iiiiiiiiiiiiiii ii iii - unam · presente, del historiador lucas alamán, y otras obras más...

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Introducción L AINQUIETUD POR comprender y conocermás de cerca nuestra historia de Michoacán en sus primeros cincuen- ta años de vida independiente, me llevó a consultar la documentación del Archivo Histórico del Poder Judicial, repo- sitorio que a diferencia de otros de Morelia era muy poco concurrido por los historiadores, a pesar de que sus acervoS representan una veta vírgen para sus quehaceres. Mi primer día de visita fue recibido con una terrible sorpresa al ver ante mí los cientos de paquetes que inundaban el amplio espacio físicoque les daba albergue, inclusive con muchas dificultades se podía caminar en su interior debido a que en el mismo piso existían grandes columnas de documentos. En virtud del acon- dicionamiento de oficinas para el archivo, prácticamente los expedientes carecían de orden alguno. La empresa de consulta parecía difícil mas no imposible, luego de sortear los obstáculos más inmediatos, me di a la tarea de revisar los paquetes un tanto arbitrariamente, pues seguir un sistema establecido de antemano no era factible por las condiciones imperantes. La paciencia se agotaba ante el transcurrir de las semanas y no encontrar nada interesante; amén de losmúltiples contratiem- pos internos que hacían más complicada la labor. Cuando estuve a punto de renunciar a mis intereses fueron apareciendo 21 Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 1992. Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán de Ocampo http://www.poderjudicialmichoacan.gob.mx/web/# Libro completo en: https://goo.gl/hHNPLK

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Page 1: IIIIIIIIIIIIIII II III - UNAM · presente, del historiador Lucas Alamán, y otras obras más consideradas clásicas dentro de la historiografía mexicana. Un segundo tipo de fuentes

Introducción

LAINQUIETUD POR comprender y conocermás de cercanuestra historia de Michoacán en sus primeros cincuen-ta años de vida independiente, me llevó a consultar la

documentación del Archivo Histórico del Poder Judicial, repo-sitorio que a diferencia de otros de Morelia era muy pococoncurrido por los historiadores, a pesar de que sus acervoSrepresentan una veta vírgen para sus quehaceres. Mi primerdía de visita fue recibido con una terrible sorpresa al ver antemí los cientos de paquetes que inundaban el amplio espaciofísico que les daba albergue, inclusive con muchas dificultadesse podía caminar en su interior debido a que en el mismo pisoexistían grandes columnas de documentos. En virtud del acon-dicionamiento de oficinas para el archivo, prácticamente losexpedientes carecían de orden alguno. La empresa de consultaparecía difícil mas no imposible, luego de sortear los obstáculosmás inmediatos, me di a la tarea de revisar los paquetes untanto arbitrariamente, pues seguir un sistema establecido deantemano no era factible por las condiciones imperantes. Lapaciencia se agotaba ante el transcurrir de las semanas y noencontrar nada interesante; amén de los múltiples contratiem-pos internos que hacían más complicada la labor. Cuandoestuve a punto de renunciar a mis intereses fueron apareciendo

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Page 2: IIIIIIIIIIIIIII II III - UNAM · presente, del historiador Lucas Alamán, y otras obras más consideradas clásicas dentro de la historiografía mexicana. Un segundo tipo de fuentes

los primeros manuscritos importantes, todos ellos vinculados alos primeros tiempos del Supremo Tribunal de Justicia. A partirde entonces ya la revisión de expedientes la hice con mayorentusiasmo, el cual fue creciendo en la medida que localizabanueva información. Poco a poco el acopio de materiales fueampliándose, logrando contar con una serie de documentos quebien serían útiles para reconstruir en gran medida la historiadel Poder Judicial durante las décadas iniciales del siglo XIX..

