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Influencia del Congreso de Bolivar sobreel panamericanlsmo actual

Concepto de la Unldad Americana

Para la fecha de la carta de Jamaica, el6 de septiembre de1815, Bolivar s610podia ofrecer a su corresponsal conjeturasmas 0 menos aproximadas, en 10relativo a la suerte futura y alos verdaderos proyectos de los americanos; porque de cuanlascombinaciones suministra la hisloria de las naciones, de otrastanlas era susceptible la nuestra, por su posicion flsica, por lasvicisitudes de la guerra y por los calculos de la politica.

Pero si poseia desde entonces un sentido exacto del am-biente espiritual americano, y de sus probables modalidades yuna vision precisa de las lineas generales de su desenvolvi-miento: y pudo, desde luego, mantener firme e inmutable elconcepto global del porvenir america no, basta sus mas remo-tas consecuencias. En cuestiones concretas y de detalle, todaidea preestablecida Ie parecia aventurada, como, par ejemplo,cual de las futuras naciones seria pequefia, cual grande. Pa-

Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia

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reciamos un pequefio genero humano, en un mundo aparte,cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes yciencias, aunque en cierto modo, viejo en los usos de la socie-dad civil; y consideraba el estado de la America, para aquellosdias, como cuando desplomado el Imperio Romano, cada des-membra cion forme un sistema politico, conforme a sus inte-reses y situacion, 0 siguiendo la ambicion particular de algu-nos jefes, familias 0 corporaciones. Por de contado, no entraen su concepto de unidad-que en su accion ulterior tratara derealizar por los medios mas eficaces y poderosos de la guerra,de la politica y de la diplomacia-la uniformidad, la homoge-neidad 0 la identidad de organizacion y de forma locales; por-que estas tendran que sufrir las alteraciones que exijan multi-ples agentes, 0 transitorios, 0 permanentes.

Esta salvedad no pugna de ninguna manera, ni es contra-dictoria con su ardiente deseo de ver formar en America lamas grande naci6n del mundo, menos por su extension y ri-queza que por su libertad y gloria. Hacia un afio, e114, que enCarupano habia definido previamente su concepto de la liber-tad, excluyendo del calculo de su valor eminente a los hom-bres vulgares; y en 10 sucesivo y cuantas veces sea necesario,reiterara esta definicion: era previoque sus debiles conciuda-danos enrobusteciesen su espiritu, para que lograsen digeriraquel saludable nutrimento; eran libres las manos, pero los co-razones padecian de las dolencias de la servidumbre. En com-probaci6n de estas convicciones, cuyas raices ahondaban en ela traves del tiempo y de los hechos, citaba en la antigiiedad aRoma yen los tiempos modern os a Inglaterra, "ambas nacidaspara mandar y ser libres, pero no con brillantes form as de li-bert ad. sino con esiablecimientos solidos" .La libertad te6ricae ideol6gica, en eJ caso improbable de que se lograra, condu-ciria a una sociedad discola, tumultuaria y anarquica, pero



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nunca fundaria un establecimiento social donde tuviesen suimperio la felicidad, la paz y la justicia. En la historia de todoslos fracasos constitucionales, aun en las mas grandes y sabiasnaciones, advirtio como constante que "la libertad indefinida,la democracia absoluta, son los escollos a donde han ido a es-trellarse todas las esperanzas republicanas. Los gritos del ge-nero humano en los campos de batalla 0 en los cuerpos tumul-tuarios, claman al cielo contra los inconsiderados y ciegos le-gisladores que han pensado que se pueden hacer impunemen-te ensayos de quimericas instituciones. Todos los pueblos delmundo han pretendido la libertad, los unos por las armas, losotros por las leyes, pasando alternativamente de la anarquia aldespotismo, 0 del despotismo a la anarquia; muy pocos son losque se han contentado con pretensiones moderadas, constitu-yendose de un modo conforme a sus medios, a su espiritu y asus circunstancias."

Desde luego, la sola extension de America excluia la ideade unidad formal 0 de gobierno que diese vida, animase, pu-siese en accion todos los resortes de la prosperidad publica, co-rrigiese, ilustrase y perfeccionase al Nuevo Mundo.. seria ne-cesario que tal gobierno tuviese las facultades de un Dios, ycuando menos las luces y virtu des de todos los hombres. Poresto hallaba sabia la division propuesta por De Prat para laAmerica, en quince 0 diecisiete Estados independientes entresi, aunque no era de la opinion de las monarquias americanas.Por los datos que podian suministrar la historia, las ideas, lossistemas y el estado de aquel tiempo, exponia razones entre lascuales, si algunas particulares no subsisten por su naturaleza,las generales, en cambio, son evidentes. Decia, pues, que elinteres bien entendido de una Republica se circunscribe en laesfera de su conservacion, prosperidad y gloria: ningun estimu-10 excita a los republicanos a extender los terminos de su Na-cion, en detrimento de sus propios medios: ningun derecho ad-

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quieren, ninguna ventaja sacan venciendo a sus vecinos, a me-nos que los reduzcan a eolonias, conquistas 0 aliados, siguien-do el ejemplo de Roma: maximas 0 ejemplos tales, estaban enoposicion direeta con los principios de justicia de los sistemasrepublicanos, y aun en oposicion manifiesta con los interesesde sus conciudadanos; porque un Estado demasiado extensoen si mismo 0 por sus dependencias, al cabo venia en decaden-cia y convertia su forma libre en otra tiranica; relajaba losprincipios que debian conservarlo y ocurria, por ultimo, aldespotismo. De todos sus razonamientos deducia que algunasde las provincias american as en lueha por la emancipacion seconstituirian de un modo regular en Republicas federales yeentrales; se fundarian monarquias casi inevitablemente en lasgrandes secciones, y algunas sedan tan infelices que devora-dan sus elementos, ya en aquella revolucion, ora en las futu-ras. Pero a traves de esta complicacion de conjeturas, era ni-lido su concepto panamericano de existencia y de accion: erauna idea grandiosa-y por grandiosa 10 excitaba y seducia-pretender formar de todo el Mundo Nuevo un solo organismocon un solo vinculo que ligase sus partes entre si y con el todo."Ya que liene un origen-pensaba-una lengua, unas costum-bres y una religion, deberia, por consiguiente, tener un soloGobierno que confederase los diferentes Estados que bayan deformarse; mas no es posible, porque dimas remotes, situacio-nes diversas, intereses opnestos, earacteres desemejantes divi-den a la America. j Que bello seria que el istmo de Panamafuese para nosotros 10 que el de Corinto para los Griegosl Ojalaque algun dia tengamos la fortuna de instalar alli un augustoCongreso de los representantes de las Republicas, Reinos e Im-perios, a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz yde la guerra, con las naciones de lasotras tres partes del mun-dol Esta especie de Corporacion podra tener lugar en algunaepoca dicbosa de nuestra regeneracion: otra esperanza es in-fundada, semejante a la del abate St. Pierre, que concibio el




laudable delirio de reunir un Congreso europeo para decidirde lasuerte y de los intereses de aquellas naciones",

Ya esto es una completa exposicion, bien definida, de lafinalidad de la expansion revolucionaria, comprendido exclu-sivamente en este concepto el espiritu del movimiento eman-cipista, independiente, auton6mico: en aquellos mementos, lacausa inmediata de la guerra, para lograr el desligamiento po-litico de la metr6poli europea; yen 10 sucesivo,en el porvenir,la causa de los grandes intereses de la paz y de la guerra, detoda la America, tratados y discutidos con las naciones de lasrestantes partes del mundo. 'Era mas que Ia nocion, era la in-dicacion, y aun mas, era la comprension de la Patria, la patriaamericana, descrita por AveUaneda: "Hay una patria ameri-cana. Guerras que no son sino guerras civiles pueden contra-decirla. Lo sabemos. Hay entre estos pueblos generacionesque se salen al encuentro, disputando con pufiales, como her-manos bastardos, la herencia comun. Pero todos sentimos ennuestras venas Ia fraternidad de la sangre. La sentimos cuan-do nos identificamos con su grandiosa, salvaje y portentosa na-turaleza, y en contacto con la tierra, con el aire, con el sol, com-prendemos por el tono de las fibras, los vuelos de la mente ylas abnegaciones del coraz6n que no es una palabra vana elhombre americana. La sentimos cuando nos extraviamos porlas vastas Ilanuras, bosquejando los pueblos de la civilizaci6nvenidera, que deben realizar la plenitud del destino humano,sin muchedumbres menesterosas; 0 cuando confirmando conel.pensamiento grave la vision gloriosa, nos sentamos poriatarde al pie de la montana para hablar con el alma de este mun-do nuevo, descendida con el viento desde sus altas cordilleras".De manera que apenas cesa el asilo forzoso y transitorio deJamaica, ya en actitud decisiva en Angostura, el afio 17, al con-testa I' al Director Pueyrred6n, de las Provincias Unidas delPlata, su despacho en que Ie envia, a el y a los compairiotas de



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Ia Tierra Firme, el saludo de las desgracias comunes y de lasglorias recientes, ratifica la aspiracion panamericanista y de laPatria una: "La proclama que V. E. se ha dignadodirigirmees una brilJante prueba de los sentimientos fraternales y alta-mente generosos de nuestros hermanos del Sur. Con la mayorsatisfaccion retorno a V. E.la respuesta cordial que por mi or-gano han querido trasmitir mis conciudadanos a los hijos delRio de la Plata. En ella solo deben apreciarse los sentimien-tos de tierna solicitud que animan a todos los venezolanos ha-cia sus dignos compatriotas meridionales. V. E. debe asegurara sus nobles conciudadanos que no solamente seran tratados yrecibidos aqui como miembros de una Republica, sino comomiembros de nuestra sociedad venezolana. Una sola debe serfa patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenidouna perfecto unidad. Excmo. Senor: cuando el triunfo de lasarmas de Venezuela complete la obra de su independencia, 0

que circunstancias mas favorables nos permitan comunicacio-nes mas frecuentes y relaciones mas estrechas, nosotros nosapresuraremos con el mas vivo interes a entablar por nuestraparte el paclo americana, que formando de todas nuestras Re-publicas un cuerpo politico, presente la America al mundo conun aspecto de majestad y grandeza sin ejemplo en las nacio-nes antiguas, La America asi unida, si el cielo nos concedeeste deseado voto, podra lIamarse la reina de las naciones y lamadre de las Republicas". A esta respuesta acompafio unaproclama a los habitantes del Rio de la Plata, en la cualles de-cia: "Venezuela ha visto con gozo y admiracion vuestra sabiareforma, vuestra gloria militar y vuestra felicidad publica.Ella no ha podido lisonjearse de haberse igualado en fortuna;pero si en los principios y en el objeto. En todo hemos sidoiguales. Solo la fatalidad, anexa a Venezuela, la ha hecho su-cumbir dos veces, y su tercer periodo se disputa con un encar-nizamiento de que unicarnente nuestra historia suministraejemplo. Ocho afios de combates, de sacrificios y de ruinas,



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han dado a nuestra patria el derecho de igualarse ala vuestra,aunque infinitamente mas esplendida y dichosa. La Repu-blica de Venezuela, aunque cubierta de luto, os ofrece su her-mandad; y cuando cubierta de laureles haya extinguido los ul-mos tiranos que profanan su suelo, entonces os convidara auna sola Sociedad, para que nuestra divisa sea UNIDADen laAmerica Meridional".

Este fue el espiritu con el cual se propusieron firmar losTratados particulares con las demas Naciones del Continente,preparatorios y basicos del Tratado general. En aquellos seestipulo que decididos los Gobiernos de America a emplear to-dos sus recursos y fuerzas maritimas y terrestres para sostenereficazmenle su Iibertad e independencia, y deseosos de queaquella liga fuese general entre todos los Estados de la Ame-ricaespaiiola, para que unidos, fuertes y poderosos, sostuvie-ran en comun la causa de su independencia, que era el objetoprimario de la contienda, convinieron en que ambas partes seobligaban a interponer sus buenos oficios con los Gobiernos delos dernas Estados de la America antes espafiola, para entraren un pacto de union, liga y confederacion perpetua: que luegoque se hubiese conseguido este grande e importante objeto, sereuniria una Asamblea General de los Estados americanos,compuesta de sus Plenipotenciarios, con el encargo de cimen-tar de un modo el mas solido y establecer las relaciones inti-mas que deben existir entre todos y carla uno de ellos, y queles sirva de eonsejo en los gran des conjlictos, de punto de con-tacto en los peligros eomunes, euando oeurran dificultades, yde juez tirbiiro y eonciliador en sus disputas y dijerencias; ycomo el Istmo de Panama era una parte integrante de Colom-bia, y el mas adecuado para aquella augusta reunion, Colom-bia se comprometia gustosamente a prestar a los Plenipoten-ciarios que compusiesen la Asamblea de los Estados America-nos, todos los auxilios que demandaran la hospitalidad entre



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pueblos hermanos y el caracter sagrado e inviolable de sus per-sonas. Esta ultima obligacion de hospitalidad la contraia tam-bien uno de los demas Estados, siempre que por los aconteci-bien cada uno de los demas Estados, siempre que por los aeon-tecimientos de la guerra 0 por el consentimiento de la mayo-ria de los Estados americanos, se reuniese Ia Asamblea expre-sada en el territorio de su dependencia. Semejante pacta no in-lerrumpiria de manera alguna el ejercicio de Lasoberanla na-clonal de cada una de las partes contraiantes, asi por 10 que ba-cia a sus leyes y al establecimiento y forma de sus Gobiernosrespectivos, como con respecto a sus relaciones con las demasnaciones extranjeras. Esta clausula conform a y esclarece elconcepto que tenia el Libertador de la unidad americana, lacual puede conciliarse satisfactoriamente con la diversidad deformas y establecimientos privativos de Gobierno de cada na-cion independiente bajo el sistema republicano.

