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Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas

Boletín nº 252 - 2010

Centros Lasalianos deEducación Superior

2 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Coordinación: Claude Reinhardt, fsc, Consejero General

Diseño y maquetación:José A. Warletta, fsc

Coordinador de las traducciones: Bernardo Montes, fsc

Enero 2010

Hermanos de las Escuelas CristianasCasa GeneraliciaVia Aurelia 47600165 Roma, Italia

Hace algunos meses, un Hermano europeo me preguntaba si no nos habríamosequivocado en unas estadísticas educativas del Instituto, al hablar de más desetenta instituciones de enseñanza superior en el mundo. No, le respondí yo,la información era buena. En efecto, según que uno viva en una región delmundo o en otra, la presencia lasaliana en la enseñanza superior es muydiferente.

A las fundaciones más antiguas y conocidas se han añadido, en estos últimosaños, en las zonas urbanas nuevas y desprovistas de centros educativos (porejemplo en Filipinas o en América Latina), nuevas instituciones que, además delas enseñanzas clásicas, proponen itinerarios de estudios nuevos, modernos yadaptados a las necesidades actuales y locales. En consecuencia bajo la expre-sión “enseñanza superior”, hay que entender varios ciclos de enseñanza superior,propuestos en “Colleges” o Universidades si permiten acceder al Doctorado. Estántambién las Escuelas de Ingenieros o los Institutos Politécnicos, existen además cicloscortos posteriores a la enseñanza secundaria; pero en el marco limitado del este Boletín no entra-remos en los detalles de la descripción.

El conjunto del mundo lasaliano no siempre conoce estas instituciones pues el mundo de la enseñanzasuperior tiene sus ritmos, sus leyes y sus estructuras, sus contenidos especializados de enseñanza y deinvestigación, sus proyectos y sus solidaridades sociales. Para poder conocerlo mejor el Consejo Generaleligió consagrar el presente Boletín del Instituto a los centros Lasalianos de enseñanza superior y a la redinternacional formada por ellos.

Son numerosas las personas que han colaborado en este Boletín, y les expresamos nuestra gratitud. Losautores de los artículos, la mayor parte de ellos comprometidos diariamente en la enseñanza, la animacióny la administración de las citadas instituciones, nos abren las puertas a la enseñanza superior lasaliana. Res-ponden a las preguntas explícitas o subyacentes que pueden plantearse aquellos que no se hallan com-prometidos en ese nivel de enseñanza o que lo conocen muy poco.

¿Cómo y por qué se han creado universidades lasalianas en ciertos países? ¿Era necesario?

¿Cómo viven las universidades los elementos claves del proyecto educativo lasaliano?

¿Cómo se vive en ellas el servicio educativo de los pobres, cuando muchas de estas institucio-nes son de gran dimensión y de régimen privado?

¿Qué vínculos mantienen las universidades con el Distrito o la Región lasaliana en la que estánimplantadas?

¿Son posibles colaboraciones entre los diferentes centros educativos de un mismo Distrito?

¿Qué formación lasaliana pueden ofrecer a los profesores?

¿Qué pastoral puede organizarse para estudiantes universitarios hoy?

Al leer los artículos que siguen y que, a propósito, son de desigual naturaleza y extensión,serán ustedes llevados a comprender la historia de esas fundaciones, su realidad actual losdesafíos con que se encuentran, y las numerosas redes de las que forman parte. Podrán leerintervenciones de tipo institucional que definen su misión y estimulan su celo edu-cativo y pastoral, comprenderán el alcance social o educativo de la apertura de tal ocual departamento, compartirán los descubrimientos, las satisfacciones de los edu-cadores que han seguido diversos cursos de formación lasaliana, sea en su país obien durante sesiones internacionales. Finalmente, encontrarán dos modelos posi-

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¡Universidad La Salle! ¿Dónde?

H. Claude Reinhardt, FSCConsejero General

bles de formación de los profesores, propuestos a modo de ejemplo, y que pueden inspirar a otros centroseducativos del mismo tipo.

Una lista de los centros educativos Lasalianos de enseñanza superior completará la información. Y lo queno puedan encontrar en las páginas de este boletín, debido a las limitaciones de semejante publicación,podrán encontrarlo consultando la página web de la AIUL / IALU (Asociación Internacional de las Universi-dades Lasalianas www.ialu.net) y las páginas web de los mismos establecimientos.

¡Entren y conozcan con mayor amplitud esta parte de la misión lasaliana que acoge a miles de estudiantesde todo el mundo!

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La educación lasallista ha cruzado el umbral deun nuevo milenio y una nueva época de interco-nexión. Puede estar orgullosa de sus logros secu-lares. Ojalá, este umbral marque el inicio de unvigoroso compromiso internacional de la educa-ción superior lasallista para crear una red que sos-tenga a la comunidad educativa lasallista en todoel mundo.

El Hno. Álvaro Rodríguez, Superior General,empezó su discurso de apertura al 7º Encuentrode la Asociación Internacional de UniversidadesLasallistas, reunido en Barcelona el 14 de enerodel 2004, con estas palabras: “Mi presencia entreustedes quiere ser un signo de la importancia quenuestro Instituto da hoy a la educación superior yun acto de fe en sus enormes posibilidades. El cre-cimiento sin precedentes en la historia del Institu-to, de las universidades lasalianas en casi todaslas Regiones del mundo es un signo de los tiem-pos que no podemos ignorar.” (1)

Reconociendo los orígenes de laeducación superior lasallistaEl lugar de la educación superior Lasallista estádestacando en el Instituto. Sólo últimamente hahabido reflexiones explícitas sobre el lugar histó-rico de la educación superior en la evolución delInstituto. Desde la posición ventajosa que da elpaso de trescientos años, ha llegado a ser obvioque la educación avanzada y especializada, siem-pre ha sido un elemento importante en la MisiónEducativa Lasallista. El Hno. Álvaro Rodrígueztambién recordó a los Presidentes y Rectores de laAIUL que, “En cierta manera, podemos decir quela educación superior nació con el Fundador y su

preocupación por la formación de los maestros...”La educación de sus propios Hermanos comomaestros y la educación de los maestros ruralesfueron sus iniciativas tempranas que mostraronsu respuesta a las necesidades educativas de sustiempos. El entrenamiento y perfeccionamientoconstante de las destrezas profesionales de losHermanos, así como su espiritualidad, fueron elfoco principal del Fundador y han sido parte delCarisma Lasallista mucho antes de la referenciamoderna al aprendizaje de toda la vida.

La propuesta que hace La Salle de salvación por laeducación no era estática. Se ofreció un pragma-tismo inspirado: ver la realidad de las circunstan-cias, confiar en la providencia y la dirección deDios y comprometerse a la transformación, la cualhistóricamente ha guiado al Instituto a una inspi-ración innovadora. Aun antes de la RevoluciónFrancesa, los Hermanos habían desarrolladoopciones especializadas y estrategias pedagógi-cas más allá del nivel de primaria.

El Hermano José Cervantes, reflexiona sobre losantecedentes de la fundación de institucionesformales de educación superior lasallista en susnotas tituladas:

Educación superior, sí, universidades, toda-vía no…La Salle muere en 1719, y todo elSiglo XVIII será llamado de la Ilus-tración o Edad de la Razón. El cono-cimiento se vuelve cada vez más eli-tista y se refugia en las academias yuniversidades.Nunca La Salle ni sus discípulosinmediatos que crearon y lucharonpor la educación popular imagina-ron siquiera erigir una universidad;pero eso no significa que no cultiva-ran la educación superior desde elprimer Noviciado parapreparar a los futurosHermanos, abierto enReims en 1679. Hasta enla creación de los dos

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Joan M.W. Landeros, Directora Centro

Internacional de EducaciónUniversidad La Salle, México D.F.

En colaboración con el Dr. José Cervantes, FSC,

Oficina de formación y liderazgo universitario,

Distrito de México-Norte.

(Oficina de formación y liderazgo universitario,

México-Norte)

La red internacional de Universidades lasallistasProgreso y Promesa

“seminarios para preparar a maestros rurales”,los contenidos son ya diferentes de los de lasescuelas primarias. (2)Sería erróneo concluir que, al crear La Salle y losprimeros Hermanos una escuela primaria gra-tuita y popular, nunca se ocuparon de la educa-ción superior. La historia demuestra lo contrario.Ya, en San Yon, La Salle acepta alumnos “pararesponder al deseo de empresarios de la ciudad yzona circundante que querían para sus hijos unaformación en sintonía con su profesión.” (3) En1749, se abre la escuela de Mareville “semejantea la de San Yon”. (4)Esta tendencia se vería en los establecimientosescolares del S. XVIII, que marcan la pauta paraun conocimiento técnico, práctico y de aplica-ción inmediata en la ocupación. El nombre deestos establecimientos es Pensionnats, y difícil-mente la traducción “internados” con la conno-tación actual, reflejaría lo que realmente fueron.Bajo el superiorato del Hno. Agatón, se desarro-llan objetivos pedagógicos y educativos preci-sos.Es aleccionador tan solo leer las materias queenseñaban en estos pensionnats; además de lareligión y las materias típicas, se impartían lec-ciones sobre:• Cambio de moneda extranjera• Problemas bancarios• Libros de cuentas• Geometría y álgebra• Dibujo de la figura humana y de ornamenta-ción• Arquitectura civil y militar• Cuestiones catastrales• Cultivo del campo• Hidrografía• Gnómica (construcción de relojes solares)En Marsella se enseñaba también:• Navegación• Música, danza• Lenguas extranjerasEl nivel de enseñanza se puede apreciar por cier-to número de obras utilizadas por los Hermanosque hoy conservamos.

¿Y la investigación? Nos quedamos realmenteadmirados al leer la cita de Rigault: “Un cuader-no de 250 páginas, sin una mancha y con perfec-ta escritura nos presenta una aritmética teóricay aplicada a la que se añade un curso de conta-bilidad”. En la primera página se lee: “Este librode aritmética ha sido terminado el 31 de enerode 1786, por los Hermanos de las Escuelas Cris-

tianas de la Rossignolerie en Angers”. (5) Posible-mente, hoy este mismo trabajo podría ser pre-sentado como una propuesta de tesis para unaLicenciatura.

Desde muy pronto, este tipo de enseñanza erauna alternativa a la enseñanza de las “Humani-dades” ofrecido, sobre todo por los Jesuitas. Secentraba más en la práctica que la teoría (6),algo muy semejante a lo que hoy llamamosescuelas técnicas o universidades tecnológicas.Estas escuelas técnicas tuvieron continuidad ydifusión hasta el Siglo XX, no sólo en Francia,sino en España, Italia y Latinoamérica. Muchasde ellas continúan en su función de ofrecer unapreparación útil para la vida y, como en San Yon,“dar a los hijos de los comerciantes una forma-ción acorde con su profesión”.

En el Siglo XIX, la educación secundaria, las clasesnocturnas para trabajadores adultos y las escue-las técnicas y de oficios comenzaron a evolucio-nar para convertirse en las precursoras institucio-nales de nuestras instituciones Lasallistas de edu-cación superior de hoy en día. A principios de ladécada de 1850, Manhattan College de NuevaYork y el Instituto Agrícola de Beauvais abrieronsus puertas con algunos meses de diferencia. Elprimero se encargaba de preparar maestros yseminaristas, pero pronto incluiría no sólo una“educación clásica”, sino una preparación politéc-nica también. La segunda se convirtió en la expre-sión moderna de más de un siglo de tradición dela capacitación técnica lasallista francesa. En lassiguientes décadas, la educación terciaria lasallis-ta quedó sólidamente establecida en otras insti-tuciones o en sus predecesores como San Lucasen Bruselas, el College de Santa Fe, la UniversidadLa Salle en Filadelfia y St. Mary’s College, Califor-nia, entre otras.

A lo largo de las primeras décadas del Siglo XX,siguieron fundándose prominentes “colleges”,universidades e institutos técnicos lasallistas enFrancia (ESAIP, ECAM, etc.), España (La Salle Engin-yería, Barcelona) y Estados Unidos (St. Mary’s,Winona, Christian Brothers’ y Lewis). La educaciónsuperior Lasallista se estableció en el PacíficoAsiático con la fundación de De La Salle, Manila,en 1911. En 1957, el visionario Hermano Ginés(Pablo Mandazen Soto) creó la Fundación La Sallede Ciencias Naturales en Venezuela, dedicada a lainvestigación, la educación para el desarrollo sus-tentable y la autodeterminación de las regionesmás pobres de Venezuela. Durante la mismadécada, la primera Universidad Lasallista Latinoa-mericana abrió sus puertas en la Habana, pero fue

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cerrada por la revolución cubana antes de su pri-mera graduación. Poco después, la Universidad LaSalle, Ciudad de México; De La Salle, Bogotá y DeLa Salle, Bajío fueron fundadas a principio de los60. La tradición educativa de los Hermanos enBelén, Jerusalén, Jaffa, Nazaret, Turquía, Líbano,Jordania y Egipto, desde 1893, dio origen al esta-blecimiento de la Universidad de Belén, en 1973,en cooperación con los líderes palestinos y el Vati-cano. En poco más de un siglo, la Misión Educati-va Lasallista se había posicionado decididamenteen la educación superior, con instituciones nota-bles en la mayoría de las regiones del mundo.

Los Inicios de una RedInternacional LasallistaLas universidades siempre han declarado ser ins-tituciones internacionales. Sin embargo, la mayo-ría de estas instituciones establecidas desdemediados del Siglo XIX han sido más bien nacio-nales y, en muchos casos, instituciones principal-mente regionales. Estando concentradas local yregionalmente, se entiende que las institucionesde educación superior y las universidades noempezaran a considerarse a sí mismas conectadasglobalmente a nivel institucional, hasta que latecnología de la información y la globalizacióngeneralizada, hicieron del mundo una aldea. Lasuniversidades lasallistas no han sido una excep-ción.

Aunque la migración internacional de la educa-ción lasallista incluía todos los niveles de instruc-ción y muchos servicios diferentes, las condicio-nes nacionales y regionales tuvieron una influen-cia directa sobre el desarrollo de la educaciónsuperior lasallista y el carácter de su relación conel Instituto por más de un siglo. La mayoría de lasinstituciones lasallistas de educación superiorfueron establecidas por invitación de Obisposlocales o por la extraordinaria iniciativa de algu-nos Hermanos y se consideraron como unaexcepción a las actividades regionales y distritalesdominantes de los Hermanos, primordialmenteinvolucrados en la educación primaria y secunda-ria, así como en formación. Hasta hace muy poco,existió un cuestionamiento persistente a la legiti-midad de la educación superior en la Misión Edu-cativa Lasallista.

El Hermano José Cervantes ofrece una mirada his-tórica a los primeros reconocimientos del papelde la educación superior lasallista dentro del Ins-tituto, y la organización gradual de un gruporepresentativo internacional.

Tímidos iniciosEn 1976 fue elegido, por primera vez, un ConsejoGeneral en torno al Hno. Superior General. Adiferencia de los 15 asistentes, éste fue unpequeño grupo de seis, incluyendo al Hno. Vica-rio General. El Capítulo que los eligió les pedíaasumir un “gobierno colegiado” reemplazandoasí las responsabilidades geográficas regionalesque anteriormente desempeñaban los asisten-tes.En la organización interna del Consejo General,durante diez años, de 1976 a 1986, se confió alHno. José Cervantes el velar particularmente porla Misión Educativa. Con esta responsabilidad,en 1978 convocó, por primera vez, a todos losRectores y Presidentes para una primera reu-nión.Esta primera reunión, el 1er Encuentro, tuvo lugaren una antigua hacienda azucarera, Cocoyoc,transformada en hotel y cercana a la ciudad deCuernavaca, Morelos, México. La Universidad LaSalle de Ciudad de México asumió eficiente ygratuitamente, la organización y la infraestruc-tura para el acontecimiento. A fin de marcar elcarácter de intercambio y reflexión más que denormatividad, la reunión se llamó “Encuentro”,en español, nombre que ha conservado hastanuestros días.Ahí se congregaron Hermanos de gran valor detodo el mundo, desde Australia, Liverpool, Filipi-nas, Europa y América. El ambiente fue fraterno,no obstante, además de curiosidad y naturalesexpectativas, había temores. Algunos percibie-ron, equivocadamente, que era un intento “deRoma” para ejercer control sobre las universida-des. Hubo excelentes presentaciones realizadaspor los mismos Hermanos, entre ellos el Hno.Patrick Mac Garrick, directivo de ManhattanCollege y el Hno. Andrew González de Filipinas.Debido a la natural desconfianza de todo lo quese inicia, no se estructuró ninguna forma perma-nente de continuidad y se rechazó toda posibili-dad de una asociación y de unos estatutos quela rigieran. Curiosamente, no participó ni unsolo maestro seglar.Debido a esta falta de estructura, pasaron diezaños y los responsables de las universidades nose volvieron a reunir. En 1987, se encontrabacomo Rector de la Universidad La Salle Ciudadde México el Hno. José Cervantes y, con la apro-bación del Hno. John Johnston que dio un granimpulso a la educación superior en el mundo, elHno. Cervantes convocó a una segunda reunión,el 2º Encuentro, organizada también por la Uni-

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versidad La Salle y que tendría lugar igualmente,muy cerca de la ciudad de Cuernavaca en elHotel Del Parque. De nuevo, 33 personas de todoel mundo se hicieron presentes: Hermanosextraordinarios como Andrew González, JamesGaffney, Stephen Markham, Octavio Martínez,Eugenio Fossá, Adelardo Álvarez, José MaríaMartínez, Emeric Mollenhauer, Theodore Draha-man, Manuel de Jesús Álvarez, y por primera vez,varios seglares como la Doctora Araceli Sánchezde Corral y el Ing. Arturo Rojas de Bengardi.Desaparecieron casi todas las suspicacias. Lostemas tratados fueron de gran actualidad: “Loque la Iglesia espera hoy de la educación supe-rior”, “Lo que el Instituto propone para la educa-ción superior”, “Lo que piden las universidadeslasallistas al Instituto”, “¿Es necesario un docu-mento rector para las universidades lasallistas?”.Dos exposiciones llamaron la atención; “El papelde los laicos en la universidad”, realizada por elHno. Andrew González y “La universidad delfuturo”, por el Hno. José Cervantes. La dinámicadel encuentro fue variada y muy participativaincluyendo presentaciones, paneles y grupos dediscusión. Fue importante la presencia, por pri-mera y única vez, de los estudiantes universita-rios con el panel: “Lo que los estudiantes quiereny esperan de una universidad lasallista”. Unareunión en el campus de la Ciudad de México,permitió el diálogo sorprendentemente abierto,franco y retador de 33 Rectores con mil estudian-tes en el auditorio de la Universidad. Al finalizarla reunión, se logra la designación de la siguien-te sede y la responsabilidad para organizarla,tres años después. Ambas recayeron en St.Mary’s College de California y su Rector, el Hno.Mel Anderson. Este gesto, que parece sencillo,marcó la voluntad de internacionalización del

grupo al cambiar de sede. No hubo todavíadesignación de funcionarios y menos de estatu-tos. Éstos llegarían con el tiempo. Por primeravez se publica una memoria impresa del 2ºEncuentro.

Es importante resaltar que el primer llamado a laacción del Instituto, dirigido específicamente a lasinstituciones de educación superior lasallistas,fue realizado por el 42º Capítulo General en 1993.Los signos de los tiempos estaban marcando unanueva era para la educación superior. Durante losúltimos años de la década de los 80 y principiosde los 90, el auge de nuevas universidades lasa-llistas empezó en América Latina y Filipinas.

Le Centre Lasallien Africain, en Abiyán, Costa deMarfil, inició en 1991. En 1996 se fundó el Christthe Teacher Institute for Education en TangazaCollege en Nairobi, Kenia.

La demografía y la demanda de una educaciónespecializada y terciaria también estaban presio-nando a las instituciones lasallistas más antiguaspara crear sedes adicionales y atender a lademanda de educación superior lasallista prove-niente de familias de escuelas primarias y secun-darias lasallistas, para llegar a nuevos sectores dela población. Además, en muchos lugares delmundo, sobre todo en los países en desarrollo, laformación de maestros se estaba incorporandopaulatinamente a la educación superior, por locual se empezó a cerrar la brecha, real o percibi-da, entre la educación superior lasallista y los ser-vicios educativos lasallistas.

Todas las facetas de la Misión Educativa Lasallistaestaban respondiendo a los cambios de paradig-ma causados por la globalización y la internacio-nalización. Estando siempre atentos a las necesi-dades de los tiempos, no fue sorpresivo que loscapitulares buscaran una fuerza dentro del Insti-tuto, que había empezado a consolidar una pre-sencia unificada, las instituciones lasallistas deeducación superior. Las soluciones a las causas dela pobreza y la injusticia social necesitaban inves-tigadores. La conservación del medio ambienterequería especialistas. La colaboración con orga-nismos internacionales necesitaba intermedia-rios. (7) El momento había llegado para que lasuniversidades tuvieran que aceptar estos retoslasallistas, no solamente a nivel local, sino tam-bién como una fuerza internacional unificada.

La presión para internacionalizarse y comprome-terse en colaboración con diversos sectores,agencias e instituciones, no venía solamentedesde el centro del Instituto. El fenómeno del

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aumento en el número de universidades que tra-bajaban conjuntamente para formar consorciosmultilaterales llegó a ser más prevalente en los 80y se incrementó exponencialmente hacia los años90, paralelamente con el desarrollo de bloquesregionales de comercio, tales como el TLC, el MER-COSUR y la integración de la Comunidad Europeay sus necesidades crecientes para la colaboraciónestratégica intra e inter regional. La educaciónsuperior, como un estímulo para el desarrollo, fueenganchada al proceso por los programas Eras-mus, ALFA, y el Programa de Movilidad para Amé-rica del Norte, etc. El crecimiento de estos consor-cios en los últimos 20 años refleja también elreconocimiento creciente del impacto de la glo-balización sobre la educación superior y la necesi-dad de la internacionalización de las institucionespara integrar mejor otras perspectivas de fuera,implementar métodos de entrega accesibles auna gama más amplia de estudiantes, compartirrecursos escasos y entablar relaciones de manerasistemática con compañías trasnacionales,gobiernos, ONG y otras instituciones de educa-ción superior.

El grupo total de instituciones lasallistas de edu-cación superior no ignoraba estas presiones.Durante el mismo período, los esfuerzos colabo-rativos dentro de las regiones del Instituto se ini-ciaban con mayor intensidad y propósito. Llegó aser obvio para todos que existía una ventaja com-petitiva única en la unión de esfuerzos llasallistas,en lugar de competir entre sí:

LACUP, la Asociación de Presidentes de los “Colle-ges” y Universidades Lasallistas, ha reunido a losrepresentantes de la educación superior lasallistaen los Estados Unidos en torno a una agenda cre-ciente de asuntos de interés común y de proyec-tos colaborativos. En México, ILMES, InstitucionesLasallistas Mexicanas de Educación Superior, hanunido los intereses de más de catorce universida-des. A través de la RELAL, Región Lasallista deAmérica Latina, las universidades en América Lati-na se habían comunicado y habían colaborado enproyectos institucionales de interés mutuo, asícomo en proyectos para el desarrollo educativoregional, el más importante el PERLA, ProyectoEducativo Regional Lasallista Latinoamericano.De manera similar, los institutos técnicos superio-res y las universidades de España, Francia y Bélgi-ca se habían reunido regularmente, no solo paralos proyectos promovidos por la ComunidadEuropea y el Proceso de Bolonia, sino también porlos beneficios adicionales de su herencia, tradi-ción y unidad estratégica compartidas. En Filipi-

nas, el sistema La Salle creció a más de 100,000estudiantes universitarios y la Misión EducativaLasallista Filipina se convirtió en “One La Salle”.

Aunque los Presidentes y Rectores de las institu-ciones de educación superior lasallista se habíanreunido como grupo internacional desde los años70, no fue sino hasta los Encuentros 4º (1995) y 5º(1997), ambos llevados a cabo en la Casa Genera-licia de Roma, cuando la necesidad de crear unaorganización representativa e internacionalalcanzó la madurez. AILES, la Asociación Interna-cional Lasallista de Educación Superior fue funda-da bajo el liderazgo del Hno. Craig Franz, elentonces Presidente de St. Mary’s College de Cali-fornia. El reconocimiento de las verdaderasdimensiones y del carácter de la educación supe-rior Lasallista llegaron a ser dramáticamentepatentes en cada una de las instituciones dentrode las regiones y en de todo el Instituto. Para elprincipio del nuevo milenio, la mayoría de “colle-ges” y universidades Lasallistas habían empezadotranquilamente a referirse a sí mismas como inter-

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nacionales y como miembros del grupo interna-cional de instituciones Lasallistas de educaciónsuperior. En muchos Distritos, la misión educativaempezaba a buscar la complementariedad en vezde la autonomía entre los ministerios y los nivelesde educación.

Para el 43º Capítulo General en 2000, las reco-mendaciones a las universidades e institucionesterciarias fueron claras, precisas y vitales para elfuturo del Instituto. Se solicitó investigaciónsobre las condiciones de la educación de todo elmundo y de las características de la educaciónsuperior lasallista. Apoyo para los Derechos delNiño, una renovación de los valores lasallistas, laproclamación de la Buena Nueva y la promociónecuménica y el diálogo interreligioso fueron algu-nas de las recomendaciones hechas a todo el Ins-tituto, pero quedó claro que los talentos y capaci-dades de la educación superior Lasallista habíanabierto grandes expectativas. (8)

La existencia de una organización internacionalde educación superior lasallista identificable con-cedió autoridad. Al reforzar las líneas de comuni-cación e intercambiar más información, el nivelde actividad entre los miembros aumentabaexponencialmente. El 6º Encuen-tro, 2001, en Filipinas,resultó ser muy dife-rente a los anterio-res porque llegó aser una reuniónde una asocia-ción y no senci-llamente unareunión de repre-sentantes de insti-tuciones individua-les. Se eligieron Directo-

res Regionales, se establecieron metas, y el últimoCapítulo había indicado la visión a seguir. La ree-lección del Hno. Craig proporcionó una necesariacontinuidad en el liderazgo.

La difícil sigla IALHE/ AILES se cambió porIALU/AIUL, International Association of Lasa-llian Universities / Asociación Internacional deUniversidades Lasallistas / Association Inter-nationale des Universités Lasalliennes. Unnombre que resultaba internacional, inclusivo yunificado.

Para el 7º Encuentro, 2004, en Barcelona, losrepresentantes de la educación superior lasallistatenían un logo en común, un mapa mundi, contodos los miembros de la Asociación presentesgráficamente. Después de Manila, ya se habíanreunido los Vicepresidentes, Vicerrectores, Direc-tivos, así como los docentes y coordinadores res-ponsables para la formación lasallista, Decanos yDirectores de las Facultades de Administración deEmpresas y los Directores de Pastoral universita-ria. Por lo tanto, cada institución llegó a Barcelonacon una experiencia tangible de la existencia deun todo lasallista internacional mayor. Aun cuan-do las instituciones no hubiesen participado enforma directa en las actividades patrocinadas porla AIUL, recibieron las noticias de la Asociación,del Distrito, del Instituto, a través de los boletines,anuncios y la página Web, lo cual creó una nuevaconciencia de una comunidad interconectada enproceso de evolución.

Providencialmente, las oportunidades para quelas instituciones lasallistas se reunieran a travésde la AIUL coincidieron con un número importan-te de realidades sociales, económicas e institucio-nales que enfrentan la educación superior a nivelmundial: el llamado a la internacionalización delas universidades, el reconocimiento de losimpactos positivos y negativos de la globaliza-ción en la educación, el advenimiento de la Inter-

net, la necesidad de combinar recursos ycrear colaboraciones para la sus-

tentabilidad, desarrollo yefectividad instituciona-

les, el incremento en lademanda de inter-cambios académicosy estudios en elextranjero, la necesi-dad primordial de

colaborar y aprendercon colegas alrededor

del mundo a través de laenseñanza e investigación.

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Lee Sternberger escribió recientemente: “Parece-ría que el último factor, nuestra interdependenciacolectiva, fuera el paradigma principal que muevetodos los acuerdos colaborativos.... Hay pocaduda para los administradores, los docentes, losestudiantes, los que determinan las políticas y lossistemas de apoyos económicos, de que el futuroverdaderamente es de aquellos que buscanentender los diferentes puntos de vista delmundo y establecen convenios internacionalescon instituciones de educación superior alrede-dor del mundo.” (9)

La mayoría de edad de la redlasallista de Educación SuperiorEl 8º Encuentro, enero de 2007, en Canoas, Brasil,podría marcar el franco reconocimiento del papelmaduro de la educación superior lasallista en lamisión educativa del Instituto. Representantes dela universidad habían servido en las ComisionesPermanentes de la Asociación y de la MEL, y habí-an participado en las asambleas regionales, igualque a la reciente Primera Asamblea Internacional,previendo el 44º Capítulo General de mayo de2007. La educación superior lasallista había llega-do a ser un copartícipe integral en vez de unareferencia secundaria.

Los comentarios iniciales del Hno. Álvaro en elEncuentro se refirieron a las universidades como“signos de los tiempos”…, un milagro en nuestrahistoria común, un acontecimiento sin preceden-tes en nuestros más de 350 años de servicio a lasociedad y a la Iglesia… El desarrollo universitarionos permite tejer una fábrica más integral a partirde nuestras obras, donde todos, desde el másjoven hasta el más anciano, encuentren lugar,guía, oportunidad para el progreso, y un sentidohumano y cristiano de sus vidas. No me pareceparadójico, sino más bien complementario que …las escuelas primarias se estén multiplicando allado de las universidades … esto responde a lasintuiciones de nuestros orígenes y nos permiteser compañeros de viaje por las diferentes etapasdel itinerario humano. (10)

Junto con este reconocimiento vino el llamadodel Superior para que la educación superior lasa-llista continúe ejerciendo su papel en el conjuntodel movimiento asociativo para la misión y lasimplicaciones de las urgencias y retos del mundohoy, señalados por la Asamblea Internacional yreiterados en el 44º Capítulo General. “Estos cua-tro aspectos: hambre, migración, desintegraciónde la familia y nuevas formas de pobreza ¿no son

el llamado del espíritu que nos pide una respues-ta profética en este momento de nuestra histo-ria?” (11)

El Hno. Álvaro les preguntó a las universidadescómo podían impactar la totalidad de los proyec-tos lasallistas, las obras y los apostolados en todoel mundo, y cómo podían ser una presencia real ysignificativa en las estructuras distritales, regiona-les e internacionales, aun en las nuevas redes vir-tuales.

