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Janine Gasco

Una visión de conjunto de la historia demográfica y económica del Soconusco colonial

La provilicia coloriial de Soconusco rio ha sido hasta la fe..- clia centro priricipal de investigación histórica y: e11 10s poc<i.: estildios en los que el área ha, recibido atención, el iiitcrcs se ha limitado principalmente a la espectacular baja dernogr&fi(:it qiie siguió a la conquist,a española, al grari auge del ca.cao t r i el siglo XVI: o al hecho de que el Soconusco haya sido uii lugar hacia donde los indígenas de las tierra.^ altas ha11 einigrado e11 los períodos fiistórico g inoderno.' Aunqile estos factor<ts son elementos importantes de la historia de Socoriusco, cah<, decir que las característica y las tendencias deniogr3ica.i y ecoi10niica.s que se dieron a lo largo de los trescie~itos airos (le doniinio colonial sor1 niiiclio más coriiplejas. En este .:csp:icio c:xaminaiiios los que a riuest,ra opinióii son algiirios de los aspectos más iiriportantes de la historia colonial demogr&fica. y econó~nica del Soconusco. y eeralua.mos las relaciones eritre l í i ~ tendencias demográficas y econrimicas. Kos basüirios ~.>riilci- palniente en la, evidencia docurriental, pero discutimos t¿iill- biéri las irnplicacit>l~es de los datos arqueol6gicos procedentes de las excavaciones realizadas en uii pueblo coloriial do dicha región.

Xacida en los EE.I:U., Jarline Gasco obtuvo el tí?u!o di. doctora eii ant,ropologia y arqiieología en la Vriisersity of Califorriia cil Cari!a Harbara. Es profesora asistente crr e1 departamento di, aritropoiogía de la I'niversity of ilinnesota.

\'&aiise Murdo J . !vfacLeod, His tor ia socio-económica de la /Inziracu Cen t ra l espaliola, 1520-1720 (Giiaternala: Fditorial Piedra Santa, 19SO): y Robert IVasse~strom~ "Populatioil Growth and Econoinic rleselopni<~rrt iii Chispas, 1541-1975", Hu77zan Ecoloyy 6 (1978): 2: 127--113.

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Historia del Soconusco color~ial 3 73

La provincia coloriial de Socoiliisco abarcaba toda la es- tensión de la llanura cost,era del P;itífico de lo qlio ¿.~ciilalmc:i- te <is el estado do Cliiapas, desde T«nal;i al rioroeste. ha.st:i el río Tilapa, just,o dentro de la actiial frontcra guíitc:rn;ilt<~c;i en el sudestc: (Figura 1). Existen difi:rerlcias ttrnbienta1í:s irri- portarites dentro dc esta región, si se torila (III cli<,nta c;rrc la 13recipitación pluvial aumenta eii tina forrna esp<:cta.culür de rioroest,e a sudeste y del litoral a la r.<:rtiente de la, Si<:r.ra l f a - dre del Sur. Estzts difer<!ncias ari-;bií:~ltalrs son sigriificati~ts y las historias derilográfica y económica de los sectores iloroclste y sudeste son t.ari disti1ita.s que reyuiertxri ser c~¿i~i-iiil;iti;t~ por separa do.

.4 lo largo de este ensayo nos referiremos al sector del noroeste de la, provincia, el cual incluye el área yui: se ei-tien<le desde Tonalá hasta hfapa~tepec~ y al sc,ctor del siid<.sre> que cosriprende todo lo que queda al sudeste de Llapast,epec. Es- t a distirición está, a~xipliame~ite rt~coriocida cri la, actualidad, y cuarido la niagoría de la geiit,e se refiere al Soconi~sco, e11 realidad se est,á refiriendo al área, situada al sudestf: cie ?\la- past,epec.2 Xdernás, la provincia prellispánica de Soc«~iusct>, según está descrit,a en la lista de tributos azteca y en la "IIa- trícula de tributos", estaba integrada. por solameritc-. dos pii<i-

blos situados en la riiitad del sudeste, de lo quo se coilr.irri<i en la provincia colonial (h:Iapastepec y otros siete piiel~los al sudeste) . 3

Lna diferencia importante entre el norocste y r:! s u d c t ~ ' era que el cacao sólo se cultivr~ba. en la regibri .. niás hrirncda de este últimol que además tenía la nia>-or concelitrüción de asentanlientos y población, siendo el centro prir~cipal dc las actividades económicas y políticas. La rllai-or parte de In prticente discusión es t j relacionada con el sudcstca. nuriquc

2 \:&e .4ngel Bassols Batalla, Uinal-I Rodrígiicz, Gahrieia X'argas (de: Boi~iila. Luis Sandoval y ;irtuco Ortiz 'i'iádgyrnar. La cosia Jr Chispas (México2 D.F.: Cnivcrsidad Sarioiial ;Ititóiiorna di> 416xico. 197-l i .

Xríctor l f . Castillo Farrrras, "lfatrículit de tribir:os, <:ornrntarios: paleografía y versióil", en Historia d e !,f ixi¿:i j . :orco.; 27-30 (X1i:sico. 1l.F.: Salvat I5ditores dc lIéxi<:o. 1973!.

también se mencionarán alguna,s de las distinciones entre las dos áreas.

TENDESCIAS DEMOGRAFICAS

Los cálculos poblacionales para la provincia pre-hispáni- ca de Soconusco varían entre una cifra baja de alrededor de 45,000 habitantes -basada en la relación de despoblacibn para todo el hemisferio (de veinte a uno) por Dobyns- y uria cifra alta de poco más de 170,003, dada a conocer por un ob- servador anónimo en algún momento de la segunda mitad del siglo XVI.* Otras dos estimaciones españolas incluyen cifras de 67,500 y 90,000.5 Finalmente, usando el método de Cook y Borah para convertir los pagos de tributo prehispánicos a cómputos de población, se obtiene una población prehispánica de poco más de 120,000 habitante^.^

Consideramos que las cifras medias de 67,000 a 90,000 habitantes son las más plausibles. Se ha documentado abun- dantemente el hecho de que las poblaciones costeras sufrieron mayores pérdidas que las de las tierras altas, de modo que la relación de Dobyns de despoblación para todo el hemisferio probablemente sea demasiado baja para el Soconusco.' En

Henry Dobyns, "Estimating Aboriginal American Population: Ari Appraisal of Techniques with a New Hemispherical Estimate", Current Anthropology 7 (1966): 395-416.

