foto: laantropología losintelectuales

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Foto: www.f lickr.com Laa ntr o p ol o gí a y los i ntel ectua l es w i x a ri ta ri Di scur sos cul t ural es , cha ma ní sti cos y ecoló gi cos en t orno a l a sober aní a t erri t ori al d e Wi ri kut a Int electuales I ndíg enas Wi xarit ari Cl audio Lomnitz Públicos Medios masivos Chamanes Mi nerí a Maestr os bilin g ües Int ermediación Colaboración · Ag ua Le g itimidad Paul Li ffman p 3 cs+ en Un de sa r roll o impor ta nte de la s última s dé cada s ha sido e l sur gimi e ntode intele c tua le s inge nas que susti tuyen al otr or amonopoli o de expe rtos ant r opológic os f orá ne os en cuant o el aná li sis y la r epr ese nta c ión de sus cultur a s ante dive r sos públi cos anivel nac iona l y globa l. Se apli c a la tipología de inte lec tua le s indíge na s ela bor ada por C la udio Lomni tz (inspira do a la vezpor la distinc ión entr e inte le c tua le s or gánicos y tr adiciona le s pla nteada por el tr ico ma r xistaAntonioGr a msc i e n los años 30) para distinguir los pe nsa dor e s wix aritari q ue operan a nivel loc al, como son los mara akate (cha - mane s) , de los que ar ti cula n los valor e str adi c ionale s pa r a públi cos má s ampli os a tr avés de los me dios ma sivos de comunic a c ión- un grupo má s var iado que , a de s de mar aaka te biline s, pue de in- cluir ma e stros, ONGe ros y cie ntíficos. Estos nue vos ac tor e s a ve c e s toman pa pe le s má s ide ntificados con los inte r e se s expr e sos de la s comunida de s or igina r ias que en años anter ior e s, pue stoque ahor a se pe r c ibe a los indígena s como una va ngua r di ae cologista, ade má s de un se c tor cultur al pa tr imonia l. Sin emba r go, e ste mismo e sque ma ta mbié n conte mpla los problema s enf r e ntados por inte rlocutor e s que pa r e c e n ide ntific a r se má s con los públi cos queabor da n quecon sus comunidade s de or igen. * Paul M. Liffman. Cent ro de Est udiosAnt ropológicos, El Colegio de Michoacán Licenciado y Maest ro en Ant ropologí apor la Universidad de Michigan. Doct or en Ant ropologí a por la Universidad de Chicago, con la t esis Huichol Territ oriality: Land Conf lict and Cult ural Represent at ion in West ern Mexico. Part e del Sist ema Nacional de I nvest igadores, nivel l. Cont act o: pliff man@yahoo.com G LA ANTROPOLOGÍ A Y S INTELE CTUALE S WIXARIT ARI

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La antropologíaylos intelectuales wixaritariDiscursos culturales, chamanísticosy ecológicosen torno a la soberanía territorial de Wirikuta

• Intelectuales• Indígenas• Wixaritari• Claudio Lomnitz• Públicos• Medios masivos• Chamanes

• Minería

• Maestros bilingües• Intermediación• Colaboración

·Agua• Legitimidad

PaulLiffmanp 3cs+en

Un desarrollo importante de las últimas décadas ha sido el surgimiento de intelectuales indígenasque sustituyen al otrora monopolio de expertos antropológicos foráneos en cuanto el análisis y larepresentación de sus culturas ante diversos públicos a nivel nacional y global. Se aplica la tipologíade intelectuales indígenas elaborada por Claudio Lomnitz (inspirado a la vez por la distinción entreintelectuales orgánicos y tradicionales planteadapor el teóricomarxistaAntonio Gramsci en los años30) para distinguir los pensadores wixaritari que operan a nivel local, como son los maraakate (cha­manes), de los que articulan los valores tradicionales para públicos más amplios a través de los mediosmasivos de comunicación-un grupo más variado que, además de maraakate bilingües, puede in­cluir maestros, ONGeros y científicos. Estos nuevos actores a veces toman papeles más identificadoscon los intereses expresos de las comunidades originarias que en años anteriores, puesto que ahorase percibe a los indígenas como una vanguardia ecologista, además de un sector cultural patrimonial.Sin embargo, estemismo esquema también contempla los problemas enfrentados por interlocutoresque parecen identificarse más con los públicos que abordan que con sus comunidades de origen.

