gobiernos posrevolucionarios

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Profesora: Lina Kahuil Pacab. Alumno: José Manuel Centellano Pérez. Asignatura: Historia de México II Grado y Grupo: 2do A Semestre: III

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Compendio de los gobiernos despues de la revoulcion mexicano (1917-1934)

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Profesora: Lina Kahuil Pacab.

Alumno: José Manuel Centellano Pérez.

Asignatura: Historia de México II

Grado y Grupo: 2do A Semestre: III

Gobierno de Venustiano Carranza. Gobierno de Álvaro Obregón. Gobierno de Plutarco Elías Calles.

El Maximato y los presidentes bajo su

tutela. Gobierno de lázaro Cárdenas del Rio.

Introducción.

Este proyecto fue elaborado con el propósito de conocer a los personajes posrevolucionarios y ampliar el conocimiento de los alumnos de todas edades respecto a los gobiernos de aquel periodo. Toda la información fue recolectada de fuentes verídicas tanto en internet como en libros. Links: http://presidentes.mx http://memoriapoliticademexico.org Bibliografía: México a través de los siglos (María Carmen salinas Codinach) La historia de México (SEP)

Los gobiernos de la posrevolución: 1917-1924 Con el nombre de gobiernos de la revolución se designó a los gobiernos surgidos del movimiento armado de 1910, cuyo fin primordial fue consolidar el Estado mexicano de acuerdo a los preceptos establecidos en la Constitución de 1917. Estos gobiernos tienen como característica fundamental estar dirigidos por caudillos: personajes que habían participado en la revolución y que eran capaces de aglutinar a muchas personas y grupos en torno a ellos. En este periodo de la historia de México se ubican los gobiernos de Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón.

Gobierno de Venustiano Carranza 1917-1920

Venustiano Carranza toma posesión como presidente de la República el 1o. de mayo de 1917; tiene grandes dificultades para cumplir lo estipulado en los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917. El primero, referido a la propiedad de la tierra trajo consigo el problema de afectación de intereses extranjeros, sobre todo en los ámbitos minero, agrícola y petrolero; y continuas luchas agrarias. El segundo, referente al trabajo, provocó innumerables huelgas. Para solucionar esto, se crean la Comisión Nacional Agraria y la Secretaría de Agricultura y Fomento, dedicadas al estudio del reparto agrario y a la restitución de tierras. En este periodo también nace la Confederación Regional de Trabajadores Mexicanos (CROM). La Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo organiza las Cámaras de comerciantes e industriales. La política exterior se fincó en la tesis juarista: no permitir la injerencia extranjera en los asuntos de soberanía nacional. Al mismo tiempo, Carranza definió la posición mexicana de neutralidad durante la Primera Guerra Mundial; posición que no varió ni con las presiones de Estados Unidos ni con el telegrama Zimmermann, en el que Alemania pedía el apoyo de México a cambio de la ayuda posterior alemana para

recuperar los territorios de Texas, Arizona y Nuevo México. La posición de neutralidad inquebrantable le valió a Carranza el reconocimiento condicionado de Estados Unidos a su gobierno al término de la guerra. El gobierno carrancista se distinguió por su política nacionalista y latinoamericanista, buscando con ello el reconocimiento de los valores y costumbres propios y de los pueblos hermanos, en la búsqueda de una identidad que resultaba distinta a la anglosajona. En política interna, el gobierno se enfrenta a un país convulsionado: los años del movimiento armado han dejado a México al borde de la desintegración: es difícil gobernar un país donde proliferan los jefes regionales, los caciques que controlan férreamente las regiones que dominan. Así: En el territorio Norte de Baja California domina Esteban Cantú.

En Sonora, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta (establecen

políticas de moralización y se manifiestan movimientos en contra del grupo

inmigrante chino).

En Chihuahua y Durango, Francisco Villa.

En San Luis Potosí, los hermanos Cedillo. En Coahuila, Eulalio y Luis Gutiérrez.

En Jalisco, enfrentamientos político-religiosos entre el gobernador

Manuel M. Diéguez y el obispo Orozco y Jiménez, que presagian ya el conflicto

religioso llamado la rebelión cristera.

En Michoacán, se agudiza el problema de las gavillas: el hambre, el

desempleo, la carestía provocan la formación de estos grupos integrados por excombatientes revolucionarios que, aglutinados en torno a un jefe-caudillo, asaltan a pequeñas poblaciones indefensas.

En la Huasteca veracruzana y tamaulipeca, las tropas rebeldes de Higinio Aguilar y Manuel Peláez impiden el paso a los campos petroleros.

En Oaxaca, Félix Díaz intenta –sin éxito– controlar la región. Aquí también surgen grupos “soberanistas” que buscan la declaración de este Estado como territorio libre.

En Yucatán, el gobierno de Salvador Alvarado, de corte socialista, ha intentado cambiar el sistema de producción del henequén en beneficio de toda la población yucateca y no sólo de la casta divina como se

conocía al grupo terrateniente, dueño de grandes extensiones de tierra en esta región. Se crea la Comisión Reguladora del Henequén. Al término de la Primera Guerra Mundial, baja la demanda internacional de esta fibra y Yucatán no puede lograr un gran desarrollo económico.

En el centro del país es donde se siente el dominio del gobierno federal, pero no dejan de existir fuerzas rebeldes entre las que destaca Emiliano Zapata que domina el estado de Morelos y parte de Puebla, Guerrero, Tlaxcala, Distrito Federal y Estado de México. Éste es un movimiento restringido, con un sistema de guerrillas. A la muerte de Zapata, en abril de 1919, el movimiento zapatista queda al mando de Genovevo de la O. y Gildardo Magaña, aunque disminuye su esfera de influencia. En el ámbito social, para 1921 México había perdido un millón de habitantes con respecto a lo establecido en el censo de 1910. Esta reducción no sólo era consecuencia de la Revolución (se calcula que murieron alrededor de cien mil personas por esta causa) sino, principalmente, de la epidemia mundial de influenza en 1918, así como de otras epidemias regionales propiciadas por el mismo movimiento revolucionario: la emigración del campo a la ciudad y las escasas condiciones de higiene. También se redujo la población por una creciente emigración a los Estados Unidos que, durante la Primera Guerra Mundial, demandó mano de obra preferentemente agrícola: los famosos “braceros” empiezan a cruzar la frontera y no regresarán hastamque la gran depresión de los Estados Unidos en 1929 provoque crisis y desempleo recurrentes. En este periodo se hace evidente la movilización horizontal y vertical que hamtenido la sociedad mexicana durante la Revolución: la participación de poblaciones indígenas en los diferentes ejércitos ha provocado que aumente el mestizaje; la participación de todas las clases sociales en la Revolución (desde los campesinos hasta los profesionistas liberales) ha permitido el ascenso de muchos integrantes del ejército y la conformación de una nueva clase política mexicana que sustituye a la porfiriana. En política hacendaria, el gobierno carrancista se dedica a la revisión de las operaciones bancarias y a la regulación monetaria.