Finalmente, de manera específica hizo referenciaa la influencia e impacto que podía tener la Aso-ciación Internacional de Universidades Lasallistas(AIUL) promocionando:

• Excelencia académico combinada con la capaci-dad y vocación de servir a la sociedad y contri-buir al bien común;

• La dignificación y promoción de los maestros;

• Investigaciones específicas dirigidas a los princi-pales problemas de la sociedad, lo mismo queinvestigación lasallista que ofrecería nuevosenfoques sobre carisma, espiritualidad y peda-gogía lasallista;

• “Fe comprometida a la acción … que mira aentender y transformar … Una fe apasionada,una pasión por Dios y una pasión por el pobre… La experiencia del servicio de voluntarios…“ (12)

La Asamblea IALU ratificó al nuevo presidente, elHno. Ronald Gallagher, Rector de St. Mary’s Colle-ge de California. La Declaración de la Misión de laAsociación fue aprobada, y empezó el trabajo

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sobre estatutos formales. Se logró la identidad deuna organización formal que representa la reali-dad de la interacción cada vez mayor de la educa-ción superior lasallista.

Hasta la década pasada, la referencia al grupolasallista de todo el mundo fue verdadera enesencia y en potencia, pero no mucho en conse-cuencia. No se quiere decir que las institucionespor separado o los grupos regionales no estuvie-ran comprometidos internacionalmente. Contodo, la interacción entre universidades lasallistasfue mínima entre las regiones hasta que la Asocia-ción comenzó a reunir a miembros de grupos deinterés específico en el Centro de Conferencias LaSalle de Cuernavaca, México. Poco después, gru-pos especializados comenzaron a organizar reu-niones para seguir adelante con su propia agendade colaboración. Esto provocó la única comuni-dad internacional de educación superior lasallis-ta, una red de redes.

Aunque las instituciones lasallistas están compi-tiendo estratégicamente a nivel internacional

para enfrentar los retos actuales de calidad y per-tinencia de la educación superior, la fidelidad a suherencia fundacional le brinda a su comunidad deeducación superior coherencia a través de unacombinación identificable de características yvalores compartidos en común en todo el mundo.Si bien la diversidad de la comunidad de educa-ción superior Lasallista refleja las complejidadesde cualquier red multilateral y multicultural, exis-te una ventaja notable de compartir una misióneducativa en común. Sin embargo, todavía exis-ten dificultades de idioma y relaciones intercultu-rales. Las asimetrías económicas prevalecen, asícomo una gran variedad de etapas de desarrolloinstitucional y sistémico. Como cada instituciónfue creada para dar respuesta a necesidadesespecíficas, en un momento particular de la histo-ria durante el último siglo y medio, sería insensa-to asumir que cada “college” y universidad Lasa-llista pudiese responder de la misma manera encada circunstancia. No obstante, los puntos encomún de visión y misión están transformando ladiversidad en una ventaja competitiva.

En un análisis de las iniciativas llevadas a caboentre las instituciones de educación superior, losacuerdos más exitosos han tenido una base deconfianza, comunicación y compromiso, inclusoentre instituciones muy diversas. La confianzaparece ser la palabra de moda en el análisis denegocios, la planeación estratégica, las ventas ohasta la educación internacional, pero sin ella, lasredes de colaboración resultarían imposibles. Laconfianza no es instantánea, incluso en una orga-nización que comparte una visión común. Tomatiempo conocerse y conocer la institución decada uno. Las comunidades y las redes no hanpodido desarrollarse ni progresar sin la confianza.La comunicación ha sido imprescindible para ela-borar proyectos con el adecuado equilibrio entrela visión y la estrategia. Se ha tenido que dar aten-ción constante y específica a los procesos organi-zacionales, sistemáticos y a las realidades prácti-cas de los programas y proyectos, así como a sudiseño, realización y evaluación. Afortunadamen-te, las instituciones con más experiencia y destre-zas en la administración de programas y proyec-tos han tomado el liderazgo en la creación deredes colaborativas viables entre las diversasregiones de la AIUL. Las tecnologías de la comuni-cación y la información han facilitado el desarro-llo rápido de los consorcios, programas y proyec-tos, y han ayudado a mantener el diálogo fre-cuente y rutinario. El compromiso ha sido el tercerelemento mágico identificado por los analistas delas iniciativas colaborativas exitosas. Éste ha veni-

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do de arriba hacia abajo. La confianza colectiva yel compromiso han sido apoyados y compartidosentre todos los participantes. Ellos, a su vez, hancompartido sus experiencias con sus compañerospara crear confianza en la viabilidad de redes lasa-llistas en el futuro.

Un elemento clave en la creación de una multitudcrítica de colaboradores universitarios prepara-dos e inspirados que apoyen la red lasallista hasido el Programa Internacional de Liderazgo paraUniversidades Lasallistas, iniciado en junio de2007, en Casa La Salle, Roma. El tema “Asociadosen la Educación Superior Católica Lasallista: Real-zar la Comprensión y Provocar el Compromiso” hademostrado la nueva energía por parte de la edu-cación superior lasallista para asumir por comple-to la Misión Compartida del Instituto y promoverla Asociación Lasallista. La iniciativa, encabezadapor el Dr. John Wilcox, Vicepresidente para laMisión en Manhattan College, y patrocinada porLACUP, se ha extendido a todas las institucionespertenecientes a la AIUL.

Durante los tres años iniciales del programa(2007-2009), han participado aproximadamente150 líderes de universidades de todas las regionesde la AIUL. Varias fundaciones anónimas handonado fondos que han permitido brindar apoyoeconómico para cubrir los gastos de transportede los representantes provenientes de países envías de desarrollo. Los proyectos propuestos porlos representantes de cada Universidad partici-pante han tenido impactos notables en sus insti-tuciones de origen y en sus regiones, y han tenidoun efecto multiplicador en la creación de progra-mas locales de formación similares. Se están cre-ando nuevos enlaces internacionales entre cole-gas, que comparten currículos y experiencias.Durante el Encuentro IX, llevado a cabo en LaSalle University de Filadelfia, en junio de 2009,LACUP anunció la continuación del programa enRoma por tres años más.

Los informes regionales durante el últimoEncuentro mostraron que el panorama de cola-boración puede ahora distinguirse

por una gran variedad de actividades que hanevolucionado con gran rapidez en media década,como se puede ver en los siguientes ejemplos:

• Los acuerdos de cooperación bilateral y multi-lateral han proliferado exponencialmentepor todas las regiones de la AIUL: la movili-dad estudiantil ha aumentado en número ydiversidad. LACUP creó un consorcio deestudios en el extranjero para agrupar susofertas de programas internacionales.Ahora un número mayor de estudiantesLasallistas pueden participar en intercam-bios académicos con exoneración recíprocade colegiaturas. Los programas cortos deestudios especiales aumentan cada año, asícomo el servicio social compartido, prácti-cas profesionales y programas de aprendi-zaje vivenciales. Se están desarrollando pro-gramas que otorgan doble titulación. Latransferencia de créditos y el reconocimien-to de equivalencias académicas es ahoramás fácil, a medida que los administradoresestán más familiarizados con las institucio-nes socias.

• La promoción de programas de postgrado enel grupo internacional Lasallista ha llegadoa ser más común gracias a las mejoras en lared de comunicación, los nuevos esfuerzosde reclutamiento y un mayor conocimientode las oportunidades internacionales.

• Un programa MBA internacional compartidode los EE.UU., México, Europa y Filipinas hasido el resultado de la Conferencia en Cuer-navaca, de los Directores de las Facultadesde Administración. Los estudiantes de pre-grado ahora pueden estudiar dos semestresfuera en universidades Lasallistas y recibirun diploma de la AIUL. Se han desarrolladoprogramas conjuntos de posgrado en Admi-nistración entre La Salle Filadelfia, Barcelo-na, Madrid, Beauvais, etc.

• La RIILSA –Red Internacional

de Investigación Lasallista– fue organizadaen 1999 por la Universidad de La Salle,Bogotá como resultado de la primera reu-nión en Cuernavaca de Vicerrectores Acadé-micos el año anterior. La red ahora estácompuesta de más de 18 universidadesLasallistas de América Latina y España. Estared de ciencia y tecnología ha participadoen proyectos ALFA y ha continuado organi-zando reuniones temáticas así como video-conferencias. Después de la reunión Cuer-navaca IX sobre la Investigación, en 2008,impulsados por el Hermano Claude Rein-hardt, del Consejo General, la red LIRN/RIIL-SA se ha abierto al grupo entero de universi-dades lasallistas. Se están compartiendodatos sobre intereses, capacidades y pro-yectos conjuntos de investigación. Se estádando una atención colaborativa especial alas áreas de interés expreso del Instituto: losderechos de la niñez, las causas y el comba-te de la pobreza, la migración, las nuevas

pobrezas, la familia, así como también a lainnovación pedagógica, nuevas tecnologíasy las interpretaciones y aplicaciones con-temporáneas del carisma y de las tradicio-nes lasallistas.

• Las facultades lasallistas de Ingeniería en2005 tomaron la iniciativa de reunirse paracombinar esfuerzos e integrar infraestructu-ra y servicios. Christian Brothers Universityde Memphis, EE.UU. convocó a una reuniónpara promover “El Sistema UniversitarioLasallista Global”. Esto marcó un pasoimportante de la colaboración lasallista,desde un enfoque sobre proyectos en líneabilaterales y regionales, hacia una visiónholística internacional de todos los nivelesde la Misión Educativa Lasallista, con el usode tecnología de la información y comuni-cación, sin sacrificar los valores fundamen-tales de la pedagogía lasallista. Durante el 9ºEncuentro, 2009, La Salle, Barcelona presen-tó el proyecto de una universidad lasallistaglobal con programas educativos de altacalidad que puedan compartirse a escalamundial dentro de la red lasallista a menorcosto. La nueva tecnología de la informa-ción ofrece posibilidades innovadoras parael intercambio de alumnos y maestros,investigación colaborativa y acceso a la edu-cación lasallista en línea, especialmentepara los pobres.

• El Centro Superior de Estudios Universitarios deMadrid, proactivamente promovió la crea-ción de redes de conocimiento entre losmiembros de la AIUL. Los avances de estasnuevas redes de conocimiento han sidolimitados, pero han emergido otras nuevasrespuestas, incluyendo Parques de Innova-ción, dedicados a: Servicios Humanos, enMadrid y Tecnología y PYMES, en Barcelona.

• Los esfuerzos del Voluntariado Lasallista hancomenzado a integrarse. Los VoluntariosLasallistas de los EE. UU. han empezado acolaborar con México para complementaráreas mutuas de talentos y necesidades. Losvoluntarios lasallistas internacionales seencuentran en todo el mundo. Igualmente,ha habido un aumento en la movilidad aca-démica, las redes de servicio social y deatención a los pobres y los necesitados sehan internacionalizado en los campus lasa-llistas. Los programas de desarrollo comuni-

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tario, educación para los marginados y soli-daridad en emergencias han congregado alos Lasallistas en África, el medio Oriente,Filipinas, América Latina, y Estados Unidos.

• Universalmente, las comunidades universita-rias Lasallistas se han comprometido conacciones para la conservación de la natura-leza, para la sustentabilidad y responsabili-dad con el medio ambiente, de manera simi-lar al Lasallian Institute for the Environment(LIFE) en Filipinas que coordina educaciónambiental, defensa de causas ambientales, yproyectos de campo.

• El acceso a una educación superior de calidad esuna comprobada preocupación universal paratodas las instituciones Lasallistas. Existe uncompromiso económico significativo conotorgamiento de becas y ayuda económica. Elllegar a los sectores de la sociedad desatendi-dos mediante programas bilingües, progra-mas de desarrollo comunitario, y servicioseducativos para discapacitados, etc., es unaconstante a lo largo de todas las regiones de laAIUL. (13)

El 9º Encuentro compartió un panorama vasto yrebosante de vitalidad de la educación superiorlasallista. Con una membrecía de aproximada-mente 60 instituciones, la AIUL dio la bienvenidaa dos nuevos miembros, la Escuela Universitaria deMagisterio “María Inmaculada”, de Antequera(Málaga), España, y la Universidad Tecnológica LaSalle, de León, Nicaragua. La histórica asambleade Filadelfia aprobó los estatutos para que la AIULse constituyera oficialmente. El Hermano ArminLuistro, Presidente de De La Salle University,Manila, fue electo Presidente de la AIUL y el Her-mano Carlos Gómez, Rector de la Universidad deLa Salle, Bogotá, quedó como Vicepresidente. Laelección selló un cambio en la sede de liderazgo,

de Estados Unidos aFilipinas, y la

transferen-

cia a Manila del Secretariado Ejecutivo de la AIUL,el cual, casi desde el principio, había sido maneja-do con maestría y diplomacia por el Dr. DavidFord en St. Mary’s College de California.

El mensaje del Hermano Álvaro a la asamblea del9º Encuentro fue inequívoco: que la educaciónsuperior Lasallista ya no titubeaba ante su carác-ter de fuerza internacional, y que permanecíanpocas dudas sobre su papel vital dentro del Insti-tuto, además de que la misión Lasallista debe sercentral en su existencia.

Al preparar su mensaje ”La Misión Lasallista a NivelTerciario,” para el 9º Encuentro, el Hermano Álvarohabía pedido a los miembros de la AIUL que defi-nieran la misión de la educación superior lasallis-ta y describieran su Misión y Visión instituciona-les. Su presentación fue una exploración, un exa-men, una crítica y una ampliación sobre el profe-tismo de la respuesta lasallista al nivel terciario.Indicó que, “en general, podemos afirmar que lostextos que describen nuestra misión, nuestrosproyectos educativos, reflejan la búsqueda deuna fidelidad al legado Lasallista dentro de laeducación católica terciaria.” (14)

El Hermano Álvaro observó que las prioridades dela educación superior Lasallista parecían estarenfocadas sobre enseñanza e investigación comorespuesta a las necesidades y situaciones extre-mas que enfrentan los jóvenes, y no sobre el“debate académico y eclesial inútil. Este rasgo tanlasallista nos pone, frente a otras universidades,en otra perspectiva… Cuando no asumimos estosvalores, nos encontramos totalmente fuera delcarisma… Debemos estar más intencionalmenteconscientes de esa misión, al menos con la mismaintensidad con la que atendemos a la calidad aca-démica y a los recursos financieros para la obra.La excelencia evangélica es la que nos debe dis-tinguir, y ésta se manifiesta fundamentalmente

en nuestra opción por el pobre, elexcluido, los no

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los que tienen menos oportunidades, haciendonuestra su causa...” (15)

El Hermano Álvaro explícitamente señaló los futu-ros retos para garantizar la misión que requierenel aumento inmediato de las actividades de for-mación para alumnos, maestros, administradores,personal y ex alumnos.

Le presentó a la AIUL el reto de volverse muchomás reconocible y fuerte, haciendo de la misióneducativa Lasallista a nivel terciario una de suspreocupaciones. “La AIUL debe dejar de ser sim-plemente una asociación benéfica de acompaña-miento y de un compartir fraterno, para crear apartir de lo que ya tenemos, una estructura que lepermita afirmar, apoyar y transformar efectiva-mente la misión educativa a nivel terciario a partirde nuestra fidelidad al legado Lasallista.” (16)

El Hermano Álvaro enfatizó que el futuro resideen la intensidad y energía de la red lasallista:“Sabiendo y aceptando lo que somos y hacemos,nos ayudamos mutuamente. Las institucionescon más experiencias y recursos pueden conver-tirse en mentores de las que comienzan, o de lasmás pobres. Las más poderosas pueden apoyarfraternalmente a las más frágiles. Creo que nodemos dejar pasar esta hora y la posibilidad decrear una IALU más coherente, unida y más cen-trada en la misión que se escapa… No les invito acrear una superestructura gigante que controle yparalice, que exija grandes recursos, sino una, quefacilite y ayude a una colaboración modesta peroefectiva. El examen de nuestra presencia en elnivel terciario que les he presentado es sin dudauno de esos signos de los tiempos más evidentesen nuestro Instituto. Esta es la hora de re-inventarla IALU con audacia y con esperanza.” (17)

Mirando hacia el FuturoEn su libro, The Rise of theNetwork Society, el sociólo-go, Manuel Castells, se cen-tra en las tecnologíasrevolucionarias de lainformación y la comuni-cación que se han des-arrollado durante lasúltimas tres décadasdel Siglo XX. Comentaque tal como la revo-

lución industrial hizo que apareciera la “SociedadIndustrial”, la nueva revolución de la tecnologíade la información está motivando la aparición dela “Sociedad de la Información”. El autor argumen-ta que la reciente revolución de la tecnología dela información ha creado una nueva economíaestructurada alrededor de los flujos de informa-ción en redes globales.

Castells también comenta que a través de la socie-dad, las redes han surgido como la nueva forma deorganización de la actividad humana. Él ha acuña-do el término “The Network Society” (La sociedaden red) para describir y poder analizar esta nuevaestructura social. El autor cree que para poderlidiar con la globalización, necesitamos entenderlas raíces sistémicas del mundo ahora emergente.Prosigue proponiendo la hipótesis de que todaslas principales tendencias que constituyen estemundo nuevo y desconcertante están relaciona-das y que se puede encontrar su sentido a travésde sus interrelaciones. Castells insiste en que laobservación, el análisis y la teoría sobre el fenó-meno de las redes es una manera de ayudar aconstruir un mundo diferente y mejor (18).

El grupo internacional lasallista de institucionesde educación superior en verdad está llegando aformar parte de la Sociedad de Redes. Las cone-xiones globales lasallistas emergentes están utili-zando el carisma del Fundador para ver las nece-sidades de los tiempos, para analizar, y para com-prometerse con la transformación. Castells tienela esperanza de que las redes finalmente traiganconsigo un nuevo orden a nuestro mundo caóti-co. Los lasallistas están creando su propia estruc-tura nueva porque están convencidos de quepueden cambiar los entornos desfavorables.

La creciente interconexión dentro de la educa-ción superior lasallista también está creandofenómenos de proliferación de redes socialesdentro y fuera de las instituciones individuales.Cada comunicación crea pensamientos y signifi-cados, los cuales a su vez estimulan nuevas comu-nicaciones. Fritjof Capra, en The Hidden Connec-tions, observa que éste es el modo mediante elcual las redes cobran vida y se auto-generan. Esasí como las redes de la educación superior lasa-llista están ayudando a generar redes vivientesdentro de todo el Instituto. La educación superiorestá contribuyendo a la producción de contextoscomunes de significados, conocimiento, valores yconductas compartidas, los cuales ahora estáncontribuyendo a la definición de la Familia Lasa-llista del futuro; y se está beneficiando de ellos. Lacomunicación, la confianza y el compromiso

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están garantizando el éxito de esta interconectivi-dad en expansión.

El teórico organizacional Etienne Wenger ha crea-do el término “comunidades de práctica” paraidentificar las redes sociales auto-generativas. Sibien, él se refiere a los contextos compartidos designificado, en vez de los patrones de organiza-ción a través de los cuales el significado es gene-rado. Wenger explica que conforme la gente com-parte un cometido a través del tiempo, se des-arrollan prácticas comunes y se comparten for-mas de hacer las cosas que son maneras partici-padas de actuar y relacionarse unos con otros, loque les permite lograr su objetivo común. Sobreel tiempo, la práctica resultante llega a ser un lazoreconocido entre todos los involucrados (19).Capra ha desarrollado esta idea más allá, obser-vando que dentro de cada organización, hay gru-pos de comunidades de práctica interconectadas.Mientras más gente esté comprometida en estasredes informales, más desarrolladas y sofisticadasllegan a ser las redes. Consecuentemente, la orga-nización podrá aprender mejor, responder concreatividad a las circunstancias inesperadas, cam-biar y evolucionar. La vida de la organización resi-de en sus comunidades de práctica (20).

Esta es precisamente la fuerza de las redes deredes lasallistas. Los lasallistas comparten milesde comunidades de práctica diversas en todo elmundo y aun así son reconocidos claramente

como lasallistas. El responder a las necesidadesde los tiempos siempre será el sello de la nuevavida generada por los Lasallistas, en donde seaque trabajen, “juntos y por asociación”. Así, aldetenernos a mirar hacia el futuro de la educa-ción superior lasallista, podemos ver que descan-sa firmemente sobre los valores del Fundador, yconsciente de su papel como creadora de lasredes y como una conexión vital a lo largo de todala familia internacional lasallista.

“Cada Universidad o Centro Superior lasallistadebe ser un laboratorio de paz, concordia, bús-queda, acogida, respeto, compasión, solidaridady sabiduría. Sólo así haremos realidad lo que elConcilio Vaticano II nos dejó como tarea priorita-ria: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y lasangustias de los hombres de nuestro tiempo, sobretodo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vezgozos y esperanzas, tristezas y angustias de los dis-cípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente huma-no que no encuentre eco en su corazón… En nues-tros días, el género humano, admirado de sus pro-pios descubrimientos y de su propio poder, se for-mula con frecuencia preguntas angustiosas sobre laevolución presente del mundo, sobre el puesto y lamisión del hombre en el universo, sobre el sentidode sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre eldestino último de las cosas y de la humanidad (1,3).Este es el lugar de las universidades lasallistas,donde se juega el destino de la humanidad y setrata de responder a las cuestiones últimas.” (21)

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NOTAS(1) Rodríguez, Álvaro, “Palabras de apertura”, IALU, 7º

Encuentro, Barcelona, enero, 2004.(2) Lauraire, L. Cahiers Lasalliens, Nº 61, pp. 225–227.(3) Idem, pp. 78-80.(4) Bedel, Cahiers Lasalliens, Nº 6, p. 151.(5) Rigault II, p. 532.(6) cf. Bedel, El Siglo XVIII, p. 157.(7) Circular 435.(8) Circular 447.(9) Sternberger, 2005.(10) Rodríguez, Álvaro, “Nuestras universidades lasallistas:

Un camino a la misión y la asociación,” IALU, 8º Encuentro,Canoas, Brasil, enero de 2007.

(11) Ibid.(12) Ibid.(13) IALU, 9º Encuentro, Filadelfia, “Actas de las sesiones

plenarias, Informes de los Directores Regionales, 2007-09”,junio de 2009.

(14) Rodríguez, Álvaro, “La misión lasallista a nivel tercia-rio”, IALU, 9º Encuentro, Filadelfia, junio, 2009.

(15) Ibid.(16) Ibid.(17) Ibid.(18) Stalder, 2006.(19) Wenger, 1998.(20) Capra, 2002.(21) Rodríguez, Álvaro, “La misión lasallista a nivel tercia-

rio”, IALU 9º Encuentro, Filadelfia, junio, 2009.

REFERENCIASHermanos de las Escuelas Cristianas, Circular 435, Roma,

Italia, 1993.Id., Circular 447, Roma, Italia, 2000.Capra, Fritjof, The Hidden Connections, Doubleday, New

York, 2002.IALU, 9º Encuentro, Filadelfia, “Actas de las sesiones plena-

rias, Informes de los Directores Regionales, 2007-09”,junio, 2009 (www.ialu.org).

Rodríguez Echeverría, Álvaro, “Reflexiones 65: La Educaciónuniversitaria dentro de la Misión Lasaliana”, ReflexionesUniversitarias, Ediciones Universidad LaSalle, México, DF,2004.

Rodríguez Echeverría, Álvaro, “Nuestras universidades lasa-llistas: Un camino a la misión y la asociación”, IALU, 8ºEncuentro, Canoas, Brasil, enero, 2007. (www.ialu.org).

Rodríguez Echeverría, Álvaro, “La misión lasallista a nivelterciario”, IALU, 9º Encuentro, Filadelfia, June, 2009(www.ialu.org).

Stalder, Felix, Manuel Castells, Polity Press, Cambridge,2006.

Sternberger, Lee, “Partnering for Success”, InternationalEducator, vol.14, Nº 4, NAFSA: Association of Internatio-nal Educators, Washington, DC, July-August, 2005.

Wenger, Etienne, Communities of Practice, Cambridge Uni-versity Press, Cambridge, 1998.

La visión corriente de unacomunidad lasaliana mundial –interconec-

tada y colaboradora, fiel a su misión y nítida en sufinalidad- es la fuerza que unifica la AsociaciónInternacional de Universidades Lasalianas (IALU).Esta visión se clarifica además con la lectura de lasituación que vive nuestra familia lasaliana mundialy el reto que tiene por delante, tal como queda des-crito por el 44º Capítulo General. La Circular 455dirá que las instituciones lasalianas:

Caminamos a diferentes velocidades hacia unnuevo modelo de Familia Lasaliana a nivel local,regional y mundial, en el que la corresponsabili-dad, la colegialidad y la toma de decisiones com-partidas en la misión, y la vivencia de identidadespropias pero interdependientes, sean una realidadque vivamos con gozo. Contamos con las estruc-turas de animación y gobierno donde la misión esimpulsada por todos los asociados, la espirituali-dad lasaliana es compartida y enriquecida, ydonde los Hermanos desempeñamos nuestro pro-pio papel.

El reto más importante para IALU en estos momen-tos es la tarea de asegurar que nuestra organiza-ción sea más eficaz aún en la animación de los lasa-lianos de nuestras instituciones para que profundi-cen su conocimiento de nuestra misión lasaliana ysu asociación con ella. Como red de las universida-des lasalianas, IALU tendrá que ser más plenamenteconsciente de la responsabilidad de ser sensible aeste reto.

Conocer quiénes somos. La búsqueda empieza aldefinir lo que verdaderamente es la universidadlasaliana. Esta cuestión existencial pide una res-puesta en el mundo de hoy. Observando la parado-ja de los avances tecnológicos que unen y alienan alas personas al mismo tiempo, de la preocupaciónpor la guerra mientras que nuestro planeta agobia-

do se lleva vidas a miles, del predominio de la apa-tía y la satisfacción entre la pobreza, IALU ha de res-ponder a la pregunta para permanecer relevante.

Mientras que estas paradojas aparecen fácilmenteen las conversaciones entre profesores y estudian-tes de nuestras universidades, reconocemos lastensiones que imperan continuamente en nuestrasinstituciones de enseñanza superior. Somos con-frontados continuamente por cómo la búsquedade competencia profesional desvía nuestra aten-ción de la finalidad de nuestra misión de educarpara la justicia. Continuamente encaramos el retode provocar una mayor conciencia de la tradiciónlasaliana de trabajar juntos y por asociación, inclu-so cuando enfrentamos temas de autonomía ydiversidad.

Como primer paso, podemos necesitar ver un cua-dro más detallado de la organización a través de larecopilación de los contornos de todas las Univer-sidades miembros de IALU. Estoy convencido deque habríamos de empezar nuestro itinerariocomparando los datos básicos que puedan ayu-darnos a conocer quiénes somos hoy como univer-sidades lasalianas y después utilizar estos datoscomo referencia para poder identificar las cualida-des que generalmente compartimos así como lascualidades peculiares de cada institución. Esteproyecto analítico es una oportunidad para quelos miembros de IALU articulemos nuestra identi-dad lasaliana.

El Hermano Francis Tri Nguyen, en Iden-tidad de las Universidades Lasalianas enel siglo XXI, ofrece un intento de cono-cer la identidad de las UniversidadesLasalianas. El estudio proporciona unmosaico de visión y recuerdos reco-giendo los esfuerzos y aspiracionestanto de Hermanos como de colabora-dores lasalianos por comprender, inter-pretar y vivir el carisma lasaliano com-partido en el ambiente social cambian-te de la enseñanza superior en el sigloXXI. Concretamente, suinvestigación apunta a losmodelos de los temas comu-nes y esenciales en dieciséisuniversidades lasalianas de

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H. Armin A. Luistro, FSCPresidente de la Universidad

La Salle de Manila (Filipinas)Presidente de IALU

El Hermano Armin Luistro, elegido presiden-

te de la AILU/IALU en junio del 2009, com-

parte con nosotros su reflexión sobre las uni-

versidades lasalianas hoy.

Un Reto Mundial para las Universidades Lasalianas

Europa, Latinoamérica, Asia y América del Norte.Estos temas comunes y esenciales constituyen loscomponentes estructurales de la identidad de launiversidad lasaliana del siglo XXI. Son: comunidadde practicas fortalecidas por la coherencia organi-zativa; ministerio educativo, que se esfuerza por laexcelencia educativa, se dedica a la investigaciónsocial y trabaja por la transformación social; inter-conexión social por la mejora de la sociedad; y diri-

gir con el ejemplo, promover la creatividad y equili-brar eficazmente múltiples identidades.

Formación de comunidades de fe. A partir de losperfiles detallados de nuestras universidades debe-ríamos ser capaces de determinar la amplitud denuestra tarea más importante: la de alentar cons-tantemente a las comunidades educativas hacia unconocimiento más profundo de la misión de las ins-tituciones lasalianas y, por consiguiente, dirigirlashacia un itinerario que también intensificará gra-dualmente su asociación con nuestra misión.

En su mensaje a los participantes en el Programa deLiderazgo de IALU en Roma, el Hno. Thomas John-son nos recordaba que

para ser miembro de una comunidad educativade fe se requiere no sólo información sino tam-bién formación. No es sólo una cuestión racional,del intelecto, sino también del corazón y de nues-tro interior. Es necesario conocer la historia lasa-liana, la herencia de nuestra misión, su don ocarisma y conectarlo con nuestras propias histo-rias. La formación es un proceso de despertar eintensificar en la persona la sensibilidad paraayudar a descubrir la presencia y la llamada deDios y a la vez estimular respuestas basadas en lalibertad personal y la madurez humana. Es eseproceso o itinerario el que hace que veamos en laeducación no solamente un trabajo sino más bienuna vocación. La formación hace que nos con-cienciemos de la alegría y la emoción que provie-ne de marcar la diferencia en la vida de un estu-diante, de ver el cambio de un estudiante, deexperimentar el crecimiento de un estudiante ysaber que estás de alguna forma mística unién-dote al acto de la creación. La formación esesencial para llevar a cabo la Misión Lasalia-na en cada nivel.

Si deseamos seriamente perseguir la tarea a largoplazo de formar comunidades de fe, deberíamosinventar nuevas maneras de formar a nuestrosColaboradores Lasalianos. Después de todo, elloscontinuarán creciendo en número y no solo seráncada vez más responsables de la administración delas universidades lasalianas sino que estarán tam-bién en contacto directo con nuestros estudiantes.

Fomento de líderes. Las comunidades de fe crece-rán si aceptamos la necesidad de continuar la for-mación de líderes lasalianos no sólo entre los Her-manos sino -más importante quizás- entre nuestrosColaboradores Lasalianos. Los análisis muy positi-vos del programa anual de liderazgo en Roma orga-nizado por la Asociación Lasaliana de Estados Uni-dos de Presidentes de Facultades y Universidades

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nos empujan a seguir y expandir los programas deformación para líderes lasalianos y asegurar su sos-tenibilidad.

