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GOBIERNO DE LA CIUDADDE BUENOS AIRES

Jefe de GobiernoDr. Aníbal Ibarra

Vicejefe de GobiernoLic. Jorge Telerman

Secretario de CulturaDr. Gustavo López

Subsecretaria de Patrimonio CulturalArq. Silvia Fajre

Directora del Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires

Lic. Liliana Barela

Imagen de tapa:Julio Cordero (Bolivia), Miradas. Imágenes de mujeres en la fotografía de Julio Cordero (1900-1930), Colección Mujeres Creando.

Editorial ......................................................................................................................................Testimonio e historia oral ......................................................................................................Esperanzas caminando. El Posadas ...............................................................................................Voces de Buenos Aires ..........................................................................................................Apuntes teóricos ............................................................................................................Encuentros ............................................................................................................Ignacio Lewkowicz .................................................................................................................

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1 21 21 21 21 22 82 82 82 82 83 83 83 83 83 84 24 24 24 24 24 94 94 94 94 9

S u m a r i o

E d i t o r i a l

n este número de Voces Recobradas cumplimos en dar a conocer laconferencia que la doctora Ana Vera Estrada pronunció en el VI EncuentroNacional de Historia Oral, en la que no sólo habló de su tránsito por el campode la historia oral, sino que nos fue interiorizando sobre el recorrido de estametodología en Cuba, acerca de las dificultades para su desarrollo, de susavances y de los debates en torno al uso de testimonios.En otro sentido, queremos hacerles saber que hemos puesto a disposición delpúblico la bibliografía con que contamos referida a la temática de la historiaoral, la que puede ser consultada en la biblioteca del Instituto Histórico de laCiudad de Buenos Aires dentro del horario de 10:00 a 18:00. Creemos que esun aporte interesante porque sabemos que no siempre es fácil el acceso al mate-rial de lectura sobre el tema y contamos con una cantidad extensa y variada depublicaciones. Dentro de esta biblioteca se encuentra la colección de la revistaHistoria, Antropología y Fuentes Orales (Barcelona). Sobre un artículo del número28 de esta colección, Hebe Clementi basará su comentario para la secciónApuntes Teóricos.El artículo al que hacemos referencia es “Migración e identidad multirracial”,de Paul Thompson y Elaine Bauer, a partir del cual Hebe Clementi lleva a caboun análisis crítico que sirve no sólo para plantear otra visión sobre el tema sinoque enriquece también la lectura del artículo mismo.Ofrecemos también dos interesantes artículos, uno sobre el barrio del Abastoreferido a los ocupantes de las casas tomadas y otro sobre la historia del Hos-pital Posadas, institución emblemática dentro del campo de la salud en ladécada del 70.Desde hace tiempo, cuando planeábamos este número de la revista, teníamosla intención de hacer un comentario sobre el libro de Ignacio Lewkowicz,Sucesos argentinos, dado que aporta ricos elementos para el trabajo en historiaoral. Pero la vida deshace en un instante los más firmes proyectosobligándonos a repensarlos y a cargarlos de nuevos significados. El 4 de abrildel corriente año Ignacio Lewkowicz muere en un accidente y lo que quería serel comienzo de un fructífero intercambio, se constituye en un sencillo homenajea un historiador joven y talentoso que tuvo la gentileza de brindarnos sutiempo y su palabra cuando se lo pedimos. Por eso, en este número incluimosun comentario de su conferencia dictada dentro del ciclo “20 años dedemocracia”.Hasta el próximo número.

L.B.

E

VOCES RECOBRADASRevista de Historia Oral

agosto 2004 - año 6 - nº 18Es una publicación

del Instituto Históricode la Ciudad

de Buenos AiresAvda. Córdoba 1556, 1er. piso

C.P. 1055 - Capital FederalRepública ArgentinaTel: 54-11-4813-9370

Telefax: 54-11-4813-5822E-mail: [email protected]

DirectoraLiliana Barela

Secretarios de RedacciónMercedes Miguez

Daniel Paredes

RedactoresLucía Dorin

Laura MartinoSusana Vega

Diseñoy Comunicación Visual

Jorge MalloFabio Ares

ColumnistaHebe Clementi

Colaboraronen este número

Ana Vera EstradaMariano Álvarez

María CarmanRoxana Amarilla

Supervisión de EdiciónLidia GonzálezRosa De Luca

TraduccionesAdolfo Balbi (inglés y francés)

Magalí Díaz Migliorini (portugués)

Colaboración especialMargarita Roncarolo

CorrecciónMarcela Barsamian

AdministraciónGraciela Kessler

Luis KirzmanGraciela Porcel

El contenidode los artículos firmados

es responsabilidadexclusiva de los autores

ISSN 1515 - 1573

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F

Testimonioe historia oral

Ponencia presentada en el marcodel VI Encuentro Nacional de HistoriaOral, realizado los días 15, 16 y 17de octubre de 2003 en la ciudad deBuenos Aires.

4

ue la observación de diversos ambientesfamiliares y el interés por la historia reciente de lasfamilias cubanas, como un modo de buscarexplicación a muchos de los problemas que confrontanuestra sociedad en la actualidad, lo que me hizo fijarla atención sobre la propuesta metodológica de lahistoria oral. Por lo tanto, intentaré una breve síntesisde la trayectoria de la historia oral en Cuba

1 –o de lo

que pudiéramos llamar la “fibra testimonial” ennuestras letras. Ofreceré unas claves para deslindartestimonio, historia oral y novela-testimonio ypresentaré los elementos básicos del debate cubanoentre escritores e historiadores a propósito de estosgéneros.

La fibra testimonialEn un artículo de 1995 la apreciable Dora

Schwarzstein, aseguraba, desde su experiencia deprecursora de los estudios de historia oral en elcontinente, que en América Latina la aparición de lahistoria oral había sido más tardía que en Europa y losEstados Unidos2 y que en muchos de ellos todavía enaquel momento el trabajo continuaba siendofragmentario, debido a dos causas fundamentales: una,la permanente inestabilidad política de nuestros paíseshasta mediados de los 80 y otra, la consecuentedebilidad de las instituciones académicas, lo cual dabacomo resultado que fuera difícil consolidar espacios dereflexión y producción intelectual. En el mismo artículomencionaba el caso excepcional de Brasil, de larga y

fecunda trayectoria, y los avances logrados por México,Costa Rica y Argentina ya desde los 60, como resultadode la influencia de la escuela de los Annales.

El caso cubano se enmarca perfectamente en laperiodización propuesta por esta autora. En los 60, lahistoria de Cuba estaba sufriendo por una parte lasconsecuencias de las transformaciones socialesemprendidas por el Gobierno revolucionario,materializadas hacia 1962 en una Reformauniversitaria de grandes proporciones, que reforzaba elvínculo del aprendizaje con la investigación directa; ypor otra, el aporte –en forma de influencias todavía enciernes– de la renovadora escuela de Annales a travésde notables historiadores del momento, Juan Pérez dela Riva, Manuel Moreno Fraginals y Julio Le Riverend,entonces en plena capacidad intelectual.3 Estainfluencia, sin embargo, pasó por una etapa de recesióndurante los 70, los años de auge del marxismodogmático, que descalificó todo lo que no provinieradel entonces bloque socialista. La paulatinadesaparición de los prejuicios impuestos por eldogmatismo comenzó –y con ella el retorno de losgrandes nombres de la “Nueva historia” a losprogramas de la licenciatura en Historia– cuando, afines de la década siguiente, se abrió una perspectivamás crítica y autocrítica sobre la realidad cubana, apartir de la inevitable aceptación de las fisuras delbloque socialista, que culminó con su desaparición.

En un breve artículo de principios de los 90, latambién precursora de los estudios de historia oral, esta

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El enfoque biográfico interpretativo en la investigaciónsocio-histórica

Testimonio e historia oral

Autora Ana Vera Estrada

Doctora. Centro Juan Marinello, Cuba

vez en México, Eugenia Meyer,4 dedicaba unas líneas auna experiencia cubana que ella enmarcaba entre losantecesores de la historia oral en el continente, elpremio testimonio del concurso literario Casa de lasAméricas, y menciona la Biografía de un cimarrón, delcubano Miguel Barnet, entre los trabajos que –como ellaafirma– “constituyen la esencia del estudio históricohoy en día”.5 Sin decirlo abiertamente, tal parece quedefendiera el hecho de que, en América Latina, lo queotros países acababan de descubrir –o renombrar– aquíexistía naturalmente como parte de nuestra cultura.Cito textualmente el final de su artículo:

“Tal vez, la lucha por encontrar un lugar para lahistoria oral haya sido ganada en otros países. Bien esverdad que, debido a la naturaleza de la verbalidad denuestros pueblos, la idea de rescate testimonial, sucustodia y conservación tienen, en última instancia, elobjetivo de consolidar una memoria histórica que, adespecho de circunstancias, catástrofes y mitos, se hahecho ella misma presente en todos los momentos ycircunstancias”.6

Meyer había publicado en Cuba, a principios delos 80, un artículo donde se transparentan los ecos dela renovación historiográfica que se estabaproduciendo en su país. En aquel artículo7 anunciabala nueva proyección del historiador como científicosocial y como comunicador, y al referirse a ladiversidad de fuentes que se ofrecía al historiadordispuesto a asumir las nuevas funciones, hacíahincapié en la importancia de la fuente personal,llamada por ella “testimonio” de los “sin historia”. Alasumir el concepto de testimonio, Meyer está dandoentrada en su concepción de la historia oral al mismocomo fuente, como documento, como material paraconstruir la historia, y es en este aspecto donde a miparecer radica la verdadera distinción entre ambos,una distinción que, con el tiempo, se haría másevidente.

El género testimonio y la historia oralAlgunas obras cubanas del siglo XIX podrían

considerarse sus antepasados.8 Me refiero en particulara la Autobiografía del esclavo Juan FranciscoManzano, que abarca la etapa 1797-1817, los libros deviajeros extranjeros que visitaron Cuba a lo largo de esesiglo de los primeros contactos turísticos, así como a losdiversos libros de crónicas de guerra y diarios decampaña redactados por patriotas que lucharon por laindependencia contra el colonialismo español, yalgunos otros libros de memorias publicados durantela primera mitad del siglo XX como, por ejemplo,Memorias de una cubanita que nació con el siglo (1963), de

Renée Méndez Capote, por mencionar sólo un caso.Escapando del ámbito de los estudios literariospropiamente dichos, sería posible incluir en el grupo delos precursores algunos trabajos etnográficos deautores como Fernando Ortiz, Lydia Cabrera y RómuloLachatañeré, quienes trabajaron directamente coninformantes y transfirieron sus respectivasexperiencias culturales a la escritura.9 No esdescabellado en este sentido mencionar –como seafirma en un artículo recientemente publicado– que “lanovela-testimonio, tal como la teorizó Miguel Barnet,fue posible gracias a la paciente y amorosa inclusión delos informantes centenarios en la literatura cubana delsiglo XX”.10

Muchos autores consideran la Biografía de uncimarrón como el primer ejemplo de testimoniopropiamente dicho aparecido en la literatura cubanaen 1966, al cual le seguiría, del mismo autor, Canción deRachel, en 1969.11 Entre ambas fechas aparecieron obrascomo Manuela la Mexicana, de Aida García Alonso,premio ensayo Casa de las Américas en 1968; Amaneceren Girón, de Rafael del Pino, premio del concurso 26 dejulio del MINFAR en 1969; y Amparo, millo y azucenas,de Jorge Calderón, publicada el mismo año.

En apoyo de la tesis referida, quisiera recordar quesegún el consenso más extendido, desde mediados delos 60 comenzaron a aparecer en los concursosliterarios, manuscritos literalmente inclasificablesdonde la influencia de la sociología y la antropologíaera evidente, y esta fue la razón por la cual se decidióconvocar un nuevo género, el testimonio, en el concursodel premio Casa de las Américas de 1970. De acuerdocon lo que establecen aquellas primeras bases delpremio, las obras debían reunir determinadascaracterísticas para ser incluidas dentro del nuevogénero: tener carácter de reportaje, aplicar una miradaobjetiva sobre la realidad, reflejar el contacto del autorcon los hechos narrados y presentar la experienciabiográfica en su contexto.

Ya una vez predefinido el género, comenzaron aaparecer obras –no sólo cubanas, tambiénlatinoamericanas publicadas por la Casa de lasAméricas dentro de la colección del Premio– donde serecogía la experiencia cotidiana de la sociedad cubanaen muy diversas facetas. Un impulso importante tuvoen los primeros tiempos el tema de la guerrainsurreccional contra la tiranía batistiana12 y contra lainvasión mercenaria por Playa Girón en 1961 conHablar de Camilo, de Guillermo Cabrera (1970), Girón enla memoria, de Víctor Casaus (1970), La batalla de ElJigüe, de José Quevedo Pérez (premio 26 de julio 1971), oEn el punto rojo de mi kolimador, de Alvaro Prendes

6

(1974). A muchas de estas obras, escritas por exmilitares y aparecidas bajo el rubro de testimonio y quetrataban el tema de la insurrección, se les reprochócierto descuido por la calidad literaria, lo cual nocarecía de razón.

El tema de la pobreza y el trabajo fue otro de losque se hicieron visibles bajo la cobertura del género.Desde el principio de la década aparecieron tambiénobras como Julián Sánchez cuenta su vida, de ErasmoDumpierre (1970), Lengua de pájaro, de Nancy Morejón yCarmen Gonce (1971) y MINAZ -608: coloquios en el despegue, deRoberto Branly. Esta última fueescrita como una crónica de la zafrade 1970, una obra surgida dentrodel plan concebido por la UniónNacional de Escritores y Artistas yla Comisión de OrientaciónRevolucionaria del Comité Centraldel Partido, para vincular aescritores y artistas con losprocesos sociales y productivosmás señalados del momento. Dentro de este mismoplan se enmarca “Playa Girón”, una casi olvidadacanción testimonial del trovador Silvio Rodríguez,donde la melodía intenta reproducir la cadencia deuna arenga revolucionaria al gusto de entonces y laletra, el léxico del discurso político:

Compañeros poetasTomando en cuenta los últimos sucesosEn la poesía, quisiera preguntar–me urge–¡qué tipo de adjetivos se deben usarpara hacer el poema de un barcosin que se haga sentimental, fuera de la vanguardiao evidente panfleto,si debo usar palabras comoFlota Cubana de Pesca oPlaya Girón...13

Canciones de Silvio y Pablo de esta época son casi“himnos” de unidad y patriotismo que en laadolescencia mi generación y mi grupo, decididamentecomprometidos con el proyecto revolucionario,coreábamos en los 60 y principios de los 70. Estacanción es coetánea del premio al narrador EduardoHeras León por Los pasos en la hierba (1970), un libro deficción que levantó escozores por el perfil subjetivo ylas contradicciones humanas que exhiben los héroes, bienalejados aquí de la visión marmórea que empezaba porentonces a imponerse en nuestra cultura.

En otras obras de la década del 70 –y en muchasmás que obviaré mencionar– se despliegan temas que

hasta entonces no habían sido objeto de interés para losescritores cubanos: el tema de los inmigrantes y sutraumática integración cultural en la sociedadreceptora en Conversación con el último norteamericano, deEnrique Cirules (1972), la vida de un grupo decirqueros ambulantes en Muy buenas noches, señoras yseñores, de Rigoberto Cruz Díaz (1972), o en Los peligrosdel alma, la edición española de un estudio sobre lacultura tzotzil de México, publicado por primera vez eninglés en 1961 por la antropóloga cubana Calixta

Guiteras.Para los escritores de

testimonio, se trata de un géneroliterario “revelador de losmecanismos de la historia”,14 y estepunto de vista, ampliamentedifundido, ha pesado mucho afavor del rechazo de la historia oralpor parte de los historiadores deprofesión. En los años 80,15 VíctorCasaus aseguraba con buena razón,que ya la literatura cubana (y por

extensión la literatura latinoamericana premiada porCasa de las Américas) contaba con suficientestestimonios y que estos podían presentarse endiferentes formas16:

1) obras de perfil cercano al periodismo, a manerade crónica o reportaje

2) obras escritas por testigos-actores, basadas endocumentos personales que no habían sido concebidosoriginalmente para publicar

3) obras basadas en relatos etnográficos, grabadoso no, directamente narrados por testimoniantes-actoresque por el acto mismo de narrar su experienciadevenían protagonistas de los hechos (La leyenda deAntoñica Izquierdo, de Tania Tolezano y Ernesto Chávez,Editorial de ciencias sociales, 1987)

4) obras donde se despliegan recursos y métodosde las ciencias sociales, presentadas en forma de“montaje” cinematográfico17.

Un caso muy especial en aquel momento fue el delproyecto de Oscar Lewis. Desde que en 1946 impartierasu primer curso de verano en la escuela de trabajosocial de la Universidad de La Habana, el antropólogonorteamericano Oscar Lewis se interesó por Cuba y loscubanos. A fines de los años 60 por fin logró y obtuvopermisos al más alto nivel de los gobiernos de Cuba yEstados Unidos, para realizar una investigación de tresaños, cuyo objetivo general era estudiar el impacto de laRevolución en la vida diaria de individuos y familiasrepresentativas de diferentes niveles socioeconómicos yresidentes en asentamientos urbanos y rurales.18 Tantoel objetivo, focalizado en la dimensión familiar ycomunitaria, como el subtítulo de la obra resultante:

Al asumir el concepto detestimonio, Meyer está dando

entrada en su concepción de lahistoria oral al mismo como

fuente, como documento, comomaterial para construir la

historia (...)

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“An Oral History of Contemporary Cuba”, apuntan ala dimensión microhistórica, de amplia repercusión enla época y en particular a la historia oral. Aquel fue elprimer proyecto ambicioso de llevar a cabo unainvestigación de historia oral en Cuba, cuyosresultados, por razones que no es del caso exponer aquí–entre otras que Lewis falleció antes de que expirara elplazo concedido para la investigación– no llegaron allenar las expectativas del proyecto, que dio comienzoen 1969.

Los tres voluminosos tomos de Viviendo laRevolución, firmados por Lewis, Lewis y Rigdon, estánprecedidos por valiosas consideraciones de método, yreúnen un conjunto de historias de vida seleccionadasentre los testimonios recogidos en el terreno duranteaproximadamente año y medio de investigación.19 En elsegundo de ellos, publicado también en francés añosdespués con el título Trois femmes dans la RévolutionCubaine,20 se aclara la intención de“mostrar el impacto de laRevolución y sus instituciones enlos individuos y las familias, paraconformar una documentaciónhistórica sobre un períodocontemporáneo caracterizado porprofundas transformaciones”.21 Lainvestigación abarcó a unas 150mujeres, el 80% de ellasprocedentes de capas popularesurbanas, 10% campesinas y 10%de la clase media.

La voluntad metodológica deLewis, “conformar unadocumentación histórica sobre unperíodo contemporáneo caracterizado por profundastransformaciones”, ubica claramente su trabajo en lasegunda etapa del movimiento de la historia oral segúnla propuesta de periodización expuesta por PhilippeJoutard en 1996,22 para quien la disciplina habíapasado por tres momentos ya superados, en cada unode los cuales había predominado un tipo deorientación metodológica particular:

• la historia de los notables para recuperarmaterial para la historia futura en la primera,desarrollada durante los años 50;

• la concepción de estar ante “otra historia”, querequería dar la palabra a los excluidos y por ello máscercana a la Antropología, propia de los 60;

• una tercera, jalonada por congresos,asociaciones, instituciones, publicaciones, en la que seconstituyen los primeros grupos de trabajo y proyectosencaminados a sistematizar los estudios de las clasespopulares, se critica duramente la espontaneidad delos comienzos, la falta de un adecuado espíritu crítico,

y se profundiza en la reflexión epistemológica ymetodológica.

Esta tercera etapa se inicia a mediados de los 70 yconstituye la antesala de la cuarta y última, coincidentecon los años 90, caracterizados por el auge de lasnuevas tecnologías, la filosofía de la posmodernidad yla revalorización de la subjetividad con el renacer de lobiográfico, aparecerían como detonadores de laeventual desaparición futura de la historia oral.

Actualidad del debateA fines de los 90 el Centro Pablo de la Torriente

Brau23 convocó un coloquio sobre el testimonio y lahistoria oral, cuyas actas no llegaron a publicarse.Recuerdo perfectamente una polémica con IsabelRauber, investigadora argentina radicada en Cuba,quien había estado trabajando en entrevistas a líderesguerrilleros del continente y defendía la necesidad de

la agresividad periodística y deentrevistar a los informantes hasta elagotamiento, a su juicio un recursode gran valor para logrardespojarlos sujetos de sus naturalesdefensas ante el investigador, lo cuallo convertía en un recursoimprescindible para el historiadororal, mientras yo era partidaria deun estilo más democrático deentrevistar, en que el intercambio desaberes entre historiador y sujetotestimoniante no llegara aconvertirse en duelo verbal.

A raíz de aquel encuentro, laperiodista Mayra Beatriz Martínez

publicó el artículo “En la crisis de los paradigmas.Literalidad y literariedad del testimonio: meditacionesde fin de siglo”,24 donde recoge fragmentos de undebate en el que participamos Amir Valle, Félix Guerra,Abdeslam Azougarh y una servidora. En aquel debateme atribuí el deber de traer a la mesa de discusión lasespecificidades de la historia oral y de tratar deconvencer a los presentes de que estábamos ante unapropuesta diferente a la del testimonio. Por eso meinteresó destacar, como rasgos comunes, laaccesibilidad para lectores muy diversos, la rupturacon la progresiva sofisticación de la narrativa europeacontemporánea y su papel activo en la conservación dela memoria de la experiencia humana en susactividades concretas, así como la posibilidad depresentar la realidad desde ángulos diversos a partirde múltiples subjetividades, con polifonía de voces, sinimponer una lectura única, y dejando la síntesis allector.

Sin embargo, dada la composición del público, en

(...) desde mediados de los 60comenzaron a aparecer en los

concursos literarios, manuscritosliteralmente inclasificables dondela influencia de la sociología y laantropología era evidente, y estafue la razón por la cual se decidió

convocar un nuevo género, eltestimonio, en el concurso delpremio Casa de las Américas de

1970.

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su mayoría consumidor o practicante convencido delgénero testimonio, fue necesario profundizar en eldeslinde respecto a otro género o campo o modalidad oestilo de presentación de resultados de investigacionescon fuentes orales: la novela-testimonio y esclarecerdiferencias entre los tres, argumentando que en eltestimonio el autor compone su texto a partir dedocumentos escritos y orales, da la palabra a sussujetos, estructura a partir de esa(s) palabra(s) un textodestinado a un lector, pero no crea situaciones nuevas,mientras que en la novela-testimonio (el caso deCimarrón) el autor además de trabajar con documentoshistóricos tradicionales, recoger la experiencia de ungrupo de sujetos y trabajar para construir un textonuevo destinado a un lector, incorpora y traduce lasexperiencias reunidas en un discurso literario donde larecreación de la subjetividad y la voz autoral ocupanun espacio sustancial y definidor.

Planteada en estos términos lacomparación, vale la pena intentaruna breve síntesis de lo que enaquel momento sostuve paraesclarecer las especificidades detestimonios y novela-testimonios.Mientras que la voz autoral y laconstrucción de subjetividades ysituaciones es una característicafundamental de la novela-testimonio, y la participacióndirecta del (o los) testimoniante(s)en los hechos narrados así como ladenuncia de determinada situaciónsocial o acontecimiento político decarácter conflictivo, es condiciónsine qua non para el testimonio, la historia oral sepropone convertirse en instrumento para transformarla vida de los actores como resultado de la interacciónentre el historiador y el sujeto entrevistado, al establecerun compromiso en que ambas partes participanactivamente en la labor conjunta de construcción de losdocumentos resultantes de la expresión verbal de lamemoria atesorada por los sujetos. Expliqué entoncestambién que la historia oral se preocupa por dejar unlegado a las generaciones futuras, una experienciacolectiva, por visibilizar temas, sujetos, lugares,perspectivas sin cobertura documental y por lo tantoausentes de la historiografía basada en fuentes escritasy, ante todo, por hacer una exposición valorativaminuciosa de las fuentes de procedencia de los datos yde la forma en que se trabajó con ellas. La utilidadsocial de la historia oral, su preocupación por latransformación social con participación activa de lossujetos implicados, me parecía entonces –y me pareceaún– el principal argumento a favor del deslinde entre

la historia oral, el testimonio y la novela-testimonio.Ignoro si entonces logré convencer al auditorio. El

debate derivó hacia otros puntos y no volvimos a tratarde establecer semejanzas y diferencias. Pero laevolución posterior me hace pensar que tantoescritores, analistas y amantes del género testimonio,como historiadores profesionales prefirieronabandonar en tierra de nadie esta propuesta que unavez y otra regresa a nosotros, los historiadores orales,con fuerza renovada, como un regalo abandonado.

