islas e islotes 1ª parte
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ISLAS E ISLOTES DE LA PROVINCIA DE ALICANTE, 1ª PARTETRANSCRIPT
V Edita: Excma. Diputación Provincial de Alicante
Dirección Técnica: Área de Promoción y Desarrollo Local - Excma Diputación Provincial de Alicante.
Colabora: Instituto de Ecología LitoralAsociación Española de Ciudades de la Pesca - AECIPEJuan Portolés Juan
Diseño y Maquetación: Alcaraz & Estevez Asociados
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José Joaquín RipollPresidente
de la Diputación de Alicante
El mar es la clave de la vida y de la supervivencia de gran parte de las gentes de la provincia de Ali-cante, es el motor de su historia y la mayor riqueza que se les haya ofrecido jamás.
La variedad y belleza de nuestro mar no siempre es evidente a primera vista. Esto es lo que sucede con las islas e islotes de la provincia de Alicante, donde sus tesoros no son solo sus transparentes aguas, que son atractivo turístico, sino también su ecosistema particular y la influencia que estas ínsulas han incidido en la historia de sus municipios.
Este libro, sin pretensiones científicas y de una forma amena pero seria, estudia las islas alicantinas abarcando una temática general que engloba, geología, ecosistemas terrestres, vida marina y poe-mas y leyendas donde estos atolones son los protagonistas.
El objetivo de esta obra no es otro que dar a conocer este patrimonio provincial casi desconocido e inexplorado en una publicación inédita que con seguridad despertará la curiosidad de las gentes por ver y conocer estas ínsulas tan nuestras como nuestra historia, fauna y flora.
En la confianza de que este libro, que nos hace sentir orgullosos de nuestro patrimonio y del legado de nuestros antepasados, tendrá tanta utilidad como ilusión y dedicación se ha puesto en su elabo-ración y con el convencimiento de que su carácter innovador, sin duda, invitará a su lectura.
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Para descubrir, el contenido de este libro, los lectores de “tierra adentro” se situarán en un escenario totalmente marinero e impregnado de olores, sabores, historias y perspectivas visuales de unas islas que reflejan el sentir y la cultura de una provincia que vive cara al mar.
Las gentes de nuestros pueblos costeros apreciarán, sin duda, esta obra por lo que aporta de recopi-lación documental, informativa y divulgativa, de unas insulas que vienen referenciadas por el Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Fomento como islas e islotes ubicadas frente a la costa de la provincia de Alicante. Entre ellas se encuentran la Isla de Tabarca y sus tres islotes menores, la Isla de Benidorm, la Isleta de la Olla, las Peñas de Arabí, la Isla del Descubridor, la Isla de Portichol y el Islote de los Pegados.
Estas islas e islotes, son un recurso natural que añadir a la larga lista de singularidades que caracte-riza, enriquece y diferencia a la Costa Blanca de otros lugares. Y debo señalar que mi condición, de ser hijo y nieto de pescadores, me impide ser imparcial en este libro pues todo lo que huele a mar y se hace en pro de un sector pesquero con dificultades, me parece bien y poco. La pesca y todas las actividades posibles en la mar, foman una muestra de señas de identidad de nuestros pueblos, iden-tidad que se refleja en estas Islas alicantinas impregnadas de nuestra historia, siendo protagonista de leyendas, con una geología, fauna y naturaleza singular.
Estoy seguro de que este libro despertará el interés de muchos lectores, pues se trata de una publi-cación inédita que, sin pretensiones de ser una obra científica, nos presenta de una forma amena y variada la singularidad de nuestras Islas e Islotes, dándonos un ligero perfil de estos buques inmóvi-les, testigos de nuestra historia, guardianes que se encuentran frente a nuesta costa.
Juan Roselló MartínezDiputado Provincial
de Promoción y Desarrollo Local
Para vivir,Qué hogar tan venturoso,Para soñar,Qué sitio tan dichoso,Para escribir, Qué mágico retiro...”
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Isla Plana
Isla Plana o Nueva Tabarca
Situación: 38º 10´N 0º28´O
Superficie: 39,85 hectáreas
Longitud de costa: 4.850 metros
Largo Máximo: 2.000 metros de oeste a este
Ancho Máximo 490 metros de norte a sur
Punto más alto: 15 metros
Distancia a tierra: 4,3 kilómetros al cabo de Santa Pola
Población: 79 habitantes (INE 2008)
Municipio: Alicante
Ficha Técnica
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La isla de Tabarca está situada a 8 millas marinas de Ali-cante (municipio al que pertenece administrativamente) y a unas 2,5 millas del cabo de Santa Pola. Está rodeada por tres islotes menores, llamados La Cantera, La Galera y La Nao, más una serie de escollos conocidos con los nombres de El Negre, Roig, Cabo del Moro, Sabata, los Arrecifes de los Farallones y la Losa.
La isla mayor, que es la que da nombre al conjunto, es Nueva Tabarca, conocida con los nombres de isla de Santa Pola, Isla Plana, o de San Pablo, presenta una forma alargada de unos 2.000 metros de longitud con una anchura variable, que apenas si llega a los 500 metros en la zona mas amplia, ocu-pando una extensión de unas 40 hectáreas.
El nombre de Isla Plana hace referencia a su conformación topográfica, ya que su cota más alta es de unos 15 metros sobre el nivel del mar.
