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ESTUDIOS SOBRE MOSAICOS ROMANOSDIMAS FERNÁNDEZ-GALIANO

IN MEMORIAM

José María Álvarez Martínezy

Luz Neira Jiménez(coordinadores)

T_Estudio(Dimas).indd 5T_Estudio(Dimas).indd 5 06/07/18 12:4806/07/18 12:48

ÍNDICE

Introducción. Dimas Fernández-Galiano, in memoriam ........... 11José María Álvarez Martínez y Luz Neira Jiménez

1. Dimas Fernández-Galiano Ruiz. Un amigo, un arqueólogo ................................................... 17Martín Almagro-Gorbea

2. Aspectos de la vida cotidiana en los mosaicos emeritenses ......................................................... 41José María Álvarez Martínez

3. La representación de la servidumbre en los mosai-cos romanos ....................................................... 73Jesús Bermejo Tirado

4. La Diana Cazadora en los mosaicos romanos de Hispania, África y Sicilia ..................................... 99José María Blázquez Martínez

5. Influencias de las aguas mineromedicinales en el empleo de determinados motivos en los mosaicos romanos del Levante hispano ............................... 107Mercedes Durán Penedo


8 ESTUDIOS SOBRE MOSAICOS ROMANOS…

6. Tra il serio e il faceto: spectacula anfiteatrali veri o presunti in alcuni mosaici dell’Africa mediterranea ... 131Antonio Ibba y Alessandro Teatini

7. Volviendo a la villa de Arellano: los dos mosaicos del triclinio ...................................................... 175Janine Lancha

8. The Late Roman VILLA of Santiago da Guarda (An-sião, Portugal). One place, many centuries, a decora-tion project. The CORPUS of the Roman Mosaics ...... 195Filomena Limão y Rodrigo Pereira

9. Dimas Fernández-Galiano. Maestro y amigo ......... 207José Luis Lledó Sandoval

10. Pescadores y tareas relacionadas con la pesca en los mosaicos ....................................................... 213Guadalupe López Monteagudo

11. La producción musiva en la Vega de Granada (Espa-ña): creaciones locales e influencias exógenas ...... 239Purificación Marín Díaz

12. El Minotauro en mosaicos hispanorromanos con laberintos y sus sentidos apotropaicos, morales e iniciáticos ......................................................... 259Cátia Mourão

13. Representaciones de AGONES o CERTAMINA GRAECA en los mosaicos romanos de la PARS OCCIDENTALIS .. 281Luz Neira Jiménez

14. Rappresentazioni musive di commercianti e traspor-tatori in epoca romana ........................................ 313Luigi Quattrocchi


ÍNDICE 9

15. Novedades de musivaria cordobesa: puesta al día de su estudio y su uso como recurso patrimonial ... 329Ana Ruiz-Osuna y Manuel Ruiz-Bueno

16. El hombre en el proceso de producción y comercio del pan ............................................................... 373María Pilar San Nicolás Pedraz


INTRODUCCIÓN

DIMAS FERNÁNDEZ-GALIANO,IN MEMORIAM

José María Álvarez Martínez y Luz Neira Jiménez

Todo el que conoció al Dr. Dimas Fernández-Galiano pudo percatarse de su bonhomía, de su desbordante inteligencia ca-

paz de tornar en solución fácil una situación difícil, de su visión pa-ra conducirnos por caminos insospechados a la hora de analizar problemas y cuestiones de la Antigüedad clásica, tratando de encon-trar una explicación al desarrollo de un mito o al de una situación histórica, pues era un auténtico virtuoso de las fuentes clásicas, con-siderando así que lo que apreciábamos en una representación mu-siva obedecía a una intención, al mensaje que el dominus pretendía hacer llegar a todos, contra la opinión de otros que no aceptaban esta idea.

Uno de nosotros (Álvarez) lo encontró por vez primera en un ce-lebrado congreso, el «XIII Congreso Nacional de Arqueología», que tuvo lugar en Huelva en 1973, y allí, entre recordados amigos y com-pañeros como el profesor Santero Santurino, nos hizo ver su interés por la musivaria hispanorromana y su ilusión por comenzar una tesis sobre las producciones del conuentus Caesaraugustanus bajo la égida de su mentor el profesor Almagro Basch, maestro de todos nosotros. Cambiamos impresiones y valoramos dudas y certezas sobre una ma-teria que se abría paso, poco a poco, en el panorama científico español.



Él ya había cimentado sus conocimientos abordando el excelente con-junto musivo descubierto en la antigua Complutum.

Con posterioridad, continuaron nuestros encuentros, con Luz Neira incorporada a un grupo que, bajo la entusiasta dirección de nuestro recordado José María Blázquez, iba a «situar en el mapa» la producciones musivas hispanas, siguiendo la huella de los grandes especialistas que fueron los profesores García y Bellido, Blanco y Balil.

Recordamos con cierta nostalgia nuestra participación en el «V Congreso Internacional de la AIEMA», en la antigua Aquae Sulis, hoy la emblemática ciudad balnearia de Bath, en 1987. Allí se desbordaron los afectos entre los componentes del numeroso grupo español tanto en las sesiones celebradas como en los momentos de asueto que bien celebramos. La simpatía y los comentarios de Dimas nos hicieron pa-sar buenos momentos.

Siguieron nuestras relaciones con todo el grupo y ofrecimos la primacía de nuestra representación en la AIEMA a Dimas, ante la mi-rada complacida de José María Blázquez y Alberto Balil, y con poste-rioridad a Guadalupe López Monteagudo y a Luz Neira, respectiva-mente. Precisamente, Alberto Balil fue uno de los mejores amigos y confidentes de Dimas, quien tras el fallecimiento prematuro del recor-dado profesor organizó un merecido homenaje a su memoria en el Museo de Guadalajara, que entonces dirigía.

