la educación permanente en el siglo xxi

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Educación para la mejoría de la vida y la reducción de la pobreza

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La educacin permanente en el siglo XXI: nuevas funciones para el personal de educacinInforme para el debate de la reunin paritaria sobre la educacin permanente en el siglo XXI: nuevas funciones para el personal de educacin Ginebra, 10 - 14 abril de 1998 Oficina Internacional del Trabajo GinebraCopyright 2000 Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) Fotografas: OIT/G. Cabrera; UNESCO/Vidal; Forum EFA/Ademola Idown

IndiceIntroduccin Agradecimientos y fuentes 1. Sistemas de educacin permanente: conceptos, polticas, organizacin y empleo Por qu es importante: conceptos diferentes Eslabones en la cadena de la educacin permanente Polticas y organizacin correspondientes al aprendizaje permanente

Educacin primaria y secundaria Educacin superior De la escuela al trabajo Educacin, formacin, escuelas y empresas Vnculos y asociaciones estratgicas Estructura y aplicacin de los programas de estudios: las escuelas y las universidades se adaptan Cuestiones de gnero La educacin de adultos y la enseanza no instituciona La financiacin de la enseanza y la educacin permanente Financiacin diversificada: sector pblico, sector privado y frmulas mixtas Personal docente La igualdad de gnero en los lugares de enseanza 2. Educadores: funciones, responsabilidades y desarrollo profesional Funciones y responsabilidades en el futuro Gestin: por un control de la calidad

Los directores y sus adjuntos Escuelas y personal docente: los aos fundamentales Diferentes funciones, diferentes calificaciones, diferentes aptitudes El apoyo de las aulas al personal docente Personal auxiliar no docente Tecnologas de la informacin en los centros de enseanza Formacin del personal: un compromiso permanente La administracin en el sector de la enseanza: competencias y necesidades Directores de escuela: en primera lnea de la gestin Formacin inicial de los maestros: sentar las bases Educacin continua: la reinversin esencial Fomento de la progresin profesional y desarrollo de la carrera: la de la competencia y la motivacin Fomento de la progresin profesional continua: mltiples caminos y asociaciones El aumento de las carreras pblicas y la satisfaccin en el empleo

Movilidad profesional Evaluacin: eje de los resultados y del desarrollo de la carrera Seguridad del empleo: personal permanente y temporero Carreras profesionales y cuestiones de gnero 3. Remuneracin y trabajo en el mbito de la enseanza Estructura de la remuneracin: frmulas adecuadas para contratar profesionales altamente calificados y retenerlos en el sector Administracin de la enseanza Hay concordancia entre los sueldos y las responsabilidades de los directores? Sueldos e incentivos de los docentes: la calidad tiene su precio Comparaciones de escalas de sueldos e ingresos nacionales Comparaciones con otras profesiones Educadores tcnicos, de adultos y no institucionales Estructuras salariales: remodelacin de la compensacin para los nuevos establecimientos de aprendizaje Remuneracin en funcin de los resultados: mejora la calidad? Distribucin de los beneficios

El medio ambiente de docencia y aprendizaje: parmetros del trabajo del personal Directores y subdirectores Personal docente Tamao de las clases Organizacin de los planteles: horarios, infraestructura y salud Horarios flexibles Planteles escolares: aumento del acceso Un medio ambiente de trabajo seguro y saludable 4. Los marcos de la participacin en las decisiones respecto de los cambios El cambio de perspectiva: hacia una mayor participacin Un marco para la participacin: quin decide y cmo? El dilogo social: un factor esencial Libertad sindical y negociacin colectiva Las expectativas en la era de transformacin mundial

Actuar a nivel local es actuar a nivel mundial: las decisiones sobre la educacin deben adoptarse en los centros docentes Conceptos sobre adopcin de decisiones: limitar la estructura jerrquica y dar prioridad a la colaboracin Participacin del personal Participacin Participacin en la formulacin de decisiones en los establecimientos docentes Organos decisorios en los establecimientos docentes Representacin Papel de los interlocutores del sector de la educacin: sindicatos y empleadores Negociacin basada en la cooperacin Consejos docentes Solucin de conflictos Funciones de los empleadores y los trabajadores en el fomento de la educacin en el lugar de trabajo Los empleadores y la educacin en el lugar de trabajo El contexto empresarial Educacin en el lugar de trabajo

El significado y la funcin de la educacin en el lugar de trabajo por los empleadores Factores determinantes de la educacin en el lugar de trabajo por el empleador Efectos de la educacin en el lugar de trabajo financiada por el empleador Financiamiento de la educacin en el lugar de trabajo Asociaciones de empleadores y educacin en el lugar de trabajo Poltica gubernamental Formacin y aprendizaje profesionales Los sindicatos y la educacin en el lugar de trabajo Objetivos sustantivos Objetivos en materia de procedimiento Influencia directa de los sindicatos en la formacin Bsqueda de un nuevo consenso Datos sobre las repercusiones de los sindicatos en la formacin 5. Resumen, conclusiones y puntos propuestos para la discusin Conceptos, polticas, organizacin y empleo

Funciones y responsabilidades de los educadores La remuneracin y el trabajo en el sector de la educacin Participacin en la toma de decisiones en materia de educacin y en el aprendizaje en el lugar de trabajo Puntos propuestos para la discusin Formacin permanente: poltica, organizacin, financiacin y empleo Funciones y responsabilidades del personal de la educacin La remuneracin y el trabajo en el sector de la educacin Participacin en la toma de decisiones relativas a la y en el aprendizaje en el lugar de trabajo OIT Anexo Evolucin reciente en los sectores de la educacin y de la formacin: financiamiento, organizacin y empleo Financiacin de la educacin Tendencias de la inversin en la educacin Diversificacin de la financiacin: pblica, privada y asociaciones La educacin como negocio?

Descentralizacin de la financiacin Acceso a la educacin: tasas y niveles de matriculacin Estructuras: administracin y gobierno Empleo del personal docente El personal docente en la fuerza de trabajo Administradores de la enseanza Caractersticas de la profesin docente: edad y origen tnico de los docentes, trabajo a tiempo parcial Envejecimiento del personal docente? Diversidad en las clases Trabajo a tiempo parcial Remuneracin y trabajo: tendencias Campo de variacin de la escala de sueldos Condiciones de trabajo Directores Profesores

Bibliografa Recuadros 1.1. La University of Higlands and Islands (UHI) en Escocia 1.2. Proyecto piloto de transicin a la vida adulta, Glasgow, Escocia 1.3. Los sistemas basados en la competencia se extienden en todo el mundo 1.4. Poltica del Banco Grameen de apoyo a la enseanza y la educacin 2.1. Poltica de potenciacin de los directores de escuela en Filipinas 2.2. Innovacin en las zonas rurales de Colombia: el Programa Escuela Nueva 2.3. Utilizacin productiva del personal paraprofesional en los Estados Unidos 2.4. Aplicacin de las tecnologas de la informacin: incentivos y obstculos 2.5. Contratacin y formacin de directores en los Estados Unidos 2.6. Proyecto para voluntarios en el sector de la enseanza de Senegal 2.7. Contenido y procesos de la preparacin del personal docente y del desarrollo profesional 2.8. Fomento de la progresin profesional en la educacin secundaria: los casos de Alemania y Chile 2.9. Centros de recursos de personal docente en Sudfrica

2.10 .Nuevas carreras docentes en el Reino Unido-Inglaterra y Pas de Gales 2.11. Directoras de escuelas secundarias de Trinidad y Tabago 3.1. Nuevos conceptos para la compensacin del personal docente en los Estados Unidos 3.2. Cambios en la docencia y en las horas de trabajo en la Repblica Checa 3.3. Estudio sobre el tamao de las clases en los Estados Unidos: las clases ms pequeas son distintas 3.4. Tamao de las clases y labor del personal docente en China 3.5. Eficiencia en materia de educacin y docencia/aprendizaje en las escuelas de Guadalajara, Mxico 4.1. Consejos de establecimientos docentes en Nicaragua 4.2. Esquema del Programa de asistencia al desarrollo de los trabajadores (EDAP) de Ford Britain 4.3. Produccin flexible, gestin de los recursos humanos y rendimiento en la industria automotriz 4.4. Acuerdo concertado en 1994 entre United Distillers y el GMB Grficos 1.1. La importancia y los efectos de la educacin 1. Estimacin de gastos pblicos por concepto de educacin como porcentaje del PNB y como porcentaje del PNB per cpita, 1995 2. Nmero de profesores (de todos los niveles) por cada 1.000 habitantes en el grupo de edad de 15 a 64 aos, en 1985 y 1995

Cuadros 1.1. Estimacin de la poblacin analfabeta de 15 aos de edad o ms (porcentaje total de la poblacin) 1.2. Personal docente femenino, por nivel de enseanza: media porcentual en los pases de la UE y la OCDE, 1996-1997 3.1. Tamao medio de las clases en determinados pases, 1997-1998, salvo otra indicacin 1. Tasas porcentuales mundiales de incremento de matrculas y de personal docente (1985-1990, 1990-1996) 2. Tasas brutas de matrcula en el primer nivel (escuela primaria), pases menos desarrollados y pases desarrollados, 1980-1996 3. Tasas brutas de matrcula en el segundo nivel (enseanza secundaria), pases menos desarrollados y pases desarrollados, 1980-1996 4. Tasas brutas de matrcula en el tercer nivel (educacin superior), pases menos desarrollados y pases desarrollados, 1980-1996 5. Profesores de primer nivel: en el mundo, en los pases menos desarrollados y en los pases ms desarrollados, 1980-1996 6. Profesores de segundo nivel: en el mundo, en los pases menos desarrollados y en los pases ms desarrollados, 1980-1996 7. Indices de sueldos reales para profesores de enseanza preescolar y de enseanza primaria en un grupo de pases seleccionado, 19901998 (1990 = 1000) 8. Indices de sueldos reales para profesores de enseanza secundaria en un grupo de pases seleccionado, 1990-1998 (1990 = 100) 9. Indices de sueldos reales para profesores de enseanza superior en un grupo de pases seleccionado, 1990-1998 (1990 = 100) 10. Promedio de horas de enseanza semanales en un grupo de pases seleccionados, 1996-1998

IntroduccinEste informe se ha preparado a modo de documento de referencia principal para la Reunin paritaria sobre la educacin permanente en el siglo XXI: Nuevas funciones para el personal de educacin, que se celebrar en la OIT en Ginebra, del 10 al 14 de abril de 2000. El Consejo de Administracin de la Oficina Internacional del Trabajo decidi convocar esta Reunin en el curso de su 273., reunin en noviembre de 1998. Se trata de la segunda reunin de este tipo organizada por la OIT en el sector de la educacin desde que en 1996 se puso en marcha un programa de actividades sectoriales reformado. La primera de estas reuniones tuvo lugar en abril de 1996 y trat sobre las repercusiones del ajuste estructural en el personal de la educacin. Entre los resultados, de la Reunin de 1996 se cuenta la adopcin de una Resolucin sobre las actividades futuras de la OIT en el sector de la enseanza, por la que se invitaba al Consejo de Administracin a incluir en el orden del da de la prxima reunin sobre el sector de la educacin el punto sobre el personal docente en el marco de la educacin permanente en un mundo en evolucin(1). A raz de su decisin de convocar esta Reunin, el Consejo de Administracin decidi en su 274. reunin (marzo de 1999) que su ndole, composicin y propsito fueron los siguientes:

se tratara de una reunin paritaria; se invitara a los representantes de 16 gobiernos de pases miembros de la OIT(2), a 11 representantes de los empleadores del sector privado y a 27 representantes de los trabajadores; el objeto de la reunin sera intercambiar puntos de vista sobre las polticas y las prcticas relativas a la educacin permanente; adoptar conclusiones que incluyan propuestas de accin por parte de los gobiernos, de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y de la OIT, y adoptar un informe sobre la discusin. La Reunin tambin podr adoptar resoluciones.

