la condiciÓn despÓtica del capitalismo.odt
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LA CONDICIN DESPTICA DEL CAPITALISMO
Autor: Vladimir Lazo Garca
Existe un problema eterno mientras exista la sociedad capitalista. Este es su despotismo
consustancial, que es un caso especfico, y es el ltimo captulo, de la condicin
esencialmente desptica de la Civilizacin Occidental, y en general de toda civilizacin
que haya existido hasta ahora.
Introducir el tema diciendo que el despotismo del capitalismo es el mismo del estado
moderno, y la razn es, que el modo de produccin capitalista es el sistema econmico que
ha producido la civilizacin de la modernidad y su cultura, junto con sus estados; stos son
son sus resultados polticos, y la forma desptica que adopta el gobierno burgus,
encubierta bajo el sistema de la democracia representativa o formal que es la transposicin
poltica del despotismo conceptual, constitutivo y originario del capitalismo, ejecutado en
la tarea estratgica de la reproduccin de la vida individual y colectiva.
Este es, en consecuencia, el objeto de la siguiente reflexin, y puede ser enunciado del
siguiente modo:
1.- El capitalismo se realiza como un modo de produccin desptico en el dominio de
la reproduccin de la vida.
Comenzar haciendo un poco de reconstruccin del pasado desptico de occidente, y
recordando algo sobre lo que me parece que es el origen de esa condicin suya, no
diferente de cualquier otro despotismo anterior, diciendo lo siguiente: Las actividades
organizadas que los seres humanos primitivos desarrollaron para la reproduccin de la
vida, se instauraron mediante un proceso civilizatorio muy largo que es ahora cuando
comenzamos a conocer, en el cual la satisfaccin de las necesidades se volvi un problema
estratgico.
Estas actividades son llamadas por la ideologa burguesa, dimensin econmica de la
sociedad, dentro de la que sus tericos envuelven toda la vida social, haciendo depender a
sta, de manera anacrnica, de los conceptos bsicos de la economa burguesa en general,
y en los tiempos actuales de la teora econmica neoclsica.
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Lo econmico (y la civilizacin), para la ideologa burguesa, en la versin ilustrada del
siglo dieciocho de Adam Smith1, sera la resolucin humana, estratgica, y adicionalmente
tcnica, del problema animal de las necesidades, resolucin la cual, para ese autor,
coincide con la civilizacin misma.
Segn este punto de vista general e ideolgico, expuesto el siglo dieciocho de forma
orgnica por Adam Smith, dentro de su teora econmica, la economa capitalista que es
un caso particular de lo econmico-, sera bsicamente un asunto tcnico, mientras que
para Karl Marx2 en el siglo diecinueve, los procesos que en la versin burguesa son
tcnico-econmicos, en realidad son un asunto histrico-social, pues las actividades
tcnicas para la reproduccin de la vida, se realizan dentro de relaciones sociales de
produccin, que son relaciones polticas o de poder, a las que ayudan a producir y a
reproducir; o sea, dentro de relaciones que entablan clases sociales heterogneas en cuanto
a su posesin de factores de la economa, para reproducir la vida natural, material y social;
relaciones que se auto reproducen reproduciendo las relaciones de poder entre las clases
que intervienen en la produccin y en la reproduccin de la vida. Representando el punto
de vista de Marx un decisivo avance terico-metodolgico y en la concepcin general de
la historia, de la economa y de la vida.
1 De manera muy resumida, podemos decir que en las primeras siete lecciones sobre economa, de las llamadas Lecciones de Glasgow, dictadas entre 1763 y 1764, plantea Smith algunos de los asuntos de suma importancia, en particular a la idea segn la cual, la resolucin humana del asunto animal de las necesidades, es la dinmica de la que resulta la civilizacin, cuyo primer dispositivo dinmico es la invencin de la divisin del trabajo; desde sta se deriva toda la civilizacin, siendo sta causada por aquella divisin, y constituyendo esta vinculacin, el primer sistema que nos aparece en sus lecciones de economa; siendo el segundo sistema, el que resulta de la enunciacin del valor, en su relacin con el trabajo (cuyo primer expositor terico fue William Petty), y de esa relacin, una explicacin esencial del sistema causal del capitalismo. En ninguno de ellos hay relaciones sociales de produccin ni relacin entre clases sociales, sino funcionamiento tcnico de la economa. En La riqueza de las naciones, pese al contenido del segundo captulo del Libro I, dedicado al principio que origina la divisin del trabajo, Smith nos expone lo que en su siglo se llamaba con una buena metfora, la fisiologa de la economa, y al hacerlo, slo habla de estructuras tcnicas y formales de acumulacin, en virtud de la combinacin ponderada de factores que realiza el dueo del capital para aumentar su factor, en primer lugar, y en consecuencia, de los ingresos de las clases sociales.
2 Desde los Manuscritos de economa y filosofa de 1844, hasta el final de su trayectoria terica con El capital. Crtica de la economa poltica, Marx subsume los asuntos tcnicos bajo las relaciones sociales de produccin, que son las formas generales dentro de las cuales discurren las primeras, En su obra mxima, nos muestra relaciones sociales de intercambio, y relaciones sociales de produccin, y, estas relaciones le dan su forma institucional, poltica y cultural y civilizatoria, al modo de produccin capitalista.
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Tales relaciones de clases son, en consecuencia, relaciones de poder, siendo que la
reproduccin de su vida es el eje de la historia de los pueblos, siendo por lo tanto la
historia, y no la economa, la verdadera forma de lo humano.
Es por ello por lo que la historia escrita hasta nuestros das, se nos expone al inicio del
Manifiesto del Partido Comunista3, como la historia de luchas de clases, y nos recuerda
Marx algunas de las clases en la historia: patricios y esclavos, seores y siervos,
capitalistas y proletarios.