El uso de las fuentes oralesDemos un salto atrás para retomar el hilo de la

tradición historiográfica cubana, para referirme alempleo de las fuentes orales en la reconstrucción de lahistoria más inmediata al triunfo revolucionario.Quiero aludir en particular a la fuerte corriente quedesde finales de los 60 y durante toda la década “gris”

de los 70 se consagró a los estudiossobre el movimiento obrero, e hizoun uso amplio de la entrevista y eltestimonio para dar a conocer enprofundidad la experiencia directade los hechos políticos y sociales delpasado inmediato, a partir de lasversiones de los representantes mássignificativos de la posiciónmarxista o cercana a ella.25

Considero significativo elhecho de que la revista Historia yfuente oral haya publicado en suprimer número, de 1990, un artículode una historiadora cubana, deprobada trayectoria en

investigaciones sobre la historia del movimiento obrerodurante la primera mitad del siglo XX, Olga Cabrera,con un artículo basado en entrevistas con mujeresdespalilladoras. Esto revela un tácito reconocimientode que existía en Cuba una experiencia previa en elempleo de fuentes orales, aunque no implica quehubiera consenso entre los historiadores del país encuanto a la aceptación de la etiqueta “historia oral”para clasificar el trabajo del historiador con fuentesorales. Más bien me atrevería a asegurar que entre loshistoriadores profesionales de más experiencia habíaentonces –y se conserva aún– cierta actitud reticente ala aceptación de la historia oral como alternativacientífica válida.

En 1991 asistí a un debate público en el que OlgaCabrera y Alejandro García,26 un experimentado yprestigioso profesor de metodología de la investigaciónhistórica, se enfrentaron con motivo de este tema. Eldebate tuvo lugar en la provincia de Las Tunas, aloriente de la Isla, en el marco del coloquio internacional

La voluntad metodológica deLewis, “conformar una

documentación histórica sobreun período contemporáneocaracterizado por profundas

transformaciones”, ubicaclaramente su trabajo en la

segunda etapa del movimientode la historia oral según lapropuesta de periodización

expuesta por Philippe Joutarden 1996

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“Memoria y sociedad”. Sobre aquel coloquio, AlejandroGarcía escribió que “allí se hizo patente una muestrade la actividad destinada a la captación de testimoniospara las distintas esferas de la investigación social,procedente de casi todas las regiones de la Isla”.27

Él se refería, sin duda, a la amplia labor de loshistoriadores regionales y locales que desde la décadaanterior habían comenzado a trabajar en susrespectivos territorios, haciendo una explotaciónintensa de las fuentes orales y en general de la memoriade la población asentada en cada lugar, donde noexistía una adecuada cobertura documental paraconstruir, de acuerdo con un programa nacional, susrespectivas historias municipales y locales. Y tambiénse refería a las versiones de las hazañas de los héroesde las guerras de independencia contra el colonialismoespañol, que los investigadores culturales estabanencontrando en todas lasprovincias, versiones quecirculaban oralmente entre lospobladores de determinadasregiones, para quienes las figurashistóricas revestían una dimensiónlegendaria por obra de quienes, portransmisión oral de padres, abuelosy vecinos, habían recibido yaprendido relatos locales.28

Pero el motivo de la polémicaentre García y Cabrera puedesintetizarse en la siguientecuestión: ¿es la historia oral “otra”historia o no lo es? Y pienso que laposición predominante entre loshistoriadores profesionales,expresada entonces a través de lapalabra del primero, continúa siendo la misma: uncortés, decidido y un tanto prejuicioso rechazo a todo loque llegue del exterior del país con una etiquetademasiado significativa, y un prestigio ganado en elámbito académico de los países detentadores de lahegemonía mundial.

Para apoyar lo que considero la verdaderasituación actual basta asomarse al “ProgramaMemoria”, donde se expresa la proyección general delCentro Pablo de la Torriente Brau, surgido para“promover estudios sobre la realidad cubana,aprovechando las posibilidades que ofrecen la HistoriaOral y el testimonio” y dirigido a “periodistas,sociólogos, escritores, historiadores y otrosespecialistas interesados en abordar, a partir de losvalores de la oralidad, diferentes temas de la vida ycultura cubanas que propicien la reflexión y el debate yenriquezcan la visión de nuestra identidad y nuestrahistoria social e individual”.29

Los objetivos generales del mencionadoPrograma ponen de relieve la persistencia deldeslinde que la evolución misma de los géneros se haencargado de ahondar:

• Rescatar temas de la realidad cubana de laRepública

• Rescatar (en soporte escrito y video) testimoniossobre la vida y la obra de figuras relevantes de laliteratura y el arte cubanos

• Rescatar temas de la realidad cubana actualpara contribuir a una mejor comprensión de lasproblemáticas de la Isla

• Crear un Fondo de la palabra con los testimoniosobtenidos por los investigadores vinculados alPrograma

• Gestionar la publicación de libros producidospor los investigadores que colaboren con el Programa

• Alentar la producción deHistoria Oral y testimonio

• Promover el Programa entrelos jóvenes

• Realizar programas deinvestigación conjuntos con centrosdocentes y de investigación en otrospaíses a partir de proyectos deinterés común

• Coordinar trabajos con otrasinstituciones cubanas

• Vincular a los especialistasy creadores cubanos de las áreasde historia oral y testimonio, a lasorganizaciones internacionalesafines y a proyectos similares quese desarrollen en otros países.30

A pesar de la voluntad de abrirexplícitamente un espacio para los historiadores orales,este espacio suele atraer a narradores, poetas,ensayistas, cineastas, artistas, editores, periodistas ycontados científicos sociales, más dúctiles a losavances del enfoque interdisciplinario, pero de hecho amuy escasos historiadores. A mi juicio la casi totaldeserción de esa plataforma por parte de loshistoriadores se debe, entre otras razones, a que existenvariados espacios de reflexión para los historiadores,que gozan de gran prestigio intelectual, y por otra aprejuicios muy antiguos en Cuba entre historiadores yfilólogos, cuyo origen se remonta al diseño de lasrespectivas disciplinas universitarias, que los filólogos(y sociólogos) han sido los primeros en ir rompiendo,aunque sin conceder todavía demasiado crédito a losvalores cognoscitivos de la obra historiográfica, debidoquizás a la, generalmente, poco atractiva manera deexponer sus ideas, por parte de los historiadores.

Otras razones –algunas de ellas esbozadas más

(...) la historia oral se proponeconvertirse en instrumento para

transformar la vida de losactores como resultado de la

interacción entre el historiador yel sujeto entrevistado, al

establecer un compromiso enque ambas partes participan

activamente en la labor conjuntade construcción de los

documentos resultantes de laexpresión verbal de la memoria

atesorada por los sujetos.

10

arriba– giran en torno a tres ejes fundamentales: lapráctica profesional, el estado de la disciplina y el perfilideológico de las investigaciones; tanto las habilidadescreadas en la práctica del oficio del historiador, que hacenmás difícil la renuncia, como una cierta inexperiencia en elmanejo de la pluralidad de voces y del nivel biográfico,dan como resultado que predomine la aceptación de lahistoria oral como conjunto de técnicas útiles paracomplementar el trabajo del historiador, sin comprendercabalmente que se trata de otro estilo de trabajo paraescribir otro tipo de historia.

Mi propia iniciativa de crear, primero unaasociación de historiadores orales,que no prosperó en el Ministerio deCultura, luego la Cátedra deOralidad, creada por fin en 1999,con su boletín electrónico Behique,cuyo primer número apareció enagosto del 2001 y los talleres de“Oralidad y familia” inauguradosdesde 1997, la posterior creacióndel Seminario Permanente deFamilia, Identidad cultural yCambio social en el año 2000,incluso un reciente curso (2003)para los alumnos del Doctoradocurricular en Estudios culturales dela Universidad de Oriente, son endefinitiva modos diversos decontribuir a ir rompiendo loscompartimientos estancos entre lasdisciplinas e ir creando bases paraintroducir en la tradición de losestudios cubanos sobre la familia,una perspectiva histórica quepermita llegar a un conocimientomás profundo de la sociedadcubana y de su cultura, utilizando para ello ladimensión familiar y la memoria de los ancianos.

Quizás se aprecie con más claridad la diferencia sise presenta en términos de enfoque del trabajo, yaceptamos que –valga una cierta simplificación– elautor de testimonios focaliza su trabajo en laconstrucción de la obra, en la búsqueda de un estilooriginal y depurado, y que para él la investigación quele sirve de base es un “contenido”, una materia primanecesaria para componer su obra, mientras que para elhistoriador oral lo principal del trabajo es lainvestigación misma (la conceptualización, el diseño, eltrabajo de campo y de gabinete), y que la preocupaciónpor la forma idónea de presentar los resultados parahacerlos atractivos al lector, viene dado como unañadido casi al final del proceso, a pesar de que lalógica científica indica que desde la concepción del

diseño se debe plantear el cómo se han de presentar losresultados. Evidentemente, el mejor libro de historiaoral será el que logre dar una síntesis adecuada yamena de los resultados de la investigación, y en estoreviste gran importancia la habilidad del historiadororal para escribir en forma atractiva y fluida, aunqueésta no sea su preocupación central. En definitiva setrata de una cuestión de oficio.

En defensa de esta idea acerca delposicionamiento divergente de historiadores orales yautores de testimonio desde el oficio (dejé hace rato ya aun lado a los autores de novela-testimonios, para

quienes la “ficcionalización” esdominante), vale mencionar unaspalabras del ensayista FernandoAínsa cuando, refiriéndose a lamás reciente tendencia de lanarrativa latinoamericana, hablade lo que él llama “la vocaciónantropológica de la nuevanarrativa”, que “encara la historiadesde una perspectiva másmodesta” y “privilegia elargumento, la historia conminúscula y el testimonio vitalmás entrañable”, “elige comoestilo un realismo descriptivo,cuando no testimonial, en el quepueden reconocerse fácilmente loslectores”.31 De esta manera sepuede apreciar cómo la elección deuno u otro camino responde aopciones paralelas ante larealidad histórica, coincidentes enel objeto pero no en el tratamiento,y no como una dicotomía entreliteratura artística y literatura

ancilar,32 en la cual la calidad literaria está en juego;desde este punto de vista el énfasis verdadero estaríadado más que por la vocación literaria, por el oficio deescritor de ficción, por una parte, y el de investigador,por la otra.33

Quisiera expresar un último comentario: ¿estamosrealmente abocados a ver desaparecer la historia oralcomo una moda efímera sin mayor trascendencia?Pienso –en contra del pronóstico expresado porJoutard– que mientras los historiadores orales sigansiendo capaces de demostrar la utilidad y viabilidad desu trabajo mediante el descubrimiento de realidadesinéditas y sus textos sean accesibles para todo tipo delectores, los cultos y los que nada tienen que ver con laacademia y sí con la búsqueda de un producto culturalque enriquezca sus vidas, estaremos exorcizando suanunciada desaparición.

¿Estamos realmente abocados aver desaparecer la historia oral

como una moda efímera sinmayor trascendencia? Pienso

–en contra del pronósticoexpresado por Joutard– que

mientras los historiadores oralessigan siendo capaces de

demostrar la utilidad y viabilidadde su trabajo mediante el

descubrimiento de realidadesinéditas y sus textos sean

accesibles para todo tipo delectores, los cultos y los quenada tienen que ver con la

academia y sí con la búsquedade un producto cultural que

enriquezca sus vidas, estaremosexorcizando su anunciada

desaparición.

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NOTAS

1 Hasta donde he logrado conocer, no se ha publicado unasistematización de la trayectoria cubana de la historia oral, porlo cual estos apuntes deben ser considerados un primeracercamiento a ella. Por el contrario, se ha teorizado bastantesobre el género testimonio, razón por la cual me he limitado eneste análisis a presentar unos ligeros apuntes suficientes paraentroncar con la perspectiva antropológica de la historia oral.2 D. Schwarzstein, “La historia oral en América Latina”, enrevista Historia y fuente oral N° 14/1995.3 Sobre esto se recomienda, de Leonor Amaro Cano,“Influencia de los Annales en la enseñanza de la historia enCuba en la década del 60”, en Debates americanos N° 3/1997:106-117.4 Véase Eugenia Meyer, “Recuperando, recordando,denunciando, custodiando la memoria del pasado puesto aldía: historia oral en América Latina y el Caribe”, en Historia yfuente oral N° 5/ 1991: 139-144.5 Idem, p. 143.6 Op. cit., p. 144.7 “Comunicación y liberación: tareas de la historia viva,historia de masas”, en revista Santiago N° 52/1983: 61-71.8 Me remito para la primera década al criterio autorizado delos autores del Diccionario de la literatura cubana publicado porun conjunto de autores del Instituto de literatura y lingüística,a través de la Editorial Letras Cubanas (La Habana, 1984).9 Sobre el estilo de trabajo desplegado por Lydia Cabrera consus informantes, se recomienda el artículo de Ana Cairo,“Lydia Cabrera: praxis vanguardista y justicia cultural”, enrevista Caminos (La Habana), N° 24/25, 2002: 73-83.10 Octavio Di Leo, “La entrevista en Lydia Cabrera”, en revistaCatauro (La Habana), N° 1/2000: 39.11 Sobre el tema de la prostitución también, no puede dejar demencionarse el título un poco posterior Recuerdos secretos de dosmujeres públicas, de Tomás Fernández Robaina, Ed. Letrascubanas, 1984.12 El general Fulgencio Batista Zaldívar subió al poder porsegunda vez mediante un golpe de Estado en 1952 y fuedesplazado de él por el ejército rebelde comandado por FidelCastro en diciembre de 1958.13 Fuente: Que levante la mano la guitarra, Selección de VíctorCasaus y Luis Rogelio Nogueras, Ed. Letras cubanas, LaHabana, 1984.14 Víctor Casaus, Defensa del testimonio, La Habana, Letrascubanas, 1990: 46.15 No he podido precisar la fecha exacta de la primera ediciónde este texto.16 Los ejemplos son míos.17 Casaus, op. cit.: 46 y ss.18 Preámbulo a Living the Revolution /An Oral History of Contem-porary Cuba, Tomo I: Four Men, University of Illinpois Press,1977.19 Los tomos referidos son: Four Men, Four Women y Neigh-bors.20 La primera edición francesa, que es la que he consultado, esde Gallimard, Paris, 1980.21 Oscar Lewis, Trois femmes dans la Révolution cubaine, ed. cit: 9.22 Véase Philippe Joutard: “La historia oral: balance de uncuarto de siglo de reflexión metodológica y de trabajos”, enHistoria y fuente oral N° 15/1996: 171-176.23 Que dirige el poeta, cineasta, ensayista y narrador VíctorCasaus.24 Publicado en revista Unión N° 34/1999: 16-23.25 Las investigaciones de historia regional y local, y las de la

narrativa popular tradicional vinculadas a la obra Atlasetnográfico de Cuba, aparecida mucho después, donde tambiénse hizo un uso extensivo de ellas, se ubican en la décadasiguiente.26 Alejandro es el autor del primer texto de síntesis cubano queconozco sobre el tema: “Testimonio: literatura e historia oral”,aparecido en Nuestra común historia. Cuba-España. Poblamiento ynacionalidad, Editorial de Ciencias sociales, La Habana, 1993:71-78. Es también el primer y único historiador cubano enhaber incluido la materia en sus programas de posgrado.27 Idem, p. 73.28 Sobre el modo en que funciona la transmisión oral al interiorde la familia y el grupo social véase de María del CarmenVictori, María Aguiar Fons y Ana Vera “Aproximaciones auna regionalización del discurso tradicional cubano”, enRevista Mañongo N° 10, Universidad de Carabobo, Venezuela,1998: 7-39.29 Boletín digital Memoria N° 49, septiembre 2003.30 Idem.31 Fernando Aínsa, Espacios del imaginario latinoamericano.Propuestas de geopolítica, La Habana, Editorial Arte yLiteratura, 2002: 173-174.32 Una de las acusaciones que suelen hacerse contra el testimo-nio, que entorpece su aceptación dentro de las bellas letras.33 Tras esta distinción subyace una antigua polémica vigente ennuestro medio intelectual según la cual los investigadoressociales no deberían ser considerados intelectuales. Unareferencia actualizada a este tema se puede consultar en:“Ciencia y cultura: comprensión de la complejidad”, Debate,revista Temas N° 32/2003: 81-99.

Principales trabajos publicados de la autora,relacionados con el tema:

(1996) Raíz familiar, Editorial. Letras Cubanas, La Habana.(1997) Cuba: Cuaderno sobre la familia. Epoca colonial, Centro deinvestigación y desarrollo de la cultura cubana Juan Marinello,Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.(1998) “Vida doméstica en Cuba durante los años 50”, enEspacio, tiempo y forma, Revista de la Facultad de Geografía eHistoria, UNED, Madrid, no. 11: 297-325. (Coautora conMona Rosendahl y Aisnara Perera).(1998) “Aproximaciones a una regionalización del discursotradicional cubano” en Revista Mañongo, Universidad deCarabobo, Venezuela, no. 10: 7-39 (en colaboración con Maríadel Carmen Victori y María Aguiar).(2000) “La historia oral. Un deslinde necesario”. Revista VocesEncontradas, Buenos Aires, no. 7: 22-24(2002) “El Centro histórico de la Ciudad de La Habana en lamemoria de la gente mayor”, en IV Taller internacional deproblemas teóricos y prácticos de la historia regional y local(Habana, Cuba), Hernán Venegas y José A. Castellanos,coord., Universidad Autónoma de Chapingo e Instituto dehistoria de Cuba: 175-192.(2002) “Estudiar la familia. Un repaso”. Revista Temas, LaHabana, no. 31, oct-dic: 101-110.(2003) “Historia contada de la vieja Habana o La Habanarelatada” (Capítulo de un libro en preparación).(2004) “La Familia cubana en perspectiva”, en La familia enIberoamérica 1550-1980, Coordinador Pablo Rodríguez,Universidad Externado de Colombia-Convenio Andrés Bello,Bogotá, pp. 126-165.

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Esperanzas caminandoEl Posadas: una experiencia

de movilizacióny participación social

en la Argentina de los 70

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existencia y en las determinaciones que imponen asus ocupantes” por su situación en la estructura de ladistribución del capital social. Y luego agrega que elcapital es “el factor eficiente en un campo dado”, yaque “permite a su poseedor ejercer un poder, unainfluencia, por tanto existir, en vez de ser una simplecantidad deleznable”.2

Adherimos a esta teoría porque hablar de campo,afirma Bourdieu, a diferencia de un sistema oaparato, significa hablar de lucha; “y por lo tanto deHistoria”. En un campo los distintos agentes luchan,con apego a regularidades y reglas constituidas enese espacio de juego, con distintos grados de fuerza yposibilidades de éxito. Es cierto también que “quienesdominan en un campo determinado están enposición de hacerlo funcionar en su beneficio, perosiempre deben tener en cuenta las resistencias, lasprotestas, las reivindicaciones de los dominados”.3

En el caso que estamos estudiando, el desarrollodel capital social de los sectores dominados delcampo social generó resistencias, protestas yreivindicaciones en un nivel tan alto que amenazó aquienes dominaban o controlaban ese espacio, por locual la reacción de estos sectores no se hizo esperar.

El presente trabajo pretende analizar un pequeñosegmento de la sociedad que participó de estastransformaciones entre 1970 y 1976, teniendo encuenta que las mismas abarcaron amplísimos nivelesy que significaron una vasta transformación social.

La elección del Hospital Posadas como campo deanálisis se debe a varias razones. Nos pareceinteresante tomar como referencia un hospitalpúblico nacional que surgió como modelo de políticade salud en esa etapa. Allí, analizaremos eldesarrollo de la organización de los trabajadores dela salud, a quienes su labor los colocaba en contactocotidiano con los sectores más postergados de lasociedad. Ellos comenzaban a asumirse comotrabajadores, se sindicalizaban y potenciaban lastendencias igualitarias de la sociedad argentina al

Introducción

“Lucy traía unos diamantesde un mundo inesperadoFrancia en colores del día domingoMarcha de los estudiantesParecíamos Esperanzas Caminando”(Del mismo barro, León Gieco, 1992)

Los años setenta representan un quiebreprofundo en la historia de la sociedad argentina. Laviolencia, el terror y los enfrentamientos de aquellosaños son la prueba definitiva de que se trató detiempos decisivos. El resultado de aquellasdefiniciones puede apreciarse hoy, y se haceevidente en la fragmentación de la sociedad, en ladesesperanza y en la frustración que la etapademocrática no sólo no pudo revertir, sino queprofundizó.

Entre 1966 y 1976, diez años signados porsendos golpes de estado, se definió con muchafuerza el perfil de una militancia social renovada.Los avances de la movilización popular de los años70, sobre todo después del Cordobazo (1969),mostraron el fracaso de los intentos por superar unacrisis que se arrastraba desde la caída del peronismoen 1955. La efervescencia y la masividad de laprotesta social, su creciente radicalización y elcrecimiento de nuevos grupos y organizaciones de lallamada “nueva izquierda” se convirtieron en unaverdadera amenaza para los grupos de poder deaquellos años. Es que la movilización popular que seintensificó en los años 70 fue acompañada por unaorganización importante de la sociedad que diolugar a la creación de espacios de inserción social ya un desarrollo del capital social inédito.

Pierre Bourdieu definió al capital social como la“suma de recursos, actuales o potencialescorrespondientes a un individuo o grupo, en virtudde que estos poseen una red duradera de relaciones,conocimientos y reconocimientos mutuos más omenos institucionalizados”.1 Bourdieu argumentaque estas redes sociales deben construirse medianteestrategias de inversión orientadas hacia lainstitucionalización de relaciones grupales,utilizables como una fuente confiable de otrosbeneficios. Nosotros consideramos que la militanciapolítica y social, desarrollada sobre todo entre 1969 y1973, se basó en la construcción de este tipo de redesde relaciones sociales.

Bourdieu manifiesta también que pensar entérminos de relaciones significa pensar en términosde campo. El campo, una de las nociones centralesde su teoría, “es una red de relaciones objetivas entreposiciones que se definen objetivamente en su

El enfoque biográfico interpretativo en la investigación socio-histórica

Esperanzas caminando. El Posadas: una experiencia de...

Autor Mariano Álvarez

Profesor de Historia

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cuestionar los modelos de vinculación vigentes.Por otro lado, creemos que es importante tomar

testimonios de diversos actores sociales que hastahoy permanecen anónimos para tener una mayordimensión de aquel proceso de participación social,así como también de la magnitud y del impacto delterrorismo de Estado. Los protagonistas son médicos,enfermeras, empleados, vecinos, que desde su accióncotidiana se convirtieron en una verdadera amenazapara el poder, aunque muchos de ellos no militaranen grandes organizaciones. Es por ello que hemostrabajado basándonos en testimonios orales.

Creemos asimismo que recién en los últimosaños han aparecido trabajos que tienen en cuenta aestos actores anónimos, es decir, militantes socialesde base ligados o no a grandes organizaciones, queprotagonizaron este desarrollo. Además, cuando hansido objeto de análisis, ha sido sólo como víctimas dela represión, como desaparecidos, sintener en cuenta las decisiones quetomaron antes de ser atacados por elterrorismo de estado, su trabajo políticoy social, su compromiso de militancia.

De este modo, intentaremosanalizar esta experiencia demovilización y participación socialdesarrollada en el Posadas en losprimeros años de la década del 70 talcomo fue vivida y sentida por susprotagonistas. Nos parece fundamentaldetenernos a analizar la influencia deun verdadero clima de época quehomogeneizó a este sector de lasociedad donde predominaban losjóvenes. Clima que puede ser calificadocomo “de esperanza”. Esto es lo que sentían quienesvivieron esos años. Esperanza basada en el caminoque iniciaban. Un camino de lucha y militancia.Esperanza en movimiento. Esperanzas caminando.

