la banda municipal de madrid. [1975]

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LA BANDA MUNICIPAL DE MADRID C OMO recompensa a su ininterrumpida la- bor cultural, realizada durante sesenta y cinco años, y al trascendental signifi- cado artístico de la Banda Municipal de Ma- drid que, en todos los tiempos, tan legítimos triunfos alcanzara en la España peninsular y en sus peregrinaciones de buen arte a Cana- nas. Marruecos y Portugal, el Ministerio de Educación y Ciencia va a imponer su medalla de oro de Bellas Artes a la Corporación ins- trumental madrileña en uno de sus próximos conciertos de primavera. Con este motivo, hagamos sucinta histo- ria de las vicisitudes por que pasó la crea- ción de nuestra Banda. Remontémonos al año 1836. Era, por entonces, corregidor de Ma- drid s4 marqués de Pontejos, y a él se debe la iniciativa de constituir en la capital una Banda de Música; pero, desgraciadamente, su idea no alcanzó el éxito que pretendía su ini- ciador. Tiene que pasar casi un siglo para que, en el año 1905, otro ilustre procer, el concejal don Ramiro de la Puente González, marqués de Altavilla, presente un proyecto al Ayun- tamiento, en el que aboga por la constitución de una Banda Municipal, digna de la cultura de Madrid. Pero tampoco esta vez tal propó- sito tuvo una favorable acogida. Pero dice el refrán que a la tercera va la vencida y efectivamente así sucedió. El día - de agosto de 1908, el excelentísimo señor don Nicolás Peñalver Zamora, conde de Pe- ñalver, por aquellas fechas alcalde de Ma- drid, presenta un proyecto al Pleno del Ayun- tamiento para la creación de una Banda Mu- nicipal. La proposición prosperó por gran mayoría del Concejo municipal, y a los seis meses de su aprobación, el día 1 de febrero de 1909. es decretada la convocatoria para cubrir por oposición las 88 plazas de profe- sores que comprenderá su plantilla. Esta Banda, tan discutida en sus orígenes, hizo su presentación oficial el día 2 de junio de 1909. en el Teatro Español, a las nueve y media de la noche. El acontecimiento artís- tico y social fue honrado con la presencia de SS. AA. las Infantas doña Isabel y doña María Teresa y el Infante don Fernando.- P ara general conocimiento citemos los nu- merosos galardones con que, a través de los 'iempos, fue distinguida la agrupación musi- cal madrileña. La primera condecoración que r ecibió fue ia medalla de oro de la Acade- mia de Artillería de Segovia, en el año 1909. En 1911 le concede también su medalla de jro ¡a Academia de Infantería de Toledo, y como homenaje del pueblo de Madrid, por suscripción popular, la Banda Municipal reci- oe de sus más queridos admiradores, en el año 1921, las medallas de plata para todo el cuadro de profesores. En su triunfal gira ar- tística a Portugal, en el año 1927, el Ayunta- niento de Lisboa concede a la Corporación musical la medalla de oro de la capital lusi- tana, y la Banda de ia Guardia Nacional por- :uguesa hace entrega al organismo sinfónico madrileño de una artística y valiosa copa de plata, recibiendo de la colonia española en D ortugal una alegórica y beiia estatuilla de bronce con pedestal de mármol. Otra vez el pueblo ere Madrid, en el año 1929, como prueba de cariño y admiración, ofrece al Dopular conjunto cultural una va- Una actuación de la Banda Municipal en el parque del Retiro. En el recuadro, el actual director de la corporación, maestro Rodrigo A. de Santiago. liosa bandera de seda bordada en oro, y la histórica ciudad de Mérida (Badajoz) hace donación a la Banda Municipal de un bello estandarte de gran valor. Asimismo, el Ayun- tamiento de la capital, en 1946, concede a su primer servicio cultural la medalla de oro de Madrid, y con motivo del cincuentenario de su fundación, Su Excelencia el Jefe del Estado concede a la Banda Municipal la Cor- bata de Alfonso X el Sabio, al mismo tiempo que las medallas de oro de la Diputación y del Círculo de Bellas Artes y la insignia de oro del Círculo de la Unión Mercantil. Ciñéndonos a un exacto orden cronológi- co, recordemos el número de-ilustres maes- tros que, desde su constitución, han ocupa- do, con extraordinario éxito, su popular podio, cimentando con gran maestría la justa fama de la Corporación musical: Ricardo Villa y José Garay, maestros fundadores (1909-1935) (el maestro Garay falleció a los tres meses de su constitución); Martín Domingo (diez años atternos); Pablo Sorozábal (1936-1939); M. Ló- pez Várela (1944-1950); Jesús Arámbarri (1953-1960): Victorino Echevarría (1960-1965), y, en la actualidad, el compositor y director maestro Rodrigo A. de Santiago, uno de sus más diestros conductores. Este notabilísimo músico vasco es autor de un considerable número de partituras que abarcan diversos géneros y estilos, en las que da muestras de su gran maestría. Buen director y dominador de los secretos de la gran Banda y de ios recursos sonoros y ex- presivos de esta clase de conjuntos instru- mentales, es extraordinaria su capacidad y voluntad de trabajo, trabajo que alterna in- cansablemente con el estudio, creación de obras musicales y la dirección de la Banda Municipal. Y, finalmente, y en compenetra- da colaboración artística, el subdirector y profesor del Real Conservatorio, maestro Ju- Ho Molina, comparte la nada sencilla labor concertadora y la dirección de la institución instrumental madrileña con su reconocida competencia de artista preparado para las mayores empresas dentro del bello arte. El selecto cuadro de honor de aplaudidos compositores y directores, que con su inteli- gente trabajo consolidaron la sobresaliente categoría artística de la Banda Municipal de Madrid, ha sentido muy íntimamente, en dis- tintas épocas y circunstancias, la compensa- dora alegría del triunfo. A todos sus galar- dones viene a sumarse ahora, en suma, el tan valioso y merecido que ha dado pie a esta evocación. Mariano SANZ DE PEDRE Ayuntamiento de Madrid