Ya para enero de 1824 era imprescindible proceder a unaspecto tangible de la unidad con respecto a su segundo obje-tivo, despues del primordial de la emanclpacion; esto es, lapersoneria y la accion integrales de la America ante las nacio-nes de Europa; porque para aquella fecha, ya Mr. Canning,Secretario de Estado de Ia Gran Bretafia, se ocupaba con elasunto del reconocimiento de la independencia de las nuevasRepublicas, y trasmitia a Mr. A'Court, Embajador ingles enMadrid, prevenciones como las siguientes: "Sobre medidas ul-teriores que tome S. M. para el reconocimiento de los gobier-nos que existen de hecho en America, depende la decision (co-mo tambien se ha dicho a Espana y a las otras potencias masde una vez), de varias circunstancias, y entre ellas, los infor-mes que el Gobierno recibira sobre el estado actual de los ne-gocios en las diversas provincias americanas. Pero al Gobier-no britanico Ie parece muy evidente que si una porcion tangrande del globo quedase por mucho mas tiempo sin ningunaexistencia politica reconocida, 0 sin ninguna liga politica deft-



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nida con los Gobiernos europeos, las consecuencias de un es-tado tal de cosas deberian ser las mas etnbarozosas para losmismos Gobiernos y las mas perjudiciales a los iniereses detodas las naciones europeas. El Gobierno britanico no deseapreceder a la Espana en este reconocimiento, antes por el con-trario, desea por todos respectos que S. M. C. tenga la gracia yla ventaja de preceder ante todas las potencias de la Europa;peru al mismo tiempo la Corte de Madrid debe saber que la dis-crecion de S. M. en este punto no se circunscrihiria por la deS. M. C.; que antes que transcurran muchos meses el sincerodeseo que ahora tiene el Gobierno hritanico de dar a Espana laprioridad, podra ser superado por consideraciones de vasta en-iidad, las cuales no solo dicen relaciones a los intereses esen-ciales de los subditos de S. M., sino tamhien a las del antiquomundo con el nuevo". Los hombres de Estado de Inglaterrase hallaban colocados en una situacion particularmente ven-tajosa para advertir con diafanidad la signifiacion, la impor-tancia y la trascendencia que tendria, para los intereses a quealudia Mr. Canning, una actitud de solidaridad de las nuevasnaciones de la America, y debia, sin duda, ser asunto de enti-dad para el Gobierno britanico, en especial, las definiciones ylas sanciones que estos Estados americanos dieran a su Dere-cho Publico. Corridos dos meses del despacho del Secretariode Estado al Embajador en Madrid, preguntaba en la Camarade los Pares el Marques de Landsdown si se habia recibido al-guna respuesta a aquel despaoho; y a este proposito, exponiael estado de relacion en que se hallaban para aquel momentoel Antiguo y el Nuevo Mundo. "En primer' lugar-decia-eraevidente que Inglaterra se hallaba en el casu de adoptar unapoJitica mas comprehensiva y vigilante, al considerar el estadoactual del continente de Europa". "Participaba-se lee en elacta respectiva-del sentimiento que parecia penetrar todoslos corazones en cuanto a la prosperi dad interna de este pais(lnglaterra); peru queria que Sus Sefiorias no se engafiasen en



160 VENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL CONGBB80 DE PANAMA-------------------------cuanto a la situacion que ocupaba ahora respecto de las demospotencias de Europa. Era un error suponerque tenia el mis-mo influjo que antes de la Bevolucion Francesa. Antes deaquel perlodo habia sido siempre la polltica de este Reino en-lazarse con alguna de las grandes potencias de Europa. a fin deestar rnejor preparado para cualquiera parte que se viesc obli-gado a tomar en las disensiones que llegasen a suscitarse entrela familia europea, pero especialmente a fin de mantener laindependencia de los Estados mas pequefios. Siempre habiauna potencia con euyo auxilio debiamos contar en cualquierapugna por la conservacion de la balanza del poder que era ne-cesario a Ia duracion del sistema europeo. No necesitaba re-cordar a Sus Sefiorias que lejos de obrar 0 de tener oportuni-dad de obrar ahora por tales principios, no una sola.sino todaslas grandes potencias militares de Europa. habian entrada enconfederacion para el logro de objetos que fa lnglaterra nuncahabia sancionado, y gracias a Dios, jatruis podia sancionar CQnsu concurrencia. No ten ian que andar en conjeturas acerca deestos objetos, ni en cuanto a la latitud a que podian exten-derse".

La consideracion de que en vista de aquella posible lati-tud, los paises de America examinarian y adoptarian una for-mula para precaverse, inducia a Lord Landsdown a advertir ala Camara que. aunque de diferentes razas estos americanos,estaban "unidos para el designio de lograr su libertad y de po-seer en aquella union una prenda segura de poder y de gran-dezo", No habia en aquel momento en Europa. aeaso no lahabria por medio siglo mas. la probabilidad de un ejercito ca-paz para reconquistar estas naciones, y, en cambio, marehabahacia el Peru. Bolivar. "cuyo genio y valor habian cornpleta-do la independencia de Colombia y echado los fundamentosde aquella estrecha union que daba seguridad y apoyo a todala America del Sur". Precisamente, en esta union. en la cual



la America estarta en mejor capacldad para considerar sus in-tereses de vida, se ballaba la indicaci6n de la conducta quedebia adoptar para invalidar las razones y pretextos aducidosen su contra por el Principe de Polignac, Embejador de Fran-cia en Londres, y de cuyos sentimientos participaban las po-tencias a que habia hecho referenda el Lord. En una eonfe-rencia entre el Embajador y Mr. Canning, el9 de octubre, aquelhabia resumido su negativa al reconocimiento de la indepen-dencia de las RepiIblicas americanas, exponiendo que estespaises, despedazados por guerras civiles, no tenian Gobiernosque pudiesen ofrecer ninguna apariencia de solidez, y que elreconocimiento de la independencia americana Ie parecia unasan cion real y efectiua de la anarquia: que era del interes de lahumanidad, principalmente de las colonias espafiolas, y seriadigno de los Gobiernos europeos, concertar unidos los mediosde calmar en estas regiones lejanas, y apenas civilizadas, laspasiones ciegas por el espiritu de partido. y tentar restituir aun principio de union en Gobierno, bien monarquico, bienaristocratico, unos pueblos en que corrian teorias absurdas ypeligrosas, que los mantenian en agitaci6n y discordia".

Era a estas afirmaciones a las que replicaba el Marques deLandsdown,mostrando a estos palses en una aptitud politica ymaterial capaces para constituirlos por una inteligencia entresf en un bloque apto para fundar una jurisprudencia propia,frente al Derecho coercitivo europeo, del que se hacia perso-nero el Embajador de Francia. "Si con alusion a estos cargos-decia el Lord-se formase una compara cion entre Colombiay muchos Gobiernos establecidos que tenian la reputacion decivilizados, se hallaria muy oentajosa para los Estados de laAmerica del Sur. Le dirian que habia grandes peligros porfalta de solidez en estos Gobiernos, que debian impedir un re-conocimiento no calificado de su independencia. Pero el ere-dito publico de los Esiados era un barometro cierto y seguro

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de su solidez, y suplicaba a Sus Sefiorias que juzgasen por estecriterio de la solidez de estos y otros Estados. Diariamente sereunia en Londres un jury de la mayor imparcialidad y estossenores juzgaban de la solidez de los diferentes Gobiernos. Aellos nunca los extraviaba el celo 0 las teorias; no tenian preo-cupaciones a favor de ningun principio abstracto de Gobierno;y examinando la solidez de los Estados por 10 que formaba eljuicio declarado de estos senores, hallaba que el precio de lasseguridades publicas de los Estados de la America del Sur, es-taba entre 67 y 82. Pero atendiendo al precio de las segurida-des del antiguo establecido Gobierno de Espana, cuya solidezera declarada y sostenida por todos los principios de Ia legiti-midad, preguntaba por que el valor de los fondos de aquel Go-bierno legitimo y solido era el sabado ultimo entre 18 y 22. Sedina que esta era la deuda contraida por las Cortes y aproba-da por el Rey, con la reserva a que determinabaadherirse, se-gun habia informado poco ha al mundo. Habia otro empres-tito conlraido por el Rey, plenamente reconocido por el, y co-rroborado con todas las garantias que podia dar la legitimidady el honor de Fernando. EI se habia visto obligadoa adquiririnformes de Amsterdam, porque no encontraba ninguna ventaen los mercados ingleses; y estos fondos asi garantidos estabana 52, mientras que el Gobierno del anarquico nuevo Estado deChile podia lograr dinero a 82 en cualquier mercado de Euro-pa. Preguntaba si en tal situacion de casas habia algo que pu-diese autorizar al Gobierno de los Estados de Europa para pro-poner a Inglaterra "concertar juntos los medias de calmar laspasiones cegadas por los partidos, y empefiarse en restituir alos principios de union en el Gobierno, sea monarquico 0 aris-tocratico, a un pueblo donde teorias absurdas y peligrosasmantenian aun la agitacion y la desunion". ;.AIguna de estaspotencias gozaba acaso de una solidez tan establecida que tu-viese derecho a recomendar Gobiernos, bien monarquicos 0



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aristocraticos, a los pueblos de Ia America del Sur, 0 algunaotra especie de Gobierno mas propia para promover la fe-licidad?" .

A la serenidad de observaciones del estadista ingles no eraposible que eseapase en aquellos momentos la proyeceion delos Estados Unidos en los nuevos destinos continentales; y fuede toda pertinenciaadvertir a los Pares de Inglaterra queaquella "grande y poderosa potencia (tenia la dicha de darleesta denominacion) sequia los mismos intereses que los Esia-dos de fa America del Sur". Para tanto habia servido la de-claracion hecha por el Presidente Monroe, en su mensaje alCongreso de 1823,cuando se dio cuenta de la inseguridad alar-mante que agitaba a las potencias absolutistas de Europa, conmotivo del encargo que habia cometido a la Francia el Con-greso de Verona. AI Derecho Publico europeo de aquellostiempos, redactado por el Principe de Meternich sobre la basede legitimidad de los principios monarquicos 0 aristocraticosde Gobierno, el Presidente Monroe debia "al candor y a las re-laciones amistosas que existian entre los Estados Unidos yaquellas potencias, el decIarar que consideraria cualquier in-tento de parte de elIas para extender su sistema a cualquierporcion de este hemisferio, como peligroso a la paz y seguri-dad de los Estados Unidos". Si la doctrina de Meternich auto-rizaba a cualquier potencia europea, comisaria de los aliados,para interponerse por la fuerza en los negocios internos deotra que noreconociese aquel principio, la extension que pu-diera darse a semejante derecho era una cuestion interesantea todas las potencias independientes, y en aquellos dias, espe-cialmente al Gobierno de los Estados Unidos, cuya politica conrespecto a Europa habia sido fijada desde el comienzo de susguerras en Ia siguiente conducta: no mezcIarse en los asuntosinternos de ninguna de sus potencias: considerar el Gobiernode facto como legitimo: cultivar con el relaciones amistosas



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por una politica franca, finne y' vaTOml: ,oil" eft todfJ8 easos lasjustas reclamacioaes de eualquier peteacia; 'y no;stlfrir inju-ria de ninguna. La sagacidad de Jefferson, ya anciano y reti-radoen Monticello y a quien consulto el Presidente Monroe ypidio parecer acerca de la conducta que debia seguir el Go-bierno, delimito claramente las distintas naturalezas, bases yprincipios del Derecho europeo y del Derecho americano. "LaAmerica del Norte y del Sur-contestO Jefferson-tiene cadauna un conjunto de iniereses distintos de los de las naeioneseuropeas; debe, por tanto, America tetter un sistema propioyexclusioamenie separado del de Europa. Una naeion, mas quetodas, podia ponernos embarazo en este empefio; mas ahoranos brinda, para dar cabo a la idea, con guia, ayuda y coope-raci6n. Accediendo nosotros a sus proposiciones, Ie separare-mos de-una comparsa de despotas; Be colocara el peso de sopoder en la balanza de los gobiernos Iibres, y se obtendra aside un solo golpe laemancipacion de todo un oontinente, quede otro modo permaneceria por largo tiempo en dudas y difi-cultades. La Gran Bretafia, entre todas, es la naeion que pue-de hacernos mas dafio: teniendola de nuestra parte, no debe-mos temer al orhe entero. No seria yo, en verdad, quien com-prase su amistad al precio de acompafiarla en sus guerras; perosi laactual proposicion nos comprometiese en una guerra, se-ria nuestra causa y no la suya la que estaria defendiendo. Suobjeto es introducir y establecer el sistema americana de ale-jar de nuestro suelo todo poder extranjero: el de jamas COD-sentir que naciones europeas se mezclea en los asuntos de lasnuestras; el de sostener nuestrospropios principiosy no el dealejarnos de elIos; y si para facilitar este resuUado podemosseparar del cuerpo europeo aI maspoderoso de sus miembros,no yeo razon alguna para que no Io admitamos. Estoy com-pletamente de acuerdo con la opinion de Mr. Canning, de queeste paso en vez de provocar va a evitar la guerra. Trasladada



