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INDICE Introducción Una capital europea del s.XXI Historia Fechas y momentos clave Cultura Viva Barcelona en la actualidad Literatura Teatro Música Diseño Festivales culturales Latidos de Barcelona Modernismo La Rambla Los mercados Terrazas y plazas Las fiestas de la ciudad Jardines y Parques Rutas y paseos .01 De la Anilla Olímpica a la Plaza España .02 El Corazón del Eixample .03 De las plazas de Gracia a la Diagonal .04 Un paseo por la Rambla .05 Barceloneta y Vila Olímpica .06 La Ribera y el Born .07 El Barrio Gótico y la Barcelona judía .08 Más allá del Eixample Dret .09 Fuera de ruta e imprescindibles .10 De la Plaça Catalunya al barrio de la Mercè Alrededores Sitges Costa Brava Montserrat Guía práctica ¿Cómo llegar? ¿Cómo moverse? Consejos útiles, ¿Dónde dormir? ¿Dónde comer? La noche, Shopping, La ciudad co niños, deportes Textos: Merche Gallego Fotos: Lluis Trillo

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INDICE

IntroducciónUna capital europea del s.XXI

HistoriaFechas y momentos clave

Cultura VivaBarcelona en la actualidadLiteratura Teatro MúsicaDiseño Festivales culturales

Latidos de BarcelonaModernismoLa RamblaLos mercadosTerrazas y plazasLas fiestas de la ciudadJardines y Parques

Rutas y paseos.01 De la Anilla Olímpica a la Plaza España.02 El Corazón del Eixample.03 De las plazas de Gracia a la Diagonal.04 Un paseo por la Rambla.05 Barceloneta y Vila Olímpica.06 La Ribera y el Born.07 El Barrio Gótico y la Barcelona judía.08 Más allá del Eixample Dret.09 Fuera de ruta e imprescindibles.10 De la Plaça Catalunya al barrio de la Mercè

AlrededoresSitgesCosta BravaMontserrat

Guía práctica¿Cómo llegar? ¿Cómo moverse? Consejos útiles, ¿Dóndedormir? ¿Dónde comer? La noche, Shopping, La ciudad coniños, deportes

Textos: Merche GallegoFotos: Lluis Trillo

La montaña de Montjuïc no es sólo uno de losmejores miradores sobre Barcelona. Aquí havivido la ciudad momentos que han cambiadosu rumbo y, actualmente, un paseo por la mon-taña es un recorrido por la cultura y la historiade Barcelona, pero también por las apuestas defuturo que se están haciendo últimamente.

Para comenzar el paseo lo mejor es acercarsehasta l'Anella Olímpica. Con este nombre seconoce el espacio de la montaña de Montjuïc enel que se concentran las principales instalacio-nes de los Juegos Olímpicos de 1992.

Palau Sant JordiEl Palau Sant Jordi, inaugurado para la ocasión,representó un hito en la arquitectura moderna dehace diez años. Su espectacular diseño ha hechoque, aún hoy, siga siendo todo un ejemplo de lamodernidad en la despunta la ciudad.

Desde su inauguración en 1990 se ha converti-do en un símbolo de la Barcelona olímpica y laciudad en sí. En un principio se pensó comopabellón deportivo pensado para la gimnasia rít-mica y deportiva, pero por sus dimensiones hasido también el escenario de otras actividades.Artistas de todo el mundo han realizado susconciertos aquí y hasta han podido verse repre-sentaciones teatrales o espectáculos de ballet.Incluso ha sido el escenario de campeonatos detrial o se ha convertido en una enorme piscinacubierta, como cuando se celebraron enBarcelona los Mundiales de Natación. El objeti-

vo es aprovechar su capacidad, ya que en lasgradas del Palau Sant Jordi hay lugar para unos17.000 espectadores.Para muchos, el exterior de este Palau construi-do por el arquitecto Arata Isozaki recuerda laforma de un platillo volante y resulta muyespectacular. El techo del Palau es una gran redmetálica que se combina con tejas de cerámicavidriada. El resultado es un diseño sorprenden-te, obra del japonés Mamoru Kawaguchi, querealizó por ordenador los planos de lo queactualmente es el Sant Jordi.

Estadi OlímpicJunto al Palau se levanta el Estadi Olímpic,para el que se recuperó el antiguo estadio queexistía desde la Exposición Internacional deBarcelona de 1929. Probablemente, nadie enBarcelona ha olvidado el momento en el queuna flecha hizo arder su pebetero en la inaugu-ración de los Juegos Olímpicos. Por razonescomo ésta y por su monumentalidad, se ha con-vertido en una de las instalaciones deportivasmás queridas por los barceloneses.

El Estadi Olímpic actual es el resultado de laremodelación de otro más antiguo que existíaen Barcelona desde 1929. Se le dotó de unanueva infraestructura y equipamientos con altatecnología y se aumentó su capacidad hasta los56.000 espectadores (con la ayuda de gradasprofesionales se puede llegar hasta las 77.000personas de público). Todo ello ha hecho queesta instalación deportiva haya sido reconocida

por la UEGA con la categoría de Estadio 5Estrellas.

Del mismo modo que en el Palau Sant Jordi, enel Estadi Olímpic también se celebran aconteci-mientos de todo tipo, tanto deportivos comosociales. Actualmente, uno de los dos equiposcatalanes que juegan en la Primera División dela Liga Española, el RCD Espanyol, disputaaquí sus partidos de fútbol.Los nombres de artistas y arquitectos que inter-vinieron en su diseño han hecho que el Estadisupere la categoría de instalción deportiva. Lafachada recuperada del antiguo estadio es obrade Pere Doménech i Roure, el frontal lo escul-pió Vicenç Navarro y las estatuas que puedenverse sobre la puerta de entrada son de PauGargallo.

Torre CalatravaEl estilo clásico del estadio contrasta con locontemporáneo de la Torre Calatrava, obra delvalenciano Santiago Calatrava, consideradouno de los mejores arquitectos de las últimasdécadas. Calatrava también ha sido el respon-sable de algunas de las instalaciones de las últi-mas Olimpíadas en Atenas y, con su peculiarvisión creativa, también remodeló la Estaciónde Oriente en Lisboa o la Ciudad de las Artes ylas Ciencias en Valencia.

La torre de comunicaciones de SantiagoCalatrava fue uno de los hitos en la Barcelonade 1992. Desde entonces, cambió la silueta de

Ruta 01

De la Anilla Olímpica a la Plaza EspañaDe la Anilla Olímpica a la Plaza España

la extensa montaña de Montjuïc, reurbanizadapara la celebración de los Juegos Olímpicos, yde toda la ciudad. Su espectacular diseño la haconvertido, junto al Palau Sant Jordi, en una delas construcciones de la Barcelona del futuroque ya se pueden disfrutar de la ciudad.Calatrava también ha dejado su firma en otrospuntos de la capital, como en el original puen-te que atraviesa la calle Bac de Roda (en el dis-trito de Sant Martí).Castillo de MontjuïcMientras se abandona la zona olímpica, unpaseo lleva hasta el castillo de Montjuïc. Hoyen día, la fortaleza tiene carácter cultural, ya

que alberga el Museo de las Armas y el Museodel Cómic y la Ilustración, pero no siempre hasido así. El castillo es para los catalanes unlugar de sentimientos encontrados ya que, enépoca de la dictadura franquista, fueron fusila-das aquí personalidades como Lluís Companys,un referente del nacionalismo catalán por ocu-par la presidencia de la Generalitat deCatalunya en el momento en el que estalló laGuerra Civil española.

Fundació Joan MiróDespués de visitar las exposiciones que hay enel interior del castillo y de disfrutar de las vis-tas que se obtienen del puerto de la ciudad, nopodemos perdernos la visita a la Fundació JoanMiró. Recoge una de las colecciones másimportantes del artista catalán, tanto en pinturay escultura, como murales de gran tamaño y eledificio es toda una obra de ingeniería.

La obra artística del pintor Joan Miró tiene unlugar propio en el edificio de esta fundación,situado en la montaña de Montjuïc. Aquí seexpone una colección permanente de pinturasdel artista que muestran su personalidad creati-va y que se combinan con diferentes exposicio-nes itinerantes. En un espacio al aire libre en elmismo edificio se pueden encontrar esculturasde Joan Miró, como la llamada Bon dia,Barcelona, una de las que más llama la aten-ción.

Joan Miró mostró, a lo largo de su vida, un graninterés por la diversidad de los materiales, delas formas y de los colores, que lo llevó a expe-rimentar con diferentes géneros artísticos: pin-tura, escultura, obra gráfica, cerámica, teatro yobra textil. Para conocer su personalidad enprofundidad lo mejor es no perderse ninguna delas salas que componen el edificio: la Sala

Estamos muy cerca del Poble Espanyol, uno delos recintos más peculiares de la ciudad que, enlos últimos años, ha apostado por su renova-ción. En su interior podemos pasear por calle-citas que muestran lo más característico decada comunidad española, además de ver arte-sanos que trabajan a la vista del público las téc-nicas más antiguas en distintos materiales. Laoferta del Poble se completa con el JardínEscultórico, una colección de esculturas con-temporáneas al aire libre que permiten un paseodiferente en la ciudad, y con la Fundació FranDaurel, que acoge impresionantes obras devanguardia en pintura, escultura y grabados. El

Poble Espanyol también es el escenario de con-ciertos y representaciones culturales durantetodo el año, sobre todo, coincidiendo con festi-vidades de la ciudad, como la Mercè o elFestival del Grec que se celebra cada verano.

Teatre GrecUno de los espacios protagonistas cuando llegaesta fecha es el Teatre Grec. Tanto su nombrecomo su forma (gradas esculpidas en piedrasimulando los teatros griegos) transportan a laépoca antigua, pero su construcción es bastantemás contemporánea. Mantiene la forma de lostípicos teatros de la época, pero fue construidopor el arquitecto Ramon Raventós cuando secelebró la exposición de 1929.

Para edificar el teatro se aprovechó una antiguapedrera. En su entrada también pueden verseunos jardines y una "logia" al estilo de la épocadonde se yergue una escultura de JosepViladomat, La noia de la trena. El Teatre Grecgana protagonismo en verano, cuando por lasnoches se hacen representaciones de de danza,teatro, canto, conciertos, etc. Actualmente hayun festival que lleva el nombre de este teatro yque reúne en la ciudad una de la mejores pro-gramaciones artísticas del año.

El Festival del Grec también cuenta con otrosescenarios, como las piscinas Picornell, dondese realizan actos para el público infantil, elInstituto del Teatro, el Mercat de les Flors, elTeatre Lliure e, incluso, la Plaça del Rei.

Museu Nacional d'Art de Catalunya(MNAC)A medida que bajamos hacia Plaça Espanya sellega al que está considerado el mejor museo dearte de la ciudad, el Museu Nacional d'Art deCatalunya ó MNAC. Ocupa el antiguo Palacio

Tapiz, la de Esculturas, la Sala Pilar Juncosa(que fue su mujer) o la Joan Prats, la que refle-ja su obra en los años 60 y 70 o la llamada SalaK. Para acabar la visita no podemos perdernosun paseo por la terraza donde, además de dis-frutar de unas vistas excelentes de Barcelona,se pueden ver obras del artista como La cariciade un pájaro, realizada en bronce pintado. Entotal, un recorrido que pasa por unas 11.000piezas del artista: 240 pinturas, 175 esculturas,9 textiles, 4 cerámicas, la obra gráfica casicompleta y unos 8.000 dibujos.

En la Fundació Miró, un extraordinario edificio

firmado por el que fue gran amigo del artista,Josep Lluís Sert, pueden verse algunos de loselementos más recurrentes de Miró (la mujer, elpájaro, el cielo o las estrellas). Sin embargo,Barcelona ofrece mucho más sobre el artista.En el suelo de La Rambla, cerca del Teatro delLiceu y el Mercado de la Boqueria, puede verseuno de sus mosaicos, el llamado Pla de l'Os. Ytambién al aire libre, en el parque del'Escorxador, se levanta una de sus esculturasmás significativas, Mujer y pájaro.

Joan Miró nació en Barcelona en 1893 y murióen Palma de Mallorca en 1983. Fue pintor,escultor, grabador y ceramista pasando pordiferentes épocas en su trayectoria artística.Hasta 1919 su pintura estuvo marcada porinfluencias cubistas (ese mismo año conoció aPicasso en París) y sus obras reflejaban paisa-jes, retratos y desnudos. Más tarde se empezó aacercar al surrealismo con un lenguaje oníricoy fantasmagórico muy influenciado por Klee.

Su primer reconocimiento internacional llegóen 1928, cuando el Museo de Arte Moderno deNueva York adquirió dos de sus telas. Despuésde una época en la que él mismo se cuestiona elsentido de la pintura comienza su producciónescultórica. Las obras más significativas sonlas que realizó durante la Guerra Civil españo-la y que muestran su dicotomía entre el desga-rro de la situación y su carácter ensoñador.Ganó el segundo aspecto y Miró continuó consu clásica visión algo ingenua del mundo (pája-ros, estrellas, figuras femeninas...). Las obrasmurales de gran tamaño que pueden verse, porejemplo, en el aeropuerto de Barcelona o en laUniversidad de Harvard marcaron el final de sucarrera.

Poble Espanyol

Nacional y su fuerte es la colección de artemedieval. En un paseo por el museo puedenvisitarse diferentes salas que resumen la histo-ria del arte catalán. La sala de arte románicoreúne obras de los siglos XI, XII y XIII. El arterománico es el primer movimiento artísticomedieval que alcanzó cierto grado de interna-cionalidad en Europa. La parte más emblemáti-ca de la colección corresponde a los conjuntosde pintura mural que, por sus dimensiones y sucalidad, caracterizan el recorrido. Se trata deuna serie excepcional, considerada única en elmundo. El arte gótico, por su parte, se caracte-riza por la riqueza material y la profusión deco-rativa de las artes figurativas en las diferentestipologías y técnicas: pintura mural, pinturasobre tabla, orfebrería, esmalte, escultura enpiedra, madera y marfil. El fondo de arte góti-co del Museo está constituido por obras de pro-cedencia mayoritariamente catalana del perío-do comprendido entre el siglo XIII y finales delXV. Tampoco faltan las dependencias dedica-das al Renacimiento, al Barroco y a los siglosXIX y XX con muestras del Modernismo y elRealismo. Además, el fondo del museo cuentacon una interesante colección de dibujos y gra-bados, una muestra de numismática catalanadesde el siglo VI aC y una sala dedicada a lafotografía, tanto histórica como de vanguardia.

CaixaForumDe diferente época, aunque igual de recomen-dable, es el CaixaForum, un centro cultural enla avenida Marquès de Comillas que ocupa lainstalación de la antigua fábrica modernistaCasarramona, obra del arquitecto Josep Puig iCadafalch. Aquí tienen lugar diferentes exposi-ciones de pintores, escultores o fotográfos con-temporáneos. Además, siempre hay lugar paracharlas, conferencias e, incluso, actividadespara los más pequeños que aseguran una jorna-da distinta. Tiene 3.000 metros cuadros dividi-dos en tres salas destinadas a diferentes activi-dades sociales y educativas, además de unamediateca y dos salas polivalentes. Además,acoge en su espacio un magnífico auditoriopara 350 personas en el que tienen lugar dife-rentes actos, desde cine a conciertos musicales.

Pabellón Mies van der RoheA pocos metros del CaixaForum, el PabellónMies van der Rohe vuelve a recordar el éxito dela Exposición Internacional de 1929. La cons-trucción marcó un antes y un después en laarquitectuta contemporánea y, para los amantesdel diseño, es todo un lujo disfrutar en esteespacio de hitos como la silla Barcelona, toda-vía hoy de gran actualidad. En 1929, con moti-vo de la Exposición Internacional deBarcelona, Ludwig Mies van der Rohe diseñóel pabellón nacional de Alemania. Cuandoacabó la Exposición se decidió desmontarlo,pero años más tarde, volvió a reedificarse res-petando su ubicación original.

El pabellón ha sido considerado desde su crea-ción una obra simbólica del movimientomoderno y se ha estudiado por numerosasgeneraciones de arquitectos. Está hecho envidrio, acero, travertino y distintos tipos demármol, pero su originalidad no radica sólo eneso. Su geometría, la precisión en las piezas yla claridad del montaje son, en realidad, susgrandes logros.

En otro espacio del pabelló se alza una repro-ducción en bronce de la escultura Alba, obra deGeorg Kolbe. Se encuentra junto al pequeñoestanque que adorna el pabellón y consiguecrear un espacio un tanto romántico dentro delambiente moderno general.

Plaça EspanyaLa ruta acaba en Plaça Espanya, después depasear por la avenida Maria Cristina y pasar lallamada Font Màgica. Está flanqueada por dife-rentes pabellones donde se celebran la mayoríade ferias y congresos de la ciudad. Las torresvenecianas que se alzan al final se han conver-tido en una de las postales más fotografiadas deBarcelona y a la vista del intenso tráfico quesiempre las rodea anuncian que la montaña deMontjuïc ya ha quedado atrás y volvemos aestar inmersos en el ritmo de la ciudad. Recibeneste nombre porque fueron construidas porRamon Reventés en forma de campanile vene-

ciano y sirvieron de pórtico de entrada al recin-to de la Exposición Internacional de 1929.

Las dos torres tienen 47 metros de altura y sonel perfecto decorado para la avenida MariaCristina. A ambos lados de esta avenida sesuceden las fuentes y las columnas de luz. Dehecho, ver la avenida iluminada por las nocheses todo un espectáculo, ya que al fondo se pue-den contemplar también las escaleras que for-man la base del Palacio Nacional.

