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FRUTALES EN BARCO DE AVILA E N esta misma Revista se daban a cono- cer en 1964 la organización y los primeros resultados de las Cooperativas que se ha- bían constituido en la comarca abulense de «El Barco» para hacer frente a los daños crecientes de las plagas, que estaban arrui- nando la riqueza frutícola de aquella co- marca. Los resultados, primeros resultados, eran ya satisfactorios. No obstante, dado que es normal el dudar de los hijos con buenos principios, parece interesante comprobar qué fue de aquello, que parecía nacer bajo los mejores auspicios. Pues bien, a tres arios vista, aquellas Co- operativas, no sólo no perecieron, sino que crecieron en actividad, maduraron en pro- yectos y hasta dieron lugar a nuevas asocia- ciones en Navamojada, Puertocastilla, La Carrera, Zapardiel, Bohuyo y La Solana. De aquella primera Cooperativa, consti- tuida en Navatejares en 1962, con 55 socios, para tratar 2.800 frutales; se pasa en 1967 a 13 asociaciones, que agrupan a 779 agricul- tores con el fin de proteger 64.100 árboles. Para los que no tengan a mano el número de la Revista a la que hacemos referencia, vamos a intentar hacer una rápida panorá- mica de la fruticultura de «El Barco de Avi- la» en 1962. Los agricultores habían abandonado el cultivo frutal, quejosos de su rentabilidad En ninguna parte como allí podría aplicarse la frase de que «el hombre sólo recoge lo poco que le dejan las plagas». Más de la mi- tad de una producción, que se cifraba a ojo en 24 millones de kilos, se perdía con el ata- que combinado de un completo muestrario cl e plagas. Gusano y arañuelo, pulgones y gorgojo, roña y oidium, campeaban por sus COOPERATIVAS LOCALIDAD Fecha constitución Núm. socios Núm. árboles carro Equipos Mecánicos parili. mochila Navatej ares ... 3-62 90 6.000 3 2 Aliseda 2-64 76 5.060 1 2 Barco de Avila 1-64 58 5.800 1 2 Nava del Barco ... ••• ••• 2-64 204 20.000 3 2 1 Los Llanos 2-64 62 7.000 2 1 1 Tormellas ••• 3-64 68 4.800 2 1 Navamo jada ... ••• ••• 65 56 4.200 1 Puerto Castilla ... 3-65 70 2.800 2 La Carrera • • 1-67 29 4.500 3 2 Zarza ... 20 500 1 Zapardiel 66 50 2.500 2 Bohuyo 67 12 3.400 4 Solana 66 60 2.600 2 103

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FRUTALES EN

BARCO DE AVILA

E N esta misma Revista se daban a cono-cer en 1964 la organización y los primerosresultados de las Cooperativas que se ha-bían constituido en la comarca abulense de«El Barco» para hacer frente a los dañoscrecientes de las plagas, que estaban arrui-nando la riqueza frutícola de aquella co-marca.

Los resultados, primeros resultados, eranya satisfactorios. No obstante, dado que esnormal el dudar de los hijos con buenosprincipios, parece interesante comprobarqué fue de aquello, que parecía nacer bajolos mejores auspicios.

Pues bien, a tres arios vista, aquellas Co-operativas, no sólo no perecieron, sino quecrecieron en actividad, maduraron en pro-yectos y hasta dieron lugar a nuevas asocia-ciones en Navamojada, Puertocastilla, LaCarrera, Zapardiel, Bohuyo y La Solana.

De aquella primera Cooperativa, consti-tuida en Navatejares en 1962, con 55 socios,para tratar 2.800 frutales; se pasa en 1967 a13 asociaciones, que agrupan a 779 agricul-tores con el fin de proteger 64.100 árboles.

Para los que no tengan a mano el númerode la Revista a la que hacemos referencia,vamos a intentar hacer una rápida panorá-mica de la fruticultura de «El Barco de Avi-la» en 1962.

