CURSO 14-15

VALOR y lema

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ÍNDICE VALOR PARA ESTE CURSO ________________________________ 3

FUNDAMENTACIÓN BÍBLICA ______________________________ 4

ANTIGUO TESTAMENTO _________________________________ 4

NUEVO TESTAMENTO ___________________________________ 6

LA VIDA DESDE MARÍA __________________________________ 9

LA VIDA DESDE RAFAELA MARÍA __________________________ 11

LA VIDA DESDE IGNACIO DE LOYOLA ______________________ 13

LA VIDA DESDE NUESTRO MUNDO _________________________ 14

LA VIDA EN IGLESIA HOY ________________________________ 16

ASPECTOS A TRABAJAR 14-15 Y 15-16 ______________________ 18

LEMA PARA EL CURSO 14-15 _____________________________ 20

LEMAS PARA LOS TIEMPOS FUERTES ______________________ 21

MASCOTA PARA EL CURSO 14-15 _________________________ 23

PÓSTERS ____________________________________________ 24

ANEXO 1: CITAS BÍBLICAS _______________________________ 26

ANEXO 2: ORACIÓN PARA PERSONAL CENTRO _______________ 34

ANEXO 3: TEXTO PARA REFLEXIIÓN _______________________ 35

ANEXO 4: OTROS ______________________________________ 36

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Durante el curso 2014/15, el valor VIDA acompañará nuestra andadura e irá dando sentido a lo que hacemos, pensamos, sentimos y deseamos…

Este valor supone que la persona: admira, respeta, cuida, protege, defiende y potencia la vida de cada persona, de cada ser creado por Dios y del entorno necesario para que esa vida se dé y se desarrolle con plenitud y sentido.

¿Qué actitudes son esenciales para la VIDA?

Descubre la vida como valor y como don de Dios Valora y respeta la vida humana Experimenta el sentido positivo de la vida Es consciente de que el camino que recorre «para construir su propia vida»

es único e insustituible Valora y destaca las acciones y actitudes nobles y bondadosas que surgen Acepta e integra el sentido de la propia sexualidad y la de los demás Valora y descubre las repercusiones que, sobre la salud, tienen determinadas

conductas Es capaz de pasar de los intereses inmediatos (calificaciones...) a los valores

que dan sentido (conocimiento, formación intelectual, amor, servicio...) Interpreta las circunstancias de su vida dentro de una escala de valores y

actúa consecuentemente Aprecia todo ser vivo Cuida y respeta la naturaleza y el entorno como un regalo que es para todos Valora y respeta la capacidad creativa y la imaginación Descubre la vida de Jesús como modelo de vida, y que viene a traerla «en

abundancia»

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HAYYÎM

En el AT “vida” aparece bajo la forma de un plural hayyîm. Este plural no indica una pluralidad, sino la intensidad que posee la vida. El hayyîm bíblico no constituye un distintivo natural del ser humano, sino que es un don de Dios. El Dios viviente llama a la vida. Dios es la vida por excelencia. La Escritura denomina con frecuencia a Dios como el Dios viviente (Jos 3,10; Sal 42,3) por oposición a los dioses falsos que no son nada (Dt 5,26).

A IMAGEN Y SEMEJANZA

En los relatos de la Creación descubrimos que Dios nos da la VIDA. Nos crea dándosenos, haciéndonos partícipe de su ser de Dios. Nos hace a imagen y semejanza suya, con capacidad para amar y elegir. Nos regala la capacidad de vivir como Él. Estar creado a su imagen nos compromete a asemejarnos a Él.

Dios nos ha hecho partícipes de su bondad por la creación; el mundo está lleno de la “gloria de Dios”, es decir, de su bondad. Por eso, contemplar el mundo, contemplar a las personas nos conduce a Dios. Y nos hace descubrir el sentido de la vida: AMAR Y SER AMADOS. Nos da todo lo que existe y nos pide que cuidemos la vida que ha ido creando: los animales, la tierra, el mar, el aire… todo para nosotros, para que lo “dominemos” (=conocer y sacar lo mejor), lo cuidemos y lo disfrutemos.

UN DIOS DE VIDA

El Dios del A.T. es un Dios de Vida: Yo soy. Es un Dios que habla y que actúa en la vida de los hombres. La historia de Salvación que nos narra el Antiguo Testamento nos muestra a un Dios que se sienta junto al hombre, le dice cuánto

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significa para Él y le enseña con paciencia a elegir y amar la vida en plenitud. La Vida es para ser feliz. Dios nos quiere felices. “La gloria de Dios es que el hombre VIVA”.

La vida es don de Dios y, a su vez, Dios es fuente de vida. La vida no sólo se alimenta de bienes de la tierra, sino de su unión con Yahveh. Yahveh es fuente de agua viva (Jr 2,13; 17,13), fuente de vida (Sal 36,10) y su amor vale más que la vida (Sal 63,4). Incluso se prefiere la felicidad de habitar toda la vida en su templo, donde un solo día en su presencia vale más que mil, a cualquier otro bien (Sal 84,11; Sal 65,5).

Para los profetas la vida consiste en la búsqueda de Yahveh (Am 5,4; Os 6,1). Van descubriendo que Dios “no se complace en la muerte de nadie” (Ez 18,32), no ha creado al ser humano para dejarlo morir sino que lo ha hecho para que viva (Sab 1,13;2,23). Yahveh no abandona nunca a su pueblo, sino que le propone transitar por “las sendas de la vida” (Prov 2,19; Sal 16,11; Dt 30,15; Jr 21,8).

Estas “sendas de la vida” son las Leyes de Yahveh. Lo que da al ser humano la verdadera vida en totalidad es su actitud ante la Ley de Dios. El ser humano no vive sólo de pan, sino de todo lo que viene de la boca de Dios (Dt 8,3). Escuchar la palabra de Dios es vida; el ser humano está constantemente confrontado a una elección: elegir la vida que viene de Dios o rechazarla (Dt 30,15-20; 32, 47;28,1-14). Estos caminos de Yahveh son los de la justicia y la justicia conduce a la vida (Prov 11,19).