Diaz del Castillo calculó que Rabia 15,000 vecinos en Soconusco cuando los españoles llegaron por primera vez a la provincia; Berna1 Diaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espatia, 3 tontos (México, D.F.: Espasa-Calpe Mexicana, S. A,, 1950), 11: 375. López de \Jelasco declaró que antes de la conquista había habido 20,000; Juan López de \'elasco, Geografía y descripción universal de Indias, Biblioteca de Autores Españoles, tomo 263 (Madrid: Ediciones Atlas: 1971): 153. Una carta sin firma ni fecha afirma que en la época de la conquista ha'oia habido 30,000 vecinos en la provincia; véase AGI, Guatemala 110. Se ha usado un factor de conversión de 4.5 para calcular, con base en estas cifras, la población total.

Woodrow Borah y Sherbune F. Cook, T h e Aboriginal Popztlation of Central Mezico o n the Eve o j the Spanish Conquest , Ibero-Americana 4 5 (Berkeley: University of California Press, 1963).

' Véanse Sherburne F. Cook y Woodrow Borah, T h e Ind ian Popula- t ion o j Central Mezico 1531-1610, Ibero-Americana 44 (Berkeley: Uni-

Historia del Soconusco colonial

Fecha r6m 1650 1700 1750 1800

F ~ ~ U T U 2. Curvas de población para tres grupos de población de la. provincia colonial de Soconusco.

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otra ocasión hemos argumentado que la cifra que se obtiene usando el método esbozado por Borah y Cook es demasiado alta.8 En pocas palabras, la evidencia sugiere que el valor asig- nado al cacao por estos últimos autores es exagerado y, puesto que el cacao era el artículo más importante que la provincia de Soconusco pagaba a los aztecas, la cifra de población de aproximadamente 120,000 habitantes, derivada del valor del cacao, resulta asinGsmo exagerada. Por consiguiente, la cifra de 150:000 también resulta ser muy alta.. Así, por procedi- miento de eliminación, se considera que las cifras restantes de 67,500 a 90,000 habitantes, hasta que se descubra otra evidencia, son las mejores estimaciones de la población prehispánica.

En la Figura 2 se muestran curvas de población para tres segmentos de la población de Soconusco para los años com- prendidos entre 1575 y 1806. Un segmento de la población son los "indios de pueblo", es decir, los indígenas que residían en forma permanente en cierto pueblo y a quienes se les im- ponía tributo como tales. Para llegar a las cifras de población totales para los indios de pueblo, los cómputos de tributarios (los varones jefes de farnilia) han sido multiplicados por factores de conversión que representan la relación de población total a tributarios. Eri un estudio anterior argumentamos que entre finales del siglo XVI y principios del XIX, los factores de conversión apropiados para Soconusco aumentaron de 3 a 5 (véase el Cuadro 1).

Un segundo segmento de la población, el "otro" grupo, incluía naborías, laboríos, negros y mulatos. El término na- boría se refería originalmente a los indígenas que trabajaban para los españoles, pero su significado se volvió menos preciso a lo largo del período c~ lon ia l .~ Se cree que laborío es una

versity of Caiifornia Press, 1960!, pág. 53; y Linda Newsonj "Indian Population Patterns in Colonial Spanish America", Latin American Re- search Revieui 20 (1983): 3: 41-74.

' Janine Gasco, "Cacao and the Economic Integration of Indigenous Society in Colonial Soconusco, Neur Spain" (tesis doctoral, University of California, 1987).

Para el uso del término "naborías", véase William L. Sherman, Forced Native Labor i n Sixteenth Century Central Amenca (Lincoln: University of Nebraska Press, 1979), pág. 102.


CUADRO 1 Población de "indios de pueblo"

Factor de conr.

Pobl. total Ciasificación

tributarios tributarios servicio del tostón* servicio del tostón servicio del tostóri paryja-, casadas >

viudos** tributarios tributarios servicio del tostbn servicio del tostón servicio del tostóri tributarios tribiitarios tributarios tributarios tributarios farriilias

1 tributarios

1 tributarios

* Cada tributario pagaba iin tostóri por año. ** Las parejas equivalían a uii tributario; los viudos, a la mit,ad.

FCENTES: AGI. Guatemala 110, carta sin firma ni ft.clia (ca. 1570): AGI, Guat,emala 394, "Memoria de los partidos que ay d e clerigos . . " (1570); AGI, Guatemala 9. "Carta de \'illalobos" (15 de marzo de 1573); AGC.4. r23.16.351.4514 (1593 y 1595); AG1, Coritaduría 786.4. "Cuentas de 1597" (1597); AGI, I\lt!xico 3102, "Información dcl obispo d t ,

Chiapas" (20 de novienrbre de 1611); AGI; Guatemala 161. "Información del obispo de Chiapas" (20 de abril de 1616); AGI, C;uattw~ala 15. "Autos y diligencias hechos ... axios 1629" (1629j; AGI: Guatemala 16. "Certificación del servicio del tostbn" (1638); AGC.4, A3.16.290.3909 (1662); .4GCA, 1A3.16.290.3906 (1665); AGI. Contaduría 815, ',Razón de las ciudades, villas y lugares..," (1684); AGCA, A3.12.240.2976 (1687): rZGC.4, A3.16.292.3937 (1705); .AGc.~. i13.16.293.3947 (1709); .ACC:A. A3.16.296.399i (1729); AGIi Guatemala 375, "Informe d e Gahriel de Laguna" (22 de diciembre de 1733); AGCA, A3.16.299.4038 (1750i; AGI. Guatemala 801. "Cuentas de Real Hacienda d e Cd. Real" (1793 y 1797): y AGCA, 43.16.439.8984 (1806).

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variacióxi de ~iaboría." En la provincia de Soconusco, las diferencias raciales que una vez separaron a los naborías indígenas de las poblaciones negra y mulata se desvaxlecieroxi conforme transci~rrió la época coloriial. A causa de la dificult,ad para distinguir entre estas poblacioiies, se considera que so11 iiri solo grupo. Sin tz~ier en cuenta, la raza, los nlieiiihros de cstc "otro" griipo eran principalrilente jornaleros libres que eran censados y a quienes se imponía pesiódica~ne~lt,c un tri\>i~to. Para este grupo, se ha usado un factor de coriversióri de 2. tratando de refieja,r el hecho de que muchos niiembros de este grupo 110 sostenían familias (Cuadro 2).

El tercer grupo de población estaba compuesto de es- püÍioles y mestizos, ya qiie casi no existe evidericia refererit,~: al tamario de las familias espariolas y ~iiestizas de nuestra área. A1 igual que Cook y Boraii, usanios uri factor de coriversióri dc 5, alirique esta. cifra puede ser alta (Cuadro 3).

