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Temática_Glosario_Serafina Amoroso_ Docencia/Creatividad Estrategias de Arquitectura Singular | Fundamentos de Proyectar: Javier Seguí y Atxu Amann.TRANSCRIPT
Arquitectura Grado cero
Serafina Amoroso | Fundamentos de Proyectar: Javier Seguí y Atxu Amann | MPAA 2012
Arquitectura Architecture
―(Del lat. architectūra).
f. Arte de proyectar y construir edificios.
~ civil.
f. Arte de construir edificios y monumentos públicos y particulares no religiosos.
~ hidráulica.
f. Arte de conducir y aprovechar las aguas, o de construir obras debajo de ellas.
~ militar.
f. Arte de fortificar.
~ naval.
f. Arte de construir embarcaciones.
~ religiosa.
f. Arte de construir templos, monasterios, sepulcros y otras obras de carácter religioso‖1
Tanto en el lenguaje común - como la definición del diccionario demuestra - como en el
lenguaje de algunos autores (ya sean arquitectos, críticos, filósofos), el término
arquitectura suele ser utilizado a menudo de manera intercambiable con el de
construcción/edificación, con énfasis en la supuesta dimensión artística que, en el sentido
común, es un valor añadido por el arquitecto, para un servicio que también podría ser
realizado por un ingeniero.
Morales y Heidegger puede que sean los únicos filósofos cuyas teorías son propiamente
teorías de la arquitectura.
―Al habitar llegamos, así parece, solamente por medio del construir. Éste, el construir, tiene a aquél,
el habitar, como meta. Sin embargo, no todas las construcciones son moradas. Un puente y el
edificio de un aeropuerto; un estadio y una central energética; una estación y una autopista; el muro
de contención de una presa y la nave de un mercado son construcciones pero no viviendas. Sin
embargo, las construcciones mencionadas están en la región de nuestro habitar.‖ ―(…). Habitar y
construir están, el uno con respecto al otro, en la relación de fin a medio.
(...) Sin embargo, al mismo tiempo, con el esquema medio-fin estamos desfigurando las relaciones
esenciales. Porque construir no es sólo medio y camino para el habitar. El construir ya es, en sí
mismo, habitar. ¿Quién nos dice esto? ¿Quién puede darnos una medida con la cual nos sea factible
medir de un cabo al otro la esencia del habitar y el construir?
La exhortación sobre la esencia de una cosa nos viene del lenguaje (…). El hombre se comporta
como si fuera él el forjador y el dueño del lenguaje, cuando en realidad es el lenguaje el que es y ha
sido siempre el señor del hombre. (...)
¿Qué significa entonces construir? La palabra del alto alemán antiguo correspondiente a construir,
buan, significa habitar. (…) Construir (bauen) significa originariamente habitar. Allí donde la
palabra construir habla todavía de un modo originario dice al mismo tiempo hasta dónde llega la
esencia del habitar. Bauen, buan, bhu, beo es nuestra palabra «bin» («soy») en las formas ich bin,
du bist (yo soy, tú eres), la forma de imperativo bis, sei, (sé). Entonces ¿qué significa ich bin (yo
soy)? La antigua palabra bauen, con la cual tiene que ver bin, contesta: «ich bin», «du bist» quiere
1 Diccionario (on line) de la Real Academia Española
decir: yo habito tú habitas. El modo como tú eres, yo soy, la manera según la cual los hombres
somos en la tierra es el Buan, el habitar.
Ser hombre significa: estar en la tierra como mortal, significa: habitar. La antigua palabra bauen
significa que el hombre es en la medida en que habita; la palabra bauen significa al mismo tiempo
abrigar y cuidar; así, cultivar (construir) una tierra de labranza (einen Acker bauen), cultivar
(construir) una viña. Este construir sólo cobija el crecimiento que, por si mismo, hace madurar sus
frutos.
Construir, en el sentido de abrigar y cuidar, no es ningún producir. (…) El construir (bauen) aquí, a
diferencia del cuidar, es un erigir. Los dos modos del construir — construir como cuidar, en latín
collere, cultura; y construir como levantar edificios, aedificare — están incluidos en el propio
construir, habitar. El construir como el habitar — es decir, estar en la tierra, para la experiencia
cotidiana del ser humano — es desde siempre, como lo dice tan bellamente la lengua, lo «habitual».
De ahí (…) El sentido propio del construir — a saber: el habitar — cae en el olvido.
Este acontecimiento parece al principio como si fuera un simple proceso dentro del cambio
semántico que tiene lugar únicamente en las palabras. (...)