Fundació Joan MiróParc de Montjuïc, s/nTel. +34 93 443 94 70www.bcn.fjmiro.esHorario: de octubre a junio abierto de martes a sábado de 10 a 19h; jueves de 10 a 21:30h y domingos y festivos de 10 a 14:30h. Cerradolos lunes no festivos.Precio: 7,20 € entrada general. Exposiciones temporales + Espai 13: 3,60 €Metro: Espanya (L1 y L3). Tomar después los autobuses 50 ó 55.

Poble EspanyolAvda Marquès de Comillas, 13Tel. +34 93 508 63 00Horario: Abierto todos los días. Lunes de 9 a 20h. Martes, miércoles y jueves de 9 a 2h. Viernes y sábados de 9 a 4h. Domingos de 9 a 24h(libre acceso al recinto a partir de las 20h).Metro: Espanya (L1 y L3). Tomar después cualquiera de los autobuses que sube hasta la montaña de Montjuïc.www.poble-espanyol.com

Pavelló Mies van der RoheAvenida Marquès de Comillas, s/nHorario: de 10 a 20h todos los días.Precio: 3,5 € entrada generalMetro: España (L1 y L3)www.miesbcn.com

Galeria OlímpicaEstadi Olímpic - Passeig Olímpic, s/nTel. +34 93 426 06 60www.fundaciobarcelonaolimpica.esHorario: de octubre a marzo de 10 a 13h y de 16 a 18h. Sábados, domingos y festivos, cerrado.Precio: adultos 2,70 €. Menores y 3ª edad: 1,50 €Metro: Espanya (L1 y L3). Tomar después el autobús 55.

Fundació Fran DaurelAvda Marquès de Comillas, s/nPoble Espanyol (Porta del Carme)Tel. +34 93 423 41 72www.fundaciofrandaurel.comHorario: de lunes a domingo de 10 a 19hMetro: Espanya (L1 y L3)

CaixaForumAvda Marquès de Comillas, 6-8Tel. +34 93 476 86 00www.caixaforum.comHorario: de martes a domingo de 10 a 20h. Cerrado los lunes no festivos.Entrada gratuitaMetro: Espanya (L1 y L3)

Museu d'Arqueologia de Catalunya (MAC)Passeig de Santa Madrona, 39-41Tel. +34 93 424 65 77Horario: de martes a sábado de 9:30 a 19h. Domingos y festivos de 10 a 14:30h. Cerrado los lunes.Precio: 2,40 €www.mac.es

Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC)Palau NacionalParc de MontjuïcTel. +34 93 622 03 75www.mnac.esHorario: de martes a sábado de 10 a 19h. Domingos y festivos de 10 a 14:30h. Lunes cerrado.Precio: 4,80 € exposiciones permanentes y 4,20 € exposiciones temporales. Entrada gratuita el primer jueves de cada mes.Metro: Espanya (L1 y L3)

Museu Militar de Montjuïc y Museo del Cómic y la IlustraciónCastell de MontjuïcTel. +34 93 329 86 13Horario: de noviembre a mediados de marzo de 9:30 a 17:30h. Cerrado los lunes. Desde mediados de marzo a octubre cierra a las 20h.Precio: visita al museo y al castillo 2,50 €. La entrada al castillo y a las salas del patio de armas cuesta 1 €.Metro: Espanya (L1 y L3)

1 Caixa Forum2 Pabelló Mies van der Rohe3 Poble Espanyol4 Mercat de les Flors5 Teatre Grec

6 Fundació Miró7 Estadi Olímpic8 Palau Sant Jordi9 Torre Calatrava10 Castell de Montjüic

El Eixample siempre ha presumido de ser eldistrito más elegante de Barcelona. Su histo-ria corre paralela a la evolución de la ciudadcomo capital de la Cataluña contemporánea. Yes que, hasta el siglo XIX, el aspecto deBarcelona era muy distinto al de hoy en día.Las murallas medievales rodeaban la ciudad yestaba completamente prohibido edificar fuerade ellas. El espacio disponible fue suficientedurante siglos, pero la industrialización hizoque aumentara la población y se hubieran deconstruir más fábricas, por lo que la falta desitio empezaba a ser un problema.

A mediados del siglo XIX se decide derribar lasmurallas y comienza entonces la carrera pordecidir quién sería el arquitecto encargado de laurbanización de la ciudad. Aquí surgirá el con-flicto, ya que mientras el gobierno catalánaprueba un plan presentado por el arquitectoRovira i Trias, el gobierno central impone pordecreto el del ingeniero Ildefons Cerdà.Probablemente, el diseño global de Cerdà erabastante más acertado, pero la imposición nogustó nada en una ciudad que siempre habíaluchado por su autonomía.

El resultado fue que el plan Cerdà, en princi-pio pensado para toda la ciudad, se limitó a lazona que conocemos actualmente desde PlaçaCatalunya hasta la avenida Diagonal. Así sedelimitó la zona del actual Eixample, divididoa su vez en las partes Ezquerra i Dreta (izquier-da y derecha) mirando el Passeig de Gràcia deespaldas al mar.

El plan urbanístico de Cerdà consistía en unagran red de calles perpendiculares y uniformes

formando manzanas casi cuadradas. Y decimoscasi porque Cerdà las diseñó cortadas en formade ángulo por las esquinas para facilitar la visi-bilidad. Según su criterio, las casas tendrían,como máximo, tres pisos de altura para ganariluminación y en el interior de cada manzanahabría un jardín alejado del tráfico.

No todos los criterios se respetaron (sobre todo,el de la altura de los edificios), pero muchas delas calles del centro de Barcelona siguen estetrazado actualmente formando una cuadrículacasi perfecta. Cuando se empezó a urbanizar eldistrito, la imperante burguesía barcelonesa vioel lugar como una zona elegante lejos del des-orden de otras zonas como, por ejemplo, CiutatVella.

Las familias más adineradas de la ciudad empe-zaron a encargar sus residencias en el Eixamplea los arquitectos del momento, que no eranotros que Antoni Gaudí, Josep Puig i Cadafalcho Lluís Doménech i Montaner. Y así fue comoel Modernismo llegó al centro de la ciudad yedificios como la Casa Batlló, la Casa Milà o laCasa Amatller pasaron de ser residencias priva-das en el siglo XIX a los monumentos actuales.

Una ruta por el distrito del Eixample nos llevapor la parte más noble de la ciudad. Aquí semezclan las tiendas de firma, los hoteles máselegantes y buena parte del corazón financierode Barcelona. El Passeig de Gràcia y, conmenos fama, la Rambla Catalunya, articulan lazona de norte a sur. De forma perpendicularcortan estas avenidas calles como Diputació,Consell de Cent, València, Mallorca oProvença. Y paralelas a los dos paseos Balmes,

Aribau o Muntaner a la izquierda, y Pau Clarís,Bruc o Girona a la derecha forman un cuadra-do que reúne excelentes muestras modernistasde la ciudad. Comienza el paseo.

PASSEIG DE GRÀCIA

Es, sin duda, la calle más elegante de la ciudad.Por su aspecto actual, nadie diría hoy que elPasseig de Gràcia fue en su día un camino detierra que comunicaba la ciudad con la villa deGracia cuando era un pueblo aparte. A media-dos del siglo XIX comienza su urbanización, seinstalan las típicas farolas-banco que puedenverse hoy en día y se construyen teatros y loca-les para el ocio de los barceloneses. La zonarecibió el nombre de los Campos Elíseos por suambiente elegante y divertido (hasta un hipó-dromo se edificó en su momento). Y claro, losmás ricos de la ciudad, tenían que dejarse veren el lugar.

Los nuevos edificios que se construían llevabansiempre por nombre el apellido de quien lasencargaba. De ahí que algunos de los mejoresmonumentos modernistas de Barcelona tengannombre propio. Por ejemplo, justo al empezarel Passeig de Gràcia, en los números 2-4, sepuede ver la Casa Pons i Pascual. Junto a lasCasas Rocamora (un poco más arriba) fueronlos primeros edificios a destacar del Eixample,todavía con influencias neogóticas ya que elModernismo aún no había estallado.

Superada la Gran Via de les Corts Catalanesllegamos a la manzana más antigua delEixample. Es la que delimitan las callesDiputació, Consell de Cent, Roger de Llúria y

Ruta 02

Passeig de Gràcia y Rambla CatalunyaEl corazón del Eixample

Pau Clarís. Están atravesadas por un agradablepasaje, el Passatge Permanyer, que quedasemi-escondido a la vista del público, pero queguarda interesantes edificios con jardines inte-riores, tal y como diseñó Ildefons Cerdà.

La manzana de la discordiaSiguiendo el paseo arriba en dirección a la ave-nida Diagonal se llega a uno de los puntos másinteresantes del paseo y de toda la ciudad. Setrata de la Manzana de la Discordia, situadaentre las calles Consell de Cent y Aragó, y lla-mada así por el efecto visual tan dispar que pro-ducen tres de los mejores edificios modernistasde la ciudad en apenas 100 metros escasos.

El primero que puede verse es la Casa Lleó-Morera (Passeig de Gràcia, 35. Tel. 93 488 0139) obra del arquitecto Lluís Doménech iMontaner. El curioso nombre del edificio noresponde al nombre de sus propietarios (comosolía pasar en las casas construidas enBarcelona por aquel entonces). "Lleons" (leo-

nes) y "Moreres" (Morera) tienen su origen enlos símbolos decorativos inspirados en losescudos medievales que Domènech i Montanerquiso reflejar con su obra.

Toda la ornamentación del edificio, tanto en lafachada como en el interior, expresa la sensibi-lidad de aquel entonces y recuerda, muchasveces, la atmósfera wagneriana. Hay que teneren cuenta que, en 1902, cuando empieza aconstruirse la casa, Richard Wagner era elmúsico de moda entre los burgueses catalanes,los mismos que apuestan por el Modernismo ensus edificios.

En realidad, la Casa Lleó-Morera no se cons-truye desde cero, sino que es el resultado de la

barroco utilizando los clásicos materiales de laépoca. El hierro adopta formas caprichosas, lasvidrieras decoran muchos rincones y los mosai-cos se dibujan en la mayoría de las paredes. Ensu planta baja, hoy ocupada por una de las fir-mas de joyas catalana de mayor prestigio, sehan respetado las ventanas originales y aúnpuede verse su ornamentación floral.

Josep Puig i Cadafalch es autor de varias obrasen Barcelona, entre ellas, la Casa de les Punxes,o Casa Terrades. Fue construida a principiosdel siglo XX y sus seis cúpulas le dan un cier-to aire medieval. A causa de las circunstanciaspolíticas de la época en la que ejerció el arqui-tecto, Puig i Cadafalch tuvo que exiliarse aParís en 1936. Ese año comenzaba la GuerraCivil española y, a su término, en 1939, elgobierno de la dictadura no le permitió volver aejercer su profesión en España. El último edifi-cio de la Manzana de la Discordia es la CasaBatlló (Passeig de Gràcia, 43). Cuando en 1905se le preguntó a Antoni Gaudí qué quería con-seguir con la Casa Batlló, su respuesta fue:"una visión del paraíso". A su manera llegó alograrlo, ya que la casa es un brillante ejemplodel Modernismo catalán, a pesar de que en laépoca de su construcción muchos lo considera-ran un "edificio horrible". Actualmente es unade las grandes joyas universales de Gaudí y delModernismo a nivel mundial y aún hoy siguemanteniendo ese aire arriesgado e innovadorque lo marcó en su día. Gaudí recibió el encar-go de esta construcción de parte de la familia

Batlló, dedicados a la industria textil enBarcelona. El artista desplegó aquí toda su ima-ginación, jugando con colores, materiales y for-mas casi imposibles que hoy son todo un sím-bolo de la ciudad. Lo que hoy es una auténticaobra de arte, para Gaudí era entonces un encar-go más, así que las ganancias que obtuvo de laCasa Batlló las destinó después por completo asu gran proyecto: la Sagrada Familia. Losmateriales más clásicos del Modernismo estánpresentes en este edificio. Gaudí cubrió toda lafachada y los tejados de la Casa Batlló concerámica de colores formando sus clásicosmosaicos. El hierro forjado de distintas formaslo utilizó en balcones y elementos decorativosdel interior. Y en las vidrieras consiguió un per-fecto juego de luces y colores que dan a losespacios de la casa un ambiente muy especial.En la torre, las chimeneas y la iconografía de lacasa no faltan las leyendas. Las siluetas seinterpretan como un homenaje a la figura de

reforma de otro edificio anterior, la CasaRocamora, edificada en el año 1864. Con esteproyecto, Domènech i Montaner ganó el primerpremio del concurso de arquitectura que orga-nizó aquel año el ayuntamiento de la ciudad.Pero el edificio no siempre pasó por tan buenosmomentos. Durante años, sobre todo a media-dos del siglo XX, cayó en un estado de semi-olvido y sufrió distintos ataques en época de laguerra Civil y la posguerra. A consecuencia deestas agresiones se destruyeron unas extraordi-narias esculturas en forma de ninfa obra de otroartista catalán destacado, Eusebi Arnau. Sinembargo, hay una anécdota que explica porquéno llegaron a perderse del todo. El portero de lacasa, cuando vio el ataque que había sufrido eledificio recogió las esculturas que aún habíanpodido salvarse. Un tiempo más tarde, elmismo Salvador Dalí se interesó por ellas yconsiguió comprárselas por lo que hoy serían30 €. Actualmente, una de estas esculturaspuede verse en el Museo Dalí de Figueres, en laprovincia de Girona. En el año 1992 comenzóla restauración del edificio para recuperar loselementos perdidos y asegurar su conservación.Esto ha hecho que hoy pueda mantenerse enperfecto estado. Sin embargo, aunque su inte-rior es uno de los mejores conjuntos modernis-

tas de la ciudad, la Casa Lleó-Morera es de titu-laridad privada y no puede visitarse. Lo que síestá asegurado es pasar un buen rato contem-plando todos los detalles de la fachada, desdearcos medievales, a hadas legendarias pasandopor bustos y la representación de figuras demujer. Un poco más adelante (Passeig deGràcia, 41) se alcanza la Casa Amatller. Sucreador fue Josep Puig i Cadafalch y junto a supuerto se encuentra el km 0 de la Ruta Europeadel Modernismo. Se trata de un itinerario crea-do con el objetivo de extender el modelo de laruta modernista de Barcelona a otras ciudadesdel continente con estilos equiparables para dara conocer a los artistas de este género y susobras. Igual que ocurre en la Casa Lleó-Morera, el interior de la Casa Amatller nopuede visitarse por ser de propiedad privada.Sin embargo, su puerta principal siempre estáabierta y en la planta baja se organizan exposi-ciones temporales. También se puede entrar enuna curiosa tienda de chocolates que ayuda aentender su construcción. Y es que fue el indus-trial chocolatero Antoni Amatller el que com-pró este edificio en el año 1898 y encargó suremodelación a Josep Puig i Cadafalch. La casacombina trazos de románico, gótico e, incluso,

Sant Jordi, patrón de Cataluña, en su lucha con-tra el dragón. Hay que tener en cuenta que elModernismo recuperó en gran parte las ideasmedievales. En ellas, el dragón no se entiendecomo un monstruo, sino como una representa-ción de la pasión, la fuerza y la sabiduría.En las habitaciones del edificio Gaudí sigue

mostrando su genio creativo. Es casi imposibleencontrar un ángulo recto en toda la casa, algoque provocó una curiosa anécdota en su día. Secuenta que la señora Batlló estaba preocupadadurante el transcurso de las obras porque,según el diseño, no quedaba espacio para colo-car el piano de cola de su hija. Gaudí le restabaimportancia al asunto hasta que, al finalizar laCasa Batlló y ver que, en realidad, el piano nocabía, el artista le aconsejó olvidarse del pianoy comprar un violín.

Hasta la avenida DiagonalAlgo más arriba del paseo y en la acera deenfrente a la Casa Batlló volvemos a encontraruna parada imprescindible. En esta ocasión nose trata de un monumento o museo, pero casi.Es la tienda Vinçon, en Passeig de Gràcia 96,un símbolo del diseño moderno barcelonésdonde pueden encontrarse todo tipo de piezas,desde elementos de oficina o de bolsillo hastamuebles de gran valor y piezas de diseño indus-trial. El piso superior de la tienda cuenta con elaliciente de haber sido la antigua vivienda deRamon Casas, uno de los pintores modernistasmás importantes de Cataluña y de toda España.Aún se conserva su estudio prácticamente igualque cuando lo habitó junto a un agradable patiointerior que permite ver los "interiores" de lasviviendas actuales del Eixample. Seguimoscaminando y llegamos hasta otro de los hitosdel Modernismo en la ciudad, la Casa Milà.Para muchos es el mejor ejemplo del desplie-gue imaginativo de Gaudí. Su nombre respon-de al apellido de sus primeros propietarios,aunque los barceloneses no tardaron en darleun título mucho más coloquial: la Pedrera. Dehecho, lo que primero impresionó de la cons-trucción fue su impresionante fachada de pie-dra y, aunque hoy parezca increíble, duranteaños fue motivo de burlas populares y de

numerosas críticas. Por ejemplo, la primeradueña de la casa, la señora Milà, nunca estuvode acuerdo con el diseño que había realizadoGaudí, así que cuando éste murió cambió todala decoración interior volviéndola mucho másclásica, al estilo Luis XVI.A pesar de las opiniones contrarias, Gaudísiguió fiel a sus ideas e inició con La Pedrera suconcepto de superficie libre. Es decir, en la casano hay ninguna pared maestra y el soporte lorealizan los pilares y los tabiques. Esto signifi-ca que la distribución interior de las habitacio-nes se puede cambiar libremente sin ningúnproblema y tantas veces como se desee. Conestas premisas comenzó la historia de esta tre-menda obra de arquitectura-escultura abstractaen la que las líneas rectas brillan por su ausen-cia. Actualmente se puede visitar su interior e,incluso, subir hasta la terraza y pasear entre lascuriosas chimeneas. Desde aquí se divisanotras tres emblemáticas obras de Gaudí (laCasa Batlló, la Sagrada Família y el Parc

Güell), así que es uno de los mejores lugarespara hacerse una idea del genial estilo del artis-ta. En los meses de verano, la terraza tambiénabre al público por las noches y se organizanconciertos de jazz, flamenco, etc. Durante elresto del año se puede realizar la visita al inte-

rior y aprovechar para descubrir algunas de lasexposiciones temporales que ocupan algunasde las salas.La ruta sigue hasta la avenida Diagonal hasta

llegar al Palau Robert, uno de los pocos pala-cetes urbanos que se conservan y que hoy fun-ciona como Centre d'Informació de Catalunya.En su Oficina de Turismo facilitan todo tipo de

documentación sobre rutas, medios de trans-porte o lugares de interés en cualquiera de lascuatro provincias catalanas. Cada seis mesesaproximadamente también organizan una expo-sición temática, además de talleres y audiovi-suales sobre diferentes temas culturales.La visita también vale la pena por descubrir eledificio en el que se encuentra, una casa neo-clásica al estilo de las mansiones que se cons-truían en el Passeig de Gràcia a finales del sigloXIX. Lo que fue el antiguo patio de carruajesdel edificio es hoy una librería que comunicacon los jardines, también abiertos al público.

