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8/11/2019 Informe: La defensa de los derechos humanos en Mxico: una lucha contra la impunidad Junio de 2013 a mayo d

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La defensa de los derechoshumanos en Mxico:una lucha contra la impunidad

Junio de 2013 a mayo de 2014

VDH 3_Maquetacin 1 18/07/14 14:24 Pgina 1


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Primera edicin, 2014

Esta publicacin es financiada con recursos de la RLS con fondos del BMZ.

Investigacin: Accin Urgente para Defensores de Derechos Humanos, Campaa Nacional Contra

la Desaparicin Forzada y Comit Cerezo Mxico

Diseo de interiores y portadas: Argelia Ayala y Nicols Moreno

ACCIN URGENTE PARA DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS, AC., ACUDDEH

Calle Volcn Kirishima Lt.6 Mz.4, Delegacin Tlalpan, Mxico DF; Colonia el Mirador III seccin,

CP. 14449

www.acuddeh.org

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La defensa de los derechos humanos en Mxico: una lucha contra la impunidad - Junio de 2013 a mayo de

2014 por Accin Urgente para Defensores de Derechos Humanos, AC., se encuentra sujeta a la

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De Mxico, CP. 57460, Tel. 2232 5503

Impreso en Mxico



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Contenido

Introduccin ..............................................................................................5

Metodologa................................................................................................9

Criterios para la conformacin de las bases de datos ..............................9

Fuentes....................................................................................................11

Contexto de los casos documentados .................................................13

Caractersticas del proceso de configuracin del Estado mexicano

en un Estado represor de la protesta social y de las libertades

democrticas......................................................................................13

El discurso presidencial del nuevo PRI:

El uso de la aquiescencia en otros frentes..............................................22

Violaciones de derechos de humanos realizadas en contra

de personas defensoras de los derechos humanos.....................29Definiciones bsicas ...............................................................................29

Antecedentes ..........................................................................................35

Datos duros.............................................................................................36

Conclusiones ..........................................................................................51

Presos por motivos polticos ................................................................53

Definiciones bsicas ...............................................................................53

Antecedentes ..........................................................................................56

Datos duros: Las detenciones arbitrarias aumentan con el regreso

del PRI ...............................................................................................57

Conclusiones ..........................................................................................71

Ejecuciones extrajudiciales ..................................................................77


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Antecedentes ..........................................................................................80

Datos duros: Continuidad en el uso de la ejecucin extrajudicial ........82

Conclusiones ..........................................................................................86

Desaparicin forzada.............................................................................89


Antecedentes ..........................................................................................91

Desapariciones forzadas en el sexenio de FCH ......................................92

Datos duros: Desapariciones forzadas en el sexenio de EPN,

la continuidad del terror...................................................................93

Existencia de Leyes Nacionales para tipificar el delito de

desaparicin forzada de acuerdo a la definicin de desaparicin

forzada (Art.2 de la Convencin) .....................................................99

Conclusiones ........................................................................................102

Conclusiones generales ........................................................................105

Recomendaciones generales ...............................................................109

Con respecto a las VDH contra las personas defensoras

de los derechos humanos................................................................110

Casos de detencin arbitraria y presos por motivos polticos:.............114

Casos de ejecucin extrajudicial:..........................................................115

Casos de desaparicin forzada:.............................................................116

Anexo 1 ....................................................................................................119

Qu son los Derechos Humanos? .......................................................119

Anexo 2 ....................................................................................................133

La impunidad........................................................................................133

Anexo 3 ....................................................................................................139

Impactos psicosociales de la represin poltica....................................139



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Introduccin

AUN AO DE QUE PUBLICRAMOS el informe de violaciones a los derechos hu-manos (2012-2013)1 seguimos convencidos de que el hecho de reunir la in-formacin que se ha podido documentar con respecto a las agresiones en

contra de las personas defensoras de derechos humanos, as como de loscasos de prisin por motivos polticos, detenciones arbitrarias, ejecucin ex-trajudicial y desaparicin forzada ayudan a construir una imagen mucho mscompleta de las estrategias de control social, de represin poltica y de contrainsurgencia que el Estado utiliza en su afn por imponer a la poblacin me-xicana una serie de reformas que profundizan las polticas neoliberales, o loque es lo mismo profundizan el despojo y arrebato de las condiciones de vidadigna de la poblacin en general. Por eso mismo decidimos mantener, en elcontenido de este informe, el trabajo de documentacin de Accin Urgentepara la Defensa de los Derechos Humanos (ACUDDEH AC), del Comit Ce-

rezo Mxico y de la Campaa Nacional Contra la Desaparicin Forzada.En el informe que corresponde a este ao (junio de 2013 a mayo de 2014),

el lector podr encontrar, en primer lugar, un pequeo marco contextual enel que hemos colocado algunos de los elementos que tratan de sistematizary describir la realidad en medio de la cual ocurren los hechos a los que hace-mos referencia, con el objetivo no slo de detallar el contexto, sino de poderresaltar algunos elementos que nos ayuden a entender las razones y finali-dades que provocan estos hechos.

Ya en el apartado que respecta a los casos documentados, aparecen pri-

mero los datos respecto a las agresiones que sufren las personas defensorasde los derechos humanos como una estrategia de represin poltica por eltrabajo de denuncia y defensa que cotidianamente realizan; enseguida apa-

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1 ACUDDEH, Comit Cerezo Mxico y Campaa Nacional Contra la Desaparicin Forzada, Defenderlos derechos humanos en Mxico: el costo de la dignidad. Junio de 2012 a mayo de 2013 , ACUDDEH-RLS:Mxico, 2013.



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recen los casos en los que se utiliz el mecanismo de prisin por motivos po-lticos y de detencin arbitraria; despus aparecen los casos de ejecucin ex-trajudicial y, finalmente los de desaparicin forzada. En cada apartado no

slo se describe el mecanismo particular del que se est hablando, sino quese intentan destacar las tendencias y patrones que caracterizan el uso de esemecanismo especfico con el objetivo de demostrar que ste funciona comouna forma que, adems de servir como un elemento aleccionador para elcontrol de la poblacin en general, se instrumenta como un medio de repre-sin poltica y contrainsurgente en contra de aquellos que intentan hacerevidente la falta de cumplimiento de las responsabilidades del Estado de res-petar, proteger, garantizar, satisfacer y promover los derechos humanos.

Le siguen unas breves conclusiones y las recomendaciones que el Estado

mexicano debiera implementar para atender las graves violaciones a los de-rechos humanos que se cometen en contra de aquellos que se organizan paradefender el pleno ejercicio de los derechos humanos.

Vale la pena adelantar el hecho de que en el periodo que abarca este in-forme hubo un aumento considerable en el uso de la detencin arbitraria,que no siempre deriv en encarcelamiento (como detallaremos ms ade-lante), mientras que el uso de la desaparicin forzada y la ejecucin extraju-dicial se mantuvo. Con respecto a las agresiones contra personas defensorasde derechos humanos, el nmero de casos de hostigamiento y agresiones in-dividuales y colectivas aument, mientras que los casos de amenazas dismi-

nuyeron. Estas tendencias generales nos hacen pensar que hay mayorimpunidad respecto al actuar de las fuerzas represivas del Estado, sin embargolas interpretaciones ms profundas y el anlisis detallado aparecen en cadauno de los apartados de este informe.

Es importante resaltar que en la elaboracin de este informe considera-mos importante destacar dos lneas generales con respecto a los casos docu-mentados: en primer lugar era necesario mostrar una comparacin delcomportamiento del uso de estos mecanismos durante el periodo priista encomparacin con el sexenio panista, con el objetivo de que tuviramos un

parmetro para definir si el uso de los mecanismos haba aumentado o dis-minuido. De ah que en cada uno de los apartados se puedan encontrar gr-ficas que comparen el uso del mecanismo referido durante el sexeniocalderonista, frente a su uso en lo que va del gobierno priista. No obstanteesto no slo permite considerar los aumentos o reducciones, sino tambin

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LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN MXICO: UNA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD - JUNIO DE 2013 A MAYO DE 2014



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observar qu es lo que permanece y lo que cambia en el patrn del compor-tamiento de estos mecanismos, lo que permite comprender las lgicas de larepresin ms all del partido que ha tomado el poder. En segundo lugar

hemos intentado que en cada uno de los apartados se haga nfasis en losmecanismos de impunidad que supone el uso mismo de la crcel, la deten-cin arbitraria, las agresiones, la ejecucin extrajudicial o la desaparicin for-zada, pero tambin intentamos destacar los patrones que acompaan el usode estos mecanismos y cuya finalidad es que estos hechos se mantengan enla impunidad. Por eso mismo, en los anexos del informe hemos puesto al-gunos artculos que explican los fenmenos de la impunidad y la represinpoltica, as como sus consecuencias. Asimismo hemos agregado un apartadoque ayuda a entender las definiciones bsicas de los derechos humanos y la

manera en que se puede realizar una documentacin de una violacin a losderechos humanos.Consideramos que la impunidad es uno de los elementos transversales y

constantes a las violaciones a los derechos humanos (VDH), adems se con-vierte muchas veces en la causa fundamental de las luchas que inician laspersonas defensoras de los derechos humanos y, desafortunadamente, pareceser tambin el fin y uno de los objetivos de la implementacin de los meca-nismos de la represin poltica.

