francisco aparecida -...

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"Aparecida" está siendo una referencia para la Iglesia uni- versal. Y no sólo porque el Papa Francisco haya visitado este verano, durante la Jorna- da Mundial de la Juventud, el santuario donde se venera a la Patrona de Brasil. Aparecida evoca la V reunión del Conse- jo Episcopal Latinoamericano (CELAM), celebrada en mayo de 2007. El excelente docu- mento que surgió de aquel encuentro, coordinado por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, ofre- ce un certero enfoque pasto- ral para la evangelización en América. Francisco y Aparecida Lecciones de Aparecida En septiembre se presentó en Roma la reedición en italiano dellibro De parte de los pobres. Teología de la liberación, teología de la Iglesia, escrito en 2004 por Gustavo Gutiérrez -considerado el padre de la teología de la liberación- junto con el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual prefec- to de laCongregación para la Doctrina de laFe.El gesto de ller de acoger en Roma a Gutiérrez ha llevado a algunos medios a cuestionarse si eso significa un cambio en la actitud crítica que la Iglesia ha mantenido hasta ahora, especialmente durante los pontifica- dos de Juan PabloII y Benedicto XVI, con respecto a la teología de la libera- ción. Otros han hecho notar el gesto de distanciamiento que, con respecto a Mons. Müller y a una hipotética re- habilitación de la teología de la libera- ción, escenificó el Papa Francisco en su encuentro con el clero de Roma. A una pregunta sobre este asunto y antes de que terminaran de formulársela, el Papa respondió: "Eso es lo que piensa Müller". Parece claro que Jorge Mario Ber- goglio nunca ha ocultado su des- acuerdo con los aspectos esenciales de la teología de la liberación y nun- ca ha tenido como teólogos de refe- rencia, para este despego, a Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boft o Jon So- brino, sino al argentino Juan Carlos Scannone, autor de una teología del "pueblo" centrada en la cultura y re- ligiosidad de la gente común. clodo- vis Boft, hermano del liberacionista Leonardo, ha llegado incluso a afir- mar que el acontecimiento que signi- ficó el adiós de la Iglesia católica en Latinoamérica a lo que quedaba de la teología de la liberación fue precisa- mente la Conferencia de Aparecida, en la que el cardenal Bergoglio tuvo un protagonismo reconocido por to- dos (N. de la R.).

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"Aparecida" está siendo unareferencia para la Iglesia uni-versal. Y no sólo porque elPapa Francisco haya visitadoeste verano, durante la Jorna-da Mundial de la Juventud, elsantuario donde se venera ala Patrona de Brasil. Aparecidaevoca la V reunión del Conse-jo Episcopal Latinoamericano(CELAM), celebrada en mayode 2007. El excelente docu-mento que surgió de aquelencuentro, coordinado por elentonces arzobispo de BuenosAires, Jorge Bergoglio, ofre-ce un certero enfoque pasto-ral para la evangelización enAmérica.

Francisco y Aparecida

Lecciones de AparecidaEn septiembre se presentó en Romala reedición en italiano del libro Departe de los pobres. Teología de laliberación, teología de la Iglesia,escrito en 2004 por Gustavo Gutiérrez-considerado el padre de la teología dela liberación- junto con el arzobispoGerhard Ludwig Müller, actual prefec-to de la Congregación para la Doctrinade la Fe.El gesto de Müller de acoger enRoma a Gutiérrez ha llevado a algunosmedios a cuestionarse si eso significaun cambio en la actitud crítica quela Iglesia ha mantenido hasta ahora,especialmente durante los pontifica-dos de Juan Pablo II y Benedicto XVI,

con respecto a la teología de la libera-ción. Otros han hecho notar el gestode distanciamiento que, con respectoa Mons. Müller y a una hipotética re-habilitación de la teología de la libera-ción, escenificó el Papa Francisco en suencuentro con el clero de Roma. A unapregunta sobre este asunto y antes deque terminaran de formulársela, elPapa respondió: "Eso es lo que piensaMüller".