Los agricultores habían abandonado elcultivo frutal, quejosos de su rentabilidadEn ninguna parte como allí podría aplicarsela frase de que «el hombre sólo recoge lopoco que le dejan las plagas». Más de la mi-tad de una producción, que se cifraba a ojoen 24 millones de kilos, se perdía con el ata-que combinado de un completo muestrariocl e plagas. Gusano y arañuelo, pulgones ygorgojo, roña y oidium, campeaban por sus

COOPERATIVAS

LOCALIDADFecha

constituciónNúm.socios

Núm.árboles carro

Equipos Mecánicosparili. mochila

Navatej ares ... 3-62 90 6.000 3 2Aliseda 2-64 76 5.060 1 2Barco de Avila 1-64 58 5.800 1 2Nava del Barco ... ••• ••• 2-64 204 20.000 3 2 1Los Llanos 2-64 62 7.000 2 1 1Tormellas ••• 3-64 68 4.800 2 1Navamo jada ... ••• ••• 65 56 4.200 1Puerto Castilla ... • • • 3-65 70 2.800 2La Carrera • • • 1-67 29 4.500 3 2Zarza ... 20 500 1Zapardiel 66 50 2.500 2Bohuyo 67 12 3.400 4Solana 66 60 2.600 2

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respetos, dueños de la situación, en los fru-tales de «El Barco». Y la parte de cosechaque dejaban, sin garantía de sanidad y conmalísimo aspecto, sufría tal pérdida de va-lor a la hora de vender que hasta era na-tural que pasase lo que pasaba en aquellasfechas: que los agricultores arrancasen mi-llares de árboles, convencidos de que lo suyoera dedicarse a la patata y a las alubias.

En la Agencia de Extensión Agraria no sepensaba así. Clima y suelo eran adecuadospara el cultivo de frutales. Y si incluso lasvariedades de fruta eran de la calidad re-conocida de las manzanas Verde Doncella,Reineta del Canadá y Ortell y Normando; ylos perales pertenecían a las selectas Blan-ca de Aranjuez, Roma y Don Guindo, ¿porqué iba a desaparecer el cultivo de frutales?

Estudiada la situación, claramente se ob-serva que lo que ocurría era que los fruta-les de aquella comarca, como los de otrasmuchas comarcas, eran víctimas de la faltade tiempo y atención de aquellos esforzadoslabradores.

Mejorar la fruticultura era el objetivo quehabía que conseguir. Abonado, poda y tra-tamientos, así como una mejor organizacióna la hora de vender eran los caminos a se-guir para lograrlo.

Los Agentes de Extensión realizaron unaintensa campaña de capacitación de los agri-cultores utilizando todos los métodos deenseñanza, en la que se dio especial impor-

Bajo los árboles y con los pies sobre la tierra se pueden' hacer realidad las palabras.

tancia a las demostraciones prácticas de lu-cha contra las plagas y enfermedades, yaque podía ofrecer resultados a más cortoplazo.

El ambiente más propicio se encontró enNavatejares. Un grupo de agricultores deaquella localidad estaba convencido de laconveniencia de los tratamientos y deseabaefectuarlos. Sin embargo, esto no era posi-ble por carecer de las máquinas apropiadas,va que con los aparatos pulverizadores queposeían el tratamiento exigiría un esfuerzoy un tiempo del que no podían disponer.

El proceso de aprendizaje, según entiendeExtensión la enseñanza, sólo termina cuan-do los agricultores actúan y experimentanla satisfacción de un éxito conseguido utili-zando mejor sus propios recursos. Por esoera preciso facilitar su acción, allanando elcamino; así surgió la avanzada de lo quecinco arios más tarde se muestra como unagran mejora, ya conseguida, que trajo con-sigo una buena cantidad de pesetas, de lasque los agricultores de «El Barco», como losde casi todas partes, no andan, por cierto,sobrados.

ORGANIZACION

Dado que las Cooperativas que surgierondespués se desenvuelven dentro de una or-ganización muy similar, vamos a exponer elfuncionamiento de la más antigua.

Todas ellas se rigen por los Estatutos delas Cooperativas del Campo. Además, tienenun Reglamento de Régimen Interior quefue redactado por los propios socios paradeterminar y ordenar el funcionamiento desu sociedad.

Rigen la Cooperativa una Junta Rectoray una Comisión Técnica.

La Comisión Técnica está formada por unPresidente, el Encargado de Trabajos y dosSocios. Esta Comisión es la encargada deconfeccionar el plan de tratamientos, de ad-quirir los productos necesarios y de contro-lar la realización de los trabajos.

