illuminare nº 389

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Nº 389 OCTUBRE 2013 SERVICIO PASTORAL MISIONERA AÑO XCI

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Revista para la animación misionera de la Jornada Mundial de las Misiones – DOMUND 2013- que se celebrará el 20 de octubre bajo el lema "Fe + Caridad = Misión"

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Nº 389OCTUBRE 2013

SERVICIOPASTORALMISIONERA

AÑO XCI

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LEMA: “Fe + Caridad = Misión”. Fe y Caridad. No es legítimo separar, y me-nos, oponer, fe y caridad, dos virtudes teologales íntima-mente unidas. “La existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte delencuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivande este, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios” (Bene-dicto XVI). Contemplación y acción están llamadas a coexistir e integrarse. La acogida sal-vífica de Dios, su gracia, su perdón por la fe orienta y promueve las obras de la caridad..Misión. La mayor obra de caridad, que nace de la fe, es la evangelización. “Nin-guna acción es más benéfica y, por tanto, caritativa hacia el prójimo que partir el pan de laPalabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena Nueva del Evangelio [...]: la evangelizaciónes la promoción más alta e integral de la persona humana” (íd.). El anuncio del Evangelio seconvierte en una intervención de ayuda al prójimo, justicia para los más pobres, posibilidadde instrucción y asistencia médica en lugares remotos, entre otras implicaciones sociales.

CARTEL. El lema, “Fe + Caridad = Misión”, es presentado con trazos claros y firmes, a modode axioma. El recurso de la pizarra evoca que estamos ante una afirmación que implicaadhesión e interiorización. “No os canséis de educar a cada cristiano, desde la infancia, enun espíritu verdaderamente universal y misionero, y de sensibilizar a toda la comunidad paraque sostenga y ayude a las misiones según las necesidades de cada una” (Francisco).. La fotografía del papa Francisco, besando el pie que previamente ha lavado, recuerdalas palabras de Jesús en el primer Jueves Santo de la historia: “Os he dado ejemplo para quelo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis” (Jn 13,15). En medio, la cruzdel pectoral del Santo Padre. La contemplación de la escena recuerda a los misioneros y mi-sioneras, que viven la experiencia gozosa de salir de uno mismo para ir al encuentro de losotros en actitud de servicio y donación.

OBJETIVOS. Presentar la Jornada del DOMUND como ocasión para descubrir la dimensión uni-versal de la fe y el compromiso de la caridad con los más pobres. . Invitar a todas las comunidades cristianas a participar en las actividades organizadascon motivo de la celebración del DOMUND.. Promover una corriente de colaboración económica con las necesidades materiales delos misioneros y de las misiones, a través de las Obras Misionales Pontificias.

Servicio de Pastoral Misionera

PP RR EE SS EE NN TT AA CC II ÓÓ NN DD EE LL AA CC AA MM PP AA ÑÑ AALa Jornada Mundial de las MisionesAAnnaassttaassiioo GGiill, Director Nacional de OMP

MM EE NN SS AA JJ EE DD EE SS .. SS .. FF RR AA NN CC II SS CC OOPP AA RR AA LL AA JJ OO RR NN AA DD AA DD EE LL DD OO MM UU NN DD

SS EE RR VV II CC II OO TT EE OO LL ÓÓ GG II CC OO -- PP AA SS TT OO RR AA LLEl Espíritu Santo es el alma de la misiónAAnnttoonniioo GGoonnzzáálleezz--MMoohhiinnoo EEssppiinnoossaaDelegado Diocesano de Misionesy Director Diocesano de OMP de Zaragoza

SS EE RR VV II CC II OO II NN FF OO RR MM AA TT II VV OOMisioneros “para toda la vida”

CC OO OO PP EE RR AA CC II ÓÓ NN EE CC OO NN ÓÓ MM II CC AAAportación económica de las diócesis españolasa la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe

SS EE RR VV II CC II OO II NN FF OO RR MM AA TT II VV OOVocabulario misionero básico

SS EE RR VV II CC II OO II NN FF OO RR MM AA TT II VV OOAsí llega el dinero a la misión

TT EE SS TT II MM OO NN II OO SS

LL II TT UU RR GG II AAGuion litúrgico para la Eucaristía IIssaaaacc BBeenniittoo MMeelleerrooDelegado Diocesano de Misionesy Director Diocesano de OMP de Segovia

VV II GG II LL II AA DD EE OO RR AA CC II ÓÓ NN

SS EE RR VV II CC II OO II NN FF OO RR MM AA TT II VV OOTres páginas web y tres películas sobre la misiónAAnnaa FFeerrnnáánnddeezz // MM..ªª ÁÁnnggeelleess AAllmmaacceellllaass

SS EE RR VV II CC II OO II NN FF OO RR MM AA TT II VV OOGracias y más

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SSSSUUMMAARRIIOO

EDITOR: Anastasio Gil García,Director de Obras Misionales Pontificias

DIRECTOR: Rafael Santos BarbaDISEÑO: Antonio Aunés

IMPRIME: GRÁFICAS DEHON.Depósito Legal: M. 3790-1958

Dirección y Administración:C/ Fray Juan Gil, 5 . 28002 Madrid

Tfno: 91 590 27 80E-mail: [email protected] . http://www.omp.es

http://www.domund.org

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PPrreesseennttaacciióónn ddee llaa CCaammppaaññaa

La de las Misiones fue la primera de las Jornadas Mundiales que, por voluntad dela Santa Sede, se celebran en la Iglesia católica a lo largo del año. Después han

ido surgiendo otras; en ellas, la Iglesia entera se siente especialmente unida a unaintención particular: “El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola al-ma” (Hch 4,32). Pío XI la instituye, con el nombre de “Domingo Mundial de las Mi-siones”, el 14 de abril de 1926, a los pocos años de haber nombrado “Pontificias”tres iniciativas particulares que promovían la cooperación misionera. Desde 1943, esconocida como DOMUND en todos los ámbitos eclesiales de lengua castellana.

El papa Francisco recuerda su finalidad: “Animar y profundizar la conciencia misio-nera de cada bautizado y de cada comunidad, ya sea llamando a la necesidad de unaformación misionera más profunda de todo el Pueblo de Dios, ya sea alimentando lasensibilidad de las comunidades cristianas a ofrecer su ayuda para favorecer la difusióndel Evangelio en el mundo” (Mensaje DOMUND 2013, 5). A ello contribuye la multi-tud de iniciativas de los responsables diocesanos de la animación misionera y de lascomunidades eclesiales, secundando la explícita voluntad misionera de los respectivospastores, que a comienzos de octubre exhortan a sus fieles con una carta pastoral.

El DOMUND de este año, domingo 20 de octubre, coincide prácticamente con laclausura del Año de la Fe, que se abría con la exhortación de Benedicto XVI: “«Quela Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada» (2 Tes 3,1): que este Año de laFe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues solo en él tene-mos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero”(Porta fidei, 15). Anhelo que asume como propio el Papa Francisco: “Este es mi deseopara la Jornada Mundial de las Misiones de este año” (Mensaje DOMUND 2013, 5).

La Jornada tiene una dimensión universal, que desborda cualquier tentación delas comunidades cristianas de cerrarse en sí mismas por la preocupación de dar res-puesta a sus propios problemas. Este carácter universal parece una obviedad al con-fesar la fe católica; sin embargo, el compromiso misionero encuentra sus principalesobstáculos no solo fuera, sino dentro de la comunidad eclesial, cuando los cristianosceden ante los particularismos, que a veces llegan a ser excluyentes. Estos reduc-cionismos, en virtud de justificaciones subjetivas razonables, pueden llevar a que laresponsabilidad misionera se circunscriba solo a las llamadas “nuestras misiones”.

Frente a tal peligro, esta es la grandeza de la Jornada Mundial: que es católica,de toda la Iglesia y para toda la Iglesia. No hay ámbitos misioneros propios, sinoque compete a la Iglesia la solicitud por todas las Iglesias. De ahí la invitación quenos hace el Santo Padre “a sostener, con visión de futuro y discernimiento atento,

Por Anastasio GilDirector de OMP en España

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la llamada misionera ad gentes, y a ayudar a las Iglesias que necesitan sacer-dotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana”(Mensaje DOMUND 2013, 5). Este servicio se hace realidad en los 126 paísesdonde están presentes las Obras Misionales Pontificias (OMP), a cuyos direc-tores nacionales ha pedido el Papa “continuar vuestro compromiso para quelas Iglesias locales asuman cada vez más generosamente su parte de respon-sabilidad en la misión universal de la Iglesia” (Roma, 17-5-2013).

Esta corriente de solidaridad entre todas las Iglesias, en comunión con elObispo de Roma –Pastor no solo de su Iglesia particular, sino también de to-das las Iglesias, porque es “principio y signo de la unidad y la universalidadde la Iglesia” (LG 23)–, se enriquece, en primer lugar, con una cooperación

espiritual: “Orar con espíritu misionero implica diversos aspectos, entre loscuales destaca la contemplación de la acción de Dios, que nos salva por

medio de Jesucristo. De esta manera, la oración se convierte en una vi-va acción de gracias por la evangelización que nos ha llegado y siguedifundiéndose por todo el mundo; [...] se convierte en invocación alSeñor, para que nos haga instrumentos dóciles de su voluntad, conce-diéndonos los medios morales y materiales indispensables para la

construcción de su Reino” (Juan Pablo II, Mensaje DOMUND 1994, 4).Cooperación personal, también, con el envío de nuevas vocaciones co-

mo “ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han reci-bido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo, y aceptan consagrar su vidaa la tarea de anunciar el Reino de Dios y de implantar la Iglesia en el mundo”(EN 80). El DOMUND es otra oportunidad para que en las comunidades cris-tianas se susciten nuevas vocaciones para la misión, vocaciones misioneras advitam o vocaciones misioneras Fidei donum por un largo período de tiempo.“Me gustaría subrayar”, añade el papa Francisco, “que las mismas Iglesias jó-venes están trabajando generosamente en el envío de misioneros a las Iglesiasque se encuentran en dificultad –no es raro que se trate de Iglesias de antiguacristiandad–, llevando la frescura y el entusiasmo con que estas viven la feque renueva la vida y dona esperanza” (Mensaje DOMUND 2013, 5).

Y, por último, cooperación económica. Las OMP gestionan el Fondo Uni-versal de Solidaridad, al que llegan las aportaciones de los fieles que deseancolaborar con la misión de la Iglesia. Es significativo cómo crecen las aportacio-nes de las Iglesias más jóvenes, que, conscientes de la gratuidad de lo que tie-nen, aunque sea poco, lo comparten. El Papa, a través de las OMP, distribuyeequitativamente cuanto hay en dicho Fondo. De este modo, la caridad se haceuniversal y la misión es asumida por todos; y, con la limosna de todos, la Igle-sia atiende como madre a sus hijos más necesitados. Se entienden así las pala-bras del Papa: “La Iglesia [...] no es una organización asistencial, una empresa,una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción delEspíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristoy desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir el mensajede salvación que el Señor nos ha dado” (Mensaje DOMUND 2013, 4).

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La Jornada tiene unadimensión universal,

que desborda toda tentación de las comunidades

cristianas de encerrarse en sí mismas.

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Queridos hermanos y hermanas:

Este año celebramos la Jornada Mundial de las Misiones mientras se clausura el Año de laFe, ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino co-

mo Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía. En esta prospectiva, querría plantear algu-nas reflexiones.