El Hospital PosadasEl actual Hospital Nacional Profesor Dr.

Alejandro Posadas está ubicado en Villa Sarmiento,en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Este hos-pital surgió como iniciativa de la Fundación EvaPerón durante el segundo período presidencial deJuan Domingo Perón y estaba originalmenteproyectado para cumplir la función de atención deenfermos con afecciones pulmonares crónicas y conespecial dedicación a pacientes afectados por tuber-culosis. La planificación edilicia denota los requisitosde la época para atender a este tipo de enfermos. Hoypodemos observar los vastos espacios abiertos querodean al edificio principal que cuenta con grandesbalcones y materiales de construcción que evidenciancalidad y fastuosidad.

Cuando se produjo la Revolución Libertadora en1955, el hospital aún estaba sin terminar. El nuevo

gobierno decidió en abril de 1958 cambiarle eldestino inicial para transformarlo en “InstitutoNacional de la Salud” y como tal fue inaugurado porel entonces presidente de facto general Pedro E.Aramburu.

De este modo comenzaron a funcionar un totalde siete institutos de investigación dedicados cadauno de ellos a distintas especialidades. Los mismoscumplieron tareas asociadas a la investigación ex-perimental y clínica, es decir que no había atenciónmédica directa a la población, excepto aquellos casosque se consideraban útiles para el desarrollo de lasinvestigaciones. Esto fue así hasta que en junio de1968 se decidió la disolución de los institutos deinvestigación para organizar un Hospital Nacionalde Agudos.

Entre 1968 y 1970 el hospital funcionóúnicamente con dos servicios: Gastroenterología y

Endocrinología. En 1970 comenzaron aincorporarse los otros servicios, comoPediatría, Clínica Médica y Cirugía,proceso que continuó hasta 1973, añoen que se integraron todos los demásservicios para constituir un hospital deagudos.

Se inauguró oficialmente comoPoliclínico Profesor AlejandroPosadas en abril de 1972, con laasistencia del entonces presidente defacto general Alejandro AgustínLanusse, haciéndose cargo de ladirección interina el doctor CarlosFerreyra.

El doctor Camilo C. recuerda:El hospital a principios de los setenta era

muy elitista … todo era absolutamente brillante, delujo, fantástico pero con un pequeño detalle: no habíaenfermos. La comunidad que rodeaba al hospital nosabía que allí podía ser atendida, era un lugarprácticamente cerrado. El hospital no tenía nada quever con la comunidad y además estaba absolutamentevacío.

Los barrios que rodeaban al hospital eran en sumayor parte de clase media y clase media baja.Podemos destacar dos de ellos. Por un lado, un ba-rrio de casas pequeñas, devenido hoy en villa deemergencia, conocido como Carlos Gardel, quetenía una población estimada en 3500 personas.Este barrio se había constituido a partir de 1969con gente proveniente del interior, en su mayoría.El gobierno militar de aquella época construyóuna serie de monoblocks exactamente detrás delhospital, prometiendo a quienes llegaban al barriootorgarles departamentos allí. Sin embargo, estosdepartamentos fueron ocupados en su mayoríadiscrecionalmente por otras personas,constituyendo así el segundo barrio, llamado enaquella época Mariano Pujadas, con una

Los protagonistas sonmédicos, enfermeras,empleados, vecinos,que desde su acción

cotidiana seconvirtieron en una

verdadera amenaza parael poder, aunque

muchos de ellos nomilitaran en grandes

organizaciones.

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población estimada en 1973 de 9000 personas. Hoyambos núcleos habitacionales son conocidos en suconjunto como Barrio Carlos Gardel.4

En un marco de importante efervescencia políticay de amplia participación y movilización social, seprodujo entonces la conformación del plantelprofesional y no profesional de las distintas áreas delhospital.

Era un momento en el que todo el mundo teníaparticipación en proyectos de alguna manera progresistas...toda la gente que venía era gente de ámbito profesional, casitodos formados en situaciones médicas de alta dedicación...todos con residencias médicas, sin actividad privada... sinotras cosas que la atención en hospital público, lo cual dioun perfil muy característico a casi toda la población médicaque vino y con eso un poco arrastró también el hechoinstitucional. Yo creo que allí es donde sefijaron las características... que uno podríallamar personalidad de la institución (...)

El ingreso de personal noprofesional también fue importante enestos años. La mayoría de ellos eranjóvenes con poca experiencia laboral.Estas condiciones nos hacencaracterizar al hospital que seconformó entre 1972 y 1973 como unhospital “nuevo”. Un hospital públicoy gratuito, bastante bien equipado, enmanos de gente joven, con médicos condedicación exclusiva, lo que lespermitía una mayor interacción con losno profesionales.

Por otro lado, la mayoría de losactores sociales protagonistas de estedesarrollo compartían una concepciónde salud basada en las políticas deRamón Carrillo, quien había sidoSecretario de Salud durante la época de los gobiernosperonistas y planteó, por primera vez en Argentina, laidea de salud como un derecho. Para ello implantó unsistema estatal centralizado, de atención gratuita,moderno y dinámico, permitiendo así un crecimientoacelerado de establecimientos hospitalarios comotambién de centros ambulatorios.5

Esta alternativa a la salud pública se había vistomuy limitada durante la etapa tecnocrática de lostiempos militares. A partir del golpe de 1966 seobservó una “desjerarquización de las institucionespúblicas” que se ocupaban de las políticas de salud.Así, la Secretaría de Salud que manejaba su propiopresupuesto se transformó en Subsecretaría,perdiendo tal potestad. A su vez, “el campo de lasalud pública fue restringido y se facilitó el desarrollodel sector privado”.6

Con la asunción del gobierno de Cámpora en1973, la nueva Secretaría de Salud recuperó casi todaslas facultades que había tenido durante la gestión deCarrillo. En este sentido, los médicos del hospital

recuerdan la influencia ideológica del proyectosustentado por el FREJULI, cuya filosofía se cristalizóen el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).

El doctor Juan Carlos A. recuerda:El SNIS era un proyecto muy transformador de la

realidad sanitaria, de la forma de prestar salud, que bueno,finalmente tuvo la posibilidad de tener algún desarrollo enalgunas provincias del interior del país, pero como sistemanacional no pudo ser implementado porque la relación defuerzas no dio como para poder instituirlo, y bueno, estehospital tuvo grupos importantes del personal queparticipaba de los postulados de este proyecto, del SNIS.De alguna manera se intentó desde acá llevar adelantealgunos de los postulados de ese sistema que en realidadera un sistema integrado, mucho más amplio, nacional.

La ley 20.748 se aprobó finalmente en septiembrede 1974 creando el SNIS. Sin embargo,debido a diversas disputas entrefuncionarios del Ministerio, la CGT ydistintas organizaciones médicas, seintrodujeron modificacionessustanciales que impulsaron algunosdiputados de extracción gremial, y quedejaron fuera del sistema al conjunto delas obras sociales. El gobierno peronistaya había definido un lineamientopolítico totalmente diferente al quehabía provocado un sentimiento deeuforia popular en mayo de 1973.

Antiautoritarismoy horizontalidadLa efervescencia social y política,

que se vivía tanto dentro como fuera delhospital en mayo de 1973, tarde otemprano debía enfrentarse con laestructura autocrática de la dirección

del hospital nombrada por el gobierno militar deLanusse. El director era el doctor Ferreyra, retirado delas Fuerzas Armadas, quien estaba acompañado porun grupo de personas a cargo de los servicios ge-nerales y de mantenimiento.

Así como en el país las luchas populares y loscuestionamientos a la estructura de poder militar seprofundizaron, la oposición al autoritarismo en elmanejo del hospital generó un estado demovilización que integró rápidamente a todo el per-sonal, tanto profesional como no profesional, y queademás contó con un fuerte apoyo de los líderesbarriales. Así lo recuerda el doctor Camilo C.:

Recuerdo... el momento de lo que llamamos la toma delhospital. Año 73, acceso de Cámpora al gobierno, viste quehabía movimientos y contra movimientos, o sea, losgremios más históricos estaban tratando de forzar la mano,quedarse con los lugares para evitar los desplazamientos.Este hospital estaba en ese momento dirigido por uninterventor del poder anterior, del poder de Lanusse, yentonces en esta efervescencia del 73 hubo una

Este hospital surgiócomo iniciativa de laFundación Eva Peróndurante el segundo

período presidencial deJuan Domingo Perón yestaba originalmente

proyectado para cumplirla función de atención

de enfermos conafecciones pulmonarescrónicas y con especialdedicación a pacientes

afectados portuberculosis.

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movilización por parte de este hombre con algunos agentesque tenía aquí dentro, en sus cargos directivos, a cargo demantenimiento, vigilancia... de armar un proyecto, hacercomo una toma del hospital y quedarse dentro, que generóuna contra fuerza que lo arrastró, en el sentido que estotrascendió y la gente de alguna manera ocupó su lugar, selo llevó puesto... por delante, hubo asambleas y acá estogeneró un desplazamiento de ese director, una presenciapor seis o siete días de un Comité de dirección elegidoasambleariamente, ese Comité de dirección tenía tresmédicos y tres no médicos en su composición... Parecía quecada sector se quería comer a su jefe, apareció un momentode reivindicación en el que todo jefe era expulsable, buenosi había caído el interventor por qué no caía el jefe del áreadeterminada, de personal, de tal o de cual... y entonces seiba a cada sector que estaban reunidos en una discusiónpermanente y se consiguió parar casi todas estasreivindicaciones cuando no tenían una base lógica, cuandoeran simplemente reivindicacionesanormales.

El estado deliberativo que incluyóla “toma” del hospital continuó du-rante cuarenta y ocho horas. Paradarle validez legal a este proceso semantuvo una conexión orgánica conel Ministerio de Bienestar Social al quese pidió el nombramiento de unveedor. Así es que fue designado eldoctor Escudero, quien no intervino enla movilización interna del hospital y,además, facilitó la eleccióndemocrática del posterior director.

Tres o cuatro días después de aquella asamblea,el doctor Ferreyra intentó retomar la dirección delhospital y lo hizo acompañado por la policía dePalomar. La postura del doctor Escudero fue la deavalar el movimiento interno del hospital, y unanueva asamblea rechazó al director nombrado por ladictadura.

Continúa el doctor Camilo C.:A partir de la remoción de las viejas autoridades el

proceso interno de democratización e integración a travésde las asambleas cobró una dinámica permanente. El comitécolegiado de dirección se propuso buscar inmediatamenteuna figura emergente y representativa de lo local concondiciones personales intachables, para proponer alMinisterio, para que quedara a cargo del hospital. Laelección recayó en el doctor Rodríguez Otero. Era uncirujano de gran trayectoria, muy querido y respetado, quehabía sido director asistente del doctor Ferreyra y no se leconocía militancia política alguna.

En una asamblea posterior al 20 de junio, día enque se produjo el sangriento y definitivo retorno dePerón al país, se designó a Rodríguez Otero, porvotación unánime a mano alzada, director del hospi-tal. Él conocía perfectamente el manejo del hospitalcon lo cual se garantizaba cierta continuidad laboraly administrativa. Sin embargo, el doctor Escudero no

consiguió el nombramiento del Ministerio deBienestar Social que conducía López Rega, ya que sedesconfiaba de la movilización interna que allí seestaba gestando.

Para exigir el nombramiento del cirujano, seprodujo una movilización al Ministerio, deaproximadamente trescientas personas (sobre untotal de setecientas). De aquella convocatoriaqueremos destacar dos datos importantes. Por unlado, el poder de movilización que había en aquellaépoca, que incluyó tanto a médicos como a nomédicos, pero también a un importante grupo devecinos. En segundo lugar, un presagio del futuroque así lo recuerda Camilo C.:

Fuimos ahí al Ministerio de Salud, que se sacó ahí laconvalidación, el nombramiento a partir del reclamo delhospital y de la comunidad... Una situación jodida porquenos metieron a todos en un subsuelo, en un cuarto piso de

subsuelo del Ministerio que... estaba allá enPlaza de Mayo, una situación complicada,digamos... soportó bien, fue muy agresiva lasituación... estaba López Rega de Ministro,ya había habido Ezeiza... Este hospital va conese planteo al Ministerio, terminamos en uncuarto subsuelo del ministerio, en un lugargrande que había, serán 200 o 300 personas...una situación de mucha vulnerabilidad, peroesa movilización consiguió el nombramientode Rodríguez Otero.

Con este nombramiento oficial porautoridad competente de un gobiernodemocrático, la comisión colegiada se

disolvió en asamblea. También cesó en sus funcionesel veedor del Ministerio, el doctor Escudero. Esto seprodujo entre junio y julio de 1973.

Las estructuras de sentimientoNos interesa destacar en este punto cómo fue

vivido este proceso por sus protagonistas. Ya queconsideramos que este movimiento emergente puede seranalizado como una “estructura de sentir”,trataremos de rescatar los principales “significados yvalores” tal como fueron “vividos y sentidosactivamente”7 por los diferentes actores sociales delhospital que fueron entrevistados.

Nos parece conveniente aclarar que se trata deuna aproximación a aquellos sentimientos, que seencuentra mediatizada por la memoria de cada unode los protagonistas. Sería imposible recuperarlos“tal como fueron vividos”. La cristalización de los“años dorados” del hospital, que se dieron entreaquella asamblea de junio de 1973 y fines de 1974, enlos recuerdos de sus protagonistas asume unaestatura mítica. Marta C. ingresó al Posadas el 11 dejunio de 1973 y dice haber entrado a un mundomaravilloso, de grandes asambleas y resoluciones enconjunto.

Es que, como afirma Alessandro Portelli, “las

La cristalización de los“años dorados” del

hospital, que se dieronentre aquella asamblea

de junio de 1973 y finesde 1974, en los

recuerdos de susprotagonistas asumeuna estatura mítica.

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fuentes orales nos dicen no sólo lo que hizo la gente,sino lo que deseaba hacer, lo que creía estar haciendoy lo que ahora piensan que hicieron”.8 Sin embargo,consideramos que estos testimonios orales resultanimprescindibles para analizar las percepciones quelos distintos actores sociales tenían acerca de losprocesos y los acontecimientos en los que estuvieroninmersos.

El clima político y social del país en 1973 estápresente en todos los testimonios y es expuesto comoun detonante. El doctor Juan Carlos A. recuerda eneste sentido:

El proceso del 73 fue bastante explosivo, con la salidade la dictadura de Lanusse. La llegada del gobierno deCámpora y demás significó un cambio muy abrupto en lasexpectativas de la gente y en el modo de participar, y enesta relación que se fue dando entre el hospital y la zona deinfluencia. Al margen de las cuestiones quehacen estrictamente a la condición de hospi-tal, paralelamente con eso también se dabauna actividad sindical y política dentro delhospital bastante importante. Lo que sírecuerdo es que entre los grupos detrabajadores del hospital más identificadoscon la línea de la JP o de la TendenciaRevolucionaria y demás, y los líderesbarriales de una orientación similar habíatrabajo en común de tipo político y demás...probablemente ésta sea una de las cosas que,junto con el carácter de hospital abierto,participativo, con mucha gente del hospitalcomprometida aunque no estuviera en estetrabajo político, fue de las cosas que tal vezlo hayan marcado como objetivo para quecuando el golpe del 76 ocurriera lo queocurrió.

Por otro lado, la formación de un hospital“nuevo”, con aquel ingreso masivo de personal yamencionado entre 1972 y 1973, otorgó a losprotagonistas de dicho proceso una vigorosaidentidad que algunos vinculan con el fenómeno delperonismo. Cristina, asistente social y delegada deATE en aquellos años, afirma:

La mayoría de los jóvenes que ingresamos en el hospi-tal a partir de los 70, nos atravesó en algún momento denuestra historia joven, el peronismo, te podría decir que enel noventa por ciento procedíamos de padres trabajadores,que gracias a su trabajo pudimos cursar la escuelasecundaria y después optar por la terciaria o universitaria.Este origen de clase trabajadora, de principios y valoresprevalecía en nuestra práctica de concebir el trabajo, lasrelaciones, los vínculos con los otros. Nos sentíamostrabajadores de la salud, acompañados de la concepción dela Salud Pública de Ramón Carrillo; no había divisorias deaguas, ni discusiones por este tema. Es por ello lo deltrabajo horizontal tanto a nivel interno del hospital, comoasí también en el trabajo con el barrio, como el de realizarlas asambleas conjuntas. El estado de asamblea permanente

donde se discutían cuestiones internas como tambiénaspectos relativos a la situación general del país y esaconcepción horizontal en la que todos éramos equipo desalud y no existían hegemonías de unos sobre otros. Ladivisoria de aguas entre profesionales y no profesionales seinstala a partir del 24 de marzo de 1976.

La opción por el peronismo se presentaba asícomo algo inevitable, fenómeno que se correspondíacon lo que ocurría en el país en aquellos años. Lointeresante de ello es que no se trataba de una opciónpolítico ideológica, sino más bien de un sentimientoque unificaba a los distintos actores sociales en tornoa lo que representaba una opción popular de luchaen una coyuntura histórica determinada.

En este sentido, cabe destacar que en lostestimonios “Perón” casi no es mencionado, exceptocuando se recuerda su regreso al país el 20 de junio

de 1973. Tampoco son consideradoscomo parte del peronismo ni el ministrode Bienestar Social, José López Rega,quien mandó intervenir el hospital en1974, ni toda la burocracia sindicalperonista. Se trataba de un peronismo“nuevo”, vivido como un hecho casifundacional.

El compromiso militante, queestaba presente en la mayoría del per-sonal, en general no generabadivisiones entre ellos. Dice Cristina:

La cohesión interna estaba dada porcompartir la misma concepción de salud, deconstrucción y de participación. La granmayoría estaba comprometida con ladefensa del hospital público, de puertasabiertas y la participación de la comunidad

en todos los niveles de la vida del hospital.Gladys C. es enfermera y recuerda:Vos sabías la bandería política de todos, nadie te

ocultaba su bandería política. Un momento así de graneclosión, de gran libertad y hasta de alegría, y hasta dealegría. La militancia era toda muy activa, muy alegre conmucha polenta, muchas ganas... Por ahí en alguna reuniónalguien venía con la línea de su partido, el PC por ejemplo.Todo el mundo le decía, pará, no bajes línea,chicaneábamos, pero nunca hubo peleas así. Era una cosamuy fluida, todo el mundo quería opinar, tratábamos dehacer en conjunto, consensuar sin que las líneas partidariasinfluyeran en forma importante. Era una cosa pluralista,de consenso, nos uníamos más por las coincidencias que porlas diferencias.

Sin embargo, en los intersticios de este clima deconsenso, pluralismo y horizontalidad que todosevocan, seguramente se estaba gestando la reacciónautoritaria de los grupos de poder. Creemos que en laidealización de aquella etapa se pierde la percepciónde aquella amenaza. Sólo se filtra esto en algunos delos testimonios, pero como algo que fue captado conposterioridad a que se desencadenaran los

Por otro lado, laformación de un

hospital “nuevo”, conaquel ingreso masivo depersonal ya mencionado

entre 1972 y 1973,otorgó a los

protagonistas de dichoproceso una vigorosaidentidad que algunos

vinculan con elfenómeno delperonismo.

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acontecimientos. Dice Cristina: por supuesto, despuésvimos que otros estaban armando otras cosas, ¿no?

Esta “estructura de sentimiento” se puedepercibir a su vez en la construcción de fuertesvínculos de índole afectiva entre los distintosprotagonistas, y en relación con la institución a laque pertenecían. El testimonio de Gladys da cuentade ello:

Yo amaba este hospital, todos amábamos este hospital.El hospital era como una cosa nuestra, lo amábamos. Eracomo un hijo grande. Yo tenía infinidad de horas, entrecomillas, extras, porque al final ni se cobraban o eran acompensar, pero en mi vida recuerdo haberme tomado undía para compensar. Los artículos 8 que ahora se los tomanreligiosamente, ni los tomábamos... Era un compromiso conel hospital, el hospital era nuestro hijo. Y teníamos ademásun ámbito de trabajo pero además un ámbito social,teníamos nuestras relaciones, nuestras amistades. Nosjuntábamos a charlar, de repente íbamos atomar un café. Éramos todos amigos, vosentrabas en todos los servicios como en tucasa. Cada servicio era como el dormitoriode un hermano. Vos golpeabas la puerta ydecías hola como te va. No había toda esacosa burocrática o formal que existe hoy.

Desarrollo del capital socialUna consecuencia fundamental del

desarrollo hasta aquí descrito en elHospital Posadas fue la construcciónde relaciones grupales que sirvieroncomo fuente confiable de beneficiospara toda la comunidad. Esta red derelaciones se dio en primer lugar dentro del hospitaly luego, confluyó con otras redes que se estabangestando paralelamente en otros sectores de lasociedad.

En este sentido la relación del hospital con lacomunidad nos parece fundamental en este procesode apertura. El barrio estaba organizado pormanzanas y tenía sus representantes que concurríanal hospital, se reunían con el doctor Rodríguez Oteroo participaban de las asambleas. En aquellasreuniones se planteaban los problemas y lasnecesidades de la comunidad y desde el hospital seintentaba brindar solución en la medida de lasposibilidades. Sobre estos referentes barriales el doc-tor Camilo C. afirma:

Yo no te puedo decir si eran gentes de organizacionesmás elevadas, había gente pesada... seguramente habíagente pesada, alguna vez he visto gente armada... en estasreuniones... pero básicamente eran los tipos que emergíancomo representantes naturales y uno hablaba con ellos y dealguna manera encolumnaba un reclamo o encolumnabauna solución a un problema... no individualmente, sino eraun reclamo formal... de un barrio que tenía tal problema ode infección o de epidemia... había cosas... no te puedo decircuál era la razón de ser de ese protagonismo... pero eran

realmente los referentes del barrio, uno se entendía con tres,cuatro, cinco, diez tipos que eran en general... o mujeres,que ordenaban de alguna manera la cosa...

Uno de los temas que nos parece interesantedestacar de la relación entre el hospital y el barrio, esla labor que se llevó a cabo en cuanto a prevención yatención primaria de la salud. Cristina nos cuentaque:

Una de las cuestiones fue la formación de agentessanitarios, de líderes sanitarios... el equipo de acá estabaformado por enfermería, por obstetricia, por ginecología,clínica médica, servicio social, nutrición... se preparaban enconjunto junto con los vecinos del barrio el programa abrindar... y bueno, esto se hacía con los vecinos que elloselegían de cada una de las manzanas. Nosotros íbamos albarrio a dar las charlas... y a su vez ellos una vezterminada esta capacitación la reproducían con todos susvecinos de manzana... o sea, era una retroalimentación

porque todo el tiempo los conocimientosiban y venían... los vecinos podían estarcapacitados en nutrición, en primerosauxilios, ...los conocimientos y los saberesnecesarios para resolver las cuestionesprácticas... y fundamentalmente todo lo quetenía que ver con la promoción de la saludque era el eje que nos atravesaba en esemomento, que era fundamentalmenteadquirir mejor calidad de vida... y en esotenía que ver todo lo que era el mejorar lascondiciones ambientales.

La integración con la comunidadtambién se percibe en la gran actividadsocial que había en el hospital. El hos-

pital, además de centro de salud, por momentos seconvertía en un centro comunitario o club de barrio.Son recordados los festejos del Día del Niño que serealizaban con los vecinos en los cuales se utilizabael aula magna para pasar películas infantiles.También en esos tiempos se intentó hacer unpolideportivo para la comunidad en el amplio parquedel hospital. Para ello, recuerda Sala que veníamos losdomingos a laburar al hospital y los sábados y despuéscomíamos un asado, pero laburábamos toda la mañanajunto con los vecinos para mejorar el jardín.

Susana, militante del barrio, recuerda en estesentido:

El hospital era abierto, no había ningún muro, lagente los sábados y domingos iba a hacer el picnic alparque del hospital, no era que se iban a tirotear, era fami-liar, yo no tengo fotos pero hay gente que las tiene, era unaplaza pública, hacer el picnic, tomar mate, jugar a lapelota, era un clima bueno con el hospital. Se hacían tareasrecreativas... Ahora ya hay vandalismo, pero en esemomento había otros valores, había otros criterios.

