la cultura popular en la europa moderna ii

104
Estructuras de la cultura popular La cultura popular en la Europa moderna 235 234 ocasiones mientras ejercían sus funciones una costumbre que parece haber pervivido hasta los días de Pierre Pujade 24 Otros hombres de negocios, especialmente los usureros, los que acumulaban grano y los que poseían monopolios, tampoco se esca paban de las críticas. Thou Usurer with thy money bags, That tiveth so at ease: By gaping after goid thou dost Thy mighty God disptease; And for thy greedy usury And the great extortwn: Except thou dost repent thy sins, Heti fire wztl be thy portion. (Tú usurero con tu bolsa de dinero, Que vives en desahogo: Con la boca abierta después de recibir el oro Puedes caer en el disfavor de Dios; Y por tu ávida usuTa Y tus grandes extorsiones: A menos que no te arrepientas de tus pecados, Et fuego del infierno será tu destino.) Así nos presenta una balada satírica de 1612. En períodos de escasez o inflación —como a finales del siglo xvi o del XVIII— los mercaderes eran acusados (especialmente los «sanguijuelas de Géno va» en España) de «absorbentes» o «acaparadores», es decir de crear una escasez artificial buscando el máximo de beneficios. Dentro de esta categoría se incluía a aquellos que poseían monopolios, como sir Giles Mompesson cuyo control sobre las licencias para abrir cer vecerías, probablemente le convirtió en uno de los hombres más odiados de Inglaterra. En un grabado de 1621 era atacado con la siguiente inscripción: for greedy gain the thrust the zi.eak to wall And thereby got himsetf the devzt and ¿iii. Mousnr, págs. 115 y sigs.; Berc (1974a), págs. 484, 625 y sigs.; cifr. de la evidencia noruega en Koht (1926), págs. 167 y sigs., 23$ y sigs. (Por acumular grano, pone al débil contra la pared Y de ese modo consiguió el diablo y todo lo demás. Epulón, cuya historia era contada en diversas baladas ( la Child, 56) y representada en las paredes de las cervecerí prototipo del rico egoísta invocado, por ejemplo, en una c. nima inglesa de 1795 referida a las angustias del pobre. Alt mente, el avaro podía ser presentado como una figura cómi un tonto que siente más pena por perder el dinero que su como le sucedía al Reginaid Money-Bags (Reginaldo Portar o al John Eye of the Penny (Juan Ojo al Céntimo) de las teatro galesas en el siglo xviii 25 Comparándolo con el abogado o el mercader, el mdc relativamente mejor parado de la sátira. En los cuentos po en las obras de teatro de Inglaterra, Alemania e Italia el ni retratado como un ignorante, pedante, astuto y codicioso, más una figura cómica que un villano; quizá la razón par. encuentre en que la mayoría de los artesanos y los campe tenían una experiencia directa con los médicos y sus emolum Después de un paseo por esta galería de pícaros, el lectc preguntarse dónde están los héroes de la clase media. Hay t pb de abogado honesto, quien llegó a ser canonizado por bretón Saint Yves presentado como un intermediario entre y el rico. Si en el siglo xix el héroe-emprendedor era com no sucedía en el período moderno. Con una excepción, la Ir de los siglos XVII y XVIII. En ella nos encontramos a héro «el viejo Hobson, un londinense alegre» (un camisero acau el pañero de Berkshire, Jack de Newbury, Simon Eyre, el b yor de Londres y, sobre todo, Dick Whittington. La pop de este último y la inexistencia de un personaje similar en nente, nos lleva a sugerir que Inglaterra era una «sociedad b el éxito individual» ya antes de la Revolución Industrial» 27 23 El usurero en H. E. Rollins, A Pepysran Garlan], Cambridge, 1922 Mompesson en George, pág. 12; sobre la Francia y la Inglaterra del siglo xv págs. 246 y sigs., Rudé (1964), caps. 1, 7, y E. P. Thompson (1971 y Gales, T. Parry, A !-1isto,—’ of WelsI, Ltterature, Oxford, 1955. págs. 267 y 26 Motzf_rndex, X. 372; Chambers (1933), índice bato .doctor; Keller, 48, 82, 85, etc., y D’Ancona (1891), 1, pág. 578. 27 Sobre el emprendedor, T. Deloney,Jack of Newbu7, Londres, 1596 que tuvo al menos quince ediciones en el siglo xvii) T. Deloncy, The Gen mo en era el a anó iativa como da, tal nedas) ras de sale ares y ico es ro es lb se os no :os 26 uede ejem- lo, el obre esto iterra :omo ado), ma ridad onti da en úm. 5; Cobb; sobre ms. 6, libro Crafi,

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Estructuras

dela

culturapopular

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna235

234

ocasionesm

ientrasejercían

susfunciones

unacostum

breque

parecehaber

pervividohasta

losdías

dePierre

Pujade2

4

Otros

hombres

denegocios,

especialmente

losusureros,

losque

acumulaban

granoy

losque

poseíanm

onopolios,tam

pocose

escapaban

delas

críticas.

Thou

Usurer

with

thym

oneybags,

That

tivethso

atease:

Bygaping

aftergoid

thoudost

Thym

ightyG

oddisptease;

And

forthy

greedyusury

And

thegreat

extortwn:

Exceptthou

dostrepent

thysins,

Heti fire

wztl

bethy

portion.

(Túusurero

contu

bolsade

dinero,Q

uevives

endesahogo:

Con

laboca

abiertadespués

derecibir

eloro

Puedescaer

enel

disfavorde

Dios;

Ypor

tuávida

usuTaY

tusgrandes

extorsiones:A

menos

queno

tearrepientas

detus

pecados,E

t fuegodel

infiernoserá

tudestino.)

Así

nospresenta

unabalada

satíricade

1612.En

períodosde

escasezo

inflación—

como

afinales

delsiglo

xvio

delX

VIII—

losm

ercadereseran

acusados(especialm

entelos

«sanguijuelasde

Gén

ova»

enE

spaña)de

«absorbentes»o

«acaparadores»,es

decirde

crearuna

escasezartificial

buscandoel

máxim

ode

beneficios.D

entrode

estacategoría

seincluía

aaquellos

queposeían

monopolios,

como

sirG

ilesM

ompesson

cuyocontrol

sobrelas

licenciaspara

abrircer

vecerías,probablem

entele

convirtióen

unode

loshom

bresm

ásodiados

deInglaterra.

Enun

grabadode

1621era

atacadocon

lasiguiente

inscripción:

forgreedy

gainthe

thrustthe

zi.eakto

wall

And

therebygot

himsetf

thedevzt

and¿iii.

Mo

usn

r,págs.

115y

sigs.;B

erc(1974a),

págs.484,

625y

sigs.;cifr.

dela

evidencianoruega

enK

oht(1926),

págs.167

ysigs.,

23$y

sigs.

(Poracum

ulargrano,

poneal

débilcontra

lapared

Yde

esem

odoconsiguió

eldiablo

ytodo

lodem

ás.

Epulón,

cuyahistoria

eracontada

endiversas

baladas(

laC

hild,56)

yrepresentada

enlas

paredesde

lascervecerí

prototipodel

ricoegoísta

invocado,por

ejemplo,

enuna

c.nim

ainglesa

de1795

referidaa

lasangustias

delpobre.

Alt

mente,

elavaro

podíaser

presentadocom

ouna

figuracóm

iun

tontoque

sientem

áspena

porperder

eldinero

quesu

como

lesucedía

alR

eginaidM

oney-Bags

(Reginaldo

Portaro

alJohn

Eye

ofthe

Penny(Juan

Ojo

alC

éntimo)

delas

teatrogalesas

enel

sigloxviii

25

Com

parándolocon

elabogado

oel

mercader,

elm

dcrelativam

entem

ejorparado

dela

sátira.E

nlos

cuentospo

enlas

obrasde

teatrode

Inglaterra,A

lemania

eItalia

elni

retratadocom

oun

ignorante,pedante,

astutoy

codicioso,m

ásuna

figuracóm

icaque

unvillano;

quizála

razónpar.

encuentreen

quela

mayoría

delos

artesanosy

loscam

petenían

unaexperiencia

directacon

losm

édicosy

susem

olumD

espuésde

unpaseo

poresta

galeríade

pícaros,el

lectcpreguntarse

dóndeestán

loshéroes

dela

clasem

edia.H

ayt

pbde

abogadohonesto,

quienllegó

aser

canonizadopor

bretónSaint

Yves

presentadocom

oun

intermediario

entrey

elrico.

Sien

elsiglo

xixel

héroe-emprendedor

eracom

nosucedía

enel

períodom

oderno.C

onuna

excepción,la

Irde

lossiglos

XV

IIy

XV

III.En

ellanos

encontramos

ahéro

«elviejo

Hobson,

unlondinense

alegre»(un

camisero

acauel

pañerode

Berkshire,

Jackde

New

bury,Sim

onE

yre,el

byor

deL

ondresy,

sobretodo,

Dick

Whittington.

Lapop

deeste

último

yla

inexistenciade

unpersonaje

similar

ennente,

noslleva

asugerir

queInglaterra

erauna

«sociedadb

eléxito

individual»ya

antesde

laR

evoluciónIndustrial»

27

23El

usureroen

H.

E.R

ollins,A

PepysranG

arlan],

Cam

bridge,1922

Mom

pessonen

George,

pág.12;

sobrela

Franciay

laInglaterra

delsiglo

xvpágs.

246y

sigs.,R

udé(1964),

caps.1,

7,y

E.P.

Thom

pson(1971

yG

ales,T.

Parry,A

!-1isto,—’

ofW

elsI,L

tterature,O

xford,1955.

págs.267

y26

Motzf_rndex,

X.

372;C

hambers

(1933),índice

bato.d

octo

r;K

eller,48,

82,85,

etc.,y

D’A

ncona(1891),

1,pág.

578.27

Sobreel

emprendedor,

T.

Deloney,Jack

ofN

ewbu7,

Londres,

1596que

tuvoal

menos

quinceediciones

enel

siglox

vii)

T.

Deloncy,

The

Gen

mo

enera

ela

anó

iativacom

oda,

talnedas)ras

de

saleares

yico

esro

eslb

seos

no:os

26

uedeejem

-lo,

elobreesto

iterra:om

oado),m

aridadonti

daen

úm.

5;C

obb;sobre

ms.

6,

libroC

rafi,

ose

veíana

sím

ismos

losartesanos

‘ilos

campesinos?

La

iedores,los

zapaterosy

otrosartesanos

hasido

vistaen

nteriores(supra,

págs.76

ysigs.).

Más

difíciles

descubrir

quetenían

desí

mism

oslosam

pesinos,ya

fueseJacques,

e,K

arsthanso

JuanL

abrador.A

unquees

claroque

debe

:autelososcon

iostextos

impresos

queintentan

presentár

importante

queestudiem

osalgunos

deellos,

yasea

por

)flreeditados

confrecuencia

oporque

nosm

uestrana

los

oscom

ounos

héroes.toria

delrey

Salomón

yde

Marcolfo

esde

tiempos

medie

oginariamente

estabaescrita

enlatín,

perodurante

elsi-

muy

populary

setradujo

adiversas

lenguas,por

loque

tenerlaen

cuenta.M

arcolfo,quien

aveces

esretratado

unahorca,

esun

campesino

«desem

blantedesgraciado

y

podíaparecer

tonto,pero

triunfabasobre

elsabio

Salomón,

Lndoque

era<(m

uylocuaz,

elocuentee

inteligente».O

tro

ioal

quese

presentabacon

tintescóm

icosera

elitaliano

no,quien

triunfabasobre

ungrupo

dem

ercaderesen

una

2de

acontecimientos

queiban

dela

brutalidadal

sadismo

28

om

ásinteresante

erael

campesino

francésB

onhomm

eM

i

sdeluego

eraun

pobrehom

bre,pero

debuena

naturaleza.

erdado

hospitalidada

dosviaieros,

Pedroy

Pablo,se

le

udeseo.

Misre

pediráúnicam

enteque

«todoaquél

que

niperal

[suúnica

propiedaden

estem

undo]no

podrábajar

;taque

yolo

desee».G

raciasa

esteartificio,

cogea

unladrón

dejarálibre

sólotras

prometerle

queno

volveráa

robarlela

ocodespués

Misére

eslo

suficientemente

inteligentecom

o

apara

lam

isma

Muerte,

aquien

liberaluego

dearrancarle

esade

quepodrá

quedarseen

latierra

«tantque

lem

onde

inde».M

isrees

presentadocom

opobre,

pero«content

de

née»;sim

ple,pero

notanto

como

puedaparecer;

generoso,

1597(m

ásde

veinteediciones

afinales

delsiglo

xvzIl);H

.B.

Wheatley

(cd.).

yof

Dtck

Whium

gton,L

ondres,1885,

introducción;D

.Piper,

..Dick

Whtt

dthe

Middle-C

lassD

reamof

Success.’,en

R.

Brow

ne-M.

Fishwick,

Heroes

rC

i4lture,B

owling

Green,

1972.

Gordon

Duff

(cd.).The

Dzaloguc’...

between

theW

tseK

ingS

oto

rnon

and

ws,L

ondres,1892;

A.

Zenatti

(cd.),Storza

diC

ampriano

Conradino,

Bolo-

aE

structurasde

lacultura

popular237

yfinalm

ente,indestructible.

No

debeextrañarnos

queeste

cuentofuese

tanpopular.

aU

ncuadro

similar

sobreel

deseode

acomodarse

aun

confortm

odesto,surge

deun

poema

muy

popularen

laE

scandinaviadel

sigloX

VIII:

Ronde

Lyckan

(Exito

campesino):

En8te

kzørsbonde

sombayer

enhaest

Gudfrygtzg

ogaer-tig,

godnaboe

dernaest.Sin

Gud

ogK

ongtroe

med

hverm

andsattest.

frtidet

touv-halted,god

venm

edsin

Praest.V

edinted

afL

aensmand

ejhetter

noenrest.

Roer

tangtop

zskougen,

barskieldum

nogengiaest.

Erfrie

forH

erregaarden,krig

hungerog

paest.V

elbruger

sinager,

eng,spade

oftaest.

Og

stidersit

vadmet,

skznd-buxerog

vaest.fortig

med

sinH

ustrue,den

hanhaverfaest.

Samt

gtadi

sitarbeid,

dentever

atter-baest.

(Un

campesino

conocho

vacasque

poseeun

cabattotem

erosode

Dios

yhonesto,

también

buenvecino.

fiela

suD

iosy

asu

reycom

otodos

podrántestim

oniar.C

ojeaun

pocoy

esbuen

amigo

desu

vicario.N

adasabe

deljuez,no

debenada

anadie.

Vive

enlo

más

recónditode

losbosques,

raravez

tieneun

huésped.

236La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Elpue

común

¿Cc

deios

páginala

ima

Boborr

mos

senoslos.que

fucam

pe:La

vales,gb

XV

debemllevan(S

UC

iO»

demos

campe

Cam

psecuerMsére.Por

1-concesubade

éla

quifruta.parala

priserasa

de

Londr

I1e

?,z.tingtorof

Pop

Marco

nia,1

OOoOOOOaeOaOaac444c4e4aaaacaaaa

238La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Eslibre

deldom

iniode

todoseñor,

guerra,ham

brey

plaga.H

acebuen

usode

sutierra,

pradopala

yhorm

a.L

levaropas

hechaspor

élm

ismo,

pantalonesde

cueroy

chaleco.A

ctúade

acuerdocon

suesposa,

yla

tienecerca.

Esfeliz

consu

trabajo,al

queam

apor

encima

detodo.)

29

eSi

ellector

encuentraeste

cuadrodem

asiadoidealizado

paraser

cierto,conviene

resaltarque

suprotagonista

huyedel

terratenientecom

ode

laplaga,

quedebe

sulibertad

avivir

«enlo

más

profundodel

bosque»y

queno

haceservicio

militar

graciasa

sucojera.

Elanónim

oautor

deestos

versos,com

oM

arcolfo,C

iprianoy

Misére,

noes

tansim

plecom

opuede

parecer.A

unqueno

setrate

deun

verdaderoautorretrato,

nospresenta

unaim

agencon

laque

podíaestar

deacuérdo

cualquiercam

pesino.La

representaciónque

delcam

pesinodaba

elartesano

esm

enoslisonjera.

Lahostilidad

entrela

ciudady

elcam

poera

muy

intensaen

muchas

zonasde

Europa

duranteel

períodom

oderno.U

nco

nflicto

intensificadopor

elhecho

deque

muchos

delos

habitantesde

lasciudades

—incluidos

losartesanos—

eranpropietarios

depeque

ñosterrenos.

Esta

prácticaparece

habersido

particularmente

intensaen

Italia,por

loque

noes

unacasualidad

quealgunas

delas

imáge

nesdel

campesino

como

malvado

seanitalianas.

Así

loexpresa

Lem

alitiedi

villani(Los

suciostrucos

delos

campesinos),

unacanción

quedeclara

queéstos

son«com

oanim

ales»y

que:

Inm

al farsi

sonoastuti,

SiIi

vecchicom

ei putti;

1m

epar

ribalditutti,

Con

br

none

dapraticare,

De

villaninon

tefidare.

29

Cham

pfleu

ry,

De

lalirtérature

populaireen

France,París,

1861;hay

catorceediciones

conocidasde

estecuento

antesde

1800.Para

Bonde

Lyckan,

pintadosobre

unatabla

enuna

casade

campo

noruegadel

sigloxviii

(ahoraen

Oslo,

Norsk

Fo

lkem

useum,

núm.

81),Landsverk,

pág.52,

yK

oht(1926),

págs.261

ysigs.

Estructuras

dela

culturapopular

(Enhacer

mal

sonastutos,

Tanto

losviejos

como

losjóvenes;

Todosm

eparecen

pícaros,N

ohagas

negocioscon

ellos,N

ote

fíesdel

campesino.)

Una

obrade

teatrodel

sigloX

VI

tienecom

ovillano

Biagio,

«uncam

pesinopérfido»

(unperfido

villano),quiel

menta

elprecio

delos

productosque

vendeen

elm

ercado,castigado

porello

porun

grupode

ciudadanos.La

palabrasignifica

aun

tiempo

«malvado»

y«cam

pesino)),una

situactam

biénse

daen

ingléscon

laspalabras

«villain»(m

alvadollein»

(pueblerino).D

esdeuna

perspectivam

enossatírica,

ktantes

delas

ciudadesy

susportavoces,

como

Hans

Sachs,los

campesinos

como

figurascóm

icas.Su

obraH

einzin

Ni

seburla

delsencillo

campesino

quellega

ala

ciudadpara

losprivilegios

delos

ciudadanos;un

tema

recogidode

unaitaliana

sobreun

campesino

quequiere

llegara

serun

ciudacFerrara.

Lam

oralejade

estecuento

esclara:

¡campesino,

men

tulugar!

30

Lasm

ujerestam

biéntenían

queconocer

sulugar,

ajuz

lasim

ágenespopulares

(masculinas)

dela

mujer

malvada,

laincluso,

laheroína.

Lam

ayoríade

lasheroínas

popularese:

jetosadm

iradosno

tantopor

loque

hacían,sino

porlo

quePara

lasm

ujeres,el

martirio

era—

virtualmente--—

elúnico

haciala

santidad;así,

podemos

encontrarnosnum

erosassobre

vírgenesm

ártires,que

loúnico

quenos

cuentanes

lasque

sufrierony

cómo

murieron:

SantaA

gata,cuyos

pechoscortados;

SantaC

atalina,que

fuedescuartizada

sobreuna

SantaLucía,

ala

quele

sacaronlos

ojos,y

asícon

otrasn

Particularmente

popularen

losPaíses

Bajos,

Franciay

Alem

ala

historiade

Genoveva

deB

rabante,una

esposafalsam

entede

adulterio,que

porello

fuerepudiada

porsu

marido

yh

viviren

elbosque

hastaque

fuecom

probadasu

inocencia.1

sivascom

olas

anterioreseran

dosde

lasheroínas

quea

n

JOD

.M

erlini,Saggio

diricerche

sullasatira

contra1

villano,T

urín,189

presenrazronedi

Bragto

Contadino,

Florencia,1558;

H.

Sachs,H

einzin

frotrolad’un

villandat

Bonden

cheser

votevafar

cirradinin

Ferrara(V

enfecha

perodel

sigloxvi).

239

ntal

ncreendolan

o,i

que«

vi

bah

íana

ibergtenerLción.0

dete

nte

por

iíae,

ob

rían.T

ufO

ndas:urasero

nteda;:has.

erasadao

depa

udo

Rap

erg;

sin

1

240La

culturapopular

enla

Europa

moderna

1 papelde

santasen

lospaíses

protestantes:la

castaSusana

teacusada

yposteriorm

entereivindicada

como

Genoveva)

mte

Griselda,

ambas

muy

celebradasen

lasobras

deteatro

enlas

dem

arionetasinglesas

oen

loslibretos

populares

Tam

biénera

pacientela

Cenicienta

yotras

muchas

heroínas

entospopulares.

Lom

ismo

puededecirse

dela

Virgen

Ma-

figuraobediente

(laA

nunciación)o

dolorosa(la

Crucifi

dithm

atandoal

tiranoH

olofernessería,

eneste

sentido,la

-ique

confirma

laregla

31

ujerm

alvadaes

retratada,sin

embargo,

enactitudes

activas,

estáreprendiendo,

seduciendo,provocando

mal

tiempo,

ro-

lechedel

ganadode

suvecinos

ogolpeando

asu

marido.

nderanciade

lasm

ujeresentre

losacusados

debrujería,

es

evidenciade

lafuerza

delas

tradicionesm

isóginasen

la

opular.Para

confirmar

estopodríam

osrecurrir

am

ultitud

otas—

algunasde

ellasrecogidas

enlos

libretospopulares—

,

;tenen

loanteriorm

entevisto.

Con

estas,lo

quese

tendía

arera

elpeligro

quese

correcuando

secree

alas

mujeres:

lilay

laesposa

dePutifar,

eranprototipos

emocionalm

ente

lerososde

mujeres

fatales32•

Losn

ginados

iadrode

Jasijciedad

nopuede

estarcom

pletosi

noestudia

)5m

arginados.U

ntipo

dem

arginadosfue

vistoa

menudo

roes:

losproscritos.

Usam

osde

unaform

adeliberada

un

neutral«

roscrito»outtaw

arareferirnos

atodas

aque

nde

vidaue

seo

oníana

iasautoridades

estabeci

as.

loen

elm

arnos

encontramos

alpirata

ingléso

azecroover

s.E

ntierra

estabanlos

salteadoresde

caminos

ingleses,el

scocés,el

strassenraüberalem

án,el

banditoitaliano

(original

:onocídocom

o«exiliado»

yposteriorm

entecom

o«bandi

)relos

santos,R

eau(n.

15);una

obrade

teatrosobre

Susanaen

Keller,

ybaladas

enN

oreen-Schuck;

unlibreto

populardanés

sobreG

riseldatuvo

treceediciones,

1528-1799.re

lasm

ujerescom

obrujas:

Thom

as(1971),

págs.568

ysigs.,

Midclfort,

‘ysigs.,

yM

onter,págs.

118y

sigs.;sobre

susengaños,

Motzf—

index,f.

585.1,

(ctfr.Le

matizie

delledonnt’,

Venecia,

apro

.1520,

yotros

trabajosen

ese

aE

structurasde

lacultura

popular241

do»),o

elbandolero

español.Si

nosatenem

osa

lasevidencias

apor

tadaspor

lasbaladas,

elproscrito

parecehaber

sidouna

figuram

ásim

portanteen

lacultura

popularde

laE

uropadel

esteque

enla

deloeste:

elrazboinik

ruso,el

toupeníkcheco,

eluskok

croata,el

bét

ar

húngaroo

elhajduk

dela

Europa

delsureste.

Labaja

densidadde

poblacióny

larelativa

debilidaddel

podercentral,

permitió

quelos

proscritosproliferaran

enm

ayorm

edidaen

eleste

queen

eloeste,

alo

quehay

queañadir

queun

campesinado

más

pobrey

enfeudadosim

patizóen

mayor

gradocon

ellos,al

contrariode

laactitud

seguidapor

uncam

pesinadom

áslibre

ypróspero

.

Losproscritos

separecían

más

alos

soberanosque

alos

santos,tendiendo

aser

conocidosúnicam

enteen

lasregiones

dondeactua

ban.La

reputaciónde

Robin

Hood

secircunscribía

aInglaterra,

lade

Joande

Serrallongaa

Cataluña

yla

deStenka

Razin

aR

usia.Por

razonesno

muy

claras,durante

elsiglo

xviii

aparecieronnuevos

ynum

erososhéroes

procedentesdel

grupode

losproscritos.

Espro

bableque

lacausa

deesta

situaciónse

encuentreen

lam

ayordifu

Siónde

lasbaladas

ylos

libretospopulares,

loque

permitió

inmor

talizarunos

nombres

quede

otraform

ahubieran

sidoolvidados,

y

fijólas

distintasproezas

quecon

eltiem

poserían

transferidasa

otros.En

elsiglo

xviii

tenemos

alcosaco

rebeldeE

milian

Pugacheven

Rusia;

enlos

Cárpatos,

aO

leksD

oubu;

enE

slovaquia,a

Juraj

J ánoík;en

Andalucía,

aD

iegoC

orrientes,«el

bandidogeneroso»;

enN

ápoles,a

Angiolillo;

enInglaterra

alcapitán

Kidd

(nacidoen

Escocia),

Rob

Roy

yD

ickT

urpin,salteador

decam

inos,escalador,

cazadorfurtivo

ycontrabandista.

EnFrancia

podemos

encontrarnosa

Cartouche,

quienlideraba

unabanda

deladrones

enParís,

ya

Mandrin,

elorganizador

delcontrabando

enel

Delfinado

Que

losproscritos

fuerancreadores

dem

itos,nos

sugiereque

satisfacían

losdeseos

reprimidos,

permitiendo

queel

pueblocom

únse

vengaseim

aginariamente

deunas

autoridadesa

lasque

habitualmente

obe

decíanen

lavida

real.El

tema

centralen

lasleyendas

quetenían

como

protagonistasa

>H

obsbawm

(1959y

1969)son

losestudios

clásicossobre

losfuera

dela

lev,

eninglés

;cifr.

Dom

okos,E

eckaute,Fuster

eY

.C

astellan,La

cultureserbe

auseud

det’zndépendence,

París,1967,

p.igs.125

ysiss.

‘Sobre

Pugachev,A

vrich,cap.

4,y

Pascal(1971);

sobreJínoíík,

Melichcrík;

sobreD

iegoC

orrientes,C

aroB

aroja(1969),

cap.17,

yC

.B

ernaldode

Quirós-L

.

Ardila,

El

bandolerismo,

Madrid,

1931;sobre

Angiolillo,

B.C

roce,L

arivotuzione

napolitanadel

1799,B

ari,1912,

apéndices;sobre

Kidd,

Bonner.

jugaba(falsarry

lap

alemar

danesede

losría,

urxión).excepc

LatantobandoLa

prla

mej

culturde

anique

ira

enfaEva,m

uy1

Elm

oscom

otérm

ilj(

Actu

holanreive:m

e nt-II

núm.

alrncr

págs.K

.44.

géneraa

242La

culturapopular

enla

Europa

moderna

losproscritos,

esque

éstosenderezaban

aquelloque

estabatorcido

yayudaban

consus

accionesal

pueblocom

ún.R

obinH

oodrobaba

alrico

paradárselo

alpobre,

como

noslo

sugierendiversas

baladas,especialm

enteU

naproeza

deR

obínH

ood(C

hild,117)

yL

av

erda

derahistoria

deR

obínH

ood(C

hild,154).

Esta

característicallegó

aconvertirse

enun

lugarcom

únen

todaslas

biografíasde

proscritosproducidas

enlos

paísesde

hablainglesa.

Rob

Roy,

como

Robin

Hood,

solucionabael

problema

deun

hombre

pobredándole

eldinero

quedebía

auno

rico,para

luegorobárselo

aeste

último.

Dick

Turpin

introdujoseis

librasen

lacasa

deuna

mujer

pobre,un

gestoque

recuerdala

caridadde

sanN

icolás.T

ambién

enE

spaña,una

baladatradicional

nosrefiere

que:

Diego

Corrientes,

elladrón

deA

ndalucía,que

a¡os

ricosrobaba

ya

tospobres

socorría.

Eltem

adescrito

estabasom

etidoa

variacioneslocales,

aladap

tarsea

lasdiversas

necesidades.L

asbaladas

sobreStenka

Razin

noslo

muestran

castigandoa

losoficiales

injustosy

ahorcandoa

ungobernador

ensu

propiocadalso

porsu

condiciónde

tirano.D

eA

ngiolillose

decíaque

defendíael

honorde

lasm

uchachasvírgenes,

oque

vendíabarato

eltrigo

alos

pobresen

tiempos

decarestía

Más

importante

esque

elproscrito

eradescrito

enunos

términos

tomados

delestereotipo

delcaballero.

Robin

Hood

era«cortés»:

«Nunca

hacíadaño

anadie

/si

estabapresente

unam

ujer».Stenka

Razin

aparecíaen

lasbaladas

como

unbogatyr,

unhéroe

guerrerotradicional.

Serrallongacom

oun

«galán»en

todosu

sentido.M

andrin

destacabapor

su«politesse...

avecle

beausexe»,

yen

unade

susbiografías

esdescrito

como

preaux,«esforzado»,

unadjetivo

asociado

conR

olandoy

otroshéroes

delos

romances

decaballería.

Sinem

bargo,los

proscritosno

siempre

eranidealizados.

Serra

llongabien

pudohaber

sidoun

héroepopular,

perosus

compañeros

deprofesión

eranvistos

bajouna

luzdistinta,

como

noslo

sugierenalgunos

libretospopulares

catalanesdel

sigloX

VI.

Losversos

sobreun

talIanot

Poch,resaltan

«losm

alesy

desastres»que

ély

subanda

SobreR

obR

oy,The

HighL

sndR

ogue,L

ondres,1743,

págs.20

ysigs.;

sobreT

urpin,The

Genkine

Hsstory

ofthe

Lifeof

Rzchard

Turt’in,L

ondres,1739;

sobreD

iegoC

orrientes,C

aroB

aroja(1969),

pág.368;

sobreA

ngiolillo,B.

Croce

(n.34).

Estructuras

dela

culturapopular

243

habíancausado,

llegandoa

sugerirque

estaba«poseído

pordia

blo»(endiablado)

yque

eracruel

conel

pueblocom

ún.

La

pobragent

robavesfins

losclaus

delas

parets.

(Ala

gentepobre

lesrobabas

hastalos

clavosde

lasparedes.)

De

unaform

asim

ilar,la

baladasatírica

El

adiósa

losm

ccapitán

Kidd

(1701),nos

preseta

asu

protagonistacom

oor

ycruel,

unascaracterísticas

reelaboradasen

unaversión

amdel

sigloX

VIII

36

Silas

actitudeshacia

elproscrito

sonalgunas

vecesam

b:am

bivalentes,la

imagen

quese

dabade

otrosm

arginadoser

embargo—

rotundamente

clara:se

lespresentaba

como

malv

crueles,sin

añadirningún

otrotipo

decualificación.

Los

ejm

ásobvios

entretodos

eranlos

turcos,los

judíosy

lasbruj;

Laim

agenpopular

delturco,

ode

cualquierotro

musulm

lade

unblasfem

oque

renegabade

Dios

yno

como

unaque

teníasu

propiareligión.

Adem

ásse

lesveía

como

sanguicrueles

ytraidores.

De

hecho,cuando

lossoldados

cristianostían

algunaatrocidad

seles

acusabade

comportarse

«como

ttEl

tiroal

blancopracticado

enla

Inglaterraisabelina,

eraco.

por«disparando

alturco»,

porquela

imagen

deuno

deéstos

blancopreferido

delas

flechas.A

lturco

difícilmente

sele

ccraba

como

aun

humano,

siendodescritos

—en

lam

ayoríaocasiones—

como

loboso

perros.E

nE

spañay

Servia,don

musulm

aneseran

casivecinos,

aveces

seles

retratabacom

ogos

honorables.El

gobernadorveneciano

deSplit

informaba

e:que

loshabitantes

«siempre

estáncantando

baladassediciosa

enespecial,

compara

alturco

conuna

riadadevastadora,

en’dolas

porla

nochebajo

lasventanas

denuestro

palacio»

Ellibreto

sobreIanot

Pochen

laB

ritishL

ibrary,11450,

e.25

(3);sob

Bonner,

págs.86

ysigs.;

sobrelas

actitudespopulares

nofavorables

alos

laley,

A.

Blok,

.The

Peasantand

theB

rigan1,en

Com

parativeStudies

í,and

Histoy,

14(1972).

R.

Schwoebel,

TheSbadow

oftbe

Crescent,

Nieuw

koop,1967,

págs.1’

166y

sigs.,213;

Hartm

ann,2,

núms.

110-114;J. CaroB

aroja,Los

moriscos

deG

ranada,M

adrid,1957,

págs.131

ysigs.,

176;J.G

.W

ilkinson,D

atmc

Montenegro,

Londres,

1848,pégs.

337.

a

sdel

[losocana

aso

—sin

osy

plos

era;onanos,m

eos».:idoa

elide-

laslos

fmi

574

ma,

ián

(idd,a

deciety

sigs.,reinoand

¡

244La

culturapopular

enla

Europa

moderña

iom

ástem

ible—

siesto

esposible—

erael

marginado

que

trode

lacom

unidad(un

traidordentro

dela

propiacasa),

iploel

judío.E

ste,com

oel

turco,no

teníacaracterísticas

,im

aginándoloscom

o«perros»

o«cerdos».

Algunas

tallas

rapresentan

auna

mujer

judíaque

habíadado

aluz

cochi

auna

cerdaam

amantando

abebés

judíos.T

ambién

eran

mo

hechicerosy

blasfemos,

ya

menudo

eranacusados

de

-la

sagradaform

ay

lasim

ágenesreligiosas.

Un

cuentopo-

1 judíoerrante,

noshabla

deun

zapaterojudío

queno

per

Cristo

descansaren

sucam

inohacia

lacruz,

porlo

quefue

tdoa

vagarpor

elm

undo.A

demás,

elresto

delos

grupos

)Sles

acusabande

asesinospor

habercrucificado

aJesucristo

tlizarm

uertesrituales

deniños,

como

noslo

refierela

balada

leL

incoln(C

hild,155).

Elestereotipo

deusurero

cruely

;otam

biénera

aplicadoa

losjudíos,

unpapel

reservadoa

1los

dramas

sacramentales.

Ya

enel

sigloX

VII,

losgrabados

snos

muestran

alos

judíosbeneficiándose

dela

carestíay

aciónde

lam

oneda.A

lgunasde

lasbiografías

deJudas

pu-

enform

atopopular,

noscuentan

quehabía

asesinadoa

su

sehabía

casadocon

sum

adre,com

osilos

deseosreprim

idos

ectasensobre

losm

ayoresm

alvados.

ibiénla

brujaera

vistacom

ouna

traidoradentro

dela

co

.d,blasfem

andocontra

lacristiandad

alinsultar

ala

cruzy

a

idaform

a,haciendo

elm

ala

susvecinos,

comiendo

niñosu

doseen

orgíassexuales

conlos

demonios.

Con

estosperso

tenuevO

seha

sugeridoque

lagente

proyectaba«sus

temibles

fesablesdeseos»

enla

bruja.D

uranteel

sigloxvi,

enm

uchas

deE

uropase

agudizaronlas

persecucionespor

brujería.U

na

tadifícil

parael

historiadores,

enqué

medida

elodio

yel

alas

brujasfue

espontáneo,o

sipor

elcontrario

fuepro

vo

orel

clerocon

laintención

deconvertir

alpueblo

común

en

resde

brujas.Es

probable,aunque

estaafirm

aciónsea

difícil

bar,que

elestereotipo

dela

viejam

ujercon

poderesso

bre

es—

generalmente

utilizadospara

dañara

lagente—

fuese

Trachtenberg,

TheD

eviland

theJew

s,N

ewH

aven,1943;

C.

Schwocbel,

idedu

juzferrant,

París,1877;

Coupe,

pág.132;

V.

New

all,«T

heJew

asa

igure,

enV

.N

ewall

(cd.).The

Wztch

figure,L

ondres-Boston,

1973;L

ujen

ms.

439-443;sobre

Judas,The

Lostand

Undone

Sonof

Perdition,W

otto

n

dge,s.d.

(cifr.B

ólleme,

1971,pág.

224).

unacreencia

popularque

hundíasus

raícesen

laE

dadM

ediae

in

clusoantes,

mientras

queel

estereotipode

labruja

como

unablas

fema,

herejey

aliadadel

diablofue

unacreencia

sólogradualm

ente

aceptadapor

elpueblo.

Un

argumento

quesustenta

estepunto

de

vista,puede

extraersede

fahistoria

comparada.

En

laE

uropaorto

doxano

seprodujo

cazasde

brujasdurante

lossiglos

xviy

XV

II,y

dehecho

Rusia

estuvoinm

unea

estosprocesos.

Sinem

bargo,en

el

folcioreruso

existeuna

figurade

malvado

quereúne

muchas

simi

litudescon

elprototipo

conocidode

labruja.

Setrata

deB

abaY

aga,

unahorrible

yvieja

mujer

conla

narizde

hierro,que

volabam

on

tadaen

unm

orteroy

comía

niños.D

elo

quecarecía

estahistoria

erade

laidea

delpacto

entrela

viejam

ujery

eldiablo.

Otros

dosm

alvadospopulares

fueroncreados

enel

cursode

la

Reform

a:el

estereotipocatólico

delperverso

protestantey

eleste

reotipoprotestante

delinicuo

«papista».E

stasnuevas

imágenes

te

níanm

uchoque

vercon

losestereotipos

deljudío

yla

bruja,de

los

quetom

aronnum

erosascaracterísticas.

En

laFrancia

delsiglo

XV

I,

loscatólicos

describíana

losprotestantes

como

cerdos,sacrílegos

y

blasfemos

—por

quési

noellos

habíanatacado

lasreliquias

ylas

imágenes

sagradas?—,

como

«hechizados»por

lanueva

religión,trai

doreso

personaspropensas

alinfanticidio,

elcanibalism

oo

lapro

miscuidad

sexual,alentados

porsus

ministros.

De

forma

paralela,en

laInglaterra

delsiglo

XV

IIlos

protestantesveían

alos

católicoscom

o

idólatras,seguidores

deldiablo

ycom

oconspiradores

otraidores

quequerían

destruirla

libertadinglesa

paraasípoder

entregarel

país

ala

tiraníapapal,

españolao

francesa,por

nom

encionara

laInqui

sición.El

odioa

losm

arginadosera

tancom

ún,que

unodesea

sabersi

elpueblo

eralo

quelos

psicólogosdenom

inan«personalidades

toritarias»,que

combinan

elsom

etimiento

alas

autoridadesestable

cidas,con

laagresividad

hacialas

personasajenas

asu

propiogru

po

‘>T

revor-Roper;

Cohn

(1975),pág.

259,lo

discutedesde

unaperspectiva

muy

interesante;sobre

Baba

Yaga,

Ralston,

pags.161

ysigs.;

sobrelos

protestantesiran

ceses:J.

Estibe,

Iocsrnpour

unm

assacre,Paris,

1968,págs.

190y

sigs.,y

Davis

(1975),cap.

6;sobre

loscatólicos

ingleses:C

.W

iener,T

he

Beleaguerer

LIc’,

enPast

andPresent,

51(1971),

yR

.C

lifton,T

he

PopularFear

ofC

atbolicsduring

the

English

Revolution,

enPast

andPresent,

52(1971);

T.A

dornoetal.,

TheA

uthor:

tarzanPersonatity,

Nueva

York,

1950.

Estructuras

dela

culturapopular

a245

1

Mvivíapor

ehum

ade

mnulosvistosprofapularm

itiócondreligi’y

deH

ug)codicJudaalem

;la

altblicapadrse

pr-rm

unla

saocupnajce

incpartp regtcmcadccazadenat u3>

Lat

Witc

cronU

nd

1aaacaa1aaOaceeOcOaOacO1OecaOaaa

246L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

Actitudes

yvalores

populares

Lam

ayoríade

loshéroes

—y

delos

malvados—

alos

quenos

hemos

referidoen

laspáginas

anteriores,realm

enteexistieron.

Pero,¿por

quéunos

monarcas,

obisposo

proscritosllegaron

aconvertirse

enhéroes

yotros

no?Es

importante

respondera

estapregunta

siquerem

osevitar

caeren

doserrores

contradictorios.Los

historiadores

suelensçr

cortosde

vistaal

tratarde

explicar,por

ejemplo,

laleyenda

deE

nriqueIV

deFrancia

teniendoen

cuenta—

únicamen

te—las

característicasdel

personajey

lasactitudes

haciasu

política.El

problema

deesta

aproximación

alas

figurasdel

pasadoes

quelas

historiasy

leyendaspasan

deu

monarca-héroe

aotro

sinsolución

decontinuidad,

perotam

biénque

noexiste

unaclara

correlaciónentre

elpoder

yel

prestigiode

unsoberano

durantesu

reinadoy

sureputación

póstuma,

esdecir,

sulugar

enla

tradiciónpopular.

Elem

peradorC

arlosV

gozóde

extensospoderes,

perono

existenm

uchas

evidenciasde

quefuese

consideradoun

héroedespués

desu

muerte.

No

seahorraron

esfuerzospara

presentara

LuisX

IVcom

oun

héroedurante

sureinado,

perotodo

ellofue

envano.

Adiferen

ciade

suabuelo

Enrique,

Luisno

figuraen

loscuentos

popularesfranceses

40•

Porel

contrario,personalidades

encierto

modo

medio

cres—

Sebastiánde

Portugalo

Guillerm

oIII

deInglaterra,

porejem

plo—llegaron

aconvertirse

enhéroes

populares.Sin

embargo,

losfolcioristas

tiendena

realizarestudios

conm

irasm

ásam

plias.D

estacanel

hechode

cómo

lasm

ismas

historiasdes

cribena

diferenteshéroes

ycóm

oun

estereotipobien

conocido«cris

taliza»alrededor

deun

personajeparticular,

sinque

sepregunten

porqué

hasido

ésteel

elegido.¿Q

uées

loque

hizode

élun

mito?

¿Porqué

elproceso

decristalización

seprodujo

sobreél

yno

sobrecualquier

otro?41•

Diversas

sonlas

respuestasa

estapregunta,

perouna

sugerenciaplausible

puedeser

aquellade

queciertos

individuosse

ajustan—

oparecen

ajustarseen

algunosaspectos—

alestereotipo

delhéroe,

yasea

ésteel

delrey

justoo

eldel

proscritonoble.

Estassim

ilitudes

°S

obreC

arlosV

yE

nriqueIV

enlos

cuentospopulares,

Brcé

(1976),págs.

36,62,

yB

ercé(1974a).

pág.608.

Paraei

término

cristalización’.,Schm

idt(1963),

págs.306

ysigs.;

cifr.K

.L.

Steckmesser,

,Robin

Hood

andthe

american

Outlaw

”,en

Joumal

ofA

merica

fol

klore,79

(1966).

Estructuras

dela

culturapopular

247

alentabanla

imaginación

delos

cantantes,los

narradoreso

1tores,

haciendoque

susleyendas

eim

ágenescirculasen

ampli

Enel

cursode

esteproceso,

susvidas

yacciones

seiban

aserra

losestereotipos

prefijadosaun

conservandoparte

desus

crísticas

originales.E

staasim

ilaciónse

producíaparcialm

entea

diversasrazones

técnicasya

discutidascon

anterioridadpágs.

236-237).E

ram

uchom

ásfácil

adoptarlos

formulism

baleso

pictóricosa

losnuevos

héroes,que

crearotras

fornpresivas.

Encualquier

caso,la

imagen

tradicionalsuele

respclas

expectativasdel

público.E

stateoría

es,desde

luego,dem

asiadoam

biciosapara

asu

plenaconfirm

ación,pero

existenevidencias

quepueden

aorientarnos.

Siel

reytiene

elm

ismo

nombre

queun

héroenante,

estole

ayudaa

entraren

latradición

popular.Fede

Grande

heredóalgo

deltradicional

«emperador

Federico»,un

raque

asu

vezfue

elproducto

deasim

ilara

FedericoII

antecesorFederico

1.Si

LuisX

IIde

Franciagozó

deuna

repi.de

justicierodurante

lossiglos

XV

IIy

xv

iii,esto

pudodeberst

habíasido

equiparadocon

SanL

uis,Luis

IX.

Guillerm

oel

noso(G

uillermo

IIIde

Inglaterra)fue

comparado

conG

uilleC

onquistador.Si

Martín

Lutero

fuevisto

como

unsanto

prot—

especialmente

enla

famosa

tallade

Hans

Baldung—

,pudo

ca

queSan

Martín

yaera

unhéroe

populary,

ala

inversa,el

SanM

artínpudo

habersobrevivido

enla

Alem

aniaevangélic

ciasa

quefue

asociadocon

Martín

Lutero.

Laspropias

accionesde

unsoberano

podían,desde

luego,a

quefuese

vistoen

lostérm

inosm

arcadospor

elestereotipo

llermo

IIIy

Carlos

XII

alcanzarondiversas

victorias,E

nrique1

jofa

paz,a

LuisX

IIy

alem

peradorJosé

IIse

lesasociaba

justiciay

lareform

a,m

ientrasque

Sebastiánhabía

luchadoco

infiel.Si

lahistoria

delsoberano

queno

ham

uerto—

simple

permanece

dormido—

estáligada

alrey

Sebastián,es

porquele

viom

oriry

porqueno

lohizo

ensu

paísPortugal.

Siel

mtopos

deH

arúnal-R

ashidse

asociacon

Pedroel

Grande,

eséste

viajóde

incógnito,aunque

lohiciese

porInglaterra

yla

blicaH

olandesay

nopor

Rusia.

Porúltim

o,los

desastresque

sucedierondespués

desus

mi

ayudarona

muchos

delos

gobernantesa

convertirseen

héroestando

alpueblo

aque

añoraselos

viejosy

buenosdías

dest

nados.La

invasiónturca

deH

ungríaen

1526,probablem

ente

eeeeeeeeeeooeeeeeeeeoeeee0

pm-

ente.indoictebidopra,ver-ex

lera

nzarlar

ab

ero

elig

u•1

SU

ciónquectoo

elanteerseto

ag

ra

idar3

W-

tran

laa

elm

teidiedel

quep

ú

•tes,en-relvo

-

248La

culturapopular

enla

Europa

moderna

ueel

reyM

átyás—

fallecidoen

1490—se

convirtieseen

unLa

anexiónde

Portugalpor

losespañoles

en1580,

convirtiÓebastián,

muerto

en1578,

enotro

héroe.Q

uizála

«épocade

)ulencias»en

laR

usiade

1600,suavizó

losduros

contornosirrera

deIván

elT

erriblem

uertoen

1584.proceso

deasim

ilaciónno

sóloafectó

alos

soberanos,sino

aotros

tiposde

héroeso

malvados

populares.M

uchosde

scritosingleses

fueronequiparados

conR

obinH

ood.U

nasobre

Gabriel

Ratsey,

unm

arginadoinglés

dem

enorcate

rnscuenta

queviendo

queel

hombre

alque

intentabarobar

re,le

entregócuarenta

chelinesm

ientrasdecía

queayudaba

e«porque

elrico

puedeayudarse

así

mism

o».T

ambién

setn

historiascuyo

modelo

eraR

obínH

oodsobre

Dick

Turpin

Roy,

quepor

suprofesión

teníael

nombre

perfectopara

rel

éxitoy

lafam

a‘.

En

Rusia,

laim

agende

Pugachevres-

alas

característicasde

Razin

—a

quiense

parecíaen

varioss,

sercosaco

yrebelde

porejem

plo—,

mientras

quela

carreraúltim

ofue

recordadaen

tiempos

posterioresutilizando

lade

ev.D

ickW

hittington—

sobreel

quehan

sobrevividodatos

ros—,

esun

casom

uyclaro

decristalización.

Fueun

ricoy

;om

ercaderque

fundóel

Whittington

College,

perode

quieni

quetenía

unorigen

humilde

(cuandoen

realidadprocedía

oblezalocal)

yque

sehabía

casadocon

lahija

desu

patróno

quesabem

oses

falso)42

delos

casosm

ásdestacables

eneste

procesode

asimilación

terminado

estereotipo,es

elde

Fausto.Su

historia,tal

como

tanlas

obrasde

títeresy

loslibretos

decuentos

delperíodo

io,es

unacom

binaciónde

variostem

astradicionales:

eldel

quepacta

conel

diablo,com

oT

heophilus;el

delm

agocon

igrosae

íntima

relacióncon

1 asfuerzas

delm

al,com

ofray

yel

delem

bustero,com

oT

uiE

ulenspiegel.E

nei

librode

publicadoen

1587,estos

temas

secom

binany

cristalizanen

uram

enor,G

eorgiusFaustus,

quevivió

acom

ienzosdel

siy

estudióm

agia.

traducidocom

overbo

significarobar.

[‘y.del

T.]

breR

atsey(ejecutado

en1605),

S.H

.A

tkins(cd.),

lijeLtfe

andD

cathof

Ratsey,

Londres,

1935,introducción;

sobreW

hittington,nota

27.M

.B

utler,The

fortunesof

Faust,C

ambridge.

1952.pags.

‘isigs.;

C.

Dé-

ethém

ede

FaL4stdans

laltttérature

eiropéenne,1,

Paris,1954.

aE

structurasde

lacultura

popular249

1M

ástrascendentales

sonlas

preguntasde

porqué

existíanestos

estereotiposen

laE

uropam

oderna,por

quélos

héroeseran

representados

siguiendopautas

muy

concretasy

quénos

dicetodo

estode

lasactitudes

populares.A

nteesto

loshistoriadores

seenfrentan

aun

dilema.

Porun

lado,el

tema

esdem

asiadoesquivo,

pudiendoofrecerse

—únicam

ente——

algunasim

presionesy

especulaciones;por

orolado,

estascuestiones

sonlo

suficientemente

importantes

como

parano

omitirlas.

Sinem

bargo,dado

elpoco

espaciodisponible,

convieneque

nosrefiram

ossólo

aunos

pocospuntos.

Elprim

erode

ellosse

refierea

lom

aravilloso,presente

encasi

todoslos

lugares.D

ehecho,

domina

lavida

delos

santos,desde

sunacim

ientohasta

sum

uerte.San

Jorge,por

ejemplo,

nacióm

arcadocon

unacruz

rojaen

sum

anoderecha;

SanN

icolásrechazó

—sien

doun

bebé—ser

amam

antadoun

viernesy

SanJuan

Bautista

yapredicaba

enel

senom

aterno.M

uchosde

losacontecim

ientosliga

dosa

losm

ártiresestán

salpicadosde

intervencionessobrenaturales.

ASanta

Agata

levolvieron

acrecer

lospechos

despuésde

quele

hubieransido

arrancados;Santa

Lucía

sequedó

taninm

óvilque

variosm

ilesde

hombres

fueronincapaces

dem

overladel

lugar.Los

milagros

están,desde

luego,ligados

alos

santos,pero

también

loscaballeros,

losreyes

ylos

proscritoslos

realizaronen

determinadas

ocasiones.Los

caballeros,por

ejemplo,

realizabangestas

sobrehum

anas.D

eFederico

elG

randese

decíaque

erainvulnerable

yque

poseíados

librosde

magia

quele

ayudabana

ganarlas

batallas.D

elrey

Olav

secreía

querealizaba

curasm

ilagrosas.T

antoen

Inglaterracom

oen

Francia,los

poderesm

ágicosde

losm

onarcasestaban

ple

namente

institucionalizados,concretándose

ensu

capacidadde

librara

lagente

del«m

aldel

demonio»

(laescrófula)

sólocon

tocarles,una

prácticaque

alcanzósu

apogeoen

elsiglo

XV

II.A

sí,si

Luis

XII

curóa

quinientosviejos

enun

año,Luis

XIII

alcanzó(os

tresm

ilen

elm

ismo

períodode

tiempo,

quea

suvez

fuesuperado

porLuis

XIV

,al

curar—

enuna

ocasión—a

2.4

00

personasen

unso

lodía.

Lospoderes

sobrehumanos

también

eranun

motivo

constanteen

lasbiografías

delos

proscritos.La

habilidadde

Robin

Hood

enel

tiroal

arco,era

asombrosa:

«siempre

cortabala

vara».D

ickT

urpinviajaba

deL

ondresa

York

enun

sólodía,

unhecho

quele

permitía

M.

Bloch,

TheR

oyalTouch

(trad.inglesa),

Londres,

¡973;para

elrey

Olav,

Bo,

cap.4.

reciíhéroal

relas

t’de

la1tam

i:loshistcgoríeraal

pccont.y

Ralcarponcaspede

ePugaverd.genesede

la(un

aun

lacu

mod

homunaB

accfa

usunagb)

Gam

r43

déyan

aeeO-e0cOaeeeeOOoee.e1eOe.e.

250La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Estructuras

dela

culturapopular

251

utilizarsu

llegadacom

ocoartada.

Sinem

bargo,todo

estono

era

nadacom

paradocon

loque

podíanrealizar

losrazboiniki.

Lasbalas

ylos

cañonazosnada

podíancontra

StenkaR

azin,quien

enuna

ocasiónllegó

afugarse

dela

prisiónutilizando

unabarca

quehabía

dibujadoen

lapared

.La

tradiciónpopular

también

dotabaa

los

malvados,

depoderes

sobrenaturales,ya

queeran

ayudadospor

el

diablo.Los

turcosy

losjudíos

generalmente

eranasociados

conel

demonio,

tantoen

lospoem

ascom

oen

laspinturas.

De

lasbrujas

ylos

magos

(como

Fausto),se

suponíaque

también

habíanpactado

conél.

Losprotestantes

decíanque

elPapa

habíallegado

aun

pacto

conel

Maligno,

mientras

quepara

loscatólicos

eraL

uteroquien

lo

habíahecho.

Todo

aquelloque

estabafuera

dela

experiencianorm

al

dela

gentecorriente,

teníauna

explicaciónextraordinaria.

Ser,por

ejemplo,

unapersona

instruidaera

algoanorm

aly

porello

esaper

sonadebía

tener,cuando

estudiaba,una

cabezade

bronceque

res

pondíaa

todassus

preguntas(M

otzf-index,D

.1

31

1.7

.1).

Serrico

también

eraalgo

anormal

ypor

esoel

quelo

erahabía

oprimido

al

pueblo,encontrado

untesoro

enterradoo,

como

enLa

historiade

fortunatMs,

habíarecibido

unabolsa

llenade

dineroque

nuncase

vaciaba.C

omo

enel

casode

esteregalo

mágico,

losobjetos

—al

igual

quelas

personas—podían

tenerpoderes

sobrenaturales,ya

fuesen

espadas,anillos

uotras

cosas.Las

imágenes

delsanto

generalmente

teníanlas

mism

ascapacidades

queel

representado,y

porello

podía—

como

unapersona—

sersujeto

deadoración

ode

amenazas.

Los

habitantesde

SanPedro

deU

suntiraban

laim

agende

ésteal

río,si

susplegarias

noeran

escuchadas;los

deV

illeneuveSaint-G

eorgeshicieron

lom

ismo

conla

deSan

Jorgeen

1735,porque

habíafraca

sadoen

elcuidado

desus

viñedos.A

algunasde

lasim

ágenesm

ila

grosasse

lesofrecía

exvotos,creyéndose

aveces

quelas

imágenes

de

unm

ismo

santo—

porejem

lolas

dosde

SanC

ristóbalen

Tarrago

na—,

rivalizabanentre

sí46

Este

«pensamiento

concreto»,com

ose

lellam

aen

algunasocasiones,

también

serevela

enel

usode

ciertaspersonificaciones.

Enfa

Serviadel

sigloxviii,

ala

plagase

laveía

SobreR

azin,A

vrich,p

íg121;

nohe

consultadoA

.N

.L

ozonova,N

arodnvepesni

oStepane

Razrne,

Saratov,1928.

SobreSan

Pedro,M

artínde

Artes,

De

stperscuionzbus,Paris,

cd.de

1517;sobre

SanJorge,

ferté,pág.

340;cfr.

T.

Naogeorgus, Regnitm

papisticurn,1553,

págs.156,

sobreSan

Urb

ano

;sobre

SanC

ristóbal,A

mades

(1952),pág.

22.

alejadadel

go

ientrasue_la—C

uaresma_era.unaçjapa_flaca

(infr

Ó1-3O

2).En

estecontexto,

nodeben

versecom

om

uyplausil

intentosde

ioscam

pesinosbretones

dedisparar

contrala

como

sifuese

«unperro

rabioso»(supra,

pág.136).

En

una1-

francesaen

elsiglo

XV

II,se

podíaleer

uncartel

quedecía:

«Ncrédito,

podríaofenderos

queno

seos

conceda»,acom

pañaddibujo

representandoa

unhom

brem

uertocon

laleyenda

Cr

mort

(lám.

9).D

esdeluego,

estees

ellenguaje

delas

imáge

todaslas

épocas—

como

noslo

puederevelar

unasim

pleo

losperiódicos

ya

loscarteles—

,pero

como

nossugiere

ele

bretón,esto

eram

ásim

portanteen

elsiglo

XV

IIque

enla

actuD

ehecho,

aunqueellos

nocreían

totalmente

enque

lagabeti

unapersona,

tampoco

estabantotalm

enteconvencidos

dequ

fuese‘.

Elpueblo

creabacabezas

deturco

quepudiesen

sersadas.

No

seatacaba

alsistem

a,sino

alos

individuos,no

ala

oEs

poresta

razón,entre

otra,

quelas

actitudespopulares

períodopueden

serdescritas

como

«conservadoras»,o

mejor

«tradicionales».Q

uelos

artesanosy

loscam

pesinosadoptasen

héroesa

santos,soberanos

ycaballeros,

nosestá

diciendoidentificaban

conios

valoresde

laIglesia,

larealeza

ola

nobque

alm

enoshabían

estructuradosu

mundo

conm

odelosapc

porel

gruposocial

dominante

.

Un

tetimonio

de1786

nosit

quelos

campesinos

deT

elemark

enN

oruega,tenían

unpri

básico:«Seguir

elorden

antiguo.O

ponersea

todaslas

nove(føtg

gamm

etSkik.

Staaeim

odatte

Anordnrnger).

Esta

fórnrepite

enm

ultitudde

proverbiosque

insistenen

«noabando.

viejascostum

brespor

lasnuevas»,

ocom

odecían

loscatalan

etdeixis

elscostum

svetts

peisnove/ls;

unaspalabras

queservirnos

paradescribir

resumidam

entelas

actitudesdel

puebm

ún,siem

prey

cuandoéstas

nosean

malinterpretadas

‘).

Todos

estoshechos

noquieren

decirque

losartesanos

Sobrela

plaga,W

ilson,pág.

22,siguiendo

aK

aradi;

parala

inscripciUit

estm

oreen

unm

esónde

Lyon,

T.C

oryat,C

rudities(161!),

Ghsgow

,1905,

1,pág.

213.48

Ardener

(cap.2,

n.57).

PastorE

J.W

itie,citado

porK

oht(1926),

pág.52;

Am

ades(193C

-51),pá

eblo

)ágs.s

los‘elle,teríaiedire

unt

ests

enda

aiplodad.ueseo

looceona

este)m

o) m

oe

sea,

otdosrm

aipioles»a

se•lasN

odenco-

los

-rede35.

252La

culturapopular

enla

Europa

moderna

sinosestuviesen

satisfechoscon

elorden

socialen

elque

vi

ngeneral,

enla

sociedadno

veíanarm

onía,sino

conflicto,dose

dela

pobreza,la

injusticia,el

desempleo,

iosim

puestos,zm

os,las

rentasy

lasprestaciones

laborales.A

menudo

hacíanicias

ala

explotación,o

como

señalabanm

ásconcretam

ente,;pellejam

iento»,al

«despedazamiento»

delpobre

porel

rico.abados

popularessuelen

mostrarnos

agrandes

pecescom

iénlos

chicos,cuya

interpretaciónm

ásevidente

(como

referíael

enel

Pendes

deShakespeare)

nosindica

quelos

pecesse

rtanen

elm

arcom

olo

hacenlas

personasen

latierra.

Losos

ylos

campesinos

eranm

uyconscientes

—así

losugieren

nentariossobre

juecesy

abogados—de

lasdificultades

parareparaciones

legalesa

lasinjusticias

cometidas

contraellos

uédebería

hacerseo

quépodría

hacerse—

segúnellos

mis-

contraestos

males?

Sirelacionam

oslas

evidenciasque

pro-de

lostextos

—canciones,

cuentos,proverbios—

,y

lasque

edadode

lasnum

erosasrevueltas

yrebeliones

delperíodo,

esencontrar

variasrespuestas

ala

preguntaanterior;

paracen

jor

eltem

a,es

convenientedistinguir

cincopuntos

concretosespectro

deactitudes

más

amplio:

fatalismo,

moralism

o,tra

tlismo,

radicalismo

ym

ilenarismo.acción

expreaa_tr1y.sansada

sabiduríade

losproverbios.

Lascosas

nopueden

sera

comó

comíe

nzain

rFia

diiu

as—

conun

«Elhecho

es...>’(11

faut,m

antsogna),

«Dios

estám

uyalto

yel

zarestá

muy

lejos»dicen

os,o

«Vivir

esgolpear

oque

tegolpeen».

Losholandeses

«Lagen

’po

bre

vivepobrem

ente»,o

«Dios

loda,

Dios

lo.

Todo

loque

sepuede

haceren

estavida

essufrir,

aguantar.bargo,

otroscreen

que«D

iosayuda

alos

quese

ayudan»(un

)ÍOtan

corrienteen

laépoca

moderna

como

ennuestros

días).Juesta

fatalistase

vatransform

andopoco

apoco

enla

mora

i,ieve

lósproblem

asyias

injusticiasdel

mundo,

nocom

oel

tode

unorden

socialm

alo,sino

como

unsíntom

aclaro

ded

intrínsecade

faw

itezunra

waE

TáE

s,desde

lue

robach,núm

s.1-3,

16-19;C

oupe,píg.

144;Perzctes,

actosegundo,

escena

nhi(1970),

pigs.11

ysigs.;

Guershoon,

núms.

88y

1143;Jente.

núms.

72

aE

structurasde

lacultura

poputar253

go,una

actitudpasiva,

yaque

permite

—allí

dondesea

posible—la

accióncontra

losm

alvados.Es

laactitud

representadapor

lafigura

delvengador,

elproscrito

nobleque

atacaa

losricos

ya

losinjustos,

yque

ayudaa

lospobres

oa

losperseguidos,

sintratar

dereform

arel

sistema

socialLa

realista

noslleva

ala

tradicionalista,que

suponeresistirse

—en

nombre

del«vie

j>

7d

asaK

t,sta

pra

vda,

gamm

el,skik,

etc.)—ab

scam

bios.E

neste

caso,los

ataquessuelen

centrarsecontra

losindividuos

perversosque

rompen

conla

tradicióno

contralas

nuevascostum

bres(o

como

solíadecirse

con

tralas

nuevas«tendencias»).

En

todocaso,

nose

tratade

unco

nservadurism

oinsensato,

sinode

P5L

pJJÇ

bIP

ÇP

mpfá7

QIQ

deJan

e-cesidad

delegitim

izarla

revueltao

larebelión.

Desde

estaposición

podemos

entenderque

loscam

pesinosalem

anesque

selevantaron

en1525,

declarasenque

estabandefendiendo

susderechos

tradicionales;

quelos

campesinos

normandos

combatiesen

en1639

lasd

em

andasfiscales

deLuis

XIII,

apoyándoseen

lajusticia

deLuis

XII;

quelas

revueltasen

laInglaterra

delsiglo

XV

IIIcontra

lacarestía,

demandasen

laim

posiciónde

preciostradicionales

yrestricciones

contralos

acaparadores;o

quelos

campesinos

deT

elemark

seo

pu

siesenen

1786a

losnuevos

impuestos,

ennom

bredel

derechodel

reyO

lav53•

Larespuesta

tradicionalistanos

conducea

laradical.

En1675,

alguflosde

loscam

pesinosbretones

enabierta

rebeliónreclam

abanordonnances

nouevettes.N

otodas

lasdem

andadJo

srnpL

nq&

alemanes

en1525

erantradiciQ

nahs,n

itod

agran

defendidasap

elando

alasvie

jas_

cosw

mbre

s.Agnpedía

n_ljç

ióndçjse

rv

re,q

ue

«Dios

creóa

todoslos

hombres

iguales»,o

por

queJesucristo

habíaredim

idoa

todala

humanidad.

Michael

Gais

mair,

dirigentedel

levantamiento

delT

irol,creía

enuna

«completa

igualdadsobre

latierra»

(amganze

Gtaichait

imL

ande).Stenka

Razin

proclamaba

quetodos

loshom

bresdebían

seriguales.

Porlo

demás,

sise

reivindicabaun

retornoal

pasado,éste

noera

elm

ásreciente

sinouna

primitiva

edadde

oro:

52H

ob

sbaw

m(1959),

pág.24;

contristarcon

Melicherík

‘yotros

investigadoresprocedentes

dela

Europa

delE

ste,quienes

presentana

losfuera

dela

leycom

orebeldes

contrael

>feudatismo

Franz(1933),

pígs.157

ysigs.;

Mousnicr,

pig.117;

Thom

pson(1971),

30,

camvíanque;losrefeal

«

Losdospesecomartelosobtc

mos

cedehanpositrarde

udici1de

fdifiilt

mus:

losi

dicciquit;SinprovLa

r

1am

50

prim5i

y353

cap6.

254La

culturapopular

enla

Europa

moderna

1E

structurasde

lacultura

popular255

When

Adam

delvedand

Eve

span,w

how

asthen

thegenttem

an?

(Cuando

Adán

cavabay

Eva

hilaba,¿quién

eraentonces

elcaballero?

Todas

estasactitudes

conducíanal

milenarism

o.H

ansB

óhm,

«eltam

borilerode

Niklashausen»,

quienpredicó

enla

zonade

Würz

burgen

ladécada

de1470,

decíaque

prontollegaría

unreino

sintributos,

rentaso

servicios,y

quetodos

seríaniguales.

«Llegará

unaépoca

enla

quelos

príncipesy

losseñores

tendránque

trabajarpara

ganarsesu

sustentodiario».

En1525,

Thom

asM

üntzerpredicó

unautopía

similar

alos

campesinos

ya

losm

inerosde

Turingia.

En

1534,en

laciudad

deM

ünster,los

anabaptistasanunciaron

unnuevo

orden,en

elcual

«todoslos

bienesserán

dela

comunidad,

noexistirá

lapropiedad

privaday

nadietendrá

quetrabajar,

solamente

creeren

Dios>’.