La riaturaleza un poco irregular de la curva de población de los indios de pueblo podría deberse parcialmente a procedi- niientos de cómputo poco corlfiables. Siri embargo, incluso si se nivela. la curva, destaca,^^ en esta poblaciósi cuatro cambios significativos que requieren un escrutinio rnás minucioso. El priinero y i~iás significativo es la drástica disiniriucibri de las estirna.ciones prellispánicas de 67,500 a 90,000 habitaiites, a las cifras de finales del siglo F."\'. Incliiso si se usa la m6.s baja de las cifras que consideranios plausibles, la población indíge- na de 4,800 liabitaxites alrededor de 1570 era apenas un 7 por ciciito de lo que había sido cincuenta. años antes. El seguildo cambio es un incrernenlo de pok)la,ción eii las últimas décadas del siglo XVI. seguido por una constante disminución durante los 130 a 150 años siguientes. Finalinente, en la segunda mitad del siglo ?;VI11 se dio un incremento espectacular eri la población indígena. Durant,e Los siglos XIX y XX, la pohla- citn creció a un ritmo acelerado. aunque no alcanzó siquiera

lo Murdo J . MacLeod, "Aspect,~ of t.he Interna1 Fx-onomy of Coloriiai Cpanish America: Labour, Taxation: Distribution and Exehange", en The Cambridge Htslory of Latin America: Colo?~ial La2in America, 2 tomos, Lesiie Bcthell, editor (Cambridge: Carnbridge Cniversity Press. 1984), 11: 129--230.


CIJADRO 2 "Otros" pobladores

FC'EIVTES: AGCA, A3.16.354.4514 (1595); A G I , kíéxico 3102, "Infornie de Fructus Gómez Casillas de Velaxo" (20 de noviembre de 1611): A G C A , A3.16.290.3910 (1663); A G I , Contaduría 815, "Razón dc las ciudades, villas y lugares ..." (1684); AGCA, A1.17.210.5017 (1740); AGI: Guatemala 801, "Ciienta de 1793" (1793); AGI, Guatemala 801. "Cuenta de 1797" (1797); 1- AGCA, A3.16.939.8984 (1806).

CUADRO 3 Población espazola-mestiza

Clasificación

negros, niulatos e indios naborías

negros y niulatos naborías negros y miilatos mulatos laboríos naborías laboríos

Fecha 1595

1611 1663 1684 1740 1793 1797 1806

FUENTES: Sherburne F. Cook y MToodrou- Borall, E s s a y s ita Foyuiaiioll His tory: Mexico a n d the Caribbean, 2 tomos (Berkeley: 1-niversit?. of California Press: 1974), 11: 75. Para información sobre diferentes años. véanse: ca. 1571, López de \'elascoi GeograJZa y descr ipc ión . pág. 152: para 1611: AGI! hléxico 3102, "Informe de Ructus Górnez Casillas de \elasco'' (20 de noviembre de 1611): para 1684, .AGI, Contaduría 815, "Razón de las ciudades, villas y lugares...": para 1740: AGC:A. .41.17.210.5017; y para el año 1778, Arcliivo Histórico Diocesano de Chiapas (San Cristóbal de las Casas, Chiapas), "Estado de los vasallos"

Núm. 131

150 171 259 361 763 643 630

17actor de conv.

2.0

2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0

Pobl. totai

262

300 342 518 722

1,526 1,286 1,260

380 Janine Gasco

los niveles más conservadores calculados para la preconquista hasta algún momento a principios del siglo XX.

En otra ocasión intentamos identificar los procesos demo- gráficos responsables de estas tendencias." Dicho con mejor precisión, la brutal disminución que siguió a la conquista fue claramente el resultado de las epidemias causadas por la intro- ducción de enfermedades del Viejo Mundo, contra las cuales la població~i nativa no tenía inmunidad. Aunque los datos son escasos, los incrementos de población de finales del siglo XVI probablemente se debieron al aumento migratorio hacia la provincia de Soconusco. La prolongada disminución que tuvo lugar a través del siglo XVII y la primera mitad del siglo SVIII puede haber sido el resultado de una combinación de factores. Entre éstos están la alta y constante mortalidad causada por brotes de viruela y otras enfermedades, una baja en la inmigración, un incremento de la emigración y la posibilidad de que los indios de pueblo se estuvieran uniendo a los naborías, quienes no estaban avecinados en ninguna comunidad específica y, por lo tanto, eran eliminados de las listas de tributo.

Finalmente, los incrementos de la segunda mitad del siglo X\'III se debieron. al parecer, tanto a una disminución de la mortalidad infantil como a un crecimiento migratorio hacia la provincia. Una serie de censos del siglo XVIII indica que la relación de niños a adultos y la de niños menores de cinco años y mujeres en edad de procrear aumentaron después de mediados del siglo XVIII. Los censos también indican que la migración procedente de las comunidades de las tierras altas (tanto de Chiapas como de Guatemala) aumentó en la segunda mitad del siglo XL'III. Las relaciones entre estas tendencias demográficas y los factores económicos se discuten más adelante.

Es también interesante señalar la distribución poblacional dentro de la provincia. En primer lugar, como se mencionó anteriormente, hay diferencias significativas entre los sectores del noroeste y el sudeste, tanto en la composición como en

l' Gasco, "Cacao and the Econornic Integratioii"


Toda la provincia

el sudeste

F i g u ~ a ,?. Porcentaje de la población de Soconusco clasificada romo indígena.

el tamaño de la población. En el siideste, un porcerita.je niucho niagor estaba clasificado como indígena, (Figura 3).12 Además, durante gran parte del período colonial, la població~l estuvo muy concentrada e11 el siideste. La. Figura 4 niiiestra. el porcentaje de la población total que vivía en las seis parroqiiias de Socon~sco. '~ Cinco de ellas est'aba.11 situadas err el sudeste y la sexta abarcaba toda la mitad del noroeste de la prox~incia. En 1611. menos del 10 por cie~it,o de la pob1a.ción total de la provincia vivía en la mitad dcl noroeste, hecl~io que explica gráficamente por qué llamaban "despoblado" a esta área. La sit,uacióri cambió en el transcurso del período colonial, de manera que a principios del siglo SIS la rnayor parte de la población vivía ya sea en el noroeste o en la parroquia de Tapachula. En el sudeste, la parroquia en la que estaba situada la capital proviricial tenía generalmente la población más grande. Huehuet,& era la capital en 1611.

l 2 AGI, Guatemala 110.

l3 AGI, Guatemala 110.

