jade y el bosque azul - problemas de comunicación
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En este cuento, Jade aprenderá el valor de hablar acerca de los problemas para poder resolverlos, un mal entendido lo es hasta que se aclara.TRANSCRIPT
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A. Morales , nació en la ciudad de México, Distrito Federal un 18 de mayo de 1983, desde pequeño se interesó por el dibujo y las historias, llegando a ser un pequeño muy hiperactivo, es un artista plástico autodidacta y abogado de profesión.
Este es el segundo de una serie de libros dedicados a la niñez mexicana.
JADE Y EL BOSQUE AZUL
A. MORALES
Jade y el Bosque Azul
A. Morales
https://www.facebook.com/alexmoralesderecho
Edición: Jade Maya González
Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados.
Título original: Jade y el Bosque Azul.
Diseño de cubierta e ilustraciones:
A. Morales Art.
http://moralesart.blogspot.mx/
Certeza Editores 2013, México, Distrito Federal.
http://certezaeditores.blogspot.mx/
A la infancia y sueños de México
A. Morales
0320130101-01-0001
A. Morales , nació en la ciudad de México, Distrito Federal un 18 de mayo de 1983, desde pequeño se interesó por el dibujo y las historias, llegando a ser un pequeño muy hiperactivo, es un artista plástico autodidacta y abogado de profesión.
Este es el segundo de una serie de libros dedicados a la niñez mexicana.
JADE Y EL BOSQUE AZUL
A. MORALES
Jade y el Bosque Azul
A. Morales
https://www.facebook.com/alexmoralesderecho
Edición: Jade Maya González
Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados.
Título original: Jade y el Bosque Azul.
Diseño de cubierta e ilustraciones:
A. Morales Art.
http://moralesart.blogspot.mx/
Certeza Editores 2013, México, Distrito Federal.
http://certezaeditores.blogspot.mx/
A la infancia y sueños de México
A. Morales
1
Jade y el Bosque Azul
Problemas de comunicación
A. Morales
2
Una tarde de verano Jade,
paseaba como todos los días por
el bosque azul en compañía de la
pequeña Coco, estaba muy
3
contenta pues su abuelita
le había regalado una
Matrioska muy bonita
que le habían traído de
tierras muy lejanas.
A jade le encataba este
nuevo juguete porque era como
una señora muy gorda y en su
interior guardaba otras
muñecas igual de bonitas una
4
adentro de la otra. Todas talladas
en madera y decoradas a mano de
una forma que a jade le hacían
soñar en miles de historias
de princesas y
caballeros con
brillantes armaduras y
hermosos corceles
blancos como la nieve.
5
Nuestra pequeña amiguita
corría con gran ánimo para
mostrar su nueva adquisición a la
reina de las hadas la gran reina
Azul.
Desafortunadamente sin darse
cuenta al correr frente a la casa
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de su amigo, el señor conejo, a
jade se le cayó su Matrioska, y lo
peor de todo es que fue a parar a
un charco de lodo.
7
El señor conejo que estaba a
punto de salir de su casa terminó
bañado del lodo que salpicó la
Matrioska al caer y sólo vió
alejarse a la pequeña Jade a toda
prisa, por lo que pensó
que le había arrojado
ese extraño
objeto a
propósito
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para que llegara tarde a su cita
con la señorita coneja en la colina.
- Cómo si estar retrasado un
poquito no fuera suficiente –
refunfuñó el señor conejo.
-Seguramente me arrojó esta
cosa a propósito, y ahora tendré
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que bañarme de nuevo,
seguramente llegaré tarde y la
señorita coneja se enojará mucho.
Por lo que el señor conejo se
enojó a su vez con la pequeña
Jade, pero no
se lo dijo,
simplemente no
le volvió a
hablar.
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- No volveré a hablarle a esa
chiquilla mal educada.