Elm

ileniollegaría

milagrosam

ente,gracias

ala

intervencióndivina

eindependientem

entedel

esfuerzohum

ano,com

olos

cargam

entosde

loshom

bresblancos

enlas

actualescreencias

delcargo,

ola

fortunade

Fortunatus,o

laim

agen—

muy

bienconocida

enel

si

gloxv;—

dela

tierrade

lacucaña,

dondecerdos

asadoscon

cuchillosclavados

ensus

lomos

estabanlistos

paraser

comidos.

Volvem

osasí

ala

respuestafatalista,

aunqueahora

seade

clarosigno

optimista

En

esteespectro

deopiniones

podemos

encontrarnoscon

puntosde

vistaradicales

oactivistas,

perom

uyraram

entenos

losencon

tramos

combinados.

Un

trabajadorde

Essexen

elreinado

deIsa

bel1, se

preguntaba:«

Qu

épueden

hacerlos

ricoscontra

lospobres

siéstos

seunen

yse

rebelan?»Sin

embargo,

raramente

lohicieron.

Laconciencia

declase

ola

«solidaridadhorizontal»,

noestaba

muy

desarrollada.Frente

aello,

ycom

oform

ade

rupturade

estoslazos

horizontales,predom

inabala

«solidaridadvertical»

entreel

empre

sarioy

suem

pleado,el

patróny

sucliente,

elterrateniente

yel

arrendatario.En

lasciudades,

lalealtad

aloficio

(maestros

yoficia

Sobre1525,

Blickle,

págs.127

ysigs.,

135y

sigs.,186

ysigs.;

sobreG

aismair,

f.Seibt,

Utopica,

Duseldorf,

1972,págs.

82y

siga.;el

programa

deG

aismair

estáim

presoen

Franz(1963),

págs.285

ysigs.;

«Cuando

Adán

cavaba,com

oeslogan

enla

Alem

aniade

1525,ver

Zins,pág.

t86.B

óhmy

Bockelson,

citadospor

Cohn

(1957),págs.

228,265;

Seibt(n.

53),págs.

182y

sigs.;sobre

elfatalism

o,cifr.

Kaplow

,pág.

155,com

parandoa

lospobres

parisinosdel

sigloxvtii

conla

‘culturade

lapobreza.,

descritapor

elantropólogo

Oscar

Lewis.

les)contra

otrascorporaciones

yotras

ciudades,socavaba

cienciade

clasede

losartesanos.

En

elcam

po,la

lealtada

sutam

biéntenía

elm

ismo

resultado,por

loque

eradifícil

convlos

campesinos

paraque

cooperasencon

losextraños,

entrese

incluíanO

troscam

pesinos.E

staactitud

dedesconfianza

haciatodo

aquelloque

eraa

unpequeño

círculode

familiares

yam

igos,coincidía

conla

delm

undocom

oun

lugarde

«bieneslim

itados»(un

puntoc

nadaextraño

enlas

sociedadestradicionales),donde

nadiepodí

perarsi

nose

aprovechabade

losdem

ás.(E

nesta

idease

dejla

influenciade

unasociedad

queno

gozabade

crecimiento

mico).

Elresultado

deestas

concepcionesfue

ladifu

56

devidia,

el«m

alde

ojo»y

delm

iedoa

serenvidiados.

Secreía

brujastenían

elpoder

dehacer

quesus

vacasdisesen

má.

robandola

desus

vecinos,utilizando

medios

sobrenaturales.diversos

hechizospara

protegera

losanim

alesde

unagranj

giendoel

mal

haciaotros.

Escom

osi

lagente

creyeseque

els

nopodía

sercam

biado,excepción

hechadel

lugarque

cadaduo

ocupabadentro

deél,

unaidea

expresadacon

todanitit

laim

agenpopular

delm

undoal

revés(m

fra,pág.

302).E

nh

lazona

deV

ivarais,algunos

campesinos

declararonque

de:cam

biarel

papelde

lanobleza

localhasta

convertirlosen

sudos

56

Desde

luego,todo

estonos

muestra

unacierta

pobrezain

itiva,

laincapacidad

paraconcebir

mundos

socialesalternativ

guramente

elresultado

deunos

horizontesestrechos

yde

un

tadaexperiencia

social.U

nestudio

delos

pobladoresde

lasturcas,

realizadoen

1944,dem

ostróque

nopodían

imaginar!

suma

dedinero

superiora

loscinco

mil

dólares.D

elm

ismo

tcuando

sele

preguntaa

Misére

quées

loque

más

desea,no

enla

tierrao

enconseguir

más

árboles,sino

simplem

enteen

laseguridad

parael

únicoárbol

desu

propiedad.En

elm

unc.cuento

popular,su

peticiónera

totalmente

justa;trataba

asíde

eljusto

castigoque

recibieronel

pescadory

suesposa

(Grim

rrque

irritarona

suprotector

sobrenaturalpor

pedirdem

asiado

56Sobre

Essex,

Samaba,

pág.73;

sobrela

concienciade

clase(y

lacare

ésta),H

obsbawm

(1971),pág.

9;sobre

los«bienes

limitados,

foster(1965)

lasbrujas,

st4pra,págs.

462-463;sobre

elV

ivarais,Le

Roy

Ladurje

(1966),pá

ySigs.

con

.eblo:er

aque

rañosiónvistaro

sntir

)nó

enlasecheabíaun—em

alivienenbannia

inase-

mi

1lasunado,nsa;rardelitar9),erde

bre607

256La

culturapopular

enla

Europa

moderna

todolo

quetenían.

Hay

unproverbio

rusoque

insisteen

a:«D

emasiada

suertees

peligrosa»Q

uizáel

pueblono

es

eseincapaz

deim

aginarseotros

modos

alternativosde

vida,

¿eno

estabadispuesto

aseguir

estecam

ino:tenían

miedo.

stíanm

uchasrazones

quejustificaban

estetem

orsi

tenemos

ntala

elevadatasa

dem

ortalidad,los

peligrosde

laguerra,

el

olas

plagas.T

odoello

seconvertía

enuna

constanteirise

1,reflejada

am

enudoen

losproverbios.

Fuerade

lafam

ilia,

yel

pueblo,el

mundo

eratotalm

entehostil.

«Hay

trescosas

queno

puedescreer:

elrey,

elclim

ay

elm

ar»,«Los

amigos

aulaste

decepcionancuando

losnecesitas»,

«Tanto

vael

cán

lafuente

quese

rompe».

Muchos

delos

ritualesy

delos

osde

lacultura

popularparecen

habersido

creadospara

pro

delpeligro.

Esta

erala

funciónde

muchos

delos

santos,tim

ente«de

loscatorce

quete

protegenen

casode

necesidad»

‘ierzehnN

oth

etfer),que

tuvieronuna

difusiónm

uyam

pliaen

nan

adel

sigloxv.

SanJorge,

porejem

plo,protegía

ala

gente

guerra,San

Sebastiánde

lasplagas,

SantaM

argaritade

los)5

delparto,

yasí

todos.A

lgunosde

loshéroes

teníanuna

nsim

ilar.G

uerrerosy

soldadospintados

sobrelas

alacenas

i como

verdaderosguardianes.

Lainseguridad

comportaba

que

;iesela

tradición,«porque

locierto

tienenm

ásvalor

quelo

o>’,o

porlo

menos

esm

ásseguro

.nqueera

peligrosoabandonar

lossenderos

bientrazados

delición,

elorden

social—

consus

injusticiasy

privaciones—iraba

grandesfrustraciones.

Lagente

necesitabafiguras

alas

iiar—

brujas,turcos

ojudíos—

ysobre

losque

desplazarla

dadgenerada

porlas

tensionesinternas

dela

comunidad.

Ne

ande

ocasiones,m

áso

menos

regulares,en

lasque

poder;ar

estahostilidad

yaliviar

latensión.

Estos

mom

entosserán

todel

próximo

capítulo.

Capítulo

7

EL

MU

ND

OD

EL

CA

RN

AV

AL

Mitos

yrituales

Enel

último

capítulohem

osintentado

aproximarnos

alas

acti

tudesy

valorespopulares

através

delos

héroes.U

navía

que,sin

embargo,

adolecedel

peligrode

sacara

estospersonajes

desu

con

texto.En

lacultura

tradicionalpopular

europeael

escenariom

ásim

portanteera

elde

lafiesta:

fiestasfam

iliares,com

olas

bodas;

comunitarias,

como

lasdel

santopatrón

enla

ciudado

laparroquia

(fétepatronale,

Kirchenw

ihtag,etc.);

fiestasanuales,

comunes

ala

mayor

partede

Europa,

como

laPascua,

elprim

erode

mayo,

San

Juan,navidades,

añonuevo

yla

Epifanía,

y,finalm

ente,el

carnaval.

by._

agta

rshasta

dondek

pern]itían.susluerzas.

Elpárroco

italianoA

lbertofortis

observócon

desaprobación,en

unade

susvisitas

aD

almacia,

que«los

morlacos,

unpueblo

pastorilde

estaregión,

noentienden

muy

bienlas

reglasde

laeconom

íadom

éstica;en

estesentido

separecen

mucho

alos

hotentotes,quienes

consum

enen

unasem

analo

quepodría

dur

meses,

simplem

enteporque

seles

presentela

ocasiónde

celebraruna

fiesta».

Dalm

aciapudo

A.

Fortis,V

:aggiotn

Dalm

azia,1,

Venecia,

1 774,pág.

57.Oa

dienestaquesino

enc

hamgurila

cen

1;y

la:tarosím

ttegeesp(D

icla

Adepelifunservse

sm

ci

lat

engquehosces iexpel

c5

nal4

Cori

sobr

..ae.e.OOeoOOccoocOobre

loshabitantes

delos

pueblosturcos,

D.

Lerner,

ThePas>ing

oftradztrn

ety,G

lencoe,1958,

pág.132;

ciproverbio

enG

uershoon,núm

.149.

obrela

inseguridadm

ateriat,G

alarneuy

Thom

as(1971),

págs5

ysgs.;

G.

Vocabzdarzo

derefran

es,M

adrid,cd.

de1924,

págs.44,

300;Jem

e,núm

.42;

)Scatorce

protectores,Schreiber

(1959).

258La

culturapopular

enla

Europa

moderna

tE

structurasde

lacultura

popular

habersido

uncaso

extremo,

perosin

dudailustra

muy

biencuál

era

ellugar

queocupaba

lafiesta

enuna

sociedadtradicional.

Eg.a

ez

ral,estos

actQsseQ

poníanalo

cotidiano,eran

mom

entosde

despil

farropecisarn

entep

orq

lavida

diariaestaba

dedicadaal

ahorro

ciidadoso.La

calidadespecial

de

ásócasi6ñsera

simbolizada

por

e1id

evestidos,

losm

ejores,que

llevabanlos

queparticipaban

enellas.

Un

visitanteinglés

enN

ápolesdestacaba

que«se

necesita

muy

pocopara

irvestido

como

unlázaro

[elhom

brepobre],

excep

toen

losdías

defiesta;

enesos

mom

entosse

engalanancon

oropeles,

chaquetascon

encajesy

medias

decolores

brillantes;sus

hebillasson

degran

magnitud»

2E

stosvestidos

especialeseran

laprueba

deque

nose

tratabade

undía

cualquiera.A

lgunostipos

derepresentaciones

secelebraban

únicamente

du

rantelas

fiestas.E

raios

casosde

losjuegos

dem

ayoen

Inglaterra,

osu

equivalentetoscano

elm

aggzo

bruscelti;tam

biénel

autopas

torilespañol,

quese

celebrabadurante

lasnavidades,

olos

autos

sacramentales

delC

orpusC

hristi,sin

mencionar

lasm

uchasform

as

deteatro

carnavalesco.D

entrode

lacasa,

lasjarras,

lostazones

ylos

platosm

ásfinam

entedecorados

sólose

usabanen

losdías

festi

vos,un

hechoque

haperm

itidoque

sobrevivanen

mayor

número,

loque

puedellegar

aconfundir

alhistoriador

—si

novalora

con

cuidadolas

evidencias—sobre

lacalidad

dela

vidacotidiana

enel

pasado.D

ehecho,

lam

itadde

lacasa

debíareservarse

paralas

oca

sionesespeciales.

EnSuecia,

poreem

plo,durante

lossiglos

XV

II

yX

VIII

lacasa

típicaera

laparsturga,

cuyacaracterística

erala

pre

senciade

doshabitaciones

principales,una

parael

usodiario

yla

otrapara

recibira

losinvitados

ycelebrar

lasfiestas.

Sila

casasólo

teníaun

salón,éste

podíaser

—llegada

laocasión—

transformado

llenándolode

panelespintados.

Algunos

deios

temas

populares,

como

lasbodas

deC

anaamo

lavisita

dela

reinade

Sabaa

Salomón,

deesta

bonadsmdleri,

eranespecialm

enteapropiados

paraestos

mo

mentos,

yaque

ayudabana

crearuna

imagen

idealizadadel

anfitrióny

susinvitados

.

Un

sociólogofrancés

hasugerido

que,en

lassociedades

tradi

cionales,el

hombre

vivía«recordando

lafiesta

pasaday

esperandola

siguiente».T

homas

Gray

defendíael

mism

opunto

devista

cuando

escribiósobre

Turín

en1739:

«Estecarnaval

duraentre

navidades

H.

Swinburne,

Travetstn

cheIzco

Siahes,1,

Londres,

1783,pág.

67.

Bringéus,

Arbete

ochR

edskap,L

und,1973,

págs.250

ysigs.,

265,287.

ycuaresm

a;la

mitad

delresto

delaño

lagente

lapasa

recorcy

laotra

esperandoelpróxim

ocarnaval»

.

Lagente

contabapo

guiándosede

lasfiestas

mayores,

como

lade

SanM

iguelSan

Martín.

Durante

lasfiestas

más

importantes

deuna

citpoblación

urbanase

veíaincrem

entadapor

lallegada

delos

sinosdel

entornoque

noquerían

perderselas

diversiones.de

losviajeros

inglesesque

estabaen

Pratoel

díade

Nuestra

observarondetenidam

entea

lam

ultitudque

sehabía

congrela

plaza,descubriendo

que«la

mitad

delos

presentesllevaba

brerosde

pajay

unacuarta

parteenseñaban

laspiernas».

Un

inglés,testigo

dela

Semana

Santabarcelonesa

de1787,

indica«en

talesocasiones,

muchos

llegana

laciudad

desdelas

aldLpróxim

as,e

inclusodesde

provinciasm

ásalejadas».

Lasper

cionesa

lolugares

dedevoción,

especialmente

enlos

djejes.

En

Provenza,un

hombre

queen

uñaocaslor

viitadoel

santuariode

SanC

laudioen

laregión

delJum

conociódurante

elresto

desu

vidacom

oel

romieu,

delm

odoque

am

uchosde

losactuales

peregrinosa

laM

ecase

lehaji’.

Loscuadros

colgadosen

lasparedes

delas

viviendassinas,

am

enudoson

recuerdosde

unaperegrinación

yen

lasm

idadesde

muchos

delos

santuarios—

como,

porejem

plo,M

ariazeilen

Austria

oel

deC

zestochovaen

Polonia—se

y

tallasde

madera

representandoim

ágenessagradas.

Inclusopiezas

delm

obiliariofam

iliar,una

cómoda

ouna

cama,

podasociadas

conlas

fiestaspara

lasque

habíansido

fabricadas,blem

entela

bodade

losprim

erospropietarios,

llevandoen

rocasiones

tasiniciales

deéstos

yla

fechadel

acontecimiento.

Discutir

sobrelas

fiestasim

plica,necesariam

ente,hablar

tual.«R

itual»es

unconcepto

difícilde

definir;en

laspágin

siguennos

referiremos

aluso

dela

acciónutilizada

parae?

significados,frente

aotro

tipode

accionescon

sentidom

ásuc

oa

laexpresión

dediversos

significadosa

travésde

imág.

R.

CaiI?ois,

L’homm

eel

tesacré,

París,cd.

de1963,

pág.125;

T.C

ray,pondence,

ed.de

P.T

oynbeey

L.W

hibley,1,

Oxford,

1935,pág.

127(G

raym

ásde

unaño

enT

urín).Sobre

Prato,R

.D

alHngron,

Asurvey

ofTuscany,

Londres,

1605,pág

1B

arcelona,j.

Tow

nsend,A

JourneyThrough

Spain,1,

Londres,

1791,pág

sigs.;sobre

Provence,C

.de

Ribbe,

Lasoaété

provençale¿

lafin

d‘víoy

París,1898,

págs.165

ysigs.

259

dolo:iemla

ded,

lanpe

unosiora,O

enom

rigoquem

ásrinaestasT

idas

tábía;e

lesm

oam

anpe

.oxis

dedíananasser

jba

chas

1ri

queesararios

y

rres

pasó

obre06

yA

ge,

260La

culturapopular

enla

Europa

moderna

ras.La

vidacotidiana

enla

Europa

moderna

estaballena

de

es,tanto

religiososcom

oseculares,

sinque

fuesenuna

excep

lasrepresentaciones

decanciones

ocuentos.

Los

narradores

ioscom

enzabansu

actuaciónhaciendo

laseñal

dela

cruz,m

ien

iueen

unode

losinform

esdirigido

ala

Highland

Societyde

:ia(Sociedad

delas

Tierras

Altas)

enel

sigloX

VIII,

sehablaba

nviejo

parroquiano,quien

sequita

gravemente

lagorra

mien

:antaD

uonD

earmot...

[y]m

eha

dichoque

estolo

haceen

jriade

esehéroe»

6Sin

embargo,

paraencontrarnos

conritu

a

áselaborados,

debemos

esperara

ocasionesespeciales.

De

este

lerituales

hansobrevivido

muy

pocosejem

plos,con

loque

se

difícilreconstruirlos

conla

necesariafiabilidad.

Sinem

bargo,

os

intentarlo,porque

uncuadro

dela

culturapopular

queno

encuenta

elritual,

seríam

áserróneo

quela

peorde

lascrea

sdel

historiador.Por

ejemplo,

elsignificado

deun

héroepuede

dependiendodel

ritualcon

quese

lepresente

alpúblico.

casom

uynotorio

deestas

posiblesm

odificacioneses

elde

nH

ood.E

steno

sóloera

unhéroe

delas

baladas,sino

también

sjuegos

dem

ayo,llegando

aform

arparte

delas

fiestasde

la

averaen

Inglaterraacom

pañandoal

reyy

lareina

dem

ayo.Sus

losde

pañoverde

ysu

casaen

elbosque

lehacían

unsím

bolo

pararepresentar

laprim

avera.Pero

siR

obintenía

queser

el

lem

ayo,necesitaba

unareina.

Ala

doncellaM

ananno

sela

acon

Robin

Hood

hastael

sigloxvi,

cientosde

añosdespués

uesu

historiafuera

contadapor

primera

vez,cuando

ambos

aronlos

puestosde

lareina

yel

reyde

mayo

enR

eading(1

502),

:ston-on-Tham

es(1506),

Londres

(1559)y

Abingdom

(1556).

unerror

describira

Robin

Hood,

siguiendoa

frazer,com

o

demonio

dela

vegetación»,pero

también

losería

ignorarsu

ricadosocial,

porqueR

obinel

proscritohabía

regresadoa

su

aderopapel

tomando

losatributos

deun

espíritude

laprim

ave

ahistoria

deSan

JuanB

autistaestá

mucho

mejor

documentada

riosamente

sigueunas

líneasde

evoluciónsim

ilaresa

lasde

Ro-

Paraun

contrastede

definiciones,E.

R.

Leach,

.Ritual..,

enD

.Silis

(cd.).Ín

ter

tonal

Encyctopaedta

ofthe

SocialSciences,

13,N

uevaH

ork,1968,

págs.521

ysig

_oscantantes

escocesesen

Mackenzie

(cap.1,

n.39),

pág.54.

Cham

bers(1903),

1,pígs.

174y

sigs.;sobre

Mayo

(yno

Robin),

cifr.Prazer,

Thlagic

Art,

2,L

ondres,págs.

52y

sigs.

hinH

ood.La

vigiliade

SanJuan

secelebraba

am

ediadosdel

verano,convirtiéndose

—durante

laépoca

moderna—

enocasión

paracele

brarnum

erososrituales

entrelos

quese

incluíanhogueras,

saltarlas,bañarse

enlos

ríosy

mojar

ramas

enellos.

En

lam

edidaque

elfuego

yel

aguason

símbolos

dela

purificación,es

bastanteadm

isibleafir

mar

queel

significadoúltim

ode

lafiesta

erala

renovación,la

regeneración;

perotam

biénla

fertilidad,porque

estosrituales

servíanpara

sabersi

lapróxim

acosecha

seríabuena,.o

siuna

chicase

casaríael

añopróxim

o.Pero,

¿quétenía

estoque

vercon

SanJuan?

Desde

luego,con

todoesto

pareceque

laIglesia

medieval

seapropió

deuna

fiestaprecristiana

yla

hizosuya.

Del

mism

om

odoque

lafiesta

dem

ediadosde

invierno,el

25de

diciembre,

setransform

óen

ladel

nacimiento

deJesucristo,

lade

lam

itaddel

veranosirvió

pararecor

darel

nacimiento

delprecursor

deC

risto.B

añarseen

elrío

fueinterpretado

como

unaconm

emoración

delbautism

ode

Cristo

porSan

Juanen

elrío

Jordán.San

Juan,com

oR

obinH

ood,parece

haberadquirido

elrol

deun

espíritudel

bosque.D

ehecho,

algunasveces

sele

representasosteniendo

unaram

ay

otrasveces

como

unerm

itañocasi

desnudo,que

vivíaen

lugaressalvajes

(supra,pág.

249).A

síno

seríadifícil

verlecom

oun

faunoo

unsalvaje

delos

bosques,una

figuram

uypopular

enel

artem

edieval,que

—al

parecer—re

presentabaa

lanaturaleza

(enoposición

ala

cultura).

Una

famosa

teoríadel

sigloxix

sobrelos

mitos,

declaraque

éstosderivan

delos

rituales.En

elcurso

deltiem

po,se

argumenta,

losrituales

dejaronde

entendersey

otrosm

itostuvieron

queser

inventados

parapoder

explicarlos.E

staes

unateoría

demasiado

simple

y,desde

luego,podem

osencontrar

numerosos

ejemplos

enlos

queel

mito

precedióal

ritual,com

ofue

elcaso

dela

misa.

Sinem

bargo,lo

dichosobre

Robin

Hood

ySan

JuanB

autistanos

sugiereque

enocasiones

elritual

influyeen

elm

ito.M

uchom

ásclaros

sonlos

ejemplos

deSan

Antonio

Abad

ySan

Martín.

¿Porqué

SanA

ntonioes

representadoacom

pañadode

uncerdo?,

sinduda

porquesu

díafestivo

secelebraba

el17

deenero,

laépoca

delaño

enla

quelas

familias

mataban

asus

cerdos.E

ntrelas

cancionestradicionales

de

dicadasa

SanM

artín,había

unaque

comenzaba

conla

siguienteestrofa:

o

palriodo

itatraEsdetramlesti?hadeto

l

cicvaRcdeprvejdre’asdeocK:Seursilveray

Estructuras

dela

culturapopular

261

e.oo...oo.ea.ea.oaoo..ea.eoe1

SobreSan

Juan,L

anternari;sobre

loshom

bressalvajes,

Bernheim

er.

262La

culturapopular

enla

Europa

moderna

jE

structurasde

lacultura

popular263

Wann

derheilige

SanktM

artinW

illder

Bischofsehr

entfliehnSitzt

erin

demG

tnseStatl.

(Cuando

SanM

artínQ

uiereevitar

alobispo

Sesienta

enel

corralde

tasocas...)

No

existeningún

datosobre

esteincidente

enla

biografíatrad

i

cionaldel

santo.Sin

embargo,

sufiesta

secelebraba

el11

deno

viembre,

siendom

uycom

ún—

especialmente

enA

lemania—

comer

losgansos,

sacrificadoscon

anterioridad,ese

día.Los

gansos,que

eranparte

delritual,

acabaronpor

condicionaral

mito

.

El

carnaval

Elejem

lopar

exceltencede

lafiesta

como

untexta..dçj.m

áz

gnes_y_cextos_essegtgan1gmg_çarnav.

Este

era,de

forma

par

ticularen

laE

uropadel

sur,la

fiestapopular

más

importante

del

añoy

elm

omento

parapoder

decir,al

menos

unavez

ycon

relativa

impunidad,

loque

am

enudose

pensaba.Era

también

laépoca

pre

feridapara

larepresentación

deobras

teatrales,m

uchasde

lascuales

nopueden

entendersesin

conocerlos

ritualescarnavalescos

alos

que

sealudía

ennum

erosasocasiones.

Antes

deintentar

interpretarlases

necesarioque,

partiendode

las

pocasevidencias

quehan

sobrevivido,reconstruyam

osun

carnaval

típico.E

statarea

es,inevitablem

ente,arriesgada.

Enla

medida

que

loscarnavales

italianosson

mejor

conocidos,correm

osel

peligrode

veral

restode

Europa

através

deeste

modelo.

Lam

ayoríade

las

fuentesse

refierena

ciudades,con

loque

esdifícil

queci

carnaval

nosayude

acom

prenderla

culturacam

pesina,aun

apesar

deque

muchos

campesinos

vivíanen

lasciudades

ya

queotros

muchos

se

acercabana

éstasdurante

sucelebración.

Muchas

delas

informacio

nesque

utilizamos

procedende

extraños,de

turistasextranjeros,

que

pudieronhaber

entendidom

alaquello

queveían

yoían

(supra,pág.

120).A

demás,

ningúncarnaval

eraexactam

enteigual

aotro.

Había

C.

Kluckhohn,

.Myths

andR

ituals.,en

Harzard

Tbco1ogrcaIRertc’w

,35(1942);

G.

S.K

irk,M

yth,C

ambridge,

1970,cap.

1;sobre

elcerdo,

Gaignebet

(1974),págs.

57y

sigs.;sobre

laoca,

Arnim

-Brentano,

pág.608.

variantesregionales,

cambios

debidosal

clima,

ala

situacióno,

porejem

plo,al

preciode

lacarne

enun

mom

entodad

embargo,

estasvariaciones

nopueden

serapreciadas

sino

laparam

oscon

uncarnaval

dela

Europa

moderna,

conun

nreconstruido.

Laestación

delcarnaval

comenzaba

enenero,

enalgunas

cnes

afinales

dediciem

bre,y

seiba

haciendom

ásexcitante

an

quese

acercabala

cuaresma.

Ellugar

privilegiadopara

suc

ción,eran

lasplazas

abiertasde

lasciudades:

lade

Notre-D

aM

ontpellier;la

plazadel

mercado

querodeaba

alayuntam

ieiN

uremberg;

lade

SanM

arcosen

Venecia,

etc.El

carnavalverse

como

unainm

ensaobra

deteatro,

representadaen

lasc;

lasplazas

principales,convirtiendo

ala

ciudaden

uninm

enscnario

sinparedes,

ydonde

sushabitantes

—ya

fuesenactores

4

piesespectadores—

podíanobservar

lasescenas

desdesus

balEn

realidadno

habíauna

claradistinción

entreactores

yespe

res,ya

quelas

mujeres

podíanlanzar

huevosdesde

losbalco

generalmente,

seperm

itíaa

losenm

ascaradosque

entrasencasas

particularesID

Laacción

deesta

gigantescarepresentación

estabacom

pueuna

seriede

acontecimientos

más

om

enosform

almente

estrudos.

Losm

ásinform

alesaparecían

intermitentem

entea

lolar

todala

estacióndel

carnavaly

afectabana

todala

ciudad.E

ntrtdestacaba,

enprim

erlugar,

laingestión

masiva

decarne,

tortaslos

PaísesB

ajos)buñuelos,

llegandoa

supunto

culminante

elr

decarnaval,

descritoen

laInglaterra

delsiglo

xviicom

oun

tide

«tantohervir

yasar,

tantohornear

ytostar,

tantococer

yrar,

tantacocción,

fritura,picar,

hacerlonchas,

trinchar,cor

atracarsea

más

nopoder,

quese

decíaque

lagente

metía

ebarrigas

laprovisión

dedos

meses,

oque

lastrabansus

vientrela

carnenecesaria

parahacer

unviaje

aC

onstantinoplao

alas

1occidentales>,

Tam

biéneran

abundanteslas

bebidas.E

nR

usicuenta

unvisitante

inglés,en

laúltim

asem

anadel

carnanval,«1

como

sino

lopudieran

hacerm

ás».

Lagente

cantabay

bpor

lascalles

—sin

queesto

fueraexcepcional

enla

Europa

mna—

,aúnque

sílo

erala

excitacióncon

quese

hacía,las

canci

no

claradisrrncion,

citr.B

akhtin,págs.

7y

sgs.J.

Taylor,

«Jacka

Len

t,en

Works,

Londres,

1630,pág.

115;S.

ColH

iPresent

Stateof

Russja

Londres,

1671,pág.

22.

íticaSin

lelo

siolida) raendeedes

y;ceim-ies.doy,

lasderadelos(entespotysus

:on¡aslosioniba

e res,

lije

1

264L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

ilesy

losinstrum

entosque

seutilizaban,

como

porejem

plom

etpotholandés

flechocon

lavejiga

délcerdo

colocadaen

lale

unajarra

llenade

aguahasta

sum

itad.«C

uandouna

len-de

cañaatraviesa

lavejiga

porla

mitad

yse

lam

uevecogida

lpulgar

ylos

otrosdedos,

elinstrum

entoproduce

unsonido

alque

haríaun

cerdoal

sergolpeado)>

12•Por

locom

ún,la

sedisfrazaba

yafuese

conlargas

narices(lám

.16),

ocon

trajess.

Los

hombres

sevestían

dem

ujeresy

éstasde

hombres.

delos

disfracespopulares

eranlos

declérigo,

diablo,bufón,

-esy

animales

salvajes,por

ejemplo

deoso.

Alos

italianosles

areproducir

alos

personajesde

lacom

media

dett’arte,y

asíe

dicehaber

vistoa

cientosde

polichinelasen

lavía

delC

osota.

Un

inglésque

asistióal

carnanvalde

Parísen

1786,escribe

yapas,cardenales,

monjas,

demonios,

cortesanos,arlequines

yios

sem

ezclanen

unaprom

iscuam

ultitud»13,

queno

sólose

como

lospersonajes

citadossino

quetam

biénim

itabasus

)rtamientos.

«Uno

deellos

lohacía

como

sifuese

undoctor

-echo,subiendo

ybajando

portas

callescon

unlibro

enla

ydiscutiendo

contodas

laspersonas

queencontraba

ensu

o»14

Impetuosos

bufonesu

hombres

salvajesgolpeaban

alos

adorescon

vejigasde

cerdoo

concañas.

Entre

todosellos

seharina,

confites,m

anzanas,naranjas,

piedraso

huevos,a

—pero

nosiem

pre—rellenos

deagua

derosas.

En

Cádiz.

elresentc

visitanteinglés

nosinform

aque

lasm

ujerestiraban

llenasde

aguaa

loshom

bresque

pasabanbajo

susbalcones

15•

iénlos

animales

eranvíctim

asm

uycom

unesde

lalocura

carsca.

Losperros,

porejem

plo,podían

serm

anteados‘y

losga

lpeadoshasta

sum

uerte.Las

agresionestam

biénpodían

seres,

produciéndoseun

variadointercam

biode

insultoso

denes

compuestas

conversos

satíricost6

:rasdiversiones

más

formalizadas

seconcentraban

enlos

últi

líasdel

carnaval,celebrándose

enlas

plazascentrales

ydistin

:lom

ásclaram

entea

losactores

delos

espectadores.Estas

ac

•Slive,

frausH

aIs,1,

Londres,

1970,pág.

37;el

autorno

dicecóm

oha

zidoesta

información.

•W

.von

Goethe,

Jtatwntsche

Retse,

cd.de

H.

von

Einem

.H

.imburgo,

1951,

2;T

ownsend

(n.5),

págs.39

ysigs.

(.L

asscls,Thc’

voyageof

ttaly

,P

arís,1670,

pág.195.

1.S

winburne,

Travets

throughSpazn,

Londres,

1779,pág.

228.aro

Baroja

(t965),págs.

53y

sigs..83

ysigs.

Estructuras

dela

culturapopular

tividadesespeciales

eran,m

uya

menudo,

organizadaspor

clubeso

fraternidadeslideradas

por«reyes»

o‘(abades»

delmalgobierno,

com

puestassobre

todo—

perono

exclusivamente—

porjóvenes

varonesprocedentes

delas

clasessuperiores,

talcom

osucedía

conla

Abbaye

desC

onards(R

ouen),la

Com

pagniede

laM

éreFolle

(Dijon),

laC

ompagnie

dellaC

alza(V

enecia)o

lade

Schembartliufer

(Nurem

berg)17

Lasrepresentaciones

queorganizaban

sebasaban

eula

«improvisación»,

yaque

carecíande

guiónescrito

y(probablem

ente)de

ensayosprevios,

aunqueestaban

coordinadospor

ungrupo

muy

conocidode

personasque

habíanactuado

conanterioridad.

Estasactuaciones

noeran

nitotalm

enteprogram

adasni

totalmente

libres,com

otam

pocoeran

espectáculosprofesionales

nisim

plesdiversio

nes,participando

unpoco

detodas

esascaracterísticas.

Am

enudoincluían

lossiguientes

treselem

entos:E

nprim

erlugar,

unarocesión

com

pa

—probablem

ente—de

cárrozasenas

egente

disfrazadade

gigantes,diosas,

demonios

yde

otrospersonajes.

En

Nurem

bergdestacaba

unade

lascarrozas,

laH

iitte,que

eratransportada

sobreun

trineopor

lascalles

hastallegar

ala

plazaprincipal.

Lam

ayoríatenían

laform

ade

unbarco,

unarem

iniscenciade

lascaravanas

debarcos

alemanes

mencionados

enocasiones

enfuentes

antiguasy

medievales.

Lascarrozas

eranparticularm

entenum

erosasy

famosas

enFlorencia.

Losactores

queiban

enellas

representabana

jardineros,nodrizas,

espadachines,es

tudiantes,turcos,

Landskenechterz

yotros

personajessociales,al tiem

poque

cantabancanciones

especialmente

compuestas

paraesta

oca

sión,y

quededicaban

alas

mujeres

queveían

laprocesión

desdelos

balcones.En

algunoscarnavales

franceses,los

maridos

quehabían

sidogolpeados

porsus

esposaso

losque

sehabían

casadoreciente

mente,

eranllevados

enprocesión

guiadospor

losoficiales

del«gran

príncipeM

ardiG

ras[M

artesG

ordo]’,o

conducidospor

todala

ciudadsentados

deespaldas

sobrelos

asnosO

trodeJos

elemçntos

constantesen

elritual

carnavalescoera

algúntipo

decom

petición.E

ntrelas

más

popularesse

encontrabande

caballosy

laspedestres.

Elcarnaval

romano

incluíacarreras

dejóvenes,

dejudíos

yde

viejos.T

ambién

podíancelebrarse

justaso

torneossobre

latierra

oel

agua.En

hIle,

17D

avis(1975),

págs.114

‘isigs.;

Sum

berg.pág.

59.li

Sum

berg,passzm

;S

ingleton;C

.N

oirot,L

ortginedes

masques

(1609),reim

pre

soen

Leber,

págs.50

‘,‘sigs.;

cifr.V

aultier(1946),

págs.60

sigs.

losel

rbocgüeentisimgenentO

trhongusG

oro

IT

queaboves

1

conenm

arcarresplan;vecornbol.T

arnavlbsvercan

mo

gui

com

pág.

.1¡

265•a.a.a.a..a.aaaaaoaaaaoa.aaaoaa

266La

culturapopular

enla

Europa

moderna

porejem

plo,durante

elsiglo

XV

IIIlos

concursantesluchaban

desde

dosbotes

enel

río.Los

partidosde

fútboldurante

elm

artesde

carnavaleran

muy

comunes

enInglaterra

yel

nortede

Francia.E

n

Ludlow

competían

atirar

dela

cuerda;en

Bolonia

ungrupo

de

jugadoreslanzaba

huevosa

otro,quienes

tratabande

desviarloscon

estacas19

Eltercero

delos

elementos

comunes

atodos

loscarnavales

era

larp

sentac1

on

deuna

dbrateatral;

estapodia

serde

cualquier

tipo,aunque

generalmente

setrataba

deuna

farsa.Sin

embargo,

es

muy

difíciltrazar

unalínea

divisoriaentre

loque

erauna

obrade

teatroform

aly

los«juegos»

informales.

De

hecho,en

lam

ayoríade

loslugares

secelebraban

parodiasde

losm

ásdiversos

actos.En

Italia

eranm

uypopulares

losasedios

acastillos

construidosen

lasplazas

principales,que

alfinal

erantom

adosal

asalto;en

Francia,los

jui

cioso

causes

grasses;

enE

spañalos

sermones;

enA

lemania

lasla

branzas,en

lasque

mujeres

solterastiraban

delos

arados;o

las

bodas,en

lascuales

lanovia

podíaser

unhom

bre‘i

elque

hacíade

novioiba

disfrazadode

oso(sobre

laparodia,

supra,

págs.206

ysigs.).

Jiosfe

los;uegos

secentraban

sobrela

mism

afigura

de«C

ar

cestibles

(sal

chichas,aesde_corral,

conejps),sentado

sobreun

barriloaco

mpa

ñado(com

osucedió

enV

eneciaen

1572)por

uncaldero

dem

aca

rrñés

Pó?

cbntraste,«C

uaresma»

tornabala

forma

deuna

mujer

viejay

dlgada,vestida

denegro

yrodeada

depescados

(lafigura

masculina

de«Jack

elC

uaresma’>

conocidaen

Inglaterra,parece

ha

bersido

unaexcepción).

Elcontexto

carnavalesconos

permite

ex

plicarlos

nombres

eim

aginartas

característicasde

algunode

los

cómicos

más

famosos

delperíodo;

así,«H

ansW

urst»seguram

ente

erauna

figuraciónde

carnavalcon

unasalchicha,

mientras

que«P

ick

leherring»(A

renqueE

scabechado)y

«StevenStockfish»

derivaban

detipos

cuaresmales

°.

SobreR

oma,

Clem

enti;sobre

Lille,C

ostignies,núm

.40;

sobreInglaterra,

F.

P.M

agoun,H

zstoryoffoorbalt,

Bochum

,1938,

cap.9;

sobreFrancia,

Vaultier

(t965),

pág

s.45

ysigs.;

C.

M.

Ady,

Thebenuvoglio

ofB

otogna,L

ondres,1937,

pág.¡72.

°Sobre

losasedios

fingidos,P

itr(1889),

1,págs.

23y

sigs.;sobre

lasparodias

delos

juicios,H

.G

.H

arvey,págs.

19y

slgs.,y

Vaultier

(1946),págs.

68,75;

sobre

laparodia

delos

sermones,

Caro

Baroja

(1965),pág.

35;sobre

laslabranzas

fingidas,

Keller,

núm.

30,y

Coupe,

pág.176;

sobrelos

matrim

oniosfingidos,

Caro

Baroja

(1965),págs.

90s’ sigs.

í

Estructuras

dela

culturapopular

267

Existen

evidenciasque

nossugieren

quelas

batallasenti

navaly

Cuaresm

ano

sóloeran

productosde

laim

aginaciónd

gel,el

Bosco

uotros

pintores,sino

quealgunas

seesceni

públicamente.

En

Bolonia

(1506),se

produjoun

torneoentri

naval»sentado

sobreun

caballogordo

y«C

uaresma))

sobdelgado,

losdos

apoyadospor

unescuadrón

deseguidores.

mo

actode

lasfiestas

am

enudoera

undram

aen

elcual

«Ca

leejecutaba

—generalm

enteen

laho

ary

j=

brb

lfTñfáIA

lternativ

amen

te,se

decapitabasolem

nemer

EdE

dm

osucedía

cadaaño

enV

enecia—o

seenterrab,

sardinacon

todoslos

honores,com

oera

elcaso

deM

adrid

El

mundo

alrevés

¿Qué

significabael

carnavalpara

losque

tomaban

parttEn

unsentido,

estapregunta

esinnecesaria.

Elcarnaval

erau

ta,un

jueo,

uetenía

—or

lotanto—

necesia

deex

licarloo

ustificarlo.Era

untiem

pode

éliberacion.

Sinem

bargo,por

variosm

otivosdebem

osam

pja

rierode

interrogantes.¿Por

quéel

juegotom

abaunas

formparticulares?

¿Porqué

sedisfrazaba

lagente

poniéndoselar

rices,se

lanzabanhuevos

oajusticiaban

a«C

arnaval»?D

esdem

entoen

quelos

contemporáneos

noregistraron

susideas

acesta

fiesta—

paraellos

tododebió

serobvio—

,debem

osp

indirectamente,

analizandolos

distintostem

asy

lasasociadoj

comunes

22-

Lostres

temas

más

importantes

enlos

carnavales—

ensu

reala

rJo-ecom

iaexoyla

vio

1encia

El1

dos,acc,rn

ja,

era71

íscvi

enteera

ésta

aq

uecarne,

lasalsa

alcarnaval.

Elconsum

oexagerado

decarne

devaca

yde

otrosanim

alesera

—desde

lueg

o-

real,pero

jugabaaun

ciertopapel

simbólico

enlas

distintascelebrador

navalescas.El

personajede

«Carnaval»

llevabacolgados

de

Paralas

batallasfingidas,

Gaigncbet

(1972);T

oschi(t955),

sobreB

oloV

enecia,B.

T.M

azzarotto,Le

festet>eneziane,

Florencia,1961,

págs.31

ysi

Madrid,

Caro

baroja(1965),

pág.110.

22Para

dosbrillantes

perocuestionables

intentosde

interpretarel

camas

tin(esp.

págs.197

ysigs.)

yG

aignebet(1975).

Car

rue

aronC

arunoúlti

ival»O

,se

cel

aun

una

tiél?

fies,

sin

1nú

muyna

mo

-

:ade

:ederm

ás

-neroía

lard

o,

ibiéncarves

-

sobresobre

Bakh

268La

culturapopular

enla

Europa

moderna

unasy

conejos.T

antoen

Nurem

berg,com

oen

Munich

y

;ares,los

carnicerosocupaban

unpapel

muy

destacadoen

Les,danzando

ocorriendo

porlas

calles,o

echandoal

aguade

susaprendices.

Durante

elcarnaval

de1583

enK

oenigsventa

carnicerosllevaron

enprocesión

unagigantesca

salue

llegóa

pesar440

libras.irne

también

significabala

«carnalidad».C

omo

esnorm

al,om

as

interesanteue

lacom

idaese

eto

e._

j1y

aue

asfprn.as

nqe

sedisfrazaba

transparenrnificados

como

sifuesen

finosvelos.

Elperíodo

carnava

oia

dores

enrelación

ala

Franciadel

sigloxvii.

Al

nerlas

tablasdel

movim

ientoestacional

delas

concepcioyunto

dem

áximo

valorse

encontrabaentre

losm

esesde

junio,pero

habíaun

segundopunto

álgidoen

tornoa

fe[uchas

bodasse

celebrabandurante

elcarnaval

ylos

matri

ingidoseran

unosjuegos

muy

populares.Las

cancionescon

ntidono

s.5loeran

Iuytípica

erauna

delas

quecantaban

loscom

ponentesde

,ade

los«fabricantes

declavos»

enFlorencia,

quienesdecían

jefe

scuando

pasabanbajo

susbalcones:

bettae

nuovaed

utilm

asserizia.rnpre

connoi

portiamo;

ognicosa

dovizia,chi

volesseit

pu?.)toccar

conm

ano.

‘uestrasherram

ientasson

finas,nuevas

yprovechosas.

‘mpre

tasllevam

oscon

nosotros;ven

paratodo,

quierestocarlas

puedeshacerlo.)

tnteel

carnavalnapolitano

de1664,

lasm

ujeresfueron

obli

queviesen

unfalo

dem

adera«del

tamaño

deun

caballo,transportado

porlas

calles»23

Sitenem

osen

cuentaestos

;atchichade

Koenigsberg

enB

akhtin,pág.

184,nota;

sobrelas

concepcio

tablade

Dupiquier

publicadaen

J.le

Goff-P.

Nora

(cUs.),

fa,ret’historre,

74,

pág.86

(elautor

notom

aen

cuentala

movilidad

temporal

delcarnaval

:arsus

cálculos).La

canciónen

A.

f.G

razzini,R

ime

burtesche,cd.

de

Florencia,1882,

págs.164

ysigs.;

elfalo

esm

encionadopor

1.fuidoro,

Napoti,

1,N

ápoles,1934,

pág.239.

Estructuras

dela

culturapopular

hechos,no

pareceexagerado

queinterpretem

oscom

osím

bolosfá

licosios

disfracesque

teníanlargas

nariceso

cuernos,y

lagran

salchichaque

llevaronen

procesiónpor

Koenigsberg.

Tam

biénpo

dríamos

llamar

laatención

sobreel

significadosexual

delas

«siembras»,

enlas

quelas

mujeres

solterasjugaban

unpapel

clav,o

enlas

mism

asvejigas

delos

cerdos,usadas

parahacer

música,

jugaral

fútbolo

golpeara

losespectadores.

Tanto

elgallo

como

elcerdo,

eransím

bolosconocidos

delascivia,

mientras

quelos

habitantesbe

lludosde

losbosques

ylos

osos—

ambos

presentesen

loscarnava

les,en

losque

podíansecuestrar

am

ujeres—lo

erande

lavirilidad.

Elcarnaval

nosólo

erauna

fiestadedicada

alsexo,

sinoque

tam

6iE

aban

resentesla

agresión,la

destr

ucció

niF

fcodría

sllg

ara

pensarque

esexo

erauna

especiee

interm

edirioquçjg

aba

lçom

idaçp

njv

iolen

cia.E

sta,com

oel

sexo,estaba

presentede

forma

más

om

enosexpIÍifi

nel

ritual

ypían

jn

jtar

alrçp

susecin

lasautoridades.

Erael

mom

entoen

elque

sepodía

acusaral

vecinode

haJE

gañado

ogolpeado

porsu

esposa.E

nuna

delas

procesiones

delcarnaval

madrileño

de1637,

podíaverse

auna

figura—

queparecía

habersido

despellejada—llevando

lasiguiente

inscripción:

Sisas,atca”alas

ypapel

selladoM

etiene

desollado24

Otras

delas

figuras,aquellas

quellevaban

símbolos

referidosa

lasórdenes

militares

oel

cartelde

«Sevende»,

aludíanal

extendidotráfico

dehonores.

La_agresiónse

ritualizabaenlas

batallasfin

gjs,

enlos

artidosde

f.

.haba

obetivosque

nondefe

ndcrs

c:

gallos,perros,

gatoso

judíos,a

losque

seles

tirabapiedras

ybarro

durantela

carreraanual

quecelebraban

du

ranteel

carnavalen

Rom

a.A

demás,

noeran

infrecuentesactos

deviolencia

más

seria,ya

op

carnavalera

unbuen

mom

entopara

resolverviejas

rencillas.

EnM

oscúT

rabIcm

ente

duranteei

carnaval,m

ientrasque

unvisitante

inglésen

laV

eneciade

finalesdel

sigloxvi

informaba

que:«durante

lanoche

delm

artesde

carnavalhubo

diecisietem

uertosy

muchos

he

Caro

Baroja

(1966),pág.

84.

.269

•.tidoso

tros

losnt

aalgu

berg,chichaLael

seovistatabanltr

recomnes,

em

ayobrero.m

onic

doblega

lári

alas

i

Dgadasque

e

23

nes,vci

2,P

aríspara

reV

erzonG

iorna

.o..oe.oe..e..o.e’..oe..o...oo...

Lacultura

popularen

laE

uropam

odernaE

structurasde

lacultura

popular

dereversé,

itm

ondoa

larovescia,

Die

verkehrte.E

stem

urrevés

seprestaba

aser

ilustrado,siendo

—desde

mediados

cgb

XV

I—uno

delos

motivos

preferidosde

lapintura

pc(lám

.17).

Tenem

osla

inversiónfísica:

laente

caminando

cabajo,

lascm

aes

ene

cieo,

elsol

laluna

ena

tierra,os

JI?

ioo

—e

avoritoe

lasrocesjones

carnavaescas—

ec.

aco

adfT

rT

ambién

seodía

daruna

transformación

delas

relacionesent

bnasvlos_animales•

elcaballo

cóñeti

óeii

erréroy

caa

sudueño;

elbuey

encarnicero

despiezandoa

unhom

bre;com

iéndoseal

pescador;las

liebresllevando

aun

cazadorat;

E

dándolevueltas

enun

asador.T

arn

bié

eie

ncontn

ouna

inversiónde

lasrelaciones

entte

loshom

bre

sané.

feridasa

laedad,

elsexo

uotros

elementos

delestatus

social.Acr

impartiendo

órdenesa

susam

os,el

pobredando

limosna

alri

laicocelebrando

misa

opredicando

alos

curas,el

reycam

inarel cam

pesinoa

caballo,el

marido

sosteniendoal

bebée

hilandotras

quesu

mujer

fuma

ysostiene

laescopeta

26

¿Cuál

esel

significadode

todasestas

imágenes?

No

existe,luego,

unaresp

uesta

sencillaa

estapregunta.

Enm

uchoscasos,

yotras

imágenes

similares

eranam

biguas,dependiendo

deltiF

personasque

lasveían,

eincluso

podíanser

ambivalentes

paim

ismo

observador.Es

mucho

más

fácildocum

entarla

actitudclases

dinentes,

araquienes

estasim

ágenessim

bolizabanel

eldesorden,

eldesgobierno.

oos

osque

seoponían

alE

ñ

es

períodolas

caracterizaban—

literalmente—

como

«subversicom

oun

intentode

trastornarel

mundo

establecido.Su

ideaer.

elorden

existentetenía

unorigen

naturaly

cualquieralternat

ésteconducía

inexorablemente

aldesorden.

Lutero,

porejem

plcacusado

dealterar

elsistem

avigente,

yél

mism

oatacó

lasrebel

campesinas

de1525

utilizandolos

mism

osargum

entos.En

laT

terrade

mediados

delsiglo

xvii,los

cuáqueros—

yotros

gru

eranllam

adospor

susadversarios

«activistasdel

mundo

tranado»

27

Esm

uchom

enosevidente,

sinem

bargo,que

elpueblo

cc

26•

Odenius,

EMundus

inversus,en

A,

10(1954),

esuna

guíaprove

sobreLa

literaturaen

tornoal

tema;

cifr.C

ocehiara(1963)

yG

rant.27

Hill

(1972),pág.

186.

270

ridos;esto

esde

loque

seinform

aoficialm

ente,pero

además

se

produceal

menos

unam

uerteviolenta

cadauna

delas

nochesque

durala

fiesta».E

nL

ondresla

violenciade

losaprendices

deartesa

nosdurante

elm

artesde

carnavalera

tannorm

alcom

ocom

erto

r

titas:«jóvenes

armados

conporras,

martillos,

reglas,paletas

ysierras

dem

ano,saqueaban

losteatros

ydestrozaban

losprostíbulos»,

ycon

laspiedras

quellevaban

enlos

bolsillosatacaban

alcondestable

ya

sushom

brescuando

éstosllegaban

allugar

delos

hechos.Sobre

Sevilla,ya

en1800,

sellegó

adecir

que«el núm

erode

heridosgraves

om

ortalesen

cadauna

delas

grandesfiestas»

era«de

doso

tres»25•

Claude

Lévi-Strauss

nosha

enseñadocóm

oanalizar

lasdistintas

contradiccionesque

encontramos

alinterpretar

losm

itos,los

rituales

yotras

formas

culturales.E

nelcaso

delcarnaval

tenernosdosiápos

chosde

loselem

entosdela

fiesta,una

situaciónde

laque

eran

conscienteslos

contemporáneos

&F

jríodo.

Laprim

erade

estasop.Q

s.icioneses

laque

sedaba

entrecarnavaL

y_cuasma,

entrelo

quelos

francesesdenom

inabanjours

grassy

)ours

maigres,

personificadosgeneralm

entepor

unhom

bregordo

yuna

mujer

delgada,respectivam

ente.D

eacuerdo

conla

dçtrira

dela

Iglesia,la

cuaresma

eraun

tiemp cid

unytin

encia

nosolo

decarne

sinotam

biende

huevos, sexo,_ir al teatroy

otrasdiversiones.

Era

muy

lógico,porlo

atg

,rp

rentr.la

como

demacrada

(lapalabra

«cuaresma»

—L

ent—significa

«tiempo

estrecho,lean

time),

aguafiestaso

asociarlacon

losanim

alesde

sangrefría

típicosde

ladieta

cuaresmal.

Todo

loque

carecíala

cuaresma

eraenfatizado,

deform

anatural,

en

(sindudaja

conexiónera

ambivalente

yde

hechoel

carnavalnos

aportael

contextodesde

elque

interpretara

Gargantúa

yfalstaff).

Laotra

oposiciónbásica,

dentrodel

carnavalrequiere

unam

aor

ontá

áiiaresm

a,sino

también

ala

vidadiaria,

noúnicam

entea

loscuarenta

díascuaresm

aes

—que

año.El

carnavalera

laencarnación

deltm

asfavoritos

dela

culturapopular

enla

Europa

moderna;

lem

on

25Sobre

Venecia,

Dallington

(n.5), pág.

65;sobre

Londres,T

aylor(n.

11);sobre

Sevilla,B

lancoW

hite,Letters

fromSpain,

2.’edición,

Londres,1822,

pág.237.

(Hay

trad.española,

Cartas

deEspaña,

Alianza

Editorial,M

adrid,1972.)

271al

si

llar3zacesiDoial.lasdo,ezlo.onre-¡jolosel

detasdeunlas)S

,

en»ueLaueesaisa

272La

culturapopular

enla

Europam

odernaEstructuras

dela

culturapopular

273

mundo

patasarriba

como

algom

alo.C

uandolos

campesinos

sasaltaron

en1525

lasede

dela

Orden

Teutónica

enH

eilforzaron

alos

caballerosa

cambiar

surol

conellos.

Mientras

asorescelebraban

unbanquete,

loscaballeros

debíanperm

aígidos

alrededorde

lam

esay

conel

sombrero

enla

mano.

pequeñoJunker»,

díjouno

deios

campesinos,

«nosotrosse-

loscaballeros»

(Heur, Junkertein,

svnw

trT

eutschmeister).

Elde

Norfolk,

durantela

rebeliónde

Ket

en1549,

declaróque

ñoreshabían

gobernadodem

asiadotiem

poy

queellos

loha-

tora».E

n1670

enel

Vivarais,

loscam

pesinoshicieron

unación

similar:

«Ha

llegadoel

tiempo

dela

profecía»,dijeron,

ola

lozade

barrorom

períaa

lade

hierro».D

ospinturas

rescirculaban

despuésde

laR

evoluciónfrancesa;

unade

ellasntaba

aun

noblem

ontadosobre

uncam

pesinoy

laotra

al;ino

sobreel

noble,con

lasiguiente

inscripción:«Sé

quem

iestá

apunto

dellegar»

(láms.

19y

20

).El

mundo

alrevés

nestá

asociadocon

lautopía

popularde

latierra

deJauja,

«ellos

Necios»

o«la

tierradel

PresteJuan»,

dondelas

casastejados

cubiertosde

tortas,la

lechecorría

porlos

arroyos,dos

lossitios

habíacerdos

asadoscon

cuchillosclavados

ennos

ydonde

secelebraban

carrerasque

ganabanlos

últimos

gasena

lam

eta.U

npoeta

popularfrancés

añadiósus

propiasunes

aeste

tema:

Pour

dormir

uneheure

deprofond

somm

eztte,saris

qu‘on

seréveilte,

ongagne

sixfrancs,

etá

man

gerautant;

ct

pour

bic’n

bo

zre

ongagne

unepistole;

cepays

estdróte,

ongagne

parjour

dixfrancs

ifaire

t’amour.

)bte

Heilbronn,

H.

W.

Bensen,

Gesci’ic/,:e

desB

aoc’rikrtegsin

Ostfr.inken,

i,1840,

pigs.¡58,

unareferencia

queagradezco

aH

enryC

ohnde

aU

ni

deW

arwick;

sobreN

orfolk,H

ill,.M

anv-Headed

Monster»

(1965),reim

Hill

(1974),sobre

elV

ivarais,Le

Ruy

Ladurie

(1966),págs.

607y

sigs.bre

Jauja,C

occhiara(1956)

yT

assy(para

Hungria);

e1texto

Írancs

enC

ot

lúrn.55.

No

heconsultado

E.\t.

Ackerm

ann, SchtarJfentand,C

hicago,1944.

Jaujaes

lavisión

deuna

lgyda,

cornosi

éstafuese

uncarn

aval,

mientras

queéste

ría....una4

au.ja

rernp

aly

deahí

laim

Eor

tanciade

comer,

beberfavor

•nversi-

dedo

loexistente.

carnavaltam

biénera

untiem

pode

comedias,

quea

menudo

repi

Tansi

uaciesco

ntran

areaiziad,-en—

bs--q-ue—sc

dctema

también

permitía

quelos

hombres

lasm

ujeresintrcam

biaransus

paT

éEL

asre

acionesentre

loscriados

ysu

señor_poíaninvertirse;la

fies

criados

duranteel

martes

delcarnaval».

Lostabúes

diariosen

laexpre

siónde

losim

pulsossexuales

yagresivos,

eransustituidos

porla

promoción

deestas

tendencias.nodo

ded

esord

enin

stitucio

nalizad

o,u

jun.td

,e...rimaIe&

,sahte

lsió

elm

undo

conocido.E

neste

sentido,no

debem

aravillam

asenel

tiempo

dela

«demen

cia»,en

elcual

reinabala

locura.Suspendidas

lasreglas

dela

cultura,los

ejemplos

aseguir

eranlos

hombres

salvajes,el

bufóny

«Carna

val»,quien

representabaa

lanaturaleza

o—

dichoen

términos

freudianos—

alsubconsciente.

Com

oya

dijeseel

poetaitaliano

Man

tuanusa

comienzos

delsiglo

XV

I:

Perfora

pervicos

itpc’rsonata

libidoE

tcensore

carenssubit

om

nia

tectavotuptas.

(El

deseoenm

ascaradoatraviesa

plazasy

callesY

enausencia

delcensor,

elplacer

entrabajo

todoslos

techos.)

Está

claroque

estosversos

tienenacento

freudiano.D

esdeluego,

términos

como

libidoy

censor,tienen

paranosO

trf)Sunas

connotaciones

queno

estabanpresentes

enel

sigloX

VI,

peroci

poetanos

estáindicando

queel

carnavalgarantizaba

unasalida

adeseos

sexua

La

dobleoposición

entrecarnaval

ycuaresm

ay

entreci

mundo

alreses

yciL

aio,p

pde

todoslos

signi±icdos. q

ereúne

estafiesta.

Otro

delos

ternasrntes—

que

emerge

especialmente

delcarnaval

deN

u

remberg—

,es

cide

lajuventud.

Enel

de1510,

unade

lascarrozas

°1.

Donaldson,

IleW

orldU

pstdeD

oten:C

omedy

fromJonson

tufzclding,

Oxford,

1970.31

G.

B.S

pagnuoli,«M

antuanusv,en

Fastt,E

strasburgo,1518,

libro2.

vieserebebrorlos

inece«H

orem

cpuel«losríandccl«c u apopirep

reamtu

rntam

1paístení;porsusquevan.

Erlar

versi,presc

tignu

274La

culturapopular

enla

Europa

moderna

queparticipaba

enla

cabalgatasim

bolizabaa

lafuente

dela

juven

tud.E

n1514,

otraen

laque

seveía

auna

mujer

viejadevorada

por

undiablo

gigante.E

sobajq

i4

que

noshem

Qs

referido,tam

hin

_fesp

símbolo

delrejuvenecim

iento,

dt2

mola

Jkepci2

idad

delos

años

madura

-.

ando

sirJam

esFrazer

escribiósobre

elcarnaval

ensu

obra

Ram

adorada,

sugirióque

estafiesta

eraun

ritualdirigido

ahacer

crecerlas

mieses,

eidentificó

nosólo

alas

criaturassalvajes

sino

también

alm

ismo

«Carnaval»,

conlos

espíritusde

lavegetación.

Fuesecual

fueseel

origende

esteritual,

noparece

queéste

fueseel

sentidoque

tenín

paralos

participantesen

loscarnavales

urbanos

dela

Europa

moderna.

Sinem

bargo,sería

unerror

desecharsin

otroscom

entarioslas

teoríasde

Frazer.La

«fertilidad»es

unco

n

ceptom

uyútil

pararelacionar

elementos,

aparentemente

tandispa

rescom

olos

huevos,las

bodaso

losnum

erosossím

bolosfálicos.

Una

salchichapodía

serel

símbolo

deun

falo;pero,

asu

vez,éste

podríasim

bolizarcualquier

otracosa

fueseno

noconscientes

deello

suscontem

poráneos.En

esteterreno,

nopodem

osm

ásque

especu

lar.

Loque

estáclaro

esque

elcarnaval

erapolisém

ico,significaba

cosasdjfjz

nrg

sppra

perssdiija

gífid

c.s

cristips

se,erpusiero

nsobre

lospaganos

sinque

éstosfueran

totalmente

eliminados.

Elresultado

detodo

ello,es

queel

carnavaltiene

que

siia

com

osi

fueseun

palimpsesto.

Losrituales

carnavalescos

yjp

iíica.

Lavejiga

quellevaba

unbufón,

poreem

plo,reprodu

cíadistintos

significados;era

unavejiga

ypor

lotanto

estabaaso

ciadacon

losórganos

sexuales;procedía

delcerdo,

elanim

alcarna

valescopar

excettence,y

lallevaba

untonto,

cuya«necedad»

era

simbolizada

porla

vejigavacía.

Locarnavalesco

Elcarnaval

notenía

lam

isma

importancia

entoda

Europa.

Pre

dominaba

enel

áream

editerránea,Italia,

Franciay

España;

eram

e

‘Sum

berg,págs.

159,162

yfig.

45.

Parala

fertilidad(adem

ásde

Wilhelm

Mannhardt

ysir

James

frazer),R

udwin

(1920)y

Toschi

(1955),págs.

166y

sigs.;en

contrade

estaidea,

Van

Gennep,

Von

Sydow(cap.

4,n.

2)y

Caro

Baroja

(1965).

Estructuras

dela

culturapopular

275

noSim

portanteen

laE

uropacentral

ycasi

inexistenteen

norte,Inglaterra

yE

scandinavia,probablem

enteporque

elclir

permitía

larealización

deuna

fiestatan

elaboradaal

airelibr

algunosde

loslugares

dondeel

carnavalno

eraim

portante,e

ir

enotras

quesí

loera,

habíaotras

fiestasque

teníansus

funcic

reproducíansus

características.A

sícom

olos

héroesde

unas

ríaspasaban

aotras,

«partículas»elem

entalesdel

ritualtam

bie

sabande

unafiesta

aotra.

Lasm

ás«carnavalescas»

eranalgui

lasque

secelebraban

enlos

meses

dediciem

bre,enero

yfebre

decirdentro

delperíodo

delcarnaval

ensu

sentidom

ásam

pi

Un

ejemplo

famoso

esel

dela

Fiestade

losL

ocos(la

fie

los«inocentes»

mandados

degollarpor

Herodes),

quese

cel

el2$

dediciem

breo

enfechas

próximas,

yque

estám

uybie

cumentada

enFrancia.

Esta

fiestaera

organizadapor

elclero

unequivalente

eclesiásticode

aquellassociedades

dehom

bre:

nesque

dominaban

eldesarrollo

delcarnaval.

Elpueblo

comi

ticipabaen

ellade

lam

isma

forma

quelo

hacíanen

lam

isa,

congregación.D

urantesu

celebraciónera

elegidoun

obispo

delos

locos,se

bailabapor

lascalles

yen

lasiglesias,

sere

unaprocesión

yuna

falsam

isa,en

laque

loscuras

llevaban

ovestidos

dem

ujer,se

poníanal

revéslos

hábitos,sostenían

bocaabajo,

jugabana

lascartas,

comían

salchichas,cantaban

nesobscenas

yen

vezde

bendecira

losfeligreses

losm

aldecí

«indulgencias»proclam

adasen

elsur

deFrancia

(dichasen

o

yno

enlatín),

podíandecir

algoasí:

Mossehor,

qu’eseissi présen,

Vos

donaxx

banastasdé

mal

déens.

Et

atós

aoutrésaoissi,

Dona

unacóa

deroussz.

(Mi

Señor,aquí

presente,O

sdam

osveinte

cestosde

mal

dedientes.

Ya

todosvosotros

también

Os

damos

unculo

rojo.)

Difícilm

entepodríam

osdesear

unaproclam

aciónm

ásfi

mundo

alrevés.

Sulegitim

aciónse

encontrabaen

unverso

c

nificat:D

eposuitpotentes

desede

etexaltavit

humildes

(H:

seídoa

lospoderosos

yexaltado

alos

humildes).

En

otros

1delnoEn

LiSO

5y

;topa-de, esdeabado-ven,avepar

)mo

ibadraba:arasnisal

icioLas

tano

aldel

Mag

espogares,

27La

culturapopular

enla

Europa

moderna

jemplo

enla

Inglaterraanterior

ala

Reform

a,la

diversiónto

unaform

am

ásapacible

enla

fiestadel

«niñoobispo»

ola

infantil».D

eacuerdo

conla

ordenque

abolió,en

1541,estas

mbres,

lascelebraciones

incluíana

«niñosadornados

deun

raroy

aparejadospara

quepudiesen

parecersea

loscuras,

a)ispos

ya

lasm

ujeres,y

asíeran

conducidosde

casaen

casa,canciones

ybailes,

bendiciendoa

lagente

yrecogiendo

dinero,npo

quelos

niñoscantaban

misa

ypredicaban

desdeel

púlp

i•E

nel

aniversariode

lam

atanzaperpetrada

porH

erodes,los

teníanla

oportunidadde

vengarse.fiesta

delos

SantosInocentes

secelebraba

enuno

delos

docee

lasnavidades,

yésta

esla

razónde

tratarlacom

ouna

delas

carnavalescas,porque

—si

tenemos

encuenta

elpunto

deristiano—

elnacim

ientodel

hijode

Dios

enun

pesebre,era

mpio

espectaculardel

mundo

alrevés.

Com

oen

elcarnaval,

idadesera

unbuen

mom

entopara

comer

ybeber,

representarteatro

‘yrealizar

«desgobiernos»de

diversotipo.

EnIngla

tacostum

brerepresentar,

elprim

erlunes

despuésde

laE

pi

‘obrasde

labrantío»donde

podíanincluirse

bodasfingidas.

n,

aunqueya

eldía

deaño

nuevo,podía

producirse«un

camvestidos

entrelos

hombres

yfas

mujeres».

Com

oen

elcar

ambién

sepersonificaba

laestación.

La«cabalgata’>,

oproce

Yule

(elprim

erPapá

Noé!),

ysu

esposa,era

ungran

aconito

enel

York

delsiglo

xvi,«quienes

arrastrabana

ungran

depersonas

paraverles»,

como

admitía

lacorporación

mu

:uandoabolió

esteritual

en1572.

