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Manual de Mayordomía
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I. DESCRIPCIÓN DE FUNCIONES DEL DIRECTOR
DE MAYORDOMÍA
I. NOMBRE DEL CARGO:
Director (a) de Mayordomía.
II. DESCRIPCIÓN DEL CARGO:
El Departamento fue creado para ayudar a los miembros a ser Mayordomos
eficientes y colaborar en la aplicación del plan divino de la benevolencia
sistemática en la iglesia. Puesto que la responsabilidad del mayordomo
incluye la correcta administración de todos los aspectos de la vida, los
conceptos de mayordomía estimulan el cuidado y el uso debidos del templo,
del cuerpo, del tiempo, de los talentos y de los bienes materiales.
Este Departamento ayuda a planificar y organizar los recursos financieros de
la iglesia para la terminación de la obra (M. I. 167:1).
III. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA: (M. I. 167:2)
a) Ser un líder espiritual.
b) Practicar los principios de mayordomía cristiana.
c) Comprender el programa espiritual y financiero de la Iglesia.
d) Dedicar tiempo para planificar, organizar y dirigir en su ámbito de acción.
e) Comprender la misión de la iglesia.
IV. SUPERVISADO POR:
a) El Pastor del distrito.
b) Anciano Asesor del Departamento.
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V. ASESORA A:
a) Directores de Departamentos en la elaboración del plan de acción y
presupuesto del departamento.
VI. JUNTAS:
a) Miembro de la Junta Directiva.
b) Dirige la Junta Directiva de Mayordomía.
VII. RESPONSABILIDADES ORDINARIAS:
(M. I. 186: 20, Mayordomía y Planeación Estratégica, División Interamericana,
1995, Pag.35).
a) Poner en marcha el programa educativo general del Departamento de
Mayordomía con revisiones periódicas, con el fin de satisfacer las
necesidades existentes.
b) Concienciar a los miembros a mantener una comunión diaria con Jesús.
c) Promover el estudio diario de la Biblia.
d) Promover la vida de oración personal.
e) Impulsar a los miembros a asistir al templo los días de culto puntualmente.
f) Alcanzar a la mayor parte de los miembros para que sean fieles
mayordomos en las cuatro dimensiones de la mayordomía cristiana,
exponiendo seminarios de capacitación para el estudio de las cuatro áreas.
g) Establecer objetivos específicos para aumentar el porcentaje de los
miembros que devuelven un diezmo honesto y dan ofrendas voluntarias
en el Plan de Dadivosidad Personal.
h) Mantener una relación de los hermanos fieles en la devolución de los
diezmos basado en el libro de la tesorería, y otra relación de hermanos
que no devuelven sus diezmos.
i) Visitar a los hermanos fieles en la devolución de los diezmos, felicitarlos y
orar por ellos.
j) Visitar a los hermanos infieles en la devolución de los diezmos, orar con
ellos e invitarlos a que practiquen la devolución de los diezmos.
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k) Contar las ofrendas semanales junto con el tesorero y otra persona.
l) Organizar a la Junta Directiva del Departamento para mantener un
programa permanente de visitación a todos los miembros una vez al
trimestre.
m) Promover e impulsar el Plan de Dadivosidad Personal (antes Presupuesto
Combinado).
n) Llevar una relación de los fondos ingresados a la Tesorería por conceptos
de diezmos y ofrendas.
o) Llevar una relación de los fondos enviados a la Asociación/Misión,
cerciorándose que coincida con el recibo oficial.
p) Estar pendiente que se envíen puntualmente los fondos que corresponden
a la Asociación/Misión.
q) Promover el crecimiento y desarrollo económico de las personas y familias
que integren la Iglesia.
VIII. FUNCIONES PERIÓDICAS:
a) Dirigir la Junta Directiva del Departamento de Mayordomía.
b) Delegar o predicar un sermón sobre Mayordomía los sábados que se
incluya en el libro “Guíanos con tu Presencia Señor”.
c) Delegar o exponer los 10 Minutos de Mayordomía contenido en el folleto
Crecimiento Integral.
d) Promover y organizar la Semana de Mayordomía.
e) Enviar a tiempo todo informe que la Asociación/Misión necesite.
f) Presentar la Tabla Comparativa el primer sábado de cada mes ante la
Junta de bautizados.
g) Mandar una carta de felicitación a los que diezman, de igual manera a los
que diezman y están en el Plan de Dadivosidad Personal.
h) Enviar carta explicando la doctrina del diezmo a las personas que no
diezman e invitarlos a ser fieles.
i) Enviar carta explicando el plan Bíblico de las ofrendas a las personas que
diezman y no participan en el Pan de Dadivosidad Personal y a los que no
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diezman ni participan del Plan de Dadivosidad, para invitarlos a ser
generosos en la devolución del diezmo o en entregar las ofrendas.
IX. FUNCIONES ESPORÁDICAS: (M. I. 186: 20)
a) Coordinar la elaboración de un Plan de Acción basado en el de la
Asociación/Misión y del distrito.
b) Coordinar la elaboración del presupuesto anual de la iglesia,
desglosándolo en departamentos, para sugerirlo a la Junta Directiva de la
Iglesia.
c) Promover la Ofrenda de Gratitud de fin de año y organizar su recolección.
d) Organizar la Semana de Gratitud.
e) Ayudar al pastor en la organización del Día Mundial de Mayordomía.
f) Colaborar en el programa anual de orientación sobre Mayordomía.
g) Programar seminario de Finanzas Familiares.
h) Asistir a Concilios de Mayordomía programados por la Asociación/Misión.
i) Asistir a la instrucción de dirigentes.
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II. JUNTA DIRECTIVA Y SUS RESPONSABILIDADES
INTEGRANTES
PRESIDENTE: Director (a) del Departamento de Mayordomía.
SECRETARIO: Tesorero (a) de la Iglesia
a) Secretario (a) de Iglesia.
b) Dos fieles Mayordomos.
c) Director (a) de Escuela Sabática.
d) Primer Anciano o Anciano asignado.
e) El Pastor es miembro ex oficio.
FUNCIONES
1. Elaborar el Plan Estratégico del Departamento de Mayordomía.
2. Estudiar y recomendar el Presupuesto Anual de la Iglesia.
3. Evaluar la fidelidad integral de los bautizados mensualmente.
4. Organizar la Visitación Integral trimestralmente.
5. Promover y preservar la fidelidad integral de bautizados
6. Garantizar la educación de adultos, jóvenes y niños en la Mayordomía
Integral.
7. Promover y evaluar el crecimiento financiero de la Iglesia.
8. Proyectar la Iglesia hacia un Crecimiento Integral.
9. Proyectar la Iglesia hacia la Fidelidad Integral.
10. Motivar a los bautizados a participar del Plan de Dadivosidad Personal
(10%) Plan Bíblico de la Ofrenda.
11. Velar que los nuevos creyentes sean bien instruidos en la Mayordomía.
12. Organizar la Semana de Mayordomía y Gratitud.
13. Enviar cartas de felicitación a los fieles de la Iglesia.
14. Mantener al día las estadísticas de la fidelidad de la Iglesia.
15. Llenar y presentar la Tabla de Mayordomía.
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16. Calendarizar los Concilios de Mayordomía.
17. Asistir a los concilios locales, distritales y regionales.
(Mayordomía y Planeación Estratégica, División Interamericana (1995),
páginas 6 y 7, Votado por Junta Directiva de la Unión Interoceánica).
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III. CÓMO HACER FUNCIONAR EL DEPARTAMENTO
DE MAYORDOMÍA EN LA IGLESIA LOCAL
1. Lea la Descripción de Funciones del Director de Mayordomía y vuelva a pedir
la dirección de Dios en su cargo.
2. En la descripción de sus funciones , identifique los tres tipos de funciones; las
responsabilidades ordinarias que se tienen que realizar cada sábado y con
bastante frecuencia, las funciones periódicas, éstas se realizan cada mes o
cada trimestre y las funciones esporádicas que se realizan a veces cada
semestre, o una o dos veces al año.
3. En la lista de los miembros de la junta directiva de los diferentes
departamentos, identifique quiénes son los miembros de la junta directiva de
su departamento.
4. Convoque a una reunión a los miembros de la junta directiva del departamento
y léales a ellos cuáles son las funciones de dicha junta. Dichas funciones las
encontrará en la sección “Juntas Directivas y sus Responsabilidades” en la
página 10 de este libro.
5. Indíqueles a los miembros de la junta de su departamento, que juntos deben
realizar las tareas que les corresponden, por lo que se estarán reuniendo con
cierta frecuencia.
6. Empiecen por ayudar a los directores de los otros departamentos a realizar la
planificación anual. Siga las instrucciones del capítulo “Planificación
Eclesiástica” (página 38) y fotocopie los formatos de las páginas 45-53.
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7. La planificación debe reflejar la cantidad de gastos que se generará, en la
columna de “cantidad/ presupuesto.” Vea los formatos y preste atención a la
última columna del formato.
8. La suma total de los gastos y la acumulación de la suma total de los otros
departamentos irán formando el presupuesto de gastos.
9. Con la junta directiva del departamento de mayordomía, elaboren un
presupuesto sugerente para la iglesia y preséntenlo a la junta directiva de la
iglesia para su análisis. Dicha propuesta será mejorada y afinada por la junta
directiva de la iglesia. Será la junta directiva de la iglesia quien finalmente
presentará la propuesta del presupuesto a la iglesia. Para elaborar el
presupuesto sigan las instrucciones que se encuentran en el capítulo titulado
“Presupuesto de la iglesia” (Pág. 54).
10. A la par que los otros directores junto con los miembros de su junta directiva
de departamento, elaboran su plan de trabajo, la directiva de Mayordomía
debe estar elaborando su plan de trabajo anual.
11. Para elaborar el plan de trabajo, vuelvan a leer cuáles son las funciones de la
junta directiva del departamento.
12. Lean también cuáles son las responsabilidades del director, las cuales están
divididas en tres secciones:
a. Responsabilidades Ordinarias, esas actividades que se promueven o
realizan cada semana, según se indiquen en el calendario del Campo o
según quieran realizarlas en la iglesia.
b. Funciones Periódicas, las deben programar en su plan según se indiquen
en el calendario de actividades del Campo o según ustedes las quieran
realizar tomando en cuenta que son con cierta periodicidad; mensual,
bimestral o trimestral.
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c. Funciones Esporádicas. Esas las programarán según se indiquen en el
calendario del Campo o según ustedes los decidan. Normalmente se
realizan o se promueven una o dos veces al año
13. Deben tomar en cuenta al planificar que el departamento de Mayordomía es la
responsable de incrementar la espiritualidad de los creyentes y ayudarles a ser
administradores de la vida, de los talentos, del dinero, de su cuerpo y de su
tiempo. Todas las estrategias y actividades que seleccionen, deben ir
encaminados al desarrollo espiritual.
14. De la lista de las responsabilidades y funciones de la Descripción de
Funciones, seleccionen primeramente las que tienen que ver con mejorar la
vida espiritual de los miembros en particular y convertirlas en estrategias para
reflejarlas en la planeación.
15. En segundo término seleccionen lo que tiene que ver con la espiritualidad de la
iglesia en general, de igual manera refléjenlo en la planeación y realícenlo en
las fechas indicadas.
16. Como tercer punto, seleccionen para reflejar en su planeación las actividades
que les servirán como estrategias que tienen que ver con la administración de
la vida y el cuidado del cuerpo para enfatizarlo durante el año. Coordinarse con
el Ministerio de la Salud.
17. Seleccionen de la descripción de funciones las actividades que les servirán
como estrategias que tienen que ver con el uso de los dones. Promuevan que
los hermanos desarrollen sus dones en el servicio de la iglesia en algún cargo
o como Asistentes en el Grupo Pequeño
18. Seleccionen las actividades que les servirán como estrategias en la
administración del tiempo, haciendo énfasis en el tiempo que se dedica al
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Señor diariamente para la comunión personal, para el servicio y el descanso
del día de reposo.
19. Elijan las actividades que les servirán como estrategias en lo que tiene que ver
con la administración del dinero. Enfaticen la devolución fiel de los diezmos, la
adoración por medio de las ofrendas en el Plan de Dadivosidad Personal y la
participación en las ofrendas de primicias. Lea más información de las
secciones “Teología del Diezmo” y “Teología de las Ofrendas” en las páginas
102 y 143.
20. Vuelvan a leer la descripción de funciones del departamento y asegúrense que
han incluido las actividades que se le asignan en la descripción de sus
funciones.
21. Elabore un calendario de las actividades del departamento, este calendario se
deriva de la columna de “Fecha” del formato de Planeación y asegúrense que
no chocan las actividades con las programadas en el calendario del Campo.
22. En coordinación con la junta directiva del departamento vayan realizando lo
que está calendarizado según vayan avanzando los meses.
23. Reúnanse con la junta directiva una vez al mes o por lo menos una cada
trimestre para evaluar los logros y planificar en detalle lo que se realizará en
los meses o trimestre futuros.
24. Llenen el informe trimestral del departamento que se envía a la oficina de la
Asociación/Misión.
25. Algunos eventos que el departamento promueve y que deben planificarse con
sumo cuidado y suficiente anticipación son: El mes de la Mayordomía, la
Semana de Gratitud, la Visitación Integral.
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IV. CÓMO TRABAJAR MAYORDOMÍA CON GRUPOS
PEQUEÑOS
LA FUNCIÓN DE LOS LÍDERES DE GRUPO PEQUEÑO EN EL PLAN DE
REAVIVAMIENTO Y REFORMA DE LA IGLESIA
I. Los líderes de grupo pequeño participan en el Plan de Reavivamiento y
Reforma que promueve el departamento de Mayordomía.
El departamento de Mayordomía promueve el reavivamiento y la reforma de los
miembros de la iglesia, así como el crecimiento integral de los mismos.
Los líderes de grupo pequeño son el eje sobre quienes se basa el desarrollo
espiritual de los miembros. El crecimiento de los líderes y su buen funcionamiento
depende del pastor. El involucramiento de los miembros en las actividades de la
iglesia depende de los líderes.
LÍDERES CORPORATIVOS
Los líderes en posiciones de dirección, que por la naturaleza de su función pasan en
buena medida más tiempo distanciados de la mayoría de los miembros, son los
responsables de que la organización como tal mantenga la visión, se dedique al
cumplimiento de su misión dentro del marco de los valores y seleccionen las
estrategias para conseguir los objetivos.
LÍDERES LOCALES
Los líderes locales que por la naturaleza de su función están más cerca de las
personas, son en buena medida los responsables de la condición de ellos. Los
líderes más próximos a los miembros se le han entregado la facultad de inspirarlos,
influenciarlos y ponerlos en condiciones de actuar.
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La encarnación de Jesús es el ejemplo de ese fenómeno, el cielo tuvo que enviar a
Jesús (Juan 16:5) para estar más cerca de los hombres. La distancia provocada por
el pecado entre la divinidad y la humanidad es grande, por ello “se hizo carne y vivió
entre nosotros” (Juan 1:14), “Por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él
también participó de lo mismo” (Hebreos 2:14), “Por eso debía ser en todo
semejante a sus hermanos” (Hebreos 2:17). Así que el Hijo vino a interactuar con la
humanidad mientras que el Padre permaneció en el cielo manteniendo el destino de
su creación. En el modelo de la oración, el hijo se ubica en la tierra e invoca a su
Padre “…que estás en los cielos” (Mat. 6:9, 27:46). El ejemplo de la trinidad indica
que en el liderazgo las funciones ubican a unos cerca y a otros distantes físicamente
de las personas.
Los líderes de los grupos pequeños no sólo tienen que ver con Escuela Sabática,
Ministerio Personal y Mayordomía sino con todos los departamentos y con el
desarrollo integral de la iglesia y de los miembros en particular.
II. Cuatro responsabilidades de los líderes en el crecimiento integral de los
miembros
1. Participar como miembro de la Comisión de Visitación.
2. Visitar mensualmente a los miembros fortaleciendo su fidelidad y crecimiento
espiritual.
3. Dirigir el nombramiento del Asistente de Mayordomía del grupo pequeño y de los
otros oficiales.
4. Responsabilizarse del folleto Crecimiento Integral e indicar el momento en que
debe ser expuesto por el asistente correspondiente.
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III. Responsabilidades del Asistente de Mayordomía.
1. Dar lectura en el grupo pequeño a la hora indicada al tema de los diez
minutos de mayordomía contenido en el folleto Crecimiento Integral, publicado
por la Asociación/Misión. Cada primer sábado del mes (a partir de julio 2008)
2. Conocer y practicar los principios bíblicos de mayordomía para apoyar al
director del departamento en la educación de los miembros del grupo
pequeño.
3. Promover:
a) La devolución de los Diezmos. Concientizar a todos los miembros a devolver
la décima parte de los ingresos.
b) La entrega de las Primicias. Es la expresión máxima de reconocimiento de
Dios como proveedor y sustentador al devolverle lo primero y lo mejor como una
ofrenda.
c) Plan de Dadivosidad Personal. Consiste en promover que todos los miembros
del Grupo pequeño hagan un pacto con Dios de ofrendar de manera sistemática
un porcentaje igual, menor o mayor al diezmo. El 60% de esta ofrenda servirá
para sostener los gastos de la iglesia. Un 20% será enviado a la Conferencia
General para sostener las misiones en el mundo y el 20% restante se enviará
para el desarrollo de la asociación. (campamento, escuelas, construcción de
templos y otros proyectos de crecimiento). Los miembros que sostienen la causa
del Señor ofrendando un porcentaje mayor o igual al diezmo, no deben sentirse
obligados a ofrendar en las noches de culto, escuela sabática, sociedad de
jóvenes o culto divino, debido a que hacen una sola entrega sistemáticamente.
d) Ofrenda del décimo tercer sábado. Un 20% del total de las ofrendas de cada
persona se envía para sostener las misiones mundiales, sin embargo, en todas
las iglesias a nivel mundial hay un énfasis especial de ofrendar para necesidades
específicas en alguna región del mundo y que se indican en la contraportada
interna del folleto de escuela sabática y en el relato misionero.
e) Ofrendas de cumpleaños. Esta es una ofrenda especial de agradecimiento por
los días de vida que Dios concede.
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f) Fondo de inversión. Es la manera como los cristianos invierten una cantidad en
algún proyecto o plan con su Señor. En esta inversión se convierte a Dios en un
socio.
g) Ofrenda de Gratitud. Es la expresión de gratitud que un cristiano le hace a su
Señor por las bendiciones recibidas durante el año. Esta ofrenda se entrega en la
fecha programada en el calendario de actividades, normalmente es a fin de año.
h) Ofrendas y Diezmos infantiles. (Este mismo principio se sigue para
personas dependientes).
Por lo regular los niños reciben recursos de por lo menos tres formas:
a) Gastos específicos. (lonche escolar, útiles escolares, accesorios personales,
etc.)
b) Dinero como regalo, premio o recompensa.
c) Pagos por servicios realizados:
1. Lo que se recibe como regalo, premio, recompensa o pagos por servicios,
constituyen los fondos que el niño ha de administrar
2. Los niños diezmarán y ofrendarán de los recursos que reciban como un
ingreso a administrar de manera personal. Lo importante es enseñar a los
niños el principio de diezmar y ofrendar de sus ingresos personales, no una
cantidad que recibe de sus padres.
3. El dinero que reciban para gastos específicos no está sujeto a diezmarse y
ofrendarse.
4. No deben de diezmar u ofrendar una cantidad o porcentaje derivada del
diezmo o del porcentaje que los padres han pactado ofrendar. Los
porcentajes no son compartibles. (Porcentaje del porcentaje)
5. Las ofrendas son personales tal como el diezmo no es de carácter colectivo
6. Se hará énfasis en los niños para sostener las misiones mundiales
enseñándoles que un 20% de sus ofrendas se destina a las misiones
7. Se enseñará a los niños a sostener el desarrollo del campo al que
pertenecen explicándole que otro 20% de sus ofrendas se convierten en
Plan de Desarrollo.
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8. Se enseñará a los niños a sostener su iglesia local mediante el 60% de su
ofrenda
IV. Evolución de los Diez Minutos de Crecimiento Integral.
Inicia como diez minutos de mayordomía.
1. Hasta antes de 1999 el director del departamento de mayordomía de la iglesia
local se encargaba de dar lectura a los diez minutos de mayordomía cada primer
sábado de 10:40-10:50, utilizando la revista Avanzad y Jornada 2000.
2. Del año 2000 a noviembre del 2004 la Unión del Sur, – a la que pertenecíamos-
adoptó el plan de enfatizar de manera integral el desarrollo de todos los
departamentos de la iglesia. Se optó por publicar en cada campo el folleto
Crecimiento Integral, en el que se incluiría temas de 10 minutos que pudiera
satisfacer diferentes necesidades de la congregación local con respecto a cada
departamento.
La lectura de los temas de los 10 minutos de mayordomía lo haría el líder de
cada Grupo pequeño, el primer sábado de cada mes de 10:35-10:45.
3. El año 2005 en los planes de trabajo de la Unión Interoceánica se adoptó la
modalidad de que cada célula (denominado así el Grupo pequeño anteriormente)
nombrara un Asistente de Mayordomía que se hiciera cargo de promover lo que
se ha descrito anteriormente en el punto III. Desde entonces cada Grupo
pequeño debe nombrar entre otros oficiales al Asistente de Mayordomía
El plan actual se reafirmó el 08 de abril del 2009 en un concilio Consultivo de
Presidentes, y Departamentales de Mayordomía, Escuela Sabática y Jóvenes de los
campos y de la Unión Interoceánica.
a. ¿En qué consisten los Diez Minutos de Crecimiento Integral?
Los diez minutos de crecimiento integral son una serie de pequeños temas que se
deben leer en diez minutos, estos temas promueven el desarrollo de la iglesia en
general y el crecimiento de los miembros impulsados por todos los departamentos.
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b. ¿A qué hora debe dársele lectura a los temas llamados Diez Minutos de
Crecimiento Integral?
La hora de la lectura es de 10:35-10:45.
c. ¿Quién indica el momento y quién debe darle lectura en cada Grupo
pequeño?
El Asistente de Mayordomía hará la lectura en su Grupo pequeño, en el momento
que el líder indique.
d. ¿Cómo y cuándo se nombra al asistente de mayordomía y los otros
asistentes?
En la semana de compromiso (etapa de implementación). O el primer sábado del
año eclesiástico, al inicio de cada trimestre, en cualquier sábado inmediatamente
después de haber recibido o leído la presente instrucción, en cualquier reunión del
Grupo pequeño, el líder debe pedir a los miembros que propongan el nombre de
una persona para fungir como el Asistente de Mayordomía (nombrar también a los
otros oficiales).
e. ¿Dónde se consiguen esos pequeños temas?
A los líderes se les entrega un ejemplar trimestralmente del Folleto Crecimiento
Integral que es editado por la Asociación/Misión. Los temas se incluyen también en
el libro Guíanos con tu Presencia Señor.
f. ¿Qué materiales contiene el folleto Crecimiento integral?
Contiene seis elementos esenciales:
a. 10 minutos de crecimiento integral,
b. Temas de estudios bíblicos semanal de evangelismo,
c. Dinámicas de confraternización,
d. Cronograma de actividades de los grupos pequeños.
e. Lecciones de Dialogo para Sociedad de Jóvenes
f. Talleres Ministerio Infantil
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V. La Comisión de Visitación Integral.
a) Formar la Comisión de Visitación Integral, compuesta por los miembros de La
Junta Directiva de la Iglesia, La Comisión de Mayordomía y Líderes de Grupos
Pequeños.
b) La Comisión de Visitación Integral visitará una vez al mes a todos los miembros
en sus hogares, lo hará con una dimensión más amplia de la visita, a lo que se
llama Visitación Integral.
VI. Visitación Integral.
Ahora la Visitación Integral incluye elementos vitales en la vida y práctica cristiana
que la Comisión de Visitación Integral debe enfatizar:
1. Motivar a cada familia a vivir una vida centrada en Dios y de comunión personal y
adoración congregacional (1 Juan 5:11; Hech. 2:47)
2. Fortalecer el espíritu de servicio (Jos. 24:15)
3. Invitar a que celebren el Culto Familiar, o si viven solos, su devoción personal,
estudiando el año bíblico, el folleto de escuela sabática y el matinal (Juan 5:39).
4. Renovar el deseo de preparación para la Segunda Venida de Jesús (Heb. 10:35-
37).
5. Invitar a congregarse en el templo a tiempo los domingo, miércoles y viernes que
son noches de culto, así como a la Escuela Sabática y Sociedad de Jóvenes
(Heb. 10:25)
6. Motivar a que asistan puntuales a los cultos y programas de la iglesia (Hechos
2:46)
7. Agradecerles si están devolviendo sus diezmos e invitarlos a que continúen, o si
no lo devuelven, enseñarles en breve repaso la doctrina del diezmo, invitándolos
a practicarlo (Mal. 3:8-12)
8. Agradecerles si están en el Plan de Dadivosidad Personal u Ofrenda Total. Si no
lo están, invitarlos a unirse al plan (2 Cor. 8:1-7; Mar. 12:41-44)
9. Orar con ellos y por sus necesidades (Hechos 12:5)
10. Dejar en las mentes de los visitados la promesa de que Dios suplirá todas
nuestras necesidades, conforme a su gloriosa riqueza. (Filipenses 4:1)
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VII. Esquema de visitación.
Las visitas a los hogares de los miembros del grupo pequeño deben realizarse sin
que sean necesarias por lo menos una vez al mes, aún cuando el miembro participe
de las reuniones del grupo pequeño y aparentemente esté en buenas condiciones
espirituales.
1. El Pastor visitará a los miembros de la Junta Directiva y Líderes de grupos
pequeños.
2. Ancianos/Directores de Iglesia, (Encargados) Directores de Escuela Sabática,
Ministerio Personal y Mayordomía; visitarán a los líderes de los grupos
pequeños.
3. Los líderes de los grupos pequeños visitarán a los miembros una vez por mes.
4. Miembros de los grupos pequeños visitarán intereses y miembros ausentes cada
semana.
5. Cuando un miembro falta a la reunión del grupo pequeño o de la iglesia, el líder
debe comisionar inmediatamente a dos hermanos para visitarlo, esto le ayudará
al miembro a sentir que es tomado en cuenta no sólo por el líder, sino también
por los compañeros. Los que hicieron la visita experimentarán un sentimiento de
solidaridad que les ayudará espiritual y emocionalmente. – primera visita.
6. Si el miembro en cuestión no ha reiniciado su asistencia a las reuniones después
de la visita de los hermanos, será el momento para que el líder realice otra visita,
es decir la segunda visita para el miembro.
7. Si después de la segunda visita aún no reinicia su asistencia, entonces el líder del
grupo pequeño solicitará al director de Escuela Sabática que lo acompañe a
realizar una tercera visita.
8. Una cuarta visita se realizará acompañado del anciano o de los encargados de
la iglesia.
9. Si es necesario una quinta visita por el pastor. En muchas ocasiones el
miembro del grupo pequeño se recuperará antes de la cuarta o quinta visita. Sin
embargo el miembro que experimentó esas visitas sentirá que la iglesia tiene
interés por su salvación y bienestar espiritual.
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Las visitas al hogar incrementan el grado de sentido de pertenencia del miembro y
fortalecen su arraigo a la iglesia.
VIII. Cómo hacer la visitación.
A. Todos los miembros necesitan ser visitados aunque aparentemente no lo
necesiten.
B. Las formas y los propósitos para realizar una visita pueden variar dependiendo de
la condición de los miembros.
C. La asimilación de los principios bíblicos y la conformidad con las normas de la
iglesia ubican a los miembros en diferentes condiciones; ya sea regular o
irregular.
D. Podríamos definir que un miembro regular es un hermano cuyo nombre aparece
en los registros de la feligresía de una iglesia y su vida está en armonía con los
principios bíblicos y con las normas de la misma.
E. Las razones por la que un miembro puede ser irregular y no necesariamente
significa que no vive en armonía con los principios bíblicos son:
a. El nombre del hermano fiel no aparece en los registros del libro de
secretaría.
b. El hermano que ha sido puesto en censura temporal.
1. Miembros regulares de asistencia frecuente: Son todos los hermanos que sus
nombres aparecen en el libro de feligresía y sus vidas están en armonía con los
principios bíblicos y con las normas de la iglesia.
2. Miembros regulares de asistencia esporádica: Cuyos nombres están en los
registros de feligresía y sus vidas están en armonía con los principios bíblicos y
con las normas de la iglesia pero asisten muy poco a la iglesia. Entre ellos
algunos enfermos, hermanos sin recursos para pagar su pasaje, jóvenes
desanimados, cónyuges recién convertidos, los fríos y desanimados espirituales.
3. Miembros regulares sin asistencia: Cuyos nombres se encuentran en los
registros de la iglesia y sus vidas están en armonía con los principios bíblicos y
con las normas de la iglesia, siguen siendo fieles pero por imposibilidades reales
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no asisten a la iglesia. Entre ellos; hermanos ancianos, enfermos, hermanos sin
recursos para pagar su pasaje, menores de padres inconversos, hermanos de
cónyuges no adventistas y hermanos privados de su libertad, los fríos y los
desanimados espiritualmente.
4. Miembros irregulares de asistencia frecuente: Cuyos nombres no se
encuentran en los registros de la iglesia o sus vidas no están en armonía con los
principios bíblicos y con las normas de la iglesia por lo que están puestos en
censura, pero que asisten a la iglesia frecuentemente.
5. Miembros irregulares de asistencia esporádica: Cuyos nombres no se
encuentran en los registros de la iglesia o sus vidas no están en armonía con los
principios bíblicos y con las normas de la iglesia por lo que están puestos en
censura, su asistencia es esporádica.
6. Miembros irregulares sin asistencia: Cuyos nombres no se encuentran en los
registros de la iglesia o sus vidas no están en armonía con los principios bíblicos
y con las normas de la iglesia por lo que están puestos en censura y además no
asisten al templo.
7. Ex miembros: Son aquellos que fueron excluidos de la feligresía y que pueden
estar asistiendo frecuentemente, esporádicamente o no asisten definitivamente.
Como es obvio, todos estos hermanos requieren diferentes formas de visitación y
con diferentes propósitos.
IX. Visitación y recuperación de ex adventistas.
1. Ore antes y durante la visita. Busque llenarse del Espíritu Santo, su sabiduría y el
amor de Cristo por este ex miembro.
2. Ciertas cosas que debe recordar al visitar al ex adventista del séptimo día:
a) No argumente – usted es un testigo.
b) No se defienda, ni a cualquier otra persona, ni a la iglesia.
c) Usted no es el defensor. Defender lo convierte en aliado del causante del
dolor que la persona ha sentido.
d) No sermonee a la persona diciéndole que mire a Jesús y no a las personas.
Manual de Mayordomía
26
3. Estudie cualquier información que tenga respecto a la persona, ejemplo: el motivo
por el cual fue excluido de la iglesia, edad, sus interese, etc.
4. La primera visita:
a) Puede ser de poco tiempo.
b) Sea cordial, tenga tacto, sea gentil, no presione.
c) Preséntese como miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
5. Si no es conocido, tal vez quiera usar FORT (familia, ocupación, religión,
testimonio).
a) En la parte de “religión” diga “cuénteme algo acerca de su experiencia
religiosa”. Si esta información no fue dada en el tema “familia”, pregunte:
¿Sus padres fueron adventistas del séptimo día?, ¿estudió en la escuela
adventista?, ¿cuántos años?, ¿con quién se casó?, ¿adventista?
6. Para ayudar a rememorar el pasado con alegría, pregunte:
a) ¿Quién lo (la) bautizó?
b) ¿Se sintió feliz?
c) ¿Fue responsable por algún cargo en la iglesia?
d) ¿Cuál de ellos le dio mayor alegría?
7. ¿No le importaría contarnos qué fue lo que causó su alejamiento?
a) Exprese aprecio por la honestidad, no refute o argumente. Esta información
me ayudará a ayudar a otros.
8. ESCUCHE. Si fue tratado incorrectamente, no tome partido. Después que él
termine de conversar, podrá decir:
a) Hermano (a) __________(nombre de la persona), ¡qué pena! Siento mucho
haber escuchado esto. Supongo que si yo hubiese sido tratado de la misma
forma, es probable que yo me sentiría tan mal como usted.
b) En nombre de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, le pedimos sinceramente
disculpas.
c) De lo más profundo de mi alma, le pido nos perdone. De una cosa tengo
seguridad y es que Dios lo ama.
9. ¿Puedo hacerle una pregunta?
Manual de Mayordomía
27
¿Aun cree que el mensaje que la Iglesia Adventista enseña, es el mensaje que
Dios tiene para el mundo?
10. ¿Recientemente, pensó en regresar a la iglesia?
11. Invítelo a regresar y haga todo lo posible para ayudarlo. Necesita ayudarlo a leer,
estudiar, orar y escuchar, para que el Espíritu Santo hable a su corazón y
fomente el deseo.
-Si expresó deseo por regresar:
a) Planee llevarlo a su clase de la Escuela Sabática.
b) Juntos tengan el culto de puesta del sol.
c) Ore con y por él.
d) Deje alguna cosa para que lea, como las revistas: Vida Feliz, Juventud, Cómo
conocer a Dios, Enfoque, Expresión joven, etc.
-Si no está listo para regresar, encuentre un motivo para visitarlo nuevamente.
Siempre ore al continuar las cuatro visitas sugeridas a continuación:
a) En la primera visita: deje la revista Enfoque o un pequeño libro sobre el
Espíritu de Profecía. Diga “me gustaría tener su opinión con relación al tema”.
b) Segunda visita: regrese y pregunte si le gustó el libro, ¿qué pensó al
respecto? Deje otro libro o video, y diga que regresará por el mismo la
próxima semana. Préstele algún video producido por la iglesia.
c) Tercera visita: ¿qué le parecieron las historias que vio?, ¿ya se sintió como la
persona de la historia? Haga un llamado de acuerdo a la respuesta. Préstele
otro video.
d) Cuarta visita: Lleve la revista Juvenil, la lección de Escuela Sabática, etc., y
ofrézcale una suscripción por un año. Haga un llamado, “me gustaría
acompañarlo (a) a las _____hrs. a la Escuela Sabática, el próximo sábado y
también invitarlo a comer juntos.
e) Haga planes para que los miembros que pasaron por la misma experiencia lo
visiten.
f) Ore – trabaje, ore – trabaje, ¡Dios le bendecirá!
Manual de Mayordomía
28
X. Módulos del Crecimiento Integral en la vida del creyente.
“En él, todo el edificio, bien coordinado va creciendo para ser un templo santo en el
Señor” Efesios 2:21
1. Crecimiento en la comunión con Jesús (Juan 15:5,Salmos 16:11,Marcos 3:14)
a. Leyendo diariamente su Biblia Apoc. 1:3, Mat. 6:33
b. Orando permanentemente Sal. 5:3, 1Tes. 5:17, Sal. 141:2, Luc.18:1
c. Celebrando el culto familiar Deuteronomio 6:6,7
d. Celebrando la devoción personal Sal 5:3
e. Participando en el lavamiento de los pies y la Santa Cena 1Cor 11: 24 y 26
2. Crecimiento en el servicio. Filipenses 2:17
a. Comprometerse al servicio de Dios y de su iglesia Apocalipsis 2:19
b. Consagrar los talentos al Señor Romanos 12:1
c. Participación en la testificación Mat. 28:19
d. Recibir capacitación para desempeñar responsabilidades eclesiásticas Efesios
2:20-22
3. Crecimiento en la adoración. Juan 4:23 y 24
a. Asistir puntualmente a la iglesia las noches de culto 1 Juan 1:1-3
b. Asistir puntualmente a la Escuela Sabática, Culto Divino, Sociedad de Jóvenes
Hebreos 10:25
c. Asistir a las semanas de oración y reavivamiento espiritual Salmos 84:10
4. Crecimiento financiero personal y en fidelidad. Deuteronomio 28:11-14
a. Devolver los diezmos Malaquías 3:10
b. Ofrendar por medio de un pacto, sistemáticamente en el PDP Éxodo 35:29,
2Corintios 2:7
c. Participar en la entrega de las primicias Deuteronomio 26:1-11
Manual de Mayordomía
29
5. Crecimiento en asimilar el señorío de Dios en la vida personal. Jueces 8:22
y 23, Luc.12:31
a. Aceptar su señorío en mi vida Lucas 1:38
b. Aceptar su señorío en nuestra vida Familiar Josué 24:15
c. Aceptar su señorío en mi vida laboral Efesios 6:5-9
d. Aceptar su señorío en mi vida social Efesios 4:17-24
XI. Una perspectiva bíblica del Diezmo.
1. El Diezmo es una idea que surge en la mente de Dios.
El Señor dijo a Moisés: "Di a los Israelitas… Todo el diezmo de la tierra, así de
semillas como del fruto de los árboles, es de Jehová. Es cosa sagrada del Señor.
Levítico 27:1, 2, 30
2. Todo ser humano debe devolver a Dios lo que le pertenece.
"¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Y preguntáis:
'¿Qué te estamos robando?' Los diezmos y las ofrendas."
"Maldito sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me está robando."
Malaquías 3:9,10
3. Se diezma de todos los ingresos.
"Todo el diezmo de la tierra, así de las semillas de la tierra como del fruto de los
árboles, es de Jehová. Es cosa sagrada del Señor.
Todo el diezmo de las vacas y las ovejas, es decir, cada décima cabeza que pasa
bajo la vara, será consagrada a Jehová." Levítico 27:30,32
4. Primero recibimos de Dios las bendiciones, luego devolvemos el diezmo.
"…Y de todo lo que me des, sin falta el diezmo lo apartaré para ti". Génesis 28:22
Manual de Mayordomía
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5. Devolver el diezmo no es opcional.
"Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo
cada año." Deuteronomio 14:22 (versión Reina Valera 1960)
6. Dios ha designado un lugar para entregar el diezmo.
"Y al lugar que el Eterno vuestro Dios elija para morada de su Nombre, allí
llevaréis vuestros holocaustos y sacrificios, vuestros diezmos y ofrendas, y todo lo
selecto de vuestros votos que hayáis prometido al Eterno." Deuteronomio 12:11
7. Advertencia para quien no devuelve el diezmo.
“...Pues vosotros me estáis robando. Maldito sois con maldición porque vosotros,
la nación toda, me estáis robando” Malaquías 3:8 y 9.
8. Promesas de Dios para los que le devuelven lo que a Él le pertenece.
“Así el Eterno tu Dios te bendecirá en todo lo que emprendas”
Deuteronomio 14:29.
“Y os abriré las ventanas de los cielos y vacío sobre vosotros bendiciones hasta
que sobreabunde” Malaquías 3:10
9. Cómo diezmar.
1.- Antes de hacer uso de su dinero, primeramente, aparte el 10% de sus
ingresos, sueldo o ganancia.
2.- Solicite en la iglesia un sobre para depositar el diezmo
3.- Escriba la cantidad y llene los datos.
Manual de Mayordomía
31
Desde nuestro punto de vista meramente humano, todos nuestros ingresos pasan a
formar parte de nuestra propiedad, ya que son el resultado de nuestro trabajo y
esfuerzo. Lo cierto es que, aunque el 10% viene en un paquete junto con el otro
90%, lo único que se nos ha entregado para administrarlo es el 90%, el otro 10%
debe ser devuelto a su Dueño.
Aplicación del diezmo bíblico
a) La instrucción bíblica requiere diezmar todo el producto de la tierra. Es mediante
el cultivo de la tierra que Dios otorga bendiciones a su pueblo.
b) El diezmo bíblico incluye hortalizas, leguminosas, cereales, tubérculos y los
frutos. Además todo el rebaño de vacas, de ovejas y todas las aves.
c) El diezmo se aplica a toda la cosecha de cada producto. El diezmo bíblico no está
basado en lo que se vende, sino más bien en las bendiciones recibidas, aunque
no se vendan; pero se usan para el consumo familiar.
d) Israel era una sociedad agrícola-ganadera, por eso Dios les da indicaciones en
términos de su contexto. Hoy somos una sociedad industrial, informática y de
comunicación, en el que los hombres generan sus recursos como empleados,
auto empleados, propietarios de negocios, ganaderos, agricultores y
profesionistas independientes. Las indicaciones de Dios siguen siendo válidas en
contextos diferentes.
e) Definición del diezmo bíblico: Es la décima parte que Dios ha reservado para sí y
que se devuelve al Creador, de todos los ingresos, salarios, utilidades,
donaciones, rebaños y cosechas.
f) Qué no es diezmo bíblico:
- Diezmar sólo de la porción vendida.
