LA FAMILIA EN LAEVOLUCIONDE LA AGRICULTURA

Las familias rurales de la Cuenca del Duero es-tán realizando una auténtica revolución en la agri-cultura española. Partiendo de una agricultura mi-nifundista con modos de producción de artesanía,están evolucionando rápidamente hacia una agricul-tura moderna basada en grandes explotaciones co-operativas de producción, capitalizadas y especia-lizadas, que, aprovechando los avances tecnológicos,consiguen mayores rendimientos por persona ac-tiva y por hectárea, y que finalmente se están in-tegrando para industrializar y vender sus productos.

Están realizando la transformación mediante fór-mulas particulares de agricultura de grupo que,conciliando los imperativos económicos con las exi-gencias humanas, responden al deseo de la propiapoblación.

Esta fórmula está permitiendo a las familias ru-rales de una comarca española conducir su propioprogreso y evolucionar hacia una agricultura mo-derna, al mismo tiempo que conservar su iniciativay la propiedad de la empresa común mediante unaorganización que ha sido establecida libre y volun-tariamente por ellos mismos, sin ninguna protec-ción especial y utilizando exclusivamente los re-cursos institucionales normales.

Pero lo más importante es que las familias ru-rales de esta comarca española están consiguiendomuy rápidamente mejores condiciones de vida yde trabajo.

LAS POSIBILIDADES DE LAEMPRESA ASOCIADA

La culminación del proceso de transformaciónde la agricultura que están realizando las familiasrurales de la Cuenca del Duero ha sido la consti-tución en 1967 de la Cooperativa de segundo gra-do «La Ribera», que agrupa inicialmente a 19cooperativas de producción para industrializar yvender conjuntamente sus productos.

Los proyectos en fase de ejecución de esta co-operativa y su programa de inversiones es el si-guiente:

Pesetas

1.0 Fábrica de piensos compuestos. 6.085.438

2.° Granja de selección y salas deincubación ... ... 10.180.000

3•" Almacenamiento y clasificaciónde huevos y accesorios ... 1.500.000

4•" Maquinaria agrícola. Taller y ac-cesorios . 3.300.000

5." Matadero frigorífico ... 60.000.000

6." Red de comercialización ... 7.000.000

Llegar a participar cada vez más en el procesode industrialización y comercialización de sus pro-

Espléndidas instalaciones ganaderas cooperativas. Cooperativa «San Isidro», Fresnillo de las Dueñas.

ductos ha sido siempre una aspiración de las fami-lias rurales que nunca habían podido satisfacer porla reducida dimensión económica de sus empresas.La Cooperativa «La Ribera» es por sí misma unademostración de las posibilidades de las explota-ciones comunitarias y un índice del grado de evo-lución alcanzado.

LA SITUACION DE PARTIDA

Las 19 cooperativas de producción y trabajo co-munitario de la tierra que han constituido la Coo-perativa «La Ribera» son el producto de la integra-ción de 1.148 explotaciones pretéritas, cuyas ca-racterísticas eran:

Explotaciones familiares insuficientes para me-canizarse individualmente y con problemas deexcesiva dispersión parcelaria.

Superficie media de las explotaciones inte-gradas, 13,77 hectáreas.Superficie media de las explotaciones comu-nitarias, 832 hectáreas.

Técnicamente subdesarrolladas.— Empleaban 764 yuntas de mulas.— 0.058 CV. de tractor por hectárea.— Las explotaciones comunitarias emplean 16

yuntas de mulas.— 0.33 CV. de tractor por hectárea.

— Mal capitalizadas.

— Capital total invertido por persona activaen las explotaciones individuales, 366.666pesetas.Capital por persona activa en las explota-ciones comunitarias, 904.699 pesetas.

Bajos rendimientos por persona activa y paroencubierto.— Producción final por persona activa en la

explotación individual, 98.253 pesetas.— Producción final por persona activa en las

explotaciones comunitarias, 311.563 pesetas.

Altos costes de producción.— Gastos de mano de obra por hectárea en

la explotación individual, 2.700 pesetas.— En la explotación comunitaria, 832 pesetas.

Exclusivamente agrícolas.Peso vivo por hectárea en la explotaciónindividual, 8 kg.Peso vivo por hectárea en las explotacionescomunitarias, 85,3 kg.