EnItalia

erala

Epifanía

laría

lapersonificación

enform

ade

mujer

vieja,la

Befana

o‘ia,

unasuerte

devieja

bruja—

conm

uchassim

ilitudescon

lam

a»—a

faque

sepodía

quemar

alfinalizar

lasfestividades

‘.

aR

usiade!

sigloX

VI,

deacuerdo

conun

visitanteinglés,

lasnavidades

<(cadaobispo

preparabaen

sucatedral

una•afía

detres

niñosen

unhorno,

sehacía

volara

unángel

tejadode

laiglesia,

congran

admiración

detodos,

ylos

:itascatán

sacadasde

Tilliot,

pág.29,

yJ.

Chandos,

Ingod’s

Nam

e,L

on

págs.39

ysiga.;

cifr.C

hambera

(1903),1,

págs.274

ysigs.,

yK

olve,los

docedías

dela

Navidad

enInglaterra,

H.

Bourne,

Antlqi4itares

vul

:astlc,1725,

págs.147

ysiga.;

sobrela

procesiónde

YuIe,

A.

G.

Dickens,

enP.

M.

Tillor

(cd.),V

ictortaC

ountyH

:stoiy:tite

City

ofY

ork,61,

pág.152;

sobreLa

Bcfm

a,Pola,

pág.87.

Estructuras

dela

culturapopular

277

caldeos[com

ose

lesllam

aaquí]

lanzabangrandes

bombas

defuegos

artificiales,com

puestosde

resma

ypólvora,

mientras

correnpor

laciudad

durantelos

docedías,

disfrazadoscon

chaquetasde

actoresy

realizandobuenos

juegosen

honordel

espectáculodel

obispo».El

fadocarnavalesco

deestos

ritosem

ergecon

mayor

claridadgracias

alrelato

deun

alemán

delsiglo

xvii,quien

nosexplica

queestos

«caldeos’>,así

llamados

enrecuerdo

delpueblo

convencidopor

Na

bucodonosorpara

quelanzasen

al«horno

ardiente»a

Shadrach,

Me

sachy

Abed-nego

(Daniel

3.8-30),eran

ciertaspersonas

disolutas,que

cadaaño

recibíanel

permiso

delpatriarca

—por

unperíodo

comprendido

entrelos

ochodías

anterioresa

laN

avidad,hasta

elde

lostres

ReyesM

agos—,

paraco

rrerpor

lascalles

lanzandofuegos

artificialesespeciales.

Am

enudollegaban

aquem

arlas

barbasde

iospaseantes,

especialmente

lasde

loscam

pesinos...,y

todosdebían

estarpre

paradospara

pagarun

copek.Iban

vestidoscom

ojuerguistas

carnavalescosy

sobresus

cabezasllevaban

sombreros

dem

aderadecorados.

Todavía

enla

estacióndel

carnaval,en

concretoel

5de

febrero,se

celebrabala

fiestade

SantaA

gata,la

deSanta

Agueda

delos

españoles,para

quieneseste

díaera

unaocasión

especialpara

otrorito

dela

inversión;las

mujeres

dabanlas

órdenesy

loshom

bresobedecían.

Escom

osi

lastorturas

querecibió

SantaA

gata,a

quiencortaronle

lospechos,

lahubiesen

convertidoen

unaA

mazona

‘.

fueraya

dela

estacióndel

carnaval,había

otrasfiestas

quein

sistíansobre

lostem

asde

larenovación,

lacom

ida,el

sexo,la

vio

lenciao

fainversión,

yque

también

puedenser

denominadas

carnavalescas.

Elm

artesde

Pascuao

«martes

delem

peño»se

celebrabaen

Inglaterrauna

deestas

fiestas.Ese

día,las

mujeres

capturabana

loshom

bres,quienes

debíanpagar

unrescate

siquerían

quedaren

libertad.Lo

mism

opodría

decirsede

lafiesta

delprim

erode

mayo,

defuerte

tradiciónen

Inglaterraen

contrastecon

untranquilo

mar

tesde

carnaval.El

reyy

lareina

dem

ayoorganizaban

espectáculosm

uyelaborados,

entrelos

quese

podíanincluir

obrasde

teatroso

breSan

Jorge(en

realidadun

personajem

uypróxim

o,ya

quesu

fiestase

celebrabauna

semana

antes)o

Robin

Hood

(supra,pág.

204).H

ombres,

mujeres

yniños

sedirigían

esedía

alos

bosques36

SobreR

usia,G

.fletcher,

Of

titeR

usseC

omm

onweatth

(1951),cd.

deA

.J.Schm

idt,Ithaca,

1966,pág.

142,y

A.

Qlearius,

7raeels(1647),

trad.inglesa,

Stanford,1967,

pág.241;

sobreE

spaña,C

aroB

aroja(165),

págs.139

ysigs.

po«rrcom

closen

t

alt

to»níñ

díasfiesiV

Í5t;

unlasr

obraterrfaníT

ambionavasióntecinnúmnicipquela

VeuaEi

duranescencdesde

‘>L

dres,19

pág.135

‘5S

gares,N

«Tudor

Londres.

278La

culturapopular

enla

Europa

moderna

donde—

como

nosinform

auna

descripciónde

finalesdel siglo

xvi—

«pasabantoda

lanoche

participandoen

placenterospasatiem

pos»,

regresandoa

suscasas

conram

asde

abeduly

unárbol

dem

ayo.E

n

otraspalabras,

losritos

dela

primavera

comportaban

unacierta

cenciasexual.

En

elL

ondresdel

sigloX

VIII,

esem

ismo

díalos

des

hollinadoresse

cubríancon

harina,otro

ritualrelacionado

conla

inversión.E

nItalia,

losárboles

dem

ayoeran

conocidoscom

oalberi

dellacuccagna,

«árbolesde

lacucaña»,

unevidente

lazocon

elcar

naval.E

nE

spañael

primero

dem

ayoera

celebrado,com

oel

carna

val, conbatallas

ybodas

imaginarias, por

ejemplo

«unasuerte

—com

o

lasdescribe

Covarrubias

ensu

diccionario—de

obrade

teatrore

presentadapor

chicosy

chicas,quienes

colocana

unniño

ya

una

niñasobre

unlecho

matrim

onial,lo

quesim

bolizaa

laboda»

Tam

biénel

veranotenía

suscarnavales,

especialmente

lasfiestas

delC

orpusC

hristiy

deSan

Juan

.La

delC

orpusC

hristi,difundida

porE

uropaaproxim

adamente

desdeel

sigloX

VIII,

eraun

díade

procesionesy

representacionesteatrales.

Enla

InglaterraB

ajam

e

dieval,este

erael

mom

entoelegido

pararepresentar

dramas

sacra

mentales

enlas

plazasde

losm

ercadosde

Chester,

Coventry,

York

yotros

lugares.T

ambién

enE

spañaeran

muy

característicasestas

representaciones,pero

aquíse

mezclaban

conelem

entoscarnavales

cos.Las

carrozas,en

muchos

casosm

uyelaboradas,

eranconducidas

através

delas

callesllevando

imágenes

desantos,

gigantesy

—lo

más

importante

detodo—

unenorm

edragón

queen

términos

cris

tianosrepresentaba

ala

Bestia

delA

pocalipsis,m

ientrasque

lam

ujer

montada

sobreél

sesuponía

queera

lam

eretrizde

Babilonia.

Ade

más,

losoídos

dela

multitud

eranasaltados

porlas

explosionesde

losfuegos

artificiales,la

música

delas

gaitas,de

lostam

bores,cas

tañuelas,bom

bosy

trompetas.

Losdem

oniostam

biénjugaban

un

importante

papelen

laobra,

dandovolteretas,

cantandoy

atacando

alos

ángelesen

batallassim

uladas.El

cómico

también

teníasu

pro

piolugar,

golpeandoa

losespectadores

convejigas

decerdo

.

.Y

ahem

osdicho

quela

vigiliade

SanJuan,

celebradaa

mediados

‘Sobre

elm

artesdel

empeño

enC

oventry,Phytian

Adam

s(1972),

págs.66

ysigs.;

sobrelos

juegosde

mayo,

Cham

bers(1903),

1,págs.

174y

sig

s.,

yP.

Stubbes,

Anatom

yof

Ab»ses,

Londres,

1583,págs.

94y

sigs.;sobre

Londres,

P.J.G

rosley,

Londres,

Lausana,

1770,pág.

321;sobre

Italia,Pola,

3,págs.

334y

sigs.,y

Toschi

(1955),págs.

16y

sigs.,44

ysigs.;

Covarrubias,

citadopor

Palencia-Mele,

pág.45.

SobreInglaterra,

Kolve;

sobreE

spaña,V

areyy

Varey-Shergold.

1E

structurasde

lacultura

popular279

delverano,

erauna

importante

fiestarelacionada

conel

temrenovación

(supra,págs.

295y

296).En

algunosde

loslugar

teníana

SanJuan

Bautista

como

patrón,esta

fiestaadquirió

testonos

carnavalescos.Fue

esteel

casode,

porejem

plo,C

ha—

diócesisde

Langres—

,donde

lassem

anasque

precedíanal

SanJuan

eranconsideradas

como

unperíodo

dedesgobiernc

nizado,o

mejor

desorganizado,por

losdiablos.

Estos,

coi«caldeos»

rusos,lanzaban

fuegosartificiales

contrala

multin

rríanlos

domingos

porla

tardepor

todala

ciudad,aterroriz

loshabitantes

delcam

poe

imponían

tasasen

elm

ercado.T

o&actividades

eraninterpretadas

como

unarepresentación

delpo

diablosobre

elm

undo,que

durabahasta

lafiesta

deSan

Juairencia

también

estababajo

laprotección

deSan

JuanB

autistfiesta

nosólo

estabaplagada

deobras

religiosas,procesione

rrozas,sino

también

dehogueras,

gigantes,fuegos

artificiales,ras,

partidasde

fútbol,corridas

detoros

yspiritelli,

loshom

bicam

inabansobre

zancos.E

nta

Europa

delnorte

ydel

este,la

deSan

Juanera

unafiesta

particularmente

importante

dur.época

moderna,

yafuese

debidoa

lapervivencia

delas

tradpaganas,

oporque

losrituales

públicosque

secelebraban

durcarnaval

enlos

paísesm

editerráneos,o

durantem

ayoen

Ingsim

plemente

seretrasaban

hastajunio

enpaíses

declim

astar

Enla

Estonia

delsiglo

XV

I,la

vigiliade

SanJuan

secaracn

—según

unpastor

luterano—«por

lasllam

asde

alegríaque

ctodo

elpaís.

Alrededor

deestas

hogueras,la

gente,baila,

csalta

congran

placer,sin

quefalte

lam

úsicade

lasgrandes

¡cuántascarretas

decerveza...,

cuántodesorden,

fornicación,asesinatos

eidolatría

espantosase

producíaallí!»

Otro

pastorano

nosdescribió

lafiesta

dela

vigiliade

SanJuan

enla

zonque

rodeabaa

Riga,

afinales

delsiglo

xviii,

aunqueahora

enm

áscondescendientes.

Sunom

bre,J.G

.H

erder(s

up

ra,

pág.A

unqueel

énfasissobre

lacom

iday

labebida,

tancaract

delcarnaval,

parecehaber

estadoausente

delas

fiestasde

prily

verano,sin

embargo

elpueblo

sepreparaba

paraello

enel

Com

ery

bebereran

lasprincipales

actividadesen

lacena

dccolección

queofrecían

lossegadores,

aunqueéstos

noeran

E.Jolibois,La

dzabterzede

Chaum

ont,Chaumont,

1838;sobreFtorenci

ti;sobre

Estonia,Baltasar

Russow

,cit.

por1.

Paulson,The

Oid

Estonian

Eg

ton

,La

Haya,

1971,p

ágs.

103y

sig

s.;

cifr.

Kohler,

pág

s.

130y

sig

s.,

sobreA

lela

quelenont

ade

rgalos

co

ana

estas- delF

loy

suca

irrequeguae

la)neste

elrra,

ríos.

tabaríanta

yas...has,ute

ural11105

).

;ticovera)flO

.

reúni

uas

Reit

anla.

280La

culturapopular

enla

Europa

moderna

cretenimientos;

«unviolinista

tocabael

violínm

ientraslos

de—

)mían

hastallenar

suspanzas,

paraluego

entraren

elgranero

trsobre

elsuelo

dem

aderahasta

empaparse

desudor,

yallí

:nhabía

ungran

barrilde

cervezaa

disposiciónde

todosy

ezade

tabacopara

cadauno».

Esto

sucedíaen

Cardingshire

otoñode

1760.Pocos

añosdespués

enSicilia,

unvisitante

contabaque

«despuésde

recogerla

cosecha,los

campesinos

tnuna

fiestapopular,

unaespecie

deorgía»,

bailandoal

sontam

bores;«una

mujer

vestidade

blancoy

montada

sobreun

esrodeada

porhom

bresa

pie,quienes

llevanhaces

detrigo

lascabezas

ylos

brazos,con

losque

parecenrendir

homenaje

ujer».T

ambién

enInglaterra

podemos

encontrarnoscon

com

nientosque

recuerdanel

igualitarismo

carnavalesco.E

nla

cenaecolección,

noscuenta

unobservador

delsiglo

xviii,«los

criasu

patrónson

semejantes

yse

hacetodo

conigual

libertad.atan

enla

mism

am

esa,charlan

entreellos

yel

tiempo

queo

consumen

enbailar,

cantar,etc.,

siningún

tipode

diferencia.nción»

40

rosm

omentos

dondeel

ritualde

lacom

iday

labebida

sehacía

ite,eran

lasfiestas

otoñalesde

SanB

artolomé

(25de

agosto)M

artín(11

denoviem

bre).San

Bartolom

é,de

quiense

decíaabía

sidodesollado

vivo,era

unpatrón

adecuado—

aunqueiniestro—

paralos

carniceros.T

antoen

Bolonia

como

enL

on

ldía

deSan

Bartolom

ése

convertíaen

laocasión

perfectapara

acionescarnavalescas.

EnB

oloniase

tallam

aba«fiesta

delcer

itque

sellevaba

triunfalmente

antesde

matarlo,

asarloy

dis

tlo.E

nL

ondres,el

mism

odía

secelebraba

laferia

deSan

omé

enSm

ithfield,el

centrolondinense

delm

ercadode

laU

ndram

ade

Ben

Johnsonnos

describecon

agudezalos

prin

;ingredientes

deesta

fiesta:el

cerdoB

artolomé

(quese

vendíapuestos

quetenían

unacabeza

decerdo

como

señal),pan

igibre,espectáculos

dem

arionetasy

variosdías

dedesorden

zado.E

nFrancia,

Alem

aniay

losPaíses

Bajos,

eldía

deSan

ase

convertíaen

unagran

ocasiónpara

quela

genteobedeciese

mente

larecom

endaciónde

lacanción:

«Bebe

elvino

deSan

ny

come

laoca»

(Trinck

Martins

wezn

¿md

gensísz),

lom

ásm

enteque

puedas,porque

enalgunos

lugares—

como

enG

ro

ewis

Morris,

citadopor

T.G

.Jones,

pág.1

55;].

Houel,

Voyage

ptttoresque,

París,

1782-87,3,

pág.17:

Bourne

(n.35),

pág.229.

aE

structurasde

lacultura

popular281

ningena

comienzos

delsiglo

XV

II—era

costumbre

quelos

mesone

rospusieran

gratuitamente

adisposición

desus

clientesoca

asada41•

Elrepertorio

derituales

públicostam

biénestaba

presenteen

determinados

eventosque

noform

abanparte

delciclo

anualde

fiestas.

Ejecuciones

públicas,la

«entrada»solem

nede

personajesim

portantes

enla

ciudad,la

celebraciónde

victorias(o

coronaciones,o

nacimientos

deinfantes

reales)y

—al

menos

enla

Inglaterradel

sigloX

VIII—

laselecciones

parlamentarias,

todoadquiría

tonoscarna

valescos.Las

elecciones,especialm

entepara

Westm

inster,fueron

bue

nosm

omentos

paracom

er,cantar,

bebery

lucharpor

lascalles,

finalizandotodo

conun

ritualdel

triunfo:llevar

ahom

brosal

candidato

vencedor.La

violenciay

eléxtasisque

provocabanestos

acontecim

ientos,fue

recogiday

preservadapara

nosotrospor

Hogarth.

Lasvictorias

significabanbanquetes,

fuegosartificiales

yhogueras.

Lasentradas

realescom

portabanla

erecciónde

arcostriunfales,

tines,batallas

simuladas,

fuentespor

lasque

manaba

vinoy

monedas

lanzadasa

lam

ultitud.a

Un

ritualm

uchom

áscom

únen

laE

uropam

oderna,era

elde

laejecución;

unacto

públicocuidadosam

entem

anejadopor

lasau

toridades

param

ostraral

puebloque

cidelito

notenía

ningunacom

pensación.E

stoes

loque

explicaríalas

objecionesdel

doctorJo

hn

sona

losintentos

deabolir

iosahorcam

ientospúblicos:

Señor,las

ejecucionestien

ecom

oobjeto

atraerespectadores.

Sino

lohacen,

nocum

plenco

nsu

propósito.

Elrito

delas

ejecucionescom

enzabacon

unaprocesión

delos

condenadosy

susguardianes,

dirigiéndosepor

ejemplo

haciaT

yburn,los

primeros

sobrecarretas

ycon

sogasalrededor

desus

cuellos.Luego

eransubidos

alpatíbulo,

elescenario

enel

querepresentarían

suúltim

oacto.

Lossacerdotes

lesatendían

ym

ientrasse

lespodía

permitir

quese

dirigiesena

lam

ultitud,bien

param

ostrarpública

mente

suarrepentim

ientoo

—com

osucedió

enM

ontpeilieren

1554—para

describiren

versossus

crímenes.

Sici

condenadose

Sobre

Bolonia,

L.F

rati,L

avita

prtv

aradi

Botogna

datsc’coto13

al17,

Bolonia,

1900,págs.

161y

sigs.;sobre

Londres,

FI.M

orley,.!cT

noirsof

Bartbotom

ewF

air,

Londres,

1885;sobre

eldía

deSan

Martin,Jürgensen,

Kohler,

págs.141

ysigs.;

Sehotel(1868),

yen

Groningen,

E.H

.W

aterbolk,«D

euxpoim

esinconnus

deR

odolpheA

gncola.,en

Htim

anzstzcatovaniensia

(1972),pág.

47.(E

stoyagradecido

alprofesor

Waterbolk

porenviarm

euna

copiade

estearticulo.)

cosm

ásy

b:tamunaenfrancelede

1asrnsoba

laporde

1dosSerestod

p rey

Squealg(drecefdo’tri tB

arcaricip:endeautM

aaieM

aaid1

v(

aaaaaaaaaaaeaeaaaaaeaaaeeaacaaaea

282La

culturapopular

enla

Europa

moderna

1estructuras

dela

culturapopular

283

habíafugado,

podíaser

colgadoen

efigie,un

procedimiento

querecordaba

alcarnaval.

Losdem

ásserían

decapitados,o

colgados,o

quemados,

odescuartizados

sobreuna

rueda;este

horribleritual

finalizaría«cuarteándole

ytirando»

suspartes,

exhibiendosus

cabezas

enlas

puertasde

laciudad

y—

desdeluego—

conla

ventade

baladasque

contabansus

últimos

mom

entos.Si

elcrim

inalera

clérigo,

antesde

laejecución

erasolem

nemente

«degradado»o

«expulsado»;

fueesto

loque

sucedió,por

ejemplo,

conSavonarola

yotros

dosfrailes

en1498,

aquienes

—sobre

unpatíbulo

situadoen

laplaza

principalde

Florencia—:

«lesprivaron

detodos

sushábitos,

queles

fueronquitados

unoa

uno,al

tiempo

quese

pronunciabanlas

pa

labrasestipuladas

parala

degradación...siéndoles

despuésrasuradas

susm

anosy

carascom

oes

costumbre

enestas

ceremonias>’.

cT

ambién

lasform

asm

enoresde

castigopúblico

eranpresentadas

enform

asdram

áticas,com

olos

azotesque

sedaban

aun

condenadoa

quiense

llevabapor

elcentro

dela

ciudadm

ontadoen

uncarro,

ocom

o—

laform

am

áscarnavalesca

detodas—

elcastigo

quese

infligíaa

aquellosque

practicabanla

medicina

sintener

lacualifica

ciónrequerida:

«estaspersonas

sonm

ontadasde

espaldassobre

unasno,

conla

coladel

animal

—y

nolas

bridas—entre

susm

anos,y

deesta

guisason

llevadospor

lascalles»

42Estas

representaciones,com

oe1

carnaval,necesitaban

lapresencia

delpúblico;

todasellas

ofrecíanoportunidades

parael

sadismo,

paratirar

piedrasy

lodocontra

loscondenados,

aligual

quese

hacíacontra

losjudíos

queparticipaban

enla

carreraque

recorríalas

callesrom

anas.Los

ceposy

lapicota

formaban

partede

ladeshonra

pública,pero

también

servíanpara

exponeral

condenadoa

laviolencia

dela

multitud.

Sinem

bargo,los

públicosno

siempre

reaccionabancom

oesperaban

oquerían

losorganizadores

deestos

ritos,y

lam

ultitudno

interpretaba

necesariamente

estosprocedim

ientosdel

mism

om

odoen

quelo

hacíanlas

autoridades.En

algunoscasos

podíansim

patizarcon

elcrim

inaly

larepresentación

seestructuraba

detal

forma

quepu

diesenexpresar

estossentim

ientos.T

omem

osdos

ejemplos

inglesesm

uyconocidos;

cuandoen

1638L

ilburnefue

azotadodesde

fteetStreet

aW

estminster,

entodo

mom

entoestuvo

apoyadopor

lam

u!

].B

oswcll,

Ltje

of Johnson,cd.

deG

.3.

Hill-L

..F.Pow

cll,4,

Ox

ford

,1934,

pág.188;

sobreSavonarola,

L.L

anducci,D

iario,Florencia,

1883,págs.

176y

sigs.;.sentado

deespaldas

sobreun

asnu,

F.Placter,

Beloved

Sonfelix

(trad.inglesa),

Londres,

1961,pág.

121.

titud;del

mism

om

odo,cuando

en1703

Defoe

fuepuestc

picotaen

Tem

pleB

ar,la

gentele

tirabaflores

envez

delo

tumbrados

insultosy

piedras.E

nlas

ejecuciones,especialm

celebradasen

Tyburn

duranteel

sigloxviii,

losrituales

oficiabían

coexistircon

lospopulares,

enlos

queel

verdugoera

reitado

como

elm

alvadoy

elcrim

inalcom

oun

héroe.C

hicass:

enlas

escalerasde

laiglesia

delSanto

Sepulcro,echaban

bflores

alos

condenados.E

staatm

ósfera«carnavalesca»

enT

ym

enudofue

objetode

comentario

.

Elcontenido

carnavalescotam

biénestaba

presenteen

losr

lajusticia

popular,especialm

enteen

elfam

osocharivari.

Essiguiendo

unafam

osadefinición

inglesadel

sigloxv

ii.una

«dción

pública)>y,

especialmente,

«unabalada

infame

[oinfan

cantadapor

ungrupo

depersonas

armadas,

bajola

ventanaviejo

chochoque

eldía

anteriorse

habíacasado

conuna

jobertina,

como

burlacontra

losdos».

Todo

estoestaba

acomp:

normalm

ente,por

<‘música

tosca»(la

Katzenm

usikalem

anao

tetmusick

holandesa),producida

porel

batirde

cacerolasy

saien

otraspalabras,

nosencontraríam

osante

unaserenata

fingicharivari

eraconocido

entoda

Europa,

desdePortugal

hastagría,

aunquelos

detallesy

lasvíctim

aselegidas

podíanvari

hecho,no

sólolos

viejoscasados

conm

ujeresjóvenes

(ovice

eranobjeto

delos

charivaris,sino

también

todoaquel

quese

L

ensegundas

nupcias,una

chicaque

lohiciese

conalguien

qfuese

delpueblo

oun

marido

quehubiese

sidogolpeado

oeng

porsu

mujer.

Estaburla

públicapodía

serpospuesta

hastael

val,cuando

elinsulto

eratolerado

mejor,

siendoen

estao

organizadopor

sociedadescom

ola

Abbaye

desC

onardsen

Eo

laB

adiadegli

Soltien

Turín,

lascuales

jugabanun

papeldest

enlas

celebracionescarnavalescas.

Lavíctim

a,sus

vecinoso

supodían

serllevados

porlas

calles,m

ontadossobre

unasno,

miblem

entepara

mostrar

quela

infraccióndel

matrim

onioco

cionalera

como

ponerel

mundo

alrevés

mientras

quegolpe

cerolasy

sartenesera

produciruna

antimúsica.

Losrituales

derivari

podíanusarse

fueradel

contextom

atrimonial,

contrapr

doreso

terratenientes.En

laFrancia

delsiglo

Xv

ii,por

ejempi

Sobrelos

ritualesno

oficialesde

ejecución,P.

Lineabaugh,

«The

Tvburr

enH

ay,págs.

66y

sigs.,y

M.

Foucault,Surveziter

etpunir,

París,1975,

págsigs.;J.

R.

Moore,

Defoe

inthe

Pzttory,N

uevaY

ork,edición

de1973,

págs.3

•nla

coslas

de-senadas)S

Y

rna

sde

era,m

a-1 te],

uni

li—ido,K

ele

s;

•El

un-

De

rsa)

as

e

noidona

ionle

n

do

gte,su-en-

casa

ca

los

itiyigs.

La

culturapopular

enla

Europa

moderna

c‘radores

detributos

eranexpulsados

delas

ciudadescon

unch

ar

ri.A

lternativamente,

algunasfiguras

impopulares

podíanser,

sin

do

elm

odoutilizado

con«C

arnaval»,colgados

oquem

adosen

eie.

Un

registro,si

pudiésemos

realizarlo,de

todosaquellos

quef

rondestruidos

enefigie

entre1500

y1$C

Q,

nosaportaría

muchos

cas

sobrela

culturapopular

dela

Europa

moderna.

En

estalista

ctacarían:

Judas,M

aquiavelo,C

uyfaw

kes,el

cardenalM

azarino,1

riPaine

y.desde

luego,el

Papa.

Eslógico

quetodas

lasfiestas

fuesenun

carnavalen

miniatura,

yque

ésteera

unaexcusa

parael

desordeny

porquereunía

unr

rtorio

similar

deform

astradicionales,

entrelas

quedestacaban

Fcesiones,

carreras,batallas,

bodasy

ejecucionesfingidas

(supra,

s.206y

207).U

sandoel

término

«carnavalesco»,no

pretendemos

Uir

quelos

festejoscaracterísticos

delm

artesde

carnavalfuesen

elc

;endel

resto.Lo

quetratam

osde

sugerires,

simplem

ente,que

Lfiestas

más

importantes

delaño

teníanrituales

comunes

yque,

eeste

sentido,el

carnavalreunía

unnúm

eroim

portantede

éstos.i

ím

áscerca

dela

verdadver

lastiestas

religiosasde

laE

uropan

lernacom

opequeños

carnavales,que

como

lostranquilos

ygra

yrituales

dela

actualidad.

¿,ntrot

oprotesta

social?

Hasta

ahorahem

osestudiado

loque

significabanlas

fiestaspo

irespara

losque

participabanen

ellas,pero

éstano

esla

únicaa

xitnaciónposible

altem

a.Los

antropólogossociales,

estudiososos

mitos

ylos

ritualesen

muchas

zonasdel

mundo,

hanllam

ado1.

tenciónsobre

cihecho

deque

éstosjuegan

unasdeterm

inadas;ioncs

sociales,ya

seansus

participantesconscientes

ono

detal

uno.

¿Podemos

decirlo

mism

ode

laE

uropam

oderna?¿C

uálese

i,por

ejemplo,

lasfunciones

delcarnaval?

Algunas

delas

fun

cies

deestas

fiestaspopulares

son,desde

luego,bastante

obvias.E

nsim

plesentretenim

ient2,un

respio

ag

idja

luchadia

rp

cirLsu

stento

_Iad

asJes_dah

inal

pueblola

oportuni?fd

de

Ladefinición

lada

R.

Cotgrave,

AD

ictzonrvof

theFrene?,

andE

nglishT

on

gL

ondres,1611.

Entre

losestudios

recientessobre

elcharivari

seincluyen

Pinon;

Ls

(1975),cap.

4,sobre

Francia;

sobreInglaterra,

E.P.

Thom

pson(1972).

Sobre

elcolector

deim

puestos,B

ercéfl974a).

pág.ISC

.

Estructuras

dela

culturapopular

mira

más

alládelpresente,-al-tiempo

quea_cqp.nidad

seseñalaba

así

mism

aQ

uizálas

niismas

burlascontra

losextraños

(losjudíos

enel

carnaval

romano

olos

campesinos

enel

deN

uremberg)

fueron,entre

otrascosas,

unaform

adram

atizadade

expresarla

solidaridadinterna

dela

comunidad.

En

lafiesta

deSan

JuanB

autistaque

secelebraba

enFlorencia,

habíadiversos

ritualesque

expresabanla

subordinaciónde

otrascom

unidadesa

estaciudad,

capitalde

unim

perio.Las

fiestaseran

también

unaoportunida

parau

elosd

jverso

sgp

os

deuna

coQ

rnpJis

nresj,jjjL

hech

oa

menudo

rituahzid

forma

debatallas

fingidas—

como

lasque

secelebraban

sobrelos

pnte

sde

Venecia

oPisa—

,o

departidos

defútbol

—com

oen

Florencia—,

peroque

también

podíaexpresarse

através

delos

esfuerzos

delas

distintasparroquias,

corporacioneso

barriosde

laciudad

paralograr

unam

ejorpuesta

enescena

quesu

rivales.A

sí,un

parrocode

Provinsen

laregión

deC

hampagne,

escribíaen

1573que

lasprocesiones

localesexpresaban

«lacom

petitividadentre

lasdistintas

iglesias»(envye

d’uneégtzsc

surt’autre)

.

Elcharivari_pareçe

habertenido

unafunción

decontrol

social,

urbanaexpresaban

suhostilidad

contralos

individuosque

rompían

lasno

rmel

mism

om

odo,hacer

quelas

mujeres

solterasllevasen

elarado

porlas

callesde

laciudad

duranteel

carnaval,era

unaform

ade

animarlas

aque

encontrasenm

arido.Los

ritualesde

lasejecuciones

úblicasta

mbié

npkn_srv

istseo

mo

un

a_

-rmypara

hasp..’h’

L-n

snscsm

imitario

sobrela

maldad

delcrim

en.Sin

embargo,

sitenem

osen

cuentaa

lacom

unidadenfren

tada,el

usodel

término

ctcontrolsocial»

puederesultar

erróneo,si

antesno

nospreguntam

osqué

gruposutilizaban

estosrituales

como

formas

decontrol

sobreotros.

Lasclases

gobernantes,conocedoras

dela

historiarom

ana,eran

conscientesdel

usoque

sepodía

hacerdel

«pany

circo»,o

—siguiendo

elprogram

apresentado

porel

favorito

realV

alenzuelaen

167+—del

pan,toros

ytrabajo

‘.

Elritual

oficialdesarrollado

enT

yburnexpresaba

elintento

delos

gruposdirigentes

decontrolar

alpueblo,

mientras

quelos

nooficiales

intentaban

contrarrcstarlos.El

usodel

ritualen

losconflictos

sociales

C.

Haton,

Mérnoires,

2,Paris,

1857,pág.

722,cifr.

Heers

(1971).B

ennasar,pág.

124,con

unabuena

discusionsobre

lasfunciones

delas

fiestas.

e285

OOOOOOaaOaaaaaaacaaaaaaaaaaaaaaa

s1111aa.11.ooooo1óóoooo.

raselosel)retes?uyaL

S—

ualDm

-

usaqui

•°sí

-mo.

ade

286La

culturapopular

enla

Europa

moderna

esm

uyclaro

enel

Palermo

de1647.

Un

incremento

enel

preciodel

panhabía

desencadenadoel

conflicto.La

multitud

sedirigió

aque

mar

lacasa

deun

funcionarioim

popular,logrando

únicamente

rom

perlelos

cristalesde

lasventanas;

estaacción

podríainterpretarse

como

laexpresión

dela

furiapopular,

perotam

biéncom

oun

in

tentode

presionaral

gobiernode

unaform

aextraoficial,

aunque

todavíatradicional.

Lam

ultitudfue

posteriormente

interceptadapor

algunosfrailes

carmelitas,

quecam

inabanhacia

ellallevando

lasa

gradaform

a,con

laque

lograronque

todosse

arrodillasen.D

esde

luego,una

demostración

claradel

usode

losrituales

religiososcom

o

forma

de¿bn&

dLdeja

muhunb

-

Sinem

bargo,estos

ejemplos

sondem

asiadoobvios.

Elanálisis

funcionales

mucho

más

interesanteen

situacionesm

áscontradicto

rias,es

decir,en

aquellosrituales

ciu

epare

nte

mente

expresanuna

pro

testacontra

elorden

sociajp

roiue

enre

alid

adfH

cionesasu

mantenim

ientoA

lgunosantropologos

soia

l,éil

mente

Max

Gluckm

an,han

avanzadointerpretaciones

deeste

tipo.

EnZ

ululandia,justo

antesde

lacosecha,

laschicas

solterasse

ponían

vestidosm

asculinos,llevaban

escudosy

lanzas,cantaban

canciones

groserasy

llevabanel

ganado,es

decirtodas

lasactividades

normal

mente

atribuidasa

loshom

bres;los

swazis

insultabany

criticabana

surey

durantela

celebraciónde

algunasfiestas.

Gluckm

anexplica

esta«licencia

enel

ritual»—

como

élm

ismo

ladenom

ina—,

recu

rriendoa

sufunción

social:«La

supresióntem

poralde

lostabúes

y

limitaciones

normales,

sirveobviam

entepara

resaltarlos».A

unque

aparentemente

sonprotestas

sonen

realidad«un

intentode

presear,

eincluso

dereforzar,

el

ordenestablecido».

Gluckm

anva

todavíam

áslejos

alafirm

arque

enaquellos

lugaresdonde

elorden

socialera

seriamente

cuestionado

nose

dabanlos

«ritosde

laprotesta».

De

forma

similar,

Victor

Turner

—en

unestudio

comparativo

delos

ritualesde

lainversión—

,

argumenta

queestos

ritosconducen

auna

«experienciaestática»,

a

unaexaltación

delsentido

decom

unidad,seguido

por«un

regreso

sobrio»a

laestructura

socialnorm

al:«haciendo

albajo

altoy

alalto

bajo,reafirm

anel

principiojerárquico»

.

Hay,

pág.62,

nota,se

oponeal

conceptode

‘Control

social;

sobrePalerm

o,

A.

Pocili,D

etterzvotutioni

dellacittá

diP

alermo,

Verona,

1648,pág.

16.

M.

Gluckm

an,‘R

itualsof

Rebellion

inSouth-E

astA

frica’.,reim

presoen

Or

derand

Rebellion

¿tiT

ribalA

fnca,L

ondres,1963;

M.

Gluckm

an,C

usromand

Con-

Estructuras

uc

¿Sirvenestos

análisispara

estudiarla

Europa

moderna?

Se

mente

sí.A

ligual

quelas

chicaszulúes,

lasvenecianas

tamb

vestíande

hombres

unavez

alaño.

Del

mism

om

odoque

swazis,

alos

españolesse

lesperm

itíacriticar

alas

autoridade

cursode

determinadas

festividades.Si

elm

undoal

revésera

sentadoregularm

ente,¿por

quélo

permitían

lasclases

dirigi

Escom

osi

éstasfuesen

conscientesque

unasociedad

como

1

—con

profundasdesigualdades

enla

riqueza,el

podery

elest

nopodría

sobrevivirsin

unaválvula

deseguridad,

através

de

lasclases

subordinadaspurgasen

susresentim

ientosy

viesen

pensadassus

frustraciones.Es

claroque

loscontem

poráneos

banel

término

«válvulade

seguridad»—

lascalderas

nofueroi

padascon

estem

ecanismo

hastacom

ienzosdel

sigloxix—

,

utilizabanm

etáforastécnicas

sencillasque

significabanlo

i

Algunos

clérigosfranceses

llegaronen

1444a

defenderla

Fi

losL

ocoscon

estaspalabras:

Hacem

osestas

cosascom

oburla

yno

enserio,

siguiendola

antigua

yasí

unavez

alaño

lalocura

innataen

nosotrospuede

saliry

eva

¿No

revientanalgunas

veceslos

pellejosy

barrilesde

vino,si

elresj

sptracu

tum

)no

esabierto

devez

encuando?

Noso

tros

también

sot

josbarriles..

-

Lasm

ismas

osim

ilarespalabras

eranutilizadas

porun

despuésde

visitarItalia

am

ediadosdel

sigloxvii,

paraex

carnavalrom

anoa

suscom

patriotas:«todo

estoles

esperr

lositalianos

paraque

puedandarle

unpoco

deapertura

asu

quelo

tienenun

pocoahogado

duranteel

restodel

año,y

forma

estaríansofocados

porla

gravedady

lam

elancolía’>

niendoen

cuentaestos

ejemplos,

lateoría

queve

alas

fiest

unaválvula

deseguridad,

parecebastante

ajustada.A

lm

isrr

po,ésta

llama

laatención

sobreciertos

aspectosdel

carnaval

recibidopoca

atenciónen

laspáginas

anteriores.Por

ejem

finain

Africa,

Oxford,

¡956,cap.

5;V

.T

urner,The

Ritual

Procesi,Lon

cap.5.La

voz«válvula

deseguridad’

delO

xfordE

nglis/;D

icttonaiy,señ

llnamH

ornesusó

estam

etáforaen

1825para

rcferirsea

lasfiestas

populai

de1444

(sobreel

quellam

óla

atenciónB

akhtin),en

H.

Denifle

(cd.),C

i

ufliversitatisparisiensis,

4,París,

1897,págs.

652y

sigs.;sobre

Rom

a,Las

pág.188.

anza,

arse.Idero5

vie

glés,:ar

elido

aírztu,otra

-T

e:o

mo

tiem-

ehan

i,nos

s,1969,

ue

Wn

eltexto

utarnum(n.

¡4),

1

288La

culturapopular

enla

Europa

moderna

aexplicar

laim

portanciade

laviolencia,

lacual

—a

diferenciacom

iday

delsexo—

nosufría

restriccíonesexplícitas

duranteresm

a.U

navez

más,

losjóvenes

podíanexpresar

susdeseos

.sdam

asde

laalta

sociedad,y

éstaspodían

caminar

porlas

euio,_canfiriéndüle_eL

rnismí_seadm

ieflt0de

imp_unidad

quela

1çjç

íainvisibles

alos

héroesde

loscuentos

populares.:ro

puntoa

favorde

lateoría

anteriorque

nossugiere

uncontrolado

delvapor.

Laexpresión

delos

impulsos

sexualessivos,

eracanalizada

a-io

sóloliberaban

alos

quelas

llevabande

susroles

cotidianos,ue

también

lesim

poníanotros

nuevos.E

nR

oma,

lospolicías

conel

únicoobjetivo

gurarque

losjuerguistas

nofueran

demasiado

lejos.En

esteo,

ya

pesardel

p_Qygkio

neracierto_que_Pfl

«elcarnayal

cto,la

ejecucióny

elfuneral

de«C

arnaval»pueden

asíser

retadoscom

ouna

demostración

públicade

queel

tiempo

dely

lalicenciosidad

habíafinalizado,

yque

debíaem

prendersere

sosobrio»

ala

realidadcotidiana.

Lascom

ediasque

teníantem

asituaciones

deinversión

depapeles

oroles

—com

ola

delncadenado—

,representadas

tradicionalmente

durantelos

s,solían

acabarde

unaform

asim

ilar,recordando

ala

audiene

habíallegado

cim

omento

deque

elm

undovolviese

denue

anorm

alidadem

bargo,y

apesar

delvalor

dela

teoríade

la«válvula

dedad))

odci

«controlsoctal>,

loscarnavales

yotras

fiestasno

interprctarseúnicam

entedesde

estaperspectiva.

Esto

sedebe,

aque

laE

uropade

esteperíodo

estabaform

adapor

ungrupo

:iedadesm

ásestratificadas

quelas

estudiadaspor

Max

Gluck

Victor

Turner

enA

frica.T

ambién

esposible

queesta

teoríaresultado

delas

preocupacionesde

losantropólogos.

alm

enosla

décadade

lossesenta,

porestudiar

elconsenso

endetrim

enconflicto

social.En

cualquiercaso,

enla

Europa

delperíodo

-no—

entre1500

y1 800—

losrituales

dela

revueltacoexistían

ncuestionam

ientoprofundo

dciorden

social,político

yreli

Laprotesta

seexpresó

através

deform

asritualizadas,

pero

)onaldson(n.

30).

Estructuras

dela

culturapopular

239

éstasno

siempre

fueronsuficientes

paracontenerla.

En

determinadas

ocasiones,el

barrilde

vinoestalló.

Lasautoridades

eranconscientes

delos

problemas

quepodían

surgirde

estassituaciones,

segúnpuede

deducirsede

losnum

erososedictos

queprohibían

llevararm

asdurante

loscarnavales,

unhecho

claramente

planteadodurante

lapolém

icaque

vivióPalerm

oen

1648.C

omo

yahem

osreferido,

duranteel

añoanterior

sehabían

pro

du

cidodiversos

disturbios,descritos

porlos

historiadoresactuales

como

una«revolución».

Elvirrey

deN

ápoles,representante

delm

onarcahispano,

decretólas

disposicionesnecesarias

paraque

elcarnaval

de1648

fuesem

ásespléndido

quelos

anteriores,buscando

mantener

entretenidoal

pueblo.Sin

embargo,

algunosnobles

mostraron

suoposición

aesta

política,llegando

unode

ellosa

expresarsu

temor

deque

«conocasión

deestas

reunionespopulares

parapresenciar

espectáculosridículos,

espíritusfacinerosos..,

fuesencapaces

depro

vocarun

nuevom

otín».Por

razonessim

ilares,el

cardenal-arzobispode

Nápoles

habíasuprim

idola

fiestade

SanJuan

Bautista

en1647.

Todasestas

fiestasperm

itíanque

loscam

_pesinosfuesen

ala

ciudady

quetodos

juntostom

asenlas

calles.M

uchaspersonas

ibandisfra

zadasalgunas

ibanarinadas.

Laex&

tacióndel

mom

ento

vclg

ncoiio

dealcohol,

hacíanqcpoco

fuesendebilitándose

lJF

iicio

nesqueim

íanpre

sar

lahostilidad

contralas

auto

articulares.Si

atodo

estole

añadimos

unam

alacosecha,

elincrem

entode

losim

ucstosos

iin

trodiiciropro

iir

aeform

a,no

cabeduda

quela

mezcla

podíallegar

«alteración»en

loscódigos,

dellenguaje

delritual

alde

larebelión.

Sidejam

osel

puntode

vistade

lasautoridades

ypasam

osal

más

inaprensibledel

pueblocom

ún,es

muy

posibleque

aquellosque

estabanexcluidos

delpoder

viesenal

carnavalcom

ouna

oportunidg_presen

tarsus

propiasid

cayjlo

grar

algúncam

bio.

Losm

otinespueden

sercontem

pladoscom

ouna

forma

extraordinaria

deritual

popular.Parece

claroque

losm

otinesy

lasrebeliones

Sobre

Palerm

o,V

Av

ria,citado

po

tP

itre(1

559),1,

pág.ID

;el

termno

«alte-ración

delos

códio

sse

lodebo

aR

anajitC

ubade

laU

niversidadde

Essex;

sobreN

ápoles,A

.G

irafh,Le

nv

oto

twn

idi

Nipolz,

Ven

ecia,1647,

pág.7:

sobrehesta

revuelta,B

ercé(1976),

Cobb,

págs.18

ysig

s.,

Davis

(19

75

),pág.

97,131,

yP.

Weid

kuhn,‘>fastnacht,

Revolie,

revolution,

enZc’itschrtft

Jur

Retzgzos-

undG

eitstesgeschjcht

21(1

969).

ayudela

cporcaliC

Dt.

cíP

escSy

a:car;sin(o

sidesentodlasElintcéxt:unconjue:navcíave

segdebquidem

aiseahastom

ocongio:

1eaaaaaaaa€o..e.oe.eeee...e.eeelo

290La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Estructuras

dela

culturapopular

noeran

únicamente

rituales,sino

clarosintentos

deactuar

directa

mente

yno

sólosim

bólicamente.

Sinem

bargo,los

rebeldesy

amo

tinadosutilizaban

tantoel

ritualcom

oel

símbolo

paralegitim

arsus

actos.C

omo

nosrecuerda

sunom

bre,la

rebeliónde

losciudadanos

delnorte

deInglaterra

en1539,

tomó

laform

ade

unaperegrinación,

laPeregrinación

dela

Gracia

(Pitgrimace

ofG

race),en

laque

ios

rebeldesm

arcTiar®n

detrásde

unestandarte

quellevaba

representada

lasC

incoLlagas

deJesucristo.

Del

mism

om

odo,en

laN

ormandía

de1639

losam

otinadosm

archarontras

unestandarte

conla

imagen

deSan

JuanB

autista.D

eform

aespecial,

muchos

motines

seinspi

rabanen

losrituales

delcharivari

yel

carnaval,ya

quela

deposición,

ladestrucción

yla

difamación

—quem

arla

efigie,por

ejemplo—

,

concordabanperfectam

entecon

eltipo

deprotestas

quese

querían

realizar.Sin

embargo,

losprotagonistas

deestas

accionesno

siempre

sedetenían

enlas

efigies;en

elN

ápolesde

1585,el

linchamiento

de

unoficial

impopular

fueprecedido

deuna

procesiónburlesca

enla

queel

acusadofue

llevadopor

lascalles

«caminando

deespaldas

y

conla

cabezadescubierta»

(conte

spattevottate

esenza

berretta),

como

sifuese

lavíctim

ade

uncharivari

,2

Losm

otinesylas

rebelionesse

producíanfrecuentem

enteduran

Basel,

durantem

uchotiem

pose

recordóla

masacre

quetuvo

lugar

elm

artesde

carnavalde

1376,conocido

como

bosefastnacht,

«mal

carnaval»;los

londinensestam

biénrecordaban

el«m

alprim

erode

mayo»

de1517,

quese

convirtióen

unm

otíncontra

losextranjeros.

Elcarnaval

de1513

enB

ernase

transformó

enuna

revueltacontra

loscam

pesinos.D

urantelas

guerrasde

religiónfrancesas,

eram

uy

fácilque

lasfiestas

seviesen

caracterizadaspor

laviolencia.

EnR

o

mans,

enla

regióndel

Delfinado,

losbailes

ylas

farsasorganizados

poruno

delos

«reinos»para

elcarnaval

de1580,

llevabanel

mensaje

deque

«losricos

dela

ciudadse

habíanenriquecido

acosta

detos

pobres»,y

laocasión

devinoen

unam

asacre,prim

eroen

lasciuda

desy

luegoen

elcam

po,donde

losterratenientes

locales«se

ded

i

carona

lacaza

porlas

aldeas,m

atandoa

toscam

pesinoscom

osi

fuesencerdos».

Este

tipode

ejemplos

podríanser

multiplicados

M.

H.

Dodds

yR

.D

odds,Ihe

Pttgrtmage

ofG

race,1,

Cam

bridge,1915,

págs.

129,213;

sobreN

ormandía,

Mousnier,

pág.111;

sobreN

ápoles,R.

Viliari,

La

rivotta

antispagnuolaa

Napoli,

Ban,

1967,págs.

42y

sigs.(H

aytrad.

española,La

revuelta

antiespañolaen

Nápoles,

Alianza

Editorial,

Madrid,

1979.)

cilmente.

Así,

enD

ijonel

carnavalcelebrado

en1630,

secor

enun

motín

lideradopor

losvinicultores.

Lagran

revueltad

taluñacom

enzóel

díaen

quese

celebrabauna

delas

fiestaim

portantesen

España,

elC

orpusC

hristi.D

uranteel

domin

Ram

osde

1766,se

produjoun

importante

motín

enM

adrid.sorprendente,

sitenem

osen

cuentatodos

estosdatos,

enconm

iembros

delas

clasesdirigentes

quesugerían

laposibilidad

dlir

algunasde

lasfiestas

más

importantes,

oque

lacultura

pcen

generalestaba

necesitandociertas

reformas.

De

todosest

tentoshablarem

osen

elpróxim

ocapítulo

.

SobreB

erna,B

eerli(1953),

pág.369;

sobre

lasguerras

derehgión,

DauR

cap.6;

sobreR

ornios,Le

Roy

Ladurje

(1966),págs.

393y

sigs.;cifr.

Bercé

pags.75

ysigs.;

lascitas

procedende

E.Piem

ond,.lfém

oires,cd.

de].B

run-fV

alence,págs.

88y

sigs.,y

sobreD

ijon,Porchncv,

págs.135

ysigs.

291

.tióanásdeesra)Oilarin75),76),m

d,

L

Tercera

parte

CA

MB

IOS

EN

LA

CU

LT

UR

AP

OP

UL

AR

1

Capítulo

8

ELT

RIU

NF

OD

EL

AC

UA

RE

SM

A:

LA

RE

FO

]4A

DE

LAC

UL

TU

RA

PO

PU

LA

R

La

primera

fasede

laR

eforma:

1500-1650

Uno

delos

cuadrosm

ásfam

ososde

Brueghel

esci

Com

ie

de

Carnavaly

Cuaresm

a,en

elcual

unhom

bregordo

montadc

)bre

unbarril

luchacontra

unam

ujerdelgada

sentadaen

unas

..

El

significadoliteral

deesta

obraes

bastanteobvio,

enla

mcdi

que

lasbatallas

fingidasde

estosdos

personajeseran

partecom

úne

las

celebracionescarnavalescas

(supra,

pág.302).

Sinem

bargo,er

los

especialistasse

hanproducido

numerosos

debatessobre

otro

blessignificados

dela

representacióncitada.

Pornuestra

parte

intentadointerpretar

ala

figurade

«Carnaval»

—situado

encu

a

droen

laparte

dela

taberna—com

oun

símbolo

dela

culupo

pulartradicional,

ya

«Cuaresm

a»—

enel

ladode

laiglesia—

orno

alos

clérigosque

enesos

mom

entos(1559)

estabantratai

de

reformar

osuprim

irm

uchasde

lasfiestas

populares.Las

razojque

nosm

uevena

estainterpretación

seharán

evidentesa

lolz

ade

estecapítulo

.

Nos

gustaríautilizar

lafrase

«lareform

ade

lacultura

po

Sobrela

pintura,G

aignebet(1972)

yO

.Stridbeck,

The

Cornbatof

rnivatand

Lent’,

enJWC

J(19560.

295

L

u296

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

escribirlos

intentosspers

onas_pie

sde

lasclases

cultas(desde

ahorades

com.oio.s.eform

adores»

olos

«piadosos »),paraintentar

cams

actitudesylos

valoresdel

restode

lapoblación1,

ocom

oE

neste

proceso,ncorrecto

sugerirque

losartesanos

ylos

campesinos

fuerons

«receptáculospasiv

os»

deestas

reformas;

porel

contrario,se

produjoun

movim

ientode

autoerfeccionam

ientoy

deexistieron

artesanospiadosos,

como

fueel

casoe_Ipre

resm

ecánicos»en

laingirra

ikL

sigiX

YH

.Sin

embargo,

elgo

deeste

movim

ientoestuvo

enlas

manos

dela

élitecultural

cialmente,

enlas

delclero

2

em

ovimiento

reformista

nofue

monolítico,

sinoque

adquirióites

formas

deregión

enregión

yde

generaciónen

generación.icreto,

católicosy

protestantesno

siempre

seopusieron

alas

sprácticas

tradicionales,y

cuandocoincidían

ensus

objetivosm

prese

debíaa

lasm

ismas

razones.E

stasvariaciones

nos‘en, sobre

elhecho

dever

alm

ovimiento

reformista

como

unn

realidad,tenía

doscaras,

lanegativa

yla

positiva.El

lado‘o,

descritoen

elprim

ery

tercerapartados

deeste

capítulo,intento

desuprim

ir—

oal

menos

depurificar—

muchos

dernentos

dela

culturapopular

tradicional;podem

osver

alos

adorescom

opuritanos,

enel

sentidoliteral

deltérm

ino,si

)5en

cuentaque

estabanapasionadam

enteinteresados

enla

ación.El

ladopositivo

delm

ovimiento,

discutidoen

elsegun

rtado,consistió

enintentar

llevarlas

reformas

católicay

pro

alos

artesanosy

loscam

pesinos.bos

aspectosde

estem

ovimiento

puedenser

vistoscon

ma

:idezfuera

deE

uropa,donde

losm

isioneros—

desdeC

hina—

sevieron

obligadosa

predicarel

cristianismo

enun

medio

1totalm

enteajeno.

Sinem

bargo,los

misioneros

también

acen

Europa

enfrentándosea

problemas

en«los

rinconesm

áslos

dela

tierra’>,lo

quea

vecesles

bacíacom

parablesa

susde

lasIndias.

Porejem

plo,los

jesuitasque

predicabanen

.,al

oestede

Sevilla,a

finalesdel

sigloxvi

declarabanque

sustes

«parecenm

ásindios

queespañoles’.

SirB

enjamín

Rud

‘is(1974),

pág.309,

criticala

ideade

«pasivosreceptáculos’.

Estecapítulo

tradiciónde

lostrabajos

deB

ercé(1976)

yD

elameau,

perono

sóloanaliza

adel

catolicismo

popular,sino

ala

culturacom

oun

todo.

aC

ambios

enla

culturapopular

297

yerd,en

unade

susintervenciones

enla

Casa

delos

Com

unes(H

ou

seof

theC

omm

ons)en

1628,decía

quehabía

lugaresen

elnorte

dea

Inglaterray

Gales

«pocosversados

encristiandad

ydonde

Dios

erapoco

mejor

conocidoque

entrelos

indios».

,Los

reformadores

seoponían

conespecial

intensidada

ciertasform

asde

religiosidadpopular,

talescom

olas

representacionesde

temática

religiosa(m

isteriosy

milagros),

losserm

onespopulares

y,sobre

todo,a

lasfiestas

religiosas,ya

fuesenéstas

lascelebraciones

delos

díasde

lossantoso

lasperegrinaciones.

Tam

biénse

oponíanC

aun

grannúm

erode

elementos

dela

culturapopular

secular.U

naam

plialista

detodos

ellosadquiriría

proporcionesform

idables,y

dehecho

unanóm

inareducida

incluiríaa

losactores,

lasbaladas,

lasluchas

deperros

yosos,

lascorridas

detoros,

losnaipes,

loslibretos

Cpopulares,

loscharivaris,

loscharlatanes,

losbailes,

losdados,

lasadivi

naciones,las

ferias,los

cuentospopulares,

losechadores

defortuna,

losm

agos,las

máscaras,

losjuglares,

lostitiriteros,

lastabernas

ola

brujería.M

uchosde

estosproductos

oactores

dela

culturapopular

Osolían

estarasociados

conel

carnaval,por

loque

nodebe

extrañarnosO

quelos

reformadores

concentrasensus

ataquesen

estafiesta.

Perosus

reR

sno

eranunicam

enteverbales,

yaque

tambien

prohibian—

oquem

aban—libros,

destruíanim

ágenes,cerraban

teatros,derri

babanárboles

dela

cucañao

dispersabana

lasabadías

delm

algobierno.O

Lareform

acultural

nosólo

selim

itabaa

lopopular,

enla

medida

eque

lospiadosos

desaprobabantoda

forma

deespectáculo.

Sinem

bargo,la

impresión

quenos

quedade

estem

ovimiento

esque

losdardos

más

afiladosde

suataque

fuerondirigidos

contralas

formas

Ode

diversiónpopular.

Así,

cuandoel

iesuitaitaliano

Ottonelli

censuraba

alos

actores,tenía

mucho

cuidadoen

distinguirentre

loscom

medianti

—quienes

actuabanen

tascasas

particularesde

losm

iembros

delas

claseselevadas—

ylos

ciartatani—

quieneslo

ha-O

cíanen

losm

ercados—para

losque

reservabasus

desaprobacionesm

ásintensas

.

Todas

lasdanzas

debíanser

quemadas,

peroalgunos

bailestradicionales

—a

losque

deberíamos

llamar

«bailespopula

res»—fueron

distinguidospara

sufriruna

condenaparticular.

O¿Q

uées

loque

eraincorrecto,

desdeel

puntode

vistade

los

oeeSobre

Huelva,

A.

Dom

ínguezO

rtiz,The

Gotden

.igeof

Spain(trad.

inglesa),L

ondres,1071,

notade

lapág.

323,(H

aytrad.

española.)R

udyerd,citado

porH

ill(1974),

pág.19.

Ottoneli,

citadopor

Lea,1,

pág.311.

par.

algtcnt

biars1í:serí;

sim]

tamhectdicalidey,

e

difeE

nm

is¡

nop re’todneg

fue

losre

fo

tene

puri

doa

testiij

yotal

Pcultttuarapar

coleH

uehab

i21

estáei

larefc

298La

culturapopular

enla

Europa

moderna

reformadores,

enla

culturapopular?

Había

dosobjeciones

religiosas

esenciales,que

Erasm

oresum

ióen

unafrase

aldescribir

como

«no

cristiano»el

carnavalde

Sienaal

queasistió

en1509.

En

primer

lugar,el

carnavalno

eracristiano

porquecontenía

«restosdel

paga

nismo

clásico»(veteris

paganismi

vestigia).E

nsegundo

lugar,por

quecon

ocasiónde

sucelebración

«elpueblo

darienda

sueltaal

desenfreno»(poputi4s...

nimzum

zndutgetticen

tiae).

Enla

medida

que

estasideas

sonconstantem

enterepetidas

porlos

piadosos,conviene

quelas

examinem

oscon

unpoco

más

dedetalle.

Laprim

erade

lasobjeciones

puedeser

descritacom

oteológica.

Alos

reformcostum

brespo

pularesporque

noeran

más

que«supers

ticiones»en

elsentidsoxiginal

deltérm

ino.La

ideade

queel

cifsfitas

importan

teseran

reliquiasprecristian

as,tie

n

dea

serasociada

conla

obra

desir

James

frazer,pero

enrealidad

pro

cede

detiem

pos

anterio

res.M

uch

os

delos

reform

adores

conocían

muy

bienla

antig

üed

adclásica,

tendien

do

por

elloa

establecer

pa

ralelismos

entre

lasfiestas

antiguasy

lasde

suépoca.

Así,

ellu

terano

báv

aroT

hom

asN

aogeo

rgus,

SanC

arlos

Borro

meo

—arzo

bisp

ode

Milán—

yotro

sm

uch

os,

nodudaro

nen

com

parar

elcarnaval

mo

dernocon

lasbacchanatia

dela

épocaclásica. Jean

Deslyos,

canónigo

deSenlis,

describióla

acostumbrada

celebraciónde

laduodécim

a

nochecom

ouna

renovacióndel paganism

o,«invocando

afebo

cuan

doechan

asuerte

—o

tratande

adivinar—el

futuroutilizando

ju

días».El

eclesiásticopuritano

Thom

asH

allcom

parabalos

Juegosde

Mayo

inglesescon

laantigua

fiestade

laFlora.

Lascostum

brespa

ganaseran

peoresque

loserrores

religiosos;aquéllas

erandiabólicas.

Losdioses

ydiosas

paganaseran

consideradoscom

odem

onios.

Cuando

SanC

arlosB

orromeo

denunciabalas

obrasde

teatrocom

o

laliturgia

deldiablo,

probablemente

estabahablando

literalmente

6

Losreform

adoresprotestantes

llegarontodavía

más

lejos,al

des

cribircom

oprescristianas

muchas

delas

prácticasde

laIglesia

cató

lica,com

parando—

porejem

plo—el

cultoa

laV

irgenM

aríacon

el

quese

dirigíaa

Venus

ydescribiendo

alos

santoscom

olos

sucesores

delos

diosesy

delos

héroespaganos,

dequienes

habíantom

adosus

funcionesde

curarla

enfermedad

yde

proteccióncontra

lospeti

Erasm

o,S

upputatioerrorum

incensuris

Beddae,

ensu

Opera,

IX,

Leiden,

1706(reim

p.H

ildeshcim,

1962),col.

516.

J,D

eslvons,D

iscourscontre

lepaganisrne

desroo,

París,1664,

pág.41;

T.H

all,

func’b

rt.zflo

r.ze,

Londres,

1660,pág.

7;so

bre

San

Carlo

,T

as’ian,

pág

s.13,

17,2

4y

sigs.

Cam

biosen

lacultura

popular

gros.A

SanJorge,

porejem

plo,se

leidentificaba

como

au

Perseoy

aSan

Cristóbal

como

aun

segundoPolifem

o.El

Papismus

deJoshua

Stopford,o

loque

eslo

mism

o«ur

paralelismo

entreel

paganismo

yel

cristianismo

romanos

asus

doctrinasy

ceremonias»,

fueuna

comparación

inusuelaborada,

aunquem

uchasde

susideas

eran—

ollegarían

averdaderos

lugarescom

unesen

laépoca

‘.

jpgjç

ota

mbjé

nllegó

aser

dnçia

doçppnaper

pagana.¿N

ohabían

sidoC

ircey

Medea

brujas?Los

prota3bán

alos

católicosde

practicaruna

religiónm

ágica,al

qlo

sreform

adorescatólicos

seesforzaban

enpurificar

dM

aximilian

vanE

ynatnónigo

deA

ntwerp

yencargado

dela

censurade

libros,escri

obrasobre

exorcismo

yprohibió

ungran

número

delibreto

laresporque

conteníanreferencias

ala

magia.

Ya

en1621

ellibro

Loscuatro

hijosde

Aym

on,fue

condenadoa

causade

1ticas

adivinatoriasde

Maugis,

eltío

delos

cuatrohéroes

.

5los

Borrom

eoveía

alteatro

como

unade

lasform

asm

áspe

dem

agiay,

engeneral,

eraun

lugarcom

únde

lateología

demonio

erael

maestro

dela

ilusión.E

xcluyendoa

Inglatcbruas

fueronperseguidas

tantoen

lospaíses

católicoscom

protestantes,no

tantop

unareligión

falsay

adoradorasd

paganas,com

oD

ianaH

olde.D

esdeluego,

parececlaro

qchas

elas

ideasde

Margaret

Murray

olas

defrazer

yapresentes

entrelos

piadososde

laE

uropam

oderna.A

unreconociendo

quealgunos

delos

ritualespopulares

sidom

oduladosteniendo

encuenta

laliturgia

cristiana,los

rdores

nose

dejaronconvencer

fácilmente

sobresu

posible1

De

hecho,estos

rituaes

pppilaresfueron_denunciados,

enría

delas

ocasiones,co

moirrev

ereflt,btfem

ossarfleg

os

dalosos,ofensivos

paralos

ojosy

losoídos

píos,profanad

lossantos

misterios

yL

readore

sdubuj

&aaT

ijinha

costumbre

deelegir

aun

obisponiño,

oabades

delos

lointerpretada

porlos

piadososcom

ouna

mofa

dela

jerarqcSiástica;

elserm

ónde

estosniños

obisposfue

descrito,en

udam

acontra

estacostum

breen

laInglaterra

de1541,

como

t

J.Stopford,

Pagano-papismus

Londres,

¡675.Sobre

Eynatcen,

Van

Heurck,

págs.5

ysigs.

.O...Oao..eooeeooooooo.e...OO..ea

299

luevoano

xactoaantonenterio

enciaantesm

poecu

1,ca-

5una

-opuliO

so

prácC

arrosasue

el1,

lasn

los.eraniosasm

u-

;aban

abíantm

aidad.iayoicans

deque

;,fue

cdc

pro-lente

300L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

irrisiónque

auna

verdaderaglorificación

deD

ioso

ala

lossantos».

Elcharivari,

porsu

lado,fue

vistocom

ouna

Ltrael

sacramento

delm

atrimonio.

Losoficiales

sombrere

•es,talabarteros

ydem

ásoficios

deParís,

cuyosritos

de

tincluían

unaform

ade

servicioreligioso,

asícom

oechar

relas

cabezasde

iosnuevos

seguidores,vieron

condenados

esen

1655por

unacom

isiónde

doctoresen

teología,quie

raronque

lascitadas

ceremonias

eran«una

profanacióndel

jtismo

yde

lasanta

misa».

Desde

luego,los

teólogospro

iteno

distinguíanlo

queera

unbautism

ofingido

deuna

lelm

ismo

(supra,pág.

208).

ppih

t_ta

mbié

n_h1e

atacadoutilizando

razonessim

i

unaocasión,

Erasm

oiiej

iiu

eun

bu

eñ?&

li

bíaactuar

sobrelas

emociones

desu

audienciasólo

consus

sindistorsionar

sucara

ogesticular

como

unbufón

(non

orporisgesticulatione),

talcom

ohacían

algunosfrailes

italia-

Iríamos

pensarque

éstaera

lasim

plereacción

deun

nórdico

mguaje

corporalm

ásextrovertido

yrim

bombante

dela

gen-

ir.Sin

embargo,

lasnum

erosasrepeticiones

deeste

tipode

Lurantelos

sigloxvi

yX

VII,

nossugieren

quese

estabanpro-

ocam

biosen

lasactitudes

dela

genteculta.

Gian

Matteo

obispode

Verona,

condenabaa

lospredicadores

que«con

.storiasridículas

ofábulas

sobrela

vejezal

estilode

losb

u

wre

scurrarum],

haciendoreír

conestruendo

asu

congrega

ma

condenaque

fueproducida

—virtualm

entecon

lasm

is-

abras—por

muchos

concilioseclesiásticos.

Losprotestantes

estabande

acuerdocon

estasapreciaciones.

Elgran

pred

i

uritanoW

illiamPerkins

decíaque

«nose

encuentraconve

loableque

losfeligreses

serían

delserm

ón».E

stascríticas

nónpopular

alcanzanun

mayor

gradode

minuciosidad

enla

ilim

presorH

enriE

stienneII,

unconvertido

alcalvinism

o.

)Spredicadores

quem

ásle

disgustabanse

encontrabanaque

incluíanen

susserm

oneshistorias

absurdaso

fabulosas,los

lizabanun

lenguajesoez

ycoloquial,

«queseguro

erael

que

anen

losburdeles»,

ylos

quehacían

comparaciones

ridículas

emas,

como

aquellaque

convertíaun

mesón

españolen

el10

9j

:ondenaciónde

1655puede

encontrarseen

Leber,

págs.472

ysigs.

ismo,

.<Ecclesiastes.,

enO

pera,5,

Leiden,

1704(reim

p.H

ildesheim,

1962), 1C

ambios

enla

culturapopular

301

En

elcaso

deldram

areligioso

popularnos

encontramos

conarg

um

Tic

iiii1are

s.E

lbisp

ode

Evora

enPortugal

pro-.hibía

en1534

larepresentación

deestas

obras,si

losinteresados

notenían

unperm

isoespecial,

«inclusoaunque

tratende

laPasión

deN

uestroSeñor

Jesucristo,o

suR

esurreccióno

suN

acimiento...,

po

rque

estasobras

causanm

uchosinconvenientes

[muitos

inconvenientes]

yfrecuentem

enteescandalizan

atodos

aquellosque

noestán

muy

firmes

ennuestra

santafe

católica,cuando

venlos

desórdenes

yexcesos

deestas

obrasteatrales».

