importancia de la filosofía en la vida cotidiana
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Importancia de La Filosofía en La Vida CotidianaTRANSCRIPT
Nilton Contreras 30142009
La filosofía en la vida cotidiana
Para mi punto de vista la importancia que tiene la filosofía según la gran mayoría de los
textos vistos en clase, me parece de gran magnitud, porque la filosofía pasa a formar parte
de nuestros pensamientos de nuestros razonamientos, de nuestras dudas y nuestras
peguntas.
La filosofía es como un libro de pensamientos interminables sobre la vida, ya que los seres
humanos, ambiciosos por naturaleza, deseamos siempre saber el porqué de las cosas… ¿Por
qué estamos aquí? ¿Cómo llegamos? ¿Cuándo? ¿Quién? Son unas de la muchas preguntas
que nos formulamos para saber la verdad que en realidad ¿será esa la verdad?
Entonces si ninguna es la verdad y todas al mismo tiempo lo son ¿cuál es la verdad
verdadera? La filosofía te lleva a que tu mente se llene de cuestionamientos, por lo visto, y
al mismo tiempo te rechaza cualquier posibilidad de que tengas la razón. Ese es mi punto
de vista; además te condena a estar en constante razonamiento, razonar sobre lo que haces,
sobre lo que piensas sobre la misma vida.
La filosofía más que otra cosa es un asunto de pensar, Heidegger hace una gran síntesis
sobre lo que es el asunto del pensar: reconocer que al pensar le es propio un asunto que
difiere de aquello que tratan tanto la filosofía como la ciencia y que de aquello que tratan
éstas tiene algo en común sólo reconocible por el contraste con aquello de lo que se ocupa
el pensar. Esto nos da pie a desarrollar una cuestión, acerca del sentido del asunto del
pensar, ¿cuál es el asunto propio del pensar?
Que lo propio del pensar se determine como asunto para Heidegger no es cosa
insignificante, tiene que ver con las dificultades metodológicas que impone la
diferenciación capital dentro de su filosofía entre ser y ente, ¿cómo aproximarse al ser sin
hacer de él, por ese mismo hecho, un ente? Cuando uno pregunta por cualquier cosa,
pregunta por algo que, de alguna manera, es, pregunta por ello por un ente, la pregunta por
el ser, sin embargo, impone como principio el reconocimiento de la distinción (entre ser y
ente) y la distinción impone la necesidad de tratar al ser de manera esencialmente diferente
de como se trata al ente. Parece que con ello nos encontramos en un callejón sin salida,
pues, apenas preguntamos por el ser lo tratamos ya mismo como ente. Ésta es, en principio,
la razón filosófica por la cual Heidegger intentó desarrollar un lenguaje propio capaz de
superar esta paradoja y que, autores críticos interpretaron como una jerga tras de la cual se
encubrieron razonamientos políticos conservadores o que ayudaron a promover y mantener
ideologías y prácticas de este tipo.
La gran importancia de la filosofía también radica en las explicaciones y postulados que
hace sobre el por que y como de muchos de los comportamientos humanos; quizás una de
las explicaciones más fascinantes del actuar del individuo en sociedad nos la ofrece Jean
Jacques Rousseau en sus escritos sobre el contrato social, donde plantea a la familia como
la única sociedad natural, tambien nos muestra la distinción que existe entre el actuar del
individuo por si solo y del actuar de este individuo en cuanto a que es un individuo social
y/o en la sociedad. Hoy sabemos, por ejemplo, que por naturaleza toda especie posee una
“legislación implícita” que lleva a todo organismo a su supervivencia; basado en esto puedo
afirmar que todo individuo en mayor o menor medida posee cierto egoísmo, que con cierta
mesura le ayuda a su supervivencia; si se abusara de este, como otras tantas cosas, estas
acciones se convierten en una consecución de injustos y aberrantes actos, que ante los
individuos afectados por semejantes acciones, el que actúa se deja ver ante los demás como
un personaje antisocial. Sin embargo, en su vida en sociedad, el individuo se conforma en
lo que se podría llamar hombre social, el cual se fija como fin un interés general. Es
necesario hablar aquí en los numerosos casos en los que los individuos hablan en primera
persona del plural en nuestra sociedad, como si se tratase de una necesidad el formar parte
de un grupo particular; es evidente que el pertenecer a una nación, o a un grupo ideológico,
hace que los individuos sean consientes de pertenecer a la sociedad que les rodea. El
contrato social, por tanto, reconciliaría ambas dimensiones, la individual y la social en el
humano, teniendo como fin la igualdad y la libertad de todos los que componen la sociedad.
También fue interesante tratar autores como Jaques Ranciere e Immanuel Kant, que nos
mostraron una forma diferente de concebir el entorno que nos rodea con sus escritos sobre
estética y política, planteando en sus textos, lo que es la división de lo sensible y la relación
que hay entre estética y política, donde nos dicen que la política posee una estética que no
es precisamente la “estetización de la política” sino como un sistema de formas y
conocimientos a priori que van determinando experiencias, se podría decir que estos
escritos hacen un llamado para darle una mirada filosófica a la artes. Tambien como ese
proceso artístico de definir la esencia de una cosa apreciándola desde la idea de belleza que
se representa como una forma artística a la cual no solo se debe mirar, sino también
experimentar y mantener un contacto visual constante, y de esta manera sacar nuevas
formas estéticas o bellas, también es analizar el trasfondo de estas ideas para transmitirlas
de tal manera que cada concepción llegue a entender esa belleza a su manera.
Seguramente sin la filosofía simplemente no habría sido posible pensar muchas cosas y
responder a muchas preguntas, es algo así como jugar serpientes y escaleras porque cuando
sientes que tienes toda la razón y que has hecho lo mejor que ha sido posible para llegar
hasta tal punto, y que sientes que con solo un tiro del dado llegaras a la meta, pero de
repente en una mal jugada caes exactamente en la serpiente y te derrumbas en todos los
pensamientos que habías tenido, porque era tu verdad y era lo que realmente creías, y al
final uno solo se llena de más preguntas e hipótesis que desarrollar.
En pocas palabras, la importancia de la filosofía en nuestras vidas es equivalente a nuestra
propia vida ya que sin filosofía seriamos como robots mecanizados sin rumbo ni razón
alguna.