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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

1

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

2

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

3

Humanizar la empresa.

Hacia una formación empresarial ética

Federico Buyolo García

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4

Bubok Publishing S.L., 2015

1ª edición

ISBN-13: 978-84-606-7616-4

Edición digital

Editado por Bubok

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

5

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

6

“La ética empresarial no es una parte de la responsabilidad social, sino justo al revés, la responsabilidad social es una

dimension de la ética”

Adela Cortina

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

7

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

8

Índice

Introducción

La economía como instrumento y no como fin

9

Capítulo uno

Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo

paradigna de la gestión empresarial

14

Capítulo dos

La ética en el frontispicio de la acción empresarial

30

Capítulo tres

Responsabilidad social de las empresas: Un

instrumento para una economía humanizadora

63

Capítulo cuatro

La formación de líderes éticos como elemento

fundamental del cambio

119

Capítulo cinco

La formación ética en el grado de ADE: Lejos de un

buen modelo de formación empresarial ética

140

Epílogo

Sin personas éticas no habrá empresas éticas

158

Bibliografía y otras fuestes 167

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

9

Introducción

La economía como instrumento y no como fin

Estimado lector, el libro que comienza a leer ahora pretende

poner de relieve la necesidad del cambio de paradigma en la

formación de los futuros empresarios, un cambio que ha de ir

innegociablemente dirigido a la formación ética como elemento

fundamental de una economía humanizada y humanizadora.

No podemos seguir asistiendo al desarrollo de una economía

que fundamenta todo su ser en la acumulación de bienes y

capitales sin tener en cuenta la responsabilidad que tiene con la

sociedad. Las actuaciones empresariales no pueden estar

desligadas de una actuación ética, por eso necesitamos una

formación que vaya dirigida a la formación de líderes

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

10

empresariales que actúen en base a planteamientos éticos

fundamentales.

El capital no puede convertirse en el fundamento de la

economía, sino que ha de servir al bien común. Esta deriva no

corresponde a la visión original que se tenía de la economía,

sirva como ejemplo la Constitución Italiana que en su artículo

41 determina que: “la iniciativa privada es libre… sin embargo

no se puede desenvolver en contra del beneficio de la

comunidad”.

Pero este planteamiento no es novedoso, ya Aristóteles

diferenciaba muy claramente la economía como un instrumento

para la obtención del bien común “oikonomia”, frente a la

economía como un fin en sí mimo “chematiske”, a la que

llegaba a considerar como algo antinatural. Por desgracia

hemos vivido una deshumanización de la economía, y ahora

más que nunca se hace necesario que la ética se convierta en

el elemento fundamental de la acción empresarial redirigiendo

la economía a su valor inicial como un instrumento y no como

un fin en sí misma.

La ética no puede ser algo ajeno a la actividad empresarial. Al

igual que en la economía no podemos confundir los

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

11

instrumentos con los fines, no podemos caer en el mismo error

cuando hablemos de ética: la RSE, códigos éticos, rendición de

cuentas y otros elementos similares son sólo instrumentos que

disponen la empresa para ejercer una actuación ética, pero no

es la base de su actuación. La ética debe ser la base de toda

acción empresarial, una ética fundamentada en valores que

actúe para favorecer el bien común.

Esta actuación ética puede ser aprendida y ha de ser

aprendida. Un aprendizaje ético que lleve a la toma de

decisiones y actuaciones justas y racionales. Una actuación

personal encaminada a la construcción del bien común desde

mi libertad para elegir mi comportamiento y actuación, que

permita solucionar mis necesidades y la del otro con el que

interactúo.

Las decisiones empresariales han de sustentarse por una ética

personal, las empresas sólo podrán ser éticas si las personas

que trabajan en ella son éticas.

En la primera parte de este libro se hace un análisis de la

realidad social y empresarial donde se pone de relieve la

necesidad de un nuevo paradigma económico. La economía no

pude basarse en un juego de “teneres” (tener y estar) por

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

12

encima de los “haceres” (hacer y ser), la sociedad demanda

una economía más centrada en el planteamiento aristotélico,

ser un instrumento para la obtención del bien común.

En la segunda parte establecemos la necesidad de desligar los

principios de los instrumentos. Se ha hablado mucho de la

Responsabilidad Social de las Empresas como elemento de

mejora de la gestión empresarial, sin embargo desde nuestro

punto de vista la RSE es sólo un instrumento en manos de las

empresas que no puede convertirse en la base de la acción

responsable de la empresa. La ética es y debe ser la base de

toda acción empresarial, las empresas no pueden ser ajenas a

comportamientos éticos. Pero para la implantación de un nuevo

modelo ético de gestión empresarial es necesario repensar el

papel de los empresarios. En este sentido, dos cuestiones son

indispensables: impulsar un liderazgo ético empresarial como

facilitador del cambio y además introducir la ética en la

formación inicial de los estudiantes universitarios.

Sólo cuando consigamos empresas éticas con líderes

empresariales éticos podremos entender que la RSE, los

códigos éticos y demás instrumentos de gestión socialmente

responsable de la empresa pueden ser efectivos.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

13

La tercera y última parte del documento lo configura la

investigación realizada sobre los planes de estudio del Grado de

Administración y Dirección de Empresas para el curso

2014-2015 que se imparten en las universidades españolas.

Con este estudio hemos querido demostrar que las

universidades no facilitan una formación adecuada, ni desde el

punto de vista cuantitativo ni cualitativo, para una actuación

ética tanto personal como empresarial. Es imprescindible que la

formación universitaria de los futuros líderes empresariales

tenga como principal objetivo el aprendizaje e interiorización de

conductas éticas.

Tomando este paradigma de la economía como instrumento

para la obtención del bien común y la ética como elemento

nuclear de la acción personal irrenunciable en la práctica

empresarial, este estudio quiere demostrar que las

universidades, no están dando una formación adecuada para

que se cumplan estas dos condiciones y donde además, el

aprendizaje, cuando este ocurre, está encaminado más a una

formación instrumental que a una formación del

comportamiento humano para una ética personal y empresarial.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

14

Capítulo uno:

Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo paradigma de

gestión empresarial

Cuando en 2008 leíamos en los diarios la caída de los grandes

gigantes económicos de EEUU, ya empezábamos a intuir que la

economía tal como la conocíamos se había acabado. La caída

de Lehman Brothers abrió, según todos los analistas

financieros, el inicio de lo que iba a suponer una crisis mundial

que marcaría el fin de una era: el fin del capitalismo financiero

especulativo.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

15

El modelo económico que imperaba en los años anteriores a la

crisis se ha demostrado erróneo. La crisis financiera de EEUU,

que arrastró a todas las economías del mundo convirtiéndola

en una crisis mundial, vino a demostrar que la visión del todo

es válido por el beneficio a corto plazo no era un buen modelo

para la economía mundial. La economía se había convertido,

como bien explica el expresidente Felipe González, en un casino

desregularizado y sin límites a la especulación, donde sólo

existía un solo principio: maximizar los beneficios a cualquier

precio.

Bajo el paraguas de una economía mundial que se centraba

única y exclusivamente en el crecimiento económico y donde el

desarrollo se media con el aumento del Producto Interior Bruto

de cada país, sólo existía una estrategia: la acumulación de

bienes y capitales. Un modelo que determinaba que la mejora

del bienestar social de las personas estaba ligada al mantra de

cuánto más tienes, más vales. El consumo era la piedra angular

del sistema, era necesario que familias dispusieran de poder de

compra aunque eso supusiera su endeudamiento, el sistema no

podía parar. Las entidades financieras diseñaban instrumentos

y productos que facilitaran que las familias pudieran acceder a

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

16

financiación en unas condiciones muy ventajosas, el objetivo

era sólo uno: facilitar el consumo. Pero esto llevó, como no

podía ser de otra manera, a que las familias se endeudaran,

una trampa que lejos de mejorar la economía de las familias y

facilitar su enriquecimiento económico-cultural, produjo un

endeudamiento insoportable para las familias, y

consecuentemente el ensanchamiento de los desequilibrios

sociales.

Como bien dice el Profesor Aguilera Klink vivíamos en “la

consolidación de esa economía basada en la injusticia,

deshumanizada y deshumanizadora”1 que potenciaba y

facilitaba la acumulación de bienes como modelo de

crecimiento y símbolo de progreso social. La crisis económica y

financiera de 2008 puso de relieve además, una crisis de

valores que alentaba la deshumanización de la sociedad,

donde se premiaban los “teneres” (tener y estar) por encima

1 AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los

economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

17

de los “haceres” (hacer y ser)2. Una economía donde

nuevamente la mano invisible del mercado trabajaba en una

doble dirección: la desregularización del sistema, y la

eliminación de la transparencia y la rendición de cuentas de las

grandes corporaciones financieras y económicas. Estas

actuaciones repercutieron inexorablemente en la ruptura de la

imprescindible confianza de los consumidores en el sistema

económico.

El sistema de capitalismo desacerbado imperante entre el final

del siglo XX y comienzos del siglo XXI, dio prioridad al capital

por encima de cualquiera de otras cuestiones. Los principios del

libre mercado de Adam Smith y Milton Friedman fueron llevados

a su máximo exponente derivando en la desregulación del

sistema financiero internacional y la desmoralización de la

actividad económica y empresarial: “el dogma de la economía

2 CASTAÑO GÓMEZ DEL VALLE, C (2003): “Nueva visión de la ética empresarial.

Informes y códigos éticos”. Anales de mecánica y electricidad, Enero-Febrero.

Madrid, 6-10

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

18

es una cosa separada de la vida humana, y obedece a leyes

propias” 3

Un sistema económico que actuaba con una motivación

dominante y donde los intereses de los mercados estaban por

encima de los intereses de las personas. Lo que importaba eran

los índices macro-económicos por encima de la micro-

economía, es decir, la economía real de las personas y de las

familias. Con este modelo económico lo que se pretendía, como

ya hemos dicho, es ligar crecimiento a crecimiento económico

y donde lo más importante es el capital.

Este paradigma económico aun dominante hoy en día, potencia

un modelo de empresa ligada al desarrollo de modelos de

rendimiento económico cortoplacista. Un modelo ya caduco

que llevó al descrédito de las empresas que no tienen en

consideración ningún otro aspecto, ni social ni cultural, ni tan

siquiera medioambiental “la causa de la degradación de

nuestras instituciones, desde la familia a las empresas

3 AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los

economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

19

comerciales, ha estado principalmente en la economía”4 Un

modelo empresarial que se centra en la creación de valor para

los accionistas mediante la maximización de los beneficios

empresariales, un modelo de shareholder.

En este enfoque neoclásico del modelo capitalista empresarial,

la producción y comercialización de bienes es la función

primordial de la empresa, por ello, las empresas entienden que

no pueden desviar ni su visión, ni su misión, de aquello que no

suponga un rendimiento económico a corto plazo. Tal como

afirmaba las teorías de Friedman, la responsabilidad de las

empresas con la sociedad son los impuestos, que además eran

considerados por el propio Friedman como una limitación a la

capacidad para invertir y desarrollarse de las empresas. Este

enfoque capitalista exacerbado no reconoce un contrato social

más allá de las obligaciones legales.

Bajo este paradigma económico, la única tarea encomendada a

las empresas es la de producir y vender. Las empresas

4 NARANJO, C. (2013): “Por una economía humanista”. Mediterráneo, 23. Pag 26.

Almeria, 93-122

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

20

satisfacen las necesidades del mercado obteniendo la máxima

rentabilidad económica posible fruto de sus acciones

comerciales bajo un principio de eficiencia. El valor de la

empresa es el valor de sus activos económicos y financieros. El

negocio del negocio es el negocio.

Estos principios sustentados en el libre mercado y la negación

de responsabilidad social de las empresas nos llevan a varias

reflexiones que pueden entran en colisión con la visión de la

empresa socialmente responsable: ¿se pueden producir sin

tener en cuenta los costes sociales, culturales o

medioambientales? ¿Es ético vender armas a países en

conflicto?, ¿Es ético financiar la venta de armamento a países

de Oriente Medio inmersos en conflictos armados donde

mueren miles de civiles? ¿Quién establece las necesidades a

satisfacer, la oferta o la demanda? ¿Es ético obtener un

beneficio desmedido en los productos de primera necesidad en

momentos de crisis?

No ponemos en duda cual es el objetivo primordial de las

empresas: obtener beneficios. Es necesario entender que la

empresa como organización social, no puede colisionar con los

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

21

objetivos comunes de la sociedad en la que está inserta. Las

empresas son parte fundamental del entramado económico y

social, por ello, además de cumplir con las obligaciones legales

que regulan su actividad, debe actuar conforme a los principios

éticos de respeto del bien común contribuyendo con su acción

a la mejora y la transformación de la sociedad.

Las empresas socialmente responsables han de constituir la

base de una ciudadanía corporativa, es decir, las empresas

como los ciudadanos, han de favorecer el mantenimiento y

mejora del bien común, sólo de esta manera estas se

convierten en parte activa de la sociedad.

Ciertamente las empresas son claves en el desarrollo de las

sociedades, pero no puede limitar su acción a la creación de

riqueza y empleo como únicos valores de su existencia. “Las

empresas son pilares claves de una sociedad dinámica. Crean

empleos, invierten, innovan, desarrollan a las personas, ayudan

a usar los recursos escasos de un modo eficiente y, desde

muchas perspectivas, tiene un papel importante en la sociedad

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

22

moderna”5. Todos podríamos dar por válida esta definición de

Canals, pero no podemos olvidar que las empresas se

encuentran en un territorio, bajo un paradigma económico

especulativo y en una sociedad en permanente cambio.

Las empresas nacen para perpetuarse y han de adaptarse a los

cambios sociales y económicos que se producen a lo largo de

su vida útil. Las sociedades exigen cada día más. “El proceso de

globalización ha transformado el papel social de la empresa

aumentado su poder y por lo tanto su responsabilidad”6, tal es

así que hoy se exige a las empresas no sólo el cumplimiento de

sus obligaciones legales en los países donde operan, sino en

aquellos donde tiene ubicadas sus sedes o plantas de

producción. La globalización no puede suponer una puerta

abierta al incumplimiento de los derechos humanos, ni tan

siquiera la excusa para una nueva colonización de los países en

vías de desarrollo.

5 CANALS, J. (2010): “Rethinking the firm’s mission and purpose”. European

Management Review, 7. London

6 GARCÍA-MARZÁ, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una

aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, Vol II nº 17. Pag, 185.San Rafael

de Valparaiso (Chile) 183-204

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

23

Pero no sólo la crisis económica y la globalización han sido los

factores claves para el cambio de paradigma económico y la

instauración de una nueva era financiera mundial. Los

escándalos económicos, financieros y medioambientales han

ayudado a deslegitimar la mala praxis de algunas empresas y

corporaciones.

Crisis económica, globalización, escándalos financieros,

desastres medioambientales, falta de transparencia… entre

otros temas, han llevado a replantearnos si las empresas deben

de evolucionar a modelos de empresas socialmente

responsables o por el contrario, pueden seguir dando la espalda

a las reivindicaciones de la sociedad.

Este nuevo paradigma obliga además a repensar la formación

de los directivos de las empresas. La formación inicial de los

empresarios y emprendedores es fundamental para la

consolidación de modelos empresariales más justos y

sostenibles tanto social, como económicamente. La economía

del siglo XXI necesita una humanización de la empresa como

base del cambio socioeconómico que demanda la sociedad y

esta debe de venir de la mano de la educación.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

24

“El objetivo fundamental del momento presente es la salida de

la crisis, poniendo las bases para evitar caer en la siguiente”7 lo

que nos lleva a que las empresas han de constituirse como el

elemento esencial para la moralización de la economía y la

actuación empresaria socialmente responsable. Por ello, es

necesario identificar claramente cuál es el sentido de la

actividad empresarial en la sociedad actual, su misión y su

visión.

A los planteamientos que se le pedía a la empresa tradicional

de finales del siglo XX, hoy la sociedad les exige además que

contribuyan al empoderamiento de los trabajadores y

trabajadoras, que su actuación respete el medioambiente, y

además de que respete y fortalezca los derechos humanos.

Las empresas están insertas en la sociedad y como

instrumentos sociales que son, deben de contribuir a la mejora

y la transformación de la misma. “El fin de la empresa,…, puede

ayudarnos a entender en que consiste esa fuerza

7 MELLE HERNÁNDEZ, M. (2012) “Por un gobierno corporativo socialmente

responsable”, en No es Economía, es ideología. EDICIONES DEUSTO. Pag, 99

Barcelona. 89-100

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

25

transformadora en las tres dimensiones… económica, social y

moral”8. Por lo tanto, las empresas no pueden ser inmunes a

esta realidad, son parte de la sociedad y a su vez,

corresponsables del avance o deterioro de la misma. Las

empresas no pueden mirar hacia otro lado ante una nueva

realidad social más exigente, por ello deben afrontar los nuevos

problemas que afectan no sólo a la economía, sino a la

sociedad con una visión integral.

El bien común no puede estar solamente gestionado y

defendido por las entidades públicas. Las empresas como

instituciones sociales constituidas en ciudadanía corporativa,

configuran un instrumento de primer orden para el

establecimiento de las condiciones necesarias que permitan la

defensa y el enriquecimiento del bien común.

La vieja industria de los años 60 de Inglaterra hoy no tendría

valor ni tan siquiera económico. No se puede entender hoy en

día una empresa que no esté imbricada en la realidad del

8 ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad”.

Working Paper WP-1072, Julio 2013. Pág, 7. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

26

entorno que le rodea, ha de hacerse eco de la cultura

predominante de la época.

Se inician nuevos tiempos con nuevos retos. Es necesario

repensar los viejos esquemas mercantilistas y cortoplacistas de

los modelos clásicos de las empresas del siglo pasado. Los

objetivos y actuaciones de la empresa no pueden limitarse al

beneficio a corto plazo, hay que abrir nuevos paradigmas que

nos lleven a una empresa socialmente responsable y

comprometida con el tiempo y el lugar que le ha tocado vivir.

Tal como define la Real Academia de Ciencias Económicas y

Financieras, “el nuevo paradigma de la empresa responsable y

sostenible es la apertura y sensibilidad hacia el entorno, el

sentido de comunidad, la capacidad innovadora, la

consideración del lago plazo y la creación de valor”9 en

definitiva, empresas comprometidas con su objetivo interno de

crear valor para sus accionistas, pero sin desoír y desatender la

responsabilidad que tienen con la sociedad. Las empresas son

9 VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una

nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

27

instituciones sociales y no pueden renunciar a su

responsabilidad.

Por ello, las empresas deben atender a su triple dimensión,

económica, social y medioambiental. Ya no vale tener

únicamente como misión la obtención de beneficios por la

satisfacción de las necesidades del mercado, sino que ha de

tener en cuenta el bienestar, el desarrollo y el empoderamiento

de sus trabajadores. La empresa no ha de perder su dimensión

económica, sino que debe acrecentar su corpus empresarial y

social

Las empresas nacen para perdurar en el tiempo y por ello,

deben compartir los valores y aspiraciones de la sociedad en la

que están insertas. Los cambios económicos, sociales y

culturales acontecidos en el inicio del siglo XXI no pueden ser

ajenos a la misión y la visión de las empresas contemporáneas.