En esta época, México cuenta con varios periódicos: El Excelsior, de corte

conservador moderado; El Universal, de tendencia civilista; El Heraldo de México fundado por Salvador Alvarado y El Demócrata, del gobierno en función. El gobierno se perfila como civilista, como una forma de frenar el militarismo que tiene –en ese tiempo– un gran prestigio por sus raíces populares. Ejemplo de militar prestigiado es, sin duda, Álvaro Obregón que en 1917 renuncia a la Secretaría de Guerra y se retira a su natal Sonora para dedicarse a las labores agrícolas. Desde ahí, lanza un manifiesto donde critica la política del gobierno y lanza su candidatura a la presidencia de la República (1919). Otro sonorense, Adolfo de la Huerta, se lanza con el Plan de Agua Prieta donde desconoce a Carranza como presidente. Esta rebelión prende en la mayoría del país. Carranza decide retirarse de la capital y formar su gobierno

en Veracruz. En el trayecto, en un lugar llamado Tlaxcalantongo, Puebla, es traicionado por Rodolfo Herrero y asesinado el 21 de mayo de 1920. El Congreso nombra presidente interino a Adolfo de la Huerta, jefe de la rebelión de Agua Prieta y exgobernador de Sonora. Éste gobierna del 12 de junio al 30 de noviembre de 1920. Su gobierno:

Logra la pacificación del país, calmando a los grupos rebeldes como el zapatista, que se incorpora al grupo obregonista. Logra, también, la pacificación de Pancho Villa que se retira de la vida política; la rendición de Pablo González y Félix Díaz. Disminuye el problema de las gavillas. Su política resulta conciliadora.

De tendencia civilista, reglamenta la reorganización del ejército (de

doscientos mil elementos se reduce a cincuenta mil).

Convoca a elecciones en las que resulta triunfador Álvaro Obregón. Este último no se apoya en ningún partido, la contienda de los partidos políticos seda para lograr la mayor cantidad de curules en las Cámaras.

Gobierno de Álvaro Obregón 1920-1924

Aspectos relevantes del gobierno obregonista:

En política exterior:

Se firman Los Tratados de Bucareli con el gobierno de Estados Unidos por medio de los cuales se obtiene el reconocimiento diplomático de nuestro país y se garantizan los intereses y propiedades estadounidenses en México. Se reanudan los pagos establecidos en el Pacto De la Huerta-Lamont, restableciéndose el crédito externo. México queda más vinculado a la política hegemónica de los Estados Unidos.

En política interna:

Se restablece el crédito interno por medio de la liquidación y devolución de los bancos incautados durante el régimen carrancista. Se regula la función bancaria y se decretan la Ley sobre Bancos Refaccionarios y la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios.

La iniciativa privada apoya e impulsa a la industria manufacturera, principalmente en el ramo textil.

El sector agrícola es el eje vertebrado de la economía y mantiene su crecimiento de 5% anual. El Partido Nacional Agrarista (PNA) busca la redistribución de la tierra. Para debilitarlo, el gobierno apoya y fortalece a la Confederación Nacional Agraria. Surgen grupos independientes radicales que buscan una mejor redistribución agraria en estados como Michoacán, Jalisco, Tamaulipas o Yucatán.

Disminuye la explotación petrolera por agotamiento de algunos yacimientos. Proporciona alrededor del 25% de los ingresos totales de México.

Se normaliza la producción minera.

Se fortalece el movimiento obrero con la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM) con el apoyo del gobierno obregonista. Estallan varias huelgas, la más importante fue la del gremio ferrocarrilero reprimido violentamente. En Veracruz y Yucatán, algunas organizaciones obrerocampesinas se radicalizan y llegan a crear situaciones de gran conflicto social como la huelga de inquilinos en el estado de Veracruz.

Uno de los aciertos más importantes del gobierno obregonista se da en política educativa y cultural. Se establece la Secretaría de Educación Pública y es nombrado secretario de ésta a José Vasconcelos que fungía como rector de la Universidad Nacional. Hombre inteligente, culto, soñador, inicia la campaña educativa y cultural más importante que ha tenido nuestro país. Buscó establecer los valores de nuestra cultura sin descuidar los valores fundamentales y eternos de la cultura universal. Su esfuerzo se centró en la educación básica, reorganizándose la enseñanza primaria: establece las Misiones Culturales que llevaron las campañas de alfabetización a todos los rincones de México; las Escuelas Rurales educan a los hombres del campo mexicano, exaltando los valores indígenas, las artes populares y las culturas propias. Se estableció la enseñanza secundaria. Se editaron a los Clásicos (obras de Platón, Goethe, Dante...) a precios simbólicos para que pudieran ser adquiridos por toda la población. Se construyeron Escuelas Normales en todas las regiones. Se impulsó la educación técnica, industrial y comercial. Se apoyó la pintura mural: grandiosos murales de Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros adornaron los principales edificios públicos. Apoyó la creación de bibliotecas públicas.

Muere asesinado Francisco Villa en su rancho de Parral, Chihuahua el 20 de julio de 1923.

Al final de su gobierno, Obregón apoya la candidatura de Plutarco Elías Calles, lo que provoca la revuelta de la huertista. Adolfo de la Huerta, apoyado por Guadalupe Sánchez en Veracruz y por militares de prestigio como Salvador Alvarado, Manuel M. Diéguez, Antonio I. Villarreal y Manuel García Vigil, entre otros, se lanza con más de 60,000 hombres en contra del gobierno. Obregón, militar experimentado y hábil, vence a los rebeldes. La rebelión dejó muchos muertos (alrededor de siete mil) y un costo de más de cien millones de pesos. En marzo de 1924, el país vuelve a la calma y se convoca a elecciones en las que resulta triunfador Plutarco Elías Calles.

Gobierno de Plutarco Elías Calles: 1924-1928

Entre los aspectos sobresalientes de su gestión se encuentran: Integra un gabinete plural: obregonistas como Alberto J. Pani y Aarón

Sáenz; jóvenes como Manuel Gómez Morín; sonorenses como Gilberto Valenzuela y Luis L. León; seguidores propios como Joaquín Amaro en la Secretaría de Guerra que moderniza al ejército mexicano.