- Diezmar sólo de animales vendidos.
- Diezmar sólo de aves vendidas.
- Diezmar un solo ingreso cuando se recibe más.
Manual de Mayordomía
32
“Tal como lo hizo Abraham, hay que devolver el diezmo de todo lo que se posee y de
todo lo que se recibe” (CMC 71).
Decisión:
1) Acepto y reconozco el diezmo como un requerimiento divino.
2) Con la ayuda de Dios, practicaré la devolución del diezmo bíblico hasta la venida
del Señor.
XII. Una perspectiva bíblica de las Ofrendas.
1. ¿Quién es el autor de las ofrendas?
-Cristo el Eterno, y fue también la primera ofrenda (1ª Pedro 18:20 y Gén. 4:3,4).
2. ¿Qué es la Ofrenda Bíblica?
-Es un regalo, un don, un presente que se ofrece al Señor, al Creador. Éx. 35:21
-Acto de generosidad y gratitud hacia el Dios de las bendiciones. Sal. 56:12,
104:13-15,27,
-Es la respuesta del alma a la presencia divina. Éx. 35:29
-Es un acto de adoración al Dios soberano y reconocimiento de su derecho sobre
nosotros por la creación y la redención. Mateo 2:11, Sal 96:1-12
3. ¿Es la ofrenda un requerimiento divino igual al diezmo?
-Sí. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me robáis. Y decís, ¿en qué te
hemos robado?, en vuestros diezmos y ofrendas. (Mal. 3:7, Deut. 26:16).
“Si la ley requería diezmos y ofrendas hace miles de años, ¡cuánto más
esenciales son éstos ahora! Si en la economía judía los ricos y los pobres debían
dar sumas que estaban en proporción con lo que poseían, es doblemente
esencial que se haga esto ahora”. MC 73,70.
Manual de Mayordomía
33
4. Características de las ofrendas.
a. Las Ofrendas deben ser generosas.
“Que en medio de una gran prueba de tribulación, su rebosante gozo y su
extrema pobreza desbordaron en riquezas de generosidad.
Pues con agrado dieron conforme a sus fuerzas, y aun sobre sus fuerzas.
Y nos pidieron con insistencia que aceptásemos el favor de este servicio en
bien de los santos.
Y no hicieron como esperábamos, sino que se dieron a sí mismos primero al
Señor y a nosotros por la voluntad de Dios.” 2 Cor. 8:2-5
b. Sin defecto.
“El cordero será sin defecto...” Éxodo 12:5
c. Planeadas en casa. No espontáneas, no producto del impulso. Cada padre de
familia en acuerdo con su esposa e hijos separarán un porcentaje de sus
ingresos para ofrendar. "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros
ponga aparte algo, según haya prosperado" (1 Cor. 16: 2).
d. Sistemáticas. Con una frecuencia constante, no cada que se tiene ganas o se
recuerda. El porcentaje que cada padre de familia o persona decidió separar,
deber ser de acuerdo a las bendiciones que recibe, y según la frecuencia de sus
ingresos (diario, semanal, mensual o cada cosecha). "Cada primer día de la
semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1
Cor. 16: 2).
e. Es proporcional a lo que se prosperó o recibió. Se refiere a un porcentaje.
Aquí opera el principio de la proporcionalidad"…ponga aparte algo, según haya
prosperado”. (1Cor. 16:2)
1. Es decir un porcentaje del ingreso no una cantidad del ingreso.
2. Las ofrendas también deben ser en porcentaje al ingreso.
3. Puede ser un porcentaje mayor al diezmo, menor al diezmo, o igual al diezmo.
Manual de Mayordomía
34
f. Se ofrenda un porcentaje en base a una promesa o pacto.
“Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad;
porque Dios ama al que da con alegría” 2 Cor 9:7
1. “Como propuso” Indica que hay que hacer una promesa a Dios, un pacto de
compromiso.
2. Los cristianos deben hacer un pacto de ofrendar cierto porcentaje de sus
ingresos. El porcentaje puede ser Igual, menor o mayor al diezmo.
g. A la forma de ofrendar bíblica que se hace por medio de una promesa en
base a un porcentaje, según lo hemos visto en los textos anteriores, lo hemos
denominado Plan de Dadivosidad Personal.
5. Plan de Dadivosidad Personal.
a. Plan: Es un método a seguir “cada primer día de la semana” (1 Cor. 16:2) no es
improvisado.
b. Dadivosidad: Porque al dar manifestamos nuestra dadivosidad a Dios. “De todo
varón que diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda” (Éxodo 25:2).
c. Personal: Por lo que las ofrendas son entregadas por cada uno, “Cada uno con la
ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado
(Deut. 16:17)
6. ¿Qué porcentaje debo ofrendar?
Para definir el porcentaje debe consultarse a Dios en oración.
A. “Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad;
porque Dios ama al que da con alegría.” 2 Cor 9:7, puede ser mayor, menor o
igual al porcentaje del diezmo.
XIII. Introducción al Plan de Dadivosidad Personal.
1. ¿Qué es el Plan de Dadivosidad Personal?
A la forma de ofrendar bíblica que se hace por medio de una promesa en base a un
porcentaje, se ha denominado Plan de Dadivosidad Personal. Debido a que la
Manual de Mayordomía
35
dadivosidad es planificada y es personal. Tradicionalmente las ofrendas se habían
entregado sueltas y esporádicas, no se han entregado de forma sistemática en las
reuniones o cultos de la iglesia. Con el Plan de Dadivosidad Personal las ofrendas se
concentran en una sola y se entregan con la misma frecuencia con la que se
devuelven los diezmos.
2. ¿Qué beneficios conlleva el ofrendar en el PDP?
Al ofrendar en el Plan de Dadivosidad Personal, usted provee para:
a. Las necesidades de la iglesia local.
b. Sostener el desarrollo de los templos, escuelas y campamentos entre otros, de su
Asociación o Misión.
c. Sostiene las misiones mundiales.
3. ¿Qué ofrendas están cubiertas por el Plan de Dadivosidad Personal?
Las siguientes ofrendas están incluidas en el PDP
a. Ofrendas de noches de culto.
b. Ofrendas de Soc. de Jóvenes.
c. Ofrendas de Esc. Sabática.
d. Ofrendas de culto divino.
e. Ofrendas de Décimo Tercer Sábado
Las personas que ofrendan en el Plan bíblico de porcentajes, (PDP) tienen la
opción de no entregar sus ofrendas de a “poquito” durante la semana debido que
hacen una sola entrega.
4. ¿Qué ofrendas no están cubiertas por el Plan de Dadivosidad Personal?
Ciertas ofrendas que por la naturaleza de las mismas no se incluyen en el PDP
a. Fondo de Inversión.
b. Cumpleaños.
c. Primicias.
d. Ofrendas especiales.
Manual de Mayordomía
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e. Las ofrendas mencionadas se entregan con propósitos definidos por el
dador.
5. ¿Pobres y ricos deben ofrendar en el mismo plan?
Sí, en la economía judía los ricos y los pobres debían dar sumas que estaban en
proporción con lo que poseían, es doblemente esencial que se haga ahora. Mal. 3:7
y M. C. 73.
6. ¿De dónde se calculan las ofrendas del PDP?
Base para calcular las ofrendas en el PDP
El porcentaje de la ofrenda se calcula de la misma cantidad de la que se calcula el
diezmo (del ingreso total). No de la cantidad restante después de diezmar.
XIV. Distribución de las Ofrendas en el Plan 60-20-20
1. ¿Cómo distribuye el tesorero las ofrendas?
El Plan 60-20-20, es la fórmula mediante el cual los tesoreros de las iglesias de toda
la Unión Interoceánica, deben distribuir las ofrendas. Para su uso en la iglesia local
el 60%, 20% servirá para el plan de desarrollo y el 20% para sostener las misiones
mundiales.
2. ¿Qué ofrendas se incluyen en esa distribución 60-20-20 que el tesorero
hace?
a. Las Ofrendas del plan de Dadivosidad Personal.
b. Ofrendas de Culto Divino.
c. Ofrendas de cultos regulares.
d. Ofrendas de Escuela Sabática.
e. Ofrendas de Decimo tercer sábado.
f. Ofrendas de Cumpleaños.
g. Fondo de Inversión.
h. Ofrendas de Sociedad de Jóvenes.
Manual de Mayordomía
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3. ¿Qué ofrendas no incluye el tesorero en la distribución 60-20-20?
a. Primicias
b. Ofrendas especiales que el dador destinó para un propósito.
4. ¿Cómo se usan y que fin llevan las ofrendas?
a. 60% Para satisfacer las necesidades de la iglesia local.
b. 20% Para sostener el desarrollo de los templos, escuelas y campamentos entre
otros, de su Asociación/Misión.
c. 20% Sostener las misiones mundiales.
¿Debo hacer mi pacto?
“Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad;
porque Dios ama al que da con alegría.” 2 Cor 9:7
“Como propuso” Indica que hay que hacer una promesa personal a Dios, un pacto
de compromiso.
Por eso es que los cristianos hacemos un pacto de ofrendar cierto porcentaje de
nuestros ingresos. (Igual, menor o mayor al diezmo)
Señor, Gracias por proveernos tantas bendiciones y capacidades de generar
recursos.
Esta hora, yo: _________________________________________________
Hago un pacto contigo de ofrendar ______% de mis ingresos.
Lugar____________________ Fecha______________ Firma __________
Manual de Mayordomía
38
V. PLANIFICACIÓN ECLESIÁSTICA
La planeación debe obedecer a un sentido de Misión
PASOS PARA PLANIFICAR EN LA IGLESIA LOCAL
1. Cada Director de Departamento debe conocer la descripción de su cargo.
2. Cada Director de Departamento debe conocer quiénes forman la Junta
Directiva del Departamento.
3. Que los miembros de la Junta Directiva del Departamento/Iglesia, visualicen
cómo les gustaría tener su Iglesia o Departamento en el futuro y que se
esforzarán por lograrlo. Así establecerán la VISIÓN.
4. Que los miembros de la Junta Directiva del Departamento conozcan el motivo
de la existencia del Departamento/Iglesia; que hacen, porque lo hacen, y para
quienes lo hacen. Así definirán la MISIÓN.
5. Escoger una serie de principios rectores que guiarán a los dirigentes y
miembros a actuar de acuerdo a estas normas. De la Biblia emana una rica
serie de normas que guían a los miembros y a quienes dirigen. Así
establecerán los VALORES.
6. Hacer un análisis cuidadoso de la condición actual de la Iglesia o
Departamento, identificando las áreas FUERTES que han dado buenos
resultados para continuar, y las áreas DÉBILES donde se necesita mejorar,
avanzar más o involucrar a un mayor número de miembros en la participación.
Así mismo, descubrir las OPORTUNIDADES que nos permitirán satisfacer las
necesidades de los miembros. Posteriormente identificar las AMENAZAS que
de no atenderlas pondrían en peligro el funcionamiento y la buena marcha de
la Iglesia/Departamento. Al realizar dicho análisis se estará aplicando el
ANÁLISIS DOFA.
7. Con la Junta Directiva del Departamento, establecer, QUÉ SE DESEA
LOGRAR, CUÁNTO y CUÁNDO. Cuando las personas se involucran en la
Manual de Mayordomía
39
fijación de los objetivos; inconscientemente se comprometen a conseguirlos y
a buscar estrategias para llegar a ellos. OBJETIVOS GENERALES Y
ESPECÍFICOS.
8. Seleccionar ACTIVIDADES/ESTRATEGIAS que ayuden a alcanzar los
objetivos propuestos.
9. Designar FECHAS para cada actividad, tomando en cuenta las actividades
relevantes del distrito, y el calendario de actividades del Campo.
10. Escoger el LUGAR donde se realizarán las actividades, (si es fuera del
templo, conseguir permiso legal).
11. Especificar a la (s) persona (s) que ejecutará (n) o coordinará (n) las
actividades.
12. PRESUPUESTAR COSTOS de las actividades y sumar el total para presentar
un presupuesto sugerente anual.
13. La Junta Directiva de Mayordomía trabajará sobre los planes para delinear el
presupuesto de la iglesia. La directiva de la Iglesia lo estudiará y corregirá si
es necesario, para recomendarlo a la Junta de bautizados.
14. CALENDARIZAR las actividades, tomando en cuenta que no interfieran entre
sí y no choquen con las actividades programadas por el Campo.
15. VERIFICAR que cada actividad se realice en la fecha, lugar y presupuesto
acordado.
16. EVALUAR el avance y los logros obtenidos mensual o trimestralmente,
llenando las tablas comparativas y los informes trimestrales de cada
Departamento para enviarlos a las oficinas del Campo.
Manual de Mayordomía
40
La Misión de la Iglesia
La Misión de la Iglesia
Valores
La Visión de la Iglesia
Glorificar a Dios y bajo la influencia del Espíritu Santo, guiar a cada creyente a una experiencia de relación personal y transformadora con Cristo, que lo capacite como discípulo para compartir el Evangelio Eterno con toda persona. Nuestra declaración de Misión define la razón de la existencia de la Iglesia, la cual es la proclamación de las buenas noticias de la salvación por medio de Jesucristo, glorificando a Dios como Creador y Sustentador de la humanidad; brindándole al creyente la posibilidad de una transformación misteriosa, pero posible, producida por el Poder del Espíritu Santo. Como un subproducto de la transformación, el creyente se convierte en un discípulo que se regocija en el don gratuito de la salvación en Cristo, y aprende a testificar acerca de su experiencia por diferentes medios y formas a todo aquel que se cruza en su camino.
Cada miembro del cuerpo de Cristo preparado para el reino de Dios. Cuando el creyente experimenta al Cristo interior, él mismo puede vivir en un estado de preparación para el encuentro con su Salvador en su segundo advenimiento. La declaración de la Visión es ambiciosa, espiritualmente hablando, y ella refleja el deseo de Dios para la salvación de la humanidad. El apóstol Pedro afirmaba (2 Pedro 3:9): “No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. El cumplimiento de la Misión en el nivel personal hará de la Visión una realidad.
Dar gloria a Dios, Integridad, Respeto, Estilo de Vida,
Excelencia, Humildad, Compasión, Equidad,
Dedicación, Unidad.
En consenso mundial la Iglesia ha formulado su Misión, Visión y seleccionado sus Valores. Estos son universales y cada Iglesia debe adoptarlos.
Manual de Mayordomía
41
PLAN DE ACCIÓN DEL DEPARTAMENTO DE:
1. Identifica la realidad interna.
2. Demuestra nuestras insuficiencias.
3. Nos muestra en qué no somos
buenos, qué nos falta y cuánto.
4. Indica qué estamos haciendo mal.
1. Identifica los elementos con los cuales cuenta una organización (recursos humanos/posición en su medio), y le dan solidez y distinción en su ramo y que la han colocado a la cabeza de su categoría.
2. Qué tenemos y cuánto. 3. En qué somos buenos y qué
hacemos bien.
1. Invita a descubrir posibilidades de
satisfacer necesidades que no han sido atendidas por otros.
2. Debidamente explotadas esas oportunidades pueden conceder a la organización la prominencia que busca.
1. Percibir en el ambiente nubes de aguda
competencia, pérdida de liderato, restricciones a su actividad.
2. Estas escapan de nuestro control y se
presentan de fuera hacia adentro. 3. Circunstancias externas incontrolables
a nuestra capacidad actual.
DE
BIL
IDA
DE
S
OP
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ES
FO
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A
ME
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S
ANÁLISIS DOFA
Expone la razón de la existencia de la Iglesia/Departamento, en qué nos ocupamos en la tarea diaria, cuáles son nuestros objetivos, cómo nos proponemos triunfar en relación al área de acción. Define qué hacemos, cómo lo hacemos, para quiénes lo hacemos y por qué lo
hacemos. Debe ser definidora, identificadora, concisa, descriptiva e impactante.
MISIÓN
1. Define las aspiraciones de la Iglesia/Departamento, a medida que avanza hacia el futuro.
2. Es una manera de ver e imaginar cómo la Iglesia/Departamento, es en un ambiente distinto al de hoy en un escenario anhelado y promisorio.
3. Es una forma de contemplar acciones y acontecimientos antes de que sucedan. 4. Es la materialización de la tarea proyectada de quien la forma. 5. Es describir lo que deseamos ser. Es una conceptualización amplia. 6. Describe el cuadro de la organización vista a futuro. 7. Es una imagen irresistible y cautivadora de un futuro realizable.
VISIÓN
Manual de Mayordomía
42
PLAN DE ACCIÓN DEL DEPARTAMENTO DE:
__________________________________
VALORES
VISIÓN
MISIÓN
ANÁLISIS DOFA D
EB
ILID
AD
ES
O
PO
RT
UN
IDA
DE
S
FO
RT
AL
EZ
AS
A
ME
NA
ZA
S
1.
2.
3.
4.
5.
1.
2.
3.
4.
5.
1.
2.
3.
4.
5.
1.
2.
3.
4.
5.
Fotocopie ésta hoja y elabore su análisis DOFA adapte; la Misión, Visión y Valores de la iglesia y departamentos. Saque varias copias que le ayudarán para practicar.
Manual de Mayordomía
43
TRES ASUNTOS ESTRATÉGICOS PARA LA PLANIFICACIÓN EN EL
TERRITORIO DE LA UNIÓN INTEROCEÁNICA
La Unión Interoceánica ha adoptado los tres asuntos estratégicos seleccionados por
la División Interamericana y que ha surgido como resultado de un estudio por todo el
territorio. Las iglesias y congregaciones deben tomar en cuenta estos asuntos en su
planeación. Estos tres asuntos cubren todas las necesidades de todas las iglesias y
sus departamentos.
1. Crecimiento de la Iglesia y Desarrollo Institucional
2. Educación y la Iglesia en la Comunidad.
3. Reavivamiento, Reforma, Consolidación y Retención
Con el fin de que al planificar cada Director de Departamento se mantenga en
sintonía con los tres asuntos estratégicos, debe usar los formatos incluidos. La
manera de usarlos se describe paso a paso:
INSTRUCCIÓN PARA USAR LOS FORMATOS DE PLANIFICACIÓN
ECLESIÁSTICA
1. Las dos primeras líneas horizontales: son para describir el objetivo, se
redacta con un verbo en infinitivo, y deben ser desafiantes y medibles.
2. La primera columna: es para describir las estrategias, se sugiere cómo se
pretende alcanzar el objetivo. Se redacta iniciando con un verbo en gerundio,
(termina en ando, endo, iendo).
3. La segunda columna: es para señalar la fecha que se planea realizar dicha
actividad.
4. La tercera columna: es para identificar el lugar. En caso de ser fuera del
templo se debiera tramitar el permiso legal con anticipación.
Manual de Mayordomía
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5. La cuarta columna: en esta columna se identifica el cargo de la (s) persona
(s) responsable (s) para ejecutar dicha estrategia.
6. La quinta columna: en esta columna se anota la cantidad o porcentaje de lo
que se espera lograr.
7. La sexta columna: aquí se anota la cantidad de dinero que se planifica
gastar en la ejecución de dicha estrategia.
Primero determinarán los objetivos, posteriormente elegirán sus estrategias en el
asunto estratégico que se desea impulsar.
Un departamento no necesariamente tiene que impulsar los tres asuntos
estratégicos, pero entre todos los departamentos se impulsarán las tres.
Manual de Mayordomía
45
FORMATO DE PLANEACIÓN ESTRATÉGICA
Departamento: ________________________ Año Eclesiástico: _____________________ Nombre del Director: ____________________
Objetivo No. 1:____________________________________________________________________________________________________
A. CRECIMIENTO DE LA IGLESIA Y DESARROLLO INSTITUCIONAL
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
46
B. EDUCACIÓN DE LA IGLESIA Y LA COMUNIDAD
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
47
C. REAVIVAMIENTO, REFORMA, CONSOLIDACIÓN Y RETENCIÓN
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
48
Departamento: ____________________________ Año Eclesiástico: __________ Nombre del Director: _________________________
Objetivo No.2: ____________________________________________________________________________________________________
A. CRECIMIENTO DE LA IGLESIA Y DESARROLLO INSTITUCIONAL
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
49
B. EDUCACIÓN DE LA IGLESIA Y LA COMUNIDAD
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
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C. REAVIVAMIENTO, REFORMA, CONSOLIDACIÓN Y RETENCIÓN
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
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Departamento: _________________________ Año Eclesiástico: __________________ Nombre del Director: _______________________
Objetivo No. 3: ____________________________________________________________________________________________________
A. CRECIMIENTO DE LA IGLESIA Y DESARROLLO INSTITUCIONAL
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
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B. EDUCACIÓN DE LA IGLESIA Y LA COMUNIDAD
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
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C. REAVIVAMIENTO, REFORMA, CONSOLIDACIÓN Y RETENCIÓN
ESTRATEGIA FECHA LUGAR RESPONSABLE RESULTADOS
ESPERADOS PRESUPUESTO
Fotocopiar un juego por departamento, cada director de departamento deberá fotocopiar los juegos, según el número de objetivos.
Manual de Mayordomía
54
VI. PRESUPUESTO DE LA IGLESIA
¿QUÉ ES UN PRESUPUESTO DE IGLESIA?
“Es el método más satisfactorio de proveer los gastos locales de la Iglesia.” (M. I.
141). Se define también como “un plan basado en principios teológicos que están
diseñados para cumplir con la misión de la Iglesia a través de programas y proyectos
determinados en el Plan Anual”. (Mayordomía y Planeación Estratégica, División
Interamericana. Pág. 17).
Al preparar el presupuesto eclesiástico hay que tomar en cuenta, los gastos
propiamente de la Iglesia que incluye su funcionamiento como tal, en dirección
espiritual y material. Así mismo, considerar que la tarea de la Iglesia está dividida en
Departamentos, Ministerios y Servicios Eclesiásticos, y cada uno tiene planes de
acción que involucran gastos. De igual forma, conviene estimar los proyectos que
suplan las necesidades del crecimiento de la Iglesia o el embellecimiento del edificio
u otros.
En ciertos distritos las Escuelas necesitarán también una apropiación por parte de la
Iglesia.
El Manual de Mayordomía y Planeación Estratégica de la División Interamericana,
página 17, clasifica los gastos de la Iglesia local en las siguientes secciones:
1) Gastos de Iglesia.
2) Gastos de los Departamentos.
3) Proyectos Especiales.
CUÁNDO ELABORARLO:
1) Antes de empezar un nuevo año eclesiástico. (M.I. 215:2)
2) Los Directores de los Departamentos planean sus actividades, en función a
esta planificación definen el presupuesto de su Departamento para todo el
año.
Manual de Mayordomía
55
QUIÉNES LO ELABORAN:
1) El Manual de Iglesia 2010, página 141, indica que la Junta Directiva de la
Iglesia debería preparar cuidadosamente el presupuesto. Pero la Junta
Directiva del Departamento de Mayordomía lo coordina y lo prepara con
anterioridad.
2) El Manual para el Ministerio de Mayordomía, (Mayordomía y Planeación
Estratégica, División Interamericana, Pág. 7), recomienda que deberán
coordinar la elaboración del presupuesto los miembros de la Comisión de
Mayordomía, actualmente denominada: Junta Directiva del Departamento de
Mayordomía, para presentarlo a la Junta Directiva de la Iglesia; si la Junta
cree que el presupuesto sugerente es realista, entonces se vota para
recomendarlo a los miembros de la iglesia.
¿CÓMO SE ELABORA EL PRESUPUESTO?
Muchas iglesias usan el presupuesto de un año anterior que se basa en el progreso
circular. Sin embargo, las condiciones y necesidades cambian día con día; por tal
motivo, no es recomendable usar el mismo presupuesto.
HACIENDO EL PRESUPUESTO DE LA IGLESIA LOCAL
1. Sume las cantidades que ingresaron mensualmente como ofrenda local
(después de haber enviado el 20 % de las Ofrendas Misioneras y el 20 %
del Plan de Desarrollo). Así obtendrá el potencial de ingreso de su Iglesia.
2. La suma anterior divídalo entre 12, Así obtendrá el promedio de ingreso
mensual del año anterior.
3. Aumente un 20 %, u otro porcentaje conservador, al total de ingreso del año
anterior. Así obtendrá el total de ingreso que su Iglesia puede recibir al año.
Al dividirlo entre 12 obtendrá el promedio mensual que su Iglesia puede
recibir.
4. Divida en total de ingreso que su Iglesia puede recibir al año, en tres rubros
principales:
a) Los gastos de Iglesia.
Manual de Mayordomía
56
b) Departamentos
c) Proyectos especiales
5. El porcentaje dedicado a gastos de la iglesia se distribuirá para pagos de
salarios, papelería, luz, gas, agua, teléfono, seguro, mantenimiento, flores,
impuestos, etc.
6. Del porcentaje que se le ha dedicado a los departamentos (inciso b) se
distribuirá entre todos los departamentos y sus organismos dependientes.
7. El porcentaje dedicado a proyectos especiales engrosado con ofrendas
especiales y otros donativos, servirá para sacar adelante otros proyectos de
mejoras al edificio. Cuando el edificio de una iglesia está en óptimas
condiciones, se puede ir ahorrando dichos fondos para una posible compra
de terrenos, con el propósito de construir un nuevo templo.
Manual de Mayordomía
57
Ejemplo:
1) Suma total de las ofrendas locales del año anterior (después de haber enviado el
20 % de las Ofrendas Misioneras y el 20 % del Plan de Desarrollo):
+
2) $10,000.00÷12 meses = $833.00.
$833.00 es el promedio mensual que la Iglesia recibió.
3) Aumente el 20% Ejemplo: $10,000.00 + $2,000.00 = $12,000.00
$12,000.00, el total que la Iglesia puede recibir al año.
4) Gastos de Iglesia 25% 3,000.00
Departamentos 55% 6,600.00
Proy. Especiales 20% 2,400.00
Total 100% $12,000.00
5) En la hoja siguiente distribuya en porcentajes, para los tres rubros principales y para
los departamentos y sus organismos dependientes.
a) Cada Iglesia Organizada debe hacer un presupuesto anual.
b) Cada Escuela Sabática organizada con más de 25 miembros adultos también
elaborarán un Presupuesto Anual.
Enero Febrero Marzo
$ 600.00 700.00 700.00
Abril Mayo Junio
1,000.00 800.00 700.00
Julio Agosto Septiembre
1,200.00 1,300.00
700.00 Octubre Noviembre Diciembre
1,300.00 500.00 500.00
TOTAL
$10,000.00
Esta es una sugerencia de cómo dividir el presupuesto. Pero el porcentaje de cada rubro y Departamento lo considera la Junta Directiva de Mayordomía, luego la Junta Directiva de la Iglesia, y posteriormente la Junta en pleno de
Bautizados.
Manual de Mayordomía
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PRESUPUESTO DE LA IGLESIA
IGLESIA: _____________________ DISTRITO: _________________ AÑO: ______ I. INGRESO MENSUAL DE OFRENDA LOCAL: _________________________ II. EGRESOS
a) Gastos de Iglesia 25%* ___________ b) Departamentos 55%* ___________
c) Proyectos Especiales 20%* ___________ % Mensual Anual 1. Gastos de Iglesia (25%)* _____ _______ ______
a) Sueldos (Guarda templo, secretaria) _____ _______ ______ b) Papelería _____ _______ ______ c) Luz, gas, agua _____ _______ ______ d) Teléfono _____ _______ ______ e) Seguros _____ _______ ______ f) Mantenimiento _____ _______ ______ g) Flores _____ _______ ______ h) Impuestos _____ _______ ______ i) Otros _____ _______ ______
2. Departamentos (55%)*
a) Comunicación _____ ________ _______ b) Escuela Sabática _____ ________ _______ c) Min. Personal, Evangelismo y Dorcas _____ ________ _______ d) Mayordomía _____ ________ _______ e) Ministerio de Salud _____ ________ _______ f) Vida Familiar _____ ________ _______ g) Educación/Apropiaciones o becas _____ ________ _______ h) Jóvenes _____ ________ _______ i) Guías Mayores _____ ________ _______ j) Conquistadores _____ ________ _______ k) Aventureros _____ ________ _______ l) Ministerio Infantil _____ ________ _______ m) Ministerio de la Mujer _____ ________ _______ n) Fondo de Pobres _____ ________ _______ o)
3. Proyectos Especiales (20%)* _____ ________ _______ TOTAL DEL PRESUPUESTO: _____ ________ _______
Nota: La distribución 25% 55% 20%* es una sugerencia, cada Iglesia decidirá qué porcentaje asignará en función a sus necesidades.
Manual de Mayordomía
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“PRESUPUESTO PARA IGLESIAS PEQUEÑAS”
IGLESIA: ______________ DISTRITO: _______________ AÑO: _________
Mensual: Anual:
I. INGRESOS DE OFRENDA LOCAL _______________ _______________
I. EGRESOS % Mensual Anual
50% Gastos de Iglesia ______ _____________ ___________
30% Departamentos ______ _____________ ____________
20% Proy. Especiales ______ _____________ ____________
a) La Ofrenda local equivale al 60% del total de todas las Ofrendas, ya que el
tesorero deberá enviar 20% para las Misiones Mundiales y 20% para el Plan
de Desarrollo del campo.
b) Los porcentajes expuestos son sugerentes, cada Iglesia asignará los
porcentajes de acuerdo a sus necesidades. (Recomendación del Manual de
Mayordomía y Planeación Estratégica, División Interamericana, Pág .20).
c)
Manual de Mayordomía
60
CONTROL DE FONDOS POR DEPARTAMENTO
Iglesia: __________________________ Distrito: ______________________
Año: __________
Departamento de: _______________________________________
MES
SALDO ANTERIOR INGRESOS
DEL MES
EGRESOS
DEL MES
SALDO
ACTUAL
ENERO Asiento de apertura por ser primer mes del año___________.
FEBRERO
MARZO
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SEPTIEMBRE
OCTUBRE
NOVIEMBRE
DICIEMBRE
TOTAL
ANUAL
Cada Director de Departamento o de algún organismo dependiente de un
Departamento, deberá tener este formato para llevar un control del dinero que su
Departamento tiene en la Tesorería mensualmente.
Manual de Mayordomía
61
Manual de Mayordomía
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Manual de Mayordomía
64
VIII. TEOLOGÍA DE LA MAYORDOMÍA
a) HACIA UNA TEOLOGÍA DE LA MAYORDOMÍA
I. INTRODUCCIÓN
Los seres humanos son criaturas inquisitivas involucradas en una constante búsqueda
de significado. Esta búsqueda obsesionada de significado no es simplemente un intento
por entender la unidad funcional y estructural del universo, sino una inquietud
angustiante por descubrir el propósito de su existencia. Muy pocas cosas tienden a
estimular tanto el interés de los seres humanos, como su insaciable curiosidad por
encontrar la razón de su existencia.
La teología bíblica nos informa que nuestro origen se encuentra en un acto divino de
creación y que fuimos puestos en este planeta por un amante Creador. El le da pleno
sentido a nuestra vida al permitirnos -entre otras cosas-- colaborar con él en la
administración del planeta. El concepto bíblico de la mayordomía es, en esencia, un
intento por esclarecer el propósito de nuestra vida al proveernos un auto entendimiento
basado en una relación personal con el Creador y Redentor de la raza humana.
En este documento examinaremos el significado teológico de este concepto y el lugar
de ese auto entendimiento dentro de la teología bíblica. ¿Cuáles son las raíces
teológicas que nutren el concepto de la mayordomía? ¿Cómo se relaciona la
mayordomía con la perspectiva bíblica de Dios y de la redención a través de Cristo?
Exploraremos las raíces teológicas que proveyeron el medio en el cual se concibió y se
preservó esta perspectiva y entendimiento de la existencia humana.
Hay por lo menos cuatro líneas principales de análisis que deben buscarse en la
investigación del fundamento teológico de la mayordomía. Ellas son: (1) la naturaleza
de Dios; (2) la naturaleza de los seres humanos; (3) la caída y el pecado; y (4) la
salvación. Las examinaremos brevemente desde la perspectiva de la mayordomía.
Manual de Mayordomía
65
II. ASPECTOS DE LA NATURALEZA DE DIOS
La naturaleza de Dios está oculta en misterio. Tanto filósofos como teólogos han
tratado de penetrar este misterio con muy poco o nada de éxito. La revelación que
hizo Dios de sí mismo en las Escrituras arrojó cierta luz a nuestro entendimiento de su
naturaleza, pero ésta continúa y continuará estando más allá de nuestra plena
comprensión. Demos una mirada desde la perspectiva de la mayordomía, a algunos
aspectos de la revelación que Dios hizo de sí mismo.
A. El Dios (pre-existente). Antes de crear Dios ya "era"
Cuando la Biblia nos lleva al mismo origen y comienzo del universo, se hacen
varias declaraciones teológicas implícitas o explícitas. Una de las más
importantes es que Dios "era". Esto está implícito en Génesis 1:1: "En el
principio Dios creó". El era antes de haber creado. En Juan 1:1 se establece
este concepto explícitamente: "En el principio era la Palabra". Antes que ninguna
cosa fuese traída a la existencia, Dios ya era.
En primer lugar esta pre-existencia divina significa, que Dios es eterno. Nunca
hubo un tiempo en el cual Dios vino a la existencia. Si preguntamos qué había
antes del comienzo, la respuesta que nos provee el registro bíblico es "Dios".
Si él estaba "allí" antes que ninguna otra cosa fuese traída a la existencia,
entonces es imposible postular una fuente por medio de la cual Dios vino a la
existencia. No hay ninguna indicación en la Escritura que nos sugiera que Dios
"era" debido a que algo hizo que fuese. La Biblia no habla de un comienzo
antes del comienzo. El hecho de que Dios "era" apunta a su naturaleza eterna:
El siempre "fue".
Segundo, el hecho de que Dios siempre ha sido, significa que él es auto
suficiente. Siendo que antes del principio no había nada sino Dios, el es, por
consiguiente, suficiente en sí mismo. Nunca se necesitó una fuente de energía
para alimentar al ser divino a no ser él mismo. Con respecto a Dios, la auto
suficiencia significa que él existe por sí mismo. Coincidimos con quienes
Manual de Mayordomía
66
argumentan que Dios es existencia en sí misma. Vida no es algo que él posee,
sino algo que él es.
La auto suficiencia significa que Dios es totalmente libre y autónomo. Fuera de
él no hay nada ni nadie a quien Dios deba someterse. El es su propia ley. Nadie
puede imponerle obligaciones ni forzarlo a actuar en determinada manera. No
necesita nada de nadie pues es suficiente en sí mismo. Juan se refiere a Dios
como al "Señor Dios que es, y que era, y que ha de venir" (Apoc. 1:8,
comparece con 1:4).
Esa característica de Dios que acabamos de describir y que lo define con relación
a la creación como el que "era", constituye probablemente una de las
declaraciones más profundas que encontramos en la Escritura acerca de Dios
debido a que es la única que nos lo describe en sí mismo, antes que ninguna
cosa fuese traída a la existencia. Una comprensión adecuada de la mayordomía
debe basarse en la convicción de que Dios es eterno y suficiente en sí mismo y
que nuestra administración de lo que nos confió no tiene en absoluto el
propósito de enriquecerlo. La mayordomía ofrece la oportunidad de entrar en
compañerismo con este Dios misterioso que ha existido desde la eternidad.
B. Dios es el Creador
Dios se nos presentó a sí mismo en las Escrituras como el Creador (Génesis
1:1). Si sabemos que en el principio él era, se debe a que se nos informó que él
era el Creador. Dios como Creador es "el concepto más fundamental que
podemos tener de Dios. Esto es, la creación es esa actividad de Dios por medio
de la cual definimos lo que queremos decir con la palabra 'Dios"1
1. El Creador es incomparable
Dios como Creador significa que no hay nadie como él en el universo. El
es esencialmente diferente a su creación. El Eterno no tiene un comienzo
1 Langdon Gilkey, Maker of Heaven and Earth (Carden City, NY: Doubleday, 1959), 83.
Manual de Mayordomía
67
u origen, mientras que los seres creados sí tienen un comienzo; El existe
por sí mismo, pero las criaturas tienen una existencia derivada y que
depende del balance ecológico apropiado, del agua, la luz solar, y el
oxígeno, etc. Dios es enteramente autónomo, pero las criaturas dependen
de él para su subsistencia. Las criaturas son finitas; sólo Dios es infinito
en sí mismo.
Isaías confrontó a su pueblo con una pregunta retórica, penetrante que
provino de los labios del Señor: "¿A quién me asemejaréis y me
igualaréis? ¿A quién me compararéis, para que sea semejante?" (Isa.
46:5). Estas preguntas se dirigen a gente tentada por la idolatría. El
Señor parece estar desafiando a su pueblo: "¿Han encontrado ustedes a
otro ser semejante a mí en el universo creado? Si ése es el caso, estoy
listo a ser comparado con ese ser". Entonces agrega: "acordaos de las
cosas pasadas, las cosas antiguas. Yo soy Dios, y no hay otro Dios. Nada
hay semejante a mí" (Isaías 46:9). De la "especie" divina hay un sólo
"ejemplar". Nadie procedente del mundo creado puede ocupar el lugar
de Dios o pretender igualdad con él. El es "un Ser supremo
incomparablemente único".2
2. El Creador es transcendente
Dios como Creador significa que trasciende el universo creado; no es
parte de él. Según Génesis 1, Dios creó por Su palabra. La creación
mediante la palabra hablada nos señala a Dios como a un ser
trascendental que media su actividad creadora mediante la palabra
mientras permanece fuera de la creación. Es, por consiguiente, absurdo
buscar a Dios en el mundo creado. La creación de la nada niega la
validez del panteísmo. El universo creado no está permeado por lo divino.
El Dios Creador no puede ser circunscrito por aquello que creó. Salomón
2 C. J. Labuchagne, The Incomparability of Yahweh in the Old Testament (Leiden: E. J. Brill 1966), 74.
Debemos señalar que en el Antiguo Testamento "la característica dominante que hace que Yavé sea incomparable en su intervención milagrosa en la historia como Dios redentor" (Ibid, 91). También lo es su actividad como Creador (Ibid, 108, 109; cf Isaiah 40: 18, 25).
Manual de Mayordomía
68
reconoció este hecho durante la dedicación del templo. Durante su
oración dijo: "Sin embargo, ¿habitará ciertamente Dios en la tierra? Los
cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener" (1 Reyes 8:27).
3. El Creador es inmanente
Dios como Creador significa que él está dispuesto a entrar en el mundo
creado. Los eruditos han destacado que mientras Génesis 1 presenta a
Dios como siendo trascendente, Génesis 2 lo presenta como
inmanente*. En Génesis 2 se describe a Dios como estando presente
dentro de la creación, en plena interacción con Adán y Eva.
*(Inherente, unido de un modo inseparable)
La inmanencia de Dios es indispensable para la preservación de la
creación, pues ésta depende directamente de su cuidado e interés por
ella. Es, por consiguiente, indispensable para Dios permanecer dentro del
mundo creado una vez que su actividad creadora se completa. El
descanso divino en el séptimo día muestra precisamente lo que este
hecho significa (Génesis 2:2,3).
Génesis hace claro que la creación pertenece a la esfera del espacio y del
tiempo. Dios trasciende esa esfera. Sin embargo, él elige entrar dentro de
esa esfera, al mundo de sus criaturas. Para ello creó una fracción de
tiempo dentro de la cual él se hace a sí mismo accesible a su creación.
Por supuesto, Dios permaneció como el Ser Trascendente. Su inmanencia
no niega su trascendencia. Dios condesciende a entrar dentro de su creación,
haciendo claro que no iba a abandonarla.
4. El Creador es propietario
Dios como Creador significa que el universo y todo lo que hay en él le pertenece.