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Iaglaterra de Ia baJanza de Iae.naeioaes europeas a Ia de nues-tros dos coatiaentes, teda.Ia Europa combinada no osaria em-prender tal guerra". Inglaterra por su parte, separada del sis-tema continentaJ europeo por la naturaleza y tendencias de susinstituciones, por la ~port~nci;l y vasledad de sus interesescomerciales y por mil caleulos elemenlales de conservacion,eran esas .posibilidades de relativo aislamiento y de seguroscamhios de aspectos politicos, las que inspiraban las previsio-nes de Mr. Canning y del Marques de Landsdown, cuando esteultimo declaraba en la Camara que "estaba persuadido de queel reconocimiento de la independencia de los Estados de laAmerica del Sur, no solo era el mejor sino el mas franco expe-diente con respecto a los otros Gobiernos de Europa, si es queInglaterra les dehia alguna franqueza; pues era justo demos-trades el temperamento que estaban resueltos a tomar. Con-vencido como estaba de que en el mundo iban a experimen-tarse grandes mudanzas, segun conspiraban a comprobarlomuchas cricunstancias, estaban obligados a considerar si encuanto dependia de elIos, estas mudanzas obrarian mas 0 me-nos en ventaja de este pais y del rnundo",

Sentimienlos parecidos eran los del Lord Ellemborough,quien aI ver las potencias aliadas prontas a difundir todas susfuerzas militares para auxiliar la subyugacioa de cualquierEstado que pudiese ser el objeto de su hostilidad, confesabaque convenia en la politica de no despreciar las ocasiones degranjearse amigos. La America del Sur era un pais que poseiabajo cualquier punto de vista el mas fuerte interes, y abria laperspectiva de las mayores ventajas a Inglaterra. "Sus montes y llanos, sus nobles rios y fertiles valles excitaban las masfuertes emociones de admiracion por las hermosas obras de Ianaturaleza y Ia ilimitada beneficencia del Criador.La pers-pectiva de euanto hay de mas liberal e ilustrado en el Gobier-no, en las artes y en la moral, estaba abierta en un pueblo nue-



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vo y fuerte en la posesion de las instituciones Iibres. Aun elpoder del vapor pareeia haberse deseubierto en el mas favo-rable momento para dar facilidades a la navegaci6n de susrios y al beneficio de sus minas. La America parecia destina-da por un encadenamiento deeireunstancias que concurriancon sus recursos casi ilimitados a conducir a Lamayor exien-swn posible la cioilizacion y la felitidad de la raza humana.Cuando contemplaba esta animada ymagniflca perspectiva nopodia confiar sus miras a ningunas pequefias ventajas de co-mercio: 10 que necesitaba ganar eran los corazones delpueblo" .

.Con Ia precision y Ia elocuencia que eran caracteristicas desu estilo, Bolivar, el mismo dia que Ilegoa Lima, el 7 de di-ciembre de 1824, ratifica su idea y su constante prop6sito dereunir una Sociedad de las Naciones american as, cuyo progra-rna expone en la invitacion que con aquella feeha dirigi6 a losGobiernos de las Bepublicas del tContinente. "Despues dequince afios-decia-de sacrificios consagrados a la libertadde America, por obtener el sistema de garantia que. en paz y enguerra. sea el escudo de nuestro nuevo destin 0, es tiem-po ya de que los intereses y las relaciones que unen entresl a las Republicas americanas, antes colonias espafiolas, ten-gan una base fundamental que etemice, si es posible, la dura-cion de estos Gobiernos. Entablar aquel sistema y consolidarel poder de este gran cuerpo politico, pertenece al ejercicio deunaautoridad sublime que dirija fa politico de nuesiros Go-biernos, cuyo influjo mantenga launijormidad de sus princi-pios, y cuyo nombre solo calme nuestras tempestades, Tanrespetable autoridad no puede existir sino en una Asambleade Plenipotenciarios nombrados porcada una de nuestras Be-publicas, y reunidos bajo los auspicios de la victoria, obtenidapor nuestras armas contra el poder espafiol. Profunda mente!penetrado de estas ideas, invite en' ochocientos veintidos, como



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Presidente de la Republica de Colombia. a los Gobiernos deMejico, Peru, Chile y Buenos Aires, para que formasemos unaConfederaci6n, y reuniesemos en el Istmo de Panama, u otropunto elegible a pluralidad, una Asamblea de Plenipotencia-rios de cada Estado, 'que nos sirviese de consejo en los grandesconflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fielinterprete de los tratados publicos cuando ocurran dificultades,y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias'. EI Gobierno. .del Peru celebr6 en seis de junio de aquel afio un tratado dealianza y confederaci6n con el Plenipotenciario de Colombia;y por el quedaron ambas partes comprometidas a interponersus buenos oficios con los Gobiernos de la America, antes es-panola. para que entrando todos en el mismo pacto, se verifi ..case la reunion de la Asamblea general de los conf ederados.Igual tratado concluy6 en Mejico, a 3 de octubre de 823 el En-viado Extraordinario de Colombia a aquel Estado; y hay fuer-tes razones para esperar que los otros Gobiernos se somete-ran al consejo de sus mas altos intereses. Diferir por mastiempo la Asamblea general de los Plenipotenciarios de lasHepublicas que de hecho estan ya confederadas, hasta que severiflque la accesion de las demas, seria privarnos de las ven-tajas que produciria aquella Asamblea desde su instalacion.Estas ventajas se aumentan prodigiosamente, 'si se contemplael cuadro que nos ofrece el mundo politico y, muy particular-mente, el continente europeo. La reunion de los Plenipoten-eiarios de Mejico, Colombia y el Peru se retardaria indefinida-mente, si no se promoviese por una de las mismas partes con-tratantes; a menos que se aguardase el resultado de una nuevay especial Convenci6n sobre el tiempo y lugar relativos a estegrande objeto. AIconsiderar las dificultades y retardos por ladistancia que nos separa, unidos a otros motivos solemnes queemanan del interes general, me determino a dar este pasocon la mira de promover la reuni6n inmediata de nuestros



1M VENEZUELA EN EL CENTBNAlUO DEL OONGBEIO OSPANAIIA

Plenipotenciarios, mientras los clemasGobierD08 celebran lospreHminares que existen ya entre noaotros sohre el nombra-miento e incorporacion de sus Bepresentantes, Con respectoal tiempo de la instalacion de la Asamb~a, meatrevo a pensarque ninguna dificultad puede oponerse a su realisacion en eltermino de seis meses, aun contando el ella de la feeha; y tam-bien me atrevo a Iisonjear de que el ardiente deseo que animaa todos los americanos de exaltar el poder del mundo de Colon,disminuira las dificultades y demoras que exigen los prepara-tivos ministeriales, y la distancia que media entre las capitalesde cada Estado y el punto central de reunion. Parece que siel mundo hubiese de elegir su capital, el lstmo de Panama seriaseiialado para este augusta destino, colocado como esi«, en elcentro del globo. uiendo par una parte el Asia. y por oira elAfrica y la Europa. El Istmo de Panama ha sido ofrecido pOI'el Gobierno de Colombia para este fin, en los tratados existen-tes, El Istmo esta a igual distancia de las extremidades: y pol'esta causa podria ser el lugar provisorio de la priraera Asam-blea de los confederados. Deflriendo, pot mi parte, a estasconsideraciones, me siento con una gran propension a man-dar a Panama los Diputados de esta Republica, apenas tengael honor de recibir la ansiada respuesta de esta circular. Nadaciertamente podra llenar tanto los ardientes voioa de mi co-razon, como la conformidad que espero de los Gobiernos con-federados a realizar este augusta acto de la America. Si V. E.no se digna adherir a el, preveo retardos y perjuieios inmen-sos, a tiempo que el movimiento delmundo 10 aeelera todo,pudiendo tambien acelerarlo en nuestro daiio. Tenidas lasprimeras conferencias entre los Plenipetenciarios.iIa residen-cia de la Asamblea, como sus atrihuciones. puedea determi-narse de un modo solemne por fa pJuralidad; y entonces todose habra alcanzado. EI dia que ouestros Pleoipotenciarioshagan el canje de sus poderes, se fijara en Ia histOl"ia diploma-



VEJfflZUELA EN EL CENTENARJO DEL OONGRESO DE PANAXA 189

tica de America una epoca inmortal. Cuando, despues de ciensiglos, la posteridad bosque el origen de nuestro Derecho Pu-blico, y recuerde los pactos que consolidaron su destino, regis-trara con respeto los protocolos del Istmo. En el encontraranel plan de las prim eras alianzas, que trazara la marcha denuestras relaciones con el Universo, c',Quesera entonees elIstmo de Corinto comparado con el de Panama?".

Inmediatamente la prensa de los Estados Unidos propalola noticia, excitando a los editores de periodicos y a los ciuda-danos ilustrados a que comenzasen a hablar "del asunto masespinoso y delicado que se hahia presentado a la opinion pu-blica desde el comienzo de la Bevolucion''. Y un diario deNueva York, del 6 de enero de 1825,escribla: "Nos persuadi-mos de que los Estados Unidos y las demas Potencias America-nas que se hallen en igual posicion, no rehusaran presentarsea concurrir a la gran Asamblea de Panama, por medio de susPlenipotenciarios. Sahemos perfecta mente que el asunto deque estamos tratando es soberanamente arduo y complicado,por su novedad y su extraordinaria qrandeza", Para preparareste camino de Ia concurrencia de Jos Estados Unidos, ya elsenor Gual, Canciller de Colombia, Je habia explicado al senorSalazar, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciariode esta Republica en Washington, los motivos del Congreso dePanama. Comenzaba por la exposicion y consideracion de queno siendo transitoria la politics que habia inducido a los Ga-binetes europeos a unirse tan intimamente, la de la Americadebia ser igualmente permanente y apoyada sobre principiossolidos y de utilidad y conoenieneia reciproca: que como estodebia precisamente ser la obra del tiempo, se hacia en el inte-rin indispensable desplegar toda la energia y toda la fuerza dela virilidad americana: que los Estados Unidos eran tan inte-resados como Colombia en el mantenimiento y sosten de eier-tos principios conservadores, de que pendla esencialmenie la

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grandeza y desiino futuro de esie Coniinenie eti general, comoparecia probarlo evidentemente elultimo Mnsaje del Presi-dente Monroe, en el que se hallaban ya establecidas dos maxi-mas capitales que autorizaban inducciones de esta naturaleza:que estas dos importantes declaraciones habian puestomas encontacto los intereses de Colombia y sus aliados con los Esta-dos Unidos: que como estos eran de una importancia vitalpara ambas Naciones, la necesidad de entenderse clara y dis-tintamente sobre ellos, se hacia carla rna mas demostrable.Para promover este objeto tan esencial, el Ejecutivo de Colom-bia deseaba ardientemente que los Estados Unidos se presta-ran a enviar sus Plenipotenciarios a Panama, para que enunion de los de Colombia y sus aliados se concertasen los me-dios eflcaces de resistir toda colonizacion extranjera en nues-tro Continente y la aplicacion de los principios de legitimidada los Estados americanos en qeneral; pero que si la publica cionde estos proyectados objetos del Congreso pareciese perjudi-cial, podia entonces reservarse, dando por objeto ostensiblede la reunion de los Plenipotenciarios el aclarar por una Con-vencion general entre los Estados americanos varios principiosde Derecho Internacional, en tiempo de guerra, los cuales ha-bia que fijar de comun acuerdo despues de las confusionesy alteraciones producidas por las ultimas perturbaciones de laEuropa. Como este motivo ostensible no anunciaba en mane-ra alguna que los Estados Unidos pudiesen 0 tuviesen inten-cion de separarse de la neutralidad que proclamaron desde elprincipio de la guerra de la America espanola, era de presu-mirse que la invitacion que se autorizaba al senor Salazar a di-rigir al Gobierno de Norte America, cuando 10 creyese oporiu-no, no hallaria inconvenientes algunos por parte de dieho Go-bierno; y si se prestase a concurrir por medio de sus Plenipo-tenciarios al Primer Congreso de los Estados americanos, co-mo era de presumirse, los negocios de dicho Congreso se con-




traerian: 10 Reseroado: a convenio sabre eI modo y terminosdehacer eventualmente efectivo el fin de las dos maxim as delPresidente Monroe; y 20 Ostensible: a convenirsobre todos ycada uno de los puntas controvertibles de Derecho Maritimo entiempo de guerra, a fin de hacer mas duraderas y estables lasrelaciones de paz, amistad, comercio y navegacion que se es-taban estableciendo entre todos.

