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PRIMAVERA / VERANO / 2008 SPRING / SUMMER / 2008 PRESORTED STANDARD U.S POSTAGE PAID FORT WORTH, TX PERMIT No. 3033 $3.00 hjhjhjhjhjhjhjhj jkjkjkjkjkj jkjkjkjkjkjknmnmnmnmnmn V O L XXVI I Nos. 1, 2 Ramón Unzueta, “La sanguina”

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PRIMAVERA / VERANO / 2008

SPRING / SUMMER / 2008

PRESORTEDSTANDARD

U.S POSTAGE PAIDFORT WORTH, TXPERMIT No. 3033

$3.00

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V O L XXVI I Nos. 1, 2

Ramón Unzueta, “La sanguina”

P.O. Box 101582Fort Worth, TX 76185-1582

(817) 731-4657

[email protected]

www.La CasaAzul.org www.lacasaazulcubana.blogspot.com

(Founded in March 1982by

Heberto Padilla&

Belkis Cuza Malé)

Publisher and Editor:Belkis Cuza Malé

Assistant Editors: René Abella /Augusto Lemus

Art Director: B. PadillaPromotion Department: Claudia Brunet

Webmaster & web Art Director : Carmen Karin Aldrey

*Consejo de Colaboradores:

Carmen Karin AldreyArmando Alvarez BravoErnesto Díaz Rodríguez

Tania Díaz CastroBenigno NietoRaúl RiveroZoé Valdés

Copyright © 2008LINDEN LANE MAGAZINE .

Prohibida la reproducción total o parcial. Cada colaboración representa laopinión del autor, y la revista no es responsable de los criterios

emitidos en éstas. Se aceptan manuscritos, pero se ruega -de ser posible- seenvíen a través de nuestro correo electrónico. No se devuelven materiales,salvo los que vengan acompañados de sobre y sellos con la dirección del

autor.El precio de una suscripción anual a

LINDEN LANE MAGAZINEen los Estados Unidos es $12.00 para individuos, y $22.00 para

instituciones. Una suscripción para Latinoamérica o Europa cuesta $60.00.Para anuncios comerciales y personales diríjase a nuestro

Departamento de Promoción y le enviaremos la tarifa.

ISSN 0736 - 1084

It is a publication byLinden Lane Magazine & Press.

2 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

Queridos amigos:

Ramón Unzueta: Manga de viento

Cada vez que debo escribir la nota de presentación de un nuevo número de LLM mesurge de pronto “la antigua melancolía”, como le hubiera gustado decir a Heberto Padilla.

No sé si por el esfuerzo de mantener vivo un magazine literario y artístico dedicadoespecialmente a darle voz a las expresiones de escritores y artistas que tienen como

bandera el exilio y como patria el idioma, acto de permanencia, en un mundo “ancho y ajeno”.

Pasan los años y pasan. Y seguimos en las mismas, aunque lo que cambie sean losrostros, desdibujados por la esperanza de una Cuba libre y soberana, sin comunismo, o

como se le llame a ese enjendro de ideología que ha llenado el país de sombras. No voy ahablar aquí de lo óbvio, de lo que sabemos, del tirano eterno y de los nuevos

mandamases. Algunas caras se han movido en el tablero de ajedrez, pero nada hacambiado en esencia. Lo único digno de comentar es la incesante denuncia de las Damasde blanco, que domingo a domingo recorren las calles habaneras, sin que las autoridades

presten atención a su reclamo de libertad para los periodistas y activistas disidentes quepermanecen encarcelados encondiciones infames, y que

representan sin duda la mejormuestra de que en Cuba nada

ha cambiado con Raúl Castro.Porque para iniciar cualquiermovida habría que empezarpor liberar a esos disidentes,

por conmutarles penascarcelarias que no se merecen

y que denuncian por símismas el verdadero rostro

represivo del régimen.Este nuevo número de

LLM , que abarcaprimavera y verano de 2008 -

-sólo estamos publicando dos al año-- es como siempre obra de “magia”, o milagro, siprefieren. Porque no necesito repetirles que los precios han ido en aumento, y no así eldinero para publicar y pagar los gastos de impresión y correo. En el anterior les decía

que LLM tan sólo sería enviado a los que hayan abonado su suscripción o hecho undonativo. Pues ni así. Reconozco que la culpa es mía, porque he dejado que ustedes

paguen o no paguen, les he seguido enviando el magazine, no he insistido en cobrarles ycomo consecuencia de todo esto, sólo han pagado los más conscientes de la orfandad de

LLM . Pero en fin, soy mujer de fe, y sé que con Dios todo es posible. Este número rinde homenaje a Zoé Valdés, escritora cubana que no sólo ha

alcanzado notoriedad con su obra literaria, sino que no cesa de defender el derecho de loscubanos a vivir en libertad y con democracia. Entrevista, poemas, pinturas y una reseña

sobre La ficción Fidel, su último libro, se enmarcan dentro de este pequeño, pero sincerohomenaje a Zoé. Y el pintor Ramón Unzueta (www.ramonunzueta.com), su amigo de

toda la vida, nos honra también con su participación, y le añade colory vida a este número. Al igual que las pinturas de la propia Zoé.

Disfrutarán también las colaboraciones de Madalina Cobián (desde Cuba), DavidLago González, Tania Díaz Castro (también desde Cuba), Duanel Díaz Infante, Juan

Abreu, Vivian Gude, Heriberto Hernández Medina, Arturo Serrano, Liana María Alvarez,René Dayre Abella, Armando Alvárez Bravo, Jorge Luis Arcos y una servidora. No

menos hermosas son las ilustraciones de Gladys Triana y José Rosabal (ambos pintorescubanos radicados en Nueva York). Y como documento histórico reproducimos la carta al

pueblo de Cuba del ex comandante Pedro Luis Díaz Lanz, recientemente fallecido.

Agradezco a los que ya han enviado su donativo para mantener a flote LLM , y a los queaún no lo han hecho y quieran contribuir, por favor, les rogamos nos hagan llegar cuanto

antes cheque o money order a nombre de Linden Lane Magazine aLinden Lane Magazine

PO Box 101582Fort Worth TX 76185-1582

Por favor, recuerden incluir su dirección de correo electrónico (email). Esto es suma-mente importante para mantenerlos en contacto con nuestro Boletín de La Casa Azul.

Con gracias anticipadas por la generosidad de todos ustedes, bendiciones,Belkis Cuza Malé, directora

3SPRING / SUMMER 2008

BELKIS CUZA MALE

París sin aguacero para Zoé Valdés

Ella es única. Un personaje real,que hubiese vivido y soñado dentro de suspropias novelas. Un ser para la historia dela literatura cubana, aunque algunos nohayan encontrado todavía a la verdaderaZoé Valdés. La autora de La nadacotidiana, la novela que la lanzó al mundo,es sin duda una mujer extraordinaria yencantadora, de la que podemos esperargrandes sorpresas, pues no para de crear yde animar empresas culturales que sirvanpara denunciar a la tiranía castrista. Ahoraes Telebemba, una estación de televisiónen Internet, junto a Ricardo Vega, suesposo. Y también las Ediciones Lunáticas.Pero habrá más según dice, sin dar detalles. Pocas novelas cubanas le dejarán conla sensación de La cazadora de astros(Plaza Janés, 2008), la última de sus obraspublicadas. La magia de estas vidas que sefunden a ratos en una para contarnos elmisterio de dos mujeres distintas e iguales,por obra y gracia de Zoé Valés, nossumerge en un mundo onírico y real delque nos sentimos parte en la medida en queavanzamos en la lectura del libro. Y para los que se quedaron con lasganas de que la novela no terminase, aquíles presento, de primera mano, a la ZoéValdés real, la misma que ha salidovictoriosa de todos los avatares de su vida;la niña que pinta las paredes de esecuartucho habanero; la adolescente que seescapa a la playa con un amigo del alma;la mujer, la escritora que nos habla con elcorazón en la mano, de vuelta de todos losmiedos y vergüenzas, y nos comenta sintapujos de todos los temas. Conversar conella ha sido recrear de nuevo su mundohabanero y parisino, compartir su visiónoptimista, su incansable lucha por ser Zoé,libre, triunfadora, amante de su familia, delmar y de la vida, la luna y la felicidad.Como Remedios Varó, su alter ego en Lacazadora de astros, para ella la vida no valela pena vivirla sin arte.

Quiero empezar por tu signo zodiacal.¿Cuándo naciste?: dia, mes, año. ¿Sabesel Ascendente?

Nací el 2 de mayo de 1959, sábado, a las8:30 de la noche, en La Habana, Cuba. Miascendente es Sagitario, según me handicho. Me gusta mucho esto de las clavesmisteriosas de la vida, de la numerología,

y los signos, pero nos los estudio losuficiente, debería... Es pura poesía.

Infancia:¿ fuiste una niña feliz? ¿Cómoera tu hogar? He oido de tu madre, de tuabuela, como partes esenciales en tuformación. ¿Cuál de las dos influyó másen ti?

Era una niña entre melancólica y cómica,que luchaba por imponer la alegría en cadaminuto de mi existencia. Era un patito feo,y tuve que convertirme en el hombre de lacasa, desde chiquita, para lidiar con tresmujeres sumamemente enloquecidas, peroal mismo tiempo muy clarasen relación a la tragedia o ala comedia de la vida. Miabuela era una mala actriz deteatro, de orígen irlandés,creía en los celtas, en Astarté,y todo eso lo mezcló con lasantería. Mi madre era esamezcla de irlandesa y dechina (su padre era chino),camarera de la cafeteríaAmérica, del Potín, delCarmelo, de la cafetería MiTío, del Palacio de lasMoscas, la pizzería Europade la calle Obispo, de dondecayera, porque siempre lacastigaban y la cambiaban detrabajo. Mi tía trabajaba en lafábrica de talco Brisa, y eramanicure en la casa pararedondear el fin de mes. Noteníamos qué comer pero teníamos talco,el de verdad... Mi padre y mi madre sehabían separado, durante los primeros añosno nos vimos mi padre y yo, la relaciónfue muy precaria y devastadora para mí. Amis 17 años empecé a verlo, a mishermanos también. Después se fueron delpaís. No volví a verlos hasta once años mástarde, y desde entonces mi relación conellos fue magnífica, de mucho cariño yrespeto. Pero me formé con esas mujeres,divinas, bellas, mandonas, y muy hechaspara la "sufridera".

¿Cúando recuerdas haber comenzado aleer, y qué leías? ¿Y cuándo decidiste quete gustaría escribir? ¿Por dóndeempezaste? ¿Poesía o prosa?

Empecé a leer con tres años, mi abuela meenseñó, enseguida empezó a darme librosde adultos, quiero decir enseguida que pude

comprender que me hallaba en un mundológico y pesado, aunque yo siempre heluchado por vivir en la abstracción y en laligereza del delirio, con arte. Mi hija esigual, cuando empezaron las matemáticaspara ella preguntó lo mismo que yo: "¿Porqué siempre hay que empezar por el 1?¿Por qué no por el cinco, o por el nueve?".Leí un libro bellísimo de cuentos árabes,con el que nunca más he podidoencontrarme, de modo que no recuerdo niel título, ni el autor, ni nada, era un libroviejo, roto, sin tapas, igual me lo heinventado... Luego leí muy temprano todolo que me traía mi abuela, una pieza de

teatro para ensayarla con ella, El Mastínde los Baskerville, Las mil y una noche,todo Julio Verne, todo Oscar Wilde, ElExtranjero de Camus, Shakespeare, lapoesía de Víctor Hugo, el Decamerón, quea ella le encantaba, Baudelaire en francés,sin entender ni papa; mi madre leyó ElQuijote y me lo hizo leer con doce años,se lo agradeceré siempre, porque no leesigual El Quijote a esa edad que cuando eresadulta... Mi formación es vasta perocaótica. En una época --yo tenía alrededorde once años, después de la muerte de miabuela--, me dio por leer libros demedicina, no entendía mucho del lenguajetécnico, pero podía darme cuenta del orígende las enfermedades. No tenía estantes paralibros ni dinero para comprarlos, guardabalos libros en un tanque de agua, sin agua,claro, me fascinaba meterme dentro,zambullirme en los libros. Vivíamos en uncuarto de la calle Muralla, el edificio se

derrumbó, estuvimos dos años en elalbergue de Monserrate, al lado del edificioBacardí. Durante esos dos años de albergueviví y me bañé en el cine Actualidades,frente al albergue, porque las condicionesde éste eran terribles, y mi abuela hablócon la taquillera del cine para que al menosdejara a los niños bañarse en el aseo de losbaños, y nos quedábamos a ver tandas ytandas de películas, soviéticas, coreanas,francesas de vez en cuando... Fue unaépoca inolvidable eso de vivir la mitad deldía en una luneta de cine...Todavía miabuela vivía cuando ocurrió eso, de hechoella y yo estábamos dentro cuando el solar

empezó a caerse, a soltar una boronilla deltecho, corrimos, corrimos, y nos salvamosde milagro. Ahora me gustar contar eso,antes me daba una vergüenza terriblecontarlo; perdimos todo, sobre todo losanimales, todos murieron, los canarios, laspalomas, el gallo, el perro, el gato, lajicotea, el altar de la Santa Bárbara que eraprecioso, ocupaba casi toda una pared delcuarto, muy kitch... Empecé a escribir enla calle Muralla, muy temprano, un diario,empecé con un diario... Contaba lo que yosentía, lo que hablaba con mis amigos enla escuela, escribía poemas para ellos,poemas de niños, claro. Dibujaba en lapared del cuarto. Después que el solar sederrumbó pasé ya de adulta por allí, y seveían todavía las huellas de los cuartos, lostravesaños que los dividían, y mis pinturasmedio borradas por el agua y el sol. Undía introduje una semilla en la pared y deahí creció un gajo inmenso, que estuvo así

Zoé Valdés, fotografiada por Orlando Jiménez Leal

4 Linden Lane Magazine Vols. XXVII Nos. 1, 2

adherido durante mucho tiempo. Mi abuelay mi madre me dejaban dibujar y pintar enlas paredes del cuarto, o descascarillar lapared y armar figuras... Total, decían ellas,no había pintura para pintar el cuarto, asíque qué mejor que dejar que yo meentretuviera. Pero cuando empecé a escribirde manera seria empezaron a volverselocas, yo comencé por la poesía, con unpoemario cuyo título es la pretensiónmisma, Respuestas para vivir, cuando másbien eran preguntas, hoy más que nunca loson, y ya no tengo aquellos diécisieteaños...

¿Eras buena estudiante, incluso en launiversidad o te comías la guásima, comole decimos en Cuba a los que se ausentande las clases?

Estudiaba, me gustaba estudiar, y leíamucho. Pero me aburría enormemente enla escuela, entonces me escapaba aCojímar, donde tenía a una tía, a unosprimos, y me iba al Golfito, o la playasimplemente, con otro amiguito de lainfancia que hoy es un gran pintor, RamónUnzueta. Cogíamos la ruta 58 y nosquedábamos en el Preventorio, y de ahíbajábamos a la playa, a veces hacía elcaminito sola, con nueve o diez años, y meencantaba creerme la dueña del mar. Yoamo el mar. Pero el mar de Cojímar loadoro. Me bañé hasta en las pocetas delMalecón. Era una niña y luego unaadolescente bastante arrestada. Peroaprobaba sin dificultad, claro, meausentaba de la escuela, llamaban a mimamá... Mi mamá se ponía de los nervios,porque ella trabajaba muy duro, y queríalo que quieren todas las madres, el diplomaenmarcado en la sala de la casa, pero alfinal siempre me dio mucha libertad, medejó vivir mi adolescencia plenamente, conmis deberes y mis aventuras. Cuandollegué al preuniversitario me puse aestudiar más, incluso hacía mucho deporte,gimnástica, judo, siempre me gustó muchoel deporte, pero perdí el interés por laescuela, todo era política, y eso meparalizaba. Nunca fui militante, me lasarreglé para que no me metieran en nadadel PPI, ni nada de eso. De niña, como eramuy marimacha jugaba al taco con losvarones, en el parque Habana, siempreestaba encaramada en una mata, oescalando las ruinas de un solarderrumbado. Un deporte peligroso que mefascinaba, y que practicábamos muchosniños de la Habana Vieja era saltar azoteas,recorrer toda una manzana a través de lasazoteas, de azotea en azotea, y patinar conaquellos pesados patines rusos por lasazoteas y saltar, o tirarme en chivichanapor una loma, montar carriola, de madera,

a todo meter, con los Landa, unos vecinosmíos... Una delicia, fui muy marimacha,eso sí, y creo que buena estudiante a mimanera.

Personalidad: ¿te consideras unapersona extrovertida, atrevida, sin pelosen la lengua, impúdica o qué? ¿Cómodefinirías a Zoe Valdés? ¿Tienes algoque envidiar a los demás? ¿Hay algo quequisieras cambiar de tu personalidad?

Soy tímida, silenciosa, meagrada mucho escuchar a los demás. Soyatrevida en literatura. No tengo pelos enla lengua en relación a Cuba. Creo en lalibertad del cuerpo, en su belleza, en suscontradicciones, en el placer, y en el dolordel placer. Soy extrovertida con mi cuerpo,

no con mi pensamiento. Soy pudorosa conmi pensamiento, porque creo que se puedeherir más con el pensamiento que con ladesnudez del cuerpo. No envidio a nadie,no es sano. No aguanto el engaño, lamentira, el plagio, la intolerancia, y detestoa aquellas personas que se aprovechan delos demás. Respeto el trabajo de los demásy sólo pido que respeten el mío, y cuandono me respetan soy un toro, voy con loscuernos p'alante y embisto. Soyapasionada, al mismo tiempo, después quehago algo lo analizo bien, pero siempre aposteriori. Me gustaría prevenir mejor lasconsecuencias, eso me ayudaría a perder

menos tiempo con todo, pero no sé siconsiga cambiarlo a estas alturas.

Eres un producto habanero, pero ¿visitastealguna vez el interior de Cuba, además dealgún que otro viaje a Varadero, como esde esperarse?

Soy muy de la noche y de la calle habanera.A veces no podía conciliar el sueño y cogíauna guagua y me pasaba la noche de guaguaen guagua, eso lo heredé de mi madre, ome metía a caminar de La Habana Viejahasta El Vedado o Marianao. Conozco aCuba, bastante, no toda, porque era difícildesplazarse, a causa de la falta de transporterural, y la mayoría de las veces estabaarrancá, sin dinero. Pero me las arreglabapara pintar uñas o paredes, hacer cualquier

cosa, vender ropa, buscar dinero, y tomarun tren, me fascinan los trenes, escribir enlos trenes es algo fabuloso, tengo unpoemario que se titula Vagón parafumadores, que lo escribí completamenteen mis viajes en trenes, también me gustamucho el campo cubano. Me gustaacostarme en la tierra caliente cubana,olerla, esa mezcla de hierba aromática conpodredumbre y tierra colorada es rara. Enlas escuelas al campo, que fueron períodosmuy oscuros para nosotros, yo disfrutabade los momentos esos únicos con losguajiros, bañarse en un regadío, en unaturbina, dormir encima de los cujes de una

casa de tabaco, robarse un caballo,escaparme por la madrugada al pueblo.Querido primer novio cuenta todo eso, esuna novela sobre el campo cubano, ycuenta también la relación con la ciudad,que cambia cuando has vivido en el campolargos períodos, lo primero es que tienesque reaprender a caminar de nuevo en elasfalto. Pero definitivamente soy de asfalto,de gran ciudad. Y el campo francés, tanbonito que es, me saca de quicio, igual quela montaña, y la nieve, me alteran. Meagrada que nieve en la ciudad, pero nopuedo quedarme tiempo en una estaciónde esquí, me enerva, tanta blancura, tantosilencio, no lo aguanto...

¿Dónde comenzaste a escribir La nadacotidiana? ¿En Cuba?

Escribí La nada cotidiana de principio afin en Cuba, acababa de dar a luz a mi hija,vivíamos en la pobreza y el desencanto,así y todo trabajaba en el ICAIC,contradicciones propias del cubano, ganabadinero que no servía para nada, tampocoganaba nada extraordinario. Empecé atener problemas con Alfredo Guevara y conla seguridad del ICAIC, que tenía quevandear como podía. Me cansé de vivir enla mentira. Sobre todo, no había libertad.La nada cotidiana empezó como un poemarevulsivo a toda esa realidad, y terminósiendo una novela catarsis, de la que noesperaba absolutamente nada más que decirlo que yo quería.

¿Te soñaste alguna vez famosa? ¿EsParís para ti el lugar más extraordinariodel mundo? ¿Acogen con entusiasmo enFrancia a los escritores cubanosexiliados?

No me interesa la fama. Pero la fama tepermite que te den trabajo fácilmente, ybueno, cuando eres cubana anticastrista noes fácil aún teniendo un nombre, lacelebridad permite que tu obra seaconocida, y ganar dinero. Antes de La nadacotidiana había escrito una novela Sangreazul, super hermética, y poemarios, quepocos lectores habían leido. Yo siemprequise ser un escritor como Julio Verne, yque me leyera mucha gente, y provocar lamisma emoción que me provocaba a míleer a Margarite Yourcenar más tarde, o aMarcel Proust, o Los misterios de París,de Eugène Sue, Los miserables de VíctorHugo, Poeta en Nueva York de FedericoGarcía Lorca. Yo quería ser una granescritora, y sigo en ese empeño. París es laciudad más literaria del mundo, y la quemás me ha dado, en materia deconocimiento. París me dio la libertad, aquíaprendí a ser libre. No es fácil ser escritor

Zoé Valdés, pintada por Ramón Unzueta

SPRING / SUMMER 2008

Ramón Unzueta, Alta costura

en París, y cubano exiliado menos, debespasar por muchas pruebas, luchar mucho,sufres calladamente, pero hay quecontinuar como una hormiguita. Pero asíes la vida, recuerdo que yo zancajeabaeditoriales con mis manuscritos debajo delbrazo, Le Seuil, Actes-Sud, todas, enviabaa concursos desde La Habana, a veces merespondían que ya ese concurso no existía,porque claro, yo leía los periódicosespañoles con un año de retraso, cuandollegaban a mis manos... Pero nunca perdíla esperanza ni las ganas de publicar, ytrabajé con muchas energías en otrascosas... Te di la vida entera la escribí a lamitad entre La Habana y París, robándolehoras al sueño, trabajando durante el díaen miles de cosas al mismo tiempo, perosin perder la fe en la poesía, que es el únicomisterio en el que creo, mi único dios.

¿Te gustaría que te compararan a AnaisNin o a Françoise Sagan? ¿Colette,jajajaa?

Releo a las tres siempre. En los añosochenta, como sabes, viví de manera muyespecial en París, vine a acompañar a miesposo a la UNESCO, la UNASCO, diríaReinaldo Arenas... Todo eso suena muyrimbombante, pero ganaba una porquería,630 francos al mes, vivíamos controladospor la embajada, aunque yo me las arreglépara hacer de las mías. Pero nosotros, elpequeño grupo que había caído ahí por azarcastrista y no concurrente, y no lezamiano,nos decíamos que teníamos que sacarlelascas al viaje, decidimos aguantar, vermuseos, vivir París, y lo hicimos; al menosyo lo hice. Y en esos años descubrí a AnaïsNin, y leí todo, con mucha avidez. AFrançoise Sagan la había leído en Cuba,aunque sólo Bonjour tristesse, luego aquíleí Aimez-vous Brahms?, que es mi novelapreferida de ella. De Colette leí todo,porque figúrate que creo que mi vida separece un poco a la de ella, sobre todo dejoven, y en el carácter. Colette era unamujer muy libre. Las tres lo han sido, peroColette más. Son mujeres mayores en todoslos sentidos de la palabra grandeza. Y lasadmiro, y las respeto, y me gustan, y lasamo. Hay otra narradora, por cierto,cubana, Alba de Céspedes, a la que conocí,ella me pidió que fuera su secretaria, perono pude aceptarlo, porque no podía trabajarfuera de la UNASCO, el gobierno castristano me lo permitiría, y preferí ser su amigaun poco clandestinamente. Su Cuadernoprohibido y Ellas son novelas extraor-dinarias, aunque Alba era una persona másconvencional.

¿Crees que cierta literatura pornográficase ha convertido ya en género literario?

¿Como te enfrentas a la definición deliteratura pornográfica con que algunos(en especial el Ministro de Culturacastrista) quieren descalificarte?