El es el Soberano del universo, y asigna tareas específicas a todo elemento de la
Manual de Mayordomía
69
creación (véase Génesis 1:14, 26, 29; 2:15, 16). Su derecho como propietario del
mundo se basa en su actividad creadora. El salmista escribió: "Del Eterno es la
tierra y su plenitud, el mundo y los que habitan en él; porque él la fundó sobre los
mares, y la afirmó sobre las aguas" (Sal 24:1-2). Dios declara: "Porque mía es
toda la bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco
todas las aves de los montes, y todos los anímales del campo son míos" (Sal
50:10-11). Dios no es sólo propietario de la materia de este mundo y de los seres
vivientes que lo pueblan, sino que su propiedad es cósmica: "Tuyos los cielos, tuya
también la tierra. El mundo y su plenitud, tú lo fundaste" (89:11). El salmista sabe
que "el universo está en las manos de Yahvé. Es a él como gobernante que le
pertenece el mundo".3
El concepto de Dios como Creador es indispensable en la formulación de una
teología de la mayordomía. La incomparabilidad de Dios, su singularidad, lo
identifica como Aquel a quien únicamente somos responsables como
mayordomos. El universo no está controlado por fuerzas opuestas a las que
estamos obligados a servir. Hay solamente un Creador y exige nuestra lealtad
exclusiva.
La trascendencia de Dios es un rechazo a todo intento por basar nuestra práctica
de la mayordomía en ideas panteístas. El mundo natural no es una extensión o
manifestación de lo divino. El panteísmo no puede proveer un fundamento
teológico para la mayordomía del mundo pues las Escrituras lo rechazan como
posible alternativa.
La inmanencia* de Dios testifica al hecho de que la creación necesita
constantemente del cuidado e interaés de Dios para que funcione
armoniosamente. El Creador es también el Sustentador del mundo. La
presencia condescendiente de Dios en el mundo da lugar a que los seres
3 Hans Joachim Kraus, Psalms 1 -59: A Commentary (Minneapolis: Augsburgh, 1988), 313.
Manual de Mayordomía
70
humanos participen con él en la administración y preservación de la creación
(Gen. 2:15).
*(Inherente, unido de un modo inseparable)
El hecho de que Dios es el Dueño debiera recordarnos constantemente los límites de
nuestra función en el mundo. Es este aspecto el que define, tal vez mejor que
ningún otro, la naturaleza de un mayordomo. El mayordomo nunca es el
propietario, sino administrador.
C. Dios es amor
El amor parece usarse en la Biblia para definir o describir la esencia de Dios. La
declaración de Juan, "Dios es amor" (1 Juan 4:7-8), es una de las descripciones
más importantes de la naturaleza divina en la Escritura. El apóstol hizo esta
aseveración en el contexto de la muerte sacrificial de Cristo. Según él, la obra
de Cristo revela la misma esencia de Dios: "El es amor”. Este amor consiste en
darse a sí mismo de una manera completamente desinteresada (Juan 3:16). No
hay nada fuera de Dios que pueda moverlo o forzarlo a amar. Este amor "no se
basa ni en una necesidad que tenga la persona amada ni en un deseo provocado
por algún rasgo atractivo de lo amado”.4 Fue este entendimiento del amor de Dios
que condujo a Pablo a decir: "Dios demuestra su amor hacia nosotros en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom 5:8).
Dios es amor significa que cada uno de sus actos se originan y están motivados
por su amor. La elección (Deut 7:7, 8), al igual que la redención están
fundamentados en su amor (Isa 43:4; 63:9). El no solamente ama a su pueblo
(Deut 33:3), sino también al extranjero (10: 18). La revelación del amor de Dios
alcanza su más profunda dimensión de significado en la encarnación,
ministerio, muerte y resurrección de Jesús. Su amor por los pecadores no está
4 J.P. Baker, "Love", in New Dictionary of Theology, S. B. Ferguson; D. F. Wright; and J. I. Packer, eds (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1988), 399.
Manual de Mayordomía
71
motivado por la miseria de su condición pecaminosa, sino por el hecho de que
Dios es amor y es este gran hecho lo que lo mueve a amar a los pecadores a
pesar de su pecado.5 A fin de que el amor de Dios pueda expresarse, se
necesita otra persona. El amor ocurre entre seres que reciben, dan y responden.
Surge así la pregunta importante acerca de la naturaleza del amor de Dios antes
de la creación. El amor desinteresado es una posibilidad sólo si hay otra persona
a quien pueda expresárselo. Antes de la creación, cuando Dios "era", él estaba
sólo. ¿Era entonces su amor egoísta? ¿Fue alterada la naturaleza de Dios después
que creó criaturas inteligentes capaces de recibir y dar amor? Como respuesta a
esas preguntas los teólogos cristianos han dado un resonante no. La Biblia habla
de un sólo Dios que es amor. El amor desinteresado, por consiguiente,
pertenece a la naturaleza eterna de Dios. Su naturaleza no ha experimentado
cambio. El es lo que siempre ha sido: "Amor”.
Los teólogos cristianos han argüido correctamente que el amor desinteresado
encontró expresión eterna dentro de Dios mismo en el misterio de la Trinidad.
Las relaciones entre el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo fueron
condicionadas por la esencia del amor desinteresado que era común a cada
uno de ellos (Juan 14:31; 5:20).6 El amor desinteresado requiere un encuentro
de personas diferentes y esto es exactamente lo que encontramos en el
misterio del Dios triuno. Por toda la eternidad el Padre amó al Hijo y al Espíritu,
el Hijo amó al Padre y al Espíritu, y el Espíritu amó al Padre y al Hijo.7
Este mismo Dios amante trajo el universo a la existencia. Su amor eterno lo
movió a crear. "La obra de la creación fue una manifestación de su amor".8
La creación es buena porque fue traída a la existencia por un Dios de amor
(Gén. 1:31). La realidad suprema es personal y desinteresada.
5 Véase a Nygren, Ágape and Eros (Philadelphia: Westminster, 1958), 77. 6 Sobre el amor dentro de la Deidad puede consultar a H. W. Hoehner, "Love", en Evangelical Dictionary of Theology, Walter A. Alwell, ed. (Grand Rapids; MI: Baker, 1984), 657. 7 Esta línea de razonamiento fue originada por Agustín, véase KarI Burger, "Love", en The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, S. M. Jackson, ed (Grand Rapids, MI: Baker, reimpresión 1977), vol. 7, 49. 8 E. G. White, Testimonies, vol. 5, 739.
Manual de Mayordomía
72
Un entendimiento claro del amor de Dios protege la mayordomía de caer en un
estilo legalístico. Un mayordomo fiel no es alguien que busca motivar a Dios
para que lo ame. El amor de Dios es eterno y define la forma natural en que
Dios se siente y actúa hacia su creación. La mayordomía encuentra su fuerza
y modelo motivante en el amor desinteresado y cuidadoso de Dios.
III. ASPECTOS DE LA NATURALEZA HUMANA
Probablemente sea correcto sugerir que los seres humanos son las criaturas más
intrigantes y misteriosas del universo conocido. Nosotros, a diferencia de todo otro ser
creado en este planeta, somos capaces de percibirnos a nosotros mismos como
maravillosos y fascinantes. El misterio de nuestra presencia en el universo se vuelve
totalmente impenetrable si ignoramos la información que se nos proveyó acerca de
nuestro origen mediante la revelación especial de Dios en la Escritura. Debemos revisar
parte de esa información.
A. Los seres humanos son criaturas
Génesis 1:27 declara: "Creó Dios al hombre... hombre y mujer los creó". Esta
es una declaración de suprema importancia en la formulación de una
antropología bíblica. Los seres humanos son seres creados; somos parte del
mundo creado. Esto significa, primero, que tenemos un comienzo. No somos
eternos, no pertenecemos a lo divino. Nuestro modo de existencia es
esencialmente diferente a la de Dios. El siempre "era", pero nosotros vinimos
a la existencia. Nuestra función dentro del universo es la de un ser creado.
Segundo, los seres humanos son finitos. Su existencia es derivada y carece en sí
misma de autosuficiencia. No podemos producir nuestra propia fuente de
existencia para preservarnos a nosotros mismos. Siendo que fuimos traídos a
la existencia, podemos también regresar a la nada; nuestra existencia puede
llegar a un fin. Sin embargo, aunque la preservación de nuestra existencia está en
Manual de Mayordomía
73
última instancia más allá de nosotros mismos, se espera que cooperemos con el
Creador en la preservación de nuestras vidas. Somos, por lo tanto,
mayordomos de la vida.
Tercero, considerar a los seres humanos como criaturas significa que existen
dentro del tiempo y del espacio. Estos dos elementos están indicados en la
historia de la creación. Adán y Eva fueron creados en el sexto día, durante
una fracción de tiempo particular. Ellos fueron condicionados por el tiempo
desde el mismo principio. Fueron traídos a la existencia dentro de un lugar en
particular --esto es, en el jardín. Obviamente, el espacio es realmente el resto
del mundo creado. Su hogar era la flora y la fauna. Nuestra existencia corre
peligro si se arruina el espacio en donde vivimos. La mayordomía de la
creación es, pues, de importancia vital.
Los seres humanos viven dentro del tiempo. Los eventos y las acciones se
suceden unos a otros; lo que era pertenece al pasado, y es imposible volver a
vivirlo. Sólo el presente es, y éste dura únicamente fracciones de segundos,
porque se transmuta constantemente en el pasado. Tenemos siempre el futuro, lo
que aún no es. Siendo que hay un tiempo futuro, los seres humanos viven en
esperanza, enfrentando constantemente el desafío del desarrollo propio. El tiempo es,
por lo tanto, uno de los aspectos más importantes del universo creado. El tiempo nos
forma, nos cambia y modifica. La manera como lo usamos determina en gran medida
quiénes llegamos a ser. La administración correcta del tiempo es indudablemente una de
nuestras más serias responsabilidades. Vivir dentro del tiempo y del espació no es una
limitación sino más bien el modo de nuestra existencia y nos provee la libertad de
movernos dentro de ese ambiente de manera que podemos llegar a ser lo que escogemos
ser.
Finalmente, ser una criatura significa que no somos el resultado de fuerzas impersonales
dentro del mundo creado, sino el resultado de un acto creativo de amor. Nuestra existencia
es una manifestación del amor desinteresado de Dios, un acto de gracia. Fuimos creados
Manual de Mayordomía
74
por Dios porque en su amor vio que esto era bueno. El amor divino, la gracia y la libertad
trajeron a la existencia una criatura inteligente que era parte del mundo creado y sin
embargo diferente. Esta criatura era capaz de recibir y devolver amor.
B. Los seres humanos fueron hechos a la imagen de Dios
La singularidad de la raza humana se localiza en el hecho de que fuimos creados a la
imagen de Dios (Gén. 1:27). La creación de Adán y Eva no sigue el mismo patrón
usado por Dios en la creación del resto del mundo. El habló y el mundo natural vino a la
existencia. En este caso en particular, el hablar precede a la existencia. En el caso de
Adán y Eva, la palabra hablada no está presente. La voz de Dios se dirigió a ellos sólo
después de su creación (Gén. 1:29-30; 2:16). Fueron identificados por Dios como
objetos de su hablar. Esto significa que los seres humanos son criaturas con quienes Dios se
puede relacionar, a quienes él puede dirigirse como personas. Sólo ellos dentro del mundo
creado, pueden relacionarse con Dios en términos personales. Este aspecto de la
naturaleza humana hace posible que seamos compañeros con Dios en la mayordomía.
Por siglos los teólogos han discutido el significado de la imagen de Dios en los seres
humanos. A pesar de que se han dado diferentes sugerencias, hoy parece haber un acuerdo
general en creer que la imagen de Dios no es algo que nosotros tenemos, sino algo que
nosotros somos.9 La imagen de Dios en nosotros no está localizada en un aspecto de
nuestra personalidad, sino en la totalidad de nuestro ser. En la creación la imagen de Dios
se reflejó en cada aspecto de Adán y Eva. Exploraremos algunos de esos aspectos desde el
un punto de vista integral de la naturaleza humana.
1. Un ser físico
Lo primero que notamos en cuanto a un ser humano es que es una estructura
física que puede ser percibido por los ojos y tocado por otros. Si la persona
completa fue creada a la imagen de Dios, el cuerpo físico debiera también
9 Para una excelente discusión sobre la doctrina bíblica del hombre y el significado de la imagen de Dios, consultara G. C. Berkouwer, Man: The Image of God (Grand Rapids, MI: Eedermans, 1962), 67' 118. Entre los estudiantes Adventistas que han abordado este tema están V. N. Olsen, Man, the Image of God (Hagerstown, MD: Review and Herald, 1988); y M. Veloso, El Hombre: Una Persona Viviente (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1990), 79-89.
Manual de Mayordomía
75
expresarlo: "En el principio, el hombre fue creado a la semejanza de Dios, no sólo
en carácter, sino en forma y rasgo".10
El mismo hecho de que Dios nos haya creado como entidades físicas
indica que el cuerpo humano es bueno y esto rechaza el dualismo*
antropológico griego que niega el valor del cuerpo humano. La
preservación del cuerpo es una responsabilidad tanto de Dios como de las
personas. El proveyó todo lo que Adán y Eva necesitaban para preservar
sus cuerpos en perfecta condición y les asignó una dieta específica
que se esperaba que ellos consumieran (Gén. 1:29).
La mayordomía de nuestros cuerpos está basada en el hecho de que Dios
nos creó como seres físicos. Nuestros cuerpos no son algo que tenemos
sino algo que somos.11 Nuestro cuerpo y lo que somos son
inseparables. Dios espera que los administremos para su gloria (1
Cor. 6:20).
2. Un ser espiritual
Los seres humanos son más que materia pues tienen la capacidad de
escuchar a Dios y de responderle. Aparentemente, ninguna otra criatura
en este planeta parece tener esa habilidad. Existe un lenguaje común
entre Dios y los seres humanos que les hace posible entrar en
compañerismo y establecer una relación significativa. Los seres humanos
son esencialmente personas religiosas. Llegamos a entendernos a
nosotros mismos particularmente en términos de nuestra relación con
Dios. La primera relación que Adán y Eva establecieron fue con su
Creador. Cuando Adán fue creado, Eva no estaba presente y
cuando ella fue creada, él no estaba presente. La primera imagen que
cada uno de ellos captó fue la del Creador. Cualquiera otra relación
10
E. G. White, El Conflicto de los Siglos (Mountain View, CA: Pacific Press, 1954), 701-703. 11 Véase John A. T. Robinson, The Body (London: SCM Press, 1952), 14.
Manual de Mayordomía
76
estuvo determinada por esa primera, y aparte de ella no hubieran podido
ser capaces de entenderse a sí mismos o al resto de la creación.
Pero el encuentro entre Dios y los seres humanos no iba a quedar
restringido al momento de la creación. Ellos necesitaban a Dios para
su subsistencia y para la satisfacción de la necesidad de una relación
personal con él. Así, el Dios trascendental decidió permanecer con ellos
en tiempo y espacio. Nuestra mayordomía de la vida espiritual se origina
en la disposición bondadosa de Dios de querer morar con nosotros.
3. Un ser intelectual
Dios dio a Adán y Eva habilidades racionales a través de las cuales
pudiesen llegar a un entendimiento más profundo de Dios, de ellos mismos
y del mundo
* (Sistema o filosofía que admite dos principio como el del bien y el del Mal)
creado. Por medio de una razón completamente santificada, los seres
humanos serían capacitados para controlar sus emociones y pasiones,
para aprender y desarrollar toda clase de destrezas.
En el Jardín del Edén, Dios asignó a Adán una tarea que requería el uso
de sus capacidades intelectuales (Gén. 2:15). Específicamente, Dios le
pidió a Adán que pusiese nombres a los animales (2:19-20). En la Biblia
el nombre es muy importante debido a que es un reflejo del carácter de
la persona que lo lleva. El dar nombres a los animales implicaba que
Adán observarse y analizase su comportamiento con el propósito de
darles un nombre adecuado. Este era un estudio científico de la
naturaleza. El estaba explorando la creación de Dios, sistematizándola, y
entendiendo su orden y armonía. Estaba poniendo al servicio de Dios y
de la naturaleza, las destrezas y talentos que Dios le había dado. Es allí
donde debe colocarse la base teológica para la mayordomía de nuestros
Manual de Mayordomía
77
talentos. Dios nos dotó con la capacidad de desarrollar destrezas y de
adquirir nuevo conocimiento y estos deben ser puestos a su servicio.
4. Un ser social
La existencia humana carece de significado en aislamiento total. Nuestra
capacidad de socializar con otros es una manifestación del hecho de que
fuimos creados a la imagen de Dios. Se ha sugerido que Génesis 1:27
señala a ese aspecto de la imagen de Dios en nosotros. "Creó Dios al
hombre a su propia imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó”. "Hombre" es una pluralidad de personas, una unidad formada por
una mujer y un hombre. Algunos eruditos han encontrado en esta
pluralidad una manifestación de la imagen de Dios. Varón y hembra son
la imagen porque ellos juntos son uno.12 Una pluralidad define al "hombre"
y a Dios. La idea básica es que la imagen de Dios en el hombre incluye
una pluralidad que permite relaciones interhumanas de una manera
"semejante” a lo que la pluralidad en Dios hace posible las relaciones
intratrinitarias. Los seres humanos, como Dios, son seres de relación
puesto que el verdadero amor siempre necesita otra persona para
expresarse.
Además de nuestra relación con Dios, una de las interacciones sociales
más importantes tiene lugar dentro de la estructura de la familia. Dios
instruyó a Adán y Eva sobre esta relación fundamental, al describirles la
naturaleza de! matrimonio. El matrimonio tiene un propósito unitivo
(Gen 2:24) y creativo (1:28). La unidad en el amor puede alcanzar su
más plena dimensión dentro del matrimonio. Al mismo tiempo Dios dio a
los seres humanos el privilegio de colaborar con él en la perpetuación de
la raza humana. Este es el resultado de nuestra naturaleza social y, en
especial, de la interacción y entrega de amor entre el hombre y la mujer.
12 Véase K. Barth, Church Dogmatics: The doctrines of Creation, vol. 3:1 (Edinburgh: T&T Clark, 1958), 195-201.
Manual de Mayordomía
78
Es de esa relación familiar positiva que surge la posibilidad de
desarrollar nuevas relaciones significativas con otras personas.
Como seres sociales, somos particularmente responsables por la
mayordomía de nuestra influencia social en el hogar, en la iglesia y en
la sociedad. Tratar a otros con respeto, consideración y amor es una
prueba de la mayordomía de nuestra interacción social. Los valores y
principios que surgen de nuestra entrega al Señor deben tener un
impacto directo y positivo en nuestra interacción social.
C. Los seres humanos y el dominio sobre el mundo
De acuerdo a Génesis 1:28, Adán y Eva tenían que subyugar la tierra y tener
dominio sobre la fauna. Así fue definida su relación con el resto de la creación.
Indudablemente en esa tarea la imagen de Dios se revelaba de una manera
especial.
Dios les ha dado a los seres humanos poder y autoridad: "Cada ser humano,
creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del
Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer".13
En el Antiguo Testamento se usa el verbo "tener dominio" para designar el
poder del rey sobre sus súbditos.14 En Génesis se le otorga ese poder al ser
humano pero se lo limita al mundo animal.15 Se nos encarga "regir la naturaleza
como un rey benevolente, actuando como un representante de Dios sobre
ella y por lo tanto, tratándola de la misma manera que la trataría el Dios que la
creó".16 El hecho de que los seres humanos fuesen vegetarianos indica que la
destrucción de la vida animal no estaba contemplada en el otorgamiento del
13 E. G. White, Educación, 13 14 Véase D. Jobling, "Dominion Over Creation", en The Interpreter's Dictionary of the Bible: Supplementary Volume. K. Creim, ed (Nashville, TN: Abingdon, 1976), 247. 15 Véase H. W. Wolff, Anthropology of the Old Testament (Philadelphia: Fortress, 1974), 163. 16 G. J. Wenham, Gésis 1-15 (Waco, TX: Word, 1987), 33.
Manual de Mayordomía
79
dominio sobre ella.17 Este era un dominio positivo, que tenía que ver con "lograr
el bienestar de cada una de las otras criaturas y ver que se realizara a plenitud
el potencial de cada una de ellas".18
El verbo "subyugar" la tierra debiera entendérselo en el contexto de Génesis
2:5, 15, como cuidando de la tierra. La idea de usar ese poder para explotar
la naturaleza está eliminada por el contexto en el cual el concepto de una
creación buena debe entenderse en términos de su perfecta armonía y unidad.
Los seres humanos no debían trastornar el orden establecido por Dios sino
respetarlo y preservarlo.
El dominio de los seres humanos sobre la naturaleza revela una función
importante de la humanidad hecha a imagen de Dios: Son representantes de
Dios dentro del mundo creado. Se nos ha dicho que el hombre "fue ubicado,
como el representante de Dios, sobre los órdenes inferiores de seres. Ellos no
pueden entender o reconocer la soberanía de Dios. Aún así, fueron hechos
capaces de amar y servir al hombre".19 Dios delegó a Adán y Eva, como sus
representantes, la responsabilidad de administrar el resto de la creación. Los
instituyó como mayordomos del mundo.20
El mandato a tener dominio sobre el mundo revela algo acerca de la naturaleza
de la creación. Presupone un entendimiento no mitológico de la naturaleza.
Las antiguas mitologías cuentan a menudo de árboles, ríos, animales y tierras
divinos. Al ser confrontados por todos estos elementos de la naturaleza, los
seres humanos no debían explorarlos, sino someterse a ellos. Tales ideas están
ausentes del texto bíblico: "No hay ni tierra divina, ni bestias divinas, ni
17 Cf Jobling, "Dominion", 247. 18 W. Brueggemann, Génesis (Atlanta: John Knox, 1982), 32. 19 E. G. White, Patrícarcas y Profetas, 25. 20 Cf Wolff, Anthropology, 162.
Manual de Mayordomía
80
constelaciones divinas, ni ninguna otra esfera esencialmente inaccesible al
hombre".21 No hay nada superior a la humanidad en el orden creado.
El dominio humano sobre la creación implica que la naturaleza es finita y
dependiente del cuidado de los seres humanos. Este elemento de dependencia
parece pertenecer a la misma naturaleza de la creación. La dependencia es,
por supuesto, mutua. La naturaleza depende de personas amantes para revelar
su fructificación, grandeza y bondad. A la misma vez la existencia humana
misma está relacionada intrínsecamente con la naturaleza. Dios determinó que
la existencia de ambos -la naturaleza y el hombre- fuese mutuamente
dependiente, aunque en última instancia ambos dependiesen de él.
Concluimos que desde la perspectiva de Dios, los seres humanos son
mayordomos del mundo natural. Esto es posible debido a que no hay nada
divino en la naturaleza. Este concepto tiene gran valor para todos los que se
interesen en asuntos ecológicos. Nuestra preocupación para el bienestar del
planeta no debe basarse en su presumida santidad, sino en el hecho de que Dios
estableció personas para que fuesen mayordomos del mundo.
IV. CAÍDA Y PECADO
A veces nos es difícil concebir, o aún imaginar, una época en la historia de este planeta
cuando hubo perfecta armonía sobre la tierra. La intención divina fue que los seres
humanos, unidos a Dios en un cometido indiviso, continuasen teniendo dominio sobre
el planeta, explorándolo y preservándolo en toda su belleza y grandeza. Resulta claro
que la mayordomía pertenece a la intención y el designio original de Dios para la
misión de la raza humana sobre nuestro planeta. Esta servía para definir la
responsabilidad fundamental de la familia humana hacia Dios y hacia el orden creado.
Pero la intrusión del pecado trastornó el plan divino.
21 Ibid.
Manual de Mayordomía
81
A. Libertad humana
En teología cristiana, los conceptos de pecado y libertad están estrechamente
relacionados. La narración bíblica de la caída respalda esta conclusión. El relato
de la creación presupone que los seres humanos fueron creados como agentes
libres. En este contexto libertad significa probablemente que ellos tenían la
capacidad de llegar a ser aquello que Dios se propuso que ellos fuesen. Esta
era la libertad de poder auto realizarse, de llevar a cabo su potencial humano
como criaturas de Dios. Por consiguiente, la libertad humana era una realidad
únicamente si los seres humanos mantenían una relación armoniosa con Dios.
Es a este tipo de libertad a la que se refiere Génesis 2:16-17: "Y Dios el Eterno
mandó al hombre: 'Puedes comer de todo árbol del huerto, pero del árbol del
conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él,
morirás".
Estos dos versículos definen la verdadera naturaleza de la libertad y establecen
sus límites. Tenemos un mandato positivo seguido por una limitación. Adán y
Eva están libres de comer de todo árbol del jardín y satisfacer de esta manera su
necesidad de alimento. El Señor hizo provisión para todas sus necesidades
básicas, y en la medida en que se escuchase su mandato, la vida sería
preservada. La prohibición, "del árbol del conocimiento del bien y del mal no
comerás", los puso al tanto, en cierto sentido, de la extensión de su libertad.
Tenían la libertad de rechazar el compañerismo con Dios. Adán y Eva eran
libres para decir "no" a Dios y a la vida que de él provenía.22
Sin esta posibilidad, Adán y Eva no hubiesen sido libres sino prisioneros en este
planeta. Habían sido creados para vivir en este mundo sin ninguna alternativa o
vía de escape. Dios los trajo a la existencia sin consultarlos, sin darles la
libertad de decidir si querían existir. (Obviamente, tal cosa hubiera sido
imposible, pues la libertad de elección implica existencia y conciencia). Dios
22 Claus Westerman, Génesis 1-11: A Commentary (Minneapolis; Augsburgh, 1984), 224, escribe: "La prohibición que limita al hombre lo rodea de amenazas. La limitación se expresa en la ley, y aquí en la oración: 'El día que de él comieres ciertamente morirás'. Esta no es, de hecho, una amenaza de muerte, sino más bien una clara expresión del límite que acompaña a la libertad confiada a la humanidad en el mandamiento. AI decir no a Dios -y ésto es lo que la libertad permite- sería en última instancia decir no a la vida; pues la vida viene de Dios".
Manual de Mayordomía
82
simplemente los trajo a la existencia y entonces les dio la libertad de decir sí o
no a Dios y a la vida. La intención real de Dios es que los seres humanos
escojan la vida y el compañerismo con él. De allí el mandato negativo. Su
propósito era preservar a Adán y Eva vivos al ellos elegir el don de la vida. Su
libertad se vio así probada: "Podían obedecer y vivir, o desobedecer y perecer”.23 Era su
responsabilidad decidir si volver a la nada o disfrutar de una vida sin fin y de libertad en
armonía, obediencia, y confianza total en el Creador.
El nombre del árbol cuyo fruto Adán y Eva no debían comer es interesante: "árbol del
conocimiento del bien y del mal". Se han dado muchas sugerencias con respecto al
significado de esta frase 24 aunque debería interpretársela probablemente a la luz de
Génesis 3:22: "Dios el Eterno dijo: 'Ahora el hombre es como uno de nosotros,
conocedor del bien y del mal". El conocimiento del bien y del mal es un tipo de
conocimiento que pertenece exclusivamente a Dios. La frase no designa la habilidad de
conocer todas las cosa porque los seres humanos nunca fueron creados con la posibilidad de
llegar a ser omniscientes. Lo que la frase enfatiza es la posibilidad de que los seres
humanos decidan por sí mismos lo que ellos consideren ser lo mejor para ellos.25 Pareciera
ser una frase usada para expresar la idea de una autonomía moral absoluta y la capacidad
de tomar decisiones creyendo que no se tiene que rendir cuentas a nadie. Dios les dijo a
Adán y Eva que tener esa experiencia equivaldría a rechazarlo a él y elegir la muerte. El
árbol era, por consiguiente, un símbolo de auto determinación y de independencia total
que conduciría inexorablemente a la muerte, puesto que sería un rechazo del don de la
vida. En esencia, ésta sería una rebelión absoluta contra Dios.
B. El pecado como rebelión: Pretendiendo ser dueño
La serpiente, al ser el animal más astuto del jardín, llegó a ser el instrumento del mal (Gen
3:1). Esto es algo sorprendente, puesto que se trata de una de las criaturas buenas de Dios
(1:31). Resulta interesante observar que durante la escena del juicio descrita en Génesis
23 E. G. White, Patriarcas y Profetas, 35. 24 Sobre una discusión de las diferentes opciones véase Westermann, Génesis 1-11, 242-48. 25 Víctor P. Hamilton, The Book of Génesis: Chapters 1-17 (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 166, escribe: "Lo que se le prohibe al hombres es el poder para decidir por sí mismo lo que le conviene y lo que no le conviene. Esta es una decisión que Dios no ha delegado a los terrenales".
Manual de Mayordomía
83
3:9-14, Dios pidió a Adán y Eva explicar su comportamiento y dar razones del mismo pero
no dirigió pregunta alguna a la serpiente. No hubo diálogo entre Dios y la serpiente
debido a que no había nada que explicar; el pecado es inexplicable, irracional. El
pecado puede únicamente ser condenado y eso fue exactamente lo que Dios hizo.
La serpiente, durante su conversación con Eva, la confrontó con la posibilidad de una
nueva comprensión propia y una nueva cosmovisión. El mensaje fue apelante y
persuasivo. La serpiente se introdujo a sí misma con una pregunta que motivó a Eva a
reaccionar. Dios fue mal citado y Eva decidió defenderlo, pero en el proceso ella se volvió
vulnerable. La serpiente se volvió más agresiva y abiertamente contradijo la declaración
de Dios sobre el resultado de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (3:4-
5).
Según la serpiente, la muerte no era una amenaza a la criatura debido a que la criatura no
podía morir. La criatura podía sólo evolucionar y pasar de un nivel inferior de existencia a
otro más elevado. AI comer del fruto del árbol, argumentó, se abrirían tanto a Eva como a
su esposo nuevas perspectivas de su auto discernimiento. Ella estaría un escalón más
cerca de lo divino; de hecho, sería como Dios, conociendo el bien y el mal. "Sí", dijo la
serpiente, "tú puedes tener completa determinación propia, puedes ser tu propio amo,
puedes ser la fuente de tu propia vida".
La serpiente procedió a poner en tela de juicio la bondad de Dios al sugerir
que Dios estaba limitando el pleno gozo de la vida de Adán y Eva
requiriéndoles depender de él. Ellos podían alcanzar esas nuevas
dimensiones de existencia mediante la autonomía e independencia de Dios.
Todo lo que tenían que hacer era rechazar su papel de mayordomos de Dios
y llegar a ser los dueños de la vida.
Eva quería crecer, desarrollarse a sí misma, y lograr plenamente su
potencial. Fue el Señor quien puso el deseo por la sabiduría en su corazón.
Pero tanto ella como su esposo usaron incorrectamente su libertad y
sobrepasaron sus límites. Ambos rechazaron su posición de mayordomos de
Manual de Mayordomía
84
Dios para transformarse en propietarios. Comieron del fruto del árbol, no
porque estuviesen rechazando el don de Dios de la vida, sino porque
querían apropiarse de ella y gozarla en total independencia de Dios. Fueron
engañados por la serpiente porque lo que les ofreció era irreal. De hecho,
ellos eligieron la muerte y no la vida. Al comer del fruto, la humanidad perdió
su mayordomía del mundo.
C. El pecado como egoísmo y esclavitud
La decisión de Adán y Eva fue un acto de rebelión que acarreó desorden y
confusión en el mundo, afectando la armonía de la creación. Después de su
pecado, lo primero que experimentaron fue vergüenza el uno frente al otro.
Se vieron a sí mismos como extraños y, por consiguiente, su vida social no
fue de ahí en adelante la misma. El deterioro espiritual interno se reflejó en
el rechazo del otro.
Nos percatamos de los demás, principalmente mediante el cuerpo. La vida y
la interacción social son imposibles fuera del cuerpo. El sentirse
avergonzados el uno frente al otro significa que las relaciones
interpersonales no son armoniosas. Adán y Eva querían plena autonomía,
independencia de Dios, pero no se dieron cuenta que tal deseo los llevaría a
independizarse el uno del otro. El egoísmo había nacido en sus corazones y
desde entonces éste caracterizaría a la raza humana.
Es interesante que aunque reclamaron independencia de Dios, Adán y Eva
debieron rendirle cuentas por sus acciones. Se escondieron del Señor
debido a que se habían vuelto mayordomos infieles. El Señor los juzgó y los
encontró culpables (Génesis 3:8-19). El Señor siempre considera a los seres
humanos como mayordomos debido a que ése fue el cargo que les dio. Una
naturaleza corrupta y egoísta no justificaría el rechazo de esa función.
Manual de Mayordomía
85
Debido a su pecado, Adán y Eva se volvieron esclavos del pecado. Pablo
indicó que los seres humanos se vuelven esclavos de aquel a quien eligen
obedecer (Rom. 6: 16). La raza humana eligió servir al pecado y fue
esclavizada por él (Rom.6:17), permaneciendo bajo su poder y llevada
cautiva a la ley del pecado (Rom. 7:14,23). Los seres humanos no pueden
someterse a la ley de Dios; es imposible para ellos agradar a Dios (Rom 8:7-
8). Hay una incapacidad fundamental en ellos de servir a Dios. La naturaleza
humana se corrompió en su mismo centro, acarreando con ello una
hostilidad natural contra Dios (Rom. 8:7), debilitándose al punto de quedar
con una tendencia natural hacia el pecado. Esta naturaleza, poseída por el
pecado, controló a la raza humana (Rom. 8:9). Debido a la esclavitud del
pecado, fue imposible para los seres humanos ser fíeles mayordomos de Dios.
El pecado, como una rebelión contra Dios, no sólo trajo consigo egoísmo y esclavitud, sino
que también afectó la imagen de Dios en la humanidad: "Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios" (Rom. 3:23). Uno de los resultados del pecado fue que
nuestra naturaleza espiritual y moral se corrompió. De hecho, ningún aspecto del ser
humano quedó sin ser afectado por el pecado. Aún así, la imagen no fue totalmente
borrada (cf. Gén. 9:6)26 Es verdad que los seres humanos han "malogrado la imagen de
Dios" en sus almas al seguir un camino de vida corrupto,27 pero "trazos" de ella aún
"permanecen en cada alma".28 La corrupción de la imagen significa también que la
naturaleza misma fue "sometida a frustración..., esclavitud.., decaimiento" (Rom. 8:20-
21).
El papel de los seres humanos como mayordomos de Dios se vio drásticamente afectado
por el pecado. El pecado, como rebelión contra Dios, caracterizó a los seres humanos que
se proclamaron entonces dueños de todo y en particular de sus propias vidas, la que
intentaron preservar mediante sus propios esfuerzos. De ahí que se volvieron esclavos
del pecado e incapaces de ser lo que el Señor había intentado que fuesen. La
26 E. G. White, "E. G. White Comments: Romans", en el SDA Bible Commentary, vol. 6, 1078. 27 E. G. White, Testimonies, vol. 4, 294. 28 E. G. White, Ministerio de Curación, 120,121.
Manual de Mayordomía
86
restauración de los seres humanos a su estado original como mayordomos de Dios
requeriría un plan que abordase los aspectos de rebelión, egoísmo, esclavitud, y la
restauración de la imagen de Dios.
V. SALVACIÓN Y MAYORDOMÍA
Hemos observado que en el Antiguo Testamento la mayordomía se origina con la creación y el don
de la vida. Dios trajo a la existencia una vida inteligente humana y le asignó el papel de
representarlo en este mundo. La mayordomía en el Nuevo Testamento encuentra su base en el
don de Dios de la salvación mediante Cristo. En ambos casos, el dador es el Señor y el que
recibe y administra es el mayordomo del Señor que fue creado y recreado por y en Cristo.
A. Cristo: Imagen de Dios y mayordomo fiel
Para liberar al planeta del poder del pecado, Dios necesitaba un mayordomo fiel, alguien que
lo representara adecuadamente como su Imagen en un mundo separado de él. Esto ocurrió
en Cristo Jesús.
Varios pasajes en el Nuevo Testamento se refieren a Jesús como siendo la imagen de
Dios. Uno de los más significativos está en Colosenses 1:15: "Cristo es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda la creación". Este pasaje alude a Génesis 2:16, en donde
Adán y Eva se describen como siendo la imagen de Dios que lo representó ante el orden
inferior de la creación.29 Ahora, es Cristo quien se describe como la imagen de Dios. Se
usa el título "Primogénito de toda la Creación" para señalar su supremacía como
representante de Dios. Enfatiza su carácter único como agente de la creación y como
Señor sobre ella.30 En el contexto de Colosenses la representación de Dios en Cristo es,
en verdad, una revelación de Dios a sus criaturas. Este pensamiento está claramente
expresado en 2 Cor. 2:2, en donde la expresión "imagen de Dios” enfatiza la función
de Cristo como el revelador de la gloria de Dios. El llevó la imagen de Dios no
como algo que se le dio, sino como algo que él era en esencia. Cristo era
29 Cf Peter Pokorny, Colossians: A Commentary (Peabody, MA: Hendrickson, 1991), 74. 30 Véase Eduard Lohse, Colossians and Philemon (Philadelphia: Fortress, 1991), 48, 49.
Manual de Mayordomía
87
plenamente Dios, "el resplandor de su gloria y la representación exacta de su
ser, el que sostiene todas las cosas con su poderosa palabra” (Heb. 1:3).
Este hombre Jesús, la imagen de Dios, es el verdadero mayordomo de Dios.
Juan declara: "El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos"
(3:35). El poner todo en las manos de alguien significa darle poder y autoridad
sobre todo.31 En otros lugares Jesús testificó: "Todas las cosas me han sido dadas
por mí Padre" (Mat 11:27; Luc. 10:22). El Padre le confió a Jesús
responsabilidades que debía cumplir como fiel mayordomo e Hijo. La relación
se centró en el amor mutuo. La referencia en esos pasajes es principalmente a
la obra de Jesús como Salvador. Esta era la tarea más importante jamás
asignada por Dios a ninguno de sus mayordomos; Dios la asignó a su propio
Hijo.
Cristo, como un mayordomo de Dios, está administrando para Dios el plan de
salvación. Era el plan de Dios reunir todo en y mediante Cristo. El plan fue
"puesto en marcha" por Cristo mismo (Ef 1:10). "Poner en marcha" es la
traducción del griego eis oikonomian - lit, "para la administración". El término
oikonomia es el vocablo griego usualmente traducido por "mayordomía,
administración”. Pablo, en Efesios, parece estar sugiriendo que Cristo "es el
mayordomo mediante quien Dios está efectuando su plan para el mundo -un
plan que está en proceso y que culminará cuando los tiempos hayan alcanzado
su cumplimiento (lit., “en la plenitud del tiempo” )”.32 Cristo, como mayordomo,
está a cargo de "la casa de Dios", la iglesia (Heb. 3:6); pero está también
trayendo la reconciliación al universo (Col 1:20).
Jesús se sometió a sí mismo al Padre y siguió obedientemente sus instrucciones
con respecto a cómo poner en marcha el plan de salvación (cf. Juan 17:2,4).
31
Véase Rudolf Schnackenburg, The Gospe According to John, vol. 1 (New York: Seabury Press, 1968), 388.
32 Arthur Patzia, Ephesians, Colossians, Philemon (Peabody, MA: Hendrickson, 1984), 155. Marcus Barth, Ephesians 1-3 (Carden City, NY: Doubleday, 1974), 76, traduce la primera parte de Efesios como "que él tendría que administrar los días del cumplimiento". De acuerdo con él, ese verso describe a Cristo como un mayordomo de Dios (86-89).
Manual de Mayordomía
88
Era un fiel mayordomo que permaneció leal a Dios donde Adán y Eva
fallaron. Mientras Adán y Eva buscaron independencia de Dios tratando de ser
iguales a Dios, Cristo "estando en la misma naturaleza de Dios, no consideró la
igualdad con Dios algo a lo cual aferrarse, sino que se anonadó a sí mismo,
tomando la misma naturaleza de un siervo, y se hizo semejante a los hombres.
Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo, y se hizo obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filip. 2:6-8).
Cristo es un mayordomo único porque, para preservar la vida de aquellos que
confiaron en él, dio su vida por ellos (Rom. 5:6). Dio todo lo que tenía para
preservar la raza humana, asumiendo responsabilidad por ella como
mayordomo de Dios. No se esperaba esto de ningún otro mayordomo de Dios.
Cuando Moisés se ofreció a sí mismo para morir en lugar de Israel, Dios
rechazó su oferta (Ex 32:31, 33). Esta tarea le fue asignada en forma
exclusiva al Dios-hombre, Jesucristo, el Hijo de Dios. El, quien era rico, "se
hizo pobre para que vosotros fueseis enriquecidos con su pobreza” (2 Cor.
8:9). En Filipenses Pablo se refiere a esa misma experiencia declarando que
Cristo "se anonadó a sí mismo” (Fil. 2:7). Cristo se despojó a sí mismo de su
derecho a usar su divinidad y en su lugar se sometió a sí mismo a la voluntad
de su Padre.33 Este era su papel en la vida y como tal cumpl ió su
responsabilidad como mayordomo de Dios.