382 Janine Gasco

Figura 4. Distribución de la población a través de seis parroquias

Historia del Soconusco colo~iial 383

Escuintla en 1733 y Tapachula en 1806. Un segundo aspecto de la distribución de la población

es su densidad. En la mitad del noroeste de la provincia, la densidad era de sólo 0.13 personas por kilómetro cuadrado a principios del siglo XVII y aumentó a 0.6 habitantes a finales del siglo XVIII. mientras que en el sudeste era aproximadamente de 1 persona por kilómetro cuadrado en 1611 y aumentó a 1.4 a finales del siglo XVIII. Por lo tanto, en conjunto, la densidad de población fue sumamente baja durante todo el período colonial, lo que sugiere que hubo un mínimo de presión demográfica sobre la tierra y los recursos.

LA ECONOXIA DE LA PROVINCIA COLONIAL

Las tendencias económicas de la provincia colonial de Soconusco, al igual que las tendencias demográficas que se discutieron en el párrafo anterior, variaron en los sectores noroeste y sudeste. En el primero -más árido y menos poblado- la economía estaba basada en la ganadería y en la producción de añil. En cierta época del siglo XVI, se llegó a afirmar que una de las haciendas ganaderas del noroeste era la más grande de toda Nueva España.14 En el sudeste, el cacao había sido un cultivo importante en tiempos prehispánicos y continuó siéndolo durante el período c~lonial . '~

La organización de la producción y la distribución del cacao en nuestra área de estudio estuvieron influidas por la naturaleza de la presencia española en la región. La administración política y religiosa de la provincia fue distinta de la de muchas otras regiones en dos aspectos importantes. En primer lugar, hacia 1530 el Soconusco estaba gobernado exclusivamente por la Corona, a través de gobernadores y diputados, nombrados por la Corona misma, y estaba libre de cualquier control o interferencia de los encomenderos. En segundo lugar, las órdenes religiosas no se establecieron en

l4 Bernabe Cobo, Historia del Nuevo Mando, Biblioteca de Autores Españoles 91 y 92 (Madrid: Ediciones Atlas, 1964), 11: 464.

l5 J. F. Rergmann, "The Distribution of Cacao Cultivation in Pre-Co- lumbian America", Annals of the Associution of A m e e c a n Geogruphers 59 (1969): 85-96.

blación rincia, adra- ntes a ,proxi- 1611 y n con- urante únimo

iial de que se xtores menos a y en e llegó ,ste era 1 cacao nicos y

ión del as por 2. La listinta .tantes. ternado lores y ha libre as. En :ron en

Autores

Pre-Co- graphers

Historia del Soconusco colonial 385

la zona, salvo durante un período muy breve en la década de 1540, cuando varios dominicos residieron a11í.16 Durante el resto del período colonial, la provincia fue atendida por el clero secular. Por lo común, en cada parroquia había un cura que vivía en la cabecera (normalmente el pueblo más grande y más importante), el cual estaba encargado de visitar los pueblos más remotos, actividad que puede o no haber efectuado con cierta frecuencia. Un tercer grupo de españoles que tuvo un papel importante en la provincia fue el de los comerciantes. Estos últimos, tanto residentes como itinerantes, al igual que los gobernadores y los curas seculares, participaban muy directamente en el comercio del cacao y, en varias ocasiones, miembros de uno u otro grupo intentaron impedir que otros intervinieran en este comercio.

La producción de cacao en la provincia colonial de Soco- nusco permaneció en gran parte en las manos de la población indígena, aunque naturalmente había algunos españoles que eran dueños de cacaotales. Estas conclusiones se basan en varias evidencias.

Un documento de 1582 del pueblo de Guilocingo, situado en la parroquia de Tizapa (véase la Figura l), indica que por entonces algunas familias indígenas eran propietarias de árboles de cacao.17 De los 18 tributarios de este pueblo, 15 poseían entre 200 y 3,200 árboles de cacao cada uno. Gracias a una serie de padrones de inicios del siglo XVIIi donde se registran 476 familias (casi la mitad de la población indígena de la provincia) de trece pueblos, observamos que el 52 por ciento de las mismas tenía su propio cacaotal." Además, si sustraemos las familias que estaban exentas de los pagos de

l6 Fray Antonio de Remesai, Historia general de las Indias Occidenta- les y particular de la gobernación de (7hiapa y Gtbatemaia, Biblioteca de Autores Españoles 175 y 189 (Madrid: Ediciones Atlas, 1964), 1: 442-443.

l7 El documento en cuestión se encuentra en el AGI, Escribanía de Cámara 331-A, ''Provisión a Francisco de Santiago...", ff. 1537-1545~. -

l8 Todos los documentos proceden del AGCA, como sigue: A3.16.358. 4613; A3.16.359.4629; A3.16.367.4758; A3.16.359.4631; A3.16.359.4628; A3.16.359.4632; A3.16.358.4625; A3.16.359.4627; A3.16.359.4648; A3. 16.359.4045; A3.16.359.4643; A3.16.359.4647; A3.16.359.4632; y A3.16. 358.4626.

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tribut,o a causa de la edad o por enfermedad, así como aquellas en las que uno de los cónyuges procedía de otro piieblo de Soconusco (y por lo tant,o puede haber tenido plantaciones de cacao allí), el porcentaje de familias indígenas con cacaotales asciende a 64 por ciento. -4 diferencia del documento de 1582. en los padrones del siglo X\'III no hay ninguna indicación del talnano de las plantaciones.

La extensión de la posesión española de cacaotales se li- mitaba a. seis haciendas de cacao en 1611, y acaso aurnent,í> en el siglo X\>TI, pero no hay cifras específicas actualmente dis- ponibles. En 1740 se decía que sólo seis ha,cieridns pertenecía11 a españoles en la parte sudeste de la provincia, aunque no se especifica si eran cacaoteras o ganaderas.lg

Otra evidencia del continuo control de la producción d t cacao por la población indígena es más indirecta. En 1684,

L< un a~-it,iguo gobernador testificó e11 su residencia" que con frecuencia había prestado dinero a los productores indígenas para que pudieran contratar la mano de obra necesaria en la t,enlporada de cose~ha .~ '

Un terna común en los docunientos coloniales es la co- rrupción en las transacciones comerciales entre rio indígenas e indígenas. Las acusaciones frecuentes, hecl-1a.s tanto por es- pafioles como por indígenas, eran que a los i11dígena.s se les pagaban precios bajos por su cacao y que eran obligados a pagar precios altos por las mercancías. Los ejernplos incluyen a un oficial espaiíol de alto rango, quien en 1560 vendió a un indígena de Acapetahua un caballo por cinco cargas de cacao valoradas e11 75 pesos, cuando el caballo sólo valía 15 pesos.21 En 1673, un antiguo gobernador acusó a los comerciantes de vender a los indígenas artículos cinco veces más caros de lo que habían pagado por ellos. Los comerciantes fueron asimisrx~o acusados de conceder tal cantidad de crédito a los indígenas?

l y .4GI, 5léxico 3102, "Infornie de Pructus Góniez Casillas de \.'elasco" (20 de noviembre de 1611); y AGCA, A1.17.210.5017.