A su vez, los Gobiernos invitados par Bolivar contestanunanimemente que el proyecto de inteligencia comun ocupade largo tiempa su atencion, porque estan persuadidos de "quedespues de haber conseguido Ia America su libertad a costa detantos sacriflcios, la realizacion de aquel proyecto es el unicomedio que se les presenta de asegurarla para siempre, de con-solidar sus instituciones, y de dar un paso inmenso de opinion,de majestad y de fuerza a estas nuevas Naciones, que, aisladas,son pequefias a los ojos de las Potencias europeas; y reunidas,forman un todo respetable, capaz de contener pretensionesambiciosas"; Apenas Ilega a Europa la noticia, De Pradt seconstituye en divulgador exaltado, propagandista y paladin dela idea; y la anuncia con alborozo, como novedad inaudita deque sea en America, que aun guerrea, donde se haya de reunirun Congreso y que en Ingar de ser una asamblea de Jefes deEstados 0 de Gobiernos, sea un Congreso de Naciones, y parafallar sobre los derechos de la tercera parte del globo. El su-ceso parece adelantarse un siglo, acaso mas, a la epoca de suacontecimiento. EI vehemente abogado de la causa america-na se exalta para exclamar, con la entonacion peculiar del am-biente literario de sus dias: "Si la edad enemiga no me ligaseen el patria suelo, ciertamente que no hablaria del gran Con-greso que va a celebrar la America, habitando la Europa: meconstituiria en el mismo paraje, honrado con la presencia deeste moderno Senado, y mas feliz que el enviado del temerarioPirro, podria contemplar en el y presentar a la gran escena del



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mundo, unos hombres iguales en majestad a aquellos roma-nos, cuyo aspecto real imponia respeto, yUDOS interesescuyasuperioridad coloca a la America sobre el Lacio y el Epiro".Este Congreso tendria un objeto general de Derecho Publico,cuya aplicacion se renovaria diariamente por las innumera-bles relaciones que iban a establecerse entre la America y lasdemas partes del globo. Era, positivamente, un asunto de se-guridad humana: no podian serle com parables los dos grandesCongresos europeos de Munster y de Viena, porque en el casodel de America, esta procedia como una sola Nacion, 0 pormejor decir, como podria hacerloun hombre solo bien inspi-rado; era, en su esencia, Ia mas grave cuesti6n que nunca sehabia tratado entre los hombres y con venia muy particular-mente a Europa no medir mas sus acciones, con respecto a lospaises americanos, por Ia distancia material que la separabade ellos, sino por la importancia de sus intereses mas caros quela aproximaban mucho. Se habfa ocnpado poco Ia Europa deesa America, y esta, en pocos afios, Ie dab a la inesperada sor-presa: hacia solo diez afios, en 1815, muy poca atenci6n se pres-tab a a] asunto americano: "(,'que lugar se concedia a Ia Ame-rica en los registros publicos de los acontecimientos de todo eluniverso que se lIaman diarios? y en el dia ocupa ella tantoIugar como el resto del mundo. No hay un solo europeo queal dispertarse buscando al mundo en el punto en que 10 dej6la vispera, no se le presente a la imaginacion la America, por10 menos tanto como Ia Europa; ya no hay discusi6n 0 tran-saccion en la cual la America no entre por algo: todas las velas(barcos) y todos los deseos de la Europa buscan igualmentea dirigirse hacia aquellos paises; su amistad es un objeto deenvidia 0 de deseo a proporci6n que se.disfruta de ella 0 que seesta excluido, y es una cosa singular pero muy cierta que losque se alejan de su amistad 0 que andan titubeando para esta-'hlecerla, se hacen arrastrar como victimas hacia los altares car-



WNEZUELA EN EL CEN'l'ENARlO DEL CONGftItso DE PANAMA 173

gadosde dones que esta en sus manos partir con los demas,que unos intereses mejor entendidos han hecho acudir de an-temano para aleanzarlos. Ceguedad deplorable, espeetaculnmiserable que com prime el espiritu, error que pot una victo-ria contra la naturaleza, la costumbre puede mas que la iIus-traci6n, las miserabIes eonsideraciones mas que las ideas maselevadas; y los pueblos yen sacrificar sus verdaderes interesesa unos calculos que nadie se atrevera a defender de aqui adosaDOS. Asi vease 10 que pasa y si jamas ha sido el Mundo testi-go de una eseena tan notable. La guerra empez6 yse sigui6 enel suelo americano; ya vemos que su teatro ha cambiado, tras-ladandose de America a Europa: era una guerra continental.ya es maritima; la Espana con amenazas y estrepitos enviabaa America a los ejecutores de susduros mandatos, ministrosterribles de sus venganzas, y ahora ha llegado su vez, tiembla,sus costas no presentan mas que puertos solitaries, en el Medi-terraneo se tremolan con admiracion pabellones hastaahoradesconocidos; Colombia y Buenos Aires acaban de traer a lascostas de Espana la desolaci6n que esta llevo a las margenesdel Plata y del Orinoco; y Ia America bloquea en el dia lospuertos desde los cuales el genio emprendedor de CristobalColon se arrojo para descubrirla y darla a la Espana. Talesson las circunstancias bajo cuya influencia se reune el Con-greso de Panama".

Esta induccion, esta inspiracion, esta sancion del nuevoDerecho Publico, la ha dado, segun De Pradt, el buen sentido:esto es, la obediencia a fa naturaleza de las cosas, que nunease yerra dejandose llevar de su curso. Por una parte, la guerrade America tiene un objeto, un enemigo y una causa comunes:luego todos compareceran a Panama. "De otra parte la Ame-rica entra en el mundo politico y social: ve y oye todo 10 queen el se ejecuta. Ah! que espectaculo se Ie ofrece! EI choquede las opiniones, la fluctuacion y la contradicci6n de los prin-



174 "ENEZUELA EN EL CENTENABIO PEL CONG8ESO DE PANAllA

cipios elementales del orden social, una masa inmensa de ma-les producidos por la arbitrariedad de las sociedades desorga-nizadas por esta plaga. EI buen sentido Ie hace conocer la ne-cesidad de no conflarsus destinos a este mar borrascoso; antespor el contrario, dar a su existencia una base salida, cual es laque resulta de la adopcion de los verdaderos principios del or-den social; en una palabra, quiere el derecho. Dira al restodel mundo 10 que de el espera, bien asi como 10 que el mundopuede esperar de ella: en Panama se hara la declaracion de losderechos de una parte del mundo con respecto a todos los de-mas pueblos. Hasta ahora algunos Bstados, pocos todavia, te-nian declaraciones de derechos de los ciudadanos, actos pri-vados y circunstancias en el recinto de estas familias; pero enPanama la escena se extenders, se oira que una parte del uni-verso dice a las demas partes del globo: EI derecho es una di-vinidad tutelar e imparcial para todos; he ahi 10 que ha produ-cido la naturaleza de las casas. Nosoiros 10 tomamos en sumisma [uente, pues en ella es puro, exenio de mezcla de las pa-siones, de las preocupaciones, de los iniereses y del modo deltiempo. SOlo el sera nuestra reola; sOlo el reinard sobre nos-oiros, con respecio a los dettuis; pero [uera de nosoiros tam-poco reconoceremos otro dueiio. Admirable idioma, que com-prende cuanto el hombre se debe a si mismo y a sus semejan-tes. El Congreso de Panama existe, pues, en la naturaleza delas cosas americanas; no podia dejar de convocarse, pues esel resultado forzoso de la revolucion de America. Esta revolu-cion ha seguido una marcha tan uniforme y rapida, que sepuede Hamar privilegiada entre cuantas revoluciones recuer-da la historia. La -Holanda y la Suiza han peleado cuarenta 0

cincuenta afios, y diez solos han completado el cambiamientoinmenso de Ia America, pues todas sus partes han conseguidoel blanco de sus deseos casi en un mismo momento; y asi mis-rno todas quieren una solucion deflnitiva y completa con todo




el mundo, ycon todas Iascosas, No hay cosa mas natural enst misma, ni mils justa con respecto a 10 demas, pues la guerrasin objeto es una atrocidad indigna de seres racionales, al pasoque el instinto de la destruccion y matanza solo pertenece albruto. Una existencia equivoca y contestada esta cubierta depeligros, y la America, conociendo los suyos, sabe tanto masapreciarlos: reclama sus derechos a esta seguridad de existen-cia, que es el derecho comun del hombre para con sus seme-jantes, y de toda sociedad para con las dernas, Libre la Ame-rica de enemigos exieriores, paso, por una iransicion natural.a fa consolidacion social de su exisiencia [uiura; y esie es elnoble y fegitimo motioo que reline a todos sus Representantesen Panama, encargados de fa mision mas extensa yelevada quehasta fa epoca presente haya encargado la politica a loshombres".

Era visible que el Congreso de Panama darla nacimientoa una era, principal mente en 10 que concierne al Dereeho PU-blico de las naciones. Hasta entonces, los Congresos casi nohabian tratado sino objetos materiales de porciones de terri-torio; pero el de Panama excederia en mueho este limite, por-que toearia hasta las rakes mismas de las sociedades: nadatenia que discutir con Europa en cuanto al territorio, perocomo potencia maritima y comercial, todas las partes de laAmerica debian aspirar a que se estableciera un Codigo reco-nocido universalmente entre naciones que mil relaciones di-versas debian poner continuamente en contaeto: era un deseode paz que habia concebido la America, cuyos medios de eje-cucion iba a presentar a todo el mundo; y no se podia menosde tributarsele los elogios que merecia, al querer precaver to-dos los choques que nacen naturalmente de derechos contes-tados. Puesto que el comercio iba a formal' muchos vinculosentre ambos hemisferios, era indispensable asegurar los ea-minos que conducian del uno al otro y cimentar el Codigo que



176 VENEZUELA EN EL C~:'IlTENAIUO DEL CONGIlESO DB PANAMA,

debia gobernarlos. Estas precaueienes 6r8B superfluas mien-tras la America estuvo administrada coloaialmente; pero des-de que recobro una existencia peopia, tenia 61 derecbo de po-nerla bajo la salvaguardia de leyes reconocidas por todos aque-IIos con quienes debia tener relaciones. Lo que era buenopara ella, 10era igualmente para 1&Europa, puesto que la esta-bilidad legal de relaeiones seguras y paciflcas, al precaver to-das las contestaciones, es util para todo el muado, "La Ame-rica, escarmentada por los males que el olvide 013 falta de unDerecho general han acarreado a la Europa, desde su entradaen el mundo social pide que se ftje, y quiere entrar en las so-ciedades humanas llevando en la mano un c6digo de leyes ge-nerales; idea justa, sublime, fllantropica y que honra a laAmerica entre las demas naciones. En fin, gracias a esta nuevapotencia, al cabo va a promulgarse un Codigo de Ieyes paralas sociedades humanas; y 10 que se ha dicho de Montesquieu,el genero humano habia perdido sus tiiulos y Montesquieu selos ha hecho enconirar de nuevo, va a realizarse en America.Por mucha autoridad que tenga el ingenio del hombre que ha-bla al mundo, sin embargo su voz no es mas que Ia de un hom-bre, y alli sera la de un mundo entero: un particular siempreesta colocado bajo alguna ley de reserva; nuestra civilizaci6nnunca la ha concedido enteramente a los individuos que debencontemporizar muchos intereses y temer muchos peligros:pero ;,quien puede imponer la misma sujecion a un mundoentero, cual es Ia America? ;,quien puede intimidarla 0 sedu-cirla? ;,por que disimularia 0 sacrificaria la mas minima partede la verdad? Antes por el contrario, su interes la conduce amanifestarla enteramente; tiene cuanto necesita para presen-tarse sin miedo y sin reproche, y no solo posee todas las venta-jas necesarias para decir la verdad entera, sino que s610 ellaesta libre de todas las preocupaciones que en nuestro conti-nente tienen a aquella esclavizada u oscurecida. Esta verdad



no puede presentarse en toda su pureza primnlva sino en unatierra virgen. libre de todas las defonnidades que afean el res.to del mundo. Sin acordarnos del Asia y del Africa,patrimo-nio eterno de la barharie, l,c6mose puede establecee e} dere.cho en toda su pureza en fa tierra de Europa, 'toda.t. eDlDaru-zada del deposito de las Ieyes y usos que trajeooa a ella losferoees conquistadores que vinieron del Norte? Nuestro 01'-

gullo no se queja, pues son nuestros padres e iDstitutores, queviven aUD y reinan entre nosotros, I,Cuantas leyes absurdas,extravagantes e inconsideradas rigen todavia entre nosotros,procedentes de aquella fuente impura? l,cOmo puede elevarseen este caos la antorcha trasparente del verdadero derecho?6como podri hacerse prevaleeer entre tantos intereses encon-trados'l Felices cuando despues de prolongadas diseusionesBe dejan traslucir algunas partlculas de este dereeho y se Iepermite entrar medio disfrazado, cuando det>eriapresentarseenteramente descubierto, Pero Ia America no esta sujeta a esteregimen restrictive; so lengua es tan hbre como 8U brazo, ybajo Is protecci6n de este, aquella va a hacer oir a todo el mUD-do un idioma puro, exento de toda lisonja y imicamente die-tado porIa naturaleza del orden social: este idioma franco re-sonara en toda la Europa, disfrutara en eUa de todo el favorde Ia novedad, de folio el deja esperanza, y Panama va a ser laescuela del Antiguo Continente. Ni la Inglaterra ni los EstadosUnidos habran hecho 10 que va a publicarse en Panama: allise proclamaran con una majestuosa y tranquila solemnidadlos principios generales hacia los cuales se inclina laatenci6ndel mundo con tanta complacencia; vendran a Europa laedu-caci6n de las generaciones nacientes y el consuelo de las que seacaban, esperando una mejor suerte futura para su posteri-dad. Bajo este aspecto, el acto de Panama no es aislado, pri-vativo; sino universal, un acto del orden social; no es pura-mente americano, sino un acto hutnano, En el estado de co.