La altura media de la isla es de 6 metros, y apenas presenta relieve alguno. No existen tampoco cauces secos ni ramblas. La isla termina en casi todo su contorno en pequeños acanti-lados de no más de 8 ó 9 metros de altura, con un litoral muy erosionado, rodeado de arrecifes y de barras rocosas.
En la parte sur de la isla, aparecen bonitas playas, de cantos o grava, frente al islote de La Galera y de arena fina en el istmo.
También se presenta muy llano el perfil marino entre la isla y la costa de Santa Pola, sin apenas resaltes y con una profun-
Isla Plana o Nueva Tabarca
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didad media inferior a los 10 metros y sin superar los 20. Por el contrario, hacia el Sur y el Este, los fondos marinos descienden con mayor pendiente hacia grandes profundidades, aunque en ningún caso de forma brusca con cortes o taludes pronunciados.
Actualmente es la única isla habitada de toda la Comunidad Valenciana con 79 tabarqueros domiciliados, nú-mero que aumenta considerablemente los meses de verano.
Toda la población se encuentra en la parte Oeste de la isla, que parece una pequeña península de la misma. En la parte Este solamente se encuentran una antigua torre-faro, y unos antiguos campos de cultivo.
Destaca su iglesia en honor a San Pedro y San Pablo y el conjunto amurallado que data del siglo XVIII.Las casas son bajas y las únicas edificaciones de altura son la mencionada iglesia y el faro.
Tabarca se encuentra rodeada de pequeños islotes y escollos que pueden dificultar la navegación de las per-sonas que desconozcan el lugar.
La isla fue declarada ya en 1964 conjunto histórico-artístico por su importante bagaje histórico y por represen-tar uno de los escasos ejemplos actuales de arquitectura militar insular de España.
La gran biodiversidad de sus fondos tampoco pasó desapercibida, por lo que en 1986 fue declarada Reserva Marina, la primera de toda España, una figura que permite mantener la riqueza pesquera y biológica del lugar.
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Varias civilizaciones antiguas han habitado en la isla o han estado en contacto con ella. Los griegos, ya la conocían y la denominaron “Planesia” y los romanos “Planaria”.
La Tabarca que hoy conocemos tiene su origen en el siglo XVIII, a muchos kilóme-tros de distancia, en el extremo noroeste de Túnez donde existía una isla con el mismo nombre “Tabarka”. En 1741, el rey de Túnez, para evitar que los reinos cir-cundantes constituyeran plaza fuerte en la isla, la invade y toma como prisioneros a sus habitantes, los tabarkinos, de origen genovés, que fueron vendidos como esclavos al Sultán de Argel.El 8 de diciembre de 1768, son liberados tras las gestiones de los monjes de la Orden de la Merced, que pagaron su rescate y los llevaron a la ciudad de Alicante.
El monarca español Carlos III (Madrid, 20 de enero de 1716 – Madrid, 14 de diciembre de 1788), siguiendo una política de repoblación, manda construir en la isla de Tabarca, una plaza amurallada para dar cobijo a los ex cautivos genoveses (sesenta y nueve familias) y desterrar así a los piratas que la ocupaban.
En la construcción de esta ciudad fortificada se van a tener en cuenta los planteamientos urbanísticos, militares, ideológicos y estéticos del barroco, junto a planteamientos de la ciudad utópica del Renacimiento, la tradición espa-ñola del siglo XVI y XVII con la fundación de nuevas ciudades de colonización en América y la experiencia de nuevas colonizaciones en España. El proyecto de la isla está dentro de la tradición utópica-renacentista, de una ciudad cerrada y autosuficiente, y la pla-nificación no sólo es de la ciudad y del recinto amurallado, sino de toda la isla. El origen genovés de sus habitantes, se puede apreciar actualmente pues aun perduran apellidos de la época, muchos fonéticamente hispanizados como Chacopino (Jacopino), Luchoro (Luccioro), Manzanaro (Mazzanaro), Salieto (Saglietto), Parodi, Pianello, y Russo.
Historia
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La Isla de Nueva Tabarca pertenece a las zonas internas de la Cordillera Bética, concretamente al complejo extremo más oriental del Complejo Alpujárride. En su conjunto, Tabarca representa una pro-longación en el mar de las vecinas sierras de Orihuela y Callosa. La isla se encuentra en la encrucijada de dos grandes fallas lo que le otorga un aspecto fusiforme emergido parcialmente.
Las rocas más antiguas que afloran en la isla pertenecen al Triasico, pudiéndose encontrar ofitas, margas y dolomías. Aparecen también otros materiales de origen marino del Mioceno Superior, las calcarenitas bio-clásticas. Esta roca sedimentaria, formada de sedimentos y gran cantidad de restos coralinos y de conchas, aparece principalmente en el islote de la Cantera, lugar de donde se extrajo la mayor parte del material para la construcción de la villa de Nueva Tabarca. Por último, aparecen también rocas del cuaternario de origen marino y continental, los conglomerados y las lutitas.
