introduccin a los estudios universitarios · 2009. 3. 30. · de elaborar una respuesta a la...

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Presentación El presente cuadernillo de cátedra no tiene otra pretensión que la de brindar a los alumnos aquellos contenidos conceptuales necesarios para emprender sus estudios universitarios junto con algunas estrategias para su abordaje. Un curso de ingreso a una universidad no puede dejar de incluir entre los temas a tratar una reflexión acerca del conocimiento en general y el conocimiento científico en particular. Desde esta perspectiva, deberemos desarrollar en este volumen algunos conceptos centrales de la teoría del conocimiento y algunos rudimentos básicos de la lógica formal. Su tratamiento nos posibilitará una debida sistematización del saber, a la vez que promoverá la adquisición de una serie de conocimientos conceptuales e instrumentales fundamentales para la comprensión y producción intelectual dentro del ámbito académico. Será fundamental, también, plantear una reflexión sobre la ciencia y la tecnología, sus condiciones de posibilidad en la sociedad actual, los valores presentes en las prácticas, el tipo de racionalidad involucrada, el carácter ideológico del conocimiento, las políticas científico-tecnológicas puestas en marcha para su implementación y sus consecuencias prácticas. La idea es que podamos corrernos del sentido común y reflexionar acerca de la ciencia y la tecnología, cuya cercanía y naturalización a menudo impide ver que detrás de estas actividades, se encuentran problemas de diversa índole: económicos, políticos, éticos, ecológicos, etc. Este cuadernillo incluye una guía de trabajos prácticos cuya finalidad es, además de permitir que el alumno pueda realizar una auto evaluación de su aprendizaje, promover una reflexión sobre algunas de las problemáticas centrales que trataremos y aportar una herramienta que ayude al estudiante a aprender a aprender. No podemos concluir esta presentación sin antes realizar una breve reflexión final. El ingreso a la universidad pública no sólo implica una mayor responsabilidad para con el estudio de los contenidos académicos y un esfuerzo fenomenal, de parte de los alumnos, para cumplir con las materias y sus respectivas instancias de evaluación; también, demanda un fuerte 1

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  • Presentación

    El presente cuadernillo de cátedra no tiene otra pretensión que la de

    brindar a los alumnos aquellos contenidos conceptuales necesarios para

    emprender sus estudios universitarios junto con algunas estrategias para su

    abordaje.

    Un curso de ingreso a una universidad no puede dejar de incluir entre los

    temas a tratar una reflexión acerca del conocimiento en general y el

    conocimiento científico en particular. Desde esta perspectiva, deberemos

    desarrollar en este volumen algunos conceptos centrales de la teoría del

    conocimiento y algunos rudimentos básicos de la lógica formal. Su tratamiento

    nos posibilitará una debida sistematización del saber, a la vez que promoverá

    la adquisición de una serie de conocimientos conceptuales e instrumentales

    fundamentales para la comprensión y producción intelectual dentro del ámbito

    académico.

    Será fundamental, también, plantear una reflexión sobre la ciencia y la

    tecnología, sus condiciones de posibilidad en la sociedad actual, los valores

    presentes en las prácticas, el tipo de racionalidad involucrada, el carácter

    ideológico del conocimiento, las políticas científico-tecnológicas puestas en

    marcha para su implementación y sus consecuencias prácticas. La idea es que

    podamos corrernos del sentido común y reflexionar acerca de la ciencia y la

    tecnología, cuya cercanía y naturalización a menudo impide ver que detrás de

    estas actividades, se encuentran problemas de diversa índole: económicos,

    políticos, éticos, ecológicos, etc.

    Este cuadernillo incluye una guía de trabajos prácticos cuya finalidad es,

    además de permitir que el alumno pueda realizar una auto evaluación de su

    aprendizaje, promover una reflexión sobre algunas de las problemáticas

    centrales que trataremos y aportar una herramienta que ayude al estudiante a

    aprender a aprender.

    No podemos concluir esta presentación sin antes realizar una breve

    reflexión final. El ingreso a la universidad pública no sólo implica una mayor

    responsabilidad para con el estudio de los contenidos académicos y un

    esfuerzo fenomenal, de parte de los alumnos, para cumplir con las materias y

    sus respectivas instancias de evaluación; también, demanda un fuerte

    1

  • compromiso por la transformación y mejora de la sociedad en que vivimos. La

    universidad es una institución a la que asistimos para enseñar, aprender,

    investigar. Dichas prácticas no darían frutos si sus resultados sólo fueran a

    engrosar el estatus de unos pocos elegidos. En este sentido, estudiantes y

    profesores tenemos, desde el ingreso mismo a la institución, una doble

    responsabilidad: para con el saber y el progreso científico-tecnológico y

    fundamentalmente, para con nuestros semejantes y la mejora de sus

    condiciones de existencia.

    Lic. José Antonio Gómez Di Vincenzo

    2

  • 1- El conocimiento. Los distintos tipos de conocimiento.

    Antes de abordar el estudio del conocimiento científico, vamos a hacer

    referencia al conocimiento en general sin distinguir si se trata de conocimiento

    científico o de sentido común.

    El problema de cómo es posible el conocimiento, su naturaleza y alcance,

    es tratado por la teoría del conocimiento o gnoseología.1 Se trata de un

    problema filosófico de larga data que implica un significativo número de

    cuestiones relacionadas entre sí a resolver. Dicho problema fue abordado por

    distintas tradiciones o escuelas del pensamiento a lo largo de la historia.

    La gnoseología tiene por objeto el valor del conocimiento. Este valor del

    mismo implica dos aspectos: la verdad y la certeza. La verdad es la adecuación

    entre el enunciado o proposición y lo que es. De esta manera, si por ejemplo

    decimos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la Capital de Argentina

    estamos utilizando una proposición verdadera. Por su parte, la certeza da

    cuenta de un estado subjetivo del espíritu que está seguro y cree que una

    proposición es verdadera. Desde esta perspectiva, puede haber certeza sin

    verdad como, por ejemplo, cuando un sujeto sostiene firmemente un error por

    ignorancia o por la influencia de determinadas concepciones alternativas o

    representaciones sociales. Un ejemplo extraído de la historia de las ciencias da

    cuenta de aquella difundida creencia de que la tierra permanece inmóvil en el

    centro del universo en la Europa feudal y la antigüedad. Uno más actual, la

    creencia en la existencia de naves extraterrestres. También, puede haber

    verdad sin certeza cuando, por ejemplo, sostenemos que la temperatura de

    fusión del agua destilada es de 0º C en CNPT.

    La gnoseología, en síntesis, trata de resolver tres cuestiones relacionadas

    con el problema del conocimiento:

    • La posibilidad del conocimiento.

    • Las actividades cognitivas que posibilitan la formación de conceptos.

    • La naturaleza y alcance del conocimiento.

    1 En rigor, en los países de habla hispana, solemos utilizar teoría del conocimiento para referirnos al estudio sobre el conocimiento siendo gnoseología un nombre cada vez menos utilizado.

    3

  • La respuesta a cada una de estas cuestiones implica distintos puntos de

    vista:

    Si se sostiene que podemos alcanzar la verdad y que en ciertos casos, lo

    conseguimos con certeza se es dogmático. En cambio, se es escéptico si se

    pone en duda la posibilidad del ser humano de construir conocimiento

    verdadero o cierto. 2

    En cuanto al problema relacionado con las actividades cognitivas o el

    modo en que se forman las ideas o conceptos, existen dos extremos al tratar

    de elaborar una respuesta a la cuestión: el empirismo y el racionalismo.

    Contamos, también, con dos posiciones intermedias entre ambos: el apriorismo

    y el intelectualismo. Básicamente, el empirismo sostiene que el conocimiento

    surge de la experiencia y la percepción sensorial y el racionalismo que el

    mismo surge a partir de la razón. Veremos más adelante en detalle las

    principales características de estas dos tradiciones.

    En relación a la naturaleza y alcance del conocimiento, existen dos

    posturas contrapuestas: el idealismo y el realismo. El idealismo sostiene que

    todo ente se da en el interior del conocimiento y que no pueden conocerse las

    cosas en sí. Así, por ejemplo, la idea de mesa posee existencia propia

    independientemente de las mesas en particular. Por su parte, el realismo

    afirma que todo objeto percibido por los sentidos tiene una existencia

    independiente del propio ser percibido y que esos entes reales existentes en sí

    pueden ser conocidos. En la Edad Media, los nominalistas negaban la

    existencia de los universales y sostenían que dichos universales eran sólo

    nombres en común que utilizábamos para poder comunicarnos y entendernos.

    Su influencia fue muy importante para la filosofía de la ciencia posterior.

    En la Filosofía Clásica, el problema del conocimiento fue tratado en el

    Teeteto y La República por Platón y por Aristóteles, en varios de sus trabajos.

    2 En rigor, en la gnoseología, tenemos otras corrientes que se agregarían al dogmatismo y al escepticismo. Por ejemplo, existe una tradición filosófica intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo: el criticismo. Desde el mismo, se admite la posibilidad de conocer la verdad pero sin que esta verdad sea definitiva. La verdad siempre puede ser criticable. Otra corriente filosófica, el relativismo, niega la existencia de una verdad absoluta y sostiene que existe la posibilidad de que cada sujeto posea una verdad que le es propia. A diferencia del relativismo, el perspectivismo sostiene la existencia de una verdad absoluta pero al mismo tiempo, niega que podamos alcanzarla en su totalidad. Por otra parte, desde el constructivismo se sostiene que la realidad es inventada por el sujeto.