* Paul M. Liffman. Centro de Estudios Antropológicos, El Colegio de Michoacán Licenciado y Maestro en Antropología por la Universidad de Michigan.Doctor en Antropología por la Universidad de Chicago, con la tesis Huichol Territoriality: Land Conflict and Cultural Representation in Western Mexico.Parte del Sistema Nacional de Investigadores, nivel l. Contacto: [email protected]

G LA ANTROPOLOGÍA Y S INTELECTUALES WIXARITARI •

Se dedica este artículo a los cientos de alumnos univer­sitarios indígenas de la región de Colotlány el norte deJalisco que estudian en el CUNorte hoy en día. Puesen vez de sermeros sujetos de estudios antropológicoso históricos, ahora están posicionados para volverseprotagonistas de los diálogos académicos que produ­cen esos conocimientos y para abordar los problemasde pobreza y racismo que antes se habían consideradocomo fuera de su control, sobre todo en el área de lasalud, sea como medida para avanzarse social y econó­micamente o para resolver los graves problemas en suscomunidades de origen

"Ahora los wixaritari representanla tendencia de los pueblosindígenas para asumir una mayorparte de la responsabilidad para lagestión de su futuro y en particularpara defender la soberanía de susterritorios".Este aumento de protagonismo wixarika es parte

de un fenómeno más amplio sucedido desde que elindigenismo del Instituto Nacional Indigenista INI haperdido financiamiento y fuerza como prioridad delgobierno. Más bien ahora los wixaritari representan latendenciaimprescindible dado el ocaso de los pro­gramas asistencialistas del gobierno-de los pueblosindígenas para asumir una mayor parte de la responsa­bilidad para la gestión de su futuro y en particular paradefender la soberanía de sus territorios. En el caso delos wixaritari se destacan no sólo las luchas agrarias delarga data, sino también el esfuerzo para proteger susterritorios ceremoniales como Haramaratsie yWiriku­ta contra la concesión de los derechos al uso del sueloa intereses privados, sean nacionales o internacionales.Por extensión, algunos actores entienden esta nuevasoberanía indígena y campesina como una alternativaal mismo Estado nacional. Aquí los trabajos de Gui­llermo de la Peña (1995) sobre la creciente relevanciadel "indianismo sobre el otrora modelo de desarrollopropuesto por el indigenismo oficial han resultado serimportantes, no sólo para entender las transforma­

ciones históricas de los wixaritari y de México, sinode Latinoamérica en general. Así pues estos trabajosprevieron nuevas estrategias de autogestión indígenaaliada con la sociedad civil, las cuales han sustituidoal Estado modernizador. Este, como ya se ha indicado,no puede entregar los mismos beneficios bajo el ahoraimperante neoliberalismo que podía antes de la firmadel Tratado de Libre Comercio y el Acuerdo Generalsobre Aranceles de Aduana y Comercio (GATE, porsus siglas en inglés) en 1992y 1986, respectivamente.

Un aspecto que no se ha analizado tanto, y va a serel enfoque de esta intervención, es la emergencia denuevos tipos de intelectuales wixaritari a lo largo delos últimos 20 años, es decir, desde el principio del findel indigenismo y el inicio del neoliberalismo. Esto esmuy diferente de la situación existente cuando empe­cé a conocer la Sierra Huichol en los años 80s1 cuandopocos wixaritari había asistido a una escuela prepara­toria y los antropólogos éramos imprescindibles comomediadores intelectuales para representar su culturaen los medios y la academia. Nuestros interlocutorestenían suerte si lograron recibir reconocimiento comofuentes místicas incapaces de hablar por sí mismosante públicos generales o tal vez como traductores,pero en muchos casos ya no es así.

