kant y la reforma del saber metafísico · 2017-04-30 · kant y la reforma del saber metafísico...

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Kant y la reforma del saber metafísico Que la razón es inexorablemente metafísica es algo que nos dice Kant ya en las primeras lineas del prólogo de la Crítica de la razón pura: «la razón humana tiene el destino singular, en uno de sus campos de conocimiento, de hallarse acosada por cuestiones que no puede rechazar por ser planteadas por la naturaleza de la razón, pero a las que tampoco puede responder por sobrepasar todos sus facultades”’. Tales cuestiones sumen a la razón en la oscuridad y la envuelven en contradicciones, siendo el lugar en el que se produce tales disputas lo que tradicionalmente se ha llamado «metafísica». Henos ante la extraña situación de tener que reconocer que la razón humana se halla impelida por una serie de preguntas que no puede rechazar por pertenecerle esencialmente, pero ante las cuales ella se encuentra vacilante y sin respuesta. El reconocimiento de esta contradicción en el seno mismo de la razón, llevará a Kant a plantearse la necesidad de una crítica de esa facultad con e] fin de precisar no sólo cuál sea el alcance del conocimiento humano, sino también los límites del mismo. Más acá del límite, estará lo que se puede conocer racionalmente; más allá del mismo, una serie de cuestiones que la razón no puede menos que plantearse y seguir planteándose, preguntas que han sido desde siempre patrimonio de la metafísica y que ahora, gracias a la filosofía crítica kantiana, descubrimos que no pueden aspirar a ser conocimiento sobre objetos (Dios, inmortalidad del alma y libertad), sino que tan sólo pueden ser pensamientos problemáticos sobre ideas. Sólo después de haber llevado a cabo este minucioso examen de la razón humana, podremos KANT.1.: Nritik der reinen Vernunh. Felix Meiner Verlag I-{amborg, 1976. A Vil. (En adelante citaremos KrVI Anales del Seminario de Metafísica núm. fl. Ed. Univ. complutense> 1985

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Kant y la reformadel sabermetafísico

Quela razónes inexorablementemetafísicaesalgo quenosdiceKantya en las primeras lineasdel prólogo de la Crítica de la razónpura: «larazón humana tiene el destino singular, en uno de sus camposdeconocimiento,dehallarseacosadapor cuestionesqueno puederechazarpor serplanteadaspor la naturalezade la razón,peroa las quetampocopuede responder por sobrepasartodos sus facultades”’. Talescuestiones sumen a la razón en la oscuridad y la envuelven encontradicciones,siendo el lugar en el que se producetales disputasloque tradicionalmentese ha llamado «metafísica».Henosantela extrañasituaciónde tenerque reconocerque la razón humanasehalla impelidapor una serie de preguntasque no puede rechazarpor pertenecerleesencialmente,pero ante las cualesella se encuentravacilante y sinrespuesta.El reconocimientode estacontradicciónen el senomismo dela razón, llevará a Kant a plantearsela necesidadde unacrítica de esafacultad con e] fin de precisar no sólo cuál sea el alcance delconocimientohumano,sino también los límites del mismo. Más acá dellímite, estará lo que se puede conocerracionalmente;más allá delmismo, una serie de cuestionesque la razón no puede menos queplantearsey seguirplanteándose,preguntasquehan sidodesdesiemprepatrimonio de la metafísicay que ahora,gracias a la filosofía críticakantiana,descubrimosque no puedenaspirara serconocimiento sobreobjetos(Dios, inmortalidad del almay libertad), sino quetan sólo puedenser pensamientosproblemáticossobre ideas. Sólo despuésde haberllevado a caboeste minucioso examende la razón humana,podremos

KANT.1.: Nritik der reinen Vernunh.Felix Meiner Verlag I-{amborg, 1976. A Vil. (EnadelantecitaremosKrVI

Analesdel SeminariodeMetafísica núm.fl. Ed. Univ. complutense>1985

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proyectarun nuevosentidoy significado a un conocimientotan antiguocomo el metafísico.

No podemosestarde acuerdocon los que piensanque Kant fue undenostado detractor de ese conocimiento, precisamente por losresultadosa los que conducela Dialéctica trascendentalde la Crítica dela razón pura, al negar validez objetiva a las ideas tradiccionalesconsideradas patrimonio de la metafísica. El proyecto filosóficokantianono varespondertantoa ¡adestruccióncuantoa la rebnnadeesadimensión del saber;sin pretender,por supuesto>que un proyectotanambiciososeagoteúnicamenteen esepunto.La filosofía crítica apareceantenosotrosconunariquezatal decontenidoqueno sedejaencerrarenlos estrechoslímites de una definición que nos diga si.su intenciónúltima era la crítica de la metafísica,la elaboraciónde una teoríadelconocimiento,o si todo esto no era sino preparaciónpara una nuevafundamentaciónde la ética. Muy al contrario, creemosque si algunaintención subyace a esa filosofia> no es otra que la búsquedade unsistemade la razón queexpliquela totalidad del mundo y de la vida. Nopodíamosdejarsin deciresto> antesdepasaraexarninarunaspectomuyconcretode estagranelaboraciónteórica>

Queremosdescifrarci significado que tiene para Kant la <‘reforma»del sabermetafísico.Reformaqueexigiráque la razónseacriticadaparaconvencernosdequehayobjetosa losque ella no puedeenfrentarseporexcederlo que teóricamentepuedeconocer.Pero una vez ejercidaesacrítica, la razónmismadescubriráque su serno seagotaen lo especula-tivo, sino queella tieneotra dimensión, la dimensiónmoral o práctica, yqueesallí, precisamente,dondepuedeaspiraraconocerlos objetospro-pios del sabermetafísico:Dios, inmortalidad del almay libertad> y res-pondera las preguntasque,por ser lasque másinquietan al hombre, seconviertenen la meta final de nuestrarazón;y así dice: <‘tuve> pues,quesuprimir el saber para dejar sitio a la fe, y el dogmatismo de lametafísica,esdecir, el perjuicio dequesepuedeavanzaren ella sin unacrítica de la razón pura, constituye la fuente de toda incredulidadsiempremuy dogmática>queseoponea la moralidad»2.Ya en la primeraCrítica, Kant esconscientede quees la moral, y no la ciencia, la que hade enfrentarsecon los interrogantesúltimos de la razón,de una razónque reconociéndosefinita y limitada, quiere comprendersey compren-der la realidad;peroquetambiénsientedeseosde transgredirel horizon-te de lo que puedeconocer y aventurarsea pensar, más allá de suslimites, lo queparaella es incognoscible.Porello, encontraremosen laspáginasdel «Canonde la razón pura» un primer acercamientoa la di-mensión práctica cíe la razón. Pero será en la Crítica de la razónpura dondeal hacerseefectivala fundamentaciónde la moral y estable-

2 KrUBKXX

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cerse el verdadero estatuto epistemológico de las ideas, el sabermetafísicoverácumplidassusesperanzasde hallar un lugar seguroenelqueasentarse.

1. «Crítica de la razónpura» y la reformade la mctafísica

La reformade la metafísicaaparecíacomo absolutamentenecesariaen el momentoenqueKant empezóa filosofar; puessi duranteañosellafue la reina de las ciencias,a finales del 5. XVIII, frente al augede lascienciasempírico-naturales>sufreun fuerte descréditofavorecidoade-máspor las enconadasdisputadasentredogmáticosy escépticosqueennadacontribuyerona reforzarel prestigiode la metafísicabastael pun-to dice Kant con Ovidio, de tener éstaque lamentarsecomo Hécuba:‘<modo maximura rerum, todo generisnaíisquepoteus-nunc trahor exul,

ínops»-El panoramapresentadono parecenadaalentador;el horizontefilo-

sófico estápresidido por el hastioy la indiferencia>hastioe indiferenciaque habráquecombatir si queremosrealmentequeesavieja conquistadel espíritu humano>que es la metafisica, no caiga>definitiva e irreme-diablemente,en el olvido. No hay que abatirse anteesta situación depostración,sino remontarsepor encimade ella y considerarlacomo elpreludio de unagrantransformaciónque le devolveráel créditoperdidoy le permitirá participar de los éxitosqueen esemomentoeranpatrimo-nio exclusivode las ciencias.Las palabrasde Kant son suficientementeexplicitasal respecto:«Ahora, trashaberensayadoen vanotodoslos me-todos, según se piensareina el hastioy el indiferentismo total, que en-gendrael caosy la nocheen las ciencias,peroqueconstituyen,a la vez, elorigen, o al menosel preludio,de unapróxima transformacióny clarifi-caciónde las mismas,despuésde queun celo mal aplicadolos haconver-tido en oscuras,confusase inservibles»4.

Habráque preguntarsepor la causaque ha motivadoestasituación,ya quequizáella nosalumbrela soluciónmásacertadapara sacara estadisciplina del mar de confusiónen que se hallabasumida.ParaKant> laindiferenciade la queseestáhablandono es productode la ligerezasínodel Juicio madurode unaépoca,la de la crítica, la del propio Kant, quealno satisfacerlesaberesaparentesse haceconscientede la necesidaddellegara un autoconocimientode la razóny de establecerun tribunal quegaranticelas pretensioneslegítimasde la misma, no siendoestetribunalotro que la mismacritica de la razónpura. Se vaperfilando asiuno de losmotivosde la tareafilosófica kantiana:la investigaciónsobrela posibilí-

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dadde la metafísicaconvistasa unafundamentaciónracional de la mis-ma, siendoademásla propia razón el instrumentoa través del cual esainvestigación se llevará a cabo. Razón,metafísicay crítica resultan serconceptosfundamentalesparala comprensióndel proyectokantiano.

Sorprendeprofundamenteal filósofo de Kónisbergel hechode queantelas preguntasfundamentalesparael hombre: Dios, alma y libertad,ante las cualeses inútil fingir indiferencia, los intentosde la metafísica,de lo quetradicionalmenteo al menosdesdela clasificacióndeBaumgar-ten y de Wolff ha venido llamándose«metaphysicaspecialis”, resultenincoherentese ineficaces.Teniendoen cuentaquetalescuestionesperte-necena la naturalezamisma de la razón humana,habráque examinaresafacultad, por si acasoésta nos proponeunosconocimientosque laesenciade nuestropropio dinamismocognoscitivono puedealcanzar.Seimpone,pues>unacríticade la razóncon vistasa frenar, si es necesario>las pretensionesilegítimas de la misma; y puestoque éstarazónes poresenciametafísica,la crítica servirátambiénparacontestara si ella es ono posible, es decir, se tratará de «decidir la posibilidad o imposibi-lidad de uname/afísicaen general,y de señalartanto las fuentescomo laextensión ‘y limites de la misma> todo ello a partir de principios»5.Sóloasí se logrará la transformación de estadisciplina intentando,si ello esfactible, elevarlaal rangodelas cienciasmásavanzadasdesumomento.