Se plantean nuevos retos que hacen necesarios cambios. Las

empresas deben asumir estos retos y superar los viejos

modelos de los siglos XIX y XX en la gestión empresarial. Las

empresas del siglo XXI han de estar fundamentadas en los

valores éticos y sociales.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

28

Las nuevas empresas han de colocar la ética en el frontispicio

de su acción. La ética ha de ser la guía que les lleve a

configurar sus modelos de negocios fundamentados en una

responsabilidad proactiva y socialmente responsable.

La actuación ética y socialmente responsable que han de

desarrollar las empresas ha de configurarse como el “corpus

ideológico” de su modelo de negocio, no es sólo una estrategia

económicamente rentable, es y debe ser además, el ADN de la

propia actuación de todos aquellos y aquellas que forman parte

del conglomerado de trabajadores, beneficiarios y afectados de

la empresa.

La empresa del siglo XXI ha de nacer desde la ética, la

participación, la transparencia y la responsabilidad en defensa

del bien común. Una sociedad equilibrada y sostenible requiere

que todas sus instituciones trabajen conjuntamente para

defender y acrecentar el bien común.

Este modelo de empresa socialmente responsable no está

reñido con el lícito beneficio económico de las empresas. Lo

que sí deja claro, es que el crecimiento de la empresa y del

beneficio de sus accionistas pueda hacerse a costa del bien

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

29

común de todos y todas. No podemos sostener como sociedad

un modelo económico y empresarial que siga generando

situaciones de desequilibrio social y económico, donde el

beneficio de unos pocos sea la perdida de la mayoría. Es

imprescindible desarrollar un nuevo paradigma de modelo

gestión empresarial para una economía humanizadora y

humanizada donde el bien común sea el objetivo máximo.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

30

Capítulo dos:

La ética en el frontispicio de la acción empresarial

¿Qué es la ética?

Si realizamos una definición etimológica de la palabra ética,

vemos que viene del griego “êthos” que significa “carácter o

modo de ser”. Pero ampliemos este término griego con la

definición que aparece en el Diccionario de la Real Academia de

la Lengua Española:

1. Perteneciente a lo relativo a la ética

2. Recto, conforme a la moral

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

31

3. Persona que estudia o enseña moral

4. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las

obligaciones del hombre

5. Conjunto de normas morales que rigen la conducta

humana

Si exploramos la literatura filosófica, podemos encontrar otras

definiciones como la que realiza Pedro Francés que establece la

ética “como un conjunto de normas y actitudes individuales que

han permitido y permiten a la humanidad alcanzar y mantener

el progreso material, social e ideológicos”10. Otra definición que

nos parece importante resaltar es la que realizó Etkien: “la ética

es el fundamento cuyos valores esenciales deben organizar la

vida social, y son tales como la libertad y la dignidad humana,

así como también se basan en conceptos morales como el bien

común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”11 y por último,

haremos referencia a la definición del profesor Argandoña que

10 FRANCÉS, P. (2004): Ética de los negocios. Desclée. Colección ética aplicada.

Bilbao.

11 ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill

Interamericana. New York

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

32

la define como “la ciencia que enseña al hombre a conseguir

sus bienes, ordenados de acuerdo con su contribución al

desarrollo de la persona”12

Como podemos comprobar encontramos variadas

interpretaciones del término ética, vamos a tomar como

referencia la definición que realiza Adela Cortina: “la ética es un

tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en

un sentido racional”13

La ética es una práctica individual, un quehacer intransferible,

una manera de entender el comportamiento personal. Nuestra

actuación ética está fundamentada en la escala de valores que

adquirimos a lo largo de nuestra vida y que ponemos en

práctica a través de las virtudes que poseemos.

Aristóteles definió la cadena del comportamiento ético como un

proceso de toma de decisiones en libertad entre el bien y el

mal, donde la repetición y el hábito retroalimenta nuestro

12 ARGANDOÑA, A. (1994): La ética en la empresa. Madrid. Instituto de Estudios

económicos.

13 CORTINA, A, (1994): “¿Qué es la ética?” en Ética de la empresa. Claves para una

nueva cultura empresarial. Trotta. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

33

aprendizaje. Pero este proceso de repetición puede llevarnos al

bien o al mal, es decir, a la virtud o al vicio. Llegamos a la

virtud cuando tomamos el camino del bien, cuando nuestras

decisiones se basan en valores morales, sin embargo, caemos

en el vicio cuando no tomamos en consideración esos valores

morales y persistimos en caminos alejados de la virtud. Así

púes, la acción ética es el arte de la repetición orientada hacia

el enriquecimiento de las virtudes que son hábitos positivos

para hacer el bien.

El proceso que lleva a un comportamiento ético se inicia en la

conciencia moral de la persona, un comportamiento que ira

encaminado a la toma de decisiones justas desde la libertad de

elección de la persona y en la que juega un papel fundamental

la toma de decisiones pensando no sólo en mis necesidades u

objetivos, sino que además en las de las personas con las que

interactúo. Según la profesora López-Jurado 14 existen tres

criterios para la toma de decisiones que a su vez pueden ser

entendidas como consecuencias:

14 LOPEZ-JURADO PUIG, M. , KIM S.(2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en

Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.329. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

34

a. La eficacia de la acción: que mide las

consecuencias de la acción en cuanto al beneficio

producido.

b. La eficiencia de la acción: que evalúa los cambios

producidos por el aprendizaje experimentado por

la puesta en práctica de la decisión.

c. La consistencia de la acción: criterio que tiene en

cuenta el aprendizaje del sujeto que recibe la

acción.

Para una actuación ética de las personas es necesario que

todos estos valores y determinaciones éticas estén incorporadas

en nuestra conducta. Sólo a través del aprendizaje, la

experimentación e interiorizamos estos procedimientos éticos

podemos actuar de manera automática ante los retos morales

que se nos plantea en la vida. Tener conciencia ética es

entender que para la consecución de los fines que perseguimos

hemos de actuar conforme a valores morales y sociales

Pero el comportamiento ético, aun siendo personal, sólo se

puede ejercer en libertad. Una de las condiciones

indispensables para la toma de decisiones éticas

fundamentadas en valores morales ha de ser la libertad, sin ella

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

35

no se puede hablar de ética. Las decisiones condicionadas por

la falta de libertad limitan las posibilidades de desarrollar juicios

morales justos que puedan guiar la intención conductual de la

persona hacia un comportamiento ético. Kant decía que “si

debo, es porque puedo”, es decir, si tengo la convicción de

actuar de una manera concreta es porque tengo la libertad de

elegir ese camino y no otro, sin libertad no puede haber

responsabilidad.

Educar en ética es indiscutiblemente educar para la deliberación

y la actuación justa, una educación para la adquisición de

valores, destrezas y habilidades que permita a la persona

afrontar con garantía los retos morales del día a día. Hemos de

ser conscientes que nuestras acciones tienen consecuencias en

los demás. Adela Cortina habla de un “ethos del ciudadano

democrático” 15 donde deben de existir al menos tres virtudes

deliberativas: el respeto mutuo, la integridad cívica y la

magnanimidad cívica

15 CORTINA, A. (2007): “Ethica cordis”. ISEGORIA, Revista de Filosofía Moral y

Política. Pag, 123. Madrid 113-126

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

36

Hablar de respeto mutuo es hablar de convivencia. La

educación para la convivencia lleva implícita una actitud de

tolerancia y respeto a las ideas, costumbres y a las actuaciones

distintas de las propias. Este respeto mutuo ha de implicar

necesariamente una predisposición al diálogo y al encuentro

con otras personas. Vivimos en un mundo global, las ciudades,

los barrios, en definitiva, el territorio social en el que nos

desenvolvemos se ha convertido en un crisol de culturas, de

nuestra capacidad de respeto y tolerancia depende la mejora

de la convivencia ciudadana que nos permita alcanzar una

ética de máximos, la felicidad.

Las personas han de convertirse en personas íntegras y

racionales, la integridad cívica ha de ser la guía de nuestra

acción moral. Debemos respetar nuestra integridad personal y

evitar que nuestras acciones entren en conflicto con nuestros

principios y valores. La práctica y el aprendizaje de la ética nos

permiten interiorizar nuestros valores sociales y morales, y así

poder desarrollar nuestra acción cívica de manera natural. El

valor de nuestras acciones, tal como explica la profesora López-

Jurado “es aquella cualidad de la realidad que afecta a los

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

37

sujetos incrementando la satisfacción de estos”16, en este

sentido el valor real de una acción es la suma de su valor

extrínseco, intrínseco y transcendente, es decir, el valor de

nuestra satisfacción, la reacción del entorno y la satisfacción

que produce en otras personas.

Por último, la magnanimidad cívica nos permite reconocer los

distintos planteamientos morales de aquellas posiciones

contrarias a las nuestras, desde una posición entre iguales,

reconociendo la legitimidad de las mismas y valorando los

planteamientos de los demás. Las propuestas han de

defenderse desde planteamientos positivos, no como

contraposición bélica entre planteamientos distintos. El debate

no se puede desarrollarse desde una posición altiva y

prepotente, se ha de tener la mente abierta y practicar un

diálogo enriquecedor: “win to win”.

16 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”

en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

38

¿Puede existir una ética empresarial?

Hasta ahora hemos visto los principios de la ética personal,

pero llegados a este punto, debemos ser capaces de

institucionalizar estos principios personales que configuran la

ética individual en la acción empresarial. El modelo empresarial

para una economía humanizada debe sustentarse en principios

éticos individuales y colectivos que configuren el “ethos” de

cada organización siempre acorde con los principios y valores

aceptados y adoptados por la sociedad.

Las cuestiones que nos han llevado a esta crisis mundial están

muy relacionadas con esta falta de sentido moral en los

negocios, como decíamos en el capítulo anterior, en la época

previa a la crisis económica se implantó una sociedad de

acumulación de bienes y servicios que nada tenía que ver con

actitudes racionales y morales.

Además tal como refleja Argandoña17“en los años recientes han

tenido lugar cambios sociales, legales e institucionales que

17 ARGANDOÑA, A. (2010): “Más allá de la eficiencia: lecciones éticas de la crisis

para la cultura empresarial”, Hacia una nueva ética económica Global JIMENEZ

ARAYA T. (Editor). HUYGENS EDITORIAL. Pag, 207. Barcelona 203-225

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

39

pueden haber acentuado el papel de la codicia”, tal es así que

“la sociedad ha generado situaciones de codicia inducida

alentando y premiando a los que tienen éxito en sus conductas

codiciosas y haciendo más difícil comportarse de otro modo”

Como vemos estas prácticas se alejan de lo que debe ser una

actitud correcta y ética con un sentido racional.

La ética no es algo nuevo, sin embargo, en el nuevo paradigma

empresarial y económico está llamada a ser el gran principio

inspirador y guía de toda futura actuación empresarial. La ética

empresarial no es una propuesta sólo moral, es un modo de

gestionar las empresas, es y debe ser una ética aplicada.

Haciendo un repaso de la literatura económica y empresarial

podemos encontrar varias definiciones sobre ética empresarial.

En todas ellas encontramos similitudes importantes:

1. Epstein (1987)18: “Reflexión sistemática basada en el

valor que los directivos realizan sobre el significado

18 EPSTEIN, E.M. (1987) : “The corporate social policy process: Beyond bussines

ethics, Corporate Social Responsibility an corporate social responsiveness”

California Management review, vol XXIX, nº 3, Spring, 99-114

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

40

moral y personal de las acciones organizativas y sus

consecuencias para los grupos de interés”

2. Etkien (1993): “Es el fundamento cuyos valores

esenciales deben organizar la vida social, y son tales

como la libertad y la dignidad humana, así como

también se basan en conceptos morales como el bien

común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”19.

3. De George (1999)20: “Parte de la ética que trata

específicamente de los dilemas morales que surgen

en el contexto empresarial”

4. Crane y Matten (2007)21: “Es el estudio de las

situaciones de negocios, actividades y decisiones en

las cuáles se afrontan las cuestiones relacionadas con

lo bueno y lo malo”

19 ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill

Interamericana. New York

20 DE GEORDE, R.T. (2006): Business Ethics. Upper Saddle River. New Jersey: Prentice

hall (6th edition)

21 CANE, A. and MATTEN, D. (2007): Business ethics (2º edn) Oxford University Press

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

41

Pero dado que estamos hablando de ética empresarial,

debemos también prestar atención a la definición que sobre la

misma realiza la European Business Ethic Network (EBEN):

“Una reflexión sobre las prácticas de negocios en las que se

implican normas y valores de los individuos, de las empresas y

de la sociedad”. En esta definición, podemos comprobar que

EBEN lejos de realizar una definición proactiva, establece una

visión teórica y reflexiva de la ética empresarial, un enfoque

más cercano al estudio que a la acción.

Pero no estamos buscando una ética empresarial teórica, sino

una ética proactiva que establezca las directrices a seguir en la

empresa. Una ética empresarial que basándose en principios

morales y sociales desarrolle una actitud moralmente correcta.

Lo que buscamos es una ética no punitiva, una ética

pedagógica que logre el aprendizaje e implantación de modelos

más justos y socialmente responsables. En palabras de Savater

“En la ética ya está casi todo inventado. Lo que hace falta no es

inventar una nueva ética sino cumplir la vieja, la antigua, con

eso nos bastaría”22. La actuación ética de las personas e

22 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Pag, 112. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

42

instituciones es una repetición continua y continuada “por hacer

las cosas de la mejor manera posible”. Pero además la acción

ética debe permitir la “transversalidad del comportamiento

ético”23

La ética empresarial no atañe solamente a los directivos de las

empresas, ni sólo a los accionistas, una verdadera ética debe

incluir cada una de las personas que componen la empresa

como entidad, desde la persona con mayor responsabilidad

hasta el último de los trabajadores. Pero no podemos

quedarnos aquí, la exigencia de una ética empresarial ha de ir

más allá, ha de incluir no sólo personas, sino que además debe

contemplar las acciones, las relaciones y los colaboradores de

la misma. La actuación ética debe tener un carácter holístico e

integral dentro de la empresa.

Esta visión integral de la empresa nos lleva a preguntarnos por

“la capacidad de las empresas de ser responsables moralmente,

23 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”

en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.328. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

43

como una persona” 24. Hemos hablado de la necesidad y hasta

la obligación de que las empresas actúen como agentes

morales, pero cuando hablamos de empresa, no podemos

referirnos única y exclusivamente a las personas que la

configuran, sino además tendremos que tomar en cuenta la

cultura propia de la organización ya que condicionará en

positivo o en negativo las actuaciones de las personas

involucradas en el trabajo diario de la empresa.

Adela Cortina sostiene que al igual que las personas van

configurando su personalidad a lo largo de la vida, las

empresas son constructos colectivos que evolucionan desde su

primera naturaleza que se encuentra definida por su visión y

misión. El paso del tiempo y del influjo de las personas que

pasan por la empresa, establece su carácter e identidad,

definen una cultura organizativa propia. Una identidad que ha

sido construida con la suma de muchas aportaciones, es lo que

denominamos la cultura organizativa y que en nuestro caso ha

24 RODRIGUEZ CORONEL, M. M.: “Agencia moral corporativa. Un concepto

integrador” en Forúm de Recerca. Universitat Jaume I. Pag, 74 Castellón. 73-90

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

44

de configurar la estructura moral que de sentido a toda la

acción ética de la empresa.

“La estructura moral de las organizaciones, está sustentada por

tres aspectos: la responsabilidad por las decisiones, la

conciencia corporativa y la identidad empresarial”25. Las

decisiones empresariales son tomadas no sólo por los

directivos, sino que además son tomadas por parte de un

entramado de personas que configuran la empresa, en

definitiva no se trata de decisiones individuales, sino que pasan

a ser responsabilidad de toda la empresa. Por otro lado, la

conciencia corporativa de las empresas se configura como el

saber colectivo que permite la toma de decisiones valorando las

consecuencias que están producen. Y por último, la identidad

empresarial o cultura empresarial, tal como hemos comentado,

es el conjunto de valores morales y éticos que permiten guiar

las actuaciones de la empresa desde un punto de vista moral.

25 CORTINA, A. (1998): “Presupuestos éticos del quehacer empresarial” en

Rentabilidad de la ética para la empresa. Fundación Argentaria. Madrid. 15-36

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

45

La empresa ha de establecer los mecanismos para

institucionalizar los comportamientos éticos, para ello debe

implementar nuevas estructuras de decisión y acción basadas

en la racionalidad y la moral. Esta estrategia de

funcionamiento empresarial permite crear un “êthos

corporativo” que guiará y conducirá la actuación de la empresa

como ente social. No se trata de una reglamentación punitiva,

sino que ha de configurarse como el “alma ética” de la empresa

y que le permitirá mantener su conciencia e identidad

corporativa.

Argandoña26 habla de tres dimensiones en la empresa: producir

bienes y servicios, atender a las motivaciones de los

stakeholders y la ética. En el mismo artículo Argandoña habla

de que “las personas aprenden y desarrollan actitudes, valores

y virtudes en sus actuaciones y sobretodo, en sus interacciones

con los demás”

La ética empresarial ha de comenzar por una ética personal,

porque las personas éticas hacen empresas éticas. Sin duda

26 ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad”

pag, 4. IESE Business School. Navarra.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

46

alguna, la ética personal es la base para conseguir una empresa

ética. La actuación individual y ética de las personas configuran

el inicio del proceso ético dentro de la empresa. Todas y cada

una de las personas que configuran la empresa, desde el

Consejo de Administración hasta el trabajador de menor

cualificación o tarea asignada en la empresa, han de tener un

comportamiento ético. Pero está claro que no todos tienen la

misma responsabilidad en la puesta en práctica de

procedimientos y actuaciones éticas, pero sí tienen las mismas

obligaciones morales de tener un comportamiento ético.

Recordemos que además sólo podemos hablar de

comportamiento ético cuando existe libertad.

Dado que no todas las personas que configuran una empresa

tienen la misma responsabilidad, entendemos que quien tiene

la mayor responsabilidad para la puesta en práctica de

comportamientos éticos es el máximo responsable de la

empresa. Como decíamos al inicio, la ética es personal, pero el

empresario tiene la obligación moral de crear las condiciones

para que las personas puedan desarrollarse libremente dentro

de su puesto de trabajo, no sólo profesionalmente, sino que

además lo deben poder hacer como personas libres.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

47

El liderazgo empresarial debe ser ético o no será

liderazgo.

El liderazgo del empresario es fundamental. Su responsabilidad

es la máxima. En las manos del empresario estará el modelo de

liderazgo que ejercerá no sólo dentro de la empresa, sino con

la sociedad. Así mismo, ha de ser garante de la libertad de los

trabajadores para poder ser libres en la toma de decisiones

responsables y éticas. Pero además, su liderazgo ético permitirá

la resolución de los conflictos morales entre la ética o no ética

de la empresa y la ética personal, la formación en valores que

realice la empresa, si la hace, y todas aquellas actuaciones que

repercutaan en la mejora de la calidad de las actuaciones éticas

de la empresa. Como vemos el papel del empresario ha de ir

más allá de la mera gestión empresarial, ha de ejercer un

liderazgo ético y social.