.4GI, Escribanía de Cámara 348-C, "Residencia de Francisco Da- miáxi Quintana 5- Dueña$" (1684).

21 AGI, Justicia 3101 "Reside~lcia de don Antonio hlexía" (1560)% f . 2 5 0 3 ~ .

Historia del Soconusco colonial 36 7

y que en la t,enig>orada dc coseclia. se podía encontrar 1i;tstn doce comerciantes en las casas de los na,ti~-os esperailtio tjili,

les pagaraii.2%n varias ocasionr:~, los gob<:riindores f~itiror~ acusados de iiostigar a los coriierciantes que iliterlt,al>;rrr irti- bajar eri la provincia; se cuerita que í.st,os er;i.ri oncarci:la,ticts por los gobernadores para impedir que coini~rciaraii con los indígena.^, mientras que a í.st,os sc les ortitna1,a ericar<:<,lar a ciialquier conlerciaiite que encoritraralt en los carrri~icts. .%q~le- 110s que rio curriplían las 6rdtnt.s podía,ri ser azota,ticts o iilcliico ejcciit a . d ~ s . ~ "

Vii corijulito dc reglas del aiio 1625 referc~nte al coriicrcio cori los iiaturalcs ilustra lo que la Cororia dehe liabtr visto colno algiinas de las for1ria.s conlunes de cc>rri~~tcií>ri .~~ .1 10s conierciaiit,es se les prohibía, hospedarse en las casas de los iridíge~iaq y ssólo podían permanecer ciiatro días oii cualqi~ic:r pu<;blo; úriicaiiie~ite podían regresar al rnisiiio piieblo desplits (le lial>er estado aus<:Iites durante cuatro meses; sola~~itri tc~ podían vender sus ~nercancías en los riiercados del ~)tit:i)lo, y no de puerta en puerta. Asiniisrno, se piiso límites al crét-lito. de iiiailcra quc los priricipales (la ~ioblcza) podiarl comprar hasta ciiico pcsos a,l crédito y los rn,aceh,,r~alcs (los plebeyos) hasta ctiat8ro pesos. Las penas por no acaiar <:sta.s r<,glas vasia.ban deperidierido de si el i~ifractor era espaííol, negro, mulato o indígena: las penas más %:veras se reser\-¿it->an par;i los hispanos. iluiique es poco proba,ble qiii: las ;ictividadts riormalcs recibiera11 la rnisnla aterici<íii eli los documentos que las act,i.i-idiidcs ilegales. pareciera ser quc estas prácticas corilerciales injustas esta.t>a~i I I ~ L I ~ difundidas.

2 2 .4<;Il Guatemala 2.1, '.Capítulos . . . drl g«b<:rriador H<,rria.r<lo I1C.rez

<le Pulgar" (16 de marzo de 1673). 2 3 .4C.;J, Escribariia de Cámara 1 18511, "Scnteircia de rcsitic~iicia d<,l ra-

pitán Gonzalo XIen6ndez de I'aldcz" (1603): AGI. Escrihania dti ('árilara 1188. "Residencia de .Juan cie Monarteriovidr" (1629); .4C;I. Escril-tariía d r Cántara 356-A, "Residencia de Francisco de Córdoba" (1720): AGI. Guateniala 236, "Tetiinanio de Im diligencia5 ..." ( 1716), f. 1 f.i~,; y AGC.X> .41.24.15ti5.10209. f . 112.

*" AGI, Guatemala 15, "Ordenanzas dc la pro\.irrcia de Socoriusco.' (5 de abril de 1625).

388 Janine Gasco

La recaudación de los pagos de tributo era también un medio de extraer riqueza de la población indígena. Desde mediados del siglo XVl hasta mediados del siglo XirIII, los nativos de Soconusco pagaron tributo en cacao. Sin embargo, el cacao requerido para el tributo parece haber constituido una porción relativamente pequeña de la producción total de la provincia. A mediados del siglo XiTI, por ejemplo. las exportaciones totales de cacao oscilaban entre 3,000 y 6,000 cargas." Una carga de cacao consistía de 24,000 granos con un peso aproximado de 50 iibras. En la misma época, el tributo oscilaba entre 400 g 546 cargas. Por consiguiente, el tributo oficial era igual a una cantidad entre el 7 g el 18 por ciento de las exportaciones de la provincia. Estas cifras son apenas ligeramente más altas que una estimación hecha por Bergmann, según la cual a finales del siglo XTL'I en toda la Audiencia de Guatemala se pagaba en tributo un poco más del 5 por ciento de la producción total de cacao.'" No contamos con cifras adicionales de la producción o de las exportaciones totales en años posteriores, pero las tasas de tributo disminuyeron constantemente después de la década de 1580 (Figura 5), y más tarde, a principios del siglo XVIII, los pagos de tributo en cacao per caprta equivalían a menos de la mitad de lo que habían sido a finales del siglo X . \ ' I . ~ ~

AGI, Guatemala 40, "El gobernador Ponce de León a la Corona" (15 de febrero de 1575); F'rancisco del Paso y Troncoso, Espistola,-io de Nueva España, 16 tomos, Biblioteca histórica mexicana de obras inéditas, segunda serie (h?éxico, D. F.: Antigua Librería Robredo de José Porrúa e hijos, 1939-1942), IX: 155; carta de 1574 de Ponce de León a fa Corona, publicada en Michael D. Coe, La Victoria, Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology 53 (Cambridge, hlassachusetts: Harvard University, 1961), pp. 139-140; y F'ranqois Cheualier, Land and Society i n Coloniai Mexíco (Berkeley: University of California Press, 1966), pág. 72.

'13 Bergmann, "The Distribution of Cacao Cultivation", pág. 94 - - '' Para el año 1500, véase Castillo Parreras, "Matricula de tributos":

1: 281; para la década de 1560 y el año 1573, véase AGI, Contaduría 969; para 1577, AGI Contaduría 967; para 1585, AGI, Contaduría 968; para 1596, AGI, Contaduría 971; para 1661, AGCA, r23.16.477.9960; y para 1728, AGCA, A3.16.296.3996. En la d k a d a de 1580 había aproximadamente 2,000 tributarios que pagaban 546 cargas de cacao:


l l

1500 1550 1650 1700 1

1600 1

Año

Fágzbra 5. Cambios del tributo en cacao que pagaban los indígenas d e Soconusco.