En política monetaria y crediticia, establece el Banco de México (como banco único de emisión de moneda, lo que favoreció la confianza en el desarrollo económico del país), el Banco de Crédito Agrario y la Comisión Nacional Bancaria.

En política agropecuaria se inician obras muy importantes de riego por medio de la Comisión Nacional de Irrigación y para vincular el campo con las zonas urbanas se creó la Comisión Nacional de Caminos, que proyecta diversas carreteras como la México-Puebla. Se funda el Banco de Crédito Agrícola y la Comisión Nacional Agraria. Se moderniza y amplía el sistema ferroviario. Para reglamentar la repartición de tierras ejidales se promulga la Ley Fraga. Se crean las primeras escuelas agrarias.

En el ámbito obrero se crea la Ley de Pensiones Civiles y un nuevo Código Civil. Apoyo irrestricto del gobierno a la CROM y a su dirigente Luis N. Morones.

En política exterior estableció vínculos con otros países como la URSS y apoyó al movimiento de César Augusto Sandino en Nicaragua.

El Maximato.

Fue un periodo histórico y político dentro del desarrollo histórico de México que corre

de 1928 a 1934. Este periodo debe su nombre a Plutarco Elías Calles, quien era

conocido como El jefe máximo de la Revolución. Elías Calles sólo fue presidente en el

periodo 1924-1928, pero en los seis años siguientes, se sucedieron tres presidentes,

todos ellos subordinados en menor o mayor medida a los intereses y políticas del ex

presidente. Los presidentes, y sus respectivos mandatos, son:

* Emilio Portes Gil (1928-1930), designado por el Congreso para sustituir al presidente

electo Álvaro Obregón, asesinado antes de asumir el cargo.

* Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), electo para completar el periodo.

* Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), sustituto de Ortiz Rubio quien renunció al cargo.

La influencia del ex presidente llegó a su fin cuando Lázaro Cárdenas le expulsó del

país en 1936, luego de haber sido electo presidente en 1934.

Emilio Portes Gil.

Emilio Portes Gil fue Presidente de México del 1 de Diciembre de 1928 al 5 de Febrero de 1930. Nace en Ciudad Victoria, Tamaulipas el 3 de Octubre de 1890. Su abuelo Simón de Portes, honrado y talentoso político originario de República Dominicana, quien en el primer tercio del siglo XIX salió de su patria y vino a radicar a Tamaulipas. Su padre Domingo Portes mueré cuando Emilio solo tiene 3 años. Su madre, doña Adelaida Gil, fue la encargada de mantenerlo y de modelarlo en su niñez.

Estudió la primera en su escuela natal, y la secundaria en la Escuela Normal de Ciudad Victoria. Posteriormente se trasladó a la ciudad de México, donde ingresó en 1912 a la Escuela Libre de Derecho , se recibió como abogado en 1915 con la tesis "Nombramiento de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia" a propuesta interna de los gobiernos del Estado.

Fue director del periódico "El Cauterio" en Cd. Victoria, Tamaulipas. En 1915 inicia su carrera política como magistrado del Tribunal Superior de Justicia. Fue diputado federal en 1917, 1921 y 1923

En 1920 se adhirió a la Revolución de Agua Prieta, siendo brevemente gobernador provisional de Tamaulipas. Dos años después contrajo matrimonio con Carmen García González. El 17 de mayo de 1924, fundó el Partido Socialista Fronterizo. En 1925 fue electo gobernador de la misma entidad, realizando en el gobierno una importante actividad legislativa promoviendo la organización de obreros y campesinos. Ejerció fuerte influencia en los gobiernos y en la política de Tamaulipas desde 1928.

Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles fue Secretario de Gobernación del 28 de Agosto al 30 de noviembre de 1928. Al ser asesinado Álvaro Obregón, Emilio Portes Gil fue designado por el Congreso, Presidente Interino de la República iniciando su periodo el 1 de Diciembre de 1928.

Durante su breve administración, concilió el gobierno con la iglesia y otorgó la autonomía a la Universidad de México, inició una campaña nacional contra el

alcoholismo, dio fin a la rebelión cristera y rompió relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. Enfrentó la rebelión del general José Gonzalo Escobar (1929) que recrudecía el movimiento cristero alzado desde 1926. Además creó el Comité Nacional de Protección a la Infancia; inauguró el servicio postal aéreo entre México y Ciudad Juárez.

Contituyó formalmente el Partido Nacional Revolucionario, (que posteriormente se transformaria en el PRI) y se llevaron a cabo las elecciones para Presidente, obteniendo el triunfo político Pascual Ortíz Rubio, a quien entregó el poder el 5 de febrero de 1930.

Una vez terminada su administración, Portes Gil fue Secretario de Gobernación del Presidente Ortiz Rubio, Presidente de Cómite Ejecutivo del Partido Nacional Revolucionario, Ministro Plenipotenciario en Francia, Procurador General de la República y Secretario de Relaciones Exteriores, puestos que ejerció en diversos gobiernos, ocupando además otros cargos de relieve nacional.

Emilio Portes Gil destacaría también como escritor, escribió multiples artículos

periodísticos y dictó conferencias. En los últimos años de su vida, se dedicó a

redactar testimonios de las experiencias de su actuación en la vida pública en

México. Entre sus obras destacan la "Autobiografía de la Revolución" y

"Raigambre de la Revolución en Tamaulipas". Falleció el 10 de Diciembre de

1978 en la Ciudad de México, a la edad de 88 años.

PASCUAL ORTÍZ RUBIO

En 1910, se unió a la Revolución bajo las órdenes de Joaquín Mass. Al triunfo de Madero fue nombrado diputado federal y al apoderarse Huerta del gobierno fue hecho prisionero. Ya puesto en libertad, se unió a Venustiano Carranza y obtuvo el grado de coronel.

En 1914, se le comisionó para valorar los bienes intervenidos y poco después fue enviado a Estados Unidos para hacerse cargo de la impresión de papel moneda infalsificable. En 1918 fue electo gobernador de Michoacán, durante su gobierno elevó a la categoría de Universidad al Colegio de San Nicolás. En 1920 se unió al Plan de Agua Prieta. Durante el gobierno de Álvaro Obregón fue designado secretario de Comunicaciones y Obras Públicas; debido a fricciones políticas con miembros del gabinete obregonista renunció y en el año de 1921 se exilió y se estableció en España.

El Presidente Calles, lo nombró en 1924 embajador de México en Alemania, y dos años después, en Brasil. En 1929 se hizo cargo de la Secretaría de Gobernación. El 5 de febrero de 1930 tomó posesión de la Presidencia de la República, venciendo a su contrincante José Vasconcelos.

