guerra política y bandolerismo
DESCRIPTION
Libro sobre bandolerismo que rescata el marco teórico de Hobsbawn.Autor: Huascar RodríguezTRANSCRIPT
-
1
-
2
GUERRA, POLTICA Y BANDOLERISMO El caso de Martn Lanza: un caudillo cochabambino a fines del siglo XIX
Huascar Rodrguez Garca NDICE: INTRODUCCIN 1. LOS INICIOS 2. CUADRILLAJE, CAUDILLOS Y VIOLENCIA ELECTORAL 3. PRIMERAS ANDANZAS DE "LOS LIGEROS" 4. LA GUERRA 5. UNA REVOLUCIN EN REPLIEGUE 6. "EL MUSOLINO DE ILLATACO" Y LA LTIMA REBELIN
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFA
Fig. 1. Martn Lanza en su mejor momento. Fuente: Peredo, Rafael, La provincia de Quillacollo. Ensayo monogrfico, Editorial Canelas, Cochabamba, 1963.
-
3
INTRODUCCIN
Lanza, Ros, Balderrama y compartes, como se dice en derecho, estn destinados
a ser personajes histricos mal que pese a un amigo nuestro que nos deca
furiosamente: "Anda usted equivocado! Esas vergonzosas escenas que
desmienten nuestra civilizacin no pasarn a la historia; eso queda en los
procesos de un juzgado del crimen!".
"Reportaje a Zenn Ros". El Comercio, Cochabamba, 17 de julio, 1902.
Durante mucho tiempo la Historia fue un campo de conocimiento concebido para la legitimacin
del poder poltico. Fieles a ese objetivo, las narrativas oficiales que abordan el pasado han constituido lo
que se puede llamar "historia ejemplar": un conjunto de textos basados en hechos, reales o ficticios,
protagonizados por hroes perfectos, idealizados y cannicos, es decir personajes presentados como
ejemplos de abnegacin y patriotismo. Tanto el Estado como sus aparatos ideolgicos, principalmente
las escuelas, han sido los lugares e instituciones desde donde se ha difundido dicha historia ejemplar que
poco o nada dice de las personas que no se ajustan al canon de lo deseable para el orden establecido. Sin
embargo, y gracias al avance de las ciencias sociales, la perspectiva acadmica de la historia ejemplar
heredada del siglo XIX ha venido siendo impugnada cada vez ms, aunque ello haya sucedido casi
tardamente. Exceptuando a pioneros solitarios y a ciertos trabajos de la Escuela de los Anales, slo
desde los aos sesenta y bajo el impulso de la denominada historia de las mentalidades francesa, de la
microhistoria italiana y de la "history from below" (historia desde abajo) britnica, varios
historiadores y cientistas sociales introdujeron nuevos temas en el quehacer histrico como el crimen,
el control social, la infancia, la violencia ritual, las prcticas sexuales y la conquista de la ciudadana,
entre muchos otros que contribuyeron a una mejor comprensin de las experiencias de los sectores
populares y de sus complejas relaciones con las elites. As, poco a poco, los personajes olvidados y
marginados por la historia ejemplar han ido emergiendo de los archivos haciendo visible una realidad
oculta que demuestra que anti-hroes desconocidos y personas comunes y corrientes fueron tambin, a
su modo, agentes histricos importantes. Desde bandidos, prostitutas, locos, brujas, soldados desertores,
mendigos y diversos villanos, hasta amas de casa y hroes desmitificados, una variegada "fauna" de
hombres y mujeres ha venido evidenciando que la historia es mucho ms compleja y ms rica que lo que
nos han enseado en las aulas escolares y universitarias.
-
4
Considerando lo anterior, e influenciado por las corrientes histricas que indagan las vidas de
personajes olvidados y oscuros, o simplemente desconocidos, en el presente ensayo me he propuesto
abordar un mbito poco explorado en Bolivia: el bandolerismo social.
Es preciso recordar que desde que Eric Hobsbawm uno de los representantes de la "history
from below", junto con E. P. Thompson caracteriz al "bandido social", a fines de los aos 501, los
estudios sobre el bandolerismo proliferaron frenticamente en Amrica Latina y ello tuvo el efecto
saludable de renovar de modo notable los conocimientos histricos respecto a los conflictos rurales y las
culturas campesinas. Con todo, resulta significativo que en Bolivia este mbito permanezca casi
desconocido pues, salvo un par de excepciones,2 hasta hoy los historiadores bolivianistas no han
investigado a quienes se pusieron "fuera de la ley" a pesar de que el bandolerismo fue muy comn a lo
largo y ancho de los Andes, hecho demostrado elocuentemente por mltiples pesquisas realizadas
durante las ltimas tres dcadas en Per y otros pases vecinos como Chile y Argentina.
Por qu es importante estudiar histricamente a los bandidos? Tal como han sintetizado los
historiadores peruanistas Carlos Aguirre y Charles Walker, la importancia del estudio histrico del
delito, y por tanto del bandolerismo, reside en tres aspectos fundamentales. Primero, permite al
investigador un acercamiento a las vivencias de los sectores populares. Segundo, el delito y su obvio
correlato, el castigo, constituyen un terreno en el que se evidencian en sus formas ms crudas las
1 La caracterizacin primigenia que plante Hobsbawm acerca del "bandolerismo social" fue parte del libro Rebeldes Primitivos. La primera edicin de esta obra es de 1959 y los argumentos esbozados all por Hobsbawm fueron planteados con ms detalle en un libro posterior llamado Bandidos. 2 Los nicos textos acadmicos de historia boliviana que tratan especficamente el bandolerismo pertenecen a Eric Langer y a Carlos Prez. Langer compar el bandolerismo de los pueblos sucrenses Tomina y Yamparaez entre 1882 y 1930. Por su lado, Carlos Prez estudi el caso de Juan Jos Prez: un bandido militar que luchaba contra Belzu en el contexto del auge de la economa de la quina. Tambin hay que mencionar el trabajo de Marie-Danielle Demlas, quien abord de modo sugestivo el bandolerismo de las montoneras ayopayeas durante la Guerra de Independencia en el marco de un estudio ms amplio y basado en el anlisis de la obra de Jos Santos Vargas. Aparte de estos estudios existe un pequeo captulo de un conocido libro de Ren Arze que da cuenta exiguamente del bandolerismo en las reas rurales de Sucre entre los aos 20 y la Guerra del Chaco, actividad que se expandi a Beni, Santa Cruz y Tarija e involucr a grupos indgenas que se dedicaron con decisin a los saqueos y asaltos. Luego, lo que se ha producido en torno al bandolerismo boliviano son escasas narraciones folklricas, como las desarrolladas por Antonio Paredes Candia, o relatos en los que los policas aparecen como hroes y la delincuencia es presentada como una anormalidad que debe ser castigada. Ejemplo de este ltimo tipo de narraciones es el libro de Juan Navajas y ms an el de Agustn Morales, ex-polica devenido en escritor, que presenta una serie de relatos, ms o menos verdicos, acerca del abigeato y la criminalidad en general, particularmente durante la primera mitad del siglo XX. Las referencias de estos trabajos son las siguientes: Langer, Eric, "Bandolerismo andino y organizacin comunal campesina, 1882-1930", en Aguirre, Carlos y Walker, Charles eds., Bandoleros, abigeos y montoneros. Criminalidad y violencia en el Per, siglos XVIII-XX, Instituto de Apoyo Agrario, Lima, 1990; Prez, Carlos, "El bandidaje poltico en la frontera de la Cinchona: el caso de Juan Jos Prez", en Salmn, Josefa y Delgado, Guillermo, eds., Identidad, ciudadana y participacin popular desde la Colonia al siglo XX, Asociacin de Estudios Bolivianos/Plural, La Paz, 2003; Demlas, Marie-Danielle, Nacimiento de la guerra de guerrilla. El diario de Jos Santos Vargas (1814-1825), Plural/IFEA, La Paz, 2007; Arze, Ren, Guerra y conflictos sociales. El caso rural boliviano durante la campaa del chaco, CERES, La Paz, 1987; Paredes Candia, Antonio, Bandoleros, salteadores y raterillos, Isla, La Paz, 1998; El Zambo Salvito, Isla, La Paz, 1987; Navajas, Juan, Leyendas y relatos del Chaco boliviano, Isla, La Paz, 1983; Morales, Agustn, Crnicas policiales de crmenes en Bolivia, Isla, La Paz, 1987.
-
5
tensiones entre el poder y la resistencia. Tercero, el estudio de la criminalidad puede contribuir
decisivamente a la comprensin de fenmenos polticos y culturales.3 Debido a estas razones considero
que el bandolerismo y la criminalidad en general deberan introducirse entre los intereses de los
historiadores bolivianistas.
El presente ensayo trata la temtica del bandolerismo ocupndose de un caso especfico: el
caudillo cochabambino decimonnico Martn Lanza. Mi argumento es que Lanza fue un bandolero
social, y a la vez un bandolero poltico investido de caractersticas mticas, cuya figura fue borrada de
toda memoria popular en virtud de procesos como el ascenso del liberalismo y la emergencia del
movimiento indgena "moderno". Lejos de pretender que este ensayo sea una biografa de Lanza mi
intencin es ms bien utilizar a dicho personaje para, a travs de l, acercarnos a un conjunto de temas y
acontecimientos poco conocidos de la historia de Cochabamba, como por ejemplo las pugnas
finiseculares regionales, la criminalidad, la violencia poltica, las prcticas electorales, la represin, las
luchas indgenas y varios sucesos acecidos en el territorio cochabambino durante la Guerra Federal
(1898-1899).
Lanza fue un caudillo de fines del siglo XIX que pese a su origen patricio tuvo gran arraigo entre
los sectores populares convirtindose en un autntico hroe para ellos. Lo poco que existe en torno a
Lanza es lo que escribieron sus contemporneos, es decir columnas y noticias periodsticas, actas
judiciales, folletera y algunos testimonios. Aparte de ello lo ms prximo a una "narrativa fundacional"
acerca de Martn Lanza es un cuento extenso, que ms parece un relato biogrfico, escrito por Jorge
Meza e incluido en el libro Cuentos de medianoche publicado en 1960.4 El padre del autor referido
conoci directamente a Lanza, por lo que la narracin de Meza se basa en gran medida en el testimonio
que su propio progenitor le otorg de primera mano. El segundo texto existente acerca del caudillo es el
de Jos Montao, sobrino de Martn Lanza, quien incluy las hazaas de su to en el libro Monografa
de Vinto, de 1968.5 Por ltimo, en los aos 80, los escritores Rafael Peredo6 y Antonio Paredes Candia,7
cada uno por su parte, abordaron brevemente las aventuras de Lanza, el primero desde una perspectiva
historiogrfica y el segundo desde una ptica folklrica. Por lo dems, Martn Lanza aparece
3 Aguirre, Carlos y Walker, Charles, "Introduccin", en Aguirre, Carlos y Walker, Charles eds., Bandoleros, abigeos y montoneros. Criminalidad y violencia en el Per, siglos XVIII-XX, Instituto de Apoyo Agrario, Lima, 1990, 13-23. 4 Meza, Jorge, "Martn Lanza, un caudillo legendario", en Meza, Jorge, Cuentos de medianoche, Mercurio, Cochabamba, 1960. 5 Montao, Jos, Monografa de Vinto, Editorial Canelas, Cochabamba, 1968. 6 Peredo, Rafael, "Martn Lanza. Un caudillo quillacolleo", Historia Boliviana, no. 2, vol. III, 1983. 7 Paredes Candia, Antonio, Tradiciones orureas, Isla, La Paz, 1980. Lanza figura en un libro dedicado a Oruro porque un episodio de su vida ocurri en la jurisdiccin de este departamento: el episodio de la "Cuesta Colorada", que abordar brevemente en el captulo final del presente ensayo.
