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1 Isla Negra 4/159 Casa de poesía y literaturas. Casa de poesía y literaturas. Casa de poesía y literaturas. Casa de poesía y literaturas. -Noviembre 2008- suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione. Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO [email protected] [email protected] [email protected] [email protected] - - http://isla_negra.zoomblog.com http://isla_negra.zoomblog.com http://isla_negra.zoomblog.com http://isla_negra.zoomblog.com Luis Alberto Crespo Venezuela, 1941 Chaparrón Adelgazo como rabo de lagartija en el barranco donde agua de chaparrones bajan, son piedras golpeando el cuero de las calles y ya no puedo decirme cosas con la cabeza metida en los cerros. Se cae el monte, anda en quebradas. Yo no sé quién hace tanta buyaranga en los cables del teléfono. Yo aquí soy igual al hombre de las mercancías: una mano en la cara para que los ojos no se vayan en el sol del horror. Y esos bichos en la ropa y el capuchón de mosquitos que no me abandona, que es como de loco. Ando viejo, dándole a las latas con medio cuerpo en cardones, con un poco de viento con tierra en la boca, con tierra roja. Leòn Fèlix Batista Repùblica Dominicana, 1964 Material de fetichista El triángulo de un rostro fabulosamente lánguido (subrayando sucesivos desemboques) y un registro asimétrico del ojo inmóvil, limpio, constituyen el arcano: con un licor amorfo (tumultos en la mente) de pronto se disipan y transmutan. De lo real fermentan estados más ficticios que vuelven a escindirse y a hallar confirmación: confundo así las noches de yunta escandalosa impresas en templado material de alegoría y el despliegue progresivo (consiguientemente incierto) de una franja de las fiebres, cuadro blanco. Así también recobro los lívais diluidos: ambas piernas redimidas en marco de abandono. Advienen formas rudas, bosquejos defectuosos: la conciencia me sumerge de repente en su mucosa. Aunque haya revocado su fluir. Gustavo Pereira Nueva Esparta, Venezuela, 1940 La casa sepultada en la arena Si sollozó aquí alguien si alguien aquí amó o padeció si bajo este muro resta todavía ceniza o hueso si bajo la losa corroída calla el temblor de aquella a quien la música del océano arrulló para siempre nada será olvidado Fluye suelta en el aire la vida que vivimos la muerte que abrigamos En el polvo universal se desvanecen los reinos erigidos

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Isla Negra 4/159 Casa de poesía y literaturas.Casa de poesía y literaturas.Casa de poesía y literaturas.Casa de poesía y literaturas.

-Noviembre 2008- suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione. Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO

[email protected]@[email protected]@yahoo.es ---- ---- http://isla_negra.zoomblog.comhttp://isla_negra.zoomblog.comhttp://isla_negra.zoomblog.comhttp://isla_negra.zoomblog.com

Luis Alberto Crespo Venezuela, 1941 Chaparrón

Adelgazo como rabo de lagartija en el barranco donde agua de chaparrones bajan, son piedras golpeando el cuero de las calles y ya no puedo decirme cosas con la cabeza metida en los cerros. Se cae el monte, anda en quebradas. Yo no sé quién hace tanta buyaranga en los cables del teléfono. Yo aquí soy igual al hombre de las mercancías: una mano en la cara para que los ojos no se vayan en el sol del horror. Y esos bichos en la ropa y el capuchón de mosquitos que no me abandona, que es como de loco. Ando viejo, dándole a las latas con medio cuerpo en cardones, con un poco de viento con tierra en la boca, con tierra roja.

Leòn Fèlix Batista

Repùblica Dominicana, 1964

Material de fetichista

El triángulo de un rostro fabulosamente lánguido (subrayando sucesivos desemboques) y un registro asimétrico del ojo inmóvil, limpio, constituyen el arcano: con un licor amorfo (tumultos en la mente) de pronto se disipan y transmutan. De lo real fermentan estados más ficticios que vuelven a escindirse y a hallar confirmación: confundo así las noches de yunta escandalosa impresas en templado material de alegoría y el despliegue progresivo (consiguientemente incierto) de una franja de las fiebres, cuadro blanco. Así también recobro los lívais diluidos: ambas piernas redimidas en marco de abandono. Advienen formas rudas, bosquejos defectuosos: la conciencia me sumerge de repente en su mucosa. Aunque haya revocado su fluir.

Gustavo Pereira

Nueva Esparta, Venezuela, 1940 La casa sepultada en la arena

Si sollozó aquí alguien si alguien aquí amó o padeció si bajo este muro resta todavía ceniza o hueso si bajo la losa corroída calla el temblor de aquella a quien la música del océano arrulló para siempre nada será olvidado

Fluye suelta en el aire la vida que vivimos la muerte que abrigamos En el polvo universal se desvanecen los reinos erigidos

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La piedra que nos mira sabe que la miramos arena Desterrada nutre el mismo destino del abismo que somos

Nada será proscrito del mundo de esta casa cuyas paredes el salitre devasta y mordisquea como si derribara la desdicha Cuanto en ella pasó pasó en nosotros Si hubo arrullo o afrenta si bálsamo o catástrofe si derrota o aliento si vorágine o éxtasis o música o castigo o embriaguez o mesura Si estos espacios hospedaron el alborozo de las constelaciones o los viajes de serenos espantos nada será olvidado nada será proscrito nada será tapiado.

Mariana Botelho Padre Paraiso, Brasil

Abstrato

eu nunca beijei um poema.

no entanto ele está aqui roçando leve minha boca

nas horas dos mais doídos silêncios Tomado de: poesia.net- www.algumapoesia.com.br -Carlos Machado, 2008

Ramòn Oviero

Panamà, 1938- 2008 Cuerpo en exilio

son las cinco de la tarde esta lluvia para mí desconocida todavía / tiene un sabor de no sé cuáles distancias

la música de best montgomery que escucho por la radio me recuerda uno que otro atardecer más allá o más acá de tus fronteras De Cuerpo en el exilio. México, 1972 Zingonia Zingone Costa Rica, 1971

Coliseo contemporáneo

El emperador del mundo reorganiza el Medio Oriente con su ejercito disciplinado de fuerzas unidas cosmopolitas.

Gladiadores en uniforme de fatiga aeronáuticos, marinos y submarinos, informáticos, espías y contra-espías infiltrados y contra-infiltrados

todos juntos para domar las feroces

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fieras fundamentalistas

y el público aclama.

Bestias entristecidas desalojadas, desempleadas, huérfanas, pero sobre todo iracundas.

Revientan las jaulas en el nombre de Dios porque ya no aguantan al Emperador optimista -hipócrita- invadiendo el universo $anguinariamente $onriente.

José Paulo Paes

Brasil - (1926-1998)

Casa

Vendam logo esta casa, ela está cheia de fantasmas.

Na livraria, há um avô que faz cartões de boas-festas com corações de purpurina.

Na tipografia, um tio que imprime avisos fúnebres e programas de circo.

Na sala de visitas, um pai que lê romances policiais até o fim dos tempos.

No quarto, uma mãe que está sempre parindo a última filha.

Na sala de jantar, uma tia que lustra cuidadosamente o seu próprio caixão.

Na copa, uma prima que passa a ferro todas as mortalhas da família.

Na cozinha, uma avó que conta noite e dia histórias do outro mundo.

No quintal, um preto velho que morreu na Guerra do Paraguai rachando lenha.

E no telhado um menino medroso que espia todos eles; só que está vivo: trouxe-o até ali o pássaro dos sonhos.

Deixem o menino dormir, mas vendam a casa, vendam-na depressa.