El pueblo de Israel en la destrucción, en la pobreza y pequeñez, en la escasez, en la muerte, es donde el pueblo descubre que Dios persiste en llamarlo a la vida. Desde el fondo del exilio Ezequiel proclama que Dios no quiere la muerte del pecador, sino que lo llama a la conversión y a la vida (Ez 33,11). Ezequiel sabe que Israel es como un pueblo de cadáveres, pero anuncia que sobre sus huesos secos Dios insuflará su espíritu y revivirán (Ez 37, 11-14). Hay esperanza para ellos, hay VIDA para ellos.

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TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO

En el Nuevo Testamento descubrimos que “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que tuviéramos vida” (Jn 3,16).

No es una frase más. Es la afirmación que recoge el núcleo esencial de la fe cristiana. «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único». Este amor de Dios es el origen y el fundamento de nuestra esperanza.

Dios ama el mundo. Lo ama tal como es. Inacabado e incierto. Lleno de conflictos y contradicciones. Capaz de lo mejor y de lo peor. Este mundo no recorre su camino solo, perdido y desamparado. Dios lo envuelve con su amor por los cuatro costados. El amor es VIDA.

Jesús es, antes que nada, el «regalo» que Dios ha hecho al mundo, no sólo a los cristianos. Sólo quien se acerca a Jesucristo como el gran regalo de Dios, puede ir descubriendo en todos sus gestos, con emoción y gozo, la cercanía de Dios a todo ser humano.

Dios hace al mundo ese gran regalo que es Jesús, «no para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él», «para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna». Si las personas se sienten condenadas por Dios, no les estamos transmitiendo el mensaje de Jesús sino otra cosa.

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PASÓ DANDO VIDA

Jesús nos enseña la manera de vivir para ser felices y plenos. Él nos dijo que la felicidad está en amar y servir, es decir, dar lo que uno es y tiene a los demás; dar VIDA.

Su paso por este mundo fue dando VIDA:

devolviendo dignidad: o Mc 6, 21-34: A la mujer que sufría flujos de sangre. o Lc 13, 10-17: A la mujer encorvada.

Haciendo justicia: o Jn 8, 3-11: La mujer sorprendida en adulterio.

sanando y curando: o Mt 15, 21-28: a la hija de la mujer cananea. o Lc 18, 35-43: el ciego de Jericó. o Jn 5, 1-9: el paralítico.

Liberando: o Luc 19, 1-10: a Zaqueo. o Lc 8, 2: a María Magdalena.

Dios es el Dios de la vida. Y es capaz de suscitar la vida en cuanto ve un corazón abierto. Dios paciente con la higuera, el que endereza a los que se doblan, a los encorvados bajo el peso de su pasado…

Jesús dio vida con sus palabras, con sus hechos y con las posibilidades que abría en el corazón al hablar de un Dios-Papá que ama a todos y se desvive por cada uno. Nos enseñó que toda vida es digna; que la enfermedad, la incapacidad, la pequeñez, la pobreza, la locura, la maldad… no hace indigno a nadie. Cualquier persona es VALIOSA y su VIDA merece la pena.

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ÉL ES LA VIDA

Jesús anuncia y da la vida (Jn 10,10). Jesús vino a traer la “vida en abundancia”. Él es la vida. “Yo soy el camino, la verdad y la VIDA” (Jn 14,6), es decir, la manera de vivir de Jesús, su actitud ante la vida, ante los demás, ante Dios-Padre es el mejor modo de ser FELIZ.

La VIDA es seguir el camino que Él nos ha marcado, porque, aunque parezca que no acaba bien, nos lleva al amor y a hacer felices a los demás, que es lo que más feliz nos puede hacer.

ÉL NOS DA LIBREMENTE SU VIDA

Cuando llegó el momento, libremente, por amor al Padre y a los suyos, como el Buen Pastor, da su vida (Jn 10,11.15). Era la consecuencia de dar cada día la vida a todos. Hay que morir para dar vida. Su generosidad en entregar la vida es total: “Mi vida nadie me la quita, yo la doy voluntariamente (Jn 10, 17ss).

Y darla para que otros tengan vida: Este es mi Cuerpo que se entrega por Vosotros. Él es el pan de vida (Jn 6,35.48). En la Eucaristía, el alimento que da vida, descubrimos el misterio profundo del amor hasta el extremo, de la locura de amar a todos, de la locura de perdonar al que parece que no se lo merece. En la Eucaristía, al comulgar, queremos afirmar desde el corazón, que deseamos vivir así: como locos que aman y perdonan y sirven amando hasta el extremo. ¡Así merece la pena vivir la vida!

Con la Resurrección de Jesús, sus apóstoles experimentan su ALIENTO, su CORAZÓN, su vida LATIENDO en sus corazones. Su espíritu les hacía ser JESÚS para otros. Podían hacer lo mismo. La VIDA, el corazón, el aliento, el espíritu de Jesús estaba con ellos. El Viviente los acompañaba. Y pasaron por la vida haciendo el bien como Él.

Y esta vida la retoma de nuevo como espíritu vivificador y la ofrece a todos los que creen en Él. Jesucristo, muerto y resucitado es el Príncipe de la vida. Quien tiene al Hijo, tiene la vida (1Jn 5,12).

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María pertenecía al grupo de los anawin o resto de Israel, quienes esperaban fielmente al Mesías prometido. Fue una mujer de oración, con gran confianza en Dios y en sus planes de VIDA y SALVACIÓN para TODOS.