B. Restaurando a los mayordomos
Un cristiano es una persona que ha reconocido y aceptado que Cristo es la
misma imagen de Dios y está ahora dispuesto a ser conformado a esa imagen.
Pero antes que esto pudiese ocurrir, la separación causada por el pecado debía
ser removida. El hombre debe ser restaurado, hacer paz con Dios, aceptar su
propia función en el mundo, dejar de luchar en forma egoísta para preservarse
a sí mismo, y ser redimido del poder del pecado que le imposibilita ser un fiel
33 M. Lattke, "Kenoo make empty, destroy", en Exegetícal Dictionary of the New Testament, vol. 2, Horst Balz and Gerard Schneider, eds (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1991), 282, escribió con respecto a Cristo en 2 Cor 8:9, "que la cláusula habla acerca de la humildad que se da a sí misma y del empobrecimiento de la autonegación en la manera divina de ser".
Manual de Mayordomía
89
mayordomo de Dios. Todo esto es posible mediante Cristo quien nos reconcilió
con Dios, hizo posible nuestra justificación por la fe, y nos redimió del poder del
pecado.
El espíritu de rebelión que está localizado en el centro de nuestra naturaleza caída
puede ser vencido únicamente mediante la obra de Cristo que hizo posible
nuestra reconciliación con Dios. La reconciliación es una manifestación del amor
auto sacrificado de Dios (Rom. 5:8-10) pues en Cristo, Dios estaba
reconciliando el mundo consigo mismo (2 Co.r 5:19). Esto parece querer
decir que por causa de la obra de Cristo, Dios puso a un lado su ira contra
nosotros como pecadores, haciendo posible nuestra reconciliación con él.34 Al
tomar la iniciativa Dios reveló su amor, desarmando nuestro espíritu de rebelión
y llamándonos a reconciliarnos con él (2 Cor. 5:20). Esto es posible debido a
que Cristo, "quien no cometió pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Cor. 5:21).
En la cruz Dios mostró que no hay razón para estar en guerra con él, puesto que
él siempre nos amó. La reconciliación es el reconocimiento y la aceptación de
nuestro lugar en el universo y nuestro rechazo de toda idea o intento por
usurpar la autoridad de Dios o derecho como propietario. Pablo introduce su
discusión sobre el significado de la reconciliación en Colosenses, diciendo: "Por
él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos, y las que están en la
tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados o
autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él". (Col. 1:16). Dios efectuó
la creación mediante Cristo y por consiguiente, todo pertenece al Salvador. Aún
más, él es el único que preserva unido el universo (Col. 1:17). Más aún, fue él
quien tomó nuestro lugar, muriendo en la cruz por nuestra rebelión,
haciendo posible nuestra reconciliación con Dios (2 Cor. 5:14-15, 21; Ef. 2:3-
5). La reconciliación implica el reconocimiento de que Dios es el dueño del
34 Véase Ángel Manuel Rodríguez, "Salvation by Sacrificial Substitution", Journal of the Adventist Theological Society, vol. 1 (1992), 65-68.
Manual de Mayordomía
90
universo, y de nuestro papel como mayordomos del Señor. Quienes han sido
reconciliados no debieran "vivir para sí, sino para aquel que murió, y resucitó
por ellos" (2 Cor. 5:15).
Cuando vivimos para nosotros mismos manifestamos obviamente un egoísmo
que hace prácticamente imposible que seamos verdaderos mayordomos de Dios.
Desde que Adán y Eva cayeron en pecado, los seres humanos han estado
intentando constantemente preservar sus vidas mediante sus propios esfuerzos.
Esta dimensión del pecado fue confrontada por Cristo. El egoísmo nos hace
administradores inefectivos de las bendiciones de Dios debido a que no
importa lo que recibamos de Dios, lo apropiamos para nosotros mismos a fin
de asegurarnos que seremos capaces de disfrutar la vida en este planeta por
nosotros mismos. Un egoísmo tal no se preocupa por otros porque estamos
totalmente obsesionados con el pensamiento y la preocupación de
nuestra propia preservación.
La solución para esta condición humana pecaminosa se encuentra en la muerte
sacrificial de Cristo sobre la cruz, que hizo posible para nosotros el ser
justificados por fe en él (Rom 3:21 -26). La justificación significa que hemos sido
absueltos en la corte divina debido a que Cristo tomó nuestro lugar, muriendo
por nosotros. No debemos preocuparnos más por la preservación de nuestra
vida, porque de eso se ocupa Dios. A través de Cristo Dios nos dio vida
libremente como un don de gracia (Rom. 5:18). Antes de venir a Cristo
estábamos espiritualmente muertos en nuestros delitos y pecados (Efe. 2:1).
Pero a través de Cristo Dios nos dio vida mediante la revelación de su gracia:
"Porque por gracia habéis sido salvados por la fe. Y esto no proviene de
vosotros, sino que es el don de Dios" (Efe. 2:8).
La muerte sacrificial de Cristo mostró que el amor desinteresado de Dios derrota
el mal. Cristo dio su vida para preservar nuestra vida, mostrando claramente
que la vida se preserva cuando se rinde a Dios en una relación de amor y
Manual de Mayordomía
91
confianza (Mat 16:25). Fuera de Cristo no hay vida en nosotros (Juan 6:53;
10:10). Es únicamente mediante la justificación por la fe que tenemos vida
(Rom. 5:18). Por consiguiente, el centro de nuestras vidas no es más el yo sino
Cristo y vivimos para él y para su gloria (Rom. 6:10-11). Pablo describe en un
lenguaje muy vivido el destronamiento del yo en su vida mediante la obra de
Cristo en la cruz, diciendo: "Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo,
sino que Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en
el Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí" (Gál 2:20).
Finalmente, nuestra libertad del esclavizante poder del pecado es real debido a
que Dios, en Cristo, nos redimió del pecado. Jesús declaró: "Porque el Hijo
del Hombre tampoco vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en
rescate por muchos" (Mar 10:45). El pecado nos esclavizó, nos volvió
incapaces de servir a Dios y a los demás (Rom. 6:6), y nos destinó a una
muerte eterna (Rom. 6:23). En la cruz fuimos liberados del poder del pecado y
de la muerte: "Así, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, a saber, al diablo. Y librar a los que por el temor de la
muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre" (Heb. 2:14-15). Dios en
Cristo pagó el precio de nuestra redención con "la sangre preciosa de Cristo, la
de un cordero sin mancha ni defecto" (1 Ped. 1:19).
Aquellos que creen en Cristo, le pertenecen. Pablo escribió a los Corintios: "No
sois vuestros. Puesto que habéis sido comprados por precio, glorificad a Dios
en vuestro cuerpo" (1 Cor. 6:19-20). La redención significa que no estamos
más bajo el poder del pecado debido a que nuestras vidas fueron "rescatadas"
por Dios mediante Cristo. Nuestras vidas no son nuestras pero Dios nos ha
dado la libertad de administrarlas correctamente para que lleguemos a ser lo
que él se propuso originalmente que fuésemos, es decir, sus mayordomos.
Esto es posible mediante el don del Espíritu que Dios da a quienes creen en
Cristo. Ellos "no viven conforme a la naturaleza pecaminosa, sino conforme al
Manual de Mayordomía
92
Espíritu" (Rom. 8:4). Tales personas no tienen sus mentes puestas en "las cosas
de la carne" (Rom. 8:5), pues viven según el Espíritu (Rom. 8:9).
Una teología de la mayordomía se basa no sólo en el concepto de la creación y del
propósito que Dios tuvo para con nosotros, sino también en la salvación mediante Cristo que
hace posible, a pesar del pecado, que lleguemos a ser lo que Dios quiso que fuésemos. A
través del poder del evangelio Dios deshizo el daño causado por el pecado (Rom. 1:16-
17). Mediante la reconciliación en Cristo nuestra rebelión contra Dios llega a su fin y
reconocemos a Dios como Creador, Sostenedor, Preservador, y Propietario del universo.
Una vez más hemos encontrado nuestro propio lugar en el plan de Dios, el de un siervo
de un Dios amante y no el de un propietario ilegal del mundo y de nuestras vidas.
Mediante la justificación por la fe nuestra preocupación ciega por auto preservar nuestras
vidas llega a su fin, al reconocer que en Cristo nuestras vidas han sido preservadas
gratuitamente por un Dios de amor. El egoísmo expiró en la cruz por la revelación del amor
de Dios que se sacrifica a sí mismo. La redención nos restauró la libertad del poder del
pecado, haciendo posible mediante el poder gobernante del Espíritu, que llegásemos
a ser fieles mayordomos del Señor. Alcanzamos el más alto nivel de auto realización en
el servicio desinteresado a Dios y a los demás.
C. Restauración de la imagen de Dios
Es a través de la obra de Cristo y del poder del Espíritu que la imagen de Dios es
restaurada en nosotros. Siempre fue el propósito de Dios que los pecadores arrepentidos
"fuesen conformados a la imagen de su Hijo”, llegando a ser sus hermanos (Rom 8:29). El
verbo conformar se refiere a la santificación como "una conformidad progresiva a Cristo,
quien es el eíkon [imagen] de Dios, y así a una renovación progresiva del creyente a la
semejanza de Dios".35 Esto está claramente indicado en 2 Cor 3:18 en donde se nos
describe como "siendo transformados a su semejanza con una gloria siempre creciente". El
nuevo yo del creyente "está siendo renovado en el conocimiento a la imagen de su
Creador" (Col 3:10). La restauración plena de la imagen de Cristo en nosotros se
consumará en la Segunda Venida de Cristo (1 Cor. 15:49). Pero lo que es más
35 C. E. B. Cranfiend, The Epistle to the Romans, vol. 1 (Edinburgh: T &T Clark, 1975), 432.
Manual de Mayordomía
93
importante para nosotros es que la imagen está siendo restablecida en nosotros ahora en
Cristo, y que por consiguiente, estamos siendo restaurados a nuestra función original
como mayordomos de Dios.
La responsabilidad más importante del mayordomo cristiano en el Nuevo Testamento
es la "administración" correcta de la gracia de Dios, es decir la proclamación del
evangelio (1 Cor. 9:17; Ef 3:2, 9), o de "las cosas secretas de Dios" que se nos revelan en
Cristo (1 Cor. 4:1). Semejante a Cristo, participamos en la administración del plan divino
de salvación (Col 1:25). Esto incluye no sólo la proclamación de las buenas nuevas, sino
también el que nosotros vivamos a la altura de los requisitos santificadores que
proclamamos.
Además, somos también mayordomos de los dones de Dios. En cierto sentido esto es
parte de la administración de la gracia de Dios debido a que Su gracia se manifiesta
dentro de la iglesia especialmente en el otorgamiento de los dones a cada creyente (1
Ped. 4:10). En este contexto, la mayordomía se caracteriza por una disposición a
servir a otros. Cuando Pedro extiende el llamado a la comunidad cristiana a
administrar fielmente los dones que Dios da, está sugiriendo que somos
mayordomos de todo lo que tenemos debido a que todo nos ha sido dado por Dios.
Toda posesión cristiana debe ser administrada para la gloria de Dios. Esto incluiría
todo lo que Dios nos dio en la creación incluyendo nuestros cuerpos (1 Cor
6:19-29) y recursos financieros (véase los dos capítulos siguientes). El cristiano que
está persuadido de que todo fue creado y redimido por Dios mediante Cristo y,
por consiguiente, que cada cosa pertenece al Señor, nunca se percibirá a sí mismo
como propietario, sino siempre como mayordomo de Dios y de Cristo.
D. La mayordomía de la creación y el apocalipticismo
El énfasis del Nuevo Testamento sobre la escatología apocalíptica que anuncia la
destrucción de los malvados y la conflagración del mundo (ef 2 Ped 3:8-10), puede
sugerir que nuestra responsabilidad como mayordomos de Dios no incluye una
Manual de Mayordomía
94
preocupación definida por el mundo natural. ¿Por qué cuidar lo que será destruido
por Dios en el escatón?
Semejante conclusión sería un serio y terrible error. Debiéramos observar que el
Nuevo Testamento describe a Dios como estando seriamente interesado en el mundo
natural. El alimenta los pájaros del aire, que no pueden sembrar ni cosechar
(Mat 6:26), cuida la vida del pajarillo (10:29), y viste la hierba del campo de
hermosura (6:28-30). En ningún lugar de la Biblia se describe el mundo natural
como siendo esencialmente malo. AI contrario, es bueno debido a que Dios lo
trajo a la existencia. La preocupación de Dios por el mundo natural es un ejemplo
para sus mayordomos. Ellos deben tratar con respeto y cuidado lo que
pertenece a su Señor. Sólo los malvados destruyen la tierra, y el Señor, a su
debido tiempo, los destruirá a ellos (Apoc. 11:18).
La conflagración apocalíptica del mundo natural debe ser entendida como un acto
de redención que conduce a la renovación de la creación y no a su extinción. Es
un punto de transición de un mundo infectado por el pecado y el mal, a otro
liberado de todo ello. No se trata de una negación de la naturaleza sino de una
reafirmación de su bondad. Se puede contrastar la experiencia de la naturaleza con
la de los poderes malvados que serán totalmente destruidos, extinguidos del universo
de Dios, sin ninguna posibilidad de recreación. Serán condenados como siendo
esencialmente malos. No así con el mundo natural. La conflagración final es su
liberación.
Pablo, en Rom 8:19-22, personifica el mundo natural e indica que, debido a su
solidaridad con los seres humanos, ha sido afectado por su experiencia en dos
maneras. Primero, ha sido "infectado" por el pecado que los seres humanos
trajeron al mundo. Ha sido sometido a frustración pero "no por su propia
elección" (Rom. 8:20). En consecuencia, la naturaleza es amoral, aunque está
atrapada en las secuelas del pecado humano. Se encuentra ahora en un estado de
servidumbre y decaimiento (versículo 19). Segundo, la naturaleza vive en la
Manual de Mayordomía
95
esperanza del cumplimiento de la promesa de la redención futura que será
experimentada por los seres humanos en el escatón. Cristo vino trayendo libertad a
todos los que creyesen en él y la naturaleza, junto con ellos, mira hacia la consumación de
esa libertad. La naturaleza no aguarda expectante una participación futura en la destrucción
eterna de los malvados, sino más bien "la libertad gloriosa de los hijos de Dios" (versículo
21). Para Pablo, la condición presente de la naturaleza es transitoria, la que tendrá un fin
(histórico) "en la liberación de la creación a la libertad que aguarda a los hijos de Dios". 36
La esperanza apocalíptica incluye también al mundo natural. La liberación del pueblo de
Dios incluye la liberación del mundo natural. Esta perspectiva positiva de la naturaleza es
una fuerza motivante para el mayordomo cristiano que lo lleva a cuidar el mundo natural y a
actuar con responsabilidad delante de Dios al preservarlo y protegerlo. Sus destinos
están misteriosamente entretejidos.
VI. RESUMEN
Nuestra exploración del significado teológico de la mayordomía comenzó con una discusión
sobre la naturaleza de Dios. Antes que cualquier cosa viniese a la existencia, Dios ya existía. Esto
significa que Dios es eterno y autosuficiente. Nuestra función como mayordomos no tiene el
propósito de enriquecerlo o proveer para sus necesidades, puesto que Dios es autosuficiente. La
mayordomía es el privilegio de ser copartícipes del misterioso y sublime Dios. Como Creador él es
Único, Incomparable, Trascendente, Inmanente y Propietario. Es a este único Dios a quien
debemos rendir cuentas como mayordomos. Su trascendencia evita que la mayordomía perciba la
naturaleza como siendo divina, mientras que su inmanencia muestra su preocupación por la
creación y hace posible que seamos sus mayordomos. Dios el Creador es el Propietario que nos
recuerda que nunca debiéramos declararnos dueños. Dios se describe también como "amor". La
mayordomía se malogra si se la entiende como el intento del mayordomo de obtener el amor de
Dios. Dios nos ama porque es amor. Su amor se vuelve un modelo que debe ser seguido por el
mayordomo que administra los dones de Dios.
36 H. Balz, "Matalotes vanidad, negación, transitoriedad", en Exegical Dlctionary of the New Testament, vol. 2, 397. Para una discusión de la estrecha conexión entre los seres humanos y la naturaleza de acuerdo a la Biblia y su significado para la sociedad moderna, véase Frank Moore Cross, "The Redemption of Nature", Prínceton Seminary Bulletín, vol. 10 (1989), 94-104.
Manual de Mayordomía
96
Nuestra discusión de la naturaleza humana nos enseña que somos criaturas de Dios. En la
preservación de nuestras vidas, trabajamos juntos con Dios. Somos mayordomos de nuestras
vidas. Siendo que vivimos dentro del tiempo y del espacio somos también mayordomos de
nuestro tiempo y de nuestro ambiente. Fuimos creados a la imagen de Dios. Esta imagen es la
que somos y debe encontrar expresión en todo aspecto de nuestro ser. Somos, por consiguiente,
mayordomos de nuestros cuerpos, de nuestra vida espiritual, de nuestras capacidades mentales e
intelectuales, y de nuestro ser social. Al haber sido creados a la imagen de Dios, recibimos también
dominio sobre la naturaleza. Fuimos hechos responsables de administrarla para el Señor como sus
representantes.
La doctrina bíblica del pecado destaca el hecho de que nuestra función como mayordomos de
Dios fue seriamente trastornada por el pecado. Dios envió a su Hijo a un mundo alejado de él,
para que fuese el verdadero mayordomo, su "imagen" en este mundo de pecado. Cristo llegó a
ser el mayordomo del plan de salvación. Para preservar la vida de aquellos que confiasen
en él, dio su propia vida por ellos. Su muerte sacrificial nos reconcilió con Dios, e hizo
posible que nuestra rebelión contra el Creador llegase a su fin. El Creador es una vez
más reconocido como el verdadero y único Propietario del universo y de nuestras
vidas. Nuestra preocupación egoísta por preservar nuestras vidas llega a su fin cuando
aceptamos la muerte de Cristo como el medio de nuestra justificación. Dios en Cristo
es el que preserva nuestras vidas de tal forma que podamos confiar en él y poner a un
lado nuestro egoísmo. La libertad del poder esclavizante del pecado es una realidad
porque en la cruz Cristo nos redimió de ese poder. Le pertenecemos por redención.
Ahora, mediante el poder santificador del Espíritu podemos ser transformados a la
imagen del Hijo de Dios; podemos ser reinstalados como mayordomos de Dios.
Una de nuestras responsabilidades primarias como mayordomos de Dios es la
mayordomía del evangelio, el que incluye predicarlo y someter nuestras vidas a él.
Pero también somos mayordomos de todos los dones de Dios. Somos en especial
mayordomos de la naturaleza. La escatología apocalíptica no debiera disminuir nuestra
Manual de Mayordomía
97
preocupación por el mundo natural. Vivimos anticipando la consumación de nuestra
libertad de la presencia del pecado y la restauración del mundo natural.
Manual de Mayordomía
98
PREGUNTAS DE DISCUSIÓN SOBRE LA MAYORDOMÍA
Guía de estudio para el alumno
Conteste cada pregunta según se indique:
I. ASPECTO DE LA NATURALEZA DE DIOS
1. ¿Qué significa que Dios sea preexistente?
______________________________________________________________
2. Explique, ¿por qué Dios es autosuficiente?
______________________________________________________________
3. ¿Cuál es la base de la Mayordomía Bíblica?
______________________________________________________________
4. ¿Qué oportunidad nos ofrece la Mayordomía?
______________________________________________________________
5. Escriba las cuatro características del Dios Creador
1) _________________________
2) _________________________
3) _________________________
4) _________________________
6. Mencione dos bendiciones que nos reporta la trascendencia divina.
1) ________________________ 2)________________________
7. ¿Qué significa que el Dios Creador es inmanente?
______________________________________________________________
8. Diga ¿por qué la inmanencia de Dios es indispensable?
______________________________________________________________
9. Haga una lista de lo que incluye la propiedad de Dios.
1) _________________________
2) _________________________
3) _________________________
4) _________________________
Manual de Mayordomía
99
II. ASPECTOS DE LA NATURALEZA HUMANA
10. ¿En qué aspecto debemos cooperar don Dios como mayordomos de la vida?
______________________________________________________________
11. Explique ¿por qué el ser humano es la única criatura con quien el Creador
puede relacionarse?
______________________________________________________________
12. ¿Es la mayordomía relación o compromiso con el Creador? Explique
______________________________________________________________
13. Diga ¿cuál fue la primera relación establecida por Adán y Eva?
______________________________________________________________
14. Diga ¿dónde se origina la mayordomía de la vida espiritual?
______________________________________________________________
15. ¿Qué relación se desprende de la respuesta de Adán a la tarea asignada por
Dios?
______________________________________________________________
16. Mencione las tres áreas en que somos responsables de la mayordomía de la
influencia
1) _________________________
2) _________________________
3) _________________________
17. ¿Cómo debe entenderse el verbo subyugar?
______________________________________________________________
18. ¿Qué importante función revela el hecho de que los seres humanos tengan
dominio sobre la naturaleza dentro del plan de Dios?
______________________________________________________________
19. ¿En qué sentido entre el hombre y la naturaleza existe la Creación?
______________________________________________________________
20 .Explique ¿qué significa la Mayordomía de la Creación?
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
100
III. CAÍDA Y PECADO
21. Defina la libertad humana según el propósito de Dios
______________________________________________________________
22. Complete: “La libertad humana era una realidad únicamente si los seres
humanos…”
______________________________________________________________
23. Al Crear Dios al hombre ¿cuál era su intención original?
______________________________________________________________
24. Adán hizo uso incorrecto de su libertad, ¿cómo afectó esto su posición de
mayordomo?
______________________________________________________________
25. ¿Qué perdió Adán cuando tomó y comió del fruto prohibido?
______________________________________________________________
26. Menciona dos cosas que Adán y Eva quería alcanzar
1) _____________________ 2) _______________________
27. Mencione dos cambios de la naturaleza humana después del pecado
1) _________________________
2) _________________________
28. Escriba tres efectos de la rebelión del hombre contra Dios
1) _________________________
2) _________________________
3) _________________________
IV. SALVACIÓN Y MAYORDOMÍA
29. Diga ¿qué papel asumió Cristo para liberar al planeta del poder del pecado?
______________________________________________________________
30. ¿qué administra Cristo como mayordomo de Dios?
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
101
31. Explique, ¿por qué el hombre como mayordomo debe ser restaurado?
______________________________________________________________
32. Defina el concepto de reconciliación
______________________________________________________________
33. Defina el concepto de redención
______________________________________________________________
34. Mediante que dos actos de salvación se realiza plenamente la restauración
1) _____________________ 2) _______________________
35. ¿Cuándo se consumará en nosotros la restauración plena la imagen de Dios?
______________________________________________________________
36. Mencione ¿cuál es la responsabilidad más importante del mayordomo cristiano
en el Nuevo Testamento?
______________________________________________________________
37. Discusión entre grupos
1) ¿Cuál es tu concepto de Dios ahora?
2) ¿Te sientes bien como ser creado?
3) Contribuyó este seminario a:
a) ¿Conocer más a Dios?
b) ¿Fortaleció tu confianza en él?
c) ¿Sientes más seguridad?
Manual de Mayordomía
102
b. LA TEOLOGÍA DEL DIEZMO
I. INTRODUCCIÓN
Este estudio examinará la evidencia bíblica que describe el sistema del diezmo, en un
intento por explorar sus características esenciales y el contenido teológico. Los eruditos
bíblicos han mostrado poco interés en el estudio del sistema del diezmo Israelita. La
mayoría de los estudios sobre este tema se han llevado a cabo bajo preocupaciones
histórico-críticas (ejem. la reconstrucción del desarrollo histórico del sistema y la
datación de las diferentes fuentes) más que bajo un interés teológico1. Nosotros vamos
a abordar el texto en su forma canónica, prestando particular atención a su motivación
teológica.
Es un hecho bien conocido que el diezmo no es una práctica exclusiva israelita. Los
registros de la ciudad de Ugarit (Siglo 14 AC), por ejemplo indican que sus
residentes pagaban el diezmo al templo, lo que era una especie de impuesto, y que el
rey también recibía un impuesto real (un diezmo del pueblo.)2
Los documentos neobabilónicos del siglo 6to. A.C, revelan que el diezmo era una
práctica común en Babilonia. Se daba el diezmo al templo y se esperaba que el mismo
rey diezmase. Se recogía el diezmo de todos los bienes, incluyendo la cebada, los
dátiles, el sésamo, el lino, el aceite, el ajo, la lana, las ropas, el ganado vacuno, las
ovejas, los pájaros, y productos de plata y el oro.3 El diezmo era también conocido y
practicado entre los Persas, Griegos y Romanos.4
1 Para una evaluación de esos estudios véase Menahem Hermán, Tithe as a Gift: The Institution in the Pentateuch and in Light of
Mauso's Presentaron Theory (San Francisco, CA: Mellen Research University Press, 1991), 7-37. 2 Véase Jacob Milgrom, Numbers: The JPS Torah Commentary (New York: Jewish Publication Society, 1990), 432. Véase
también Gary A. Anderson Sacrifices and Offerings in Ancient Israel (Atlanta, GA Scholars Press, 1987), 78-80. Debemos mencionar que un diezmo (impuesto) no religioso, real, era conocido en Israel (véase 1 Sam 8:10-17; Anderson, Ibid, 81, 82). 3 Jacob Milgrom, Cult and Conscience (Leiden: E. J. Brill, 1 876), 58. La discusión de Milgrom está basada en un estudio
preparado por M. A. Dandamayev, "Charmowaja Desjatina W. Pozdnej Babilonii", Vestnik Dreney Istorii, (1965), 14-34. Véase también M. A. Dandamayev, "State and temple in Babilonia in the First Millennium BC", en State and Temple Economy in the Ancient Near East, E Lipinsky, ed (Leuven: Department Orientalistic, 1979), 593, 94. 4 Consultar J. A. MacCulIoh, "Tithes", Encyclopedia of Religión and Ethics, editado por James Hasting, vol. 12 (Edingburgh: T
& T Clark, m.d.), 347; W. H. D. Rouse, "Tithes (Greek)", Ibid, 350 , 51; y también G. Hawthorne, "Tithe", New
Manual de Mayordomía
103
Los historiadores no conocen el origen de ésta práctica tan difundida. La Biblia no lo
discute, y cuando se menciona el diezmo por primera vez, parece haber sido ya una
práctica común.
Sin embargo, sabemos que "el sistema del diezmo se remonta más allá de los días de
Moisés... Aún tan atrás como a los días de Adán.5 El sistema, según se revela en el
Antiguo Testamento, es "de origen divino",6 fue dado por Dios al hombre. El diezmo
parece estar asociado a la humanidad en su estado caído.
En lo que sigue, vamos a examinar los pasajes bíblicos que discuten el tema del diezmo
o lo mencionan. Enfatizaremos las ideas teológicas que están asociadas al mismo y a
su propósito. Luego integraremos las ideas y conceptos a fin de ofrecer un cuadro
amplio del entendimiento y la práctica bíblica del diezmo.
II. EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
A. Génesis 14: El diezmo de Abraham.
Génesis 14 es un capítulo único en la historia patriarcal que nos permite
familiarizarnos con un importante aspecto de la vida de Abraham como líder
militar. Había entre sus siervos un grupo bien entrenado de soldados. No
obstante, el propósito de Génesis 14 no es describir las habilidades de
liderazgo de Abraham en tiempos de guerra, sino revelar una dimensión más
importante de su carácter y de aquellos que se mencionan en el relato. A
través de sus acciones y actitudes, se revelaron los propósitos y motivaciones
de sus corazones, de tal forma que podemos percibir un contraste marcado
entre Abraham y Melquisedec por un lado, y los reyes por el otro.
Internacional Dictionary of New Testament Theology, editado por Colin Brown, vol. 3 (Grand Rapids, MI: Zondervan Publisher, 1978), 851. 5 E. G. White, Comentario Bíblico Adventista, vol. 1, 1 107 (Testimonies, vol. 3, p. 393).
6 E. G. White, Testimonies, vol. 3, p. 388.
Manual de Mayordomía
104
Las diferencias entre esos dos grupos se determinó por su entrega o falta de
entrega al Señor Altísimo. Los que no le sirvieron al Señor se describen
como codiciosos y centrados en sí mismos, como completamente poseídos y
controlados por sus corazones egoístas, sin reconocer otra autoridad que la
propia. No hay lugar en sus corazones para la gratitud y mucho menos para e!
reconocimiento de sus limitaciones como criaturas del Señor.
Abraham y Melquisedec exhiben un espíritu muy desinteresado en el relato.
Ambos tienen algo importante en común: adoran al Señor Altísimo y lo
reconocen como el Creador de los cielos y la tierra. Es dentro de esta posición
teológica que se introduce el diezmo en la historia.
Génesis 14 trata acerca de propiedades, y de la pérdida y recuperación de
bienes. Por doce años las ciudades de la llanura habían estado bajo el control
político de Kedarlaomer. Su política expansionista y ansia de poder lo condujo
a conquistar esas ciudades, forzando al pueblo a pagarle altos impuestos
anuales. El rey se estaba enriqueciendo a sí mismo al desposeer a otros de sus
bienes, y en el proceso estaba alimentando su corazón egoísta.
Después de doce años de opresión, los habitantes de las ciudades decidieron
rebelarse, pero fueron fácilmente derrotados. El rey Kedarlaomer y sus
aliados los atacaron y los subyugaron, tomando alimento y bienes del rey de
Sodoma y de Lot. Algunas personas, incluyendo a Lot, fueron tomados
prisioneros.
Se informó a Abraham de estos eventos, y éste decidió intervenir para liberar
a Lot. Atacó y derrotó a los reyes, liberando a los prisioneros, y rescatando
todos los bienes que habían sido tomados de Lot y del rey de Sodoma. Mientras
regresaba, los reyes de Sodoma y Salem salieron a recibirlo. Abraham dio los
diezmos del botín a Melquisedec, y al rey de Sodoma todo lo que le había
sido quitado.
Manual de Mayordomía
105
Se menciona aquí la práctica de diezmar de una manera casi casual, lo que
sugiere que el diezmo era ya parte de la vida y experiencia religiosa de
Abraham. Esta era ciertamente no la primera vez que devolvía su diezmo al
siervo de Dios. A medida que leemos la historia, nos damos cuenta que se
traen a colación varios elementos importantes con respecto a la práctica del
diezmo.
1. El diezmo está basado en los ingresos
Al haber derrotado al enemigo, los despojos de la guerra le pertenecían a
Abraham, incluyendo lo que le habían quitado a Lot, al rey de Sodoma, y aún
los prisioneros. Abraham podría haber salido de esta experiencia
grandemente enriquecido. Sin embargo, su decisión de ir a la guerra no
había sido motivada por una preocupación egoísta sino más bien por el
deseo de salvar a Lot.
El espíritu desinteresado de Abraham se manifiesta en el relato en dos
formas. Primero, devolvió al rey de Sodoma lo que Kedarlaomer le había
quitado. Antes de ir a la guerra, Abraham había prometido a Dios que si
él tenía éxito, devolvería al rey de Sodoma todo lo que era de él pues no
estaba interesado directa o indirectamente en beneficiarse personalmente
de esa experiencia.
Segundo, Abraham demostró su espíritu desinteresado al dar un diezmo de
todo al rey de Salem. El pasaje establece claramente que "dio el diezmo de
todo" (14:20). Es realmente difícil saber lo que se incluye en esa frase.
Parecería correcto, sin embargo, concluir que no diezmó los bienes del rey
de Sodoma. Aparentemente nunca consideró esos bienes como suyos. Si
éste fue el caso, devolvió entonces los diezmos del botín de guerra que
consideró suyo. Esto constituía un nuevo ingreso para él. Obsérvese que el
verbo usado es "dar" (natan). El diezmo no era suyo, y lo devolvió al
Señor.
Manual de Mayordomía
106
2. El recipiente del diezmo
El relato revela quién debía recibir el diezmo. Melquisedec no era sólo un
rey, sino también sacerdote del Señor. El y Abraham adoraban al Señor
Altísimo (identificado como Yahvé por Abraham). Había entre los
Cananeos quienes adoraban al verdadero Dios, y Melquísedec era uno de
ellos.
Mientras Abraham volvía victorioso del conflicto, Melquisedec salió a darle
la bienvenida e hizo provisión para él. Le preparó un banquete real a
Abraham, y lo bendijo. Melquisedec había sido elegido por Dios para
cumplir la función de sacerdote y para ser el mediador de la bendición de
Dios. Inmediatamente después de la bendición, Abraham le dio los diezmos.
Fue en su papel de sacerdote que Melquisedec recibió los diezmos, y sobre
esa misma base Abraham se los dio.
El diezmo se devuelve a un instrumento señalado por Dios para servirle tanto
a él como a su pueblo. Al darle los diezmos a este sacerdote, Abraham
reconoció implícitamente la santidad del diezmo. Lo devolvió a aquel a
quien Dios había elegido para ser su instrumento santo. Sólo él podía
manejar las cosas sagradas.
3. Base teológica para el diezmo
El relato provee algunos conceptos teológicos que arrojan alguna luz sobre
el significado del diezmo. Estos conceptos, que yacen en la base de la
práctica del diezmo, sugieren que el diezmo no es un fenómeno aislado en
una experiencia religiosa, sino que pertenece a una comprensión teológica
particular del mundo que nos rodea y de nuestro papel dentro del mismo.
Manual de Mayordomía
107
a. Dios es el Creador
Esta idea es tan impotante que se menciona dos veces en el relato.
Melquisedec y Abraham se refieren a Dios como al "creador de los
cielos y la tierra". El Dios invocado en la bendición es el Creador.
La palabra hebrea traducida "Creador" (qanah), proviene de una raíz
que significa "adquirir, poseer”. Alguien puede poseer algo al
hacerlo, crearlo, o adquirirlo. En este relato, el término qanah parece
expresar las ideas de creación y posesión. Todo en los cielos y en la
tierra pertenece al Señor puesto que él lo creó. El derecho de Dios
como propietario se basa en su actividad creadora.
Esto sugiere que hay una sola realidad suprema y que no se espera que
respondamos a diferentes poderes espirituales, sino sólo al Creador.
No debemos dividir nuestra lealtad entre señores diferentes, porque
hay sólo un Señor que trajo a la existencia toda cosa que existe.
Sin el concepto bíblico de creación, el diezmo carece de un
significado sólido. Abraham diezmó porque su Dios era el Creador
de los cielos y la tierra. Reconoció que Dios era propietario mediante
la confesión de su boca ("Señor, Dios Altísimo, Creador de los cielos
y la tierra" [Génesis 14:22]) y mediante sus acciones (al devolver el
diezmo a Melquisedec).
b. Dios es quien bendice
Como ya lo dijéramos, Melquisedec cumplió su responsabilidad
sacerdotal al bendecir a Abraham. Teológicamente, la bendición
precede al diezmo. Sin esta bendición preliminar, diezmar
genuinamente es imposible. Las bendiciones de Dios son siempre una
expresión de su amor y preocupación por nosotros. El diezmo es un
Manual de Mayordomía
108
reconocimiento de la bondad del Señor y, por consiguiente, siempre
es una respuesta y nunca un preludio.
Abraham estaba plenamente consciente del hecho de que Aquel que
lo había enriquecido era el Señor. Se había convencido
personalmente su seguridad financiera no dependía del poder de
nadie, sino de las bendiciones del Señor. Cuando el rey de Sodoma le
dijo (en un tono casi demandante), "Dame la gente y guarda los
bienes", la reacción de Abraham no se hizo esperar. "No aceptaré
nada" (véase Gen. 14:21-23). Melquisedec salió al encuentro de
Abraham para compartir alimento y bendición; el rey de Sodoma vino
requiriendo que por lo menos, le fuesen devueltas parte de sus
propiedades. Técnicamente, los bienes del rey de Sodoma le
pertenecían a Abraham. Pero Abraham le devolvió todo por dos
razones. Ya hemos ya mencionado la primera: Abraham pronunció
un juramento ante el Señor comprometiéndose a devolver todo lo
que pertenecía al rey. En segundo lugar, Abraham no quiso que el
rey dijese: "Yo enriquecí a Abraham". De esta forma, Abraham
estaba protegiendo el honor de Dios.
El patriarca sabía que su riqueza era el resultado de las
bendiciones de Dios, y no estaba dispuesto a permitir que nadie
debilitase o distorsionase esa convicción. Rechazó la riqueza antes
que recibirla arrojando una sombra sobre la bondad de Dios. La
implicación es que la preocupación primaria de Abraham no era su
propio bienestar material o económico, sino su relación con el
Señor. Allí se originaba su disposición a diezmar.
c. Dios preserva la vida humana
El relato sugiere que el diezmo está motivado teológicamente. En
este caso específico, el diezmo de Abraham era "un reconocimiento
Manual de Mayordomía
109
de que el Dios Altísimo le había dado la victoria" (v. 20).7 El
sacerdote, en la bendición, alabó a Dios por derrotar a los enemigos
al entregarlos en las manos de Abraham. No se niega el papel de
Abraham, pero se acredita la victoria a Dios.
El diezmo se basa no sólo en el hecho de que Dios bendijo a
Abraham, sino también en que lo preservó al derrotar a los
enemigos. La implicación es que la vida es tan frágil que no puede
preservarse plenamente por los esfuerzos humanos. Hay fuerzas
que amenazan la vida humana y sólo Dios puede en forma
apropiada y efectiva derrotarlas. Esta convicción fue tan dinámica
que se incorporó en el acto de Abraham al diezmar. De allí que el
diezmo expresa el hecho de que la vida no es nuestra sino que
pertenece siempre al Señor (no simplemente porque nos creó, sino
porque nos preserva en un mundo de pecado y de muerte).
Según Génesis 14, el diezmo es un rechazo al egoísmo. Este poder
esclavizante gobierna sobre todos los que no están familiarizados
con el Señor, y los conduce a explotar y destruir a otros en la
búsqueda de riqueza. Abraham dio el diezmo porque había
rechazado el egoísmo como la fuerza dominante en su vida.
En un nivel más profundo, la práctica de Abraham de diezmar se
basó en la convicción sólida de que Dios es el Creador y Propietario
de todo en el universo -el único que bendice y preserva la vida. La
experiencia de Abraham deja en claro que el Señor eligió a
personas específicas para mediar la transferencia del diezmo del
adorador a su Dios. Un sacerdote lo recibió en este caso como
también en otros casos registrados en el Antiguo Testamento.
7 E. E. Carpenter, "Tithe", Internacional Standard Bible Encyclopedia, vol. 4 (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1988),
862.
Manual de Mayordomía
110
Abraham devolvió su diezmo a uno de los instrumentos designados
por Dios.
B. Génesis 28:10-22: el diezmo de Jacob
La segunda referencia al diezmo en la Biblia se encuentra en Génesis 28:22,
en donde leemos que Jacob salió de su hogar dirigiéndose hacía Harán para
preservar su vida. Entre Beerseba y Harán tuvo una experiencia con el Señor
que lo sostuvo a lo largo del resto de su vida. El Señor se apareció a Jacob en
un sueño, revelándose a sí mismo como un Dios amoroso y protector,
dispuesto a bendecir, guiar, y proteger al patriarca. En respuesta a esta
revelación divina, Jacob hizo un voto en el que prometía devolver el diezmo
de todo lo que Dios le diese. El contexto de esa promesa provee una serie de
conceptos básicos y significativos que nos ayudarán a descubrir un número de
ideas teológicas que se relacionan con el diezmo.
1. La Entrega de Jacob a Dios
Justo antes de que Jacob prometiera diezmar dijo: "Entonces el Señor
será mi Dios" (28:21). Durante el sueño, el Señor le prometió a Jacob
movido por su gracia y amor, darle un número de cosas. El Señor se
reveló sí mismo como el Dios de Abraham e Isaac, aunque su intención
real era llegar a ser también el Dios de Jacob (v. 13). Pero ahora le
tocaba a Jacob tomar esa decisión, y él se decidió por el Señor.
La entrega al Señor en una relación de amor, precede al acto de
diezmar debido a que el diezmo está inseparablemente conectado con
el Señor pues le pertenece. El diezmo se basa en un reconocimiento
de la intervención providencial de Dios en la vida de una persona. Sin
esta experiencia y entrega previa, el diezmo carece de propósito, se
vuelve irrelevante y pierde su sentido.
