guiÓn bici recorrido parque el virrey-humedal juan
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EQUIPO DE GUÍAS RED DISTRITAL DE INFORMACIÓN TURÍSTICA
INSTITUTO DISTRITAL DE TURISMO SUBDIRECCIÓN DE PROMOCIÓN Y MERCADEO
GUIÓN BICI RECORRIDO
PARQUE EL VIRREY-HUMEDAL
JUAN AMARILLO-PARQUE LA
FLORIDA
Contenido Introducción 2
A quién va dirigido 4
Objetivo General 5
Objetivos Específicos 6
Descripción de la ruta 7
Itinerario 8
Plan de acción 9
Recomendaciones 10
Descripción del recorrido (Guión) 11
Referencias 12
Introducción
En la última década se ha podido observar cómo ha cambiado la percepción de la ciudad y el país
en cuanto al ámbito turístico, Bogotá se posiciona ahora como una de la mejores ciudades para
conocer en este 2018 según la Revista especializada Forbes.
Por lo cual la ciudad se ha estado adaptando y mejorando en diferentes aspectos, como la
seguridad y la infraestructura del espacio para tener diferentes opciones para conocer la oferta
turística de Bogotá de maneras diferentes.
Ejemplo preciso de este proceso es tener la posibilidad de recorrer y reconocer la ciudad a través
del sistema distrital de ciclo rutas que hoy supera más de 450 kilómetros o iniciativas lideradas por
la Alcaldía Mayor de Bogotá, que en conjunto con sus diferentes entidades que le apuestan al
turismo y la recreación en bicicleta como “BiciTravesías Bogotá”.
Esta iniciativa permite ampliar las posibilidades de aprovechamiento y contemplación del paisaje y
la ciudad con uno de los medios de transporte más amigables con el ambiente “La Bici”.
De acuerdo a lo anterior, la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Instituto Distrital de Turismo y
acompañamiento y apoyo de otras entidades como IDRD y la Secretaria Distrital de Movilidad, se
unen para presentar un bicirecorrido desde el Parque Lineal del Virrey, pasando por el Humedal
Juan Amarillo y terminando en el Parque la Florida, este bicirecorrido se llevará a cabo cada 15
días los días domingos.
Este recorrido permitirá conocer la articulación de la ciudad entendiendo su ordenamiento
territorial a partir de la geografía de nuestro territorio, conocer lo que pasa en nuestros cerros
orientales, con nuestras vertientes, nuestros cuerpos de agua y la importancia de la conservación,
protección y preservación de reservas naturales como los son los Humedales, la importancia del
arbolado en la ciudad como aporte en mejora de la calidad de aire, disminuir las enfermedades
respiratorias, capturar y almacenar dióxido de carbono, brindar sombra y ayudar a la estética de
Bogotá.
A quién va dirigido
Nuestro recorrido está dirigido a toda las personas que deseen conocer, disfrutar y aprender
acerca de la ciudad y su oferta turística en medios de transporte alternativos.
Sin embargo al ser un recorrido nivel intermedio, 40 km ( Parque el Virrey - Parque La Florida -
Parque el Virrey), tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Mayores de 14 años
- No tener afecciones respiratorias, musculares y cardiacas.
- Saber montar bicicleta.
- Niños menores de edad tener tutor o acompañamiento de los padres.
Objetivo General
Promover el turismo en la ciudad y el reconocimiento del territorio por parte de visitantes
residentes, nacionales y extranjeros, a través de los bicirecorridos e iniciativas como las
“BiciTravesías Bogota”, motivando el uso de transporte alternativo, amigable y sostenible con el
medio ambiente.
Objetivos Específicos
- Divulgación de la oferta turística distrital de la ciudad de Bogotá, tanto de espacios
culturales, artísticos, históricos y culturales, como de la visualización de la oferta de
turismo de naturaleza que es tan diversa, tanto en la ciudad como sus alrededores.
- Concientizar sobre la conservación y preservación de los cuerpos de agua de la ciudad, su
importancia en la regulación del ciclo hídrico y mejoramiento en la calidad del agua y del
aire en Bogotá.
- Reconocer a los humedales como herramienta estratégica para mantener la dinámica
ecológica y ecosistémica al ser un espacio de migración de diferentes especies, la
biodiversidad dentro de su territorio (fauna y flora) y su papel dentro de la pedagogía
como espacios de formación no formal.
- Motivar a la población al reconocimiento de la ciudad y de nuestro patrimonio natural a
través del transporte más amigable con el medio ambiente y gracias a la accesibilidad de
vías especializadas para el uso de la bicicleta como los bicicarriles y las ciclorutas.
- Promocionar la oferta de espacios al aire libre, como parques o cuerpos de agua com los
humedales para el sano entretenimiento, la contemplación de la naturaleza y brindar
espacios propicios para el deporte y por la salud.
Descripción de la Ruta
Itinerario
1.Punto de Encuentro: Parque El Virrey. Cra 15 Calle 88.
- Hora: 8 am
- Se da un tiempo de espera para completar el grupo de los inscritos previamente y de
aquellos biciusuarios que acudan a la invitación abierta a la ciudad.
- Espacio de bienvenida a la actividad, presentación del equipo, recomendaciones
generales, explicación de la ruta e introducción al espacio y del recorrido.
2. Cruce Avenida NQS, cicloruta Canal del Río Negro.
3. Cruce Canal del Río Negro con Río Arzobispo a la altura de la carrera 68.
4. Paso cicloruta rededor Club Los Lagartos
5. Humedal Tibabuyes Juan Amarillo.
6. Ciudadela Colsubsidio.
7. Planta de Tratamiento de Aguas Negras Salitre
8. Llegada Destino: Parque de La Florida. Hora: 10:30 am
9. Regreso misma ruta, tomar solo cicloruta solo una parada a mitad del recorrido, hasta llegar
nuevamente al punto de encuentro.
10. Fin del Recorrido. Parque lineal El Virrey Calle 88 Cra 15. Hora: 12:00 pm
Plan de acción
Espacio Físico Tema Contenido
Temático
Elementos
Interpretación
Tiempo activ.
Parque Lineal El Virrey
(Punto de
Encuentro)
- Bicirecorrido
-Turismo de
Naturaleza
-Recomendaciones
Generales -
Presentación ruta
-Localidad
Chapinero.
- Entrega, revisión
técnica de bicis.
-Parque lineal, flora
y fauna.
Canal de Río
Negro
Canal de Río
Arzobispo
-Bogotá
territorio de
Agua.
-Canalización de
agua.
-Ordenamiento
territorial.
-Accesibilidad rutas
para bicis.
-Canal de Agua
-Cicloruta
Club Los Lagartos
- Cuerpos de
Agua.
-Historia del
Territoriio. Antiguo
camino de Suba.
Lago.
-Historia del Club.
-Nacimiento de
Agua, Termal.
Humedal
Tibabuyes- Juan
Amarillo
-Humedales.
-Refugio
Ecosistémico
-Papel de los
humedales en el
ciclo hídrico,
espacio de
biodiversidad en la
ciudad.
-Cuerpo de Agua del
Humedal.
-Flora y fauna de sus
alrededores.
Ciudadela
Colsubsidio
-Urbanización -Primeros barrios,
conjuntos
residenciales. -
Ordenamiento de la
ciudad.
-Espacios comunes y
abiertos Ciudadela
Colsubsidio
Planta de
Tratamiento
Salitre
-Tratamiento
aguas negras
-Contaminación
-Cuidados,
preservación y
conservación
recursos naturales
-Planta de
tratamiento
Parque La Florida
(Destino)
-Oferta
Turismo de
Naturaleza
-Reconocimiento
espacios de
contemplación,
entretenimiento
sano, promoción
del deporte, y
aprovechamiento
de los espacios al
aire libre.
-Espacios deportivo,
Parque la Florida.
