LA CUNA DE COLOMBIA

(17 DI! DICIEMBRE DE 1819)

Mas allá de Tierra·firmeEl grande Orinoco surcaLes contornos de una selvaQue, entre sus frondas, ocultaEl fácil puerto llamadoSanto Tomás de Angostura,Por la mano de los cielosDestinado para cunaDe aquella verdad invicta,De aquella noble RepúblicaHija del Libertadory formada a imagen suya.

Tras larga serie de esfuerzos,De esperanzas y de angustias,De hazañas y sacrificios,De triunfos y desventuras,Se vio en tan célebre díaNegar su amor la fortunaA los que humillan el alma,A los que el cuerpo torturan,y volverse a los colonosDespués de la lid más cruda.Así, cuando a los patriotasLa Constitución se anuncia,

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En la ciudad redimidaLos pueblos libres se agrupan;y desde el romper del albaLlegan numerosas turbasAvidas de ver aquellaProclamación tan augusta.

Los pífanos, las campanas,Los redobles y la música,De la Patria el natalicioCon sus acordes preludian.Las gentes corren, se allegan,Se ven, se gritan, se cruzan,y en medio de alegres filasDe tropas, que las circundan,Alzan su acento solemneQue se pierde en las alturas,Cual eco del Nuevo MundoQue a su Caudillo saluda.

Era éste de ojos vivacesy de gentil apostura;y aunque, por el sol, tostado,Deslustrado por la bruma,Ofendido por la nieve,Penetrado por la lluvia,En un decenio famosoDe adversa y próspera lucha,Su semblante dominabaCon marcial desenvoltura.

Irradia el genio en su frente:En su móvil faz dibujanLa libertad y la gloriaSus imágenes más puras:En su pecho el patriotismo,

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Es alcázar donde triunfanHonra, valor y virtudesQue, entre los héroes, encumbranA Bolívar, cuyo nombreLas gentes todas pronuncianCon insólito entusiasmo,Con respetuosa dulzura.

Del Congreso SoberanoQue en Santo Tomás se aduna,El acto más memorableEl ronco cañón anuncia;y todos los Diputados,Del pórtico en las columnas,Al Libertador reciben,A quien sus brazos anudan,y dentro el sacro recintoA que ocupe 10 estimulanEl solio, bajo del IrisQue en los pendones relumbra.

Allí el Presidente Zea,Orador de alta facundia,Que 10 mismo manejabaEl habla, el ritmo y la pluma,Besó la Constitución,Con trasporte y con ternura,y leyendo el contenidoAl pueblo fiel que 10 escucha,Dijo:- "Granada, con Quitoy Venezuela se juntan,Bajo el nombre de Colombia,En una sola República.

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"¿y sabéis qué pueblo es éste?La mente apenas columbraEl destino que le guardanSu riqueza y su bravura.De las bocas de este ríoQue nuestros triunfos arrulla,Hasta allá do en el PacíficoEl de Túmbez se sepulta,Dilátase la regiónDe más valer y hermosuraQue en medio de las AméricasLos siglos miraran nunca.Tres tantos mayor que España,Con cien mil leguas de anchura,Por varios Istmos unida,El Océano la columpiaHacia el Africa y Europa;y cuando vuelve, la empujaAl confín de Asia y AustraliaSobre sus lomas de espuma,--Tierra de ricos veneros,De vegetación robusta,De las más opuestas zonas,De todo germen de industria;De más prez que los ImperiosDe Atahualpa y Montezuma:Oasis donde nada falta,Pensil donde todo abunda,y en que cien millones de almasPodrán caber con holgura!" ....

Bolívar, en pos de Zea,Sube al punto a la tribunay refiere los prodigiosQue a su gloria se vinculan;

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Ya vencido, ya triunfante,De la sierra a la llanura,En los mares, en los ríos,Con pocas huestes o muchas;Pero al frente del DestinoQue sus empresas secunday con perínclitos hechosLa independencia asegura!

Mas allí, no cual GuerreroCon sus laureles deslumbra;Allí, como Ciudadano,Menospreciando su alcurnia,Desecha coronas, cetros,Grandeza y poder que ofuscan,y en los derechos humanosVe sólo la luz que alumbraA la mente de los pueblosEn su política ruta;Allí, sublime Estadista,Con su mirada profundaDe América vaticinaEl progreso y la cultura,Si el orden y la justiciaSu libre pendón escudan.

El lauro de cien combatesy el fuerte sable que empuña,Ante el Congreso depone,Cambiando la DictaduraDel militar campamento,Por la Ley rígida y justa,Que con toda la AsambleaAcepta, obedece y jura.

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Entre vítores y aplausosEl pueblo se congratula;Mas su ardor al colmo subeCuando sale de la urnaEl nombre del PresidenteDe la Nación que se funda.Al grito "iViva Colombia!"Que con Júbilo circula,Responde "iViva Bolívar!"La voz, tronante, confusaDe una población que llegaAl éxtasis de ventura ....Montilla, Zea, Urbaneja,Roscio y otros, se apresuranA llevar al Jefe electoBajo el dosel, do se cumplaSu exaltación tan pomposa,Tan popular y oportuna.

Entonces la voz de aplausoEn plaza y calles, trasuntaEl fragor de la cascadaQue al abismo se derrumba;y niños, hombres, mujeres,En la conmoción más súbita,Ríen, lloran, se enardecen,Se abrazan y gesticulan,Cual si fueran poseídosDe una sublime locura.

Así entre plácemes, cantos,y gritos que alegres zumban,Plegarias y parabienesEn las selvas de Angostura,Ya bajo el palio del día,

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o el de la gasa nocturna,Como el astro que se inflamaDentro la bóveda oscuraDe un firmamento vacío,Nació la nueva República,De Colón gloriosa nieta,De Bolívar digna hechura! ....

PROSPERO PEREIRA GAMBA

"l0S VENCIDOS EN CHANCA ya

1820

1

¡Qué buenos, qué buenos tiemposAquellos tiempos, ya antiguos,En que los viejos y fielesVeteranos granadinosLas cosas de nuestras guerrasNos contaban a los niños!

Buena diferencia vaDe imponerse en algún libroDe que el General FulanoDesconcertó al enemigoEn San Miguel o en La CuestaEl año de veinticinco,A oírle decir a un viejoCuya hoja de serviciosEn su pecho o en su frenteEscribió acero enemigo:- "Yo lo vi, yo estaba alIado

"Del Comandante Pinillos."-- "Yo me hallé entre los del Puente."- "Yo fui quien hizo ese tiro.".~"Eso es mentira! fue Daza"Quien lo mató, y no Merino."

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¡Qué tiempos! No pueden hoyFigurarse los mocitosQué era oír a los soldadosDe Cabalo de Nariño,De Bolívar o de Sucre,Contar ellos, ellos mismos,Las campañas, los combates,Las derrotas, los peligros,Las marchas, los altos hechosEn que ellos habían sidoO con harta gloria actores,O con no menor testigos.

y nadie, nadie dudabaDe sus hechos ni sus dichos,Que al verlos, hasta el más rudoHacía este raciocinio:Si están mancos, si están cojos,Si muestran tamaños chirlos,Claro es que en alguna parteLos deben haber herido,y esa ¿por qué no ha de serLa que ellos propios han dicho?

En ocasiones solemnesSacaban, para lucirloSobre el marchito uniforme,Algún noble distintivo,Tal como cruz o medalla,Ganado en arduo conflicto.¡Qué satisfacción, qué gloriaEra para los chiquillosPoderlo mirar de cercay leer los letreritos!Bien que aquellos veteranos,Que buscaban con ahinco,

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Para encajarle su historia,Un auditoría sumiso,Con facilidád sobradaSe humanaban con los niños,Atentos oyentes siempreDe sus relatos prolijos.

II

Era una fecha gloriosa,y con gran solemnidadUna patriótica fiestaCelebraba Bogotá.Pomposo y largo tedéumSe canta en la Catedral,y en la plaza hay gran paraday qué ver muchísimo hay.Por el frente de las filasPasa de acá para allá,Con su bordado uniformey en un soberbio alazán,Un general cuya espadaSe ve fúlgida brillar,y ayer con sangre enemigaEmpañada brilló más.

Yo me hallaba entre el gentío,Yo que era entonce un rapaz,y me tenía arrobadoEl aparato marcial.Entre la apiñada turbaViendo la parada estáUn sargento retirado,De noble y rugosa faz,Que las maniobras censuraCon cierto aire magistral.

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En un punto en que el gentíoSe dio a remolinear,Vine a quedar frente a frenteCon él, y ¡oh felicidad!Noté que llevaba al pechoUna placa de metal,Que pude ver a mi gusto,Aunque cegato era ya.La leyenda comenzaba:"A los vencidos en" .... MasAl fin estaba algo suciay no la pude acabar.Volví a empezarla diciendo:"Nada: yo he leído mal:"Medallas, a los que vencen"Es a quienes se las dan."Bien conocía el sargentoCon cuánta curiosidadContemplaba yo su insigni~,y reventaba quizásPor explicar la leyenda,Pero aparentaba estarAtendiendo a las maniobrasCon toda formalidad.Mi curiosidad emperoQue mi empacho pudo más,y la gravedad en élMenos que la vanidad.Yo prorrumpí al fin: "vencidos!"...y concluyó él: "en Chancay!"Con todo el aire de orgulloy el arrogante ademánCon que hubiera contestadoVencedor en Trafalgar,O en Waterloo o en Marengo,

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o en Junín o en Boyacá.Alguna gente hizo corro,y comenzó él a explicarCómo ganaron su insigniaLos vencidos en Chancay.Oh! si guardar yo supieraSu expresión fresca y vivazy sus arranques sublimesDe elocuencia natural!Pero esto hace medio siglo,y yo no me acuerdo yaDe las propias expresionesDe aquel viejo militar:Mucho su gloriosa historiaEn mis labios perderá.