    4

  • Con la modernidad, el problema adquiere una fuerza y características

    especiales. El idealismo filosófico suele presentarse aquí de dos formas: una

    gnoseológica y otra metafísica. El idealismo suele tomar como punto de partida

    para emprender la reflexión filosófica al sujeto o la conciencia. El sujeto es un

    sujeto ideador y representativo que construye el conocimiento del mundo a

    partir de la reflexión y no de las cosas que están en el mundo exterior. En

    líneas generales, el idealismo moderno concuerda con el racionalismo. En

    contraposición al idealismo, el materialismo parte de considerar como la

    realidad a los cuerpos materiales y pensar que la materia es el fundamento de

    toda realidad y causa de toda transformación. Ambas posturas filosóficas

    intervendrán ocupando un lugar central en las reflexiones modernas acerca de

    lo social las cuales, asumirán distintas formas ya sea como racionalismo,

    empirismo o en términos más generales, como la ilustración.

    El iluminismo o ilustración influye notablemente en el pensamiento del s

    XVIII. Desde esta perspectiva, distintos autores sostendrán la importancia y el

    poder de la razón en la construcción de conocimiento y en el ordenamiento o

    reorganización de la sociedad según los principios racionales. Para ordenar el

    mundo, la razón debe construir ideas generales válidas. La tradición iluminista

    se constituye sosteniendo el poder ilimitado de la razón para gobernar y

    ordenar el mundo de los hombres. El iluminismo no niega la historia pero en

    cierto sentido, ve al pasado como un conjunto de errores explicables a partir de

    la falta o el insuficiente uso de la razón. Desde esta perspectiva, el pasado no

    es necesario para la construcción de un futuro mejor. Aquí el pensamiento

    ilustrado se distingue de su antecedente escolástico y la preocupación filológica

    renacentista, cuya búsqueda de conocimiento se orientaba hacia el pasado y

    hacia el estudio de las escrituras sagradas. Hay en el pensamiento moderno de

    la ilustración una clara búsqueda de un futuro mejor basado en el progreso

    sustentado por el aporte de la razón. 3

    3 Horkheimer y Adorno llevan a cabo una crítica sagaz al pensamiento iluminista en “La dialéctica del Iluminismo”, trabajo que publican en 1944. En el primer capítulo desarrollan el concepto de iluminismo. En términos de Horkheimer y Adorno: “El programa del iluminismo consistía en liberar al mundo de la magia. Se proponía, mediante la ciencia, disolver los mitos y confutar la imaginación: Bacon, "el padre de la filosofía experimental", recoge ya los diversos temas. Desprecia a los partidarios de la tradición, quienes "primero creen que otros saben lo que ellos no saben; luego suponen saber ellos mismos lo que ellos no saben.”

    5

  • El iluminismo representó, a su vez, un antecedente importante y el origen

    de la Enciclopedia. Este movimiento filosófico asume una fuerte postura

    pedagógica, al sostener la importancia de promover la enseñanza y divulgación

    de los saberes de su época y de los principios republicanos, con el fin del

    desarrollo cultural y económico de la sociedad. Sus principales representantes

    son Denis Diderot (1713 – 1784) y Jean D’ Alembert (1717 – 1783) quienes

    conciben a la ciencia y la tecnología, junto a la razón, como las más

    importantes herramientas para el progreso de la sociedad y publican la famosa

    Enciclopedia en París, entre 1751 y 1772.

    La fuerte creencia por parte de los filósofos iluministas en el poder de la

    razón humana se plasma en la tradición racionalista. Es por este motivo que

    muchas veces, se confunde la tradición iluminista con el racionalismo. Si bien

    es cierto que el iluminismo proviene directamente del racionalismo del siglo

    XVII, también es cierto que, muchos iluministas también fueron empiristas.

    Es importante destacar que a lo largo de la modernidad, las distintas

    tradiciones filosóficas antepusieron el tratamiento del problema del

    conocimiento a todos los demás tratamientos, constituyéndose la gnoseología

    en una de las herramientas principales a partir de las cuales, construir los

    sistemas de pensamiento.

    El racionalismo va a chocar con el empirismo de Locke (1632 – 1704),

    Berkeley (1685 – 1753) y Hume (1711 – 1776) quienes sostienen que el

    conocimiento surge de lo dado, de la experiencia. Específicamente,

    racionalistas y empiristas se enfrentarán al considerar qué lugar ocupa el sujeto

    en el acto de conocer y cuáles son los alcances del conocimiento. Por lo

    general, suele contraponerse al racionalismo y al empirismo mostrándoselas

    como posturas antagónicas. Sin embargo, esto no es del todo así puesto que

    ambas tradiciones comparten muchos de los principios fundamentales de la

    modernidad. Una vez saldada la cuestión de qué lugar ocupa el sujeto en la

    construcción de conocimiento se pasa a tratar el tema del método y a analizar

    cómo se da la relación del sujeto con el mundo.

    El racionalismo postulara que el conocimiento surge de la razón y por la

    actividad subjetiva del hombre. Esta tradición de pensamiento se remonta a la

    6

  • obra de René Descartes (1596 – 1650) en el siglo XVII. 4 Sus máximos

    exponentes, junto a Descartes, fueron Baruch Spinoza (1632 - 1677) y G.

    Wilhelm Leibniz (1646 - 1716). Desde el racionalismo se sostenía que sólo por

    medio de la razón es posible el acceso a las verdades universales. Las

    verdades evidentes en sí o universales eran innatas y no accesibles por la vía

    de la experiencia empírica. Desde esta perspectiva, también la esencia

    humana es considerada como inmutable variando el modo de describirla según

    el autor: algunos sostendrán que el hombre es un ser racional, otros que es

    esencialmente un ser individualista que busca reconocimiento.

    La tradición empirista, por el contrario, sostenía que el conocimiento surge

    a partir de la experiencia sensible del sujeto cognoscente. Esta teoría del

    conocimiento surgida en Inglaterra en el siglo XVII, pone de relieve el rol de la

    experiencia en la construcción de conocimientos. Esta postura fue defendida

    por Francis Bacon (1561 – 1626) en su Novum Organum publicado en el año

    1620. 5

    El empirismo sostiene que si el conocimiento comienza por las ideas

    éstas, al contrario de lo que sostienen los racionalistas, no tienen su origen en

    la mente. Es la experiencia entendida como percepción de los objetos

    sensibles externos al sujeto y las operaciones mentales las que posibilitan la

    construcción de conocimiento. El empirismo niega la existencia de ideas

    4 Descartes es considerado por muchos el fundador de la filosofía moderna. En su famoso trabajo titulado “Discurso del método”, obra derivada de las “Meditaciones metafísicas” publicadas en 1641, plantea su interés por fundamentar el conocimiento mostrando un fuerte rechazo a las ideas recibidas o heredadas de la Escolástica. Es considerado también el filósofo de la duda puesto que desde su punto de vista, en la investigación, no debería aceptarse de lleno aquello de lo cual, se pudiera dudar racionalmente. Descartes nos propone dudar, no admitir nada que no sea absolutamente evidente. Pero la duda es en sí un ejercicio intelectual. Por lo tanto, el pensamiento aparece nítidamente y no puede dudarse de que uno piensa. Descartes planteará aquí su famoso “cogito ergo sum: pienso luego soy” o si pienso entonces, existo. Esto es en sí de lo único que el ser pensante no puede dudar. Este pensamiento pone al sujeto pensante como centro de toda construcción de conocimiento. Es a partir del sujeto, del ser pensante que se construye el resto de la investigación abriendo interrogantes concatenadamente. 5 Este destacado filósofo inglés notó el elevado status que había adquirido el razonamiento deductivo en su época y el peligro que significaba para la construcción de conocimiento el hecho de partir de premisas surgidas como resultado de la mera especulación. Es por esto que Bacon se propone rescatar la inducción como método para la ciencia sosteniendo el valor de la experiencia como punto de partida para la construcción de conocimiento científico. A la inducción por numeración de casos agregó la inducción por analogía. Los principios metodológicos aportados por Bacon en el Novum Organum fueron de suma importancia para el posterior desarrollo del empirismo. Allí Bacon exige el abandono de toda especulación o ideas preconcebidas, los ídola.

    7

  • innatas como las que pretende sostener el racionalismo; es decir, se opone

    tajantemente al innatismo: no existen ideas anteriores a los datos brindados por

    la experiencia. Si el conocimiento proviene de la experiencia, entonces todo

    conocimiento debe ser adquirido. La mente es como una tabla rasa que debe

    llenarse a partir de la experiencia y el aprendizaje. El sujeto es considerado un

    receptáculo en el cual, ingresan las ideas o sensaciones que constituyen la

    base de todo conocimiento. La experiencia sensible actúa, entonces, como

    límite del conocimiento. Puesto que la misma es limitada, también lo será la

    capacidad de construir conocimientos. Aquí el empirismo también marca una

    diferencia clara en relación a la tesis racionalista que sostiene que como el

    conocimiento surge a partir de la razón y siendo la misma utilizada en forma

    adecuada no tendría límites para la acumulación y profundización de saberes.

    Más allá de esta breve introducción histórica y conceptual a la

    problemática y puesto que un examen detallado de todos los tratamientos que

    la misma ha incluido e involucra actualmente exigiría mucho más espacio,

    veremos cuáles son los tipos de conocimiento y sus características.

    Conocimiento directo, práctico y proposicional

    Cuando decimos que conocemos el Bajo Belgrano lo que estamos

    diciendo es que estuvimos allí, que lo hemos visto. Lo mismo ocurre cuando

    decimos que conocemos a alguien. Conocemos a una persona porque nos la

    han presentado y hemos hablado con ella. En estos casos, llamamos a esta

    forma de conocimiento: conocimiento directo. Por otro lado, cuando decimos que sabemos escribir un resumen

    utilizando un procesador de texto o que podemos manejar una moto en duro, lo

    que estamos diciendo es que tenemos la habilidad para hacer estas tareas. Se

    trata de una forma de conocimiento relacionada con el saber cómo, con una

    habilidad. Podemos llamar a esta forma de conocimiento: conocimiento práctico o conocimiento de cierta habilidad.

    Ahora bien... Cuando decimos que sabemos que La Plata es la capital de

    la Provincia de Buenos Aires o cuando sostenemos que la Revolución de Mayo

    se dio en 1810, hacemos referencia a un saber que. Esta forma de

    conocimiento se denomina conocimiento proposicional. En estas

    8

  • afirmaciones de tipo “yo sé que ...”, el texto que sigue al “que” es una

    proposición.