Antes que ele acorde e se descubra também morto. Tomado de: poesia.net- www.algumapoesia.com.br- Carlos Machado, 2008

Alejandro Oliveros

Venezuela, 1948

En su marcha insensible, el tiempo uno por uno, nos arrebata todos los placeres: el vino entre los amigos, las fiestas y el amor de las doncellas, y ahora se esfuerza en alejarme de la poesía. ¿Qué puedo hacer? Una misma noche nos aguarda, el mar ávido es la ruina del marinero, nuestros caminos sepulturas son de jóvenes y ancianos por igual.

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Las nieves de marzo ya pasaron, en los parques la grama reverdece y los árboles asoman sus botones; la tierra cambia de apariencia y los ríos, disminuidos en su flujo ya no azotan las orillas con su fuerza. Llega la primavera y sigue luego el verano, el otoño y el invierno, pero vano es que esperemos regresar después de haber cruzado los umbrales del Orco. Polvo y sombra somos, nada sino el sueño de agotados dioses ¿Por qué, entonces, no glorificar al padre Baco? ¿Por qué no abandonar el trabajo de los días y quemar incienso en la capilla de Venus? Deja a los ricos apurar su licor en claros cristales de Tiffany’s, sólo pide para tu vejez que no te abandone ni el amor ni el canto.

CODA

Con frecuencia, el poeta se rinde a las astucias de su doble y borra más que escribe, pero prefiero ser considerado un necio antes que dejar a los otros la censura de mis versos. Manuel del Cabral Repùblica Dominicana, 1907-1999

Negro sin zapatos

Hay en tus pies descalzos: graves amaneceres. (Ya no podrán decir que es un siglo pequeño.) El cielo se derrite rodando por tu espalda: húmeda de trabajo, brillante de trabajo, pero oscura de sueldo. Yo no te vi dormido... Yo no te vi dormido... aquellos pies descalzos no te dejan dormir. Tú ganas diez centavos, diez centavos por día. Sin embargo, tú los ganas tan limpios tienes manos tan limpias, que puede que tu casa sólo tenga. Ropa sucia, catre sucio, carne sucia, pero lavada la palabra: Hombre. Darío Jaramillo

Santa Rosa de Osos, Colombia, 1947

Todo tuyo siempre todavía. Tuyo todo por siempre hasta hoy y luego, tuyo siempre porque para ser lo necesito, siempre todo tuyo, siempre aunque siempre nunca sea, todo íntegro tuyo siempre y hasta ahora más el próximo nuevo instante cada vez.

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Con todo el tiempo del mundo a nuestro alcance, todo el tiempo del mundo que es igual a la próxima noche, todo tuyo siempre todavía. Seguro de sobrevivir mañana tuyo, siempre tuyo desde hoy en cada mañana de mañana.

Enamorado de ti, siempre y ahora, sin recuerdos, en presente siempre amándote, eternamente tuyo, todo tuyo siempre todavía.

Angélica Torres Ipameri, Goiana, Brasil

Mulheres

Neste início de tarde fim de manhã do verão

o sol me divide nas várias mulheres

que me antecederam e nas que virão

grávidas de luas na fase obscura

com um abismo no peito poesia.net- www.algumapoesia.com.br - Carlos Machado, 2008

Pedro Shimose

Riberalta (Beni), Bolivia, 1940

Mecánica de los cuerpos

Acaricio tus formas suaves como dunas que no hay; beso tus pezones enhiestos y rosados como un amanecer. Tu cuerpo, emblema crepitante mi alma tiembla al puro estado de belleza. Tus ojos. Reposa en ti el impulso de una corriente azul. Desciende a mí tu voz. La armonía conquista los espacios del tiempo inasequible.

Alex Pausides

Cuba

Palabra sin nadie

Imposible apresarte, cuerpo, belleza, dios adolescente, mano de aire que traza

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una tarde entrevista sólo en sueños

Imposible el gozo, la visión frutal de las siluetas en la luz ciega el torso de la incitación, el paraíso

Pero cómo cantar oh silencioso en la rota crin de los ríos fugitivos que rumban la tiniebla de tu pena

Efebo efímero el sol se cierne sobre la nada Palabras sin nadie, cuerpo de simún vacío fulgurante contra el mar Francisco de Asis Fernàndez

Nicaragua

El poeta y su espejo A mi nieta recién nacida Andrea Camila

Hay una persona que vive en mi espejo que se ha hecho con los momentos de mirarme, y parece contener, por su edad, el costado perverso de mis sueños. Hace años era diferente. Y el tiempo lo ha hecho otro. Ahora da la impresión de haber renunciado a mucho y no se le ve la belleza que le dio la juventud. Parece que en el mundo que vive hace frio y comienza a llover. El hombre que me sale en el espejo es reservado y reflexivo y solo algunas veces repite mis palabras como en un eco sordo. Me entristece que sus grandes pasiones le hayan arrugado la piel y lo hayan ensombrecido con soledad, pensamientos de tristeza, patas de gallina en los ojos y profundas ojeras. Me dan miedo sus miradas de resignación y reproche y su rechazo profundo a ser cómplice de la dicha y la mentira. Su tono esta hecho de pensamientos y no oye mi guitarra, y cada día se parece más a mi padre. Tiene la cara de mi padre ya invadida por la tristeza. No está de acuerdo con la disipación de mis trabajos y mis días y me quiere más fiel a mi casa y a mis sueños. El compara su mundo lleno de reflexiones con el mío, que no tiene sosiego ni en la alegría ni en la tristeza, ni en la verdad ni en la mentira, ni en la prosa ni en la poesía, y me ve como un venado joven suelto en los riscos en un paisaje de piedras y espinas. Cuando se pasa su mano como un rastrillo sobre su pelo pareciera que se quiere arrancar de raíz su parecido conmigo y que ya no quiere tener mas mi imagen mundana apareciendo inesperadamente para perturbar la riqueza de su soledad en su recinto de clausura. De: triptico de la vida. - Granada 26 de Septiembre del 2008

Elvio Romero

Paraguay- 1926- 2004

Nuestro país

Nuestro país (el mío, el que puedo ofrecerte), aquella dulce tierra violenta, con la frente segada y abolida por un aire quemado, donde ochocientos ríos le dan curso a sus ojos y cordilleras verdes le apoyan la andadura, desgajo de protesta vegetal y verano, mi país que se instruye sobre un nivel de lluvias, oh mi país hermoso,

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despiadado y profundo, fiel a si mismo, puro, solitario, implacable, nos reserva un asiento de hierbas y azahares, desenvuelve -mi amor- sus recelosos, sus imperiosos meses, su silencio, por esto, por nosotros, por asir esa luna de carbón desdichado que se nos sube a veces por la noche a los ojos... Un relámpago herido (1963-1965) Eduardo Llanos Melussa

Chile, 1956

Declaraciòn de quiebra

Me cansas, poesía, rumorosa felina, masa musitadora, golondrina fogosa. Pero aunque te niego, persisto en esta cosa de creer que un incendio se apaga con bencina. Me asomo a la ventana, descorro la cortina y creo verme pasar: voy a cava mi fosa y a grabar mi epitafio (“Bajo tierra reposa un iluso que quiso filmar en la neblina”).

Porfiada tortícolis de ser juez y ser parte, emitiendo y tasando, como monedas dura, acciones de mi endeble empresa de papel.

Ni poeta ni sastre: estoy harto de este arte de enhebrar agujas en tu pieza a oscuras y de hilvanarte fundas, serpiente cascabel.

Gerardo Guinea Diez

Guatemala. 1955 Realidad imposible

PULIDA realidad con mapas obscenos y cadáveres del día brotando de tus ojos con una piedad que paraliza.

Célibe realidad, lunada, con espejos del arquetipo y tu belleza, una crueldad parpadeando al fondo de las horas.