El presente informe se divide en cinco captulos principales y un anexo. Con el fin de crear la pauta para el tema principal, en el captulo 1 se examinan las definiciones, los conceptos, las polticas, la dotacin de fondos, la organizacin y la evaluacin de la educacin permanente, el alcance de su cobertura a finales del siglo XX a diversas poblaciones, las cuestiones relativas a los planes de estudios y a la tecnologa, y las relaciones sistmicas entre la educacin y la formacin institucionales, no institucionales e impartidas en el lugar de trabajo. En el captulo 2 se analizan las funciones y responsabilidades que se espera que desempee el personal administrativo, docente y de apoyo, sobre todo en lo que se refiere a mtodos de docencia, educacin bsica y formacin continua del personal y fomento de la progresin profesional y de la carrera profesional. En el captulo 3 se estudian los niveles y las estructuras de la remuneracin, as como los parmetros bsicos del medio ambiente de la enseanza y el aprendizaje (horas y organizacin del trabajo, tamao de las clases, uso de la tecnologa de la informacin e infraestructura

escolar). En el captulo 4 se examina el marco para la adopcin de decisiones de una forma abierta y participativa que fomente ms el dilogo social en los sitios educativos; esto se lleva a cabo a travs del anlisis de cuestiones tales como los mecanismos de consulta, de negociacin colectiva y de solucin de diferencias en que participan los actores principales. Las funciones tanto de los empleadores como trabajadores en el fomento del aprendizaje en el lugar de trabajo se abordan en la segunda parte de este captulo. En el captulo 5 se presenta un resumen y se proponen puntos para la discusin en la Reunin.

Agradecimientos y fuentesEste informe se ha preparado con una gran variedad de fuentes, empezando por la informacin que proporciona una serie de informes y materiales estadsticos de la OIT. Facilitaron datos importantes los funcionarios de la OIT del Servicio de polticas y sistemas de formacin, de la Oficina de Estadstica y del Grupo Especial: El Empleo en el Mundo 1998-99. Se recurri ampliamente a los datos, anlisis y puntos de vista en materia de educacin y de educacin permanente que, generosamente, proporcionaron las siguientes personas y organizaciones: los funcionarios de la direccin de la Comisin Europea para la Educacin, Formacin y Juventud; el director y el personal de la Red de informacin sobre la educacin en la Comunidad Europea (EURYDICE); el personal del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formacin Profesional; el personal de la Oficina Internacional de Educacin (OIE); el director adjunto (educacin) y los principales administradores de la Direccin de educacin, empleo, trabajo y asuntos sociales, y el Centro para la Investigacin y la Innovacin en materia de Educacin (CERI) de la Organizacin de Cooperacin y Desarrollo Econmicos (OCDE); y los funcionarios de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Las organizaciones de empleadores y de docentes, as como una serie de especialistas y practicantes acadmicos del campo de la educacin permanente, la educacin y la formacin tambin facilitaron diversos puntos de vista e informaciones. Tambin se utilizaron mucho los informes gubernamentales disponibles en las pginas de Internet o por conducto de organizaciones intergubernamentales. La Organizacin Internacional del Trabajo prepar el informe, que fue coordinado por el Sr. Bill Ratteree, especialista del sector de la educacin, Departamento de Actividades Sectoriales, OIT, Ginebra, autor de los captulos 2 y 3 y colaborador en la redaccin de otros captulos. El marco y gran parte del contenido en materia de educacin permanente del captulo 1, as como ciertas contribuciones al anexo, se basaron en un documento preparado por los Dres. David y Catherine Matheson, de la School of Education, University College Northampton, y la City University, Londres, Reino Unido, respectivamente. La primera parte del captulo 4 se basa, en gran medida, en un documento preparado por el Dr. Brian Caldwell, decano de educacin, y el profesor Gerard Canin, director de estudios en el Newman College, University of Melbourne, Victoria, Australia, quien tambin contribuy a la preparacin del captulo 3. La segunda parte del captulo se basa en escritos del Sr. Anthony Twigger, quien trabaj como especialista principal en formacin profesional en la OIT en Ginebra, de la Sra. Marilyn Davies, consejera de educacin y formacin de la Federacin de Empleadores de Nueva Zelandia (los cuales tambin contribuyeron al captulo 1), y del Sr. Keith

Drake, ex profesor y asesor del canciller en iniciativas externas de la University of Manchester. Los funcionarios de la Oficina de Actividades para los Empleadores, la Oficina de Actividades para los Trabajadores y el Servicio de Polticas y Sistemas de Formacin leyeron y comentaron el proyecto de informe. El informe se publica bajo la autoridad de la Organizacin Internacional del Trabajo. Sobra decir que un informe de esta ndole no puede ser exhaustivo en el tratamiento de una cuestin tan amplia. Sin embargo, se espera que el anlisis de un tema que solicita cada vez ms la atencin de los gobiernos, los empleadores, los trabajadores y otras partes interesadas en la educacin y la formacin a principios del siglo XXI redunde en el establecimiento de las bases para llevar a cabo una investigacin, una reflexin y una adopcin de decisiones ms detalladas mediante un mayor dilogo social sobre las condiciones que permitiran a la educacin permanente convertirse en una realidad para todos en los Estados Miembros de la OIT.

1.Sistemas de educacin permanente: conceptos, polticas, organizacin y empleoPor qu es importante: conceptos diferentesLas mltiples funciones que se atribuyen tradicionalmente a la educacin y a la formacin, combinadas con el nfasis que dan nuestras sociedades modernas a los cambios constantes -- polticos, econmicos ambientales, tecnolgicos, sociales -- exigen inevitablemente que el aprendizaje se convierta en una funcin permanente. Si el conocimiento, las calificaciones y las capacidades de aprendizaje no se renuevan, la capacidad de los particulares, y por extensin de las comunidades o de las naciones, para adaptarse a un nuevo entorno se ver considerablemente reducida, cuando no completamente anulada. Se trata de una cuestin de supervivencia. En este sentido, la importancia del aprendizaje a todo lo largo de la vida activa, e incluso despus, pasar a ocupar cada vez ms un lugar prioritario en los planes de los particulares, de los pases y de la comunidad internacional de maneras ms concretas que en la actualidad. El concepto de aprendizaje permanente visto como una actividad intencionada, trtese ya sea de formacin formal, no formal o informal, por oposicin al aprendizaje que adquieren en su vida cotidiana todas las personas a lo largo de su existencia constituye la base del presente informe.

La definicin del concepto de aprendizaje se puede articular en torno a los resultados obtenidos, a las competencias adquiridas y/o al proceso en s. La cuestin principal que se plantea en el debate sobre la educacin permanente -- que volvi a plantear el informe de Faure y otros autores, Learning to Be (1972) -- es si lo que cuenta es el fin o los medios. En 1996 este debate cobr mayor mpetu con la publicacin del informe de Delors y otros autores (1996) Learning: the treasure within, en el que, entre otras cosas se intentaba, sintetizar la manera en que ha evolucionado con el tiempo la reflexin acerca de este tema. El impacto que tuvo esta publicacin y las respuestas a que dio lugar, as como los ingentes trabajos de investigacin y de reflexin que suscit en la OCDE (1996) y en la Unin Europea (1995 y 1999) hacen resaltar el hecho de que, independientemente de la manera en que decidamos definir el concepto de aprendizaje en trminos generales, las nociones de aprendizaje permanente, de educacin permanente, de sociedad cognitiva y de edad de aprendizaje han pasado a ser una de las cuestiones ms estudiadas de poltica educativa con que se enfrentan las sociedades. El aprendizaje permanente constituye en la actualidad el principio rector de las estrategias de poltica para alcanzar objetivos que incluyen desde el bienestar econmico de los pases y la competitividad hasta la realizacin personal y la cohesin social. Hay un amplio consenso en que se trata de una cuestin importante para todos y por ende debe estar al alcance de todos (OCDE, 1996). Adems, concierne a todos los pueblos y naciones, independientemente de su nivel de desarrollo, razn por la cual cuenta con un respaldo cada vez mayor de los gobiernos, de las organizaciones de financiacin y de las organizaciones internacionales, que buscan poner en el mismo nivel el capital cultural y el humano (Jary y Thomas, 1999). Hay quienes ponen en duda que las sociedades humanas pueden alcanzar el objetivo de una sociedad cognitiva, pero la caracterizacin del aprendizaje permanente est hecha con una visin optimista de que en todas las etapas de la vida es posible adquirir nuevas habilidades, lo cual se distingue de la visin ms circunscripta y pesimista de la capacitacin que se desprende de la actual enseanza institucionalizada. Las teoras y modelos sobre cmo podra ser una sociedad cognitiva cubren toda una gama de propuestas desde aquellas segn las cuales la totalidad de la experiencia del aprendizaje se rige por la lgica del mercado y de la utilidad econmica, hasta propuestas cuyo principal objetivo es el bienestar personal, la participacin activa en la vida ciudadana y la potenciacin del individuo a fin de que pueda elegir verdaderamente su trayectoria (Duman, 1999). Entre estas dos posturas extremas en el debate sobre el aprendizaje permanente hay una multitud de posturas intermedias. En un extremo del espectro conceptual, el eje formado por la realizacin personal y el bienestar social se inspira en parte en la obra de Paulo Freire relativa a la alfabetizacin y el desarrollo cultural como medios para aumentar la toma de conciencia individual y colectiva. En el enfoque de Freire no se considera el crecimiento econmico como una condicin sine qua non sino ms bien como una consecuencia probable de la concienciacin personal y comunitaria (Freire, 1967). Por su nfasis en la justicia social, en la diferencia social y en la transformacin social, es