El Centro Georges Pompidou, elBeaubourg, que como sabes es uno de loscentros de arte más importantes delmundo, hace poco, definió los años '90,como los años pornográficos, dándolecategoría artística a cierta pornografía. Asícomo los años '70 fueron los años del pop,los '80 del revival, etc... Bien, lapornografía ha pasado a ser un géneroartístico, la pornografía, desde luegoadulta. Yo defiendo la libertad en el arte,pero sobre todo en la vida. No vivo demanera pornográfica, aunque escribí unpoema que se titula¨Pornográfico mío¨,con toda intención. No sé si mi obra espornográfica o no, no me siento en ladisposición de calificar mi propia obra,¡qué pretensión sería! Pero lo que sí tengomuy claro es que no me importa nada quevenga directamente del castrismo con laintención de denigrarme, o de denigrar acualquier otra persona, cualquiercalificación venida del ministro de cultura,de su ministerio, o cualquier institucióncastrista me importan un comino, lo tomoen cuenta como dato para mi archivopersonal. Deberían mirarse en un espejo,la verdadera pornografía es cuando todosellos apoyan por carta los fusilamientosde tres jóvenes negros cubanos, o cuandojustifican el hundimiento de unaembarcación con setenta y tantos inocentesdentro, incluyendo niños, o sencillamenteayudan a apuntalar una dictadura de 50años, o cuando pretenden crear unasucesión dinástica de hermanos, y de hijos,como por ejemplo el caso ahora de FidelCastro con Raúl Castro y de éste con suhija Mariela Castro, y la asquerosa, poroportunista, defensa de los homosexualescastristas, claro está, los que no se adhieranal castrismo siguen siendo no personaspara ella. En fin, Belkis, qué te voy yo acontar a ti, que lo sufriste en carne propia...

Dentro de tu obra, ¿qué libros prefieresde los que has escrito?

La nada cotidiana, Café nostalgia,Querido primer novio, La cazadora deastros, Breve beso de la espera (poesía).Pero realmente no sé, a veces creo quetodos, o a veces me digo que todavía tengoque encontrar la historia o el poema porlos que yo me sienta plenamente satisfechade haber vivido, me inundan las dudas,siempre, es inevitable.

¿A qué atribuyes tu éxito?

No lo sé, a la manera de contar las historias,con sinceridad, con entrega, conimaginación. A que intento compartir conalguien imaginado mi soledad, y que hicede ella una fuerza que propongo comorefugio. Yo siempre leo de noche, y meimagino al escritor o escritora que ha escritoeso para mí sola, y cuando puedo sentir latirsu vida, su sinceridad, y su escritura,vibrando en mí, entonces ya nos abrazamospara la eternidad.

Sin duda, eres una escritora incansable,que parece trabajar intensamente, perotodos sabemos que también realizasactividades de promoción de la culturacubana en el exilio, y de denuncia alrégimen castrista en Cuba. ?Cómo tealcanza el tiempo, si además ejercestambién la profesión de esposa y madre,pintora, viajera y ama de casa? ¿Cuál estu método de trabajo?

No tengo métodos, vivo la vida plenamente.Creo en la honestidad, en la libertad, en elamor, en la poesía. Trabajo mucho, duermopoco. Desde que salí de Cuba duermo poco.El exilio puede bloquearlo a uno, es más,con eso cuenta la dictadura, ningunearte con

la ausencia, que el exilio te haga picadillo,que te venza el olvido. Yo no pienso olvidarni un sólo momento, y todas mis fuerzaslas he concentrado en mi hija, en mi obra,en mi amor por Ricardo Vega, de ahí sederiva todo lo demás. No quisiera que mihija creciera en la ignorancia de lo quesufrieron sus padres y los cubanos, batallopara que no aplasten mi trabajo, y Ricardohace lo mismo, y en eso nos unió la vida,en ese sentimiento de que lo másimportante es amar la libertad, y ser fiel ala creación poética. La vida no vale la penavivirla sin arte, decía Remedios Varo.

Ahora tienes nuevos proyectos que ya sonrealidad, las ediciones Lunáticas yTelebemba, éste último con Ricardo, tuesposo, y cineasta también. Háblame deestos planes, por favor.

Esos proyectos han ido saliendo de nuestrapropia experiencia, y de madrugadas dedesvelo. Es una pena que los escritores,artistas, cineastas, cubanos exiliados nohayan tenido el apoyo que otros escritores,artistas o cineastas exiliados latinoame-ricanos han tenido cuando han salidohuyendo de otras dictaduras, apoyo de

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6 Linden Lane Magazine Vol. XXVII Nos. 1, 2

Belkis Cuza Malé es la directora deLinden Lane Magazine.

Una versión más corta de esta entrevistaapareció publicada en la sección dominical deArtes y Letras de El Nuevo Herald, Miami, enmarzo de 2008. Y recientemente vio la luz elnuevo libro de Zoé, La ficción Fidel, que haacaparado la atención de la prensa y los lectores.

ZoéValdés, Chante Chantal

gobiernos, de políticos, y también apoyomoral y económico para la creaciónartística. Muchas veces se nos han cerradopuertas en televisiones, en radios, enfestivales, el razonamiento o la excusavarían, pero al final, de algún modo, nosenteramos de que el orígen es el temacubano, o más claramente, el tema castrista.Decidí editar poetas, en principio, y aensayistas cubanos después, que notuvieran en un inicio facilidad para editar,o sea agilizar el trámite con decoro, o conun cierto decoro. Que es lo que vengohaciendo con la pequeña colección deprimeras novelas que llevo en Actes-Sud,editorial francesa, donde he logradocolocar obras de varios cubanos. Ahoramismo mi quinto poemario no encuentrapublicación, la poesía no vende, dicen loseditores... Bueno, pues yo hago eseesfuerzo, edito poetas, con el dinero quegano con mis libros, y veremos a dóndenos llevará este sueño, igual al delirio, queno estaría mal delirar un poco, en mediode tanto horror y vacío políticamentecorrecto... En relación al canal de televisiónpor internet _www.telebemba.com_ (http://www.telebemba.com/) . Lo mismo,Ricardo Vega decidió mostrar lo quemuchas televisiones del mundo entero seniegan a mostrar, o cuando lo hacen,invariablemente cortan las partes"sensibles", o dan una explicación fatua delasunto, y yo lo he apoyado en eso. Y ahoraseguiremos con otro proyecto en grande,también televisivo, pero todavía está muyen ciernes, muy verde, esperemos un pocoa ver...

La cazadora de astros, tu recien publicadanovela, que ensambla una especie deautobiografía con la vida de la pintoraespañola Remedios Varo, es sin duda unaobra extraordinaria. Según mi punto devista, una de las grandes novelas de laliteratura cubana. ¿Te sientes satisfechacon esta obra? ¿Cómo ha sido la crítica?

‘Gracias, querida Belkis, viniendo de ti

resulta muy especial para mí. Sí, amé y amomucho a Remedios Varo, y esa novela mepermitió realizar el sueño de ser ella, demeterme en su piel, en su historia, a travésde mi propia historia. Me siento satisfechade haber podido tocarla, acariciarla, y rein-

ventar su vida entretejida con la mía, vidasnoveladas, de ninguna manera vidas reales.La crítica ha sido muy buena, en España,donde prácticamente acaba de salir, ahorase halla en traducción.

¿Qué escribes ahora?

Escribo una novela muy dolorosa, formaparte de esta trilogía de mujeres queempezó con Remedios Varo, en este casode una fotógrafa... Y sigo en mi novela deBatista. Tengo muchas horas filmadas conmiembros de la familia Batista, con

protagonistas de la época, porque quiseprimero realizar un documental.Finalmente me dije que tenía que escribiresa novela, y lo haré, sin duda. Me apenamucho que Rubén Batista haya fallecidosin poder leerla, con él aprendí mucho deesta historia enrevesada e injusta. Terminé

hace rato este poemario del que te hablécon anterioridad, Anatomía de la mirada.Y el guión de Boarding Home, deGuillermo Rosales, para dos estupendoscineastas franceses.

¿Volverías a radicarte en Cuba sicambiara el sistema?

El daño está hecho, la herida está ahí,abierta, purulenta incluso. Ítaca ya no serála misma, dijo Cavafis, del exilio no seregresa jamás, aún cuando regresasfísicamente... No lo sé, dependería de enqué estado quede ese país, y de si valdríala pena que yo sacrifique lo que heconseguido y que empezara de cero. Amouna Cuba que existe sólo en esa fuerza quehe convocado antes como refugio íntimo,misterioso, poético. En ese sentido yonunca he dejado de vivir en Cuba. ¿Volverpara morir? Me agradan los cementerios,el de La Habana lo recuerdo muy bello,pero Pére Lachaise es sumamente hermosoy poético, mi madre está ahí, a unos pasosde Colette, de Marcel Proust, de AllanKardec, de María Callas, de Jim Morrison,de Víctor Lenoir, periodista napoleónicoque murió en un duelo con el pene erecto,de ahí su escultura en bronce encima de latumba, con el tolete en ristre, reluciente,debido a los besos que depositan lasmuchachas parisinas; debo confesar que yotambién fui de joven a restregarme en esebronce cálido, y junto a muchos amigosque han muerto aquí en París, conaguacero...

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7SPRING / SUMMER 2008

EN EL CAFÉ FRANCÉS

Antes me gustaba ir todas las tardesAl café Francés de La BastillePero se ha vuelto muy caroY bullicioso por gustoAhora va gente sucia y despelusadaCualquier mendigo se ve eleganteAl lado de ellosSon jóvenes -me dicen- es lo suyoLa moda que no es la modaLas ancianas de graciosos sombreritosY de rimel que dépasse el borde deLos arrugados labiosNi siquiera se acercan al barrioA lo mejor han muerto una a unaO todas de un paloYa no me apetece sentarme allíEn el desconsuelo de no verlasCotorreando sobre la juventud y la guerraY de la liberación de ParísAquel verano del ‘44Sonreían con un guiño pícaroA los músicos ambulantesY dejaban propinaApuntando con discreción al bolsilloEn el café Francés llega gente nuevaTuristas que hablan en rusoY jóvenes que cantan al revésNo voy al café FrancésNo están las viejitasLa madre de una amigaSe suicidó a los ochenta y siete añosNo quisiera ser yo quien las reemplace.

CALIGRAFÍA DEL OJO

Anoche tuve un sueñoO una pesadillaIba caminandopor el Boulevard BourdonEn ParísY al doblar la esquinacaía en una calle de La HabanaEmpedrado y VillegasO Estrella quizás RayoNo pude precisar bien el lugarPorque en ese instante me despertéY mi madre no vivíaComo se supone que vivanEternasLas madres en los sueños.

LUNA Para Attys Luna, en sus quince años.

Mi hija ya es una adolescenteCamina desgarbadaY entrecierra los párpadosDe una manera suave felinaMi hija la noche de cabellos ondeadosY alegre dibuja un solMe recuerda a mi abuelaQue era tan azulIgual a una luna mojadaMi hija me enseña palabrasCorrige mi acento en francésCome crece canta y bailaY yo la observo con frenesí“ma révolution porte ton nom”eso canta en este penoso exilioLuna sostiene en un dedo a la primaveraVoltea una pelota de playaY el mar detrás se enrosca en su lisa espalda.

Zoé Valdés

AUSENCIAS

Mi madre crece en el tallode una mandarina

Mi padre es mármol repujadobajo el sol de New Jersey

Mi país se me desprendióde una venarecogí los añicos en el patiñerodel sueloy los envolví en el trapode machacar hieloy me hice un sombrerocon los coágulos.

Zoe Valdés, Luna-Marléne, óleo sobre canvas, 2005

8 Linden Lane Magazine Vol. XXVII Nos. 1, 2

ANTES YO FUI UN PÁJARO

Antes hace mucho tiempoYo fui un pájaroY volaba por encimade la que es hoy mi casaAntes yo me colgaba de las patasal borde del aleroo del canto de la pareda esperar que la mujer abriera la ventanay me echara migajas en la casita de maderaconstruida por Ramón UnzuetaAhora yo soy esa mujer que le pone panAl pájaro que un día seré yoU otra.

FANTASÍAS.

Me voy a vestir con ese vestido de nieveAunque me muera de fríoY tú digas que no me lo quiteque me queda que ni pintadoEn la cabeza estrenaré un sombreroRojo de terciopelo y le hincaré una mariposa de cristalEn las manos guantes finos hasta los codosMedias de encaje negro zapatos de raso también rojosLlevaré sin embargo una pequeña carteraCasi un monedero donde guardaré tus besosY esperaré toda la noche en el teatroA que tú me digas una frase que me olvide del mundoDe Cuba de los presos políticos de la novelaQue aún no he empezado aunque ya la terminéUna frase en la que sólo estaremos tú y yoComo dos turroncitos de azúcar al borde de la porcelana.

LO QUE ME QUEDA

Mi hijaUn maridoMis hermanosEn New JerseyComo árbolesComo una nevadaY estos librosPelículas que vuelvo a verPoemas manoseadosCien mil vecesY la música como letaníaMis compositores preferidosMenos mal que tengo dos hermanosPorque este exilioEs la muerteMi madre y mi padre murieronElla en ParísÉl en Nueva JerseyA dos años de intervaloAhora tengo además dos tumbasEn dos sitios alejados de aquel mundoY una amiga que vende sueños en una galeríaDe la calle Ocho en MiamiOtro amigo que pinta con la yema de los dedosY el duende tiritando de placer en Indian Creek Street.Y un primo en La HabanaQue sueña con el miedo.

Zoe Valdés: Latifa en Venecia

Zoé Valdés, Cuba, 1959, poeta y novelista.Además de una extensa obra como novelista, ampliamente difundida, tienepublicados tres libros de poemas. Estos pertenecen a su libro inéditoAnatomía de la mirada.

9SPRING / SUMMER / 2008

Fitoo El regalo de cumpleaños

Tras escuchar la noticia en laradio, mis ilusiones de salir esa tarde sefueron al piso. El pretexto para vermecon Guille, un muchacho que habíaconocido unas semanas antes y me habíadejado profundamente impresionada, erael desfile de carnaval, que con motivo dela festividad del santo patrón de mi pueblo,San Joaquín, se celebraba el 16 de Agosto.

No logré memorizarla toda, sólola parte que me afectaba:

¨.......por tanto queda declaradoduelo nacional y suspendidas todas lasactividades festivas programadas para eldía de hoy.¨

Me cayó un jarro de agua fría. Noalcanzaba a entender cuál era la causa, perosi lo decía la radio, era oficial, y si eraoficial, lo había decretado Fito, y si lo habíadecretado Fito, no se podía discutir. Élsabía lo que hacía por el bien de todos.

Fito era el nuevo presidente de mipaís llegado al poder de forma violenta yatrevida y por su valentía se había ganadola admiración del pueblo y especialmentela de la juventud, aunque mi abuela y sugeneración, y muchos de la propiageneración del muevo gobernante,estuvieran en desacuerdo con él.

Según mi abuela, que habíanacido y vivido en la misma zona dondenaciera Fito, éste era hijo de Nina Rubio,campesina, descendiente de emigrantesespañoles, irlandeses y alemanes, quehabía comenzado siendo la cocinera de unrico terrateniente y terminara en viuda ymadre de sus tres hijos: Fito, Rafael, yJenny.

Nina acostumbraba a pedirconsejos a mi abuela, como mujerexperimentada que era, sobre la crianza desus hijos, pues Fito le daba muchos doloresde cabeza, que se incrementaban a medidaque crecía. Cuando no se hacía suvoluntad, arremetía contra la casa, losmuebles y sus hermanos, que terminabancediendo ante él, después de las súplicasde la madre para que éste no siguieradestruyendo. Otra cosa que lo caracterizabay hacía sufrir mucho a Nina era elcumpleaños de Fito.

Fito, de Adolfito, en memoria de

un tío lejano que quedara en Europa, desdela segunda mitad del mes de julio,empezaba a mencionar lo que quería comoregalo de cumpleaños. Regalo que surgíade su imaginación, que resultaba cada añomás costoso e insólito, como realizar undesvío de las aguas del río que bañaban latierra de los campesinos hacia un áreadonde mandara a cavar una gran fosa parauna charca que se iba a llenar con especiesmarinas para practicar pesca subacuática,charca que a la larga terminabaconvirtiéndose en un pantano, o construir

una garita en alto, cerca del lindero conotras tierras ajenas, o con el camino real,con electricidad y comodidades, para élpernoctar en ella, leer y observar lo quepasara a su alrededor, convirtiéndose asíen la persona mejor informada de la zona,y desde la cual solía dirigir discursos de suteoría de cómo tenía que ser el mundo, alos transeúntes, los campesinos o losanimales que allí pastaban y lo

contemplaban con la mirada vacía, alprincipio, para luego continuar pastando osimplemente no lo contemplaban mientraspastaban; o el mejor caballo de algúnterrateniente vecino, que después que secansaba de montar, con la ayuda deveterinarios y científicos esforzados encomplacerle, trataba de cruzar con unamula para hacer volver la especie a susorígenes mediante experimentos, que defallar, costarían la vida del caballo, de cuyaimagen mandaría a esculpir una estatua, enmemoria al sacrificio del equino, pero en

todos los casos el regalo tenía que veniracompañado de un arma de fuego, la cualusaba desde su garita. Regalos que no sele podían negar por temor a lo que yasabemos sucedería. Pero eso no era lo peor.El cumpleaños había que celebrarlo contodas las de la ley, ese día y los dosposteriores. Durante esos tres días debíaser agasajado por sus familiares y amigosque lo visitaban. El brindis era costeado

por Nina y sus otros hijos, y cuando yacasi estaban agotadas las provisiones,mandaba a los peones a abastecerse deanimales y viandas a los potreros ysembrados ajenos, así como de vinos enlas bodegas de los comerciantes cercanos.Por supuesto, sin que mediara dinero, puesse entendía que era para su fiesta decumpleaños y ésa era una causa más quejusta, de interés común y de espontáneacontribución por parte de todos. Pero ahíno acababa la cosa. Durante esos tres díasno se le podía disgustar, ni siquiera dándoleuna mala noticia. Por muy urgente quefuera algún recado o situación, debíaesperarse tres días para hacerse públicar.Nada malo podía suceder los días de festejode su cumpleaños.

Nina, cuando no podía resistirmás la presión de la situación que se dabaen su casa, desde mediados de julio hastamediados de agosto, todos los años, corríaa casa de mi abuela a llorar y a pedirconsuelo y a veces hasta amenazaba consuicidarse, pues la situación económica enque sumía a la familia y la vergüenza quetenía que afrontar ante todos los vecinos lahacían andar con la cabeza baja. En unaoportunidad abuela la sorprendió cuandointentaba ahorcarse.

Esas excentricidades eran muycriticadas por mi abuela y su generación,pero nosotros los jóvenes consideramosque son cosas pasadas, superadas, que yano tienen importancia y que aquelmuchacho loco pudo haber cambiado.Confiamos más en el futuro brillante quenos ofrece que en su loco y aventureropasado.

Cuando Fito tomó el poder, Ninase mudó para la capital con su familia. Suhijo Rafael pasó a ser Jefe del Ejército ysu hija Jenny, casada con un diplomático,ya tenía un hijo jovencito y aunque lostiempos cambiaron y aparentementemejoraron para ella, no dejó de pedirleconsejos a mi abuela, que para entoncesvivía con nosotros en nuestro pueblo, puesparecía que las cosas no iban muy bien ensu familia. En una carta que llegara ayer,le contaba un problema familiar:

La Habana, 12 de agosto de 196..........Y aunque todo parece indicar queestamos bien, no es así. Yo estoy muybien de salud, pero sufro mucho. Aprincipio todo fue de maravillas. Fito mepedía que estuviera presente y a su ladoen todos los actos públicos, y yo ibasatisfecha. Celebraba su cumpleaños con

MADALINA COBIAN

Desde Cuba: dos cuentos de Madalina Cobián

Zoé Valdés: Laberinto

10 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

todas sus características y yo estabapresente. Es cierto que tiene una formamuy peculiar de dirigir, pero la gente loacepta y yo no entiendo de política. Perolos jóvenes son impredecibles. Mi nieto,el hijo de Jenny, se enredó con otrosjóvenes desafectos al régimen en unproblema político y cayó preso. Desdeentonces, mi vida y la de Jenny se hanensombrecido. Recurrí a mi hijo Rafaelpor clemencia para mi nieto y me contestóque sólo Fito podría tenerla. Me ausentéde todos los actos públicos, lo cual Fitome reprochó de manera severa. Le pedíque intercediera por mi nieto y meprometió que sólo si yo iba con él a lacelebración en la Plaza, en el mes de julio,al otro día yo tendría a mi nieto de regresoen casa. Así lo hice, y al día siguiente alacto fuimos Jenny y yo a buscar almuchacho a la cárcel y lo que nosentregaron fue su cadáver”.

“Como verás, esto es más de loque mi corazón y mis fuerzas puedenresistir. Jenny ayer abandonó el país yFito no me permitió ir con ella, por lo queme he quedado sola. Quisiera estar cercade ti para pedirte auxilio y no cometer unalocura. Hoy es víspera de su cumpleañosy me está exigiendo, como regalo, quemuestre la mejor de mis sonrisas durantelos actos de estos tres siguientes días. Noestoy en condiciones de pasar uno solo desus cumpleaños más a su lado. Ruega pormi alma”.

Nina.¡Pobre señora!. ¡Cuánto debió

haber sufrido! ¿Qué habrá querido decircon eso de: “ruega por mi alma”, queabuela se echó a llorar?

De mis cavilaciones me sacó lavoz de la radio que volvía a repetir lanoticia:

- ̈ Ha fallecido en el día de hoy laseñora Nina Rubio, madre del Presidentede la República, luego de penosaenfermedad. Por tanto queda declarado eldía de hoy, 16 de Agosto, duelo nacionaly suspendidas todas las actividades festivasprogramadas para este día.¨

¡Qué ironías tiene la vida! ¡Quiénlo iba a decir! ¡Con la alegría que el paíscelebró el cumpleaños de Fito durante estostres últimos días!

Agosto 2003.

Homenaje póstumo a Yetka Prólogo

Cuando por culpa tuya, mi madreme dio una paliza con el palito de hervir laropa, que yo había cogido como bastón

José Rosabal, “Fragmentos”

para jugar a la parada, te odié. No comouna niña de seis años, sino como un serhumano herido por la injusticia y juréodiarte eternamente.

Pero hoy, que la casualidad meha convertido en la primera persona enconocer de tu muerte, me he detenido aanalizar sobre cuánto de casual haya sidoesa noticia y sobre cuánto de culpabilidadhaya habido en tu conducta, y he llegadoa la conclusión de que el aviso no fuecasual y de que tú no fuiste mas que unainfeliz, víctima de inhumanas circuns-tancias.

Por tanto, tomo mi pluma pararendirte el pequeño homenaje póstumoque nadie te ha hecho y me despido de ti.Yetka, qué Dios te tenga donde te mereces.

“Chucuchaca, chacachaca,Chucuchaca, chacachaca”.

Cuando por primera vez oi eseruido, acompañado de un estremecimientoacompasado, que subía por mis piernasdobladas sobre el asiento de madera dondeestaba sentada, era yo una niña quecomenzaba a hacer pininos en la escuelay que empezaba a acostumbrarme a ladolorosa separación de mis padres, poruna horas a diario.

Aquel amargo dia fue uno de losmás terribles de mi vida. Acababa de dara mamá el beso de despedida, cuando seformó una tremenda algarabía en laescuela. La directora y las maestrascorrían con los niños de un lado para otroy unos hombres de uniformes nosconducían hacia unos camiones. Se oíanfrases de “guerra”, “comunismo”,“evacuación”, “refugio”, “casa de niños”,“educación”. Los niños llorábamosclamando por las madres. Nostransportaron en camiones hacia un tren.Nunca mas volví a ver a mis padres.

“Chucuchaca, chacachaca”.Después de horas de viaje sin

probar bocad; por angustia, pordesamparo, por miedo, el cansancio merindió. Cuando desperté, habíamosllegado a una ciudad. De la estación noscondujeron en carro hasta una mansiónmuy linda donde había niñas de diferentespaíses, que hablaban otros idiomas.Había muchas habitaciones con cómodascamas y lindos juguetes. Empecé a perderel miedo, pero esa noche no pude dormir.Me faltaba algo. “Maama, maama, mi muñeca”.