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municacion en que viven los pueblos; tal es elresultado nece-sario de todo acto que abraza Iosprincipios del orden social;la misma influeneia tiene de lejos que de cerca; 10 mismo per-tenece y se aplica a los que no tienen Ia menor parte en su for-macion, quea sus autores y a aquellospara quienes se ha for-mado unicamente; sirve de Ieccion y autoridad, y se invocaIejos dellugar que 10 vio nacer: en este orden todas las partesdel mundo se apoyan las unas a las otras y esto es 10 que haceirresistible el poder de semejantes actos, Osadamente puedepronosticarse este destino a los ados de Panama: ocuparan unlugar muy distinguido en el mundo, en extension y duracion,pues en el dia los principios no perecen, porque su difusion esla prenda que los haec duraderos, y mientras no perezcan portodas partes a un mismo tiempo, su conservacion en un lugarlos resucita en los demas. Tal es el estado actual del mundo,al abrigo de las invasiones de los barbaros, y al mismo tiempo,al abrigo de un modo unif orme de despotismo: en el dia losOmar perderian su tiempo y no hay poder en la tierra que seacapaz de hacer desaparecer un solo libro de cuantos los hom-bres desean conserver, pues Ia vida de los escritos esta bajo laproteccion de la civilizacion de todo el mundo; y en caso de unapersecucion, mil manos trabajarian .para restablecer estosmonumentos en los paises de donde se hubiese querido deste-rrarlos, Es un espectaculo singular y muy digno de ocupar alpropio tiempo los espiritus con el recuerdo de 10 pasado y laconsideracion de 10 venidero, el ver que los principios del Of-den social vuelven de America a Europa, de donde habian sa-lida; pero es de notar que vuelven purificados, patentes y libresde los velos y deformidades can que nuestros predecesores eu-ropeos los habian obscurecido y sobrecargado en su pais natal.Los derechos de la America son los de la naturaleza que eman-cipa al hombre cuando llega a su mayor edad, porque al cabodebe llegar un tiempo en que uno se pertenezca a si mismo; el



VENJ;:ZUELA EN f.1, CENTENARIO DEL OONGRESO DE PANAMA. 179

derecho de la America es el de la humanidad, el de la razonultrajada por el regimen que ha pesado sabre ella, por la su-mision de un mundo entero a un pais de Europa, por Ia subor-dinacion de las necesidades de la America a los intereses deaquel, Si prevaleciendo los poderes que en Europa han fundadosus principios en los intereses de su posicion, la America fun-dara tambien en ella Jos suyos y los sostendra con su poder,asl como los poderosos europeos sostienen su superioridad consu fuerza: cada uno tiene un derecho igual y 10 aplica segunsu posicion. En Europa se dice 10 que se quiere, cuando sepuede: "par que la America no haria otro tanto? En cuanto alsistema politico de la America respecto de la Europa esta es-crito en la naturaleza de las cosas, Los dos paises no tienenmotivo para discutir entre sf ningun interes material ni de te-rritorio, que son las fuentes ordinarias de las disputas entrelos Estados; Ja ambicion es un negocio de vecindad, y la Ame-rica esta a una distancia inmensa de Europa: aquella no pre-tendera mezclarse en las demarcaciones territoriales de Euro-pa, yen sostener al debil contra, el fuerte; en una palabra, noquerra entrar en los intereses de la .balanza politica que contanto trahajo y tan infructuosamente ocupa a la Europa desdemuchos siglos; asi como la Europa no pretendera por ciertoencargarse del trabajo molesto de mantener el equilibrio poli-tico americano, haciendo que Chile teng~ la supremacia sabreel Peru, 0 el Peru sabre Chile, pues esto nadiliimpoi1a. Toda- ! , .i

ia poIihca americana con respecto a Europa, se reduce a estaspalabras: Benevolencia con iodos, riqueza para todos, igual-dad y [auor para iodos, neutralidad con todos, reciprocidad yamistad de parte de todos. Aqui acaban y mueren todos losantiguos sistemas de exclusion y de nacion mas favorecida,partos de una civilizacion embrollada; otras nociones mas sa-bias han prevalecido, y estas seran las que se proclamaran so-lemnemente en Panama: estas Ilegaran a ser el codigo del uni-



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verso. A la America perteneeera la gloria de su establecimien-to general, y si en otro tiempo la Grecia se instruyo en la es-cuela del antiguo Egipto, si Ie pidi6 que la ayudase con su an-tigua experiencia y con su sabiduria envejeeida, en nuestrosdias, por un retroceso directamente opuesto, la joven Americainstruira la Europa, la ayudara a apartarse de sus send as de-sordenadas, a sacudir el moho de su barbarie original, y amarchar con la luz mas fija de los principios que habia deseo-nocido. Si nos fuese permitido por un instante prestar ideasy palabras a la America, si no fuese demasiada presunci6n ser-virle, aunque momentaneamente, de interprete, yo dirla: todala politica de la America relativamente a la Europa se reduce aestas palabras: Yenid todos al banquete que os preparo; quietise presenie a el CORun COraWR amigo. sera participe del jestin;quieti alitnenie disposiciones hostiles, sera excluido; nada fen-go que iemer ni desear, pues se 10 que valgo; abro 0 'cierro mipecho amedida que estdis bien 0 mal dispuesios bacia mi: es-coged. Recompense 0 castigo, abriendo 0 cerrondo mis puer-tas, y mi artna mas poderosa es una negatioa. He aqui todo elsistema americano relativamente a la Europa; la sana razonno admite otro alguno, y ciertamente no se dira otra cosa enPanama, porque no hay mas ni menos en la naturaleza de lascosas. Esta es la que debe siempre tenerse presente en las deli-beraciones que se bacen a la faz del mundo, y entre un crecidonumero de interesados, libres de expresarse con franqueza".

Tanto acertaba el defensor de la causa americana en Eu-ropa, que las Instrucciones que el Gobierno de los Estados Un i-dos trasmitio a sus representantes en el Congreso de Panama,Anderson y Sergeants, estan expresadas, en 10 relativo a lospuntos aludidos por De Pradt, en terminos muy semejantes.Se les dice en parte de ellas: "No pnede presentarse a los Esta-dos de America un tiempo mas oportuno para indagar las cau-sas que han contribuido a perturbar el reposo del mundo; y



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para establecer al mismo tiempo principios justos y sabios, porlos que puedan gobernarse en paz y en guerra, removiendotodo caso de dudas e interpretaciones. Sin antiguas preocu-paciones que combatir, sin usos establecidos que camhiar, sinalianzas que romper, sin codigos de guerra y comercio que al-terar, se hallan en absoluta lifhertad de consultar ala experien-cia del mundo entero, y establecer sin parcialidad principioscapaces de promover la paz, la seguridad y su felicidad. Dis-tantes de Europa, no es probable que se haIlen envueltos enlas guerras que suelen asolar a aquella parte del globo, y eneste caso la politica de todala America debe ser la misma quela que los Estados Unidos han observado siempre: paz y neu-tralidad. Si los principios que este estado de neutralidad in-dica como los mas con formes al interes de este hemisferio, sonen si justos y calculados para evitar guerras, 0 a 10 menos mi-tigar los horrores de tamaiia calamidad, Ilevaran en si la masfuerte recomendacion para que sean generalmente aprobados.Estas son las dos cualidades que tienen los principios mariti-mos que han adoptado los Estados Unidos, principalmente enlas ultimas guerras de Europa, y quepor tanto, desea el Presi-dente los propongals a la consideracion del Congreso de Pana-ma. En todos los elementos, un poder sin restriecion propen-de a grandes abusos, y mucho mas en el mar que en tierra, parcuanto se ejerce lejos de testigos imparciales; y el saludablefreno de la opinion publica es menos eficaz cuando llega aaplicarse despues de la comision del hecho distante, que cuan-do este sucede a la vista de muchos testigos desinteresados. Entodos tiempos siempre ha sido mas desigual el poder maritimoque el terrestre, y en todas las epocas ha habido una nacionque sola ella ha tenido mas fuerza maritima que todas las de-mas reunidas, ann cuando fuese posible semejante reunion.Mas cuando una sola nacion ha llegado a tener mas poder quetodas las demas juntas, las consecuencias ban sido tan fatales



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como vemos en las paginas de Ia historia. Ella entonces seensoberbece, e impaciente de toda contradiccion U oposicion,recurre al modo que mas lisongea a su orgullo de resolver conla espada los problemas nacionales, mas bien que al mediomas pacifico y menos brillante de la investigacion. Aim llegana ser mas inaguantables los excesos de abuso, cuando es ma-ritima la superioridad que ha adquirido semejante nacion",Estos objetivos los defini6 y resumio el articulo ~ del Tratadode union, liga y confederacion perpetua, concluido en Pana-ma el 15 de julio del afio 26, entre las Bepublicas de Colombia,Centro America, Peru y Estados Unidos Mejicanos: "Art. ~ EIobjeto de este pacto perpetuo sera sostener en comun, defen-siva y ofens ivamente si fuere necesario, la soberania e inde-pendencia de todas y cada una de las potencias confederadasde America, contra toda dorninaci6n extranjera; y asegurarsedesde ahora para siempre los goces de una paz inalterable, ypromover al efecto la mejor armenia y buena inteligencia, asientre sus pueblos, ciudadanos y subditos respectivamente, co--mo con las demas potencias con quienes deben mantener 0

entrar en relaciones amistosas". Y quedaron establecidas yexpresamente pactadas las CONFERENCIASPANAMERICANAS,se-gun el articulo 119: "Deseando las partes contratantes hacercada vez mas fuertes e indisolubles sus vinculos y relacionesfraternales, por medio de conjerencias [recuenies y amistosas,han convenido y convienen en formar cada dos afios, en tiem-po de paz, y cada afio durante la presente y demas guerras co-munes, una Asamblea General compuesta de dos Ministros Ple-nipotenciarios por cada parte, los cuales seran debidamenteautorizados con los plenos poderes necesarios. El Ingar ytiempo de la reunion, la forma y orden de las sesiones, se ex-presan y arreglan en convenio separado de esta misma fecha",

Nacido el proyecto del Congreso del Istmo en la mente pro-funda y largamente previsiva de Bolivar; llevado a efecto a



VENEZUELA EN EL CENTENARlO DEL CONGRBSODB PANAMA 183

costa de esfuerzos admirables de eonstancia, de habilidad y detalento, como sOlo los conoce Ia historia de la politica y de ladiplomacia americana, en ellapso de 1828a 1829; dedueido deaquella Asamblea el procedimiento para mantener el senti-miento y Ia doctrina panamericanista, por medio de las Con-ferencias peri6dicas Panamericanas, fueron unanimes entrelos hombres de Estado de Norte America los sentimientos queexpresaba Mr. Clay, como Secretario de Estado, en la introduc-ci6n a las Instrucciones de los Plenipotenciarios de los EstadosUnidos, al significarles: "La reuni6n de un Congreso en Pana-ina, compuesto de representantes diplomaticos de las nacionesindependientes de America, [ormarti una nueva epoca en losaconiecimienios humanos. El hecho por si solo, cualquieraque sea el exito de las conjerencias del Conqreso, no puedemenos de excitar la atenci6n de la actual generacion del mun-do civilizado, y captar la de Ia posteridad. Pero nos lisonjea-mos con la esperanza de que tendra otros titulos mas solidos ala consideraci6n del mundo que los que provienen de la meracircunstancia de su novedad; y de que merecera el amor y per-petua gratitud de toda la America, por Ia sabiduria y liberali-dad de sus principios, y por las nuevas garantias que creara enfavor de los grandes intereses que han de comprender sus de-Iiberaciones" .

La forma, los terminos y el espiritu de esta documenta-ci6n sancionaban como dogma de nuestro Derecho Publico elprincipio de IGUALDADDE LAS NACIONES,segun el senti-miento y el prop6sito de Bolivar, de excluir Ia mas remota po-sibilidad de la gerarquizaci6n de potencias y su clasificaci6n engrados de entidad ante la jurisprudencia internacional, a pre-texto de situaci6n geograflca, extension de territorio, riqueza,poblacion, en suma, poderio material 0 prestigio de cualquie-ra indole; prop6sito y actitud que contaban con el apoyo anti-cipado de Ia doctrina expuesta por los Estados Unidos, con Mr.