Durante su gestión fue reconocida la República Española, México ingresó en la Liga de las Naciones, se ratificó la libertad de cultos, dividió la Península de Baja California en Norte y Sur; el territorio -hoy Estado- de Quintana Roo fue suprimido e integrado en Yucatán y Campeche. Se puso en servicio la carretera México - Laredo y por irregularidades y quejas declaró desaparecidos los poderes en los estados de Colima, Nayarit, Durango y Guanajuato. Decretó la Ley Federal del Trabajo.

En septiembre de 1931, renunció a su cargo al no aceptar más intromisiones del general Calles en su gobierno. Entregó la Presidencia provisionalmente a Abelardo L. Rodríguez para después viajar a Estados Unidos. En 1935 regresó a México para incorporarse al gabinete de Lázaro Cárdenas, como gerente de

la compañía Petromex. Murió en la Ciudad de México el 4 de noviembre de 1963.

Abelardo L. Rodríguez

El 02 de septiembre de 1932, Pascual Ortiz Rubio renunció a la silla presidencial un día después de haber dado su II informe de gobierno. Y fue cuando el Congreso de la Unión tomó en cuenta lo que marca el artículo 86° de la Constitución mexicana y aprobó dicha renuncia y eligió a un sustituto para que concluyera con el periodo presidencial que había dejado Pascual.

Así fue como se hicieron propuestas para el presidente sustituto y debía ser elegido del mismo partido del presidente que renunció, el Partido Nacional Revolucionario (PNR). Los que figuraron fueron Alberto J. Pani, Joaquín Amaro Domínguez, Abelardo L. Rodríguez y Juan José Ríos. El Congreso de la Unión eligió a Abelardo L. Rodríguez como el nuevo presidente sustituto y tomó posesión el 04 de septiembre de 1932.

Durante su administración promulgó la Reforma Agraria a la Constitución, la cual evitaba la reelección inmediata de todos los cargos de elección popular del país. Es importante saber que dicha reforma se estableció hasta el 29 de abril de 1933. También realizó lo siguiente:

- Reformó la Ley del Patrimonio Ejidal.

- Creó el banco hipotecado y de obras públicas (lo que actualmente es el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) y comenzó a funcionar en febrero de 1933.

- Estableció la Ley de Beneficencia Privada y con eso estableció los organismos privados de altruismo, los cuales fueron regulados por la Secretaría de Gobernación y más tarde (hasta el 2004) pasó a formar parte de la Secretaría de la Función Pública.

- Envió al Congreso de la Unión la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

- El control total de cambios le fue otorgado al Banco de México por decreto del 02 de mayo de 1933.

- Es fundamental saber que Plutarco Elías Calles en junio de 1933 expresó a Abelardo L. Rodríguez la conveniencia de elaborar un programa de acción para aplicarse en el siguiente periodo presidencial. Y efectivamente el “Plan Sexenal” se convirtió en un programa de transformación.

- El 05 de enero de 1934 estableció el salario mínimo.

Es preciso saber que el 29 de septiembre de 1934 Abelardo L. Rodríguez inauguró el Palacio de Bellas Artes en el centro histórico de la Ciudad de México. Estaba acompañado por su gabinete, el cuerpo diplomático, funcionarios públicos y artistas de diferentes lugares. Una vez que se inauguró dicho lugar, se realizó un número musical de la Orquesta Sinfónica, la Sinfonía Proletaria y la Orquesta de Carlos Chávez. Se presentaron varios cantos a cargo del personal trabajador de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El presidente Abelardo dio un discurso, así como también se hizo por parte Antonio Castro Leal, quien era el jefe del departamento de las Bellas Artes. Los comienzos de éste se iniciaron durante el gobierno de Porfirio Díaz y finalmente se finalizó durante el gobierno de Abelardo L. Rodríguez, es por eso que él inauguró dicho lugar.

Su administración finalizó el 30 de noviembre de 1934 y su sucesor fue Lázaro Cárdenas. Cuando Abelardo dejó la silla presidencial se retiró definitivamente de la vida política y lo volvieron a ver hasta 1941 cuando México fracasó en la Segunda Guerra Mundial y el que era en esa época el presidente (Manuel Ávila Camacho) pidió a todos los ex presidentes del país que estuvieran vivos a realizar una marcha de unidad nacional en la Palacio Nacional.

Así fue como retomó su vida pública y en 1934 fue elegido Gobernador del estado de Sonora. Trabajó mucho en dicho cargo porque para él, la educación era un punto muy importante para el país, no sólo para su estado y así fue como Abelardo fundó la Universidad de Sonora.

También fundó el Banco Mexicano, el Mexicano Occidente y el Banco de Crédito Mexicano. Creó Pesquería del Pacífico, Atún Mexicano y Astilleros Rodríguez. En el año de 1948 renunció a su cargo como gobernador de Sonora por problemas de salud y vivió alejado de la vida pública hasta los últimos días de su vida. Abelardo L. Rodríguez murió el 13 de febrero de 1967 en la Jolla, California en los Estados Unidos.

Lázaro Cárdenas del Río.

El 1 de diciembre de 1934 fue electo Presidente de México. Posteriormente, durante el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho, fue Secretario de Guerra y Marina.

Dueño de un trato muy sencillo y cordial, Cárdenas cosechó en vida más

amigos que enemigos. Recibía en su casa desde campesinos hasta altos

funcionarios.

Sus primeros años en el gobierno quedaron marcados por el enfrentamiento

con el General Plutarco Elías Calles, a quien finalmente obligó a abandonar el

país en 1936 y quien se exilió en Estados Unidos. Para consolidar su poder,

creó una serie de organismos sindicales de carácter oficioso como la

Confederación Nacional Campesina CNC y la Confederación de Trabajadores

de México CTM y procedió a reorganizar su partido, ahora bajo el nombre de

Partido de la Revolución Mexicana, modificando su estructura, por lo que de

ser una federación de partidos locales y regionales, se integró con cuatro

grandes sectores (campesino, obrero, popular y militar).