Mis sollozos entrecortados mesacudían cuando lograban aletargarme.Mis suspiros me sorprendían. Así pasé lanoche. Nunca más disfruté del sueñoplácido y angelical de los niños. Solodespués de varios meses, en los que esas

*

sensaciones se perdieran y la imagen demi muñeca se hubiera desvanecido, elcansancio logró sumirme en un sueñopesado. “Maama, maama, mi muñeca”

La directora de esa escuela eraalta y bella. Siempre vestía de largo yusaba sombrero. Se llamaba MadamDubois. Se reunió con nosotras y nos dijoque por ser el primer día, nos hablaría ennuestro propio idioma, pero que a partirde ese momento sólo se hablaría en lalengua del país para apresurar suaprendizaje. Que allí recibiríamosinstrucción y educación, además demodales para comportarnos como damas

de sociedad. Que una vez terminada laguerra, podríamos regresar a nuestrospaíses y caso de que no quisiéramosregresar, allí podría encontrar empleodecoroso. Terminado su discurso, se alejódejando el aire perfumado.

Allí pasé mi infancia y miadolescencia.

IILas imágenes de mis padres y de

mi casa eran sólo vagos recuerdos en mimente. Pasaba largas horas después declases, practicando ante el espejo, elmaquillaje, el arte del abanico o ensayandoalgún baile de salón.

Un dia, fui llamada a la oficinade Madam Dubois. Mientras esperabasentada frente a su despacho, oi unadiscusión entre ésta y alguien que parecíaser funcionario del Gobierno.

-“Pero Madam. Eso no puede ser.Eso sería violar los acuerdos entre lasSociedades Protectoras de NiñosRefugiados de Guerra. Podría crearse un

escándalo internacional.”-“Lo sé, pero esta institución fue

creada por mí, con mi capital, que no estásiendo retribuido por nadie, pues no estoyrecibiendo ayuda ni de ustedes, ni de laIglesia, ni de instituciones similares en otrospaíses, por tanto, tengo que engrosar misfondos, para poder sostener la institución.Le recuerdo señor, que soy francesa, y quesus leyes no me afectan. Tenga la bondadde retirarse.”

Cuando entré, me dijo:-“Sonia, ha llegado el dia de

separarte de nuestra institución puesto queya has cumplido con los requisitos yobjetivos de la escuela. Pero en vista de

que tu país sigue en guerra y no ha habidouna reclamación por parte de tus padres, esnecesario que te pongas a trabajar paracubrir tus gastos e independizarte. Comono tienes historia, ni noticias de tus padres,podrás olvidar tu pasado fácilmente ycomenzar una nueva vida con el nombre deYetka. Asi será el nombre que aparecerá entu tarjeta de identidad. Significa Muñeca.Mañana comenzarás a trabajar en casa delDr. Zanolsky. Mucha suerte.”

Quedé anonadada. La palabra“muñeca” quiso decirme algo, pero aunqueintenté descifrarla, no la entendí, la hallévacía. Al otro día fui llevada al palacio delDr. Zanolsky. Nunca más supe de la escuela.Sólo una vez más volví a ver a MadamDubois.

IIIEntré al palacio por la puerta

principal y quedé deslumbrada. Me sentíreina por unos momentos. La criada mecondujo a mi habitación, que contaba conun baño y un pequeño comedor. Era servida

11SPRING / SUMMER 2008

en mi cuarto y pasaba largas horas en labañera. Parecía un sueño, pero ¿cuándocomenzaría mi trabajo?. Empezaba apreocuparme. Cuando le preguntaba a lasirvienta, me contestaba:

-“El Dr. Zanolsky está de viaje.”Una noche desperté asustada. La

puerta de mi cuarto se había abierto y unafigura masculina, se acercó a mi lecho.

-“¿Quién es? ¿Qué quiere? Salgade aquí. –Grité.

No contestó. Se sentó en milecho. Encendió la lampara y después dedescubrirme observó mi rostro y mi cuerpo.

-“Yo trabajo para el Dr. Zanolsky.¿Dónde está él?” - intenté defenderme yjustificar mi presencia.”

-“Yo soy Zanolsky –me contestó-y éste es tu trabajo.”

Al principio lo odié, pero luegome acostumbré y más tarde lo añoré. Fuetan delicado en su trato la primera noche,asi como en las siguientes, que llegué adisfrutar de su compañía nocturna. Por eldía añoraba el enorme peso de su cuerposobre el mío, sus ojos azules y su pelorubio. A la semana, ya conversábamos. Mecontó que no se llamaba Zanolsky. Queera hijo de un científico alemán con unaprostituta francesa. Se había educado enAlemania, pero al descubrirse la impurezade su raza, fue confundido con un judío yhuyó a Francia. Era médico y habíainventado una operación intrauterina paraesterilizar a las mujeres judías, pero al saberdel negocio de Madam Dubois, puso enfunción de éste su invento y se hicieronambos muy ricos, porque las mujereseducadas por la Dubois y tratadas por él,eran las más cotizadas y de mayorseguridad en el comercio sexual del país.

-“¿Entonces, yo fui traída paratrabajar para la Dubois?” –Preguntétristemente.

-“Sí –me respondió – Pero no tepreocupes. Eres muy linda para sermaltratada. Yo te voy a enseñar para quellegues a ser una artista del amor.”

Al otro dia me llevó a un salón deoperaciones donde me practicó unaintervención quirúrgica. Colocó sobre minariz un narcótico que me durmió.

-“Maama, maama, mi muñeca”.Cuando me desperté sentí un

dolor terrible en el bajo vientre, pero meinyectó y me dormí. Tarde varias semanasen recuperarme y cuando estuve del todobien, me llevó a su habitación paraenseñarme la segunda parte deltratamiento.

“Cuando huí de Alemania –mecontó- regresé a Francia donde mi madre,que se había convertido en la propietariade uno de los más caros prostíbulos de

París. Como allí viví tantos años, pudeaprender todo lo que te voy a enseñar”

Y de Zanolsky aprendí todo loque en amor se pueda experimentar y elarte de seducir y derrotar al hombre en elcampo de la cama. No hubo porción demi piel, ni parte de mi cuerpo de la que nose adueñara. Aprendí a gozar con el dolory a llorar con el placer. También aprendí aser precavida y detectar el grado de saluddel cliente, a prevenir las enfermedades, aatender diferentes tipos de usuarios condistintas peculiaridades. Fue para mí, migran escuela y mi gran aventura. Creo quellegué a enamorarme de él. Una noche se

despidió de mí. No lo vi más. Al otro díala criada me condujo por la escalera deservicio hacia fuera, donde me esperabaMadam Dubois en un carro que me llevóhasta un hotel de lujo donde había hechouna reservación a mi nombre, quiero deciral de Yetka. Nunca mas volví a ver a laDubois.

IVEl hotel resultó ser un elegante

prostíbulo, parte de la cadena del negociode la Dubois. Era una jaula de oro. Durantemuchos años tuve gran demanda y fui bien

cotizada. Pude haberme independizadomediante el pago, pero no quise.Disfrutaba el sentirme disputada porfranceses, polacos e ingleses adinerados.Vestía bien y disfrutaba de buena bebida.Habían pasado los años y yo habíamadurado en mi profesión cuando, derepente, la palabra que siempre cambió mivida: “guerra”

El hotel fue ocupado por losalemanes y nosotras trasladadas a unbarracón instalado detrás de unimprovisado cuartel de soldados nazis, alos que tuvimos que prestar serviciogratuito.

El barracón parecía haber sido enotros tiempos una caballeriza paraejemplares de raza. En cada cubículodonde cabría un caballo, se nos instaló uncamastro para nuestro trabajo y un cubode agua para nuestro aseo, después de cadatarea. Por supuesto, el agua alcanzaba sólopara las primeras, para las restantes,usábamos un trapo húmedo paralimpiarnos. La única sabana que se nosasignó para cubrir la colchoneta llena dechinches, la usábamos como cortina paracubrir la entrada del cubículo con el fin de

obtener cierta privacidad. Privacidadrelativa, pues la cortina no impedía oir losruidos propios de aquel recinto y muchasveces, motivados por esos sonidospeculiares, los nazis, que hacían cola detrásde la cortina, la levantaban para curiosearo para participar como espectadores.

A veces, alguno, ya porconsideración, o porque quería algún“trabajo especial”, nos traía un pedazo dequeso o de carne embutida. Eso nos poníaen situación ventajosa con respecto a lasjudías, que estaban amontonadas en unlugar más alejado, esperando sertrasladadas para los campos deconcentración, por lo que más de unahebrea joven huyó hacia nuestracaballeriza, tratando de eludir la muerteinevitable en los campos y comer unpoquito mejor, corriendo el riesgo de serdescubierta. Entonces era maltratada hastamorir y lanzada a un profundo pozo dondese incineraba todo aquello de lo que losnazis prescindían.

Mucho se ha hablado de lo quepasaron los hebreos en los campos deconcentración, pero yo creo que muy pocode lo que pasamos las mujeres de nuestraprofesión. Fui sometida a tantasaberraciones, que envejecí veinte años enuno. Contraje una enfermedad en la bocaque comenzó a hacerme caer los dientes.Se me cayó el pelo. Se me salieron losintestinos y el sangramiento vaginal era tangrande, que me retiraron de servicio y mepusieron a disposición de la enfermería,que era la que determinaba si el pacientese debía curar o si se podía “prescindir”de él. Ya iban a “prescindir” de mí, cuandoun soldado, un camillero, argumentandoque él me usaría así mismo y después metiraría, me llevó a su camastro, en unrincón bien alejado y escondido de losalemanes. Me alimentó y cuido porespacio de tres meses. Durante ese tiempocasi no me habló y jamás me tocó a no serpara aplicar medicamentos a mis lesiones.En esas ocasiones me preguntaba:

-“¿Te duele? ¿Te sientes mejor?No temas. Te vas a poner bien. Yo te voya curar, pero tienes que mantenerte ensilencio y a escondidas para que no te vean,si no, te van a llevar de regreso albarracón”.

Yo obedecía, pero sentíadesconfianza. No era la primera vez quealguien me decía lo mismo. Recordaba ala Dubois y a Zanolsky. Casi no dormía.Sentía temblores y muchos deseos de llorar,pero el llanto no me salía. Había perdidoesa capacidad. Sólo en mi pecho apretadose ahogaba un grito que quería brotar, peronunca lo lograba.

“Maama, maama, mi muñeca”.

Ramón Unzueta: La serenata

12 Linden Lane Magazine Vols. XXVII Nos. 1, 2

José Rosabal, “Fragmentos”

Cuando ya me pude levantar, mepropuso huir con él. Rapó mi cabeza yme la vendó hasta la cara, dejando solo misojos descubiertos. También vendó misbrazos, me vistió con un uniforme deoficial nazi ensangrentado, me colocósobre una camilla

Y después de a su vez disfrazarsede invalido, con un par de muletas, memontó junto con él, en un tren que conducíaheridos alemanes hacia un hospital muylejos, en las afueras de Polonia. Despuésde varios días de viaje, interrumpido yalargado por los bombardeos o por losimprevistos de una ciudad en guerra,llegamos al sitio del hospital, donde no sesentían los efectos de ésta a no ser por lallegada de los heridos. Desprovistos de losdisfraces, huimos en otro tren, ahoravestidos de humildes campesinos.

“Chucuchaca, chucuchaca”.Volvieron a mi mente recuerdos

de mi infancia que creía estaban borrados.Esta vez llegamos a una ciudad de cuyopuerto partiría un barco con destino aAmérica. Aquel puerto parecía unenjambre de gente que pujaba, gritaba yhasta lloraba por subir a la embarcación.Los adinerados ofrecían dinero y joyas,los pobres imploraban misericordia. Yo mevalí de los dones que la naturaleza me dio,que aunque algo deteriorados y con lacabeza cubierta con un pañuelo paradisimular mi calvicie, me fueron útiles.Conseguimos subir a la nave en la que nocabía ni un alpiste por la cantidad deemigrantes, judíos y polacos que había.Todos con la cabeza baja, con el temor deser sorprendidos a última hora. Cuando laembarcación hubo zarpado y navegó porunas horas y la posibilidad de retroceso deésta era imposible, los rostros comenzarona cambiar, entre ellos el mío y no fue hastaentones que mi compañero de viaje ysalvador, se identificó conmigo. Sellamaba Grigori Solinger, pero le decíanGrisha. Era judío alemán y había servidoa este ejercito desde antes que elantisemitismo penetrara sus filas. Perocuando Hitler ordenó “purificar” la raza delos militares y comenzó a correr el riesgode ser descubierto, se enmascaró hastatener la oportunidad de escapar. Queríaencontrar un lugar para vivir en el que nohubiera ni comunistas ni nazis, pues odiabaa los primeros y era traidor a los segundos,por lo que su identidad debía ser guardadapara toda la vida. Fue un largo viaje en elque tuvimos tiempo de iniciar una relaciónformal. Yo no lo quería. No lo quise nunca.

Pero le estaba tan agradecida porhaberme salvado la vida y haberse hechocargo del adefesio que era yo, cuando meconoció, que no podía hacer otra cosa que

corresponder a su cariño.V

Cuando llegamos a América, sinsaber adónde porque no entendíamos elidioma, lo que supongo haya sido laadministración de la ciudad cercana alpuerto, nos alojó en una inmensa naverectangular, que parecía un almacén, en laque nos hacinábamos tanto como en elbarco. Allí permanecimos unos meseshasta que nos vinieron a buscar para sertrasladados a otro sitio.

“Chucuchaca, chacachaca.”Nos llevaron en otro tren hacia

otro puerto en el que tomamos un barcocon destino a La Habana. Al llegar a ésta,volvimos a confrontar el mismo problemade hacinamiento y espacio por lo que nosdistribuyeron por todo el país. “Chucuchaca, chacachaca”.

Después de casi dos días de viaje,llegamos a la ultima estación del territorio.

Cuando comenzamos a estable-cernos, nos dimos cuenta que no éramoslos únicos emigrados en busca deinstalación. Había mucha competencia.Aunque de diferentes naciones, nosllamaban “moros” a todos por igual. Lamayoría eran vendedores ambulantes.Grisha puso un puestecito de bisutería yde prendas de oro “del que c...el moro”,como decía la gente, y también vendíabilletes de lotería.

Yo por mi parte, no podíapracticar mi profesión. Estaba vieja yacabada. Además, era un pueblo pequeñolleno de prejuicios. No obstante, misencantos todavía eran suficientes paraseducir al carnicero, al lechero y albodeguero y de esa forma, comíamosmejor. Grisha lo sabía, pero se hacía el

de la vista gorda. ¿Qué podía decirmedespués de conocerme como me conoció,y de todo lo que pasamos juntos?

“Si me pides el pescao, te lo doy”.

Yo me paraba en la ventana queda al portal luciendo mi deshabillé negrotransparente y cantaba el estribillo de unacanción de moda.

“Si me pides el pescao, te lo doy”.Lo malo eran los muchachos de

la calle y las vecinas chismosas. Como elcubano era tan prejuicioso en ese entonces.

El carnicero Felipe, con supaquete de carne en la mano, daba muchasvueltas a la manzana esperando que nohubiera muchachos en la acera, ni vecinosen los portales, para no ser visto al entrar.El bodeguero, a veces traía una pinta dehelado en la mano y se le derretía, paradoen la esquina, esperando por lo mismo.Entonces yo tenía que coger un cubo conagua y tirarla para que se fueran losmuchachos o coger a alguno para darle unbuen susto. Ellos me odiaban a mí, peromás los odiaba yo a ellos. Recuerdo a lajabaita cuatro ojos de mierda aquella, tanfresca, pero, ¡qué susto le hice pasar!Estaba jugando a la parada y ella era labastonera del grupo. La cogí por el brazoy le grite a Grisha:

-“¡Pégale, Grisha, pégale!”.Ella levantó el bastón agresiva,

pero en eso la vio su mamá y con el mismobastón, que era su palito de hervir la ropa,le dio una paliza. Nunca más me molestó.

Una vez el lechero, que tambiénme traía huevos y mantequilla, se demorómucho en mi casa y los muchachos leespantaron el caballo que arrastró el

carretón por dos cuadras, donde se viró yse rompieron los huevos y los litros. Ellechero se enfureció tanto que no vino más.Lo que más me molestó fue que las mamásde los muchachos, que presenciaron elespectáculo, en vez de regañarlos, se rieronde mí, sin importarles que gracias a sushijos, se me ponía más difícil la vida.

Con el tiempo envejecí más ycomo ya no podía trabajar, me decidí aser honrada y para igualarme a las otrasseñoras del barrio, adopté un niñohuérfano, no sólo para llenar el vacío demi vida, sino para ser aceptada por lasseñoras en los lugares donde frecuentabancon sus hijos. Sin darme cuenta, me fuiconcentrando tanto en mi hijo que lleguéa creerme que era un ser superior y nosólo a creérmelo, sino a decirle que él erael niño Jesús. Yo sé que mi forma dequererlo no era la misma en que las otrasmadres quieren a sus hijos, pero no logroexplicarme en que consistía la diferencia.Yo lo quería a la mía. Mi hijo, que aúnconservaba recuerdos de su fallecidamadre, me preguntaba:

-“Mamá, ¿por qué tú no erescomo las demás mamás? ¿Por qué tú nome cantas para dormir? ¿Por qué tú no medejas salir a jugar con los demás niños?

Nunca pude contestarle. Nuncapude hacer salir una canción de cuna demis labios. Nunca pasó por mi mente unatonada infantil. Nunca pude acompañarloen sus juegos porque no los conocía.Quería entrar en su mundo, pero noencontraba la llave de la puerta. ¿Por qué?Aún desconozco las causas.

“Maama, maama, mi muñeca”. “Chucuchaca, chacachaca”.

Entonces sucedió algo que volvióa cambiar mi vida. Esta vez no fue lapalabra “guerra”, sino la de “revolución”.Mi hijo creció de momento. Cogió unamochila y me dijo:

-“Me voy y por favor, mama, nome vayas a buscar, ni me digas más NiñoJesús.”

Turbada por la partida de mi hijo,no me había percatado de que Grisha habíasufrido un shock y estaba traumatizado.Comenzó a caminar arrastrando los pies ycon la cabeza baja. No quería levantarsepara ir a trabajar. Casi no me hablaba. Lepregunté el motivo de su silencio y medijo:

-“Yetka. Recuerda lo que lapalabra “revolución” significa paranosotros. Recuerda nuestra niñez yjuventud y volverán las memorias de losaños de guerra, de sangre, de fuga, deltraqueteo del tren, del hambre, de la botanazi sobre nuestras cabezas, la tortura y eldesamparo. Tantos años huyendo del

13SPRING / SUMMER 2008

comunismo y del fascismo y mira dóndenos vino a coger. En Cuba y cansados.Ahora sí no podemos ir a ninguna parte.

Y presintiendo que aquellasescenas, se iban a repetir, nos abrazamos ynos echamos a llorar. “Chucuchaca, chacachaca”.

A partir de ese momento ladepresión lo embargó y no lo dejó hasta elmomento de su muerte. Los vecinos seportaron muy bien conmigo cuando élmurió. Una vecina en su ignorancia,colocó un crucifijo encima de su ataúd,creyendo que hacía algo beneficioso. Fueentonces que dije por primera vez que él

era judío y retiré el crucifijo.Fue entonces cuando dije que yo

era rusa y conté mi historia a algunos delos vecinos, entre ellos, la jabaita cuatroojos aquella que ya era una mujer y meescuchaba atentamente con la boca abierta.

Mi hijo hace tiempo que seestableció en La Habana con su familia.Yo alcanzo a verlo todos los años y pasounos días con él. Ahora voy de regreso acasa, pero muy cansada. Vuelo a sentir elruido del tren y el movimiento bajo mispies, pero no con la sensación deincertidumbre de antes, ahora es unasensación de tibieza y bienestar como si

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estuviera viajando con Grisha hacia nuestraultima estación.

Epilogo.

-“Buenas noches”. –Saluda elpolicía.

-“Buenas noches”. –Contesto.-“¿Es usted la usuaria del teléfono

2452?.-“Si”.-“¿Es usted familia o amiga de la

señora Sonia Solinger?.-“No, sólo soy su vecina. Ella

vive en la esquina ¿Pasó algo?-“Si. El cadáver de la señora

Solinger fue hallado en el tren que veníade La Habana. Fue detectado en la estaciónde San Luis. Murió de un infarto. Comodentro de sus pertenencias, encontramosla dirección suya y su teléfono, he venidoaquí en busca de alguna información.

“Chucuchaca Chacacchaca,Chucuchaca, Chacachaca.”

Madalina Cobián. (1942, Guantá-namo, Cuba) tiene varios libros de cuentosy una novela inéditos. Reside en LaHabana.

14 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

David Lago González

*(de “Última estancia en Davos”, inacabado)

Cualquier sitio*

Cualquier sitio, menos el lugar donde ahora estás,menos el lugar donde una vez estuviste,menos aquel lugar que te espera en cualquier sitio.Cualquier lugar conocido que nunca antes has visto.Cualquier lugar desconocido que estás harto de ver.Desierto y silencioso; multitud y ruidos que amaste;voces con las que compartiste camas y sábanas,humedad del gentío y silencio de la arena,idea furtiva que desapareció al oeste de la frente.Cualquier sitio, cualquier lugar, nube o mar, aire.Párpado.

(Madrid, 9 de septiembre de 2003)

La begonia gigante*

Yo era un gusano a la sombra de su hoja.Gusano feliz. Sombra fresca. Enorme hojaque cubría mi palmo de tierra.Tampoco era que estuviera a salvo del todo,pero me desenvolvía con cierto desenfado,incluso hasta con algo de desparpajo, bajandoy apareciendo desde las catacumbasdonde los gusanos solemos buscarnos la vida como nos viene,gusaneando con éste, con aquél, quejándonos de todo,si llueve porque llueve, si no llueve porque hasta la sombra se calientay nos escalda como a pollos para el desplume.Ah, nuestra piel es tan fina... A pesar de nuestra apariencia poco edificante,somos de noble cuna, y más fiables que los pesticidasporque en subsistir y pretender vivir arriesgamos la vida.Nuestra casa es modesta, pero, para lo que hay, confortable.La inmensa begonia lustrosa da gusto mirarla desde abajoy he escalado hasta su envés: reluce como madera encerada.El interior, tierra traída del campo: incluso a veces transfiere sorpresas,llantenes que rebrotan, plantas silvestres,y también lo que se llama “mala hierba”, pero puesto quehasta en ese horrible mundo de los hombres existen, debemos conformarnos.Las paredes... Las paredes, digamos que son delicadas,pero no por sus nobles materiales.Es un barril aserrado por su mitad, montado sobre algunas patas tomadas del resto.Contenía manteca de cerdo de dudosa procedencia(algunos gusanos ofuscados dicen que es de oso de los Urales,pero yo, como soy un gusano inteligente, piensoque eso haría al producto infinitamente más caro,y los gusanos no nos merecemos tanto.)Como la madera sí es indescifrable, el trópico la pudre con rapidez,y a veces sufrimos la fractura de algún puntal.Nuestro dueño (un triste idólatra de las plantas)recurre nuevamente al soborno para hacerse con otro barril,lo sierra y nos transplanta a todos.Ah..., begonia nueva, naciente vida;otra vez a buscar a los amigos: algunos murieron, otros escaparon.Otros, seguimos arrastrándonos.Sólo ciclos, todo normal. Nada trágico.

(Madrid, 17 de marzo de 2004)

Zoé Valdés: Muchacha triste en París

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¿Qué importa el paisaje, la Gloria, la bahía, la línea del horizonte?Lo que yo veo es el callejón.

Manuel Bandeira

¿Ha oído hablar de La Patria?