El queesatransformaciónno hayapodidorealizarsesedebe,segúnelpropio Kant, a que la metafísica,entendidatradicionalmentecomo «elconocimientoespeculativode la razón completamenteaisladoque se íe-vanta enteramentepor encimade lo que enseñala experienciacon susconceptos”6,no ha corrido la mismasuerteque losdemásconocimientospertenecientesal dominio dc la razón (lógica> matemáticasy física),equivocándosea la hora de escogerel métodopara ella más adecuado.Paracomprenderel sentidode la transformaciónpor él propuesta,su-giere comparar la revolución filosófica que él pretendehacer en estecampodel sabercon la iniciada por Copérnico7.La metafísicaavanzarásólo si suponemosque son sus objetos los que han de conformarseanuestroconocimientoy no al contrario comoha venido pensándosehas-la el momento:

5 #CrVAXiI6 KrUEXV7 La comparaciónkantianade la revulución filosófica queél proponecon la llevada a

cabo por copérnicohasido objeio demúltiples estudios.E. RtISSELL enEl Conocim¡entohumano Taurus, Madrid, 1964, p. 10. señalaque más que de revolución copernicana,deheriamoshablardeunaeonirarei’oluciónpiolemoicoyaquelo queKant hizofue poneralhombreen el centrodel queCopérnico le habia destronado.Otros autoresopinanque laexpresión«giro copernicano»la utilizó Kani con fines> máso menossensacionalistas.Enestesentido consultar SMITEt> N. K.: 11w rneaningof Kants CopernicanTheory. «Mmd»,1913 (88> y también, entre otros, CROSS>F. L,: 1/anis so-co/lcdCoperoicanRcvobuhmn.«Mmd”, 1937(46).

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«Seha supuestohastaahoraquetodonuestroconocerdeberegirsepor los objetos.Sin embargo,todoslos intentosrealizadosbajo talsupuestocon vistasa establecera priori, medianteconceptos,algosobredichosobjetos-algo queampliaranuestroconocimiento-de-sembocabanen el fracaso.Intentemos,pues,por unavez, si no ade-lantaremosmás en las tareasde la metafísicasuponiendoque losobjetosdebenconformarsea nuestro conocimiento,cosaque con-cuerdaya mejor con la deseadaposibilidad de un conocimientoapriori de dichos objetos,un conocimientoque pretendeestableceralgosobreéstosantesde quenosseandados»8.

Estecambioenel modode pensar,nossugierequehay quecomenzarreflexionandosobrela razónparapasardespuésa ocuparnosdelosobje-tos; por ello dirá Kant quesuinvestigaciónesunainvestigacióntrascen-dentalqueversaráno tanto sobreobjetoscuantosobrenuestromododeconocerlos9.En estareflexión, la razóndescubriráqueposeemosunase-rie de conceptosa priori y quea la horadedecidirentresi nuestrasideashan de conformarsea las cosas,másbien que las cosas(comoconocidas)debenconformarsea nuestrasideas,sólo aceptandola primeraalternati-vacomprenderemosel procesodel conocimiento.’0

Estamosanteuno de los mayoreslogros epistemológicoskantianos:la objetividad se constituye ahoradesdeel polo subjetivo, de tal formaque el conocimientoresultaserun productodel dinamismodel sujeto”.Kant critica la pretensióntradicional de alcanzarun conocimientoqueversesobrela naturalezade un objetosustancialexistenteen si, exteriore independientedel hombre.Quieremostrar,por el contrario>que el ob-jeto conocidoes un simple tejido de relacionesrelativo al puntode vistade la actividad y de las facultadesdel sujeto, aunqueesto no supongatampocoolvidar el dato empíricoy es que<‘aunquetodo nuestroconocí-mientoempiececon la experiencia,no por esoprocedetodo él de la expe-

8 KrV BXVt. Importante y discutido texto el ahoraseñalado.El haservido paraque

unoscomentaristasdefiendanun idealismofuerte en la Crítica de lo razónpura y otros, apartir de las últimas lineasdel mismo,proponganun debilitamieniodeaquéla favor deunreconocimienton~ásimportantedel papelque lo empíricojugaría enel conocimiento.Estaúltima posturaesmantenidapor MONTERO MOLINER> F.: Sentidoy alcancede la ‘Revo-lución copernicana».Revista de Filosofía,c.s.i.c,Madrid, 1975 Noviembre,2« serie y paraun desarrolínmásexhaustivosu libro: FI empirismoKantiano, DepartamentodeIP de laFilosofía. UniversidaddeValencia,Valencia>1973

cñ. KrVA 12. Paraunacomprensióndela distinción e,sIrelos conceptosde a pnort y

trascendentalconsultar: NAVARRO cORDON> 3M.: El conceptode lo «trascendental’~enKant. Analesdel seminariodeMetafísica>Madrid, 1970.

cñ> B XVI-XVII, A92/Bi24> Al 14/E1I6«Los pasosdadospor la metafísicahan sido basta>ahora,estériles;nadasehaen-

conuadoenella. Noobstante>no sela puedeolvidar. Subjetivoen vez deobjedvo¼’.Reile-xión,n«215

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riencia»’2. El objeto, en cuantoconocido, resulta ser unasíntesiscons-truida desdela subjetividady llevadasobreel dato o impresiónsensibley de ello sededuce,dirá Kant, que«todoposibleconocimientoespecula-tivo de la razón se halla limitado a los simples objetos de laexperiencia»’3.Pero la experienciade la queaquí se habla>no es la ape-ciencia sí.¡b¡eíiva o materiaprima de las impresionessensibles,la expe-ríencía como enlaceaccidentalde percepciones;sino que es la experien-cta oh/e/itacomo enlacenecesariode percepcionesmedianteconceptosa priori’4. La objetividad se haceposibledesdeel marcode la subjetivi-dad humanaquecon susformasa priori aportalos caracteresdeuniver-salidad y necesidadque han de acompañara todo conocimiento quequieraapellidarse«científico». El límite de estaobjetividad seráel limi--te de la experiencia,queseconvierte así en la piedrade toquede la ver-dad del conocimiento.Es precisamentepor estalimitación, que nosve-mos en la obligación de asu¡nir que nuestroconocimiento racional apriori sólo alcanzaa los fenómenosy, por lo tanto, que«no podemosco-nocerun objeto como cosaen sí misma, sino en cuantoobjeto de una in-tuición empirica,esdecir, en cuantofenómeno”’5.

La revolucióncopernicananosadvierteentoncesde los peligrosdeunprocederdogn3áticode la razón,sin previacrítica de esafacultad, y nosenseñaque sólo si realizarnosésta>podremoshablar de una verdaderatransformaciónde la metafísica16.La utilidad de esacrítica serádoble:por un lado,estableceráun nuevosistemaa priori de la metafísica;porotro, determinarásobreprincipios igualmentea priori, los límites últi-mosmásallá de los cualesestadisciplina no puedeavanzar.Contodoes-te utillaje> sepreparael caminoparaque la metafísicaentreen el caminoseguro de la ciencia porque «si> mediante la presente critica, lametafísica se inserta en el camino segurode la ciencia,puedeabarcarperfectamentetodo el campode los conocimientosque le pertenecen;con ello terminaríasuobray la dejaría>parausodc la posteridad,comopatrimonio al que nadapodríaafladirse. ya que sólo seocupade princi-pios y de las limitacionesde su uso, limitacionesquevienendetermina-daspor esosmismosprincipios. Porconsiguiente>estátambiénobligada>como cienciafundamental,a esacompletudy deella ha de poderdecirse:ni! acttiín repuíans,síquidsuperessetagendum»’7.

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3 KrVE XXVI

« Los juicios cílípiricos, en cuanto tienen validez objetiva> son 3 uíciosDE EXPE-RIENcIA, pero aquellosque s<3lamenteson válidosde un modosubjetivo, los llamo yo pu-~ juicios DE PERcEPCJON» KANT. 1., Prolcgomena ¿nr cinco ¡ede,íKÚ,,ftige,;Me-

u~pI; vt<iL-, dic al’ Wi-<.s<’osc/,a¡t ~vird aoft retenkó,tneo, reí ix Meiner Verlag Hamburg, 1965,& 18.

IB KrVBXXV1‘6 KrVEXXXV

KrV E XXIV

Kanty la reforma del sabermetafísico 87

El proyectokantianodedar un estatutocientífico a la metafísica>exi-ge> como paso previo, un análisis de la razahumana,análisis que des-cubrirá la limitación de esafacultad, quecomo razón finita> es incapazde conocerlascosascomo sonen sí mismas,yaquecarecede la intuiciónintelectual que se hagacargo de objetos tales.El enfoque crítico haceque de la deducción de lo que podríamosllamar primera parte de lametafísica,aquellaque trata de conceptosa priori cuyosobjetosse danen la experiencia,se sigaun resultadonegativopara la segundaparte,laquerespondea lo quetradicionalmentese ha llamadometafísicay queintentapronunciarsesobrelas propiedadesno de los objetosde unaex-perienciaposible>sinosobrelas cosasen general.¿Podríasignificarestoúltimo queesaantiguadisciplina ha de quedarexcluida de la investiga-ción filosófica?En absolutoesestolo quepiensaKant. La propiahipóte-sisde la revolucióncopernicana,quenoshaenseñadola necesariadistin-ción entre fenómenoy cosaen si, nosayudaráa encontrarel verdaderolugar que,en lo teórico, le correspondeal sabermetafísico.Los incondi-cionados,que expresanlas ideasde Dios, alma y mundo, no debenbus-carseenlas cosasencuantosonconocidas;sino enlas cosasencuantonolas conocernos>en cuantocosasensí y unavezreconocidoésto>senosdi-ceque«hayque dejarsiemprea salvo —y ello ha detenerseen cuenta—que,aunque>no podamosconocerestosobjetoscomo cosasen sí mismas,sí ha de sernosposible, al menos pensarías»”’.Lo que ha venido tradi-cionalmenteentendiéndosecomo metafísicano puede,entonces,aspirarpor más tiempoa serun conocimientode objetos>puesla razónes inca-paz de determinarla experienciade los mismos.Teoricamente,estadis-ciplina ha de conformarsecon serun pensarsobreideasy aceptaiseco-mo meradisposiciónnatural. Peroestomismo, dice Kant, esmuy i mpoi—tante,ya queal preguntarnosporel origende la me/aftsicacomodisposi-ción natural contestaremosdirectamentea la cuestiónde la posibilidadde una metafísicacomociencia,el ideal a] queparecíaaspirarla filosofíacrítica:

Dejamosde lado, conscientesde la dificultad queentraña,el comple-jo y enmarañadoproblema de descifrar el significado que tiene paraKant la expresiónmetafísicacomo ciencia x’ ceñimosnuestraspreten-sionesa desvelar,en la medidaenqueello nosseaposible> lasconsecuen-cias que para lo que podriamosllamar metafísica trascendente,y quecorresponderíaa la «metaphysicaspecialis» de la escuelawolffiana>tendríala transformaciónanunciadapor él anunciada.20Desdeestapers-

K rV E XXVII. Para Heimsoe1 th, Kant fue sobretodo un n3clafisieny con’s ideraqueinc 1 o~n las doctrinas epistemológicas fundamer,tales> corno la revolucino copernicana>tienena su baseconsideracionesque son más bien metalísicasque epistemológicas.cfr.1-1El MSOETi-1> H< .4lemophysieaimotivesiv tite devclopí,íentof chiita! idcuIi.wrt. en Kant:L)i.’ptited Q,,esíions.QuadrangleBooks,chicag> 1967> PP.159-199.

“‘ KrVE2220 La i n nwrísa hayoría de los texlosde la K r U coi,~cidenenconsiderara éstacomola

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pectiva, la Crítica de la razónpura es imprescindiblesi queremossalvardel descréditoa las investigacionesmetafísicasy precisarel verdaderoestatutoepistemológico de susobjetos. El análisis de la subjetividadtrascendentalllevadaacaboen ella obligaráa la razón teóricaa desistirde susintentosde alcanzaresosincondicionados,quea lo sumopodránallí asumirsecomo pensamientosproblemáticosy a entenderla metafísi-ca trascendentecomo disposiciónnatural. Peroestono es lo mismo quedesterrarde las preocupacionesfilosóficas toda esavieja tradición delpensar.Al contrario, se tratarádeprepararteóricamenteel caminoparaunarecuperaciónpráctica de esosobjetosporquesólo allí, en lo moral,hallaremoslos datossuficientesque avalen la admisión, como conoci-mientos>de esosobjetosque,enabsoluto>pertenecena la esferade la ex-periencia,perosobre[os queno podemosguardarsilencio porqueresul-tan serlascuestionesquemásinteresanal hombredesdesiempre21.