Adams como Secretario de Estado. cuapdp al referirse a lasgestiones del senor Deferest., Agente del Goblerno de BuenosAires en Washlngton, en demanda del reconocimiento de laindependencia de las Provincias Unidas del Plata, se le decia:"En $U acta pronunciada el dia 4 de julio de 1773. enos (losEstados Unidos) declaran reputar en 10 sueesivo la nacion in-glesa del mismo modo que alresto del gi1lero.hu11l(Jlt(). enemi-gos en guerra. en paz amigos, y en el tratado de amistad y 00-mereio concluido el 6 de febrero de 1778 entre los Estados Uni-dos y la Francia, siendo el primer reconocimiente pur una po-teneia extranjera, de la Independencia de los Estaoos Unidosy el primer tratado en que ellos eran una parte. el preambulodeelara que el Rey de Francia y los Estad os UnidoB, deseandofijar de una manera justa y duradera las 1'eglas que se debensegtrit relaiiuas a la correspotuiencia y comercio que las dosparies contratantes desean establecer entre sus respectivospaises, Estados y vasallos, han juzgado que este fin no podriaser obtenido de otro modo mejor queestableciendo por funda-men to de sus tratados la mas per/teta itpMJEdad y reciprocidad,y evitando cuidadosamepte todas aquellas pref ereneias gravo-sas que son muy cemunmente causa de disputas, embarazos ydisgustos" •

Fue el mismo principio que asesoro a Mr. Trimble en elCongreso norteamerica no, cuando propuso en la sesion del 30de.enerode 1822, que "se requiera y a\ltorice 81 Presidente deIos Estados Unidos para reconocer la independeneia de la Re-publica de Colombia, ya establecer 1a&relacioaes pallticas conague} pais, sobre un pie con las demas naciones libres, sobera-nas e independientes, nombraado Y recibiendo Ministros acre-ditados".

La sancion de esta igualdad, equiparable a la igualdadciudadana, permite CODSideral hoy Ia no iiltervencitin de unEstado en la vida intern a de otro como una regla general acep-



da; pero en los elias interaaeionales de Panama, primaba laconsideraci6n poIitica sobre las secuelas de los principios pos-tulados, y fue precise un celo primordial para evitar Ia iage-rencia, como resultado de apreciaciones circunstanciales, maso menos plausibles. De aqul la Insistencia con que se abogopor la no intervencion, entre los estadistas y los GOOiernosamericanos, y con vista al Dereeho Publico americano, en mo-mentos en que ganaba opinion el dereeho del mas fuerte sabre-el "debil.Como fundamento de armenia, el principio de nointervencien quedaba implicito en el objetivo de unidad ame-ricana. Ya en el debate provocado en la Camara inglesa porel Marques de Landsdown, este deelaraba que "en cuanto a lasform as de Gobiernos que estos Estados pudiesen tomar, esta-ba por su parte contento con las que el pueblo de aquellospaises eligiese por si, EI, sin duda, tenia su preferencia; perojamas disputaria sobre consideraciones abstraetas, con tal quefuesen Gobiernos calculados para mantener las relaeiones depaz y amistad con los Estados extranjeros". Ratifico este pun-to de vista, que significaba una fianza segura de aquellas paz yamistad, Mr. Crowninshield, miembro del Comite de NegociosExtranjeros en Washington, a cuyo estudio y consideracionfueron sometidos el Mensaje del Presidente de los Estados Uni-dos y los documentos acompafiados a el, dieiendo en su Infor-me: "Ha sido una sefial caracteristica de la politiea de estepais abstenerse de inquisiciones respecto a Ia clase y constitu-cion de las potencias a donde envia sus Ministros publicos.Nosotros hemos reposado, por nuestra seguridad, no en un ti-mido calculo de los poderes del Gobierno 0 del Cuerpo conquien nuestros Ministros iban a tratar, sino en la salvaguardiade Ia Constitucion; y ha sido para nosotros indiferente si Eu-ropa ha estado en paz 0 en guerra y si los titulos 0 derechos desus Soberanos para Ia exaltacion al solio del Poder han sidojustificados. A juzgar por los terminos en que esta eoncebida

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186 VENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL CONGRBSO DEPANkMA

la invitacion que se ha hecho a este Gobierno, y como esde es-perarse de la naturaleza del asunto, los debates de la Asambleade Panama versaran sobre puntos de la mas alta importancia:para los nuevos Estados en sus mutuas relaciones politicas; 0en las de las Bepublicas americanas con respecto a Espana; 0

de importancia directa para nosotros en nuestras relacionescon aquellas, Cada nacion alli representada estara en liber-tad de proponer, por medio de sus Enviados, los asuntos dediscusion que a bien tenga, bien entendido que los EstadosUnidos se imponen motu propio, con el conocimiento de lasotras naciones, la restriccion de no ingerirse en diseusiones ydeliberaciones que pudieran afectar de cualquier modo nues-tra neutralidad politica".

Este principio inspira intensamente las Instrucciones queMr. Clay, como Secretario de Estado, trasmitio a los Enviadosde los Estados Unidos yen una de las cuales prevenia: "Final-mente, tengo el encargo de Hamar vuestra atencion hacia lasformas de Gobierno y la causa de las instituciones en este con-tinente. Ni ahora ni nunca ha animado a los Estados Unidosun espiritu propagador, y como no permiten que ninguna na-cion extranjera intervenga en la formacion y conducta de suGobierno, se abstendra tgualmente demezclarse en la consti-tucion de las demas naciones, a pesar de que prefiereIi su ac-tual federaci6n a las demas formas de Gobierno. Esta reso-Iucion no nace de indiferencia por la felicidad de otras nacio-nes, sino de que creen que es mas bien un sentimiento de sim-patia que un principia de accion el interes que suelen tomar enlos aciertos 0 errores que pueden cometer en la adopcion desus sistemas politicos. Seguirian eli el caso presente su cons-tante maxima de evitar la discusion de un asunto tan delicado,si no tuvieran fundamentos para creer que una,' 0 tal uez maspotencias europeas han trabajadoen subuertir en Colombia yMijico (y tal oez en oiras partes) las [ormas establecidas de



vENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL cONGRESO DE PANAMA lff1

Gobierno fibre, para susiiiuir a elias las monarqulas, y colocaren los nuevas tronos principes europeos. En honor de las Re-publicas hermanas nuestras debemos decir, que han sido re-chazadas estas tentativas; pero el espiritu que las ha dietadojamas dormita, y pueden renovarse. El aliciente que se haofrecido es el de que la adopcion de las formas monarquicasempefiara a las grandes potencias europeas a reconocer la in-dependencia de los nuevos Estados y a reconciliarse con ellos.Mas, estos.que ya son independientes y capaces de gobernar-se, han celebrado tratados y otros aetos nacionales; han sidoformalmente reconocidos por los Estados Unidos y la GranBretafia, y tienen un derecho indisputable para ser reconoci-dos. Es verdad que por consideraciones politicas han retarda-do el reconocimiento las naciones europeas, pero no pasaramucho tiempo sin que accedan a ello por su propio inte-res, cuando no sea por un sentimiento de justicia. Nadapor otra parte serla mas deshonroso para las nuevas Republi-cas que someterse a comprar una independencia que han ga-nado a fuerza de valor y sacrificios; y despues de haber arros-trado todos los temores de un ataque combinado de las poten-cias europeas, seria una vileza que hallandose en posesionquieta del mayor de los beneficios humanos, se prestasen a lasintrigas secretas 0 abiertas amenazas de los Gabinetes euro-peos. No puede preverse que encontrareis la menor dificul-tad en disuadir a los nuevos Estados de tratar sobre estas pro-posiciones, pero hareis todo esfuerzo en fortalecer su fe po-litica, e inculcareis el solemne deber de toda nacion en no per-mitir a oira el que intervenga en sus asuntos domesticos".

Fue por sancionar y mantener esta doetrina que el Con-greso de Colombia modiflco el articulo 29 y rehuso su aproba-cion al articulo 1()9 del Tratado celebrado con el Peru, el 6 dejulio de 1822,y con Chile, el 21 de octubre del mismo ana; elcual Tratado se propuso en los mismos terminos a las demas



188 'VENEZUELA EN EL CElllTEN4BIO DEL CONGIlEaO DB ~

Bepublicas, EI articulo 2" establecia el pacto entre las naeio-nes contratantes "para su defensa comun, para laseguridad desu independencia y lihertad, para su bien reelproco y generaly para su tranquilidad interior. obligimdose a socorrerse mu-tuamente y a rechazar en comun todo ataque 0 invasion quepudiese de alguna manera amenazar su existencia politiea" ..EI articulo 109 prevenia: "S; por desgracia se inierrumpiere Latranquilidad interior en alguna parte de los Esiados mencio-nados, por hombres lurbulenios, sediciosos y enemigos de losGobiernos leqitimamenie consiituidos por el vola de los pue-blos libres, quieta y pacificamente expresado en oirtud de susleges. ambas partes se comprometen solemne y formalmentea hacer causa comun contra ellos, auxiliandose mutuamentecon cuantos medios esten en su poder, hasta lograr el restable-cimiento del orden y el imperio de sus leyes",

EI senor Torres (Jeronimo), Vicepresidente del Senado deColombia, al devolver al Vicepresidente de la Republica, En-cargado del Poder Ejecutivo, los tratados aprobados, razona-ba la resolucion del Congreso en la forma siguiente: "Las na-ciones son los unicos jueces competentes de las disensiones quetengan en su casa y no pueden renunciar a este derecho, sincomprometer 0 quiza renunciar su independencia, Son lasque exclusivamente pueden caJificar la legitimidad de sus Go-biernos respectivos, y en esta materia el criterio de las demasinduce bien poca variedad en sus propios juicios, De aqui esque la experiencia acredita los graves males que han resulta-do al mundo cuando una naci6n ha concedido a otra el dere-cho de intervenir en sus propios negocios. Lo que en esta ma-teria interesa a los Estados aJiados y confederados en la Ame-rica del Sur, es garantirse y protegerse mutuamente Ia inde-pendencia de la Espana, y de cualquiera otra naeion extran-jera, y auxiliarse reciprocamente contra todo movimiento quetienda a destruir aquel sagrado objeto, y esto se halla conse-



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guido por el articulo 2' y los demas; pero de ningtin modo elque alguno de los Estados eoafederados intervenga en disen-siones domesticas de otro, que deben ser tenninadas por el mis-mo Estado que las sufre. De estos principios han partido lasCamaras para no aprobar tampoco las palabras 'y tranquilidadinterior' que expresa el articulo 2' de dichos tratados".

EI Articulo 16 del Tratado de Panama, de 15 de julio de1826, contiene un progreso notorio hacia la adopcion comundel arbitrate "como el medio mas eficaz y provechoso para so-lucionar las diferencias internacionales, mediante la aplica-cion recta de Ia Justicia y del Derecho, sin menoscabo de la in-dependencia ni desdoro en la soberania de las Potencias quese sometan a el para dirimir sus Iitigios". Dice as! el aludidoarticulo 16: "Las paQes contratantes se obligan y comprome-ten soIemnemente a transigir amigablemente entre sl todas lasdiferencias que en el dia existen 0 pueden existir entre algunade elIas; y en caso de no terminarse (entre las potencias dis-cordes) se Ilevara, para procurar su conciliaeion, al juicio dela Asamblea, cuya decision no sera obligatoria si dichas po-tencias no se hubiesen convenido antes explicitamente en que10 sea". .

La situacion quedaba asi colocada en un punto comple-tamente nuevo, cual era el de la conciliacion, mas adelante delos buenos oficios, con un caracter de compromiso implicitoen Ia intencion; pero muy cerca del arbitraje, aunque sin elcaracter juridico de obligacion. Se retiraba enonnemente lacuestion de toda posibilidad de solucion de fuerza y se Ie irn-ponia una solucion de justicia, muy proxima a la de derecho.No se llegaba a suprimir las imperfecciones y las restriccio-nes de que aun en eI dia adolece el procedimiento: pero se ~s-tatuia un recurso hasta entonces no reconocido ni empleado,cuya practica iba a dar la medida de sus ventajas y de una talinfluencia "en Ia conciencia del mundo civilizado, que su eft-




cacia fue admitida y proclamada por los 44 Estados que con-currieron ala Segunda Conferencia de la Paz, en·1907". Es laidea nacida desde temprano, desde el asiloprecario de Jamai-ca, en la mente de Bolivar, originada en las Bepublicas Iiber-tadas por su brazo y su cerebro yqneha idoganando horizon-tes en la justicia de las naciones, hasta el punto de. que en elActa Final suscrita por aquellos cuarenta y cuatro Estados So-beranos, consta -la declaracion siguiente:

"LA CONFERENCIA,

conformandose al espiritu de arrnonia y de concesionesreciprocas que es el espiritu mismo de sus deliberaciones, hadictado Ia declaraoion siguiente, que, aI propio liempo que re-serva a cada una de las Potencias representadas el beneficiode sus votos, Ies permite a todas afirmar los principios queconsideren como unanimemente reconocidos: -

"Ella esta unanime:. ( )19 En reconocer el principio del arbitraje obligatorio; ,~ En declarar que ciertas diferencias, y especialmente

las relativas a Ia interpretacion y ala aplicacion de las estipu-laciones convencionales internacionales, son susceptibles deser sometidas al arbitraje obligatorio sin ninguna restriccion.