Savater 27 expone que cada época tiene una figura

emblemática: para los griegos era el héroe de la ciudad, en el

medievo fueron los santos, en el siglo XVIII fue el sabio, y

27 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

48

probablemente, concluye Savater, en nuestra época la figura

más emblemática es el empresario. Aun así, cabe matizar que

el empresario de hoy, dada la situación de crispación social y

descrédito institucional que estamos viviendo, no es un modelo

a seguir, e incluso se exige del nuevo empresario o

emprendedor unos valores tanto sociales como directivos. Las

cualidades y valores exigidos a los directivos de hoy distan de

los que se le exigían a los empresarios de mediados del siglo

XIX donde todo se monetizaba y el valor del empresario era

medido en el volumen de riqueza que generaba para los

propios accionistas, es decir, su valor era el valor económico

que garantizaba para la empresa.

El empresario o emprendedor del siglo XX, ha de disponer de

virtudes no sólo directivas y empresariales, sino además,

sociales y éticas. Recordemos la cadena aristotélica de las

virtudes y los vicios, al empresario de hoy se le exige ser un

líder ético.

Podemos encontrar, repasando la literatura empresarial,

multitud de clasificaciones sobre las virtudes que ha tener un

empresario, pero queremos ir más allá, queremos además

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

49

combinarlas con las que necesariamente tiene que tener un

buen líder, además de infundir en su comportamiento valores

éticos personales que le conviertan en un líder empresarial

ético. En definitiva el nuevo liderazgo empresarial ético ha de

sumar las virtudes del empresario, del emprendedor, del líder y

por supuesto valores éticos que guíen su acción.

Para definir las virtudes que debe tener un empresario hoy

tomaremos como referencia inicial las características que

establece Savater28 (2014): audacia, capacidad de identificar el

interés común, prudencia, responsabilidad, eficacia, confianza.

Audacia para asumir riesgos. Capacidad para identificar el

interés común, entendido como “la habilidad para generalizar

los intereses” y así “comprender las exigencias ajenas y

compatibilizarlas con las propias”. Prudencia, necesaria para

gobernar cualquier institución, pero sobre todo aquellas donde

los “errores valientes” propios podrían llevar a pérdidas que

hagan peligrar la empresa, es el complemento perfecto de la

audacia. Responsabilidad, porque un empresario “no puede

sacrificar a los demás para ocultarse”, ni adjudicarse los

28 SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

50

beneficios o ganancias y socializar la pérdida a los demás.

Eficacia o “la capacidad de generar ganancias”. Confianza,

derivada de su gestión, de su trato con clientes, trabajadores

y demás personas con las que se relaciona en su tarea como

empresario.

Pero el empresario ha de ser además un emprendedor, es

decir, “personas que identifica y crea oportunidades de negocio,

que innovan”29 por ello incluiremos dos nuevas características a

nuestro perfil de empresario ligadas al carácter del

emprendedor: capacidad de innovación y actitud proactiva para

desarrollar la iniciativa.

El emprendedor, como hemos dicho, crea oportunidades de

negocios. No se trata solamente de copiar aquello que funciona

bien, sino que ha de ser una persona que innova, que va más

allá, que desde el conocimiento de las necesidades de la

sociedad aporta nuevas soluciones. No sólo sabe leer la

realidad, sino que además lo lleva a cabo, dos virtudes que han

de ir indisociablemente ligadas: innovación y acción.

29 CUERVO GARCIA, A. (2012): “La razón de ser del empresario”. Mediterráneo

económico, 21. Almería, 13-24

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

51

Hasta ahora hemos reflejado las virtudes que ha de tener un

buen empresario y además le hemos añadido las de un

emprendedor, pero esto no es suficiente, para definir las

características del modelo de empresario como referente social

que ha de dirigir los designios de la empresa de hoy y a la vez

contribuir a la mejora de la sociedad, hemos de analizar cuáles

son las virtudes del liderazgo. El empresario es un agente hacia

dentro de la empresa y hacía la sociedad, pero además “lo que

hace que una acción sea honesta no son sus consecuencias

hacia fuera, sino que sea producida por la virtud moral de la

honestidad en una persona en concreto”30

Antes de entrar en definir las virtudes del líder empresarial,

tenemos que analizar cómo ha sido considerado el liderazgo a

lo largo de la historia. Si realizamos un análisis de la literatura

tanto filosófica como política, vemos que el liderazgo está muy

ligado al concepto de influencia, pero si preguntamos sobre qué

es un líder, nos es difícil definirlo si no lo ligamos a una

personalidad de la vida social, cultural, política a lo largo de la

historia. Bennis decía que “en cierto modo, el liderazgo es como 30 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”

en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

52

la belleza, difícil de definir pero fácil de reconocer si uno lo

ve”31

A lo largo de la historia reciente, varias corrientes y escuelas

han intentado analizar las características del liderazgo. Desde la

Teoría de los Grandes Hombres a inicios de siglo XX, donde

curiosamente se habla sólo de hombres, y donde se entendía

que el liderazgo era innato a las personas, sólo unos pocos

estaban elegidos para ejercer un liderazgo. Más avanzada fue la

Teoría de Rasgos, que intentaba descubrir que rasgos tenían

los líderes, de tal manera que al descubrirlos era posible poder

establecer programas de aprendizaje, esta teoría quedo

obsoleta con los estudios de R.M. Stogdill en 1948 que

demostraba que no existía una grupo de características que

definan universalmente el liderazgo. La siguiente evolución

sobre las teorías del liderazgo la podemos encontrar en las

teorías conductistas que guiaron a las nuevas escuelas de

estilos de liderazgo, donde se analiza lo que “es y hace” el líder,

definiendo así el mejor estilo de liderazgo, ya no basado en las

31 BENNIS, W. (1990): Cómo llegar a ser un gran líder. Norma, Bogotá

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

53

características o virtudes, sino en su actuación y forma de ser.

Por último, para completar este breve repaso histórico sobre

algunas de las teorías y estudios, cabe resaltar las aportaciones

de Stodgill que concluyó que las habilidades y características

que requiere un líder vienen determinada y condicionada por la

situación social e histórica en la que se encuentre.

Por ello, no vamos a definir un listado de características que ha

de tener inexorablemente el líder, sino que vamos a relatar

aquellas actitudes necesarias para ejercer un liderazgo

empresarial ético positivo y enriquecedor. Sin duda alguna la

primera de las características que debe tener un líder

empresarial son las ya mencionadas anteriormente para los

empresarios, una capacitación técnica sobre la materia en la

cual desarrolla su labor y las virtudes del emprendedor , pero

además de un buen empresario y emprendedor ha de ser un

buen líder.

El liderazgo es influencia, es decir, capacidad para movilizar y

conseguir que los demás actúen en la dirección deseada. Este

rasgo puede ser utilizado como un arma de doble filo tal como

se describía en la cadena aristotélica de la virtud y el vicio. El

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

54

liderazgo ejercido de manera positiva se convierte en

crecimiento y movilización positiva, por el contrario, ejercido de

manera negativa, puede convertirse en manipulación de las

masas y alineamiento.

El poder puede otorgar, incluso imponer, el liderazgo, pero esta

situación no es la más deseable. El poder y la autoridad son dos

conceptos distintos. El detentar poder no otorga autoridad de

manera automática, el liderazgo está ligado al concepto de

autoridad y no de poder. Una autoridad moral que permite el

reconocimiento de la influencia positiva ejercida por el líder.

Puede existir liderazgo sin autoridad pero sí con poder, pero

éste no se puede considerar el modelo de liderazgo ético que

estamos proyectando.

Una de las diferencias más significativas entre poder y liderazgo

la encontramos en su atribución a la persona. Mientras el poder

es otorgado por terceros como una atribución de competencias,

la autoridad es una cualidad que se gana la persona con su

decisión y actuación con el resto de la gente, es una cualidad

que se forja individualmente. El liderazgo se certifica por la

aprobación y asignación de forma voluntaria por terceros.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

55

Hay dos cuestiones del liderazgo que van unidas en la mayoría

de los casos: el carisma y la ejemplaridad. Difícilmente

podemos encontrar un líder con capacidad de influencia que no

sea carismático y que además, no sea visto como una persona

ejemplar. El líder ha de ser un modelo a seguir. Esta autoridad

y ejemplaridad se conjuga perfectamente con su carisma, es

decir, con su capacidad para empatizar con las otras personas y

proyectar su influencia con una racionalidad emocional difícil de

explicar. Hay que recordar que carisma en griego significa

divino.

Y por último, pero no menos importante, los valores. Un líder

que dispone de una capacidad de influencia importante, sea o

no carismático, ha de ser ejemplar y esa ejemplaridad le es

reconocida tanto por sus aptitudes, como por sus valores, “las

virtudes morales son cualidades de las acciones del decisor

cuya posesión perfecciona a la persona, perfecciona su

capacidad de autogobierno” 32 es decir su racionalidad y

32 LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”

en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.332. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

56

autogobierno. Un líder o es ético o no puede ser un líder, es

una condición irrenunciable.

Si hablamos de líderes empresariales esto se hace más evidente

e indispensable. Los modelos económicos capitalistas basan su

desarrollo en la confianza: lograr la confianza del mercado para

obtener financiación, la confianza de los clientes para la

comercialización y venta de sus productos, confianza en el

sistema productivo y financiero para el desarrollo de modelos

empresariales efectivos… si queremos afianzar la confianza sólo

hay un camino, un comportamiento empresarial ético.

El líder empresarial ético ejerce una influencia en una doble

dirección: hacia dentro, creando las condiciones necesarias para

el desarrollo de una actitud ética de la empresa además de

crear y potenciar una cultura organizacional ética, pero además,

una influencia hacia el exterior, convirtiéndose en una activista

social que mejore las condiciones en las que operan las

empresas a la vez que contribuye a la mejora social de la

empresa. No hay que olvidar que el último fin de la empresa en

mejorar el bien común.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

57

Las empresas del siglo XXI han de convertirse en

organizaciones que aprenden y mejoraran permanentemente,

han de transformarse en empresas inteligentes, en este

sentido, el líder empresarial ético también ha de jugar un papel

fundamental. De su acción formadora y pedagógica depende en

buena medida la voluntad de mejora que toda organización ha

de realizar para permanecer en el tiempo.

El liderazgo empresarial ético es también, enseñar, facilitar y

promover la formación ética de todas aquellas personas que

componen la empresa. Esta capacitación ética debe basarse en

un aprendizaje a través de la práctica y el ejercicio,

aprendiendo de la observación de modelos de comportamiento

ético dentro de la empresa, así como transmitiendo valores

que permitan el perfeccionamiento de la racionalidad de los

miembros de la empresa. Además de la participación en la

toma de decisiones sobre la implantación de procedimientos y

códigos éticos, es necesario que los trabajadores tengan la

oportunidad de seguir formándose y desarrollándose dentro de

la empresa. Los líderes empresariales éticos han de comprender

que los trabajadores son el primer activo de la empresa, y por

lo tanto, han de contar con el apoyo y refuerzo de toda la

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

58

empresa en su mejora permanente. La mejora de los

trabajadores produce la mejora de la empresa, “los liderazgos

responsables empujarían en la dirección de construir

organizaciones donde las personas están en el centro, desde la

convicción que este modelo de empresa redunda positivamente

en la organización y en el conjunto de la sociedad” 33

Los trabajadores juegan un papel fundamental en la empresa

aunque sean lo que menos responsabilidad tienen dentro de la

escala jerárquica empresarial, pero si queremos transformar la

vieja visión jerárquica empresarial en una cadena de valor es

necesario que los trabajadores y trabajadoras se sientan

implicados en la gestión ética de la empresa, y no sólo eso, sino

que además han de poder desarrollar su responsabilidad dentro

de la misma de manera libre. Tal como ya hemos dicho, sólo se

puede exigir responsabilidad cuando exista libertad, sólo hay

ética si hay libertad.

33 MORENO PÉREZ, C.M. (2012): “Ética empresarial y liderazgos responsable” en El

modelo de la empresa en el siglo XXI: Hacía una estrategia competitiva y

responsable. Germán GRANDA REVILLA, G. Y CAMISON, R. (Directores). Forética.

Ediciones Cinca. Pág, 43 Madrid 34-46

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

59

Las empresas y sus máximos directivos tienen la

responsabilidad de desarrollar procedimientos e instrumentos

que permitan y favorezcan la actuación ética de los

trabajadores, además es necesario que existan espacios o

canales que faciliten la participación y la resolución de conflictos

éticos dentro de la empresa. Hay que recordar que la ética es

personal y si queremos empresas éticas no se pueden producir

restricciones de derechos y libertades. La falta de ética de la

empresa o de sus directivos no puede llevar aparejado que a

los trabajadores se les coarte su libertad y por lo tanto su

capacidad para ser responsables y éticos.

La participación de los trabajadores en la confección de

documentos éticos no es muy habitual, en un estudio realizado

por el IESE Businesd School 34 sobre las 500 empresas

españolas, sólo el 5,3% de las empresas afirmaban que los

códigos éticos o de conductas se habían confeccionado a través

de procesos participativos. Por lo tanto, si los trabajadores no

han participado en la elaboración de estos códigos, difícilmente

se verá reflejada la visión ética de los mismos, lo que termina

34 VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa

españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

60

convirtiendo estos documentos en un compendio de normas

internas punitivas que distan mucho de la verdadera filosofía y

correcta aplicación de una gestión integral de la ética

empresarial.

Para evitar los conflictos que se pueden generar entre los

comportamientos éticos de los trabajadores y los códigos de

conducta de la empresa, es necesario que todos participen en

su elaboración, un proceso abierto que enriquezca y acreciente

el êthos de la empresa.

Los valores que se recogen en los códigos éticos no pueden

convertirse en meras normas de obligado cumplimiento, es

necesario que estos códigos sean interiorizados como

elementos estructurales de la empresa, tanto para la

consecución de acciones, como en las aptitudes de cada una de

las personas que configuran el corpus de la empresa. Los

valores deben ser parte del “cuore” de la misión y de la visión

de la acción empresarial y por ello, es imprescindible la

participación de los trabajadores y trabajadoras, además de

todos aquellos que configuran y constituyen la empresa.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

61

Las empresas del siglo XXI son organizaciones de personas, y

por ello, su base diferencial la constituye los propios

trabajadores. No se puede entender una empresa ética sin

trabajadores éticos. La ética empresarial comienza por las

personas que configuran la empresa. Por ello es necesario, la

participación de los trabajadores en la confección del sistema

ético de la empresa, establecer mecanismos de refuerzo de los

comportamientos éticos de los trabajadores, y además es

imprescindible la implementación de procesos formativos

permanente como elemento diferencial de organizaciones

sociales y empresariales que aprenden constantemente.

Sin duda alguna, el factor determinante para la implantación

de modelos éticos dentro de la empresa se debe al papel

ejercido por parte de los directivos de la misma. Si existe un

verdadero liderazgo empresarial ético, la empresa, tanto sus

estructuras como sus recursos humanos, harán que las

actuaciones éticas estén imbricadas en la realidad cotidiana de

la acción empresarial.

Adela Cortina expresa que “la ética empresarial no es una parte

de la responsabilidad social, sino justo al revés la

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

62

responsabilidad social es una dimensión de la ética

empresarial” 35. La empresa ética produce un bien público en la

medida en que, no sólo crea riqueza material, sino contribuye a

crear un clima de confianza, una buena sociedad, que es el

auténtico sentido de lo económico” En definitiva: Good ethics

are good business. Si la ética va bien, los negocios también.

35 CORTINA, A. (2009): “Ética de las empresas: no sólo Responsabilidad Social”.

Revista Portuguesa de Filosofía. Pag, 119. Braga (Portugal) 113-127

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

63

Capítulo tres:

Responsabilidad social de las empresas: un instrumento para

una economía humanizadora.

Efectivamente como bien dictamina Adela Cortina la

responsabilidad social empresarial deben de ser instrumentos

cuando hablamos de ética empresarial. La implementación de

prácticas éticas no puede ser un elemento que actúe de cortina

de humo para tapar prácticas no éticas dentro de la acción

empresarial, o como una mera moda. Insistimos que la

aplicación de estos instrumentos no otorga una actuación ética

empresarial.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no puede

convertirse en un elemento de propaganda de las empresas, o

como una mera colección de distinciones que son utilizadas de

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

64

manera utilitarista para la obtención de la confianza del

consumidor. La RSE es la sistematización y puesta en práctica

de una visión real de la ética empresarial.

Si inicialmente realizamos un análisis conceptual de la RSE,

tendríamos que definir los tres términos que la constituyen por

separado: responsabilidad, social y empresarial. Para empezar a

delimitar los tres conceptos tomaremos como referencia la

definición que hace el Diccionario de la Real Academia de la

Lengua Española para cada uno de los tres términos:

Responsabilidad:

1. Cualidad de responsable.

2. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por si o por

otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa

o de otra causa legal.

3. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del

posible yerro en cosas o asunto determinado.

4. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho

para reconocer y aceptar las consecuencias de hecho

realizado libremente

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

65

Social

1. Perteneciente o relativo a la sociedad

2. Perteneciente o relativo a una compañía o sociedad, o a

los socios o compañeros, aliados o confederados

Empresarial

1. Perteneciente o relativo a las empresas o a los

empresarios

Como vemos, a tenor de las definiciones, podemos concluir que

de los tres términos que compone el concepto RSE, la

responsabilidad es el que da lugar a más interpretaciones que

dan pie a configurar distintos modelos de actuación.

También es interesante la definición que obtenemos de la

palabra social, ya que nos permite inferir que podemos hablar

de una responsabilidad tanto hacia dentro de la empresa, como

hacia fuera. De esta manera la empresa se configura como una

institución social inmersa en un entramado socioeconómico y

cultural que constituye la sociedad en su conjunto, pero

además, ofrece esa visión interna de la empresa en lo relativo a

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

66

su configuración, “desde los socios a los aliados”, es decir,

desde la dirección de la empresa a los stakeholders.

En cuanto al tercer componente de la RSE, empresarial, se

trata de todo aquello que tiene que ver no sólo con la empresa,

sino además con los empresarios. Es importante esta última

acepción en el sentido de que la responsabilidad social ha de

incluir tanto a la empresa como institución socio-económica, y a

los empresarios como líderes éticos de las acciones

empresariales que realiza todo el conjunto de la misma.