III

Enrolado en el NumanciaBajo la real bandera,En mis años juvenilesHice, forzado, la guerra.De mozos americanos,Pero llevados por fuerza,Aquel batallón se forma,Digno del nombre que lleva.Al Perú va destinadoPor Morillo, a que guarnezcaA Lima, de la coronaDe España preciada perla.Allá, más que los arranquesQue el jefe español recela,Los de nuestros propios pechosReprimimos con violencia;Pero a las peruanas costasAl cabo San Martín llega

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Con sus tropas y sus navesArgentinas y chilenas,y al ver en tan fuertes manosDe libertad las enseñas,El noble hijo de los IncasApellida independencia.A este clamor el NumanciaCon ardimiento contesta,Pues al servicio del ReyLa fuerza sola lo empeña;Mas, si de bandera muda,Su primer nombre conserva,Que antiguas glorias de EspañaGlorias colombianas eran;y de la ciudad heroicaEl nombre y la fama egregiaMi batallón guardar supoSin detrimento y sin mengua.

Ocasión le vino prontoDe hacer de su arrojo prueba,Que en tiempos como aquél, nuncaFaltan ocasiones de esas.Las partidas enemigasToda la comarca infestan,y dispone San MartínQue, a reconocer la tierraHasta el puerto de Chancay,Un destacamento venga.Escoger entre los bravosVeinte valientes ordena,Para que, al mando de un Jefe,La ardua jornada acometan;Mas, por no agraviar a nadie,A la postre suertes echan,Ya veinte hombres del Numancia

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Nos es propicia la nuestra.Marchamos. Ni un hombre armadoPor el camino se encuentra,Ni en Chancay del enemigoSe hallan vestigios ni nuevas.Pero cuando ya de LimaHemos tomado la vuelta,Bien terribles y segurasNo tardamos en tenerlas.

Entre las dos ensenadasQue el mar hace allí, se elevaUn morro de escasa alturaFormado de rocas negras.Al recodar el caminoPor el pie de esa eminencia,Seiscientos jinetes vemos,Que nos salen de sorpresa.Sobre nosotros avanzan,Lanza en ristre y a carrera,Mas, al ver que somos pocos,Tienen de pronto las riendas.Un oficial sale al frenteCon mucho garbo y soberbia,y rendición nos intimaEn razones descompuestas.Nuestro jefe, el bravo Arango,Nos manda dar la respuestaCon las bocas de los rifles,Dejando ociosas las lenguas.Diez jinetes con su sangreEmpapan la ardiente arena,y los otros aún no danDe haberlo advertido muestras,

Romancero C.-- 8

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Que, a vista de tánto arrojoSe sobrecogen y alelan.Pero presto se recobrany en dos alas se despliegan,y con el mar y sus lanzasDe la lid el campo cierran.Otra vez se manda "fuego!"y otra descarga resuena;y nueva y hórrido estragoLa árida playa ensangrienta.Ahora sí, ardiendo en ira,Los jinetes se atropellanPor caer sobre nosotros,y sus haces desordenan.El choque de armas y estribos,Que se rozan y se estriegan,Fragor estridente formaQue la sangre helar pudieraEn las venas del más bravo,y en las nuestras no la hiela.De aquel puñado de hombresSobre la erguida cabeza,Una tempestad de aceroCon cruda saña revienta;Pero ellos como unas rocas,Incontrastables la esperan,El cuerpo atrás, el pie firme,La vista fija y serena,Serenos los corazones,Caladas las bayonetas.Mucha sangre americanaCon la española se mezcla;Mas de aquélla cada gotaArroyos de la otra cuesta.En el lodo que la sangre

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Ha formado con la arena,Revuélcanse unos heridosy las carnes otros dejanDe los esforzados brutosBajo las pisadas férreas.De los héroes del NumanciaCuatro combatientes quedan;Y, arrastrándose, ocho heridosPor ayudarles se esfuerzan.Arrastrandome iba yo,Destrozada la una pierna,Con un lanzazo en un hombroY un sablazo en la cabeza.Con la resistencia duray el calor de la refriega,El coraje del soldadoSe muda en feroz demencia.La gran masa de enemigosNos agobia y nos aprieta;Y, aunque ya del mar al borde,En rendirse nadie piensa.Con el agua a la cinturaY defendido por ella,Aún hay quien al enemigoCon la voz y el arma ofenda.No de vencer la esperanzaA resistir nos alienta:Nos alienta y nos confortaLa de morir sin cadenas.Mas las fuerzas desfallecen,Llega la hora suprema,y al grito "iViva la Patria!"Del mar a las ondas fierasNos entregamos, buscandoMuerte y libertad en ellas.

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La rabia del enemigoEn pasmo helado se trueca,y en silencio la algaradaAterradora y siniestra.Manda el caudillo españolCon voz alterada y trémulaQue se arrojen a salvarnosLos que a intentarlo se atrevan.Un valiente ser debía.Pues fue tánta su nobleza:Que el valor el que es valienteEn el enemigo aprecia.A doce hombres casi exánimesArrastran a la ribera;y los que antes en destruírlosYa en reanimarlos se extreman.Nuestro vencimiento envidian,De su triunfo se avergüenzany con marciales honoresHasta la ciudad nos llevan.Allí es donde San Martín,Por dejar de esta proezaMemoria que guarden y honrenLas edades venideras,Dar esta insigne medallaA los doce hombres decreta.

Al llegar aquí, el sargentoToma aire de indiferencia,Retuerce el cano bigote,Saca un cigarro, echa yescas,Tiende la vista al soslayoy se marcha a la francesa.

,. MANUEL MARROQUIN

BOMBONA

1822

1

Desde las altas colinasQue dominan de San DiegoLa pradera, que se extiendeAl pie de antiguo convento.

A la izquierda se descubrenDe la ciudad los mil techosy las torres que se empinanAquí y allá sobre ellos.

Enfrente la gran SabanaCual mar de verdura inmenso,El "Valle de los alcázares"Que llamó Quesada un tiempo.

Allí, al pie de la moradaDe los frailes recoletos,Sobre la grama tendidoSe ve numeroso pueblo;

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o recorriendo al acasoLos indecisos senderos,Se confunden y se muevenTodas las clases y sexos:

El menestral con el rico,El noble con el plebeyo,La señora de alta alcurniaCon la mujer del pechero.

Todos aguardan con ansiaAlgún acontecimiento;Que siempre el pueblo doquieraFue curioso y novelero.

Al fin, de un rumor lejanoPercíbese el débil eco:Son pífanos y atamboresy marciales instrumentos,

Que en són de marcha guerrera,y CO:I armonioso estruendo,De las tropas de la PlazaLlegan presidiendo un cuerpo.

En arrogantes corcelesVientn atrás caballerosJefes varios y oficialesCon militares arreos.

Pero entre todos descuellaEl elegante plumeroDel general que presideEl animado cortejo:

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El bizarro Santander,Joven, jefe del Gobierno,

_Que, en ausencia de Bolívar,Ejerce el mando supremo.

Por el camino del NorteTodos se dirigen luégo.Que de las tropas que lleganVan a salir al encuentro.

Ya se divisan soldadosPor la falda de los cerros,y el arma que al brazo llevanBrilla del sol al reflejo.

Las densas nubes de polvoQue en remolinos el vientoLevanta, ya los oculta,y ya aparecen de nuevo.

Al fin se encuentran gozososLos dos veteranos cuerpos,Uno y otro colombianos,y en la guerra compañeros.

Las banderas se saludan,Las cornetas con estrépitoA los "Rifles de la Guardia"Manifiestan su contento.

El General les arengaEn elocuentes conceptos;y a los jefes felicitaPor su bravura y denuedo.

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Mil coronas en sus frentesTraen, que son lauro y premioDe mil espléndidos triunfosy de victorias sin cuento.

Desde las playas remotasDonde Orinoco soberbioPor sus deltas al AtlánticoTributa caudal inmenso,

Hasta las altas regionesQue el más.glorioso sucesoDe nuestra magna contienday de nuestras luchas vieron,

-Boyacá, nombre inmortaly de inmortales recuerdos-El "Rifles," siempre triunfante,Fue el batallón predilecto.

En Gámeza, Apure y Vargas,El "Rifles" siempre impertérrito,Luchó pujante y heroicoContra los hispanos tercios;

y vencedor en la Ciénaga,y de Santa Marta dueño,Fue libertador de Coro,y en Carabobo un portento.

Doquier que esgrimió sus armasAbatió el poder soberbio,y donde sus plantas pusoDe libertad dejó el sello.

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A los gritos de entusiasmoQue forman grato concento,Viriles voces contestan:-"iViva Colombia!" Y el pueblo

- "¡Viva Colombia!" repite,"¡Viva el valeroso ejército,Precursor de nuevas glorias,Defensor de nuestros fueros!"

y en fraternal armoníaRegresan todos contentos,y confundidos descansanEn los campos de San Diego.

II

Otro día gran banqueteEn palacio se prepara,Con que a jefes y oficialesDe los "Rifles de la Guardia,"

- Aguerridos campeonesQue vienen desde Guayana,--El General SantanderPródigamente agasaja.

Las personas principalesEn largos brindis exhalanDel sentimiento patrióticoEl ardor que los inflama.

Todo es concordia y afectoy benévolas palabras,y los "hurras" se repitenEn las espaciosas salas.

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En tanto campestre fiesta,Menos grave y regalada,y menos ceremoniosa,Pero más republicana,

Se adereza en las afuerasDe la ciudad: mesa francaEn que las manos son platos,y son manteles la grama.

De cuatro gordas novillasQue penden de altas estacas,La carne se saborea,Tinta en sangre, medio asada,

Al estilo de los Llanos,Que es también el de campaña;y con otros comestibles,Pan y vino en abundancia,

Obsequios que las señorasPara los huéspedes mandan;Otro opíparo banqueteAl aire libre se instala;

y satisfechos y libresDe etiquetas y de trabas,Por los que están en PalacioLos soldados no se cambian.

Con ellos se mezcla el puebloy toma ración no escasa,y beben todos a unaEntre festiva algazara.

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Los que desde lo alto miranEste cuadro, se solazan,Que es digno de hábil pincelEl risueño panorama:

Aquí grupos de señoras,y de niños y cri'adas,Que con variados vestidosEl campo animan y esmaltan;

Allá garbosos jinetesRecorren la palizaday hacen piafar los caballosy saludan a las damas.

Los vistosos pabellonesQue se forman con las armas,Semejan lejanos barcosSurtos en quieta ensenada,

y en medio ondulan airosasLas banderas de la Patria,Como entre enanos arbustosDescuellan proceras palmas ....