Las clases dominantes en toda la historia han desarrollado formas diferentes de dominio
desptico sobre los pueblos, confundindose stas, en sus finalidades, con las estructuras
estatales, y lo han hecho, en primer lugar, en las actividades dirigidas a la reproduccin de
la vida, recordando que aquellas formas han correspondido a las diversas particularidades
de las sociedades que han organizado, con especficas relaciones sociales de produccin, y
grados de desarrollo tecnolgico propios.
La condicin desptica de estas relaciones de clases han sido siempre sabidas
intuitivamente, produciendo por ello mismo, diferentes percepciones sobre el despotismo,
tanto en las mentes de los dspotas como en las de sus vctimas, pero encubierto siempre
en beneficio de los primeros en las diferentes formas de sociedad, bajo sistemas de
explicaciones y justificaciones que han sido de dos diferentes tipos: polticas y religiosas.
Puede afirmarse que en pocas previas al mundo moderno, y an hoy, las relaciones de
dominio se las hacan pasar a los dominados, o por naturales, o bien, de origen divino,
pues los propios dspotas eran el resultado de sistemas explicativos vueltos instituciones
jurdicas o religiosas, transformadas en justificaciones, que les atribuan a ellos un
pretendido origen divino, o en algunos casos, y entremezclndose con ese origen, la
pretensin de origen natural, en una naturaleza hecha por dios, y ellos mismos, por lo
tanto, eran sostenidos por tales explicaciones y ellos a su vez las sostenan.
As, en muchos casos, los esclavos crean ser tales por naturaleza o por designio divino, o
ambos, y el patricio de igual forma crea ser tal por las mismas razones, sin olvidar que a
los dspotas, en este caso a los patricios, les ha convenido siempre la posicin de dominio
de que han gozado en las sociedades divididas en clases, de tal manera, que sus
3 Marx Karl, Manifiesto del partido comunista Parte primera. Primera edicin en 1848.
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explicaciones tienen siempre una proporcin de inters individual, o de grupo, o de clase,
lo que hace pensar que la creencia en sus explicaciones haya tenido siempre una buena
dosis de mala fe.
Los numerosos testimonios de rebeliones de los esclavos por su libertad en el mundo
antiguo y de los siervos durante la edad media, atestiguaran, sin duda alguna, que para al
menos para una parte de los sometidos al despotismo, la situacin no tena nada de natural,
porque la rebelin contra los seores feudales o contra los patricios, significaba que los
rebelados no consideraban su situacin ni natural ni de origen divino.
El despotismo es paralelo a las luchas de clases y ha sido una constante en la historia. Se
puede decir, al igual que se dice que una constante en la historia es la lucha de clases, de la
misma forma, es necesario afirmar igualmente, que al haber sido todas las sociedades
anteriores divididas en clases, su estructura misma ha sido siempre desptica, y las
relaciones sociales de produccin tambin lo han sido, siendo el despotismo la
consecuencia directa de la divisin en clases de la sociedad, que se instaura junto con ella,
y por lo tanto una constante del proceso civilizatorio.
Desde este punto de vista, todas las sociedades pasadas han sido sociedades despticas,
algo que no debe asombrar a nadie, por la sencilla razn de que las sociedades civilizadas
tambin actuales lo son, de un despotismo privativo de stas, o sea, el especfico del
capitalismo.
Para hablar del problema, identificar algunos puntos de partida que, a modo de premisas,
servirn para mi exposicin. La
Primera premisa es:
1.- La vida humana, su produccin, su conservacin, su reproduccin
Como todos sabemos, el asunto de primer orden para todo ser vivo consiste en la
produccin de la propia vida, y dado que producir todos los das la propia vida es
conservarla, entonces, en segundo lugar, parte de ese asunto primordial es la conservacin
de la vida; pero los seres vivos, no slo producimos y conservamos nuestras vidas
individuales, sino que tambin nos reproducimos como especie, tenemos entonces en
tercer lugar, la reproduccin de la especie. Por lo anterior, nuestra primera premisa es la
vida. Su produccin, conservacin y reproduccin.
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2.- El tiempo
Si observamos el asunto ms de cerca, notamos que cuando nos referimos a la vida, a su
produccin, conservacin y reproduccin, estamos hablando tambin de tiempo, pues
todo ello se realiza en el tiempo. As que cuando adoptamos nuestra primera premisa que
es la vida con los tres contenidos anteriores, estamos adoptando tambin otra premisa
junto con ella, que es el tiempo.
3.- Experiencia o praxis sensible. Colectiva e individual
Esto es muy obvio estar pensando quien lee este texto. Y es cierto. Sin embargo,
podemos hacer otra relacin: vida y tiempo estn ligados de tal manera que si vivimos en
el tiempo, y nos reproducimos en l, y a travs de l, el tiempo es en muchas formas el
alimento de la vida, en primer lugar, en el sentido bsico y biolgico de su reproduccin,
con el que hemos comenzado, pero si pensamos que vida humana significa tambin, y en
primer lugar, experiencia o praxis, que significa pensamiento para la accin y accin
pensada, esa relacin se realiza como accin imbuida de pensamiento, o sea, propsitos
que inscribimos en la realidad, algo que sucede en el tiempo, o sea, la experiencia tiene al
tiempo como aquello que la posibilita, es decir, la experiencia o praxis, en el sentido ms
pleno y de ms significaciones, tal y como nos la explic el siglo antepasado Georg
Wilhelm Friedrich Hegel4.