Adriano Corrales Costa Rica

Oda a los heterónimos de Lisboa

Hoy amanecí en la bocanada de algún ángel terrible Borroso cual aguafuerte de niebla en Oporto Embobado como quien pensó halló y olvidó Casi como aquél drama en gente sentado en su silla giratoria Conversando con los otros que lo miran sin mirarse En el espejo de la sangre que asciende por los muros O montaña rusa que baja rauda como náusea sobre nuestros dogmas Así desenfundado en otros cuerpos y pesadumbres Echado de la cama por su mujer porque apesta a alcohol Vagamente desdibujado en la tinta de los hoteles

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Donde apenas es tolerado por la gerencia pues es célebremente desconocido aún En el serrín de cantinas y en el estropajo de los baños Duchamp baja las escaleras desnudo y escupe mientras se masturba Modigliani se queda dormido en la calle de la miseria Mandelstam se cobija con la nieve del exilio en Voronezh Pasternak acompaña a Tsvietáieva al puerto hacia Elabuga Sin sospechar que días más tarde se colgará “porque el heroísmo del alma es vivir” * Como años atrás lo había decidido Mayakovsky con un futurista pistoletazo Y a las espaldas Esenin en el Angleterre con el cordón del teléfono Que no fue igual a Miguel Hernández desde las nanas de una celda sin cebollas O Vallejo en una hogaza o en el vientre de Georgette Por eso Max Jiménez se embriaga en el atelier con sus amantes Coronel Urtecho silba y cruza el río leyendo la biblia Breton apenas sueña con estas bestias que vislumbro alumbro y relumbro Apocalipsis verdadero haciendo agua en mi cabeza Caos de ciudades desdoblado en cada posibilidad cubista o expresionista Que ningún Joyce podría celebrar con artes de torero y trabuco En ningún Dublín para adolescentes que puedan negar y negar Da Da O algún T.S. Elliot bancario para amortizar un crédito a la notoriedad Que al son de un danzón le baje a Eunice los sostenes y el calzón Como el gallo ante la imagen grafiteada de Jesucristo Superestrella Ido como la víctima frente a tremenda boa sartriana sí Debravo también desnudo en sus canciones amargas de hierbas y maderas Pero amante del hombre y las mujeres en todas sus esferas O Ezra en su Pacto con el Viejo o con los Cantos de ideogramas y lenguas muertas Es encerrado con usura en Saint Elizabeth durante más de trece años Por favor señor Borges no se asombre ni se asome Escribir no es como el oro de la piel de los tigres Disecadas en los amplios paneles de su biblioteca Es vagar por la selva en compañía del bien mamado Hemingway Y del Sargento Pimienta con sus batallones de alcaloides No ya como símbolos malditos made in Baudelaire o Rimbaud Sino perseguido por fieras reales o kaibiles caza guerrilleros En la trampa más dúctil de la venganza y el alzheimer Por eso me acomodo nuevamente en la silla y giro Pido una ronda para todos y brindo por quienes han sido y serán Y se quedan alrededor de la mesa como una buena Pessoa *Marina Tsvietáieva.- del libro de A. C. : Kabanga

José Antonio Labordeta

España

El espejo

Soy tantas veces yo, interminable, con el rostro cruzado por el tiempo, por las huellas que dejan los silencios, los días acabados y las noches de ausencia y de olvidos que siempre cuando me miro hondo ante este espejo que naufraga en casa me recompongo a mí, a mis recuerdos, a mis leves ausencias levantadas en las heridas huellas de los ojos. Del poemario Jardín de la memoria / Taifa Poesía / Barcelona, 1985

Rolando Revagliatti

Buenos Aires, Argentina

Pacto

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Alguien-Que-Mereciera-Llamarse-Lulú conoció, sin procurarlo, a La-Muerte-Que-Te-Alcanza, en un crepúsculo del mil setecientos. Importa consignar que, esencialmente, a la primera le disgustó la segunda, mientras que la segunda simpatizó con la primera. Por completo de acuerdo, se arrancaron los ojos. Alphonsus de Guimaraens Filho Mariana, MG. Brasil, 1918- 2008

Perplexidade II

Que imperceptível clamor rói as muralhas do tempo? Quem nos impõe essa expectativa diante do dia que não chega, essa efusão diante da inércia e da indiferença das coisas, essa ternura pelo que não se confia, essa ternura pelo que nunca será senão um breve relâmpago no fundo dos olhos indormidos?

Por que, nessa viagem através do que resiste, em torno das fortalezas impenetráveis onde para sempre resta adormecida a grande resposta, por que não se revela o que apenas escutamos como suspiro de vento, leve suspiro de aragem?

Por que permitem que contornemos as montanhas solitárias que se erguem dentro de nós, trágicas e altas, como um silencioso apelo inexorável? Por que as coisas se conservam assim, esfíngicas e hirtas, se nelas pressentimos palpitar o sentido de nossa própria solidão? Tomado de: poesia.net- www.algumapoesia.com.br- Carlos Machado, 2008

Carlos Almonte Santiago, Chile

Alguien muere a algunos metros Cuando el cuerpo se llena de alegría,

se mueve y se estremece.

El Espíritu de los Vociferantes Sin la urgencia del recuerdo.

No ve, ni escucha, ni respira, ni huele

el áspero aire de la eterna planicie. De: Flamenco es un sueño, La Calabaza del Diablo, 2008

Rodolfo Garcìa

Colombia Azalea soul ( nueva versión )

La risa como fruta recién desgajada para el sentido y la significación entre la hojarasca cansada de deseos y la hora diecisiete sobre el caballo azul que duerme en un parque.

Azalea soul, tormenta de instrumentos en la caricia de un pequeño ángel. Lluvia de sonidos descifrando el asombro que alguien no recogió minutos antes.

Azalea soul, chelo necio en la ladera de los arcanos jugando con el ritmo del destino

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y algunas hojas donde su partitura enredada es más que un beso.

Azalea soul, la noche infinita en un infinito preguntar. La risa como alimento para los desposeídos de un soul donde descansar.

Oscar Wong

Mèxico

Contundencia de la piedra

ENTRE EL OJO Y LA LUZ CREPITA LA BRUMA, la humedad, violenta, se contrae.

El clamor del mundo se revuelve ante la umbría, la vacuidad, desconsolada, retrocede.

Más densa que la piedra la mediatarde se rebela, resuena en la colina. Y el polvo, cual terco amanecer, reclama los espacios.

El musgo artero recubre la mirada, chisporrotea el vacío.

Como una Luna estéril la niebla se sonroja, el crepúsculo desciende cual lluvia taciturna y la ceniza llena el tacto iridiscente. (La sombra, melancólica, enmudece tras la fronda.)

Zumba la perfecta mansedumbre de la estrella : precipitado espacio.

Ahora invoco al trueno humedecido, palpo la sacra contundencia de la piedra, la vastedad brumosa del océano.

Ante mis ojos el mundo prevalece.

Carmen Sigüenza

España

Posibilidad

Que tu cuerpo no tenga memoria me salva, que la yema de tus dedos no tenga huellas de los líquidos acariciados me lava, que tu lengua beba en mi ingle como pez primerizo devora lo que fuimos y alimenta la raíz de lo que somos. De: Hilo de cristal, Salamanca, Celya,2008.

Karina Sacerdote

Buenos Aires, Argentina

un sorbo yace en el pétalo rojo bálsamo tibio

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Pierre Bernet

Guantánamo, Cuba, 1950

Y yo dònde?