La fe es un don precioso de Dios, el cual abre nuestra mente para que lo podamosconocer y amar; Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos partícipes de su

misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de significado, que sea más buena, más be-lla. ¡Dios nos ama! Pero la fe necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta per-sonal, el coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos por su in-finita misericordia. Es un don que no se reserva sólo a unos pocos, sino que se ofrece a to-dos generosamente. ¡Todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados porDios, el gozo de la salvación! Y es un don que no se puede conservar para uno mismo, sinoque debe ser compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos convertire-mos en cristianos aislados, estériles y enfermos. El anuncio del Evangelio es parte del ser dis-cípulos de Cristo y es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia.

“El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad eclesial” (Be-nedicto XVI, Exhort. apost. Verbum Domini, 95). Toda comunidad es “adulta”, cuando pro-fesa la fe, la celebra con alegría en la liturgia, vive la caridad y proclama la Palabra de Diossin descanso, saliendo del propio ambiente para llevarla también a los “suburbios”, especial-mente a aquellos que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Cristo. La fuerza de nues-tra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a losdemás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontra-mos y que comparten con nosotros el camino de la vida.

El Año de la Fe, a cincuenta años de distancia del inicio del Concilio Vaticano II,es un estímulo para que toda la Iglesia reciba una conciencia renovada de su pre-

sencia en el mundo contemporáneo, de su misión entre los pueblos y las naciones. La misionariedad no es solo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de cul-

turas e individuos independientes, precisamente porque los “límites” de la fe no solo atravie-san lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer. El ConcilioVaticano II destacó de manera especial cómo la tarea misionera, la tarea de ampliar los lími-tes de la fe, es un compromiso de todo bautizado y de todas las comunidades cristianas: “Vi-viendo el Pueblo de Dios en comunidades, sobre todo diocesanas y parroquiales, en las que dealgún modo se hace visible, a ellas pertenece también dar testimonio de Cristo delante de lasgentes” (Decr. Ad gentes, 37). Por tanto, se pide y se invita a toda comunidad a hacer propioel mandato confiado por Jesús a los Apóstoles de ser sus “testigos en Jerusalén, en toda Judeay Samaría y hasta el confín de la tierra” (Hch 1,8), no como un aspecto secundario de la vidacristiana, sino como un aspecto esencial: todos somos enviados por los senderos del mundopara caminar con nuestros hermanos, profesando y dando testimonio de nuestra fe en Cristo yconvirtiéndonos en anunciadores de su Evangelio. Invito a los obispos, a los sacerdotes, a los

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MMeennssaajjee ddeell PPaappaa

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MMeennssaajjee ddeell PPaappaa

consejos presbiterales y pastorales, a cadapersona y grupo responsable en la Iglesia a

dar relieve a la dimensión misionera enlos programas pastorales y formati-

vos, sintiendo que el propiocompromiso apostólico no estácompleto si no contiene elpropósito de “dar testimoniode Cristo ante las naciones”,ante todos los pueblos. La mi-

sionariedad no es solo una di-mensión programática en la vida

cristiana, sino también una dimen-sión paradigmática que afecta a todos

los aspectos de la vida cristiana.

A menudo, la obra de evangeliza-ción encuentra obstáculos no so-

lo fuera, sino dentro de la comunidad ecle-sial. A veces el fervor, la alegría, el coraje,la esperanza en anunciar a todos el mensajede Cristo y ayudar a la gente de nuestrotiempo a encontrarlo son débiles; en ocasio-nes todavía se piensa que llevar la verdad delEvangelio es violentar la libertad. Pablo VIusa palabras iluminadoras al respecto: “Se-ría [...] un error imponer cualquier cosa a laconciencia de nuestros hermanos. Pero pro-poner a esa conciencia la verdad evangélicay la salvación ofrecida por Jesucristo, conplena claridad y con absoluto respeto hacialas opciones libres que luego pueda hacer[...], es un homenaje a esta libertad” (Ex-hort. apost. Evangelii nuntiandi, 80). Siem-pre debemos tener el valor y la alegría deproponer, con respeto, el encuentro conCristo, de hacernos heraldos de su Evange-lio; Jesús ha venido entre nosotros paramostrarnos el camino de la salvación, y nosha confiado la misión de darlo a conocer atodos, hasta los confines de la tierra. Confrecuencia vemos que son la violencia, lamentira, el error las cosas que destacan y seproponen. Es urgente hacer que resplandez-ca en nuestro tiempo la vida buena delEvangelio con el anuncio y el testimonio, yesto desde el interior mismo de la Iglesia.Porque, en esta perspectiva, es importanteno olvidar un principio fundamental de todo

evangelizador: no se puede anunciar a Cris-to sin la Iglesia. Evangelizar nunca es un ac-to aislado, individual, privado, sino que essiempre eclesial. Pablo VI escribía que,“cuando el más humilde predicador, cate-quista o Pastor, en el lugar más apartado,predica el Evangelio, reúne su pequeña co-munidad o administra un sacramento, auncuando se encuentra solo, ejerce un acto deIglesia”; este no actúa “por una misión queél se atribuye o por inspiración personal, si-no en unión con la misión de la Iglesia y ensu nombre” (Exhort. apost. Evangelii nun-tiandi, 60). Y esto da fuerza a la misión y ha-ce sentir a cada misionero y evangelizadorque nunca está solo, que forma parte de unsolo Cuerpo animado por el Espíritu Santo.

En nuestra época, la movilidad ge-neral y la facilidad de comunica-

ción a través de los nuevos medios de co-municación han mezclado entre sí los pue-blos, el conocimiento, las experiencias. Pormotivos de trabajo, familias enteras se tras-ladan de un continente a otro; los intercam-bios profesionales y culturales, así como elturismo y otros fenómenos análogos, empu-jan a un gran movimiento de personas. A ve-ces es difícil, incluso para las comunidadesparroquiales, conocer de forma segura yprofunda a quienes están de paso o a quie-nes viven de forma permanente en el terri-torio. Además, en áreas cada vez más gran-des de las regiones tradicionalmente cristia-nas crece el número de los que son ajenos ala fe, indiferentes a la dimensión religiosa o

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«Toda comunidades “adulta” cuando

profesa la fe, la celebracon alegría en la

liturgia, vive la caridady proclama la Palabra de

Dios sin descanso».

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animados por otras creencias. Por tanto, noes raro que algunos bautizados escojan esti-los de vida que les alejan de la fe, convir-tiéndolos en necesitados de una “nuevaevangelización”. A esto se suma el hecho deque a una gran parte de la humanidad toda-vía no le ha llegado la buena noticia de Je-sucristo. Y que vivimos en una época de cri-sis que afecta a muchas áreas de la vida, nosolo la economía, las finanzas, la seguridadalimentaria, el medio ambiente, sino tam-bién la del sentido profundo de la vida y losvalores fundamentales que la animan. Laconvivencia humana está marcada por ten-siones y conflictos que causan inseguridad yfatiga para encontrar el camino hacia unapaz estable. En esta situación tan compleja,donde el horizonte del presente y del futuroparece estar cubierto por nubes amenazan-tes, se hace aún más urgente el llevar convalentía a todas las realidades el Evangeliode Cristo, que es anuncio de esperanza, re-conciliación, comunión; anuncio de la cer-canía de Dios, de su misericordia, de su sal-vación; anuncio de que el poder del amor deDios es capaz de vencer las tinieblas del maly conducir hacia el camino del bien.

El hombre de nuestro tiempo ne-cesita una luz fuerte que ilumine

su camino y que solo el en-cuentro con Cristo puede dar-le. ¡Traigamos a este mundo,a través de nuestro testimo-nio, con amor, la esperanzadonada por la fe! La naturale-

za misionera de la Iglesia no esproselitista, sino testimonio de

vida que ilumina el camino, quetrae esperanza y amor.

La Iglesia –lo repito una vez más– no esuna organización asistencial, una empresa,una ONG, sino que es una comunidad depersonas, animadas por la acción del Espíri-tu Santo, que han vivido y viven la maravi-lla del encuentro con Jesucristo y deseancompartir esta experiencia de profunda ale-gría, compartir el mensaje de salvación queel Señor nos ha dado. Es el Espíritu Santoquien guía a la Iglesia en este camino.

Quisiera animar a todos a ser por-tadores de la buena noticia de

Cristo, y estoy agradecido especialmente alos misioneros y misioneras, a los presbíte-ros Fidei donum, a los religiosos y religio-sas y a los fieles laicos –cada vez más nu-merosos– que, acogiendo la llamada del Se-ñor, dejan su patria para servir al Evangelioen tierras y culturas diferentes de las suyas.Pero también me gustaría subrayar que lasmismas Iglesias jóvenes están trabajandogenerosamente en el envío de misioneros alas Iglesias que se encuentran en dificultad–no es raro que se trate de Iglesias de anti-gua cristiandad–, llevando la frescura y elentusiasmo con que estas viven la fe que re-nueva la vida y dona esperanza. Vivir en es-te aliento universal, respondiendo al manda-to de Jesús “id, pues, y haced discípulos atodos los pueblos” (Mt 28,19), es una ri-queza para cada una de las Iglesias particu-lares, para cada comunidad, y donar misio-neros y misioneras nunca es una pérdida, si-no una ganancia. Hago un llamamiento a to-dos aquellos que sienten la llamada a res-ponder con generosidad a la voz del Espíri-tu Santo, según su estado de vida, y a no te-ner miedo de ser generosos con el Señor.Invito también a los obispos, las familias re-ligiosas, las comunidades y todas las agre-gaciones cristianas a sostener, con visión defuturo y discernimiento atento, la llamada

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«Es urgente hacerque resplandezca

en nuestro tiempola vida buenadel Evangelio

con el anuncio yel testimonio».

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misionera ad gentes, y a ayudar a las Igle-sias que necesitan sacerdotes, religiosos y

religiosas y laicos para fortalecer lacomunidad cristiana. Y esta aten-

ción debe estar también pre-sente entre las Iglesias queforman parte de una mismaConferencia Episcopal o deuna Región: es importanteque las Iglesias más ricas en

vocaciones ayuden con genero-sidad a las que sufren de escasez.

Al mismo tiempo, exhorto a los mi-sioneros y a las misioneras, especialmen-

te a los sacerdotes Fidei donum y a los lai-cos, a vivir con alegría su precioso servicioen las Iglesias a las que son destinados, y allevar su alegría y su experiencia a las Igle-sias de las que proceden, recordando cómoPablo y Bernabé, al final de su primer via-je misionero, “contaron lo que Dios habíahecho por medio de ellos y cómo habíaabierto a los gentiles la puerta de la fe” (Hch14,27). Ellos pueden llegar a ser un caminohacia una especie de “restitución” de la fe,llevando la frescura de las Iglesias jóvenes,de modo que las Iglesias de antigua cris-tiandad redescubran el entusiasmo y la ale-gría de compartir la fe en un intercambioque enriquece mutuamente en el camino deseguimiento del Señor.

La solicitud por todas las Iglesias, que elObispo de Roma comparte con sus hermanosen el episcopado, encuentra una actuaciónimportante en el compromiso de las ObrasMisionales Pontificias, que tienen como pro-pósito animar y profundizar la concienciamisionera de cada bautizado y de cada co-munidad, ya sea llamando a la necesidad deuna formación misionera más profunda detodo el Pueblo de Dios, ya sea alimentandola sensibilidad de las comunidades cristianasa ofrecer su ayuda para favorecer la difusióndel Evangelio en el mundo.

Por último, dirijo un pensamiento a loscristianos que, en diversas partes del mun-do, se encuentran en dificultades para pro-fesar abiertamente su fe y ver reconocido el

derecho a vivirla con dignidad. Ellos sonnuestros hermanos y hermanas, testigos va-lientes –aún más numerosos que los márti-res de los primeros siglos– que soportan conperseverancia apostólica las diversas formasde persecución actuales. Muchos tambiénarriesgan su vida para permanecer fieles alEvangelio de Cristo. Deseo asegurarles queme siento cercano en la oración a las perso-nas, a las familias y a las comunidades que

sufren violencia e intolerancia, y les repitolas palabras consoladoras de Jesús: “Tenedvalor: yo he vencido al mundo” (Jn 16,33).