Ella llevó en sus entrañas a la VIDA. Supo cuidarla en todos los sentidos. Nos enseñó que el amor es DONACIÓN completa, tierno y fuerte, silencioso y elocuente. Ella siempre nos lleva a Jesús, el salvador único…

María no sólo da su vida con el sí al Señor (Lc 1, 26-38) que supuso el nacimiento de Jesús (Lc 2, 1-21), sino que lo hizo durante toda su vida y así posibilitó que Jesús llevara a cabo su misión en el mundo y diera la vida por nosotros:

Cuidándole a él, enseñándole, alimentándole (Lc 2) mediando (Jn 2, 1-11), confiando en Dios y aceptando lo que sucedía (Lc 2, 51) admirándose de lo que decían de él (Lc 2, 33) respetando sus palabras y decisiones (Mt 12,46) Acompañándolo hasta el final (Jn 19, 25-27)

María aparece en los evangelios como una mujer que medita y profundiza los acontecimientos para descubrir en ellos la luz de la Palabra de Dios. María guarda en su corazón palabras, gestos y actitudes, intuyendo que se encuentra ante el hecho misterioso de la salvación de Dios. Hoy el mundo necesita personas contemplativas que, a la luz de la fe, mediten la presencia de Dios en nuestra historia.

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La vida de María fue una vida de servicio. La ayuda que prestó a su prima Isabel, a los novios de Caná y a los temerosos discípulos reunidos en el Cenáculo, son un botón de muestra. Con esta actitud de servicio, María nos enseña que a Dios lo encontramos en el hermano que tiene necesidad de ayuda.

María tiene la experiencia vital de su pobreza, indigencia y necesidad de la intervención salvadora de Dios. Ella es la primera entre los humildes y olvidados de la tierra. Ella es la primera liberada por Dios. María, en el canto del «Magnificat» (Lc 1, 46—55), proclama que Dios ayuda a los humildes y cambia la situación de injusticia, de opresión y de privilegio que tratan de mantener los poderosos para su propio provecho. Dios está de parte de las VIDAS más pequeñas, débiles y desprotegidas.

María, unida en todo a su hijo Jesús, conoce bien pronto el alcance de las palabras que le dijo el anciano Simeón: «una espada te atravesará el corazón» (Lc 2, 35). María siente esa espada de dolor a lo largo de toda su vida en forma de destierro, angustia, persecución, incomprensión, pérdida de su Hijo, soledad... El dolor de María alcanza su punto culminante en el Calvario. Ahí, de pie junto a la cruz, ve morir a su Hijo. Tiene la experiencia más amarga de la injusticia y de su propia impotencia.

Pero con su fortaleza, María nos descubre el sentido cristiano del dolor y nos anima a continuar con fidelidad y esfuerzo, porque en todo ha descubierto la VIDA que Cristo, el Viviente, quiere para todos.

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Rafaela María percibió su vida como un regalo de Dios y siempre intentó disfrutarla, aunque pareciera que no había nada que disfrutar. Su VIDA tuvo sentido cuando conoció al Señor, se sintió amada especialmente, únicamente, privilegiadamente y desde entonces todo cambió.

Sabía admirarse de lo que sucedía en la vida, de lo que encontraba de bueno en cada persona, de Dios y su manera de tratarla, de lo que era capaz… Tenía los ojos abiertos, ponía nombre a lo que era y a lo que le pasaba por dentro. Cualquier cosa que sucedía a diario era una posibilidad para amar, para crecer, para agradecer…

Un torrente de amor que le daba VIDA y la inundaba y le ayudaba a dar sentido a las pequeñas cosas de cada día. ¿Cómo no hacer para que todos pudieran experimentar ese amor? Y se empeñó en que todo el mundo pudiera vivir así la vida, pudiera conocer y amar al Señor. Y lo hizo con sus actos y palabras cuando pudo, desde el silencio y la aceptación después, y siempre en la oración y adoración, en el encuentro con su Jesús.

Rafaela María intentó siempre disfrutar de cada momento, el que le tocaba vivir, ya fuera fácil o difícil, alegre o triste, éxitos o fracasos, querida o despreciada… Fue capaz de ver toda la VIDA que se escondía en los acontecimientos, sobre todo en los más duros.

Ella valora mucho la vida diaria, ámbito fundamental del encuentro entre Dios y el hombre. Y la vive con actitudes positivas ante la vida. La alegría, la paz, la confianza, la gratuidad, tienen una mayoría absoluta. Porque Dios, el Señor, es bondad, es todo misericordia, es Padre. Le pertenecemos -«¡como que somos sus hijos!»-, caminamos en su presencia, estamos sumergidos en el «mar sin fondo» de su inmensidad.

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TEXTOS:

«Me imagino los apuritos que alguna vez pasará usted. Yo también los pasé muy grandes, como usted sabe, y he conocido en ellos por qué medio se alcanza la anchura de corazón: primero, confianza ciega en nuestro Señor, creyendo firmísimamente que nos ha de ayudar porque a ello está obligado; segundo, orar con muchísima humildad y entregarle todas nuestras necesidades y deseos. Nuestra vida debe ser toda ella un tejido de fe y generosidad; bien sabe usted cuán pocos apoyos humanos tenemos para nuestro bien; parece que Dios quiere hacerlo todo en nuestra Congregación por sí y ante sí; mejor ha de salir, de seguro» (Carta 90).

«Si es voluntad del Señor, que en seguida le dé usted el abrazo eterno. ¡Qué alegría, querida mía, quién pudiera cambiar de suertes! ¡Esté usted contenta, loquita! ¡Ver a Jesús de su alma, y ya para siempre estar con Él! ¿No lo desea usted con todo su Corazón y se le hacen las horas siglos de que no llega?» (Carta 147)

«No se sufre porque lo que se ama no pesa. Y si hay sequedad, perecillas,

tentacioncillas, que nunca faltan, con más alegría se pasa el día, porque así se le testifica a Jesús que se le ama porque es muy digno de ser amado y se alegra una de verse humillada, porque en nuestra vida nuestra gloria ha de ser vivir sin que nadie lo note, despreciada y humillada sin que nos compadezcan, ni tampoco hacer motivo de que nos traten así; al contrario, hacer para que todos los que nos rodean pasen la vida feliz: ésta es la verdadera caridad»'(Carta 116).