El medio terrestre está sometido a unas duras condiciones ambientales. Esta isla, con un relieve práctica-mente inexistente, expone directamente a la vegetación a los vientos marinos y a una fuerte insolación. Este factor unido a la poca profundidad del suelo y a la escasez de agua no permite que se desarrolle un estrato arbóreo, encontrando en su mayoría, arbustos de formas almohadilladas y de pequeño tamaño y es-pecies herbáceas. Cabe destacar, por su abundancia, especies como el espino blanco (Lycium intricatum), el asterisco de mar (Asteriscus maritimus), el hinojo de mar (Crithmum maritimum), la paternostrera (Whitania frutescens) y la escarchada (Mesembryanthemum crystallinum). Así mismo destaca la presencia en algunos islotes (La Nau y la Galera) de la malva mauritánica (Lavatera mauritanica subsp. davaei), especie iberonorteafricana de escasa representación peninsular. Tanto las plantas como los animales que podemos encontrar poseen adaptacio-nes específicas para poder sobrevivir a las rigurosas condiciones de la isla.
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Geología
Ecosistema Terrestre
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Espino banco como ejemplo de vegetación almohadillada
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La fauna terrestre es escasa debido al reducido tamaño de la isla y su limitación de recursos, está representada por reptiles, entre los que podemos destacar el raro eslizón tridáctilo (Chalcides bedriagai), arácnidos e insectos. Pero son las aves, sobretodo las aves marinas, el grupo más representativo, por lo que esta isla ha sido declarada Zona de Es-pecial Protección para las Aves (ZEPA). Especies como el paiño europeo (Hydrobates pelagicus), el cormorán moñudo (Phalacro-corax aristotelis) y la gaviota argéntea (Larus cachinnas) nidifican en Nueva Tabarca. Aunque no nidifica, no es raro observar a la gaviota de Audouin (Larus audouinii). También se pueden ver aves de paso, en con-dición de invernantes o de migración, como las alcas (Alca torda) y los alcatraces (Sula bassana).
El excelente estado de conservación de las aguas y los fondos de Nueva Tabarca permite que se establezcan una gran variedad de especies y ecosistemas. Gracias a la gran transparencia de sus aguas encontramos una de las praderas de Posidonia oce-anica mejor conservada de la Comunidad Valenciana. Los fondos marinos de Nueva Tabarca son un verdadero refugio para numerosas especies marinas, muchas de ellas de interés comercial, como el mero (Epinephelus spp), la lubina (Dicentrar-chus labrax), la dorada (Sparus aurata) y moluscos como el pulpo (Octopus vulgaris) o la sepia (Sepia officinalis).
Vida Marina
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Los fondos de la reserva también son ricos en invertebrados tales como diversas especies de esponjas, es-trellas de mar, erizos y gorgonias.También podemos encontrar especies endémicas, como el Aplidium tabarquensis y especies protegidas como la nacra (Pinna nobilis), un molusco bivalvo que puede alcanzar el metro de longitud y cuya población sufrió una fuerte regresión debido a la recolección para su uso como objeto decorativo. En el extremo norte de la isla se localiza una gran concentración de la escasa cigarra de mar (Scyllarides latus) o también conocida en Tabarca como “zapatilla”.
La Reserva Marina de Tabarca tiene una superficie de unas 1.500 hectáreas y forma rectangular. Tiene como objetivo conservar la fauna y flora de sus aguas y sus fondos, preservar la pesca artesanal y fo-mentar la investigación marina y la observación de la naturaleza.
Dentro de la reserva existen actividades que no está permitido realizar:
•Cualquiermodalidaddepescaderecreo. •Lapescasubmarina. •Larecoleccióndeflorayfauna,asícomomaterialesminerales,objetosorestosdeanimales. •Elfondeodeembarcacionesfueradelaszonasestablecidasparaello(zonasurfrentealaplayade Tabarca y zona norte frente al puerto).
El buceo en apnea está permitido salvo en la zona de aguas exteriores. El buceo autónomo requiere de auto-rización y siempre se realizará en las zonas autorizadas para tal fin: •Enaguasexteriores:SurdelaLlosayNao,segúnloscuposmáximosdiariosdeinmersionesy previa autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Rural y Marino. •Enaguasinteriores:EscullRoig,ArrecifeartificialdeTabarca,EscullNegre,islotedelaGarayzona libre de aguas interiores, según los cupos máximos diarios de inmersiones y previa autorización de la Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana.
Reserva Marina de Tabarca
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La pesca profesional se encuentra sometida a autorización.
En aguas exteriores:
•Lapescaprofesionalalcurricándesuperficieparapescadoresprofesionalesconembarcaciones inscritas en la 3ª lista. •LapescaprofesionalaltrasmalloenlazonaespecíficadelaBarraNorte,parapescadoresprofesio- nales con embarcaciones inscritas en la 3ª lista. •ElcalamentodedosmorunasgruesasarealizarporlaCofradíadePescadoresdelaisladeTabarca, una al noroeste y otra al sudeste del islote de la Nao, entre el 1 de abril y el 30 de junio de cada año.
En aguas interiores:
•Lapescaprofesionalconanzuelo(chambel,caña,curricán),exceptopalangresysusvariantes,parapes- cadores profesionales con embarcaciones inscritas en la 3ª lista. •LapescaprofesionalaltrasmalloenlazonaespecificadadelaBarraNorte,parapescadoresprofesionales con embarcaciones inscritas en la 3ª lista. •Elcalamentodeunmáximode10morunasxirreterasarealizarporlaCofradíadePescadoresdela islade Tabarca de octubre a diciembre.