    Una proposición es cualquier expresión que transmita una información y

    pueda ser clasificada como verdadera o como falsa. Por ejemplo: Buenos Aires

    es una provincia de Argentina.

    Vemos, entonces, que podemos establecer una clasificación del

    conocimiento partiendo de la distinción entre el saber cómo, saber qué y el

    saber como experiencia directa.

    directo

    conocimiento

    práctico

    proposicional

    2- El conocimiento proposicional Lo primero que diremos aquí es que el conocimiento proposicional es la

    forma más importante de conocimiento y que influyó mucho en la construcción

    de conocimiento para el desarrollo del ser humano.

    Si bien el conocimiento científico se vale tanto del conocimiento directo

    como del saber hacer, no sería tal sin el conocimiento proposicional.

    Condiciones para el conocimiento proposicional

    Para que una persona tenga conocimiento proposicional deben darse tres

    condiciones: creencia, verdad y prueba. Veamos qué significa cada una de

    ellas.

    La persona tiene que estar convencida y creer que la proposición es

    verdadera; es decir que describa o brinde información sobre un hecho real.

    Además, debe probar firmemente que la proposición es verdadera; es decir,

    que haya los suficientes elementos de juicio a su favor, que tenga buenas

    razones.

    9

  • Ahora bien... Surgen algunas cuestiones que es preciso aclarar.

    El verbo creer puede ser utilizado coloquialmente en muchos sentidos.

    Cuando establecemos la condición de creencia para las proposiciones no nos

    referimos al creer en el sentido metafísico como expresión de duda. También

    debemos tener en cuenta que se puede creer en algo falso durante mucho

    tiempo. Por ejemplo: los antiguos creían que la Tierra era plana.

    En cuanto a la prueba, podemos formular la siguiente pregunta: ¿Cuándo

    tenemos buenas razones? ¿Qué característica deben tener las pruebas? Este

    es un problema muy complejo que fue tratado desde distintas perspectivas por

    la Filosofía de las Ciencias. No nos extenderemos aquí demasiado en ello

    porque excederíamos los límites que nos hemos propuesto para este curso. Sin

    embargo, es interesante plantear el problema de los conocimientos empíricos o

    basados en la experiencia. La mayoría de nuestro conocimiento se basa en el

    mundo real, en la experiencia. No obstante, son conocimientos para los cuales,

    no es posible obtener pruebas concluyentes. Por ejemplo: cuando jugamos a los dados no podemos probar, con un cien por cien de efectividad, cuál va a ser

    el número que saldrá en la tirada. Esto sucede porque el azar o la casualidad

    juegan un papel importante en esta clase de hechos. Parece como que se

    puede estar convencido de la verdad de las proposiciones en determinadas

    condiciones como, por ejemplo, en el caso de la proposición “hay un cuaderno

    sobre mi banco” pero el tema se vuelve más complejo para enunciados del tipo

    “todos los cuervos son negros”. Decimos entonces, que el conocimiento

    empírico es falible. Más adelante, veremos en detalle por qué se da esta

    falibilidad.

    El problema empírico lleva a la siguiente distinción:

    • Conocimiento en sentido fuerte. Cuando se tienen razones concluyentes.

    • Conocimiento en sentido débil. Cuando se tienen buenas razones pero no concluyentes.

    El conocimiento empírico es un conocimiento en sentido débil y en este

    sentido la certeza constituye una pretensión inalcanzable.

    10

  • 3- El concepto de verdad

    Una proposición es verdadera si describe un estado de cosas real y es

    falsa si describe un estado de cosas posible pero no real.

    Veamos un ejemplo: la camiseta de Defensores de Belgrano es verde y

    blanca. Podría serlo pero en verdad, si uno va a la cancha a ver un partido

    comprueba que es roja y negra.

    Los filósofos griegos se ocuparon de la verdad como propiedad de ciertos

    enunciados de los cuales, se dice que son verdaderos. Aunque antes de

    Aristóteles, ya se había concebido la verdad como propiedad de ciertos

    enunciados, la más conocida fórmula sobre el tema fue propuesta por el

    estagirita y puede expresarse de la siguiente manera: "Decir de lo que es que

    no es, o de lo que no es que es, es falso; decir de lo que es que es, y de lo que

    no es que no es, es verdadero".

    Aristóteles expresó, por primera vez, claramente lo que luego se llamará

    "concepción lógica", y que sería más adecuado llamar "concepción semántica"

    de la verdad. No hay verdad sin enunciado o proposición que haga referencia a

    la cosa. En rigor, no hay enunciado como tal, pues un enunciado lo es siempre

    de algo. Esta relación que se establece entre un enunciado o una proposición y

    el objeto del cual se dice algo se denomina correspondencia o adecuación.

    Entonces, podemos afirmar que la verdad es verdad del enunciado en cuanto

    corresponde con algo que se adecua a lo que el enunciado dice de la cosa o de

    ese algo.

    Una proposición es verdadera si describe un estado de cosas real o si se

    corresponde con un hecho y es falsa si describe un estado de cosas posibles

    pero que no se comprueba en la realidad. A esta última manera de definir la

    verdad de las proposiciones se la conoce como “Teoría de la verdad como

    correspondencia”.

    Podemos decir entonces, que existen dos valores de verdad para las

    proposiciones:

    • Valor de verdad verdadero

    • Valor de verdad falso

    11

  • El problema es que no siempre se puede hacer una distinción tan tajante

    entre valores de verdad cuando una proposición se refiere al futuro o a

    entidades que no existen. Veamos algunos ejemplos para graficar este tema.

    En el caso de las proposiciones referidas a futuro como por ejemplo: dentro de

    veinte días lloverá en San Martín. Aquí, no podemos establecer con fuerza ni la

    verdad ni la falsedad de la proposición. Lo mismo ocurre con enunciados

    referidos a entidades inexistentes como por ejemplo: por las noches las almas

    en pena de los alumnos aplazados en IEU vagan por las aulas de la UNSAM.

    Algunos intelectuales hablan de un tercer valor de verdad para describir

    este tipo de situaciones. Lo llaman valor de verdad indeterminado. Otros

    filósofos de las ciencias directamente consideran que estas proposiciones son

    falsas.

    Existe otro problemita que es necesario plantear: el valor de verdad

    cambia según el contexto. Lo que ocurre es que en estos casos las oraciones

    que expresan informaciones de la realidad en circunstancias distintas expresan

    proposiciones distintas. Por ejemplo: Está lloviendo. Esto nos lleva al siguiente

    punto: la distinción entre oraciones y proposiciones.

    4- Oraciones y proposiciones

    Existen distintos propósitos para el uso del lenguaje. Podemos utilizarlo

    para brindar informaciones, para expresar sentimientos o para dar órdenes.

    Son las funciones informativa, expresiva y apelativa del lenguaje.

    Cuando utilizamos la función informativa, el lenguaje se expresa con

    oraciones llamadas proposiciones o enunciados. Estos enunciados pueden ser

    como hemos visto verdaderos o falsos.

    Todas las proposiciones son oraciones pero no todas las oraciones son

    proposiciones.

    En el caso de oraciones tales como “¿Qué temperatura marca el

    termómetro?”, “¡Qué hermosa sos!” o “Estudiá porque si no te aplazo” estamos,

    interrogando, expresando sentimiento y dando una orden respectivamente;

    esto es, utilizando el lenguaje en su función interrogativa, expresiva y en su

    función apelativa. Por lo tanto, estas oraciones no son proposiciones.

    12

  • Oraciones distintas pueden expresar la misma proposición. Por ejemplo:

    “la temperatura de ebullición del metano es de 111,5° K” o “111.5° K es la

    temperatura de ebullición del metano”. El sólo hecho de cambiar el orden en

    que están dispuestos los diferentes sintagmas hace que cambie la oración pero

    no la proposición.

    También y como ya hemos visto, la misma oración puede expresar

    proposiciones distintas y con distinto grado de verdad. El ejemplo que

    habíamos visto es el de la oración “está lloviendo”.

    Por último, podemos agregar que a veces las proposiciones aparecen

    como preguntas retóricas. Por ejemplo: “¿No es verdad que la temperatura de

    ebullición del metano es de 111,5° K?”

    5- Tipos de enunciados

    • Analíticos: un enunciado es analítico si es verdadero en virtud del significado de sus términos. Por ejemplo: Un triángulo es un polígono de tres

    ángulos. Ser un polígono de tres ángulos forma parte del significado de

    triángulo.

    • Sintéticos: un enunciado es sintético si va más allá del significado de sus términos y dice algo acerca del mundo. Estos enunciados tienen contenido

    fáctico. Por ejemplo: La Tierra gira alrededor del sol.

    • A priori: los enunciados a priori expresan un conocimiento independiente de la experiencia; es decir, un conocimiento que puede probarse

    sin recurrir a la experiencia como es el caso de los axiomas geométricos.

    • A posteriori: son enunciados que no pueden justificarse sin recurrir a la experiencia. Por ejemplo: todos los metales se dilatan con el calor.

    Los enunciados a priori deben ser sí o sí verdaderos. Son necesariamente

    verdaderos. Cuando los enunciados a priori son verdaderos no sólo para el

    mundo real sino también para todos los mundos posibles, decimos que son

    verdades necesarias. Los enunciados que son verdaderos sólo para el mundo

    13

  • real son enunciados sintéticos a posteriori. Parece sencillo ver que todos los

    enunciados sintéticos son a posteriori y todos los analíticos a priori. Sin

    embargo, Kant va a sostener la existencia de los enunciados sintéticos a priori

    y que estos son los que permiten el desarrollo de las ciencias. Kant

    argumentaba que los conocimientos de la geometría euclidiana utilizados por

    arquitectos para la construcción de monumentos por ejemplo constituían

    ejemplos concretos de sintéticos a priori. Para este filósofo, todo lo universal y

    necesario está puesto por el sujeto de conocimiento. El sujeto pone las formas

    a priori de la sensibilidad y del entendimiento y con ellas ordena las

    impresiones caóticas transformándolas en fenómenos. No nos detendremos en

    el tratamiento exhaustivo de su gnoseología puesto que la misma, excede los

    límites de esta cursada.

