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  • La cultura de los sectores populares, lecturas cruzadas entre Bourdieu, Grignon, Passeron y De Certau sobre dominocentrismo

    Trabajo para el seminario del Prof. Pablo Semn

    Diego Castro. Octubre 2010

    Concepto de dominocentrismo.

    Para explicar el concepto de dominocentrismo me centrar en los aportes de Grignon y Passeron,

    reunidos en Lo culto y lo popular1.

    Grignon y Passeron (1992) identifican dos forma distintas de anlisis de la cultura popular. Por un

    lado, la que tiene orgenes en los estudios de la antropologa, el relativismo y por otro la que tiene

    sus orgenes en el estudio de la sociologa, el legitimismo. De esta ltima los autores plantean

    como aspecto positivo, el hecho de identificar las relaciones de dominacin en las que se inserta

    la produccin simblica de los sectores populares. Desde el enfoque de los legitimistas, las

    cultura dominante es la nica que tiene la responsabilidad de definir cules son las

    representaciones culturales vlidas para todas las culturas. Por ende, no existe cultura ms all

    de la cultura legtima o dominante, a ciertos niveles de radicalizacin de estos planteos la cultura

    popular es una no- cultura, se caracteriza por sus ausencia, por carecer de razgos propios. Ms

    adelante desarrollaremos esta perspectiva que Grignon y Passeron denominan miserabilista. Sin

    embargo las posturas relativistas le otorgan a la cultura popular caractersticas propias, ya que la

    ausencia material no impide que un grupo organice un universo simblico coherente y propio.

    Cuando el planteo relativista se exacerba, se le otorga a las manifestaciones culturales populares

    plena autonoma respecto a la estratificacin social y se pierden las referencias en cuanto a

    dnde radica el poder de legitimar o deslegitimar algunas prcticas culturales, lo que invisibiliza

    las desigualdades y las relaciones simblicas de dominacin, a esto los autores lo denominan

    populismo.

    Presentada las dos modalidades de estudio de la cultura popular, en adelante nos detendremos

    en la legitimista. Esta es la que da lugar al concepto de dominocentrismo en el estudio de las

    culturas, entendido como aquel anlisis que realizado en el interior de una misma sociedad

    1Grignon C. y Passeron, J.C, Lo culto y lo popular, Ediciones de la Piqueta, Madrid 1992

  • estratificada se centra en el grupo dominante. El investigador usa los parmetros de la cultura

    dominante para el anlisis de la cultura popular y lo realiza centrndose en lo que la cultura

    popular carece en relacin a la cultura dominante, a esto Grignon y Passeron denominan

    miserabilismo. Estas crticas surgen hacia los estudios sociolgicos que centran el anlisis de la

    cultura en el gusto y el estilo de vida, entre otros Grignon y Passeron polemizan con los

    planteos del socilogo francs Pierre Bourdieu.

    Para los autores la sociologa legitimista pierde precisin en la medida que el estudio se dirige a

    los sectores ms bajos de la jerarqua social. Todo ocurre como si el observador , situado en el

    vrtice de la pirmide social, perdiese poder y discernimiento a medida que su mirada discurre

    hundindose hacia las zonas bajas de dicha pirmide (Grignon y Passeron: 1992, 139) En una

    sociedad estratificada, organizada socialmente por relaciones de dominacin el investigador no

    puede obviar donde se ubica el objeto (sujeto) de estudio en relacin al lugar que l mismo ocupa

    en el ordenamiento social, y en que medida sus estudios y anlisis estn signados o no por un

    atravesamiento que tiene como punto de partida dicho lugar en las relaciones sociales de

    dominacin. Cuando los elementos expuesto en el prrafo anterior no son tenidos en cuenta, los

    estudios sobre la cultura popular son analizado desde la cultura legtima, la cultura de la clase

    dominante. La cultura popular definida exclusivamente por referencia al gusto dominante, es