«Así nosotros, en medio de las penas de la vida, nos hemos de alegrar, y

mucho, con la esperanza de comprar por este medio el reino de los cielos» (Carta 83)

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San Ignacio y su espiritualidad, nos proponen buscar y encontrar a Dios en todo. A esta búsqueda de los retazos de Dios en la vida de cada día le llama: ser contemplativos en la acción.

Ser contemplativos en la acción nos ayuda a descubrir presencias y detalles de Dios en todo lo que ocurre. Bajo esta luz nueva, todos los sucesos cobran nueva vida, y la existencia entera, un inmenso encanto… todo lo que pasa ahora tiene sentido.

Ser contemplativos en la acción nos hace descubrir, afirmar y disfrutar de la compañía de Dios en todos los momentos y situaciones que atravesamos. En las agradables, multiplica el gozo; en las desagradables, reduce y suaviza el sufrimiento haciéndose presente al lado del que sufre.

La contemplación para alcanzar amor, con los que S. Ignacio termina los ejercicios espirituales, nos lleva a descubrir que la vida de Dios es regalo, y a pasar de creer que depende de los méritos acumulados a sentir el gozo inmenso del agradecimiento por la gratuidad recibida.

Para ello nada más útil que recordar los beneficios recibidos en la vida entera y agradecer cuánto el Señor se ha dado en mi vida. El Señor se quiere dar, se ha venido dando a lo largo de toda mi vida, y lo va a seguir haciendo en todo el tiempo y el camino que me queda por recorrer. Es lo que nos ayuda a captar cómo la propia vida ha sido, está siendo, la historia de la fidelidad de Dios para con cada uno de nosotros.

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¿Qué nos dice la sociedad en la que vivimos sobre la VIDA? ¿Qué nos dice el mundo sobre nuestra VIDA?

¿Qué nos dice sobre qué hacer, cómo comportarnos, qué elegir…?

Por un lado, sentimos que nos lleva por el camino del materialismo, del consumismo. Nos lleva a querer más y lo mejor, a competir, a compararnos, a desear ser o tener, a “mirarnos el ombligo”.

Nos crea ídolos y hace que unas vidas parezcan mejor que otras. Si no soy como él/ella, mi vida no vale tanto. Nos hace distanciarnos unos de otros, los que valen y merecen la pena y los que no.

Nos incita al utilitarismo, a usar y tirar los objetos y también los sentimientos, las experiencias y las personas. Así, las vidas más pequeñas, pobres, menos capacitadas, las vidas que “no son útiles”, que no “dan nada a cambio”, que “no producen”… no son válidas. No sirven. Se echan a un lado. Este camino, no se parece al de Jesús.

Pero también descubrimos en nuestros días una corriente nueva de solidaridad, de compromiso, de fraternidad. Los medios de comunicación nos acercan otras realidades distintas a la nuestra. Otras vidas. Otras costumbres. Otros valores. Observar, escuchar, asombrarnos, llorar, alegrarnos con ellos nos abre a la conciencia de que lo mío es de ellos y lo de ellos, mío. Nos ayuda a valorar nuestra vida y a plantearnos qué podemos hacer. Crece el número de personas que, aún en situaciones difíciles, es capaz de dar de su dinero, de su tiempo, de sus capacidades o estudios para que otros puedan mejorar. La vida crece cuando se da.

Vivimos una época muy interesante pero difícil. El estrés, palabra ahora de uso cotidiano, invade nuestras vidas, nos hace perder el verdadero sentido y

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equivoca nuestras prioridades. La prisa nos hace impacientes, nerviosos e irritables y nos desconecta de las necesidades de los demás. Hay mucho que hacer pero poco tiempo para pensar. Sobrevivimos pero no vivimos. Lo urgente se convierte en lo importante. Se nos escapa la vida, la familia, los amigos, los momentos especiales…

Necesitamos detenernos y revisar sus efectos en nuestras vidas. Nos hace falta parar, darnos tiempo a nosotros mismos, respirar, reflexionar sobre nuestros deseos, nuestra realidad, el significado de lo que vivimos, para qué vivimos, para quién vivimos. Descubrir qué pensamos, qué sentimos, desde dónde actuamos. Es necesario estar en contacto con nuestro interior.

Esta necesidad está haciendo resurgir el deseo de buscar y encontrar lo “esencial”; buscar la interioridad, el sentido de la vida, el equilibrio, el valor y el sentido del cuerpo, la naturaleza para el ser humano. Esto nos devuelve a lo que somos y nos ayuda a afrontar nuestra época y sus vaivenes. Es una gran oportunidad para los cristianos, que tenemos tantos instrumentos para vivir la interioridad, una interioridad habitada (Dios en mí que me ama), una interioridad que me hace libre (Dios en mí que me espera y respeta mis elecciones), una interioridad que me lleva a otros (Dios en mí que me devuelve el rostro y el grito de sus hijos más pequeños y más sufrientes).

Por otro lado, observamos que la tecnología ha hecho que la calidad de vida mejore y que la esperanza de vida de un ser humano aumente; muchas personas viven más y de forma más sana; la tecnología determina nuestras condiciones sociales al hacernos “la vida más fácil”. Se invierte en investigación sobre la vida, medios para curar enfermedades, para prevenir… aunque esto aún no ha llegado a muchos países en vías de desarrollo.

Por el contrario, hay mucho que amenaza la vida: la violencia, las guerras, las drogas, la hambruna, la sequía, la pobreza…

Nuestra calidad de vida es buena, pero no debemos confundir la cantidad con la calidad. Debemos aprender a disfrutar de lo cotidiano, de lo de cada día. Tenemos que aprender a vivir también el lunes, para que no se nos escapen los regalos…

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VIDA NUEVA QUE BROTA

Estamos en un momento de cambio, de luz, de frescura, que nos ha traído Francisco. Nos suscita preguntas, sentimientos, nos hace posicionarnos y desear. Sentimos que está algo que está sucediendo: “Mirad, voy a hacer algo nuevo. Ya está brotando, ¿no lo notáis?” (Is 43, 19).