Pero vamos a centrarnos en el concepto responsabilidad y las

tres acepciones que establece el diccionario de la Real

Academia de la Lengua:

1. Para la mayoría de la gente la responsabilidad está

estrechamente ligada con la culpa, es decir, la

consecuencia de una acción equivocada que ha de ser

penada o sancionada. Tal como podemos observar esta

idea está recogida en la segunda acepción de la

definición de la RAE, abundando en esta visión Garcia-

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

67

Maza (2007)36 argumenta que esta definición no puede

ser considerada correcta si hablamos de la

responsabilidad de las empresas por dos cuestiones: “la

responsabilidad es un concepto más amplio desde el

momento en que también somos responsables de los

bienes que causamos” aunque está es una idea muy

discutible, ya que el hacer el bien es algo más que una

responsabilidad, es sin duda el camino correcto que ha

de guiar nuestro comportamiento social y ético. Por otro

lado, García-Maza, en el mismo artículo, también

argumenta que “no somos solo responsables de las

acciones pasadas, también lo somos de las acciones

posibles”. La responsabilidad no se puede limitar a

actuaciones pasadas, sino que además, debe tenerse en

consideración cómo afectaran las decisiones

36 GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una

aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de

Valparaiso (Chile) 183-204

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

68

empresariales a corto y largo plazo. Responsabilidad

pasada, presente y futura.

2. Otra de las acepciones que encontramos en la definición

que realiza la RAE sobre la palabra responsabilidad, está

ligada al concepto de “libertad”. Como ya hemos

comentado, sólo podemos ser responsables de nuestras

acciones cuando estas han sido tomadas libremente. Sin

libertad de elección no puede haber ni responsabilidad,

ni actuación ética. Esta acepción nos abre muchos

interrogantes y conflictos dentro de la empresa, tal es

así, que podemos encontrarnos con decisiones

empresariales que han de ejecutar los trabajadores sin

otra posibilidad para estos que no sea su cumplimiento.

Efectivamente sólo podemos exigir responsabilidad a las

personas sobre las acciones que han podido realizar en

libertad, la empresa en este sentido ha de procurar que

todos los trabajadores de la empresa puedan actuar de

manera responsable.

3. La tercera de las acepciones que nos da el diccionario de

la RAE es la que más nos interesa para hablar de la

responsabilidad social empresarial, “Cargo u obligación

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

69

moral que resulta para alguien del posible yerro en cosas

o asunto determinado.” Una visión más enriquecedora,

preventiva y proactiva de la responsabilidad. La

responsabilidad empresarial no puede limitarse al

cumplimiento de la legislación vigente, ni tan siquiera a

su visión punitiva, la responsabilidad debe ir más allá, ha

de configurarse como una obligación moral, una manera

de ser y actuar, una forma de entender nuestra acción.

La acción de la empresa no puede realizarse sin tener en

consideración, además por supuesto de las estrictamente

legales, aquellas cuestiones sociales, culturales e incluso

de derechos que nos amparan. Por eso, la

responsabilidad social empresarial ha de ir más en la

línea de convertirse en una “obligación moral” que

impregne todas las áreas, decisiones y acciones de la

empresa.

Después de este acercamiento por separado de cada uno de los

componentes que configuran la RSE, es necesario realizar una

aproximación a las diferentes definiciones que han producido

algunos autores a lo largo de la historia reciente, veamos como

la definen estos autores:

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

70

1. Davis (1960)37: “Decisiones y acciones de los directivos

que han sido tomadas por razones que van más allá del

interés económico directo o técnico de la empresa. El

término se refiere a las obligaciones socio-económicas y

humanitarias respecto a otros”

2. Sethi (1975)38: “Llevar el comportamiento corporativo a

un nivel en el que sea congruente con las normas

sociales, valores y expectativas de rendimiento

preponderantes”

3. Carrol y Buchholtz (2000)39: “La responsabilidad social

corporativa comprende expectativas, económicas,

legales, éticas y filantrópicas que la sociedad deposita en

la empresa en un momento determinado”

37 DAVIS, K. (1960): “Can business affrord to ignore social responsabilities?”

California Management Review, 2:3, p 70

38 SETHI, S.P. (1975): “Dimensions of corporate social performance: An analytic

fraamwork” California Management Review, 17:3 Spring 58-64

39 CARROLL, A.B, AND BUCHHOLTZ, A.K. (1979): Business and society: ethics and

stakeholders management (4th edition) Concinnati: Thomson Learning

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

71

4. Boatright (2007)40: “La responsabilidad social implica la

selección de objetos corporativos y la evaluación de los

resultados no sólo por criterios de rentabilidad y

bienestar organizativo sino también estándares éticos y

juicios de convivencia social”

5. RACEF (2007)41: “ La RSE en la empresa estaría

conformada por el conjunto de actividades responsables

que realiza la empresa a lo largo de toda la cadena de

valor en los ámbitos económico, social y ambiental que

van más allá del cumplimiento legal”

Como podemos ver, existe un denominador común en las

distintas definiciones que han realizado los autores citados: la

RSE es entendida como acciones voluntarias emprendidas por

las empresas. Pero con estas definiciones no podemos delimitar

que es la RSE, ni que acciones configuran el corpus de la

acción socialmente responsable de la empresa, su ethos social

responsable y ético.

40 BOATRIGHT, M., and J.G. FRYNAS (2005): “Setting corporate social responsibilityin

the devoloping world” International Affairs, 81 (3) 499-513

41 VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una

nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

72

Para entender que es la RSE es necesario definirla, como

hemos hecho hasta ahora, pero no sin antes delimitar que

actuaciones pueden ser consideradas como acciones

socialmente responsables y cuáles no. La RSE no es una

estrategia empresarial mercantilista, no es filantropía, no es

cooperación al desarrollo, no es mecenazgo socio-cultural, no

es una legislación, no es una campaña de marketing ni una

estrategia comercial, no es una acción a corto plazo y sobre

todo, no es exclusivamente propia de las grandes corporaciones

empresariales. La RSE no puede ser un paquete de buenas

acciones, no planificadas, ni sistematizadas en busca de

objetivos cortoplacistas de rentabilidad económica.

No podemos entender la RSE como una moda pasajera, ni

solamente una estrategia de marketing, algo que otorga buena

reputación a nuestra empresa. No se trata de ofrecer una

imagen de marca vacía, sin un compromiso social real. En

muchas ocasiones, las actuaciones de RSE han surgido como

respuesta a una campaña de desprestigio de una marca o de

una empresa. En estos casos, estas acciones han venido

sobrevenidas por un escándalo medio-ambiental o social

protagonizada por la mala praxis de las empresas.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

73

Podemos ver algunos ejemplos de estas prácticas: la revista

LIFE en un artículo en Junio de 1996 denunciaba a la empresa

Nike por la utilización de niños pakistanís en el cosido de sus

balones. Las empresas Exxon y BP fueron las causantes de

vertido de petróleo en el Golfo de México en 1989 y 2010

respectivamente. La empresa Union Carbide propietaria de una

planta de almacenamientos de productos químicos en Bhopal

(India) fue la responsable de una fuga de gas que provocó la

muerte de 18.500 personas. Estas malas prácticas provocaron

la caída del precio de las acciones de las empresas que se

devaluaban poniendo en riesgo su propia marca y el

mantenimiento de la empresa. Como solución a esta

devaluación de la marca las empresas gastaron millones de

dólares en campañas de “lavado de imagen” de sus propias

empresas, medidas puntuales para paliar los devastadores

efectos que en estas empresas habían producido los

escándalos. Estas actuaciones empresariales no pueden ser

consideradas buenos ejemplos de gestión empresarial, ni tan

siquiera puede ser considerada RSE, ni mucho menos puede

ser un modelo a seguir. La responsabilidad social de las

empresas no es una acción de maquillaje, ni una actuación a

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

74

posteriori tras la pérdida de confianza de los clientes o de la

sociedad en general ante las malas praxis de las empresas. La

RSE es ir más allá.

La Unión Europea aprobó el 18 de Julio de 2001 el Libro Verde

para “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad

social de las empresas”, un documento donde se establecía qué

se entendía por RSE: “Ser socialmente responsable no significa

solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino

también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en el

capital humano, el entorno y las relaciones con los

interlocutores”.

Hay que destacar que el libro verde establece claramente el

interés de la UE en la RSE, aunque sorprende que este interés

no sea entendido como una mejora social, ética y responsable

de las empresas con la sociedad, sino que la importancia del

desarrollo de la RSE es impulsado en la UE en la medida que

pueda contribuir positivamente al objetivo estratégico

establecido en Lisboa: “convertirse en la economía basada en el

conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de

crecer económicamente de manera sostenible con más y

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

75

mejores empleos y con mayor cohesión social”. LA RSE no

puede ser sólo una estrategia económica ni a corto ni a largo

plazo.

Para tener una visión más amplia de lo que supone la

implantación de políticas empresariales de responsabilidad

social podemos analizarlas desde el “punto de vista operativo”

42 definiendo qué mejoras ha supuesto la implantación de RSE

en las empresas:

1. Aquellas empresas que desarrollan políticas

empresariales responsables imbricadas en su manera de

actuar evitan conflictos, no sólo laborales, sino legales.

Como veíamos en la definición de responsabilidad, ésta

no puede ser interpretada como la consecuencia de una

acción, es decir de una manera punitiva, tiene que ser

tomada como una acción que evite poner a la empresa

42 DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía

ICE, nº 823. Madrid, 69-86

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

76

en riesgo por no aplicar conductas responsables.

2. Las actuaciones responsables de las empresas generan

buena reputación de las mismas, lo que permite evitar

conflictos comerciales o un menoscabo de las marcas

que hagan perder valor a las mismas. De esta manera

las empresas evitan conflictos con el mercado, ganando

a su vez en reputación de marca.

3. Las empresas que han adoptado medidas de fomento de

RSE y han conseguido imbricar estas políticas como ejes

centrales de su acción, consiguen dar más libertad a sus

trabajadores evitando así regulaciones innecesarias.

4. Igualmente, las empresas socialmente responsables

evitan litigios innecesarios al mismo tiempo que ganan

en reputación. Son sin duda un foco de atracción de

inversiones frente aquellas empresas que no consideran

que la RSE añada valor a su empresa. Las empresas

socialmente responsables son más atractivas a los

inversores que gracias a su acción responsable están

contribuyendo a su sostenibilidad económica.

La RSE es tal como establece la Comisión Europea en el Libro

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

77

Verde “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad

social de las empresas” aprobado el 18 de Julio de 2001: “…la

integración voluntaria, por parte de las empresas, de las

preocupaciones sociales y medioambientales en sus

operaciones comerciales y sus relaciones con sus

interlocutores” decisiones y actuaciones que han de ser

incluidas dentro de su propia cultura.

En Octubre de 2011 la Comisión Europea presentó la

“Estrategia Renovada de la Unión Europea sobre

Responsabilidad Social de las Empresas” donde la RSE toma un

nuevo impulso introduciendo una nueva definición. Con esta

nueva definición la UE trata de ir más allá, las empresas

además del cumplimiento de sus obligaciones legales, deben

desarrollar una actuación ética que le haga responsabilizarse

de sus acciones y omisiones presentes, pasadas y futuras. La

empresa pasa a formar parte del desarrollo armónico de la

sociedad.

La empresa actúa con eficiencia no sólo en la maximización del

valor capital para los propietarios o accionistas, sino que con su

acción responsable y liderazgo ético se convierte en un ejemplo

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

78

de ciudadanía corporativa. Por ello es necesario que las

empresas, además de actuar de manera socialmente

responsable, han de tener una actitud ética. En este sentido,

Rodríguez Ruiz y otros 43 recogen la teoría de Fisher en su

trabajo seminal del año 2004, donde estableció desde cuatro

enfoques las conexiones entre responsabilidad social y ética:

1. Un primer enfoque sostiene que la responsabilidad social

es ética en el contexto organizativo. Las personas tienen

ética, mientras que las empresas tienen responsabilidad

social.

2. Un segundo enfoque que sostiene que la responsabilidad

social se centra en el impacto de la actividad

empresarial, mientras que la ética se centra en las

actuaciones y conductas de las personas.

3. Un tercer enfoque que desvincula los conceptos de ética

y responsabilidad, y por lo tanto no entiende que están

relacionados.

43 RODRIGUEZ RUIZ, O., FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, J., MARTIN-CASTILLA, J.I., (2007):

“Percepción directiva de las relaciones entre responsabilidad social y ética

empresarial”. Boletín económico de ICE, Nº 2927. Madrid, 43-56

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

79

4. Un cuarto enfoque que determina que la responsabilidad

social es un concepto multidimensional, siendo la ética

una de sus dimensiones.

Tomando como referencia esta perspectiva multidimensional,

los autores infieren que “la responsabilidad social tiene que

afrontar la totalidad del espectro de obligaciones que la

empresa tiene hacia la sociedad: obtener beneficios, obedecer

a la ley, ser ético y ejercer, en definitiva, una ciudadanía

corporativa”.

Siguiendo esta perspectiva multidimensional, Carroll44 distinguía

cuatro tipos de responsabilidad que han de cumplir las

empresas: económica, legal, ética y filantrópica.

Responsabilidad económica: no sólo hacia dentro de la

empresa, es decir, la maximización de los beneficios de los

inversores de la empresa, sino además hacia fuera de la misma,

44 CARROLL, A.N. (1979): “A three-Dimensional Conceptual Model of

Corporate Performance”. The Academy of Management Review, vol. 4, nº 4.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

80

generando economía y riqueza en la sociedad.

Responsabilidad legal: en el cumplimiento de la legislación

vigente. Es una condición indispensable para la realización de

cualquier actividad. Las empresas han de ser garantes del

cumplimiento de la legislación. Esta responsabilidad es

ineludible y la base para el desarrollo de políticas socialmente

responsable de la empresa. Una empresa que no cumple con la

legalidad no puede ser socialmente responsable.

Responsabilidad ética: como ya hemos comentado, la ética

empresarial ha de configurarse como la columna vertebral de la

gestión empresarial. Una ética empresarial configurada a través

de un “sistema integral de gestión ética” y a su vez, un

liderazgo ético empresarial que permita además, generar una

dinámica ética en todos los niveles de la empresa, desde los

trabajadores hasta los inversores de la misma.

Responsabilidad filantrópica o social: las empresas son

entidades sociales y por lo tanto deben estar inmersa en la

sociedad, ser partícipe tanto de la mejora de la cohesión social,

como de la mejora de las condiciones de vida del territorio

donde está inmersa. Las empresas como entidades sociales no

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

81

pueden estar de espaldas a la realidad del entorno, han de

contribuir económica y socialmente, son ciudadanía corporativa.

Pero existen diversos enfoques y motivaciones para poner en

marcha este modelo de responsabilidad social dentro de las

empresas, Díaz Mier45 establece tres enfoques distintos:

utilitario, positivo, negativo.

1. Utilitario: “la responsabilidad social aparece como un

instrumento útil y capaz de ayudar a las empresas a

conseguir sus objetivos definidos en términos de

beneficios, rendimiento de las inversiones y volumen

de negocios”.

2. Positivo: “las empresas pueden estar automotivadas

para conseguir un impacto positivo, sin tener en

cuenta las presiones sociales para llevar a cabo

iniciativas en tal orden”

3. Negativo: “las empresas se vería obligadas a adoptar

iniciativas de responsabilidad social para adaptarse a

45 DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía ICE,

nº 823. Madrid, 69-86

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

82

las exigencias de los stakeholders”.

En un momento donde el utilitarismo social juega un papel

predominante y el individualismo está más enraizado en el

imaginario colectivo, es necesario defender y hacer valer los

valores del bien común. Un bien común, entendido no como la

suma de los bienes privativos, sino como el factor común de

una sociedad plural. Ante esta realidad, la empresa debe jugar

un papel fundamental en la constitución de una ciudadanía

corporativa éticamente responsable. Las empresas como

organizaciones sociales y económicas deben de actuar en

defensa del bien común.

La empresa, además de sus responsabilidades legales, tiene

que actuar de manera responsable y comprometida con el

desarrollo de la sociedad donde está inserta. Por ello, la

empresa debe de tener una visión más amplia de su función.

Ampliar su función social no significa que tenga que renunciar

a su papel de generar réditos económicos para sus

administradores para sólo ser un factor de desarrollo económico

para la comunidad.

Es imprescindible que la empresa vea la RSE como algo innato

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

83

a su funcionamiento, no como una lista de tareas a realizar, ni

como una campaña de marketing, ni tan siquiera como una

estrategia de generación de beneficios económicos a corto

plazo. La empresa debe ser socialmente responsable porque es

su deber, es una manera de dirigir bien. La RSE permite darle

una visión ética a la empresa. Una visión de organización social

y éticamente comprometida en todos los aspectos de su

actividad. Desde sus objetivos a sus acciones, hacia dentro y

hacia fuera de la organización.

La RSE es una actuación voluntaria adoptada desde la libertad,

por lo que compromete a la empresa a actuar de una manera

éticamente responsable y socialmente comprometida. La RSE

debe ir más allá, debe incluir a cualquier persona que esté

afectada o beneficiada por la consecución de los objetivos y las

acciones de la empresa, desde sus propios trabajadores y

trabajadoras hasta el conjunto de la sociedad donde ejerce su

actividad. Todos son empresa, todos son socialmente

responsables. Todas estas personas configuran los

stakeholders. La empresa debe identificar y tener en cuenta a

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

84

todos sus stakeholders. Goodpaster (1991)46 propone una

nueva síntesis en la teoría de los stakeholders, donde distingue

entre las obligaciones fiduciarias frente a los propietarios y

otras no fiduciarias y restringidas frente a demás implicados.

Podemos hablar así de stakeholders internos y externos.

Los stakeholders internos lo configuran el accionariado, los

directivos y directivas, así como los trabajadores y las

trabajadoras de la misma. En este sentido observamos que este

grupo de interés tiene una doble condición, por un lado se

configura como un beneficiario y por lo tanto como un

stakeholders, y por otro lado, actúa como garante de una

correcta ejecución de los objetivos y visión de la empresa desde

un punto de vista socialmente responsable.

La empresa, como ya hemos dicho anteriormente, es una

organización social además de económica, una comunidad de

personas que colaboran en un proyecto común. Por ello, se

debe buscar sus motivaciones atendiendo a los stakeholders

internos, conseguir una ciudadanía corporativa con

46 Goodpaster, K.E (1991): “Busidess ethics and stakeholdesanalysis” Business Ethics

Quarterly

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

85

participación activa, donde cada trabajador acomode sus

aspiraciones y se sienta participe de la construcción de la acción

de la empresa.

Junto a los stakeholders internos debemos incluir a los

proveedores y agentes colaboradores estratégicos de la

empresa. Una empresa que actúa de manera socialmente

responsable no puede descuidar ninguno de los aspectos que

están relacionados con su actividad. Esta acción de compromiso

puede actuar como revulsivo y locomotora para estos grupos de

interés, es necesario implicarlos en la implantación de procesos

socialmente responsables y estos a su vez deben de realizarlo

con sus grupos de interés. De esta manera se consigue una

extensión de la RSE.