Directa o indirectamente, esta reserva permite el desarrollo y conservación de los recursos vivos litorales y, en par-ticular, los intereses de las pesquerías artesanales.
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Isla gentil;
Que siempre te deseo;
De una guitarra tienes la figura
Donde se ata la larga encordara
Está la soledad de mi recreo.
Dibujada en mi espíritu te veo
Igual que un instrumento de hermosura
Orlado de la mar por su bravura
Que te azota con su rudo bamboleo.
Para vivir,
Qué hogar tan venturoso,
Para soñar,
Qué sitio tan dichoso,
Para escribir, qué mágico retiro
¿Quién fuera ancho mar,
Guitarra mía
Que retiene tu caja de armonía
Como un inmenso estuche de zafiro!
Salvador Rueda Santos
Poemas, historias y
leyendas de la Isla
El poeta y periodista, Salva-dor Rueda Santos (Machara-viaya, caserío de Benaque - Málaga, 3 de diciembre 1857 - Málaga, 1 de abril 1933), precursor del Modernismo español, sintió debilidad por la isla de Tabarca y poco an-tes de fallecer en 1933 le es-cribió un poema.
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También el poeta y dramaturgo oriolano, Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942), tenía predilección por esta isla, tanto era sí que quería invitar a su amigo chileno, el poeta Pablo Neruda (Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto- (Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago de Chile, 23 de septiembre de 1973) a pasar en Tabarca unos días de agosto, como recoge en unas letras de la carta enviada en junio de 1935 al poeta y periodista murciano afincado en Alicante, Juan Guerrero Ruz (Murcia, 1893 - Madrid, 20 de abril de 1955).
“Mire yo quisiera llevar para agosto a Pablo Neruda a ver lo mejor de estas
tierras (…) Quiero saber si podría residir en la Isla de Tabarca (…) A él le agra-
daría un lugar donde el mar no se encontrara con arena al ir a la tierra, donde
el agua tuviera más grandeza (…) He de decirle que yo pienso también ir, y
quisiera que nos resultase lo más barato posible…”
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Roldán era un pacifico gigante que vivía hace mucho tiempo en las anfractuosas resecas que constituyen la Sie-rra Aitana y su estri-bación hacia al mar: la Sierra Bernia...” Is
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Situación: 38º 30´08”N 0º07´49”O
Superficie: 75.000 metros cuadrados
Longitud de costa: 1.000 metros.
Largo Máximo: 400 metros.
Ancho Máximo: 200 metros
Punto más alto: 73 metros
Distancia a tierra: 2 millas náuticas del puerto de Benidorm
Población: Deshabitada
Municipio: Benidorm
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La isla de Benidorm posee un elevado interés ecológico, pai-sajístico y medioambiental.
El famoso botánico José Antonio Cabanilles (Valencia, 16 de enero de 1745, Madrid, 5 de mayo de 1804) ya definió perfec-tamente la isla de Benidorm, en su magnífico libro “Obser-vaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Po-blación y Frutos del Reyno de Valencia” (Madrid, 1795- 1797), escrito al final de sus prolongados y minuciosos viajes a lo largoyanchodeestastierras:
“Casi al sur de Benidorm y como a media legua de distan-cia está el islote, de la misma naturaleza que el cerro del continente que sostiene la villa y con la misma inclinación de bancos. Tal vez la Sierra Helada llegó en otro tiempo hasta el islo-te, unido entonces con el continente por medio de cerros ahora destruidos”.
La isla está situada en el centro geográfico de la bahía de Benidorm, ya que se halla a una distancia similar del Rincón de Loix y de “la Cala”. Dista unas dos millas náuticas del pe-queño puerto de Benidorm, ubicado junto al Canfali, el pro-montorio rocoso sobre el cual se alza el casco antiguo de la población, entre las playas de Levante y de Poniente.
Las “golondrinas”, embarcaciones que conducen a los turis-tas hasta la isla, parten de los muelles del Club Náutico de Benidorm y del Rincón de Loix, con una gran frecuencia du-rante las temporadas turísticas de primavera y verano.
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Las populares “golondrinas” tardan aproximadamente unos veinte mi-nutos en llegar a la isla y atracar en el pequeño embarcadero, junto al que se encuentra el único merendero-restaurante.
La isla ofrece posibles recorridos, pudiéndose escoger entre cuatro sen-das existentes, la más importante tiene unos 400 metros de longitud.
La extensión aproximada de la isla es de 75.000 metros cuadrados y su altura máxima es de unos 73 metros sobre el nivel del mar, si-tuándose en la cúspide un faro, cuyos destellos luminosos son fun-damentales para quienes navegan de noche.
Las visitas con animales domésticos no están permitidas, esta prohibi-da la pesca con caña desde la isla y pasar la noche en ella. En su entorno esta permitida la navegación a una velocidad siempre menor a 3 nudos.
Esta Isla y su entrono litoral se encuentra dentro del Parque Natural de Sierra Helada que fue declarado en el año 2005.
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Según atestiguan los restos hallados en el yacimiento del “Tossal de La Cala de Benidorm” (anzuelos y plo-madas), los íberos que allí vivían, ya poseían una importante actividad pesquera en las aguas de la isla.