Sin embargo, el hecho de que el lenguaje, por así decirlo, retire al significado propio de la palabra
construir, el habitar testifica lo originario de estos significados; (…). El lenguaje le retira al hombre
lo que el lenguaje, en su decir, tiene de simple y grande. Pero no por ello enmudece la exhortación
inicial del lenguaje. Simplemente guarda silencio. El hombre, no obstante, deja de prestar atención a
este silencio.
Pero si escuchamos lo que el lenguaje dice en la palabra construir, oiremos tres cosas:
1. Construir es propiamente habitar.
2. El habitar es la manera en que los mortales son en la tierra.
3. El construir como habitar se despliega en el construir que cuida - es decir: que cuida el
crecimiento - y en el construir que levanta edificios.‖2
―(...) ningún hacer se explica desde el hacer mismo‖3
por esto es necesaria la teoría, es decir un “saber del extrañamiento” que permite “ver”
por medio del apartamiento, de la distancia, de la lejanía que concede perspectiva. De
esta manera, la teoría otorga sentido a lo real pero para que se pueda considerar
ciencia del sentido, tiene que formular una “comunidad de supuestos”. Lo real re-
significado y fundamentado por la teoría queda convertido en ―una determinada realidad, es decir en una abstracción por la cual las «cosas» obtienen orden‖.
4
Con esto se quiere decir que lo real pre-existe a la realidad, y también su sentido es
previo a lo de la realidad: lo que la teoría hace es ordenar sistemáticamente lo real
según un punto de vista unificado.
―(...) no hay realidad sin teoría como no existe ninguna teoría autentica que no origine determinada
realidad‖.5
2
Heidegger, Martin, Costruire, Abitare, Pensare en Vattimo, Gianni (editado por), Martin Heidegger. Saggi e discorsi, Mursia
Editore, Milano 1976, p. 96, 97, 98 3 Morales, José Ricardo, Arquitectónica. Sobre la idea y el sentido de la arquitectura, Biblioteca Nueva, Madrid 1999, p.
135 4 Ibidem
5 Ibidem, p. 136
La teoría es previa a la realidad que quiere fundamentar; es previa tanto a lo dado (lo
que hay) cuanto a lo hecho (que presupone la acción de un sujeto) y al que se puede
hacer (lo factible o lo posible).
―En tal sentido (…) si soy arquitecto, hago determinada arquitectura de acuerdo con lo que supongo
que la arquitectura es. (…) esta teoría, ligada al hacer propio y singular de cada arquitecto, no es, de
manera alguna, la teoría de la arquitectura”,6
sino mas bien mi teoría y mi modo de hacer arquitectura. La teoría de la arquitectura no
es una suma de casos singulares: ―se halla ajena a ésta o aquella obra , porque no hay nada mas alejado de la teoría que la casuistica‖
7
En cuanto a la arquitectura, las cosas son muy complejas...
―(...) Ninguna teoría arquitectónica puede tenerse por autentica si en ella quedan omisas las
condiciones productivas en que la arquitectura surge como obra‖ y esto porque ser y haber en
arquitectura se radican en un hacer, es decir un hacer arquitectónico ―que adquiere (...) pleno y
fuerte sentido de «obra» en el edificio‖.8
―Arquitectura supone arché y téchne. En cuanto arché representa la preeminencia y el dominio‖
(ars magna) ―(...) la estimaremos como arte por antonomasia o «arte entre las artes», pues si aquello
hecho con arte (o técnica) lo consideramos artificial, la arquitectura no es tan sólo y de por sí
artificio, sino, más bien, es el artificio por excelencia: aquel que nos concede toda artificialidad
necesaria...para que podamos encontrarnos naturales‖.9
Arte y (o) técnica, según el pensamiento griego, mantienen una condición indivisa:
―«el arte o técnica es ...una disposición productiva acompañada de razón verdadera » (Aristoteles,
Ética a Nicomaco, VI, 1140 a) (…) poíesis (en el sentido de «obra hecha») y Téchne («la virtud
efectuante») aparecen usadas indistintamente por los pensadores antiguos‖.10
Estas palabras quieren decir que en cuanto arte y técnica, la arquitectura no tiene solo
valor de medio (hacer para algo) - y en esta acepción medial se usa/abusa el término
muy a menudo - sino también de «ser para algo y saber hacer»:
―Esta remisión constante a la razón del hacer (…) nos explica por qué la téchne, o manera fundada
de producir cosas reales, estuviera (…) asociada a epistéme, o conocimiento de lo real(...). (...) el
divorcio entre el hacer y el pensar puede privar a la técnica del necesario sentido, convirtiéndola,
literalmente, en insensatez. (…) Hacer y técnica o arte originariamente se copertenecen (…). Y (…)
cabe afirmar que las técnicas y las artes, en cuanto creadoras de realidad o mundo, son,
primordialmente, intensificadoras‖, 11
pero de manera diferente. La técnica, en cuanto quehacer para producir lo que todavía
no hay, nos sitúa en el mundo; el arte, en cuanto disposición productiva, nos sitúa ante el
mundo (imago mundi). Ya que en la actualidad arte y técnica suponen ámbitos
diferenciados de referencia, para entender la arquitectura en toda su complejidad, es
6 Ibidem
7 Ibidem, p. 137
8 Ibidem, p. 141
9 Ibidem, p. 142-143
10 Ibidem, p. 144
11 Ibidem
mejor discernir el arte de la técnica, y hacer arquitectura radicalizando ambos, es decir
llevando ambos hasta el límite de sus posibilidades.