De manera paralela realicé algunas lecturas bibliográficasque me ayudaran a estructurar un marco histórico referencialpara los documentos que hasta el momento tenía seleccionados.Aunque existía el antecedente de que las investigaciones sobreMichoacán durante la primera mitad del siglo XIXno eran muyabundantes, por medio de aquellas lecturas reafirmé que efec-tivamente nuestra historiografía estatal sólo contaba con pe-queños artículos, reseñas y obras muy generales vinculadas alos primeros años de vida independiente. De tal forma, la ideainicial fue cobrando vigor ante los nuevos descubrimientosdocumentales y el repaso de estudios michoacanos.

Desafortunadamente mi entusiasmo personal no tuvooportunidad de materializarse en una pequeña y modesta pu-blicación, los diferentes cambios realizados en la presidenciadel Supremo Tribunal de Justicia, fueron la causa fundamentalque impidió el propósito, aunque debo reconocer que los distin-tos presidentes vieron con simpatía el proyecto de hacer unestudio sobre el máximo órgano del Poder Judicial. Inde-pendientemente de ello continué con la selección de documentosy la extracción de datos, los cuales en su conjunto me obligabana recurrir a otros repositorios en busca de informes que com-plementaran los del archivo judicial.

A mediados de 1991 el actual Presidente doctor FernandoJuárez Aranda, promotor de varias investigaciones sobre Mi-choacán y conocedor de su riqueza cultural, tuvo a bien suge-rirme la realización de un estudio sobre el Supremo Tribunalde Justicia, que abarcara desde su fundación hasta la actuali-

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dad. A decir verdad la empresa se antojaba interesante, perocon algunas dificultades, puesto que la mayoría de los expe-dientes clasificados eran del siglo XIX, faltando en su totalidadnoticias del siguiente. No obstante lo anterior, acepté la pro-puesta en virtud de que en un tiempo relativamente cortoestaría en posibilidades de acopiar los datos necesarios parareconstruir los 167 años de vida del Supremo Tribunal deJusticia.

Fue así como en primer lugar retomé algunas lecturas queya con anterioridad había realizado y que coadyuvaron a edifi-car el escenario de la primera República Federal y las otrasformas de gobierno subsecuentes. Algunos de estos estudiosson: el Cuadro histórico dc la revolución mexicana dc 1810, deCarlos María de Bustamante; elEnsayo histórico de las revolu-ciones en México desdc 1808 hasta 1830, de Lorenzo de Zavala;la Historia de México desde los primeros movimientos queprepararon su independencia en el año de 1808 hasta la épocapresente, del historiador Lucas Alamán, y otras obras másconsideradas clásicas dentro de la historiografía mexicana. Unsegundo tipo de fuentes lo constituyeron trabajos de carácterjurídico vinculados más estrechamente con nuestro objeto deestudio; de los más recurrentes destacan el libro de José Miran-da, intitulado Las ideas y las instituciones políticas mexicanas,1521-1820; Los tribunales de la Nueva España, del gran juristaJosé Luis Soberanes Fernández,y la inestimable obra de FelipeTena Ramírez, Leyes fundamentales de México 1808-1979. Másparticularmente recurrí a las investigaciones michoacanas, quecomo mencioné en un principio, no son muy abundantes, mu-chas de ellas comprendidas en pequeños artículos dispersos yotras reunidas en obras más amplias como la Historia generalde Michoacán, en sus volúmenes III y IV coordinados por losmaestros Gerardo Sánchez Díaz y Heriberto Moreno García,respectivamente. Con el objeto de no hacer entretenida lapresente introducción, los lectores podrán apreciar con mayor

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los primeros manuscritos importantes, todos ellos vinculados alos primeros tiempos del Supremo Tribunal de Justicia. A partirde entonces ya la revisión de expedientes la hice con mayorentusiasmo, el cual fue creciendo en la medida que localizabanueva información. Poco a poco el acopio de materiales fueampliándose, logrando contar con una serie de documentos quebien serían útiles para reconstruir en gran medida la historiadel Poder Judicial durante las décadas iniciales del siglo XIX..