Parece claro que Jorge Mario Ber-goglio nunca ha ocultado su des-acuerdo con los aspectos esencialesde la teología de la liberación y nun-ca ha tenido como teólogos de refe-

rencia, para este despego, a GustavoGutiérrez, Leonardo Boft o Jon So-brino, sino al argentino Juan CarlosScannone, autor de una teología del"pueblo" centrada en la cultura y re-ligiosidad de la gente común. clodo-vis Boft, hermano del liberacionistaLeonardo, ha llegado incluso a afir-mar que el acontecimiento que signi-ficó el adiós de la Iglesia católica enLatinoamérica a lo que quedaba de lateología de la liberación fue precisa-mente la Conferencia de Aparecida,en la que el cardenal Bergoglio tuvoun protagonismo reconocido por to-dos (N. de la R.).

obre el trasfondo deldocumento de Apareci-da, el discurso del PapaFrancisco a los cardena-les y obispos brasileños,el 27 de julio en Río de]aneiro, junto con el co-

rrespondiente al encuentro conel Comité de coordinación del CE-LAM al día siguiente, contienenluces para la nueva evangelizaciónque hoy ha de desarrollarse en to-dos los lugares.

Eran pobres pescadores. Unabarca frágil, redes viejas. La ima-gen de la Virgen apareció (Dios sehace presente en las necesidades)partida. Primero el cuerpo, luego lacabeza (dividido estaba el Brasil co-lonial por la esclavitud). Era una In-maculada Concepción, sin pecadooriginal, que venía a recomponer

La basílica de Nuestra Señora Aparecida, patrona de Brasil. Aquí se reunió en 2007 el ConsejoEpiscopal Latinoamericano

lo dividido (como un instrumentode reconciliación, como debe ser laIglesia). Los pescadores recogieronsus partes pacientemente (debe-mos aprender a esperar), las unie-ron y la llevaron a casa. La arro-paron en su corazón y llamaron alos vecinos (cariño humano antela belleza de Dios, y sencillez parala misión). "En la casa de los pobres"-señala el Papa Francisco-, "Diossiempre encuentra sitio".

Creatividad del amor y de lasencillez son las primeras leccio-nes que extrae de Aparecida elPapa Francisco para la eficaciaevangelizadora.

Desafíos de la Iglesia y enseñan-zas de Emaús. En su discurso alos obispos brasileños, el PapaFrancisco ha tocado los desafíosactuales de la Iglesia: formación,misión y conversión, servicio.

Primero, la formación de losobispos y sacerdotes, religiososy laicos: "Es importante promovery cuidar una formación de calidad,que cree personas capaces de bajaren la noche sin verse dominadas porla oscuridad y perderse; de escucharla ilusión de tantos, sin dejarse se-ducir; de acoger las desilusiones, sindesesperarse y caer en la amargura;de tocar la desintegración del otro, sindejarse diluir y descomponerse en supropia identidad". Esto se concre-ta en los diversos aspectos de laformación: "Se necesita una solidezhumana, cultural, afectiva, espiri-tual y doctrinal" (cfr. sobre la for-mación del clero y de los laicos,Documento de Aparecida, nn. 316-325 Y 212). Y pide "el valor de una Francisco ante la Virgen Aparecida, el 27 de julio pasado

revisión a fondo de las estructuras deformación y preparación del clero y dellaicado". Como también requiereconjugar la unidad con la riquezay diversidad de las experienciasde la fe, y lo universal con lo local,para que los cristianos puedan of-recer personal y conjuntamente eltestimonio de su vida (cf. Ibid., 181-183,189).

No se trata de "novedades doc-trina les", sino de orientacionesque se basan en el Concilio Vati-cano II, para hacer realidad lo quesubrayaba Benedicto XVI cuandopresentaba su primera encíclica,Deus caritas est: "La fe no es una teoríaque uno puede asumir o arrinconar. Esalgo muy concreto: es el criterio quedecide nuestro estilo de vida" (Discur-so, 23 de enero de 2006). Especial-

"Estado permanentede misión" expresa que lamisión afecta a todos los

cristianos y sus destinatariosson todas las personas

Francisco y Ap_ar_ec_id_a _

mente en los procesos formativosy educativos, decía, "es necesariodescubrir el Evangelio como la pleni-tud de la existencia y no como una teo-ría" (Discurso a la asamblea ecle-sial de Roma, 13 de junio de 2011).

Un segundo paso viene marca-do por dos principios teológico-prácticos o teológico-pastorales,que proceden de la experiencia dela Iglesia y que vienen siendo des-tacados en nuestro tiempo: "estadopermanente de misión" y "conversiónpastoral" (cfr. respectivamente,Documento de Aparecida, los nn.551 y 365-372). "Estado permanen-te de misión" expresa, asumiendoante todo la experiencia latinoa-mericana y también la europea yde otros lugares, que la "Misión"es única, si bien permite diversasmodalidades; se encuentra ya entodas partes, afecta a toda la Igle-sia y a todos los cristianos, y susdestinatarios son todas las perso-nas, preferentemente los pobresy los que sufren (cfr.Juan Pablo II,enc. Redemptoris missio de 1990, yBenedicto XVI,Discurso inauguralde Aparecida, 13 de mayo de 2007).

La "conversión pastoral" quie-re indicar que la conversión aDios -de carácter eminentemen-te personal- tiene consecuenciasno solo para la persona (para suvida, su inteligencia, su conducta),sino también para las comunida-des cristianas, los grupos y reali-dades eclesiales como tales. Portanto, en este sentido, "pastoral"no se refiere solo a las tareas delos Pastores; sino que, en la líneadel Concilio Vaticano II, expresael cuidado, el amor, la misericor-dia con que, desde el "nosotros"de la Iglesia, los cristianos hemosde preocupamos por las necesi-dades de todos. En palabras delPapa Francisco: "Sobre la conversiónpastoral, quisiera recordar que 'pas-toral' no es otra cosa que el ejerciciode la maternidad de la Iglesia. [oo.] Serequiere, pues, una Iglesia capaz de re-descubrir las entrañas maternas de lamisericordia. Sin la misericordia, pocose puede hacer hoy para insertarse enun mundo de 'heridos', que necesitancomprensión, perdón y amor".

En el mismo discurso a los obis-pos brasileños, el Papa Francisco

}3 de mayo de 2007: obispos americanos concelebran con Benedicto XV} en la apertura de la Conferencia del CELA M

10 I Palabra, Octubre 2013

recurrió al pasaje de los discípulosde Emaús (cfr. Lc 24, 13 ss), paraextraer de él una enseñanza fun-damental: la Iglesia debe ser capazde volver a "encender el corazón",especialmente de aquellos que sesienten fracasados o vuelven lamirada desilusionados. Para ello esnecesario ser capaces de acompa-ñarles, sabiendo, al mismo tiempo,discernir y reconocer con valentíalo que todos hemos de mejorar. Asípodremos redescubrir nosotrosy ayudar a otros, con serenidad ypaciencia, a redescubrir la bellezadel amor de Dios manifestado enCristo.

Discernimiento y formación, re-novación y diálogo. En el encuen-tro con el Comité de coordinacióndel CELAM(28 de julio de 2013), elPapa señaló cuatro característicasque dan a la asamblea de Apare-cida su peculiaridad: 1) inicio sindocumento (se prefirió comenzarcon los diálogos y las reflexionessobre la situación actual y las ne-cesidades pastorales); 2) ambientede oración, centrado en la Eucaris-

tía, que sostuvo aquella reunión;3) prolongación en el compromiso(tal como se formuló concreta-mente en la denominada "misióncontinental", un impulso evangeli-zador que se juzgó adecuado a lasnecesidades actuales); 4) la pre-sencia de Nuestra Señora, puestoque la reunión se celebraba en unsantuario de la Virgen. En ella seanticipa y realiza el proceso dediscernimiento que, bajo la fórmula"ver,juzgar, actuar", tuvo lugar enAparecida (cf. n. 19 del Documen-to). Todos estamos llamados, enlos tiempos y modos oportunos,a participar en ese proceso, pormedio de la oración y el diálogo, elestudio y el compromiso.

Retomando los desafíos actua-les de la Iglesia el Papa Franciscosubrayó que la Iglesia es esencial-mente misionera, y la vida cristia-na es ajena a una espiritualidadintimista.

En esta ocasión el Papa Francis-co destacó "dos desafíos vigentes":la renovación interna de la Iglesia y eldiálogo con elmundo actual. Lareno-vación interna -explicó- se apoyasobre la conversión pastoral, a laque ya nos hemos referido. Pues-to que la fe tiene siempre unasdimensiones eclesiales, sociales eincluso públicas, formuló algunaspreguntas para facilitar a los pas-tores la reflexión en este punto: siprocuramos que nuestro trabajosea más pastoral que administra-tivo y si nos preocupamos másde las personas y sus necesidadesque de completar un programa;si promovemos espacios para ma-nifestar la misericordia de Dios,superando actitudes meramentereactivas; si contamos con los fie-les laicos, que participan en la mi-sión de la Iglesia según sus propiosdones, sobre la base de la oracióny los sacramentos, evitando latentación de clericalizarlos o ma-nipularlos; si escuchamos a todosen los adecuados organismos pas-torales de participación y aprove-chamos sus sugerencias; si promo-vemos que todos se sientan partede la Iglesia, identificándose conella y sintiéndose responsables delos más alejados.