LA RAMBLA CATALUNYANunca ha sido tan famosa como el Passeig deGràcia. Sin embargo, su elegancia y su trayec-toria son similares. La Rambla de Catalunya noera más que un riachuelo que desapareció alurbanizarse el Eixample. Cuando en el Passeigde Gràcia, la calle paralela, ya casi no habíasitio para residencias señoriales, le llegó elturno a esta avenida. Pero los criterios urbanís-ticos han sido aquí más permisivos que en laavenida vecina y los edificios son más altos ydesiguales perdiendo parte del encanto.En cualquier caso es uno de los paseos másagradables para recorrer bares, terrazas, tiendasde moda (y de marcas caras) y más edificiosnobles de esta parte de Barcelona. También esel paseo que, desde la Plaça Catalunya, comu-nica La Rambla con la avenida Diagonal. Enrealidad, dos mundos dentro de la misma ciu-dad con ambientes bien distintos.En el número 33 puede verse la Casa RodolfJuncadella, obra de Enric Sagnier, uno de losarquitectos preferidos por la aristocracia barce-lonesa durante el siglo XIX. De hecho, la casaque funcionó como su propio estudio seencuentra en el número 104 de esta rambla.Entre las calles Provença y Mallorca, el pasajeMercader aún conserva alguna casa de estiloinglés y también en este punto puede visitarseel interesante Museo de la Medicina. Repasa

Información Útil

La Pedrera - Centre Cultural Caixa CatalunyaProvença, 261-265Tel. 902 400 973www.caixacatalunya.esHorario: de lunes a domingo de 10 a 20hPrecio: Espai Gaudí y Piso de la Pedrera 7 €. Sala de exposiciones temporales entrada libreMetro: Diagonal (L3 y L5)

Museu Egipci de BarcelonaValencia, 284Tel. +34 93 488 01 88www.fundclos.comHorario: de lunes a sábado de 10 a 20h. Domingos de 10 a 14hPrecio: entrada general 5,50 €Metro: Passeig de Gràcia (L2, L3 y L4)

Palau RobertPasseig de Gràcia, 107Tel. +34 93 238 80 91www.gencat.net/probertHorario: de lunes a sábado de 10 a 19h. Domingos y festivos de 10 a 14:30hMetro: Diagonal (L3 y L5)

Fundació Antoni TàpiesAragó, 255Tel. +34 93 487 03 15www.fundaciotapies.orgHorario: de martes a domingo de 10 a 20h. Lunes cerrado.Metro: Passeig de Gràcia (L2, L3 y L4)

la historia de esta ciencia y sus disciplinasdesde el siglo XVIII y aún puede verse materialy mobiliario de la época, además de un labora-torio del siglo XIX. Algo más arriba, en elcruce con la calle Rosselló, se puede contem-plar la iglesia de Santa Maria de Montsió. Laubicación original de esta iglesia estaba en elnúcleo antiguo de la ciudad, pero la aristocracianecesitaba un templo cerca de sus casas, así quela iglesia se trasladó piedra a piedra hasta aquí.

LAS CALLES DE LOS ALREDEDORESLas calles que atraviesan el Passeig de Gràcia yla Rambla de Catalunya también se reservanelegantes sorpresas. Por ejemplo, en el número284 de la calle València, frente al hotelMajestic, se encuentra el Museu Egipci deBarcelona. Es una de las colecciones privadasmás importantes del mundo. Cada año aumen-ta el número de sus piezas y para acercar algran público el ambiente de los faraones tam-bién organizan visitas nocturnas teatralizadas alas que se puede asistir previa reserva (Tel. 93488 01 88). La calle Mallorca también albergaimportantes edificios. Es habitual que, enBarcelona, los palacios urbanos que no funcio-

nan como museo se destinen a sedes oficiales.Es el caso del Palau Ramon Muntaner, en elnúmero 278 de esta calle, que fue construidopor Lluís Doménech i Montaner y hoy albergala Delegació del Govern de Catalunya. Sudecoración interior conserva mobiliario de granvalor y esculturas de artistas como EusebiArnau, que también colaboró con el arquitectoen conjuntos modernistas como el Hospital deSant Pau. Otro ejemplo lo encontramos en elnúmero 283 de la calle Mallorca, donde seencuentra el Palau Casades. Actualmente es elColegio de Abogados de la ciudad y, por logeneral, sólo se permite el paso a estos profe-sionales. Sin embargo, no será difícil que, sidisimulamos el aspecto de turistas, se puedaacceder al patio centra e, incluso, a la bibliote-ca. Muy cerca de aquí, en el número 293, sellega a la Casa Thomas, también de Domènechi Montaner. Además del valor arquitectónicodel edificio, la visita vale la pena porque en losbajos de la casa se encuentra una de las tiendasde diseño vanguardistas más importantes deEspaña, B.D. Ediciones de Diseño. Aquí secomercializan en exclusiva, por ejemplo, dise-ños de Salvador Dalí.

1 Casa Pons i Pascual2 Museu Egipci3 Casa Lleó Morera4 Casa Amatller5 Casa Batlló

6 Casa Milà (Pedrera)7 Vinçon8 Palau Robert (Oficina Turismede Catalunya)

El barrio de Gràcia es uno de los más caris-máticos de Barcelona y también uno de los queha experimentado una mayor evolución.Durante el siglo XIX no formaba parte de laciudad en sí, sino que era una especie de pue-blo que quedaba fuera de las murallas querodeaban el núcleo urbano. Cuando éstas sederribaron, Gràcia pasó a formar parte de laciudad.

Actualmente, las calles que delimitan el barrioson la avenida Diagonal, la Via Augusta,Príncep d'Astúries, Travesear de Dalt,Sardenya, Pi i Margall, Córcega i Bailén. Enrealidad, es un barrio muy amplio en el que sediferencian dos zonas bien marcadas y dosambientes muy distintos. Uno corresponde alclásico esquema de cuadrículas que trazóIldefons Cerdà en el Eixample barcelonés. Elotro es el tramo del barrio que hoy ocupa lo quefue la antigua villa de Gràcia y que es donderealizaremos nuestro paseo.

Gràcia tiene esa mezcla especial de ambientebohemio y artesano, por un lado, y moderno yen las últimas tendencias por el otro. Parte dela responsabilidad la tienen los mismos barce-loneses, que han hecho de la zona un lugar deocio nocturno... y diurno (las fiestas de Gràciadurante el mes de agosto son unas de las másfamosas y concurridas de la ciudad) y un espa-cio que también se aprovecha para reivindica-ciones políticas y sociales. Gràcia tiene uncarácter propio que se entiende a la perfeccióncon un recorrido por las muchas callecitas yplazas que salen a nuestro encuentro.Para orientarnos en el plano de la ciudad, lomejor es situar las dos paradas de Metro que

nos llevarán hasta este barrio. Una es Fontana(L3), con salida en la calle Gran de Gràcia; laotra es Joanic (L4) con salida a la plaza Joanic.Nos detenemos en ésta, la primera del recorri-do, por ser un buen punto de partida para elpaseo. La plaza no guarda un interés históricoespecial, pero es uno de los principales puntosde partida para todo el que quiera empezar unaruta por el barrio. Destaca que está dedicada aFrancesc Pi i Margall, político y escritor barce-lonés que llegó a la presidencia de la PrimeraRepública Española. La plaza se está reurbani-zando casi constantemente (cuenta con un par-king subterráneo de vehículos) y se han instala-do en ella columpios para los más pequeños yhasta mesas de ping-pong para los que ya no loson tanto.Subiendo por la calle Torrent de les Flors sealcanza en pocos minutos la plaza Rovira iTrias, dedicada a uno de los arquitectos céle-bres en Barcelona y lugar de paso para comuni-car diferentes calles del distrito. Es un conoci-do lugar de paso desde la calle Torrent de lesFlors hacia otras callecitas que se adentran enel barrio de Gràcia. Podría ser una plaza comotodas las demás, pero tiene un detalle muy par-ticular.En uno de los bancos de piedra que decoran laplaza hay una escultura en hierro de un conoci-do personaje de la arquitectura catalana, AntoniRovira i Trias. Es una escultura realizada atamaño natural, casi como si se tratara de unciudadano "eterno" que ha decidido descansaren la plaza por la que tantas veces caminó envida. Hacia el sur se llega a la plaza de laVirreina, situada en uno de los extremos de lacalle Torrijos, cuando ésta se une con la callede l'Or. En ella destaca la iglesia parroquial de

Sant Joan que decora una de sus fachadas prin-cipales (y en la que se puede entrar para con-templar el altar sacramental, su elemento másseñalado). La plaza nació como tal en el año1878 y justo en una de las calles que suben porsu flanco izquierdo se puede ver un elementocurioso. Es una placa en honor al gimnastaJoaquín Blume, hijo de Gràcia, y que murió enun fatídico accidente cuando se encontraba enel esplendor de su carrera.

Por encontrarse en el centro del barrio siempresuele estar bastante concurrida y algunosdomingos por la mañana se organizan mercadi-llos en los que se ponen a la venta casi cual-quier artículo imaginable de segunda mano,normalmente artesano.Es una de las más significativas del barrio y laremodelación que sufrió en 1999 mejoró suaspecto con árboles de diferentes procedencias.También se restauró su fuente, en la que puedeverse todavía el antiguo escudo de la villa deGràcia. Hacia el norte, siguiendo por la calle Alzina ola calle Ventallat se alcanza la plaça del Nord.La plaça del Nord se urbanizó en 1851, cuandoGràcia todavía era una villa independiente de laciudad de Barcelona. Para recordarlo todavía seconserva su fuente en la que puede verse unlirio dentro de una elipse enmarcada por dosramas de laurel. Aunque casi pase desapercibi-do, el símbolo es el antiguo escudo del pueblode Gràcia y la fuente se conserva casi igual quehace ahora 100 años.En la plaza también puede verse el edificio deEls Lluïsos de Gràcia, una entidad cultural quefunciona desde hace muchos años, en cuyafachada hay esculpido un curioso reloj de sol.

Ruta 03

De las plazas de Gracia a la DiagonalDe las plazas de Gracia a la Diagonal

En dirección a la calle Gran de Gràcia se llegaa la plaza del Diamant. De hecho, La Plaça delDiamant es el título de la brillante novela de laescritora Mercè Rodoreda, llevada también alcine, al teatro e, incluso, a la televisión, por loque el nombre ha pasado a formar parte delimaginario colectivo de la ciudad. La noveladel mismo título cuenta la historia de LaColometa, su entrañable protagonista, y estáambientada en la Barcelona de la posguerra.Actualmente, en la plaza hay una escultura deXavier Medina-Campeny que recuerde estepersonaje de ficción.Desde aquí y por las calles de Astúries, a laizquierda, y Verdi, en dirección al mar, se entraen un entramado de calles que ha visto cómo serevitalizaba su aspecto comercial. Sobre todo,en lo que se refiere a tiendas de moda de jóve-nes diseñadores y diseñadoras (no perderse, porejemplo, los escaparates de Modart, en la calleAstúries, número 34). En la calle Verdi siguenlas propuestas comerciales y de ocio (aquí seencuentra uno de los cines con una de las carte-leras alternativas más interesantes de la ciu-dad). Y después de superar la calle de la Perlay la calle Vallfogona se entra en la plaza de laRevolució de Setembre de 1868..Al caminar por la plaza puede sorprender elhecho de que haya varias letras inscritas en elsuelo. Al estar bastante separadas entre sí noparecen tener conexión. Sin embargo, no es así.En la parte derecha de la plaza y grabada en elsuelo de norte a sur, puede leerse la palabra"revolució" (revolución en castellano). Es unclaro ejemplo del carácter reivindicativo quesiempre ha tenido el barrio de Gràcia aunque,por lo general, la plaza no respire ese ambien-te. Lo que sí puede encontrarse es un espaciolúdico para los más pequeños y varias terrazasy restaurantes.Muy cerca, tomando la calle Ramon y Cajal ala derecha se llega a la plaza del Sol. Es otro delos clásicos espacios en el barrio, presidido porla escultura de Joaquim Camps llamadaAstrolabi. Después de atravesar Travessera deGràcia y por cualquiera de las callecitas que se

espacio en el que manifestar su cultura. Dehecho, la famosa rumba o baile de estilo fla-menco, no es en absoluto de origen andaluzcomo se puede pensar a primera vista. Larumba nació en Cataluña y uno de sus primerosartífices fue el maestro Gato Pérez, a quien unaplaca en la plaza rinde homenaje.Y para demostrar que también hay lugar paralos espacios más modernos, nada mejor queacabar el paseo por Gràcia en la plaza JohnLennon, una de las más recientes del barrio ytambién de las más tranquilas. Se encuentramuy cerca del mercado de la calle Travesserade Gràcia y se inauguró en 1993 para comuni-car las calles Puigmartí, Quevedo y Milà iFontanals.

Al hablar de todos los paseos que pueden reali-zarse en el barrio de Gràcia no podemos olvidarla que es su calle principal: Gran de Gràcia.Aquí se concentra la mayor actividad del barrioy se combina el ambiente señorial de muchos edificios con el bullicio típico de los comer-cios. Bajando la calle Gran de Gràcia en línearecta se llega a la avenida Diagonal (superadaésta comienza el Passeig de Gràcia), pero aúnhabrá que hace otra parada. La parte de la calle más cercana a la Diagonal

se conoce como los Jardinets de Gràcia. Setrata de una agradable "isla" verde decoradacon dos esculturas y que siempre ha tenido enla ciudad fama de lugar reivindicativo.Históricamente aquí han tenido lugar numero-sas y reuniones-protesta con fines políticos.Hoy en día es una zona bastante más tranquilaaunque, ocasionalmente, no faltan las citas degrupos que quieren manifestar sus ideas y eli-gen el lugar para hacerlo. Justo en su esquina se encuentra el hotel CasaFuster, el único de la ciudad y de toda Españacatalogado como hotel de cinco estrellas, granlujo y monumento. El edificio es obra delarquitecto modernista Lluís Doménech iMontaner y su espectacular cafetería, probable-mente, la más bonita de la ciudad. Eso sí, al

entrecruzan se llega a la plaza Rius i Taulet,auténtico centro administrativo e histórico delbarrio.Aquí se levanta la famosa torre del reloj, quetambién recibe el nombre de campanario deGràcia. Se trata de una torre coronada por un

reloj de cuatro esferas que se levantó para quepudiera ser visto desde cualquier punto de laantigua villa. Su artífice fue el arquitectoAntoni Rovira i Trias. En el interior del reloj,

justo enfrente del ayuntamiento hay una escale-ra en forma de espiral que permite ascenderhasta la maquinaria del reloj, construida porAlbert Billeter, suizo de nacimiento y que fueel responsable del uso de los relojes eléctricosen España. En la plaza también hay lugar parael recuerdo a uno de los momentos más entra-ñables del barrio. Una placa recuerda una de lastorres humanas que los "Castellers" (una de lasgrandes tradiciones vivas de Cataluña) levanta-ron en esta plaza, justo al lado de la torre delreloj. Siguiendo por la calle Torrent de l'Olla ytomando a la izquierda la calle Siracusa sealcanza la plaza del Poble Romaní y, en pocosmetros, la plaza del Raspall. Aquí se concen-tra la mayoría de población gitana que vive enel barrio y que ha encontrado en el lugar un

pedir las consumiciones hay que recordar lacategoría del hotel porque los precios, claro,también son cinco estrellas (un café con leche,6 €).Al llegar al cruce de la avenida Diagonal conGran de Gràcia encontramos otro lugar curioso,el Cinc d'Oros (o Cinco de Oros, en castella-no). Recibe este nombre por el diseño de la ori-ginal plaza, similar a la carta del cinco de orosen los naipes españoles. En el centro del crucese levanta un obelisco (llamado popularmentelápiz por su forma) y alrededor hay cuatrograndes farolas, una en cada esquina.El lugar ha sufrido varias remodelaciones conlos años y actualmente es un importante nudo

viario por el que circulan constantemente pea-tones, autobuses, coches, etc. No es que merez-ca una visita en sí mismo, pero sí que será fácilpasar por este cruce en numerosas ocasiones,así que siempre es interesante conocer cuál essu origen.Una vez en la avenida Diagonal, y de cara almar, si seguimos hacia la derecha llegaremos ala plaza Francesc Macià, otro de los nudos via-rios urbanos. A la izquierda nos iremos aden-trando en el Eixample hasta enlazar con otrospaseos de interés como el que puede realizar enel Passeig de Sant Joan. Cerca de aquí hay otrode los monumentos que no nos podemos perderen la visita: la Casa de les Punxes (Avda

1 Casa Punxes2 Casa Fuster3 Cinc D’Oros4 Plaça de Gato Pérez5 Plaça del Raspall

6 Plaça del Poble Romaní 7 Plaça Rius i Taulet8 Plaça del Sol9 Plaça de John Lennon10 Plaça de la Revolució

11 Plaça del Diamant12 Plaça de la Virreina13 Plaça Joanic14 Plaça Rovira

Diagonal, 416).También se conoce con el nombre de CasaTerrades y es una de las construcciones máscuriosas del arquitecto Joseph Puig iCadafalch. Aunque el artista se caracterizó porsu tendencia modernista la casa es de un estilomuy peculiar, entre medieval y nórdico. Sustorres acabadas en punta le han dado su nombreactual y aunque la casa es de propiedad privaday no puede visitarse el interior, la fachada porsí misma ya vale la pena.