Este informe es parte del trabajo que realizamos cotidianamente y, al igualque las otras actividades que desarrollamos, tiene el claro objetivo no slo

de visibilizar las graves VDH que ocurren en Mxico contra las personas quese atreven a organizarse y defender sus derechos, sino que tambin tiene porobjetivo aportar los elementos que fortalezcan el anlisis y el trabajo coordi-nado que las organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanospueden emprender en contra de la impunidad a la que nos condena el Estadomexicano por medio de su sistemtico actuar en contra de la vida digna.

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Metodologa

ES IMPORTANTE MENCIONAR QUE, con respecto a los casos documentados eneste informe, los datos que respectan a las agresiones en contra de las perso-nas defensoras de derechos humanos son resultado del trabajo de documen-

tacin de ACUDDEH; mientras que los que abordan el tema de desaparicinforzada han sido aportados por el informe de la Campaa Nacional Contra laDesaparicin Forzada2 y, finalmente, los casos relacionados con prisin pormotivos polticos, detencin arbitraria y ejecucin extrajudicial provienen delproyecto de documentacin Viento de Libertad3 del Comit Cerezo Mxico.

A pesar de que los datos renen tres esfuerzos de documentacin de di-ferentes organizaciones, es importante mencionar que todos han trabajadobajo las mismas metodologas de obtencin y anlisis de datos, mismas que acontinuacin resumimos con el objetivo de que haya claridad con respecto algrado de representatividad y la procedencia de la informacin que se maneja.

Criterios para la conformacin de las bases de datos

Es importante destacar que los datos que presentamos en este informe conrespecto a los mecanismos de represin que nos interesan son slo aquellosque cumplan con los siguientes criterios:

Las vctimas de los hechos deben ser personas defensoras de derechoshumanos u organizaciones sociales, el perpetrador debe ser (por comi-

sin, omisin o aquiescencia) el Estado mexicano y los hechos queconstituyen la violacin a los derechos humanos son resultado del tra-

2 Coordinacin de la Campaa Nacional Contra la Desaparicin forzada, Informe sobre desaparicinforzada 2014, publicacin electrnica: Mxico, 2014, disponible en http://www.comitecerezo.org/IMG/pdf/informe_campana_nacional_2014.pdf consultado el 25 de junio de 2014.3 http://www.vientodelibertad.org



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bajo de denuncia poltica o defensa de los derechos humanos de lasvctimas. Este criterio fundamental obedece a que las organizacionesque elaboran la documentacin trabajan slo con VDH en contra de

las personas defensoras de los derechos humanos y luchadores socialescomo una forma de violacin a los derechos civiles y polticos. Esto im-plica que en el pas existen muchos otros casos de desaparicin forzada,detencin arbitraria, agresiones y ejecucin extrajudicial en contra dela poblacin en general y de sectores en especfico que no aparecen re-flejados en este informe debido a que nuestro anlisis se centra en losmecanismos de represin poltica. Como hemos precisado siempre, estecorte obedece tanto al mandato de las organizaciones como a la capa-cidad de la que disponen, misma que no permite documentar el uso

de estos mecanismos en contra de toda la poblacin. Con respecto al criterio anterior, la nica excepcin la constituyen loscasos de los injustamente presos asociados a motivos polticos, que sonpersonas que han sido vctimas de detencin arbitraria tan slo por en-contrarse en el lugar equivocado en medio de represiones masivas.Pese a que no cumplen todos los criterios mantenemos estos datos de-bido a que permite visibilizar los altos costos que implican las deten-ciones y represiones masivas, no slo para las organizaciones sociales yde derechos humanos, sino para la poblacin en general. Asimismo,hay que precisar que los presos polticos, si bien son parte del movi-

miento social, no son personas defensoras de derechos humanos entanto que usan la violencia como mtodo principal de lucha.

Es importante especificar que, en los casos en los que el perpetrador operpetradores vestan de civil, recurrimos al anlisis del contexto, el pa-trn y las actividad de la vctima para determinar si los hechos eranuna manera de castigar el trabajo de denuncia o defensa de la vc-tima.

A diferencia de otros informes, en el apartado de prisin por motivospolticos aparece un sub apartado de detenciones arbitrarias, debido a

que junto con el aumento del uso de este mecanismos aparecen mu-chos casos de detenciones arbitrarias que no derivaron en consignacine incluso, en pocos casos, ni siquiera implicaron que se presentara aldetenido ante el MP.

A diferencia de otros informes, fue necesario agregar ms clasificaciones

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del tipo de hostigamiento que sufren, a manera de agresin, las perso-nas defensoras de derechos humanos, debido a que el uso de este me-canismo ha aumentado y se ha diversificado, adems se introdujo una

tipologa que responde a las deficiencias que tiene el mecanismo federalde proteccin a personas defensoras de los derechos humanos y perio-distas.

Fuentes

En lo que respecta a las fuentes de las que se ha obtenido la informacin delos casos que aparecen documentados, es importante decir que todas sonfuentes pblicas: medios masivos y alternativos de comunicacin, pginas

electrnicas, declaraciones pblicas de funcionarios del Estado, conferenciasde prensa y declaraciones de organizaciones y personas defensoras de dere-chos humanos, acciones urgentes nacionales e internacionales y, en menormedida, comunicaciones directas con la familia o la organizacin de la vc-tima o la vctima misma. Esto implica que es posible que existan casos que,aunque cumplan los criterios de documentacin con los que trabajamos, noaparezcan en el informe en tanto que no hicieron pblica la informacin delcaso o en tanto que la vctima, su familia u organizacin decidi no haceruna denuncia pblica de los hechos.

Para comprender el contexto de los casos o para completar la informacin

que encontramos en estas fuentes se realiza (en algunos casos) un trabajode documentacin periodstica y de bsqueda de mayor informacin enfuentes electrnicas, impresas y testimoniales.

Estos criterios explican ya a qu tipo de informacin se tiene acceso alleer el informe, as como el espectro del tipo de casos que se encuentrandocumentados.

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Contexto de los casos documentados

CON EL OBJETIVO DE APORTAR ELEMENTOS para comprender el contexto en elque ocurren los casos de los que se da reporte en este informe, hemos puestodos artculos que ayudan a comprender la realidad mexicana actual. El pri-

mero de ellos intenta mostrar las tendencias generales que explican la pol-tica sistemtica de VDH. El segundo de ellos intenta sealar algunos de loscambios en la estrategia discursiva que ha mostrado el regreso del PRI.

Caractersticas del proceso de configuracin del Estadomexicano en un Estado represor de la protesta social y de laslibertades democrticas

Para poder explicarnos el grave retroceso en materia de derechos humanosque vive nuestro pas, no slo es necesario tener a la mano la documentacin

de las VDH que padecen las personas defensoras de los derechos humanos yla poblacin en general, sino que tambin es necesario tomar en cuenta otroselementos de anlisis que nos ayuden a comprender las razones por las cualesdefender los derechos humanos se ha convertido en una actividad que poneen riesgo la integridad fsica y psicolgica e incluso las vidas de muchas per-sonas que luchan por algn derecho humano.

A continuacin mencionaremos algunas caractersticas que consideramosimportantes para entender el contexto en el que se da este grave retrocesoen materia de derechos humanos.

1. Profundizacin del neoliberalismo: la reaccin conservadora ante la crisis

econmica global

De manera alarmante, desde el 2006 hasta la fecha, Mxico padece una es-piral de violencia institucional y social que parece no tener fin. El arribo a la

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presidencia de la Repblica del panista Felipe Caldern Hinojosa (FCH), me-diante unas elecciones altamente cuestionadas como fraudulentas por diver-sos sectores de la sociedad, marc el inicio de un proceso que, ms complejo

y refinado, continua bajo el gobierno priista de Enrique Pea Nieto (EPN).Nos referimos al proceso de configuracin del Estado mexicano en un Estadorepresor de la protesta social y de las libertades democrticas.Una de las principales razones de este proceso, que ha significado una regre-sin en materia de la defensa de los derechos humanos, debemos buscarlaen la economa, sobre todo en la continua crisis sistmica del modelo eco-nmico imperante, producto de poco ms de tres dcadas de neoliberalismoen el mundo, y en las salidas que los propios estados estn implementandopara sostener dicho modelo.

De lo que se trata, como en todas las crisis econmicas mundiales, porun lado, es de destruir de manera masiva las fuerzas productivas de la com-petencia para reactivar las economas propias. Destruir para volver a construirsin competencia y de manera que se garantice, no slo el control de las ma-teria primas y de la mano de obra, sino tambin de nuevos mercados de con-sumo. Por otro lado, donde no se puede desatar una guerra de un pas contraotro, se impulsa la balcanizacin al interior de los pases o, como en el casode Mxico, so pretexto de un enemigo interno (el narcotrfico), se imponeuna poltica de guerra contra el resto de la sociedad.