―(...) la arquitectura nos sitúa en un mundo producido por directa acción técnica sobre el contorno
«dado», mediante determinado hacer o fabricación – particularizado en la «fabrica», que con
diversas lenguas designan el cuerpo construido de los edificios – y, a la par, nos pone ante un
mundo que requiere de la contemplación y el saber ver pertinentes al arte.‖12
En arquitectura, hacer equivale a ser y haber. Primero se hace y luego se piensa; se
puede pensar sólo lo que está hecho; lo más importante es hacer y luego ver desde
dentro. Y para pensar realmente en lo que se hace, se debe escribir.
―Algún día tendré que comenzar a servirme de las palabras para desenmarcar lo real, para
desenmarcar mi realidad‖13
―Todo el trabajo de escribir se hace siempre en relación con algo que ya no existe, que puede fijarse
durante un instante en la escritura, como una huella, pero que ha desaparecido‖14
La verdadera actitud “arquitectónica” sería ésta:
―(...) tarde o temprano, llega un momento en que todo lo que normalmente llamamos ―evidencia‖
deja de cumplir su cometido (...). Desde ese momento, todo se convierte en preguntas, pero
preguntas sin respuestas: nada más plantearse, la interrogación parece no tener más efecto que el de
destruir: al buscar la verdad (...) el que pregunta no encuentra más que la duda‖15
Hacer arquitectura es una búsqueda a tientas, tanteos repetidos...hasta que no se llegue
a algo que parece producirse por si solo.
El texto de Boudon “Sur l’espace architectural. Essai d’épistémologie de l’architecture” es
fundacional de una disciplina que puede definirse como “arquitecturología” es decir una
epistemología de la arquitectura cuyo objeto de estudio es el conocimiento de la
arquitectura y, por lo tanto, no se trata del espacio arquitectónico concreto, real (donde
mandan técnica y material, economía y producción), sino de un " espacio de
concepción" que representa un espacio operativo mental, y no coincide con el espacio
real, en relación con el cual, sin embargo, se organiza.
"Si los objetos arquitectónicos se entienden generalmente como objetos percibidos, por otra parte
para ser percibidos deben ser concebidos."16
En otras palabras, el espacio arquitectónico es, a la vez, el espacio vivido a diario y el
espacio del edificio concebido como una representación de un proyecto que le
precede, es decir un espacio hiper-representativo (que es el objeto de estudio de la
arquitecturología). Si hay todos estos tipos de espacios, entonces, ¿cómo se puede
definir el espacio arquitectónico?
12
Heidegger, Martin, op. cit. p. 147 13
Perec, Georges, Nací. Textos de la memoria y del olvido, Abada Editores, Madrid 2008 (2006), p. 74 14
Ibidem, p. 93 15
Ibidem, p. 45-46 16
Boudon, Philippe, Sur l’espace architectural. Essai d’épistémologie de l’architecture, Editions Parentheses, Paris 2003
Rachel Whiteread_House, London_1993
Hay autores que lo definen como espacio interno vivido (Zevi, Focillon) que casi se hace
materico/materia (claramente vaciado y excavado, de lo contrario sería un calco come
aquellos de hormigón que hace Rachel Whiteread ...), y hay autores que lo definen como
una proyección exterior de una estructura del pensamiento (Panofsky y la analogía entre
el pensamiento escolástico y la arquitectura de las catedrales góticas). Sin embargo, en
estos términos no parece que el "desde fuera" o el "desde dentro" son sólo dos posiciones
diferentes de percepción que no aportan mucho al objeto de la pregunta? Creo que es
mucho mas interesante a este respecto el concepto de la "inmensidad íntima" de
Bachelard y cito - como hace el mismo Bachelard - el poema escrito por Rilke en junio
de 1924:
―El espacio fuera de nosotros gana y traduce las cosas:/ Si quieres lograr la existencia de un árbol,/
Invístelo de espacio interno, ese espacio/ Que tiene su ser en ti/ Cíñelo de restricciones./ Es sin
límites, y sólo es realmente árbol/ Cuando se ordena en el seno de tu renunciamiento‖17
Volviendo a Boudon, es evidente que la cuestión fundamental de la arquitecturologia es
la búsqueda de herramientas que hacen posible la relación entre estos dos tipos de
espacios, ya que el espacio de la arquitectura es la unión de ambos. El concepto de
escala es el instrumento operativo con el que se puede lograr este objetivo. La escala
(echelle) es la operación que permite asignar significado al mundo miniaturizado del
espacio mental para que pueda transponerse en el espacio real. La escala mencionada
por Boudon es un complejo operador simbólico (que puede tener carácter económico,
técnico, humano / social, semántico) que pone en relación el modelo en miniatura del
mundo con el mundo. En última instancia, Boudon sólo define esta herramienta y da
caracterización a los diferentes tipos de espacio, pero lo que él llama el espacio aún
queda indefinible y indecible.