    6- Clasificación de las ciencias. Ciencias formales y ciencias fácticas.

    Las ciencias no emplean todas el mismo método para probar la verdad o

    falsedad de sus afirmaciones. Algunas como la química y la física necesitan

    recurrir a la experiencia. De allí, que la mayoría de sus enunciados sean

    sintéticos y su conocimiento a posteriori. Es preciso notar que decimos la

    mayoría y no todos puesto que también se valen de los enunciados a priori y

    del conocimiento analítico. Estas ciencias son llamadas ciencias fácticas o empíricas. En cambio, la lógica y la matemático no necesitan recurrir a la experiencia para justificar sus enunciados. Sus proposiciones son analíticas y

    su conocimiento a priori. Llamamos a éstas ciencias formales. Esta es una de las clasificaciones posibles, existen otras.

    7- Razonamiento

    Hemos visto que los enunciados en las ciencias formales son de

    naturaleza tal que no es necesario apelar a la experiencia para justificar su

    verdad. Estas ciencias utilizan, con el objeto de probar sus enunciados, un

    método llamado método deductivo. Antes de ver qué es la deducción es preciso analizar qué es un

    razonamiento y su validez.

    14

  • Los razonamientos se construyen a partir de proposiciones. Por ejemplo:

    A menor cantidad de aire menor presión.

    El aire caliente se eleva.

    Luego, el calor hace variar la presión.

    Llamamos premisas a los enunciados que tomamos como punto de

    partida o datos iniciales. En el ejemplo: a menor cantidad de aire menor presión

    y el aire caliente se eleva. Y llamamos conclusión al enunciado extraído de las

    premisas. En el ejemplo anterior: el calor hace variar la presión.

    La conclusión puede estar como en el ejemplo al final del razonamiento.

    En este caso, estamos frente a la forma típica de razonamiento. Pero puede ocurrir que se encuentre al principio. Por ejemplo:

    El calor hace variar la presión puesto que a menor cantidad de aire menor

    presión y el aire caliente se eleva.

    También puede suceder que la conclusión esté en medio del

    razonamiento. Por ejemplo:

    A menor cantidad de aire menor presión luego, el calor hacer variar la

    presión ya que el aire caliente se eleva.

    Notemos la importancia que tiene el dominio de los conectores “luego”,

    “ya que”, “entonces”, “dado que”, “puesto que”, etc.

    Al ser proposiciones, tanto las premisas como la conclusión pueden ser

    verdaderas o falsas pero los razonamientos no son ni verdaderos ni falsos sino

    válidos o inválidos. Un razonamiento es válido solamente en el caso que si las

    premisas son verdaderas, y entonces, la conclusión es necesariamente

    verdadera. Dicho de otra manera, un razonamiento es válido si no puede darse

    el caso de que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa. Este es el

    caso de los razonamientos deductivos. Los razonamientos deductivos

    garantizan en forma concluyente la verdad de la conclusión si se parte de

    premisas verdaderas. Si un razonamiento tiene premisas verdaderas y la

    15

  • conclusión falsa se podrá sostener, entonces, que es inválido. Puede haber

    razonamientos válidos con premisas verdaderas y la conclusión verdadera

    (razonamiento deductivo) pero también, con premisas falsas y la conclusión

    falsa o con premisas falsas (todas o una de ellas) y la conclusión verdadera o

    falsa. Como vemos, la verdad o falsedad de los enunciados no determina la

    validez o invalidez de los razonamientos. Dicho de otra manera, podemos tener

    razonamientos cuyos enunciados resulten inaceptables pero sean correctos o

    válidos. En consecuencia, podemos decir que la validez o la invalidez depende

    de la forma lógica o de la manera en que se relacionan los componentes del razonamiento. Un razonamiento, entonces, es válido si su forma lógica es

    válida o correcta. Si se reemplazan las premisas por proposiciones verdaderas

    entonces siguiendo la forma lógica deductiva sí o sí llegaremos a que la

    conclusión sea verdadera. De aquí, el valor del razonamiento deductivo para

    las ciencias.

    Ejemplo:

    Todos los mamíferos son animales.

    Todos los perros son mamíferos.

    Luego, todos los perros son animales. 6

    6 Fue Aristóteles quien preocupado por la lógica elaboró la silogística como herramienta para la construcción de razonamientos válidos. El estagirita propone cuatro tipos de enunciados: 1- Todo a es b. 2- Todo a no es b. 3- Algún a es b. 4- Algún a no es b. Para abreviar designamos cada con una letra: A, E, I, O respectivamente. A e I de AfIrmo y E, O de nEgO. Cada parte de las premisas se denomina término y se llama mayor, menor o medio. Los términos pueden cambiar de posición tanto en las premisas como en la conclusión. Teniendo en cuenta las distintas formas A, E, I, O y la posición que ocupa el término en las premisas, Aristóteles reconoció tres figuras de silogismo más una que consiste en colocar el término medio como predicado del mayor y como sujeto del menor. Los escolásticos designan cada forma con un nombre. El que expusimos como ejemplo se denomina BARBARA (A-A-A) y corresponde al primer modo de la primera figura. Sólo en este se llega a una conclusión general afirmativa. Expondremos aquí sólo los modos de la primer figura por considerarlos los más importantes: 1. Si todo b es a y todo c es b, es necesario que todo c sea a (es decir, que todos los enunciados son del tipo “todo a es b”). La escolástica, para abreviar, llamó a este modo BARBARA (las vocales indican el tipo de enunciado: A-A-A). 2. Si todo b no es a y todo c es b, es necesario que todo c no sea a (E-A-E, en la escolástica: CELARENT). 3. Si todo b es a y algún c es b, es necesario que algún c sea a (DARII). 4. Si todo b no es a y algún c es b, es necesario que algún c no sea a (FERIO).

    16

  • Ahora bien, es posible determinar la validez o invalidez de un

    razonamiento dado mediante la construcción de un contraejemplo. Si encontramos un razonamiento que mantenga la forma lógica del razonamiento

    analizado y que se cumpla que las premisas son verdaderas pero su

    conclusión falsa, habremos comprobado la invalidez del razonamiento dado.

    Por ejemplo si tenemos la siguiente forma lógica:

    Todos los p son q.

    Todos los r son q.

    Luego, todos los r son p.

    Si reemplazamos p por ser cordobés, q por ser americano y r por ser

    argentino obtenemos el siguiente razonamiento inválido:

    Todos los cordobeses son americanos.

    Todos los argentinos son americanos.

    Luego, todos los argentinos son cordobeses.

    8- Tipos de razonamiento

    Existen distintos tipos de razonamiento. Veremos a continuación cómo

    caracterizarlos y cuáles son las diferencias entre ellos.

    Deductivos:

    Son los razonamientos que garantizan la transmisión de verdad de las

    premisas a la conclusión; es decir, que la conclusión se deduce de las

    premisas. Todos los razonamientos deductivos son válidos y son tautologías.

    En lógica, entendemos por tautología a toda aquella proposición cuya tabla de verdad da siempre el valor de verdad verdadero en todos los casos posibles de los valores de

    verdad y también a la supuesta explicación o definición realizada por medio de una

    ligera variación de palabras que tienen en conjunto el mismo significado conocido de lo

    que se pretende explicar. Por ejemplo: "existe el calor porque lo provoca el calórico."

    17

  • Por ejemplo:

    Todos los árboles son vegetales

    El pino es un árbol

    Luego, el pino es un vegetal.

    No deductivos:

    Inductivos: la verdad de las conclusiones no se deduce de las premisas y

    sólo puede decirse que la conclusión se desprende de las premisas con

    cierta probabilidad. Mayor será la posibilidad de verdad a mayor número

    de casos analizados.

    Ejemplo por enumeración:

    Cuervo 1: negro

    Cuervo 2: negro

    Cuervo n: negro

    Todos los cuervos son negros.

    Ejemplo por analogía:

    Platón, que fue filósofo, sintió gran admiración por Sócrates;

    Hume también fue filósofo; luego, sintió admiración por Sócrates.

    Este último tipo de razonamiento se utiliza muy frecuentemente en la vida

    cotidiana pero desde el punto de vista lógico no es válido. Se basan en la

    similitud de dos o más cosas en uno o más aspectos para concluir que existirá

    también entre ellos, una similitud en algún otro aspecto.

    Como en el caso de los razonamientos inductivos, los razonamientos por

    analogía son deductivamente inválidos pero pueden clasificarse en fuertes o

    débiles según el grado de probabilidad que las premisas ofrezcan a la

    18

  • conclusión. Todo razonamiento por analogía lleva implícita una generalización

    pero ésta en la mayoría de los casos es falsa.

    La lógica estudia los métodos que permiten determinar cuando un

    razonamiento es correcto o incorrecto; es decir, los métodos de deducción. Su

    estudio es importante no sólo para distinguir los razonamientos correctos de los

    incorrectos sino también, para la construcción de mecanismos de deducción

    que permitan formular consecuencias observables para poner a prueba las

    hipótesis previas.

    9- Introducción a la Lógica Proposicional

    La lógica proposicional es una rama de la Lógica que estudia las

    proposiciones y evalúa el grado de verdad de las mismas. Es un sistema lógico

    simple y básico. Sus constantes lógicas son la negación que opera sobre una

    proposición y las conectivas que vinculan dos proposiciones atómicas para

    formar una nueva proposición. Más arriba, hemos visto qué es una proposición

    y estudiamos los grados de verdad de las mismas. Recordemos que se define

    una proposición como una oración que brinda cierta información y que puede

    ser verdadera o falsa, pero no ambas cosas a la vez. De las conectivas que

    dan lugar a nuevas oraciones o proposiciones cuyo valor de verdad (V o F)

    depende sólo del valor de verdad de las proposiciones que se conectan

    decimos que son veritativo-funcionales. A continuación, veremos cómo se

    estudia la verdad de las proposiciones. Para ello, es necesario realizar un

    breve rodeo para acordar algunas cuestiones formales referidas a la sintaxis

    propia de la lógica formal.