Susana Á. vivía en el sector de los monoblocksjunto con su madre, que era militante peronista y hoypermanece desaparecida, y recuerda cómo seorganizaron para tomar este núcleo habitacional:

Y teníamos además unámbito de trabajo pero

además un ámbitosocial, teníamos

nuestras relaciones,nuestras amistades. Nosjuntábamos a charlar, derepente íbamos a tomarun café. Éramos todos

amigos (...)

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Año de 1973, gana el peronismo el 11 de marzo.Entonces a mi mamá la vienen a ver de todos los barriosdonde a ella la conocían por su militancia, la vienen a ver.–Cecilia, queremos tomar los monoblocks. Vos tenés queayudarnos–. Los monoblocks estaban deshabitados, estabapor asumir el gobierno de Cámpora y estábamos en unperíodo de transición. Qué sí, qué no, se discute quéconviene o no. La cuestión es que se decide tomar losmonoblocks. Se decide tomar Ciudadela y se decide tomarCarlos Gardel. Y se inician las tomas simultáneas. Hay tresintentos de tomas, en la primera nos saca el Ejército porqueestaba el ejército todavía. Decidimos esperar y en agostodel 73 se toman todos los monoblocks. Además deCiudadela y Carlos Gardel... se toman los de Crovara... yadespués se generaliza, es como que se inicia una encendidade tomas simultáneas. Así pasamos a vivir allí. Losdepartamentos estaban deshabitados. Había alguno queotro que estaba adjudicado por el BancoHipotecario... y bueno, el tema era despuéscómo regularizar esa situación. Estábamosante un gobierno peronista, nos habíanpermitido ocupar los departamentos, pero laidea no era quedarnos así porque éramosintrusos, éramos ilegales. Y bueno ahícomienza el tema de la organización.

Se organiza un cuerpo de delegados: unrepresentante por escalera y un delegado pormonoblock. Y se forma la comisión del barrioy con esa comisión se va a representar alBanco Hipotecario Nacional, a exigir laregularización de las viviendas, porquequeríamos que nos hicieran un boleto porquequeríamos pagar... Se fue al Ministerio deBienestar Social, en micros, en camiones, huboque presionar. Mandaron una comisión de asistente social,delegado del Banco Hipotecario al barrio, legalizaron lacomisión que ya estaba conformada. Identificaron a losrepresentantes entre los que estaba mi mamá y se nosfacilitó toda la documentación, nosotros mismos nosocupamos del censo familia por familia, le llevamos alBanco toda la documentación y ellos fueron citando yregularizando uno por uno la situación.

(...) Cuando había algún problema se reunían lascomisiones de los dos barrios... o decían hay que convocaruna asamblea de delegados por tal o cual problema. O porel agua o por las cloacas, lo que fuese. No había esto de losvilleros o los de los monoblocks, se trabajaba en conjunto.

Dentro de las redes de relaciones que se tejieronen este período en el Hospital hubo dosorganizaciones que se fortalecieron y consolidaron enun grado importante: la Asociación de Trabajadoresdel Estado (ATE) y la Asociación de Profesionales.Sin embargo, ninguna de ellas tomaba decisiones porsí mismas sino que las decisiones se tomaban enasambleas conjuntas. Una delegada de ATE deaquella época recuerda:

Nosotros normalizamos la seccional en 1972. Yo eradelegada de ATE. El contacto con la asociación era fluido,

ninguno de estos gremios tomaba decisiones por sí mismo,era lo que decidía la asamblea, ahí era la base... Ahí no nosatravesaban cuestiones de dinero ni de nada de eso, eldinero era de los trabajadores, pero vos no tenías niviáticos ni nada, cada uno se pagaba su boleto fueras dondefueras... no tenías licencias ni privilegios. Al contrario,tenías que ser el mejor, si vos estabas ahí, además de hacertu trabajo, después tenías que ser el mejor compañero, elmejor delegado... era doble lo que tenías que hacer. Cosaque después... eran otros valores.

Además, debido al caudal de afiliados que ATEtenía en el hospital, allí funcionaba la seccionalBuenos Aires de este gremio. Es por ello que losdelegados de la seccional tenían directa vinculacióncon los movimientos gremiales de otros hospitalesnacionales, como el de Ezeiza, el de Lanús o el deCiudadela. Gladys fue revisora de cuentas de la

seccional Buenos Aires de ATE y asílo recuerda:

Íbamos a los otros hospitales,interveníamos en las asambleas, íbamoscon mandatos... pero siempre... todo, todose decidía en asamblea, era por consenso,no había mandatos de cúpula overticalismo. El funcionamiento de ATEacá en la seccional Buenos Aires eramuy democrático, muy, muydemocrático. Es más, nosotros noteníamos un local fijo, nos prestaba ellocal la Asociación de Profesionalespara reunirnos. Íbamos generalmentefuera de horario. Bueno, cuando sehacía pertinente ir a una asamblea enotro hospital, íbamos a las diez de la

mañana, de repente. Nadie descuidaba su trabajo, noestábamos en reuniones permanentes. Todo el mundolaburaba y decíamos a tal hora nos reunimos y nosreuníamos... íbamos a los distintos hospitales o dondetuviéramos que ir con nuestro propio dinero, en colectivo.Era un funcionamiento totalmente diferente... y diferente aATE central.

Todos los testimonios coinciden en lo rico quefue para el desarrollo profesional individual todo esteproceso de integración. En este sentido, Cristinadestaca la importancia que tuvo la concepción detrabajo interdisciplinario:

Todo el 74 y el 75 estuve en Servicio Social,participando en los talleres en el barrio, trabajando, tuve laposibilidad de parir también mi profesión en la concepciónde trabajo interdisciplinario, es otra de las tantas cosas quedespués hubo que volver a rearmar. Bueno, no se sabía loque era trabajar las disciplinas por sí solas, todo lohacíamos en conjunto, todos, porque además ésa era lacuestión, cada uno aportaba su conocimiento a la temática,a la problemática, no es que una disciplina tenía que saberde todo. Entonces cada uno aportaba y esto enriquecíarealmente la respuesta que vos dabas, esto era lo rico de estehacer colegiado...

La integración con lacomunidad también se

percibe en la granactividad social que

había en el hospital. Elhospital, además decentro de salud, por

momentos se convertíaen un centro

comunitario o club debarrio.

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Terrorismo paraestatal:López Rega y la Triple ALa metodología del terrorismo de Estado ya

estaba asumida por las Fuerzas Armadas en lamasacre de Trelew de agosto de 1972, cuando fueronejecutados dieciséis presos políticos de diferentesorganizaciones armadas que habían intentadoescapar de la prisión de Rawson. Los violentossucesos de Ezeiza del 20 de junio de 1973, en cambio,tuvieron otras características. Las fuerzas represivaseran comandos armados por José López Rega desdeel Ministerio de Bienestar Social y fueron dirigidospor el teniente coronel Jorge Osinde. Se tratabaentonces de una suerte de terrorismo paraestatal quese estructuró “a través de los sectores hegemónicosdel peronismo de derecha, en conjunción con lasfuerzas armadas y de seguridad”.9

Este sector del peronismo liderado por LópezRega se fusionó con la estructuraparalela de represión que habíaformado el comisario general Alberto Villardurante la Revolución Argentina, a quienPerón había designado en septiembre de1973, Jefe de la Policía Federal.

De este modo nació la AlianzaAnticomunista Argentina, másconocida como Triple A. Se trataba deuna organización parapolicialcoordinada por Villar y López Rega,sostenida por fondos provenientes delMinisterio de Bienestar Social eintegrada por oficiales de las FuerzasArmadas y de la policía en actividad,ex policías y militares, delincuentescomunes, matones del sindicalismo ojóvenes de la derecha peronista.

Eduardo Luis Duhalde afirma que el “terrorparaestatal”, característico de esta etapa, “pese atener una clara dependencia del Estado, posee comocaracterística diferenciadora de la etapa posterior lacircunstancia de que no hay una participación globalactiva en él, de los aparatos represivos del Estado enforma institucional”.10

Los grupos reaccionarios que permanecieron enel hospital después del proceso iniciado en junio de1973 aprovecharon los cambios que se fueronproduciendo en el país con el avance del“lopezreguismo” y de la Triple A, sobre todo despuésde la muerte de Perón. La primera medida fue tomadapor el Ministerio de Bienestar Social al quitar laautarquía que tenía el hospital hasta ese momento.Esta medida tuvo como consecuencia la pérdida en elmanejo presupuestario y de la facultad de designar alpersonal que hasta ese momento tenía la direccióndel hospital. A partir de aquel momento, el hospitalpasó a depender orgánicamente del Ministerio, y estocoincidió con el inicio de las intervenciones y conellas de la represión interna.

Así recuerda aquellos hechos Cristina, delservicio social:

Recuerdo un primer intento de intervención que fuetotalmente expulsada en asamblea por el conjunto de lostrabajadores, no nos movimos de ahí adentro. Esto habrásido a fines de noviembre, y una segunda que fue endiciembre del 74, donde ya vinieron con las armas. Eragente del Ministerio de Bienestar Social, gente de LópezRega. Ya para ese momento varios habíamos sidoamenazados telefónicamente. Yo vivía con mis viejos y noteníamos teléfono y llamaban a lo de un vecino... y meamenazaban que tenía una hermana, que pensara mucho enella... si no quería que la reventaran... y además cuandollegan, ya esta patota con Pimentel, que es quien quedacomo director... primero decretan que no se pueden hacerreuniones interdisciplinarias... y ahí un compañero en laasamblea, uno de los compañeros desaparecidos, NachoCarla Salas, se enfrenta en la asamblea con ellos, y después

es llamado a la dirección, ya se empieza agenerar un ambiente diferente... así y todose baja el nivel de participación, pero ya enel país se empieza a generar una limitaciónya concreta en la democracia.

Camilo C. dice al respecto:A mediados del 74, no recuerdo bien la

fecha, más, casi al final del 74, después dela muerte de Perón, hay un avance delMinisterio sobre el hospital... en el cualterminan con la gestión progresista deRodríguez Otero. Este individuo que habíaemergido como el referenciado por la genteen el 73, poco después de las asambleas,duró hasta fin del 74, al cual lo reemplazaun interventor que era propuesto por lo queera el “lopezreguismo”. ¡Oh casualidad!,un individuo... llamémosle, de la medicina

privada de la zona. No fue casual. Y a partir de ahíempieza lo que sería la represión interna, que es anterior...la batalla interna de hegemonía, este grupo instalado queobviamente enseguida se sirve y trae también gente parasostenerlo, versus lo que era la resistencia local que yaempezaba a tener problemas como tenía problemas en todoslados.

La resistencia frente a aquel proceso fuecanalizada por un grupo de militantes que organizóun “comité de resistencia” que se reunía en formaclandestina. Allí participaron regularmente entrequince y veinte personas. Así lo recuerda Gladys:

Bueno, entonces hicimos... en algún momentohacíamos reuniones pero fuera del hospital, éramos elcomité de resistencia del hospital, lo formábamos algunaspersonas, unas cuantas. Nos reuníamos en casas, recuerdouna vez que nos reunimos en una iglesia. Para ver cómoplanteábamos una resistencia a esa intervención. Laresistencia eran volantes de esclarecimiento, pegábamosobleas dentro del hospital... Nos estábamos planteando elesclarecimiento de la gente y ver cómo podíamos hacer paramovilizar otra vez, mover esa intervención.

(...) no se sabía lo queera trabajar las disciplinas

por sí solas, todo lohacíamos en conjunto,todos, porque ademásésa era la cuestión, cada

uno aportaba suconocimiento a la

temática, a laproblemática, no es queuna disciplina tenía que

saber de todo.

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Las vinculaciones entre las nuevas autoridades yla medicina privada se evidenciaron cuandointentaron tomar el piso donde funcionabaTraumatología para desarrollar un Centro deFertilización. La amenaza de perder el servicio deTraumatología para desarrollar una especialidad queno buscaba satisfacer las necesidades de lacomunidad, motivó una de las tantas reacciones delpersonal que se recuerdan en aquella época. Gladys,que pertenecía a ese servicio, nos dice:

Iban a poner un tipo que era el ingeniero Medrano,que era de Marina, no sé de dónde era. Yo recuerdo asípuntualmente que yo estaba en Traumatología y él aparecióun día, trajo unas personas. El jefe, uno de los jefes detraumatología le mostró todo, porque decían que eran delMinisterio, que venían a ver el piso... Y alguien me llamó amí y me dijo, esos tipos no vienen del Ministerio, no estáninteresados en cómo funciona Traumato.Están interesados en copar el piso. Vienenpara otra cosa, les van a dar el piso. Yo ledije a mi jefe...“ No”, me dice, “nada quever”. Y sí... era el Centro de Investigacionesde Fertilidad del doctor Blanco, que era nosé si amigo o qué de López Rega. Entonces,rápidamente desmantelaron Traumato (...)Nosotros estábamos en desacuerdo... Bueno,se prestaba para muchas cosas el trasplantede ovarios. Acá viene gente muy pobre,gente muy ignorante y no sabés... Yo debíacontinuar como jefa de servicio. Dije que no,yo no estaba de acuerdo porque en un lugardonde uno de los problemas era que seestaba tratando de ayudar a la gente de lazona con los programas de control de lanatalidad y todas esas cosas... Ellos veníanacá a hacer algo que no era para la zona, noera de interés... Resulta que un día decidimos en asambleatomar el piso... Bueno, tomamos simbólicamente el piso,estuvimos un rato largo ahí. Vino Medrano y dijo: “Quiénhizo esto, quién abrió acá”. No sé... no me nombraronexpresamente... pero dijo, usted la puede pasar muy mal...Bueno, después de eso, siguió Traumatología.

Las asociaciones gremiales continuaron sutrabajo durante esta etapa. Dice el doctor Camilo C.:

Esa lucha se manifiesta básicamente ya en lacanalización gremial de la lucha. Lo que es la movilizaciónde alguna manera horizontal... o si se quiere llamarespontánea... cuando tiene que haber resistencia, ya quedaun poco más depositada en las instituciones organizadas.Entonces, allí aparece con más fuerza la resistencia queATE puede hacer y la resistencia que la Asociación deProfesionales... generando conflictos que empiezan a tenerreivindicaciones gremiales, baja el nivel de la consigna. Laconsigna que hasta cierto momento era una consignareivindicativa de cosas más allá de lo gremial... empieza aquedar restringida a consignas gremiales, salariales,condiciones de trabajo, desplazamientos... eso se da en el75... Además se consolida un progresivo dificultamiento al

mantenimiento de esta red horizontal de funcionamiento...se va dificultando sentarse en asambleas.

Sin embargo, se recuerdan asambleasmultitudinarias, aún en este contexto, antedeterminadas situaciones problemáticas. ElRodrigazo fue una de ellas. Así lo explica Gladys C.:

Nosotros en el Rodrigazo fuimos a la Plaza de Mayo,fuimos a aquel famoso día en que después sacaron a LópezRega... Digamos que se hizo una asamblea. Hubo gente queno quiso concurrir, otros que sí. Unos por izquierda porunos motivos y otros por derecha por otros motivos.Nosotros fuimos por las nuestras. En la asamblea del hos-pital no decidimos ir en forma orgánica. Algunos deizquierda decían que eso era desestabilizar al gobierno yotros por derecha decían no sé qué... yo tampoco estaba muysegura si era, si había que ir, pero fui. Sabía que era contraLópez Rega y fui. Lo que pasa que también podía haber

sido el germen para empezar a mover elgobierno de Isabel, ¿no? Después lo pensé.

Gladys también recuerda deaquella época del Rodrigazo suparticipación, a través de ATE, en lacoordinadora de gremios en lucha de lazona oeste:

Y nosotros formábamos parte tambiénde la coordinadora de gremios en lucha...Yo no recuerdo bien cómo comenzó, creo quecomenzó en el INTA de Castelar, pero seamplió. Estábamos casi todos los gremiosestatales e incluso había fábricas comoDeuz, Indiel de La Matanza... Nosotros nosreuníamos siempre... Los de Indiel segurovinieron acá, participaron de algunasasambleas. Esto debe haber sido en el 75.Estaba la gente de la DGI.

Paralelamente en el barrio sesucedieron los hechos intimidatorios, las amenazas ylas persecuciones sobre todo a los militantesbarriales. Así lo recuerda Susana:

El peronismo estaba dividido, estaba la gente queestaba con Arteaga, la “Jotaperra”, está entre losdesaparecidos y tenía vínculo con la gente que reprimió enel hospital. El tipo era... trabajaba para la derecha y lochuparon a él también, estuvo con nosotros, estuvo dondeestuve yo. Y después estaba la gente del peronismo de la“JP”, hubo enfrentamiento. El barrio en 1973 se llamabaMariano Pujadas, había un monolito, cuando matan a lafamilia de Pujadas, vuelan el monolito. Dentro del barrioestaba este tipo que trabajaba para la Triple A, sabíamos. Elprimer hecho vinculado a la Triple A es la muerte de JulioAravena, que era un radical, empleado del BancoHipotecario, que estaba en la oficina que el banco tenía en elbarrio y tenía una estrecha relación con la comisión, lolevantan y aparece muerto a golpes...

El mito de la subversiónNosotros consideramos que la verdadera

amenaza que motivó la implementación de un Estado

Los gruposreaccionarios que

permanecieron en elhospital después delproceso iniciado en

junio de 1973aprovecharon los

cambios que se fueronproduciendo en el país

con el avance del“lopezreguismo” y de la

Triple A, sobre tododespués de la muerte de

Perón.

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Terrorista estuvo dada por el desarrollo del capitalsocial que se había manifestado en vastos sectores dela población desde 1969 en adelante. La amenaza paralos sectores de poder militar y financiero, quepretendían aplicar un plan de ajuste basándose enpolíticas neoliberales para superar la crisis económica,no era la guerrilla sino la “subversión”. El lenguaje delos militares “incurrió en una vaguedad deliberada yferoz” cuando acuñó este concepto. Así lo analizaFeinmann: “La subversión era más que el terrorismo,más que la guerrilla, que eran la expresión armada de lasubversión. La subversión era todo cuanto atentaracontra el estilo de vida argentino o contra el ser nacional(…) Una de las características del terrorismo de Estadoes la a-tipificación del delito. Serán culpables los que elEstado decida que lo son y por las razones que elEstado decida”.11

De este modo, los subversivos eran los militantessociales, políticos y sindicales quepertenecían a aquel movimiento emergentede la nueva izquierda y que hemosdescrito. Eran médicos, enfermeras,trabajadores en general o militantesbarriales que habían participado de undesarrollo inédito de participación yorganización.

Las campañas de prensa, en claraacción psicológica, acompañaron oprepararon el camino para el avancedel Estado Terrorista. Camilo C. noscuenta al respecto:

Todo lo que después se inventaba delos túneles hacia el barrio, del hospital comosoporte a la subversión... eso difunden desdelos servicios, salía en los diarios... La primer noticia quetengo sobre el tema yo personalmente, poco después de latoma de Monte Chingolo, leí algo que ver con el temaporque coincidiendo con eso hubo... un robo que sedenunció, fines del 75... se hizo el procedimientoadministrativo de denuncia... eso más la aparición de mate-rial que podía ser robado al hospital dio pie para que apartir de ahí los servicios...

Cristina recuerda que:Una de las cosas era el séptimo piso, que ahí decían

que teníamos las armas y en realidad lo que teníamos ahíeran las cunitas de nuestros hijos... porque como gentejoven, la guardería en ese momento quedó totalmentedesbordada en su capacidad y hubo que montar unaguardería autogestionada por nosotros en el séptimo piso,donde teníamos las cunas y las cosas de nuestros bebés,decían que ahí teníamos depósito de armas...

El doctor Juan Carlos A., con su testimonio,sintetiza nuestro análisis:

En mi modo de ver las cosas, el golpe militar utilizó ala subversión y uno interpreta como esto a la guerrilla ar-mada digamos así, como la excusa para reprimir a sectoresmucho más amplios del campo popular que molestaban alproyecto que venían a instaurar y me parece que eso se dio

en forma general y se dio aquí en el hospital también,digamos. Salieron publicaciones en los primeros días delgolpe acerca del hospital en los medios de prensa quecaracterizaban al hospital como un nido de la guerrilladonde se hacían operaciones quirúrgicas clandestinas y seatendían guerrilleros, etc. Es más, algunas cosas meimagino que hasta ellos mismos se las creerían, porquedurante muchos días estuvieron cavando en los fondos delhospital porque decían que debía haber túneles secretos deconexión entre el hospital y la villa. Así que tal vez estabanmuy posesionados en esos momentos…

El Estado TerroristaEl 24 de marzo de 1976 la Junta Militar asumió el

poder al derrocar al gobierno de Isabel. Cuatro díasmás tarde, el domingo 28 de marzo de 1976, el EstadoTerrorista ocupó el Hospital Posadas con fuerzas delEjército que incluían varios tanques y un helicóptero.

A cargo del operativo estaba el tenientegeneral Reynaldo Benito Bignone.

El doctor Juan Carlos A. sedesempeñaba como coordinador deterapia intensiva y nunca habíaimaginado lo que le esperaba ese día:

Éramos absolutamente ingenuos. Esmás hay alguna anécdota cómica... El 28 demarzo era domingo y ese día estaba previstoque al hospital viniera de visita el nuevo nome acuerdo si secretario o subsecretario deSalud Pública... Habíamos sido convocadoslos que éramos jefes de los servicios ydemás... Yo vivo cerca del hospital, entoncesvine caminando esa mañana de domingo ycuando llego al hospital veo que hay un

montón de soldados y vehículos militares y yo me dije a mímismo: “¡Caray!, qué prevención, qué custodia que trae estefuncionario”. Cuando yo estoy entrando al hospital, se estáyendo en su auto Barusse, este médico que era el jefe demedicina interna... Y Barusse, que no era ningúnrevolucionario y no era peronista, ni cosa por el estilo, sinembargo, había tenido la amplitud de mente como parapriorizar la actividad profesional y la atención de lagente... Entonces, como nosotros éramos un poco pesados oqué sé yo, Barusse me dice antes de que yo entre al hospital:“Bueno, ha venido Di Benedetto... y se va a reunir conustedes, aparentemente viene con una buena actitud conrespecto al hospital, a mejorar la atención del hospital, asíque no lo aprieten demasiado...”. Y cuando llego acá a lapuerta central del hospital, soldados que pedíanidentificación, documentos y demás, me tienen a mí en esaslistas, me agarran de las pestañas y me detienen. Hasta esepunto era la ingenuidad, yo venía a una reunión, nicalculaba que alguien podía haber puesto sus ojos en mipersona como en los demás que en esos días estuvimosdetenidos o transitoriamente desaparecidos porqueinicialmente no se sabía dónde estábamos, no se sabía nada.

Luego de atravesar varios controles, Juan CarlosA., fue llevado junto con otros médicos frente a “una

Hasta ese punto era laingenuidad, yo venía a

una reunión, nicalculaba que alguien

podía haber puesto susojos en mi persona

como en los demás queen esos días estuvimos

detenidos otransitoriamente

desaparecidos (...)

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autoridad militar” que pronuncia una alocución, en lacual dice que tenía conocimiento que en el hospital habíaactividad subversiva y que estaban dispuestos a terminarcon la subversión.

Entre ese día y el 29 de marzo, junto con el doctorJuan Carlos A., fueron detenidos aproximadamente35 trabajadores del hospital que fueron llevados aSuperintendencia de Seguridad Federal. Allí, tras seramenazados de fusilamiento, fueron encerrados enceldas individuales, el primer día, y luegotrasladados a celdas comunes donde los trabajadoresdel hospital permanecieron juntos.

El 2 de abril de aquel año este grupo de personasfue liberado sin recibir ningún tipo de explicación. Alsalir, se enteraron de que sus familiares desconocíanabsolutamente su paradero a pesar de haberrecorrido varias dependenciaspoliciales y del Ejército. Además,recibieron un telegrama que lesnotificaba que se encontraban ensituación de licencia con prohibiciónde concurrir al hospital. Algunos deellos, como el doctor Juan Carlos A.,concurrieron al hospital a pedirexplicaciones. Allí sólo fue atendidopor abogados del Ministerio deBienestar Social que, en lugar de res-ponder el requerimiento del doctor,procedieron a interrogarlo acerca desus actividades políticas y gremiales.La detención de miembros del per-sonal del hospital continuó los díassiguientes a la intervención.

