la bruja mugrienta que siempre estÁ hambrienta

PLAN LECTOR MUNICIPAL VILLARROBLEDO CURSO 2012-2013


Había una vez una bruja que vivía en un castillo encantado. La bruja, que se llamaba Piojos, era fea, vieja, con una verruga en la nariz y mugrienta porque nunca se lavaba.

Vivía con tinieblas, su gato negro, y con Tempestad, su dragón de siete patas. La bruja estaba algo rellena porque siempre tenía hambre. Le gustaban las pizzas de gusano, las sopas de ojos, las patas de araña, el pescado crudo y sobre todo, la piel de ogro asada.

Lo que no le gustaba nada era el agua. No se duchaba, no se lavaba los dientes y… sobre todo…. ¡no le gustaban los niños limpios y aseados! ¡Le gustaba que no se lavaran el pelo ni los dientes! El castillo estaba en lo más alto de la


montaña de la Mil Calaveras. Por la mañana salía con su gato negro y su dragón e iba a buscar a los niños mal aseados del colegio.

Una mañana, la bruja Piojos salió del castillo con su gato tinieblas y su dragón Tempestad. Fueron a un pueblo llamado Villhorror, buscaban niños limpios para llevarlos a su castillo.

A lo lejos vieron unos niños y niñas jugando en el patio del colegio. La bruja le dijo a Tempestad:


-¡Aterriza en el patio!-Tempestad se posó en el tejado del cole y justo debajo había cuatro niños y niñas jugando tranquilamente. Se llamaban Erika, Iván, Yolanda y Diego. Tinieblas sacó un enorme saco y metieron a los cuatro.

Se los llevaron al castillo y los metieron en las mazmorras. Para


comer les daban: piel de ogro asada, tortilla de arañas y flan de gusanos. Los pobres niños estaban hambrientos, porque aquella comida estaba malísima.

De repente se oyó un ruido extraño, ¡tum, tum, rom, cataplón! Diego, Erika, Yolanda e Iván estaban asustados. De repente apareció el gato Tinieblas que estaba furioso porque el ratón Pulgón le había quitado las sardinas que había preparado para su cena. Todos respiraron


tranquilos. Ya se había hecho de noche; los niños seguían atados y no podían seguir en aquel castillo. Se oyeron ruidos otra vez: -¡Ay, ay, ay que me mato! –dijo un esqueleto cayendo por las escaleras.-¡Mira, unos niños!, ¿Estáis asustados?. Tranquilos, soy vuestro amigo; he venido a protegeros.El esqueleto cortó las cuerdas y todos salieron de la mazmorra y echaron a correr.


De pronto apareció el dragón Tempestad delante de ellos, desarmó al esqueleto y los llevó al castillo otra vez. Yolanda gritaba, Juan tenía hambre y Diego no quería estar allí porque olía muy mal. Entonces, por la noche pensaron un plan para escapar.Esperemos a que la bruja se duerma para ir a la cueva donde guarda las pócimas. Pasó un rato y escucharon los ruidos de todas las


noches… ¡la bruja roncaba como un cerdo! Era el momento de actuar.Fueron con mucho cuidado y sin hacer ruido a quitarle las llaves que la bruja guardaba en su bolsillo.

¡CONSEGUIDO!Después bajaron hasta la cueva para buscar las pócimas. Por si alguna fallaba cogieron varias: la de invisibilidad, la de hacerse muy grandes, la de convertirse en gatos y la de poder volar. Primero se tomaron la pócima que los convertía en gatos y fueron a buscar a Tinieblas; empezaron a arañarle tanto que con el ruido la bruja se despertó pero ¡no sabía cuál de los cinco era el suyo! Cansado de tanta pelea, Tinieblas


salió del castillo y corrió mucho, mucho y ¡Nunca más volvió!

Después se tomaron la pócima de invisibilidad y entre los cuatro cogieron a la bruja y la encerraron en una mazmorra.

Buscando la salida de aquella pesadilla, encontraron al esqueleto desarmado y decidieron hacer una escalera con sus huesos y una cuerda que había cerca. Empezaron a trepar y se dieron cuenta de que la escalera ¡se movía y hablaba!


- Hola chicos, no os asustéis, sabéis que antes os ayudé y ahora también. Yo soy un esqueleto que me armo y me desarmo. Por cierto me llamo Huesines. Tenéis que salir de aquí. ¿me dejáis que vaya con vosotros?

- ¡Claro que sí, nos vamos todos!Huesines dijo:


- Tenemos que encontrar unas bicicletas que hay en algún rincón del castillo para poder escapar.

- ¿Os imagináis poder respirar aire limpio y ser por fin libres?

- ¡Si, si, si, si!Mientras que los niños buscaban las bicicletas la bruja se despertó y con su llave mágica abrió la puerta de la mazmorra. Entonces la bruja persiguió a los niños e intentó subir por la escalera mágica que hizo con la varita. Cuando subió al castillo llamó al dragón Tempestad y juntos persiguieron a los niños y niñas.


Los niños ven luz por una ventana y se

asoman y detrás de un árbol encuentran cinco bicicletas atadas con un candado. Huesines utiliza su dedo del pie para

abrir el candado. Se montan en ellas y gracias a Huesines bajan el puente levadizo y salen del castillo. Durante la persecución el dragón Tempestad chocan con un árbol y los niños aprovechan para escapar.


Vuelven a casa a ducharse y a comer macarrones, pescado y fruta. Desde entonces tienen la promesa de lavarse siempre antes de ir al cole.


CUENTO REALIZADO POR LOS ALUMNOS DE 2º CURSO DE LOS COLEGIOS:

Ceip Diego Requena

Ceip Graciano Atienza

Ceip Virrey Morcillo

Ceip Barranco Cafetero

la bruja mugrienta que siempre estÁ hambrienta

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