    Tipo de proposiciones

    Las proposiciones pueden ser atómicas o moleculares. Una proposición atómica brinda cierta información sobre la realidad y puede tener valor de

    verdad verdadero (1) o valor de verdad falso (0) pero nunca ambos al mismo

    tiempo. Si establecemos conexiones lógicas entre varias proposiciones

    atómicas construiremos proposiciones moleculares.

    19

  • Ejemplo: La proposición molecular “Si llueve entonces está nublado”,

    enlaza la proposición atómica “llueve” con la proposición “está nublado”,

    mediante la conectiva implicación “si…… entonces…..”.

    Lenguaje

    El vocabulario para la lógica porposicional incluye tanto a las constantes

    como constantes lógicas y símbolos para representar las proposiciones como

    variables. Estos se denominan variables proposicionales.

    • Símbolos de variables: p, q, ... , z y si es necesario agregamos subíndices.

    • Símbolos de conectivas: ¬ (negación), V (disyunción), ٨ (conjunción), → (implicación), ↔ (equivalencia).

    • Las letras o variables proposicionales y las expresiones

    compuestas formadas a partir del uso de conectivas se denominan

    fórmulas. Estas fórmulas se indican utilizando las letras Ø y φ. • Símbolos de puntuación: paréntesis ( ), corchetes [ ] y llaves { }.

    Sirven para eliminar posibles ambigüedades.

    Por ejemplo: no es lo mismo p → (q ٨ r) que (p → q) ٨ r. La

    cantidad de paréntesis a la derecha debe ser sí o sí igual a la de la

    izquierda.

    Sintaxis

    • En la sintaxis se define el significado de las proposiciones o fórmulas

    bien formadas de L. • Las letras proposicionales del vocabulario de L son fórmulas bien

    fomadas. • Si φ es una fórmula bien formada de L entonces ¬ φ también. • Si Ø y φ son fórmulas de L entonces (Ø V φ); (Ø ٨ φ); (Ø → φ); (Ø ↔

    φ) también.

    20

  • • Solamente las expresiones que pueden generarse mediante las cláusulas expuestas en un número finito de pasos son fórmulas de L.

    Tablas de verdad Negación

    No hay nadie allí. El potro es indomable. Φ ¬ φ 1 0 0 1

    Conjunción

    La Plata y Mar del Plata están al sur de Entre Ríos. Juan está pero Luis no. Ø φ (Ø ٨ φ) 1 1 1 1 0 0 0 1 0 0 0 0

    Disyunción

    Vamos al cine o a cenar. Ø φ (Ø V φ) 1 1 1 1 0 1 0 1 1 0 0 0

    21

  • Implicación

    Si aumenta la temperatura entonces iré a la playa. Si 6 es mayor que 5 entonces 6 es mayor que 3. Ø Φ (Ø → φ) 1 1 1 1 0 0 0 1 1 0 0 1 Equivalencia

    Esta noche iremos a bailar a la playa sí y sólo sí no llueve. Ø φ (Ø ↔ φ) 1 1 1 1 0 0 0 1 0 0 0 1 Disyunción exclusiva

    O bien vamos al cine o a la playa. Ø φ (Ø ↔ φ) 1 1 0 1 0 1 0 1 1 0 0 0

    22

  • 10- Reglas de inferencia Toda forma de razonamiento válida recibe el nombre de regla de

    inferencia o regla de deducción puesto que garantiza la verdad de la conclusión a partir de la verdad de las premisas.

    1- Silogismo hipotético:

    De “si p entonces q” y “si q entonces r”, se infiere válidamente la

    proposición “si p entonces r”.

    Ejemplo: si llueve está nublado. Si está nublado no vemos el sol. Se

    llueve entonces no vemos el sol.

    Si p entonces q

    Si q entonces r

    Luego, si p entonces r

    2- Modus Ponens:

    A partir de “si p entonces q” y de “p” se infiere válidamente “q”.

    Ejemplo: Si llueve entonces se nubla. Llueve, luego el cielo se nubla.

    Si p entonces q

    p

    Luego q

    3- Modus Tollens:

    A partir de la forma proposicional “si p entonces q” y de la negación de “q”

    se infiere válidamente la negación de “p”.

    Ejemplo: Si llueve, entonces se nubla. El cielo no se nubla luego, no

    llueve.

    Si p entonces q

    No q

    Luego, no p

    23

  • 4- Conjunción:

    A partir de la afirmación de “p” y de la afirmación de “q” se infiere

    válidamente la afirmación de “p y q”.

    Ejemplo: Matías come galletitas y Matías come dulce de leche. Luego,

    Matías come galletitas y dulce de leche.

    p

    q

    Luego, p y q

    5- Simplificación:

    A partir de “p y q” se infiere válidamente “p” o “q”.

    Ejemplo: Matías come galletitas y dulce de leche. Luego, Matías come

    galletitas.

    p y q

    Luego, p o Luego, q

    6- Silogismo disyuntivo:

    A partir de la proposición “p o q” y de la negación de “p”, se infiere

    válidamente “q”.

    Ejemplo: Matías come galletitas o come dulce de leche. Matías no come

    galletitas. Luego, come dulce de leche.

    p o q

    No p

    Luego, q.

    24

  • 11- Falacias formales

    Un razonamiento que tiene la apariencia de ser válido pero que en

    realidad resulta inválido o incorrecto a causa de su forma lógica es una falacia

    formal. Desarrollaremos las dos formas más importantes: la falacia de afirmar

    el consecuente y la falacia de negar el antecedente.

    a) Falacia de afirmar el consecuente. Se formula de la siguiente manera:

    si p entonces q

    q

    Luego, p

    Ejemplo: si el manosanta tiene poderes entonces la gente se cura. La

    gente se cura. Luego el manosanta tiene poderes.

    b) Falacia de negar el antecedente. Se formula de la siguiente manera:

    si p entonces q

    no p

    Luego, no q

    Ejemplo: si llueve entonces está nublado. No llueve. Luego, no está

    nublado.

    25

  • 12- La ciencia moderna y su surgimiento: la revolución científica del siglo XVII

    El tratamiento teórico de los problemas planteados por el movimiento local

    de los cuerpos bien puede servirnos de ejemplo para mostrar cómo a partir de

    un punto en el tránsito desde el siglo XIV hacia el siglo XVII comenzaron a

    cuestionarse algunos de los supuestos básicos de la filosofía aristotélica o

    modelo aristotélico. En efecto, el estudio del movimiento local ha variado

    sustancialmente desde que Aristóteles lo abordara, formulando la existencia de

    un “motor” que aportaba la “fuerza motriz” necesaria para mover los cuerpos y

    considerando, también, la resistencia que se oponía al mismo. De acuerdo al

    estagirita, la velocidad de caída de los cuerpos es proporcional a su peso: si el

    peso aumenta, el tiempo de la caída disminuye. Aristóteles dejó sin responder

    la cuestión planteada por la aceleración de los cuerpos en la caída. Dicho de

    otra manera, no explicó por qué si la causa del movimiento es constante, podía

    producirse un movimiento variable. Galileo, que desde su juventud consideró la

    teoría del ímpetus o virtus impressa con algunas diferencias a la utilización que

    de ella hacían los Parisinos del siglo XIV; más tarde, la rechazó produciendo

    una revolución en la física y la mecánica. Sin embargo, en su trabajo es posible

    detectar la presencia de aportes conceptuales tomados de los filósofos

    naturales escolásticos tales como el teorema del grado medio y la

    representación triángular que utilizaba como apoyatura geométrica para la

    producción de la ley que explicaba la dinámica de la caída. Así como en el

    tránsito de la antigüedad al mundo moderno, tenemos una serie de problemas

    planteados por el movimiento local de los cuerpos, también es posible detectar

    ciertos cuestionamientos a las explicaciones clásicas en otras áreas del saber

    como la astronomía y la medicina pero al mismo tiempo cierta apoyatura en los

    trabajos de filósofos escolásticos precedentes.

    El estudio de los cambios producidos a lo largo del período que va desde

    el fin de la Edad Media hasta los albores de la modernidad ha sido motivo de

    no pocas controversias y discusiones en el campo de la historia en general y de

    la historia de las ciencias en particular. En efecto, a partir de los aportes

    conceptuales realizados por los estudiosos medievalistas y sus trabajos sobre

    la ciencia medieval, algunos historiadores sostuvieron - y sostienen aun- la

    26

  • tesis de que la ciencia moderna no consiste en una ruptura radical con la propia

    del modelo antiguo sino que, por el contrario, esta fue posible gracias a aquella.

    Estos historiadores argumentan, por ejemplo, que es posible defender una

    mirada continuista de la historia si consideramos los aportes realizados por los

    estudiosos medievales y cómo oportunamente los tomaran Galileo y otros para

    desarrollar sus estudios. Efectivamente, siguiendo a Duhem (1991) puede

    sostenerse que los avances en la física y la mecánica propias del siglo XVII

    provienen directamente de las doctrinas elaboradas en las escuelas

    medievales. Por otro lado, si tomamos los importantes aportes a la historia de

    las ciencias realizados por estudiosos como Koyré (1986) y encaramos el

    estudio de este período histórico considerando los supuestos metafísicos y la

    mutación intelectual que implicó la disolución del mundo medieval, es posible

    dar cuenta de una ruptura o discontinuidad revolucionaria en la producción

    científica galileana acerca del movimiento que se plasma en un rechazo de

    origen platónico al espacio cualitativo aristotélico y su reemplazo por un

    espacio geométrico abstracto. Como quiera que sea, vemos que no existe de

    parte de los historiadores de las ciencias un acuerdo definitivo que permita

    tomar partido ya sea por una postura continuista o discontinuista.