Recomendaciones
● Tener en cuenta toda las recomendaciones hechas por el guía
● Usar Casco
● Llevar consigo un documento de identificación
● Procurar mantenerse en grupo
● transitar únicamente por los lugares que indique el guía
● Respetar las señales de tránsito
● Usar ropa y calzado cómodo o deportiva, se sugiere llevar chaqueta rompevientos en caso
de lluvia.
● Uso de Bloqueador
● Llevar suficiente hidratación
● En caso de ocurrir cualquier contrariedad avisar inmediatamente a los encargados del
grupo
Descripción del recorrido (Guión)
PARQUE EL VIRREY
El parque El Virrey se encuentra ubicado en la localidad número 2 de Chapinero, éste parque entró
en funcionamiento el día 20 de noviembre de 1999 cuenta con 10.4 hectáreas,
*”Este parque consta de tres zonas: La primera comprende desde la carrera 8 hasta la carrera 11,
con un carácter residencial, es el sector más estrecho. La segunda zona es desde la carrera 11
hasta la carrera 15, con sendas plazoletas en material duro sobre la 11 y la 15, con un área de
juegos infantiles, senderos peatonales y ciclorrutas. La tercera zona va desde la 15 hasta la
Autopista norte, es la que tiene mayor amplitud, cuenta con una plazoleta de flores, una
ciclorruta, senderos peatonales, dos zonas de preparación física y dos de juegos infantiles”.
Referencia: ARCHI.El Virrey:Historia.15 Lunes 3 de septiembre de
2007.http://www.archi.org.co/joomla/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=.11/02/20
18.
-Inversión de más de 1.000 millones de pesos
Hoy ha registrado –a punta de observación, sin necesidad de trampas– en su investigación
71 especies de aves, de las cuales 32 son migratorias; 20 especies de moscas de flor que
son polinizadoras, tal vez el grupo más diverso de insectos en la ciudad; 20 de mariposas,
2 de murciélagos, 10 de abejas, 40 de moscas, 4 de colibríes, 2 de búhos y 4 de libélulas,
entre otras. tomado de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15925941
-ARCHI (Asociación de residentes del Chicó Suroccidental)
-Primer Parque Lineal de Bogotá
-Ronda del río
-Cuenta con 3 zonas, La Primera
fue un trabajo mancomunado entre
CICLORUTAS
Desde la Secretaría de Movilidad señalan que hoy Bogotá cuenta con 476 kilómetros de
infraestructura vial para los ciclistas.. Tomado de: http://www.eltiempo.com/bogota/construyen-
28-2-kilometros-nuevos-de-ciclorruta-en-bogota-103316
Así mismo, se están diseñando 49 proyectos que suman en total 543,6 km de CicloRutas. Estos
están a lo largo y ancho de toda la ciudad, y conectan con la actual red de CicloRutas que tiene la
capital del país. Entre ellos se destaca la Av. Circunvalar de Oriente, la Av. 68, la Av. Ciudad de Cali,
entre otros. Tomado de https://www.idu.gov.co/blog/boletin-de-prensa-1/post/alcade-penalosa-
entrega-la-cicloruta-de-la-calle-116-que-conecta-a-suba-y-usaquen-1195
CICLOVÍA
La Ciclovía bogotana presta su servicio de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. todos los domingos y festivos del
año por las principales vías de la ciudad, interconectadas en un circuito de 120 kilómetros de
extensión, de los cuales algunos tramos se interconectan por cicloruta, garantizando que cubre
todos los sectores de la ciudad.
CHAPINERO, LOCALIDAD DE CONTRASTES
La localidad de chapinero concentra hoy en día una gran oferta comercial y cultural que la
convierten en la opción predilecta para el disfrute del ocio y el tiempo libre; a través de
diversos espacios como restaurantes, librerías, museos, casas de cambio, hoteles, galerías,
tiendas de calzado, ropa, joyerías y demás facilidades y atractivos turísticos, logra convocar
a miles de usuarios que acuden a ella por diversos propósitos, y que en la mayoría de los
casos no llegan a ser conscientes de la riqueza subyacente en un espacio moderno,
dinámico y sin embargo tan tradicional y cargado de historia, como lo es la localidad
número 2 de Bogotá. (Chapinero)Se encuentra ubicada al nororiente de la ciudad y está
compuesta de tres grandes sectores urbanos: Chapinero propiamente dicho, El Lago y
Chicó. Junto a Santa Fe, La Candelaria y Teusaquillo es una de las localidades tradicionales
de la ciudad. Administrativamente, también abarca una buena zona rural en los cerros
orientales. Sus cursos fluviales más destacados son el río Arzobispo, que desemboca en el
San Francisco) antes de que éste vierta sus aguas al Bogotá, y la quebrada El Virrey, que
forma parte del sistema del río El Salitre, desembocando en el Bogotá. En la segunda mitad
del siglo XX su orientación cambió de residencial a comercial, sufriendo así mismo
notables cambios demográficos.
SIGLO XIX
Durante la Colonia el actual territorio de Chapinero fue un camino entre la capital Santafé y
los municipios y provincias del norte. En 1812, el sector empezó a poblarse por alfareros y
artesanos tras la Independencia como proyecto de primer barrio satélite de la capital.
Recibió el nombre de El Villorio pues era una población pequeña y poco urbanizada. En el
siglo XIX se construyeron también casas campestres para los acaudalados de Bogotá.
Contaba apenas con diez casas de teja. En 1885 se adoptó el nombre de Chapinero,
mediante Acuerdo del 17 de diciembre. Por la notoriedad del lugar, el señor Antón Hero
Cepeda de Cádiz, quien se dedicaba a la elaboración de zuecos o chapines (especie de
calzado de madera y correas que se ataban al pie) desarrolló su fabricación y venta.
Por su parte, la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes se inauguró en 1875, aunque solo
hasta bien entrado el siglo XX tendría su torre central. A finales del XIX, el sector se
caracterizó porque ricos propietarios construyeron villas y casonas en sus terrenos. La
actual carrera Séptima reemplazó el antiguo Camino a Tunja, y desde 1876 comenzaron a
circular carros tirados por caballos (llamados omnibuses), que iban de Usaquén a la Plaza
de Bolívar, pasando por el Luna Park. La Alameda Vieja dio así paso a la actual carrera
Trece. El 1º de diciembre de 1884, Chapinero tuvo el honor de ser el destino de la primera
línea del Tranvía de mulas de la ciudad y del país, y que sobre una línea sencilla que partía
del Puente de San Francisco (Carrera Séptima con Calle 15, en la nomenclatura actual)
terminaba en Chapinero, este elemento ayudó a consolidar el carácter del caserío como
zona de paso obligado y corredor vial, ya que intensificó por 20, el transporte entre Bogotá
y su caserío, el Tranvía en ese entonces conformado por pequeños vagones que rodaban
sobre rieles y ruedas de madera, jalonados por dos mulas: - Línea de Tranvía
CHAPINERO: Desde la Plaza de Quesada en Chapinero hasta la Plaza de Bolívar en el
centro, una distancia de 6,25 km. Partía del que hoy se llama Plaza-Parque Lourdes, en la
Carrera 13 con Calle 63, hacia el sur por la Carrera 13 hasta la Calle 26, por esta al oriente
hasta la Carrera Séptima, y luego hacia el sur hasta la Plaza de Bolívar en la Calle 10.
También en diciembre de dicho año se instaló el primer aparato telefónico del país en la
oficina de los señores González Benito Hermanos en el centro de Bogotá, conectado con
otro en Chapinero, dando arranque al servicio de teléfono. En 1888 se estrenó el servicio de
acueducto. Luego el 20 de julio de 1890 y un poco más hacia el occidente, se abrió la actual
Avenida Caracas por donde se tendió la línea norte del Ferrocarril de Bogotá, que por el sur
llegaba a la Estación de la Sabana y que por el norte llegaría luego hasta Boyacá y
Santander; la Estación de Chapinero estaba ubicada en la actual Calle 63.