Un objetivo importante de formación en el lideraz-go es desarrollar el reconocimiento entre los uni-versitarios de los valores esencialmente lasalianos.En sus decisiones y acciones, esperaríamos encon-trar colaboradores laicos lasalianos que se refieranmás a los principios adoptados por nuestro Funda-dor, San Juan Bautista de La Salle. Las personasdeberían darse cuenta de que un volver constantea los principios lasalianos básicos no es sólo piedad–práctica ya no tan atractiva al laicado contemporá-neo- sino también, y lo que es más importante, unaactitud vital. Traduciríamos la literatura lasalianaexistente a un lenguaje que pueda ser comprendi-do y entendido por los responsables y profesoresde las universidades miembros. Esto es muy impor-tante: no podemos hablar y hablar de nuestro com-promiso para proporcionar –juntos y por asocia-ción- una educación humana y cristiana a los jóve-nes, especialmente a los pobres, porque esto nece-sita ser revivido y redefinido en un mundo quecambia tan rápidamente.

Fomento de la investigación. Advirtiendo el poten-cial de la red de universidades de IALU en el mundo,sería también importante promover una cultura deinvestigación en línea con nuestra identidad ymisión lasalianas, centrándonos en dos zonasimportantes para una colaboración futura.

Primeramente, podemos centrarnos en los puntoslasalianos tradicionales de la educación, el alivio dela pobreza y los jóvenes en riesgo, haciendo hinca-pié en la “transformación social,” descrita por el Hno.Álvaro en el Encuentro VII. Cada escuela puede serun recurso para los investigadores y cada proyectode investigación puede ser producto de la colabo-ración multidisciplinar que crea un impacto mayoren las comunidades locales o en la sociedad engeneral.

En segundo lugar, una prioridad importante deinvestigación que las universidades de IALU deberí-an perseguir se da en el apartado de la investiga-ción lasaliana. La mayor parte de los estudios exis-tentes sobre la tradición lasaliana abordan temas ypreocupaciones que afectan a las escuelas lasalia-nas del primer nivel, y los destinatarios de la inves-tigación fueron básicamente los Hermanos de lasEscuelas Cristianas. Sería importante contribuir aun incremento de la investigación relacionadadirectamente con el contexto de una universidadlasaliana; por ejemplo ¿cuál es el valor añadido deuna universidad lasaliana en un contexto particular

o en un medio socio-histórico? ¿Qué hace a las uni-versidades lasalianas de hoy vivir el carisma funda-cional del Fundador? ¿Dónde pueden las universi-dades lasalianas ser más eficaces al formular supapel en la evangelización? Son algunas muestrasde investigación que pueden ayudar a las universi-dades lasalianas a incrementar su autoconocimien-to y su aplicación e importancia en la sociedad y laIglesia.

Una estructura eficaz de IALU. Para perseguir estosobjetivos, las universidades miembros tal vez nece-siten revisar la estructura actual y crear comisioneso equipos especiales que puedan conectarse perió-dicamente y coordinar programas o proyectos paraIALU, asegurando así también una participaciónmás activa de sus miembros, a la vez que aseguranlíneas abiertas de comunicación.

En un futuro próximo, esperamos ver comunidadesregionales de universidades miembros de IALU másactivas y capacitadas. Una investigación dirigida enCosta Rica quizás pueda ser validada por experi-mentos similares llevados a cabo en Honduras,Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Panamá. Espe-cialistas de educación en Bolivia quizás puedanexperimentar con alumnos de escuelas de Colom-bia, Brasil y de otros países de Sudamérica.

Mientras que la planificación y puesta en marchapuede descentralizarse en las comunidades regio-nales, deberíamos todavía estimular un fértil inter-cambio de estudiantes y personas capacitadas,incluso por encima de las regiones. ¿No será un pro-yecto válido que estu-diantes de

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Ingeniería de las escuelas de IALU en México esténdos semanas en el norte de Filipinas construyendouna micro central hidráulica con estudiantes de lasescuelas de IALU de Filipinas? ¿No será positivo que

profesores de Economía de La Salle de Barcelonaempleen un mes de docencia en una escuela deIALU en México y Filadelfia? ¿No será una granexperiencia para estudiantes de las escuelas deIALU de América Central y del Sur dedicar unsemestre en La Salle de Beauvais cerca de París, enSt Mary’s University de California o en la Universi-dad de La Salle en Bacolod City, en Filipinas?

En la comunidad de IALU, nos damos cuenta dequiénes somos realmente. Todos los encuentros yproyectos de IALU deberían contribuir, de algunamanera, a una articulación más clara de la identi-dad de la universidad lasaliana. Una actividad diri-gida por una universidad La Salle podría estar deacuerdo con la misión de sólo esa universidad. Unaidea o programa surgidos naturalmente y que hanpenetrado en la estructura, cultura y espíritu comu-nitario de todas las universidades La Salle en elmundo podrían probablemente ser una manifesta-ción de nuestra realidad lasaliana.

Sin incluir en nuestra propia identidad de universi-dad individual la experiencia de otras escuelas lasa-lianas del mundo, no seremos capaces de ver conclaridad quiénes somos verdaderamente. Y, cierta-mente, sin asociarnos con todas las restantesescuelas lasalianas del mundo, tal vez no seríamosfieles a quienes somos realmente.

Nuestra tarea hoy puede que no sea muy diferen-te de la que se les presentaba a los primeros lasa-lianos. Como el Fundador y nuestros primerosHermanos continuaron discerniendo con regula-ridad cómo la misión lasaliana podría ser másrelevante y eficaz en su mundo, así también debe-mos continuar nosotros siendo flexibles y adapta-dos a los signos de los tiempos, audaces paratomar riesgos y animosos en confiar en la divinaprovidencia.

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Una universidad cristianatiene que tener en cuenta la preferencia del

evangelio por el pobre. Esto no significa que sean sólolos pobres los que deban entrar a cursar sus estudiosen la universidad, ni que la universidad deba dejar decultivar toda aquella excelencia académica que senecesita para resolver los problemas reales que afec-tan a su contexto social. Significa más bien que launiversidad debe estar presente intelectualmentedónde su presencia sea necesaria para proveer deciencia a aquéllos que no la tienen; para dar instru-mentos a los que no los tienen, para ser la voz de losque no tienen voz, para dar respaldo intelectual aaquéllos que no poseen las calificaciones académicasnecesarias para promover y defender sus derechos.(Ignacio Ellacuría, S.J., “La tarea de una universidadcatólica,” Discurso en la Universidad de Santa Clara,12 junio 1982).

IntroducciónEn primer lugar, saludo calurosamente a todos losmiembros dirigentes de la Asociación internacionalde universidades lasallistas (IALU) y especialmentea Ustedes que participan en este IX encuentro deUniversidades. En varias ocasiones, he sido invitadoy he tenido el gusto de compartir en estos encuen-tros u otras actividades de IALU.1

Mi presencia en todos estos encuentros ha queridosignificar la importancia que tiene para mí y paranuestro Instituto esta red tan diversa de Centrosuniversitarios, de Institutos técnicos o agrícolas, deEscuelas superiores agregadas o no a alguna Uni-versidad, de Colleges y de Universidades lasallistasextendidas en todos los continentes. De manerasdiversas, ya sea por medio de una formación liberaly profesional, o por el desarrollo de carreras especí-ficas profesionales, nuestros universitarios se pre-

paran para asumir sus responsabilidades sociales,cívicas y políticas para el bien común. Con más omenos fuerza de presencia y de influencia en elentorno, podemos afirmar que en todas las Regio-nes Lasallistas del mundo existen estos centros,algunos de los cuales se remontan a mediados delsiglo XIX, que los mismos se han ido consolidandopoco a poco y extendido numéricamente, sobretodo desde los años sesenta hasta hoy, sin haberloprevisto desde el principio.

Esta explosión de instituciones terciarias, es cues-tionada por algunos, que entienden la misión lasa-llista exclusivamente centrada en una educaciónprimaria o secundaria. Estos verían este desarrolloimprevisto como una dispersión del legado lasa-llista, del proyecto del Fundador y de los primerosHermanos, cuya meta principal consistía en laeducación cristiana, para niños y jóvenes, sobretodo para los hijos de los artesanos y de los pobresy de aquellos en situación de abandono. Paraotros, este desarrollo portentoso, se entiendecomo estando en perfecta continuidad con lasmúltiples y diversas respuestas que De La Salle ysus Hermanos asociados dieron a situaciones ynecesidades muy diversas. Estas nuevas creacio-nes prolongan en el tiempo aquella actitud depresencia, de mirada crítica sobre la realidad vivi-da por los jóvenes y renuevan en nuestro tiempoaquellas respuestas educativas paraproseguir la misión de Jesús: He veni-do para dar vida, y vida en abundancia(Juan 10,10). Gracias a la audacia dealgunos lasallistas, esta multiplicaciónde Universidades, sobre todo en loscontinentes donde la población mun-dial sigue creciendo y donde se con-centran gran número de jóvenes, seconvierte en un nuevo horizonte desentido y nuevas oportunidades.Ustedes han corrido el riesgo de llevara nuestra asociación lasallis-ta a lugares inéditos, aponernos de nuevo ensituación de frontera, a viviren situaciones límites, para

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H. Álvaro Rodríguez Echeverría, FSCSuperior General

Cada dos años, los presidentes de las uni-

versidades lasalianas se reúnen en una

asamblea general que llaman “encuentro”.

El Hermano Superior General participa en

ella regularmente. He aquí el texto de su

última intervención en Filadelfia, en junio

del 2009.

La Mision lasallista a nivel terciario.IXº Encuentro IALU

desde allí, responder a los jóvenes universitariosde hoy.

No he intentado en mis presentaciones anterioresjustificar este nuevo fenómeno. Tampoco lo inten-taré en esta presentación. Más bien, lo he acogidocomo un signo de los tiempos, como un llamadoprofético a todos los lasallistas, colaboradores en laObra de Dios, tanto en la educación primaria,secundaria como terciaria.

En un mundo conflictivo y violento, como lo recor-dé en Canoas en 2007, los niños, los jóvenes y losuniversitarios, viven bajo el impacto de una globa-lización con sus implicaciones sicológicas y socio-económicas muchas veces trágicas, desastrosas,escandalosas e inaceptables. Ese impacto, cierta-mente, tiene también sus aspectos positivos. Dehecho, en un mundo sin fronteras, y con más posi-bilidad de humanización, los jóvenes puedenencontrar posibilidades inéditas, ya que se lesabren caminos de crecimiento y de inserción profe-sional en la sociedad. Paradójicamente, sin embar-go, esto no es lo que ordinariamente sucede. La vio-lencia se hace increíblemente más cruel y las gue-rras, muchas veces bajo falsos pretextos y mentiras,se multiplican. Los asuntos de salud y educación,trabajo y medio ambiente se hacen secundarios ydispensables. La lucha contra el terrorismo se haceprioritaria; las políticas migratorias se endurecen, ylas nuevas pobrezas afectan a todas las familias entodos los continentes.

Como les decía entonces, los jóvenes de hoy,impactados por una cultura cada vez mas internacio-nal, viven el conflicto de valores y contravalores conque se les bombardea continuamente por los mediosde comunicación. Con el desmembramiento de lafamilia tradicional, este papel de la cultura ambientees omnipotente. Difícilmente encuentran los jóvenescomunidades donde puedan vivir un proceso armóni-co de interiorización y de apropiación de esos valores,

en un camino de experiencias significativas suficien-temente poderosas para convertirse en fuentes dememoria en la que encuentren sentido y finalidad asus vidas.

De esa manera, viven amenazados. Amenazadospor la desintegración de los estados-naciones quepodrían garantizar un mínimo de igualdad frente ala educación y que ya no tienen los medios parahacerlo. Amenazados por el surgir de grupos ideo-lógicos y religiosos replegados sobre ellos mismos,favoreciendo la intolerancia y el sectarismo extre-mista. Y amenazados por la destrucción de lazos desolidaridad internacional, por lo que cada país se veabandonado a su propia suerte.

¿Qué futuro tendrán los jóvenes, niños y niñas deesta generación? ¿Qué sueños podrán alimentarlos jóvenes que deberían ser la dulce esperanza desus familias y de sus pueblos? El hambre, la migra-ción forzada, el desmembramiento de la familia ylas nuevas formas de pobreza que cierran el hori-zonte de esta nueva generación, ¿acaso no serántambién llamadas del Espíritu que nos exigen unarespuesta profética en estos momentos de nuestrahistoria?

Esos llamados y la respuesta profética de la misiónlasallista a nivel terciario será el centro de esta pre-sentación del IX Encuentro. El foco central de estapresentación será pues una exploración, un exa-men, una crítica y una ampliación del profetismo denuestras respuestas a nivel terciario.

Esa exploración la haremos, en primer lugar, exa-minando y analizando lo que decimos que somosy hacemos, tal como lo describen nuestros hori-zontes pedagógicos o proyectos educativos. Estonos permitirá identificar aquellos valores que con-sideramos ser centrales en la educación terciarialasallista. En segundo lugar, recordaremos y rein-terpretaremos las llamadas y las respuestas edu-

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cativas de La Salle con sus primeros asociados, a laluz de la tradición intelectual católica y de la doc-trina social de la Iglesia. Desde esa perspectiva,identificaremos aquellos valores que parecen sercentrales a la misión lasallista desde sus orígenes.Finalmente, en tercer lugar, confrontaremos loque decimos sobre nuestra misión con los valoresenfatizados por el legado espiritual e intelectualcatólico y de De La Salle y revisaremos profética-mente nuestra misión en fidelidad creativa alcarisma recibido.

I. A partir de nuestrasdefiniciones de misión educativalasallista a nivel terciario,¿quiénes somos y qué hacemos?Las reflexiones que quiero compartir han sido ela-boradas gracias a los documentos que muchos deUstedes me han hecho llegar para preparar estapresentación.2

Les agradezco vivamente la rapidez de sus res-puestas. Y aunque la lista es incompleta, estamuestra nos permite entrever la diversidad de lapresencia lasallista en la educación terciaria. Dehecho, además de las Universidades y Collegesque combinan una formación general liberal conuna formación profesional, existe una gran varie-dad de centros universitarios, Institutos o Escuelassuperiores, agregadas o no a alguna Universidad,centrados más bien en una formación profesionalpor el desarrollo de una o varias carreras profesio-nales. Esta diversidad demuestra que no existe unmodelo único de educación terciaria lasallista ynos sitúa delante de la riqueza de respuestas aurgencias locales. Todas se reconocen como here-deras de un legado lasallista, pero no todas soniguales. De esa manera tendremos que evitar latentación de reducir esta variedad de proyectosuniversitarios lasallistas en el mundo, a unos valo-res centrales abstractos que no correspondan a larealidad y que no respeten la originalidad de larespuesta local.

• El enfoque de mi examen

Mis reflexiones evidentemente parten de los textosque me han enviado. He tratado de utilizar el voca-bulario de esos textos lo más objetivamente posi-ble. Pero también es importante tener en cuentaque esos textos tienen sus contextos. Esos textosno se comprenden totalmente sin las personas quelos redactaron, desconectados de los procesos queutilizaron para realizarlos. Además, no todas las ins-tituciones los utilizan de la misma manera. Algunas

los integrane x p l í c i t a -

mente en supráctica curricu-

lar y administrativa,otras los tienen menos en cuenta en su quehacerde cada día. Por mi parte, ese contexto lo he vividode un modo más cercano en las visitas pastoralesque he tenido el privilegio de realizar como VicarioGeneral, y después en mi primer mandato comoSuperior general, en encuentros formales e infor-males he podido conversar con presidentes, recto-res o directores, con administrativos y con miem-bros de las facultades, así como con un número sig-nificativo de alumnos. De muchos de esos encuen-tros guardo recuerdos sumamente positivos, y hequedado admirado de la creatividad, y la generosi-dad de tantos lasallistas que en todo el mundo des-arrollan una exigente vida académica conectadacon las necesidades de los mas pobres, buscandoresponder a sus urgencias por la investigación yextensión, y por la formación de profesionalesmovidos por el sentido de justicia y equidad, y com-prometidos en el trabajo por el bien común.3 Es porconsiguiente a través de personas más que de tex-tos, que he podido percatarme de la pasión quenos mueve y de la compasión que nos impulsa a lamisión. Desde ese contexto lasallista de acción pre-ferencial hacia los más pobres he intentado analizarlo que decimos ser y hacer en la educación terciaria.Sin este enfoque no podemos hablar de obras lasa-llistas.

¿Qué entendemos por una declaración de nuestravisión y misión y para qué sirve? Aunque ya lo sabe-mos, es conveniente que recordemos que se tratade definir cuál es la finalidad de esa institución yqué criterios deben estar presentes para guiar latoma de decisiones y las líneas de acción. En efecto,por medio de sus textos, las Universidades y Cen-tros superiores no sólo suelen definir su identidad,sino que afirman lo que más valoran en términos de

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sus principios esenciales y permanentes; expresan-do aquello que es particular y propio y que los dis-tingue en relación con otras instituciones semejan-tes. Todo este proceso de construcción de unavisión y misión los conduce a menudo a definirtambién su razón de ser, su fundamentación histó-rica, su finalidad o idea central, la visión de futuroque los motiva.3

En todo caso, mi propósito aquí no es el de lograruna formulación abstracta válida para todas nues-tras instituciones terciarias. Seria un empobreci-miento fatal el intentar borrar lo local, eliminandola riqueza de la variedad. Se trata más bien deencontrar los acentos comunes, los énfasis, o siqueremos el lente lasallista que nos hace ver lasnecesidades de los universitarios y responder a lasmismas de un modo diferente. Creo que todossomos conscientes de que muchos de los progra-mas que hacemos son llevados a cabo tambiénpor otras instituciones terciarias. Al examinarnuestras afirmaciones, nos preguntamos, sinembargo, si realmente implementamos nuestramisión en la educación terciaria desde una pers-pectiva particular que tiene sus raíces en unafuente de inspiración común: los signos de lostiempos, el Evangelio vivido en Iglesia y el carismalasallista.

• Elementos de la visión-misión lasallista ennuestros textos

A continuación, comparto los elementos significati-vos de la misión lasallista en la educación terciariatal como son formulados en nuestros textos:

• Somos Universidades o Centros terciarios funda-mentados en el pensamiento católico y en elespíritu de san Juan Bautista de la Salle queorienta su acción educativa preferencialmentehacia los más pobres.

• Nuestra misión está impulsada por tres tradicio-nes: la tradición clásica de las artes liberales, latradición intelectual y espiritual de la Iglesia Cató-lica y la visión educativa enunciada por La Salle ydesarrollada por los Hermanos de las EscuelasCristianas por más de 300 años. Dedicados a estastradiciones, promovemos una enseñanza de cali-dad, que tiene en cuenta lo que valoran los uni-versitarios y al mismo tiempo los valores últimostranscendentes.

• En cuanto Universidad católica, y lasallista consi-deramos como fundamental la inspiración cristia-na y la fidelidad al Evangelio. Tenemos comocompromiso fundamental la búsqueda de la ver-dad a través de la investigación, la conservación ytransmisión del saber. El conocimiento es el resul-

tado de una búsqueda a lo largo de toda una vidaa través de una interacción creativa y crítica enuna comunidad que aprende. Ofrecemos unaeducación de calidad convencidos de que el des-arrollo intelectual y espiritual se implican y seretroalimentan mutuamente. Y nos compromete-mos a través de la docencia y de una reflexiónconstante a la luz de la fe católica sobre el saberhumano, y del servicio, a contribuir al plan deDios a favor del pueblo de Dios y de toda la fami-lia humana. Nuestros programas preparan a losjóvenes para el servicio y el desarrollo de un lide-razgo progresivo en sus comunidades.

• Enraizados en esta tradición católica promovemosuna constante interacción entre la fe y todaslas formas de conocimiento, en un clima abier-to, con la convicción de que todo lo creado esinteligible y coherente. De esa manera, ayuda-mos a nuestros alumnos a liberarse de sus estre-chos prejuicios, intereses y perspectivas y los invi-tamos a mirar a la realidad con precisión, a juzgarlos eventos críticamente e independientemente,a pensar lógicamente y a comunicar efectiva-mente. Buscamos la sabiduría, es decir los princi-pios básicos que ordenan todos los hechos parti-culares. Reconocemos a Dios como realidad ulti-ma, como la fuente central de sabiduría, de inspi-ración y de convicción, que unifica las diversasformas de conocimiento en búsqueda de la Ver-dad, al mismo tiempo que reconocemos la diver-sidad de experiencias humanas.

• Guiados por ese legado lasallista promovemos unespíritu de asociación en base a una misióncompartida, para responder a las situaciones deinjusticia pobreza y opresión, con miras a cons-truir un mundo ordenado por la justicia. Todoscontribuimos a la misión de la universidad: losestudiantes, los miembros de la facultad, losadministradores y trabajadores, la junta de direc-tores, las familias, los antiguos alumnos. La fuerzade nuestra asociación se alimenta en una visióncompartida que unifica todos nuestros esfuerzoshacia el logro de los objetivos de nuestra misión.

• La Universidad atiende a que los universitariosperciban la estrecha vinculación existente entrelos distintos saberes, desarrollando una culturaintegral a partir de conocimientos científicos yhumanísticos profundos y decididos a dar testi-monio de su fe ante el mundo, a cumplir con lasobligaciones derivadas de esa fe.

• Somos universidad que genera nuevos cono-cimientos que contribuyen a la transforma-ción social y productiva del país y que pro-mueve y divulga esos conocimientos por la

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enseñanza y publicaciones y otras formas decomunicación.

• Una universidad cuya enseñanza se caracterizapor una relación pedagógica de calidad, deexcelencia entre profesores y estudiantessegún los modelos pedagógicos propios decada disciplina, con los métodos científicosparticulares y la búsqueda de encuentros inter-disciplinares.

• Una universidad que aprende porque investi-ga, que promueve la investigación entre profe-sores y estudiantes para favorecer un espíritude indagación, de crítica y de generación depensamiento autónomo, capacitándolos atomar sus propias decisiones y a resolver susproblemas en el ejercicio de su responsabilidadsocial y política.

• Una universidad que extiende lo que investiga yenseña, es decir que tanto la investigación comola enseñanza tienen impacto social por mediode una extensión abierta a la participación detoda la comunidad, buscando maneras de socia-lizar los conocimientos generados.

• Promueve a través de la enseñanza, la investiga-ción y la extensión, una formación integral parael desarrollo humano de profesionales lideres,íntegros e idóneos, convencidos del valor y digni-dad de la persona y de su destino trascendente;con responsabilidad comunitaria y que por susvalores contribuyen a esa transformación socialcon una inspiración cristiana y con visión huma-nista y ética, desde el Evangelio de Jesús. Losvalores que privilegiamos: el sentido de la verdady el respeto por la autonomía de los saberes, lasolidaridad y fraternidad, la honestidad y respon-sabilidad social, el respeto y la tolerancia, la espe-ranza y la fe, la comunidad y el servicio.

• La misión implica también la evangelización y elcompromiso de dar a conocer el mensaje evan-gélico y de esforzarse porque el mismo penetreen los espíritus y los corazones de todos, tanto enel campus como fuera de sus campus.

• Compromiso con una sociedad más democrá-tica y más justa, ampliando las oportunidadespara las mayorías y el reconocimiento de la plu-ralidad y derecho de las minorías. Sus valores: laequidad, la defensa de la vida, la construcción dela nacionalidad y el compromiso con el desarro-llo humano integral y sustentable. Nos compro-metemos a estudiar las causas de la injusticia,pobreza y opresión. Valoramos la dignidadsagrada de cada persona, afirmamos la dignidadel trabajo, promovemos el cambio de sistemasopresores.

• Colaboración con la Iglesia local, analizado ydifundiendo el pensamiento ético moral ysocial cristiano, promoviendo siempre la bús-queda de la verdad en la búsqueda de solucio-nes a los problemas e interrogantes humanos,pero respetando todas las otras expresionesreligiosas.4

II. Elementos centrales a lamisión educativa de La Salle ysus primeros asociadosPartimos para nuestra reflexión de esa convicciónexpresada en la Regla de los Hermanos citando untexto de la Declaración del Hermano enel mundo de hoy (1967): Los Herma-nos están convencidos de que elEspirito Santo se ha manifestado deun modo especial en la vida, la obray los escritos de san Juan Bautista dela Salle, su Padre, y subsiguiente-mente en la tradición viva de suInstituto (Declaración 5.6 cf.Regla 4). Movidos por esta con-vicción, y conscientes de laimportancia que tienen paranuestros proyectos universi-tarios la tradición intelectualy la doctrina social, nos inte-rrogamos ahora sobre elimpacto que pudieran éstostener en el relato fundacio-nal de La Salle y los primerosHermanos.

Todos sabemos que el pro-yecto educativo y la obraescrita por de La Salle res-ponde a las urgencias vivi-das por familias de trabaja-dores y artesanos, de niñossin escuela y abandonados aellos mismos, y de jóvenespobres sin formación profe-sional y que no tenía comometa la Universidad. Proba-blemente, su intento decreación de un Seminariode maestros rurales y sutrabajo de formación peda-gógica y catequética de losHermanos pudieran ser con-siderados como sus iniciati-vas más cercanas a la educa-ción terciaria como la enten-demos hoy. Pero en general,

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podemos afirmar con claridad y sin dudas, que elfin de su Instituto consistía en dar una educaciónhumana y cristiana a los jóvenes, especialmente alos pobres. Esa finalidad respondía pues a lasurgencias educativas de niños y jóvenes, necesi-tados de escuelas y de cuidados pastorales detipo correccional. La Salle no incluyó en sus pro-yectos a Universidades al estilo de hoy.

Pero La Salle fue universitario. En su trabajo profe-sional dedicó horas interminables a la investiga-ción de ciertos temas pedagógicos y catequéticos,publicó y aplicó sus conocimientos a la realidadsocial que vivían los niños, jóvenes y educadoresde su tiempo. Nos preguntamos pues, ¿quéimpacto pudo tener en la Salle esa tradición inte-lectual, y cómo llega a valores centrales de la doc-trina social de la Iglesia? Observaremos pues eldesarrollo profesional y espiritual de La Salle en unitinerario que podríamos dividir para nuestro pro-pósito en tres partes: los años formativos, los añosde transformación y creación, los años paradójicosde generación de nueva vida en medio de fuertespasividades.

• Los años formativos

Los biógrafos nos informan relativamente pocosobre los primeros años de la vida de La Salle. Perotodos señalan al colegio de Bons Enfants como lainstitución que lo acoge a los diez años, paracomenzar una educación que en gran partedepende de la visión y currículo medieval. Estecolegio en Reims tenía el legado intelectual de

una larga historia que remontaba al siglo X. Susraíces pues eran la escuela medieval. Como estu-diante, La Salle llega a una institución que sufríagrandes transformaciones, sus estatutos estabansiendo revisados pero su currículo centrado enlenguas clásicas, literatura y filosofía permanecíaintacto y organizado según las siete artes libera-les: el trivium o sección elemental dedicado a lagramática, retórica y lógica, y el quadrivium o sec-ción intermedia dedicada a la aritmética, la músi-ca, la geometría y la astronomía. La disciplina aca-démica era sumamente estricta. Seis horas al díase dedicaban a ejercicios prácticos que incluíanmemorización, traducción e interpretación de tex-tos, improvisación y discusiones. El ambiente cul-tural era dominado por una cultura clerical al esti-lo galicano. Este currículo daba poco espacio aautores contemporáneos y a asuntos de la vidasocial y política.5

A estos primeros estudios básicos, siguieron losaños en teología, en dos centros universitariosmuy diferentes, primero en Reims y después en laSorbona de París. El primer año en la Universidadde Reims, el currículo seguía el Libro de Senten-cias de Pedro Lombardo. Debido a las tensiones enla Universidad de Reims, su padre le hace conti-nuar sus estudios en París. El ambiente de esta uni-versidad es muy diferente al de Reims. Aquí todoesta bañado por las controversias doctrinales ypolíticas. Todo esto parece dejar poca huella en DeLa Salle. La controversia sobre el Jansenismo, elGalicanismo, el Cartesianismo, no parecen intere-sar al joven seminarista. De ese periodo conoce-mos el curso sobre los sacramentos en general ysobre la gracia.

Tenemos conocimiento de su participación en uncurso sobre la Encarnación, siguiendo el métodoordinario de tesis que habría que probar en base afuentes de autoridad. Pero no son ni los cursos nilas horas en Sorbona que dejaran huella en suobra escrita. Su vida como seminarista en San Sul-picio lo introduce en la rica vida espiritual delSeminario. Olier, Henri Baudrand, y otros mentoresespirituales, lo iniciaron en la práctica de la pre-sencia de Dios, en la contemplación de los miste-rios, y en un total abandono a los movimientos delEspíritu. El legado espiritual de la Escuela francesade espiritualidad constituye sin duda una matriz yfuente existencial generadora de una vida interiorprofunda. Además, bajo la dirección de Tronson,aprendió la significación del silencio, de la oracióninterior y del ministerio catequístico.

De La Salle no termino sus estudios en Sorbona. En1673 retoma los estudios en Reims donde comple-

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tara el grado de bachiller 1675. En 1678 había cum-plido todos los requisitos para una licenciatura.Sólo después de su ordenación sacerdotal, La Sallecompletara su grado como Doctor en teología en1680.

Este itinerario de formación en la vida eclesiásticay académica dejaba poco espacio para una preo-cupación de tipo pastoral. A los 29 años, La Sallees un sacerdote canónigo de la Catedral, con lospies en una sociedad y en una Iglesia muy com-pleja y con una visión dependiente de un mundode ideas medieval, que lo deja mal preparado parala intensa aventura evangélica que se desatará enlos próximos cuarenta años. Me pregunto, cómofue posible para este joven canónigo, con una for-mación medieval en su cabeza, con un corazóncomprometido con los intereses de su familia, ycon una carrera probablemente brillante en laIglesia, dejarse conducir hasta un lugar tan radical,entre personas de otro nivel social, académico yprofesional. Nos encontramos sin duda ante elmisterio de la gracia.

• Los años de transformación y de creación a tra-vés de las actividades en su nueva profesión

En el fondo, esa formación clásica era coherentecon las opciones profesionales y pastorales deljoven canónigo. Sabemos que, a pesar de las ins-tantes peticiones de su director espiritual, NicolasRoland, La Salle no abandona una decisión asumi-da por el consejo económico de la familia, encar-gándose de la educación de sus hermanos y de losnegocios familiares. Todo esto era muy compatiblecon sus funciones canonicales. Afianzado en unaposición ya bien fija, resulta más sorprendente latransformación que ocurre cuando se deja condu-cir poco a poco a una frontera desconocida, a lasituación límite que ordinariamente vivían losmaestros sin medios ni recursos para realizar susfunciones, los niños abandonados, las familias detrabajadores y artesanos, los jóvenes sin horizon-tes de esperanza.

Podríamos decir que ciertas características y presu-puestos de la tradición espiritual e intelectualpodrían motivar una transformación en el jovencanónigo con una formación clásica medieval yuna vida espiritual intensa. La fe y la razón lo podí-an lanzar a esa búsqueda de la verdad como cami-no intelectual y espiritual a la vez. La fe y la razónno se oponen, se complementan, y ese dialogoapunta hacia la diversidad de saberes, que conjun-tamente apuntan hacia el misterio de Dios. Cadapersona humana tiene dignidad y está llamada abuscar esa verdad. La realidad debe ser descifrada.