    El presente apartado no busca saldar la problemática historiográfica

    causada por la tensión continuidad-discontinuidad. No contamos con el espacio

    suficiente para plantear una tesis al respecto. Sin embargo, debemos prevenir

    al lector y aclararle que desde nuestro punto de vista, la ciencia moderna surge

    en el siglo XVII puesto que es entonces, cuando se producen los cambios

    estructurales que llevan a una nueva visión del mundo. Siguiendo esta línea de

    pensamiento, mantendremos la tesis de que la ciencia moderna tal como la

    concebimos actualmente, surge en el siglo XVII mientras se producen cambios

    profundos en toda Europa. La ciencia moderna tendrá los siguientes

    ingredientes fundamentales: la valoración de la observación de la naturaleza y

    la concepción de que ésta obedece a un orden legal, expresable

    matemáticamente, bajo una estructura mecánica. En definitiva desde nuestro

    punto de vista, los aportes escolásticos actuaron como condición necesaria

    pero no suficiente para que pueda darse la revolución científica del S XVII. Si

    bien, ninguna revolución se hace de la nada, los aportes metodológicos y

    conceptuales producidos por los estudiosos del Merton College y los llamados

    27

  • Parisinos en el S XIV, aunque innovadores con respecto a los siglos

    precedentes, tienen una diferencia fundamental con los trabajos de Galileo y

    los científicos modernos: son trabajos predominantemente teóricos. 7

    Haciendo un resumen muy escueto de las características que asumía el

    modelo aristotélico a partir del cual, se sostenía teóricamente toda la actividad

    cultural propia del modo de producción feudal podemos decir que el mismo se

    identificaba con una ontología jerarquizada en la que se establecían relaciones

    cualitativas, una imagen teleológica del mundo natural y social, un fundamento

    teológico del conocimiento que se trasmitía a través del dogma religioso y la

    apelación a los autores clásicos consistentes con dicho dogma y un

    fundamento natural del orden social con una marcada indistinción entre lo

    político y lo religioso. Todo esto se resume en una particular cosmología en la

    cual los fenómenos y los objetos del mundo cobran sentido. La Física, la

    Astronomía, la Química, la Política, se construyen en función de una

    determinada forma de explicación de la totalidad. 8

    A diferencia, la modernidad trae consigo una nueva ontología

    representada por la metáfora mecanicista. Tanto el mundo natural como el

    mundo social son abordados y comprendidos como una máquina que puede

    ser abierta para su estudio. Junto con esta ontología, tenemos una fuerte

    secularización en todos los niveles, ya no es la teología el fundamento del

    saber y del poder sino el propio conocimiento construido por el sujeto, mediante

    la observación y medición de la naturaleza y el estudio de los fenómenos

    sociales. Este conocimiento no solamente permite comprender el mundo sino

    también su transformación. Ya no queda espacio aquí para la legitimación de la

    soberanía del señor feudal en ningún tipo de dogma ni lugar natural. Los

    filósofos modernos deben apelar a una nueva y original estrategia si desean

    dar sustento a un nuevo orden social: deben fundamentar la soberanía en las

    voluntades individuales de los contratantes.

    Entonces, podemos sostener que, en el tránsito de la Edad Media al

    Renacimiento, se dieron una serie de rupturas radicales en el proceso de

    7 Los Calculadores del Merton College y los Parisinos estudiaron la variación de la intensidad de las formas y las cualidades que culminaron en el teorema del grado medio. Para profundizar en estos temas recomendamos la lectura de Gómez Di Vincenzo (2008). 8 Para profundizar en las características tanto del modelo aristotélico como en las del moderno recomendamos la lectura de Palma (2008).

    28

  • desarrollo de las teorías junto a grandes innovaciones que potenciaron el

    avance y los logros científicos y técnicos del S XVII. Innovaciones que actúan

    sobre un trasfondo constituido por nuevos supuestos y una nueva visión del

    mundo. En este sentido, si consideramos el contexto de descubrimiento en el

    cual, se operan estos cambios e innovaciones, vemos que el mismo coincide

    con el surgimiento de la burguesía, la recuperación de las ciudades y el rápido

    desarrollo del comercio. Esto, más una serie de crisis políticas, permitieron el

    progresivo distanciamiento con la autoridad papal y del dogma religioso que

    promovieron el desarrollo de la innovación tecnológica que se plasmó en

    nuevos estudios sobre la física del movimiento de los cuerpos terrestres y la

    mecánica. Los nuevos instrumentos y técnicas desarrolladas, entonces,

    estimularon el desarrollo de la investigación científica y lo hicieron a partir de

    cambios radicales en el plano ideológico o filosófico.

    Galileo, sólo por tomar un ejemplo, a diferencia de Aristóteles - quien

    consideraba a las matemáticas como una abstracción mental que no podía

    estar presente en el corruptible e imperfecto mundo terrestre y la relegaba al

    estudio de los cielos- pensó que el mundo natural había sido creado siguiendo

    modelos matemáticos y que, como las cualidades secundarias son subjetivas y

    engañosas, no vale sólo la observación sino que deben construirse

    representaciones mentales del fenómeno. Cobra así, y gracias a la influencia

    del platonismo, una gran importancia la utilización de experimentos mentales

    elaborados a partir de la observación y la puesta a prueba de las hipótesis

    explicativas. Con Galileo, comienza a caer definitivamente la imagen

    teleológica del mundo natural, la ontología jerarquizada, sus relaciones

    cualitativas y el fundamento teológico del conocimiento transmitido a través del

    dogma religioso.

    El mundo aristotélico es definitivamente reemplazado por otro concebido

    a partir de la metáfora mecanicista, en el que las relaciones son cuantitativas.

    En el que se considera al conocimiento como medio para transformar la

    naturaleza. En cuanto a la caída de los cuerpos, Galileo y los científicos

    modernos no se limitaron a explicar el porqué, no buscaron causas últimas que

    provocaran los fenómenos sino que elaboraron una nueva ciencia apelando a

    una representación idealizada del acontecimiento concreto, a la

    matematización y a la metáfora mecanicista.

    29

  • El modelo aristotélico y el modelo moderno

    MUNDO MEDIEVAL (FEUDALISMO)

    MUNDO MODERNO (REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y CONSOLIDACIÓN

    DE LA BURGUESÍA)

    Ontología jerarquizada (relaciones cualitativas)

    Ontología mecanicista (relaciones cuantitativas)

    El mundo

    Imagen teleológica del mundo natural y social

    Imagen mecanicista del mundo natural y social

    Fundamento teológico del conocimiento

    Secularización

    Conocimiento como contemplación

    Conocimiento como medio para transformar la naturaleza

    El conocimiento

    Conocimiento transmitido a través del dogma religioso y los clásicos consistentes con ese dogma.

    Conocimiento obtenido de la observación y medición de la naturaleza

    Naturalidad de lo social y lo político

    Artificialidad de lo social y lo político

    Fundamento “natural” de la soberanía. “Lugares naturales” de los individuos.

    Fundamento de la soberanía en la voluntad de los contratantes (contrato social)

    Indistinción entre lo político y lo religioso

    Secularización

    La sociedad

    Prioridad de la sociedad por sobre los individuos

    Prioridad del individuo por sobre la sociedad. Sociedad como suma de individuos.

    Visión del mundo

    Hasta el S XVII

    MECANICISTA LEGALIFORME EXPRESABLE EN RELACIONES MATEMÁITCAS

    Revolución científica

    JERÁRQUICO Y TELEOLÓGICO

    Mundo

    medieval

    Mundo moderno

    Lo artificial - Causalidad desprovista de propósito Lugar natural – Propósito y finalidad

    30

  • Bibliografía

    Burtt, E., (1960): Los fundamentos metafísicos de la ciencia moderna.

    Sudamericana, Buenos Aires.

    Duhem, P., (1991) Les origines de la statique, vol. 1, p. iv Harvard

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    Clagett, M., (1969): Nicole Oresme and the medieval geometry of

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    Tractatus de configurationibus qulitatum et motuum. The University of

    Wisconsin Press, Madison.

    Crombie, A.C., (1993): Historia de La Ciencia de San Agustin a Galileo,

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    31

    http://contraelmetodo.blogspot.com/

  • 13- La Filosofía de las Ciencias ¿Qué lugar ocupa el sujeto y el contexto sociohistórico en la producción y

    legitimación del conocimiento científico? ¿Por qué creemos en la ciencia que

    se encuentra cada vez más desvinculada y ajena a nuestra experiencia

    cotidiana? ¿Cuál es el estatus de las afirmaciones y leyes científicas? ¿Cómo

    progresa la ciencia, si es que lo hace, a lo largo de la historia?

    Estas son algunas de las preguntas que tratamos de responder cuando

    reflexionamos sobre esa potente forma de conocimiento de la realidad que

    llamamos ciencia. Se trata de una reflexión de segundo orden que toma por

    objeto a la ciencia entendida como una construcción de conocimiento sobre la

    realidad que opera en un primer orden.

    La Filosofía de las Ciencias, en tanto disciplina filosófica relativamente

    autónoma, surge en las primeras décadas del siglo XX, con el Círculo de Viena.

    Esto no significa que no hubiese existido antes, ninguna reflexión filosófica

    sobre la ciencia. Tanto los filósofos clásicos griegos como Descartes, Kant,

    Hegel o Marx por nombrar alguno de los más representativos pensadores

    modernos, desarrollaron estudios acerca del conocimiento científico. Sin

    embargo, hay una característica que diferencia a la Filosofía de las Ciencias

    del siglo XX de las reflexiones realizadas con anterioridad a dicho período: a

    partir del aporte realizado por el Círculo de Viena ya no tenemos estudios

    elaborados por autores aislados sino una tarea conjunta llevada a cabo por un

    grupo de lógicos, filósofos y científicos que comparten cierta base común

    consensuada o supuestos previos a partir de los cuales, se parte para

    comprender qué es la ciencia, cómo se construye el conocimiento científico y

    cuál es el criterio a partir del cual podemos distinguir a la ciencia de otros

    modos del saber. Esta tradición epistemológica se desarrolla a lo largo del siglo

    XX y recorre un camino cuyo punto de partida concuerda con una concepción

    de la ciencia como producto y una epistemología prescriptiva y se desarrolla

    hasta una comprensión de la actividad científica como proceso de producción

    de conocimientos realizados por un sujeto situado en una comunidad. Esta

    última postura acerca de la relación entre la filosofía y la ciencia adquiere

    características más descriptivas: ya no prescribe lo que los científicos deberían

    hacer sino describe qué es lo que hacen.