Otro_de

Iosmotivos

p_çjos.qiese

criticabaal

tetrop

rqfçsiçn

ai,se

debíaal

hechode

queactores

depçmoraL

representasen-la=--vida=-de--los.-santos._iamhiénia

pro-.-cesiones

religiosaspodían

sercondenadas

ialeso

nio

sdesn

dos(qúenes_zeprsentabana1os

ángeles)11

Elpunto

centralde

todosestos

e’emplos

pareceser

laihistenciade

losreform

adoresen

diferenciarlo

sagradode

loprofano,

unaseparación

queen

esteperíodo

llegóa

serm

ásnítida

queen

laE

dadM

edia.E

notras

palabras,la

reforma

dela

culturano

fuesino

otroepisodio

dela

largaguerra

entelo

píoy

loim

pío,todo

elloacom

pañadode

unm

ayorcam

bioen

lasensibilidad

om

entalidadreligio

sa.Los

piadososse

empeñaron

endestruir

todorastro

defam

iliaridad

conlo

sagrado,ya

quede

locontrario

seengendraría

—inevi

tablemente—

lairreverencia

12

L_gin

.ran

objecióncontra

lacultura

populartradicional

teníauna

basem

oral.Las

fiestaseran

denunciadascom

om

omentos

proicios

arael

ecadoes

ecialmente

losde

em

briiI

EE

eríy

lascivia,y

como

alientoa

laserdivum

bredel

homre

am

undo,eLd.m

onic_y_slre—to4o—

—--1a—

ca.rne-.-_A_los_p

iadososno

seles

escapabaque

elárbol

dem

ayoera

unsím

bolofálico.

Lasobras

detatro

,las

cancionesy,

especialmente,

losbailes

erancondenados

porquedespertaban

emod

çsp

igros asyporq

incita

ba

lafornicación.

Elpuritano

isabelinoPhilip

Stubbesatacaba

alo

quellam

aba«el

horriblevicio

delapestoso

baile»,ya

quedaba

alos

col.985;

Giberti,

citadopor

A.

Grazioli,

O.

A!.C

iberti.V

erona,1955;

cifr.Schannat,

enel

índicebajo

.fabulosaet

yananon

imm

iscendaconcionibus»;

W.

Perkins,The

Whole

Treatjse

ofthe

Cases

ofC

onsaence,L

ondres,1632,

pág.344;

H.

Estienne,

Apologie

pourH

érodote(1566),

caps.34-36.

Elobispo

deE

vora,citado

porB

raga(1867a),

pág.48.

Sobrela

mentalidad

más

antigua,J.H

uizinga,lije

Waning

ofthe

middle

Ages,

Harm

ondsworth,

ed.de

1965,págs.

151y

sigs.

e

«más

honraburlaros,

siniciacagua

5

susnt

nesde

santobablerparodEl.lares.cadorpalabisc

urr

nos.1

antee

tedel

juicioducieG

ibeitabanfonesción»m

as1

tamb

cadoinientdel

sobraE

ntrlbsqueutilio

biPara

302La

culturapopular

enla

Europa

moderna

ejecutantesla

oportunidadde

tener«obscuras

tentaciones,e

inmun

dostocam

ientos»,lo

queservía

como

«introduccióna

lafornicación,

como

preparativoa

lalicenciosidad

ya

todotipo

delascivia».

Al

gunosbailes

eranobjeto

deuna

denunciaespecial.

Eljesuita

españolJuan

deM

arianafue

particularmente

críticocon

lazarabanda,

lom

ismo

queFrançois

deC

aulet,obispo

dePam

iersen

elL

anguedoc,contra

lavotto,

«lavoltereta».

Lom

ásdesagradable

deesta

última

danzapuede

deducirsede

laordenanza

quem

andópublicar

else

nescalde

Lim

oux—

también

enel

Languedoc—

en1666,

prohibiendo

aquellosbailes

enlos

quelos

chicoslanzaban

alaire

asus

parejas,«en

unaform

atan

infamante,

queperm

itea

losparticipantes

yes

pectadoresver

aquelloque

lavergüenza

nosdice

quedebe

irm

áscubierto»

13

Adem

ásde

laacusación

deindecencia,

existíaotros

argumentos

morales.

Tenem

os,por

ejemplo,

laidea

deque

losjuegos

ylas

fiestasprovocaban_violencia.

Thom

asH

allindicaba,

eneste

sentido,que

«undicho

ny

común

esque

lasfiestas

nolo

sontanto

sinalgún

tipode

pelea»y

unestudio

delcarnaval

enparticular

nosprueba

queesto

eraasí

(supra,págs.

304-3

05).

Stubbesatacaba

conlos

mis

mos

argumentos

alos

partidosde

fútbol,«un

juegoasesino»

o«una

amigable

forma

delucha)).

Suargum

entocontra

loscom

batesentre

ososy

perrosse

basabaen

laidea

dela

crueldad:«se

abusade

Dios

cuandose

maltrata

asus

criaturas»,la

mism

avaloración

ala

quellegaba

Mariana

ensu

oposicióna

lascorridas

detoros.

Enel

límite

entrela

rnoralj

lapolítica,

nosencontram

oscon

elar

n1

cia—a

loscrim

ini

como

sifuesen

héroes.A

sílo

subrayabaR

obert

Crow

leyen

unacarta

fechadaen

1537y

dirigidaa

Thom

asC

romw

ell,en

laque

sequejaba

deque

«losarpistas»

y«los

rima

dores»presentasen

losrobos

conorgullo,

como

sifuesen

«valentonadas».

Laasociación

entrefiesta

yrevuelta

(supra,págs.

328-329)tam

biénera

evidenteen

estascríticas

yasí

—por

ejemplo—

lafa

mosa

sociedadde

laM

érefolle

deD

ijonfue

abolidaen

1630porque

ofendíael

«reposoy

latranquilidad>)

dela

ciudadi4

Oti-o

delos

argumentos

morales

más

utilizadoscontra

lasdiver

sione_popularesse

basabaen

queéstas

eransim

plemente

«vanidi

‘‘P.

Stubbes,A

natomy

ofA

buses,L

ondres,1583,

págs.98

ysigs;

cifr.Perkins

(n.10);

Doublet

(1895a),págs.

36

9y

sigs.;D

ejean,nota

dela

pág.32.

‘H

all(n.

6),pág.

10;sobre

laM

íteFolle,

Tilliot,

págs.111

yslg

s.

Cam

biosen

lacultura

popular303

des»que

centraldel

ataqutiá

liael_

carn

av

al,

incluidopor

elabogado

deEstr.

Sastián

Brant

enla

segundaedición

(1495)de

sufam

osas

barcode

tostocos.

De

forma

similar,

elmoralista

inglésR

obertley

denunciabalas

cerveceríascom

o«lugares

dedespilfarro

so»,«puerto

delos

hombres

queviven

enel

ocio».Si

alos

noles

gustabanlas

tabernasporque

alejabana

lagente

dela

algobierno

inglésle

disgustabanporque

alejabanal

puebloejercicios

detiro

conarco.

Argum

entosm

uyparecidos

fuerlizados

corrientemente

porlos

reformistas

italianos.El

arzobB

olonia,G

abrielePaleotti,

seoponía

enparte

alas

representteatrales,

porqueincitaban

alos

estudiantesy

alos

aprendicejugasen

aser

truhanes;un

anónimo

italiano,el

Discurso

conti•

navalpublicado

en1607,

criticabalos

«gastossuperfluos»

producíanen

esaestación

ylam

entabala

totalcarencia

de«

mía,

ordeny

prudencia»i5

Enresum

en,durante

esteperíodo

nosencontram

oscon

ccas

opuestas,con

dosform

asde

vidaen

conflicto.La

delos

madores

estabainspirada

porla

decencia,la

diligencia,la

gr

lam

odestia,la

disciplina,la

prudencia,la

razón,el

autoconsobriedad

yla

frugalidado,

parausar

unafrase

hechafam

cM

axW

eber,por

«unascetism

om

undano»(innerw

ettlicheA

De

algunaform

aW

ebercom

etióun

erroral

llamarla

«éticatante»,

enla

medida

quese

encuentratanto

enzonas

Católicas

trasburgo,M

unicho

Milán—

,com

oen

lasprotestantes,

yaL

ondres,A

msterdam

oG

inebra.D

esdeluego,

esciertam

entedor

denominarla

la«ética

dela

pequeñaburguesía»,

porquecho

llegaríaa

seruna

delas

característicasde

lostenderos.

1sí

parececlaro

esque

laética

delos

reformadores

seoponía

eticatradicional

mas

dificilde

definirdebido

aque

estabaarticulada,

p.ç

que

sinduda

insistíaen

otrotipo

devalores,

cialmente

enla

toleranciahacia

eldesorden

6

t.

‘5.

Brant,

Das

NarrenschiJf

(2.cd.,

Estrasburio,

1495),sección

1lOb;

Rley,

Seleaw

orks,L

ondres,1872,

pág.8

P.P

rod,,It

cardtnateG

.Pateotti,

21967,

pág.210;

elD

zscorsorcpr.

enT

avian,,págs.

65y

sigs.16

M.

Weber,

TheProtestant

Ethicand

theSpirit

ofC

apitatism(trad.

Londres,

1930.(H

aytrad.

española,La

étrcaprotestante

yel

espíritudel

capiB

arcelona,1988.)

cifr.H

ill(1964)

yE.

P.T

hompson

(1963,págs.

305y

sigs.,

1ba

elD

ntra‘urgora

El

row

excerigoslesia,e

losuti

-

‘ode

onesque

Car

iese

)flO

éti

for

dad,1,

lapor

ese).tes

-Es

sennta

he-queunanosp

eyor

row

-

Dma,

esa),sm

o,)67).

304L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

taahora

hemos

estadodescribiendo

elm

ovimiento

derefo

r

lacultura

popularcom

oalgo

queafectó

atoda

Europa,

a

tela

existenciade

diversascreencias

religiosas.A

mediados

oxvii,

losteatros

fueroncerrados

tantoen

elM

adridcatólico

mel

Londres

protestante,y

enam

boslugares

porrazones

s.Para

unhistoriador

occidentales,

desdeluego,

más

inte

cruzarlas

fronterasde

lareligión

ortodoxa,aunque

hayra

ue

nosm

uevena

creerque

también

enR

usiase

estabapro-

douna

reforma

parecida17,

famoso

Concilio

dela

Iglesiarusa,

elde

Stoglavo

elde

«los

.pítulos»,celebrado

en1551,

denunciólos

juegosde

«origen

yde

invencióndem

oníaca»que

secelebraban

enla

vigiliade

ade

SanJuan

Bautista

odurante

elperíodo

navideño(supra,

14).A

demás,

seprohibía

ala

genteque

consultasea

loscu

oso

magos

populares.Los

Skoromokhi

sufríanun

ataquees-

porqueen

suprofesión

toshom

bresse

vestíande

mujeres

y

ijeresde

hombres,

yllevaban

ososen

losespectáculos

para

:ira

lagente

sencilla»em

bargo,el

mom

entom

ásálgido

delm

ovimiento

reformista

arecehaberse

producidoa

mediados

delsiglo

xvii,

asociado

sllam

ados«filoteístas»

o«fanáticos»,

como

elarcipreste

Ne

ysu

discípulo—

también

arciprestreA

vvakum,

cuyabiografía

vierteen

unade

lasfiguras

mejor

conocidasdel

sigloxvii

en

Elzar

Alejandro

apoyóa

losfanáticos,

publicandoen

164$

cto«sobre

elenderezam

ientode

lam

oraly

laabolición

dela

;tición»y

dirigidocontra

losbailes,

losviolinistas,

lam

agia,

sfraces,los

juglares(skorom

okhi)y

la«yegua

diabólica»,una

nciaal

«caballo»que

ibade

casaen

casadurante

losdías

de

adro,¿hasta

quépunto

existíaun

paralelismo

entrela

Europa

del

esula

deloeste?

Paraayudarnos

aencontrar

unarespuesta

aesta

prenta

esconveniente

quecom

paremos

lossiguientes

pasajes,am

bo

teridosal

impacto

dela

reforma

enlos

pueblos.

Re.

rdoque

habiéndoseme

anunciadoen

undía

defiesta

queun

grupode

2omo

haseñalado

Wiertz,

seha

realizadom

uypoca

investigaciónsobre

la

reInen

laE

uropaortodoxa;

ensu

libroaparecen

referenciasa

lopoco

queexiste.

E.D

uchesne(cd.),

LeStogtav,

Paris,1920,

págs.242

ysigs.;

cifr.Z

guta,

pág12.Pascal

(t938),págs.

35y

sigs.,49

ysigs.,

54y

sigs.;cifr.

Zguta,

págs.306

ysigs.

actoresam

bulantesestaba

representandouna

farsasobre

unescenario

que

ellosm

ismos

habíanlevantado;

fuiallí con

ungrupo

deservidores

dela

ley.

Subíal

escenario,arranqué

lam

áscaraque

llevabael

primer

actor,le

quité

elviolín

alque

loestaba

tocandoy

lorom

pí,le

hicebajar

delescenario

ym

andéa

losoficiales

quelo

volcasen.

Llegarona

mi

pueblocon

ososque

danzabanal

sonde

lostam

boresy

los

laúdesy

yo,aunque

soyun

miserable

pecadorpero

celosodel

servicioa

Dios,

losexpulsé,

rompí

lam

áscaradel

cómico

ylos

tambores..,

ym

ellevé

ados

ososgrandes;

auno

lodejé

sinsentido

perorevivió

yal

otro

lodejé

irsepor

elcam

poabierto.

Losdos

pasajesreproducidos

fueronescritos

am

ediadosdel

si

gloX

VII.

Elprim

erolo

fuepor

elcura

párrocode

Nanterre,

queen

esasfechas

todavíaera

unaaldea

campesina;

elsegundo

procedede

laautobiografía

delarcipreste

Avvakum

.Por

lodem

ás,am

bosfrag

mentos

danla

impresión

quelas

compañías

ambulantes

debateleurs

yskom

orokhitenían

muchas

cosasen

común,

perotam

biénlos

re

formadores

queestaban

tratandode

suprimirlos

20,

Teniendo

encuenta

estosdatos,

esim

portanteque

veamos

al

movim

ientoreform

istacom

oa

untodo,

perono

alprecio

dehacerlo

aparecercom

om

onolítico;es

éste,por

lotanto,

elm

omento

de

hablarde

lasvariaciones.

Avvakum

,por

ejemplo,

fueun

reformador

desdeel

comienzo

desu

carrera,pero

apoyóa

lareligión

popular

tradicionalen

contrade

lasreform

aslitúrgicas

introducidaspor

su

viejoaliado

Nikon,

despuésde

queéste

fuesenom

bradopatriarca

de

Moscú

21Los

reformadores

católicos_yprotestantes

nom

ostraron

lam

isma

hostiliddhacia

lEiltu

rao

ular,ni

susposiciones

estu

vieronfundadas

enas

mism

asrazones.

La

aidentificarse

conm

odificación,iiijettt’asntrasque

laprotestante

lohizo

culturapopular

eranespecíficam

enteprotestantes,

como

aquélde

que

quererabolir

lasfestividades

santoralesm

ásseñaladas,

sinotodas

las

fiestasen

generaly,

dehecho,

seopusieron

tantoal

carnavalcom

o

Lasm

emorias

nopublicadas

deB

eurrier,cura

deN

anterredesde

1637,citadas

enfcrté,

pág.292;

Avvakum

,A

utobwgrapby

(trad.inglesa),

Londres,

1963,págs.

47-48,refiere

losacontecim

ientosde

ladécada

de1640.

2!R

.O

.C

rumm

ey,The

Oid

Beizevcrs

andthc

World

of

Antz

christ,

Madison,

1970,págs.

$y

sigs.,discute

elcism

aruso

como

unadivisión

entrela

élitey

elpueblo.

1-m

apesa:del

scomsim

i.resaizornduci

ciengriella

fipág.rancpecilas« se

ruscconronlo

cR

wunsuplosreftN

a

aC

ambios

enla

culturapopular

305

....aao.a...OOOOeee

_____

eaa

__

_

aaaaaaaaa

306La

culturapopular

enla

Europa

moderna

1C

ambioS

enla

culturapopular

307

ala

cuaresma;

Zuinglio,

porejem

plo,dirigió

unode

susnum

erosos

ataquescontra

elconocido

ayunocuaresm

al.A

lgunosprotestantes

atacabana

todoslos

díasfestivos,

incluidoslos

domingos,

yotros

eranhostiles

ala

mism

aidea

dela

fiesta;es

decir,a

eserazonam

iento

quellegaba

aestablecer

quehabía

díasm

ássantos

queotros.

Muchos

protestanteseran

igualmente

radicalesen

suoposición

alas

imágenes

sagradas,a

lasque

considerabansim

ples«ídolos»

quedebían

ser

destruidos22

Las«cerem

onias»,com

olos

«ídolos»,eran

combati

dospor

formar

partede

unareligión

exterior,que

seinterponía

entreD

iosy

elhom

bre,por

loque

también

debíaser

abolida.Para

algunosprotestantes,

inclusolos

libretosde

cuentospopulares

po

díanoler

apapism

o.C

uando,por

ejemplo,

unalum

node

Lutero,

llamado

Veit

Warbeck,

tradujoal

alemán

Pierrede

Provencetuvo

mucho

cuidadode

eliminar

deltexto

originallas

numerosas

referen

ciasa

lossantos.

Porotra

fest—

díassagrados—

conactividades

mundanas.

En

estesenti

unacontp

reocupaon

loslím

itesde

lacuaresm

a

Carlo

Bascapé,

obispode

Novara,

atacabala

teoríade

la«válvulde

seguridad»aplicada

alas

diversiones(supra,

págs.326-3

27),

argu

yendoque

eraim

posibleque

alguienobservase

lacuaresm

acon

la

debidadevoción

sicon

anterioridada

ella—

esdecir,

duranteel

73

carnaval—se

babiaabandonado

atodos

losvicios

-.

Los

reforma

doreóio

_qp

debailar

orepresentar

obras

también

atacabanel

hechode

quelo

Jeligresesanduviesen

porel

rento

sagido

durante

lacelebración

dela

rnisaq

que

sevendiesen

artículenjqspórtjÇ

Qs

Jadm

áestaba

pro

hib

ido_qe

losla

icos

istiesende

srdurante

el carnaval:un

hechoconsiderado

comoblf

yaque

losclérigos

eranpersonas

sagradas.Igualm

ente,los

miem

bros

delclero

nopodían

participaren

lasfiestas

popularesa

lam

anera

tradicional,es

decir,llevando

máscaras

obailando

como

sifuesen

unaspersonas

cualquiera.T

ambién

teníanprohibido

asistira

lasre

Parael estudio

deun

casode

iconoclastiainglesa,

Phillips;es

unapena

queel

trabajode

David

freedbergsobre

laiconoclastia

en

Holanda

permanezca

sinpublicar.

23B

ascap,reim

p.en

Taviani,

págs.45

ysig

s.

presentacionesteatrales,

alas

corridasde

toros,o

inclusoa

ge

violentamente

durantelos

sermones,

obligmndoseles

asía

comi

secon

lagravedad

yel

decoroinherentes

asu

estatussagrad

famosos

ciclosde

cuentosque

teníancom

oprotagonistas

ap

estafadores,com

oD

erPfaffe

vomK

alenbergy

ItPiovano

(supra,pág.

258),dejaron

deeditarse

debidoa

queeran

claro

plosdel

viejotipo

decuras

anterioresa

laR

eforma.

De

todolo

dichopodem

osesperar

quelos

reformadores

coseran

menos

radicalesante

lacultura

popularque

losprote

Losprim

eros,por

ejemplo,

noatacaban

elculto

alos

santc

sólosus

«excesos»,com

ola

adoracióna

lossantos

apócrifos,

algunashistorias

quecirculaban

sobresu

viday

milagros,

o

quese

podíanobtener

favoresm

undanospor

sum

ediación

curacionesy

protección.D

esdeestas

perspectivas,los

reforn

católicosno

queríanabolir

lasfiestas,

sinopurificarlas.

Del

modo

defendíanla

existenciade

imágenes,

aunquetenían

objecionescontra

ejemplos

particulares.La

diferenciaentre

e

formas

deaproxim

acióna

lacultura

popularpodría

simbc

sinoresum

irse,en

loque

sucedíacon

SanJorge.

Uno

delos

popularesque

lotenía

como

protagonista,publicado

enA

u

en1621,

contabala

historiade

suvida

ym

artiriosin

hacerr

referenciaal

dragón,un

hechoque

—presum

iblemente—

fu

zadocom

ofalso.

En

laE

uropabajom

edievalera

muy

coni

secelebrasen

distintosespectáculos

eldía

deSan

Jorge;en

N

porejem

plo,se

lepresentaba

acompañado

deSanta

Marg

desdeluego,

deldragón.

Lossantos

fueronabolidos

en1552

«olíana

papismo»,

aunqueel dragón

—conocido

cariñosarnen

«elviejo

orden’>—se

mantuvo

hasta1835.

De

estem

odola

dela

culturapopular

enla

Augsburgo

católica,supuso

m

SanJorge

sinel

dragón,m

ientrasque

enel

Norw

ichprotes

resultadofue

seguirrefiriéndose

aldragón,

peroahora

sin

ge

24La

divisiónde

losreform

adoresentre

católicosy

protest

todavíadem

asiadosim

ple.Los

luteranos,por

ejemplo,

eran

leranteshacia

lastradiciones

popularesque

losseguidores

U

glioo

Calvino,

ylas

generacionespo’;teriores

nosiem

preesi

deacuerdo

conlas

queles

habíanprecedido.

Paraevitar

sir

Riíefo

ndem

Heytigen

Ritter

S.G

ergen,A

ugsburgo,1621;

C.

Ho

English

folkH

eroes,L

ondres,1947,

págs.27

ysigs.

L

ulartarLos

)C05

‘Otto

em

tóli

tes.sino:reer,e

rar

omo

oresism

ounas

dosars

e,

retosurgogun

acha

quevich,ta

y,rq ueorno

orma

rara

teel

Jor

Leses

ísto—

uin

ieronifica

30$La

culturapopular

enla

Europa

moderna

cesivaspuede

serútil

quetracem

osuna

brevehistoria

delnto

reformador

desde1500

hasta,aproxim

adamente,

1650.tnienzos

delsiglo

XV

Iya

existíanunos

cuantosreform

adoresenos

famosos,

como

SebastiánB

rant—

alque

hemos

men

conanterioridad—

,o

suam

igoJohann

Geiler

deK

aiserspárroco

deE

strasburgo.E

steúltim

ose

habíaopuesto

ala

rede

comer,

beber,danzar

ojugar

durantelas

festividades;,

unasactividades

queconsideraba

como

«Yaruina

delpue

sgem

einenV

olksV

erderbnis).G

eilerera,

porlo

demás,

rmente

hostila

lacostum

brelocal

dela

Roraife,

lacual

enque

eldía

dePentecostés

unbufón

seescondía

detrásstatua

conese

nombre

enla

catedralde

Estrasburgo,

can-haciendo

elpayaso

durantela

celebraciónde

lam

isa.C

asitiem

po,G

irolamo

Savonarola

estabatratando

deintroducir

similares

enF

lorencia;así,

pocosdías

antesdel

carnavalde

unode

susserm

ones,sugirió

que«los

niñosdebían

recoosnas

paralos

pobresrespetables,

envez

dehacer

travesu

das,com

olanzar

piedraso

participaren

lascarrozas»

25

ataquesa

lasdiversiones

popularesno

eran,sin

embargo,

:enuevas

en1500.

Acom

ienzosdel

sigloxv,

SanB

ernar

ienahabía

denunciadola

costumbre

decelebrar

laN

avidad,son

lafiesta

delos

Locos

yN

icolásde

Clam

angeslos

enlas

iglesias:«L

osque

participanen

éstos,m

antienenla

-olo

hacenm

aly

sinningún

tipode

vergüenza.E

nm

uchasgunos

bailany

cantancanciones

obscenas,otros...

juegan)S

».

Podem

osincluso

retrocedertodavía

más

enel

tiempo.

loX

III,R

obertG

rossctestereprobaba

alos

clérigosque

an«representaciones

delo

quese

llama

milagros,

yotras

denominan

entradasde

mayo

odel

otoño».U

nsiglo

antes,te

Reichersberg

habíaatacado

atodos

lostipos

derep

res

religiosas.L

ascríticas

rusasa

losskom

orokhiseguían

loslos

antecedentesbizantinos;

aúnpodem

osir

más

lejos-iasta

losm

ismos

padresfundadores

dela

Iglesia,com

oSan

quienle

impresionaba

vera

lagente

vestidacon

pielesde

ldía

delaño

nuevo,o

aT

ertulianoquien

criticabala

par-de

loscristianos

enlos

spectacuta(las

exhibicionesde

gla

Geiler,

L.D

acheux,U

nréform

arcurcatholzque

ila

finti»

15’siecle,

)urgo,1876,

notade

lapág.

67;sobre

Savonarola,L.

Landuci,

Diario,

cd.ha,

Florencia,1883,

pág.124.

diadores)y

lasaturnalia.

Estas

condenasde

lospadres

dela

Iglesiaeran

bienconocidas

ytuvieron

unaenorm

einfluencia

durantelos

siglosX

VI

yxvii.

Por

lodem

ás,los

quese

oponíanal

teatrocitaban

aT

ertulianotraduciendo

incorrectamente

spectacutapor

«espectáculos

teatrales»26

En

resumen,

parececlaro

queel

clerose

dedicóa

condenarla

culturapopular

utilizandosiem

prelos

mism

osargum

entos,y

todoesto

desdelos

primeros

mom

entosdel

cristianismo.

Por

otraparte,

estatradición

decondena

nossugiere

—inm

ediatamente—

lagran

resistenciade

quegozó

lacultura

popular27•

Una

yotra

conclusiónparecen

estaren

contradiccióncon

latesis

centralde

estecapítulo,

aunqueen

estaocasión

esposible,

encontraruna

respuestaque

resuelva

elproblem

a.L

ajgfQ

rmas

medievales

noyptá

dic

,_q.u

difk

ilmentp

odía

ntener

influenciam

ásallá

deem

pqde

suzona

geog4fic

bid

q..a

Jeaim

itar

_las.coinunicaciones.meIieyales..

Desde

estaperspectiva,

paraun

obisporeform

istaera

muy

complicado

llegarcon

susideas

alos

lugaresm

ásalejados

desu

diócesis,conform

ándosecon

quesus

intenciones

sehiciesen

realidaden

elterritorio

desu

jurisdicción.Para

estem

ismo

personaje,era

todavíam

ásdifícil

asegurarque

lasrefo

rm

assobreviviesen

asu

muerte.

Eneste

procesotam

pocopuede

des

cartarsela

importancia

dela

resistenciade

lacultura

popular,lo

queexplicaría

elhecho

deque,

desdeT

ertulianoa

Savonarola,todos

losreform

adoresrepitiesen

—esencialm

ente—-

losm

ismos

argumentos.

SinX

VI

quellosesfuerzos

reformadores

peropa1cos,

sonsustituidos

porun

movim

ientom

ejorcoordi

iado_Desde—

ese—m

omento,los_ataq.uescon.tra.Ja_c.ujw

raopularí

tradicionalganaro

n_enj

nci&y

sistematización,

tratandode

pur

¡rla

de

su«paganism

o»y

su«licenciosidad».

Defo

rma

evidente,ste_

miien

wtu

corn

uch

oqie_

ver_

conIa_

ReJo

rma

—ai.licay

protestante—,

enla

medida

quela

reforma

dela

Iglesia—

talcom

ose

laentendía

enesa

época—com

pba

necesa

riam

feIirifi

caEjónde

lonue

llamam

oscultura

nonular.

1.O

ngo,The

zcortdof

Sant

Bc’rnardtno,

Londres,

1963,pág.

166;sobre

Ger

sony

Clam

anges,P.

Adam

,L

avtc

parossiateen

[ranceau

XIV

’siécle,

París,

1964,págs.

264y

sigs.;G

rossetcstc,citado

porB

askervill(1920),

pág.43:

ejemplos

ante

rioresen

Cham

bers(1903),

2,apéndice

N.

Tom

oel

término

resistcnciade

R.H

oggart.T

/eU

sesofL

iteray,H

armonds

worth,

cd.de

1958,p.íg.

264.

cionem

ovirA

más

ocionacberg,costurreligioblo»partidconsisde

un:tandoal m

isireforrr1496

electarras

ma

Esttotalmdino

dJean

(velatorvigiliaiglesiasa

losd

Enel

organi;a

lasqi.

Gerbol

sentacitrazosllegandA

gustí

animal

ticipaci

25So

Paris—Est

deJ.dl

Cam

biosen

lacultura

popular309

aaacooo.eoo

____

eoeeoeo.

____

___

e

____________________

____

..

_____________

___

___

___

...e.

310La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular

Esverdad

queL

uterofue

relativamente

comprensivo

hacialas

tradicionespopulares.

De

hecho,no

seopuso

totalmente

nia

las

imágenes

sagradas,ni

alos

santosy

tampoco

fueun

enemigo

decla

radodel

carnavalo

Johannisnacht:«perm

itidque

losniños

tengan

sujuego»

,ueri

etiamhabeant

suumlusum

),era

suactitud

anteesta

fiesta.Sin

embargo,

síponía

objecionesa

determinados

cuentos,

como

losde

Tili

Eulenspiegel

yel

párrocode

Kalenberg,

porque

glorificabanla

«picardía».E

ncualquier

caso,los

luteranoseran

más

-

estrictosque

sum

aestro.A

ndreasO

siander,quien

ayudóa

introdu

cirla

reforma

luteranaen

Nurem

berg,se

opusoa

lafam

osaS

chem

barttaufconsiguiendo

quefinalm

entefuese

abolida.E

stasactitudes

nofueron

lasúnicas,

prohibiéndosetam

biénla

representaciónde

la

Pasióndurante

elV

iernesSanto.

Thom

asN

aogeorgus,un

luterano

bávaro,dirigió

unataque

generalno

sólocontra

lasfiestas

populares,

sinotam

biéncontra

lasreliquias

delPapa

ensu

libroE

lreino

pa-

pista.E

nla

Suecialuterana,

losobispos

lideraronel

asaltocontra

la

«idolatría_yjperstición»

(avguderioch

vidskapelse),con

particu-

laienció

nhacia

Lam

agiay

loscu

ltoir

ri

avera2S

Zuinglio,

Calvino

ysus

respectivosseguidores,

fueronm

ucho

más

lejosque

Lutero

ensu

oposicióna

lastradiciones

populares.

Zuinglio,

porejem

plo,m

andóretirar

todaslas

imágenes

delas

igle

siasde

Zurich

en1524,

lascuales

nofueron

restauradashasta

des

puésde

sum

uerteen

1531.C

alvino,por

suparte,

seopuso

alas

obrasde

teatroy

alas

«cancionesdeshonestas»

(chansonsdesbonné

tes)y,

desdeE

scociaa

Hungría,

susseguidores

destacabanentre

todosaquellos

quese

oponíana

lasfiestas

populares.El

sínodo

calvinistade

Nim

es,celebrado

enFrancia

durante1572,

llegóincluso

aprohibir

lasobras

deteatro

contem

áticabíblica,

bajoel

argumento

deque

«laSanta

Biblia

nonos

fuelegada

paraque

sirviesede

pasa

tiempo».

En

Escocia,

durantelos

añoscentrales

dela

décadade

1572,se

produjoun

ataqueim

portantecontra

lacelebración

delas

navidadesy

deldía

deSan

Juany,

engeneral,

contratodas

aquellas

fiestasque

tuviesencom

osus

característicasm

ásim

portantes,las

canciones,los

bailes,las

hoguerasy

lasrepresentaciones

teatrales2

9

2HSobre

elprotestantism

oy

lacultura

popular,hay

unensayo

bibliográficoen

Brückner

(1974),págs.

23y

sigs.;sobre

Lutero,

CIernen

(1938),K

lingery

Kohler.

SobreO

siander,R

oller,págs.

140y

sigs.,y

Sumberg,

págs.176

ysiga.

T.N

aogeor

gua,R

egnmpapisrtcum

,s.l.,

1553.Sobre

laSuecia

luterana,G

ranberg.29

SobreZuinglio

yla

culturapopular,

Trüm

py(cifr.

C.

Garside,

Zwrngli

and

Laoposición

delos

puritanosingleses

alas

diversionespoj

esbien

conociday

estáperfectam

entedocum

entada.Phillip

Srecogió

unam

plioinform

ede

denunciascontra

losseñores

dgobierno

losJuegos

deM

ayo,los

festinesnavideños,

lascerv

parroquiales,los

velatorios,las

luchasde

ososy

perros,las

degallos

ylos

bailes.N

odeja

deser

unaironía,

queStubb

bablemente

noapreciaría,

quesu

An

atom

íade

tosabusos

(que

Elreino

papista)actualm

entees

leída,sobre

todo,por

cestán

interesadosen

lasvariadas

diversionespopulares

quedenaba.

Con

elm

ismo

tipode

inspiracióntenem

oslas

obraN

orthbrooke,L

adistracción

delSabbath,

yde

C.

Fetherstdidtogo

contrael

baile.E

stospuntos

devista

contabancon

enlas

altasesferas,

especialmente

conel

delarzobispo

deE

dmund

Grindal.

Com

oresultado

detas

presionesejercidas

py

otraspersonas,

losdram

asreligiosos

popularesdesaparecier

ranteel

reinadode

Isabel.E

nN

orwich,

estos«espectáculos»

seles

denominaba

am

enudo—,

dejaronde

representarsedesdi

enW

orcester, aproximadam

enteen

1566;en

York, alrededor

den

Wakefield

yC

hester,por

1575;en

Chelm

sforden

157

Coventry

en1590

Enla

República

deH

olanda,las

actitudesde

loscalvinist

ronigualm

enteestrictas

yla

oposicióna

susm

edidasfue

Elsínodo

deE

dam(1586),

prohibióel

usode

lascam

pana:órganos

delas

iglesiaspara

acompañar

«cancionesirreflexivas

danas»(tichtveerdige

endew

ereltlyckegesangen).

Elsínodo

dcum

(1591),condenó

que«se

tocasenlas

campanas

paraco

reunionesde

jóvenes,en

lasque

erigenárboles

dem

ayo,guirnaldas

ycantan

cancionescarnales

ycoros

sensuales».D

eventer(1602)

denunció,entre

otros«abusos»,

losespectácc

martes

decarnaval

ylos

bailescon

sables.El

conflictoentre

cy

cuaresma

todavíaestaba

enalza

am

ediadosdel

sigloxvii,

elpredicador

deA

msterdam

PetrusW

ittewrongel,

sequejó

lasrepresentaciones

teatralesy

losárboles

dem

ayo;m

ientrasW

aljchSievert—

otrocalvinista

holandés—denunciaba

Lacosi

theA

rts,N

ew1-laven-L

ondres,1966).

Sobre

elcalvinism

oholandés,

Win

I20my

siga.,173

ysiga.;

sobreel

calvinismo

escocés,T.

C.

Smout,

AH

tstoScottzsh

Peopte,L

ondres,ed.

de1972,

págs.78

ysiga.

°D

ickens(cap.

7,n.

32);G

ardiner;E.

Grindal,

Rem

ains,C

ambridge,

1$141

ysigs.

311

ares)besdes

rías‘leasro

gualenes:o

nle

J.El)yosork,ésted

u)m

O

564;572;r

en

fue

ébil.los

‘un

)oc

ocarlgan1

dedel

avaltndon tranto,nb re

págs.)fthe

págs.

312La

culturapopular

enla

Europa

moderna

narlos

zapatosde

losniños

con«toda

suertede

dulcesy

cosasntído»

(met

allerteysnoeperie

endeslickerdem

ick),durante

lade

SanN

icolás1 el

ladocatólico,

latradición

impuesta

porG

eilery

Savonarolasus

seguidoresen

laprim

eram

itaddel

sigloxvi.

Estaba

Eras

nuchom

ásestricto

queL

uteroen

todolo

relativoa

lacultura

ar,y

—entre

losreform

adoresm

ásactivos—

elobispo

deV

eG

ianM

ateoG

iberti.Si

losejem

plosde

medidas

quese

opo

lacultura

popularson

muy

escasoscon

anterioridada

1550,no

tala

situacióndespués

delC

onciliode

Trento,

cuyasúltim

ases

—sin

dudalas

más

importantes—

tuvieronlugar

durante‘

1563.E

nsus

intentosde

contenerlas

herejíasde

Lutero

yC

allos

obisposreunidos

enT

rentoprom

ulgaronvarios

decretoslos

areform

arla

culturapopular.

Aunque

sedefendía

latrad

ile

colocarim

ágenesen

lasiglesias,

elconcilio

declarabaque:

nvocaciónde

lossantos,

laveneración

delas

reliquiasy

elusosagrado

imágenes,

debeser

eliminada

todotipo

desuperstición,

todointento

dode

gananciay

abolidatoda

lalascivia,

conlo

quelas

imágenes

noser

pintadaso

adornadascon

seductoresadornos,

yla

celebraciónde

toso

lavisita

alas

reliquiasno

debenverse

pervertidaspor

elpueblo

tasruidosas

yalcohólicas,

como

siaquéllas

pudierancelebrarse

cono

ysin

ningúnsentido

dela

decencia.

rahacer

efectivosestos

decretostridentinos

entodos

losterri

secelebraron

—ya

desdela

segundam

itadde

ladécada

de—

unaserie

desínodos

yconcilios

provincialesen

todala

Eu

:atólica,desde

Reim

sa

Praga,desde

Haarlcm

aT

oledo.C

on.)ridad

aestas

fechas,este

tipode

conciliosse

habíandedicado

retodo—

acondenar

lasfaltas

contrala

moralidad

cometidas

clero,o

como

denunciade

losabusos

enla

administración

de:ram

entos.Lo

queapareció

como

unanovedad

apartir

dela

de1560,

fuela

atenciónque

sedaba

atodo

loque

estabainado

conla

reforma

delas

fiestasy

lascreencias

del«pueblo

o»(indocta

ptebs).Los

índicesde

librosprohibidos

afinales

loxvi

teníancom

opreocupación

centrallas

obrasde

teología

(irth,págs.

174y

sigs.;R

.D

.E

ven

hu

s,O

okdar

zeasA

msterdam

,2,

Am

s1967,

p.íg

s.117

ysigs.

asesión

veinticincodel

Concilio

deT

rento,en

E.C

.H

olt(cd.),

AD

ocu

mcn

:toof

Art,

2,N

uevaY

ork,1958,

p.íis.64

ysigs.

enlatín,

perotam

biénincluían

algunasbaladas

ylibretos

decuentos

populares,especialm

enteel

liiiE

utenspiegety

Reynard

elzo

rro.

Elíndice

portuguésde

1624prohibió

diversasobras

dereligiosidad

po

pular,com

oEl

testamento

deJesucristo

oL

aresurrección

deL

ázaro,así

como

algunasoraciones

dirigidasa

SanC

ristóbaly

SanM

artínlas

cuales—

segúnla

tradición—perm

itíanal

quelas

recitabaco

nseguir

todoaquello

quepidiesen,

yafuese

escaparde

unpeligro

u«obtener

unagran

venganzasobre

susenem

igos»(grande

vingancade

inimigos)

.

En

resumen,

desdela

décadade

1560nos

encontramos

conun

movim

ientoorganizado

dentrode

laIglesia

católica,que

apoyabaa

losreform

adoresindividuales.

De

entreestos

últimos

destacabanSan

Carlos

Borrom

eo,arzobispo

deM

ilán;G

abriellePeleotti,

arzobispode

Bolonia,

yel

secretarioy

discípulode

SanC

arlosB

orromeo,

Carlo

Bascapé,

quienllegaría

aocupar

elobispado

deN

ovara.E

stostres

personajesdaban

mucha

importancia

ala

gravedady

modestia

delclero,

yse

declarabanabiertos

enemigos

delas

tabernas,los

jue

gosy

—sobre

todo—el

carnaval.San

Franciscode

Sales(aunque

conocidocom

o«obispo

deG

inebra»,era

enrealidad

obispode

An

necy)com

partíasus

mism

osideales,

aunqueera

más

moderado

ensus

formas.

Juntoa

estosobispos,

esnecesario

mencionar

—cuando

menos—

aun

católicolaico,

Maxim

ilianoduque

deB

aviera,quiet’i

tomó

uninterés

personalen

laobra

dereform

aciónque

serealizaba

ensus

territoriosa

comienzos

delsiglo

xvii,

prohibiendo(entre

otrascosas)

lam

agia,las

mascaradas,

losvestidos

cortos,los

bañosm

ixtos,los

echadoresde

fortuna,com

ery

bebercon

excesoy

ellenguaje

«vergonzoso»en

lasbodas

.

°U

nindicador

delim

pactodel

movim

ientode

reforma

dela

cul

turapopular,

tantoen

laE

uropacatólica

como

enla

protestante,es

lahistoria

deldram

areligioso.

Enalgunas

zonasde

franciae

Italia,

‘Para

losdecretos

delos

conciliosalem

anes,Schannat;

paralos

conciliosesp

añoles,

Sáenz;

paralos

conciliosorganizados

porSan

Carlos

Borrom

eo,P.

Galesinus

(cd.),A

ctaEcctesiae

,íc’dtota,zensis,M

tiLin,1582;

parauna

muestra

delos

conciliostra

nC

eses,T

.G

otissct(cd.),

Lesacres

tic’la

provincc’c’ctészastique

deR

eims,

4vols.,

Reim

s,1842-44,

csp.vols.

3y

4;sobre

laeensura,

E.H

.R

eush(cd.),

Dic

IndicesL

zbrornmProhíbztorttm

des16.Jahrhundc’rrs,

Tubinga,

1886,esp.

págs.242,

315,384;

sobreE

ulenspiegel,

C.

Sepp,V

erbodenL

ectir,Leiden,

1889,pág.

261;sobre

elíndice

de1624,

Braga

(1876a),págs.

107y

sigs.D

clumeau,

págs.256

ysigs.;

sobreB

ayana,E.

Sticve,D

asK

irchHche

Potizet

regtment

j,jB

ayern¿ínter

Maxim

itian1,

Muncih,

1 876.

E

Cam

biosen

lacultura

popular1

313

desinfie

tu,>m

cP01ro

rníafueses1 5évmdinció:

En

de1

mm

podlosen

1jolg

tori156ropan

t

—s

C)

t

losdécre13ilctidel

terd:

taiy

ccececeeeeoceeaaeeecee

Lacultura

popularen

laE

uropam

odernaC

ambios

enla

culturapopular

;iónlaslos

:tónndotrasnte,erg,adaronEse205,

naarala

an-

idaelE

s)aoscecasve

-

sehn1

yra.lii—taar;loo—os 315

estetípo

derepresentaciones

desaparecieronen

tornoa

1600.Sin

embargo,

yaen

1542se

prohibioa

laFraternidad

dela

Pasionpa

risinaque

pusiesenen

escenasus

acostumbrados

dramas

sacramen

tales(aunque

deberíamos

añadirque

elParlam

entode

Parísles

re

novósu

permiso

veinticincoaños

más

tarde,en

1574,y

denuevo

en1577).

De

acuerdocon

elhistoriador

delarte

Giorgio

Vasari,

los

dramas

sacramentales

habíandesaparecido

dela

escenaflorentina

a

finalesde

ladécada

de1540.

Curiosam

ente,los

textosde

estasobras

continuaroneditándose

enFlorencia

hastafinales

delsiglo

xvi,au

n

queesta

mism

aactividad

finalizóaproxim

adamente

en1625.

En

Mi

lán,un

concilioprovincial

prohibióeste

tipode

obrasen

1566,una

medida

quetuvo

como

máxim

om

entoral

mism

ísimo

SanC

arlos

Borrom

eo.E

n1578

lasobras

religiosaseran

denunciadaspor

elar

zobispode

Bolonia

yen

1583el

Concilio

deR

eims

lasprohibía

totalmente

enlos

díasde

fiesta(ludos

theatrales...om

ninoprohibe-

mus).

En

1601el

gobiernoespañol

enlos

PaísesB

ajosprom

ulgaba

unedicto

contraeste

tipode

obras,porque

contenían«m

uchascosas

inútiles,deshonrosas

eintolerables

ysólo

sirvenpara

depravary

corromper

lam

oral(te

corrumperen

endebederven

al/egoede

ma-

meren),

especialmente

lade

lasgentes

más

simples

ybuenas,

conlo

quese

escandalizay

confundeal

pueblocom

ún»‘.

En

Inglaterra

seprodujo

unagran

confrontación,entre

aquellosque

defendíanlas

viejasactitudes

delclero

católicoy

losque

abogabanpor

unasnue

vas,durante

lasnavidades

de1594

enel

castillode

Wisbech

situado

enla

islade

Ely,

ellugar

elegidopor

Isabel1

paraencerrar

alos

párrocoscatólicos.

Entre

éstoshabía

dosgrupos:

elde

losseculares,

seguidoresdel

catolicismo

tradicional,y

elde

losjesuitas,

verdaderos

adalidesde

laC

ontrarreforma.

Durante

lasnavidades,

ycom

oparte

delas

celebraciones,en

elsalón

delcastillo

secolocó

uncaballito

dem

adera.A

nteeste

hecho,el

líderde

loscatólicos

contrarrefor

mistas

—ci

jesuitaW

illiamW

eston—indicó

suconm

ociónante

este

yotros

«grandesabusos»,

paralos

quepidió

unarápida

reforma.

El

protavozde

loscatólicos

tradicionales,C

hristopherB

agshaw,

tam

biénm

ostrósu

disgusto,pero

eneste

casocontra

laintolerancia

deW

eston.

‘En

labibliografía

deC

ioni,se

hacem

encióna

más

de200

edicionesde

dramas

sacramentales

entre1620

y1625;

despuésde

1625el

número

esinsignificante.

Eledicto

de1601,

citadopor

Straeten,pág.

67.3

6C.

Bagshaw

,A

Irl4eR

cLttwn

(1601),reim

p.en

T.G

.Law

,AH

isroricatSketch

Sitenem

osen

cuentaque

entreel

mism

oclero

habíaop

alas

reformas,

esposible

imaginar

quelos

laicosno

siemj

recibieroncon

entusiasmo.

En

España,

lasegunda

rebeliónm

oriscosen

lasA

lpujarras—

iniciadaen

1568—fue

unare

contralos

intentosde

reformar

sucultura

porla

fuerza,prohil

suscostum

brestradicionales,

asícom

osus

bailesy

rituales.E

zonasla

oposiciónde

loslaicos

fueexpresada,

muy

apropiadaicon

ritualizadasburlas

públicasde

losreform

adores.E

nN

urerdonde

laoposición

altradicional

Schembarttauf

habíasido

liipor

elpastor

luteranoA

ndreasO

siander,los

revoltososlo1

vengarsede

élen

1539de

unaform

aclaram

entecarnavatesc

añoconstruyeron

unacarroza

conla

forma

deun

barcode

losdonde

colocaron—

destacadadel

restode

losparticipantes—

reproducciónde

Osiander

embozado

conuna

túnicanegra

posteriormente

atacarsu

propiacasa.

Dicho

enotras

palabtprotesta

contraO

siandertom

óla

forma

deun

charivariextras

te.E

nB

oloniadurante

1578se

registrala

primera

quema

corde

Lavechta

—<da

viejaseñora—

,justo

elm

ismo

aiioen

arzobispoPaleotti

habíadenunciado

losespectáculos

teatralestaba

Paleottjsiendo

ridiculizado,tal

ycom

ole

habíasuced

Osiander?

En

Wells

durante1607

JohnH

ole—

fabricantede

ypuritano—

,se

opusoa

lacostum

bretradicional

deabrir

ccirías

quedependían

delas

parroquías.La

reaccióncontra

estasse

produjoen

losjuegos

dem

ayocelebrados

enla

ciudad.C

nientemente

preparadospara

estaocasión,

entrelas

diversjorincluyó

«eljuego

delos

agujeros»,una

verdaderasátira

contraR

oley

susaliados.

Sinem

bargo,en

estecom

bateentre

Carn

Cuaresm

a,fueron

lospiadosos

quienesdijeron

laúltim

apa

Entre

1550y

1650,m

uchascostum

brestradicionales

fuerondas.

Mediados

delsiglo

xvu,puede

sertom

adacom

ola

fechaque

concluyela

primera

fasede

lareform

ade

lacultura

0j

unareform

aque

naciógracias

alim

pulsode

lasreform

ascatól

protestantey

quefue

—principalm

enteliderada

porel

clerque

endefinitiva

justificaríala

importancia

delos

argumentos

lógicosE

staprim

erafase

fueseguida

porotra

enla

quelos

1tom

aronla

iniciativa.

ofthe

Conftict

Betw

eenJesuits

ami

Secutars,L

ondres,1889,

esp.pág.

18,un

reflejaque

deboa

JohnB

ossy.Sobre

larevuelta

delas

Alpujarras,

J.Elliot,

Jmperi4t

Sp

ain,

Londres,

fe64,

316La

culturapopularen

laEuropa

moderna

1Cam

biosen

lacultura

popular317

Latura

delo

pi4doso

istaahora,

lareform

ade

lacultura

popularha

sidopresentada

minos

negativos.Sin

embargo,

losreform

adorestam

biénte

Jealespositivos

y—

encualquier

caso—sabían

queno

logra-objetivo

sino

ofrecíanal

puebloun

sustitutivode

lasfiestas,

nese

imágenes

tradicionalesque

estabantratando

deabolir.

esentido,

lospiadosos

intentaroncrear

unanueva

culturair.

Lutero,

porejem

plo,reunió

unacolección

dehim

nos«para

losjóvenes..,

algoque

losaleje

delas

baladasde

amor

yde

-soscarnales,

yque

alm

ismo

tiempo

lesenseña

algode

va-En

esteapartado

trataremos

dedescribir

lasalternativas

queon,

tantoentre

losprotestantes

como

entrelos

católicos.A

un-parece

quese

hayanconservado

muchas

evidenciasrelativas

ilturaortodoxa

reformada,

esm

uyprobable

queel

lugarde

)hibidosskom

orokhzfuese

ocupadopor

loskatekz

olos

stikhi,tes

itinerantesde

cancionesreligiosas.

ade

lasprioridades

delos

protestantesera

hacerque

laB

iblia.in

textocon

unlenguaje

asequiblepara

elpueblo

común.

serefirió

aesta

ideacon

laenergía

quele

caracterizaba:ser

posiblepreguntar

ala

madre

ensu

casa,a

losniños

enes,

alhom

brecom

únen

elm

ercado,y

comprobar

quetodos

icany

latraducen

bien)).

Laconsecuencia

directade

estasla

publicaciónde

suN

uevoT

estamento

enalem

ándurante

unaedición

completa

dela

Biblia

en1534,

ysu

ejemplo

fueatam

enteim

itadoen

otraszonas

protestantes.El

Nuevo

Tes

ode

Tyndale

fuepublicado

en1535;

laB

ibliasueca

deL

auPctri,

conocidacom

ola

Biblia

de«G

ustavV

asa»,en

1541;a

ginebrinaen

francés,en

1540(aunque

esm

ejorconocida

larevisada

de1588);

laversión

definitivade

laB

ibliacheca,

lae

Bible»,

fuepreparada

poruna

comisión

dediez

expertosy

enseis

volúmenes

entre1579

y1593;

laB

ibliacalvinista

a—

ensu

versiónnorm

alizada—,

fuepublicada

en1590;

la

ysigs.

(haytrad.

española,La

España

imperial,

Vicens

Vives,

Barcelona,

reN

uremberg,

Roller,

pigs.140

ystgs.,

ySum

berg,págs.

176y

sigs.;sobre

Toschi

(1955),pág.

143;sobre

Wells,

Sisson,págs.

157y

sigs.tun

Lutero,

prefacioal

librode

himnos

deW

ittcnbergde

1524,en

susi.

Weim

ar,pág.

474.L

utero,Sendbrzefam

Dotm

ctsd’en,en

Wcrke,

30,2.

parte,W

eimar,

19C9,y

stgs.

versióngalesa

fuerealizada

porW

illiamM

organ,m

uertoen

1604

laedicion

oficialinglesa

tambien

fuepreparada

porun

colectivode

estudiosos,siendo

publicadaen

1611La

edicióndeetas

libjjasen

lengua_vernácula_fueun

granacon

tecimiento

cultural,literatura

delos

ps

enqprodujE

nFrancia

lam

inoríahugonote

hablabaen

el«dialecto

deC

anaam»,

unfrancés

arcaicom

uchom

ásparecido

alutilizado

enla

Biblia

ginebrinaque

alque

hablabansus

compatriotas

católicos.E

nla

Alem

aniaprotestante,

elrincón

sagradode

lacasa

llegóa

serconocido

como

Bibet-fck.

Sinem

bargo,sería

erróneoim

aginarnosque,

duranteel

períodom

oderno,

cadafam

iliade

artesanoso

decam

pesinosprotestantes

teníauna

Biblia

desu

propiedado

laleían

conuna

ciertaregularidad.

Escierto,

sinem

bargo,que

enel

sigloX

VIII

—cuando

comienza

aser

posiblerealizar

estetipo

decálculos—

elnivel

dealfabetización

eram

uchísimo

más

altoen

laE

uropaprotestante

queen

lacatólica

oen

laortodoxa

(mfra,

pág.410).

Esm

uydifícil

asegurarsi

estatasa

más

altafue

lacausa

o,por

elcontrario,

faconsecuencia

dela

Re

forma,

aunquelo

más

probablees

quetuviese

unpoco

deam

bas.Sea

cualsea

lasituación,

loque

síparece

claroes

queno

todoslos

protestantessabían

leer,y

notodos

losque

lohacían

podíanadquinr

unejem

plarde

laB

iblia.El

Nuevo

Testam

entoeditado

porL

uteroen

1522costaba

medio

florín,y

suB

iblia,dos

florinesy

ochogros

chen.Incluso

enla

Sueciadel

sigloX

VII,donde

elnúm

erode

adultosque

sabíanleer

era—

enalgunos

distritos—del

90por

100,la

evidencia

aportadapor

losinventarios

nossugiere

quesólo

unade

cadaveinte

familias

podíacom

prarun

ejemplar

dela

Biblia

.

Losconocim

ientosque

teníande

laB

ibliam

uchosde

losartesa

segundam

ano.D

ehecho,

unade

laspartes

más

ímportantes

delos

serv

iEiu

tnos

ycalvinistas

erala

lecturade

laB

iblia.La

ma

yoríaconocían

muy

bienlos

Salmos,

porquesolían

cantarlosen

losservicios

religiososy

además

teníanun

granprotagonism

oen

lasliturgias

reformadas.

Elhim

nom

ásfam

osode

Lutero,

«Nuestro

Dios

esuna

sólidafortaleza))

(Einfeste

Bttrg

tstunser

Gott),

es—

ce

S.L.

Greensdalc

(cd.),The

Cam

brzdgehistory

ofthe

Bibte,

Cam

bridge,1963.

caps.3

y4.

‘°

Sobrelos

costes,G

reenslade(n.

38),pág.

95;sobre

Suecia,Pleijel

(1955),pá.

9y

sigs.,16

ysigs.

enníairíancanE

npopdanlosbr»su

rquea

lalos

1cant

fuesL

ut«D

elas

cla

e:idea152inm

1

tamren

t:

laB:

edici

edithún

págs.19X

7);B

olonIR

Werk<39

págs.

Oo1caooeaaaaooaaaaacooaoaooaaaa

318La

culturapopular

enla

Europa

moderna

hecho—la

adaptacióndel

Salmo

46:«D

ioses

nuestrorefugio

y

nuestrafuerza».

Laversión

inglesaoficial

delos

salmos,

realizadapor

«Sternholdy

Hopkins»,

llegoa

tenercerca

detrescientas

ediciones

entrem

ediadosdel

sigloX

VI

ym

ediadosdel

sigloX

VII.

Laversión

más

extendidaentre

loshugonotes

fuela

deM

aroty

Beza,

ala

que

pusieronm

úsicalos

compositores

Louis

Bourgeois

yC

laudeG

oudi

mel.

Entre

lasversiones

calvinistasm

ásinfluyentes

seincluían,

entre

otras,dos

enholandés

—las

deJ.

Utenhove

(1566)y

P.M

arnix

(1580);la

traducciónescocesa,

asociadacon

losW

edderburnsy

fe

chadaa

finalesdel

sigloX

VI,

yla

versiónen

húngarorealizada

por

A.

Molnár

(1607).Sin

duda,los

Salmos

debíanparte

desu

populari

dada

quem

uchosprotestantes

—em

peñadosen

unaguerra

contra

losidólatras—

seidentificaban

conel

pueblode

Israel.E

nL

yon,du

rantela

décadade

1560,algunos

artesanoshugonotes

armados

can

tabanlos

salmos

porlas

calles,o

cuandocom

enzabanlas

obrasde

sustem

plos.E

nel

Londres

de1641

lospuritanos

hacíanlo

mism

o,

peroen

estaocasión

conla

intenciónde

boicotearlos

serviciosreli

giososanglicanos.

Cuando

loshugonotes

olos

puritanosse

prepara

banpara

labatalla,

cantabandiversos

salmos,

peroen

especialel

mero

68:«D

iosse

levantaráy

susenem

igosse

dispersarán».El

ejér

citode

Crom

well

cantóun

salmo

como

acciónde

graciaspor

lavic

toriade

Marston

Moor.

Losprotestantes

citabanlos

salmos

ensus

testamentos,

losoían

cantaren

loscielos,

losentonaban

enlos

fune

rales,las

bodas,los

banquetes,e

inclusoen

sussueños.

Un

obispo

suecose

quejóporque

lossalm

osse

cantabanen

lascervecerías, m

ien

trasque

elconsistorio

deL

ausanase

viototalm

entesorprendido

en

1667,al

saberque

algunaspersonas

habíaninterpretado

salmos

mien

trasbailaban.

Los

salmos

erantan

importantes

enla

vidacotidiana

dealgunas

zonascalvinistas

que,cuando

enel

sigloX

IXse

buscabancanciones

popularestradicionales,

nopudo

encontrarseninguna

en

laregión

delas

Cévennes.

Enesta

culturahugonote

tradicional,los

salmos

habíanocupado

lasfunciones

delas

cancionespopulares

yen

ocasionesse

utilizabancom

onanas

42

Un

elemento

centralde

lacultura

popularprotestante

erael

ca

Hay

alm

enos288

edicionesdel

librode

Sternhoidy

Hopkins,

entre1547

y1640.

Sobrelos

Salmos

enla

culturahugonote,

Bost

(1912),D

ouen,Le

Roy

Ladurie

(1966),trad.

inglesa,pág.

271,y

Davis

(1975),pág.

4;en

lacultura

puritana,M

anning,

págs.32,

244y

sigs.;en

lacultura

sueca,O

lsson.

Cam

biosen

lacultura

popular319

trinareligiosa.

Los

artir

deésta

seles

diouna

nuevapresentación

basán

do

esu

em

prg

untre

puesta

,lo

quefacilitaba

sudifusión

yp

co

mp

ro

baIL

4p

nQ

l.çiiz

çlp

.E

ntretodos

1Tentes,

losm

ásfam

ososeran

elPequeño

Catecism

ode

Lut<blicado

en1529,

elC

atecismo

deC

alvino(especialm

entela

revisadade

1542)y

elde

Heidelberg

editadoen

1563.El

PC

atecismo

deL

uterohabía

sidoescrito

conla

intenciónde

alos

pastoresluteranos

analfabetos,aunque

llegóa

ocuparportante

lugaren

lavida

delos

laicos.El

Catecism

ode

Lut

enpalabras

delobispo

suecoL

aurentiusPaulinus,

«laB

ibliad

brecom

ún»,«un

pequeñoresum

ende

lasSagradas

Escritur;

Suecia,m

uchosde

losserm

onestom

abancom

obase

elcati

queadem

ásse

leíaregularm

entedurante

losservicios

religiotexto

impreso

podíaencontrarse

bajola

forma

delibro

de1-

Eneste

mism

opaís

duranteel

sigloX

VII,

elclero

comenzó

casaen

casapara

comprobar

elnivel

deconocim

ientosque

gentesobre

laslecturas

sagradasy

elcatecism

o,unas

visitascidas

como

husf6rhdr.La

habilidadpara

responderde

forma

taa

lasdistintas

preguntassobre

elcatecism

o,era

unode

lositos

paraser

admitido

enla

Eucaristía,

elritual

más

import

lasIglesias

reformadas.

Enocasiones

elcatecism

oera

escritoso

parafacilitar

sum

emoriazación,

como

sucediócon

elC

atm

us-Lieder

publicadoen

Leipzig

enel

año1645

porM

artirkan.

Sitenem

osen

cuentatodos

estosdatos,

noes

sorp

rencontrar

queen

algunoslugares

loscatecism

osfuesen

más

laresque

lasbiblias.

Enla

Sueciadel

sigloxvii,

porejem

plcun

catecismo,

oun

librode

himnos

conel

textode

éste,en

cadacinco

oseis

casas,m

ientrasque

sólouna

decada

veinte1

poseíaun

ejemplar

dela

Biblia

.

aEl

mensaje

delos

Salmos

ylos

catecismos

fuellevado

am

iliasen

unaam

pliavariedad

deform

asm

enosdirectas.

Laprotestante

erauna

culturadel

sermón.

Estos

podíandurar

Fi

Sobreci

término

.catccismo

(usadoen

unainstrucción

oralpor

Asobre

unlibro

deL

utero),J.G

effckcn,D

erB

ttdercatechts,7114sdes

15.Ja?sr

Leipzig;

1855;sobre

Alem

ania,Strauss,

págs.38

ysigs.;

sobreSuecia,

Ple4págs.

17y

sigs.;1965,

pígs.64

ysigs.)

y]ohansson

(1969),págs.

42y

sigslos

libroseditados

conm

ásfrecuencia

enInglaterra

antesde

1640,fueron

elc

deN

owell

yel

deE

gerton.

111eeeeeeeeeeeD)eeeeeeeee

nel

Tutía

exis—p

ución.ieñoudarirnera,orn

-

En

mo,

yel

nO

S.

.rde

íala

mo

rec

qu

i.e

enver-chisin

centejp

u

iabíaa

deiilias

sfa

[turaas,

y

astinederts,1955,os

de:ism

o

320La

culturapopular

enla

Europa

moderna

ra!eran

unaverdadera

experienciaem

ocionalque

requeríala

acióndel

auditorio,profiriendo

exclamaciones,

suspiroso

Laexistencia

delos

«predicadoresm

ecánicos»en

Inglaterra,:uación

quese

vivíaen

losC

évennesnos

muestra

enqué

elpueblo

común

prestabaatención

nosólo

allenguaje

yel

[elos

predicadores,sino

también

asu

mensaje.

Esm

ás,su

lespredisponía

aentender

lasrepresentaciones

orales—

yade

predicadores,narradores

decuentos

ocantantes

debala

:onm

ásintensidad

queen

laactualidad.

Al

mism

otiem

po,s

podíanjugar

unpapel

importante

enlas

«lecturasproféti

-discusionespúblicas

sobreel

significadode

lassagradas

es-—

,m

ientrasque

losm

áscultos

podíanleer

librospolém

icos:ionarios.

Calvino,

porejem

plo,publicó

algunasde

susobras

céspara

quepudiesen

serleídas

porlos

artesanos,el

gruponás

importante

enla

Iglesiareform

adade

sutiem

po;en

lacción

auno

desus

tratadoscontra

losanabaptistas,

Calvino

queuno

desus

propósitoses

enseñara

aquellosde

sufe

quedes

etsanstettres»

(probablemente

notanto

analfabetoscom

o.iltos),

lospeligros

delas

doctrinasde

losanabaptistas

.

Al-

librosde

devociónse

convirtieronen

verdaderoséxitos

deEl

camtno

alczeto

delhom

bresencillo,

publicadopor

Arthur

n1601,

tuvounas

veinticincoediciones

encuarenta

años,un

cyuenos

sugiereque

estesentido

diálogorealm

enteagradaba

bresencillo.

Desde

luego,sí

sabemos

quele

gustabaa

Bun

uyaobra

El

progresode

laperegrinación

(1678)no

sóloal

asveintidós

edicionesen

1699,sino

quetam

biénfue

leídaen

artesde

Europa.

Enlas

zonasluteranas,

lasobras

deJohann

—L

averdadera

cristiandady

El

jardíndel

Paraíso—co

nti

editándosehasta

comienzos

delsiglo

xix.m

úsica,el

ritualy

laim

agineríatam

biénform

abanparte,

ae

lostem

oresde

suslíderes,

dela

cuJturapopular

protestante.llegó

apensar

enotros

himnos

diferentesa

losSalm

ospara

enlas

iglesiasy,

dehecho,

élm

ismo

compuso

treintay

siete.plo

fueseguido

pornum

erosospastores

protestantes,espe

itepor

JohannesM

athesius,Paul

Gerhardt

yJohannes

Rist.

:omposición

utilizabanfrecuentem

enteel

método

—en

palaL

utero—del

Contrafaktur;

eninglés

sencillo«rehacer»

es

brelas

lecturaspúblicas

calvinistas,F.

M.

Higm

an,The

Stytco/John

Calvin,

1967,A

péndiceA

.

Cam

biosen

lacultura

popular321

decirtransponer

osustituir,

como

enlos

himnos

quese

inspirabanen

lascanciones

popularesy

queadoptaban

susm

elodías.Sin

embargo,

notodos

losreform

adoresaprobaban

estem

étodoy

elmism

oL

uterolo

practicócon

mucho

cuidado.Su

himno

alas

navidades,«D

esdelo

altodel

cielo,Y

ovoy

ati»

(Vom

Him

mel

hochda

komich

her),tiene

unaprim

eraestrofa

inspiradaen

unacanción

popularsecular,

mientras

queel

titulado«A

miq

uerid

apab1edonce-

ha»(Sic

istm

irtteb,

dicw

erdeM

agd),lo

fuepor

unacanción

deam

orque

Lutero

transformó

enreligiosa

alidentificar

ala

doncellacon

laIglesia.

Uno

delos

ejemplos

más

famosos

deeste

método

esun

himno

compuesto

porJohann

Hesse,

basadoen

lacanción

Inn

sbruck

icIm

ussdich

lassen(supra,

pág.205):

OW

eltzch

muss

dichlassen

Ichfahr

dahimm

einStrassen

Irisew

zgV

aterland...