De manera paralela realicé algunas lecturas bibliográficasque me ayudaran a estructurar un marco histórico referencialpara los documentos que hasta el momento tenía seleccionados.Aunque existía el antecedente de que las investigaciones sobreMichoacán durante la primera mitad del siglo XIXno eran muyabundantes, por medio de aquellas lecturas reafirmé que efec-tivamente nuestra historiografía estatal sólo contaba con pe-queños artículos, reseñas y obras muy generales vinculadas alos primeros años de vida independiente. De tal forma, la ideainicial fue cobrando vigor ante los nuevos descubrimientosdocumentales y el repaso de estudios michoacanos.

Desafortunadamente mi entusiasmo personal no tuvooportunidad de materializarse en una pequeña y modesta pu-blicación, los diferentes cambios realizados en la presidenciadel Supremo Tribunal de Justicia, fueron la causa fundamentalque impidió el propósito, aunque debo reconocer que los distin-tos presidentes vieron con simpatía el proyecto de hacer unestudio sobre el máximo órgano del Poder Judicial. Inde-pendientemente de ello continué con la selección de documentosy la extracción de datos, los cuales en su conjunto me obligabana recurrir a otros repositorios en busca de informes que com-plementaran los del archivo judicial.

A mediados de 1991 el actual Presidente doctor FernandoJuárez Aranda, promotor de varias investigaciones sobre Mi-choacán y conocedor de su riqueza cultural, tuvo a bien suge-rirme la realización de un estudio sobre el Supremo Tribunalde Justicia, que abarcara desde su fundación hasta la actuali-

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dad. A decir verdad la empresa se antojaba interesante, perocon algunas dificultades, puesto que la mayoría de los expe-dientes clasificados eran del siglo XIX, faltando en su totalidadnoticias del siguiente. No obstante lo anterior, acepté la pro-puesta en virtud de que en un tiempo relativamente cortoestaría en posibilidades de acopiar los datos necesarios parareconstruir los 167 años de vida del Supremo Tribunal deJusticia.

Fue así como en primer lugar retomé algunas lecturas queya con anterioridad había realizado y que coadyuvaron a edifi-car el escenario de la primera República Federal y las otrasformas de gobierno subsecuentes. Algunos de estos estudiosson: el Cuadro histórico dc la revolución mexicana dc 1810, deCarlos María de Bustamante; elEnsayo histórico de las revolu-ciones en México desdc 1808 hasta 1830, de Lorenzo de Zavala;la Historia de México desde los primeros movimientos queprepararon su independencia en el año de 1808 hasta la épocapresente, del historiador Lucas Alamán, y otras obras másconsideradas clásicas dentro de la historiografía mexicana. Unsegundo tipo de fuentes lo constituyeron trabajos de carácterjurídico vinculados más estrechamente con nuestro objeto deestudio; de los más recurrentes destacan el libro de José Miran-da, intitulado Las ideas y las instituciones políticas mexicanas,1521-1820; Los tribunales de la Nueva España, del gran juristaJosé Luis Soberanes Fernández,y la inestimable obra de FelipeTena Ramírez, Leyes fundamentales de México 1808-1979. Másparticularmente recurrí a las investigaciones michoacanas, quecomo mencioné en un principio, no son muy abundantes, mu-chas de ellas comprendidas en pequeños artículos dispersos yotras reunidas en obras más amplias como la Historia generalde Michoacán, en sus volúmenes III y IV coordinados por losmaestros Gerardo Sánchez Díaz y Heriberto Moreno García,respectivamente. Con el objeto de no hacer entretenida lapresente introducción, los lectores podrán apreciar con mayor

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detalle en las referencias que aparecen a pie de página, todoslos materiales consultados y la utilidad de cada uno de ellos.