Esta actividad se ha prolongado hasta nuestros días, en los que continúan calándose diferentes tipos de ar-tes, principalmente trasmallos; pasando por épocas en las que las almadrabas eran de vital importancia para los pueblos costeros, como La Vila, Benidorm o Altea.
En el siglo XVII encontramos las primeras referencias escritas entorno a los habitantes de la zona, por medio de un comunicado que Vespasiano Gonzaga Colonna (Fondi (Latina-Italia) el 6 de diciembre de 1531 – Sabbio-neta (Italia), el 26 de febrero de 1591), afamado militar y hombre de confianza del monarca español Felipe II de Austria (o Hasburgo), llamado “El Prudente” (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – El Escorial, 13 de septiem-bre de 1598), advierte a este de que la isla de Benidorm era el mayor refugio de corsarios de todo su reino, sugiriendo por este motivo, la construcción de torres vigía.
Así en la cercana Serra Helada y debido a la privilegiada vista de la isla que se tiene desde la cima de la sie-rra, la convirtió en un importante punto de vigilancia para advertir de la presencia de piratas berberiscos que acechaban desde la isla de Benidorm, y por lo que se construyeron las torres de vigía de “Punta Bombarda” y de “l’Escaleta”.
Una vez pasado el peligro de la piratería, la isla sirvió de refugio en 1834 a varias familias de Benidorm y La Vila Joiosa, para eludir la epidemia de cólera morbo que azotaba toda la costa.
Actualmente la isla no posee población estable, ya que durante la noche no duermen allí ni siquiera los con-cesionarios ni empleados del restaurante, allí ubicado, ni los tripulantes de las “golondrinas”.
Tiene valor la fauna y la flora existente, pero es más rica la situada bajo las aguas que circundan la isla, cuya nitidez y limpieza llaman poderosamente la atención.
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Desde el siglo XVI está regulada la pesca en los alrededores de la isla, alternándose las flotas de Benidorm y de la Vila Joiosa en el aprovechamiento de los bancos de peces, que antaño eran mucho más abundantes.
Tanto la Isla de Benidorm, como las Peñas de Arabí eran puntos de gran importancia para la pesca local de-bido a su riqueza y calidad.
Cuenta la tradición que cuando los pescadores volvían de su trabajo, era costumbre hacer un almuerzo en la Isla,deformaquesecreóelsiguienterefrán:“focenl’Illa,peixaterra”(fuegoenlaIsla,pescadoentierra),indicando que era inminente la llegada de los barcos pesqueros a tierra.
La isla es un resto, aún no erosionado, del paleoacantilado original de Sierra Helada, formado hace unos 8 millones de años y que ha sufrido un fuerte retroceso en esta zona, su perfil y buzamiento delatan su continuidad estructural con esta sierra. La superficie de la isla está constituida por rocas calizas y margosas por lo cual no hay apenas suelo fértil. Pese a sus reducidas dimensiones la isla posee un relieve abrupto que alcanza los 73 m de altura en su extremo este, con un perfil casi vertical, mientras que hacia el extremo oeste discurre más suavemente hasta llegar al mar. El relieve de la isla continúa en profundidad, siendo muy irregular y existiendo gran número de enormes rocas, en especial en la zona este. Uno de los accidentes más notorios es un promontorio rocoso situado al sur de la isla, de-nominado la Llosa, lugar muy conocido para la realización del buceo deportivo. Su relieve sumergido es muy similar al de la isla, elevándose desde una profundidad de 25 m hasta 6 m de la superficie.
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Cormoranes moñudos
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La isla de Benidorm constituye un enclave de excepcional interés, tanto por las particularidades de su flora, adaptada a las difíciles condiciones ambientales de esta isla, como por constituir el área de nidi-ficación de diversas especies de aves marinas.
La flora de este islote está totalmente condicionada por la proximidad del mar; de este modo su distribución se produce a modo de bandas, desde las zonas menos influenciadas por la maresía, hasta aquellas en las que las salpicaduras del mar y sus consiguientes efectos son continuos.
En las zonas más altas de la isla es posible observar comunidades dominadas por el acebuche (Olea euro-paea var. sylvestris) y el lentisco (Pistacia lentiscus) que constituyen la vegetación potencial del territorio.
Es de destacar la morfología almohadillada que adquieren estas especies como consecuencia directa del efecto constante del viento marino. En la ladera oriental del islote, sobre suelos calizo-margosos, se desarro-llan el cambronal, que puede considerarse la comunidad con mayor representatividad en la isla.
Las especies dominantes son el cambrón (Lycium intricatum), la paternostrera (Whitnania frutescens), la sosa (Suaeda vera) o el salado borde (Salsola oppositifolia). Destacar la presencia de las comunidades de hinojo marino (Crithmum maritimum), localizada en acantilados y pendientes abruptas a pocos metros sobre el nivel del mar, donde la maresía y las salpicaduras del agua marina son continuas.
El islote de Benidorm cuenta en su flora con algunos neófitos (Opuntia maxima, Opuntia subulata y Agave americana) perfectamente naturalizados y en algunos enclaves dominantes. (DE LA TORRE & al., 1995).