En su progresión sobre los estudios de la musivaria hispana realizó observaciones y sugerencias de la mayor importancia, como la referen-te a la influencia africana en los mosaicos hispanos, quizá supervalora-da como él pensaba; sobre la explicación de mitos reflejados en nues-tros mosaicos, como el de Las bodas de Cadmo y Armonía de Azuara; sobre la influencia oriental en la musivaria hispana, el carácter de las villae y su relación con prácticas paganas, sobre la Hispania de Teodo-sio de acuerdo con los impresionantes hallazgos meseteños que fueron aclarando el panorama de nuestros conocimientos.

Precisamente a él se debe la valoración, dentro del rico panorama teodosiano, de los importantes conjuntos de Carranque, que impulsó y desveló en todos sus detalles en una labor ímproba que nosotros sí


INTRODUCCIÓN 13

reconocemos con toda justicia y el de la villa de Noheda, cuya prime-ra valoración supo explicar justamente.

Dimas Fernández-Galiano se implicó, en verdad, en todas las ini-ciativas de apoyo a los estudios musivos, tanto en lo referente al signi-ficado y carácter de los pavimentos como a su conservación, donde encontró el apoyo y la ayuda de otro de sus buenos amigos, Carlos de la Casa.

Una de sus perseverantes ideas era la de estudiar a fondo la deno-minada Casa del Mitreo emeritense, con la realización de algunas campañas de excavaciones que pudieran facilitarle los datos que él buscaba, pues mantenía la idea de que la emblemática mansión pudo estar relacionada con un mitreo por la temática de su excelente mo-saico, como algunos también lo consideraron, a la par de otras teorías que intentaban acercarse a su significado. Fueron numerosos los viajes que hizo a Mérida con este propósito al tiempo que para disfrutar de la esplendorosa primavera de la dehesa con sus espárragos y sus cria-dillas de tierra, que él adquiría puntualmente.

Fue un asiduo participante en los seminarios sobre mosaico en la Universidad Carlos III de Madrid, que programaba uno de nosotros (Luz Neira) y que gozaron del mayor interés y calidad científica por la altura de los participantes, entre los que siempre destacaba, por sus agudas observaciones, el Dr. Fernández-Galiano. El último de los de-sarrollados fue, precisamente, el dedicado a su memoria y el resultado del encuentro es el que pueden apreciar en las líneas que siguen.

El volumen se inicia con el entrañable recuerdo de la personali-dad y la actividad científica de nuestro añorado Dimas Fernández-Ga-liano a cargo de Martín Almagro-Gorbea, académico de número de la RAH, quien como gran amigo y profundo conocedor de su fructífe-ra trayectoria personal y profesional nos va ofreciendo los hitos más importantes de una vida dedicada a las fuentes clásicas, a la arqueolo-gía, a los mosaicos y, en definitiva, al estudio de la Antigüedad.

A continuación se cuentan las contribuciones de quienes com-partimos con Dimas muchos años de estudios sobre mosaicos roma-nos. Todavía antes de fallecer merece ser resaltado el texto del profesor José María Álvarez Martínez sobre «La Diana Cazadora en los mosai-



cos romanos de Hispania, África y Sicilia», un testimonio más del apre-cio y cariño que el maestro sentía por Dimas, a quien consideraba ar-tífice del conocimiento de los mosaicos hispanorromanos entre los colegas extranjeros ya en los setenta.

Asimismo, entre los investigadores españoles, son de destacar los trabajos de Guadalupe López Monteagudo (CSIC) sobre «Pescadores y tareas relacionadas con la pesca en los mosaicos»; María Pilar San Ni-colás Pedraz (UNED) acerca de «El hombre en el proceso de produc-ción y comercio del pan» en los mosaicos; Mercedes Durán Penedo (Museo de Montcada) en torno a las «Influencias de las aguas mine-romedicinales en el empleo de determinados motivos en los mosaicos romanos del Levante hispano»; Jesús Bermejo Tirado (UC3M) sobre «La representación de la servidumbre en los mosaicos romanos»; Ana Ruiz Osuna y Manuel Ruiz Bueno (Dpto. de Arqueología de la Uni-versidad de Córdoba) sobre investigaciones y gestión del patrimonio musivo, «Novedades de Musivaria cordobesa: puesta al día de su estu-dio y su uso como recurso patrimonial»; Purificación Marín Díaz (Universidad de Granada), «La producción musiva en la Vega de Gra-nada (España): creaciones locales e influencias exógenas», y José Luis Lledó, quien, desde la amistad forjada en torno a Noheda, relata su ex-periencia con Dimas en la villa.

Entre los colegas extranjeros, Janine Lancha plantea una nueva vi-sión de los pavimentos del triclinio de Arellano, «Volviendo a la villa de Arellano: los dos mosaicos del triclinio»; Antonio Ibba y Alessandro Teatini, de la Università di Sassari, abordan aspectos relacionados con los espectáculos en la arena en los mosaicos africanos, «Tra il serio e il faceto: spectacula anfiteatrali veri o presunti in alcuni mosaici dell’Africa mediterranea»; Filomena Limão, de la Fundaçao per la Ciencia e la Tecnologia, y Rodrigo Pereira, «The Late Roman Villa of Santiago da Guarda (Ansião, Portugal). One place, many centuries, a Decoration Project. The Corpus of the Roman Mosaics»; Catia Mourâo, del Ins-tituto de Historia del Arte de la Universidade Nova de Lisboa, «El Mi-notauro en mosaicos hispanorromanos con laberintos y sus sentidos apotropaicos, morales e iniciáticos», y Luigi Quattrocchi (Instituto de Cultura y Tecnología UC3M), representaciones de comercio y trans-


INTRODUCCIÓN 15

porte, «Rappresentazioni musive di commercianti e trasportatori in epoca romana».

Por último, quienes estas líneas suscriben, José María Álvarez Mar-tínez (MNAR), «Aspectos de la vida cotidiana en los mosaicos eme-ritenses», y Luz Neira Jiménez (UC3M), «Representaciones de agones o certamina graeca en los mosaicos romanos de la pars occidentalis».