Sí, sin duda: en sus jóvenes años fue tan zarandeada como en los míos.Seguramente también sintió vergüenza de esa falacia,y esa mezcla de rabia y piedad por los labios que la limitaron a una cáscara de nuez,a una piedra que deshace la fuerte paz translúcida del cristal,a un número sobre el antebrazo del alma, al asta que pincha estúpida la nube,a la tea que nos acercan al rostro para identificarnoso para quemarnos los ojos. A veces recelo de que incluso aquí,perdidos en el tiempo, estemos a salvo del rebrote que hace temblar mis manos.¿Lo advierte...? No obstante, dicen que no estoy enfermo.Yo me río, me encrespa la practicidad incapaz de verlo que tantos ilusionistas han hecho con el inflamado espírituque una vez fue inocente, imberbe ausencia del peligro.¡Nos han arruinado! Yo me río, ¡acompáñeme!Pues sí, tiene razón: más vale el leve riptusde una sonrisa que aspiramos como suspiro. En eso se ha convertido la felicidad.Aún acatamos la obsesión de no bajar la guardia...La patria;la patria, Herr Castorp, siempre fue para míun salón con dos sillones triunfales, asomados al sol y a las sombras;medio tonel de madera luciendo una lustrosa begonia gigante;un cuaderno donde el grafito descubría mágicas formas sobre un papel de seday yo, maravillado, pensé aquella nocheque esas siluetas eran lo que los mayores llamaban vida y hombres.Y al crecer, como usted, me di de bruces con las antorchas, las banderas,el espejo negro de las botas, los cristales rotos, las teas insolentes,y las puntas de los dedosque señalan a nuestras almas como a algo peligroso,debilidad que no merece el aire de la patria.Tal vez no nos dimos cuentade que siempre quedamos atrapados en un callejón sin salida,y sin salida sería aquella línea que por encima del muro suponíamos horizonte.

(Madrid, 18 de enero de 2004.)

Lo que quedó*

Entre viejos papeles al borde de la pérdidahallé una hoja suelta, amarillenta de seca humedad,en la que alguien había escrito lo que en sus tiempos fue un poema completo.El cuerpo inicial desfiguradopor lo que pudo haber sido la transpiración de una época lluviosa,había hecho ininteligible la palabra y la idea, mas el cierre quedaba intacto.Se lee:“Mas cualquier camino, en breve, conduce al desengañoy todo movimiento engendra cansancio:si un paso das, tus pies bálsamos precisarán;si vuelan tus ojos tras la ignota nada, cerrarse ansiarán,y, tanto unos como otros, hastiados de la faena, olvidarán.”No se distingue la fecha en que fue escrito...Una amiga consideró injustos esos versos,que reconcentran toda la reflexión sobre un solo lado.Razón tiene, sí, pero es posible que los versos ahora perdidoshayan implicado las horas doradas del poeta,diluidas por las circunstancias y el azaren esta suerte de purpurina más sabia que amarga que hoy llega a nuestras manos.Eso fue, simplemente, lo que quedó y hallé. Tal vez no signifique más que albur.El hado de quien precisa, por encima de nosotros, lo perdurable,o la basura.

(Madrid, 20 de noviembre de 2003.)

Gladys Triana, La Espiral

David Lago González, poeta cubano,residente en Madrid, tiene una extensa obrapoética, mucha de la cual permaneceinédita.

16 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

TANIA DIAZ CASTRO

Ahora sí murió de verdad elintelectual cubano Walterio Carbonell,nacido en Jiguaní en 1920. La anunció elperiódico Granma. Murió el pasadodomingo 13 de abril cuando le fallaron deforma global todos sus órganos vitales yno cuando anunció su muerte Encuentroen la Red el mismo 13 de abril, pero del2005.

Walterio, con su proverbial buencarácter saturado de una gran dosis deironía, escogió precisamente el 13 de abrilpara abandonar el mundo de los mortales,como fecha predestinada por su amigoíntimo y destacado novelista español JuanGoytisolo, el primero que anunció sudesaparición física en El País, hace tresaños.

Como fuimos amigos duranteaños Walterio y yo y además conocía a sufamilia, llamé de inmediato a su casa y fueel propio Walterio quien me salió alteléfono.

-Oye, pero tú no estás muerto? –Fue lo primero que se me ocurrió decir.

-¿Y por qué tengo que estarmuerto? –me preguntó entre risas.

Entonces escribí rápidamente una

La muerte cierta de Walterio Carbonell

crónica para CubaNet, aclarando queWalterio Carbonell, quien en los años 50fuera amigo de Fidel Castro y luego míoen los 70, estaba vivito y coleando.

Hasta aquí, me he referido a sumuerte física. Digo esto porque en los añossetenta ya Walterio Carbonell estaba másmuerto que vivo. El lo sabía, como sabíaque su amigo Fidel Castro no sólo no quería

verlo ni en pintura, sino que además, habíaordenado que fuera vigilado bien de cercapor agentes de la Seguridad del Estadoporque Walterio era visto como un negropeligroso.

En primer lugar, había sidocomunista, con un pasado aún nodescifrado. Escribió un famoso libro -Cómosurgió la cultura nacional- que jamás he

podido tener en mis manos y que al parecerno gustó mucho y encima de eso, con susíntimos, sobre todo cuando disfrutaba delprimer trago de ron, hablaba mal de suamigo en el poder y del programa de “LaHistoria me absolverá”, calificándola devenganza. Unos años después, después dehaber vagado por la ciudad de La Habanacomo un intelectual vagabundo, sin trabajoy viviendo en su pequeñita buhardilla dela calle Virtudes, fue sepultado en vida,entre polillas y libros viejos de laBiblioteca Nacional, como único modo detranquilizar su cuerpo y su menteintranquila.

Pero como en política nadasorprende, ante la tumba de WalterioCarbonell, el día de su muerte cierta, el 13de abril pasado, aún pueden verseespléndidas ofrendas florales de loshermanos Fidel y Raúl, las queacompañaron el cortejo fúnebrecompuesto, por cierto, de muy pocaspersonas.

__________________Tania Díaz Castro, poeta y periodistaindependiente, ha publicado varios libros,y escribe para la agencia de prensaCubanet, de Miami. Reside en Cuba.

ISIS WIRTHDespués de GiselleEstética del Ballet en el Siglo XXI.Colección de Arte. Prólogo Zoé Valdés.Fotografías interiores Marc Haegeman.ISBN: 978-84-96846-08-01.

El 31 de agosto, a las 4:00 p.m., Después de Giselle serápresentado en la librería Books and Books, de CoralGables, Miami. La autora estará acompañada de SantiagoMartín.

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Gladys Triana: Stillness

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DUANEL DIAZ INFANTE

Hacia 1968 el debate en torno alrol del intelectual estaba a la orden del día,tanto que en el Congreso Cultural de LaHabana, celebrado en enero de ese año conla participaron de más de quinientosintelectuales extranjeros, se le dedicó alasunto una comisión completa. En eldiscurso de clausura del seminariopreparatorio a ese congreso, efectuado afinales de noviembre del 67 con laasistencia exclusiva de los delegadoscubanos, el entonces presidente de laRepública, Osvaldo Dorticós, afirmó que“se ha logrado producir en estos años dedefiniciones [...] una conciliaciónentrañable y excepcional entre losconceptos de libertad y expresión artísticay los conceptos del deber revolucionariode escritores y artistas”. Hoy no puede unomás que sonreír cuando lee que el hechode que ni una sola voz haya tenido quealzarse en el seminario para reclamar esalibertad de expresión indica “que de verasestamos entrando en el reino de lalibertad”. Pues precisamente a finales de1967 el cambio del consejo de redacciónde El caimán barbudo, suplemento culturaldel periódico Juventud Rebelde, indicabaque la conciliación estaba quedando atrás.

Así se puso de manifiesto, sólounos meses después, con el otorgamientode los premios de la UNEAC en poesía yteatro a Fuera del juego y Los siete contraTebas, respectivamente. Aunque con unaextensa nota en la cual el Comité Directorde la institución expresaba su “totaldesacuerdo” con la concesión de lospremios por considerarlos “contrariosideológicamente a nuestra Revolución”,los libros de Padilla y Arrufat fueronpublicados; luego no lo sería ningún textoque la oficialidad considerara portador desemejantes “problemas ideológicos”.Fuera del juego se convirtió, luego delincidente, en un mito: hojear uno de losejemplares de aquella edición, muchos delos cuales acaso yacen aun, apolillados, enoscuros sótanos de la Seguridad del Estado,nos devuelve a aquel momento crítico de1968, cuando justo después de la “ofensivarevolucionaria” la tensión entre losintelectuales y el estado alcanzó su pico.

Se trata, sin dudas, de uno de loslibros emblemáticos de la RevoluciónCubana, en tanto expresa mejor que ningúnotro el callejón sin salida a que arribabanaquellos escritores que se ibandesencantando a medida que empezaban

a sentir el peso del monstruo que habíanalimentado. Con un lenguaje escueto yefectivo, que parecía combinar influenciasde Eliot y Brecht, Padilla reflejaba loopresivo del nuevo contexto social siempredesde la particular perspectiva del poeta.“Al poeta, despídanlo”, decía en uno de lospoemas, dedicado a “Yannis Ritzos, en unacárcel de Grecia”, pero que evidentementealudía a la situación cubana: ese poeta queno “entra en el juego”, ese aguafiestas quehabía que despedir, ese que teme que lapolicía irrumpa una noche en su casa,¿quién era sino el mismo Padilla? ¿Quiénsino él, el temerario que por decir su verdadponía en peligro su “página querida”? ¿conquién sino consigo mismo dialogaba al

señalar a ese otro que ocupaba la posicióndel lector que “la gente se amontonendelante de tu cuerpo / como si fueras / unprodigio o un muerto”?

En “Arte y oficio”, decía:Se pasaron la vida diseñando un

patíbuloQue recobrase –después de cada

ejecución-Su inocencia perdida.Y apareció el patíbulo,Diestro como un obrero de

avanzada.¡Un millón de cabezas cada

noche!Y al otro día más inocenteQue un conductor en la estación

de trenes,Verdugo y con tareas de poeta.Este último verso me parece

clave, quizás la clave del libro todo; lastareas de poeta, nos dice Padilla, consistenen devolver al patíbulo su inocenciaperdida, sublimar el horror de la historia.Más o menos lo mismo decía Kundera al

recordar que el totalitarismo no es sólo elGULAG, sino un GULAG maquillado deversos, una prisión alrededor del cual secanta y se baila. Toda la poesía cubana dela década del 60 puede dar abundanteejemplo de ese lirismo revolucionario queel escritor checo ha criticado admi-rablemente en La vida está en otra parte.

Recordemos, por ejemplo, unos versos del“Himno a las milicias”, de Baragaño: “Elpueblo es la medida de todas las cosas”,“El pueblo mide todas las cosas / Con eldiamante perfecto del trabajo / Entre rosasazules y lámparas perpetuas / Que nosenseñan el amor y la palabra”. “Nuestrasarmas son un signo / Nuestras herramientasun signo / Nuestro arado un signo / En ellenguaje perfecto del pueblo.” Y aquellosotros donde Fayad Jamís proclamaba: “Poresta libertad de canción bajo la lluvia /habrá que darlo todo / Por esta libertad deestar estrechamente atados / a la entrañadulce del pueblo / habrá que darlo todo.”“No habrá más poema sin la violentamúsica de la libertad”.

Es justo ese romanticismorevolucionario, indistinguible del kitschtotalitario, lo que viene a cuestionar Fueradel juego. Aquí el poeta no busca yaintegrarse en la ola revolucionaria, sinomás bien reivindica una posición exterior,teórica: vuelve a su “página querida”después de haber conocido la realidad dela Historia, regresa a su subjetividad críticaluego del baño de multitudes. Lejos dedevolver con sus versos la inocencia alproceso, él ha de dar cuenta del peso de laHistoria. Y al hacerlo Padilla no sólodenunciaba la situación de una isla delCaribe regida por un dictador comunista,sino que planteaba un tema fundamentalde todo un siglo marcado por la guerra yel totalitarismo.

“El último vate murió en 1914”,dice Padilla, manifestando una agudaconciencia de la tensión entre poesía ehistoria en que se debate la modernidad.Si Lezama quiso resolver esa tensiónafirmando la capacidad integradora,redentora y profética de la poesía, Padillase mostraba conciente de aquella pérdidadel aura que, en un célebre poema deBaudelaire, constituye simbólicamente a ladesdichada conciencia moderna. Para estepoeta que no es ya un vate asumir unahistoria donde la utopía se convierte enpesadilla será colocarse enfáticamente“fuera del juego”, testimoniar lafascinación de los escritores del Esteeuropeo por las capitas de nylon y losartículos de consumo procedentes del otrolado de la “cortina de hierro”; el sacrificioque en su nombre, el de la Historia conmayúsculas, se le exige a todos losciudadanos; la opresiva situación donde lospoemas se han vuelto peligrosos.

En aquellos versos Padilla, a supesar, fue profético. “Levántate, miedoso,

Padilla, la poesía y la Historia

Heberto Padilla con su hijo Ernesto, en 1973, en elapartamento de la Avenida 31 A, en Mariano, LaHabana.

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--había escrito– / y vuelve a tu agujerocomo ayer, despreciado, / inclinando otravez la cabeza, / que la Historia es el golpeque debes aprender a resistir. / La Historiaes este sitio que nos afirma y nos desgarra./ La Historia es esta rata que cada nochesube la escalera. / La Historia es el canalla/ que se acuesta de un salto también con laGran Puta”, y él fue el miedoso en VillaMarista; él debió inclinar la cabeza antelos comisarios en la UNEAC; en su personala poesía y la inteligencia fueronhumilladas por el tirano. Su discurso deautocrítica, pronunciado dos años despuésde la publicación de Fuera del juego, marcacon el no menos célebre de Castro en laBiblioteca Nacional los límites de toda unaépoca: entre esos dos discursos -alfa yomega, síntoma y cumplimiento,advertencia y castigo- transcurrió, con laespada de Damocles en la cabeza, toda laliteratura cubana de los sesenta. Dicho deotro modo: entre las llamadas “Palabras alos intelectuales” y el mea culpa de Padillase jugó una partida entre las armas y lasletras que estaba ganada por las primerasdesde el principio.

(…)En su discurso de clausura, Castro

dejaba claros los nuevos, estrechísimoslímites de la legalidad revolucionaria.“Nuestra valoración -decía- es política”,nuestra prioridad, “la educación”, nuestrocombate, también contra “el imperialismocultural”. Los intelectuales eranrepresentados caricaturescamente comorezagos de la decadencia burguesa,minorías privilegiadas, siempre de espaldasal pueblo; a las “magias de esoshechiceros”, Castro oponía el llamado de“a todo un pueblo hacerlo intelectual,hacerlo artista.” “Podemos injertar el olmopara que dé peras, pero simultáneamentehay que sembrar perales. –había escritoGuevara en 1965-. Las nuevasgeneraciones vendrán libres del pecadooriginal. (…) Nuestra tarea consiste enimpedir que la generación actual, dislocadapor sus conflictos, se pervierta y perviertaa las nuevas.” Y ahora Castro no hacía sinoseguir este ideario, cuando llamaba adesarrollar para ello la literatura infantil,que según él no había prosperado porquelos intelectuales se habían dedicado aescribir de cosas sin utilidad ninguna parael pueblo. Niños adoctrinados y artistasaficionados: esa era la imagen luminosa delfuturo; una imagen que condenaba alpasado esos libros que “nunca debieronhaberse publicado”, como era, desde luego,el caso de Fuera del juego.

Era la directiva de la UNEAC, yno los jurados que lo premiaron, quienestenían razón: Fuera del juego era

evidentemente un libro contrarre-volucionario. El propio Padilla lo confesóasí unos días antes de aquel discurso deCastro, después de una estancia de cincosemanas en los sótanos de la Seguridad delEstado. Había sido arrestado poco despuésde una lectura pública de algunos poemasdel cuaderno Provocaciones, más o menosen la misma línea crítica que Fuera deljuego, acusado de haber intentado sacar deCuba el manuscrito de su novela En mijardín pastan los héroes. En esa obra,publicada finalmente en 1981 en España,se planteaban, básicamente, los mismosproblemas que el cuaderno de 1968,traducidos a la prosa narrativa; Padilladenunciaba el conformismo de los nuevosrevolucionarios, el deterioro de la Habana,

la hipocresía de los turistas revo-lucionarios, el miedo que lo cubría todo.En medio de la crisis de su identificacióncon la Revolución, abrumado por sus dudasy su desencanto el protagonista sueña enalgún momento con ser de nuevo parte delproceso, estar de “nuevo integrado”.

Irónicamente, esa integración fuerealizada por la policía política, pero pormedio de la violencia; ante la imposibilidadde acusar a Padilla de agente de la CIA,que era al parecer la intención primera deCastro, decidieron escenificar la autocríticacon la que el poeta compró su libertad. Si,como según cuenta Padilla dijo el tenienteque lo interrogaba después de citar aquellacélebre frase del Che, todos losintelectuales nacen para contrarre-volucionarios, sólo por la fuerza el olmodaría peras. Torturas mediante, el poetareconoció la larga lista de sus pecados, ysu abyecta autocrítica se convirtió en unaespecie de exorcismo del “pecado original”de los intelectuales cubanos.

Si se acepta, con Retamar, que laRevolución cubana abrió la literatura a laoratoria y el testimonio, habrá que admitir

que el discurso de Padilla constituye unade las piezas fundamentales de nuestraliteratura revolucionaria. A fuer decaricaturesca, esa autocrítica donde el poetaagradece a la Seguridad del Estado es todauna denuncia, la única denuncia posible;lo que en un primer nivel de sentido es unaapología, en un segundo que no escapabaa nadie con un mínimo de lucidez,constituye justamente lo contrario. Quiense había negado en Fuera del juego aentregar su lengua de poeta, asumía ahoradel todo la lengua de los comisarios; porsu boca habló esa noche el poder, habló elomnipresente, aunque ese día ausente,Fidel Castro.

Basta leer por encima la largaconfesión para advertir que la misma no

hace sino repetir los argumentos que antesse habían esgrimido contra Fuera del juegoen las dos reacciones oficiales de laUNEAC y de Verde Olivo, que coincidíanen comprender el desencanto del poeta nocomo una posible reacción a la realidadcontemporánea del país, sino del todo comouna consecuencia de sus fallas de caráctery su formación burguesa. Si en la“Declaración de la UNEAC” se decía que“El autor realiza un trasplante mecánico dela actitud típica del intelectual liberal dentrodel capitalismo, sea ésta de escepticismo ode rechazo crítico. Pero si al efectuar latransposición, aquel intelectual honesto yrebelde que se opone a la inhumanidad dela llamada cultura de masas y a lacosificación de la sociedad de consumo,mantiene su misma actitud dentro de unimpetuoso desarrollo revolucionario, seconvierte objetivamente en unreaccionario”, ahora Padilla confiesa: “Yo,bajo el disfraz del escritor rebelde, lo únicoque hacía era ocultar mi desafecto a larevolución”. Si Leopoldo Ávila sosteníaque Padilla “escribe en busca de un cartelitoen el extranjero que le permita satisfacer

su vanidad” y que “desconectado de larealidad, no ve más allá de sus ojos ycuando logra hacerlo no ve sino errores”,ahora Padilla reconoce todo ello: sí, ha sidovanidoso, desagradecido, falso, mezquino,un hombre “preso por los defectos de sucarácter y sus vanidades”.

Si Fuera del juego rompía conlos cantos apologéticos que maquillabanel horror, ahora Padilla los recomiendacomo ejemplares. “La poesía cubana delcomienzo de la Revolución, la misma queyo hice en etapas breves que la propiarevolución me ha reconocido en misconversaciones con la Seguridad, era unapoesía de entusiasmo revolucionario, unapoesía ejemplar, una poesía comocorresponde al proceso joven de nuestraRevolución. Y yo inauguré –y esto es unatriste prioridad-, yo inauguré elresentimiento, la amargura, el pesimismo,elementos todos que no son más quesinónimos de contrarrevolución enliteratura.” Habla, pues, Leopoldo Ávilapor la boca de Padilla: amargura,pesimismo y desencanto no hacen sino“importar estados de ánimo ajenos,experiencias históricas ajenas.” La crítica,el desencanto, no puede venir sino deafuera o de antes: del extranjero o delpasado burgués.

La lengua del poeta es ahora lalengua del poder, el lenguaje de laideología en su maniqueísmo esencial:“conversaciones sanas” de un lado; delotro “conversaciones enfermizas”;“argumentaciones enfermizas ynegativas”, una línea correcta y otra inco-rrecta y venenosa. Y del lado de laenfermedad cae, desde luego, elintelectual: Padilla confiesa carecer devalentía para “tomar un fusil e ir a lamontaña como han hecho otros hombres”,pero “para la montaña verbal, para elanálisis de la esquina y del cuarto”, paraeso sí le sobra el talento. Lo cual no es sinouna monstruosidad antinatura, verdaderainversión del orden del mundo, pues, comoapunta unas páginas más adelante,“primero hay que hacer historia y despuésescribir su comentario”.

La autocrítica se convierte,necesariamente, en una crítica, no sólo depersonas en específico que son invitadas areconocer sus errores --Lezama Lima,César López, la propia Belkis Cuza Malé,esposa del poeta, etc.-, sino del gremio ensu conjunto: el “sector de la cultura” andaa la zaga; se entretiene en chismear, exigir,protestar y criticar, en vez de colaborar enlas zafras del pueblo. Y esas “zonasescépticas” y descreídas, remolonas parael trabajo voluntario, nutren a lacontrarrevolución. Como él que habló mal

Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

Heberto Padilla en Cartagena, España, en 1987.A la izquierda, su hijastra María JosefinaCallejas Cuza.

19SPRING / SUMMER 2008

Víctor Batista Editor

www.editorialcolibri.com/

de la Revolución a sus amigosEnserzberger, Dumont y Karol, que hanescrito luego libros en contra de la misma.

La reproducción del estilo de lasconfesiones de Moscú se confunde, en eldiscurso de Padilla, con su parodia. Ha sidosu diálogo con la Seguridad del Estado ysu soledad en sus instalaciones lo que hapermitido al poeta comprenderlo todo: susproblemas de carácter, su petulancialiteraria, el “deslumbramiento con lasgrandes capitales” que está en el origen desus errores. La Revolución, tan generosa,le permite hacer una autocrítica en vez dellevarlo a los tribunales militares, y elloserá un parteaguas en su vida. AhoraPadilla rechaza el libro de poemaspublicado y la novela incautada, y hacomenzado ya a escribir nuevos poemas.Ha escrito uno sobre la primavera; antes,preso de su innato pesimismo, no la habíavisto, no contaba con ella, pero ahorafinalmente la ha visto. Así, la confesióntenía, sobre todo, un carácter educativo yprofiláctico. No sólo mostraba lareeducación de Padilla y recomendaba lade sus colegas, sino que se convertía en elmodelo para los otros. Y, como en SanAgustín, era inseparable de la conversión.Sólo que ahora la gracia es la Revolución,

Duanel Díaz Infante (Cuba, 1978)Ensayista y crítico literario. Ha publicadoMañach o la República (2003) y Límitesdel origenismo (2005).

Fragmentos de un libro en preparaciónsobre la literatura, la intelligentsia y laideología en la Revolución Cubana.

esa primavera que redime al poeta,salvándolo de su pecado original.

Si en 1961 Castro decía que nohabía por qué temer al fantasma delestalinismo, ahora el mismo se presentabaen La Habana con la fuerza de lasevidencias. Pero había, sin embargo, unaimportante diferencia, que no se le escapóa Octavio Paz en su artículo “Las“confesiones” de Heberto Padilla”:“Tránsito de la historia como pesadillauniversal a la historia como chisteliterario”. “Stalin obligaba a sus enemigosa declararse culpables de insensatasconspiraciones internaciones, dizque paradefender la supervivencia de la URSS; elrégimen cubano, para limpiar la reputaciónde su equipo dirigente, dizque manchadapor unos cuantos libros y artículos queponen en duda su eficacia, obliga a uno desus críticos a declararse cómplice deabyectos y, al final de cuentas,insignificantes enredos políticoliterarios.”

Paz pudo haber recordado aquellacélebre frase de Marx en El XVIIIBrumario de Louis Bonaparte según la cualla historia ocurre primero como tragedia yluego como farsa. La confesión de Padillaes, ciertamente, única en el mundocomunista desde que su protagonista no es

un importante miembro del Partido sino unescritor, y el mismo no es condenado noya a muerte, sino ni siquiera a la cárcel.Otra diferencia clave radica en que laconfesión de Padilla no fue del todopública, como los grandes procesos delestalinismo; a la sesión, que fue filmadapor el ICAIC –se dice que Castro visionóla cinta y dio su aprobación-, fueroninvitados sólo un número limitado deescritores, el discurso de Padilla sedistribuyó al extranjero por medio dePrensa Latina y luego apareció en Casa delas Américas, pero no fue mencionado enlos periódicos cubanos. Si los procesos deMoscú eran rituales donde el pueblo sefundía con el líder al hacer causa comúncontra miembros del grupo dirigente, aquítodo quedaba reducido a los límites delgremio; significativamente, Castro nomencionó a Padilla en su discurso declausura del congreso.