De hecho, anteriormente los antropólogos no veíanningún problema si se posicionaban como los jueces dela autenticidad sobre representaciones de lo indígena(lo cual no quiere decir que todavía no haya muchosque siguen actuando así). Así fungieron como árbitrosque presumían definir la frontera entre lo que supues­tamente es la "verdadera cultura mesoamericana" y lasprácticas mercantilizadas que dizque son falsas. Así, enalgunos casos seguimos interponiéndonos corno lossupuestos guardianes de la autenticidad, a pesar de quedurante 20 años ha habido una visión mucho más críti­ca dentro de la misma antropología sobre lo que Char­les Briggs, en un articulo importante, denomina "la po­lítica de la autoridad discursiva en investigaciones sobre'la invención de la tradición" (1996). Entonces, ya nocontamos con pretextos para fungir como una suerte deReal AcademiaAntropológica con el derecho de acep­tar o rechazar las maneras que otros pueblos tienen deproducir cultura como auténticas o, por otro lado, vilespréstamos e inventos.

• REVISTA ACADÉMICA DEL :ENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE• PUNTO NORTEe

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Ahora más bien los intelectua­les indígenas se han vuelto nues­tros semejantes-o al menos cues­tionan cada vez más el monopoliode autoridad discursiva ejercidopor foráneos- al mismo tiempoque la antropología está dejandode considerar la cultura como algoestático. Dada esta situación dema­yor participación en los discursossobre cultura indígena, ha sido ne­cesario desarrollar una perspectivamás abierta hacia las diferentes for­mas deproduciry evaluar cultura, yse entienden las sociedades indíge­nas como adaptables y en constan­te evolución en vez de un sustratoinvariable y monolítico de valores.Esto se debe al hecho de que lospueblos indígenas saben analizarcómo sus tradiciones se comparancon las de otros grupos y cómo li­diar los retos históricos con nuevasformas de significado e identidad,tal como siempre han hecho. Esdecir, siempre han reconocido lascoyunturas históricas y las diferen­cias culturales en sus propios tér­minos, y han sido conscientes de símismos actuando como personascon identidades particulares. Asímodifican sus lenguajes de accióny posicionan sus identidades endiferentes contextos según los in­terlocutores que enfrentan-auncuando en ciertas coyunturas deci­dan representar sus culturas comoinvariantes y eternas.

Así, en resumen, ahora los inte­lectuales indígenas pueden teori­zar todo este campo deproduccióncultural en términos occidentales,igual que los académicos de afuera.Esto gracias a la popularización del

concepto de la cultura en la esferapública, donde ha sido apropiadopor diferentes movimientos indí­genas, ONGs y otros públicos le­trados. Estos grupos incluyen losotrora objetos de descripción an­tropológica ahora vueltos sujetoscríticos que pueden dialogar conlos profesionistas antropológicos.De hecho, siempre han podidohacerlo pero ahora sin ser confina­dos a idiomas distintos y términostécnicos que no eran mutuamentecomprensibles.

Tipos de intercultu­ralidad indígenaAhora quisiera reflexionar sobrelos distintos tipos de intelectua­les indígenas que siempre hanexistido y los nuevos variantesque están surgiendo hoy en día.En el capítulo 13, "Los intelec­tuales locales ... " de su libroSalidas del laberinto: Cultura eideología en el espacio nacionalmexicano (1995), Claudio Lom­nitz propone tres categorías deintelectuales indígenas: tradi­cionales, provisionales y articu­latorios. Basado en su trabajo decampo, principalmente en Te­poztlán, Morelos yLa Huasteca,esto forma parte de su modeloambicioso para entender lo queLomnitz llama la cultura de rela­ciones sociales en cualquier regiónmultiétnica como, por ejem­plo, la Sierra Madre Occiden­tal. Su modelo de tres tipos deintelectuales se expande sobreel esquema clásico de AntonioGramsci (1971), en el cual los

intelectuales "orgánicos" cons­tituyeron los nuevos pensado­res y voceros de una clase socialemergente ante toda la socie­dad. Por otro lado, para Gramscilos intelectuales "tradicionales",que corresponden a los kawi­terutsixi wixaritari por ejemplo,normalmente se comunican so­lamente con otros miembros desu propia comunidad local.