    decir negativamente, en trminos de hndicaps, de limitaciones, de exclusin, de privacin, de

    ausencia de opciones, de ausencia de consumos o prcticas, la cultura popular aparece

    necesariamente , en esta perspectiva, como un conjunto indiferenciado de ausencias, desprovista

    de referencias. (Grignon y Passeron: 1992, 142). Entonces la cultura popular es identificada por

    lo que carece y no por lo que le es propio. Frente a esto G. y P. hablan de haberes en lugar de

    capitales y proponen una descripcin de la cultura popular desde un punto de vista positivo, con

    caractersticas particulares y peculiares.

    La postura legitimista realiza minuciosas y detalladas descripciones de los dominantes,

    demostrando la heterogeneidad de este espacio social, en contraposicin a la cultura popular que

    la identifica como homognea, no hay diferencias dentro de la clases populares, que carecen de

    capital cultural. Este es un elemento que tambin es refutado por Grignon y Passeron en

    diferentes pasajes del texto. Se detienen en demostrar que el modo de vida y los gustos de los

    obreros de origen campesino conforman una combinacin, particularmente, conflictiva de

    disposiciones ligadas a la herencia y a la pequea propiedad territorial e inmobiliaria, y a

    disposiciones ligadas a experiencias de la proletarizacin y a la desaparicin de la clase y del

    medio de origen (Grignon y Passeron: 1992, 152).

    El anlisis dominocentrico implica la carencia de cultura por la carencia de bienes culturales, as el

    modo de vida de las clases populares se deduce del nivel de vida. Esta perspectiva ubica al

    dominado en la esfera de la naturaleza. La sociologa legitimista se sustenta en un presupuesto

    implcito: el orden simblico (jerarqua de los gustos) no corresponde solamente al orden social

  • (jerarqua de las clases), sino tambin al orden natural (jerarqua de las necesidades). (Grignon y

    Passeron 1992, 143)

    Para superar la visin dominocentrica se hablar de dominomorfismo, se proponen utilizar las

    mismas herramientas para el estudio de los dominantes y los dominados. Sosteniendo que esta

    es la mejor manera para demostrar que existen en los sectores populares cultura.

    Finalmente Grignon y Passeron, evidencian la existencia de la cultura popular como cultura

    dominada, aquella que dentro de las relaciones de dominacin constituye su universo simblico.

    Dirn que an dominada toda cultura funciona como cultura.

    Pierre Bourdieu y Michel de Certeau frente al dominocentrismo.

    Algunos de los elementos principales de las posiciones de Bourdieu fueron expuestos en la

    pregunta anterior. Para Bourdieu, en su anlisis sobre el gusto y el estilo de vida, la cultura de los

    sectores populares se caracteriza por la privacin, por la carencia, donde dicha cultura es una

    adaptacin al lugar que ocupan estos sectores en la estructura social. Dice Bourdieu Los gustos

    obedecen, as, a una especie de ley de Engels generalizada: a cierto nivel de distribucin, lo que

    es raro y constituye un lujo inaccesible o una fantasa absurda para los ocupantes del nivel

    anterior o inferior, se torna banal o comn y se encuentra relegado al orden de lo necesario, de lo

    evidente, por la aparicin de nuevos consumos, ms raros y, por lo tanto, ms distintivos

    (Bourdieu:1983)

    As la cultura dominada est marcada por la cultura dominante y los primeros buscan formaciones

    sustitutas de las carencias frente a la imposibilidad de acceder material y simblicamente a los

    bienes de la cultura dominante.

    Los sectores populares se enfrentan a una doble desposecin, por un lado la cultura dominante

    crea y define los bienes culturales a los cuales no pueden acceder y por otro construyen sustitutos

    de los bienes a los cuales no acceden.

    Excluidos de los medios de produccin, son tambin despojados de los instrumentos de

    apropiacin simblica de las maquinas a las que sirve (Bourdieu:1983).