    32

  • A principios del siglo xx, un grupo de intelectuales preocupados por la

    relación entre filosofía y ciencia fundaron el Círculo de Viena. Entre sus

    representantes encontramos a Hans Hahn, Rudolph Carnap, Otto Neurath y

    autores como H. Reichenbach y K. Hempel entre muchos otros, que aun sin

    pertenecer estrictamente al Círculo, compartían gran parte de sus supuestos

    iniciales.9 Estos intelectuales compartían gran parte de las ideas de lo que,

    posteriormente, pasó a llamarse la Concepción Heredada de las teorías

    científicas. Frente a la vieja tesis positivista que sostenía que el conocimiento

    científico, si bien se desarrolla enriqueciéndose siempre terminaría por

    enfrentar preguntas que no podría resolver, estos científicos y filósofos

    pensaban que dichas preguntas o problemas estaban mal planteados y que el

    resultado de su ausencia de resolución se debe a que dichas cuestiones

    carecen de significado. Por cuestiones de espacio, no desarrollaremos con

    profundidad las diferencias sustanciales que existen entre el positivismo

    comteano o spenceriano y el pensamiento de los llamados “neopositivisas” del

    Círculo de Viena. Nos centraremos en el método que dichos autores plantean

    debe seguirse para desalojar los resabios metafísicos que veían todavía

    incrustados en los pliegues de la ciencia. Dicho método constaba de dos partes

    o pasos si se quiere: el análisis lógico del lenguaje y la verificación empírica.

    De allí, el nombre de Empirismo Lógico dado al neopositivismo. La influencia

    del giro lingüístico y la filosofía analítica de Wittgenstein en los intelectuales del

    Círculo de Viena es muy fuerte, de allí se extrae la idea de realizar un fuerte

    análisis lógico del lenguaje utilizado por la comunidad científica para depurarlo

    y tornarlo lo más transparente posible. Se trata de una postura fuertemente

    prescriptiva.

    Las teorías científicas expresadas como un conjunto de enunciados

    pueden contener conexiones oscuras entre enunciados, sentidos equívocos o

    poco precisos que no se definen rigurosamente. Surge entonces, la necesidad

    de depurar el lenguaje científico obteniendo uno formalizado, lo más

    transparente posible. Se distinguen los términos o enunciados fundados en la

    experiencia o con contenido empírico de los términos metafísicos carentes de

    dicha relación. Lo que sigue es que todos los enunciados que contienen

    9 Estos autores no pertenecían al Círculo de Viena pero eran considerados simpatizantes. Rusell, Wittgenstein y Einstein eran también miembros honoríficos.

    33

  • términos provistos de contenidos empíricos pueden ser controlados en la

    experiencia. Aquellos no controlables empíricamente no serán considerados

    científicos a excepción, claro, de los enunciados lógico matemáticos puesto

    que por su estructura implican consecuencias surgidas de un grupo de

    axiomas.

    Surge en consecuencia como criterio de demarcación el “principio

    verificacionista del significado”. Siguiendo a Palma (2001) dicho principio puede

    enunciarse de la siguiente manera: el significado de una proposición es el

    método de su verificación. Entonces, aquellas proposiciones que no pueden

    verificarse empíricamente carecen de significado en sentido estricto y solo

    tienen sentido emotivo. Las proposiciones significativas se restringen entonces

    a las formales y a las proposiciones fácticas con verificación empírica. No

    obstante, es importante aclarar que con el correr de los años y tras un proceso

    de revisión, las posiciones fueron cambiando, enriqueciéndose y alejándose de

    una postura tan fuerte o tajante que deja fuera de la ciencia un gran número de

    teorías y descubrimientos científicos.

    El empirismo lógico se preocupa, entonces, por la correcta utilización del

    método inductivo y del análisis lógico de los enunciados teóricos y

    observacionales. El método inductivo puede expresarse de la siguiente

    manera: se acumulan todas las observaciones sin hipótesis previa y datos. A

    partir de estos datos y ciertas regularidades mediante una estructura inferencial

    inductiva se formulan leyes que den cuenta de las regularidades observadas.

    Por último, no ya mediante la inducción sino mediante la estructura deductiva,

    se realizan predicciones y/o explicaciones.

    Siguiendo a Geymonat (2006) vemos cuáles son los problemas que estos

    autores llamados neopositivistas tuvieron que afrontar al sostener tesis tan

    fuertes y el carácter abstracto del ideal de ciencia perfecta que persiguieron

    muy lejana a la práctica concreta. La problemática podría expresarse de la

    siguiente manera: o se sostiene que la reelaboración rigurosa de una teoría

    científica representa un ideal inalcanzable y entonces, se debe aceptar que

    este ideal es metafísico; o se postula que la verdadera ciencia, aquella

    construida siguiendo los rigurosos postulados del empirismo lógico, no tiene

    dimensión histórica puesto que una vez alcanzada una teoría debería

    considerarse concluida lo cual, es discutible y se aleja de la realidad puesto

    34

  • que las teorías permanentemente son repensadas, discutidas y corregidas. La

    historia de las ciencias desde el punto de vista estándar del empirismo lógico

    en una historia acumulativa y lineal. Schlick, siendo miembro del Círculo, había

    notado la problemática de mantener un criterio de cientificidad tan fuerte al

    analizar el principio de indeterminación de Heisenberg y comprendió que no es

    posible atribuir a los descubrimientos de la Física el valor de verdades

    absolutas.

    Popper critica el empirismo neopositivista argumentando que no puede

    darse a las teorías científicas un carácter indiscutido capaz de colocarlas por

    encima de toda duda. No le interesa el análisis lógico de las teorías sino más

    bien, la elaboración de una epistemología objetiva. La justificación del

    conocimiento no apunta a tratar las teorías como productos terminados o su

    estructura sino a analizar su comportamiento racional y método de

    construcción. Se trata de buscar una formulación canónica del método y

    establecer la falsabilidad como criterio de demarcación.

    Aunque formado en el ámbito neopositivista, Popper critica fuertemente el

    principio de inducción aceptado por el empirismo lógico negando que las

    observaciones empíricas puedan verificar los descubrimientos científicos. Este

    intelectual consideraba al principio de inducción como superfluo y como

    promotor de contradicciones lógicas puesto que no puede deducirse una

    verdad a partir de un número determinado de observaciones. Por demás, al

    apelar al principio de la regularidad de la naturaleza en inductivismo cae en la

    metafísica. Popper sostiene que no sólo debe sostenerse la metafísica para

    justificar la existencia de dicha regularidad sino que también para explicar el

    origen de las teorías dirigidas a describir un orden específico a cada sector de

    la naturaleza.

    Según este epistemólogo, puesto que observar todos los hechos es

    imposible, siempre se observa lo que se considera relevante respecto a un

    tema. Se puede inferir entonces, que existe una carga teórica o una influencia

    de los conocimientos previos antes de realizar el relevamiento de datos a partir

    de la observación.

    Como criterio de demarcación, Popper sostiene el falsacionismo. Mientras

    que nunca puede establecerse cognitivamente la verdad de un enunciado

    científico o de un supuesto conocimiento sino su aceptabilidad provisoria,

    35

  • siempre es posible determinar su falsedad. Es notable la influencia del

    racionalismo en su postura puesto que para este autor cualquier conocimiento

    es cuestionable y solo puede considerarse completamente cierto aquello de lo

    que no puede dudarse. El falsacionismo da sustento al método hipotético

    deductivo tal como lo veremos a continuación.

    Popper sostuvo el método hipotético deductivo para la construcción del

    conocimiento científico. Desde su mirada, el científico intenta explicar el mundo

    a partir del planteo de problemas y respuestas tentativas a las preguntas que

    les dieron origen. Como puede verse, para este intelectual la teoría guía la

    observación. Según este método, se puede demostrar haciendo uso de los

    resultados experimentales que una teoría es falsa pero de forma asimétrica no

    es posible demostrar que sea verdadera. Esto es lo que Popper llama

    racionalismo crítico.

    Básicamente entonces, el método funcionaría de la siguiente manera:

    luego de formular un problema se plantea una hipótesis. Se ponen a prueba las

    consecuencias observables (enunciados derivados de la hipótesis y cuya

    verdad o falsedad pueden comprobarse empíricamente) que esta hipótesis trae

    aparejadas mediante un proceso de contrastación. Una vez contrastada, la

    hipótesis puede o bien ser refutada (cuando las consecuencias observables

    son falsas) o bien ser corroborada (cuando las consecuencias observables son

    verdaderas). Nótese que hablamos de corroboración y no de verificación

    puesto que no se puede sostener la verdad sino la verosimilitud de una teoría.

    Por otro lado y este no es un dato menor, es importante destacar que en la

    obra de Popper, no existe una explicación acerca del cómo se origina la teoría.

    Para él, no es relevante entender cómo se da el camino que lleva a la

    hipótesis. Este aspecto no es tematizado explícitamente por el autor para quien

    el contexto privilegiado es el de justificación y no el de descubrimiento.

    Por una cuestión de espacio, no nos vamos a detener puntillosamente en

    el análisis de la metodología de los programas de investigación de Lakatos

    pero para ser honestos desarrollaremos algunos de los puntos centrales de su

    propuesta.