En contraste con el césped,Formando rojizas manchas,Del vivac arden y humeanLas encendidas fogatas.

y para animar el cuadroSus rayos postreros lanzaEl sol que baja al ocasoEntre nubes nacaradas.

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El cielo limpio y serenoDeja ver en lontananzaLas azules cordillerasy las nevadas montañas,

y de los vecinos cerrosHasta el campamento bajan,Impregnadas de perfumes,Las regocijadas auras.

Todos alegres están:Unos ríen, otros cantan,y hasta el bullicioso tipleYa sus acordes prepara ....

Mas, icuán cierto es que en la vidaTodo muda, todo cambia,y que a los dulces placeresSuceden penas amargas!

Ya los simpáticos "Rifles"Solamente dos semanas,Después de alegres festejos,En la Capital descansan.

Los gárrulos oficialesQue en fiestas y cabalgatasSe miraron en los ojosDe las lindas bogotanas,

Para siempre "adiós" les dicen,y no tienen esperanzasDe verlas más, que la guerraLos lleva a tierras lejanas.

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Deber y honor juntamenteA los combates los llaman,¡y tal vez darán la vidaEn holocausto a la Patria! ....

1IlTras porfiado batallar

En guerra larga y dudosa,-No siempre con buena suerte,Mas dondequiera con honra-

Bolívar, el héroe excelso,Cuyas sienes la VictoriaCiñó cien veces ufanaCon inmortales coronas;

Bolívar, el invencible,Cuyas hazañas pregonanUn mundo que libertarany otro mundo a quien asombran;

Bolívar, como el candorQue de la encumbrada rocaSe lanza, y en vuelo osadoHasta el cielo se remonta;

Desde el alto CapitolioSe cierne sobre las ondasQue Colón surcaba un día,Para seguir su derrota.

y si aquél descubre un mundoQue ofrece a la vieja Europa,Este 10 muestra ya libre,Con dignidad y con honra.

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Bolívar, el gran caudillo,Ya terminada la obraQue concibiera su menteSobre las ruinas de Roma-

Ve a Venezuela, ya libre,Ve las ligaduras rotasQue de la Nueva GranadaHicieron una colonia;

Pero no basta al anheloDe aquella alma creadoraVer su Patria independientey ver nacida a Colombia:

Mientras, la América esclava,No sea libre, y señoraDe su suerte y sus destinos,Su genio audaz no reposa.

Vuelve los ojos al SurDo comarcas poderosas,- Hijas del sol y del IncaSujetas a la Corona,

Ayer magnífico imperio,Hoy abatidas colonias,-Quieren también ser naciones,No provincias españolas.

y aunque les falten los bríos,Para ellas sonó la hora,¡Que irán allá con sus armasLos soldados de Colombia!

COLOMBIANO

ilrá Sucre con sus huestes,y con sus lanceros Córdoba,y ante su pendón triunfanteSe alzará la tierra toda! ...

IV

Bolívar está ya en Cali,Donde refuerzos concentraPara marchar al Perúy destrozar sus cadenas,

Libertando al Ecuador,Como necesaria empresa,Que con sólo fiarla a SucreYa la victoria decreta!

En esta noble cruzada,De puntos varios se acercanLas gentes que de los pueblosA nuevas luchas se aprestan.

Los jefes que las comandan,-Al modo que los planetasQue, aunque en órbitas distintas,Del sol en torno dan vueltas -

Hacia el centro luminoso,Que es el genio de la guerra,De todas partes convergeny sus órdenes esperan:

Sanders, que en lides terriblesy en diez batallas sangrientas,De los "Rifles de la Guardia"Siempre triunfó a la cabeza;

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y vino hasta Boyacáy navegó el Magdalena,Hasta dar el grande asaltoQue hizo rendir a la Ciénaga;

El granadino París,Hijo de prosapia egregia,Tan cumplido caballeroComo arrojado en la guerra,

Que de su heroico denuedoDejó fama en Venezuela,Tierra de buenos soldadosy de caudillos de cuenta;

El intrépido León Torres,Tan famoso en la peleaComo esgrimiendo la espada,Que es león en la fiereza;

El impávido Valdés,Del ejército presea,Jefe advertido y valiente,General de nobles prendas;

y Barreta, que en los camposDe batalla recibieraCasi todos sus ascensos,Por su esfuerzo y su destreza;

y García, y muchos otros,Orgullo y prez de la América,Constelación de adalides,Astros de la Independencia.

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Con los "Rifles de la Guardia"El Libertador ordenaQue el batallón "Bogotá"y el invencible de "Neiva,"

- La flor de los veteranos-Sólo una columna sea,Por sus soldados y jefesEn todo digna y selecta.

Es la "Guardia Colombiana"El nuevo nombre que lleva:Legión de homéricos héroesy de invencibles atletas.

Quien de sereno y sufrido,Quien de firme en la pelea,Quien de impávido y resueltoNo haya dado grandes pruebas;

Quien por heroicos esfuerzosy por hazañas extremasNo se hubiere distinguidoEn combates y refriegas,

No merece el alto honorDe que su nombre se veaInscrito con fama y gloriaEn la legión predilecta.

vCon las nuevas que recibe

De Popayán y de PastoSobre recursos que allegaEl ejército contrario,

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]78 ROMANCERO

y el arribo de las fuerzasCon que Murgeón ha entradoA Quito, y que ha producidoEn el Sur grande entusiasmo,

El Libertador 'avanzaSin perder ni tiempo, ni ánimo,Y, como el águila altiva,Se lanza con vuelo raudo,

Y llega hasta el }uanambú,Sin que le estorben el pasoNi guerrillas de pastusosNi asechanzas de patianos,

- Todos amigos de EspañaY fieles al rey Fernando,Atrevidos y valientesY en sus breñas resguardados.-

Las erizadas montañasDel territorio de PastoCon escogidos infantesAtraviesa como un rayo.

Deja atrás el BoquerónY sigue por Guambuyaco,Y hacia el correntoso GuáitaraSe encamina apresurado.

El jefe español García,Que ha recibido el comandoDe una fuerte división,-Más de dos mil veteranos--

COLOMBIANO

Sabiendo que ya se acercanDe Bolívar los soldados,Se dirige a ChaguarbambaPara cerrarles el paso.

Estos, ansiosos del triunfo,Mas tristemente diezmadosPor las mortíferas fiebresDel Alpujarra y del Mayo,

Se reúnen en la haciendaLlamada Molinoyaco,Donde impaciente BolívarSu plan está preparando.

Pasa revista a sus tropas,y tras de corto descanso,De nuevo emprenden la marcha,Arma al hombro desfilando.

Bolívar mismo, en persona,Va a reconocer el pasoDel Guáitara, que rebramay sus aguas va empujando

Por entre escarpadas rocas,Siempre soberbio y airado.Es arriesgada la empresa,Si no imposible en 10 humano,

Entre las tajadas peñasQue van su cauce estrechando,Para tropas y bagajesEncontrar cómodc..'vado.

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180 ROMANCERO

El Libertador desisteDel proyecto, que es en vano,y por Consacá regresaCon designio, un tanto osado,

De pasar por Yacuanquer,O de ir a tomar a Pasto;Mas al llegar a aquel puntoVe sus planes trastornados.

Los enemigos coronanLas alturas de Cariaco,Gruesos muros rocallosos,Inaccesibles peñascos.

Bolívar manda á. Barreto,El más experimentado,Con el Coronel París,A reconocer el campo.

Parten los jefes al punto,y con cautela observandoVan las fuertes posicionesQue el enemigo ha tomado.

Hasta el pie del campamentoLlegan, y se acercan tánto,Que fácil hubiera sidoCon una piedra matarlos.

Cumplida su comisión,De nuevo vuelven al campoy al Libertador informanTodo lo que han observado:

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La izquierda del enemigoSe apoya en los mil peñascosDel Guáitara, inaccesibleAl más formidable asalto;

Contra la pendiente falda,y al pie del "volcán de Pasto,"-Que es el punto menos fuerte,-Se extiende el derecho flanco;

y el centro en espeso bosqueEn que árboles centenarios,Abatidos por el hacha,Hacen el mejor resguardo.

Acción más que temeraria,Imposible, juzgan ambosForzar tales posiciones,O siquiera el intentarlo.

"-Nadie en la empresa vacila":Ellos "con espada en mano,"Dicen, "serán los primeros"En marchar, ejemplo dando."

"Mas, seguro es el desastre"y completo el descalabro,"E inútil el sacrificio"De nuestros pocos soldados."

Los oye atento Bolívar,y permanece callado,y al fin, con vibrante acento,Dice, señalando el campo:

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-"Vencer al débil no es gloria.•.."A vencer al fuerte vamos!"La victoria será nuestra"Mañana: No hay que dudarlo!"

A tan concisas palabrasUn jefe y otro callaron,y a sus cuarteles volvieronTánto valor admirando.

¿y quién al hablar Bolívar,A replicar fuera osado,Si su voz y su miradaEl efecto hacen de un rayo?

VI

Tan cerca están los patriotasDe los fuegos españoles,y tan alta la eminenciaDo se hallan sus batallones,

Que se ven distintamente;y cuando el viento recorreDe Bomboná la llanuraQue entre los dos se interpone,

Las voces que allá resuenanConfusamente se oyen,y sus movimientos dicenLo que se hace y se dispone.

Divísanse las trincheras,Las armas y los pendones>y aun de los diversos cuerposSe distingue el uniforme.

COLOMBIANO 183

Sereno y claro está el día:-Siete de abril.-Son las doce.El sol desde el meridianoAbrasa con sus árdores;

y a presenciar el combateParece que se disponeLanzando rayos de fuegoSobre entrambos contendores.

De cornetas y clarinesSuenan los marciales toques,y de los ruidosos parchesLos prolongados redobles.

Se acercan ya los momentos,y patriotas o españolesHan de ser en pocas horasVencidos o vencedores.

Rompe la marcha, a vanguardia,El General León Torres,Que va a atacar la derechaCon sólo dos batallones:

El "Bogotá" y "Neiva"-o "Vargas"-Por todo seiscientos hombres;El paso firme y resueltoy los semblantes feroces,

En medio de horrible fuegoAvanza, y aunque conoceQue será su intento vano,Nada hay que a este jefe asombre.

184 ROMANCERO

Insiste con pertinacia;Mas el escarpado monte,Que también vomita fuego,A la subida se opone.