La confesión de Padilla fue, sobretodo, una demostración de poder que hizocundir el miedo. La abyecta carta queLisandro Otero envió a Cohen, quien habíasido uno de los jurados que premiaronFuera del juego, fue una de esas pruebasde ortodoxia tan comunes en el mundocomunista -Milosz en El pensamiento

cautivo cuenta que Gamma, aterrado porla posibilidad de caer en la purga, piensaen escribir una condena de los yaarrestados, acusándolos de fascistas. En esacarta de la que distribuyó copias a la DSE,la Casa de las Américas y la UNEAC,Otero reserva para Cohen un lugarexcrementicio: habla de la “presenciamefítica de un cretino maligno como usted,con sus insidias y su suciedad física ymoral”, se burla de “su prosa maloliente”y finalmente confiesa haber usado su cartade papel higiénico. Como en la autocríticade Padilla, la lengua de la Revoluciónalcanzaba una apoteosis: no había espaciofuera de la polarización ideológica; lofísico y lo moral se volvían inseparables.

Jorge Luis ARCOS

La Habana, 1956 Poeta y ensayista,dirigió desde 1994 hasta 2004 larevista de literatura y arte Unión deEscritores y Artistas de Cuba, Hapublicado los libros de ensayos: Entorno a la obra poética de FinaGarcía-Marruz (1990) -PremioUNEAC y Premio Crítica-, Lasolución unitiva. Sobre el pensamiento poético José Lezama Lima(1990) -Premio Razón de Ser-, Orígenes. La pobreza irradiante(1994) -Premio a la Crítica-, y La palabra perdida. Ensayos sobrepoesía y pensamiento poético (2004), todos en La Habana. Hapublicado los poemarios: Conversación con un rostro nevado (laHabana, 1992) -Premio Luis Rogelio Nogueras-, De los ínferos (LaHabana y Caracas, 1999) -Premio Internacional de Poesía RafaelPocaterra, Ateneo de Valencia, Venezuela, Y Premio de la Crítica-,La avidez del halcón (Cádiz, 2003, La Habana, 2004) -PremioInternacional de Poesía Rafarel Alberti, y Del animal desconocido(Santo Domingo, 2002) -Premio Internacional de Poesía Casa deTeatro. Ha editado, entre otras, las compilaciones: Las palabrasson islas. Panorama de la poesía cubana del siglo XX (La Habana,1999) y de María Zambrano, La Cuba secreta y otros ensayos(Madrid, Endymon, 1996). Actualmente prepara la compilación deMaría Zambrano, Islas (Madrid, Editorial Verbum, 2007. Esmiembro del Consejo de redacción de la revista Encuentro de laCultura Cubana.

Jorge Luis Arcos

DESDEELLEGAMO

ISBN: 978-84-934605-3-2Páginas: 236

20 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

Acabo de leer La ficción Fidel(Planeta 2008). Un libro excelente.Además, un libro muy necesario por sucarácter revulsivo en el contexto de lapalabrería refrenada y sutilmente rendidaque caracteriza a muchos escritorescubanos nacidos a partir de 1959. Por finun texto libre de ese relativismo moral quehan cultivado los “hijos de la Revolución”con elegancia a veces y siempre concarretadas de citas de filósofos intrincados.

La ficción Fidel supuraliberación. Y desparpajo. Está escrito sincomplejos, sin deudas soterradas, sinacobardamientos disfrazados, sin reparospor si algún día el autor necesita pedir unavisa de entrada a los carceleros para ver asu abuelita.

Este es un libro a cara descubierta,desengañado y triste como debe sercualquier libro que mire el horror cubano.Es también divertido y felizmente procaz.Un libro escrito más que con palabras confluidos corporales. Una mezcla deexorcismo y hermosa rabieta.

La ficción Fidel no eludeinternarse en la cueva de los fantasmas, delos falsos mitos que no se quieren derribar

Contra Zoé Valdés

JUAN ABREU

Juan Abreu, narrador y pintor cubanoradicado en Barcelona, ha publicado variasnovelas, entre las que destacaGarbageland (primera de una trilogía) yDiosa. (Círculo de Lectores, 2006)www.emanaciones. com.

porque parte de nosotros mismos caería conellos. Al contrario. Nos dice Zoé: que caiga

lo que tenga que caer: no hay nada másimportante que la verdad. Siempre espreferible un nuevo rostro a la intemperieque uno enmascarado.

Lo mejor de este ensayo novelado

(acertada definición) es que, además desobre Fidel Castro y sus atrocidades, essobre Zoé Valdés y su generación. Unageneración atada por un invisible cordónumbilical a la indignidad castrista.

Yo, que pertenezco a un grupo deescritores que odia (sí, ningún miedo,ningún asquito hipócrita a la palabra) a losCastro y a todo lo que representan, echabade menos un texto como éste.

¡Qué alegría, un libro que trata aFidel Castro como lo que es: undescomunal delincuente! Un serrepugnante cuya eliminación representaríaun acto de sanidad mundial.

La ficción Fidel será una obraodiada y combatida con furia. Por suefectividad y por su humanidaddescarnada. Intentarán neutralizar suradical denuncia, sobre todo en Europa,donde tanto se ha colaborado y tanto seha perdonado a la dictadura castrista.

La llamada Revolución cubanaes y siempre ha sido una mentira. Su líder,una ficción para consumo extranjero. Estelibro va a por su corazón y eso no seráperdonado.

Zoé Valdés ha escrito un panfletotrepidante y afilado que molestará a todala bienpensante progresía y a las huestesde los siempre apaciguadores izquierdistas

de salón, puteros y racistas.Ya se ha iniciado una campaña en

su contra por una supuesta irregularidad,que más que irregularidad es exceso decandidez de la autora. Ya sea por estupidez,ruindad o avaricia, o por algo peor, lasfuerzas que desean que el libro sea puestofuera del alcance de los lectores se hansoltado el moño y amenazan con litigios ypleitos. Agitan al viento sus delicadoscorazoncitos moralmente dañados por unacita elogiosa. Uno se pregunta si les ocurrelo mismo con los presos torturados.

Pero ay, por suerte aquí tambiénlas víctimas del castrismo pueden contratarabogados. Y la justicia no depende de losdictados de un esbirro de alquiler.

Que nadie se engañe. La ordenprocedente de “instancias superiores” es:Contra Zoé Valdés.

De lo que se trata es de neutralizara la autora y desacreditar su poderosadenuncia.

No lo conseguirán.

P. Fidel Rodríguez

FELIX VARELA:P R O F U N D I D A DMANIFIESTAPrimeros años de vidadel Padre Félix VarelaMorales.Infancia, Adolescencia,Juventud

(1788-1821)

[email protected] Universal

SPRING / SUMMER 2008 21

VIVIAN GUDE

Acabo de enterarme de la muertede Sergio Corrieri. No sólo fue mi primernovio, sino mi primer hombre, hace mucho,mucho tiempo.

Su recuerdo me lleva a una ideasobre un guión cinematográfico queacaricio desde hace mucho tiempo, “Ajustede cuentas en Argelia”.

Por supuesto, tiene tanto que vercon Argelia como la China con “Otoño enPekin”, de Boris Vian. Argelia es aquísencillamente la tierra de la ETERNAREVOLUCIÓN.

El principal personaje masculinoes una combinación de Sergio Corrieri yel poeta chiapaneco Eraclio Zepeda, ambospor razones similares.

Zepeda, colaborador del gobiernomexicano de José Luis Echeverría y mástarde político de la gleba, mantenía unapequeña habitación llena de recuerdos desus años de estancia en Cuba. Cuandoentraba allí, donde había álbumes inclusocon boletos de guaguas cubanas, retrocedíaa su juventud, a sus tiempos de comunistadogmático que, en su caso, fueron sustiempos de pureza.

Nosotros pertenecimos a unageneración de puros y ahí reside nuestratragedia.

Quizás fuimos la últimageneración que creyó que podía cambiarel mundo y que lo podía convertir en unlugar más justo. A nuestro modo fuimosrenacentistas. Sergio fue un renacentista.

Cuando le conocí, en el otoño delaño 1958, tenía 19 años y acababa de ganarun premio al mejor actor con el Edmundde Viaje de un largo día hacia la noche.Era ya un hombre maduro a quien el mundole pesaba en las espaldas.

Recuerdo haberlo conocido enTeatro Estudio cuando tarareaba una fugade Bach. Ya era profesor del centro dondeyo, vestida con uniforme de colegiala, ibaa estudiar actuación. Yo tenía 15 añosprecoces.

Muy en concordancia conaquellos tiempos y con Teatro Estudio,donde ser sensible era la moneda deintercambio, Sergio andaba en leotard y sinzapatos. A algunos les puede resultar difícilver a un Pastor Vega, por ejemplo,incrustado en aquel ambiente, pero laverdad es que también lo estaba. Como loestaban Gilda Hernández -madre de

Sergio-, Roberto Blanco, Lillian Llerena,Vicente y Raquel Revuelta, ErnestinaLinares (esa enorme actriz que murió tanjoven), Miguel Navarro, Helmo Hernándezy Miguel Barnett. A todos nos arrastró larevolución que en un principio desató unansia de libertad y una creatividadirrefrenables.

De actor, Sergio pasó a dirigirtambién. Se compró una cámara Leica ycomenzó a fotografiar, y a escribir. Era unhombre de gran talento que se destacabaen todo lo que acometía, por lo que muy

pronto comenzó a mostrarme fotosexquisitas y escritos que recuerdo comomuy interesantes.

En la relación personal no noshubiera pasado por la cabeza ni por uninstante el sernos infieles. Los hombres denuestro tiempo llevaban collares afro alcuello que nosotras las mujeres, susmujeres, les colgábamos como símbolo,tanto de los nuevos tiempos que ensal-zaban la cultura afro-cubana, como delcompromiso de nuestros hombres connosotras en relación con ese tiempo. Erannuestros anillos de compromiso, visiblesen amarillo y verde, blanco y rojo, o inclusopúrpura y marrón.

La valentía era el modusoperandi. Creíamos en la racionalidad, enEdith Piaff, en la verdad a toda costa, enPierre Henry, en Ingmar Bergman, en lalibertad sexual, en Maiakovski, en MiguelHernández y su cosmo de pastores, en YvesMontand, en el marxismo-leninismo, en

Walt Whitman y en La Pasionaria....

Creíamos.Yo me fui becada a Rumania y

Checoeslovaquia y regresé en 1962 a unmundo sin Sergio, pero donde laflexibilidad de Vicentina Antuña,presidenta del Consejo Nacional deCultura, fue sustituida por el dogmatismode Edith García Buchaca, ese tenebrosopersonaje que se convirtió en laomnipresente comisaria política delorganismo. A un mundo que cambiaba, o

que quizás había comenzado a mostrar sucolor. Un mundo donde los arribistas,aprovechados y acomodados comenzabana echar de lado a los puros, a los que deveras se habían creído el cuento yempezaban a resultar incómodos.

El Consejo Nacional de Culturase llenó de incondicionales, pero Sergio nose daba cuenta. O no lo quería admitir,mientras le asignaban un bello apartamentoen Miramar para vivir con su madre.

Así comenzó Sergio Corrieri aandar la viciada cuerda floja entre lasbuenas intenciones, el recuerdo del sueñode un mundo mejor, las ventajas materialesy sí, quizás también el miedo a disentir yser separado de un Edén que nosotrosmismos habíamos creado.

Yo lo vi, yo estaba allí.Aquel ser extraordinario, extremadamentedotado, precoz, se sumó a los ciegos queno quisieron aceptar que se habían

Éramos tan puros

engañado con un espejismo y escogieronser segundones de personajillos quesencillamente se aferraron al poder.

No creo que haya sido feliz coneso, pero fue la opción por la que se inclinó,y en esa opción resultó no ser lo peor: noconozco a nadie que diga que SergioCorrieri le haya perseguido. Aunquerecuerdo sus andanzas, reales o inventadas,según él “cazando bandidos”.

A través de los años me loencontré en México, donde almorzamosjuntos a pesar de que yo ya no estaba bajoel control de los represores cubanos. Mebuscó en Suecia cuando vivía allí. De vezen cuando me enviaba saludos con alguiende paso. Nunca renegó de mí.

Y me sigo preguntando si nuestrahistoria fue sencillamente otra historia másde juventud. ¡Es tan fácil ser joven y puro!Lo difícil es permanecerlo cuando la vidacomienza a presionarnos desde todos loscostados.

Sergio no aguantó la presión.Ahora que se ha ido prefiero

recordarlo durante aquellos pre-tiempos enque éramos jóvenes y puros.

Vivian Gude y Sergio Corrieri cenando en la terraza de un café en Regla, circa 1961.

Nota: Este artículo apareciópublicado a raíz de la muerte deCorrieri, en febrero de 2008, enEl Imparcial Digital, que dirige elperiodista Eufrates del Valle. Verwww.elimparcialdigital.blogspot.com

Vivian Gude, actriz, cineasta yperiodista, reside en Miami.www.viviangude.com

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22 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

Heriberto Hernández Medina

NOCTURNO

No hay una sola estrella en el cielo,en la inmensa noche de Limapuedo escribir los versos más tristes.El mar, supongo, lame lento las costas tras la bruma,yo he de alejarme sin volver la vista, sin escucharuna palabra simple que deshaga el silencio.Yo he de alejarmey estoy caminando, de espaldas a ti y hacia tu espalda.La música en el Sachún, se derramacomo un amargo néctar sobre mi corazón,es el latido nocturno de la ciudad en que la voz se pierde,la densa luz que nos impide vernos.Puedo escribir versos tan llenos de silencio,tan vacíos de todo lo que puedo decirte,que las palabras pueden borrarse si las miras.

LAMENTO

Ha muerto una estrellay una luz se ha despeñado desde el cielo fugaz de la memoria.Hemos de enterrarla vulgarmente,del modo quizás menos poético,en las áridas tierras del recuerdo; hemos digopara engañar el extenso vacíoen que se suman la distancia y la ausencia.Se ha desgarrado el cielo más reducido,el cielo apenas oscuro en que se excede parte de la niñezy hemos faltadocomo a tanto otro suceso intrascendente.Ha caído una estrella.En el ya próximo cielo de Lima,esos astros velados por la nieblason como mi memoriasimples testigos de cuanto he deseado olvidar y cuanto olvido.Ha muerto la única estrella que he visto,repetidas vecesencorvada de un dolor profundo en mis recuerdos.

Ramón Unzueta

23SPRING / SUMMER 2008

LEYENDO EL EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS .

But the Sabbath was made to benefit man,And not man to benefit the Sabbath.

Mark 2-27

Cortar o arrancar las espigasen día sábado sin mirar la puesta del sol,sin tazar el ilícito,sin acercarse al camino de la verdad y el temor.Cortar las briznas de la respiración,sueño de espigas quebradas,cortadas por la mueca matinaly el sabor de manzanas maduradas por el frío.Cortar, cortar, cortados, rotos sueñosen la vecindad invernal de lo insondable.Así entró David, u otro cualquiera,seguido de sí o los suyos, a la mansión donde la luzes una forma real de estar a oscuras, así,sin nombrar o negar a dios u hombre algunotomó el pan para sí y olvidó que era por todos observado.Así, en la soledad de una verdad sin nombretendió la manoy en ella fluyeron las sangres todas:la sangre que corre turbia anegando la razóny las sangres cálidas que apenas podemos recordary que nos acompañaron en el disfrute y en la sed.El frío al alba, más doloroso que el recuerdo;más doloroso el frío, aferrado aún a la noche,que la mentira o la duda.Más doloroso, cortante, el fríorebanando la fe;el hueso largamente roído de la esperanza astillando; dañándole másque a la nariz húmeda o a la piel reseca.

EN EL RETIRO DE ENZO FRACESCOLI

Horacio (“la pepa”) Valdezari comenta las imágenesen el “Resumen Deportivo”.No estoy hablándolesde una alegría o un dolor ajenos.Sé que ha pasado el tiempo,muchos de los que hoy se pintan la carao se atan un pañuelo azul o crema al cuellono pueden entenderel dolor de ese hombreque corre hacia un lugar impreciso,que patea los recuerdos para poder sonreir.No estoy hablándoles de un vacíoque no pueda llenarse con palabras.Este hombre corre hoy sobre la alfombra falsaen que se cofundenlas fibras innumeras de toda despedida.Este hombre está cruzando coronado las puertas de la nada,esta siendo condenado por la inmensa ovacióna mirar como yo desde la inexistencia,o a existir apenasen las renovadas esperanzas de El Municipal.Por eso pienso en el dolor,ese vacío en el que pueden alojarselas efímeras glorias del pasado.

Heriberto Hernández Medina. (Cuba) Poeta y crítico de arte. En 1987 se gradúa de Arquitectura. Ha publicado cuatro libros de poesía: Los frutos del vacío, Lingüa Ediciones, 2006, es el más reciente. Obtuvo el Premio "DAVID" de la UNEAC, en 1989 y el Premio Internacional de Poesía “Nicolás Guillén” 2006. Estos poemas pertenecen a su libro inédito Verdades como templos.

Gladys Triana

24 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

ARTURO SERRANO

El dramaturgo Pedro R. MongeRafuls nació en Placetas, Cuba (1943).Después de vivir en Tegucigalpa(Honduras) y en Medellín (Colombia), seradicó en los Estados Unidos de América.En Chicago, co-fundó el Círculo Teatral deChicago. En 1977 fundó OLLANTAYCenter for the Arts, y en 1993 OLLANTAYTheater Magazine, revista bilingüededicada al estudio y difusión del teatrolatino en los Estados Unidos.

Pregunta: ¿Cuándo comenzó sucarrera en el teatro?

Pedro R. Monge Rafuls.-Comencé en el teatro de forma casual enChicago, alrededor de 1970. En esa ciudadhabía un grupo de teatristas cubanosexiliados, lamentándose de lo que habíanperdido y sin saber qué hacer. Comencé aorganizarlos y fundamos un grupo que sellamó Circulo Teatral de Chicago, el cualvino a ser el primer grupo latino del MedioOeste. Luego me mudé a Nueva York ycomencé a ver mucho teatro Broadway yOff Broadway. Pronto estaba dentro de laactividad teatral latina. En 1977, fundé elOLLANTAY Center for the Arts; el cual,entre otros programas, tenía un taller dedramaturgia, hoy en su XIV edición. Eltaller consiste en traer a los dramaturgoslatinoamericanos más importantes paradictar un taller intensivo a futuros autoreshispanos de la capital del mundo. Uno delos primeros invitados fue el mexicanoHugo Argüelles. Le di a leer dos obras quehabía escrito en aquel tiempo y las encontrólistas para el escenario. Ese fue micomienzo como dramaturgo. En 1993,viendo la necesidad de una revista que seocupara del teatro latinoestadounidense,fundé la revista OLLANTAY TheaterMagazine, ya en su decimocuarto año.

Pregunta: ¿Cómo ha logradodesarrollar su obra dramática en unarealidad tan diferente a la de su país deorigen?

P.R.M.R.- No es fácil escribir,producir y difundir teatro en los EstadosUnidos, sobre todo el teatro escrito enespañol. Como dramaturgo encuentro laescasez de espacios que le den cabida a esteteatro y peor aún, directores y productorescon visión de futuro que monten teatro

hispano escrito en español. La falta dedirectores y productores con capacidad yvisión artística es lo que ha impedido queen cualquier parte de los Estados Unidos,con la excepción de los chicanos, surja unmovimiento de teatro latino. Unmovimiento exige producir el teatro localcon una perspectiva. Particularizando a loscubanos, el panorama es triste. En cuantoa la producción y difusión del teatro latinoes una tarea de titanes porque no le interesa

a la mayoría del público; unas veces por lapobreza del espectáculo y otras, cuando elespectáculo es bueno, por el acostumbradodesinterés de la población y por su falta decultura teatral.

Pregunta: ¿Cree usted que elTeatro cubano es uno solo, indepen-dientemente del lugar dónde eldramaturgo desarrolle su obra?

P.R.M.R.- Indiscutiblemente, esun solo teatro. Ya lo dijo Rine Leal en 1992en “Asumir la totalidad del teatro cubano”,aquel famoso artículo aparecido en LaGaceta de Cuba, órgano oficial de laUNEAC, y que le costó grandes doloresde cabeza que terminaron con su salida deCuba hacia Venezuela, donde murió. Claro,

el teatro cubano es uno solo y un día seasumirá como un todo, eso incluirá elestudio de las obras escritas fuera de la Islacomo parte de ese único teatro y secompararán con las de la isla; entonces severán las semejanzas y diferencias. Entreotras cosas se comprenderá lo falso quehan sido esos “Premios Nacionales”,entregados a unos cuando otros han sidoprohibidos para entrar en la competencia.¿Cómo se puede dar un Premio Nacional

a un dramaturgo cuando se desconoce aJosé Triana, Eduardo Manet, María IreneFornés, Matías Montes Huidobro, Raúl deCárdenas y a otros tantos, incluyéndome?Sobre este punto de la totalidad del teatrocubano, separado en dos partes, hay muchoque decir.

Pregunta: ¿Qué temas le haninteresado abordar en su dramaturgia?

P.R.M.R.- Me interesa mucho eldestino que somete a los inmigrantes,particularmente a los exiliados cubanos.No me interesa criticar a Castro, ése es unfenómeno triste, pero pasajero comopodemos ver ahora mismo. Lo que meinteresa es presentar cómo ese anómalopasajero de un dictadorzuelo que logra

dominar a un país, influye en la vida demis protagonistas. Estos personajes quelogro crear están determinados por esehecho; por ese fenómeno existen, sufren,gozan, etc. El destino, del cual no se puedenescapar, marca sus vidas. El destinopresentado a través del poder de undictador, de Dios, de nuestros padres, de lasociedad, etc. También me interesa ver lamujer desde un punto de vista no siempreexperimentado en la dramaturgia: meinteresa escribir mujeres manipuladoras, notan sufridas como siempre las vemos en losescenarios. Todas esas preocupacionesdichas las presento a través de lasexualidad. Aunque es algo que tienen quedecir otros, aventuro a señalar que misobras tienen situaciones sexuales bastanteexplicitas y hasta atrevidas.

Pregunta: ¿Cual es la misiónOllantay Center For the Arts?

P.R.M.R.- Preservar y difundir elarte latinoestadounidense a través deconferencias, estudios y, sobre todo,publicaciones que lo harán conocer engeneraciones futuras.

Pregunta: ¿Considera que elmundo editorial se ocupa del teatrohispano en USA?

P.R.M.R.- Lamentablemente ni enlos EE.UU., ni en el resto del planeta.¿Acaso el mundo editorial, en inglés oespañol, conoce que existe el teatro hispanoen este país? Alguna antología ha salido enun par de editoriales angloamericanas. Enel reducido y pobre mundo de las editorialeshispanas ni pensarlo. De teatro encastellano, ni soñarlo. Salvo lo que hapublicado OLLANTAY Press no conozconinguna antología de teatro latinoestadounidense en español. ¡Quisiera estarequivocado!

Pregunta: ¿Tiene el teatrohispano en New York suficiente apoyoinstitucional y privado?

P.R.M.R.- Podríamos decir que esapoyado. Tanto como suficiente, no. Lascorporaciones públicas y privadas ofrecenayuda y la aprovechan los más listos, losmás manipuladores de los que hacen arte,que no son precisamente los másconocedores de la cultura latinoamericanay de las artes, incluyendo el teatro. Lascorporaciones y fundaciones dan dinero poraquello del conocido “token”; “hay que darun dinerito a las minorías para que secallen”, tristemente, no para que puedan

Pedro Monge Rafuls: el hombre de teatro en Nueva York

Pedro Monge

25SPRING / SUMMER 2008

crear un movimiento de calidad. Ese darayuda sin perseguir una consecuencia deeficacia, ha detenido los movimientosartísticos en conjunto y calidad.

Pregunta: ¿Qué planes futurostiene Pedro Monge Rafuls?