SIGLO XX
En 1901 se encendieron en Chapinero las primeras bombillas eléctricas, al igual que en
Bogotá, lo que impulsó el desarrollo comercial de la zona. La Guerra de los Mil Días, sin
embargo, frustró otros avances. Por su parte, los primeros asentamientos populares tienen
lugar en la zona nororiental de los cerros de Bogotá durante la primera década del siglo,
cuando familias campesinas de sectores cercanos emigraron a las afueras de Bogotá en
busca de mejores condiciones de vida, trabajando en las fábricas de ladrillos (chircales) y
en la industria de la construcción.
Luego la idea fue concebida e impulsada por un grupo de habitantes de todas las clases
sociales que con el deseo de ampararse de las epidemias provocadas por la precaria higiene
en la capital buscaban campos abiertos, agua y aires más puros. La tierra tenía allí precios
más bajos, y resultaba más barato construir casas más amplias, con jardines, y distantes de
las inconveniencias sanitarias de la ciudad. En 1910 se electrificó el tranvía y la ruta más
popular de Bogotá siguió siendo la de Chapinero cuyo paradero final era en la calle 67 con
carrera Trece, (estación Muequetá) donde se ubicaba la casa de Eduardo Santos. Allí los
usuarios, principalmente los estudiantes del Gimnasio Moderno tomaban otra línea del
tranvía que subía por la calle 62 hasta la carrera Séptima. En el mismo año llegaron los
primeros automóviles que prestaban el servicio público hasta el Puente del Común en el
límite con Chía. En 1920 se inauguró la avenida Chile, convertida hoy en la sede de las
principales instituciones financieras del país. En 1927 la catedral de Lourdes, fue destruida
parcialmente después de una serie de temblores y debió ser remodelada; en ese mismo año
llegaron los primeros buses a la ciudad, los que finalmente en 1951 terminarían
sustituyendo al sistema de tranvía. Años antes la línea del tren que atravesaba la avenida
Caracas fue trasladada a la carrera 30. En 1947 otro terremoto sacudió la Catedral de
Lourdes en plena misa, el cielorraso se vino abajo y las torres se derrumbaron. Al primer
gran asentamiento se les unió otro importante grupo migratorio que, entre los años 1945 y
1950, huía del campo por el violento enfrentamiento de los partidos políticos tradicionales.
Cuando se cierran las ladrilleras, sus dueños entregan esos terrenos a las familias que allí
trabajaban como pago para que construyeran sus viviendas. Tras el Bogotazo, el 9 de abril
de 1948, Chapinero reemplazó a Teusaquillo como albergue de las clases privilegiadas de
la ciudad; esto se dio precisamente gracias al crecimiento de Teusaquillo en los años 1930
que unió definitivamente el caserío de Chapinero como un barrio más de Bogotá,
completando el proyecto de barrio satélite. Las familias acaudaladas fueron dejando el
centro de la ciudad y trasladándose hacia el norte. De 1945 a 1970 se consolida un
importantísimo Subcentro Comercial para Bogotá en Chapinero, la Avenida Chile y el
Chicó. Al establecerse el Distrito Especial de Bogotá, como área Metropolitana de la
ciudad en 1954, se anexaron cinco municipios cercanos, pero al ya ser el caserío de
Chapinero tan dependiente a Bogotá, prefirió integrársele totalmente al perímetro de la
capital y se constituyó en la primera Zona de la ciudad y el primer Alcalde Menor del
Distrito a la parte alta y media de Chapinero, incluyendo los sectores de El Lago, Chicó y
Cataluña. Tras el Acuerdo 26 de 1972 que constituyó dieciséis Alcaldías Menores del
Distrito Especial de Bogotá, ratificó a Chapinero a integrar con otros barrios circunvecinos,
la Alcaldía Menor de Chapinero, administrada por el Alcalde Menor correspondiéndole
como nomenclatura el número 2, con límites determinados, y siendo ratificada y
establecidos sus límites mediante el Acuerdo 8 de 1977. La Constitución de 1991 le dio a
Bogotá el carácter de Distrito Capital, en 1992 la Ley 1 reglamentó las funciones de las
Juntas Administradoras Locales (JAL), de los Fondos de Desarrollo Local y de los Alcaldes
Locales, y determinó la asignación presupuestal de las localidades. Por medio de los
acuerdos 2 y 6 de 1992, el Concejo Distrital, definió el número, la jurisdicción y las
competencias de las JAL. Bajo esta normativa, se elevó la zona de Chapinero al carácter de
Localidad, conservando sus límites y nomenclatura, administrada por el Alcalde Local y la
JAL, con un total de siete ediles. Finalmente, el Decreto - Ley 1421 determina el régimen
político, administrativo y fiscal bajo el cual operan hasta hoy las localidades del Distrito. El
Chapinero original en tanto continuó creciendo, generando más y más barrios dependientes
de él a su alrededor y transformándose hasta llegar a ser un importante sitio residencial
primero, importante sector comercial y de diversión nocturna de la ciudad.
SIGLO XXI
El 18 de diciembre de 2000 de nuevo hizo parte de la revolución del transporte en la
ciudad, cuando se estrenó el sistema de transporte masivo de Bogotá, TransMilenio, que
consiste en carriles exclusivos para vehículos automotores articulados. Las líneas A,
Troncal Caracas, y B, Autonorte del sistema sirven a la localidad. En Chapinero han vivido
personajes ilustres de la vida colombiana tales como Alberto Lleras, Eduardo Santos,
Agustín Nieto Caballero, Carlos Lleras Restrepo, Gabriel Cano, Misael Pastrana y Julio
César Turbay, entre otros.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
La localidad está ubicada en el centro-oriente de la ciudad y limita, al norte, con la calle
100 y la vía a La Calera, vías que la separan de la localidad de Usaquén; por el occidente, el
eje vial Autopista Norte-Avenida Caracas que la separa de las localidades de Barrios
Unidos y Teusaquillo; en el oriente, las estribaciones del páramo de Cruz Verde, la Piedra
de la Ballena, el Pan de Azúcar y el cerro de la Moya, crean el límite entre la localidad y los
municipios de La Calera y Choachí. El río Arzobispo (calle 39) define el límite de la
localidad al sur, con la localidad de Santa Fe. Chapinero tiene una extensión total de
3.898,96 hectáreas con un área rural de 2.664,25 ha (68%) y un área urbana de 1.234,71 ha
(32%). Chapinero cuenta con aproximadamente 166.000 habitantes y una población
flotante de más de 500.000 personas. La oferta cultural de Chapinero es amplia, declarada –
zona de interés cultural- cuenta con un buen número de reconocidos artistas, academias de
artes y aficionados que viven o trabajan en la localidad. Asimismo, existe una variada y
diversa programación cultural ofertada -en su mayoría- por organizaciones culturales
privadas, universidades y fundaciones sin ánimo de lucro.
ESCULTURA LA GRAN CASCADA
Instalada en diciembre de 2000 fue puesta como parte de las acciones para embellecer el
parque adelantadas durante la administración de Enrique Peñalosa, es la escultura más
grande una serie de obras construidas con la misma temática entre los años 1998 y 2000
mide 4 * 4 * 7 metros de altura.
CARACTERÍSTICAS DE FAUNA Y FLORA
FAUNA
El parque hace parte de la estructura ecológica principal del Distrito Capital mostrando la
intervención urbana para asegurar la preservación de espacios y sistemas naturales
estratégicos que permitieran contribuir con el mejoramiento de la calidad ambiental de la
capital y garantizar su sostenibilidad a futuro. En tal medida, el parque se ha convertido en
un importante escenario para la contemplación de especias nativas, foráneas y migratorias
de flora y fauna que se pueden apreciar en sus inmediaciones. De acuerdo al reporte
publicado a través del diario el tiempo para el año 2015, en el parque se han registrado 71
especies de aves, de las cuales 32 son migratorias; 20 especies de mariposas, 2 de
murciélagos, 20 especies de moscas de flor que son polinizadoras, tal vez el grupo más
diverso de insectos en la ciudad; 10 de abejas, 40 de moscas, 4 de colibríes, 2 de búhos y 4
de libélulas, entre otras. (http://www.eltiempo.com, 2015) lo cual evidencia el gran impacto
que este escenario representa para la conservación y divulgación de la biodiversidad
bogotana debido a la facilidad de acceso y a la gran cantidad de especímenes,
principalmente de avifauna, que se pueden apreciar sin necesidad de instalar trampas o
generar dispositivos complejos para su observación.