Percibimos el intento por acercar la Iglesia al mundo, vamos sintiendo una cercanía que se hace palpable en los gestos de ternura, de escucha, de atención a lo pequeño, de optar, de elegir lo mejor, de desprendimiento, de generosidad, de palabras sencillas en una teología para todos.

Van siendo pequeños cambios, no bruscos, que contagian y nos acercan al Jesús del evangelio. Al Jesús que tocaba, que hablaba con autoridad pero con lenguaje sencillo del pueblo, que trataba temas conflictivos con naturalidad, que reía, que estaba con su gente, que entraba en las familias, que hablaba de la bondad del Padre y a la vez de la exigencia de seguirle. Nos acerca a un Jesús libre y dispuesto a dar la VIDA.

Contemplando la Iglesia, nos surge el sentimiento y la experiencia de que la Iglesia está siendo “reparada”, encontrándose con su propia realidad y haciendo más patente su deseo de renovación, de cambio, de sanar heridas, de buscar lo esencial, de caminar juntos, de comunión, de tender puentes y manos… ¿Hacia dónde hay que mirar? ¿Dónde encontrarnos?

La Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio” nos invita a vivir la vida con alegría y a darla, nos invita también a sumergirnos:

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Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!” (nº 4).

“La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. La vida madura a la vez que damos a los otros…” (nº 10)

“En una civilización paradójicamente herida de anonimato y, a la vez obsesionada por los detalles de la vida de los demás, impudorosamente enferma de curiosidad malsana, la Iglesia necesita la mirada cercana para contemplar, conmoverse y detenerse ante el otro cuantas veces sea necesario.” (nº 169)

“Sabemos que Dios quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos» (1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas.” (nº 186)

“Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona, se identifica especialmente con los más pequeños (cf. Mt 25,40). Esto nos recuerda que todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la tierra. Pero en el vigente modelo «exitista» y «privatista» no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida. (nº 209)

“Él «viene en ayuda de nuestra debilidad» (Rm 8,26). Pero esa confianza generosa tiene que alimentarse y para eso necesitamos invocarlo constantemente. Es verdad que esta confianza en lo invisible puede producirnos cierto vértigo: es como sumergirse en un mar donde no sabemos qué vamos a encontrar. Yo mismo lo experimenté tantas veces. Pero no hay mayor libertad que la de dejarse llevar por el Espíritu, renunciar a calcularlo y controlarlo todo, y permitir que Él nos ilumine, nos guíe, nos oriente, nos impulse hacia donde Él quiera. Él sabe bien lo que hace falta en cada época y en cada momento.” (nº 280)

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La vida es el principal valor del ser humano. Y podemos decir que la vida, bajo este aspecto, es el conjunto de capacidades, energías, poderes, talentos que componen nuestro ser físico, psicológico -intelectivo, volitivo, afectivo- y espiritual. Es un tesoro que tenemos que guardar, defender y hacerlo rendir. La VIDA no es sólo un bien individual, sino también un bien social y, sobre todo, un DON de Dios.

Curso 14/15:

Y como todo don hay que conocerlo para poder ponerlo en juego, para poder ser más en plenitud, es decir, usando todo lo que ese don puede llegar a hacer de nosotros. La VIDA hay que sentirla como un DON, cada día… no sólo en los momentos extraordinarios donde todo es bonito y todo va bien. La vida de cada día, de cada segundo es importante. Lo que sientes, lo que ves, lo que oyes, lo que otros te hacen experimentar, lo que piensas, lo que te gusta, lo que te empuja a elegir cada día…

Se nos escapa la vida con tanta prisa… a veces, no sabemos ni qué pensamos, ni qué sentimos, ni cómo estamos, ni qué es lo que les pasa a los que están alrededor, ni por qué ríen o lloran… y no somos capaces de expresar más allá de: estoy bien, estoy mal…

Te invitamos durante este año a adentrarte en tu vida y en la vida que late en cada persona, en cada grupo, en cada familia, en tu edificio, tu barrio, en el mundo entero… y así prepararte para acogerla y darla. Se trata de buscar y encontrar la vida que hay en ti y en todo, valorarla, contemplarla y agradecerla.

¡Admírate y llénate de esa vida! ¡Sumérgete en ella y descubre sus maravillas!

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Curso 15/16

Pero en muchas situaciones esa vida hay que POTENCIARLA para que no se debilite más. Todas las vidas son susceptibles de ser amadas… especialmente la de los pobres, pequeños, las que han perdido su dignidad y no se les hace justicia.

En nosotros mismos, ante dificultades y conflictos, en los otros y en la tierra, hay que ALENTAR la vida que está a punto de apagarse, que está perdiendo el sentido, que vive situaciones de injusticia, de violencia, de incapacidad por dependencia de otros, porque son marionetas, porque se ha desvalorizado la VIDA…

También nuestra tierra parece que agoniza: contaminación, ciclo génesis, lluvias torrenciales devastadoras, agujero de ozono, bosques que desaparecen, sequía, inundaciones, aguas contaminadas, sobreexplotación… el hombre, que le puso nombre a todo ser viviente y a todo la creación que se le entregó, no parece que la aprecie ni cuida de ella.

Hay que aprovechar la vida que tenemos nosotros para dar VIDA. Ahora es el momento de DAR, de POTENCIAR, de ALENTAR… Abre los ojos y descubre esas realidades. Quizá sólo tú las veas, quizás sólo tú puedes dar más vida ahí. Quizá sólo tú seas capaz de hacerla crecer… es tu responsabilidad. ¡Ponte en marcha!

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LEMA DEL CURSO

Para trabajar este curso 14/15 el valor de la VIDA, hemos elegido un lema que recoge dos ideas fundamentales.