Un último aspecto sobre la producción de cacao se refiere a una baja en la producción corifonne avanzó el período colonial, hecho citado frecuentemente." Hasta donde sabc- mos, existe sólo un registro del número total de árboles de cacao cultivados en la provincia. Vn informe agrícola de 1820 señalaba que se contaban casi 425,000 árboles de cacao en la provincia.2g La autora únicamente ha intentado obtener cifras para finales del siglo XVI cuando, según tenemos conocimien- to, los pagos de tributo se basaban en el número de árboles de cacao que poseía un t r ib~tar io.~ ' Haciendo uso de una esti-

o sea, 6,480 granos por tributario. En 1728 había 523 tributarios que pagaban 56 8 cargas de cacao o 2,640 granos por tributario

28 MacLeod, Histoña socio-económica, pág. 197.

29 AGI, Guatemala 654, "Testimonio del estado de sementeras del partido de Soconusco" (15 de febrero de 1820).

30 En Guilocingo se recaudó como promedio un tributo de f .6 granos por árbol de cacao en 1582; Gasto, "Cacao and the Economic Integra- tion''. Con esta cifra se puede calcular el número de árboles de otros

Jariine Gasco

mación aproximada de tributo por árbol, es posible convertir el total de tributos de la provincia a t,otal de árboles, fórmu- la que arroja entre 1575 y 1582 una cantidad aproximada de 1,600,000 árboles de cacao en la provincia. Por lo tanto, a finales del período colonial la producción de cacao puede haber disminuido en casi un 75 por ciento.

Una fuente complementaria de datos que es útil para examinar los patrones ecoriómicos, es el registro arqueológico. En 1983, realizamos excavaciones en el pueblo colonial de Ocelo- calco (véase la Figura 11, pueblo predominantenlente indígena ocupado por lo menos hasta 1572 y abandonado en la década de 1760 por sil tres últimos habitante^.^' Las excavaciones se realizaron en lo que se supone fuerori estructuras residenciales. En cierta medida, los datos arqueológicos confirman las tendencias generales sugeridas por la evidencia documental. En toda,s las estructuras se encontró un amplia gama de artículos introducidos por los españoles tales como mayólica (cerámica común provista de un esmalte metálico), cerámica de vidriado plúmbeo, tarros para aceitunas, porcelaria china., una variedad de artíciilos de metal, y cristalería. Asimismo, en todas las es- truct,uras se encontraron artefactos hechos según la tradición nativa, tales como piedra triturada, piedra fragmentada y ce- rámica que nos recuerda al periodo postclásico tardío. La presencia de artículos importados refleja una amplia participacitíri en una red de intercambio que tuvo conocimiento de la exis- tencia de artículos traídos de otras partes para ser cambiados por el famoso cacao de la provincia. Aunque podemos supo- ner que los residdes de Ocelocalco pagaban precios excesivos por tales artículos, el solo hecho de que deseaban y tuvieran acceso a. cantidades relativamente grandes de ellos --sir1 te- ner en cuenta el precio-- distingue a esta población de otras regiones indígenas coloniales. Las excavaciones realizadas en

pueblos usando los pagos de tributo desde 1575 hasta 1582; AGI, Con- taduría 972-A, "Tasación nueva de 1575" (1575); y AGI, Guatemala 10, "R.azón de las tasaciones'' (1582).

31 Thornas T. \'eblen y Laura Gutiérrez-Witt, "Relación de los caci- ques y núrnero de yndios que hay en Guatemala, 21 dc abril de 1572"', Mesoamérica 5 (1983): 228-229; y AGCA, A3.16.362.4693.

Historia del Socoilusco colonial 391

comunidades indígena,^ de Belicel el valle de Tt:otihiiacán y las tierras altas de Cfiiapas no rexrelarori artefactos iritrodiicitlos por los espailolrs en cantidades ta,n a b u i ~ d ~ t r i t e s . ~ ~ La difcrtbn- cia principal entre el Socortusco g estas otras r<:giories es qutx los iiidíge~ias del Soconiisco al parecer coritrolal>a,ri la ~>r<tcliic:- ción de un artículo que tenía gran dtma,nd;i. en los in<:rcados regionales e i~iternacionales.

Los datos arqueológicos de Orelocalco siigiereii que los vínciilos económicos enbre el Socorilisco y (,l Arta ctxntral tie

México eran estrechos; la mayor parte tlc la ccriirnica ericorl- trada fue t,raída a la comunidad desde allít a pcsar del lteclio de que se producía cerániica vidriada similar tanto en la, vwi- na Chiapa como en Santiago de G ~ a t e m a l a . ~ ~ Probablcrilerite los estrechos vínculos eco~ión~icos entre el Soconiisco g el rísc;i

central de X'léxico se basaban en el cornercio del cacao. Ena explicación obvia de dichos vínculos es que la iriayor demanda de cacao provenía del área central de Xléxico, asictrit,~ de po1)lri- ción importante, además que el cacao destinado a otras á.rc<a,s de Xueva España, así como a Esparia, pa.saba por la ciiidad d<i -\léxico. Al parecer, una variedad cle artículos errui I1i:vados a la prot-i~lcia de Soconusco por comerciantes que los ca.~r~ribiaba.il o los vendían a residentes de esa región para obtener cacao.

Finalmente, los datos arqueológicos hacen posible examinar diferencias si~t,iles en los patrones de consinno critre las fa- rnilias. Si bien los datos docunierita1t:s proporcionan niucl-tos detalles sobre las tendencias económicas de t,ocla, la pro vi^^- cia, cont'ienen muy poca información quc sugicra cónio estas

32 Con respecto a las exca\~aciones en Belice. vbarise David Priidergast , "Lamanai, Belize: Summary of Excavati011 Results 1974--1980", t:rr

Journal of Fieid Archaeology 8 (1981): 1: 29-53: y Gra:it E?. dones. Robert I<autz y Elizabeth Graharri, "Tipu: A Maya Town oin t he Spanisl~ Colonial Frontier". Archaeology 39 (1986): 1: '$0--47; co11 relación al valle de Trotihuacán, Tom Charlton, comu~~icaciórr personal; y en cuanto a Chiapas, Thomas .4. Lee, "Early Colonial Coxoh \laya Syncretisiii in Cliiapas, Alexico": Estudzos de Cultura A4aya 12 (1979): 93-109.

33 Luis Luján Aluñoz, Historia de la mayólica e n C u ~ t r m a l a . Xlirriste- rio de Educación Publicación Especial 8 (Guatr:iliala: Instituto Xaciorial de Antropología e Historia, 1975).

Janine Gasco

I

TEMPRANO - TARDIO

Figura 6. Presentación cronológica del porcentaje de cerámica introducida por los españoles de las estructuras ex cavada.^.

tendencias habrían afectado a la población local en el ni\-el familiar.