P.R.M.R.- Muchos a nivelpersonal y de difusión de las artes; entreellos, terminar mi obra sobre GertrudisGómez de Avellaneda, con una perspectivaque creo que no existe en lo que se haescrito hasta ahora y terminar una obra quepor el momento he titulado Sepulcrosblanqueados y que recoge un episodio

malsano ocurrido en la Iglesia de Medellín,Colombia, hace años. Me dice José Triana,que leyó lo que he escrito, que puede seruna gran obra. ¡Vamos a ver! Terminar lasdos antologías de teatro marginado en quetrabajo hace tiempo. Una abarca el temahomosexual. La otra es sobre el teatronegro. Ambas agrupan las dramaturgiaslatinoamericanas. Quiero terminar undirectorio sobre el teatro cubano de todoslos tiempos, donde entre otras cosas, hagouna selección de las mejores obras. Claro,continuar difundiendo la literatura y el artelatinoestadounidense con el OLLANTAY

Center for the Arts y con la revista teatral.No morir pronto y gozar la vida, lo másque pueda.

Sin la menor duda Monge Rafulses uno de los más destacados dramaturgoscubanos que viven en los Estados Unidos.Su trabajo ha sido reconocido porinnumerables instituciones de prestigio enla unión americana y en el resto del mundo.Sus piezas teatrales han sido traducidas adiferentes lenguas y representadas conéxito, pero hay algo que quiero destacar, yes que este hombre de teatro, ha hechomucho por dar a conocer y promover la

dramaturgia latinoamericana en los EstadosUnidos. Pedro Monge Rafuls es sin lugara dudas un nombre imprescindible en elTeatro Hispano.

Arturo Serrano entrevistó a PedroMonge Rafuls para Noticias Teatrales--Entrevistas, de Espana. Edición de 31-12-2007. En internet la pueden oir con músicay leer algunas entrevistas a otros teatristas:http://noticiasteatrales.galeon.com/entrevistas.html#monge

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Ramón Unzuea: Menina en espera

26 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

LIANA MARÍA ÁLVAREZ

Una suerte de Introducción

En el espíritu de ese inmensopoeta que fue Saint-John Perse siempre hedicho que tengo razón para elogiar a mifamilia. A estas alturas de mi edad, esaafirmación es más rotunda porque el pasodel tiempo me ha enseñado a ver ycomprender mejor a mi sangre, con susdefectos y sus virtudes, que la hacen másentrañable. En ese acarreo, que es como elcrecimiento de un árbol que guardaránuestra memoria, va de suyo que, al igualque para su madre, mis hijas, Liana Maríay Lourdes María, son mi todo. Un todo que,siempre pasa en la vida, tiene ahoracompetencia. Son mis nietos, JosephArmando, de cinco años y medio, y AnaMaría, de dos y medio. Y está bien que asísea, porque su madre, Liana, y su tía,Lourdes, experimentan los mismosdichosos sentimientos.

Me siento inmensamenteorgulloso de la conducta de mis hijascuando eran unas niñas en medio del horrordel totalitarismo castrista. Nuncarenunciaron a sus principios y creencias apesar del precio que tuvieron que pagar porello. De igual suerte, experimento esemismo sentimiento al evocar todo lo quehicieron cuando solas con su madre y suabuelo enfermo llegaron al exilio. Lo quehan logrado ha sido a base de sus esfuerzosy sacrificios, que no han sido pocos.

Mis hijas, como lo serán misnietos, pertenecen a esa rara estirpe dellector constante, claro que en el caso delos nietos por su corta edad todavía se leslee cada noche antes de rezar y dormir. Unbuen libro es para ellas una fiesta. Loaprendieron de nosotros. En una época,sospeché que Liana podía eventualmentededicarse a escribir, un oficio que puedeempezarse a cualquier edad, pero se inclinóa las ciencias. Ojalá tenga el tiempo queacaba de decirme no tiene para retomarlo.

En medio de la papelería que esparte esencial de mi existencia y queconstituye un estilo de vida familiar, laabuela Tania encontró hace unos días unosamarillentos papeles escritos a máquina yfechados en 1983, escasamente tres añosdespués de la llegada de mi familia alexilio. Eran unas viñetas, unas impresiones,unos recuerdos de vida escritos por Liana.El primero de ellos era una evocación de

La Habana que nunca ha olvidado. Elsegundo es la narración de un hecho en quepatentiza que a pesar del horror que deparael totalitarismo a los que lo padecen, nohacen falta palabras para comunicarse enla inocencia, aunque existan barrotes de pormedio. El tercero es una reflexión sobre laternura que se establece entre el hombre yun animal.

Los dos primeros recuerdos estánanclados en Cuba desde la presencia, laausencia y la evocación. El tercero tiene

como escenario el temprano exilio deLiana. Cuando Tania me los dio, mesorprendió, al cabo de una vida escribiendoy haciendo crítica, la calidad de laconstrucción del texto, su diafanidad, suvalor descriptivo desde la perspectiva físicay la espiritual, su carga poética y el latidode su humanidad. Unos factores nadacomunes en una escritora que apenas teníadiez y ocho años. No sé si Liana ha escritomás, tampoco si algún día se decidirá ahacerlo. Sé, eso sí, que estas páginas seránpor encima de lo literario, entrañables parasus hijos, como lo han sido para nosotrosy su hermana. Estos breves textos son, deigual suerte, un singular testimonio decubanía y de humanidad que ahora, sinpermiso de Liana, comparto con loslectores. Privilegio de mi paternidad.

Tengo razón de elogiar. ARMANDO ÁLVAREZ BRAVO

Miami, y 2008

A LA HABANADiariamente recuerdo tus aceras

agujereadas por las raíces de los árbolesque crecen al pie de la calle. Diariamenterecuerdo aquella sucesión de parques queme ofrecían tantos muritos por dondecaminar, tantas flores que recoger, tantoespacio para jugar y montar bicicleta. Yrecuerdo mi pequeño colegio primario,lleno de pasillos oscuros y aulasapuntaladas, y aquellas cuadras llenas decaras amistosas y sonrientes. Mi barrio y

en general La Habana, llena de la magiaque toda ciudad representa para aquellosque la habitan. La magia que está en elhecho de poder caminar incansablementepara encontrar un lugar nuevo, especial yencantador por el mero hecho de haber sidodescubierto entre edificios y furnias queparecen esconderlo. Y recuerdo habercaminado desde muy pequeña de la manode mi padre sintiéndome conquistadora,pues en cada paseo descubría un lugar llenode historia. Los museos, todos y cada unoque guardan tantos años de pasión y vida,y aquellas casas típicas con puertas demadera y ventanas selladas de balaustres.Y las calles de adoquines y las lomas y losjardines, y tus iglesias negras y alegres.Aún veo la Catedral, levantándosecaprichosamente en su plaza, erguida yorgullosa sin nada que ocultar y elseminario que a su lado parecía como un

oasis verde. Tampoco puedo olvidar elpuerto, lleno de mugre y suciedad, pero deesa suciedad de la que todos nos sentimosparte, y aquel olor a mar y aceite tanimpenetrable. El Cristo no se cansaba devigilar la entrada y salida de los barcosocupados en el comercio, aquellos barcosmajestuosos y enormes que flotabanmilagrosamente. El cañonazo de las nueve,tan diario, tan tradicional... Cada nochehacíamos silencio en la casa para oir suestampido dominante. Pero más que todorecuerdo tus muros del malecón, aquelpaseo que de pequeña me parecíainterminable pero que con el tiempo seacortó y devino indispensable. Las largascaminatas por tu malecón, mirando el solponerse debajo de las nubes algunas veces,pero otras, más ardientes, contemplando elmar tragarse el redondel de fuego. Y es asíque te recuerdo, ciudad que conociste todoslos días de mis primeros quince años, y queaún en mi memoria visito y caminodiariamente. Y aunque pasen siglos, mimemoria aún viva no olvidará comoaprendí a amarte y vivirte, sin el másmínimo resentimiento porque tú te ofrecestoda a ese que poco a poco se hechiza enti.

Mayo, 1983.

ANÉCDOTA SOBRE MIAMIGA HÚNGARA

La casa de 19, donde nací y crecí,colindaba directamente con la Embajadade Hungría. Originalmente habíapertenecido al hermano del dueño delbanco de cuál mi abuelo era gerente y estehombre había fabricado su casa y la nuestracon la idea de dársela a alguien allegado.Ese alguien fue mi abuelo y desde entoncesallí residió mi familia. Después de laRevolución del 59, nuestro vecinoinmediato viajó a los Estados Unidos y sucasa se convirtió en la Embajada deHungría que conocí desde pequeña. Esamansión tenía un extenso jardín y unedificio precioso, pero casi nunca veíamosa sus habitantes, siempre encerrados en elaire acondicionado. Sí recuerdo un bellopastor alemán que cuidaba sus terrenos ydel que mi madre se encariñó mucho. Sinembargo de vez en cuando venía algúndiplomático con su familia e hijos. Y asípasó cuando yo apenas estaba en primergrado. De aquella niña no recuerdo ni la

Páginas de vida

Ramón Unzueta: La rosa en la cabeza

27SPRING / SUMMER 2008

cara, pero creo que usaba espejuelos. Laexplanada en la que yo jugaba estabaseparada de la de la Embajada por una rejade barrotes negros y altos, perosuficientemente separados y delgadoscomo para poder mirar a través de ellosfácilmente. Cuando era pequeña podíameter la cabeza entre los barrotes. Y aquelmediodía comenzamos a hablar a través delas rejas. Yo le mostré mis juguetes y ellacreo que río. Entonces hubo una invitacióny ella vino a mi casa y jugamos todo elmediodía. Ya no recuerdo qué pasó en losdías siguientes pero supongo que pocodespués ella se marchó. A medida querehago mi memoria creo haberme paradovarias veces en el mismo lugar de la rejapor donde hablamos aquella tarde yesperar, buscando con la mirada, a miamiguita. Pero aunque quería verla denuevo, ella no apareció nunca más. Ahora,cuando recuerdo aquel incidente me doycuenta que yo nunca pude entender unapalabra de lo que ella me dijo ni ella unade las que yo dije. Sin embargo, hubocomunicación entre nosotros. Entoncespienso que en realidad no hay barreras enla inocencia y que es algo milagroso poderser, aunque sea por muy poco tiempo, niño.

Mayo, 1983.

HOMBRES Y PERROS

Mientras manejaba de regreso ami casa, después de un largo día de colegio,tuve que parar en la luz roja de una avenida

grande. Como la luz se demoraba bastanteme puse a mirar a mi alrededor, y sin darmecuenta fijé la vista en un terreno en quesólo crecía hierba. Allí, sentado en el suelo,se encontraba un hombre, entrado ya en

años, retozando con un hermoso perro. Elseñor, quien lucía arrugas de cansancio,hacía al animal ir y venir. Cuando el perroobedecía al pie de la letra, su amo loacariciaba y acariciaba, como si en realidadel perro fuera su más preciado tesoro.

Me pareció una bella escena,

digna de recordar. Aquel hombre, ya débil,con su perro estaba en uno de los lugaresmás céntricos de la ciudad, pero a la vezestaba aislado en su propio mundo, dondesólo existían su perro y él, conjugándose

mutuamente y complementándose, nopudiendo existir el uno sin el otro.

Más tarde aquel día, cuando yahabía olvidado este incidente, salí al patiode mi casa e increíblemente volví a ver lamisma escena. Esta vez era un muchachojoven y fuerte, lleno de bríos y vida quien

COMO CASINADIE SABE

Carlos Barrunto

Editorial Silueta

P.O. Box 654333Miami, Florida 33265

Ramón Unzueta

acariciaba y jugaba con un precioso perro.No había nadie más en el patio, sólo elmuchacho y el perro gozando cada uno desu presencia. Eran como una sola imagen,una necesidad el uno para el otro.

No fueron solamente estasimágenes paralelas las que mesorprendieron, sino que asombrosamentevi reflejados en las caras del viejo y elmuchacho los mismos sentimientos, lamisma satisfacción y regocijo.

Entonces comprendí muchascosas. Comprendí por qué siempre medijeron que el perro era el mejor amigo delhombre. Comprendí que el hombrenecesita apoyo y compañía tanto en la vejezcomo en la juventud. Comprendí la ternuraque puede haber entre un hombre y suanimal; y por qué el hombre a veces nopuede prescindir del animal. Comprendíque puede haber felicidad plena en cosasinsignificantes. Lo que aún no comprendoes por qué cuando tratamos de ofender aalguien le llamamos perro.

Junio, 1983

Liana María Álvarez (La Habana,1965). Graduada de Arquitectura Naval,Ingeniería Marina, Ingeniería Mecánica yAdministración de Negocios en elMassachusetts Institute of Technology(MIT). Trabaja como Sourcing Manager enExxonMobil.

28 Linden Lane Magazine VOL. XXVII, Nos. 1, 2

Carta Abierta al pueblo de Cuba del Comandante Pedro Luis Díaz Lanz (Ex-Jefe de la FAR)

Cada día que pasa aparece una nuevamentira para calumniar y vejar a quien poramor a la Patria y a la libertad, más que asu propia vida, una vez mas renunció atodo. No creo que el pueblo de Cuba puedajamás olvidar quiénes fueron Martí,Maceo, Máximo Gómez y todos aquellosgloriosos mambises, especialmente JoséMartí, ese cubano grande y generoso quepredicó siempre amor y benevolencia paracon el prójimo, quien ni para sus propiosenemigos albergaba en su corazón odiosni rencores, luchando contra éstos en formaque lo enaltecía, con la frente enhiesta, conla verdad en los labios que brotaba de sucorazón.

Pueblo de Cuba, este humildecubano que jamás ha hecho otra cosa quedefenderte, que luchar sin descanso,velando celosamente por tu libertad, soloquiere hacer llegar a ti unas cuantasverdades que pueden ser puestas en labalanza de tu propio juicio y frente a lasmentiras y calumnias de quien tantoesperas y tanto esperaba yo.

Debo puntualizarte primero quejamás he atacado a nadie en particular sinoque he señalado y repudiado la infiltracióny presencia de comunistas en el gobierno.Sólo por éste hecho se me ha llamadotraidor, desertor, cobarde, nepotista y se hallegado al increíble cinismo de hacermeresponsable de los últimos y lamentablesaccidentes de aviación acontecidos enCuba. Se me ha tildado de incapacitado,sin embargo, el propio Fidel, el día que meacusó públicamente, reconoció que el 70%de las armas que se llevaron a ambosfrentes las llevé yo… y hay ciertas personasque se atreven a publicar que yo renunciéa la jefatura de la FAR porque quería másdinero y porque no tenía meritosrevolucionarios. ¿Entonces a quiendebemos creer, a Fidel o a esa persona quelo desmiente?

Este humilde servidor del pueblode Cuba, comenzó a trabajar dando pico ypala a la edad de 14 años mientras secosteaba sus estudios de mecánica deaviación; a los 18 años ya era mecánico ypiloto y a los 20 años era piloto de una líneaaérea. Raúl Castro me ha llamado“pepillito” y yo me pregunto cuándo eseseñor se ha ganado el pan con el sudor desu frente! ¿Cuándo ha tenido “callos” enlas manos de trabajar? En todo caso él erael “pepillito” que jamás ha mojado la tierracon su sudor.

Debo aclararte, pueblo de Cuba,

que esas armas que llevé al Segundo FrenteFrank País y a la Sierra Maestra, no lo hicepor Raúl ni por Fidel. Definitivamente NO!Lo hice por Cuba, lo hice por devolver ami Patria las libertades perdidas, NO PARAPERPETUAR EL CAUDILLISMO. NOMAS JEFES INDIOS! Hace faltaconciencia ciudadana! CADA HOMBREUN VOTO! Con una Constitución quegarantice y restablezca las libertades y losderechos humanos.

Pueblo de Cuba, yo no puedo nipodré jamás traicionarte. Yo me honro enser descendiente directo de un hombre quetodo lo dio por ti durante toda su vida, hastael último segundo: JOSE MARTI. Eltiempo te demostrará que yo soy un cubanobien nacido, que mi madre es una SANTAy mi padre, a quien también hancalumniado llamándolo machadista, siendoél uno de los primeros oficiales de honorque se rebelaron contra el dictadorMachado y quien en el año 1930 fueracondenado a dos años de prisión quecumplió, quien luchó siempre sin claudicarcontra Batista, quien fue honrado y lodemuestra el hecho de que nada tiene hoyen día, excepto una conciencia muy limpiaante los ojos de Dios y una moral muy altaque los batistianos de antes y losseudorrevolucionarios de última horapretenden mancillar con viles calumnias,es un hombre digno y decente.

Muchos se habrán preguntadoqué me llevó a tomar la determinación derenunciar a mi cargo. Pues bien Uds.conocen y escuchan sobre las ideas ypensamientos izquierdistas de Fidel, Raúl,Guevara, etc., a través de la Radio y laTelevisión. Uds. no han podido, como pudeyo, escuchar de los propios labios de Fidelsus intenciones de introducir un sistemacomo el que existe en Rusia. En mipresencia en un vuelo de regreso de laSierra Maestra escuché cómo Fidelconversaba con Núñez Jiménez, AlfredoGuevara y la Srta. Celia Sánchez,diciéndoles que él mantendría engañado alpueblo de Cuba y lo mantendría a su favormientras ganaba tiempo con el objeto deorganizarse militarmente para que cuandoel pueblo comprendiera el engaño, poderdominarlo por la fuerza y que entoncesmataría, si fuere necesario, no a un grupitosino a mas de cuarenta mil personas paralograr sus propósitos. -Yo juro ante Diosque esto es cierto y el tiempo se encargaráde demostrarlo. Fidel se ha convertido enel nuevo dictador de Cuba. Un dictador que

hace creer al pueblo que es éste el quemanda. Sin embargo, que alguien se atrevaa discrepar con su modo de pensar yentonces será tildado de contrarre-volucionario y hasta de batistiano ytrujillista.

Pueblo de Cuba, ¿quierescomprobar si eres tú quien mandarealmente en Cuba? Pídele a Fidel queelimine a todos los comunistas que ocupancargos importantes en el Gobierno y en lasFuerzas Armadas y que convoque aelecciones. ¿Por que no hacerlo si él puedeganar a través del VOTO casi todas lasposiciones en el Gobierno? ¿Sabes por quéFidel no te aconseja esto? Sencillamenteporque él quiere introducir en Cuba unnuevo sistema politico-social que se llamaCOMUNISMO. ¿Sabes por qué Fidel estádestruyendo la Economía Nacional sinimportarle un bledo el hambre y la miseriaque el pueblo de Cuba pueda pasar? Porquepretende que todo pertenezca al Estado. Enotras palabras, quiere implantar el sistemaCOMUNISTA en Cuba.

FIDEL MIENTE! sí, mientevilmente y a mí me consta. Muchas veceslo oi en privado decir todo lo contrario delo que decía al pueblo. Ejemplo: “ARMASPARA QUE”. A espaldas del pueblomientras pregonaba: “ARMAS PARAQUE” compraba en Bélgica mas de 50,000fusiles, 22,000 Garands que llegaron deItalia, barcos de guerra en Alemania yaviones Hawker Hunters que estácomprando en Inglaterra, todo lo cualimporta más de TREINTA MILLONESDE DOLARES. Hay en Cuba actualmentemas de 100,000 fusiles-ametralladoras, lostanques, barcos y cañones que tenía Batistay todavía se está comprando más.“ARMAS PARA QUE”, Fidel? EsosTREINTA MILLONES DE DOLARESque son DIVISAS también, extraídos delTesoro de un país lleno de niñoshambrientos, bien pudieron invertirse enmejorar la Economía Nacional, abrirnuevas industrias, colegios, etc.

Quizás diga para justificarse queesas armas son para defender la Revolución“verde olivo” y negará que con sólo unpuñado de armas y hombres nosotrosconquistamos la victoria. No le bastaba aFidel las armas que tenía Batista paramantener su dictadura? Miente Fidel aldecir que no hay comunistas en elGobierno. Esto no lo puede admitir aúnpues las milicias juveniles no han sidodebidamente adoctrinadas y entrenadas…

Fidel no ataca de frente. Ataca como sólolos comunistas saben hacerlo. Como “buencamarada” utiliza el conocido sistema dedestruir mediante difamaciones lareputación de quienes se le oponen, aunquepara ello tenga que descender a utilizar lavil mentira y la calumnia, pues según loscomunistas: El fin justifica los medios.

Para concluir, sólo quiero decirleal pueblo de Cuba que le pida a Dios queFidel rectifique y que reconozca a tiempotodo el daño que le está haciendo a Cuba.Que dé un paso definitivo hacia adelante,subsanando sus errores y cambiando supolítica. A ti, Fidel, sólo te digo querecapacites. TIENES AUN LAOPORTUNIDAD de hacerlo y de ser loque en realidad nuestro pueblo cree ahoraque eres. Pon en práctica nuestraConstitución democrática, no te ciegues nite endioses. No dejes que la adulonería yel servilismo de quienes te rodean te impidaver la verdad. Renuncia a ser un dictadormás en Cuba y una nueva decepción en laspaginas de nuestra historia. No crees másodios entre los cubanos, respeta la sangrede nuestros mambises y la de nuestroscompañeros que te dieron el poder y queno la derramaron para que ahoraintroduzcas el COMUNISMO en Cuba,conjuntamente con Raúl, el Che, NúñezJiménez, etc.

Con toda la gravedad yresponsabilidad del caso te digo que si note retractas y eliminas el comunismo,comenzaré a combatirte como combatí aBatista, Pedraza, Masferrer y demáscamarilla enemiga de Cuba, porque tú,Fidel Castro Ruz, al igual que ellos, te hasvirado contra los altos destinos de nuestraPatria y has demostrado, con tu actuaciónindigna e hipócrita, ser el verdaderoTRAIDOR A LA LEGITIMAREVOLUCION.

21 de Octubre de 1959Fdo. COMANDANTE PEDRO LUISDIAZ LANZ. EX -JEFE DE LA FAR.

Homenaje alex comandante PedroLuis Díaz Lanz, quiense suicidó en Miami el27 de junio de 2008.

29SPRING / SUMMER 2008

POR PRIMERA VEZ, LASANGRE

Corría el año 1953 y contabaentonces con ocho años no cumplidos.Como era domingo no tenía clases ese díay me levanté un poco tarde. Recuerdo queestaba tomando el desayuno cuandoescuché un estrépito sonoro, como unaestampida. Mi mamá se asomó a lacarretera y se puso a gritar y a llevarse lasmanos a la cabeza -mi mamá gritabasiempre, sospecho que se trataba dehisteria-. Mi papá, un poco más prudente,nos acercó a mi hermanito y a mí junto a ély trató de calmarnos. Minutos despuéspude ver cómo mi padre le vertía agua enlas manos a un señor todo tembloroso quele pedía por favor que no parase de hacerlo,para quitarse de sus manos unos coágulosdeç sangre pegajosa. Había ocurrido unespantoso accidente automovilístico a unospasos de mi casa, en una curva cerrada, quedesde ese momento el vulgo comenzó allamar la Curva de los Quiñones. Aquel

LA ESCUELA DE LA CAÑADA

Desde muy pequeño me llamabanla atención los libros. Recuerdo un viejomueble donde papá llevaba las cuentas, eracomo una especie de secretaire, peromucho más rústico donde además de suslibros de contabilidad guardaba papeles,documentos, fotos de su juventud y de suprimera esposa, Doña Josefa Rodríguez,sin importarle para nada a mi madre, puesél se casó con mamá después de enviudary sus hijos, mis hermanastros, estimabany respetaban mucho a mi madre.

También en ese viejo muebleguardaba papá sus libros de literatura yalgunas obras de contenido espírita,fundamentalmente las obras delCodificador del Espiritismo, el pedagogoAllan Kardec y de otros autores de lamisma corriente de pensamiento filosófico.

En honor a la verdad no puedodecir que esas obras me atrajeron alprincipio, pues sin duda, como no

Banes y Guantánamo

RENE DAYRE ABELLA

Ramón Unzueta: “Mercedes”

DON VICENTE

Don Vicente era todo unpersonaje. Parecía sacado de una novela.Lo recuerdo fumando perennemente supipa y dibujando para mí con el dedo alaire, o más bien al espacio azul del cielo,unos raros paisajes en países remotos queencendían mi imaginación infantil.

También le gustaba platicarme deuna extraña flora y de una fauna nuncaantes vistas por mí en las láminas queacompañaban las lecturas de mis viejostextos escolares, pero si Don Vicente locontaba era verdad. Encendía miimaginación hasta el delirio cuando mecontaba de una planta de hojas gigantescassimilar a las atrapa moscas cubanas, lascuales según él poblaban las selvasexuberantes del Amazonas y que él mismohabía visto en sus lejanos días juveniles.Luego me enteré por mi padre que DonVicente jamás había salido del terruño.