Cárdenas se caracterizó por acoger a los exiliados republicanos españoles que

debieron salir de su país por la Guerra Civil española entre 1937 y 1942. En

1937, por intercesión de su esposa Amalia Solórzano, quien presidía el Comité

de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, asiló a 456 menores, huérfanos de la

guerra civil e hijos de combatientes republicanos que fueron llevados a México,

a petición del Comité Iberoamericano de Ayuda al Pueblo Español, dándoles

alojamiento, sustento y educación en la ciudad de Morelia. Con el pasar de los

años el grupo fue conocido como los Niños de Morelia. Su apoyo a la

República Española no se limitó a esto, la defendió en foros internacionales e

intentó ayudarla económicamente, incluso con exportación de armas; el

gobierno de Roosevelt se opuso a estos planes. Al finalizar la guerra con el

triunfo del ejército sublevado, Cárdenas puso bajo su protección a los exiliados

españoles en Francia, incluyendo al Presidente Manuel Azaña, quien murió

bajo protección diplomática mexicana y fue enterrado envuelto en una bandera

mexicana, porque las autoridades colaboracionistas francesas se negaron a

que fuera enterrado con la bandera española republicana. Cárdenas, Rafael M

Pedrajo, y los diplomáticos del régimen, lograron que decenas de miles de

exiliados fueran acogidos en México, incluyendo numerosos intelectuales que

enriquecieron sensiblemente la cultura mexicana.

Entre 1937 y 1938 completó la nacionalización de la red ferroviaria y, después

de un conflicto obrero patronal, expropió los bienes de las compañías

petroleras residentes en México, lo que provocó la ruptura de relaciones con el

Reino Unido. Enfrentó una intentona golpista encabezada por el general

Saturnino Cedillo, con quien trató de dialogar por medio de su Jefe del Estado

Mayor Presidencial, el coronel Ignacio M. Beteta. Finalmente Cedillo resultó

muerto en combate.

También durante su mandato se transformó el Castillo de Chapultepec, antigua

residencia de los gobernantes del país, dando lugar al Museo Nacional de

Historia. De igual modo impulsó iniciativas para clausurar casas de juego y,

rompiendo con la estrategia seguida por Calles, cesó la hostilidad hacia la

iglesia católica. Asimismo, en el ámbito social y académico enfocado a la

educación fundó el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de México

(Colmex,) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros.

Modificó la Ley Agraria, amplió también la red de carreteras y permitió la

entrada a los refugiados políticos de muchos países, entre ellos 40 mil

refugiados españoles de la guerra civil.

Al término de su mandato, estuvo al mando de la región militar del Pacífico en

la Segunda Guerra Mundial, y -como parte de la estrategia de unidad nacional

seguida por su sucesor- fue también Secretario de la Defensa Nacional del

presidente Ávila Camacho hasta el fin del conflicto. Fue vocal ejecutivo de

algunas empresas y presidente de administración de la Siderúrgica Las

Truchas,[cita requerida] empresa que hoy lleva su nombre.

De su matrimonio con la señora Amalia Solórzano nació su hijo Cuauhtémoc,

quien años más adelante sería: senador, gobernador de Michoacán, jefe de

gobierno de la Ciudad de México y candidato a la presidencia de la República

en tres ocasiones. Su nieto, Lázaro Cárdenas Batel, quien también ha

incursionado en la política, estuvo a cargo de la gubernatura del Estado de

Michoacán en el periodo 2002-2008.

Lázaro Cárdenas está considerado como uno de los más respetados

presidentes de México debido a sus contribuciones en materia social y

económica para el país. Hay quienes, sin embargo, refutan esta idea con base

en los resultados políticos de largo plazo que originaron su conformación

popular y corporativista del sistema político mexicano. Aunque esto no sea

atribuible a Cárdenas directamente y sí, en cambio, a sus sucesores priístas,

quienes fueron minando poco a poco los logros socio-económicos de

Cárdenas.

Cardenismo.

Cardenismo es el nombre de la corriente ideológica inaugurada por Cárdenas;

pero también se le llama así a la etapa en la que gobernó México de 1934 a

1940, aunque algunos detractores prefieren el término "Cadete". La corriente

política del Cardenismo, surge así:

El ejército apoya el cardenismo y es leal a él, ya que le ha dado voz y voto y el

poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a tener, no amenaza el poder

militar, sino lo consolida, aunque a partir de Cárdenas el poder lo ostente la

presidencia más que los generales.

Con los trabajadores impulsó el tema de los derechos mediante una gran

confederación de trabajadores en donde todos estuvieron unidos al Estado y el

Estado se comprometió a velar por los intereses de ellos.

El sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro Cárdenas porque se les

ofrece y entrega la reforma agraria.

A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.

A la iglesia la incluyó en su proyecto.

Cuando Lázaro Cárdenas fue designado candidato presidencial, ya era uno de

los divisionarios más importantes del ejército. Había sido un fiel subordinado de

Calles, no había atacado a Ortiz Rubio, ni compartido las opiniones

conservadores de Calles sobre política agraria. Desde el primer momento

empezaron a surgir tensiones dentro del nuevo gobierno. Estallaron debido, en

gran medida, a la ola de huelgas que se desató tras la toma de posesión de

Cárdenas y a la actitud benigna que ante las mismas adoptó el presidente.

Cárdenas actuó con rapidez ejerciendo el poder que le quedaba a la

presidencia en tanto jefatura del ejército. Antes de que el callismo pudiera

reaccionar, el Maximato había tocado a su fin y se iniciaba la era cardenista.

La desaparición de Calles y su grupo del escenario político logró que las aguas

de la política volvieran a su cauce normal. Terminaba su tarea de eliminar a los

callistas irredentos del PNR, el Congreso y las gubernaturas de los estados,

Emilio Portes Gil mismo, dejó la presidencia del PNR. Cárdenas lo sustituyó

con un hombre de su total confianza, Silvano Barba González.

Por temor a la política obrera de Cárdenas, surgiría una corriente anticardenista

dentro del ejército, la institución armada permanecería hasta el final obediente

a las órdenes del presidente, y el secretario de Guerra, Manuel Ávila Camacho,

sería el sucesor de Cárdenas.

Cuando decidió deshacerse de Calles no le quedó otro camino que fortalecer a

la presidencia allegándose la fuerza de los sectores populares. La reforma no

tocó sólo la periferia, sino el corazón mismo de la agricultura comercial.

Después del cardenismo, la agricultura mexicana no volvería a ser la misma, la

gran propiedad heredada de la Colonia y afianzada en el siglo XIX, fue

trastocada en su médula por virtud de la reforma agraria que se impulsó desde

la presidencia de la República.

Cárdenas aceleró el proceso de unificación del movimiento obrero hasta llegar

a la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). La CTM,

organizada a principios de 1936, junto con la CNC, se convirtió en un pilar del

cardenismo, aunque la base no llegó a mostrar la incondicionalidad del

movimiento campesino, los organismos obreros sostuvieron la candidatura de

quien Cárdenas había designado como sucesor, el general Ávila Camacho.