Manual de Mayordomía
111
2. El interés de Dios por Jacob
En el sueño, Dios se describió a sí mismo como Aquel que proveen
para las necesidades de Jacob. Las promesas específicas revelaron de
un manera clara lo que el Señor iba a darle al patriarca.
a. Descendientes (véase Gen. 28:14)
Jacob viajaba sólo pero en el futuro esto cambiaría. Sus
descendientes, dijo el Señor, "serán como el polvo de la tierra".
Las promesas hechas a Abraham se cumplirían por medio él. La
implicación parece ser que la procreación humana está en las
manos del Señor, no bajo el control exclusivo de la ley de la
reproducción humana.
b. Protección (véase Gén. 28:15)
La promesa de protección implicaba que Jacob viviría en un
ambiente hostil y que no sería capaz de preservar su vida sólo.
Dios le prometió lo que él necesitaba: conducción divina. Así se
enfatizan los límites del poder humano y la necesidad de confiar
en un poder sobrehumano. La preservación de la vida descansa
en última instancia en las manos del Señor.
c. Tierra (véase Gén. 28:13)
La tierra era uno de los más importantes dones que el Señor dio
a su pueblo. La tierra les proveía identidad y era, en gran
medida, una fuente de riqueza y seguridad financiera. Esta
promesa implicaba que la tierra pertenecía al Señor, no al
pueblo, y que era Dios quien proveía seguridad financiera.
d. Bienes (véase Gén. 28:20)
Dios prometió a Jacob que le proveería de pan y ropa. Esto tiene
que haberle otorgado paz mental al viajero solitario. Mediante
estas promesas, el Señor se reveló a Jacob como Aquel que es
el mismo centro de la seguridad humana, la fuente suprema y
única de bendiciones verdaderas. El posee todo y lo distribuye a
cada persona según su amante voluntad. Dios es el Propietario,
Manual de Mayordomía
112
pero tiene una disposición natural a proveer para otros. Nótese
cómo esta idea se acentúa en la manera en que se organizan las
frases de la promesa: el sujeto es siempre el Señor.
"Yo te daré a ti la tierra".
"Yo seré contigo”.
"Yo velaré por ti".
"Yo te volveré a traer a esta tierra".
"Yo no te abandonaré".
"Yo haré lo que prometí".
Dios se describe a sí mismo como Aquel que poseía el poder
que necesitaba Jacob para realizarse a sí mismo, y llegar a ser
lo que debía ser. Este era el poder de la presencia amante de
Dios en su vida. Fue entonces Jacob quien dijo: "De todo lo que
me dieres, el diezmo apartaré para ti" (Gen. 28:22). Se dio
cuenta de que todo lo que pudiese obtener en el futuro sería
siempre un regalo de Dios. Nunca poseería ninguna cosa a no
ser lo que el Señor le diese. Para él, el diezmo sería una
expresión de gratitud, un reconocimiento de que no era dueño de
nada.
3. Jacob hace un voto
Un voto era un acto solemne por el cual uno determinaba tomar en
serio a Dios, encomendándose a su palabra. Era una manera de
expresar fe en el Señor. En su voto, Jacob no negoció con Dios ni
intentó sobornarlo. "El Señor le había prometido ya prosperidad, y este
voto era el fruto de un corazón lleno de gratitud por la seguridad del
amor y la misericordia de Dios".8
8 E. G. White, Patriarcas y Profetas, 185.
Manual de Mayordomía
113
A través del voto, Jacob se apropió de las promesas de Dios. De
hecho, su "voto cuadra con las promesas".9 Todo lo que el patriarca
menciona en su voto -- el cuidado protector de Dios, el alimento y la
ropa, su regreso salvo a la tierra-- Dios ya se lo había prometido.
Estamos en lo cierto cuando concluimos que mediante el voto, Jacob
tomó en serio a Dios, y aceptó su ofrecimiento de gracia.
La promesa de diezmar es parte del voto. Pero, si el diezmo pertenece
al Señor, ¿por qué entonces hacer un voto prometiendo devolvérselo?
Se pueden dar varias razones:
a. AI hacer un voto, Jacob reconoció que el diezmo pertenece al
Señor. De otra manera, podría haber sido tentado a
considerarlo simplemente como parte de sus entradas,
devolviéndolo a Dios solamente cuando le placiese. En
cierto sentido, este voto era un testimonio de la santidad del
diezmo.
b. Al hacer un voto, Jacob expresó en su libre albedrío la decisión de
devolver el diezmo al Señor. Dios no lo había forzado a diezmar.
Los votos en la Biblia son siempre actos voluntarios que se basan
en la obra del Espíritu en el corazón del individuo. El voto de Jacob
significaba que había elegido voluntariamente devolver al Señor lo
que era suyo.
c. Al hacer un voto, Jacob aceptaba el desafío de Dios a confiar en él
o a probarlo (cf. Mal 3:10). Dios le hizo promesas específicas
esperando que Jacob las aceptase y creyese. Esto requería de Jacob
que entrase en una relación de confianza y de intimidad con el
Señor.
9 Walter Brueggemann, Génesis (Atlanta: John Knox, 1982), 248.
Manual de Mayordomía
114
Un voto es el acto más solemne por el cual una persona expresa
confianza en el Señor. En cierto sentido, se trata de una fe que crece
en madurez. En el caso de Jacob, el diezmo era una expresión
de su entrega de fe al Señor. Su voto deja en claro que las
bendiciones de Dios preceden al diezmo y que, por consiguiente, el
diezmo no es una manera de obtener el favor de Dios.
4. Jacob adoró
Se menciona el diezmo en esta historia en un contexto de culto. Jacob se
confrontó con la presencia radiante de Dios y adoró. La adoración es justamente
eso --una respuesta reverente a la presencia de Dios. El lugar en donde tuvo el
sueño llegó a ser el lugar de adoración, una casa del Señor. El diezmo es un
elemento en el acto de adoración.
Una lectura de los versículos 21 y 22 del capítulo 28, indica que el voto de Jacob
incluyó tres componentes básicos: (a) entrega al Señor ("el Señor será mi Dios”);
(b) adoración a Dios (el lugar llegó a ser "un centro de culto”); (c) el diezmo
(basado en lo que Dios le dio). El diezmo tiene sentido sólo dentro de este
fundamento teológico.
Un elemento aún más importante en este relato es el hecho de que el diezmo está
precedido por una revelación de Dios quien se revela como un ser amante, siempre
dispuesto a bendecir y preservar la vida de su siervo. Jacob descubrió que toda
bendición espiritual y material se encuentra en el Señor, quien posee una
disposición natural a bendecir abundantemente.
Según este relato, sería probablemente correcto concluir que el diezmo se basa en
una ética de imitación. Dios es el Gran Dador y Jacob lo imitó cuando diezmó.
En cierto sentido, esto es semejante al mandamiento del sábado. El
Manual de Mayordomía
115
descanso en el día de sábado se basa en el hecho de que Dios descansó en
ese día. AI cumplir el mandamiento, lo imitamos.
Esta ética de imitación es posible únicamente después que la persona acepta a
Dios como su Señor personal. Esta incluye un rendimiento completo de la vida
individual y de las posesiones al Señor. El diezmo perpetúa esa experiencia en la
vida de la persona. Si está presente un voto, se debe a que la relación con el Señor
es formal y la entrega permanente. Como un acto de culto, el diezmo renueva
nuestra disposición a rendir nuestra vida a la Fuente de todas las bendiciones,
reafirmando nuestra entrega incondicional a Dios. En este sentido, el diezmo es
una representación concreta de nuestro pacto con Dios.
c. La legislación del diezmo
El Señor incorporó el diezmo en la ley de la alianza israelita, haciéndolo parte de
la experiencia religiosa del pueblo como nación. Varias leyes en el Pentateuco abordan la
práctica del diezmo. El intento de esas regulaciones era definir lo que debía ser diezmado,
explicar el proceso que debía seguirse al diezmar, definir el uso del diezmo, y establecer
la función teológica y social del diezmo. Procederemos a examinar esa legislación.
1. Levítico 27:30-33
Levítico 27 trata con dones dedicatorios -esto es, dones prometidos al Señor
mediante un voto o al consagrárselos a él. Esos dones incluyen ofrendas votivas de
personas fijadas en cantidades de plata (Lev. 27: I-8); animales prometidos como
ofrendas (Lev. 27: 9-13); consagración de propiedad o tierra (v. 14-24); y leyes
de exterminio (Lev. 27: 28-29). El capítulo también incluye leyes que regulan
la redención del primogénito y del diezmo (versículos 26-27, 30-33).10
10
Sobre la estructura general del capítulo consultar a G. J. Wenham, The Book of Leviticus (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1979), 336, 37.
Manual de Mayordomía
116
El capítulo tiene como propósito básico definir las principales fuentes de ingresos
para los servicios del santuario y de los sacerdotes.11Dar fondos para el santuario
era una parte extremadamente importante del sistema israelita de culto debido a
que por su medio el pueblo mostraba su gozo y gratitud a Dios por tenerlo
morando entre ellos.
Aunque el diezmo no era una ofrenda voluntaria, se lo incluyó entre las ofrendas
dedicatorias debido a que eran también una fuente de ingreso para el clero.
Además, las ofrendas dedicatorias eran redimibles y, hasta cierto punto, también lo
era el diezmo. Por consiguiente, era lógico incluir el diezmo en la discusión de las
ofrendas dedicatorias. Esta legislación específica del diezmo establece varios
hechos significativos.
a. El diezmo está basado en una convicción teológica
El diezmo pertenece al Señor y por consiguiente es santo; no llega a
ser santo mediante un voto o un acto consagratorio. Es
simplemente santo por su misma naturaleza; pertenece al
Señor. Nadie sino Dios tiene derecho al mismo. Ninguno puede
consagrarlo al Señor puesto que el diezmo nunca es parte de
una propiedad personal.
En cierto sentido, el diezmo es semejante al sábado. Para el
Señor son santos al Señor (Qodesh la YHWH; Ex 16:23; Lev 27:30),
pues Dios los invistió con santidad. Ambos pueden ser una prueba
de lealtad al Señor y al pacto debido a que el Señor los puso a
nuestra disposición aunque ninguno de los dos son nuestros.
Podemos desacralizarlos al usarlos en forma profana.
11
Baruch A. Levine, Leviticus: The JPS Torah Commentary (New York: Jewish Publication Society, 1989), 192.
Manual de Mayordomía
117
b. El diezmo está basado en el aumento de bienes
La legislación requiere diezmar todo el producto de la tierra
granos y frutos. También se aplica al incremento del "ganado y
el rebaño" (Lev. 1:10).12 Este incremento de frutos y animales es
resultado de las bendiciones de Dios a su pueblo (Lev. 26:3-5).
Con el diezmo Israel reconoce que todo lo que tienen proviene
del Señor y le pertenece a él. Este reconocimiento yace en el
mismo corazón del pacto. El diezmo se transforma en un
constante testimonio del pacto de la lealtad del pueblo al mismo.13
c. La redención del diezmo
El diezmo de la cosecha del campo puede redimirse mediante u
equivalente que lo substituye (probablemente en plata), más un
recargo del veinte por ciento. No se redime el diezmo del ganado
y del rebaño.
La redención del diezmo que se menciona aquí no debe
confundirse con la práctica errónea de retener el diezmo con la
intención de traerlo más tarde y agregarle un veinte por ciento. Lo
que esta legislación establece es que siendo que se paga el diezmo
en especie "podría haber casos en los cuales un hombre
necesitase trigo para sembrar, y podría pagar mejor en moneda
que con grano de trigo. Bajo esas condiciones, podía redimir el
diezmo mediante una estimación del trigo y pagar esa suma más
12
B. Beck, "Baqar", Theological Díctionary of the Oíd Testament, vol. 2 (Grand Rapids MI: W. B. Eerdmans, 1975), 210. 13
Hermán, Tithe, 60, enfatiza este aspecto del diezmo. Este autor va demasiado lejos cuando argumenta que "las ordenanzas del diezmo de Levítico describen una reciprocidad sistemática bajo el pacto por el que los bienes tangibles se cambian por la protección divina" (Ibid). Con este argumento comercializa el diezmo. La razón básica que 13.13. se da en Levítico para diezmar, es que el diezmo es santo. Por supuesto esto presupone las bendiciones de Dios, pero no determina ni forzar a Dios a bendecir su pueblo.
Manual de Mayordomía
118
un quinto".14 No hay indicación en Levítico 27 de que el diezmo
pueda ser retenido.
d. No se debe manipular el diezmo
Se ordena a la persona traer el diezmo al Señor. Esta legislación
rechaza todo intento de manipular el sistema en un esfuerzo por
obtener alguna ganancia personal. Los israelitas no debían
controlar ni influenciar bajo ningún concepto la selección del
diezmo del ganado y del rebaño. Cada décimo animal que
pasaba bajo la vara del pastor pertenecía; Señor. Se esperaba
que la persona no mirara "si el animal es bueno malo, ni lo
cambiará" (Lev. 27:33). No se debía en absoluto controlar la
calidad del animal.
Levítico 27 define el diezmo como santo al Señor. También
asocia el diezmo con los dones dados al santuario como fondos
para el santuario y el clero. Esta es probablemente una de las
razones para redimirlo; mediante su redención, se proveía al
santuario con dinero en efectivo (plata). Esta legislación no
establece claramente cómo debía usarse el diezmo en el santuario.
Se pone el énfasis en la naturaleza del diezmo y en la
responsabilidad de la persona de traerlo al Señor.
2. Números 18:21-32
Números 18 describe la responsabilidad de los sacerdotes y levitas como
guardianes del santuario. La guardia del santuario y la ministración de las
necesidades del pueblo requerían un servicio de tiempo completo. La tribu
de Leví no tuvo herencia entre el resto de Israel; el Señor fue su herencia.
Dios era el que proveía para sus necesidades. El principal propósito de
14 Comentario Bíblico Adventista, vol. 1, 832.
Manual de Mayordomía
119
Núm. 18 es el de establecer "los medios por los cuales las órdenes del
clero... deben mantenerse”.15
El Señor asignó a Aarón los dones que el pueblo traía a DIOS. Estos
incluían una porción de las ofrendas santísimas (Núm. 18: 9-10) y
santas (Núm. 18: 11-19). Aarón también se beneficiaba del diezmo
(Núm 18: 25-32).16 El ingreso de los levitas era el diezmo que los
israelitas devolvían al Señor (Núm. 18: 21-24). Se discute el diezmo
aquí en el contexto del santuario y se lo vincula directamente con la
obra de los sacerdotes y levitas.
a. La naturaleza del diezmo
Números 18 no se refiere al diezmo explícitamente como algo
santo al Señor. Probablemente se incluye el diezmo en la frase
"las cosas santas de los israelitas” (Núm. 18: 32), o tal vez se hace
allí referencia en forma exclusiva al diezmo, pero esto no es muy
seguro. Sin embargo, se describe el diezmo como lo que los
israelitas "presentarán a Jehová en ofrenda” (Núm. 18: 24). El verbo
traducido "presentar” (rum) significa "poner aparte, (seleccionar y)
presentar”. "Una ofrenda” (terumah) parece referirse a algo que se
designa (pone aparte) como una ofrenda fuera del santuario y que
posteriormente se trae al santuario y se lo ofrece al Señor.17 Si
esta interpretación es correcta, entonces el diezmo era una
ofrenda que se ponía aparte en el hogar y más tarde se la traía al
Señor al santuario.
Al describir el diezmo como una ofrenda, se está indicando su
santidad. El hecho de que es una ofrenda no significa que era
15 Philip J. Budd, Nimben, 148-54. 16 Véase Milgrom, Números, \ 48-54. 17 J. Milgrom sugiere esta interpretación en "Heave Offering", Interprete”s Dictionary of the Bible Supplementary Volume (Nashville, TN: Abingdon, 1976) 391.
Manual de Mayordomía
120
voluntaria; el Señor lo requería de su pueblo.18 Esta legislación no
define lo que debía ser diezmado. Hay una mención incidental de
"grano” y "vino” (Núm. 18: 27), pero el texto no limita el diezmo sólo
a esos elementos (véase Núm. 18:28-29).
b. El uso del diezmo
El diezmo pertenece al Señor pero él se lo asignó a los levitas (v.
21). Esta decisión se basaba en el hecho de que los levitas no
recibieron ninguna herencia entre los israelitas y, por
consiguiente, no tenían otro medio de subsistencia. Su función
era ministrar en el santuario y proteger su santidad. El Señor les
dio el diezmo como compensación (v. 21; heleph) o recompensa
(versículo 31; sakar) por su obra en el santuario.
Obsérvese que con el diezmo, los israelitas no pagaban a los
levitas por sus servicios. El pueblo estaba devolviendo el diezmo al
Señor en forma de ofrenda. Era el Señor quien decidía cómo
usarlo y él decidió darlo a los levitas.
El significado de este procedimiento yace en el hecho de que la
calidad de los servicios rendidos por los levitas a los israelitas no
afectaba en ninguna manera la práctica del pueblo de diezmar. Ellos
devolvían su diezmo al Señor y el Señor lo daba a los levitas. Esta
idea se repite tres veces en el capítulo (Núm. 18: 21, 24-25).
Este mismo enfoque se usó también con respecto al diezmo que
se asignó a los sacerdotes (v. 28-29). Se ordenó a los levitas
presentar un diezmo del diezmo devuelto al Señor, pero fue
el Señor quien determinó como debía usárselo. El diezmo de
los levitas era para el Señor, y no era un pago hecho a los
18 J. Milgrom, entre otros, ha defendido la naturaleza mandatoria del diezmo en Números 18 (Numbers, 433).
Manual de Mayordomía
121
sacerdotes por sus servicios: "Presentaréis un décimo del
diezmo como ofrenda al Señor” (versículo 25). El sostenimiento
de los sacerdotes no estaba en las manos de los levitas, sino del
Señor. Se seleccionaba este diezmo de la mejor porción del
diezmo de los israelitas (Núm. 18: 29), evitándose de esta
forma todo intento de los levitas de manipular el proceso.
Según Núm. 18, el Señor asigno el diezmo a los levitas y sacerdotes
como compensación por el trabajo de tiempo completo que
efectuaban en el santuario a favor del pueblo de Israel. Se traía
el diezmo al Señor, y no a los levitas y sacerdotes como un pago
por su ministerio. De hecho, nunca aparece el diezmo como pago
por servicios recibidos.
3. Deut. 12:6, 11,17; 14:22-29; 26:12-15
Deut 12 trata de la importancia de adorar a Dios en el santuario central --
un lugar elegido por el Señor. Se esperaba que los israelitas trajesen a
este santuario sus sacrificios, ofrendas y diezmos (Deut. 12: 6, 11). En
12:17 encontramos instrucciones que se relacionan con el uso del
diezmo que no encontramos en otra legislación. Se ordenaba a los
israelitas a no comer el diezmo en sus propias ciudades sino a llevarlo al
santuario central. Ellos junto a toda su familia podían comer del diezmo
en la presencia del Señor (Deut. 12: 18).
La legislación que se registra en Deuteronomio 14:22-27 desarrolla aún
más esas ideas. Deut 14 trata de "lo que se puede o no se puede
comer".19 Se menciona el diezmo del grano, del vino nuevo, y del
aceite entre los alimentos que podían comerse (Deut. 14: 22-23). Se
requería de los Israelitas que llevasen este diezmo al santuario y lo
comiesen en la presencia del Señor. Si el santuario central estaba
demasiado distante, se le permitía al pueblo intercambiar el diezmo por
19 Peter C. Craigie, Deuteronomy (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans, 1976), 229.
Manual de Mayordomía
122
plata. Una vez que llegaban al santuario, compraban lo que quisiesen con
la plata. "Tú y tu casa lo comerán allí en la presencia del Señor y se
regocijarán" (Deut. 14: 26). AI hacer esto, no debían ignorar a los levitas
-debían compartir el alimento con ellos.
Es obvio que hay diferencias significativas entre esta legislación y las que
encontramos en Levítico y Números. Las diferencias más importantes
son:
a. En Deuteronomio se imponía el diezmo sólo del grano, del
vino y del aceite, mientras que en la otra legislación debía
diezmarse todo el producto de la tierra y el incremento del ganado
y rebaño.
b. El diezmo discutido en Deuteronomio era requerido por
el Señor, le pertenecía a la familia que lo traía al santuario.
Levítico y Números describen un diezmo que pertenecía
exclusivamente a Dios, y que Dios lo dio a los levitas y sacerdotes.
c. El diezmo en Deuteronomio era usado por los israelitas en
una comida de compañerismo familiar que se comía en el santuario
central. Las otras legislaciones no dan lugar a esto. Limitaban la
comida del diezmo a los levitas, a los sacerdotes y a sus
respectivas familias.
Parece inescapable la conclusión de que estamos tratando aquí
con dos clases diferentes de diezmo. No es posible establecer
un paralelo entre lo que tenemos en Deuteronomio y las
legislaciones de Levítico y Números.20 Las tradiciones rabínicas
llamaban al diezmo que se registra en Levítico "el primer diezmo"
y al de Deuteronomio "el segundo diezmo".
20 La interpretación prevaleciente entre los eruditos que niegan la autoría Mosaica del Pentateuco es que en Deuteronomio estamos tratando con una fuente escrita después del exilio, que refleja la naturaleza y propósito del diezmo durante este período. Argumentan que la legislación que aparece en Levítico regula el uso del diezmo durante el exilio o poco antes del exilio. Véase Hermán, Tithe, 7-37.
Manual de Mayordomía
123
Para complicar la situación aún más, Deut 14:18-29 y 26:12-15
mencionan un diezmo que se daba en el tercer año. Este
diezmo provenía del producto de la tierra y se esperaba que se lo
guardase en las ciudades. Tenía como propósito que "los levitas... y
los extranjeros, los huérfanos y las viudas que viviesen en sus
ciudades pudiesen venir y comer y saciarse" (Deut. 14:29).
¿Se trata aquí de un tercer diezmo? Algunos lo han interpretado
como siendo un tercer diezmo, pero otros han argüido que esta
legislación describe un uso diferente del segundo diezmo que se
efectuaba cada tres años. Esta última interpretación parece
correcta. Por dos años se traía el segundo diezmo al santuario y los
israelitas lo comían allí. Pero "cada tercer año... este segundo
diezmo se lo usaba en el hogar, al proveer para los levitas y el
pobre".21
Este segundo diezmo se basaba también en la convicción de que
Dios era quien bendecía a Israel (Deut. 12:6-7). Sin embargo, su
propósito era enseñar reverencia al Señor (Deut. 14:22) y proveer
para los necesitados (Deut. 26:12). Este diezmo parece haber
sido un diezmo de "caridad" dentro de la teocracia israelita.
D. Otros pasajes del Antiguo Testamento
Hay varios otros lugares en el Antiguo Testamento en donde se menciona el
diezmo. Los examinaremos para explorar su contribución a la naturaleza y
teología del diezmo.
1. 2 Crón. 31:4-6,12: Se menciona el diezmo aquí en el contexto
de una reforma religiosa que promulgó Ezequías. Bajo su liderazgo se
21 E. G. White, Patriarcas y Profetas, 570.
Manual de Mayordomía
124
purificó el templo y se lo rededicó (2 Crón 29), se celebró la pascua (2
Crón. 30), y el rey hizo un llamado al pueblo para que hiciesen
provisión para el servicio de los sacerdotes y levitas, trayendo sus
primicias y diezmos al templo (2 Crón .31). Bajo Acaz -- rey de Judá
que lo precedió- se habían cerrado las puertas del templo,
clausurándose así los servicios de adoración. En esa apostasía nacional el
pueblo dejó de traer su diezmo al templo. Lo que 2 Crón 31
establece acerca del diezmo es breve y está en armonía con lo que
encontramos en Levítico y Números.
a. Se solicitó el diezmo de todo producto de la tierra y
del incremento del ganado y del rebaño (2 Cor. 31: 5-6).
b. Se describió el diezmo como "ofrenda" (terumah). Este
es el mismo término que se usa en Números para referirse al
diezmo y sugiere que el diezmo se debe entregar al Señor.
c. Se usó el diezmo para proveer para las necesidades de los
levitas y sacerdotes con el propósito de que "se consagrasen a sí
mismos a la Ley del Señor" (2 Cor. 31:4).
d. Las bendiciones del Señor precedieron al diezmo y,
por consiguiente, se reconocía que todo lo que el pueblo daba
se lo había dado el Señor (2 Cor. 31:10).
Posiblemente el nuevo elemento en este relato con respecto al
diezmo se da en su contexto. La apostasía había conducido
inexorablemente al rechazo del diezmo. Acaz concluyó que
quien lo bendecía no era el Señor sino los dioses de Harán (2
Crón. 28:23) y, por consiguiente, él y el pueblo de Judá dejaron
de dar sus diezmos al Señor.
2. Amós 4:4. Había dos centros de culto en el reino del norte -uno
estaba en Betel, y el otro en Gilgal. Indudablemente, estos eran centros
de idolatría, pero en sus sermones el ataque principal de Amos se
Manual de Mayordomía
125
dirigió contra el pecado de la religión formalista --el desempeño de
actividades religiosas que no producían ningún impacto en la conducta
diaria de las personas. El pueblo y sus líderes habían separado la religión
de la moralidad y la justicia.
Amós describió el celo religioso del pueblo como pecaminoso, y los
invitó sarcásticamente a continuar llevando a cabo sus rituales para
aumentar su pecaminosidad: "Id a Betel y pecad; ir a Gilgal y pecad
aún más. Traed vuestros sacrificios cada mañana, y vuestros diezmos
cada tres días".22
Amós declaró que cuanto más asistía el pueblo "a los sitios de culto y
más celosos se volvían en llevar a cabo los múltiples ritos, más seguían
ofendiendo y transgrediendo".23 La religión sin ética, moralidad y justicia
es un acto de rebelión contra el Señor. La "substitución de las ofrendas
del culto por la justicia hacia los oprimidos" es un acto pecaminoso.24 El
celo religioso no es necesariamente una manifestación de verdadera
piedad.
Amós dijo que el diezmo pierde su sentido si no va a acompañado por
una experiencia religiosa que tenga un impacto de envergadura en el
comportamiento social de los que lo dan, y que manifieste un interés
genuino por los demás. Una vida religiosa formal o legalista roba al
diezmo su significado intrínseco.
3. Neh 10:38-39; 12:44; 13:5,12. Nehemías 10:38-39 forma
parte de una ceremonia de renovación del pacto. La pequeña
comunidad de judíos que regresó a Jerusalén se reunió con los líderes
22 El tercer día mencionado en este versículo puede referirse al tercer día después que la gente llegó al centro de culto; pero esto no es necesariamente cierto. También podría ser que las prácticas del diezmo en el reino del norte diferían de las de Judá. Véase Hans Walter Wolff, Joel and Amos (Philadelphia: Fortress Press, 1977), 219. 23 Shalom M. Paul, Amos, (Minneapolis: Fortress Press, 1991), 139. 24 Wolff, Joel and Amos, 219.
Manual de Mayordomía
126
para leer la Ley de Moisés (Neh 8), para confesar sus pecados (Neh 9), y
renovar el pacto con el Señor (Neh 10).
Se menciona el diezmo entre las estipulaciones del pacto.
Durante la ceremonia, los judíos se comprometieron a traer el
diezmo al Señor. Los levitas, acompañados por los sacerdotes,
fueron a las ciudades a recoger el diezmo del pueblo y a llevarlo a los
depósitos del templo.25
Esta legislación sigue estrechamente la instrucción que se encuentra en
Números. El diezmo era para los levitas, y ellos a su vez dieron un
diezmo del mismo a los sacerdotes (Neh. 10:38). Se especifica que se
juntaba un diezmo de la cosecha del grano (Neh. 10: 39), pero esto no
excluía necesariamente un diezmo del incremento del ganado y del
rebaño, puesto que el pueblo quería hacer lo que "la ley requería"
(12:44).
A la referencia del diezmo en Nehemías 10:38-39 se sumó el
compromiso del pueblo de preservar los servicios del templo: "No
abandonaremos la casa de nuestro Dios" (versículo 39). Al dar su
diezmo, mostraron su preocupación por el templo, el lugar de habitación
divina. Ellos querían continuar beneficiándose de las bendiciones del
perdón de la gracia de Dios mediante el ministerio intercesor de los
sacerdotes.
25 No sabemos el procedimiento que se seguía en la distribución de los diezmos a los levitas. Nehemías 10:37, 38 deja la impresión de que durante
el período post-exílico el único diezmo que se traía al templo era el levítico para los sacerdotes, y que el diezmo en sí se lo guardaba en los pueblos donde los levitas recidían a fin de que pudieran obtener lo que necesitaran. Sin embargo, esos dos versículos no son muy claros pues parecieran estar en tensión con un par de otros pasajes en Nehemías. En Nehemías 12:44 ciertas personas seleccionadas traían a los almacenes del templo "las porciones requeridas por la ley a los sacerdotes y levitas". Estas "porciones" podrían haber incluido el diezmo, según se sugiere en Nehemías 12:47. (Los israelitas "ponían aparte la porción para los otros levitas [además de las que pertenecían a los cantores y a los porteros], y los levitas también apartaban una porción para los descendientes de Aarón"). Nehemías 13:5 dice que "el diezmo del grano, de vino y del aceite, que se ordenaba dar a los levitas, a los cantores, y a los porteros; y la ofrenda de los sacerdotes", se guardaban en los almacenes del templo. Véase también Malaquías 3:10. Es muy posible que Nehemías 10:38 esté simplemente indicando que se había instruido a los levitas a traer sus propios diezmos (el diezmo del diezmo) al templo, pero que a la gente se le permitía traer sus diezmos a un lugar central en sus propios pueblos. Los otros pasajes indicarían entonces que, en realidad, todo el diezmo iba al templo para ser guardado. Habiendo dicho eso, uno también podría pensar que algo del diezmo levítico, por ejemplo el diezmo del ganado y del rebaño y quizá de algunos productos de la tierra, se guardaba en lugares centrales por todo el país (e.g. las ciudades levíticas) para uso de los levitas cuando lo necesitasen. Quizás los diezmos que se guardaban en el templo eran los diezmos del trigo, del nuevo vino y del aceite.
Manual de Mayordomía
127
Más tarde, Nehemías apartó a un grupo de levitas para que se encargase
de los depósitos del templo y para recoger el diezmo en las ciudades
(Neh 12:44). El sistema que estableció Nehemías fue funcional y
conquistó el apoyo de los judíos.
Es en este punto del relato que se agrega un detalle importante: "Judá
se complacía con el ministerio de los sacerdotes y levitas" (v. 44).
Nótese que la razón del pueblo para diezmar no era que estaban
complacidos con el ministerio de los sacerdotes. Diezmaron debido a
que, según la ley, eso era lo que el Señor esperaba de ellos. Tanto
ellos como los sacerdotes y levitas estaban cumpliendo con la voluntad
de Dios y el resultado fue gozo en el Señor. Por supuesto, esto no
quería decir que los judíos no estaban interesados en lo que estaba
sucediendo en el templo.
Después de 12 años en Jerusalén, Nehemías volvió a Persia (432 AC).
Poco después de su partida, la condición espiritual del pueblo comenzó
a deteriorarse. Los sacerdotes perdieron de vista su alto llamado.
Eliazar, el sacerdote a cargo de los depósitos del diezmo, permitió a
Tobías, un amonita, residir en uno de los depósitos continuos al templo,
y de esta manera lo profanó (Neh. 13:4-5). En esa época tampoco el
sábado estaba siendo guardado en forma correcta (Neh. 13:15); el
pueblo dejó de dar el diezmo (Neh. 13:10); los levitas abandonaron sus
puestos en el templo y se fueron a trabajar al campo (Neh. 13:10).
Nehemías volvió inesperadamente a Jerusalén y se enteró de la caída
espiritual del pueblo y de sus líderes. Su primer acto fue echar a Tobías
del templo y reconsagrar el lugar. Lo siguiente fue llamar a los levitas
para que volviesen al templo y pidió al pueblo que trajesen sus diezmos
al Señor.
Manual de Mayordomía
128
La infidelidad del pueblo en traer los diezmos estaba influenciada por lo
que estaba ocurriendo en el templo bajo el liderazgo de los
sacerdotes.26 El hecho de que se estaba profanando el templo y que se
usaban mal las ofrendas "tendía a desalentar la liberalidad del pueblo.
Habían perdido su celo y fervor, y estaban reacios en el pago de sus
diezmos. La tesorería de la casa del Señor se había empobrecido".27
Las reformas de Nehemías "inspiraron confianza al pueblo y todo Judá
trajo los diezmos" al Señor.28
¿Era correcta la actitud del pueblo? ¿Se justificaba el que retuviesen el
diezmo o dejasen de diezmar debido a la corrupción de los sacerdotes?
Ciertamente no. Nehemías no justificó la actitud del pueblo, sino que
les recordó su compromiso con el templo (Neh. 10:39). Convocó a los
"oficiales" o líderes del pueblo. Estos no pertenecían al sacerdocio. El
término "oficiales" (seganím) designaba a los "oficiales menores, tales
como líderes de las villas".29 Al dirigirse a esos líderes que
representaban al pueblo y reprenderlos, Nehemías estaba
reprendiendo al pueblo por no devolver sus diezmos a la casa de
Señor. El verbo hebreo traducido "reprender" es un término legal muy
fuerte (ríb). Significa "disputar, reñir (en público, con palabras, quejas,
declaraciones, reproches)".30 El Señor esperaba que tanto los
sacerdotes como el pueblo cumpliesen con sus respectivas
responsabilidades.31
26 Véase H. G. M. Williamson, Ezra, Nehemiah (Waco, TX: Word Books, 1985), 387.
27 E. G. White, Profetas y Reyes, 495.
28 Ibid.
29 D. J. Clines, Ezra, Nehemiah, Esther (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1984), 120.
30 William L. Holladay, Comise Hebrew and Aramaic Lexicón of the Old Testament (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1971), 338. 31 Raymond A. Bowman escribió, "Era de suponerse que el levita tenía la obligación de servir, así como el laico la de contribuir" ("The Book of Nehemiah", Interpréte”s Bible, vol. 3 [Nashville, TN: Abingdon Press, 1971]), 810.
Manual de Mayordomía
129
Este fracaso de parte de los sacerdotes y levitas tenía que ser corregido.
Nehemías eligió cuatro hombres confiables para que se hiciesen cargo
de los depósitos y responsables también de "distribuir la provisión a sus
hermanos” (Neh. 13:13). La reforma restauró la confianza del pueblo y
en sus líderes.
En el libro de Nehemías se especifica que el diezmo impone una
responsabilidad no sólo sobre el dador, sino también sobre el recipiente.
Dios espera que los que administran el diezmo lo usen en forma
adecuada. Aunque el comportamiento impropio de aquellos a quienes
Dios elige para dirigir a su pueblo puede descorazonar al laicado, eso no
justifica de ninguna manera el no devolver el diezmo al Señor.
4. Malaquías 3:8-10. En este pasaje bien conocido, se interpreta
la negación a diezmar como una apropiación ilícita de la propiedad de
Dios -un robo. Aquellos que en Israel no diezmaban o que daban un
diezmo parcial (la frase "traer el diezmo entero” (Mal. 3: 10) puede ser
interpretada de ambas maneras), privaba a Dios de lo que era suyo.
Esta era una acusación muy seria. La apropiación indebida de lo que
pertenecía al Señor era un crimen serio en Israel y por todo el antiguo
Cercano Oriente. Este pasaje establece fuera de toda duda razonable
que el diezmo no es parte de los ingresos de una persona. Es cierto que
nos llega en forma de ingresos, pero nunca es nuestro. Considerarlo
simplemente como una entrada personal para usarlo como queremos, es
robar a Dios.
Hemos visto ya que Dios usaba el diezmo para proveer alimento a los
sacerdotes y levitas. Lo mismo se enfatiza aquí en el ver. 10. Si el
pueblo usaba incorrectamente el diezmo, los sacerdotes y levitas
Manual de Mayordomía
130
sufrían, pero el acto pecaminoso del pueblo era cometido contra el
Señor. Era a Dios, no a los levitas, a quien se le quitaba lo que era suyo.
En un nivel más profundo, el problema se volvía aún más serio. AI no
traer sus diezmos al Señor, el pueblo hacía una afirmación religiosa
importante pues negaba el cuidado providencial y amoroso de Dios hacia
ellos. Le quitaban el honor y la gloria que él merece como Aquel que los
preserva o guarda. Malaquías cita esta falta de fe en el Señor:
"Vosotros habéis dicho: 'Es inútil servir a Dios. ¿Qué ganamos con
cumplir con sus requerimientos...”? (Mal 3:14). Acusaron a Dios de
no cumplir con su parte en el pacto, pero el Señor respondió: "Vosotros
me estáis robando”.
Para las personas que no estaban plenamente consagradas al Señor
diezmar era en verdad un desafío. Ellos confían sólo en ellos mismos
para su propia subsistencia. En esta situación en particular, la condición
financiera del pueblo era precaria y consideraban que el diezmo era
innecesario. Fue a tales personas a las que el Señor dijo: "Probadme en
esto" (Mal. 3:10). Este era un llamado a actuar por fe haciendo lo que
debían hacer, creyendo en las bendiciones prometidas por Dios (Mal.
3: 10-12). El Señor esperaba que en el proceso su fe creciese al
punto de confiar completamente en él, reconociendo que su
seguridad financiera se encontraba únicamente en él.
Este llamado divino a la fe carece de sentido sin una experiencia de
conversión. Se introduce la invitación a dejar de robar a Dios por un
llamado a la conversión: "Tornaos a mi" (Mal. 3: 7). El diezmo genuino
es posible sólo para quienes se vuelven al Señor con fe -confiando en
él.
Manual de Mayordomía
131
Para entender aún mejor la acusación de Malaquías contra los israelitas
con respecto al diezmo, debemos poner el pasaje en su contexto
histórico y religioso. Se cree generalmente que Malaquías profetizó
durante la época de Esdras y Nehemías. Siendo que en Malaquías y en
Nehemías 13, se describe la condición espiritual del pueblo y de sus
líderes de la misma manera, cierto número de eruditos ha concluido que
Malaquías profetizó durante la época en que Nehemías regresó a Persia
(432 AC o poco después).32 Como vimos, éste era un período de gran
deterioro espiritual en Jerusalén. En sus dos discursos contra el
sacerdocio Malaquías describió la situación en más detalle que
Nehemías. Uno de los sermones se registra en Malaquías 1:6-14, y el
otro en Malaquías 2:1-9.
El primer ataque contra el sacerdocio se basó en su falta de respeto al
Señor (Mal. 1:6). Ellos le traían sacrificios contaminados, las víctimas
del sacrificio tenían defecto físico (Mal. 1:8) y estaban enfermos
(1:13). Ni siquiera un gobernador aceptaría tales dones (Mal. 1:8). Se
condenó también a los sacerdotes porque consideraban su obra como
siendo una carga pesada y, por consiguiente, no estaban siguiendo los
procedimientos adecuados (versículo 12).
El segundo pasaje amonesta a los sacerdotes a escuchar al Señor (Mal.
2:1). Habían dejado de instruir al pueblo en forma adecuada y habían
también violado su llamado al sacerdocio (Mal. 2:7-8). Ellos mantenían
una forma externa y corrupta de culto.
Somos tentados a preguntar: "¿Merecía tal clase de gente recibir el
diezmo"? Pero el profeta no hizo esa pregunta. Dios encomendó a
los sacerdotes responsabilidades específicas y ellos fueron juzgados en
32 Véase, entre otros, SDA Bíble Commentary, vol. 4, 1121; Ralph L. Smith, Micah-Malachi (Waco, TX: Word Books, 1984), 298; Elizabeth Achtemeier, Nahum-Malachí (Atlanta: John Knox Press, 1986), 171; Pieter A. Verhoef, The Books of Haggai and Malachi (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 1987), 158.
Manual de Mayordomía
132
base a esas responsabilidades y su ejecución. Se esperaba que el pueblo
cumpliese con lo que el Señor les ordenara, y Dios no estuvo dispuesto a
excusar la violación de la ley del diezmo basándose en el fracaso del
sacerdocio. Esto explica la razón por la que Malaquías fue capaz, por un
lado, de condenar el pecado de los sacerdotes, y por el otro, de requerir
al pueblo que trajese sus diezmos al templo.