No sé dónde nacieron estas ansias de vuelo ni la fuerza que les bate Ningún ángel es mi pariente cercano algún murciélago Papá tenía pánico a los aviones y jamás montó ninguno mi madre sólo supo de la escoba la cocina y de vez en vez un cine Quizá tenga una respuesta en el tío Anguelo poeta de pueblo aunque tampoco porque murió triste Tal vez esté donde el tío Mundo con sus pinceles pero la sombra del hambre y una familia para mantener lo obligaron a trabajos menores en los ferrocarriles Terminó sus días escuchando la radio sólo si se trataba de emisoras de onda corta quizá como refugio y alejarse para siempre Si ninguna obra de caridad fue responsable ¿entonces? Antonio Pérez Morte

España La ciudad de las gaviotas (Para Mariano Gistaín)

La ciudad de las gaviotas. La lucha contra el cierzo. Las alas de la libertad sobrevolando desiertos. El agua y la sal de la vida en un sueño: Tres o cuatro amigos, la tierra, poco más. Diana Espinal

Honduras Versos Del Ladrido del Sombrero a la Escama del Sol. (agosto de 2007)

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Si retengo el encantamiento Se santiguan seriedad y serigrafía

Si suelto el encantamiento Se alzan las túnicas Entre el tutú de vanagloria Violín y arco

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No es fácil surtir Nave Fachada Torre campanario Sangre con dos primicias de quimono

Si los sanatorios aún no diagnostican áreas para el santiamén Alba Estrella Gutiérrez

Buenos Aires, Argentina

perdona mis audacias que me cosen los huesos y alimentan mi frente mis locuras apátridas que no saben de iguales insegura cobarde mordaz y temeraria casi siempre culpable inhabitable presa de un mismo interrogante perdóname los ojos náufragos cautivos esta boca de nodriza sin ancla y este grito de dios que me infierna la lengua con ángeles prestados y me vuela la boca de peces y de pájaros perdona este dolor de antiguo que descubro en tus ingles desnudas sin horario y esta piel sin memoria suma de nimiedades este espejo de sola rostro de fugaces

que te mira hasta el alma Francisco Quiroz

Valparaíso, Chile, 1964

Austral flor

Fulgurante habráse visto flor que oscila austral

Su perfume así voraz tan bien violenta

En curvilíneo beso o vertical dorado río extasiado nervio a la deriva de su excelsa brisa fría

En forma de nube tal vez magnolia o niebla. Rosa Silverio

Santiago de los Caballeros, República Dominicana

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Lùgubre

Se ha hecho tarde. Es hora de agrupar las pastillas, de acariciar el borde del vaso, de empujar con mi lengua el bálsamo que silenciará este enorme vacío. Nunca mis ventanas estuvieron tan blancas como en este momento en el que la vida se agota. Se me ha hecho tarde para hilvanar mariposas, para encender la lámpara que está sobre la mesa.

Ya se acabó la leche fresca del gato, ni siquiera cuelga la lluvia de los tejados ahora que se chorrea el alma por las grietas de mis ojos. Se me han muerto todas las cosas: el lápiz, el papel, los libros y la música. Sólo ha sobrevivido mi mano a esta hecatombe, mi mano donde se confunden las aguas, la misma que le da los granos a esta gallina hasta llenarle el buche de hastío.

Márcio Almeida

Brasil

Ossos do ofício O poema tem por função dar prazer, ser a crítica de si mesmo, matar a fada, o direito de sentir e de não ser, promover a recepção do nada. E dito assim – malícia natural, que de tão óbvio é de si estranhamento, voz que vê fundo numa forma de coral, ritmo que pensa e faz festa de momento. Trazer para fora o que é preciso não dizer, que é “dito, dado, consumado”, tudo. restam o diálogo e a memória do escrever, a escritura que reinventa o seu futuro.

Josè Pablo Quevedo Chile (reside en Berlìn, Alemania) El bufet del generalazo

Conspirador, conspirante, después del baño de sangre que dió al pueblo habló de los “derechos humanos“. Lo acompañaron en este credo, los cuervos que comen carroña, las brujas de calzones largos, que nos hablan del cielo y del infierno.

Era el frío bufet del generalazo, ojos de niños degollados, cuerpos oscurecidos por la explosión. Muchachas sin senos y sin vientres.

¡Todo está en orden! Dijo el asesino. ¡Amén! Repitieron las prostitutas Berlín, 1973

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Alejandro Drewes

Buenos Aires, Argentina, 1963

Detràs de nosotros

(versos mínimos para una despedida) hijos de la borrasca del tiempo gris que nos ha tocado, de su aroma oliendo a viejo desencanto y fatigados huesos que quisieran apenas un quieto lugar en la tierra. Solía cavilar a veces sobre un seco trazo de humo fulgurando en la memoria de los que caminaron conmigo -pero mira: tan enhiesta es la rosa bajo el grave arco solar- y a su manera frágil dice algo de nosotros. Pero me lleva el aire tenso de la despedida. He dicho que caigo bajo la rueda de las repeticiones; que han huído de aquí ya todos los pájaros: pero queda la hierba del cielo, escasa y pura queda y tus ojos en la distancia quedan y aún el espejo en el mar de inmutable niebla y de otro verano los pinos. Al cabo del día nueces amargas, y de cada palabra el diario peso que cargo conmigo.

Ana María Fuster Puerto Rico

Aquí no pasa nada

la nada horivertical desde la palabra desde las obsesiones y dolores desde la luz que llovizna, como el fin de la semana hasta iluminarse de versos y venirse en el todo.

Daniel Montoly

República Dominicana, 1968

El testigo

A los miles de desaparecidos y asesinados.

Se escuchaban sus exacerbados gritos, queriendo derribar las puertas, sus ojos amordazados por el miedo obviaban mirar de frente.

Ansiaban exiliarse en el paraíso, encontrar un lugar, que llamar "Patria", "hogar, tierra" sin tener que pagar el cuello por la osadía de quererla. Pero ángeles entre el bien y mal la luz no media.

Hasta allí fueron sus verdugos,

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en caballos de azufre, dejando sus huellas infames por doquier. Un cadáver siendo devorado por los buitres, un ojo aún indemne narrándome las barbaries, y un infante, un niño, en cuyos llantos pude ver los senos mutilados de su madre.

Y todas las aguas no bastaron para limpiar del cielo aquel recuerdo. No bastó la lluvia condensada en los oráculos. Ángeles, sus bocas abiertas, sus vientres destazados donde penetraba el sol como una daga, iluminándolos.

Ángeles las puertas del infinito permanecieron en pies, incólumes, y tras ellas, las sombras de sus ojos oceánicos, negando verlos.

Todos fueron aniquilados, y sus cenizas fueron a los pájaros, su martirio a ser leyenda, pero yo, ángeles, viejo y sordo escucho bajo la tierra la voz sangrante y subterránea ascender por las montañas, volverse árboles, piedras del nuevo templo.

Pero ustedes, ángeles, ustedes cómplices bastardos, están excomulgados " In perpetuam" porque en el templo sólo vivirán mis muertos.

Jorge Lemoine y Bosshardt

Mendoza, Argentina- 1948

Poema 14

para clavar en tu silencio la raíz de mi garganta y derrotar las largas trincheras de rituales sombras para desenterrar un pájaro de empeño que te empuja y hacer con mi albedrío la libertad de tus alas levo anclas de mi barco de destierro sin principio y desboco de azul mi paloma de diluvios

al otro lado del silencio eres un poco el mundo y hasta allí levanto el canto que se me vuelve grito Iván Yauri

Cusco, Perù, 1963

Advertencia

La poesía golpea y rompe. Legal o ilegal salta en las calles. Entre las carreteras se busca y se toca. Anda. Muerde. Hace trabajo de zapa.