JI. Razónteórica y sabermctaftsico:La metafísicacomo«disposiciónna-tural”.

Convienepenetraren el significado queKant da a la expresión«me-tafisica como disposiciónnatural»,puestoquecomo hemosvisto, quizáestonospermitadesvelarel lugar precisoen el que teóricamentehabráquesituarlas investigacionesdel sabermetafísico.

Extrañanaturalezala de la razón humanaque generamásallá de supropiaestructuraracionaluna seriedepreguntasa lasquees incapazde

propcdeúticaa la melafísica futura> a la idea de una ciencia que será>segúnKant> lafilosofía trascendentaly queconsistiráene1sistemade todoslos principiosdela razónpu-ra. t,a filosofía trascendentaltendría dos parles: la crítica ye1 sistema.La metafísica,er’sentido estricto, sólo podría decirsedel sistemaqueconstaría,a su vez, dedos partes:lameto/Aieade/a nawraleza “la nietafísicade/amoral.Peroaceptaque, en un sentidomásamplio, puedeconsiderarsecon3ometafísicatambiéna la crítica por serés¿ala prepara-c’ón para el sistema.dr. KrV A 841-2/ B 869-70,3XXXVI> 326,328. En la Declaraciónconcernientea la ,‘l)oet,ina de/aciencia» dc Fichie de1799,dice quejamásfue la intenciónque lellevó a escribir la KrV hacerdeéstauna simplepropedeótiea>sino n3ásbien> el queellafueraelsistemacompletodelafilosofía trascendental>yen el parágrafo4údelosProle-gomenaidentilica la filosofía trascendentalcon la crítica.Todaestaconfusiónhacequenoseafácil señalarlos limi íeseníre ej-fico, meto/Aieay /1/oso/la trascendental.Sin embargo,ene1OpusPostt4m,numpareceque tiendea identificar cadavez másmetafísicay filusofíatrascendeníalborrándoseíambiénla distinción entreesta última vía críticacomoprope-deút¡ca.

2! dfr. WALSH> W.l-I.: Kant and Metaphysicsen«Kant-Studien”>1976, I-left, 3. FrenteaHeimsneth>que en eí artículo antes citado dice que la KrV es la preparaciónparaunametafisica-dogrnática-práctica>defiendeWalsh que los principales resultadosa los quesellegaenesaobra> en lo querespectaa la posibilidaddela metafísica>son esencialmentene-gativos.

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responder.La contradicción,que pareceinstaladaen su seno,ha de serencauzadadealgunamanera,si no queremosquela sinrazóny el descon-cierto se apoderedenuestroserhombre.El incondicionadodebeserasu-mido como una creaciónde la razón,puestoque surgede la naturalezamisma de esta facultad consideradaen su función trascendental22.Esprecisamenteél, en cuantose especificaen las tres ideastrascendenta-les: Dios, inmortalidad del alma y mundo, el queprovoca la ilusión tras-cendental;esdecir, la ilusión de determinarlaexistenciade unosobjetosque no se danen la experiencia,confundiendola necesidadsubjetiva decierta conexiónde nuestrosconceptoscon la necesidadobjetiva dedeter-mínaciónde lascosasensi mismas23.Perodice Kant que «todolo funda-do en la naturalezade nuestrasfacultadesseráapropiadoy conformealcorrectousode las mismassi podemosevitar ciertomalentendidoy des-cubrir cuál seasuverdaderadirección24.Es obligación del filósofo crítkco desvelaresailusión, sin olvidar queno por ello éstava a desaparecercomo tendenciainherenteal pensarhumano25.Hay queencauzaresafal-sa apariencia y descubí-ir tras ella las verdaderasaspiracionesdenuestrarazón.Sus ideasno puedenserpensadaspor más tiempo comohaciendo referenciaa objetossin ¡nós, han de ser consideradasunica-mentecomo objetosen la idea porqueasi «enel primer caso,misconcep-tos se dirigen a la determinaciónde un objeto; en el segundo,no hay enrealidadmásqueun esquemaal queno seasignadirectamenteobjetoal-guno, ni siquierahipotéticamente>y que sólo sirve para representarnosotrosobjetosmediantela relaciónqueguardanconestaidea,atendiendoa la unidadsistemáticadelos mismos,esdecir, indirectamente”2~.

Calificadas las ideas como esquemasno son más que conceptosheurísticosque nos indicarán no cómo estáconstituido un objeto, sinosólo cómo debebuscarseel encadenamientode los objetosde la expe-riencia en general.Pero las ideasno son esquemasquesuponganla di-versidadde losdatossensiblesportadoresdeun materialfenoménicoob-jetivamentedeterminable,sólo indirectamentese aplican a los objetosde la experienciacomo principios queregulanapriori el usodel entendi-miento organizandoen un sistema los conceptosempíricos que ésteconstituya.Comprendidasadecuadamente,cadauna¿leellasesvista co-

22 De la mismamaneraquehabíadescubiertoel origen delas categoríasen las cuatro

funcioneslógicasdel juicio del entendimiento>pretendeahorabuscareíde lasideasenlastresfuncionesdelasconclusionesdela razón.Estaderivaciónmetafísicaha sido duramen-te criticada por los comentaristaskantianos,ejemplo,Cf r. CASSIRER, HW.: Kant-s firsíCritique. GeorgeAllens & Unwin Ltd., New York> HurnanitiesPress,loe,. London, 1968,pp.24 1-42.

23 dr. KrV E 35424 KrVA 643/E 671

25 ~fr, KrVA 297/835426 KrVA67IVBÓ98

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mo siendo el análogode un esquemade la sensibilidad«así,pues,esasideasno hande aceptarseen símismas>sino simplementecomo realidadde un esquemadel principio reguladorqueunifica sistemáticamenteto-do el conocimientode la naturaleza.En consecuencia,no debemosbasar-nosen ellasen cuantocosasen sí mismassino en cuantoanálogosde co-sasreales”27>considerándolassólo como meros indicadoresde la formaen quedeberíamosenlazarlos conocimientosde la experienciay toman-do la unidad a la que éstasnos llevan «comosi’> existiera28.Es por estecarácterde las ideasquedice Kant queno es posibleefectuarunadedu-eción trascendentalde las mismas:«deestasideasno podemosrealizarunadeduciónobjetiva en sentidopropio, al modocomo lo hacíamosconlascategorías,ya que,precisamentepor sersimplesideas,no hacenrefe-rencia a un objeto que puedadárselecomo correspondiente»29.Ahorabien, esunamáximade nuestranaturalezaprocederde acuerdocon ta-les ideas>y en cuantoque las comprendemoscomoesquemassepodráre-alizar una derivaciónsubjetiva de las mismasqueavalarásu correctaylegítimaaplicación evitando la ilusión trascendentala la que en un pri-mermomentoy> sin el previoanálisiscrítico> ellasnosabocaban:

«Yenestoconsistela deduccióntrascendentalde todaslas ideasdela razónespeculativa>no como principios constitutivosdestinadosa extenderel conocimientoa más objetosde los que la experienciapuedaofrecernos>sino como principios reguladoresde la unidadsistemática en la diversidad del conocimiento empírico engeneral>30

Como principios regulativosno pretendendictaminar sobrela exis-tenciao no existenciade susobjetos,suúnicafunción serála deguiaralentendimiento,ordenandosusconceptosy proporcionándolesla mayorunidad a la que pueden aspirar: la unidad sistemdtica.Ellas no se re-fieren entoncesa un campodistinto del fenoménico,sino quehan de serutilizadas comounanuevaperspectiva,como un puntode mira másahodesdeel queobservamosy organizamosesemundode los fenómenos31.

2Z KrVAÓ7S/13702

25 La importanciadel temadel «c<,mo-si»ha sido bienseñaladapor Pbilonenko>dice al-especloque « lejos dequeeí conceptodel como si’ representesólo una negacióno una in-suficienciay signífiquesólo quela razónhacesadodeserorgullosa>indicaalgomásfunda-meníal y másoriginario: la esenciade la razóncomofacultadde los problemasy comopo-de’ detrabajoy adaptación»cfr. PHILONENKO> A.> LbeuvrcdeKant. Libraire Pbilosophi-queJ.Vrio, Paris, 1969>p 323-24.

29 KrVR 336.30 Kr U A 672/13700.

«ii~te pto to deconvetgencicl alto que ‘<o seamdsqueuna idea (locosimagioaritís),es

dccír> un punííí de! que u” parten realmentelos conceptos4eí entendimiento,ya que schalla totalnicol e fuerade los límiles dc la experiencia>sirve paradar a esoseoncepítssla

oc unidad>a lave. que a mayoramplitud. K,-VA 644/E672.

Kant y la reformadel sabermetaltsico 91

Pero además>y en tanto que por la posibilidad del mismo no podemospreguntarnosdesdeel mundomismo, su explicación ha de venir, si esqueella fuera factible, desdefuerade él; por esoseránlas ideaslas en-cargadasdeplantearseesaincógnitay estoesasí porque«losconceptosderealidad,sustaricia,causalidad,inclusolos denecesid~den la existencia,noposeen,fuera del usopor el quehacenposibleel conocimientoempíricode una cosa> significado alguno que determineun objeto. Tales concep-tos son, pues,aplicablespara explicar la posibilidad de las cosasen elmundode los sentidos,perono paraexplicarla posibilidaddel universomismo,ya queestefundamentode explicacióntendráquehallarsefueradel mundo y no podrá, por tanto, ser un objeto de la experienciaposible»32

El análisisprofundode la estructurade la razóndejatraslucir que loquea primeravistaparecíainevitable> la naturalezadialécticay sofísticade la misma escondetras sí, si se sabeutilizar correctamente,la contri-bución fundamentalde la razón al procesode conocimiento:la idea desistema; porque <‘regidos por la razón, nuestros conocimientos, nopuedenconstituir unarapsodia>sino quedebenformar un sistema.Uni-camenteéstepuedeapoyare impular los finesesencialesdela razón”33.

El momentodemoledory destructivode la critica quenegabaa la ra-zón humanael avanceenel mundosuprasensible,limitando el ámbitodelo cognosciblea los fenómenosde unaposibleexperienciay parecía>enestesentido, preparadaa negar la posibilidad del discurso metafísico,que tenía como objetostotalidades incondicionadas,quedamitigado, yademás,con la asuncióndel uso regulativode las ideas,aquélve trans-formado su estatutoepistemológicoaceptándosecomo un discursora-cional, perocuyaracionalidades necesarioreconstruira la luz de la na-turalezade susobjetospropios:seráunaracionalidadregulativaquena-da dirá sobrela existenciadéaquéllosy que sólo se los plantearácomopensamientosposibles admitiendo su posibilidad lógica> por no sercontradictorios; pero sin poderdecir nada sobre su posibilidad real,puesla racionalidadteóricaes incapazde conocerlosy alcanzarlos.Esteesel sentidopropio queparecetenerla expresiónmetafísicacomodispo-síctonnaturaL

fIL Razónpractica ysabermetafísico

Kant no seconformacon los resultadoshastaaquí obtenidosy sepre-guntasi habráotro lugar, otro ámbitode la razón,enel que la ideasobje-to de la metafísica,encuentrensuelofirme en queafincarsey esque«larazónbarruntaobjetosquecomportanparaella el mayor interés.Conel

32 KrVA 677/E 705.

~ KrVA 838/E 861.