frecuente que se designe a las ideas de Freire con la expresin de pedagoga crtica (mayo, 1999); stas exigen al educador un papel completamente distinto al que la mayora de la gente suele asociar con la educacin formal y sobre todo con la educacin escolar, es decir, que el educador y el educando intercambian sus papeles, y aprendan el uno del otro. Las teoras posmodernas acerca del final de las clases sociales y las teoras econmicas sobre la formacin del capital humano conforman el polo opuesto que basa el aprendizaje permanente principalmente en la necesidad econmica. La idea de estas teoras es que el aprendizaje es tanto ms til cuanto que est vinculado con la obtencin o el mantenimiento del empleo o de una mejora general de la economa. Sin duda alguna, la educacin y las calificaciones superiores a menudo son la clave para aumentar los ingresos y el bienestar individuales. Algunas posiciones en materia de poltica gubernamental (por ejemplo, el documento verde del Gobierno del Reino Unido The Learning Age: A Renaissance for a New Britain DfEE, 1998a) presenta el concepto de educacin permanente principalmente en trminos de calificaciones para un mejor empleo. Los argumentos a favor de la educacin permanente que los ministros de educacin de la OCDE tuvieron en cuenta al adoptar una declaracin sobre el aprendizaje permanente en 1996 estn relacionados principalmente con el empleo y la economa, aun cuando tambin se menciona la importancia que tiene para la democracia y la cohesin social (OCDE, 1996). De hecho, la visin utilitaria colectiva del aprendizaje permanente tiene presentes sobre todo dos preocupaciones, a saber, la prosperidad econmica y la estabilidad social. Por un lado, la importancia de la educacin y de la formacin para el desarrollo de las calificaciones se est acelerando. El aumento del comercio y de las corrientes de capital que engloba el trmino de mundializacin, las presiones competitivas y las modificaciones de la organizacin del trabajo resultantes de este fenmeno, y la constante necesidad de ajustarse a los rpidos e incesantes cambios tecnolgicos fomentan una demanda cada vez mayor de mano de obra altamente calificada y adaptable. Estos cambios se observan fcilmente en la evolucin de los procesos industriales que anteriormente requeran mucha mano de obra y tenan poco valor aadido y que ahora son ms intensivos en capital y son altamente sofisticados, en la evolucin de economas que anteriormente eran en gran parte industriales y ahora estn orientadas a los servicios y en el sector de los servicios se observa una evolucin que favorece las aplicaciones de la comunicacin y la informacin. En este proceso, las investigaciones han puesto de manifiesto el papel fundamental que desempea un respaldo suficiente al desarrollo de las calificaciones gracias a buenos sistemas de formacin y de educacin -- ricos por su contenido y modos de aprender -- para alentar la transicin a una base econmica diferente y una mayor productividad de las empresas individuales. El desarrollo de la educacin y de las calificaciones es fundamental y constituye una condicin igualmente importante, pero no suficiente para el crecimiento intensivo en empleo (OIT, 1998a).

Al mismo tiempo, el cambio constante de las dimensiones y la estructura de los sectores econmicos sujetos a la competencia mundial no slo local o nacional, exige o incita a los trabajadores a ser ms adaptables a nuevas formas de organizacin del trabajo, a nuevos empleos y a nuevas carreras si no desean quedarse desempleados durante largos perodos. Los pases con altos ingresos pueden proporcionar varios niveles de redes de seguridad social para amortiguar el cambio, pero a menudo son de duracin limitada y adems son costosos. La gran mayora de los pases en desarrollo o bien no tiene recursos, o bien ha optado por no dotarse de un amplio sistema de seguridad social. Se ha sealado el riesgo que constituye la creciente estratificacin del lugar de trabajo si no se ampla y profundiza la enseanza; la idea de que el lugar de trabajo del futuro estar en manos de una elite educada y formada para administrar un creciente pero intercambiable ejrcito de trabajadores ocasionales y en rgimen de tiempo parcial (Wirt, 1989). La estratificacin de los ingresos, la exclusin social y los problemas sociales conexos (delincuencia, estupefacientes, etc.) resultantes de esta situacin indican que el aprovechamiento mximo de las oportunidades econmicas, individuales y colectivas, la reduccin de los costos humanos y sociales del cambio y las medidas para garantizar la base de un futuro democrtico van de la mano con las reflexiones sobre la transformacin de los sistemas educativos en un aprendizaje permanente accesible a todos.

Eslabones en la cadena de la educacin permanenteEstas preocupaciones dan ms vigor al desarrollo de una cultura comprometida con la enseanza y con la idea de proporcionar las oportunidades y la infraestructura necesarias. Sin embargo, en muchos casos esa cultura no existe o es muy dbil, y los sistemas formales de enseanza, incluidas la educacin y la formacin profesionales, a menudo se considerar insuficientes, desiguales y fragmentarios. Si el acceso a la enseanza ha de ser universal durante toda la vida de los individuos, segn se preconiza, hace falta un enfoque centrado en el educando, combinado con una educacin variada y diversa. Para lograrlo habra que movilizar y coordinar una amplia gama de actores y recursos especficos de cada regin y pas y habra que superar numerosos obstculos estructurales, institucionales e individuales. Una gran parte de la retrica y de la literatura en este campo ha tomado como premisa inicial el final de la educacin formal, y se ha desarrollado en parte por las preocupaciones expresadas ms arriba, y en parte por consideraciones de otro tipo, tales como los debates relativos a la educacin para adultos en los aos setenta. En el debate se acepta cada vez ms que la enseanza permanente dura toda la vida: empieza en la cuna y termina en la tumba, abarca la participacin democrtica, la realizacin personal/aprendizaje recreativo, y el proceso de envejecimiento adems de los imperativos econmicos y relacionados con el empleo (Comisin Europea, 1999). Sin embargo, la educacin an sigue considerndose con frecuencia como sinnimo de escuela, al igual que la enseanza. Una importante medida que se pueda adoptar en este proceso para crear verdaderos sistemas tiles de enseanza permanente consiste en modificar los conceptos de manera que la escuela sea sinnimo de un tipo de educacin formal, fundamental en un momento dado del proceso de aprendizaje, y no sinnimo del conjunto del concepto de educacin y de

enseanza. La enseanza debe considerarse como una parte activa de la vida antes de que los sistemas de aprendizaje permanente puedan desarrollarse con ms facilidad en la prctica. A pesar de esta situacin general, para la gran mayora de la poblacin del mundo, el proceso de educacin y aprendizaje sigue estando firmemente relacionado con la enseanza escolar. Los distintos componentes de este tipo de enseanza son, a su vez, elementos clave de este proceso o cadena. Se prev que la educacin temprana en la infancia proporciona las primeras oportunidades de aprendizaje formal al ampliar el aprendizaje temprano centrado en la familia y empezar el proceso de socializacin. Se prev que la educacin primaria, que sienta las bases de la educacin ulterior al inculcar rudimentos de lectura, aritmtica y otros tipos de aprendizaje bsico, refuerce los conocimientos y habilidades, y encuentre nuevos modos de aumentar la motivacin y la capacidad para aprender. En el nivel secundario debe seguirse haciendo hincapi en esto, y deben desarrollarse los conocimientos de nivel superior (por ejemplo, idiomas, matemticas, ciencias y cuestiones interdisciplinarias) as como la capacidad de aprender, al igual que conocimientos esenciales para la vida diaria que tal vez ya han sido objeto de un aprendizaje en las escuelas primarias. La educacin primaria y secundaria sigue siendo una institucin de socializacin, que inculca valores predominantes en los mbitos cultural, poltico y moral, y que incluso en ocasiones los impugna. Una cuestin importante que se plantea en la enseanza secundaria es la introduccin de secciones profesionales, que deberan impartir conocimientos acadmicos y tcnicos en todos los niveles, de acuerdo con el concepto de trayectorias y transiciones mltiples en el aprendizaje permanente y en el trabajo (OCDE, 1996). El objetivo de la educacin superior es inculcar conocimientos y capacidad de aprendizaje de un nivel cada vez ms sofisticado, para preparar a un nmero cada vez mayor de educandos para labores tecnolgicas, cientficas, intelectuales y profesionales. En todas las partes que componen el proceso de aprendizaje, los documentos de poltica y las investigaciones de los ltimos aos han recalcado el lugar que ocupan los educadores y las escuelas en inculcar la motivacin y los conocimientos necesarios para un verdadero aprendizaje permanente (OCDE, 1996 y 1999), tema que se explora con ms detenimiento en el captulo 2. Hay quienes han cuestionado el paradigma escuela/universidad/trabajo predominantemente occidental desarrollado en circunstancias muy particulares y basado en carreras fijas, empleos de por vida y competencias ms o menos permanentes y que est siendo cuestionado cada vez ms por la economa mundializada (King, 1999). Este modelo parece an menos apropiado para los pases en vas de industrializacin, ya que tiene que adaptarse a un clima econmico muy distinto al que prevaleca cuando este modelo se cre en el siglo XIX o antes. De resultas de ello, la educacin no formal se ha convertido en una doctrina que se debate y aplica cada vez ms. Esas nociones, de hecho, estn promoviendo el concepto de educacin permanente, ya que la idea de una educacin delimitada por la edad est dando paso a los imperativos del aprendizaje permanente. Se espera que la educacin y la escolaridad formales constituyen el punto de partida de un proceso de aprendizaje cuya duracin se cuenta en decenios. En este contexto, es necesario sentar una base firme de conocimientos bsicos

para todos por igual si se quiere evitar que una parte importante de la poblacin se vea privada de acceso a estudios adicionales, lo cual exacerbara los problemas de exclusin social (Comisin Europea, 1995; Delors, 1996). Sin embargo, cada vez ms se da por sentado que para que el aprendizaje dure verdaderamente toda la vida, la educacin posterior a la escolaridad formal, independientemente del nivel en el que sta se termina, debe proporcionar no slo oportunidades espordicas, sino un proceso continuo de aprendizaje que vaya ms all de las nociones ms limitadas de educacin para adultos que dieron lugar al debate moderno.