En torno al desarrollo económico del país, Cárdenas llegó a considerar que

estaba en la posibilidad de optar entre dos alternativas para ese desarrollo,

imitar la estrategia del modelo capitalista seguido por las sociedades

industrializadas o intentar un camino diferente que combinara el crecimiento de

la producción con el desarrollo de una comunidad más integrada y más

equitativa. La utopía propiamente cardenista, consistiría en tratar de ir más allá

del keynesianismo o del fascismo, sin desembocar en el modelo soviético.[cita

requerida]

El deterioro repentino de la economía en 1938 fue resultado directo de la crisis

petrolera. La expropiación petrolera de ese año no sólo afectó a los

exportaciones de combustibles sino que, arrastró tras de sí también las ventas

de minerales y detuvo las inversiones del sector privado de la economía.

La actividad agropecuaria y la exportación de minerales y petróleo, se vieron

sometidos a una dura prueba. El país asistió a un principio de sustitución de

importaciones a la vez que al uso intensivo de la capacidad instalada. La

política gubernamental favoreció el aumentó de su uso a cerca del 100%. El

estado asumió nuevas funciones: “Estado activo”, involucrado directamente en

la producción y creación de infraestructura.

Las regiones norte y centro del país, experimentaron los mayores crecimientos

de la producción agrícola por habitante y la menor participación del ejido en el

total de la superficie cultivada. La zona norte de la costa del Pacífico, tuvo el

menor índice de crecimiento productivo. El ejidatario siempre contó con un

financiamiento menor que el propietario privado. La baja en el valor de la

producción no necesariamente significó un empeoramiento de la situación del

campesino. Por el contrario, el consumo de alimentos aumentó en las zonas

rurales sin que lo registrara la economía monetaria. Los ejidos, contaron con

muy pocos insumos, usaron los que tenían a la mano: tierra y trabajo, lo cual

ayudó a un empleo más racional de estos medios de producción e hizo

descender el desempleo rural. La reforma agraria no produjo un crecimiento

inmediato de la economía pero los beneficiados por el proceso vieron de

inmediato mejorada su forma de vida. El campesino que recibió la tierra

durante el gobierno de Cárdenas, mejoró su posición social y económicamente.

En el momento culminante del cardenismo, los gastos de tipo económico

fueron superiores al 40%, destinados fundamentalmente al desarrollo de las

comunicaciones, la irrigación y el crédito a la agricultura.[cita requerida]

El “estado activo”, del cardenismo siguió ensanchando la estructura

institucional. En 1934, Abelardo Rodríguez había creado la Nacional financiera

(NAFINSA), cuya tarea original era administrar los bienes raíces que la crisis

económica anterior había dejado al sistema bancario por quiebras de los

prestatarios. Empezó a actuar como sería en el futuro: el banco de desarrollo

del gobierno. Ante los conflictos con las empresas eléctricas extranjeras, se

creó la Comisión Federal de Electricidad, que con el paso del tiempo sería la

empresa dominante.

La Gran Depresión golpeó muy duramente al comercio exterior de México al

cerrarle mercados a algunas de sus materias primas, pero durante el primer

año de gobierno de Cárdenas, por la economía de guerra que se había

instalado en el mundo, el intercambio con el exterior se había recuperado

bastante y la exportación ascendió a poco más de doscientos millones de

dólares.

Cuando Cárdenas asumió la presidencia, la producción de petróleo, aunque

baja respecto al pasado, comenzó a crecer nuevamente. El esfuerzo mexicano

por colocar su petróleo en los países del Eje y en América Latina permitió que

las ventas al exterior subieran. A partir de entonces y por muchos años la

producción de PEMEX se destinaría básicamente a cubrir el mercado interno,

en el corto plazo, el petróleo dejó de ser un proveedor de las necesarias divisas

extranjeras.

México, podía aprovechar la experiencia derivada de la industrialización de los

países capitalistas avanzados para no repetir sus errores ni pagar su enorme

costo social; buscaba una “industrialización consciente”, construir un México de

ejidos y de pequeñas comunidades industriales. El cardenismo visualizaba al

México del futuro como un país predominante agrícola, rural y cooperativo.

Empezó a sustituir importaciones de bienes de consumo. Aparecieron nuevas

industrias y se encumbraron nuevos empresarios.

Cárdenas adoptó una línea bastante clara con relación al movimiento obrero.

Tomó el Plan Sexenal, y apoyó la cláusula de exclusión y el rechazo de

“sindicatos blancos”. Este proyecto, llevó a Vicente Lombardo Toledano y a la

CGOCM a encabezar, un bloque de organizaciones sindicales de respaldo

activo a la política del presidente. El Pacto de Soliradidad tenía por objeto

neutralizar las presiones del callismo y sentar las bases de un magno congreso

obrero y campesino del cual pudiera surgir una central única de todo el

movimiento laboral, la nueva organización debería aceptar como premisa la

existencia de la lucha de clases y la imposibilidad de la cooperación con la

clase capitalista.

Cárdenas quien al principio de su mandato insistió en que no era necesario

expulsar a Calles y a sus seguidores, pasado un tiempo, en abril de 1934,

cambió de parecer, y el ex Jefe Máximo y Morones, fueron sustraídos

sorpresivamente de sus domicilios y exiliados. La reacción negativa de los

empresarios a la política obrera cardenista, subrayó la necesidad de poner fin

al conflicto entre las agrupaciones obreras y dar paso a un frente unido de los

trabajadores.

Desechó los temores de que los comunistas pudieran ponerse al frente de la

nueva pirámide porque a su juicio la raíz de la agitación obrera era

básicamente el incumplimiento de las justas demandas de las masas

trabajadores.

Lombardo Toledano fue electo secretario general de la CTM. Los estatutos de

la confederación refrendaron el principio de la lucha de clases, y la

transformación de la sociedad capitalista en socialista. La lucha ideológica

sería por el fin de la historia: la sociedad socialista y la abolición de la

propiedad privada.

Cárdenas había propuesto que los salarios no se fijaran según el péndulo de la

oferta y la demanda de trabajo, sino según la capacidad de cada empresa para

seguir actuando de manera redituable. El criterio abrió aún más las puertas del

conflicto laboral y las huelgas aumentaron.

Entre los conflictos más espectaculares de 1936 estuvo el de los ferrocarrileros,

que llevaría a la nacionalización de esa actividad. También el de los

trabajadores agrícolas de la Laguna. La huelga contra toda la industria

petrolera, se volvió un problema político nacional que obligó al gobierno a

intervenir para evitar que la paralización de actividades dejara al país sin

combustible.

La nacionalización de la industria petrolera, una de las decisiones de mayor

peso para el futuro y para la conformación de la nación. El apoyo del gobierno

a las demandas obreras condujo a la expropiación de las empresas, lograron

contratos colectivos con ganancias sustanciales para los trabajadores.