    Lakatos se consideraba a sí mismo como discípulo de Popper. Su planteo

    esta basado en la idea de que lo que realmente sucede en la práctica científica

    es que cuando fallan algunas de las predicciones o enunciados observables

    36

  • derivados de una hipótesis o teoría, esta se conserva mientras los científicos

    tratan de reformularla. Lakatos entiende que los científicos trabajan más para

    corroborar que para contrastar sus hipótesis. Es decir que no se desecha una

    teoría por el simple hecho de encontrar una consecuencia observable falsa.

    Estas anomalías constituyen según Lakatos, la regla. Siguiendo a Palma

    (2001), podemos sostener que lo que se desprende de tal cuestión es que la

    unidad de apreciación y análisis de la ciencia no pueden ser las teorías

    tomadas aisladamente sino un entramado más complejo compuesto de una

    teorías primitiva y sus sucesivas modificación a partir de la inclusión o

    exclusión de hipótesis ad hoc. Esta unidad más compleja es lo que Lakatos

    denomina programas científicos de investigación.

    Cada uno de estos programas incluye distintos elementos que interactuan

    entre sí. Estos son:

    • El “centro firme” o “núcleo duro” que es irrefutable y reúne los

    supuestos básicos irrenunciables del programa de investigación.

    • El núcleo duro del programa se encuentra rodeado de un “cinturón

    protector” compuesto por hipótesis auxiliares. Estas son hipótesis protectoras

    puesto que se apela a ellas toda vez que sea necesario proteger el núcleo duro

    del programa.

    • Existe una capa externa del programa de investigación formado por

    reglas metodológicas que marcan el camino que deben seguir las

    investigaciones a las que Lakatos llama “heuristica positiva”. En contraposición

    la “heurística negativa”; es decir aquello que no se puede hacer dentro del

    programa, impediría transitar caminos de investigación autodestructivos.

    Los programas de investigación para Lakatos parecen estar dotados de

    una dinámica interna que hace que, a lo largo de la historia, atraviesen dos

    estados: “progresivos” o “degenerativos”. Son progresistas si llevan hacia

    nuevos descubrimientos y degenerativos cuando las hipótesis del núcleo duro

    no son corroboradas en un lapso de tiempo determinado.

    Paul Feyerabend en su libro titulado “Contra el método” critica las más

    importantes posturas epistemológicas del siglo xx. Desde su mirada, la ciencia

    más que seguir un orden concretamente, en la práctica, es una actividad

    anárquica. Para sostener este punto de vista, Feyerabend da cuenta de que las

    revoluciones científicas y los más importantes avances en el conocimiento

    37

  • científico se producen cuando los científicos construyen teorías incompatibles

    con aquellos principios aceptados violando los criterios de racionalidad sobre

    los cuales, se basaban las investigaciones hasta el momento. Según este

    intelectual, el cambio científico puede derribar cualquier pauta aunque sea

    considerada “racional” por la comunidad sin tener que terminar en el caos. No

    es posible entonces, incluir en un solo modelo de racionalidad a toda la

    producción de la historia de la ciencia. Más bien parece que la ciencia se

    desarrolla y avanza cuando los científicos son capaces de reflexionar sobre sus

    propios métodos, introducir cambios y en muchos casos, apartarse de los

    criterios de racionalidad vigentes.

    Geymonat (2006) rescata de Lenin el valor demostrativo del criterio de la

    praxis como criterio objetivo de verdad y la noción de “profundización” que

    lleva a aclarar el desarrollo de la ciencia no en sentido acumulativo sino como,

    precisamente, la profundización de los conocimientos viejos por parte de los

    nuevos. El materialismo dialéctico, mediante el criterio de la praxis, permite la

    construcción de verdades relativas sin caer en el relativismo. Tanto Engels

    como Lenin eran conscientes de la vieja imagen de la ciencia como

    conocimiento de verdades absolutas no podía seguir siendo sostenido. La

    dialéctica verdad absoluta-verdad relativa se constituye entonces, en un tema

    central del materialismo dialéctico y dicho tema no puede ser tratado en

    abstracto sino en el desarrollo concreto.

    El materialismo dialéctico como método para la construcción de

    conocimiento inserta de lleno el parámetro temporal dentro de la noción de

    verdad. Sostener el carácter relativo de la verdad instala profundamente la

    crítica. El criterio de la praxis es lo bastante preciso como para evitar que el

    conocimiento se torne absoluto y también para luchar contra el idealismo, el

    relativismo y la superchería.

    En la década del 60, surge una nueva perspectiva epistemológica que

    describe la ciencia como proceso dinámico de producción de conocimientos y

    ya no como un producto terminado. Los análisis de Quine sobre la

    “indeterminación de la traducción” y “la infradeterminación de la teoría por los

    datos”, debilitaron la creencia en la intersubjetividad y la objetividad, además de

    mostrar la dificultad de sostener que la evidencia empírica de por sí permite

    una verificación de las teorías científicas. Por otro lado, tenemos la

    38

  • “Concepción holista de las teorías” según la cual, los enunciados científicos no

    enfrentan las pruebas empíricas individualmente sino como un “cuerpo

    colegiado”.

    En esta línea, habría que agregar las objeciones puestas por Kuhn a la

    neutralidad de la experiencia, el hecho de poner en consideración el papel

    fundamental que ocupa la comunidad científica como sujeto involucrado en el

    desarrollo cognitivo y el lugar que ocupa la historia de las ciencias en la

    epistemología. Estas críticas dieron lugar al surgimiento de distintos puntos de

    vista. En “La estructura de las revoluciones científicas”, Kuhn expone la

    evolución de las ciencias naturales de una manera radicalmente distinta a la

    que es propia de la visión estándar. Para este epistemólogo, las ciencias no

    progresan siguiendo un proceso uniforme lineal sino que podemos notar que

    existen en su evolución rupturas y cambios revolucionarios en los que se pasa

    de un paradigma a otro.

    Siguiendo a Kuhn, un paradigma es una “concepción del mundo”; es

    decir, un conjunto de valores, creencias y técnicas compartidas por la

    comunidad científica a partir de las cuales, se producen las formas de

    clasificación del mundo. El paradigma determina cuáles son los problemas y las

    reglas que deben seguirse para su resolución. El período de “ciencia normal”

    es un período de resolución de “enigmas” dentro de un paradigma

    determinado. La actividad de la comunidad científica dentro del período de

    “ciencia normal” tiene por objeto lejos de producir novedades, aborda la

    resolución de los problemas que el paradigma cuando aparece deja sin

    resolver. Ahora bien, existe o mejor dicho aparece otro tipo de problemas más

    complejos que no pueden resolverse desde el paradigma vigente. Estas

    “anomalías” pueden llevar a los científicos a tomar distintas actitudes. Puede

    ocurrir que no se perciban como tales o que la comunidad científica pueda

    convivir con estas “anomalías” por un tiempo. Pero también, puede suceder

    que estas “anomalías” se acumulen y produzcan una “crisis” del paradigma.

    Esta crisis rompe la unidad en la comunidad científica dándose una pérdida de

    confianza en la capacidad de respuesta del paradigma hasta allí vigente.

    Comienzan a proliferar distintas herejías que pretenden instalarse como un

    nuevo paradigma hasta que una triunfa y se abre un nuevo período de “ciencia

    normal”.

    39

  • El pasaje de un paradigma a otro constituye una “revolución científica”. El

    concepto de paradigma implica, desde la mirada de Kuhn, una “visión del

    mundo” y el cambio de uno a otro paradigma, un “cambio de mundos”. Los

    paradigmas son “inconmensurables” quedando anulada toda posibilidad de

    comparación. El concepto de “inconmensurabilidad” fue sumamente criticado

    por el campo intelectual llevando a Kuhn a reformularlo utilizándolo de otro

    modo: comparándolo con el proceso de traducción. También debió reformular

    la noción de “paradigma” dada la ambigüedad del término. Kuhn la reemplaza

    por la de “matriz disciplinaria” y finalmente abandona el uso de ambas.

    Finalmente, se esforzó y reformuló su punto de vista en términos del lenguaje

    tomando a las revoluciones científicas como cambios que se dan a nivel del

    lenguaje.

    Una línea importante está representada por las sociologías del

    conocimiento científico que, partiendo de una lectura sui generis de Kuhn,

    además de lograr un desarrollo relativamente autónomo, comienza a reclamar

    la palabra en asuntos epistémicos: el Strong Program y sus derivaciones

    posteriores.

    Por otro lado, tenemos el desarrollo de las concepciones semánticas de

    las teorías, que incluirían tanto la Concepción Estructuralista de Suppes-

    Sneed-Stegmüller como la Concepción Semántica de Van Fraassen-Suppe-

    Giere. Esta línea, reconociendo algunas de las críticas y objeciones que en

    otros sentidos había sufrido la CH, recupera su idea original respecto a la

    reconstrucción racional de la estructura de las teorías.

    Todos estos son algunos de los más importantes cuestionamientos

    realizados desde distintas perspectivas a la filosofía de las ciencias estándar

    cuyos análisis sincrónicos no tienen en cuenta el contexto de descubrimiento y

    se construyen a partir de una concepción de ciencia sin sujeto. Quine propone

    “naturalizar” la epistemología en oposición a la epistemología prescriptiva o

    normativa tradicional, lo cual abre la reflexión epistemológica a otros campos

    disciplinares como la sociología y la historia, pero también a la antropología, la

    retórica, la psicología, la política, la filosofía de la tecnología, las filosofías

    especiales de la ciencia y otras. Se sientan así las bases para lo que en la

    actualidad se denomina “Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología”.

    40

  • Entendiendo a la ciencia como un proceso de producción de teorías,

    desde una postura epistemológica descriptiva, tenemos el llamado giro

    naturalista y las epistemologías evolucionistas de la mano de los trabajos de

    Toulmin, Popper, Kuhn, Hull y Richards. En líneas generales, las

    epistemologías naturalistas rechazan la idea de que existan fundamentos

    últimos para nuestras creencias acerca del mundo y también rechaza la idea de

    que sea posible emprender una búsqueda de criterios absolutos para la

    construcción de conocimientos establecidos a priori.

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