Cuando lo evoco en el recuerdopienso que de haber tenido dotes de escritorhubiese sido el émulo cubano de JulioVerne. Al cabo el propio Verne confesóuna vez: " y no viajaré sino en sueños ".

hombre que se lavaba las manos en el patiode mi casa, el señor Francisco,"Panchito",González, había acomodado el cuerpodecapitado de su mejor amigo, PedroQuiñones, en el ataúd que habían enviadode inmediato a la escena, pues se trató deuna muerte instantánea. Los accidentadoseran dos hermanos, Pedro y OscarQuiñones, que se desenvolvían en lapolítica local, además de ser miembrosprominentes y muy distinguidos de una delas familias fundacionales de Banes. Gentemuy querida y respetada por toda laciudadanía sin importar signos políticos ocondiciones sociales.

La mañana de ese fatídico día sedirigían junto a Eduardo Arbucia y a otros

destacados ciudadanos banenses alaeropuerto de Antilla a darle la bienvenidaal Dr. Rafael Díaz-Balart, padre de ladinastía de políticos que aún viven yresiden en Miami. Conducía el vehículo --un chevi rojo descapotable de ese año1953--, Oscar, el hermano mayor quemurió unas horas después, pues el volantele destrozó el esternón y comprimió suspulmones.

Todavía alcanzo a oir con losoídos del recuerdo los gritos de EduardoArbucia, Lalo, que gemía: " ¡Ay, mimadre!".

Ese recuerdo no se me olvida.Sobre todo cuando veo sangre.

LOS CIEGUITOS

Otro de mis primeros recuerdoses el de la visita a casa de los hijos de JoséCruz, Martín y Dora. Los hermanosformaban un dúo musical. Dora cantabamientras Martín rasgueaba la guitarra. Esposible que nos visitaran el día en quecumplíamos años mi hermano RicardoCelso o yo. No puedo saberlo conexactitud. Recuerdo una vieja tonada quedecía: "Pastora, dame tu reloj "...

Martín y Dora eran ciegos denacimiento. La gente comentaba que eracastigo divino o kármico para Don Joséporque éste maltrataba verbal y físicamentea una hermana que también había nacidoinvidente. Este hombre tan malvado laobligaba a que le planchara unas camisasy unos pantalones blancos. Como la infelizno veía y además planchaba usando unasprimitivas planchas de hierro que secalentaban sobre un anafre, a veces estasplanchas arrastraban partículas de carbóny llegaban a tiznar el planchado. Elhermano enfurecido le pegaba a la infelizmuchacha y según los vecinos del lugar,ésta lo había maldecido en su lecho demuerte y le profetizó que todos sus hijosnacerían ciegos como ella. Maldición o taragenética, lo cierto es que todos sus hijosnacieron invidentes.

30 Linden Lane Magazine Vols. XXVII No. 1, 2

EL SIM EN CASA:UN REGISTRO

Teníamos unos vecinos que seapellidaban Pruna. Eran gente muyhumilde y trabajaban muy duro parasubsistir. El padre de los Pruna, DonRamón, torcía tabaco en su propia casa yluego su hijo Mario salía a venderlos a lacalle y si tenía suerte " acomodaba "algunos en las pequeñas tiendas deabarrotes o "carritos" como les llamá-bamos en Banes a estos pequeñosexpendedores. Mi papá tenía un "carrito"donde vendía entre otras cosas cigarros,tabacos, y alguna que otra mercancía, conla excepción de bebidas embriagantes,además ofrecía desayunos y en los días

veraniegos, unos deliciosos "rayados" o"granizados" como les llamaban en LaHabana.

Papá había poseído algunaspropiedades inmuebles y era almacenista.Tenía negocios en la vecina Antilla, laciudad asentada sobre la bahía mayor delmundo, la bahía de Nipe, donde según latradición católica y popular habíaaparecido flotando sobre sus aguas laVirgen de la Caridad del Cobre, Patronade Cuba.

Papá también había tenido unoslotes de terreno en la ciudad de La Habanaque había comprado a través de suabogado, el doctor Roca. Pero todo esto ala sazón era pasado. Toda su fortuna lahabía perdido cuando su primera esposaenfermó de cáncer y finalmente murió enlos años treinta. Rico devenido en pobre

mi padre conoció a mi madre, quien a suvez, provenía de una familia que disfrutabade una cierta holgura económica, pero enel año 1929 cuando el crack bancario o lamoratoria de los bancos --como conoce eseperíodo la Historia de Cuba--, mi abuelo,Don Modesto Hernández, lo perdió casitodo, conservando su finca y su casa enMulas. Aconsejado por su compadre, DonJosé Pérez, el padre de una amiga muyquerida y respetada por todos los banenses,Ena Pérez, una notable educadora, levendió a éste su finca y su casa en Mulas yse compró una casa en el centro de Banes,la vieja casa a la que aludo siempre en estosrelatos y que estaba enclavada en la antíguacalle Sexta Sur, llamada luego Calle DelfínPupo en el Reparto Cárdenas.

Mi padre conoció a mi madrefrecuentando la casa de Isolina Feria, unanotable médium espírita de la EscuelaKardeciana, quien se hizo conocer entrela comunidad por sus increíbles, pero biendocumentadas curaciones, y una serie defenómenos de carácter paranormal. Másadelante hablaré de ella. Mis padres eranya mayores cuando se casaron. Papáentonces tenía cincuenta y ocho y mimadre cuarenta y dos años. Se casaron enel año 1944 y yo vine al mundo el añosiguiente, en el mes de julio, cuando DonRamón Grau San Martín era el PresidenteConstitucional de la República. Mihermano Ricardo Celso nació en el año1948, tres años después de mi nacimiento.Nunca he visto a una mujer parir dos hijosa esa edad. En fin me propuse hablar delos Pruna y del SIM y me he ido perdiendoen disgresiones, por lo que tengo quepedirle disculpas a mis pacientes lectores.

En los años veinte mi padre habíaviajado a La Habana por primera vez ensu vida, junto a su abogado para venderlos terrenos antes aludidos y conoció allíder estudiantil Julio Antonio Mella, quienen esos años había fundado La ligaAnticlerical de Cuba y luego después en elaño 1925 fundó junto a Carlos Baliño elprimer Partido Comunista de Cuba. Mipadre había conocido las ideas kardecistasa través de su primera esposa, Doña JosefaRodríguez Zarzabal, y ambos habíansostenido un intercambio epistolar conManuel Morales, un francmasón que habíafundado un periódico masónico ylibrepensador en La Habana, de corteabiertamente anticlerical y pro-socialista.Este señor Morales sufrió la pérdida de suúnico hijo en un accidente automovilísticoy encontró consuelo en el EspiritismoKardeciano o Filosófico y puso entoncessu periódico al servicio de la CausaEspírita. Desde ese momento se le conociócomo diario espiritista-masónico HOY,

José Rosabal, “Fragmentos”

mostraban imágenes o láminas que memotivaran, nunca las abría, pero entre todasellas mi padre conservaba un par devolúmenes de El tesoro de la juventud, unaespecie de enciclopedia ilustrada y esoslibros sí que me atraían por las láminas,por supuesto. Entonces mi padre me dijoque era el momento de enseñarme "lasprimeras letras", tal y como hiciera miabuelo, Don Balbino, con él, quien ademásde padre fue su único maestro, pues papánunca asistió a la escuela, y se forjó unacultura como autodidacto.

Papá comenzó entonces aenseñarme la cartilla. Recuerdo que éstacomenzaba con el signo de la cruz y luegoel abecedario; por lo que los párvulosdebíamos decir: Cristo, abc. Para no olvidarlas letras me enseñó este versito : " Cristoabecé la cartilla se me fue por la calle SanJosé "...

Al cumplir los cinco años mispadres me enviaron a la escuelita que teníaEmérica Sanchez, la esposa de DonAlejandro, el barbero que nos tumbaba lasgreñas a mi hermano y a mí. La escuelitafuncionaba en la misma casa, en un salónenorme que era parte del taller decarpintería que había instalado DonAlejandro allí mismo, pues además debarbero era carpintero y en la época de lasNavidades, concretamente el Dia de laNochebuena, este hombre asaba en el patiode su casa cerdos a la púa para vender entrelos vecinos del barrio.

Su esposa, a quien cariñosamentellamábamos Doña Meco, en unión de suhija Muñeca y de Adelita Alsina, nosimpartía las clases a cuatro grupos dealumnos, desde el primer hasta el cuartogrado. Allí aprendí a leer de corrido y curséhasta la mitad del cuarto grado, porquesucedió un incidente muy bochornoso paramí y tuve que abandonar la escuela cuandosólo me faltaba presentarme a los exámenesfinales. Ya hablaré de ese incidente másadelante. Recuerdo mi primer libro delectura y una lámina que mostraba a unsujeto conduciendo un coche y a una bellamuchacha. La lectura al pie del grabadodecía: "Oye, chofer, esta muchacha quierepasear. No corras mucho que puedeschocar".

Después había un ejercicio muycurioso para aprenderse el uso correcto dela letra R: " Erre con erre cigarro. Erre conerre barril. Rápidos corren los carroscargados de azúcar por las líneas delferrocarril".

Más tarde vino el grandescubrimiento de la poesía. Eso fuecuando cursaba el segundo grado. En miviejo texto de Lecturas de Segundo Grado-- según el Sistema Nacional de Educaciónvigente decía una leyenda en el viejo

manual-- descubrí las primeras poesías;“Plegaria a Dios”, del poeta mulatomatancero Plácido de la ConcepciónValdés, “A mi bandera”, de BonifacioByrne y sobre todo una vieja poesía delespañol José Selgas, que aunque sonaba unpoco cursilona me pegó con mucha fuerza,comunicándome un sentimiento de pérdidade la infancia que pronto me iba aabandonar. Me refiero a la poesía “Lainfancia”. Todavía recuerdo la estrofa final:"¡Ésta, hijo mío, flor de mi alma / Nuncala olvides, ésta es la infancia!".

Unos años más tarde, corriendoel año 1956 y con la explosión del Rockand Roll me convertí en un asiduo lectorde la Revista Fuste Show. Curiosamenteleyendo uno de sus números, precisamentela edición de la revista que traía en la

carátula una foto del actor norteamericanoJeff Chandler, descubrí en una secciónpoética un bello poema, “Poema de losaños”, que formaba parte del poemarioMotivos de Ensueño, de un poetapostmodernista cubano que se llamóRicardo B. Curbelo. Aquel poema seconvirtió en uno de mis favoritos. Todavíalo puedo memorizar íntegramente:

Cuando pasen los años y ya tú no recuerdesaquel cariño oscuro dormido en el ayer.Cierra serenamente tus dulces ojos verdesy piensa en esos años que nunca han de

volver.Cuando pasen los años y todo se haya idocomo tú de mi ensueño poco a poco te irás.Cierra tus ojos verdes y piensa que te

olvido.¡Qué acaso en el olvido también me

encontrarás!

31SPRING / SUMMER 2008

GUANTANAMO...

Una nube de polvo iba dejando asu paso el viejo camión de Mario Alsina,llevando entre costales repletos de coco losmás disímiles artículos destinados al usodoméstico: un viejo fogón con losetas yhornillas nuevecitas compradas en la tiendade Tasajeras, los nuevos mueblesrecibidores construidos por Franco, elhijastro de Jorge Sierra, en su muebleríadel Reparto Betancourt; la camita reciénestrenada por mi hermanito y por mí,construida también por Franco y que vinoa sustituir a aquella horrible cama demadera pintada de azul; el viejo armarioque mi abuela mamá Fela le había regaladoa mi madre y que ahora relucía, despuésde haberlo "modernizado" Franco , aña-diéndole lunas a sus puertas . Armarioque siempre despedía aquel perfumedulzón cada vez que mamá lo abría;después supe que se trataba de Tabú, supreferido, y que usaba con los polvosfaciales de la misma marca y los jabonesBurbujas.

El camión se dirigía con lamudanza a la ciudad de Guantánamo en lacosta sur de la antigua provincia de Oriente.

Esta hermosa ciudad asentadasobre el Río Guaso ejercía una atracciónespecial sobre algunos banenses, sobretodo entre los hombres solteros o casadosque buscaban trabajo y tal vez un futuro

mismo año yo había acompañado a mimadre a visitar la ciudad donde vivían mistíos Uva y Blanca, por lo que para mí nofue una sorpresa redescubrir Guantánamo.

Recuerdo que esta vez el viaje aGuantánamo lo hicimos por ómnibus hastaSantiago de Cuba y de allí nos trasladamosa La Maya. Con nosotros iba mi tía Queta,pues yo estaba muy apegado a ella y mamáquiso que yo no la extrañara. Además leayudaría a mi madre con las tareasdomésticas. Una vez que llegamos a LaMaya mi padre encontró a un sujeto que leapodaban Manteca y que manejaba unenorme pisicorre. En aquella carcacha nostrasladamos a Guantánamo.

Por encargo de mi padre mi tíohabía rentado una vivienda al sur de la calleCarlos Manuel de Céspedes, muy cerca deuna tienda de abarrotes de una familia debaracoenses que curiosamente le habíannombrado "La Bayamesa". Mis tíos vivíanen la misma calle, pero al norte, que era lazona más céntrica.

Nuestros vecinos eran los Wilson,una familia oriunda de Barbados. La señoraWilson dejó muy claro que la distin-guiéramos como una ciudadana inglesa.Nada de ciudadana de Barbados. Ignoro elpor qué de esa actitud que luego observéen otras personas que procedían de las islascaribeñas que habían sido o eran a la fechaposesión de la Corona Inglesa. Elmatrimonio tenía un par de hijos. Unahembra y un varón, con quien nosidentificábamos mucho más mi hermanoy yo.

Recuerdo el día de nuestra llegadaa la nueva casa. Como la mudada habíasido enviada con días de antelaciónencontramos la casa amueblada y en orden.Me resultaba un poco raro y hasta divertidover nuestros antiguos muebles ocupandoahora aquella espaciosa sala de piso demosaico y paredes muy bien pintadas.Todavía no había visitado un cine, así esque no podría relacionar aquella impresióncomo si estuviese mirando una película,pero era algo parecido. Fue muy curioso,además, reencontrar mis viejos juguetes yhasta un perro en cerámica al natural quehabía sido un regalo de mi tía Herminia.

Ese fue el único perro queconsideré mi amigo y mascota, porque losreales no me simpatizaban del todo puesme recordaban un episodio en el que unperro lanudo, de esos que en Cuballamábamos "satos" me correteó y me llegóa morder parte de la pierna. Desde entoncesmiraba a los perros con mucha cautela ylos prefería mudos antes que ladinos.

La casa que papá alquiló estabapegadita a la de los Wilson por un lado y ala de unos señores de Baracoa, por el otro.

Mi padre había nacido en Duaba,

luego devino en Noticias de Hoy .Yo aún conservo en la biblioteca

de la casa de mi hermano residente en Cubaalgunos viejos ejemplares de aquel diarioespiritista-masónico HOY.

A través del señor Morales mipadre conoció a Mella cuando visitó LaHabana. Mella le hacía llegar a mi padreliteratura, no sólo de la Liga Anticlericalde Cuba, sino también una tempranaliteratura socialista o marxista una vezfundado el viejo partido. En una ocasiónMella visitó Banes y sostuvo un diálogonada amistoso con el cura párroco de laiglesia católica Nuestra Señora de laCaridad del Cobre. En esa ocasión mi padrey Mella se reencontraron. Debo aclarar quemi padre jamás militó en el viejo partidocomunista, ni en el Partido SocialistaPopular que vino a sustituir a aquél, aunquesimpatizaba con las ideas del socialismodemocrático o Social Democracia. Comomi padre era un hombre muy generoso yse solidarizaba siempre con los que menosposeían quiso ayudar a los Pruna, que síeran militantes del Partido SocialistaPopular, comprándoles tabacos sin el sellooficial, que era una contribución fiscalobligatoria, las famosas " anillas " . Peroestos le vendían a mi padre ademásliteratura comunista que el Partido lesobligaba a vender y las copias que nolograban distribuir no podían regresarlas,sino que tenían que pagarlas, incluso de supropio bolsillo, no obstante su maltrechaeconomía doméstica. Así las cosas, mipadre, en solidaridad con esta pobre gente,les compraba ejemplares del nuevoperiódico Noticias de HOY, ahoraconvertido en comunista, y una mañanacuando me disponía a desayunar para irmea la escuela llegaron unos hombres vestidosde civil, acompañados por algunoselementos de la tristemente recordadaGuardia Rural y nos revolcaron todas laspertenencias sobre el piso y se llevaron ami padre al cuartel para interrogarlo puesle encontraron una cantidad de tabacos sin"anillas" y una caja conteniendo una seriede copias atrasadas del periódico HOY,incluyendo algunas copias del viejo diarioespiritista-masónico.

Mi madre no paraba de gritar ymuy pronto acudieron los vecinos del lugar.Uno de los vecinos le avisó a dos personasmuy influyentes en el medio político local.Me refiero a los señores FranciscoGonzález y Antonio Fernández quieneseran muy amigos del teniente Mirabal, unpersonaje curiosamente relacionado con elterrateniente Pino Santos, amigo de losCastro en Birán. El teniente Mirabal eraun hombre de trato muy áspero y célebrepor la palizas que propinaba a suinterrogados. Gracias a las gestiones de los

amigos de mi padre y curiosamente a unosejemplares del viejo diario espiritista-masónico HOY --el teniente Mirabal,según afirman, era masón--, mi padreregresó a casa esa misma tarde sin unrasguño.

mejor para ellos y sus familias. Asumoque ese imán consistía en la estación navalnorteamericana instalada en Caimanera.Hasta allá habían ido a parar los másjóvenes de algunas familias banenses muyrespetadas y queridas por toda lacomunidad. Los Blanco, queemparentaban con los Vizcaíno y losGalicia. Uno de mis tíos, WalfridoHernández, había desposado a una jovenviuda, la señora Blanca del Río Legrá, yambos fueron a vivir a la hermosa ciudadjunto a los hijos del primer matrimonio,los García . Los García, Antonio, Víctory Enrique, devinieron en fotógrafos y juntoa mi tío Uva encontraron trabajo en laBase, primero como simples trabajadoresasalariados y luego abrieron su propioestudio fotográfico en Guantánamo .

La decisión que tomaron mispadres de emigrar a Guantánamo no teníala misma motivación que empujóinicialmente a aquellos primeros hombres,incluyendo a mi tío, a trasladarse a aquellaciudad para abrirse paso en la vida, puesrealmente contábamos más o menos conlos medios para subsistir en nuestra casitaen Banes .

Como he contado antes, mi padretenía una tiendita de abarrotes y un puestode desayunos que nos permitía vivirdecorosamente. Lo que motivó el viaje aGuantánamo estuvo relacionado de algúnmodo al incidente del registro y atropelloque sufrimos en ese mismo año 1955 porparte de las autoridades policialescorruptas, que dando oídos a una supuestadenuncia de que mi padre --que siemprefue apolítico--, protegía o favorecía a unafamilia muy humilde de la raza negra, losPruna, que eran militantes del antiguoPartido Socialista Popular, y que llevó ami padre a visitar por primera vez en suvida el cuartel de la Guardia Rural, del cualsalió milagrosamente vivo y sin sufrirtorturas .

Luego supimos que una personamuy ambiciosa, amiga y relacionadaestrechamente con los dueños de la tierraque mi padre rentaba a los Justiz Silva,quiso quedarse con la humilde vivienda einstalar allí el mismo negocio que papá,pero con mayores recursos económicos,por lo que logró reconstruir toda lavivienda, con el beneplácito del dueño.Este último había amenazado a mi padrecon llevar a la Guardia Rural a demoler lavivienda si no la vendía antes a aquelpersonaje.

Mi padre optó prudentemente porvendérsela y nos trasladamos entonces avivir por primera vez en una casa rentada,en una ciudad muy lejana de la nuestra a laque no fue fácil adaptarnos .

Justamente a comienzos de ese

Zoé Valdés: “Una niña muymalhablada”

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Baracoa, aunque en realidad, descubrídespués que su lugar de nacimiento fueLuarca, una playa asturiana de donde misabuelos Don Balbino y Doña Amalia lohabían llevado a Cuba un poco después deque terminase la Guerra de IndependenciaCubana, en el año 1878, durante el llamadoPacto del Zanjón, que en realidad sirvióde una especie de tregua en nuestras luchasindependentistas. Pero papá siempre seconsideraba cubano y baracoense.

De ese modo, al encontrarse conestos vecinos se sintió muy contento y seexplayaba en largas conversaciones conellos, rememorando episodios de la GuerraChiquita, la que se inició en el año 1895,como la vez que, por ejemplo, en compañíade uno de sus hermanos vio desde unescondite la llegada de la expedición delGeneral Combeta, y otros episodios muycruentos.

El siempre recordaba cuando lafamilia toda tuvo que partir hacia SantoDomingo en un viejo bergantín, acomienzos de ese año 1895, porque lasfuerzas bambisas le habían quemado a miabuelo todas sus propiedades, forzándolosa huir. Hubo un incidente que papá noscontaba que me impresionaba mucho,sobre todo porque yo soy muy amante delos animales. Cuando los mambisesprendieron fuego a la vivienda, él y suhermano de crianza Graciliano Ferrer leabrieron el portón a los caballos de lacaballeriza para que huyesen. Como teníaun final feliz yo le pedía que me relatase lamisma historia muchas veces.

Recuerdo mis días guantana-meros. ¡Inolvidables!. Con los nietos deBlanca, mi tía política, visitaba el parqueprincipal de la ciudad y no se me olvidaaquel Rincón Martiano con una urnaguardando unos zapaticos de rosa al pie dela hermosa escultura del Apóstol. Otro demis más gratos recuerdos de aquella ciudadera mis visitas casi diarias --pues mis tíosvivían en frente-- a los hermosos y biencuidados jardines del Centro Benéfico ymis frecuentes escapadas de la casa encompañía de Narciso Abascal, un hermanode Elda, la esposa de Quique García, a lapanadería y dulcería "El Cisne Blanco" acomer pastelitos de guayaba y otrosrellenos de picadillo de carne que eran unaverdadera delicia. Tampoco olvido losdeliciosos durofríos que comprábamos en"La Bayamesa" y las paletas de heladosSammy y Guarina que nos esperaban anuestra salida de la matiné en uno de losprincipales cines de la ciudad, el Rialto,donde siempre pasaban westerns. Otro demis recuerdos imborrables de aquellos díaseran mis juegos junto a los chicos Garcíay a los hijos de un funerario que se habíaestablecido en una de las esquinas de la

calle Carlos Manuel de Céspedes. Los más"aventados" - este vocablo lo aprendí demis amigos mexicanos - nos escondíamosen los ataúdes del establecimiento y nohabía quien nos encontrara. Evoco eseepisodio y creo encontrar en él otroantecedente más de mi tempranatanatofilia.

Cómo olvidar los regalos que nosobsequiaban nuestros tíos en aquelloscortos días de nuestra estancia en la bellaciudad. Casi siempre era ropa, de la cualestábamos necesitados. Las compraban enlos almacenes "La Creación", nunca se me

olvidará el nombre de esa tienda.A nuestra llegada a Guantánamo

yo todavía no cumplía los diez años.Recuerdo que yo había recorrido el viejopuente sobre el Río Guaso siempreviajando en automóvil con mis tíos o conlos García y me impresionaba mucho. Unatarde quise transitar el lugardesplazándome a pie y experimenté unasensación muy desagradable. Una vez quecomencé a caminar sobre la estructura, queera metálica, y vi el agua debajo de mí através de los agujeros de unas enormesplanchas que estaban colocadas a modo deesteras por donde los peatones debíandesplazarse, sentí como una especie deahogo y literalmente me tumbé al suelo entemblores. Una persona adulta quetransitaba el lugar me ayudó aincorporarme y me sacó de inmediato deallí. Esa persona anónima que me prestóuna invaluable ayuda me dijo: "sufres deuna fobia que tiene que ver con la altura(vértigo) y con los espacios abiertos(agorafobia). Debes pedirles a tus padresque te lleven a un psicólogo". ¿Sería élmismo uno de aquéllos? Nunca lo sabré.Lo cierto es que esa misma sensación lasufrí mucho tiempo después cuandodescubrí el mar y cuando, en compañía demi hermano, sentimos venir un tren y sóloescuchamos el silbatazo y la tierra temblarbajo nuestros pies. Nos tumbamos yentonces vimos pasar al coloso. Era laprimera vez que nos escapábamos de casapara ir a conocer Torrenteritas, pero eso fueen Banes y ésa es otra historia.