Por un lado, “SUMÉRGETE” que nos anima a adentrarnos en ese mar lleno de vida que somos nosotros mismos, los otros y Dios. Meternos de lleno en cada minuto, cada detalle, cada sentimiento, cada palabra que escuchamos… todo lo que va haciendo, como un mosaico, nuestra vida. Es la invitación a estar atentos para acoger y admirar y contemplar cuánta belleza, cuántas cosas preciosas hay en la VIDA. Cuánta vida hay en las personas de lejos, en las de cerca, en los pequeños y en los grandes, en las que superan los conflictos, en las que dan su vida en pequeñas dosis y sin que nadie lo sepa, en las que viven su vida con alegría y nos contagian, en las que son capaces de confiar, de mojarse aunque sea difícil…Se trata de acoger todo para crecer…

Por otro lado, “DISFRUTA”. La palabra disfrutar viene del latín. Su raíz, dis, significa separar o sacar. La segunda parte, fructus, significa fruto. Literalmente disfrutar es sacar el fruto, sacar provecho de algo. No en el sentido utilitario e interesado sino GRATUITAMENTE. Es saborear, recrearnos con lo que encontramos, en nosotros, en los otros, en lo que nos rodea, en lo que vivimos…

Es el reto de aprender a disfrutar de las pequeñas cosas que nos brinda la vida, que es uno de los mayores regalos que nos podemos hacer a nosotros mismos, ya que eso nos permite vivir cada momento como si fuese único y con conciencia plena. Disfrutar de las pequeñas cosas significa disfrutar de cuestiones sencillas, Esto no significa que no pienses en el futuro o no te preocupes de las consecuencias que tus actos puedan tener. Disfrutar el momento es tomar la actitud de un niño, para quien el momento presente es toda su realidad. En el mundo de los niños, las cosas son más sencillas y las cosas pequeñas tienen un gran valor.

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E. INFANTIL Y PRIMARIA

Para los tiempos litúrgicos, Vivaldi acompañará, con diferentes símbolos, los sublemas, que irán explicando y dando sentido a estos momentos.

ADVIENTO: “Sumérgete y déjate guiar por la estrella”

Vivaldi se encuentra a un amigo (símbolo: La Estrella), que le acompañará y guiará, preparándose juntos para el nacimiento de Jesús (Navidad). Durante las 4 semanas irán viviendo diferentes situaciones en las que se trabajarán estos valores.

1ª semana: Estate atento, empieza tu camino: APERTURA.

2ª semana: El Sí de María: ACOGIDA.

3ª semana: Operación kilo: FRATERNIDAD.

NAVIDAD: “Sumérgete y contempla”

Celebración de la Navidad: CONTEMPLACIÓN y ALEGRÍA (Aquí se encuentran con el 2º símbolo: CONCHA CON PERLA, que es Jesús).

DÍA DE LA PAZ: “Bucea en Paz”

Vivaldi encuentra a dos peces peleándose por morder un anzuelo, él les ayuda a encontrar el camino correcto. Vivaldi les entrega una bandera blanca para que recuerden siempre que esos momentos de conflicto o situaciones difíciles de la vida se pueden transformar en momentos de Paz.

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CUARESMA: “Sumérgete y encuentra el camino”

Vivaldi encuentra a un buzo desorientado y le pregunta qué le pasa. El submarinista le comenta que iba con sus amigos buceando y contemplando la VIDA del fondo marino, pero en un momento dado elige ir por otro camino porque se aburre con sus compañeros/as y se ha perdido.

El buzo primero necesita reconciliarse consigo mismo, para poder encontrar a sus amigos y también reconciliarse con ellos. Vivaldi le enseña a utilizar la brújula para guiarse de nuevo.

PASCUA: “Llénate de vida”

Cuando Vivaldi y el buzo encuentran a los amigos, le queda poco oxígeno para continuar el camino, por lo que tras el reencuentro le llenan la bombona con oxígeno. Y estos le dan un regalo a Vivaldi…

SANTA RAFAELA: “Abre los ojos y mira la vida como ella”

Vivaldi abre el regalo de los buzos y son unas gafas, decide ponérselas y se da cuenta de que con ellas ve con claridad, con los ojos de otra persona, que son los de Santa Rafaela, con los que aprende a tener otra mirada diferente, una mirada de vida.

FIN DE CURSO: “El último impulso”. “Lo que se ama no pesa”

Vivaldi se encuentra unas aletas que le ayudan a dar el último impulso hacia el exterior. Se da cuenta de que no solo hay vida en el mar sino que también hay vida en el exterior.

Esto sirve para iniciar el curso siguiente…respeto, cuidado…por la naturaleza y por todo lo que está deteriorado o su vida pende de un hilo…

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VIVIALDI, un pulpo simpático, nos acompañará en la inmersión que vamos a hacer en la vida.

Con cada uno de sus tentáculos nos anunciará un momento en el que hay que detenerse y buscar los tesoros del mar, de nuestra vida: comienzo de curso, adviento, navidad, paz, cuaresma, pascua, Sta. Rafaela y final de curso.

Nos ayudará a fijarnos, a estar atentos, a descubrir, contemplar, admirarnos y valorar todo lo que encontramos en la vida propia, la de los demás, la del mundo, la de Dios.

Nos ayudará a disfrutar de todo lo que descubramos, también de las dificultades que podamos encontrarnos al sumergirnos. Su canción resume todo esto:

Vivaldi es un pulpito Que vive bajo el mar, bajo el mar, Despierto y muy curioso Le gusta ir a jugar, a jugar. Se sumerge en el agua, Para investigar Las cosas tan bonitas Que la vida nos da, que nos da. Vivaldi y sus amigos van a descubrir, descubrir un mundo muy bonito al que te invita a ti, a ti

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E.INFANTIL/EP I

Es el fondo marino en el que nos vamos a sumergir. Iremos añadiendo en los tiempos fuertes los símbolos (estrella, perla, bandera blanca, brújula, botella de oxígeno, gafas y aletas).

E. PRIMARIA II y III

En el fondo marino nos sumergiremos con Vivaldi en nuestro submarino y podremos disfrutar de toda la vida que nos encontremos en él. Iremos añadiendo en los tiempos fuertes los símbolos (estrella, perla, bandera blanca, brújula, botella de oxígeno, gafas y aletas).