FLORA
A continuación se informan algunas de las principales especies de flora propias de la
región que se encuentran presentes en el parque y que además de la belleza paisajística
representan un enorme beneficio para la salud de los usuarios del sector y para la
sostenibilidad de las especies de fauna que se ubican en el corredor lineal del parque el
Virrey.
En el distrito se identifican 3 tipos de ecosistemas de humedal que se diferencian por su
posición y origen, estos son: Humedales de páramo y de ladera, situados en el área rural del
Distrito o Capital y los humedales de planicie, que están ubicados en el área urbana; entre
los que se encuentran, los que han sido declarados en el Plan de Ordenamiento Territorial
en la categoría de Parques Ecológicos Distritales de Humedal.
Bogotá cuenta con trece humedales que hacen parte de la Estructura Ecológica Principal del
Distrito Capital y la Región; estos constituyen el más importante centro de reproducción de
aves al norte de los Andes, por lo que han sido declarados como Áreas Importantes para la
Conservación de las Aves de Colombia y el Mundo - AICAS, ellos son: Humedal La
Conejera, Tibabuyes o Juan Amarillo, Torca, Guaymaral, Jaboque, Techo, El Burro,
Córdoba y Santa María del Laqo.
En los humedales de Bogotá se han registrado 166 especies y subespecies de aves reunidos
en 40 familias, destacándose la presencia de tres especies endémicas de la altiplanicie
cundiboyacense: la Tingua Bogotana (Rallus semiplumbeus), el Cucarachero de Pantano
(Cistothorus apolinari y el Chamicero (Synallaxis supbudica) las dos primeras se
encuentran amenazadas*. Otras especies residentes cuyas poblaciones representan
endemismos locales habitan en estos ambientes ellas son: el Pato Turrio Oxyura
jamaicensis andina), La Tingua Moteada Sabanera (Gallinula melanops bogotensis),
incluidas en categoría de amenaza local; además de la Garza Dorada o Guaquito
(Ixobrychus exilis bogotensis), el Canario Sabanero Sicalis luteola bogotensis) y la Monjita
Sabanera (Chrysomus icterocephalus bogotensis), entre otras, cuyas poblaciones se
restringen a estos ambientes.
Notas sobre la historia de la arborización de Bogotá
Hace 100 millones de años la Sabana de Bogotá se encontraba bajo el mar, que dejó sus
huellas salinas en Nemocón y Zipaquirá tras los cambios geológicos suscitados por el
desprendimiento del continente americano de África. Según el profesor van der Hammen
existen registros de pinos colombianos de hace 40 millones de años; hace aproximadamente
5 millones se inició el levantamiento de la Cordillera Oriental entre la cuenca del río
Magdalena y los Llanos Orientales. Esta evolución geológica, después de la formación de
hielo en las cordilleras, dio lugar a la formación de un lago que, por la apertura del salto del
Tequendama, fue cediendo y formó humedales y una gran extensión de tierra
maravillosamente fértil poblada de bosques y páramos, la Sabana de Bogotá.
De los ecosistemas altoandinos que conformaban el paisaje original de la Sabana de Bogotá
a la llegada de los conquistadores, sólo se conservan en áreas protegidas por el estado o la
sociedad civil relictos de bosques de árboles de gran tamaño en las partes más bajas del
territorio, conformados por comunidades de nogales, alcaparros, chicalás, pinos romerones,
arrayanes y sangregados. En las partes medias se encuentran bosques achaparrados
caracterizados por su gama de ocres y humedales y en las cumbres más altas del territorio
del Distrito los páramos, poblados de frailejones.
La Sabana de Bogotá contaba en ese tiempo con una entramada red de lagos, lagunas y
pantanos o humedales interrelacionados a través de vasos comunicantes entre las aguas
superficiales de los ríos, quebradas y caños y las corrientes subterráneas que almacenan el
agua en los acuíferos. Los conquistadores españoles encontraron a su llegada en 1538 a los
Muiscas «el más numeroso y civilizado de los pueblos hallados en el Nuevo Reino de
Granada»,40 quienes desde hace siglos habitaban este territorio.
Los humedales y los páramos fueron espacios sagrados para las culturas precolombinas;
para los chibchas y los muiscas, primeros pobladores de la Sabana, estos ecosistemas
estaban íntimamente ligados con su cosmovisión y mitología. Estos pueblos conservaban
limpias las aguas de los ríos y quebradas y obtenían del bosque alimentos así como madera
y chusque para la construcción de sus viviendas y la elaboración de canastos.
Desde su fundación la ciudad de Bogotá ha venido creciendo, desplazando y transformado
el paisaje de los ecosistemas altoandinos con su permanente crecimiento, industrialización
y proliferación de actividades agropecuarias. Además se ha incrementado la población con
personas desplazadas del campo en busca de oportunidades, lo que ha significado un
incremento en la generación de amenazantes impactos ambientales.
De los páramos y humedales recibe una provisión continua de agua en cantidad y calidad y
el almacenamiento de carbono atmosférico41 que ayuda a mitigar el calentamiento global.
Estos ambientes, como parte de los ecosistemas altoandinos que son, cumplen con un papel
de reguladores del sistema hídrico que abastece de este líquido a la ciudad y al campo
circundante del que depende. En Bogotá y en algunas poblaciones aledañas dependemos
del páramo de Chingaza, que gota a gota captura, recoge, almacena y deja fluir el agua que
consumimos la gran mayoría de los habitantes del Distrito.
La paulatina desecación y desaparición de los humedales por causa del desconocimiento y
la falta de planeación urbana conlleva a una consecuente pérdida de su flora y fauna
asociadas, entre la que se cuentan plantas y una gran cantidad de aves. La destrucción de
los acuíferos, sistemas de los que depende en buena parte la oferta de agua para la
producción agropecuaria, incrementa el número de inundaciones y, sumada esta a la
sobreexplotación, constituye una amenaza de sequía cada vez mayor.
Sobre la historia del arbolado urbano de Bogotá se incluyen valiosos apartes tomados de la
cronología realizada por Luis Fernando Molina, Gabriel Jaime Sánchez y Mauricio
González en la Guía de árboles de Santafé de Bogotá, publicada en 1995 por el DAMA, del
artículo «Antecedentes de la arborización en Bogotá» de Gloria Aponte García, publicado
en el libro Memorias del Foro Arborización Urbana, así como de entrevistas personales
realizadas con el ingeniero Francisco Sánchez.
«En 1510 Carlos V ordenó la siembra de sauces en todos los terrenos americanos otorgados
por la corona Española. Tras la fundación de Bogotá en 1538 Juan de Castellanos dos años
después ordenó la destrucción del bosque nativo, pues consideraba que era un “criadero de
pestilencias”, lo cual significó múltiples conflictos con los Muiscas, quienes tenían el
bosque por lugar sagrado. En 1541 con 4 0 la llegada del ganado y los cereales se
incrementó la tala de bosques para satisfacer las demandas de los nuevos pobladores.
»Los nogales, actual especie insignia de Bogotá, por ser árboles sagrados para los Muiscas,
fueron víctimas de la tala despiadada de los misioneros que quisieron imponer a los nativos
su religión. A finales del siglo XVI el paisaje de la Sabana cambia cuando los
conquistadores traen plantas como el brevo, el manzano y el durazno. Llama la atención la
reseña de que en esta época por orden del Presidente de la Real Audiencia de Santafé se
ordena a los corregidores proteger los bosques.
»En los siglos XVII y XVIII, época de la arquitectura colonial, el diseño de las viviendas
incorpora un patio central interior empleado para la siembra de árboles frutales, arbustos,
plantas florales, aromáticas y medicinales. Estos espacios constituían el arbolado urbano de
la ciudad. Es por ese entonces, en 1782, cuando el sabio Mutis inicia la Expedición
Botánica en los cerros orientales.