El Plan Sexenal, consideró que el motor de la producción agraria debía ser el

ejido y reiteró la necesidad de apoyarlo con crédito e infraestructura. Dar tierra

al campesino por la vía ejidal significaba organizarlo, se trataba de hacer

irreversible el cambio de estructura en el agro mexicano. Cárdenas no sólo es

el presidente que repartió más tierra sino también el que dio las mayores

parcelas. Creó el Banco Nacional de Crédito Ejidal.

La memoria de las grandes expropiaciones cardenistas pareció total por

primera vez desde el reparto de tierra en Morelos durante la revolución, el

verdadero corazón agrario de la Revolución Mexicana. Uno de los apoyos

visibles a la candidatura de Cárdenas, había sido la CCM, procedió a formar

entonces la Confederación Nacional Campesina CNC, sostuvo que la única

forma de defender los intereses de los trabajadores del campo era admitiendo

la realidad de la lucha de clases.

La meta de la CNC, era la socialización de la tierra, la central debía volver al

ejido la unidad de producción básica, a la manera del koljós. Acabar con el

latifundio, solidarizarse con las demandas de los obreros y apoyar la educación

socialista de las masas campesinas. Se precisó en sus estatutos que sería la

única organización representativa de los campesinos.

La UNS se manifestó desde el principio en contra del ejido y pidió que se

desarrollara en el sentido de apoyar y consolidar a la pequeña propiedad

privada. Almazán presentaba un programa que atacaba la “colectivización” del

país: revivir la encomienda, comprometió a buscar un remedio inmediato a lo

que él describió como el “desastre agrario”; según el programa de Almazán, no

habría más reparto de propiedades privadas. El Segundo Plan Sexenal, del

general Manuel Ávila Camacho, que en su capítulo agrario dejó claro que se

impediría la reconstrucción del latifundio, el ejido seguiría recibiendo el apoyo

del Estado.

Desapareció el Partido Nacional Revolucionario, surgiendo el Partido de la

Revolución Mexicana, que apoyaba la política presidencial: obrero, campesino,

popular y militar. Al producirse el conflicto entre el presidente Lázaro Cárdenas

y el Jefe Máximo, la cúpula directiva del PNR se encontraba claramente

dividida. La crisis llegó a su punto culminante en septiembre, cuando las

diferencias entre cardenistas y callistas dieron por resultado un encuentro a

balazos en plena Cámara. El partido oficial se convirtió rápidamente en una de

las bases más sólidas del presidencialismo posrevolucionario. Lombardo

proponía la alianza de la CTM con el PNR, la flamante Confederación Nacional

Campesina CNC y el Partido Comunista Mexicano. Cárdenas no dejó ir muy

lejos el proyecto.

El conflicto entre el gobierno de Cárdenas y las empresas petroleras de

nacionalidad extranjera, tenía un antiguo linaje. Durante un buen periodo sólo

debían pagar el impuesto del timbre, menos del 1% del valor de la producción.

La situación cambió al iniciarse la Revolución y percatarse el gobierno por

primera vez del gran potencial petrolero del país. Las grandes exportaciones

del petróleo fueron vistas como una fuente idónea para cubrir los grandes

déficits presupuestales.

El párrafo IV del artículo 27 de la nueva Constitución declaró los depósitos

petroleros propiedad de la Nación. Al iniciarse los años treinta, México era ya

un productor marginal, situación que cambió, con los descubrimientos de Poza

Rica en 1930. La compañía inglesa El Águila y el gobierno mexicano llegaron a

un entendimiento sobre la explotación de Poza Rica, aceptaba pagar regalías

del 15% y el 35% del valor de la producción.

El choque definitivo del gobierno y las empresas petroleras se originó por un

enfrentamiento de las empresas y sus obreros, los trabajadores petroleros se

encontraban entre los mejores pagados del país. Sin embargo, no había

llegado a forma un sindicato único que estableciera las condiciones de trabajo

para toda la industria, crearon el STPRM, y se afilió a la CTM. Las empresas

rechazaron el monto del aumento pedido, los expertos nombrados abordaron el

tema de que la presencia de las empresas petroleras extranjeras había sido

más perjudicial que benéfica para el país.

El 1° de marzo de 1938 la Suprema Corte dictaminó un laudo mediante el cual

las compañías perdían el jucio laboral que habían emprendido en las instancias

inferiores del sistema judicial y debían otorgar un aumento de 26 millones. Las

empresas se negaron. Si el gobierno no hacía nada en contra de la rebeldía de

las empresas, su prestigio y capacidad de liderato quedarían en entredicho.

Cárdenas hizo saber al país la decisión de su gobierno de cortar por lo sano y

expropiar a las empresas petroleras, el 18 de marzo de 1938.

Las países afectados por la medida del presidente Cárdenas, Gran Bretaña

particularmente, criticaron la medida expropiatoria y pusieron en duda la

capacidad del país par pagar lo que había tomado. Esto incremento la

exaltación nacionalista que favoreció al presidente.

México aceptó desde el principio pagar lo que había tomado, pero no

inmediatamente sino dentro del plazo de diez años fijado por la ley. El gobierno

de Washington sugirió entonces como única solución que México devolviera lo

tomado, a lo cual Cárdenas se negó. El gobierno norteamericano y británico,

contribuyeron a bloquear la expropiación, prohibiendo a sus dependencias que

lo adquirieran. Cárdenas abandonó la presidencia y no llegó a un arreglo

definitivo con la mayor parte de las empresas expropiadas.

Cárdenas debió tomar una decisión definitiva y en noviembre de 1939 el PRM

anunció que su candidato para el sexenio 1940-1946 sería el ex secretario de

Guerra, general Manuel Ávila Camacho. La rivalidad entre Camacho y

Almazán, tuvo muchos encuentros de guerra, pero se le dio la victoria a Ávila

Camacho.

Al entregar la Presidencia, el partido del gobierno seguía sosteniendo que la

lucha de clases era el motor del desarrollo histórico. Con el correr de los años

se afianzaría la idea de que al finalizar el sexenio de Cárdenas, había llegado

también a su fin la Revolución mexicana.

Reforma agraria.

En el norte, llevó a cabo la Reforma agraria, planeada originalmente por

Emiliano Zapata. Este reparto es considerado por muchos como el más grande

del siglo en la historia de México. Durante el sexenio del general Lázaro

Cárdenas del Río fueron repartidas 18 millones de hectáreas a las

comunidades y ejidos. De esta manera, aumentó a 25 millones de hectáreas la

cantidad de tierras en el sector social (es decir, las parcelas que se

encontraban fuera del régimen de propiedad privada). El objeto del reparto

agrario lanzado durante el gobierno de Cárdenas buscaba no sólo la

satisfacción de una demanda popular plasmada en la constitución de 1917,

sino la formación de pequeñas unidades productivas, con capacidad de

autosuficiencia alimentaria.