Ni literalmen-te ni de manerafundamentalista, lafe busca entender a tra-vés de signos. En esta búsqueda espiritual genera-mos nuevos conocimientos, dando sentido y finali-dad. La gracia no sustituye ni destruye lo humano.

A luz de estos presupuestos, podremos percatar-nos del grado de racionalidad de las decisionesde La Salle, tal como aparece en un texto citadopor el biógrafo Blain, en el que nos presenta lasrazones que se da la Salle para aceptar el hechode que la vocación de canónigo lo ha abandona-do, antes de que el mismo la hubiera abandona-do. En toda su reflexión, La Salle está anclado enla tradición intelectual. Pero no son las razoneslas que lo mueven de su mundo para abrazaruno que apenas conocía, el mundo de los maes-tros pobres.

Como Pascal afirma, conocemos la verdad nosólo con la razón sino también con el corazón…Los principios son sentidos, las conclusionesdeducidas… Es el corazón quien siente a Dios yno la razón. He aquí lo que es la fe: Dios sensibleal corazón y no a la razón. Por otra parte pode-mos decir que el amor nos hace “sentir” la ver-dad disponiendo a nuestro espíritu a experi-mentarla con mayor interioridad y más facili-dad. Podríamos decir que es un conocimientogustado. Santo Tomás nos dice que el que amase refiere al objeto amado como a sí mismo ocomo a algo suyo. En el mismo sentido SanAgustín llega a decir que somos lo que amamos.Estas razones del corazón son seguramente lasque movieron este cambio de ruta tan imprevi-sible, amor focalizado en rostros concretos y apartir de nuevas relaciones.

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Por eso, tenemos que situar esas decisiones en elmarco de un itinerario de relaciones inéditas, nobuscadas, frágiles y sin ninguna garantía de estabi-lidad económica. La Salle, en relación con Nyel; LaSalle en relación con dos jóvenes de talento, Nico-las Vuyart y Gabriel Drolin, que se convertirán enqueridos e íntimos asociados por muchos años. LaSalle en relación con los amigos de Roland, La Salleen relación con las Hermanas fundadas por Roland,y la comunidad fundada por Nicolás Barre, La Salleen relación con el P. Barre. Una constelación de per-sonas-signos que lo llevan a un sitio desconocido,donde los pobres viven situaciones límites.

Poco a poco, en el acontecer de la vida, en nuevasrelaciones, nuevos signos aparecen, nuevos textosevangélicos son leídos e interpretados desde otraperspectiva. La oración, la Eucaristía y el discerni-miento con el apoyo de directores espirituales loconducen a este nuevo lugar. En el proceso, elmundo medieval se derrumba, y queda La Salle enun mundo nuevo, donde la fe y la razón serán ejer-citadas para entender y para crear. En su cabezafuncionara un currículo clásico, pero en su corazónemergen nuevas exigencias que lo llevan a nuevosconocimientos.

Recordemos que La Salle no entra en este mundolímite solo, sin garantías humanas. Vuyart, Droliny otros jóvenes en la comunidad son los garan-tes, no en el plano económico, sino como compa-ñeros de aventura. Apoyado en esa primeraforma de asociación, el joven canónigo se con-vierte en educador y catequista, desarrollandouna febril actividad de creación en la misión edu-cativa que se expresa en nuevas obras y en múl-tiples publicaciones.

• Actividades de investigación y de aplicación

En la prodigiosa obra escrita por la Salle, en peda-

gogía y en catequesis, aplica sus nuevos conoci-mientos a la formación de maestros y de catequis-tas. Y esta aplicación a la realidad de los maestros ycatequistas, tiene su fuente en una impresionantecapacidad de investigar. De La Salle no inventa dela nada. Lee profusamente, selecciona, elimina,agrega, transforma. En una palabra, la publicacióntiene su base en una búsqueda intelectual sistemá-tica e incansable, y en un contacto permanente ycercano con la realidad.7

Este tema de La Salle como investigador, arrojaríanueva luz sobre la manera como la tradición inte-lectual funciona en su vida profesional. De La Salleno repite conocimientos que son inútiles y que nofuncionan. Acepta aquellos que le parecen validos yprácticos. Genera nuevos conocimientos que podráaplicar a la realidad. Pero esa re-invención no es untrabajo solitario, inventa en relación con sus asocia-dos y con sus alumnos. Habría que retomar todoeste tema de las fuentes de las obras lasallistasdesde esa perspectiva investigativa y de enseñan-za, que se acerca más a nuestra experiencia de Uni-versidad.

De esa manera, es sorprendente descubrir que lafuente de inspiración y los primeros beneficiariosde esa investigación fueron sus asociados. La aso-ciación es la que guía lo que investiga, para enseñarlo que han investigado y para aplicar lo que handecidido juntos para que la escuela funcione bien.Investigación, enseñanza y extensión con impactosocial transformativo de la sociedad se retroalimen-taban en una comunidad de aprendizaje y de traba-jo, dedicada exclusivamente al desarrollo espirituale intelectual de todos sus miembros, con el fin detocar no solo las mentes, sino los corazones de losjóvenes.

• Los años paradójicos de consolidación enmedio de las pasividades

En su última etapa de vida profesional La Salleexperimenta la paradoja del éxito y del fracaso, dela aceptación y del rechazo. Esa experiencia denoche obscura no nos sorprende totalmente. Lasactividades van a la par con las pasividades en el iti-nerario de todo discípulo.

Un sistema escolar dependiente de la estructura eideas medievales de la Universidad, y la Cancille-ría que trata de someterlas a la autoridad delObispo, serán terreno propicio para situacionesde intenso conflicto. El currículo propuesto por deLa Salle y las estructuras de estas nuevas escuelascristianas crea problema con los intereses deotras corporaciones de maestros, así como con lasregulaciones establecidas por la autoridad ecle-

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siástica local. La Salle maestro y catequista, seconvierte en enemigo de algunos y en maestroespiritual de otro s en este terreno de éxitos esco-lares y de fracasos políticos.

El Señor me lo dio todo, me lo quita todo, benditosea Dios. Esta cita del libro de Job que aparece enla última revisión de la Regla para hablar del espí-ritu de fe, es quizás reveladora de las tensionesque vivió de La Salle en sus últimos años. Sinembargo, apoyado en la fe y en los asociados quele recuerdan su papel en la obra de Dios, que con-fiesan su fe en los dones que Dios le ha dado, yque le ordenan retomar el gobierno central de laSociedad, de La Salle vuelve para completar laspublicaciones, y la estructuración de la comuni-dad y de la obra.

Esos últimos años no fueron años de inactividadsino de intensa actividad intelectual, reeditando,reescribiendo y revisando las obras escolares, peda-gógicas, catequéticas y espirituales, así comodando una última articulación a las Reglas de lacomunidad. Y si en su lenguaje puede aparecer unacierta tónica anti-intelectual en relación con lascontroversias sobre la gracia y el Jansenismo, osobre el galicanismo, no es que considere a los Her-manos como ignorantes e inmaduros. La Salle nolos anima a ser ignorantes, como algunos han pre-tendido al hacer una lectura literal de la Memoriadel Hábito. Los invita a no entrar en controversiaspara las cuales no estaban preparados y en las cua-les distintos partidos opuestos podían manipular-los. Una vez más, la tradición intelectual de la Igle-sia lo impulsa no hacia discusiones teológicas vací-as, y lo conduce a la situación límite del ministerioeducativo con los pobres. Señala a sus discípulos,en qué dirección mirar y los impulsa a abrazar conpasión la vocación y la asociación que Dios ha sus-citado para el servicio educativo de los pobres.Como en los años primeros de su itinerario, de laSalle se interesa poco en divagaciones inútiles, sec-tarias y partidistas, y se apasiona por la situaciónlimite que viven los pobres a quienes estamos lla-mados a servir por la educación.

III. Reinventar la misióneducativa a nivel terciario a laluz del legado espiritual,intelectual y social de la IglesiaCatólica y del legado de SanJuan Bautista de la SalleNo cabe duda de que La Salle vivió intensa-mente una vida profesional animada por la

tradición espiritual e intelectual de la Iglesia católi-ca. De la Salle no conoció la sistematización de ladoctrina social de la Iglesia que se consolida haciamediados del siglo XIX. Pero los grandes temas deesta enseñanza social católica se encuentran delleno en su itinerario y en sus escritos: La dignidadde la persona, la sacralidad de la vida, la responsa-bilidad del entorno y de la creación, la dignad deltrabajo y de los trabajadores, los derechos huma-nos y sociales, y las responsabilidades, la justicia, lano violencia, la economía, etc.

En el primer punto de esta presentación llegamos aidentificar algunos principios y valores centralesque expresan nuestros documentos sobre lamisión. Nosotros, como de la Salle, animados por lamisma tradición intelectual y por la doctrina social,hemos encontrado ejes y valores centrales que vivi-mos en situaciones límite. Situados como él en lasituación límite creada por las nuevas pobrezas, ycon profunda empatía por los jóvenes universita-rios, por los trabajadores, los inmigrantes, los perse-guidos por la justicia, que heredan un mundo glo-balizado complejo y disfuncional, re-articulamosesos valores centrales motivados por una fe quebusca entender con la razón, apasionados por elamor de Dios y de los pobres, en una comunidadhumilde que quiere aprender, investigar, enseñar ytransformar.

No creo que sea de mi competencia el proponermodelos universitarios para el futuro. Es un temaurgente que debe preocupar a todos los Presiden-tes de las Universidades. Otros más expertos enesos asuntos podrán identificar cómo ha ido cam-biando el perfil de las universidades, y cómo sesitúan respecto a su responsabilidad social. Loque me parece más evidente es que en nuestrarealidad de hoy, existen fuertes tendencias que nopodemos controlar y que nos obligan a hacercambios: en nuestras políticas de publicidad yadmisión, en nuestras prácticas de atracción ycontratación de nuevos administradores, catedrá-ticos y empleados. Entre otras, podemos men-cionar la fuerza económica, la culturaglobal, la legislación de losdiversos países, la

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competencia con otras instituciones etc. Sinembargo, hay algo sobre lo cual sí podemos tenerel control: las fuentes a partir de las cuales enten-demos lo que es o lo que queremos que sea lamisión lasallista a nivel terciario. Para reflexionarde un modo más crítico sobre este desafío, lespropongo tres pistas que pueden iluminar lo quehoy entendemos como misión lasallista a nivelterciario.

1. La Primera fuente: Latradición espiritual e intelectualcatólica.Hablando simplemente, podríamos entender estatradición como esa conversación de más de 2000años que emerge de esta convicción: una seriareflexión intelectual sobre “fe y cultura” ha de sersiempre muy beneficiosa tanto para los creyentescomo para los que no creen. En esta nueva culturaque emerge globalmente, hay ciertos interrogan-tes sobre la fe que serían sumamente interesan-tes. Al mismo tiempo se puede decir que nuestravida intelectual y nuestros conocimientos sobrela existencia humana serían grandemente enri-quecidos si no elimináramos de la conversaciónlas preguntas sobre la dimensión espiritual de lavida y sobre Dios.

En la historia, encontramos dramáticos ejemplosde cómo hemos fallado en vivir de acuerdo conestas exigencias de autonomía y de libertad en labúsqueda y de nuevas interpretaciones. Al mismotiempo que una tradición intelectual de hecho, haexistido en nuestra historia la desconfianza por lointelectual. Y aún más, una actitud anti-intelectualque ha querido imponer sus preferidas interpreta-ciones religiosas y sus pequeñas e inadecuadasverdades.

Desafortunadamente, en vez de asumir la sabidu-ría acumulada por hombres y mujeres de fe quehan emprendido honestamente un itinerario exi-gente para hacer lo que es justo, sus estrechos pre-supuestos teológicos les cierran y les impiden vernuevos y más grandes horizontes. Prefieren cen-trarse en algún aspecto que han priorizado delvasto cuerpo de conocimientos, ordinariamenteno necesariamente un asunto central en nuestratradición católica. A veces un punto insignificantedoctrinal enunciado en un vocabulario obsoleto, ofascinados por algún rito esotérico que quizás tuvosentido en otro tiempo y en otro mundo, polariza-dos en devociones sentimentales, en imágenesartísticas expresiones de otras épocas, satisfacen elacomodador deseo de vivir protegidos con unatotal seguridad en el pasado, para no tener queconfrontar con valentía los difíciles y desconcer-tantes interrogantes doctrínales y éticos del pre-sente. A menudo estas actitudes pseudo-intelec-tuales refuerzan y se encarnan en estructuras quesacralizan la autoridad religiosa.

Ninguna de nuestras universidades, centros, ins-titutos y escuelas terciarias puede escaparse deesta tendencia. En algún u otro momento habre-mos vivido las tensiones provocadas por el anti-intelectualismo de algunos grupos muchas vecespequeños en número pero ejerciendo muchapresión.

Y me atrevo a firmar que esa actitud no es ni inte-lectual, ni católica. No seriamos auténticamenteuna universidad fundamentada en el legado espiri-tual e intelectual de la Iglesia, si permitiésemos, porla presión de algunos pocos, que estas se convier-tan en terreno estéril y sectario, impidiéndonos serlugares que promueven una indagación intelectualapasionada sobre todos los asuntos de la creación,de la historia, de la sociedad.

La tradición intelectual católica al contrario, es elproducto de la interacción de hombres y mujereshonestos que no tienen miedo a la cultura de hoy yque buscan entender. Se fundamentan no en unpequeño artículo de fe o de moral, sino en esaincreíble aventura de una fe que busca entender, alo largo de la historia.

No debemos olvidar que nuestras Universidadeslasallistas se sitúan en el siglo XXI en las corrien-tes de ese gran movimiento intelectual de laIglesia católica. La Tradición que nos fundamen-ta es más incluyente que la Iglesia católica ocualquier otra institución religiosa. Aún más, noolvidemos que este gran itinerario en la fe, no esel trabajo exclusivo de católicos, y aún menos de

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figuras autoritarias de la Iglesia. Paradójicamen-te, esta tradición crecía siempre en medio detensiones creativas, pero a veces dramáticas,entre buscadores incansables y líderes de la Igle-sia. Esa tradición nunca fue un cuerpo monolíti-co estático, alimentado no sólo a partir de suspropias fuentes, sino acogiendo siempre nue-vas fuentes griegas, latinas, romanas, orienta-les, judías, islámicas, etc. Quizás esto explica elpor qué de una cierta desconfianza mutuaentre universidades y autoridades eclesiásticas,y que la libre búsqueda de la verdad se convier-ta en una de las características más significati-vas de las Universidades.

Si es cierto que la secularidad ha liberado a las Uni-versidades del peso de una autoridad anti- intelec-tual, tampoco está protegida de los ataques de gru-pos sectarios. Pero por otra parte, hemos de reco-nocer también que una Universidad secularizadapierde una oportunidad de replantearse interro-gantes sobre la existencia humana cuando se cortadel misterio de Dios. Este empobrecimiento es tannegativo como el del sectarismo.

Y ahora cabe preguntarse si la misión lasallista anivel terciario, es entendida como parte integral deeste extraordinario movimiento de fe en la historia.¿Somos herederos de esa visión de la tradición inte-lectual, o somos centros sectarios o secularizados?Cuando decimos ser Universidad católica, o de ins-piración cristiana, ¿qué queremos decir?

En la Iglesia, algunos profesionales corren el ries-go de olvidar, de perder la memoria, que es la basey fundamento de la identidad. Sin embargo, estamemoria es nuestra riqueza. No lo afirmo con elfin de enorgullecernos de ese patrimonio. Es másimportante el que nos fijemos en ciertos princi-pios y guías, que emergen de toda esta acumula-ción de experiencias y de depósitos cristalizadosen el tiempo. Monika Helwig en un libro editadopor A. Cernera y Oliver Morgan: Examining thecatholic intelectual tradition, (2000) identifica lossiguientes:

• La continuidad entre la fe y razón. La necesi-dad de pensar en la coherencia entre la fe y losretos que se nos presentan a través de eventosseculares y de nuevos saberes de hoy. Esta prac-tica filosófica no se opone a la fe, ni la niega. Larobustece.

• El aspecto acumulativo de la sabiduría. No noslimitamos a la Sagrada Escritura o al legado pre-Constantino. Cada época de la historia ha tenidohombres y mujeres que han respondido y quehan entendido su fe en nuevas culturas.

• Preferimos un enfoque anti-elitista. Se requiereuna gran humildad para aceptar que no sólo losintelectuales católicos buscan la verdad. No elitis-mo significa responsabilidad ante toda la comu-nidad cuando escogemos temas de investiga-ción, escritores, recursos. No elitismo significaapertura a los no especialistas, a los menos dota-dos. No elitismo significa que hacemos la Univer-sidad accesible a personas con menos medioseconómicos, los no privilegiados, los excluidos.Significa respetar todas las culturas.

• Somos comunidad. Significando por ello quetodos los grupos de afinidad y los grupos institu-cionales se abren a la misión general, creciendohacia ser una comunidad que investiga y queenseña aquello que ha descubierto. Significa quetodas las disciplinas desarrollan sus estudios conimpacto social y que lo que aprendemos lo apli-camos para el bien común en la sociedad. Signifi-ca que nos preparamos para un servicio efectivoen las comunidades en las que viviremos en elfuturo.

• Estos conocimientos y la sabiduría son paravivirlos. El desarrollo humano y el desarrolloprofesional van a la par con el desarrollo espi-ritual. Todos estos saberes integrados no hande conducir a una vida madura de autosufi-ciencia y de repliegue sobre si mismo, sino quea partir de una filosofía de vida coherente quecrea un sistema con sus prioridades, una jerar-quía de valores, y una actitud de humildad,

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debe llevar a una vida orientada al servicio delos demás.

• El principio sacramental. Una mirada a la his-toria y a toda la creación, como signo queapunta hacia otra realidad. Por la memoriarecordamos y por la imaginación disponemoslo que recordamos para dar nueva significa-ción. La creación y la historia están llenas demiles de signos. La comunidad de memoria yde esperanza, los reconoce, los celebra en rela-to, en arte, música, arquitectura y liturgia, ylleva a la contemplación.

¿Cuáles de estos principios resuenan más fuerte-mente con nuestros textos de misión? ¿Cuáles omi-timos? ¿Cuáles tendremos que recuperar de nues-tra tradición intelectual para mejor enfocar lamisión lasallista en la educación terciaria?

2. La segunda fuente: losprincipios generales de ladoctrina social de la Iglesiacatólica.Muchas de nuestras universidades han nacidocomo respuesta a urgencias educativas en la socie-dad. A veces hemos nacido a petición de una auto-ridad de la Iglesia, otras por intereses de grupos,como antiguos alumnos. Pero eventualmente,todas parecen querer desarrollar sus programas entérminos de carreras que tengan impacto social. Lafinalidad de nuestras universidades parece centrar-se en la formación de profesionales en quienes eldesarrollo humano y espiritual se complementa.Que aprenden por la investigación de la realidadsocial, y que aplican sus conocimientos a esa reali-dad para transformarla.

Por eso, conviene recordar aquí esta fuente denuestro legado que puede criticar y cuestionarproféticamente la autenticidad de nuestras defini-ciones de principios y valores centrales de lamisión.

• La dignidad de la persona humana. Reconoce-mos que toda vida es sagrada, y que la dignidadde cada persona es el comienzo de la visiónmoral de la sociedad. Creemos que somos crea-dos a imagen de Dios y que cada uno refleja unaspecto de ese misterio.

• La comunidad: el bien común. Realizamosnuestra dignidad y derechos en relación conotros en comunidad. La manera como organi-zamos la sociedad, económica y políticamenteafecta directamente a la dignidad de las perso-nas. No vivimos para nosotros mismos, sinoque el amor al prójimo nos hace responsablesde las personas, y trabajamos para el biencomún.

• La opción por lo pobres. Los pobres nos recla-man. Somos responsables de las opciones políti-cas que tomamos y que afectan a los más margi-nalizados. No se trata pues de un eslogan, queopone a un grupo contra otros. Esta opción setraduce en un esfuerzo común con el fin de cono-cer las raíces de la pobreza y de erradicar todapobreza.

• Los derechos y las responsabilidades. Todostenemos el derecho fundamental a la vida y conella a aquello que es necesario para una vidadecente: la alimentación, la habitación, el vestido,el empleo, la salud y la educación.

• El papel del gobierno y la subsidiaridad. Elestado debe promover la dignidad de todos,protegiendo los derechos humanos y constru-yendo el bien común. Todos tenemos el derechode participar en el gobierno y en institucionespolíticas que miran a realizar sus objetivos parti-culares. Mientras sea posible, las funciones degobierno deben permanecer en las instanciasde base, si pueden funcionar bien. Un nivelsuperior de gobierno debe intervenir solo cuan-do un nivel inferior no es capaz de realizar susfunciones.

• La justicia económica. La economía está al servi-cio del pueblo y no al revés. Los trabajadores tie-nen derecho a una labor productiva, a sueldosdecentes y a la seguridad en el entorno de traba-jo. Tienen el derecho a formar uniones o sindica-tos. A la iniciativa y a la propiedad privada, perocon limites. Nadie tiene el derecho de amontonarriquezas cuando otros tienen necesidades bási-cas sin resolver.

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• Somos servidores que cuidan de la crea-ción. No somos sólo consumidores y usuarios,somos los responsables de esta creación y desus frutos. Es parte integral de nuestro cultoal Creador este respeto y cuidado de todo locreado.

• Promovemos la paz y el desarme. La paz no essólo la ausencia de guerra. Exige colaboración yalianzas efectivas. Hay una estrecha relaciónentre paz y justicia.

• La participación. Nadie puede ser excluido de laparticipación. Todos tenemos el derecho a parti-cipar en la vida económica, política y cultural dela sociedad.

• Solidaridad global y desarrollo. Más allá de lasfronteras étnicas, nacionales, raciales e ideológi-cas, somos una sola familia. El desarrollo es paratodos. Deben ser respetados los derechos indivi-duales y nacionales de todos los pueblos. Sedebe evitar toda clase de extremismos, el delsúper-desarrollo de unos que crea el subdesarro-llo de otros.

¿Cuáles de estos principios caracterizan la finali-dad de la misión de nuestros proyectos educati-vos? ¿Cuáles desconocemos? ¿Cuáles omitimos?¿Qué cambios tenemos que hacer para quenuestra universidad refleje más transparente-mente estos valores de la doctrina social de laIglesia?

3. Tercera fuente. El legadoespiritual y pedagógico de LaSalle.No es posible, dentro de los limites de esta presen-tación, tener en cuenta todos los escritos de LaSalle. Me limitaré a poner en evidencia aquellosvalores de esta asociación para la misión educativa,tal como aparecen en las Meditaciones para elTiempo de Retiro. Escritas hacia el final de su vida,las MTR son como una síntesis de todo el itinerarioespiritual y profesional de La Salle con sus Herma-nos asociados. Del texto de estas 16 meditacionesse desprenden algunos principios y valores centra-les de nuestra asociación, a mi modo de ver, funda-mentados en la tradición intelectual y en la ense-ñanza social de la Iglesia.9

• El principio de la mediación del Padre. Somosuna comunidad de escogidos y llamados jun-tos para reconstruir el mundo, la sociedadinjusta de hoy con el poder recreador. El poderde mediación que toma en serio la realidaddel mundo y de la historia.

Somos mediadores, creadores, colaboradores, tra-bajadores y obreros en las manos de un Dios provi-dente, compasivo y presente. Desde el lugar límitedonde vivimos y servimos en medio del caos en elque viven los jóvenes de familias de trabajadores,Dios revela su plan. Su mundo creado y su historianecesitan trabajadores, arquitectos, labradoresrurales, que construyan la nueva creación, la nuevatierra. Iluminados con la fe, yapasionados por el celo de laobra de Dios, nos converti-mos en mediadores. A Diosno lo ven, nosotros somos lagarantía de su presencia sal-vadora, y de su plan de salva-ción para todos.

• El principio sacramentaldel Hijo. Somos unacomunidad de discípulosy hermanos de Jesús, aquién representamos.Somos Signos del poderredentor. El poder de launión y de la oración.

Embajadores, representan-tes, ramas de una única vid,somos signos que apuntanhacia otro signo. El poderredentor que tenemos vienedel Último signo, desde elcentro de nuestra comuni-dad. Todos los días oramos ytrabajamos. Todos los díasleemos el Evangelio desdeun lente único: leyendo elEvangelio para ver y oír loque Jesús hizo y dijo en rela-ción con sus discípulos.Jesús es el centro y cumbre,el signo que nos asegura queel plan del Padre se cumple.En su pasión y resurrecciónsurge la gracia. Nuestracomunidad unida para orar ypara trabajar, es un sacra-mento. Cada uno de nos-otros somos las manos, laboca, los pies, los ojos deJesús. Unidos en él desde elsufrimiento humano, somossignos de perdón y de vida,de vida en plenitud.

• El principio de participa-ción en la obra del Espíri-

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tu para la comunión eclesial. Somos unacomunidad de ministros laicos. Evangeliza-mos por nuestro trabajo el mundo de los másalejados con el poder santificador del Espírituque nos congrega en comunión. El poder deuna comunidad laical.

Apóstoles, ángeles, ministros, constructores deuna comunidad eclesial por medio de un ministe-rio laical no ordenado. Somos mensajeros delEvangelio, enviados al corazón del caos delmundo, a la sinrazón de la historia, nuestras funcio-nes nos sitúan en el contexto crítico de los jóvenes,como ministros de la comunidad eclesial. Nuestrasfunciones nos exigen encarnarnos en las realida-des de los más alejados y ser para ellos la buenanoticia del Reino, ya que ellos también están llama-dos a vivir la Alianza.

• El principio de las exigencias evangélicas quese derivan de nuestra consagración trinitaria.Somos una comunidad de profetas apasiona-dos por Dios y por los que nos han sido confia-dos. El poder del compromiso con las exigen-cias discernidas en comunidad.

Juntos discernimos lo que Dios exige de nosotrosen el amor y el servicio profético de la educación.Nuestras intervenciones pedagógicas exigen unainvestigación concreta de las situaciones en queviven nuestros educandos para intervenir con elpoder de la justicia y de la compasión.

• El principio de discernimiento para dar cuen-ta de nuestra administración. Somos unacomunidad de administradores de esta crea-ción, encargados de su desarrollo y del des-arrollo de una sociedad justa donde todospodamos crecer. El poder compartido enobediencia.

Y cada día damos cuenta de esa administración,

de los dones y talentos que nos han sido dadospara el bien común. Sometidos a esa palabra quenos juzga, nos abrimos a una conversión másauténtica.

• El principio escatológico en el tejido concre-to de relaciones, de aquí y de ahora. Somosuna comunidad de servidores de la esperan-za. El poder de la visión del Reino de paz yde justicia.

La esperanza que suscitamos entre los pobres,aquí y ahora, y la de todos, en la realización defini-tiva del Reino en la que todos nos encontramosunidos en el misterio de Dios. Aquellos a quienesayudamos, se convierten en nuestros defensores ysalvadores.

ConclusiónAl inicio de esta presentación confesé mi admira-ción por la diversidad y la amplitud de nuestra pre-sencia en la educación católica terciaria. Al llegar alfinal, me siento totalmente confirmado en esa per-cepción. En general, podemos afirmar que los tex-tos que describen nuestra misión, nuestros proyec-tos educativos, reflejan la búsqueda de una fideli-dad al legado lasallista dentro de la educación cató-lica terciaria.

Respondemos a una diversidad muy grande dejóvenes, evitamos el elitismo, no segregamos a losmenos dotados. Y juntos, profesores y alumnos,buscamos una relación pedagógica de calidad pormedio de una formación liberal y profesional, ouna formación técnica. Por medio de la interac-ción de distintos saberes nos promovemos la bús-queda de la verdad. La investigación que hace-mos, poco o mucha, tiende a generar nuevosconocimientos que enseñamos y que aplicamosen la sociedad, para contribuir a su transforma-ción. Formamos a los jóvenes y nos evangeliza-mos, apoyando el desarrollo de una vida espirituale intelectual en su campo profesional con impactosocial, para que cada uno descubra su vocación decontribuir al bien común. La búsqueda de la sabi-duría va a la par con la búsqueda de la justicia.Queremos ser comunidad de aprendizaje, de fe yde servicio.

Creo que podemos afirmar sin ambigüedad quenuestra presencia en el mundo terciario tiene susraíces en el carisma de La Salle, y a través de él, enla tradición intelectual y espiritual de la Iglesia cató-lica. Parece ser que nuestra acción universitariademuestra que estamos menos interesados y preo-cupados en debates académicos o eclesiales inúti-les porque nos parecen estériles, y que ponemos

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toda nuestra capacidad investigativa y de enseñan-za en responder a las situaciones límites de los jóve-nes. Este rasgo tan lasallista nos pone, frente a otrasUniversidades, en otra perspectiva: la de los pobres,la de los jóvenes sin esperanza para quienes hemossido escogidos juntos y enviados juntos. Cuando noasumimos estos valores, nos encontramos total-mente fuera del carisma.

De otra parte, ninguna de nuestras universidades ycentros están inmunes a la tentación del elitismo,del crecimiento insostenible, de aparecer lo que nosomos, de contentarnos con una excelencia de tipoempresarial. Por ello, estamos llamados a una cons-tante revisión de nuestro ser y actuar, a la luz de lamisión que nos ha convocado. Esto implica, meparece, que debemos estar más intencionalmenteconscientes de esa misión, al menos con la mismaintensidad con la que atendemos a la calidad aca-démica y a los recursos financieros para la obra. Laexcelencia evangélica es la que nos debe distinguir,y esta se manifiesta fundamentalmente en nuestraopción por el pobre, el excluido, los no amados, losque tienen menos oportunidades haciendo nuestrasu causa.

Integrar la misión en la vida curricular y en la vidapersonal de los estudiantes y profesores es unatarea de todos: de los presidentes y sus vice-pre-sidentes, de la junta de directores y administrati-vos, de los miembros de la facultad y empleados,de los alumnos y ex alumnos, así como sus fami-lias comprometidas con las obras, etc.Nuestras perspectivas cambiantotalmente cuando ponemosla misión al centro de nues-tra planeación estratégi-ca o anual tanto en loque se refiere a lavida académicacomo a la vidaestudiantil.