Polticas y organizacin correspondientes al aprendizaje permanenteLos gobiernos, las empresas y los particulares tienen expectativas (o al menos esperanzas) ms o menos grandes (segn los objetivos fundamentales de la educacin permanente antes sealados), de que recibirn ciertos beneficios financieros o de otro tipo a cambio de las inversiones que hacen en materia de educacin, por ejemplo, un aumento del empleo, del ingreso nacional, de la productividad/flexibilidad de los trabajadores, de la satisfaccin personal o un mayor desarrollo de la comunidad. Estas expectativas orientan las polticas y decisiones relacionadas con las oportunidades de educacin. Las distintas maneras en que los particulares, los grupos, las comunidades y las sociedades se benefician de la educacin se ilustran de manera correcta y sucinta en un documento del Banco Mundial titulado Education Sector Strategy (1999a).

Educacin primaria y secundariaEstos beneficios se estn reconociendo, y en todo el mundo hay una tendencia clara a aumentar al mximo la esperanza de escolaridad de los jvenes educandos. Las estadsticas de la UNESCO de los ltimos aos muestran un aumento constante del nmero de jvenes que recibe educacin primaria. Sin embargo, sigue habiendo importantes disparidades entre las distintas regiones del mundo y esto se observa de manera cruda haciendo una comparacin entre los pases menos adelantados y los ms desarrollados, como se muestra en el anexo del presente informe. Es evidente que en el nivel educativo ms importante de todos los que componen la educacin permanente, a saber, la escuela primaria, hay demasiados jvenes que sencillamente no estn incluidos en el proceso de educacin formal y que tienen pocas probabilidades de ser alfabetizados con xito. Se estima que 130 millones de nios en edad de asistir a la escuela primaria no tienen acceso a una educacin bsica. Casi dos terceras partes de ellos son nias, y no es muy probable que se puedan modificar mucho estas cifras. Segn estimaciones anteriores del presente decenio, en muchos pases africanos y asiticos con graves problemas, sera necesario que el crecimiento anual medio de las matrculas fuera superior por lo menos al 10 por ciento o ms, tan slo para lograr una matrcula primaria universal para el ao 2000 (EFA, 1997), lo cual

constituira un objetivo sencillamente ilusorio habida cuenta de las cifras que se dan en el anexo. Adems, otros millones ms, en su mayora en pases en desarrollo, no llegan al quinto grado, que se considera un indicador medio de la escolaridad mnima necesaria para aprender a leer y adquirir conocimientos bsicos de aritmtica. Segn las estimaciones, el porcentaje de aquellos que llegan a quinto grado se eleva a apenas el 70 por ciento o menos en el Asia meridional, Amrica Latina, el Caribe y el Africa subsahariana en conjunto (UNESCO, 1998b). Adems, estas estadsticas indican que hay millones de nios que trabajan(3), y que hay pocas esperanzas de que puedan tener una escolaridad bsica. Grfico 1.1. La importancia y los efectos de la educacin

Estos fracasos se traducen en un gran nmero de adolescentes y adultos analfabetos, lo cual constituye un indicador ms del fracaso en establecer las bases de una educacin permanente. Como se indica en el cuadro 1.1 las tasas de analfabetismo(4) estn disminuyendo, pero siguen siendo

excesivamente altas en el mundo en desarrollo. Este indicador arroja resultados abrumadores: cerca de una sexta parte de la poblacin mundial no sabe leer ni escribir, no se prev que esta cifra disminuya considerablemente al empezar el nuevo milenio (UNESCO, 1998a; UNICEF, 1999). Cuadro 1.1. Estimacin de la poblacin analfabeta de 15 aos de edad o ms (porcentaje total de la poblacin)

Grupo de pases Mundo

Ao 1980 1985 1990 1995

Hombres /mujeres 30,5 27,5 24,7 22,6 63,5 59,5 55,2 51,2 3,4 2,5 1,8 1,3

Hombres 22,8 20,3 18,1 16,4 51,7 48,1 44,1 40,5 2,0 1,6 1,3 1,1

Mujeres 38,1 34,6 31,3 28,8 75,1 70,8 66,3 61,9 4,6 3,3 2,3 1,6

Pases menos adelantados

1980 1985 1990 1995

Pases desarrollados

1980 1985 1990 1995

Fuente: UNESCO 1998a.

El desequilibrio entre los sexos en los niveles de alfabetizacin es evidente a nivel mundial y entre los pases menos adelantados. Una lectura rpida de las estadsticas induce a la conclusin de que las mujeres pobres se ven doblemente marginadas en trminos de alfabetizacin (y por supuesto, en trminos de la experiencia global de una educacin formal) por el hecho de ser pobres y de ser mujeres. Sin embargo, la alfabetizacin y la adquisicin de conocimientos bsicos de aritmtica es no slo el primer paso de una educacin permanente para adultos, sino que tambin puede tener un profundo efecto, sobre todo para las mujeres de las zonas rurales, para la poblacin, la salud, el aprendizaje de los

nios y otros indicadores de desarrollo positivo, as como el proceso de potenciacin de la mujer a travs de proyectos de desarrollo de base (Heward y Bunwaree, 1999; Banco Mundial, 1999). Sin embargo, como se indica en el cuadro 1.1, esto sigue siendo un objetivo lejano para un gran nmero de mujeres (y de hombres), y ello sin siquiera entrar a analizar la cuestin de la alfabetizacin funcional y su impacto sobre el potencial de educacin, que ha sido objeto de detenidos anlisis tanto en los pases desarrollados como en desarrollo. Sin bien la educacin primaria busca impartir los conocimientos bsicos para aprender a leer y a calcular, la secundaria es la que, aunque esto sea discutible, da una preparacin slida para adquirir una educacin complementaria u ocupar un empleo. En este nivel, las disparidades entre los pases menos adelantados y los pases desarrollados crecen an ms, al igual que los desequilibrios de gnero en los pases menos adelantados. Sin embargo, es en el tercer nivel, aquel en el que se prepara la entrada a un nivel de educacin superior, en el que aparecen las disparidades ms chocantes, aunque en la mayora de los pases en desarrollo se siguen haciendo progresos en todos los niveles para ampliar la participacin en general y en particular la de las mujeres. Otra medida de acceso es la utilizacin de Internet y de otros medios didcticos a distancia. Un aspecto importante de la educacin a distancia es la posibilidad de impartir escolaridad hasta el primer ciclo de secundaria a los jvenes que no van a la escuela. Como se seal ms arriba, los ndices de participacin en los pases menos adelantados se reducen entre la primaria y la secundaria. Los otros pases en desarrollo tambin muestran una disminucin, aunque no suele ser tan marcada. La educacin a distancia basada en la tecnologa de la informacin se considera cada vez ms como un medio atractivo para reintegrar a estos educandos perdidos en los sistemas educativos. Estn creciendo las redes tales como Global Distance Education Net (DistEdNet), que es una gua de conocimientos para la educacin a distancia diseada para ayudar a los clientes del Banco Mundial y a otras personas interesadas en la utilizacin de la educacin a distancia para el desarrollo humano (Banco Mundial, 1999b).

Educacin superiorLos pases desarrollados han progresado desde la segunda guerra mundial en la obtencin de una educacin superior de masa aunque cada pas lo ha hecho a su propio ritmo. La educacin superior sigue siendo una proposicin elitista en los pases menos adelantados. De hecho, la educacin est globalmente menos generalizada que en muchas partes de Europa en el siglo XIX. Sin embargo, los datos deben situarse en el contexto de las posibilidades de empleo de los graduados. En los casos en que las posibilidades de empleo son limitadas, o incluso no existen en algunos campos, es difcil justificar la utilizacin de recursos escasos para estos fines. Al mismo tiempo, hay una necesidad evidente de evitar que se produzca o que se mantenga una fuga de cerebros en la que emigren las personas con ms altas calificaciones y se lleven consigo una valiosa

inversin en capital humano. Ello pone en una difcil situacin a las naciones en desarrollo para la cual hasta ahora se han encontrado muy pocas soluciones. Las opciones de poltica para abordar este dilema incluyen el enfoque tradicional de patrocinar estudiantes de posgrado o miembros de las facultades (o de buscarles patrocinio) para que estudien en el extranjero, a fin de que transmitan sus conocimientos a sus compatriotas al volver a su pas. Este enfoque tiene ventajas educativas y financieras, pero tambin tiene desventajas al exportar temporalmente al talento nacional. Priva temporalmente a los pases de origen de valiosos conocimientos durante el perodo de estudio, y puede privarlos para siempre de ese talento si el estudiante no vuelve nunca. Tambin hay problemas con situaciones educativas inapropiadas (y con la cultura correspondiente) en el pas de emigracin. Mucho ms ambiciosas son, por su enfoque y en particular por la utilizacin de la tecnologa, las instituciones educativas a distancia o virtuales, tales como la Universidad Virtual Africana (AVU). La AVU imparte educacin por videoconferencia y por enlaces Internet en vivo a travs del Africa subsahariana. Rene acadmicos de los pases desarrollados con sus colegas y los estudiantes de stos del Africa subsahariana para contribuir a superar los obstculos actuales tales como la reduccin del presupuesto, el nmero escaso de facultades, el equipo obsoleto, y el espacio y las instalaciones limitados que impiden que una gran mayora de los estudiantes tengan mayor acceso a una educacin superior (AVU, 1999). El xito depende en parte de si consigue abordar de manera acertada la diversidad cultural de sus estudiantes e integra la metodologa a distancia con un sistema de contacto individual, que constituye la espina dorsal de las universidades tradicionales. La AVU como iniciativa educativa a distancia es distinta del enfoque de varias universidades abiertas de alta tecnologa tales como la Open University del Reino Unido o la Fernuniversitt von Hagen de Alemania, que, como lo indica su nombre, estn abiertas a la poblacin en general. En la prctica stas dependen de un equipo de comunicaciones muy costoso que los estudiantes tienen en su casas y que, por lo tanto no est al alcance de la mayora de la poblacin del mundo. Esto podra cambiar a medida que la tecnologa se hace ms barata y accesible. Una iniciativa que trata de evitar muchas de las dificultades culturales de la AVU y que se ocupa a la vez de los problemas que plantea la tecnologa de la informacin es la Univertisy of Highlands and Islands (UHI) de Escocia (recuadro 1.1).