4 Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, Diferencia entre los sistemas de filosofa de Fichte y Schelling 1801, (Ed. Tecnos 1990), Creer y saber, 1803 (G. Ed. Norma, 1994), Fenomenologa del espritu, Primera edicin 1807. Los textos de 1801 y 1803, pueden considerarse, segn mi manera de ver -aunque Hegel no los haya concebido con esa finalidad-, dos introducciones a la Fenomenologa del espritu, pues en ellos hace Hegel el balance de la filosofa de Kant y de dos de los forjadores junto con Kant, de la Filosofa clsica alemana, mbito filosfico que es el suyo, y, del que asume que ha finalizado con su filosofa. A lo largo de su trayectoria filosfica, Hegel se propone y nos muestra, a partir de lo que considera el centro especulativo de la filosofa de Inmanuel Kant, o sea, el sinttico a priori y la apercepcin trascendental, la realizacin del contenido de verdad de la filosofa kantiana, y la prueba de su verdad, pues ellas son su armazn esencial, asumidas por Hegel, como centro de la ltima y ms avanzada especulacin filosfica. Tal prueba de su verdad es el proceso de autoconstitucin de los seres humanos, en las determinaciones que lo constituyen: en la teoresis, en la dimensin tico-poltica, y en la conexin con el absoluto a travs de la religin y del arte, y esta realizacin se realiza en el tiempo, pues la categora bsica que pone Hegel en juego es la praxis o experiencia . La suprema prueba de su verdad (verdad de la razn, por ser la constitucin de una totalidad racional en el mundo real), es la constitucin de un sistema poltico que involucra las tres primeras dimensiones, dentro del mbito tico-poltico, que, siendo uno de ellos, opera como la suprema forma de la razn, es decir, espritu, que vuelve todas las anteriores formas polticas falsas en relacin a la ltima, a la que volver igualmente falsa, en teora, en sus Lineamientos de filosofa del derecho, de 1821. Como he dicho, lo que H. llama experiencia o praxis, es, precisamente, la forma de ser de la accin humana: voluntad racional y prctica, que pone como colectivo social e histrico, el mundo objetivo, en toda su diversidad y multiplicidad, pero que tiene el poder de negarlo y suprimirlo y substituirlo por otro, ampliado el relacin al mundo anterior que haba
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4.- El tiempo, la sociedad y la historia
La vida que llevamos en el cuerpo es lo que nos sirve de instrumento para plasmar
nuestros fines, algo que ha sucedido a travs del tiempo, y ha dado como resultado la
sociedad humana y la historia, siendo la historia, o el tiempo humano, el escenario en que
realizamos la reproduccin estratgica de la vida, inventando el hombre durante milenios
toda la cultura derivada de tal invencin y reproduccin, por lo que nuestra vida, nuestra
mente y nuestra conciencia, se alimentan de nuestra obra en el tiempo, que es la historia.
Se puede objetar que al hablar en trminos tan generales, podra parecer que la historia ha
sido en efecto la plasmacin de los fines humanos en general, de todos los seres
humanos, sin distinciones de clases, algo que sabemos que no sucedi de esa manera. Pero
tal objecin no podemos dilucidarla en este corto escrito.
As que, teniendo en consideracin la objecin anterior, y sin detenernos en ella, podemos
continuar diciendo, de forma provisoria, que plasmar nuestros fines los fines humanos,
en general-, es construir la sociedad y la historia con nuestras propias manos, o sea,
mediante la accin humana, lo que significa, ser sujetos de experiencia, que nos es
realmente esencial a los seres humanos, pues es aquello que nos ha vuelto tales durante los
milenios que han transcurrido desde que dejamos de ser homnidos y llegamos a ser homo
sapiens, es decir, seres humanos tal y como lo somos desde aquellos remotos tiempos
hasta el da de hoy.
Hemos encontrado entonces otra premisa, que es, el hacer colectivo e individual, al cual
podramos llamar experiencia, o praxis sensible, como la denominaba Marx; mediante ella
estamos produciendo en el tiempo la sociedad y la historia, y es una caracterstica slo
humana.
5.- Recapitulando
Tenemos hasta ahora tres premisas, la vida, que producimos, conservamos y
reproducimos, que implica la segunda, que es el tiempo, y la conjuncin de ambas, que es
la experiencia, o la praxis sensible -la cual, como se trata de seres humanos, incluye
operaciones dirigidas por la razn-, que es, la praxis o experiencia, aquello que hace la
vida en el tiempo, situadas las tres, vida, tiempo y experiencia, dentro de cada uno de los
puesto, por lo cual, es decir, introduciendo la negacin en lo puesto.
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seres humanos en su condicin de sujeto histrico y social, resultado de una sociedad y de
una historia que l mismo construye. Hemos encontrado las tres premisas reflexionando en
retrospeccin sobre dos de sus efectos, que son: la sociedad y la historia, resultado de
procesos asociativos entre los seres humanos.
6.- El tiempo, ensayo kantiano sobre su gnesis 5
7.- Primera dinmica La activacin y el desarrollo de las formas propias de la razn, que hay que suponer para
pensar en la experiencia, por medio de las cuales tenemos la intuicin del tiempo, deben
haber sido el resultado de procesos prcticos, relativos a las operaciones de produccin,
conservacin y reproduccin de la vida.
Mi opinin es que la larga revolucin neoltica, que consisti, entre otras cosas, en el
proceso de la sedentarizacin y de las invenciones de la agricultura y de la ganadera, y al
final, de la vida urbana, debe haber tenido una importancia esencial en el descubrimiento
del tiempo, como parte de la interioridad humana, que fue adems, por lo tanto, adems de
ser un descubrimiento, una invencin.
8.- Vida nmada
Me refiero a lo siguiente: la vida nmada se realiza, al menos, en dos fases que se repiten
continuamente, una fase estacionaria, cuando el grupo se asienta temporalmente y
aprovecha lo que le ofrece el entorno del que agota progresivamente sus posibilidades, y
una fase siguiente, que no es estacionaria sino de movimiento de todo el grupo humano,
junto con todos los animales que les sirven a mltiples fines, adems de alimentacin, y
dems enseres tiles, movimiento por medio del cual busca otros lugares para asentarse
nuevamente de forma temporal para satisfacer sus necesidades.