Benedicto XVI exhortaba: “«Que la Pa-labra del Señor siga avanzando y sea glorifi-cada» (2 Tes 3,1): que este Año de la Fe ha-ga cada vez más fuerte la relación con Cris-to, el Señor, pues solo en Él tenemos la cer-teza para mirar al futuro y la garantía de unamor auténtico y duradero” (Carta apost.Porta fidei, 15). Este es mi deseo para la Jor-nada Mundial de las Misiones de este año.Bendigo de corazón a los misioneros y mi-sioneras y a todos los que acompañan y apo-yan este compromiso fundamental de la Igle-sia para que el anuncio del Evangelio puedaresonar en todos los rincones de la Tierra, ynosotros, ministros del Evangelio y misione-ros, experimentaremos “la dulce y conforta-dora alegría de evangelizar” (Pablo VI, Ex-hort. apost. Evangelii nuntiandi, 80).

S. S. FranciscoVaticano, 19 de mayo de 2013,

Solemnidad de Pentecostés

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«El hombre de nuestro tiempo

necesita una luz fuerteque ilumine

su camino y quesolo el encuentro conCristo puede darle».

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Dos hechos significativos han marcadola vida eclesial en los primeros mesesde este año 2013. El primero, la re-

nuncia al ministerio en la Cátedra de Pedro quehizo pública el papa Benedicto XVI el 11 defebrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, yque se hizo efectiva el 28 del mismo mes. El se-gundo, la elección, el 13 de marzo, del primerPapa venido del Sur, el papa Francisco.

Los historiadores calibrarán, a su debido tiempo,la importancia y la repercusión de estos dos aconteci-mientos. Nosotros nos quedaremos ahora con la sabidu-ría, la valentía y la humildad del papa Benedicto, y nos ad-miraremos de la naturalidad, el fino sentido del humor, la sencillez, la humildad, la ternura yla misericordia del papa Francisco.

Vamos, en este pequeño artículo, a extraer las líneas-fuerza del Mensaje para la JornadaMundial de las Misiones 2013 que nos ha ofrecido el papa Francisco, siguiendo el documentopunto por punto.

LA MISIÓN, FRUTO DE LA FE

El Papa enmarca este Mensaje en el Año de la Fe; una fe que necesita ser acogi-da, que exige nuestra respuesta personal, la valentía de confiar en Dios, el coraje de

vivir su amor.La fe es un don que no se reserva a unos pocos, sino que debe ser compartido.

Si lo guardamos para nosotros mismos, nos convertiremos en cristianos aislados, es-tériles y enfermos. “El anuncio del Evangelio es parte del ser discípulos de Cristoy es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia”, recuerda el San-

to Padre.El papa Francisco recoge una bella frase de Benedicto XVI en Verbum Domini

(2010), 95: “El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidadeclesial”; idea muy semejante a la expresada en Sacramentum caritatis (2007), 84: “Una Igle-sia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera”.

La comunidad cristiana debe salir del propio recinto para llevar la fe a las “periferias”,entendidas estas no solamente como las geográficas, sino, sobre todo, las existenciales: so-ciales, culturales, humanas. Salir (misión) de nosotros mismos, al encuentro de las necesida-des, los sufrimientos de la gente; al encuentro de sus inquietudes y sus preguntas.

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SSeerrvviicciioo TTeeoollóóggiiccoo-PPaassttoorraall

INTRODUCCIÓN

La comunidadcristiana debe salirdel propio recinto

para llevar la fea las “periferias”,tanto geográficas

como existenciales.

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FE PERSONAL Y COMUNITARIA

El Año de la Fe, a los cincuenta añosdel comienzo del Concilio Vaticano II, esun estímulo para una renovada concien-cia de la presencia de la Iglesia en elmundo contemporáneo. La misionarie-dad no se ciñe solamente a los ámbitosgeográficos, no atraviesa solo los lugaresy las tradiciones humanas, sino que llegaal corazón de cada hombre y de cada mu-jer (cf. Redemptoris missio [1990], 37).

Ad gentes (1965), 37, nos dice quela tarea de ampliar las fronteras de la fecorresponde no solo a cada bautizado, si-no también a las comunidades diocesa-

nas y parroquiales. Me permito en este punto aducir un texto muy rico de la instrucción pas-toral Actualidad de la misión “ad gentes” en España (2008), de la XCII Asamblea Plenaria dela Conferencia Episcopal Española: “Las Iglesias particulares son protagonistas fundamentalesde la acción misionera. Si la Iglesia existe en y desde ellas, y si cada Iglesia particular existea imagen de la Iglesia universal, la misión ad gentes no puede ser considerada como una ta-rea añadida o suplementaria a la pastoral. Se puede decir que cada Iglesia diocesana existe «enestado de misión», es decir, centrada en la comunicación de la fe y en el primer anuncio co-mo signo de su vitalidad y de fidelidad a su propio origen y nacimiento histórico” (n. 55).

LA ALEGRÍA DE SER MISIONERO

Reconoce el Papa los obstáculos, fuera y dentro de la comunidad eclesial: la falta de ce-lo y ardor apostólico. Y anima a tener el valor y la alegría de proponer, respetando la liber-tad de las personas, la verdad límpida del Evangelio (cf. Evangelii nuntiandi [1975], 80).

Es urgente que resplandezca en nuestro tiempo la vida nueva del Evangelio con el anun-cio y el testimonio, gestos y palabras, y conviene no olvidar un principio fundamental de to-do evangelizador: no se puede anunciar a Cristo sin la Iglesia. Escribía Pablo VI a este res-pecto: “Cuando el más humilde predicador, catequista o Pastor, en el lugar más apartado, pre-dica el Evangelio, reúne su pequeña comunidad o administra un sacramento, aun cuando seencuentra solo, ejerce un acto de Iglesia”; este no actúa “por una misión que él se atribuye opor inspiración personal, sino en unión con la misión de la Iglesia y en su nombre” (Evan-gelii nuntiandi, 60).

El misionero y evangelizador nunca está solo, sino que es parte de un único Cuerpo ani-mado por el Espíritu Santo.

LA URGENCIA DE ANUNCIAR EL EVANGELIO

Estamos asistiendo, desde hace algunos años, a cambios profundos en nuestro mundo.Hay mucha movilidad de las poblaciones; los nuevos medios de comunicación facilitan el tras-vase de conocimientos y de experiencias entre los pueblos. Los intercambios profesionales y

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culturales, el turismo y otros fenómenos análogos, empujan a esa movilidad de las personas.Todo esto repercute en la vida de las comunidades cristianas.

En áreas cada vez más grandes de las regiones tradicionalmente cristianas crece el núme-ro de los que son ajenos a la fe, indiferentes a la dimensión religiosa o están animados porotras creencias. Muchos son los que todavía no han sido alcanzados por la buena noticia deJesucristo.

Existe, además, la crisis, que afecta a muchas áreas de la vida; no solo la economía, lasfinanzas, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, sino también la del sentido profundode la vida y los valores fundamentales que la animan. El papa Francisco, en un discurso a losembajadores que presentaban sus cartas credenciales, les dijo que “la solidaridad es el tesorode los pobres”, que “el dinero debe servir y no gobernar”, y que “la ética y la solidaridad de-ben ir juntas” (16-5-2013).

Ante esta situación tan compleja –continúa el Papa en su Mensaje–, se vuelve más urgen-te llevar a esta realidad, con valentía, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, dereconciliación, de comunión, de cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación.

La misionariedad de la Iglesia no es proselitismo, sino testimonio de vida que ilumina elcamino, que lleva esperanza y amor. “La Iglesia [...] no es una organización asistencial, unaempresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Es-

píritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y deseancompartir esta experiencia de profunda alegría” (cf. Porta fidei [2011], 4, 6 y 7).

VOCACIONES MISIONERAS, AQUÍ Y ALLÁ

El Papa nos invita a todos a ser portadores de la buena noticia de Cristo y dalas gracias de manera especial a los misioneros y misioneras (sacerdotes, religiosos y

laicos), que, acogiendo la llamada del Señor, dejan su patria para servir al Evangelioen tierras y culturas diversas.También reconoce y agradece el Papa el inmenso esfuerzo de las Iglesias jóvenes que

dan, desde su pobreza, misioneros para compartir la frescura y el entusiasmo con que ellas vi-ven la fe. Afirma: “Vivir en este aliento universal, respondiendo al mandato de Jesús «id, pues,y haced discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19), es una riqueza para cada una de las Igle-sias particulares, para cada comunidad, y donar misioneros y misioneras nunca es una pérdi-da, sino una ganancia”.

El papa Francisco invita a los obispos, familias religiosas, comunidades y todas las aso-ciaciones cristianas a sostener, con amplitud de miras y discernimiento atento, la llamada mi-

11

La misionariedadde la Iglesia

no es proselitismo, sino testimonio de vida

que ilumina el camino, que lleva esperanza y amor.

5a.

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12

SSeerrvviicciioo TTeeoollóóggiiccoo-PPaassttoorraall

sionera ad gentes. Es importante que las Iglesias más ricas en vocaciones ayuden con ge-nerosidad a las que sufren de escasez.

Exhorta a los misioneros a vivir con alegría su precioso servicio a las Iglesias alas que son enviados, y a llevar su alegría y experiencia a las Iglesias de las que pro-vienen (cf. Hch 14,27; Porta fidei, 1). Esto puede ser una especie de “restitución”de la fe, de modo que las Iglesias de antigua cristiandad redescubran el entusiasmoy la alegría de compartir la fe en un intercambio de dones que enriquece mutua-mente en el camino de seguimiento del Señor.

LAS OMP Y ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Las Obras Misionales Pontificias tienen como propósito animar y profundizar la con-ciencia misionera de cada bautizado y de cada comunidad, recordando la necesidad de unaformación misionera de todo el Pueblo de Dios y alimentando la sensibilidad de las comuni-dades cristianas a ofrecer su ayuda para favorecer la difusión del Evangelio en el mundo.

El Santo Padre tiene un pensamiento de oración y preocupación por todos los cristianosque se encuentran en dificultades para profesar abiertamente su fe y ver reconocido el dere-cho a vivirla con dignidad. Ellos soportan con perseverancia apostólica las diversas formas depersecución actuales. El Papa les dirige las palabras consoladoras de Jesús: “Tened valor: yohe vencido al mundo” (Jn 16,33).

Finalmente, el Papa recuerda a su predecesor, Benedicto XVI, que nos lanzaba esta in-vitación en Porta fidei, 15: “«Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada»(2 Tes 3,1): que este Año de la Fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Se-ñor, pues solo en él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor au-téntico y duradero”.

Termino esta sencilla presentación del Mensaje del Papa con una cita de Evangelii nun-tiandi, 80: “Ojalá que el mundo actual –que busca a veces con angustia, a veces con espe-ranza– pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalenta-dos, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fer-vor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo, y aceptan consagrarsu vida a la tarea de anunciar el Reino de Dios y de implantar la Iglesia en el mundo”.

Antonio González-Mohino EspinosaDelegado Diocesano de Misiones y Director Diocesano de OMP de Zaragoza

«Es importante –recuerda el Papa ensu Mensaje– que las Iglesias más ricas en

vocaciones ayuden congenerosidad a las que

sufren de escasez».

5b.