Adem

ásestá

bienrecordar

quela

música

religiosade

Bach

tienesus

raícesen

lacultura

popularluterana.

Aunque

losSalm

oseran

losúnícos

himnos

quepodían

sercan

tadosen

losservicios

calvinistas,esto

noim

pidióque

algunosau

tores

compusieran

otrascanciones

parainterpretar

fuerade

lostem

plos.En

unacolección

escocesade

finalesdel

sigloX

VI,

elm

étodoanteriorm

entedescrito

fueutilizado

conm

ayorperm

isividad—

conlo

quelas

cancionesseculares

originalesaparecen

antenosotros

contotal

claridad—,

dándonosuna

ideano

sólode

lastécnicas

compo

sitivasem

pleadaspor

losreform

adores,sino

también

unainstantánea

sinigual

dela

situaciónde

lacultura

popularescocesa

anteriora

Knox.

He

aquítres

ejemplos.

ffj

mark

my

_iE

e,R

ichtsecreitly

loC

hrist Jesu...

(om

yo

llevoel

dolorEn

gransecreto

AJesucristo...)

Paralos

himnos

deL

utero,ver

susW

erke(n.

36),pígs.

411y

sig

s.;

pata

loshim

nosluteranos,

Wackernagel,

esp.vols.

3-5.

enge

partillanto

lam

ediestilccultufuesedas—los

Lcas

»

crituo

deen

fisocuintrcexplisonpoccguncventD

enhechal

h(yamcanzotraA

rnnuarLpesaLutccan

t.

Sue

cialnEn

sb ras4

4

Oxfo

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaac

322La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Quho

isat

my

wzndo?

quho,quho?

Go

fromm

yw

indo,go,

go!L

ord,1

amheir,

anew

retchitm

ortal1...

ÇQ

uiénestd

enm

iventana?,

¿quién?,q

tiién?

¡fuerade

mt

ventana,fuera,

fuera!Señor,

estoaquí,

mísero

mortat...)

Jo/me,

cumkts

me

now,

Jo/me,

cumkzs

me

now...

TheL

ordthy

God

1am

,T

hatJohnedois

thecali,

Johnerepresentit

man,

Be

gracecelestial...

Uuan,

bésame

ahora,Juan,

bésame

ahora...Yo

soyel

Señortu

Dios,

Esea

quienttam

aJuan,

Juanrepresenta

alhom

bre,Sé

lagracia

celestial...)

Laja

hemos

visto,consistía

enparo4

yafuese

dj.u

ici.o_fu

nerajçs—

deJjitu

raoficial

Ahia

ruedaha

dadoun

giroy

nosencontram

oscon

«parodiaso

delo

profano46

EnJçs_prjrneios

añosde

laR

eforma,

elritual

yel

drama

fueronpuestos

alservicio

delió

sta

nte

s.

AT

toarnavaI—se—

resentócom

ocom

osucedió

enW

ittember

(15

21

),en

Berna

(1523)‘y

otroslugares.

Lasrepresentaciones

satíricastam

biénflorecieron

durantelas

décadas

de1520

‘>‘1530.

Loshabitantes

deB

aselpudieron

veren

1521el

Totenfresser

deG

egenbach(su

pra

,pág.

258).D

urante1523

serepresentó

enParís

La

firsade

losteotogastros,

latransposición

deuna

obrasobre

milagros,

endonde

la«D

ama

dela

feo—

quienestá

enferma—

veque

losdecretales

ytos

sermones

quele

dirigenno

«fuerade

mi

ventana,es

cantadapor

Nferrs

thoughten

¡aobra

deB

eaurnont,K

nzghtof

the

B;írnm

gPc’srlc

(1613),

actotercero,

escenaquinta.

Parala

coieccinescocesa,

D.

Laing

(cd.),A

Co’npcnd:n:<s

Book

ofP

s.[’:sand

Sp:r:t:iaISongs,

Edim

burgo,1868;

paralas

cancionesde

batallacalvinistas,

Bordier,

Kuiper

yEf.J.

vanLum

mel

(cd.),Nzeuw

gc’uzentwd-B

oeck,nueva

cd.,U

trecht,1892.

Cam

biosen

lacultura

popular23

sonbuenos

parasu

salud,m

ientrasque

eltexto

dela

Sagradaf

turala

curade

inmediato.

En

Berna

(1525),la

gentepudo

conp

iar

El

vendedorde

indulgencias,un

tema

satíricom

uycom

úrcrito

porel

pintory

poetaN

iklasM

anuel.Por

suparte,

Th

Naogeorgus

adaptólos

tradicionalesdram

assacram

entalesa

lojetivos

protestantesen

suPam

machzus

(1538),que

tratade

uncorrom

pidopor

elpoder.

El

drbotde

tasE

scrituras,en

laq’

atacaal

clerocatólico

ya

las«supersticiones»,

fuerepresentad;

rante1539

enM

iddelburg,una

ciudadde

losPaíses

Bajos.

Lam

erageneración

dereform

adoressabía

muy

bienque,

«entreel

blocom

únlas

cosasentran

antespor

loso’os

quepor

losoíd

recuerdanm

uchom

ejorlo

queven

quelo

queoyen»;

éstee

puntode

vistade

uninglés

delreinado

deE

nriqueV

iII,que

atinuación

sugeríaque

seorganizase

unafiesta

anual—

queinc.

hoguerasy

procesiones—para

conmem

orarla

rupturacon

Ron

Sinem

bargo,a

largoplazo

losprotestantes

fueronperdien

interéspor

lasobras

deteatro.

Lasrazones

noson

claras.Q

ui:habían

cumplido

consu

función,o

elnivel

deeducación

dela

sehabía

elevadoo

aquellosreform

istasm

ásestrictos

—los

quesideraban

quelos

dramas

eranalgo

esencialmente

malo—

acabpor

imponer

suvoluntad

alos

más

moderados.

Lahistoria

imagen

popularen

lacultura

popularprotestante,

siguióla

rutendencia.

Durante

laprim

erageneración

dela

Reform

a,los

g;dos

fueronun

instrumento

depropaganda

importante.

Podim

encionarel

tallerde

Cranach

yen

LaPasión

deC

ristoy

elcristo

(supra,pág.

230),pero

hayo

tros

muchos

ejemplos.

Sinbargo,

despuésde

estosprim

erosaños

losgrabados

fueronperi

doim

portancia.En

laE

uropaluterana

había,desde

luego,un

paralas

imágenes

sagradas:cuadros

deL

utero,ilustraciones

ddistintos

episodiosde

laB

iblia(especialm

entedel

Nuevo

Testa

to),em

blemas

como

losde

lasobras

deA

rndt,L

averdadera

trandady

El jardín

delParaíso

—que

inspiraronnum

erososfr

delas

iglesiasalem

anasy

suecas—,

eincluso

cuadroscon

esdel

juiciofinal

olas

penasdel

infierno.Por

elcontrario,

enla

ropacalvinista

lasparedes

delas

iglesiassim

plemente

fueronqueadas

ydesprovistas

detodo

tipode

adornos.Los

techos

oUn

inglis..,probablem

enteRichard

Morrison;

5.Anglo,

‘An

Eatlvior

Programm

cfor

Playsand

otherD

emonstrations

againstthe

Pope’,

enJW

20(1957).

.e...e.e..e....ooe..ooooeeeeoeD

ti—

‘5—aspase

uri—yel

iaelyatelanaaosti—a

r

os‘sosas

uos

324La

culturapopular

enla

Europa

moderna

sy

losm

onumentos

funerariospodían

estardecorados,

pero

rtoriode

motivos

eram

uyreducido:

flores,querubines,

re

asa

Jam

ortalidad(relojes

dearena

ocalaveras),

oem

blemas

scom

oel

dela

grullaque

sostieneuna

piedracon

susgarras,

jocidosím

bolode

lavigilancia.

En

ambas

zonas,la

luteranay

‘inista,podem

osencontrar

numerosos

textosadornando

las

sde

iglesiasy

templos.

Elm

ismo

Lutero

recomendaba

pintar

edesde

loscem

enteriosno

conim

ágenes,sino

contextos

tales

«Séque

mi

Redentor

vive».T

ambién

puedenllegar

averse

tuccionesde

losdiez

mandam

ientos,colocados

enam

boslados

:odel

presbisterio;o

un«retablo

delcatecism

o»com

puesto

sM

andamientos,

elPadrenuestro

yel

Credo

otextos

dela

escritosen

lospúlpitos

oen

lasvigas

deltecho,

porque«el

latierra

pasarán,pero

nom

ispalabras»

(Lucas,

21).La

cul

opularprotestante,

enm

ayorgrado

quela

católica,era

unaa

dela

palabra°.

más

difícilhablar

dela

culturacatólica

reformada,

porquem

uchom

enosdiferenciada

dela

criticadacultura

popular.ién

loslíderes

católicoscom

prendíanla

importancia

deadaptar

easal

lenguajey

lasform

asde

lacultura

popular,y

dehecho

iutilizando

estem

étododesde

centuriasanteriores.

Elpapa

rioM

agno,ya

enel

año601,

habíaaconsejado

al obispoA

gos—

quienhabía

sidoenviado

alas

zonasm

ásapartadas

deIngta

—que

«nodebía

destruirlos

templos

dedicadosa

iosídolos

deu’s»;

desdeluego,

síhabía

quehacer

desaparecertas

imágenes

esentacionesde

aquéllos,pero

lostem

plosdebían

seren

iglesias,y

«yaque

tienenla

costumbre

desacrificar

bueyesdem

onios,es

convenienteque

otrotipo

decerem

oniaocupe

;ar’.El

principiobásico

queguiaba

laspalabras

deG

regorio

oera

que,parece

«totalmente

imposible

erradicartodos

los

sde

lasm

entesobstinadas

deuna

solavez,

ysi

queremos

ala

cima

deuna

montaña

esm

uchom

ásfácil

escalarlapaso

aque

deun

únicosalto».

Esta

erala

famosa

doctrinade

laiodación»,

quenos

explicaríala

pervivenciade

lafiesta

pagana

Sobrela

iconografíaluterana,

Christie,

Haeblcr,

Licske,

Scharfe(t9

67

y1968)

yS

dstróm(1949),

págs.93

ysigs.

No

pareceque

hayanada

parecidsobre

lostem

ploLlvinistas;

sinem

bargo,hay

untino

ejemplo

deun

púlpitocon

decoraciónfloral

enem

plode

Kolozsváar

(Clui)

enT

ransilvaniay

deun

techocon

emblem

as(entre

lose

seincluye

elcráneo)

enla

iglesiade

unpueblo

cercanoa

Kórosfo.

delsolsticio

deinvierno

convertidaen

lasnavidades,

yla

delsolsticio

deverano

transformada

enla

conmem

oracióndel

nacimiento

deSan

JuanB

autista.U

nadoctrina

que,por

lodem

ás,guió

laactividad

delos

misioneros

católicosen

laIndia

durantelos

siglosX

VI

yX

VII;

estefue

elcaso,

porejem

plo,del

jesuitaR

obertode

Nobili,

quienadaptó

losrituales

católicosa

lacultura

delos

brahmanes

delsur

dela

India,utilizando

elejem

plode

Gregorio

Magno

parajustificar

suactitud

anteaquellos

queexpresaron

dudassobre

labondad

deéste

sistema

Estos

procedimientos

también

fueronutilizados

enla

épocam

oderna.

Cuando

afinales

delsiglo

XV

losio

ros

granadinosfueron

obligadosa

convertirseal

cristianismo,

elprim

erarzobispo

deG

ranada

permitió

queestos

«nuevoscristianos»

pudiesencantar

suscan

cionestradicionales

enlos

serviciosreligiosos.

Años

más

tarde,a

finalesdel

sigloxvii,

volvemos

aencontrarnos

conun

comporta

miento

similar.

Bossuet,

obispode

Meaux

ypredicador

enla

cortede

LuisX

IV,

sedirigía

alclero

desu

diócesispara

aclararlescuál

debíaser

suactitud

antelas

hoguerasque

seorganizaban

lavíspera

deSan

Juan.¿D

ebela

Iglesiaparticipar

enestos

actos?,se

preguntaretóricam

ente:

Sí,porque

enun

determinado

mero

dediócesis,

yen

éstaen

particular,m

uchosfeligreses

enciendenhogueras

alas

quellam

an«eclesiásticas».

¿Cuál

esla

tazónque

seda

pataencender

fuegosa

lam

anera

eclesiástica?L

ade

desterrartodas

lassupersticiones

quese

practicandurante

elfuego

dela

vísperade

SanJuan.

Bossuet

noexplica

enqué

consistíala

diferenciaentre

lashogue

raseclesiásticas

ytas

ordinarias,pero

—desde

luego—la

técnicade

laacom

odaciónaparece

contoda

rotundidaden

suspalabras

‘°.

Paracom

plicartodavía

más

lasituación,

duranteeste

períodolos

reformistas

católicosluchaban

cndos

frentes:contra

losprotestantes

—cuyas

reformas

habíanido

demasiado

lejos—y

contrala

inmora

lidady

la«superstición».

En

estesentido,

lacultura

dela

Contra

rreforma

llevalas

marcas

deestas

dosbatallas.

Paraprecisar

mejor

Gregorio,

citadopor

Bede,

Eccteszcistzcathzstorp(trad.

inglesa),H

armondsw

orth,1955,

libro1,

cap.30;

R.de

Nobili,

Prem

treapologie

(1610),trad.

francesa,París,

1931,esp.

pág.67.

SobreG

ranada,D

omínguez

Ortiz

(n.3),

pág.323;J.

B.B

ossuet,C

atechisme

ddzocse

deM

eaux,P

arís,1690,

págs.363

ysigs.;

eifr.L

anternari.

púlfel

rferem

oi

unlac

p artlas

1conrep

1

delporB

ibcidtu

rcuh

estcT

arsusvenG

ntin(ter’eseyr

tidasuMa

e rrllcpa5«

Cam

biosen

lacultura

popular325

..............e

326La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular327

lasituación,

puedeser

útilque

tratemos

porseparado

lostres

elem

entosC

onstitutivosde

estacultura:

losrituales,

lasim

ágenesy

lostextos

reformados.

Losreform

istascatólicos

eranconscientes

dela

utilidaddelri

pib

iQsq

sjJos

pfQ4s-

EiE

esvivían

enel

error,o

queeran

unosm

alvados,o

ambas

cosasala

vez.U

naen

1523en

Lucerna,

mientras

quela

deL

uterolo

fueregularm

enteen

laA

lemania

católicahasta

comienzos

delsiglo

xix.D

urantela

vigiliade

SanJuan,

losherejes

eranobligados

aretractarse

públicam

ente,o

encaso

contrarioquem

ados,com

osucedió

enlos

famosos

autosde

fecelebrados

enV

alladolidy

Sevillaa

comienzos

delrei

nadode

FelipeII;

también

loslibros

corríanla

mism

asuerte,

desdeM

ontpelliera

Vilna.

Porsu

lado,Savonarola

atacóla

fiestadel

Car

naval,utilizando

ritualesclaram

entecarnavalescos.

Lafam

osaquem

ade

«vanidades»en

Florencia,fue

unasustitución

deliberadade

lacostum

brede

encenderhogueras

ode

quemar

carrozasdurante

elcarnaval,

y—

alm

enosen

unaocasión—

elm

ismo

«Carnaval»,

«bajola

forma

deun

monstruo

inmundo

yabom

inable»,fue

añadidoa

lapira;

eneste

casouna

claraejecución

burlescaal

estilotradicional,

peroya

conun

nuevosignificado.

EnM

ilán,San

Carlos

Borrom

eoprohibió

quese

celebrasenrepresentaciones

teatralesdurante

elcar

naval,pero

ensustitución

organizódiversas

procesiones.La

devoción

delas

«cuarentahoras>’

—m

uyextendida

enla

segundam

itaddel

sigloxvi

yque

solíaincluir

fastuososefectos

deluz

ysonido—

,tom

óprestadas

muchas

delas

característicasde

lasfiestas

populares,con

laintención

desustituirlas

enel

corazónde

losfieles

.

Estos

nuevosrituales

puedenverse

ensu

forma

más

dramática,

durantelas

misiones

queorganizaban

losjesuitas

yotros

monjes

enlas

ciudadesy

elcam

podurante

elsiglo

XV

II.En

Bretaña,

porejem

plo,los

misioneros

representabanun

supuestodiálogo

entrelos

vi

vosy

lasalm

asdel

purgatorio,pero

también

procesionesdonde

seilustraban

lasestaciones

delvra

c-rucis.Las

misiones

organizadasen

elreino

deN

ápolesen

ladécada

de1650,

fuerontodavía

más

teatrales.

Enéstas,

losserm

onesocupaban

unpapel

importante,

como

lodem

uestrael

hechode

quefuesen

organizadosal

albao

alatar

decerpara

permitir

lapresencia

delos

trabajadoresen

ellos.En

ge

SobreSavonarola,

Landucci

(n.25),

pags.124,

163;cifr.

Manzoni,

pág.216.

Sobrelas

Cuarenta

Horas,

ver¿nfra,

nota55.

neralsu

tema

principalera

elfuego

delinfierno,

dandoa

locadores

laposibilidad

dem

ostraruna

calaveracon

laque

afsentim

ientosde

suauditorio;

porello,

«enocasiones

lospre

resse

veíanobligados

adejar

dehablar

durantecasi

unct

hora,debido

alos

lamentos

ysuspiros

delpúblico».

Aún

eim

portanteslas

procesiones—

especialmente

lasde

hombres,

queolvidar

queestam

osen

elsur—

,que

incluíana

penitentcoronas

deespinas

sobresus

cabezas,cuerdas

alrededorde

lbsy

ensus

manos

huesos,cabezas

dela

muerte

opequef

cifijos,y

queiban

descalzosy

semidesnudos

porlas

calles»;siones,

otrosparticipantes

arrastrabangrandes

cruceso

secaban

mientras

caminaban.

Tras

lospenitentes

marchaban

quíasy

lasefigies

seguidaspor

más

seglares,cerrando

lasión

miem

brosdel

clerocon

cestasllenas

delibros

prohibidiciones

deam

oro

instrumentos

dem

agia,el

combustible

hoguerade

[asvanidades

52

Algunos

deestos

misioneros

predicadores—

como

LeN

cvIaunoir

enB

retaña—,

seservían

deelem

entosvisuales

ode

nespara

ilustrar,por

ejemplo,

lavida

deSan

Martín,

elPad

tro,el

Santísimo

Sacramento

olas

penasdel

infierno.

recomendaba

alos

sacerdotesde

sudiócesis

quecolgasen

inen

elpúlpito,

paralograr

consus

palabrasuna

mayor

inisobre

losfeligreses.

LosreforrnistasçatóJiços

adiferencia

cató

Hçg

íap

pfo

mo

vie

nd

ouna

religiónde

tasim

ágeneuTia

detextos,

sinque

sçpamos

siesto

fuela

causao

erala

cuenciade

quelas

zonascatólicas

tuviesenun

menor

grad

Jbetización

quelas

protestantes.A

quellasugerencia

deG

regM

agnode

quelas

imá

ranlos

bro

sjjIe

rados,seguía

teniendom

uchainfluencia

enel

mundo

católico.Los

aunqueen

ocasionesencontraban

quealgunas

deestas

irnageligfusp2pulares

noeran

muy

recomendables.

Ensustitución

deaquello

quedebía

serreform

ado,la

ofrecíanuevos

santoscatólicos

ynuevas

imágenes.

ASan

Ign.L

oyola—

canonizadoen

1622—se

lem

ostrabacom

oun

ticon

barbaque

sosteníaun

libroabierto,

laregla

desu

orden,

5.Paolucci,

Misstont

de’padrzdelta

Com

pagma

diG

zi5i

nelregno

dapolt,

Nápoles,

1651,págs.

19y

sigs.,23,

42y

sigs.H

.Le

Gouvello,

Levénérable

MichelLe

Nobletz,

París,1898,

págs.1

rediir

los:ado:0

dem

ás)

hay«concu

ecru

-

oca

rtifi—relio

cecan-otra

tzo

lágem

es;suetenesncia

losi

nonse

áTfáZo

elí1

for—ales,re

lcsia3

debrecon

sigs.

328La

culturapopular

enla

Europa

moderna

lasJH

S(Jesu

Hom

inumSalvador,

JesúsSalvador

delos

Hom

sobresu

pecho.Santa

Teresa

deA

vila—

canonizadael

mism

o

—a

menudo

fuerepresentada

conaura

deéxtasis,

siguiendoel

1ode

lafam

osaescultura

deB

ernini,y

conei

corazónatrave

poruna

flechalanzada

porun

ángel.Juan

Nepom

uceno,fue

figuraim

portanteen

laE

uropacentral

ysu

cultose

extendió

sigloX

VII,

aunqueno

fuecanonizado

hasta1729

.

Hubo

otros

iiosim

portantesen

ciénfasis

devocionario.Santa

María

Mag

ase

convirtióen

unafigura

más

importante

delo

quelo

había

antesde

laC

ontrarreforma,

ylo

mism

osucedió

conSan

José.

tntela

Baja

Edad

Media,

aéste

sele

habíavisto

como

unafigura

ca,una

suertede

santocornudo:

«Joséel

tonto»(Joseph

le

té).Sin

embargo,

elclero

intentóque

susfieles

selo

tomasen

enserio.

Laconsecuencia

deesta

campaña

fuela

fundaciónde

erosascofradías

quelo

adoptaroncom

opatrón,

produciéndo

mism

otiem

pola

crecientesustitución

delas

imágenes

dela

eny

elN

iño,por

otrasen

lasque

serepresentaba

ala

Sagrada

ilia.Por

lodem

ásse

diom

ásénfasis,

encom

paracióncon

lo

didoen

laE

dadM

edia,al

cultode

laE

ucaristía,y

—de

hecho—

actmiento

dela

devociónde

las«cuarenta

horas»sería

unclaro

:adorde

estecam

bio.

Eodasestas

mutaciones

parecenhaber

sidoel

resultadode

la

:icaoficial

dela

Iglesiacatólica.

Elculto

ala

Sagradafam

ilia,

co

eldirigido

aSan

IsidroL

abrador(canonizado

conSan

Ignacio

ytnta

Teresa

en1622),

separece

mucho

aun

intentodeliberado

ditraerse

alos

laicosm

ássencillos.

Lascanonizaciones

deSan

teto,Santa

Teresa

ySan

Carlos

Borrom

eo,tendrían

como

fin

jitir

enlos

éxitosde

lareform

acatólica.

Elculto

ala

Eucaristía

5i

laresp

uesta

alos

ataquesde

iosprotestantes

contrala

transubs

t.:iación,

elrito

dela

misa

oei

papelprivilegiado

quese

concedía

as

sacerdotes.D

eform

asim

ilar,el

nuevoculto

aM

aríaM

agdalena

(teralm

enterepresentada

como

unapenitente

llorosa)y

aSan

Juan

eN

epomuceno

(unsacerdote

quefue

ejecutadopor

negarsea

re

‘tr

secretosrecibidos

enconfesión),

fueronparte

dela

respuesta

E.M

ile,L

’cjrtretzgteux...

aprésle

Concite

deT

rente,P

arís,1951,

pígs.ID

Oy

sctfr.

Am

ades(1947),

2,figs.

218-219.•S

SobreSan

José,H

uizinja(n.

12),pig.

164,y

Mile

(it.52),

pígs.309

ysigs.;

elas

cuarentahoras,

M.

S.W

eil,«T

heD

evotionof

thcforty

Hours

andR

oman

1oque

Illusions.,en

JWC

Í,37

(1974).

Cam

biosen

lacultura

popular

alas

críticasde

losprotestantes

contrala

instituciónde

laconfesión

yel

sacramento

dela

penitencia.E

nun

famoso

ensayo,el

antropólogo

Mjn

os

.si.igiñ

.óiaid

eaque

losm

itosque

serefieren

alal

servircom

o«patente»

delegitim

acióny

justificaciónde

lasinstituciones_contem

poráneas.N

ocaI

ddudaque

losm

itos,los

ritualesy

lasim

ágens.

._-

____

.tuiero

nia.m

is.iuJu

ncio

npara

laIglesia

Seríam

uyextraño,

sinem

bargo,cfiiéestas

atraccionespara

losojos

noestuviesen

acompañadas

porotras

paralos

oídos.E

nefecto,

delacultura

religiosa_delos

laicosdurante

laE

dadM

cdja

estando

asqçjp

sespecialm

entecon

lascofradías

En

laItalia

delsiglo

xiii

lascofradías

solíancantar

laude,nos

hímnos

quea

menudo

eran

versionesreligiosas

deconocidas

cancionespopulares.

Esta

práctica

continuódurante

elperíodo

moderno.

En

unaobra

teatralitaliana

sobrelos

milagros

deSanta

Margarita,

laheroína

cantauna

taudaque

comienza

delsiguiente

modo:

Ovaghe

dijesu,o

vergznette.O

ven’andate

sileggiadre

ebelle?

(Oh

dulceJescís,

ohvirginal.

¿Dónde

vaistan

encantadory

bello?)

Lam

elodíaque

laacom

pañabaera

lautilizada

conla

canción

Ovaghe

montanine

epastorelle

(Oh

dulcesm

ontañc’sasy

pastoras);

desdeluego,

estehim

no(com

olas

«cancionesespirituales»

recogidas

enla

colecciónW

cdderburn)no

haceningún

intentopor

disfrazar

laspalabras

queprocedían

deloriginal

secular.Lo

mism

osucedía

en

laE

spañade

comienzos

delsiglo

XV

I,donde

elfranciscano

Am

borio

Montesino

escribíahim

noscontrahechos

alo

divino.D

esdeluego,

sila

poesíaam

orosase

habíainspirado

enel

lenguajereligioso,

nada

impedía

querecuperase

susentido

religioso,y

quese

alabasea

la

Virgen

María

envez

deutilizarla

como

declaraciónde

amor

munda

no.E

statradición

continuódespués

delconcilio

deT

rento.EJ

mi

sioneroesuita

JulienM

aunoircom

puso«cánticos

espirituales»a

la

Virgen,

yotros

que«contenían

todoslos

principiosde

lafe»,

con

Com

parartos

ejemplos

deM

ijecon

B.M

alinowski,

Magtc

Scin

ceand

Reti

gion,N

uevaY

ork,1954,

pígs.ID

I,107,

144.

Elasbranm

csaiurencadaS

ic

DramniseyFstelir

.329

•...e..e.....ee..e.e.eOOOOOOeeOOa

Lacultura

popularen

laE

uropam

odernaC

ambios

enla

culturapopular

331330

laintención

deutilizarlos

enla

evangelizaciónde

laB

retañarural

Porúltim

o,y

probablemente

lom

enosim

portantedentro

dela

através

dela

Biblia

yotras

obraspiadosas.

Tam

biénen

lospaíses

yasí

laprim

eraedición

enalem

ánlleva

lafecha

de1466.

Loscatecism

ossiguieron

elm

odelode

losrealizados

porlos

protestantes(supra,

págs.364

y365).

Losescritos

porlos

jesuitasPeter

Canisius

(1555)y

Roberto

Bellarm

ino(1597)

fueronreeditados

enm

ultitudde

ocasiones;así,

elde

Canisius

tuvom

ásde

setentaediciones

enalem

ánhasta

1800,m

ientrasque

elde

Bellarm

inofue

traducidoa

numerosas

lenguasy

dialectoseuropeos,

como

elvasco,

elbosniano,

elcroata,

elfriulano,

elsiciliano,

elhúngaro,

elirlandés

yel

maltés.

Estos

catecismos

eranescritos

enun

lenguajesencillo,

acompañado

—en

lam

ayoríade

loscasos—

conilustraciones,

probandoasí

queeran

librosdirigidos

alos

laicosy

noobras

deconsulta

parael

clero.En

laFrancia

delsiglo

xvii,a

losniños

seles

enseñabael

catecismo

durantelos

do

mingos

yotros

díasfestivos

enlas

llamadas

petitesécoles.

Sinem

bargo,seguim

osteniendo

laim

presión—

queun

estudiocom

parativo

delos

inventariospost

rnortempodrá

confirmar

orefutar—

queel

catecismo

jugóun

papelm

enosim

portanteen

lavida

religiosade

laFrancia

católica,que

enla

dela

Sueciaprotestante

.

Lo

mism

opodría

decirse,con

mayor

razóntodavía,

sobrelos

devocionarios,aunque

éstostam

biénestaban

presentesen

laE

uropacatólica.

LaIm

itaciónde

Cristo

fuereeditado

conm

uchafrecuencia

duranteel

períodom

oderno,y

El

combate

espiritual(1589)

—un

trabajoanónim

oque

tradicionalmente

hasido

asociadocon

elsa

cerdoteitaliano

Lorenzo

Scupoli—tuvo

alm

enosveintitrés

ediciones,

contandosólo

Francia,entre

1609y

1778.A

mediados

delsi

gloxvii,

cuandolos

librosse

abarataron,el

Sínodode

Chalons-sur

Mam

esugirió

quese

animase

alos

fielespara

quecom

praseny

leyesenen

vozalta

«entos

pórticoso

entradasde

lasiglesias

despuésde

lasvísperas»,

treslibros:

elC

atecismo,

elPedagogo

cristianoy

unaobra

tituladaPensez-y-bien.

Elinventario

de¡as

pertenenciasde

D’A

ncona(1872),

2,pág.

129;W

ardro

ppcr,

pág. xxvi;A

.B

oschet,Le

ParfattM

zsstonaire,ou

laV

ied

Révérende

PéreJutien

lÍaunozr,París,

1697,esp.

pág.96.

<C

.Som

mcrvogel,

Bibtiothéque

dela

Com

pagniede

Jésus,vols.

1y

2,B

ruselas-París,

1890-91,artículos

Bdlarm

ine.y

»Canisius;

sobreel

catecismo

enFrancia,

Dhotel

yJ.

R.,

enIm

agesdu

peuple.

unim

presorparisino

muerto

en1698,

dacuenta

dela

existe450

copiasde

laIm

itaciónde

Cristo

y630

delPensez-y-bien

erael

conenidode

esteúltim

o?Sim

plemente

untratado

sobndel

buenm

orir.E

nél

seexhortaba

allector

aque

seim

ag:iio

ríE

llam

uerte;a

pensarsobre

lascosas

delas

quepentía,

como

sihubiese

llegadosu

horafinal;

areflexiona

todoaquello

quedebería

haberhecho,

como

siestuviese

api

morir.

Al

finalde

cadauno

desus

párrafos,unas

palabrasen

Pensez-y-bien‘?

La

segundafase

dela

reforma,

1650-1800

Elargum

entode

losdos

últimos

apartadospuede

resurrla

siguientem

anera.A

finalesdel

sigloX

vIycom

ienzosdel:

p,jo

jinintento

sistemático

lideradopor

miem

brosde

—especialm

entepor

elclero,

tantocatólico

como

pro

testit,riíd

oarefo

rmar

lacultura

delpueblo

común.

Esta

reformctp

_rn

Les

med

iev

kperíodo

moderno

debidoa

quelas

comunicaciones

—desde

minos

hastalos

libros—eran

mucho

mejores

q.r

iem

ors

.Lo

sreform

adoresya

nose

vieroncondenados

alaisla

—com

oya

habíasucedido

enlos

díasde

SanA

gustíno,

incluB

ernardino—,

sinoque

pudieronconstruir

supropia

obras

trabajode

iosdem

ás.La

resistenciade

lacultura

popularco

aquebrarse

yse

produjeronim

portantescam

biosen

ésta.1

fundidady

velocidadde

estastransform

aciones,así

como

eque

tardóel

puebloen

hacersuyas

estasnuevas

formas

culitanto

católicascom

oprotestantes,

sonunas

preguntasm

uyc

deresponder

—al

menos

hastaque

nose

produzcaninvestig:

más

exhaustivassobre

eltem

a—,

peronuestra

impresión

enlas

evidenciasfragm

entariasreferidas

enlas

páginasanteri

esque

hacia1650

seprodujeron

grandescam

bios,particulai

enlas

zonasprotestantes

y,en

especial,en

lasregiones

más

i

zadas.En

loslugares

más

próximos

aB

ernay

Zurich,

larefo

lacultura

popularse

concretó—

aproximadam

ente—en

ladéc

Loscatálogos

dela

British

Library

yde

laB

ibliothéqueN

acionalreco

veintitrésediciones

deéstos.

Sobreel

sínodode

Chalons

yel

impresor

de¡

J.M

artin,L

iure,pouvozrs

etsociété,

Paris,

1969,págs.

956y

sigs.,706.

iade

Cuál

arte,se

elarre-obreo

desiva:

ede

1,se

:enían—

el-.ca

entoSan

-eel

,nzópro-lizoales,cdes)flC

5

sada

enteam

-a

dea

de

unass,

H.

332La

culturapopular

enla

Europa

moderna

15:en

Nurem

berg,los

reformadores

seim

pusieronen

lade

1540,

y[a

provinciade

Holanda

obtuvieronla

victoriacon

anterioridad

al

6C

rotro

lado,en

lam

ayorparte

dela

Europa

católicay

enla

‘ríade

[aszonas

marginales

delcontinente

—aquellas

queesta

badejadas

delas

grandesciudades,

loscam

inosm

ásim

portantes

olenguas

más

extendidas—,

losreform

adoresno

consiguieron

imnerse

hastadespués

de1650.

Sonlos

casosdel

Gales

yla

No-

rui

protestantesy

delas

católicasB

aviera,Sicilia,

Bretaña

yel

Lauedoc,

porno

mencionar

laE

uropadel

este.En

esteapartado

la,toria

quecontarem

osno

es,todavía,

laque

serefiere

ala

di

fu.n

gradualde

unosideales

inmutables.

Estos

años_posterioresa

16fueron

tiernpc<reform

adentro

dela

Reform

a»(tanto

cadc; laicos,

queno

siempre

buscaban[os

mism

oscam

bios,ni

siemnicsjca.

esm

uy

difícildocum

entarla

supervivenciadel

«prerrefor

mio»

enlas

zonascatólicas

más

marginales.

En

algunasde

ellas,

PCejem

plo,los

dramas

sacramentales

tardaronen

llegar,pero

tambi

fueronm

ásresistentes

adesaparecer.

Enlas

tierrasaltas

de

B;era,

lasrepresentaciones

dela

Pasiónde

Oberam

mergau

yotros

pi.los

noem

pezarona

celebrarsehasta

1634.A

unquem

uchasde

elconstituyeron

unescándalo

paraparte

delclero

—el

mism

o

arbispo

deSalzburgo

declarabaen

1779que

«nopuede

imaginarse

urnezcla

más

extrañade

loreligioso

y[o

profanoque

laproducida

er.s

llamadas

representacionesde

laPasión»—

,tales

obrasno

fue

rcabolidas

hasta1800

yla

quese

representabaen

Oberam

mergau

fu‘estaurada

en1810,

aunqueahora

bajoform

asm

áspurificadas.

Eicilia

estasobras

nose

hicieroncom

uneshasta

mediados

del

sixvii

ytodavía

secelebraban

acom

ienzosdel

Xix

.U

nvisitante

din

istrerecordaba

que,aproxim

adamente

en1765,

habíavisto

b:r

avarias

personasen

unacapilla

yun

cementerio

próximos

aB

t61.

Sobrela

zonade

Berna,

Trüm

py;sobre

Holanda,

Wirth;

sobreN

uremberg,

Sicrg.

Sobrela

Alem

anialuterana,

unpunto

devista

escépticoen

Strauss.

SobreB

ayana,L.

G.

Séguin,The

Cottnti—y

ofrhe

Passton-Play,L

ondres,1880,

p175;

sobreSicilia,

Pitr

(1876),págs.

7y

sigs.;sobre

Bretaña,

EM

.L

uzel(ed.),

eT

ryphine,Q

uimpenie,

1863,pág.

vii;sobre

Finistre,

J.de

Cam

brv,V

oyage

dte

fznzstére,3

vois.,París,

1799,3,

pág.176.

Cam

biosen

lacultura

popular

Puedeser

muy

utilque

sigamos

estudiandocon

mas

detalleestas

zonasm

arginales:el

Languedoc.

Afinales

delsiglo

XV

IIejercían

enesta

regióndos

enérgicosobispos

reformistas,

Nicholas

Pavillon—

obispode

Alet

yque

estabainspirado

enSan

Carlos

Borrom

eo—

yFrançois-E

tienneC

aulet,obispo

dePam

iers,quien

tomó

susideas

dePavillon.

De

lospapeles

deestos

dosobispos

podemos

deducirque

enlas

tierrasaltas

delL

anguedoc,el

trabajoreform

istaestaba

todavíapor

hacer.A

mbos

personajesrelataban

suhorror

antelos

violentoscharivaris,

losbailes

indecentesen

losdías

festivos,los

adivinadores,los

actoresam

bulantesy

laignorancia

generalde

lareligión.

Elm

ismo

Caulet

debióprohibir

alclero

queestaba

bajosu

jurisdicción,que

frecuentasenlas

representacionesteatrales,

losbai

leso

lasm

ascaradas,com

osi

lareform

acatólica

nuncase

hubiese

producido.Sin

embargo,

lasm

ontañasno

eranlos

únicosobstáculos

queseparaban

alos

habitantesde

Alet

rPam

iersde

loque

estabasucediendo

enotros

lugares.Pavillon

llamaba

laatención

sobrela

necesidadde

uncatecism

oen

«lenguavulgar»

parasus

feligreses,

porqueéstos

noentendían

elfrancés,

fueesta

reclamación

laque,

sinduda,

provocóque

Bartholom

éA

milha

—un

canónigode

Pa

miers

nombrado

porC

aulet—publicase

suC

uadrode

lavida

deun

cristianoperfecto

(1673)en

occitano.Sus

versosson

unavibrante

exposiciónde

lasideas

delos

reformadores

yen

ellosse

previenea

losque

loleían

oescuchaban,

contralos

peligrosde

ladanza,

el

juego,frecuentar

aquellas«casa

deinicuidad»

queson

lastabernas

y,sobre

todo,contra

losriesgos

delcarnaval.

Chrestias,

pensenla

counsciença.D

uranaqueste

Carnabal

Soungenque

cal fapenitenco.

Quiten

lataberno

éla

bal,L

am

ortes

toutopreparado

Afa

catqu’autrom

ascarado.

(Cristianos,

examinar

vuestraconciencia.

Durante

estecarnaval

Pensartodos

enhacer

penttencza.D

ejadla

tabernay

e1baile,

La

muerte

estápreparada

Paraotra

clasede

mascarada.)

333.................e..

Am

ilhatam

biénexpresa

supreocupación

porla

difusióndel

pro-

OOOa

334La

culturapopular

enla

Europa

moderna

testantismo.

¿Habéis

leído,se

pregunta,a

autoresque

«huelena

cenizas»,los

librosde

Calvino

ola

versiónde

losSalm

osde

Marot?

Aurios

legitd’auteurs

quesentan

lefagot,

Leslibres

deC

atbm,

oSalm

esde

Marot?

Adem

ás,de

suspalabras

parecededucirse

queespera

desus

lectores

quese

tomen

enserio

lam

agia:

As

legito

gardatde

libresde

magio,

As

foundattoun

satutdessu

t’astralougio.A

scounsoulat

Sourde,M

agiden,D

ebinairePer

lasantat

delfil,de

lasor,

odel fraire,

Persabe

lepassat,

orecouba

tounbe,

Ocouneisse

tpartitque

tudibes

abe...

(,iHas

leídoo

tieneslibros

dem

agia?¿H

asencontrado

lasalvación

enla

astrología?¿H

asconsultado

aun

hechicero,a

unm

agoo

aun

adivinoSobre

lasalud

detu

hijo,tu

hermana

otu

hermano,

Paraconocer

elpasado,o

pararecuperar

tusbienes,

Opara

sabercuál

esel

matrim

onioque

más

teconviene?...)

62

Esm

uydifícil

asegurarsi

estasreform

assobrevivieron

aPavillon

yC

aulet.Lo

quesí

escierto

esque

cienaños

despuésde

sum

uerte,los

piadososseguían

enfrentándosea

losm

ismos

problemas

enotros

lugaresdel

Languedoc.

Elobispo

deL

odvese

quejabaen

1746de

laexistencia

deun

abaddel

desgobierno,y

unode

susam

igos—

elpárroco

deM

ontpeyroux—negaba

lossacram

entosa

todosaquellos

quehubiesen

participadoen

bailes;un

hechoque

levalió

serel

objetode

unritual

burlescoen

1740,en

elque

unabanda

deen

mascarados

llevópor

lascalles

unaim

agende

uncura

quefue

gol

peaday

posteriormente

quemada.

Pareceevidente

quela

batallaen

treC

arnavaly

Cuaresm

atodavía

seguíaen

vigor63

Sinem

bargo,ésta

yano

erael

mism

otipo

debatalla.

Algunos

delos

reformadores

esiahan_yendom

ásallá

deIp

marcado

Concilio

deT

rento,o

enun

direccióndiferente,

alcriticar

lade-

62

SobreL

anguedoc,D

ejeany

Doublet

(I895a,b);

B.A

milba,

Letablea,4

dela

Bido

delp

arfe

tcrestii,

Toulouse,

1673,esp.

págs.231

ysigs.

63Fabre-L

acroix,pág.

161,168.

Cam

biosen

lacultura

popular35

vociónpopular

ala

Virgen

María

oa

lossantos,

trataadosust

todasestas

fórpo

runa

risjiandadm

ásbjbliçay

purifjc

dd

otipo

de«superstició.n»

algide

loscuales

puedenencontrarse

enA

ustriay

laT

oscanaa

títdel

sigloX

VIII,

tratandode

irtodavía

más

lejosen

lareform

areligión

popularen

estosterritorios.

En

Austria,

losrituales

fusim

plificados,las

imágenes

retiradasy

algunossantuarios

dep

grinacióncerrados.

En

laT

oscana,Scipione

Ricci

—obispo

detoia

yPrato

apartir

de1780—

organizóun

sínodoen

elque

suque

determinadas

fiestasfueran

trasladadasa

losdom

ingos,m

sen

quelos

laicosleyesen

laB

ibliay

criticóla

devociónal

Sag:C

orazón.E

stosataques

contrala

religiosidadpopular

tradiciprovocaron

enam

baszonas

varioslevantam

ientoscam

pesinose

1788y

1791,y

elm

ismo

Ricci

fueobligado

adim

itir64

Este

cambio

deactitud

entrelos

reformistas

católicospuede

trarsem

uybien

sianalizam

ossus

actitudesante

lasim

ágenes.hannes

Molanus

—un

teólogode

Lovaina—

publicóen

157Ctratado

sobrelas

imágenes

religiosas,en

elque

recogíasintéticar

tecuál

erala

situaciónal

pocotiem

pode

haberfinalizado

el(

ciliode

Trento.

En

suobra,

Molanus

destacala

nacesidadde

ela

«superstición»,pero

noveía

conm

alosojos

algunasreprese

cionespopulares,

como

lade

«lacaridad

deSan

Martín»

ola

deA

ntonioy

elcerdo

(supra,págs.

257

,296).

Sinem

bargo,en

visitapastoral

delarchidiácono

deParís

asu

diócesisen

1673,o

nóa

loscapellanes

dela

iglesiade

unode

lospueblos

queretir

laim

agende

«SanM

artíndel

altarm

ayor,porque

estám

ontadost

uncaballo,

debiéndoselerepresentar

como

unobispo

paraque

más

decente».En

otraspalabras,

laescena

tradicionalde

la«car

desan

Martín»

nole

parecíam

uydecente

aun

sacerdotecontr:

formista,

quien—

porotro

lado—m

ostrabauna

claratendern

identificarlo

clericalcon

losagrado.

Un

ejemplo

todavíam

ásc

dela

reforma

delas

imágenes

entrelos

católicos,así

como

unap

64Sobre

Austria,

E.W

angermann,

FromJoseph

Itto

theJacobin

Trzals,2

Oxford,

1969,pág.

31;sobre

Italia,].C

arreyre,.S

ynodede

Pistoic-,

enD

tctio;de

théotogwcatholzque,

¡2,Paris,

1935;sobre

lareacción

popular,T

un,pág

sigs.;para

unreform

adorJansenista

delsur

deItalia,

ctfr.de

Rosa,

págs.34

y49,

73,126.

Sobrela

conexióncon

eljansenism

o,contrastar

A.

Adam

,D

um

ystla

révolte,Paris,

1968,págs.

285y

sigs.,con

E.A

ppoli,Le

tiersparti

cathau

18’si&

te,París,

1960,págs.

330y

sigs.

1......oo.e.e.ooe.......OOOOOOO

irle)slaooo1,-e5—)—1—1—ir1—iatea•0d.,trey¿te

336L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

acreciente

separaciónentre

lacultura

delos

religiososy

la

,procede

dela

diócesisde

Orleans

en1682.

En

unode

los

dela

zona,el

obispose

encontródurante

suvisita

pastoral

iresentaciónde

SanA

ntonioacom

pañadodel

tradicionalcer

inmediato,

elobispo

ordenóque

seescondiese

esaim

agen

atólicosno

permiten

laiconoclastia—

,porque

laconsideraba

lae

indignade

estegran

santo».Sin

embargo,

susfeligreses

abanperderla

yalgunas

delas

mujeres

delpueblo

llegarona

:arque

elobispo

«noam

abaa

lossantos

porquedescendía

de

delos

hugonotes».E

ntérm

inosm

ásgenerales,

elsínodo

doen

Pistoiaen

1786criticó

elculto

alas

imágenes

y,en

.1,esa

prácticatan

extendidade

darnom

bresdiferentes

aim

á

delm

ismo

personaje,com

osi

hubiesem

ásde

unaV

irgen65es

tanfácil

encontrarzonas

protestantesque

seresistiesen

a

lar

rma

dela

culturapopular

hastadespués

de1650,

perodesde

lue

existen,especialm

enteen

lasm

ontañas.E

nN

oruega,por

ejem

plo.ersistieron

creenciascatólicas

e,incluso,

paganashasta

elsi

glo‘iii.

Poresas

fechastodavía

podíanverse

crucifijos,y

lacreen

ciala

capacidadm

ilagrosade

SanO

lavtodavía

estabam

uyex-

tena.

Porlo

demás,

sunom

breseguía

estandoasociado

conla

prilvera.

En

lasH

ighlandsescocesas,

lasguerras

delos

pastores

cort las

canciones,los

bailesy

lasbaladas

tradicionalesno

obtuvo

unito

totalhasta

elsiglo

XV

III;aproxim

adamente

en1700

unno

blecal,

Martin

Martin,

fuecapaz

derecoger

pruebasde

lasco

s

tures

católicas—

perotam

biénprecristianas—

quetodavía

pervi

vían

lasislas

Western

66

trade

laszonas

dondelos

reformistas

seencontraron

congran

carlad

detrabajo

despuésde

1700fue

Gales,

dondenum

erosas

petas

seguíancelebrando

alegremente

lasfiestas

delos

santos,Ile

vai)

reliquiasen

lasprocesiones,

organizandocarreras,

partidosde

fút1

opeleas

degallos.

Adem

ás,seguían

existiendogran

número

derias,

violinistas,curanderos,

arpistas,narradores

decuentos

o

J.M

olanus,D

ePzcturis

ctIrnagtnibus

Sacrts,L

ovaina,1570,

esp.caps.

1,16,

26(A

ntony)y

71(M

artin);el

archidiáconocit.

porferte,

notade

lapág.

104;

pa1

arzobispode

Orleans

enSennely,

Bouchard,

pág.299.

SobreN

oruega,B

ø,cap.

4;sobre

Escocia,

T.C

.Sm

out,A

Hzstory

of theScotttsh

Pe(1560-1830),

Londres,

ed.de

1972,pág.

80,cifr.

M.

Martin,

AD

escriptionof

th‘estern

lslandsof

Scottand(1703),

cd.de

D.

j.M

acleod,Stirling,

1934.

rC

ambios

enla

culturapopular

337

velatorios.E

stasituación

sepresentaba

como

unverdadero

retopara

lospiadosos.

Uno

delos

más

enérgicosfue

Griffith

Jones,un

pre

dicadordisidente

eincansable

opositora

losvelatorios

ylas

ferias,

quecreía

enla

bondadde

lalectura

dela

Biblia,

losserm

ones,los

himnos

yla

educaciónrural,

unalabor

ejercidapor

maestros

ambu

lantesy

conocidaen

suépoca

como

«escuelascirculantes».

Todavía

eram

ásfam

osoH

owell

Harris,

líderde

losm

etodistasgaleses

du

rantela

generaciónde

Wesley

—aunque

élnunca

admitiría

quefuese

metodista—

,quien

(como

decíaW

hitefield)

teníacom

opreocupación

acabarcon

losvelatorios,

etc.,haciendo

quela

gentediese

laespalda

aestas

vanidades.M

uchashosterías

populares,violi

nistas, harpistas,etc.

(como

Dem

etrius)se

quejancontra

él porqueles

arru

i

nasus

negocios.

Adem

ás,H

arrisera

unvehem

enteopositor

alas

luchasde

gallos;

unam

igole

escribióen

1738que

«unorganizador

depeleas

degallos

haprom

etido,después

deescucharte

enB

ettws,

noseguir

jamás

este

juegoinfam

e».Sin

embargo,

como

enel

casodel

Languedoc,

es

difícildecir

cuánefectivo

fueeste

movim

ientoreform

istagalés,

con

posterioridada

lageneración

quelo

impulsó.

En1802,

unescritor

sugeríaque

ladecadencia

de«la

música

nacionaly

lascostum

bres

galesas»fue

repentina,m

uyreciente

ydebida

ala

acciónde

predi

cadores—

como

éllos

denominaba—

«fanáticos».

Enm

isexcursiones

através

delprincipado

(continuaba),m

ehe

encontrado

convarios

arpistasy

cantantesque

fueronpersuadidos

porestos

caminantes

extravagantespara

quedejasen

suprofesión,

porqueera

pecaminosa.

De

hecho,los

cuentospopulares

ylas

cancionesde

lasm

inas

virtualmente

desaparecieron.G

raciasa

losesfuerzos

delos

calvinis

tasy

losm

etodistasen

elnorte,

yde

losanabaptistas

ylos

congre

gacionistasen

elsur,

lacultura

populargalesa

comenzó

aparecerse

auna

culturade

himnos,

sermones

ydel

«nolo

impedirás»

(Thou

ShattN

oton

thew

alt)67

67

E.au

nders,

AV

iewof

theState

ofR

etigionin

theD

ioceseof

San

tD

avzd’s,

Londres,

1721,esp.

pág.36;

T.

Rees,

Histoy

ofP

rotcstintN

onconformity

ro

2.ed.,

Londres,

1883,esp.

págs.313

ysigs.,

348;sobre

How

ellH

arris,G

.W

hiteficld,

citadopor

Walsh,

pág.220;

elescritor

en1802

estabaen

E.Jones,

TheB

ardic11»-

seuni;sobre

ladesaparición

delfolclore

galés,T.

G.

Joncs,págs.

161y

218.

bad

popupuebunado.—

lo.«ridino

ccomla

r;cele]esp egenM

ar

.

338La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular339

Lareform

adentro

dela

Reform

aen

laE

uropaprotestante

supuso

—de

forma

paralelaal

jansenismo

entrelos

católicos—el

ascenso

del«pietism

o».E

nA

lemania,

estem

ovimiento

—liderado

porPhillipp

JakobSpener—

reclamaba

unavuelta

alas

teoríasde

Lutero,

aunqueinsistía

notanto

enla

reforma

delos

ritualeso

lascreencias

—unos

temas

quepreocuparon

aL

utero—,

sinoen

laidea

deuna

reforma

más

interioro

moral.

Losescandinavos

participarondirec

tamente

eneste

movim

ientopietista,

yel

renacimiento

religiosoen

Gales

seprodujo

enel

mism

operíodo

y,probablem

ente,m

antuvoestrechos

contactoscon

él.En

laInglaterra

dela

décadade

1690,se

fundaronnum

erosassociedades

dirigidasa

«lareform

ade

lasm

aneras».

Estas

sociedadesprom

ovíanm

edidascontra

lasferias,

losju

egos,

lasm

ascaradas,las

representacionesteatrales,

lastabernas,

lasprostitutas

ylas

«baladasobscenas».

Este

interésde

losreform

adorespor

la«profanación

deldía

delSeñor»,

lesrelacionaba

conla

primera

generaciónde

puritanos,pero

supreocupación

esencialera

lam

oraly

nola

teología,la

«licenciosidad»y

nola

«superstición».D

ehecho,

laética

dela

respetabilidadera

más

visibleque

enperíodos

anteriores.

Elataque

delos

evangelistascontra

lasdiversiones

popularesinglesas

am

ediadosdel

sigloxviii,

debeligarse

conesta

tradición.En

Francia,la

Com

pañíadel

SantaSacram

ento—

conram

ificacionesen

París,M

arsella,T

oulousey

otroslugares—

fueotro

grupode

presiónpreocupado

porla

reforma

delas

maneras,

queluchaba

con

trael

carnavalo

investigabala

viday

lam

oralde

adivinadorasy

funambulistas.

Una

característicasorprendente

deesta

segundafase

dela

reform

a,fue

elpapel

preponderanteque

jugaronlos

laicos.La

Com

pañíadel

SantoSacram

entoera

ungrupo

dondecoincidían

clérigosy

seglares.

EnInglaterra,

muchos

laicos—

desdeG

uillermo

IIIhasta

nu

merosos

juecesde

pazrurales—

tomaron

partejunto

alclero

enel

movim

ientode

reforma

delas

maneras,

uniéndosea

sociedadeslo

calescuyo

objetivoera

imponer

losideales

reformistas

entodos

lostribunales

dejusticia.

Lospredicadores

laicosfueron

dominantes

enel

renacimiento

religiosoen

Inglaterray

Escandinavia.

EnN

oruega,uno

deéstos

—H

ansH

auge—no

sóloquem

abaviolines

opredicaba

contralas

canciones,los

cuentosy

lasdanzas

populares,sino

quetam

biénpedía

asu

auditorioque

pensasenpor

sím

ismos

enla

religión

sinlim

itarsea

escucharal

clero.

Otra

delas

diferenciasentre

lasdos

fasesde

lareform

crecienteim

portanciade

losargum

entosseculares,

entrelos

incluíanconsideraciones

estéticas.Johan

Christoph

Gottsche

fesorde

poesíaen

Leipzig,

atacabaal

teatropopular

desus

Ude

Hans

Wurst

yA

rlequín—en

nombre

node

lam

oral,buen

gusto(der

guteG

eschmack).

Gottsched

sequejaba

depueblo

común

siempre

disfrutam

áscon

lasbufonadas

ylas

más

vastas(N

arrenpossenund

gars

tSchim

pfreden),que

cosasserias.

Tam

biénse

oponíaal

teatroque

nocum

plíala

fijadaspor

Aristóteles

ya

losactores

quese

tomaban

demlibertades

conel

texto—

esdecir,

contraaquellos

queactu

modo

tradicional—,

delo

queresultaban

obrassolam

entepara

entretenera

«lom

ásbajo

dela

plebe»(des

unterstenF

Con

estascríticas,

Gottsched

consiguióel

éxitoal

desterrarquín

delos

escenariosalem

anesa

partirde

1731.El

equivienés

deG

ottschedfue

Josefvon

Sonnenfels,cuyas

cartassc

teatrovienés,

escritasen

ladécada

de1760,

iniciaronuna

grlém

icaconocida

como

laH

answurst-Streit.

Com

oG

ottschednenfels

encontrabaal

teatropopular

muy

procaz—

aam

bosbría

gustadocensurar

nosólo

lostextos,

sinotam

biénlas

gesciones

quelos

acompañaban—

,y

suteatro

idealera

aquelqu

ticipabade

launidad

detiem

po,lugar

yacción,

alm

ododel

clásicode

laantigua

Grecia

ode

laFrancia

delsiglo

XV

II69

Otra

detas

diferenciasm

ásnotables

entrelas

dosfases

reforma

tieneque

vercon

losobrenatural.

Losreform

adorescultura

popularm

ástem

pranos,com

oC

alvinoo

SanC

arLos1

meo,

creíanen

laeficacia

dela

magia

ala

quedenunciaban

diabólica;incluso

deberíamos

incluiren

estasituación

ala

cbrujas,

quealcanzó

sum

áxima

intensidada

finalesdel

siglocom

ienzosdel

xviicoincidiendo

conesta

fasede

lareform

embargo,

algunosde

losreform

adoresque

protagonizaronla

dafase,

nose

tomaron

enserio

estosfenóm

enos.E

nla

dióce

caps.6

y7,

sugiriendoque

.clataque

sistemático

ypr1ncipa!

contralas

divpopulares

nocom

enzóhasta

mediados

delsiglo

xv

iii);sobre

Escandinavia,

(1965),págs.

19y

sigs.,y

(sobreH

auge)K

oht(1926),

cap.23;

sobreFrancia

(1909y

1914).J.

C.

Gottsched,

Verssch

eznerC

rztzscheD

zchtksínt(1730),

incluidoW

erke,B

erlín-Nueva

York,

1973,esp.

la2

.parte,

cap.II;J.

vonSonnenfels,

uberdie

Wienerjsche

Schabühne’.,en

susG

esamm

elteShcrzften,

10vols.,

1783-87,vol.

5,págs.

189y

sigs.;R

omm

ei,págs.

384y

sigs.

iela

iese

pro-—

eldel«el

irias

ilas

glasadasn

alenas

ns).r1e-ente

•eel

po

;-ha

ula

)ar

imala

ela

ro

mo

de1

ySinjnde

)neseijelIlier

susefena,

68Sobre

lareform

ade

lasm

anerasen

Inglaterra,B

ahlman

(perocifr.

Malcolm

son,

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

Pavillonse

subióa

lacim

ade

unam

ontaña,con

elfin

de

ra

loshabitantes

dela

localidadcontra

laquem

ade

varias

sospechosasde

brujería.E

nla

República

Holandesa,

elpas

iinistaB

althasarB

ekker,escribió

unlibro

paraprobar

qu

la

aen

lasbrujas

erauna

tontería

cambios

enlos

significadosde

laspalabras,

aveces

sonin

resde

amplios

cambios

enla

actitudes.En

estecontexto,

uno

términos

aconsiderar

esel

de«superstición».

Eninglés

‘ien

guasrom

ánicas,esta

palabratenía

durantela

épocam

oderna

;nificadosbásicos.

Antes

de1650,

elque

dominaba

erael

re-

a«religión

falsa»,y

deahí

frasescom

ola

«supersticiónm

a-

ana)).A

menudo

también

seutilizaba

parareferirse

ala

bru

ala

magia,

conel

finde

sugerirque

estosrituales

eranefi

perotam

biénm

alvados.Sin

embargo,

despuésde

1650el

sen

ominante

eraaquél

quese

referíaa

los«tem

oresirracionales»

idoslos

ritualesrelacionados

conellos;

creencias‘r

prácticas

)sólo

eranridículas,

sinotam

biéninofensivas,

porquecarecían

ctividad71

No

esfácil

decir,sin

embargo,

cuálfue

elalcance

oscam

biosy

aqué

grupossociales

afectó.En

Inglaterray

ja,por

ejemplo,

losjuicios

porbrujería

casidesaparecieron

a

delsiglo

XV

II,especialm

enteporque

losjueces

nose

tomaban

nserio

estetem

a.Sin

embargo,

enlas

pequeñasciudades

del

stede

Alem

aniatales

procesosparecen

haberdism

inuidopor

sjueces

sesentían

incapacesde

identificara

lasbrujas

yen

tiano

desaparecierondel

todohasta

cisiglo

XV

III.O

tracosa

es

letodo

estopodam

osdeducir

unadecadencia

delo

mágico»

elpueblo

antesde

1800.La

«culturade

lotaim

ado»parece

que

anecióactiva

enm

uchaspartes

deE

uropadurante

elsiglo

xix

lusoa

comienzos

del xx,sobreviviendo

tantoal

escepticismo

ueblocom

oal

finde

lacaza

debrujas.

Laresistencia

dela

popularno

debeser

subestimada

72•

SobrePavillon,

Dejean,

csp.nota

dela

pág.31;

sobreB

ekker,W

.P.

C.

Kn

ut

telBeÁeker,

LaH

avs,

1906.Sobre

Inglaterra,O

.E.

D.,

articuloS

upersttció

n;

sobreItalia,

G.

Cocehiara,

.5taflC

Ctto

disz4perstiztone,

Parlemo,

1945;sobre

Francia,].

B.T

hiers,

Traité

des

sujtltzons,

París,1704,

especialmente

cap.9;

parala

tormación

clasica,A

.M

omi

gli,

‘ PopularR

eligiousB

eliefsand

theLate

Rom

ansH

istorians’,en

Cum

ing-Ba

keSobre

Francia,M

androu(l96t),

3.’parte;

sobreInglaterra,

Thom

as(1971),

esp.

pá70;

sobreA

lemania,

Mildelfort;

sobrePolonia,

Baranow

ki.

Cam

biosen

lacultura

popular341

Lasegunda

fasede

larefom

apuede

seranalizada

conm

ásclari

dadsi

nosfijam

osen

laE

spañadel

sigloxviii,

quizáporque

latradicional

culturapopular

habrásido

pocoafectada

enla

primera

fase,a

pesarde

laexistencia

deM

arianay

Alcocer.

Elm

ovimiento

comenzó

conB

enitoFeijoo,

unm

onjebenedictino

cuyosensayos

—publicados

bajoel

títulode

El

teatrocrítzco

universal—suponían

unacrítica

sistemática

delos

erroresm

ásextendidos,

enespecial

los

delpueblo

común

(laplebe,

lam

ultitudo

etvulgo,

como

élm

ismo

losdenom

inaba).C

onun

estilocalm

ado,m

oderado,cauto

yracio

nal,Feijoo

arremete

contrala

adivinación,los

«curanderospopula

res>’,los

«supuestosm

ilagrosa>y

las«tradiciones

populares>’,co

ns

derandoa

todasestas

creenciassim

plesirracionalidades,

credulida

des,«extravagancias»

.

Enla

siguientegeneración,

ungrupo

dereform

istasespañoles

desarrollóuna

seriede

argumentos

—desde

luegoseculares—

contra

lascorridas

detoros,

lasbaladas

callejeraso

losautos

sacramentales

deC

alderón.Las

obrasde

esteautor

yahabían

sidocriticadas

conanterioridad,

por«m

ezclary

confundirlo

sagradoy

loprotano’>,

peroen

1762el

nobleN

icolásFernández

deM

oratínlo

hizoutili

zandoargum

entosestéticos.

Com

oya

habíanplanteado

Gottschcd

ySonnenfeis

ensus

países,para

Moratín

lasobras

deC

alderónro

mpían

lasreglas

dela

razóny

elbuen

gusto,es

decirla

unidadde

tiempo,

espacioy

acción,con

loque

lasobras

fueroncondenadas

como

irregulares,caprichosas

yextravagantes.

Moratín

también

escribió

contraL

opede

Vega,

alque

acusabade

corromper

e1teatro

yde

escribirbdrbaram

ente,por

dargusto

alpueblo,

yla

representación

públicade

losautos

durantela

fiestadel

Corpus

Christi

fue

prohibidapor

Carlos

IIIen

1870‘.

Gaspar

deJovellanos

yJuan

Meléndez

Valdés

avanzaronnuevos

argumentos

morales

ypolíticos.

Jovellanospensaba

queel

teatro

dabam

alejem

ploal

pueblo,al

mostrarle

elcrim

encom

oalgo

afortunado,

envez

depresentar

escenasde

>‘amor

alpaís,

amor

also

berano,am

ora

laC

onstitución».M

eléndezV

aldésexpuso

argumen

tossim

ilarescontra

lashaladas

callejerasen

undiscurso

pronunciado

3. C.Feijoo,

Teatro

Critico

Untvcrsat,

8vals.,

Madrid,

1733,esp.

1,ensayo

1

2,ensayos

3-5;3,

ensayos1,

6,y

5,ensayo

16.

Mezclando

yconfundiendo’,

citadopor

A.

A.

Parker,TSe

Allegorical

of

Calderón,

Oxford-L

ondres,1943,

pág.20;

N.

Leandro

deM

oratín,D

esengañosal

teatroespañol,

Madrid,

1762,págs.

10y

sigs.,21;

Very,

págs.106

ysigs.

340

Arle

prevm

ujtor

c

cree

dicade

blas

1dosferi(honjerí;c actidcya

qu

dedeFrafin;m

usurquPoquenPCedecu

342La

culturapopular

enla

Europa

moderna

en1798.

Losbandidos

queasesinaban,

robabany

seresistían

alas

fuerzasde

laley

yel

orden,eran

presentadosbajo

unaluz

heroicaen

estasbaladas,

conlo

que«encienden

enla

imaginación

delos

débilesel

deseode

imitarlos».

Meléndez

pedíasu

supresióny

quefuesen

sustituidaspor

«cancionesverdaderam

entenacionales»,

como

lasbaladas

tradicionalesen

honorde

SanJaim

eo

elC

id,que

colaborarían

enla

educacióndel

pueblollano

.

Apesar

detodo

esto,no

debecreerse

quelos

dramas

sacramen

tales,las

baladascallejeras

olas

corridasde

toros(tam

biéndenun

ciadaspor

Jovellanos)desaparecieron

deE

spañaa

finalesdel

siglo

XV

III;haynum

erosasevidencias

delo

contrario.En

España,

como

enotros

lugares,los

reformadores

consiguieronrealm

entem

uchom

enosde

loque

habíanquerido.

Sinem

bargo,tam

biénlograron

más

delo

quequerían,

porqueel

movim

ientode

reforma

tuvoconse

cuenciasm

uyim

portantes,que

losreform

adoresno

sehabían

pro

puestoo

quesim

plemente

nose

esperaban.La

más

evidentefue

agrandarla

separaciónentre

lapequeña

yla

grantradición.

Losreform

adoresno

buscabancrear

unacultura

purificada,separada

desu

entorno;realm

entequerían

atraerseal

pueblo,flevarse

atodos

conellos.

Sinem

bargo,en

lapráctica

lascosas

sucedieronde

otram

anera.Las

reformas

afectarona

lam

inoríaeducada

más

rápiday

profundamente

queal

restode

lasociedad,

loque

lesseparó

más

ym

ásde

lastradiciones

populares.E

stadivisión,

más

otraserie

decam

biosno

planeadosen

lacultura

popular,serán

elobjeto

delp

róxim

o—

yúltim

o—capítulo.

Capítulo

9

CU

LT

UR

AP

OP

UL

AR

YC

AM

BIO

SO

CIA

L

Larevolución

comercial

Enel

último

capítulodiscutim

osuna

largaserie

deinten

cialmente

exitosos,desarrollados

porm

iembros

dela

minor

conobjeto

dereform

arla

culturade

losartesanos

ylos

camSin

embargo,

esbastante

claroque

nosiem

prese

produjecam

biosporque

éstoslo

deseasen.En

efecto,entre

1500y

culturapopular

sevio

alteradaen

diversasform

as,que

encasos

noju

eron

conscientesde

loscam

biosquc

sta

bcjçndo.