El movimiento del grupo se refleja y se representa en la conciencia subjetiva de cada uno
de los integrantes, de forma tal que por medio de la razn, que es por antonomasia nuestro
instrumento de medida y de construccin de totalidades, y que opera en cada momento y
en cada uno, logra establecer cada integrante, una correlacin entre ese movimiento grupal 5 Este intento de comprender desde la Crtica de la razn pura, de Inmanuel Kant la constitucin de la
dimensin temporal en los seres humanos, asume de igual forma, el primer sinttico a priori que nos aparece en la Crtica..., que es la forma pura y a priori, espacio, en su recproca dinmica con la forma tiempo, siendo que la forma tiempo incluye tanto los fenmenos que se nos dan en el espacio, como aquellos puramente temporales, que son la vida psquica, entendida como por ejemplo: emiociones pasiones, recuerdos, intereses, etc..
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con sus actividades por una parte, y el entorno fijo, que es la naturaleza, en segundo lugar,
que es el escenario en el que discurre el movimiento, es decir, el sistema de la razn
registra y mide el desplazamiento sobre el fondo de un entorno fijo, hasta cuando se
estaciona y se sedentariza nuevamente por un tiempo, algo que tambin debe haber sido
registrado por el sistema de la razn, pero de una forma diferente, porque en esa nueva
situacin, es la naturaleza la que muestra su dinamismo permanente, bajo la forma de
variaciones, crecimiento y reproduccin, y es el grupo el que no se mueve.
Pero el movimiento subsiguiente del grupo, cuando abandona el entorno fijo y se mueve
de nuevo, produce una nueva realidad, que es el movimiento en relacin con aquel entorno
fijo que ya mostr su dinamismo, y el subsiguiente encuentro con otro entorno que ahora
ser tanto fijo y como dinmico, al igual que el grupo, el cual, para s mismo es tanto
dinmico o en movimiento, como fijo dominador del entorno fijo, por lo cual la razn
puede medir dos grupos de fenmenos, sedentario por un tiempo con un entorno dinmico,
y nmada en el siguiente, en medio del entorno fijo, pero el acto y el proceso de medir, y
la forma de hacerlo reside siempre en el sujeto que mide, y el movimiento fsico del grupo
y el de la naturaleza, se reflejarn siempre como secuencias, y eventos contemporneos, es
decir, las dos formas del tiempo, con independencia del grado de conciencia o de
autoconciencia con el que se realice.
Las operaciones prcticas de la vida nmada que he esbozado antes, en las que he aislado
contemporaneidades dinmico-estticas, y discontinuidades temporales entre un entorno
fijo y el movimiento grupal, y sedentarizacin temporal, con dinamismo natural, todo ello
se refleja en la subjetividad, y su efecto es la construccin de un sentido comn
automtico regido por formas de sucesin y contemporaneidad, cuya utilidad es la de
operar la separacin formal entre el grupo y el entorno natural, y de reconocer y medir
regularidades en el mundo prctico, en el que se realiza la produccin y la reproduccin de
la vida.
Todo ello sobre la base de aquellas contemporaneidades y sucesiones de la vida nmada.
De tal manera que al atribuirle al mundo real las formas de medicin de la razn, en la
relacin del grupo con l, se produce la estructura del tiempo y la idea de su objetividad.
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9.- Segunda dinmicaLa segunda dinmica para la invencin-descubrimiento del tiempo, debe relacionarse con
la invencin de la agricultura y de la ganadera. En ambas actividades -cuyo desarrollo
pleno se lo debemos a la sedentarizacin-, media un lapso entre la siembra y la cosecha, en
la primera, y entre el apareamiento de los animales y el nacimiento de las cras, en la
segunda. Tales lapsos son de espera y de asistir asiduamente al crecimiento de las plantas
y a la transformacin fsica de las hembras hasta el alumbramiento, procesos ambos en
que se ponen en juego, la atencin, la observacin, la memoria, y la comparacin entre el
principio y el final. Tales lapsos, en la medida en que tambin son reestructurados por la
mente racional, hilo conductor de la interioridad del hombre primitivo6, se reconstruyen en
la forma de relaciones temporales, como tiempo de la espera, que se vive subjetivamente,
con lo que, a travs de ellos, se construye la interioridad, cuyos ejes bsicos son relaciones
temporales construidas e inventadas por los seres humanos a partir de la determinacin de
hechos significativos, como la siembra y el apareamiento, y el recoger la cosecha y el
alumbramiento, transformadas estas determinaciones en extremos de intervalos, en primer
lugar, y, en segundo lugar, la reestructuracin en la memoria de tales eventos que se
vuelven series de ellos, y por lo tanto con tendencia a volverse formas estables de la vida.
En ello, lo que se vuelve objetivo con ms evidencia, es la copresencia de eventos, uno de
ellos es el evento objetivo, y el otro, es el reflejo del evento objetivo en la conciencia del
espectador, y lo que se muestra como forma del tiempo es la forma de lo contemporneo
de eventos exteriores, y su reflejo bajo la misma forma, en el observador.
Cuando nos volvemos sedentarios, la situacin en relacin a la dinmica anterior cambia
por dos razones, la primera es que existe, literalmente, un punto firme, desde el que es
posible observar otro tipo de eventos temporales exteriores -asumiendo en la hiptesis que
la estructura por la que reconocemos eventos contemporneos, est ya construida en la
mente del ser humano-, y entonces, dado que las tareas de sembrar, y las de favorecer el
apareamiento de los animales, suponen la cosecha y el alumbramiento, y eran vitales para
6 La neurociencia atribuye alrededor de 50 mil aos al actual cerebro humano. Puede verse, de Carl Sagan, Los dragones del Edn (RBA Editores), en el que el autor nos muestra con gran conocimiento y acopio de datos, y reflexiones interesantes la evolucin de las capacidades racionales de los seres humanos en relacin con otras especies animales.