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Sale a correr y besa. Se multiplica. Se lanza y estalla. La poesía es para los muchachos y las muchachas que combaten en cualquier parte. Es para nuestros muertos que todavía la pueblan. Dichosos de luchar por la única paz que es conquistable. La paz sin clases. De: Reapertura del sumario- Octubre Sediciones

Aída Cartagena Portalatín

Rca Dominicana

Una mujer está sola

Una mujer está sola. Sola con su estatura. Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos. Con el corazón abierto como un silencio ancho. Espera en la desesperada y desesperante noche sin perder la esperanza. Piensa que está en el bajel almirante con la luz más triste de la creación Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del Norte con la figura acelerada ante los ojos del amor. Una mujer está sola. Sujetando con sus sueños sus sueños, los sueños que le restan y todo el cielo de Antillas.

Seria y callada frente al mundo que es una piedra humana, móvil, a la deriva, perdido el sentido de la palabra propia, de su palabra inútil. Una mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada y nadie dice nada de la fiesta o el luto de la sangre que salta, de la sangre que corre, de la sangre que gesta o muere en la muerte. Nadie se adelanta ofreciéndole un traje para vestir una voz que desnuda solloza deletreándose. Una mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga en pensamientos que traducen lo hermoso de la rosa, de la estrella, del amor, del hombre y de Dios.

Yehuda Amijái

Israel, 1924 – 2000

(b)

Nació en una ciudad "del Mar", fue amada lejos de allí, en un cuarto pequeño, vive en una calle con el nombrede alguien que murió y fue olvidado. Ni siquiera el taxista supo encontrar la vieja casa de puertas silenciosas. Usaba un vestido a rayas. Giraba entre las rayas, en remolino. Y también desapareció, entre grandes flores impresas.

Besé su boca, esculpida por un idioma extraño. Así aprendí que el "Aló, aló" desesperado de mi lengua era el sonriente y triste "Hola" de la suya.

Y será su verano en mis inviernos, su noche en mis amaneceres. Y cuando mis días se alarguen, los de ella se acortarán. Y sus ojos son el proceso de fundido del oro y su forma es la forma de una puerta en mi vida.

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Concepciòn Bertone

Rosario, Argentina, 1947

Trilce A Carlos Berrini, en memoria

El olor de los libros en la trastienda desordenada como la añoranza, el caos de recuerdos que tantean lo arrumbado en nosotros, polvoriento como el pueblo de un western, la amistad que nos reúne en ella casualmente sobreentendiendo el día, cierta hora. Próximos como el río y las esloras con las rodas enjutas del silencio ese lugar humano del pasaje es un muelle fortuito. Amarras. Bitas. Y el casco entresoñado de ese barco que navega a la cirga de la niebla son certezas del viaje postergado, la esperanza del mar que fue el pasado y el minuto presente donde escora y se hunde este día lentamente. Poemas de “Aria da capo” Selección,1983-2003 José Antônio Cavalcanti

Brasil

Rasura

O beijo na mínima fenda entre gesto e fetiche; uma curva – vírgula em texto turvo – na pele lupina.

A voz e o chamado em hiato; o corpo ausente do corpo de destino ou passagem.

Habitar a margem do outro lado do beijo. Uma escrita de sinais trocados; as águas deste rio tocam lábios apartados.

Cicatriz, esse peso e espaço entre peles ausentes.

Beijo mofado, a alma entre língua e saliva presa pela parede dos dentes Amilkar Feria Flores

Ciudad de La Habana, Cuba

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Praxiteles

Más que un modo de ejecución es una manera de sentir. Antes que una postura de caderas resulta una curva emocional. Consagrada en blanquísimo mármol, la sensible idea duerme soterrada los milenios que la convierten, contra su voluntad, en pura y refinada arqueología. Resucitada, la Sala de Antigüedades no la soporta, porque respira transgresoras libertades que no pueden reprimir los inventarios en sus nalgas.

Delfina Acosta

Asunciòn, Paraguay Los goznes de los versos

Los goznes de los versos han cedido al golpe de tu puño en carne viva. "No debe ser así; la rosa enferma, la ronca voz de la melancolía primero están", dijeron los poetas de ayer que cabalgaban tras la brisa, y condenaron luego tus palabras a las que dieron fuego por malditas. Y yo no sé . El hecho es que me gusta el guiño siempre azul de la poesía de los antiguos vates y también la lengua vivaracha de tu rima. ¿Qué puedo yo decirte? Sé tan sólo que recogiste el mundo en la medida de un verso que unas veces fue un escándalo y a ratos una vieja maravilla. Neruda, porque fuiste de tu pueblo, y te llevaste a cuestas infinitas, pesadas cargas de sudor ajeno en los barrosos muelles o en las minas, nos queda de tu canto aquel trabajo del hombre y su mirada sorprendida a un metro de distancia de su cielo Luis Alberto Ambroggio

Argentina (reside en Estados Unidos)

Luz al fin

Si tus pies pisaran humo triunfando tristemente sobre la melancolía, si tus manos, por ejemplo, construyesen palacios dorados que se esfumen, si tu pan tuviese tan solo la alquimia de un deseo, si tu madre fuese una sombra sin brazos, si tu amante acaso un muerto, si todos los días en tu contorno brillaran agriamente las cenizas, si el futuro de tus ojos al amanecer lo pintara amenazante la penumbra, no sé si tú existieras

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o si alguien pudiese existir en la agonía.

Mirándote, mirándome, me convenzo que con el humo no se juega.

Si la luz en cambio nos besara y absorbiera absolutamente como se absorben los amantes viviríamos con cantos las auroras.

¿Hizo Dios la luz o hizo las tinieblas? Nancy Morejòn

Cuba

Madre

Mi madre no tuvo jardín sino islas acantiladas flotando, bajo el sol, en sus corales delicados. No hubo una rama limpia en su pupila sino muchos garrotes. Qué tiempo aquel cuando corría, descalza, sobre la cal de los orfelinatos y no sabía reir y podía siquiera mirar el horizonte. Ella no tuvo el aposento del marfil, ni la sala de mimbre, ni el vitral silencioso del trópico. Mi madre tuvo el canto y el pañuelo para acunar la fe de mis entrañas, para alzar su cabeza de reina desoída y dejarnos sus manos, como piedras preciosas, frente a los restos fríos de enemigo. Otoniel Guevara

El Salvador

Crónica de la ausencia

Mi llanto fue fugaz: Sólo duró una infancia

Mientras vos acudías al mundo en el nervioso fulgor de una mirada yo declaraba mi soledad entre las piedras donde la Abuela tendía al sol las ropas inventadas por sus manos

Mientras vos te mecías en el tibio hospital de una palabra yo hurgaba besos en medio de las plantas

Yo aún no conocía las púas venenosas del naufragio

Pero tuvo que suceder y mis lágrimas brotaron del ojo de mi perro mis lágrimas regaron impetuosos cañales mis lágrimas decidían ser mi sombra…

Mi llanto es una ropa que no uso

(Tu amor el aire que en mi pecho faltaba) De: Canción Enferma

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Rubèn Vedovaldi

Santa Fe, Argentina

Canciòn alerta

Aasesino del piel roja / del vietnamita asesino asesino de los negros / del musulmán asesino.

Su Embajada, sus aviones, satélites, submarinos. Los asesinos del mundo siempre inventando enemigos.

No juguemos en el bosque que ya viene el asesino.

Metodista de la muerte; demócrata de la guerra; el cuello habrá que torcerte mal hijo de una gran perra.

Asesino, asesino, viene por mi el asesino

Miente cuando dice Dios, miente donde dice amigo. Nunca tuvo otro negocio que la muerte el asesino.