Los stakeholders externos los configuran todos aquellos grupos

de interés de la empresa, ya sean afectados directamente por

la acción de la empresa, como aquellos, que indirectamente

puedan verse afectados por la misma. Si analizamos la

actividad de las empresas transnacionales es fácil descubrir

cuáles son sus stakeholders externos: comunidades indígenas,

grupos locales, pequeñas poblaciones, entidades menores,

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

86

grupos de presión…. Pero las pequeñas y medianas empresas

no pueden renunciar a descubrir quienes configuran sus

stakeholders locales y una vez descritos, establecer procesos de

diálogos abiertos.

Identificar y trabajar con los stakeholders de la empresa, ya

sean grandes o pequeñas empresas, implica una voluntad de

diálogo constructivo, donde la escucha y la reflexión sea la nota

característica de la interacción. Escuchar no significa dar la

razón necesariamente, sino abrir procesos de diálogo y acuerdo

que beneficien a ambas partes. La empresa socialmente

responsable no puede vivir de espaldas a los intereses y

preocupaciones de sus stakeholders externos

La gestión de las aspiraciones, motivaciones e inquietudes de

los stakeholders internos y externos proporciona a la empresa

un valor añadido de compromiso con su entorno, es una acción

de responsabilidad. La empresa supera así el viejo paradigma

empresarial donde su único objetivo era la maximización de los

beneficios económicos, de esta manera la empresa crea

además un valor intangible.

De esta manera la empresa ya no es sólo entendida como una

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

87

entidad productora de bienes y servicios, sino como una

institución socioeconómica que actúa de manera ética

acrecentando su cadena de valor. Pero ya hemos dicho que la

RSE no puede ser la adopción de medidas aisladas o no

sistematizadas, en este sentido Garcia-Marzá nos habla de la

necesidad de implantación en las empresa de un “sistema

integrado de gestión ética”47 que facilite el desarrollo de

prácticas y actitudes éticas no sólo de la empresa, sino de

todos y cada uno de los actores que configuran la misma.

Hay tres elementos o herramientas imprescindibles para el

desarrollo de un “sistema integrado de gestión ética” en la

empresa: el código ético, la auditoría ética, y el comité de ética,

tres elementos que están interrelacionados en un sistema que

sistematiza la institucionalización del comportamiento moral,

social y ético que toda empresa debe cumplir.

El código ético es la expresión y compromiso de la empresa con

47 GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una

aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de

Valparaiso (Chile) 183-204

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

88

el cumplimiento con sus obligaciones éticas y sociales. Es un

compromiso que va más allá del cumplimiento de la legislación

vigente. Desde la aparición de los escándalos financieros que

han puesto de relieve las prácticas fraudulentas y nada éticas

de los directivos de las entidades financieras de medio mundo,

estas se apresuraron a aprobar códigos éticos que obligaba

sobre todo a los directivos que forman los consejos de

administración de las entidades financieras a una actuación

responsable y ética.

Para ilustrar estos códigos éticos, hemos cogido como

referencia los documentos de siete empresas del IBEX35. Hay

que señalar que en la mayoría de los casos de las empresas

cotizadas en el IBEX35 se utiliza la nomenclatura “código de

conducta” como referencia a los citados documentos éticos. No

se pretende tener una significación estadística, sino mostrar un

ejemplo de cómo actúan empresas españolas de distintos

sectores como son: telecomunicación, obras públicas,

alimentación, transporte, banca, tecnología y textil.

Encontramos aspectos comunes en todas ellas:

1. Las siete empresas analizadas utilizan la nomenclatura

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

89

“códigos de conducta” como referencia a los

documentos relacionados con la actuación ética de la

empresa

2. En todas ellas, el primer apartado hace referencia a

principios generales de actuación, se trata de

enunciados generalistas que se ciñen a un esquema

de ética de máximos.

3. Todas estas empresas establecen códigos de

conducta y tratamiento con terceros: clientes,

proveedores, empresas colaboradoras, contratistas y

accionistas principalmente

4. Otros de los temas recurrentes en todos los

documentos es la transparencia en la información y la

conducta ética referida a sobornos y aceptación de

regalos. Aquellas empresas que tienen un contacto

más directo con la administración también dedican un

apartado especial a la prevención prácticas ilegales

referidas a la relación con funcionarios públicos.

5. Existe una serie de temas socialmente aceptados por

todos que se incluyen de manera recurrente: trabajo

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

90

infantil, respeto de los derechos de los trabajadores,

igualdad de oportunidades, seguridad en el trabajo…

Estas planteamientos quedan como meras

declaraciones de intenciones, ciertamente la realidad

dista mucho ser tal como aparece en estos códigos de

conducta.

6. Otro de los temas comunes a los siete documentos

analizados es el referido al compromiso social y

medioambiental que aparece como una declaración

explícita de respeto y responsabilidad por parte de las

empresas.

7. En cuanto a la redacción que podemos observar en los

siete documentos hemos podido comprobar que

algunas cuestiones que aparecen como compromisos

éticos están más bien relacionados con la política de

calidad de la empresa que con una actuación ética. En

muchas ocasiones se pretende utilizar estos

documentos de compromisos como enumeración de

una carta de servicios o apartados de un plan de

calidad de la empresa. Con estos planteamientos da la

sensación de encontrarnos con un documento

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

91

elaborados por parte del departamento de marketing

y no, como el compromiso firme de las empresas por

el respeto y protección de los derechos humanos.

El segundo elemento del sistema integrado de gestión ética lo

constituyen las auditorias. Las auditorias éticas son

imprescindibles para evaluar el cumplimiento por parte de la

empresa de sus compromisos con el respeto de los derechos

humanos y compromisos sociales recogidos en sus “códigos de

conductas”. Una auditoría que ha de ser anual y en la que se

debe reflejar fidedignamente la realidad ética de la empresa. Es

necesario que eleve conclusiones, recomendaciones y

propuestas de mejora que ayuden a garantizar el

fortalecimiento ético de las empresas. Respecto a las auditorias

éticas de las empresas analizadas todas ellas incluyen éstas en

el informe de Responsabilidad Social Corporativa (RSE) que

realiza la empresa. En la mayoría de los casos, las empresas

cuentan con “buzones de sugerencias” o con mecanismos de

denuncia que permite a cualquier persona relacionada con la

empresa poder cursar una reclamación. Actualmente existe una

tendencia de encargar estas auditorías, principalmente nos

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

92

referimos a las auditorias de RSE, a consultoras especializadas

en procedimientos auditores. Aunque pueda parecer una

manera efectiva el tener una auditoría externa imparcial, es

necesario que en los procedimientos de auditoria se incluya la

participación de las personas relacionadas con la empresa en

todos sus aspectos. Este procedimiento ha de ser participativo y

participado. Claro está, que si los documentos de compromisos

éticos no han sido el fruto de la participación de los distintos

actores de las empresas, se hace difícil entender que la

auditoría, que puede implicar la pérdida de reputación de la

empresa por la puesta de relieve de malas prácticas, se abra a

la participación.

Por último, el tercer elemento imprescindible en el desarrollo de

un sistema integral de gestión ética, son los Comités de ética.

Estos comités son los encargados de velar por el cumplimiento

de los códigos aprobados por la empresa. Así mismo, actúan de

órgano de gestión de las reclamaciones y denuncias que

pudieran producirse. Otra de las funciones que ejercen es

actuar de consejo de asesor ético para cuestiones que no se

recojan dentro de los códigos, así como para el análisis de

decisiones que se tomen dentro de la empresa y que requieran

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

93

un análisis ético de las mismas. Estos comités es conveniente

que estén formados por personas de diversos niveles dentro de

la empresa, de tal manera que pueda dar una visión más real e

imparcial. En nuestro caso, de las siete empresas seleccionadas

del IBEX35 hemos podido comprobar que los comités están

formados entre 3 y 5 personas, todas ellas elegidas por el

Director General o Presidente de la empresa y que

fundamentalmente representan a los departamentos

relacionados con las políticas de RSE y recursos humanos. En

ningún caso podemos encontrar que en estos comités estén

presentes representantes de los trabajadores, proveedores o

incluso clientes. Otra de las cuestiones que llama la atención es

que estos comités dependen orgánica y funcionalmente del

Presidente de la empresa, o en su caso, del Director General,

circunstancia que le resta sin duda alguna imparcialidad al

trabajo que realizan.

Pero, profundicemos más sobre esta gestión de la ética

empresarial. En el año 2000 IESE Business School 48 publicó un

estudio sobre las políticas éticas en las 500 mayores empresas

48 VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa

españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

94

españolas. Tras las respuestas recibidas la muestra quedo

configurada por 106 empresas de diversos tamaños, desde los

750 trabajadores a empresas de más de 30.000 trabajadores y

que recogía información de 14 sectores industriales y de

servicios. En este caso, los cuestionarios fueron

cumplimentados por altos cargos de las empresas (62,3%),

pero además fue rellenado por el Director General (28,3%),

Director de Recursos Humanos (20,8%) y por el Director de

Comunicación (13,2%). Al mismo tiempo podemos comprobar

que el 83,8% de las empresas informaron que es el Director

General el responsable de las cuestiones éticas.

Sobre los documentos formales disponibles en la empresa, el

71% expresaron que contaban con ellos. En el mismo estudio

se refleja que el 62% de las 500 mayores empresas poseen

documento formal que incluye aspectos relacionados con la

ética empresarial, y un 43% de las empresas disponen de

Códigos de Conducta. Como ya hemos comentado

anteriormente la elaboración de estos Códigos y documentos

éticos no ha contado con una amplia participación, tan sólo el

3% de las empresas establecieron procesos participativos, por

el contrario, en el 46,7% de las empresas estos documentos

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

95

fueron redactados por altos directivos de las mismas.

Respecto a la motivación para la confección de estos

documentos existe unanimidad en todas ellas sobre el principal

motivo: Difundir la filosofía corporativa de la empresa (6,5/7).

Por otro lado, en la parte baja de los motivos para implementar

códigos éticos podemos encontrar: Proteger la firma de

acciones legales (3,5/7) y Proporcionar una ventaja competitiva

(4,5/7).

Por último, cabe también reseñar, según el estudio

mencionado, que las empresas que disponen de documentos

éticos están más implicas en el desarrollo de un sistema

integrado de gestión ética en la empresa que aquellas que no

disponen de documentos, en cuestión estas empresas realizan

auditorías (26,7%) y cuentan con oficina especial (14,7%)

además de disponer de procedimientos formalizados para

gestionar los problemas éticos (24%).

Aunque se trate de un estudio exploratorio del año 2000,

podemos comprobar como las empresas españolas ya estaban

apostando por una gestión ética, queda mucho por hacer,

institucionalizar la ética dentro de la gestión empresarial no es

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

96

tarea fácil, ha de suponer la sistematización de los

procedimientos, la creación de documentos e instrumentos que

permitan llevar a cabo ésta y la implicación activa de todos las

personas que configuran a la empresa y en especial de un

liderazgo empresarial ético que impulse la implantación de un

sistema integrado de gestión ética dentro de la empresa.

Hasta ahora hemos dado una versión de la RSE poniendo el

foco en la empresa, en la actuación con los stakeholders y la

gestión de la ética empresarial. Pero está es una acción de

conjunto, una acción coordinada que implica tanto a la sociedad

civil organizada, las administraciones públicas y las instituciones

supranacionales.

En este sentido existen varias iniciativas de sistematización e

implementación de la responsabilidad social en las empresas.

Se trata de recomendaciones y acciones voluntarias que han de

implementar las empresas para el cumplimiento de la

Responsabilidad Social Empresarial

Por un lado podemos encontrar la SA8000 desarrollada por la

Social Accountability International (SAI) que establece unos

mínimos de cumplimientos que han de desempeñar las

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

97

empresas que deseen certificarse como empresas socialmente

responsables. Entre otros convenios y tratados se incluyen: la

Convención de los Derechos Humanos, la Convención de las

Naciones Unidas de los Derechos del Niño, la Convención de

Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de

discriminación contra la mujer, la Convención sobre salud y

seguridad en el trabajo…

Otra norma existente es la AA1000 desarrollada por el Intitute

for Social and Ethical Accountability, que fue concebida para

ayudar a las empresas: en la configuración de sus objetivos, la

elaboración de auditorías e informes, así como mecanismos de

retroalimentación. Se divide en cinco fases: Planificación,

Responsabilidad, Auditoria, Integración, Implicación.

Por último y quizá la más importante la ISO 26000 “Guía sobre

responsabilidad social” desarrollada por la organización

Internacional de Estandarización (ISO), ofrece agregar valor al

trabajo sobre la responsabilidad social. Esta norma contiene

guías “voluntarias” en siete materias fundamentales:

1. Gobernanza de la organización

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

98

2. Derechos Humanos

3. Prácticas laborales

4. Medio ambiente

5. Prácticas justas de operación

6. Asuntos de consumidores

7. Participación activa y desarrollo de una comunidad

La ventaja que ofrece esta normativa sobre otras existentes

radica en la participación de 83 países, 450 expertos

participantes en su confección así como 210 observadores en

todo el mundo. En definitiva, se trata de una norma

mundialmente aceptada y reconocida, tanto por las

organizaciones empresariales, las instituciones de más de 99

países, así como 42 organizaciones internacionales.

Pero la iniciativa más importante desarrollada para el fomento y

desarrollo e implantación de políticas socialmente responsables

dentro de la empresa la puso en marcha as Naciones Unidas.

La creación del Pacto Global (Global Compact) es la mayor

iniciativa de ciudadanía corporativa impulsada a nivel

internacional por el cual las empresas se comprometen a

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

99

alinear sus estrategias y operaciones en diez principios

universalmente aceptados por todos. Estos diez principios que

deben ser asumidos por las empresas están distribuidos en

cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares

laborales, medio ambiente y anticorrupción. El Pacto Mundial es

el mayor ejemplo de ciudadanía corporativa del mundo.

El Pacto Mundial (Global Compact) es una iniciativa para

desarrollar políticas empresariales socialmente responsable que

permitan una ciudadanía corporativa para un desarrollo

sostenible: “una especie de compromiso mundial de las grandes

compañías en favor del cumplimiento de unas bases mínimas

de ética en los negocios, decencia en los marcos laborales y

compromisos medio ambientales” 49 . Los objetivos que

persigue el Pacto Mundial de Naciones Unidas van encaminados

a:

1. Incorporar los 10 principios en las actividades

empresariales de todo el mundo.

49 JAUREGUI ATONDO, R. (2012) “Estudio preliminar. Un camino por hacer”

Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ

CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial, Pag, 4. Granada 3-12.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

100

2. Canalizar acciones en apoyo de los objetivos más

amplios de las Naciones Unidas, incluidos los Objetivos

de Desarrollo del Milenio.

La aceptación e implementación de este conjunto de valores y

principios por parte de las empresas participantes compromete

a estas, a la transparencia tanto en la información como en el

seguimiento de la acción responsable. Esta plataforma

internacional de ciudadanía corporativa mundial permite

además, el intercambio de experiencias y la implantación de

códigos de conducta o estándares de actuación éticas y

socialmente responsables.

Los diez principios están ligados a principios básicos de

comportamiento social. Unos principios fundamentados en el

respeto de la dignidad de las personas y el bien común. Estos

principios básicos de ciudadanía han de convertirse en una guía

de trabajo, una forma de gobernar de manera correcta y

consecuente la empresa. Estos diez principios organizados en

cuatro grandes áreas son:

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

101

Derechos Humanos:

Principio 1: Las Empresas deben apoyar y respetar la protección

de los derechos humanos fundamentales reconocidos

universalmente, dentro de su ámbito de influencia.

Principio 2: Las Empresas deben asegurarse de que sus

empresas no son cómplices de la vulneración de los derechos

humanos

Estándares Laborales:

Principio 3: Las empresas deben apoyar la libertad de

Asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la

negociación colectiva.

Principio 4: Las Empresas deben apoyar la eliminación de toda

forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción

Principio 5: Las Empresas deben apoyar la erradicación del

trabajo infantil.

Principio 6: Las Empresas deben apoyar la abolición de las

prácticas de discriminación en el empleo y ocupación.

Medio Ambiente:

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

102

Principio 7: Las Empresas deberán mantener un enfoque

preventivo que favorezca el medio ambiente.

Principio 8: Las empresas deben fomentar las iniciativas que

promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

Principio 9: Las Empresas deben favorecer el desarrollo y la

difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente

Anticorrupción:

Principio 10: Las Empresas deben trabajar en contra de la

corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el

soborno.

Como podemos comprobar, los principios establecidos en el

Pacto Mundial de Naciones Unidas configuran un corpus de

responsabilidad ética que cualquier empresa debería cumplir.

Las empresas firmantes del Pacto Mundial de Naciones Unidas

además de sellar su compromiso con el cumplimiento de los 10

principios, se comprometen a la elaboración de informes de

progreso anuales (COP) donde reporten las acciones realizadas

e implementadas en pro de la implantación de los 10 principios.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

103

El fin de la Comunicación de Progreso (COP) es ir dando cuenta

del cumplimiento de los objetivos, es en definitiva un

compromiso de transparencia y buen hacer. La Comunicación

de Progreso sirve además de vehículo para dar información a

los grupos de interés de la empresa sobre sus esfuerzos en

implementar los principios del Pacto. A su vez, estas

comunicaciones son una herramienta eficaz para promover el

diálogo entre los accionistas y los stakeholders de la empresa.

Desde su creación hace 10 años, en España la Red Española del

Pacto Mundial de Naciones Unidas incorpora a 2.522 entidades

según los datos de la propia institución. El perfil de las

empresas adheridas al Pacto Mundial en la red española pude

resumirse de la siguiente manera: el 12% corresponde a

grandes empresas, el 75% son pequeñas y medianas empresas

y un 13% está constituido por entidades del tercer sector,

sindicatos e instituciones educativas entre otras. Un buen

ejemplo que demuestra que la implantación de políticas de RSE

no es exclusivo de las grandes empresas.

Por último, dentro de las instituciones internacionales que

impulsan la implantación de políticas socialmente responsables

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

104

en la empresa, hay que destacar el papel del Global Reporting

Initiative (GRI) que tiene como fin impulsar la elaboración de

memorias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones.

GRI es una organización sin ánimo de lucro que fue fundada

por CERES y el Programa de Naciones Unidas para el Medio

Ambiente (PNUMA) en el año 1997. Su misión estaba

encaminada a impulsar “una economía sostenible donde las

organizaciones gestionen responsablemente su desempeño e

impactos económicos, ambientales y sociales, y elaboren

memorias de una forma transparente”. Para hacer real esta

misión el GRI impulsa la implantación como práctica habitual

de memorias de sostenibilidad.

Estas memorias de sostenibilidad “exponen la información

acerca del desempeño económico, ambiental, social y de

gobierno de la organización”. Gracias a la elaboración de estas

memorias de sostenibilidad las empresas mejoran su reputación

así como le ayudan a comprender los riesgos y oportunidades

que derivan de su actividad empresarial. Las memorias de

sostenibilidad son herramientas claves para comunicar los

impactos de sostenibilidad positivos de la empresa y además,

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

105

una herramienta de análisis para corregir los negativos. Un

ejercicio imprescindible de transparencia.