    Los elementos planteado por Bourdieu que configuran la distincin entre la cultura dominante y la

    dominada, est marcada por el concepto de habitus, entendido este como un sistema de

    disposiciones durables y transferibles que expresan, bajo la forma de preferencias sistemticas,

    las necesidades objetivas que lo han producido. Osea por el lugar que ocupan en la estructura

    social y no meramente por el nivel de vida signado por el salario, sino que por el gusto.

    Frente a los posicionamiento de Bourdieu, es que Grignon y Passeron construyen la crtica a la

  • sociologa legitimista y miserabilista.

    Las posiciones de Michel de Certau mantienen matices importantes a las de Pierre Bourdieu. De

    Certau, en la invencin de lo cotidiano, identifica en los sectores populares un sin fin de prcticas

    culturales con estilo propio, una forma de ser y estar en el mundo. Son prcticas minsculas y

    cotidianas que van generando un sentido propio. Estas prcticas se encuentra en la manera de

    emplear lo que se le ha impuesto desde la cultura dominante, encontrndose dispersas a

    diferencia de las dominantes que se presentan como racionalizadas y normalizadas.

    Para De Certau la cultura de los sectores populares no se constituye, como plantea los anlisis

    legitimistas, de forma homognea. Por el contrario lo hacen como tcticas de consumo,

    ingeniosidades del dbil para sacar ventaja del fuerte desembocando entonces en una politizacin

    de las prcticas cotideanas2

    Releyendo a De Certau, termino de comprender en debate realizado en el curso sobre la siguiente

    idea la cultura dominante, no traspasa la puerta de las casa de los sectores populares.

    3- Ejemplifique un caso de posible interpretacin dominocntrica en algunos de los dos

    siguientes casos: la violencia juvenil, la religiosidad popular.

    Participo de un taller de escritura junto a compaeros y compaeras docentes jvenes de la

    Universidad. Hace unos ocho das, al menos as lo testifica gmail, envo a mis compaeros de

    taller una noticia que hurgando por la web, encuentro en Pgina 12 de Argentina. La misma se

    titula Es ms peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba. Cuando me encuentro con el

    artculo, lo leo detenidamente y lo primero que surge a mi cabeza es: pa salado Camilo!, Csar

    Gonzlez. Seguidamente me identifico con el personaje, fundamentalmente por mi admiracin

    compartida hacia Camilo Cienfuegos, lder militar de la revolucin cubana y por la rutilante

    afirmacin... es ms peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba. El copete de la nota lo

    presenta: A los 21 aos, despus de haber estado preso desde los 16 hasta los 20, public La

    venganza del cordero atado, su primer libro de poemas. Aparte de excluirte econmicamente, te

    excluyen cultural y simblicamente, subraya.

    Cuando lo envo al grupo del taller de escritura, lo hago en el entendido de que esta experiencia

    es destacable y valorada positivamente por mi.

    Pensando esta tercera pregunta, recuerdo la nota y la traigo a la memoria. Intento con esto

    analizar un par de cosas:

    La entrevista toda es un sin fin de prcticas con estilo propio, con sentido propio, empleando una

    herramienta reservada para la cultura dominante como son las expresiones literarias, en este caso

    2 De Certau, M (2000). La invencin de lo cotidiano. Mexico: Cultura Libre. Pg. XLVIII.

  • la poesa. Pero tambin hay poesa en diversas prcticas culturales de los sectores populares, en

    sus msicas, en sus poetas plebeyos.

    A la vez que los planteos de De Certau se consagran, afirmando que no se puede homegenizar,

    doy la vuelta y la voz de Bourdieu avanza, dicindome que es solo sustitucin, la poesa de

    Camilo es una de las tantas formaciones sustitutas que surgen por la imposibilidad de acceder a la

    cultura dominante, o a las formas poticas de la cultura dominante y creo que es un poco as.

