Una imagen es una representación visual que manifiesta la apariencia visual de un objeto real o imaginario. Aunque el término suele entenderse como sinónimo de representación visual, también se aplica como extensión para otros tipos de percepción, como imágenes auditivas, olfativas, táctiles, sinestésicas, etcétera.

Las imágenes que la persona vive interiormente son denominadas imágenes mentales, mientras que se designan como imágenes creadas (o bien como imágenes reproducidas, según el caso) las que representan visualmente un objeto mediante técnicas diferentes: diseño, pintura, fotografía, vídeo, etc.

Un paradigma de lo nuevo renacía a flor de piel.Ya no bastaba con dejarse llevar,

ahora había que abrir puertas de cerrojos con llaves que solo cerraban, rebotando una bruma, espina del miedo.

Recuerdos de huracán que lo marcan en el alma, como sustento de alegría hacia la novedad de lo desconocido.

Del norte provenía su vida, casi tan aferrado como el frío que mataba, El terror fue la ley, y la planta la ilusión.

Los bolsillos llenos de prosperidad, y en la maleta la promesa como pacto de regresar algún día,

en otra vida, en otro mundo, en otra dimensión.

Dejó allí su sangre, dejó allí su mar de recuerdos borrososQue pronto borraría por su mediana edad.Así es el destierro, así de cruel y malicioso,

Que nos obliga a decidir entre comer o felicidad. Mala suerte su palma dio, un destino oscuro.Suave luz de luna vagabundea la nostalgia,

La libertad es fiebre, violencia es mentir.

Fastidio y buena suerte! vulgaridad social, la libertad no es fantástica,

Ni mucho menos una tormenta mental que prestigia la locura,Es un mar grueso, espeso y oscuro que hay que saber llevar, proteger y

defender.

En el barco un hombre se acerca, trae consigo palabras de consuelo,“Ya no estas solo, estamos todos en naufragar”.

Bombas de aquí, bombas de allá, La guerra es así, de avara y desterrada

Que hasta te echa de tu lugar, de tu propia tierra.

Al terminar un largo día, después de caminar largas horas, Juanito se sentó. Era su momento de paz, el momento de contemplar la ciudad y observar el paisaje, ver millones de personas, observar cientos de momentos que el jamás iba a vivir. Por su cabeza pasaban indecisos planteos que ni el mas grande filosofo iba a poder solucionar, quien puede responder ante tanta injusticia y desigualdad social?. Comenzó a pensar que le gustaría tener una vida mejor que la que la suerte le decidió dar. Al ver su alrededor se dio cuenta que se encontraba solo, en la calle y sin nadie con poder hablar o compartir sus aventuras de niño, sus sueños de grandeza, su esperanza de un futuro mejor. Decidió cerrar los ojos y poder soñar, quizás allí pueda sentirse mas acompañado. Se acomodo lo mejor que pudo con su vieja compañera la caja, y como tantas otras noches, el, la caja y la luna espesante imaginó su vida al correr de los años. Sus deseos, promesas, pactos con el destino que prometían una prosperidad desalentadora pero la esperanza como lema de vida y una alegría que prometía llegar algún día.