Asesino, asesino;

Baje con su bomba atómica, sus películas de tiros, su televisión basura o su ladrón sin destino.

nunca va a fumar la pipa de la paz el asesino.

Si llega con bombardero, con tarjeta o portafolio, si baja a robar el agua o vuela a saquear petróleo, no mira leyes ni fuero; ya lo sabe el mundo entero. Todos gritan: ¡ASESINO!

No preguntes por quién doblan las campanas, argentino. Viene por mi el asesino. Viene por ti Rigoberto Rodríguez Entenza

Cuba

Memorial (Homenaje a Gastón Baquero)

En el paño verde, donde las delicias pastan guardo también el secreto de la lluvia memorial. He dejado atrás mis alientos y predilecciones. He dejado atrás los muros, los anchos muros de piedra antigua. Atrás las rejas, las ventanas y sus preguntas afiladas bajo los aleros de madera. Saltan mis ojos como si murmurasen todo el tiempo prefigurado en las palabras escritas en la arena por un inocente. Son hechos simples juegos ingenuos que viajan de un lado a otro cerrando los días y gastando la virginidad en el equilibrio asentado del silencio. Así es el mundo, decimos todos y entramos con la paciencia de un Dios. Yo no soy más ni menos. Como el otro, llevo niños y difuntos prendidos en la memoria. Puedo contar la blancura de un alma y una casa. Fueron sacadas como un pez de su música. Eso atestigua mis horas. Eso es un eslabón terco repitiendo su sino. No quiero ya escapar de estas piedras. No. Mi nombre es una calle más. Cruza el cielo íntimo y soy testigo de su silencio.

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Patricia Pèrez Madrid

Chile

Gaza

El tanque derriba casas destruidas. Una piedra va por el aire.

Humberto Costantini Argentina, 1924-1987

Ellos

Son tan bien, tan irónicos, tan finamente sabios, que uno es un hotentote, un perdonable bruto innoblemente vivo todavía.

Ellos esperan, ellos miran y esperan, sencillamente esperan.

Tienen un aire dulce de bohemia, un no sé qué elegante, una sonrisa tía (una vez escribieron doce versos pero bah quién se acuerda), un gesto roberteilor para ciertos asuntos, te toleran.

(Te toleran creer, desgañitarte, andar despellejado por el mundo, te toleran hundirte hasta el no entiendo, hasta el no puedo más, o hasta las lágrimas. Te toleran nacerte una mañana, y asombrarte y reirte como loco y seguirte y seguir y adónde está esa vida y vengan cartas. Te toleran tu angina, tus horarios, tus deudas, tu vino peligroso en ciertas noches, tus camisas, tus ganas. Te toleran morir cuarenta veces, te toleran salir y enamorarte, te toleran vivir loco de vida.)

Claro, tienen paciencia, tienden redes, dicen como diciendo todavía, te ofrecen su fraterno aburrimiento, te ofrecen lindos nichos, te convidan.

A veces se insinúan sonrientes como putas, tiran viejas carnadas, te dicen que los otros, que fulano, es así que vos en cambio...

Luego esperan, te sonríen y esperan, sencillamente esperan.

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Yo no les tengo lástima, quisiera verlos chisporrotear en el infierno, dando vuelta el manubrio de sus nadas, bebiéndose sus muertes venenosas como un aperitivo.

Pedro Xavier Solìs Cuadra

Nicaragua

El mundo

El mundo es como un fuego aventado en día de estío nos somete a criba cual semilla al viento, brizna apenas.

La intensidad de la tiniebla oculta la maravilla diaria, nos sume en la cotidiana tarea en que cesa el asombro.

Embarazado con negocios del siglo - como un ánfora, rebosante y quebradizo - ¿Cómo me apeo de las lozanías del mundo?

Perseguimos como veletas la vía del regocijo (“El Pelele” de Goya no se apercibe de su situación invertebrada) ¿Cómo rompes el molde de tus apetencias?

Ya se ve lejana la orilla de la infancia. todo es befa, breñal de ruidos, que adentra el silencio frío de la lápida.

Señor, a cada día le basta su pena: acepta hoy este corazón contrito de mundo.

Victor Hugo Arévalo Jordán

Cochabamba, Bolivia

Descienden airosos los sembradores

Descienden airosos los sembradores En tatuajes de claveles yertos Quienes otrora conmigo se congojaron

Vinieron los sembradores de cantos En tatuajes de ríos con ojos áureos Que otrora conmigo se congojaron

Vinieron sembradores de cantos En tatuajes de ríos con ojos áureos Quienes otrora conmigo se congojaron.

Vinieron los sembradores de trigo y besos Con guitarras viudas y lloronas Que otrora se congojaron conmigo.

Pero esta vez Ya no se congojaron. Ay del silencio, el silencio...

Alejandro Schmidt

Villa Marìa- Còrdoba- Argentina Los que se van temprano a María Teresa Andruetto

Como quien deja la silla por un rato abre la puerta que ya nadie cierra

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y contemplamos allí de su alma el apodo

así los que se van temprano nos ofenden en no sabemos qué

como quien trajera el olvido de nosotros y regresara de a ratos para siempre. Walter Mondragón

Colombia Dora y su amiga

Ellas hablan como todas las mujeres del mundo...hablan! Dora la espera de mañana y cuando se demora... se pregunta en voz alta -qué le habrá pasado- y se imagina cosas (pasan tantas, en esta ciudad violenta, que no es raro imaginarse las más malas) Pero, como por telepatía, pronto se escuchan sus toques en la puerta. Ella le tiene algún cariñito; incluso desayuno, en la cocina Así, entre sorbos, acuden las palabras discurren como ríos que se funden; es como si viajaran en la espuma, como si de repente, desplegaran alas mientras Dora hace oficio y la otra le ayuda ¡Qué hermosura! Hablan de ayer de hoy y de mañana; del tiempo y el espacio de las matas, los hijos, las amigas de los sueños de otros y del mundo; son ambas amas de casa viejas, solas, devotas, jubiladas ¡Con hijos y sin hijos! Pero, se tienen a sí mismas y hablan: no sé de dónde sacan tema para hablar horas, a diario pero no se repiten; maestras de la prosa cotidiana no saben, sin embargo, que dominan el arte, sin igual, de la palabra . Graciela Briceño

Perú Mañana

Mañana caerá tu huella sobre la ola núbil,

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será una germinación estelar bajo el asombro de los pájaros

Mañana anudaremos juntos el crepúsculos de las hojas los altos campanarios derramarán sus voces de miel y habrá fiesta en el viento de todos los pueblos. Matilde Casazola Sucre, Bolivia, 1942

Los Oscuros

La fruta estaba hecha para que la gustáramos, para olerla y gozar su lozanía. Pero nosotros no podíamos comprarla.

El sol estaba hecho para amar nuestra piel, estremecer la vida de todo nuestro cuerpo. Pero a nuestra guarida el sol no entraba.

El pan de cada día, en fin, estaba hecho para hablarnos todas las mañanas de campos fecundados. Pero nosotros sólo comíamos mendrugos duros y agrios.

También había música y otras cosas dulces, pero habitaban en el aire alto, y nosotros sólo captábamos sus ecos.

Nos debatíamos en la cueva obscura en el cuartucho húmedo donde la única verdad es la miseria.

Entonces, no aprendimos el himno de alabanza, y la sonrisa en nuestros labios era una flor enferma.

Dicen que Dios hizo a los hombres iguales y semejantes a El en armonía y belleza. ¿Cómo es, entonces, que ahora formemos este vértice inmundo del que huyen todas las miradas y contra el que se vuelven bruscamente las espaldas?