Ya desde el 2001, el militarismo y las guerras son elementos que desarro-

llan los impulsores del neoliberalismo para salir de la profunda crisis econ-mica. El Estado, en este sentido, lejos de adelgazarse o debilitarse, se vefortalecido, sobre todo, en sus funciones de represin y control social.

En Mxico, el Estado, entre otras caractersticas, sigue siendo el instru-mento principal de una minora para profundizar las polticas econmicasneoliberales en nuestro pas en perjuicio del resto de la sociedad. Y, en losperiodos de crisis, est afirmacin se muestra con mucha claridad. Para queMxico pueda cumplir con el papel que le toca en esta crisis econmica mun-dial necesita transformarse y adecuarse a las nuevas exigencias de la econo-

ma mundial. Sin embargo, el proceso de construccin del tipo de Estadoque se necesita para seguir profundizando el neoliberalismo no est exentode contradicciones, avances y retrocesos. No es un proceso lineal y su confi-guracin se ve marcada, por un lado, por los intereses geoestratgicos de Es-tados Unidos (EU) y los intereses econmicos de la oligarqua mexicana y,

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por otro lado, por las diferentes oposiciones de algunas de las fuerzas polticasy sociales del pas.

Por lo anterior, no se puede explicar el retroceso en materia de derechos

humanos como consecuencia de la maldad o a la ineptitud de los gobernan-tes ni a causa del error de determinadas polticas gubernamentales ni muchomenos, como sostiene la derecha y algunos pensadores de izquierda, con lateora del llamado Estado fallido o el Estado con funciones fallidas, puessta teora no slo nos aleja de la comprensin de la realidad, sino que noscoloca en el terreno de la justificacin de las polticas de seguridad empren-didas por el Estado mexicano.

2. El narcotrfico como economa criminal y uno de los pilares del modelo neoliberal

El narcotrfico como fenmeno dentro de la economa mundial no es nuevoy tampoco el comportamiento de la droga, ya sea cocana u opio, como mer-canca. Pero lo que s es un fenmeno relativamente nuevo es la produccinmasiva de estas mercancas, incluso se habla de que la economa ilegal estpasando por una etapa violenta de acumulacin originaria de capital, un pro-ceso que pasa por el control de territorios y de poblaciones para garantizarla produccin, la distribucin y el consumo.

El problema del narcotrfico es econmico, la droga es una de las mer-cancas que genera ms ganancias que cualquier otra mercanca legal. Y estoes posible, no por la venta de la mercanca y su alto costo en el mercado, sino

porque permite una amplia explotacin de mano de obra que trabaja en con-diciones de casi esclavitud, sin ningn derecho o prestacin social. Lo quebusca la economa ilegal o criminal es garantizar que, efectivamente, estamano de obra permanezca en este estado de total sometimiento. De ah el te-rror como poltica de control y de ah la utilizacin del Estado para garantizarla produccin, circulacin, distribucin y consumo de esta mercanca. La eco-noma neoliberal de por s es criminal, porque opera en beneficio de una mi-nora de la sociedad, pero el narcotrfico, rompe incluso con esa legalidad.

Los Estados, en la lucha tenaz por mantener sus respectivas hegemonas,

necesitan no slo controlar esta mercanca que le redita gran capital, sinotambin, tener el control territorial desde donde se produce y de las redes dedistribucin que permitan generar un consumo masivo. El narcotrfico es,as, uno de los pilares de la economa moderna mundial y, a su vez, es unode los pretextos ad hocpara justificar una serie de polticas gubernamentales,

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no encaminadas a la erradicacin de las drogas, sino guiadas para garantizarel control de la poblacin que permita, a su vez, intensificar la explotacinde la mano de obra.

3. La construccin de un enemigo interno: la delincuencia organizada y el

narcotrfico, para justificar la restriccin de derechos a la poblacin

El narcotrfico, fenmeno existente y en expansin, ha sido el enemigo in-terno que el gobierno mexicano, en seguimiento con los dictmenes de EU,ha construido para justificar el inicio de una guerra a la que despus lla-maron lucha contra el narcotrfico y actualmente llaman poltica de se-guridad nacional. Poltica cuyos mtodos violentos ha provocado terror,miedo y zozobra en la poblacin, y cuyos resultados saltan a la vista: ms de

100 mil ejecuciones al trmino del 2013 y una cifra aproximada de 30 mildesapariciones. Un ejemplo de esto es el valle de Jurez, Chihuahua con cercade 250 mil desplazados forzados a raz de que en ese lugar comenzar la cons-truccin del puente fronterizo ms grande de la historia.

La guerra o lucha contra el narcotrfico fue, durante el sexenio de Cal-dern, el pretexto perfecto que le facilit al Estado su estrategia de controlsocial y su estrategia represiva en contra del movimiento social y la sociedaden su conjunto. Como muestra tenemos los cerca de 57 casos de desaparicinforzada por motivos polticos, los 50 casos de ejecucin extrajudicial (de 2006a la fecha) contra integrantes del movimiento organizado, y los ms de 130

presos por motivos polticos que existen actualmente.Por un lado, el narcotrfico es uno de los pilares de la economa mundial,

pues no slo genera capital sino que tambin es fuente de financiamientopara las guerras imperialistas, y por otro, tambin es el pretexto de los Estadoscapitalistas para incrementar la industria militar e incluso para generar gue-rras en las cuales se busca el control, ya no slo del narcotrfico, sino de losrecursos geoestratgicos necesarios para mantener la hegemona econmicasobre otros Estados.

Por ello, no se sostiene la tesis de que el narcotrfico es un fenmeno ajeno

a los Estados neoliberales ni aquella que sostiene que el narcotrfico ha co-rrompido o est penetrando al Estado y aduendose de l. El narcotrficoes, en este momento, parte de la poltica estatal y, como vimos ms arriba,parte de la economa mundial. Sin embargo, en el discurso, es el enemigo avencer e incluso es la fuente de todos los males del pas.

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4. El uso sistemtico del terror para combatir al enemigo interno

Las ejecucin extrajudiciales de nios, mujeres, ancianos y hombres en rete-nes policiacos o de las fuerzas armadas en la guerra contra el narcotrfico

del gobierno panista o en la actual poltica de seguridad nacional del go-bierno priista; la tortura como prctica cotidiana y sistemtica de obtencinde informacin o de autoinculpacin del detenido, la desaparicin forzada,las masacres de jvenes sin relacin alguna con el narcotrfico, las masacresde migrantes, los feminicidios, los cateos ilegales, el reclutamiento forzoso,las amenazas y los ataques contra personas defensoras de los derechos hu-manos, todos estos actos son terroristas, primero, por la crueldad con la cualson realizados y por los objetivos que persiguen: la destruccin del tejido so-cial y la eliminacin fsica de toda oposicin y, segundo, por el grado de te-

rror que provoca en las vctimas, pero tambin en su entorno familiar, el desu organizacin y en una parte de la sociedad y, adems, porque van en con-tra de los pactos, convenciones y protocolos que protegen los derechos hu-manos que el Estado mexicano ha firmado.El uso sistemtico del terror tiene como finalidad identificar y destruir al su-puesto enemigo interno, as como a todo aquel actor que lo tolere, ademsde disuadir a quienes se consideran enemigos potenciales y controlar la vidasocial a travs del mismo. No es casualidad que la Marina mexicana, en lamayora de sus operativos contra el narcotrfico, no detenga personas, sinoque las ejecute. Incluso una organizacin norteamericana, ligada histrica-

mente a las polticas gubernamentales de ese pas, en su informe del 2011llega a la siguiente conclusin:

Human Rights Watch pudo observar que existe una poltica de seguridadpblica que fracasa seriamente en dos aspectos. No slo no ha logradoreducir la violencia, sino que adems ha generado un incremento drs-tico de las violaciones graves de derechos humanos, que casi nunca seinvestigaran adecuadamente. Es decir, en vez de fortalecer la seguridadpblica en Mxico, la guerra desplegada por Caldern ha conseguido

exacerbar un clima de violencia, descontrol y temor en muchas partesdel pas.4

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4 Human Rights Watch: Ni Seguridad, Ni Derechos. Ejecuciones, desapariciones y tortura en la guerra contrael narcotrfico de Mxico, Human Right Watch: Estados Unidos de Amrica, 2011, disponible enhttp://www.hrw.org/sites/default/files/reports/mexico1111spwebwcover.pdf consultado el12 de juniode 2014, p.5.



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Lo que Human Rights Watch ve como un fracaso es realmente uno de los ob-jetivos del gobierno de Caldern: exacerbar un clima de violencia, descontroly temor en muchas partes del pas. Y parece ser un objetivo cumplido.

5. La militarizacin institucional y de la vida social

Mxico representa un ejemplo de modelo neoliberal en Latinoamrica y laprofundizacin de ste pasa por un proceso de militarizacin.Conforme a cifras oficiales, hay ms de 60,000 elementos de las Fuerzas Ar-madas y de la Marina cumpliendo tareas que les corresponden, en teora, ex-clusivamente a las autoridades civiles.