Me recuerdo a mí mismo como

un chico delgaducho y muy ágil, siempredado a escuchar pacientemente historias delos adultos. El hábito de leer buenos libroscontinuó en mi rutina diaria. Elda Abascalera una mujer muy culta y amante de laliteratura, por lo que me proveía siempreun buen material de lectura. Recuerdo quegracias a ella descubrí a Mark Twain. LasAventuras de Tom Sawyer era mi libro decabecera. Como niño imaginativo que erame enamoré de Becky, la niña de la historiay creí encontrarla un poco más tarde en unacompañerita de escuela. También me leíaa Salgari, a Stevenson y a Charles Dickens.Me imbuí un poco en el mundo solitariode su Oliver Twist y creí vivir un poco esepersonaje. Debo admitir que era un pocofantasioso. Pero eso de ninguna manera mellevó a ver o a suponer las cosas increíblesque me pasaron en la realidad y tomarlascomo fantásticas. Yo sabía distinguir entrela realidad y la ficción. Tengo muy presenteen el recuerdo un incidente que viví en casade Celia, una mujer amulatada, muycariñosa, quien tenía a una hija quetrabajaba como la asistente de un médicoen el Centro Benéfico. A Celia lallamábamos cariñosamente Celo.Practicaba el Espiritismo en su variantemístico-religiosa, la más conocida yextendida en Cuba. Indiscutiblemente erauna médium auténtica. Mis tíos que eranespíritas Kardecistas la frecuentaban, noobstante su rechazo al misticismo.Recuerdo que Celo tenía un enorme íconode Jesús, conocido como el Cristo deLimpias y colocaba frascos de vidriocolmados de agua, que por lo general eranlos recipientes donde venía el Kresto, unchocolate en polvo. Según contaba lapropia Celo el propósito de esa práctica era"recoger" las malas vibraciones queportaban las personas que acudían al lugara consultar sus problemas o a escuchar susservicios de oración y de orientación aentidades turbadas. Una tarde asistí con mispadres y mis tíos a una de la sesionesespíritas en la casa de Celo y pudeevidenciar un fenómeno de carácterparanormal. Todavía escucho con los oídosde la memoria la estampida de uno deaquellos pomos lleno de agua que estabacolocado sobre un estante muy cerca de unaventana. El frasco estalló sin haber recibidoningún impacto --debo aclarar que laventana daba a un patio interior, donde nohabía nadie que pudiera lanzarle una piedrau otro objeto que provocase la estampidade aquel frasco-- y los vidrios mealcanzaron y me hirieron sin gravedad partede una mejilla, pues yo estaba sentado alpie de aquel estante. Fue realmente impre-sionante. Al evocar este recuerdo piensoen el fenómeno que evidenciaron Jung yFreud y que está muy bien documentado y

es harto conocido de los estudiosos de estostemas. En el caso del incidente jungianose trataba de un librero que se desplazabasolo. En realidad debió ser mucho másimpresionante, igual que el otro incidenteconocido por los amantes de la literaturajungiana y aquí aludo al cuchillo para cortarel pan que fue fragmentado en tres pedazosy que Jung llevó a examinar a expertos yestos nunca encontraron una explicaciónlógica a aquel fenómeno. Lo que vi en lacasa de Celo me impresionó mucho porqueyo estaba completamente seguro de queningún humano pudo ser responsable deaquel fenómeno, ni ninguna causa físicaaparente. Quizá no se debió a la acción deun ente astral o espíritu, sino al poder de lamente de uno de los asistentes a la sesiónque pudo influir sobre aquel objeto. ¿Quiénpuede saberlo con exactitud ?

Mi padre quiso abrir otra tienditade abarrotes en un placer casi aledaño allugar donde vivíamos. Aparentemente todoiba bien, pero una mañana vio una multitudapiñada a un lugar muy cercano al pequeñonegocio. Estábamos celebrando la SemanaGuantanamera y esa mañana habíandescubierto en las inmediaciones del lugara un hombre apuñalado. Creo que esteincidente bastó para enfriarle los ánimos ami padre e ir pensando en el regreso aBanes.

Como para ponerle la tapa alpomo recuerdo otro incidente, queindudablemente influyó muchísimo paraque mi padre decidiera apurar el regresodefinitivo al terruño. Eso aconteció unatarde en que nos fuimos todos junto a mistíos y a Toñico, el hijo mayor de mi tíaBlanca, a conocer Jamaica. No hablo de labella isla caribeña, lo cual sería undisparate, sino de un paraje en lasinmediaciones de Guantánamo y lo quevimos fue espeluznante. Recuerdo a mi tíacubriéndome los ojos con la mano. Enmedio del camino, pendiendo aún de unárbol, divisamos a dos jóvenes ahorcados.No sé si este crimen estaba relacionado conla efervescencia de la revolución que ya segestaba o si era uno de los muchosincidentes que ocurrían casi a diario en elGuantánamo de aquellos días. Lo cierto esque como el horno no estaba para galleticasen la ciudad del Guaso nos regresamos,pero ya habíamos perdido nuestra casita deVeguitas, así es que no tuvimos másremedio que recalar en la casa de mis tíasen el viejo Reparto Cárdenas.

René Dayre Abella, poeta y prosistacubano (Banes, 1945), acaba de terminarLa piel de la memoria, especie deautobiografía, donde el personaje principalmuy bien podría ser el pueblo de Banes.

Belkis Cuza Malé

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Notas de Libros

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Belkis Cuza Malé. La otramejilla. Ediciones ZVLunáticas. París: 2007

La buena poesía se escribe en todaclase de tiempos. La buena poesía cubana,que no es tanta como se piensa y se quiereimponer en nuestra triste tierra y en elexilio, se sigue escribiendo puntualmente.Es de subrayar que en estas décadas dehorror, demasiada poesía ha sidosilenciada, borrada de toda difusión,perseguida por los policías culturales del

totalitarismo castrista y un inmensoetcétera que huelga enumerar. Esa situaciónse ha producido hasta el horror en la Isla yen el exilio también se ha manifestado porel poder y la influencia de los cómplicesdel régimen de La Habana, que integranuna poderosa legión en el mundo editorial,la academia, los medios y, sí, la política.De esta suerte, la historia de nuestra poesíamás reciente, al igual que la de otrasexpresiones creativas, es una zona en quehay mucha mediocridad y en la que la obrade calidad se impone y prevelece por obray gracia del Espíritu Santo. Haydemasiados intereses en su contra.

Mi amiga Belkis Cuza Malé conquien compartí la labor de corrector depruebas-no persona en el gulag que fuepara ella, Reinaldo Arenas, Manolo Díaz

Martínez y yo, la redacción de La Gacetade Cuba es uno de esos poetas con una obrade calidad contra la que se ha conspiradoy, sin lugar a dudas, se sigue conspirandodemasiado. Tiene en su haber algomonstruoso que se designa como “El casoPadilla”. Casada con mi desparecido amigoel poeta Heberto Padilla, en 1971 se vioobligada a retractarse de sus opiniones enuna farsa organizada por la Seguridad delEstado, en la que recogieron como ganadoa los creadores e intelectuales que éramosconsiderados conflictivos. Una noche dehorror e infamia. La protesta deprominentes intelectuales por este atropellocontribuyó a su salida junto a Heberto dela Isla.

Radicada en los Estados Unidosfundó, en 1982, Linden Lane Magazine,una revista que ha publicado contra vientoy marea y sin ayuda de ninguna suertedesde ese entonces, dando generosa ydesinteresada voz y espacio a cuántoscreadores cubanos y no cubanos. Eseespacio que es tan difícil de hallar ymantener. También, cuatro años después,fundó “La Casa Azul” , un centro culturaly de arte cubano en Fort Worth, Texas,donde reside. Belkis ha publicado El vientoen la pared; Tiempos de Sol; Cartas a AnaFrank; El clavel y la rosa; Elvis, la tumbasin sosiego o la verdadera historia de JonBurrows; En busca de Selena y Juego dedamas. A esa lista se agrega felizmenteahora un nuevo poemario, La otra mejilla,con prólogo de Grace Giselle Piney Roche,editado por ZV Lunáticas, París, 2007.

La andadura de Belkis por estosmundos no ha sido fácil y ello, desde elnúcleo y los prismas de la poesía, puedegenerar una obra en que la gravitación dela tragedia y el dolor, del sentido de lapérdida y el desarraigo, y toda una serie desentimientos propios de tiempos difíciles,hagan que se escriba una poesía que,descontados sus valores estéticos yformales, esté dominada por el tono de laoscuridad, de la tristeza y la negatividadde la mirada. Una poesía que es puradesgarradura.

En La otra mejilla, un libroescrito en su madurez, el ceñido contenidode los versos que lo integran tiene, sinrenunciar a la veracidad ni a la memoria,un tono que puede designarse como jubilar.Y aquí debo precisar que jubilar no implicauna entrega sin peros, sino una apertura con

toda la carga que define el espíritu delpoeta, y que se vuelca con supremanaturalidad, con el lenguaje más directo.De igual suerte, es un discurso queabordando el registro que va del extremode lo positivo al de lo negativo lo hacecomunicando una notable satisfacción deestar. Esa satisfacción es expresión deprofunda, asimilada alegría que secomparte. Ese es el espíritu de estepoemario de Belkis.

Los temas que considero básicosen los poemas de La otra mejilla son el dela alegría como absoluto (“La alegríasalvaje”); la relación con Dios (“Credo”);la muerte, la patria y la madre como hazindivisible y esencia de realidad (“La patriade mi madre”); el pasado que va más alládel pasado de la propia Belkis, en un poemasingularmente dedicado a dos malogradospoetas modernistas, Juana Borrero y CarlosPío Uhrbach, con los que se apaga todo unestilo de vida (“Nota para un pintordesconocido”); la gravitación del estado deánimo que deviene una suerte deenigmático conjuro calidoscópicosurrealista (“Pájaro mío”); la desnudez delo cubano (“Jagüey Grande”); la existencia,el deseo, la resignación como catalizadoresde la sabiduría (“Sábado”); la mirada a símisma hasta en el dominio del recuerdo(“La mirada”); el encuentro consigo mismay la aceptación (“Tema para Goethe”);Cuba como absoluto, como todo, a pulso(“Melancolía III”); las traiciones comoenigmas (“Orden del día”); el exilio(“Diáspora”); la evocación y memoria deHeberto Padilla (“Oda para unconquistador de lo desconocido”) yfinalmente la extraña aceptación de lasevidencias y el estar más allá de ellas y desu búsqueda (“Modelo para encuesta”).

Es singular que este ceñido librotenga tan rico espectro temático. No menoslo es el hecho de que cada poema seengarza perfectamente en el conjunto desdela intensidad de la vivencia y la reflexiónque Belkis elabora con lucidez ydiafanidad, algo esencial a la verdaderapoesía. Domina la sorpresa este volumen.¿Qué no sorprende, por preparados queestemos para ello, en nuestro andar por elmundo? La respuesta a esa pregunta y a sureverso nos la da la propia autora en unverso de “Mi tercer mundo” cuando afirma:“pero es linda la vida no esperada”. Así hasido para ella. Así ha querido que sea. Todo

lo que nos entrega en su hermoso poemarioLa otra mejilla.

Fidel E. Rodríguez. FélixVarela: profundidad mani-fiesta. I Primeros años de vidadel Padre Félix VarelaMorales. Infancia, adoles-cencia, Juventud (1788-1821). Miami: EdicionesUniversal, 2007.

Felix Varela, Profundidadmanifiesta, del sacerdote cubano Fidel E.Rodríguez (Guantánamo, 1957), quientrabaja actualmente en la Diócesis deOrlando, Florida, llama la atención en sucalidad de texto investigativo sobre lafigura y la época del gran pensador cubano,con quien el autor comparte también suvocación de servicio a Dios. Este es elprimer volumen de otros dos que abarcaránbiografía y ensayo sobre Félix Varela(1788-1853), quizás el hombre que máscontribuyó a la creación de la nacionalidadcubana. Ser excepcional, sacerdote,profesor, político, visionero, patriota,filósofo, escritor, y el primer promotor derevistas en español en Estados Unidos, ha

ARMANDO ALVAREZ BRAVO

Armando Alvarez Bravo, poeta,cuentista, ensayista, crítico de arte y libros,ha publicado varios libros de poemas ycuentos, y de entre su extensa y valiosa obrasobresale el ya clásico Orbita de LezamaLima, de quien el autor fue amigo personal.

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BELKIS CUZA MALE

La poesía de Chago (L. SantiagoMéndez Alpízar), que ahora podemos leeren esta autoantología, ¿Entonces qué?,editada por la Editorial Verbum (2007), esun verdadero desafío para la crítica.Aunque contiene algunos poemaspublicados en Cuba* en revistas, muchosde los escritos ya en España hubieran sidoimpublicables en esa isla tan veleidosa.Pero muchos tampoco habrían podido serescritos (al menos del modo en que ellector puede ahora conocerlos) si ese autorcon rostro de pirata amable (que vemosen la foto suya que preside sus poemas)no hubiera decidido abandonar su patriade nacimiento y continuar escribiendocomo guiado por un oscuro e inevitablefrenesí.

Porque la poesía de Chago lograuno de los más difíciles y a menudotraicioneros equilibrios de la literatura: esepunto casi imposible donde, como diríaLezama, se literaturiza la vida y se vive laliteratura. Tan es así que una de las virtudes

de sus poemas consiste en su insobornableextrañeza. Permanecemos frente a elloscomo ante una persona, a la vez luminosay oscura, tangible e inasible, rotunda comoun animal carnal y misteriosa como unapulsación cósmica. Siempre se tiene anteellos la afortunada y, a la vez,desconcertante sensación de que quedamucho por decir, que el poeta apenas nosha dejado asomarnos a una vislumbre, un

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devenido también figura de excepción alque pronto podríamos añadir la cualidadde santo, palabra que parecería definirlo acabalidad, tras haber sido ya beatificadopor el Papa Juan Pablo II y es de esperarsesu canonización . Félix Varela fue un regalo de Diospara esa Cuba que lo vio nacer, pero nomorir en ella, pues el destierro y lapersecución del gobierno español, enmedio de las circunstancias de su vidareligiosa, definieron su destino, lejos del

paisaje amado. Fue nombrado vicariogeneral de la Diócesis de Nueva York en1837, a donde lo había llevado el destierro,y luego ejerció en Filadelfia, hasta que seretiró a San Agustín de La Florida, dondemurió en 1853, el mismo año en quenacería José Martí. La oficina de correosde Estados Unidos emitió en 1997 un selloconmemorativo en homenaje al Padre FélixVarela, y son muchos los que ya han puestosu fe en él, al atribuírsele también ciertosmilagros de sanación. La bibliografía sobre Varela esamplísima, y existen varios libros sobre suvida, sobre su importancia en esos años enlos que aún era Cuba una incipiente¨nación¨ bajo el gobierno colonial; años enlos que este hombre de ojos tiernos, comolo era también su corazón, sembró unasemilla que creció y dio frutos en otros quefueron sus discípulos y los forjadores de lafutura patria. Domingo Del Monte, José dela Luz y Caballero, Rafael María Mendive,José Antonio Saco y muchos otros de igualrelevancia, tuvieron el privilegio de recibirsus enseñanzas. La riqueza de datos y la amplia

investigación llevada a cabo por elsacerdote Fidel E. Rodríguez, quien a suvez estudió en el Seminario San Carlos ySan Ambrosio de La Habana, como elpropio Varela -- sólo que dos siglos mástarde--, avalan la seriedad e importanciade este estudio biográfico, que se lee conplacer, casi como una biografía novelada,aunque no fuese su propósito al escribirsobre el fundador de El Habanero. Pero resultan gratas las descripcionesy visión de la época, y en especial todo loreferente al Semanario San Carlos y SanAmbrosio, de importancia capital para lasgeneraciones de criollos que anhelabanalgo más que ser colonia de España. Asínos informa Fidel E.Rodríguez sobre lavestimenta al uso de los estudiantes delSeminario, en una época tan tempranacomo 1801, cuando aquel 14 deseptiembre, Varela, apenas un adolescente,se presenta a las puertas de esta instituciónen ese primer día de clases. Déjemos quecorra la imaginación y demos vuelta a lamáquina del tiempo para tener un retratofiel del joven Varela: ̈ Lo hará vestido comolo determinaba el reglamento del mismo:sotana violada -- que así se le decía al colormorado subido--, con cuello, bonete a lacabeza y beca (banda larga y estrecha obufanda) blanca sobre los hombros, conescudo de plata en la vuelta que cae encimadel pecho con los escudos del Rey y delObispo Compostela, fundador delSeminario, y medias negras en zapatos singuarniciones, adornos, hebillas, ni piezasde oro y plata¨, La lectura se hace detallista sobre lavida estudiantil en el famoso seminario, demodo que tengamos una amplia visión delas materias a estudiar y la magníficaformación de Varela durante aquellos años,lo que de paso nos lleva a comparar, contristeza, la enorme diferencia entre esaépoca y los estudios superiores de hoy,donde el griego y el latín, por ejemplo, hansido excluidos de los currículosuniversitarios. Como era un estupendo latinista, nosrefiere Fidel E. Rodríguez, en 1809 Varelaejercería una primera cátedra de dichamateria en el Seminario. Estos ¨Primerosaños de vida del Padre Félix VarelaMorales, infancia, adolescencia y juventd(1788-1821)¨, como se subtítula el libro,son en realidad los años decisivos en laformación de este joven de capacidadintelectual y moral superiores, un huérfanode padre y madre que se acoge a Dios y aun destino único, con la dedicación y lasencillez del futuro servidor y que esteprimer volumen, Félix Varela, profundidadmanifiesta, retrata en toda su profundidad.Nos muestra Rodrìguez, con acierto, el

carácter y la disciplina del estudiante,quien luego alcanzaría notoriedad comoprofesor y hombre de ideas, pues llegó apostular el cese de una Cuba colonial, yescribió sobre la libertad de los esclavos.Su voz se destacó no sólo en el Seminario,sino luego en la Universidad, a la par querealizaba sus estudios sacerdotales, de loscuales fue investido a los 23 años. Una vidaenmarcada en la sabia vocación que lollevaría por caminos insospechados, nosólo como formador de conciencia, sinocomo político de primera línea comocuando fue elegido Diputado a Cortes en1822. La brillantez de pensamiento deVarela, su honestidad, su darlo todo enfavor del mejoramiento de niños y jóvenes,en numerosas obras que patrocinó, levalieron el respeto y la admiración de suscompatriotas, pero también el odio de lacorona, quien veía en él a un rebelde enciernes. Resulta interesante preguntarsecuál otro podría haber sido el destino deFélix Varela de no haber escogido elsacerdocio. Dotado con cierta riquezaheredada de su padre, el joven Varela nopiensa en sí mismo, sino en los otros, y enaquellos tres medio hermanos paternos,con los que comparte lo que tiene, y a losque ama. Un verdadero cristiano quepredicaba con el ejemplo. Un hombreconsagrado a Dios, pero igualmentehumano, que no olvidaba su misión deservicio. Al finalizar este primer volumen nosacosa la necesidad de seguir leyendo, deseguir adentrándonos en la vida de quientodo lo diese como servidor de Cristo y desus contemporáneos. Ojalá que los dosotros dos volumenes, La inquietud deltiempo, y La gracia discernida, que nosha prometido Fidel E. Rodriguez, nodemoren en completarse y ser publicados.Esperamos con impaciencia su lectura.

Belkis Cuza Malé es la directora de

LLM y recientemente publicó La otramejilla, poemas, en Ediciones ZV.Lunáticas, París.

L. Santiago Méndez Alpízar/Chago. ¿Entonces qué?Antología. Madrid: EditorialVerbum, 2007.

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recodo, un fragmento de su rápida pero casisiempre intensa percepción de lo real.Rapidez de la visión, intensidad de lamirada: formas de preservar esa extrañezaque el propio poeta siente siempre ante lascosas de la realidad.

Muchos de sus textos son comohiperrealistas. A fuerza de tanta naturalidaden el lenguaje (ajeno, hasta donde eso esposible, a escuelas y tradiciones líricas), ysustentando a menudo ideas, sentimientos,sensaciones, hechos vivos que nos agredenpor una como excesiva vitalidad,terminamos por reconocer lo más obvio:que la vida que recrean sus poemas essiempre un misterio clarísimo o unluminoso (casi deslumbrante) hueco negro.

Esa singularidad rebasa cualquierrecepción tradicional de la poesía. Elpropio título del libro (¿Entonces qué?)parece regalarnos una inquietud, unaincertidumbre. Pero ya sabemos que lapoesía pregunta más que responde. Comoel latido de un nervio, sus textos semuestran y a la vez se ocultan. Como lasolas, se configuran y se deshacen.Recuerdo ahora aquel verso de JoséGorostiza: “que no es agua ni arena la orilla

del mar”.Vivir (o escribir) como una

aventura cuyo único sentido (o sin sentido)es el viaje mismo.

Sospecho que Chago es apenasconsciente de su natural extrañeza. Elquisiera escribir como Dios mismo;quisiera acaso que su obra fuerarecepcionada dentro de los cánones másexigentes (y a menudo tan pobres) de laliteratura. Acaso por ello vive la poesíacomo un sacerdocio, como una flechasiempre ávida de dar en el centro de sublanco… Y sin embargo, y sin embargo,tal vez su perdurabilidad, su sentido, esténen ese desgarrón, en esa mancha, en esaconversación inacabada o imposible, en esarisueña y salvaje ingobernabilidad de susvisiones…

Eso sí, desconfía de lo lindo, locorrecto, lo previsible y, quién lo diría, ala misma vez lo asedia o desea a veces.Menos mal que falla, que traiciona supropia inocencia, y escapa siempre por laperiferia de la ciudad. En la fiesta, en lanoche maniatada por la luz, siempre habráuna ventana oscura. Afuera, como en elfilme La Boda, de Andrei Wajda, aguarda

lo desconocido, lo que completa losfragmentos fugaces que somos, pero sólopara ensayar una simetría engañosa: laparte por el todo o viceversa, da lo mismo,pues siempre habrá una realidad (oirrealidad) mayor aguardándonos al finalde todo viaje. Como sugiere el versofamoso de Valery –“el mar, el mar siemprerecomenzando”- habrá entonces que volvera nacer.

La vida o la poesía como unoscuro destino, como una expiación sinculpa, como una vocación hacia ningunaparte. Una plenitud en la Caída. O unalibertad sin fin, lo cual es una paradojaviviente, porque si tuviera un sentido, yano sería libertad, y la libertad siempreparece querer encarnar un sentido….Porque todo sentido ¿no segrega algofanático al cabo, no añade siempre unacierta limitación? En ese precario peroincesantemente roto e inacabado equilibrio,o en ese ordenado caos, se desenvuelvensus poemas. Leámoslos y dejémoslos así,sin crítica, sin definición, como a animalessalvajes, para que puedan siempreinquietarnos, y rehuir “su definiciónmejor”, para que al final siempre podamos

preguntarnos, como frente a un astro, unrostro, un miedo, una furia, una bellezabárbara, ¿entonces, qué?

Madrid, 30 de enero, 2008**

JORGE LUIS ARCOS

**Leído en la presentación del libro enMadrid.______________Jorge Luis Arcos, (La Habana, 1956)Ensayista y poeta. Ha publicado varioslibros y compiló el libro de MaríaZambrano, Islas (Madrid. Verbum, 2007).Reside en Madrid desde 2004. Es miembrodel Consejo de redacción de la revistaEncuentro de la Cultura Cubana.

*Nota del poeta L. Santiago MéndezAlpízar / Chago: Solamente publiqué unpoema en la revista “Albur”( nº.6), peroque no pertenece a la antología. Otro enuna revista de la Casa de Cultura deRemedios (“Aldaba”). Ninguno de lospoemas publicados en, ¿Entonces, qué?,fue editado por revista ni publicaciónalguna en Cuba.

Belkis Cuza Malé

LAOTRAMEJILLA

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