-
6
someramente en dos diccionarios histricos, uno de Josep Barnadas8 y otro de Guillermo Lora,9 y en un
par de otras investigaciones que no versan exclusivamente sobre nuestro personaje pero que s lo
mencionan, por ejemplo la obra de James Dunkerley10 o la de Ramiro Condarco Morales.11 En muchos
casos fue la narracin de Jorge Meza la que inici la reflexin y la reconstruccin de la vida de Lanza,
constituyndose en la base de varios de los escritos aludidos, ms all de los cuales no existe hasta hoy
nada sistemtico ni profundo.
Antes de proceder con la narracin es necesaria la siguiente precisin conceptual. Los "bandidos
sociales" son para Hobsbawm un tipo especial de gentes, enfrentadas a la legalidad, a las que cierta
opinin no toma por simples delincuentes:
Los esencial de los bandoleros sociales es que son campesinos fuera de la ley, a los que el seor y la ley
considera criminales, pero que permanecen dentro de las sociedad campesina y son considerados por su
gente como hroes, paladines, vengadores, luchadores por la justicia, a veces lderes de la liberacin, y en
cualquier caso como personas a las que admirar, ayudar y apoyar.12
El aspecto central que da significado al bandolerismo social y lo diferencia de la delincuencia
comn o "anti-social" sera una relacin particular y estrecha entre el campesinado y el bandido. Se
tratara, para Hosbawm, de un tipo "primitivo", "arcaico" y "pre-poltico" de protesta y de rebelin,
cuyas manifestaciones son universales en sociedades rurales pre-capitalistas con poca o nula presencia
estatal y en fase de transicin hacia la modernidad industrial desarrollada. El bandolerismo, adems,
adquirira caractersticas epidmicas en zonas de pauperismo o durante crisis polticas y econmicas, as
como en caso de guerras civiles o invasiones extranjeras.
Junto a estas consideraciones generales Hosbawm elabora una tipologa de bandoleros sociales
de los que quiero destacar al "ladrn noble" estilo Robin Hood. El ladrn noble es aqul paladn
generoso que corrige abusos. De hecho muchas veces inicia su carrera como vctima de injusticias y por
ello procede a aplicar justicia por mano propia. Otros rasgo es que roba al rico para dar al pobre,
ciertamente una obligacin tica ideal ms que real en muchos casos, tal como reconoce el propio
Hobsbawm. A ello se aade que el ladrn noble hace un uso moderado de la violencia, es respetado,
8 Barnadas, Josep, dir., Diccionario histrico de Bolivia, Grupo de Estudios Histricos, Sucre, 2002. 9 Lora, Guillermo, Diccionario histrico, poltico y cultural, Masas, La Paz, 1985. 10 Dunkerley, James, Orgenes del poder militar. Bolivia 1879-1935, Plural, La Paz, 2006. 11 Condarco Morales, Ramiro, Zrate. El temible Willka. Historia de la rebelin indgena de 1899, El Pas, Santa Cruz, 2011. 12 Hobsbawm, Eric, Bandidos, Crtica, Barcelona, [1969] 2011, 33.
-
7
admirado y ayudado por su pueblo, su muerte es resultado de una traicin y finalmente no es enemigo
del "rey" sino de la nobleza local.
Por otro lado, el tipo ideal del ladrn noble hobsbawmniano puede confluir con la imagen de
ciertos guerrilleros y revolucionarios. Aunque para Hobsbawm los bandidos sociales no son
revolucionarios, este autor admite que en tanto desafan al orden establecido tienen un potencial
revolucionario y en determinados momentos pueden convertirse en smbolos y adalides de la resistencia.
Frente a este marco terico las crticas a Hobsbawm fueron muchas y las que me parecen ms
interesantes son que el bandolerismo no es un fenmeno pre-poltico, pues comnmente participa de
disputas polticas,13 y que los bandidos sociales no son necesariamente campesinos pobres, pudiendo ser
tambin ricos terratenientes.14 Hobsbawm acept muchas de las crticas y discuti otras, pero su modelo
de interpretacin todava contina siendo til y es una referencia insoslayable para todo estudio
bandidolgico.
Hechas estas consideraciones procedo a la narracin y al anlisis no sin antes hacer una breve
observacin metodolgica. La investigacin se ha desarrollado mediante una rigurosa pesquisa
hemerogrfica y documental atando varios cabos sueltos obtenidos en archivos pblicos y privados.
Folletos, peridicos, juicios, discusiones desarrolladas en el Congreso Nacional, informes oficiales,
comunicaciones personales, fotografas y en menor medida folklore y literatura: todo ello ha servido
para dar cuerpo al relato que sigue y que espero pueda inspirar nuevos estudios bandidolgicos
cochabambinos.
13 Los historiadores colombianistas Gonzalo Snchez y Donny Meertens plantearon el concepto "bandolerismo poltico", precisamente para destacar el papel crucial que varios bandidos han tenido en conflictos polticos. En concreto lo que Snchez y Meertens muestran es que, en muchos casos, los bandoleros establecen relaciones de dependencia respecto a uno o varios componentes de la estructura social dominante. En esta visin sera la subordinacin poltica lo que motiva y define las actuaciones de los bandoleros. Snchez, Gonzalo y Meertens, Donny, Bandoleros, gamonales y campesinos. El caso de la Violencia en Colombia, Punto de Lectura, Bogot, 2011, 53, 54. A decir de Armando Moreno, se trata del clsico contubernio entre determinados malhechores y la clase poltica, alianza en la que los bandidos estn al servicio de los poderosos. Moreno, Armando, "El bandolerismo social revisitado. El caso del Norte del Tolima (Colombia)", Historelo, no. 7, vol. IV, 2012, 293, 294. No obstante, me parece que el concepto "bandolerismo poltico" debe ampliarse y aclimatarse a los casos de estudio, puesto que no todos los que podran ser definidos como "bandoleros polticos" actuaron solamente en funcin de los intereses de las clases dominantes, pudiendo haber adoptado tambin objetivos propios ms all de las estructuras formales del orden establecido. Del mismo modo, es menester tomar en cuenta que tanto el bandolerismo social como el poltico y el anti-social no presentan contornos y lmites precisos ya que interactan y se confunden hasta volverse indistinguibles en determinadas coyunturas. Con todo, la distincin conceptual entre los tipos de bandolerismo puede resultar til y la asumo para fines analticos. 14 Una buena sntesis de las crticas a Hobsbawm puede hallarse en el trabajo de Armando Moreno "El bandolerismo social revisitado".
-
8
1. LOS INICIOS
Martin Lanza Gonzales de Prada naci probablemente durante 1870 en Illataco, un pequeo
pueblo perteneciente a la jurisdiccin cochabambina de Quillacollo en aqul tiempo capital de la
provincia Tapacar: centro agrcola, comercial y hacendal que constitua el principal ingreso a la
ciudad de Cochabamba arribando desde La Paz u Oruro. Perteneca a una familia linajuda entre cuyos
antepasados inmediatos se encontraba Jos Miguel Garca Lanza: conocido terrateniente paceo y uno
de los hroes de la Independencia ms famosos en la historia de Bolivia.15 Los padres de Martn Lanza
fueron Martn Garca Lanza y Saravia, hijo del prcer Jos Miguel, y Rosa Gonzles de Prada. Martn
padre, quien opt como Jos Miguel por usar el apellido Lanza anteponindolo a Garca, era un abogado
y rico hacendado residente en Illataco, desde donde arm una meterica carrera poltica ejerciendo
cargos como Alcalde de Quillacollo, Senador, Prefecto de Cochabamba y Ministro de Gobierno en
varias ocasiones, puestos obtenidos gracias al prestigio que le daba el hecho de ser el hijo de un "padre
de la patria".16
No se sabe nada de la niez y adolescencia de nuestro personaje, pero es fcil imaginar que con
una vida holgada, garantizada por el linaje y la riqueza de sus padres, Martn tuvo una infancia tranquila
en sus hermosas haciendas de Illataco y de Vinto junto a su familia y a sus tres hermanos: Mara,
Matilde y Agustn. Ms tarde, ya en la adolescencia, empez a perfilarse en Lanza un espritu inquieto
mediante mltiples lazos de amistad con indios y mestizos de la zona con quienes pasaba largas horas
jugando y hablando en quechua mientras descubra da a da los secretos de la vida. Con el correr de los
aos empez a gozar cada vez ms de las tardes vallunas en las buclicas chicheras de Vinto,
Quillacollo e Illataco, donde el ya joven Martn reciba no pocas propuestas de oficiar como padrino de
bautizo de los hijos de sus amigos campesinos, actos y responsabilidades que aceptaba y cumpla
acompaado en ellos por su madre dado que Lanza era soltero.17 De este modo el futuro caudillo fue
tejiendo una extensa red de compadrazgos que ms tarde le seran fundamentales en sus correras
bandoleras y polticas.
15 Jos Miguel Garca Lanza (1791-1828) fue el nico lder guerrillero que sobrevivi a las luchas independentistas, siendo asimismo uno de los pocos veteranos que participaron en la fundacin de la Repblica de Bolivia firmando el Acta de Independencia: un autentico "padre de la patria". Jos Miguel fue hermano de Gregorio y Manuel Victorio Garca Lanza, tambin combatientes en la Guerra de Independencia pero que no sobrevivieron a ella. Acerca de la familia Garca Lanza vase la obra de Mario Bedoya quien rastrea la prosapia de estos apellidos hasta hacerla llegar a las montaas de Santander, en Espaa. Bedoya, Mario, Manuel Victorio Garca Lanza. Protomrtir de la independencia, Los Amigos del Libro, Cochabamba, 1975. 16 Montao, Jos, Monografa de Vinto, 455. 17 Meza, Jorge, "Martn Lanza, un caudillo legendario", 138, 139.