Para empezar la ruta por La Rambla, lo mejores situarse en el centro mismo de la ciudad, enla Plaça Catalunya. Aquí comienza el primertramo del paseo, el conocido como Rambla deCanaletes.

Rambla de CanaletesEl nombre proviene de la fuente del mismonombre situada al principio de la avenida, en sulado derecho. Tan popular se ha hecho estafuente, considerada como un símbolo de la ciu-dad, que quizá, a primera vista, puede decep-cionar al viajero. Sin embargo, su historia jus-tifica su fama, ya que los orígenes de la fuenteactual son unos antiguos abrevaderos que yaexistían cuando Barcelona aún estaba amuralla-da. Cuando estos canales se sustituyeron por lafuente que puede verse hoy, más moderna, sur-gió la leyenda que dice que todo el que bebe desu agua siempre regresa a la ciudad. En cual-quier caso, la fuente se ha convertido en unpunto de encuentro para visitantes y locales ytambién es conocida por otro hecho popular enBarcelona: siempre que el Barça consiguealgún triunfo, los aficionados se concentran enla fuente de Canaletes para celebrarlo y demos-trar la sentencia que asegura que "el Barça esmás que un club". En esta parte de La Rambla(y también en las siguientes) será fácil encon-trar a ambos lados unas sillas de hierro perfec-tamente ordenadas para descanso del viajero.Son una buena solución para los amantes de lospaseos, pero todo tiene un precio y, claro, siem-pre hay quien ha sabido aprovechar que hayquien no duda en pagar algún que otro euro porel hecho de disfrutar del paisaje de La Rambla.Siguiendo la bajada pueden verse curiosos esta-blecimientos, sobre todo, dedicados a los omni-

presentes souvenirs y otros más interesantes deantiguos instrumentos musicales. En la primeracalle que aparece a nuestra derecha bajando LaRambla, la calle Tallers, también se puedeentrar en uno de los locales de copas másemblemáticos de la ciudad: la cocteleríaBoadas. Fue el primer establecimiento que sir-vió combinados alcohólicos en la ciudad. Eso,su solera y el hecho de que personajes de lafarándula acostumbran a frecuentar la coctele-ría ha hecho que su fama se mantenga hastahoy. Las calles que aparecen a ambos lados deLa Rambla nos llevarían a otras zonas comer-ciales de la ciudad (hay que recordar que a laizquierda se abre el Barri Gòtic y a la derechael barri del Raval), pero nuestro itinerario sigueen línea recta.

Rambla dels EstudisEl siguiente tramo es el conocido como laRambla dels Estudis. El nombre no le hace jus-ticia actualmente, ya que aquí se levantaba enel siglo XV la primera Universidad con la quecontó la ciudad y que fue destruida en el sigloXIX. En esta parte de La Rambla es donde seconcentran las típicas tiendas en las que puedenadquirirse casi todo tipo de aves domésticas,por lo que, popularmente, también se conocecomo Rambla dels Ocells (de los pájaros, enespañol). Uno de los primeros edificios de inte-rés que aparece en la parte derecha es el TeatrePoliorama. Su construcción es moderna (conuna reforma del grupo de arquitectos Bohigas,Martorell y Mackay, responsables también dela Vila Olímpica), pero se encuentra en losbajos del antiguo edificio de l'Acadèmia de lesCiencies i les Arts, construido en 1883.Después de pasar la calle Pintor Fortuny, tam-

bién a la derecha, llegamos a la iglesia deBetlem, haciendo esquina con la calle delCarme. Es uno de los mejores ejemplos delgótico catalán, con una única nave grande yespaciosa en su interior. Aunque un incendio enel año 1936 destruyó buena parte de su bellezaoriginal conviene detenernos y hacer una visitaal templo ya que, en muchas ocasiones, su navese convierte en sala de exposiciones tempora-les.

Rambla de les FlorsSiempre en dirección al mar entramos en laparte de La Rambla que, para muchos, es lamás especial. Se trata de la Rambla de les Flors(también llamada Rambla de Sant Josep) y quedurante el siglo XIX era el único lugar de laciudad en el que se podían adquirir flores. Aquíse concentran la mayoría de quioscos de librosy prensa internacional que, por lo general, per-manecen abiertos las 24 horas del día. Y cómono, también las tiendas de flores que han con-vertido en este tramo de La Rambla en la calleen la que más flores se pueden encontrar pormetro cuadrado en todo el mundo. Como anéc-dota cabe decir que, en el siglo XIX, los tende-retes de flores de La Rambla se convirtieron enlugar de tertulia improvisada de intelectuales.Como ejemplo, el pintor impresionista RamonCasas, uno de los asiduos, encontró en una deestas floristas a la que después sería su esposa.No faltan tampoco aquí los artistas callejerosque amenizan el paseo, ya sea con númerosmusicales o actores que decoran La Rambla enforma de esculturas humanas. Las hay paratodos los gustos representando personajes decualquier tipo y pueden permanecer inmóvilesdurante horas. Para verlas en movimiento basta

Ruta 04

Un paseo por La Rambla Un paseo por La Rambla

con echar mano al bolsillo y regalarles algunamoneda. No tardarán en demostrar su agradeci-miento. A la derecha llegamos al Palau de laVirreina, construido por Manual Amat iJunyent, virrey de Perú, que regaló este palacioa su mujer e hizo que llevara su nombre. No seconoce con exactitud quién fue el arquitectocreador, pero el palacio es de una gran elegan-cia y actualmente funciona como sala de expo-siciones, conferencias y tertulias. Un poco másadelante, los aromas que se perciben y el bulli-cio que se observa nos indican la presencia deotro punto de interés: el mercado de laBoqueria (ver capítulo Mercados). Es el másfamoso de la ciudad, todo un mundo en símismo y la visita es imprescindible, tanto porsu valor arquitectónico como por su ambiente.Al final de La Rambla de les Flors, en la parteizquierda, aparece uno de los edificios más sin-gulares de esta avenida: la Casa BrunoQuadros. Se conoce también como la Casa delos Paraguas, ya que vendiendo este objeto sehizo millonario el propietario del edificio yvarios paraguas decoran la fachada. Es un edi-ficio entre excéntrico y original donde también

destaca la figura de un dragón chino en laesquina que vigila amenazante a todo el quepasea.

Rambla dels CaputxinsLa señal que marca el inicio de la Rambla delsCaputxins es una auténtica obra de arte al airelibre. En el suelo se puede contemplar un enor-me mosaico obra del artista Joan Miró y unosmetros más adelante se llega a uno de los edifi-cios imprescindibles en la ciudad, sobre todo,para los amantes de la ópera. El Gran Teatre delLiceu se levanta en La Rambla reconstruidofielmente después del incendio que sufrió en1994. Durante muchos años, aquí se concentra-ba la burguesía más selecta de la ciudad en lasnoches de ópera. Actualmente, disponer de unalocalidad fija en el Liceu durante toda la tem-porada sigue siendo signo de distinción en laciudad, pero los tiempos han cambiado y laópera ya es un arte elitista, como sucedía en elsiglo XIX. De hecho, en el escenario del Liceu

navegante a los reyes católicos antes de su viajea América se realizara en Barcelona. Se ha con-vertido en uno de los símbolos de la ciudad, lafigura de Cristóbal (o Cristòfor, en catalán)Colón está situada en lo alto de una columna dehierro y en su interior hay un ascensor que subehasta la parte más alta y ofrece una agradablepanorámica de la ciudad. Superado el monu-mento a Colón se llega al puerto y aquí, comosiempre y día tras día, esperan las Golondrinas.Son unas típicas barcas pesqueras que funcio-nan actualmente como atracción turística reco-rriendo el litoral de la ciudad (con la aperturade la zona del Fòrum 2004 han ampliado su

recorrido). Aunque hoy en día estos itinerariosmarítimos también se pueden realizar enmodernos catamaranes cubiertos, ningunaembarcación supera el encanto de lasGolondrinas.

Rambla de MarSi se prefiere caminar hasta la zona queBarcelona ganó al mar en el año 1992 hay queatravesar la Rambla de Mar. Es una pasarela demadera que se sostiene sobre el agua gracias aunos modernos brazos de hierro y que pone lanota moderna a la gran tradición del paseo. LaRambla de Mar acaba en el Moll d'Espanyadonde, desde hace años, funciona un centrocomercial (Maremagnum) y también se ha ins-talado el IMAX o sala de cine en tres dimensio-nes y el Aquàrium de la ciudad.

han actuado otros artistas que nada tienen quever con el canto lírico. Justo enfrente del Liceuse encuentra el Cafè de l'Òpera, uno de los másantiguos que se conservan en Barcelona, nor-malmente frecuentado por turistas e intelectua-les. Siguiendo nuestro camino y adentrándonostan sólo unos metros en la calle Nou de laRambla alcanzamos el Palau Güell. Se trata deuna de las primeras obras que construyó AntoniGaudí por encargo de su amigo y mecenasEusebi Güell. Se acabó en el año 1889 y sufachada es de una espectacular piedra blancacon los imprescindibles elementos modernis-tas. En su interior, la gran protagonista es una

monumental escalera de mármol que llegahasta el piso superior, coronado por una elegan-te cúpula.

Rambla de Santa MònicaEntramos ahora en el último tramo de LaRambla antes de alcanzar el puerto, la Ramblade Santa Mónica. En el lado derecho apareceotro teatro de excepción en la ciudad, el TeatrePrincipal. Sus orígenes datan del siglo XVI,cuando se construyó en la ciudad para funcio-nar como institución de caridad. De nuevo unincendio fue el culpable de destruir el edificio ydespués de varias remodelaciones hoy seasoma a La Rambla adornado con bustos deactores y actrices antiguos. Pasada la calle Arcdel Teatre, antesala del barrio chino de la ciu-dad, se llega al Centre d'Art Santa Mónica,justo al lado de la iglesia del mismo nombre.Antiguamente, este centro fue un convento yhoy en día funciona como sala de exposiciones.El final de La Rambla todavía nos tiene reser-vada una agradable sorpresa: el edificio de lasDrassanes. Son las más grandes de tipo medie-val que pueden verse en todo el mundo y el edi-ficio del gótico civil más importante de la ciu-dad. Después de una acertada remodelación,actualmente están abiertas al público y parte desus instalaciones están ocupadas por el MuseuMarítim. El final de La Rambla está marcadotambién por otro monumento de excepción, elde homenaje a Cristòfor Colom. Commemorael hecho de que la primera presentación del

Información Útil

Museu MarítimAvda de les Drassanes, s/nTel. +34 93 342 99 20Horario: de lunes a domingo de 10 a 19hPrecio: 5,40 €. Entrada gratuita el primersábado de cada mes por la tardeMetro: Drassanes (L3)www.diba.es/mmaritim

Museu de CeraPassatge de la Banca, 7Tel. +34 93 317 26 49Horario: de 10 a 13:30h y de 16 a 19:30h. Sábados, domingos y festivos de 11 a 14h y de 16:30 a 20:30hPrecio: entrada general 6,65 €Metro: Drassanes (L3), Liceu (L3)www.museocerabcn.com

1 Monument a Francesc Macià2 Font de Canaletes3 Teatre Poliorama4 Carrer Portaferrisa5 Palau de la Virreina

6 Mercat de la Boqueria7 Casa dels Paraigues8 Plaça Reial9 Liceu10 Museu Marítim de Barcelona

11 Monument a Colom

Que Barcelona es una ciudad mediterráneanadie lo pone en duda. Sin embargo, fueron lospropios barceloneses los que, durante años yaños, vivieron de espaldas al mar olvidando unlitoral que hoy en día es de los principalesatractivos de la ciudad. La ciudad tiene cuatrokilómetros de playas que reciben el nombre deSant Sebastià, la Barceloneta, Nova Icària,Bogatell, Mar Bella y Nova Mar Bella y quereciben cada año la visita de unos siete millo-nes de personas.

La rehabilitación del litoral comenzó con lasobras precedentes a los Juegos Olímpicos de1992 y renovaron la fachada marítima deBarcelona. Gracias a esta actuación, dondeantes sólo había fábricas o zonas semi-olvida-das ahora se puede disfrutar de completas pla-yas con todos los servicios necesarios. Estoscambios beneficiaron, sobre todo, a dos barriosde la ciudad: la Barceloneta, antigua zona depescadores, y la Vila Olímpica, una nueva zonaurbanizada que, como su nombre indica, naciócon motivo de este acontecimiento deportivo.

LA BARCELONETA

La Barceloneta fue una zona prácticamentedeshabitada hasta mediados del siglo XVIII.Por su cercanía al mar, los pescadores fueronlos primeros en establecerse en esta parte de laciudad, aunque sus condiciones eran realmenteprecarias. En 1754 se empezaron a construir lasprimeras casas y el barrio se llenó de pescado-res y de gente relacionada con la actividad por-tuaria de la zona. Actualmente, el barrio sigueteniendo ese aire de pueblo ajeno a la ciudadque siempre le ha caracterizado. Pero el

ambiente ha cambiado mucho, sobre todo, enverano. Su playa es una de las más animadas dela ciudad tanto de día como de noche, cuandoabren los chiringuitos y bares musicales ins-talados en la misma arena donde se puede ir acenar o a tomar una copa hasta altas horas de lamadrugada.

Junto a esta cara moderna, la Barceloneta sigueoliendo a sal y a ambiente marinero. Paramuchos es todo un lujo que todavía se conser-ve un barrio de este tipo en una ciudad comoBarcelona. Y es que resulta algo extraño quejunto a calles estrechas, húmedas y ennegreci-das por el salitre, convivan alguno de los mejo-res restaurantes de la ciudad y atraquen lujososbarcos.

La estación de metro de Barceloneta (L4) es unbuen punto de partida para cualquier itinerariopor la zona. También se puede descubrir elbarrio tomando Las Golondrinas, las típicasembarcaciones que salen desde el puerto frenteal monumento a Colón. Sin embargo, así sólose podrá descubrir su franja marítima y elencanto de este barrio está en perderse por suscallejuelas.

Desde el edificio del Palau de Mar comienza laruta por el Passeig Joan de Borbó. En el Palaude Mar se encuentra actualmente el Museud'Història de Catalunya (Plaça Pau de la Vila,3. Tel. 932 254 700). El museo muestra unaexposición permanente sobre la historia deCataluña, desde la época de la prehistoria hastasu industrialización, la época de la dictadura oel momento democrático actual. Además, laterraza de su cafetería es un excelente mirador

sobre el barrio y el puerto. Muy cerca delmuseo, junto al Moll dels Pescadors, se levantala Torre del Reloj. Se trata de la construcciónmás antigua de la zona, ya que se construyó enel año 1772 y funcionó como el faro del puertohasta mediados del siglo XIX. Cuando el puer-to se modernizó, las tareas del faro dejaron deser necesarias y para mantener su silueta, latorre se transformó en reloj. El atardecer es lamejor hora para acercarse al lugar, ya que losbarcos pesqueros comienzan a atracar a partirde las cinco de la tarde y, del mismo modo queen varios pueblos pesqueros de la costa, enBarcelona también se celebra la subasta de pes-cado. Tiene lugar en el edificio de la Llotja y,aunque no será fácil que nos dejen acceder, nose pierde nada por intentarlo.

Desde aquí y en dirección a la playa, el barriose abre a la parte izquierda con su aspectomás tradicional. Balcones con la ropa tendida,comercios de todo tipo, bodegas, bares y res-taurantes de tanto nombre como el Can Solé(Sant Carles, 4), un establecimiento centenariocon el mejor sabor marinero de la zona.

La Barceloneta es uno de los mejores lugaresde la ciudad para probar pescado fresco. Y si seprefiere comer renunciando al menú habrá queelegir las tapas. La más típica del lugar es labomba, una bola de patata rellena de carne yacompañada de salsa picante o el clásico all ioli. No se recomienda para paladares delicados,pero siempre se puede refrescar la garganta conuna caña, un vaso de cerveza de barril quesiempre se sirve muy fresco.

Por la antigüedad del barrio tampoco faltan

Ruta 05

Barceloneta y la Vila OlímpicaBarceloneta y la Vila Olímpica

aquí las iglesias, como la barroca de SantMiquel del Port en la plaza de la Barceloneta.Los amantes del flamenco también tienen quehacer una parada obligatoria en la fuente quehay cerca de la calle Sant Carles. Se construyóen homenaje a la bailaora Carmen Amaya,nacida en este barrio cuando La Barcelonetatambién era lugar de gitanos y chabolas. En ladécada de los sesenta, las chabolas se desman-telaron, pero a los recuerdos cuesta más hacer-los desaparecer.