Usando datos procedentes de ocho estructuras excavadas que se suponen ser residencias (por la presencia de fogones y la alta proporción de vasijas de cocina y de almacenamientoj podemos examinar, eri primer lugar, si el consumo familiar de artículos introducidos por los españoles aumentó o disminuyó a través del tiempo; y en segundo lugar, si el consumo familiar diferencial de los mismos cambió a lo largo del tiempo.

Para determinar si el consumo de dichos artículos aumen- tó con el tiempo, las ocho colecciones fueron ordenadas cro- noltgicaniente y confrontadas con el porcentaje de cerámica irltroducida por los españoles (Figura 6).34 Aunque se dio una ligera disminución en el acceso a estos materiales a través del tiempo, no hay una relación fuerte entre el uso de cerámica introducida por los españoles y la fecha relativa de ocupación de

34 La base fue una cronología de cerámica desarrollada en Gasco, "Cacao and the Economic Integration".


TEMPRANO -- TARDlO

Figura 7. Número de clases de artefactos introducidos por los españoles que se presenciaron.

una estructura. Los pa.trones de consurno de artículos no ce- rámicos introducidos por los españoles sugieren una tendencia diferente. Las niismas ocho colecciones han sido de nuevo ordenadas cronológicamente y confrontadas con la presencia de siete clases de artefactos de origen hispano (Figura 7 ) . Estos artefact:os son cubiertos de mesa: llaves? tijeras, a,ccesorios para la ropa (pinzas, hebillas, botones)> joyas (anillos, medallón religioso), herraduras y cristalería. En este caso se nota una ligera tendencia al aumento en el uso de una gran variedad de artículos.

Aunque estos datos sean contradictorios, el hecho es que ninguna de las dos tendencias (como, por ejemplo. un consumo menor de cerámica española y un consumo mayor de artículos españoles no cerámicos) es fuerte. Quizás la mejor interpretación de estos datos es que no presentan esidencia decisiva para abogar por un incremento o una disminución significativos en el consumo de artículos introducidos por los españoles a través del t,iempo.

Otro aspect.o del cambio ecoriómico que puede ser usa-

394 Jariine Gasco

do para evaluar los datos arqueológicos supone el medir los cambios en el consumo familiar diferencial de tales artículos a través del tiempo. Para este análisis es necesario identificar dos o niás grupos de estructuras más o menos cor~ternpo- ráneas. Con base en la. presencia de proporciones sinlilares de cerániica sensible al tiempo, se pueden aislar dos grupos de estr~cturas.~%l primero de éstos se compone de tres estructuras ociipadas en una fecha má.s tardía. La variabilidad entre las est.ruct,uras de estos dos gnipos se mide usando los lnismos da,tos que fueron resumidos a~lteriornlent,e~ es decir. los porcentajes de cerámica no nativa y la presencia de siete clases de artefactos no cerámicos introducidos por los espaiio- les. En el Cuadro 4 se presentan los porcentajes de dicho tipo de cerámica en la3 estructuras de los grupos 1 y 11. Se observa claramente una variabilidad niucho mayor entre familias en términos del uso de esta cerámica en fechas más tempranas del periodo colonial. Del mismo modo, el Cuadro 5 ilustra que hubo una mayor disparidad en el consumo de artículos no cerá,micos introducidos por los españoles en la,s estrricturas ocupadas en una fecha más temprana del período colonial que eri aquéllas ocupadas posteriormente. Est,o sugiere que se dio un proceso de nivelación por medio del cual las distinciones entre los diferentes segmentos de la sociedad se hicieron menos pronunciadas conforme avanzó el período colonial. Las posi1)les causa,s de esto se exploran más adelante.

Las tendencias demográficas y económicas recién discuti- das no ociirrieron independientemrnte. Sin embargo, existen asociaciones obvias (y no tan obvias) entre los cambios demo- gráficos y económicos de la provincia colollial de Soconusco.

El siglo XVI fue claramente una época de gran confusióri, tanto en términos demográficos como económicos. En tanto que la población nativa estaba sufriendo grandes pérdidas. no hay evidencia que sugiera que la producción de cacao estuvie-

3 5 Gasco. "Cacao and the Economic Iritegration"


CU.4DR.O 4 Porcentajes de cerámica introducida por los españoles

entre las estructuras de los grupos 1 y II

Grripo 1 .

Estructura 12 34% Estructura 73 20% E~t~ructura 55 10%

Media: 21% Desviación estándar: 12.1

r a n ~ e r m a r i d o . ~ ~ Esto debe haber conducido a adaptaciones importantes en los aspectos sociales y económicos de dicha producción. Durante este período, posibleniente aunlerití> la proporción de la población indígena que posoía sus propios ca- caoteros. o aquel segmento de la población que anteriorrnent,ti había controlado la producción del grano vio cómo aumentaba considerablenlente el tarnafio de sus propiedadcs. La orgarii- zación del trabajo debe además haber cambiado notahlernc~lt<~ como resultado de la pérdida de población.

Grupo 11 Estructura 78 14%' Estructura 37 8%) Estructura 68/83 14% Estructura 9 19%' Estructura 89 9%

Media: 13% Uesviació~t está~tdar: 4.4

CUADRO 5 Presencia de siete clases de artefactos no cerárnicos

entre las estructuras de los grupos 1 y II

36 MacLeod, Historia socio-económica, pá& 59.

Grupo 1 Estructura 12 5 Estructura 73 1 Estructura 85 2

Media: 2.7 Desviación estándar: 2.1

Grupo 11 Estructura 75 3 Estructura 37 3 Estructura 68/83 4 Estructura 9 6 Estructura 89 4

hledia: 4.0 Desviación estándar: 1.2

396 Janine Gasco

Hasta cierto punto, la situación puede haberse estabi- lizado en el siglo XVII. Entre alrededor de 1600 y 1735, la población indígena continuó menguándose, pero a un ritmo más lento del que llevaba durante gran parte del siglo XVT. Ya hemos señalado que en algún momento entre finales del siglo XirI y principios del XIX, la producción de cacao puede haber disminuido hasta en un 75 por ciento. Curiosamente. entre 1600 y 1735, la población indígena también disminuyó en alrededor de un 75 por ciento. Es posible que la baja de la población nativa g la de la producción de cacao estuvieran directamente relacionadas durante este período y que gran parte de la disminución del 75 por ciento estimada en la producción del grano ocurriera en esta época. Las tasaciones de tributo en cacao también disminuyeron drásticamente durante estos años (véase la Figura 5). Las concurrentes pérdidas de pobla- ción, la producción del grano y los pagos de tributo habrían reducido la escala de la industria del cacao, pero no habrían tenido como resultado el mismo tipo de cambios radicales en los aspectos sociales y económicos de la producción que deben haber caracterizado al siglo XVI.