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ESO/BACH/CCFM

Es una invitación a sumergirse y a hacerlo con las personas que son significativas para ellos en este momento y que pueden ayudarles a descubrir la riqueza que hay en nuestra vida.

Pero algunas inmersiones hay que hacerlas solos. Es la única oportunidad para descubrir algunos tesoros…

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ANEXO 1

CITAS BÍBLICAS

ANTIGUO TESTAMENTO Josué 3, 10: Y dijo Josué: «En esto conoceréis que el Dios vivo está en medio de vosotros y que arrojará ciertamente de delante de vosotros al cananeo, al hitita, al jivita, al perizita, al guirgasita, al amorreo y al jebuseo. 11 He aquí que el arca de Yahveh, Señor de toda la tierra, va a pasar el Jordán delante de vosotros. Salmo 42, 3: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo veré tu rostro? Dt 5,26: Pues, ¿qué hombre ha oído como nosotros la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y ha sobrevivido? Jr 2,13: Doble mal ha hecho mi pueblo: a mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas, que el agua no retienen. Jeremías 17,13: Esperanza de Israel, Yahveh: todos los que te abandonan serán avergonzados, y los que se apartan de ti, en la tierra serán escritos, por haber abandonado el manantial de aguas vivas, Yahveh. Sal 36,10: Se sacian de la grasa de tu Casa, en el torrente de tus delicias los abrevas; en ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz. Sal 63,4: Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban, así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre.

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Sal 84,11: Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad. Porque Yahveh Dios es almena y escudo, él da gracia y gloria. Sal 65,5: Tú nos responderás con prodigios de justicia, Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra, y de las islas lejanas; Am 5,4; Porque así dice Yahveh a la casa de Israel: ¡Buscadme a mí y viviréis! Os 6,1: «Venid, volvamos a Yahveh, pues él ha desgarrado y él nos curará, él ha herido y él nos vendará. 2 Dentro de dos días nos dará la vida, al tercer día nos hará resurgir y en su presencia viviremos. 3 Conozcamos, corramos al conocimiento de Yahveh: cierta como la aurora es su salida; vendrá a nosotros como la lluvia temprana, como la lluvia tardía que riega la tierra.» 4 ¿Qué he de hacer contigo, Ez 18,32: Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, oráculo del Señor Yahveh. Convertíos y vivid. Sab 1,13; No os busquéis la muerte con los extravíos de vuestra, vida, no os atraigáis la ruina con las obras de vuestras manos; 13 que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes; 14 él todo lo creó para que subsistiera, Sab 2,23: Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza. Prov 2,19; Nadie que entre por ella volverá, no alcanzará las sendas de la vida. Sal 16,11;

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Me enseñarás el camino de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre. Dt 30,15; Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia. 16 Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión. Jr 21,8: Y a ese pueblo le dirás: «Así dice Yahveh: Mirad que yo os propongo el camino de la vida y el camino de la muerte. Dt 8,3. Te humilló, te hizo pasar hambre, te dio a comer el maná que ni tú ni tus padres habíais conocido, para mostrarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahveh. Dt 30,15-20; Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia. 16 Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión. Dt 32, 46-47; «Estad bien atentos a todas estas palabras que hoy os doy ,como testimonio. Se las prescribiréis a vuestros hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. 47 Porque no es una palabra vana para vosotros, sino que es vuestra vida, y por ella prolongaréis vuestros días en el suelo que vais a tomar en posesión al pasar el Jordán.» Dt 28,1-14: 1 Y si tú escuchas de verdad la voz de Yahveh tu Dios, cuidando de practicar todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, Yahveh tu Dios le levantará por encima de todas las naciones de la tierra, 2 y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las

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bendiciones siguientes, por haber escuchado la voz de Yahveh tu Dios. 3 Bendito serás en la ciudad y bendito en el campo. 4 Bendito será el fruto de tus entrañas, el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. 5 Benditas serán tu cesta y tu artesa. 6 Bendito serás cuando entres y bendito cuando salgas. 7 A los enemigos que se levanten contra ti, Yahveh los pondrá en derrota: salidos por un camino a tu encuentro, por siete caminos huirán de ti. 8 Yahveh mandará a la bendición que esté contigo, en tus graneros y en tus empresas, y te bendecirá en la tierra que Yahveh tu Dios te da. 9 Yahveh hará de ti el pueblo consagrado a él, como te ha jurado, si tú guardas los mandamientos de Yahveh tu Dios y sigues sus caminos. 10 Todos los pueblos de la tierra verán que sobre ti es invocado el nombre de Yahveh y te temerán. 11 Yahveh te hará rebosar de bienes: frutos de tus entrañas, frutos de tu ganado, y frutos de tu suelo, en esta tierra que él juró a tus padres que te daría. 12 Yahveh abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia necesaria a tu tierra y para bendecir todas tus obras. Prestarás a naciones numerosas, y tú no tendrás que tomar prestado. 13 Yahveh te pondrá a la cabeza y no a la zaga; siempre estarás encima y nunca debajo, si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios, que yo te prescribo hoy, guardándolos y poniéndolos en práctica, 14 sin apartarte ni a derecha ni a izquierda de ninguna de estas palabras que yo os prescribo hoy, para ir en pos de otros dioses a servirles. Prov 11,19: Al que establece justicia, (se le da, consigue) la vida, al que obra el mal, la muerte. Ez 33,11: Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestra mala conducta., Por qué habéis de morir, casa de Israel?» Ez 37, 11-14 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros. Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al suelo de Israel. 13 Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío.

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14 Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahveh, lo digo y lo haga, oráculo de Yahveh.»