Antes de terminar,quisiera una vezmás insistir sobreel siguiente asun-to. El futuro denuestras Universi-dades así como el dela IALU está no soloen las manos de losHermanos. Basta mirar larealidad de la presencia delos Hermanos en el nivel tercia-rio para percatarse de que, en granparte, éstas están animadas por laicos. No

podemos esperar razonablemente que el futuro dela misión esté garantizado por la estabilidad de losHermanos. La continuidad será garantizada en lamedida que un número importante de hombres ymujeres de fe, de comunidad y de servicio, entien-dan y vivan las exigencias de lo que significa aso-ciarse para una misión. Por eso, me parece que lasactividades formativas que he mencionado arriba,tanto para los estudiantes, profesores, administrati-vos y empleados, antiguos alumnos, etc., debenincrementarse sin tardar.

Quisiera terminar con una petición. Al principio demi presentación afirmé que en la IALU están pre-sentes obras terciarias muy diversas: Universidadesy Colleges, Centros Universitarios, Institutos yEscuelas Superiores. No todas hablan el mismo len-guaje ni tienen los mismos recursos. La IALU serátanto más reconocible y fuerte si sitúa en medio desus preocupaciones la misión educativa en nivelterciario. Debe dejar de ser simplemente una aso-ciación benevolente de acompañamiento y de uncompartir fraterno, para crear a partir de lo que yatenemos, una estructura que les permita afirmar,apoyar y transformar efectivamente la misión edu-cativa en nivel terciario a partir de nuestra fidelidadal legado lasallista. Nuestras obras son diversas,pero entre nosotros no habría categorías de obrasmás importantes y menos importantes. Sabiendo yaceptando lo que somos y hacemos, nos ayudamosmutuamente. Las instituciones con más experien-cias y recursos pueden convertirse en mentores de

las que comienzan, o de las más pobres.Las más poderosas pueden apoyar

fraternalmente a las más frági-les. Creo que no demos

dejar pasar esta hora y laposibilidad de crear

una IALU más cohe-rente, unida y máscentrada en lamisión.

No les invito a crearuna súper estruc-tura gigante quecontrole y que

paralice, que exijagrandes recursos,

sino una, que facilite yque ayude a una cola-

boración modesta peroefectiva. El examen de

nuestra presencia en el nivelterciario que les he presentado es

sin duda unos de esos signos de los

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1 Entre las más recientes recuerdo las siguientes presentaciones:

En 2006, el VII encuentro en Barcelona: la educación universitariadentro de la misión lasaliana.

En 2007. El VIII encuentro en Canoas: nuestras universidades lasa-llistas, camino de asociación y de misión.

En 2008, en una sesión de formación en Roma: los resultados del44º Capítulo General y sus implicaciones en la educación superior.

2 Los textos de las Universidades, Colleges y Escuelas superiores,Centros universitarios o Institutos que he podido consultar son lossiguientes, ordenados según las Regiones establecidas por la IALU:

De México y Centroamérica: ULSA de México, Ulsa Pachuca, UlsaChihuahua, Universidad de La Salle-Bajío, Ulsa La Laguna, Ulsa Nor-oeste y la Universidad La Salle de Costa Rica.

De América del Sur: las dos Universidades de Colombia, La Sallede Bogotá y la Corporación Universitaria Lasallista de Caldas, DeBrasil: Centro universitario La Salle de Canoas, Unilasalle FacultadeLucas do Rio Verde, Institutos superiores La Salle de Niteroi. Bolivia:Universidad La Salle.

De América del Norte, Bethlehem y África anglófona: Lewis Uni-versity, La Salle University en Philadelphia, St Mary’s University ofMinesotta, St. Mary’s college of California, Manhattan College,Christian Brothers University en Memphis, Bethlehem University.

De Europa y África francófona. Centros universitarios tecnológi-cos y de negocios, en Barcelona.

De Asia-Pacífico: De La Salle University, Manila, St Benilde College,De la Salle University Medical center en Das Marinas, De la SalleHealth Services Institute, De La Salle Lipa, St. La Salle, Bacolod, Dela Salle-Juan Bosco y De la Salle Canlubang.

3 Las declaraciones sobre visión y misión de nuestras institucionesterciarias lasallistas son forzosamente tan diversas como son lasculturas y los países donde estamos implantados. A veces se limi-tan a un breve texto. Pero muchas veces, estos están enmarcadosen textos más complejos. La misión no lo dice todo. Y por eso, con-viene tener en cuenta los procesos en los cuales otros textos fueroncreados: su fundamentación histórica, su filosofía educativa, su ide-ario, la visión o el horizonte hacia el cual tienden. En este análisisnos centramos en los textos sobre la misión, pero incorporando,

cuando ha sido posible, una información adicional a partir de otrostextos institucionales que Ustedes me han hecho llegar.

4 Algunas observaciones finales para terminar este rápido examen denuestros documentos.Primera observación: probablemente ninguna de nuestras universi-dades se reconocería en todos estos elementos recogidos aquí. Esposible que existan otros elementos que no he destacado. Pero loque más me impresiona de estos elementos es la convicción de serherederos del legado espiritual e intelectual de la Iglesia católica ydel legado de la visión educativa de San Juan Bautista de la Salle.Segunda observación: a partir de ese legado reconocemos ciertosprincipios generales más o menos explícitos en cada una de nues-tras instituciones terciaras: La búsqueda libre de la verdad y una constante interacción entre lafe y todas las formas de conocimiento.La generación de nuevos conocimientos que contribuyen a latransformación social.Una enseñanza de calidad, de excelencia.Una estrecha relación entre investigación, enseñanza y extensión:Aprende porque investiga, y extiende lo que investiga y enseña.Una Formación integral, fe y vida profesional se retroalimentanmutuamente, el desarrollo de la fe y el desarrollo profesional pre-paran para un servicio y liderazgo en sus futuras comunidades.Evangelización en y fuera del campus.Compromiso con una sociedad más democrática y más justa.La asociación, es mencionada por una sola Universidad, pero todasenfatizan la dimensión comunitaria.Estos elementos centrales a veces se traducen más concretamente.Varias universidades, por ejemplo, se reconocen en la triada fe, ser-vicio y comunidad, como valores centrales. Lewis University, por suparte, utilizando la metáfora de la estrella, habla de cinco valorescentrales que enfocan todo lo anterior: conocimiento, fidelidad,sabiduría, justicia, asociación. Estos cinco valores estarían funda-mentados en la tradición intelectual y en el carisma lasallista. Otrasen fin, emplean un lenguaje más cercano a la doctrina social de laIglesia.Tercera observación. Todos encontramos un principio y fundamen-

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tiempos más evidentes en nuestro Instituto. Esta esla hora de re-inventar la IALU con audacia y conesperanza.

Como ven los retos son enormes, como lo sontambién nuestros sueños de construir un futuroinspirado en nuestros valores lasallistas. Comoherederos del Señor de La Salle, creo que debensentir profundamente este llamado a seguir sushuellas construyendo un mundo donde toda per-sona sea tenida en cuenta y se la trate con respetoy cariño; donde la educación y las nuevas tecno-logías estén al servicio de la justicia, la paz y lasolidaridad; donde no tengamos temor de anun-ciar a Jesús como nuestro Salvador, con espíritude respeto, de diálogo y de tolerancia hacia lasotras religiones y en donde sepamos unir fuerzas,hombres y mujeres de culturas y religiones diver-sas en la construcción de una sociedad más frater-na y justa. Se trata de que cada Universidad oCentro Superior lasallista sea un laboratorio de

paz, concordia, búsqueda, acogida, respeto, com-pasión, solidaridad y sabiduría. Sólo así haremosrealidad lo que el Concilio Vaticano II nos dejócomo tarea prioritaria: Los gozos y las esperanzas,las tristezas y las angustias de los hombres denuestro tiempo, sobre todo de los pobres y decuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas,tristezas y angustias de los discípulos de Cristo.Nada hay verdaderamente humano que noencuentre eco en su corazón… En nuestros días,el género humano, admirado de sus propios des-cubrimientos y de su propio poder, se formulacon frecuencia preguntas angustiosas sobre laevolución presente del mundo, sobre el puesto yla misión del hombre en el universo, sobre el sen-tido de sus esfuerzos individuales y colectivos,sobre el destino último de las cosas y de la huma-nidad (1,3). Este es el lugar de las Universidadeslasallistas, allí donde se juega el destino de lahumanidad y se trata de responder a las pregun-tas últimas.

to en el legado de la tradición intelectual y en la visión lasallista. Ycomo herederos de ese legado tenemos una mirada positivasobre la búsqueda de la verdad, y sobre la capacidad de los jóve-nes, de apasionarse por la verdad. Todas nuestras instituciones lle-van ese sello de un cierto optimismo dramático perennementealimentado por esa convicción fundamental, que la indagación, através de las distintas disciplinas, nos descubre diferentes saberescomplementarios, y que todos apuntan hacia el conocimiento deuna verdad trascendente que nos elude, y que nos atrae irresisti-blemente en el interior de la historia. Por eso, no nos conforma-mos con preservar conocimientos del pasado, sino que cada vezque esos conocimientos o que nuevas experiencias chocan con lafe, nos sentimos impulsados a buscar nuevas explicaciones, nue-vas formulaciones.Cuarta observación. Me impresiona también que todos hablemosde una formación integral, de manera que el desarrollo intelectualy el desarrollo de la fe, no son entendidas como dos dimensionesaparte. Buscamos formar a profesionales con una fe crítica yrobusta, comprometida con la sociedad, para el bien común y laconstrucción de una sociedad más justa. Por consiguiente, aunqueno siempre se diga explícitamente, la enseñanza social católica,junto a la tradición intelectual tendrá un papel significativo en esaformación.Quinta observación. Todos enfatizan la centralidad de la relaciónprofesor y alumno, como una relación educativa de calidad, centra-da en el alumno, pero este siempre entendido en relación con suseducadores. Esta búsqueda de excelencia no es entendida en tér-minos elitistas.Sexta observación. Algunas universidades dan una importanciaparticular a la pastoral universitaria. Una pastoral que sea el apoyoque conecta la celebración de la fe en una comunidad de fe con labúsqueda intelectual en una comunidad de aprendizaje. Rarasveces se habla explícitamente de la evangelización y de su cone-xión con la Iglesia local.En resumen, podemos decir que si en general las instituciones ter-ciarias lasallistas tienen un ideario común, unos valores centralescomunes, también manifiestan enfoques muy diversos. Algunas delas instituciones preparan para una carrera profesional, combinan-do la formación profesional con una educación liberal. Otros cen-tros e institutos parecen enfatizar la formación técnica y profesio-nal que capacita para un trabajo productivo en la sociedad.

5 No se puede negar por consiguiente la influencia clásica de susaños formativos, Desde 1661 hasta 1667 vivió en un mundo mas-culino y clerical, recitando reglas gramaticales, preparando y pre-sentando los ejercicios exigidos en composición y, aprendiendo losclásicos latinos y griegos y a discutir y defender sus ideas en públi-co. Quizás el impacto más evidente que podemos constatar deestos años está en sus escritos, no muy líricos, pero siempre termi-nados, con frases completas, bien redondeadas, lógicas y sobretodo precisas. Aparentemente, ni la poesía clásica ni los autores clá-sicos dejaron una fuerte impresión en sus escritos, por otra partecon numerosas citas de de la Escritura y los Padres de la Iglesia. Losdos últimos años de filosofía, lo conducen a su grado académicoMaster of arts en 1669 con la notación Summa cum Laude.

6 Los estudios lasalianos han puesto en evidencia esa labor. Detrás decada obra pedagógica, por ejemplo, la Guía de las escuelas, lasReglas de cortesía y urbanidad cristiana, etc. existe una bibliografíaimpresionante que de La Salle consultaba y utilizaba. Detrás de lasobras catequéticas: los cuatro libros sobre los Deberes, existenfuentes utilizadas, aceptadas o transformadas. Detrás de obrasespirituales, como las Meditaciones, las Meditaciones del tiempode retiro, existen obras conocidas que sirven de apoyo o de invita-ción a crear. La manera como de La Salle trabajaba esas obras, ysobre todo, su manera de referirse a la Sagrada Escritura y a losPadres de la Iglesia, son indicativas de una exigente búsqueda inte-lectual que nada tienen de improvisación.

7 No sería muy difícil nombrar muchos momentos embarazosos yridículos en la historia de la Iglesia y en particular en la vida denuestro Instituto. Aún más, en nuestros tiempos actuales, no seríatampoco difícil identificar individuos bien intencionados pero

absurdamente cerrados y grupos sectarios motivados por algúnasunto único de la tradición que han identificado como centro yque en su nombre se proclaman como los héroes defensores y losúnicos defensores de la pureza e integridad de la tradición, parasalvarla de lo que acusan de ser fuerzas destructoras, corruptas yliberales, en la sociedad.

8 Desde la primera generación de discípulos que tuvo que confrontardentro de la comunidad una tendencia a quedarse cómodamenteatorados en la visión étnica, social, y política, y en las ideas religio-sas de generaciones anteriores que hablaban arameo, o si daríanentrada a una nueva generación que hablaba en griego. Nadamenos que dar un salto de fe que cuestionaba las convicciones yprácticas más queridas y valoradas del pasado.Ese salto en la fe, lo vivimos también en el segundo siglo, cuandolos padres de la fe enfrentan situaciones inéditas: cómo explicar lafe a intelectuales griegos. No bastaba traducir conceptos de laBiblia y de los Evangelios en otro idioma. La Palabra enraizada enotra tierra, en otra cultura genera nuevos conceptos. Para evange-lizar, y ser al mismo tiempo fieles a la tradición recibida, tenían queabandonar críticamente algunos de los lenguajes preferidos de sucultura, para que las auténticas verdades no quedasen como colga-das exteriormente en la nueva cultura.Y en el cuarto siglo, en medio de intensos conflictos, en el inmensoy pluralista imperio romano, en una cultura latina mas legalista yprecisa que misteriosa y contemplativa, diferente a la que habíanvivido en las primeras etapas, era necesario reformular credos yritos a través de conceptos y de un lenguaje muy ajeno al de laSagrada Escritura y al de la tradición recibida. En estos siglos forma-tivos, la Iglesia tuvo que abrirse nuevos caminos, en una búsquedaconstate de la verdad, creando nuevas estructuras inéditas.Entrando en la era medieval, muchos intelectuales católicos contri-buyen a la continuidad desde una tradición viva, como escritores,maestros y estudiantes. Entre los años 600 a 1000, las escuelasmonásticas fueron centros de aprendizaje y de cultura, preservan-do los textos escritos clásicos y traduciéndolos a nuevas lenguaspara otras culturas. Más tarde, la escuela de la catedral continúaesta tradición intelectual y espiritual. Y entre 1000 y 1300, estasescuelas se convierten en universidades.Finalmente, con el surgimiento del Renacimiento y de la Ilustra-ción, cuando se abre paso una conciencia más científica e histórica,se desarrollan métodos más científicos de estudios, y comienza undistanciamiento de las universidades con respecto a la autoridadde la Iglesia. La secularización galopante de estos últimos siglos lasha liberado del control eclesiástico, pero han perdido en el procesoelementos importantes como la dimensión contemplativa.

9 No nos sorprenderemos pues cuando constatemos que los princi-pios guías señalados por Monika Helwig y los valores centrales dela doctrina social tengan un eco tan explicito en estos principioslasallistas, bien que con otra formulación.

10 A partir de lo que he podido notar en la práctica de algunas univer-sidades, a continuación les propongo algunas de las actividadesque se priorizan:Admisión de EstudiantesRevisar nuestras políticas y nuestra publicidad para atraer a estu-diantes, de manera que reflejen los valores centrales de la Universi-dad, como Universidad fundamentada en la tradición intelectual yespiritual de la Iglesia católica siendo fiel al legado de La Salle.Revisar nuestras políticas de ayuda financiera para hacer más acce-sible la Universidad a estudiantes con dificultades académicas ocon menos recursos económicos.Implementar entrevistas y programas de orientación que se acer-quen más a procesos de discernimiento para que conozcan desdeel principio cuáles son las metas de la Universidad lasallista. Queconozcan la persona y obra de La Salle.Inclusión en el cuerpo de la Universidad, por medio de algúngran evento simbólico y significativo, con ritos específicamentelasallistas.Lectura de algunos textos comunes para todos los que comienzan,y cuando sea posible, como parte integrante de algún curso inter-

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disciplinario con un componente de servicio.

Contratación del personal docente y administrativoRevisar las prácticas de identificación y de contratación de nuevopersonal por medio de talleres para aquéllos jefes de unidades ypara la oficina de recursos humanos, con el fin de entender mejorcuál es la finalidad y cuáles son los valores de la Universidad.

Implementar entrevistas y programas de orientación para nuevoscandidatos para que comprendan a qué se comprometen en lavida académica, administrativa y universitaria y qué principios laguían.

Asegurar una orientación individual y en grupos, sobre la misiónpor medio de mentores acompañantes.

Formación lasallista continua de los estudiantesProveer oportunidades para experimentar una comunidad de fe yde servicio.

Promover que los grupos que se forman espontáneamente por afi-nidad, o los grupos establecidos institucionalmente, aprendan pro-gresivamente a compartir la fe, y el servicio, tendiendo a ser autén-ticas comunidades.

Inclusión en el currículo del servicio directo a los pobres, comoparte integral de esa disciplina.

Encuentros interdisciplinares cuando sea posible para estudiar elimpacto social de lo que investigan y aprenden.

Multiplicar oportunidades de servicio a nivel internacional.

Formación lasallista continua de administrativos y catedráticosCursos cortos de profundización sobre la persona de La Salle comoFundador, sobre La Salle como educador, como catequista, comoMaestro espiritual.

Proponer talleres y cursos para la formación en la fe adulta y en suministerio laical, a partir de su campo profesional contribuyendo albien común en la sociedad.

Talleres interdisciplinarios sobre cómo integrar la investigación enla enseñanza con impacto social.

Revisar las políticas de investigación teniendo en cuenta la misión.Colaborar con el centro del Instituto en los proyectos de Misióneducativa y de Asociación.

Participación en cursos organizados por los distritos o por las regio-nes lasallistas o a nivel internacional.

Oportunidades de servicio internacional, en relación con alguna

obra lasallista en otros países, como parte integrante de algunos desus cursos.

Un responsable de la misión en el gabinete del PresidenteEn colaboración con el presidente se preocupa del liderazgofuturo.

Formación permanente de la Junta de directores sobre aspectos dela misión.

Asegurar que los planes estratégicos y la planeación anual tengancomo base la misión.

Un Consejo de la misión que trabaja en colaboración con otrosconsejos y grupos institucionales de la Universidad, para planearactividades formativas a lo largo del año.

En colaboración con los departamentos de religión, educación yfilosofía: investigación sobre la tradición intelectual y sobre La Sallepor medio de lecturas compartidas de conferencias y grupos deestudios.

En colaboración con la pastoral juvenil universitaria: promover lacelebración de nuestro legado por medio de actos simbólicos sig-nificativos. Por ejemplo en los ciclos litúrgicos, en las fiestas del Ins-tituto, en la fiesta del Fundador. Asegurar la presencia de símboloscatólicos y lasallistas en el campus a través del arte, iconos, etc. quenos recuerden y ayuden a vivir rasgos importantes de nuestra espi-ritualidad, como la presencia de Dios, por ejemplo.

Reconocimiento por medio de menciones honoríficas a los miem-bros de la Universidad que se destacan en la investigación, en laenseñanza, en el servicio.

Colaboración con otras Universidades y con otras obras lasallistas ono, de la ciudad, región o de otros países, especialmente las quetrabajan con los más necesitados.

Identificar a candidatos para participar en eventos formativos anivel local, nacional, regional e internacional.

Al término de la vida de los lasallistas como miembros deesta la comunidad educativa: graduación, retiro o término decontratoEventos simbólicos en la celebración del fin de su grado académico.

Al finalizar un contrato o en el momento del retiro, celebrar pormedio de eventos simbólicos de reconocimiento.

La asociación de antiguos alumnos debe funcionar con los mismoscriterios de fe, comunidad y servicio. Sirviendo de puente con lageneración que estudia o que termina sus estudios.

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IntroducciónDos acontecimientos importantes de los últimos

años justifican el que me hayan invitado a suencuentro, como Consejero General encargado deacompañar a nuestro Secretariado de la MisiónEducativa Lasaliana en Roma: La Asamblea Interna-cional de la Misión Educativa Lasallista y de la Asocia-ción de 2006 y el 44º Capítulo General de los Herma-nos en 2007. Durante la Asamblea Internacional(AI), los representantes de las universidades lasallis-tas, participantes en los debates, mostraron su dis-ponibilidad y su voluntad de ponerse al servicio delconjunto de la Misión Educativa Lasallista (MEL) yayudar lo más posible. Por su parte los demás dele-gados de la AI establecieron las líneas de acciónpara los años venideros, mencionando temas ycampos de investigación y de acción para los cualesse desea y se solicita la participación de las Univer-sidades.

El Capítulo General de los Hermanos integró lasconclusiones de la AI en su propio trabajo y, ennombre del Consejo General del Instituto yo vengohoy a transmitirles a ustedes nuestras expectativasy nuestras propuestas de pistas de colaboraciónpara que con el conjunto de la misión lasallista en elmundo escuchemos las necesidades de los jóvenesde hoy y que intentemos darles respuesta de modomás coordinado y más eficaz, poniendo en comúnnuestras competencias y nuestra especialización.

Para preparar mi presentación de esta mañana, heconsultado a varios grupos de personas:

– 25 personas muy activas en nuestra red educati-va, algunas de las cuales han formado parte denuestro Consejo Internacional de la MEL entre

2000 y 2006, y varias de ellas aún hoy son miem-bros,

– He consultado también al Consejo General delInstituto y a algunos Secretarios de nuestros ser-vicios generales en Roma,

– y en tercer lugar, me inspiraré a veces en la obramuy interesante publicada hace dos años, titula-da: Reflexiones sobre la educación superior lasallis-ta.1 Algunas de las personas aquí presentes hanescrito alguno de sus artículos.

Soy también consciente de los límites de mi presen-tación:

– Es más fácil hablar y presentar objetivos queactuar y realizarlos. Lo sé y les prometo la colabo-ración, en la medida de lo posible, de nuestroSecretariado de la MEL, en particular del Herma-no Jorge Fonseca, y de la Sra. Carmelita Que-bengco, co-secretaria. Pero es cierto que lescorresponde a ustedes reflexionar sobre la estra-tegia y la aplicación práctica, junto con el depar-tamento de IALU.

– En mis palabras, voy a abrir pistas para el futuro, yno a juzgar el pasado o el presente. No hablo delo que no se ha hecho, sino de lo quepodríamos y queremos hacer juntos,sabiendo que sus instituciones tie-nen competencias y estructuras muydiferentes, pero que pueden sercomplementarias. Ninguna institu-ción puede dar respuesta a todas lasllamadas. Estamos llamados al pro-greso, no a una imposible perfección.Y citando ejemplos de acción posi-bles, sé que algunas de vuestras ins-tituciones las están realizando ya,con eficacia y excelencia,las menciono solamente amodo de ejemplo, en unespíritu de intercambio de“buenas prácticas”.

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H. Claude Reinhardt, FSCConsejero General

Cada dos años, los vicepresidentes de las Uni-

versidades lasalianas se reúnen en “conferen-

cia”. En octubre del 2008, el Hermano Claude

Reinhardt, Consejero General, evocó con ellos

todos los campos de colaboración posible entre

las universidades lasalianas y el conjunto de la

red educativa lasaliana.

La contribución de los centros lasallistas deenseñanza superior a la red lasallista mundial

IALU Cuernavaca IXª ConferenciaTetela, Cuernavaca, México. Octubre 22-25, 2008

Paracomenzar esta exposición yantes de hablar de las posibilidades de colabora-ción, querría decir una palabra sobre la identidadde nuestras instituciones. Esto es una reflexión pre-via. Si no tenemos una conciencia clara de quienessomos, nos será muy difícil dar respuestas educati-vas claras, características, identificables, lasallistas yconformes con nuestra tradición.

1. Identidad de los centroslasallistas de enseñanzasuperior

1.1. Nuestros orígenesComo lo ha recordado Joan Landeros en la obracitada, se puede decir que la educación superior enel Instituto comenzó con la iniciativa del Fundadorde formar a los maestros: 1) primeramente formar alos Hermanos mediante la creación de un noviciadoy el compromiso personal del Fundador en la for-mación de los Hermanos, y también 2) formar a losmaestros seglares para el mundo rural… Podemospues decir que con la formación de los maestros,nos encontramos en el núcleo mismo de la funda-ción de la misión lasallista. Más adelante según lospaíses, las necesidades y las posibilidades, se hanido creando los centros que ustedes representan,ustedes conocen su historia.

1.2. Los últimos años.Hemos observado con gran satisfacción duranteestos últimos años el fortalecimiento de la estructu-ra IALU. El Hermano Superior General ha hecho unseguimiento de la evolución y se ha dirigido regu-larmente a la Asamblea General de los Presidentes,proponiéndoles en sus conferencias, perspectivasde comprensión pastoral de nuestras institucionesy objetivos de orientación social, exhortándonos a

trabajar siempre mejor en el servicio educativo delos pobres. Les recuerdo los títulos de sus conferen-cias y les invito a releerlas:

– encuentro IALU/AIUL VII, Barcelona: La educaciónuniversitaria dentro de la misión lasaliana.

– encuentro IALU/AIUL VIII, Porto Alegre: nuestrasuniversidades lasallistas: camino de misión y deasociación.

– Grupo de formación en Roma, Junio 2008: losresultados del 44° capítulo general y sus implicacio-nes en la educación superior.

Por otro lado, estamos convencidos igualmente deque tenemos ciertas ventajas y oportunidades quedebemos desarrollar cada vez más y poner a dispo-sición de la red lasallista mundial. Nuestro estatutomás o menos privado según los países nos da unacierta flexibilidad y nos permite adaptarnos másfácilmente que las universidades del estado. Comolo indica el Señor Choquet en la obra citada , nues-tra forma de organización y de toma de decisioneses más flexible que en otras instituciones y pode-mos tomar más fácilmente iniciativas en cuestiónde inversiones y de apertura de nuevos departa-mentos.

1.3. Un sentido de identidadAsí pues, si queremos permanecer fieles a nuestrahistoria y a nuestra tradición lasallista de creativi-dad, de capacidad de responder a las necesidadeseducativas de hoy, y de originalidad en las respues-tas dadas, debemos guardar en nuestras mentes unfuerte sentido de identidad lasallista, que se puedetraducir mediante una convicción y estimular condos preguntas:

– No deseamos que nuestras universidades sean lafotocopia, o el clon de las demás universidades,haciendo las mismas cosas que ellas, siguiendo elmismo modelo estándar sometido a los imperati-vos de la producción, del consumismo, de la bús-queda únicamente del prestigio según los crite-rios de las sociedades ricas y arrogantes.

– ¿Cómo pues seguir sirviendo a los necesitados?– Y, ¿cómo vivir, a nivel de la enseñanza superior, el

espíritu lasallista que debe llevarnos a servir a losque lo necesitan, aquellos que viven las pobrezasde hoy: pobreza material, intelectual, cultural,espiritual?

Cada una de nuestras instituciones está pues invita-da a desarrollar las cualidades de una universidadlasallista, reforzando, especialmente a nivel de susdocentes, el sentido de pertenencia y de asociaciónpara la misión.

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1.4. Nuestra identidad cristiana ycatólica

Pero ¿cómo mantener vivo el sentido de la misión?Hay que enraizarlo en nuestra identidad cristiana ycatólica: una identidad de servicio y de acogidapara todos.

Al decir esto, soy perfectamente consciente de quenuestras instituciones de enseñanza superior seencuentran en países y medios religiosos muy dife-rentes. Identidad clara no significa proselitismo nirechazo a acoger y servir a personas de otras religio-nes o sin religión. Tengo también conciencia de losriesgos del fundamentalismo religioso que se cons-tata en algunas iglesias o religiones. No se trata deeso. Los centros educativos lasallistas son abiertos ydeben desarrollar el ecumenismo y el diálogo inte-rreligioso. Para comprender lo que se quiere decirpor identidad cristiana católica, les invito a releer losexcelentes artículos sobre el tema en la obra citada.Resumo lo esencial, como una invitación a conti-nuar la reflexión sobre este tema y a recordar algu-nas orientaciones fundamentales de nuestras insti-tuciones y de la Misión lasallista en general:

– la referencia última de nuestras instituciones esJesucristo tal como se nos presenta en los Evan-gelios.3

– si pretendemos proponer una visión total de laexistencia, una comprensión global de la personahumana, necesitamos desarrollar una enseñanzaseria en filosofía y en ciencias religiosas.4

– y, como decía también nuestro añorado HermanoJohn Johnston, antiguo Superior General: “nues-tro compromiso está lejos de reducir las cienciasreligiosas al mínimo común denominador que noserviría más que a la uniformidad o a la neutrali-dad.”5

– la calidad de las relaciones humanas y del testi-monio de vida cristiana debe ser una preocupa-ción constante en nuestras instituciones.

– en nuestras instituciones, somos como “interfa-ces” entre la Iglesia y el mundo de los jóvenes,entre la Iglesia y un cierto número de colegas nocristianos o no creyentes. Como lo sugiere el Hno.Hengemüle: “debemos a la vez presentar lo que nosdice la Iglesia y escuchar, en nombre de la Iglesia, loque dice y busca el mundo de los jóvenes para repe-tírselo a la Iglesia.”6

Sobre la base de esa identidad claramente definiday del testimonio dado por la comunidad de los cre-yentes en el seno de nuestras instituciones, el pri-mer servicio que rinde la universidad lasallista esevidentemente el de la formación.

2. La formaciónContribuir de manera decidida y competente a laformación.

2.1. La formación de los jóvenesNo hace falta decir que los primeros destinatariosde nuestros programas y de nuestros esfuerzos sonlos jóvenes. Sus colegas a quienes he consultado lesdan aquí tres pistas no exclusivas.

Acabo de mencionar la identidad cristiana de nues-tros centros educativos, conviene pues que verifi-quemos (1) nuestras propuestas y nuestros progra-mas de formación cristiana y que promovamos laevangelización de la cultura y la pastoral de lainteligencia en el contexto del diálogo razón y fe.Igualmente, sabemos que nuestras institucionesforman a los líderes de nuestras sociedades delmañana. Necesitamos pues programas sobre lo quesignifica el liderazgo para cristianos y sobre la iden-tidad del intelectual católico como laico compro-metido.7

La segunda pista es (2) la dimensión profesionalde nuestros cursos. La dimensión “práctica” de losestudios fue desde los orígenes una preocupacióndel Fundador. El Hermano Hengemüle nos recuer-da la MTR 194, 1: “Los niños también van a la escuelapara estar en condiciones de obtener un empleocuando sus padres quieran que busquen trabajo.”