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mantener la vida, ello dara lugar al proceso de la espera, que puede ser idealmente
esquematizada con una serie que comienza con un tiempo cero, y con la ayuda de
fenmenos exteriores como medidores, por ejemplo, los das, el cambio de estaciones, las
fases de la luna y otros, la intuicin del tiempo tome otra forma, es decir, en esta situacin
cambiada, desde un punto de referencia temporal, se produce la interiorizacin de la
espera en forma de sucesiones comparativas entre la evolucin de lo que se espera y la
cuenta subjetiva del que espera, o sea, el tiempo como interioridad.
Pero siguiendo el camino por el que nos lleva el pensamiento, y despus de haber
encontrado el tiempo y de tratar de comprender algo de l, encontramos que la experiencia
es seguramente la caracterstica ms propia y privativa del homo sapiens, porque ella
significa, entre otras cosas, actuar con el conocimiento de los propsitos, el sentido, las
posibilidades, los efectos y los lmites de nuestras acciones, lo que nos lleva a otro asunto
importante, o sea, experiencia tambin significa intencionalidad, astucia (recordemos la
astucia de Odiseo), o bien, comportamiento dirigido por el instrumento de la razn, es
decir, plasmar los objetivos del sapiens en la realidad de forma intencional, mediante la
accin dotada de sentido cuyos lmites y efectos conocemos.
Podemos hablar de la experiencia como un fenmeno individual y privado, en ese caso
sera un tratamiento subjetivo e individual; pero tambin podemos hablar de la experiencia
humana que dio como resultado la construccin del mundo social e histrico, y entonces
estaramos hablando en trminos de una experiencia de milenios, y la idea de experiencia
tendra un sentido, no individual y subjetivo, sino tambin general y universal, y sera la
forjadora de la historia, y tambin sera la fundamentacin de las formas de la conciencia
de cada poca.
Pero siguiendo lo que nos indica nuestro pensamiento, nos damos cuenta de que tal
experiencia general de contenido socio-histrico, es la que ha construido el mundo
humano, podemos entonces llamarla tambin trabajo.
Lo que llamamos experiencia histrica, en general, es el trabajo milenario de todas las
generaciones que nos precedieron, que produjeron este mundo en el que vivimos hoy da;
por esa razn, podemos decir lo siguiente:
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Hemos comenzado por la vida, la cual nos llev a un contenido que ella implica que es el
tiempo, pero si reflexionamos sobre la vida y el tiempo, encontramos la praxis o la
experiencia general de la humanidad en su autoconstruccin, entonces, es posible
asimilarla al trabajo o, lo que Marx llama praxis sensible. Por lo que la
Segunda premisa es: 1.- La esclavitud, la servidumbre y el trabajo asalariado
Quien est leyendo estar pensando que lo dicho hasta ahora son slo razonamientos
formales, y exploraciones genealgicas acerca de formas de la vida humana, es decir, dir
que he derivado conceptos a partir de otros conceptos, que equivaldra a extraerle algunos
contenidos no evidentes a los primeros para llegar a los segundos, que posiblemente
estaban contenidos en aquellos, y en eso tiene razn el oyente, por lo que podemos
afirmar, que a lo dicho le falta relacin con el mundo real, pues es slo una aproximacin
abstracta, es decir, son ideas generales sobre procesos que se presentan en el mundo real,
pero tan generales que ms de uno dir que nos dicen poco. Por esa razn no podemos
contentarnos con ellas.
As que debemos continuar con nuestra reflexin, retomndola por el siguiente asunto: la
remota y milenaria experiencia humana, o praxis sensible, tiene como una de sus espinas
dorsales -pues seguramente tiene varias-, que desde los tiempos de nuestros antepasados
remotos el proceso de desarrollar las sociedades humanas, es, al mismo tiempo, el de ir, de
forma progresiva, conquistando espacios naturales, y transformndolos en espacios
humanos o sociales, por lo cual, aquellos hombres tambin se transformaron ellos mismos,
de aquellos remotos homnidos de los bosques, una parte de los cuales se fueron a las
sabanas, y se volvieron homo sapiens.
Todo este proceso ha tenido una fuerza que lo ha motorizado y realizado, que no es otra
que el trabajo humano o praxis sensible, o actividad en el mundo real o mundo sensible,
que es en realidad de lo que estamos hablando: o sea, han sido los propsitos y proyectos
humanos los que se han ejecutado; sin saberse an con exactitud, cundo fue que tales
propsitos y proyectos, se les hicieron conscientes como suyos a nuestros antepasados
remotos, pero han sido siempre las fuerzas de las necesidades fsicas, en primer lugar, y
luego, las derivadas de ellas, reflejadas y representadas en el sistema de la razn humana,
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conocidas y reconocidas por el sujeto que sufre tales necesidades, lo que ha impulsado
todo ese esfuerzo de titanes que ha desplegado para reconocer y entender, en primer lugar,
el contenido de sus necesidades, y en segundo lugar, lo que en la naturaleza era adecuado
para resolverlas, y luego, un trabajo an ms difcil, que consisti en inventar las
operaciones prcticas para transformar en objetos tiles lo que se encontraba en la
naturaleza.
2,. Regresando al tema de la vida
Como es evidente, estoy hablando del primer tema de esta exposicin, que es el tema de la
vida; cuya reproduccin se presenta de forma originaria como una necesidad situada en la
propia condicin animal del ser humano, por ser parte, ste, de la naturaleza, y cuyo
contenido es precisamente su conservacin, de all las operaciones que los primitivos
hombres realizaban en conjunto y que tenan ese propsito.