"Ella esta unanime, finalmente, en proclamar que, si noha sido dado ajustar desde ahora una Convencion en este sen-tido, las divergencias de opinion que se han manif estado nohan pasado de los Iimites de una controversia juridica y que,trabajando aqui juntas durante cuatro meses, todas las Polen-cias del mundo, no solamente han aprendido a comprenderseya acercarse mas, sino que han sabido poner de resalto, en eldecurso de esa Iarga colaboracion, un sentimiento muy eleva-do del bien comun de la humanidad".



VENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL Co.."ilGRE80DE PANAMA 191

Desde 1890, fecha de la Primera Conferencia Panameri-cana reunida en Washington, qued6 establecido como un me-dio de frustrar la guerra entre las naciones del Nuevo Mundoy con las extranjeras, Iniciado por Bolivar, propugnado porsu intensa influencia de Libertador, consign ado en los tratadosde la antigua Colombia, desde 1822, estatuido en el Congresode Panama, en 1826, Venezuela 10 ha consign ado en todos sustratados, convenciones y arreglos: en 1842, con la Nueva Gra-nada; en 1868, con Inglaterra; en 1881, con Colombia; en 1882,con Espana; en 1883, con Bolivia; en 1885, con Francia, en1886, con Belgica; yen 1888, con El Salvador. rT.l-..

*Y esta-i--nacida en los antecedentes hasta aqui historiados,

coexistente con la formaci6n de la nacionalidad, consustancialcon su situacion juridica entre los Estados; espiritu, raz6n yfundamento del Derecho Publico americano-s-esta es la profe-fesi6n de fe panamericanista de Venezuela, mantenida en latradici6n, en la doctrina y en las practicas de la politica exte-rior de sus Gobiernos.

Caracas: 1926.ELOY G. GONZALEZ.

Este estudio del Secretario de la Academia Nacional de laHistoria, doctor Elov G. Gonzalez, fue escrito por encargo dela Embajada de Vell'ezuela y presentado oficialmente por estaala consideraci6n del Congreso de Bolivar.



Algunas reflexiones acerca de la ideade una liga que corresponda a los conceptos

panarnericanos del Congreso de Bolivar

La celebracion de este Congreso Pan-Americano, en con-memoracion del centenario del que convocara el LibertadorSimon Bolivar, obedece a un profundo sentimiento de solida-ridad continental y corresponde a un criterio de trascendentalconveniencia americana. La noble iniciativa del Gobiernopa-namefio no representa un hecho aislado, sin antecedentes niconsecuencias, sino que es un magnifico jalon mas, engarzadoen hora oportunisima y solemne, a la cadena de acontecimien-tos que han venido sucediendose, sobre todo durante estos iII-timos lustros, en este con sobra de razon llamado Nuevo Mun-do y cuyas finalidades constituyen el hecho historico mas irn-portante que pueda sacudir a Ia America despues del de la In-dependencia. Era esencial, dentro del ambiente juridico ypolitico que ha venido desarrollandose en America, el que sereuniese una Asamblea constituida por todos los Estados de

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194 VENEZUELA EN EL CEN1'ENARIO DEL CO:NGRESODB PANAXA

este Hemisf erio para rememorar aquella otra, celebrada hacejustamente cien afios, y que se inspire en los mismos princi-pios americanistas que animan hoy a los pueblos del Conti-nente, ya que aquel movimiento no obedecio fundamental-mente a circunstancias del mom ento, ni f'ue caracterizado porm6viles individualistas, sino que represento, por el contrario,la expresion de una necesidad historica, surgida de las entrafiasmismas de la Naturaleza e impulsada por los acontecimientosdesde el instante preciso en que la monarquia espanola perdioel control del Gobierno de estos inmensos y aislados territorios.

El Congreso Pan-Americano de Bolivar no fue una inven-cion de su genio, ni una creaci6n de su fogosa fantasia, ni unelemento mas de satisfacci6n para su espiritu, seducido cons-tantemente por el briIIo de las grandes concepciones. Asi co-mo no concibi6 la libertad de Venezuela, su pais natal, si no seaseguraba la de Ia Nueva Granada y resolvi6 triunfar primeroen Boyaca para hacerlo luego en Carabobo, asi como no conci-bi6 la independencia definitiva de la Gran Colombia ni la delas Bepublicas del Sur, sin la destrucci6n del poderio espafiolen el Peru, que fue a abatir en Junin y en Ayacucho, a costa degigantescas penalidades materiales y morales, asi tampococoncibi6 el engrandecimiento futuro de las distintas entidadesque componian el Continente Hispano-Americano, cuya faltade cohesion interna Ie era barto conocida y cuya tendencia alaislamiento 10 espantaba ante la gravedad de los problemasque el propio becho de la emancipaci6n habia suseitado entreelias mismas y con el resto del munde, sin que un poder repre-sentativo de la suma de los incipientes poderes de todas elIas yuna voluntad formada por el concurso de sus nacientes y toda-via anarquicas voluntades, sirviese de arma y escudo contralos peligros extern os y de regulador i amigable componedoren sus conflictos domesticos. EI Libertador no crea de su pro-pia cabeza la idea de la necesidad de la confederacion, sino la



VENEZUELA EN EL CENTENABIO DBL QOJoiGRESODE PANAMA 195

deduce del espectKuloque 10' rodea, no .inventa un plan sinoIe da forma y calor, no busca UR pretesto para nuevas combi-naciones peliticas, sino toma una inieiativa que, al troves delos tiempos y apes&r de las dificultades; ira ahriendose paso,haciendo mas grande su gloria, mientras mayor sea el espaciode, tiempo que tarde en realisarse deflnitivamente Ia con-cepcion.

Es, pues, un acontechnieato 16gico fa rennion de estaAsamblea, en esta hora y en este sitio y el Gobierno de Ia Re-publica de Panama merece un aplanso tan sineero como entu-siasta por su honrosa iniciativa, que inscribe su nombre entrelos mas eflcaces colaboradores de la obra de paz y de igualdadque esta Ilamado a realizar el Continente Americano para biende la humanidad entera, yaque esa obra no significa, en modoalguno, el aislamiento del resto del mundoni entrafia nuestroalejamiento y separacion de la civihzacion europea, cuyosgermenes profundos aUmenta,ton las raices mismas de nues-tra civilizacien actual.

No parece, ciertamente, llegado todavia para el Continen-te Americano el momenta de la cristalizacion, en una formulaconcreta con alcances perfectamente deflnidos, de los idealespan-americanos. Por parte de los pueblos hispano-americanosque constiluyen la inmensa mayorla num~rita de naciones delContinente, podria decirse que gastaron cast toda la centuriapasada en una lucha dentro de ellos mismos por la formacionde esa unidad de pensamiento y de accion indispensables parapoder exteriorizar luego un impulse colectivo y constante haciauna aspiracion comun, de indole internacional. Los multipleselementos etnicos de tan variada condicion y de tan diferentesvalores, que entraron en la formacion de estas nuevas nacio-nalidades, su especialisima situacion politica y social duranteel regimen de Ia Colonia, el caracter devastador y las ruinosas




consecuencias que tuvo en muchas de ellas la guerra por laemanci paci6n y la instabilidad que ha .caracterisado, por es-pacios mas 0 menos prolongados de tiempo, suvida de nacio-nes independientes, consecuencia esta ultima de los factoresanteriormente apuntados, han sido otras tantas causas retar-datrices de ese movimiento espontaneo, natural, pudieramosdecir organico, que brota instintivamente del seno de aquellas,por su situacion, por sus peculiares intereses y por afinidadesde diversa indole, que tienden a formar un concepto comun ya establecer entre elIas un conjunto de principios que regulesus actividades. "Es una completa calamidad, escribia Gualdesde la ciudad de Mexico en 1827, para los Estados de IaAmerica antes espanola, que al tiempo de crearse la institucionmas hermosa que se vio jamas, una institucion que iba a con-soli dar para siempre su existencia politica, se hayan pues-to la mayor parte de ellos en una confusion horrorosa.Buenos Aires lucha actualmente con un veeino obstinado quedificilmente reconocera los derechos de aquella Republica a IaBanda Oriental, y sin esta es imposible que continue existien-do como Naci6n. Chile no ha. podido reorganizarse, y en eldia es un campo en que se discuten acaloradamente todas lasteorias de gobierno. La existencia de Bolivia es demasiadoprecaria. Se ignora hasta que punto conduciran las pasionesy el sibaritismo al Peru. Centro America esta siendo victimade unas guerras intestinas entre San Salvador y Guatemala, yeste pais, aunque aparentemente tranquilo, va caminando ra-pidamente a su descomposicion, por los abusos de los que es-tan encargados del Gobierno. Como esposible, pues, que enel dia se establezca una confederaci6n de partes discordes ydesorganizadas? Puede acaso ser la conf ederacion medio efi-caz de restablecer los males interiores de cada Estado? 0 debeesta misma confederacion ser el resultado del huen orden y



VENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL CONGJlE5O DB PANAxA 191

profundos calculos decada uno de ellos?" (1) Ha sido solo len-tamente, a medida que la influencia adversa de los factoresanotados ha ido alejandose por el concurso de .otros mas pro-picios y al paso, tambien, que la experiencia y el progreso eintercambio universales ban ido comunicando mayor consis-ten cia a estas entidades, las cuales demostraron desde un prin-cipio su capacidad virtual para el Gobierno propio, que se hahecho posible obtener la colaboraci6n estable de todos paradesarrollar, en un ambiente de seguridad propia y de solida-ridad continental, los principios que han de informar deflniti-vamente el pensamiento pan-americano.

Pero ese pensamiento no es una noci6n simplista, cuyoselementos todos esten preparados de antemano por la natura-leza de las cosas y cuyas bases hayan fijado ya, de modo irre-vocable, la Historia y Ia Politica. Ese pensamiento es el resul-tado de las aspiraciones y de los anhelos de mas de veinte pue-blos en formaci6n ysi "la Naturaleza, al hacernos habitantesdel mismo Continente nos ha unido, en cierto modo, dentro delos dictados de un patriotismo comun" (2), no nos ha sefialadode un modo preciso las formulas de ese comun patriotismo,dejando a la capacidad de los hombres de Estado del NuevoMundo y al patriotismo peculiar de cada pueblo, el cuidado deestablecer esos dictados, el de interpretarlos y el de vigilar quesean bien y fielmente cumplidos.

La tarea es, ciertamente, compleja. Por una parte, hayque superar las naturales dif erencias en el modo de sentir y depensar de un numeroso grupo de pueblos entre los que existendesemejanzas etnicas y a los cuales su peculiar desarrollo, aundentro del mismo origen historico, ha impreso caracteristicasdistintas. Por la otra, hay que depurar la aspiracion, el inte-

(1) Carta de Qual, Delegado de la Gran Colombia aJ Dr. Reveng8r-(O'Leary) lIIemorlas.Tomo XXIV. Pac. au,

(2) carta de Mala a. JefferllOn.-Eplgrafe de la obra de Joseph B. Lockey "Pan-AmerJ-canlllm-lta Beglnnlnp".



198 VENEZUELA HillEL CENTIINAB10 nEL CONSBBIO DB p.uuKi

res colectivo, de los intereses y aspiraciones propios de cadauno de elIos, ya que el pensamiento panamericanopara serfecuado, para ser eflcaz, para ser pr8ctiCQ, para constituir UQpoder influyenteen los destinos del mundo, ha de representarla conciencia colectiva de todos y hade ser la resultaate de lasfuerzas convergentes del conjunto. Esta es la parte mas noble,mas alta y de mas transcendentales eonsecuencias en el desa-rrollo de la obra panamericana, Hamada a hacer en 10 futuroun papel hist6rico y politico cuyo aleance quizas apenas sos-pechamos todavia. Los soeiologos ensefian como principioaxiomatico que, al verificarse el fen6meno psico-f'isico del en-cuentro entre dos grupos sociales sargen, flesde Iuego, entreellos la noci6n de sus difereacias y el concepto de sus antago-nismos, para derivarse de este choEIue entre des reeiprocas an-tipatias, fa lucha de intereses de ·to&looeden, que culeaina en eltriunfo del mas audaz 0 del mali fuerte. La tarea principal delpanamericanismo consiste, precisamente, en neutralizar de unmodo eflcaz, los efectos del precepto sociolegico par la inten-sificacion y desarrollo oportunos del fen6meno subsiguiente aldel encuentro: el mutuo conocimiento de las afinidades de todoorden entre los grupos, el aprecio reciproco de suscapacida-des, la mutua ayuda moral y material basada en el reconoci-miento de intereses reciprocos, para concluir por el acuerdo einteligencia de sus necesidades de cualquiera espeeie sebre labase del engrandecimiento colectivo.