— Bajo nivel de ingresos.— Beneficio por hectárea en la explotación in-

dividual, — 1.040,26 pesetas.— Beneficio por hectárea en la explotación co-

munitaria, + 1.728,07 pesetas.— Disponibilidades de la familia en la explo-

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Las mujeres de los socios con-tribuyen en tareas cómodas que

proporcionan ingresosadicionales.

tación individual, incluyendo el trabajoaportado por sus miembros, 54.322 pesetas.

— Disponibilidades de la familia en la explo-tación comunitaria, sin incluir el trabajo desus miembros, 67.993,75 pesetas.

Emigración selectiva y forzada.— Envejecimiento de la población.— Falta de mano de obra familiar.— Falta de mano de obra asalariada.

Malas condiciones de vida y de trabajo.Necesidad del concurso de la mujer y delos hijos.

Falta de oportunidades culturales para loshijos, con asistencia irregular a la escuela.

— Inseguridad.— Imposibilidad de sustitución en casos de

accidente o enfermedad prolongada por serel empresario el único trabajador de plenadedicación.

— Problema de sucesión en las explotacionesy dificultades para arrendar la propiedad encondiciones ventajosas.

En la comarca considerada no se advertía nin-guna iniciativa individual que pudiese conducir auna modificación sustancial de la estructura de lasexplotaciones. En este sentido, la situación era deinmovilismo, rigidez estructural, concepto romanode la propiedad y régimen patriarcal en la explo-tación familiar.

El deseo de superación de las familias rurales,unido a la acción promotora y de orientación delServicio de Extensión Agraria, ha hecho surgir uncreciente número de cooperativas de explotación ytrabajo comunitario de la tierra que han transfor-mado los sistemas de producción y las condicionesde vida y de trabajo de las familias rurales.

LAS COOPERATIVAS DE EXPLOTACIONY TRABAJO COMUNITARIODE LA TIERRA

Son agrupaciones voluntarias de varias explota-ciones que constituyen una nueva empresa de ma-yores dimensiones con dirección única. Los sociosaportan la tierra y los medios de producción, ydiscrecionalmente ofrecen su trabajo a la coopera-tiva, que los contrata como obreros según las ne-cesidades de trabajo de la explotación comunitaria.

Los socios ceden el uso de la tierra y la garan-tía crediticia a ella aneja, pero retienen su propie-dad. Se señalan plazos mínimos de permanencia yciertas condiciones para causar baja en la coopera-tiva y retirar la tierra.

Los medios de producción (edificios, maquinaria,equipo y ganadería de renta) pertenecen a la agru-pación. Las aportaciones de capital suelen ser pro-porcionales al capital territorial de cada socio.

Los socios que desean trabajar en la explotación

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El vaquero de la Coopera-tiva anota cuidadosamente.Su mayor satisfacción es serútil a los demás, aparte deque le han instalado una có-moda vivienda, de la queaquí mostramos un rincón

de la cocina.

comunitaria tienen la condición de obreros y estánamparados por las correspondientes regulacioneslaborales.

El sistema de distribución de beneficios es va-riable. Lo más frecuente es que se distribuyan enfunción del capital-tierra aportado, pero cada vezes más frecuente que el trabajo tenga participaciónen los beneficios.

Los socios designan una junta rectora y un ge-rente para dirigir la empresa cooperativa. Eventual-mente contratan los servicios de personal técnico.

Es fundamental para comprender esta organiza-ción conocer que la población vive concentrada enpueblos y que cada propiedad está fraccionada envarias parcelas.

MOTIVACIONES DE LOS SOCIOSPARA SU CREACION

Alcanzar mejores condiciones de vida y de tra-bajo ante una situación general poco satisfactoriay sin espectativas.

Necesidad de incorporar medios modernos deproducción ante la escasez relativa de mano deobra y los altos costes de producción.

ANALISIS DE LAS EXPLOTACIONESCOMUNITARIAS

La Cooperativa «La Ribera» ha sido creada porlas 19 cooperativas de explotación y trabajo comu-nitario de la tierra, cuyos datos se resumen a con-tinuación:

Superficie total: 15.809 hectáreas.Superficie media por explotación: 832 hectáreas.

— Total de socios: 2.112.

Unidades de trabajo totales que emplean: 529.