Cuando se alcanza la playa, el ambiente cam-bia. La Barceloneta es hoy un lugar cosmopoli-ta que, en verano, alcanza su máxima expre-sión. Su playa es de las más vivas de la ciudady mientras los bañistas se tienden a tomar elsol, no falta quien se ofrece para hacer masajeso vender bebidas frescas (incluso, donuts).Otros prefieren poner la música a tope y bailaral ritmo de sones cubanos y no falta quien seatreve a hacer volar cometas a pesar de la

afluencia de público. El resultado es que, aun-que la playa suele estar abarrotada, aquí haysitio para todos.

La Barceloneta también comunica con el PortVell, la porción de ciudad que Barcelona ganóal mar, y a la que también se puede accederdesde la pasarela que comienza al final de laRambla. Aquí se encuentra un activo centrocomercial con tiendas de todo tipo, restaurantesy bares musicales, que comparten espacio condos de los museos o centros culturales másnovedosos de la ciudad: el IMAX y elAquàrium.

El IMAX (Moll d'Espanya, s/n. Tel. 932 251111) es el cine más moderno de la ciudad,donde pueden verse películas en tecnologíaImax, Omnimax y 3D. ¿Alguien se imagina unviaje en tres dimensiones por el interior delcuerpo humano o escuchar los ritmos deCarlinhos Brown con la mejor calidad de soni-do?. Aquí es posible. El Aquàrium (Molld'Espanya, s/n. Tel. 932 217 474) es el acuario

una fuente que es todo un ejemplo de arquitec-tura contemporánea. Sus artífices fueron elescultor canario Juan Bordas y el arquitectoOscar Tusquets, uno de los nombres catalanesmás reconocidos a nivel internacional y que hacolaborado en sus diseños con artistas de latalla de Salvador Dalí.

Junto a los parques de la Vila Olímpica cruza laRonda del Litoral, normalmente, con un tráficointenso. Sin embargo, no será ningún problemaen el paseo ya que para cruzarla aparecen solu-ciones como los puentes de madera del Parcdels Ponts, donde también hay un agradablelago para disfrutar de un descanso. La ruta porel barrio puede terminar en la plaza de losCampions (o campeones). En el suelo puedenverse las 257 medallas conseguidas en losJuegos Olímpicos de 1992 y no faltan losdeportistas que, al modo de las estrellas deHollywood, dejaron en esta plaza la huella desu mano.

La Vila Olímpica no sería lo que es sin el PortOlímpic. Aquí recalan durante todo el añonumerosas embarcaciones deportivas, peropara el público local y los turistas, la zona esmucho más. A pie del puerto se concentrannumerosos bares y restaurantes que, por lanoche, vuelven a abrir sus puertas como baresde copas y discotecas. En poco tiempo se con-virtió en una de las zonas más animadas de laciudad, aunque hay quien piensa que en la zonahay demasiada aglomeración durante los finesde semana y prefiere otros lugares más tranqui-los.

Los menos noctámbulos prefieren acudir alPort Olímpic por las mañanas, sobre todo, losdomingos. Una de las mejores opciones esrecorrer el lugar en bicicleta y aprovechar parahacer deporte. Si se va tan sólo a pasear serámuy difícil no detenerse en alguno de los ten-deretes artesanos que se colocan en el puertolos fines de semana y donde puede encontrarsecasi de todo.

más grande Europa y donde se puede descubrirel mayor número de vida marina delMediterráneo. El espacio se compone de 20enormes tanques y un espectacular túnel trans-parente por el que se puede pasear… entre tibu-rones. La última sección inaugurada, Explora,incorpora actividades interactivas dedicadas,sobre todo, a los niños para que, además de verel ecosistema marino, puedan tocarlo e investi-garlo.

LA VILA OLÍMPICA

Es uno de los barrios más nuevos de la ciudad,el que nació con motivo de los JuegosOlímpicos del 92 (aquí estuvieron alojadosmuchos de los deportistas que llegaron a la ciu-dad para el acontecimiento antes de que lospisos se pusieran a la venta). El barrio fue dise-ñado por el conjunto de arquitectos Martorell,Bohigas, Mackay y Puigdomènech, los encar-gados de crear en la ciudad una zona residen-cial que, antes, sencillamente no existía.

Dos edificios se han convertido en símbolos deLa Vila Olímpica. Uno es el hotel Arts, obra delos arquitectos Bruce Gram. y Frank O. Gehry,con 456 habitaciones de lujo junto al mar. Elotro es la torre Mapfre, construida según dise-ño de Iñigo Ortiz y Enrique de León. Está des-tinado a oficinas y en su planta baja hay un cen-tro comercial.

Junto a las torres se encuentra la Plaça delsVoluntaris, con una fuente gigante, y hacia elmar, muy cerca del hotel Arts, se levanta una delas esculturas más características de la zona: elPez de Oro. Como el hotel, también es obra deFrank O. Gehry y está construido a base de pla-cas de metal que cambian de color en funciónde la luz del sol.

El barrio se caracteriza por el equilibrio conse-guido entre los edificios y las zonas verdes.Así, un corto paseo nos lleva hasta los jardinesde Atlanta, donde se puede ver la chimenea deCan Folch, una de las más antiguas deBarcelona. En la calle Salvador Espriu se ve

INFORMACIÓN ÚTIL

Museu d'Història de CatalunyaPl de Pau Vila, 3 - Palau de MarTel. +34 93 225 47 00www.mhcat.netHorario: de martes a sábado de 10 a 19h. Miércoles hasta las 20h. Domingos y festivos de 10 a 14:30h. Cerrado los lunes no festivos.Precio: 3 €. Entrada gratuita el primer domingo de cada mesMetro: Barceloneta (L4)

1 Monument a Colom2 Golondrinas3 Aquarium

4 IMAX5 Museu d’Història de Catalunya6 Torre del Rellotge

¿Pueden algunos barrios concentrar las callesmás antiguas de la ciudad y, a la vez, los loca-les más modernos del momento? En Barcelona,sí. La Ribera, El Born y El Raval son los mejo-res ejemplos de ello. Tres zonas distintas y, a lavez, similares en tendencias que han congrega-do al público más "fashion" de la ciudad. De untiempo a esta parte, todo el que presuma deestar a la última tiene que dejarse caer por aquí.La hora del día es indiferente.

Durante el día hay que callejear entre tiendasde ropa o muebles de diseño, joyerías de autor,galerías de arte o antiguos talleres. Por la nochellega la hora de las copas y abren los restauran-tes minimalistas y los bares más modernos. Elderecho de admisión no suele ponerse en prác-tica porque en la mayoría de locales no se pagaentrada, pero mejor tener unas pistas para noequivocarse en el ambiente. Se recomienda lle-var ropa cara y de firma, cuanto más internacio-nal y menos conocida mejor, porque aquí loque prima es la originalidad. Abunda el públicojoven y no tanto (entre 25 y 50 es la ampliamedia), bohemios, turistas, locales, intelectua-les… e intelectualoides, porque no hay queolvidar que aparentar también cuenta.

En Barcelona faltó durante años una zona así:moderna, cultural, lúdica, cutre en algunos rin-cones y modernísima en otros. Ahora que exis-te se ha convertido en el área más "in" de la ciu-dad y nadie quiere perdérsela.

Para situar los barrios, mejor tomar un mapacomo referencia. La Ribera (en realidad, ElBorn es una parte de este barrios) se abre a la

izquierda de la calle Via Laietana bajando endirección al mar y llega hasta el parque de laCiutadella. Para acceder al Raval hay quesituarse en La Rambla y tomar cualquiera delas calles que salen a la derecha (Tallers,Hospital, etc.) para perderse en el interior.

LA RIBERA Y EL BORN

La Ribera nació como barri ohace cientos deaños alrededor de la antigua iglesia de SantaMaria de les Arenes (los orígenes de la actualSanta María del Mar). Aquí se congregabangentes de oficios diversos, ya que la expansióneconómica de Cataluña por el Mediterráneo enépoca de Jaume I dio momentos prósperos aBarcelona. No todos los tiempos fueron bue-nos, pero el barrio como tal se fue ampliando yalternó épocas de esplendor con otras de durasmiserias.

Actualmente, los límites entre La Ribera y elBarrio Gótico los marca la Via Laietana. Enesta misma calle, muy cerca de la PlaçaUrquinaona, es donde empieza el paseo.Bajando la calle a la izquierda, casi escondido,se encuentra el Palau de la Música Catalana(Sant Francesc de Paula, 2). Es un espectacularejemplo modernista de la ciudad, una sala paraconciertos de excelente acústica e impresionan-te fachada. Su arquitecto, Lluís Doménech iMontaner, cubrió la fachada y la enorme cúpu-la de mosaicos de colores. Además, tambiénpueden verse elegantes bustos de figuras de lamúsica como Bach, Beethoven o Wagner. En elinterior, llama atención la escalera construidaen vidrio y una vez en la sala de conciertos,

todo son alusiones a la belleza de la naturaleza.Doménech i Montaner diseñó así la sala parahuir de la industrialización del momento, asíque abundan los rosetones en flor, las figurasfemeninas y las columnas muy decoradas.

Adentrándonos en el barrio hay que llegar hastala imprescindible calle Montcada. Estamos enel núcleo de la Barcelona medieval, dondeentre los siglos XIV y XVI los comerciantesricos instalaron sus palacios. Uno de los másinteresantes es el Palau del Marquès de Llióque, aunque ha sido reformado en varios oca-siones, aún mantiene el encanto de la época.Actualmente aquí se encuentra el Museu Textili d'Indumentària, además de un agradablecafé-restaurante en el que, a menudo, se cele-bran conciertos de jazz y actuaciones en direc-to. En una pequeña tienda que hay en la entra-da se puede encontrar casi de todo en objetosde diseño (algo típico del Born): botones, pelu-ches, ropa de marca, bisutería, accesorios deoficina, etc.

Justo enfrente de este palacio hay otro museo,probablemente, el más visitado de la ciudad. Setrata del Museu Picasso (Montcada 15-19),con más de 3.500 obras que el artista donó per-sonalmente a la ciudad en 1970. El museo esuna de las mejores muestras de la obra de unPicasso joven y adolescente, además del testi-monio de la especial relación que el artistamantuvo con Barcelona.

Todas las galerías están ordenadas cronológica-mente, por lo que resulta muy sencillo seguir latrayectoria del pintor. El recorrido empieza en

Ruta 06

Modernos y EsnobsLa Ribera el Born y el Raval

la sala dedicada a Málaga, ciudad natal dePicasso, donde se exponen sus primeros dibu-jos infantiles hechos a lápiz. En la sala dedica-da a la época que Picasso pasa en La Coruñapueden verse sus primeras telas y óleos dondeya se aprecia la utilización del color de la formatan peculiar que le caracterizó después.

Entre 1895 y 1897 Picasso fijó su residencia enBarcelona pasando los veranos en su Málaganatal. Dos salas resumen la creación de estaépoca, con cuadros como La PrimeraComunión o Ciencia y Caridad, por el queobtuvo una mención honorífica en laExposición Nacional de Bellas Artes deMadrid. Precisamente, en esta ciudad cursarádos años académicos hasta que, en 1899, regre-sa a Barcelona y entra de lleno en contacto conla vanguardia catalana. Serán sus años másbohemios en la ciudad, donde se relaciona conlos núcleos modernistas de la ciudad y celebrasus primeras exposiciones en el café-tertulia deEls Quatre Gats, que aún funciona como res-

taurante en la calle Montsió.

En 1901, Picasso viaja a París para descubrir lavanguardia europea de la que tanto había oídohablar en Barcelona. El museo también recogepinturas de esta época, en las que el artista des-arrolla un nuevo estilo que se verá después entodo su esplendor en su Época azul y ÉpocaRosa.

tumba de Santa Eulalia, la primera patrona deBarcelona, por lo que el valor espiritual deltemplo aumenta para muchos. En determinadasocasiones, en Santa María del Mar también sehan celebrado conciertos de órgano y de músi-ca clásica.

La plaza que hay junto a la iglesia, el Fossar deles Moreres, también tiene un especial signifi-cado para los catalanes. Aquí se encontrabaantiguamente el cementerio parroquial delbarrio, donde yacen enterrados los soldadosque defendieron a Cataluña de la invasión delas tropas de Felipe V en 1714. El barrio, quecomo toda la ciudad era contrario a este monar-ca, vivió sus peores momentos en esta época.Cuando Felipe V tomó la ciudad, decidió des-truir el barrio de la Ribera y sus alrededorespara levantar en su lugar una gran fortalezamilitar y castigar así la rebeldía de sus contra-rios.

Dejando atrás la iglesia se llega al Mercat delBorn, construido en el año 1876. Es uno de losmejores ejemplos de la arquitectura del hierroen la ciudad y su historia es bastante curiosa.Aunque funcionó como un mercado activodurante mucho tiempo, con los años, cayó endesuso. Después de largas negociaciones sedecidió habilitar el espacio como biblioteca,pero mientras se estaban realizando las obrassaltó la sorpresa. Bajo el mercado aparecieronlos restos de la antigua ciudad medieval en elque, probablemente, es el mayor parquearqueológico que se ha encontrado nunca enEuropa. Aún pueden identificarse espacios típi-cos de la época, como las casas de pescadores,las cuadras, una herrería y varias tiendas. Por el

valor del hallazgo, las obras se paralizaron y adía de hoy, el recinto continúa cerrado a laespera de que se decidan sus funciones defini-tivas.

Desde el mercado y hacia la calle Pujades sealcanza el gran espacio verde de Barcelona: elparc de la Ciutadella. Sus orígenes no fuerantan lúdicos como su aspecto actual. La

Tras hacer la visita con calma hay que acabarde recorrer la callecita Montcada en direcciónopuesta a la calle Princesa para llegar hasta elPasseig del Born. Hoy es uno de los lugaresimprescindibles para los más modernos de laciudad y nadie diría que, hace siglos, fue esce-nario de torneos medievales. El paseo está

decorado con bancos de piedra y, entre ellos, sepueden ver elementos urbanos tan curiososcomo un cofre de hierro y cuatro balas decañón numeradas que parece que hayan queda-do aquí olvidadas desde el tiempo de su utiliza-ción.

En uno de los extremos del paseo se llega a lamagnífica iglesia de Santa Maria del Mar.Para muchos es la iglesia gótica más bella detoda la península ibérica; sin duda, la másimportante de este período en Cataluña y unade las más interesantes a nivel europeo.Documentos del año 918 ya hablan de la exis-tencia de este templo, aunque ni tenía las

dimensiones actuales ni el mismo esplendor. Sesabe que, a partir del siglo XIII, el aumento depoblación en el barrio obligó a aumentar lasdimensiones del templo. Y así comenzó suampliación. Su gran altura y sus impresionan-tes columnas, siempre iluminadas por la luz delas velas, convierten a la iglesia en un lugarideal para desconectar. Además, la historiacuenta que bajo sus cimientos se encuentra la

Ciutadella nació como una fortaleza militarconstruida por Felipe V después de arrasar elbarrio de La Ribera. El rey quería que fuera eledificio militar más grande de Europa y que,desde él, se pudiera vigilar toda la ciudad deBarcelona para evitar los alzamientos en suconta.La fortificación se construyó con dinero de losciudadanos y así se mantuvo hasta la segundamitad del siglo XIX, en la que el gobierno cata-lán decidió destruirla y donar los terrenos a laciudad. Con motivo de la Exposición Universalque se celebró en Barcelona en 1888, dondeestaba la fortaleza se construyó un agradableparque que es el que se mantiene hoy en día. Dela primera época se han conservado edificioscomo el antiguo arsenal, actualmente sede delParlament de Catalunya.

El parc de la Ciutadella es actualmente un per-fecto lugar para el relax donde todo el mundoencuentra su espacio. Cuenta con un lago quese puede recorrer en barcas a remo, un antiguoinvernadero de cristal que funciona como cafe-tería-restaurante y una espectacular fuente enforma de cascada que fue diseñada por unjoven Gaudí. En su interior también puede visi-tarse varios museos, como el Museu d'ArtModern, con obras de Rusiñol, Casas, Mir,Nonell o Gargallo; el Museu de Zoología queocupa las instalaciones del antiguo Castillo de

los Tres Dragones, obra de Doménech iMontaner; y el Museu de Zoologia. De hecho,en el interior del parque se encuentra elZoológico de la ciudad, con más

de 8.480 animales. Aquí vivió durante añosCopito de Nieve, el único gorila albino delmundo, y aunque ya no pueda disfrutarse de supresencia, en el zoológico (y en toda la ciudad)se le sigue recordando.

Desde el parc de la Ciutadella también puedeverse en el Passeig de Lluís Companys elmonumental Arc de Triomf. Fue la puerta deentrada a la Exposición Universal de 1888 y loconstruyó el arquitecto Josep Vilaseca yCasanovas. En su parte superior pueden verseesculturas de artistas catalanes como Llimona,Reynés o Tassó.

EL RAVAL

El Raval es uno de los barrios más peculiaresde la

ciudad, tanto por su historia como por la sor-prendente evolución que ha experimentado enlos últi

mos años. Estamos en la zona limitada por LaRambla y el Paral.lel, por un lado; y el puerto yla ronda de Sant Antoni, por otro. Un barriomestizo; canalla e insalubre unas veces ymoderno y cosmopolita otras. Y es que todo

tiene su historia.En el año 1800 el Raval tansólo era una zona de huertos. Cuando llegó laindustrialización en el siglo XIX, las fábricastextiles llegaron al barrio y, con ellas, una oladesmesurada de inmigrantes. La falta de higie-ne y de criterios urbanísticos y la gran masifi-cación trajeron al lugar graves epidemias. ElRaval se había convertido en un gueto en el quenadie se atrevía a entrar, una zona malditaconocida como el "barrio chino" por las simili-tudes encontradas con el problemáticoChinatown de San Francisco. La droga, la prostitución y los bajos fondos secebaron en las calles. Era la Barcelona más

negra y condenada que se mantuvo así hastafinales de la década de los 80. Nuevamente fue-ron los Juegos Olímpicos del 92 los responsa-bles del "lavado de cara" del barrio. Se edifica-ron nuevas viviendas, se barrió la zona de focosde droga (aunque siempre hay quien ha sabido"mantenerse") y se mejoraron los serviciossociales.