92 E. PesqueroFranco

fin de aproximarseatalesobjetos,emprendeel camino de la meraespe-culación,peroestoshuyenanteella. Es deesperarquetengamayorsuer-te en el único caminoque le quedatodavía,el del usopráctico’>34.En esesentirseimpulsadaa ir más allá del usoempírico> del ámbitode la sen-sible> la razónvislumbra quepuedehaberalgomásqueel merodominioespeculativo,que quizá ella misma puedallegar a determinarpráctica-menteel conceptotrascendentede lo incondicionado~”.A estableceresteposibleuso práctico de la razón>dedica Kant las interesantespáginasqueen la Doctfina trascendentaldel métodode la Crítica dela razónpuracorrespondea lo queallí se llama Canonde la razónpura.

Entendiendopor «canon»el conjuntodeprincipios apriori que hacenposible el uso legítimo de unafacultad de conocer»36;es evidenteque síla razóntuviera sólo un usoespeculativoo teórico no podríahablarsedeun canonde la razónpura,puestoqueen la Dialéctica trascendentalya secomprobóque la razón,en cuantofacultad de conocimiento,no propor-cionabaconocimiento:las ideassólopodíanserpensadas,perojamásco-nocidas. Teóricamentesólo existe un canon del entendimientopuro(Analítica trascendental).Este,el entendimiento>sí tiene un usolegítimoen tantoeacuantoes el artífice de laobjetidaddel saber.La razón>desdeun puntode vista teórico, ha decontentarsecon serunameradisciplinaque frene suspropios anhelosde transgredircon merosconceptosloslímites dela experiencia37.Perosi ademásdeun usoespeculativo,la razóntuviera un usopráctico;entoncessípodríahablarsedeun canonde la ra-zon pura, puestoque en esecasoesa facultad poseeríaun conjunto deprincipios a priori que la haríanposibley «consiguientemente,de haberun usocorrectodeusocorrectode la razónpura,casoen el quetienequehabertambiénun canonde la misma,ésteno se referirá al usoespecula-tivo de la razón,sio queseráun canondeuso practico”38.Quizápodamosprescindirdel aspectoespeculativode nuestrarazón,pero de lo quenodebemosolvidarnosjamásesde que suobjeto final estáenel usoprácti-co dela misma.

34 k>VA 797/E825.>e reconocequela razónpura tiene un usopráctico(el moral) absolutamenienecesa-

río, osoenel queella seve inevitablementeobligadaa ir másallá de los límitesdela sensi-bilidad. Aunquepara esh.,la razónprácticano necesitaayudadela razónespeculativa>hade estaraseguradacontra la oposición deéstaúltima, a fin de no caeren contradiccionesconsigomisma».KrV EXXV.

~ cf,-. KrVA797/E825.~ ‘c~~d< existe todo un sistemade engañose ilusionesbientraladosentresíy auna-

dos por los principios comunes>comoocurre con la razónpura> parecenecesariauna le-gislaciónpropia>negativa>queconstruya,bajoel título dedisciplina, unaespeciedesiste-madeprevisión y autoexamenque partadela naturalezadela razóny de los objetosdesuuso puro> un sistemaante el cual ningunailusión erróneay sofísticapuedasubsistir>sinoquetengaquedescubrirseinmediatantenie.seancualesseanlos argumentosconqueseen-cubra».KrVA7i2/B 740.

38 KrVA 797/8825.

Kant y la reforma del sabermetafísico 93

Libertad de la voluntad, inmortalidad del alma y existenciade DiosresultanserparaKant losobjetosqueconstituyenla metafinal de la ra-zón en suusotrascendental.Con respectoa estostresobjetos,el interésespeculativoes mínimo, pues<‘estasproposicionesnosson siempretras-cendentesy carecende todo uso inmanente,es decir admisibleen rela-ción conlos objetosde la experiencia,y por consiguientede todoempleoútil. Consideradasen si mismas> constituyen esfuerzos racionalescompletamenteociosos,a la vez que extremadamentedifíciles»39. Sinembargo,ofrecenun interésfundamentalpara la razónen suusoprácti-co y sin que ella suponga detrimento alguno para los interesesespeculativos40.Porque no hay una razón práctica a la que sesubordinaríala razón teórica,sino que estamosanteunay la mismafa-cultad con dosusosdistintos:el especulativoo trascendentey el prácticoo inmanente;habrá que dilucidar la relación que se estableceentream-bos tipos de intereses.Si por un lado, la razónteórica no se proponeunfin inalcanzablecomo seríael conocimientode las cosasen símismas,sí-no que tan sólo pretendelograr la mayorunidadsistemáticade los cono-cimientos; y, por otro, su interéscomo razón prácticano espresentadocomo conocimiento>sino como determinacióndeacciones;no hay porquéhablar de conHicto de interesesaunquesí de primacíade la prácticosobre lo teórico4t. De tal manera,que si conseguimosdemostrarqueefectivamentela razón pura puedeser práctica;es decir, en el casoquedescubramosun principio a priori quehagalegítimo suuso>entonces,yteniendoen cuenta que las ideasnecesitadaspor la razón pura teóricaparasuspropiospropósitossonlas mismasqueaquéllasnecesitaspor larazónpráctica,lo queallí sepresentabacomo trascendentey, en el mejorde los casos>como pensamientoproblemático,pasaráahoraahacersein-manentey así conocimientoaunque,esosí, conocimientopráctico.A es-to no tiene porquéponer objecionesla razón especulativa,pues no setrata de quetengaquereconocerlasahoracomo conocimientossuyos,si-no que habráde aceptarlastan sólo como amplificacionesde usoen lopráctico y estono estáreñidocon suinterés,queno esotro queprecisarlos límites más allá de los cuales, teóricamente,únicamentenos en-contraremosconla ilusión de creerquealcanzamosalgoquebajoningúnconceptopodemosconocer.No hay quedudarde la primacíade los inte-resesprácticos:«subordinarsea la razón especulativa,e invertir> pues,elordenno puedeexigirse de la razón pura práctica,porquetodo interés

~ KrV A 799/E827.‘A toda facultaddel espíritu se puedeatribuir un interés,estoes,un principio que

encierrala condición bajo la cual solamentees favorecidoel ejerciciode la misma»KANT,I:Kritik derpro/uischenVernuntG.Felix Meiner Verlag> Hamburg,1974,p. 138 (En adelantecitaremosKp £~.

~‘ cfr. KpV, 1’. 138-39.

94 E. PesqueroFranco

es,en último término práctico>y el interésmismo dela razónespeculati-vaescondicionadoy sóloenel usoprácticoestácompleto’>42.

No era vanoel propósitode abandonarlos límites de la experienciabuscandoel incondicionado siempre y cuandocomprendemosque lafuentede esabúsquedaestáen el uso prácticode la razón, Susideasnohacenmuchafaltaparael saber,perotienen unafunciónen relaciónal usoprácticoqueconstituyeel fin último de la azón:Así, la verdaderaesenciade estafacultad, su complejaconstitucióninterna> seexplicita en lo mo-ral, pues«enel estudioque llamamosfilosofía puratodoslos preparati-vosse encaminan,de hecho,a los tresproblemasmencionados.Estospo-seen, a suvez> su propia finalidad remota,a saber:quéhay quehacersila voluntades libre, si existeDios y si hayun mundofuturo. Dadoquees-to sólo afectaa nuestaconductaen relacióncon el fin supremo,el objeti-vo último de unanaturalezaque nos ha dotadosabiamenteal constituirnuestrarazónno apuntaen realidadaotra cosaqueal aspectomoral”43.

Sin el uso práctico> el sistema de la razón sería imeompleto,quedaríansin respuestalas cuestionesfundamentalesdel hombrey sinexplicar el dinamismohumanoen sutotalidad. Porello, no puedeextra-flarnos queKant reitere, una y otra vez, la superioridadde lo práctico yde la filosofía moral frente a cualquierotro tipo de explicaciónracional.Hastael puntoque define la filosofía como la <‘cienciade las relacionesde todoslos conocimientosconlos finesesencialesdela razón(teleologíarationis humanae)»44,y estosfines no sonotros que las contestacionesalas preguntas:¿quépuedosaber?qué debo hacer?¿quéme cabeespe-rar?Peroinmediatamentenosadviertequeestosno sonlosfines supremosy que el fin último de la filosofía no es otro que el destinoenterodelhombre y la disciplina que de estese ocupa> la filosofía moral45. Paraque el sistemade la razón, ideal de la filosofía crítica, se realice:necesi-tamosreconocercomoobjetosde su legislaciónno sólo la ley de la natu-ralezasino tambiénla ley moral46.La razónhumanano es exclusivamen-te razón especulativa;sino además,y de maneramuy especial,razónprácticaporqueel hombreno sólo estáen el mundo, sino que ha de ac-toar en él, y en esteactuar puederomper> si lo desea>la cadenade losacontecimientoscausalesy alterarel ordende lo naturalejercitandosulibertad que es la esenciade su obrarmoral. Si in3portantees la tareadedelimitar lo que podemos conocer, no lo es menos la de satisfacer

42 KpV> pp. 139-41).

4~ KrVA8OiIB 867.~ KrVAS39/B867.~ cfr. KrVA 840/E866.46 lAn interesanieestudio sobreel “sistemade la razón’> en la filosofía criticase puede

enc’,nírar en el primer capitulo del libro de LOPEZ MOLINA> A. M.. Razónpura y juicio

rc/lcxio,íantc- Qn Kant. EstudiosdelSeminariodc Metafísica,u0 2. Universidadcompluten-se,Madrid> 1983.

Kanty la reforma del sabermetafísico 95

nuestrasansiasde saberquédebohacer.Perohay aúnotra cuestiónqueinquieta al hombrey es la de ¿quémecabeesperar?> si realmentehagoloque debo hacer. Ella, en cuanto tiene como objeto la felicidad, estáíntimamenteligada a la anterior,puestoque «todoesperarserefiere a lafelicidady escomparadoconlo prácticoy con la ley moral»47.

La razónhumana,comorazónteórica>no respondeaesasdosúltimaspreguntasque,sin embargo,sonlas más importantesparael hombre.LaCrítica de la razónpura ha precisadoel ámbitode lo queconocemosconseguridady en la partefinal de la obra, en la Metodologíatrascendental>nosadviertequede encontrarun canondela razón,ésteestaráen su usopráctico. En esaspáginas,esbozaKant todo un proyectode lo que pos-teiormenteserásu filosofía moral. Pero no compartimos la opinión deaquéllosqueven en ellas un desarrollocompletode lo que> paraél, es ladimensión moral de nuestraconciencia4t’.Pensamos,por el contrario>queseránecesarioque la Crítica de fa razónpráctica muestreque la leymoral es un principio a priori del usoadecuadode esafacultady afirmequela razón,como razónpráctica, no sólo es autónomasino también le-gisladoraparaque la facultadde desearo voluntad entre,con plenalegi-timidad> a formar partedel sistemade la razón pura y produzca,en elcampode la libertad>conocimientopráctico de lo suprasensiblecomo elentendimientolegislabaen el ámbitode las leyesde la naturalezay expli-cabael conocimientocientífico~9.En esemomento,la fundamentacióndela moral estarácompletay el proyectode reformadel sabermetafísicohabráalcanzadoverdaderoy pleno sentido.