Cristina recuerda aquellosmomentos de esta manera:

Yo, esa semana anterior, estaba conlicencia porque tenía el nene enfermo, me tenía quereincorporar... yo tenía el antecedente de que me habíanamenazado. (...) A mí me avisan ese domingo, porque pasami jefa por acá y ve todo... y me dice: “No vengas mañanahasta que veamos qué es lo que pasa” y bueno, viene todoese lunes... en esa madrugada me van a buscar a la casa demis viejos... Ahí fue tomar una decisión, porque mi viejo seempieza a mover, él tenía comisarios amigos... le dicen queyo no tenía nada pero que por las dudas no me presentara...Yo quedé ahí en esa movida donde quedamos un montón,sin saber dónde estábamos... y bueno, sabiendo todo lo queempezaba a pasar acá adentro... en una situación asítambién de cierta clandestinidad... Después empezamos aver qué hacer. Se dio la cuestión de decidir y nos fuimos delpaís.

Un mes después, la mayoría de los que fuerondetenidos y algunos otros que no habían sidoencontrados en ese momento, en total más de 100personas, fueron cesanteados por aplicación de la ley21.260 de represión de las actividades subversivas.Estar bajo esa ley significaba la imposibilidad deacceder a cargo público alguno y otro tipo de

actividad laboral era muy difícil de conseguir paraalguien que estuvo vinculado a un “hospitalsubversivo”. Esta medida trajo como consecuencia elexilio de un importante número de médicos, algunosde ellos regresaron al país en 1983 y otros ocupanhoy importantes lugares en distintas instituciones desalud del mundo.

La dirección del nosocomio quedó a cargo delcoronel médico doctor Agatino Di Benedetto, quienfue el encargado de licenciar y prohibir el ingreso alhospital del personal consignado en las “listasnegras”. Posteriormente, el 13 de abril de 1976 fuedesignado Director interino el coronel médico(re) Julio Ricardo Estévez.

El clima que se vivió a partir de allí fue deabsoluto temor e incertidumbre.

La metodologíadel Estado Terrorista.Los desaparecidosEl diagrama militar que aplicó el

Estado Terrorista fue de carácter nacionaly simultáneo. El plan militar tuvo comoeje central a los distintos servicios deinformaciones de cada fuerza bajo lacoordinación del Servicio deInformaciones del Estado (SIDE). A travésde ellos, se recopilaba la información detodo individuo o estructura que debía serexterminado por ser consideradosubversivo. Esta información fue la basedel accionar de los “grupos de tareas” delas fuerzas represivas quienes, a travésde la aplicación sistemática de la tortura,pretendían “multiplicar la informaciónreceptada”.12

La metodología central para aplicar este accionarfue la desaparición de personas. Como explica Cheresky,la finalidad de esta acción represiva era “modelaruna sociedad distinta” al “reformar la escena políticade modo que ésta estuviese recortada de suscomponentes indeseables”. Además, “los efectosantipolíticos se multiplicaban por la incertidumbrepotencialmente paralizadora que provocaba la

En el Hospital Posadaslas desaparicionescomenzaron hacia

mediados de 1976 ytuvieron su momento demayor desarrollo entrenoviembre y diciembrede ese año. Esto estuvoasociado directamente

con la llegada alhospital de un “grupode tareas” proveniente

del Ministerio deBienestar Social.

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desaparición”. De este modo, “se suprimedoblemente el espacio público: sustrayéndole actoresde la pluralidad y enmudeciendo por el miedo aquienes no son sustraídos físicamente”.13

En el Hospital Posadas las desaparicionescomenzaron hacia mediados de 1976 y tuvieron sumomento de mayor desarrollo entre noviembre ydiciembre de ese año. Esto estuvo asociadodirectamente con la llegada al hospital de un “grupode tareas” proveniente del Ministerio de BienestarSocial. Hacia mediados de año se produjo este hechoque potenció el terror y la represión de un modototalmente inusitado. Con el pretexto de controlar laseguridad del hospital, el director organizó unsistema de vigilancia coordinado por unsubcomisario de la Policía Federal de apellidoNicastro. Así lo recuerda Gladys:

Yo no recuerdo bien en qué fecha, sería junio o julio,entró este grupo SWAT. Entonces patrullaba, patrullabaporque realmente era así, patrullaba el hospital, caminabapor los pasillos, era terrible, eran unos tipos... no sé,temibles por su aspecto, por su arrogancia, era una banda.Después empezaron a hacer exhibición de armas largas,trataban mal a los pacientes, trataban mal a los médicos,eran dueños del hospital, eran una patota, una patota ar-mada. Yo tuve dos o tres discusiones con uno de los quedirigía esa patota, no sé si por eso o por mis antecedentes opor qué, un buen día me llamaron de Dirección y ahí mesecuestraron.

Esta “patota” estaba conformada por ocho onueve personas, seguramente licenciados por laTriple A, que se identificaban a sí mismos comoSWAT, nombre tomado de una serie de televisiónnorteamericana. Ellos ocuparon, al mes de haberasumido sus funciones, el chalet que se encuentra enel fondo del predio del hospital. Cerca de éste hayotro que parece más nuevo. Ambos fueron rodeadospor un muro y una alambrada y convertidos encentro clandestino de detención.14

El 25 de noviembre de 1976 por la mañanaGladys C., enfermera del servicio de traumatología,recibió un llamado de Dirección. A causa del temorque reinaba en el hospital, un jefe de servicio seofreció a acompañarla, pero como ella no imaginabanada de lo que le podía ocurrir decidió ir sola. Sutestimonio en el Juicio a las Juntas es escalofriante.

Gladys fue una de las pocas detenidasdesaparecidas que estuvo en el chalet y sobreviviópara contar el horror que allí se vivió. Permaneciódurante aproximadamente diez o doce días allí. Lamantuvieron metida dentro de un placard durante lamayor parte del tiempo. Pensando que se encontrabaen el chalet, preguntó a sus secuestradores, quienesen un primer momento se lo negaron pero, con elcorrer de los días ya no. Además, reconoció entrequienes la torturaban a varios miembros del grupoSWAT.

Su testimonio confirma que en el chalet también

estuvieron los médicos Jorge R., a quien vioagonizando “en un charco de orina y sangre”, yJacqueline R., quien fue vista por Gladys en medio delas torturas y es otra de las pocas sobrevivientes deaquel horror. Jacqueline permanece exiliada al día dehoy. Además, Gladys relata en su testimonio quemientras la torturaban “hacían mención a que JacoboC., Teresa C. y Nene C. no habían aguantado, queeran flojitos, decían”.15

La obscena impunidad con que actuaba el grupoSWAT era una muestra de que su trabajo estabatotalmente avalado por la Dirección del hospital. Eneste sentido, Gladys C. recuerda:

Lo llamativo es... a mí me mostraron prácticamente lasfotos de todo el personal del hospital, tenían todos loslegajos. Los cartoncitos, con las fotos y los datos de todaslas personas. Me mostraban eso para que dijera quién eséste, quién es aquél. Era llamativo, yo me quedé pasmada, ybueno tenían acceso a la oficina de personal, se llevabantodo. Eran dueños del hospital los tipos, eso es terrible...

Durante aquellos días hubo una seguidilla desecuestros de empleados del hospital que en generalpermanecen desaparecidos. Jacobo C. fue secuestrado lanoche del 26 de noviembre de 1976, ante su mujer y su hijade doce años que no podían reaccionar ante el salvajismode sus represores. La niña fue torturada y violada en suhabitación mientras le preguntaban por los “panfletos delos montos” o por “las amistades de sus padres”. Despuésde robar todo lo que pudieron se fueron, llevándose a supadre, a quien no volvió a ver nunca más. La hijareconoció posteriormente en el hospital a Nicastro comoun integrante de esta banda en una de las tantas veces queconcurrió al hospital a reclamar infructuosamente por elparadero de su padre.16

Paralelamente a la represión dentro del hospital, sellevó a cabo una avanzada tanto sobre el barrio CarlosGardel como sobre el barrio Mariano Pujadas. Los lazosentre el hospital y la comunidad se habían ido quebrandolentamente durante el año 1975. Después del golpe militar,se desarticuló también toda la organización barrial. Esto sehizo a partir de medidas de intimidación, como los cortesde luz y de agua o a través de la persecución directa de loslíderes barriales, muchos de los cuales permanecendesaparecidos. Así lo recuerda Susana:

El barrio estaba militarizado, imaginate que de laadministración central del barrio se hace cargo un militarcon un asistente social, ellos empiezan a emplazar a toda lagente que estaba endeudada, la gente que no pagaba, o queestaba atrasada con las cuotas, con las expensas, la hicierondesalojar con el Ejército, era terrible la represión... Loprimero que hicieron cuando tomaron el hospital fueconstruir un paredón y un doble alambrado pusieron...Había dos paredones uno bien contra el barrio y otro másadentro, cubriendo la casona... Y el barrio cada dos por tressufría operativos, que bajaban con helicópteros y con todo,se metían escalera por escalera, departamento pordepartamento.

La madre de Susana, Natalia Cecilia A. es una de

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las desaparecidas del barrio. Susana estaba con ellala noche del 16 de octubre de 1976 y esto nos cuenta:

A mi mamá se la llevan el 16 de octubre de 1976 a las2 de la mañana. A los 20 días me vienen a buscar a mí, yoestaba en lo de mi hermana. A mí me avisan que me iban avenir a buscar, me avisa la mujer de Juan Carlos A.(...)Yo,ingenua, porque nunca sospeché que la gente quecustodiaba el hospital tenía que ver con la represión, no mehubiera imaginado nunca algo así en ese momento... Y medice yo estuve hablando con unos hombres que custodiabanel hospital que eran amigos de mi marido y mepreguntaron mucho por vos, por qué no te vas. Mepreguntaron si vos militabas qué hacías... y me vinieron abuscar esa misma noche.

La noche que se llevaron a su madre, Susanaestaba con una amiga, Olga S., quien reconoció entreel grupo de tareas que ingresó a la casa a dosintegrantes del grupo SWAT. Esto confirma lavinculación entre quienes ejercieron la represión en elhospital y en el barrio.

Susana Á. estuvo detenida en la Base Aérea dePalomar y en la Comisaría de Castelar, donde pudocompartir algunos días con su madre. Finalmente fueliberada pero se trató de una “libertadcondicionada”. Así nos lo cuenta:

Cuando a mí me sueltan, ellos suponían que iba avenir gente a verme, entonces me citaban en la Base Aéreade Palomar un milico que me llevaba a la casona delPosadas donde me interrogaban, allí estuve dos veces, aeste tipo nunca lo pude reconocer... él decía que era médicoporque cuando nos torturaban se hacía el que venía a vercómo estábamos y qué sé yo. Lo identificaba por la voz,bueno después le vi la cara. Él me dijo: “Cuando yo tebusque vos me vas a reconocer”. Después me dijo: “Esto esuna guerra, yo perdí a mi padre en un atentado delterrorismo, así que vos también algo vas a perder”. Quisodecir que a mi vieja la iban a matar como yo no le podíaofrecer ninguna información, nada.

De este modo, se fueron quebrando los lazossociales y las redes que se habían construido durantelos años 73 y 74. Las detenciones con totalimpunidad frente a pacientes y personal, elperegrinar de los familiares que buscaban a sus seresqueridos por los pasillos del hospital contando laspesadillas que habían vivido en esos días, generaronun manto de silencio y de miedo que paralizó a todos.Los que quedaron se fueron encerrando sobre símismos y pensando que como aquellos en “algoandaban” a “nosotros nada nos iba a pasar”. Marta,la esposa de Jacobo C., continuó trabajando en el hos-pital después de la desaparición de su marido y estonos cuenta:

El terror se había intensificado en el hospital, debido avarias desapariciones juntas. No es mi caso, pero muchosfamiliares de desaparecidos vivieron estos y posterioresmomentos con vergüenza. El muchas veces no expresado“algo habrán hecho” creaba vacíos. Alguien llegó a decirmeen la cara: “Uno no sabe a quién tiene al lado”.

De este modo actuó el Estado Terrorista sobre lostrabajadores del Posadas y sobre los vecinos del bar-rio, como afirma Duhalde, haciendo sentir una bayonetasobre sus espaldas.17 El Proceso de ReorganizaciónNacional se propuso hacer desaparecer la amenazaque generaba este movimiento emergente protagonistade un profundo desarrollo del capital social, a partirde la movilización y la participación.

Así lo expresa Susana:No fue casualidad lo que pasó con el hospital y el bar-

rio, no era una cuestión aislada ... si hoy la gente está comoestá en ese barrio no es casualidad. Años 75, 76 yo salía alaburar a las 5 y era una multitud la que salía a laburar yno se tenía miedo... hoy no podés caminar, si no teconocen... Se discutía política y se discutía el país en lasreuniones, venía el obrero o el trabajador y hablaba depolítica como un intelectual, se discutía en serio por unpaís mejor, por un país para todos. Nadie militaba por unmango... Mi vieja no tenía un mango. El día que se lallevaron estaba cosiendo, eran las dos de la mañana yestaba cosiendo, con eso nos daba de comer y yo laburaba enuna fábrica.

Conclusiones

“Dónde quedó esa canciónquizás adentro del corazónnunca creímos todo lo que nos pasó”.(Del mismo barro, León Gieco, 1992)

El periodista desaparecido Rodolfo Walsh en la“Carta de un escritor a la Junta Militar”18 del 24 demarzo de 1977 desarrolla un análisis de unaprofundidad y de una claridad que hoy sorprende yconmueve a la vez. Allí establece dos instanciasdesarrolladas por el Estado durante aquelladictadura militar: una, la del terror y la represiónabsoluta, racional y planificada. En segundo lugar, el“plan económico” para cuyo sustento se haimplantado ese terror y que se ha desarrollado du-rante los últimos veintiocho años. Y luego agrega quepeor aún que esos horrores a los que se ha sometidoal pueblo está la “miseria planificada” que se cobra

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NOTAS1 Citado en Portes, Alejandro, “Capital social: sus orígenes yaplicaciones en la sociología moderna”, en Carpio, J.,Novacovsky, I. (comp.), De igual a igual. El desafío del estadoante los nuevos problemas sociales, Buenos Aires, Fondo deCultura Económica, 1999, pp. 244-245.2 Bourdieu, Pierre y Wacquant, Loïc, Respuestas por unaantropología reflexiva, México, Grijalbo, 1995, pp. 64-65.3 Ibíd., pp. 67-68.4 Diario La Voz, “Un castigo a la pobreza”, 16/02/83.5 Pérez Irigoyen, C., “Antecedentes del sistema de salud”, enInsuani, E. y Tenti Fanfani, E., Estado Democrático y PolíticaSocial, Buenos Aires, 1997.6 Ibíd.7 Williams, Raymond, Marxismo y literatura, Barcelona,Península, 1980.8 Portelli, Alessandro, “Lo que hace diferente a la historia oral”,en Schwarzstein, Dora (comp.), La historia oral, Buenos Aires,CEAL, 1991, p. 42.9 Duhalde, Eduardo Luis, El Estado Terrorista Argentino. Quinceaños después, una mirada crítica, Buenos Aires, EUDEBA, 1999,p. 233.10 Ibíd.11Feinmann, José Pablo, La sangre derramada. Ensayo sobre laviolencia política, Ariel, Buenos Aires, 1998.12 Duhalde, E., op. cit., p. 307.13 Cheresky, Isidoro, “La desaparición de personas y latradición política”, en Coloquio sobre Derechos Humanosorganizado por CELS y UBA en 1993.14 CONADEP, Nunca más, Buenos Aires, Eudeba, 1985.15 Ibíd.16 Ibíd.17 Duhalde, E., op. cit.18 Walsh, Rodolfo, “Carta abierta de Rodolfo Walsh a la JuntaMilitar” en Operación masacre, Buenos Aires, Ediciones de laFlor, 1995, pp. 205-212.

FUENTES

Entrevistas realizadas en el Hospital Posadas entre julio ydiciembre del año 2003.

BIBLIOGRAFÍA

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más víctimas que la represión y que al día de hoy selas sigue cobrando. Esta atroz continuidad entreaquel período y el presente revela que laimplantación del miedo, la miseria, el terror en estasociedad buscaba romper definitivamente undesarrollo del capital social y de la democratizaciónsocial inédito en nuestro país.

La única manera de terminar con el avance de unproceso de movilización y de participación social dela magnitud del que se generó en los años 70, para elpoder económico, financiero y militar fue lainstauración de un Estado Terrorista, que se basó enla desaparición de personas como instrumento deaniquilación y de paralización colectiva.

Los resultados de ese proceso están a la vista.Los veinte años de democracia no pudieron revertir ladestrucción de aquel tejido social.

Así describe esta situación Cristina F., delservicio social del hospital:

Por lo que luchábamos nosotros es todo lo contrario alo que se produjo y a los resultados que tenemos en nuestropaís hoy... un país con todas las riquezas que tiene nuestro

país, un país que sea soberano, un país que realmente sepueda mirar a sí mismo con plena libertad, y para terminararrodillados, con la bandera vendida. Y para lograr esto,había que terminar con... y éramos subversivos,guerrilleros, y éramos todo lo que ellos quisieron ponernosy que la gente permitió que se nos pusiera, ésa es larealidad. Y eso lo digo porque amé ese momento... porquelos compañeros que están desaparecidos yo sé lo que erancomo seres humanos y muchos compañeros no teníanmilitancia partidaria pero sí de vida. Y muchos seenfrentaron en ese momento internamente y por eso losdesaparecieron. Realmente uno se pone a ver lasatrocidades de esta gente en todo sentido desde los chicosque hoy se nos mueren, a los chicos que mataron, a los hijosde los compañeros que se apropiaron... y hay gente quesigue comprando eso.

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traduccionesEsperançascaminhandoO POSADAS: UMA EXPERIÊNCIA DEMOBILIZAÇÃO E PARTICIPAÇÃO NAARGENTINA DOS ANOS SETENTA

Mariano Álvarez

Neste trabalho vamos analisar a açãosocial e política dum pequeno grupo depessoas, que como parte da sociedadeargentina, participou das profundastransformações que, entre 1969 e 1976,geraram um crescimento inédito namobilização e na participação social.A eleição do Hospital Posadas, comoárea de pesquisa, é pela sua importânciacomo hospital público nacional quesurgiu como modelo de política dasaúde nessa fase.Ali analisamos o desenvolvimento daorganização dos trabalhadores da saúde,quem em interação com os setorescarenciados, começaram a ter um lugarcomo trabalhadores, a sindicalizar-se e apotenciar as tendências igualitárias dasociedade argentina. Consideramos queesta atitude e situações, que seconsolidaram nesse período,contribuíram a um fortedesenvolvimento do Capital Social.Finalmente, analisamos a relação dosgrupos de poder frene a este fenômeno.Esta relação, que teve como base aimplementação do terror e que se iniciouno governo constitucional, teve comofinalidade desarraigar este movimentoemergente. Este processo secaracterizou pela construção, pela partedo Estado e alguns setores dasociedade, a idéia da “ameaça pelanação”, representada na figura dosubversivo. Neste sentido, cremos que aguerrilha foi o motivo para acabardefinitivamente com o desenvolvimentodeste movimento social que se convertiuna verdadeira ameaça. Para levar a caboisto, impunha-se um Estado Terroristaque utilizou metodologia central adesaparição de pessoas.

Marchedes espoirsLE «POSADAS»: UNE EXPÉRIENCE DEMOBILISATION ET PARTICIPATION enL’ARGENTINE DES 70

Mariano Álvarez

Les analyses du travail présentes l’actionsociale et politique d’un petit groupe degens qui comme une partie de la sociétéargentine, a participé des transforma-tions profondes qui, entre 1969 et 1976,a produit une augmentation inconnue dela mobilisation et de la participationsociale.L’élection d’Hôpital Posadas comme unchamp de l’analyse est dû à sonimportance comme hôpital du publicnational qui est survenu comme unmodèle de la politique de santé danscette étape. Là, nous analysons ledéveloppement de l’organisation desouvriers de la santé qui, dans interactionavec manquer de secteurs, a commencéà les a supposés comme ouvriers, sesyndiquer et donner le pouvoir auxtendances de l’equalitarian de la sociétéargentine. Nous considérons que cesattitudes et situations qui ont étéconsolidées dans cette période ontcontribué à un développement fort du«capital social.»Finalement, nous analysons la réactiondes groupes de visage du pouvoir à cephénomène. Cette réaction qui a étébasée sur la mise en oeuvre de la terreuret cela a commencé pendant legouvernement constitutionnel, eucomme un but pour extirper cemouvement émergent. Ce processus aété caractérisé par la construction de lapart de l’État et de certains secteurs de lasociété, de l’idée de la «menace pour lanation», concrétisé dans le chiffre du«subversif.» Dans ce sens, nouscroyons que le guérillero était l’excusepour finir définitivement avec ledéveloppement de ce mouvement socialqui était devenu la menace vraie. Pouremporter ceci, un Terroriste Déclare qu’autilisé comme méthodologie centrale quela disparition de gens a été imposée.

HopeswalkingTHE “POSADAS”: AN EXPERIENCE OFMOBILIZATION AND PARTICIPATION INTHE ARGENTINA OF THE 70’s

Mariano Álvarez

The present work analyses the socialaction and politics of a small group ofpeople that as a part of the Argentineansociety, participated of the deep transfor-mations that, between 1969 and 1976,generated an unknown growth of themobilization and of the social participa-tion.The election of Hospital Posadas as ananalysis field is due to its importance likenational public hospital that arose like apattern of the politics of health in thatstage. There, we analyse the develop-ment of the organization of the workersof the health, who, in interaction withlacking sectors, began to assumedthemselves as workers, to unionize andto give power to the equalitarian tenden-cies of the Argentinean society. We con-sider that these attitudes and situations,that were consolidated in that period,contributed to a strong development ofthe “social capital”.Finally, we analyse the reaction of thegroups of power face to thisphenomenon. This reaction that wasbased on the implementation of theterror and that started during theconstitutional government, had as apurpose to eradicate this emergentmovement. This process wascharacterized by the construction on thepart of the State and of certain sectors ofthe society, of the idea of the “threat forthe nation”, embodied in the figure of the“subversive”. In this sense, we believethat the guerrilla was the excuse to finishdefinitively with the development of thissocial movement that had become thetrue threat. To carry out this, a TerroristState that used as central methodologythe disappearance of people wasimposed.

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¿Ciudadanoso ilegales?

Dilemas de la integraciónsocial de los habitantes

de casas tomadasen el barrio del Abasto

V O C E S D E B U E N O S A I R E S

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húngaro George Soros.Para esa época fueron

desalojadas muchas casastomadas de los alrededores delMercado, si bien subsisten otras,pese al nuevo paisaje producidopor el reciclaje. Desde 1999 enadelante, el barrio fue objeto de

una intensa activación patrimo-nial que se expresó, en primerlugar, en la instalación de torresde departamento perimetradas yun hipermercado, también a cargode la empresa IRSA.Posteriormente se fueroninaugurando las siguientes obras:un restaurante temático, un hotelinternacional, casas deantigüedades, teatros, la peatonalCarlos Gardel, la Casa MuseoCarlos Gardel y la Ciudad Cul-tural Konex.

Analizaré aquí los vínculosde los ocupantes ilegales con elEstado, las “fuerzas del mercado”y el eventual acceso a unaciudadanía durante el período dereciclaje del ex Mercado de Abasto(1997-1998).

En particular, interesadesplegar el siguiente supuesto.Sostengo que las empresas

privadas que entraron en contactodirecto con los habitantes de casastomadas –la empresa IRSAresponsable del shopping “Abastode Buenos Aires” y también lascompañías privatizadas deservicios– otorgaron a losocupantes un reconocimiento yuna visibilidad social que no lesconfirieron las fuerzas públicas, nitampoco otros actores de lasociedad, como por ejemplo, losvecinos propietarios con los queconvivían en el barrio.1 Las“fuerzas del mercado”, si biendesalojaron y demolieron lascasas de los ocupantes, tambiénconfirieron a estos “habitantesinvisibles” una “carta deciudadanía”, aunque se tratara deuna carta fuertementecondicionada o extorsiva.