Malaquías reafirmó lo que el resto del Antiguo Testamento enseña acerca
de la naturaleza y propósito del diezmo. El diezmo pertenece al Señor.
El Señor lo usaba para proveer para las necesidades de los sacerdotes y
levitas, y nadie tenía derecho a quedarse con él. Retener el diezmo
equivalía a robar a Dios y por lo tanto era un pecado cometido contra
el Señor, no contra el templo o el sacerdocio. De ahí que el Señor
requería el diezmo a pesar del deterioro espiritual de aquellos que
se beneficiaban del mismo. A su debido tiempo el Señor los
llamaría a rendirle cuentas.
III. EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO
El Nuevo Testamento tiene muy poco que decir en cuanto al diezmo, pero lo que dice es
significativo para los cristianos. No hay un mandamiento explícito para diezmar en el Nuevo
Testamento, pero tampoco hay un rechazo al sistema.
La discusión más larga del diezmo en el Nuevo Testamento se encuentra en Heb 7:1 -10.
El autor analiza el encuentro entre Abraham y Melquisedec, y establece algunos puntos
teológicos significativos en su argumento. El hecho de que Abraham devolvió su diezmo a
Melquisedec se presenta como clara evidencia de la superioridad del sacerdocio de
Melquisedec sobre el Aarónico. El pasaje presupone que el diezmo es una práctica
divinamente ordenada. No hay rechazo del diezmo, sino más bien un reconocimiento
implícito de su valor y significado.
Manual de Mayordomía
133
Las otras referencias al diezmo se encuentran en los evangelios, Jesús lo menciona en Luc
18:12 en el contexto de la parábola del fariseo y del recolector de impuestos. Ambos iban al
templo a orar; el fariseo con un espíritu de justicia propia, el recolector de impuestos con
humildad, implorando la misericordia divina. El fariseo mencionó dar un diezmo de todo lo
que recibía como evidencia de su gran piedad.
Jesús condenó la justicia propia del fariseo. Cuando los actos religiosos se usan para
glorificación propia, pierden su valor y se transforman en formalidades vacías. El fariseo
usaba el diezmo como una forma de obtener la misericordia de Dios. Según Jesús, éste no
es el propósito del diezmo. La misericordia de Dios es un don gratuito que se recibe por fe y
en humildad. El fariseo usaba el diezmo incorrectamente en su experiencia religiosa.
Se menciona el diezmo también en Mat 22:23 y en su paralelo en Luc 11:42. Jesús
condenó a los fariseos por ser extremadamente cuidadosos en diezmar pero negligentes en
la "justicia y el amor de Dios" (Luc. 11:42). O, como lo expresa Mateo, "descuidaban lo más
importante de la ley -justicia, misericordia y fidelidad" (Mat. 22:23). Jesús está repitiendo el
mensaje de Amos: el celo religioso y la práctica de la justicia, la misericordia, y el amor
deben mantenerse unidos. Entonces agregó: "Esto era necesario hacer sin dejar de hacer
lo otro [diezmar]". Jesús está aquí apoyando claramente la práctica del diezmo;33 aunque al
aprobar el diezmo, "lo juzga insuficiente en sí mismo".34 Jesús nunca condenó el diezmar
sino su mal uso. Lo definió en calidad de lo que realmente es: una respuesta a la gracia
transformadora de Dios.
Pablo no mencionó el diezmo en sus epístolas. Sin embargo, trató el tema de proveer para
quienes predicasen el evangelio. "¿No sabéis que los que sirven en el templo comen del
templo, y que los que sirven al altar comparten lo que se ofrece en el altar"? "Del mismo
modo, el Señor mandó que los que predican el evangelio vivan del evangelio" (1 Cor 9:13).
33 Leiland Wilson, "The Oíd Testamento and Tithe", Baker's Díctionary of Practical Theology (Grand Rapids, MI: Baker's Book House, 1967), 357. 34 Achtemeier, Malachi, 192.
Manual de Mayordomía
134
Pablo se está refiriendo principalmente al sistema del diezmo en el Antiguo Testamento. El
estableció un paralelo entre los sacerdotes y levitas y los que proclamaban el
evangelio. El argumento es que a los obreros del evangelio se les debía proveer para el
sostén de la misma manera que se hacía en el sistema sacerdotal. Lo que es
especialmente importante es que Pablo describió esto como un mandato directo del
Señor a la iglesia. El apóstol le dijo a la iglesia que con relación al diezmo (de
acuerdo al Señor), "no debemos hacer menos que lo que la ley judía requiere".35 De
esta forma él respaldó implícitamente el diezmo cristiano.
Para el cristiano, el diezmo no es meramente una práctica del Antiguo Testamento
con ninguna relevancia para los creyentes, sino una parte de la comprensión
cristiana de la verdadera mayordomía. De hecho "la práctica del diezmo cristiano
proviene de la tradición hebrea y es allí en donde descubrimos su riqueza de
significado".36
Sobre el tema del diezmo, el Nuevo Testamento muestra conformidad con el
principio del Antiguo Testamento de devolver a Dios un diezmo de todo lo que
ganamos y nos recuerda su propósito y significado. El Nuevo Testamento condena el
diezmo cuando se lo practica como una manifestación de justicia propia, y desafía al
creyente a practicar también la justicia, la misericordia y el amor. El propósito básico
del diezmo sigue siendo el mismo: el Señor lo usa para proveer para las necesidades de
los que dedican sus vidas a la proclamación del evangelio. El significado teológico del
diezmo en el Antiguo Testamento yace en el mismo fundamento de la práctica cristiana
del diezmo.
IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES
El fundamento teológico del diezmo que provee el Antiguo Testamento lo convierte en una
práctica enriquecedora para la vida del creyente. El primer elemento en este
35 Wilson, "tithe", 357. Para más sobre 1 Corintios 9:13, véase el siguiente capítulo. 36 Ibid.
Manual de Mayordomía
135
fundamento es la percepción y comprensión de Dios como Creador de los cielos y la
tierra. En el contexto del diezmo, esta declaración no tiene como propósito enfatizar
el poder majestuoso de Dios sino su señorío sobre todo el universo. El cosmos le
pertenece a una Persona, la que lo trajo a la existencia. Toda criatura que reclama de
alguna forma ser dueño está usurpando el derecho de Dios.
El segundo aspecto de la persona y obra de Dios que provee una base teológica para el
diezmo se encuentra en su cuidado providencial, su conducción y amor hacia
nosotros. El Creador no abandonó sus criaturas a las fuerzas del mal. En un mundo
hostil de pecado y muerte, Dios continúa siendo el Propietario que resiste el mal y
preserva nuestras vidas. Este cuidado providencial presupone la obra de redención de
Dios mediante la cual somos restaurados a un compañerismo pleno con él y con Cristo.
El mal fue derrotado por Cristo y ahora podemos participar en su victoria. La vida nos
fue preservada mediante el Hijo, y es también a través de él que recibimos las
bendiciones de Dios y que son suplidas todas nuestras necesidades. Todo pertenece a
Dios, no sólo por creación, sino también por redención. Su poder providencial
continúa preservando el universo. No hay aspecto de la vida humana, ninguna
necesidad que podamos tener, que Dios no pueda suplirla para nosotros.
La naturaleza del diezmo puede ser resumida en una frase: Este es santo. La santidad apunta
hacia lo que es único, diferente, y que por consiguiente pertenece al Santo. No hay
nadie como Dios en el universo porque él es el Creador. Siendo que el diezmo es santo,
no podemos retenerlo sino que debemos devolverlo a Dios. Desde el punto de vista
humano, el diezmo parece formar parte de nuestros ingresos, algo ganado por nuestro
trabajo y esfuerzo. Pero la fundación teológica se vuelve aquí relevante al recordarnos
que todo lo que tenemos viene del Señor. Somos responsables de administrar todos
los dones que nos dio, excepto el diezmo, pues es exclusivamente suyo y debe serle
devuelto. El diezmo fue investido de santidad por Dios.
El diezmo tiene varios propósitos importantes. En primer lugar, mediante el diezmo
Dios le permitía a su pueblo (no sólo a los sacerdotes), manejar lo santo, lo que le
Manual de Mayordomía
136
pertenecía a él. En cierto sentido ésta es una democratización de una función
sacerdotal. Cuando tratamos con lo santo, se nos reta a ser santos. El llamado de Dios
a les creyentes se basa parcialmente en una ética de imitación. El dijo a su pueblo:
"Sed santos porque yo, el Señor, soy santo" (Lev 20:26). El diezmo contribuye hacia
ese objetivo glorioso debido a que en nuestro dar estamos imitando a Dios. En el
proceso, el yo es subyugado y el amor de Dios llena el corazón humano.
En segundo lugar, siendo que el diezmo es santo, llega a ser una prueba de lealtad
para cada persona. Es una prueba debido a que establece límites a nuestra libertad al
señalarnos que dependemos de Dios. No todo aquello a lo que tenemos acceso es
nuestro. Como ya indicamos, el diezmo es una prueba debido a que parece formar
parte de nuestro ingreso y, por consiguiente, podemos tentarnos a quedarnos con él,
violando así su santidad. En cierto sentido el diezmo es análogo al árbol del
conocimiento del bien y del mal en el Jardín del Edén. Adán y Eva tenían libre acceso
a comer de todos los árboles del jardín, excepto uno. Ese árbol llegó a ser una prueba
de su lealtad a Dios.
En tercer lugar, el diezmo nos recuerda nuestro pacto con el Señor, nuestra rendición
total e incondicional a su amante voluntad. En la relación pactual, Dios llega a ser
nuestro Dios y nosotros llegamos a ser su pueblo; lo reconocemos como nuestro
Salvador y como el que nos bendice. En esa relación, humildemente reconocemos
que todo lo que tenemos le pertenece y que suplirá nuestras necesidades espirituales
y económicas. El diezmo es un símbolo o recuerdo de esa entrega total al Señor.
Cuando alargamos nuestra mano y reverentemente depositamos nuestro diezmo en el
plato de la ofrenda durante el servicio de culto, estamos dando al Señor una fracción
de nuestra vida como prueba de nuestra total consagración a él.
Podemos fácilmente concluir que el diezmo es un testimonio de nuestra relación de
confianza y amor con nuestro Señor y Salvador. Esto se deduce del hecho de que en
la Biblia la gente dejó de diezmar cuando su relación con el Señor se violentó por la
apostasía.
Manual de Mayordomía
137
Finalmente, Dios, y no el ser humano, le asignó al diezmo un propósito
adicional. Mediante el diezmo, Dios proveyó para las necesidades de aquellos a
quienes llamó para ser sus ministros. Dios es el único que determina la manera
en que el diezmo debe ser usado. Esto tiene implicaciones serias para
quienes fielmente devuelven los diezmos al Señor. Nunca debiéramos concluir que el
diezmo es un pago hecho por los servicios recibidos de un ministro. Esto abriría
inmediatamente la puerta a su comercialización. Bajo tal circunstancia, la persona
puede sentirse libre de usar el diezmo "para pagar" sólo a los ministros cuyos
servicios eran lo que se quería o esperaba recibir. De ser así, estaríamos usando el
diezmo para controlar la calidad del producto que deseamos. Esto iría contra el mismo
corazón, naturaleza y propósito del diezmo. El diezmo debe devolverse siempre al
Señor porque es santo y es él quien lo inviste de santidad o determina cómo debe ser
usado-nunca nosotros.
Por consiguiente, no se justifica nunca el cesar de dar el diezmo por el hecho de que los
ministros de Dios, ya sea en realidad o en apariencia, no cumplen adecuadamente
su función. Cuando el pueblo de Dios asumió esa actitud, Dios lo reprendió
fuertemente, lo acusó de robarle. Aún la retención del diezmo con el propósito de
reformar la iglesia se vuelve una violación al propósito de Dios con respecto al
diezmo. No es nuestra prerrogativa determinar cómo y para qué debe usárselo.
Habiendo dicho esto, debemos señalar que los ministros de Dios tienen una solemne
responsabilidad como recipientes de los diezmos. El Señor espera de ellos que cumplan
con sus responsabilidades de manera eficiente, proveyendo para las necesidades
de la iglesia y la proclamación del evangelio. El plan de Dios para su iglesia es que tanto
los miembros de la iglesia como sus ministros cumplan respectivamente sus deberes en
forma adecuada. Todo debe ser hecho, en la medida posible, con el interés de mantener
a todo "Judá" complacido con el ministerio de sus líderes espirituales.
Manual de Mayordomía
138
MAYORDOMÍA Y LA TEOLOGÍA DEL DIEZMO
Guía de estudio para el alumno
Conteste cada pregunta según se indique:
Introducción
1. Cita el nombre de 4 pueblos que aparte de Israel tenían como práctica el
diezmo
a) _______________________
b) _______________________
c) _______________________
d) _______________________
I. EL DIEZMO – ANTIGUO TESTAMENTO
1. Diga el nombre de los dos personajes bíblicos citados en el capítulo 14 de
Génesis
a) _______________________ b) _______________________
2. Mencione dos características comunes entre el patriarca Abram y Melquisedec
a) _______________________ b) _______________________
3. Escriba dos formas en que Abram manifestó un espíritu desinteresado
a) _______________________ b) _______________________
4. Subraye la respuesta correcta en relación al diezmo de Abram
a) Abram devolvió un diezmo parcial b) Abram devolvió un diezmo total
5. ¿Cuál fue el diezmo de Abram?
______________________________________________________________
6. Discuta ¿por qué el diezmo fue entregado a Melquisedec?
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
139
7. Mencione ¿quiénes en la actualidad son los instrumentos de Dios para recibir
los diezmos?
______________________________________________________________
8. Diga ¿cuál es la base teológica para la práctica del diezmo?
______________________________________________________________
9. Discuta: ¿por qué el concepto bíblico de creación da un significado sólido al
sistema del diezmo?
______________________________________________________________
10. Mencione qué elemento significativo precede de diezmar
______________________________________________________________
11. Explique dos formas de las cuales Dios siempre expresa sus bendiciones
a) _______________________ b) _______________________
12. Para Abram ¿de dónde dependía sus seguridad financiera?
______________________________________________________________
13. Diga ¿por qué Abram rechazó la oferta del rey de Sodoma?
______________________________________________________________
14. Discuta, ¿qué es más importante de tu vida?
a) El dinero b) el honor de Dios
15. Escriba, ¿en qué se sustenta la disposición de diezmar?
______________________________________________________________
16. ¿Qué significa que la vida es tan frágil?
______________________________________________________________
17. Diga ¿a quiénes especialmente gobierna el poder del egoísmo?
______________________________________________________________
II. EL DIEZMO DE JACOB
18. Explique: ¿cómo se reveló Dios a Jacob a través del sueño?
______________________________________________________________
19. De acuerdo con Génesis 28:21 ¿Qué decisión de importancia tomó Jacob?
Manual de Mayordomía
140
______________________________________________________________
20. Especifique ¿qué acto procede al acto de diezmar?
______________________________________________________________
21. ¿El acto de diezmar se basa en un reconocimiento?
______________________________________________________________
22. Enumere las promesas hechas por Dios a Jacob que cubren las necesidades
básicas del hombre
1) _______________________
2) _______________________
3) _______________________
4) _______________________
23. Mediante éstas promesas ¿qué dos aspectos importantes para el hombre, el
señor reveló a Jacob?
1) _______________________
2) _______________________
24. Explique ¿qué poder necesitaba Jacob para realizarse a sí mismo?
______________________________________________________________
25. Defina ¿qué es un voto?
______________________________________________________________
26. Explique ¿de qué fruto procedía el voto de Jacob?
______________________________________________________________
27. ¿Qué implica que Jacob hizo un voto de fidelidad antes de recibir las
bendiciones?
______________________________________________________________
28. De tres razones ¿por qué la promesa de diezmar es parte del voto, siendo que
el diezmo pertenece a Dios?
1) _______________________
2) _______________________
3) _______________________
Manual de Mayordomía
141
III. LEGISLACIÓN DEL DIEZMO
29. Diga ¿por qué el diezmo es santo?
______________________________________________________________
30. Explique ¿a qué es semejante al diezmo?
______________________________________________________________
31. Especifique ¿qué se incluyo en la legislación del diezmo?
______________________________________________________________
32. Explique ¿qué diezmos no quedaron sujetos a redención y por qué?
______________________________________________________________
33. Diga ¿qué rechaza la legislación del diezmo?
______________________________________________________________
34. ¿Qué responsabilidades se asignan a los sacerdotes y levitas según Números
18?
______________________________________________________________
IV. USO DE LOS DIEZMOS
35. ¿Quién definió el uso de los diezmos y por qué?
1) _______________________ 2) _______________________
36. Señale ¿quién sostenía el ministerio de los levítas?
a) Los israelitas b)Dios c)ninguno
37. Señale ¿Quién sostenía a los sacerdotes?
c) Los levítas b) los israelitas c)Dios
38. En relación al diezmo ¿qué diferencias existen entre la legislación de
Números y Deuteronomio?
______________________________________________________________
39. Mencione dos situaciones que en tiempos de Nehemías influyeron a la
identidad de diezmos y ofrendas
1) _______________________ 2) _______________________
Manual de Mayordomía
142
40. Explique ¿por qué Jehová reprendió a los sacerdotes?
______________________________________________________________
41. Explique ¿Por qué Jehová reprendió al pueblo?
______________________________________________________________
42. ¿Mencione que dos aspectos señalados en el Antiguo Testamento son
relación al diezmo reafirmó Malaquías?
1) _______________________
2) _______________________
43. ¿Se considera infidelidad al devolver un diezmo parcial? Si _____ No _____
44. ¿Qué dice el Nuevo Testamento sobre el tema del diezmo?
______________________________________________________________
45. ¿En qué se fundamenta el significado teológico del diezmo?
______________________________________________________________
46. Después de un estudio más amplio sobre el diezmo, discuta en grupos de
cinco las siguientes preguntas:
1) ¿Qué lecciones nuevas aprendiste?
2) ¿Cuáles son tus pensamientos hacia el diezmo?
3) ¿Consideras que tú y tu iglesia están devolviendo los diezmos como
resultado de una comunión con el Dios soberanos, y como reconocimiento
de su señorío sobre nosotros?
Mi respuesta de fe
Reconociendo que sólo Dios es soberano sobre toda creación, así como la única
fuente de vida y de bendiciones. Como testimonio de mi relación con él reafirmo hoy
en mi vida la práctica del diezmo bíblico.
Firma
Manual de Mayordomía
143
c. LA MAYORDOMÍA Y LA TEOLOGÍA DE LAS OFRENDAS
I. INTRODUCCION
El estudio de las religiones antiguas sugiere que en la interacción entre los seres
humanos y el ser divino, la ofrenda que se llevaba a los dioses era un aspecto
constitutivo de la devoción personal. A lo largo del antiguo Cercano Oriente los seres
humanos llevaban diferentes tipos de ofrendas a los dioses, buscando sus bendiciones,
protección, perdón y dirección. En la mayoría de los casos se visualizaban las ofrendas
como medios de suplir las necesidades de los dioses con el propósito de ganar o
mantener su favor.37 Esta preocupación intensa de presentar ofrendas materiales a los
dioses era universal.
La religión bíblica no es una excepción en esta área de práctica cultual. De hecho, las
ofrendas juegan un papel importante en los servicios del santuario del Antiguo
Testamento y en el culto cristiano del Nuevo Testamento. Exploraremos en este
artículo la riqueza de los materiales bíblicos sobre este tema. En algunos casos
prestaremos atención a la terminología empleada para referirse a las ofrendas, pero
nuestro interés principal se centrará en los tipos diferentes de ofrendas que se
mencionan en la Biblia. Exploraremos las principales ideas teológicas o religiosas que
se asocian a esas ofrendas con el propósito de sintetizar los elementos fundamentales
de la teología y la práctica de las ofrendas en la Biblia.
II. LAS OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
El Antiguo Testamento menciona ofrendas mucho más a menudo que el diezmo. En un
libro que se interesa en el culto al único y verdadero Dios, las ofrendas tienen un lugar y
función bien distintivo. El culto y las ofrendas son prácticamente inseparables en el
37 Sobre la religión de Babilonia véase a Helmer Ringgren, Religión of the Ancíent Near East (Philadelphia: Westminster, 1973), 81, 81, 109-20; y sobre Egipto consúltese a Siegfried Morenz, Egyptian Religión (Ithaca, NY: Cornell University Press, 1973), 87, 88, 94-99.
Manual de Mayordomía
144
Antiguo Testamento. En lo que sigue discutiremos los diferentes tipos de ofrendas
que se mencionan en el Antiguo Testamento.
A. Las ofrendas de sacrificios expiatorios
La expiación y las ofrendas sacrificiales aparecen entrelazadas en el sistema de
culto del Antiguo Testamento. Las ofrendas expiatorias por excelencia eran
las ofrendas por el pecado (Lev. 4) y por la culpa (Lev. 5), llamadas "ofrendas"
en Núm... 5:9 y 1 8:8). El término hebreo que se usa allí es terúmah, un
sustantivo que proviene probablemente de la raíz verbal rüm - "ser alto," la que en
una de sus formas verbales significa "donar, poner aparte." Designa un don o
una ofrenda que se pone aparte para el Señor fuera del santuario, y que luego
se trae al templo y se la entrega a Dios.38
El poder expiatorio de esas ofrendas no se localizaba en la víctima sacrificial
misma sino en Dios quien, por Su gracia, le asignaba esa función (Lev. 1 7:11).
En otras palabras, la eficacia expiatoria se encontraba en la disposición de Dios de
perdonar los pecados de Su pueblo (véase Lev. 4:26,31).
Las ofrendas sacrificiales expiatorias parecieran haber tenido una función limitada.
De hecho, su única función era señalar a Dios como el único que podía expiar el
pecado. El Antiguo Testamento mismo testifica sobre la ineficacia de las ofrendas
expiatorias para otorgar perdón, y al mismo tiempo identifica el único medio efectivo
de la expiación. David reconoció que su pecado no podía ser removido mediante las
ofrendas sacrificiales (Sal. 51:16). Su única esperanza consistía en descansar en la
compasión y el "amor misericordioso" de Dios (Sal. 51:1-2). Con relación a la
redención de la vida humana, ningún sacrificio de animales es suficientemente
costoso para lograrla: "Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al
38 Esto es sugerido por Jacob Milgrom, Leviticus 1-16 (New York: Doubleday, 1991), 474. Para una discusión de la
etimología del sustantivo véase a Gary A Anderson, Sacrífices and Offeríngs in Ancient Israel (Atlanta, GA: Scholars Press, 1987),
137-44.
Manual de Mayordomía
145
hermano, ni dar a Dios su rescate. Porque la redención de su vida es de gran precio,
y no bastará para que viva para siempre, y nunca vea la sepultura" (Sal. 49:7-9).
Es imposible para los seres humanos traer una ofrenda al Señor que sea
suficientemente costosa como para rescatarse a sí mismos. Dios es el único que
podía proveer esa ofrenda, y lo hizo. Isaías previo la obra futura del Mesías quien,
aunque rechazado por su pueblo, era la ofrenda expiatoria que Dios proveyó para la
redención de los mortales. El Señor hizo "su vida una ofrenda por la culpa" (Isa.
53:10); él llevó el pecado de muchos y fue contado con los transgresores (v. 12)
para declararlos justos (v.11).
Lo que ninguna ofrenda humana podía cumplir, la ofrenda divina lo logró. Este tema
se desarrolla mucho más en el Nuevo Testamento, donde se nos informa la
imposibilidad de la sangre de las víctimas de sacrificios de quitar el pecado de los
adoradores (Heb. 10:4). Sólo mediante la sangre de Cristo es esto posible (Heb.
10:14). Pablo afirma que Dios "lo presentó como un sacrificio de expiación, mediante
la fe en su sangre" (Rom. 5:25). Cristo mismo interpretó su misión como la de quien
da "su vida como rescate por muchos" (Mar. 10:45).
La importancia de esta comprensión de las ofrendas expiatorias es fundamental
para una teología bíblica de las ofrendas. En primer lugar, se describe a Dios aquí
como dispuesto a dar, como un "ofrendante". Esto provee una plataforma teológica
para la dadivosidad de los seres humanos. La dadivosidad humana debe seguir el
modelo de la dadivosidad divina. Comparado con cuánto Dios da, su pueblo le da
muy poco.39 Es importante que entendamos que si Dios espera que le traigamos
una ofrenda es porque él mismo dio una ofrenda a favor nuestro.
39 Esta es la conclusión a la que llega C J Labuschahne después de estudiar el uso del verbo hebreo nathan - "dar", en el
Antiguo Testamento, y notar cuán a menudo Dios aparece como sujeto y los seres humanos como predicado, y cuan
ráramente se dice que los seres humanos dan algo a Dios. Véase su artículo "Ntn," en Theologísches Handworterbuch zum Alten
Testament, editado por E Jenni y C Westermann (München: Chr Kaiser Verlag, 1971-76), vol 2, 138-141 [Desde aquí en
adelante citado como THAT]).
Manual de Mayordomía
146
En segundo lugar, ninguna de nuestras ofrendas tiene una función expiatoria. No
poseemos cosa alguna que podamos traer a Dios a fin de hacernos aceptables
delante de él, y no necesitamos hacer tal cosa porque Dios proveyó la única ofrenda
a través de la cual se ha logrado la expiación. Nuestras ofrendas nunca deben ser
un intento nuestro por ganar la simpatía, el amor o el perdón de Dios. Esa es la
función exclusiva e indisputable de la ofrenda de Dios en Cristo por nosotros.
Nuestra motivación para dar nunca debiera ser el hacernos meritorios delante del
Señor. De hecho, lo que hace aceptable nuestras ofrendas es la ofrenda sacrificial
del Hijo de Dios que santifica nuestro dar.
B. LOS sacrificios como ofrendas
Aparte de las ofrendas por el pecado y la culpa, hay otras ofrendas sacrificiales
que, además de la función expiatoria, tienen también otros propósitos
teológicos y religiosos. Dos de ellas son de interés especial para nuestro
estudio, a saber las ofrendas quemadas (holocausto: Lev. 1) y de paz (Lev.
3). Trataremos aquí únicamente el aspecto no expiatorio de esas ofrendas.
1. Las ofrendas quemadas (holocaustos: Lev. 1:3-17)
Ninguna parte de esta ofrenda se daba al sacerdote o al que la traía para
ofrecerla; la víctima sacrificial se quemaba enteramente sobre el altar, en
una entrega total al Señor (Lev. 1:9). Los eruditos han detectado en este
sacrificio una expresión ritual de la disposición de los adoradores a
entregar o reconsagrar sus vidas enteras a Dios. El, como su Señor, tenía
derecho total sobre ellos, y esta ofrenda era un acto simbólico de una
entrega completa a Dios.40
En hebreo se hace referencia a la ofrenda quemada como siendo un
qurban = "ofrenda", del verbo qarah = "venir cerca", "acercarse". Este es un
término genérico que se usaba para designar los sacrificios y ofrendas
40 Véase John E Hartley, Leviticus (Dallas, TX: Word, 1992), 24: y A Noordtzíj, Leviticus (Grand Rapids, Mí: Zondervan, 1982) 30-31.
Manual de Mayordomía
147
que los israelitas traían al Señor (véase Lev. 22:18; Núm. 7:3, 12-17;
15:4; 31:50). Podía traducirse como " lo que se trae cerca, se presenta, se
ofrece".41 Una ofrenda es, por consiguiente, algo que se transfiere de
nuestra esfera a la del Señor; al traerla cerca de él llega a ser suya.
De interés particular para nosotros es el hecho de que se aceptaban
diferentes animales como víctimas sacrificiales para el holocausto. Se
enumeraban los animales con base a su valor financiero. El de más valor
se menciona primero, un becerro, al que seguían la oveja y el macho
cabrío (véase Lev. 1:3,10). Aún los pájaros, una paloma, o una tórtola
se podían ofrecer (Lev. 1:14).
Aquí podemos hacer dos comentarios. En primer lugar, una ofrenda es
algo costoso para el adorador; se priva de un animal costoso y útil al
darlo al Señor.42 David entendió este principio y rechazó la idea de dar
al Señor una víctima que no fuese suya (2 Sam. 24:24). En segundo
lugar, Dios no espera que todos den la misma cantidad. Al nombrar las
víctimas sacrificiales desde las más costosos a las menos costosos, se
da a entender que cada cual podía traer algo al Señor. El Señor esperaba
que algunos trajesen un becerro y otros una oveja o un macho cabrío,
según su condición financiera. El más pobre podía traer un pájaro
(véase Lev. 5:7; 12:8).43 La implicación teológica es que Dios considera
especialmente la disposición interior del dador, y que el deseo de
adorarlo es más importante que el valor monetario de la ofrenda.44 La
experiencia interna de uno se expresaría al traer al Señor lo mejor que
puede ofrecer.
41 Milgrom, Leviticus, 145. 42 Véase G J Wenham, The Book of Leviticus (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1979), 51. 43 Véase Noordtzij, Leviticus, 40. 44 Compare G A F Knight, Leviticus (Philadelphia: Westminster, 1981), 17.
Manual de Mayordomía
148
Además de la función expiatoria de este sacrificio, se dan otras dos razones
para traerlo al Señor. Lev. 22:17-20 describe una ofrenda votiva (ofrenda
a Dios por voto o promesa) y una voluntaria. La ofrenda votiva se traía al
cumplirse un voto. Una persona presentaba una petición al Señor y
solemnemente prometía dar una ofrenda votiva después de recibir
respuesta a la oración.45 La ocasión en que se traía esta ofrenda era
gozosa y la persona expresaba su gratitud al Señor por haber respondido
a sus oraciones (véase Sal. 61:8; Nah. 1:15).46 El holocausto podía
también ser voluntario. Era traído al Señor "por devoción, no por
obligación o debido a una promesa";47 era una expresión de amor a Dios.
Basados en los comentarios anteriores, podemos concluir que una
ofrenda es una expresión tangible de la entrega plena de una persona al
Señor, traída con gratitud y amor. Debía traérsela al centro de culto y
ser entregada a los que Dios designó para recibirla. Se esperaba que se
trajese lo mejor que se podía ofrecer según los recursos financieros de
cada cual.
2. Las ofrendas de paz (Lev. 3:1-17)
La ofrenda de paz se distinguía del holocausto en varias formas. La
víctima sacrificial podía ser una hembra del ganado o del rebaño. Las
hembras eran más caras. Se devolvía la mayor parte de la carne de la
víctima al adorador para que la comiese en compañía de su familia y
amigos (Lev. 7:11 -21). Cuando se traía el holocausto, la persona no se
beneficiaba materialmente, pero en el caso de la ofrenda de paz sí se
beneficiaba. Esto permitía que un grupo de personas viniese juntos a
adorar a Dios.
45 Véase T W Cartledge, "Vow", en The International Standard Bible Encyclopedia (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1986), Vol. 4, 998 (de aquí en adelante citado como ISBE). 46 Véase Leonard H Coppes, "Nâdar make a vow", en Theological Word Book of the Old Testament, editado por R Laird Harris (Chicago, IL: Moody, 1980), Vol. 2, 1309 (de aquí en adelante será citado como TWOT). 47 Roland de Vaux, Ancient Israel: Religious Institutions (New York: McGraw-Hill, 1961), vol. 2, 41 7.
Manual de Mayordomía
149
Hay tres tipos de ofrendas de paz: la votiva, la voluntaria, y la de gratitud
(Lev. 7:12,16). Todas ellas eran en verdad ofrendas voluntarias.
Podían traerse para cumplir un voto o como un acto de devoción
personal a Dios, semejante al holocausto. El elemento nuevo es el
aspecto de gratitud. El hebreo todah = "gratitud" se usa en la Biblia para
expresar las ideas de alabanza, gratitud y confesión.48 Se presentaba la
ofrenda después de experimentar liberación de algún peligro. Era el
"resultado de un deseo espontáneo de expresar públicamente gratitud
personal por las bendiciones que se habían disfrutado”.49 La ocasión
debía ser gozosa (Deut. 27:7; Sal. 95:2).50
Se introducen aquí un par de elementos nuevos que esclarecen el
significado de las ofrendas en el Antiguo Testamento. En primer lugar,
esta ofrenda podía ser de beneficio para los que la ofrecían. Como
observamos, se devolvía la mayor parte al dador para facilitar la
adoración colectiva con los miembros de la familia y los amigos. Todos
comparten o participan de la ofrenda que uno de ellos traía. En
segundo lugar, la ofrenda podía ser un vehículo para expresar gratitud y
alabanza a Dios por sus bendiciones y por su poder liberador del mal. Era
en esencia una expresión de gratitud al Dios de la alianza.
C. Otras ofrendas
Varias otras ofrendas se mencionan en el Antiguo Testamento. La "ofrenda de
cereal" se la llama en hebreo minchah y significa "un don, tributo". En Levítico,
éste es un término técnico que se usaba para designar una ofrenda hecha de
harina fina cocinada o cruda y mezclada en aceite (Lev. 2:1-10). Se la traía al
Señor, pero él le daba la mayor parte al sacerdote oficiante.
48 Véase G Mayer, "Ydh", en Theological Dictionary of the Old Testament, vol. 5, editado por G J Botterweck y Helmer Ringgren (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1974), 428 (de aquí en adelante será citado como TDOT). 49 Noordtzij, Leviticus, 83 50 Véase Ralph H Alexander, "Yádâh confess, praise, give thanks," TWOT, vol. 1, 365.
Manual de Mayordomía
150
El término minchah en el Antiguo Testamento designa un regalo hecho a un
superior que era reconocido como señor o gobernante de la persona que traía el
regalo (véase Jueces 3:15; 2 Sam. 8:2,6). Al traer a Dios un minchah = "ofrenda
de cereal", los israelitas declaraban en lenguaje ritual que Yahvé era el Señor del
pacto y ellos sus súbditos.51 El hecho de que se trataba de una ofrenda de grano
puede sugerir que se reconocía que los frutos de la tierra eran resultado de las
bendiciones del Señor.52 Nótese, sin embargo, que lo que se traía no era el
grano sino la harina. Mediante su trabajo el israelita transformaba el grano en
harina. Dios y los seres humanos trabajaban juntos, y al traer esta ofrenda se
reconocía no sólo la obra de Dios a favor de ellos sino que a la misma vez le
consagraban su trabajo al Señor.53
A los israelitas se les requería traer al Señor las primicias o primeros frutos de
la tierra (Lev. 23:9-11; Núm. 18:12-13; Deut. 18:4; 26:1-11). Esta ofrenda
era esencialmente una ofrenda de gratitud al Señor usada para el sostén del
sacerdocio (Deut. 18:3-5).54 El hecho de que se la llamaba primicias sugiere
que era lo mejor de la cosecha (Núm. 18:12; Exo. 23:19). También indica que
Dios estaba primero en la vida del adorador. Los israelitas no daban de lo que
les sobraba.55 Antes que comenzaran a disfrutar de la cosecha separaban las
primicias para el Señor (Lev. 23:14).56
51 Wenham, Leviticus, 69.
52 Hartley, Levitícus, 30, después de notar que la porción de esta ofrenda quemada en el altar es llamado "memorial", sugiere que el término "da a entender la idea de que la persona que da esta ofrenda está recordando la gracia de Dios al darle su comida diaria". 53 Véase Knight, Levitícus, 18; y R K Harrison, Levitícus (Downers Grove, IL: InterVarsit Press, 1980), 50. 54 Véase Richard O Rigsby, "First Fruits," en Anchor Bible Dictíonary, vol. 2, editado por David N Freedman (New York: Doubleday, 1992), 797 (de aquí en adelante será citado como ABD). 55 Roland B Alien, "Numbers," en The Expositor's Bible Commentary, vol. 2, editado por Frank E Gaebelein (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1990), escribe: "Aquí es donde solemos fallar. A menudo nos encontramos dando de lo que nos sobra. Cuando nada sobra, no le damos nada al Señor. Otros encuentran que cuando dan a Dios lo primero y lo mejor, les queda un sobrante" (853). 56
En Núm. 15:18-21 se menciona una ofrenda de la primera porción de la masa.
Manual de Mayordomía
151
Esta ofrenda era un reconocimiento del hecho de que la fertilidad de la tierra
estaba en las manos del Señor y que él era "la fuente de la generosidad"57 y el
propietario de la tierra (Deut. 26:10).58 El énfasis teológico de esta ofrenda
está puesto en la bondad del Señor que prometió la tierra y sus frutos al pueblo,
y cumplió sus promesas (Deut. 26:3, 8-1 Ó).59 Alegremente celebraban los
israelitas la fidelidad de Dios que se manifestaba en el don de la tierra y en la
bendición de la cosecha (Lev. 23:11).60 En este contexto es de especial
importancia una referencia a la redención de Egipto, porque ésta precedió el
regalo de la tierra que Dios le diera al pueblo, y fue el fundamento sobre el cual
se basaron las ofrendas que el pueblo traía a Dios (Deut. 26:8-10).
La ocasión cuando se traía esta ofrenda al templo se caracterizaba por el gozo
(Deut. 26:11). Era una experiencia colectiva de gozo en la que el pueblo, los
levitas, y los extranjeros que moraban entre ellos estaban involucrados
celebrando el hecho de Dios les dio todos esos dones. Esta ofrenda era la
expresión exterior de una fe profunda en el Señor y de sentimientos de gratitud.61
Se requería también una ofrenda de los despojos de la guerra (Núm. 31:29741,52). Se usan
varios términos para designar esta ofrenda. Se la llama mekes = "obligaciones cúlticas o
impuesto" (. 28,37, 41), terúmah - "don" (v. 29,52), y qorban = "lo que se trae cerca" (v. 50). Al
compartir los despojos de la guerra con los sacerdotes y levitas, los israelitas reconocían que
era Dios quien les había dado la victoria sobre sus enemigos. Por consiguiente, la ofrenda era
una expresión de gratitud por la victoria.62
57
Baruch A Levine, Number 1-20, (New York:DoubIeday, 1993), 446 58 Noordtzij, Leviticus, 233. 59 Véase J A Thompson, Deuteronomy (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1974), 254. 60 Véase Peter C Craigie, The Book of Deuteronomy, (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1976), 320. 61 Aquí se debería hacer mención de la ley de los primogénitos de seres humanos y animales, según la cual todo primogénito pertenece al Señor (Exo. 22:29,30). Esta no era una ofrenda sino un requerimiento legal del Señor (Lev. 27-.26). El primogénito pertenecía al Señor y al devolvérselo los israelitas recordaban su redención de Egipto y su elección como primogénito de Dios (Núm. 3:13; 34:20; Lev. 27:26,27). Consúltese a M Tsevat, "Bechôr", TDOT, vol. 2,126. 62 Véase Philip J. Budd, Numbers, (Waco, TX: Word, 1984), 332,33.
Manual de Mayordomía
152
Las tres ofrendas que hemos discutido en esta sección refuerzan lo que ya habíamos
encontrado con respecto al contexto y significado de las ofrendas en la Biblia, y agregan algunos
elementos nuevos. Adoración, gozo, gratitud, y agradecimiento caracterizan a todas las
ofrendas, aunque algunas fuesen requeridas. Se reconoce a Dios como el único que bendice y
protege a su pueblo, el trabajo de ellos y a la tierra. Mediante estas ofrendas se alaba a Dios
como al Señor de Israel a quien se le debe traer lo primero y mejor de la cosecha. Se lo
proclamaba como propietario de la tierra que cumplía las promesas que había hecho a su
pueblo al bendecirlos con la tierra y la cosecha.
D. Ofrendas especiales
Una ofrenda especial era una que se traía al Señor con un propósito específico. El
mejor ejemplo de este tipo de ofrenda en el Antiguo Testamento es la que se
recogió para edificar el tabernáculo. El Señor la requirió de cada uno (Exo. 25:2),
y aún así, debía ser una ofrenda voluntaria (36:3). La dádiva debía expresar la
gratitud interior en la que el centro de la personalidad del individuo estaba
involucrado. Sólo aquellos cuyos "corazones eran impulsados" (nadab = "urgir, dar
voluntariamente") a dar debían traer esa ofrenda (Exo. 25:2; 35:5). Se expresa
también la disposición interna en la frase "cuyos corazones se levantaron"
(Exo. 25:21) o "cuyo espíritu se movió" (v. 29). La petición del Señor debía
encontrar una respuesta positiva en el corazón del pueblo, y la encontró. En
consecuencia, trajeron como ofrenda oro, plata, bronce, piedras preciosas, hilo,
lino fino, pieles de animales, madera, aceite de olivo y especias (Exo. 25:2-7). Cada
uno, hombres y mujeres, trajeron algo de sus posesiones (Exo. 35:5); de hecho,
trajeron más de lo que se necesitaba (Exo. 36:6-7). Esta ofrenda especial se
llama terúmah, un don dedicado a Dios y traído luego al Señor. Se llevaban todas
las ofrendas a un lugar central y se las entregaba a Moisés quien debía distribuirlas
y administrarlas para el proyecto anunciado.