Hl. 1.Preparaciónteórica de lo práctico:El <‘Canon dela razónpura»y elsabermetafísico

La existenciaele lo práctico en nosotrosesalgo,dice Kant, queno ne-cesitajustificación teóricaalguna, pueshallamosen la experienciamo-ral del hombretodoslos datosquelo avalan.«estesupuesto(queexistenleyesmorales)puedeasumirlo razonablemente,no sólo acudiendoa lasdemostracionesdelosmoralistasmásilutrados, sino al juicio éticodeto-do hombreque quieraconcebir esaley con claridad”50. La preguntaquele correspondehacerseal filósofo no es,entonces,si la moral eso no po-

~ KrV A 806/E834.~t’ cfr. GUEROULT> M. - La ph ilosophie niorale de Ka ‘it 00 tate de la uit ¡que de la

ra/sonpurren Etudesde P/tilosphicallenionde.GeorgOlms Verlag Hildesheim.New York>1977, pp. 15-37. En esteartículo mantieneGueroult que en el canonde la razónpura hayunadoctrina eompietndela filosofía moraly queno sepuedeverenél caloacesunasimpleintroduccióna la KpV.

4~ ch. KANT, 1.; Kritik der tirwilskraft. Felix Meiner Verlag>Hamburg, 1974, pp. 36,sobreel cuadrodelasfacultadesdel espíritu.

50 KrV A 807/B835.

96 E. PesqueroFranco

sible, sino únicamentecómo ella es posible. La primera respuestalahallamosenel Canondela razónpurade la Crítica de la razónpura.

El que el hombrepuedadeterminarsea sí mismo a obrar indepen-dientementede los móvilesde la sensibilidad,esdecir, el queel hombretengalibertad> muestrala realidad de nuestradimensiónmoral porquediceKant que«“Práctico” estodo lo queesposiblemediantelibertad»51.La libertad de la que aquí se noshabla es la libertad trascendentalqueaparecíaen la terceraAtinomia de la razónoponiéndosea la causalidadnatural y que expresabala ideade unaabsolutaespontaneidad.Allí loúnico quesepretendíademostrarera la posibilidadlógica de eseconcep-to, es decir> comprobarque su pensamientono era incompatiblecon elde la causalidadfenoménica.La libertad a la que nosenfrentamosahoraes la libertad de un ser racional capaz de determinarseno sólo porestímulossensiblessino tambiénde producir representacionesraciona-les.Estamosanteel hechode la libertad práctica:

«La libertad prácticapuededernostrarsepor experiencia,puestoque la voluntadhumanano sóloes determinadapor lo queestimulao afectadirectamentea los sentidos,sinoque poseemosla capaci-dad de superarlas impresionesrecibidaspor nuestrafacultadape-titiva sensiblegraciasa la representacióndelo quenoses> inclusodeforma remota,provechosoo perjudicial~>52•

En tanto en cuantoesalibertad esun objeto de experiencia,no pode-mosesperaruna identificación entreella y la libertad trascendental.Elhechode la libertad práctica me revelaque en mi obrar moral debode-terminarmede maneraabsolutamentea priori, pero aúnnosquedaporsabersi esaobligación ha sido impuestaa priori por mi razón. Estade-terminaciónabsolutamentea priori de mi voluntadpor la razónes lo queexpesala ideadelibertadtrascendentalcomo«facultaddeiniciaren sen-tido absolutoun estado»53y ella se oponea toda ley de la naturalezay nopuededemostrarsepor la experiencia.La libertad trascendentalqueeraun problemapafa la razón teórica, lo es tambiénparala prácticayaquela experienciade la libertadprácticano nosayudaa darlesoluciónpues«la cuestiónrelativaa la libertad trascendentalsólo afectaal saberespe-culativo y, tratándosede lo práctico,podemosdejarlaa un lado comoen-teramenteindiferente”54.

Lo único quenosenseñala libertad prácticaesquenuestravoluntad

~ KrVA 800/E828.52 KW A 802/E830.

“ Ch. KrVA445/B473.~t’ KrVA 804/E 832. Sin embargo,enA 534/E562 sedice quela libertad trascendentales

fundamentoindispensablede la libertad práctica.Un interesanteestudio sobreel temadela libertad prácticaene1 artículo de RODRIGUEZ, R.: La libertadpráctica. fin problemadela «cniica de la razónpura». En «Aporía»,n» 12, vol III, Madrid> 198i.

Kant y la reformadel sabermetafísico 97

estásometidaaunalegislacióna priori que,por suuniversalidady nece-sidad,es una legislaciónracional de la quenacenprescripcionesobjeti-vasdel deberserqueconstituyenlas leyesobjetivasde la libertad, quesellaman leyesprácticasy queseoponena las leyesobjetivasdelanatura-leza queexpresansólo lo queocurre. Esasleyesprácticaspuedenserobien leyespragmáticaso bien leyes morales.Las primeras,como reglasdela prudenciaquedicta la razónparapermitirnosllegar ala felicidadysatisfacernuestrasinclinaciones,no nos obligan, sino que tan sólo nosaconsejanlo que debemoshacersi queremosserfelices. Las segundas,las leyesmorales,obligan por el contrario de maneraabsolutala formaen quedebemoscomportarnossi queremosserdignosde la felicidad55.En estasúltimas,la razónintervienecompletamentea priori, de maneraincondicional,sin teneren cuentala felicidad e imponereglasnecesariasdesdetodo puntode vista y válidas paratodo serracional56.Estasleyesmorales,como productosde la razón puraen usopráctico, revelan la li-bertadprácticade tal modoque sepuededemostrarqueéstatienereali-dadobjetiva en suusomoral pues«aunquela razónpurano contieneensu uso especulativoprincipios de la posibilidad de la experiencia,a sa-ber, principios de aquellasaccionesque,de acuerdocon los preceptosmorales, podríanencontrarseen la historia de la humanidad,perosi loscontieneenun ciertousopráctico,estoes,moral”57.

La aceptaciónde esasleyesabsolutasestáindisolublementeligado alreconocimientodel mundomoral: “Doy al mundo,en la medidaen queseconformea todaslas leyeséticas(comopuedeserlo graciasa la libertadde los seresracionalesy como debeserlo en virtud de las leyesnecesa-rias de la moralidad) el hombrede mundomoral»58.El mundomoral, alque la razón teórica había dejadoen entredicho,apareceaquí nueva-mentepero ahora recobrandopleno significado. Efectivamentees unamera idea, peroen tanto queprácticaha de ejercersu influencia en elmundodelos fenómenosporque«la ideadeun mundomoralposeereali-dadobjetiva,no como si se refiriera al objetode unaintuición inteligible(objeto queno podemosconcebiren modoalguno),sinocomo refiriéndo-seal mundosensible»59.Esto esposibleporquelos sereshumanosmora-les pertenecentambién al mundosensible.Como fenómeno,el hombretiene inclinacionesy deseossensibles,suobrar fenoménicodependeasíde sucarácterempírico. Pero comoserracional sedeclaralibre de todainfluencia de la sesibilidad y de toda determinacióntemporal y su ca-sualidadha de ejercerseentoncessegúnel carácter inteligible6~.Resulta

~ Cfr. KrV A 806/B 834.56 Cfr. KRvA 807/E 835.

~ .KrV A 80713835.5t’ KrV A 808/3836.

~9 Ihiden.60 cfr. KrvA 530-39/3 566-67.

98 E. PesqueroFranco

imposiblepensaren un hiato insalvableentreesosdosaspectosdel serhumanoy, por ello, dirá Kant quequizá la casualidaden]píricapuedere-sultar de una casualidadqueno es empírica>sino inteligible ya que«nocausaningúnprejuicio al entendimientoel admitir, aunquesólo seaLic-ticiamenteque algunasde las causasnaturalesposeanunafacultad queseasólo inteligible, en sentidodequesudeterminacióna la acciónnuncasebasaen consideracionesempíricas,sino en merosfundamentosdel en-tendimiento;perode suerteque la acción deesacausaen la esferadcl fe-nómenoseaconformea todaslas leyes de la casualidadempírica»61.Queestosea así no significaquevayamosa introducir elementosextrañosenlas investigacionescientíficas que debenaceptarúnicamenteexplica-cionescausales.Sólo se intentadejarbien sentadoqueel hombre,comosermoral, tiene unacausalidadinteligible queha de ejercersiempreenel inundode losfenómenosporqueél mismoestambiénun fenómeno.

Es por virtud de su carácterinteligible que el ser humanodescubresu dimensiónmoral. El es el único serde la creacióncapazde sentirelimperativo del deber. Este expresauna forma de necesidadque no en-contramosen ningunaotra partede la naturaleza.La acción moral tras-ciendeasí el mundonaturalparabuscarsufundanientoen una ideadelarazón:«quela razónposeecausalidad>o queal menosnosrepresentamosque la posee>esalgo quequedaclaro en virtud de los imperativosqueentodo lo prácticoproponemoscomo reglasa las facultadesactivas”62.Quecl hombrepuedeobrar segúnprincipios moraleses lo quenos hacepen-saren la ideade un corpusmvsíicunzque> másqueenfrentarnosradical-menteal mundosensible,intenta> aunquesólo seacomo ideal a conse-guir, transformarcadavezmás ésteconvistasa hacerlolo másconformeposible a esaotra idea de mundo quetienen los hombrescomo sujetosmoralesy libres6.En esemundo> en el mundomoral> se hacepatentelaestrecharelación que existeentre la moralidad y la felicidad; es decir>entreel ¿quédebohacer?y el ¿quédeboesperar?.La mismafórmula deldebercontiene la mención> aunquede forma indirecta> de dicha cone-xíón.«haz aquello mediantelo cual te hacesdigno de serfeliz’64, de talforma que los principios de la razón pura nos permitenconcluir que sinosconducirnosdc maneratal queseamosdignosde la felicidad> noses-tará permitiendo esperary participar efectivamentedel mundo inteli-gible:

~<Aborabien> en un mundointeligible, esto es, en el moral, en cuyoconcepto prescindimosde todas las dificultades de la moralidad(inclinaciones),puedeconcebirsetambiéncomo necesariosemejan-

~‘ Krt”A 545/B 573.62 MV A 547/B 575.~ ci r. KrV A 808/E 836.64 MV A 869/B837.

Kant y la reforma del sabermetafísico 99

te sistemaen el que la felicidad va ligada a la moralidad y es pro-porcional a ésta,ya que la libertad misma, en parteimpulsadaporlas leyes moralesy en parterestringidapor ellas mismas>seríalacausade la felicidad general y> consiguientemente,los mismos se-res racionalesserían,bajo la dirección de dichosprincipios> aulo-resde supropio bienestarduradero,a la vezquedel de los otros»65.