En suma, una serie de trabajos sobre mosaicos romanos que, con admiración y cariño, están dedicados a la memoria y homenaje de nuestro querido Dimas Fernández-Galiano Ruiz.


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DIMAS FERNÁNDEZ-GALIANO RUIZ.UN AMIGO, UN ARQUEÓLOGO

Martín Almagro-GorbeaReal Academia de la Historia

La gran personalidad de Dimas Fernández-Galiano (Calatayud, 1951-Madrid, 2015), tan temprano ausentado de nosotros, la re-

cordaremos siempre todos por su destacada inteligencia y su entraña-ble amistad, por lo que sus numerosos amigos, sus colegas españoles y extranjeros y cuantos le hemos conocido queremos dedicarle este re-cuerdo en testimonio de tantos ratos agradables pasados en conversa-ciones siempre sugerentes, cuando no colaborando en actividades en las que destacaba por su buen hacer.

El Dr. Fernández-Galiano, con su figura siempre elegante (Fig. 1), ha sido uno de los más brillantes arqueólogos españoles de su genera-ción. Era hijo de un naturalista e investigador, el profesor Dimas Fer-nández-Galiano (1921-2002), y pertenecía a una familia de notables científicos y humanistas, bien conocida en los medios intelectuales es-pañoles. Nacido en la ciudad de Calatayud (Zaragoza), pasó sus pri-meros años en la entrañable ciudad de Teruel, donde realizó sus pri-meros estudios y a la que siempre conservó su cariño, pues la consi-deraba su patria chica. Años después, cuando pasó a vivir a Madrid, se consideraba turolense de espíritu y mantuvo siempre el contacto con los amigos de su juventud, en especial cuando volvía en los veranos a la pequeña y bella ciudad turolense.



Fig. 1. Retrato de Dimas Fernández-Galiano por Alejandro Cabeza. Museo Provincial de Guadalajara.

En Madrid, inició sus estudios universitarios en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, que finalizó en 1974 tras obtener la licenciatura en Historia. El ambiente favorable de su casa y de su familia auspició que siempre mantuviera el gusto por la lectura de los temas más diversos, con una intuición y un sentido crítico acrecentado a lo largo de toda su vida, que tanto le hizo brillar en su profesión de arqueólogo. Esa capacidad de intuición, propia de los grandes arqueólogos, potenciada por sus amplias lecturas, le permi-tía asociar datos e ideas para encontrar nuevas y siempre brillantes in-terpretaciones, que le hacían destacar, al ser capaz de descubrir en lo que a todos nos pasa desapercibido las claves de una brillante interpre-tación. Además, esta intuición, en parte fruto de su instinto innato y en parte de sus inteligentes y selectas lecturas, la sabía asociar a agra-dables charlas y discusiones con colegas y amigos, en las que siempre destacaba su inteligencia, su prudencia y su finura intelectual.

En sus estudios universitarios mantuvo creciente contacto con Martín Almagro Basch, con el que tenía su familia estrecha amistad,


DIMAS FERNÁNDEZ-GALIANO RUIZ. UN AMIGO… 19

dado su origen turolense. De estas relaciones surgiría su atracción ha-cia la arqueología. Pero dentro de este campo científico es fundamen-tal para comprender la vida y la obra de Dimas Fernández-Galiano conocer de dónde surgió su orientación hacia la musivaria, que supo cultivar con tanto acierto, pues es el campo de estudio en el que de-sarrolló buena parte de su vida profesional, hasta llegar a convertirse en un reconocido experto. Dimas supo aunar su buena formación teó-rica con un amplio conocimiento de los autores clásicos y de la bi-bliografía especializada en mosaicos y en su iconografía. Gracias a ello contribuyó con eficacia a valorar los mosaicos que decoraban las villas y edificios romanos, no solo como elementos utilizados para decorar los suelos, sino como un verdadero lenguaje en imágenes que permi-tía conocer los gustos de sus propietarios y las influencias recibidas, así como también los mensajes ideológicos transmitidos a través de este lenguaje en imágenes. Estos aspectos, más abstractos y más interesantes por su significado histórico, eran los que más atraían a la inteligente personalidad de Dimas Fernández-Galiano.

En esta vocación tan sentida hacia la musivaria debieron de influir, paralelamente, otros hechos. Uno fue su estrecha relación con Alcalá de Henares, la antigua Complutum, cuyo desarrollo urbanístico fuera de las antiguas murallas proporcionaba de marera continua hallazgos de mosaicos romanos, algunos de gran belleza e interés, que pronto atrajeron su atención, ya desde estudiante, hecho que finalmente le lle-varía a estudiarlos. Por otra parte, también debieron de influir en estos estudios los corpora de mosaicos romanos de Hispania que por aquellos años llevaban a cabo diversos estudiosos, en especial el profesor José María Blázquez Martínez. La conjunción de estas dos circunstancias explica que ya antes de finalizar los estudios universitarios y, en espe-cial, al terminar la licenciatura, decidiera proseguir su formación en este campo. En esta nueva fase, ya plenamente dedicado a la investiga-ción científica, supo aprovechar su buena formación y sus lecturas, que amplió en viajes de estudio y estancias en el extranjero para conocer las principales colecciones musivarias, en especial del Mediterráneo. Visitó museos y yacimientos en Portugal y en Túnez, donde realizó prolongadas visitas al Museo del Bardo, y también viajó por Italia, Gre-



cia y Egipto, y prosiguió su estudio de los mosaicos por la Germania romana y la antigua Britania, en la que, gracias a una beca obtenida de la Fundación Juan March de 1978 a 1980, pudo ampliar su formación sobre mosaicos romanos en la Universidad de Newcastle Upon Tyne y en el British Museum. Todo este bagaje formativo le permitió doc-torarse en Historia Antigua el año 1985, con una brillante tesis sobre «La Musivaria hispano-romana en el Conventus Caesaraugustanus», que obtuvo la máxima calificación y que, publicada pocos años después,1 pasó a ser una obra de referencia para los mosaicos romanos de Hispania. Su especialización en mosaicos le proporcionó un mere-cido prestigio y este campo de estudios le seguiría atrayendo poste-riormente, tanto en sus propias investigaciones como al dirigir algunos años después, en 1990, la tesis doctoral de Esther Pérez Olmedo sobre «Revestimientos de opus sectile en la Península Ibérica».2