Aun cuando los multiples elementos y el'variado materialque se requieren para cristalizar defiaitivamenteesta obra noestan del todo elaborados todavia, apesar de que la organiza-cion de los factores necesarios para llevar a cabo la tarea esteen su periodo de formacion, todo nos da derecho a ser op-timistas acerca de los resultados .deflnitivos que seran la labordel tiempo y los efectos del concurso de los esfuerzos de losestadistas y publicistas de America. No se trata, ciertamente,



~~UEL4 EN EL CENTENUIO DEL CONGBESODE PANAMA 1'-de crear una.institucion que earezca de antecedentes ni deim-provisar un proyecto que represente, con mayor 0 menor ha-bilidad, un equilibrio de intereses encontrados: el materialviene acumulandose desde el instants mismo en que los.pue-bios americanos manifestaron, por boca de sus mas autoriza-dos representatives, su voluatad de gobernarse por SI mlsmosy de trazarse a si propios la regla de conducta que cada uno deellos considerase mas adecuada; el alto interes que se quieresatisfacer nacio hace mas de un siglo y ha venido haciendosesentir, cada vez mas intensamente, con el transcurso del tiem-po. a medida que el progreso universal de.las ideas ha hechoel ambiente mas propicio para las gran des obras de civiliza-cion y de paz. Por ello se explica que uno de los temas delpresente Congreso sea el de una Liga que corresponda a IQSconceptos panamericanos del Coagreso de Bolivar y por ellose ex-plica tambien el heoho mismo de la celebraeion de esteCongreso, conmemorativo del de 1826, con la asistencia de todalaAmerica. Cuando un Continente entero se reune para re-memorar un acontecimiento historico, cuando de todas las na-clones que 10 componen acuden sus representantes, como enuna peregrinacion del patriotismo, en la que cada uno de ellosrepresenta millones de hombres, es porque ese acontecimientohlstorico no fue el resultado de un azar, ni el producto de lavoluntad de un hombre, niel resultado de una aecesidad delmemento, ni el espejismo dela ilusion de un grupo de pueblosque clamaban por la libertad, enf rente de UBa coalicion ame-nazante. En el corazon del Nuevo Mundo palpita el sentimien-to de que al finalizar unsiglo de haberse reunido aqueUaAsamblea, sus ideales estan m4s vivos que nunca y que, si bienno hay adversarios que veneer con las armas, ni propaganclasretr6gadas que combatir con las ideas democraticas, restansiempre en pie los problemas iDherentes a so situaciOn en elmundo y al mayor desarroHo de sus relaciones reciprocas para



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el bien comun y para eI engrandeeimiento de cada una de suspartes componentes como entidades soberanas,

"Es innecesario decir, sienta Lockey, (J) que eI Congresode Panama no satisfizo las altas esperanzas de su gran prota-gonista ni las de sus numerosos amigos y sostenedores que to-maron una parte menor en eI esfuerzo por realizar sus noblesaspiraciones, Bolivar, en un momento de desconsuelo, 10 com-paro al griego loco que, en la antiguedad, se sent6 sobre unaroca en el medio del mar y. desde ella trataba de dirigir losbarcos que navegaban a su alrededor. El hecho de que el Con-greso no produjera resultados palpables, fue suficiente paraque se Ie viese pasar con indiferencia 0 para que se Ie caracte-rizase como ilusorio y fuese, como tal, condenado. La gran-deza, Ia benevolencia, la humanidad de su designio, parecieronno haber impresionado las imaginaciones de los hombres. Elsimple hecho de una reuni6n de los Estados Americanos noatrajo, como 10 predijo Henry Clay, la atenci6n Iii de esa ge-neraci6n ni Ia de las que Ia siguieron inmediatamente. Sinembargo, Ia idea central, solidaridad continental, no ces6 enningun tiempo de ser una fuerza en los asuntos americanos".

"Esta idea, Hamada hoy Pan-Americanismo, esta adqui-riendo una mas amplia extension y una mayor importanciade la que ella posey6 en los tiempos de Bolivar. Y el movi-miento es ahora impulsado principal mente por Estados que,hace noventa aDOS,0 fueron indiferentes 0 apenas espectado-res interesados en los esfuerzos del Libertador por establecerun sistema politico americano. Las republicas que el fundo ylas que adhirieron sin reservas al Congreso de Panama, es-tan muy Iejos de ocupar la posicion influyente que el aspire aque ocuparan en Iosasuntos internacionales del hemisferioOccidental. La estructura que se esta levantando hoyadopta,sin embargo, un aspecto diferente de Ia que el Ie habria dado.

(8) Lockey-obra citada. PAp. 818Y Illgulente8.



VENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL OONGJ\E80 DE PANAxA 201

Pero se basa sobre el mismo fundamento de interes comun yde comunes ideales de la que se propuso construir en Panama.Y como el edificio se engrandece hacia la perfecci6n, es posi-ble reconocer en su aspecto general muchas de las lineas traza-das por la mano del arquitecto original. Asi, la posteridad es-tara siempre mas y mas obligada a buscar los origenes de Iapolitica americana, quizas no en los protocolos del Istmo, perosi en los ideales politicos de Simon Bolivar".

Un ideal profundamente democratico y de solidaridadcontinental impulse al Libertador en su concepcion politicadel Congreso de Panama. Si bien el brillo deslumbrador de laGran Colombia que servia de pedestal a su gloria y los exitosfulgurantes de su espada, pudieron sugerir la idea de que lafinalidad que se proponia la Asamblea era la consagraeion dela hegemonla, en Hispano-America, de aquella su propia crea-cion y la de asegurarse, en provecho personal, un poderio casisin antecedentes en la Historia, nada di6 pabulo a la sospechani confirmo la suposicion, ya que ni los antecedentes del Con-greso, ni Ia actitud que asumieron en el los Delegados de laGran Colombia, ni el mismo criterio personal del Libertador,tantas veces expresado desde mucho tiempo atras, suministra-ron base alguna para hacer semejante induccion.

"Despues de quince aiios, decia el Libertador en su circu-1ara los Jefes de Estado Hispano-Americanos w, de sacrificiosconsagrados a la Iibertad de America, por obtener el sistemade garantias que en paz y en guerra, sea el escudo de nuestronuevodestino,es tiempo yade que los intereses y relaciones queunen entre si a las republicas americanas, antes colonias espa-fiolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible,la duracion de estos gobiernos".

"Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este grancuerpo politico, pertenece al ejercicio de una autoridad subli-

(4) (O'Leary) MemortlUl.-Tomo XXIV, PAg. 251.

~



:M)2VENQ:UELA EN EL. CENTENAlUQ .~ CONGRESO DE P~AKA

me que dirija Ia politica de nuestros aobief~ cuyo influjomantenga Ia uniformidad de sus principles, ,Y cuyo nombresolo calme nuestras tempestades. Tan r~spetab1e autoridad nopuede existir sino en una Asamblea de Pleuipotenciarios nom-brad os por cada una de nuestras Bepublicas Y reunidos bajolos auspicios de la victoria obtenida pOf nuestras armas contrael poder espafiol".

"Profundamente penetrado de estas ideas invite en 1822,como Presidente de la Republica de Colombia, a los Gobiernosde Mexico, Peru, Chile y Buenos Aires para que formasemosuna confederacion y reuniesemos en el Istmo de Panama uotro punto, elegible a pluralidad, una Asamblea de Plenipo-tenciarios de cada estado "que nos sirviese de consejo en losgrandes conflictos, de punto de contacto en los peligros cornu-nes, de fiel interprets en los tratados publicos cuando ocurrandiflcultades y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias".

En una hoja inedita.del Archivo de Bolivar, que hallo eldoctor Vicente Lecuna hace algunos aDOI Y qae reprodujo enWashington con motivo de la celebracion del·Se9Uftdo Congre-so Cientifico Panamericano, que se reunie en dicha ciudad en1916, estan contenidos los siguientes conoeptos del Libertadorsobre las causas y el alcance del Congreso Panamericano.

"EI Congreso de Panama reunira todos los representantesde la America y UR ajente diplomatico del Congreso de S. M. B.Este Congreso parece destinado a formar la Iiga mas vasta,mas extraordinaria y mas fuerte que ha aparecido hasta el diasobreIa tierra. La Santa Alianza sera inferior en poder aesta eonfederacion, siempre que la Gran Colombia quiera to-mar parte en ella, como Miembro Constituyente. "El generohumano daria mil bendiciones a em l~ de salud y la Americacomo la Gran Bretafia cojerian cOlJil!Chas' ckbeneUcios".

"Las relaciones de las sociedades poUticasrecibirian uncodigo de derecho publico por regla de conducta universal".



VB2llBaDEL4 EN EL CENTENAalO DEL CONGRESO DE P.ANAKA .,

461Q El Nuevo Mundo se COll6titUIDW w naeloaes indepen-dientes, Iigadas tadas par una ley comun que fijase sus rela-ciones externas y les ofreciese el psder oenservador de un Con-greso jeneral y permanente".

"~ La. existencia de estes Nuevos Estados obtendria nue-vas garantias".

"39 La Espana haria Ia paz par respeto a la Inglaterra yla Santa Alianza prestaria su reconocimienta a estas nacionesnacientes" .

"49 EI orden interne se conservaria intacto entre los di-ferentes Estados, y dentro de cada uno de ellos",

"59 Ninguno seria debil con respecto a otro: ninguno se-ria mas fuerte",

"69 Un equilibria perfecto se establecerla en este verda-dero nuevo orden de casas".

"79 La fuerza de todos concurriria al auxilio del que su-friese por parte del enemigoexterao 0 de las faeeiones anar-quicas".

"89 La diferencia de orijen y de colores perderia su in-tluencia y poder".

"99 La America no temeria mas a ese tremendo monstrueque ha devorado a la isla de Santo Domingo; ni tampoco teme-ria la preponderancia numerica de los primitivos habitadores",

"1<P La reforma social, en fin, se hahria alcanzado bajolos santos auspicios de Ia libertad y de la paz-pero la Inglate-rra deberia tamar necesariamente en sus manos el fiel de labalanza".

"La Gran Bretafia alcanzara, sin duda, ventajas conside-rabies por este arreglo",

"19 So influencia en Europa se aumentariaprogresiva-mente y SUS deeisiones vendrian a ser las del destine".



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"~ La America le serviria como de un opulento dominiode comercio".

"39 Seria para ella la America el centro de sus relacionesentre el Asia y la Europa".

"49 Los ingleses se considerarian iguales a los ciudada-nos de America'.

"59 Las relaciones mutuas entre los dos paises lograriancon el tiempo ser unas mismas".

"69 EI caracter britanico y sus costumbres los tomarianlos americanos por los objetos normales de su existenciafutura".

"79 En Ia marcha de los siglos, podria encontrarse quizauna sola nacion cubriendo al Universo--la federal".

"Tales ideas ocu pan el animo de algunos americanos cons-tituidos en el rango mas elevado; ellos esperan con impacien-cia la iniciativa de este proyecto en el Congreso de Panama,que puede ser la ocasion de consolidar la union de los nuevosestados con el Imperio Britanico",

Diafanos, fulgurantes, como 10 fueron siempre los pen-samientos del Libertador, aparecen de sus expresiones el al-cance que quiso dar al Congreso y el concepto que se forme desu influencia en los destinos de America: asegurar, desde lue-go, la recien conquistada independencia por medio de una ac-cion comun que neutralizase la accion, no solo de la Monar-quia Espanola, sino la de 13 coalicion que la apoyaba afirmandoante el mundo la inquebrantable, la irrevocable voluntad delos pueblos americanos de ser completamente soberanos y deperpetuar la duracion de sus gobiernos propios. Imponer deuna vez y para siempre este supremo criterio e imponerlo de unmodo colectivo y unanime, a fin de desvanecer en Europa todaesperanza de reconquista de cualquiera de las partes que inte-graban el conjunto de las naciones americanas es, en el con-



\"ENEZUELA EN EL CENTENARIO DEL CONGRESO DE PANAMA ~

cepto del Libertador, la necesidad primordial, el interes apre-miante, y par ella piensa tambien en la Iiberacion de Cuba yPuerto Rico como complemento indispensable de la emanci-pacion. En la mente de aquel, esta idea de la Independenciano se Iiga can la de ninguna atenuacion que pudiera afectarsu ilimitada amplitud. Profundo admirador de las costum-bres y de las instituciones de los ingleses, de cuyo caracter esfervoroso e incansable propagandista, no piensa sin embargo,ni remotamente, que la Gran Bretafia pueda intervenir en losasuntos domesticos de America, apesar de que ve en aquella,no solo el unico apoyo eficaz para obtener el reconocimientode la libertad del Nuevo Continente por parte de la Europa le-gitimista, sino tamhien el modelo que han de imitar las jove-nes nacionalidades americanas para formar escuela de buenosciudadanos. Par el contrario, apesar de las inconmensurablesdiferencias que encuentra entre aquella y estas ultimas, pien-sa que las relaciones mutuas entre Inglaterra y America debenser unas mismas. Y si los superiores intereses de la causa dela independencia y las imperiosas necesidades de la guerra 10conducen a el mismo, en cierto modo, a una especie de inter-vencionismo en los paises que liberta con su esfuerzo indivi-dual y con los soldados de la Gran Colombia, ese intervencio-nismo tiene un caracter personalisimo y protesta siempre ar-dientementeque es sagrado el derecho de cada pueblo a gober-narse por si mismo, sin ninguna intervencion extrafia, hacien-do de este principio la profesion de fe que animo toda su obra.

Surge, en segundo lugar, del pensamiento del Libertadorla idea de que el Nuevo Mundo "se constituiria en nacionesindependientes Iigadas todas por una ley comun que fijase susrelaciones extern as y les ofreciese el poder conservador en unCongreso general y permanente". Aparece aqui la vision certe-ra de Bolivar acerca de la necesaria solidarizacion, sabre basesdemocraticas, del Continente Americana, llamado a tener una



influencia del congreso de bolivar sobre el ...bdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=el congreso...

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