El señor conejo encontró la
pequeña Matrioska que
causo el mal entendido y
la arrojó detrás de su
casa en el bote de
basura.
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La pequeña Jade por su parte
estaba muy triste pues había
perdido el regalo especial que su
abuelita le había dado, por lo que
junto a coco recorrió todo el
camino andado, sin éxito.
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Hasta que a lo lejos logró ver a la
pequeña matrioska llena
de lodo y arrumbada en
un bote de basura. Al
verla ahí la pequeña
Jade pensó:
-El señor conejo ha
robado mi querida Matrioska, no
le volveré a hablar hasta que me
ofresca una disculpa.
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Y así pasaron los días y ninguno
de los dos se disculpaba.
A medida que el tiempo pasaba el
enojo crecía entre los dos amigos
y también la tristeza en sus
corazones, pues
hasta el mal
entendido
ambos habían
sido buenos amigos.
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La pequeña jade no pudo más con
la tristeza y fue a pedirle consejo
a la reina
-Azul estoy muy triste, el señor
conejo robó mi Matrioska y no se
ha disculpado no me habla y
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cuando me ve se va de donde
estoy, ya no se que hacer,
aconséjame por favor. – pidió muy
triste a la reina Azul.
-¿Y porqué dices que el
señor conejo robó tu
matrioska? –Preguntó la
reina Azul.
-Pues porque cuando venía a
mostrartela ya no la encontré y
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después la ví detrás de la casa
del señor conejo en su bote de
basura, además desde ese día ya
no me habla. –Contestó la pequeña
jade.
-¿y tu o alguién vió cuando el
señor conejo tomó tu
matrioska?- inquirió la real hada.
-bueno no, pero es claro que si mi
matrioska estaba en su bote de
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basura es porque él la tomó-
contestó la pequeña.
-Algunas veces las cosas
no son lo que parecen,
creo que debes hablar con
el señor conejo y aclarar
las cosas para que su amistad
vuelva a ser la de antes. –
aconsejó la sabia hada.
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-Tienes razón Azul, creo que en
este momento iré a hablar con el
señor conejo para aclarar las
cosas.
La pequeña jade fue a la casa del
señor conejo quien se encontraba
muy triste por la misma situación.
-Buenos días señor conejo- saludó
la pequeña Jade.
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-¿Podemos hablar? - Preguntó la
pequeñita.
-¿Y de qué quieres hablar, no has
causado suficientes destrozos?
Inquirió algo molesto el señor
conejo.
-¿De qué destrozos hablas?, tu
robaste mi Matrioska – Acusó la
pequeña jade.
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-Yo no robé nada, tu aventaste
esa horrible cosa frente a mi
casa y me bañaste de lodo, por tu
culpa la señorita
coneja se enojó
conmigo y lo peor
de todo es que
no me ofreciste
ninguna disculpa, ¡niña male
educada! Por eso tiré esa cosa en
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mi bote de basura– dijo el señor
conejo.
Entonces todo es un mal
entendido, yo no te arrojé nada,
segurmanete se me cayó cuando
pasaba corriendo frente a tu
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casa, disculpame, no fue mi
intención ensuciarte. – Se dilculpó
la pequeña jade.
Entonces ¿no me lo aventaste?
Tienes razón todo es un mal
entendido, tu también disculpamé
por haber tirado a la basura tu
matrioska- dijo el señor
conejo mientras se daban
un fuerte abrazo para
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sellar nuevamente su amistad.
De esta manera con una pequeña
plática solucionaron un problema
hablando, justamente como se
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solucionan todos los malos
entendidos.
-De ahora en adelante diré todas
las cosas que me molesten para
que ya no haya malos entendidos –
dijo la pequeña jade.
-Y yo también- dijo el señor
conejo con una zanahoria a medio
comer en la boca.
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¡Y colorín colorado, este cuento,
se ha terminado!
FIN
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Certeza Editores 2013
http://certezaeditores.blogspot.mx/