Sólo en un mundo en el que todos los seresracionalesobrasendeacuerdocon las leyesmorales>dondetodosplanteasensusaccioneseco-mo sí procediesende unasupremavoluntadquecomprendieseen sío ba-jo todas las voluntasprivadas»6’>,sólo allí la esperanzaen la felicidad sepodríavercumplida. Estoes así,porqueel hombrepuededesobedecere-sasleyesqueno expresannecesidad,como las de la naturaleza,sino tansolo un deberserquea vecesno llega a realizarseporqueno siempreha-cemoslo quedeberíamos.Lasaccionesquesin serconformesal deberseintroducenen el mundofenoménicorompenla armoníaentreéstey el dela moralidad.La conexiónmoralidad-felicidadno puederealizarseento-ces más quesuponiendouna razón supremaque gobierneel mundose-gún leyesmorales.Perocomo la acción deesacausasupremano semam-fiesta en el mundosensible,habráquepensarqueseráen un mundofu-turo dondecadaunareciba la felicidadde la quese hahechomerecedor.Dios y una vida futura> que constituyen lo que Kant llama el ideal dclbien supremo,sonentonceslas condicionesde posibilidad dela esperan-zaen la felicidad:

«La ideade tal inteligencia, en la quela másperfectavoluntadmo-ral, unidad a la dichasuprema,es la causade toda felicidad en elmundo,en la medidaen queéstava estrechamenteligadaa la mora-lidad (en cuantodignidadde serfeliz), la llamo idealdel bien supre-mo. En consecuencia,sólo en el ideal del bien supremooriginariopuedela razón puraencontrarel fundamentodel vínculo que,des-de el puntode vistapráctico, liga necesariamenteamboselementosdel supremobien derivadoesto es,de un mundo inteligible, o sea>del tubKal>’’>7.

Pero el ideal del bien supremo, que expresala exactaproporciónentrela felicidad y la moralidadque sólo alcanzaremosen un mundo in-teligible> exige también la admisi¿nde unainteligencia suprema,comoBien supremooriginario, que seael fundamentode la unión de esosdosconceptos,de tal maneraque esarazón suprema«funda, mantieney si-gue el ordende las cosasde acuerdocon las másperfectafinalidad, or-

65 KrVA SItJ/E838.

66 Ibide,n.

~ KrV A Si1/13 839.

100 E. PesqueroFranco

den que, aunqueparanosotrosse halla muy oculto en el mundode lossentidosesuniversal”’>8.Puestoquecomoseresmoraleshemosdepensarrealizableel objeto que nosproponeel Bien supremo,podemosy debe-mosadmitir la condición que lo haceposible, Dios. Desdela concienciamoral, perosólo desdeella> justificamosesasdos ideasde la razón:Diosy una vida futura. Y las justificamosa titulo de creenciao fe racional,expresiónéstaqueaunqueesmodestadesdeun puntode vista objetivo>nosproporcionaunafirmeza fuerte que le transmiteel hechomismo dela moralidadhastael puntodirá Kant que ‘<la creenciaenDios y en otromundosehalla tan estrechamenteunida a mi sentidomoral, que,así co-mo no corro peligrode perderla primera,tampoconecesitotemerqueelsegundopuedesermearrebatado»‘>9.

Si las ideasde libertad, inmortalidad del alma y existenciade Diosconstituyenel objetivo final de nuestrarazónpor serlas cuestionesqueinquietanal hombremásradicalmente>no parecesuficientequenoscon-formemoscon aceptarla meradisposiciónnaturalhacia la metafísica.ElCanonde la razónpura, al describir la dimensiónmoral de nuestracon-ciencia,nospermitiráasumir la realidadobjetivade esasideasen el terre-no de la moral.Sin embargo,convieneobservarque de esostresobjetosque nos recomendabala razón, sólo Dios y la inmortalidad del almatienen,dice Kant en estosmomentos,un verdaderointeréspráctico.Lalibertad, como libertad trascendental,ya hemosvistoqueera un proble-ma teóricoqueno sehallabatampocosoluciónen el ámbitopráctico,porlo tanto ‘<en un canonde la razón purasólo tenemosque tratar de doscuestionesque incumben al interés práctico de la misma y en relacióncon las cualestienen queserposibleun canonde suuso, a saber:¿existeDios?,¿hayunavida futura?.~ La libertad práctica,como un hechodeexperiencia,nosha mostradola existenciadeun usoprácticodenuestrarazón mientrasquelabúsquedade las condicionesde posibilidad deesteuso se identifican con el tercero de los interrogantes del canon. Elvínculo queseestableceentrela moralidady la esperanzaen la felicidades tan fuerte queéstaúltima podrámuy bien venir en apoyodel deber.Estos son los términos en los que la Crítica de la razón pura presentanuestroobrarmoral.

111.2. La fundamentacióndel sabermetafísico en la <‘Crítica de la razónpráctica»

La publicaciónen 1788 de la Crítica dela razónpracticanoshacepen-sarquequizá las páginasdel Canonde la razónpura le parecieroninsufi-

68 KrVA 81453 843.

‘>~ K eV A 830/3858.70 KrVA 804/E832.

Kanty la reforma del sabermetafísico 101

cientespara explicar la gran riqueza de la experienciamoral. El des-cubrimientodel principio de la autonomíade la voluntadesahorala cía-ve de comprensióndel uso práctico de la razón y en torno a él se va aconstruir todaunafundamentaciónde la moral queasegurarála validezobjetiva de lo suprasensibleque la razónteórica no habíapodido deter-minar.

Mientrasqueel Canon de la razónpura la libertad prácticaponíademanifiestola existenciadelo prácticoen nosotrosy reducíala ley moral aun hechodeexperiencia,la Crítica de la razónprácticanosvaa obligar aaceptarunaley válida en esecampoperoqueno se derivadeningunaex-periencia,sino de la estructuramismade la razóncomo razónpuraprác-tica> presentándosecomoun Faktumderazón> comoel hechoprimordialy másimportantepor serel únicomotivo determinantedenuestravolun-tad, y por ello dirá Kant que <‘se puededenominarla concienciade estaley fundamentalun hechode la razón>porqueno se la puedeinferir dedatosantecedentesde la razón,por ejemplo>de la concienciade la liber-tad (puesestaconcienciano nosesnadaanteriormente),sino queseim-pone por sí misma a nosotroscomo proposición sintética a priori, auncuandoseríaanalíticasi sepresupusierala libertad de la voluntad paralo cual, empero,como conceptopositivo, seriaexigibleunaintuición in-telectualque no sepuedeadmitir aquí de ningún modo.Sin embargo,pa-ra consideraresa ley como dada, sin caer en falsa interpretación,hayquenotarbienqueella no es un hechoempírico, sinoel únicohechode larazón pura, la cual se anunciapor él como originariamentelegisladora(sicvolo,sic juber)>2’.

Sólo esaley que la razónseda a símismapuedeserconocidaabsolu-tamenteapriori por ella e imponérselecomoun hecho.Esun dato quele-josde serdeducidode principiosanteriores,apareceantenosotroscomoun principio auténticoa partir del cual todoslos otros datospuedenserdeducidos;peroella, la ley moral, no sederivade razonamientospreviossinoquesepresentacomonecesariay absolutamentea priori. Estaideaesperfectamenteexpuestaen el conceptode la autonomíamoral: «la ra-zón puraespor si sola prácticay da(al hombre)una ley universalqueno-sotrosdenominaremosley moral”72. Puestoque el ser humanoes razo-nable instituye él mismo la ley; peroen tanto en cuantono es sólo yexclusivamenterazonableha de imponersea sí mismo obedecerla leyque apareceentoncesbajo la forma de imperativo. En estesentido, laautonomíaes,paranosotros,el fundamentodela obligación,esdecir, loquehacequeestemosobligadosy al quenosotros,como seresfinitos, de-bemos someternosconvirtiéndoseen el conceptoclave sobreel que se

7’ KpV, p. 36-37. Las implicacionesquepuedentenera considerarla ley moral comoun/aktumde la razónhan sido estudiadaspor BECK> L. W.:Acornmentaryon Kant’s Critiqueof Pratical reason.TheUniversity of ChicagoPress.Chicago& London, i 964. Pp.166-69.

72 XpVp37.

102 E. PesqueroFranco

fundamentala posibilidad de unarazón purapráctica,pues sin ella nohabríapuntode vistamoral: «la autonomíaese1único principio de todaslas leyesmoralesy de los deberesconformea ellas»73.Al margende todolo empírico, sólo desdela razón>podemosy debemoscomprendereí de-ber moral quesepresentacomomotivo determinantedela voluntadbajola forma de ley: la ley moral. Estaley> que la razónautónomanosapre-sentadocomoun faktum,es el principio fundamentalde la razón prácti-ca; esdecir, el principio a priori quehacelegítimo el usode esafacultad>la facultad de desearo voluntad. La razón práctica es autónomaperotambién legisladorapuesella <‘en una ley práctica> determinala volun-tad inmediatamentey por mediode un sentimientode placery dolor quevengaa interponerse,ni siquierapor medio de un placeren esaley mis-ma, y sólo el poderserprácticacomo razón pura, le haceposibleser le-gisladora»74.

Perosiemprequenosencontramoscon un principio sintéticoa priori,debemosdemostrarla validez objetiva del mismo medianteuna deduc-ción trascendental.La ley moral> que no depende de ningún datoempírico> queprescindede todacontaminaciónconlo sensibley se impo-ne como un fa/ctum del que tenemoscoincidenciaa priori, no podráserobjeto de unadeducciónenestetipo: «la realidadobjetiva de la ley moralno puedeserdemostradapor ningunadeducción>por ningúnesfuerzodela razónteórica, especulativao apoyadaempíricamente,y, por lo tanto>aun si se quiererenunciara la certidumbreapodíctica,no puedetampo-co serconfirmadapor la experiencia>y demostradaasí a posteriori; sinembargo,se mantienefirme sobresí misma»75.La concienciade la ley,como dato absolutamenteprimero que no se funda en ningún conocí-mientoseaésteespeculativoo práctico,no puedebuscarsu realidadob-jetiva más queen ella misma. Peroparadójicamente,esteprincipio mo-ral queno necesitade ningunadeducciónni de ningúnprincipio parasujustificación sirveél mismo de principio parala deduccióndel poderdela libertad. Detal manera>queaunquela ley moral no esobjeto deningu-na deduccióntíascendental>en su lugar encontraremosuna deduccióntrascendentalno de la ley moral sinode la libertad:

«Algo distinto, empero>y enteramenteparadoxal>toma el lugar deestadeducciónen vanobuscada,del principio moral>y es, a saber>que éstesirve inversamenteél mismo de principio de la deducciónde unafacultad inpenetrableque no puededemostrarexperienciaalguna,pero que la razón especulativa(para encontrar,entresusideascosmológicas,lo incondicionado,segúnla casualidadpropiade éste,y así no contradecirsea sí mismo), tuvo queaceptar>por lo

73 KpV,p.39.~“ KpV> p. 28.~ KpVp.56.

Kant y la reforma del sabermctafísico 103

menos,como posible>a saber,la de la libertad, de la cual la ley mo-ral, que no necesita, ella, fundamentosque la justifiquen, de-muestrano sólo la posibilidad, sino la realidaden los seresquere-conocenesaley comoobligatoria paraellos»7’>.

Con estademostraciónno se pruebael poderde la libertad en si mis-ma, sino como fundamentode la ley moral. Si no tuviésemosconcienciade estaúltima no podríamosadmitir la libertad, perosi no suponemosla libertad seríaimposible que hubiésemosencontradola ley moral ennosotros.Todopareceindicar queestamos,como dice el propio Kant enla Fundamentaciónde/a metalísícade lascostumbres,anteun círculo vi-cioso: probamosla existenciade la libertad a partir del faktum de la leycon la intención de demostrarla posibilidad real de éstaa partir deaquélla.Es,precisamente,el conceptode autonomía,el queva a romperesesupuestocírculoal identificaren él los términosde libertady ley mo-ral porque<‘la ley moral no expresanadamásque la autonomíade la ra-zón purapráctica,esdecir, la libertad, y éstaes inclusola condiciónfor-mal de todas las máximas,bajo cuyacondición solamentepuedenéstas

77coincidir con la ley prácticasuprema>’

Vemos hastaqué punto la idea de autonomíaresulta imprescindibleparaexplicar la objetividad práctica:la ley moral es autonomíay puestoqueéstano significa otra cosaqueindependenciade todolo empírico,esdecir, libertad, podrámuy bien afirmar Kant que«la ley moral es,en re-alidad,una ley de la casualidadpor libertad;y, por tanto, de la posibili-daddela naturalezasuprasensible”~’>.