    Pero este pibe, que mgicamente se arrim a la literatura, edita una revista que no se llama

    Maldoror, ni Fragmentario, sino Todo piola? Y a la vez estudia Letra en la UBA.

    Contino releyendo la entrevista y parece que este joven, estuviera dispuesto a entreverar la piola

    en la lnea de anlisis de la sociologa miserabilista. Le tira la carga a la cultura dominante, a la

    ciencia Algo le debo a mi sangre toba. Te dije que se estaba yendo la tormenta se entusiasma,

    mientras comprueba que se cumple su pronstico; nunca le hagas caso al servicio

    meteorolgico. Las culturas originarias de este continente miran el cielo y saben cundo va a

    llover. Ahora tenemos todas las tecnologas. Y ni as le pegan.

    La entrevista deambula demostrando los intersticios, la tctica de los dbiles, como dice De

    Certau, pero a la vez, una y otra vez la visin dominocntrica, instalada por Camilo y la periodista.

    En oportunidades se refiere a esta nueva faceta, no como un continuo deambular de la vida de un

    pibe de barrio, de un delincuente que roba y escribe poesa y vuelve a robar y as reiteradamente,

    sino como un renacimiento, una salida del mundo de la delincuencia, de su barrio y su barra, para

    pasar a la Facultad de Letras, mutando del gusto de la necesidad por el de la libertad. Pero el

    sndwich de pan francs se lo come en el bar de la esquina del barrio que lo form, como

    delincuente y como poeta. El negro de la villa, el chorro, el obrero, pero tambin el poeta.

    Sentencia Camilo, su historia de redencin: Mi cabeza empez a cambiar, a incorporar cosas

    nuevas; todo un mundo que no conoca hasta antes de caer preso, cuando me di cuenta de todo

    lo que se le oculta a un joven que le toca nacer en un barrio de clase baja, en una condicin pobre

    y humilde como en la que nac. Aparte de excluirte econmicamente, te excluyen cultural y

    simblicamente. Te excluyen porque sos el negro de una villa, el negro de mierda, vas a ser

    chorro, obrero y nada ms. El sistema te excluye y es mucho ms cruel de lo que uno cree

    repasa su aprendizaje. Lo que juega es una exclusin simblica: el de la villa es un ignorante, es

    un posible delincuente.

    La cultura del pobre como la cultura ms pobre, se presenta en su discurso. El lugar de la cultura

    en los sectores populares en sociedades estratificada, bajo el control y la dominacin se

    evidencian brutalmente.

    Ahora este pibe que cae en cana, iletrado, chorro, con seis balas en su cuerpo, por s solo relata

    su resurgimiento, su renacimiento, con tal elocuencia. Por momentos pienso que esta entrevista

    es una broma de mal gusto que me estn jugando De Certau, Bourdieu y Grignon y Passeron, que

    solo se pusieron de acuerdo para hacerme pasar un mal rato...

  • Contino leyendo: S, a leer, a informarme, a llenarme de argumentos. Fue un renacimiento; el

    concepto de renacimiento en la historia de la humanidad es salir de la oscuridad de la Edad

    Media, de las tinieblas del oscurantismo. De repente aparecen Galileo, Da Vinci, Coprnico, otra

    corriente de filosofa con Descartes, los inventores, los pintores. Mi renacimiento fue gracias a la

    cultura. Sabs por qu hablo de rabia?

    No.

    Porque no es lo mismo que alguien de clase media piense a que lo haga un pibe de clase baja.

    Si el de clase baja tiene conciencia de clase, la potencia que tiene ese pensamiento es mucho

    ms explosiva que la de la clase media, en el sentido de rebelarte. Fue lo que me pas a m: tener

    conciencia de clase, pero no haciendo una separacin porque yo soy de abajo, pero no quiero

    que se muera el de arriba. No. Yo pensaba todo esto, pero segua dentro de una celda. No saba

    que el da de maana iba a publicar un libro, a hacer una revista...