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Page 1: La Banda Municipal de Madrid. [1975]

LA BANDA MUNICIPAL DE MADRID COMO recompensa a su ininterrumpida la­

bor cultural, realizada durante sesenta y cinco años, y al trascendental signifi­

cado artístico de la Banda Municipal de Ma­drid que, en todos los tiempos, tan legítimos triunfos alcanzara en la España peninsular y en sus peregrinaciones de buen arte a Cana­nas. Marruecos y Portugal, el Ministerio de Educación y Ciencia va a imponer su medalla de oro de Bellas Artes a la Corporación ins­trumental madrileña en uno de sus próximos conciertos de primavera.

Con este motivo, hagamos sucinta histo­ria de las vicisitudes por que pasó la crea­ción de nuestra Banda. Remontémonos al año 1836. Era, por entonces, corregidor de Ma­drid s4 marqués de Pontejos, y a él se debe la iniciativa de constituir en la capital una Banda de Música; pero, desgraciadamente, su idea no alcanzó el éxito que pretendía su ini­ciador.

Tiene que pasar casi un siglo para que, en el año 1905, otro ilustre procer, el concejal don Ramiro de la Puente González, marqués de Altavilla, presente un proyecto al Ayun­tamiento, en el que aboga por la constitución de una Banda Municipal, digna de la cultura de Madrid. Pero tampoco esta vez tal propó­sito tuvo una favorable acogida.

Pero dice el refrán que a la tercera va la vencida y efectivamente así sucedió. El día - de agosto de 1908, el excelentísimo señor don Nicolás Peñalver Zamora, conde de Pe-ñalver, por aquellas fechas alcalde de Ma­drid, presenta un proyecto al Pleno del Ayun­tamiento para la creación de una Banda Mu­nicipal. La proposición prosperó por gran mayoría del Concejo municipal, y a los seis meses de su aprobación, el día 1 de febrero de 1909. es decretada la convocatoria para cubrir por oposición las 88 plazas de profe­sores que comprenderá su plantilla.