Entre las aves marinas cabe destacar el paiño común (Hydrobates pelagicus), que cuenta con una de las co-lonias de cría más importantes del Mediterráneo occidental, el cormorán moñudo (Phalacrocórax aristotelis) y la gaviota de Audouin (Larus audouinii), aunque también es importante destacar la presencia del halcón peregrino (Falco peregrinus)
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Gaviota de Audouin(Larus audouinii)
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Los fondos de la isla de Benidorm son muy variados pudién-dose encontrar diferentes ambientes submarinos.
Fondos rocosos bien iluminados. Los podemos encontrar en la base de las paredes verticales de la isla, sobre todo en la cara norte y este, donde podemos observar una gran diversidad de peces, invertebrados ocultos en los recovecos del sustrato y al-gas, principales caracterizadoras del paisaje.
Fondos mixtos de roca y arena, donde aparecen praderas de Po-sidonia oceanica de pequeña extensión que albergan especies protegidas como la nacra (Pinna nobilis).
Entre las grietas y recovecos se refugian morenas (Muraena he-lena), pulpos (Octopus spp) y congrios (Conger conger).
Cuevas, grutas y extraplomos. Son ecosistemas de gran valor biológico.
Cada cueva es única y de una fragilidad extrema ya que para el buen desarrollo de estas comunidades es necesaria la estabili-dad de las condiciones ambientales.
Entre la fauna destacan briozoos como el falso coral (Myriapora truncata), esponjas como Clathrina clathrus y crustáceos como la cigarra de mar (Scyllarides latus).
Paredes verticales. Debido a la accidentada topografía rocosa de la zona encontramos paredes verticales de perfil abrupto y cambiante.
En estas zonas podemos observar invertebrados como la ané-mona amarilla (Parazoanthus axinellae), ascidias rojas (Halocyn-thia papillosa) y nudibranquios.
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Anémona amarilla(Parazoanthus axinellae)
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Isla de BenidormAscidia roja (Halocynthia papillosa)
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Entre los peces observamos diversas especies de sargos (Diplodus spp), rascacios (Scorpaena spp), casta-ñuelas (Chromis chromis), doncellas (Coris julis), etc.
En aguas abiertas aparecen especies depredadoras como la serviola (Seriola dumerili), el espetón (Sphyraena sphyraena) y el dentón (Dentex dentex).
Incluso se pueden observar, con relativa frecuencia, delfines mulares (Turciops truncatus).
Actividades no permitidas:
•Eldesembarcodeanimalesdomésticos.
•Laintroduccióndeespeciesanimalesyvegetales.
•Eldepósitooabandonodecualquierresiduofueradeloslugaresexpresamenteautorizados.
•Pernoctarydesembarcarenhorarionocturno,de22.00a8.00horas.
•Alterar,dañaromolestaralasespeciesdefaunayflora,incluyendosucaza,capturaorecolección.
•Hacerfuego.
•Emitirseñalesluminosasoacústicasque,porsuintensidadocaracterísticas,puedanalterarlafauna.
•Losmovimientosdetierraysuelo,exceptolosautorizadosconfinescientíficos.
•Lapescaconcañadesdetierra.
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las otras cosas que son tan necesarias en la vida como el alimento y el agua, sólo que afectan a otros aspectos más elevados del ser humano.
Una vez, al salir en busca de agua a una de las fuentes de la serranía encontró junto a ella a una muchacha que, con-trariamente a lo que Roldán estaba acostumbrado, no sólo no huyó de él al verle aparecer sino que le sonrió y fue capaz de hablarle en confianza. Aquel hecho tan simple como insólito hizo nacer el amor en el interior del gigante, que desde entonces dedicó su vida, su trabajo y todo su ser a aquella mujer, quizás la única que lo aceptó como ser humano.
Eran muy felices, al parecer. Construyeron una choza en la falda del monte, frente al mar. Y así iba transcurriendo el tiempo sin que ninguno de los dos hubiera podido ser capaz de medir en meses ni años.
Pero un día, cuando Roldán regresaba al hogar después de una jornada de caza, se cruzó con él un desconocido, envuelto en ropajes negros. Le detuvo un instante para anunciarle que fuera lo más rápido posible a su choza, que su amada estaba enferma y que moriría al ocultarse el sol.
Corrió Roldán a su lado y comprobó que era cierto y que el sol iba a ocultarse muy pronto detrás de la cumbre del Puig Campana.
Entonces, desesperado, subió a la cima en cuatro zancadas y, dando un puntapié, arranco de cuajo un pedazo de monte que voló hacia la bahía y cayó en medio de ella, creando la Isla de Benidorm, dejando una brecha por la que aun asomaba el sol. Un instante más y Roldán vio que no era bastante.
Tomó a la mujer en brazos y corrió de nuevo con ella hacia la brecha recién abierta, para se bañara en los últimos rayos de su vida, que extinguió dulcemente cuando el sol se ocultó definitivamente detrás de Aitana.
Roldán tomó entonces el cuerpo de su amada, bajó a la playa, entró en el mar, y, avanzando por la bahía, depositó el cuerpo de la mujer encima de la isla que se había formado con la roca arrancada de la brecha.
Luego, abrazando el islote, se hundió en la profundidad del mar y se dejó morir ahogado.
La leyenda de la Brecha de Benidorm
Roldán era un pacifico gigante que vivía hace mucho tiempo en las an-fractuosas resecas que constituyen la Sierra Aitana y su estribación hacia almar:laSierraBernia.