En su vida profesional, aprovechó su estrecha relación personal con Alcalá de Henares para desarrollar su experiencia en arqueología de campo, pues las numerosas campañas de excavación que realizó a lo largo de su vida profesional constituyen otro de los pilares de su ac-tividad arqueológica. Cuando todavía era estudiante en la universidad inició su experiencia en excavaciones, continuadas a lo largo de toda su vida profesional. Siempre tuvo un especial instinto para descubrir y valorar nuevos yacimientos, que pasaban a ser claves, como es el caso del Ecce Homo de Alcalá de Henares, que permitió ofrecer la prime-ra secuencia de la Edad del Bronce en esa parte de la Meseta, pero también fue el impulsor del estudio de la ciudad romana de Complu-tum, de la ciudad visigoda de Recópolis y de las grandes villas monu-mentales de Carranque y de Noheda, que tanto interés han desperta-do por sus ricos mosaicos y por su significado histórico, que supo

1 Dimas Fernández-Galiano, Mosaicos romanos del Convento Cesaraugustano, Za-ragoza, 1987, con una reseña de M. Torres Carro, Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología 54, 1988, pp. 545-547.

2 Esther Pérez Olmedo, Revestimientos de opus sectile en la Península Ibérica, Universidad de Valladolid, 1996.



valorar desde el principio y cuya difusión y disfrute potenció al orga-nizar sus parques arqueológicos.

Su estrecha relación con Alcalá de Henares, la antigua Complu-tum, facilitó que ya en 1971 tuviera sus primeros contactos con exca-vaciones arqueológicas en la villa romana y en el yacimiento medieval de El Val. Posteriormente, llevó a cabo importantes trabajos en las ca-sas romanas de Complutum, como la Casa de Aquiles en el año 1972, la Casa de los Peces, la Casa de Cupido y la Casa de Baco (Fig. 2) en 1973 y la Casa de Júpiter y Leda en 1976; cuyos ricos mosaicos le im-pulsaron a especializarse en musivaria. Años después prosiguió las ex-cavaciones por el centro urbano de Complutum, para documentar mejor la urbanística y el conocimiento de la ciudad, trabajos que le llevaron a descubrir la basílica en 1984 y las termas en el año 1985.

Fig. 2. Mosaico del Triunfo de Baco. Alcalá de Henares, Madrid.

También se interesó por el importante poblado de la Edad del Bronce que había identificado en el escarpado cerro del Ecce Homo, que domina Alcalá de Henares y todo su territorio, yacimiento en el que en el año 1972 llevamos a cabo de forma conjunta una cam-paña de excavación, de la que siempre guardamos ambos un magní-



fico recuerdo personal. Ya en 1973 pasó a excavar la necrópolis his-pano-visigoda del Camino de los Afligidos, siempre en Alcalá de Henares, y en 1975, el oppidum carpetano posteriormente romaniza-do de San Juan del Viso, que constituía el precedente inmediato de la Complutum romana. Fernández-Galiano nunca olvidó su amplia experiencia en Alcalá de Henares, ciudad construida sobre la antigua Complutum y situada en uno de los nudos de comunicaciones esen-ciales de la península ibérica desde la prehistoria hasta la actualidad. Su interés por ella le llevó a organizar allí el año 1986 una exposi-ción antológica dedicada a la «Arqueología de Alcalá de Henares», para ofrecer al público los numerosos descubrimientos que en pocos años habían surgido del suelo de la ciudad, en gran medida gracias a su impulso personal.

Otro campo esencial de la actividad de Dimas Fernández-Galiano fue la museología, por la que se interesó como desarrollo lógico de su vida profesional. Sus primeras experiencias las adquirió en las prácticas realizadas en el curso 1973-1974 en el Arqueológico Nacional de Ma-drid, institución que hasta hace pocos años era el principal foco de la museología española. Al poco tiempo, el año 1975, por su experiencia en la vecina Alcalá de Henares, fue nombrado conservador interino del Museo de Guadalajara. A partir de entonces se integró en esta ins-titución, en la que desarrolló una buena parte de su vida profesional como museólogo. El año 1976 obtuvo por oposición libre la plaza de conservador del Cuerpo de Conservadores de Museos y en ese mismo año fue nombrado director del Museo Provincial de Bellas Artes de Guadalajara, que es el primer museo provincial abierto de España, en el año 1836, institución actualmente alojada en el magnífico edificio del Palacio del Infantado (Fig. 3). Durante esos años y hasta su partida en 1996, dinamizó el museo, pero también supo impulsar la arqueolo-gía de toda la provincia de Guadalajara, hasta entonces casi olvidada, lo que hizo con la misma entrega y eficacia que había desplegado en Complutum-Alcalá de Henares para desarrollar su patrimonio ar-queológico. Dentro de sus actividades museológicas, fue nombrado en 1986 director de la revista Museos, editada por la Dirección General de Bellas Artes.



Fig. 3. Palacio de los Mendoza, sede del Museo Provincial de Guadalajara.