Lomnitz llama a los intelec­tuales arraigados en la cultura tra­dicional 'internos, mientras quedivide lo que Gramsci denomina­ba intelectuales orgánicos en dosgrupos: el primero, que llama "in­telectuales provisionales, incluyelos que articulan la cultura local yla dominante a nivel regional peroque no tienen mucho apoyo ensus comunidades-como algunospromotores 'ecoculturísticos' omaestros bilingües que les cuestatrabajo cumplir con el costumbre almismo tiempo que tienen carrerasprofesionales-el segundo gruposon los que articulan la comunidadcon la sociedad más amplia, al mis­mo tiempo que logran manteneruna base en su cultura local. Lom­nitzutiliza el término orgánico, que

"Muchos intelectualeswixaritari pueden tenerantecedentes muchomás heterogéneosgeográficamente que laimagen del campesinoindígena monolingüeque casi no sale de sukieta (ranchería)". _J

e, LA ANTROPOLOGÍA Y LOS INTELECTUALES WIXARITARI •

como vimos viene de Gramsci, sólo para aquellos queLomnitz llama "interno-articulatorios"-estos últimosque pueden cumplir tanto con la comunidad comooperar exitosamente en la cultura regional e inclusiveen el espacio nacional.

Desde luego la noción de "interno" se havuelto másmatizado en los últimos años, puesto que muchos inte­lectuales wixaritari pueden tener antecedentes muchomás heterogéneos geográficamente que la imagen delcampesino indígena monolingüe que casi no sale de sukieta (ranchería) podría darse a entender. Piense, porejemplo, en los universitarios wixaritari nacidos en unrancho cerca de la costa, que estudian en la ciudad yvisitan la sierra con frecuencia. Gente de esa naturalezasiempre será importante porque, como dice Lomnitz,"hay una convergencia entre la necesidad del Estadopara la cultura local y el impulso [departe de los intelec­tuales internos] para volver periferia en centro' (p. 237,versión en inglés). Es decir, se necesitan culturas loca­les ricas para que el gobierno pueda decir que preservael patrimonio intangible de la nación mientras que losmaraakate enfatizan lo imprescindible de su trabajopara la sobrevivencia de la nación y el planeta entero. Aeste punto podríamos agregar que conforme la culturase vuelva cada vez una mercancía, el capital tambiénnecesita cultura para vender productos diferenciados} omás bien la diferencia en sí.

Es interesante que Lomnitz plantee una contradic­ción: al articular una cultura íntima coherente a unacultura regional más abarcadora, es inevitable romperparte de la coherencia local (al menos en una situacióndonde los indígenas están en una posición relativa­mente débil): "... el momento que un indígena asumauna función articulatoria-una función de 'explicar'su cultura a foráneos, esa persona debe aceptar lostérminos de la cultura de relaciones sociales y tiendea subyugar la cultura indígena o de presentarla comouna alternativa a esa cultura de relaciones sociales (locual no lo es). La función sincrética que es básica a laideología localista indígena-la función por la cual laexplicación de la tierra, la comunidad y el mundo so­cial se vincula a los requerimientos de la cultura de rela­ciones sociales-se rompey el intelectual jamás puederepresentar su comunidad de nuevo" (p. 240 ibid.). El

[Bajo el ne0colonialismo losantropólogos pretendieron ser losjueces que definieran las fronterasentre lo indígena y lo mestizo, ypresumieron evaluar objetivamentela autenticidad de diferentes formasde hacer cultura". ~

resultado es una sociedad de castas "donde la sociedadnacional mestiza dominante está incorporada dentrode una cosmovisión de orden, jerarquía e interdepen­dencia" (p. 237). Para Lomnitz los maestros bilingüesson los que suelen hacer esto.

La excepción a la regla que Lomnitz presenta-unlíder indígena que se volvió intelectual tanto internocomo articulatorio-fue el líder mesiánico Juan San­tiago en La Huasteca del siglo XIX; asimismo se podríaagregar al cora Manuel Lazada en Nayarit durante lamisma época. Estos líderes afianzaron la coherencia desus culturas y exigieron una nueva forma de organiza­ción para la sociedad regional, pero pagaron por estasdemandas con sus vidas. Esta formulación de Lomnitzhabría parecido obsoleta inmediatamente después desu publicación en 1995 gracias al Ejército Zapatista deLiberación Nacional-cuando durante un tiempo unanueva clase de intelectual indígena orgánico parecía serviable-. Ahora con una oposición nacional a los me­gaproyectos (y otras formas de protesta en contra de unEstado que ha perdido contacto con las bases sociales),una nueva forma de intelectual indígena orgánico pue­de estar en el horizonte una vez más.