Naturalmente la mayor parte de la investigación recaesobre las fuentes de primera mano, sobresaliendo en este sen-tido los documentos resguardados en los archivos del PoderJudicial y del Congreso del Estado. Del primero fue consultadade manera más amplia la sección administrativa, que de hechoguarda la mayor parte de losmanuscritos utilizados. Por mediode los Libros de Diario fue posible seguir una secuencia crono-lógica en el acontecer citadino del Supremo Tribunal. Losinformes anuales de los presidentes contribuyeron en granmedida a formar una visión general de los principales sucesosocurridos dentro del Poder Judicial en su conjunto, dando lapauta a seguir en nuestra redacción. Del segundo repositorioprácticamente se revisaron todos sus ramos, reportando cadauno de ellos noticias que algunos casos complementaron y enotros ampliaron la información recopilada en el judicial. Lejosde lo que pudieramos imaginarnos, los papeles históricos res-guardados en el Archivo del Poder Ejecutivo no aportarontestimonios significativos para el trabajo, restringiéndose adatos muy aislados que de cualquier forma tratamos de incor-porar en la investigación. Comoya ha sucedido en varios librossobre Michoacán, la Recopilación de leyes, decretos, regla-mentos y circulares expedidas en el estado de Michoacán, fue enesta ocasión también una de las obras básicas para enterarnosde losdistintos cambios legales operados en la institución objetode estudio. Para conocer los años más recientes recurrimos, talvez de manera excesiva, a uno de los diarios de mayor circula-ción en la ciudad: La Voz de Michoacán, periódico que recogiólas noticias más trascendentales ocurridas en el Poder Judicial.

Desde un principio uno de los problemas esenciales fue elgran volumen de documentos con que contabamos para llevara cabo la investigación, sin lugar a dudas todos eran fundamen-tales, pero requerían de una selecciónmás minuciosa ya que deno hacerlo el texto alcanzaría dimensiones mayúsculas, lo cual

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no era nuestro propósito. En ese sentido el proyecto contemplódesde sus inicios una breve historia de los más de 150 años devida del Supremo Tribunal de Justicia, acompañado de unapéndice final, donde se comprenderían aquellos papeles másimportantes y representativos de aquel órgano judicial.

Atendiendo a esas características es bueno anticipar quela investigación en la mayoría de sus partes alcanza sólo unnivel descriptivo, lo cual sin falsas pretensiones no le restamérito, pues desde un principio la idea era presentar a loslectores una visión muy general del Supremo Tribunal deJusticia; aparte no se puede negar lo interesante de varios delos documentos utilizados, mismos que de alguna forma avalanel trabajo.

En ese sentido queda pendiente la redacción de un análisisy una explicación más profunda, esperando cumplir dicha deu-da en un plazo relativamente corto.

Para abordar la información recopilada seguí una secuen-cia cronológica haciendo grandes divisiones que correspondenun poco a los periodos históricos tradicionales, consideré queesa era la mejor forma de presentar los diferentes cambiosoperados en el tribunal a través del tiempo, aparte de quefacilitaría mucho la sistematización de los abundantes mate-riales seleccionados de antemano. Antes de empezar a escribirsobre el Supremo Tribunal de Justicia propiamente, doy unrepaso muy superficial de lo que fueron los órganos de justiciamás importantes en la época colonial, destacando la funcióndesempeñada por la Audiencia que desde un punto de vistapersonal tiene algunas características que la asemejan a lo queposteriormente fue el máximo órgano del Poder Judicial en elEstado.

En algunas partes del trabajo señalo la relación que se daentre los tres poderes, que a partir de obtenida la independenciaintegran el nuevo Estado mexicano. Demanera particular hagoun intento por remarcar la problemática vivida durante lasprimeras siete décadas del siglo XIX, y que en gran medida

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detalle en las referencias que aparecen a pie de página, todoslos materiales consultados y la utilidad de cada uno de ellos.