Además, como hemos recordado, todas nuestrasinstituciones fueron fundadas para responder a las

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necesidades de una determinada sociedad. Tienenvocación de (3) servir a la sociedad en la que estáninsertas; haré alusión a la apertura hacia el exteriory al compromiso social al final de esta exposición.Es una razón más para incluir la dimensión profesio-nal en nuestra enseñanza.8

2.2. La formación de los adultos y delpersonal de las universidades y detoda la red lasallista

Ésta no puede llevarse a cabo si no es en coordina-ción con las instancias que ya se ocupan de ello: lasRegiones y los Distritos Lasallistas. Es pues necesa-rio que se aseguren ustedes de que están en con-tacto con los responsables de la MEL a nivel de losDistritos y de su Región lasallista, y de que conocensus programas. Posteriormente ustedes podrándesarrollar los elementos siguientes:

– ofrecer a sus Distritos los programas de formaciónde los que ustedes disponen en materia de recur-sos humanos con el fin de lograr siempre mejorarla enseñanza y la competencia de las personas

– colaborar en la formación inicial y continua de losSeglares y de los Hermanos y garantizar el segui-miento y la formación continua después de losprogramas lasallistas de las Regiones y de los Dis-tritos…

– estudiar la manera de reconocer oficialmenteesos cursos concediendo los créditos universita-rios internacionales correspondientes

– poner sus medios al servicio de la formación lasa-llista (historia, carisma, espiritualidad, pedago-gía…) de los educadores, pero también de losadministradores y demás personal

– comprometerse aún más en la formación de losagentes o de los animadores de la Misión Lasallis-ta en nuestros Distritos, desarrollando la ense-

ñanza de las ciencias religiosas, de la teología, dela pastoral

– saber ¿dónde se realiza la formación de los educa-dores en nuestros Distritos? ¿Tenemos departa-mentos de formación de los educadores? ¿Esposible en los países donde nos encontramos?

– estudiar los medios de poner esos programas adisposición del mayor número: enseñanza a dis-tancia, on-line, etc. Esto ya se ha hecho en variosDistritos.

2.3. Evaluación y criteriosEn el marco de esta formación, varias personas con-sultadas insisten con razón sobre la posibilidad queustedes tienen para ajustar criterios de evaluación yde mejora de las instituciones lasallistas. Algunosde sus departamentos tienen posibilidades de ofre-cer programas de evaluación de las institucioneseducativas y de ayudarles proponiendo modelosde organización institucional, procesos administra-tivos (selección, evaluación del personal, programade recursos humanos, evaluación financiera, etc.).Eso tan sólo puede llevarse a cabo, sobre demanday con el acuerdo de las instituciones o de los Distri-tos implicados. Se trata de ponernos al servicio deotras instituciones lasallistas, en un espíritu de ser-vicio y de complementariedad, y no de imponer unmodelo único de gestión o de dirección del centro.

Muchas de nuestras instituciones han obtenidouna acreditación oficial en su país, concedida por elministerio de Educación o por agentes especializa-dos contratados al respecto. Podríamos muy biendialogar sobre los criterios de calidad de las institu-ciones lasallistas y no olvidar lo que mencionabaanteriormente: tener un sistema de concesión decréditos universitarios e internacionales a nuestrosestudiantes, jóvenes o adultos.

3. Recursos e investigacioneslasallistas

3.1. ConstataciónNuestras universidades y centros de enseñanzasuperior ofrecen, como corresponde a su nivel uni-versitario, la posibilidad de formar especialistaslasallistas (scholars) así como también lasallistasque sepan introducir los principios lasallistas y arti-cularlos en sus campos de enseñanza.

Este grado de investigación y de especializacióndebería permitirles ayudar al mundo lasallista areflexionar y a expresar un proyecto educativo glo-bal y unas orientaciones lasallistas que pudiesenser útiles y determinantes para el siglo XXI.

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Los departamentos de enseñanza religiosa puedenayudar a evaluar y enriquecer los programas deeducación religiosa.

Les corresponde también garantizar el seguimientode los “doctorandos”, quienes preparan disertacio-nes doctorales sobre temas lasallistas. Es increíble ysorprendente que nadie hoy en el mundo lasallistaposea una lista completa de las tesis doctorales rea-lizadas sobre temas lasallistas: nombre de los doc-tores, tema de las tesis, año de defensa, universidadde origen y distrito de pertenencia. Todas las uni-versidades lasallistas deberían tener conocimientode todo ello, así como también nuestros secretaria-dos de Roma y los Visitadores de los Distritos.

Finalmente, nuestras universidades pueden ayudara los Hermanos Visitadores y a los responsables deEducación en los Distritos a identificar los futurosparticipantes en las sesiones lasallistas internacio-nales y en la constitución de un grupo de especia-listas y de formadores lasallistas en los Distritos.

3.2. La investigación sobre tres temascentrales. Asociación / fe & religión /educación

3.2.1. Asociación

Nuestros investigadores lasallistas y nuestros depar-tamentos de estudios lasallistas podrían contribuiral proceso de reflexión sobre la asociación. Sabenustedes que es un tema esencial en nuestra familialasallista, sobre el cual se ha reflexionado y publica-do mucho en estos últimos años. Se han hecho estu-dios, que presentan las dimensiones históricas, ecle-siológicas y pastorales. Hay que continuarlos.

3.2.2. Fe y religión

Como dije anteriormente, nuestras instituciones deenseñanza superior están abiertas a todos y ofre-cen sus servicios a diversas poblaciones en paísesmuy diferentes entre sí, pero su identidad cristianay católica es clara y conocida. Han sido creadas poriniciativa de cristianos y continúan siendo dirigidasy animadas por cristianos, incluso si algunos no-cristianos aportan su ayuda y colaboran en ellaslealmente.

Por eso mismo, nuestras instituciones son un lugarprivilegiado de encuentro entre la fe y la cultura,entre la fe y la razón. En el mundo de la cultura,aportan la colaboración y la presencia de la fe, nosolamente por sus departamentos de teología o deciencias religiosas, sino por la presencia y la actua-ción misma de los cristianos y su testimonio de cre-yentes entre aquellos que buscan un sentido a lavida y al mundo.

Uno de los efectos lógicos de esta posición es quenuestras instituciones, por su arraigo y su aperturaa la vez, pueden profundizar y continuar el diálogoecuménico e interreligioso. Y, más allá de los temasestrictamente religiosos, también pueden explorarlas nociones complementarias y aparentemente encompetencia como:

– la secularización, el laicismo y el pensamientocatólico,

– la libertad de la investigación universitaria y ladoctrina católica,

– ciencia y religión,– la preparación para el mercado del trabajo y una

educación integral basada en una comprensióncristiana del hombre.

Nuestras universidades situadas en tantos paísesdiferentes pueden contribuir ampliamente a lareflexión del conjunto de las universidades católi-cas, sobre sus propias características, según losprincipios expresados por Ex Corde Ecclesiae y porBenedicto XVI en su discurso a los presidentes delas universidades católicas americanas. Ellas pro-pondrán también pistas para aplicar esos principiosa las universidades lasallistas.

Y en el mundo lasallista propiamente dicho, les ani-mamos a desarrollar la investigación sobre lostemas que más nos importan: los derechos delniño, el derecho a la educación, la dignidad de losmaestros. Como continuidad de todo ello, no debe-mos perder de vista la necesidad de suscitar voca-ciones de nuevos educadores cristianos para elfuturo, seglares y religiosos.

Y por último, ustedes podrían participar en la inves-tigación solicitada por la AI del 2006: identificar ydefinir los valores lasallistas compartidos por loseducadores sin religión o cuya religión no es cristia-na. En los países occidentales y ricos en particular,algunos de nuestros colegios se dicen no creyenteso se han alejado de la religión cristiana pero com-parten valores de nuestroproyecto educativo.En otros

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países de mayoría musulmana o budista, nuestroscolegas no-cristianos manifiestan apreciar y com-partir valores y cualidades del proyecto educativolasallista y ¡reivindican el título de lasallistas! Debe-mos reflexionar juntos, con ellos y entre nosotros,para comprender como lo son.

3.2.3. Educación

La reflexión y la investigación en educación y enpedagogía son evidentemente el campo “por exce-lencia” en nuestra red lasallista.

Ya he citado los temas de reflexión relacionadoscon la religión y los derechos del niño, hay que aña-dir la educación y la formación en los derechos dela persona humana, para la justicia social e interét-nica, la defensa de la naturaleza y el respeto de lacreación al servicio de todos. Tendrán que desarro-llar la necesaria colaboración con sus Distritos y conel Secretariado para la MEL de Roma, para conti-nuar descubriendo las urgencias educativas y pro-poner posibles respuestas en los campos de lapedagogía, de la catequesis, de nuevas iniciativaseducativas en favor de los pobres.

Pero a nivel estrictamenteuniversitario, es decir deinvestigación intelectual dealto nivel, tenemos necesi-dad de una seria reflexiónen dos direcciones, comonos invita a hacerlo el Her-mano Flavio Pajer, profe-sor de universidad enRoma:

“Una reflexión crítica ycientífica sobre lo que

nuestra red educativa produce eneducación. Tenemos necesidad

de una teoría dinámica y “con-textualizada” de la Escuela,

de lo que le es específico, yde su potencial social ycultural.”9

Tenemos necesidad deese estudio fundamen-tal, que debe dar lugar apublicaciones de calidad.

“Nuestras universidades,nuestros departamentosde educación deben defi-nir, o mejor redefinir para

hoy, los “fundamenta” deesa cultura educativa que

decimos ser la nuestra, para

ayudarnos a fundar, estructurar, recalificar, transfor-mar nuestra misión y nuestras prácticas educativas ypastorales”10

4. Una red internacional /network

4.1. Trabajar en red, constituir la red/networking

Ya he recordado la necesidad de trabajar en red enalgunos campos. Continúo aquí retomando las suge-rencias que algunos de entre ustedes nos han hecho:

1. Recuerdo el principio según el cual ninguna ins-titución lasallista es una isla. Cada centro de ense-ñanza superior tiene interlocutores en un distrito,una Región, y en el Instituto.

2. Las universidades lasallistas deben también des-arrollar los contactos entre ellas y más allá delmundo lasallista. Pueden hacerlo intercambian-do experiencias y visitando otras instituciones.

Pueden promover los programas de estudios en lared internacional lasallista estableciendo acuerdos,proponiendo becas de estudio, facilitando las rela-ciones internacionales. Algunos países ya lo hanhecho de manera muy bien organizada (por ejem-plo: La Salle Barcelona que ha recibido a estudian-tes mexicanos).

Se podría pensar también en contratos o conveniosentre universidades lasallista y distritos donde nohay universidad en el marco de la formación de losHermanos y de los Seglares.

Existen también los programas internacionalespúblicos promovidos por nuestros países de origenque permiten los intercambios de estudiantes y losestudios en el extranjero: Erasmus, ALFA, el progra-ma de movilidad en América del Norte, etc.…

Podemos también participar en el trabajo de otrosorganismos internacionales (agencias) que se preo-cupan de grandes temas educativos o sociales(derechos del niño, derecho a la educación, digni-dad de los maestros…) y que toman la palabrapúblicamente sobre estos temas en el mundo delos media y en el mundo político.

4.2. Una red accesible: finanzas, becas,fund raising

Permitir a los estudiantes de origen pobre o modes-to acceder a nuestras instituciones debe estar en elcentro de nuestras preocupaciones. Eso correspon-de no solamente al proyecto inicial de Juan Bautistade La Salle y al objetivo de nuestros proyectos edu-

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cativos, sino que tiene también una profunda signi-ficación social… ¿Cómo somos conocidos en nues-tro entorno social?

Esforzándonos en acoger con amplitud, damos unsigno político fuerte: proclamamos el derecho a laeducación para todos y creamos el diálogo entre lasclases sociales, rechazamos las separaciones injus-tas entre los grupos sociales.

Y ustedes conocen bien los medios que podemosponer al servicio de esa causa:

– ofrecer becas,– encontrar donantes,– ofrecer programas menos costosos cuando sea

posible…

Podemos asimismo esforzarnos por eliminar lasbarreras físicas o intelectuales aceptando tambiéna los estudiantes que tienen más dificultades en losestudios pero que lo lograrán si se les ayuda, y a losestudiantes minusválidos. Igualmente aquí pode-mos plantearnos las siguientes preguntas: ¿esta-mos interesados en el prestigio social según el cri-terio de los ricos? ¿Cómo somos reconocidos ennuestro entorno social?

5. Comunicación ypublicaciones

5.1. ComunicaciónEn muchas de nuestras instituciones, tenemosespecialistas de la comunicación y un materialmoderno y a veces muy sofisticado. Nos faltaría serbien conscientes de los lazos que debemos tenerentre nosotros y establecer una cosa tan sencillacomo una lista de los corresponsales que debería-mos tener con el fin de estar siempre bien informa-dos y participar activamente en la vida de la redlasallista: los Secretariados de Roma, la Región y elDistrito, las demás instituciones miembros de IALU,etc. La aplicación práctica de todo lo que yo hedicho hasta aquí depende de la frecuencia y de lacalidad de la comunicación

A un nivel más práctico, podemos mencionar ade-más a enseñanza a distancia y la vinculación con laszonas más pobres del Instituto.

Y mirando hacia el exterior, habría que reflexionarsobre la difusión del pensamiento lasallista, encoordinación con nuestros Secretariados de Roma,mediante la organización de forums, de coloquios,congresos…

En determinados países, existe gran sensibilidadpor difundir la “marca” La Salle, en el sentido de que

se buscan determinados medios visuales o lingüís-ticos uniformes que manifiesten inmediatamente lariqueza y la diversidad de la red a la opinión públicay que refuerzan nuestro sentido de pertenencia.

Un medio muy importante de comunicación es lapublicación de los documentos y de las investiga-ciones… Varios miembros de las universidadeslasallistas me han llamado la atención a propósitode este tema. Creo que habrá que progresar clara-mente sobre este punto.

5.2. PublicacionesExiste naturalmente la comunicación por Internet ylos boletines de noticias de sus instituciones asícomo los boletines o anuarios de tipo científico. Pornuestra parte en Roma, tenemos diferentes tiposde publicaciones: las del Secretariado de la MEL, lasde los Estudios Lasalianos (Temas Lasalianos, Ensa-yos Lasalianos, Cahiers Lasalliens…) ¿Quién losconoce? ¿Quién los lee? ¿Cómo se difunden y utili-zan? Esto es una dificultad para todos nosotros.

Sería bueno que todos estuviésemos al corriente delas publicaciones de alta calidad intelectual y cien-tífica que se realizan en el mundo lasallista, queconociésemos al menos la existencia de dichaspublicaciones, las tesis doctorales o los resultadosde las investigaciones por lo menos en las cienciashumanas y sociales, en teología y en filosofía porejemplo, sin contar las investigaciones propiamen-te lasallistas. Tenemos que crear un banco de datos,un órgano internacional y multilingüe que publi-que, una vez al año, la lista completa de esas publi-caciones, indicando las direcciones ad hoc y facili-tando de ese modo el acceso a dichas publicacio-nes. Disponen ustedes en su dossier de una lista denuestros Secretariados de Roma, en ella encontra-rán el nombre de los responsables. ¡Comprometá-monos desde hoy a integrar estos nombres y direc-ciones e-mail en nuestras listas de correo!

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Y finalmente,el último punto que voy atratar es quizás el más importante.Atañe a uno de los objetivos de nuestra misión,más allá de nuestras instituciones y de las perso-nas a las que atendemos directamente, se trata dela apertura a la sociedad, del impacto social denuestras instituciones, de compromiso y de serviciopara hacer más felices a las personas y a las socieda-des más justas.

6. Servicio social y compromisocon los pobres – Outreach /social service & commitmentTrataré este tema en tres puntos:

– conocer nuestras sociedades y el mundo en quevivimos;

– procurarnos los medios de comprender las causasde los males sociales;

– proponer programas y medios de servicio.

6.1. Conocer nuestras sociedades y elmundo en que vivimos.

Me contento con resumir una constatación quetomo prestada al Hermano José Cervantes. Piensoque todos ustedes estarán de acuerdo en decir conél que, en el mundo de hoy, se han multiplicado lasoledad, la fragmentación social y el aislamiento. Senos plantea entonces la pregunta: ¿Cómo vivir, enesas circunstancias, la solidaridad?

Al principio de mi exposición, recordaba nuestrasinstituciones en países no cristianos. En ciertos paí-ses musulmanes en particular, estamos dando res-puestas: nuestras instituciones quieren ser escuelasde paz, de la paz social, de la paz religiosa…

¿Cómo pensar con mayor amplitud el servicio anuestras sociedades?

6.2. Procurarnos los medios decomprender las causas de los malessociales.

6.2.1. En primer lugar, como lo subraya a menudoel Hermano Louis De Thomasis en la citada obra11,debemos dar a nuestros estudiantes de todos losmedios, incluidos los de los medios privilegiados,las herramientas intelectuales, conceptuales y prác-ticas para comprender los sistemas sociales y políti-cos que sostienen o provocan la pobreza y las injus-ticias sociales, para poder cambiarlas. Una red fuer-te como la nuestra debería ayudarnos a ser mássensibles al plan de Dios sobre la humanidad y pre-pararnos para la acción en favor de la justicia y de lapaz.

6.2.2. Dos fenómenos contribuyen a complicar lasituación económica y social de muchos de nues-tros contemporáneos: el éxodo rural en los paísesen vías de desarrollo, que rompe los posibles pro-gresos en las zonas rurales, pero sobre todo crea yrefuerza la miseria urbana con su cortejo de desgra-cias… Aquí, como lo indica el Señor Philippe Cho-quet, director del Instituto Politécnico La Salle deBeauvais en Francia, nuestros centros superiores deenseñanza agrícola y nuestros departamentos deagricultura y de desarrollo social deberían ocuparlos primeros lugares de estudio y de propuestas, yluego de publicaciones y de servicio directo allídonde sea posible.

Están también las migraciones masivas de los paí-ses pobres hacia los países ricos y dentro de ciertospaíses ricos. Todos nuestros países han sido alcan-zados por las migraciones hacia el norte. Es unfenómeno que exige de nosotros respuestas nue-vas y audaces en favor de las poblaciones jóvenes,desarraigadas y abandonadas a su suerte.

6.3. Proponer programas y medios.6.3.1. Para estimularnos a realizarlo, recordemosque Juan Bautista de La Salle quería formar “buenosciudadanos”12 y que la formación para la ciudadaníaforma parte de numerosos proyectos nacionales yproyectos educativos de nuestros Distritos en untiempo en que a menudo carecemos de “civismo”.

Por lo tanto nuestras instituciones pueden:

– crear cursos y programas de estudio sobre lapobreza y las causas de pobreza e introducir esadimensión en otras materias (sociología, historia,ciencias políticas, estudios religiosos…),

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– desarrollar los programas de iniciación a los valo-res y de evangelización,

– proceder de tal modo que esos estudios específi-cos queden sancionados por créditos o mediantediplomas y les den un valor reconocido,

– favorecer la investigación, las publicaciones y latoma de posición pública sobre los problemassociales y particularmente la pobreza, sus causas,y la justicia social.

6.3.2. Para alcanzar esos objetivos, podemos tam-bién:

– establecer proyectos que respondan a esas nece-sidades proponiendo estructuras nuevas,

– poner nuestras competencias pedagógicas al ser-vicio de esos nuevos proyectos y de las respues-tas efectivas a las situaciones de pobreza…

6.3.3. Ofrecer a los educadores y a los estudiantesla posibilidad de participar en programas de volun-tariado al servicio de grupos sociales en situaciónde pobreza:

– integrar en el programa de nuestras institucionesuna experiencia de servicio (muchos ya lo hacen,pero debería ser más sistemático),

– poner nuestros conocimientos y nuestras expe-riencias en este campo al servicio de las escuelassecundarias y primarias,

– promover el voluntariado entre losestudiantes pero también entre

aquellos que terminan sus estu-dios o los jóvenes antiguos alum-nos, para que se comprometanen los proyectos prioritarios denuestras regiones lasallistas.

Tenemos ya ejemplos en este

campo: USA y México13, jóvenes Mexicanos y Aus-tralianos en Francia, etc.

6.4. Proyectos de futuro: ¿nuevasuniversidades?

Algunos Distritos han abierto varias universidadesestos últimos años. Otros piensan que sería buenoabrirlas pero no tienen los medios. Mientras otrosprefieren “consolidar” las instituciones presentes yreforzar los departamentos o abrir otros en el senode la misma institución. Los Hermanos de las Escue-las Cristianas deben también preguntarse ¿cómoestar presentes en los centros de enseñanza supe-rior: en la administración, la enseñanza, la pastoral?¿Qué tipo de testimonio comunitario quieren privi-legiar, qué comunidad de educadores cristianosquieren promover? En resumen, los criterios para eldiscernimiento son numerosos y los proyectos deapertura merecen una amplia reflexión. Pero algu-nos presidentes o directores de sus institucionesinvitan a la apertura de nuevos centros de enseñan-za superior y piensan que nuestra red lasallistatiene el potencial suficiente para continuar sirvien-do en este nivel, en particular en las zonas delmundo donde no estamos presentes. El Señor Cho-quet, de Francia, nos ofrece pistas:

La creación de nuevas universidades lasallistaspodría hacerse, dice:

– allí donde ya existen universidades (creación ofusión de universidades existentes),

– en los países donde ya hay instituciones lasallis-tas, pero no universitarias, donde las nuevasuniversidades podrían contar con el apoyode la red ya existente (por ejemplo en la

cuenca mediterránea y en India),

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1 Reflexiones sobre la educacion superior lasallista. Editor Craig J.Franz, FSC. AIUL 2006.

2 Op. cit., p. 122.

3 Op. cit., p. 19. José Cervantes.

4 Op. cit., p. 22. José Cervantes.

5 Op. cit., p. 95. John Johnston.

6 Op. cit., p. 51. Edgard Hengemüle.

7 Op. cit., p. 135. Carlos Gómez Restrepo.

8 Op. cit., p. 53. Edgard Hengemüle.

9 Nota del Hno. Flavio Pajer.

10 Nota del Hno. Flavio Pajer.

11 Op. cit., p. 63, 64.

12 MF 160.3, citada por Edgard Hengemüle in op. cit., p. 53.

13 Op. cit., p. 12. Joan Landeros.

14 Op. cit. p. 128. Philippe Choquet.

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– en países donde no hay ni Hermanos ni institucio-nes lasallistas, pero que presentan un interés

estratégico para la red y para la misión lasallista,podríamos citar como ejemplo Europa del Este,China, el Sureste asiático.14

He ahí algunas ideas nuevas propuestas por unapersona, son interesantes y deben estimular nues-tra reflexión y nuestra creatividad.

7. ConclusiónEstimados amigos, podríamos sentirnos abruma-dos e impotentes ante la enorme tarea a llevar acabo. Les he hecho una lista de los numerosos cam-pos en los que ustedes pueden comprometerse.Como dije al inicio de esta exposición, no podemoshacerlo todo solos. La parte estratégica está ahoraen vuestras manos. Entre ustedes y con el Secreta-riado IALU, les corresponde ver qué servicio pue-den prestar y cómo hacerlo.

Les vuelvo a expresar la disponibilidad de nuestrosservicios y nuestra voluntad de seguir en contactocon ustedes. Estoy seguro de que podemos iniciarun tiempo de colaboración más intensa, en benefi-cio de los jóvenes confiados a nuestras institucio-nes educativas lasallistas.

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En junio de 2007, la Asociación de UniversidadesLasalianas inició el Programa Universitario LasalianoInternacional de Liderazgo. Este programa es elresultado inmediato de un proyecto que el Dr. JohnWilcox de Manhattan College culminó como partede su participación en el Instituto Buttimer de Estu-dios Lasalianos. John descubrió en el mundo lasalia-no de la educación superior una necesidad de másformación para los directivos del campus sobre laherencia lasaliana católica de las universidades, ycreó este programa para atender a esa necesidad.Los objetivos del programa son: sumergir a los parti-cipantes en la herencia lasaliana católica de nuestrasuniversidades; facilitar la comprensión de la red deeducación superior lasaliana mundial; y promover lacooperación entre las universidades lasalianas.

El programa de dos semanas se desarrolla cadaverano en la Casa Generalicia de los Hermanos delas Escuelas Cristianas en Roma, Italia. En los tresúltimos años, han participado aproximadamente140 administradores y profesores en representa-ción de 25 universidades de ocho países.

Las exposiciones de expertos lasalianos y católicosproporcionan un rico ambiente que propicia deba-tes animados entre los participantes. Entre los

expositores hay representantes del Vaticano, delConsejo General, de la Comunidad Central, de lasuniversidades y teólogos. Cada uno comparte susconocimientos en áreas específicas de interés conlos administradores y profesores de las universida-des lasalianas.

Además de las exposiciones de los expertos, se pidea los participantes hacer una presentación acercade sus propias universidades y a los grupos cultura-les se les pide presentar una velada social quemuestre sus culturas. En las reuniones socialesabunda la comida, la música, la danza y los juegosque sirven para promover el entendimiento a tra-vés de nuestro mundo lasaliano. La combinación delas presentaciones de las universidades y las reu-niones sociales proporciona un rico contexto quepromueve el diálogo a través de los distritos, lasregiones y las culturas.

Se espera que los participantes diseñen un proyec-to como efecto de su participación en el programa.Varios proyectos están terminados y aun más estánen curso. Intercambio de profesores, actividades deformación, e iniciativas de investigación son soloejemplos de algunos de los proyectos que los parti-cipantes han iniciado. Todos los proyectos hanaumentado la vitalidad de la misión lasaliana anivel universitario.

El diálogo y la colaboración entre los participantesno han finalizado con los proyectos del programa.Los participantes informan de diálogos corrientescon colegas de otras instituciones y delas suyas propias.

El programa de este año se tendrádesde el domingo 6 hasta el sábado 19de junio. Las inscripciones terminan el26 de febrero de 2010.

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Dra. Roxanne Eubank, Directora del Instituto para Estudios

Lasalianos, St Mary’s University de Minnesota, EE. UU.

Desde 2007, algunos profesores de las uni-

versidades lasalianas siguen un curso de for-

mación de dos semanas en Roma. Roxanne

Eubank nos presenta ese curso y cinco parti-

cipantes de la sesión de junio del 2009 nos

ofrecen su testimonio.

Programa universitario lasaliano internacionalde liderazgo en Roma

Hace algunos días regrese del viaje que me ha parecido el mássorprendente en toda mi vida, y pensé que nunca lo podríaconcretar, ir a Europa a un curso con los hermanos De La Salle.La experiencia en un primer momento fue desconcertante porel número de horas de vuelo y el cambio de horario, mi primeraintención fue fortalecer vínculos con personalidades de otrospaíses, los cuales desconocía hasta ese momento.

Aprendí un sinfín de cosas, desde el hecho que, aunque sabíaque todos pensamos de manera distinta, no lo había escucha-do nunca en diferentes idiomas a la vez, un torrente de emoti-vas presentaciones dieron luz a la identidad de las diferentesuniversidades a través de sus presentaciones y obsequios.

Quienes vistieron el lugar y llenaron de alegría con expresiónmulticolor fueron los diferentes conferencistas, los hermanos:

Ronald Gallagher, Lois de Thomasis, Tom Johnson, José Cervantes, Charles Kitson, Jorge Fonceca, JohnCantwell y Cloude Reinhardt con apoyo en traducción de los hermanos, Michael French y Alfonso; queenmarcaron estos 14 días. La vivencia de conocer personalmente al Hermano Superior General fue gran-diosa y que puedo decir de mis compañeros, de quienes recibí elogios y apoyo incondicional, se empeña-ron en producir una atmosfera en donde la fraternidad fue el común denominador.

Los momentos de reflexión que Roxane Eubank, Mary Fox y Joan Landeros nos propiciaron fueronexcelentes.

Vía Aurelia, 472, fue toda una experiencia en mi vida, creo que el marco fue inmejorable, pude sentir la pre-sencia de Nuestro Fundador a través de sus paredes y de los hermanos, con los que me hubiera gustadocompartir más tiempo, ya que se me fue como agua entre las manos.

Creo que esta experiencia deberían vivirla todos los que se dedican a la formación, el compromiso de ahoraen adelante es brindar un acompañamiento de calidad a cualquier miembro de la comunidad, conformaruna cohesión entre el instituto y la universidad, incrementar las experiencias de visita de los hermanos,acercarlos lo más posible a los jóvenes, y no perder contacto con todos los nuevos amigos que se formaronen Roma.

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Roma, “una experiencia inolvidable”

David Augusto Trejo AguilarDirector de FormaciónUniversidad La Salle Morelia(México)

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Este año en el mes de junio, fui elegido, junto con otros doscompañeros, por los Hermanos de las Escuelas Cristianas de laUniversidad Católica de Belén para participar en un curso deformación “lasaliana” de dos semanas, en su Casa Generalicia deRoma. Fue una experiencia extraordinaria que nunca habríapensado poder vivir. Éramos muchos de todas las partes delmundo, donde está presente la Universidad Católica de los Her-manos de las Escuelas Cristianas.

Las semanas transcurrieron alternando momentos de forma-ción e intercambio con otros momentos de convivencia, frater-nidad y diversión amistosa. Día tras día el ambiente se ibahaciendo más intenso e importante. La formación se concentrósobre la misión lasaliana, de fundamental importancia para uneducador y para quien, como yo, se encuentra enseñandopedagogía en un contexto conflictivo, donde a menudo se pier-de el sentido de ser hombre a “imagen de Dios”.

Fueron días de descubrimiento de la misión propuesta por San Juan Bautista de La Salle, como misión denaturaleza no sólo caritativa, sino sobre todo formativa. Personalmente he enriquecido mi experienciaencontrando nuevas modalidades de acercamiento y de relación con mis estudiantes. El intercambio entrelos colegas presentes pareció ser bastante provechoso, sobre todo al compartir las dificultades al vivirnuestra misión de educadores. Los organizadores fueron capaces de comunicarnos una fuerte esperanzay la llamada a encarar los desafíos en el puesto de trabajo teniendo en mente la misión y el porqué la rea-lizamos. La variedad de experiencias de los participantes, provenientes de todos los lugares de la tierra, nosenriqueció profundamente. Las diferencias entre nosotros no nos han alejado sino por el contrario noshicieron sentir pertenecientes a la misma gran familia lasaliana.

Un momento inolvidable fue, el último día, el de la entrega de la medalla, símbolo de La Salle. El acto sim-bólico me hizo sentir la fuerte responsabilidad de ser educador con visión y espíritu lasaliano. Salí de esaexperiencia aún más consciente del significado de ser docente en una Universidad Lasaliana, y de la misiónque tenemos para con los jóvenes, futuro de nuestro país y de la humanidad.

Un fruto del encuentro entre colegas de otros continentes y de experiencias diversas de la míacomo palestina fue la creación de una colaboración con la Universidad de Minessota para eldesarrollo de la pedagogía especial en Palestina y como contribución a un trabajo iniciadohace dos años en nuestra Universidad. El éxito de la colaboración estuvo representado por elintercambio de las capacidades profesionales, encuentro que es propio del espíritu lasaliano.