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uando pensamos en un misionero,viene inmediatamente a nuestramente la imagen del hombre o mu-jer que, día tras día, año tras año,

consagra su vida entera al anuncio del Evan-gelio mediante el testimonio y la caridad. Siesto es así es porque, de las distintas formasde cooperación personal con la misión, hayuna que instintivamente identificamos comola encarnación más genuina del espíritu mi-sionero: la vocación ad vitam. La mejor de-finición de ella nos la da Juan Pablo II enRedemptoris missio; es “una «vocación espe-cial», que tiene como modelo la de los após-toles: se manifiesta en el compromiso total alservicio de la evangelización; se trata de unaentrega que abarca toda la persona y toda la

vida del misionero,exigiendo de él unadonación sin límitesde fuerzas y de tiem-po” (RM 65c). Poresta vocación “gran-diosa y excelsa”, ex-plicaba Pío XII, “elmisionero consagraa Dios la vida, a finde que su Reino se

propague hasta los últimos confines de la tie-rra” (Evangelii praecones, 20).

A propósito de lo singular de esta voca-ción, conviene hacer dos puntualizaciones.La primera se refiere a su lugar entre los dis-tintos modos de vivir la dimensión misione-ra de nuestro ser cristiano. Hay una vocacióna la misión que es general para todos los bau-tizados: como nos ha dicho el papa Francis-co, “el bautismo basta, es suficiente paraevangelizar” (Homilía, 17-4-2013). Pero, a lavez, “decir que todos los católicos deben sermisioneros no excluye que haya «misionerosad gentes y de por vida», por vocación es-pecífica” (RM 32c). Entre esa vocación ge-neral y esta específica hay, además, otras vá-lidas y estimables modalidades de coopera-ción personal (por ejemplo, y en lugar des-tacado, la de los sacerdotes Fidei donum,que prestan un importante servicio misione-ro por un tiempo largo, aunque limitado); sinembargo, “es necesario reafirmar la priori-dad de la donación total y perpetua a la obrade las misiones, especialmente en los Insti-tutos y Congregaciones misioneras, masculi-nas y femeninas” (RM 79a; cf. Congrega-ción para la Evangelización de los Pueblos,Cooperatio missionalis, 11f).

SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

13

MISIONEROS“PARA TODA LA VIDA”

Si es entrega, es para siempre

C

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SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

14

La segunda observación se refiere a la ra-dicalidad de esta llamada a la misión ad vi-tam. No se trata de un compromiso que, porhermoso o heroico que pueda ser, es limita-do y temporal, sino de una vocación queafecta a lo más profundo de quien la recibe,impregnando completamente y para siemprea la persona en su estado de vida, laical, re-ligioso o sacerdotal. Por eso, precisamente,

todos reconocemos aquí lo más genuinodel ser misionero: “La vocación espe-

cial de los misioneros ad vitamconserva toda su validez: repre-senta el paradigma del compro-miso misionero de la Iglesia,que siempre necesita donacionesradicales y totales, impulsos

nuevos y valientes” (RM 66c). Atoda comunidad cristiana le corres-

ponde velar para que surjan en ella es-tas “vidas para la misión”: “La promoción

de estas vocaciones es el corazón de la coo-peración: el anuncio del Evangelio requiereanunciadores, la mies necesita obreros, la mi-sión se hace, sobre todo, con hombres y mu-jeres consagrados de por vida a la obra delEvangelio, dispuestos a ir por todo el mundopara llevar la salvación” (RM 79a).

El proceso por el que alguien descubre ensu corazón la llamada del Señor a una entre-ga plena a la misión es personal y único; enocasiones, el detonante podría ser una expe-riencia misionera puntual en verano. Si esediscernimiento –del que se ofrecen a conti-nuación dos testimonios, a modo de ejemplo–

lleva a la convicción de que efectivamente setrata de una vocación misionera ad vitam, lapersona comprenderá y experimentará lo quehace poco explicaba Modeste Munimi, mi-sionero del Verbo Divino: “Cuando uno eligedestino de misión, es para siempre. Uno de-be estar dispuesto a dejar su país para toda lavida”; y también podrá, como él, decir de sulugar de misión: “Mi tarea está aquí”.

Y ¿cuál es esa tarea? Es “la misión desiempre”, que el santo padre Francisco nosrecuerda: “Llevar a Jesucristo al hombre, yconducir al hombre al encuentro con Jesu-cristo, Camino, Verdad y Vida, realmentepresente en la Iglesia y contemporáneo en ca-da hombre” (Discurso, 15-3-2013). Es, de he-cho, continuar la misión de Jesús, de quien elPapa dice que “su misión es abrir a todos laspuertas de Dios, ser la presencia de amor deDios”; para ello solo cabe encarnar tambiénla entrega compasiva de Aquel que “no tienecasa porque su casa es la gente” (Audienciageneral, 27-3-2013). Por seguir al Señor, enesto y en todo, el misionero llega a ese des-prendimiento que llevan a su máxima expre-sión aquellos que lo son de por vida.

Los misioneros ad vitam son un tesoro dela Iglesia. Y también, un signo para toda la hu-manidad, porque, como recalca el papa Fran-cisco, frente al “encanto de lo provisional”,que cautiva a los hombres de hoy, “los nume-rosos hombres y mujeres que dejaron su tierray marcharon como misioneros, para toda la vi-da”, nos muestran “el tiempo de Dios”, que esun tiempo definitivo (Homilía, 27-5-2013).Para ellos, el estímulo de estas palabras delbeato Juan Pablo II: “Que los misioneros y mi-sioneras que han consagrado toda la vida paradar testimonio del Resucitado entre las gentesno se dejen atemorizar por dudas, incompren-siones, rechazos, persecuciones. Aviven la gra-cia de su carisma específico y emprendan denuevo con valentía su camino, prefiriendo–con espíritu de fe, obediencia y comunióncon los propios Pastores– los lugares más hu-mildes y difíciles” (RM 66c).

Los misioneros ad vitam son un tesoro de

la Iglesia. Y también, un signo para toda

la humanidad.

Rafael Santos, OMP

Page 15: Illuminare Nº 389

Querida familia en Cristo Jesús: Dios tiene un sueño para cada uno; yadesde antes de nacer, nos elige, nos

consagra y nos nombra profetas... ¿Os suena?(cf. Jer 1,4-5). Me llamo Dunia María; soyreligiosa Esclava de la Inmaculada Niña (Di-vina Infantita).

Nací en una familia musulmana. Mis pa-dres son fieles a su religión y a sus costum-bres, pero Dios tenía un proyecto para mí, una

historia de encuentro y amor con Él.¿Por qué? No lo sé. Solo sé que me

crie con las religiosas de la DivinaInfantita (en Melilla). Ellas, mu-jeres de Dios, con su ejemplo mecontagiaron la necesidad de bus-car lo que a ellas las hacía libres,

felices, llenas... Provocaron la ne-cesidad de buscar mi fe, mi salida

al encuentro con Jesús de Nazaret.No fue fácil y sigue sin serlo. Hoy

por hoy, mi familia vive rezando por mi vuel-ta, apenados, callados y defraudados por mielección de vida.

Mi proceso de catecumenado y de voca-ción ha sido largo y duro, siempre con lospies en el suelo, consciente de que cada pa-so implicaba una entrega... No pude negar alSeñor, porque hubiera sido lo mismo que ne-garme a mí misma.

Pese a las dificultades, a los abandonos, alas ausencias, soy feliz, porque Él llena todoen mí: me dio una gran familia, que somostodos los que formamos la Iglesia; una fami-lia congregacional; un corazón y unos ojos

nuevos; me transformó y me sigue transfor-mando desde su amor, misericordia y com-pasión como un proyecto de vida.

Me consagré para trasmitir al Cristo ano-nadado, al Dios que se hace pobre por amor,al Dios que vive su vida como misión... Asíintento vivir mi vida, hoy prestando mis ma-nos, mis labios, mis ojos, mi corazón... en uncolegio, y en una casa-hogar, a la cual vanllegando niños perdidos, maltratados, aban-donados, olvidados, rotos por dentro y porfuera. Para ellos somos sus madres, su refe-rente, y buscamos en todo momento podercurar sus heridas, restaurar sus rupturas...Doy gracias al Señor y a la Inmaculada Ni-

ña, porque deseo ser fecunda desde la alegríapropia de mujer consagrada que día a díaquiere e intenta vivir desde la entrega gene-rosa a un Dios que se da en los demás.

Que el Espíritu Santo nos siga capacitan-do para la misión y fortalezca nuestro testi-monio. Unidos en oración y misión, vuestrahermana.

Me llamo Raúl y tengo 41 años. El Se-ñor vino a mi encuentro cuando tenía16, y desde entonces he ido conocién-

dolo y aprendiendo a caminar en fe, tratando devivir su voluntad. Uno de los pasos importan-tes en mi vida fue el momento de dejar mi ca-sa y mi país, y salir a una tierra lejana y des-conocida entonces para mí, como Mozambique.

Con 25 años estaba acabando mi segundalicenciatura y pensando en “establecerme en lavida”, pero con un fondo de deseo de servir alSeñor y evangelizar, sabiendo que nada haymás importante que conocer y dar a conocer anuestro precioso Señor y Salvador. En ese mo-mento, dos parejas de novios de mi “Comuni-dad Jerusalén” tomaron la decisión en el Señor

Una llamada personal

SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

15

«Me consagré para transmitir al Cristo

anonadado, al Dios que se hace pobre por

amor, al Dios que vive su vida como misión...».

1

2

Dunia María, EIN

Page 16: Illuminare Nº 389

SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

16

de casarse e ir a Mozambique, enviados por lacomunidad a evangelizar. Mi corazón se iba

con ellos, pero no fue el tiempo para mí.Pocos meses después, cuando más

centrado estaba en oposiciones ymás había dejado enfriar aquelfuego, recibí la invitación directaa plantearme si no sería tambiénla voluntad de Dios para mí ir a

Mozambique. Pasado el shock ini-cial, y sin encontrar sentimientos

favorables ni tampoco muchas razo-nes para ello, con un poco de miedo, pe-

ro con paz en el corazón, pude entender y res-ponder en fe que sí, que el Señor me llamabaa mí también y me fiaba de Él. Enviado por lacomunidad, partí en julio de 1998.

Fui con 26 años, sin saber qué me iba a en-contrar o qué iba a vivir, ni cuánto tiempo ibaa permanecer en aquellas tierras. Lo que pue-do decir es que en los siguientes años viví qui-zá el tiempo más feliz de mi vida (aunque to-davía lo espero mejor), no sin dificultades ycontrariedades, pero en que el Señor me ben-dijo enormemente humana, espiritual, pastoraly comunitariamente. También fue un tiempode capacitación y de preparación, y de una in-tensa y riquísima vida comunitaria.

Y, claro, la evangelización. Había semanasen que, además de nuestro trabajo en la Uni-versidad Católica, guiábamos hasta ocho en-cuentros, en los que podía compartir al Señor,dar testimonio, predicar su Palabra, participarde la oración con otros hermanos: estaba elprograma de evangelización en la emisora ca-tólica, el grupo de pastoral universitaria,evangelización en la prisión provincial, for-mación de catequistas, un grupo de matrimo-nios, formación para la adoración y prácticaen un grupo de adoración que llevábamos (yque todavía continúa cada lunes en Nampula,desde hace casi 16 años), evangelización conjóvenes, etc. Algunos jóvenes se acercaban anosotros y nos planteaban sus inquietudes es-pirituales, y así, poco a poco, comenzó la co-munidad con hermanos mozambiqueños (aho-ra ya está presente en más de 20 localidades,en muchas regiones del país).