Naturalmente la mayor parte de la investigación recaesobre las fuentes de primera mano, sobresaliendo en este sen-tido los documentos resguardados en los archivos del PoderJudicial y del Congreso del Estado. Del primero fue consultadade manera más amplia la sección administrativa, que de hechoguarda la mayor parte de losmanuscritos utilizados. Por mediode los Libros de Diario fue posible seguir una secuencia crono-lógica en el acontecer citadino del Supremo Tribunal. Losinformes anuales de los presidentes contribuyeron en granmedida a formar una visión general de los principales sucesosocurridos dentro del Poder Judicial en su conjunto, dando lapauta a seguir en nuestra redacción. Del segundo repositorioprácticamente se revisaron todos sus ramos, reportando cadauno de ellos noticias que algunos casos complementaron y enotros ampliaron la información recopilada en el judicial. Lejosde lo que pudieramos imaginarnos, los papeles históricos res-guardados en el Archivo del Poder Ejecutivo no aportarontestimonios significativos para el trabajo, restringiéndose adatos muy aislados que de cualquier forma tratamos de incor-porar en la investigación. Comoya ha sucedido en varios librossobre Michoacán, la Recopilación de leyes, decretos, regla-mentos y circulares expedidas en el estado de Michoacán, fue enesta ocasión también una de las obras básicas para enterarnosde losdistintos cambios legales operados en la institución objetode estudio. Para conocer los años más recientes recurrimos, talvez de manera excesiva, a uno de los diarios de mayor circula-ción en la ciudad: La Voz de Michoacán, periódico que recogiólas noticias más trascendentales ocurridas en el Poder Judicial.

Desde un principio uno de los problemas esenciales fue elgran volumen de documentos con que contabamos para llevara cabo la investigación, sin lugar a dudas todos eran fundamen-tales, pero requerían de una selecciónmás minuciosa ya que deno hacerlo el texto alcanzaría dimensiones mayúsculas, lo cual

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no era nuestro propósito. En ese sentido el proyecto contemplódesde sus inicios una breve historia de los más de 150 años devida del Supremo Tribunal de Justicia, acompañado de unapéndice final, donde se comprenderían aquellos papeles másimportantes y representativos de aquel órgano judicial.

Atendiendo a esas características es bueno anticipar quela investigación en la mayoría de sus partes alcanza sólo unnivel descriptivo, lo cual sin falsas pretensiones no le restamérito, pues desde un principio la idea era presentar a loslectores una visión muy general del Supremo Tribunal deJusticia; aparte no se puede negar lo interesante de varios delos documentos utilizados, mismos que de alguna forma avalanel trabajo.

En ese sentido queda pendiente la redacción de un análisisy una explicación más profunda, esperando cumplir dicha deu-da en un plazo relativamente corto.

Para abordar la información recopilada seguí una secuen-cia cronológica haciendo grandes divisiones que correspondenun poco a los periodos históricos tradicionales, consideré queesa era la mejor forma de presentar los diferentes cambiosoperados en el tribunal a través del tiempo, aparte de quefacilitaría mucho la sistematización de los abundantes mate-riales seleccionados de antemano. Antes de empezar a escribirsobre el Supremo Tribunal de Justicia propiamente, doy unrepaso muy superficial de lo que fueron los órganos de justiciamás importantes en la época colonial, destacando la funcióndesempeñada por la Audiencia que desde un punto de vistapersonal tiene algunas características que la asemejan a lo queposteriormente fue el máximo órgano del Poder Judicial en elEstado.