    Este apartado de la entrevista, me acerca alguna pista ms. Deca Bourdieu ... tambin esta todo

    lo que se refiere a la poltica, a la tradicin de las luchas sindicales, donde podra residir el nico

    principio verdadero de contracultura (Bourdieu: 1983)

    La entrevista sigue, el relato de Camilo o Csar transita por el debate planteado anteriormente,

    refirmo mi pensamiento inicial, a pesar de que puede concebirse la poesa como sustituto de los

    bienes culturales que no puede acceder, la misma tiene el sello propio, le da sentido a la prctica

    cotidiana de muchos otros pibes con su misma historia de chorro:

    Letras, mscara de mi herida! / Alintame esta tarde / que si no escribo soy piedra / y vuelvo a

    ser tan slo un expediente/... El barrio es la villa Carlos Gardel, panorama de vida que siempre

    tiene olor a celda, a plomo, a trabajo en negro o en gris o a traje de encargado de limpieza, dice

    en el poema dedicado a ese lugar en el mundo donde naci

    A partir de la entrevista diferentes enfoques se podrn desplegar, el legitimista de la periodista, o

    el mo propio al enviar por correo esta noticia, me interes centrarme en una historia que se

    espectaculariza pensando en el renacimiento o la redencin de los chorros por la poesa o por

    cualquier otro elemento parido de las entraas de la cultura dominante. No hay homogeneidad y

    por ende no es correcto hablar de cultura popular, como nica e indivisible, lo que corresponde es

    hablar de culturas populares.

  • Bibligrafa consultados

    BOURDIEU, Pierre (1983) Gostos de classe e estilos de vida. San Pablo: Atica. DE CERTEAU, Michel (2000). La invencin de lo cotidiano I Artes de hacer. Mexico: Cultura

    libre. GRIGNON C. y PASSERON, J.C (1992) Lo culto y lo popular. Madrid: Ediciones de la Piqueta.

    Anexo. Entrevista a Csar Gonzlez en Pgina 12

    http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-19641-2010-10-18.html

    Es ms peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba

    Csar Gonzlez se puso Camilo en homenaje a Cienfuegos y Blajaquis por el militante peronista de Quin mat a Rosendo?

    A los 21 aos, despus de haber estado preso desde los 16 hasta los 20, public La venganza del cordero atado, su primer libro de poemas. Aparte de excluirte econmicamente, te excluyen cultural y simblicamente, subraya.

    Por Silvina FrieraEl aire se espesa en Morn. Se presiente la lluvia, el ataque de las gotas, como en uno de los poemas de Camilo Blajaquis, el seudnimo que eligi Csar Gonzlez para escupir su dolor, su verdad, su poesa, cuando renaci dentro de una crcel. Letras, mscara de mi herida! / Alintame esta tarde / que si no escribo soy piedra / y vuelvo a ser tan slo un expediente/, se lee en su primer libro, de ttulo ricotero, La venganza del cordero atado (Ediciones Continente), con ilustracin de Rocambole y prlogo de Luis Mattini. Dos trozos de carbn que arden; llamitas intrpidas lanzadas del presente hacia el futuro. Los ojos de Csar experimentan con la pequea porcin del horizonte que se deja ver desde la ventana de Dallas, un bar cero burgus lo define, un lugar de laburantes donde el joven juega de local desde febrero pasado, cuando sali en libertad. Su mirada se embarca en un mar de proyectos: otro libro de poemas ms, el crecimiento de la revista que edita, Todo piola? (ver aparte), la carrera de letras que cursa en la UBA. Me lo bajo en un toque, dice por el sndwich de pan francs que le acaba de servir Ubaldo Collado, dueo y mozo, sufrido hincha de Racing. Como Csar. Si la lluvia es el momento en que el cielo y la tierra tienen un orgasmo como escribi en otro poema, habr que esperar ese encuentro. El sol empuja en cmara lenta a las nubes. Algo le debo a mi sangre toba. Te dije que se estaba yendo la tormenta se entusiasma, mientras comprueba que se cumple su pronstico; nunca le hagas caso al servicio meteorolgico. Las culturas originarias de este continente miran el cielo y saben cundo va a llover. Ahora tenemos todas las tecnologas. Y ni as le pegan.