Las empresas españolas son un buen ejemplo en lo

concerniente a la aplicación de estándares de transparencia y

reporte de actividad. Según los datos del Ministerio de Empleo,

la evolución de la participación de empresas españolas tanto en

el Pacto Mundial como en el GRI es espectacular. En 2002 tan

sólo 7 empresas hicieron uso del paradigma de rendición de

cuentas que marca el Global Reporting Iniciative, en el año

2011 fueron ya 186 empresas. En lo concerniente al número de

compañías firmantes del Pacto Mundial, hemos pasado de 62

empresas en el año 2002 a 1.381 empresas en el año 2013. Un

compromiso decidido del empresariado español por la

implantación de políticas empresariales socialmente

responsable, la transparencia y rendición de cuentas.

Pero este avance se ha visto impulsado en gran medida gracias

al empuje que ha venido ejerciendo la Administración General

del Estado y las instituciones políticas. La primera iniciativa

tomada a este respecto fue adoptada por el Pleno del Congreso

de los Diputados el 27 de Diciembre de 2002 que acordó la

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

106

creación de una Comisión Técnica de Expertos para la

elaboración de un informe de responsabilidad social de la

empresa. A esta Comisión Técnica hay que unirle el trabajo

realizado por la subcomisión parlamentaria para el estudio de la

responsabilidad social empresarial en España dirigida por el

diputado socialista Ramón Jáuregui que permitió la recopilación

de las iniciativas y tendencias emprendidas por las empresas y

la puesta en común de las mejores propuestas. Estas dos

iniciativas supusieron el embrión que permitió la creación del

“Foro de expertos sobre RSE” impulsado por el Ministerio de

Asuntos sociales y la “Mesa de Diálogo Social” formada por el

Gobierno, Organizaciones empresariales y Sindicatos.

Gracias a este trabajo realizado para poner en marcha la RSE

en España, el Ministerio de Asuntos sociales aprueba REAL

DECRETO 22/2008, de 15 de febrero, por el que se crea y

regula el Consejo Estatal de responsabilidad Social de las

Empresas (CERSE) como órgano asesor y consultivo pionero no

sólo en España, sino en Europa.

Otro factor fundamental para el fomento e implantación de

políticas de RSE en las empresas ha venido a través de la

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

107

legislación aprobada durante los últimos años, es especial hay

que ddestacar dos leyes:

1. Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad

efectiva de mujeres y hombres, que recogía la

implantación voluntaria de acciones de responsabilidad

social de las empresas en materia de igualdad de

oportunidades entre hombres y mujeres.

2. Ley 2/2001, de 4 de Marzo, de Economía Sostenible que

incluye cuatro referencias de impulso de la

responsabilidad social empresarial:

a. Artículo 27: sobre principios del buen gobierno

corporativo

b. Artículo 25: sobre sostenibilidad en la gestión de

las empresas públicas

c. Artículo 39: sobre la promoción de la

responsabilidad social de las empresas.

d. Disposición trigésima: donde se establece las

condiciones para la difusión de información

referida a las inversiones de los fondos de

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

108

pensiones, en lo concerniente a los criterios

sociales, medioambientales y de buen gobierno.

Tras tres años de parálisis legislativa en materia de RSE

recientemente el Gobierno ha presentado “La Estrategia

Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-

2020” que tiene como objetivo apoyar “el desarrollo de

prácticas responsables de las organizaciones públicas y privadas

con el fin de que se constituyan como un motor significativo de

la competitividad del país y de su transformación hacia la

sociedad y una economía más productiva, sostenible e

integradora”. Para ello la Estrategia Española establece como

principios:

1. La apuesta por excelencia empresarial como elemento de

mejora de la competitividad de las empresas.

2. La mejora de la eficacia de las organizaciones en la

promoción de la igualdad de oportunidades que facilite y

mejore la cohesión social.

3. La creación de valor compartido a través de colaboración

efectiva con los grupos de interés que genere impactos

positivos.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

109

4. La sostenibilidad tanto medioambiental como social que

favorezca un desarrollo sostenido en el tiempo para las

sociedades en las que se integra.

5. La transparencia como factor de ejemplaridad que

aumente la credibilidad y confianza en las empresas.

6. La voluntariedad por parte de las empresas para la

adopción de las medidas de responsabilidad social que

estimen oportunas. Esta voluntariedad debe ser la base

del cumplimiento de las expectativas que generen las

empresas.

El impulso de la Estrategia Española de Responsabilidad Social

de la Empresa es fundamental para crear un marco de

referencia común que permita impulsar y promover la RSE en

España. De esta manera se logra establecer la RSE como un

atributo de competitividad, de sostenibilidad y de cohesión

social.

Ciertamente, las administraciones públicas están haciendo

grandes avances en la promoción y difusión de la RSE, además

de concienciar a las empresas para que desarrollen políticas

empresariales socialmente responsable dentro de sus

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

110

organizaciones. Como vemos son muchas las posibles

estrategias a desarrollar, lo que si es cierto es que la

implantación de la RSE es tan imparable como necesaria.

Por otro lado, es exigible a las instituciones públicas que

aumente la protección de los derechos de los ciudadanos por

encima de los intereses particulares de las empresas. En este

sentido, el impulso de los Principios Rectores sobre las

empresas y los derechos humanos: puesta en marcha del

marco de Naciones Unidas para “proteger, respetar y remediar”

es un buen ejemplo de la implicación de las instituciones

públicas de ir más allá.

Pero hay que destacar también el impulso de la iniciativa

privada en pro de la promoción de la RSE. Iniciativas como la

Asociación Española de Directivos de RS (DIRSE) nacida en

2013 constituye la primera agrupación profesional y personal de

la RSE en España. Una iniciativa que pretende dignificar la

función directica de los responsables de RSE. Sus objetivos

fundacionales recogidos en sus estatutos son:

La Asociación tiene como fines el apoyo a, y la

promoción, la formación permanente y el reconocimiento

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

111

singular y profesional de, la función específica que

desarrollan los directivos y ejecutivos de responsabilidad

social en sociedades, instituciones, asociaciones,

fundaciones y en cualquier otro tipo de organización ya

sea pública o privada.

A estos efectos, la Asociación entiende la responsabilidad

social (siguiendo las directrices de la Unión Europea)

como la responsabilidad de las empresas, instituciones u

organizaciones por sus impactos en la sociedad y

trabajará en los ámbitos económico y social, de

gobernanza y transparencia, medioambiental y de los

derechos humanos y laborales y en la gestión ética y

prácticas justas de operación

Como hemos podido ver en los distintos documentos, desde el

Libro Verde la Unión Europa o la Estrategia Española de

Responsabilidad Social de la Empresa entre otros, existe un

consenso en delimitar las acciones de RSE al ámbito de la

“voluntariedad”, es decir, en la libre decisión de las empresas

para adoptar medidas que vayan más allá del obligado

cumplimiento de la legislación vigente. No podemos obviar que

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

112

la sociedad civil y las instituciones internacionales son cada día

más severa con las empresas, de tal manera que exigen que

las empresas vayan más allá de esta voluntariedad.

Existen multitud de teorías a favor y en contra de la

obligatoriedad o voluntariedad de la adopción de estas medidas

por parte de las empresas. Si nos basamos en una visión ética,

la responsabilidad social empresarial debería ser voluntaria ya

que nacería de la propia voluntad de la empresa de hacer el

bien no sólo en su propio beneficio, sino además en beneficio

de toda la comunidad. Pero este planteamiento “idílico” choca

con aquellos que no entienden que las empresas tienen unas

responsabilidades que van más allá del cumplimiento efectivo

de la legalidad vigente.

No entraremos ahora en dilucidar si efectivamente la RSE debe

ser de obligado cumplimiento o por el contrario debe ser

voluntaria y nacer de la actuación ética de las empresas, pero sí

que es cierto que las empresas han de avanzar en esta mayor

asunción de responsabilidades.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

113

El modelo Dahrendorf50 establece tres niveles normativos de

jerarquía donde cada nivel lleva aparejado unas obligaciones

morales a cumplir, estos tres niveles son: debe, debería, puede.

Veamos en detalle estos tres niveles:

1. Nivel “debe”: En este nivel se incluirían las obligaciones

legales no negociables, es decir, el cumplimiento de la

legislación vigente en cada uno de sus niveles

territoriales. Pero también en este nivel se incluye el

cumplimiento de las obligaciones empresariales con

accionistas y empleados, rendimiento de las inversiones

realizadas y correcta actuación con los trabajadores y

trabajadoras de la empresa.

2. Nivel “debería”: Aquí se incluyen las actuaciones de

responsabilidad empresarial, aquellas actuaciones

emprendidas por la empresa que van más allá del

cumplimiento de las obligaciones legales. Es decir, la

implantación de sistema integrales de gestión ética, la

relación con los stakeholders, la implicación en las

50 LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias

para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ

ARAYA T. (Editor) Barcelona. HUYGENS EDITORIAL.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

114

comunidades locales, los procesos de rendición de

cuentas y transparencia…

3. Nivel “puede”: Superada la implantación de políticas

empresariales de responsabilidad social, las empresas

ejercen un liderazgo ético, ya no sólo contribuyen a la

mejora de la sociedad en la que están inmersas, sino

que van más allá interpretando activamente su papel

como ciudadanía corporativa. En este sentido, las

empresas que llegan a este nivel de “pueden”

contribuyen no sólo de manera filantrópica, sino que se

constituyen como una ciudadanía corporativa

protagonista de la realidad socio-económica del territorio

donde están inmersos. Son parte activa de la sociedad.

Una visión ética de la actuación empresarial.

Sin duda alguna, el tercer nivel que estable Dahrendorf en su

modelo de jerarquía de la responsabilidad empresarial es al que

han de aspirar las empresas humanizadas y éticas.

La empresa ha de superar el viejo paradigma empresarial y

contribuir con su actuación a la configuración de una economía

más humanizada. Las empresas como entidades sociales han

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

115

de favorecer la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y

ciudadanas, son parte de la sociedad, son ciudadanía

corporativa. Sin el trabajo coordinado entre las dos esferas:

público y privada, es difícil que se puedan proteger y acrecentar

el bien común dando sentido verdadero al fin de la economía.

La sociedad no pude impregnarse de los peores valores

desarrollados por una economía deshumanizadora y un sistema

empresarial egoísta y cortoplacista. Sólo con la defensa del bien

común podremos construir una sociedad más justa e igualitaria

donde el respeto a la dignidad de las personas y la defensa del

bien común ha de ser la piedra angular de todas las acciones

tanto públicas como privadas, una modelo empresarial ético

para una sociedad ética.

Las empresas como ciudadanía corporativa contribuyen a la

creación de valor, no sólo al mantenimiento del bien común,

sino a la creación de riqueza y mejora de las condiciones de

vida de todos y todas. Las empresas socialmente responsables

han de tener una apertura y sensibilidad hacia el entorno, han

de ser parte de la comunidad.

La implantación de modelos empresariales socialmente

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

116

responsables bajo liderazgos éticos ha de ser entendida como

un elemento dinamizador de la eficiencia empresarial. Frente a

la empresa tradicional centrada en el corto plazo, la empresa

socialmente responsable con liderazgo ético es: abierta,

inclusiva y sostenible en el tiempo.

Pero los buenos propósitos y las buenas intenciones han de

materializarse en proyectos claros que reflejen la voluntad de la

empresa en tener una actuación socialmente responsable.

Como ya comentamos en lo referido a la ética empresarial

donde planteamos la necesidad de que las empresas adopten

un sistema integral de gestión ética de la empresa, la empresa

ha de sistematizar su compromiso social.

La RSE es algo más que una sistematización de las actuaciones

socialmente responsable de las empresas, es la manera

correcta de dirigir una empresa, “lo correcto es que los

ciudadanos corporativos demuestren tener un comportamiento

adecuado y justo en términos de normas responsables en

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

117

materia social y medioambiental”51. Pero esta actuación debe

impregnar a toda la organización, desde arriba hacia abajo,

desde dentro hacia fuera y viceversa.

Aunque ciertamente existen costes de oportunidad asociados a

la responsabilidad social de la empresa y está puede ser vista

solamente como una ventaja competitiva, no podemos

entender que esta RSE sea tomada como una estrategia

meramente económica. La justificación empresarial no puede

ser medida a corto plazo, si fuera así, correríamos el riesgo de

que las empresas implantaran modelos de RSE con vista a

obtener un rendimiento a corto plazo, o bien económico, o bien

de reputación empresarial, pero nos estaríamos alejando del

objetivo real de la RSE.

Hay que ampliar el planteamiento social que la empresa debe

devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad le da, la RSE

va más allá. La RSE es dignidad, respeto, diálogo, ciudadanía,

escucha activa, preocupación, acción coordinada,

51 LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias

para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ

ARAYA T. (Editor) Pag, 49. Barcelona. HUYGENS EDITORIAL. 33-57

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

118

responsabilidad, transparencia. Las empresas tienen unas

responsabilidades de obligado cumplimiento, pero además,

tienen unas obligaciones éticas irrenunciables. “La

responsabilidad puede ser ese instrumento transformador, una

herramienta preciosa para hacer que las empresas colaboren en

un proyecto de sociedad con valores, con dignidad humana,

con justica, con libertad”52.

La sociedad exige cambios radicales. Los ciudadanos y

ciudadanas exigen a las empresas cada día más, no sólo que

cumplan con sus obligaciones legales, sino que vayan más allá

y tengan una actuación ética de responsabilidad con la

sociedad. Es necesario un cambio de conciencia, “el problema

es que somos demasiados en el mundo para pensar que sea

posible un cambio de conciencia generalizado”53.

52 JAUREGUI ATONDO, R. (2007) “Estudio preliminar. Un camino por hacer”

Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ

CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial. Granada 3-12.

53 NARANJO C. (2013): “Por una economía humanista”. MEDITERRANEO

ECONÓMICO, 23. Almería, 93-122

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

119

Capítulo cuatro:

La formación de líderes éticos como elemento fundamental para

el cambio.

No podemos persistir en la reproducción de los modelos

educativos que sustentan el viejo paradigma de la empresa

tradicional. La sociedad se encuentra en un permanente

cambio, y la educación ha de convertirse en el motor del

cambio de esa conciencia. Es indudable que la educación

desempeña un valor crucial en la mejora permanente tanto de

los trabajadores como de la sociedad en general. Una sociedad

inteligente es aquella que tiene la educación como un elemento

fundamental de su avance social y cultural.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

120

La formación de la persona es un camino que se inicia en los

primeros años de nuestra vida con la educación obligatoria y se

extiende hasta el final de nuestra vida. La educación nos

capacita para ser libres, para desarrollar nuestro proyecto de

vida y sobre todo, para transitar durante toda nuestra vida con

las máximas garantías de realización. Una educación que nos

capacita para el ejercicio de una profesión, pero también para

vivir en libertad dentro de una comunidad de iguales.

En este sentido la Universidad ha de cumplir su cometido más

importante: servir a la sociedad. Son muchos los autores que

han puesto de relieve, a lo largo de la historia, la íntima

relación que existe entre universidad y sociedad. El papel de la

Universidad como formador de los trabajadores y trabajadoras

permite a la sociedad contar con el talento necesario para

avanzar. Una formación encaminada a la adquisición de

conocimientos, habilidades y valores, pero también, una

formación integral de la persona.

Las Universidades son el motor de avance de la sociedad. En el

Preámbulo de la Ley Orgánica de Universidades de 12 de Abril

se establece esa visión integral de la formación universitaria:

“Se debe tener en cuenta que la formación en cualquier

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

121

actividad profesional debe contribuir al conocimiento y

desarrollo de los Derechos Humanos, los principios

democráticos de igualdad entre mujeres y hombres, de

solidaridad, de protección medio ambiental, de accesibilidad

universal y diseño para todos, y de fomento de la cultura de la

paz”. Como vemos, la formación universitaria debe estar no

sólo centrada en la capacitación profesional, sino además en

una educación ética y moral de la persona.

Las Universidades son permeables a las demandas de la

sociedad. Los empresarios exigen que los conocimientos y

habilidades que adquieran los estudiantes les confieran una

formación teórica y técnica adaptada a las necesidades de las

demandas de sus modelos empresariales. Por su lado, la

sociedad demanda a las Universidades que formen a los

estudiantes para ser ciudadanos, exigen que su formación no

sea la de grandes profesionales excelentemente capacitados,

sino que además estos tengan valores sociales y éticos. “En el

actual contexto sociocultural, la universidad es un óptimo

espacio de aprendizaje, no sólo de carácter profesional y

cultural en su sentido más amplio, sino de carácter humano, y

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

122

por ende, ético y moral”54.

Para este nuevo tiempo económico “necesitamos movilizar la

inteligencia, pero una inteligencia que integre lo intelectual, lo

inconsciente y lo afectivo-emocional” 55. Por ello, es necesario

que realicemos un cambio en la formación universitaria, no sólo

de los trabajadores y trabajadoras, sino de los líderes

empresariales que han de estar al frente de nuevos proyectos

emprendedores.

La formación de los nuevos gestores empresariales no puede

limitarse a una capacitación económico-financiera. Hoy la

sociedad demanda “líderes empresariales” que no sólo tengan

una capacitación empresarial, sino además una formación

social, humana y ética para una actuación socialmente

responsable. La formación de los nuevos líderes empresariales

54 MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación

superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42.

55 AGUILER KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los

economistas”. MEDITERRANEO ECONÓMICO, 23. Almería, 15-28

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

123

debe estar acorde con las demandas de la sociedad actual.

Es imprescindible incluir en los planes de estudios de los

futuros profesionales, conocimientos, habilidades y valores que

le permitan reflexionar sobre las metas de su profesión, c la

forma de alcanzarlas de manera justa y que problemas éticos

puede encontrase en el ejercicio cotidiano de su actuación

profesional. De esta manera, el profesional formado en la

universidad adquiere unos conocimientos esenciales para el

ejercicio de su actividad, pero además interioriza los valores

éticos que han de guiar su acción no cómo un simple técnico,

sino como una ciudadano ético.

Si volvemos a nuestra premisa inicial, donde hemos puesto de

relieve la necesidad de un cambio del paradigma empresarial

para lograr la humanización de la economía, vemos como es

necesario comenzar este cambio por la adaptación de los

planes de estudios de las universidades tendiendo a una

formación más integral de la persona.

Llegados a este punto, ha quedado claro que la formación de

los nuevos empresarios no puede despreciar una educación en

valores que le permita afrontar los retos sociales con justicia.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

124

Pero para la implementación de un nuevo modelo de formación

empresarial, no podemos seguir manteniendo que la formación

de los contenidos esté viciada por los viejos principios de la

empresa tradicional, la formación teórica no pude reproducir y

transmitir a los estudiantes los viejos conceptos de empresa y

de una economía deshumanizada. Por otro lado, es también

necesario que el estudiante pueda adquirir nuevas habilidades

más cercanas a una visión ética de la gestión empresarial, unas

habilidades que le permitan el desarrollo de una actuación

socialmente responsable en su gestión como líder empresarial.

