gigantes por dentro

5
en la actualidad

Upload: melisa-miranda-castro

Post on 28-Mar-2016

226 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Revista 7Días. Turismo. Cómo es la vida en un crucero, un recorrido por las instalaciones y las historias de un gigante del océano.

TRANSCRIPT

Page 1: Gigantes por dentro

en la actualidad

Page 2: Gigantes por dentro

en la actualidad

CÓMO ES EL DETRÁS DE ESCENA DEL CRUCERO MÁS GRANDE QUE ANCLARÁ ESTE VERANO EN BUENOS AIRES. HISTORIAS DE TRIPULANTES, CURIOSIDADES Y NÚMEROS DE UNA VERDADERA CIUDAD FLOTANTE, QUE LLEVA A BORDO CASI 5.000 PERSONAS.

POR MELISA MIRANDA CASTRO - FOTOS: TADEO JONES

GIGANTEPOR DENTRO

El Costa Fortuna tiene 14 pisos y pesa 103 mil toneladas.

Page 3: Gigantes por dentro

en la actualidad

Es el barco más grande que an-clará en las aguas del puerto de Buenos Aires este verano. Sus catorce pisos y sus 103 mil to-neladas se imponen en la dár-sena cercana a la nueva esta-ción de cruceros Benito Quin-quela Martín. Por la mañana, el

sol refl eja en la proa y brilla como una luz; a un costado, un buque carguero, queda cubierto bajo la sombra del Cos-ta Fortuna. Al otro lado, los operarios del puerto manipulan una grúa de 56 metros, que vista desde la cubierta del crucero parece parte de un juego de Playmobil. El barco es una ciudad fl otante y fun-ciona como tal, con 3.470 pasajeros y 1.027 tripulantes, lo que hace un total de casi 4.500 personas (sólo mil me-nos que las que habitan Tilcara, Ju-juy). Está ambientado como los gran-des barcos italianos de antaño, aunque su estética tiene algo de los casinos de Las Vegas con alfombras coloridas y cortinas brillantes. El barco incluye todas las comodida-

EN LA TRIPULACIÓN HAY 45 NACIONALIDADES DIFERENTES. EL 25% ES BRASILEÑO, YA QUE LO EXIGE LA LEY DE ESE PAÍS PARA LOS CRUCEROS QUE OPEREN EN SUS COSTAS. HAY 20 ARGENTINOS.

Page 4: Gigantes por dentro

MARIO ES EL JEFE DE SERVICIO. ES ITALIANO Y ESTÁ SEPARADO.

“ESTE TRABAJO NO PERMITE TENER UNA VIDA ESTABLE, PASO

OCHO MESES EN EL MARY CAMBIO DE CRUCERO EN

CADA CONTRATO”.

des a bordo, al punto de que muchos tu-ristas –sobre todo los argentinos y bra-sileños– prefi eren quedarse en lugar de recorrer la ciudad a la que llegan. Hay desde entretenimientos programados para todo tipo de público, hasta pile-tas, hidromasajes, gimnasio, casino, boliches, teatro, una peluquería, un spa y una biblioteca.

NACIONALIDADES. Semejante gigante ge-nera mucha curiosidad para los que su-ben por primera vez, algo que divierte al personal. “Lo más extraño que nos pasa es que los pasajeros nos hacen preguntas como, si la tripulación duerme a bordo o si mientras estamos en altamar pescamos la comida que luego se sirve en los restauran-tes. También te consultan dónde se toma el ascensor que te lleva de la proa a la popa o cómo hacemos para transportar la nave hasta Italia, si es que lo hacemos en avión”, cuenta a 7 DÍAS Tiago César, director res-ponsable de entretenimientos. Él ya tiene casi una década con la compañía e hizo su vida en el barco, al punto que se casó con una de las bailarinas del staff, con quien tuvo un hijo el año pasado. La casa de César está en Inglaterra, pero na-ció cerca de la ciudad brasileña de Santos. Forma parte del 25 por ciento de empleados brasileños que establece como obligación la ley de su país para todo barco que opere en sus costas. Esa legislación no existe acá, por lo que sólo hay 20 argentinos a bordo. Uno de ellos es Fernando Castro, que integra el equipo de entretenimiento para adultos. Durante mucho tiempo fue operador de turismo en Buenos Aires y hace dos meses

cumplió el deseo de embarcarse. Está feliz, aunque su trabajo no tiene fi nes de semana, ya que los pasajeros necesitan tener activi-dades constantemente.El resto de las 45 nacionalidades se repar-ten entre fi lipinos, hindúes y de otros paí-ses latinos y europeos. “Lo que más me gusta de este trabajo es el intercambio cul-tural. Hay mucha buena onda, nosotros te-nemos una sala de juegos con la Playstation 3, tenemos fi estas, pileta, es muy divertido”, confi esa Castro. Cristina Anita Paulo es de Santa Catarina (sur de Brasil) y se encarga de arreglar los camarotes. Es su cuarto con-trato en el barco y con experiencia afi rma que sus compatriotas y los argentinos son los más desordenados. Estudió turismo y hotelería, pero le gusta trabajar en el mar. En el buffet, Guillermo, que es ciento por ciento carioca, hace sólo cinco días que está embarcado, pero está fascinado con la idea de que para él la semana ya no será lunes o martes, sino que los nombrará el día según la ciudad a la que arribe. En el casino, los encargados de acondicionar las máquinas

y los muebles son en su mayoría de la parte oriental del planeta. Algunos son de Filipi-nas otros de Armenia, como Jenny que está por primera vez en el crucero y ya tiene tres versiones de su nombre (la original, la es-pañola y la portuguesa), según cuál de sus compañeros la llame. Cuenta que se siente muy a gusto con la experiencia y que todos se llevan muy bien.