Unidades de trabajo especializadas: 230.

Maquinaria:

— 93 tractores.

— 17 cosechadoras.— 11 trilladoras.

Ganadería de renta:

— Ovejas: 14.000.— Aves ponedoras: 150.000.— Vacuno lechero: 250.— Vacuno de carne: 2.500.— Cerdos: 6.000.

Estos efectivos se duplicarán en el próximo año.

Capital tierra: 326.864.500 pesetas.

Nuevas inversiones efectuadas por las explota-ciones comunitarias:

— Edificios: 64.381.000 pesetas.— Maquinaria y equipo: 47.160.234 pesetas.— Ganadería de renta: 40,180.100 pesetas.

Total de nuevas inversiones: 151.721.334 ptas.

Capital invertido por persona activa: 904.699pesetas.

Nuevas inversiones por persona activa: 286.807pesetas.

Producción final total: 164.817.140 pesetas.

Producción final por persona activa: 311.563pesetas.

Estas explotaciones comunitarias se encuentranen pleno desarrollo y no han alcanzado su plenitud.Las nuevas inversiones suelen estar financiadas concrédito oficial, que ha de reintegrarse a corto plazoy su amortización no permite un crecimiento másrápido.

Local social de la Co-operativa San José, deFresnillo de las Dueñas.

LAS VENTAJAS SOCIALES

El aumento de la dimensión de las explotacionesha permitido incorporar los avances tecnológicos yconseguir el máximo rendimiento de la mano deobra, de acuerdo con los conocimientos y aptitudesde cada trabajador, posibilitando la especialización.

Las aptitudes cambian con la edad de la persona.La gran empresa da una mayor flexibilidad y per-mite utilizar más eficazmente a las personas deedad, cuya capacidad para trabajos que requierenun gran esfuerzo físico ha disminuido, empleándo-las en labores más tranquilas, como la explotaciónavícola. Además de representar una ventaja social,así se evita el descenso en los rendimientos quenormalmente se advierte en las explotaciones fami-liares cuando el empresario llega a cierta edad.

El volumen de las explotaciones comunitariashace posible compaginar las ventajas de la especia-lización con las del policultivo, al poder establecercada una de sus distintas especulaciones a un nivelsuficiente.

Como consecuencia del incremento de la produc-tividad del trabajo (mecanización, especialización yorganización), la primera mano de obra que se haliberado ha sido la de las mujeres, niños y ancia-nos, cuyo concurso era necesario en las explotacio-nes familiares.

La influencia de la mujer ha sido decisiva parala constitución de las explotaciones comunitarias.En primer lugar, suelen ser ellas quienes mejor per-ciben los beneficios de la unión, y son, en conse-cuencia, sus mejores propagandistas. Pero ademáses frecuente que la mujer sea propietaria de unaparte del patrimonio familiar, y suele figurar comosocio de la agrupación, con plenos derechos y obli-gaciones. Sin embargo, su participación directa enlas juntas generales, en las que se toman las deci-siones más importantes para el gobierno y direc-ción de la cooperativa, es todavía muy pequeña.

Para la mujer, la cooperativa representa funda-mentalmente un ensanchamiento del campo de sulibertad personal al tener más posibilidades deelegir. Antes, sus posibilidades estaban limitadas alverse forzadas a realizar una serie de trabajos pe-nosos e impropios de su sexo que, en general, nodeseaban. Esta liberación no implica necesariamen-te el apartamiento de la mujer de la actividad agra-ria, tanto en la gestión de la empresa común de laque es socio como en la realización de trabajos con-cretos, pues es normal que los nuevos puestos detrabajo de auxiliares contables o administrativos,de clasificación y preparación de productos agríco-las, etc., sean ocupados por mujeres. Pero, en ge-neral, la mujer casada prefiere dedicar más aten-ción al cuidado del hogar y a la educación de los

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Antolín, el contable, trabajando en asuntos administrativoscon uno de los miembros de la Junta Rectora.

hijos. Con frecuencia, agricultores que se agrupa-ron pon un propósito esencialmente económico,ahora afirman que la principal ventaja que hanconseguido con la agrupación es que hay más ordenen su hogar y que es más atractiva la vida familiar.

