sin embargo, también es posible consiclerar que elcarácter "comunicativo" de los intercambios socia-les indica que tienen una índole cle temas esencial-mente distinta de las ciencias, y que aceptar el en-foque her¡nenéutico viene a desplazar cualqrriertipo de concepción científica para las cienciai so-ciales, como Io hacen Winch y Gaclamer.

También podemos consiclerar que alcanzar la"comprensión" en el sentido hermenéutico es unafase metoclológica en una serie de fases de la inves-tigación. Por ejemplo, Weber pensó que alcanzarun entendimiento dei significado de un ¿tctor erauna etapa de la investigación que iría seguicla poruna fase en la que se establecieran conexiones áau-sales que validaran las conexiones, estableciclas sólohipotéticamente, por medio de senticlos de com-prensión. En lugar cle pensar en los conceptos cien-tíficos corno algo que putativamente rernplazara losconceptos empleados por los miembros de una so-ciedad, el énfasis hermenéutico en la "compren-

l0 Nótese que "hermerréudca" es el nornbre cle una tradiciónparticular, y no todos aqr.rellos que, como peter \{inch, quierenplantear argulrentos sirnilares, desearían contarse entre quienesrecolniendalt esta tradiciólr.

Page 26: La Filosofia de La Investigación Social

56 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL

sión" puecie producir una discusión sobre hasta qué

punto los concepto:; de Ia ciencia social delten'd'en y

ie rleriaan cle conceptos de sentido comúu y no riva-

lizan con éstos, io cnal tanrbién puede lievar a afir-

mar ql-re la pertinencia de las interpretaciones- de

senticio común es nrateria Para el estudio científico

social )' no Parte de una evaluación desdeñosa cle

éste contru lor normas supuestamente universaies

que ofrece la cienc:.a. Y esto nos lleva a los debates

de la racionalidad.El concepto de c¡ue Ia ciencia es autorizada y uni-

versal es adoptado por muchos científicos sociales,

y no sólo por: los de orientación forrnalmente posi-

iiuirtu, en el sentidr.> de que la ciencia puede ofrecer

nna norma para Ia. evaluación de Ia'condr-rcta, que

poclenros ,rtilirut []ara juzgar si ias actividades de

bttot son, si acasoi plenamente racionales' A veces

se emplea el térnrino "racional" con este significa¡

clo: 1o que está dr,: acuerdo con el actual conoci-

miento iientífico. [,sto tiene que ver con la conexión

o "racionaliclad", con la idea de acción eftctiva' Las

personas tratan cle aclaptar los medios a los fines, y

pueden ser eficaces o no al hacerlo. La ciencia'nos

bice cuál es 1a natr.oaleza del munclo, córno funcio-

nan realmente las cosas. Entonces, debería poder

decirnos si un .dc [erminado conjunto cle medios

puecle servir en realidad para alcanzar el fin l>usca-

bo. Si las personas tienen concepciones que difie-

ren de las de Ia cit,:ncia o hast'a las desafían, Y si ba'

sall sus acciones e::I ellas, entonces no deberían ser

capaces de alcanzilr esas metas' Por ejemplo, si Ia

LA FILOSOFÍ.{ DE LA CIENCIA SOCIAL 57

ciencia nos clice que no existe la magia, Ias perso.nas

que tratan de alcanzar metas Por medios mítgicos

están conclenaclas al fracaso. En ese sentido, quie-

nes se valen de la magia son irracionales.F.sta id.ea de que la ciencia ofrece una norma uni-

versal para todos, y lo hace basándose en una cap- ,*-- -

tación clefinitiva cie la naturaleza cle la realidad, se 'fha vuelto, en opinión cle muchos, un rasgo Particu-larmente nocivo. Se ha planteado la pregunta -y se

Ia exponclrá en el capítulo vII- de si Ja ciencia pue'

d. oiupur legítimarrr.rrt. su posición privilegiada, ysi el concepto de racionalidad antes esbozado es en

realidacl apropiaclo y útit en el intento de comftrender

a otros t.i.t humanos. EI debate de la racionalidad

es casi inevitable y conduce a acusaciones y contra-

cusaciones sobre la cuestión del relativismo. La ne-

gativa a privilegiar la ciencia, isignifica que sólo es

tan buena *y no n:ejor- comq Ia nragia primitiva?Negarse a privilegiar Ia ciencia puede provocar

la sensación de que se están perdiendo profundascertidumbres. La-ciencio pute.e ofi'ecer la perspec-

tiva de un pun[o cle referencia estable fuera de la

turbuiencia de puntos de vista contendientes, y una

visión general, cuasiclivina, cle las cosas, que es ob- ,l-"" "jetiva y está por encima cle Ia parcialidad y cie la-p.ttp".tiva

que cle otra manera preclominan en la vi-

cla l:umar.u. Etto opinión Parece negar el hecho de

que la ciencia, despr-rés cle todo, es otra actividad

humana, y presuponer 1o que no podemos recono'

cer incuestionablemente, a saber. c¡ue la ciencia

puede elevarse por encirna cle la condición huma'

Page 27: La Filosofia de La Investigación Social

'5g't LA FILosoFf,,r DE LA cIENcIA socIAL

na. La ciencia es un fenómeno cultural, y si las cul-turas son locales, parciales y de perspectiva, enton-ces tal vez la ciencia sea eso mismo, expresandopuntos de vista parti.culares pero intentando hacer-se pasar por algo es¡recial. Da sus pasos en la rivali-dad de las culturas r/ no sobre la base cle su capta-ción de la auténtir:a naturaleza de la realicladmisma, sino.por su efectivo desempeño al presen-tarse dotada de sus ;3randes pretensiones y persua-dir a otras personas, por medios buenos o malos,de que la acepten. Lre este modo, el objetivo no es

partir de suposiciones acerca de la presunra objeti-vidad de la ciencia -..su universalidad, superioridado finalidad- sino pr)ner estas preguntas al princi-pio. Se trata no sólo de saber si la ciencia tiene de.recho a reclamar esre privilegio, sino si la objetivi-dad buscada por ell¿r es siquiera posible.

Este tipo de escr:pticismo tiene consecuenciaspara las opiniones de quienes han supuesto quepueclen restablecer l¿rs ciencias sociales sobre labase de una preocul)ación por el "significado" me-diante unas metodc,logías del tipo hermenéurico,pues si se le niega concluyentemenre toda objetivi-dad, entonces tampoco en el significado puede ha-ber objetividad. En el capítulo vrrr nos explayare-mos sobre este tema.. Una última palab::a. Por nues,ru pr.poración so-mos sociólogos y asi, sobre el principio de que losautores deben escril>ir de acuerdo con sus puntosfuertes (si los tienen), la mayoría de los ejemplos ycle las ideas se deriv:;rn de esta ciencia social en par-

LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 59

ticular. Sin embargo, no debe pensarse que otrasciencias sociales no experimentan ios problemasque analizaremos; por el contrario. A lo largo del li-bro, y a menos que una exposición precisa exija 1o

contrario, utilizaremos el término "ciencia social"por conveniencia, 1, recordaremos al lector qr-re lacategoría científica de estas clisciplinas está .n ¡u.- ,fgo en todo lo que sigue.