En algunas partes del trabajo señalo la relación que se daentre los tres poderes, que a partir de obtenida la independenciaintegran el nuevo Estado mexicano. Demanera particular hagoun intento por remarcar la problemática vivida durante lasprimeras siete décadas del siglo XIX, y que en gran medida

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impidieron la consolidación de una judicatura fuerte y estableque cumpliera un papel más dinámico en la conformación delos diferentes sistemas de gobierno que se sucedieron a lo largodel siglo pasado y que al mismo tiempo tuviera una partici-pación de mayor envergadura a nivel social. En ese sentido unade las tesis más sobresalientes es precisamente la referida alpapel un tanto secundario del Supremo Tribunal de Justicia,cuya influencia política se vio limitada ante la presencia delEjecutivoy Congreso estatales, que desde el punto de vista legaltuvieron más facultades que los hacían destacar en la escenagubernamental. Conforme transcurría el tiempo todo el PoderJudicial en su conjunto fue adquiriendo trascendencia en elámbito social, de tal manera que a partir de la época posrevo-lucionaria empieza a ser reconocida su importancia como unainstitución del gobierno, que hace factible una mejor conviven-cia entre los distintos grupos sociales.

A través de las diferentes etapas históricas sucedidas enla vida del Supremo Tribunal, tratamos de reflexionar acercade su autonomía en relación al Ejecutivo y al Legislati va, puesdicho aspecto es primordial para comprender su funcio-namiento político y social. Notamos que en los últimos años delpresente siglo ha cambiado enormemente la independencia deaquel órgano judicial, desempeñándose con mayor libertad,misma que le ha permitido tener más presencia dentro delgobierno y la sociedad, llegando a constituirse en una institu-ción respetable. Uno de los aspectos que ha determinado loanterior es el económico, pues aunque desde el punto de vistapresupuestario es difícil que se dé una emancipación total, enlos años recientes el Supremo Tribunal de Justicia maneja unamayor cantidad de recursos que le permiten actuar más ade-cuadamente.

Con el objeto de rescatar y dar a conocer algunos de losdocumentos históricos del Archivo Histórico del Poder,Judicial,el trabajo incluye un apéndice, que no solamente muestra lariqueza de los acervos de aquel repositorio sino las muchas

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posibilidades que existen de estudiar con más profundidadcualquiera de los aspectos tratados, o en última instanciapermitirán conocer extensamente algunos de los acontecimien-tos descritos en la redacción, que por las propias característicasdel estudio no pudimos abordar con amplitud.

Incuestionablemente que la elaboración de este libro nosería posible sin la conjugación de múltiples elementos, que enmayor o menor medida influyeron para su conclusión. De esaforma, son muchas las deudas que tengo pendientes con laspersonas que a lo largo de este tiempo me brindaron su apoyo.En primer lugar una muestra de gratitud para el actual Presi-dente del Supremo Tribunal de Justicia, doctor Fernando Juá-rez Aranda, quien hizo factible la realización de este estudio,manifestando en todo momento un interés entusiasta. A losencargados de cada uno de los archivos consultados, así comoal personal del periódico La Voz de Michoacán, mi más sinceroagradecimiento. Una deuda intelectual muy grande con loscompañeros y amigos del Instituto de Investigaciones Históri-cas de la Universidad Michoacana, en particular con los maes-tros Felipe Angel Gutiérrez Martínez y José Napoleón GuzmánAvila, quienes desinteresadamente leyeron los primeros borra-dores haciendo atinadas sugerencias. Los colegas Eduardo, .Miranda Arrieta y Ma. Guadalupe de la Sancha Flores, permI-tieron formar un dinámico equipo de investigación, obteniendodatos valiosos para el trabajo y transcribiendo los apéndicesdocumentales. El menor número de errores ortográficos fuedebido a la paciencia de Ma. Eva Núñez Ambriz quien mecano-grafió y revisó minuciosamente los primeros borradores y laversión final. No quisiera concluir estas expresiones de gratitudsin referirme a la Escuela de Historia de la Universidad Mi-choacana, institución que me introdujo en estos menesteres, unreconocimiento a todos los maestros con quien tuve oportunidadde intercambiar opiniones, especialmente al licenciado AlejoMaldonado Gallardo por sus palabras de aliento en los momen-tos más precisos.