-
9
Respecto a su figura y personalidad, el Martn Lanza de Antonio Paredes Candia tena "ojos
verdes y cabello ensortijado", detalles imaginarios si se observan las fotografas de Lanza. Para este
autor Martn era "galante y dicharachero con las damas", "zumbn con los varones", "eximio guitarrista
e insuperable cantor". Dicho escritor tambin seala que en un momento dado una mujer vinculada al
palacio de gobierno, en La Paz, "languideca de amor" por l.18 A diferencia de Paredes Candia, ni Jorge
Meza ni Rafael Peredo se animan a imaginar estos detalles personales. Sin embargo Meza desliza el
dato, quiz fantasioso, de que Lanza gener el amor intenso de una monja. Ms all de especulaciones
novelescas, lo cierto es que Martn desarroll una personalidad fuerte, magntica y carismtica. A ello se
aade la actitud de audacia y osada que Lanza asumi como norma de vida, todo lo cual hizo de l un
hombre atractivo, admirado y respetado.
Siguiendo con el relato de Jorge Meza en algn periodo de su temprana juventud Lanza habra
viajado a Espaa y a otras capitales europeas "en recorridos de franca asimilacin cultural".19 Por su
lado Jos Montao, hijo de la hermana de Martn, en su afn por otorgar un status letrado-acadmico a
su inquieto to, afirma que Lanza estudi abogaca en tal viaje.20 En opinin de Rafael Peredo fue en
Europa donde Martn capt "ideologas renovadoras".21 Creo que estos datos son cuestionables pues a lo
largo de mi pesquisa no he encontrado ninguna referencia, ninguna alusin, ni siquiera un mnimo
indicio de que Lanza estuvo en Europa o de que estudi abogaca, por lo que sospecho que tales
atributos y experiencias que Meza, Montao y Peredo otorgan a Martn son un intento de adornar e
idealizar a quien consideran un hroe patritico, ilustrado y sin mancha.22 Como fuese, el caso es que
Lanza conoci de algn modo las ideas federalistas y socialistas que ya circulaban en Bolivia desde los
aos 70 del XIX y ello le condujo a desplegar una visin crtica sobre las injusticias que padecan los
sectores subalternos y empobrecidos del pas. La consecuencia de la sensibilidad poltica de Martn
resulta bastante predecible: se afili al Partido Liberal.
18 Paredes Candia, Antonio, Tradiciones Orureas, 47. 19 Meza, Jorge, "Martn Lanza, un caudillo legendario", 139. 20 Montao, Jos, Monografa de Vinto, 206. 21 Peredo, Rafael, "Martn Lanza, un caudillo quillacolleo", 292. 22 Quien s hizo un viaje por Europa fue Agustn, hermano de Martn. He hallado una noticia de mediados de abril de 1897 en la que se informa que Agustn Lanza marchaba a Espaa como parte de una "legacin acreditada". En aquella noticia Agustn fue calificado como "determinado hasta la temeridad, elegante en su trato y educado en las finas maneras de un saln a la moda". El Siglo XX, 22 de abril, 1897.
-
10
2. CUADRILLAJE, CAUDILLOS Y VIOLENCIA ELECTORAL
Martn Lanza se inici en la poltica durante las violentas jornadas de sufragio de fines del siglo
XIX, en las que vea las irregularidades y abusos que impunemente cometan los conservadores. La
necesidad de contener los corruptos y violentos procedimientos electorales fue la principal razn que
impuls a Lanza a crear su propio grupo armado para intervenir en los actos se sufragio. Por ello es
menester conocer brevemente cul era el panorama poltico desde los aos 80 del siglo XIX, a fin de
comprender las acciones de diversos grupos de bandoleros y la intensificacin de las pugnas que
desembocaron en una verdadera guerra.
Tras la cada de Melgarejo, y particularmente despus de la derrota boliviana en la Guerra del
Pacfico (1879-1883), el caudillismo militar heredado de la Guerra de Independencia fue duramente
cuestionado por un grupo de importantes letrados y empresarios que acordaron establecer gobiernos
legales para lograr estabilidad y desarrollar con tranquilidad sus negocios y el sector privado de la
economa. Es as que desde 1880 se estableci un sistema de partidos "moderno" y una democracia
representativa que se mantuvo vigente durante las siguientes dcadas a costa de muchos problemas.
Gradualmente, eran cada vez ms los polticos que planteaban que slo con el ejercicio de la democracia
iba a superarse al caudillismo brbaro al que se atribuy el atraso del pas, idea utpica, pues el
caudillismo, en sus variantes civil o militar, fue una caracterstica de la poltica boliviana durante mucho
tiempo todava.
En cuanto a la palabra "caudillo" cabe decir que fue un vocablo muy usado en el siglo XIX.
Inspirado en una definicin de Jhon Lynch caracterizo a los caudillos como lderes que, utilizando
pequeas bandas armadas, ejrcitos improvisados y/o el ejrcito oficial del Estado, ejercan dominio en
determinadas regiones para desde ah alcanzar el gobierno nacional. Ciertamente el manejo abusivo e
ilegal de las armas hizo que el caudillismo derive hacia el bandolerismo, sin que ello excluya la
utilizacin de "brazos legales" e institucionales. El caudillo obtena su poder a travs del control de
recursos locales, particularmente haciendas, poder basado igualmente en lazos de patrones y clientes que
deseaban adquirir riquezas por medio de las armas. Irnicamente, los caudillos tambin podan
garantizar periodos de paz y estabilidad, lo cual les daba legitimidad: el caudillo, en alguna medida,
llenaba un vaco de poder y las causas de su emergencia fueron la pobreza, las crisis econmicas y la
-
11
debilidad del Estado.23 Los rasgos ms distintivos del caudillo eran la personalizacin del poder
mediatizado por redes clientelares, la valenta, el carisma, cierto mesianismo y la carencia de un
programa poltico,24 aunque tambin, en mi opinin, existan caudillos que tenan programas polticos,
desquiciados o incoherentes, pero programas al fin.25 Segn va a observarse, Martn Lanza se ajusta a
estas definiciones y caractersticas de los caudillos aqu planteadas.
Ahora bien, Bolivia tericamente era ya una democracia desde su fundacin, el problema fue
que, segn los grandes letrados, el excesivo militarismo haba impedido su consolidacin y desarrollo.
Por esto los polticos civilistas plantearon la necesidad de "un verdadero gobierno del pueblo" basado en
elecciones libres y aqu viene el tema electoral. Al respecto, hay que sealar que las constituciones y
reglamentos electorales existentes desde 1825 impedan el voto de los analfabetos y de los que no tenan
rentas, no obstante, poco a poco se fueron estableciendo clusulas que pospusieron el requisito de la
lecto-escritura en espera de la extensin de la instruccin.26 As, si bien la gran mayora de la poblacin
estaba excluida del derecho poltico de elegir o ser elegido, la corrupcin electoral ampliaba el nmero
de votantes permitiendo la prctica ilegal del sufragio analfabeto.
Casi sbitamente la campaa electoral masiva y "moderna" apareci como algo nuevo en Bolivia
y las elites empresariales y terratenientes se hicieron conscientes de que iba a ser imposible usufructuar
las instancias del poder estatal sin recurrir a indios y cholos para utilizarlos como contingentes
electorales. En esa lgica los sectores polticos dominantes desplegaron una serie de tcticas de
clientelismo dirigidas a la plebe que contribuyeron a crear un nuevo personaje llamado el "esbirro
electoral" conocido igualmente como "esbirro poltico", cuyo trabajo era garantizar el fraude en las
elecciones. Adems, dado que el acercamiento de los polticos a los sectores populares, particularmente
artesanales, se convirti en un recurso decisivo, ciertas autoridades empezaron a patrocinar la
organizacin de entidades mutualistas de artesanos participando incluso en ellas como miembros
honorarios o padrinos, prctica que se remonta a la poca de Belzu.
Por otro lado, tambin es preciso sealar que las elecciones eran secretas slo nominalmente: se
llevaban a cabo en las plazas pblicas y casi todas con fraude y con disturbios. En las provincias las
elecciones podan durar hasta cuatro jornadas y el conteo de votos se haca da a da, de modo que, segn
23 Lynch, John, cit. en Schelchkov, Andrey, La utopa social conservadora en Bolivia. El gobierno de Manuel Isidoro Belzu (1848-1855), Plural, La Paz, 2011, 18, 19. 24 Mendieta, Pilar, Entre la alianza y la confrontacin. Pablo Zrate Willka y la rebelin indgena de 1899 en Bolivia, Plural/ASDI/IFEA/IEB, La Paz, 2012, 56. 25 Una perspectiva novedosa sobre el caudillismo boliviano la ofrecen Peralta, Vctor e Irurozqui, Marta, Por la concordia, la fusin y el unitarismo. Estado y caudillismo en Bolivia, 1825-1880, CSIC, Madrid, 2000. 26 Irurozqui, Marta, Democracia en el siglo XIX. Ideales y experimentaciones polticas: el caso boliviano (1880-1899), Revista de Indias, no. 219, 2000, 398.
-
12
el resultado de la primera jornada y el aumento del cohecho, se iban dando ataques recprocos "a bala,
pual y piedra", adems de diversas "trompeaduras", "pateaduras de puertas", "vivas y griteras
espantosas" e incendios de casas.27 Por cierto, los incendios de las casas en etapas electorales eran muy
comunes y generalmente se realizaban utilizando sbanas empapadas en kerosene.28
De esta manera Bolivia ingres en una continua espiral de violencia considerando que las
elecciones se realizaban con una frecuencia inaudita: se elega presidente cada cuatro aos, alcaldes cada
dos y aparte senadores y diputados. A ello se suma el hecho de que muchas elecciones se anulaban y
tenan que realizarse nuevamente, o en algunos casos ciertas autoridades ya designadas, especialmente
alcaldes, renunciaban por presiones y amenazas, reeditndose los comicios una y otra vez junto a
escenas de corrupcin, cohecho y enfrentamientos sangrientos.
En cuanto a Cochabamba, resulta interesante que este departamento fue un importante asiento
electoral, y ello se debi probablemente a la mayor difusin de escuelas respecto a otras ciudades.29 A
propsito, llama la atencin que una gran mayora de los inscritos en los padrones electorales, sobretodo
en la capital del departamento, provenan del artesanado y de los sectores populares. Datos de 1880
muestran que un sorprendente 64.67 % de los electores tenan este origen, porcentaje que se elev a
75.83% en 1888.30 Entonces, a pesar del carcter censitario de la democracia, Cochabamba se convirti
en una ciudad privilegiada para la participacin electoral de quienes no eran considerados oficialmente
ciudadanos, lo que provoc a su vez altos grados de politizacin entre la poblacin.