El Raval estaba cambiando, pero la gran revo-lución llegó en su parte norte, la más cercana ala plaza Universidad. Lo que antiguamente fuela Casa de la Caritat se ha convertido en el Centre deCultura Contemporània de Catalunya(CCCB), uno de los espacios culturales másactivos de Barcelona en la calle Montalegre, 5.Se realizan exposiciones, conciertos, conferen-cias, tertulias y todo tipo de iniciativas urbanas.

Y muy cerca, casi haciendo esquina en la Plaçadels Àngels, llegamos al Museu d'ArtContemporani de Barcelona, el MACBA. Setrata de un importante centro de exposicionestemporales y actividades paralelas, como con-ferencias, tertulias, presentaciones, etc. relacio-nadas con las vanguardias del último siglo.Muchas de las visitas al centro se realizan tam-bién por ver de cerca el edificio que lo acoge,obra del arquitecto norteamericano RichardMeier. Las características del MACBA y suemplazamiento han provocado que la plaçadels Àngels siempre esté frecuentada por unpúblico mayoritariamente joven (las formas dela plaza son perfectas para los skaters) y que lasgalerías de arte no duden en pagar alquileres alalcance del bolsillo de unos pocos. A su alrede-dor han surgido también bares de diseño, res-taurantes a la última y tiendas de las mejoresfirmas. La densidad de población y el índice de inmi-grantes en el Raval (sobre todo, de Pakistan,Filipinas y el Magreb) sigue siendo el más altode toda Barcelona. Sin embargo, la situación seve desde otro prisma. Lo que antes era un pro-blema de convivencia ahora se plantea como unreto multicultural. Y el barrio más marginal dela ciudad se ha convertido, casi, en la zona pija.Al menos, a la hora de hacer shopping.

INFORMACIÓN ÚTIL

Museu Tèxtil i d'IndumentàriaMontcada, 12-14Tel. +34 93 319 76 03www.museutextil.bcn.esHorario: de martes a sábado de 10 a 18h. Domingos y festivos de 10 a 15h. Cerrado los lunes.Precio: 3,50 €. Entrada gratuita a la colección permanente el primer domingo de cada mes.Metro: Jaume I (L4)

Museu PicassoMontcada, 15-23Tel. +34 93 319 63 10www.museupicasso.bcn.esHorario: de martes a sábado y festivos de 10 a 20h. Domingos de 10 a 15h. Cerrado los lunes.Precio: Exposición permanente 5 €. Exposiciones temporales: 5 €. Entrada combinada: 8 €. Entrada gratuita el primer domingo de cadames.Metro: Jaume I (L4)

Centre de Cultura Contemporània (CCCB)Montalegre, 5Tel. +34 93 306 41 00www.cccb.orgHorario: martes, jueves y viernes de 11 a 14h y de 16 a 20h. Miércoles y sábados de 11 a 20h. Domingos y festivos de 11 a 19h. Cerradolos lunes no festivos.Precio: 5,50 €Metro: Universitat (L1 y L2)

Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA)Plaça dels Àngels, 1Tel. +34 93 412 08 10www.macba.esHorario: de lunes a viernes de 11 a 19:30h. Sábados de 10 a 20h. Domingos y festivos de 10 a 15h. Cerrado los martes.Precio: entrada general 7 €. Miércoles no festivos 3 €.

Museu de Geologia y Museu de ZoologiaParc de la Ciutadella, s/nTel. +34 93 319 68 95www.bcn.es/museucienciesHorario: martes y miércoles y de viernes a domingo de 10 a 14h. Jueves de 10 a 18:30h. Cerrado los lunes.Precio: exposición permanente 3 € (incluye la entrada a los dos museos)

1 Palau de la Música Catalana2 Museu Picasso3 Museu Textil i d'Indumentària4 Arc de Triomf5 Mercat del Born

6 Parc de la Ciutadella7 Fossar de les Moreres8 CCCBMACBA

El Barrio Gótico es la parte más antigua deBarcelona. Coincide, en parte, con la ciudadromana, la que levantaron los romanos en elsiglo I a.C con el nombre de Colonia IuliaAugusta Paterna Faventia. El punto más alto deesta ciudad se encontraba en el Monte Tàber,muy cerca de la plaza dels Traginers y en plenoBarrio Gótico. Hoy en día es un barrio inevita-ble en cualquier recorrido turístico por la ciu-dad.

Prácticamente cada calle y cada plaza guardanalgún detalle en el que habrá que reparar. Y esque, cuando varios siglos se solapan en lamisma zona, la historia se acumula. Un puntode partida del itinerario es la Plaça Nova, situa-da muy cerca de la catedral. Aunque ha sufridovarias remodelaciones, sus orígenes datan delaño 1358. Desde entonces hasta la última déca-da del siglo XX en la plaza se han ido hacien-do cambios que le han dado su aspecto actual.Uno de los edificios que le confiere un aire másmoderno es el del Colegio de Arquitectos, enuno de sus extremos. Es una obra del arquitec-to Xavier Busquets y su elemento más destaca-do son los grabados realizados por el artistanoruego Carl Nesjar sobre un diseño dePicasso.

Desde aquí puede verse el Palacio Episcopaladosado a la muralla romana (en su día lamuralla llegó a tener más de 1.000 metros delongitud) y que todavía conserva en su interioruna interesante galería románica. Junto a él seabre el Portal del Bisbe, la que fue la antiguaPorta Praetoria que daba paso a la ciudad roma-na. En sus inicios tenía tres monumentales

arcadas, aunque hoy sólo puede verse el pasoque utilizaban los peatones y las torres quedefendían la entrada.

De nuevo, pasado y presente se dan la mano enla zona, ya que en el suelo de la Plaça Nova selevanta también una escultura muy particular.Se trata del poema visual Barcino, formadopor las letras de esta palabra esculpidas enbronce y aluminio a gran tamaño y creadas enel suelo. El autor del poema fue Joan Brossa,poeta y dramaturgo catalán que fue el líder dela vanguardia de Barcelona durante muchosaños. La obra de este artista puede verse conmás detenimiento en el Espai Brossa (AlladaVermell, 8), un centro situado en el barrio de LaRibera y dedicado a la producción de este artis-ta y al teatro alternativo.

Entre la Plaça Nova y la Catedral se abre laavenida de la catedral. Es un espacio amplioy diáfano frente a la entrada principal del tem-plo donde se concentra un público diverso.Desde este punto está asegurada la fotografía,ya que se obtiene una buena panorámica detodos los edificios del conjunto. Al subir lasescaleras, ya junto a la entrada de la catedral sealcanza el Pla de la Seu. Se construyó en 1421junto a la muralla romana y, poco después, selevantó la monumental escalera que también daacceso a la catedral.

La catedral de Barcelona es un excelente ejem-plo gótico que guarda varias sorpresas en suinterior. Uno de los espacios más visitados es elclaustro, tranquilo y agradable, que está habita-do durante todo el año por trece ocas. El moti-

vo de que haya este número exactamente es quese calcula que fue a esta edad cuando SantaEulalia, primera patrona de la ciudad, muriómártir en Barcelona.

En la parte trasera de la catedral se encuentra lallamada Casa de l'Ardiaca. Tiene un patiomuy agradable al que la gente acostumbra a irpara leer, descansar o pasar el rato. En la épocadel Corpus aquí se celebra una "fiesta" muyespecial, la de l'0ucomballa. Es un espectáculorealmente curioso ya que, en función de unaantigua costumbre de la que es difícil saber susorígenes, se coloca un huevo sobre el chorro deagua de una fuente. El movimiento del aguahace que el huevo se mueva "como si bailara",pero que nunca llegue a caer. El edificio tam-bién es la sede del archivo del Museud'Història de la Ciutat y en su fachada hayotro elemento curioso, un elegante buzónmodernista que diseñó el arquitecto Lluís

Ruta 07

El Barrio Gótico y la Barcelona judíaEl Barrio Gótico y la Barcelona judía

Doménech i Montaner. Probablemente, si no seconoce su existencia no se reparará en este ele-mento, pero ya hemos avisado que esta zona dela ciudad guarda secretos casi en cualquier rin-cón.

Muy cerca de aquí, en una de las callecitas que

se abren a la izquierda se llega a la Plaça deSant Felip Neri. Es una de las más pequeñas dela ciudad y su historia es bastante ajetreada. Enla fachada de su iglesia todavía pueden verselas marcas de metralla que destrozaron el lugardurante la Guerra Civil española. Sin embargo,la iglesia consiguió mantenerse en pie. Uno delos feligreses más habituales era Antoni Gaudí.

mente tan sólo es un lugar de paso hay ocasio-nes en que la plaza cobra un especial protago-nismo, por ejemplo, en época de elecciones,cuando el vencedor saluda a la población desdeel balcón presidencial, o durante las fiestas dela Mercè, cuando en la plaza se celebran todotipo de actividades al aire libre, como las clási-

cas actuaciones de los Castellers.

Descendiendo por la Baixada de Santa Clara sellega a la Plaça del Rei, uno de los conjuntosarquitectónicos que mejor muestra su caráctermedieval. En sus inicios hacía las funciones delcorral de palacio y actualmente se pueden veren ella edificios como el Palau Reial Major u

Precisamente camino de Sant Felip Neri fuecuando murió atropellado por un tranvía. En laplaza también se encuentra un curioso museode la ciudad, el Museu del Calçat. Reúne algu-nos zapatos históricos como, por ejemplo, losclásicos y enormes zapatones que siempre cal-zaba el payaso Charlie Rivel.

Entre la catedral y la muralla romana, tocandoa la Via Laietana, se abre la Plaça RamonBerenguer. Probablemente sea uno de loslugares más interesantes de toda la Barcelonaantigua, ya que aquí pueden verse parte de lasfachadas de los mejores edificios del lugar.Además de una parte de la muralla y sus torrestambién se aprecian las fachadas laterales delPalau Reial y la Capella de Santa Águeda. Enla plaza, además, hay una estatua ecuestre enhonor a Ramon Berenguer III el Gran que esobra de Josep Llimona. Y para todos los aficio-nados al diseño industrial, va bien saber que enlos edificios que rodean esta plaza se concen-tran los estudios de algunos de los mejoresdiseñadores y arquitectos afincados enBarcelona.

Desde aquí se llega fácilmente a la Plaça SantJaume, auténtico centro administrativo deBarcelona. En uno de sus laterales se alza elPalau de la Generalitat, gobierno autonómicode Catalunya y, justo enfrente, se encuentra eledificio del Ayuntamiento. Aunque normal-

obras más recientes como una escultura deEduardo Chillida. Imposible perderse aquí lavisita al Saló del Tinell, el lugar dondeCristóbal Colón presentó a los Reyes Católicossu primer viaje a las Américas. Por sus dimen-siones y su elegancia, el salón suele acoger nor-malmente eventos especiales de la ciudad.

Donde se unen las estructuras del Palau Reial yel Palau del Lloctinent se levanta el llamadoMirador del Rei Martí. Según se cuenta, aquíse levantaba una torre desde la que el rey Martíl'Humà, último soberano del Casal deBarcelona, vigilaba la ciudad y los posiblespeligros que podían llegar desde el mar.

Si salimos de la plaza en dirección a la calleVeguer se pasa junto a la Casa Padellàs, unantiguo edificio que data del siglo XVI y que setrasladó hasta aquí piedra a piedra después deque se abriera la Via Laietana. Acoge el Museud'Història de la Ciutat y permite un "viaje" alantiguo suelo romano de Barcino.

LA BARCELONA JUDÍA

Durante siglos, la cultura católica y la judíaconvivieron sin problemas en Barcelona y entoda España. En 1492, cuando gobernaban losreyes católicos Isabel y Fernando, la situacióncambió por comple

to y los judíos que no fueron expulsados de lapenínsula se vieron obligados a cambiar su reli-gión.

Al menos así ocurrió externamente. En muchasfamilias y comunidades la actividad religiosajudía continuó de forma clandestina. Por la per-secución que sufrieron los judíos, buena partede su legado cultural y artístico ha desapareci-do de nuestra ciudad. Sin embargo, aún se man-tienen muchos vestigios, sobre todo, en elbarrio del Call.

La zona más interesante para descubrir estacultura en Barcelona es la que queda delimita-da por las calles Arc de Sant Ramon, Call,Bisbe y San Sever. Todas quedan muy cerca dela catedral y de la plaza Sant Jaume, dentro delBarrio Gótico, y como se trata de callecitaspequeñas y estrechas se pueden recorrer en uncorto paseo. Casi escondida en una de estascalles se puede entrar en la Sinagoga Mayorde Barcelona, (Marlet, 5) la más grande deEuropa, y uno de los lugares que mejor trans-mite el ambiente cultural de la comunidadjudía. Su interés tiene doble valor, ya que notan sólo guarda objetos originales de la épocasino que, en unas excavaciones realizadas, tam-bién se encontraron piedras procedentes deCartago en la época romana.

El que fuera el principal centro de la actividadjudía durante el siglo XIII, actualmente pasacasi desapercibido entre las callecitas del Call obarrio judío. La Sinagoga Mayor de Barcelonaes la más antigua de España e, incluso, de todaEuropa y actualmente puede visitarse su plantasubterránea. Lo más curioso es que, a pesar dela importancia del templo, la sinagoga fue des-cubierta casi por casualidad.

Los ataques al Call y el desmembramiento de lacultura judía en Barcelona hicieron que fueraperdiendo importancia hasta convertirse, pri-mero en una tintorería, y más tarde en un depó-sito de materiales eléctricos.

Durante años nadie reparó en este espacio hastaque, a finales del siglo XX, unos estudios de laAsociación Call de Barcelona, demostraronque el lugar había sido el templo de culto judíoy se procedió a su rehabilitación. Con el tiem-po se realizaron unas excavaciones que descu-brieron en el suelo de la sinagoga los restos deunas paredes romanas del tiempo del empera-dor Caracalla que datan, aproximadamente, delsiglo XII (actualmente están protegidas por uncristal y se puede caminar sobre ellas).

Su fachada principal está orientada hacia elsudeste mirando a Jerusalén. Junto a dos gran-des vidrieras se ha colocado un candelabro desiete brazos (también llamado menorah), hechoen hierro forjado. A su lado también puedeverse el "toral" donde se guardan los manuscri-tos del libro santo, la Torá.

En la época judía, los mikves o baños ritualestambién eran toda una tradición. Por ejemplo,la calle Banys Nous, muy cerca de donde nosencontramos recibe su nombre por este motivo.

El aspecto de hoy en día es muy distinto del deaquel entonces, pero en alguno de los estableci-mientos de la calle, por ejemplo, la tienda demuebles S'Oliver, en el número 10, aún puedeverse el espacio en el que se bañaban los hom-bres durante la época. Habrá que hacer, claroestá, un esfuerzo imaginativo, pero no deja deser interesante pisar los mismos lugares que lapoblación de aquella época.

Otra las calles con mayor actividad en el barriodel Call, la calle Ferran, también guarda partede esta historia. La actual iglesia de SantJaume se levanta sobre lo que fue una antiguasinagoga de la zona. Igualmente, muchas ins-cripciones del judaísmo han desaparecido o sehan visto disimuladas por el paso del tiempo,por lo que también hay que detenerse en deta-

lles que puedan pasar desapercibidos.Cruzando la plaza Sant Jaume y antes de llegara la plaza del Rei se encuentra el Palau delLloctinent. No fue un lugar clave en la época,de hecho, se construyó algo después, pero suinterés es otro. Muchas de las piedras que for-man su fachada fueron extraídas del antiguocementerio judío de Montjuïch.

Para acabar el paseo, nada mejor que terminaren una de las cafeterías de la calle SantDomènec del Call que aún guardan vestigios dela cultura judía. El Caelum o el Phillipvs sonalgunos de los lugares más interesantes, sobretodo, si se quiere desconectar con un buen caféy una lectura interesante.

Museu de la CatedralPla de la Seu, s/nTel. +34 93 310 25 80Horario: de lunes a domingo de 10 a 13h y de 17 a 19h.Precio: 1 €. Entrada gratuita el primer domingo de cada mes entre las 10 y las 15h.Metro: Jaume I (L4)

Museu Diocesà de BarcelonaAvenida de la Catedral, 4Tel. +34 93 315 22 13Horario: de martes a sábado de 10 a 14h y de 17 a 20h. Domingos de 11 a 14h. Lunes cerrado.Precio: 2 €Metro: Jaume I (L4)

Museu Frederic MarèsPl Sant Iu, 5-6Tel. +34 93 310 58 00Horario: de martes a sábado de 10 a 19h. Domingos y festivos de 10 a 15h. Lunes cerrado.Precio: 3 €Metro: Jaume I (L4)

Museu del CalçatPlaça Sant Felip Neri, 5Tel. +34 93 301 45 33Horario: de martes a domingo de 11 a 14h. Cerrado los lunesPrecio: 2 €Metro: Jaume I (L4) y Liceu (L3)

Conjunto monumental de la Plaça del ReiPlaça del Rei, s/nTel. +34 93 315 11 11Horario: de martes a sábado de 10 a 14h y de 16 a 20h. Domingos y festivos de 10 a 15h. Cerrado los lunes.Precio: 4 € entrada general. 5 € exposiciones temporales. Entrada gratuita el primer sábado de cada mes por la tarde.www.museuhistoria.bcn.es

1 Columnes Romanes2 Palau Episcopal3 Poema Barcino4 Casa de l’Ardiaca5 Plaça de Sant Felip Neri6 Plaça de Sant Jaume

(Ajuntament de Barcelona -Generalitat de Catalunya)7 Saló del Tinell8 Sinagoga Mayor de Barcelona9 Esglesia de Sant Jaume10 Barri del Call Jueu

Superado el límite del Eixample Dret llegamosa otro barrio en la ciudad marcado por la pre-sencia de la Sagrada Familia. En realidad, antesde que se construyera el templo, el barrio reci-bía el nombre de Poblet y no era más que unaextensión de campos que se consideraban fueradel trazado urbano de Barcelona.