Recuadro 1.1 La University of Higlands and Islands (UHI) en Escocia

El proyecto UHI es una red acadmica de 13 escuelas superiores existentes y otras instituciones especializadas que cuenta con el apoyo del equipo de una pequea oficina ejecutiva que recurre en gran medida a avanzadas tecnologas de la comunicacin de la informacin (ICT). La UHI tambin lleva a cabo investigaciones sobre las maneras de reducir los costos que permite el acceso a Internet y aprovecha los recursos existentes y las infraestructuras fsicas para impartir a su clientela principal, que est repartida en zonas poco pobladas de Escocia, cursos que, en su gran mayora, han sido diseados para ellos. La mayora de instituciones de educacin superior que forman la Universidad Federal tienen centros educativos auxiliares con tecnologa de la informacin a travs de la cual los estudiantes de las zonas ms remotas pueden estudiar una amplia gama de temas para obtener diplomas que van hasta la licenciatura mediante mdulos didcticos a distancia, videoconferencias e Internet. La UHI, que es un proyecto sumamente interesante desde el punto de vista de los pases en desarrollo y de las culturas minoritarias, imparte varios de sus cursos en galico. Fuente: UHI, 1999a.

De la escuela al trabajoPodra rebatirse que uno de los momentos ms crticos en la trayectoria de la educacin permanente se produce cuando el educando deja la educacin formal para entrar a formar parte del mundo laboral. Para un nmero cada vez mayor de personas de los pases desarrollados, la transicin se har de la universidad al trabajo, pero para la mayora de los educandos de todo el mundo, la transicin ser de la escuela al trabajo. La transicin en el mercado laboral vara de manera evidente en todo el mundo. En los pases en los que el sector del empleo formal es limitado, o en los que los padres dependen del trabajo infantil para sobrevivir, es evidente que no hay una transicin de la escuela al trabajo como la que se da en pases ms prsperos. Esto no significa que en los pases desarrollados los nios no trabajan, ni que el empleo del sector formal sea un hecho, sino que la transicin en los pases desarrollados suele significar para la mayora el paso de una etapa de la vida en la que la educacin formal es la actividad predominante (por lo menos en teora) a una etapa en la que esta actividad es el trabajo.

Educacin, formacin, escuelas y empresas(5)Por lo que se refiere a esta transicin tan importante, el factor que ms influye sobre la organizacin de la educacin tcnica y profesional, la formacin en las escuelas secundarias, la educacin ulterior, y en cierta medida sobre la educacin superior de tipo universitario, es el lugar de trabajo del futuro, el cual, en algunos respectos y situaciones ya existe en la actualidad. En el sector de las manufacturas, y cada vez ms en otros sectores comerciales se observa una tendencia que consiste en adoptar sistemas de trabajo ms giles y mejor ajustados con un sistema de gestin subalterno, alianzas con los abastecedores, una mayor implantacin de las actividades tanto perifricas como principales y una mayor proporcin de trabajadores temporales o a tiempo parcial. Se prev un alto nivel de competencias y flexibilidad de los trabajadores, y que las bonificaciones

y la seguridad se basen en gran medida en el rendimiento y que al mismo tiempo los trabajadores sean ms responsables de su propio desarrollo. Adems de los altos niveles de conocimientos y calificaciones que requieren las nuevas tecnologas y sistemas complejos y multidisciplinarios, tanto generales como especficos a un tipo de empleo, se dar mucho valor a la capacidad para comunicar ideas y relacionarse con los colegas y clientes. La primera premisa de una educacin ajustada a las necesidades del lugar de trabajo, que imparta las calificaciones y las competencias requeridas, ensee cmo utilizar mquinas inteligentes, etc. es que los nuevos empleos, la nueva tecnologa y los lugares de trabajo reorganizados necesitarn una combinacin de conocimientos y calificaciones bsicos. Entre ellos cabe citar saber leer y calcular, conocimientos de informtica y comunicacin, y algunas competencias relacionadas con el lugar de trabajo -- la gestin de recursos (capital y tiempo), saber manejar las tecnologas y el equipo, comprender los sistemas y demostrar capacidades interpersonales relacionadas con el trabajo. Tambin se considera necesario que los trabajadores del futuro sean creativos, capaces de razonar, de adoptar decisiones independientes, de resolver problemas y de encontrar informacin. Deben tener caractersticas o disposiciones personales tales como la capacidad para trabajar de manera independiente y con otras personas, la confianza necesaria para adoptar decisiones y la voluntad y la capacidad de seguir aprendiendo. Adems, se han definido las cualidades (caractersticas) personales de los trabajadores que se consideran tiles, entre ellas, la integridad, la responsabilidad, el orgullo de llevar a cabo su trabajo y el respeto de los temas (OCDE, 1997c). En funcin de una perspectiva que se cia estrictamente al objetivo de la empleabilidad, es patente que la preparacin para el mundo del trabajo es tanto mejor cuanto ms responde a las situaciones de la vida real, lo cual se consigue mediante una mezcla de la enseanza explcita y de la prctica en la que se tiene en cuenta la capacitacin ya adquirida por el interesado en gran parte en el sistema de enseanza institucionalizado. Ahora bien, sigue siendo necesario abordar cuestiones relacionadas con la tarea de impartir formacin, entre las cuales cabe citar: definir qu calificaciones son transferibles, genricas, generales, esenciales o clave; las probabilidades de obtenerlas; los objetivos de la formacin y un orden de prioridades que indique si las caractersticas del lugar de trabajo pueden estar en peligro; hasta qu punto puede medirse la adquisicin de esas calificaciones (McCarty, 1996); en qu medida las atribuciones dependen de los conocimientos, creencias y valores prevalecientes; y qu factores permiten repetir los programas que han tenido xito. Tambin deben tenerse en cuenta las repercusiones de las respuestas a estas preguntas para la educacin de carcter general. Hay quienes especulan acerca de las lecciones que se pueden extraer de la educacin y la formacin profesionales a partir de los cambios que se estn dando en el lugar de trabajo y la posibilidad de recurrir a nuevas tecnologas para impartir una formacin flexible en el momento oportuno (Coffield, 1997). La educacin a distancia y los mdulos didcticos por Internet y en CD-ROM podran proporcionar una formacin sobre demandas, que utilice la tecnologa del siglo XXI, por ejemplo la modelizacin y la simulacin por computadora.

Vnculos y asociaciones estratgicas(6)Al determinar el diseo apropiado y la orientacin que se ha de dar a la educacin y la formacin tcnicas y profesionales, tanto institucional como de las empresas, hay un concepto que cobra una importancia cada vez mayor: el establecimiento de relaciones asociativas entre los alumnos, las familias, los empleadores, el personal docente, los sindicatos y el gobierno para enriquecer la experiencia de la enseanza, facilitar la transicin hacia la vida laboral y responder a las necesidades individuales. Este concepto constituye una de los principales efectos de una transicin armoniosa entre la escuela y la vida laboral basada en valores, programas de estudios, recursos y resultados comunes (UNESCO, 1999). Deber prestarse especial atencin a los intereses de muchos grupos distintos, entre los que cabe citar: las necesidades de las pequeas empresas y de sus trabajadores; el establecimiento de vnculos con las empresas recin creadas basados en el capital de riesgo y en la iniciativa empresarial; las preocupaciones de los jvenes que buscan empleo por primera vez, sobre todo las de los grupos socioeconmicos desfavorecidos; las poblaciones compuestas por diversos grupos tnicos y las poblaciones de inmigrantes; y los deseos del gobierno de alcanzar altos niveles de empleo, de bienestar econmico y cohesin social. En el ltimo cuarto de siglo, las polticas gubernamentales de muchos pases han abandonado los sistemas de educacin y de formacin rgidos y restrictivos de acceso limitado, que definan una trayectoria profesional claramente definida y daban margen a muy pocas posibilidades interdisciplinarias. Esta tendencia se ha reforzado al reconocerse que con frecuencia la formacin institucional (en particular la de carcter estatal de muchos pases en desarrollo) no ha respondido a las necesidades de las empresas y no se ajusta bien a las necesidades de formacin de la realidad del mundo laboral. De resultas de ello, se estn desarrollando sistemas integrados que ofrecen ms variedad y flexibilidad, la posibilidad de postergar la decisin de optar por tal o cual rama profesional, la posibilidad de entrar en cualquier etapa, y la posibilidad de cambiar de orientacin profesional. La separacin clara y distinta entre escuela y trabajo que fue patente durante mucho tiempo en las escuelas, sobre todo en las ramas y clases de tipo acadmico, se ha atenuado ligeramente en la actualidad. As, estn aumentando las posibilidades profesionales que existen entre la educacin secundaria y la educacin superior y la vida laboral, y los vnculos entre ellas estn aumentando en nmero y variedad. Los gobiernos con frecuencia llevan la voz cantante en la creacin de asociaciones, aunque las experiencias de los pases y los objetivos varan. Una tendencia general en muchos Estados de la Unin Europea ha consistido en encontrar maneras de estrechar ms la relacin entre la educacin y el trabajo, tanto en trminos de pertinencia de los conocimientos y de las calificaciones impartidas a travs de la educacin, como en trminos de los vnculos orgnicos de las organizaciones educativas y laborales (Green, Wolf y Leney, 1999). Se han creado programas especiales para facilitar las transiciones (recuadro 1.2).

Recuadro 1.2 Proyecto piloto de transicin a la vida adulta, Glasgow, Escocia Este proyecto piloto, que cuenta con ayuda financiera de la Unin Europea, tiene mltiples objetivos, incluidos el establecimiento de vnculos con escuelas secundarias de otras partes de la UE, la organizacin de intercambios de alumnos (y de personal), y la creacin de proyectos de miniempresas con alumnos, bajo la supervisin de un docente, el establecimiento y la explotacin de pequeos negocios con fines de lucro. El proyecto foment los vnculos con la comunidad local y, a travs de sus buenos oficios, se llevaron a cabo iniciativas para alentar a los adultos a volver a la escuela, en algunos casos para seguir cursos junto con gente joven. En la experiencia escocesa, se superaron las barreras sociales, se alent a los participantes sobre todo a las mujeres, a beneficiarse no slo de disciplinas acadmicas de nivel escolar, sino tambin a tomar cursos destinados a mejorar la calidad de la vida. Este proyecto, se est llevando a cabo en una multitud de escuelas secundarias de toda Escocia, est haciendo desaparecer el concepto de edad escolar y la composicin del alumnado, lo cual potencialmente es un aspecto importante del desarrollo de un sistema de educacin permanente. Fuente: Mathenson, 1999.