Los jóvenes tienen más oportunidades de ense-ñanza. La asistencia a las escuelas es más prolonga-da y regular. El 92 por 100 de 182 maestros con-sultados han afirmado que esto se advierte clara-mente en las gráficas de escolaridad. Los jóvenestienen más interés y reciben más estímulos familia-res por conseguir una enseñanza profesional másdesarrollada. Las cooperativas se están preocupan-do de este problema, y cs frecuente que con cargoa los fondos sociales se faciliten becas y auxiliospara los estudios a hijos de los socios, y procurancrear para ellos buenos puestos de trabajo en laagrupación.

Las cooperativas se están ocupando igualmentede que todos los socios tengan más oportunidadesculturales. Los programas de formación de la mu-jer tienen ahora mejor acogida y son más solicita-dos, principalmente por las mujeres jóvenes, puesahora disponen de tiempo para participar en estasenseñanzas. Es a través de una mejor preparacióncomo pueden alcanzar mayores posibilidades deelección, y sin duda cobrarán nuevo impulso laspequeñas industrias rurales, las actividades artesa-nas, los talleres de confección, etc.

La explotación comunitaria ha hecho posible eltrabajo en equipo y con él las posibilidades de sus-titución y el tiempo libre, las vacaciones, el disfru-

te de días festivos y las jornadas regulares de tra-bajo.

Asimismo, ha aumentado el nivel de seguridad.Los socios trabajadores disfrutan los beneficios deseguridad social y, además, las cooperativas suelenincluir en sus reglamentos medidas especiales deprotección. Para las personas de edad, la disminu-ción del valor de la tierra, los problemas de suce-sión de las explotaciones y la dificultad de encon-trar un arrendatario representaba una seria ame-naza para su seguridad. Ahora pueden integrar suantigua empresa en la cooperativa y obtener deella los ingresos mínimos necesarios para contem-plar con cierto optimismo su retiro.

Todo ello determina que la familia campesinaesté adoptando modos de vida propios de la socie-dad industrial. En la explotación, que sólo es via-ble gracias a un esfuerzo excepcional de todos losmiembros de la familia campesina, el trabajo y lavida familiar están tan íntimamente relacionadosque prácticamente se confunden; los esposos fre-cuentemente trabajan juntos en el campo, y el pa-

Despacho de la cooperativa de consumo «Santo Cristo delPriorato», de Fresnillo de las Dueñas. Los clientes son los

socios.

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Obras de ampliación dela Cooperativa San José,

de Fresnillo de lasDueñas.

dre es quien enseña el oficio a sus hijos. Es eviden-te que la racionalización está señalando la separa-ción entre la actividad laboral y la vida familiar.

Algunos socios de la Cooperativa «San Isidro», de Fresni-llo de las Dueñas, retratados con el Agente de Extensiónante la nave de la deshidratadora de alfalfa: de izquierdaa derecha, Luis y Ramón López, obreros; Eugenio CastilloCalleja, Secretario; Javier Martín Uriz, Agente de Exten-sión; Pedro García de Diego, Vicepresidente, y AgripinoGarcía López, encargado de las tiendas que la cooperativa

tiene en Madrid.

Las explotaciones comunitarias han creado nue-vos puestos de trabajo, pero además están huma-nizando el tránsito a otros sectores económicos dela población que no pueden emplear a causa de lamecanización y de la racionalización del trabajo.

Finalmente, la elección de los más capaces paradirigir la empresa común está determinando gestio-nes más eficaces y facilitando el asesoramiento téc-nico, pero, sobre todo, está permitiendo a los ele-gidos desarrollar sus conocimientos y sus iniciativas.Magníficos dirigentes han surgido de sencillos agri-cultores que antes no tenían oportunidad de de-mostrar su capacidad empresarial. Su prestigio au-menta, convirtiéndose en elementos decisivos parael progreso de toda la comunidad. De este modo,la cooperativa está sirviendo como instrumento deuna promoción social con base en la capacidad yen la competencia profesional.

Las cooperativas de explotación y trabajo comu-nitario de la tierra son estructuras flexibles quepermiten una continua evolución y una visión másdinámica del desarrollo económico-social. No pare-ce que esta fórmula pueda comprometer el progre-so futuro por el modo como ha superado las di-ficultades legales e institucionales de la propiedad.

ANTONIO SALVADOR CHICO

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