NUEVO TESTAMENTO

Jn 3,16: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que tuviéramos vida”. Lc 8, 42-48: Mientras iba, las gentes le ahogaban. 43 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, 44 se acercó por detrás y tocó la orla de su manto, y al punto se le paró el flujo de sangre. 45 Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negasen, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.» 46 Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí.» 47 Viéndose descubierta la mujer, se acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. 48 El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.» Lc 13, 10-17: Estaba un sábado enseñando en una sinagoga, 11 y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. 12 Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» 13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. Jn 8, 3-11: Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio 4 y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5 Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. 7 Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9 Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. 10 Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde

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están? ¿Nadie te ha condenado?» 11 Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.» Mt 15, 21-28: Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón. 22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.» 23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.» 24 Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» 25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!» 26 El respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 27 «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.» 28 Entonces Jesús le respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.» Y desde aquel momento quedó curada su hija. Lc 18, 35-43: Sucedió que, al acercarse él a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; 36 al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. 37 Le informaron que pasaba Jesús el Nazoreno 38 y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» 39 Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 40 Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: 41 «¿Qué quieres que te haga?» El dijo: «¡Señor, que vea!» 42 Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado.» 43 Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios. Jn 5, 1-9: Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos. 3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. 4 Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera. 5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. 6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?» 7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dice: «Levántate, toma

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tu camilla y anda.» 9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Luc 19, 1-10: Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. 2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. 7 Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.» 9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, 10 pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.» Lc 8, 2: Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, 2 y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, 3 Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes. Jn 10,10: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Jn 14,6: “Yo soy el camino, la verdad y la VIDA” Jn 10,11.15: Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Yo soy el buen pastor; conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. Jn 10, 17: “Mi vida nadie me la quita, yo la doy voluntariamente”.

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Jn 6,35.48: Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Este es mi Cuerpo que se entrega por Vosotros. 1Jn 5,12: 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo. 12 Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.

MARÍA

Lc 1, 46—55: Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor 47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador 48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, 49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre 50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. 51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. 52 Derribó a los potentados de sus tronos = y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. 54 = Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia 55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.

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ANEXO 2: ORACIÓN PARA EL PERSONAL DEL COLEGIO

GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO…

Aprender a ver Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros que, cuando los abro perfecto distingo lo negro y lo blanco, y en el alto cielo, su fondo estrellado y en las multitudes, al hombre que yo amo. Aprender a hablar Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado el sonido y el abecedario; Con él, las palabras que pienso y declaro: madre, amigo, hermano. Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy amando.

Aprender a escuchar Gracias a la vida que me hado tanto. Me ha dado el oído y, en todo su ancho, graba noche y día grillos y canarios, martillos, turbinas, ladridos, chubascos y la voz tan tierna de mi bien amado. Aprender a caminar Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado la marcha de mis pies cansados; con ellos anduve ciudades y charcos, playas y desiertos, montañas y llanos y la casa tuya, tu calle, tu patio. Aprender a distinguir… Gracias a la vida que me ha dado tanto Me dio el corazón, que agita su marco cuando miro el fruto del cerebro humano, cuando miro al bueno tan lejos del malo, cuando miro el fondo de tus ojos claros. Aprender a aceptar la realidad Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado la risa, me ha dado el llanto. Así yo distingo dicha de quebranto, los dos materiales que forman mi canto y el canto de ustedes que es mi propio canto.

La risa y el llanto están mezcladas en

nuestra vida... “Enséñame, Señor, a darle

importancia sólo a las cosas que la tienen,

a vivir con optimismo”

...Y aprender a elegir y a distinguir entre

todo lo que más me ayuda a mí. Elegir lo

que más me lleve al amor.

“Enséñame, Señor, tus caminos... Refuerza

mi voluntad para andar siempre dentro de

tus sendas”

Escuchar es más que oír... o es oír pensando

y sintiendo mientras se oye... “Dios mío ¿qué

es lo que más escucho en mi vida? ¿qué

sonidos, voces, gritos ignoro?

Mis palabras son bombas que hieren o

medicina que calma... mis palabras pueden

hacer felices a otros... “Señor, que de mi

boca salga sólo el bien”.

La vida es el primer regalo que hemos

recibido y a veces no sabemos ver lo que

vale. Amar la vida, ¿qué es para ti?

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ANEXO 3: TEXTO PARA REFLEXIÓN

Si Dios me regalara un trozo más de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat, sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse...

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ANEXO 4: OTROS

Canción sumérgeme: Martín Valverde https://www.youtube.com/watch?v=lfmil5H-73M

CANSADO DEL CAMINO, SEDIENTO DE TI UN DESIERTO HE CRUZADO SIN FUERZAS HE QUEDADO VENGO A TI LUCHÉ COMO SOLDADO Y A VECES SUFRÍ Y AUNQUE LA LUCHA HE GANADO MI ARMADO HE DESGASTADO VENGO A TI CANSADO DEL CAMINO SEDIENTO DE TI UN DESIERTO HE CRUZADO SIN FUERZAS HE QUEDADO VENGO A TI LUCHÉ COMO SOLDADO Y A VECES SUFRÍ Y AUNQUE LA LUCHA HE GANADO MI ARMADO HE DESGASTADO VENGO A TI

SUMÉRGEME EN EL RIO DE TU ESPIRITU. NECESITO REFRESCAR ESTE SECO CORAZON SEDIENTO DE TI SUMÉRGEME EN EL RIO DE TU ESPIRITU. NECESITO REFRESCAR ESTE SECO CORAZON SEDIENTO DE TI.

CANSADO DEL CAMINO SEDIENTO DE TI UN DESIERTO HE CRUZADO SIN FUERZAS HE QUEDADO VENGO A TI LUCHE COMO SOLDADO Y A VECES SUFRI Y AUNQ LA LUCHA HE GANADO MI ARMADO HE DESGASTADO VENGO A TI

SUMÉRGEME EN EL RIO DE TU ESPIRITU NECESITO REFRESCAR ESTE SECO CORAZON SEDIENTO DE TI

SUMÉRGEME EN TU PRESENCIA SEÑOR!! SUMÉRGEME EN EL RIO DE TU ESPIRITU.. SUMÉRGEME LO NECESITAMOS SEÑOR!! SUMÉRGEME