Cuando el primer grupo de exiliados estuvo listo para regresar a Jerusalén en el
539 AC, sus vecinos les proveyeron dones, ofrendas voluntarias, para que se
usasen en la reconstrucción del templo (Esd. 1:6). En el 457 AC, Esdras volvió
Manual de Mayordomía
153
con otro grupo de cautivos. Esta vez el rey, sus consejeros y oficiales, y los judíos
dieron una donación (terúmah = "ofrenda") para sostener los servicios del templo
(8:25). Esdras guardó registro cuidadoso de esta ofrenda (8:26-30).
Cuando el templo necesitaba reparaciones, se recogía del pueblo una ofrenda
con ese propósito. En 2 Crón. 24:6,9 se llama mas'eth a una ofrenda tal.
Este substantivo se deriva del verbo nasa' que significa "levantar, llevar",
sugiriendo que designa una ofrenda como "algo que se lleva a alguien" en este
caso al Señor.63 En la época del rey Joas, cuando el templo estaba siendo
reparado, se colocó un cofre fuera del templo para recoger esta ofrenda. La
Biblia declara que el pueblo traía gozosamente esta ofrenda voluntaria (2
Crón. 24:10).64
El Señor requirió una ofrenda especial durante la dedicación del altar y del
santuario (Núm. 7). Cada tribu enviaba sus ofrendas (qorban, v. 3) a través de
sus representantes. Estas consistían en sacrificios de animales, utensilios de oro
y plata, harina e incienso, todo lo cual era necesario para comenzar los servicios
del santuario.65 Los israelitas eran responsables de proveer suficientes recursos
para que se efectuaran los servicios del santuario, y cumplieron esa
responsabilidad por medio de sus ofrendas.
Tres veces al año los israelitas peregrinaban a Jerusalén para celebrar las fiestas
de los Panes Azimos, de las Semanas y de los Tabernáculos (Deut. 16:16). En
cada una de esas ocasiones se esperaba que trajesen al Señor una ofrenda
llamada mattanah = "un don”, del verbo natan - "dar", que designa entre otras
cosas un obsequio dado por un padre a su hijo (véase Gen. 25:6) y el regalo
del sacerdocio a Aarón (Núm. 18:7; compárese v. 6 y 29). Era muy a
menudo un obsequio motivado por una disposición buena y bondadosa de
una persona hacia otra (compárese Est. 9:22).
63 Walter C Kaiserm "Nâsâ", TWOT, vol. 2, 602. 64 Esta ofrenda puede haber sido instituida por Moisés. Véase 2 Crón. 24:9 y Exo. 30:11-16; 38:25,26; cf. Neh. 10:32. 65 Véase Levine, Numbers, 247, 256.
Manual de Mayordomía
154
En el contexto de estas tres ofrendas Deut. 16:16-17 hace varias declaraciones
importantes. La primera: "Ninguna persona aparecerá delante del Señor con las
manos vacías" (Deut. 16:16). Las ofrendas ocupan un lugar en el culto
colectivo. Cuando el pueblo venía delante de Dios debía traer algo como
testimonio de la recepción de sus bendiciones. Estas debían ser ofrendas
voluntarias (versículo 10), que expresasen el gozo por el cuidado y la
protección divinos. El segundo principio: "Cada uno ofrecerá su don en
proporción a la bendición que tu Dios le haya dado" (versículo 17). Una
traducción literal de la última parte de esta frase sería: "como la bendición del
Señor tu Dios que él te dio". La cantidad de la ofrenda diferiría de persona a
persona debido a que se basaría en el principio de la proporcionalidad-- la
cantidad reflejaba cuánto el Señor había bendecido a la persona. El tercer
elemento: "…que él te dio" (véase versículo 17), indica que la dádiva divina está
primero y hace posible la dádiva humana. El texto Implica que Dios da sus
bendiciones a cada uno y que cuando una persona viene delante de él,
siempre tendrá una razón y algo que dar al Señor (compárese Eze. 46:5, 11).
Es Interesante notar que las ofrendas especiales que acabamos de discutir, así
como las otras ofrendas, eran requeridas por Dios, y no obstante, debían
ser expresiones voluntarias de gozo y gratitud. Pareciera como si Dios estuviese
usando el sistema de ofrendas para enseñar a los israelitas cómo expresarle
gozo, gratitud, y muchos otros sentimientos de devoción. Sorprendentemente,
el Señor interpretó la negligencia en traerle ofrendas como un acto de robo
(Mal. 3:6-8). Esto se debió probablemente al principio de que si Dios bendecía al
pueblo, él tenía derecho a un don de gratitud por el cual el pueblo lo reconociese
como su Señor. De esta manera los protegía de caer en el pecado odioso de la
idolatría. El privarlo de las ofrendas sería equivalente a rechazar su señorío
sobe ellos, y atribuir las bendiciones recibidas a algún otro poder. Aquellos para
quienes Yahvé era el único Dios estaban dispuestos sencillamente a traerle sus
ofrendas. Una ofrenda presupone una firme entrega total y personal. Debiera por
Manual de Mayordomía
155
consiguiente, no sorprendernos encontrar una conexión entre una reforma
espiritual y el incremento de las ofrendas (2 Crón. 31:1, 10-14).
El Antiguo Testamento señala hacia una época en la que los reyes y los
poderosos traerían sus dones u ofrendas al Señor (véase Sal. 68:29; 76:11; Isa.
18:7). El término hebreo de esta ofrenda es shay - "regalo, presente", y designa
una ofrenda dada por el poderoso y rico a Aquel que se identifica como Señor
universal y victorioso en la guerra.66
Las ofrendas especiales que hemos discutido parecen enfatizar de una manera
especial la importancia de la disposición interior de la persona que le impulsa a dar
una ofrenda voluntaria. Esta disposición, acompañada de sentimientos de gozo,
gratitud, agradecimiento y adoración, toma un cuerpo visible en la ofrenda que se
le entrega al Señor. En este acto se reconoce y proclama a Dios como Señor de
las vidas de quienes lo adoran y como el Propietario de la tierra y de sus frutos.
David resumió bien este concepto cuando escribió: "Porque, ¿quién soy yo, y
quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de nuestra voluntad cosas
semejantes, siendo todo tuyo? Lo que hemos recibido de tu mano, eso te damos"
(1 Crón. 29:14).67
III. LAS OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO
Hay muy pocas referencias a ofrendas en el Nuevo Testamento, aunque se usa
extensamente el verbo "dar" (dídomi). Lo que es particularmente impresionante es que
alrededor del 25 por ciento de las veces en que se usa el verbo dídomi, Dios es el
sujeto.68 El nos da nuestro pan cotidiano (Lúc. 11:3), la lluvia, la cosecha, el alimento
(Hech 14:17), la vida y todo lo que necesitamos (Hech. 17:25. Nos da arrepentimiento
(Hech. 11:18), victoria (1 Cor. 15:57), gracia (1 Ped. 5:5), amor (1 Juan 3:1), sabiduría
66 Véase Anderson, Sacrifices, 34-35. 67 Sobre la función del segundo diezmo como medio de ayuda a los pobres dentro de la teocracia israelita, véase nuestro trabajo "La Mayordomía y la Teología del Diezmo". 68 Véase W Popkes, "Didômi give", en Exegical Dictionary of the Oíd Testament, vol. 1, editado por Horst Balz y Gerhard Schnider (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 321 (de aquí en adelante será citado como EDNT).
Manual de Mayordomía
156
(Sant. 1:5), el Espíritu Santo (Juan 3:34; Hech. 5:32), los dones espirituales (1 Cor. 12:7-
10), una herencia (Hech. 20:32), el reino (Luc. 12:32), y la vida eterna (1 Juan 5:4). De
una manera muy especial y única Dios dio su Hijo (Juan 3:16), el Pan de Vida (6:32),
quien a su vez dio su propia vida en rescate (Mat. 20:28; 1 Tim. 2:6), al entregarse a sí
mismo "por nuestros pecados”; (Gal. 1:4).
El Nuevo Testamento describe a Dios y a Cristo como los Grandes Dadores que
enriquecen a los seres humanos mediante su bondadosa gracia. Debido a eso Cristo
puede desafiar sus seguidores a dar libremente debido a que ellos recibieron libremente
(Mat. 10:8). El propósito de la dadivosidad cristiana no es suplir las necesidades de Dios
puesto que Dios no necesita nada (Hech. 17:25). Nuestro dar nos hace más semejantes
a nuestro Señor.
A. Jesús y las ofrendas
Jesús instruyó a sus seguidores con respecto a la naturaleza y espíritu del
verdadero dador. Los evangelios proveen varios incidentes en la vida de Cristo
donde este tema importante es discutido. Los hemos agrupado aquí bajo
diferentes subtítulos.
1. Ofrendas y la grandeza de Jesús
Cuando Cristo nació, un grupo inesperado de personas le trajo una
ofrenda. Ciertos extranjeros vinieron del oriente para verlo y le dieron
dones de oro, incienso y mirra (Mat. 2:1-11). Estos "hombres sabios"
pertenecían a una clase oriental de gente bien educada, rica y de
influencia llamados magoi = "magos". En general se los conocía como
expertos en astrología y en la interpretación de sueños.69 Mateo entendió
que eran hombres instruidos quienes podían identificar las señales del
nacimiento de Jesús y al haberlo hecho, salieron a buscarlo.70 Habían
69 Véase W W Buehler, “ Wise Men (NT)”, ISBE, vol. 4, 1084. 70 Véase H Balz, “Magos”, EDNT vol. 2, 371.
Manual de Mayordomía
157
entrado en contacto con las Escrituras hebreas y creían en las profecías
mesiánicas que allí se encontraban (véase Núm. 24:17).
Los magos no vinieron a Jesús con las manos vacías, sino que trajeron
con ellos dones para el nuevo rey. El término doran = "regalo, ofrenda", es
el equivalente griego del término hebreo qorban, que en el Antiguo
Testamento se refiere a los dones y ofrendas sacrificiales (véase Heb.
5:1). En este caso en particular los tres reyes trajeron ofrendas para
honrar al Niño. Habían venido, según su propias palabras, "para
adorarlo" (Mat. 2:2). El acto de adoración podía ser entendido como
"significando homenaje y sumisión" al rey mesiánico.71 Pero en el
contexto de Mateo "Jesús es la manifestación de la presencia de Dios
(Mat. 1:23), el Hijo de Dios (2:15) en un sentido único, y así alguien que
puede ser adorado'".72
En este pasaje, se asocia la ofrenda o don costoso con los conceptos de
adoración, homenaje y sumisión. Tales dones son expresiones tangibles de
esos sentimientos y actitudes. Mediante sus ofrendas los magos
estaban reconociendo la grandeza y superioridad de este gran Rey de
Israel.
2. Las ofrendas y las relaciones interpersonales
Jesús, así como los profetas del Antiguo Testamento, no separó la
devoción religiosa que se expresa mediante las ofrendas de la ética
correcta en la interacción social. Una ofrenda reflejaba no sólo un estado
de paz con Dios sino también con la comunidad de la cual uno forma
parte. El vivir en armonía con otros era casi un pre requisito al dar una
ofrenda. Esto parece ser lo que Jesús tenía en mente al decir: "Por
tanto, si al llevar tu ofrenda al altar, te acuerdas que tu hermano tiene
71 Donal A Hagner, Matthew 1-13: (Dallas, TX: Word, 1993),28. 72 Ibid, 28. Véase Ulrich Luz, Matthew 1-7: A Continental Commentary (Minneapolis: Fortress Press, 1989), 137.
Manual de Mayordomía
158
algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y ve a reconciliarte
primero con tu hermano. Entonces vuelve y ofrece tu ofrenda" (Mat.
5:23-24). Una ofrenda pierde su valor como una expresión de amor y
gratitud a Dios si proviene de un corazón en guerra con otros. Las
dimensiones verticales y horizontales de nuestra experiencia religiosa
se interceptan en el acto de adoración mediante la ofrenda.
Otro aspecto de este vínculo entre las ofrendas y cómo nos relacionamos
con otros aparece en la crítica de Jesús a la práctica judía del Corbán
(Mar. 7:10-12). Una persona podía consagrar al Señor sus posesiones
haciéndolas inaccesibles a cualquier otro miembro de la familia. AI argüir
que sería una violación del voto usar los recursos para aliviar las
necesidades de la familia se estaba en realidad descuidando a los
padres, 73 y violando uno de los mandamientos. El principio
ejemplificado aquí parece ser el de la responsabilidad del mayordomo
de proveer para las necesidades de sus padres. En otras palabras,
debiéramos equilibrar nuestra dádiva a Dios con nuestra responsabilidad
para con nuestras familias, puesto que el cuidado de ellos y el suplir sus
necesidades son parte de nuestra experiencia cristiana.
3. Ofrendas y entrega al señor
El dar una ofrenda a Dios no es en forma automática, un reflejo de
nuestra entrega indivisa al Señor. La viuda pobre trajo una ofrenda
voluntaria al templo posiblemente como una expresión de gratitud y
amor a Dios (Luc. 21:1-4). El rico también trajo ofrendas voluntarias.
Jesús comparó y evaluó su dádiva y consideró la ofrenda de la viuda
como una verdadera ofrenda. Sus ojos percibieron que el rico daba "de lo
que le sobraba; pero la viuda dio de lo que ella ni siquiera tenía".74
73
Véase C Brown, “Korban”, en the New Internacional Dictionary of New Testament Theology, vol. 2, editado por Colin Brown (Grand Rapids, MI: Zondervan 1976), 43 (de aquí en adelante será citado como NIDNTT). 74
John Nolland, Luke 18:35-24:53 (Dallas, TX: Word, 1993) 979,
Manual de Mayordomía
159
Ambos dieron para el sostén de los servicios del templo, pero para el rico,
una ofrenda tal era una formalidad religiosa que podía satisfacerla con un
mínimo, una muestra, no de lo que podía dar, sino de lo que estaba
dispuesto a dar. No era una expresión genuina de entrega personal a
Dios.
Esto reafirma un principio que se encuentra en el Antiguo Testamento y
en otros lugares del Nuevo Testamento: no es la cantidad dada sino el
grado o nivel de entrega y dedicación al Señor lo que hace aceptable la
ofrenda delante de Dios. La viuda quería dar una ofrenda y trajo lo único
que tenía, dos monedas de poco valor, confiando que Dios proveería para
ella. Su dádiva se basaba en una decisión; de hecho, se basaba en una
lucha de fe en la que prevalecieron su gratitud y amor por Dios. Esta
fe provenía de las profundidades de su ser. Para el rico, el dar no
tenía ningún significado profundo, y era una experiencia trivial, una
formalidad en la cual la fe en Dios estaba inactiva.
4. Las ofrendas y la verdadera benevolencia
Lo que acabamos de decir sugiere que la verdadera benevolencia es más
que compartir o dar. Tiene que ver con la condición interior de la
persona, la fuerza espiritual de su amor a Dios. Este entendimiento
excluye el egoísmo del acto de dar. El buscar reconocimiento propio
mediante nuestras ofrendas es totalmente incompatible con la
verdadera benevolencia. Jesús declaró claramente que debemos dar sin
esperar recompensa alguna de otros y que, por consiguiente, nuestra
dádiva debe ser silenciosa y secreta (Mat.6: 1-4). El nos prohíbe llamar
la atención a nuestra benevolencia75 puesto que es una "transacción"
privada entre el individuo y Dios. Jesús rechaza el egoísmo como
motivación para dar porque corrompe la ofrenda. La benevolencia no se
realiza ante otros; tiene lugar "delante de Dios quien... la hará
75
Véase Robert H Mounce, Matthew (Peabody, MA: Hendrickson, 1985), 53.
Manual de Mayordomía
160
pública, la recompensará, y castigará las obras secretas en el juicio final".76
La dádiva debe provenir de un corazón que está dispuesto a dar y debe
llegar a ser una respuesta natural de amor a Dios y de fe en él (Luc
6:30). No es menos que una expresión de negación propia hecha por
amor al Reino de Dios.77 Cuando se da una ofrenda con este espíritu, se
transforma en un reflejo, en la esfera humana, de la dadivosidad
inconmensurable de Dios (véase Mat 10:8; 8:4).
5. Las ofrendas y el ministerio cristiano
Jesús dijo a los discípulos que es una responsabilidad de la comunidad
de los creyentes proveer para sus necesidades: "el obrero es digno de su
alimento" (Mat 10:10). El término traducido "obrero" es ergátes, que se
usa en el griego secular para designar a una persona que trabaja por
pago.78 En algunos casos se usa en el Nuevo Testamento para
referirse a los apóstoles y maestros (véase 2 Tim 2:15). Digno parece
reforzar la idea de que la persona debía recibir un pago apropiado.79
Mateo llama el pago trophé (literalmente "alimento"), que en este
contexto podría traducirse como "sostén"80 o "salario". El pasaje paralelo
en Luc 10:7 usa la palabra misthos = "salario, pago". Es de esta
declaración de Jesús que la iglesia deriva su autoridad para apoyar el
ministerio evangélico mediante las ofrendas de los miembros de
iglesia.
Las enseñanzas de Jesús sobre las ofrendas ponen el énfasis principal
en la motivación para dar. El culto ofrece la oportunidad de dar
76
Luz, Matthew, 357,58. 77
Véase E. Earle Ellis, The Gospel of Luke (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1966), 115; y Normal Geldenu huys, Commentary on the Gospel of Luke (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1951), 212. 78
R. Heiligenthal, “Ergátés”, EDNT Vol.2, 49. 79
Véase P: Trummer, “Axios”, EDNT vol. 1,113. 80
Este es el significado que aparece en los documentos griegos; véase James Hope Moulton y George Milligan, The Vocabulary of the New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1930), 643.
Manual de Mayordomía
161
ofrendas de homenaje y sumisión, a través de las cuales se reconoce
el Señorío de Cristo. Nuestro dar es, por consiguiente, una expresión de
nuestra entrega plena a Jesús basada en fe y confianza en él, en una
decisión del corazón y no en una formalidad. Cuando damos no
estamos motivados por un deseo de reconocimiento propio puesto
que el egoísmo y la ofrenda aceptable son incompatibles. Nuestros
dones y ofrendas debieran provenir de un corazón lleno de gratitud y
amor cuya principal preocupación es la promoción del reino de Dios.
Tales personas están en paz con los demás y proveen para las
necesidades de sus familias. Las ofrendas deben usarse en la iglesia
para promover su misión.
B. Pablo y las ofrendas
En el Nuevo Testamento, Pablo, más que ningún otro escritor, es el que
discute la teología de las ofrendas. Lo hace en tres contextos principales. El
primero es el que tiene que ver con su renuencia personal en aceptar
ofrendas. En el segundo revela su reacción a las ofrendas que le enviaron y
que él ni pidió ni esperaba. Y el tercero tiene que ver con los pasajes relativos
a la colecta para los pobres de Jerusalén.
1. La renuencia de Pablo para aceptar ofrendas
Pablo rechazó su derecho al soporte financiero de su ministerio de parte de los
miembros de iglesia. Escribiendo a los tesalonicenses enfatizó el hecho de que
él trabajaba para ganarse el sustento y no aceptaba ofrendas de ellos. Declaró
específicamente: hicimos esta obra día y noche "no porque no tuviésemos
derecho" de tal ayuda, "sino para daros un ejemplo que imitar" (2 Tes 3:9).
Pablo justifica su decisión diciendo que desea establecer un ejemplo para los
que no están dispuestos a trabajar para ganar su sostén.81 Otra razón que lo
81
Ernest Best, The First and Second Epistles to the Thessalonians (New Cork: Harper and Row, 1972), p. 337, quien argumenta que Pablo no está aquí justificando su renuncia al pago como misionero sino la necesidad que tiene los miembros de iglesia de trabajo manual. Si él, que como misionero tenía derecho al mantenimiento
Manual de Mayordomía
162
llevó a buscar su propio sostén financiero fue para demostrar que no era avaro
(que acumula dinero por el placer de poseerlo, y no lo usa), (1 Tes 2:6-9; compárese
con Hechos 20: 33-35).82 A veces Pablo sentía que el aceptar dinero podía
volverse un obstáculo en la predicación del evangelio, lo que da a entender,
probablemente, que no quería dar la impresión de que se estaba aprovechando
de la iglesia (véase 2 Cor. 11:9; 12:14-18).83
Sin embargo, Pablo sabía que tenía derecho al soporte financiero de la iglesia
(2 Tes. 3:9). En 1 Tes. 2:6 dice a la iglesia: "Como apóstoles de Cristo
podríamos haberos sido una carga". Defiende este derecho enfáticamente en
1 Cor. 9:1 -18. Arguye que como apóstol tiene los mismos derechos que tienen
los apóstoles, derechos que los corintios han reconocido en el caso de otros
apóstoles.84 El emplea varias ilustraciones basadas en el sentido común para
justificar su derecho apostólico para el sostén de las iglesias: el servicio militar
de sostén propio es prácticamente inimaginable; un granjero tiene la libertad de
comer de las uvas que plantó; y un pastor tiene el derecho de beneficiarse de
la leche de su rebaño (v. 7).
Pablo apela también a la autoridad del Antiguo Testamento citando Deut. 25:4 y
concluyendo que "si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es
gran cosa que cosechemos de vosotros lo material? Si otros tienen este
derecho entre vosotros, ¿no lo tenemos aún más nosotros"? (1 Cor. 9:11 -12).
A esto agrega un argumento que toma de los servicios del santuario: Los levitas
eran sostenidos por el diezmo, y los sacerdotes por el diezmo del diezmo y
económico, había decidido trabajar en otro oficio para vivir, los tesalonisenses que no tienen derecho a ser sostenidos por la iglesia necesitan con mucha más razón trabajar. 82
Véase David J. Williams, 1ra y 2da Tesalonicenses (Peabody, MA: Hendrickson, 1992). El escribe: “Es probable que muchos supiesen que Pablo había recibido ofrendas de Filipos. Eso puede haber llevado a algunos a concluir que ahora había venido a Tesalónica con la esperanza de recibir más ofrendas (cf. Fil 4:15 pp)…Pablo presenta a Dios como testigo…de que la codicia no tiene alguna parte en su servicio misionero”. 83
J. M. Evert, “Financial Support”, en Dictionary of Paul and His Letters, editado por Gerald F. Hawthorne y Ralph Martin (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1993), 296 considera varias razones por las que Pablo rechazó la manutención (de aquí en adelante será citado como DPL). 84
Véase Hans Conzelmann, 1ra Corintios, (Philadelphia: Fortress Press, 1975), 152.
Manual de Mayordomía
163
ciertas partes de las ofrendas de sacrificios que se llevaban al altar (versículo
13). Pablo usa la ley del Antiguo Testamento acerca del diezmo como modelo
de dadivosidad cristiana.85 Según Pablo, la regulación del Antiguo Testamento
contaba con el apoyo de Jesús mismo: "De la misma manera, el Señor ha
ordenado que los que predican el evangelio vivan del evangelio" (versículo 14).
La frase "de la misma manera" establece que la regla del Antiguo Testamento
es válida no sólo para los judíos sino también para los cristianos.86 El Señor
mandó a la iglesia aplicar la misma regla para sostener el ministerio de la iglesia.
El verbo "mandar" es una traducción de diatásso que significa "ordenar",
"proclamar un edicto".87 Designa una declaración oficial y normativa, en este
caso del Señor.
El rechazo de Pablo en aceptar ofrendas no era un rechazo de la práctica bíblica
que el Señor apoyó y que había llegado a ser una práctica aceptada en la
iglesia para el sostén del ministerio evangélico (véase 1 Ped. 5:2). Pablo estaba
simplemente usando su libertad para proclamar el evangelio sin ocasionarle
gastos a los corintios a fin de proteger la integridad de su ministerio apostólico.
2. Pablo como recipiente de las ofrendas
No todas las iglesias gentiles aceptaron la decisión de Pablo de trabajar en la
proclamación del evangelio sin recibir pago. A pesar de su renuencia, las iglesias
en Macedonia lo apoyaron mientras estaba en Corinto (2 Cor. 11:9). Es en
Filipenses 4:10-19 que Pablo analiza el impacto y significado de la generosidad de
los macedonios.
Mientras estaba en prisión Pablo recibió la visita de Epafrodito, un mensajero de
las iglesias de Macedonia quien trajera con él una ofrenda de las iglesias para Pablo.
85
Véase nuestro trabajo, “La mayordomía y la teología del diezmo”. 86
Con Conzelmann, 1ra Corintios, 157. 87
Véase Gerard Delling, “Diatásso”, en Theological Dictionary of the New Testamento, vol. 8, editado por Gerard Kittle y Gerard Friedrich (Grand Rapids, Ml: Eerdmans, 1972), 34, 35 (de aquí en adelante será citiado como TDNT).
Manual de Mayordomía
164
En la epístola a los filipenses, Pablo discute el significado de esta ofrenda y
establece varias cosas importantes. Primero, la ofrenda de Macedonia era una
expresión de preocupación o interés por Pablo como predicador del evangelio
(Filip. 4:10). El verbo froneo que se traduce "estar preocupado" es difícil de
traducir en castellano. Combina las ideas de pensar y simpatizar y designa un
vínculo emocional 88 que une el intelecto y la voluntad.89 No significa simplemente
pensar acerca de alguien sino estar sinceramente interesado y dispuesto a hacer
algo por esa persona. Este tipo de preocupación busca la oportunidad para
expresarse en forma tangible. La ofrenda de los macedonios no era el resultado
de un arranque emocional, sino que se basaba en un análisis racional, en el
reconocimiento de una necesidad real de alguien a quien se estaba unido emocional
y espiritualmente, y con cuya misión podían identificarse. Ellos se preocupaban por
Pablo en pensamiento y acción, y la ofrenda era la prueba de esta profunda
preocupación.90 Esto sugeriría que la ofrenda debía ser la expresión de una
preocupación seria y de interés en el bienestar de la iglesia y en el cumplimiento
de su misión.
Segundo, mediante esta ofrenda los macedonios participaron de las aflicciones de
Pablo (Filip. 4:14). Las aflicciones son las pruebas que Pablo experimentaba en la
predicación del evangelio. El verbo sunkoinoneo está relacionado con el sustantivo
koinonía - "compañerismo, participación ", y significa "Participar, compartir con
alguien". La idea básica del verbo y el sustantivo es "tener algo en común con
alguien", haciendo posible que ambos tengan comunión y compañerismo.91 Los
macedonios participaban en las pruebas de Pablo, haciéndolas suyas, y privándose
a sí mismos de algo para dar una ofrenda. Pablo participó del bienestar de ellos al
recibir sus ofrendas. De esta forma se unieron en propósito y experiencia. Las
ofrendas llegaron a ser un enlace de simpatía y amor entre los creyentes. El
88
Véase Gerar F. Hawthorne, Philippians (Waco, TX: Word), 22. 89
Véase J. Goetzmann, “Phronesis”, NIDNTT, vol. 2, 617. 90
Véase Georg Bertram, “Phren”, TDNT, vol. 9, 233. 91
Véase P. T. O’Brien, “Fellowship, Comunión, Sharing”, DPL, 293.
Manual de Mayordomía
165
ministerio de Pablo llegó a ser el ministerio de ellos también.92 Los macedonios se
volvieron copartícipes de Pablo en "su encarcelamiento y sufrimiento, aunque estaban
a muchas millas de él. En su genuino y profundo sentido de preocupación que se
expresaba en una acción constructiva en favor del apóstol, y por
consiguiente, en favor del evangelio, habían tomado sobre sí algo de su
carga".93
Tercero, se acreditó la ofrenda de los macedonios a la cuenta de ellos
(Filip. 4:17). Es significativo notar que para Pablo, el valor de esta
ofrenda no se encontraba en el hecho de que suplía una necesidad que
él tenía, sino más bien en el beneficio que contenía para los macedonios
mismos.94 El crédito, provecho, fruto, en la cuenta de ellos estaba
creciendo, incrementándose. Pablo está usando terminología comercial
para describir la bendición espiritual que recibían quienes daban. La
inversión material produce grandes dividendos espirituales en las vidas de
los dadores.95
Cuarto, el don que dieron los macedonios a Pablo era un don aceptable
al Señor (Filp. 4:18). El verdadero recipiente de esta ofrenda era
Dios, no Pablo. Pablo expresa esta idea al referirse a la ofrenda en el
lenguaje del sacrificio: es un incienso fragante, un sacrificio aceptable y
agradable a Dios. La ofrenda ha sido removida, por así decirlo, de la esfera
de la benevolencia secular a una interpretación de significado espiritual
pues ésta no sólo los une a Pablo sino que también sirve para fortalecer
la relación de los creyentes con Dios. Aquí se establece un principio
importante: "lo que se haga por el siervo se hace en realidad para el
señor; lo que se da a un hijo de Dios se lo da en realidad a Dios mismo"
92
Ibid, 294. 93
Hawthorne, Phillippians, 202 94
Véase F. F. Bruce, Phillippians (Peabody, MA: Hendrickson, 1983), 154. 95
Hawthorne, Phillippians, 206.
Manual de Mayordomía
166
(compárese Mat 10:40-42).96 El sostén del ministerio evangélico y de la
misión de la iglesia mediante las ofrendas es siempre una experiencia
espiritual.
Quinto, la ofrenda de los macedonios testifica que Dios suple las
necesidades del dador (Filip. 4:19). Las iglesias en Macedonia no eran
ricas en posesiones materiales (2 Cor. 8:2); aún así, dieron. Filip. 4:19
parece ser tanto una oración como una declaración, una expresión de
confianza en el cuidado de Dios por su pueblo.97 Aquellos que dan
ofrendas no se preocupan demasiado por sus propias necesidades,
porque el amor de Dios es suficientemente poderoso para sostenerlos.
AI referirse a Dios como el dador, Pablo está indicando que es ahí
donde debe localizarse la verdadera motivación para la dadivosidad
humana. Dios provee para las necesidades de los macedonios y luego los
usa para suplir las necesidades de Pablo.
Pablo aceptó con renuencia esta ofrenda y procedió a informar a los
macedonios que la había recibido: "He recibido pleno pago y aún más"
(v. 18). Usa aquí otro término del mundo de las transacciones de
negocios. El verbo apecho = "he recibido" significa "he recibido en
pleno", y funciona como un recibo. En la época del Nuevo Testamento
este verbo se escribía sobre un recibo para indicar que se había pagado
en su totalidad la cantidad indicada.98 Aquí, en el versículo 18, "Pablo
presenta lo que equivale a un recibo por la ofrenda que la iglesia de
Filipos le envió".99 Esto implica que los que dan una ofrenda debieran ser
informados de que ésta fue recibida, registrada, y que fue usada con el fin
indicado. Surge aquí el elemento de responsabilidad de parte de los que
96 Ibid, 206,07. 97
Con Ralph P. Martin, Phillippians (Grand Rapids, Ml: Eerdmans, 1976), 168. 98
Véase Moulton and Milligan, Greek, 57,58. 99
A. Horstmann, “Apecho”; EDNT, vol. 1,121.
Manual de Mayordomía
167
reciben las ofrendas. Ellos deben dar cuentas por el dinero que se les
confía.
La ofrenda de los macedonios era una manifestación de un verdadero
interés por Pablo y su ministerio apostólico. Fue este interés por él lo
que los unió a Pablo en sus pruebas y en el cumplimiento de su misión y
el que también enriqueció sus vidas espirituales porque la ofrenda era
principalmente para Dios y no para Pablo. Su dádiva fue precedida por la
dádiva de Dios y preocupación por ellos. Pablo guardó registros
adecuados de su ofrenda y les envió un recibo.
3. Pablo y la colecta: una ofrenda especial
La teología de Pablo acerca de las ofrendas aflora de manera particular
en su discusión e interpretación de la colecta que juntó entre las iglesias
gentiles para la iglesia de Jerusalén.100 Esta ofrenda especial fue tan
importante que la menciona en varias de sus epístolas (Rom. 15:25-28;
1 Cor. 16:1-4; y 2 Cor. 8-9). Para esclarecer su significado y relevancia
teológica, examinaremos los conceptos y principios que Pablo vinculó a
esta ofrenda.
a. Motivación para dar
Además de la necesidad obvia de la iglesia de Jerusalén, Pablo
hace una serie de declaraciones que parecen proveer una
motivación teológica para participar en la colecta
(1) El don de la gracia de Oíos
En 2 Cor. 8:1 Pablo le señala a los corintios la gracia que
Dios diera a las iglesias de Macedonia y que las llevó a
contribuir en la colecta. Esto podría interpretárselo como
significando que la gracia de Dios obró en ellos creando
100
Para un resumen de la discusión entre los especialistas sobre los detalles históricos y teológicos vinculados con la colección, referimos al lector a S. McKnight, “Collection for the Saints” DPL, 143-147. Ofrece una importante información bibliográfica.
Manual de Mayordomía
168
una disposición a dar,101 o que la gracia salvífica de Dios
llegó a las iglesias como un don mediante la proclamación
del evangelio. En este último caso, el hecho de que Dios
dio a su Hijo como un acto de gracia para la salvación de
los macedonios, motivó la dádiva.102 Pero ambas ideas
concuerdan con el contexto. Los macedonios dieron una
ofrenda porque la gracia de Dios se manifestó en Cristo
como un don de salvación y esa misma gracia estaba
obrando en sus corazones.103
(2) El ejemplo de Cristo
En 2 Cor. 8:9 Pablo sintetiza el contenido de un
mensaje que desarrollo en Filip. 2:6-11: "Porque ya
conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por
amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que
vosotros fueseis enriquecidos con su pobreza". La
disposición de Cristo de entregar todo por la iglesia fue
una revelación sublime de amor que debía motivar a los
corintios a dar una ofrenda para los pobres de
Jerusalén.104
3) Las bendiciones de Dios
Pablo les recuerda a los corintios que la abundante gracia
de Dios puede proveer para ellos lo que necesitan a fin de
capacitarlos para dar (2 Cor. 9:8-11). Nótese que la
dádiva divina se origina en la gracia de Dios y no es una
reacción de Dios ante la ofrenda de los corintios; Dios no
está endeudado con ellos.105 Sus bendiciones son actos de
gracia para los corintios que les provee a ellos la
101
Véase Victor P. Furnish, 2da Corintios (New York: Doubleday, 1984), 399,413. 102
Véase Hans Dieter Betz, 2da Corintios 8-9 (Philadelphia: Fortress, 1985), 42. 103
Véase Ralph P. Martin, 2da Corintios (Waco, TX: Word, 1986), 255,53. 104
Betz, 2da Corintios, 61. 105
Con Furnish, 2da Corintios, 447.
Manual de Mayordomía
169
oportunidad de compartir lo que ya recibieron
gratuitamente del Señor.
La bendición divina, dice Pablo, resulta en autarkeia =
"abundancia": Dios proveerá a todas vuestras necesidades (v.
8).106 Pablo asocia la abundancia con la riqueza económica.
Pero esta abundancia es para él un don de Dios y no, como
se ha creído en algunas escuelas contemporáneas de
filosofía, el resultado de una disciplina personal estricta e
independiente de Dios y que se basa en un intento por vivir
en armonía con la razón.107 En Filip. 4:12-13 él afirma una
independencia de circunstancias externas, es decir una
auto suficiencia basada en su confianza o dependencia
en el poder fortalecedor de Dios.108 Pablo entiende también
suficiencia propia como ser capacitado por Dios "para
relacionarse en forma más efectiva con otra gente, no para
separarse de los demás",109 ayudándoles cuando lo
necesiten. Pablo parece considerar la suficiencia financiera
como alcanzable, porque la riqueza y la gracia de Dios
no se excluyen necesariamente. Según él "la riqueza
debiera vérsela como un don de la beneficencia de Dios
más que como el resultado de un logro puramente
humano".110 La ofrenda de los corintios debía estar
motivada por la convicción de que es Dios quien les provee
lo necesario para que lo compartan con otros. De esta
manera, se alienta a los corintios a vencer el egoísmo.
106
Betz, 2da Corintios, 110. 107
Véase Furnish, 2da Corintios, 448; G. Kittel, “Autarkei”, TDNT vol. 1, 466; B. Siede, “Arkeo”, NIDNTT vol. 3, 727. 108
P. T. O’Brian, “Mysticism”, DPL, 625. 109
Furnish, 2da Corintios, 448. 110
Betz, 2da Corintios, 110.
Manual de Mayordomía
170
b. Planificación
La participación en la colecta no era un acto accidental sino bien
planeado. Pablo menciona al menos tres elementos importantes
en la organización de la ofrenda.
(1) Basada en los ingresos personales
Pablo no requiere una cantidad específica de dinero de
cada miembro de iglesia sino que establece un principio
bíblico que debía ser usado por todos al decidir cuánto
dar: "conforme a lo que tengáis" (2 Cor .8:11). El criterio a
usarse se basa en lo que la persona tiene (versículo 1 2), esto
es, de acuerdo a como el Señor lo prosperó (1 Cor. 1 6:2). Esta
decisión es obviamente privada y personal.
(2) Separarla en el hogar
La Idea de separar en el hogar la cantidad que debe ofrecerse
es sugerida en 1 Cor. 1 6:2: "Cada primer día de la semana
cada uno de vosotros debe poner aparte una suma de dinero..."
La frase "cada uno de vosotros" podría traducírsela "cada uno
de vosotros por sí mismo", y sugiere algo hecho en privado en
el hogar. Determinar y poner aparte la ofrenda era un asunto
de familia.111 En el Antiguo Testamento, se ponían las ofrendas
aparte o se las consagraban en el hogar y más tarde se las
llevaba al templo. Esto es lo que Pablo parece estar
sugiriendo.
(3) Darla a instrumentos nombrados
Pablo estaba consciente de cuán importante era para los
miembros de iglesia saber y estar seguros de que la colecta
sería manejada en forma adecuada. Un error accidental
en el manejo de las ofrendas dañaría su reputación como
líder espiritual, y daría crédito a las acusaciones que los
111
William F. Ore y James A. Walter, 1ra Corintios (New York: Doubleday, 1976), 356, sugieren que la ofrenda era proporcional y sustancial y que separarla era una actividad de la familia.
Manual de Mayordomía
171
falsos apóstoles levantaban contra él. Por consiguiente,
envió a Corintio a Tito, su delegado apostólico,
acompañado por dos hermanos que eran bien respetados
en las iglesias, para recoger las ofrendas (2 Cor. 8: 1 7-23;
8:3). Uno de los hermanos fue elegido o nombrado por las
iglesias para acompañar a Tito. Representaba a otras
iglesias que participaban en la colecta (8:19). La palabra
griega cheirotonein = “elegir”, significa originalmente
“elegir por una muestra de manos” y sugiere como fue
elegida esa persona. 112 El segundo hermano puede
haber sido elegido por Pablo o por las iglesias (véase
v.22). Esta persona había sido probada y demostrando ser
confiable.
Fue a estas tres personas confiables y bien calificadas,
que se dieron las ofrendas. Ellos representaban al apóstol
y a las iglesias, lo que sugería que no se estaba dando la
ofrenda a Pablo sino a la iglesia.
La ofrenda global sería llevada a Jerusalén por personas
aprobadas por la iglesia, personas a quienes Pablo daría
cartas de presentación (1 Cor. 16:3). Todo esto fue hecho
para evitar cualquier crítica y para hacer lo que era
correcto no simplemente delante del Señor, sino también
ante los ojos del pueblo (2 Cor. 8:20-21).
La logística de la colecta tuvo varios propósitos. Los
miembros de la iglesia conocían a quién debían dar la
ofrenda. Además, los que la recogían debían estar
112
Véase Furnish, 2da Corintios, 422; y Betz, 2da Corintios, 74,75.
Manual de Mayordomía
172
dispuestos a rendir cuentas por la tarea asignada. Pablo
fue cuidadoso en hacer claro que la ofrenda no debía ser
usada incorrectamente o dedicada a un fin diferente al
asignado. El como líder de iglesia era responsable por la
colecta.
c. Actitud hacia el dar
La colecta fue una ofrenda voluntaria, pero Pablo esperaba que
fuese dada con el espíritu adecuado. El hizo un esfuerzo especial
para clarificar el significado y la importancia de esta ofrenda.