La unidad básica del modelo de reforma era la conformación de ejidos. Se trata

de una dotación de tierras que eran entregadas a un núcleo de población para

que las aprovecharan de la manera que consideraran conveniente. Cada ejido

estaba regulado por un órgano interno llamado Comisaría Ejidal, integrada por

los titulares de la dotación (generalmente hombres) que elegían a un

presidente y una mesa directiva. La Comisaría Ejidal tenía la facultad de

representar a los ejidatarios en los trámites gubernamentales. Dado que al final

de la Revolución y la guerra Cristera, la mayor parte del país estaba en la ruina

económica, el gobierno de Cárdenas creó el Banco Nacional de Crédito Ejidal

(Banjidal) destinado a capitalizar a los núcleos ejidales.

En Yucatán condujo su política agrarista mediante la expropiación, el 3 de

agosto de 1937, de los henequenales en favor de los ejidatarios yucatecos.

Además de la repartición de tierras y el financiamiento monetario, la reforma

agraria del Cardenismo incluía el establecimiento de un sistema educativo que

permitiera la formación de profesionistas técnicos que ayudaran al desarrollo

de los ejidos. Por ello, asociados a los núcleos ejidales, se crearon escuelas

donde los niños y jóvenes debían adquirir conocimientos sobre agricultura,

ganadería y aquellas otras actividades específicas que permitiera el medio

ecológico. En ese sentido, la reforma agraria llevada a cabo durante el sexenio

de 1934-1940 se diferenciaba de la implementada por los gobiernos anteriores,

para quienes todo se limitó a la dotación de tierra a individuos dedicados a la

agricultura a pequeña escala. Lo que la Secretaría de Agricultura se planteaba

en la segunda mitad de la década de 1930 fue la creación de centros agrícolas

competitivos.

Sin embargo, el plan de formación técnica, como el financiamiento, no pudieron

llegar a resarcir el rezago del campo mexicano totalmente. El plan del

Cardenismo sólo funcionó en ciertas regiones, aquellas que como la Comarca

Lagunera o el valle del río Yaqui contaban con riego y tierras fértiles. Por otro

lado, aunque el reparto de tierras durante el gobierno de Cárdenas fue el mayor

de la historia de México, no disminuyó significativamente la dimensión de las

tierras en pequeña y mediana propiedad, y de los latifundios. Durante el

siguiente período (1940-1946), el reparto agrario fue frenado y se emprendió

una "contrarreforma" agraria, despojando nuevamente de las tierras recién

obtenidas a algunos ejidos, para enajenarlas.

Expropiación petrolera.

Quizá la decisión de política pública más representativa de la administración

Cárdenas del Río es la expropiación petrolera. Debido a una combinación de

factores, entre los que destacan la debilidad de las economías estadounidense

y británica durante la década de los treinta (ambas estaban sumidas en los

efectos de la crisis de 1929), la existencia de un fuerte conflicto entre los

trabajadores de las empresas petroleras instaladas en México y los

empresarios extranjeros que desatendieron un laudo laboral de la corte

mexicana, así como su propia visión de un capitalismo democrático y

nacionalista, en el que las industrias básicas (petróleo, siderurgia, etc.) jugaban

un papel clave, Cárdenas decretó la expropiación el 18 de marzo de 1938,

creando PEMEX.

A pesar de que la compensación por los bienes expropiados se incluyó en el

decreto, el acto enfureció a la comunidad empresarial internacional y molesto a

los gobiernos extranjeros, especialmente el Reino Unido. Antes de salir, las

compañías petroleras se habían asegurado de no dejar nada para ayudar al

gobierno mexicano, con la esperanza de forzar Cárdenas a aceptar sus

condiciones. Pese a que México finalmente fue capaz de reiniciar los campos

petroleros y refinerías, la producción no alcanzó los niveles anteriores a la

expropiación hasta 2 ª Guerra Mundial, durante la cual asesores técnicos

fueron enviados por los Estados Unidos como parte de su política de esfuerzo

de guerra aliado.

Sin embargo los británicos rompieron las relaciones diplomáticas con el

gobierno de Cárdenas, y el petróleo mexicano y otros bienes fueron

boicoteados, a pesar de un fallo internacional a favor del gobierno de México.

Sin embargo, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el petróleo se

convirtió en un codiciado producto. México comenzó a exportar petróleo a la

Alemania Nazi y la Italia fascista2

Más importante, sin embargo, que el acto expropiatorio mismo, fue el amplio

consenso nacional que Cárdenas fue capaz de crear con esa decisión. No sólo

se sumaron los sectores del entonces Partido de la Revolución Mexicana, sino

que de manera virtualmente unánime otros muchos sectores de la opinión

pública mexicana, la Iglesia católica entre ellos, se sumaron de manera

entusiasta a la decisión del entonces presidente, quien construyó de esa

manera una amplia base de apoyo social que perduraría muchos años después

de que su presidencia terminara.

Tanto así que ha sido el único ex presidente de México capaz de mantenerse

activo en la política nacional en el periodo post-revolucionario, como lo

atestigua su participación en el Frente de Liberación Nacional, organización

que muchos consideran como el germen de algunos de los actuales partidos y

movimientos políticos de México, su participación en proyectos de desarrollo

social en la cuenca del Lerma y otras regiones de México, así como su decidido

apoyo a la Revolución cubana encabezada por Fidel Castro Ruz. Prueba de

ello es que en abril de 1961, con motivo de la Invasión de Bahía de Cochinos

en que tropas "anticastristas", entrenadas y dirigidas por la CIA, el Gral.

Cárdenas del Río se alistó de inmediato al ejército cubano con el fin de

combatir a los estadounidenses y sacarlos de Cuba.

Consecuencias de la nacionalización del petróleo.

Gran Bretaña rompe relaciones diplomáticas con México y lo amenaza con un

bloqueo a gran escala. Las cinco corporaciones estadounidenses se

desesperan. Sin embargo, con la Segunda Guerra mundial en ciernes, el

presidente Franklin Delano Roosevelt tiene más interés en la alianza

estratégica con México como un bloque económico que en proteger las

compañías privadas. En contraste, la Anglo-Persian Oil Company (Hoy BP) no

era una compañía privada sino dependiente directo del almirantazgo (British

Admiral) y parte del poder mismo del Imperio británico.