La poltica de formacin de Malasia, principalmente de carcter estatal, ha recibido muchos elogios por su capacidad para adaptarse rpidamente a las necesidades de la industria como parte de una estrategia deliberada para alcanzar el estatuto de nacin desarrollada para el ao 2020. En la reforma de la educacin y la formacin tcnica y profesional de Chile se recalca una asociacin entre el Gobierno y el sector privado como cimiento de un sistema de formacin descentralizado y orientado hacia el mercado (Espinosa, 1998; Won Yuk Kiong, 1998). Algunas trayectorias educativas implican de manera explcita asociaciones estratgicas entre la educacin, la formacin y los empleadores. La cooperacin entre ellos se ha convertido en un elemento vital para comprender y resolver los problemas que plantea la adaptacin de la educacin bsica y de las competencias laborales de los jvenes que abandonan la escuela y de la fuerza de trabajo existente a las necesidades laborales del futuro. Esto ha dado lugar a la formulacin y ejecucin de programas conjuntos de las empresas y las instituciones profesionales, la evaluacin de las competencias y otros resultados que se buscaban. Las pequeas y medianas empresas (PYME) en particular, necesitan y pueden beneficiarse de los conocimientos tcnicos de profesionales de campos especializados tales como los anlisis de las necesidades, y estn dispuestas a pagar por los programas (formacin real o de otro tipo) que se ajusta a las necesidades inmediatas y especficas de la empresa, se ejecuta de manera no burocrtica y accesible (se puede obtener en los lugares y en el momento que mejor convengan a la empresa), y sin coste de cumplimiento. La exigencia de los empleadores de que se ajuste mejor a sus necesidades tambin ha generado la creacin de ms instituciones privadas de formacin, que se consideran ms flexibles y centradas en el consumidor. As, se est redefiniendo la naturaleza de las polticas contemporneas de empleo y formacin.

En muchos pases toda una gama de fundaciones privadas y de otro tipo, que con frecuencia son respaldadas por la industria, apoyan directamente las iniciativas educativas para fomentar el desarrollo social y la equidad, principalmente en las primeras fases y sin buscar ningn tipo de compensacin a cambio. Estos proyectos con frecuencia buscan servir de interfaz de los intereses nacionales y de los intereses del sector empresarial a largo plazo al tratar de mejorar la calidad y la pertinencia de la educacin. Muchas importantes empresas de los Estados Unidos estn muy comprometidas con programas de actividades variadas y novedosas que incluyen la organizacin y patrocinio de seminarios especiales para estudiantes y docentes. La falta de un sistema nacional de educacin y formacin profesionales ha permitido el desarrollo de redes de formacin locales que lo reemplazan, y que se basan en diversos tipos de asociacin para la formacin que incluyen intermediarios locales e instituciones de servicios pblicas y privadas y empresas individuales o grupos de empresas (Herschbach, 1998). En Francia, se imparten cursos cortos al final del primer ciclo de la escuela secundaria (a los 14 aos ms o menos) que familiarizan a los jvenes con ciertas ocupaciones como parte de una actividad nacional para tratar de reforzar los vnculos entre la escuela y la empresa. Por otro lado, las asociaciones escuela/empresa al parecer no son comunes en pases con sistemas muy desarrollados de formacin profesional orientados hacia la industria. En Japn, por ejemplo, la formacin tcnica y profesional es parte integrante de las actividades de las empresas y de la organizacin del trabajo en la industria, y como tal no es cuestionada por terceras partes. En Alemania, una parte importante de la formacin se lleva a cabo en las Berufsschule en los locales de los empleadores. Una funcin importante de la red nacional de los Consejos Empresariales de Formacin (TEC) del Reino Unido es ayudar a buscar y definir una estructura global y coherente de programas de formacin de las empresas. En Canad, la formacin posterior al empleo es responsabilidad de los gobiernos federal y provinciales. En 1985, la mayora de los programas federales fueron absorbidos por el Plan Estratgico de Empleos del Canad, que en la actualidad destina ms de la mitad de sus fondos a los desempleados a largo plazo, pero tambin destina fondos a las instituciones de formacin y apoyos a los ingresos de los aprendices, oportunidades para que los trabajadores mejoren sus calificaciones y sigan una readaptacin profesional, y mejoras de las calificaciones bsicas y de la alfabetizacin.

Estructura y aplicacin de los programas de estudios: las escuelas y las universidades se adaptanEn el ltimo decenio, en muchos pases se ha producido un enorme desarrollo de la variedad de cursos y mdulos de tipo profesional impartidos en las escuelas secundarias. Por ejemplo, el programa Higher Still de Escocia busca reducir al mnimo las diferencias entre el programa de estudios acadmico y el profesional en el segundo ciclo de la escuela secundaria a travs de: la introduccin eficaz de mdulos en todo el programa de estudios del segundo ciclo; la introduccin de mltiples opciones para empezar y terminar los estudios en distintos niveles; y mediante la posibilidad de que los alumnos combinen distintos niveles de distintas disciplinas, cosa que antes no era posible, y ahora les da ms

flexibilidad (Tchaban, 1998). Entre los obstculos que se plantean con esos enfoques est el hecho de que los profesores no siempre se toman en serio los cursos modulares de la misma manera que los cursos tradicionales, a pesar de la constitucin de grupos de mdulos particulares que permiten entrar a la universidad y que tienen el mismo valor que las calificaciones tradicionales de los mismos campos. Adems, se sabe que los administradores recurren a las calificaciones del sistema anterior cuando no comprenden los cursos modulares. Una ventaja de los programas modulares es que dan a los estudiantes la posibilidad de reorientar sus estudios si cambian de opinin. Una iniciativa similar es el Programa de aprendizaje para jvenes de Ontario, en Canad, el cual da a los estudiantes de 16 aos o ms y que han completado el grado 10, la oportunidad de terminar la escuela secundaria y de trabajar a medio tiempo como aprendices registrados (Ontario, 1999). Adems, los estudiantes que no son aptos para un oficio pueden volver al programa escolar ordinario sin que se les aplique ninguna sancin. En los Estados Unidos el Programa de oportunidades escuela-trabajo busca mejorar las perspectivas profesionales, los logros acadmicos en las escuelas secundarias, y posteriormente el inicio de una educacin posecundaria a travs de programas de experiencia laboral y de un sistema de colocaciones, de manera que el educando pueda participar de manera efectiva en el mundo del trabajo y en la escuela (Haimson, Hershey y Silverberg, 1999). Muchos pases desarrollados enfrentan problemas crecientes por la escasez de calificaciones. Se estn haciendo intentos por revitalizar (o reorganizar) sistemas de aprendizaje y sistemas fiables de calificaciones profesionales teniendo en cuenta que se necesitan trabajadores flexibles y adaptables. La aparente rigidez de algunos de los sistemas duales est siendo cuestionada y se estn examinando distintas opciones para las personas poco orientadas, como en el caso de Austria, en donde, adems, las escuelas estn introduciendo cada vez ms cursos profesionales en el programa de estudios. Sin embargo, esto no ocurre en todas partes y las divisin entre estudios acadmicos y estudios profesionales apenas est empezando a desaparecer. Dinamarca es un ejemplo en el que existen dos tradiciones principales paralelas: la llamada escuela latina, que consiste en la enseanza general del ciclo superior secundario y el mtodo del aprendizaje consistente en la capacitacin de trabajadores capacitados en un sistema de formacin profesional dual (en el que se combina la enseanza terica en el aula y el aprendizaje en el trabajo) (Nielsen, 1997). Los pases en desarrollo tambin siguen sufriendo con demasiada frecuencia de un legado colonial segn el cual la educacin acadmica se considera automticamente como superior a la educacin manual, independientemente del empleo real y del potencial de los ingresos (Matheson, 1996). En estos contextos, la falta de paridad y de progresin entre lo profesional y lo acadmico entraa el riesgo de que la educacin permanente sencillamente refuerce las estratificaciones y divisiones entre los estudiantes.

Para acabar con la renuencia de los docentes y de los empleadores respecto del valor de otras formas de impartir formacin tales como los mdulos, o del hecho de que no se rinden exmenes finales en esos programas, se puede contar con la ayuda de organizaciones que unifican la convalidacin tanto de las calificaciones escolares como de la mayora de las calificaciones profesionales, incluidas las ms avanzadas. En Escocia, la Autoridad de Calificaciones de Escocia (SQA), que se cre tras la fusin de la antigua Junta de Exmenes de Escocia (nivel escolar) y el Consejo de Educacin Profesional de Escocia (principalmente profesional), es una de esas organizaciones que promueve la creacin de una escala armoniosa de calificaciones (SQA, 1999). Irlanda, Inglaterra y el Pas de Gales tambin cuentan con instituciones propias para certificar la educacin escolar y la formacin profesional fuera de las universidades. Finlandia ha modificado las calificaciones de la escuela secundaria superior y profesional para adoptar un sistema basado en las competencias y sin grados, en el que se refuerza la cooperacin entre las instituciones profesionales y las empresas. Una importante tendencia en la educacin profesional y la formacin es el desarrollo de sistemas basados en las competencias, principalmente una iniciativa promovida por el Gobierno en la cual se prev que la industria sea la fuente principal de competencias de referencia. Las normas de competencia -- el rendimiento en el lugar de trabajo -- en determinados campos de calificaciones se estn homologando a nivel internacional, ya que los pases comparten sus experiencias y saben que la transferencia y el reconocimiento de las calificaciones no slo entre instituciones y ocupaciones, sino tambin entre naciones, se est convirtiendo en parte del nuevo comercio de la edad de la informacin (recuadro 1.3). Un marco basado en las normas ofrece: el reconocimiento nacional de las calificaciones de los trabajadores -- una fuerza altamente motivadora en el aprendizaje en el lugar de trabajo; parmetros para las normas de rendimiento en las empresas; el reconocimiento de la formacin en las empresas; y la integracin entre la educacin institucional y en el lugar de trabajo. Adems, una parte de la evaluacin de las competencias laborales corre a cargo hoy, de personas que actan en el mismo lugar de trabajo, y en especial de los superiores jerrquicos, que no slo tienen las calificaciones y conocimientos tcnicos del campo profesional en que se efecta dicha evaluacin, sino que han recibido la formacin necesaria para desempearse como evaluadores en el lugar de trabajo (de acuerdo con el sistema de formacin profesional de Nueva Zelandia, la capacitacin de los evaluadores laborales es financiada por las empresas). Por consiguiente, tanto los empleadores como los trabajadores pueden participar en la definicin de las normas de competencia laboral, el contenido de la formacin necesaria para su correcta aplicacin y los criterios de evaluacin del rendimiento en el lugar de trabajo con arreglo a dichas normas. La armonizacin de la formacin profesional -- tanto oficial como no reglamentada -- y el consiguiente reconocimiento de las calificaciones en funcin de las competencias laborales que necesita la economa permiten aprovechar al mximo los recursos nacionales y mantener el costo de la formacin profesional dentro de lmites razonables. Un denominador comn de las distintas modalidades de formacin es el enfoque basado en la adquisicin de competencias laborales.