    En menos de un minuto, Csar devora el sndwich. Qu hacs, caradura?, dice y saluda a Lucho, el padre de un compaero de la calle, cuando Csar andaba en la calle, unos seis aos atrs que parecen prehistricos. En el barrio siempre es as, se acercan a saludarme. El barrio es la villa Carlos Gardel, panorama de vida que siempre tiene olor a celda, a plomo, a trabajo en negro o en gris o a traje de encargado de limpieza, dice en el poema dedicado a ese lugar en el mundo donde naci hace 21 aos y creci a los porrazos. Donde vive y da talleres literarios para rescatar a los pibes de un infierno anunciado. No es que me levant un da o manej en mi cabeza, en algn momento, la idea de escribir un libro cuenta Csar. La venganza del cordero

  • atado es un rejunte de los poemas que escrib, tan simple como eso. Lo que no es tan simple es dnde los escribi, en institutos de menores, en la crcel, bajo el seudnimo de Camilo Blajaquis: Camilo en homenaje al comandante Cienfuegos uno de los lderes de la Revolucin Cubana, Blajaquis por el militante peronista asesinado en la pizzera La Real, relatado por Rodolfo Walsh en Quin mat a Rosendo?

    Mi cabeza empez a cambiar, a incorporar cosas nuevas; todo un mundo que no conoca hasta antes de caer preso, cuando me di cuenta de todo lo que se le oculta a un joven que le toca nacer en un barrio de clase baja, en una condicin pobre y humilde como en la que nac. Aparte de excluirte econmicamente, te excluyen cultural y simblicamente. Te excluyen porque sos el negro de una villa, el negro de mierda, vas a ser chorro, obrero y nada ms. El sistema te excluye y es mucho ms cruel de lo que uno cree repasa su aprendizaje. Lo que juega es una exclusin simblica: el de la villa es un ignorante, es un posible delincuente. Csar subraya que el primer acto de su renacimiento, antes de la escritura, no fue la lectura los libros que unas manos de mago, literalmente, acercaron a sus ojos sino la libertad que le dio pensar. Empec a usar esto que tengo ac arriba dice con el dedo ndice en la sien para algo productivo, para algo que me diera vida, que me diera fuerza. Y digo vida porque estaba muerto en vida: 16 aos, seis balazos de la polica, me quedaban cinco aos de crcel; ingres a un instituto con los clavos en las piernas, en muletas, pesando 50 kilos. Realmente estaba muerto.

    La realidad es que estaba preso muerto en vida en 2005. El camino de regreso a la vida tiene un nombre: Patricio Merok Montesano, un amigo que le acerc los libros, un vago que daba taller de magia voluntariamente dentro de la crcel. Nos trataba bien, no vena desde un lugar de profesor, a ustedes, negritos, les vengo a ensear cmo es la vida, que es muchas veces la postura de los talleristas en la crcel. El nos trataba como personas, no como monstruos. Nos enseaba un truco de magia y nos hablaba de Walsh, de Cooke, del Che, de lo que pas en los 70. Nos hablaba de arte, de poesa, de cultura enumera ese torbellino de novedades que lo asaltaron. Al principio no le di mucha importancia, este loco de mierda, qu me importa lo que dice, si total a m me quedan un montn de aos. Pero vena en serio, con pureza, para ayudar. El mago vaya si ayud. Le prest De Ernesto al Che, de Calica Ferrer. Antes de ese libro yo no saba, por ejemplo, que el Che era argentino, ni qu haba hecho, ni cules eran sus ideales, ni por qu luch reconoce Csar. Ese libro me sirvi para darme cuenta de que uno puede hacer un click en la vida, como lo hizo el Che. Y comenzaron las preguntas, aparecieron los porqu: por qu nac en una villa, por qu tuve que ser pobre, por qu tuve que nacer en un contexto de mierda, por qu tuve que saber a los 7, 8 aos que existe la cocana, el porro y que vivo en un barrio donde eso es frecuente y la cultura es sa.