Este modelo, que reconoce el papel de intelectualesindígenas neotradicionales-como el actual protago­nismo de nuevos actores políticos y culturales entrelos wixaritari que buscan mantenerse arraigados en latradición y al mismo tiempo incidir en las relacionesregionales o nacionales del poder-representa unreto para los antropólogos tradicionales. Como ya secomentó, bajo el neocolonialismo los antropólogospretendieron ser los jueces que definieran las fronterasentre lo indígena y lo mestizo, y presumieron evaluarobjetivamente la autenticidad de diferentes formas de

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global, actores con diferentes redes e historias cultura­les pueden ser emisarios útiles para abordar diferentespúblicos e instancias gubernamentales.

A continuación, en las siguientes imágenes se puedever algunos de los diferentes tipos de intelectualeswíxaritarí trabajando y cuestionar el papel de los an­tropólogos y otras clases de actores no-indígenas enuna coyuntura política que al menos temporalmenteparece haber modificado las reglas sobre el acceso a laidentidad y procesos rituales wíxarítari. Me refiero a lacrisis minera enWirikuta.

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Xukuri'ikate (jícareros) del centro ceremonial deKeuruwitia saliendo a Wirikuta ascienden un terra­plén de carretera que recientemente había enterradoel lugar sagrado Hutsekie (Casa del Oso) en los limi­tes de su comunidad, Santa Catarina Cuexcomatitlán(marzo de 2008, tomada de Liflman 2012). Invitarona antropólogos y periodistas a que documentáramos elsuceso. Esto constituyó parte deuna estrategia de aper­tura hacía foráneos en cuanto a sus prácticas rituales y,por lo tanto, cierto acceso al tiempo-poder ancestral.Se puede ver este caso como la transición hacia una es­trategia demediación masiva de procesos rituales paraampliar públicos que apoyaran a los wixaritari en susconfrontaciones territoriales.

hacer cultura. Estos "jueces" a menudo tienen el poderpara marginalizar a actores que ellos consideran de­masiado activos como agentes históricos interesados ypara promover los que, otra vez según ellos, reprodu­cen la tradición de manera más fiel, noble y altruista.Por ejemplo, Guillermo de la Peña ( 1999) crítica enparticular tales posturas dentro del marco del indige­nismo modernizador protagonizado por los antropó­logos del INI en las décadas de 1940 y 1960.

En el mundo académico de Estados Unidos y Ca­nadá toda una nueva disciplina llamada Estudios Na­tivos e Indígenas de América (Natíve American andIndigenous Studies, NAIS) ha emergido en la cuallos profesores, generalmente identificados como in­dígenas, analizan sus propias culturas y sociedades.Esto desde luego todavía deja abierto un campo paranegociaciones y conflictos con la antropología clásicasobre los análisis más correctos o apropiados y, den­tro del mismo ámbito de NAIS, sobre quién cuentacomo el vocero más auténtico de su pueblo. Aun conestas complejidades, al menos ahora parte del debatesobre autenticidad se lleva a cabo entre intelectualesindígenas y no en contra de ellos. Sin embargo, la et­nología como disciplina comparativa (a diferencia deetnografía como una práctica más descriptiva) puedepermanecer con un papel muy relevante para intelec­tuales no-locales y los integrantes más cosmopolitasde la comunidad local que han podido estudiar másampliamente.