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La Agencia de Ex-tensión Agraria deBarco de Avila seabre en una esquinafamiliar para los agri-cultores de la co-

marca.

Pueden ser socios de estas Cooperativastodos los agricultores que tengan frutales,si bien para ser admitidos tienen que estu-diarse antes las posibilidades de realizar lostratamientos con los equipos de la Coopera-tiva. Ahora bien, estos equipos se van adqui-riendo a medida que aumenta el número deárboles.

El socio tiene derecho al tratamiento delos árboles.

El socio no puede oponerse a que sus ár-boles se traten, siempre que la plaga encuestión sea peligrosa para las restantesplantaciones. En el caso de que no hubiesetal peligro de contagio, podría ocurrir quese accediese al deseo del agricultor de notratar sus árboles; pero no se les desconta-ría cantidad alguna.

Hasta ahora nunca hubo oposición a quese realice algún tratamiento en la finca delos asociados. Lo que sí ocurrió a veces esque algunos socios se opusieron a que setratase en sus fincas utilizando máquinas decarro, cuando los cultivos bajos estaban des-arrollándose. En estos casos, si la Cooperati-va no tenía inconveniente grave, se hizo eltratamiento con aparatos de mochila.

Antes de empezar la campaña, en diciem-bre o enero, la Comisión Técnica hace elprograma de tratamientos contra aquellas

plagas y enfermedades, que se sabe que to-dos los arios atacan con mayor o menor in-tensidad, como ocurre con el agusanado, laroña o moteado, el oidium, etc.

Se hace con suficiente antelación, con elfin de hacer a tiempo, y conseguir así elmayor descuento posible, la compra de pro-ductos de mayor empleo.

Estas plagas fijas son las que marcan elcalendario a seguir, porque aparecen tam-bién en fechas más o menos fijas.

El resto de las plagas se tratan casi siem-pre cuando surgen, aprovechando los trata-mientos de lucha contra las anteriores.

Para conseguir dar el tratamiento en elmomento oportuno, no es preciso, en gene-ral, hacer una inspección muy delicada. Enla mayoría de los casos no se trata de curar,sino de prevenir, dependiendo el momentode tratar, de la marcha del tiempo. Porejemplo, para la roña se tiene en cuenta lahumedad y temperatura. De todos modos,el personal encargado de los equipos vigilalos frutales para asegurarse de si es o nonecesario tratar contra alguna plaga quepueda aparecer y que no estaba incluida enel plan general de tratamientos. Y si se en-cuentran pulgones o ataque de ácaros o deotra plaga, se acuerda combatirla antes dedarle tiempo a que cause el daño.

FICHA DE TRATAMIENTOS CORRESPONDIENTE A LA COOPERATIVADE NAVATEJARES EN EL AÑO 1966

Estado Productos empleadosFecha del tiempo y dosis Observaciones

2-3 Seco Aceite amarillo al 4 %. Tratamiento a peralesy manzanos.

15-3 Húmedo Sevín 50 al 0,3; Oxido- Contra el gorgojo, roñaruro de cobre del 50 y oidium.por 100 al 0,4; Azufremojable al 0,4.

10-4 Irregular Oxicloruro de cobre del Se ven algunos focos50 % al 0,4; Azufre de oidium.mojable al 0,4; Mala-thion 50 al 0,2.

22-4 Bueno Captan 50 % al 0,25;Malathion 50 íd.

Sólo a perales contrahoplocampa y roña.

6-5 Húmedo Captan 50 % al 0,25; Perales y manzanos.Azufre mojable al 0,3.

25-5 Lluvioso Dodine al 0,125; Rogoral 0,1; Karathaneal 0,1.

Contra ácaros, oidiumy roña.

16-6 Bueno A r senia t o de plomo30 % al 0,6; Karatha-ne al 0,1; Captan al

Roña, oidium y agusa-nado.

0,25.6-7 Bueno Los mismos productos

que en el anterior.

3-8 Bueno Arseniato de Plomo al0,6; Karathane al 0,1.

No hay ataques señala-dos de ningún pará-sito.

23-8 Bueno Sevin 50 al 0,25; Cap-tan al 0,25.