    La seguidilla de preguntas productivas se multiplicaban; estaba encerrado, pero no anestesiado. No saba qu esperaba, pero algo llegara. Hubiese terminado en una celda si no hubiese nacido en una villa? Si nueve de cada diez de los que estbamos en la crcel ramos de una villa. Qu hubiese pasado si hubiese nacido en otro contexto? Realmente no s, pero considero que en la crcel no hubiese terminado con 16 aos, baleado, adicto a las drogas como era. Se cay la venda de mis ojos con mucha rabia. No quera darle el gusto al sistema, a la sociedad, que quiere que terminemos en la crcel. Y fue una ruptura.

    Y la rabia lo llev a la lectura...

    S, a leer, a informarme, a llenarme de argumentos. Fue un renacimiento; el concepto de renacimiento en la historia de la humanidad es salir de la oscuridad de la Edad Media, de las tinieblas del oscurantismo. De repente aparecen Galileo, Da Vinci, Coprnico, otra corriente de filosofa con Descartes, los inventores, los pintores. Mi renacimiento fue gracias a la cultura. Sabs por qu hablo de rabia?

    No.

    Porque no es lo mismo que alguien de clase media piense a que lo haga un pibe de clase baja. Si el de clase baja tiene conciencia de clase, la potencia que tiene ese pensamiento es mucho ms explosiva que la de la clase media, en el sentido de rebelarte. Fue lo que me pas a m: tener conciencia de clase, pero no haciendo una separacin porque yo soy de abajo, pero no quiero que se muera el de arriba. No. Yo pensaba todo esto, pero segua dentro de una celda. No saba que el da de maana iba a publicar un libro, a hacer una revista...

  • Toc fondo: o se hunda del todo o flotaba y sala a la superficie, que es lo que hizo.

    Exactamente, pero una vez que llegu a flotar, haba que remar porque estaba en el medio del mar y no haba remos. Haba que remar y no haba balsa, haba que remar y no haba isla para naufragar. Me pegaron en la crcel por leer, por escribir, por pensar, paradjicamente. La sociedad dice que en la crcel estamos mejor, que los derechos humanos son slo para los chorros... y uno escucha todo ese discurso de que nos gusta esa vida en la crcel, que no hacemos nada. A m no me gustaba esa vida y decid hacer otra cosa: leer, terminar el secundario, recibirme. Pero no recib un abrazo de la sociedad; recib pias, me quebraron los tobillos, me rompieron un diente; sufr miles de requisas por leer y escribir. Me di cuenta de que la sociedad prefiere que los pibes roben, que se droguen antes que accionen y piensen. Es ms peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba. Cuando un pibe en este pas pens y accion, lo torturaron, lo masacraron y no apareci ms.

    En un poema se lee que una psicloga dijo que no poda ser escritor. Fue as?