Gracias a su creciente experiencia, potenció la vida del Museo Provincial de Bellas Artes de Guadalajara al interesarse por los yaci-mientos y conjuntos monumentales de la provincia, superando trabas administrativas y económicas para llamar la atención sobre yacimien-tos ignorados o no bien valorados, por lo que su actuación ha dejado una profunda huella. El año 1983 renovó la sección de Bellas Artes del Museo, circunstancia que supo aprovechar para organizar al mismo tiempo una exposición titulada «Bellas Artes 83», a fin de atraer el pú-blico a la institución. También en ese año completó la instalación de la sección de etnología y al año siguiente, en 1984, con la experiencia adquirida en sus viajes de estudio por la provincia, dedicó su esfuerzo a montar la exposición «Arqueología de Guadalajara», en la que por primera vez se daban noticias de sus hallazgos arqueológicos. El éxito de estas exposiciones para vitalizar el museo le llevó en 1985, cuando cumplía diez años al frente de la institución, a dar a conocer las prin-cipales actividades llevadas a cabo durante ese decenio con una expo-sición titulada «Diez años de restauraciones artísticas en el Museo de Guadalajara», además de publicar en 1986 la Guía del Museo de Guada-



lajara, Sección de Bellas Artes. Su interés por impulsar todavía más su de-sarrollo le llevó a preparar un proyecto de remodelación del Museo de Guadalajara, objetivo que se vio favorecido al obtener el año 1991 una beca de la Fundación Fulbright para ampliar sus conocimientos en museología en la National Gallery of Art de Washington D.C.

Su cargo como director del Museo de Guadalajara desde 1976 le permitió, al mismo tiempo, desarrollar una eficaz política al servicio de la olvidada arqueología de la provincia. De manera paulatina, pro-cedió a estudiar y valorar los numerosos yacimientos existentes, unos conocidos pero olvidados, como Recópolis, y otros desconocidos hasta su actuación. Esta actividad la llevaría a cabo con ayuda de un Plan Provincial de Excavaciones Arqueológicas por él dirigido, que desarrolló desde el año 1975 hasta el año 2000 y que le permitió for-mar equipos de investigación y ocuparse de los nuevos hallazgos. De forma paralela creó la sección etnográfica del Museo de Guadalajara, para recoger los numerosos materiales etnográficos existentes en los pueblos de la provincia, en proceso de creciente abandono, por lo que resultó muy oportuno que se desarrollara esa actividad en esos años cruciales.

No menos trascendencia tuvieron sus actividades arqueológicas, que han quedado plasmadas en las numerosas excavaciones hechas en esos años. En 1974 excavó la necrópolis celtibérica de Sigüenza y des-de 1976 se interesó con intuición y gran clarividencia por revalorizar la estratégica ciudad visigoda de Recópolis, en Zorita de los Canes, olvidada desde tiempos de Juan Cabré. En ella emprendió excavacio-nes metódicas en la basílica (1976), en el palacio-fortaleza (1978-1980) y en diversas viviendas visigodas (1977, 1980), de modo que pudo pre-cisar la estructura urbanística de la ciudad, a cuyo conocimiento dio un notable impulso.

También hay que destacar sus exploraciones, estudios y valoración de castros y necrópolis celtibéricos de la Edad del Hierro del territo-rio de la antigua Segontia, la actual Sigüenza. Igualmente, llevó a cabo de 1978 a 1985 campañas anuales de excavación en la recién descu-bierta villa romana de Gárgoles de Arriba, en Cifuentes, y el año 1984 excavó la fuente romana de Yélamos. A estas actividades hay que sumar



la valoración y publicación del Castro de Guijosa con sus chevaux de frise, de la ciudad visigoda de Recópolis, de las ruinas de la fortaleza árabe de Inesque y de otros diversos asentamientos de la Vega del He-nares, que enlazaban con los por él ya estudiados en la zona de Com-plutum, además de ocuparse en recuperar los hallazgos casuales que se producían.

Estas actividades arqueológicas, promovidas gracias a su Plan de Excavaciones Arqueológicas, ha hecho que Dimas Fernández-Galiano haya sido considerado con todo acierto como el renovador de los es-tudios arqueológicos en Guadalajara,3 pues rompió el vacío existente desde los trabajos pioneros desarrollados a inicios del siglo xx por el marqués de Cerralbo. Junto a estas actividades, que ampliaron los co-nocimientos arqueológicos sobre estas tierras, participó en la funda-ción de la revista Wad-Al-Hayara, que se convirtió en el principal ele-mento de difusión de los estudios realizados.

Fruto de esta incesante labor fueron sus publicaciones, no muy numerosas, pero sí de gran interés, pues reflejan su buena formación y su finura de interpretación, además de permitir observar los prin-cipales campos de su actividad y su evolución vital (Fig. 4). Entre ellas destaca, ya en 1976, la Carta Arqueológica de Alcalá de Henares, obra de juventud en la que se percibe la atracción que sentía por el estratégi-co corredor del Henares, junto a obras de madurez, como la mo-nografía Carranque. Centro de Hispania romana (2001), en la que da su penetrante visión sobre este singular monumento y sobre las gentes de la antigua Hispania y, ya en sus últimos años, su brillante estudio dedicado a Los monasterios paganos. La huida de la ciudad en el mundo antiguo (2011).

3 La vida del Dr. Dimas Fernández-Galiano ha sido excesivamente corta, pero brillante. Ha sido la vida de un estudioso de gran personalidad, dedicado con pasión al mundo antiguo, cuya pérdida no se puede olvidar, pues es irremplazable en todos los aspectos. En particular, siempre recordaremos sus profundos conocimientos del mundo clásico, fruto de largas horas de estudio en bibliotecas y museos para analizar los hallazgos arqueológicos, en especial los mosaicos romanos que tanto le atraían y de los que llegó a ser un reconocido especialista.



Prehistoria

Arqueología territorial Arqueología Clásica

Musivaria Historia Antigua

Museología

0

2

4

6

8

10

12

14

1971-1980 1981-1990

1991-2000 2001-2010

2010-2015

Fig. 4. Distribución por decenios y campos de estudio de las publicaciones de Dimas Fernández-Galiano.