- Hablo por boca del hombre que se arrastra por húmedos rincones de morada siniestra. Dice que también de él era la tierra –

¿Quién hurtóme el rojo clavel llamarada impetuosa, quién bloqueó mis salidas, quién me esperaba aún antes que pensara nacer, con la triste cadena?

No estuvo equilibrada en mi balanza la desdicha con la bienaventuranza.

Te regalo de antemano mis huesos para que hagas con ellos trémulas flautas que canten elegías

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mientras a blanca mesa se sientan prósperas familias,

y hay sol, hay pan, hay fruta. Pero llora, es verdad, en todo el aire trémula flauta su llanto innumerable.

José Antonio Cedrón

Argentina

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El vecino Domingo ha desollado un cerdo adentro de su cuarto. La sangre salpicó el marco de la puerta. Unas gotas quedaron suspendidas en el mosquitero hasta que se secaron con el viento. Comimos sobre el piso quebrado por la higuera después las mujeres lavaron en voz baja y los hombres durmieron vestidos a la sombra. La escoba silenciosa le disputa el rumor a los canarios. Debe ser Carmencita pensando en otras cosas.

Federico Dìaz Granados

Bogotá, Colombia- 1974 Hospedaje de paso

Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida. No he sabido cuando salen, cuando entran, en qué estación desconocida descansan sus miserias. Las mujeres han salido de este cuerpo a los portazos quejándose de mi tristeza, en algunas temporadas se han quejado de humedad de mucho frío, de algún extraño moho en la alacena.

Se marchan siempre sin pagar los inquilinos de mi vida y el patio queda nuevamente solo en este hotel de paso donde siempre es de noche tomado de Revista Confabulacion

Oriòn de Panthoseas

España

De Dios o el agua dulce

…y dijimos: “ahora, que hay pobreza, apropiémonos del agua”; … pero si no das tu amor, si no das de tu dios, - el agua, la vida - ¿ de qué vivirás, compañero, de qué mortal ficción o ensueño ? dime ¿ de qué, de qué podrás vivir… ? Javier Mederos Zuaznábar Colón, Matanzas 1971

Hijo del agua I

Hijo del agua, pon tu cabeza con la misma frialdad que convoca. Guardo todos los peces y una brisa para tenerte. Hijo del agua, besa esta arena turbia,

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descubre que ha sido mi sombra la encrucijada entre la muerte y la muerte de estas ansias de acariciarte, lejos como el agua que soy, como el pecho que duela, como los amigos que traicionan, como tú, como soy para empaparte del milagro.

Mira, aquí están las conchas que has de envolver en tu nariz chata y en la oblicuidad de tus ojos. Detén esta furia sólo deja que la espuma vuelva a ser tan blanca como ayer, si es posible, hijo del agua; no te sumejas.

Felipe Granados

Costa Rica

Kind of Blue Miles Davis

Estas palabras se escriben sin afecto. Deberían ser más fuertes pero también más tristes. Estas palabras están llenas de erratas, se rompen por el lado más largo de la página. No sirven para adormecer a ningún niño, no sirven para hacer caer algún amante joven. Estas palabras van huérfanas de dios porque fueron escritas para nadie.

Pero las digo con los puños y los dientes apretados.

Rosina Valcarcel

Lima, Perù

Violeta Sonríes en el daguerrotipo que congeló tu imagen.

Thelma Nava.

Para vivir tuvo que resistir Toda su existencia. ¿Quién le arrancó el pan de los labios? Para vivir tuvo que ser mujer-musa Y compartir apenas íntimos lenguajes en el hogar de México. El temor y el coraje de vivir y morir La vida tan ardua y tan simple La muerte frágil abre el último capullo. Leve y bella se ilumina La foto sepia que escarchó su perfil. No se ha caído su corazón a pesar del tiempo y la adversidad Es testiga impar de cómo hemos mudado de aires, cuerpos Amistades, colegios, romances y Partidos. El arco obsidiana de sus bordes se siente como el de Frida Y las cejas parecen escribir designios que sus ojos no dejan ver Lo que Violeta insinúa en esa faz gitana de angular rasgo Es el fuego ese segundo extasiado para la inmortalidad ¿Gloria o alucinación? Mañana lo sabrás, madre mía.

Josè Emilio Tallarico

Argentina Hay piedras por delante

Hay piedras por delante. Tengo papel donde escribir te amo/ no te amo con especial caligrafía

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acompañado por la ancha luminosidad del aire. Sentado sobre una de estas rocas te amo/ no te amo decretaría lo fugaz dado que al papel le es lícito volar muy lejos y que alguien lo vea. La gama del te amo al no te amo superaría viento y paisaje en la conciencia lectora que este yo ni siquiera imagina. Sin embargo yo quise estas piedras y también el papel donde escribir te amo/ no te amo

con ingenuidad ante el hermoso día ante todo el espacio iluminado que pude abarcar con la mirada y adivinar destellos ojos emociones más allá de las piedras. Escribo inclinado hacia la luz charcos encandilados lo confirman. Te amo/ no te amo digo y el mundo resiste. Renè Coyra

Banes, Holguín, Cuba -1970 Habitación alquilada:

me canso de vivir bajo trastos tan viejos. el mes acaba y debo pagar el entrante. la dueña vigila como el testaferro las paredes lechosas y agrias. la ventana no funciona gotea la pluma siempre el fisgón me ha visto fornicar desde el maltrecho pomo de la puerta. somos estas miserias y otras menos humanas. palma de mi mano que no puede leerse ni herirme. luz matinal que no te despierta, sonido de la mañana que no es sonido es sub-sonido, sordina. En la ciudadela los vecinos pronuncian palabras sencillas que perturban el sueño, distancias, atributos que se utilizan para vivir y cuestan tanto dinero que nos conducen a la miseria, discrepancias entre esta y aquella persona.

fuegos de artificio contra el fondo del cielo anuncian el carnaval. hombres que marchan hacia el trabajo y disimulan no creer en nada y buscan lo mismo que yo, sin creerse poetas ni hombres cívicos y el trabajo no les satisface y el verano y del cielo el mismo color: oscura perdiz que cruza la tarde y estaba en un poema de Heredia y en éste el instinto por la soledad. hojas secas donde la lluvia medra. libros viejos amontonados cerca de la colchoneta donde duermo, en el suelo frío o ardiente en dependencia de la estación del año, ojos míos que no saben ya mirar. vigilia dinero / navajas / pedazos / rotos de papel que son el poema, el principio y el fin del poema, el suceso eterno del poema. esquirlas de madera dejándonos ver toda la miseria. tendida mi alma en el cordel junto a la ropa mal lavada, vaho de mi alma.

no hagamos ruidos con nuestra inclemencia. la noche en la mohosa luna la sangre de sus gatos bebiendo de mis entrañas no dejan disfrutar los fuegos de artificio.

Washington Benavides Tacuarembó, Uruguay -1930

Drummond

Desde el sobre me habló Drummond de Andrade. (En pleno regimen vivìa el insilio). Admiró mi “Hokusai”, sin vaguedades,

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reconciliándome con ese idilio

tumultuoso del hombre y su palabra. En la cantiga con su limonero lo recordaba. Con laudo sincero, en este mundo sin abracadabra...

Con su “Boitempo” con su “Favelario” fuímos Drummond de Andrade al traducirlo. Y el buey se volvió un galgo extraordinario...

Un cablegrama deletreó su muerte. Pese a la dictadura, cantó un mirlo, y cantará por él, con canto fuerte...