Es as que la ciudad y sus provincias, particularmente desde 1880, se vieron sacudidas por actos
violentos cada que tenan que llevarse a cabo las jornadas electorales. Entre muchos otros, y slo por dar
un ejemplo, fueron particularmente clebres los acontecimientos ocurridos en la eleccin de diputados
realizada durante mayo de 1888 en Palca, pueblo hoy llamado Independencia. En esa ocasin se
enfrentaron militantes del Partido Constitucional y del Partido Liberal generando un choque armado que
dej siete muertos y varias casas incendiadas "en medio del tronar de los disparos y de una gritera
espantosa", suceso que agrav el antiguo odio recproco que exista entre los habitantes de Palca y los de
Morochata, ya que los primeros atribuyeron el caos a los segundos.31 Y as, leyendo la prensa, los
27 Rejas, Damin Z., Manifiesto del doctor Damin Z. Rejas de los 50 aos de servicio que tiene prestado al pas, Universo, Cochabamba, 1946, 4, 5. 28 El Heraldo, 3 de mayo, 1906. 29 Un informe del Ministerio de Instruccin, publicado en 1896 con el ttulo de "Instruccin popular", seala que de 35.749 estudiantes en Bolivia 12.752 estaban en Cochabamba. El Comercio, 21 de noviembre, 1896. 30 Rodrguez Garca, Huascar, "Cholos, esbirros y ciudadanos. Elecciones y violencia poltica en Cochabamba (1883-1925)", Anuario de Estudios Bolivianos Archivsticos y Bibliogrficos, no. 19, 2013. 31 Rejas, Damin Z., Manifiesto, 4, 5.
-
13
ejemplos de violencias y muertes ocasionadas durante las elecciones entre 1800 y las primeras dcadas
del siglo XX podran multiplicarse hasta llegar a cientos de casos.32
Las provincias cochabambinas fueron el escenario principal en el que diversos "clubes polticos"
se fueron convirtiendo poco a poco en "mazorcas" agrupaciones organizadas para la violencia o
directamente en cuadrillas armadas: grupos de diez a treinta personas que empezaron a practicar el
bandolerismo. Se trataba de temibles organizaciones de matones a sueldo capaces de cometer cualquier
tipo de violencias y an asesinatos a sangre fra. Eran bandas irregulares y piramidales, en algunos casos
clanes familiares, cuyos miembros tenan distintas procedencias siendo comnmente jvenes cuyas
edades podan oscilar entre los diecisiete y los treinta aos, con algunas excepciones de gente mayor a
los cuarenta. Por lo general estaban a cargo de un jefe al cual le seguan dos o tres miembros de
confianza que estaban por sobre el resto de integrantes del grupo.
Las cpulas de estas bandas, siempre masculinas, las ocupaban los letrados: caudillos menores,
generalmente abogados pertenecientes a las elites provincianas, quienes en muchas ocasiones detentaban
tambin cargos de poder como Intendencias, Corregimientos, Alcaldas Parroquiales, Subprefecturas y
otros. La base del grupo estaba constituida por artesanos, pequeos comerciantes, campesinos o
malhechores solitarios sin oficio conocido. Eran financiados y armados por las autoridades
gubernamentales o locales y su funcin consista en asegurar los triunfos electorales, atemorizar o
castigar a los rivales y organizar grupos de propagandistas, espas y delatores. De este modo los partidos
polticos conservador y liberal, nacidos del mismo ncleo minero-terrateniente, comenzaron a ejercer un
efectivo control territorial mediante "clubes polticos" y cuadrillas que fueron adquiriendo una
importancia crucial debido a su polivalencia: podan ser grupos de choque, hacer proselitismo o practicar
el espionaje. Los lugares predilectos de tales organizaciones eran las chicheras, lo que contribuy a
identificar el consumo de la chicha con el caos y el desorden poltico.
Existieron muchas de estas cuadrillas de bandoleros polticos en Cochabamba, y algunas de ellas
tuvieron tanta fama y celebridad por sus crmenes que la prensa de fines del XIX las calificaba de
"legendarias". Una de ellas, la ms sobresaliente de todas junto con la de Martn Lanza de la que me
32 Una mirada general sobre la violencia electoral boliviana entre el siglo XIX y las primeras dcadas del XX puede hallarse en Irurozqui, Marta, Que vienen los mazorqueros! Usos y abusos discursivos de la corrupcin y la violencia en las elecciones bolivianas, 1884-1925, en Sbato, Hilda coord., Ciudadana poltica y formacin de las naciones. Perspectivas histricas de Amrica Latina, Fondo de Cultura Econmica/El Colegio de Mxico, Mxico, 1999. Una perspectiva cochabambina del tema en Rodrguez Garca, Huascar, "Cholos, esbirros y ciudadanos".
-
14
ocupar un poco ms adelante, fue la "Cuadrilla de los Crespos", tambin conocida como la "Cuadrilla
de Punata". Era un clan familiar constituido por cuatro hermanos: Macedonio, Simn, Delfn y
Justiniano. Se haba formado en la dcada de los 80 en Punata y sus acciones se incrementaron durante
el gobierno conservador de Severo Fernndez Alonso, cuando la cuadrilla empez a operar en casi todo
el valle alto. Macedonio Crespo era el jefe visible, quien entre 1895 y 1896 ostentaba un cargo en el
Juzgado de Punata, aparte de ser Corregidor de Arani y cobrador del impuesto a la chicha.
Los Crespos atacaban las casas de los liberales para atemorizarlos en pocas electorales y tales
acciones estaban frecuentemente acompaadas de robos, golpizas y asesinatos. Durante su larga carrera
delictiva cometieron diversas fechoras y vivieron incontables aventuras, fugas de crceles, procesos
judiciales, venganzas, rescates, borracheras escandalosas y persecuciones. La cuadrilla estaba compuesta
por varias personas, llegando en algunos momentos a veinte miembros. En una ocasin la prensa
mencion la existencia de cien personas en la organizacin, pero claramente eran otros grupos a los que
la cuadrilla de Punata convocaba excepcionalmente para acciones conjuntas. Entre los miembros ms
conocidos, despus de los Crespos, se destacaban Juan Bautista y Cristino Pirola alias los
"yanaternos", Aurelio y Nstor Rivas alias los "chicuelos", Mariano N. alias "el lloquesito",
Gregorio Arnez alias "Huascar", personaje que fue Comisario de Punata en 1896, Jos Braulio
Jimnez de tan slo 17 aos de edad, Enrique Terceros un charanguista prodigioso33 y Juan
Atanacio Lara: joven abogado, panfletista y pistolero que haca negocios con obrados y trabajaba
tambin con grupos de delincuentes comunes.34
Por mucho tiempo los Crespos tuvieron en vilo al valle alto, y en particular a los liberales, hasta
que el propio gobierno conservador se vio obligado a detenerlos dado que la cuadrilla estaba fuera de
control. Los Crespos se convirtieron en un verdadero asunto de Estado cuando en 1896 se hizo pblico
el claro apoyo oficial del que goz este grupo durante varios aos, e incluso Macedonio Crespo afirmaba
tener cartas del propio Presidente Fernndez Alonso, hechos que costaron el cargo a varios altos
funcionarios y que ocasionaron escndalos e interpelaciones en el Congreso Nacional. Todos estos
datos, obtenidos de la prensa cochabambina entre 1895 y 1901 y de los archivos judiciales de Punata y
Tarata, podran servir para escribir otro ensayo dedicado nicamente a los Crespos: uno de los casos ms
emblemticos, junto con la cuadrilla de Martn Lanza, del bandolerismo poltico cochabambino a fines
del XIX.
33 Una sentencia de muerte contra varios de estos individuos, dada a conocer por la prensa en 1901, seala respecto a Enrique Terceros: "toca primorosamente el charango [...] pero las melodas que arrancaba al instrumento, lejos de alagar, aterrorizaban a los pueblos en donde se las escuchaba como presagio de sangrientas escenas". El Estado, 12 de enero, 1901. 34 Irnicamente Lara termin su vida como un ciudadano ejemplar e incluso fue el autor de la letra del Himno a Punata compuesto en 1919. Lara se destac tambin en la Guerra Federal segn se ver ms adelante.
-
15
Otra cuadrilla conservadora famosa fue la denominada "Cuadrilla de los veintiocho" o "Los
veintiocheros", llamada as por el nmero inicial de sus miembros. Tambin conocida como la
"Cuadrilla de Tarata", era un clan familiar liderado por Jos Ignacio Iriarte, sus hermanos, sus hijos y
otros allegados. Los Iriarte eran ricos propietarios y autoridades de Tarata que desde los aos 70 se
vieron enfrascados en un sinfn de juicios y escndalos que incluan muertes, fraudes electorales a favor
de los conservadores, asaltos a casas y conflictos judiciales que se cruzaban con rivalidades familiares
por tierra y agua, pues las provincias cochabambinas eran una suerte de "far west" debido a la debilidad
o inexistencia del Estado y de sus rganos represivos, far west donde primaba la ley del revlver y
donde la lgica de la vendetta era aceptada y muy comn. El caso de los Iriartes y los diversos conflictos
en los que estuvieron involucrados muestra que en los valles cochabambinos se viva una autentica
devaluacin de las leyes oficiales y una clara privatizacin de la justicia. La venganza era la nica ley y
la justicia la obtena quien tena ms dinero y quien disparaba ms tiros.35
Fig. 2. Un clan familiar o un "Club poltico" del valle alto a fines del siglo XIX o principios del XX. Ntense las armas exhibidas con naturalidad. Fuente: Guzmn, Guido, Patrones, arrenderos y piqueros. Emergencia de una estructura agraria poblacional. Toco-Cliza. 1860-1920, Editora J.V., Cochabamba, 1999.
35 Un extenso y jugoso informe dotado de anexos documentales acerca de la cuadrilla de los Iriarte fue publicado por un ciudadano tarateo annimo en 1886. La referencia es Annimo, El partido Constitucional y la Diputacin de Tarata, El Progreso, Cochabamba, 1886. Esta situacin de politizacin del bandolerismo y de privatizacin de la justicia no se daba slo en Cochabamba: por la misma poca, es decir las ltimas dcadas del siglo XIX, otras regiones andinas estaban viviendo situaciones muy parecidas, por ejemplo Hualgayoc, al norte del Per. Vase Taylor, Lewis, "Los orgenes del bandolerismo en Hualgayoc, 1870-1900", en Aguirre, Carlos y Walker, Charles, eds., Bandoleros, abigeos y montoneros.
-
16
Como estas, muchas otras cuadrillas ms pequeas y menos clebres operaban en distintos
lugares de las campias cochabambinas, y debajo de este bandolerismo aristocrtico, que persegua sus
propios fines ante la decadencia y la crisis de las haciendas, exista un bandolerismo plebeyo y
campesino dedicado al abigeato y a otros tipos de robos en una lucha por la subsistencia y la
acumulacin econmica para obtener tierra. As, varios segmentos de los estratos sub-privilegiados de la
sociedad rural se dedicaron al crimen en un contexto signado por luchas por tierra, abusos de
terratenientes, recurrentes crisis agrcolas, sequas, hambrunas y epidemias. Sin embargo, ambos niveles
de criminalidad, uno de elite y otro campesino y popular, estaban en ocasiones articulados,
particularmente cuando el clima poltico se calentaba debido a las elecciones. El modus operandi
predominante de casi todos estos grupos era el ataque directo a casas y haciendas, siendo excepcionales
las cuadrillas que salteaban en caminos y encrucijadas. En ocasiones los bandidos atacaban
"disfrazados", o sea ataviados con ponchos largos, sombreros tipo "lockos" y con la caras cubiertas o
pintadas de negro. Por ltimo, tanto en el bandolerismo de elite como en el popular eran muy raros los
casos de bandidos a tiempo completo, ya que entre una fechora y otra los bandoleros podan ser
campesinos, mayordomos de hacienda, autoridades polticas, artesanos, arrieros, comerciantes o
ciudadanos respetables y "normales".