Después de larga porfía,y con pérdidas enormes,Resuelve atacar el centroEn que el enemigo esconde

De sus tropas lo selectoPara evitar así el choqueEn terreno abierto y llano,Aunque son muy superiores

En número y armamento,En caballos y cañones.Tamaña audacia y arrojoA los contrarios impone.

De las profundas cañadas,De los escarpados montes,y de las simas horrendasQue por doquier se le oponen,

Mide con vista seguralas medrosas dimensiones;Pero nada obsta a su paso:¡Nada habrá que se lo estorbe!

Con voz de trueno-"jAdelante!"Grita, y a paso de troteLos colombianos emprenden,Bajo fuegos destructores,

COLOMBIANO

Escalar los parapetosy llegar hasta los bordesDe las encumbradas rocasDonde retumban los bronces.

Una lluvia de metralla,De balas y aun pedrejones,Los abruma. Muertos caenEn un instante cien hombres;

y entre polvo y humo y sangreQue empapa la tierra y corre,Descienden al hondo abismoComo descuajados robles.

Mil rayos que desde el cieloHubieran caído sobreLos animosos soldados,No hubieran daños mayores

Causado que las descargasDe los fieros españoles,Que barren desde la alturaJefes, clases y peones.

En el campo yace heridoEl animoso León Torres;y París y Carvajal,y Luque y Micolta y Flórez,

Barrera, Murgueitio y otrosQue la misma suerte corren,Sellan allí con su sangreSu amor a la causa noble

Romancero C. - 9

18)

186 ROMANCERO

De la patria independencia,y se hacen merecedores,Por su heroico sacrificio,A eterna gloria y renombre.

De aquellos bizarros cuerposCuyas hazañas en bronceHa consignado la HistoriaPara admiración del orbe,"

Sanos y salvos quedaron,Después de tántos horrores,Seis gallardos oficialesy sólo sesenta hombres! ...

VII

Mientras tanto en la derecha,Se empeña con rudo enconoEl combate con los "Rifles,"Aquel batallón famoso

Que en un lustro de campañasTriunfó siempre, y tuvo en pocoEl valor del enemigoy su mortífero plomo.

Valdés los manda y conduce,y bastaría esto sóloPara darles fuerza y bríoSi menester fuera. Pronto

Por la ardua pendiente trepanDe aquel gigante orgulloso,Que amenaza cielo y tierraCon el fuego de sus hornos.

COLOMBIANO

Sobre la empinada escarpa,Llena de piedras y lodoy de lava que ha arrojadoEn tiempos no muy remotos,

Las agudas bayonetasVan hincando en tierra todosPara poder escalarEl inaccesible cono,

Que si el pie resbala, ruedanDe los abismos al fondo ....Sin lanzar un tiro avanzan,D~ la inmensa mole en torno.

Las balas llueven sobre ellos,y entre nubes de humo y polvo,Ya se oculta el enemigo,Ya se descubren sus toldos.

Allí están los de Aragón,Aguerridos y famosos,Los soldados catalanes,Y los de Pasto, aunque pocos,

Defendiendo un puentecillaEchado sobre un recodo,Que, cuanto más desmedrado,Otro tanto es peligroso.

Llegan al fin a la cimaPor entre rocas y escollos,Fatigados, anhelantes,Llenos de heridas y lodo;

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188 ROMANCERO

y allí se empeña la luchaCuerpo a cuerpo, rostro a rostro.No disparan sus fusilesLos colombianos, ansiosos

De terminar allí en breve,O la vida o el destrozoDel asombrado enemigo,Dando el todo por el todo.

El fuego amaina a intervalos,y la bayoneta ~óloSe oye crujir en los huesosO en las cotas de los godos.

Sangrey muerte y exterminio,y lamentos, entre el toscoEstampido del cañónQue repite el eco ronco,

Es el cuadro que descubrenDel Libertador los ojos,Siempre atentos al combate,Siempre fijos sobre todos.

De repente se despejaEl aire. Un rayo de gozoIlumina su semblantePoco há sañudo y torvo.

Ha descubierto en el campoDirigiendo el anteojo,Que el desaliento ya cunde,Que reculan temerosos

COLOMBIANO

Los soldados de García,Su jefe audaz. Y de prontoOrdena que el "YencedoresDe Boyacá," que anheloso

De participar del triunfoQuiere auxiliar a los otros,Yuele a atacar las trincherasDel centro, y que de este modo

Al ya derrotado flancoNo pueda enviarse socorro.El éxito fue brillante,Decisivo.... mas costoso:

Quedaron más de cien hombresRevolcándose en el polvoDe aquellos Rifles impávidosQue eran de América asombro.

Heridos, y muchos, hubo,Pero al fin, ya victoriosos,Coronan las agrias crestas,Quedando en el campo solos,

Dueños de armas, de cañonef.,De caballos y de toldos,y de muchos prisioneros,y del equipaje todo.

Mas la noche sobreviene,Desoriéntanse unos y otros;A favor de las tinieblasGarcía con unos pocos,

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190 ROMANCERO

Logra evadirse del campoEntre peligros y estorbos,y los patriotas no puedenManiobrar de ningún modo.

Terminó así este combate,El más sangriento de todos,y nueva espléndida pruebaDel incomparable arrojo

De las tropas colombianasEn esos tiempos heroicosDe abnegado patriotismoy de entusiasmo ardoroso!

VlII

Pronto llega a BogotáDel gran triunfo la noticia,y rápida se propagaComo la eléctrica chispa,

La población se conmueve,Saberla todos ansían,y con alegre semblanteCada cual la comunica.

Todo es en calles y plazasAnimación y alegría,y por doquiera se oyenExclamaciones y vivas.

Al ejército patriotay al Libertador Bolívar,Bendiciones y alabanzasy admiración se prodigan.

COLOMBIANO

El cañón truena, las bandasCon marciales armoníasRecorren también las calles,De la multitud seguidas;

y en las bóvedas sagradasResuena en notas divinasDel nuevo Moisés el himno,Que al pueblo liberta y guía.

Mas entre tánto alborozo,Semblantes tristes se miran ...•El parte de la batallaMil caros nombres registra

De amigos que ya no existen,De personas que la dicha,y el contento y la esperanzaEran de amante familia,

En cuyo hogar ya desierto,En vez de dulces caricias,Sólo se ve triste lutoy llanto en vez de sonrisas.

Aun en femeniles ojosTrémulas lágrimas brillan,y acaso pechos lealesAmargamente suspiran,

Muertas ya sus esperanzasy sus ensueños de dicha,Aunque morir no ha podidoEl amor que allí se anida,

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192 ROMANCERO

Que un corazón noble y tiernoAmará, si es que palpita ....Mas en su mudo dolorGenerosos se resignan:

"En las aras de la Patria"-Dicen -"rindieron la vida" ...."Ah! bendito sacrificio,Que era una causa bendita!" ....

JaSE CAICEDO R.

LOS DOS MESIAS

1822

1

Para matar el fastidioDe las horas del vivac,Dos campeones del PichinchaEn Quito charlando están,Con esa ruda franquezaDe la vida militar,Consuelo de las fatigasy de las penas solaz ....

Tiene la palabra un CaboQue convaleciendo estáDe un balazo, que en el pechoLe dieron al escalarEl "Panecillo," do SucreTumbó la enseña realy alzó el tricolor triunfante,Símbolo de libertad ....

Le escucha y replica a un tiempoUn Sargento colosal,De chamuscado bigote,Ojo vivo y hosca faz,

194 ROMANCERO

Mal ferido de un sablazoQue recibió al dispararUn tiro que, según él,Costó caro a veinte .•.. o más ....

Fuma el Cabo y ronco dice:"Juro, mi Sargento Juan,Que pensé que era mentiraQue existieran por acáJefes de tánto coraje" ....- "iEso sí! pues ¿quién igualPuede ser a don Antonio?"-"Sólo San Martín, quizás!" ...

-"Esas son baladronadas,Cabo Pérez, pues no hay,Fuera del Libertador,Quien se le pueda igualarAl bravo General Sucre;y si alabo al General,No es que sea mi paisano,¡Que yo soy de Bogotá!" ....

- "No hemos de reñir por esto,Mi Sargento: yo jamásAl Libertador he visto,Pero ¡San Martín! ... ya! ya! ...Cuando después de RancaguaFuimos a Mendoza a dar,Miré a don José, y me dije:iEste sí que es General! ...

" Es, Cabo, que usté no sabeNi lo que diciendo está;Si no ha visto a don Simón,Si no lo escuchó arengar,

COLOMBIANO

Si no ha servido a sus órdenes,iNo ha visto un jefe jamás,Ni nada elocuente ha oído,Ni sabe lo que es mandar!" ...

-"Si usté viera a don José:Como un rifle, alto, marcial,Sus ojos, cual dos cañonesQue ya van a reventar. , ..Su boca.... yo de su boca,A decirle la verdad,Nada a don José le he oído;iPues 'mira' por no 'gritad"' .. ,

-"iPues, calle! si hubiera vistoAl Libertador entrarEn acción en Cara bobo,En Araure y Boyacá,y sacar de tino a Boves,A Morillo y Cagigal,No estaría, Cabo Pérez,Hablando tánto de más!"

-- "¡Sargento! ... si a don JoséNo hubiera visto ordenarLa Expedición de los Andes,Convertir en huracánLas tropas en Chacabuco,En Maypú vencer audaz,y en el Callao. , . , y en Lima....Sí! tendría que callarl", ...

- "En Lima! dicen que un añoAllí si.nmoverse está" .. ,-"iDespués de allanarlo todoy jurar la Libertad! , , , .

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196 ROMANCERO

- "iCabo! la pasión 10 ciega"...-"iEsa a usted 10 cegará!"-"iDigo que soy granadino!"-"Yo chileno, y de Chillán!" ...

A la plaza, a rompecinchas,Llega en esto un oficial,Casi solo, pues los suyosSe han ido quedando atrás.-"¿Dónde está el General Sucre?"- "iAllí viene!" . . . . El capitánLe da un pliego.... Callan unos,y otros dicen:- "¿Qué será?" ....

Súbita luz de alegríaSe pinta en la noble fazDel gallardo Sucre, y dice:-"iVencimos en "Bomboná"!"iViva el Libertador!" - "iViva!"Redobla el parche marcial,y a celebrar la victoriaCabo y Sargento se van ....