»A mediados del siglo XIX llegaron a la capital ejemplares de pimiento muelle, árbol de
Perú y se sembraron palmas de cera quindiana en lo que actualmente es el parque de la
Independencia. En la carrera séptima con veintiséis se construyó en 1883 el primer parque
de la ciudad, que subsistió hasta mediados del siglo XX. En 1884 el Presidente Uribe Uribe
expidió un decreto que prohibía la destrucción de los bosques.
»Las primeras fotografías de los Cerros en 1890 muestran peñas desprovistas de árboles,
dada la tala paulatina para satisfacer la demanda de madera, que se vio incrementada hasta
la segunda década del siglo XX cuando se generalizó el uso de carbón. Según Pérez-
Arbeláez en 1893 se sembró el primer eucalipto en la Sabana que tuvo acogida como
podemos observarlo en el actual paisaje.
»Gracias a la fundación del Parque Nacional en 1931 se protegieron algunas quebradas y se
plantaron miles de árboles en sus predios; además, en esa época se fundaron los parques de
Brasil, Teusaquillo y San Luis. En 1948 el arquitecto japonés Hoshíno, contratado por la
Sociedad de Mejoras y Ornato, plantó acacias e introdujo el urapán, Fraxinus chinensis, el
cual por su rápido crecimiento fue utilizado de manera muy homogénea en la ciudad. Años
más tarde el urapán sufrió una plaga y se estigmatizó la especie de manera negativa. Sin
embargo es un árbol espectacular, de bajo requerimiento y alto porte que debe ser
reconocido como tal.
»En la Avenida Chile se sembró un significativo número de acacias que con el tiempo
fueron taladas; en la Avenida de la Américas fueron sembradas diferentes especies que
conformaron un pulmón de la ciudad en la zona industrial y se construyó el Parkway.
»En 1955 se fundó el Jardín Botánico José Celestino Mutis, gracias al proyecto y gestión
del científico y sacerdote Enrique Pérez-Arbeláez y doña Teresa Arango B.; en su discurso
de creación el fundador planteaba la función de liderazgo que este debería llegar a tener una
vez contara con la madurez para asumir la arborización urbana de Bogotá.
»En la década de los sesenta es evidente el crecimiento desordenado y la carencia de
árboles en Bogotá, excepto en Chapinero y en el Centro Internacional. Sin embargo, en esta
época la Empresa de Acueducto inició la protección de las cuencas hidrográficas que
abastecían de agua la ciudad.
»En 1973 el Jardín Botánico, bajo la dirección del científico Luis Eduardo Mora Osejo con
Francisco Sánchez Hurtado y Eduardo Barrera como coinvestigadores, obtiene de
Colciencias la financiación del proyecto cultivo de plantas ornamentales silvestres de la
flora colombiana, que tiene entre sus objetivos contribuir al conocimiento necesario sobre
la flora para las arborizaciones urbanas de Bogotá. En 1978 el Banco de la República
publica el libro Arborizaciones Urbanas del científico Enrique Pérez-Arbeláez.
»Más tarde el Jardín recibe además un auxilio del Concejo de Bogotá para la arborización
urbana, en una propuesta presentada con el apoyo del profesor Orlando Vargas.
»En los años ochenta la Secretaría de Obras Públicas en conjunto con el Jardín Botánico
siembra varias especies en las carreras Séptima y 30 y en la calle 80. El programa Hojas
Verdes de la Cámara de Comercio de Bogotá, por su parte, arborizó la Autopista Norte, la
Avenida Boyacá y el barrio La Esmeralda con el fin de recuperar estas zonas y dar un
equilibrio ecológico y estético.
»En esta misma época el Ministerio de Obras Públicas y de Transporte crea el Parque
Simón Bolívar bajo las directrices del arquitecto Arturo Robledo, con una superficie de 360
hectáreas, para cuya arborización creó una comisión de expertos conformada por los
científicos Luis Eduardo Mora Osejo, Jesús Idrobo y el ingeniero Francisco Sánchez.
»En la arborización de la ciudad el Jardín Botánico ha contado con el concurso de
diferentes universidades que cuentan con facultades de Ingeniería Forestal, Biología o
profesiones afines, que con sus aportes y tesis han contribuido al conocimiento de las
especies forestales, así como entidades oficiales como CONIF y la Corporación Autónoma
Regional de Cundinamarca, CAR, y personas y asociaciones como el Comité Pro Árbol,
entre otros.
»En 1990 se crea el Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente, DAMA,
actual Secretaría Distrital de Ambiente, SDA, y en 1992 la Junta de Planeación Distrital
aprueba el Plan de Gestión Ambiental de Santafé de Bogotá, del que se destaca la
consolidación del sistema de zonas verdes de la ciudad, la elaboración de un plan de
manejo de la cobertura vegetal, la creación de una red de viveros distritales, el fomento de
la participación ciudadana y de la empresa privada en la protección y recuperación de las
zonas verdes y su consecuente arborización. Por parte de las universidades se despertó el
interés por la flora urbana.
»En 1992 el Alcalde Jaime Castro crea condiciones que, al ser continuadas por los alcaldes
Antanas Mockus, Paul Bromberg y Enrique Peñalosa, darán lugar en Bogotá a 4 2 42. Plan
Maestro de Ciclovías. Consorcio Projeckta Ltda. Interdiseños Ltda. Alcaldía Mayor de
Bogotá, Instituto de Desarrollo Urbano, IDU. Diciembre, 1998. 43. Tovar Corzo, Germán.
Manejo del arbolado urbano en Bogotá. Revista Colombia Forestal, Bogotá, 2007. 44.
Wiesner Ceballos, Diana. Metodología para la definición de la estrategia de arborización.
Memorias del Foro Arborización Urbana. Bogotá, D.C., Alcaldía Mayor, noviembre 2000.
una gran cantidad de obras de infraestructura como el sistema masivo de transporte,
Transmilenio, el sistema de ciclorrutas y la renovación del centro de la ciudad. Dado el
gran impacto que dichas obras generarían sobre los árboles de la ciudad el alcalde Peñalosa,
a través de su Plan de Desarrollo Por la Bogotá que queremos estructuró el programa
“Bogotá se viste de verde”, que pretendía efectuar la plantación de 120.000 árboles nuevos
a manera de sustitución de los eliminados por la nueva infraestructura y efectuar los
tratamientos adecuados necesarios al arbolado de la ciudad.
»En concordancia con lo anterior en 1998 se expidió el Decreto 984 del 26 de noviembre de
1998, que designó en su momento al Jardín Botánico como la entidad responsable de la
arborización y de todas las prácticas silviculturales requeridas y prohibió la siembra de
algunas especies exóticas —géneros Pinus, Cupressus, Eucalyptus, Fraxinus, Acacia,
Casuarina y Ulex (retamo)—.»
El programa de arborización «Bogotá se viste de verde» (1998–2001) toma como referencia
un estudio de la Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal, CONIF,
realizado con el DAMA y el diseño preliminar del «Manual Verde», así como los
lineamientos básicos de arborización urbana producidos por el Jardín Botánico. El Plan
maestro de ciclovías42 propuso una lista de especies para la arborización urbana que
excedió las 15 estipuladas por el Jardín Botánico y además incorporó especies arbustivas.
De acuerdo con el ingeniero Germán Tovar43 «El diseño preliminar del Manual Verde para
Santafé de Bogotá estableció el análisis de la interacción de tres grandes elementos: 1) la
función de la arborización en el medio urbano, 2) el conocimiento de cada especie arbórea,
sus exigencias y restricciones y los factores condicionantes o limitantes para la localización
y 3) el uso de cada una de las especies posibles, lo cual mediante un ejercicio
interdisciplinario permitió la construcción de dos matrices de relación y valoración. Con
esto se visualizó la capacidad de cada especie para atender y satisfacer las funciones
esperadas y se calificaron y compararon las limitaciones de cada una en función de las
condiciones espaciales y geográficas urbanas preexistentes o programadas».