En cuanto a la definicin de los niveles de competencia laboral, muchos pases de Asia y el Pacfico han adoptado un enfoque basado en las calificaciones profesionales, concebido en gran medida por los organismos estatales. La necesidad de revisar este enfoque es cada vez mayor, debido a que, salvo en algunos pases, ha sido mal aceptado por las organizaciones de trabajadores y de empleadores; adems se aplica nicamente a un pequeo porcentaje de la fuerza de trabajo y su comparacin entre los distintos pases es prcticamente imposible. A fin de remediar esta situacin, la OIT ha prestado asistencia tcnica para la elaboracin de nuevas normas de competencia laboral que sirvan de modelos regionales, aplicando a la acreditacin de competencias y de la formacin de los trabajadores un mtodo basado en las capacidades laborales efectivas y no nicamente en los certificados obtenidos, que se ajusta en gran medida a la reforma de los sistemas nacionales de formacin profesional.

Recuadro 1.3 Los sistemas basados en la competencia se extienden en todo el mundo Las autoridades australianas, tanto a nivel federal como estatal, han adoptado en el mbito de la formacin y capacitacin profesionales un sistema nacional piloto basado en las competencias, hoy institucionalizado en la Direccin Nacional de Formacin Profesional. En el marco de este sistema, se convino en proponer una definicin especfica para el concepto de competencia, basada en los conocimientos, las destrezas profesionales y su aplicacin a las normas de rendimiento exigidas habitualmente en el lugar de trabajo. En particular, esta nocin comprenda requisitos en cuanto a la realizacin de tareas individuales (competencias especficas), la organizacin de un cierto nmero de tareas diversas en el marco de las funciones del puesto (competencias para la organizacin de tareas), subsanar irregularidades y fallas en el funcionamiento cotidiano (competencias para afrontar imprevistos) y asumir las responsabilidades y las expectativas propias del entorno de trabajo (competencias para integrar puestos y funciones en el entorno de trabajo). La formacin de un nuevo marco normativo en materia de calificaciones profesionales -- en Nueva Zelandia y en muchos otros pases --, basado en las competencias requeridas para ocupar puestos de trabajo, ha comenzado a afectar considerablemente las actividades de aprendizaje en el lugar de trabajo. Adems, Nueva Zelandia ha colaborado estrechamente con pases como Sudfrica, Namibia, Samoa, Fiji y otros Estados insulares del Pacfico en la elaboracin de sistemas de calificacin y formacin profesional basados en normas, y varias delegaciones de pases del hemisferio norte han efectuado giras de estudio a Nueva Zelandia para conocer su experiencia en este campo. Por lo que se refiere a otros pases asiticos, las actividades de formulacin de normas nacionales sobre competencia laboral en el Japn estn a cargo del Ministerio de Trabajo, en cooperacin con el Consejo Central de Desarrollo de los Recursos Humanos, entidad tripartita de la que forman parte los empleadores, los sindicatos y los profesionales de la educacin. En Malasia, el sistema de normas de calificacin profesional y certificacin de estudios es administrado por el Consejo Nacional de Formacin Profesional. En Europa, los enfoques difieren considerablemente: Alemania y Dinamarca aplican unos sistemas de normas de calificacin profesional elaborados conjuntamente por los

sindicatos y los empleadores, sistemas que se sustentan esencialmente en el sistema de formacin de aprendices; en los Pases Bajos, un comit consultivo nacional sobre cuestiones de enseanza y mercado de trabajo cre una estructura unificada de formacin profesional. En las Amricas, el Gobierno federal del Canad instaur un sistema de competencias multifuncionales orientado hacia el logro de resultados; dicho sistema es promovido por los consejos sectoriales bipartitos formados por los empleadores y los sindicatos. Chile inici recientemente, con el apoyo de instituciones internacionales, un proyecto encaminado a establecer un sistema nacional de certificacin de competencias laborales. En Estados Unidos, la Comisin Nacional de Normalizacin de las Competencias Laborales se ha fijado como objetivo para el ao 2000 el establecimiento de un nuevo sistema voluntario de normalizacin, evaluacin y certificacin de competencias, que se prev abarcar a cerca del 40 por ciento de la fuerza de trabajo del pas. Fuente: Lewis, 1997; NZEF, 1997A; NSSB, 1999.

En la enseanza superior los vnculos entre la educacin y la formacin profesional revisten distintas formas. Los programas ms habituales son los que conducen al ejercicio de una profesin. Aunque muchos se desarrollan en un entorno fundamentalmente acadmico, una parte de la enseanza tiene lugar en el marco de actividades laborales, como las pasantas de medicina y de otras profesiones de la salud o las prcticas en gabinetes jurdicos, y tambin el marco de estudios en el extranjero. En este nivel han proliferado las nuevas carreras en disciplinas mono o multidisciplinarias como, por ejemplo, los estudios paramdicos, el diseo de productos, los estudios empresariales con especializacin en idiomas, los estudios tursticos y diversos programas basados en las tecnologas de la informacin. Las universidades se han visto obligadas a aumentar considerablemente la matrcula y a simplificar las condiciones de admisin. El sector privado tambin ha tenido que ofrecer alternativas de formacin a la demanda no satisfecha por el sistema educativo. Esto ha tenido dos grandes repercusiones en la enseanza de orientacin profesional y la capacitacin: en primer lugar, al facilitarse el acceso a la enseanza superior, ha disminuido el inters de los alumnos ms capacitados por ingresar a la enseanza secundaria profesional; en segundo lugar, ha aumentado la oferta de programas universitarios de primer ciclo orientados a la insercin en el mundo profesional, claro indicio de que muchas universidades ya no consideran que la licenciatura sea la llave que abre la puerta a un puesto de trabajo para toda la vida, sino ms bien un pase para buscar empleo en todos los sectores. En trminos ms generales, y dando por sentado que el principio de la educacin permanente se ha consolidado en muchos mbitos, en particular en el sistema escolar, la enseanza profesional, los institutos de capacitacin, las universidades, las empresas, las organizaciones comunitarias y en el hogar, es muy probable que aumente la utilizacin de modalidades flexibles de formacin. La posibilidad de escoger entre distintos mtodos de aprendizaje (por ejemplo, la formacin guiada por colegas experimentados o el aprendizaje segn el propio ritmo del interesado)

ampla la capacidad del sector de la formacin profesional y la capacitacin para dar respuesta a la creciente demanda de prestaciones de formacin adecuadas a las necesidades de los empleadores (OIT, 1999a). La oferta de metodologas flexibles permite potenciar y mejorar la educacin a distancia y alcanzar un dominio efectivo de las nuevas tecnologas, como los medios mltiples y las prestaciones de la Internet. En muchos casos, los interesados necesitarn poder recurrir a los medios de enseanza y los recursos didcticos mientras prosiguen sus actividades en el mundo profesional.

Cuestiones de gneroEl desfase entre los niveles de formacin de las mujeres y los hombres ha comenzado a reducirse en muchos pases, y en algunos las mujeres han comenzado incluso a superar a los hombres en lo que respecta a determinados indicadores de la educacin, como las tasas de matrcula en la enseanza superior (OCDE, 1998a; UNESCO, 1998a). La nueva orientacin de las inversiones en educacin puede explicar en parte el progreso relativo registrado por las mujeres en el mercado de trabajo, pero, por otra parte, pone de manifiesto otros factores que inciden en la persistencia de comportamientos discriminatorios y de segregacin. Por otra parte, esta evolucin positiva no basta para explicar por qu las mujeres consideran hoy que sus posibilidades de obtener beneficios de las inversiones en la educacin son mejores que en pocas anteriores, sobre todo si se tiene en cuenta que pocos pases han aumentado significativamente los servicios de guarderas infantiles u otras prestaciones directas que favorecen la permanencia de las mujeres en el mercado de trabajo. Un estudio reciente de la relacin entre la posicin que ocupan las mujeres en el mercado laboral y los sistemas de enseanza y formacin profesional puso de relieve los siguientes puntos principales:

se han producido cambios fundamentales en las funciones que cumplen las mujeres en el mercado de trabajo -- proceso en el que las trabajadoras han tenido una participacin activa --, en parte gracias a su acceso a la enseanza y la formacin profesional; la enseanza y la formacin en s no son suficientes para extirpar los elementos de discriminacin por gnero que se han incrustado en las estructuras y sistemas del mercado laboral. Las polticas concebidas para utilizar la enseanza y la formacin profesional como medios para mitigar la desigualdad y la segregacin por motivos de gnero tienen que ser complementadas por otras polticas, a fin de poder llevar a cabo la reestructuracin del sistema del mercado laboral segn pautas que aseguren una mayor igualdad entre los trabajadores y las trabajadoras; la enseanza y la formacin mismas son fuente de segregacin por gnero, en la medida en que la eleccin de los cauces profesionales y de carrera suele hacerse antes de la entrada en el mercado de trabajo;

hay que tratar de no dar por supuesto que las desventajas de las mujeres en el mercado de trabajo se derivan de la falta de competencias, ni tampoco que la carencia de calificaciones o de una formacin profesional adquirida en el sistema educativo implica automticamente la carencia de competencias laborales. Con frecuencia, la enseanza y la formacin profesional son ms bien medios para la obtencin de certificados y no para adquirir calificaciones y destrezas profesionales, por lo que cabe concluir que la participacin insuficiente de las mujeres en los programas institucionales de formacin profesional obedece tal vez a la escasa capacidad de influencia de las mujeres en el mercado laboral; las mujeres afrontan problemas particulares para conseguir la igualdad de condiciones de acceso a la formacin en el lugar de trabajo o a los programas de formacin permanente. Esta desigualdad de oportunidades cobra una importancia an mayor en aquellos pases en que los principales medios de formacin y progresin profesionales son ofrecidos por los propios mercados laborales internos. Tal desequilibrio agudiza la desigualdad entre los hombres y las mujeres a lo largo de la vida activa; los programas de formacin concebidos para facilitar la reinsercin laboral de los desempleados no siempre estn abiertos a las mujeres que desean incorporarse a la fuerza de trabajo, debido a que tal vez stas no figuran en el registro oficial de trabajadores desempleados (Rubery, 1998).

Para solucionar los problemas de desigualdad de acceso es necesario adoptar directrices polticas especficas y ejercer un control de los sistemas de formacin.