II

De gala lucen cubiertasLas calles de Guayaquil,y en la margen de la ría,Ancho espejo, a que un jardínOfrece viviente marco,Se ve la gente bullir;Que en ese día se aguardaAl General San Martín.

Airoso, hinchando sus velas,Del Sud se mira venir,Imán de todos los ojos,

COLOMBIANO

Un guerrero bergantín.Es una Estrella su insignia,Que brilla en campo turquí:Señal de que viene a bordoDon José de San Martín!

El Libertador lo aguarda,Pues cita se han dado allíPara decidir de un mundoLa suerte y el porvenir.El pueblo teje coronasPara uno V otro adalid:Si a Bolívar debe mucho,Mucho debe a San Martín!

Formados, hombro con hombro,En línea, con otros mil,Se cuadran Sargento y Cabo,AnslOSOSde decidirCuál jefe muestra un talanteMás airoso y varonil:Si el Libertador BolívarO el Protector San Martín.

- "iFirmes!" .... Firmes están todos,Pero bien se puede oír,En el silencio, que chocanLa baqueta y el fusil,Contando las pulsacionesDe los valientes que allíAguardan ver a BolívarDesfilar con San Martín! ...

Del brazo vienen unidosLos héroes .... ¡Bolívar•... sí! ...Lo ve el Sargento .... una lágrima

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198 ROMANCERO

Se le escapa.... iy es feliz! ...Late el corazón del Cabo,y hace saltar su latirUn botón de su uniformeA los pies de San Martín!

iRaro prestigio del genio:Saber arrastrar y unirEntusiasmo, voluntades,E inspirar el frenesíQue en sus corazones sientenLos que, a lidiar ya morir,Anhelan ir con BolívarO alIado de San Martín! ...

Columna de honor formandoSe ven las tropas seguirA los dos grandes guerreros,Hasta el lugar del festín,Do Roca y Olmedo brindanCon entusiasmo febril,Uniendo a las de BolívarLas glorias de San Martín .•.•

De guardia en contigua salaQueda el Cabo .... - "iNadie oír"Debe 10 que aquí se hable,"Ni vos mismo... ¿entendéis? .. - SU"Márchase el Sargento ... El Cabo,Su orden principia a cumplir;y se juntan trueno y rayo:¡Bolívar y San Martín!

III- Cabo Pérez!- Mi Sargento!

- y ¿qué fue 10 que pasó? ..-lEn qué parte? - En la entrevista;

COLOMBIANO 199

Cuente ... aquí para los dos ....- Rompo la consigna .... y luégo! ...

¿Qué es lo que le da temor?-~¡Que me apliquen la ordenanza! ...-lNo soy el Sargento yo? ....

- Hablaron cosas tan grande.,Que sólo así. ... en confusiónMe acuerdo, que repetían:"Libertad! . , . ¡Derecho! ... ¡Honor! ...ilndependencia! ... iEl Perú! ...¡Futuro! ... ¡América! ... ¡Unión! ...iLa Escuadra! iVictoria! ... ¡Pronto! ...¡Usted manda! ¡Nó: los dos!" ...

No se movió el General;Mientras que el LibertadorSin sosiego se paseaba,y mudando gesto y voz,- "iSeremos libres! decía;Está con nosotros Dios!", . ,Los brazos cruzaba y luégoVolvía a su agitación ,

-¿Pero qué se saca en limpio? , .-- Lo que en limpio saco yoEs que al Callao y a LimaHabrá luégo expedición ,

¿y quien mandará? - Está claro:Don José.... Digo que no ....-- iApuesto que don José! , ..-- ¡Apuesto que don Simón! ...

200 ROMANCERO

IV

- Mi Sargento: estoy de viaje!¿Para dónde? .. --"Para el Sur,

Con mi General, que hoy mismoSe va de nuevo al Perú."- ¿Cómo? .. "A renunciar el mandoy a poner bien a la luzLas cosas para que puedaEl Libertador, segúnLo estime más oportuno,Ir, romper la esclavitud,Derrotar a los realistas,y después.•.. quién sabe.... ¡Abur! ...-¿Pero qué razones tiene? ..

Ante el peligro comúnMi General cede el mando,¡Que no 10 cedió en Maipú,En tanto que al enemigoNo puso de oro y azul! .-Tal vez del Libertador .-Sin la menor acritudSe aleja...• ¡Con qué victoriasy galones!...

-~Pero aúnNo entiendo ....

- ¿No está mirandoQue se abrazan? ..

-Sí. ..--"¡Salud!" ...

J. A. SOFFIA

LA HEROINA DE HUAMANGA

1822

1

UN TENIENTE REALISTA

Embozado en luenga capa,Calado el ancho sombrero,La espada ceñida al cintoy el paso firme y resuelto,Iba Fernando de SilvaDe la noche en el silencioDe la ciudad de HuamangaPor un callejón estrecho.Que era el tál de pocos humos,A leguas lo iban diciendoSu faz de ave de rapiñay su porte altivo y fiero.Nunca en su torva miradaPor un instante se vieronLa piedad ni la ternura,Que eran sus ojos espejoDe las sordas tempestadesy pasiones de su pecho.Poco hacía que llegaraAl Perú desde Toledo,

202 ROMANCERO

Del ejército reálistaComo Teniente de un cuerpo.Mas sólo en calles y plazasAtrevido y pendenciero,Dado, más que a honrosas lides,Al vino, al amor y al juego,Su corazón carecíaDe aquel varonil esfuerzo,En los reveses, sufrido,y en los peligros, sereno.Por esto sin duda algunay por otro fuerte empeño,Trazas se dio de quedarseDe guarnición. Eran tiemposDe terror, luto y zozobraEn aquel heroico pueblo:Aquí se' muestra una ronda,Acá se oyen graves, lentos,De un centinela los pasos,Acullá en chillón acentoGrito de alarma se escucha,y todo es armas y aprestos.Unos en silencio sufren,Otros amenazan fieros,A éstos el temor agita,La esperanza halaga a aquéllos,y en todos crece la angustiay el hondo desasosiego.Mas, de repente, se páraEl don Fernando, y con recioGolpe en una puerta tocaDe un pobre casuca viejo,Llamada a que nadie acudeNi nadie responde dentro.Impacientado el Teniente,

COLOMBIANO

De nuevo llama, y el ecoDel aldabonazo rompePor otra vez el silencio.Tras breve pausa rechinaLa ancha puerta, y el destelloDe un triste farol alumbraCon incierta luz el suelo.- ¿Qué mandáis, señor de Silva?Dice con cascado acentoLa voz de un hombre que sóloSaca afuera medio cuerpo.-Pregunta extraña, a fe mía;Bien sabéis a lo que vengo,-Contesta el Teniente hispanoFrunciendo ya el entrecejo;y con mal fingida calmaProsigue airado diciendo:- Por última vez os pidoCuanto en la vida es mi anhelo:La mano de vuestra hija,A quien tánto estimo y quiero.

Lo que me pedís no estáEn mi mano concederlo; _.-Responde el otro; - es AndreaDe mi vejez el consuelo;Su voluntad es mi ley,Cual padre amoroso y tierno,y ella, señor don Fernando,Ni en efigie puede veros.- ¡Vive Dios! que he de vengarme,

Replica el mozo altanero;y 10 que no de buen gradoPor fuerza habré de obtenerlo.- Obrad como os pareciere,Ya que no cual caballero;

203

204 ROMANCERO

Mas sabed que vuestra rabiaNi vuestra venganza temo, -Dijo, y las pesadas hojasCerrando con duro estrépito,El buen don Pedro BellidoSe retiró a su aposento.

Lleno de insano coraje,Convulso, atónito, ciego,Desencajado el semblante,y más pálido que un muerto;Mirando aún cual si vieseA aquel pobre y débil viejoQue audaz oponer osabaA su honda pasión tropiezo,Un largo rato quedóseA solas con su despecho,Hasta que al fin en un banco,De aquel casuca no lejos,A meditar su venganzaSentóse el Teniente ibero.

Il

CELOS

Ya en el lejano horizonteIba asomando la luna,Con triste y pálido brilloQue apenas la tierra alumbra;Las tinieblas de la nocheFormando extrañHSfiguras,Que ya ligeras se apartanY ora en montones se agrupanPoco a poco iban cambiandoEn blancas sus vestiduras.

COLOMBIANO

Nada interrumpe el silencio,La soledad nadie turba:Sólo un can a veces se oyeQue lúgubremente aúlla;Cuando de pronto el TenienteRuido de pasos escucha.Sobrecogido de espantoAlza la frente ceñuda,y a un hombre ve, cuya sombraEn la pared se dibuja,Que cauteloso se acercaCon pisadas insegurasDe la casa de don PedroA una ventana negruzca.Las maderas de la rejaAbrirse ve él sin ventura,y ve por entre los hierrosSalir una mano ebúrnea,Que estrecha el desconocidoCariñoso entre las suyas.Oye el ruido de dos voces,y en vano escuchar procura,Que del idioma en que se hablanNo entiende palabra alguna;Ve también, y ojalá. ¡cielos!No le hubiera visto nunca,A la luz tibia y dudosaDel astro que el éter surca,Envuelta en blanco ropajeDe una mujer la figura,Que inclinándose al galán(Que así el Teniente lo juzga),Le alarga un pliego cerradoQue él a tomar se apresura,Marchándose incontinenti

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206 ROMANCERO

Con precipitada fuga,Mientras otra vez la rejaCon leve ruido se ajusta.El celoso castellanoPor sólo un instante duda,y en pos del desconocidoCorre, vuela, como furiaEscapada del infierno,Perseguida por sus culpas.Lleva en su robusta manoLa larga espada desnuda,y al verle correr pareceSaeta que el aire cruzaLlevando toda la rabiaDe la mano que la impulsa,y la venganza y la muerteEn la enherbolada punta.