En 2003 el Señor marcó un nuevo cam-bio y dejé Mozambique, pero no la unidadcon mis hermanos de allí. La obra de Dios,con el sello de su amor, es la más fuerte, y ladistancia no rompe esa unidad. En este nue-vo tiempo estuve evangelizando en Eslova-quia y en España: Galicia, Alicante, Sevilla,Valladolid, Burgos, etc. Empecé a trabajar enValladolid, pero mi tiempo libre era para elSeñor, y así regresaba en vacaciones a Mo-zambique, acompañando a los hermanos deallá... ¡Fueron veranos tan intensos, en que elSeñor obró tantas maravillas! Pareciera comosi Él fuese consciente de que había pocotiempo y lo multiplicara (por lo menos, a míme cundía como meses enteros). Finalmente,en 2009 dejé mi trabajo y regresé a Mozam-bique. Estando allí nuevamente, el Señor pu-so clara en mí la llamada al sacerdocio, porlo que volví a España el año pasado para pre-pararme a ello y poder continuar lo antes po-sible sirviendo donde Él quiera. Por de pron-to, este verano me esperan en Mozambiquemis hermanos de allá.

Cada uno de nosotros tenemos una granresponsabilidad, no solo con nuestra propiasalvación, sino también para colaborar con elSeñor en acercar a Él a muchos que vaganperdidos, como ovejas sin pastor. ¡No haytiempo que perder! A nuestro Dios, la gloriapor sus obras y por su misericordia con cadauno de nosotros.

«Tenemos una gran responsabilidad

para colaborar con el Señor

en acercar a Él a muchos».

J. Raúl Marcos

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Recaudaciones ejercicio 2012DIÓCESIS Euros

CCooooppeerraacciióónn eeccoonnóómmiiccaa

La Dirección Nacional de lasObras Misionales Pontificias enEspaña ha recibido de los fieles,a través de las diócesis, la canti-dad de 13.762.369,77 � paraatender las necesidades misione-ras de la Obra Pontificia de la

Propagación de la Fe. Estas apor-taciones proceden de donativos yde las colectas con motivo de laJornada Mundial de las Misiones(DOMUND) celebrada el día 21 deoctubre de 2012. A ellas se su-man las ayudas procedentes de

herencias, legados y testamentos,así como de las suscripciones pe-riódicas domiciliadas que a lolargo del año 2012 los fieles hanenviado para las misiones. El re-sultado de las aportaciones que-da reflejado en esta tabla:

BALEARESIbiza .....................................Mallorca ..............................Menorca ...............................

CANARIASCanarias ............................Tenerife ..............................

CANTABRIASantander ..........................

CASTILLA-LA MANCHAAlbacete ..............................Ciudad Real ........................Cuenca ...............................Sigüenza-Guadalajara.........Toledo .................................

CASTILLA-LEÓNAstorga ..............................Ávila ..................................Burgos ...............................Ciudad Rodrigo .................León ..................................Osma-Soria .......................Palencia ............................Salamanca ........................Segovia .............................Valladolid ...........................Zamora .............................

CATALUÑABarcelona ..........................Girona ..............................Lleida ................................Sant Feliu de Llobregat ....Solsona .............................Tarragona ..........................Terrassa ............................Tortosa ...............................Urgell ..................................Vic ......................................

EUSKADIBilbao ...............................San Sebastián .................Vitoria ...............................

EXTREMADURAMérida-Badajoz ................Coria-Cáceres ..................Plasencia .........................

GALICIALugo ...................................Mondoñedo-Ferrol .............Ourense ..............................Santiago de Compostela ...Tui-Vigo ..............................

MADRIDAlcalá de Henares ...........Getafe ..............................Madrid ............................Arzobispado Castrense .....

MURCIACartagena-Murcia ..............

NAVARRAPamplona-Tudela ...............

RIOJACalahorra-Logroño .............

VALENCIAOrihuela-Alicante ...............Segorbe-Castellón .............Valencia ..............................

DIRECCIÓN NACIONAL.......

TTOOTTAALL GGEENNEERRAALL

284.196,78230.963,78171.061,23

214.634,26124.062,91

97.255,19

105.252,9762.964,07

221.576,54481.846,66132.414,31

92.482,23147.253,13

1.918.489,5727.403,26

317.828,75

647.016,21

164.830,45

265.218,0374.561,39

748.634,56

25.584,96

ANDALUCÍAAlmería .............................Cádiz-Ceuta ......................Córdoba ............................Granada ............................Guadix-Baza .....................Huelva ...............................Jaén ..................................Jerez .................................Málaga-Melilla ...................Sevilla ...............................ARAGÓNBarbastro-Monzón .............Huesca ..................... ........Jaca ...................................Tarazona ............................Teruel-Albarracín ...............Zaragoza ...........................ASTURIASOviedo ...............................

101.867,35119.686,67455.046,12373.733,8819.422,35

102.977,87155.983,7082.264,34

280.206,57522.086,57

43.334,6660.868,4420.438,4644.974,8590.814,76

504.028,52

356.441,75

1133..776622..336699,,7777

11.598,38111.200,6629.578.69

139.530,7799.700,56

206.916,31

104.524,29201.217,02123.756,10100.343,59249.056,04

107.770,96149.952,59165.488,81

21.505,61296.089,23

43.850,61153.651,74153.953,16

81.068,02217.799,80

62.496,62

400.160,37142.071,59

26.905,3683.060,0841.830,1978.602,47

102.598,2163.057,8736.561,1566.764,82

Aportación económica de lasdiócesis españolas para la

OBRA PONTIFICIA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FE

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La Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, celebrada en Roma los días7-12 de mayo de 2012, aprobó la distribución de las ayudas económicas de España

para las misiones (ver mapa). Estos fondos proceden de las aportaciones de los fielesdurante el ejercicio del año 2011, una vez deducidos los gastos para la administración yla animación misionera en las comunidades cristianas. Con estos donativos se ayuda acubrir parte de las necesidades pastorales y sociales de las misiones:

Sostenimiento de los misioneros y misioneras. Construcciones de iglesias y monasterios, vehículos para la pastoral. Formación y sostenimiento de los catequistas misioneros.Seminarios e instituciones eclesiásticas.Emergencias y ayudas sociales.

En nombre de los misioneros… ¡muchas gracias por su generosidad!

AAMMÉÉRRIICCAA

Total: 1.684.800,51 e

EEEEUUUURRRROOOOPPPPAAAA

ÁÁÁÁFFFFRRRRIIIICCCCAAAAAngola ....... 998.631,50

Benín ........... 104.313,56

Botsuana ...... 25.360,17

B. Faso ....... 793.828,35

Burundi ......... 84.533,90

Cabo Verde ...... 8.453,39

Camerún ... 1.810.846,88

Congo ........... 16.906,78

C. Marfil ..... 100.027,12

Djibouti ........ 27.485,76

Egipto ........... 16.906,78

Etiopía .......... 25.360,17

Gabón ........... 59.406,78

Ghana .......... 838.236,59

Chad ................ 55.486,95

España ....................................... 7.400,00

Guatemala ................ 8.453,39

Haití .......................... 8.453,39

Brasil ........................ 5.103,14

Bolivia ................... 208.843,39

Colombia ................ 44.955,72

Ecuador ................ 231.131,71

El Salvador ............ 20.015,30

México .................... 33.813,56

Nicaragua ................ 8.453,39

Rep. Dominicana ........ 5.103,14

Trinidad y Tobago ... 762.860,30

Paraguay ................ 32.593,54

Perú ....................... 164.878,87

Venezuela ............... 74.658,09

SIGNIS .................... 75.483,58

.....

Total: 7.400,00 e

G. Ecuatorial .....45.966,95

Page 19: Illuminare Nº 389

SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

AASSIIAA

Total: 1.952.896,59 e

Total: 10.768.470,51 e

OOOOCCCCEEEEAAAANNNNÍÍÍÍAAAA

ÁÁÁÁFFFFRRRRIIIICCCCAAAA

TTTTOOOOTTTTAAAALLLL GGGGEEEENNNNEEEERRRRAAAALLLL:::: 11114444....666688883333....555577771111,,,,77773333 EEEE

Kenia ............. 67.627,12

Lesoto ............. 8.453,39

Liberia ............. 8.453,39

Madagascar .... 379.654,45

Malaui ........... 42.266,95

Mali .................. 8.453,39

Mozambique .. 542.037,66

Namibia .......... 8.453,39

Nigeria ........ 223.488,14

R. Centroafr. .... 20.606,78

R. D. Congo .. 135.254,24

Ruanda ....... 101.440,68

Sahara. Occ. ... 19.800,92

Senegal ........ 25.360,17

Suazilandia .... 8.453,39

Sudáfrica ....... 71.327,12

Sudán .......... 650.620,62

Tanzania ... 1.824.597,80

Togo .............. 50.720,34

Uganda ..... 1.278.088,70

Zambia .......... 42.266,95

Zimbabue .... 50.720,34

SIGNIS ....... 152.590,47

Somalia ........ 27.529,09

Sierra Leona ... 8.453,39

Nepal ............. 16.906,78

Singapur ........ 8.453,39

Sri Lanka ..... 50.720,34

Tailandia ...... 50.720,34

Timor ............... 8.453,39

Vietnam ..... 245.148,31

Bangladesh... 417.493,97

Pakistán ......... 8.453,39Camboya ........ 8.453,39

China ........... 397.309,32

Vanuatu ........................................ 8.453,39

Papúa-Nueva Guinea .......... 16.906.78

Tonga .............................................. 8.453,39

India ............. 350.288,98

Corea ............... 8.453,39

Indonesia ...... 109.894,07

Laos .................. 8.453,39

Malasia ......... 59.173,73

Myanmar ... 101.440,68

Total: 270.004,12 e

SIGNIS .............................................. 236.190,56

SIGNIS ....... 103.079,73

SIGNIS: SERVICIO DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN DE LOS TERRITORIOS DE MISIÓN.

Page 20: Illuminare Nº 389

Acción evangelizadora de la Iglesia consistente en anunciar el Evangelio –con la palabra, el tes-timonio y la vida– a quienes todavía no conocen a Jesús ni se han incorporado a la Iglesia por elbautismo. Es “una dimensión paradigmática que afecta a todos los aspectos de la vida cristiana”(Mensaje DOMUND 2013, 2), y está aún en sus comienzos, ya que el 67% de la humanidad aúnno ha recibido el Evangelio (cf. RM 1).

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SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

MMiissiióónn aadd ggeenntteess

Instrumento privilegiado, en las manos del Papa, para sostener la misión ad gentes y ofrecer aesta las ayudas necesarias, conforme a una distribución equitativa de las limosnas que los fieleshacen con este fin. Los bienes recibidos se depositan en un Fondo Universal de Solidaridad, pa-ra su envío a los 1.103 territorios de misión.

OObbrraass MMiissiioonnaalleess PPoonnttiiffiicciiaass

Circunscripciones eclesiásticas, ordinariamente de reciente implantación, que carecen de recursos hu-manos y económicos para poder subsistir por sí mismas. En ellas los católicos suelen ser una mino-ría. Constituyen el 37% de las circunscripciones de la Iglesia católica, y dependen de la Congrega-ción para la Evangelización de los Pueblos. También son llamadas Iglesias jóvenes o en formación.

TTeerrrriittoorriiooss ddee mmiissiióónn

Colaboración en bienes materiales que los fieles aportan a la Iglesia como expresión de la comu-nión eclesial. Ha de hacerse con espíritu evangélico, es decir, de modo permanente, anónimo ycon sentido sobrenatural.

CCooooppeerraacciióónn eeccoonnóómmiiccaa

Educación del espíritu misionero universal y de la colaboración entre las Iglesias para el anunciodel Evangelio al mundo.

FFoorrmmaacciióónn mmiissiioonneerraa

Vocación propia de los misioneros, “ministros del Evangelio”, que irradian la fe que han recibidoy la alegría de Cristo, y que “aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el Reino de Diosy de implantar la Iglesia en el mundo” (EN 80), actuando “en unión con la misión de la Iglesiay en su nombre” (EN 60; Mensaje DOMUND 2013, 3).