Perec también trató de definir esta cuestión; en su búsqueda de un espacio sin función
(no plurifuncional, sino a funcional; no inutilizado, sino inútil), un espacio que fuera solo
espacio y que non sirviera para nada - “la nada”- tuvo mucha dificultad porque el
espacio inútil no se puede describir porque no se puede pensar entonces no existe.
―Jamás llegué a algo realmente satisfactorio. Pero (…) tengo la impresión de que a través de este
esfuerzo se transparenta algo que podría tener estatuto de habitable ...‖.18
―En resumidas cuentas, los espacios se han multiplicado, fragmentado y diversificado. (...) Vivir es
pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse‖.19
―Me gustaría que hubiera lugares estables (...) que fueran referencias (...). Tales lugares no existen,
y como no existen el espacio se vuelve pregunta, deja de ser evidencia, deja de estar incorporado,
deja de ser apropiado. El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo‖.20
17
Bachelard, Gaston, La poetica del espacio, Fondo de Cultura Económica de Argentina, S. A. , Buenos Aires 2000, p. 176 18
Perec, Georges, Especies de espacios, Montesino, Bercelona 2001 (1999). p. 25 19
Ibidem, p. 61 20
Ibidem, p. 139
―Para presentar lo ilimitado, se necesita (...) la arquitectura, es decir un arte de interrupciones, de
cerramientos y de bordes‖.21
Lo arquitectónico de la arquitectura es propio esto saber (artístico, filosófico) organizador,
estructurador; arquitectónico, según Aristoteles, es
―aquello que organiza algo con sentido‖22
es lo que permite estructurar acontecimientos y acciones, es decir preparar un entorno,
una exterioridad a recibir, facilitar, desarrollar actividades compartidas con otros.
La cuestión es que la arquitectura, como noción, es un “termino-enigma”23 bipolar, que
tiene dos distintas matizaciones, una arquitectónica/constitutiva (véase Morales) y otra
arquitectural o mejor arquitecturológica (véase Boudon). Y esto ocurre cuando se mira
desde fuera, como en cualquier teoría; pero cuando se esta “haciendo” es decir cuando
se mira desde dentro, todo lo de antes desaparece.
―El arte es lo que desaparece en la ejecución de la obra‖24
De Azúa dice que
―En tanto que arte, la arquitectura crea los lugares habitables, allí donde los mortales instalan su
morada, para lo cual el espacio debe cubrirse de significación. Pero en cuanto profesión técnica, la
arquitectura construye edificios y ciudades con fines prácticos‖.25
No estoy de acuerdo. La arquitectura no crea los lugares; mas bien es el saber con el que
se pueden plantear con sentido, dibujando y tanteando límites y configuraciones, las
transformaciones de los entornos, para albergar acciones.
―(...) la arquitectura como arte no es mas que la pretensión de arquitecturar que se vive como
pregunta e inquietud en el acto (genérico) de tantear reacomodos artificiales, que conocemos como
proyectar‖26
En cuanto se haga arquitectura, la arquitectura (como arte) desaparece.
―Arquitectura como palabra significa: el fundamento que hace posible la transformación-
organización (arquitectónica). Es una palabra que cubre la totalidad de la actividad humana.
Arquitectura como pre-figuración significa que todo lo artificial ha sido planeado y, por tanto, debe
poderse entrever en todas las obras las trazas de un impulso configurador‖27
Y si desaparece, que queda?