Lasvariaciones

económicas,

socialesy

políticasm

ástantes

delperíodo

r]oue

seh

necesariotratarlas

aunqueea

brevey

esq

camente.U

node

loscam

biosm

ásevidentes

fueel

delcrecim

ienp

kiç

ió.

En1500

habíaunos

80m

illonesde

personasvivi

Europa,

unnúm

eroque

sehabía

más

quedoblado

—cerca

millones—

en1800.

Este

crecimiento

dela

poblaciónperr

mayor

incremento

delas

ciudades,debido

aque

lacarencia’

cultivableem

pujóa

muchas

personasa

emigrar

haciaaquélh

Europa

de1500

sólohabía

cuatrociudades

conuna

pobla

$..o.e..eeee.o.eooooeee

‘G

.de

Jovellanos,-M

emoria

parael

arreglode

lapolicía

delos

espectáculos-(1970),

ensus

Obras

escogidas,M

adrid,1955,

2,pág.

29;J.M

eléndezV

aldés,D

iscursos

foren

ses,M

adrid,1821,

págs.167

ysigs.

(cifr.en

A.

González

Palencia,M

eléndez

Valdés

yla

literaturade

cordel.,reim

presoen

Entre

dossiglos,

Madrid,

1943).

par-culta‘inos.n

losq0J-

unos

por

poc,

máti

-

dela

loen

e190

lóU

fl

tierraE

nla

nsu-

343

344L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

per

alas

100.000personas

,pero

en1800

yahabía

veintitrés.

Ui

deellas,

Londres,

teníam

ásde

unm

illónde

habitantes.

[enosvisible

paraun

observadordesprevenido,

perom

ásim

po.nte

queel

crecimiento

delas

ciudades,fue

unaserie

decam

bios

5micos

quepodem

osresum

ircom

o«revolución

comercial»,

o

« eesarrQ

1lodeLcapitaIiS.mO

.cOm

er.cial».D

urantela_época_m

oderna

seiede

constataruna

granespansión

delcornerE

iinaç

pibT

entreE

uropavelresto

delm

undo.C

omo

consecuen

ci:Eip2id

enta

1m

onopolizólas

manufacturas

(cuchillería,papel,

cry_—

especiImente—

—PC

idosa

laE

uropadel

este,A

sia,A

fricay

Am

érica,que

asu

vez

ertaban

aE

uropaalim

entosy

materias

primas

como

hierro,pie-

lealgodón.

Ciertas

ciudadesy

algunasde

susregiones

circundan

tee

especializaronen

determinados

productos:L

eidenen

losteji

cide

algodón,L

yonen

laseda,

Bolonia

enel

papel,y

asíen

otras;

si.ndustrias

fueroncam

biandoradualm

entedesde

laroducción

p;unje

rotra

conun

mercado

nosáknacionaL

sjno

irjn

tern

acnL

aralclamcnte

aesta

revolucióncom

ercialse

produjootra

enlas

unicaciones.s,

sem

ejoraronlas

carreterajos

serviciospostales

fueron_mj

uentcsy

huboun

mayor_uso

deldin

croy

elcrédito.

Tam

bién

-ansformó

laagricultura,

especialmente

lade

laszonas

próximas

grandesciudades;

engeneral,

huboun

cambio

deuna

agricul

autosuficicntc,_aotra

diridin

idaa

atencfEal

creciente_mE

ádb

ano.La

escalade

estoscam

bioseconóm

icosno

debeser

exagerada.

11800,

menos

del3

por100

dela

poblacióneuropea

vivíaen

las

elades

conm

ásde

100.000habitantes.

Enel

campo

industrialdo

raba

cipequeño

negocio,no

lafábrica,

yla

producciónsólo

co

r‘izó

am

ecanizarsea

finalesdel

sigloX

viii.

Perolos

cambios

fue-

Estam

bul,N

.ipoles,París

yV

cncia

/\.del

A.]

R.

MoR

,P

opulatio

nin

Europe’,

enC

.C

ipolla(cd.),

enThe

Ftmtana

Econom

tc

.oryof

Enrope,

2,L

ondres,1974

(existetrad.

cpañoIa,H

istoriaeconom

icade

opa,

9vois.,

Barcelona,

Ariel,

19$1-87;F.

Braudel,

Capitatism

andM

aterialL

ife

d.inglesa),

Londres,

1973,cap.

1.(H

aytrad.

española,C

ivilizaciónm

aterial,eco

2íay

capitalismo,

Alianza

Editorial,

Madrid,

1984).

Cam

biosen

lacultura

popular

ronlo

suficientemente

importantes

como

paratener

seriasconse

cuenciassociales

-.

A4id.a_que

crecíala

poblaciónlo

hacíanlos

precios,especial

cnteJo

s_deio

s_pro

dcto

salim

enticios.L

osrecios

tendíana

crecer

más

rápidamente

quelos

salarios,lo

queim

plicóuna

negociacion

cieron_más

ricos,m

ientrasavía

más

obres.A

quellosque

empleaban

mano

deobra

asalariadaalcan

zabanm

ayoresbeneficios:

losm

ercaderes,los

grandesterratenientes

queadm

inistrabandirectam

entesus

tierras,y

loscam

pesinosy

ar

tesanosm

ásacom

odados.D

elotro

lado,aquellos

quevivían

del

salario—

braceros,oficiales

artesanos—vieron

cómo

empeoraban

suscondiciones,

mientras

quelos

pequeñospropietarios

detierras

quecom

plementaban

susingresos

contrabajo

asalariado,a

menudo

perdieronsu

independencia.La

culturapopular,

taly

como

hemos

visto,estaba

íntimam

ente

relacionadacon

elm

edio,y

seadaptaba

alos

diferentesgrupos

ocu

pacionalesy

alas

formas

devida

regionales.Por

ello,la

cultura

cambiaba

cuandolo

hacíael

entorno.C

ómo

cambió

esuna

cuestión

quelos

historiadoresinvestigan

desdehace

pocotiem

po;sin

embar

go,la

imagen

queresulta

cuandopodem

oscontar

lahistoria

esbas

tantecom

pleja,ya

quelas

distintaspartes

deE

uropaestuvieron

so

metidas

adiversos

gradosde

cambio

económico.

En

estecapítulo

—com

oen

otraspartes

dcilibro—

ofreceremos

unm

odelosim

ple

deun

procesocom

plejo,y

arguiremos

quela

revolucióncom

ercial

permitió

una4jc

orode

lacultura

materiD

antesq

]açm.b

jçj_ón

delas

revoluciones

comercial

eindustrial

ladestruyese.

Enalgunas

partesde

Europa

occidentalla

impresion

delos

con

temporáneos

(sostenidapor

lasólida

evidenciade

losinventarios),

eraque

loscam

pesinoscada

vezposeían

más

ym

ejoresobjetos.

En

Inglaterraeste

cambio

pareceque

seprodujo

relativamente

pronto,

enel

reinadode

Isabel.C

onanterioridad,

unafam

iliacam

pesina

dormía

sobreel

sucio,y

«unbocal

yuno

odos

cazoseran

todas

susposesiones’».

Sinem

bargo,a

finalesdci

sigloxvi,

ungranjero

podíatener

«unabella

guarniciónde

peltresobre

suarcón...,

treso

cuatrocolchones

deplum

as,asi

como

muchas

colchasy

alfombras

2B

rau]cl(n.

1),passtm

;ctir.

C.

T.

Smith,

rinH

istoricalC

eograpbyof

Western

Eiropc,

Londres,

1967,C

ap.

ID.

e’nfi5’atiu

c345

0eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.eee

346La

culturapopular

enla

Europa

moderna

detapicería,

unsalero

deplata,

unacopa

parael

vino[y

probablem

entetodo

unservicio]

yuna

docenade

cucharasque

completaban

suspertenencias».

Lo

más

espectacularde

todoes

quela

Inglaterrarural fue

reconstruidaentre

finalesdelsiglo

xviy

comienzos

delxvii.Para

Alsacia,

también

lossiglos

XV

Iy

xviifueron

lagran

épocadel

artede

losartesanos

rurales,y

dela

construccióny

adornode

casascubiertas

parcialmente

dem

adera.

En

otrapartes

deE

uropaoccidental,

elsiglo

xviiiparece

habersido

elm

omento

enque

seprodujo

estecam

biodecisivo.

En

Fries

lan,los

campesinos

adquiríanschoorsteen

kteden(tejidos

decoradospara

lasrepisas

delas

chimeneas),

cortinas,espejos,

relojesy

cucharas

deplata.

En

Artois,

loscazos

ycazuelas

hechasde

madera

oterracota

fueronsustituidos

porotros

decerám

icam

ásfina

ode

peltre.El

inventariode

losbienes

deE

dme

Retid

—granjero

deB

orgoña(y

padrede

Retif

dela

Bretonne)—

nosm

uestraque

en1764

poseía,entre

otrascosas,

docesillas,

dosgrandes

camas,

obje

tosde

platay

unreclinatorio.

EnN

oruegay

Sueciaes

fácilencontrar

cofresy

arconestallados

opintados,

copasy

platosdel

sigloxviii,

perodifícil

encontrarobjetos

desiglos

anterioresque

procedande

lascasas

campesinas.

Laspinturas

noruegascon

motivos

floralesy

loscuadros

suecosson

delsiglo

Xviii,

unm

omento

enel

quelos

fuegosabiertos

(elhum

osalía

através

deun

agujeroabierto

enel

techo)fueron

sustituidospor

lasestufas.

Losrelojes

depéndulo

también

aparecieronen

lasgranjas

duranteel

sigloxviii,

tantoen

Sueciacom

oen

Gales

.

Elin

cremen

to-en

lacantid

(yu

izáen

lacalidad)

delos

mue

debióm

ásjr

pptQ

n_y

estosupuso

nuevosniv

eid

econfort.

EnInglaterra

fuela

clasede

losricos

labradores(yeom

an)los

quese

beneficiaronde

lacom

ercializaciónde

laagricultura,

queinvirtieron

enconstruir

nuevascasas

yadquirir

«unfino

aderezode

peltre».E

nA

lsacia,los

vinicultoresestaban

encontrandonuevos

mercados

y

SobreInglaterra,

Harrison

(1577), citadopor

Hoskins;

cifr.B

arley(1961

y1967);

sobreA

lsacia,R

iff(1945),

págs.4

ysigs.

SobreFiresiand,

deV

ries(quien

señalaque

loscom

ienzosde

estosdesarrollos

sesitúan

enci

sigloxvii),

pág.415;

N.

Rétif

dela

Bretonne,

Lavte

deM

onPére,

editadopor

G.

Rouger,

París,1970,

págs.X

xX-X

XX

1;sobre

Noruega,

Anker,

cap.8;

sobreSuecia,

Svárdstróm(1949).

Cam

biosen

lacultura

popular347

construyendoy

amueblando

nuevascasas.

Elfinal

delas

gi

duranteel

reinadode

Luis

XIV

enFrancia,

ydurante

elde

Cai

enSuecia,

probablemente

supusoun

incremento

dela

prospgeneral.

En

Noruega,

laexpansión

dela

exportaciónde

mad

Inglaterraentre

otroslugares),

permitió

unam

ejoradel

niveld

enel

campo.

En

general,podem

osdecir

quela

aristocraciadel

2esinado—

honbr

como

elcitado

Edm

eR

euf—estaba

ah

ellosm

ism_Q

s5.—

Una

seunda

razónpara

latransform

aciónde

lacultura

mp

ued

eenn

çrarseen

quecrecía

elm

eJÇ4.Q

,la

especializaciónrçgional

enciertos

prto

iim

ás

acusadaque

antes.La

industriade

lacerárn

hizom

uyim

portanteen,

porejem

plo,Staffordshire

yN

eveidel

tejidoen

Leeuw

ardeden,H

aarlem,

Am

sterdam,

Dordre

otroslugares

delos

PaísesB

ajos,alcanzó

supunto

más

álgido1600

y1800;

lostejidos

estampados

conbarcos,

molinos

dey

tulipanes,soldados

yotros

motivos

fuerontan

popularesen

terray

Alem

aniacom

oen

suslugares

deorigen.

Dalarna

en5

seconvirtió

duranteel

sigloX

VIII

enun

grancentro

deprodt

dem

ueblespintados

quese

vendíanen

elm

ercadode

Mora.

Erse

registraron484

artesanosque

teníansu

trabajoen

eldistr

Gudbransdal

enN

oruega,una

zonafam

osa—

aligual

queD

alaen

muebles

pintados.El

artepopular

eram

ásfácil

deconsegu

encualquier

períodoanterior

6

Elincrem

entodel

mercado

supuso_unincrem

entode

lader

yp

nderld

pro

ceJeproducción

seestandarizó.

estosm

omentos

nose

trataba,com

ohabía

sidotradicional,

dtducir

objetossolicitados

porclientes

particularesA

lolarg

sigloX

VIII,

losdiseños

delos

tejidosholandeses

fueronsim

plidose

hastaconvertirse

enunos

pocostrazos,

yse

fueronmt

ciendom

ediossem

imecánicos,

como

elcaso

delas

plantillassólo

cuestiónde

unaodQ

generacionespara

qjp

_qk

jeto

sha

mano

dejaransu

lugara

productosestándar,

realizadosm

cc

SobreInglaterra,

Hoskins

(1963);sobre

Alsacia,

Riff

(1945);sobre

NK

oht(1926),

págs.205

ysigs.

6Sobre

losPaíses

Bajos,

Korf;

sobreSuecia,

E.H

eckscher,Arz

Economtc

ofSw

eden(trad.

inglesa),C

ambridge,

Mss.,

1954,pags.

189y

sigs.;sobre

NK

loster.

.eoeoeooo.eeeeaeeeaeeee

rasIIiad(aidaenan

rialda

ucseLa

[treto,;laDia,ión782dea—iue

da

sdero-delán..

ue

-losca

ega,

toryega,

4

e.eoooooeeoeo.oooooo.eooeo.e

348La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular349

mi

yprd

ucid

os_

enm

asa.El

crecimiento

delm

ercadotam

biénvantam

ientode

pesas,doblar

barrasde

hierroo

medir

susfuerzas

eronó

lacultura

material

local.E

nla

zonarural

cercanaa

Edim

-con

uncaballo.

JackB

roughtonabrió

susalón

deboxeo

enO

xford

bur,

afinales

delsiglo

Xviii

losgranjeros

más

prósperos,o

gude-

Streetdurante

elaño

1743,cobrando

laentrada

einform

andocon

me;

compraban

cerámica

deW

edgwood

yvestidos

deM

anchester,anterioridad

cuándotendrían

lugarlos

combates.

Lascarreras

de

sinencionar

losatizadores

ylas

cortinasde

algodónestam

pado.caballos

yaeran

anunciadasen

losperiódicos

durantela

décadade

Est

eranlos

primeros

signosdel

poderdestructivo

dela

revolución1720,

ypor

1800—

segúnseñala

J.H

.Plum

b—la

«hípicaera

una

cor-cial,

peroel

procesoque

estabadestruyendo

lacultura

popularindustria

compleja,

quedaba

trabajoa

miles

depersonas,

yun

nego

trajonal

sólohabía

conseguidohacer

posiblesalgunos

desus

ob-cio

queproducía

cientosde

miles

delibras».

Elcaso

más

claroen

jetis

finales.

esteproceso

decom

ercializaciónde

lacultura

populares

eldel

circo,

ientrastancu4aE

uropadeLestç

permanecía

ajenaa

muchas

deque

procedíade

finalesdel

sigloX

VIII;

PhilipA

stleyfundó

elsuyo

esttendencias.

En

numerosas

enW

estminster

Bridge

durante1770.

Loselem

entosclaves

delcirco,

me

osa

laserviduiibe

deeF

igloxvi,

conlo

quencdie

nactuaciones

depayasos

yacróbatas

porejem

plo,son

—com

ohem

os

disaiE

delos

beneficiosque

resultabande

losaltos

preciosde

iosvisto—

representacionestradicionales;

lonuevo

erael

gradode

or

ahE

loB

lcanesliV

tñd

ganización,el

usode

edificiospara

lasrepresentaciones

envez

de

colna

únicahabitación

ysin

lar,por

loque

eltem

ade

ladecora-

lascalles

olas

plazasy

elpapel

jugadopor

elem

presario.C

omo

en

ciésiquiera

seplanteaba

y,

engeneral,

lasfam

iliasposeían

pocosotros

sectoresde

laeconom

íadel

sigloX

VIII,

lasgrandes

empresas

obs

materiales.

En

fechastan

tardíascom

o1830,

unacasa

ruralestaban

marginando

alas

pequeñas‘.

serc

teníacom

otérm

inom

edioquince

objetosde

supropiedad

Podríamos

esperarque

losingleses

fuesenlos

primeros

enesta

—uando

muebles

yutensilios—

,es

decirunos

diezpor

cabeza8

revoluciónindustrial

enlos

espectáculos,pero

hayalgunos

paraJe-

1 crecimiento

delm

ercado, osu

ensanchamiento

geográfico,tam

-lism

oscontinentales.

Al

tiempo

queestaba

surgiendoel

boxeopro-

buiafectó

alas

representaciones.Si

ladecadencia

delas

feriassu-

fesionalen

Inglaterra,en

España

sucedíalo

mism

ocon

lascorridas

puun

handicappara

losactores

itinerantes,el

crecimiento

delas

detoros.

SiD

anielM

endozaera

unhéroe

popularen

Inglaterra,lo

ci.des

lesofreció

nuevasoportunidades.

No

obstante,en

quém

e-m

ismo

podríamos

decirde

PedroR

omero,

PepeH

iltoo

Costillares,

dicam

bióla

diversiónpopular

urbanaentre

1500y

1800sigue

elgran

rivalde

Rom

ero.Por

ladécada

de1780

sedecía

quetodo

sio

unapregunta

difícilde

responder.R

ecientemente

seha

dichoM

adridestaba

divididoen

dosfaccjones,

lade

loscosttttarttas

yla

qt.m

laInglaterra

delsiglo

Xviii

seprodujo

una«com

ercializaciónde

losrom

ertstas.D

uranteel

siglo_xvWhizo

suaparición

unnuevo

dcio»

enun

doblesentido:

loshom

bresde

negociovieron

estasEs

fácilsuponer,

aunque

acidades

como

unabuena

inversión,y

laoferta

deactividades

carecemos

dela

suficienteinform

aciónpara

asegurarlo,que

lasfies

reiente

creció.Es

difícilsaber

sien

elL

ondresdel

sigloX

VIII

setas

popularesen

[taliafueron

haciéndosecada

vezm

áscom

erciales

ceraron,

porejem

plo,m

ásespectáculos

dem

arionetasque

enlos

entre1500

y1800.

Cuando

Montaigne

visitóL

oretoen

1581,en

sis

anteriores,y

elloporque

todoslos

quese

organizaninform

al-contró

queesta

pequeñavilla

(yun

grancentro

deperegrinación)

m:e

nodejan

trasde

sí pruebasdocum

entales.Sin

embargo,

cierta-estaba

llenade

tiendas«ricam

entesurtidas»

decirios,

rosariose

imá

mte

hubonuevas

diversiones,organizadas

más

formalm

entey

congenes

sagradas,com

opuedan

estarlohoy

díaL

ourdeso

Asís.

Aun-

Ui

som

ayorde

cartelespara

explicaral

públicolo

queiban

aver,

queM

ontaignedesaprobaba

elcarnaval

romano,

locierto

esque

Tm

asT

ophamel

forzudo,dio

»exhibiciones»de

supoder

enL

on-tanto

élcom

ootros

muchos

extranjerosseguían

asistiendoa

suce-

U:y

otroslugares

enlas

décadasde

1730y

1740,incluyendo

le-lebración;

dehecho,

inclusopodríam

osaducir

quelos

carnavalesde

Rom

ao

Venecia

durantelos

siglosX

VII

yX

VIII

estaban

destin

ados

Sobrelos

PaisesB

aios,K

orf;sobre

Lothian,

G.

Roberrson,

Rural

coltcctzons,

Ire,

1829,págs.

102y

sigs.‘

Plum

b(1973);

1’.E

an

Boxiana,

Londres,

1812,págs.

48y

sigs.(sobre

Bro

ugh

tofl).

350La

culturapopular

enla

Europa

moderna

1C

ambios

enla

culturapopular

51

tantoa

lapoblación

local,com

oa

losvisitantes,

yafuesen

peregrinoso

turistas.E

stasfiestas

contribuíanen

granm

edidaa

laeconom

íade

ambas

ciudades,y

uncontem

poráneollegó

aestim

arque

unas30.00o

personashabían

visitadoV

eneciapara

asistiral

carnavalde

168710

En

pocapa1abras,se..estahaptq4uciendo

uncam

biogradual

enel

espectaculom

asespontaneas

yp

articipati,

estabansiendo

sustituidaspor

otrasm

ejororganizadas

ypóF

óF

tespúblicos

comercializados.;

uncam

bioque,

desdeluego,

llegóm

u¿hom

áslejos

despuésde

1800.E

nlas

grandesciudades,

esteproceso

decam

biosocial

parece

enlas

zonasm

ásm

arginales,este

pcibecimiento

cultural.A

finalesdel

sigloX

VIII,

elC

omité

dela

Sociedadde

lasH

ighlandsinvestigó

lapoesía

popularcon

elfin

deresolver

elcontencioso

sobrela

autenticidadde

lapoesía

deO

ssiam(supra,

pág.49).

Loque

descubrieronfue

quela

poesíapopular

tradicionalestaba

desapareciendo,com

oconsecuencia

del«cam

biode

lasm

anerasen

lasH

ighlands,donde

loshábitos

dela

industriaestán

reemplazando

elespectáculo

deescuchar

lanarrativa

legendariao

lasbaladas

heroicas».N

oestá

clarosi

losm

iembros

delC

omité

aceptabano

rechazabaneste

cambio,

perouno

desus

informantes

llegabaa

unaconclusión

más

franca.H

ughM

cDonald,

unfabricante

detachuelas

enla

islade

Uist,

resumía

esteproceso

decom

ercialización

y«el

cambio

delas

maneras»

deeste

modo:

Desde

queel

amor

aldinero

seha

instaladoentre

nosotros,las

noblesvir

tudeshan

sidoarruinadas

yarrinconadas;

ydesde

entonces,el

engañoy

lahipocresía

hantraído

anuestra

tierrauna

vidam

ercenariay

esclava,y

lam

ássórdida

avaricia

40.000ediciones,

esdecir,

unosveinte

millones

decopias,

e;m

omento

enque

lapoblación

europease

acercabaa

losocf

millones.

Laproducción

delibros

continuócreciendo

desdehasta

1800.E

nla

Franciadel

sigloX

VI,

porejem

plo,el

puntoxim

ose

situóm

áso

menos

enlas

1.000ediciones

(unm

illóejem

plares)al

año;en

elsiglo

xvii,la

producciónsuperó

lacanl

anterior,y

enel

sigloX

VIII

seprodujo

unim

portantecrecim

ihasta

alcanzarlos

4.000títulos

alaño

12

¿Qué

cambios

provocóen

losartesanos

ylos

campesinos

auténticariada

delibros

impresos?

¿Podríanleerlos?

No

escalcular

losporcentajes

dealfabetización

antesde

llegara

las(

tivamente)

fiablesencuestas

realizadaspor

losdistintos

gobiernm

ediadosdel

sigloX

IX,

aparteclaro

estáde

paísescom

oSuec

Finlandia,donde

laIglesia

hacíainvestigaciones

muy

cuidadosconservaba

unosregistros

muy

completos

‘.

Pararesolver

estasrencias,

loshistoriadores

hanrecurrido

acalcular

laproporciói

firmas

ycruces

enlos

testamentos,

registrosm

atrimoniales

otratos,

yotros

documentos

oficiales,com

oel

pagode

impuesta

eljuramento

delealtad

enel

Parlamento

inglésde

1642.La

habil.para

firmar

conel

nombre

nodeber

serconfundida

conla

capac:para

leerde

forma

fluida,pero

hayevidencias

quem

uestranam

basse

correspondeny

que«el

nivelde

firmas

sigueuna

1paralela

ala

dela

capacidadde

leer>)i3

Usando

estasevidencias,

loshistoriadores

hanconcluido

queim

portantem

inoríadel

pueblocom

únde

laE

uropam

odernacapaz

deleer;

quela

cantidadera

mayor

en1200

queen

1500;los

artesanosgeneralm

entepodían

hacerloen

mayor

proporciónlos

campesinos,

loshom

bresque

lasm

ujeres,los

protestanteslos

católicos,y

loshabitantes

dela

Europa

occidentalm

ásque

dela

oriental.Para

todasestas

afirmaciones

existenevidencias

¡

2H

.J.

Martin

enJ.

Cain

etal.,

Lelitre

français,París,

1972,esp.

págs.sigs.,

59;sobre

laim

prentay

elpueblo,

Davis

(1975),cap.

7.D

uranteel

hüsforhor,las

personaseran

examinadas

paravalorar

suscapacic

delectura,

yse

lesdaba

unade

estastres

señales:lee

<bien,

<reguIary

‘cnadadel

A.]

>El

examen

clásicosobre

laalfabetización

enE

uropaes

elde

Cipolla.

Enti

contribucionesm

ásim

portantesse

encuentranlas

deFurct-Sachs,

Johannssony

1973),L

ockridge,N

euburg,Schofield

(1973),V

ovelle(1975).

Lacita

procedL

ockridge,pág.

7;cifr.

Schofield(1973)

yFuret-Sachs,

págs.715

ysigs.;

contrcon

lospuntos

devista

deN

euburg,pág.

96.

intaDOaieLota:ilaoy1.—leoddaaaeeesy1.LS9e

Losusos

dela

educación

Todavía

nohem

osm

encionadoelçjem

plo_más

evidentede

estaco

rcia

lizó

nde

lacultura

po

pu

lr:el

libroim

preso.En

1500,solo

habiaim

prentasen

unosdoscientos

centros,que

producianunas

IDJ

M.

Cossío,

Lostoros,

1,M

adrid,1945,

págs.584

ysigs.;

Montaigne,Joum

al,París,

ed.de

1955,pág.

141;sobre

Venecia,

M.

Misson,

Noavelte

voyaged’ltalie,

LaH

aya,1691,

págs.193

ysigs.

Mackenzie

(cap.1,

n.39),

pág.10;

¿bid,,apéndice,

pág.47.

352La

culturapopular

enla

Europa

moderna

unquefragm

entarias.E

ncuanto

ala

estructurade

laalfabe

n,se

hadescubierto

queen

Narbona

ysu

condadoa

finales

loX

VI,

un65

por100

delos

artesanospodían

leer,frente

a

porciento

delos

campesinos

yque

enla

Franciade

finales

loX

VII,

el14

porciento

delas

noviaspodían

firmar

elregistro

onial,m

uypor

debajodel

porcentajealcanzado

porlos

no

iproximadam

enteun

29por

ciento).L

osescandinavos,

los

¡esesy

losingleses

—todos

losprotestantes

dela

Europa

oc

al—,

teníanlos

mejores

índicesde

alfabetizaciónde

laE

uropa

na.E

nla

Rusia

de1850

habíaun

10por

cientode

losadultos

bíanleer,

enE

spañae

Italiaun

25,cifras

muy

bajascom

pa

conel

70por

cientode

Inglaterra,el

80por

cientode

Escocia

Dpor

cientode

Suecia14•

nid

pen

ciaenta-

loscambiosqi.iç

produjeronen

losdis

men

.irante

lap

irnçrin

itddel

períodi50

enlos

nivelesde

ciónen,

porejem

plo,partes

deItalia

oInglaterra.

En

Venecia,

imadam

enteen

1450,un

61por

cientode

lostestigos

judiciales

firmar

consu

nombre,

aunquela

proporciónse

incrementó

al

rciento

en1650.

En

1570el

20por

cientode

lostestigos

esque

pasabanpor

eltribunal

consistorialde

Durham

podían

escribir(aunque

menos

del20

porciento

entreios

artesanos

elO

porciento

loscam

pesinos);en

1630la

cantidadse

había

loal

47por

ciento.E

notras

partesde

Europa,

fueen

lase

im

itaddel

período—

desde1650

a1800—

cuandose

pro

du

losincrem

entosm

ásim

portantes.E

nFrancia,

elporcentaje

dealfabetización

subióentre

loshom

bresdel

29por

ciento

)60,al

47por

cientoen

1970;en

Inglaterrapasó

del30

por

jen

1642,al

60por

cientoen

lasegunda

mitad

delsiglo

XV

III.

studiossobre

regionesm

áslim

itadas,a

vecesnos

cuentanuna

riam

ássorprendente.

EnA

msterdam

,la

tasade

alfabetizados

loshom

bresera

deI57

porciento

en1630,

perose

elevóhasta

porciento

en1780.

En

Marsella,

eradel

50por

cientoentre

y1730,

pasandoal

69por

cientoen

1790.E

nN

ormandía,

ódel

10al

80por

cientodurante

elsiglo

XV

III.E

nzonas

de

ja,donde

lasevidencias

sonm

áscom

pletasy

directas,el

incre

:0que

seprodujo

esel

más

destacablede

todos.En

laparroquia

SobreN

arbona,Le

Roy

Ladurie

(1966),pág.

333;sobre

Francia,fleu

r-VaI’

m; las

cifrasde

1850en

Cipolla,

cuadro24.

Cam

biosen

lacultura

popular353

deM

oklinta,por

ejemplo,

en1614

podíanleer

el21

porciento

delos

hombres

ylas

mujeres,

peroentre

1685a

1694este

porcentajeera

yadel

89por

ciento;en

laparroquia

deSkelleftea,

en1724

sabíanleer

el43

porciento

detodos

aquellosque

habíannacido

en1644

oantes,

aunquela

tasaera

del98

porciento

entrelos

nacidosen

17050

después1

5

Este

estofue

partedel

movim

ientodçjEfQ

rma

dela

culturapopular

dF

iF

apj4

nte

ñrL

s...cefo

rmad

res

dem

entalidadscu

larm

ostraronuna

ciertaam

bivalenciasobre

laeducación

delpueblo.

Com

ohem

osoral

tradicional,

peroal

mism

otiem

potem

íanque

laeducación

hicieseque

elpobre

estuviesedescontento

consu

lugaren

lavida,

oque

loscam

pesinosabandonasen

lastierras.

Algunos,

como

Voltaire,

pensabanque

ala

mayoría

delos

niñosno

seles

deberíaenseñar

aleer

yescribir;

otros,com

oJovellanos,

señalabanque

loscam

pesinosde

bíanaprender

simplem

entelas

tresreglas

básicas.

Losq

rndín4el—clerotenía&

una.m

ayorfe

enlaalfab

etiib

nJa

_que—

ían_com

oun_paso

ináp

elcam

inode

lasalva

ción.E

nE

scocia,por

ejemplo,

Johncada

parroquia(aunque

estofue

mucho

antesde

queeste

deseose

convirtieseen

realidad,incluso

enlas

tierrasbajas).

EnInglaterra

(segúnha

argüidoL

awrence

Stone),se

produjouna

«revolucióned

ucativa»

entre1560

y1640,

estimulada

porlos

piadososal

crearnu

merosas

escuelas,y

afinales

delsiglo

XV

IIIse

produjoun

incremento

dela

alfabetización,en

partedebido

alas

escuelasdom

inicales.fue

graciasa

lospuritanos

quese

establecieronescuelas

entodos

losm

ercadosde

lasciudades

galesas,una

acciónllevada

acabo

bajoel

«Decreto

parala

Propagacióndel

Evangelio»;

ygracias

alos

anti

conformistas

las«escuelas

circulantes»llevaron

laalfabetización

alas

zonasrurales

duranteel

sigloX

VIII.

EnSuecia,

laIglesia

dirigióla

campaña

queconsiguió

quela

granm

ayoríade

lapoblación

supiesen

SobreV

eneciaC

ipolla,págs.

58y

sigs.;sobre

Durham

,M

.Jam

es,fam

zty

Lineage

andC

ivttSoctety,

Oxford,

1975,págs.

1C5

ysigs.;

sobreFrancia,

fleury

Valm

ary;sobre

Inglaterra,Stone

(1969)y

Schofield(1973);

sobreA

msterdam

,H

art;

sobreM

arsella,V

ovelle(1973),

págs.378

ysigs.,

ysobre

Suecia,Johansson

(1969y

1973).6G

.de

Jovellanos,O

brasescogidas,

Madrid,

1955,1,

pág.71.

cisatizadelun.

delm

atvioboLcidem

oqueradye

tintyJ

edap

rpoc98segleeyeelegujerm

eencieliienel17crSI.m

4oo..e...eaoaaaa1eea

354La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular355

leery

escribirya

en1700.

En

Francia,los

piadosos(la

Com

pagniedu

SaintSacrem

ent,Jean-B

aptistede

laSalle

ylos

FréresC

hrétiens)ayudaron

alcrecim

ientode

lasfacilidades

educacionales,un

hechoclaram

enteperceptible

desdefinales

delsiglo

xv

iien

adelante17

Sinem

bargo,no

debemos

asumir

quelas

consecuenciasde

laalfabetización

fueronlas

quequerían

odeseaban

lospiadosos.

¿Qué

leíanlos

artesanosy

loscam

pesinosdurante

elperíodo

moderno?

¿Tenían

plenoacceso

alos

libros?H

ayal

menos

relacionadoscon

estaparentern

sncilla_pa1abra.oacceso-»-,_q-uedeben

sertom

adosen

consideración.E

1pero

_se

refiereal

accesofísico:

¿podíanlos

artesanosy

loscam

pesinosponerse

encontacto

conlos

libros?N

ohabía

problemas

seriosp

isiiy

ían

_en

Jas

ciudades,quienes

podíanencontrar

librosa

laventa

enlos

alrededoresde

lacatedral

deSaint

Paulen

Londres,

enel

Pont-N

eufen

París,en

laPuerta

delSol

enM

adridy

enotros

muchos

lugares,donde

ioslibros

eranvendidos

enlas

callesdonde

permanecían

atadoscon

cordel(de

ahíque

enE

spañase

llame

literaturade

cordeta

estoslibros

populares).Para

elresto

dejQ

kja

ció

iue

mayoritariam

entevivía

enel

camp2,

existíaun

problema

ddistrib

ució

np

iéste

noera

insoluble.is

yotros

materiales

imresos,

como

pliegossueltos,

podíanser

adquiridos

enlas

feriaso

com

plo

sa

vendedoresam

uantes.

Unil

escribíaen

1611que

esterevendedor

era«un

modest

buhonero,quien

llevabaun

granfardo

ocesto

(lam

ayoríade

lasveces

abiertoy

colgadodel

cuellopor

delante)lleno

dealm

anaques,relaciones

denoticias

yotras

mercancías

barataspara

vender».

Esdebido

aesta

bolsacolgada

delcuello

quelos

francesesllam

ancolporteurs

aestos

revendedores.E

staspersonas

seaprovisionaban

ellosm

ismos

conm

aterialprocedente

delos

librerosde

lasciudades,

paraluego

hacersu

rutade

puebloen

pueblo.Se

conocem

uypoco

acercade

elloscon

anterioridada

comienzos

delsiglo

XIX

;sin

embargo,

porestas

fechaslos

pueblosfranceses

eranservidos

porcotporteurs,

quienesprocedían

ensu

mayor

partede

Haut

Com

minges

enlos

Pirineos,trabajan

enpequeños

equiposy

seespecializaban

enla

distribuciónveraniega

oinvernal

19Por

razonesevidentes,

loslibros

quelleva

Stone(1964);

Hill

(1974);T

.P

arry,A

History

ofW

elshL

iterature,O

xford,1955,

págs.257

ysigs.;

Johansson(1969

y1973);

Poutet,y

Laget.

R.

Cotgrave,

AD

ictionaryofthefrench

andE

nghshlongues,

Londres,

1611,artículo

«Bissouart».

‘Sobre

losvendedores

ambulantes,

Neuburg,

cap.5;

Schenda(1970),

cap. 4;J.J.

banen

sussacos

eranm

uypequeños

—libretos

más

queIi

elsentido

actualdel

término—

,y

am

enudocon

pocaspági

24e

inclusoocho.

Estos

libretosya

eraneditados

enE

spañaa

comienzos

delsiglo

XV

Iy

podíanser

encontradosen

laparte

deE

uropaen

elx

viii

2O

Elsegundo

problema

esel

esoeconómico.

¿Pocartesanos

ylos

campesinos

comprar

materiales

impresos?

épocaen

laq1

eel

cQst,

delppj

interveníaen

elçjo

im

ayorm

edidaque

enla

actualidad,los

librospequeños

eran1

Enia

Franciade

lossiglos

XV

IIy

XV

III,estos

librosse

imprir

papelde

bajacalidad,

seenvolvían

conpapel

azuldel

misn

queel

utilizadopara

empaquetar

elpan

deazúcar

(yde

ahíc

brede

«Bibliothéque

Bleue»)

ylos

vendíanpor

unoo

docuando

elsalario

medio

deun

trabajadorera

dequince

ovein

ala

semana

yla

librade

pancostaba

dossous.

En

1700,lo

naquescostaban

tressous.

En

Suecia,los

libretosllegaron

anocidos

como

skiltingtiyck,«literatura

delchelín»,

porquea

delsiglo

XV

IIIcada

unode

elloscostaba

unskitting,

lam

onepequeña

delpaís.

En

laInglaterra

delsiglo

XV

II,los

almanaqu

taban

dospeniques

ylos

pliegossueltos

uno;el

librode

24p

queen

elsiglo

XV

IIIalcanzó

unadistribución

regular,tam

bitaba

unpenique.

Con

estosdatos

pareceposible

decirque

lfdem

osde

baladasy

loslibretos

estabandentro

delas

posibieconóm

icasde

algunosartesanos

ycam

pesinos,y

porel

testide

losinventarios

sabemos

queen

Lyon

yen

Grenoble

dursiglo

Xv

iii,unos

pocosartesanos

poseíanuna

considerablec

delibros

21

Un

último

problema

esel

delacceso

lingüístico:¿esta

sencillezp;

pudiesenentenderlos

hombres

ym

ujerescon

unaform

aciá

Darm

on,Le

cotportagede

libratrieen

Francesoas

tesecond

ernpire,París,

l

30y

sigs.20

SobreInglaterra,J.

Ashton;

sobreFrancia,

Bollém

e(1969

y1971)

y(1964);

sobrelos

PaísesB

ajosdel

Norte,

Schotel(1873-74);

sobrelos

PaísesSur,

Van

Heurck;

sobreD

inamarca,Jacobsen,

13;sobre

España,

Caro

Bato

ysobre

Rusia,

Ovsyannikov

(1968).21

Sobrelos

preciosfranceses,

Mandrou

(1964),pág.

1$;sobre

losprecios

J.A

shton,pág.viti;

unskitting

suecoera

unacuadragesim

octavaparte

deun

verH

eckscher(n.

6),pág.

19$.Sobre

Lyon,

Garden

(cap.2,

n.36),

págs.45

ysobre

Grenoble,

Solé.

)Sen

;,32,

Italiaayor

losuna

alen

atos..n

entipo

Lom

;ou

s,

sou

s

Ima

cojalesm

ásco

snas,

cos

cua

ades)nio:e

ciidadlasque

muy

págs.

ndrouos

del1969),

;leses,

daler,sigs.,

356La

culturapopular

enla

Europa

moderna

?T

odoaquel

quehoy

díalea

estasobras,

encontraráque

su

esgeneralm

entesim

ple,el

vocabulariorelativam

enteescaso

construccionesgram

aticalesnada

sofisticadas.N

_pçce—qi.te

ttenningún

eE

ndificiltad

Lp

ob

lernas1

mg

uistlco

sm

asim

portan

oducen

en]s

rejiones—m

as--alej

Snde

laliteratura

p2pular(generalm

entezonas

conm

uybajo

dealfabetización),

como

elblidqueB

iéii&pudo

habersignificado

muy

pocoen

laB

aja

iao

enel

Languedoc,

dondeel

francésera

todavíaun

idioma

sumiendo,

laobra

impresa

eraaccesible

aun

buennúm

erode

artincluso

aunquen

op

od

TiY

deisi

este«buen

número»

essuperior

oinferior

al50

porcia

,

or

no[e

baladasy

libretospopulares

quecircularon

enla

época.Se

haidido

calcularque

elnúm

erode

periódicosingleses

decom

ien

zoel

sigloX

VII

(igualde

frágiles,pero

numerados)

queha

sobre-

vi;D

, esde

solamente

el0

,01

3por

Ciento

22

Elhecho

deque

miles

de.adernos

debaladas

ylibretos

popularespublicados

entre1500

y

18hayan

llegadohasta

nosotros,debería

permitirnos

asumir

laim

PCncia

deeste

material

ydedicarnos

aestudiar

cuálfue

susignifi

ca.En

otraspalabras,

¿quéim

pactotuvieron

sobrela

culturapopu

laiC

uálesfueron

lasconsecuencias

deuna

crecientealfabetización.

.1paralelism

oentre

loscuadernos

debaladas

olos

libretospo-

pies

yla

«culturade

losm

ediosde

comunicación»

delm

undo

ccm

poráneo,es

unhecho

sorprendentepara

unlector

actual.E

ste

n(rá

elcreciente

procesode

estandarizacióndel

formato,

serásen

sia

laastucia

aplicadapara

atraera

loscom

pradores,com

opor

ejpto

tostítulos

sensacionaleso

lapretensión

(muchas

vecesfalsa)

Uue

lonarrado

es«com

pleto»,‘<fiel»,

«verdadero»o

«nuevo».El

ode

quem

uchasejecuciones

ovisitas

realesapareciesen

impre

santes

decclebrarse,

pareceuna

reminiscencia

denuestro

«falso

itecimicnto».

Adem

ás,som

osconscientes

dela

presenciadel

em

pario

(lafam

iliaB

indonien

laV

eneciadel

sigloX

VI,

laO

udoten

l‘royes

delxvii,

laD

iceyen

elL

ondresdel

xviii),que

estaba

c¡irtiendo

laliteratura

popularen

unnegocio

23

Sinem

bargo,

DahI

(1946),pág.

23.feht;

Shaaber;sobre

el.‘Íalso

aco

nte

cim

ien

to-,

D.

Boorstin,

Ihe

Irnage,N

ue

todavíano

esfácil

decircóm

oinfluyeron

estoscam

biosen

losac

toresy

susaudiencias.

Parael

cantanteo

elnarrador

profesional,la

hojaim

p_l

repertorioola

obtenciónde

unin

gr.u

pjç

enta

rio.

Ya

en1483,

«Bernardino

elcharlatán»

compró

aun

impresor

florentinoveinti

cincocopias

deun

mism

opoem

a,L

asala

deM

atagtgi,seguram

entecon

laintención

devenderlo

despuésde

suactuación

Sinem

bargo,

alargo

plazoel

libroera

ala

vezun

peligrosocom

petidory

unaliado

traicionero.El

librofue

unpeligroso

competidor,

porqueel

díatodos

losincentivos

paraerm

aneceren

laplaza

escuchandoa

un

can

tan

teitin

era

nte

._L

xpsi&

n_deJa

alb

eic

icain

conla

decadenciade

laépica

enla

Euro

.pccideptal,m

ientrasque

éso

nv

ivió

conel

analfabetismo

enSicilia,

Bosnia_o

Rusia(P

éi-adem

ás,el

librofue

unaliado

traicionero,p

qjo

s_te

xto

sim

presofE

ban

ala

naturalezadeic

,Iavoecíe

nd9j_

igpti-

cin

—opuesta

ata

recreación—del

cuen

too

lacanción.

Seha

sugerido

quela

alfabetizaciónatrotia

lacapacidad

paraim

provisar,al

tiempo

queelim

inaalgunos

delos

incentivosque

lafavorecen.

Esta

tesises

bastantedifícil

decom

probarpara

lostiem

posm

ejordocu

mentados,

eim

posiblepara

laépoca

moderna;

perosi

fuesecierta,

nosdaría

otraposibilidad

deexplicar

laaparente

importancia

delos

cantantesde

baladasciegos,

sugiriendoque

suinm

unidada

laletra

impresa

lesperm

itíaconservar

suspoderes

creativos.Es

muy

pro

bable,entonces,

queel

textoim

presofavoreciese

unadivisión

detrabajo

entreel

actor,quien

cantabalo

quele

ofrecíanlos

editores,y

elautor

denuevas

cancionese

historias.Este,

quiennunca

veíaal

públicoy

queno

teníaque

representarlo

quehabía

compuesto,

seernancipó

dela

tradiciónoral

yde

laspresiones

delpúblico,

pudiendo

inventar—

oplagiar—

todolo

queeligiese.

Peroesta

nuevali

bertadfue

—excepto

paralos

autoresde

mayor

talento—un

regalopeligroso;

lam

ayoríade

nosotrosnecesitam

osel

soportede

unatradición.

De

hecho,no

essorprendente

comprobar

quetas

nuevasbaladas

casinunca

igualarona

suspredecesoras

tradicionales25

vaY

ork,1962,

caps.1-2

(unejem

ploisabelino

enShaaber,

pag.294).

Sobrela

bmi]ia

Oudot,

Mandrou

(1964),y

sobrela

tamilia

Dtcev,

Shepard(1973),

págs.28

ysigs.

E.X

cii(cd.),

Itdiario

deltastarn

perza

dR

ipoti,Florencia,

1903,págs.

97,114.

25Sobre

elatrotiarniento

dela

imp

ro

isaciá

n,

Lord,

cap.6.

bás:lenIy

Lp retantes

nivLaB

riext

Cam

biosen

lacultura

popular357

.....

_____

__

__

__

__

.

__

__

__

__

__

__

__

__

...o.......O

_____

1ocOa

358La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular359

¿Qué

decirdel

crecientenúm

erode

lectores?¿R

evolucionaron

loslibros

susactitudes

yvalores?

Gracias

ala

expansiónde

laalfa

betizaciónpor

elT

ercerM

undoen

losúltim

osaños,

estetem

aes

degran

actualidady

am

enudola

respuestadada

porlos

sociólogoses

positiva.E

nN

igeria,durante

ladécada

de1950,

huboun

granincrem

entode

lospanfletos

popularesescritos

eninglés,

unaespecie

deB

ibliothéqueB

leuenegra

(conla

ciudadde

Onitsha

como

suT

royes),preocupada

porconvertir

asus

lectoresa

unosnuevos

va

lores:el

trabajoduro,

lafrugalidad,

eléxito,

lasofisticación

yel

progreso.E

nun

estudiosobre

elO

rienteM

edio(basado

enentre

vistas),un

sociólogoam

ericanoargüía

queel

textoim

preso(junto

conotros

medios

decom

unicacióny

otroscam

biossociales

subyacentes,

especialmente

el procesode

urbanización),producía

unanue

vaclase

depersonalidad,

la«personalidad

móvil»

como

élm

ismo

ladenom

ina.E

stenuevo

tipode

hombre

ode

mujer

secaracteriza

poruna

altacapacidad

deabsorción

(resultantede

lavariedad

desus

experiencias),y

unagran

predisposicióna

aceptarel

cambio,

mo-

versede

unlugar

aotro

oexpresar

suspropias

opinionesacerca

dela

sociedad;en

unapalabra,

modernidad

26

En

laE

uropam

odernaestos

cambios

noson

tanespectaculares,

quizáporque

elproceso

deurbanización

noera

tanrápido

como

elque

vivenen

laactualidad

Nigeria

uO

rienteM

edio,y

porqueel

mundo

alque

dabaacceso

laalfabetización

noincluía

socied.desindustriales

alas

quetom

arcom

om

odelo.N

osotrosno

podemos

entrevistara

losm

uertoso

medir

sucapacidad

deem

patía,pero

sianalizam

oslas

actitudesque

teníanhacia

losturcos,

losjudíos

olas

brujas,habrem

osde

concluirque

noera

muy

grande(supra,

págs.274-275).

En

uningenioso

intentode

ponera

pruebala

tesisde

lam

odernización,un

historiadorha

comparado

loslegados

testamen

tariosde

personasanalfabetas

ycultas

enla

Nueva

Inglaterradel

sigloX

VIII.

De

todoello

encontróque

ambos

gruposdedicaban

lam

isma

proporciónde

susbienes

ala

caridad,que

losherederos

eranm

iembros

desus

familias

ode

suspueblos

yno

personasproceden

tesde

otrosám

bitos,y

quela

Iglesiay

lospobres

seveían

más

beneficiadosque

lasescuelas.

En

resumen,

lasactitudes

delos

más

26Sobre

Nigeria,

E.O

biechnina,A

nA

fricanPopular

Ltterature,

ed.revisada,

Cam

bridge,1973;

sobreel

Oriente

Medio,

D.

Lerner,

ThePas5ing

ofT

raditionalSociety,

Glencoe,

1958.

cultoseran

tradicionales27

Elcontenido

delm

aterialpopi

Mhos

delos

temas

quefueron

im2resos,

habíanform

adop

repertoriode

losactores

baladasy

dserm

p_fingidosy

dramas

sacramentales.

Ante

estasituacio

deberíamos

invocarla

fuerzadel

iriFE

,pero

lacontinuida

serdebida

alos

usosdel

material

impreso,

dedicadono

tarlectura

privada—

unalectura

silenciosa—com

oa

unalectura

envoz

alta,dirigida

aaquellos

vecinoso

familiares

conm

erm

ación.U

nhistoriador

quelea

distintasseries

delibretos

pu

entre1500

y1800,

sesentirá

impresionado

porla

importanc

tradición;verá

losm

ismos

géneros,los

mism

ostextos.

Losnarios

quearrestaban

aalgunos

revendedoresy

podíanco

lam

ercancíaque

llevaban,tam

biénllegaron

ala

mism

acorn

En

unafecha

tantardía

como

1812,a

unode

estosvendedo

bulantesen

Alem

aniase

leencontraron

treintay

seislibro

ellosuno

sobrela

interpretaciónde

lossueños,

lavida

deG

ede

Brabante,

elrom

ancede

loscuatro

hijosde

Aym

ony

lade

Tui

Eulenspiegel.

Otro

vendedor,ahora

francés,arrestado

etenía

veinticincolibros

entrelos

quese

incluíanun

libroso

sueños,Los

cuatrohijos

deA

ymon,

Pzerrede

Provencey

Elg

botas28•

Losalm

anaques,unos

delos

librosm

áspopulares

ríodo,cam

biabanm

uypoco

deaño

enaño,

eincluso

des

siglo,ofreciendo

losm

ismos

consejosastrológicos,

médicos,

laso

similar

instrucciónreligiosa

29

Uno

empieza

apreguni

ellibro

impreso

nosólo

preservabala

culturapopular,

sirincluso

laextendía

aotros

lugaresen

vezde

destruirla.¿C

baladashabrían

seguidoexistiendo

paraque

losrecopiladore

tomasen

dela

«tradiciónoral»

enel

sigloxix,

sino

hubiesesi

laexistencia

deestos

cuadernoso

libretos?30

Una

visiónm

ásprofunda

sobreel

tema,

nosólo

nodestru

primera

impresión,

sinoque

encierto

modo

lacalifica

todavíLos

viejQfem

as_no_d.es.parecieron

entre

15Q

jj0,y

o

27L

ockridge,esp.

págs.33

ysigs.

Lacritica

realizadapor

Margaret

contraestos

argumentos

permanece

inédita.28

Schenda(1970),

págs.250,

253.29

Boflém

e(1969),

Bosanquet

(1917y

1930)y

Svensson(1967).

30Shepard

(1973),pág.

45.

tural.:e

del

)gos,uizáuedea

lablicafo

radosde

laicioob

arSión.am

-

ntrevevaestas825,

losconp

e3

eníco;e

siquentasre-

por

estanás.m

ás

ford

La

culturapopular

enla

Europa

moderna

onotros

nuevoS.L

oscam

biosculturales

eneste

casocom

o

fto

«su

stjtutjV

0S

»com

o«aditivos»

Nuevas

nouerO

flan

héroespopulares

vinieronasí

aañadirse

alos

santosca-

gobernantesy

an1

ostradicionales.

Elhúsar

erauna

ae

caa

eroe

contraan

istaun

nuy

ujEa

mdedor,

unnuevo

tipode

héroe.L

ibrosde

conductaeran

diciendo

pp

pd

os

como

elde

«Estim

otu

amor

casto,m

áse

riquezade

laIndia»

Más

importante,

alm

enosen

laE

u

cidentales

posiblever

enestos

folletospopulares

yen

otras

efuentes

dosgraduales.

peroim

portantescam

bios.A

mbos

serresum

idoscon

dosabstracciones,

untanto

simplonas

iles:secularizacion

YpolitizaciO

n.

:ularización»no

esm

ásfácil

dedefinir

que«religión».

Para

ioqizá

deberíamos

distinguirdos

sentidos,uno

más

enfá

elotro

más

tenue.E

nel

primero,_podríam

osdefinir

ala

leeste

tema

debeser

capaz.desde

luego,de

estableceruna

áesdela

quecom

enzóla

decadenciade

lafe.

Loshistoriadores

eshan

dedicadorecientem

entem

uchaatención

ala

—com

o

adenom

inandéchristiafl15atj0

Desde

elm

omento

enque

sbretones

delsiglo

xvii

eranincapaces

desaber

cuántosdio

bía,y

quelos

protestantesfueron

obligadosa

convertirseal

ismo

oabandonar

Franciaen

1685,puede

decirseque

elpunto

ode

laortodoxia

católicase

alcanzóen

Franciaentre

1720y

Todavía

enla

décadade

1790,cuando

laspresiones

paraacep

ortodoxiafueron

relajadaspor

elgobierno

revolucionario,m

u

iabitantesde

Parísy

deotras

ciudadesdejaron

decum

plircon

ligacionescuaresm

ales.N

osabem

oscuán

espontáneofue

este

ortamiento,

nilo

quesignificó

paralos

artesanosy

loscam

pe-

Quizá

fueun

de

ísmo

popular,com

oel

delos

artesanoslibrepensadores

de

resv_V

ieJant1uuc

•-.

1•ra

lceS

protestantes.opor

perso

IheA

cadcrnyof

Com

ptiments

(Londres.

Ald

erma

Churchyard.

sa.),págs.

Cam

biosen

lacultura

popular361

nas_qieestahanresentidaspor.JQs

clerocontralas

creen--

cia.ylas

cotumbrestcadicionales

32

En

su

orn

áste

nu

e,sç

ula

rció

npuede

serdefinida

como

lacreciente

expresiónde

lasesp

3fljr

losm

iediT

is

mundanos,

ladecadencia

delo

libretospopulares

nosofrecen

algunaevidencia

positivasobre

estecam

bio.E

nInglaterra,

algunasde

lashistorias

eranleídas

como

sus

titutosseculares

delos

librosde

devoción.El

Robinson

Crusoe

deD

efoey

Querida

ftandes—

ambas

editadasnum

erosasveces

enver

Sión

abreviaday

enform

ade

libretodurante

elsiglo

xviii—pueden

serinterpretados

como

unprogreso

enel

camino

dela

secularización,

yaque

destacanel

éxitoy

laobtención

deriqueza

yestatus

como

unsigno

desalvación,

eincluso

como

lasalvación

mism

a.H

ocusPocus,

otrolibreto

reimpreso

enm

ultitudde

ocasiones,des-

velalos

trucosde

losm

alabaristase

ilusionistas,dem

ostrandoque

erala

destrezam

anualy

nola

magia

laque

lesguiaba.

Tales

ejemlos

cambios

quese

produjeronen

lacultura

delos

teniendoim

pactosobre

lacultura

popular33.U

nreciente

estudiosobre

losalm

anaquesfranceses

delsiglo

Xviii,

nosindica

queesta

banm

enosinteresados

enlo

sobrenaturalque

suspredecesores

enel

sigloxvii.

Lahistoria

deB

onhomm

eM

isére,en

laversión

publi

cadaen

forma

delibreto

duranteel

sigloxviii,

selee

como

silas

referenciasa

losobrenatural

hubieransido

censuradastorpem

ente.M

iséreobtenía

sudeseo

despuésde

servisitado

por«deux

particuliers

nomm

és;Pierre

etPaul»,

quienesnunca

sonidentificados

conlos

sanws

originales.

Lsp

era

nzas

losm

iedosue

tradicionalmente

habíansido

expres-ades—e-n—

tminos—

re-lígios3—

ahur-a_necesrtan_trom

oo

expresión,que

cadavez

más

intensamente

seencontró

enla

política.

360

aparee

enot

clasesb

all

vafoi

elemco

rricasoescrillos_ptodaropaclasep

ued

pero«

inter

ticosecuhabiépocfranello:m

usescatcm

á:175

tarchlascolsinunLcc ai

>2Le

Bras,

1,págs.

267y

sigs.;D

elumcau,

págs.293

ysigs.;

8.P

longeron,C

on

sGence

retígiensec’n

revotutzon,París,

1969,cap.

2,y

Vovelle

(1973).

Esm

uydifícil

precisarpor

quées

tanduro

estudiarlos

libretospopulares,

am

enudono

fechados,com

oseries

temporales,

descontandolos

almanaques.

31B

olléme

(1969);C

ampflcury,

De

lalitteratnre

popnlazreen

france,París,

1861.

10-

362La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular363

La

políticay

el pueblo

Qiq

Jm

Orta

flte

enlas

actitudespopulares

entre1500

yde

lacultura

Ji

lar,o

cornola

extensiónde

laconciencia

política.¿C

ómo

podemos

decirsi

elpueblo

erao

noconsciente

políticamente?

Con

estapre

guntanos

enfrentamos

ados

problemas,

unoconceptual

yel

otro

empírico.

¿O

upolítica?

Paraip

çojnienzosdel

píd

_rn

oern

opuede

serconveniente

definirlacom

o«asuntos

deE

stado»,no

bn

tes:la

sucesión,la_

grJo

irnp

i.’e5to

5y

losproblem

aseconóm

icosygosos

quepodían

atraerla

atenciónde

losgobiernos.

Laco

n

problemas

ysus

posiblessoluciones,

surgiendouna

«opiniónp

úb

li

gobiernos.El

problema

empírico

serefiere

ala

notoriaincapaci

a

delhistoriador

parainterrogar

ae—

e-.nia

s_negativ

a_cuaiid

o

sabemos

tanpoco

delos

artesanosy

loscam

pesinosde

esteperíodoS

ensus

casas.T

odolo

quepodem

oshacer

escom

binarlas

evidenciasque

procedende

losm

ovimientos

yla

literaturapopular,

yver

sisurge

unm

odelodefinible.

Desde

luego,este

modelo

separece

aun

crecimiento

continuode

laconciencia

política.A

lm

enosen

laE

u

ropaoccidental

entrela

Reform

ay

laR

evoluciónfrancesa,

losarte

sanosy

loscam

pesinostuvieron

unm

ayorinterés

enlas

accionesde

losgobiernos

ysintieron

unm

ayorcom

promiso

queantes

conla

política.C

I_utero_ape1á_a_[0-S—pííflÇ

iPe5y

noblesde

la«nación

alem

ana»,lo

quehabía

sidoun

debateteológico

seconvirtió

enj3Tí-

hacial

Reform

a.L

uterotam

biénapeló

at<H

errO

mnes»,

al«hom

breco

mún»

como

élle

llamaba,

ysus

oponenteshicieron

lom

ismo.

Enla

décadade

1520se

publicaronm

ultitudde

panfletosdirigidos

apersuadir

alpueblo

deque

Lutero

teníarazón,

oestaba

equivocado,y

losgrabados

satíricosllevaron

estem

ensajea

lascasas.

Elm

ismo

Lutero

eraconsciente

delvalor

propagandísticode

laim

prenta.«S

obre

lasparedes

—escribió

enuna

ocasión—sobre

todotipo

depapel

yde

naipes,debe

retratarsea

lossacerdotes

ym

onjesde

talform

a

Larespuesta

delos

campesinos

alemanes

aeste

debatefue

luego,la

granrebelión

de1525.

Lutero

nuncaanim

óla

campesina,

ycuando

éstasucedió

lacondenó

deform

atasativ;

seguramente,

supropaganda

contralos

terratenienteseclesiás

favorecióy

parececlaro

quesu

insistenciaen

«lalibertad

del1

cristiano»fue

entendidano

como

unalibertad

espiritual,sin

unaliberación

dela

servidumbre.

Muchas

desus

reivindiçeran

tradicionales,pero

lalegitim

aciónespiritual

eranueva,

toridadm

ásalta.

De

hecho,incluso

fueposible

criticaral

Edor.

En

cáiión

popularde

1546,«A

lemania»

ledice

quetraidor

yun

falso»por

devastarlas

tierrasalem

anas(es

decatacar

alos

protestantes),cuando

deberíaestar

luchandocot

turcosE

nA

lemania,

eldebate

sobrela

Reform

afinalizó

am

ediasiglo

xvi,pero

susconsecuencias

enla

culturapopular

sesentir

enotros

lugares.E

nFrancia

ylos

PaísesB

ajosdura

décadasde

1560y

1570,grupos

denobles

serebelaron

enr

dela

libertady

laverdadera

religión(en

estosm

omentos

calcontra

susgobernantes,

apelando—

como

lohabía

hechoLt

alpueblo.E

nlos

PaísesB

ajos,la

Ligade

laN

obleza,reconocida

ccprecio

como

«estosm

endigos»,hicieron

suyoeste

nombre

ysentaron

unaespecie

dedram

apolítico,

unbanquete

enel

noblesllevaban

escudillasde

mendigos.

En

lascalles

deA

ntB

ruselas,el

gritode

«Larga

vidaa

losm

endigos»(V

ivele

Ghizo

muy

popular.C

ancionessobre

estosm

endigoscircularo

damente

encuadernos,

denunciandoal

reyFelipe

IIy

asu

nadorel

duquede

Alba

como

tiranos,y

alPapa

como

unA

ntal

tiempo

quecom

entabanlos

hechosde

laguerra

quesigu

cluyendola

capturade

Brili,

elasedio

yliberación

deL

eidasesinato

dellíder

rebeldeG

uillermo

elT

aciturno.E

stascar

erancom

pletadaspor

panfletos,grabados,

medallas

yem

Icom

oel

querepresentaba

ala

media

lunacon

lasiguiente

ución:

Liever

Turcxdans

Paus,«A

ntesel

turcoque

elPapa»

-

Lutero

(cartadel

2de

juniode

1525),citado

porG

eorge,pág.

3;la

cai1546

enL

iliencron,núm

.522;

cifr.E

rk-Bóhm

e,núm

s.262-297;

Blickle,

págsigs.;

Gravier,

págs.175

ysigs.,

ySchottenholer,

págs.59

ysigs.,

81y

sigs.36

Paralas

canciones,K

uiper,Lum

mel

(cap.8,

n.46);

paralos

panfletos,hiel;

lesdeuelta)ero,os

lanbreom

oonesrm

iau

)era«unporlos

delaronlasnbreista)ro—

des

p re-los

rpy

)se

.ápiber

isto,in

oel

)nesti

as,

rip

inde

27y

queel

pueblose

muestre

disgustadocuando

veao

escucheal

clero».

364La

culturapopular

enla

Europa

moderna

nbiénen

Francialas

cancionesy

losgrabados

hicieronque

el

común

fueram

ásconsciente

delas

fuerzasque

combatían

en

racivil:

untriple

conflictoque

enfrentabaa

losm

ilitantes

)tes,a

loscatólicos

organizadosen

laLiga

Católica

ya

uninterm

edioapoyado

porC

atalinade

Médici

ysu

hijoE

nri

•Com

olos

mendigos

holandeses,los

hugonotescrearon

can

ygrabados

deapoyo

asu

causa,com

oel

grabadoLe

rever-

dela

grandm

armite,

dondela

marm

itaera

laIglesia

romana

1uecaían

cardenales,obispos,

etc.La

LigaC

atólicadevolvía

quescon

otrosgrabados

dondelos

hugonoteseran

represen:om

om

onosy

Enrique

IIIcom

oun

diabloo

unherm

afrodi

mo

habíasucedido

enA

lemania,

esteihtnam

ientoal_jaubio

onsecuenciasm

ástaU

icales_que—las_deseadas_por..kis_dis.tiats_

.Lo

queestaba

sucediendnpiie

&dcib

irsesim

plemente

elimpacto

delas

ideasde

loscultos

sobreun

cuerpopasivo

tecuentasus

propiasexperiencias

ynecesidades.

En

Gante,

a•de

ladécada

dé1370,se

creóuna

comisión

compuesta

de:ho

personasque.

apoyadopor

lascorporaciones

dela

ciudad,ó

paraque

seintrodujese

inmediatam

entela

reforma

calviy

enm

arzode

1579hubo

unataque

contralas

casasde

losor

unam

ultitudque

cantabaPapen

blotryckem

ansgoet,

)ienesde

losricos,

lasangre

delPapa».

Diez

añosdespués

enos

queapoyaban

ala

LigaC

atólicalevantaron

barricadasen

lesy

expulsarona

Enrique

IIIde

laciudad,

creandodespués

-nitéde

dieciséispersonas

que—

como

enG

ante—decía

retar

alos

artesanosy

tenderos.E

stosm

ovimientos

popularesciudades

alarmaron

alos

noblesque

liderabanla

revuelta.El

deG

antefue

suprimido

porG

uillermo

elT

aciturnoy

elde

orel

duquede

Mayenne

Lasactitudes

delos

campesinos

nfueron

cambiando.

Ya

en1562,

algunosnobles

sequejaron

docalvinista

deN

imes

sobrelas

doctrinasigualitarias

desus

sinos.E

nla

Provenzade

1578,cam

pesinoscatólicos

yprotes

seunieron

paraquem

arcastillos

ym

asacrarnobles.

En1594,

•reproducidaen

K.

Haley,

TheD

istchin

theSeventeenth

Century,

Londres,

;.20.

atalas

canciones,B

ordier;pata

losgrabados,

Adhém

ar.B

lum.

eC

ambios

enla

culturapopular

365

unaasam

bleade

campesinos

rebeldesde

Bergerac

finalizócon

losgritos

de«L

ibert!»y

«Vive

letiers

Etat!».

Laguerra

civilfrancesa

finalizóen

ladécada

de1590;

enlos

PaísesB

ajos,se

firmó

unatregua

conE

spañaen

1609;pero

laE

uropa

centralpronto

sevio

envueltaen

laguerra

delos

Treinta

Años

(1618-1648),en

laque

lalucha

fuenuevam

enteacom

pañadade

pan

fletospolíticos,

grabadosy

canciones,así

como

deburlas

oloas

delos

príncipes,sus

consejerosy

generales.Los

grabadoscatólicos

mos

trabanal

protestanteFederico

deB

ohemia

como

aun

vagabundosin

hogar,después

dehaber

sidoexpulsado

desu

reino;los

protestantesse

burlabandel

cardenalK

hlesl—

consejerodel

emperador

Fernan

doII—

cantando(con

lam

elodíade

Odu

armer

Judas)«O

icharm

erK

hlesl/

Was

habich

getan»,o

parodiandoel

OW

ettich

muss

dicbtassen

(supra,pág.

368)con

OW

ienich

muss

dichtassen.