Para el período que comienza a mediados del siglo XVIII, las relaciones entre las tendencias demográficas y la produc- ción de cacao son menos claras. En esta época la población indígena comenzó a aumentar (véase la Figura 2), pero no encontramos en ninguno de los documentos consultados indi- cación alguna que sugiera que la producción de cacao en nuestra área estuviera por entonces en aumento. En otra ocasión hemos demostrado que el incremento de la inmigración hacia el Soconusco desde las tierras altas de Chiapas y Guatemala fue, cuando menos, parcialmente responsable del crecimien- to de población experimentado en la segunda mitad del siglo X V I I I . ~ ~ Esta inmigración puede haber tenido menos que ver con la situación del Soconusco que con aquella de las tierras altas de Chiapas y Guatemala. Tenemos cierta evidencia de que por entonces, la presión por la tierra estaba aumentando en ambas áreas, conforme las poblaciones indígenas iban cre- ciendo y los no indígenas iban tornando posesión de las tierras

37 Gasco, "Cacao and the Economic Integration"


anteriormente desocupada^.^^ Mientras que la presión por la tierra puede haberse intensificado en las zonas cercanas a los Altos, los datos demográficos del Soconusco indican que en esta provincia tal presión había alcanzado un punto bajo sin precedentes en las décadas de 1720 y 1730, cuando la densidad de población de toda la provincia había disminuido a 0.4 personas por kilómetro cuadrado. Los indígenas de los Altos pueden haber emigrado al Soconusco desde mediados hasta finales del siglo XVIII, no porque fueran atraídos por la industria del cacao, sino porque las posibilidades de obtener tierra para la agricultura de subsistencia hayan sido alll mayores de lo que eran en sus comunidades nativas.

Los datos arqueológicos de Ocelocalco añaden otra di- mensión para comprender los cambios que ocurrieron desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII. Estos indican que, por lo menos en una comunidad, el consumo familiar de artículos introducidos por los españoles no experi- mentó aumentos o disminuciones notables y que el consumo diferencial de dichos artículos disminuyó durante este perío- do. Una posible explicación de esta última tendencia es que las disparidades en el control o la posesión de árboles de cacao declinaran con el tiempo.

CONCLUSIONES

La historia demográfica de Soconusco revela la tendencia de las tierras bajas, hasta cierto punto predecible, de una pér- dida de población extremadamente grande después de la conquista española. La recuperación demográfica parece haber sido muy lenta y la región nunca atrajo a una gran población no indígena. Este hecho tuvo como resultado el que la densidad demográfica se mantuviera baja en el área a través de todo el período colonial.

La historia económica del sector sudeste de la provincia rerela una tendencia que es menos predecible. Esta área sos- tenía una larga tradición de producción de cacao, artículo que

38 Robert Wasserstrom, Class and Society in Central Chiapas (Rerke- ley: University of California Press, 19831, pág. 87; y MacLeod, "i\spects of the Interna1 Economy" , pág. 194 y nota 31.

398 Janine Gasco

continuó siendo de importancia durante el período colonial. Aunque la baja en la producción que tuvo lugar después del siglo >(VI significó que el cacao del Soconusco constituía sólo una proporción muy pequeña del cacao destinado al mercado internacional, para los residentes de la provincia, este producto tuvo un papel económico importante durante todo el período colonial.

La producción de cacao estaba controlada en gran parte por los nativos. Al mismo tiempo, los mayores beneficios ob- tenidos en el comercio de este producto deben haber sido para los españoles, quienes recaudaban tributo legal, expropiaban cacao adicional y dominaban el comercio externo. No obstan- te, se podría argüir que los hispanos podrían haber aumentado aún m& sus beneficios controlando también la producción. El sostenido control de la producción de cacao por los indígenas locales puede haber sido el resultado de la resistencia de la población nativa a ceder sus tierras, o más probablemente, de la falta de disposición por parte de los españoles para ha- cer los sacrificios o correr los riesgos necesarios para obtener beneficios en el cultivo. Es evidente que éstos consideraban que las regiones de tierra baja -calidas y húmedas- como el Soconusco, eran extremadamente malsanas. Además, la producción de cacao puede haber supuesto más riesgos que otras empresas. La variedad criolla de cacao cultivada en la provincia colonial del Soconusco era bastante frágil y, con frecuencia, las cosechas eran destruidas por animales, insectos y enfermedades. Se requería asimismo de un control esmerado para regar adecuadamente las plantas y protegerlas del sol y del viento. Finalmente -y acaso ésta sea la razón principal-, los españoles no conocían el cultivo del cacao. Otras empresas agrícolas en gran escala controladas por los españoles incluían la producción de cultivos que ellos mismos habían introducido en el n'uero Mundo (como, por ejemplo, el azúcar y el trigo).

Esta combinación de factores -un clima inhóspito y un cultivo desconocido que era difícil de lograr con éxito- debe haber convencido a los españoles de que la posibilidad de mayores beneficios no ~ e s a b a más que los riesgos y la incomodidad asociados con el cultivo del cacao. Concentrando sus esfuerzos en los aspectos comerciales de la industria, los


españoles claramente obtenían beneficios sustanciales y no se exponían a los mismos riesgos que los productores.

Es posible que algunos de estos mismos fact'ores qiit im- pidieron que los hispanos controlaran la producción de cacao fueran por lo menos parcialmente responsables del proceso nivelador que se dio en Ia sociedad nativa, sugerido por los datos procedentes de Ocelocalco. Quizá la propia naturaleza dcl cultivo en la provincia colonial de Soconusco se adaptaha mejor a los cacaotales pequeños que a los grandes. Las fluctuaciones anuales en la disponibilidad de mano de obra, la gravcdacl de las epidemias y las pérdidas agrícolas ocasionadas por plagas y enfermedades piieden haber provocado el que las cosechas anuales fueran tan imprevisibles. Puede ser que los cultivos de cacao a mayor escala simplemente hayan sido más .c.ulxierables a estas fuerzas imprevisibles y en gran medida incontrolables, con lo cual no habría habido beneficios a largo plazo pa,ra los miembros de la comunidad que tuvieran plantaciones de cacao más extensas.

El mecanismo nivelador o estabilizador que se dio eii la provincia colonial de Soconusco puede haber estado direct,a- mente relacionado con los frecuentes o incluso ocasionales aíios malos para el cultivo. La. disponibilidad de la tierra los lja- jos costos asociados con la siembra original ha,cían más fS.ci1 convertirse en productor en pequeña escala o i~icluco, en un inicio recuperarse de un aÍío desastroso, pero puede 1ial)er sido considerablemente más difícil la transició~~ a. prodiictor eii gran escala.

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