VVooccaacciióónn mmiissiioonneerraa

Labor pastoral de la Iglesia particular para que la dimensión misionera impregne las actividadesde formación, celebración y acción de los bautizados y las comunidades cristianas. Sus principa-les promotores son los misioneros y misioneras, al “vivir con alegría su precioso servicio en lasIglesias a las que son destinados” y al “llevar su alegría y su experiencia a las Iglesias de lasque proceden” (Mensaje DOMUND 2013, 5; cf. Hch 14,27).

AAnniimmaacciióónn mmiissiioonneerraa

Cristianos que, “en diversas partes del mundo, se encuentran en dificultades para profesar abier-tamente su fe y ver reconocido el derecho a vivirla con dignidad”; muchos de ellos “arriesgan suvida para permanecer fieles al Evangelio de Cristo” (Mensaje DOMUND 2013, 5).

CCrriissttiiaannooss ppeerrsseegguuiiddooss

Page 21: Illuminare Nº 389

Infografía: TERESA FERNÁNDEZ DEL VADO

Page 22: Illuminare Nº 389

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TTeessttiimmoonniiooss

Cada uno de los misioneros reparti-dos por el mundo es como la “prueba

del nueve” que certifica la exactitudde la fórmula que preside el DOMUNDde este año: «Fe + Caridad = Misión».

Pero no solo ellos: también nosotrossomos invitados continuamente por el

Señor a dar vida a esa fórmula delcompromiso misionero. Nuestra fe está

llamada a traducirse en cooperaciónespiritual –oración y ofrecimiento de

nuestros sacrificios por la evangeliza-ción del mundo–; nuestra caridad, en

colaboración económica. Cartas deagradecimiento como las siguientes

ilustran cómo las ayudas que los fielesde España aportan a la Obra de la Pro-pagación de la Fe llegan a su destino

y contribuyen a la misión de la Iglesia.

Testimonios de gratitudAprovecho esta oportunidad para agradecer-les el subsidio ordinario y el subsidio paracatequistas que se ha concedido a nuestra ar-chidiócesis. Aunque Dhaka, como diócesis,fue establecida en 1887, todavía tiene carác-ter misionero. Existen veinte puestos de mi-sión y unos diez puestos dependientes más,donde la labor de evangelización sigue enmarcha. Tenemos unos 70.000 habitantes; ladiócesis sufragánea de Sylhet es realmenteun fruto del trabajo misionero entre la pobla-ción tribal. Hay 50 sacerdotes diocesanos,otros 50 sacerdotes religiosos, 40 hermanosreligiosos y unas 700 religiosas que trabajanen la archidiócesis.

La ayuda proporcionada desde OMP sedestina a varios propósitos. El primero, elmantenimiento de los sacerdotes diocesanos,ya que ellos no tienen ningún salario, salvolos estipendios de misa; es la diócesis la queles proporciona comida y alojamiento. El se-gundo, el mantenimiento de los puestos demisión que no pueden sostenerse, porque supoblación carece de medios. El tercero, los

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programas de formación cristiana, como cur-sos, seminarios y retiros para laicos, ya queuna de las prioridades de la diócesis es la for-mación de pequeñas comunidades cristianasy la participación de los laicos en la Iglesia.El cuarto, la ayuda a las escuelas rurales pa-ra la educación de los niños que no puedenpagar. Y el quinto, la remuneración de los ca-tequistas y su formación y preparación; cate-quistas que predican la palabra de Dios a laspersonas que están preparadas para recibir lafe católica, que animan las comunidades cris-tianas de los pueblos y dirigen las oracionesy la liturgia dominical en ausencia de sacer-dotes. Por otro lado, una parte del dinero seutilizó para la Asamblea de Pastoral Dioce-sana que adoptó nuestro Plan de Acción pa-ra el Año de la Fe.

Nuestro sincero agradecimiento a la Iglesiaen España por su amable ayuda a la archi-diócesis de Dhaka. Les garantizamos nues-tras constantes oraciones por el trabajomisionero que llevan a cabo en participa-ción y colaboración con nosotros.

MONS. PATRICK D’ROZARIO, arzobispo de Dhaka (Bangladesh)

Me es grato informarles de en qué hemos in-vertido el subsidio ordinario que nos llegó deObras Misionales Pontificias de España a tra-vés de la Nunciatura Apostólica de Bolivia.En el vicariato apostólico de Reyes hay 31hermanas religiosas de diversas comunidades,que trabajan en distintos campos pastorales ysociales en nuestra jurisdicción. El subsidioordinario se ha utilizado como ayuda para laremuneración de estas hermanas por su servi-cio pastoral y social; con esta remuneraciónmensual ellas costean su vida diaria y dichotrabajo pastoral a lo largo del año.

Contamos con hermanas que se dedican ala educación de niños y jóvenes en los cole-gios y en diferentes centros de formaciónque tenemos en el vicariato. Por otro lado,estas mismas hermanas trabajan en la pasto-ral activa en las parroquias donde están pres-tando su servicio, tanto en la catequesis, co-mo en la animación pastoral a favor de lamisión permanente.

Asimismo tenemos hermanas que se dedi-can a la misión rural y que trabajan muy decerca con las comunidades indígenas. La la-bor específica que desempeñan es el anunciodel Evangelio, la promoción de la mujer y laformación de niños, atendiendo centros nu-tricionales para mejorar la calidad de vida ysalud de estas personas. Otra particular labor

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TTeessttiimmoonniiooss

«¡Muchísimas gracias! Que Jesucristo, el Misionero del Padre, colme de bendiciones a las comunidades de España, haciendo que los fieles sean cada vez más discípulos misioneros».

Mons. Julio María Elías, obispo vicario apostólico del Beni (Bolivia)

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que desempeñan es formar jóvenes misione-ros, que colaboren en la tarea de anunciar aCristo en sus familias, etc.

Otras hermanas se dedican a colaborar di-rectamente con el plan pastoral de la parro-quia y del vicariato; así, se ocupan de las fa-milias, de los enfermos –como enfermeras– yde la catequesis sacramental, que hemospuesto como prioridades para nuestro trabajopastoral en este año. Cuatro parroquias estána cargo de hermanas.

Cabe resaltar que es bastante duro el traba-jo que realizan las hermanas religiosas en elvicariato, puesto que en diferentes circuns-tancias tienen que recorrer muchos kilóme-tros para poder llegar hasta el lugar dondeprestan su servicio pastoral; y no solo eso, si-no que también en muchas ocasiones tienenque pasar por la selva, así como por los ríosen pequeñas canoas que no son muy seguras.

Damos las gracias a las hermanas por es-te servicio misionero, y a ustedes, que nosapoyan económicamente para que esta mi-sión continúe día a día en nuestra jurisdic-ción del vicariato apostólico de Reyes.

Mencionamos también que contamos conla presencia de seis hermanas carmelitas des-calzas de vida contemplativa. Ellas no perci-ben ninguna clase de remuneración por elservicio misionero de oración que prestan alvicariato y a la Iglesia universal, pero sí sonde gran ayuda espiritual para nosotros, puessentimos su oración y su presencia cercana ennuestra misión apostólica.

Agradecemos, en nombre de las hermanas,su valiosa aportación y pedimos al Señor quebendiga a todos los benefactores que hacenposible que podamos cumplir en este vicaria-to nuestra labor misionera. Reciban nuestrossaludos fraternales.

MONS. CARLOS BÜRGLER,obispo vicario apostólico de Reyes (Bolivia)

Hermanos: ¡paz! Soy el párroco de la parro-quia de Cristo Rey, que recibe una parte de laayuda enviada por ustedes a la diócesis deCaxito. La utilizamos, junto con otras ayudasy las contribuciones de miembros de la co-munidad, para la construcción de una iglesiaen el barrio de Paraíso, que tiene una pobla-ción estimada de 45.000 habitantes.

Este barrio de Paraíso, como los otros quecomponen nuestra parroquia, es pobre y lefalta un poco de todo: escuelas, centros de sa-lud, energía eléctrica, agua, calles adecuadas,etc., y alguien podría decir que un lugar deculto puede esperar. Sin embargo, nosotros

creemos que, para el verdadero crecimientodel pueblo, una iglesia –con todo lo que sig-nifica en términos de comunidad, propuestade valores no pasajeros, educación en la soli-daridad y en la donación, anuncio del amorque Dios tiene por todos– es útil a la socie-dad tanto y más que otras obras.

Doy las gracias a todos y les deseo mucha ale-gría en el camino de la solidaridad misionera.

P. MARIO CHERCHI,párroco de la parroquia de Cristo Rey, Kicolo (Angola)

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TTeessttiimmoonniiooss

«Nos agrada sentirnos parte de una Iglesia solidaria que nosayuda y acompaña con sus oraciones y ayudas materiales».

Mons. Miguel Olaortúa, obispo vicario apostólico de Iquitos (Perú)

Page 25: Illuminare Nº 389

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Queridos hermanos y hermanas:hoy celebramos en la Iglesia católi-ca la Jornada Mundial de las Misio-nes, el DOMUND, con el lema“Fe + Caridad = Misión”. Esta Jor-nada viene celebrándose desde 1926y tiene como finalidad, en palabrasdel Papa Francisco, “animar y pro-fundizar la conciencia misionera decada bautizado y de cada comuni-dad, ya sea llamando a la necesidadde una formación misionera más

profunda de todo el Pueblo de Dios, ya sea alimentando la sensibilidad de las comunida-des cristianas a ofrecer su ayuda para favorecer la difusión del Evangelio en el mundo”.

En este Año de la Fe, deseamos ardientemente que la Buena Noticia alcance a todos loshombres y mujeres de la Tierra. Son los misioneros y misioneras quienes, llenos de fe ymovidos por la caridad, continúan la misión salvadora de Cristo, haciendo presente el Evan-gelio en todas las partes del universo.

Dispongámonos a escuchar, desde la fe, la Palabra de Dios y a unirnos a Jesucristo, quese nos entrega por amor, para ser enviados por la Iglesia como misioneros; porque, comodice el Papa, “hemos recibido el don de la fe, no para tenerla escondida, sino para difun-dirla, para que pueda iluminar el camino de muchos hermanos”.

Contemplemos, en la primera lectura, a Moisés, en su actitud orante, pidiendo por elpueblo que le había sido encomendado. Desde esta actitud contemplativa, descubramos enlas palabras de Pablo la necesidad de permanecer en la fe en Cristo Jesús y la urgencia deanunciar, como misioneros, la Palabra de Dios sin desánimo y con esperanza. Por su par-te, la parábola del Evangelio dibuja el perfil del misionero: perseverante en la oración yfuerte en la fe.

Una vez más, tenemos la oportunidad de celebrar el DOMUND. Es una cita importanteen el caminar de la Iglesia, y este año es especial, porque la estamos viviendo dentro delAño de la Fe; de ahí este lema tan bonito de “Fe + Caridad = Misión”. Esta Jornada nos re-cuerda a todos los misioneros y misioneras que han salido de nuestras comunidades, de

LITURGIA DE LA PALABRA

MONICIÓN DE ENTRADA

LLiittuurrggiiaa

20 de Octubre - XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA

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nuestras ciudades y pueblos, y están presentes en todos los territorios de misión, anunciandoy dando testimonio del Evangelio con el sello de la sencillez, de la entrega total a aquelloscon quienes están compartiendo su fe y caridad.

Por todas partes se ha suscitado admiración por los misioneros y misioneras. Los me-dios de comunicación nos los muestran como son: pioneros y modelos de solidaridad. Tam-bién ha despertado esa admiración el hecho de que los misioneros estén trabajando entre losmás empobrecidos del mundo, donde las expectativas de vida son de las más bajas, dondeabunda el hambre, donde la marginación y la explotación son una ofensa a la dignidad deesas personas; sin olvidar que muchos misioneros y misioneras ponen en peligro su vida pordefender los derechos de los más pobres.