El diseño preliminar del Manual Verde para Santafé de Bogotá construyó una guía
metodológica que le permitiera al Jardín Botánico formular un Programa de Arborización
con una visión integral de la ciudad, en la cual se combinara la dimensión del planificador,
la visión del administrador y la visión del ciudadano en su entorno inmediato, para atender
las demandas que cada uno de ellos genera a su nivel.
Sin embargo, el vertiginoso crecimiento urbano, la carencia de normatividad ajustada a las
condiciones naturales y artificiales del Distrito y la ausencia de un único programa 4 2 4 3
integrado para el manejo del arbolado urbano que permitiera efectuar un adecuado
mantenimiento de los árboles existentes y una planificación de la nueva arborización
generaron las circunstancias por las cuales actualmente la ciudad tiene una arborización
madura, en muchos casos árboles plantados en sitios o emplazamientos inadecuados, con
densidades excesivas, bajo vigor y problemas fitosanitarios, que en muchos casos
representan riesgos para las personas y la infraestructura.
Desde 1998 Bogotá ha desarrollado una política para la gestión del árbol urbano ante el
preocupante estado físico y sanitario de muchos de sus individuos, causantes de frecuentes
accidentes tanto por la caída de sus ramas como por la caída del ejemplar entero, y por su
afectación debido al auge de la construcción y remodelación de la infraestructura pública.
Se ha establecido un orden institucional, jurídico y técnico con el fin de efectuar un manejo
adecuado de la cobertura arbórea urbana garantizando su persistencia en condiciones
óptimas y en «convivencia» con la infraestructura urbana.
Esta situación se presenta porque el arbolado antiguo no ha recibido mayor mantenimiento
básico como fertilización, tratamiento fitosanitario, etcétera, así como por la ubicación
equivocada de especies, el endurecimiento de andenes y zonas verdes, el constreñimiento
de árboles por recipientes estrechos —materas, protectores de metal—, la ausencia de
tutores y las podas antitécnicas.
Hasta ahora en Bogotá se ha utilizado un significativo número de especies introducidas, en
muchos casos como producto de la investigación del ingeniero Francisco Sánchez sobre el
tema en otras ciudades del mundo, donde fue enviado en una comisión por parte del
Gobierno Distrital; entre ellas se cuentan: liquidámbar, hollis, jazmín de la China, eugenias,
eucaliptus pomarroso, metrosidera y arupo entre otras, especies seleccionadas a partir de la
probada resistencia al entorno urbano adverso, a las cualidades requeridas para su
sobrevivencia y a sus beneficios ambientales. Cabe destacar el jazmín australiano
caracterizado por su agradable aroma, especie que fue introducida por el ambientalista John
Vélez Uribe, oriundo de Armenia, quien como ciudadano aportó mucho a la arborización
urbana de Bogotá.
La Administración Distrital ha dado continuidad a la gestión del árbol urbano incluyendo
dentro de su Plan de Gestión Ambiental (2001-2009) la formulación y aplicación del
Manual Verde como uno de los proyectos prioritarios del subprograma de Mejoramiento
Ambiental del Espacio Público Urbano, ha impulsado el montaje y operación de la red de
monitoreo de cobertura vegetal, proyecto prioritario del subprograma Monitoreo y Control
de la Calidad Ambiental y expidió el Decreto 472 de 2003 que dio origen al Censo del
Arbolado Urbano de Bogotá como base de la planificación del arbolado en la ciudad. El
tema forestal urbano también hace parte de los Planes Maestros de Espacio Público y de
Transporte.
La organización administrativa de cuatro gobiernos consecutivos mediante la revisión
permanente de la normatividad local, ajustada en tres oportunidades, ha permitido realizar a
la fecha inversiones por una cuantía de 32 mil millones de pesos ($ 32.000’000.000) que
equivalen a 16 millones de dólares (US$ 16’000.000), 4 4 expresados en la tala por
renovación de 100.000 árboles, poda de 150.000, traslado de 15.000, plantación de 185.000
nuevos individuos y la realización del inventario georreferenciado de todos los árboles
ubicados en el espacio público.
En 2009 el Jardín presenta el Manual de Silvicultura Urbana para Bogotá con el fin de
ofrecer esta herramienta básica para la toma de decisiones en la selección de especies del
Programa de Arborización de Bogotá.
La planeación, selección, siembra, mantenimiento y renovación de los árboles en la ciudad
demandan criterios de manejo y ordenamiento que deben ser efectuados en armonía con el
desarrollo urbano con el fin de potenciar los beneficios propios de contar con la cantidad y
diversidad de especies necesarias para suplir los requerimientos sociales y ambientales que
su presencia aporta.
Para el ordenamiento forestal urbano es absolutamente necesario determinar los parámetros
técnicos que garanticen las condiciones vitales para el crecimiento y desarrollo de los
árboles con el objeto de evitar la competencia, la existencia de árboles suprimidos —cuyo
crecimiento y desarrollo se ven afectados por la sombra y la demanda de nutrientes de otras
especies de mayor tamaño—, las malformaciones físicas y el deterioro sanitario,
consecuencias directas de la inadecuada selección de especies o de emplazamientos con
relación a los requerimientos específicos a la hora de realizar las plantaciones.
En este sentido, al momento de planear y ordenar acciones concretas como la definición de
cantidades de árboles que una administración decida incorporar entre las metas de un Plan
de Desarrollo es muy importante tener en cuenta la articulación entre los planeadores,
paisajistas, los tomadores de decisiones, los científicos, profesionales y técnicos
especializados en el tema y el conocimiento con el que cuentan las entidades a cargo sobre
el arbolado y la capacidad real de cumplir con las directrices trazadas.
En cuanto al posicionamiento en el ámbito internacional Bogotá ha sido sede de dos
encuentros internacionales sobre el tema y ha participado en los congresos forestales
latinoamericano y mundial realizados en Mérida, Venezuela en 2007 y en Buenos Aires,
Argentina en 2009 respectivamente.
La continuidad de la política del manejo de la cobertura arbórea está asegurada porque en el
Plan de Desarrollo que regirá a la ciudad hasta el 2012 el programa Bogotá reverdece
apropió recursos por veintitrés mil millones de pesos ($ 23.000’000.000), equivalentes a
diez y medio millones de dólares (US$ 10.500.000), destinados al mantenimiento del
arbolado existente y diez mil quinientos millones de pesos ($ 10.500’000.000), que
corresponden a cuatro y medio millones de dólares (US$ 4.500.000), para la plantación de
100.000 árboles más que serán establecidos en el espacio público.
Información sobre los humedales como ecosistema
Entre los múltiples factores citados como contribuyentes a las reducciones poblacionales, la
pérdida de hábitat, tanto en las áreas de reproducción como en las de no-reproducción, es
un tema recurrente y dominante. La expansión urbana acelerada y sin planeación de Bogotá
en los últimos 50 años ha dado como resultado la notable reducción y deterioro de los
humedales.
La protección y manejo adecuado de los humedales de Bogotá, por lo tanto, no solo es una
prioridad para la conservación de las especies endémicas y amenazadas asociadas sino
también para las aves migratorias cuya sobrevivencia depende de la salud de este
ecosistema.
IMPORTANCIA DE LOS HUMEDALES PARA LAS AVES MIGRATORIAS
Para ser un hábitat urbano, los humedales de Bogotá mantienen una comunidad
considerable de aves migratorias, alcanzando un total de especies mayor o comparable con
algunas áreas protegidas representadas en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
La riqueza de la avifauna migratoria en los PEDH se puede atribuir a dos factores: A) la
presencia de hábitats tanto acuáticos como terrestres que atraen diversas especies y B) la
localización geográfica de Bogotá, sobre la ruta de migración principal de las especies que
ingresan a Suramérica por el Darién y que continúan hasta la Amazonia o el piedemonte de
los Andes. De hecho, este segundo factor tiene una gran influencia sobre el número de
especies registradas, dado que aproximadamente 28 (43.1%) de estas especies son
transeúntes, es decir migratorias de paso.