El proceso anterior ha tenido lugar luego de la transformacin de los homnidos de las
sabanas en homo sapiens, y luego, siendo sapiens, hace ya cerca de cincuenta mil aos -y
teniendo bsicamente la misma estructura cerebral que tenemos los actuales seres
humanos-, haber comenzado, y desarrollado lentamente, la construccin de relaciones y
sociedades humanas, y haberse transformado, en consecuencia, de homo sapiens en homo
faber, es decir, en hombre que produce instrumentos, o sea, haber realizado la auto
construccin que ha hecho de s mismo, por lo cual, el homo sapiens se restituye
permanentemente a s mismo incluso hoy da-, a travs de su trabajo, y es, en
consecuencia, faber-sapiens.
Dicho de otra forma: por ser homo faber, se transform en sapiens, pero, para realizar lo
primero, era necesario poseer previamente condiciones mentales especiales, que usadas lo
volvieron sapiens: el sapiens tuvo en su dimensin de faber el instrumento para llegar a su
propia condicin.
El homnido se transform en sapiens mediante el desarrollo de sus potencialidades de ser
constructor de instrumentos o sea de ser homo faber, o sea, de trabajar y producir ayudado
por los instrumentos construidos, y ese transformarse en homo faber, es lo que a su vez, lo
hace devenir sapiens, por lo cual, sapiens y faber, son dos de los aspectos esenciales de la
condicin humana, pero tan esenciales a ella, y tan dependientes entre ellos, que son los
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que agotan las causas fsicas y mentales para la produccin de la civilizacin: son, por lo
tanto, las condiciones a travs de las cuales el cerebro humano crece y se desarrolla y
produce los seres humanos que somos y el mundo en el que vivimos.
La revolucin del neoltico, fue un proceso muy largo y complejo, sus comienzos se sitan
en el noveno milenio, terminando hacia la mitad del primer milenio antes de Cristo, muy
posterior, por lo tanto, a aquel proceso que he esbozado antes, el cual es, sin embargo, su
supuesto necesario.
Esa revolucin marc una inflexin en el proceso de auto construccin humana, pues
signific el paso de una humanidad nmada a una sedentaria, la invencin de la
agricultura y de la ganadera, la invencin de la cermica y de la cestera, y la fabricacin
de otros muchos instrumentos, la creacin de ciudades en sus pocas posteriores, por lo
que el hombre se transform, de recolector, pescador y depredador en productor de lo que
necesitaba para conservar y reproducir su propia vida y en constructor de ciudades. Al
producir la civilizacin produjo el tiempo, como hemos visto y la separacin entre s
mismo y la naturaleza, que pas as a ser vista siempre desde la sociedad.
2.- Segunda fase del despotismo: el trabajo despotizado o la reproduccin de la vida para los seoresA partir de aquella revolucin se acentan las diferencias de clases, y comienza, junto a la
aceleracin del desarrollo civilizatorio que conlleva la constitucin de sociedades
jerrquicas en todos los espacios civilizatorios en los que se desarroll, y luego,
progresivamente en los que sufrieron su influencia, pues el neoltico fue un fenmeno
generalizado, pues todos los focos de civilizacin de la antigedad tuvieron el influjo de la
revolucin del neoltico.
De esa revolucin civilizatoria comenz aquella historia que cit al principio, referida por
Marx en el Manifiesto del partido comunista, cuando nos dice que la historia escrita ha
sido de luchas de clases.
Las investigaciones arqueolgicas nos indican que en la Media Luna Frtil, el Cercano
Oriente y en Egipto, existan sociedades urbanas entre el tercer milenio y el ao quinientos
antes de Cristo, que se volvieron los tipos de agrupacin humana y de organizacin social
con ms posibilidades de progreso. Contemporneamente las sociedades se estratificaron
an ms de los que venan siendo en los procesos anteriores, se invent la escritura en ese
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perodo y se formaron los estados antiguos, siendo estos dos ltimos inventos, los que le
dieron su forma. Las ciudades son algunas de las ms notables creaciones del gnero
humano, y su desarrollo y profundizacin ha conformado una verdadera revolucin
civilizatoria, de tal manera que el gran historiador Vere Gordon Childe, la llama la
Revolucin urbana; que con los avances en la escritura se facilitaron y desarrollaron los
procedimientos de registro administrativo.
La anterior, que es una enumeracin extremadamente exigua, coincide en el tiempo, con el
desarrollo de la monarqua egipcia, que era, al mismo tiempo un estado teocrtico; y en el
Oriente Cercano hubo una gran variedad de organizaciones urbanas, incluidas ciudades
estado y estados nacionales e incluso imperios, como el persa, todos con estructuras
organizativas de alto nivel de jerarquizacin.
En fin, estos brevsimos y muy reducidos comentarios sobre la ltima parte del neoltico,
son slo para indicar que al final de ese perodo encontramos estados nacionales,
monarquas teocrticas como la egipcia, grandes imperios como el Persa, y ciudades
estado que fueron los precedentes de las ciudades estado griegas, y dentro de estas ltimas
se forj la racionalidad y la cultura occidental.
Valga igualmente recalcar, que todas aquellas sociedades estaban organizadas
jerrquicamente, lo que supone sociedades divididas en clases que a su vez implica
relaciones sociales de domino en el trabajo y, en consecuencia, despticas.
Es decir, Occidente, en lo que respecta al despotismo, es la prolongacin por medios
occidentales el racionalismo greco-romano, y el cristianismo-, de las relaciones
despticas que se fueron forjando durante milenios, pero que a partir de la revolucin del
neoltico, se acentuaron, como formas de dominacin desptica y casi siempre absoluta,
de las clases poseedoras y gobernantes sobre el trabajo, que es el instrumento de
reproduccin de la vida.
Piense quien lee, y se lo puede plantear como una investigacin, y busque en toda la
historia de la civilizacin occidental, si existe algn fragmento de esa historia, en que la
relacin de las clases en el poder, y con el resto de la poblacin no haya sido desptica,
incluidas entre ellas todas las sociedades democrticas modernas.