III

ESCENA MUDA

Era en punto media noche:Hora en que los campos tomanUn triste y lóbrego aspectoy una soledad me.:lrosa;En que la luz de los cielosSe confunde con las sombras;En que parecen los árbolesNegras, fantásticas momias,y el viento callado duermeDel bosque en las secas hojas;y en que doquiera pululanEndriagos que el miedo evoca.Por un estrecho sendero

COLOMBIANO

Que miles de curvas formaAl oriente de Huamanga,En una tendida loma,Un hombre a pasos igualesNo camina sino trota.Nada su marcha detiene,Ni le asusta, ni le asombra,Ni atrás ni adelante echaMirada escudriñadora;Mas al llegar a un parajeCubierto de negras rocasEn que el estrecho senderoHacia un peñón se recada,Pasos siente acelerados,Vuelve la cabeza, y sordaA un tiempo silba una balaQue una pierna le destroza.Vacila un instante y caeComo árbol que el hacha corta,Mientras que avanza el aleveCon faz iracunda y torvaQue, cual oso carnicero,A su víctima se arroja.En vano es que se defiendaDe la mano que le ahoga,Que si valor no le falta,Las fuerzas ya le abandonan.Con esfuerzos sobrehumanosLucha hasta el punto en que todaLa daga le hunde en el pechoAquella tigre furiosa.Entonces, icobarde afrentaDe la hidalguía española!Arrebatarle a un cadáverUn pliego cerrado logra.

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208 ROMANCERO

IV

LA PRISIO!\;

En un calabozo oscuroEncerrada está la hijaDel buen don Pedro, acusadaPor un Teniente realistaDe enviar a los patriotasCircunstanciadas noticiasDe una expedición iberaQue de Huamanga salíaA sorprender no muy lejosLas insurgentes guerrillas.¡Padre infeliz! ¡triste Andrea!Pruebas hay que testificanLa acusación: que a un correoLe quitaron con la vidaVarias notas importantes,En lengua española escritas,Referentes todas ellasA la expedición fallida,y una misiva amorosaTrazada en dialecto quichua,Al jefe de los patriotasPor Andrea dirigida.Ella con valor heroicoDel cargo no se vindica,Ni a sus cómplices descubre,Ni teme perder la vida;Antes declara que el fuegoDe la libertad le anima,Que aborrece a los tiranosDe la tierra de los Incas,y que es su mayor anheloVer su Patria libre y digna,

COLOMBIANO

Esto y mucho más oyeronDe aquella criolla heroína,Tan hermosa cual si fueraNacida en Andalucía,Con mudo asombro los jueces.En vano ocurre el de Silva,Su acusador, a brindarleLibertad, amor y dicha;Movida de su belleza,En vano de persuadirlaTrata ya con amenazas,O con ruegos, la justicia.ilnútil es todo empeño!¡Su firmeza no vacila!Hasta que por fin los juecesLa crüel sentencia dictan,Que oye en silencio la joven,Pálida pero tranquila.

vVICTIMA y VICTIMARIO

Por una calle desierta,Al seco y triste redobleDe un tambor, marcha un piqueteDe soldados españoles.Lleva en medio una mujerDe esbelto y severo porte,Cubierta la hermosa frentey vestida de crespones,y cabizbajo caminaA su lado un sacerdote.Aquel pueblo parecíaPor sus propios moradores

Romancero C. - 10

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210 ROMANCERO

Abandonado al castigoDe enemigas invasiones.iQué calma! iqué hondo silencio!iTerrible y mudo reprocheQue hacen los pobres esclavosA sus sañudos señores!De cuando en cuando las rejasDe algunas casas, por dondeEl convoy pasa, rechinanAl girar sobre sus goznes.Llega la escolta a la plaza,Y, cumpliendo con sü orden,Los tristes preparativosDe la ejecución disponeUn oficial, cuyo rostroA su misión corresponde.Sobre un enlutado bancoSe sienta la hermosa joven,Alza los ojos al cielo,La negra falda recoge,Y aguarda así que se cumplaSu fin desgraciado y noble.El concurso retrocedeConsternado, y sólo un hombreA pocos pasos de AndreaQueda fijo como un poste.Pálido, meditabundo,Aguda pena le absorbe,y a don Fernando de SilvaNadie en él ya reconoce,Que es víctima el desgraciadoYa de su venganza innoble.Mas de pronto el atamborSuena con triste redoble;V éndanle a Andrea los ojos,

COLOMBIANO 211

Que espera la muerte inmóvil;Hacia atrás le atan las manos,y entonces, ioh Dios! entoncesA un mismo tiempo se escuchanDos sordas detonaciones,y se oyen dos campanadasEn una vecina torre.Huyen escolta y gentíoAl grito de "iLópez!" "iLópez!"Mientras que a escape un jinete,Por una calle perdióse,Maldiciendo a los tiranos,Cuya saña arrebatóleDe un golpe la flor preciadaDe sus bellas ilusiones.

Queda desierta la plazaHasta que viene la noche,y entonces varios soldadosDos cadáveres recogen:El de Fernando de Silva,El aventurero innoble,y el de la heroica doncella,Cuyo preclaro renombreComo estrella resplandeceCon diamantinos fulgoresEn el cielo de la Patria,Entre un sistema de soles.

JORGE ROA

BOLIVAR EN PATIVILCA

1824

1

Asoman ya las aurorasDe ochocientos veinticuatro,y feliz e independienteEs el pueblo colombiano.Sobre las charcas de sangreQue en sus valles desolados,Combatiendo sin respiro,Sus buenos hijos formaron,Altiva la Patria ostentaSus pendones soberanos.-La paz prodiga sus donesSobre los marchitos camposy la sangre está oreadaCon el calor del trabajo.-A su protectora sombray envuelto en su doble mantoDe libertad y de gloria,Es este pueblo gallardo,Honor de su continente,Por el mundo respetado.

214 ROMANCERO

¿Pero en dónde están los fieles,Los valientes veteranosQue tan hermosa NaciónCon su valor libertaron?¿Por qué de su bella PatriaNo se encuentran estos bravosEn los ya libres hogares,Tranquilos y descansando?-- Silencio!- Para la gloriaNo hay frontera ni vallado,y el orbe todo, es pequeñoPara el valor colombiano.Estos hijos del combate,De la libertad soldados,No pueden soltar el armaQue lleva su fuerte brazoMientras existan cadenas,Mientras existan esclavos!--Escucharon los lamentos,Las súplicas que, angustiados,Desde apartadas regionesDirigieron sus hermanos,y sin vacilar partierony extensos mares cruzaronPara acudir a la citaQue la gloria húboles dado. --Sobre las ardientes pampasDel territorio peruano,Han levantado sus tiendas,Llenos del mismo entusiasmoy del bélico ardimientoCon que en sus nativos llanosSe aprestaban al combate!Son pocos: --Son un puñado

COLOMBIANO

Que va a luchar con legionesFormadas por veteranosQue muestran sobre sus frentesLos triunfos de catorce añosEn la americana lucha.-No importa!-Sólo han contadoAl enemigo en su patriaDespués que el triunfo alcanzaron-y adelante. - Han prometidoLibertar un pueblo hermano;y los hijos de Colombia,Tan valientes como honrados,Siempre supieron cumplirJuramento que empeñaron!-En el imperio del sol,El sol se encuentra anubladoy extintos sus luminaresPor la traición de Pizarra,y ellos quieren encenderCon luz de fuego los farosDel sol de la libertadEn el cielo del indiano.-Desiertos, faenas rudasy un batallar sin descansoEn su intento les esperan,y están solos-nó-Me engaño.No están solos - ¡Les ayudanTres invencibles aliados:"Dios, su valor y Bolívar •••.•"El Coloso Americano!"

II

Empero, la situaciónEs por demás angustiadaPara estos bravos guerreros

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216 ROMANCERO

En su empresa noble y santa.-Desde las cimas del AndeHasta las desiertas playas,Que con sus dormidas olasEl mar Pacífico baña,Los españoles dominanCon sus vencedoras armasLos campos ricos y hermososDel imperio de Atahualpa.--Veintidós mil veteranosTriunfantes en cien batallasQue aguerridos Capitanesy expertos Tefescomandan,El dominio secularSostienen allí de España.-- Sus tropas son en AméricaLas mejor disciplinadas -Armas escogidas tienen;Recursos en abundancia,Porque ellos solos imperanEn las más ricas comarcas.-- En los rigores del climay en el risco y la montaña,Probadas están sus huestes,y en sus banderas galanasVense brillar los blasones,Ilustrados por la fama,De quince siglos de glorias,De quince siglos de hazañas.-y a la fe que ellos abriganEn su valor y sus armas,Agregan el justo orgulloDe ser hijos de la razaDe los que la Media Luna

COLOMBIANO

Abatieron en Granada ....y en sus altivas almenasAlzaron cruces cristianas.

1Il

Para oponer a estas huestes,A Bolívar acompañanLos valientes adalidesDe Colombia prez y galay los tercios destrozadosDe las legiones peruanasPor sus imperitos JefesTristemente dispersadasDe Oruro al DesaguaderoEn desastrosa campaña. -- A las órdenes de SuereDe Huaraz a Cajamarca,Sin pasar de cuatro mil,Los colombianos acampan. --- Del país los batallonesQue en Trujillo se formaban,Mal contados ascendíanA tres mil doscientas plazas. - --- Agotado estaba el sueloPor la lucha prolongada,y hasta el azote del hambreA presentarse empezaba;y cual triste complementoDe tan terribles desgracias,La emulación, la discordia,La rencilla y la cizañaDerramaban su venenoSobre las filas peruanas,y aniquilaban su fuerza.-Perfidias inesperadas

217

218 ROMANCERO

La frente del Gran CaudilloConstantemente nublaban,Mas no eran parte a abatirSu valor ni su arrogancia.- Porque la fe y el denuedoA Bolívar nunca faltan!Para él las desgracias sonDardo~ que el destino lanzaPara estrellarse impotentesContra el acero de su alma.--Cuando todos desesperan,Bolívar más grande se alza,Como la palma se yergueSobre las débiles cañas.-- Cuanto más fuerte es la luchaQue contra él se desata.Más vigor cobra su espírituy más alto se levanta:Así como en las tormentasDe los cielos, siempre el águilaBate y extiende orgullosaCon más violencia sus alas.