(W.B. Rememora al gran poeta de Itabira. Recuerda sus cartitas afectuosas y certeras al uruguayo cercado

por la dictadura en su tierra. 2008. Montevideo)- fuente: http://www.cronopios.com.br

Mario Jaime

Desde los acantilados de Esqualus

El progreso, amigos

La ruina de las abejas, Los pájaros sin nido, La clorofila ahogada por asfalto Una madriguera del correcaminos vuelta departamento y lencería Delfines asfixiados con bolsas de gran supermercado Niños sellados desde el nacimiento para ser limpia baños del hotel

Muros que se levantan furiosos y no hay hierba más para el venado

el grito del árbol no penetra el tímpano de obreros

luego el hijo del obrero no será escuchado por el tímpano del Gran Banco Mundial

playas tapizadas con alfombras de moneda un cigarro entre la danza de la anémona y su programita de las nueve con actores amasados con el sílice

aquí nada de orcas, ni coyotes, ni atardeceres besa oleajes aquí los quince pisos, el spa, las ampolletas

aquí no queremos, amigos, el polvo del desierto ni la suciedad de los mosquitos queremos fábricas de sushi, tienditas de anglicismos y oxígeno para las morenas que desean venderse como rubias

El progreso, amigos

El progreso

María Belén Duet

Resistencia, Chaco, Argentina

Cuerpo Deshabitado

Un hilo de luz que voy deshilachando En mi país de sombras Me devuelve a la boca mendiga Del amante Desafiando la locura Ovillada en mi cintura Envuelta en el aliento de la mañana Como inaugurando El principio sobre el que he de partir Sonriendo porque sí En el desparpajo de este cuerpo ausente En que habito

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Alfredo Lavergne

Valparaíso, Chile, 1951

El retorno del émigré

Je me souviens beaucoup de sus rues, de los restaurantes, de los bares de Montreal, de la capital de la poésie…Trois Rivières, de los levres poéticos de sus escaliers, del poeta que dijo: “La libertad es una estatua detrás del Titanic”, del piano solidaire de Marie Claire Seguin, de las letras de Paul Piché, del Metro Roussemont, de unas cervezas en Québec, de los couscous de la calle Mont Royal, del desaparecido Lézard, de los vernisages de la revue Estuaire en Terrasses Saint-Sulpice, de los poetas de La presence d´une autre Amerique, et de mon amigo Claude Beausoleil enamorado de un poème esquivo.

No recuerdo si había neige y non plus si hacia froid.

Je me souviens de la Gran Avenida de Louise Desjardins, de las metáforas de Jean Marc Desgent, del emigrante Gérard Godin, que j´ai bien aimé leer Alfred Desrochers, de un curso de Noel Audet, de la Sombra Amarilla de Yolanda Villemaire, de los haiku de Jean Royer, de los disfraces de Francois Charron, de la sagesse de Anne Hébert, de los cuentos de Jacques Ferron, de los vers crípticos de Nicole Brossard, de la antología de Pierre Nepveu, de la elegancia de André Roy, de Les nuits armées de Chamberland, del vaisseau de oro de Nelligan, de ese pays que nos regala lirios populaires, de ma Sylvie caminando por Avenida Du-parc coin Bernard

Et poco a peux, comienzo a oublier el xyz de mon fragnol. Tilo Wenner

General Galarza, Entre Ríos, 1931 -1976 -secuestrado por la policía de Escobar. Continùa desaparecido

el pie del vacío

Donde la vida y la muerte cruzan sus límites se descuelgan las pieles feroces de un deseo interminable se tropieza con toda rapidez

están rotas las medidas eficaces

armado de lo hondo a la burbuja del vientre asoma y rompe el vacío de su presencia dejada por la tenaz ausencia del probable visitante

¡tan a deshora se conmueve el corazón del amante y de su amante! Jacques Viau

Haiti, 1942- 1962

Nada permanece tanto como el llanto

I

¿En qué preciso momento se separo la vida de nosotros?, ..... ¿en qué lugar, en qué recodo del camino? ¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor ..... para decimos adiós? Nada ha sido tan duro como permanecer de .....rodillas. Nada ha dolido tanto a nuestro corazón como colgar de nuestros labios la palabra .....de amargura. ¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos ..... de abrigo? ¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento .....para romper nuestras venas y saborear nuestra sangre?

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Caminar, ¿hacia dónde?, ¿con qué motivo? Andar con el corazón atado, llagadas las espaldas donde la noche se acumula, ¿para qué?, ¿hacia dónde? ¿Qué ha sido de nosotros? Hemos recorrido largos caminos. Hemos sembrado nuestra angustia en el lugar más profundo de nuestro corazón. ¡Nos duele la misericordia de algunos hombres! Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende? Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea? Todo ha sido arrastrado por las rigolas. No supimos dialogar con el viento y partir, sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima ..... la partida. Nos depositamos sobre nuestra sangre sin acordamos de que en otros corazones el mismo ..... líquido ardía o se derramaba combatido y combatiendo. ¿Qué silencios nos quedan por recorrer? ¿Qué senderos aguardan nuestro paso? Cualquier camino nos inspira la misma angustia, el mismo temor por la vida. Nos mutilamos al recogernos en nosotros, nos hicimos menos humanidad. Y ahora, solos, combatidos, comprendemos que el hombre que somos es porque otros han sido.

Roberto Reséndiz Carmona

Zamora, Michoacán, México Nuevo mundo

Más tarde podremos encontrarnos en el mismo sitio ver como si nadie nos viera sentir como si esta fuera la última vez que nos tatuaremos a la muerte.

La tarde seguirá siendo una hélice que corte los segundos y será estúpido pensar que un día nos vimos diferente olvidar la enajenante tristeza de las cosas el absurdo serpentear de los sentidos.

Más tarde un beso hará que seamos dos tristes caracoles papel en un estanque un abanico tornasol en el desierto. De: Tal vez seremos inmortales, Colombia, 2008

Maria Thereza Noronha

Rio de Janeiro, Brasil Imponderável

De onde tira a poesia sua lâmpada? Onde lapida a pedra em que germina o caroço da amêndoa, a casca fina de cerejas colhidas numa estampa?

Como se torna o ímpeto na lânguida maçã a se ofertar em purpurina e seda, aos olhos presos na retina desatados em asas de lavanda?

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Como nasce do pântano a serena flor, da náusea o canto, do ódio a pena e da lâmina o corte sem vestígio

de sangue? E a rosa incerta na mandala faz-se nítida à mão que a despetala ou é a mão que a inventa, num prodígio? Do livro Poesia em três tempo

Mario Meléndez

Chile (...)

"Yo muevo mis pies entonces como dos viejos remos mi corazón es un océano de rostros y de manos y yo entro en él sin darme cuenta con mi equipaje de arena aferrado al timón del viento a la proa de los años donde una voz que no es mi voz eleva el ancla de este pequeño barco que se aleja con mi infancia a bordo

Paul Valery

Francia-1871- 1945

El cementerio marino

I Este techo tranquilo, donde pasean palomas, entre los pinos palpita, entre las tumbas;

Ahí mediodía el justo compone fuegos ¡El mar, el mar, siempre renovado! ¡Oh recompensa después de un pensamiento una larga mirada sobre la calma de los dioses!

Juana de Ibarbourou

Uruguay, 1892- 1979

Silencio

Mi casa tan lejos del mar. Mi vida tan lenta y cansada. !Quién me diera tenderme a soñar Una noche de luna en la playa! Morder musgos rojizos y ácidos Y tener por fresquísima almohada Un montón de esos curvos guijarros Que ha pulido la sal de las aguas. Dar el cuerpo a los vientos sin nombre Bajo el arco del cielo profundo Y ser toda una noche, silencio, En el hueco ruidoso del mundo.

Isla Negra no se vende ni se compra ni se alquila, es publicación de poesía y literaturas. Isla Negra es territorio de amantes,

porque el amor es poesía. Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas.

Breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de Poesía.

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