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Clasificación.—Un punto muy importante,básico para el buen funcionamiento de la co-operativa, es la clasificación de los árboles,su puntuación.

De la puntuación que reciban dependen latotalidad de las aportaciones económicasque el socio haya de realizar a la Cooperati-va, en concepto de amortización de maqui-naria, por mano de obra, por adquisición deproductos insecticidas y todo tipo de gasto.

Para llevar a cabo la clasificación se eligedemocráticamente una Comisión de 3 ó 4socios.

Antes de nada, esta Comisión ha de elegirsobre el terreno los árboles «tipo», dándoleun valor en puntos. Esta puntuación tieneen cuenta el volumen de la copa.

Al árbol normal de 10-20 arios se le asig-nan 10 puntos y después, al resto de los ár-boles, se les compara con éste, establecien-do diferentes categorías.

Ejemplo:Arbol normal, 10 puntos; terciado, 7,5

puntos; mediano, 5 puntos; pequeño, 2,5puntos, y nuevos (de 1 a 3 arios), 0,5 puntos.

Suele hacerse únicamente una categoríapor encima de la normal para árboles gran-des, a los que se les dan de 16 a 18 puntos.

En el caso de tamaños intermedios se apli-ca una compensación; es decir: si hay, porejemplo, seis árboles que sobrepasan el ta-maño normal y no llegan al grande, se con-sideran como si fuesen tres de la categoríade abajo y tres de la superior.

Cuando se presenta algún caso excepcio-nal de árboles con gran volumen de copa, seles llega a dar una clasificación que alcanzalos treinta puntos. Se trata de árboles ca-paces de producir más de una tonelada mé-trica de fruta.

El que el tronco sea alto o bajo no tieneinfluencia en la clasificación. Esta se haceteniendo únicamente en cuenta el tamaño dela copa.

Los árboles elegidos como «tipo» se seña-lizan con un cartel para que todos los sociospuedan apreciarlos y compararlos con losde su propiedad, a los efectos de dar suconformidad a la clasificación.

Estos árboles «tipo» son incluso fotogra-fiados y archivados, para poder seguir elmismo criterio en posteriores clasificaciones.

Uno de los primeros objetivos era obtener /ruta sana quese vendiese a buen precio.

Elegidos los árboles «tipo», la comisiónclasificadora se desplaza a las fincas. Unavez allí cuenta los árboles y los agrupan enlas distintas categorías que cada uno, aisla-damente, considera. Después confrontan lasnotas entre los miembros de la comisión yllegan al acuerdo.

Es de advertir que todos los miembros dela comisión clasificadora llevan el mismocriterio, ya que antes de empezar la clasifi-cación se han buscado árboles representati-vos de todas las categorías, entrenándose enla comparación, hasta lograr que las dife-rencias de apreciación sean mínimas.

Se aconseja que en la clasificación esténpresentes los dueños, a los que, por otraparte, se les niega toda intervención. Inclu-so cuando se clasifica alguna finca de unmiembro de la comisión éste no interviene.

LA CAMPAÑA, EN MARCHA

Ya tenemos el plan general de tratamien-tos elaborado, itis productos más utilizados,adquiridos, y por cierto con bastante rebaja(hasta el 25 por 100), y los árboles clasifi-cados. Falta tan sólo que la comisión detratamientos dé la orden de empezar des-pués de acordar la fecha en reunión de laJunta Rectora.

Determinada esta fecha se pasa un parte

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Estos son los hombres de una de las cooperativas, en una de las muchas reuniones que celebraron con el Agente de Exten-sión Agraria.

al encargado de tratamientos y los equiposse ponen en marcha.

EquiposCada equipo suele estar constituido por

uno o dos obreros fijos, que se encargan delmanejo de las máquinas y de la preparaciónde los caldos insecticidas, y de un númerovariables de eventuales para abastecer deagua, transportar las máquinas y los pro-ductos, etc.

Con el fin de evitar pérdidas de tiempo,logrando una rápida reposición del productoen la máquina, los equipos van provistos debidones que colocan en lugares estratégicos,próximos a las fincas de tratamiento y alos que, cuando es posible, se hace llegar elagua por las acequias. Ha de tenerse encuenta que los tratamientos han de reali-zarse con la máxima rapidez posible, paraevitar gastos y, sobre todo, para lograr unamáxima eficacia. Normalmente, los equipos,hombres y máquinas, están ajustados de talmodo que no tarden más de seis días en dar«una vuelta» a las plantaciones.

Los obreros fijos suelen trabajar unos 80días al ario, dependiendo de lo que se tardeen dar un 'tratamiento y del número devueltas que se den y que depende de la in-tensidad del ataque de plagas en cada cam-paña.

Normalmente, el 80 por 100 de los sociosaportan trabajo como obreros eventuales y

les corresponde, en turno, trabajar de 3 a4 días en toda la campaña.

Los obreros fijos perciben un jornal de200 pesetas, que cobran periódicamente. Loseventuales perciben 170 pesetas, que se lespaga ,a final de campaña, cuando se hacela liquidación de la misma, ya que han decobrar como obreros y pagar como sociosel coste de los tratamientos.

Todos los trabajadores fijos y eventualesestán encuadrados en la Seguridad Social.La Cooperativa cubre, además, una pólizageneral de accidentes.Máquinas

Aún cuando a las cooperativas les resul-taría más rentable utilizar moto-pulveriza-dores de carro, lo accidentado del terrenono lo permite en el caso de Navatejares. Sinembargo, en Nava del Barco, Los Llanos,Navamojada y La Carrera cuentan con estetipo de pulverizador, que si bien tiene uncoste ligeramente superior, oscilante entre25 y 40.000 pesetas, compensa sobradamen-te por el ahorro de mano de obra.

La Cooperativa de Navatejares empezó afuncionar con un pulverizador de parihuela,marca «BEAN», que cuesta alrededor de22.000 pesetas, y que cuenta con un motorde 2'75 caballos (C. V.). En la actualidadesta Cooperativa tiene tres máquinas de estetipo (parihuela) y dispone además de dosmoto-pulverizadores de mochila, de un cos-te aproximado de unas 12.000 pesetas.

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Con el pulverizador de parihuela de 2'75caballos, que consume en jornada de ochohoras alrededor de nueve litros de gasolina,se tratan en una jornada de 500 a 600 ár-boles, tipo normal; exigiendo para ello unequipo de seis hombres. Si se dispusiese delpulverizador de carro de 3 C. V. y con dosmangueras, dicho equipo se reduciría a cua-tro hombres, amortizando rápidamente ladiferencia de valor. Con los moto-pulveriza-dores de mochila se tratan sobre todo pe-queñas plantaciones aisladas, pudiendo unaparato de estos, con dos hombres, trataraproximadamente 180 árboles y presentan-do el inconveniente de no alcanzar las co-pas, cuando son árboles de gran altura.

La vida de las primeras máquinas no hasido larga debido a que precisamente porser las primeras no fueron lo bien atendidasque debieran, por la comprensible falta depericia de los que se iniciaron en su manejo.

Estas máquinas, bien conservadas, duranen perfecto estado de uso de 5 a 6 campañas.

Los equipos recorren las plantaciones deacuerdo con el plan de tratamiento, tantasveces como la comisión técnica considerenecesario. Los obreros cobran sus jornalesy la campaña termina. ¿Habrá merecido lapena tan cuidadosa atención?

LOCALIDAD

• •

• .

.

• a. •

InsecticidasPtas.

Mano obraPtas.

NavatejaresBarco de Avila

Nava del B. ...Los Llanos ...Aliseda ...Tormellas

TOTALES .

• •

93.500121.600368.00073.75063.00050.250

56.00068.000

134.00024.55017.40020.000

319.950

El cuadro del año 1964 no guarda rela-ción con los gastos de las últimas campañas,ya que aquel ario, en general, se dieron me-nos tratamientos de los habituales.

Desde entonces, los gastos aumentaronpor todos los conceptos, siendo además ma-yor el número de árboles que se tratan.

Sin llegar a ser exactos, puede decirseque cada árbol tiene como gasto por trata-miento, en las distintas cooperativas, unacantidad aproximada a 70 pesetas. De este

RESULTADOS

Ya en 1962, primer año de ejercicio, seobtuvo en Navatej ares una producción defruta tratada de 380.000 kilos. Su venta, aun precio de 4,50 pesetas/kilo, representóun ingreso de 1.710.000 pesetas.

Comparada entonces la producción con lade las fincas no tratadas, se comprobó unaumento de una tercera parte en cantidad yun sobreprecio por sanidad y presentaciónde 1,20 pesetas/kilo.

La cooperación de los socios, en su pri-mer ario, tuvo así una compensación econó-mica de 671.000 pesetas.

En 1964, la diferencia de precio consegui-do en venta y el aumento de producción hizover en Navatej ares que los tratamientos ha-bían permitido en aquel ario doblar los in-gresos en las fincas tratadas. Y como puedeverse en los cuadros siguientes, los ingresosalcanzaban ya un respetable volumen. Porla venta de 5.269.000 kilos, las seis Coopera-tivas que entonces funcionaban, habían te-nido unos ingresos brutos de 31.039.050 pe-setas.

Los gastos por tratamiento en dicho ariose reflejan en el siguiente cuadro:

AmortizaciónMaqu.a

Cc ni busti-b!es

Otrosgastos

TOTALPtas.

6.500 4.400 4.200 164.6006.500 5.000 4.100 205.200

18.000 8.150 8.800 536.9506.000 2.924 2.500 109.7248.000 1.900 2.200 92.5004.000 1.800 1.900 77.950

1.186.924

modo, en la campaña de 1966, los gastos delas cooperativas que organizaron los trata-mientos de 55.000 árboles fueron ya supe-riores a los 3.850.000 pesetas.

Afortunadamente, este incremento de gas-tos se vio compensado con una mayor pro-ducción, de un mayor número de árboles yde un precio también superior al de 1964,precio que osciló entre las 7 y las 8,50 pe-setas.

Sin pretender una mayor exactitud, y con

109

11, 11 ON NACIONAL ERAIIVA,Ent WItC: 11:1 4111M`IPf Willtalg, /op {tor$

el fin de dar a conocer la marcha de estas aproximado, en el que se refleja el movi-cooperativas, vamos a insertar un cuadro miento de las mismas cooperativas que exis-que, repetimos, no es exacto, pero sí muy tían en 1964.

AÑO 1966

LOCALIDAD Arboles Gastos Kilos Precio Ingresos

Navatej ares 6.000 420.000 600.000 8,00 4.800.000Barco de Avila 5.800 406.000 380.000 7,50 2.850.000Nava del Barco ... 20.000 1.400.000 3.500.000 8,50 29.750.000Los Llanos ... 7.000 490.000 800.000 7,50 6.000.000Aliseda ... 5.060 354.200 400.000 7,00 2.800.000Tormellas 4.800 336.000 500.000 8,00 4.000.000

TOTALES ... . 50.200.000

De este modo, como hacían ver reciente-mente dos asociados de Navatejares, en elcurso de una entrevista en T. V. E., los gas-tos totales de los tratamientos no represen-tan más del 6 por 100 de la producción ygracias a ellos se consigue doblar el valorde la misma.

Las cooperativas de tratamiento de fruta-

El próximo paso será seguramente la comercialización delos productos.

les iniciaron el resurgir de la fruticultura enla comarca de El Barco de Avila. De arran-car millares de árboles, los agricultores pa-san a plantar más de 100.000, siendo inclusoya frecuentes las plantaciones intensivas, enpalmeta y otras formas obligadas, utilizán-dose variedades muy selectas, principal-mente Golden Delicious, Starking y Reine-ta, sobre pies clonales E. M. II, E. M. IX,'M. Merton y Spur.

Pero sin duda alguna lo más importantede este trabajo es su repercusión en el nivelde vida de las familias campesinas, que esel objetivo principal del Servicio de Exten-sión. En La Nava, donde la angustiosa si-tuación económica de los agricultores noles permitía mejorar sus viviendas, traba-jan hoy cuatro cuadrillas de obreros de laconstrucción, mejorando las casas antiguas yedificando otras nuevas. Aunque con muchossacrificios, los agricultores están consiguien-do mediante su propio esfuerzo unas vivien-das dignas.

El haberse dado cuenta a tiempo de quese destruía una gran riqueza, y el saber evi-tarlo empuñando el arma de la cooperación,debe constituir un motivo de orgullo paralos agricultores de El Barco de Avila.

JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ FRAGUAS