Sobre todo, la perspectiva de los foráneos (o teiwa­rixi, para traducir el término alwixarika demanera lite­ral) sigue siendo importante para problematizar lo quepodría ser demasiado obvio para los lugareños. Por lomismo se ocupan más antropólogos wíxaritarí para es­tudiar a las sociedades mestizas y extranjeras para quenos demos cuenta de quiénes somos, y cuáles son losproblemas más evidentes para nuestros otros. Éste esel motivo por el cual son importantes las colaboracio­nes entre intelectuales internos y/o articulatorios, quetienen conocimientos mucho más detallados de susculturas, y los foráneos, que traen nuevas perspectivassobre lo que la gente local podría dar por asentado.Ahora que el alcance de la antropología se vuelve más

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4Foto: Paul Liffman

ticos wixaritari, periodistas, antropólogos, neo-indios,ONGeros y representantes de la CNDH y del Alto Co­misionado para Derechos Humanos de la ONU coin­cidieron enParitekia la noche del 6 y 7 de febrero 2012(fotografía del autor). Fue una convergencia inusitadade la ceremonia wixárika y la esfera pública. Se desta­có la multitud de actores que comparten o se apropiande los mismos discursos de cultura y ritual en manerasbastante diferenciadas.

La mediación de los discursos internos por un intelec­tual articulatorio: Santos de la Cruz, abogado bilingüey vocero del Frente TamatsimaWahaa en Defensa deWirikuta, interpreta las palabras del chamán Eusebiode la Cruz ante la prensa y el público (fotografía delautor). Dos aliados: a la izquierda un hotelero locallleva tuwaxa (capa ceremonial); a la derecha, RubénAlbarrán de Café Tacvba. Una serie de traducciones ointerpretaciones de la adivinación empezó a circular enlos medios inmediatamente después; en los meses si­guientes varios documentales de alto perfil se han pro­yectado en festivales de cine y se distribuyen en libre­rías y otros contextos. Por otro lado, algunas faccionesestán menos confiadas en las capacidades e interesesde una alianza multiétnica que depende de los mediosmasivos; éstas más bien prefieren apegarse al modeloanterior a la globalización: el patronazgo del Estado be­nefactor, como es la relación entre la Unión Wixarikade Centros Ceremoniales y la Comisión Nacional parael Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CD).

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Foto: Paul Liffman

Un año después, la causa antiminera en Wirikuta reci­bió legitimación global cuando líderes rituales y poli­

Abriendo otra brecha. Francisco Chivarra, el cha­mán-guía del tukipa Mukuxeta (en San Sebastían Te­ponahuaxtlán) y, por tanto, un intelectual interno porexcelencia, enWirikuta sobre el pico del cerro sagradoParitekia (El Quemado) con su familia (marzo 2011,fotografía del autor). Enfrentando la inminente des­trucción de este paisaje por la renovación de actividadminera, Chivarray otros líderes de la comunidad de SanSebastián nos habían invitado a documentar sus prácti­cas rituales para apoyar la defensa territorial.Así, porunacrisis histórica, rompieron con la tradición de ocultar suproceso ritual de reproducir la vitalidad ecológica.

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Foto: Paul Liffman

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Una oportunidad de interpelación divertida enWiri­kuta Fest (fotografía del autor). La ausencia al centrode la imagen de una figura exótica invita adopcionesidentitarias, por pasaderas que sean.Aquí se trata de unjuego chistoso, pero en otros contextos, no tanto.

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Tres meses después del evento enParitekia, 60 mil, per­sonas asistieron a Wirikuta Fest (Foro Sol, Ciudad deMéxico) en beneficio al movimiento antiminero (foto­grafía del autor). Para atraer a un público tan amplio,tocaron Calle 13, Café Tacvba y Los Caifanes, ademásde la banda wixárika Venado Azul. Se recaudaron S10millones, que luego dieron lugar a sospechas y contro­versias faccionalistas más allá de la alianza antiminera.

Frente al campamento de temascales neo-indios enWirikuta Fest, vendedores wixaritari muestran sus mer­cancías culturales, justo afuera del Control.

José López Robles, xukuri'ikame (jicarero) del cen­tro ceremonial de Keuruwitia (Las Latas) y vocalistadel conjunto ranchero-wixárika Venado Azul (el diospeyote), en Wirikuta Fest (fotografía del autor). Suuso del idioma wixarika e incorporación de músicaceremonial a canciones populares ayudaron a articularla tradición con la causa antiminera, y así constituirsecomo otra clase de intelectual interno-articulatorio.Asimismo, la bendición del concierto por el ahoradifunto kawiteru (mayor ceremonial) Chon Carrillotambién forjaba vínculos entre diferentes dominios depráctica cultural. Pero en su caso de manera fue másprovisional la articulación (en términos de Lomnitz),puesto que por lo general no utilizaba el español.