PARA TODOS. La puesta en marcha del Cos-ta Fortuna requiere insumos en cantidades industriales, por lo que la empresa planea con meses de anticipación la temporada que va a realizar. Desde diciembre hasta marzo, la embarcación permanece en Sudamérica, haciendo el recorrido desde Santos hasta Buenos Aires. Al terminar el ciclo, el barco se traslada hasta Italia, donde recorre la pe-nínsula y las islas griegas. Cada dos años, el crucero descansa y se hace un manteni-miento total de la nave. Mario Vezzoli es el jefe de Servicios, está encargado de la hote-lería y los restaurantes. Bajo su mando hay 650 personas, de las cuales 167 son cocine-ros.Mario comenzó su carrera en hoteles de Francia y Alemania, pero hace ya varios años que hace su labor fuera de tierra fi rme. Está separado porque, dice, “este trabajo no permite tener una vida estable, paso ocho meses en el mar y voy cambiando de crucero en cada contrato”. Tiene un hijo de 22 años al que ve cada vez que llega a Italia o cuando lo puede subir a bordo. Su tarea consiste en satisfacer los gustos de los turistas.En América del Sur, los viajeros se re-

DE BRASIL A BUENOS AIRES SE CONSUMEN5 mil kilos de pescado

7 mil kilos de carne

2 mil kilos de pasta

10 mil kilos de harina

19 mil kilos de fruta

9 mil latas de gaseosa

3,5 mil latas de cerveza

13 mil botellas de agua

900 botellas de vino

MARIO ES EL JEFE DE SERVICIO l bl í d l

Page 5: Gigantes por dentro

en la actualidad

parten un 50 por ciento de Brasil; un 40, argentinos y un 10 por ciento de “híbri-dos” (algunos italianos, otros alemanes y el resto de habla inglesa). “Los argentinos son tranquilos y los brasileños son más agitados. Los europeos ni se notan, porque entre tantos pasajeros son muy pocos. El argentino a veces quiere su jabón, su cham-pú separado, en eso pregunta más que el brasileño. Se hace lo posible para que estén cómodos, pero no se puede contentar a todo el mundo”, explica Vezzoli. Los chefs también se preocupan por tener variedad en el menú para cada naciona-lidad. Las compras se hacen en Brasil y Buenos Aires, tratando de aprovechar la mejor calidad y precio de cada lugar. En la Argentina, el barco se provee de carne, sal-món y otros pescados, harinas y lácteos. En el país vecino se compran frutas, verduras y jugos. La pasta congelada, el aceite balsá-mico y otras especias las traen desde Italia. “Para conservar la comida tenemos una cá-mara refrigerada para cada tipo de alimen-to, con la temperatura establecida según las normas de la Organización Mundial de Salud. El pescado es congelado, porque no se puede mantener”, afi rma el jefe de Servi-

cios. Por día, los viajeros consumen 20 mil platos y 5.313 envases de bebida. No hay un número preciso de la cantidad de residuos que se generan, pero se estiman unos 400 kilos diarios.Vezzoli se enorgullece de asegurar que son

la primera empresa de Europa con separa-ción de basura. Cada desperdicio tiene un tratamiento diferente, se discrimina entre vidrio, aluminio, metal, plástico y comida. Los restos de alimentos pasan por un moli-no que los tritura para luego tirarlos al mar al estar a 12 mil millas de la costa. El vidrio se muele y cuando llegan a Santos lo despa-

chan para ser tratado.

UNA CIUDAD. Otra de las instalaciones propias que tiene el crucero es un hos-pital con dos médicos y tres enfermeras. Está equipado para solucionar los incon-venientes a bordo, como una fractura o una quemadura en la cocina, pero si el pa-ciente está grave se llama a un helicóptero para transportarlo al hospital más cerca-no. También tiene una farmacia para los insumos básicos. “Una vez tuvimos a un pasajero europeo que necesitaba hacerse diálisis, entonces se puso a una enfermera especializada”, recuerda Vezzoli.El crucero es un lugar para todos, en sus pasillos circulan desde parejas jóvenes o familias con chicos hasta señoras vestidas como un personaje de “La niñera”, con peinados batidos y accesorios recargados. También hay abuelos audaces y despre-juiciados que se animan a la zunga colo-rida para tomar un poco de sol en la pileta y grupos numerosos que contratan el ser-vicio para celebrar un cumpleaños o una boda. Una vez que se sueltan amarras, la idea aprovechar la diversión y la comodi-dad, que brinda este titán de las aguas.

“LO QUE MÁS ME GUSTA DE ESTE TRABAJO ES EL

INTERCAMBIO CULTURAL. HAY MUCHA BUENA ONDA Y HASTA

TENEMOS UNA SALA DE JUEGOS CON PLAYSTATION”, CUENTA EL

ARGENTINO FERNANDO CASTRO.

POR DÍA SE LAVAN 20 mil platos

500 kilos de toallas(sólo de la piscina)

250 kilos de mantelería

650 kilos de prendas

BASURA400 kilos por día(se separa según el material)

A 12 millas de la costa

se arroja la comida triturada

PERSONAL1.027 tripulantes en total:

650 de servicio

167 cocineros

100 artistas

Cada desperdicio tiene un tratamiento diferente. Se discrimina entre vidrio, aluminio, metal, plástico y orgánico.