Esto puede sonar paradojal ocínico, pero intentaré demostrarloa partir de la exposición de doscasos: la modalidad del desalojo“light” y el pago de los impuestos.Antes de exponer ambos casos,reconstruiré brevemente algunascaracterísticas prevalecientes delas relaciones internas tejidas enel interior de las casas tomadas,de modo que la exposición de loscasos se vuelva más inteligible apartir de las representaciones,expectativas y prácticas de loshabitantes involucrados.

¿Ciudadanos o ilegales? ...Autora María Carman

Dra. en AntropologíaSocial - UBA - Conicet

IntroducciónEn este trabajo retomo

algunas cuestiones significativaspara el análisis, que surgen deuna investigación realizada en elbarrio del Abasto de la ciudad deBuenos Aires. La etnografía encuestión indagó, entre otras cosas,en las disputas en torno alpatrimonio local entre losocupantes de casas tomadas yotros actores sociales del Abastoen diversas coyunturas: el períododel “Bronx porteño” (1993-1996),la época transicional de las obrasde reciclaje del ex Mercado deAbasto y de “invención del barrionoble” (1997-1998) y el períodoactual (1999-2003), en el cual sesuceden inauguraciones deespacios comerciales y culturalesmovilizadas en torno a algunosobjetivos comunes, como laapropiación privilegiada delpatrimonio y la inflación de lamemoria.

A partir de la inauguracióndel Mercado Central de Frutas yVerduras “Abasto proveedor”, en1893, se estructuró un barrio deinmigrantes con prostíbulos,conventillos, cantinas y teatros,cuya máxima celebridad fueCarlos Gardel. Casi un siglodespués, cuando el Mercado fueclausurado y trasladado alconurbano en 1984, una vastaproporción de su población quedósin empleo y se fueron ocupandoprogresivamente los espaciosvacíos de sus alrededores,sumándose así las casas tomadasa las viviendas ya existentes:inquilinatos, hoteles pensión,casas y edificios dedepartamentos. El edificio dedicho Mercado permaneciócerrado hasta 1998, año en el quefue reabierto bajo la forma de unshopping. El reciclaje del mismoestuvo a cargo de la empresaIRSA, liderada por el magnate

Sostengo que las empresasprivadas que entraron en contacto

directo con los habitantes decasas tomadas –la empresa IRSAresponsable del shopping “Abasto

de Buenos Aires” y también lascompañías privatizadas deservicios– otorgaron a los

ocupantes un reconocimiento yuna visibilidad social que no les

confirieron las fuerzas públicas, nitampoco otros actores de la

sociedad, como por ejemplo, losvecinos propietarios con los que

convivían en el barrio.

Habitante de baldíos y casastomadas del Abasto.

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El “consorcio”de las casasEl trabajo de campo llevado a

cabo en el barrio del Abasto desde1993 hasta la actualidad nospermitió adentrarnos en lastrayectorias de vida heterogéneasde los ocupantes ilegales de casastomadas. Por un ladoencontramos un grupoprevaleciente de personas quevino del interior del país –en par-ticular de las provincias delNorte– en busca de mejoresoportunidades laborales. Por otrolado encontramos sectores mediospauperizados, comúnmentedenominados “nuevos pobres”,que experimentaron en las últimasdécadas procesos de movilidadsocial descendente. En menormedida, las casas tomadastambién fueron habitadas porinmigrantes de países vecinos,como Bolivia y Perú.

Las actividades de loshombres recorrían un largoespectro que abarcaba trabajos enrelación de dependencia(empleado en minimercado,chofer, ayudante de cocina, obreropor contrato, ayudante depanadero); independientes(pintor, plastificador, albañil,

plomero) u otros más informales:empleados “en negro” de fábricas(Coca-Cola y Cepita), vendedorambulante, changador, botellero,“abridor de casas”, traficante dedrogas, etc. Entre las mujeres, lasobrevivencia no era menosvariada: había quien tenía un

trabajo calificado y sostenía lacasa con marido desocupado ehijos; había quien negociaba unasuerte de alquiler con el resto dehabitantes de la casa en sucalidad de viuda del “primeradelantado”; había quien repartíasus hijos en varias casas tomadasy era consentida por loscartoneros en un baldío junto a suhijo más pequeño. El abanico deestas mujeres incluía ocupacionestales como enfermera, empleadadoméstica, costurera, artesana,empleada de geriátrico, prostituta,comadrona que practicabaabortos, etcétera.

La toma de vivienda sevinculaba, en la mayoría de loscasos, con las posibilidades desobrevivencia que ofrecía el centrode la ciudad: cirujear, acudir a loscomedores cercanos, conseguiralgún trabajo:

Yo no te voy a mentir. Yo vivode lo que tiran los ricos. Me visto y

como con lo que tiran los ricos. Y vivoen una casa que no es mía y que debehaber sido de algún rico. (...) Yo vivíen las tres principales casas de loscirujas. (...) Porque acá en Capitalvivimos en casas que no son nuestras,y las casa’ que conseguimo’ son conparquet, balcón y todo eso, porque lagente acá vive así... (Mónica, 45años)

Distintas historias de vidase “mezclaban” en los espaciospúblicos y privados de cadacasa tomada. En dicho escenariovivían e intercambiaban y teníanlugar las “prácticas deconsorcio”, a saber: ¿cómo sedirimían las cuestionesinternas? ¿Qué parte delpresupuesto de cada uno erarequerido para las cuestionescomunes de la casa quehabitaban? ¿Con qué criterio sedisponía de los espacios vacíos?

En los casos más drásticos,y lejos de los estándaresdemocráticos, estas decisioneseran tomadas por aquellos conmás rango y relevancia dentrodel ranking interno. Los queejercían la autoridad solían serlos personajes más temidos delas casas: aquellos que contabancon cierto aval del dueñopretendido o fingido, los quemanejaban la venta de drogasdesde su domicilio, los másantiguos moradores, etc. Estosvecinos mejor posicionados seinstituían como los “amos” dellugar, regulando las relacionesinternas con cierto despotismo, yconscientes de la inmovilidaddel resto por miedo arepresalias. Ellos regulaban, en-tre otras cuestiones, el acceso alas piezas y su distribución:

Se fue mucha gente peroenseguida vino otra, no es que sellegó a desocupar. (...) ponele, enesta casa tomada hay como cincopiezas de los santiagueños, que cada

Distintas historias de vida se“mezclaban” en los espacios

públicos y privados de cada casatomada. En dicho escenario vivíane intercambiaban y tenían lugar las“prácticas de consorcio”, a saber:¿cómo se dirimían las cuestiones

internas? ¿Qué parte delpresupuesto de cada uno erarequerido para las cuestiones

comunes de la casa quehabitaban? ¿Con qué criterio sedisponía de los espacios vacíos?

Habitante de baldíos y casas tomadasdel Abasto.

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vez que queda una pieza vacía poneal tío, o a la hermana... Y lo haceporque son los que se llevan biencon Martín (el supuesto dueño) ...(Ana, 25 años)

...A mi hermana la sacaron desu pieza. Fue muy injusto, porquequerían la pieza para ellos. Porquejusto era una pieza muy linda, conbalcón, con todo. (Se ofusca) Ledijeron a mi hermana que le teníaque dar la pieza porque nos iban adesalojar, no sé qué, todasmentiras... (Graciela, 34 años)

...Y ahí se armó quilombo,porque el tipo no se quería ir de lacasa, decía que no tenía dónde ir avivir. Y entonces al final el deadelante nos dijo que le diéramosnuestra pieza, y bueno, qué leíbamos a hacer, se la dimos...(Benigna, 40 años)

Paralelamente, aquellos quemaniobraban con éxito lasintrincadas redes sociales de estascasas, podían ir “ascendiendo” alinterior de éstas:

Al principio teníamos unapieza al fondo, que era más feoporque teníamos que atravesar todo,y después por suerte conseguimosesta pieza que como yo le digo es lasuite, que tiene el balcón, todo(sonríe). Y bueno acá estoy, no vivobien, pero tampoco vivo mal.(Alberto, 64 años)

Este escalafón a sortearrevestía suma importancia, yaque había casas donde laspiezas se diferenciaban muchoentre sí. Los espacios próximos alas cloacas, las terrazas, lossubsuelos y los entrepisos,solían ser los sitios donde iban aparar los últimos en llegar, o losque no tenían recursos paraostentar poder: mujeres solas,ancianos o personas con algunadiscapacidad.

En estos microclimas más“pesados” de algunas casasresultaba impensable, por ejemplo,consensuar la regularización delpago de impuestos o el arreglo delas partes de uso común. Losocupantes comentaban en voz bajaque semejante blanqueo habría dealterar los “negocios sucios” delos “amos”:

Yo la otra vez hice una reuniónpara que pongamos diez pesos pormes durante seis meses pararefaccionar la escalera, la entrada,todo. Al principio había gente queme apoyó, que le parecía bien, alprincipio hasta los que andan en ladroga me dijeron que sí, perodespués se arrepintieron porque sedieron cuenta que no les convenía,porque si hay una llave no puedensalir y entrar como se les da lagana. Entonces dijeron que no y lagente que al principio me habíaapoyado, después se echó atrás, pormiedo a que los otros le digan algo,¿sabés? Es muy difícil hacer algo...(Alberto, 64 años)

No obstante, en otras casasse dibujaba una urdimbre derelaciones internas que, si bienno estaban hegemonizadasdesde una figura tan palpable,no dejaban de tener altas dosisde distancia, recelos y apatía.Extremadas de este modo lasdiferenciaciones internas, muyraramente estos

“copropietarios” lograbanconsensuar una determinadapolítica hacia el “afuera” de lacasa.

La mayoría de los ocupantesprocuraba que sus casasresultaran desapercibidas en elescenario barrial. Para ellodisimulaban las entradas queresultaban muy visibles,mantenían cerradas laspersianas que daban a la calle,se privaban de la luz del día orestituían la puerta principal allídonde no existía. Asimismo,evitaban llamar la atención y serreconocidos por los “otros”(vecinos, propietarios,municipio) como ocupantes.Esta estrategia se vinculaba, porotra parte, con la aspiración dequedarse en la casa el tiemposuficiente como para que losahorros permitieran procurarseotro espacio en la ciudad.

Y entonce’ después un día terajan y qué: salís con una manoadelante y la otra atrás. No, yo noquiero que me pase eso... Me voy aquedar hasta el último día antes quenos saquen. La única salida esahorrar y tratar de comprarse unterrenito... (Nelson, 33 años)

El “lifting” de la casatomada y la aspiración deregularizar los impuestos –yeventualmente convertirse eninquilinos– constituyó otrointeresante mecanismoimplementado por algunos de

El “lifting” de la casa tomada y laaspiración de regularizar losimpuestos –y eventualmente

convertirse en inquilinos–constituyó otro interesante

mecanismo implementado poralgunos de sus pobladores paraescapar del último peldaño en elsistema de clasificación social.

Habitante de baldíos y casas tomadasdel Abasto.

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sus pobladores para escapar delúltimo peldaño en el sistema declasificación social.

Frente a un mismo problema–la amenaza o inminencia deldesalojo– se abrieron distintasposibilidades de reacción, querepresentaron las visiones dedos actores distintos, o biencoexistieron simultáneamente enun mismo actor, y fueroncambiando según el sentido deljuego preponderante en unmomento determinado.

Asimismo, ante determinadascircunstancias donde aumentabala amenaza externa -ya sea encontextos de endurecimiento de lapolítica oficial respecto a lasocupaciones, intromisiones de lapolicía o desalojos- se apelaba,como último recurso, a “los pares”-los demás ocupantes-, noreconocidos como tales en épocastolerables de paz. En estos casos,se daba prioridad a lo que los unía-o a lo que se creía y se deseabaque uniera- por sobre lo quedividía, suprimiendo osuavizando las evidencias encontrario:

(...) con los demás a vece’ discutimo’ opodemos tener algún problema con loschicos, pero el problema son los deafuera, que siempre miran para acáadentro (pone cara de estarolfateando algo desagradable)así... como si fuéramos no sé...ladrones, drogadictos no sé qué sepiensan que somos... Es cierto que haygente así, en lugares que son... ¡unaguantadero...! Por ejemplo ahí enAgüero yo sé positivamente que vivegente que tiene guardadas cosas, genterara... Acá nos podemos llevar mal,podemos tener nuestros problemas,pero de últimas si viene alguien deafuera a molestar, o a decir algo, yosalgo a defender a los de acá... (Angélica,aproximadamente 50 años)

Las divisiones socialescreadas hacia el interior de cada

casa resultaban, pues, relacionescomplejas, atravesadas por sutilesalianzas y oposiciones. Luego deesta breve presentación, he deanalizar algunos impactos de losprocesos de renovación urbanasobre su vida cotidiana, a partir delo que denomino la modalidad deldesalojo “light”. En vinculacióncon lo anterior, también abordaré

la percepción de estos ocupantesen relación con la regularizaciónde los servicios (agua, luz, etc.)para desde allí retomar algunascuestiones sobre sus complejosvínculos con el Estado y las“fuerzas del mercado”.

El desalojo “light”Como ya comenté, en

noviembre de 1998 fueinaugurado un shopping en elantiguo predio del Mercado deAbasto. Luego fueroninauguradas las torres dedepartamentos y unhipermercado, a cargo de lamisma empresa. En los mesesprevios, los ocupantes ilegalesde los alrededores del exMercado fueronprogresivamente desalojadospor la empresa IRSA bajo unamodalidad “light”.

Éste es el testimonio, porejemplo, de una vendedora delas torres de departamentos, enel que me explica que el terrenode enfrente ya había sido“vaciado” de ocupantesilegales, para no obstaculizar

las ventas de los nuevosdepartamentos:

Es un proceso lento. Soroscompró este baldío de la esquina(...) Está ya deshabitado, limpiadoel terreno. Me dijeron que estaballeno de prostitutas y ladrones.(...) Les dio la plata que querían.No importaba cuánta: lo únicoimportante era que se fueran. (...)Se está limpiando el barrio, perode a poco. Y Soros compró, medijo la gente de seguridad,muchas otras casas tomadas quedespués las pone en venta.

Por las noches resultabacomún observar a los policíasencabezando los operativos.Las casas fueron desalojadassin violencia -coincidíanvecinos del barrio y testigos-,por lo que todos (ocupantes,vecinos de clase media,comerciantes, inmobiliarias)afirmaron que hubo un arreglomonetario entre la empresa ylos ocupantes desalojados:

Se dice en el almacén que lesdieron plata a los de casa tomadasegún los hijos, para más o menosconstruirse algo en provincia.Pero se fueron bien, vos veías quehasta saludaban a los que sequedaban, todo. Es porque acáhubo mucha plata de por medio,por lo menos eso es lo que todoscomentan. Yo vi varios días queestaban los soldados con loscamiones, los cargaban a todos yse llevaban sus cosas. Pero seguroque hubo plata, porque no hubogolpes, ni forcejeos, ni gritos,nada. Se fueron bien (Alberto,propietario)

En un contextogeneralizado de reconversiónde las esferas de lo privado ylo público, las fuerzasprivadas retomaron accionesde lo público, delegándose así

En un contexto generalizado dereconversión de las esferas de loprivado y lo público, las fuerzas

privadas retomaron acciones de lopúblico, delegándose así aspectos

insoslayables en cuanto a losmodos de “hacer ciudad” en

manos del capital global.

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aspectos insoslayables encuanto a los modos de “hacerciudad” en manos del capitalglobal. Por supuesto que estapráctica no supuso ningúngrado de altruismo: el máximoperjuicio para los empresarioshabría sido esperar el lentotranscurso del juicio legal, enel cual los desalojos podíanllegar a demorar varios años.Pero a la vez creo que estasprácticas son susceptibles deotras lecturas.

En primer término, si bienesta modalidad informal dedesalojo implicó unatransacción subordinada -entanto los ocupantes nocontaban con demasiadomargen de negociación-,suponía un reconocimientosiquiera parcial de sucondición de habitantes deaquel espacio.

Este desalojo “cash” queviabilizaban los abogados dela empresa IRSA otorgaba unalegitimidad a los ocupantes almenos en lo concerniente a laapropiación material de eseinmueble, al hecho de habertranscurrido buena parte de lavida en aquel sitio,arreglándolo o no,envejeciendo, teniendo hijos.

Asimismo, ese dinerocontante y sonante a cambio desu exilio y silencio permitió alos ocupantes pensarse a símismos –al menos de un modoefímero y fragmentario, noexento de contradicciones–como “propietarios” o“dueños”, en tanto operó comouna indemnización, unareparación material ysimbólica. En efecto, con eldinero obtenido a cambio dehaber habitado aquella casa–no importaba por el términode cuántos años– pudieronprocurarse temporariamenteun lugar en terrenos de

provincia, en un hotel-pensiónde la ciudad, o conseguir otrapieza intrusada.

Demás está decir que,desde la lógica empresarial,hubiera sido improbable nollegar a un acuerdo, en tanto setrataba de “intrusos” conescaso capital simbólico. Sóloera cuestión de llegar a un

pacto razonable, de encontraruna suma de dinero compatiblecon las expectativas de mínimade estos “moradoresindeseables”. Como diríaBourdieu, se trataba de con-ciliar la modalidad que asumíael desalojo con el habitus de losocupantes, ajustando susesperanzas subjetivas a loscondicionamientos objetivos2 yatenuando de este modoposibles resistencias.

Su fuerte carácter extorsivoasemejaba estos desalojos,desde la lógica de losocupantes, a los llevados acabo por la Policía años atrássin las correspondientesórdenes judiciales:

Ramón: ...Ya sacaron lasplacas de acá, el mural con la carade Gardel que estaba puesto ahítambién (sobre la pared delChantacuatro, recordando ellugar histórico), por lo que meimagino que lo deben haberllevado a la Municipalidad paraponerlo en algún museo, no sé.

Yo: ¿Y si viene el desalojoqué van a hacer?

Damián: Y qué vas a hacer,si vienen a desalojarnos tenés queagarrar tus cosas y te vas, noqueda otra.

Ramón: Claro, ahora no escomo antes, te pueden desalojarmucho más rápido. Ahora lapolicía viene y te desaloja, nonecesita tanto trámite. (Ramón yDamián, aproximadamente 30años)

La astucia en la invencióndel desalojo light por parte deeste grupo empresarial secaracterizó por sortear –desdesu absoluto perfil bajo–cualquier esbozo dedescontento o repudio social,como el que suscitó años atrásel violento desalojo de losocupantes de las bodegas Gioly otros desalojos ilegales en laciudad de Buenos Aires. Lacondena social generalizada

La astucia en la invención deldesalojo light por parte de este

grupo empresarial se caracterizó porsortear -desde su absoluto perfil bajo-cualquier esbozo de descontento orepudio social, como el que suscitó

años atrás el violento desalojo de losocupantes de las bodegas Giol y otros

desalojos ilegales en la ciudad deBuenos Aires.

Demolición de una casa sobre la calleGuardia Vieja para la construcción delhipermercado COTO.

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por este accionar al margen dela ley provocó la marcha atrásde los proyectosgubernamentales queprocuraban “saltear” lasórdenes judiciales a través dela directa intervención de lapolicía para efectivizardesalojos.

En síntesis: en tanto lavivienda no dejó de ser underecho socialmentereconocido, las “fuerzas delmercado” pusieron en marchaestas maniobras para lograruna rápida expulsión de los“intrusos” sin hacer peligrardemasiado su legitimidad.3

No obstante, estas prác-ticas produjeron también, aldecir de Giddens (1995: 45-52)–y por más que hubiesen sidoconcebidas con otro propósitooriginal–, consecuenciasinesperadas: si bien lesdenegaba su condición dehabitantes de la ciudad, almismo tiempo les habilitaba“... reducir la distanciasimbólica con los vecinospropietarios”.4

El pagode los impuestosAlgunos actores

gestionaban individual ogrupalmente elrestablecimiento de losservicios de luz, gas o agua conla empresa privatizada encuestión. El despliegue de estarelación entre ocupantes ymercado suponía en formaomnipresente a un tercer actordesplazado: el Estado, cuyaausencia habilitaba lanegociación entre actores conenorme desigualdad de poder.5

Para las empresasprivatizadas, los ocupantes eranconsiderados ciudadanos en lamedida en que podían pagar losservicios que éstas les ofrecían,confiriéndoles una suerte de

“carta de ciudadanía”inacabada y maltrecha, peroun principio de ciudadanía alfin, especialmente paraaquellos que, además,cargaban con el estigma de serinmigrantes ilegales:

Las empresas privadas noshicieron sentir personas al darnoslos servicios y mandarnos lafactura.6

Como una extensión delvínculo con estas empresasprivadas, algunos ocupantestambién lucían el acceso a latelevisión por cable como unamarca de prestigio (por másque luego no pudieran afrontarel gasto y debieran sufrir cortesde suministro), así como a unavasta gama deelectrodomésticos adquiridoscon enormes esfuerzos:televisión, videograbadoras,equipos de música. El disfrutede estos servicios incorporabahacia el afuera una imagen quese correspondía con su propiapercepción de identidad. Setrataba de elementos que,además de su uso prácticoevidente, se añadíansimbólicamente a su “fachada”personal, en lo que podríamosllamar una estrategia derepresentación destinada aobtener una mayor legalidadsocial.7

(...) ¡Ah!, y el otro díatambién vinieron los de la luz;son de Edesur, creo. Y bueno, nosteníamos que pagar la instalación(...) La mayoría estaba de acuerdo,y al resto lo convencimos porqueno les quedaba otra, si no, se ibana quedar sin luz. (...) Yo quieropagar, decime, ¿por qué tenemosque usar la luz y no pagar?Además nos conviene a nosotros,son más cosas a nuestro favor...(Luis, 63 años)

Mirá, acá la gran cagada esno haber pagado de entrada...Porque pagar los impuestos te daderechos, después no te puedenrajar tan fácil, se les complicamás... (Juan, aproximadamente40 años)

Otros moradores, por elcontrario, creían que elverdadero dueño era el quedebía hacerse cargo:

(…) yo no pienso pagar nadade lo que se deba... Y además, sirealmente hubiera que pagar todala luz que se usó... ¡acá hay genteviviendo desde hace 10 años! Ybueno, eso lo debería pagar eldueño de la casa, no nosotros,¿no? (Eduardo,aproximadamente 35 años)

Del mismo modo, muchosocupantes suponían que lafalta de pago de los serviciosprovistos por las empresasprivatizadas podría acarrear, comoconsecuencia, el desalojo.

No sé, yo tengo la sensaciónde que por un lado o por otro lacosa va a reventar, si no es porquenos echa la Municipalidad esporque la luz, o el gas nos hacenjuicio y nos desalojan... (Blanca,34 años)

Yo: ¿Y cómo estás?SH: Bien, tranquilos...

(sonríe) Por ahora no nossacaron, ni vinieron los de laluz... (Shirley, 29 años)

Incluso las mismasempresas presionaban desdeese lugar de ilegalidad de estosmoradores de la ciudad,manipulando su situación dedesventaja respecto a otrosciudadanos.

Nelson: ...Y acá dice (aludea una carta que les envió

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Edesur): “Señores ocupantes”.¿Cómo ocupantes? ¿Por qué diceasí? ¡Nosotros somos personas, noocupantes, así que acá tendríanque ir nuestros nombres! (Nelson,33 años)

En el marco de estarelación fuertemente desigualconstruida entre las diversas“fuerzas del mercado” y losocupantes ilegales, estosúltimos homologaban a lasempresas privatizadas de losservicios públicos con lafuerza legítima capaz deecharlos de su casa.

Epílogo: el difícilacceso a la condiciónde ciudadanosSi el Abasto se fue

reinventando a partir deciertos procesos deapropiación cultural dirigida,¿qué posibilidades dereinvención les quedaba aestos ocupantes cuyailegalidad no hizo sinoagravarse frente a estareconversión “noble” del ba-rrio? En tal contexto deapropiaciones fuertementedesiguales, ¿existía algunaposibilidad de acceder a laciudadanía para estospobladores?