IV

En estos tristes momentosDe dificultades tántas,De constantes sinsabores,De decepciones amargas,Traidora y grave dolenciaAl Libertador asaltaAl cruzar de "Pativilca"La ardiente costa malsana.-Si al espíritu del héroeNo humilla ni abate nada,Tántas fatigas minaron

COLOMBIANO

La materia siempre flaca,Vaso débil, impotentePara contener esa alma.-- En esta terrible pruebaQue el destino le depara,Es cuando el héroe se ostentaEn toda su inmensa talla;Porque él domina en la tierra,Como en los aires el águila!

vEs una tarde de enero:

Con su lumbre amortiguadaBrilla el sol en OccidenteComo una hoguera lejana.-El ambiente está sereno,Tibia la atmósfera y clara;La brisa apenas murmuraEntre las añosas palmas,y en el descuidado huertoDe humilde y pajiza casa,El Libertador de AméricaDe sus dolencias descansa.-Convaleciente está apenas,Pero aún la fiebre le abrasa.-Sobre su rostro ha dejadoLa enfermedad tristes marcas:-Sus ojos están hundidos:La nariz tiene afilada,y surcan hondas arrugasSu frente morena y ancha: ---Demacrado está su cuerpo,Marchita su faz y pálida.--Su labio a veces dibujaUna sonrisa y se apaga.--

219

220 ROMANCERO

De lino una blanca vendaLa cabeza en giro abarca,Pero no alcanza a ocultarLos lauros que la entrelazan.Medita como adormidoPor el soplo de las auras.-Despierta, y lanza la vistaSobre la tendida pampa,Tras del pequeño .cercadoQue el pobre huerto demarca.---Otras veces alza al cieloSu penetrante mirada,O la fija con ahincoSobre la costa lejana.-Hunde luégo la cabezaEn sus manos descarnadas,y en ella se echa de verQue algo extraordinario pasa.-Es que en ese débil cuerpoDe un gigante bulle el alma.

VI

Bolívar se halla sumidoEn algo que le aletarga,Cuando es despertado súbitoPor la voz de su ordenanzaQue la visita le anunciaDe un antiguo camarada.--Es Mosquera, el noble amigoQue al fundador de su PatriaViene a rendir homenaje.-- Pronto en el sitio destacaDon Joaquín su bello rostroy su figura gallarda,y el estadista y el héroe

COLOMBIANO

Con entusiasmo se abrazan. -- Después de cruzarse amable~Frases sinceras y gratasSobre la campaña próxima,Diálogo animado entablan,- "¿y qué noticias traéis?"Dijo el guerrero.-"Muy malas,"Contestóle el diplomático:"Canteracse encuentra en Jauja,Con un formidable ejércitoQue a nuestros bravos amaga."- "¿y Laserna?" - "Con sus huestesDe la cordillera baja." --"¿Está fuerte Torre-Tagle?"-"iAh, señor! ya consumadaSu traición, es evidenteQue vende su misma Patria."--"¿Los valientes de Colombia,Cómo están?"- "En Cajamarca,Acosados por las fiebres,Desnudos, con pocas armas,Pero, como siempre, listosPara emprender la campaña."-"¿Las tropas de los limeñosEstán prontas yequipadas?"--"Después de la defecciónDe Tagle y Berindoaga,La división las corroe,y el rencor las despedaza."- "¿Han llegado los recursos

De Guayaquil?" -"Ya abrumada,Colombia no puede enviarlos."-Una idea triste, amarga,Nubló la frente del héroe,Y contestó: "La desgracia

221

222 ROMANCERO

Hoy se ensaña, como nunca,Contra nuestra noble causa." --"Perdida, dijo Mosquera,La veo y sin esperanza.IY qué os proponéis hacerEn situación tan aciaga?"-Saltó el héroe de su asiento,y al absorto camaradaContestóle impetÜoso,Más con fuego que palabras: --"IQue qué pienso hacer? ¡Triunfar!Colombia me lo demanda:Al Perú lo he prometido:Mi gloria me lo reclama;Mis bravos lo cumplirány lo sellará mi espada.-¿Que qué pienso hacer? ¡Triunfar!Como he triunfado en mi Patria,Como triunfé en Boyacá,Como triunfé en las llanadasQue guardan a Carabobo,y como triunfé en las faldasQue sostienen el Pichincha."-y exaltado continuaba:-- "De ese horizonte tan negroQue os confunde y os espanta,Yo disiparé las sombrasCon el brillo de mis armas."-y siguió vuelto hacia el mar:- "En esas tendidas faldasDonde Francisco PizarraLos pendones de la EspañaHace tres siglos tiñóCon la sangre americana,Del castellano poder

COLOMBIANO

La tumba será cavada.-y los españoles mismosSobre esas tranquilas aguasEquiparán sus veleras.Con sus grímpolas arriadas,Para dejar para siempreEstas ardorosas playas."--y agregó mirando al campo:-"Esta espléndida campaña,Estas hermosas regionesQue besa el sol con sus llamasy que un Virrey castellanoDomina, oprime y ultraja,Serán provincias felicesDe una Nación soberana.-Yo romperé sus cadenasCon el filo de mi espada,y con galas de señoraVestiré esta noble esclava."~-y viendo, n0 con sus ojos,Sino con la fe del alma-"Mirad, dijo, más allá,Si a ver los ojos alcanzan,Entre aquellas densas brumasQue juntan cielo y montañas,y hallaréis a Cunduncurca:Es del Candor la morada,y allí templarán sus tiendasLa Libertad y la Patria.-y más lejos - Ese puntoDonde el horizonte acaba,Es el Cuzco - El Señorío;La magnífica comarcaDe los soberanos Incas,Es del sol la ciudad santa

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224 ROMANCERO

Que há tres siglos,-extranjerosCon su dominio profanan tI_

--"Más lejos aún-La crestaQue cual fortaleza alzadaSe divisa entre las nubes,Es Potosí,-última rayaDe este poderoso imperio.-Escuchad.... sobre esas pampas;Sobre esas regias ciudades;Sobre esas torres lejanas;Sobre el monte, sobre el Ande,Sobre esas cimas heladasYo elevaré victoriosaLa bandera americana."-- Calló el héroe, y en sus ojosResplandeció viva llama:Era el Dios de la victoriaQue su frente coronaba!

VII.

Han pasado once meses.- Las legionesQue Bolívar y Sucre comandabanDespués de rudo batallar sin tregua,Coronaron su homérica campaña.-Los nobles hijos de la gran Colombia,Que dejaron los valles de su patriaPara romper la secular cadenaQue ceñía los brazos de su hermana,No satisfechos con haber segadoLaureles sin cesar desde las PampasQue baña el Orínoco hasta los PradosQue con su espuma fertiliza el Guayas,Ciento y cincuenta leguas recorrieronDel imperio del Inca en las comarcas,Libertando provincias con sus pasos,

COLOMBIANO 225

y victorias contando por batallas.-- y libre es el Perú.-Ya el territorioQue desde el mar se extiende a Chuquisaca,No es el feudo de reyes extranjeros:¡Es República libre y soberana!--La contienda cesó.-Los colombianosDe obra ya alzaron en su empresa santa,y en Trujillo, Huamanga, Paseo, Arica,En Cangallo, Arequipa y Rumipampa,En Cunduncurca y en las altas torresDel regio Cuzco, y en la cima blancaQue yergue el Potosí sobre los hielos,Tremola la bandera americana,En sangre tinta, pero más gloriosa,Con frescos lauros por el triunfo orlada.-y todo concluyó. -Los castellanos,Los hijos de los héroes de Numancia,Que vencieron al moro y al latino;Los que ocuparon la imperial Granaday al coloso del siglo resistieron;Los que al mundo aterraron con sus armasy al sol le señalaron horizontes,Vencidos en la lid sangrienta y franca,Rindieron los pendones de CastillaDel héroe americano ante las plantas.

Perdonados .... los restos españolesSurcaron del Pacífico las aguas,y deshaciendo el rumbo de Pizarro,Para siempre dejaron esas playas......................................................................La promesa del héroe en PativiIca,Que aún en el huerto de la choza vaga,Con sangre, sobre el mármol de la gloria,En lunín y Ayacucho fue sellada.

226 ROMANCERO

Es fama que después partió BolívarA contemplar la tumba de Atahualpa;y dobló la rodilla ante la losaQue el polvo de los siglos ocultaba.-Al noble Inca revelarle quisoQue era libre y feliz su hermosa Patria.--Oró sobre el sepulcro, y volvió al cieloSus brillantes pupilas empañadas;Pero un rayo del sol rompió las nubesQue su disco de fuego circundaban;y ese sol que los Incas adoraronDel sacro templo ante la augusta ara,Sobre el tostado rostro del guerreroEvaporó la generosa lágrima.

J. M. QUIJANO W ALLIS

EL CURA DE PUCARA

1825

El año de veinticinco,Cuando fue el LibertadorAl Cuzco, por visitarLa grande Casa del Sol,Llegó un día a Pucará,De que era Cura RectorEl noble don Choquehuarse,Que de los Incas nació.Hubo 10 que había entoncesCuando entraba Don Simón:Mucho arco y mucho cohete,Mucho laurel, mucha flor,y sobre todo muchísimoContento de corazón.El Cura salió a encontrarle,y luégo que con él dio,Esta arenga le dirigeCon firme y robusta voz:

"De unas tribus de salvajesQuiso hacer el Sumo DiosUn imperio poderoso,y a Manco Cápac crió.Pecó su raza, y entonces,Como manda al aquilón

228 ROMANCERO

A purificar la tierra,A los Pizarros mandó.Después de tres largos siglosDe castigo y expiación,Tuvo piedad de la América,¡Bolívar! y os mandó a vos;y así el hombre de un designioDe la Providencia sois.Nada de lo hecho hasta aquíPor héroe o conquistador,Se parece a lo que hicisteisEn veinte años de labor;y para que nadie puedaImitar vuestra alta acción,Preciso es que no haya un mundoDe que ser Libertador.

"Fundasteis cinco naciones,Cuyo progreso velozColocará vuestra estatuaDonde ninguna alcanzó."Con los siglos vuestra gloriaCrecerá tánto, señor,Cual la sombra de los montesCuando ya declina el 501."

Calló el buen Cura, y callabaAdmirado Don Simón,Quien con ser hombre elocuenteNo hallaba pahbra o vozPara responder, y al caboTuvo por cosa mejorEcharse en brazos del Cura,y en SlIS brazos se arrojó.