―Queda la tecnología edificatoria, la construcción y algo mas sin nombre propio. Queda la conjetura
de la convivialidad habitable.(...) un saber de la organicacion de los escenarios para la vida
cotidiana.‖28
21
Didi-Huberman, George, Caminar en el limite 22
Seguí de La Riva, Javier, El grado cero de la arquitectura, Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de
Madrid, 5-34-24, p. 3 23
Véase Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de
Madrid, 5-34-33, p. 23 24
Seguí de La Riva, Javier, Sin Arquitectura, Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de
Madrid, 5-34-36, p. 3 25
De Azúa, Félix, Diccionario de las Artes, Anagrama, Barcelona 2002, p. 48 26
Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de
Arquitectura de Madrid, 5-34-33, p. 7 27
Seguí de La Riva, Javier, Sin Arquitectura, Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de
Madrid, 5-34-36, p. 30 28
Véase Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de
Madrid, 5-34-33, p. 5
...queda la sin arquitectura es decir el juego de conjeturar escenarios o configurar
miniaturizaciones del medio ambiente que luego puedan convertirse en edificios
construidos....y esto se puede referenciar y ensenar. Sin embargo, las escuelas de
arquitectura suelen colocar la enseñanza de la arquitectura en un ámbito idealista
metafísico, como si ser un arquitecto fuera una tarea o un privilegio para unos pocos
elegidos que tienen el poder para dirigir geometricamente el mundo; en realidad lo
único que hacen es enseñar a plantear edificios-ficciones-mentiras, porque esta
metodología se basa en la presunción que el arquitecto-oficiante es capaz de dirigir en
solitario la construcción de su producto. Según Joseph Ryckvert, profesor de arquitectura de la Universidad de Pennsylvania:
―la arquitectura profesional aspira, en la actualidad, a la dignidad propia de cualquier otra operación
comercial habitual. Entre todos aquellos que aún se califican de ―arquitectos‖ sólo una mínima
minoría muestra algún interés por las complejidades ―culturales‖; hace ya bastante tiempo que la
edificación social y el alojamiento de masa (housing) han usurpado el lugar de la arquitectura‖.29
En general, hoy en día la construcción de edificios es una producción colectiva
despersonalizada donde el arquitecto es solo un componente de un engranaje y decide
solo sobre un trozo de la producción de cadáveres exquisitos, es decir edificios que son el
resultado de una producción inconsciente, de una mezcla aleatoria de elementos que
no se pueden dominar y controlar como si fueran un todo; son partes de un todo, de un
cuerpo que tiene todos los componentes de un cuerpo vivo, menos la vida.
―En su grado elemental, la arquitectura ha de emplearse en la construcción de casas. (...) Algunos
autores, casi todos norteamericanos, consideran que el siglo XX ha continuado creando
habitabilidad‖30
como por ejemplo John Brinckerhoff Jackson, que esta persuadido que buena parte del
paisaje americano contemporáneo se puede definir como un conjunto de áreas influidas
por las carreteras y las autopistas. Querría decir que ya no es la construcción de edificios
la que proporciona los elementos simbólicos para significar el entorno...
Estas cuestiones me hacen pensar en algunos territorios, de donde provengo
geográficamente y donde los signos naturales y los artefactos conviven, aunque por
contraste, en un estado de simbiosis, de naturaleza ampliada, extendida.
Reggio Calabria_Wild cities_http://lebbeuswoods.files.wordpress.com/2011/07
29
De Azúa, Félix, op. Cit. p. 53 30
De Azúa, Félix, op. Cit. p. 49-50
Reggio Calabria_viaducto Scilla_viaducto
En contextos como estos, la edificación de viviendas – o mejor casas/monadas,
“envolturas de inmunidad” o esferas (burbujas o espumas), como les llamaría Sloterdijk31-
se convierte en algo marginal con respecto al tema de la construcción, llegando a ser
casi improvisada, a pesar de la “malla” (muy dilatada...) de la planificación urbanística
local, mientras que los elementos de la infraestructura, comunicando a otra escala con
los signos de la naturaleza, en vez de desterritorializar el territorio, lo construyen. El
individualismo llevado al paroxismo de la producción de edificios "anárquicos” se
31
Sloterdijk, Peter, Esferas III, Biblioteca de Ensayo Siruela, Madrid 2006
“sistematiza” por las conexiones infraestructurales. Las espumas de Sloterdijk representan la dimensión multifocal del espacio interrelacional
contemporáneo, donde no hay ninguna visión panóptica, pero hay conciencia de la
existencia de una estructural inestable de interrelaciones frágiles. Donde todo es centro,
no hay centro. El sistema espumoso es un sistema de aislamientos conectados; habitar la
espuma significa cuestionar la idea de sociedad, siempre vista desde fuera, como
exterior a la propia burbuja, monada aislada de protección y inmunidad. Pero cuando
las burbujas hayan implosionado, lo que queda (las espumas) forma un tejido de paredes
sutiles, un agregado de celdillas, es decir de micro-relatos individuales que nunca
comúnican, aunque interactúen. El problema humano fundamental, según Sloterdijk, es
conformar espacios: la vida es una cuestión de forma. Si el objeto de la investigación de
Sloterdijk es esencialmente el espacio, creo que el resultado final es un espacio sin tiempo,
es decir sin memoria y sin narraciones, un eterno presente.