Mientras el Estado recurríaa una ciudadanía cívico-política, existía otro tipo deciudadanía que se construíacotidianamente desde las dife-rentes prácticas sociales yculturales. Desde estaperspectiva los ocupantes –aligual que otros actores socialesde la ciudad– accedían a unconsumo simbólico queampliaba su ciudadanía. Sibien diferencialmente, algunosocupantes se convertían enconsumidores de medios,tecnología, información y otrosbienes que organizaban el

sentido social de sus prácticascotidianas.8 El consumo de losbienes mencionados permitía aestos “pobladores invisibles”vivir con una determinadacalidad de vida que en muchoscasos resultaba contradictoria:ciertos ocupantes teníantelevisión por cable pero nocontaban con red cloacal, obien, compartían un bañoprecario con muchas familias.El acceso a determinadosconsumos asociados a sectoresde clase media no aminoraba,mecánicamente, la desigualdadeconómica y social.

Del mismo modo, el hechode transformarse en usuarios oclientes de estas empresasprivatizadas de servicios nolos equiparaba al resto de losciudadanos, ya que laintegración y la identidad nose construye sólo desde elconsumo. Aquí no opera unaconversión automática a lacategoría de ciudadano, ya queel consumo no vieneacompañado de unreconocimiento social, de undeterminado contenidosimbólico que les restituyaprestigio.

Dentro de lo que GarcíaCanclini (1995: 21) denominalas nuevas condicionesculturales de rearticulaciónentre lo público y lo privado,se van gestando nuevas

modalidades de ciudadanía enlos escenarios estructuradoscomplementariamente delEstado y el mercado. En talsentido, el vínculo establecidopor los ocupantes con lasfuerzas empresariales puedepensarse desde el concepto detáctica que esgrime De Certeau(1996: 42-44): se trata del artedel débil, de prácticas quedeben actuar en el terreno queimpone y organiza la ley deuna fuerza extraña. Elmercado, en fin –y no sólo elEstado–, se ha vuelto un actorsocial indiscutido para teneren cuenta a la hora de pensarlas identidades que construyenlos ocupantes ilegales de casastomadas en el marco de susluchas por el reconocimiento o,en palabras de Bourdieu(1991), en su búsqueda de serincluidos dentro del sistema declasificación oficial.

Un grupo de habitantes del baldíorecibe la visita de viejos habitantesque ahora viven en la provincia.

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NOTAS

1 A pesar de que algunos de estos ocupantes continúanhabitando en el espacio barrial, resulta más atinado sintetizarsus experiencias en tiempo pasado, ya que una vastaproporción fue desalojada en estos últimos cinco años. Lasedades consignadas son, en varios casos, estimativas. Losnombres de los ocupantes fueron deliberadamente cambiadosy sus direcciones omitidas, por respeto a las condiciones deanonimato que requirieron algunos entrevistados, y quehicimos extensivas al resto.Una primera versión de este trabajo fue presentada en lasJornadas Nacionales de Ética “Problemas de la vida urbanacontemporánea”, realizada en la Sociedad Argentina deEscritores, Buenos Aires, en agosto de 1999.2 En numerosos trabajos Bourdieu trabaja esta sugestivacorrelación entre las probabilidades objetivas -lasoportunidades de acceso a determinado bien- y las esperanzassubjetivas (Cfr. Bourdieu 1989 y 1991: 91-111).3 En otro trabajo reciente (Carman 2003) abordé los desalojos deocupantes ilegales y otros “habitantes innobles” del barrio(vendedores de chorizos, sin techo, etc.) durante el períodocomprendido entre 1999 y 2003, operados por el poder local, losgrupos empresariales o bien, una combinatoria de actores. Sibien excede el marco de este artículo, resulta pertinentecomentar que, por sus características, lo que di en llamar los“desalojos asistenciales” prolongan la lógica descripta aquírespecto de los “desalojos light”, en cuanto a efectivizar unaexpulsión negociada de los moradores consideradosindeseables.4 Herzer et al. (1997: 200). La cita pertenece a un trabajocolectivo que desarrolló el Área de Estudios Urbanos delInstituto Germani sobre las percepciones de familiasocupantes de inmuebles en Buenos Aires sobre su situaciónhabitacional, en particular en la zona de la traza de la ex-Autopista 3. Me pareció interesante retomar textualmente elcomentario, significativamente emparentado con lo que vengotrabajando en relación al barrio del Abasto.5 Coincidimos con Herzer et al. (1997: 203-4) -que trabajaron elcaso de ocupaciones en los barrios de Coghlan y Belgrano-respecto a que dichas demandas por la provisión de servicios secircunscriben al ámbito privado y que el Estado “...aparececomo un actor exento de responsabilidad en esta esfera”, ya que“...ni siquiera se le reclama el papel de mediador en lanegociación entre vecinos y empresa. Tampoco está presente elcuestionamiento o la discusión acerca de qué es lo que debenhacer las autoridades del gobierno local cuando la provisión deservicios es deficitaria o existe imposibilidad por parte de lasfamilias de acceder a ellos”.6 El testimonio no surge de nuestras crónicas de campo -aunqueresulta casi literal de otras entrevistas en el Abasto- sino quepertenece a un ama de casa con cinco hijos, ocupante de la zonade la AU3 (Cfr. “Casas tomadas. La pesadilla del techoimpropio”. Revista La Nación, 22/2/98, pp. 34-41).7 Silva (1992: 71-3) aborda la construcción de los territoriossociales en relación a determinadas competencias discursivas yrepresentativas, que ofrecen las marcas de reconocimientonecesarias para que uno pueda discernir en qué clase deterritorio se halla. Este análisis resulta interesante de serretomado para reflexionar acerca de las aspiraciones deconsumo de los ocupantes en su búsqueda de acercamiento alas clases medias.Desde la perspectiva de Douglas et al. (1990: 80-85), el consumode determinados bienes sirve para comunicar diferencias y darsentido a los acontecimientos sociales: “…la actividad delconsumo es la producción colectiva, con sus respectivos

consumidores, de un universo de valores. El consumo utiliza lasmercancías para hacer firme y visible una serie particular dejuicios en los cambiantes procesos de clasificación de las perso-nas y los acontecimientos (…) En el marco del tiempo y elespacio de los que dispone, el individuo utiliza el consumo paradecir algo sobre sí mismo, su familia, su localidad (…) Elconsumo es un proceso activo en el cual todas las categoríassociales son continuamente redefinidas” (Ibíd., 83).Análogamente, García Canclini (1995: 19 y 27) analiza cómo elconsumo sirve para pensar: “cuando seleccionamos los bienes ynos apropiamos de ellos, definimos lo que consideramospúblicamente valioso, las maneras en que nos integramos y nosdistinguimos en la sociedad… (…) En otros términos, debemosanalizar si al consumir no estamos haciendo algo que sustenta,nutre y hasta cierto punto constituye un nuevo modo de serciudadanos”. En el caso de los ocupantes, el consumo tambiénsirve para ocultar otros aspectos de la vida que, como no llevana un “manejo de la impresión” favorable, se buscaminimizarlos, subcomunicarlos (cfr. Goffman 1993: 33-42).Frente a una vivienda deteriorada, el consumo de ciertos bienesaspira a producir un “efecto de encandilamiento” o, al menos,un mensaje compensatorio del propio status.8 Para un mayor desarrollo sobre diversas construcciones de lanoción de ciudadanía en relación a la problemática que nosincumbe, ver Carman y Lacarrieu 1995. Cfr. también Robin1993; Grassi et al. 1994: 10-22, 61-63, y Sigal 1991.

BIBLIOGRAFÍA

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traduccionesCidadãos ou ilegais?DISJUNTIVA DA INTEGRAÇÃO SOCIALDOS HABITANTES DAS CASASUSURPADAS NO BAIRRO DO ABASTO

María Carman

Neste trabalho vou retomar algumasquestões significativas para a análise quesurgem duma pesquisa realizada nobairro do Abasto que fica na Cidade deBuenos Aires. A etnografia em questãoindagou, entre outras coisas, nasdisputas em relação ao patrimônio localentre os ocupantes das casas usurpadase outros atores sociais do Abasto emdiversas conjunturas: o período do“Bronx porteño” (1993-1996), a épocatradicional das obras de reciclagem doex. Mercado de Abasto e de “invençãodo bairro nobre” (1997-1998), e operíodo atual (1999-2003), no qualacontecem inaugurações de espaçoscomerciais e culturais mobilizadas aoredor de alguns objetivos comuns,como apropriação privilegiada dopatrimônio e a inflação da memoria.Aqui analisarei os vínculos dosocupantes ilegais com o Estado, as“Forcas do Mercado” e o eventual acesoa uma cidadania durante o período dereciclagem do ex Mercado de abasto(1997- 1998).No meu caso, quero desdobrar oseguinte suposto. Sustento que asempresas privadas que entraram emcontato direto com os habitantes dascasas usurpadas – a empresa IRSAresponsável do Shopping Abasto deBuenos Aires e também das companhiasprivatizadas de serviços outorgaram aosocupantes um reconhecimento e umavisibilidade social que não lhes foramconferidas pelas forcas públicas, nemoutros atores da sociedade como porexemplo, os vizinhos proprietários comos que conviviam no bairro. As “forçasdo mercado”, alem se seremdesalojaram e demoliram as casas dosusurpastes, também conferiram estes“habitantes invisíveis” uma “carta decidadania”, embora se tratasse dumacarta fortemente condicionada eextorsiva.Isto pode soar paradoxal ou cínico, masintentarei demostrá-lo a partir daexposição de dois casos: A modalidadedo desalojo “light” e o pagamento dosimpostos. Antes de expor ambos casos,reconstruirei brevemente algumascaraterísticas das relações internastecidas no interior das casas usurpadas,de modo que as exposições dos casostenham mais clareza a partir dasrepresentações, expectativas e praticasdos habitantes involucrados.

Citoyens ou illégaux?DILEMMES DE L’INTÉGRATION SOCIALEDES HABITANTS DE MAISONS PRISESDANS LE QUARTIER DE L’ABASTO

María Carman

Dans ce travail je reprends des questionssignificatives pour l’analyse qui surgissentd’une enquête portée dehors dans lequartier de l’Abasto dans la ville de BuenosAires. L’ethnographie en question a enquêté,entre d’autres choses, sur les discussionsautour du patrimoine local entre les occu-pants de maisons prises et d’autresacteurs sociaux de l’Abasto dans desoccasions diverses: la période du «BronxPorteño1» (1993-1996), le tempstransitionnel des travaux de recyclage duex-Mercado de Abasto2 ,et de la «inven-tion du quartier noble» (1997-1998), et lapériode actuelle (1999-2003) danslaquelle les inaugurations d’espacescommerciaux et culturels se succèdentl’une après l’autre, mobilisées autour dequelques buts communs, commel’appropriation privilégiée du patrimoine etl’inflation de la mémoire.J’analyserai ici les liens des occupantsillégaux avec l’État, les «forces du marché» etl’accès éventuel à une citoyenneté pendant lapériode de recyclage du Mercado de Abasto(1997-1998).En particulier, il intéresse de déplier la suppo-sition suivante. Je soutiens que lesentreprises privées qui sont entrées encontact direct avec les habitants de maisonsprises - la compagnie IRSA, responsable dushopping Abasto de Buenos Aires et aussiles compagnies privatisées de services - aaccordé aux occupants une reconnaissanceet une visibilité sociale que les forcespubliques ne leur ont pas donné, même pasd’autres acteurs de la société comme parexemple, les voisins propriétaires aveclesquels ils ont cohabité dans le quartier. Les«forces du marché», bien qu’elles ontdélogé et ont démoli les maisons des occu-pants, ont conféré aussi à ces «habitantsinvisibles», «la carte de citoyenneté», mêmes’il s’agissait d’une carte fortementcondicionée ou extorqueuse.Cela peut sembler paradoxal ou cynique,mais j’essaierai de le démontrer à partir del’exposition de deux cas: la modalité de«l’évacuation light» et le paiement desimpôts. Avant d’exposer les deux cas, jereconstruirai brièvement quelquescaractéristiques dominantes des rapportsinternes tissés à l’intérieur des maisonsprises, de manière que l’exposition des casdevienne plus intelligible à partir desreprésentations, expectatives et pratiquesdes habitants involucrés.

1 De Buenos Aires.2 Marché de provision.

Citizens or illegal?DILEMMAS OF THE SOCIAL INTEGRA-TION OF THE INHABITANTS OF TAKENHOUSES IN THE NEIGHBOURHOOD OFTHE ABASTO

María Carman

In this work I resume some significantquestions for the analysis that arise froman investigation carried out in theneighbourhood of the Abasto in the cityof Buenos Aires. The ethnography inquestion investigated, among otherthings, in the disputes around the localpatrimony between the occupants of takenhouses and other social actors of the Abastoin diverse occasions: the period of the“Porteño 1 Bronx” (1993-1996), the transi-tional time of the works of recycling of theformer Mercado de Abasto 2 and of the“invention of the noble neighbourhood”(1997-1998), and the current period(1999-2003), in which inaugurations ofcommercial and cultural spaces follow oneafter the other, mobilized around somecommon goals, as the privileged appropria-tion of the patrimony and the inflation of thememory.I will analyze here the ties of the illegaloccupants with the State, the “forces ofthe market” and the eventual access to acitizenship during the period of recyclingof the former Mercado de Abasto (1997-1998).In particular, it interests to display thefollowing supposition. I sustain that theprivate companies that entered in directcontact with the inhabitants of takenhouses - the IRSA company, responsiblefor the shopping Abasto de Buenos Airesand also the privatized companies ofservices - granted the occupants a rec-ognition and a social visibility that thepublic forces didn’t give them, neitherother actors of the society like for ex-ample, the proprietary neighbours thatthey cohabited with in theneighbourhood. The “forces of themarket”, although they dislodged anddemolished the houses of the occu-pants, also conferred to these “invisibleinhabitants”, “citizenship papers”, al-though they were strongly conditional orextorting ones.This can sound paradoxical or cynic, butI will try to demonstrate it starting fromthe exposition of two cases: the modalityof the “light” eviction and the payment ofthe taxes. Before exposing both cases,I will shortly reconstruct some prevalentcharacteristics of the internal relation-ships woven inside the taken houses, sothe exhibition of the cases becomesmore intelligible starting from the repre-sentations, expectations and practical ofthe involved inhabitants.

1 Of Buenos Aires.2 Market of supply.

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s una realidad a asumir que las designacionesno son nunca inocentes y que bautizan períodos yratifican cambios convertidos en realidadesglobales, que se anticipan a periodizaciones delfluir histórico. Y nos referimos especialmente a lamigraciones y las identidades multirraciales queofrecen algunas regiones –naciones, comarcas,islas– donde la concurrencia de razas diversas yculturas propias logran impostar caracteresdiferenciados que inciden en forma tajante en laconformación identitaria. Nuestro texto incitador,para una indagación que estamos invitando acompartir, es el de Elaine Bauer y Paul Thompson–nada menos que Paul Thompson a quien le cabeuna precedencia merecida en cuanto se refiera ahistoria oral, que leemos en la revista Historia,Antropología y Fuentes Orales N° 28.

Un breve párrafo inicial destaca los objetivos:“Los autores de este artículo tenemos la convicciónde que alcanzar un cierto grado de integración através de la inmigración y la mezcla racial será unrasgo esencial del futuro, tanto desde unaperspectiva amplia, la de crear un nuevo ordenmundial, como desde una más específica en elcaso de los países que aspiran a convertirse ensociedades arco iris de esencia multicultural”.

Se explican enseguida los pasos dados en estesentido, la gente que ha colaborado, los proyectosde indagación en curso, y las ayudas parafinanciar los gastos. Anotan además que han

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A propósito demulticulturalismo,migración ydiscriminación

Elaine Bauer y Paul Thompson,Historia, Antropologíay Fuentes Orales, Nº 28.

A P U N T E S T E Ó R I C O S

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A propósito de multiculturalismo...Hebe ClementiComentario

presentado una versión –ahora corregida– ante elXII Congreso celebrado en junio de 2002 enPietermaritzburg, Sudáfrica.

Ahora bien, arrostrando el pudor de“observar” las conclusiones de un maestroreconocido y primero en Historia Oral, partiremosde unas pocas proposiciones que transcribimospara mayor claridad, con vistas a demorarnos enla dificultades del tema, el grado de pertenencia aesas sociedades (que aunque se trate decaribeanas, sentimos como americanas) y laconexión entre algunas reflexiones que estimamossimplificadoras a un grado ajenizante de unacuestión que sufre toda la América latina, aunquesu designación sea quizá impropia.

1) “La cultura del Caribe es tal vez el ejemplomás conocido de sociedad surgida de la migracióny la mezcla (sigue un prólogo necesariamentesintético sobre el acontecer de las islas caribeanascomo territorio) en donde se logra una mezclaracial que termina por hacer habitual que seformen parejas entre blancos y personas de colorasí como entre individuos de ascendencia africanae hindúes y chinos... actitud de apertura culturalque recientemente se ha visto reforzada por elturismo que fluye a las Antillas...”

La elección de Jamaica como ámbito de pruebano parece adecuada siendo como es Jamaica lamenos caribeana de las islas, con fuerte influenciainglesa en todo los ámbitos, y una activa referenciaa la vida británica desde lejos. No es el caso, ni hasido, el del resto del Caribe, de modo que laspolíticas raciales laxas podrían ser parámetro parala comparación con el resto del ámbito, pero nocomo aporte testimonial. Las referencias queagrega, de parte de hombres “negros” y mujeres“blancos” sobre la situación que viven en la unión,no son concluyentes sino “muy leves”, y en elmejor de los casos muestra una cierta displicenciaacerca del eventual rechazo que si bien nopodemos caracterizar de dudosos es por lo menos“casual” o quizá superficial. Hay algunasreferencias a que esta situación de ciertaindiferencia es “relativamente nueva”, y se danejemplos de rechazos iniciales muy fuertes, en elaño 60 ó 70.

“No negaba que habían tenido que sufrir

muestras de racismo ni tampoco el hecho de que setrata de una actitud que impregna nuestrasociedad y que probablemente siempre estarápresente en algunos individuos. Los másoptimistas creían que la sociedad canadiensemuestra mayor tolerancia hacia las relacionesmixtas entre blancos y negros...” y finalmente,como una suerte de conclusión, se afirma “aunqueencontramos en Canadá y Gran Bretaña algunosinmigrantes que continuaban identificándosesimplemente como jamaicanos, en ambos paíseshubo más que hicieron referencias a aspectosmixtos”.

La ambigüedad es el signo, pero nuestropropósito es turbar esa placidez mediatizadoraque no corresponde con la realidad del Caribe, nide quienes tienen ocasión de convivir o conocer decerca el problema, desde un lugar más cercano al“arco iris” al que apelan los autores. Para decirlocon claridad, esas relaciones, vistas desde lacotidianeidad, son muchos más ríspidas ydifíciles, expuestas a escondidas, pero vigentes.Admitimos que Jamaica está más habituada a esarealidad, a través de la propia Inglaterra imperiala la que no es nueva la interracialidad asiática enprincipio, y Londres, especialmente, es lametrópoli de la interracialidad. Admitimostambién que Canadá ha hecho y puede seguirhaciendo alarde de esta tolerancia a la medida desu historia tan cruzada y atravesada deinfluencias variadas. Pero al mismo tiempo,opinamos que la sociabilidad canadiense es tanrestringida que el visitante o el que ha vividoesporádicamente en alguna ciudad canadiense,evoca ese frío de la cortesía y del “puertasadentro” impenetrable.

Avanza el texto con observaciones sobre “laidentidad”:

“Dada la complejidad asociada al sentido dela identidad del individuo, no es de extrañar quelas relaciones interraciales conduzcan confrecuencia a un cuestionamiento de la identidad.La mayoría de los entrevistados se debatían coneste problema y al mismo tiempo se negaban aaceptar todo intento de que se les definieseadscribiéndolos a la categoría de ‘blancos’ o‘negros’ ”.

Las respuestas que figuran en el texto son

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divergentes y desconcertantes, aunque sincomentarios, y revelan el trasfondo problemático eirresuelto, y algunas apuntan al drama dediscriminación, la proyección en la familia, y enlos hijos especialmente, la aceptación mayoritariaen las personas negras. El 63% de losentrevistados contaban con mezclas de otras razasde modo que la consiguiente “tolerancia hacia lamultirracialidad” provenía de esa circunstancia.

La tesis del trabajo aparece en un recuerdo:“Alcanzar un cierto grado de integración a travésde la inmigración y la mezcla racial será un rasgoesencial del futuro”.

Desconcierta entonces lo que sigue, deacuerdo con esta afirmación un tanto agorera peroválida. Para extender este punto de vista se abordala existencia de otras culturas que se handesarrollado de forma paralela: nos referimos aMéxico y Brasil y algunas zonas de África, talescomo Sierra Leona y Senegal, e incluso,inicialmente, la propia Sudáfrica. A esta altura deltrabajo aparece la mención de que: “A partir delsiglo XIX se desarrolló en el sur de los EstadosUnidos y en Sudáfrica una tendenciacompletamente opuesta, una trayectoria quefomentaba deliberadamente la segregación racial”.

El caso sudafricano es referido con bastantedetenimiento, se cita alguna bibliografía adecuada,y se menciona el apartheid que impuso “barriosraciales segregados tal y como ilustra el pionertrabajo de historia oral realizado por Sean Field enlos barrios negros y mestizos de Ciudad del Cabo”.Y continúa aludiendo a que posteriormente, “apesar de la abolición de las leyes segregacionistastanto en EE.UU. como en Sudáfrica perdura unelevado grado de segregación en la vivienda, y losmatrimonios interraciales son poco frecuentes... lasegregación voluntaria llevada a ese extremo creasociedades polvorín en la que pocos miembros dealgún grupo tiene conocimiento directo de losotros y en los que es fácil que estallen conflictos,disturbios y violencia”.

Llegados aquí, si bien es evidente que elsentido impuesto al trabajo no podrá avanzarsatisfactoriamente (es nuestra convicción), seresguarda con anticipación a esa evidencia:“... Este artículo une los resultados obtenidos ennuestras investigaciones llevadas a cabo por

separado y centradas, en primer lugar, en laparejas mixtas de caribeños blancos y en segundolugar, en familias jamaicanas trasnacionalesresidentes en Jamaica, Estados Unidos, Canadá yGran Bretaña. Comparamos el impacto de laemigración y de las relaciones mixtas en laidentidad, estudiamos los distintos tipo dehostilidad y prejuicios raciales que se sufren yanalizamos hasta qué punto los individuos hallansoluciones creativas tendientes a alcanzar nuevasformas de identidad multiétnica y multirracial y seatreven a soñar con sociedades más tolerantespara el futuro”.

Siguen aclaraciones sobre márgenes yprogresos eventuales, abordando el tema de laidentidad y el impacto que la emigración provocaen la construcción de la identidad individual, losmatices diferenciales que podrán detectarse, porejemplo en relación con el contraste generacional,cambios sociales y culturales en las áreas deprocedencia, matrimonios mixtos y mejoras enalgunos casos a través de los hijos aceptados porlos abuelos o primos, superando complejos deinferioridad, hostilidades laborales o deradicación de viviendas, etcétera.

Joseph, un escocés blanco, habló de la positivaidentidad transracial que había desarrollado aconsecuencia de haberse casado con una mujernegra y de haber vivido y trabajado en distintoslugares del planeta: “me considero un ciudadanodel mundo. No poseo fuertes sentimientos depatria con respecto a Escocia o Canadá. Tampococoncedo ningún valor especial a la idea de razablanca. Soy un habitante del mundo. Esta es miidentidad. Y estoy convencido de que puedo viajara cualquier sitio y encajar”.

Termina el artículo con una página optimistaque incluye puntos de vista “constructivos dehombres y mujeres con distintas consignas: derribarlas barreras que separan a las razas debiera ser tareade toda la sociedad, porque es el futuro, enseñar anuestros amigos estas consignas e intentar superar elaislamiento y la sensación de gueto... y al hacerlologremos superar el bagaje histórico en susconnotaciones de superioridad e inferioridad”.