Su vida era solitaria. Nadie de su raza vivía y los seres humanos normales, cuando tropezaban casualmente con él, le huían y ni siquiera permitían que Roldán se les acercase, porque temían su fuerza y su aspecto.
Esta circunstancia le volvió, lógica-mente, taciturno y, aunque no le fal-taba de nada, se sentía muy falto de
Poemas,historias y leyendas de la Isla
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Generación tras generación los veci-nos de La Marina, sostienen la idea de que entre los pliegues de las montañas que configuran Sierra Helada o Peñas del Arabí –próximas a Benidorm- hay enterrados tesoros que aún reverbe-ran, cuando el sol de mediodía se es-trella contra las rocas...”
Peñas de ArabiIsla Mitjana
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Peñas de ArabiIsla Mitjana
Coordenadas: 38° 32’ 16.95” N 0° 4’ 17.43” W
Superficie: 7.760 metros cuadrados
Largo Máximo: 170 metros.
Ancho Máximo: 90 metros.
Punto más alto: 30 metros
Distancia a tierra: 230 metros de la costa.
Longitud de costa: 475 metros.
Población: Deshabitada
Municipio: Benidorm
Ficha Técnica
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Las Peñas de Arabí están situadas frente a la Sierra Helada de Benidorm. Se trata de un conjunto de islotes cuya isla de mayor tamaño es conocida como Illa Mitjana, que cuenta con una superficie de unos 7.700 metros cuadrados y con fuertes pendientes crecientes hacia el Este.
Se encuentra a poco más de 230 metros de los escarpados acantilados de la costa. Su forma nos recuerda un sapo gran-de en disposición de saltar, que muestra su manto verde y su blancura caliza. La isla deja un canal estrecho entre ella y la costa, por el que sólo se recomienda el paso a embarcaciones de pequeño calado. Su relieve sólo es visible desde muy cerca; los barcos pueden acercarse a ella tanto como quieran, en condiciones de buen tiempo y buena mar, sin embargo, cuando sopla el Levante o los vientos de noroeste se recomienda a los veleros que no se acerquen demasiado pues corren el peligro de encallar.
El islote de Benidorm, junto con la illa Mitjana y demás Peñas de Arabí han sido declaradas Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) debido a la importancia de las colonias de aves marinas en ellas establecidas, especialmente la de paíño europeo (Hydrobates pelagicus), considerada una de las más numerosas del litoral mediterráneo español.
En la Illa Mitjana destaca la presencia de una planta que llegó a creerse extinguida en la zona norte de Alicante, la Silene hifacensis.
Peñas de Arabi,
Isla Mitjana
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Isla Mitjana
La Isla Mitjana (Isla Mediana en castellano), recibe su nombre por ser la intermedia en tamaño respec-to a la isla de Benidorm, que es la mayor, y la isla de l´Olla en Altea que es la menor. La Isla Mitjana, también es conocida con el nombre de cómo “Isla de los pulpos” debido a la gran can-tidad de estos cefalópodos que existen a su alrededor.
Situada frente a los acantilados de la Sierra Helada está incluida en el Parque Natural del mismo nombre, entre la punta de la Escaleta y Punta del Albor a unos 230 metros de la costa, se puede atracar en circuns-tancias favorables al ser una isla acantilada.
Su facilidad para el atraque provocó, que durante siglos, fuera un lugar idoneo para desembarcar piratas ar-gelinos y berberisco a la costa levantina.
El monarca español Felipe II de Austria (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – El Escorial, 13 de septiembre de 1598), para proteger a la población de estos ataques, mandó construir una torre defensiva armada con caño-nes, la Torre de les Caletes o Torre Punta del Cavall, una torre vigía que data del siglo XVI, que se encuentra en la Punta de les Caletes de Benidorm a apenas 50 metros sobre el nivel del mar pero es ideal para controlar toda la costa sobre todo la isla Mitjana y las Peñas de Arabí, que es por donde acechaba el peligro.
Esta torre declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1985, es troncocónica con una base de ocho me-tros de diámetro.
En la actualidad conserva la base completamente maciza hasta la altura de siete metros. Es de suponer que encima se encontraba el cuerpo destinado a los vigilantes, tal como están en otras torres vigía vecinas.
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Según cuentan escritos del año 1780 del benidormí Cosme Linares, “una noche oscura, lóbrega, desembarcaron va-rios moros de una galera á las faldas de las Peñas de Ara-bi, subieron a lo más alto, ataron fuertemente la torre de les Caletes, bajaron otra vez al mar, cogieron los dos extremos de la maroma, y estuvieron forcejeando hasta la madrugada con objeto de arrastrar aquella mole al precipicio y verse li-bres del alcance de sus cañones, y al sorprenderles el día en aquella operación, abandonaron los cables y se reembarca-ron precipitadamente sin conseguir hacer mella al viejo muro que tenía hondas raíces”.
La Isla Mitjana, formada por calizas blancas, es una prolongación de Sierra Helada.
Así pues, la isla representa, al igual que la Isla de Benidorm, un resto aún no totalmente erosionado del paleoacantilado de la citada sierra y marca muy probablemente su posición original en este sector.
La distancia entre la isla y el acantilado actual corresponde al retroceso erosivo experimentado desde su formación a finales del Mioceno Superior hasta el Pleistoceno Medio.