Si se analiza la temática por él tratada, resulta muy revelador que escribió siete artículos dedicados a la prehistoria, de los que destaca-ríamos Excavaciones en el Ecce Homo (Alcalá de Henares, Madrid) (Ma-drid, 1980) frente a veintitrés a la arqueología clásica, a los que hay que añadir otros veintinueve dedicados a la musivaria, lo que suma un total de cincuenta y dos publicaciones en estos campos, que consti-tuyeron el núcleo de sus estudios, y de los que hay que mencionar Complutum. I, Excavaciones. II, Mosaicos (Madrid. 1984) y Mosaicos ro-manos del Convento Cesaraugustano (Zaragoza, 1987). A estas publica-ciones hay que añadir otras trece dedicadas a la historia antigua, con obras tan destacadas e intuitivas como Los manuscritos del Mar Muerto (Córdoba, 1994) y su brillante estudio dedicado a Los monasterios pa-ganos (Córdoba, 2011), además de su obra póstuma todavía inédita, Historia de los tiempos en Roma, dedicada a analizar el concepto cíclico del tiempo en la Antigüedad y los tempus con que el Imperio romano midió sus actividades y las de sus protagonistas. Otras seis publicacio-



nes las dedicó a la arqueología territorial, en las que se debe incluir la mencionada Carta Arqueológica de Alcalá de Henares y su Partido Judicial (Alcalá de Henares, 1976), junto a otras tres dedicadas a la museolo-gía, sin contar los catálogos editados en las numerosas exposiciones por él organizadas.

Es interesante analizar la evolución temática de sus obras a lo lar-go de los años de su corta vida. En el primer decenio, de 1970 a 1980, predominan siete estudios sobre prehistoria seguidos de seis sobre ar-queología clásica, cuatro de musivaria y tres de arqueología territorial. En el decenio siguiente, 1980-1990, la musivaria predomina con ca-torce publicaciones, seguida de lejos por tres dedicadas a la arqueolo-gía clásica y dos a la prehistoria, dos a la arqueología territorial y dos a la historia antigua. Esta tendencia varía levemente en el decenio 1990-2000, en el que destacan ocho publicaciones dedicadas a la his-toria antigua, seguidas de seis a la arqueología clásica y cuatro a la mu-sivaria, pero es significativo que a partir de estos años ya no realizó más publicaciones sobre prehistoria y solo una con temática de ar-queología territorial. Este hecho refleja el final de sus trabajos en Al-calá de Henares y en la zona de Guadalajara y su dedicación cada vez más preferente hacia la musivaria y la historia antigua. En efecto, los años más avanzados de su actividad evidencian el predominio, con ocho publicaciones, de la arqueología clásica, junto a seis de musiva-ria, frente a solo tres de historia antigua y otras tres de museología; tendencia que indica su creciente aproximación hacia estudios cada vez más generales. En resumen, esta rápida visión, meramente cuan-titativa, permite comprender de forma rápida los principales campos de actividad y la lógica evolución científica de este estudioso, desde prehistoriador a arqueólogo clásico y de este campo al de historiador. A estas actividades como autor y editor hay que añadir su participa-ción en la fundación de la revista Wad-Al-Hayara y la dirección en 1986 de la revista Museos, editada por la Dirección General de Bellas Artes, sin olvidar el impulso dado al estudio de la arqueología de la provincia de Guadalajara y del corredor del Henares, ni sus brillantes conferencias impartidas en numerosos centros españoles y del extran-jero, como las universidades de la Sorbonne, Lyon, Roma, Perugia, la



National Gallery de Washington, el Paul Getty Museum de Califor-nia, etc.

Dimas Fernández-Galiano continuó el cultivo de la museología, que tanto había despertado su interés, tras dejar su cargo de director del Museo de Guadalajara. El año 1998 dirigió el proyecto museográ-fico del Museo de la Historia del Valle de Cifuentes, en el castillo de Don Juan Manuel de Cifuentes, Guadalajara, y en 2003 desarrolló el proyecto del Museo de las Villas Romanas, de Almenara de Adaja, Va-lladolid, promovido por la comunidad autónoma de Castilla y León. En el año 2010 se ocupó del proyecto de musealización de las villas romanas de Soria y del Museo de la Madre Naturaleza, de Cuevas de Soria, auspiciados por la Diputación de Soria, la comunidad de Casti-lla y León y el plan FEDER. Ese mismo año dirigió el proyecto de instalación museográfica de la sección de arqueología visigoda del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, que le encargó el Mi-nisterio de Cultura.

Dentro de su vida profesional como arqueólogo, tuvieron gran trascendencia los esfuerzos puestos en excavar y valorar el conjunto de Carranque, Toledo. A este importantísimo yacimiento dedicó sus afa-nes en dieciséis campañas de excavación desarrolladas desde el año 1985 hasta el 2000. Su especial clarividencia le llevó a comprender que, con gran probabilidad, este gran conjunto monumental —que constaba de una importante residencia palaciega y una basílica fune-raria, además de un ninfeo y otras construcciones— perteneció al pre-fecto imperial y cónsul Maternus Cynegius († 388), fiel colaborador del emperador hispano Teodosio, por lo que la basílica descubierta se-ría la más antigua conocida en España (Fig. 5). Estos importantes des-cubrimientos, generalmente admitidos a pesar de algunas opiniones contrarias,4 los dio a conocer en diversos artículos y en una gran expo-sición, «Carranque. Centro de Hispania Romana», celebrada en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares el año 2001.

4 J. Arce, «La villa romana de Carranque (Toledo, España): identificación y pro-pietario», Gerión, 21, 2003, pp. 17-36.



Fig. 5. Basílica de Materno

en Carranque, Toledo.