Las fuerzas armadas (Ejrcito, Marina y Polica Federal) se han convertidoen el principal instrumento para combatir al enemigo interno y para ga-

rantizar la imposicin de la profundizacin del neoliberalismo. La militari-zacin es pieza esencial para la profundizacin neoliberal, es un elementoen el que se apoyan las oligarquas nacionales y extranjeras para mantenerla dominacin.

Con el objetivo de acostumbrar a la poblacin al proceso de militariza-cin, en muchos estados del pas ya no es raro observar retenes, vuelos ra-santes de helicpteros, operativos en ciudades y poblaciones rurales,patrullajes, militares con licencia o retirados al mando, la mayora, de Secre-taras de Seguridad Pblica estatales.

La presencia de las fuerzas armadas y de la Marina aumenta en todos los

mbitos de la vida social y sobre todo en los lugares donde los pueblos se or-ganizan o hay proyectos econmicos trasnacionales en curso o proyectados.Aunado a esto, se crea una nueva casta privilegiada y fiel al sistema: los mi-litares. Mientras al trabajador comn se le aument, en los ltimos aos,4.85% a su salario, a los soldados y marinos se les aument 40%. Ser unmiembro activo de las fuerzas armadas se convierte en la nica opcin legalde mejorar las condiciones de vida para amplios sectores de la poblacin y sia eso sumamos la impunidad que los ampara, el resultado es catastrfico parala poblacin civil.

La militarizacin como un elemento garante del modelo neoliberal y su-bordinado a las exigencias de seguridad y de la crisis econmica de EU colocaa Mxico, cada vez ms, en un papel de subordinacin, cuyo objetivo es ac-tuar como la polica de los intereses norteamericanos. Los militares comonuevo actor poltico que ve incrementado su podero y como casta privile-

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giada se convierten en uno de los mayores obstculos para frenar la dinmicade guerra y sometimiento de la poblacin.

6. El paramilitarismo como la mano siniestra del EstadoComo el Estado mexicano necesita, por la presin nacional e internacional,de cierto grado de legitimidad para seguir aplicando su poltica econmicaneoliberal y su proyecto de control social, no puede violar descaradamentetodas las leyes a las cules se debe, ni tampoco violar derechos humanosabiertamente sin tener cierto costo poltico ante la misma sociedad que deseaque lo apoye. Incluso, por este motivo, el Gobierno Federal ha abandonadoel discurso de guerra contra el narcotrfico y ha retomado ms el discursode seguridad democrtica o seguridad nacional.

El Ejrcito, por s slo, no puede mantener el orden neoliberal, sin quesus miembros sean sealados o acusados de graves VDH. Para quitarse ciertocosto poltico, el Estado recurre al paramilitarismo como una poltica que lepermite aplicar el uso sistemtico del terror al mismo tiempo que evade, antela opinin pblica, su responsabilidad directa en estos actos. Incluso la exis-tencia de paramilitares se convertir en otro motivo ms del aumento de lamilitarizacin del pas, como sucede en el estado de Michoacn.

La existencia de grupos paramilitares le permite al Estado tratar de evitarcuestionamientos sobre su estrategia de seguridad y le permite erigirse comovctima de entidades armadas ajenas a su control, con esto puede volver a

adoptar una posicin de defensor de la sociedad o de garante de sus de-rechos. Ahora bien, probar que el paramilitarismo es la mano siniestra delEstado no solamente es difcil en trminos de documentacin, sino que im-plica un riesgo muy alto para la organizacin o persona que lo haga. Sin em-bargo, la experiencia de otros pueblos nos dice que los grupos paramilitaresno pueden surgir ni desarrollarse al margen de la proteccin del Estado quecasi siempre dice combatirlos.

En Mxico se cruzan tres formas de paramilitarismo. La primera, escuando el Ejrcito o la Marina se quita los uniformes oficiales y, en coordi-

nacin con el narcotrfico, actan en contra de la poblacin civil. La segundaes cuando los paramilitares estn constituidos por desertores del Ejrcito ola Marina y su fuente de financiamiento es directamente el narcotrfico. Latercera cuando militares o mercenarios entrenan a poblacin civil para questa cometa los crmenes en contra del resto de la poblacin.

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El conocer los fines del paramilitarismo nos puede ayudar a comprender el por-qu de la violencia y crueldad extrema en la que nos han sumergido y el gradode impunidad que se tiene contra los responsables de esta situacin.

7. La criminalizacin de las personas defensoras de los derechos humanos, as como

de la sociedad en general

La criminalizacin de las personas defensoras de los derechos humanos tam-poco es un fenmeno nuevo en Mxico pero en este marco de combate alenemigo interno adquiere caractersticas distintas en comparacin con lasdcadas anteriores. La criminalizacin es una estrategia del Estado que con-siste en estigmatizar a la persona utilizando los medios masivos de comuni-cacin con el objetivo de acusarla de ser violenta, de actuar al margen de la

ley, de ser transgresora de la ley, de estar involucrada con la delincuencia or-ganizada, narcotrfico o con el terrorismo con la finalidad de judicializarla(meterla a la crcel) o crear las condiciones sociales y mediticas para que losmilitares o los paramilitares ejecuten a la persona bajo el pretexto de quepertenece a este enemigo interno del que hablamos anteriormente.

Otra de las caractersticas de la criminalizacin es que no slo va dirigidaen contra de luchadores sociales o movimientos de oposicin, sino que seampla a toda la sociedad. Ser joven, ser mujer, ser drogadicto, ser de la calle,ser estudiante, ser migrante, defender algn derecho te vuelve, bajo el pre-texto de estar ligado al narcotrfico o al crimen organizado, blanco de la vio-

lencia del Estado.Existen muchos casos documentados en los que a las personas defensoras de

los derechos humanos se les fabrican delitos del fuero comn o del fuero fede-ral para encarcelarlos y coartarles sus derechos de manifestacin y organizacin.

8. La creacin de un marco jurdico de excepcin que legaliza las prcticas violatorias

de derechos humanos y garantiza la impunidad

El Gobierno Federal ha venido impulsando propuestas de reformas consti-tucionales para legalizar prcticas violatorias de derechos humanos

LaReforma de Seguridad Nacional que impuls el gobierno de FCH y queactualmente lleva a cabo EPN es un ejemplo de legalizar lo ilegal; es decir,legalizar el proceso de configuracin del Estado mexicano como un Estadoque coarta los derechos fundamentales y dotarle de una herramienta jurdicaque le permita, en el futuro inmediato, aprobar nuevas reformas que restrin-

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jan an ms los derechos de los ciudadanos. Otro ejemplo son las llamadasleyes bala que en cuatro estados de la Repblica se impulsaron con el claroobjetivo de coartar la protesta social y crear mecanismo de impunidad para

la represin poltica:Un elemento a tomarse en cuenta es que la creacin de leyes, que en teo-

ra, tendra que favorecer el respecto a los derechos humanos como laLey deVctimas o laLey para la proteccin de periodistas y defensores, en los hechos,no ha significado una reduccin de las VDH ni el acceso a la justicia para lasvctimas.

9. Los medios de comunicacin como partes de guerra

Justificar la guerra contra el narcotrfico, exacerbar la violencia a travs de

la televisin, la radio y la prensa, contabilizar las ejecuciones, los descuarti-zamientos, las torturas, el linchamiento meditico en contra de todo aquelque el gobierno seale como parte del narcotrfico fue parte de la estrategiade FCH.

En cambio, la poltica de EPN ha sido la de invisivilizar o disminuir laviolencia tanto en el discurso oficial como a travs de los medios masivos decomunicacin. El Gobierno Federal intenta trasmitir un mensaje de seguri-dad y de paz como producto de su poltica de seguridad, sin embargo la vio-lencia institucional y social continua recrudecindose en la mayor parte dela repblica.

Tambin continua la estigmatizacin de amplios sectores de la poblacincomo partes de este enemigo interno y sobre todo la justificacin de lamano dura para obtener buenos resultados; es decir, de las graves VDH eneste contexto de seguridad nacional contina presentndose. Slo el discursoes lo que ha cambiado con el retorno del PRI a la presidencia.

10. La polarizacin social mediante la ruptura acelerada del tejido social

En Mxico, como en todo pas que padece graves problemas econmicos, lapolarizacin social no es un fenmeno nuevo. Existe una divisin de la so-

ciedad que se ve agudizada por la crisis econmica mundial y que se mani-fiesta polticamente a travs de diversas fuerzas sociales.

La ruptura del tejido social en Mxico ha entrado en una nueva fase. Laviolencia estructural y la violencia dirigida en contra de amplios sectores dela poblacin busca polarizar an ms a los diferentes sectores de la sociedad.

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Con la ruptura del tejido social, el Estado pretende orillar a la sociedada permanecer en extremos opuestos. En un extremo se encuentra la parte dela poblacin que no slo apoya incondicionalmente la estrategia de seguri-

dad del Estado, sino que tambin es parte activa de la misma, convirtindoseas en la base social que la legitima y reproduce y, por otro lado, est la otraparte de la poblacin que no est de acuerdo con la estrategia de seguridaddel Estado, con una parte de la misma o incluso que tan slo cuestiona suvalidez y que es mostrada como un enemigo interno y, por lo tanto, comoun objetivo al cual hay que neutralizar o eliminar.

Con este tipo de estrategia de terror se profundiza la divisin social quelleva a una diferenciacin radical entre ellos y nosotros.

El discurso presidencial del nuevo PRI:El uso de la aquiescencia en otros frentes

Luego de lo acostumbrados que estbamos al multicitado y repetido discursode lucha por la seguridad (guerra contra el narcotrfico), la llegada (el re-torno) del PRI (que de nuevo no tiene nada) impone la necesidad de revisarla manera en la que se est configurando el discurso presidencial que revita-lizar, afianzar y perfeccionar la lgica de criminalizacin de la protestasocial, en el entendido de que los ltimos acontecimientos nos muestranque tal poltica en contra del pueblo sigue vigente.

Como todos sabemos, el discurso de la guerra contra el narcotrfico yla seguridad que enunci FCH justific una serie de arrebatos y graves VDH.Con el discurso de guerra contra el narcotrfico se minti a la poblacinmexicana para implementar las estrategias de control social en general, decriminalizacin de la protesta social y de la defensa de los derechos humanos.No obstante, tal discurso necesit de al menos dos aos para comenzar aconsolidarse.

La llegada de EPN ha mantenido a muchos analistas a la expectativa de lamanera en la que la estrategia discursiva de seguridad y la estrategia de con-

trol social y castigo poltico se contina o reconstruye para los mismos fines,bajo el entendido de que, aunque es otro el grupo en el poder, forma partede la misma clase y, por lo tanto, responde a los mismos intereses y objetivosque el del periodo panista (con sus debidas pugnas inter burguesas). Pese alos 19 meses que han transcurrido, a una campaa de comunicacin social

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bastante bien elaborada y a la realidad que ha mostrado una serie de actosrepresivos cuyas caractersticas rebasan cualitativamente los operativos quehabamos visto con anterioridad, el Presidente de la Repblica, en su estra-

tegia discursiva ha mostrado un aparente silencio. Qu quiere decir esto?

Lo que ha cambiado

Una vez tomada la presidencia por EPN no slo notamos que los medios ba-jaron la intensidad, calidad y forma con la que nos mostraban una y otravez el Mxico violento en el que sabemos que vivimos. No slo eso, PeaNieto no ha pronunciado ni una vez la palabra guerra o combate, no hablde una lucha con el crimen organizado y no ha pronunciado un discurso(uno slo en la pgina presidencial) en el que aborde este tema de la forma

franca, directa y hasta un poco soez con que lo haca Caldern.Una de las caractersticas fundamentales en este cambio discursivo hasido el cambio de foco. Es decir el discurso de Pea Nieto lleva nuestra aten-cin hacia un constructo distinto. Si Caldern puso increble nfasis en quemirramos el proceso (de ah la falta de recato en hablar de guerra, lucha,batalla) y en los actores de ese proceso (buenos y malos), Pea Nieto en sudiscurso pone, como foco los resultados y no los procesos. No es lo mismodecir lucha por la seguridad o guerra contra la inseguridad que reduccinde la violencia y restablecimiento de la paz. La primera correccin que se hahecho al discurso es no mencionar con tanta desfachatez los costos, los sa-

crificios, el proceso en s mismo, por el contrario se habla slo de los resul-tados que se buscan encontrar con el objetivo de presentar el proceso comoalgo ms legtimo y limpio.

Otro de los cambios es que EPN ha preferido no utilizar la voz presidencialpara hablar de la seguridad (igual que de sus otras reformas) sino que ha uti-lizado la fingida voz de la poblacin en un afn de aparentar que se rompeel monlogo impositivo del presidencialismo.

El eje central por medio del cual se articular el discurso que justifiqueaniquilar al enemigo de los intereses de clase tendr como eje, como piedra

angular la dicotoma avance/ retroceso. Es decir el pas se dividir ahora noen criminales y ciudadanos de bien, sino en personas que apoyan el avancedel pas, el desarrollo, la modernizacin, la mejora, el futuro, contra aquellosque, #bajo oscuros intereses desean que Mxico se quede en el atraso, labarbarie. De ah la importancia del slogan Movamos a Mxico en el sentido

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que moverse y avanzar supone para el discurso de la presidencia. Tal construc-cin se opone claramente a la significacin que los medios de comunicacindan a las movilizaciones de protesta social que comienzan a configurarse como

imgenes del retroceso, del estancamiento, de la barbarie, etc.Esta dicotoma est siendo construida por medio de dos estrategias, mis-

mas que nos permiten conocer las caractersticas discursivas que ha utilizadoel Estado mexicano actualmente:

La positiva, que es la que construye el nosotros (los que s quieren movera Mxico) que fundamentalmente se encuentra en manos del Presidente yde los slogans de Presidencia y que, curiosamente prefieren el formato devideo y apenas si parecen apoyarse en los discursos presidenciales. Este nuevoformato trae una serie de ventajas que invisibilizan el carcter autoritario y

monologado del discurso presidencial (hablan otras personas, parece unaopinin de un nmero mayor de gente, se dan razones de las ventajas)La negativa, que es la que construye el ellos, al enemigo (los que se opo-

nen a que Mxico avance) que fundamentalmente est en manos de los mediosde comunicacin, que una y otra vez han insistido en la barbarie, el salvajismo,la violencia con la que algunas personas se oponen a estos avances.

Como vemos las reformas son las que quedan significadas como smbolodel avance, los antireformistas son los que implican atraso o retroceso. Deesta manera el Presidente se lava las manos de la criminalizacin de la pro-testa social y de la construccin del enemigo interno que legitimar la cam-

paa de control social y castigo poltico. A eso se suma el hecho de que eldiscurso de terror, de caos, que se ha silenciado en los medios de comunica-cin comienza a ser realizado por los grupos paramilitares, quienes se encar-gan de mantener el uso del miedo para convencer y mantener las ideas queya han podido colocar con Caldern.

Por qu est cambiando el discurso?

Algunos de los cambios de los que he hablado implican el regreso a estruc-turas de discursividad clsicas del priismo. Por ejemplo, los presidentes priis-

tas antes de Salinas de Gortari tenan poco uso de la palabra, se dirigan enmuy pocas ocasiones a toda la Nacin mexicana y lo hacan en una especiede rito muy solmene y sacralizado. En muy pocas ocasiones los presidenteshacan uso del discurso, debido a que se apoyaban mucho en los secretariosparticulares y en otro tipo de actores que emitan discursos a la nacin. Es

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importante entender que el discurso est cambiando porque ha regresado elviejo y bsico esquema en el que la voz oficial se reparte en diversas figurasy medios con el objetivo de crear una apariencia de pluralidad y consenso,

pero ms importante es entender que hay otras causas, quiz de mayor im-portancia, que pueden dar algunas pistas para entender este cambio en la es-trategia discursiva del Estado.

Desde nuestro punto de vista, el cambio discursivo no obedece funda-mentalmente ni al regreso del esquema discursivo priista ni, tampoco, comosuponen algunos analistas polticos a una estrategia ms pensada y calculada.Como la realidad lo demostr, el discurso de Caldern, aunque pareca vis-ceral y poco planificado estaba bastante bien calculado y fue exitoso, su ob-jetivo fue imponer el terror y la confusin social que acompaaron la

prctica de militarizacin, control social y despojo que era el objetivo fun-damental durante su periodo de gobierno. Si el discurso del ahora presidenteha cambiado eso quiere decir que hemos entrado en otra faceta, en otro mo-mento en el que el Estado persigue fines concretos que ya no compaginancon la estrategia discursiva del terror discursivo presidencial.

De acuerdo con Javier Giraldo, en Colombia, el fenmeno de paramilita-rizacin ocurri mediante la implementacin de diversas etapas con carac-tersticas distintas. La primera fase comprende los perodos de las grandesmasacres y de los grandes desplazamientos de poblacin5. Mientras que lasegunda y la tercera etapa son de represin selectiva y en ellas se consolida

el dominio de hecho de las estructuras paramilitares sobre una poblacin oregin, con la aquiescencia o tolerancia de todas las instancias del poder. Endicha fase comienza a producirse el cambio de imagen mediante eslganesrepetitivos de que ellos no son tan malos y que buscan el progreso y la pro-teccin de la zona6; mientras que en la tercera fase avanza en el controlsocial de las poblaciones mediante la infiltracin y cooptacin de los espacioscomunitarios7. Creemos que es posible que el cambio discursivo obedezcaa que nos encontramos en un momento que se asemeja a las fases dos y tresde la construccin del paramilitarismo en Colombia.

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5 Giraldo, Javier, Democracia formal e impunidad. De la represin al ajuste del sistema jurdico,Desde los mrgenes (Blog de Javier Giraldo), 3 de febrero de 2013, versin electrnica disponible enhttp://www.javiergiraldo.org/IMG/pdf/DemocraciaFormal_Impunidad_Colombia.pdf consultado el 5de junio de 2014, pp. 5 y 6.6 Ibid, p. 6.7 Idem.



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En ese sentido, que el uso del terror discursivo por parte de Caldern cum-pli con sus objetivos, si bien los ms inmediatos eran construir la justifica-cin de la militarizacin del pas, la restriccin de los derechos humanos y

la descomposicin del tejido social como una manera inmediata de imponercontrol sobre la sociedad que potencialmente o de hecho se opona a la pro-fundizacin del neoliberalismo, tambin tena objetivos a mediano y largoplazo: convencernos e imponernos como forma de vida la lgica de guerra yel miedo, pero tambin construir la idea de caos con el objetivo de que estaimagen justificara e hiciera parecer como normal y hasta legtimo el surgi-miento de los grupos paramilitares y la serie de reformas con los que se pre-para y afina el ataque selectivo contra un enemigo que, aunque nadie hamencionado abiertamente, existe y es la organizacin popular. A EPN le ha

tocado comenzar a disfrutar de esos objetivos a largo plazo y, por eso mismo,ha abierto otra modalidad discursiva, que no es ms ni menos pensada, noes ms ni menos estratgica, sino que es tan estratgica como la anterior,slo que responde a necesidades y momentos distintos.

Las autodefensas: el triunfo del discurso de estado fallido se llama paramilitarizacin

Las ventajas que el caos discursivo trajo para la modificacin de las leyes(criminalizacin y judicializacin de la protesta social y del ejercicio plenode los derechos humanos) permiti y construy un marco adecuado paraque el Estado pudiera regresar al esquema de VDH por omisin, en tanto que

estas comisiones aparecen como ms legtimas, adecuadas y tolerables e in-cluso, a veces, legales. Tambin construy el escenario para delegar la funcindiscursiva del terror y del control social en otros actores que aparentar estardesvinculados del Estado.

El silencio de los medios de comunicacin para denunciar la violenciadel pas ha aparecido acompaado de nuevo de la constante estigmatizacinen contra de las personas defensoras de derechos humanos y luchadores so-ciales; se les muestra como personas con obscuros intereses que atentan contrael bien general y que incluso violan los derechos humanos de la mayora de

los mexicanos. Aunque no le pongan nombre, los medios estn asumiendo lalabor fundamental de construir un enemigo interno mucho ms especfico.Los ataques en su contra se han incrementado, lo que no debera de extraar-nos, pues el Estado ha preparado todos los escenarios necesarios para continuarcon esos ataques de la mejor manera y sin grandes costos polticos.

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Por otro lado, el discurso de Estado fallido, del estado corrompido y pe-netrado por el crimen suscit otro fenmeno que confundi e incluso pola-rizo: el surgimiento de las autodefensas. Todos aquellos que creyeron que era

muy radical afirmar que el Estado quera, pero ya no poda; que no tena lacapacidad de funcionar, tendrn que aceptar que ese mismo Estado rebasadotuvo muchas y grandes capacidades no slo para reprimir y atacar al puebloorganizado, sino para armar y trabajar con las autodefensas. S, hablamosexactamente del mismo dbil e inocente Estado que apenas ve reunido ungrupo de personas bloqueando una calle por un derecho fundamental y notiene empacho en usar excesivamente la violencia, y es el mismo Estado quepermiti e incluso negoci con grupos de civiles armados.

Vale la pena decir que esos grupos de civiles armados construyeron su

propio discurso que se caracteriz por acercarse ms al de Caldern, debidoal exceso de terror, confusin y caos que construyeron con ellos. Dijeron sergente que genuinamente haba decido organizarse para poner alto al Estadofallido que no les garantizaba proteccin alguna y abatir, por ellos mismos,a los grupos criminales que azotaban sus comunidades. Tambin dijeron quenunca seran policas, y sin embargo ahora forman parte de una nueva e in-flada Polica Municipal. Ha comenzado pues, el cambio de imagen de las po-licas y de las propias autodefensas, son grupos de control cuyos vnculoscon el Ejrcito y con otros grupos criminales an siguen siendo averiguadosy comienzan a ser denunciados, son ellos los mismos que ahora se han con-

vertido en flamantes funcionarios pblicos! Quin gana? El Estado que selleva un acierto doble, pues no solamente ha resuelto el problema en Michoa-cn que el mismo preponder de una manera muy adecuada, sino que halogrado, adems, construir una polica rural con una imagen mucho mslimpia que la del Ejrcito, en tanto que es una polica que ha nacido del pue-blo mismo. Con eso avanza el control sobre los espacios comunitarios. Esose empata con las claras VDH por comisin que el Estado comete de formaclaramente dirigida y selectiva en contra de la gente organizada que se oponeal avance neoliberal a costa de los derechos ms bsicos para vivir (o sobre-

vivir?) ya no digamos dignamente, sino al da.El silencio discursivo presidencial es un momento ms de un proceso a

largo plazo que ha sido diseado para arrebatar y desmantelar las pocas con-diciones de vida digna que tenamos y para aniquilar el uso pleno de la pro-testa social. Mientras el presidente calla y finge que todos Movemos a

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Mxico, otras piezas estratgicas despliegan una especie de aquiescencia dis-cursiva en la que los medios de comunicacin y las autodefensas juegan unpapel estratgico para fingir una especie de pacificacin que no es ms que

la consolidacin y arraigo de la poltica de sistemticas VDH e impunidadque ya habamos vislumbrado desde el vociferante estilo del discurso deguerra contra el narcotrfico.

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Violaciones de derechos de humanosrealizadas en contra de personas

defensoras de los derechos humanos

Definiciones bsicas

EN ESTA PARTE DEL INFORME RECUPERAREMOS varios conceptos que todo el con-junto de la sociedad debiera tener claros (expresados en los dos informes an-teriores de ACUDDEH); stos son definiciones y obligaciones que no inventACUDDEH, sino que han sido producto de la lucha de los pueblos organiza-dos en sus diferentes formas: Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC); Or-ganizaciones No Gubernamentales (ONG); movimientos polticos y sociales.

Sobre las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos

Obligacin de Respeto: Consiste en el deber de no interferir en la liber-tad de accin de los individuos y pueblos, as como abstenerse de con-ductas que puedan limitar o negar el ejercicio de los derechos.

Obligacin de Proteccin: Relacionada con la creacin de normas, es-tructuras y autoridades que resguarden los derechos frente a posibles oactuales afectaciones por parte de terceros.

Obligacin de Realizacin o satisfaccin: Tiene que ver con todas aque-llas acciones positivas que debe adelantar la estructura estatal que per-

mita a los individuos, comunidades y pueblos gozar de sus derechos.8

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8 Colectivo de Abogados Jos Alvear Restrepo y Comit Permanente por la Defensa de los DerechosHumanos, Cul verdad, cul justicia, cul reparacin?, Rutas contra la impunidad, s/c: Grafito y pizarrapublicidad, Ao 1, Vol. 1, No. 1, 2009, p.7.



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Modalidades en que se violan los derechos humanos

Cuando el Estado mexicano incumple cualquiera de estas obligaciones estcometiendo una violacin de los derechos humanos, las cuales pueden rea-

lizarse en las siguientes modalidades:

Por comisin o accin: [...] se da cuando el agente vulnera o amenazaun derecho fundamental con una conducta positiva, con un hacer, conuna actuacin susceptible de ser objetivamente percibida. [...]9

Por omisin: [...] se da cuando la vulneracin o amenaza es consecuen-cia del incumplimiento por el agente de una accin prescrita por el de-recho, o de la deliberada inactividad de aqul para obtener un resultadodaoso. [...]10

Por aquiescencia: se da cuando la vulneracin o amenaza de un derechofundamental es cometida por particulares o cualquier persona o grupode personas que acten con el consentimiento, autorizacin, apoyo oinstigacin del Estado, por ejemplo, grupos paramilitares.

Quin es una persona defensora de los derechos humanos segn el marco

internacional, el marco regional y el marco nacional de los derechos humanos?

De acuerdo con el marco internacional rescatamos la definicin de laDecla-racin sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de

promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales univer-

salmente reconocidos11

, que en su artculo primero sostiene que Toda personatiene derecho, individual o colectivamente, a promover y procurar la pro-teccin y realizacin de los derechos humanos y las libertades fundamentalesen los planos nacional e internacional.12

Mientras que elFolleto No. 29 de la ONU abunda ms sobre la definicinde quines podemos ser personas defensoras de derechos humanos:

No existe una definicin concreta de quin es o puede ser defensor delos derechos humanos. En la Declaracin sobre los defensores de los de-

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9 Madrid-Malo Garizbal, Mario, Violaciones de los derechos humanos e infracciones del derecho in-

ternacional humanitario enEpistemologa social: Realidad y discursos sobre los derechos humanos, Co-misin Intercongregacional Justicia y Paz: Bogot, s/a, p. 27.10 dem.11 ONU,Declaracin sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover yproteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, ONU: s/c, 1999,archivo electrnico disponible en http://www.ohchr.org/Documents/Issues/Defenders/Declaration/declaration_sp.pdf consultado el 07 de junio de 2014, p.3.12 dem.



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rechos humanos (vase el anexo I) se hace referencia a los individuos,los grupos y las instituciones [que contribuyen] a la eliminacin efectivade todas las violaciones de los derechos humanos y las libertades funda-

mentales de los pueblos y los individuos (cuarto prrafo del prembulo).De acuerdo con esta definicin general, pueden ser defensores cuales-

quiera personas o grupos de personas que se esfuercen en promover losderechos humanos, desde organizaciones intergubernamentales asenta-das en las mayores ciudades del mundo hasta individuos que trabajanen sus comunidades locales. Los defensores pueden ser de cualquier g-nero, tener distintas edades, proceder de cualquier parte del mundo ytener cualesquiera antecedentes profesionales o de otro tipo. Es impor-tante observar, en particular, que los defensores de los derechos huma-

nos no slo desarrollan su actividad en ONG []13

Por ltimo, cerramos esta parte con otra gran cita del documento de laONU llamado Sobre los defensores de los derechos humanos el cual clarifica ylucha contra las concepciones equivocadas acerca de quines podemos serpersonas defensoras de los derechos humanos:

C. Hay requisitos mnimos para ser un defensor de los derechos huma-nos?No hay ningn requisito especial, y en la Declaracin sobre los defen-

sores de los derechos humanos se indica claramente, como se expusoms arriba, que todos podemos serlo si nos lo proponemos. No obstante,el nivel requerido a un defensor de los derechos humanos es una cues-tin compleja, y en la Declaracin se indica claramente que los defen-sores tienen tanto responsabilidades como derechos.

Aceptacin del carcter universal de los derechos humanosLos defensores de los derechos humanos deben reconocer el carcter uni-versal de los derechos humanos, conforme se proclama en laDeclaracin

Universal de Derechos Humanos. No pueden negarse a unas personas al-gunos derechos humanos y pretender al mismo tiempo ser un defensor

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13 ONU, Folle to Informativo No. 29, ONU: s/c, 2004, versin electrnica disponible enhttp://www.ohchr.org/Documents/Publications/FactSheet29sp.pdf consultado el 07 de junio de 2014,p.7.



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de stos porque los reconoce a otras. Por ejemplo, sera inaceptable de-fender los derechos humanos de los hombres pero negar los mismos de-rechos a las mujeres.

Es importante quin tiene razn y quin est equivocado?Una segunda cuestin importante se refiere a la validez de los argumen-tos. No es imprescindible que los argumentos presentados sean correctospara ser un autntico defensor. Lo ms importante es si la persona de-fiende o no un derecho humano. Por ejemplo, un grupo de personaspuede defender el derecho de una comunidad rural a la propiedad de latierra en la que ha vivido y que ha cultivado durante varias generaciones;puede organizar protestas contra los intereses econmicos privados que

reclaman la propiedad de toda la tierra de la zona; y puede o no tenerrazn con respecto a quin es el propietario de la tierra. Sin embargo, elhecho de que legalmente est o no en lo cierto no influye en la determi-nacin de si son verdaderos defensores de los derechos humanos. Lo fun-damental es si sus preocupaciones entran o no dentro de este mbito.

Se trata de una cuestin muy importante porque, en muchos pases,el Estado, o incluso la opinin pblica, pueden considerar a los defen-sores de los derechos humanos equivocados por ver slo una cara de lamoneda. Por tanto, se les dice que no son verdaderos defensores. Asi-mismo, las autoridades estatales a menudo definen a las personas que

actan en defensa de los derechos de los presos polticos o de personaspertenecientes a grupos armados de la oposicin como partidarios deesos partidos o grupos simplemente porque defienden sus derechos.

Esta posicin no es correcta. Debe definirse y aceptarse a los defensoresde los derechos humanos por los derechos que defienden y por su propioderecho a hacerlo.14

Accin pacficaPor ltimo, las acciones que se realicen deben ser pacficas, con arregloa lo establecido en la Declaracin sobre los defensores de los derechos hu-

manos.15

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14 El resaltado es nuestro.15 ONU, Sobre los defensores de los derechos humanos, Pgina oficial (Naciones Unidas DerechosHumanos, Espaol, Sus derechos humanos, DefensoresDH), Los defensores de los derechos humanos,http://www.ohchr.org/SP/Issues/SRHRDefenders/Pages/Defender.aspx consultado el 7 de junio de2014, s/p.



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En lo regional, de acuerdo al Segundo informe sobre la situacin de lasdefensoras y defensores de los derechos humanos en las Amricas elaboradopor la Comisin Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH):

La CIDH entiende que debe ser considerado defensor o defensora de de-rechos humanos toda persona que de cualquier forma promueva o pro-cure la realizacin de los derechos humanos y las libertadesfundamentales reconocidos a nivel nacional o internacional []. Segnlo ha indicado la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas paralos Derechos Humanos (en adelante OACNUDH) el criterio identifi-cador de quin debera ser considerado defensor o defensora de derechoshumanos es la actividad desarrollada por la persona y no otras calidades,por ejemplo, si sta recibe un pago o no por sus labores o si pertenece auna organizacin civil o no. []16

En lo nacional de acuerdo a laLey para la proteccin de personas defensorasde derechos humanos y periodistas publicada el 24 de junio de 2012, en su ar-tculo 2, la definicin de persona defensora de los derechos humanos incluyea Las personas fsicas que acten individualmente o como integrantes deun grupo, organizacin o movimiento social, as como personas morales,grupos, organizaciones o movimientos sociales cuya finalidad sea la promo-cin o defensa de los derechos humanos.17

Qu derechos tiene una persona defensora de los derechos humanos segnel marco internacional?

A procurar la proteccin y realizacin de los derechos humanos en losplanos nacional e internacional;

A realizar una labor en favor de los derechos humanos individualmenteo en asociacin con otros;

A formar asociaciones y ONG; A reunirse o manifestarse pacficamente;

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16 Comisin Interamericana de Derechos Humanos, Segundo informe sobre la situacin de las defensorasy defensores de los derechos humanos en las Amricas, Series. OAS, OEA/Ser.L.; OEA/Ser.L/V/II, Doc. 66,s/c, 2011, p. 4.17 Cmara de Diputados del Honorable Congreso de la Unin,Ley para la proteccin de personas defen-soras de derechos humanos y periodistas, Cmara de Diputados: Ciudad de Mxico, 2012, versin elec-trnica disponible en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LPPDDHP.pdf consultado el 7de junio de 2014, p.2.



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A recabar, obtener, recibir y poseer informacin sobre los derechos hu-manos;

A desarrollar y debatir ideas y principios nuevos relacionados con los

derechos humanos y a preconizar su aceptacin; A presentar a los rganos y organismos gubernamentales y organizaciones

que se ocupan de los asuntos pblicos crticas y propuestas para mejorarsu funcionamiento y a llamar la atencin sobre cualquier aspecto de sulabor que pueda impedir la realizacin de los derechos humanos;

A denunciar las polticas y acciones oficiales en relacin con los dere-chos humanos y a que se examinen esas denuncias;

A ofrecer y prestar asistencia letrada profesional u otro asesoramiento oasistencia pertinentes para defender los derechos humanos;

A asistir a las audiencias, los procedimientos y los juicios pblicos paraformarse una opinin sobre el cumplimiento de las normas nacionalesy de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos;

A dirigirse sin trabas a las ONG y las organizaciones intergubernamen-tales y a comunicarse sin trabas con ellas;

A disponer de recursos eficaces; A ejercer legtimamente la ocupacin o profesin de defensor de los de-

rechos humanos; A obtener proteccin eficaz de las leyes nacionales al reaccionar u opo-

nerse, por medios pacficos, a actividades y actos, con inclusin de las

omisiones, imputables a los Estados que causen violaciones de los de-rechos humanos;

A solicitar, recibir y utilizar recursos con el objeto de proteger los dere-chos humanos (incluida la recepcin de fondos del extranjero).18

Tambin es fundamental citar los derechos que se enuncian en el Comen-tario acerca de la Declaracin sobre el derecho y el deber de los individuos, los gru-

pos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades

fundamentales universalmente reconocidos:19

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18 ONU, Sobre los defensores de los derechos humanos/ a) Derechos reconocidos a los defensores delos derechos humanos y medidas de proteccin provistas, Pgina oficial (Naciones Unidas DerechosHumanos, Espaol, Sus derechos humanos, DefensoresDH), Los defensores de los derechos humanos,http://www.ohchr.org/SP/Issues/SRHRDefenders/Pages/Defender.aspx consultado el 7 de junio de2014, s/p.19 ONU, Relatora espacial sobre la situacin de los defensores de derechos humanos, Comentario a laDeclaracin sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger



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El derecho a ser protegido El derecho a la libertad de reunin El derecho a la libertad de asociacin

El derecho a acceder y a comunicarse con organismos internacionales El derecho a la libertad de opinin y de expresin El derecho a la protesta El derecho a debatir y desarrollar nuevas ideas en materia de derechos

humanos El derecho a un recurso efectivo El derecho a acceder a recursos El derecho a defender los derechos humanos

Antecedentes

Es reciente la documentacin de VDH a personas defensoras de los derechoshumanos en nuestro pas, nuestra organizacin lleva tres aos realizandoesta labor, y cada vez que hacemos un informe es un reto, ya que no decidi-mos partir de un esquema y adaptar la realidad al mismo, sino analizar loshechos y que stos nos vayan diciendo las nuevas tipologas de las agresionesy sus consecuentes modalidades. No nos atrevemos a decir que existen nue-vas formas de agresiones o ataques que histricamente en Mxico y Amrica

Latina no se hayan dado ya, pues consideramos que los mecanismos de larepresin, en general, varan de acuerdo al repunte de la lucha por los dere-chos humanos, al gobierno que se tiene y a los intereses que se afectan, ade-ms de otras consideraciones. Lo que consideramos claro es que los gobiernoseligen conscientemente qu mecanismo de la represin poltica prefieren deacuerdo a sus anlisis y a lo que ellos consideran que les genera menos costopoltico a nivel nacional e internacional, de tal manera que a las organiza-ciones que documentamos se nos haga muy difcil dilucidar los patrones ymecanismos de la represin poltica que se aplican en el pas, estado o mu-nicipio, comunidad.

ACUDDEH fue una de las organizaciones que, desde el 2010, de maneracoordinada con otras OSC, impulsaron la creacin de un mecanismo guber-

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los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, ONU: s/c, 2011, archivoelectrnico disponible en http://www.ohchr.org/Documents/Issues/Defenders/ HRDCommentarySpanishVersion.pdf consultado el 07 de junio de 2014.



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namental para la prevencin y proteccin de personas defensoras de los de-rechos humanos, tal mecanismo puede ser considerado como una herra-mienta ms de prevencin y proteccin, y como una forma ms de responsa-

bilizar al Estado de las VDH que realiza en contra de las personas defensoras.La ley se public el 24 de junio de 2012 y no ha significado una disminucinde los ataques y agresiones a las personas defensoras. Por eso mismo, seguire-mos haciendo el llamado al movimiento social y de derechos humanos en suconjunto para que se mantenga la documentacin de todos los mecanismosde la estrategia de represin poltica de las que somos objeto para preservar lamemoria y luchar por la verdad, la justicia y la reparacin integral de los daos,y, por supuesto, la eliminacin de las condiciones que hacen posible la impu-nidad y las agresiones y ataques a las personas defensoras de los derechos hu-

manos con el fin de vivir dignamente y en un mejor pas donde los derechoshumanos sean fundamentales por sobre los intereses de la poltica neoliberalimpulsada por el Estado mexicano.

Datos duros

Durante el periodo que va de junio de 2013 a mayo de 2014, hemos registrado204 casos que constituyen 274 eventos violatorios a los derechos humanos(agresiones y ataques) que afectaron a 133 personas, 47 organizaciones y 24comunidades. A continuacin presentamos diferentes grficas que nos permi-

ten sistematizar y entender el comportamiento de las agresiones que han su-frido las defensoras y los defensores en el periodo mencionado.

Grfica 1Nmero de casos de VDH por estado en el periodo que abarca el informe

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1

38

2 2

5

36

3

27

6

13

58

31

6

13

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53

6

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5

10

15

20

25

30

35

40

Camp

eche

Chiap

as

Chihu

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Distr

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Oaxa

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Puebla

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Sinalo

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Sono

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Taba

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Yucat

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Tama

ulipa

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Como se puede apreciar, el estado con mayor nmero de VDH es Chiapasque representa 18.62%, le sigue el Distrito Federal con 17.64%, Oaxaca con15.19% y el Estado de Mxico con 13.23 %. El hecho de que Chiapas sea el es-

tado que encabeza la lista se debe a que la represin poltica desatada en contrade las personas defensoras tiene una mayor integralidad; es decir, en este lugarla represin poltica no slo va dirigida a un sector especfico de personasdefensoras de derechos humanos, sino prcticamente a todo el movimientosocial: a las personas defensoras que acompaan procesos de lucha por losderechos humanos, a las organizaciones sociales y polticas (maestros, orga-nizaciones indgenas, etc.), a las personas defensoras de la autodeterminacinde los pueblos, a las personas defensoras de la tierra y de muchos otros tiposde derechos en especfico.

En el Distrito Federal se puede apreciar que una de las grandes problem-ticas son las agresiones a observadores o monitores de derechos humanosque trabajan en las manifestaciones, quienes se han convertido en objetivode las agresiones de parte de los cuerpos de granaderos. Adems el alza de latarifa del metro y las organizaciones de diferentes sectores que luchan contraella tambin ha dejado un saldo importante de agresiones. De la misma ma-nera, las organizaciones que luchan por el derecho al agua y por el derechoa vivienda digna se han convertido en objetivo de los ataques y agresionespor parte del gobierno del Distrito Federal.

En el caso de Oaxaca las VDH, principalmente, se han dirigido contra un

proyecto de colonias autnomas, las personas y organizaciones defensoras delterritorio que se oponen a las empresas elicas y las personas defensoras delos derechos humanos que acompaan procesos organizativos.

Grfica 2Modalidad de la VDH en el periodo que abarca el informe

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Aquiesencia, 58,29%

Comisin, 127,62%

Omisin, 19, 9%



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De los 204 casos, 62% (127 casos) ocurrieron por comisin; 29% (58 casos)por aquiescencia y 9% (19 casos) por omisin del Estado mexicano. Creemosimportante recordar cules han sido los porcentajes anteriores: en el ao 2011

la comisin se present en un 37%; en el primer trimestre de 2012 en un53.8%; de mayo de 2012 a noviembre de 2012 en un 57%, y de diciembre de2012 a mayo de 2013 en un 45%. Creemos que el aumento en la modalidadde comisin durante el gobierno de EPN se debe a que diferentes actores enlos tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal se sienten fortalecidoscon el triunfo del PRI, y eso los hace demostrar su poder y su impunidad, puessi bien pudo haber contradicciones entre PAN (Gobierno Federal) y PRI (go-biernos estatales) hoy no las hay. Es decir, toda la maquinaria nica que es elPRI vuelve al poder.

Grfica 3Nmero de casos de VDH por tipo de vctima

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133

47

24

0

20

40

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100

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140

Persona Organizacin Comunidad

Como se puede apreciar, 65% de las agresiones y ataques son dirigidoscontra personas, 23% contra organizaciones y 12% contra comunidades.Con estas cifras se consolida la tendencia del informe anterior: un incrementode VDH a comunidades; sin embargo, la represin poltica dirigida especfica-mente a personas, sigue siendo utilizada por el Estado como un mecanismopara desarticular luchas y movimientos de defensa de derechos humanos. El

hecho de que se incrementen los ataques a las comunidades pone en peligroa una mayor cantidad de personas que, por lo regular, no estn preparadaspara documentar las VDH, lo que constituye un reto debido a la necesidad deimpulsar el aprendizaje de la herramienta de los derechos humanos para poderluchar por la justicia, la verdad, la memoria y la reparacin integral.



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Grfica 4Casos de VDH por gnero

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Se observa que los hombres constituyen 65% de las vctimas, las mujeres26%, y en 9% se desconoce el dato. De acuerdo con el anlisis de las cifras,

continua la tendencia de que los hombres son ms agredidos, sin embargo,hay que decir que apenas se tiene un par de aos con un trabajo ms espe-cializado en la deteccin de VDH de las mujeres defensoras. No obstante, in-sistiremos en que no toda agresin o ataque constituye necesariamente unaviolacin a los derechos humanos, y este informe se reduce a documentarlas VDH que sufren las personas defensoras de los derechos humanos.

Grfica 5Tipologa de las agresiones

1235

86

0

20

40

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100

Sedesconoce Mujeres Hombres

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0

16

106

54

8

18

3

1

0 20 40 60 80 100 120

Amenazas

Dao a la propiedad

Intervencin de comunicaciones

Allanamiento

Hostigamiento

Agresin

Agresin Colectiva

Criminalizacin

Afectaciones por la ineficiencia del Mecanismo

Desplazamiento forzado

Existieron 274 agresiones o ataques, de un total de 204 casos, que consti-tuyeron una serie de VDH y que tuvieron como motivacin la labor de las per-sonas defensoras. Si comparamos estas cifras con los dos informes anteriores,que abarcaron 2011-2012 y 2012-2013, es claro que la amenaza (47% y 29.4%,



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respectivamente) ha sido desplazada como la forma que utilizan por excelencialos perpetradores, y que su lugar ha sido tomado por el hostigamiento (38.68%)y las agresiones (22.62%), lo que ha dejado a las amenazas en tercer lugar

(17.88%) tendencia que ya se mostraba desde el informe 2012-2013, cuandoel hostigamiento