El conceptode libertad, queen la Crítica de la razónpura era un pen-samtentoproblemáticoy vacío, se transformaahoragraciasa la ley mo-ral en un conocimientoasegurandosurealidadobjetivay determinándo-se como autonomía.Perola libertad de la que aquí hablamosno es la li-bertadpráctica que se demostrabapor la experiencia sino la libertadtrascendentalcomo pura espontanéidadcausal.Es con éstaúltima conla quese identifica la autonomíade la voluntad como fundamentode laposibilidad del uso práctico de la razón.Esta precisión es importantecon vistasa marcarlas diferenciasentreel Canon dela razónpura y laCrítica dela razónprúctica. Allí las leyesmorales,queel hechode la ex-periencia de la libertad práctica evidencian, nos enseñanúnicamenteque la razónquenosprescribeobrar segúnleyesa priori, independiente-mentede todo lo empírico, constituyeel principio deposibilidad de unacierta experiencia>la experienciamoral; peroes incapazde comprendersi ella misma, la razón, ha instituido esasleyes de maneratotalmente

76 f/,írdt’rn.7z KpVp39.~ KpV. p. 56.

104 E. PesqueroFranco

autónoma;no puedeen definitiva demostrarque la razónpurapuedeserefectivamenteprácticaporquetieneun principio> la ley moral que,comoun hechode razón,posibilita el ejercicio de esafacultad en el marcodelas leyes de la libertad. Sólo ahoradeterminadoel principio y afirmadasu realidad objetiva creemosque se puededefenderlegítimamentelaexistenciade un «Canondela razónpurapráctica».

Descubiertoel principio quehaceposibleel usoprácticode la razón>habráquepreguntarsepor el objeto al queeseprincipio serefiere.Pues-to que lo caracterizaal obrar moral es el poderde producir los objetoscorrespondientesa las representacioneso el poderde determinarsea re-alizar talesobjetos,másquepor un objetodela razónprácticahabráquepreguntarseentoncespor suconceptode un objeto.Estese entiendeco-mo «la representacióndeun objeto por libertad”79.Los únicosconceptosde razón> dice Kant, lo bueno y lo malo> no se refieren ni a objetosempíricosni a sensaciones,sino al modo de actuardel sujetomoral cog-noscentey no puedendeterminara la voluntad que> comovoluntadautó-n<)ma> únicamentepuedeestarlopor la ley, de tal maneraquedebemosaceptarque «tiene que piecederla posibilidad moral de la acción,puesentoncesno esel objeto, sino la ley de la voluntad el fundamentode de-terminaciónde la acción»5t1.Estosconceptos,quetienensu fundamentoen el principio práctico de la razón, no se refieren a objetoscomo lascategoríasdel entendimiento,son modosde una única categoría,la decausalidad,en cuanto ella es el fundamentode determinaciónde la vo-luntada travésde la cual la razónaparecea priori como prática’>’.La Crítica de la razónpráctica ha encontradoun principio a priori, la leymoral y la determinacióndel objeto práctico, que es derivadode ella,vendrádespués.Pero el bien moral nosponeen relación no sólo con lotranscendente,la existenciade la causalidadpor libertad> sino tambiéncon unarealidad objetiva y exterior queserrefiere al mundode los fe-nómenosporqueel objeto prácticoha de ejercersiempreen el campodela experienciaexterna.La Típica del Jicio puropráctico vienea cumplirel mismo papel queen lo teóricodesempeñabael esquematismo:buscarsi lo quesehadicho de formauniversalenla reglatieneaplicaciónen ca-da casoconcreto.Ahorase tratade encontraren el mundosensiblealgoalo que,pesea estarbajo el dominio de la naturaleza,podamosaplicarlela ley de la libertady queexpreseen lo concretola idea suprasensibledelbien moral del que no podemosencontraruna intuición sensibleque le

~ KpVp68.

<~ Ibirdenz.

~ (fe. KpV, p. 78. Si consideramosla libertad cornounaespeciedecasualidady pensa-mos todaslasformas queellapuedetomar,aplicándolelas formasdela determinacióndeun objeto que son lascategorías>obtenemosasi la tabla de lacategoriasdelalibertad queenumeralas diferentesformas posiblesde determinaciónde una voluntad pura> es decir>todaslasformasenqueun sujetopuedeplantearunaaccion.

Kanty la refónnadel sabermetafísico 105

correspondapor serobjeto puramentesuprasensible:«el bien moralesal-go suprasensíble,segúnel objeto, y para él, por lo tanto, no puedeen-contraseen ningunaintuición sensiblealgo correspondiente,y el Juicio,bajo leyesde la razón purapráctica,parecepor esoestarsometidoa difi-cultadesparticulares,quedescansanen que una ley de la libertad debeseraplicadaa acciones,como acontecimientosqueocurrenen el mundodelos sentidos>y eneserespectopertenecen,pues,a la naturaleza»82.

De la misma maneraque parael conocimientoteórico el Juicio pro-porcionabaesquemasquesubsumíanla variedadde la intuición sensiblebajo losconceptospuros(categoríasdel entendimiento)posibilitandoasíla unificación de esosaspectostan heterogéneosdel conocimiento,igual-mente,la Típico del Juicio purode la razónhabrádeproporcionarun es-quemaque expresela inserciónde las accionesmorales,ejercidassegúnuna ley de la casualidadpor libertad> en la naturalezaregidapor cone-‘ciones causales.Esteesquemava a serel esquemadeuna ley porque«ladeterminaciónde la voluntad (si estapalabraes aquí adecuada)sólo porla ley, sin otro fundamentode determinación,enlazael conceptode lacausalidadconotrascondicionesmuy distintasde las queconstituyenlaconexiónnatural”83. Esteesquemaesuna ley quepuededarseen los ob-jetossensibles;por lo tanto>esuna ley de lanaturaleza,perode la quesó-lo nos interesasu forma y a la que Kant llamará tipo de la ley moral, yque puedeseruna ley de la naturalezaporqueesasdos clasesde leyescompartenlas misma característicasen cuanto a la forma aunqueten-gan motivos diversosde determinación.Es ahoracuandose puedefor-mular la reglasegúnla cual juzga la Facultaddejuzgarbajo leyesprácti-cas:«Pregúntatea ti mismo si la acciónque te propones,a suponerquedebieraacontecersegúnuna ley de la naturaleza,de la cual tú mismofuerasuna parte,podríasconsiderarlacomo posiblepor tu voluntad.”84

Teniendoen cuentaesareglahabremosde decidir el tipo de accionesquehande serconsideradasmorales.De tal manera,quediremosquese-rán morales, aquéllas que realicemos por respetoa la ley moral yaquellasotrasque tengancomo motivo algo distinto del debenperoquesin embargoseanconformesa la ley, seránaccioneslegales,peronuncamorales:«Y ~n esto descansala diferenciaentre la concienciade haberobradoconformeal debery por deber,esdecir, auncuandosólo las incli-nacioneshubiesensido los fundamentosde determinaciónde la volun-tad; lo segundo,empero,(la moralidad),el valormoral tienequeserpues-to exclusivamenteen quela acciónocurrapor el deber,esdecir, sóloporla ley»85.

La Típica suponeun primer acercamientoal difícil temade las reía-

82 KpV,p.80.83 KpVp80-8184 KpV,p. 81.85 Kp!’p.95.

106 E. PesqueroFranco

clonesentre la moralidad y la naturaleza.No es suficienteel reconoci-mientode la existenciade la ley en nosotrosque ponede manifiestola li-bertad;en tanto quepráctica>la libertad debeproducir en el mundounobjeto>el bien.Perono basta,según Kant, demostrarla posibilidad deunbien contingentey particular, debemos,además,buscarla posibilidad deun bien total queexpreseplenamentela conexiónmoralidad-naturaleza.La totalidad incondicionadadel objeto de la razón purapráctica consti-tuye el supremobien del quehabráque demostrarsuposibilidad ojetiva:«Ella busca>comorazón purapráctica,paralo prácticamentecondicionado(lo quedescansaen inclinacionesy necesidadesnaturales)también lo in-condicionado>y> en verdad,no como fundamentode determinacióndelavoluntad>sino,auncuandoéstehasidoyadado(en la ley moral), buscalatotalidad incondicionadadel objeto de la razón pura práctica, bajo elnombredel supremobien»8’>.

Corno el bien moral>el supremobien,objeto total de la razónpráctica,tampoco puede ser pricipio determinante de la voluntad pues estosupondríaigualmenteque la acciónmoral estuvieseguiadapor un prin-cipio de heteronomia.La introducción de eseconceptoen la conceptiónkantianade lo moral significa únicatnenteel reconocimientode queunser que ha obrado moralmentepueda ser feliz. La conexión virtud-felicidad es lo queexpresael conceptodel supremobien, de maneraquepuededecirseque «la virtud y la felicidadconjuntamenteconstituyenlaposesióndel supremobien en unapersona,y en cuantoademás>estandola felicidad repartidaexactamenteen proporción a la moralidad (comovalor de la personay de sudignidadparaserfeliz)> constituyenanibaselsupremobien deun mundoposible>significa estoel completo,el acabadobien»n~ Tal unión no puedeserconocidaanalíticamente,puesvirtud y fe-licidad son dos conceptosbien distintosen el que el uno aparececomocausadel otro, es por lo tanto, una conexionsintética.Ademáseí s¿tpre-mo bien es un conceptoa priotí, que no procedede experienciaalguna>sino que sepresentacomo prácticamentenecesario.Su posibilidad, portanto,no puedeserdeducidadeprincipiosempíricos>sinoquehabráquerealizar una deduccióntrascendentalde ese conceptopuestoque «es apriori moralmentenecesarioproducir cl supremobien por la libertad dela voluntad; así, pues, la condición de la posibilidad del mismo tienenquedescansarsólo sobrefundamentosdeconocimientoa priori>’68.