Esta Banda, tan discutida en sus orígenes, hizo su presentación oficial el día 2 de junio de 1909. en el Teatro Español, a las nueve y media de la noche. El acontecimiento artís­tico y social fue honrado con la presencia de SS. AA. las Infantas doña Isabel y doña María Teresa y el Infante don Fernando.-

Para general conocimiento citemos los nu­merosos galardones con que, a través de los 'iempos, fue distinguida la agrupación musi­cal madrileña. La primera condecoración que recibió fue ia medalla de oro de la Acade­mia de Artillería de Segovia, en el año 1909. En 1911 le concede también su medalla de j r o ¡a Academia de Infantería de Toledo, y como homenaje del pueblo de Madrid, por suscripción popular, la Banda Municipal reci-oe de sus más queridos admiradores, en el año 1921, las medallas de plata para todo el cuadro de profesores. En su triunfal gira ar­tística a Portugal, en el año 1927, el Ayunta-niento de Lisboa concede a la Corporación musical la medalla de oro de la capital lusi­tana, y la Banda de ia Guardia Nacional por-:uguesa hace entrega al organismo sinfónico madrileño de una artística y valiosa copa de plata, recibiendo de la colonia española en Dortugal una alegórica y beiia estatuilla de bronce con pedestal de mármol.

Otra vez el pueblo ere Madrid, en el año 1929, como prueba de cariño y admiración, ofrece al Dopular conjunto cultural una va-

Una a c t u a c i ó n de la B a n d a M u n i c i p a l en el p a r q u e del Ret i ro . En el recuadro, el actual d i rector de la

corporac ión , maes t ro Rodr igo A. de Sant iago.

liosa bandera de seda bordada en oro, y la histórica ciudad de Mérida (Badajoz) hace donación a la Banda Municipal de un bello estandarte de gran valor. Asimismo, el Ayun­tamiento de la capital, en 1946, concede a su primer servicio cultural la medalla de oro de Madrid, y con motivo del cincuentenario de su fundación, Su Excelencia el Jefe del Estado concede a la Banda Municipal la Cor­bata de Alfonso X el Sabio, al mismo tiempo que las medallas de oro de la Diputación y del Círculo de Bellas Artes y la insignia de oro del Círculo de la Unión Mercantil.

Ciñéndonos a un exacto orden cronológi­co, recordemos el número de-ilustres maes­tros que, desde su constitución, han ocupa­do, con extraordinario éxito, su popular podio, cimentando con gran maestría la justa fama de la Corporación musical: Ricardo Villa y José Garay, maestros fundadores (1909-1935) (el maestro Garay falleció a los tres meses de su constitución); Martín Domingo (diez años atternos); Pablo Sorozábal (1936-1939); M. Ló­pez Várela (1944-1950); Jesús Arámbarri (1953-1960): Victorino Echevarría (1960-1965), y, en la actualidad, el compositor y director maestro Rodrigo A. de Santiago, uno de sus más diestros conductores.

Este notabilísimo músico vasco es autor de

un considerable número de partituras que abarcan diversos géneros y estilos, en las que da muestras de su gran maestría. Buen director y dominador de los secretos de la gran Banda y de ios recursos sonoros y ex­presivos de esta clase de conjuntos instru­mentales, es extraordinaria su capacidad y voluntad de trabajo, trabajo que alterna in­cansablemente con el estudio, creación de obras musicales y la dirección de la Banda Municipal. Y, finalmente, y en compenetra­da colaboración artística, el subdirector y profesor del Real Conservatorio, maestro Ju-Ho Molina, comparte la nada sencilla labor concertadora y la dirección de la institución instrumental madrileña con su reconocida competencia de artista preparado para las mayores empresas dentro del bello arte.

El selecto cuadro de honor de aplaudidos compositores y directores, que con su inteli­gente trabajo consolidaron la sobresaliente categoría artística de la Banda Municipal de Madrid, ha sentido muy íntimamente, en dis­tintas épocas y circunstancias, la compensa­dora alegría del triunfo. A todos sus galar­dones viene a sumarse ahora, en suma, el tan valioso y merecido que ha dado pie a esta evocación.

Mariano SANZ DE PEDRE Ayuntamiento de Madrid