Sin embargo, muchas veces en esta admiración por los misioneros se ha dejado a un la-do lo que constituye la clave de interpretación y valoración de sus vidas: ¿Quién es y dóndeestá su fuerza? Muchos, quizás, no hayan sabido explicarse del todo las razones o motivosque tienen los misioneros y misioneras para esa ejemplar solidaridad y entrega a los demás.El papa Francisco nos lo aclara con estas palabras: “La Iglesia –lo repito una vez más– noes una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de per-sonas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla delencuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir

el mensaje de salvación que el Señor nos hadado” (Mensaje para la Jornada Mundial delas Misiones 2013, 4).

En definitiva, se trata de vivir la fe y lacaridad a tope, con todas las consecuenciasque lleva consigo: dejar los padres, la fami-lia, los amigos, el país, las costumbres, lapropia cultura..., para encontrarse con Cristoen las gentes sencillas y pobres que buscabanal “dios desconocido” en los territorios demisión, y así poder gritar lleno de felicidad:“Sé de quién me he fiado”. Nuestros misio-neros y misioneras son nuestros “hermanosuniversales”, porque gastan su vida por el

bien de todos los hombres, y son el ejemplo más elocuente de la superación de las divisio-nes existentes en el mundo por lo que respecta a las razas, a las ideologías, a las culturas...El misionero expresa y vive la solidaridad más extrema y radical, ya que en él se encarna laentrega más plena a los hermanos.

Por eso, todos los misioneros merecen nuestra admiración y ayuda. Ese es el mensajede esta nueva Jornada del DOMUND, que promueven por el mundo entero las Obras Mi-sionales Pontificias; Obras que, como repetía recientemente el Papa, tienen el encargo “desostener la misión y de suministrar las ayudas necesarias” para que los misioneros reali-cen su labor. Además, el DOMUND nos recuerda que se requieren nuevas fuerzas, porquela misión todavía está en sus comienzos: más de dos terceras partes de la humanidad noconocen a Jesucristo.

Pidamos al Señor que llame a jóvenes de nuestras parroquias que quieran ser misionerosy misioneras y tengan la valentía de seguir las huellas de aquellos que están entregando susvidas, o los mejores años de su existencia, en esta tarea tan maravillosa de solidaridad yanuncio de la Buena Nueva. E imploremos, también, la protección de María, Reina de lasMisiones, en favor de todos los misioneros, para que anuncien con gozo el Evangelio.

LLiittuurrggiiaa

El misioneroexpresa y vive

la solidaridad másextrema y radical,

ya que en él se encarna la

entrega más plenaa los hermanos.

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A Jesucristo, que es luz y salvación para todos los pueblos, roguémosle confiadamente:

· Por todos los cristianos del mundo entero, para que seamos testigos, con nuestra palabra y nuestra vida, de la fe que profesamos. Roguemos al Señor.

· Por los que no creen en Jesucristo, aquí y en cualquier lugar del mundo, para que puedan llegar a descubrir un día la alegría del Evangelio. Roguemos al Señor.

· Por las Iglesias de los países de misión, para que sean luz de esperanza en medio de sus pueblos, y fuente de renovación para toda la Iglesia. Roguemos al Señor.

· Por los misioneros y misioneras, que en todas las partes del mundo anuncian el Evangelio, para que sientan la paz y la fortaleza de Dios que les bendice y les acompaña en su labor. Roguemos al Señor.

· Por todos los que participamos en esta eucaristía, para que nos sintamos responsablesde la acción misionera de toda la Iglesia y contribuyamos a ella según nuestras posibilidades. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor Jesús, nuestra oración. Tú, el Hijo de Dios, el enviado del Padre, derramatu gracia y tu bondad sobre todos los pueblos de la Tierra, para que todos vivan la alegría detu salvación. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Hemos compartido con alegría esta ce-lebración dominical. La expresión con-clusiva “podéis ir en paz” no es otra cosaque el envío misionero que recibimos to-dos nosotros, para que sepamos comuni-car lo que acabamos de vivir aquí. Noslo recuerda el Papa en su Mensaje: “Lafe es un don que no se reserva sólo aunos pocos, sino que se ofrece a todosgenerosamente. [...] Y es un don que nose puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido. [...] ¡Traigamos a estemundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza donada por la fe!” (Mensajepara la Jornada Mundial de las Misiones 2013, 1.4). Que nuestra cooperación misionerano se reduzca a un mero recuerdo de los misioneros el día del DOMUND, sino que nossintamos unidos a todos ellos con nuestra oración y nuestra ayuda continuas.

LLiittuurrggiiaa

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DESPEDIDA

ORACIÓN DE LOS FIELES

Isaac Benito MeleroDelegado Diocesano de Misiones y Director Diocesano de OMP de Segovia

El DOMUND nosrecuerda que sonnecesarias nuevas

fuerzas, porquemás de dos

terceras partes dela humanidad noconocen a Cristo.

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VViiggiilliiaa ddee llaa LLuuzz

“Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que, ilu-minados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el cora-zón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, esa que no tiene fin”(Porta fidei, 15). Estas palabras con las que se dio inicio al Año de la Fe resuenan de ma-nera especial en esta Vigilia de la Luz con motivo del DOMUND 2013, cuyo lema es “Fe+ Caridad = Misión”.En esta celebración queremos ahondar en el sentido de estos tres pilares de nuestra vidacristiana. Por ello, nos pondremos a la escucha de la Palabra de Dios, teniendo presente larealidad del mundo y descubriendo que la suma de la Fe más la Caridad es la Misión, paraorar por todos los misioneros y misioneras y unirnos a ellos.

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo eraDios. [...] En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la ti-niebla, y la tiniebla no lo recibió. [...] El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todohombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y elmundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo reci-bieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre” (Jn 1,1.4-5.9-12).

Después de la introducción, apagar las luces (se encenderán tras la lectura que se re-fiere a la Fe), dejando encendido en el centro el cirio pascual.

Representar de alguna manera los cinco continentes (mapa, imágenes...).

Escoger cuatro lectores: introducciones, textos sobre la Fe, sobre la Caridad y sobre laMisión.

Encender una vela al iniciar la presentación de cada continente (las velas pueden se-guir los colores del rosario misionero). El primero la enciende directamente del cirio,al segundo se la encendería –también del cirio– el primero, y así sucesivamente, sim-bolizando el proceso de transmisión de la fe.

INTRODUCCIÓN

11..

22..

33..

44..

CCaannttoo:: ««IIlluummíínnaammee,, SSeeññoorr,, ccoonn ttuu EEssppíírriittuu»»

SUGERENCIAS PARA LA AMBIENTACIÓN

PALABRA DE DIOSFFee::

Page 29: Illuminare Nº 389

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VViiggiilliiaa ddee llaa LLuuzz

MIRANDO AL MUNDO

“Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en miamor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guar-dado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto paraque mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamien-to: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que elque da la vida por sus amigos” (Jn 15,9-13).

CCaannttoo:: ««UUbbii ccaarriittaass»»,, ««OOss ddooyy uunn mmaannddaattoo nnuueevvoo»»,, eettcc..

CCaarriiddaadd::

Rico en espiritualidad y tradiciones religiosas, Asia es el continente más grande yen el que vive el menor porcentaje de cristianos, que, a veces, sufren persecución. Ahí laPalabra se hizo carne y de ahí se difundió el Evangelio al resto del mundo. En este conti-nente, un desafío para el anuncio del Evangelio hoy, la fe se ha hecho caridad en personascomo Teresa de Calcuta.Fe: “El reconocimiento del Dios vivo es una vía hacia el amor, y el sí de nuestra voluntada la suya abarca entendimiento, voluntad y sentimiento en el acto único del amor” (Mensa-je Cuaresma 2013, 1).Caridad: “La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constan-temente a merced de la duda... Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestroamor el rostro del Señor resucitado” (Porta fidei, 14).Misión: “Siempre debemos tener el valor y la alegría de proponer, con respeto, el encuen-tro con Cristo, de hacernos heraldos de su Evangelio” (Mensaje DOMUND 2013, 3).

(Silencio para pedir por los misioneros en Asia).

AAssiiaa..

Pronto llega el Evangelio a África: la Palabra de Dios hecha carne huye aEgipto, el funcionario etíope bautizado por Felipe... Hoy, en este continente lleno de vida yesperanza, la adhesión al Señor crece rápidamente. Las comunidades viven la novedadevangélica y comparten su fe enviando misioneros a otras partes del mundo. La multiplici-dad étnica y lingüística enriquece la vida de la Iglesia, Familia de Dios.Fe: “La fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firmecerteza de que realmente es verdad que Dios es amor” (Mensaje Cuaresma 2013, 1).

ÁÁffrriiccaa..

“Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulosen una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se pu-so en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costa-do. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros.Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos yles dijo: «Recibid el Espíritu Santo»” (Jn 20,19-22).

CCaannttoo:: ««CCoommoo eell PPaaddrree mmee eennvvííoo,, aassíí ooss eennvvííoo yyoo»»

MMiissiióónn::

CCaannttoo:: ««LLaauuddaattee oommnneess ggeenntteess,, llaauuddaattee DDoommiinnuumm»»«Siempre

debemos tener el valor y la

alegría deproponer,

con respeto,el encuentrocon Cristo».

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VViiggiilliiaa ddee llaa LLuuzz

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Caridad: “El amor es una luz –en el fondo la única– que ilumina constantemente a unmundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar” (Mensaje Cuaresma 2013, 1).Misión: “Evangelizar nunca es un acto aislado, individual, privado, sino que es siempreeclesial... Y esto da fuerza a la misión y hace sentir a cada misionero y evangelizador quenunca está solo, que forma parte de un solo Cuerpo animado por el Espíritu Santo” (Men-saje DOMUND 2013, 3).

(Silencio para pedir por los misioneros en África).

CCaannttoo:: ««IIgglleessiiaa ppeerreeggrriinnaa»»

Pablo entra en Europa respondiendo a la invitación hecha en sueños por elmacedonio. De Europa saldrán miles de misioneros y misioneras que han esparcido elEvangelio hasta los confines de la tierra. Sin embargo, los cambios socioculturales, con eloscurecimiento del sentido de Dios, exigen un nuevo ardor misionero, que reclama mayorautenticidad y coherencia. Educar a la misión es reeducar a la fe.Fe: “El «sí» de la fe marca el comienzo de una luminosa historia de amistad con el Señor,que llena toda nuestra existencia y le da pleno sentido” (Mensaje Cuaresma 2013, 2).Caridad: “La fe es conocer la verdad y adherirse a ella; la caridad es «caminar» en la ver-dad. Con la fe se entra en la amistad con el Señor; con la caridad se vive y se cultiva estaamistad” (Mensaje Cuaresma 2013, 2).Misión: “Quisiera animar a todos a ser portadores de la buena noticia de Cristo” (MensajeDOMUND 2013, 5).

(Recordando que estamos en el Año de la Fe, hacer la profesión de fe con la recitación delcredo).

EEuurrooppaa..

CCaannttoo:: ««IIdd yy aannuunncciiaadd»» ((««SSooiiss llaa sseemmiillllaa»»))

La Providencia se sirvió de Isabel de Castilla, que aceptó el ir a conocerun mundo nuevo, a condición de que allí se anunciase el Evangelio. El beato Juan Pablo IIlo llamará “el continente de la esperanza”, porque allí reside el mayor número de católicos.América está llamada a la misión, a dar desde su pobreza, como describía Puebla. El papaFrancisco es un regalo de esas tierras a la Iglesia universal.Fe: “Sostenidos por la fe, miramos con esperanza a nuestro compromiso [cristiano] en elmundo, aguardando «unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia»”(Porta fidei, 14).Caridad: “La existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro conDios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de este, a fin deservir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios” (Mensaje Cuaresma2013, 3).Misión: “En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro pare-ce estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía atodas las realidades el Evangelio de Cristo” (Mensaje DOMUND 2013, 4).