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Creo que se demostrar que en punto a despotismo y sociedades jerrquicas y autoritarias,
el Occidente civilizado puede titularse campen; recuerde quien lee, la directiva europea
del retorno, o directiva de la vergenza, que es ley de una Europa que ha saqueado y
asesinado a pueblos enteros, como a los africanos o bien, a los pobladores originarios de
Amrica, a los que le asesin a no menos de treinta millones (algunas investigaciones
modernas aumentan ese nmero a 70 millones), y saque todas las riquezas que pudo, y
que a partir de tal directiva los inmigrantes llamados ilegales por ellos, sern sometidos a
crcel incluso si son nios.
La reflexiones non han trado hasta este lugar, que consiste en pretender establecer una
continuidad entre el despotismo de las sociedades de la ltima fase del neoltico, los
imperios antiguos, como el persa, el egipcio, el hitita y otros por una parte, y las
sociedades estado no griegas que existieron durante el mismo perodo de la Grecia clsica,
y las que desarroll el pueblo griego, en los ltimos siglos de su historia antigua, que son
aquellos en los que se formaron la mayor parte de los valores de la cultura occidental,
incluso la idea de democracia, griega, que funcionaba en una sociedad esclavista como era
aquella sociedad.
Para continuar podemos decir que en todas las sociedades antiguas la reproduccin de la
vida se realizaba mediante el trabajo esclavo, que era la modalidad general del trabajo, as
que esclavitud la haba en Grecia en sus ms deslumbrantes pocas, al igual que en Roma,
a travs de toda su historia. Durante el medioevo las relaciones variaron, la esclavitud
antigua fue sustituida por las servidumbre, y otras formas de sometimiento del trabajo -que
es el productor de la vida-, a los poderes detentados por los seores dueos de la tierra, o
sea, familias reales, nobleza y clero, que eran, al mismo tiempo el poder poltico; tenan el
poder para dictar leyes y los que mandaban su ejecucin, por lo cual, en igual medida,
formaban el conjunto de los poderes que les daban su forma social a la reproduccin de la
vida y a las instituciones polticas del medioevo.
Tenemos as, que sobre el fondo de un despotismo heredado del neoltico, la sociedad
occidental desarrolla sus propias formas de usar el trabajo de los pueblos, en beneficio, en
la antigedad, de los patricios; en el mundo medioeval, de los seores propietarios de la
tierra y en el moderno mundo capitalista, en beneficio de los dueos de los capitales.
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Las anteriores reflexiones nos han trado entonces, a lo que estbamos buscando, me
refiero al
Despotismo, como hilo conductor poltico de toda la historia de la civilizacin occidental,
adems de haberlo sido de toda la civilizacin humana.
Los restos arqueolgicos nos muestran sociedades con estructuras y jerarquas, sociedades
divididas en clases desde un pasado remotsimo, y lo muestran pues en su gran mayora
son restos civiles, militares y funerarios relativos a grandes personajes, y luego del
desciframiento de las escrituras ms antiguas, el objeto de lo que se narra, los personajes
de los que se habla, y todo el entorno narrado, son sin duda sobre personajes de la realeza,
o de las noblezas o sacerdotes; con ventaja todas las sociedades de fines del neoltico sobre
las anteriores, pues las jerarquas se hicieron mucho ms consciente y fuertes, y ms
intenso el uso de unos hombres por parte de otros, entendiendo que lo que usaban era el
trabajo ajeno para la reproduccin de la vida de los que estaban en la cspide de las
jerarquas, en primer lugar, y por lo tanto, tambin, en beneficio disminuido, de los que
erogaban su trabajo, pues era necesario para conservarlos y seguir usndolos en beneficio
de los primeros.
Tenemos entonces la dualidad
jerarqua-despotismo,
constante de la historia humana, y en tal dualidad est implicado el trabajo en primera
persona, porque la relacin desptica tuvo siempre como su contenido real el uso del
trabajo con la finalidad de la reproduccin de la vida: en sentido general, el despotismo
fue usado consciente e/o inconscientemente-, durante toda la historia de occidente como
un mtodo para la reproduccin de la vida del dspota, y para la conservacin de la del
trabajador, con la finalidad de disponer siempre de un nmero adecuado de ellos para
seguir reproduciendo la vida de los dspotas. Este es, en verdad, el secreto de las
jerarquas.
Despotismo como signo
El despotismo es una relacin, es aquel comportamiento mediante el cual una persona
somete a otra para que realice sus fines, transformndola en medio. Los fines realizados
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son los de quin despotiza al otro, y tal sometimiento es por la fuerza, no es por mutuo
consentimiento.
Su contenido es, en apariencia, subjetivo e individual, pero esto es slo la apariencia; es
una relacin engaosa porque es slo un signo de otra cosa; hablamos de relacin
desptica, y decimos de alguien, o de algn gobernante que es un dspota, pero en las
expresiones anteriores, nos referimos a la relacin que establece alguien con otro, o un
gobernante con su pueblo. En todos los casos lo desptico es la forma de la relacin.
Su contenido es diferente a la forma exterior. En sus orgenes, sigue siendo de aquella
manera, consiste en el uso del trabajo de alguien de forma compulsiva por otro, cualquiera
que sea el tipo de trabajo para el beneficio de este ltimo. Y cuando toda la sociedad
misma se reproduce mediante el trabajo ajeno dirigido desde el poder, bajo la forma de la
esclavitud, de la servidumbre, o del moderno trabajo asalariado, esta circunstancia es la
que vuelve la relacin de subjetiva e individual a estructural y general. Y entonces nos
encontramos frente a sociedades despticas. Con lo que hemos llegado a nuestro lugar de
partida, que es,
La reproduccin de la vida mediante el trabajo desptico en el capitalismo, El dominio fsico es la base del despotismo del capital, y comenzar diciendo que:
Aquel despotismo del que venimos hablando, tiene el mismo contenido que tiene hoy da
la relacin de trabajo asalariado, aunque dada la complejidad de las relaciones econmicas
y las mediaciones polticas y culturales -entre las que debemos incluir los medios masivos
de distribucin de ideologa-, pero sobretodo, dado que la dictadura del capital es
generalizada y globalizada, y est ausente como tema en los medios de comunicacin, los
actos de despotismo pareceran ser puramente localizados en algunos lugares del mundo y
en algunos pases particularmente incivilizados que son los reportados por los medios de
comunicacin de la burguesa, cuando en realidad, es la forma de relacin por excelencia
en la moderna sociedad capitalista.