"Dar forma a una duración no es solo la esencia de la belleza, sino también la esencia de la
memoria".32
Creo que dar forma o mejor dar una configuración espacial a cualquiera duración
puede ser considerada como una de las aspiraciones (o veleidades) del hacer
arquitectura.
Nicador Parra, el poeta que desacralizó la poesía y teorizo la antipoesia, que
utiliza elementos del lenguaje común modificándolos al extremo del absurdo como manera de atraer
la atención del lector33
en uno de sus Artefactos del 1973 escribió
TODO ES POESĺA
Menos la poesía.
...Todo es arquitectura...menos la arquitectura...
―La arquitectura no es el edificio, ni lo que hacen los arquitectos, ni lo que la gente experimenta y
dice (escribe).‖34
La arquitectura no se vé a través de los edificios: creer algo así es pura ficción, puro
vértigo (en el sentido de atracción hacia el vació). ―La arquitectura es lo que hace preguntarnos ¿Que es arquitectura?‖
35
Nicador Parra no cree que el lenguaje de la poesía sea un lenguaje especial, sea una
lengua de nivel superior; más bien hace de cada “discurso” es decir de cada genero de
expresión lingüística un “discurso” poético. En su MANIFESTO, dijo:
32
Kundera, Milan, La lentezza, Gli Adelphi, Milano 2005, p. 45. 33
http://es.wikipedia.org 34
Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de
Arquitectura de Madrid, 5-34-33, p. 6 35
Ibidem
―Para nuestros mayores/ La poesía fue un objeto de lujo/ Pero para nosotros/ Es un artículo de
primera necesidad:/ No podemos vivir sin poesía./ A diferencia de nuestros mayores/ –Y esto lo
digo con todo respeto–/ Nosotros sostenemos/ Que el poeta no es un alquimista/ El poeta es un
hombre como todos/ Un albañil que construye su muro:/ Un constructor de puertas y ventanas./
Nosotros conversamos/ En el lenguaje de todos los días/ No creemos en signos cabalísticos.‖36
―Pensando que un arquitecto es un ser como los demás, naturalmente organizador del ámbito donde
vive, su formación solo puede estar en su capacidad para dibujar (tanteando) la organización
configural del medio convencional humano genérico. Le Corbusier era un dibujante, lector
promovido a arquitecto por los demás y por su propio orgullo‖.37
36
Parra, Nicador, Obras gruesas, Editorial Universitaria, S.A., Santiago de Chile 1969, p. 211 37
Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (3), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de
Arquitectura de Madrid, 5-34-35, p. 33
Grado cero
Zero degree
grado
(Del lat. gradus).
(...) 4. m. En las enseñanzas media y superior, título que se alcanza al superar determinados niveles de
estudio.
(...)
~ cero. 1. m. Ling. Manera de significar la desaparición de una vocal en una alternancia vocálica.
38
Deliberadamente he omitido algunas de las definiciones del diccionario, dejando sólo las
que de alguna manera - por supuesto, no en un sentido literal, sino en un sentido figurado
- están relacionadas con la acepción que voy a dar del termino en este glosario.
El grado cero de la arquitectura son las conidiciones básicas y esenciales de la
arquitectura, lo que queda cuando desaparece, en analogía a lo que pasa en el
frecuente fenómeno fonético de la alternancia vocálica - donde la parte
verdaderamente estable de una raíz es la consonántica, mientras que la parte vocálica
está sometida casi siempre a modificaciones, que pueden provocar cambios en los
fonemas, morfemas y timbres de las palabras originarias – y, sobre todo, en analogía al
“Grado cero de la escritura” de Roland Barthes.