Geología
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La isla Mitjana está catalogada como área de protección especial, por considerarse una zona de alto valor ambiental con niveles de fragilidad elevados, e incluir algunos enclaves con recursos ex-cepcionales que se encuentran en situación de grave amenaza.
No se puede desembarcar ni transitar por la isla, solamente se per-miten la realización de trabajos de gestión del espacio y, bajo autori-zación, la realización de investigaciones científicas.
Las comunidades vegetales que colonizan la isla Mitjana están con-dicionadas por la inaccesibilidad del islote y por el elevado grado de nitrofilia existente debido a la abundancia de aves. Las zonas altamente nitrificadas están dominadas por malvas (Lava-tera arborea), que se acompañan de muy pocas especies como la sosa (Suaeda vera), el salado borde (Salsola oppositifolia) o el cam-brón (Lycium intricatum).
En los roquedos más inaccesibles se ha citado una población de Silene de Ifach (Silene hifacensis), especie endémica de las costas alicantinas e ibicencas (DE LA TORRE & al., 1995). La presencia de esta especie, entre otras particularidades, llevó a la creación de una microrreserva de flora en esta isla.
Las zonas bajas de la isla, al igual que ocurre en la mayor parte de los islotes alicantinos, está dominada por la comunidad de hinojo marino (Crithmum maritimum), propia de costas rocosas donde la maresía y la salpicaduras del agua marina son continuas.También se establece en esta isla una Zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), por ser un lugar de nidificación del paiño europeo (Hydrobates pelagicus), entre otras aves.
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Sus fondos albergan una gran diversidad de ecosiste-mas.
Podemos encontrar desde zonas rocosas bien ilumina-das donde abunda el alga Udotea petiolata hasta prade-ras de Posidonia oceanica, donde es frecuente obser-var bancos de castañuelas (Chromis chromis), obladas (Oblada melanura) y doncellas (Coris julis) entre otras.
En las paredes verticales y extraplomos encuentran cobijo numerosos invertebrados filtradrores como es-ponjas y la gorgonia blanca (Eunicella verrucosa) for-mando un paisaje submarino de gran belleza y colorido.
A profundidades superiores es frecuente encontrar gorgonias del genero Lophogorgia.
En aguas abiertas aparecen, al igual que en el entorno de la isla de Benidorm, especies depredadoras como la serviola (Seriola dumerili), el espetón (Sphyraena sphyraena) y el dentón (Dentex dentex).
También es frecuente observar delfines mulares (Tur-ciops truncatus) y, en ocasiones, algún otro cetáceo de paso.
Vida Marina
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PulpoEunicella verrucosa, Gorgonia blanca
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En un artículo de prensa aparecido en el diario “Las Pro-vincias” de 25 de julio de 2007, narra la escritora y perio-dista Fernanda Zabala, una leyenda sobre las Peñas del Arabí, que lleva por titulo la Venganza Morisca, y desa-rrolla una historia en donde los moriscos locales expulsa-dos de la península escondían en la Isla Mitjana y demás peñas, sus fabulosos tesoros para desenterrarlos tras su regreso a casa. Habla de la existencia de mapas africa-nos que representan estos islotes y que compraban aven-tureros europeos para buscar “el oro del Islam”.
“Un año después del sínodo, el 22 de septiembre de 1609, una Crida Real decretó la expulsión de los moriscos, expedi-tiva e inclemente, porque hasta los cristianos viejos los til-daban de falsos conversos, de gentuza. En el plazo de tres días, las disposiciones los obligaron a dejar sus hogares con lo puesto, rumbo a las playas del litoral valenciano, donde se hacinaban a la espera de barcos que los transportaran a Be-reberia. Los puertos de Villajoyosa, Denia, Cullera, Valencia y Burriana, entre otros, fueron escenarios de penosos dramas humanos. El bando real dispuso encima pena de muerte para aquellos que, antes de partir, incendiasen sus propiedades, prome-tiendo no dar tregua a los rebeldes, dispersos por las mon-tañas. Un ejército de presos y malhechores excarcelados, a cambio de libertad y recompensas, los perseguirían hasta darles caza. Pero aquellos atropellos no quedarían impunes, según certifica la historia y cuentan las leyendas.Los moriscos se iban legándonos la ruina prevista y la sorpre-sa de algunas venganzas. Desde el primer rumor de destie-
rro, los afectados acuñaron, clandestinamente, falsas monedas con las que compraban mercancías de valor, burla que desequilibraría la mismísima Taula de Canvis y que hizo tambalear la economía del Reino. Y por añadidura, mu-chos relatos legendarios afirman la existencia de tesoros escondidos en enclaves concretos de nuestra geografía que aguardan, durante siglos, el regreso de sus propietarios. Se habló incluso de mapas acerca de los escondrijos, vendidos en África a aventureros que se rompían el alma buscando el oro del Islam. Generación tras generación los vecinos de La Marina, sostienen la idea de que entre los pliegues de las montañas que configuran Sierra Helada o Peñas del Arabí –próximas a Benidorm- hay enterrados tesoros que aún reverberan, cuando el sol de mediodía se estrella contra las rocas. Mágico espejismo que atrae muchas miradas hacia la fúlgida cumbre mediterránea”.
Fernanda Zabala
Poemas, historias y
leyendas de la Isla
La venganza morisca
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