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impidieron la consolidación de una judicatura fuerte y estableque cumpliera un papel más dinámico en la conformación delos diferentes sistemas de gobierno que se sucedieron a lo largodel siglo pasado y que al mismo tiempo tuviera una partici-pación de mayor envergadura a nivel social. En ese sentido unade las tesis más sobresalientes es precisamente la referida alpapel un tanto secundario del Supremo Tribunal de Justicia,cuya influencia política se vio limitada ante la presencia delEjecutivoy Congreso estatales, que desde el punto de vista legaltuvieron más facultades que los hacían destacar en la escenagubernamental. Conforme transcurría el tiempo todo el PoderJudicial en su conjunto fue adquiriendo trascendencia en elámbito social, de tal manera que a partir de la época posrevo-lucionaria empieza a ser reconocida su importancia como unainstitución del gobierno, que hace factible una mejor conviven-cia entre los distintos grupos sociales.

A través de las diferentes etapas históricas sucedidas enla vida del Supremo Tribunal, tratamos de reflexionar acercade su autonomía en relación al Ejecutivo y al Legislati va, puesdicho aspecto es primordial para comprender su funcio-namiento político y social. Notamos que en los últimos años delpresente siglo ha cambiado enormemente la independencia deaquel órgano judicial, desempeñándose con mayor libertad,misma que le ha permitido tener más presencia dentro delgobierno y la sociedad, llegando a constituirse en una institu-ción respetable. Uno de los aspectos que ha determinado loanterior es el económico, pues aunque desde el punto de vistapresupuestario es difícil que se dé una emancipación total, enlos años recientes el Supremo Tribunal de Justicia maneja unamayor cantidad de recursos que le permiten actuar más ade-cuadamente.

Con el objeto de rescatar y dar a conocer algunos de losdocumentos históricos del Archivo Histórico del Poder,Judicial,el trabajo incluye un apéndice, que no solamente muestra lariqueza de los acervos de aquel repositorio sino las muchas

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posibilidades que existen de estudiar con más profundidadcualquiera de los aspectos tratados, o en última instanciapermitirán conocer extensamente algunos de los acontecimien-tos descritos en la redacción, que por las propias característicasdel estudio no pudimos abordar con amplitud.

Incuestionablemente que la elaboración de este libro nosería posible sin la conjugación de múltiples elementos, que enmayor o menor medida influyeron para su conclusión. De esaforma, son muchas las deudas que tengo pendientes con laspersonas que a lo largo de este tiempo me brindaron su apoyo.En primer lugar una muestra de gratitud para el actual Presi-dente del Supremo Tribunal de Justicia, doctor Fernando Juá-rez Aranda, quien hizo factible la realización de este estudio,manifestando en todo momento un interés entusiasta. A losencargados de cada uno de los archivos consultados, así comoal personal del periódico La Voz de Michoacán, mi más sinceroagradecimiento. Una deuda intelectual muy grande con loscompañeros y amigos del Instituto de Investigaciones Históri-cas de la Universidad Michoacana, en particular con los maes-tros Felipe Angel Gutiérrez Martínez y José Napoleón GuzmánAvila, quienes desinteresadamente leyeron los primeros borra-dores haciendo atinadas sugerencias. Los colegas Eduardo, .Miranda Arrieta y Ma. Guadalupe de la Sancha Flores, permI-tieron formar un dinámico equipo de investigación, obteniendodatos valiosos para el trabajo y transcribiendo los apéndicesdocumentales. El menor número de errores ortográficos fuedebido a la paciencia de Ma. Eva Núñez Ambriz quien mecano-grafió y revisó minuciosamente los primeros borradores y laversión final. No quisiera concluir estas expresiones de gratitudsin referirme a la Escuela de Historia de la Universidad Mi-choacana, institución que me introdujo en estos menesteres, unreconocimiento a todos los maestros con quien tuve oportunidadde intercambiar opiniones, especialmente al licenciado AlejoMaldonado Gallardo por sus palabras de aliento en los momen-tos más precisos.

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Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv

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