El párrafo final es buen broche de este modode pensar: “sólo el futuro dirá si la mezcla derazas fomenta o reduce el racismo. Solamente nos

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queda esperar –como tantos de nuestrosentrevistados– que los hijos producto de la mezclade razas desempeñen un papel activo y actúencomo agentes entre los distintos grupos depersonas facilitando la comunicación y lacooperación, y ello les permita extraer de susdistintas experiencias su patrimonio, su identidady su comprensión del mundo en que viven”.

Queda abierta ahora la reflexión nuestra, la deargentinas que vivimos trabajando con nuestrahistoria de mil maneras, y específicamente tambiéncon la historia oral. Vale congratularse que el temahaya aparecido en las páginas de la acreditadapublicación, tratado por Paul Thompson y ElaineBauer. Aunque lo pensamos demasiado tenue yhasta rosado, es cierto –admitimos– que no es fácilabordarlos sobre todo si se habla de identidad y nose hace referencia a la historia y aunque se afirmesu necesaria diversidad e incidencia.

Nos hubiera complacido que esas fueran susobservaciones iniciales, a la manera de válidoacápite de un tema que es el de toda la Américaque se llama Latina por un juego escamoteador deldestino, y un designio de atribución comosabemos. Pero no es cuestión de nombres, sino deintegración de orígenes, de silencio secular sobrequienes fueron objeto de una trata infamante quellenó de esclavos africanos el territorio americano,en casi toda su extensión y en el Caribe comoámbito inicial, dadas las primeras instalaciones de“descubridores-conquistadores” europeos y laconsiguiente “edénica” novedad para toda Europacolonizadora. Y lo que es también co-existente, entodo tiempo y lugar, es la presencia del indígenaamericano, que ha sido hostigado, sometido,explotado, en uno y mil servicios para elconquistador, y que ha pervivido anotando supresencia y diversidad en todo el continenteamericano, donde las modalidades de lacolonización europea marcaron su discriminaciónen una universal situación de sometimiento ysegregación de acceso a ventajas sociales.

La conciencia de estas situaciones herederaspor siglos en un entretejido de sumisiones ysilencios que acentúan diferencias y carencias, nopuede resistir el más somero análisis. Es unreclamo perentorio instalarlo en cada una denuestras sociedades para expresar la demanda

igualitaria de la construcción social.He ahí el emprendimiento que la historia oral

debiera tomar a su cargo en nuestros países, enuna verdadera cruzada investigativa, que daráfrutos venturosos. Los latinoamericanos quehemos sido tocados por la varita de la historia oralque nos convoca a la verdad y a la comunicaciónmás honda, coincidimos con el párrafo final deThompson y Bauer, pero tenemos urgencias lícitaspara que sea implementada esta ruta.

Francamente, quisiera haber podido alcanzaruna manera de conclusión más segura, menosdisuasiva, y más consciente, de que si lasubjetividad es el logro más alto que alcanzamoshistoria oral mediante, otra vez, la parsimoniaajenizante no nos sirve. Si esto se compatibilizacon las deficiencias de las historias “oficiales” quese padece en toda nuestra América, creemos que elbuen camino está trazado en los fundamentos másesclarecedores de la historia oral.

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E N C U E N T R O S

Jornadade Reflexión sobre elpapel de los Museos

y el PatrimonioInmaterial

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a directora del Instituto Histórico, LilianaBarela, fue invitada a participar de una Jornada deReflexión sobre el papel de los museos y el patrimonioinmaterial, celebrada el 13, 14 y 15 de mayo.

Esta Jornada estuvo vinculada con el DíaInternacional de Museos, que es una práctica anualdestinada a sensibilizar al público sobre el rolimportante que juegan los museos en la sociedad. Setrata de jornadas a puertas abiertas paraexposiciones temporales, visitas guiadas,encuentros con el público y otras actividades. El 18de mayo es la fiesta de los museos en el mundoentero y por eso todos los miembros del ICOM,instituciones estatales, prefecturas, municipios ysociedad civil participaron de este acontecimiento.

Para los profesionales que trabajan en losmuseos, el tema sobre patrimonio inmaterial es uncampo abierto para el futuro. El museo,tradicionalmente, es un espacio para lascolecciones, la conservación y la difusión de lostestimonios tangibles del pasado. ¿Pero qué ha sidode las prácticas, expresiones, conocimientos o lossaberes asociados de estos objetos? ¿Lasrepresentaciones inmateriales no son tambiéncomponentes esenciales de toda civilización?

Este año el Día Internacional de Museos sirviócomo antecedente para la XX Conferencia Generaldel ICOM que se realizará en Seúl, en octubre de2004, sobre el tema del patrimonio intangible. Lasdiferentes experiencias que se realizaron en elmundo en ese día serán el punto para lasreflexiones y el intercambio que se desarrollará enese momento, única ocasión para discutir este temapara los profesionales de museos.

El Patrimonio Inmaterial ha sido motivo deinterés en varios países desde que la UNESCO elaño 2000 reconoce mundialmente el Premio ObraMaestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de laHumanidad a las expresiones del hombre.

La definición que nos ofrece la UNESCO sobrePatrimonio Inmaterial es la siguiente: “Los procesosaprendidos por los pueblos junto con el saber, lasdestrezas y la creatividad que los definen y soncreadas por ellos, los productos que elaboran y losrecursos, espacios y otros aspectos del contexto so-cial y natural necesarios para su sostenibilidad;estos procesos ofrecen a las comunidades vivas unsentido de continuidad respecto a las generacionesanteriores y son importantes para su identidad cul-tural, así como para la protección de la diversidadcultural y la creatividad de la humanidad”(UNESCO 2001).

El patrimonio inmaterial se manifiesta en lastradiciones y expresiones orales, recuerdos,lenguas, artes interpretativas, artes del espectáculo,prácticas sociales, rituales y festividades; en elconocimiento y las prácticas relacionadas con lanaturaleza y el universo; en las técnicas propias dela artesanía tradicional, que son trasmitidas degeneración en generación, es recreadopermanentemente por las comunidades y losgrupos en función de su medio, su interacción conla naturaleza y su historia. La salvaguardia de estepatrimonio es una garantía de sostenibilidad de ladiversidad cultural. Juega un rol especial en eldesarrollo nacional e internacional, para latolerancia y la interacción armónica entre lasculturas.

En Bolivia la Jornada de Reflexión sobrePatrimonio Inmaterial tuvo como objetivo unificarcriterios sobre la adopción de una definición a nivelnacional y analizar los mecanismos que ayuden aidentificar y salvaguardar nuestro patrimonio.

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Resultados:El Comité Boliviano del ICOM esperaba cumplir

con los objetivos planteados: por un lado, establecercriterios para una política de salvaguardia delPatrimonio Cultural Inmaterial boliviano y, por otro,motivar a la población en la toma de conocimiento dela preservación, conservación y difusión de suPatrimonio Inmaterial.

El programa se desarrolló de la siguiente forma:1: Políticas estatales sobre Patrimonio Inmaterial

de Bolivia, María Isabel Álvarez Plata, Viceministrade Cultura.

2: Concepto sobre Patrimonio Inmaterial, Lic.Liliana Barela (historiadora argentina).

3: Reflexiones sobre el Concepto de PatrimonioInmaterial, Arq. Elizabeth Torres.

4: Recuperación oral de la música de lasMisiones Jesuíticas en Chiquitos, Dr. Alcides Parejas.

5: El Patrimonio Inmaterial, caso “La EntradaUniversitaria”, Dr. Fernando Caijas. El Carnaval deOruro, Sr. Ascacio Nava (Presidente de la AsociaciónFolklórica de Oruro)

6: Interculturalidad y lenguas, R. P. Xavier Albo.7: Medicina tradicional, magia y religión. Caso

“La cosmovisión Andina de la Cultura Kallawaya”,Dra. Carmen Beatriz Loza.

8: Registro Fonográfico, Lic. Virginia Ayllón.Registro etnográfico, Lic. Javier Romero.

La licenciada Liliana Barela abordó laconferencia refiriéndose a un objeto: el bandoneón(sus secretos, las pistas sobre su restauración, cómosuena, cómo debe sonar). Habló sobre el instrumentoque hoy identifica al tango. Este instrumentocuriosamente se fabricó en Alemania y empezó aincorporarse al tango con presencia “preferencial” enlas orquestas a partir de la década de 1920.Describimos un objeto “tangible” que no se fabricamás y que constituye el soporte de otro bien “intan-gible”.

En la ciudad de Buenos Aires, en virtud de la LeyNº 130/98 del Tango, los bandoneones se localizan,se compran en remates y se los restauran para queperdure el sonido que da forma a la música del tango,que es un valor intangible, audible, emocionable yfácilmente identificable. Entrañablemente querido portodos los argentinos (porteños o no), cuandoextrañamos nuestra patria, nuestro suelo, extrañamosesa música de tango. Este ejemplo sirve para advertiruna primera dificultad que presenta el patrimonioinmaterial en relación al patrimonio material. Lasfronteras entre ambos son de difícil distinción. ¿Porqué?

Podríamos, y luego intentaremos, definir elconcepto de patrimonio inmaterial, pero lo quereconocemos en principio es que si el patrimonioinmaterial es la “herencia que no tocamos”, laprimera dificultad que se plantea es cómo preservaraquello que no tocamos. Y la respuesta más obviasería transformar lo intangible en un soporte tangible(registro, lista, inventario o recreación).

El problema entonces empieza con unatransformación. En este ejemplo aparece con toda sufuerza: si el objeto tangible que define la música quese quiere preservar es único, deberá preservarse elobjeto. Pero además, la “destreza” para restaurarlo, osea, deberá preservar el oficio además del bien.

Pero si se quiere preservar la música del tango, setendrá que definir qué época de esa música queremospreservar. Y si la respuesta es “historizante”, esto es,cada época deberá preservarse, entonces deberáncrearse escuelas que enseñen y trasmitan arreglosmusicales que definen cada una.

Entonces, surge el interrogante sobre quédebemos preservar cuando declaramos que elCarnaval de Oruro ha sido declarado Obra Maestrade la Humanidad. El que se proclamó en marzo de2001 o el que se recreó en otro punto de Bolivia o elque se festeja en Buenos Aires donde muchosbolivianos recién allí lo descubrieron.

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Pero las preguntas siguen y la próxima seríacómo construir el concepto de patrimonio inmaterial.Este tema nos lleva rápidamente a otra definición quees la vinculada al patrimonio cultural, que incluye ysupera esta división a veces confusa y/o arbitrariadel patrimonio.

Es el valor simbólico, que las cosas, los objetos,los sueños, la música adquieren.Y es ese valorsimbólico el que debemos registrar. Son los nuevosaprendizajes sobre esos valores los que debemosincorporar. Porque los patrimonios y sus categoríasse construyen como las identidades.

Dentro de este contexto se organizó un taller dehistoria oral. Allí al mismo tiempo que se habló sobreel tema, se proyectó el video “Bolivianos”, productodel Programa de Historia Oral del Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires, dentro del Ciclo“Inmigrantes de fin de siglo”.

Luego, se generó un debate que excedió lapráctica de historia oral y sirvió para intentar definirla bolivianidad constituida en Buenos Aires.

Los participantes analizaron el video yadvirtieron la discusión sobre discriminación eidentidad y las construcciones y apreciacioneshistóricas de los contextos de las mismas.

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Las zonasde la cultura,

un mapa semánticode Corrientes

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Las zonas de la cultura...

Autora Roxana Amarilla

también por la necesaria fluidezque nuestra cultura populardebería tener en los ámbitos de laeducación formal. Han resistido...y algunos de ellos han impulsadofervientemente iniciativas deencuentros de investigadores paraordenar, revisar, contraponer,discutir esta tarea.

Recogiendo una de estaspropuestas y con estos objetivos sediseña desde el organismo oficialde cultura un programa deencuentros, foros y simposios conla idea de enlazarlospertinentemente en el campo de lopopular. Para este trabajo, unequipo joven de comunicadoressociales y un diseñador gráficoubicó en el mapa de la provinciauna distribución de los encuentrosde identidad que estaban en rondade diseño y programación. Uno encada una de las micro-regionesdefinidas para la acción políticade la gestión cultural. Lo que no escasual ni obsecuente si tenemos encuenta que el territorio provincialtiene como vasto centro elhumedal I verá . Si queremosviajar desde la costa del Paraná alnoreste debemos rodear el estero.

En esta realidad territorial,las cuatro micro-regiones seconvirtieron en anfitrionas decada una de las cuatrodimensiones de la cultura popularque compartimos. Las ciudadesseleccionadas en cada una deellas, como sedes, tienen unahistoria relacionada con cada unade estas dimensiones, unapráctica reconocida, o es la casade un arandú –sabio de lacomunidad– reconocido.

Goya, casa de un granrecopilador de la narrativa oral.La Cruz, tierra de losdescendientes del pueblo tupímbyá, luchadores de Mbororé.

Curuzú Cuatiá, cuna dechamameceros que cantan lashistorias de bandoleros rurales.Corrientes, donde las casas degalería sólo quedaron en la memo-ria de sus habitantes.

Ese criterio de seleccióngeneró la inquietud de sintetizaren una palabra la carga semánticadel sentido que intentamosconstruir. Esta fase fue la másardua y consultiva de todas. Du-rante un mes discutimos laspalabras que expresaran lostiempos que se nos entrecruzan enla mística de reconstruir nuestroespejo identitario. El resultado eslo que llamamos el mapa de laszonas de la cultura, que bajo laforma de programación sepresentó así:

• III Encuentro de NarrativaOral, la zona primordial de lacultura. Micro-región II, Goya, 28 y29 de mayo1

• II Encuentro deInvestigadores de la Mitología, lazona sagrada de la cultura. Micro-región III, La Cruz, 25 y 26 dejunio

• II Simposio de BandolerosRurales Correntinos, la zonaenmascarada de la cultura. Micro-región IV, Curuzú Cuatiá, 27 y 28de agosto

• I Foro del PatrimonioArquitectónico Correntino, la zonamanifiesta de la cultura. Micro-región I, Corrientes, 15 y 16 deoctubre

El mapa semántico nace de ladefinición de Adolfo Colombres: lamitología es la zona sagrada de lacultura. Tomando a esa definicióncomo punto de partida,encontramos las otras: lo primor-dial, lo enmascarado y lomanifiesto. Lo primordial asumecomo eje la palabra, que semanifiesta en la expresión oral, en

orrientes, territorio deinusitada riqueza en los elementosidentitarios que son patrimonio desu gente, pareciera llevar consigoel fatalismo de negar el análisis yla investigación de la culturapopular que le es propia. Ser enCorrientes forma parte de unaactitud que se expresa bajo laforma del rito, la musicalidad, lashistorias que se cuentanfantásticas y resistentes, o un gritocuando se terminan las palabras.

La naturaleza ayuda.Rodeada de agua, atravesada poragua, esta tierra alienta a lasespecies a entrecruzarse enrelaciones intersexualmentesimbólicas, en un singular tiempomítico. Esa misma naturalezaabrigó un imaginario deinsularidad, de gentes aisladas delos procesos políticos y socialesque acontecen en el resto del país.Corrientes, república aparte, casino ha contado con políticaspúblicas de fomento de lasinvestigaciones sobre sí misma. Esmás patético el caso de lasinvestigaciones culturales, en lasque reconocer elementos de lamatriz de identificación de esalógica compartida revelaría, talvez, fuertes contradiccionesracistas, clasistas, machistas, quesobreviven en la fascinación de supropia rosa de los vientos girandocomo una especificidad en laregión.

Los intelectuales correntinoshan sabido sortear las dificultadesdel pertenecer y permanecer enesta tierra. Han resistido conesfuerzo propio y con la voluntadde mantener hasta intuitivamentelas recopilaciones, los registros,las publicaciones, los intentos deintercambio de información. Hanluchado por los financiamientos ylos reconocimientos. Como

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la narrativa, como una lógica fun-damental, el puente –significativosignificante– entre los tiempos y elmodo necesario de transmisión degeneración en generación. Loenmascarado se pregunta por losritos, su misterio y la sacralidadinvolucrando ciertos gestossociales, buscando interpretarlos,como máscaras superpuestas queno sabemos qué resiste bajo ellas.Lo manifiesto es lo tangible, lo quese ve y se toca, y es posiblerecuperar en tanto bien material.Cada una de estas dimensionestiene sus particularidades en latierra guaraní. Aunque parezcaninseparables confluyen en laamalgama del I verá como símbolodel reservorio de ancestralesvertientes, que generan procesosculturales, sociales ycomunicacionales a serinvestigados.

Las zonas de la culturaintentan diferenciar estoselementos, revalorizarlos,resignificarlos y visibilizarlos, conla finalidad de ajustar la visiónpropia –de los correntinos– de laidentidad. En esta tarea contamoscon la colaboración desinteresaday valiosa de quienes localmenteasesoran esta propuesta, comoEnrique Piñeyro, Jorge SánchezAguilar, Bernardo Ranaletti,Girala Yampey, Gabriel Romero,Marisol Campos, entre otros. Y de

algunos de afuera de la provincia,invitados que son parte ya de laexperiencia, como Liliana Barela,Adolfo Colombres y Rubén Dri.

A esta altura del desarrollo delas zonas de la cultura, hemosdiseñado un programa local en eltejido educativo con las mismasdimensiones transversalisadaspor la cultura chamamecera en lacapital de la provincia comoexperiencia piloto.

Como cierre hemos puesto elsello de la especificidad que,gracias al auge de los estudiosculturales, nos permitió jugar conla vieja representación social quetenemos de sentirnos a contrapelode la historia: dimos vuelta la rosade los vientos –expresada en elafiche del mapa– de sur a norte.De oeste a este no podemos, en esadirección está “la tierra sin mal”.

NOTA

1 Liliana Barela fue invitada a participarde este encuentro. Allí tradiciones oralesse mezclaron con las reflexiones de unapráctica historiográfica que losparticipantes evaluaron como “ideal”para recuperar sus propias historias,para pensarse “a sí mismos”.

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n octubre de 2003 elInstituto Histórico organizó lamuestra “Democracia: 20 años”,en el Centro Cultural PlazaDefensa. Acompañando estamuestra, cada miércoles,especialistas desde diferentesabordajes aportaron su miradapara ayudar a pensar los 20años transcurridos.

Entre estos especialistastuvimos el privilegio de contarcon la presencia de IgnacioLewkowicz, joven historiadordedicado a la investigación delpensamiento de la subjetividad,definido en diálogo con elmarxismo, el psicoanálisis, laarquitectura y la ética. Profesoradjunto de la cátedra dePsicología, Ética y DerechosHumanos de la Facultad dePsicología de la UBA, y Directordel Sitio Estudios de lasubjetividad.

El 4 de abril de 2004 IgnacioLewkowicz murió en unaccidente náutico.

Quisimos utilizar esteespacio para reseñar brevementelas ideas planteadas porLewkowicz no sólo como unaforma de rendirle un homenaje,sino también, para que suspalabras, sus preguntas y susinterpretaciones nos ayuden apensar este tiempo presente delque somos partícipes y al quetenemos la obligación deinterrogar en nuestra calidad dehistoriadores. Creemos que elmejor homenaje es la vigencia yla pertinencia de supensamiento y de su obra, sobretodo en lo que se refiere a la

Ignacio LewkowiczE especificidad de nuestro trabajo

abocado a la historia máspróxima y al uso de la memoriacomo herramienta deacercamiento a ese pasado.

“De la democracia a lasdemocracias” fue el título de sudisertación y parte de considerarel agotamiento de una figura delEstado y la emergencia denuevas subjetividades.

Según el autor, a partir de1983 se establece en la sociedadun consenso básico“antiautoritario”, que respondíaal miedo subyacente a larepetición de un “golpe deEstado”. Al final de la décadadel 80, un nuevo consensocomienza a establecerse y res-ponde a los nuevos riesgos quese deben afrontar. Ante el “golpe

de mercado” y susconsecuencias, se gesta un“consenso antiinflacionario”.

Así como la dictadura pusoen suspenso la “ley”, que es elreferente simbólico esencial de lavida en común, en 1989 lasupresión del dinero, como otroorganizador simbólico social,determina la creación de esenuevo consenso para poderenfrentar los nuevos riesgos,pero este nace y se establecedejando de lado el estallido so-cial y la cantidad cada vezmayor de excluidos de ese pactode convivencia.

Es a partir de entoncescuando, según Lewkowicz, sepercibe la amenaza dedesintegración social, nocontando con una organización

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capaz de garantizar el ser encomún.

La democracia comienza atransitar entonces por otromedio, ya no por la lucha por elpoder entre sectores políticos,sino por la lucha de la existenciaen medio del flujo de capitales.Los capitales que circulan sinradicarse, cuando se retiran,hacen desaparecer lasposibilidades de articulaciónsocial.

Caracteriza los años 90como los de la fluidez,transformándose la vida socialen una contingencia perpetua.Se disuelven los conjuntossociales que marcabanpertenencias firmes, por ejemplola sindical, en donde había unacorrespondencia entrepertenencia social e ideología.La fluidez nos arroja para cadatema a un conjunto diferente.Entra en crisis larepresentatividad ya que lamisma solo tiene sentido si hayun conjunto que pueda serrepresentado.

Para Lewkowicz el únicoconjunto pasible de serrepresentado en este período esla “clase política”, que nacecomo conjunto durante elmenemismo para denominar alconjunto de funcionarios.

Esta democracia que nace en1983, y que Lewkowicz llama“posdictadura”, tiene su fin enel año 2001 a partir de lossucesos del 19 y 20 de diciembre.

Según dice en su libroSucesos Argentinos: “¿Quésucedió la noche del miércolesen Buenos Aires? Lo impensable.La gente produjo un modo desubjetivación. Y por eso mismo,dejó de ser gente –al menos, lagente que era así desde eldiscurso (...). Porque gente hastaaquí no era más que un nombre

neoliberal inactivo, desactivante,destinado a cubrirmediáticamente la sombragloriosa del pueblo (...). Eldevenir vecino de la mera genteimpone al nombre gente unadignidad subjetiva que hastaaquí no tenía (...).

Después de los saqueos ysiendo de noche, la calle no sedespuebla sino que se puebla.Deja de ser la tierra de nadie y seconvierte en el terreno de losvecinos... La calle es instaladapor los sucesos del miércoles(19) y se convierte en un espaciobellamente habitable. Elsupuesto estado de sitio resultóun llamado a habitar las calles”.

Aparecen allí trescondiciones que desarticulan lacomprensión de lo quellamábamos democracia:

• el flujo de capitales queatraviesa las fronteras sin verlas.La soberanía directa del capitalagotando la soberanía delEstado.

• la consolidación yvisibilidad de la “clase política”,aunque sea por un día. El “quese vayan todos” designó demanera orgánica a la clasepolítica como un obstáculo parala democracia.

• la disolución de conjuntossociales estables.

A partir de la Constituciónde 1994 aparece una nuevafigura, la del consumidor, nosólo ciudadano sino consumidor

NOTA

1 Lewkowicz, Ignacio, Sucesos Argentinos. Cacerolazo y subjetividad postestatal, BuenosAires, Paidós, 2002.

como soporte subjetivo. Se definesólo por sus derechos, no tieneobligaciones, y su contrapartida,entonces, es la figura delexcluido.

En la actualidad hay trescondiciones si se quiere pensaruna institucionalidad y laconfiguración de un ser encomún: no hay un Estadosoberano; no representaconjuntos estables; y se tomacomo base no sólo a losciudadanos sino a losconsumidores y los expulsados.

Estas condiciones afectan enla base del pensamiento. Losantiguos supuestos ya no tienenlugar: “Los amigos sin partido,sin instituciones, sin referenciasfuertes de identidad, hoy másque nunca sirven para pensar lavida. Y resulta que uno tiene queubicarse en qué hacercotidianamente con la crisis dela experiencia argentina y nosólo establecer qué verdadessostener”.1

El pensamiento de IgnacioLewkowicz seguirá provocandoreflexiones y polémicas.Sinceramente todo el equipo delInstituto Histórico lamentahaber perdido a la persona ytodo aquello que su capacidadnos prometía generar.

Ignacio Lewkowicz escribió,entre otros, Sucesos Argentinos.Cacerolazo y subjetividadpostestatal y Pensar sin Estado. Lasubjetividad en la era de la fluidez.

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La historia es memoria,presente y futuro

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