La dictadura mundial del capital es la forma moderna del despotismo, pues al ser el uso
que se hace de la inmensa mayora de la humanidad, como medio para los fines de la
mnima parte de ella, que son los dueos mundiales de los capitales, transforma toda la
actual relacin humana en relacin desptica a escala mundial.
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Ejecucin del despotismo en la reproduccin de la vida
El capitalismo, como todas las dems sociedades, tiene que vrselas con algo que nos
aparece como un dato. Es decir, el sistema de las necesidades humanas. Las cuales, si son
bsicas, tienen su origen, en primer lugar, dentro del cuerpo, que es el que siente hambre y
dems necesidades. Estamos sometidos a la accin de la naturaleza, por lo cual
necesitamos alimentarnos, cubrirnos y alojarnos. Sin su resolucin el hombre no
sobrevive, esta es la base biolgica de toda sociedad, es decir, la vida, que es el tema con
el que comenzamos.
Esta base biolgica es sin ninguna duda la misma de toda sociedad, as que digmoslo de
la siguiente forma: la sociedad humana se ha erigido sobre la base de una conjunto de
necesidades sufridas por el hombre, el cual es un ser menesteroso, dependiente de la
naturaleza para vivir, eso es lo que se expone cuando se afirma que la resolucin
estratgica y humana, es decir, con uso de razn, del problema animal de las necesidades
es la construccin de la historia, es decir, de la produccin y reproduccin de la vida.
Pero esa es slo la base de toda sociedad, y el origen de la historia. Ya en el siglo XVIII
Adam Smith comprendi, y le expuso a sus alumnos de la Universidad de Glasgow, que el
capitalismo no slo erigi un sistema industrial para la satisfaccin de las necesidades,
sino que adems, desarrolla e inventa nuevas necesidades permanentemente. Inventa,
como bien lo dijo ese autor, objetos del deseo: repitmoslo, inventa necesidades, e inventa
objetos del deseo, y los produce en sus fbricas, que son fbricas de objetos para que los
deseemos, y tambin son fbricas de sueos para que soemos.
Pero el capitalismo hace todo esto, e invent el instrumento para que en la superficie del
sistema, veamos objetos que deseamos y soemos con ellos, sintamos cada da nuevas
necesidades sin saber porqu; pero invent junto a necesidades su instrumento de dominio,
el trabajo asalariado.
Si nos preguntamos la razn por la que el trabajo asalariado es tal instrumento del
dominio, la respuesta es la siguiente: el capitalismo se constituye cuando se han formado
los tres mercados que lo posibilitan: el mercado de dinero, el mercado de materias primas
y de alimentos, y el mercado de trabajo. Salvo el mercado de trabajo, formado por
trabajadores asalariados, sin medios de produccin propios, y desprovistos de alimentos,
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los dems mercados, el de capitales, y el de la tierra, estn en manos de la burguesa, y los
dueos de la tierra, siendo estos ltimos la misma burguesa.
Para que toda la sociedad viva y se reproduzca, y para que cada ciudadano reproduzca su
vida biolgica, es necesaria la produccin de bienes, en primer lugar, alimentos. Si el
sistema productivo es propiedad privada de la burguesa, es evidente que toda la sociedad
tiene que erogar trabajo en ese sistema productivo, y lo tiene que hacer en base a la
relacin que funda el modo de produccin capitalista, que es la compraventa de fuerza de
trabajo. Ahora bien, esa relacin se constituye en virtud de que los trabajadores, al no
poseer ningn factor productivo salvo su fuerza de trabajo, tienen que trabajar por el
salario; lo que significa, que la relacin es compulsiva, y la compulsin consiste en que en
la relacin lo que se dirime por un salario, es la vida del asalariado, quin no tiene la
libertad de no trabajar, pues si no lo hace muere de hambre y de las dems necesidades.
En consecuencia, el despotismo en el capitalismo, se encuentra en la razn de ser de ese
modo de produccin que es el trabajo asalariado, y todas las instituciones jurdicas y
polticas de la sociedad capitalista, es decir, el estado, estn organizadas para el control del
trabajo y de la poblacin trabajadora. As que, el estado burgus, no hace otra cosa que
reproducir institucionalmente y lo sanciona, el despotismo en la base del sistema mismo.
Es tan altamente desptico el capitalismo, que esa condicin le es esencial y consustancial,
por ser la dictadura de los capitales, sobre, y contra toda la sociedad, y realiza su
condicin en la relacin sin la cual deja de existir: y es as, porque el trabajador trabaja por
su vida, es decir, trabaja para evitar su muerte, el capitalismo domina despticamente en el
dominio de la vida, en el dominio fsico. All reside el despotismo, y la base econmica de
esa relacin, consiste en que el trabajador vale una cantidad que es el salario, y valora en
una cantidad mayor de valor que la que vale, que es lo que permite al capitalista acumular
capital.
El capitalista alimenta sus capitales, con el miedo a la muerte del resto de la poblacin, el
dominio del capital es, como he dicho antes fsico; por esa misma razn, la poblacin
puede desarrollar el poder para acabar con el capitalismo, porque menos que trabajo
asalariado, no existe nada, el capitalismo reduce a la clase trabajadora a vivir con el temor
a la muerte en la reproduccin de su vida.
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