Lasprofecías

tradicionalessobre

el«L

eóndel

Norte»,

fueronaplicadas

aG

ustavoA

dolfode

Sueciay

circularonam

pliamente

enversiones

impresas

40•

Elcom

ienzode

laguerra

delos

Treinta

Años

también

coincidiócon

laaparición

deun

nuevom

ediopara

expresar—

oform

ar—actitudes

políticas:el

corantoo

periódico,al

quepodríam

osdefinir

como

unpliego

opliegos

impresos

referidosa

acontecimientos

delm

omento

ypublicados

(yesto

erauna

innovación)a

intervalosco

rtos

yregulares.

Elprim

ercentro

deperiódicos

fueA

msterdam

,d

on

delos

pliegoseran

editadosen

holandés,alem

án,francés

einglés,

intentandoque

saliesenuna

odos

vecespor

semana.

El«m

ensajero»(una

frasem

uycom

únen

laépoca

parareferirse

alos

periódicos)estaba

adquiriendouna

granvelocidad

41

>FI.

G.

Koenigsberger.

‘The

Organisation

ofR

evolutionaryParties

inFrance

andthe

Nctherlands’,

reimp.

ensus

Estates

ami

Revotutton,

Ithaca-Londres,

1971;T

.W

ittman,

Quetques

problémes

retattfsá

ladictadure

révolutionnairedes

grandesyutes

deflandre,

Budapest,

1960;J.H

.S

almon,

‘The

Paris

l6thcen

tury

.,en

Jou

rnat

ofM

odernH

tstory,44

(1972),quien

señalaque

elC

omité

delos

Dieciséis

fued

om

inado

enun

primer

mom

entopor

miem

brosde

lasclases

dirigentes,que

conposte

rioridadse

retiraron.>

J.H

.S

almon,

frenchSoctety

inC

risis,L

ondres,1975,

pigs.139,

209,29%

;L

eR

oyL

adurie(1966),

pig

.393.

Sobrelas

hojasim

presas,C

oupe;para

¡ascanciones,

Erk-B

óhme,

núms.

303-316,y

Ditfurth

(1882),núm

s.3

y4

(sobreK

hlesl);pata

lasprofecías,

R.

Haase,

Das

Problemder

Chztiasrnas

undder

Drezsszg

JrihrigeK

rieg,L

eipzig,1933.

OD

ahI(1939

y1946).

puella

ghugigruíquecionsem

ide

1lostadctatuv(lídecoirdç

dofinadiecp renistrico«LePanlasunpreen

1conPartamal

scarrtani

ladi

1972

366La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Hay

mucho

quedecir

sobreel

hechode

que,entre

1618y

1648,

unm

ayornúm

erode

europeosoccidentales

sepreocupasen

porlos

acontecimientos

políticos.Los

asuntosde

Estado

afectabancada

vez

más

lasvidas

dela

gentan

jore

En

laR

epú

blicade

Holanda,

hubogran

cantidadde

panfletos,grabados

ycan

cionesrelacionados

conlos

distintosacontecim

ientos,com

opor

ejemplo

elconflicto

entreel

príncipeM

auricio—

hijoy

sucesorde

Guillerm

oel

Taciturno—

yJan

vanO

ldenbarnevelt,quien

fueeje

cutadopor

traiciónen

1612.E

nla

Italiade

1621se

decíaque

«in

clusolos

barberoso

losartesanos

más

viles(gli

attri pii

viiiartefici)

estándiscutiendo

sobrela

razónde

Estado

ensus

lugaresde

trabajo

yde

reunión»,un

testimonio

muy

plausiblesi

tenemos

encuenta

queentre

1636y

1646se

fundaronperiódicos

semanales

enal

menos

seisciudades

italianas4

2

En

laFrancia

yla

Inglaterrade

ladécada

de1640

nohubo

una

corrientede

panfletos,sino

unariada.

En

Francia,la

Fronda—

una

rebelióncontra

elcardenal

Mazarino—

supusola

publicaciónde

unas

5.0

00

mazarin

ades,

algunasde

ellassim

plespliegos

denoticias,

otrasde

contenidosatírico.

Muchas

deellas

estabanescritas

conun

versovigoroso

ysim

ple,para

quetodos

pudiesenentenderlo.

Ven

didasal

preciode

uncuarto

om

ediosou

cadauna,

estasm

azarina

deseran

más

baratasque

loslibretos

dela

Bibliothéque

Bleue,

dando

asím

ásfuerza

ala

afirmación

deuno

delos

textosde

quetodos

estabancontra

Mazarino:

Ji yz’estde

trouni

detaverne

Oi

chaqueartisan

nele

heme,

Cha que

compagnon

dem

étier,G

aigne-petitet

savetierJusque

auxvendeuses

dem

oruesEn

fontdes

comptes

dansles

rues.

(No

haytaberna

uotro

refugiodonde

cadaartesano

noesté

burtdndosede

élcada

oficial,cada

limpiabotas

yzapatero

remendón.

42L.

Zuccoli

(1621),en

3.C

roce-S.C

aramella

(eds.),Politid

em

oratistidet’600,

Bari,

1930,pág.

25.

Cam

biosen

lacultura

popular367

Inclusolas

vendedorasde

pescadole

criticanpor

lascalles.)

Laconciencia

populares

todavíam

ásevidente

enla

guerringlesa.

Está

claroque

iosartesanos

ylos

campesinos

inglesesl

participadocon

anterioridaden

diversosacontecim

ientospoL

como

puedeverse

enla

Peregrinaciónde

laG

racia,o

enel

1

miento

puritanoisabelino,

oen

loscuadernos

debaladas

que1

bande

laA

rmada

Invencible;sin

embargo,

cuandolos

oponeC

arlosII

apelarona

ellos—

como

lohabían

hecholos

deFe]

oE

nriqueIII—

,el

pueblose

vioinvolucrado

enuna

extensiprecedentes.

Seorganizó

unam

pliom

ovimiento

peticionario:15.000

personasfirm

aronuna

peticiónde

apoyoal

Root

andB

Bitl

°,

yotras

30.000pusieron

sunom

brepara

reclamar

ques’

gasea

Strafford.A

unqueel

término

político«dem

ostración»o

menzó

ausarse

enInglaterra

hastacom

ienzosdel

sigloX

ix,es

encontraruna

palabram

ásapropiada

paradescribir

elcom

ím

ientode

lam

ultitudque

acompañó

aB

urton,B

astwick

yP

ensu

entradatriunfal

enL

ondresdespués

deser

puestosen

lien

1640,o

elde

losreunidos

enW

estminster

quegritaban

losobispos»

o«N

oa

loslores

papistas»,durante

lostres

«d:diciem

bre>’de

1641.Para

citarel

comentario

pocofavorable

observadorde

estoshechos,

«habíauna

ciertadisciplina

enel

cden,

lostum

ultossurgían

despuésde

unaorden,

ycon

unacor

fijadade

antemano».

Adem

ás,se

produjoun

granincrem

entoinform

aciónpolítica.

Entre

1640y

1663,el

libreroG

eorgeTF

sonreunió

cercade

15.000panfletos

ym

ásde

7.000perió

incluyendoserm

ones,intervenciones

enla

Casa

delos

Cor

(House

ofC

omm

ons),tratados

queabogaban

porla

reforma

oque

lacondenaban

ynoticias,

como

«LasA

legresN

oticiShrew

sbury»o

«LasH

orriblesN

oticiasde

Huil».

Lascancio

profecíaspolíticas

eranlegión

yhasta

nosotroshan

llegadounc

grabadospolíticos,

contandoúnicam

entelos

de1641

“.

41M

.N

.G

rand-Mesnil,

Mazarin,

lafronde

etla

presse,París,

1967,y

¡nonism

eberrse,

¿París?.aprox.

1650,pág.

2(B

ritishL

ibrary,1492m

,17

[10]).

Un

proyectopresentado

porlos

puntanosen

laH

ouseof

Com

mons,

sodo

laanulación

delpoder

yla

representaciónpolítica

dela

Iglesiaoficial.

[N.

Manning,

especialmente

caps.1

y4;

elcom

entarioprocede

deD

.1

citadopor

Manning,

pág.91;

sobrelos

grabados,G

eorge,págs.

14y

sigs.;so

panfletosy

papeles, AC

atatogueof the

Pamphlets...

Collected

¿‘yG

.T

homaso,

ivilía

n

os,

vi-

‘lasaIIsinas

ichiz2

0-

ícilta

me

tad)adeun

Dr

;nala

os,

.les

:ialde

•5C

,er

anT.]es,

loson

36

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

mo

sucedieraen

losPaíses

Bajos

oen

Franciadurante

elsi

glcv

I,las

opinionesm

ásradicales

surgierondurante

laguerra

civil.

Loiveladores

expresaronla

ideade

que«fas

leyesdebían

serigua

lesr

que«el

pueblo»(entendiendo

conello

alos

pequeñospro-

pieios,

yafuesen

ruraleso

urbanos)debía

elegirparlam

entos,con

elum

entode

que«todo

elpoder

estáoriginal

yesencialm

enteen

elrp

ocom

pletodel

pueblo».Es

difícilsaber

cuántoapoyo

con

sig:ron

losniveladores

ocuán

ampliam

enteeran

conocidossus

arnentos,

perodel

mism

om

odoes

muy

difícilresistirse

ala

con

cli.n

deque

laInglaterra

dem

ediadosdel

siglox

vii

erala

socieda

násconsciente

políticamente

detoda

Europa

lasegunda

mitad

dep

qylas

imágenes

po

lític

fuohrrte

dela

vidadiaria

yno

solouna

rd

ta

auriás

coCS

IIno

fuesucificiente

paraelim

inaresa

nuevapreocupación

poos

problemas

políticos.E

nsu

intentopor

excluira

Jaime

(du

qule

York)

dela

sucesión,los

whigs

organizaronpeticiones,

pu

bu-on

baladasy

grabadosy

dirigierongrandes

manifestaciones

dela

:aladel

espectáculodel

Lord

Mayor.

Que

eltérm

ino«m

ob»(rr

:ituddesordenada

ytum

ultuosa)com

enzasea

utilizarsea

finalesde

igloX

VII,

podríareflejar

elhecho

deque

lasclases

dirigentesco

cían—

ytem

ían—la

concienciapolítica

popular.E

nla

Inglatei

delsiglo

xviii,

lasbaladas

ylos

panfletosse

convirtieronen

unitt

rtantem

ediode

comunicación

políticoy

deuno

delos

sermo

nelel

reverendode

tendenciaconservadora

Henry

Sachevereil,se

veieron

40.000copias

enunos

pocosdías

(diezveces

más

queel

plleto

deL

utero,A

lanobleza

cristiana,vendido

enA

lemania

dcentos

añosantes).

Losrituales

políticospopulares

alcanzaronsu

intom

ásálgido

afinales

dela

décadade

1760,coincidiendo

conla

ianifestacionesde

apoyoa

JohnW

ilkes.La

imagen

deSacheve

reue

reproducidaen

lacerám

icade

Staffordshire,la

delalm

iranteV

onen

medallas

(lám.

11);el

inquietanterostro

deW

ilkesap

are

sobrecucharas,

jarras,flautas

obotones.

Losgrabados

comen-

zan

aeditarse

deform

am

ásregular,

convirtiendoa

lastiendas

dle

sevendían

eninstituciones

políticas,con

multitudes

consus

capegadas

contralas

ventanaspara

poderver

elúltim

ocom

en-

dr1908,

y].

Frank,Ih

eB

egznnzngsof

theE

ngttshN

ewspaper

(1620-1660),C

am

bre,

Mass.,

1961.Sobre

losniveladores,

Hill

(1972),cap.

7.

.C

ambios

enla

culturapopular

369

tariosobre

loshechos

deldía,

yafuese

laB

urbujadel

Pacíficoo

laR

evoluciónam

ericana.D

euno

deestos

grabados,L

aprocesión

funeraria

dem

issA

meric

Stamp,

sevendieron

16

.00

00

copias4

6

Sialgo

colaboróespecialm

enteen

convertira

lapolítica

enparte

dela

vidadiaria

delpueblo

común

—al

menos

enlas

ciudades—en

laInglaterra

delsiglo

XV

IiI,esto

fueelp

jód

ico

,recib

ióun

granulciIá

ijAct_

de

1695que

abohala_censurpreri.

Desde

esem

omento

comenzaron

aentre

losque

poderelegir:

TheO

bservator,de

tendenciaw

hig,que

sepublicaba

dosveces

porsem

anadesde

1702;T

heR

ehearsal,un

periódicoconservador

fundadopor

Charles

Leslieen

1704,y

IheR

eview,

editadopor

Defoe

yque

sepublicó

doso

tresveces

porsem

anadesde

1704a

1713.C

omo

enel

casode

loslibretos

populares,

necesitamos

preguntarnossi

estosperiódicos

eranaccesibles

alos

artesanosy

aotros

trabajadores,pero

larespuesta

pareceser

«sí».U

ntestim

onioque

debeser

tomado

enconsideración

esel

delp

ropio

Leslie,quien

decíaque

aunque«la

granm

ayoríadel

pueblo...no

sabeleer»,

sinem

bargo«se

reúnenalrededor

deuno

quesí

sabey

escuchanlo

quedice

unO

bservatoro

unR

eview[com

oyo

lohe

vistohacer

enlas

calles]».En

cuantoal

problema

desu

coste—

eneste

períodoun

periódicocostaba

dospeniques—

podíaser

resueltosiguiendo

algunosde

loscam

inosdescritos

porun

suizoque

visitóL

ondresen

1726:

Lam

ayoríade

losartesanos

comienzan

eldía

yendoa

lacafetería

paraleer

losperiódicos.

Am

enudohe

vistoa

limpiabotas

yotras

personasde

suclase,

crearuna

sociedadpara

comprar

unejem

plarde

éstospor

unkird

ydespués

leerlojuntos.

Ellos

teníanuna

buenarazón

param

ostrarsu

interésen

esteaño

de1726,

yaque

TheC

raftsman,

unperiódico

dela

oposición,co

menzó

aaparecer.

Tres

añosm

ástarde,

estem

ismo

periódicoresu

mía

lasituación

conlas

siguientespalabras:

«Estam

osco

nvirtién

do

nosen

unanación

deestadistas’>.

Siesto

fueseverdad,

alhistoriador

lefaltarían

palabraspara

describirla

situaciónen

ladécada

de1760,

cuandose

compraban

muchos

más

periódicos

Paralas

baladas,Roltins

(1929-32),y

Pcrceval;para

Wilkcs,

Rudé(1974),

p.igs.222

ysigs.,

yB

rcwcr,

cap.9;

paralos

grabados,G

eorge,pigs.

65y

sigs.Plum

b(1968);

Brcw

er,cap.

9;el

visitantesuizo

eraC

.de

Saussure,L

ettreset

‘oyages,L

ausana,etc.,

cd.de

1903,pig.

167.U

nh.rt1

eraun

cuartode

sou,m

uy

370La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Sihabía

otranación

de«estadistas»

enla

Europa

deesa

época,

éstaera

sinduda

laR

epúblicade

Holanda.

Am

sterdamtodavía

se

mantenía

como

ungran

centrode

producciónde

noticiasy

perió

dicos,una

situaciónque

habíaalcanzado

enla

décadade

1620,y

en

1656se

fundabaen

Haarlem

unperiódico

quetendría

unalarga

existencia,el

Oprechte

Haartem

sche.La

tradiciónde

panfletosy

grabadospolíticos,

establecidadurante

laguerra

contraE

spaña,tam

pocohabía

decaído.D

urantelas

guerrascon

Francia,Luis

XIV

fuesatirizado

como

untirano

yun

intolerante,repitiendo

unasim

ágenes

aplicadascon

anterioridada

FelipeII.

Ellincham

ientode

losher

manos

Witt

en1672

yla

explosiónde

laB

urbujaen

1720,fueron

conmem

oradosen

seriesde

grabadosy

entrelos

artistasque

losproducían

seencontraba

elingenioso

Rom

eynde

Hooghe.

En

Es

candinavia,aunque

lapoblación

urbanaera

menor,

desdem

ediadosdel

sigloxviii

sepodían

encontrarperiódicos

independientesdel

go

bierno.D

inamarca

teníael

Kobenhavske

Post-Tidener

(1749),fu

ndado

porE.

H.

Berling,

unperiódico

que(bajo

elnom

brede

Ber

tingskeT

idende)se

publicatodavía

ennuestros

días;Suecia

teníael

Tidningar

(1758),y

Noruega

elE

fterretninger(1765).

Sueciacontaba

conuna

grantradición

encuanto

ala

participacióndel

puebloen

lapolítica,

yaque

loscam

pesinosestaban

representadosen

elP

arla

mento

(Riksdag),

dondejugaron

unim

portantepapel

acom

ienzos

delsiglo

xviiiliderados

porPer

Larsson

yO

lofH

ákansson,sus

portavocesen

lasdécadas

de1720

yen

lade

1730,respectivam

ente.G

rannúm

erode

baladasy

grabadosrelacionados

conlos

problemas

políticosinteriores,

circularonpor

elpaís.

Así,

lacaída

delbarón

Górtz

—un

alemán

nombrado

porC

arlosX

IIpara

queconsiguiese

dineropara

financiarsus

guerras—fue

recogidaen

unabalada

satírica

dondese

manifestaba

unsentim

ientogeneral

dealegría:

Du

barattt

ontpáfunnit

Det

dubetala

skatt...M

dstertigtbar

dujagat

Efter

sitveroch

guIt.(H

astraído

todasclase

dem

atesY

pagaráspor

ello...C

oncuánto

talentote

hasdedicado

acazar

La

platay

eloro.)

probablemente

serefiere

ala

contribuciónque

hacíacada

unoy

noel

preciodel

periódico.

Cam

biosen

lacultura

popular371

Dinam

arcay

Noruega

tuvierontam

biénsu

propioG

órtzles

delsiglo

XV

III,en

lapersona

deJ.F.

Struensee,quien

erarr

delrey

Christian

VII,

elam

antede

lareina

yel

verdaderonante

delos

dosreinos

hastasu

caídaen

1772.U

ninglés

queaños

despuésvisitó

laciudad

deSetran

enN

oruega,encontró

cabañade

uncam

pesino«un

grabadodel

desafortunadoS

tnen

prisión,atorm

entadopor

eldiablo:

estosgrabados,

sospestuvieron

circulandoen

elm

omento

desu

caíday

eranreci

converdadera

ansiedadpor

elpueblo

común».

Los

últimos

añsiglo

XV

IIItam

biénfue

elm

omento

dedos

levantamientos,

lnos

sugiereque

loscam

pesinosnoruegos

estabanalcanzandc

mayor

concienciapolítica.

Elprimero

fueelStrileking

en1765,

dola

zonade

Bergen

serebeló

contraunos

nuevosim

puesiposteriorm

enteel

deL

ofthusen

1786,que

seinició

como

un

testacontra

elpropietario

deuna

fábricaque

habíarecortad

salarios,pero

querápidam

entese

extendióa

otrasprovincia

estem

odoen

Escandinavia

ylos

PaísesB

ajos,así

como

enIn

rra,los

sistemas

liberalesdem

ocráticosque

seestablecieron

sigloxix,

teníanalgunas

desus

raícesen

lacultura

políticapo

delsiglo

anterior48

Esm

ásdifícil

encontrarevidencias

deuna

concienciapc

entrelos

artesanosy

loscam

pesinosde

otroslugares

deE

urom

enoscon

anterioridada

1790,cuando

lasituación

cambió

ritinam

entedespués

dela

Revolución

francesa.E

nrealidad,

enla

ma

Franciael

hielohabía

comenzado

aderretirse,

oal

mer

presentarciertas

fracturas,un

pocoantes.

Aproxim

adamente

en—

nosrecuerda

unobservador—

lospanfletos

atacandoa

losn

troseran

pregonadosabiertam

enteen

lascalles

deParís,

ylas

versacionesen

loscafés

versabanprincipalm

entesobre

política.pués

de1789,

lacultura

popularfrancesa

sepolitizó.

Aparec

periódicospopulares,

yuno

deellos

—el

PéreD

uchesnede

Héi

escritoen

untono

vigorosoy

coloquial—alcanzó

unasventas

ximas

alm

illónde

ejemplares.

Loscatecism

osy

losalm

anaques

Sobrelos

grabadosholandeses,J.

van(u

yk,

Oude

potitiekesp

otp

r&a

Haya,

1940,págs.

21y

sigs.;sobre

loslíderes

campesinos

suecos,E.

Ingen,t

zsvenskhistoire,

2,E

stocolmo,

1948,págs.

24y

sigs.;la

baladade

Górtz

en1

man,

págs.80

ysigs.;

sobreStruensee,

W.

Coxe,T

raveisinto

Potand,Russ

Sweden,

3,L

ondres,1790,

pág.168;

loslevantam

ientoshan

sidodescritos

poi(1926),

caps.21

y22.

.e...ee..e.o..oe.eeeeeeoeeeQe.e.

naicoer

coslasee

losdeliuem

aIn‘yro-losD

ete-ellar

¡cais—a80ts—rs

onrt,oLa

lener

zndoht

372La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular373

)litiZarOfl.

En

1792,el

Atm

anachde

laM

areG

érardpu

lerechosdel

hombre

ydel

ciudadanoescritos

envaudevi

iren

versospopulares

.

ialfabetosquessk

ipasa

ndo

no

hJJeyendo

losdistintos

mítines,

sino

uncam

pesinollevando

aun

noble‘i

aun

sacerdotesobre

1(lám

.19),

seunían

ahoraa

lasim

ágenespiadosas

quese

ien

Epinal

yotros

lugares.Los

platos,especialm

entelos

inufacturabanen

Nevers,

llevabaninscripciones

como

Vive

Vive

letiers

Etat

(lám.

18),y

losabanicos

llevabandeco

ielgeneral

Lafayette

ode

lacaída

dela

Bastilla.

Tam

bién

inuevos

rituales,algunos

deellos

inspiradosen

lostrad

i

Plantarel

árbolde

lalibertad,

erauna

versiónpolítica

de

ucedíacon

losárboles

dem

ayo.E

nR

eims,

el14

dejulio

‘moró

latom

ade

laB

astillade

unaform

acarnavalesca,

yconquistando

uncastillo

prefabricadoque

estabapro-

muñecos

depaja

50•

)había

sucedidoen

laInglaterra

dela

décadade

1640,la

:iónpopular

enla

políticaen

laFrancia

dela

décadade

mitió

elsurgim

ientode

ideasradicales.

Enefecto,

lossans

eníanbastante

encom

úncon

losniveladores.

Am

bosgru

rnen

lasoberanía

del«pueblo’>,

entendidoéste

como

la

adde

pequeñospropietarios;

ylas

dostendencias

fracasa-

aintento

deim

ponersus

puntosde

vistaa

loslíderes

dela

rn.U

nade

lasdiferencias

entreellos

eraseguram

enteim

lossans-culottes

estabanm

ejororganizados

ym

uypreo

porla

educaciónpolítica

desus

seguidores,ya

fuesea

través

ladespopulares

opor

medio

deasam

bleasgenerales.

Tam

campesinos

francesesparecen

habersido

muy

conscientes

bservadores

S.M

ercier,T

abteaude

Parrs,1,

Paris,

1782,págs.

68y

sigs.,

PéreD

uchesne,J.G

odechot,en

C.

Bellanger

etal

(cds.),H

istoiregc’nér.de

efrançaise,1,

París,1969,

págs.456

ysigs.;

sobrelos

almanaques

políticos,

66),págs.

217y

sigs.los

platos,>

Ch

amp

fleury

,H

zstotredes

faiencespatriorzques

solísla

París,1867;

sobreun

francésque

vendíalos

abanicosen

Bilbao

durante

-{err,T

heE

ighteenthC

enturyR

evoturton¿o

Spain,P

rinceton,1958,

pág.

rad.española:

España

yla

revolucióndelsiglo

XV

III,M

adrid,1988);

sobre

Crubellier,

Histoire

cutturetlede

laFrance,

París,1974,

pág.43

(cifr.O

zouf

cap.9]

yT

iersot).

políticamente

dela

Revolución.

Suhostilidad

contralos

terratenien

tes,especialm

entehacia

losque

vivíanen

lasciudades,

comenzó

aexpresarse

más

abiertamente

queantes:

«ua

assezlongtem

psque

cesbougres

debourgeois

nousm

enaient».

Lasnoticias

dela

Revolución

francesatuvieron

unconsiderable

impacto

enotras

partesde

Europa.

animando

alpueblo

común

a

pensarque

susreivindicaciones

también

podíanresolverse.

No

es

sorprendentever

queesto

sucedióen

Holanda

oen

Inglaterra,don

decon

anterioridadya

existíauna

largatradición

decultura

política.

Enlos

PaísesB

ajos,m

uchospanfletos

fueronintroducidos

deco

n

trabandodesde

Francia‘i

secrearon

numerosas

sociedadespara

dis

cutirlos;del

mism

om

odo,los

seguidoresholandeses

dela

Revolu

ciónfrancesa

comenzaron

allevar

gorrasfrigias,

aplantar

árbolesde

lalibertad

ya

bailara

sualrededor.

En

Inglaterra,los

comentarios

deT

omPaine

sobrela

Revolución

—los

Derechos

delH

ombre—

se

convirtieroncon

rapidezen

unéxito

deventas,

llegandoa

vender

unas200.000

copiasúnicam

enteen

1793.Se

crearonnum

erosasso

ciedadescuyo

objetivoera

lareform

adel

Parlamento

yconseguir

el5,

derechode

votopara

todoslos

hombres

cultos-.

Estodavía

más

significativo,especialm

enteporque

nohabía

pre

cedentes,el

impacto

dela

Revolución

enpaíses

como

Austria,

Italia

oE

spaña.En

Austria,

como

observabatristem

enteel

jefede

lapo

licíaen

1790,«el

material

inadecuadoque

publicanalgunos

periódi

cos,tan

baratosque

puedencom

prarlohasta

lasclases

más

bajas,

estáncreando

unefecto

perniciosoentre

suslectores’>.

Inclusolos

campesinos

teníansu

propioperiódico,

elB

auernzeitungo

Noticias

Cam

pesinas,que

sepublicaba

enG

raz.Los

campesinos

habíanoído

sobrela

derogacióndel

feudalismo

enFrancia

yde

inmediato

co

menzaron

areclam

arla

aboliciónde

suspropios

deberesfeudales.

Un

mesonero

deG

razllam

adoFranz

Haas

lideróuna

campaña

para

lograruna

representaciónpolítica

más

amplia,

yun

noblede

lam

isma

zonacom

entóen

1792que

«elpueblo

común

deaquí

hablam

uyalto

ahora’>.E

nV

iena,durante

1792,se

produjoun

levantamiento

deofi

cialesartesanos

sintrabajo,

claramente

influidospor

laR

evolución

Soboul

(1958);P.

Bois,

Paysansde

t’Ouest.

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págs.594

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Blok,

Htstory

ofthe

Peopleof

theN

ctherlands,5(trad.

nglca),N

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York,

Londres,

1912,caps.

12-16;1.

?.T

hompson

(1963),págs.

89y

sigs.,104

ysig

s.

>E.

Wangerm

ann,from

JosephII

tothe

JacobinTrials,

2.

ed.,O

xford,1969,

págs.32,

47,77

ysigs.,

81;L.

Schmidt

(1971),núm

.31.

biénse

blicólc

lles,es

Lossólo

Erindotaciónsu

espproducque

sela

libeiraciornse

ideacionalelos

quse

conasediartegidoC

opartici1790,culotttpos

cicom

uE

roner

revoluportarcupadde

SO

f

bién11

90;soh

dela

p:Soboul

°1

volutio1790,

1251

(hR

eims,

[1976,

e.o.eeoeeee..e.ee..e.e.eeea

374La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular375

En

España

eItalia

lasituación

fuem

áscom

pleja,porque

allí—

como

enel

oestede

Francia—el

pueblocom

únse

levantócontra

laR

evoluciónfrancesa

ysus

seguidoresinternos.

Laejecución

deLuis

XV

Ifue

seguidapor

manifestaciones

antifrancesasen

Barcelo

na,lo

queera

partede

unacruzada

contrala

Revolución

organizadapor

frailes,que

seapoyaban

enuna

xenofobiaya

tradicional.Sin

embargo,

lagente

estabahaciendo

algom

ásque

seguirel

liderazgode

losm

onjes.U

nacarta

quedescribía

elM

adridde

1795,nos

inform

asobre

elinterés

popularen

tornoa

loque

estabasucediendo

enFrancia:

«iosporteros

más

sencillosestán

comprando

periódicos».

Con

suoposición

ala

revoluciónfrancesa,

loscam

pesinosespañoles,

como

iosdel

oestede

Francia,lo

queestaban

expresandoera

suhostilidad

asu

propiaburguesía,

quienessí

laapoyaban.

Po

demos

llegara

unainterpretación

similar

delos

acontecimientos

enla

Italiade

1799.E

nT

oscanahubo

muchos

levantamientos

contrael

ejércitofrancés

deocupación,

asícom

ola

destrucciónde

nume

rososárboles

dela

libertad;en

Calabria,

volvemos

aencontrarnos

conm

áslevantam

ientosy

ataquescontra

los«jacobinos’>

lossegui

doreslocales

dela

Revolución.

Enam

boscasos,

como

enE

spañao

laV

endée,el

clerolocal

ayudóa

organizarlas

revueltas,que

ellosm

ismos

interpretabancom

oun

claroapoyo

ala

fecatólica;

sinem

bargo,los

rebeldesno

sóloestaban

expresandosu

devociónhacia

laIglesia,

sinotam

biénsu

hostilidadcontra

losextranjeros

ylos

ricos

Sinduda,

elperíodo

1500-1800finalizaba

conun

verdaderoestallido.

Losepisodios

descritosen

laspáginas

anterioresson

bastanteconocidos,

perono

siempre

selos

considerajuntos.

Cuando

loha

cemos,

todoem

piezaa

parecersea

ungran

movim

iento,al

quepo

dríamos

llamar

laeducación

políticadel

hombre

común.

Sinem

bargo,

habríam

uchoque

decirsobre

estainterpretación.

Desde

luego,con

ellano

estamos

sugiriendoque

laconciencia

políticase

fuein

crementando

deuna

forma

regulary

acumulativa

alo

largodel

pe

ríodo,o

quehubo

algoasí

como

unacarrera

derelevos

enla

quelos

alemanes

pasaronel

testigoa

losholandeses,

éstosa

losbritáni

cosy

deaquí

alos

franceses.m

únfue

unaeducación

informal

mu

yrelacionada

conlos

diversos

ejemplo,

losfranceses

quevivieron

lasguerras

dereligión,

seforzados

aser

políticamente

conscientesde

unaform

aque

noron

nisus

hijosni

susnietos.

Sinem

bargo,la

centralizaciónestados

yel

crecimiento

delos

ejércitos(unas

tendenciasue

fm

ásreguláie

queiiiterm

itentes); supusieronque

lap

olític

alas

vidasdiarias

dela

gente,m

ásd

iray

abiertamente

q.

Losgnos

eurppeosfueron

incrementando

entre1500

y18

demanda&

sobresus

súbditos,extrayéndoles

más

impuestos

ylç

doque

unm

ayornúm

erode

ellossirviese

enios

ejércitos.siglo

XV

I,éstos

podíanhaber

tenidodecenas

dem

ilesde

solcpero

entre1700

y1763

pasaronunos

dosm

illonessólo

porFrancia,

mientras

queR

usiatenía

aproximadam

entem

ediom

ilihom

bresen

armas

en1796

Com

oconsecuencia,

losgobi

ntaronlos

imp

spara_pfldeag

arestos_

ej.ércitos

ple

aro

no

rnúm

erode

funcionarins3_parcialmente4edka

deluego,

unabuena

razónpara

serm

ásconscientes

delest;

Otrof

muy

importante

queore

ció

lcam

biocon

generaciónse

ms

irabanen

losde

lasanteriores.

Lospeno

perm

itían_saL

Lpueb

loue

noesta

a5

qoa.si-easrey

cionesestaban

luchandopor

lam

isma

causa.El

lídercam

pnoruego

Lot

us,quiza

elprim

eroque

extendiósus

llamam

im

ásallá

delas

fronterasde

unaúnica

provincia,fue

conocidcsus

contemporáneos

como

«unsegundo

Washington».

Si1648,

c1848,

fueun

añode

revoluciones(o

alm

enosde

revueltas)en

ropa,ello

pudodeberse

enparte

aque

cadauno

delos

rebsabían

loque

estabanhaciendo

losotros.

En

lasegunda

mita

período,los

periódicosy

iosgrabados

políticosse

convirtierounas

institucionesperm

anentes,con

loque

alm

enosalgunos

sanospudieron

recibiruna

educaciónpolítica

continua.Los

conporáneos

—tanto

sila

aprobabancom

osi

estabanen

contra-dieron

perfectacuenta

deesta

tendencia.En

elreinado

deC

arlcel

censoroficial

sirR

ogerl’E

strange,declaró

sudisgusto

contrperiódicos

precisamente

poresta

razón,ya

queleerlos

«familiari

excesivamente

ala

multitud

conlas

accionesy

consejosde

sw

A.

Corvisier,

L’arm

éefrançaise,

París,1964,

pág.151;

G.

Rudé,

Europe

theE

zghteenthC

entuy,L

ondres,1972,

pág.216.

onlos

.oñase:es.las

in—elos,dede

losm

aes-‘auonaosL

es

rioosorlou-es[elese1,)s)a1—

Godechot;

Herr

(n.50),

pág.294;

Tun;

G.

Cingari,

Gzacobtnz

eSanfesdisti

inC

atabrtanc1

1799,M

esina-florencia,1957,

esp.págs.

283y

sigs.

376La

culturapopular

enla

Europa

moderna

loshace

pragmáticos

ycríticos,

yles

dano

sóloel

deseo

ciertoderecho

yla

licenciade

interferiren

elgobierno».

Los

adoresse

encontrabancon

unclaro

dilema.

Paraevitar

que

nentesradicales

monopolizasen

losm

ediosde

comunicación,

smos

teníanque

editarperiódicos

—com

opor

ejemplo

L’E

s

4ueeditaba

TheO

bservator—,

perohaciéndolo

contribuían

eriede

cambios

queno

deseaban.La

organizaciónde

mani

nesy

revueltascontra

laR

evoluciónfrancesa

(enInglaterra,

eItalia),

alargo

plazotam

biénpudieron

habertenido

un

;imilar

56

J5Q

(çpm

oya

hemos

sugeridoen

elcapítulo

segundo),la

popularera

str

uidos,

unicapara

elresu

STrgQ

.e1820

Y

ayorpáde

Europa,

elclero,

lanobleza,

losm

ercaderes,

nadola

culturade

lasclases

más

bajas,estábán

am

asflca-pp

ala

visión_quetenían

dcim

undo.U

node

lossíntom

asque

retid

seF

cam

hi

designificado

deltérm

ino

O)>,

cadavez

menos

utilizadopara

referirsea

«todos»o

a«las

asrespetables»

ysí

paraindicar

al«pueblo

común»

.Las

Estrande,

citadoen

elarticulo

quesobre

élse

recogeen

elD

zctwnary

of

Biognapby.

Elperiódico

quefundó

esdistinto

delO

bsc’rtatlorliberal

de

osdel

sigloxviii.

atesis

dela

retiradaha

sidodefendida

envarias

ocasionespara

diferentes

nacionales,pero

nunca(que

yosepa)

seha

discutidom

ásallá

deeste

con-

sobreuna

basecom

parativa.Sobre

España,

JuanV

alera,discutido

enC

aro

1969),págs.

24y

sigs.para

Inglaterra,F.

R.L

eavis,T1e

Com

mon

Pursuit,

idsworth,

cd.de

1962,pág.

18$;para

Alem

ania,E.

Cohn,

Gesc’llschaftszdeate

iettschaftsroman,

Berlin,

1921,pág.

98;para

Dinam

arca,R.

Paulien

Jacobsen,

s.171

ysigs.;

paraR

usia,R

.Jakobson

(1944);para

Francia,D

avis(1975),

arala

costumbre

francesa,C

.Faure

deV

augelas,R

crnrq»c’ss»r

Lilangue

e,París,

1647,prefacio;

W.

Bahner,

LeM

otet

laN

otiondu

“peuple”dans

ede

Rousseau.,

enStuttes

onV

oltaire,55

(1967);im

agesdu

peuple,1

.

•erahora

H.

Pavne,Ih

ePhitosophes

andthe

People,N

ewH

aven,1976.

Para

ra,O

.E.

D.,

articulov

ulg

ar.,donde

seseñala

elsignificado

de»m

alcriado’,

Cam

biosen

lacultura

popular377

siguientespáginas

intentanexplicar

estatesis

dela

renuncia,respon

diendoa

variaspreguntas:

¿quiénesse

retiraron?,¿de

quése

retira

ron?y

¿porqué

lohicieron?

Elclero,

lanobleza

yla

burguesíatenían

suspopias

razones

fueparte

delas

reformas

catohcay

protestante.E

n1500,

lam

ayoria

deios

curaspárrocos

teníanun

nivefcia

culturalm

uypróxim

o

alde

susfeligreses.

Los

reformadores

noestaban

muy

contentoscon

estasituación

ypronto

demandaron

unclero

instruido.E

nlas

zonas

protestanteséste

solíaproceder

delas

universidades,y

enlos

países

católicos—

despuésdel

Concilio

deT

rento—los

sacerdotescom

en

zarona

sereducados

enlos

seminarios;

enlas

zonasortodoxas

estos

cambios

nofueron

tanperceptibles.

Adem

ás,los

reformadores

ca

tólicosinsistieron

enla

dignidaddel

sacerdocio;San

Carlos

Borro

meo,

porejem

plo,decía

asus

sacerdotesque

conservasenla

grave

dady

eldecoro

allídonde

estuviesen.A

quelviejo

párrocoque

lle

vabauna

máscara

ybailaba

enla

iglesiadurante

lasfiestas

oque

contabachistes

desdeel

púlpito,fue

sustituidopor

otroque

estaba

mejor

educado,con

unestatus

socialm

ásalto

yconsiderablem

ente

separadode

susfeligreses

.

Paralos

noblesy

losburgueses,

laR

eforma

fuem

enosimortante

qel

Ren

acimirn

DL

.jpbles

estabanadoptando

maneras

más

rojo

comportam

ientoinspirado

en

manuales

decortesía,

siendoel

más

amoso

secon

unaestudiada

j4jfe

çççj,a

cultiv

arse

conun

ciertosentido

dignas,com

osi

estuviesen

tomando

parteen

unballet.

Tam

biénse

multiplicaron

l3iE

ds

sobrela

danzay

losbailes

dela

cortese

diferenciaroncada

vezde

losdel

país.Los

noblesdejaron

decom

eren

grandessalas

acompa

ñadosde

suservidum

bre,para

hacerloen

comedores

separados(re

cordarque

eltérm

inoinglés

drawing-room

s,«salones»,

procedede

withdraw

tng-rooms,

« habitacionesseparadas»).

Adem

ásdejaron

de

organizarcom

batescon

suscam

pesinos,com

osucedía

enL

ombar

día,o

dem

atartoros

enpúblico,

como

habíanhecho

enE

spaña.

Aprendieron

ahablar

ya

escribir«correctam

ente»,de

acuerdocon

elcual

reúnelos

tradicionalessentidos

devernacular»

y‘m

alcducado».Para

elale

mm

,ver

ladefinición

deStieler

en1691,

Colonia-B

erlín,1966.

pág.113.

Sobreel

clerocatólico,

Delum

eau,págs.

72y

sigs.,271

ysigs.

penosinoconssus

oellostrana

un;festa>E

spaefect

La

rncia

delas

clasesaltas

Ecu

ltlo

sren

Llosab arsepacuarnos«pupers56

Nati>

comi

conr,textcB

aroFIarrund13,

1pág.

franl’O

ep

anIngI

1•

.................OOOOOO

378La

culturapopular

enla

Europa

moderna

JC

ambios

enla

culturapopular

79

unasnorm

asform

ales,ja

evitartérm

inosy

palabrasincluidas

enlj..e

rgs

olos

Desde

luego,estoscam

biostenían

unarazón

social.A

medida

queii

fuñciómi1itar

habíaido

declinando,la

noblezatenía

queencon

trarotros

caminos

quejustificasen

susprivilegios:

debíadem

ostrarque

erandiferentes

delresto

delm

undo.T

odasestas

costumbres

refinadasde

lanobleza,

fueronim

itadaspor

losfuncionarios,

juristasy

mercaderes

quedeseaban

ennoblecerse.La

separaciónde

lacultura

popularde

todosestos

gruposfue

más

c6mpleta,

sise

tienen

ciienta

queaquella

incluyoa

susesposas

ehijas,

quienescon

anterioridadhabían

págs.64).

Esdifícil

medir

elnivel

deeducación

delas

mujeres

entre1500

y1800,

porqueen

generalésta

fuebastante

informal

aldesarrollarse

enlas

casasy

noen

lasescuelas.

Sinem

bargo,la

multiplicación

detratados

sobresu

educación—

desdeL

aeducación

dela

mujer

cristiana

deJuan

Luis

Vives

(1529),hasta

e’New

tonismo

paradam

as(1

737)—

,nos

sugiereque

lasm

ujeresde

lasclases

dirigentescom

partíancada

vezm

ásla

culturade

susm

aridos61

Laparació

nde

ambas

culturaspuede

verse,con

más

claridad,en

aquellas

En

Languedoc,

porejem

plo,la

noblezay

laburguesía

adoptaron

elfrancés,

loque

lesseparó

(ohizo

patentela

separación)de

losartesanos

ycam

pesinosque

hablabanoccitano.

En

Gales

laaris

tocracialocal

empezó

ahablar

inglésy

retirósu

proteccióna

losbardos

tradicionales,lo

quesupuso

lacasi

inmediata

extinciónde

estetipo

deactores.

En

lasH

ighlandsde

Escocia,

durantela

épocade

ferguson,el

gaélicose

convirtió—

como

indicabael

mism

oF

erguson—

en«la

lenguaque

sehablaba

enlas

cabañas,pero

noen

lossalones

oen

lam

esade

cualquiercaballero».

En

Bohem

ia,la

mayo

ríade

losgrandes

nobleseran

alemanes,

quieneshabían

conseguidosus

señoríosdespués

dela

batallade

laM

ontañaB

lancaen

1620.

60Para

lalucha

libre,B.

Castiglione,

IIcortegiano

(1528)(hay

trad.española,

Elcortesano);

sobreel

autocontrol,N

.E

lias,Ü

berden

Prozessder

Zivitisation,

1,B

asel,1939

(haytrad.

española,E

lproceso

decivilización,

f.C.E

.,M

éxico,1988);

cifr.R.

Lippe,

Naturbeherrschung

amM

enschen,2

vols.,frankfurt,

1974(especialm

entesobre

ladanza).

61R

.K

elso,D

octrinefor

theL

adyof

theR

enaissance,U

rbana,1956,

recoge891

tratadossobre

estam

ateria.

62Sobre

Languedoc,

P.W

olff,H

istoirede

Toulousse,T

oulouse,1958,

págsy

sigs.,236;

sobreG

ales,T

.P

arry,A

History

ofW

elshL

iteratnre,O

xford,sobre

Escocia,

A.

ferguson,cit.

porM

ackenzie(cap.

1,n.

39),pág.

65;sobre

mia,

R.].

Kerner,

Bohem

iain

theE

ighteenthC

entury,N

uevaY

ork,1932,

págsy

sigs.;B.

Balbín,

Dissertatio

apologetica,Praga,

1775,pág.

7;sobre

Noruega,

falncs,N

ationalR

omanticism

inN

orway,

Nueva

York,

1933,y

sobrefinla

Wuorinen,

esp.pág.

44.63

L.R

otgans,B

oerekermis,

Am

sterdam,

1708,esp.

págs.10-11,

29:5.

Mci

Tableau

deParis,

8vols.,

París,1782-84,

5,cap.

431.

Ellos,y

lacorte

deV

iena,m

arcabanel

tono;de

hecho,el

jeB

ohuslavB

albínpodía

señalaram

argamente

que«si

enB

ohemle

oyea

alguienhablar

checo,se

piensaque

esporque

haper

lareputación».

Alguien,

esdecir>

aquélque

teníaun

altoesi

social;el checo

erapara

loscam

pesinos.E

nla

Noruega

delsiglox

tagente

cultahablaba

endanés,

ellenguaje

dela

corteen

Copei

gue;H

olberg,quien

habíanacido

enB

erge,escribió

susobra

danés.D

eform

asim

ilar,las

élitesfinlandesas

hablabansueco

yal

donaronsu

propioidiom

aen

manos

deartesanos

ycam

pesinos;lenguas

parados

culturas6

2,

Sinem

bargo,no

erael

idioma

delpueblo

loúnico

querech

dse

sdiñ

gente

s,sino

lacultura

populasu

coto.

ELcam

bjo

deactitud

quem

arcóesta

renunciaa

par

dela

culturapopular,

hasido

estudiadoen

detalleen

eltulo

octavo;el

clero,la

noblezay

laburguesía

estabanconsiguie

interiorizaruna

éticade

autocontroly

orden.A

sí,para

tomar

ejemplos

casipor

azar,un

poetaholandés

enel

mom

entode

de

biruna

feriacam

pestre,elegía

unaparodia

delestilo

heroico,m

festandosu

distantediversión

anteel

comportam

ientode

lage

mientras

tanto,un

escritorfrancés

definales

delsiglo

xviii,enc

trabaque

elcarnaval

parisienseera

muy

perturbador,incluso

losque

asistíancom

osim

plesespectadores,

pues«todas

estasdi

sionesm

uestrantanta

locuray

tosquedad,que

aquellosque

panpan

enellas

tienenel

gustode

loscerdos»

63P

e_po

únic,arnentelas

fiestaslo

querech

azbn

lasç.jnigç

ibiéni

visióndel

mundo_que

teníael

pueblo,com

opuede

mostrarlo

unanálisis

delas

cambiantes

actitudesde

aquellossc

lam

edicina,la

profecíao

labrujería.

çjernplos,la

viejarivalidad

trelos

doçtorescon

educaciónuniversitaria--y

los-curanderos,pai

haberadquiridoun

contenidom

ásintelectuaL

en.laépoca

deja

ta.0151,1—n1—)St—noan:1e741.a,r,

380La

culturapopular

enla

Europa

moderna

científica.E

n1603,

unm

edicoitaliano,

ScipioneM

ercurio,

.mlibro

sobrelos

«errorespopulares»

enel

campo

dela

haciendouna

claradistinción

entrela

genteculta

—quien

am

édicosverdaderos,

como

élm

ismo—

,y

las«personas

.s»(persone

votgarz)que

corríana

laplaza

(ycorrer

eraen

unaofensa

contrael

decoro)para

oírlos

consejosde

ioses,

saltimbanquis

yotros

«malhechores

conocidospopular

mo

brujos».Pocos

añosdespués,

en1619,

unm

édicofran

ñorde

Courval,

lanzóun

ataquesim

ilarcontra

ioscharla-

queprovocó

unaréplica

deun

representantetan

cualificado.barin

(supra,pág.

161).O

tracontribución

aeste

debatefue

lesir

Thom

asB

rowne,

Pseudodoxzaepidém

ica,un

estudio)5

dogmas

ylas

presuntasverdades

comúnm

enteaceptadas,

scuando

sonexam

inadasresultan

sererrores

comunes

y.Sir

Thom

asera

médico

yesta

profesiónle

diola

posibiobservar

«esaerrónea

disponibilidadde

lagente»,

cuyosos

pococultivados»

leshacían

creery

serengañados

tanto:im

banquis,ungüentos

decuranderos

ycharlatanes»,

como

‘inos,m

alabaristaso

quirománticos».

Porestas

fechas,térm

i

cese

ton

aeyiy

çque

hanm

antenidodesde

entonces64

Edad

Media

llegóverdaderam

entea

sufinal

—ha

señaladoriente

uninvestigador—

cuandolas

personascultas

yed

ujaron

detom

arseen

seriolas

profecías.))Pero,

cuándosu

to?D

esdeluego,

larespuesta

dependedel

tipode

profecía.jj

loxvii.,

lasactitudes

delos

instruidosL

jpp

lare

sun_a_di’eriz<er’er.

Enel

sigloX

VI,

lasprofecías

quellevaban

deidentidad

del«m

agoM

erlín»,eran

tomadas

losuficien

enserio

como

paraser

editadasen

Franciae

Italia;después

las«profecías

delborracho

Merlín»,

como

lasdefinió

elW

illiamPerkins,

fueronrechazadas.

Elm

ismo

destinoco

asdel

abadJoachim

delFiore,

aunqueun

estudiosotan

seriojesuita

Papcbroch,todavía

lasencontraba

interesantesa

fi-siglo

Xvii.

Otras_form

asde

adivinacióndel

futurotam

bién

Talpa,

Ernpirzcus

siveindoctus

medicus,

Antw

erp,

1563,pág.

9;S.

Mercurio,

)ripopolart

d’itatta,V

enecia,1603,

esp.el

libro4;

T.

Brow

ne,Pseisdodoxia

i,L

ondres,1646,

esp.cap.

3;Les

trompertes

deschartatans

découvertesde

asido

relmp.

enT

abarin,O

e’uvres,2,

París,1858,

conla

réplicade

Tabarin.

(1975),págs.

258.

Cam

biosen

lacultura

popular381

fueronatacadas.

En

sucarta

sobrelos

cornetas,Pierre

Bayle

rechazóla

ideade

quelos

veíacom

opresagios

defuturos

desastres,califi

cándolade

simple

errorpopular;

surespuesta

insistíaen

quelos

com

etaseran

únicay

exclusivamente

fenómenos

naturales.El

estudioso

holandésV

anD

aley

supopularizador

enfrancés

Fontenelle,dirigieron

susdardos

contrala

credibilidadque

todavíaconservaban

losoráculos

delm

undoantiguo.

níalaB

ibliaseguían

siendoconsideradas

conseriedad

porlos

ms

truid

oD

eeste

dei

profecíad

nte

çlsjglo

XvH

,de

unpceso

quenos

muestra

alos

riiembros

delas

digentes

cadavez

más

escépticoscon

lasprofecías

nobíblicas,

ytratando

——

como

New

ton—de

establecerunas

basesnfas

firmes

paraestudiar

lasbibhcas

Desde

finalesdel

sigloX

VjL

hy_ci

QSi

cientedsinterés

por

lasprofecías

yuna

mayor

complacencia

haciatodo

loque

fueraburlarse

deellas.

vo

lVisb

reel

tópicodel

milenio,

sucongregación

lerespondió

quese

preocupase

de‘<cosas

más

útiles’>;cuando

en168$

elestadista

holandésC

oenraadvan

Beuningen

empezó

adesatender

susfunciones

paradedicarse

ala

interpretacióndel

Apocalipsis,

estofue

vistocom

ouno

delos

datosque

demostraban

quehabía

perdidola

razón.Para

laspersonas

instruidas,fue

igualde

fácilburlarse

en1800

delas

9rofecías_que

parasus

-

-.---z--•

•.

ano

anIes.

Mientras

tanto,en

orrnade

libretosse

seguianpubli

candolas

viejasprofecías,

porejem

plolas

deM

otherShipton,

como

sinada

hubiesesucedido

ysiguieron

surgiendom

ásprofetas

popu

lares;la

obrade

JoannaSouthcott,

Losextraños

efectosde

lafr,fue

publicadaen

180165

Lacreciente

divisiónentre

ambas.c.iltL

estodavía

más_

Lectiblesi

noJij.m

çD

jetem

deJas_

bnijas._

Parep

osib

ledecir,

yla

maleficencia

dçb

ru.jaserag

eneral

enla

orimera

ni

de

itaddel

perío

do

iLg

jn.en

wco

mp

jjen

tre

“M

.R

eeves,T

heInfluence

ofProphecy

inthe

Later

Middte

Ages,

Oxford,

1969,

pág.508;

P.H

azard,L

acroe

dela

conscienceesropéenae,

París,1935,

2.’parre,

cap.2;

Haase

(n.40);

C.

W.

Roldanus,

C.

vanB

euningen,L

aH

aya,1931;

E.L

abrousse,

P.B

ayte,2,

La

Haya,

1964;sobre

Inglaterra,T

homas

(1971),págs.

427y

sigs.;B.

Cappa,

Tbefzfth

Monarchy

Meo,

Londres,

1972(espec.

laconclusión);

f.M

anuel,Isaac

New

tonH

istorian,C

ambridge,

1963,págs.

144y

sigs.,y

sobreJoanna

Southcott,

E.P.

Thom

pson(1963),

págs.382

ysigs.

voluciu

blic

medic:

pro

teordínasí

mis

charlam

entecés,

eltanes,com

ola

obrsobrelas

cuvulgarlidad«inteLpor

«:

por«

noscc

adq

i.«1reciencadascedióD

u raicorn

ci

lassei

temer

de16

puritzrrierocom

onales(‘4

De

gisc’piiierrC

ourv;C

itr.O

.eo.........aOOOOOaaaOaa

382L

acultura

popularen

laE

uropam

oderna

finalesdel

sigloxvi

ycom

ienzosdel

XV

II,se

convirtióen

elm

o

mento

más

álgidode

la«caza

debrujas»,

conun

número

dejuicios

yejecuciones

superiora

cualquierépoca

anterior.Sin

embargo,

des

de1650

elnúm

erode

juicioscom

enzóa

decaer,al

menos

enla

Europa

occidental.E

stono

fuedebido

aque

laspersonas

comunes

dejasende

acusara

otrasde

brujería,sino

aque

losinstruidos

de

jaronde

creeren

ella.Su

escepticismo

noera

tantohacia

laidea

generalde

brujería,com

ohacia

algunasde

lasacusaciones

más

específicas.

En

Francia,los

juecesdel

Parlamento

deParís

dejaronde

tomarse

enserio

todaslas

acusacionesde

brujeríadesde

1640,segui

dosalgo

más

tardepor

losm

agistradosde

losparlam

entosprovin

ciales.T

ambién

duranteel

sigloX

VII,

laaristocracia

localque

perte

necíaal

Alto

Tribunal

(Gran

Jury)de

Essex,

rechazóunas

acusaciones

debrujería

conel

veredictoignoram

us,aunque

loshabitantes

de

lospueblos

todavíaseguían

castigandoa

laspresuntas

brujassum

ergiéndolas

enel

agua.A

ligual

quelos

laicos,el

clerotam

biénco

menzó

acam

biarsu

mentalidad

eneste

tema.

En

1650,por

ejemplo,

elcardenal

Barberini

escribióa

unode

losinquisidores

enA

quileiapara

referirsea

uncaso

debrujería,

queestaba

«llenode

lagunas[m

ottodzffectuoso],

sobretodo

porquenada

delo

queha

sidoco

nfesado

hasido

verificado»,un

criteriopor

elque

nose

habíanpreo

cupadolos

juecesde

procesosanteriores.

Ladiferencia

deactitud

entreun

pastorinstruido

ysus

feligresesdurante

el sigloX

VIII, em

erge

conclaridad

enuna

delas

historiasde

Bosw

ell.C

uandoJohnson

yél

estabanvisitando

lasislas

Hébridas,

unm

inistroles

contóque

lacreencia

enla

bru

jeríay

losen

cantam

iento

sestá

muy

extendida,y

yom

ismo

heasistido

am

uchaspersecuciones

antesde

estasesión...

contram

ujeresque

hansido

acusadasde

llevarsepor

estosm

ediosla

lechede

lasvacas

desus

vecinos.C

onel

tiempo,

élse

desentendiótotalm

entede

estoy

ahoraallí no

hayel m

enorvestigio

desuperstición.

Elpredicó

contraella;

ypara

daruna

pruebam

ayorde

queallí

nopasaba

nada,desde

elpúlpito

dijoque

todaslas

mujeres

dela

parroquiaserían

bienvenidassi

queríancoger

laleche

desus

vacas,a

cambio

deque

notocasen

ala

acusada66

Esta

retiradade

lacultura

popularno

fueun

hechode

unage

“T

revor-Roper,

págs.97

ysigs.;

Caro

Baroja

(1961),cap.

4;M

androu(1968),

caps.7-9;

Macfarlane,

págs.57,

88;T

homas

(1971),caps.

18y

22;M

idelfort,cap.

6.B

arberini,citado

porG

inzburg(1966),

pág.137;

elm

inistrocitado

porB

oswell

(cap.1,

n.19),

pág.266.

Cam

biosen

lacultura

popular383

neraciónconcreta,

sinoque

seprodujo

endistintos

mom

endiferentes

partesde

Europa.

Elproceso

nuncaha

sidodescri

laprofundidad

quese

merece,

peroen

nuestrocaso

sólote

espaciopara

fijarnosde

forma

untanto

superficialen

unosejem

plos,para

mirar

unaspocas

regionesdonde

estaretirada

$dujo

enun

tiempo

relativamente

temprano

ya

otrasdonde

t(concretó

relativamente

tarde.E

nItalia,

losideales

literariosy

socialesdefinidos

enla

cde

1520por

Bem

boy

Castiglione,

implicaban

unrechazo

detura

popular,y

hayevidencias

deque

sefue

produciendoun

cientedivisión

entrelas

diversionesde

losricos

ylas

delos

j:en

Florenciay

Rom

aa

finalesdel

sigloX

vi.

Sinem

bargo,el

pide

abandonofue

menos

claroen

Italiaque

enFrancia

oIngl

inclusoen

elsiglo

xviii,m

uchositalianos

instruidoscontin

compartiendo

creenciaspopulares

acercade

lam

agiay

labruje

En

Francia,entre

1500y

1800se

produjoun

gradualpero

rtproceso

deretirada.

Enel

Parísde

comienzos

delsiglo

XV

I,h

toresaficionados

dela

Basoche

abandonaronlas

callesy

lasi

ycom

enzarona

actuaren

elParlam

entopara

unaaudienci

exclusiva.A

mediados

delsiglo

XV

I,los

poetasde

laPléiade

rzaron

lasform

asliterarias

populares,com

oel

rondeaux,1 as

ba

ylos

virelais,por

otrasque

estuviesenm

áspróxim

asa

lasnc

clásicas.A

comienzos

delsiglo

XV

II,el

nuevoideal

aristocráti«hom

brede

honor»(honnéte

hom

me)

—al

estilodel

cortesarC

astiglione—,

comenzó

aconvertir

enobsoletos

alos

viejosro

cesde

caballería.G

uerreroscom

oO

gierel

Danés

yR

eynauM

ontaubaneran,

despuésde

todo,diam

antesen

bruto,que

carde

laelegancia

queahora

seexigía

aun

caballero.T

odosellos

fi.relegados

ala

Bibliothéque

Bleue,

yfueron

sustituidospor

unava

clasede

héroesaristócratas,

menos

impulsivos

ym

ásautocoi

lados,com

oaquellos

quefiguraban

enlas

obrasde

Racine

oe.

romances

dem

adame

Lafayette.

Laform

ulaciónde

losideales

güísticosy

literariosdel

clasicismo

francéspor

Vaugelas

yB

ojtam

biénim

plicabael

rechazode

lastradicionales

cancionespoi

rescom

oirregulares

ybárbaras;

Boileau

usabael

Pont-N

euf—

Paraejem

plosflorentinos,

verG

uasti,pág.

72;para

ejemplos

romanos,

lumeau,

L’Itatie

deB

otticelliá

Bonaparte,

París,1974,

pág.328;

sobreel

siglof.

Ventirt,

Enttghtenm

entversss

theP

owers

ofD

arkness,

ensu

Italyan

entzghtenment,

Londres,

1972;L

.P

arinetto,M

agiae

ragione,Florencia,

1974.

eeeeeeeeeee.eeeeaeaeeeeeeeee

enconT1O

S

cosro

-

)se

ada:u

l:reresesoT

a;

-on67

larac

-

¿as-lá

s

a-

lesasdedefl

-

deaneoosu,a-1-

)eP11,

he

384La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Lbanlos

cantantesde

baladas—com

oun

símbolo

detodo

quedebía

evitarseen

labuena

poesía.El

trasladode

Luis

XIV

arísa

Versalles

ayudóa

ampliar

elhueco

entrela

cultura

La

yla

popular;a

diferenciade

supadre,

LuisX

IVnunca

lasfiestas

alaire

libre—

porejem

plolas

hoguerasde

San

deParís.

Loscom

ediantesitalianos,

antesm

uypopulares

en

ahoraparecían

demasiado

indignospara

unosojos

yunos

iltivados,siendo

relegadosdefinitivam

entea

lasferias.

Fina

;igloX

VII

también

fueel

tiempo

dela

extensióndel

jansenis

reel

clerode

lasparroquias,

queahora

recibíauna

mayor

5nen

lossem

inarios,y

pocoa

pococom

enzarona

distan-

elas

«supersticiones»de

susfeligreses.

Al

mism

otiem

po,los

[elos

parlamentos

dejaronde

tomarse

enserio

lasacusaciones

ría.Sin

embargo,

lasdiferencias

entream

basculturas

seabrie

sam

pliamente

enel

sigloxviii.

Con

anterioridad,los

nobles

esidiren

susestados,

compartiendo

eltrabajo

ylas

diversio

lacom

unidadlocal;

enel

sigloX

VIII,

lam

ayoríade

ellos

rondel

campo

paravivir

enlas

ciudades,llegando

aconver

extrañospara

suspropias

regiones.Los

instruidosdel

sur

hablabanfrancés

envez

deoccitano,

sinoque

también

apren

apurificarlo

deexpresiones

regionales,si

juzgamos

porel

eLes

gasconismes

corrigés(1766),

unlibro

queles

enseñaba

debíandecir

«carnaval>)sin

o«m

ardigrass»,

no«m

oncagnols»

nontagnards>’,no

«soir»sino

«nutt»,y

asiotros

muchos.

A

delsiglo

XV

III,R

ousseaupodía

burlarsede

laidea

deque

.ieneque

vestirde

forma

diferentea

ladel

pueblo,hablar,

actuar,vivir

deform

adiferente

alas

delpueblo»

6%,

nbiénen

Inglaterraeste

abandonode

lasclases

dirigentesllegó

imente

temprano.

Enel

reinadode

Isabel,las

referenciasde

truidosa

losm

inistrilesy

susbaladas

fueroncada

vezm

ás

tores,a

medida

quecrecía

lainfluencia

delos

idealesliterarios

nacimiento.

SirPhilip

Sidney,quien

sehabía

conmovido-con

Chase,

todavíalam

entabasu

«estilorudo»,

como

élm

ismo

mía.

En

suA

rtede

lapoesía

inglesa(1

581),

Puttenhamhace

Du

Bellay,

Défense

etdlustratzon

dela

langi<efrançazse(1549),

csp.libro

2.0

,

obreel

lenguaje,].L

ough,A

rtintroducrion

toSeventeenth

Century

France,

1954,págs.

244y

sigs.;sobre

elclero,

M.

De

Certau,

L’écriture

del’htstozre,

975,págs.

207y

sígs.;M

.D

esgrouais,Les

gasconismes

corngés,T

oulouse,

ousseau,citado

porB

ahner(n.

58),pág.

122.

Cam

biosen

lacultura

popular385

unadistinción

implícita

entre«poesía

vulgar»,creado

porel

«instinto

dela

naturaleza»(y

queincluía

desdelas

cancionesde

losindios

delPerú,

alas

baladastradicionales

inglesas)y

la«poesía

artificial»creada

porlos

instruidos.El

caballero-ensayistasir

Wi

lliamC

ornwallis

escribiósobre

lacultura

popularcon

unam

ezclade

curiosidad,im

parcialidady

desprecio:

lospanfletos,

[asfalsas

noticiase

historias,los

poetasde

dospeniques

atodos

deberíaconocerles,

perom

ecuido

mucho

derelacionarm

econ

ellos:m

icostum

brees

leerlosy

aveces

hagouso

deellos

porqueios

tengoen

mi

gabinete...N

om

esiento

avergonzadode

haberexpuesto

mis

oídosa

uncantante

debaladas...,

vera

losm

undanossatisfechos

conesta

materia

tanburda...,

vercuán

pro

fundam

ente

sonafectados

losespectadores,

aqué

ges

tostan

extrañosse

abandonany

quém

ateriatan

afectadasale

desu

poeta.

Pero,a

comienzos

delsiglo

Xv

ii,los

teatrospúblicos

—aquellos

dondeShakespeare

habíarepresentado

susobras

paraun

públicode

noblesy

aprendices—,

comenzaron

ano

serlos

suficientemente

bue

nospara

lasclases

dirigentes,con

loque

comenzaron

aaparecer

teatrosprivados

enlos

quela

entradacostaba

seispeniques.

Lajiga

isabelina—

unacto

satíricode

cancióny

baile—había

sidom

uypopular

entretodo

tipode

personas,pero

paralos

autoresque

escribían

paraestos

nuevosteatros

«jiga»se

convirtióen

untérm

inopeyorativo

parareferirse

auna

forma

«menor»

dearte.

EnInglate

rra,com

oen

Francia,los

miem

brosde

lasclases

dirigentesasistían

conm

ayorfrecuencia

alas

clasesde

maestros

dedanza,

conel

finde

aprenderbailes

más

dignos.La

aristocracialocal

inglesacom

enzóa

alcanzarm

ejoresniveles

deeducación;

desdefinales

delsiglo

XV

I

ycom

ienzosdel xvii,

unnúm

erocada

vezm

ayorde

ellosiban

a

estudiaren

Oxford

yC

ambridge.

Tam

biéncada

vezgastaban

más

tiempo

enL

ondres,donde

podíanobservar

lasm

anerascortesanas,

oen

lascapitales

provincialescom

oY

orky

Norw

ick,unos

hechos

que—

noen

menor

medida

quesu

educaciónuniversitaria—

les

alejaron(culturalm

entehablando)

desus

arrendatarios.E

nsus

pro

piosseñoríos

comenzaron

arenunciar

asu

funciónde

entretenera

suscam

pesinos,organizando

comidas

enlos

grandessalones,

latra

dicio

nal

ocasió

npara

asistira

actuacionesde

ministriles

ybufones.

Estos

dejaronde

estarde

moda;

Carlos

1fue

elúltim

om

onarca

inglésque

tuvoun

bufónen

lacorte.

Com

ola

noblezafrancesa,

la

aristocracialocal

inglesaabandonó

losrom

ancesde

caballeríaen

ma

nosde

lasclases

más

bajasy,

desdem

ediadosdel

sigloX

VII

enad

e

deac

aqueldesdecorte:asisti<

Juan-la

cooído5les

dm

oeduc:ciarsju

ece

deb;ron

1

solíanesdese:tirseno

sdiercéx

itc

quesinofinal«

un

pen

rejalospro

i

delC

hlo

c

cap.LoncParís1766

..OOOOOO.OOOOOOOOeecOoeOOaeOe

386La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular387

lante,las

historiasde

Guy

deW

arwick

yde

Bevis

deH

ampton

fueronreim

presasúnicam

enteen

forma

delibreto.