Señala al respecto el Papa Fran-cisco: "Como se puede apreciar aquí

están enjuego actitudes". Más con-cretamente, "la conversión pastoralatañe principalmente a las actitudes ya una reforma de vida". Todo ello im-plica también la capacidad de diá-logo para hacer nuestros los gozosy las esperanzas de los hombresde nuestro tiempo (cfr. Gaudium etSpes 1), atendiendo al lenguaje queentienden nuestros contemporá-neos y a los cambios culturales quese producen en nuestra sociedad.

"Tentaciones" en la evangeliza-ción. Particularmente sugerente,y realista, es la presentación detres deformaciones -"tentaciones"las llamó el Papa- en el modo decomprender, vivir y transmitir elmensaje del Evangelio: la ideologi-zación, el funcionalismo y el cleri-calismo.

a) La ideologización del mensajeevangélico (sustituir la fe por ideo-logía), que se ha dado desde el

El discípulo de Cristo mira larealidad con alegría, confianza

en Dios y acción de gracias

Francisco y Aparecida

principio del cristianismo. Comoexplica el Documento de Apareci-da, el discípulo de Cristo ha reci-bido la fe, la esperanza y el amor.Por tanto mira siempre la realidaddesde el punto de vista de Jesu-cristo, Camino, Verdad y Vida,verdadero y único salvador; conalegría, confianza en Diosy acciónde gracias (cfr. nn. 20-32).

El Papa se detuvo en cuatroformas de ideologización: el "re-duccionismo socializante" (sustituirla fe por la sociología o por lasciencias sociales, tal como pro-ponen el liberalismo de mercadoo la categorización marxista); la"ideologización psicológica" (susti-tuir la fe por una dinámica psi-cológica de autoconocimiento, loque termina en una postura auto-rreferencial, cerrada en un grupode personas y ajena al afán evan-gelizador); la "propuesta gnóstica"(partidaria de un espiritualismodesencarnado, que intelectualizala vida cristiana bajo la influenciade la Ilustración); por último, la"propuesta pelagiana" (que intentaresolverlo todo mediante la ape-lación a la disciplina y al volun-

tarismo, y con tendencia al tradi-cionalismo).

b) El funcionalismo, que se quedaseducido por la eficacia y las es-tadísticas, y que no tolera el mis-terio. Una interpretación prag-matista (solo interesada en losresultados prácticos) de la misión.

c) El clericalismo, finalmentecomo una tentación muy actualque bloquea la madurez y el sen-tido de la verdadera libertad en ellaicado, al no recibir la adecuadaformación. "O no crece (la mayoría),o se acurruca en cobertizos de ideo-logizaciones como las ya vistas, o enpertenencias parciales y limitadas".Por contraste, el Papa destacabala importancia de la piedad o de lareligiosidad popular en el pueblolatinoamericano, como elemen-to que puede hacer revertir estosprocesos (cfr. Documento de Apa-recida, nn. 258-266).

En la última parte de este dis-curso del 28 de febrero de 2013, elPapa Francisco recogía, como sín-tesis, algunas pautas pastoral es oeducativas, siempre sobre el tras-fondo de Aparecida. Primero, salirde uno mismo hacia Dios y los de-más (sin escapar hacia el futuro niquedarse en el pasado), evitando laautorreferencialidad y poniendo aJesucristo, y no a nosotros mismos,en el centro. Segundo, "Apareci-da quiere una Iglesia Esposa, Madre,Servidora, facilitadora de la fe y notanto controladora de la fe". Tercero,la cercanía y el encuentro, comocategorías que expresan el estilode la evangelización, siguiendola pedagogía divina. Por último,responsabilidad especial de losobispos en este estar cercanos a supueblo, con amor y paciencia.

"Sólo la verdad [en referencia alHijo de Dios hecho carne] unificay su prueba es el amor", tambiéncomo fundamento último de larealidad, dijo Benedicto XVI en eldiscurso inaugural. En el mismomarco, encuentro, servicio y cer-canía son una buena síntesis de lapropuesta de Aparecida, como luzpara el anuncio de la fe -el aposto-lado, la formación cristiana, etc.-en nuestros días .•Ramiro PelliteroProfesor de Teología pastoralUniversidad de Navarra