La educacin de adultos y la enseanza no institucionalLa condicin de pariente pobre de la educacin de adultos y la enseanza no reglamentada es evidente tanto en los pases desarrollados como en los pases en desarrollo (Dodds, 1994). Con mucha frecuencia, estos subsectores son blancos fciles cuando se trata de aplicar restricciones presupuestarias. En parte, el problema obedece a que la educacin de adultos, sobre todo en los pases desarrollados, suele considerarse como un aspecto no esencial de la enseanza, y de hecho ocurre que queda catalogada entre las actividades de esparcimiento, y no de formacin (Matheson, 1995). Las tasas estimadas de la participacin de los adultos en la educacin y la formacin profesional permanentes relativas a 11 pases miembros de la OCDE fluctan entre 22 por ciento o menos (Blgica, Irlanda y Polonia) y ms de 40 por ciento (Estados Unidos, Nueva Zelandia, Reino Unido, Suecia y Suiza). El nmero de horas dedicadas cada ao a la formacin vari entre algo menos de 140 y ms de 200. En estos pases existe una correlacin relativamente alta entre las actividades de formacin vinculadas con el empleo y las dems modalidades formativas. Por lo

que se refiere a la formacin en el mbito laboral, no existen diferencias de gnero notables; con todo, en los pases estudiados se pusieron de manifiesto algunas diferencias significativas con respecto a los siguientes criterios:

edad: la participacin en actividades de formacin de los jvenes entre 25 y 34 aos es prcticamente el doble de la de las personas entre 55 y 64 aos; situacin en el empleo: la participacin de los trabajadores con empleo es muy superior a la de los desempleados; nivel de ingresos: cuanto mayores son los ingresos, mayor es la participacin en actividades de formacin. Las personas comprendidas en el 20 por ciento superior de la escala de ingresos tienen un grado potencial de participacin en la educacin permanente por lo menos tres veces superior al de las personas que no perciben ingresos o que estn comprendidas en el 20 por ciento inferior de dicha escala; nivel de instruccin: las tasas de participacin son tanto mayores cuanto mayor es el nivel de estudios y calificacin escolar.

Una conclusin que se desprende de estas pautas es que las diferencias de competencias laborales e ingresos tienden ms bien a aumentar. Aunque la mayor parte de las barreras en este campo estn, en principio, relacionadas con situaciones personales (por ejemplo, falta de inters en los cursos ofrecidos, falta de tiempo, etc.) y no con barreras institucionales, hasta el 20 por ciento de los adultos de algunos pases indicaron que su no participacin en actividades de formacin obedeca a la carencia de dinero (OCDE, 1998a). En trminos generales, el estudio ha puesto de manifiesto que para que la educacin y la formacin profesional de los adultos se convierta en un eslabn ms equitativo de la cadena de la educacin permanente, habr que prestar una gran atencin a la cuestin de las posibilidades de acceso. Aunque no se dispone de estadsticas comparables para la mayora de los pases no miembros de la OCDE, se puede inferir que, a pesar de la escasa consideracin de que es objeto la enseanza no institucional, sta desempea una funcin capital en la preparacin de trabajadores calificados en todos los pases en desarrollo. Los estudios realizados por encargo de la OIT, por ejemplo en Senegal (OIT, 1998), han mostrado la influencia considerable que la formacin tcnica y profesional no institucional ejerce en la preparacin de la fuerza de trabajo y en especial de las mujeres, incluso en aquellos pases en que las personas en formacin tienen que superar condiciones extremadamente desfavorables. En los pases desarrollados, los sectores de la educacin de adultos y la formacin profesional no institucional son de reducidas proporciones. En estos pases, salvo unas cuantas excepciones, existe una verdadera obsesin por los diplomas, lo que traduce el valor intrnseco que han adquirido las calificaciones conseguidas en el sistema institucional (Dor, 1976). Al mismo tiempo se da, al parecer, una importancia cada vez menor a la capacidad efectiva de las personas para desempear tareas o funciones. El inters primordial se centra en la obtencin de certificados, lo que, despus de todo, demuestran que en algn momento de su vida el titular de dichos certificados fue capaz de efectuar un nmero determinado de tareas. Este enfoque sirve de base a una forma esttica de aprendizaje, criticada por filsofos de la educacin como Paulo Freire,

quien rechaz el concepto de lo que denomin educacin bancaria, segn la cual el maestro deposita conocimientos en el cerebro del educando, conocimiento que ste girar de su cuenta el da que tenga un examen. Es muy posible que para rectificar esta situacin se necesiten formas de organizacin diferentes, algunas de las cuales se analizan en el captulo 2, y tambin mtodos de financiacin alternativos.

La financiacin de la enseanza y la educacin permanenteEn el anexo al presente informe se pasa revista a las tendencias en materia de inversiones y gasto en la educacin. Tomando en consideracin los datos estadsticos que all figuran, la necesidad de lograr la financiacin que requieren los objetivos mltiples de un sistema educativo equilibrado (progreso personal, aprovechamiento compartido del conocimiento y la cultura, desarrollo cvico, cohesin social y prosperidad econmica) y adoptando una perspectiva a largo plazo de fomento de la educacin permanente, la UNESCO por medio de la Comisin Internacional sobre la Educacin para el Siglo XXI. Concretamente, se trata de destinar el 6 por ciento del producto nacional bruto (PNB) a la educacin (Delors, 1996), valor de referencia que fue adoptado por los mandantes de la OIT (OIT, 1996c). Este nivel de financiacin est muy lejos de ser una realidad en un gran nmero de pases en desarrollo, y sobre todo en los menos adelantados. Existe una fuerte relacin directa (que, valga sealar, no se observa en todos los pases) entre el gasto pblico en educacin y el porcentaje del PNB que cada pas destina a las polticas educativas. Los gobiernos que gastan el 10 por ciento o un porcentaje inferior en educacin son casi siempre los de aquellos pases que invierten hasta un 3 por ciento de la riqueza nacional en las actividades educativas; en cambio, los pases cuyo gasto pblico destinado a la educacin es elevado (entre un 20 y un 25 por ciento) suelen destinar un 5 por ciento o un porcentaje superior del PNB a la educacin. Ahora bien, conforme a medida que los pases se esfuercen por implantar un sistema de educacin permanente, se pondrn de manifiesto en forma creciente las repercusiones del bajo volumen de inversiones en la educacin. La falta de inversiones en uno de los componentes de los sistemas nacionales de educacin a que se refiere este informe -- la educacin de adultos -- es un hecho conocido desde hace bastante tiempo. Segn los resultados de algunos estudios internacionales (EFA, 1997), lo menos que se puede decir es que la financiacin de este componente es limitada, puesto que en una mayora de pases en desarrollo, hasta mediados del decenio de 1990, se situaba entre menos de 1 por ciento y 2 por ciento de la financiacin del sector pblico, superando en muy pocos casos el 3 por ciento. Este es un nivel muy poco alentador si se lo considera como un indicio de lo que sern las opciones polticas generales para la educacin impartida fuera de los establecimientos de enseanza y las universidades.

Financiacin diversificada: sector pblico, sector privado y frmulas mixtas

Los efectos conjugados de la demanda de prestaciones de educacin, generada por el aumento de la matrcula en los niveles superiores, y de la necesidad de contar con una mayor financiacin -- en un contexto de restriccin de los recursos del sector pblico -- han llevado a muchos pases a reorientar sus decisiones en materia de poltica general y poltica de financiacin de la educacin, a fin de lograr una mayor colaboracin entre las fuentes pblicas y privadas. Aunque todava se defiende el principio de que la educacin, en cuanto servicio pblico, es ante todo una responsabilidad del Estado (OIT, 1996c; Recomendacin, 1966), la financiacin pblica aparece cada vez ms como una fuente limitada de inversiones en la educacin, mientras va cobrando importancia el papel que desempean los fondos procedentes de distintas fuentes privadas, lo que permite optimizar el acceso y la calidad de la enseanza (Delors, 1996; OCDE, 1998a). Como se seala en el anexo, la financiacin procedente del sector privado puede constituir un aporte suplementario significativo para algunos sistemas de educacin. Las alternativas ms frecuentes que han aparecido a nivel nacional combinan, segn diversas proporciones, los recursos procedentes de distintas fuentes de financiacin, en funcin de los niveles de enseanza de que se trate. Hasta ahora, la introduccin de bonos educativos limitados (es decir, subsidios familiares para costear la enseanza privada de los hijos) con el objeto de estimular una mayor oferta escolar e incrementar las matrculas ha dado resultados mitigados. Algunos especialistas sostienen que los esfuerzos desplegados para ampliar la participacin comunitaria en la financiacin de ciertos aspectos de la educacin no se han aprovechado plenamente, y que conservan su potencial a condicin de que las familias y las comunidades puedan participar en forma ms plena en la toma de decisiones sobre la conduccin de los establecimientos se enseanza (Mehotra, Nigam y Tun Thet, 1996; UNICEF, 1999). En el anexo se da cuenta de otras opciones polticas. Durante los ltimos diez aos, han aparecido en muchos pases nuevos sistemas de financiacin de la enseanza superior destinados a absorber el aumento de la matrcula y el incremento de los costos, sistemas que podran ofrecer otras opciones polticas para financiar la educacin permanente. El pago de una tasa de matrcula obligatoria se ha generalizado en los pases de la OCDE, a menudo siguiendo frmulas de reparticin de los costos entre las fuentes directas o indirectas de financiacin pblica (prstamos a estudiantes, aportes por un monto fijo a los fondos bsicos de las instituciones, pagos efectuados por los fondos de readaptacin profesional para los desempleados) y las fuentes privadas, es decir, los estudiantes, sus familiares o los empleadores. En algunos pases se han comenzado a aplicar nuevos incentivos tributarios; por ejemplo, en los Estados Unidos se alienta a las familias y a los empleadores a participar en programas de financiacin anticipada de los gastos de matrcula. El aumento de la proporcin de estudiantes que siguen cursos de jornada parcial y el regreso a las aulas de estudiantes de ms edad han redundado en un aumento del porcentaje de los ingresos que los establecimientos de enseanza obtienen por concepto de pagos privados, incremento al que tambin ha contribuido el mayor nmero de estudiantes extranjeros que participan en programas de intercambio. Todo esto permite suponer que la educacin permanente contar con una slida financiacin privada o con fondos procedentes de transferencias del sector pblico. Por otra parte, la extensin de los sistemas de educacin de pago plantea un problema fundamental en todos los pases, a saber, la

necesidad de asegurar la igualdad de oportunidades de acceso para los estudian