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Sami Basha, Assistant professorFaculty of Education /Bethlehem University

Curso de formación lasaliana, junio del 2009:una experiencia única

JAW

En junio pasado, tuve el privilegio de participar en el Programa de Liderazgo Lasaliano Internacional deRoma, Italia, que se realizó en la Casa Generalicia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Me sentí muyagradecida y honrada de haber sido escogida como representante de Saint Mary’s College de Minnesota.Estando muy atareada como administradora de las Facultades de Programas profesionales y de graduados,trabajé con diligencia en las semanas precedentes al programa para preparar mi ausencia. No estaba segu-ra de qué esperar, pero sí animada, con muchas preguntas y lista para aprender.

Lo que experimenté en este programa de dos semanas fue un poderoso sentido de nuestra comunidadglobal, renovación sorprendente e inspiración para el aprendizaje continuo y compromiso con nuestramisión lasaliana. Roma es no solamente un lugar hermoso, sino que teniendo este programa en la CasaGeneralicia, nos conectó de manera especial con los Hermanos de las Escuelas Cristianas mismos. La SedeGeneralicia en sí es serena y bellísima: el parque, las obras de arte y colecciones por todos los pasillos, lacapilla, las reliquias de La Salle, los vídeos y objetos artísticos del museo. Aún más importante, la presenciaen la Casa Generalicia nos dio la oportunidad de comunicar con los Hermanos que viven allí y que sirvenen tantas funciones importantes. Pudimos experimentar sus presentaciones informativas, entablar conti-nuos diálogos mientras compartíamos una comida, cantar juntos en las celebraciones y liturgias, y disfrutarde la mutua compañía durante las reuniones sociales. Aun el Superior General estuvo en una de nuestrasreuniones y conoció a cada uno de los participantes.

Todas las presentaciones durante el programa ofrecieron la oportunidad de desarrollar una comprensiónmás profunda de la herencia y de la familia lasaliana. Se invitó a los participantes a reflexionar juntos endiferentes clases de grupos: por institución, región, y rol en la universidad. Pudimos pensar en nuestraspropias prácticas, programas y estructuras lo mismo que aprender acerca de aquellos de nuestras institu-ciones pares. La integración de reflexión fue de vital importancia para permitirnos verdaderamente tomardistancia y examinar nuestras realidades vividas. Lo hicimos juntos de manera formal en nuestras sesionesde trabajo, informalmente juntos fuera de l os momentos de “trabajo”, e individualmente como durantenuestro día de silencio. Hasta tuvimos nuestro laberinto muy propio.

En una de nuestras reuniones del grupo general, uno de mis colegas dijo: “El lasallismo es mejor vivido quedefinido”. He pensado muchas veces sobre esto con referencia a la experiencia de Roma. Las relaciones quese construyeron fueron poderosas tanto profesional como personalmente. Siempre recordaré nuestrosmomentos juntos en oración, todos de fes diversas, conectados como una familia lasaliana. Levantar nues-tras voces juntos al cantar es un recuerdo que también ha entrado en mi corazón de manera especial.

Ahora, mi pregunta es: ¿qué sigue? ¿Cómo puedo llevar esto adelante y continuar aprendien-do y compartiendo? Parte de mi compromiso a partir de esta experiencia es actuar y continuarforjando conexiones dentro de nuestra red lasaliana. Como resultado, Saint Mary’s Universityde Minnesota se ha unido a Bethlehem University como socio internacional en su creación deun programa de preparación de maestros a nivel de máster en Educación especial en Palestina.Este es el primer programa de este tipo en Palestina –obra revolucionaria que anima a nuestramisión compartida lasaliana. Estoy ansiosa de conocer otras redes lasalianas de asociación denuestros colegas, y realmente espero que todos nosotros nos comprometemos a alimentarnuestra conexión lasaliana en el futuro.

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Rebecca Hopkins – Decana,Graduate School of Education; SaintMary’s University de Minnesota

Conectados como una Familia Lasaliana en Roma

Experimenté un sentimiento maravilloso cuando nuestro Vicepresidente para la Misión Lasaliana y Plane-ación me informó que yo sería uno de los delegados al Programa de Liderazgo Internacional Lasalianoen la sede central lasaliana de Roma, Italia. Aunque fui informado por compañeros de la comunidad quefueron antes de mí sobre lo que había que esperar del programa AIUL, no estaba preparado para la expe-riencia por la que pasé durante dos memorables semanas en la Casa Generalicia. La experiencia de conocernuevos amigos que comparten las mismas pasiones y convicciones educando a la juventud, ha tenido unimpacto tremendo sobre mí personalmente. Ahora puedo ver mi trabajo bajo una luz totalmente nueva.Ya no es sobre mí y mi pequeño rincón del mundo. Me di cuenta de que soy parte de una vasta comunidadglobal, cuyos miembros están listos para ayudar, si sólo acudimos a ellos.

La AIUL me ha permitido referir nuestras prácticas a la red lasaliana mundial. Todos los participantes tuvie-ron la oportunidad de compartir sus experiencias en los establecimientos de sus propios países, permi-tiéndonos tener un punto de referencia con las mejores prácticas de los otros y compartir y encontrarmaneras de hacer las cosas mejor. La AIUL me ha mostrado el potencial que se puede lograr en mi propiainstitución. Creo que la mayor fortaleza del programa es que permite a personas con igual dedicación detodo el mundo reunirse para compartir ideas y planes de acción bajo la orientación directa de los Herma-nos Lasalianos.

Mi tiempo en la Casa Generalicia, también fue una excelente oportunidad para restablecer viejas conexio-nes y crear nuevas con los Hermanos Lasalianos. Amablemente compartieron su hogar con nosotros y handemostrado ser excelentes anfitriones. Nunca hubo un momento en que me sintiera como un extraño. Lascharlas dadas por los Hermanos fueron muy informativas e incitaban a la reflexión. Me dieron un entendi-miento más profundo de la obra del Fundador y claramente delinearon el camino a seguir para la Comu-nidad Lasaliana. Las tres amigas (Roxanne, María y Joan) garantizaron que todas nuestras necesidades fue-ran atendidas y fue genial trabajar con ellas.

Lo más importante que saco del programa es la realización de que todavía hay mucho trabajo por hacer.Uno de los aspectos concretos en los que necesito trabajar es en la formación no sólo de nuestros estu-diantes, sino también de los demás miembros de la comunidad lasaliana. Tenemos que llegar a nuestrosprofesores, al personal e incluso a los padres de nuestros estudiantes. No hay ningún valor en la buenaeducación, si uno está moralmente en bancarrota y no puede discernir entre el bien y el mal. Como vivo enun país donde la corrupción es la norma y la gente casi ha perdido la esperanza en sus dirigentes, creo queahora más que nunca, tenemos que asegurarnos de que los valores defendidos por nuestra comunidadson practicados por nuestros miembros, a fin de mostrar que todavía hay esperanza. Esperoque las cosas sean mejores en el futuro. Tengo esperanza de que actualmente estemos sem-brando las semillas que brotarán en un mundo mejor para nosotros.

Cuando miro hacia atrás, creo que el programa de AIUL ha contribuido significativamente a micrecimiento como educador lasaliano. Me permitió obtener una mejor comprensión y sentido.Se me consintió conocer nuevos amigos y colegas maravillosos. Y aún más importante, me diola oportunidad de volver a centrarme en la enseñanza y dedicarme a ella. Nunca olvidaré estaexperiencia.

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Benhur Ong, Decano de la Facultadde Administración y Tecnologíade la Información De La Salle -

College of Saint Benilde, Filipinas

Una quincena en la Casa Madre

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Del 7 al 20 de junio tuvimos la oportunidad de encontrarnos varios laicos lasallistas de diversas partes delmundo en la Casa Generalicia del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en Roma, Italia, asis-tiendo al Programa Internacional para Líderes Lasallistas, con el objetivo de reflexionar acerca de diversostemas relacionados con la actualidad del lasallismo alrededor del mundo.

La Casa Generalicia con sus corredores con vista hacia amplios jardines, las habitaciones limpias y cómo-das, la acogedora capilla con las reliquias de San Juan Bautista de La Salle, la sala para sesiones de trabajoen grupo junto con la infraestructura adecuada para traducción simultánea, permitieron la convivencia,reflexión e intercambio de ideas.

Durante estas dos semanas abordamos temas fundamentales para continuar con la misión de De La Salle,ya que ante el decaimiento de vocaciones religiosas a nivel mundial, así como la pluralidad confesionalactual (el cristianismo en sus diversas manifestaciones y la presencia de nuestra obra en el mundo musul-mán), es necesario llevar verdaderamente a la práctica uno de los puntos fundamentales del lasallismo delos siglos XX y XXI: La Misión Compartida.

A lo largo de las pláticas, los participantes fuimos cayendo en la cuenta de la importancia de la participaciónactiva y comprometida de los colaboradores de la obra lasaliana, pues el futuro de la misma se encuentraprecisamente en la unión de esfuerzos entre los Hermanos y los laicos, debido a que día con día se reduceel número de religiosos lasallistas, pero al mismo tiempo aumenta la población de seglares que nos identi-ficamos con la misión educativa lasallista. En este sentido, los que asistimos a Roma en conjunto con losHermanos que dictaron varias de las conferencias y acorde a la política del Consejo General del Institutoestuvimos de acuerdo en la necesidad de fortalecer la relación horizontal entre todos los actores lasalianoscon el fin de asumir la responsabilidad de ser coherederos de la obra de San Juan Bautista De La Salle, esdecir, los Hermanos deben permitirnos a los que no lo somos una participación igualitaria con ellos, puesverdaderamente estamos ansiosos de coadyuvar en el mantenimiento y crecimiento de la misión y no quenos perciban como trabajadores que quieren apropiársela, por el contrario, somos conscientes de que enel lasallismo es esencial la presencia siempre viva de los Hermanos, pero también sabemos que hoy esnecesaria nuestra presencia y participación responsable en todos los ámbitos del lasallismo.

Así mismo este encuentro nos permitió descubrir el gran potencial que tiene el lasallismo en la actualidad,pues si estamos viviendo en un mundo globalizado, esta realidad mundial nos ofrece grandes oportunida-des al estar presente nuestra obra en más de 80 países. Esta realidad nos convierte en la obra educativa

más grande del mundo y representa para nosotros una posibilidad de crear una gran red derelaciones interinstitucionales para dar mejor respuesta a las necesidades de nuestros dicentesy a las exigencias del mundo actual.

La tarea que tenemos que emprender consiste en comenzar a reducir la distancia que hayentre las diversas Universidades que existen alrededor del mundo, intentando construir lazosde intercambio entre ellas en los ámbitos académico y formativo, así como generar una ima-gen de identidad única para todas las instituciones que tenemos mundialmente, es decir, uni-ficar un logotipo mundial para fortalecer la presencia lasallista en el mundo.

Mtro. Jorge Hernández MuñozJefe del Área Ético-AxiológicaUniversidad La SalleMéxico, D. F.

Fortaleza y futuro del lasallismo

Conforme vamos avanzando, todos nosotros

Buscando

La verdad

Invitados, quizás, por caminos diferentes

Nuestros corazones la han presentido

La hemos visto unos y otros

En el corazón de nuestros alumnos

Ahora, juntos

Un mosaico que va tomando forma

Al encajar las piezas una a una…

Sorprendidos… buscando desesperadamente

Poder mirarlo por encima.

Destellos de pertenencia

De asociación poderosa,

Que crece y se reinventa

¡Compromiso!

¡Enciendan su corazón!

Lleven el espíritu consigo

Al ir recopilando los capítulos

del libro de su vida

Hermanos y Hermanas.

Rebecca Hopkins

Saint Mary’s University

Rome Experience 2009

58 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Los decanos de la Universidad Saint Mary’s consi-deran el revolucionario programa de educaciónespecial en Palestina.

Últimas noticas de parte del Rector y suConsejo. 25 de agosto de 2009.

Como así lo indican dos de nues-tras ocho prioridades de planifica-ción, la Universidad Saint Mary’sestá comprometida en promover“una cultura que suscite y desarrollela competencia profesional, el espíri-tu innovador, y la salud y el bienestarpersonal de cada individuo”. Estamostambién comprometidos en llevar ade-lante “un diálogo intencional sobre cómo la Uni-versidad se sitúa en un mundo cada vez más interna-cional, global y multicultural”. Recientemente, dosdecanos de Saint Mary’s llevaron a la práctica estas

palabras al viajar de Winona a Ramallah(Palestina), para asistir a la primera con-ferencia nacional sobre programas deeducación especial en las universida-des palestinas.

El 5 de agosto, la doctora Jane Ander-son, decana de la Facultad de Educa-ción, y Rebecca Hopkins, decana deldepartamento de graduados de Educa-ción, se reunieron con el HermanoRobert Smith FSC, vicerrector académi-

co de la Universidad de Belény otros educadores de la Uni-versidad de Belén; el Ministropalestino de Educación y

Universidad, e instituciones palestinas no-guberna-mentales. Los participantes en la conferencia traba-jaron en vistas a presentar el marco básico para laformación en educación especial como parte deuna iniciativa más amplia de establecer un progra-ma de educación especial en la Universidad palesti-na. Como expresó el Hermano Robert a los partici-pantes, “la educación especial en Palestina es unanecesidad significativa y ampliamente desatendida”.

El doctor Sami Basha, director de proyectos y profe-sor de la Universidad de Belén, invitó a Saint

Mary’s a colaborar en esta iniciativa conobjeto de elaborar el primer programa

de formación para profesores deeducación especial en Palestina.Antes de la conferencia del 5 deagosto, compartimos con el doc-tor Basha y su equipo el plan deestudios y la estructura del progra-

ma del nuevo máster en letras. Enla conferencia de la Asociación

Internacional de Universidades LaSalle que tuvo lugar este verano en

Roma, se consolidó el acuerdo de colabora-ción entre ambas universidades. La estructura bási-ca del máster en educación especial por la Universi-dad de Belén se ha elaborado, y en los próximosmeses proseguirá el trabajo de la redacción delplan de estudios y la planificación de la evaluación.

Como observó Hopkins, “la idea de la novedad de unprograma impulsado por la misión fue una fortalezaque estuvo presente en las conversaciones entreambas universidades lasalianas. A través del diálogoapasionado y de la aportación que se había solicitadoa los miembros más influyentes de la comunidad, seestablecieron los elementos más relevantes y se dise-ñó el marco para un máster en educación especial. Noexisten programas como éste en las universidadespalestinas, y las escuelas necesitan urgentementemaestros que proporcionen la educación apropiadapara todos los chicos en sus clases. Esta obra es real-mente revolucionaria”.

H. William Mann, FSCRector de la UniversidadSaint Mary’s de Minnesota

El programa y la experiencia de formación

de Roma han producido sus frutos inmedia-

tos, como lo muestra el siguiente testimonio.

Iniciativa de colaboración en la red lasaliana de educaciónsuperior. Universidad Saint Mary’s de Minnesota –Universidad de Belén

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 59

1. ContextoCada curso académico se ofrece a administra-

dores, profesores y personal la historia fundacionalde los Hermanos de las Escuelas Cristianas y de laUniversidad. En diferentes escenarios reciben ideasvaliosas de pedagogía lasaliana y llegan a apreciar laherencia espiritual de La Salle. Si bien las orientacio-nes de los docentes, los acontecimientos conmemo-rativos, las conferencias ocasionales y las ceremoniaslitúrgicas proporcionan oportunidades valiosas paraque los colaboradores reciban conocimientos lasa-lianos, la difusión institucional de esta informaciónse ha dado normalmente de manera asistemática.

Dicho esto, durante más de diez o quince años lasuniversidades e instituciones universitarias han idocada vez más directamente a iniciar a los miembrosde la comunidad en el conocimiento de la misiónlasaliana de la universidad. Una forma de hacerlo hasido enviar a responsables y profesores al Institutode Liderazgo Lasaliano en Estados Unidos y al semi-nario internacional de la Asociación Internacionalde Universidades Lasalianas en Roma. Estos progra-mas proporcionan sólida instrucción básica en losestudios lasalianos. Los participantes expresan gra-titud por la oportunidad de profundizar en losconocimientos lasalianos. A través de entrevistasllevadas a cabo con graduados de estos programas,los participantes han expresado también la necesi-dad de una estructura basada en el campus quecontinúe su perfeccionamiento profesional y espiri-tual. Estas personas mencionan frecuentemente eldeseo de oportunidades de acompañamiento y deformación continua.

La creación de un programa local de formación/acompañamiento podría responder fácil, eficazmen-te y sin gasto a tales anhelos profesionales. Las opor-tunidades de interactuar con los ya iniciados en la

tradición pedagógica y espiritual de La Salle podríanexperimentarse también con quienes han tenidoescaso contacto con nuestra herencia lasaliana.

En el mejor de los casos, los asistentes a tal progra-ma habrán participado en el Instituto de LiderazgoLasaliano, la Asociación Internacional de Universi-dades Lasalianas o el Instituto Buttimer. De vez encuando puede haber motivos para admitir a partici-pantes sin tanta formación oficial, pero igualmenteinteresados. La interacción de quienes ya conocenla tradición lasaliana con aquellos que tienenmenos experiencia podría favorecer una relaciónexitosa de orientación entre los participantes. Den-tro de tal relación, podrían cómodamente compar-tir sus experiencias de fe, su búsqueda continua,sus dudas personales y su juicio crítico de convic-ciones y creencias firmemente mantenidas.

Este programa de formación para responsables,profesorado y personal podría denominarse acerta-damente: “Seminario para Colaboradores en el Minis-terio de la Educación Superior Hoy: Perspectiva Lasa-liana.” A través de una serie de seminarios, el acentorecaería no tanto en la historia fundacional sinomás bien en la asociación actual deHermanos y compañeros –“colabora-dores”- que comparten la misión lasa-liana común. En estos Seminarios paraColaboradores el acento no está en elpasado sino en el presente.

2. Cultura Lasaliana enla UniversidadDesde su fundación, nuestras Universi-dades y Centros Universitarios Lasalia-nos han respondido valien-temente y con innovación alas necesidades educativasde la juventud. Bajo el lide-razgo de los Hermanos delas Escuelas Cristianas, nues-

H. Miguel A. Campos, FSCUniversidad La Salle de Filadelfia,

Estados Unidos

También a nivel local, las universidades lasalia-

nas establecen programas de formación de sus

profesores y administradores. A modo de ejem-

plos, les presentamos aquí la estructura básica

de dos programas de formación: uno de La Salle

University, Filadelfia, Estados Unidos, y el otro

de la Universidad De La Salle de Bogotá,

Colombia.

Seminarios para Colaboradores en el Ministerio dela Educación Superior Hoy: Una perspectiva lasaliana

Adaptación de : Un programa local de formación para Lasalianos

en el Ministerio de la Educación Superior

60 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

tra universidad ha desarrollado una cultura lasalia-na única y envidiable. Esta cultura viva subraya unaserie reconocida de valores centrales. Si bien estosvalores están presentes explícita e implícitamenteen nuestro comunicar diario, se expresan más con-tundentemente en nuestros relatos fundacionales,nuestras historias de crisis, historias de nuestrossantos y de otros iconos contemporáneos impor-tantes que contribuyeron al desarrollo de la Univer-sidad. Estos valores centrales se encuentran ennuestros rituales de iniciación y de despedida final.

Nuestra declaración de la misión es la manifesta-ción explícita de esa cultura en términos de nues-tras expectativas más profundas. La declaración dela misión articula claramente lo que más valoramos,reconociendo nuestros valores lasalianos centralesmás acariciados que dan sentido y dirección a nues-tra aventura colectiva.

Denominamos a nuestra cultura universitaria de“católica,” “lasaliana,” “estudiantil,” y “graduada.”

Como institución católica, nos basamos en la convic-ción de que el desarrollo intelectual y espiritual vande la mano el uno con el otro, complementándose yrealizándose mutuamente. Por tanto, nuestros pro-gramas preparan a nuestros estudiantes para un ser-vicio bien fundado y un liderazgo progresivo en suscomunidades mientras logran sus objetivos perso-nales. Por ese motivo, promovemos la búsquedalibre de la verdad mediante técnicas de enseñanza,el conocimiento y los valores que los estudiantes

necesitarán para una vidahumana y digna.

Como universidad lasaliana, fe, comunidad y servi-cio son valores centrales en el corazón de la univer-sidad. Nuestros programas promueven un ambien-te de fe y respeto recíproco entre todas las perso-nas. Buscamos establecer un ambiente de comuni-dad en el que todos nuestros miembros puedantestimoniar abiertamente sus convicciones sobre lapaz y la justicia social.

Como institución estudiantil estamos comprometi-dos con una educación sólida de las artes liberales,diseñada para liberar a los estudiantes de interesesestrechos y de prejuicios. Educamos a nuestrosestudiantes a observar la realidad con precisión; ajuzgar los acontecimientos y las opiniones crítica-mente; a pensar lógicamente; a comunicarse eficaz-mente; y a afinar sus percepciones estéticas. Lesanimamos a buscar la sabiduría y a desarrollar hábi-tos saludables de la mente que les permitirán con-frontar las cuestiones fundamentales de la expe-riencia humana.

Como institución graduada, nos esforzamos porapoyar las aspiraciones profesionales de nuestrosestudiantes y por satisfacer las necesidades de lasociedad. Les preparamos para sus necesidadesprofesionales y les equipamos con los talentos parasobresalir en las vocaciones de su elección.

En nuestra declaración de la misión, reconocemosestar enraizados en “la tradición intelectual católica,el legado pedagógico y espiritual de San Juan Bau-tista de La Salle y los Hermanos de las Escuelas Cris-tianas y la tradición de las artes liberales.” Nosdamos cuenta de que no nos toca repetir y transmi-tir simplemente el conocimiento acumulado en elpasado. A partir de diversas perspectivas de nues-tros campos académicos profesionales, somos lla-mados a adaptarnos radicalmente a los nuevos des-afíos de nuestro tiempo. Colaboramos con nuestrosestudiantes a crear un conocimiento nuevo quepueda impactar productivamente en la sociedad. Através de nuestro aprendizaje y servicio conjunto ala comunidad, nuestros estudiantes crecen en la fe.Aprenden la importancia de desarrollar sus talentosprofesionales, trabajando por el bien común,enfrentando las desigualdades de la vida y esfor-zándose por construir justicia y paz. En nuestro con-texto social y político, mostramos especial delica-deza hacia los económicamente pobres.

Mientras que algunos profesores y parte del perso-nal están apenas iniciando su itinerario profesionalen nuestra institución, ellos aportan a la empresanuevos ímpetus, aspiraciones frescas y energía bienrecibida. Otros profesores y miembros del personal,después de muchos años de participación profesio-

JAW

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 61

nal activa en la comunidad, han desarrollado unrico sentido de identidad a través de sus experien-cias dentro de la cultura lasaliana de la Universidad.Estas personas entienden nuestros valores esencia-les desde una perspectiva diferente.

3. Perspectivas DiversasEn el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XXalgunos miembros de la comunidad lasaliana pue-den haber experimentado una cultura lasalianamás unificada que la que nosotros experimenta-mos actualmente. Algunos de los miembros másveteranos de nuestra universidad pueden haberexperimentado una perspectiva católica y unainfluencia de los Hermanos de La Salle de unamanera que los miembros más jóvenes de la comu-nidad no pueden, posiblemente, imaginar.

Durante este tiempo, un amplio porcentaje del per-sonal profesional de la universidad era católico. Enlos años siguientes ese porcentaje disminuyó.Incluso entre quienes generalmente se califican decatólicos, el sentido de afiliación a una institucióncatólica varía notablemente. Ciertamente que hayuna considerable variación en los puntos de vistadel profesorado y de los responsables en lo referen-te a lo que significa ser “católico” en el campus deuna “universidad católica.” El pensamiento libreentre campos académicos diversos lleva a que cadauno de nosotros aporte una perspectiva personalúnica a nuestra comunidad. Mientras que tal diver-sidad puede producir a veces tensión institucional,estas ricas perspectivas fortalecen y realzan nuestracultura única lasaliana.

Respetuosos con la diversidad de la universidad,hemos de esforzarnos deliberadamente por com-prender, apreciar y celebrar la riqueza de nuestratradición católica y la herencia espiritual y pedagó-gica de La Salle.

4. HorizontesEn nuestros itinerarios únicos y personales, cadauno de nosotros ha desarrollado una historia rica-mente formada por nuestra familia, vecinos, ciu-dad, país e instituciones educativas. Tales historiasestán imbuidas de diversas influencias étnicas yculturales. Acontecimientos importantes y eleccio-nes profesionales personales han contribuido tam-bién al desarrollo de nuestras perspectivas únicas.De esta manera, nuestro campo de visión, el ámbitode nuestro conocimiento y el alcance de nuestrosintereses son limitados. Es lo que Bernard Lonerganreconoce como “horizontes.” Delante del horizonteestán los objetos que pueden ser vistos y docu-

mentados. Más allá del horizonte están los objetosque, al menos por ahora, no pueden ser vistos.

Sin embargo, los horizontes no son estáticos. Cuan-do nos atrevemos a ver la realidad desde diferentespuntos de vista, en la misma medida varían nues-tros campos de visión. Claro que lo que uno vedepende de su propia situación. Así también, elámbito del conocimiento y el campo de los intere-ses varían considerablemente entre los miembrosde nuestra comunidad académica. Todos nosotrosnos desarrollamos de acuerdo con el periodo enque vivimos, nuestro medio social y nuestra prepa-ración educativa.

Cuando entablamos conversación con otra perso-na, nuestros horizontes pueden chocar. Lo quepuede ser inteligible para uno puede ser ininteligi-ble para otro; lo que es verdadero para uno puedeser falso para otro. Los seminarios en esta serie dediscusiones (“Seminarios para Colaboradores”) bus-carán deliberadamente implicar a los participantesen una conversación auténtica sobre nuestros hori-zontes y nuestras convicciones más apreciadas. Enel proceso de confrontar nuestras historias perso-nales con una historia más amplia pueden surgirnuevos y más amplios horizon-tes.

5. Pasos de unhorizonte a otroDentro de la conversación,nuestros horizontes puedencuestionarse, puede descu-brirse un nuevo conocimien-to y pueden surgir nuevoshorizontes. De hecho, todosnosotros hemos tenido laexperiencia de ensancharnuestros horizontes perso-nales cuando entramosen una nueva concien-cia sobre la vida y sobrenosotros mismos. LosSeminarios de Cola-boradores confron-tarán nuestros perí-metros, criticaránnuestras conviccio-nes y nos abri-rán a horizon-tes mayores ymás amplios. Aesto le llama Ber-nard Lonergan conversión.

JAW

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Como se mencionó anteriormente, a lo largo denuestro itinerario personal, diversos acontecimien-tos nos empujan a ver nuestra vida y nuestra socie-dad desde un punto de vista diferente. Cuando estosucede, los horizontes pasados chocan con los másrecientes. En el proceso criticamos nuestras convic-ciones; nuevas perspectivas nos invitan a ajustarnuestros horizontes. De un estadio de vida a otro,nuevos encuentros nos llevarán a nuevas conver-siones.

Por supuesto que la conversión de la que hablamosno tiene nada que ver con una experiencia dramá-tica emocional de orientar la vida de uno haciaDios, ni la aceptación de un nuevo código moral,normalmente relacionado con una institución reli-giosa. Más bien, nos ocupamos de la conversiónintelectual, moral y religiosa como un proceso.

La conversión intelectual es un cambio en la propiacomprensión del proceso de conocer: conocer; nosolo ver. En este proceso vemos a través de los ojosde nuestra disciplina académica, examinando losprocesos de experimentación, comprensión, enjui-ciamiento y creencia. A través de esto llegamos aconocer. La conversión moral es cambio del criteriode la decisión personal y de las elecciones, desde lasatisfacción a los valores. La conversión religiosapermite que la propia persona sevea dominada por preocupacio-nes profundas.

6.Objetivos

esperados delprograma de

formación:resultados

¿Qué se puede esperar de la partici-pación en estos Seminarios para

Colaboradores? Es razonableesperar que, a través de

este proceso de dis-cusiones y de com-partir, uno:

1. Alcanzará unc o n o c i m i e n t obásico de la vidade San Juan Bau-tista de La Salle:los pasos de unhorizonte a otro

horizonte, su itine-rario de conversión.

Los participantes podrán señalar sus conviccionesy verdades fundacionales, los valores centraleslasalianos que surgen en su historia y la fuerza deuna vida agraciada con la autotrascendencia.

2. Señalará los horizontes propios y entablará con-versación con los compañeros sobre los horizon-tes personales. Esperamos que esto sea una invi-tación a un itinerario de autotrascendencia den-tro de la ocupación profesional de cada uno.

3. Aplicará “lo que es de la mayor importancia” den-tro de la misión educativa lasaliana en el contextode la educación superior.

7. ¿Qué y cuándo?Los Seminarios para Colaboradores se ofreceránanualmente y se centrarán en las obras de La Sallerelevantes para nosotros hoy. Así los participantesllegarán a ver a La Salle como persona a través desus escritos autobiográficos. Experimentarán a LaSalle como educador a través de sus escritos peda-gógicos. Apreciarán a La Salle como maestro espiri-tual a través de sus escritos espirituales. Y conoce-rán a la Salle como fundador a través de sus escritosorganizativos. Las sesiones tendrán lugar ennoviembre, diciembre, febrero, marzo y abril.

Los Seminarios para Colaboradores se desarrollaránen tres semestres consecutivos fijados a lo largo dedos años académicos: primavera del primer añoacadémico, y otoño y primavera del siguiente añoacadémico. Una sesión especial de remate podríaofrecerse cada año a todos los componentes delInstituto de Liderazgo Lasaliano, Asociación Inter-nacional de Universidades lasalianas o participan-tes en seminarios lasalianos.

8. ¿Cómo dirigir estosSeminarios para Colaboradores?Cada seminario pasa por tres movimientos omomentos.

• Primer momento

Durante este encuentro inicial se presenta una his-toria y actividad de enfoque con el fin de que losparticipantes entablen conversación. Este procesopodría pedir a los participantes que señalaran pre-guntas que impactan generalmente en sus vidas.Pueden presentar diarios para recordar su propiahistoria cuando se centran en comprender el temaparticular del seminario. Se hará una exposición ofi-cial sobre el tema “Presentar la historia más amplia:La Salle y la Iglesia.” Después de esta presentación,algunas cuestiones clarificadoras estimularán a losparticipantes a examinar más críticamente sus

Stoc

k

Seminarios de colaboradores: implicar a La Salleen las tres historias

Las historias fascinan anuestra fértil imaginación yrecapitulan nuestros itine-rarios épicos. Utilizandohistorias como estímulopara la discusión, los Semi-narios para Colaboradoresexplorarán el itinerarioevolutivo de La Salle hoy através de nuestro ministe-rio de servicio en una uni-versidad lasaliana. Su itine-rario es también el nuestro.