Actualmente, la zona de la Sagrada Familia esuna de las más activas, y tiene un intenso movi-miento, tanto comercial como residencial. Detodas las calles que se pueden recorrer destaca,sin duda, una: la avenida Gaudí. Se trata de unaagradable rambla que se llena de paseantestodos los días de la semana y donde se puedenencontrar tiendas de todo tipo, restaurantes yalgunos bares en los que tomar la primera copade la noche.

Pero lo que más fama ha dado a esta avenida esel hecho de comunicar en sus extremos dos delos monumentos modernistas más importantesde la ciudad. Al comienzo de la calle encontra-mos la Sagrada Família y al final, sin desviar-nos, el Hospital de Sant Pau. El paseo merecela pena. Por ello, la ruta que planteamos en estaocasión es más un corto paseo que un itinerario.Sin embargo, es del todo imprescindible en laciudad, ya que nadie puede marcharse deBarcelona sin haber visto antes estos dos hitosmodernistas.

LA SAGRADA FAMÍLIALa Sagrada Familia es la obra cumbre deAntoni Gaudí, el imponente templo al quededicó doce años de su vida y al que estabaíntegramente dedicado cuando murió, en 1926,al ser atropellado por un tranvía.

La iglesia nació con el apelativo de "catedral de

los pobres" y empezó a construirse en 1883según un proyecto neogótico diseñado por elarquitecto Francesc de Paula del Villar. Lasdesavenencias entre este artista y el ayunta-miento que regía en la ciudad por aquel enton-ces hicieron que de Paula abandonara la obra.Y así fue como Antoni Gaudí se hizo carga dela iglesia en 1891 y sustituyó el primer proyec-to por otro mucho más ambicioso.

El impulsor de la construcción de la SagradaFamilia, Josep María Bocabella, quería conse-guir con el tempo una exaltación de los valores

y la educación católica. Y Gaudí, profunda-mente religioso en sus creencias, encajó a laperfección con la idea. El único problema(quizá como ahora) es que el templo se constru-ía gracias a las aportaciones de la caridad públi-ca así que, cuando faltaba el dinero, se parali-zaban las obras.

Gaudí se lo tomó con calma, ya que como elmismo llegó a decir "la iglesia está dedicada a

la gloria de Dios y el amo de esta obra no tieneprisa". Quería que fuera un templo perfecto ytanto tiempo le dedicó a la iglesia que, desde1914 y hasta el día de su muerte, Gaudí viviódentro de ella, en una habitación especialmentehabilitada para el arquitecto.

La Sagrada Família es, ante todo, una obra sim-bólica en la que el arquitecto desplegó toda suimaginación. Se inspiró en las típicas catedra-les medievales y construyó la iglesia con tresmonumentales fachadas. Cada una de ellas estádedicada a una escena de la vida Jesucristo

(Nacimiento, Pasión y Muerte, y Gloria) y aca-ban en cuatro altísimas torres de más de 100metros de altura que, en conjunto, representana los doce apóstoles. La torre de la cúpula quecorona el ábside simboliza la figura de laMadre de Dios. De todo este planteamiento,Gaudí sólo llegó a terminar la cripta y la mayorparte de la fachada del Nacimiento.

La luz y la música fueron otras de las grandespreocupaciones del arquitecto catalán en la

Ruta 08

Dos hitos modernistasMás allá del Eixample Dret

Sagrada Família. Su interés porque la luz llega-ra de forma natural a todos los rincones llegó aser obsesivo, así que calculó la incidencia delsol hasta el último detalle. En 1903 también ini-ció la construcción de los cuatro campanariosdel templo. Su objetivo era que el sonido de lascampanas se activara a la vez que el órganoprevisto en una de las torres para que toda laciudad pudiera escuchar los sonidos sagrados.Ni Gaudí en su momento ni los barceloneses adía de hoy han llegado nunca a oír el repicar dela Sagrada Família. Al morir Gaudí, el temploquedó huérfano e inacabado. Desde entonces,varios arquitectos han pasado por el proyecto y,actualmente, el coordinador es Jordi Bonet. Laactual línea de la Sagrada Família provoca enBarcelona opiniones para todos los gustos. Hayquien cree que la imagen que está cobrandohoy en día se aleja bastante de los deseos deGaudí. Otros, al contrario, consideran que esnormal que refleje diferentes tendencias por seruna obra que ya ha pasado por distintas genera-ciones de arquitectos.

El caso es que, como en sus inicios, la cons-trucción de la Sagrada Família se sigue mante-niendo a base de donativos. De seguir con elrimo actual está previsto que pueda acabarse enel año 2007, coincidiendo justo con el 125 ani-versario de la colocación de la primera piedradel templo. Una vez esté terminada podrá des-tinarse por fin al culto, el motivo por el que seconstruyó ya que, de momento, tan sólo sepuede disfrutar de ella en visitas turísticas.

Actualmente, la visita a la iglesia se puedecompletar con la entrada al Museu de laSagrada Família. Aquí se recogen algunos pla-nos iniciales de la iglesia y abundante materialgráfico sobre su diseño. También se puedesubir hasta una de las torres, desde la que seobtiene una increíble perspectiva del templo ytambién de toda la ciudad.

HOSPITAL DE SANT PAUJunto al Palau de la Música Catalana es una delas obras más representativas del arquitecto

tos de información de la ciudad de la Ruta delModernisme.

modernista Lluís Doménech i Montaner. Portratarse de un hospital (en activo y uno de losmás importantes de Barcelona) es la prueba deque el arte puede encontrarse en cualquier rin-cón de la ciudad.

Su construcción comenzó gracias al donativodesinteresado del banquero Pau Gil en el año1.900. Cuatro millones de las antiguas pesetas(lo que hoy serían 24.000 €) donó este empre-sario catalán para la edificación de un hospitalque cubriera todas las necesidades médicas deBarcelona al máximo nivel. Empezó entoncesla carrera por adjudicar el proyecto de estecomplejo que debía tener 48 pabellones aunquefinalmente sólo se construyeron 27.

El arquitecto seleccionado fue Lluís Doménechi Montaner, que comenzó la obra en 1901 y nola acabó hasta el 1930. Pero Doménech iMontaner no estuvo solo. Otros artistas, comolos escultores Eusebi Arnau y Pau Gargallo,pintores como Francesc Labarta o artesanos delhierro como Josep Perpinyà contribuyeron aque el Hospital de Sant Pau tuviera el monu-mental aspecto de hoy en día.

El hospital, formado por distintos pabellonesseparados por jardines, es uno de los mejoresconjuntos modernistas de la ciudad. Ademásdel pabellón de la Administración, al que sepuede subir por una gran escalinata que llevatambién hasta la Biblioteca-Museo, en el recin-to hay una impresionante iglesia. Resulta difícilreparar en todos los detalles que decoran lasfachadas del hospital. Por ello, se recomiendaun paseo tranquilo y sin prisas, ya que en pocasciudades del mundo se puede disfrutar de unhospital tan bien equipado a nivel médico y contanto valor artístico.

Actualmente el centro se está ampliando en unsolar situado justo detrás del edificio original.Con ello se solucionarán los problemas deespacio del centro actual sin que se tenga querenunciar a la belleza modernista del conjuntoa causa de las reformas. En el vestíbulo de suentrada principal se encuentra uno de los pun

Sagrada Família - Museu del TempleExpiatoriMallorca, 401Tel. +34 93 207 30 31www.sagradafamilia.orgHorario: de octubre a marzo de 9 a 18hPrecio: 8 €Metro: Sagrada Familia (L2)

No quedan dentro de ninguna de las rutas quehemos establecido en nuestra guía, pero son devisita imprescindible en la ciudad.

PARC GÜELLEl Parc Güell, una de las construcciones mássimbólicas de Antoni Gaudí no nació como unaobra de arte en si mismo. En realidad, fue elresultado del encargo que Eusebi Güell hizo alartista para crear una ciudad jardín donde seedificaran viviendas junto a un parque urbano.

El arquitecto desplegó en el proyecto toda suimaginación. Se situó la urbanización en laantigua finca de Can Muntaner de Dalt, llama-da por entonces la Muntanya Pelada, con exce-lentes vistas sobre la ciudad. Y comenzó laconstrucción. Como en otras de sus grandesobras, como la Sagrada Familia, Gaudí se pre-ocupa de integrar la arquitectura con la natura-leza utilizando viaductos, muros de contención,columnas serpenteantes y cerámica y mosaicode colores en todos los espacios.

La entrada principal, situada en la calle Olot, seabre tras franquear una muralla. Lo primeroque llama la atención es la puerta de hierro deljardín y la gran escalinata que se abre paso enel parque. Las escaleras están decoradas concascadas de agua y esculturas en forma de ani-mal, entre las que destaca el pequeño dragónmulticolor revestido de mosaico que es una delas imágenes más fotografiadas del parque.

Al adentrarse en el parque otro de los espaciosmás insólitos es la llamada Sala de las CienColumnas. Se trata de un espacio con 84columnas dóricas que se retuercen entre elsuelo y el techo. Sobre estas columnas seextiende una enorme plaza de líneas sinuosas

que es un gran balcón desde el que se obtieneuna espléndida vista de Barcelona.

En el parque también puede visitarse la CasaMuseu Gaudí, donde se conservan objetos per-sonales del genial arquitecto y el Centro deInterpretación del Park Güell, situado en unode los pabellones del parque. El nombre dePark así escrito, en inglés, se debe a que, ini-cialmente estaba concebido como una ciudad-jardín residencial al estilo inglés. Se puedeacceder a la antigua vivienda del conserje y verla original distribución en niveles, conocer elproyecto del parque y descubrir todos los reco-rridos posibles.

Centro de Interpretación del Park GüellOlot, s/nTel. +34 93 285 68 99www.museuhistoria.bcn.esHorario: de lunes a viernes de 11 a 15h (el par-que permanece abierto durante un horario másamplio)Precio: 2 €. Entrada gratuita el primer domingode cada mesMetro: Lesseps (L3), Alfons X (L4)

PARC NATURAL DE COLLSEROLAA tan sólo diez minutos del centro de Barcelonase extiende un gran espacio verde que es unauténtico pulmón para la ciudad. El parque deCollserola tiene forma de montaña irregular ysu punto más alto es el Tibidabo que, con 512metros, es uno de los mejores miradores sobreBarcelona. En total, son casi 1.800 hectáreas deespacio metropolitano protegido con algunaszonas que también han sido declaradas reservanatural de flora y fauna.Al parque se puede llegar en los Ferrocarrilesde la Generalitat de Catalunya apeándose en las

estaciones de Peu del Funicular, Baixador deVallvidrera o Les Planes. Pero todo el que pre-fiera prescindir del transporte público tambiénpuede acceder en bicicleta y seguir pedaleandopor los itinerarios establecidos en el parque.

Lo mejor es acercarse primero al Centro deInformación para solicitar un mapa y decidirsepor alguna de las rutas que existen.Dependiendo del itinerario se podrán ver espa-cios naturales como la reserva de la Font Grogay la Rierada o el pantano de Can Borrell.También hay varias fuentes naturales, muchasde ellas de decoración modernista.

El parque se ha convertido en una agradablezona deportiva que ha conservado su paisajenatural de bosques de encinas y robles.También viven en él reptiles, mamíferos, peces,diversas especies de aves y algún que otro jaba-lí que ha sorprendido a más de un visitante.

Esto en cuanto a naturaleza. Por lo que respec-ta a arquitectura, otro de los grandes reclamosde esta sierra barcelonesa es la Torre deCollserola. Se construyó con motivo de losJuegos Olímpicos de 1992 para mejorar lastelecomunicaciones de Cataluña y, a la vez,cambiar el perfil de la ciudad. Su autor fue elarquitecto Norman Foster y con sus 288 metrosde altura es el edificio más alto de la ciudad(hay que tener en cuenta que, además, se sitúaa 70 metros de altura sobre el suelo).

De las trece plantas que forman la torre, la déci-ma está abierta al público y funciona comomirador. Se accede en un ascensor acristalado ypanorámico que recorre la distancia desde elsuelo en dos minutos y medio. Desde sus ven-tanales se puede contemplar la ciudad a 560

Ruta 09

Fuera de ruta e imprescindiblesFuera de ruta e imprescindibles

metros de altura y, en días despejados, la vistaalcanza hasta Montserrat, la sierra del Cadí ylas cimas del Pirineo.

Para llegar al mirados, situado como la torresobre la colina de Vilana, se puede recurrir a losFGC y bajar en Peu del Funicular, seguir hastala estación de Vallvidrera Superior y tomar elautobús 211 que funciona cada media hora.

Centro de Información del Parque deCollserolaCtra de l'Església, 32Tel. 932 803 552

Mirador de la Torre de CollserolaCtra de Vallvidrera al Tibidabo, s/nTel. 934 069 354

LA MONTAÑA DEL TIBIDABO YEL COSMOCAIXA

La montaña del Tibidabo, uno de los símbolosde la ciudad, lo es por varios motivos. Uno esla iglesia del mismo nombre que se levanta ensu cima. El otro es el parque de atracciones quese construyó en 1899, y que presume de ser elmás antiguo de España y el segundo más viejode Europa. Por sus años de historia, el parqueha conseguido mantener algunas de las atrac-ciones más clásicas y conocidas por los barce-loneses, además de incorporar las últimasnovedades. Por ejemplo, una de las piezas mássingulares es el avión que imita el modeloexacto que realizó el primer vuelo entreBarcelona y Madrid en el año 1928 y que per-mite tener la ciudad a los pies durante unosmomentos sin salir del parque.

En el parque también se puede visitar el Museode Autómatas del Tibidabo, ubicado en un anti-guo teatro de 1909. Conserva una colección deantiguos muñecos que, antiguamente, funcio-naban con monedas y solían encontrarse en lasferias de toda Europa. El museo es uno de losmás completos del mundo en su especialidad,sobre todo, por la excelente conservación desus piezas y por los curiosos juguetes mecáni-cos de la Época que forman la exposición.

amazónico, el primero que puede verse dentrode un museo.

La programación del CosmoCaixa, además dediferentes exposiciones temporales, tambiénincluye jornadas, cursos, conferencias, sesionesen el Planetario y una serie de talleres y espa-cios dedicados a acercar la ciencia a los máspequeños.

CosmoCaixa - Museu de la CienciaTeodor Roviralta, 55Tel. +34 93 212 60 50www.fundacio.lacaixa.esHorario: de martes a domingo de 10 a 20h.Cerrado los lunes no festivos y los días 25 dediciembre y 1 de enero.Autobuses: 17, 22, 58, 60, 73, 85. También sepuede acceder con los Ferrocarrils de laGeneralitat de Catalunya (FGC) y con elTramvia Blau.

LA NUEVA PLAÇA DE LES GLÒRIESLa plaça de les Glòries y sus alrededores erauna de las zonas de la ciudad que necesitabauna revitalización con más urgencia hace unosaños. Se construyó un centro comercial queanimó el lugar, pero no fue suficiente. Su mejo-ra arquitectónica y cultural ha llegado con laconstrucción de algunos de los edificios másdestacados de la ciudad. Ahora, la plaza ya no

Parque de Atracciones del TibidaboPlaça del Tibidabo, 3-4Tel. 932 117 942www.tibidabo.es

Muy cerca del Tibidabo, en el núcleo deVallvidrera, hay una visita de interés para todoslos amantes de la poesía y la historia. Se tratadel Museu-Casa Verdaguer instalado en Vil.laJoana, una masía agrícola del siglo XIX típica-mente catalana en la que el poeta JacintVerdaguer pasó los últimos días de su vida.Verdaguer fue uno de los principales autores dela Renaixença catalana y la visita a la casa nospermite ver también cómo era la vida en laBarcelona de aquel entonces. El museo constade dos espacio: el sentimental, con mobiliariode época; y el literario, con una exposiciónsobre la trayectoria vital y literaria deVerdaguer.

Museu Casa VerdaguerVil.la Joana (Vallvidrera)Tel. +34 93 294 78 05www.museuhistoria.bcn.esHorario: sábados, domingos y festivos de 10 a14hEntrada gratuita.FGC: Baixador de Vallvidrera

También en las laderas de la montaña delTibidabo se llega también a uno de los museosmás interesantes de la ciudad. Es elCosmoCaixa o Museu de la Ciencia, un espaciodedicado a estimular el conocimiento y la opi-nión científica de todos sus visitantes. Cuentacon más de 33.000 metros cuadrados divididosen diferentes salas. La sala de exposiciones per-manente, que se divide en cuatro materias(inerte, viva, inteligente y civilizada) acoge lahistoria de la materia desde que se creó el uni-verso hasta la actualidad.

El Mur Geològic y el Bosc Inundat son dos delos espacios emblemáticos de este museo. En elprimero de ellos se puede interpretar la geolo-gía del mundo mientras que, en el segundo, seha representado un auténtico bosque inundado

se conoce tan sólo por sus atascos de tráfico (esuna de las vías de salida y entrada principalesen Barcelona donde confluyen la Diagonal, laGran Via y la Meridiana). También es un nuevonúcleo urbano de visita imprescindible.