Por sí solo ningún PEDH mantiene números significativos de aves migratorias, sin embargo
en combinación los 14 PEDH si albergan números importantes a nivel regional. Además,
para algunas especies de preocupación que se registran durante la migración, los humedales
constituyen importantes puntos de parada.
El valor de los 14 PEDH actuales para las aves migratorias podría aumentar al adoptar un
rango de prácticas de manejo favorables. Para las especies acuáticas como los patos, las
grandes extensiones de agua abierta y las aguas poco profundas con una vegetación
acuática abundante son importantes, pero tal vez sobre todo estas especies necesitan zonas
sin disturbio, donde puedan descansar y forrajear sin intervención humana o de mascotas
domésticas.
RECONOCIMIENTO BARRIOS Y FLORA PREDOMINANTE EN LA RUTA
Desde el punto de encuentro en el Parque lineal El Virrey en la Calle 88 con cra 15,
ubicado en la Zona Rosa de Bogotá se pasan por 3 localidades hasta lograr llegar al Parque
La Florida por la salida de Bogotá de la Calle 80.
Se pasan por diferentes barrios como el Antiguo Country, Polo Club, La Castellana,
Escuela Militar, Andes, Julio Flores, Las Ferias, Bonanza, Santa Rosa, Paris Gaitan, Potosi,
Club los Lagartos, Bochica, Ciudad Bachue I - II, Colsubsidio, El Dorado, Lisboa y Santa
Cecilia.
Durante el recorrido no solo en el humedal sino durante toda la ruta se puede ver el alto
porcentaje de flora nativa y la diversidad en el arbolado de la ciudad.
Siguiendo el recorrido y con la ayuda del SIGAU (Sistema de Información para la Gestión
del Arbolado Urbano) que brinda la página web del Jardín Botánico de Bogotá, a
continuación se presenta parte de la flora más predominante:
* CANAL EL VIRREY
- Caucho Sabanero
- Urapan, Fresno
- Liquidámbar, estoraque
- Guayacan de Manizales
- Holly Liso
- Sauco
- Roble
- Pino Australiano
- Acacia Japonesa
- Palma de Yuca
- Eugenia
- Cerezo, capulí
- Gaque
- Pino Colombiano
- Acacia Morada, sabanera, negra, baracatinga
* CANAL RIO NEGRO:
- Alcaparro enano
* CANAL LA CASTELLANA
- Eucalipto pomaroso
- Cajeto, garay
* RÍO JUAN AMARILLO
- Caucho Sabanero
- Arrayan Blanco
- Aliso
- Cucharo
- Eucalipto
- Cipres
- Jazmin del cabo, laurel huesito
- Brevo
- Caucho Benjamin
- Calistemo Llorón
- Higuerillo
- Sauce lloron
* CIUDADELA COLSUBSIDIO
- Lavabotellas
- Calistemo
- Caballero de la noche
- Araucaria
- Schefflera
- Pategallina hojigrande
- Acacia de jardín
- Nogal
- cedro
* CANAL AGUAS NEGRAS PLANTA SALITRE
HUMEDAL JUAN AMARILLO
Nombre Muisca: “Tibabuyes”, que en lengua Muysccubun significa “Tierra de labradores”.
Descripción del Área:
El Humedal de Juan Amarillo, como también se le conoce, es uno de los remanentes de las
amplias lagunas y áreas de inundación en la Sabana de Bogotá, es un ecosistema de gran
importancia cultural e histórico. Para los Muiscas era un lugar sagrado que denominaban
“Tibabuyes”.
El Parque Ecológico Distrital Humedal (PEDH) Juan amarillo o Tibabuyes, recibe su
nombre chibcha que quiere decir “tierra de labranza” o “labradores”, gracias a la riqueza
del terreno que servía como punto de encuentro de este pueblo Muisca, en el que se
realizaban actividades de agricultura y pesca.
Mediante el Art. 1 del Acuerdo 19 de 1994, se declara la laguna de Juan Amarillo
Tibabuyes como Reserva Ambiental Natural y a través del Art. 95 del Decreto 190 de 2004
el nombre del PEDH Juan Amarillo fue igualmente declarado.
Este humedal se encuentra ubicado entre las localidades de Suba y Engativá, siendo el más
extenso de la sabana de Bogotá. En su parte final se conecta con la cuenca Salitre y
desemboca en el río Bogotá. Este espacio, el cual se encuentra dividido por tres tercios:
alto, medio y bajo cuenta con una gran variedad de flora y fauna y posee las siguientes
características:
Tercio alto: conocido como la laguna del Tibabuyes es el hábitat de aves endémicas como
la garza bueyera, garza real, tingüa de pico amarillo, patico zambullidor y garza nocturna;
aves migratorias nacionales como alcaraván, ibis de cara roja y el cormorán; e
internacionales como las tringas. En la vegetación acuática se encuentran plantas como
enea, buchón y helecho de agua. En la vegetación terrestre se contemplan plantas tales
como: nogal, roble, cedro, abutilon, mermelada, entre otras.
Tercio medio: en él se encuentran animales como la chucua de los curies. En términos de
avifauna hacen presencia especies como: la tingüa de pico rojo, garrapatero, chirlo birlo,
bichofué, gavilán maromero y pato turrio. En uno de los canales afluentes al tercio se
localizan los peces guppys; en cuanto a la vegetación acuática se incluyen el junco, la enea,
botoncillo y barbasco y en lo correspondiente a su vegetación terrestre se encuentran la
higuerilla, zarzamora, pasto kikuyo, uchuva, arbolocos, sauce, entre otras plantas de porte
alto.
Tercio bajo: allí hacen presencia especies de avifauna acuática como la focha, tingüa de
pico y tingüa bogotana, monjitas y el cucarachero. En la vegetación acuática se cuentan el
junco, la enea, buchón y botoncillo. Su vegetación terrestre la conforman los alisos entre
otras especies de porte alto.
Es hábitat natural de una amplia variedad de plantas acuáticas, mamíferos, anfibios,
reptiles, peces, invertebrados y 42 especies de aves tanto nativas como migratorias.
Está localizado en las localidades de Suba y Engativá, por el norte limita por los barrios
Rubí, Joroba, San Cayetano, Villa Rincón, entre otros; al oriente por la transversal 91; al
occidente por el río Bogotá; al sur por la Ciudadela Colsubsidio.
Ficha técnica:
Extensión: 222.58 Ha
Temperatura: 15.7°C
Estado: Abierto
Reconocido como Parque Ecológico Distrital de Humedal.
Localidad: Engativá y Suba
Ubicación: Se encuentra al noroccidente de la ciudad perteneciendo al norte a la localidad
de Suba y al sur a la localidad de Engativá.
Tiene 1.400 m de longitud máxima y 400 m de ancho.
HUMEDAL JABOQUE (bajando el puente de guadua a mano izquierda)
Nombre Muisca: Jaboque "Tierra de Abundancia"
Descripción del Área:
El Humedal Jaboque se ubica en la localidad de Engativá, hace parte de la cuenca del río
Salitre, un sistema hídrico de gran importancia conformado por siete canales, de los cuales
Los Ángeles, El Carmelo y Marantá confluyen en el área protegida.
Es el humedal que ocupa el segundo lugar de mayor extensión, después del Humedal Juan
Amarillo - Tibabuyes.
El Humedal Jaboque ha sido reconocido por la presencia de monolitos prehispánicos, que
lo convierten en uno de los humedales de mayor interés arqueológico. Cuenta con un
observatorio astronómico, monolitos que dispusieron nuestros antepasados Muiscas en
cercanía al Río Bogotá. Al igual que otros pueblos indígenas de América, mediante la
fijación de puntos de observación en los monolitos los muiscas del Jaboque determinaron
las fechas para la siembra y la cosecha, pero teniendo en cuenta que la sabana permanecía
inundada, dieron especial importancia a la determinación del comienzo de las épocas secas,
en donde podían cultivar productos un poco más resistentes como la papa o el maíz (1).