―Llamamos grado cero de la arquitectura en analogía a la denominación de Barthes a la
arquitectura que busca lo arquitectónico que la organiza, a la arquitectura neutra, insípida, que
persigue su autodestrucción como objeto, que busca el fundamento que organiza la significación de
la envolvencia. A lo que queda cuando la arquitectura desaparece o está a punto de desaparecer
(...)‖39
―cuando se le quite la pretensión de poder universalizante (modélico e ideal) y solo quede el
quehacer empeñado en la anticipación de ámbitos construidos para la convivencia humana.‖40
―(...) Mallarmé se centró sobre la aniquilación del lenguaje, cuyo cadáver, en alguna medida, es la
Literatura. (...) la escritura atravesó así todos los estados de una progresiva solidificación: primero
objeto de una mirada, luego de un hacer y finalmente de una destrucción, alcanza hoy su último
avatar, la ausencia: en la escrituras neutras, llamadas aquí el grado cero de la escritura, (...) como si
la Literatura (...) sólo encontrara la pureza en la ausencia de todo signo, proponiendo en fin el
cumplimiento de ese sueño órfico: un escritor sin literatura.‖41
La misión de Debussy fue liberar a la música de las reglas sintácticas y de los
procedimientos de desarrollo establecidos. La obra seguía siendo construida, pero ya no
respondía a ninguna teoría. El silencio, es decir la ausencia de sonido, era para Debussy –
y luego también para el músico serialista Boulez, que tradujo en música "El cup de dés" de
38
Diccionario (on line) de la Real Academia Española 39
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 3 40
Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de Madrid,
5-34-33, p. 6 41
Barthes, Roland, El grado cero de la escritura. Seguido d nuevos ensayos críticos, Siglo XXI de España Editores, Madrid 2005, p.
15
Mallarmé - una estructura musical tanto importante cuanto el sonido, asì como para
Mallarmé eran fundamentales los espacios en blanco, las conjunciones y los signos de
puntuación en lugar de las palabras.
Mallarmé_El cup de dés_1897
Pierre Boulez_improvisation sur Mallarmé_1957
―Los músicos (...) descubren que la composición musical genera una sensibilidad plástica espacial
(Schomberg) y que un cuadro puede ser una partitura (Cage)‖42
Cage llevó a la categoría de música sonidos procedentes de la cotidianidad; esta
elección obligó a escucharlos de manera diferente. Los sonidos y los ruidos de la vida
cotidiana se presentan así como son: desaparece el papel del sujeto creador como
mediatizador. Mas allá de una posible deriva hiperestetizante de los éxitos finales de estas
operaciones, lo que interesa es la operación, el proceso en si mismo. Sus partituras son
notaciones ambiguas débito a su espesor semántico; este aspecto desencadena un
abanico de posibilidades interpretativas, que representan la esencia de la operación, es
decir del abandono de toda intención y de toda voluntad de presenciar la obra, que
hace de la obra misma una obra abierta, para utilizar la definición dada por Umberto
Eco.
John Cage_fontana mix_1958-59
―(...) por liberar el lenguaje literario, se da otra solución: crear una escritura blanca, libre de toda
sujeción con respecto a un orden ya marcado por el lenguaje. Una comparación tomada de la
lingüística quizá pueda dar cuenta de este hecho nuevo: sabemos que algunos lingüistas establecen
entre los dos términos de una polaridad (singular-plural, pretérito-presente), la existencia de un
tercer término, término neutro, o término-cero, así, entre el modo subjuntivo y el imperativo, el
indicativo aparece como una forma no modal. Guardando las distancias, la escritura en su grado
cero es en el fondo una escritura indicativa o si se quiere amodal; sería justo decir que se trata de
una escritura de periodista si, precisamente, el periodismo no desarrollara por lo general formas
optativas o imperativas (es decir patéticas). (...) Se trata aquí de superar la Literatura entregándose a
una especie de lengua básica (...). Esa palabra transparente (...) realiza un estilo de la ausencia que
es casi una ausencia ideal de estilo‖.43
Sin embargo, Barthes fue muy vago y no muy amplio en la explicación de lo que
entendia por amodal y neutral.
42
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 18 43
Ibidem p. 78
Maurice Blanchot utilizó como su lema :
"Apparaître le moins possible, non pas pour exalter mes livres, mais pour éviter la présence d'un
auteur qui prétendrait à une existence propre".
Para ser importante, debes quitarte importancia. El escritor no existe. Es la escritura que
hace el escritor. La escritura no es el resultado de una decisión, ni tiene antecedentes en
otros proyectos: es siempre ruptura y no se puede saber nunca porque toma la forma
que toma. La experiencia literaria (de la escritura) no es la obra como objeto, come
resultado final, sino mas bien el movimiento en el que escritor, lector y libro se confunden.