En fin, el fraude, el cohecho, la violencia electoral y el bandolerismo del partido conservador
Partido Constitucional slo podan ser combatidos con los mismos mtodos. A esta conclusin lleg
Martn Lanza quien, dotado de un autntico espritu aventurero y justiciero, procedi a organizar su
propia cuadrilla en Quillacollo, a la que bautiz con el nombre de "Ligeros" durante una fecha
desconocida a principios de los aos 90.
Fig. 3. La parte ilustrada de los Ligeros. De pie Rodolfo Montenegro (izq.) y Martn Lanza (der). Fuente: Montao, Jos, Monografa de Vinto.
-
17
3. PRIMERAS ANDANZAS DE "LOS LIGEROS"
El fraude electoral y el bandolerismo descritos no eran exclusivos de los conservadores siendo
usados asimismo por los liberales. Es en esa dinmica que Lanza organiz su cuadrilla de "Ligeros", un
grupo armado que en ltima instancia buscaba la toma del poder por parte del Partido Liberal y la
instauracin de un nuevo rgimen. Pero me parece que en la decisin de crear su propia banda Martn
buscaba tambin la fama y la aventura. En mi criterio Lanza tena toda la intencin de convertirse en un
caudillo romntico inspirado por la memoria de su abuelo guerrillero Jos Miguel, y es por ello que
empez una lucha tenaz con el objetivo de alcanzar la gloria en las violentas lides polticas.
Los Ligeros fueron una cuadrilla concebida para contener a los grupos "constitucionales", lase
conservadores, que controlaban el voto y atemorizaban a los candidatos liberales en el valle bajo y en la
provincia de Ayopaya. Llamados as por la agilidad y la gran presteza con que empezaron a atacar a los
conservadores y a sus esbirros en pocas electorales, los Ligeros pretendieron proyectar una imagen
eminentemente poltica y pacfica, aunque lo evidente es que eran gentes armadas y violentas que
estaban sostenidas econmicamente por Lanza. De dnde tom Martn el nombre de "Ligeros" o cmo
se le ocurri? Puede sospecharse que era un homenaje a las llamadas "partidas ligeras" de los
guerrilleros de la Guerra de Independencia: pequeas bandas de jinetes, una suerte de fuerzas perifricas
dedicadas a la lucha "por la patria" y tambin al bandolerismo.36 He aqu otra posible conexin entre
Lanza y la pica mtica de la Guerra de la Independencia que el joven caudillo quera rescatar y
actualizar.
La banda inicialmente era reducida y estaba compuesta por los compadres y ahijados de Lanza,
mas tambin por jvenes ilustres de Quillacollo y de su entorno, incluyendo a Agustn Lanza, hermano
de Martn. Algunos integrantes del grupo, que lleg a tener entre veinte y treinta miembros, fueron
Rodolfo Montenegro padre de Carlos Montenegro, Flix Paredes, Clodomiro Prez, Fortunato
Surez, Respicio Veisaga, Remigio Balderrama y Zenn Ros, entre otros. En buena medida eran
jvenes letrados e hijos de terratenientes, en ciertos casos abogados y en otros comerciantes, pero haba
igualmente artesanos y msicos e incluso varios sin oficio conocido: por ejemplo Zenn Ros fue
calificado por la prensa como "un miserable cholo de Quillacollo".37 Respecto a los msicos, los Ligeros
tenan varios y el ms famoso fue Respicio Veisaga, descrito en los juicios con la palabra "cantor".
36 Demlas, Marie-Danielle, Nacimiento de la guerra de guerrilla. El diario de Jos Santos Vargas (1814-1825), Plural/IFEA, La Paz, 2007, 183, 218. 37 El Comercio, 17 de julio, 1902.
-
18
Ciertamente en estas cuadrillas los msicos eran muy apreciados, sobre todo para celebrar las fechoras
exitosas en cantinas y chicheras.
Aos despus de las primeras acciones de los Ligeros, durante el juicio ms escandaloso que
enfrent Lanza, un Fiscal dijo en su requerimiento:
Se ha aseverado por muchos testigos que ha existido, desde hace varios aos, una cuadrilla de
malhechores en Quillacollo bajo la denominacin de "ligeros" capitaneada por Martn Lanza; y otros
aseguran que no exista tal cuadrilla, sino que era una agrupacin de los amigos de Lanza para luchar en
elecciones y en poltica, bajo las rdenes de ste. La verdad es que esta agrupacin se dedicaba unas veces
a luchar en poltica, y otras a cometer delitos, atacando personas y casas, constituyndose en una
verdadera cuadrilla.38
Jorge Meza evita los apelativos de "cuadrilla" o "montonera" muy comunes en el siglo XIX
al referirse a este grupo, y prefiere denominarlo "Escuadrn de Ligeros de Lanza", usando en ocasiones
otros eptetos como "brava legin".39 El caso es que Lanza y su grupo con el tiempo logaron anular por
la fuerza el accionar electoral de los conservadores en Quillacollo y sus alrededores, acabando a la vez
con las injusticias de las autoridades abusivas y de sus brazos legales e ilegales. Los Ligeros procedieron
tambin a asaltar sedes policiales, casas y haciendas de los polticos enemigos del Partido Liberal, de
manera que las hazaas y correras de Lanza poco a poco le fueron colocando en una pedestal de hroe
justiciero entre campesinos y artesanos, y aun entre gentes ilustres no slo de Quillacollo sino de la
propia ciudad de Cochabamba.
La primera accin bandolera contundente de Lanza que he encontrado ocurri a inicios de marzo
de 1896 cuando los Ligeros, en nmero de treinta, atacaron la sede policial de Quillacollo, al grito de
"viva Pando!", hiriendo al Comisario de turno. El asalto fue para hacerse propaganda y tambin una
forma de oposicin contra amenazantes nombramientos de Intendentes, lo que le vali al caudillo la
organizacin de un sumario en su contra.40 Frente a los ataques liberales la represin del oficialismo se
encrudeci y Lanza emergi cada vez ms como un enemigo pblico para el gobierno. Con todo, Lanza
pareca invulnerable ya que, aparte de que la alta sociedad liberal quillacollea y cochabambina lo
defenda, el caudillo empez a contar con la complicidad del campesinado local que lo vea como a un
benefactor. Valindose de la impunidad las actividades y correras de los Ligeros continuaron y se
38 Repblica de Bolivia, Requerimiento en el Proceso Lanza-Quintanilla por el Fiscal 1 de Partido de esta capital Doctor Vctor Salinas, El Comercio, Cochabamba, 1902, 7. 39 Meza, Jorge, "Martn Lanza, un caudillo legendario", 139. 40 El Heraldo, 17 de marzo, 1896; El Siglo XX, 2 de abril, 1896.
-
19
desarrollaron aumentando en vigor, lo que ocasion una serie de animadversiones hacia Lanza por parte
de las autoridades "alonsistas" partidarias del gobierno de Severo Fernndez Alonso que poco a
poco acumularon varios sumarios contra el joven caudillo e incluso intentaron asesinarlo.
El sbado 21 de marzo de 1896 un conocido comerciante de ganado de Ayopaya, llamado
Francisco Antezana, haba ido a arreglar sus negocios a Quillacollo. Hacia las 9 de la noche pasaba en su
caballo cerca al local de la polica y de pronto la bestia que lo cargaba recibi un tiro de fusil
Remington. El caballo cay malherido junto con el jinete que tras reponerse tuvo que ultimar al animal
por compasin. Ocurri que un polica dispar a matar sobre Antezana confundindolo con Lanza y no
contento con ello apres al comerciante conducindolo a la crcel. Antezana, indignado, inici das
despus una querella contra el polica que le dispar, contra el Intendente y contra el Subprefecto,
llamado Samuel Almaraz un conocido represor de liberales, acusndolos por el disparo que sufri
su caballo. "Todo el que en la oscuridad de la noche se parece a don Martn Lanza, debe ser asesinado a
sangre fra" se quej el comerciante de ganado en la prensa.41
Los escndalos de los Lanza y su banda tambin estaban motivados por ciertas disputas
familiares y personales que no dejaban de mezclarse con la poltica, como fue lo ocurrido durante la
noche del 13 de noviembre de 1896, fecha en que sucedieron oscuros disturbios en los que estaban
involucrados algunos de los Ligeros y de sus simpatizantes. Un ciudadano quillacolleo conservador
apellidado Velarde seal que la mencionada noche Agustn Lanza le haba pegado y le haba robado
una mula. Adems "los Lanza" habran atacado dos casas buscando a un tal Camilo Zabalaga, luego de
lo cual se encontraron con un grupo rival que apual severamente a Agustn. Velarde aadi que los
Lanza tenan una cuadrilla "hace muchos aos" y que se les acusaba de "innumerables crmenes y hasta
asesinatos". Dicho ciudadano afirm igualmente que los Ligeros operaban no slo en Quillacollo, pues
tambin iban a Cochabamba evadiendo a la polica mediante el pago de multas y sobornos. Velarde
concluy sus acusaciones diciendo: "Quin no teme a los Lanzas? [...] todas las puertas se cierran y los
habitantes no salen a las calles [...] cuando se sabe que los Ligeros preparan su espritu con excitantes
alcohlicos".42
Ante las denuncias contra los Lanza aparecieron notas de prensa que desmentan las acusaciones
y mostraban a los Ligeros ms bien como a vctimas de bandas pagadas por el gobierno. Una columna
periodstica dice en una de sus partes:
41 El Siglo XX, 2 de abril, 1896. 42 El Comercio, 19 de noviembre, 1896.
-
20
Los "Ligeros" forman toda la juventud y los artesanos honrados, que afiliados al partido liberal, bajo la
patritica direccin de los jvenes sindicados [Lanza y otros], han hecho efectiva la soberana popular en
ese distrito. Los "Ligeros" son esa generacin nueva y desinteresada que ha arrinconado a las huestes
cohechadoras en sus ltimos atrincheramientos.43
Otro texto de prensa que defenda a los Ligeros afirm que Agustn Lanza y Rodolfo Montenegro
en realidad fueron atacados por "una turba de bandoleros" que le caus al primero cinco heridas de
pual. En el mismo peridico el propio Montenegro niega las acusaciones de Velarde y explica los
disturbios de la noche del 13 de noviembre en Quillacollo como un asunto privado de "honor familiar"
entre Agustn y Camilo Zabalaga. Montenegro admite que Agustn agredi a Velarde dndole "un
correctivo", pero en defensa por un insulto recibido.44 Por su parte El Comercio, peridico liberal, neg
la existencia de una cuadrilla en Quillacollo y respecto a sus "supuestos" lderes aade: "tratndose de
los jvenes Lanza, sabemos que existen cuestiones de familia que no revisten los caracteres del
cuadrillaje".45
Lo cierto es que, entre pequeos escndalos, peleas "por honor" y ataques diversos los Ligeros
fueron delineando gradualmente un perfil claramente bandolero que no exclua los robos. A propsito,
resulta llamativo que los primeros escritores que intentaron recobrar la memoria de Martn Lanza me
refiero a Meza, Montao y Peredo pretendieron ocultar la dimensin bandolera de los Ligeros y de su
jefe, destacando solamente el lado justiciero, poltico e incluso "patritico". Sin embargo hubo un autor
sensato que mencion en su relato los robos de esta banda, eso s, aclarando que el producto de los
asaltos era destinado a la redistribucin estilo Robin Hood. Antonio Paredes Candia fue explcito al
escribir lo siguiente: "Y los ligeros fueron ligeros. Noche a noche dejaban en calzoncillos a algn
ricachn, pues le aligeraban de todo lo valioso que haba atesorado. Y no se diga que para gastarlo en
francachelas sino para repartir entre los pobres y campesinos del valle".46
Es muy probable que si los Ligeros robaban algo en sus primeros ataques a los conservadores
parte del botn se usaba efectivamente en redistribuciones a la manera populista, dado que Martn era un
acaudalado sin necesidades econmicas. Las necesidades que el caudillo tena eran ante todo polticas, y
resulta factible pensar que las ddivas a los campesinos y menesterosos constituyeron una tctica de
43 El Siglo XX, 21 de noviembre, 1896. 44 El Comercio 26 de noviembre, 1896. Parece que Agustn, al igual que su hermano, era un hombre al que no le faltaban los problemas: en enero de 1897 fue acusado de "injurias, tentativa de asesinato y heridas graves" por Mximo Arze, un ciudadano quillacolleo que tambin denunci que la justicia, en su opinin, estaba parcializada a favor de los Lanza. El Comercio, 10 de febrero, 1897. 45 El Comercio, 26 de noviembre, 1896. 46 Paredes Candia, Antonio, Tradiciones orureas, 49.
-
21
cooptacin usada por Lanza para garantizar admiracin, fidelidad, simpatas y clientelismos,
particularmente en pocas electorales. Con motivo de las elecciones para diputados realizadas en mayo
de 1898, por ejemplo, El Heraldo denunci que el candidato liberal a la diputacin por Tapacar,
Guillermo Sanjins, haba gastado 6.000 bolivianos en su campaa seguramente ddivas, pagos
monetarios, chicha y comilonas coordinada con los Ligeros, recurriendo tambin al voto ilegal de sus
colonos y a otras acciones de fraude electoral. El peridico conservador seal asimismo que desde dos
meses antes de la eleccin "la cuadrilla de los Ligeros" se reuna en los alrededores de Quillacollo "a
toque de corneta para asesinar y robar impunemente".47
Las artimaas de los liberales en Cochabamba ejecutadas mediante el clientelismo resultaron
eficaces y con ellas fueron ganando cada vez ms espacios de poder; de hecho ya haban lograron ganar
la Alcalda en enero de 1897 y desde ah pretendan obtener el control total del departamento sea como
fuese. Cabe mencionar que buena parte de la elite cochabambina abrazaba el liberalismo y apreciaba
mucho a Jos Manuel Pando el lder liberal ms importante del momento, quien visitaba con cierta
regularidad la ciudad del Tunari, lo cual era todo un acontecimiento, ya que la mejores familias
disputaban entre s por organizar almuerzos y cenas para el clebre dirigente. En una ocasin, durante
noviembre de 1896, Pando afirm que se quera quedar a vivir en Cochabamba, ciudad calificada por la
prensa como "el foco de liberalismo".48
Poco despus de la contienda electoral de mayo de 1898 los Ligeros realizaron una de sus
acciones ms escandalosas la noche del 3 de junio en Quillacollo. Hacia las 11 pm de la mencionada
fecha los Ligeros, en nmero de veinte, llegaron a la casa de los Velarde conocida familia
conservadora quiz emparentada con los dueos del peridico El Heraldo donde beban varios
militantes del Partido Constitucional. Lanza y los suyos arribaron ostensiblemente armados con rifles y
revlveres. Exhibiendo nimo provocador pidieron chicha y se pusieron a beber hasta que en un
momento dado se levantaron para retirarse sin querer pagar el importe por lo consumido. De pronto,
Lanza orden a uno de sus subordinados atacar a culatazos a Faustino Velarde ante la atnita mirada de
los concurrentes que intentaron defender al agredido armndose una trifulca. Entre golpes y descargas de
fuego los Ligeros tenan la ventaja echando tiros, mientras Faustino Velarde y otros escapaban por las
paredes y techos hacia casas vecinas.
El jefe de los bandidos, al calor de la pelea y de la chicha que envalentonaba el nimo, orden
atacar la casa de Cesreo Martnez, conocido poltico que trabaj notablemente para obtener la eleccin
de un alonsista candidato a diputado llamado Francisco Saunero. Hacia medianoche, y tras disparar 47 El Heraldo, 29 de abril, 1898; 4 de mayo, 1898. 48 El Comercio, 28 de noviembre, 1896.
-
22
sobre varias casas, los Ligeros ingresaron violentamente a la morada de Cesreo Martnez destruyendo
las puertas a golpes y tiros. Al interior de este hogar se presentaron la hermana de Martnez, llamada
Bernardina, junto a la madre y la esposa de aqul, Victoria Reyes y Juana Quiroga, respectivamente,
quienes de rodillas imploraron por la vida del hombre de la casa que estaba escondido. Algunos de los
Ligeros tomaron sus rifles con las dos manos por el lado del can y procedieron a descargar golpes con
las culatas sobre los cuerpos de las mujeres que gritaban horriblemente. Uno de los atacantes,
adormecido por la adrenalina y la chicha, puso tanto furor en su faena que los sesos de la seora Victoria
Reyes, una anciana de ms de 70 aos, saltaron por doquier mezclados con sangre debido a los brutales
culatazos. Lanza, revlver en mano, grit "adelante y fuego muchachos!", sealando con esto que el
objetivo era Martnez al que hallaron prontamente dndole tambin culatazos y finalmente
descargndole disparos que provocaron su muerte. La viuda, Juana Quiroga, rememorando los sucesos
cuatro aos despus, seal que los Ligeros "rugan como chacales hambrientos por beber la sangre de
vctimas indefensas". Aadi que luego del crimen "fueron a celebrar sus fazaas con una inmunda
bacanal que dur hasta el da siguiente", calificando a Lanza como el "azote de las comarcas de
Quillacollo".49
El saldo de los acontecimientos del 3 de junio de 1898 fue dos muertos Cesreo Martnez y su
madre Victoria Reyes y cinco heridos. La prensa conservadora dedic extensas columnas de crnica
roja sealando reiteradamente los sesos de la seora Reyes. El escndalo result maysculo y fue bien
utilizado por las autoridades para desviar la atencin de la opinin pblica respecto a las no menos
terribles acciones de la cuadrilla de los Crespos, que operaba contra los liberales en el valle alto
cometiendo diversos crmenes bajo el amparo del gobierno.
Respeto a la violencia desplegada por los Ligeros contra mujeres y otras vctimas indefensas e
inocentes, es innegable que sta resultaba en ocasiones excesiva e innecesaria. Con todo, no he hallado
evidencias de que la cuadrilla de Lanza practicase mutilaciones rituales, tal como otros grupos de
bandoleros realizaban en el marco de una subcultura criminal basada en la creencia de que las almas de
los muertos podan ser peligrosas. As, para algunos bandidos arrancar los ojos de los cadveres,
decapitarlos y/o cortarles las lenguas y en algunos casos comrselas era una garanta de que las
almas de los muertos no molestaran a los asesinos y la polica no dara con ellos.50
49 El Heraldo, 7 de junio, 1898; 17 de junio, 1898. Los detalles del ataque a Martnez fueron abundantes y muchos de ellos se deben a un testimonio de Juana Quiroga publicado en 1902, en el marco de una campaa anti-Lanza. El Comercio, 28 de julio, 1902. 50 Con motivo de un ataque de los Crespos en Punata durante el da de los difuntos de 1896, la cuadrilla ms famosa del valle alto fue acusada de haber arrancado la lengua con un cuchillo a un liberal llamado Enrique Arandia estando este todava vivo. Para culminar el acto de crueldad, y antes de ultimarlo a golpes, los bandidos habran obligado a Arandia a que vitoree a Pando, obteniendo, como es lgico, slo ahogados sonidos guturales. El Siglo XX, 14 de noviembre, 1896. Pese a que en este
-
23
Volviendo al caso Lanza-Martnez, otro factor de escndalo, denunciado por Juana Quiroga y por
el propio Prefecto de la ciudad, fue que "prestigiosos vecinos de Quillacollo" ampararon al caudillo
bandolero y que slo hubo un detenido: el cantor Respicio Veisaga. Sin embargo se abri un proceso
judicial y los sindicados, aparte de Lanza y Veisaga, fueron el botinero Fructuoso Gonzlez junto a
Nicasio Garca, Alejandro Saavedra, Feneln Canedo, Froiln Camacho, Lucas Zambrana, Flix
Paredes, Evaristo Vargas y Remigio Balderrama, de quienes se ignoraban sus datos generales.