(1) Dar es un privilegio
Aparentemente Pablo no pidió a los macedonios que
participasen en la colecta, porque eran pobres. No obstante,
para sorpresa de Pablo, ellos rogaron e insistieron en "el privilegio
de compartir en el servicio de los santos" (2 Cor. 8:4). El
término griego traducido "privilegio" es charis, que se traduce
usualmente por "gracia", y que aquí significa "acción de gracia",
esto es hacer algo que es considerado un privilegio.113 Para el
cristiano es un privilegio poder realizar una acción de gracia hacia
otros. Los macedonios habían recibido la gracia de Dios (2
Cor. 8:1), y ahora consideraban un privilegio permitir que la
gracia se manifestase mediante ellos ayudando a otros.
(2) Dando voluntariamente
Los macedonios dieron sus ofrendas "sobre sus fuerzas" (2 Cor
8:3). Pablo no les pidió dar; ellos dieron de su propia
iniciativa. El término griego authaíretos=, traducido "sobre sus
fuerzas", significa "espontáneamente". La ofrenda se basaba en
una decisión voluntaria del corazón (2 Cor .9:7). Dar de corazón
significa que no se da la ofrenda renuentemente o bajo
113
Con Martin, 2da Corintios, 254.
Manual de Mayordomía
173
compulsión. El término lupe = "tristeza", usado en 2 Cor 9:7,
se lo traduce en el Nuevo Testamento por "herida, dolor". Aquí
se refiere a los que consideran el dar como doloroso para ellos,
pero que no se atreven a decir que no. Dan de mala gana. El
término anágke = "por necesidad", significa actuar bajo el control
o influencia de alguien o algo y no de nuestra propia voluntad.
Niega el elemento de libertad en el sujeto de la acción. La
compulsión podría ser el resultado de la presión del grupo o del
líder, haciendo sentir a la persona que no tiene otra alternativa
excepto la de dar. Pablo contrasta el dar de mala gana o bajo
compulsión con la actitud de gozo que debiera caracterizar al
dador (2 Cor. 9:7), Es esta disposición interior positiva y no
la cantidad dada la que hace la ofrenda aceptable delante de
Dios (2 Cor. 8:12).
(3) Dar generosamente
Las bendiciones abundantes de Dios debieran impulsar a los
cristianos a dar generosamente (2 Cor. 9:11, 13). El
término griego aplotes = "generosidad" es significativo pero
difícil de rendirlo en castellano. La traducción común es
"simplicidad, sinceridad".
Es difícil traducir el término porque contiene una variedad de
significados que se expresan en castellano en maneras
diferentes. En 2 Cor. 8:2, se usa el término para describir a
los macedonios como gente de "simplicidad, sinceridad,
rectitud, franqueza", tanto como "generosidad y liberalidad".
Juntos estos términos expresan el ideal antiguo de la vida
simple. Según esta idea cultural, se esperaba que la gente
Manual de Mayordomía
174
que vivía una vida simple mostrase generosidad en su vida y
en su hospitalidad.114
Para Pablo, la vida simple y generosa del cristiano es una
imitación de la actitud de su Señor (2 Cor 8:9). Esta
generosidad se expresa a veces al dar más de lo que uno es
capaz de dar (2 Cor. 8:3), pero Pablo espera que los corintios
den sólo de acuerdo a sus medios. Aún así, debían tratar de
sobresalir en su generosidad, abundando en la gracia de
dar (2 Cor. 8:7).
(4) Dar y auto darse
Pablo fue impresionado por la participación inesperada de los
macedonios en la colecta y lo atribuyó a la disposición
desinteresada que les caracterizaba y al hecho de que "se
dieron a sí mismos primeramente al Señor y entonces a
nosotros" (2 Cor 8:5). Toda ofrenda es, en cierto sentido, la
ofrenda de la persona en una consagración a Dios y al servicio
de su iglesia ("a nosotros"). De allí que una ofrenda es la
expresión tangible, la "encarnación", de una disposición del
corazón, de nuestra disposición a rendir y consagrar
nuestras vidas al Señor.
d. Propósito de la colecta
El primer propósito, y el más obvio, de la colecta era el de suplir
las necesidades materiales de la iglesia de Jerusalén (Rom. 1
5:26; 2 Cor. 9:12). Pero éste no era un simple acto de
benevolencia social. Pablo se refiere a la colecta como "un
servicio" (leitourgia), y aunque el término se usa en la literatura
griega para designar un servicio llevado a cabo a expensas de
114
Betz, 2da Corintios, 44,45.
Manual de Mayordomía
175
uno mismo, en un sentido no religioso, el contexto de 2 Cor. 9:12
muestra que Pablo lo usó en sentido religioso, significando
"servicio, culto". La ofrenda que se daba para suplir las
necesidades de la iglesia de Jerusalén era un acto de adoración al
Señor.115
El segundo propósito de la colecta era el de fortalecer la unidad
de la Iglesia y dar expresión a esa unidad en forma objetiva. Era
"una expresión tangible de la unidad de los judíos con los
gentiles".116 Los judíos compartieron sus bendiciones espirituales
con los gentiles, y ahora los gentiles compartían sus bendiciones
materiales con los judíos (Rom. 15:27). Había sólo una iglesia, la
universal, que se caracterizaba por un espíritu de verdadero
compañerismo en Cristo. Pablo percibió que era necesario para la
iglesia mundial expresar su unidad en mensaje y misión, y encontró
en esta ofrenda un canal por el cual esta unidad podía lograrse.
Las bendiciones materiales y espirituales de las Iglesias
pertenecían, por así decirlo, a la Iglesia de Cristo.
El tercer propósito de la colecta era el de promover igualdad
financiera (2 Cor. 8:13-15). Esta es la igualdad que se produce
por el "equilibrio entre la escasez y la abundancia que debe existir
entre las iglesias".117 El concepto subyacente es el de asociación o
compañerismo, koinonia, sugerido en Hechos 2:44-45.118 Es
importante observar que Pablo basa su argumento en un pasaje
del Antiguo Testamento: "El que juntó mucho, no tuvo de más; y
el que poco no tuvo de menos" (2 Cor. 8:15; vea Ex 16:18). El
llamado a la igualdad se basa en la comprensión de que es Dios
115
Véase H. Balz, “Leitougía”, EDNT vol. 2, 34,49. 116
Everts, “Financial”, 299. 117
T. Holtz, “lsos”, EDNT vol. 2,202. 118 Furnish, 2da Corintios, 419.
Manual de Mayordomía
176
quien provee lo necesario. Al compartir sus bendiciones, los
creyentes trabajan con Dios en la creación de la igualdad
financiera de la iglesia. Los que tenían mucho debían compartir
con aquellos que tenían menos "para que haya Igualdad" (2 Cor.
8:14). La distribución equitativa de la riqueza puede ser imposible
en el mundo, pero debe ser una realidad dentro de la iglesia.
El cuarto propósito de la colecta era el de expresar el amor
cristiano. La participación en la colecta era una prueba de la
sinceridad del amor de los corintios (2 Cor. 8:8; compárese con
el v. 24). Esto está estrechamente relacionado con la unidad de la
iglesia debido a que el amor une a la iglesia con Cristo. La ofrenda
le da la oportunidad al amor de ir más allá de la esfera de un
concepto o idea, a la arena de la conducta cristiana como
principio activo. Los corintios habían prometido participar en la
colecta, pero no habían cumplido con su promesa. Ahora Pablo
los desafía a demostrar su amor en acción (2 Cor. 9:1-5).
El quinto propósito de la colecta era el de alabar a Dios. Pablo
dijo que la ofrenda estaba "abundando en muchas expresiones de
gracias a Dios" (2 Cor. 9:12).119 Siendo que bendeciría a los
creyentes en Jerusalén, la ofrenda era motivo de alabanza a
Dios (v. 13). El propósito primordial de toda ofrenda debiera ser
glorificar a Dios porque por medio de nuestras ofrendas
confesamos que Dios es quien proveyó los medios y creó la
disposición a dar en el corazón humano. La generosidad
redundará en actos de agradecimiento a Dios (v. 11).
119
Véase Martin, 2da Corintios, 293.
Manual de Mayordomía
177
Pablo motivó a los corintios a dar ofrendas al recordarles la gracia
de Dios, la que recibieron gratuitamente, señalándoles el
sacrificio de Cristo, y asegurándoles el constante amor de Dios que
se manifiesta en las bendiciones que recibían cada día. Para
Pablo, dar era un privilegió porque la gracia de Dios estaba
usando a los que daban. Esto quiere decir que una ofrenda debe
ser dada de corazón y constituirse en una experiencia gozosa.
Debe ser generosa y de una manera muy especial, debe ser un
acto de auto entrega. Una ofrenda, según Pablo, era un medio de
suplir las necesidades de la iglesia, pero también contribuía a la
unidad de la iglesia y a la igualdad financiera. Mediante la colecta,
se expresaba el amor cristiano y se alababa a Dios. La ofrenda
debía basarse en la situación financiera de la familia, separarse en
casa, para luego darse en el momento señalado a los instrumentos
designados por la iglesia. Se esperaba un manejo adecuado de los
fondos de aquellos que dirigían la colecta.
C. Ofrendas en Hechos de los Apóstoles
El libro de los Hechos menciona algunos problemas financieros que
debió confrontar la iglesia apostólica a medida que se desarrollaba y
crecía hasta ser un movimiento mundial. Aunque el libro de los Hechos
no dicen mucho acerca de las ofrendas, sería útil para nuestro
propósito, examinar los pasajes pertinentes. Esos pasajes muestran un
interés particular en las ofrendas a favor de los pobres en la iglesia.
1. Ofrendas para los pobres
Según Hechos 2:44 los miembros de la iglesia apostólica tenían
"todas las cosas en común", esto es, sus posesiones estaban al
servicio de la iglesia y de su misión. Esto no debe entenderse como
que debían vender todo lo que tenían y darlo a la iglesia. Lo que
se dice es que a medida que surgían necesidades ellos vendían
Manual de Mayordomía
178
algunas de sus propiedades para proveer para las necesidades de
los demás (Hech 4:34-35).120 Por consiguiente, esta práctica no
era un rechazo al derecho a propiedad privada sino más bien su
reconocimiento balanceado por la disposición a servir a otros.121
Esto era necesario porque en esa época un número de nuevos
conversos eran pobres. Esta práctica era probablemente una
continuación de la vida comunitaria fraternal de Jesús y sus
discípulos (compárese Luc 8:3; Juan 12:4-6; 1 3:6-9).122
Hay dos ejemplos específicos que ilustran la práctica que se seguía
la iglesia. Bernabé tenía una propiedad y decidió venderla y traer
el dinero a la iglesia para proveer para las necesidades de los
pobres (Hech 4:36-37). Vendió la propiedad y trajo el dinero a
los discípulos. El segundo ejemplo es el de Ananías y Safira (5:1
-11). Hicieron una promesa similar, pero después de vender la
propiedad decidieron retener secretamente una parte del dinero.
No obstante, querían dar la impresión de que estaban trayendo a
los apóstoles la cantidad completa.
La experiencia de Ananías y Safira revela varios aspectos
importantes acerca de este tipo de ofrenda. En primer lugar, la
donación no era un simple acto de benevolencia social, sino una
ofrenda que se traía al Señor. Quien finalmente recibía la ofrenda
era el Espíritu Santo. Esto explica la razón por la que Pedro les
dijo: "Habéis mentido al Espíritu Santo" (Hechos 5:3). En segundo
lugar, la ofrenda era voluntaria; de ninguna manera se forzaba a
alguien a vender una propiedad. Aparentemente, después de
vender la propiedad, Ananías y Safira podrían haberse quedado
120
Véase David J. Williams, Hechos (Peabody, MA: Hendrickson, 1985), 93, 94. 121
Véase French L. Arrington, The Acts of the Apostles (Peabody, MA: Hendrickson, 1988), 54. 122
F. G. Untergassmair, “Koinos common”, EDNT vol. 2, 302.
Manual de Mayordomía
179
con el dinero, sí hubiesen sido honestos con los apóstoles.
(Hechos 5:4).123 En tercer lugar, una vez más somos testigos del
hecho de que la motivación es de valor primario en la ofrenda. En
el caso de Ananías y Safira, la determinación que habían hecho
con respecto a su propiedad, estaba motivada "por el deseo de
ganar la reputación de ser generosos, y no por una preocupación
genuina por los necesitados que había entre ellos".124 Su
egoísmo, que se manifestaba en una preocupación
ingobernable por mantener su seguridad financiera, los condujo
a violar un compromiso hecho con el Señor. Esta pareja rechazó
el Espíritu Santo, quien guía a los creyentes y a la iglesia, y a su
vez el Espíritu los rechazó a ellos también. Finalmente, este
incidente muestra que es correcto e importante hacer promesas
al Señor, pero es igualmente importante cumplir tales
promesas.
El procedimiento seguido en la colecta y distribución o uso de la
ofrenda era simple. Los creyentes decidían por sí mismos vender
una parte de la propiedad y prometían dar todo el dinero, o tal
vez una parte del mismo a la iglesia. Se daba el dinero a los
apóstoles, quienes se hacían responsables por administrarlo
(Hechos 4:37). Este puede haber sido el sistema que la iglesia
estableció y que los creyentes siguieron.
A medida que la iglesia crecía, era más evidente que los apóstoles
no podían manejar las finanzas de la iglesia y al mismo tiempo
proclamar el evangelio a tiempo completo. Pronto descubrieron
que era imposible hacer bien ambas cosas. El problema se
agudizó cuando un grupo se quejó de que algunas viudas estaban
123
Véase Williams, Hechos, 97. 124
Arrington, Hechos, 57.
Manual de Mayordomía
180
siendo descuidadas en la distribución del pan (Hechos 6:1-6). Esto
los llevó a una revisión de los procesos administrativos, de tal
forma que los apóstoles se reunieron con los discípulos de la
iglesia (miembros de iglesia) y juntos aprobaron un nuevo plan.
Como resultado, se eligieron siete hombres que se encargasen
de la distribución del pan. En el proceso de selección buscaron
personas que estuviesen "llenas del Espíritu y de sabiduría"
(Hechos 6:3). En otras palabras, se requirieron dos calificaciones
importantes. En primer lugar, eran líderes espirituales
consagrados al Señor y poseídos por el Espíritu; y en segundo
lugar, se esperaba de ellos que tuviesen algún conocimiento
sobre asuntos administrativos, particularmente en el manejo de
los fondos.125 La combinación de estos dos elementos muestra
que la administración de las finanzas de la iglesia no tiene que
ver con una teneduría de libros de índole secular, sino que es un
asunto profundo y esencialmente espiritual.
En el fundamento de la ofrenda que estamos considerando se
encuentran algunos conceptos teológicos importantes. Siendo
que se han discutido la mayoría de esos conceptos en el
contexto de otras ofrendas, las mencionaremos aquí sólo en
forma breve. La ofrenda reflejaba una abundancia de la gracia de
Dios en los corazones de los creyentes pues se la vincula con la
declaración de que todos los creyentes "disfrutaban de
abundante gracia" (Hechos 4:32). El evangelio modificó
radicalmente su concepto de la mayordomía. Ellos sabían quién
era el verdadero Propietario. Finalmente, así como ocurrió con la
colecta paulina, la ofrenda era un testimonio de la unidad de la
iglesia; todos eran "de un mismo corazón y mente" (Hechos
4:32). Tenían un Señor, una fe, un bautismo, y un Dios
125
Con Williams, Hechos, 118.
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181
(compárese Efe 4:4-5) --eran uno en Cristo, lo que se
demostraba "en su prontitud para satisfacer las necesidades de
los demás".126 Se expresa la unidad espiritual en manifestaciones
tangibles de amor, y en este caso en particular la ofrenda
cumplía con ese papel.
2. Ofrendas especiales
Hechos 11:27-30 refiere una ofrenda especial que envió la
iglesia de Antioquía a Jerusalén. Esta era otra ofrenda voluntaria.
El profeta Agabo predijo la venida de una hambruna severa en el
imperio romano, y esto impulsó a la iglesia "a proveer ayuda para
los hermanos que vivían en Judea" (Hechos 1 1:29). Este era un
fondo especial que debía usarse en la emergencia inminente.
Cada uno dio lo que podía dar, y se entregó la ofrenda a
Bernabé y a Pablo para que la llevasen a la iglesia de Jerusalén.
La ofrenda "estuvo motivada por el amor de Cristo, expresaba la
solidaridad del compañerismo cristiano, y mostraba que Dios
había recibido a los gentiles en la iglesia. La congregación en
Antioquía no se consideró a sí misma como una entidad aislada
de la iglesia madre en Jerusalén. Se consideró natural enviar
ayuda a otra parte del cuerpo que estaba teniendo
dificultades".127 Esta ofrenda parece haberle provisto a Pablo un
antecedente y modelo teológico para su colecta posterior a favor
de la iglesia de Jerusalén.
El libro de los Hechos nos dice que los miembros de la iglesia
ponían sus posesiones al servicio de la iglesia. Esto se basaba
en el entendimiento de que Dios era el real dueño de lo que
126
Ibid, 92. 127
Arrington, Hechos 121.
Manual de Mayordomía
182
tenían. Su disposición a dar era el resultado de la obra de la
gracia de Dios en sus corazones. Aquellos cuyas ofrendas
estaban motivadas por el egoísmo, eran rechazados. Se daba la
ofrenda a Dios, aunque era recibida por instrumentos humanos,
los apóstoles. Se ponía la administración de los fondos en las
manos de personas capaces que conocían cómo manejar el
dinero, y eran a su vez gigantes espirituales en la iglesia.
IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES
Hemos examinado una buena cantidad de material bíblico sobre el tema de las
ofrendas y es tiempo ahora de que sinteticemos nuestras conclusiones. Prácticamente
cada pasaje que estudiamos tiene algo que contribuir a una mejor comprensión del
significado de las ofrendas. En la mayoría de los casos detectamos un número de temas
subyacentes que aparecen bastante a menudo en la discusión.
El fundamento teológico de la práctica de traer ofrendas al Señor parece estar formado
por tres conceptos teológicos principales que se encuentran interrelacionados. El
primero es soteriológico, es decir, la disposición constante y amante de Dios de
salvar a los seres humanos del poder del pecado. La salvación es una revelación de la
gracia de Dios y nos llega como un don inmerecido que debe aceptarse por la fe en
Cristo. La revelación que Dios hizo de sí mismo dejó en claro que él es el Más Grande
Dador del universo. En el Antiguo Testamento la disposición de Dios para salvar se
manifestó de una manera particular en el Éxodo cuando el Señor redimió a su pueblo
del poder esclavizante de Egipto. En el Nuevo Testamento, la salvación de Dios
alcanzó su suprema manifestación en el don de su Hijo como el único medio de
salvación. El Padre y el Hijo pusieron la gracia al alcance de todos los que por fe en
Cristo aceptasen ese don. Dios proveyó la ofrenda que ninguna otra persona podía
proveer. La dádiva humana es un pálido reflejo de la dádiva divina.
Manual de Mayordomía
183
El segundo elemento en el fundamento teológico es la fidelidad de Dios a sus
promesas, la constancia de su palabra. En el Ser Divino no hay inconsistencia ni en
palabra ni en hechos. El prometió morar con los seres humanos, proveyéndoles de
identidad y supliendo sus necesidades, y cumplió con sus promesas. El Señor es
confiable y responsable. Sus criaturas pueden esperar y confiar en él. Hay una
constancia en el carácter divino que lo hace digno nuestra confianza. El es fiel a sí
mismo, a su propio carácter.
El tercer elemento en el fundamento teológico es el Señorío de Dios. El Dios que nos
salvó libremente y que es fiel a sus promesas es también nuestro Señor. Entró en una
relación de pacto con nosotros al aceptarnos como pueblo suyo, y nosotros le
aceptamos como el Señor del pacto. Su Señorío no se restringe a la esfera espiritual,
sino que incluye de una manera más concreta el reconocimiento de que todo lo que
tenemos es suyo porque él nos lo dio. El Señorío divino significa que él es el Dueño,
pero que está dispuesto a dar en forma natural de lo que es suyo a su pueblo. Por
consiguiente, lo que su pueblo posee le llega como un don o bendición del Señor del
pacto.
Además de otros elementos, los tres fundamentos teológicos que hemos discutido
proveen para nosotros la motivación para dar. Los seres humanos son llamados e
impulsados a dar porque la gracia de Dios se reveló en el don gratuito de la salvación
mediante Cristo. El cristiano posee el ejemplo sublime de Dios y de su Hijo como
modelos de benevolencia. Nuestra dádiva debe ser moldeada por el dar divino.
Creados a la imagen de Dios, los seres humanos deben imitar la disposición divina a dar.
Siendo que Dios da libremente, los seres humanos debieran dar libremente también.
Los cristianos están motivados a dar porque Dios, quien guarda sus promesas, está
constantemente bendiciendo y protegiendo a su pueblo. Esas bendiciones nos llegan
en diferentes maneras, pero Dios está siempre bendiciéndonos. Dios, por
consiguiente, no es una persona que dio en el pasado y que ahora no da más. Es a
través de su dar providencial que está preservando su creación. El hecho de que está
Manual de Mayordomía
184
constantemente dando nos provee un modelo y una razón para dar a los seres
humanos. De allí que nadie debiera venir a adorarlo con las manos vacías.
El reconocimiento del Señorío de Dios debiera ser un factor motivante para que demos.
Probablemente, los que se perciben a sí mismos como dueños no darán por amor. El
reconocimiento del hecho de que hay un Señor que gobierna el universo y es dueño
de lo que hay en él, yace en la base de la benevolencia. Dios quiere usarnos en la
administración y distribución adecuada de sus bienes. Bajo este trasfondo teológico,
no podemos vernos sino como mayordomos suyos que gozosamente usan lo que él
les dio para promover su plan.
Otra motivación para dar se encuentra en el reconocimiento de que Dios está
obrando la salvación de la humanidad a través de su iglesia. Trajo la iglesia y el
ministerio evangélico a la existencia para continuar revelando su gloria al mundo. Los
miembros de la iglesia apostólica encontraron su más grande gozo en la promoción de
la causa de Dios mediante sus ofrendas. Nada era más importante para los creyentes
que la proclamación del evangelio, y consideraban un privilegio ser instrumentos de
Dios en esa tarea. Contarles a otros que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo
consigo mismo era tan significativo para ellos que a veces algunos cristianos dieron
ofrendas que iban más allá de sus recursos.
En síntesis, podemos decir que el amor a Dios es lo que motiva a los cristianos a dar
ofrendas, un amor desinteresado cuyo foco de atención es Dios y los seres humanos.
El dar motivados por una sed de reconocimiento propio está fuera de lugar en la vida
cristiana. Jesús instó a los creyentes a dar calladamente, en forma silenciosa, esperando
su recompensa de Dios. El egoísmo mancha la ofrenda y la vuelve inaceptable
para Dios. Tampoco debía darse una ofrenda para obtener o ganar simpatía, amor
o reconocimiento delante de Dios. Es sólo por medio de la ofrenda sacrificial de
Cristo que somos aceptados por Dios.
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185
Este último comentario nos conduce lógicamente a una definición de lo que es una
ofrenda aceptable. Aparecen varios elementos en la Biblia que nos ayudan a definir este
término. En primer lugar, una ofrenda aceptable es una expresión de nuestra auto
entrega a Dios. En nuestras dádivas, debiéramos darnos a Dios, renovando nuestra
entrega a él. Una ofrenda es una experiencia profundamente religiosa porque revela
una vida enteramente entregada al Señor.
En segundo lugar, una ofrenda aceptable testifica que Dios está primero en la vida del
creyente. Siendo que Dios ha sido reconocido como Señor, se le lleva el mejor y más
costoso don de acuerdo a los recursos de la persona. La ofrenda llega a ser un acto de
homenaje y sumisión a Aquel que nos redimió y que es ahora nuestro Señor. Al poner
aparte la ofrenda antes de usarla o invertirla en otra cosa, estamos diciendo al Señor
y a nosotros mismos: "Señor, tú eres el primero en nuestras vidas".
En tercer lugar, una ofrenda aceptable expresa fe en el cuidado providencial de Dios por
nosotros. Tal ofrenda proviene de un corazón que confía en un Dios personal que suple
nuestras verdaderas necesidades. Cuando se da una ofrenda de lo que sobra, tiende a
volverse una formalidad, un acto ritual carente de devoción. La fe en Dios está
siempre buscando la manera de expresarse, de volverse significativa. Nuestras
ofrendas nos proveen un canal por medio del cual podemos expresar nuestra fe en un
contexto de adoración.
En cuarto lugar, una ofrenda aceptable es la manifestación visible de la gratitud, el
agradecimiento, el gozo y el amor del adorador. Estas son todas respuestas de la
experiencia del amor redentivo y providencial de Dios. En el pensamiento bíblico el
ser interior revela su naturaleza y propósito mediante acciones. Las respuestas positivas
al amor de Dios se expresan de diferentes maneras en las vidas de los creyentes. Una
de ellas es una ofrenda tangible que va acompañada de una confesión de
reconocimiento al Señor por su bondad. Una ofrenda es la forma concreta que toman
nuestros sentimientos y actitudes interiores hacía el amor de Dios en el acto de
adoración.
Manual de Mayordomía
186
En quinto lugar, una ofrenda aceptable es voluntaria. No debe traérsela al Señor bajo
compulsión o renuentemente, sino voluntariamente. El hecho de que el Señor espera
y requiere de nosotros que demos ofrendas no debiera hacernos concluir que ésta es
otra carga para el creyente. Dios quiere que experimentemos el gozo de dar que
enriquece nuestras vidas.
En sexto lugar, una ofrenda aceptable refleja nuestra entrega al mensaje y la misión de
la iglesia. Siendo que creemos que Dios está usando a su iglesia para proclamar el
evangelio y preparar el mundo para la Segunda Venida de Cristo, debiéramos estar
dispuestos a poner nuestros recursos al servicio del plan de Dios para la humanidad.
Esto quiere decir que al dar nuestras ofrendas a la iglesia estamos de hecho dándolas
a Dios para promover y desarrollar el último aspecto del plan de salvación. No puede
encontrarse sobre la tierra una causa más grande a la cual podamos consagrar los
recursos que hemos recibido del Señor.
En séptimo lugar, una ofrenda aceptable proviene de un corazón que está en paz con
Dios y con los demás. El acto de adoración presupone que la religión y la ética no deben
ser compartamentalizadas o separadas la una de la otra. El tratar a otros
bondadosamente es un deber tan religioso como traer una ofrenda a Dios. Revelamos
en forma particular nuestro interés por otros al proveer para las necesidades de
nuestros familiares. El celo por Dios y su causa nunca debieran conducir a los cristianos
a dar ofrendas al Señor que resulten en el descuido de las necesidades de sus familias.
El hacer provisión para nuestras familias forma parte también de nuestro deber
cristiano.
Finalmente, una ofrenda aceptable, aunque espontánea, es al mismo tiempo
sistemática. Se espera que planeemos nuestra dádiva de acuerdo a nuestros ingresos.
La cantidad que será dada debe ser separada en el hogar, con la familia, y entonces
traída a la iglesia para darla al Señor. Esto nos protege de dar únicamente motivados
por las emociones.
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187
Nuestro último punto nos lleva a pensar en la logística seguida en el sistema bíblico
de ofrendas. La Biblia provee ciertas orientaciones con relación a la recolección y
manejo de las ofrendas. Mencionamos ya que la cantidad se basa en las
bendiciones recibidas del Señor y que debe ser puesta aparte en el hogar. Además,
Dios y la iglesia señalaron instrumentos específicos (personas) para recibir las
ofrendas. Estas debían ser entregadas sólo a personas reconocidas por la
comunidad de creyentes como siendo dignas de recibirlas y de administrarlas. El
lugar para traerlas era el templo o iglesia en donde se juntaba el pueblo para adorar
colectivamente al Señor. Hay evidencia que indica que se guardaban registros
adecuados y que se usaban las ofrendas para propósitos asignados.
En segundo lugar, las ofrendas tenían el propósito de fortalecer la unidad de la
iglesia. Mediante sus ofrendas, los creyentes mostraban tener un mismo espíritu,
mensaje y propósito. AI apoyar un proyecto local, la iglesia mundial encontró la
oportunidad de expresar su unidad. Las cargas y pruebas de una congregación
llegaron a ser la carga de toda la iglesia. Los creyentes a través del mundo se
identificaron con las necesidades y pruebas de los que trabajaban en lugares
específicos.
En tercer lugar, las ofrendas tenían por objeto crear igualdad financiera en la iglesia.
Los que tenían mucho compartían con tas que tenían poco. Las bendiciones de Dios
pueden diferir de persona a persona, pero él espera que aquellos que han recibido
mucho lo asistan en crear una distribución equilibrada de la riqueza. Tal igualdad
tomará en consideraciones tanto las necesidades locales como las mundiales.
En cuarto lugar, las ofrendas tenían el propósito de motivar al pueblo a alabar a Dios.
Mediante nuestras ofrendas se nutre el espíritu de gratitud dentro de la comunidad
de los creyentes, y se alaba a Dios por la benevolencia de sus instrumentos. Las
ofrendas debieran estimular a otros a alabar a Dios quien por su gracia creó un
espíritu de liberalidad en los corazones de los dadores.
Manual de Mayordomía
188
Deberíamos dar una breve mirada al sistema de ofrendas desde la perspectiva
divina. ¿Qué es lo que Dios estaba tratando de lograr en el creyente mediante el
requerimiento de las ofrendas? Hay un gran beneficio espiritual para los que traen
sus ofrendas al Señor. La Biblia sugiere que Dios usaba el sistema de ofrendas para
enseñar a su pueblo cómo expresarle su amor y gratitud. El que nos llamó a amarle
tanto a él como a nuestros semejantes, estableció, entre otros medios, el sistema de
ofrendas como un vehículo por el cual actualizamos ese amor. De esta manera se
vence el egoísmo en nuestras vidas.
Otra razón por la que Dios requirió las ofrendas fue para guardar a su pueblo de la
idolatría. Las ofrendas les recordaban que Yahvé era el verdadero Propietario de
todo y quien los bendecía. La tierra no- pertenecía a Baal ni era Baal quien la hacía
fructífera; era el Señor Yahvé. Se rechazaba la idolatría cada vez que se traía una
ofrenda al Señor.
Finalmente, Dios requería ofrendas de su pueblo para fortalecer su relación con él.
Este es en cierto sentido el otro lado del punto previo. Cada ofrenda le daba al
pueblo de Dios la oportunidad de reconsagrarse a su Señor. Así se renovaba la
relación que se había establecido con él mediante su glorioso acto de redención, y
los lazos de amor se fortalecían en un acto de devoción personal.
Manual de Mayordomía
189
LA MAYORDOMÍA Y LA TEOLOGÍA DE LAS OFRENDAS
Guía de estudio para el alumno
Conteste cada pregunta según se indique:
Introducción
1. La práctica de las ofrendas en las religiones demuestra que la ofrenda llevada
a los dioses constituía una parte de__________________________________
I. OFRENDAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
2. Diga ¿por qué las ofrendas en el Antiguo Testamento tienen un lugar y una
función bien definida?
______________________________________________________________
3. Diga ¿con qué elemento las ofrendas prácticamente inseparables?
______________________________________________________________
4. Explique: ¿en qué consistía las ofrendas expiatorias?
______________________________________________________________
5. ¿Qué significa ofrenda en el lenguaje hebreo?
______________________________________________________________
6. Subraye ¿en qué consiste el poder expiatorio de las ofrendas en el antiguo
Testamento?
a) En la victima sacrificada b) En Dios
7. Diga ¿Cuál era la única función de las ofrendas sacrificiales y expiatorias?
______________________________________________________________
8. Subraye ¿Cuál fue la ofrenda única que hizo posible la expiación del pecado?
a) Sacrificios de animales b) Sacrificio de Cristo
Manual de Mayordomía
190
9. ¿Qué sirve la plataforma teológica, para la dadivosidad humana?
______________________________________________________________
10. ¿Qué modelo de dadivosidad debemos seguir?
______________________________________________________________
11. ¿Tienen nuestras ofrendas función expiatoria? Si _______ No_______
12. Diga dos funciones específicas de la ofrenda de Dios en Cristo
1) _______________________ 2)_____________________
II. SACRIFICIO COMO OFRENDA
13. ¿Qué significa holocaustos?
______________________________________________________________
14. ¿Qué detectan los eruditos en este tipo de sacrificios?
______________________________________________________________
15. Diga ¿qué simboliza este acto de ofrendas?
______________________________________________________________
16. ¿Qué significa en hebreo la ofrenda quemada?
______________________________________________________________
17. Menciona dos lecciones que se desprenden del hecho de aceptar los
sacrificios con diferente valor financiero (Lév.1:3,10)
1) _______________________
2) _______________________
18. ¿Aceptaba Dios como sacrificio el hecho de que el ofrendante teniendo
becerros en su rebaño, presentará a Dios una paloma?
______________________________________________________________
19. Subraye, ¿qué clase de ofrenda Dios espera recibir?
a) Lo mejor que yo puedo ofrecer b) Lo menos que yo puedo
ofrecer
Manual de Mayordomía
191
III. OFRENDA DE PAZ
20. Anote dos diferencias entre las ofrendas de paz y holocausto
1) _______________________ 2) _______________________
21. Mencione las tres clases de ofrendas de paz
1) __________________ 2) __________________ 3) __________________
22. ¿Qué elemento nuevo se añade en esta ofrenda?
______________________________________________________________
23. ¿Qué significa la Ofrenda de Cereal en el idioma hebreo? (Lév. 2:1-10)
______________________________________________________________
24. ¿Qué significado tiene la palabra “minchah” en el Antiguo Testamento?
______________________________________________________________
25. ¿Con qué dos significados está relacionado el termino primicia?
1)_______________________ 2) _______________________
26. Escribe las cuatro características expresadas en todas las clases de las
ofrendas
1)____________ 2) ____________ 3) ____________ 4) ____________
27. Explique ¿Qué es la ofrenda especial?
______________________________________________________________
28. Escriba dos ejemplos bíblicos de las ofrendas especiales
1)_______________________ 2) _______________________
29. Israel presenta cada año ante Dios tres ofrendas especiales. Mencione las
fechas
1)__________________ 2) __________________ 3) __________________
30. Explique el significado de las tres ofrendas anuales de Deut. 16:16,17
______________________________________________________________
31. En el contexto de las tres ofrendas, ¿Cuáles son los tres elementos básicos
en la práctica de las mismas?
1)__________________ 2) __________________ 3) __________________
32. Para analizar
1) ¿Son mis ofrendas en proporción a la bendición recibida?
____________________________________________________________
Manual de Mayordomía
192
2) Las ofrendas están basadas en las bendiciones, si recibes bendición
semanal, quincenal o mensual; ¿Tus ofrendas serán en la misma
frecuencia?
_____________________________________________________________
3) ¿Cuál era el fundamento para las ofrendas varias de los hebreos en
Deuteronomio 26:8-10?
______________________________________________________________
Para repasar
33. Haz una lista de todas las ofrendas practicadas por Israel, y requeridas por
Dios en el Antiguo Testamento ¿Te parece demasiado?
______________________________________________________________
______________________________________________________________
IV. OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMENTO
34. ¿Cuál es el significado de las ofrendas del Nuevo Testamento según Mateo
2:11?
______________________________________________________________
Diga: aparte del acto de ofrendar, ¿qué otro acto realizaron los reyes magos
ante Jesús?
______________________________________________________________
35. ¿Qué reconocían los reyes magos mediante el acto de ofrendar?
______________________________________________________________
36. ¿Qué significado tiene la distancia recorrida por los reyes magos?
______________________________________________________________
37. Según Mateo5:23,24 ¿Qué prerrequisito era necesario para presentar
ofrendas?
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
193
38. ¿Cuáles son las dos dimensiones de la ofrenda en la experiencia espiritual?
1)_______________________ 2) _______________________
39. ¿Qué valor tiene ante Dios la ofrenda que proviene de un corazón en guerra
con otros?
______________________________________________________________
40. Explique el significado de Corbán en Marcos 7:10-12
______________________________________________________________
41. Diga ¿es responsabilidad del mayordomo dar cuidado y sustento a sus
padres?
Si___________ No_________
Explique
______________________________________________________________
______________________________________________________________
42. Subraye ¿Cuál de las dos ofrendas que cita Lucas 21:1-4 expresa entrega
total?
a) La ofrenda total b) La ofrenda de la viuda
43. ¿Es la viuda un ejemplo de que los que trabajan en jornal pueden ofrendas?
Si___________ No_________
44. La benevolencia es una transacción privada entre el _______________ y el
___________________
45. Diga ¿es egoísmo dar ofrendas con el motivo de ser reconocidos y ser
mencionados en la lista de honor?
Si___________ No_________
Explique
______________________________________________________________
______________________________________________________________
46. Mencione ¿Por qué Jesús rechazó el egoísmo como una motivación para dar?
______________________________________________________________
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
194
V. LAS OFRENDAS Y EL MINISTERIO CRISTIANO
47. Según Mateo 10:10 ¿a quién responsabilizaba Jesús el sostenimiento del
ministerio cristiano?
______________________________________________________________
48. ¿Qué deberá expresar nuestro acto de dar?
______________________________________________________________
49. Subraye el nombre de un escritor del Nuevo Testamento que más discute el
tema de ofrendas
a) Pedro b) Pablo c) Juan
50. Escriba los tres contextos principales sobre los cuales San Pablo basa su
discusión de las ofrendas
1) _______________________
2) _______________________
3) _______________________
51. Escriba las dos razones por las cueles Pablo rechazó su derecho de soporte
financiero
1) _______________________ 2)_______________________
52. De acuerdo con 1Cor. 9:1-18 Pablo justifica su derecho apostólico mediante
tres ilustraciones. Diga cuáles son:
1) __________________ 2) __________________ 3) __________________
53. Subraye la razón única por la cual Pablo rechazó aceptar soporte económico
en su ministerio:
a) Era práctica
b) No había diezmos
c) Proteger su integridad ministerial
54. Mencione qué iglesias apoyaron el ministerio de Pablo a pesar de su
renuencia
______________________________________________________________
Manual de Mayordomía
195
55. Escriba dos expresiones que derivan de las ofrendas y de la preocupación de
los macedonios
1) _______________________ 2) _______________________
56. Escriba y discuta los 5 significados que analiza Pablo en Filipenses 4:10-19
sobre la generosidad de los macedonios
1) _______________________
2) _______________________
3) _______________________
4) _______________________
5) _______________________
57. ¿Quién era el verdadero recipiente de las ofrendas de los macedonios?
______________________________________________________________
58. Menciones los tres principios vinculados con la ofrenda especial para los
santos en Jerusalén
1) __________________ 2) __________________ 3) __________________
59. Explique ¿cuáles son los tres elementos motivadores que presentó Pablo al
referirse a la colecta especial?
1) __________________ 2) __________________ 3) __________________
60. En la carta a los Corintios, ¿cómo considera Pablo las bendiciones divinas?
______________________________________________________________
61. Según el análisis sobre las ofrendas, ¿cómo se considera la riqueza?
______________________________________________________________
62. Mencione 3 elementos importantes en la organización de las ofrendas
1) __________________ 2) __________________ 3) __________________
63. Explique la razón de nombrar confiables en el envío de la ofrenda especial
para los santos
Manual de Mayordomía
196
64. Enumeré las cuatro actitudes de debe reflejar el creyente en todo acto de dar
1) __________________ 3) __________________
2) __________________ 4) __________________
65. Explique el significado de la expresión: “Se dieron a sí mismo primeramente al
Señor y entonces a nosotros”
______________________________________________________________
66. Escriba y explique los cinco propósitos mencionados por Pablo en la colecta
especial
1) _______________________
2) _______________________
3) _______________________
4) _______________________
5) _______________________
67. Pregunta de reflexión
1) ¿Son mis ofrendas voluntarias?
2) ¿Estoy ofrendando de acuerdo al modelo bíblico?
3) ¿Mis ofrendas expresan adoración y entrega total?
4) ¿Mi acto de ofrendar, sigue la motivación correcta?
Mi respuesta de amor
Como un acto de adoración y entrega total de mi vida al señorío de Jesús; decido
ofrendar según el modelo bíblico separando el _____% de mis ingresos como
ofrenda total.
Firma