Martínez Martín56 establece que las dimensiones de la función

ética de las universidades son tres: una formación deontológica

relativa al ejercicio de la profesión, una formación ciudadana y

cívica de los universitarios, y además, una formación humana y

social que contribuya a la excelencia ética y moral. La formación

56 MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación

superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42. 85-102

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

125

universitaria no puede ser entendida sin la contribución de

estas tres dimensiones. Una formación integral de la persona.

En este sentido, en el año 2007, un grupo de trabajo de

sesenta decanos, rectores de universidades, representantes de

escuelas de negocios más prestigiosas del mundo desarrollaron

una plataforma mundial que establecería los Principles for

Responsible Management Education (PRME). Estos principios

están inspirados en los valores internacionalmente aceptados y

recogidos en el Pacto Mundial de Naciones Unidas.

La iniciativa PRME sirve como marco de referencia para el

cambio gradual de las universidades y escuelas de negocio a

una formación de un liderazgo empresarial socialmente

responsable. La base de esta plataforma se sustentaba en tres

acciones: la mejora permanente, establecer una red de

aprendizaje y la publicación de informes de progreso por parte

de las entidades adheridas al mismo.

El PRM siguiendo el esquema del Pacto Mundial de Naciones

Unidas estable seis principios con el fin de facilitar una mejora

permanente en la formación de los nuevos líderes

empresariales con criterios éticos.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

126

Los seis principios que sustentan la plataforma PRME están

basados en:

Principio 1: Propósito

Desarrollaremos las capacidades de los estudiantes para que

sean futuros generadores de valor sostenible para los negocios

y la sociedad en su conjunto, y para trabajar por una economía

global incluyente y sostenible.

Principio 2: Valores

Incorporaremos a nuestras actividades académicas y programas

de estudio los valores de la responsabilidad social global, tal y

como han sido descritos en iniciativas internacionales como el

Global compact de Naciones Unidas

Principio 3: Método

Crearemos marcos educativos, materiales, procesos y entornos

pedagógicos que hagan posible experiencias efectivas de

aprendizaje para un liderazgo responsable.

Principio 4: Investigación

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

127

Nos comprometemos con una investigación conceptual y

empírica que permita mejorar nuestra comprensión acerca del

papel, la dinámica y el impacto de las corporaciones en la

creación de valor sostenible y social

Principio 5: Partenariado

Interactuaremos con los gestores de las corporaciones

empresariales para ampliar nuestro conocimiento en sus

desafíos a la hora de cumplir con sus responsabilidades sociales

y ambientales y para explorar conjuntamente los modos

efectivos de enfrentar tales desafíos.

Principio 6: Diálogo

Facilitaremos y apoyaremos el diálogo y el debate entre

educadores, empresas, el gobierno, consumidores, medios de

comunicación, organizaciones de la sociedad civil y los demás

grupo interesados, en temas críticos relacionados con la

responsabilidad social global y sostenibilidad.

Las instituciones académicas, como formadoras de los nuevos

líderes empresariales, se comprometen voluntariamente a

asumir estos seis principios, de tal manera que con su práctica

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

128

e implementación sirvan como ejemplo de los valores y

actitudes que deben transmitirse a los estudiantes. A su vez, las

instituciones se comprometen a reportar los avances en la

implantación de estos principios y a participar activamente en

la difusión de las buenas prácticas que enriquezcan las acciones

de otras entidades permitiendo así una mejora permanente.

Desde la aprobación de los seis principios del PRME en 2007,

son más de 500 escuelas de negocios y universidades de 80

países las que ya los han signado. En España, según los datos

del PRME, hasta 2014 han sido 23 instituciones académicas las

que se han adherido a la plataforma PRME. En este listado de

instituciones españolas aparecen 4 universidades (Pompeu

Fabra, Polítecnica de Madrid, Deusto, Nebrija), 18 Escuelas de

negocios y la Escuela de Organización Industrial dependiente

del Ministerio de Industria, Turismo y Consumo.

Los Principles for Responsible Management Education (PRME)

suponen un buen ejemplo de como las instituciones educativas

se comprometen e involucran en el desarrollo de una formación

socialmente responsable. Es una apuesta por la mejora

permanente y la formación integral de los líderes empresariales.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

129

Volviendo al inicio de nuestro planteamiento, si queremos

apostar por un nuevo liderazgo empresarial como elemento

fundamental para la humanización de la economía es necesario

proyectar un nuevo modelo de formación ética en las

universidades.

Este planteamiento nos lleva a analizar la situación actual de la

formación de ética en las universidades. Aunque el perfil de los

nuevos empresarios es muy variado, hemos elegido para

conocer el grado de implementación de las asignaturas

relacionadas con la ética y la RSE en el Grado de

Administración y Dirección de Empresas (ADE). Sin lugar a

dudas, los estudiantes de ADE tienen una relación fundamental

con la empresa y por lo tanto están llamados a dirigir en un

futuro los designios del mundo empresarial.

El objetivo de esta investigación se centra en: “Conocer el

grado de implantación de las asignaturas de ética y RSE en la

titulación de Grado en Administración y Dirección de Empresas”.

Una vez conocido el grado de implementación estaremos en

disposición de plantear propuestas de mejoras encaminadas a

que los nuevos gestores empresariales tengan un aprendizaje

ético.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

130

Es necesario dar respuesta a las nuevas demandas de la

ciudadanía que exige a las empresas que cambien sus prácticas

empresariales deshumanizadas por acciones éticas socialmente

responsables. Por ello es necesario apostar por planes de

estudios que favorezcan la capacitación de los nuevos titulados

universitarios para una actuación ética.

Hemos realizado una investigación descriptiva de todas las

Universidades, tanto públicas como privadas en la que se

imparten la titulación de Administración y Dirección de Empresa

(ADE), con el fin de determinar qué grado de importancia

otorgan a las asignaturas relacionadas con la ética y la

responsabilidad empresarial.

El proyecto de investigación se ha realizado en varias fases con

el fin de obtener unos resultados integrales que nos den una

visión de la situación en la que se encuentra actualmente la

formación en ética y RSE, esto nos permitará avanzar en el

planteamiento de propuestas de mejora encaminadas a una

formación más ética de los estudiantes de ADE.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

131

Fase Objetivo Metodología

Fase I Conocer los estudios realizados

con anterioridad

Análisis y estudio de los artículos y

publicaciones realizadas semejantes

al tema tratado

Fase II Conocer el número de

universidades que tienen

implantadas dentro de sus

planes de estudios dentro del

grado de ADE asignaturas

relacionadas con ética y RSE

Estudio a través de la base de datos

del Ministerio de Educación.

Revisión de los Planes de Estudios

de aquellas Universidades que

tienen implantadas asignaturas

relacionadas con el estudio

Fase III Conocer el nivel de

implementación de las

enseñanzas de ética y RSE en el

Grado de ADE

Análisis descriptivo cuantitativo

según los descriptores seleccionados

Fase IV Analizar los contenidos de todas

las materias de los planes de

estudios relacionadas con la ética

y la RSE en el Grado de ADE

Análisis descriptivo cualitativo de las

asignaturas seleccionadas

Fase V Realizar propuestas de mejora Contrastar los resultados obtenidos

con los Principles for Responsible

Management Education

Proponer puntos de mejora

Fase VI Realizar Conclusiones Descripción de las principales

conclusiones

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

132

Los elementos estudiados van desde: la implantación o no de

esta asignatura en el Grado de ADE, el número de créditos, el

carácter de obligatoriedad de las asignaturas o como materia

optativa, el curso en el que se imparte, así como aspectos

relacionados con la metodología de impartición y evaluación de

la misma.

La información con la que hemos trabajado ha sido

seleccionada desde las mismas páginas web que disponen las

propias universidades y donde publican sus planes de estudios,

así como las guías didácticas de cada una de las asignaturas.

Se trata de un análisis descriptivo de cada una de las

asignaturas.

Los descriptores que hemos establecido para el estudio

descriptivo cuantitativo de la investigación en su Fase III han

sido el siguiente:

1. Tipo de Universidad que imparte el Grado de ADE:

a. Pública: En este apartado no hacemos distinción

entre universidades presenciales o no presenciales

b. Privadas: Consideramos con el mismo tratamiento

las de corte confesional, laicas y empresariales

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

133

2. Asignaturas relacionadas con el tema de estudio: Se han

seleccionado aquellas asignaturas que tienen que ver

con varios aspectos, para tener una visión lo más amplia

posible, en este sentido se han seleccionado asignaturas

nombradas como:

a. Ética: en cualquiera de sus acepciones

(empresarial, general, personal…)

b. RSE: Incluyendo cualquiera de sus aspectos

(Responsabilidad Social, Responsabilidad Social

Corporativa, Sostenibilidad…)

c. Deontología profesional, como concepto de una

ética en el ejercicio de la profesión

3. Carácter de la asignatura

a. Obligatoria: Tal como viene determinada por el

plan de estudios de la universidades

b. Optativa: Entendida como asignatura de libre

configuración y optativas dentro del plan de

estudio

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

134

4. Distribución por cursos: Es importante este prescriptor

para conocer la importancia otorgada por cada una de

las universidades

5. Número de créditos: Con ello queremos conocer la carga

lectiva que se le otorga a cada asignatura relacionada

con el tema del estudio

Para la realización de la Fase IV de la investigación hemos

realizado un análisis descriptivo desde un punto de vista

cualitativo. En esta fase de la investigación nos interesaba

conocer aspectos relacionados con el contenido de cada una de

las asignaturas, la metodología de aprendizaje y la evaluación

de las mismas. Nos parece importante conocer además del

valor en términos de carga docente o el carácter de las

asignaturas, que método de aprendizaje se ha diseñado para

las asignaturas relacionadas con la ética y la RSE dentro del

Grado de ADE.

Entendemos que el aprendizaje de la ética no puede reducirse a

la acumulación de conceptos, sino que ha de tener en cuenta

aspectos relacionados con los valores y las aptitudes. Conocer

si la metodología de aprendizaje es teórica, práctica o mixta, así

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

135

como los métodos de evaluación es fundamental para conocer

el grado de desarrollo del aprendizaje de la ética y la RSE en el

grado de ADE.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

136

Capítulo cinco:

La formación de ética y RSE en el Grado de ADE: Lejos de un

buen modelo de formación empresarial ética.

Para el curso 2014-2015 son 71 las Universidades las que

impartirán la titulación de Administración y Dirección de

Empresas, en concreto se trata de 47 universidades públicas

que representan el 66,1% del total, mientras que las

universidades privadas representan el 33.9% con 24

universidades tal como podemos apreciar en el Gráfico 1.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

137

Gráfico 1: Universidades que imparten Grado de ADE Elaboración propia

De las 71 universidades españolas que para este curso tiene

implantada la titulación de ADE, tan sólo 24, es decir el 32 %

imparten asignaturas relacionadas con la ética o la RSE.

(Gráfico 2)

Gráfico 2: Universidades con ADE que imparten asignaturas de RSE/Ética Elaboración propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

138

De las 24 universidades que imparten asignaturas relacionadas

con el estudio, 9 son públicas que representan el 37,5 % y 15

privadas, es decir el 62,5 %.

Universidades Privadas Universidades Públicas

Alfonso X el Sabio Barcelona

Camilo José Cela Burgos

Católica de Ávila Complutense

Católica de Murcia Córdoba

Católica de Valencia Illes Balears

Católica de Valencia San Vicente

Mártir León

CEU San Pablo Pablo de Olavide

Francisco de Vitoria Rey Juan Carlos

Instituto Empresa Valladolid

Internacional de Catalunya

Loyola Andalucía

Navarra

Pontificia de Comillas

San Jorge

Universidad a distancia de Madrid

Cuadro 1: Universidad que imparten asignaturas de RSE/Ética

Elaboración Propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

139

Entre las 24 Universidades que imparten asignaturas

relacionadas con la RSE y la ética encontramos diferencias en el

número de asignaturas impartidas. En este sentido, el 62,5%

de las universidades imparten una sola asignatura, el 29,2%

imparten dos asignaturas y el 8,3% imparten hasta tres

asignaturas, tal como refleja el Gráfico 3. Respecto a la

diferencia entre la universidad pública y la privada, podemos

observar en el Gráfico 4 que en cuanto a las universidades que

imparten una sola asignatura la diferencia es poca en favor de

la pública, 8 frente a 7, pero que en la universidades que

imparten dos asignaturas esta diferencia es mayor en beneficio

de la privada, 6 a 1. En cuanto a las universidades que impartes

3 asignaturas sólo hay dos universidades y son privadas.

Gráfico 3 : Universidades por número de

asignatura RSE/Ética

Elaboración propia

Gráfico 4 : Universidades por número de

asignaturas publicas/privadas

Elaboración propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

140

De las 35 asignaturas impartidas en las distintas universidades,

el 71,4 % corresponde a universidades privadas con un total de

25 asignaturas y el 27,6% se imparte en universidades

públicas, es decir 10 asignaturas.

Una Asignatura Dos Asignaturas Tres Asignaturas

Universidades privadas

Alfonso X el Sabio Católica de Murcia Francisco de Victoria

Camilo José Cela Instituto Empresa Navarra

Católica de Ávila Internacional de Catalunya

Católica de Valencia Loyola Andalucia

Católica de Valencia Pontificia de Comillas

CEU SAN PABLO San Jorge

Universidad a distancia

de Madrid Universidades Públicas

Burgos Córdoba

Barcelona

Complutense

Illes Balears

León

Pablo de Olavide

Rey Juan Carlos

Valladolid

Cuadro 2: Universidades por número de asignaturas de RSE/Ética que imparten Elaboración propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

141

Del total de las asignaturas impartidas, el 53% corresponde a

asignaturas de carácter obligatorio y el 47% son de carácter

optativo, la diferencia entre ambas es sólo de una asignatura.

En cuanto al reparto entre Universidades públicas y privadas,

tal como se refleja en el Gráfico 6, la diferencia es muy

sustancial, ya que entre las asignaturas de carácter obligatorio

encontramos que tan sólo 2 corresponden a universidades

públicas, en concreto León y Rey Juan Carlos I, y las 16

restantes se imparten en universidades privadas.

Gráfico 6 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por tipo de

Universidad

Elaboración propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

142

Sin embargo existe un mayor equilibrio entre universidades

públicas y privadas en aquellas asignaturas de carácter

optativo, 8 en universidades públicas y 9 en universidades

privadas.

Entre las Universidades que ofertan asignaturas de RSE/Ética

encontramos una universidad que tienen asignaturas tanto

obligatorias como optativas, en concreto se trata del Instituto

Empresa.En lo concerniente a la distribución de las asignaturas

entre los distintos cursos que componen el Grado podemos

observar en el Gráfico 7 que las Universidades públicas como

privadas sitúan esta asignatura en el último curso

mayoritariamente un 45,7% del total de asignaturas

Gráfico 7 : Asignaturas impartidas de RSE/Ética por curso y tipo de universidad

Elaboración propia

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

143

Por lo que se refiere al carácter de la asignatura, vemos en el

Gráfico 8 como en los primeros cursos las asignaturas son de

carácter obligatorio, por el contrario en el último curso es

fundamentalmente de carácter optativo.

Gráfico 8 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por curso

Elaboración propia

Si atendemos al tipo de universidad, vemos que la distribución

de las asignaturas y el carácter de las mismas es muy diferente

según el tipo de Universidad. Mientras las públicas, tal como

refleja el Gráfico 9, la asignatura de RSE/Ética se lleva al último

curso y es de carácter optativo.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

144

Las universidades privadas tienen una distribución más

homogénea entre todos los cursos, tal como podemos

comprobar en el Gráfico 10. También podemos comprobar que

en los primeros cursos las asignaturas tienen un carácter

obligatorio, mientras que en el último curso, tal como sucedía

en la pública, es de carácter optativo mayoritariamente

Gráfico 9 : Asignaturas RSE/Ética por curso en Universidades Públicas

Elaboración propia

Gráfico 10 : Asignatura RSE/Ética por curso en Universidades Privadas

Elaboración propia

En relación al peso de las asignaturas de RSE/Ética medido por

el número de créditos en las distintas universidades es muy

similar.

En el Gráfico 11 podemos comprobar que la mayoría de

universidades tanto públicas como privadas, en concreto el

71,4%, otorgan seis créditos. Por otro lado, también

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

145

comprobamos en el Gráfico 12 que los datos son muy similares

si realizamos esta comparación entre asignaturas de carácter

obligatoria u optativa.

Gráfico 11 : Asignaturas impartidas de

RSE/Ética por número de créditos, cursos

y tipo de Universidad

Elaboración propia

Gráfico 12 : Asignatura RSE/Ética

número de créditos, cursos,

optativa/obligatoria

Elaboración propia

Si comparamos el número de créditos de las asignaturas por

cursos entre las universidades públicas y privadas, volvemos a

ver que las diferencias son sustanciales.

En el Gráfico 13 correspondiente a las Universidades públicas,

podemos ver que los créditos se concentran en gran medida en

los últimos cursos, mientras que en las universidades privadas

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

146

como vemos en el Gráfico 14, los créditos están más repartidos

entre los distintos cursos.

Gráfico 13 : Asignaturas impartidas de

RSE/Ética por número de créditos y

curso en Universidades públicas

Elaboración propia

Gráfico 14 : Asignatura RSE/Ética

número de créditos, y cursos en

Universidades privadas

Elaboración propia

Las 35 asignaturas ofertadas por las universidades podemos

agruparlas en seis bloques según el temario que desarrollan:

Ética, Deontología, Responsabilidad Social Empresarial, ética +

Deontología, ética + RSE, RSE + Deontología.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

147

Ética Deontología RSE

Comillas

Francisco de Vitoria

UCAM

Internacional de

Catalunya

León

Loyola

San Jorge

Córdoba

Católica de Valencia

Instituto Empresa

Francisco de Vitoria

CEU San Pablo

Rey Juan Carlos I

Burgos

Francisco de Vitoria

Complutense

Navarra

Alfonso X

Camilo José Cela

Valladolid

Comillas

Ética + Deontología Ética + RSE RSE + Deontología

Católica de Ávila

Loyola

San Jorge

Católica de Valencia

Illes Balears

Pablo Olavide

Córdoba

Universitat de

Barcelona

A distancia de Madrid

Las asignaturas relacionadas con la ética y la Responsabilidad

Social Empresarial son las mayoritarias en el cómputo general

de asignaturas ofertadas por las universidades. Cabe destacar

también que la asignatura de ética está presente además

complementado otros temas tanto de Deontología como con

RSE, por lo que 16 de las 35 asignaturas ofertadas por las

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

148

Universidades dan importancia a la asignatura de ética dentro

de la configuración de sus planes de estudio. Le siguen la RSE

que aparece en 12 de las 35 asignaturas y por último, la

asignatura de Deontología que está presente en 9 de las 35

asignaturas estudiadas.

Encontramos también asignaturas ligadas a principios

cristianos, el humanismo y a la doctrina social de la iglesia,

fundamentalmente en las universidades privadas confesionales,

en este sentido sirva de ejemplo la universidad de Comillas que

imparte una asignatura de Cristianismo y ética social.