En esos años, sus trabajos en la zona de Titulcia, donde se situaba Carranque, le llevaron a estudiar también el trazado de las vías romanas del centro de Hispania, que ayudaban a comprender la estratégica si-tuación de Titulcia y Carrranque. Algunos años después, en 2007 y 2008, su intuición le llevó a excavar otro yacimiento impresionante por sus mosaicos de época teodosiana, la villa tardorromana de Noheda, en Cuenca, cuyo conjunto musivario ha pasado a ser uno de los más so-bresalientes de Hispania (Fig. 6). Todavía en 2010 prosiguió sus trabajos en la excavación de las villas romanas de Cuevas, en Santervás del Bur-go, Rioseco de Soria, siempre interesado por la rica musivaria hispana.

Fig. 6. Mosaico de Paris y Helena de

la villa romana de Noheda, Cuenca.

Imagen de José Latova.



Otra importante faceta de la vida profesional de Dimas Fernán-dez-Galiano fue su labor de difusor de la arqueología y del patrimonio cultural de España. Esta actividad la desarrolló en dos direcciones prin-cipales: una, al organizar como comisario brillantes exposiciones; otra, al crear parques arqueológicos apoyados en escuelas-taller y en talleres de empleo, como el Parque Arqueológico de Carranque (1988-1998), la rehabilitación monumental del Convento de Capuchinos de Esqui-vias (Toledo), impulsado por el Ayuntamiento de esa población, el Par-que Arqueológico de Complutum (desde 1988) y el Parque Arqueo-lógico en la villa romana de Noheda, en Cuenca.

En el campo de las exposiciones hay que recordar la actividad de-sarrollada en el Museo de Guadalajara, como «Bellas Artes 83» (1983), «Arqueología de Guadalajara» (1984) y «Diez años de Restauraciones artísticas en el Museo de Guadalajara» (1985), a las que se suma la de-dicada en 1986 a la «Arqueología de Alcalá de Henares». Posteriormen-te, amplió este marco geográfico y cultural, pues en 1987 organizó para la comunidad autónoma de Madrid una importante exposición sobre «130 años de Arqueología Madrileña». El año 1988 montó la exposición «Arqueodos» dedicada a la arqueología de Castilla-La Man-cha, que se expuso en Guadalajara, Toledo, Ciudad Real y Albacete promovida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El año 2001 dio a conocer «Carranque, Centro de Hispania Romana», ex-puesta en el Museo Arqueológico Regional de Madrid, en Alcalá de Henares, promovida por las autonomías de Madrid y de Castilla-La Mancha y el año 2002 llevó esa exposición, titulada «Carranque, Es-plendor de la Hispania de Teodosio», al Museo d’Arqueología de Ca-talunya, promovida por la Comunidad de Castilla La Mancha y la Ge-neralidad de Cataluña, y también organizó otra, «Restaurar Hispania», en los Reales Alcázares de Sevilla, promovida por el Ministerio de Cul-tura y el Ministerio de Fomento.

Al margen de las exposiciones dedicadas a temas arqueológicos, Dimas Fernández-Galiano organizó grandes muestras sobre temas his-tóricos, en las que se interesó por valorar y difundir nuestro rico pa-trimonio cultural. Como turolense y aragonés de pro, puso particular empeño en dar a conocer el patrimonio de su tierra, pero siempre con



gran altura de miras, como parte fundamental del patrimonio históri-co y cultural de España. Durante el bienio 1999-2000 fue comisario de la gran exposición «Aragón, Reino y Corona», organizada por el Ministerio de Cultura con la colaboración de las comunidades autó-nomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares en el Centro Cultural de la Villa de Madrid con el patrocinio del Gobierno de Aragón y de Ibercaja. Muy impor-tante fue la exposición «La Corona de Aragón», organizada el año 2005 por el Ministerio de Cultura en el Palacio de la Lonja, de Zara-goza (Fig. 7). El año 2007 fue comisario de otra gran exposición, «Tie-rras de Frontera», expuesta en la catedral de Teruel y en la iglesia de San Pedro de dicha ciudad, además de en la iglesia de Santa María de Albarracín, dedicada a divulgar la historia y el patrimonio de esas ol-vidadas tierras turolenses, exposición que patrocinaron la Diputación General de Aragón, el Obispado de Teruel, la Diputación de Teruel y los Ayuntamientos de Teruel y Albarracín, además de contar con el pa-trocinio de la Fundación Santa María de Albarracín, Ibercaja y Endesa.

Fig. 7. Dimas Fernández-Galiano en la exposición «La Corona de

Aragón», Zaragoza, 2005.

Su interés por el patrimonio histórico-artístico, que se sumaba a su vocación museológica e investigadora, de la que era una prolongación, hace que se le deba considerar como un verdadero difusor y defensor del patrimonio español. Al dejar la dirección del Museo de Guadalaja-ra pasó a ocupar sucesivamente en 1997 el cargo de jefe del Servicio



de Inversiones del Instituto de Patrimonio Histórico Español y, sucesi-vamente, el de jefe del Servicio de Monumentos de 1997 a 1999, jefe del Servicio de Bienes Muebles de 1999 a 2006 y jefe del Servicio de Monumentos II en 2007. Su sensibilidad por el patrimonio le llevó a impulsar como jefe del Servicio de Monumentos del Ministerio de Cultura el Plan Nacional de Catedrales, entre otras, las de Sigüenza y Teruel, pues siempre se mantuvo especialmente vinculado a sus tan queridas como olvidadas tierras de Teruel y de Guadalajara. Impulsó igualmente el Plan Nacional de Monasterios y el Plan Nacional de Cas-tillos y también coordinó el año 1998 el traslado de la Puerta de Hie-rro de Madrid. Su actividad prosiguió como jefe del Servicio de Bienes Muebles, al coordinar la restauración de bienes tan importantes como el Archivo de Indias de Sevilla, los frescos de la Capilla de Luis de Lu-cena en Guadalajara y los de San Francisco el Grande en Madrid, el claustro de San Juan de Duero en Soria, los relieves del patio del Pala-cio del Infantado en Guadalajara o la Fuente de los Leones de la Al-hambra de Granada, etc. En estos cargos dedicados a la gestión, su larga experiencia en excavaciones le permitieron supervisar, de 1997 a 1999, las Misiones Arqueológicas Españolas en el extranjero, desarrolladas por equipos que trabajaban en Egipto, Jordania y Grecia.

