A principios del siglo XX dos huelgas de extraordinaria importancia, marcaron la historia del origen del movimiento obrero mexicano.

Durante el Porfiriato se les prohibía a los trabajadores que formaran organizaciones o que se manifestaran para defender sus deberes laborales, castigándolos con multas y hasta prisión.

En junio de 1906, en el estado de Sonora, trabajadores de las minas de Cananea hicieron estallar una huelga por salarios mas altos e igualdad para trabajadores mexicanos con empleados norteamericanos, ya que los discriminaban y hubo varios heridos y muertos.

Al año siguiente, otra importante huelga estalló, en enero de 1907 en Orizaba, Veracruz. Trabajadores de las fabricas textiles de Rio Blanco, se pusieron en huelga por las malas condiciones a las que eran sometidos, como jornadas de 12 horas, multas y control sobre las actividades que realizaban los trabajadores.

También hubo varios heridos y muertos.

El desarrollo de los ferrocarriles, haría que sus trabajadores crearan varias sociedades y hermandades, con el propósito de formar una organización nacional que buscaba normar sus relaciones laborales.

Los mecánicos del ferrocarril central, organizaron una huelga en 1908, por mejora salarial, derechos a mejores puestos, igualdad y jornadas de trabajo de 8 horas.

Estuvo suspendido por 6 días y no regresaron a trabajar hasta que los dueños acudieron al general Díaz.

En mayo de 1908, en Puebla los trabajadores de la industria textil, se declararon en huelga para pedir aumento de salario y por el abuso de sus jefes que les descontaban dinero de su salario por razones absurdas, como para alimentar a los perros de los dueños de la fabrica.

La huelga duró mas de 20 días y fue considerada ilegal, los trabajadores abandonaron la lucha sin haber obtenido nada.