También queremos reseñar dos datos sobre las asignaturas

estudiadas: la Universidad de Burgos oferta la asignatura de

“Corporate Social Responsibility” impartida en Ingles, y la

Universidad de Córdoba ofrece una asignatura sobre “Teoría

de los Derechos Humanos”.

En la descripción que aparece en los planes de estudio de las

distintas asignaturas estudiadas encontramos que en todas

ellas se habla de las ellas como una “aproximación” o

“introducción” al estudio de los conceptos de ética y/o RSE.

Esto nos hace pensar que el estudio de estas asignaturas

proporciona al alumno una visión básica y general del tema.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

149

Respecto a los temarios de las asignaturas podemos comprobar

que cada universidad establece su propio esquema de trabajo,

por lo que no podemos encontrar un patrón común, cada

universidad ha determinado su propio temario atendiendo sin

duda a la libertad de cátedra que les ampara.

Realizando un análisis de los temarios de las asignaturas

encontramos que estos podemos agruparlos en cuatro grandes

áreas. Tal como refleja el Gráfico 15 la ética es la materia

mayoritaria en el cómputo general de la asignatura, seguida de

los temas relacionados con la RSE.

Gráfico 15 : Distribución de los temas de las asignaturas

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

150

Temas

Ética 108

RSE 67

Deontología 3

Ética+RSE 6

Tabla de datos sobre temas

Vemos por lo tanto que en las asignaturas impartidas en el

Grado de ADE relacionadas con el estudio, El temario

fundamental es la ética, ciertamente esto es debido en gran

medida al peso que tienen en el cómputo general las

universidades privadas de ideología cristiana.

En este punto queremos resaltar algunas cuestiones que

resultan interesantes analizar:

1. El temario de la asignatura “Responsabilidad Social

Empresarial” de la Universidad Alfonso X el Sabio está

compuesta por 11 temas. Todos los temas abordan un

aspecto de la RSE, pero todas ellas son ofrecidas bajo el

prisma de una visión desde nuestro punto de vista no es

el adecuado. En este sentido todos los temas vinculan la

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

151

acción de RSE con una visión de marketing

denominándola “Marketing Social Corporativo”

2. Sólo en la asignatura Ética empresarial de la Universidad

de Navarra, encontramos tres temas relacionadas con

los stakeholders:

a. La empresa y los stakeholders internos: los

trabajadores,

b. La empresa y los stakeholders externos: los

consumidores,

c. La empresa y los stakeholders externos: Estado y

Sociedad

3. La asignatura de “Responsabilidad Social de la Empresa”

de la Universidad de Navarra está compuesta por 12

temas que abarcan toda la acción de la RSE siendo la

asignatura más completa en cuestión de contenidos. Sin

embargo, no ofrece un aprendizaje sobre ética personal

y empresarial por lo que la asignatura tiene un carácter

de aprendizaje instrumental de la RSE y de su aplicación

en la empresa, sin profundizar en la formación en

valores éticos.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

152

4. El temario de la Asignatura “Ética de la empresa y

deontología profesional” de la Universidad Católica de

Ávila es más cercano al aprendizaje de la Doctrina Social

de la Iglesia que a un temario de Ética empresarial.

5. No se ha encontrado ningún tema, dentro de las 35

asignaturas estudiadas relacionadas con la rendición de

cuentas y la transparencia en la gestión empresarial.

6. Solamente la Universidad de Navarra ofrece un tema de

estudio relacionada con la inversión socialmente

responsable dentro de la asignatura de “Responsabilidad

Social Empresarial”.

Otro aspecto importante a estudiar ha sido la metodología con

la que se imparten estas asignaturas. La formación que se

plantea desde la universidad ha de estar encaminada a una

formación integral del estudiante, es decir, la adquisición de

conocimientos, habilidades y valores. Sin embargo las

asignaturas relacionadas con la RSE, la ética y la deontología

ofertadas en la titulación de Administración y Dirección de

Empresas (ADE) sigue un patrón que combina las clases

teóricas (75% del tiempo total) con clases prácticas (25% del

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

153

tiempo total), si bien es cierto, diversas universidades

introducen actividades como seminarios o trabajos prácticos

tanto individuales y grupales como complemento a la

formación. Queremos destacar algunas buenas prácticas:

1. La Universidad de Valladolid eleva la práctica de la

asignatura hasta el 50% combinando la parte no

presencial con trabajo individual (40%) y trabajo en

grupo (60%).

2. La Universidad de Navarra, que su metodología es

netamente práctica, dedica sólo 20 horas a la teoría y el

doble, es decir 40 horas, a la práctica. Aunque a la hora

de la evaluación el 60% de la nota corresponde a la

parte teórica y sólo el 40% a la práctica, algo que no

está muy acorde con lo planteado en la metodología de

estudio de la asignatura.

La evaluación de estas asignaturas es la gran paradoja, tal

como explica la profesora Echainiz Barrondo57 “es que a al

alumno se le evalúa por sus conocimientos sobre ética, no por

57 ECHANIZ BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación ética” en LAN

HARREMANAK/9. Universidad del País Vasco, pag. 54

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

154

su actuación ética”, en el mismo artículo sigue diciendo “Lo

importante no es saber lo que está bien, sino hacer lo que está

bien”. Efectivamente no se trataría de evaluar los

conocimientos adquiridos a lo largo del curso, sino de evaluar

cómo el alumno ha interiorizado la adquisición de valores éticos

que le hagan desarrollar su acción de liderazgo empresarial con

criterios socialmente responsable.

La evaluación en las Universidades analizadas demuestra todo

lo contrario, se premia la adquisición de conocimiento frente a

la interiorización de valores y aptitudes, tiene un mayor peso en

la evaluación final el saber, que el hacer. En este sentido, sólo

encontramos que la Universidad Francisco de Vitoria establece

una evaluación continua, lo que permite poder evaluar de una

manera más integral todo el aprendizaje de la asignatura.

La evaluación se basa fundamentalmente en tres aspectos:

teoría, práctica y evaluación continua. Tal como se refleja en la

tabla la mayoría de las universidades apuestan por la

evaluación teórica y no todas tienen una evaluación continua de

las asignaturas

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

155

Universidad Teoría Práctica Continua

UDIMA 70 10 20

Alfonso X 50 40 10

Burgos 50 50

Camilo José Cela 50 50

Universitat de Barcelona 50 50

UCAVILA 70 25 5

Católica de Valencia 50 40 10

Comillas 60 40

Complutense 60 30 10

Córdoba 60 40

Instituto Empresa 40 50 10

Illes Balears 80 20

Valladolid 60 40

Francisco de Vitoria 100

Internacional de Cataluña 50 50

Rey Juan Carlos I 80 20

León 60 40

Loyola 60 75

40 25

Navarra 40 70

60

60 30

30

10

Pablo Olavide 50 50

San Jorge 50 50

UCAM 70 30

Tabla: Tipo de evaluación de las asignaturas estudiadas por Universidades % de peso en la evaluación final

Elaboración propia

A tenor de los datos obtenidos, vemos como el aprendizaje de

ética y RSE no está extendido en el Grado de ADE. Los datos

arrojan que el peso de estas asignaturas es insuficiente tanto

en el número de asignaturas, cómo en el grado e importancia

que se le da a las mismas.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

156

No puede entenderse que las Universidades no oferten una

formación más integral a personas que deben desarrollar en el

futuro funciones de liderazgo empresarial. No es lógico que el

Grado de Administración y Dirección de Empresas esté más

centrado en reproducir los esquemas del capitalismo imperante

que en fomentar prácticas de aprendizaje para una actuación

ética y socialmente responsable de los futuros líderes

empresariales.

Sorprende además el bajo índice de implantación de manera

obligatoria de estas asignaturas, e incluso, que la oferta de las

mismas se concentre en los últimos cursos, desde nuestro

punto de vista esta formación ha de ser obligatoria en los

primeros cursos como elemento base de una formación ética.

El aprendizaje ético va más allá de la adquisición de unos

conocimientos o técnicas para el desarrollo de prácticas

socialmente responsables, sin embargo vemos que las

asignaturas ofertadas, así como la metodología utilizada para su

aprendizaje está basada en una visión utilitarista y para nada

centrada en el aprendizaje de comportamientos y valores para

la toma de decisiones éticamente justas.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

157

Es necesario que en el Grado de Administración y Dirección de

Empresas, que es aquel que está diseñado para comprender el

funcionamiento y gestión de las distintas áreas de la empresa y

la economía, implemente una formación en valores mucho

mayor que la actualmente se ofrece. Si necesitamos establecer

un nuevo paradigma de empresa que facilita la humanización

de la economía, es indispensable que la formación en ética y

responsabilidad social forme parte del grado de ADE.

Es indiscutible que la formación ética y en valores de los

universitarios debe figurar en los planes de estudio de las

universidades, pero lo que es innegable es que las titulaciones

relacionadas con la gestión económica y empresarial deben

implementar esta formación de manera clara.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

158

Epílogo:

Sin personas éticas no habrá empresas éticas

Sin duda alguna la base ética de las empresas la configura la

ética personal. Una ética fundamentada en decisiones

racionales en busca del bien común. La formación ética de los

futuros directivos de las empresas es una tarea que no

podemos dejar de acometer de manera inmediata.

En este sentido encontramos varias debates abiertos sobre si

esta formación ha de ser transversal o por el contrario ha de

limitarse a la introducción de una o varias asignaturas dentro de

los planes de estudio. En cualquier caso lo que sí se hace

imprescindible es la coherencia dentro de los planes de estudio.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

159

Es un contrasentido que existan asignaturas que reproduzcan

los viejos esquemas mercantilistas de una economía

deshumanizada y deshumanizadora, mientras que por otro

lado, se introducen asignaturas que hablen de la actuación ética

de los líderes empresariales.

Otra de las cuestiones a reflexionar es sí los estudiantes llegan

a la Universidad con la base necesaria sobre ética, sin duda

alguna, esta es una de las grandes asignaturas pendientes en

nuestro sistema educativo. Hemos asistido a debates

ideológicos y partidistas que utilizando la asignatura de

“Educación para la ciudadanía” como arma arrojadiza han

desvirtuado la necesaria formación ética de los estudiantes. La

actuación ética se adquiere en un proceso continuo de

aprendizaje, no sólo desde la escuela, sino desde todos los

ámbitos de la sociedad y en especial desde la familia.

Si todos actuáramos de forma ética seguramente no sería

necesario establecer dentro de los planes de estudio este tipo

de formación, pero la realidad es que tenemos un déficit ético

como sociedad. Hemos vivido unos años dominados por una

economía deshumanizadora y deshumanizante donde la falta de

ética ha contribuido a un modelo social amoral.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

160

La crisis institucional y social que estamos viviendo ha llevado a

la pérdida de confianza de la ciudadanía, ya no sólo en los

poderes públicos, sino también en los modelos empresariales

existentes hasta ahora donde lo único que se premia es la

acumulación de bienes como modelo de crecimiento.

Ante esta situación es necesario repensar la formación

universitaria de los nuevos líderes empresariales. Los planes de

formación deben por un lado tener coherencia entre la

formación empresarial que se imparte y la actuación ética de

los estudiantes.

Las Universidades deben implementar tal como establece el

Preámbulo de la Ley de Universidades, los instrumentos

necesarios para que la formación de los nuevos universitarios,

independientemente del puesto de trabajo que vayan a ocupar

en el futuro, sea integral. Una formación en conocimientos,

habilidades y por su puestos valores éticos.

A este respecto, sobre la necesidad de integrar la ética en los

currículum de los grado de ADE, la profesora Echaniz Barrondo

concluye que “la formación de buenos profesionales no

necesariamente conduce a la formación de profesionales

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

161

buenos. De ahí la necesidad de impartir la asignatura de ética

empresarial”58.

En este mismo artículo la autora expone las razones a favor y

en contra para incluir la ética empresarial dentro de los planes

de estudio universitarios. Entre los motivos a favor se

encuentra:

Supone un espacio para la reflexión sobre la profesión.

Explicita campos especialmente sensibles a la reflexión.

Permite una revisión crítica de los conceptos.

Por el contrario, en los motivos en contra de la introducción de

la asignatura de ética la autora destaca:

Puede considerarse una asignatura menor,

ser vista como algo ajeno a la titulación,

puede tener un encaje complicado dentro de los planes

de estudio.

58 ECHAINS BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación en ética

empresarial”. LAN HARREMANAK, 9. Universidad del País Vasco, 51-59

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

162

En cualquier caso, los argumentos en contra de la introducción

de la asignatura en el grado de ADE son muy flojos y nada

convincentes.

Según el estudio realizado en 2010 por el Club de Excelencia en

Sostenibilidad con la colaboración de Ministerio de Trabajo e

Inmigración, “Una aproximación al estado de la RSE en la

enseñanza en España” sólo cinco universidades introducían

asignaturas obligatorias de RSE en sus programas de estudios,

en concreto dos universidades públicas y tres privadas. El

mismo estudio refleja que existen asignaturas relacionadas con:

ética, medio ambiente, discapacidad, igualdad y diversidad.

Respecto a las asignaturas optativas, el estudio recoge un

grupo de temas que también han pasado a formar parte de los

planes de estudios de las distintas titulaciones, como son:

medio ambiente, educación, discapacidad, patrocinio,

mecenazgo y RSE.

La introducción de una asignatura de ética empresarial de

manera obligatoria en todas las titulaciones que están

relacionados con la gestión y dirección de las empresas, debe

no sólo tener un carácter normativo e instrumental, sino que

ha de estar encaminada a un aprendizaje de valores y

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

163

comportamientos para una actuación personal y empresarial

ética

Igualmente, hay que entender que esta formación ha de ser

netamente práctica, por supuesto sin despreciar ni descuidar la

adquisición por parte de los estudiantes de los contenidos

teóricos necesarios para entender el alcance y la importancia de

la responsabilidad ética de sus actuaciones.

Es necesario mejorar la formación ética de los estudiantes en

todo su recorrido educativo. Pero también es necesario que

apostemos por una formación integral de los estudiantes, tal

como establece la profesora Echainiz más centrada en saber

hacer.

No podemos dejar que esta formación llegue por generación

espontánea, las universidades deben introducir en sus planes

de estudios asignaturas obligatorias de ética en todos aquellos

estudios de Grado relacionados con la dirección de empresas y

en especial en el Grado de Dirección y Administración de

Empresas.

Los contenidos curriculares han de ser fijados indiscutiblemente

por parte de las Universidades, pero queremos apuntar algunos

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

164

de los temas que deberían ser imprescindibles en la formación

ética de los estudiantes empresariales:

Fundamento para una economía humanizada

Ética general

Ética empresarial

Liderazgo empresarial ético

Estilos de dirección responsable

Fundamentos de la Responsabilidad Social Empresarial

La Responsabilidad Social Empresarial como una nueva

forma de gestión empresarial

Gestión de la RSE. Los grupos de interés

Gestión de la RSE. Rendición de cuentas y transparencia

Gestión de la RSE. Compromiso empresarial

Gestión de la RSE. Compromiso social

Gestión de la RSE. Compromiso medioambiental

La inversión socialmente responsable

Ciudadanía corporativa

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

165

Transparencia y rendición de cuentas por parte de las

empresas

Deontología profesional

La implantación de esta asignatura debe marcar un cambio en

la formación de los planes de estudio de las titulaciones

relacionadas con la gestión empresarial y en especial del Grado

de ADE. Pero además es indispensable que exista una

coherencia entre los objetivos de la formación universitaria, la

visión ética de la economía y la formación de los nuevos líderes

empresariales.

La formación ética, como ya hemos dicho, debe ir más allá de

la implantación de una asignatura, ha de estar ligada al

fortalecimiento de los valores éticos que hacen que la persona

tome de manera libre decisiones que dan respuestas a sus

necesidades sin que ello suponga un menoscabo del entorno

social y medioambiental en el que interactúa.

Las Universidades han sido y siguen siendo el motor de avance

de la sociedad. Es el momento de dar un impulso ético a la

formación de los universitarios que están llamado a ser los

nuevos líderes empresariales. Hemos de apostar por que su

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

166

formación sea sobretodo una formación ética para una acción

empresarial socialmente responsable.

Es necesario, mediante la apuesta por la formación ética

empresarial, el liderazgo ético y la responsabilidad social

empresarial, avanzar en la configuración de la economía como

un instrumento de la construcción del bien común.

Tras el análisis de los planes de estudios de las universidades

españolas que imparten la titulación de ADE, hemos podido

demostrar que es necesario repensar la formación empresarial,

pero además, realizar una propuesta concreta de temas que

serían imprescindibles para la realización de esta formación

universitaria más integral y ética

A tenor de esta investigación podemos dibujar nuevas líneas de

investigación que abundarían en la necesidad de implementar

de manera más decidida la ética dentro de la formación

empresarial para el cambio de un modelo económico donde la

empresa actué en pro del bien común.

En este sentido, es necesario analizar la coherencia de los

planes de estudio de las universidades para la formación de

nuevos líderes empresariales e introducir en las asignaturas

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

167

fundamentales de estos grados la importancia de un

comportamiento ético para ejercer un liderazgo empresarial. No

tendría sentido alguno implementar asignaturas para la

formación ética empresarial mientras en otras asignaturas,

dentro del mismo plan de estudios, se establezca que el fin de

las empresas es la acumulación de capital a cualquier precio,

“oikonimia” frente “chematiske”. Si verdaderamente apostamos

por una formación integral ética de los estudiantes y futuros

líderes empresariales la coherencia en los planes de estudios es

fundamental.

Otra de las aportaciones de esta nueva visión de la formación

empresarial y el papel de las universidades va encaminada a la

necesidad de que estas desarrollen programas de investigación

sobre la ética y la responsabilidad social empresarial. En este

sentido son muchas las universidades que disponen de

Cátedras y de programas de investigación, la aportación que

realizan las universidades a este campo es crucial para poner

de relieve la importancia cada vez mayor de la ética y la RSE

en las empresas, cumpliendo además el mandato del PRME

La formación de los nuevos directivos empresariales y en

especial de los estudiantes del Grado de Administración y

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

168

Dirección de Empresas debe mejorar en muchos aspectos si

queremos lograr una humanización de la actividad empresarial.

Tanto la cantidad de horas ofertadas en las universidades

españolas, como la metodología y evaluación de la misma son

inadecuadas.

Es imprescindible que las Universidades se sumen a los

movimientos internaciones de respeto de los derechos humanos

así como al fomento de principios responsables en la formación

de los estudiantes.

La formación ofrecida por las universidades está

mayoritariamente centrada en la acumulación de conocimientos

y no en un aprendizaje observacional y práctico que permita la

adquisición de matrices de valores éticos. La formación ética ha

de ir encaminada al perfeccionamiento de la racionalidad de las

personas que le lleve a tomar decisiones de manera correcta, a

la transmisión de valores que permitan la toma de decisiones

éticas.

En definitiva, las instituciones académicas deben favorecer la

implementación de procesos de aprendizajes éticos que

favorezcan el crecimiento personal de los estudiantes y la

consecución de una economía humanizada.

Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

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