Su fecunda labor en favor del patrimonio histórico, en especial de Aragón y de Guadalajara, se vio favorecida al ser nombrado miembro del Patronato de Cultura de Ibercaja (1980-2011), de su consejo de administración por la provincia de Guadalajara (1999-2006) y de su Comisión de la Obra Social y Cultural (1999-2006). A estas activida-des se añadía su participación, siempre activa, como miembro de nu-merosas instituciones culturales y profesionales, que le permitían po-tenciar su labor al servicio de la cultura. Fue miembro de la Institución Provincial de Cultura Marqués de Santillana de Guadalajara y presi-dente de su sección de arqueología (1976-1994), consejero general por Asociaciones Culturales de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Ara-gón y Rioja (1980-1999), cofundador y miembro del Consejo de Re-dacción de la revista Wad-Al- Hayara, asesor de la revista Anales de His-toria Antigua y Medieval de la Universidad de Buenos Aires, director de la revista Museos de la Dirección General de Bellas Artes (1986), etc.



También fue miembro de la Comisión del Patrimonio Histórico Ar-tístico de Guadalajara (1976-1994), consejero local de la Dirección General de Patrimonio de Alcalá de Henares (1977-1994), represen-tante de España ante el Comité Internacional de la UNESCO, en Mé-rida, México (1998) y miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de Zaragoza (1980-2011).

Un interés especial dedicó a promover los estudios musivarios, en los que la colaboración nacional e internacional es tan importante, por lo que hay que reconocer también en este punto la notable actuación del Dr. Fernández-Galiano. Miembro de importantes asociaciones in-ternacionales, perteneció a la Association International pour l’Etude de la Mosaïque Antique (1990) y a The Association for the Study and Preservation of Roman Mosaics (1980), con sede en Londres, de la que fue miembro fundador, como igualmente fue presidente de la Asociación Española del Mosaico de 1993 al año 2003. Como reco-nocimiento a su labor, el año 2008 obtuvo el Premio Nacional de Ar-queología en los XVII Premios Nacionales Cultura Viva.

Estos trabajos, dados a conocer en sus publicaciones, permiten considerarlo uno de los más inteligentes arqueólogos de esa genera-ción española surgida en el último tercio del siglo xx. Con su inteli-gencia e intuición supo abrir nuevos campos de estudio en la historia antigua, además de impulsar la musivaria de la Hispania romana, a la que dedicó su afán en valiosas monografías. También le recordaremos siempre como autor de obras innovadoras, por ello también en oca-siones polémicas, que Dimas Fernández-Galiano sabía siempre superar con su clarividencia y sentido del humor. Un ejemplo es su estudio Los monasterios paganos (2011), que muestra un conocimiento innova-dor, derivado de sus lecturas de los monumentos y de los textos sobre la sociedad y la ideología de la Antigüedad tardía, con nuevas perspec-tivas para comprender la transición a la Edad Media. También en esta línea innovadora y polémica hay que referirse al estudio Historia de los tiempos en Roma, que aborda la concepción cíclica del tiempo y de la historia en el Mundo Antiguo, rompiendo una lanza frente a nuestra perspectiva cronológica lineal, que resulta anacrónica para la Antigüe-dad, por lo que, una vez más, demuestra su valía para acometer un te-



ma tan apasionante, que demuestra su sagaz capacidad para rebasar los campos de estudio tradicionales.

La personalidad científica del Dr. Fernández-Galiano siempre la tendremos con nosotros gracias a sus valiosos libros y colaboraciones en obras colectivas, sus artículos en revistas especializadas y de divulgación y sus brillantes aportaciones a congresos nacionales e internacionales, que evidencian sus amplios conocimientos sobre el Mundo Antiguo, ya desde el año 1974, en que inició sus primeras publicaciones como estu-diante, hasta que su enfermedad y muerte lo han apartado de nosotros.

La vida, fatalmente tan corta, de una persona tan agradable y bri-llante como Dimas Fernández-Galiano nos produce gran dolor, aun-que nos consuele la plenitud de sus realizaciones y el recuerdo de su gran instinto de arqueólogo, que hacía que cuanto abordaba, sea un ya-cimiento o un tema de estudio, lo convirtiera en un campo de interés. Fortuna audaces iuvat, como recoge el conocido proverbio latino, tam-bién aplicable al campo intelectual; esa audacia es la que, junto a su pro-funda ironía, le llevó tantas veces a enfrentarse a la ineficaz burocracia que entorpecía su labor, como la de tantos investigadores españoles.

Fig. 8. Dimas Fernández-Galiano y Martín Almagro-Gorbea en agradable conversación. Foto de Alicia Canto.



Sin embargo, no es su brillante actividad como arqueólogo lo que más vamos a echar en falta, sino el recuerdo tan destacado que nos de-ja para siempre su humanidad, que junto a su bonhomía y fina ironía hacían que su compañía fuera siempre tan agradable (Fig. 8).

Su recuerdo y su magisterio permanecerán siempre vivos entre nosotros, como su gran valía humana, que suscitaba tanto afecto y ad-miración en cuantos le conocíamos. Dimas Fernández-Galiano fue siempre un gran amigo y un gran arqueólogo para todos, por lo que la memoria de su figura ejemplar, tan singular en el plano humano co-mo brillante vida profesional, se agranda al sentir su pérdida en plena madurez. El profundo vacío que nos ha dejado nos embarga a todos, aunque en una pequeña parte podremos paliarlo con el buen recuer-do que nos ha dejado su gran personalidad científica y humana y su hombría de bien, que tanto han prestigiado la arqueología y la cultura españolas.


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