Lo que estárealmenteen juego en el planteamientodel supremobienes cómo concebirla síntesisentre la razóndeterminantede la naturale-za> que nosordenaperseguir la felicidad y la razón que planteala ley ynos incita a buscarla virtud. Es precisamenteestolo queproducela c¿n-tonomiapráctica yaque podemospensaro bien queesel descodela fcli-

86 KpV, p. 125.87 KpV, Ii. 128.88 Xp1’, p. 130.

Kant y la refórma del sabermctafísico 107

cidadel móvil delas máximasde la virtud o bien quesonlas máximasdela virtud la causade la felicidad. Kant consideraabsolutamentenecesa-ria la solución de esta antonomia porquesi ocurrieseque el supremobien fuese imposiblesegúnleyesprácticas,la ley moral quenosha orde-nadorealizarlonosdirigiría a un objeto imposible dealcanzar.La solu-ción no puederesultarde aceptarque la felicidad seala causade la vir-tud porque esto contradiciría todo el planteamientomoral presentadohastael momento. Kant cree, sin embargoque no es imposible pensarque seala virtud la que lleve a la felicidad, siemprey cuandose adniitaqueno es en el mundosensibleque la virtud engendrafelicidad teniendoquerenunciara hallaren esemundola proporciónentreesosdos termi-nos.Perono resultade ningunamaneraabsurdosuponerque seaen unmundointeligible dondeesaproporcionseacumplida>ni tampocoque lamoralidad de la intención sea la causainteligible de un efectosensible:«los principios de la búsquedade la felicidad no puedenen modoalgunoproducir moralidad>y, por tanto>queel máselevadobien (comoprimeracondición del bien supremo)lo constituye la moralidad, siendo la felici-dad,si bien el segundoelementodel mismo, sin embargo,de tal modo,que es la consecuenciamoralmentecondicionada>pero necesariade la

89primera» -

Resueltala posibilidad prácticadel supremobien, habremosde pre-guntarnospoí- las condicionesque permiten la consecucióndel mismo.La realizacióndel objeto total de la voluntadexigirá>en primer lugar> unperfeccionamientoconstantede nuestravoluntad,es decir, un «progí-esohastael infinito>’ en el quese vayanreduciendopaulatinamentelos obs-taculossubjetivosy objetivos con los que tropieza la ley. El conceptodela inmortalidad del alma expresaesanecesidadde admitir la progresiónpráctica al infinito que nos permita acercarnoscadavez mása la santi-dad que, como el grado último de la virtud, sólo se alcanzaráen otromundo. La segundacondiciónde posibilidad del supremobien es la cts-te!icia de Dios. Comolas leves morales, las leyesfisicas tambiéncontri-buyenal cumplimientodel bien en el mundo,de tal maneraquehay queadmitir la existenciade unacausasupremade la natu]alez.aque la orga-nízeen ordena la realizacióndcí bien ¡nora]. Deestemodo esclaroquela Felicidad ligada a la moralidad debesereí efectodel autor del mundoquedeseeel acuerdoentreesosdosaspectos.

El supremobien postulo entoncescomocondicionesnecesariassuyasesasdosideas: la de la inmortalidad del almay la existenciade Dios. A es-tas es necesarioañadirla libertad aunquela Dialéctica de la Crítica de larazon práctica no le dediqueparágrafosespeciales.Ahora bien> la liber-tad que aparece postulada como exigencia del supremo bien no esaquellalibertad que se identificaba con la ley y queera fundamentode

89 MV. p. 137.

los E. PesqueroFranco

determinaciónde la voluntad. No es libertad como autonomiasino tansólo el poderque tieneel sujetohumanoparacumplir la ley moraP0,Pos-tuladascomo condicionesnecesariasdel objeto total de la razón prácti-ca, las ideasde la razón teóricaadquierenla realidadobjetiva que les ha-bía quedadoprohibida en el uso teórico de la razón de tal maneraque«por medio dela ley práctica,queordenala existenciadel bien supremo,posibleen el mundo,quedapostuladala posibilidad de aquellosobjetosde la razón puraespeculativa>la realidadobjetiva queestarazónno po-

92día asegurarles’>

¿QuéestatutoepistemológicoconcedeKant a los postuladosde la ra-zón práctica? En lo teórico, las ideas no eran más que hipótesis,merosfundamentosexplicativos puesaunquetales realidadeseran necesariasa la razón,el propósitoquecon ellas seperseguíaeraarbitrario enel do-minio especulativo.Frentea esto,en el uso práctico>ellas sonpresenta-dascomo esencialesa priori parala realizacióndel supremobien que asuvezes tambicónecesario,dejandode serhipótesisy convirtiéndoseenpostulados>esdecir, en una «proposiciónteórica,perono demostrablecomo tal, en cuantodependeinseparablementedeuna ley prácticaincon-dicionalmenteválidaa priori”92. Sonproposicionesteóricasporquesere-fieren a existencias>peroen absolutodogmasteóricosque nos lleven aextendernuestroconocimientoespeculativo.Cabehablarde ellascomohipótesisteóricassólo subjetivamentenecesarias,yaque la razónprácti-ca> quenosobliga a buscarla realizacióndel supremobien,deberátam-bién admitir las condicionesbajo las cualestal realizaciónseaposible;peroella no requiereen ningún momentola existenciade esasrealida-des> simplementenos exige que creamosen ellas en beneficio del usopráctico de la razón. Talesafirmacionesno puedenserentoncesconoci-miento(encuantoconocimientoteórico),perotampocomeraopinión. Elestatutoepistemológicoque lescorrespondees el de la creenciao fe, queademáses siempreunacreencia racionalporque«todacreencia,inclusola histórica, tienequeserpor cierto racional (puesla última piedrade to-que de la verdadessiemprela razón); sólo escreenciaracional la quenose fundaen otros datosque los queestáncontenidoscomo talesen la ra-zon pura»93.PeroparaKant, la creenciaesunasuposiciónsubjetivamen-te tan fuerte como cualquierproposicióndel saberespeculativo.No nosesimpuestadesdefuerapor autoridadexterioralguna,sinoquesurgedela naturalezade la propia razónqueal sobrepasarlos limites dela expe-riencia posible aventurarseen el ámbitode los objetossuprasensibles,se da cuentaqueno puedeservirseallí de principios objetivosde conoci-

9’ KpVp154.92 KpVp.i41.u KANT. 1.: co¡noorientarseenelpensanúenl<’.PrólogovNotasdeCarlosCorreas.Edi-

Ini-a Levialán> BuenosAires>p. 52.

Kanty la reforma del sabermetafísico 1499

mientos, sino que ha de recurrir a principios subjetivos para que laorienten.Lo quenosimpulsaa la incesantebúsquedade Dios y de la in-mortalidad del almano esmás queunaexigenciapropia de la razónqueal admitir su incapacidadespeculativaen el conocimientode esosobje-tos, seveobligadaapostular suexistenciacomo razónpráctica.

El que la razónprácticahayalogradoque las ideascobrencomopos-tulados realidadobjetiva de formaquelo que paraella, en suusoespe-culativo era trascendente,se haga aquí inmanente y constitutivo encuantofundamentode posibilidaddel supremobien,podríamuybien ha-cernospensarenun aumentodenuestroconocimiento.Efectivamenteseproduceun aumentoperono de la especulación,porqueno se trata deque ahorapodamoshacerteóricamenteun uso positivo de las mismas.Evidentementela razón teórica algo ha ganado,pues ahora tiene queconcederque lo suprasensibleexisteaunqueno podamosdeterminarlo;perorealmenteel aumentosólo seproduceenel usopráctico de la razón,yaqueesgraciasa la ley moral y comocondicionesde la realizacióndelamismacomo podemosdecir que las ideastieneobjetosaunqueno poda-mosmostrarcómosuconceptoserefiereaun objeto9~.

A esta ampliación no han contribuido de la misma maneralas tresideasdel sabermetafisico tradicional.La libertad, que sepone de mani-fiestoen nosotrospor medio de la ley moral,ocuparáun lugar deprivile-gio con respectoa las de Dios y la inmortalidad del alma como condi-cionesde posibilidad del supremobien,hastael punto que la deducciónde estasúltimas sehaceposiblegraciasa la libertad. Ella seconvierteenla pieza fundamentalde un sistema de la razón expresandoel acuerdoexistenteentrela razónteórica y la razón práctica.Porun lado,determi-nadapositivamentecomoautonomía,proporcionacontenidoal conceptode libertad trascendentalque,como causalidadincondicionada,la razónteóricaaceptabacomopensamientoproblemáticoperoal queella erain-capaz de darle contenido. Por otro, abre las perspectivas a unaampliación de nuestro conocimientode los objetossuprasensibles.Eltexto del prólogo de la Crítica de la razón práctica es suficientementeexplícito al respecto:

«El conceptode la libertad, en cuantosurealidadquedademostra-da por medio de unaley apodícticade la razónpráctica,constituyelapiedra angularde todoun sistemade la razónpura, inclusola es-peculativa,y todoslos demásconceptos(los de Dios y la inmortali-dad)que,como merasideas,permanecensin apoyoen la razónes-peculativa,seenlazancon él y adquierenconél consistenciay reali-dad objetiva,esdecir> que suposibilidad quedademostradapor el

“ Ch. ¡(pV, p. 155.

110 E. PesqueroFranco

hechode que la libertad es real; puesesta idease manifiestaporniediodelaley moral»95.

La libertad debeser esteprivilegio aquese manifiestaen nosotrosatravésde la ley moral. Esta>como un faktum de raiin nos lleva directa-menteal conceptode libertad y ella es la única de todas las ideasde laque conocemosa priori suposibilidad> aunqueno podamospercibirla>porquees la condición deposibilidad de la ley moral queconocemos.Porel contrario, no conocemosni percibimos la realidadde la inmortalidaddcl almao de la existenciade Dios, puestoque éstasno son condicionesdc la ley inotal> sino solo condicionesdel supremobien, deí objetonece-sano de una voluntad libre. Pero además>dice Kant en la Crítica delJuicio que la libertad es la única ideade la razónpura«cuyoobjeto es unhechoy debesercontadoentrelos scitilia»96 pueses la únicaquepruebasu realidaden la experiencia.Estono significa, en ningúnmomento,quela experienciapruebela realidadde la libertad, pueslo quehallamt,senla experienciano es la libertad misma, sino lasaccionesrealesquemani-fiestanesarea)idad.La libertad semanifiestaen el mundo,perono esdelmundo y permanececomo algo incomprensiblepara nosotros:sabemosquesomoslibres> perono lo que seala libertad. Las otrasdosideas,Diosy la inmortalidad del alma, comocondicionesde posibilidad de] supremobien, no puedenpretenderla misma certidumbreque tiene la libertad>pueses a travésde éstacomo aquéllaslogran realidad.Son> adeniás>ad-mit idas a título cíe postuladosencont í-ándoscno cnt re los res Jacú.> sinoentrelos res /idei> son sólo objetosde creencia.Estoúltimo resultainte-resantepara comprenderla evolución que el tema del supremobien hasufrido desdeel Canon de la razónpura bastala Dialéctica de la Críticade la razónpráctica. Allí el recursoa Dios era nttc?tltsari(>para encontrarun motivo eficazde la acción moral; en la fundamentacióndel deberlle-vadaa caboen ésta> resulta imposible considerare1supremobien comomotivo o aliciente de un obrar moral.

No creemos despuésde todo lo dicho hastaaquí,quehayauna ruptu-ra radical en el pensainiento moral kantiano.La inmensamayoríacíe lostemasaparecíanya planteadosen aquellaspáginasde la Crítica de/a ra-zonpura, pero la fundamentaciónde los mismosse lograrácuandola ra-zon pura prácticadescubrael principio de la autonomíade la voluntad.El estatuto epistemológicode las ideasquedaráentoncesfirmementeaseguradoy el sabertnctafísicoque de ellas seocupa,y que parecíamo-verse en un terreno de falsasseguridades,pasaráa disfrutar de la con-fianza que le proporcionala moral. La renunciateórica al conocimiento

‘>~ Ñpt’-, p 3-4. la itnwuí-tanciadcl tcnítt dc ibcí-tadcrí cl pcii»amicntokant arto c» pues-

It’ (le cl¡cve por CARNOIS. B.: Ir, <o/mc’ ceoe! cte tu mcii jume ku,,uic’,m,mc~cte ti ¡¡br-eM. Aus Ecu-jons doseui1. Paris>t 973.

96 KA ~T, 1.. ¡(cii ik dcc t/míeiískrafi. flarag‘alo Ql. PP.342-43.

Kan/ y la reforma delsabermeta/Ysico III

de esosobjetos,quenosobligóaver en ellosmerospensamientosproble-máticos,preparabay no impedíala recuperaciónde los mismosen el usopráctico de la razón siendoen éstedondedebendiscurrir las investiga-cionesde esaantiguadisciplina si no quiereserdenuevopresade la indi-ferenciay del desprecio.

EncarnaciónPESQUEROFRANCO