La accin de los Ligeros trascendi el mbito local y el Prefecto de Cochabamba, Rodolfo Soria
Galvarro, en un informe al Ministro de Gobierno publicado en la prensa, intent minimizar los mviles
polticos de Lanza destacando motivos de "venganzas personales", al tiempo que condenaba a quienes
ayudaron al caudillo en su fuga:
Una otra cuadrilla, capitaneada, se dice, por Martn Lanza, miembro influyente del partido de oposicin
por sus recursos financieros, asesin a una anciana, hiri gravemente a los hijos de sta, de los que uno
acaba de espirar [...] y asalt a mano armada varias casas de los pacficos vecinos de aquella villa. Eran
odios de aldea los que movan la mano criminal de algunos hombres sin conciencia que, amparados detrs
de una idea poltica o de un nombre poltico ms bien, ejercan venganzas personales, sin que la autoridad
local inerme [...] pudiera poner coto a tamaos escndalos. La fuerza del orden de Cochabamba cumpli
otra vez su misin y estn en la crcel varios de los promotores del crimen, aunque se haya dado a la fuga
el principal, Martn Lanza, amparado por prestigiosos vecinos del pueblo de Quillacollo, que en esta vez
han comprobado una perversin moral absoluta protegiendo a un criminal.51
Pese a que Lanza contaba con la ayuda de algunos vecinos nada impidi que el proceso judicial
se establezca y se desarrolle, llegndose rpidamente al decreto de acusacin en cuatro meses. Martn
estaba prfugo y al parecer existan rdenes superiores de matarlo. De hecho, el primero de octubre un
joven llamado Daniel Mercado fue muerto en Quillacollo debido al disparo realizado por un soldado que
tipo de relatos es difcil determinar dnde termina la realidad y dnde comienza el sensacionalismo, todo indica que tales prcticas estaban extendidas en distintos lugares de los Andes y quiz su antecedente ms cercano se encontraba en la antropofagia ritual indgena realizada durante las rebeliones anticoloniales. Mucho despus, ya en los aos 30 del siglo XX, los tempranos bandidlogos peruanos Enrique Lpez Albjar y Jos Varallanos, cada quien por su parte, hicieron referencia a bandidos que coman el corazn o beban la sangre de sus enemigos en la creencia de que as obtendran energa y valor. Dawe, John y Taylor, Lewis "Enrique Lpez Albjar y el estudio del bandolerismo peruano", Debate Agrario, no. 19, 1994, 159. Durante los aos 70, tambin en Per, un abigeo del departamento de Apurmac mencion que en aquella poca estaba an vigente entre ciertos ladrones la prctica de cortar la lengua y "remover los ojos" a las vctimas, pues al mutilar el cuerpo mutilaban tambin el alma. Valderrama, Ricardo y Escalante, Carmen, "Nuestras vidas. Abigeos de Cotabambas", en Aguirre, Carlos y Walker, Charles eds., Bandoleros, abigeos y montoneros, 325-330. Si pensamos en la actualidad boliviana, no es un secreto que algunos "cogoteros" y otros delincuentes acostumbran enterrar a sus vctimas "boca abajo" para que no delaten a los asesinos, prcticas que, segn se ve, no son nuevas. 51 El Heraldo, 9 de julio, 1898.
-
24
lo haba confundido con Lanza. Los apologistas del joven caudillo usaron esa muerte para explicar que
si Lanza no se presentaba al juicio era porque no haba garantas.52 Ante las amenazas, y en un golpe de
audacia, el 2 de octubre por la noche un grupo selecto de los Ligeros, falseando la puerta del Juzgado
segundo de instruccin de Quillacollo, sustrajeron los obrados de los casos de Lanza y varios
expedientes53, resultando el principal acusado del robo Rodolfo Montenegro, personaje que, desde
luego, neg las acusaciones, aunque con argumentos dbiles.54
Quiz creyendo que la desaparicin de los obrados y de las pruebas testificales era una ventaja,
Lanza apareci das despus en el Juzgado para defenderse y curiosamente su abogado era Jorge Oblitas,
ex-prefecto de Cochabamba y reconocido lder conservador, si bien de una lnea ms abierta en relacin
a otros alonsistas.55 El caudillo fue encarcelado56 pero increblemente sus asesores consiguieron la
libertad provisional rpidamente hacia mediados de diciembre. Y es que Lanza, al igual que muchos
otros bandidos, no era un hombre al margen de la sociedad, sino al contrario una persona muy activa
socialmente: alto miembro del Partido Liberal, terrateniente adinerado que poda pagar a los mejores
abogados, en suma, una figura pblica que oficiaba de padrino o compadre y que firmaba solicitudes,
reclamos y protestas junto a varios ciudadanos a "nombre de los vecinos de Quillacollo". Todo ello
convirti a Lanza en una persona que infunda una mezcla de respeto y temor, ms todava considerando
la fama que adquiri por su carcter osado y decidido. As, usando sus capitales simblico y econmico,
y tambin las chicanas y las argucias leguleyescas, entre otras tcticas,57 el joven Lanza logr salir de la
prisin y se dedic a conspirar junto con el Directorio del Partido Liberal de Cochabamba frente a una
tempestad social que se vena venir rpidamente en el horizonte.
La intensidad de las tensiones polticas que derivaban en decesos no era exclusiva de
Cochabamba, ya que los diversos enfrentamientos entre liberales y conservadores se replicaban en las
ciudades ms importantes del pas preludiando el advenimiento de la guerra civil ms famosa de Bolivia:
la Guerra Federal, sangriento acontecimiento que puso a Lanza en la cima de su carrera de bandido y
aventurero.
52 El Heraldo, 6 de octubre, 1898; 13 de octubre, 1898. 53 El Comercio, 10 de octubre, 1898. 54 El Comercio, 11 de octubre, 1898. 55 El Comercio, 14 de octubre, 1898. 56 El Heraldo, 27 de diciembre, 1898. 57 Lanza envi una carta al Prefecto de Cochabamba, fechada el 9 de diciembre, plantendole que estaba dispuesto a pasarse al Partido Constitucional y a luchar por l. Consciente de su propio prestigio de aventurero y sangrefra, Lanza crey que poda seducir al Prefecto al ofrecerle sus servicios, pero se trataba claramente de una tramoya a fin de que la autoridad interceda y aliviane la situacin legal y carcelaria del caudillo para que as ste pueda volver a sus andanzas liberales. El Heraldo, 27 de diciembre, 1898.
-
25
4. LA GUERRA
Un conflicto anunciado Tambin conocido como "Revolucin Federal", este conflicto fue una guerra civil desarrollada
entre diciembre de 1898 y abril de 1899. Algunos factores desencadenantes de la conflagracin fueron
los siguientes. a) La radicalizacin de la lucha por el poder entre conservadores y liberales. b) Los
grandes intereses regionalistas paceos, pues La Paz tena un claro predominio econmico en virtud a su
dinmica comercial, de modo que ciudadanos y empresarios de la ciudad del Illimani crean merecer el
control poltico del pas frente a una elite surea asentada en Sucre cada vez ms agotada en sus
posibilidades econmicas y desgastada por varios aos de gobierno. c) Las reiteradas demandas
regionales de descentralizacin administrativa que se sustentaban en propuestas federalistas. d) La lucha
de los indgenas por tierra y autodeterminacin. Todos estos factores constituyeron una coyuntura muy
delicada que pareca un polvorn. Slo faltaba una chispa para hacer volar todo y la chispa se llam "Ley
de radicatoria".
Sucre, tambin denominada Chuquisaca, fue sede de la Audiencia de Charcas durante la Colonia
y obtuvo la capitala del pas en 1838 provocando el descontento de La Paz, cuyas elites nunca
renunciaron a convertirse en sede oficial del gobierno ya que, si bien Sucre era la capital formal, la sede
del Poder Ejecutivo resultaba siendo itinerante e iba de una ciudad a otra segn la voluntad de los
caudillistas gobernantes de turno.
En medio de una debacle de su hegemona los diputados por Chuquisaca aprobaron en el
Congreso la llamada "Ley de radicatoria" el 14 de noviembre de 1898 que fijara definitivamente la sede
de gobierno en Sucre. Alarmados, los polticos paceos se unieron abandonando sus diferencias, ya sin
importar si eran liberales o conservadores, y constituyeron un "Comit Federal" que devino rpidamente
en una "Junta de Gobierno" que proclam "la federacin", o sea el federalismo. De ah a proclamar la
guerra era un paso, y as sucedi. La guerra estaba rpidamente declarada contra el gobierno
conservador del Presidente Fernndez Alonso, quien respondi desde Sucre movilizando al ejrcito. Los
paceos alzados calificaron su propio accionar como una revolucin y desde el da 12 de diciembre
organizaron la resistencia armada a la cabeza del Coronel Jos Manuel Pando, convocando a los
liberales de todo el pas a unrseles para "regenerar" Bolivia.
-
26
Segn se ve, eran dos facciones oligrquicas luchando por el poder, y a ello se sumaron
sentimientos regionalistas y una vasta insurreccin indgena que se pleg a los liberales pero que
buscaba sus propios objetivos. El resultado fue un enfrentamiento armado a gran escala desarrollado en
los territorios de cinco departamentos, incluyendo a Cochabamba que adquiri gran importancia
estratgica en el transcurso de la conflagracin.
Hay que mencionar que Cochabamba fue tras la cada de Melgarejo un epicentro de los
planteamientos federalistas, como bien lo comprueban las propuestas de los diputados cochabambinos
Nataniel Aguirre y Lucas Mendoza de la Tapia en la Asamblea Constituyente de 1871. El entusiasmo
federalista cochabambino puede explicarse por el hecho de que la regin entr en una gran crisis debido
a las polticas librecambistas que permitieron el ingreso de los competitivos cereales chilenos. Es decir
que, desde inicios de los aos 70, el Estado central estaba condenando a los mercados regionales, en
concreto a Cochabamba tradicional productor de cereales a participar slo subsidiariamente en las
estructuras socioeconmicas del pas. Frente a ello las elites cochabambinas decidieron movilizarse para
conservar su insercin en el mercado interior e impedir que se reduzca su participacin en el sistema
poltico.58 La movilizacin fue sobretodo intelectual y en el transcurso de los aos 80 y 90 se desat una
fiebre de discursos federales que impugnaban al centralismo y que llegaron a su mximo auge en 1898.
Empero, a decir de Pilar Mendieta, la ideologa federal no era parte slo de un debate intelectual, sino
tambin una necesidad demandada por las regiones y los poderes locales, e incluso, en opinin de
Forrest Hylton, hubo un "federalismo quechua-aymara".59 Valindose de la gran difusin de ideas y
sentimientos descentralizadores, los liberales usaron astutamente todos los descontentos regionales
acumulados y el federalismo se convirti en un argumento ideolgico para enfrentarse a la oligarqua
sucrense. En suma, el federalismo fue la consigna ms eficaz que manejaron los alzados paceos,
obteniendo poderosos efectos aglutinantes contra el gobierno de Fernndez Alonso.60
Por estas razones los liberales cochabambinos, esperanzados en que el federalismo beneficie a su
postergada regin, se involucraron prontamente en las labores de agitacin demandadas desde La Paz,
extendiendo la guerra a todos los valles y a la propia ciudad.
58 Mendieta, Pilar, Entre la alianza y la confrontacin. Pablo Zrate Willka y la rebelin indgena de 1899 en Bolivia, Plural/ASDI/IFEA/IEB, La Paz, 2012, 74, 75. 59 Se tratara de una versin india del federalismo que, segn Hylton, tena un fuerte contenido tnico e implicaba concepciones propias sobre la justicia, la ley, el honor y la propiedad de la tierra. Sintetizando, los componentes de esta especie de federalismo alternativo eran: autogobierno, manejo comunal de las tierras y cese de impuestos. Hylton, Forrest, "El federalismo insurgente: una aproximacin a Juan Lero, los comunarios y la Guerra Federal", Tinkazos, no. 16, 2004. 60 Mendieta, Pilar, Entre la alianza y la confrontacin, 77-81.