Afinales

delsiglo

xvii,los

instruidoscom

enzarona

sospecharque

creeren

lasbrujas

erauna

característicade

«aquellosque

tienenel

juicioy

larazón

muy

débiles,com

olas

mujeres,

losniños,

losignorantes

ylas

personassupersticiosas».

En

elsiglo

xviii,lord

Chesterfield

recom

endabaa

suhijo

queevitase

los«proverbios

comunes»,

yaque

eran«pruebas

dehaber

estadocon

malas

ybajas

compañías»

69

En

laszonas

más

alnorte

yal

estede

Europa,

elalejam

ientode

lasclases

dirigentesde

lacultura

popularparece

haberseproducido

más

tardeque

enFrancia

oInglaterra.

En

Dinam

arca,por

ejemplo,

lasbaladas

ylos

libretossiguieron

formando

partede

lacultura

dela

noblezalocal

hastafinales

delsiglo

XV

II,cuando

fueronabando

nadosbajo

lainfluencia

deios

modelos

decom

portamiento

franceses.

Com

oseñalaba

T.

C.

Reenberg

—el

Boileau

danés—en

suobra

El

artede

lapoesía:

Det

dernu

er,fordóm

tti!

Borgestuer,

Er

fordumbleven

ldstog

hórtM

edL

ystaf

ddtefruer.

(lodolo

queahora

estáconfinado

ala

cocina,A

lastabernas

ya

tosestablos,

Antes

seescuchaba

yse

leíacon

placerPor

lasdam

asen

lossalones

principescos.

Estos

nuevosideales

fueronexpresados

confuerza

eingenio

porL

udvigH

olberg,otro

admirador

deB

oileauy

delclasicism

ofrancés,

cuyospoem

asy

obrasde

teatroa

menudo

seburlaban

dela

literatura

ylas

creenciaspopulares.

En

concreto,en

Heexerie

ellerB

lindA

tarm,

ridiculizatodo

lorelativo

alas

brujas,y

ensu

épicaburlesca

PederPaars

seburla

delentusiasm

oque

sientela

gentepor

Ogier

elD

anésy

otrasnovelas

decaballería

69

friedman

(1916a),caps.

1-2;W

.C

ornwallis,

Essays,L

ondres,1600,

.Of

theO

bservationand

Use

ofT

hings.;sobre

lajiga,

Baskervill

(1929),pág.

111;sobre

losbufones,

Welsford,

cap.7;

R.

S.C

rane,T

he

Vogue

ofG

uyor

Warw

ick,

enP

roceedings

ofthe

Modem

Language

Associatton,

30(1915),

esp.págs.

167y

sigs.;J.W

ebster,Ih

eD

isplayingof

S>pposedW

ítchcraft,L

ondres,1677,

pág.323;

Chester

fielda

suhijo,

25de

juliode

1741.70

Lacita

deR

eenberg,traducida

enR.

C.

A.

Prior,A

nczentD

anishB

atlads,3

vois.,L

ondres,1860,

1,pág.

VIII;

cifr.R.

Paullien

Jacobsen,13,

págs.228

ysigs.

Más

aleste

elcam

biofue

todavíam

ástardío.

Lanobleza

continuóhasta

mediados

delsiglo

XV

IIIleyendo

loslibretos

lares,com

oM

elusiney

Magetona,

hastaque

fueronsustituid

lasobras

denovelistas

occidentalescom

oR

ichardsony

Fi

Lesagey

Prévost.Los

juiciospor

brujeríaalcanzaron

surr

intensidadcuando

yaestaban

declinandoen

Europa

occidentafinalizaron

hastabien

entradoel

sigloX

VIII.

Esta

centuriata

fuela

épocaen

laque

laaristocracia

yla

noblezalocal

deH

comenzó

aalejarse

dela

culturapopular;

fueronestos

losai

losque

comenzaron

aleer

aR

ichardsony

aR

ousseau,a

prdm

úsicam

odernaprocedente

deA

lemania

eItalia

frentea

latradicionales

gaiteros,quienes

duranteel

sigloX

VII

habíanoc

unlugar

dehonor

enlas

casasde

losnobles.

Lo

completo

qeste

alejamiento

alfinal

delperíodo,

puedeser

muy

bienilu

sinos

fijamos

enuna

historiaque

cuentaZ

oltanK

odály.U

n1803,

elpoeta

Benedek

Virág

oyóque

alguienestaba

cantanccanción

muy

cercade

sucasa;

nopudiendo

haberescuchado

ele

preguntóa

suam

igoK

azinczysi

laconocía,

sinocurrírsel

girsedirectam

enteal

campesino

quela

habíaentonado.

«PanK

azinczynecesitaba

viajardurante

sietedías,

ytodo

parapi

tarlepor

laletra

deuna

canciónque

élm

ismo

podíaconsegu

sólocruzar

lapuerta

desu

casa»El

sigloX

VIII

también

fuela

épocaen

laque

seprodujo

jamiento

delas

clasesdirigentes

escocesasde

lacultura

populardescribe

lostérm

inosde

esteproceso

deuna

forma

bastantep

ala

deR

eenberg,hablando

dela

decadenciade

lapoesía

ministriles,

quede

«lascortes

delos

príncipesy

lossalones

nobles»,había

pasadoa

manos

«delos

clientesde

lascerv

rurales».E

nE

dimburgo,

losm

iembros

delas

élitesabandonar

tabernas,donde

conanterioridad

habíancom

partidosus

bebidartesanos

ytenderos.

En

laszonas

próximas

aesta

ciudad,lo

resde

pantomim

asperdieron

elfavor

dela

noblezalocal,

recordabaun

caballero:

Com

osus

versoseran

simples

galimatías

sinsentido,

ysu

porte

exm

entebullicioso,

lacostum

brede

verlosse

hizointolerable;

asíque..

P.C

azin,Le

pnnce-evéquede

Varm

ie,París,

1940,pág.

131,sobre

losces

enPolonia;

sobrelas

brujas,B

aranowski.

B.Szabocsi,

AC

onciseH

istoryganan

A’fustc,L

ondres,1964,

págs.37,

43;K

odály,pág.

16.

lacap

u

?°‘ing,im

a-no)iéflgríaenr

lalos

adofueadodeunanal,Linia

un

con

ale:o

tt

:idaloslo

ríaslas

con:to

¡va

)das

flanlun-

388La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular389

decentesles

abucheabany

lesprohibían

laentrada

ensus

casas,

ocoa

pocodesaparecieron;

yesto

esasí,

aunqueunos

pocos

Vistosdurante

elaño

de1800

yotros.

localfue

rechazadocom

oprovincial

eincorrecto.

Com

o

didocon

los«gasconism

osa,los

localismos

escocesestam

ncorregidos

ylos

lectoresdel

libroque

publicósobre

esta

nesB

eattic,estaban

avisadospara

quenunca

dijesencia

ndolo

quequerían

decirera

chaterring(<charlando»),

o

uandose

referíana

doubt(duda»).

No

esm

uydifícil

uálera

laopinión

delos

instruidossobre

lam

úsicade

las

baladastradicionales.

Adam

Smith

puedeser

considerado

epresentativode

estasnuevas

actitudes—

aunqueya

un

idasde

moda

enla

décadade

1780—,

quienrespondió

‘ma

tanm

ordazcuando

sele

preguntópor

susgustos

lite-

eun

poetaes

escribircom

oun

caballero.N

om

egusta

eseestilo

algunasidentifican

conel

lenguajede

lanaturaleza

yla

simpli

trascosas

porel

estilo.En

lasR

eliquiasde

Percy...podem

os

algunostextos

tolerablesbajo

unm

ontónde

basura72

)bableque

losnobles

rusosfueran

casilos

últimos

enaban

tradicionespopulares,

yello

apesar

delos

intentospara

alizarlos»dirigidos

porPedro

elG

rande.(Su

gustopor

los

ylas

bufonadasnos

sugiereque

éltam

pocoestaba

muy

lizado).Se

hasugerido

quelos

aristócratasdejaron

deleer

ellibreto

ilustrado,ya

enci

sigloxvii

yque

comenzaron

francés,lo

quesignificaría

unalejam

ientoconsciente

dela

opular.Sin

embargo,

pareceevidente

queeste

procesono

tóhasta

1800.Los

lectoresde

GueT-ray

pazy

otrasnovelas

dránrecordar

quelos

noblesseguían

teniendobufones

ensus

casas,y

quelas

mujeres

dela

noblezaseguían

ve-

alos

iconosy

alos

tontossagrados

dela

mism

aform

a

:ampesinos.

Aksakov,

unode

estosnobles

rusos,nos

re

isus

mem

oriasque

suabuelo

parairse

adorm

irescuchaba

1,pag.

13;sobre

losenm

ascaradosingleses,

Robertson

(n.7),

págs.11$

eattie,S

cottzcism

s,1787;J.

Rae,

LzfeofA

damSm

ith(1895),

reimp..

Nueva

pág.369;

unadiscusión

generalen

D.

Craig,

Scott:hL

iteratureand

the

)ple(1680-1830),

Londres,

1961,caps.

1-2

skazki—

cuentosinfantiles—

,que

leleían

sussirvientes.

Esto

también

sucedíacon

losm

ercaderesy

losfuncionarios,

quienestodavía

en1800

sereunían

porlas

tardespara

escucharlas

baladastradicio

nalesAunque

estealejam

ientode

lacultura

popularse

produjoa

dis

tintasvelocidades

enlas

variaszonas

deE

uropa,sin

embargo

lastendencias

principalesparecen

bastanteclaras.

De

forma

similar,

laexplicación

paraestos

cambios

—a

pesarde

losm

aticeslocales

yde

quesea

importante

tomarlos

enconsideración—

también

parecebas

tantesencilla;

larazón

fueun

rápidocam

biode

lacultura

delos

instruidosentre

1500y

1800,la

épocadel

Renacim

iento,la

Reform

a

yla

Contrarreform

a,la

revolucióncientífica

yla

Ilustración(todas

ellaspalabras

queresum

enun

movim

ientoque

nosólo

fuecom

ple

jo,sino

queestuvo

cambiando

continuamente).

Desde

luego,la

cul

turapopular

estuvom

uylejos

deser

unm

undoestático

duranteestos

trescientosaños,

perono

cambió,

eincluso

nopodía

evolucionar

tanrápidam

ente.C

omo

hemos

visto,hubo

todotipo

decontac

tosentre

lacultura

delos

instruidosy

lapopular.

Los

vendedoresde

libretosdistribuían

obrasy

panfletosde

Lutero

yC

alvino,V

ol

tairey

Rousseau;

lospintores

campesinos

imitaban

lasform

asdel

barrocoy

elrococó,

copiandoestos

motivos

detallas

ograbados.

Sinem

bargo,todo

estono

fuesuficiente

paraevitar

quese

abriese

labrecha

entream

basculturas;

eneste

sentido,la

culturapopular

estababasada

enunas

tradicionesorales

yvisuales,

conlo

queno

podíaabsorber

conrapidez

loscam

bioso,

paravariar

dem

etáfora,la

culturapopular

estabaacostum

bradaa

recogerlo

nuevoy

trans

formarlo

enalgo

quese

parecíam

uchoa

loviejo

(supra,pág.

246).

Una

culturapopular

queevolucionase

conrapidez,

suponiendoque

hubiesealguien

quelo

quisiese,sería

imposible

enuna

Europa

mo

dernaque

carecíade

lasbases

económicas

einstitucionales

paraque

estose

produjese.A

unquehubiesen

podidofundarse

todaslas

es

cuelasy

pagara

todoslos

maestros

quese

necesitasen,m

uchosar

tesanosy

campesinos

nohubieran

podidovivir

sincontar

conla

Sobrela

«alienación.,de

losnobles

rusosde

sucultura

tradicional,M

.R

actf,

Ortg

zns

of

theR

usszan

lntL

’thgen

tsta,N

uevaY

ork,1966,

págs.74

ysigs.;

sobre

los

bufonesde

Pedroel

Grande,

Welsford,

págs.182

ysigs.;

sobrela

audienciade

los

hbok,O

vsyannikov(1968),

pág.17;

sobrelas

pervivenciastradicionales,

R.

Pipes,

Russta

underthe

Oid

Regim

e,L

ondres,1975,

pág.187;

5.1.

Aksakov,

AR

assian

Gentiem

an(trad.

inglesa),L

ondres.1917,

pág.289,

yC

hadwick,

pág.X

ii!.

lasfam

ilihasta

quihayan

sic

Eldiale

habíasu

biénfue

materia

teringc

dubzetyim

aginagaitas

obastantcpoco

pde

unaranos:

Eldebe

casero,cidad,

i

encontr

Esdonar« occ ídbuf oncoccide:los

tua

usarcuhur;se

coirrusas,y

enarnerancque

lccuerd

725

ysig

s.;,Y

ork,1

Sottzsh

O

390La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Cam

biosen

lacultura

popular

ayudade

sushijos.

En

elsiglo

xIX,el

crecimiento

delas

ciudades,

ladifusión

dela

enseñanzay

eldesarrollo

delferrocarril

—entre

otroscam

bios—,

hizoposible,

eincluso

inevitable,un

rápidocam

biode

lacultura

popular;es

portodo

ellopor

loque

esteestudio

dela

culturapopular

tradicionalfinaliza

en1800.

Am

edidaque

crecíala

brechaentre

lasdos

culturas,algunas

personasinstruidas

comenzaron

aver

lascanciones,

creenciasy

fiestas

populares,com

oexóticas,

pintorescas,fascinantes,

dignasde

serrecogidas

yregistradas.

serdescritos

como

res

de«m

entalidadpre-cism

ática».C

reíanque

lasbaladas

ylos

proverbios

quetra

nsc

banlu

eo

ub

licab

ñF

a1ciO

nuer-

tenecíaa

toos

yno

sóloal pueblo.

Esta

erala

actitud,por

ejemplo,

deH

einrichB

ebely

Sebastianfranck.

Elprim

ero,el

hijode

uncam

pesinosuabo,

seconvirtió

enun

humanista

reconocidoy

enprofesor

deT

ubinga.En

1508publicó

unacolección

deproverbios

alemanes

yuna

antologíade

historiascóm

icas,las

dostraducidas

allatín.

En

ambas

colecciones,B

ebe!se

inspirabaen

latradición

oraly

muchas

desus

historiasse

desarrollabanen

lam

isma

Suabia.En

algunasocasiones

seha

tendidoa

presentarlecom

oun

«folciorista»renacentista,

aunqueesta

descripciónes,

enciertos

aspectos,errónea.

Bebel

ofrecíasus

proverbioscom

oejem

plosde

latradicional

sabiduría

alemana,

sinsugerir

queellos

perteneciesena

loscam

pesinosen

particular.Sus

librosde

cosasjocosas

incluyealguna

historiaque

podríamos

denominar

«cuentospopulares»,

peropara

Bebel

simple

mente

eran«cuentos».

Unos

puntosde

vistasim

ilareseran

losque

defendíaSebastian

Franck,quien

también

publicóuna

colecciónde

proverbios(aunque

estavez

enalem

án)y

unaW

eltbuch,la

descripción

delos

pueblosdel

mundo,

suscreencias,

costumbres

ycerem

onias.

Francktam

biénha

sidodescrito

como

unfoiclorista,

peroél

nohace,

aligual

queB

ebel,ningún

tipode

distinciónentre

lacultura

delos

instruidosy

lapopular.

Creía

quesus

proverbiosrecogían

lasabiduría

dela

humanidad,

ysu

Weltbuch

describediferentes

naciones

sindistinguir

grupossociales

dentrode

ellas.E

nel

mundo

dehabla

germánica,

elinterés

porla

culturapopular

como

algodistinto

ala

culturade

losinstruidos

esm

uchom

ástardío,

cuandom

enos

hastaFriedrich

Friese,quien

publicóen

1703un

estudiosobre

notablescerem

oniasde

loscam

pesinosde

Altenburg»

forma-t

enagtel1azoillazona.A

ndersV

edel,por

ejemplo,

quienera

eltutoi

granastrónom

oT

ychoB

rahe,publicó

en1591

unacolecciól

unascien

baladasdanesas.

Elprefacio,

dedicadoa

lareina

5recom

endabalas

baladasporque

eran«antigüedades

históricas»liosos

«documentos»

quenos

hablande

«reyesy

batallasanterio:

En

todoel

librono

hayninguna

sugerenciasobre

queel

pucom

únesté

detrásde

estascanciones,

queson

descritascom

ociones

danesas»(danske

viser)y

nocom

o«canciones

pop

ul

(fotkeviser),un

término

quecom

enzóa

utilizarseen

elsiglo

xixnuevo,

alrey

Gustavo

Adolfo

deSuecia

sele

hadescrito

comresponsable

dehaber

nombrado

una«com

isióndel

folciore».G

ral consejo

deJohan

Bure,

undistinguido

anticuarioy

elprim

ert

delrey,

Gustavo

Adolfo

creóun

comité

querecorrería

Suecbuscaría

runas,baladas,

monedas,

costumbres,

asícom

outens

ym

étodosagrícolas

ypiscícolas.

Sinem

bargo,la

inclusiónde

runm

onedasen

lalista

deobjetivos

nossugiere

queB

urey

susuc

J ohanH

adorphestaban

interesadosen

lasantigüedades

suecasen

lasespecíficam

entepopulares.

Am

bosestaban

dentrode

latr

ciónde

FlavioB

iondiy

William

Cam

dem,

noen

lade

Herder.

casom

ásdifícil

deinterpretrar

esel

delclérigo

einvestigador

PSyv,

quienreim

primió

lacolección

debaladas

deV

edelen

169la

queañadió

unaintroducción

históricay

unoscien

nuevostc

Adem

ás,escribió

untratado

Sobrelos

erroresde

lovulgar

(entrtque

incluye,por

ejemplo,

creeren

lasfórm

ulasm

ágicas).Es

csi

PederSyv

rechazasela

culturapopular,

como

sucontem

porH

olberg,pero

queno

incluyesea

lasviejas

baladasen

ella

Representativo

delpunto

devista

alque

me

opongo,E.

Schmidt;

El.E

Proverbiagerm

anica,cd.

deW

.H

.D

.Suringar,

Letden,

1879;El.

Bebel,facete

deG

.B

ebermayer,

I..eipzig,1931;

S.Franck,

Weltbuch,

2vols,

frankfurt,15

Franck,

Sprzchwórter,

2vols.,

Frankfurt,

1541;F.

Friese,H

zstorischeN

acbrzchder

Merkw

ürdigenC

eremonzen

derA

tternburgzschenBaz<ern

(1703),reim

íSchm

ólln,i887,

ysobre

Friese,G

.fischer,

Votk

¿md

Geschichte,

Kulm

bach,1

Representativo

delpunto

devista

alque

me

opongo,H

ustvedt;P.

SyvU

svatdeD

anskeV

iser,C

openhague,1695,

reimp.

conun

prefacioy

otrosaña4

deV

edel;sobre

Suecia,Jonsson,

págs.35

ysigs.,

ySvensson

(1955).

OD

ela

renunciaal

descubrimiento

aslo•1—faellea,a1—»el)ry)sy)ronaooci.S.),)s

1392

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

ésde

1650es

posibleencontrar

estudiososen

Inglaterra,y:,_

qere

.ch

azk

Ja5

oq

e

asencontraban

como

unfascinante

tema

deestudio.

Johnque

costumbres

ylas

viejasfábulas

dem

uieresson

cosasv

ul

embargo,

nodeben

rechazarsecom

pletamente:

entreellas

)eralguna

verdady

sepuede

sacaralguna

utilidady,

ade

iabuena

diversiónconsiderar

loserrores

quecaracteriza

adoy

también

alpresente»

76Los

miem

brosdel

cleroque

i lacultura

populara

finales¿el

sigloX

VII

ycom

ienzosdel

lavieron,

engeneral,

desdeestas

mism

asperspectivas.

gieroninform

aciónsobre

lascostum

bresy

las«supersti

aunquedesaprobaban

mucho

deeste

material,

siguierono

deuna

forma

continuada.U

nejem

plofam

osode

estosres

fueJean-B

aptisteT

hiers,el

hijode

unposadero,

pos

tepárroco

ruraly

reformador

dela

religiónpopular. T

hiersrn

tratadoque

contieneuna

propuestade

reduccióndel

lefiestas,

unataque

contrala

profanaciónde

lasiglesias

porlos

vendedoresam

bulantesque

seinstalaban

enlos

otro,el

más

importante,

contralas

supersticiones,que

sineran

presentadascon

undetallism

oim

propiode

unasim

pleítica.

Podríamos

decirm

áso

menos

lom

ismo

sobreH

enry)árroco

deT

odoslos

Santosen

New

castle,quien

publicó.n

libro(en

inglés)llam

adoA

ntiq

uitates

vulgares(A

ntig

üe

iutares),cuyo

mayor

interésera

«lascerem

oniasy

opinioustentan

lasgentes

delpueblo

común».

Eltono

utilizado:as

esm

uycrítico,

perodistingue

«loque

debeser

retenidoque

debeapartarse

aun

lado»;sin

embargo,

lariqueza

deobre

lasferias,

lafiesta

dem

ayo,los

velatorios,los

ban

spuésde

lacosecha

yotros

muchos

temas,

conviertenal

Bourne

enuna

delas

fuentesm

ásútiles

parageneraciones

esde

folcloristasque

carecierondel

celoreform

istade

estesde

elpunto

devista

europeo,el

estudiosom

ásim

portantelos

queprocedían

delclero

fueL.

A.

Muratori,

unsacer

unospuntos

devista

muy

rígidosy

unanticuario,

cuyoiiento

como

bibliotecariodel

duquede

Módena

ledio

la

brey,R

emains’.,en

Three

Pi-oseW

orks,fontw

ell,1972,

pág.132;

sobre

R.

Dorson,

TheBritish

Folklorzsts,L

ondres,1968,

págs.4

ysigs.

Cam

biosen

lacultura

popular393

oportunidadde

accedera

loslibros

quenecesitaba.

Muratori

escribióun

ensayofascinante

sobreel

poderde

lafantasía,

enel

quesugería

quetanto

lasbrujas

como

susvíctim

assufrían

deun

excesode

ima

ginación.Su

trabajom

ásim

portantees

unacolección

deensayos

sobrelas

antigüedadesitalianas,

dondese

incluyen«el

germen

delas

supersticionesen

lososcuros

tiempos

deItalia»,

desdela

pruebade

laordalía

hastael

ritualdel

troncode

Navidad.

Desde

luego,p

reocupado

porrefutar

loque

élm

ismo

llamaba

«lasridículas

tradicionesdel

vulgoignorante»,

Muratori

estabainteresado

enreconstruirlas

conel

mayor

tipode

detalles.

Mientras

estosclérigos

estudiabanla

historiade

lareligión

po

pular,algunos

laicosestudiaron

lapoesía

popular.C

omo

Puttenham(m

fra,pág.

467),M

ontaignedistinguía

entrela

poesíapopular

yla

artística;pero,

adiferencia

deaquél,

Montaigne

sentíaaprecio

porlas

dos:

La

poesíaque

espopular

ycom

pletamente

naturaltiene

unainocencia

yuna

graciacom

parablesa

lasm

ásgrandes

bellezasque

haproducido

lapoesía

artística,com

opuede

verseen

lasvillaneties

deG

ascuñay

enlas

cancionesque

pro

vien

ende

nacionesque

notienen

ningúnconocim

ientode

laciencia

ode

laescritura.

Montaigne

veíaunas

bellezasen

lapoesía

popular,que

Du

Bellay

—por

ejemplo—

nopodía

ver.D

urantesu

visitaa

Italia,M

ontaignese

interesópor

unacam

pesinaanalfabeta

queim

provisabaversos

(supra,pág.

179),y

defendióa

losactores

itinerantescontra

aquellosque

lescriticaban,

además

desugerir

quedebían

recibiralgún

tipode

apoyociudadano.

Desde

luego,en

elcaso

deM

ontaigne,estas

opinionestienen

mucho

quever

consu

actitudcrítica

antela

«civilización

desu

tiempo».

Elcaso

deM

aiherbees

más

difícilde

inter

pretar.E

steno

eraun

apologistade

losalvaje,

sinoun

poetaco

rtesano

cuyam

áxima

preocupaciónera

purificarel

lenguajeliterario

yescribir

versosrefinados

ycorrectos.

En

muchos

sentidos,él

perte

necía—

como

Boileau—

alm

ovimiento

derenuncia

dela

culturapopular

descritoen

elúltim

oepígrafe.

Sinem

bargo,en

unaocasión

J.B.

Thiers,

Iraitédes

superst:tions,París,

17a4;H

.B

ourne,A

nti quites:u

t

gares,N

ewscastle,

1725(sobre

esteautor,

verla

obrade

Dorson

citadaen

lanota

anterior,págs.

10y

stgs.);L.

A.

Muratori,

Dzssertazionz

50pTala

antichitiitatiane,

3vols.,

Milán,

1751;sobre

esteautor,

S.B

ertelli,E

rudizwne

esto

rlain

L.A

.M

uratori,N

ápoles,1960.

Des

Franciala

popi.em

bargA

ubrey((las

viegares;

5

puede1

más,

esron

al1

estudiasiglo

X1

Ellos

rciones»haciéncrecopiltenonTescribin úm

ercom

etipórticcem

barlactitudB

ournen

172.dades

1nes

qucontray

aquedetalle:queteslibro

Uposteriautor.de

toddote

cnom

br

>‘‘J.

este.lU

t(

Lacultura

popularen

laE

uropam

odernaC

ambios

enla

culturapopular

395394

unacolega

leencontró

tumbado

sobrela

cama

ycantando

unacan

ciónpopular,

D’os

venez-vousJeanne?

«Am

ím

ehubiera

gustado

más

haberescrito

estacanción»,

ledijo

Maiherbe,

«quetodos

ios

trabajosde

Ronsard».

Adem

ás,cuando

lepreguntaban

sobresus

puntosde

vistaen

tornoal

lenguaje(algo

quesucedía

bastantea

menudo),

Maiherbe

siempre

lesdirigía

asus

maestros:

lostrabaja

doresportuarios

deP

ort-au-foin.Su

idealen

cuantoal

lenguajey

laliteratura

eraque

ambos

fuesende

simplicidad

natural;una

simplicidad

que,com

ola

graciadel

cortesanode

Castiglione,

necesitabaun

duroesfuerzo

parapoder

conseguirla.D

esdeesta

perspectiva,si

unacanción

popularejem

plificabaestos

ideales,M

aiherbela

elogia

ba,aunque

élno

estabainteresado

enlo

popularcom

otaL

Lo

quehubiera

hechouna

cantantede

baladastradicional

—o

losportuarios

dePort-au-Foin—

conlos

poemas

deM

aiherbees

muy

difícilde

imaginar.

78

Loscuentos

populares,al

igualque

sucediócon

lascanciones,

también

atrajerona

algunosintelectuales

dela

Franciadel

sigloX

VII.

Enla

cortede

LuisX

IV,

loscuentos

dehadas

fueronuna

verdaderam

oda.C

omo

consecuenciade

ello,incluso

algunosescritores

publicaron

suspropias

versiones:m

adame

D’A

ulnoy,m

ademoiselle

Lhe

ritiery

unim

portantefuncionario

delgobierno,

Charles

Perrauh

(quien,sin

embargo,

nopuso

sunom

breen

laportada

dela

primera

edición).E

nla

siguientegeneración,

estatradición

fuecontinuada

porel

condede

Caylus,

fundadorde

la«A

cademia

delos

Buhone

ros»,que

editódiversas

historiasque

lecontaron

variasm

ujeresm

ientraspelaban

guisantes.Perrauh

ylos

otrosno

setom

abanen

serioestas

historias,o

alm

enosnunca

admitieron

talcosa;

sinem

bargo,las

encontrabanfascinantes.

Esco

mo_

siJos_

inP

Lrn

:m

undo_desencanxado,_de_eS

te_ufliVerS

0_5iPP

enel

que

habitaban.Fue

prçian

ente

lono

losdel

mism

om

odoque

éstosatrajeron

alos

istoria

dq

dejq

per5

tició

n9

.

Laactitud

deJoseph

Addison

haciala

culturapopular,

estáa

Montaigne,

Essais,1,

cap.54;

sobreM

alherbe,G

.T

allemant

desR

éaux,H

is

toriettes,ed.

deA

.A

dam,

1,París,

1960,pág.

119.Sobre

lam

oda,M

.E.

Storer,La

mode

descon tes

defées

(1685-1700),París,

1928;sobre

Caylus,

A.

P.M

oore,Ihe

Genre

Poissardand

thefrench

Stageof

the

Eighteenth

Centuy,

Nueva

York,

1935,págs.

96y

sigs.

medio

camino

entrela

deM

aiherbey

Perrault.E

ntres

des

sayospublicados

enE

lE

spectadorde

1711,A

ddisonsorprei

suslectores

aldiscutir

sobredos

baladas:C

hevyC

hasey

Lniños

delbosque.

Com

ootros

escritoresde

suépoca,

Addisor

quela

buenaliteratura

obedecíaa

unasreglas

universales,lo

llevóa

presentara

Chevy

Chase

como

sifuese

un«poem

ahe:

ya

compararlo

conL

aE

neida.L

oque

más

lehabía

impresi

erala

«majestuosa

simplicidad»

delpoem

a,en

clarocontraste

queél

mism

odenom

inaba«la

manera

góticade

escribir»,es

losestilos

metafísico

ybarroco;

pocole

faltópara

asegurarqut

baladaseran

clarosejem

plosdel

clasicismo.

Al

mism

otiem

pcdison

confesaba—

sibien

am

odode

excusa—un

interésgener

laliteratura

popular:

Cuando

viajo,tengo

unplacer

especialen

oírlas

cancionesy

lasfábul

vanpasando

delos

padresa

loshijos,

yque

estánm

uyen

yogae

gentecom

únde

¡ospaíses

porlos

quepaso;

poreso

esim

posiblequ

puedaser

admirado

yaprobado

poruna

multitud

depersonas,

porquson

solamente

lachusm

ade

unanación,

lacual

notiene

ningunaa

paraagradar

ygratificar

lam

entedel

hombre.

Eseste

«placerespecial»

eIqjç

ga

estarde

moda

af

delig

loX

VIIIy

conello

elpunto

devista,

expresadoaquí

corde

vacilación,de

quelos

valoresde

lagente

común

nodebía

chazarseen

sutotalidad.

Lacivilización

tienesu

precio.D

e1

parecidaT

homas

Blackw

ell,en

unestudio

sobreH

omero

pubien

1735,sugería

queéste

habíatenido

mucha

suertede

vivirépoca,

cuandolas

formas

eran«sim

plesy

espontáneas»y

cuanlenguaje

noera

«tanextrem

adamente

refinadocom

oel

actual»bert

Low

th,leyendo

lapoesía

sagradade

loshebreos,

afirmab;

eram

uchom

enosrefinada

ym

ássublim

eque

lade

losgriego

Herder

conocíaa

algunosde

estospredecesores

yaprendió

chode

ellos.Su

Votkslieder

tomó

lostítulos

delos

apartadosc

obrasde

Addison,

Signeyy

Montaigne.

Así,

sirecapjtiik

ms:

lossn

ñosde

locupaesteiibiq,

‘>

‘ererpo

cambio

enlas

actitudesde

losinstruidos

esverdaderam

ented

<The

Spectator,núm

.70;

friedman

(l916a),cap.

4;T.

Blackw

ell,A

nE

¿ritothe

Lifeand

Wrzttngs

ofH

omer,

Londres,

1735,y

R.

Low

th,D

eSacra

Hebraeorum

,O

xford,1753.

enóa

dosreíae

leco»idoibcir,;tasor

uela

)dO[losrud

lesgoreisadosuel.0

-

ueu-[as‘reelasu17y

Sta

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna396

cultura.Su

AP

EN

DIC

E1

patja

rla

enep_iç

deredescubrirla

como

a1gqtico

y_p2r

ellje

rez

sante.Esta

aernrezando

aa

mirar

<capue

id

xtr

’m

m.-

_10»,

aquéldel

queha

........,.El

descubrimiento

delpueblo:

estudiosescogidos

yantologías,

1760-1846.

Lasobras

publicadasen

variaspartes,

llevanla

fechade

ediciónde

laprim

era

parte.

1760.J.

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fragrnentsof

ancientpoeriy.

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fingat

1763.EL

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AC

riticatD

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usskzkhPesen.

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andPastim

esof

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ngland.

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Minstretsy

ofthe

ScottishB

order.C

hateaubriand,G

énzedu

Christianzsm

e.K

.D

anilov,D

revnieR

ossiyskieStikhotvoreniya.

A.

vonA

rnim-C

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rentano,D

esK

nabenW

underhorn.

J.G

órres,D

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olksbücher.W

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rimm

,U

berdie

Entstehung

derA

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Kinder-

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zarnocki,O

Stow

zaiszczyinieprzed

Chréíczjastw

em.

f.L.

Celakovsk9

Slowanské

Ncirodny

P;sne.C

.fauriel,

Chants

poputairesde

laG

récem

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Dzscours...

contrele

paganisme

desrois.

1789.1789.1790.1791.1800.1801.1802.1802.1804.1806.1807.1808.1810.1812.1812.1814.1814.1817.1818.1818.1822.1824.1828.1830.1832.1835.1836.1839.1841.1841.1846.1846.

1495.1540.1553.1556.1559.1566.1577.1578.1579.1579.1582.1583.1584.1594.1606.1607.1608.1609.1633.1610.1655.1655.1660.1664.

399

BIB

LIO

GR

AF

IA

.......eE

stabibliografía

recoge:i)

antologíasm

odernasde

fuentesoriginales,

lascuales

vanseñaladas

conun

asterisco(),

eji)

unaselección

delibros

yartículos

sobrela

culturapopular

entre1500

y1800,

publicadoscon

ante

rioridada

octubrede

1976.T

odoslos

trabajosque

hansido

citadosde

forma

abreviadaen

lasnotas,

sonrecogidos

aquíen

forma

completa;

sinem

bargo,algunos

delos

libroscitados

deform

acom

pletaen

lasnotas

noestán

recogidos

enla

bibliografía,y

algunosde

losque

citamos

enla

bibliografíano

aparecenen

lanotas.

Seha

omitido

unade

lasfuentes

más

importantes:

lascolecciones

debaladas

ylibretos

dela

Europa

occidentalconservadas

enla

British

Library,

encuadernadosen

volúmenes

perocatalogados

porlos

títulos

decada

unode

lostem

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1521),escri

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162.«A

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Cristóforo

(ni1515),

cantan

teitalian

116n,1$2n,

212,214.

Am

bachtstied(alem

án),canc

pacional:78.

Am

ilha,

Barth

olo

1618-73),sacerdote,

desguedoc:

333,334n.

Ana,

Santa:76,

85,418

(SchaA

nd

rein

i,F

rancesc

o(

1548-1624),actor

italian116n,

2Dm

.A

nes,

Gonçalo

,«B

an(1500-56),

profetaportug

164,164n.

Angiolillo,

unfuera

dela

lelitano

delsiglo

XV

III:24

A

Abadal,

familia,

grabadorescatalanes

delsiglo

XV

III:147.

Abraham

aS

anctaC

lara(aprox.

16

46

-17

09

),p

redicad

or

suavo:120.

Absjørnsen,

Peter

(1812-85),fo

lclorista

noruego:39,398.

Addison,

Joseph(1672-1719),

críticoinglés:

107,394.

Afanasiev,

Aleksandr

(1826-71),fo

lclorista

ruso:39,

402.A

fzelius,A

rvidA

ugust(1785-1871),

foicloristasueco:

36,38,

398.A

gata,Santa:

239,248,

278.A

ksakov,Sergei

(1791-1859),noble

ruso:388,

389n.alabanzas

(español),poem

adel

elogio:

182.A

lcocer,F

ranciscode,

fraileespañol

delsiglo

XV

I:341,

399.

)l:91.

rox

.p

ia

prox.116,

ocu

fox.

Lan

kell).ro

x.

116,

rra80,

lapo

41

n.

431

ad,San:

220,227,

261,

lovico(1474-1533),

poe

111,hIn

,163.

n(1555-1621),

escritordem

án:320,

323.him

von(1781-1831),

Icloristaalem

án:46,

50,n,

398.224.

p(1742-1814),

empresa

:0:348.

in(1626-97),

anticuario

nd,jesuita

francésdel

si-58.iam

ed’

(1650-1705),es

ncesade

cuentosfan

tás

3!),

obrade

teatro:74,

257.prox.

1620-81),

arcipres

04.

Georges,

antro

pólo

go

tual:141.

uslav(1621-88),

jesuita9,

379n.1.1381),

líderrebelde

in

verA

nes.er

(alemán),

cantantesobre

unbanco:

ita:76.

.briele,predicador

italiagloxV

:116,

116n,158.

a(1881-1945),

com

po

siro

yrecopilador

decan

pulares:134,

403.San:

74,172,

280.

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

Bascapé,

Carlo

(1550-1615),obispo

deN

ovara:305,

313,399.

Basile

,G

ian

battista

(ap

rox

.1575-1632),

escritornapolitano:

120,120n.

Basset,

familia,

grabadoresfranceses

delsiglo

XV

III:146.

bateteurs(francés),

actoresitin

erantes:

152.B

ayle,P

ierre(1647-1706),

investigador

francés:381,

381n.B

eattie,Jam

es(1735-1803),

escritorescocés:

388,388n.

Bebel,

Heinrich

(1472-1518),

hum

anista

suavo:391,

391n.B

ekker,B

altasar(1634-1698),

pastorcalvinista

holandés:340,

340n.B

ellarmino,

Roberto

(1542-1621),je

suitaitaliano:

329.B

enedicto,San:

227.B

erggetst(alem

án),espíritu

delas

minas:

76.B

ergmannstieder(alem

án),cancionesm

ineras:76.

Bergrezhen

(alemán),

cancionesm

ineras:

76.B

ernardinoda

feltre(1439-94),

fraile

italiano:158.

Bernardino,

San(1380-1444),

fraileitaliano:

131,157,

309,309n.

bétyár(húngaro),

fuerade

laley:

240.B

euningen,C

oenraadvan

(1622-93),estadista

holandés:381,

381n.B

evisde

Ham

pton,héroe

guerrero:219.

Bibliothéque

Bleue

(libretospopula

res:123,

354,358.

Bindoni,

familia,

impresores

ven

ecianos

delsiglo

XV

I:357.

Blackw

ell,T

homas

(1701-57),pro

fesor

escocés:396.

Blair,

Hugh

(1718-1800),profesor

escocés:45,

54,397.

Indiceanalítico

Blocli,

Marc

(1886-1944),h

istoria

dorfrancés:

133.B

odmer,

JohanJakob

(1698-1783),crítico

suizo:44,

44n,397.

Boehm

e,Jakob

(1575-1624),m

ístico

deSilesia:

80.B

óhm,

Hans,

profetaalem

ándel

si

gloX

V:

164,164n,

253.B

oileau,N

icolas(1636-1711),

criticofrancés:

151,384.

bonadmJterz

(sueco),tapices

pin

tados:

147,259.

Borrom

eo,San

Carlo

(1538-84),ar

zobispode

Milán:

298,312,

326,

328,339,

399.B

ossu

et,

Jacques-B

énig

ne

(1627-1704),obispo

deM

eaux:

325.B

oswell, Jam

es(1740-95),

estudioso:

41,45,

57,383.

Bourdieu,

Pierre,

antropólogofran

céscontem

poráneo:140.

Bourne,

Henry

(1694-1751),an

ti

cuarioinglés:

392,393n.

Bova,

verB

evis.

Brahe,

Per

(1602-80),estadista

sue

co:64.

Brahe,

Tycho

(1546-1601),astró

no

mo

danés:391.

brante(francés),

danza:178.

Brant,

Sebastián(1548-1521),

escri

toralem

án:313,

309,399.

Brcn

tano

,C

lemens

(1778-1842),

poetaalem

án:36,

55,398.

Brioché,

françois(1620-81),

emp

re

sariode

marionetas:

151.

Brow

n,M

rs.(de

lasF

alkland),can

tanteescocesa

delsiglo

XV

III:125,

126n,161,

212.B

rowne,

SirT

homas

(1605-82),m

é

dicoinglés:

380,380n.

Bruscam

bille(1598-1629),

cómico

francés:111.

bruscettz(italiano),

juegosde

mayo:

257.bululú

(español,com

pañíade

un

únicoactor:

154.B

unyan,John

(1628-88),escritor

in

glés:131,

159,201,

212.

Buovo,

verB

evis.B

ure,Johan

(1568-1652),anticuario

sueco:391.

bytiny(ruso),

baladas:136,

150.

C

Cald

eró

nde

laB

arca,P

edro

(I6CC

-81),dram

aturgoespañol:

112,341.

Calvino,

Jehan(1509-64),

reform

a

dorfrancés:

310,320,

32Cn,

339.

cambaleo

(español),grupo

deactores

itlnerantes:153.

Cam

bry,J.de

(1749-1807),fo

lcloris

tafrancés:

50,S

In.C

amóes,

Luís

de(aprox

1524-80),

poetaportugués:

87.C

anisius,P

eter(1521-97),

jesuitaho

landés:329.

cantastorle(italiano),

cantantede

cuentos:154.

cantimbanchz

(italiano),cantantes

sobrebancos:

150.C

aracciolo,R

oberto,fraile

italiano

delsiglo

XV

;158.

Cardano,

Girolam

o(1501-76), m

édi

com

ilanés:127.

Carlom

agno:220,

225,229.

Carlos

V,

emperador:

246.

Carlos

XII,

reyde

Suecia:222,

370.

carmagnote

(francés),

baileen

círculo:178.

Carolan

(1670-1738),arpista

irlan

dés:156,

174.C

arto

uche,

Louis-D

om

iniq

ue

.432

Antonio336.

Ariosto,

1ta

italiaA

rndt,J(

religiosA

rnim,

poeta55,

87,A

rturo,r

Asdey,

P.rio

deA

ubrey,inglés:

Auger,

Eigb

XV

I

Aulnoy,

i

critorafleos:

auto(esp

153,1

Avvak

urrte

ruso

Balandiefra

ncé

Balbín,

1checo;

Bali,Johiglés:

9«B

andarrB

nk

ets

monta

Bárbara,

Barletta,no

de]B

artók,1

torhú

cionesB

artolorr

8

433

........o..........oeooooeeeee

434La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Indiceanalítico

435

(1693-1721),ladrón

francés:171,

217,218n,

240.C

aste

llani,

Caste

llano

de

(1461-aprox.1519),

escritorto

scano:

161.C

astig

lione,

Bald

assa

rede

(1478-1529),cortesano

italiano:378.

Catalina,

Santa,de

Alejandría:

239.C

aulet,françois

de(1610-80),

ob

ispo

deP

amiers:

302,333,

407.C

aylus,conde

de(1692-1765):

394,394n.

Cervantes,

Miguel

de(1547-16

16),escritor

español:91,

217.dartatano

(italiano),charlatán:

150.C

id,el

héroeguerrero

español:229,

342.ciego

(español),cantante

callejero:155.

Cim

ador,Z

ane,cóm

icoveneciano

delsiglo

XV

I:1

51

.

Clam

anges,

Nico

lasde

(apro

x.

1355-1437),clérigo

francés:309.

Collinges,

John(1623-90),

teólogoinglés:

79,80n.

Collins,

Samuel

(1617-85),m

édicoinglés:

114.cotporteurs

(francés),vendedores

ambulantes:

123,354.

comm

ediadelt’arte

(italiano),co

me

diaim

provisada:183,

201,208,

212,232,

264.com

pagnonnages(francés),

asociaciones

deoficiales

artesanos:81.

complatnte

(francés),canciones

lam

ento:182.

Congreve,

William

(1670-1729),dra

maturgo

inglés:107.

contrafaktur(»contrahacer»):

320.contrasto

(italiano),diálogo

dram

atizado:

183.C

orbet,R

ichard(1582-1635),

teólo

goinglés:

66.

Cornw

allis,sir

William

(m.

aprox.1631),

ensayistainglés:

385,386n.

Corrientes,

Diego,

bandoleroan

da

luzdel

sigloX

VIII:

241,241n.

Coryat,

Thom

as(aprox.

1577-1617),viajero

ycóm

icoinglés:

212, 212n.«C

ostillares»(Joaquín

Rodríguez),

toreroespañol

delsiglo

XV

III:349.

Courbet,

Gustave

(1819-77),pintor

francés:40.

Cristóbal,

San:283,

337,355

579(R

osenfeld).C

roce,

Giu

lioC

esare(ap

rox.

1550-1609),poeta

boloñés:131,

131n,163,

163n.C

rowley,

Robert

(aprox.1518-88),

teólogoinglés:

303.curandero,

versaludador.

cyfarwydd

(galés),contador

decu

entos:

164.C

zarnocki,A

dam,

(»C

ho

dak

ow

ski»,

1784-1825),escritor

polaco:44,

51,398.

Czinka,

familia,

músicos

gitanoshúngaros

delsiglo

XV

III:155.

Chappell,

William

(1809-88),editor

decanciones

populares:57,

57n.C

hate

au

bria

nd

,viz

conde

de(1768-1848),

escritorfrancés:

39,45,

398.C

hesterfield,lord

(1694-1773),386.

Child,

Francis

James

(1825-96),edi

toram

ericanode

baladas:190.

«Chodakow

ski>,

verC

zarnocki.

D

Dante

Alighieri

(1265-1321),poeta

toscano:107.

«Davenson»

(H.

1.M

arrou),in

vesti

gadorfrancés

contemporáneo:

52,52n,

406.

débat(italiano),

diálogod

ramatiza

do:183.

Defoe,

Daniel

(aprox.1661-1713),

escritoringlés:

282,361,

369.D

elgadoG

uerra,José,

(»P

epe-H

iho»,

1754-1801),torero

españoldel

sigloX

VIII:

349.D

elo

ney

,T

hom

as

(apro

x.

1543-aprox.1600),

escritoringlés:

78,113,

ll3n

,151,

235n.D

ent,A

rthur(m

.1607),

teólogoin

glés:320.

Deslyons,

Jean(1615-1700),

teólogofrancés:

298,399.

devoir(francés),

asociaciónde

oficia

lesartesanos:

81.D

icey,fam

ilia,im

presoresingleses

delsiglo

XV

III:357.

Diderot,

Denis

(1713-84),filósofo

francés:15$.

Didier,

familia,

grabadoresfranceses

delsiglo

XV

III:146.

Dovbus,

Oleks,

bandoleroruso

delsiglo

XV

III:240.

drdngvisor(sueco),

cancionesde

losbraceros

delcam

po:71.

Du

Bella

y,

Joachim

(apro

x.

1522-26),poeta

francés:384.

Duck,

Stephen

(1705-60),poeta

inglés:

163.D

ula

ure

,Ja

cq

ues-A

nto

ine

(1755-1835),anticuario

francés:51.

E

Elderton,

William

(m.

aprox.1592),

escritorde

baladasinglés:

151.E

liasson,E

rik(1754-1811),

pintorsueco:

147,175.

Enrique

II,rey

deF

rancia:225.

Enrique

III,rey

deF

rancia:225,

364,367.

Enrique

IV,

reyde

Francia:

1.246n.

Enrique

VIII,

reyde

Inglate226.

Ers

mus,

Desid

erio

(1466-1536),

humanista

lic298,

301,312.

Estienne,

Henri

(1531-98),in

francés:300,

399.E

ugen

iode

Sab

oya,

pr

(1663-1736),general:

231.E

ulenspiegel,T

ilI:122,

122nE

velyn,John(1620-1706),

viaglés:

115.E

ynatte

n,

Maxim

ilia,

(1574-1631),canónigo

dw

erp,censor:

299.E

yre,Sim

on,m

ercaderlonc

234.

F

Fabri,

Félix,sacerdote

del5

)X

V:

86.F

agerb

erg,

Cath

arina,

cusueca

delsiglo

XV

III:166

fandango(español),

bailep

jas:180.

faranduolo(provenzal),

baile178.

farsantes(español),

actores:F

auriel,C

laude(1772-1844),

gadorfrancés:

38,38n,

Fausto:

248,248n.

Federico,

emperador:

224,2

Federico

elG

rande,rey

de222,

247,248.

Feijoo,

Benito

(1676-1764),[2

tinoespañol:

341,341n.

FelipeII,

reyde

España:

2367.

Fern

ández

deM

oratín

,

246,

64,

ox

.tdés:

esor

Dipe

Oin

van

rflt

mse:

dera67n.are

fila:

resti398.

usia:

edic

364,

:olás

‘,crítico

español:341,

rio(m

.aprox.

1632),ac

¡tano:174,

175n.(aprox.

1630-91),teó

lo

90,201.

idrew(1655-1716),

polí

:és:123.

(apro

x.

14

50

-15

13

),poe

temberg:

160.B

ernardde

(1657-1757),rancés:

381.liano),

danzafrenética:

rto(1

741-1803),an

ticua

o:4

0,

42n,211,

257,397.

rges,antropólogo

amen

temporáneo:

141,408.

;e(m

.1661),

cuáquero:

;an:158,

227.e

Sales,San

(1567-1622),e

Ginebra:

314.astian

(1499-1542),h

ere66,

391,391n.

ames

(1854-1941),an

troritánico:

274,298.

dich,anticuario

alemán

XV

II:391,

391n.etro,

poetasiciliano

del1:

163.

von(1783-1855),

folclo

garo:39,

39n.-,

Mic

hael

(apro

x.

2),líder

delos

campesi

íacos:253,

254n.español),

compañía

deac

4.rlos,escritor

españoldel

:91,

92n,119.

Lacultura

popularen

laE

uropam

oderna

Garrer,

Alm

eida(1799-1854),

escritor

portugués:54.

gavotte(francés),

baileprocedente

delD

elfinado:177.

Gay,

John(1685-1732),

escritorin

glés:10$,

108n.G

eijer,E

rikG

ustaf(1783-1847),

poetasueco

ehistoriador:

37,40,

45,54,

398.G

eilerv

on

Kaisersb

erg,

Joh

an(1455-1510),

predicadoralem

án:308,

308n.G

enegenbach,P

amphilus

(aprox.1480-aprox.

1525),dram

aturgosuizo:

228,323.

Genoveva

deB

rabante,heroína

po

pularalem

ana:239.

Gent,

Thom

as(1693-1778),

imp

resor

inglés:$2,

$3n.G

erhardt,Paul

(1604-76),escritor

alemán

dehim

nos:320.

Gerh

oh

vo

nR

eic

liersb

erg

(1093-1169),agustino

alemán:

307.G

erson,Jean

(1363-1429),clérigo

francés:309.

Giberti,

Gian

Matteo

(1495-1543),obispo

deV

erona:300,

312.gzravott

(italiano),hom

bresin

gen

iosos:

165.G

linska,M

ikhail(1804-57),

com

po

sitorruso:

40.

Gluckm

an,M

ax,antropólogo

ingléscontem

poráneo:286.

Goeth

e,Jo

han

Wo

lfgan

gvon

(1749-1832),escritor

alemán:

39,15,

115,164,

264.G

olçbiowski,

Lukasz

(1773-1849),folciorista

polaco:48,

398.G

órtz,B

arón(1668-1719),

políticosueco:

370.G

órres,Josej

von(1776-1848),

pe

riodistaalem

án:35,

39,392.

Gottsc

hed,

Johan

Chnisto

ph

Indiceanalítico

(1700-66),crítico

alemán:

44,339.

Goya,

Francisco

de(1746-1828),

pintorespañol:

43.G

raff,Jó

rg(ap

rox.

1475-aprox.1541),

cantantealem

án:163.

Gram

sci,A

ntonio(1891-1937),

es

critorpolítico

italiano:69.

Grazzini,

Anton

Francesco,

el

Las

ca

(1503-84),poeta

florentino:66n,

107.G

régotre,H

enri(1750-1831),

revo

lucionariofrancés

‘iobispo

deB

lois:50,

Sin.

Grim

m,

Jakob(1785-1263),

filólogoalem

án:36,

55,111,

184,398,

409.G

riselda,

hero

ína

po

pular:

240,240n.

Guicciardini,

francesco(1483-1540),

escritoritaliano:

66.G

uillermo

III,rey

deInglaterra:

222,246,

338.G

uillot-Gorju

(aprox.1598-1648),

charlatánfrancés:

150.G

unnarsd

otter,

[ngierd

(apro

x.

1600-86),cantante

sueco:215,

215n.grslari

(servocroata),cantantes

decuentos

ala

gusle:154.

gisle(setw

ocroata),violín

deuna

solacuerda:

154.G

ustavoA

dolfo,rey

deSuecia:

220,365,

391.

H

Hadorph,

Johan(1630-93),

anticu

ario

sueco:391.

Iajdide,bandido

dela

Europa

delE

ste:75,

240.H

ákansson,C

lemet

(1729-95),pin

torsueco:

146.H

all,T

homas

(1610-65),teólogo

inglés:

298,302,

399.

.437

..halling,

bailenoruego:

177.H

andel,

Georg

eF

rideric

(1685-1759),com

positoralem

án:110.

Hansson,

Ola,

pintornoruego

delsi

gloX

VIII:

14$.

Harris,

How

ell(171

4-73),m

etodistagalés:

337.H

auge,H

ans(1771-1824),

pred

icador

noruego:33$.

Haydn,

Josef(1732-1809),

com

po

sitor

austriaco:40,

55.H

érbert,Jacques

(1757-94),peno-

distarevolucionario

francés:372.

Herd

er,

Johann

Gottfrie

d(1744-1803),

escritoralem

án:35,

36n,41,

50,57,

69,141,

279.H

erkomer,

sirH

ubert(1849-1914),

pintorgerm

anobnitánico:57.

Hobson,

comerciante

londinense‘i

héroepopular

enel

sigloX

VI:

234.H

ogarth,W

illiam(1697-1764),

artista

inglés:204,

281,402.

Holberg,

Ludvig

(1684-1754),dra

maturgo

escanm

ayo:379,

386.H

one,W

illiam(1780-1842),

folclo-C

nistainglés:

39,41.

CH

ooft,P

ieterC

ornelisz(1581-1647),

poetaholandés:

64.H

ooghe,R

omeyn

de(1645-1708),

grabadorholandés:

146,369.

hora,boro,

verkoto.

How

,Sam

uel,sectario

inglésdel

sigb

XV

II:81.

Hum

phrey,San:

220.hw

yll(galés),

serm

ón

cantado:200.

OO

Ignacio,San

(1491-1556):32$.

Ityade

Murom

,héroe

guerreroruso:

O230.

Isabel,reina

deE

spaña:64,

64n,161.

436(1737-341

n.F

iorillo,tor

najflavel,

Jcgo

mg

Fletcher,tico

esF

olz,H

ata

de1

fontenelescrito

fortana177.

Fortis,

Ario

italfo

ster,(

canoc

fox

,G

e81.

franciscaFrancisc1

obispcF

ranck,je

alenF

razer,s

pólogFriese,

1del

sifullone,

siglo

Gaal,

Grista

fG

aism1491-nos

amganganil

tores:G

arcía,siglo:

G

¡

a

438La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Indiceanalítico

439

J

Jackde

New

bury,héroe

mercader:

78,236.

J akobson,R

oman,

lingüistaco

ntem

poráneo:217,

411.Jam

es,R

ichard(1592-1638),

teólogoinglés

queviajó

porR

usia:114.

J ánosík,Juraj,

bandoleroeslovaco

delsiglo

XV

III:241,

241n.Johnson,

Samuel

(1709-84),escritor

inglés:35,

39y

sigs.,49,

54,69,

319,463,

484.J olain,

familia,

grabadoresfranceses

delos

siglosxvii

yX

VIII:

156-157.Iones,

Griffith

(1684-1761),pred

icador

inconformista

galés:389.

Jorge,San:

139,219,

249,250n,

256,278,

306.Jorge

II,rey

deInglaterra:

226.Jorge

III,rey

deInglaterra:

226.José,

San:328.

Jovellanos,G

asparde

(1744-111),estadista

español:342,

342n,353.

JuanB

autista,San:

132,159,

220,248,

279,304,

326.Juan

Nepom

uceno,San:

328.juglar

(español),cantante:

149.

K

kalekz(ruso),

<tullidos»,

cantantesde

cancionesreligiosas:

154.K

ampfgesprdch

(alemán),

debatedra

matizado:

184.K

ara

dzi,

Vuk

Ste

fanovi

(1787-1864),foiclorista

servio:36,

43,49,

55,93,

96,124,

156,175,

213,398.

kdsor(sueco),

cubostallados:

65,65n.

Kid

d,

capitán

William

(apro

x.

1645-1701),pirata

inglés:240,

244.K

irchmair,

verM

aogeorgus.K

lagen(alem

án),canciones

deque

jas:182.

ktoka(sueco),

curandero:165.

Klukstad,

Jakob(aprox.

1750),talla

dornoruego:

148,175.

Knox,

John(1505-72),

reformador

escocés:353.

kobza(ruso),

instrumento

decu

erda:

154.kobzar

(ruso),el

quetoca

lakobza:

154.K

odály,Z

oltán(1882-1967),

com

po

sitorhúngaro

yrecopilador

decanciones

populares:69,

187.K

o1Itaj,

Hugo

(1750-1812),in

telecm

alpolaco:

47.kolo

(servocroata),danza

encírculo:

178.K

opitar,Jernej

(1780-1844),in

telectual

eslovaco:49.

Kovac,

Novak,

héroeservio:

75.krakow

tak(polaco),

baile:177.

L

Lasca’,

z.’erG

razzini.L

atimer,

Hugh

(aprox.1485-1555),

obispode

Worcester:

201.laude

(italiano),poem

aslaudatorios:

182.lazzz

(italiano),tram

a:201,

2Dm

.Le

Nobletz,

Michel

(1577-1652),m

isionero

francés:327.

Lerm

ontov,M

ikhail(1814-41),

es

critorruso:

107.

Leslie,

Charles

(1650-1722),teólogo

inglésy

periodista:369.

Lévi-S

trauss,C

laude,antropólogo

francéscontem

poráneo:186,

196,207,

270.L

lieritier,M

adame

(1664-1734),es

critorafrancesa

decuentos

deha

das:394.

Lilburne,

John(aprox.

1615-57),

di.rigente

delos

niveladores:232,

282.literatura

decordel

(español),lib

retos

populares:354.

loa(español),

prólogoen

verso:154.

Lofthus,

Christian

(1750-97),d

irigente

delos

campesinos

noruegos:370,

375.L

iinnrot,E

lias(1802-84),

folcloristafinlandés:

37,43,

48,55,

398.L

opede

Vega

(1562-1635),d

rama

turgoespañol:

112,341.

lubok(ruso),

libretopopular:

388.L

ucía,Santa:

239,248.

Luis

IX,

reyde

Francia:

222,247.

Luis

XII,

reyde

Francia:

222,225,

247,248,

253.L

uisX

IIí,rey

deF

rancia:225,

248,253.

Luis

XIV

,rey

deF

rancia:226,

246,248,

369.L

uteroM

artín(1483-1546),

reform

ador

alemán:

221,247,

310n,316,

320,337,

362,409.

M

‘vfacaulay,T

homas

(1800-59),h

istoriador

inglés:40.

Mac

Gregor,

sirjames

(aprox.1500):

64.M

acpherson,Jam

es(1736-96),

poetaescocés:

45,54,

189,397.

Macph

erso

n,

Jam

es

1675-1700),vio

linista

175.m

4dy(polaco),

curandercM

aillard,O

livier(aprox.

14pred

icador

francés:122,

158.M

alherbe,F

rançoisde

(15poeta

francés:64,

393.M

andrin,L

ouis(1724-55)

bandistafrancés:

217,2’

Mantuanus

(Gianbattista

51448-1516),

poetaitalia

273n.M

anuel,N

iklas(aprox.

14pintor

ypoeta

sueco:32

Maquiavelo,

Nicolás

(14escritor

florentino:64,

284.M

arcolfo,héroe

popular:2

Margarita,

Santa:256,

306,M

argaritade

Navarra

(14escritora

francesa:161.

Mariana, Juan

de(1536-162

taespañol:

302.M

ariette,fam

ilia,grabadore

sesde

lossiglos

XV

IIy

X

Marko,

príncipe,héroe

guevio:

229,407

(Dju

ri),41

Martín,

San:219,

227,231,.

280,312,

336.M

artinM

artin(m

.1719),

escocés:336,

336n.M

arwell,

Andrew

(1621-7kinglés:

161.M

athesius,Johan

(1504-65)alem

án:76.

Mítyás,

reyde

Hungría:

247.M

aunoir,Julien,

jesuitafr

sigloX

VII:

327,330.

Maxim

iliano,em

perador:2

Max

imilian

o,

duqu

ede

(1573-1651):313.

Isabel,reina

deInglaterra:

65.Isidro,

San:328.

Ivánel

Terrible,

zarde

Rusia:

65,217,

225,246.

.eo.e...e.ooeooooooo.oeeeeGeeeDee

pro

x.

cocés:

64..1502),

116n,

1628),

ontra

;nuoli,273,

1530),

1527),,

169,

236n.0.1549),

jesui

ance

146.o

ser

Low

).,261,

allero

poeta

ólogo

223.

sdel

iviera

440La

culturapopular

enla

Europa

moderna

Indiceanalítico

.441

iles(1602-61),

cardenal:

Avdo,

guslaryugoslavo

ráner2

10.

en

de(1449-92):

63,

rg(alem

án),obra

artísti

a:160.

aldés,Juan

(1754-1817),

pañ

ol:

341,342n.

n,Félix

(1809-47),co

m

emán:

45.)aniel

(1764-1836),bo

glés:169,

349.

francés),actores:

164.cipione,

médico

italianoX

VII:

380,380n.

.‘erT

homs.

Lles(1

798-1874),histo

ria:és:

41,41n,

398.

Gju

stina

Renie

r

32),anticuarioveneciano:

n,sir

Gdes

(1584-aprox.

onopolizadordel

derecho

rlicencias

paraabrir

cer

234.M

ichelde

(1533-92),es

ancés:115,

163,211,

349,

Am

brosio,m

onjeesp

asiglo

XV

I:162,

330.ver

William

s.spañol),

bailede

combate:

r,T

hom

as

(apro

x.

1489-1525),dirigente

rebeldeale

mán:

253.M

ura

tori,

Ludovico

Anto

nio

(1672-1750),anticuario

italiano:

393,393n.

Mum

er,T

homas

(1475-1537),m

on

jealem

án:120.N

Naclitigatl,

verO

tmar,.

Naogeorgus,

Thom

as(K

irchmair,

1511-63),dram

aturg

obávaro:

298,310,

323,399.

Neronov

(a.1591),

arciprestenaso:

304.N

icolás,San:

90,97,

219,227,

248,

311,414

(Meisen).

Nikon

(1605-81),patriarca

deM

os

cú:304.

Nilsson,

Per,

pintorsueco

delsi

glo

XV

III:148.

N

ñaque(español),

parejade

actores

ambulantes:

154.o

Ogier

elD

anés(H

olgerD

anske),229.

Olav,

San,rey

deN

oruega:223,

249,249n,

336.O

lrik,A

xel(1864-1917),

folcloristadanés:

203,415.

Orlando,

verR

oland.O

siander,A

ndreas(1498-1552),

teó

logoalem

án:310,

310n,315.

«Ossian.

(vertam

biénM

acpher

son):45,

45n,125,

350.

«O

tmar»

(Johan

Nachtig

all.

1753-1819),folclorista

alemán:

51,

71,175,

39$.O

ttonelli,G

iovanni(1584-1670),

je

suitaitaliano:

29$,399.

Oudot,

familia,

impresores

franceses

delos

siglosX

VII

yX

VIII:

357.

P

Paine,T

homas

(1737-1809),rev

olu

cionarioinglés:

284,373.

PaIack

,frantisek

(1798-1876),his

toriadorcheco:

40,398.

Paleotti,

Gabriele

(1524-97),arzo

bispode

Bolonia:

303,303n,

313,

399.parodia:

185.P

arrv,John

(m.

1782),arpista

galés:

64,151,

156,174.

Parry,

Milm

an,estudioso

americano

delm

undoclásico:

136.

Pasquino:

85,85n.

Pavillon,

Nicholas

(1637-77),obispo

deA

let:333,

340,340n.

Pedro,

San:249,

38$.P

edroel

Grande,

zarde

Rusia:

217,

223,226,

247.pennyli

(galés),texto

versificado:

211.<

Pepe-H

il)o»,ver

Delgado

Guerra,

José,349.

Percy,

Thom

as(1729-1811):

37,44,

55,58,

125,388,

396,415.

Péri,

Giovan

Dom

enico

(aprox.

1564-1639),poeta

toscano:163.

Perkins,

William

(1558-1602),teó

lo

goinglés:

300,

381.

Perrault,

Charles

(1628-1703),escri

torfrancés:

110,llO

n,394.

Pierre

deP

rovence,héroe

francés:

219.

piésnizeníkie

(polaco),canciones

de

mujeres:

94.pigvisor

(sueco),quejas

delos

traba

jadoresde

lasgranjas:

71.

Pinkerton,

John(1758-1826),

reco

piladorde

baladasescocesas:

55,

191.397.

Placucci,M

ichele(1782-1840),

fol

cloristade

laR

omaña:

51.398.

Playford, John

(1656-86),m

úsicoin

glés:110.

Poch,

Ianot(Joan),

bandolerocata

lándel

sigloX

VI:

241.

poissard,género

(francés),canciones

delas

vendedorasde

pescado:122.

Poliziano,

Angelo

(1454-94),poeta

toscano:64,

64n.

Pontano,

Giovanni

(1429-1503),hu

manista

napolitano:64,

64n.

?orth

an,

Henrik

Gabrie

l

(1739-1

804),

folcloristafinlandés:

47,47n,

396.Pow

ell,M

artin(1710-29),

empresa

rioinglés

dem

arionetas:151.

Powell,

Vavasor

(1617-70),pred

ica

dorgalés:

15$.P

ropp,V

ladimir,

folclorisraruso

contemporáneo:

198,207,

217,

442.Pugachev,

Em

ilian,bandolero

ruso

delsiglo

XV

III:241,

241n,247.

Pulci,L

uigi(1432-84),

poetato

sca

no:91,

91n,175.

Pushkin,

Aleksandr

(1799-1837),es

critorruso:

107,107n.

R

Rabela

is,F

rançois

(apro

x.

1494-aprox.1553),

escritorfran

cés:111,

119,119n.

Ram

írez,R

omán

(aprox.1540-99),

contad

or

decuentos,

morisco:

166,167n,

213.

Mazarino284,

3éM

ededovconten

Médici,

1110,

1M

eistergeca

mae

Melénde1escrito

Mendelssposito

Mendozaxeador

ménétrie

Mercuricdel

sig« M

ertonM

icheletdor

fr

Mich

ie

(1755-40,

39M

isére,francé

Moe,

Jinorue

Mo

Iiére1622.217.

Mom

pe:1651)a

expvecer

Montai1crito

r393,

Montesñol

dM

orgarm

orísc178.

ot.

nhomm

e,héroe

popular237,

254,362.

m(1813-82),

folclorista39,

41,398.

canB

aptisteP

oquelín,

),dram

aturg

ofrancés: