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  • 7/27/2019 Informe Final Campo 2-Ana Luca Araujo Raurau

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    PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL PERUFacultad de Ciencias SocialesEspecialidad de AntropologaCurso: Prctica de Campo 2Profesor: Alejandro Diez Hurtado

    Informe de Campo

    Alumna : Ana Luca Araujo RaurauCdigo : 20094316Semestre : 2013-1

    Introduccin

    El funcionamiento de las haciendas en el Per y en especfico la organizacin de laproduccin agrcola que se daba dentro de ellas ha sido objeto mltiples estudios ennuestro pas. As pues, desde ejemplos de la sierra sur (Favre 1967, Matos 1976) comode la costa norte (Minaya 1986) sugieren que la apropiacin del producto agrcola por

    parte de los hacendados, sustentada en la propiedad de la tierra de los mismos, era larelacin de produccin que permita reproducir dicho sistema de Hacienda. De estamanera, si un pen u yanacona hubiera querido obtener derechos sobre los productos dela tierra slo tena dos opciones: o los adquira por compra-venta en los negocios de la

    hacienda, o los adquira por un contrato especial con el hacendado a cambio de trabajo,o de cierta parte de la produccin. Por tanto, la supervivencia del trabajador de la tierray de su familia estaba condicionada siempre por una economa dominada por los

    patrones, reproducindose as la relacin servil inicial. La tierra para quien latrabaja, lema del gobierno de J. Velasco, nos remite entonces menos a un reclamo porla propiedad de la tierra en s que a una protesta por el derecho al fruto de la misma.

    En la actualidad, las haciendas de antao y sus regmenes serviles han desaparecido casipor totalidad. Los trabajadores otrora desposedos conforman ahora un campesinado ensu mayora propietario de la tierra, inserto cada vez ms en lgicas de produccin

    mercantil producto de la ampliacin y globalizacin del mercado de alimentos. Estoadems en un contexto cada vez ms evidente de concentracin y de presin sobre latierra por parte de industrias agrcolas1 (Anseeuw y otros 2012) que demandan nuevos,mejores y mayores cantidades de productos del campo. En ese sentido cabe

    preguntarnos Qu relacin existe entre agroindustrias y agricultores? Qu roles dentrode la produccin asume el campesinado y las agroindustrias? De qu manera sedistribuyen el producto de la tierra? Pensando adems en trminos comparativos sonlas formas de obtener de la produccin agrcola de las agroindustrias similares a las de

    1

    2012Ward Anseeuw, Liz Alden Wily, Lorenzo Cotula, and Michael Taylor. Land Rigths andthe Rush for Land. Findings of the Global Commercial Pressures on Land Research Project.Roma, ILC

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    la Hacienda? En qu se asemejan/distancian? Sobre la base de estas preguntas, esteinforme pretende indagar mediante el ejercicio de la comparacin, las diversas lgicasde apropiacin del producto que involucran hoy a industrias agrcolas y agricultores enel caso particular del Centro Poblado de Santa Elena, Vir, La Libertad. Con estofinalmente, esperamos contribuir a dar un panorama de las transformaciones queatraviesa la produccin agrcola en nuestra coyuntura actual y desde esto, la posicineconmico-poltica del campesinado peruano en la sociedad.

    El trabajo de campo del cual es producto este informe fue llevado a cabo en el marcodel curso de Prctica de Campo 2 de la especialidad de Antropologa de la PontificiaUniversidad Catlica del Per. La investigacin etnogrfica tuvo lugar comomencionamos lneas arriba, en el C.P. Santa Elena, que se caracteriza precisamente porser an una zona agrcola de ex-hacienda. El tiempo de estada en la zona fue deaproximadamente 6 das, lo cual nos remite a dos precisiones ms acerca de nuestra

    investigacin. Por un lado, teniendo en cuenta lo parmetros del curso, el enfoque queelegimos adoptar durante nuestro campo fue cualitativo y microsocial, lo que supone unnfasis en el examen de las relaciones que se tejen y vinculan a los actores alrededor del

    proceso de produccin y en especfico del usufructo, as como de las significaciones yvaloraciones que se ponen en juego en esta interaccin. Esta mirada sin embargo noimplica una comprensin aislada y sincrnica de los fenmenos: todo lo contrario, laconciencia de que los agricultores, los peones, los intermediarios y las empresas estninsertos en procesos histricos y econmicos-polticos ms amplios y complejos es unaconstante a lo largo de esta investigacin. Por otro lado, el corto lapso de trabajo en lazona y por ende, la restringida informacin a la que hemos podido acceder hacen de estauna investigacin estrictamente exploratoria, que debe ser valorada como tal. Estosignifica que las conclusiones a las que lleguemos aqu no pretenden ser incuestionablesni absolutas, sino ms bien, se trata de poner sobre la mesa nuevas ideas que puedan serdebatidas por acadmicos, autoridades polticas locales y los mismo agricultores.

    Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, vamos a discutir las preguntas quehemos planteado al inicio a partir de tres momentos histricos que hemos identificado:1) La poca de hacienda, concentrndonos en especial en la relacin en torno alusufructo entre hacendado y colono 2) Un periodo intermedio, que corresponde a la

    corta vida de la Cooperativa Agraria y los procesos de parcelacin posteriores y 3) Elcontexto actual, haciendo un especial nfasis en los vnculos que se dan dentro del

    proceso productivo entre agricultores y agroindustrias que reproducen y se derivan delos derechos que se ejercen sobre los productos de la tierra.

    El poder de la propiedad de la tierra. Coloniaje en pocas de HaciendaLa Hacienda Santa Elena se conform a partir de la reparticin de la Hacienda ElCarmelo - que hasta a inicios de la dcada de los 50s abarcaba ms de 4 500 Ha detierra- entre las tres ramas de herederos que posean derechos sobre la extensin de la

    tierra. En el proceso de la separacin entonces, a la nueva hacienda Santa Elena se leasign cerca de 1000 Ha de tierras frtiles irrigadas directamente por las aguas del ro

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    Vir y otras 1000 Ha de tierras eriazas, desiertas o de monte. Estas tierras fueronadjudicadas a los ingenieros F. De la Puente y Luis Fernando Ganoza, siendo en la

    prctica ste ltimo el que recibi y se encarg de la administracin de la Hacienda y alque todos los obreros reconocan como hacendado segn testimonio. Esta divisin delas tierras gener adems una redistribucin de los bienes y activos tales como lascabezas de ganado con los que contaba El Carmelo, las mquinas desmontadoras, eincluso los canales de riego existentes. Se construyeron por ejemplo, nuevas bocatomas

    principales que correspondieran a cada Hacienda y tapias para evitar el usoindiscriminado de agua de cualquiera de las partes.

    Incluso la fuerza de trabajo que agrupaba la otrora hacienda El Carmelo tambin fuerepartida:

    Entonces el hacendado inform pues no, se va a dividir las haciendas y todo eso.Entonces les dijo a los colonos y a los obreros, ya miren vamos a reubicarlos a todos,

    los que quieran seguir en El Carmelo den un paso al costado. Los que quieran estar conMara Laura, den un paso a la izquierda, y los que quieran venir a Santa Elena sequedan en su sitio. As fue entonces mi padre se qued noms pues. (Agricultor)

    A primera vista, la distribucin de los trabajadores implic que stos eligieran alhacendado con quien preferan trabajar y en dnde preferan vivir. Las lealtades, lasvaloraciones sobre los hacendados y las expectativas de vida de los diferentes tipos de

    peones y obreros influyeron en esta decisin. Vemos entonces que la divisin de lastierras que dio paso a la creacin de la hacienda Santa Elena, fue adems un proceso dedivisin territorial por el cual se fijaron lmites y fronteras2 en la propiedad de la tierra,de otros bienes pero tambin de la mano de obra y de sus relaciones con el hacendado.

    Son justamente el mantenimiento de estos vnculos entre trabajadores y hacendados losque permitieron que el funcionamiento de la Hacienda y los roles que sus distintosmiembros asuman no se transformaran sustancialmente. Santa Elena al igual que suhacienda madre El Carmelo, sigui siendo un eminente espacio agrcola caracterizada

    por el cultivo de pan llevar o productos de consumo directo en los hogares comotomates, ajes, cebollas, lechugas, zanahorias, arverjas, lentejas y otros que se vendantanto dentro de la misma hacienda como para los mercados locales de Trujillo y otrasciudades de la costa norte. Otros productos ancestrales como la caa y el algodn eran

    tambin sembrados aunque en menor cantidad, ya que stos estaban dirigidosfundamentalmente a la exportacin o a las grandes procesadoras azucareras yalgodoneras como Cartavio y otros trapiches. La produccin era dirigida por elhacendado Don Luis Fernando, que como propietario, haca producir las tierrascontratando de distintas formas con trabajadores, peones o colonos a cambio de

    productos, salarios o pequeas cantidad de tierras dependiendo del caso.

    2 Esta divisin territorial ha sido el sustento para las formas posteriores de administracin de la

    tierra y de la poblacin. De esta manera, las Cooperativas Agrarias y los Centros Poblados quese conformaron dcadas despus siguieron esta triparticin entre Santa Elena, El Carmelo yMara Laura.

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    Para el caso de los obreros y los peones comunes de Santa Elena, al ser en su mayoramigrantes de la sierra de La Libertad en busca de empleo, las condiciones de trabajosolan ser bastante duras: vivamos en un corralito por las chacras, yo era chiquilla, ahmi mam viva conmigo. Salamos a trabajar a la chacra hasta la noche, a cuidar lostomates, despus nos pagaban con plata, algunas veces con productos (Ex-trabajadorade hacienda). As pues, los trabajadores dependan estrictamente de la demanda defuerza de trabajo por parte de la Hacienda para su supervivencia, que slo era alta en laspocas de siembra y cosecha de la nica campaa al ao que se poda realizar por lascondiciones geogrficas de la zona. En efecto, las sequas o la disminucin de agua delro Vir eran las principales y ms comunes trabas para la contratacin de los obrerosquienes muchas veces tenan que realizar labores extra para asegurar el alimento, oendeudarse en las bodegas de las haciendas para poder subsistir. Los precios de losalimentos adems, suban mucho dice, como todos queran, entonces nadie tena paracomprar, incluso los que trabajaban ah porque lo que les pagaban no les alcanzaba

    (Agricultor).

    Los colonos en cambio, vivan bajo otro rgimen de trabajo y de vnculo con elhacendado que trascenda por mucho lo meramente salarial. A comparacin de losobreros, la posesin de una cierta cantidad de hectreas de tierra otorgadas por elhacendado les permita a los colonos tener una posicin diferente en el mbito de laHacienda. En ese sentido, muchos de los colonos en Santa Elena por ejemplo, fueronadems trabajadores de confianza del patrn:

    Mi viejo era trabajador en la hacienda pero no as de la chacra como t ves que eran

    todos los dems, mi viejo era colono. Haca de caporal de un sector ac en Santa Elena,haca cosas administrativas as por all, por eso le dio este terreno que estabajustamente al frente de la casa de Don Luis Fernando para que hiciera su casa le dio.

    As pues, los colonos eran parte importante de la gestin de la hacienda y estaba por logeneral ligados a la administracin y la supervisin de la produccin agrcola y delriego. Fueron los primeros adems en obtener casas en el ncleo del sector urbano enSanta Elena, por lo que podemos encontrar en la actualidad, hijos de colonos con

    predios alrededor de la plaza principal del Centro Poblado por ejemplo.

    El peso de la figura del hacendado y la cercana que logr entablar con muchos de sus

    colonos se extenda adems hacia toda la familia. As pues, algunos de los hijos de loscolonos mejor posicionados tenan el privilegio de estudiar con los hijos de loshacendados; asimismo, las esposas de los colonos eran usualmente las que servan en lacasa del hacendado como empleadas de la esposa del hacendado y nodrizas de sus hijos:

    Cuando ramos chiquitos me acuerdo el hacendado lo dejaba a sus hijos con mi mam

    pues, mi hermano y yo jugbamos con los gringuitos. Una vez incluso la mismahacendada la esposa le dijo a mi mam que los llevar a pasear a los gringuitos, que loscuidara noms. Mi mam les haca cario. (Agricultor)

    Los colonos y sus familias enteras por tanto, tenan en Santa Elena el favor delhacendado, llegando a haber casos incluso en dnde los patrones los apoyaron condinero la educacin superior de sus hijos, o usando su influencia para la obtencin de

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    empleo en la ciudad. La lealtad y el profundo respeto que le guardaban los colonos a supatrn eran por supuesto, bastante grandes3.

    Es en este marco de confianza y mutua consideracin donde se estructura el contrato ocesin de hectreas de tierra entre el hacendado y los colonos. ste primero les otorgabaun aproximado de 4 Ha de tierras de monte o eriazas, o aquellas tierras llenas dehierba mala y bosque, que se ubicaban alrededor del casco productivo de Santa Elena yque por lo general guardaban una distancia significativa de los canales de regado

    principales. Los colonos, una vez aceptado el trato, tenan que arreglrselas comopudieran para limpiar la tierra, nivelarla, sacar todas las races y construir los canales deriego que pudieran hacerlas cultivables. Aunque este proceso de habilitar las tierras nosiempre tuvo xito por la condicin especial algunas y la ausencia de tecnologa msdesarrollada, los colonos en Santa Elena tenan la posibilidad adems de habilitar mstierras colindantes y con esto ampliar la frontera agrcola: A mi pap le dieron 3 Ha

    noms, pero ya pues l se fue ampliando solito hasta llegar a las ocho, como todo eramonte por ac ya se extendi noms (Agricultor). Algunos colonos incluso llegaron aextenderse por poco ms de 20 Ha constituyndose as como focos de demanda defuerza de trabajo local y de oferta de productos para los mercados cercanos.

    A cambio de ello, el colono se comprometa a darle al hacendado una fraccinespecfica de toda la produccin agrcola y pecuaria, fraccin que vari desde un quintala inicios de la hacienda Santa Elena hasta un tercio a vsperas de su expropiacin. Cadatres meses entonces, llegaba un tcnico enviado por el hacendado quin revisaba los

    depsitos de los colonos y escoga el mejor quintal o el mejor tercio de la produccin, yelega entre los carneros y terneros al mejor quinto o tercio para llevrselos a losalmacenes y granjas del patrn. Bajo este acuerdo, el hacendado incrementaba

    peridicamente la cantidad de los productos de los que dispona sin tener que invertir opagar por la fuerza de trabajo que implicaba dicha produccin. De esta manera, supropiedad sobre las tierra le permita al hacendado ejercer derechos sobre los frutos dela misma generndole una ganancia a modo de renta o alquiler. Asimismo, la expansinde la frontera agrcola liderada por los colonos asegur para los hacendados laampliacin del nmero de tierras cultivables de su propiedad ahorrndose la inversin,lo que les permiti adems incrementar an ms sus rentas: el hacendado al contrariono se molestaba, quera que ampliasen ms y ms sus tierras por eso mi pap buscabams porque nadie deca nada. As cuando quera ampliar bamos todos y cortbamos losrboles para habilitar la tierra (Agricultor).

    En ese sentido, para el proceso productivo de dichas tierras, el hacendado no sloparticipaba con la cesin del espacio, sino que prestaba sus mquinas a los colonos paraque stos pudieran nivelar, gradar o barbechar la parcela, lo cual era apreciado por suscolonos: Don Luis Fernando me prestaba claro, los colonos pedan para tal fecha

    3

    Los hijos de colonos con quienes pudimos entablar conversacin siguen llamando alhacendado Don Luis Fernando y recuerdan mucho su benevolencia y cario que l les tena asus padres.

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    necesito el tractor patrn, y efectivamente, el hacendado mandaba su tractor con sumaquinista incluido (Ex-colono). Otros insumos como el abono y venenos, aunque enmenor cantidad, eran tambin prestados al colono a cambio de dinero o de una mayorcantidad de productos. El aprovechamiento y la productividad de las parcelas de loscolonos entonces, dependan en mucho de la tecnologa e insumos que los hacendadosadquiran y usaban para cultivar sus propias tierras. De esta manera, el proceso

    productivo de baja intensidad caracterizado por la escasa cantidad de agua disponible yla orientacin a auto-abastecimiento interno y al mercado local de alimentos, seexpandi hacia los colonos como modelo de uso y tenencia de la tierra.

    As pues, stos tambin se dedicaron al cultivo diversificado de pan llevar, con unaproduccin anual orientada en parte a asegurar la alimentacin familiar teniendo encuenta la renta que les iba a ser requerida por el hacendado, y por otra parte a la ventaen los mercados locales de Trujillo y otras ciudades menores en caso de produccin de

    excedentes: mi viejo sembraba productos de todo nada as para procesar todo de frente.De ah le coga el hacendado y cogamos nosotros tambin para comer, nada no bamosal mercado, a veces a la bodega. Lo dems lo bamos a vender a la ciudad o por acentre la gente de ah sacaba para nuestros estudios (Agricultor) Los colonos en efecto,se caracterizaban por tener una produccin estructurada por lgicas de autoconsumo

    pero tambin de venta el mercado, ganancia que fundamentalmente se diriga a otrostipo de necesidades como la educacin de los hijos en institutos tcnicos de Trujillo.

    Del derecho sobre el producto a la posicin en el mercado

    Llegada la Reforma Agraria a Santa Elena, la primera accin de los funcionarios delEstado fue realizar un catastro de los bienes, ganado y tierras con las que larecientemente formada Cooperativa iba a funcionar. Las casas, la maquinaria y loscientos de cabezas de ganado del hacendado fueron los primeros en ser posesionados.Expropiar la tierra fue sin embargo, un proceso bastante ms conflictivo y muchas vecesinfructuoso. Algunas tierras que haban sido tomadas por los obreros en el lapso entre elabandono del hacendado y la llegada de los tcnicos de la Reforma, fueron tomadas nosin una larga negociacin por estos funcionarios. Las tierras de colonos en cambio, no

    pudieron ser despojadas en su totalidad ya que posean una serie de documentos

    dejados por el hacendado que probaban que ellos eran propietarios legales de sus tierras.Muchos colonos incluso, sobre todo aquellos que haban ocupado menos tierra,aprovecharon la llegada de la Cooperativa para ganar ms terreno: A mi pap elhacendado le haba dado poco, pero ya pues como la Cooperativa iba a ver para ya decirhasta aqu es tu propiedad, entonces aprovech para ampliarse un poquito (Agricultor).

    Otros colonos en cambio, aquellos que haban ampliado significativamente su propiedaddurante la poca de hacienda s tuvieron otro tipo de problemas con la nuevaCooperativa. En efecto, los colonos que contaban con 20 Ha por ejemplo, tuvieron queceder ante los pedidos de la dirigencia de abandonar al menos un parte de su propiedad.

    Este despojo se institucionaliz en una de las primeras normas que se dictar al interiorde Santa Elena, que regulaba que la cantidad de tierras que una persona natural podra

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    tener era mximo 14 Ha. As pues, la Cooperativa Santa Elena pudo ampliar su fronteraagrcola por esta serie de expropiaciones, llegando un ao despus de haber sidoconstituida a poseer aproximadamente 1400 Ha cultivables segn clculos de nuestrosinformantes. Esto signific adems el incremento de las migraciones desde la Sierra deLa Libertad quienes en vista de la nueva demanda de trabajo, decidieron convertirse entrabajadores de la empresa. Esto dio paso a otra decisin importante de la Cooperativa ysus socios, que fue la creacin de una avenida principal y la habilitacin de una zonaurbana para los antiguo obreros, ahora socios de la Cooperativa, y los nuevos obrerosmigrantes que llegaban a Santa Elena.

    Esto proceso de reconfiguracin y apropiacin espacial sin embargo, no impidi quemuchos terrenos eriazos y de monte fueran invadidos por agricultores y por otrosagentes externos. Este es el caso emblemtico de Santos Senz, quien tras dedicarse alrobo a fines de la Hacienda logr, a su regreso de Lima, invadir cerca de 20 Ha de tierra

    de monte supuestamente propiedad de la Cooperativa: Vino con gente maleante, paracuando la dirigencia se enter el muy pillo ya haba limpiado para que se puedacultivar. Ya no se pudo hacer nada, acept noms. (Agricultor). La tecnologa de riegoque trajo consigo la llegada de la Cooperativa, como las bombas de agua o los pozostubulares, permiti que otros agricultores tambin empezaran a ocupar tierras perifricasformando as un nuevo grupo de propietarios en Santa Elena en conjunto con los ex-colonos. stos empezaron a producir y vender a los mercados locales de maneraindependiente a la Cooperativa, la mayora orientados parcialmente al mercado yalgunos pocos totalmente: mi pap ya como quera mandarnos a estudiar, empez a

    producir en cantidad en todas sus 14 Ha bamos a vender ms que antes, lo llevbamos aVir a vender (Agricultor).

    sta por su parte, intent establecer un cambio respecto al funcionamiento de laHacienda. Los otrora obreros asalariados de la Hacienda pasaron a ser socios dentro dela nueva organizacin de la Cooperativa: si bien seguan trabajando en las tierras, tenan

    participacin activa en espacios de decisin como las Asambleas, adems de tenerderechos sobre las ganancias de la empresa. Los nuevos migrantes en cambio slofueron tomados como asalariados y eventuales. En trminos productivos, con elfinanciamiento fiel del Banco Agrario, la Cooperativa redujo considerablementecualquier cultivo para la exportacin como el algodn y la caa (cf. Minaya 1986)mientras aument su produccin de pan llevar e incursion en los cultivos de tabaco

    para la industria nacional. Dicha produccin, en tanto empresa, era dirigida menos almercado interno de Santa Elena y por tanto, menos al control de la oferta de alimentosde la localidad; y ms a ser vendida en Trujillo y otros mercados citadinos: Claro,vendan a los mercados, haba gente que vena a llevarse la lenteja, el aj, lo ms que

    pudieran llevarse porque eso era ganancia de los socios (Agricultor). El tabaco encambio era directamente vendido a las procesadoras, producto que era demandadoconstantemente aunque no en cantidades suficientes para exceder la produccin de las

    tierras en Santa Elena.

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    Esta apertura al mercado produjo la incorporacin de Santa Elena a circuitoscomerciales cada vez ms amplios, en un contexto en que la disponibilidad del recursoagua no haba aumentado proporcionalmente al nmero de tierras cultivadas. En efecto,la escasez del agua todava an significaba una limitacin importante para la

    produccin, sobre todo en pocas de sequa. Esto sumado a la inexperiencia de ladirectiva pues y las malas decisiones de la Asamblea tambin que no saban bien cmoadministrar (Ex-dirigente de la Cooperativa) conllevaron a grandes prdidas deinversin. Estos problemas se manifestaron en los constantes cambios de dirigencia, loque finalmente devino en el fracaso econmico y la estricta dependencia de los crditosdel Banco Agrario para la subsistencia de la empresa. En este contexto, las huelgas y

    paros organizados por los asalariados abundaban en protesta por los varios meses desueldos impagos: No nos pagaban, nos dejaron de pagar como no s cuntos meses,nos daban algunas cositas cebollas, camotes, maz pero de eso no se vive pues (Ex -obrero de Cooperativa). La crisis econmica constante en la que viva la Cooperativa

    Agraria Santa Elena, ms la posterior negativa de crdito del Banco Agrario, conllev aque slo 8 aos despus de su creacin, en 1981, se diluyera esta empresa colectiva.

    Con el fin del financiamiento y la inmensa deuda los socios y obreros llegaron alacuerdo de vender las maquinarias y el ganado acumulado a los mejores postores, ascomo de empezar el proceso de parcelacin de la tierra para evitar la expropiacin delas tierras de toda Santa Elena por el Banco. Dicho proceso deba iniciarse respetando laantigedad de los obreros en el lugar: a los socios se les otorg 7 Ha de tierra, a lostrabajadores asalariados y eventuales se les dio 3 Ha, y a las personas jubiladas que

    hubieran trabajado desde la Hacienda se les dara 1 Ha de tierra, comprometindose aasumir cada uno una parte de la deuda que se tena con el Banco. Esta parcelacinnuevamente, no afectara a los propietarios privados como ex-colonos que entonces

    pasaran a ser los propietarios con mayor cantidad de Ha en Santa Elena.

    Esta ampliacin de la posesin privada de las tierras, produjo adems la diversificacinde la unidad de produccin familiar en toda Santa Elena. La familia se constituy como

    principal fuente de mano de trabajo para la tierra, lo que no signific en absoluto laeliminacin del trabajo asalariado. Todo lo contrario. A mediados de los 80s el boomde la exportacin que se concret con la llegada de las procesadoras a Vir, anim ladinmica productiva en Santa Elena produciendo nuevos flujos de migracin de la sierralibertea. En ese sentido, la dependencia de un mercado local fluctuante y con precios

    bajos para los agricultores gener que muchos parceleros y ex-colonos en Santa Elenamigraran del tpico pan llevar al cultivo intensivo de productos de exportacin, enespecfico del esprrago. Se pas con esto de una produccin para el mercado local, auna casi total produccin para el mercado internacional que tena una demandaconstante de esprragos y con mejores precios en chacra para ellos. En efecto, todosde repente empezaron a cambiar, antes veas de todos los colores, verde, rojo, naranja,morado, pero de repente zas, todo verde veas del esprrago, purito esprrago. Los

    precios muy buenos del esprrago, la compra segura de sus productos, y la fertilidad delas tierras conllevaron a la vuelta al monocultivo en Santa Elena.

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    Este giro productivo implic adems que las procesadoras como IVSA o Loyer,mediante el establecimiento de pactos comerciales, tuvieran una participacin especficaen el proceso productivo del esprrago: Quiero producir esprragos le decas elingeniero, ya te decan, quieres que te apoyemos, listo Sandoval, te vamos a dar abonos,y herbicida para tu planta luego al final nos devuelves (Agricultor). As pues, cuando elcapital de los campesinos no era suficiente para sembrar todas sus Ha, las esparraguerasfinanciaban parte de los costos de produccin asegurando adems un rendimiento alto

    para las plantas. Mediante este prstamo, las procesadoras estaban adems involucradasdirectamente en la transformacin de la definicin del uso la tierra que se manifestabaen la utilizacin intensiva de productos qumicos con el fin de aumentar la

    productividad y las ganancias producidas. El periodo del esprrago signific justamenteel periodo de mayor bonanza monetaria para los santa eleneros:

    Iba al banco para cobrar mi pago y sala con sacos y sacos de intis, te digo que el

    esprrago te pagan 20 intis por kg digamos en poca de cosecha yo sacaba cajas de porhectrea 40 cajas de 20kg y era diario porque el esprrago te da diario por tres meses.Todos andaban con sus sacos de plata ya no haba ni dnde ponerlos. (Agricultor)

    Esta bonanza si bien no se manifest en el surgimiento de empresas, o adquisiciones denuevos predios por parte de los agricultores, s se concret en las mltiplestransacciones sobre la tierra. Aprovechando el alza nunca antes vista de los precios de latierra, y las ganancias ahorradas por las ventas del esprrago muchos agricultoresdecidieron que era un buen momento para vender sus tierras y migrar a Trujillo: Elseor vendi toditas sus 7 Ha, todo, como subi hasta $ 2000 por Ha, imagnese en esapoca jams se pensaba que fuera a costar en dlares, as otros tambin se quedaron ennada (Agricultora). Esta intencin de venta permiti que los medianos propietarios eincluso los parceleros ex-socios de la Cooperativa aumentaran la extensin de sus tierrasen 1 o 2 Ha.

    Esta dinmica econmica sin embargo fue interrumpida por el shock monetario delgobierno de Alberto Fujimori en 1992. Las procesadoras principales como IVSAquebraron, los intermediarios apiladores y transportistas tambin cayeron, los preciosdel esprrago se fueron por los suelos, mientras que el precio del jornal se mantuvo.

    Tcnicamente las ganancias sobrepasaban el costo de produccin por muy poco, en laprctica sin embargo, las procesadoras no tenan ni siquiera el dinero para pagar laproduccin por lo que tuvo que cerrar sus puertas y despedir a todos sus trabajadores.Ante esta situacin de crisis, algunos optaron por volver al pan llevar y afrontar comose pudiera los bajos precios del mercado local; otros en cambio, optaron por producirmaz amarillo duro a precios bajsimos a los intermediarios que an existan. Lamayora sin embargo, abandonaron sus tierras o empezaron a trabajarlas al partir.

    Nadie tena para cultivar sus 7Ha. Muchos elegimos irnos a zonas pesqueras o a otrosempleos porque era imposible. En Santa Elena la gente robaba ganado por la

    desesperacin, eso nunca haba pasado (Agricultor)

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    En esta situacin catica, aquellos agricultores que haban apostado por mayoresinversiones fueron los ms perjudicados ya que imposibilitados de pagar sus prstamostuvieron que poner en venta parte de sus tierras. Esto propici el ingreso de nuevosempresarios a Santa Elena, como es el caso del reconocido Walter Pea hijo: Se diceque el pap de Pea trabajaba en la Cmara de Comercio, ah se dio cuenta de no scuntas tierras aqu iban a ser embargadas por el banco. Ya pues vino Peita, jovencitode 20 aos, con otros de sus amigos y compraron cantidad de tierras (Obrero del fundoPea). Otros empresarios nacionales como J. Miranda o extranjeros como P. Lotharadquirieron entre 12 y 30 Ha de tierra en remate. Los medianos propietarios poderososcomo Senz y otros ex-colonos que haban sobrevivido a la crisis del 92 aumentaronsus tierras entre 3 y 10 Ha. El efecto inmediato de estas compras fue el aumentosignificativo de pequeos propietarios entre 2 y 5 Ha, quienes pasaran a ser la mayoraen conjunto con los herederos de las tierras parceladas.

    La sumisin de la propiedad de la tierra. La agricultura en poca de lasagroindustriasSuperado el momento crtico del shock y establecida la nueva configuracin de la

    propiedad de la tierra, los pequeos agricultores del ahora Centro Poblado Santa Elenaoptaron por regresar al cultivo de productos como la caa de azcar y el maz amarilloduro. stos eran vendidos a los intermediarios transportistas, quienes despus de

    barbechar el producto, lo comercializaban entre las avcolas y las pequeas azucarerasexistentes en la zona. Si bien stos no traan grandes rditos, permitan al menos tenerganancias medias suficientes para satisfacer las necesidades de la familia: Bueno ya

    todos bamos con el maz, otros pocos con la caa, era lo ms estable que podamostener y algo se ganaba si quiera pa comer, pal colegio se consegua (Agricultor). Otrosproductos de exportacin como la flor del mary gold, que necesitaba cantidadesreducidas de agua para cultivarse, tambin eran producidos por los santa eleneros. Losmedianos propietarios como Pea, Sanz, Miranda y ex-colonos en cambio, prefirieronarrendar sus tierras al mejor postor esperando un mejor momento para la agricultura.

    Con el anuncio de la construccin del Proyecto Especial de irrigacin Chavimochic(PECH) en 1994, y el comienzo de las obras en Chao y Vir a inicios de 1998 laagricultura en Santa Elena dio un giro importante. Por un lado, dentro de Santa Elena,se transformaron los trminos de la propiedad de la tierra: ya que los requisitos paraformar parte de los canales de irrigacin exigan el saneamiento de las parcelas, loscampesinos se vieron obligados a registrar sus propiedades ante el Estado. Para el ao2002, ya se haba logrado una cifra de titulacin cercana al 100% en Santa Elena segnlos datos de la Comisin de Regantes. En trminos de la productividad de la tierra, lagran cantidad de agua desviada del ro Santa y el nuevo sistema de canales construidos

    por el proyecto ha permitido que en la actualidad cerca de 2000 Ha de tierra estnsiendo cultivadas en Santa Elena de manera eficiente: antes de Chavimochic tu veas marrn todo, seco porque cuando no haba agua uy era terrible, con el proyecto pucha

    que toditito verde, las 2000 Ha, ni en los mejores sueos del hacendado (Agricultor).Para los campesinos entonces, se abri la posibilidad de trabajar sus distintas parcelas

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    en tiempos diferenciados, segn los precios del mercado y la necesidad de dinero. Lasrestricciones para la siembra masiva de productos de alta demanda hdrica como la caao el algodn tambin disminuyeron.

    A nivel de todo el valle de Vir y de Chao, se dio adems la llegada de las industriasagrcolas a los desiertos intermedios convertidos en valles gracias a la irrigacin. Parael 2003 ya estaban instaladas TAL S.A., Nicolini, y Camposol quienes adquirieron entrelas tres cerca de 15 000 Ha de tierra cultivable. La primera se dedica a la produccin deesprrago verde, mientras que las ms grandes, Nicolini y Camposol, se han dedicado a

    productos variados desde el esprrago, la palta, el pimiento, los arndonos, los zapallos,etc. El mismo ao, la empresa danesa Danper S.A. que vena trabajando como planta

    procesadora de alcachofa desde el 1994, adquiere cerca de 1000 Ha para el cultivo dealcachofas y otras hortalizas. De la misma manera, la empresa colombiana La ManuelitaS.A. compr la antigua desmontadora de azcar Industrial Laredo S.A. y logr hacerse

    de cerca de 2300 Ha para ser dirigidas el cultivo de caa.

    Para los santa eleneros la llegada de las agroindustrias ha representado al igual que paralos AAHH, una mayor demanda de mano de obra asalariada tanto para el trabajo enempresas como trabajo agrcola, generando con esto nuevos flujos de migraciones azonas urbanas recientemente conformadas. Pero adems, representa para losagricultores la oportunidad de vender sus productos a mejores precios que con losintermediarios y los mercados locales. Se ha constituido entonces un flujo si bien noestable al menos s constante entre los campesinos y las agroindustrias en donde bajo

    distintas circunstancias, los primeros se convierten en proveedores de los segundos.Como era de esperarse, esta articulacin comercial sumada a la nueva irrigacin, laspropiedades tituladas, y a la coyuntura global de presin sobre la tierra ha generado unincremento en la valoracin de este bien que en trminos monetarios ha pasado decostar $2000 por Ha en tiempos del auge del esprrago, a $20 000 por Ha en laactualidad. Las percepciones de los campesinos acerca de la venta de la tierra tambinhan variado: La tierra no se vende, aunque sea la arriendas pero no se vende. Todos losque vendieron antes mira cmo estn, en cambio la tierra es un bien que se vavalorando, ms tarde cuesta ms (Agricultor). En esa lnea, las transacciones porcompra-venta de la tierra se han visto claramente disminuidas, lo que se constituyecomo una clara barrera para la demanda de las agroindustrias.

    Este congelamiento del movimiento de la tierra ha producido entonces la bsqueda porparte de las agroindustrias, de otras formas por las pueden hacerse de los productos de latierra. Esto bajo la calidad y los estndares que los productos necesitan para losmercados internacionales. Una de estas formas es el alquiler de la tierra:

    Los contratos de alquiler de tierras dan a las empresas total dominio de la produccin delas parcelas, con la exclusin de hecho de los agricultores. En efecto, cuando elagricultor arrienda su tierra o deviene en obrero agrcola (pen), la desvinculacin con

    su parcela es total. (Marshall 2008: 569-570)

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    Segn los registros de la Comisin de Regantes, para el 2006 Danper y Camposolarrendaban entre ambas un promedio de 420 Ha por campaa. Esto es, casi 25% deltotal de tierras de Santa Elena eran arrendadas especficamente para la siembra de laalcachofa. La alta demanda de este producto en el mercado internacional empuj a lasagroindustrias a hacer este tipo de inversiones y contratos en donde se paga por elderecho a usar la tierra, obteniendo as el derecho sobre los fruto de ella: mediante elarriendo el aumento de la produccin depende del aumento de las tierras. Adems,como bien seala Marshall, al tener derechos de usar la tierra, el contrato de alquiler le

    permiten a las empresas asegurar la calidad de sus productos mediante la aplicacin defuerza de trabajo regulada, el uso de insumos qumicos como vitaminas y venenos; orevisiones y cuidados tcnicos constantes; todo con el fin de mantener su posicin eincrementar sus ventas en los mercados globales.

    El rendimiento y la productividad de la tierra sin embargo, si bien pueden ser

    mejorados, no pueden contralarse completamente. Esto ha significado para lasagroindustrias el mayor riesgo a asumir en los contratos de alquiler: Danper tealquilaba ya para una ao, pero a los 8 meses la alcachofa ya no sala igual, su centrosala todo blando fofo ya no serva. T veas a Danper barbechar todo y sembrar comosi fuera agricultor su maz amarillo duro para vender a los intermediarios. Sino perda.(Agricultor). La ausencia de un clima fro continuo necesario para la produccin dealcachofa, la extensin de plagas y el exceso de arcilla en la tierra son segn losagricultores, los principales problemas para el cultivo de esta planta en Santa Elena. Elfactor impredecible de la naturaleza ha afectado tanto las expectativas de ganancias de

    dichas empresas, que para el 2010 segn registro de la Comisin de Regantes, ya habanbajado optado por buscar nuevos lugares de cultivo reduciendo sus arriendos a 135.17Ha en Santa Elena. En la actualidad, debido a un bajn de la demanda internacional dealcachofa por la agudizacin del conflicto entre ambas Coreas, durante la primeracampaa del ao slo 15.83 Ha son arrendadas por Danper, mientras Camposol ya nofigura como productor de este tipo de cultivo.

    Otros productos ms adecuados a la geografa de Santa Elena como el pimiento, laberenjena o el zapallo son motivo de arriendo actualmente. Estos contratos sin embargoparecen darse cada vez con ms recelo que antes: ahora te dicen, qu sembraste antesen tu chacra, si sembraste maz ests ganado porque el maz absorbe todos los insectos ydeja todo limpio entonces te arriendan para alcachofa. (Agricultor). Las nuevasexigencias para el arriendo adems han conllevado a que existan grupos y agricultores

    privilegiados para realizar el alquiler. Los dueos que han arrendado muchas veces sustierras o los medianos propietarios por ejemplo, que al serempresarios externos a SantaElena, han alquilado sus tierras por largos periodos de tiempo sin tener problemas porel uso de insecticidas o venenos en ellas. Las grandes extensiones de tierra que poseenadems, permite a las empresas manejar menos contratos con personas especficas:Walter Pea ha arrendado pues 21 Ha de zapallo y berenjena para Camposol, ah por

    un ao. Como siempre arrienda una parte entonces ya lo conocen, es ms fcil alquilarsus tierras (Caporal del fundo Pea). Surge entonces un vnculo de confianza y de

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    preferencia de las agroindustrias con ciertos agricultores y propietarios predilectos quepretende garantizar una cantidad de produccin adecuada con un manejo empresarial dela parcela.

    La variabilidad del rendimiento de la tierra es sin embargo un riesgo presente. Es poresto, que otra forma que han planteado las agroindustrias para poseer los frutos de latierra es el contrato habilitador:

    El comprador (la empresa) presta los elementos necesarios para la produccin plantones, fertilizantes y ayuda tcnica, mientras que el pequeo agricultor aporta suterreno y su fuerza de trabajo. El comprador fija [] la calidad de la produccin, laeleccin de los productos usados y los asuntos. [] En caso contrario, rechaza laproduccin recibida y obliga al pequeo agricultor a devolver los elementos que lefueron otorgados para su labor. Al final de la cosecha, el agricultor debe reembolsartodo aquello que el comprador le ha dado. [] Por otra parte, el agricultordebe vendersu produccin exclusivamente al comprador con el cual ha firmado el contrato.(Marshall 2008: 570)

    Es esta forma de contratar con las agroindustrias la que ha venido primando hasta elmomento en Santa Elena, en especfico para dos productos diferentes en dos momentosdistintos para la demanda internacional: la alcachofa, y la caa de azcar.

    El cultivo de la alcachofa ha sido uno de los principales producidos mediante el contratohabilitador, a pesar de que por las caractersticas de la planta, estos contratos slo

    puedan ser hechos por un mximo de dos aos por parcela. Bajo estos trminos, lasempresas se acercan a los campesinos buscando tierras buenas con el fin proponer un

    contrato y asegurar en primera instancia, la exclusividad de la compra del productomediante el prstamo de ciertos insumos a los que el campesinos no puede acceder porfalta de capital. As pues, a diferencia del alquiler, en esta figura no es necesaria la tierra

    para aumentar la produccin, por lo que no es necesario tampoco pagar una renta porella. Asimismo, el apoyo tcnico que brinda la empresa permite a la empresa, aunque enmenor medida, asegurar la calidad del producto y regular en parte el trabajo realizado enlas chacras de alcachofa.

    Todo esto, sin tener que asumir el riesgo o los costos de una baja productividad o de un

    rendimiento pobre de la tierra: 1) la fuerza de trabajo necesaria para cultivar y estar alconstante cuidado de las plantas tiene que ser asumido por el agricultor con su propiocapital, por lo que la empresa no gasta en ello; y 2) si la tierra dejar de dar una

    produccin til, la empresa puede dejar de comprar el producto, pero el campesino pagael prstamo de los insumos de todas maneras mediante la venta de las alcachofas que

    puedan ser aceptadas. Muchas veces aprovechan esta situacin para negociar menoresprecios por los productos: Entonces despus ya que les dijiste ingeniero por favor, tedicen ya mira, hagamos algo, yo te compro todo hasta que acabe la planta, pero me lovas a vender un tanto ms barato. Ya dices t, sino puedes quedarte endeudado(Agricultor). Esto se da a pesar de que muchas veces las empresas se niegan a cambiar

    los precios que pagan por las alcachofas cuando stos suben en el mercadointernacional.

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    Dicha situacin ha promovido que los campesinos reaccionen, sobre todo en periodosdonde la demanda del producto es fuerte. As pues, en los aos 2007 y 2008 cuando lademanda internacional de la alcachofa era altsima, Danper, Nicolini y Camposol sedisputaban la produccin en las tierras de Santa Elena. Los agricultores aprovecharoneso para empezar a tranzar con alguna de ellas la produccin de alcachofas de sus

    parcelas a mejores precios de los que haba acordado con la empresa que le haba hechoel prstamo de los insumos. As pues, Danper que haba hecho la mayora de contratos,empez a cosechar menos de lo normal ya que los plantones eran cosechados por laorden de los mismos agricultores en horas de la madrugada para ser vendidos aCamposol o Nicolini a precios mejores. Estas ventas ilegales produjeron incluso queDanper pusiera vigilancia en las chacras con las que haba contratado:

    Venan algunos vigilantes, as altotes y se ponan en las parcelas, pero de todas manerasen otras igual sacaban cincuenta cajas, cien cajas te pagaban hasta un dlar ms. Ponan

    tambin en la pista ac antes de llegar a la Panamericana y detenan a los carros, sitenas cajas de Camposol pero enlatados de Danper te lo decomisaban todito.(Agricultor)

    Los campesinos que optaron por negociar precios no slo se toman el riesgo de serdenunciados, sino que adems asumen el peligro de ser tachados por las empresas y conesto, perder oportunidades futuras de produccin.

    En un periodo de baja demanda de productos sin embargo, la situacin y las formas deeste contrato cambian. Este el caso de la caa de azcar, producto que en la actualidadocupa segn el padrn de la Comisin de Regantes de la primera campaa de este ao,el 65% de la totalidad de predios en Santa Elena. Esta expansin del cultivo de caa sedebe principalmente a un boom del precio de este producto a fines del 2008, cuando el

    precio por tonelada se encontraba en 135 soles. La ganancia neta por Ha que sacaba uncaero era cerca a los 40 000 soles, quienes cubran la alta demanda de Industria Laredoy del fundo Cartavio propiedad de Gloria, ambos productores de azcar refinada.Aquellos que sembraron caa con anterioridad se beneficiaron directamente de estos

    precios por tres campaas, aprovechando algunos para extender su capacidad productivacon la sobre ganancia obtenida: Como nadie quiere vender tierras, entonces arrend yatengo como 18 Ha arrendadas toditas de caa (Agricultor). Otros campesinos

    abandonaron sus anteriores cultivos y tambin empezaron con la produccin de caamediante este tipo de contratos, generando as una situacin similar a la del cultivo dealcachofa: agricultores cosechando su caa un mes antes de lo acordado con Laredo,

    para llevarlo a Cartavio por un mayor pago.

    Esta situacin sin embargo se acab con el acuerdo que realizaron Laredo y Cartaviopor el respeto a las zonas de explotacin agrcola. As pues, mientras Cartavio sequedaba con la produccin de los fundos en Trujillo, Laredo se qued con la

    produccin de Santa Elena. Esta divisin casi territorial de la produccin devino en el

    monopolio de Laredo y en la condicin de sobre-oferta de la produccin de la caa, loque finalmente conllev a una cada rpida de los precios de 135 soles a 55 soles para el

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    2012. Para la actualidad, esta empresa se ha constituido como el nico comprador decaa de azcar en Santa Elena, mientras la produccin ha aumentado ha seguidoaumentando considerablemente.

    En ese sentido, los contratos de habilitacin han cambiado sus trminos: aquelloscampesinos que deseen vender caa a Laredo obtienen como prstamo de la empresa lostallos4 de la especie de caa determinada, y el transporte y la mano de obra para lacosecha. Los abonos, la tecnologa para el arado, para la nivelacin de la tierra, y lafuerza de trabajo, es decir el proceso que asegura el rendimiento y la calidad del

    producto es asumido monetariamente y tcnicamente por el campesino. Laredo no slose evita cualquier tipo de riesgos y cualquier tipo de inversin ms all del pago del

    producto, sino que por la sobreoferta campesina la empresa tiene el poder de valorizar elproducto segn criterios propios:

    Antes te compraba toda la caa igual, no importaba cunta sacarosa tena, ahora ya est

    ms especial. Por ejemplo yo cultivo la Colombiana que rinde ms pero tiene pocasacarosa, Laredo por esa caa me va a pagar 35 soles la tonelada, si cultivo Azula querinde menos pero tiene ms sacarosa, Laredo me paga 55 soles. El problema es el nivelde productividad, eso depende de ti, de cmo prepares tu tierra (Agricultor)

    El monopolio que guarda Laredo y su menor participacin en el proceso productivo nosignifica sin embargo, que no ejerza tambin una vigilancia sobre la produccin de caade azcar en Santa Elena: ellos tienen, tal agricultor cosech tal mes y sembr tal mesentonces ms o menos est cosechando el mismo mes del prximo ao (ObreroLaredo). As pues, si bien existe entre contrato entre Cartavio y Laredo ha habido casosen Santa Elena de ventas informales a Cartavio debido a la gran cada de los precios:Algunos s decan que se les haba quemado5 la caa por accidente, pero la verdad esque lo haban vendido al otro empresario, como le ofreca mejor precio. Pero una vezLaredo se entera de eso te pone como dicen en su lista negra (Agricultor). Una vezdescubiertos entonces, stos quedan eliminados del espectro de proveedores de laempresa, por lo que los agricultores nuevamente, pierden la posibilidad de negociarcualquier tipo de produccin en las campaas futuras.

    En este contexto, si bien la gran mayora de produccin sigue siendo de caa de azcar,

    los agricultores menos favorecidos han optado por barbechar sus cultivos y volver a laalcachofa segn se den las posibilidades, o en todo caso, volver al maz amarillo duro6

    para su venta a las avcolas. En cambio, aquellos enriquecidos por el boom de la caa y

    4 Slo en caso de que sea una nueva siembra de caa. El cultivo de la caa puede ser cosechadoentre 9 y 10 aos sin poner nuevos tallos. Luego de este tiempo, la calidad del producto sereduce considerablemente.5 La quema de la caa es parte del proceso de cosecha.6 Si bien la cadena del maz amarillo duro es distinta ya que implica la existencia de unintermediario y est dirigida a empresas procesadoras pequeas, tenemos referencias de que se

    ha aperturado una nueva cadena que entre avcolas y productores que implica contratos dehabilitacin.

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    que han logrado la ampliacin de su produccin por medio del arriendo de otras tierrasson los ms reacios a abandonar el producto: Con la caa sigo teniendo un precioregular, no requiere mucho cuidado, y aunque duele venderla a menos de la mitad de loque venda hace dos aos me sigue dando buenas ganancias (Agricultor). Estosmedianos posesionarios, a diferencia de los medianos propietarios quienes prefieren losarriendos, son los ms estables en este tipo de contratos ya que son menos vulnerables ala baja de precios por la cantidad de tierra que llegan a explotar. En algunos casos,agricultores pequeos incluso acuerdan con estos posesionarios vender su propia caa anombre de ellos buscando mejores precios y mayores ganancias.

    ConclusionesDesde lo expuesto podemos decir entonces, que en la poca de la Hacienda la tierra y enespecfico la propiedad de la misma era el eje estructurador de las relaciones sociales. Elacceso a ella determinaba la reproduccin de todos los actores presentes, trabajadores

    comunes, colonos y hacendado. Sobre su distribucin se montaba adems una estructurade poder en donde la potestad del hacendado sobre la tierra tena le permita quitar,asignar, contratar bajo distintas formas la tierra a varios tipos de trabajadores comoobreros y colonos que tambin asuman una posicin respecto a su ausencia de

    propiedad o de posesin. Las reglas para regular el acceso y disposicin de la tierra enese sentido, era fundamentadas y fundamentaban la estratificacin presente en la SantaElena de aquellas pocas: era la propiedad o la no propiedad sobre la extensin delterritorio, y no el dinero obtenido o dejado de obtener por dicha (ausencia de)

    propiedad, la que sustentaba la posicin de todos los actores.

    As pues, dentro de los estratos o categoras de trabajadores dentro de la Hacienda enSanta Elena podemos afirmar que a comparacin de los obreros o peones entonces,quienes dependan de la demanda de fuerza trabajo en la Hacienda y del acceso almercado de alimentos interno, los colonos dependan de la produccin agrcola en las

    parcelas que les haban sido cedidas para poder subsistir y satisfacer sus necesidades yexpectativas. En ese sentido, si bien autnomos de una relacin servil fundamentada enla venta de la fuerza de trabajo, la necesidad de la posesin de la tierra para sureproduccin tambin fundamental el pago de una renta por ella: la fraccin de

    productos y ganado otorgada para el patrn a modo de excedentes eran clave paraasegurar la tenencia de la parcela y para reproducir la cercana y la cordialidad entreambos.

    En ese sentido, las relaciones entre hacendado y colono, la cual se caracterizaba por lacordialidad, la consideracin del patrn con el colono, y la lealtad y cumplimiento delcolono para con el hacendado, se constituan como marco de este vnculo. Esto implicaque esta la entrega de tierras por fraccin de productos no es en absoluto unatransaccin puramente comercial en donde los actores buscan intereses propios sin teneren cuenta al otro; sino que todo lo contrario, era un acuerdo entre conocidos que

    comprometa a hacendado y agricultores desde posiciones de poder distintas dentro dela estructura social, en un pacto con responsabilidades diferenciadas. La existencia de

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    categoras de colonos ms o menos beneficiados o queridos por el hacendado, as comolos favores que ste otorgaba a sus familias nos manifiesta esta dimensin no mercantilde la economa de la hacienda en Santa Elena.

    Esta economa de Hacienda entonces, compuesta por una serie de vnculos sociales queeran marco de un acuerdo sobre los derechos de los frutos de la tierra bajo la lgica deapropiacin de excedentes, estaba atravesada por relaciones diferenciadas con laesfera mercantil. Para los colonos por ejemplo, la articulacin al mercado se establecams para la venta de un excedente que le permita invertir generalmente en otrasnecesidades distintas de su alimentacin. Por lo tanto, el colono ms tena necesidad devender sus productos y de tener un flujo constante de compra-venta con los mercados

    para poder pagar servicios extra, que de iniciar un proceso de acumulacin deproductos. A nivel de la Hacienda en cambio, si bien mucha de la produccin apropiadapor el patrn se orientaba a la venta en mercados locales y de la capital, la riqueza del

    hacendado se fundamentaba tambin en la existencia de un mercado interno. As pues,el riesgo de subida o bajada de precios en los mercados era paliada con la ventaconstante dentro de la Hacienda a los trabajadores y eventualmente a los colonos. Enese sentido, su riqueza no se constitua por la cantidad de productos vendidos almercado y por la plata ingresada sino ms por la cantidad de productos acumulados quele permitan la posesin constante de bienes susceptibles de ser convertidos en capitalen un mercado interno. La cantidad de tierras cultivables en posesin/propiedad eraclave para la reproduccin de esta lgica.

    Con la llegada de la Cooperativa, esta estructuracin en torno a la propiedad de la tierraempieza a entrar en crisis y a debilitarse. Planteamos que con ella se inicia un procesode reestructuracin social en donde se mercantiliza la agricultura dando un giro total deorientacin de la produccin agrcola. Con esto la esfera del mercado gana ms

    presencia y no la propiedad de la tierra, para estructurar relaciones sociales al interior deSanta Elena. As pues, si bien el control de las tierras por parte de las Cooperativasestaba en correlato con una clase trabajadora, stos ahora constituan tambin la junta desocios de dicha empresa. Si bien sta era constituida por el Estado, los deberes de lossocios y sus decisiones estaban orientados a obtener mejores ganancias para la empresalo que se manifest en la produccin intensiva de tabaco por ejemplo. De la mismamanera, los ex-colonos que hasta antes se vean atados a la Hacienda por la propiedadde la tierra, y los nuevos medianos propietarios podan controlar y manejar sus

    parcelas: la produccin y la circulacin de la tierra se daba independientemente de lasdecisiones de la Cooperativa. En estos propietarios tambin, la venta al mercado local setorn cada vez ms principal.

    Todo este proceso de mercantilizacin ha venido de la mano con una transformacin delos espacios de toma de decisin acerca de la produccin agrcola. As pues, con elinicio de la Cooperativa la asamblea de socios de la Cooperativa y su dirigencia en

    especial, se constituyeron como nuevas instancias colectivas de manejo, control yorganizacin de la produccin. Los colonos en cambio, como ya hemos visto, tenan la

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    potestad de decidir independientemente sobre sus tierras. Con la parcelacin estepliegue entre Unidad de Produccin y Unidad de Consumo que se daba ya en loscolonos se expande a todos Santa Elena: es la reproduccin de la familia a quien seorienta la produccin, as como la principal fuente de mano de obra para dicha

    produccin. Este proceso si bien por un lado llev las decisiones a una esfera familiartambin permiti involucrar a las empresas y sus exigencias como parte importante dedichas disposiciones. La exigencia de insumos qumicos necesarios para el cultivo delesprrago en Santa Elena es un ejemplo claro de esta participacin.

    Esto nos remite tambin a un proceso de transformacin de la distribucin y las formasdel uso de la tierra. Con el funcionamiento de la Cooperativa, propietaria de la cantidadmayor de tierras, la meta de una empresa productiva y eficiente se busc dar mediante lainsercin de nueva tecnologa para afrontar la escasez de agua caracterstica de la zona ycon esto, para expandir el nmero de tierras cultivables. Esta intencin de aumentar la

    cantidad de la produccin sin embargo, tambin se vio acompaada del uso de qumicosy venenos aplicados a las plantas con el fin de estimular su crecimiento y evitar suenfermedad. Con la parcelacin de las tierras, y con esto la multiplicacin de pequeos

    propietarios, el ingreso de las procesadoras al valle de Vir permiti que dicho procesoproductivo fuera requisito para la venta. As pues, el cultivo masivo de esprrago enSanta Elena que ataba su produccin a la gran demanda de los mercadosinternacionales, exiga mayores cuidados orientados a asegurar que el rendimiento delsuelo y de la planta sean los apropiados. La distribucin y los usos la tierra setransformaron entonces en razn de la posicin que ocupa la produccin de Santa Elena

    en el mercado nacional en principios e internacional desde la parcelacin.

    En la actualidad, a diferencia de los colonos quienes producan para su propio consumoy otorgaban una fraccin al hacendado a modo de excedentes, los campesinos santaeleneros dependen enteramente del mercado para su reproduccin: necesitan vender sus

    productos a las agroindustrias para poder comprar los insumos que necesita para sualimentacin y para la agricultura. El campesino necesita entonces que sus productossean apropiados por las agroindustrias para poder subsistir como tal. Por su lado, estasempresas tambin guardan cierto recelo con la produccin agrcola en tanto necesitande ella para competir en el mercado global de alimentos y satisfacer las grandesdemandas de los pases importadores. Ya que estos contratos le permiten a las empresasobtener los productos con menos riesgos naturales y por tanto con menos inversin, ella

    puede tener adems la produccin que necesita evitando riesgos y costos extra.

    As pues, desde esta posicin de necesidad mutua, afirmamos que a diferencia de lahacienda en donde la demanda del producto a los colonos se daba con el fin de aumentarla produccin mediante la ampliacin de la propiedad de la tierra, en la era de lasagroindustrias, la apropiacin del producto no necesita ya pasar por la propiedad de latierra. As pues, si bien existen an contratos de arriendo entre agroindustria y

    agricultores que mediante la transaccin de la posesin de la tierra se tranzan tambinlos derechos de fructus, los contratos habilitadores que el da de hoy predominan

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    permiten a las agroindustrias apropiarse del producto sin tener que asegurar susderechos sobre la propiedad de la parcela. En tanto los productos de los campesinos

    pueden ser adquiridos mediante la compra, el poder de la tierra para fijar lasposibilidades de acceso a dicha produccin deja de ser central.

    Ahora bien, esta apropiacin del producto si bien se da mediante el contrato compra-venta asegura por otro lado, una venta exclusiva de dicha produccin a lasagroindustrias. Al contrario de un mercado ideal, en donde tanto vendedores comocompradores tienen libertad de vender y comprar lo que deseen, en Santa Elenaobservamos una relacin distinta que vincula a los agricultores de manera exclusiva conciertas empresas. Esta exclusividad se da en razn del mecanismo principal del contrato:el prstamo de insumos qumicos como venenos y esteroides, de transporte y demaquinaria, y de asistencia tcnica. Si bien son los agricultores quienes asumen al finalel costo de estos prstamos, el hecho del monopolio de las agroindustrias sobre estos

    insumos necesarios para la produccin les permite exigir su privilegio como compradornico. La vigilancia que stos ejercen sobre los campesinos con los que contratan y loscontratos y acuerdos que realizan con la competencia manifiestan que esta exclusividadadems se puede volver inestable en momentos de alta demanda de industrias encompetencia

    Estos privilegios de exclusividad sin embargo, se extienden a otras formas de poder quelas agroindustrias tambin ejercen. En tanto los insumos que presta estn en relacintambin con el proceso de valoracin de los productos, las agroindustrias pueden exigir

    como comprador ciertos estndares y a la vez condicionar el rendimiento yreproduccin de la tierra. As pues, los abonos y los pesticidas por ejemplo, estnorientados a asegurar una calidad determinada para los productos y con esto agregarlesun valor extra. Al controlar los insumos que se usan en la tierra, el acceso de sus frutosen el mercado internacional y con esto el proceso de valoracin de dichos productos, lasagroindustrias tienen la capacidad de rechazar, aceptar o pagar precios menores a losagricultores. Igualmente con el rendimiento de la tierra, las agroindustrias a travs deltrabajo de las mquinas, de las semillas mejoradas que otorgan condicionan la

    productividad de una parcela. Y con esto, la menor o mayor ganancia de loscampesinos. La incursin de las agroindustrias en el proceso productivo mediante loscontratos de habilitacin no se trata solamente entonces, como asegura Marshall(2008:581), de ayudar a los campesinos con lo que no pueden acceder por ausencia decapital. Sino que adems, se trata de controlar el valor de los productos desde el inicioy con esto manejar los precios de compra-venta con los campesinos. Esta variacin delos precios ha hecho que los medianos posesionarios y propietarios sean, sin necesidadde convertirse en farmers, los ms resistentes a los constantes cambios por tenersiempre ganancias seguras en orden de la cantidad de sus tierras.

    Existe no obstante, un medio de produccin que los campesinos asumen y no es

    prestado por las agroindustrias, esto es, la fuerza de trabajo agrcola. El contrato dehabilitacin no regula en mucho ni concentra el uso de la fuerza de trabajo, por lo que la

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    relacin de exclusividad entre agricultor y agroindustria no se basa en elloaparentemente. A qu relacin nos remite entonces? El trabajo es desde Marx el medio

    principal de produccin y valoracin de los recursos. En esa lnea, los obreroscontratados por los campesinos para la siembra, el cuidado, el barbecho y la cosecha delos productos, es decir, la aplicacin de su fuerza de trabajo en la tierra en tanto sonnecesarios son condicin de la agricultura. La paradoja en Santa Elena es que aquellosque pagan por este trabajo, es decir los campesinos, no retienen o retienen en parte elvalor producido por dicho trabajo. Ya que los precios son colocados por lasagroindustrias en trminos de calidad y rendimiento, es decir, en trminos de latecnologa utilizada y exigida, el trabajo implicado queda opacado y es prcticamentedesligado de su capacidad valorativa. ste valor sin embargo, existe, slo que esapropiado por las agro-industrias al momento de ser contratadas. Las lgicas de larelacin de exclusividad entre agroindustrias y agricultores, sustentadas en latecnologa, permiten que exista un condicin de dominacin sobre los agricultores y

    trabajadores agrcolas. No ya en trminos de una estructura poltica dominante, sino unadominacin fundamentada en una estructura de mercado.

    Bibliografa:

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