―Entendemos que el grado cero de lo arquitectónico, en el dibujar como en el proyectar arquitectura,
(como en el lenguaje literario) está en la neutralizazion ejecutoria, en el hacer )...) guiado por la
extrañeza (...) que producen los procesos que exploran, con propósitos no representativos, el puro
dibujar, o el dibujar a partir de la experiencia del ambiente como amplitud desocupada y
envolvente(...).‖44
La arquitectura, debido a su procedencia metafísica, está en una dimensión totalizante y
mítica de un mundo ideal cósmico que ya no existe. Lo que queda es un saber que
conjetura convivencialidades habitables, que re-significa entornos (cuyo significado ya
existe ante de la creación) por medio de una nueva organización/ordenación de los
escenarios de la vida cotidiana. Lo que queda es la arquitectura sin arquitectura (grado
cero de la arquitectura) es decir el oficio, el quehacer que modeliza, miniaturizandolas,
envolventes que tienen que ser construidas para albergar comportamientos. Pero el
grado cero de la arquitectura es también un proyecto pedagógico. Como no se puede
enseñar un poder universalizante
―(...) para poder proseguir la actividad arquitectónica y poderla ensenar, o banalizamos la palabra
arquitectura hasta disolverla en toda actividad anticipadora o la evitamos para no vernos envueltos
en las historias pretenciosas y delirantes de las viejas ideas fijas‖45
De donde se puede desencadenar arquitectura? De la negación de situaciones
convencionales, de la experimentación del hacer en una envolvencia extrañante
(dibujar sin ver, sin pensar, por ejemplo), de lo insípido (lo que no sabe o no sabe a nada),
del cansancio (cansancio como accesibilidad y curación: véase Peter Handke), de lo
aburrido (veas John Cage), de lo neutro (es decir la ausencia de juicios patéticos), de la
distracción (es decir acción distraída), de todas condiciones básicas y radicales para el
advenimiento de ideas, para desencadenar lo arquitectónico como envolvencia.
Hay dos modos para acercarse a la arquitectura: desde fuera, desde una distancia
exterior (la arquitectura como objeto técnico) y desde dentro (la arquitectura como
envolvente de las acciones humanas).
―Pueden ser dos modos complementarios de visión, pero indispensables y, probablemente,
indivisibles‖46
―(...) llamamos dibujar para la concepción, de acuerdo con la matizacion introducida por Boudon (...)
44
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 20 45
Seguí de La Riva, Javier, Que es arquitectura (1), Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de
Arquitectura de Madrid, 5-34-33, p. 7 46
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 18
El grado cero de lo gráfico orientado a la experiencia arquitectónica (...), que se convierte en
referencia ejecutoria y procesativa, en lugar ritual donde buscar el evento conformador de lo
envolvente, que es la experiencia básica de lo espacial relacional‖47
Henri Michaux_Narration excerpt_1927
Eric Miralles _como acotar un croissant_1991
47
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 20
Una vez mas, de donde se puede desencadenar arquitectura?
(...) un camino para retomar la arquitectura. Comenzar por la disección de la experiencia
arquitectónica en sus situaciones radicales primarias. (...) entendiendo lo arquitectónico como lo
fundante de cualquier situación de parada frente al mundo, en la medida en que la parada prepara,
dispone y determina para la acción comprometida‖. 48
Y los radicales de lo arquitectonico son: 1. el mito, que es la significación cultural colectiva 2. la narratividad, que organiza in relatos la significatividad de la experiencia 3. la memoria, que es lo que queda de lo olvida o de lo olvidable 4. la metáfora, que describe lo inenarrable y que es lo arquitectónico de lo
arquitectónico.
―La arquitectura es el marco (contexto) donde poder albergar con sentido las conjeturas vitales de
un grupo humano.‖49
―El lugar es la arquitectura. La arquitectura de grado cero.‖50
El proyectar arquitectónico determina por tanteos los limites de un marco, configura un
entorno ambiental, una atmósfera ambiental en la que pueden “tener lugar” las
interacciones, los acontecimientos relacionales, los rituales colectivos. El proyectar
determina las condiciones de borde, el umbral que delimita el vacío donde queda
ausente el contenido porque el contenido son las relaciones sociales, los
comportamientos sin los cuales no hay arquitectura, que pueden ser conjeturados pero
no objetualizados.
―Experimentando el espacio como acontecimiento relacional, la arquitectura se descubrirá como
contexto, (...) como envoltura constitutiva de la significación situacional.51
‖
48
Seguí de La Riva, Javier, El Grado Cero de la arquitectura , Cuadernos el Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura
de Madrid, 5-34-24, p. 17 49
Ibidem 50
Ibidem, p. 15 51
Ibidem, p. 19