(Silencio para pedir por los misioneros en América).

AAmméérriiccaa..

CCaannttoo:: ««EEll tteessttiiggoo»»

«El ‘sí’ de lafe marca el

comienzo de unaluminosa historiade amistad con elSeñor, que llena

toda nuestraexistencia».

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VViiggiilliiaa ddee llaa LLuuzz

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Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM)

Oceanía es el último continente al que llegó la Buena Nueva. Recorda-mos a misioneros como san Pedro Channel, marista francés, primer santo y Patrono deOceanía; el beato Juan Mazzucconi, italiano; y san Damián de Molokai, belga. Los misio-neros han trabajado allí con heroísmo, en condiciones muy difíciles. Sigue siendo un retoanunciar el Evangelio en la encrucijada intercultural de este continente.Fe: “Todo parte de la humilde aceptación de la fe («saber que Dios nos ama»), pero debellegar a la verdad de la caridad («saber amar a Dios y al prójimo»), que permanece parasiempre, como cumplimiento de todas las virtudes (cf. 1 Cor 13,13)” (Mensaje Cuaresma2013, 4).Caridad: “La fe nos hace acoger el mandamiento del Señor y Maestro; la caridad nos da ladicha de ponerlo en práctica (cf. Jn 13,13-17)” (Mensaje Cuaresma 2013, 2).Misión: “Exhorto a los misioneros y a las misioneras, especialmente a los sacerdotes Fideidonum y a los laicos, a vivir con alegría su precioso servicio en las Iglesias a las que sondestinados, y a llevar su alegría y su experiencia a las Iglesias de las que proceden” (Men-saje DOMUND 2013, 5).

(Silencio para pedir por los misioneros en Oceanía).

OOcceeaannííaa..

CCaannttoo:: ««SSeeññoorr,, ttúú qquuee bbrriillllaass eenn llaass ttiinniieebbllaass,, ddaannooss ttuu lluuzz»»(Cada participante se acerca a recoger una vela encendida).

PPaaddrreennuueessttrroo::

ORANDO POR LA MISIÓN

(Se hace oración con las velas encendidas). Conscientes de que al recibir la luz de Cristonos reconocemos miembros de una misma familia, con todos los pueblos, lenguas, culturas,nos dirigimos al Padre con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro...

OOrraacciióónn ffiinnaall::Recitamos juntos la oración del DOMUND.

DDeessppeeddiiddaa::Canto final a María, Reina de las Misiones.

EEnnvvííoo::Se invita a cada participante a acercarse al frente para recibir la oración del DOMUNDcomo envío a la misión; al entregársela, se le dice: “El Señor te envía”.

CCaannttoo:: ««AAllmmaa mmiissiioonneerraa»»

CCaannttoo:: ««YYoo ccaannttaarréé aall SSeeññoorr uunn hhiimmnnoo ggrraannddee»»

«La fe nos haceacoger el

mandamientodel Señor yMaestro; la

caridad nos da ladicha de ponerlo

en práctica».

Page 32: Illuminare Nº 389

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El SCAM está integrado por un equipo de misioneros y misioneras de distintos institutos religiosos y laicos, quetrabajan conjuntamente al servicio de la Iglesia local, para impulsar el espíritu misionero de todos los bautizados.En su blog encontramos cumplida información sobre qué es el SCAM, quiénes loforman y cuáles son sus objetivos, así como recursos de animación para las princi-pales jornadas misioneras. Destacan en esta página las actividades que este Serviciopuede prestar en las Delegaciones de Misiones, parroquias y colegios de las dióce-sis que lo soliciten. Por ejemplo, las visitas a colegios e institutos, en las que losmisioneros, con su testimonio, ofrecen a jóvenes y adolescentes la posibilidad deentrar en contacto con la misión ad gentes, y la Semana Misionera, que el SCAMpuede organizar en las parroquias y comunidades que lo demanden, para ayudar,con todo el equipo parroquial, a que la comunidad se haga misionera.

SSeerrvviicciioo CCoonnjjuunnttoo ddee AAnniimmaacciióónn MMiissiioonneerraa ((SSCCAAMM)) http://misionesscam.blogspot.com.es/

Esta página –“punto de encuentro de los misioneros de la Iglesia católica del continente americano y España”– esun espacio de comunión y participación misionera, que permite a los evangelizadores entrar en comunicación, for-marse, apoyarse, compartir experiencias, reflexionar e informarse sobre la vocación misionera.

El Portal brinda numerosos servicios: una biblioteca con enlaces a documentos deformación y espiritualidad misionera; una sección con recursos y materiales didác-ticos para ser utilizados con grupos misioneros, Infancia Misionera, familias, enfer-mos y ancianos, misiones populares, comunidades, etc.; foros de discusión misione-ra para debatir acerca de temas relativos a la evangelización y estar en contactocon los misioneros que realizan su labor en el ámbito latinoamericano; enlaces aorganismos misioneros, grupos, comunidades, instituciones, congregaciones delmundo hispanohablante...

EEll PPoorrttaall ddee llooss MMiissiioonneerrooss http://www.portalmisionero.com/

La web oficial de la Dirección Nacional de OMP de España explica cuáles son las Obras Misionales Pontificias ysus carismas fundacionales. Desde ella se pueden descargar todos los materiales que edita OMP con vistas a lasgrandes Jornadas misioneras que organiza –DOMUND, Infancia Misionera y Vocacio-nes Nativas–, así como recursos para el trabajo de animación misionera con niños, jó-venes, ancianos y familias. También permite acceder a las revistas de OMP –Gesto,Supergesto, Misioneros, Illuminare y Enfermos Misioneros– e incluye OMPress, elservicio de noticias misioneras que diariamente ofrecen las OMP de España.A través de esta página se puede acceder a los más de 35 blogs de las DelegacionesDiocesanas de Misiones de nuestro país, y se recogen las noticias que diariamentepublican. Asimismo, sirve de enlace para contactar con la web de las Obras Misio-nales Pontificias en Roma y con las páginas de las distintas Direcciones Nacionalesde OMP en todo el mundo que cuentan con este servicio.

OObbrraass MMiissiioonnaalleess PPoonnttiiffiicciiaass ((OOMMPP)) http://www.omp.es/

Ana Fernández, OMP

SSeerrvviicciioo IInnffoorrmmaattiivvoo

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Con no pocas inexactitudes históricas, la película está enmarcada en el siglo XVIII,cuando el acuerdo político entre España y Portugal ordena el fin de las misiones jesuíti-cas. El P. Gabriel y Rodrigo encabezan dos formas distintas de resistencia. Aquel pro-pugna el abandono total en las manos de Dios: “Si lo que vale es la fuerza, no hay lu-gar para el amor en el mundo”; este quiere hacer cuanto esté a su alcance para defendera los indios. Cada cual a su modo, ambos se disponen a arrostrar los peligros del ataquea la misión. Uno tiene el coraje de seguir avanzando, con la custodia alzada, seguido dela cruz; el otro prepara la defensa armada. Ambos fracasan... aparentemente.La historia de la misión de San Carlos brinda una buena ocasión para la reflexión sobreel compromiso incondicional por la causa del Evangelio y el amor a los más desvalidosque llega “hasta el extremo”. Además, invita a discurrir sobre el planteamiento dilemáti-co de la actitud pacífica o el uso de la violencia para repeler una flagrante injusticia.

LLaa mmiissiióónn,, de Roland Joffé (1986)

La película presenta la incomprensión y dificultades en los inicios de las Misioneras de laCaridad, pero se centra en la figura de su fundadora, su fe y abandono en la Providencia,que vertebran la obra caritativa y social por ella emprendida. En cada uno de sus semejan-tes sufrientes veía el rostro de Cristo, y le ofrecía acogida, amor y consuelo, dejando queDios hiciera el resto: “Yo soy un lápiz, Dios es el que escribe”.Hoy sabemos que Madre Teresa sufrió muchos años la noche oscura. Pero el amor auténtico,incondicional, es más fuerte que el enigmático silencio del Amado. Su relación personal conCristo, fundada en una vida de oración, estuvo marcada por una fe y confianza inquebranta-bles. En nuestro mundo, urgido por la planificación de los resultados y aturdido por los rui-dos, la historia ejemplar de Madre Teresa y su hondura espiritual nos instan a la reflexión so-bre la fidelidad en circunstancias difíciles y la entrega total y decidida en favor de los máspobres, confiando siempre, no en las propias fuerzas, sino en el Amor que todo lo puede.

TTeerreessaa ddee CCaallccuuttaa,, de Fabrizio Costa (2003)

En el monasterio de Nuestra Señora del Atlas en Tibhirine (Argelia), ocho monjes lle-van una vida de trabajo y oración, ejemplo de caridad y fidelidad a la llamada de Cris-to, con un profundo respeto a las creencias del otro. Cuando el clima político se enrare-ce, la ola de violencia plantea a los monjes la difícil disyuntiva de permanecer en elmonasterio, con riesgo de su vida, o retirarse a un lugar más seguro, lo cual significaabandonar a sus amigos musulmanes que tanto los necesitan. Por encima del odio y ladestrucción, resplandecerá el triunfo del amor: las muertes de estos monjes son el bro-che final de unas vidas de entrega a la causa del hombre por amor a Cristo.La película, conmovedora en la presentación de unos hechos reales acaecidos en 1996,da que pensar: sobre la voluntad de respuesta incondicional a la llamada que pide la en-trega a los hermanos más desfavorecidos y el valor de la oración para el discernimientoespiritual; sobre la fraternidad y el mutuo respeto frente a fundamentalismos excluyentes.

DDee ddiioosseess yy hhoommbbrreess,, de Xavier Beauvois (2010)

M.ª Ángeles Almacellas, Escuela de Pensamiento y Creatividad

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l primer director de Obras Misionales Pontificias en España (de 1926 a 1968),D. Ángel Sagarmínaga, solía rematar intervenciones y congresos con una frase ca-racterística: “Gracias y más”. Hoy hay que repetirla.

“Gracias y más”, porque, a pesar de las dificultades económicas que pasan muchas denuestras familias, en 2013 España ha sido el segundo país del mundo que mayor cantidad hapuesto a disposición de la Secretaría General de la Obra Pontificia de la Propagación de laFe, para su envío a los territorios de misión:

“Gracias y más”, porque, desde el inicio de la crisis, de 2008 a 2013, nuestro país ha en-viado a Roma, a través de OMP, un total de 145.805.825,81 $ con destino a las misiones.

“Gracias y más”, porque esta es una aportación “en Iglesia”, que se suma, en el FondoUniversal de Solidaridad, a la de los católicos de todos los países, hasta suponer, también de2008 a 2013, una contribución global de 997.344.930,94 $ –casi mil millones de dólares– pa-ra ayudar a cubrir necesidades misioneras.

“Gracias y más”, igualmente, por todo el tiempo, oración y sacrificio que ofrecen por la mi-sión de la Iglesia multitud de personas en todos los rincones de nuestra geografía y del mundo.

“Gracias y más” por tener presente lo que el papa Francisco nos recuerda (Homilía, 22y 23-4-2013; Discurso, 15-3 y 17-5-2013): que, porque “Jesús es la única puerta para entraren el Reino de Dios” y porque “no es posible encontrar a Jesús fuera de la Iglesia”, nos co-rresponde la responsabilidad y la alegría de, respetando la libertad de todos, “anunciar de ma-nera convincente que Cristo es el único Salvador de todo el hombre y de todos los hombres”;y es que –nos dice el Santo Padre– “la vida de la Iglesia y de las Iglesias es misión, y es mi-sión universal”.

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