Este humedal alberga gran cantidad de aves como la Tingua, Chorlitos, Patos Turrios y
Canadienses, Atrapamoscas, Garzas Blancas y Grises, Cardenales y Periquitos de Anteojos.
En materia de mamíferos es fácil encontrar Curíes y comadrejas. Se encuentra ubicado en
el occidente de la ciudad, entre el aeropuerto El Dorado y la autopista Medellín, en la
localidad de Engativá. tomado de: http://ambientebogota.gov.co/de/web/web-ninos/jaboque
Ficha técnica:
Extensión: 148 Ha
Temperatura: 13.4°C
Estado: Abierto
Horario: El humedal permanece siempre abierto al público, sugerimos solicitar siempre
acompañamiento guiado.
Reconocido como Parque Ecológico Distrital de Humedal.
Localidad: Engativá
Ubicación:Se encuentra al noroccidente de la ciudad perteneciendo al norte a la localidad
de Engativá, Se divide en tercio alto, medio y bajo, se extiende desde la carrera 105f con
calle 67 hacia el occidente hasta el río Bogotá (2).
Tomado de: http://humedalesbogota.com/humedal-jaboque/
PARQUE REGIONAL LA FLORIDA
Ubicado en la Vereda La Florida, municipio de Funza y límite occidental de la localidad de
Engativá. Es uno de los parques más destacados del occidente de Bogotá, el cual cuenta con
267 hectáreas dotadas con instalaciones deportivas, vivero pedagógico y arborización, que
incluye pinos pátula, cipreses, acacias, palmas de cera del Quindío y robles.
Este parque regional es un espacio natural de gran dimensión y altos valores ambientales,
de propiedad del Distrito Capital, ubicado total o parcialmente fuera de su perímetro.
Artículo 243 del Decreto 190 de 2004.
EQUIPAMIENTO DEPORTIVO: Canchas de baloncesto(6), Canchas de minibaloncesto
(5), Canchas de voleibol (8), Canchas de minivoleibol (3), Canchas de fútbol (9), Canchas
de microfútbol (4), Canchas de tenis (6), Muros para práctica libre de tenis (2), Pista de
deporte extremo (Skate park) (1), Pista plana de patinaje artístico (1), Anillo vial (1).
EQUIPAMIENTO RECREATIVO: Zona de Camping (1), Mobiliario ruta de la vida (1),
Módulos de juegos infantiles (4), Lago (Actividades Náuticas) (1).
SERVICIOS ADICIONALES: Salones (2), Módulos de Comida (5 Módulos construidos y
15 puntos de venta (Kioscos)), Kioscos para asado (8), Comedores con asador (89),
Baterías Sanitarias (3), Parqueadero (2).
HORARIOS DE ATENCIÓN: Lunes a domingo de 7:00 a.m hasta las 5:00 p.m
RECOMENDACIONES PARA EL USO ADECUADO DEL PARQUE:
• Está permitido el ingreso de mascotas al parque que presenten: carné de vacunación,
bozal, correa, bolsa y pala para recoger excrementos.
• Prohibido usar pipetas de gas y combustible, para los asadores preferiblemente usar
únicamente carbón.
• No ingresar armas, ni bebidas alcohólicas.
• En la zona occidental del río Bogotá no se permite el acceso debido al riesgo de la caída
de árboles.
DATOS DE INTERÉS:
El Parque Regional La Florida cuenta con tres vías de acceso, una por la localidad de
Engativá, la segunda se encuentra ubicada por la autopista Medellín Km. 1.8 costado sur y
la tercera corresponde a la cicloruta que conecta al parque desde el puente de guadua en la
calle 80.
La Florida tiene a disposición del público 267 hectáreas, conformadas en su mayoría por
bosques nativos y especies foráneas, además cuenta con un lago natural que alberga
diversas especies endémicas y migratorias. El sector del lago se habilitó como zona para el
avistamiento de aves, desde el 10 de Noviembre de 2011, actualmente es un lugar muy
visitado por nacionales y extranjeros; impregnado del aroma a rubor sabanero, La Florida
es un escenario que dispone de un extenso paisaje con amplias zonas verdes y la injerencia
de un humedal que se extiende en los costados sur y oriental como fuente inagotable de
especies nativas y receptor de aves ermitañas y propias.
HISTORIA
En 1980 el escenario fue cedido por la lotería de Bogotá al IDRD para su manejo y
sostenimiento, siendo desde entonces uno de los parques más importantes de la entidad
distrital. La historia del único parque extra urbano, sostenido y administrado por el
Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), en la actualidad comenzó a escribirse
en el año 1974, cuando la División de Parques de la Lotería de Bogotá adquirió un extenso
predio, ubicado cerca de la primera pista del aeropuerto El dorado, al occidente de la
ciudad, durante la gestión del alcalde Anibal Fernández de Soto.
En ese entonces se conjeturó sobre la lejanía del futuro parque, el cual, con el paso de los
años se ha convertido en un verdadero oasis ecológico y ambiental, aún ajeno a la
voracidad y ajetreo propio de una metrópoli en constante expansión. Ese concepto de
construir escenarios fuera de los límites urbanos databa de administraciones anteriores, las
cuales propugnaron por el montaje de escenarios para la recreación pasiva, las actividades
náuticas y los asados. La construcción de La Florida desde un principio dispuso de casetas
para almorzar, amplias zonas verdes y la injerencia del humedal de Jaboque, que se
extiende en su costado sur, como atractivo-acuático.
En 1980 el escenario fue cedido por la Lotería al IDRD, para su manejo y sostenimiento,
desde entonces, La Florida ha estado en permanente evolución recibiendo por años a las
divisiones inferiores y escuadra profesional de Independiente Santa Fe para sus
entrenamientos (1985 - 1997), deportes a motor como el motocross y centenares de
veraneantes que semana a semana lo invadieron para descansar y armar un agradable
piquete o picnic.
A partir de 1997, el gobierno bogotano comenzó una importante inversión para mejorar sus
instalaciones y un replanteo en la manera de ofrecerlo a los usuarios. En la actualidad, el
parque cuenta con renovadas canchas deportivas para la práctica de fútbol, tenis, voleibol y
baloncesto, el motocros Crosódromo Internacional una pista de aeromodelismo, la zona del
humedal con botes, puente de madera que comunica con la cancha de golf (club de golf La
Florida), caminos internos, zona de campamento, casetas para asados, parqueadero y en
general una infraestructura dispuesta para disfrutar de sus 267 hectáreas de frescura y
verdor.
Tomado de: https://www.idrd.gov.co/parque-regional-la-florida
Referencias
Guía de aves de los humedales del distrito capital 2009
http://www.idrd.gov.co/sitio/idrd/node/300
http://www.archi.org.co/joomla/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=15
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15925941
http://www.chapinero.gov.co/mi-localidad/conociendo-mi-localidad/historia
http://www.chapinero.gov.co/mi-localidad/conociendo-mi-localidad/historia:
http://www.bogota.gov.co/temas-de-ciudad/obras-y-desarrollo-urbano/zona-rosa-de-bogota-
sera-recuperada-integralmente-por-el-distrito
http://www.chapinero.gov.co/mi-localidad/conociendo-mi-localidad/historia
http://www.eltiempo.com. (10 de junio de 2015).
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15925941
AVES DE LOS HUMEDALES DE BOGOTA APORTES PARA SU CONSERVACIÓN SERGIO CHAPARRO-
HERRERA - DIEGO OCHOA (EDITORES) http://selva.org.co/wp-content/uploads/2010/08/Bayly-y-
Chaparro-2015-Aves-migratorias-presentes-en-los-humedales-de-Bogota.pdf
Arbolado urbano de Bogotá Identificación, descripción y bases para su manejo 2010
http://ambientebogota.gov.co/documents/10157/126778/Arbolado1.pdf