JaSE jOAQUIN ORTIZ

LA TUMBA DEL SOLDADO

1825Tras las azules montañas,

Que un ancho valle circundan,Entre ráfagas de fuego,El sol su frente sepulta.A la margen de un arroyo,Que alegre salta y murmura,Bajo frondosos naranjos,Una casita se oculta;y no lejos, en la faldaDe una colina, que cruzanVarios senderos, blanqueaEntre sauces una tumba,Que con sus postreros rayosEl sol moribundo alumbra.Llega la noche: entre nieblasRotas, la menguante lunaDerrama en montes y vallesPaz, y misterio, y tristura.Sólo interrumpe el silencioQue reina en torno, la agudaVoz de los grillos, o el cantoDe la agorera lechuza,O el apacible arroyuelo,Que alegre salta y murmura.

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Un hombre, cuyas miradasEntre las sombras fulguran,y que tiene la ancha frenteSurcada de hondas arrugas,Por sendero tortüosoCon lento paso a la tumbaSe dirige, que entre saucesSe ve blanquear confusa.Una mujer lo acompaña;Enlutadas vestidurasLleva; y un espeso mantoSu talle y cabeza oculta.

Suena en la vecina aldeaEl toque de ánimas; zumbaEntre robles y arrayanesTriste la brisa nocturna;Rimbomban lejanos truenosQue la tempestad anuncian;y entre la hojarasca suenanPesadas gotas de lluvia.De los rápidos relámpagosLa trémula luz deslumbra;Ráfagas raudas de vientoInclinan las altas puntasDe añosos pinos que crecenSobre las peñas desnudas .

.Los que van por el senderoSu lento andar apresuran;y se detienen delanteDe la humilde sepultura.Ante la cruz, que en las sombrasImponente se dibuja,

COLOMBIANO 231

Ella cae de rodillas,El en pie los brazos cruza;y ambos oran silenciososCon veneración profunda.El hombre con voz solemneEstas palabras ~ronuncia:"Murió vuestro hijo lidiandoPor la Patria; vivo duraEn mi ejército el recuerdoDe sus virtudes; y nuncaOlvidaré su constancia.Su incomparable bravura;Pedidme alguna mercedy os la otorgaré. - Si algunaRetribución merecieraQuien cumple el deber, la puraEmoción de ver al nobleBolívar, que su alta alcurnia,y sus méritos olvidaPara visitar la oscuraHuesa del pobre soldado,Fuera recompensa suma.- Pedid, no obstante, señora;Pedid, que hay deudas que abruman.-Pues bien, señor, tengo otro hijo,A quien apenas apuntaEl bozo; quiero que lleneEl lugar que en esta luchaTuvo su hermano; y que vengaVencedor, o que sucumba.Quiere responder Bolívar,Mas su garganta se anuda;y pensativo se apartaDe la humilde sepultura.

RICARDO CARRASQUILLA

CUBA

1827

Cual canastillas de floresQue flotan en la laguna,y al rayo del sol de agostoLas blandas brisas perfuman;

Como bandadas de cisnesQue nadan en la onda pura,En su imperceptible huellaDejando copos de espuma,

Tallas huérfanas AntillasSobre las olas se agrupany hacia el golfo mejicanoEl raudo andar apresuran.

La Florida, como el brazoDe un gigante, se dibujaTendido en el mar, queriendoCortar la marcha importuna.

La mayor de las viajeras,La que encabeza la fuga,La mártir de la familia,La más codiciada, Cuba,

Romancero C.- 11

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Torciendo el cuerpo flexibleDescribe garbosa curva,y huyendo al halcón del Norte,En el Sur amparo busca,

y parece que en el senoCariñoso se refugiaDe Yucatán, que a su encuentroSale en las aguas profundas.

El acento de sus quejas,Cual melancólica música,En las costas colombianasVibra con ecos de angustia.

La atmósfera está enlutadaCon densa humareda turbia;El cañón con voz de muerteAún en los aires retumba;

El sol, distante de Ocaso,Quiere alumbrar, y no alumbra,y el mundo parece envueltoEn vacilantes penumbras.

Orillas del mar CaribeMás espléndido fulguraEl astro que inflamó en ascuasy luz toda una centuria.

Es el Padre de la América,Alma de un mundo en la cuna,Que se asoma al OceanoPorque un ¡ay!doliente escucha.

y percibe, de las náufragasQue vagan entre la bruma,El crujir de los grilletesy las rotas vestiduras.

COLOMBIANO

y exclama: "iNada hemos hechoTras tántos años de lucha!No hay libertad en AméricaMientras llore esclava Cuba!"

y a su voz se aprestan rápidasLas huestes que en las llanurasDe Carabobo, ayer mismoGanaron victoria fúlgida;

y ya bajan de los AndesLos que vencer acostumbran,Los de Ayacucho y Junín,Soldados de faz adusta.

¡Ay del castillo del Morro,Do el pendón altivo undula!¡Caerá al fuego americano,Cual cayó San Juan de Ulúa!

y el cañón de los vencidosReyes de Europa caduca,Que desde la Antilla siervaA pueblos de héroes apunta,

Con su cureña hundiráseEn el mar que 10 circunda;Que Cuba, de la realezaVa a ser la postrera tumba.

y en Panamá se dan citaTodas las nuevas Repúblicas,Como en un nuevo ParnasoDe la Libertad las Musas.

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236 ROMANCERO

** *Pero ¿qué voz estridente

La franca alegría turba?¿Qué nota desapacibleAl través del canto cruza?

Como en la cena sagrada,¿Hay aquí también un Judas?En un santuario de libres¿Quién de Libertad se asusta?

Cambió se en toca de dueloEl velo blanco de nupcias,Sus lámparas apagaronLas vestales taciturnas.

y en el fúnebre silencioDe una tarde sin ventura,Vuelve a oírse en los alisiosQue en los trópicos susurran,

Un gemido lastimeroDe mártir que espera y duda,Con la cadena opresoraAún atada a la cintura.

iHenry C1ay!¡Muchos millonesDe esclavos tu nombre encumbran,Porque los llamaste "hermanos"Ante las soberbias turbas!

iTú también, Adams, brillasteEn esa nación augusta,Que es única en la grandezaComo en la igualdad es única!

COLOMBIANO 237

¡Pero del mar se levantaUn lamento que os acusa!¡Sofocasteisel suspiroDe un pueblo libre en la cuna!

¡Vuestra gloria fue egoísta,Vuestra libertad es trunca!¡Quebrasteis vuestras cadenas,y forjasteis las de Cuba!

¡Sólo en ti, gigante espíritu,La fe no vaciló nunca!¡Sólo en ti, Bolívar, hallanLos genios su propia alcurnia!

iWáshington te hubiera oído,El sólo estaba a tu altura!iTu dolor fue no hallar almasTan grandes como la tuya!

RAFAEL M. MERCHAN

LAS DOS CORONAS

1827

La cuna de hombres insignes,La valerosa Caracas,Al primero entre sus hijosA recibir se prepara.Desde la tierra del IncaVuelve la noble miradaA su madre, que en peligroSu fuerte apoyo demanda;No vacila, corre al puntoy con su presencia apagaDe fratricida contiendaLas devastadoras llamas.Todo es júbilo y contento;Vuelve a los pechos la calmay perdona con grandezaLa ímproba rebelde audacia.- "Ante el iris de ColombiaLa discordia huye espantada ....Llenan lágrimas de gozoEl corazón de la Patria ....Olvidad lo que sepáisDe las horas ya pasadas,y que su recuerdo borreEl olvido con sus alas."

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Tales fueron de BolívarLas magnánimas palabras.

La cuna de hombres insignes,La valerosa Caracas,Al primero entre sus hijosA recibir se prepara.Viste de laurel sus calles,De brocado sus ventanas,y el perfume de las floresLleva la brisa en sus alas.Tejen coronas las bellasy primorosas guirnaldas;La bandera de ColombiaQue adorna torres y casas,Alegremente se agitaRemecida por las auras;Mil gritos el aire llenan,y las sonoras campanasTocando a fiesta repican,Que es la fiesta de la Patria.Bolívar toca a las puertasDe la ciudad adorada,Donde mecieron su cunaLas frescas brisas del Avila,Donde entre risas y juegosPasó su dichosa infancia.Ese niño que inocenteAl pie de las regias palmasVieron un tiempo correrTras las mariposas gayas,Ese, es el mismo que hoy vieneCon las sienes coronadasDe laureles recogidos

COLOMBIANO

En los campos de batalla;El mismo que ha perseguidoPor llanuras y montañasA los enemigos fierosQue ante sus huestes temblaban,y huían de su presenciaCual las mariposas vagasQue en un tiempo perseguíaEn las pintorescas faldasQue alegra el Catuche undosoCon el rumor de sus aguas.

La cuna de hombres insignes,La valerosa Caracas,Al primero entre sus hijosA recibir se prepara.El Libertador ya llega;Su salvador lo proclamaEl alborozado pueblo;A la basílica avanza,y allí con humilde frenteA su Dios tributa graciasPor la paz que ha conseguidoSin apelar a las armas.Cantado el sacro "Te Deum,"Sale del templo. A sus plantasRiegan flores quince vírgenesQue nuevos himnos ensalzanLas glorias de ese guerrero,Que son glorias de la Patria.Dos bellas niñas le ofrecenDe laurel verdes guirnaldas,La una al que la IndependenciaAseguró con su espada;

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La otra al que de VenezuelaLa guerra civil apaga.El las recibe en sus manos,y tomando la palabra,Con su elocuencia de fuegoQue las almas extasiaba,Dice: -"Un ángel me presentaDos coronas. La una pagaEl triunfo que conseguimosy simboliza pujanza.Ha sido el triunfo del pueblo,Que es quien su sangre derrama;Téngala el pueblo," y la arrojaAl pueblo que lo idolatra.--"Esta otra, que es de laureles,Es para la hueste armadaQue selló la Independenciacon su sangre en las batallas.Todos sois Libertadores,Todos llevasteis las armas,A vosotros correspondeEsta corona: tomadla."y ese brazo prepotente,Que férreos yugos quebrantaLa arroja también al pueblo,A ese pueblo que honra y amaA aquel que hizo pueblos libresDe las colonias esclavas,y que, después de que rompeLas cadenas que lo ataban,Es el primero que enseñaQue hasta la frente más altaDebe respetar del puebloLa majestad soberana!

]ERONIMO ARGAEZ