-
27
Fig. 4. Nota sobre bandolerismo en la guerra donde figuran Martn Lanza y Juan Atanacio Lara. Fuente: El Heraldo, 6 de marzo, 1899. Primeros movimientos rebeldes en Cochabamba
Rpidamente enterados del alzamiento federal en La Paz los liberales cochabambinos, que ya
estaban conspirando desde principios de diciembre, creyeron posible ganar para la causa revolucionaria
al Prefecto Soria Galvarro: un pragmtico ex-militante del Partido Liberal que se haba pasado al
alonsismo. El propio Ismael Montes pidi telegrficamente a Soria Galvarro desde La Paz unirse a la
rebelin federal. Por su parte, el Directorio del Partido Liberal de Cochabamba presidido por el
conocido aristcrata Venancio Jimnez tambin crey posible cooptar al Prefecto y le convoc a una
reunin a travs de Edelmira Galindo y Antonia Blanco, respetables mujeres de la elite cochabambina
quienes aseguraron a Soria Galvarro que la revolucin triunfara y que l sera recompensado con un
Ministerio o una Legacin si se una a ella. El astuto Prefecto acept la reunin pero propuso que se
-
28
desarrolle en la prefectura, mas nadie acudi porque los sediciosos entendieron que se trataba de una
celada para atraparlos.61
El Directorio Liberal cochabambino se vea en la urgencia de actuar inmediatamente ante un
telegrama suscrito por Fernando Guachalla desde La Paz y recibido por Venancio Jimnez, en el que se
exiga una "accin enrgica de los valientes hermanos del Tunari". Jimnez convoc a una reunin
clandestina el 15 de diciembre donde los numerosos asistentes decidieron formar un Comit de Guerra
Secreto para armar al partido. Tambin acordaron lanzar una convocatoria a un mitin pblico y popular
el da 17, que finalmente no se llev a cabo por la prohibicin del Prefecto que, amparado en el estado
de sitio, comenz a desplegar una accin represiva que mezcl ejemplarmente la inteligencia con la
violencia. El Comit de Guerra determin tambin que los miembros ricos del partido hagan una
contribucin econmica y asimismo se procedi a enviar emisarios hacia Punata, Quillacollo, Capinota y
La Paz para comunicar las decisiones y coordinar acciones armadas conjuntas.62
En Punata la situacin de los liberales haba ido mejorando los ltimos dos aos ante la
decadencia de la cuadrilla de los Crespos, y de hecho algunos de sus miembros se pasaron al liberalismo,
como fue el caso de Juan Atanacio Lara. Este joven abogado rompi con los Crespos desde 1896 lo
que no le libr de pasar una temporada en la crcel,63 jurando despus fidelidad a los liberales y
tejiendo una red de conspiradores que estaba consolidada desde principios de diciembre de 1898,
mediante la cual logr cooptar a militares que residan en el valle alto. Lara vio factible el alzamiento en
Punata pero necesitaba hombres formados en los cuarteles. Por ello busc al Mayor Luis G. Viscarra y al
Teniente Coronel Benigno Fiorilo. Convencidos stos formaron un grupo que proclam a Viscarra como
lder y se prepar apresuradamente para lanzarse a la rebelin el da de navidad. La madrugada del 25 de
diciembre de 1898 el grupo integrado por treinta o cuarenta hombres quizs algunos de ellos ex-
cuadrilleros de los Crespos, como lo era el propio Lara tom Punata desarmando exitosamente a las
autoridades y dando vtores a la federacin. Segn Lara, Punata fue "el primer pueblo de Bolivia que
secund al alzamiento federal paceo".64 El Subprefecto punateo, Ricardo Rollano, fue preso y la
pequea fuerza al mando de Viscarra atac inmediatamente Cliza donde fue rechazada por Manuel
Maldonado, el Intendente, quien custodiaba aqul pueblo con quince policas mal armados.65 61 Soria Galvarrro, Rodolfo, La rebelin de Cochabamba. Datos y rectificaciones para la historia, Tipografa y Librera Econmica, Oruro, 1899a, 24-27. 62 Jimnez, Venancio, Informe del presidente del Directorio Liberal Dr. Venancio Jimnez, El Comercio, Cochabamba, 1899, 16-22. 63 El Comercio, 5 de diciembre, 1896. 64 Lara, Juan Atanacio, Rasgos biogrficos del Teniente Coronel Benigno Fiorilo, Imprenta El Siglo XX, Cochabamba, 1901, 7. 65 Soria Galvarro, Rodolfo, La rebelin, 33, 34; Lara, Juan Atanacio, Rasgos biogrficos, 7; El Comercio, 26 de diciembre, 1898; El Heraldo, 26 de diciembre, 1898.
-
29
Derrotado y perseguido el improvisado grupo de Viscarra, Lara y Fiorilo volvi a Punata y
ciertos miembros suyos hirieron de muerte a Aurelio Arauco, colector del impuesto catastral, robando
2.000 bolivianos de su casa. Ante estos acontecimientos, sucedidos entre el 25 y el 27 de diciembre,
Lara fue calificado por la prensa como "joven conocido por sus delitos sin cuento [y] tambin
presidiario", mientras que de Cochabamba parta una columna militar para sofocar la rebelin punatea
unindose a las escasas fuerzas del Intendente cliceo Maldonado. "Los revoltosos" fueron perseguidos
y se dispersaron hacia Tiraque, "habiendo cometido en el trayecto infinidad de atentados i robos, muy
especialmente en la finca de Toralapa".66 El fuego de la revolucin y del bandolerismo se haba
encendido de forma rotunda y no iba a apagarse fcilmente.
Lanza entra en accin
Desde la crcel de Quillacollo, donde guardaba detencin por el caso Martnez, Lanza estaba al
tanto de la coyuntura y de las conspiraciones del Directorio Liberal cochabambino, participando de las
discusiones a travs de mensajeros. Cuando el caudillo obtuvo libertad provisional, hacia mediados de
diciembre, hizo conocer secretamente a Venancio Jimnez que se hara cargo de las acciones necesarias
en Quillacollo y todo el partido lo apoy. Enterado del alzamiento paceo y de la situacin de guerra
Lanza reuni a los Ligeros y prepar un ataque que result casi simultneo con el que realiz el grupo de
Lara, Viscarra y Fiorilo en Punata. La casi simultaneidad de ambos ataques sugiere que las acciones de
Punata y Quillacollo estuvieron previa y perfectamente coordinadas. El caso es que Martn, al mando de
trentaitantos hombres, atac la Subprefectura de Quillacollo la noche del 23 de diciembre, apoderndose
de una decena de fusiles y dando vivas al Partido Liberal y al coronel Pando. Acto seguido se intern en
la provincia de Ayopaya.67
Lanza opin que era conveniente retirarse a las montaas ayopayeas por considerarlas una zona
geogrficamente ptima para establecer una guerrilla mvil. La idea era reforzar la cuadrilla con ms
combatientes y tomar pequeos centros poblados, para luego avanzar hacia la ciudad segn el curso que
fuese tomando la guerra. Es preciso recordar que la provincia cochabambina de Ayopaya constituye un
vasto territorio cruzado por abruptas cadenas montaosas y valles estrechos y frtiles. La regin colinda
a la vez con zonas selvticas configurando una maravilla natural de diversos pisos ecolgicos donde
nieve, valle y trpico pueden formar parte de un mismo macropaisaje. En palabras de Charles Arnade
66 El Heraldo, 27 de diciembre, 1898; 29 de diciembre, 1898. 67 El Comercio, 26 de diciembre, 1898.
-
30
Ayopaya es "una reproduccin microscpica del mundo entero".68 Adems, la provincia de Ayopaya
cuenta con varias conexiones naturales con el departamento de La Paz, del que est dividida por el Ro
Grande, al otro lado del cual empieza la provincia pacea de Sicasica que tiene en Mohoza a su poblado
principal ms cercano al departamento de Cochabamba. Marie Danielle Demlas seala que en los aos
veinte del siglo XIX era posible alcanzar La Paz desde el extremo occidental de Ayopaya incluso sin
vadear el Ro Grande, pues exista una ruta que una los pueblos ayopayeos Palca y Machaca con los
Yungas y permita llegar a Inquisivi en tres das de camino. La movilidad de grupos armados en tal
territorio estaba asegurada gracias a la existencia de muchas sendas que hacan posible arribar, en un
slo da, a un paraje, una aldea o una hacienda que podan servir para aprovisionamiento. Por ltimo, al
final de los senderos con rumbo hacia el noroeste estaban los no muy distantes Yungas de La Paz,
frtiles, hmedos y boscosos.69
Fue en este dilatado territorio donde setentaisiete aos antes de 1898 Jos Miguel Lanza se hizo
cargo de la guerrilla ms antigua que existi en el Alto Per en el marco de la larga Guerra de
Independencia. Lanza nieto era muy consciente de eso y aquella experiencia pica lejana formaba parte
de su peculiar ideologa mesinica en gestacin. Todo el mundo saba que Martn era descendiente
directo de Jos Miguel Lanza, y el joven caudillo pas a creerse una reencarnacin de su abuelo hroe.
Si Jos Miguel luch por la independencia del Alto Per contra la corona espaola, Martn se sinti
llamado a continuar aquella lucha inconclusa y traicionada por polticos ambiciosos y autoritarios. Es
decir que, si bien la guerrilla de Ayopaya derrot a los espaoles, el problema era que ahora haba una
nueva opresin, pues la patria heredada por los mrtires estaba secuestrada por la corrupcin y la
injusticia. Dado que el alzamiento federal de 1898 se plante desde un principio en trminos de
revolucin y "regeneracin", Martn interpret espontneamente ese acontecimiento como una seal que
le enviaba el destino para que l retome el camino dejado por su abuelo. Era ciertamente una coyuntura
nueva y distinta, pero finalmente vivida en el mismo territorio y con los mismos ideales puestos en
juego: la libertad, la justicia y, por qu no, la conquista del poder y de la gloria. En suma el joven Lanza
era, o ms bien se crea, una especie de elegido, un hombre predestinado a convertirse en un hroe
mtico como Jos Miguel, creencia rpidamente difundida entre sus siempre crecientes aclitos y
devotos.
Cargado de estos sentimientos mesinicos Martn empez a avanzar junto a su cuadrilla hacia
Morochata, no sin antes aprovisionarse en las haciendas de su propiedad sacando caballos, mulas y otros
68 Arnade, Charles, La dramtica insurgencia de Bolivia, Juventud, La Paz, 1982, 51. 69 Demlas, Marie-Danielle, Nacimiento de la guerra de guerrilla, 177, 178.
-
31
pertrechos. En Illataco se despidi de su madre desconsolada que qued sola con la servidumbre de su
hacienda, ya que su marido haba muerto en 1889.
Acampando en quebradas y buscando refugio de las fuertes lluvias aqul verano fue
extraordinariamente lluvioso Lanza proyect tomar el pueblo de Morochata, en esos momentos la
capital de Ayopaya. Contaba con pocos hombres, debido a que consider oportuno dejar algunos en los
alrededores de Quillacollo para que merodeen, sirvan de espas y recluten potenciales combatientes.
En