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 63

acciones recordando su historia. Seles invitará a explorar las conviccio-nes que han surgido en sus historiassobre este tema concreto y cómollegaron a esa conclusión. Creyendoen la importancia de una vida analiza-da, se les pedirá que reflexionen sobre sus pensa-mientos, sentimientos y acciones.

• Segundo momento

Con el fin de profundizar y ensanchar la conversa-ción, se pedirá a los participantes que examinen lospuntos importantes de la presentación en su pro-pia época. Se les invitará a ampliar la informaciónexplorando algunas lecturas sugeridas y diariospersonales. Quizás podrían profundizar en la con-versación dentro del grupo acudiendo a medioselectrónicos mediante un “blog” o una “sala de chat.”Alternativamente, pueden elegir llevar a cabo reu-niones informales cara a cara con uno o dos compa-ñeros.

Es esencial que los participantes continúen la con-versación del primer momento charlando sobre loque están leyendo, pensando y reflexionando.Mientras algunos pueden preferir escribir sus per-cepciones, los no dispuestos a hacer esto puedenservir valiosamente como oyentes de las historiasde otros. A través de este proceso, los participantescomparten su comprensión de la historia másamplia así como sus ideas, preguntas, pensamien-tos críticos, dudas y preguntas que traerán a la reu-nión siguiente para una nueva conversación.

• El tercer momento

A través de una última reunión de dos horas, losparticipantes entablarán una conversación crítica

en la queinterpreta-

rán significa-dos nuevos y

antiguos en susvidas y decidirán

hacer algo sobre ello. Este momento ayu-dará a los participantes a confrontar sus propias his-torias con las historias más amplias de los otros.Una presentación oficial se basará en el tema “Rein-terpretar antiguas historias: los desafíos de nuestrashistorias hoy.” Una vez más se invitará a los partici-pantes al trabajo de diarios y a desarrollar una sín-tesis personal del tema. Durante este tiempo, losparticipantes explorarán nuevas ideas que surjandurante la conversación. Se tratarán nuevas pre-guntas y dudas constantes.

Cuando los participantes finalicen este tercermomento, puede darse la presentación de un breveresumen que trate la necesidad de confrontar la his-toria más amplia y nuestras historias. Por creer quelas ideas de estos movimientos necesitan concretar-se en la acción, habrá un tiempo para compartircómo los participantes llegaron a nuevas decisionesen cuando al tema concreto del seminario.

Primer seminario:Historias de una Fe Duradera.

El itinerario profesional de La Salle estuvo alimentado por “unapasión por Dios y una pasión por los pobres.” ¿Cuál es la fuenteque prende en nosotros una visión y una pasión por nuestroservicio profesional en la educación superior?

Stoc

k

64 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Tercer seminario: Historias de una Esperanza sin Desaliento.En un mundo dividido y deshumanizado La Salle formó unacomunidad de Hermanos que, “juntos y por asociación,” pose-yeron una visión común y el sueño de proporcionar educacióna los pobres. ¿Cuáles son las fuentes de nuestra visión y sueñocomunes? Como comunidad profética de Hermanos y segla-res ¿Cuál es nuestro papel al reinventar la misión a través denuestro ministerio colectivo en la educación superior?

Segundo seminario:Historias de Amor Compasivo.

En el siglo XVII, autorizados y enviados a evangelizar, La Salley sus Hermanos llegaron a constituir una comunidad de minis-tros seglares que formaron comunión con los alienados por lasociedad y la Iglesia. Hoy ¿cuál es la fuente de poder que man-tiene mi desarrollo académico profesional y crea una relacióncon compañeros y estudiantes para trabajar en aras del biencomún?

Nunca cesaremos de explorary al final de nuestra exploraciónllegaremos a donde empezamosy conoceremos el lugar por primera vez.

T.S. Elliot

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 65

La formación de profesores en la Universidad de LaSalle de Bogotá Colombia es una de las preocupa-ciones que ha estado presente a lo largo de variosaños y que ha permitido, entre otras cosas, fortale-cer un camino hacia la consolidación de la calidadacadémica de la Institución. Como Universidad ycomo Institución Educativa de los Hermanos de LaSalle, la formación –no sólo la capacitación– es unode los componentes que aporta al desarrollo delProyecto Educativo Universitario Lasallista y alEnfoque Formativo Lasallista. En tal sentido, esimportante ubicar de manera general algunos desus antecedentes, características y proyecciones.

Recorrido inicialDesde el origen de la Universidad2, y como es pro-pio de la propuesta lasallista, la formación de losprofesores estuvo siempre al orden del día. Sinembargo, desde 1981, la Universidad propuso unprograma especial de formación de profesores, elcual se consolidó través de los denominados Cur-sos de Pedagogía y Lasallismo (CPL). Como loseñala un documento de la Institución3 recordadopor Barragán (2008:137–138), estos cursos se crea-ron con la idea de brindar identidad formativa a losprofesores y como un requisito para acceder alescalafón interno de la Institución. Igualmente,recuerda que en 1988, mediante acto administra-tivo se crean tres niveles para los CPL, que incluíancampos como el epistemológico, el pedagógico y ellasallista. En el 2000, unido a esta propuesta, se pro-ponen programas para la actualización y el perfec-cionamiento docente, ampliando la posibilidad ycobertura de formación de los profesores. Lastemáticas –señala el documento indicado– “fueronvariadas y se articularon siempre a los desafíos de laépoca y de la pedagogía, pero especialmenteapoyaron innumerables procesos de redimensióncurricular en la Universidad y de crecimiento de losmaestros”. Detrás de todas estas acciones, se evi-dencia el interés por el desarrollo de una docenciacon pertinencia, por un acercamiento a lo pedagó-gico y por aproximarse al sentido de la educaciónen una perspectiva lasallista.

A partir del 2005, comienza un proceso de transfor-mación de la Universidad en el ámbito académico y

organizativo, dentro del cual podemos destacar laaparición del Reglamento del Profesorado4. En él sedestaca el perfil del profesor lasallista (Art. 8); sedeclara como uno de los criterios de ingreso yascenso la actualización y perfeccionamiento pro-fesional (Art. 21.f ); se resalta la importancia de lacapacitación y actualización, como responsabilidaddel profesor y también de la Universidad a través deprogramas de formación y apoyo a la capacitación(Art. 26); y se instaura el Curso Institucional de For-mación como requisito para asenso en el escalafóndocente (Art 27).

Con la normalización de los procesos para los pro-fesores el tema de la formación adquiere una mayorimportancia y el nuevo Curso Institucional de For-mación (CIF) reemplaza con un aire y enfoque reno-vados lo que en su momento pretendían los CPL.Así, desde el 2006 la Oficina de Docencia (Depen-dencia en su momento de la Vicerrectoría Acadé-mica) comienza a desarrollar programas de forma-ción e inaugura el primer CIF, con temáticas, confe-rencistas y expositores del más alto nivel acadé-mico, estrategia que se ha venido consolidando yampliando a partir de ese año. Unido a este breverecorrido, lleno de resultados positivos en cientosde profesores participantes y con grandes posibili-dades para la consolidación de la formacióndocente en la Universidad, no podemos dejar delado el auxilio a decenas de docentes en estudiosde posgrado a nivel de especializa-ciones y maestrías propias de la Institu-ción y el desarrollo de un plan ambi-cioso de apoyo y financiación a estu-dios de doctorado, que a la fechasupera el número de treinta beneficia-rios con estos estudios en curso.

Nuevos desafíosTodo este panorama que impulsa yproyecta nuevas posibilidades estáunido a dos referentes fundamentales:el Proyecto Educativo Uni-versitario Lasallista (PEUL)5 yel Enfoque Formativo Lasal-lista (EFL)6. El primero se pre-senta como bitácora de la

Formación del profesor universitario: Trayectoria ydesafíos en la Universidad De La Salle – Bogotá, Colombia

Guillermo Londoño Orozco1

Vicerrectoría AcadémicaUniversidad De La Salle, Bogotá

Universidad: destaca sus horizontes de sentido, suidentidad, misión, visión y procesos articuladores,fortaleciendo el reto de una nueva institución enbúsqueda de la excelencia en todo sentido. Paraello, la reflexión educativa lasallista y la concepciónde una docencia con pertinencia son referentesque impulsan a trabajar por el desarrollo docente yla cualificación permanente de los profesores. Porsu parte, el segundo es la expresión más significa-tiva del alcance de la formación en una UniversidadLasallista. El EFL propone toda una filosofía de laeducación en la Universidad e, inspirado en elPEUL, recoge, en perspectiva actual, la tradicióneducativa lasallista. A partir de esta tradición esta-blece la visión de una educación “personaliza-dora” que promueve el desarrollo humano, unaeducación que busca el respeto de la dignidadde la persona, que busca el des-pliegue de las potenciali-dades del ser humano, quefacilita la responsabilidad de losactores educativos, que cultiva elsentido crítico, que fomenta un sentidode la vida, y, que incentiva la sensibilidadsocial. A partir de estas visiones educati-vas se sitúan criterios importantes parala interacción educativa, para el diá-logo con las pedagogías contemporá-neas y para el privilegio de ciertas didácticasacordes a estos sentidos.

¿Qué se puede decir cuando se han abierto estoscaminos? Una vez iniciado el recorrido, no quedamás que continuar por los senderos señalados. Esprecisamente esto lo que configura la propuesta dela Universidad y lo que le permite caminar con pasoseguro para lograr los sueños y proyectos surgidosa partir de este proceso. En el campo de la forma-ción docente, en especial, no queda más que pro-pender a un desarrollo que promueva diversas

acciones y estrategias que permitan darle sentido ala educación universitaria, para que lo indicadodesde el horizonte institucional y desde las apues-tas de formación lasallista tenga eco en el sentir yquehacer de sus profesores.

Retos y proyecciones actuales enla formación del maestrouniversitario lasallistaComo concreción de muchos de los intereses ynecesidades que recoge la Universidad, se crea enel 2008 una Coordinación de Pedagogía y Didác-tica7, adscrita a la Vicerrectoría Académica, la cualinicia actividades en enero de 2009. La labor de estadependencia se desarrolla en cuatro ámbitos fun-damentales: el desarrollo profesional de los profe-sores; el desarrollo pedagógico y didáctico de laUniversidad; el desarrollo de Tecnologías de laInformación y Comunicación, (TIC) para educación,y el desarrollo de algunos aspectos académicos dela Institución. Todos estos aspectos unidos entre sítienen como centro y preocupación al profesor dela Universidad; y es a partir de esto que se tiende auna serie de acciones encaminadas a su cualifica-ción y desarrollo. Como consecuencia de esta pro-puesta, el horizonte de formación de los profesoresadquiere nuevos matices y proyecciones, sobre loscuales destacamos algunas ideas y propuestas en

proceso de concreción.

En primer lugar, es importante señalar que elprograma de formación para docentes en la

Universidad no sólo responde a la preocupa-ción lasallista por atender asus maestros, sino a los retos

surgidos de la tradición institu-cional, de la complejidad del

entorno universitario, de la exigenciasdel mundo contemporáneo desde susproblemas, su diversidad, su globaliza-ción y sus retos en el orden econó-mico, social, político y cultural. Dichocontexto obliga preguntarse si el

profesor universitario se encuentrapreparado para asumir estos retos y si cuenta con laformación y experiencia pedagógica para llegar alas generaciones que viven en este contexto.

En segundo lugar, un programa de formación partede la consideración de la docencia universitaria comoprofesión, tal vez como una de las más dignas y demayor responsabilidad, dado que en su ejercicio seincide en las personas, su cultura, su desempeño ysus acciones. En consecuencia, todo cuanto se puedahacer por fortalecer el ejercicio de tal profesión ame-

66 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

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De

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gotá

rita los esfuerzos que sean posibles para ello.

En tercer lugar, no es desconocido que muchosprofesores enfrentan dificultades en su prácticadocente. Además, como plantea Zabalza (2004:145): “los nuevos planteamientos en torno al long–life learning o formación a lo largo de la vida queplantea el desarrollo personal y profesional comoun proceso que requiere actualizacionesconstantes” hacen evidente la necesidad de forma-ción y actualización.

En cuarto lugar, el éxito de un programa de forma-ción de maestros radica en la posibilidad de consi-derar tanto aspectos pedagógicos como otros deorden profesional, personal, social y humano. Deesta manera, no se trata de una estrategia paraenseñar a enseñar, sino para responder a las necesi-dades concretas de los maestros como sujetos decrecimiento y como profesionales de la enseñanza.Las miradas culturales y las cosmovisiones sondiversas, lo que obliga a una mirada profunda sobreel alcance de la formación de acuerdo con los suje-tos. Las propuestas de formación deberían tratar deresponder a la necesidad de transformar a losmaestros para ser mejores profesionales docentes,lo que se logra buscando la transformación tantode la prácticas, como de la idea que se tiene deenseñanza.

En quinto lugar, en cuanto a la formación en elcampo pedagógico, es importante superar la ideade la pedagogía desde una concepción instrumen-talista (recetas para dictar una buena clase). Se tratade promover la idea de lo pedagógico como refe-rente que permite –desde el saber pedagógico–reconocer posibilidades frente a los procesos deenseñanza–aprendizaje, es decir, maneras de asu-mir la educación, la enseñanza, los educandos y sucontexto.

Finalmente, un aspecto central en la Universidad essu carácter lasallista. Si bien la tradición de los Her-manos de las Escuelas Cristianas abarca cientos deaños de experiencia en educación, la reflexión desus sentidos y alcances en el mundo universitarioestá aún por desarrollarse. Por ello, una formaciónque promueva e indague el sentido lasallista de laeducación superior se convierte en uno de losaspectos centrales, no sólo para la formación de losprofesores universitarios, sino para el impulso deun sentido y un estilo de enseñanza universitaria ala manera lasallista.

Aunque son más los lugares a tener en cuenta parala formación de maestros, los que acabamos deseñalar sirven de referente para comprender elalcance y los retos de un plan de formación profe-

soral, pues es desde allí que las propuestas, progra-mas, cursos y demás acciones de la Universidadadquieren sentido.

El Plan de Formación deProfesores Lasallistas (PFPL)El Plan de Formación de Profesores Lasallistas(PFPL), que a la fecha se encuentra en proceso dedepuración y aprobación, corresponde a un retoimportante para la Universidad, no sólo como res-puesta a su recorrido histórico y proyecciones, sinoa las exigencias de una educación de calidad, querequiere maestros de calidad y en perspectiva lasal-lista. El plan comprende tres partes fundamentales:La primera, relacionada con actividades para la cua-lificación y actualización docente, la segunda, conprogramas de formación continua, y la tercera, conel apoyo a los procesos de estudios de doctoradoque lidera, estudia y aprueba el cuerpo directivo dela Universidad. Desarrollar estos tres componentesdel plan amerita una presentación y desarrollo pro-fundos que no es preciso indicar. Entonces, presen-tamos sólo una parte del plan, lo que nos permiteacercarnos al tipo de actividades y proyeccionesque es posible llevar a cabo.

Miremos, por ejemplo, las actividades para la cuali-ficación y actualización docente: su objetivo seorienta a promover estrategias de formación, con elfin de brindar alternativas a los profesores para suactualización y cualificación profesional, especial-mente desde los aspectos pedagógicos, didácticos,lasallistas y de la cultura universitaria. La idea esproponer no sólo cursos de formación, sino activi-dades diversas en el tiempo, en los objetivos y en laorganización, para que cuenten con un abanico deposibilidades que les permita acceder y escoger demanera flexible lo que responda a sus intereses ynecesidades. Ello, sin olvidar la responsabilidad que

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cada profesor tiene con su propia formación, lasnecesidades de cada maestro y los intereses de laUniversidad. Puede ser ilustrativo para el lector, laubicación de algunas de las actividades, propuestaspara el 2010:

• Encuentro de experiencias docentes exitosasde la Universidad de la Salle. Actividad de altaimportancia en la que se destaca la pertinencia derescatar muchas de las experiencias exitosas denuestros profesores. Se trata de un encuentro querecupera y hace visible los logros y desarrollos demuchos de ellos en el aprendizaje de sus estu-diantes, lo cual sirve de punto de referencia a suscolegas y como ejemplo para visualizar alternati-vas en el mejoramiento de sus propias prácticaspedagógicas.

• Curso Institucional de Formación, CIF. El CursoInstitucional de Formación CIF, además de ser uncomponente importante dentro de la Carrera Aca-démica de los profesores, es un medio que pre-tende abrir espacios de conocimiento y reflexiónen torno a temas y problemas de interés para lavida universitaria. En el 2010, se reflexionará sobreel Desarrollo Humano Integral y Sustentable y

sobre la Educación Universitaria Lasallista. Con lapresencia de directivas de la Universidad y exper-tos internacionales, se busca proponer puntos deanálisis y reflexión para vislumbrar el alcance yposibilidades de tales temas en el contexto denuestra Institución.

• Cursos intersemestrales de formación de pro-fesores. Se trata de un número significativo decursos que abarcan diferentes áreas de formación,en programas que oscilan entre las 20 y 32 horas,con especialistas en los temas que garanticen subuen desarrollo. Con ello se pretende acercar a losmaestros a temas relacionados con la pedagogía,la didáctica, la formación lasallista, la investiga-ción, la producción intelectual, la cultura y el usode las TIC en educación.

• Panel de apertura a los cursos intersemestralesy el CIF. Actividad académica que reúne los temascentrales de interés a desarrollar en los cursos demitad de año. La presencia de especialistas nacio-nales e internacionales, permitirá llevar a cabouna actividad de alto nivel académico en benefi-cio de la comunidad universitaria.

• Jornadas de profundización sobre el EFL. Espa-cios de reflexión en grupos de profesores de lasdiferentes Unidades Académicas de la Universi-dad en la que se profundizan aspectos pedagógi-cos y didácticos señalados en el Enfoque Forma-tivo Lasallista, EFL. Estas jornadas de profundiza-ción invitan a la comunidad académica a dialogar,estudiar y discutir las posibilidades que se deri-van de las propuestas de la Universidad.

• Cursos virtuales para profesores. Programasorientados a acercar a muchos docentes almundo de las estrategias virtuales para los proce-sos de enseñanza–aprendizaje y, a través de ellas,al desarrollo de diferentes temáticas que sean desu interés.

• Asesoría virtual a profesores de la Universidad.Espacio de asistencia, asesoría y seguimiento, enel que los profesores puedan preguntar y solicitarayuda con relación a inquietudes o problemasespecíficos en su quehacer docente. Se trata deun espacio virtual al que el docente pueda acudiren cualquier momento y encuentre respuestaoportuna a sus inquietudes.

• Grupo de reflexión sobre pedagogía y didác-tica en educación superior. Grupo interdiscipli-nario de profesores de diversas Facultades y Pro-gramas reunidos en torno a la reflexión y estudiosobre las posibilidades y alcances de un tema queaún requiere de mucha indagación: la incidenciade lo pedagógico y de lo didáctico en el mundouniversitario.

68 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Les actions qui pourraient être planifiées dans lecadre d’un Plan général Formation sont diverses ;cependant les stratégies proposées pour 2010 peu-vent servir de guide pour comprendre la portée etla variété des alternatives de développement pro-fessionnel proposées aux professeurs de l’Univer-sité. Il est important de souligner qu’il s’agit d’es-

paces et d’activités académiques. Ce n’est pas seu-lement une accumulation de cours et d’actions,mais sous-jacent à tout cela, il y a des idées, despropositions et des fondamentaux à creuser enpermanence par le professeur universitaire lasal-lien, dans la mesure où cela est à sa portée et dansses possibilités.

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 69

BibliografíaBarragán Giraldo, Diego Fernando (2008). Formación docente

para el Desarrollo Humano Integral y Sustentable. RevistaUniversidad De La Salle. N° 46. Mayo–agosto de 2008.

Braslavsky Cecilia (1999) Bases, orientaciones y criterios para eldiseño de programas de formación de profesores. En: RevistaIberoamericana de Educación. Número 19. Enero – Abril

Londoño Orozco, Guillermo (2009). Retos para pensar en unapedagogía de la educación superior. Revista Universidad DeLa Salle. N° 50. Septiembre–diciembre de 2009.

Londoño Orozco, Guillermo (2009). Hacia una pedagogía de laeducación superior: indagación sobre el aprendizaje yreflexión sobre la práctica docente. Revista Universidad De LaSalle. N° 50. Septiembre–diciembre de 2009.

Ruiz, L. e Hidalgo, H. (1989). La reflexión pedagógica en la Uni-versidad de La Salle. Revista de la Universidad de La Salle N°17 (julio de 1989). Bogotá: Universidad De La Salle.

Sánchez Núñez José Antonio. (s.f ) El Desarrollo Profesional delDocente Universitario. Instituto de Ciencias de la Educación,Universidad Politécnica de Madrid, http://www.udual.org/CIDU/Revista/22/DesarrolloProfesional.htm

UNESCO/OREALC (2002) Formación docente: un aporte a ladiscusión. La experiencia de algunos países. Santiado deChile: UNESCO.

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Universidad De La Salle (2007). Proyecto Educativo Universita-rio Lasallista. Bogotá: Universidad De La Salle.

Universidad De La Salle (20001) Formación Pedagógica de losdocentes universitarios. Bogotá: Universidad De La Salle.

Zabalza, Miguel (2004). La enseñanza Universitaria. El escena-rio y sus protagonistas. Madrid: Narcea.

Notas1 Msc, en Educación. Coordinador de Pedagogía y Didáctica – Vicer-

rectoría Académica, Universidad de La Salle – Bogotá, [email protected]. Las ideas aquí expresadas correspondena un análisis y descripción del autor y no comprometen en nada ala Universidad de La Salle.

2 La Universidad de La Salle fue fundada por el Instituto de los Her-manos de las Escuelas Cristianas el 15 de noviembre de 1964 y elGobierno de Colombia le otorgó Personería Jurídica el 2 de febrerode 1965.

3 Documento de la Vicerrectoría Académica del año 2000 elaboradopor los profesores: Luis Enrique Ruiz, Gloria Patricia Cardona, Gio-vanni Iafrancesco, Alberto Silva y Jorge Urbina, titulado Formación

pedagógica de los docentes universitarios, citado por Diego Barra-gán (2008).

4 Acuerdo nro. 023 de diciembre 1 de 2005, del Consejo Superior dela Universidad de La Salle -Bogotá.

5 Acuerdo nro. 007 del 21 de marzo de 2007 del Consejo Superior dela Universidad de La Salle -Bogotá.

6 Acuerdo nro. 007 del 8 de mayo de 2008 del Consejo Superior de laUniversidad de La Salle -Bogotá.

7 La creación de esta Coordinación corresponde a la determinaciónde la estructura orgánica de la Universidad, según Acuerdo nro.015 del 2 de octubre de 2008 del Consejo Superior.

70 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Asia & Pacífico• De La Salle University ManilaManila, Filipinas

• De La Salle Health Sciences InstituteCavite, Filipinas

• De La Salle LipaLipa City, Filipinas

• De La Salle University DasmariñasCavite, Filipinas

• De La Salle – College of Saint BenildeManila, Filipinas

• De La Salle Araneta UniversityMalabon City, Filipinas

• De La Salle CanlubangBiñan, Filipinas

• De la Salle Andres Soriano Memorial CollegeToledo City, Filipinas

• John Bosco College of EducationMindanao, Filipinas

• La Salle College AntipoloAntipolo City, Filipinas

• La Salle UniversityOzamiz City, Filipinas

• University of St. La SalleBacolod City, Filipinas

• De La Salle Catholic UniversityManado, Indonesia

Europa & África francófona• Centre Lasallien Africain – CELAFAbidjan, Costa de Marfil, Africa Occidental

• Ecole Catholique d’Arts et Métiers (ECAM et établissements associés : Louis de Broglieet EPMI) Lyon, Francia

• Groupe ISAIP/ESAIPAngers, Francia

• Institut Polytechnique La Salle BeauvaisBeauvais, Francia

• Centre de Formation Pédagogique Emmanuel Mou-nierParís, Francia

• Enginyeria i Arquitecture La Salle, UniversitatRamón LLullBarcelona, España

• Escuela Universitaria de Magisterio « María Inmacu-lada » Antequera (Malaga), España

• Instituto Pontificio Pio X Madrid, España

• La Salle Campus MadridMadrid, España

USA, Belén & África anglófona• Bethlehem UniversityBelén, Palestina

• Christ the Teacher Institute for Education, TangazaCollegeNairobi, Kenya

¿Desean saber más? ¿Quieren conocer los

programas, las realizaciones, los proyectos?

Visiten la página web www.ialu.net, luego

abran las páginas web de las diversas

instituciones.

Lista de Instituciones Lasallistas de EducaciónSuperior

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 71

• Christian Brothers’ UniversityMemphis, Tennessee, USA

• La Salle UniversityPhiladelphia, Pennsylvania, USA

• Lewis UniversityRomeoville, Illinois, USA

• Manhattan CollegeNew York, New York, USA

• St. Mary’s College of CaliforniaMoraga, California, USA

• St. Mary’s University of MinnesotaWinona, Minnesota, USA

México• Centro de Estudios Superiores La SalleMonterrey, Nuevo Leon, México

• Normal Superior BenaventePuebla, Puebla, México

• Universidad De La Salle BajioLeon, Guanajuato, México

• Universidad La Salle ChihuahuaChihuahua, Chihuahua, México

• Universidad La Salle OaxacaOaxaca, Oaxaca, México

• Universidad La Salle CancúnCancún, Quintana Roo, México

• Universidad La Salle Ciudad VictoriaCiudad Victoria, Tamaulipas, México

• Universidad La Salle CuernavacaCuernavaca, Morelos, México

• Universidad La Salle LagunaGómez Palacio, Durango, México

• Universidad La Salle MexicoMexico City, (DF), México

• Universidad La Salle MoreliaMorelia, Michoacán, México

• Universidad La Salle NezahualcóyotlCiudad Nezahualcóyotl, State of Mexico, México

• Universidad La Salle NoroesteCiudad Obregón, Sonora, México

• Universidad La Salle PachucaPachuca, Hidalgo, México

• Universidad La Salle SaltilloSaltillo, Coahuila, México

• Centre Lasallien d’Etudes Supérieures en Éduca-tion, CLÉSÉ(Distrito Antillas-Mexico Sur)Port de Paix, Haití

América Central y del Sur• Centro Universitario La SalleCanoas, Brasil

• Corporación Universitaria LasallistaCaldas, Antioquia, Colombia

• Escuela Superior de Educación Integral Rural ESEDIRMixe, Guatemala

• Faculdade La Salle UNISALLELucas do Rio Verde, Brasil

• Faculdade La Salle - am UNISALLEManaos, Brasil

• Fundación La Salle de Ciencias NaturalesCaracas, Venezuela

• Instituto Superior de Educação La Salle UNISALLENiteroi, Rio de Janeiro, Brasil

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72 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

• Universidade Católica de Brasilia UBCBrasilia, Brasil

• Universidad De La Salle BogotáBogotá, Colombia

• Universidad De La SalleSan José, Costa Rica

• Universidad La Salle BoliviaLa Paz, Bolivia

• Universidad Tecnológica La Salle (new)León, Nicaragua

Instituciones Lasalianas de EducaciónSuperior Técnica y Especializada enLatinoamérica• Escuela Normal Superior San Pio XIstmina, Chocó, Colombia

• Instituto CatecheticumSantiago, Chile

• Instituto Centroamericano de Ciencias ReligiosasICCREGuatemala, Guatemala

• Instituto La CrujíaBuenos Aires, Argentina

• Instituto La Salle FloridaFlorida, Buenos Aires, Argentina

• Instituto La Salle RosarioRosario, Santa Fe, Argentina

• Instituto Lasaliano de Estudios Superiores de Bue-nos Aires ILESBuenos Aires, Argentina

• Instituto Pastoral de la Adolescencia IPABuenos Aires, Argentina

• Instituto Superior Pedagógico y Tecnológico LaSalleUrubamba, Cuzco, Perú

• Instituto Superior Pedagógico Fray Florencio Pas-cual AlegreRequena, Perú

• Instituto Superior Pedagógico la SalleUrubamba, Cuzco, Perú

• Instituto Técnico CentralBogotá, Colombia

• União Brasiliense de Educação e Cultura UBECBrasilia, Brasil

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gotá

BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010 73

Sumario

¡Universidad La Salle! ¿Dónde? 3Claude Reinhardt, fsc

La Red Internacional de Universidades Lasallistas: Progreso y promesa 5Joan Landeros

Un reto mundial para las Universidades lasalianas 19Armin A. Luistro, fsc

La Misión lasaliana en el nivel superior 23Álvaro Rodríguez Echeverría, fsc

La contribución de los centros lasallistas de enseñanza superiorl... 41Claude Reinhardt, fsc

Programa universitario lasaliano internacional de liderazgo en Roma 51Roxanne Eubank

– Roma, “una experiencia inolvidable”, David Augusto Trejo Aguilar 52– Curso de formación lasaliana, junio del 2009, Sami Basha 53– Conectados como una Familia Lasaliana en Roma, Rebecca Hopkins 54– Una quincena en la Casa Madre, Benhur Ong 55– Fortaleza y futuro del lasallismo, Jorge Hernández Muñoz 56

Iniciativa de colaboración en la red lasaliana de educación superior... 58William Mann, fsc

Seminarios para Colaboradores en el Ministerio de la Educación Superior Hoy... 59Miguel A. Campos, fsc

Formación del profesor universitario en la Universidad De La Salle – Bogotá, Colombia 65Guillermo Londoño Orozco

Lista de Instituciones Lasallistas de Educación Superior 70

74 BOLETÍN FSC, nº 252 - 2010

Últimos Boletines del Instituto

Nº Fecha Título

233 1991 La interdependencia en nuestro Instituto

234 1991 Experiencias de alfabetización y promoción cultural [Premio Noma 1990]

235 1991 El voto heroico, germen de vitalidad

236 1992 La Enseñanza Superior en nuestro Instituto

237 1992 América lasaliana

238 1993 La Salle en África

239 1993 42° Capítulo General. Roma, 1993

240 1994 El Instituto en Asia y Oceanía

241 1995 Tres irradiaciones del carisma de La Salle

242 1996 Misión Compartida - Experiencias

243 1997 La Escuela Cristiana Lasaliana y su presencia entre otras religiones

244 1998 Fieles... hasta dar la vida. Martirologio Lasaliano

245 1999 El Instituto de los HH.EE.CC. y la Educación hoy. Cinco Coloquios para comprender mejor

– 1999 Informe del H. Superior General al 43º Capítulo General.

246 2000 43° Capítulo General. Roma, 2000

247 2002 Los Derechos del Niño

248 2003 Innovaciones educativas

249 2004 Educar en la justicia

250 2005 Asociados para la Misión Educativa Lasaliana

– 2006 Informe de la Asamblea Internacional AMEL 2006

– 2007 Informe del H. Superior General al 44º Capítulo General

251 2007 44° Capítulo General. Roma, 2007