Uno de los edificios principales que puedenverse es el Teatre Nacional de Catalunya oTNC, proyectado por el arquitecto RicardBofill. El teatro es un complejo integrado pordos grandes edificios. El principal, en forma dePartenón griego, acoge una sala grande con 900

localidades y otra más pequeña con 300 locali-dades. Tiene una superficie total de 20.000metros cuadrados y se sostiene sobre 26 colum-nas. El segundo edificio, de 5.000 metros cua-drados, tiene un aspecto entre tradicional ymoderno. Aquí tienen lugar todo tipo de espec-táculos, no sólo grandes representaciones tea-trales como ocurre en el edificio principal.

L'Auditori es otro de los reclamos de la zona,un un moderno edificio de más de 40.000metros cuadrados diseñado por el arquitectoRafael Moneo. Se inauguró en 1999 y combinasu externa modernidad con una Sala Sinfónicacon capacidad para 2.200 espectadores.También cuenta con una Sala Polivalente con400 plazas y en un futuro próximo se esperaque haya una Sala de Cambra con 700 localida-des más. En el atrio central del Auditori seconstruyó una monumental linterna cúbica devidrio en forma de impluvio que es uno de losmayores atractivos arquitectónicos delAuditori. Se espera que el edificio acoja laEscola Superior de Música de Catalunya y elMuseu de la Música para convertirse en elnuevo foco de vida musical de la ciudad.

Por último, encontramos la Torre Agbar, el ras-cacielos más significativo y más moderno de laciudad. Diseñada por el arquitecto francés JeanNouvel, la torre ha tomado el nombre de laempresa que ha situado en ella su sede social(Agbar o Aguas de Barcelona). Por su forma(para muchos con simbología fálica) y por sucoloración, el diseño de Nouvel ha suscitadotodo tipo de opiniones en la ciudad. El nuevoobelisco futurista no ha gustado a todos, perotampoco ha dejado a nadie indiferente.

Se compone de dos cilindros superpuestosrecubiertos de un manto de cristal que hacenque la luz se refleje en la torre y genere un pre-cioso efecto cromático diferente dependiendo

de la hora del día. Además, tiene miles depequeñas ventanas distribuidas de forma asi-métrica y a modo de escamas que acabaránrepresentando un mosaico de signos legiblesdesde el exterior. Está previsto también que,alrededor de la torre, se construya un lago arti-ficial.

Teatre Nacional de CatalunyaPlaça de les Arts, 1Tel. 933 065 700www.tnc.es

L'AuditoriLepant, 150www.auditori.org

POBLE NOU Y EL CONJUNTO DE PALOALTOEl barrio de Poble Nou, antiguamente unreducto industrial a las afueras de Barcelona, seencuentra en uno de los extremos de la ciudad,muy cerca del mar. Actualmente es una zonaque se debate entre la preservación de su histo-ria y la proyección de futuro. Desde el año1950, cuando se concentraban aquí más de5.000 fábricas, la evolución ha sido imparabley de aquello sólo queda el apelativo con el quese conocía al lugar, el Manchester catalán. Hoyen día, el diseño y los nuevos edificios deviviendas y oficinas que se están construyendoabren otro episodio para el barrio. Eso sí, nadiequiere perder la esencia de uno de los distritosmás populares de la ciudad.

Uno de los mejores exponentes de esta renova-ción es el conjunto de Palo Alto. Lo que antesera una colonia de fábricas textiles hoy se haconvertido en oficinas a la última y estudios dediseño (Javier Mariscal, por ejemplo, tiene aquísu estudio). En Palo Alto (calle Pellaires, 38) serespira cultura y modernidad y se organizanexposiciones temporales.

Otro de los aspectos que se comprueba en estebarrio más que en ningún otro es el interés de laciudad por conservar sus antiguos elementosarquitectónicos. Barcelona ha hecho de sus chi-meneas industriales todo un patrimonio. Sepueden ver casi en todas las calles de la zonaaunque, algunas, por sus características, desta-can entre las demás. Por ejemplo, la que corres-pondía a la fábrica de Can Saladrigas aún sigueen pie con un curioso reloj de sol en su base.

El Poble Nou es también un barrio que mantie-ne, casi, el carácter de pueblo dentro de la ciu-dad. En La Rambla del Poblenou es dondemejor puede comprobarse este ambiente popu-lar. Destaca aquí el Casino de l'Aliança, el edi-ficio que durante muchos años marcó el ritmode la zona. El Casino, obra de Amadeu Llopart,data del año 1929 y en su interior hay un aco-gedor teatro muy concurrido, sobre todo, porlas gentes de los alrededores. Como anécdota, ytambién como símbolo de los prejuicios impe-rantes en toda una época, sólo un apunte: hastael año 1974 la entrada de las mujeres en el casi-no estaba completamente prohibida.

MUSEO MONESTIR DE PEDRALBESForma parte del Museu d'Història de la Ciutatde Barcelona que, en realidad, son cuatroemplazamientos que hablan de la vida de laciudad desde tiempos remotos: el ConjuntoMonumental de la Plaça del Rei, el Museu CasaVerdaguer (dedicado a la vida y la obra delpoeta Jacinto Verdaguer), el Centro deInterpretación del Parc Güell y el MuseuMonestir de Pedralbes.

El monasterio se abrió al público en 1983 yconstituye uno de los mejores ejemplos delgótico catalán. El conjunto comprende la igle-sia y el monasterio, que gira alrededor de unespacioso claustro de tres plantas. Las estanciasprincipales son la Sala Capitular, la Abadía, lasceldas y el Refectorio. También pueden versenumerosas obras de arte, objetos litúrgicos ymobiliario que la comunidad monástica quesiempre ha habitado el monasterio ha conserva-do desde el siglo XIV.

Museu Monestir de PedralbesBaixada del Monestir, 9Tel. +34 93 203 92 82www.museuhistoria.bcn.esHorario: de martes a domingo y días festivos de

1 0a 14h. Cerrado los lunesPrecio: 4 €. Entrada gratuita el primer domingode cada mes.Autobús: 75.FGC: Reina Elisenda

CAMP NOU Y MUSEU FC BARCELONAPara muchos, sobre todo, los seguidores delBarça, el Camp Nou es todo un símbolo. Seinauguró Para muchos, sobre todo, los seguido-res del Barça, el Camp Nou es todo un símbo-lo. Se inauguró el 24 de septiembre (día de la

patrona de Barcelona, la virgen de la Mercè) en1957 y todavía hoy sigue siendo un referenteentre los campos de fútbol de toda Europa. Elnombre de Camp Nou se debe a que el Barça yaentrenaba y disputaba sus partidos en otro esta-dio anterior: el Vell Camp (campo viejo encatalán). Cuando el equipo fichó como jugadora Ladislao Kubala, la directiva del club se plan-teó que, si se contaba con grandes estrellas,también se tenía que disponer de un gran cés-ped.

Así comenzaron los preparativos de lo queentonces fue un ambicioso proyecto y aún hoysigue siendo el estadio de fútbol de mayorcapacidad de Europa (hasta 98.600 espectado-res sentados). Por sus dimensiones, el CampNou no sólo es el espacio en el que el Barçacelebra sus victorias y sufre sus derrotas.También ha sido escenario de distintos aconte-cimientos, como los conciertos musicales deartistas como Michael Jackson o BruceSpringteen, por citar sólo dos nombres.En las instalaciones del FC Barcelona tambiénpuede visitarse el Museo del Barça, dedicadoíntegramente a la historia del club. Ante el grannúmero de seguidores del club (se calcula que

hay más de 100.000 en distintos lugares delmundo) fue el propio Joan Gamper, fundadordel FC Barcelona, el que propuso en la décadade 1920 crear un museo sobre su historia. Lainiciativa se llevó a cabo en 1984, año de lainauguración del museo. Con él, el Barça seconvirtió en el primer club del mundo que reco-gía su pasado en una exposición, no sólo de fút-bol, sino también de otros deportes del club:balonmano, baloncesto y hockey.

El museo se divide en diferentes zonas. En unade ellas se recoge la historia del Barça con foto-grafías, audiovisuales, material deportivo ytodos los trofeos que ha ganado el club. El mássignificativo (y también el que más echan demenos todos los seguidores) es, sin duda, laCopa de Europa que consiguió el FC Barcelonaen 1992, casualmente, el mismo año que la ciu-dad celebró sus Juegos Olímpicos.Otra de las zonas cuenta con aportaciones dediferentes artistas catalanes de la talla de Dalí,Miró, Tàpies o Subirachs. También puede verseuna de las mejores colecciones privadas delmundo sobre el deporte del fútbol, además deconsultar cualquier tipo de información sobreel club en el centro de documentación especia-

lizado. Como el museo se encuentra situadojusto al lado del Camp Nou, a la hora de la visi-ta hay dos opciones: recorrer las salas de expo-sición únicamente o combinarlo con un tourguiado por el estadio. El tour incluye una visi-ta a los vestuarios que utilizan los equipos visi-tantes y, después, pasando por un túnel, seaccede al terreno de juego y a los banquillos delos jugadores. También se puede acceder a laslocalidades que ocupa la prensa durante lospartidos y que, normalmente, tienen una exce-lente visibilidad. Si se quiere comprobar endirecto desde donde sufre y celebra los partidosel presidente del club (actualmente JoanLaporta) hay que sentarse en la silla número 10,una de las mejor situadas del Camp Nou en lazona conocida como "La Llotja".

Museu del Futbol Club BarcelonaArístides Maillol, accesos número 7 ó 9Tel. +34 93 496 36 08www.fcbarcelona.esHorario: de lunes a sábado de 10 a 18:30h.Domingos y festivos de 10 a 14hPrecio: 5,30 € entrada general. Tour guiadoestadio + museo: 9,50 €Metro: Collblanc (L5)

Estamos en pleno centro de Barcelona. La zonade la ciudad que todo el mundo toma de refe-rencia ya que, por su situación, está cerca detodo. La Plaça Catalunya es el límite entre laparte nueva de la ciudad, al norte, y la partevieja al sur. De aquí arrancan vías tan importan-tes como el Passeig de Gràcia, la Rambla deCatalunya o La Rambla y aquí se concentratambién el mayor número de transportes de laciudad. Metro, tren, ferrocarril, aerobús, taxis yautobuses tienen aquí sus paradas.

Inevitablemente, todos los barceloneses hanpisado la Plaça Catalunya alguna vez. Y, sinembargo, el lugar no es especialmente aprecia-do por los ciudadanos. Más bien se trata de unsentimiento práctico el que ha hecho de estaplaza un lugar conocido e imprescindible. Estádecorada por 28 esculturas, aunque una enespecial llama la atención. Se trata de un enor-me libro en honor a Francesc Macià, uno de lospresidentes de la Generalitat de Catalunya,situado sobre una curiosa base en forma deescalera invertida. La plaza está rodeada de edi-ficios de oficinas, entidades bancarias y centroscomerciales y desde hace un tiempo suele ser elescenario de espontáneos músicos de origenafricano o peruano que han sabido encontraraquí su público.

Antes de comenzar el paseo y alejarse de laplaza hay que hacer una parada en una de lasterrazas míticas de Barcelona, el Café Zurich.En verano no resulta nada fácil conseguir sitioen algunas de sus mesas. Pero se recomienda

tener paciencia y esperar, ya que mirar el ir yvenir de las gentes puede ser el mejor modo detomar el pulso a la ciudad.

Tras el descanso, el itinerario puede empezaren el Portal de l'Àngel. Se cuenta que recibeeste nombre porque aquí se le apareció unángel a Sant Vicent Ferrer. Hoy no parece ellugar más adecuado para los milagros, pero sípara el consumo. A ambos lados de la calle que,desde hace algún tiempo, es peatonal, tan sólose abren tiendas y más tiendas, sobre todo, deropa y complementos. Sin embargo, hay queprestar atención.

En la calle Montsió, a la izquierda de esta ave-nida, se encuentra la mítica cafetería ElsQuatre Gats. Fue el centro de reuniones deartistas como Picasso, Gaudí, Rusiñol o Casas

en los primeros años del Modernismo y todavíahoy mantiene ese ambiente entre bohemio eintelectual. Como restaurante ofrece buenosmenús de comida catalana.

Por la calle Santa Anna, que aparece a la dere-cha del Portal de l'Àngel, se puede tomar unatajo hasta la Plaza Vila de Madrid. La plazase habilitó en el mismo lugar que ocupó unantiguo convento de la orden de las Carmelitasy que fue incendiado en 1936, cuando empeza-ba la Guerra Civil española. En el subsuelo dela plaza se encuentran los restos de un cemen-terio romano y en uno de sus lados, el Ateneubarcelonés, un centro cultural en el que tambiénse puede ir a comer o a cenar.

Siguiendo por el Portal de l'Àngel se alcanzauno de los elementos urbanos más curiosos dela zona. Cuando el Portal se une a la tambiéncomercial calle de Portaferrissa aparece en laesquina una especie de fuente que, en realidad,son los antiguos abrevaderos de Barcelona.Hay que remontarse a la época en la que circu-laban por la zona coches de caballos, un tiem-po en el que estas fuentes eran tan imprescindi-bles como hoy lo son las gasolineras.Siguiendo por la calle Portaferrissa encontrare-mos más de lo mismo. Tiendas de todo tipo,para niños, jóvenes y mayores que se alternancon algún antiguo palacio que ha perdido susfunciones. Por ejemplo, el Palau Palmerola,en el número 7 de la calle, es actualmente eltaller de El Bulli, el famoso restaurante deFerran Adrià, con sede en Girona. Aquí ha ins-

Ruta 10

De la Plaça Catalunya al Barrio de la MercéDe la Plaça Catalunya al Barrio de la Mercé

talado el cocinero su particular laboratorio en elque investiga con diferentes ingredientes y tex-turas para llegar a conseguir los platos que lehan dado fama mundial.

Desde aquí, la calle Petritxol nos adentra enuno de los lugares más agradables y "dulces"de la ciudad. Es la zona perfecta para unamerienda "a la antigua" a base de dulces,bollos, suizos (chocolate desecho en tazacubierto de nata montada) y toda la reposteríaque podamos imaginar. También abundan eneste tramo las galerías de arte, tiendas de anti-güedades y librerías en las que se puedenencontrar ediciones que creíamos desapareci-das.

En este ambiente bohemio se alcanza la plazadel Pi, una de las más pequeñas y encantadorasde toda la ciudad. El nombre lo recibe por elpino centenario que se levanta en la plaza.También se puede visitar la iglesia gótica delmismo nombre, que data del siglo XV.Haciendo esquina con esta plaza se abre otradel mismo estilo, la de Sant Josep Oriol. Aquíhan encontrado su espacio músicos callejeros,personajes que aseguran adivinar el futuro, pin-tores de calle y muchos otros personajes queestará más pendientes de las carteras de los

Los domingos por la mañana la plaza cobra uninterés especial, ya que se celebra el mercadosemanal de compra, venta e intercambio desellos y monedas. Entre piezas que quizá notengan mucho valor siempre es posible encon-trar alguna ganga así que, si el tema interesa,conviene echar un vistazo.

Otro detalle en la Plaça Reial es el conjuntoescultórico de Las Tres Gracias. Se trata de dosfarolas, con seis brazos cada una, que adornanel espacio y tienen un interés artístico añadido.Se trata de uno de los primeros diseños queAntoni Gaudí diseñó para la ciudad cuando elarquitecto ni tan siquiera pensaba en la famaque alcanzaría después.

Si volvemos a adentrarnos en el barrio en direc-ción opuesta a La Rambla llegaremos a la plazade la Mercè, la patrona de la ciudad. Si alguientiene curiosidad en saber cómo son las bodas enBarcelona, éste es uno de los mejores lugaresde Barcelona para descubrirlo. En un lado de laplaza se encuentran los juzgados, donde secelebran los enlaces civiles. En el otro está labasílica de la Mercè, donde se casan los queprefieren hacerlo por el rito católico.

La iglesia de la Mercè guarda la imagen de lavirgen del mismo nombre y fue construida en lasegunda mitad del siglo XVIII por Josep Mas id'Ordal. Bajo sus cimientos se halla un temploaún más antiguo que formaba parte de un con-vento. La iglesia celebra su día grande el 24 deseptiembre, festivo en la ciudad, pero hay oca-siones en las que también vive momentos espe-ciales. Por ejemplo, el equipo del Barça siem-pre acude a la iglesia a dedicar sus triunfos y,claro, entre deportistas y aficionados, esos díaslas iglesia registra un lleno absoluto.

turistas que del ambiente en sí. Si tomamos pre-cauciones, las terrazas que hay en la plaza sonun lugar de lo más agradable a cualquier horadel día.

Como en El Born o el Raval, también aquíabundan las tiendas de diseño y artesanas en lasque será muy difícil no encapricharse de algo.Las calles Ferran y Avinyó son los mejores des-tinos para ello. Zapatillas en La ManualAlpargatera (Avinyó, 5), objetos de diseño con-temporáneo en Dom (Avinyó, 7), ropa vanguar-dista en Loft Avignon (Avinyó, 22), etc.

Muy cerca de aquí, en dirección a La Rambla,se llega a una de las plazas más queridas por losbarceloneses, la Plaça Reial. Su aspecto es delos más elegantes de la ciudad, con porches alestilo napoleónico rodeando el espacio. Sinembargo, su ambiente también es algo desange-lado y conviven por igual los turistas y losmendigos. Cuando llega la noche, la plaza seconvierte en uno de los puntos más animadosde la ciudad. Es casi inevitable tomar la prime-ra copa en el bar Glaciar, súper concurrido,para elegir después alguno de los clásicos de laciudad. El Sidecar, Los Tarantos o el Jamboreeson tres de los locales más conocidos con músi-ca pop-rock, flamenco y jazz respectivamente.