    Y esa pia duele ms que la del guardia... puse en ese poema. Siempre recuerdo el da que escrib mi primer poema y se lo llev a una psicloga que tena en el Instituto Belgrano. Lo haba escrito la noche anterior despus de leer una crnica de Arlt en Aguafuertes porteas que me haba gustado mucho. Seguramente estara lleno de limitaciones; al principio escriba con rima, no poda escaparle a eso (risas). Haba sentido un vmito que me daba libertad. Algo se haba desatado, el candado se haba quebrado cuando escrib ese poema. No es una figura menor el psiclogo dentro de la crcel; es el juez cotidiano de tu vida. Yo le llevaba un poema que me haba hecho sentir persona... Yo me odi mucho tiempo, pero lleg un momento en que ese odio lo transformaba en violencia o en poesa. La psicloga dej el papel a un costado y me dijo: Muy lindo esto, pero cuando salgas tens que trabajar. Vos cometiste un delito, tens que resarcir a la sociedad y la nica forma es que te rompas el lomo trabajando. Con esto por el poema no resarcs el dao. Esto puede ser muy lindo, un pasatiempo, pero tens que trabajar. A ver si se te mete en la cabeza.... Y no fue una mala experiencia como argumentan algunos psiclogos para que me quede tranquilo. Las pelotas fue una mala experiencia! Tuve doce psiclogos diferentes y todos me dijeron lo mismo. Ninguno me ley un poema. Yo necesitaba que alguien lo leyera, que me dijera: Est feo, pero vas bien. Era un acontecimiento para m, pero me lo negaban, lo repriman. Cuando se lo di a Patricio, me dijo: Es la primera ves que escribs? Segu, prob, no est nada mal. Y me trajo libros de poesa. Te das cuenta la funcin de uno y otro? Uno estaba para ayudar, los psiclogos para reprimir.

    Por qu dice en un poema que aunque no parezca soy poeta, soy un optimista?

    Ese poema es una trompada tras otra, pero lo escrib en otro momento. Eso fue hace tres aos, cuando pensaba que la poltica eran los polticos, pero ahora s que es una herramienta. Si los polticos en nombre de la poltica hicieron desastres, la palabra no tiene la culpa. Hay optimismo en el escenario poltico argentino y hasta noto cierta alegra. La naturaleza de los barrios bajos es el peronismo obrero. No puedo desconocer eso; y con ms facilidad me doy cuenta de que este gobierno se corresponde con esa naturaleza, que este gobierno est relacionado directamente con los intereses populares y me siento identificado. Yo viv en una casa de material y chapa toda la vida. Hoy tenemos una casa digna con calefn, cocina y agua caliente. Pero tampoco me encierro en una etiqueta ideolgica. Soy peronista, pero lo que menos me gusta del peronismo es Pern. Para m el peronismo es una esencia colectiva; por eso me siento identificado con esa subjetividad colectiva que resisti 18 aos. Soy eso, pero tambin marxista y me gusta la filosofa, el rock y el reggae. Decir soy esto es autolimitarse, autoexcluirse. Yo quiero seguir creciendo y seguir siendo cada vez ms cosas.

    Qu pas con su lenguaje cuando sali de la crcel? Cambi?

    S, empec la facultad, estoy en nuevos ambientes con gente que habla diferente. Pero el lenguaje es muy amplio; en mi barrio si tengo que hablar con los pibes, hablo as tambin. Soy as siempre, pero tampoco en exceso porque si me hago el acadmico me van a decir: Qu ests hablando, gil? (risas). Pero no me gusta el estereotipo y simular que soy villero y tener que comerme las eses y decir: Ey, guacho. Ya vena incorporando nuevas palabras a mi vocabulario desde la lectura. Vos te penss que hablaba as cuando ca en cana? Usaba la misma cantidad de palabras para hablar siempre de lo mismo: a quin le choreamos, cunto hiciste, cunta merca

  • compramos, anda la yuta... No sala de ah. Ahora no tengo odio, y eso que me sobraban los argumentos para odiar, para salir de la crcel con ganas de matar. Sigo escribiendo poesa, estoy preparando mi segundo libro. Necesito escribir como el adicto necesita de su dosis. Mi dosis es escribir porque me corre la poesa por las venas. Y que por mis venas corra poesa es lo que me hace tambin experimentar una sobredosis de esperanza.

    Anexo. Entrevista a Csar Gonzlez en Pgina 12Es ms peligroso un pibe que piensa que un pibe que roba