8 Foto: Paul Liffman

e LA ANTROPOLOGÍA Y )S INTELECTUALES WIXARITARI •

Más voces que la indígenayantropológica estánsumán­dose a este debate por la disposición de los recursos na­turales en México, pues es cada vezmás evidente la uti­lización de conocimiento científico: una ONGutiliza laciencia ecológica para definir una región única:

-Una subárea de escala abierta de biodiversidad ybiodensidad sin igual a nivel global.-Lainclusión de su florayfaunaen registros nacionalesde regulación ambiental, destacando el ave nacional.-Se vincula lo endémico (=autóctono) de esas es­pecies con la unicidad (=exclusividad).

Logo: wirikuta Fest

"Wirikuta posee un ecosistema único en el mundo.Forma parte de una porción del desierto chi huahuen­se en donde se concentra la mayor biodiversidad yriqueza de cactáseas por metro cuadrado del planeta.-La mayor parte de las cactáseas de Wirikuta (inclu­yendo al peyote) figuran en la Norma Oficial Mexicanade Plantas Amenazadas y en Peligro de Extinción.- La zona está dentro del Area de Importancia paraal Conservación de Aves (AICA). En ella viven 156especies, entre las que se encuentran la Spi zellawortheni (gorrión de Worthen), incluida dentro de laNOM-059-Semamat-2001 con el estatus de protegida, y declarada una de las 51 especies prioritarias porla Comisión Nacional de reas Naturales Protegidas(Conamp). La zona es también lugar de ani dacion deláguila real (Aquila chrysaetos), que se considera ame­nazada y especie prioritaria, y es símbolo de México.- Una gran proporción de su nora y fauna es ende­mica, es decir que no se da en ninguna otra parte."

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Wirikuta y ecologia

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11En otra articulación más, la ONG Frente en Defensade Wirikuta fusiona ritualidad eterna con autoridadcientífica para reclamar territorio yuna escala temporalmás allá de lo yuto-azteca. Su autoctonía empequeñeceel patrimonio del museo de minería planeado por FirstMajestic Silver en Real de Catorce.

"El pueblo wixárika mantiene vigentes rasgosculturales más antiguos a la domesticación del maíz.Antropólogos han destacado el ritual de la cacería devenado como una sobrevivencia de su pasado nóma­da." Y el pasado nómada de los huicholes se remontaa más de nueve mil años según los utensilios halladospor arqueólogos.

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El paisaje del "patrimonio biocultural, entre Real deCatorce y Paritekia. El letrero caído dice: "Las cactá­ceas son plantas de lento crecimiento. Cuídelas. -EjidoCatorce, World Wildlife Fund, Gobierno de SLP Ba­namex" (fotografía del autor). Esto, igual que el comer­cio, señala tensiones en la alianza antiminera, porqueuna cactácea en particular está explotada por algunosaliados. Ni hablar de los intereses financieros más am­plios de algunos de los aliados señalados. Desde luegomuchos de los discursos reivindicativos que se anali­zan en torno a este proyecto minero deben entenderseen términos de los marcos legales vigentes y latentes.Víctor Manuel Toledo ha influido en la insistencia dela ONG Frente Tamatsima Wahaa para implementaruna especie de Reserva Ecocultural con un consejogubernamental constituido de habitantes y visitantesindígenas. Aquí vemos una vez más la complejidad deun campo con varios intelectuales provenientes de di­ferentes contextos.

No sólo había diferentes voces culturales sino tambiénun despliegue de comercio. Las transacciones identita­rias posibles para un público post-mestizo estuvieron alalcance de todos, pues lamercantilización es otra formade conexión intercultura1 que parte de las articulacionesestéticas forjadas en primer lugar por los intelectualesinterno-articulatorios que conocemos como los gran­des maestros del arte huichol, como lo fueJosé BenitezSánchez, y otros más.

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"Hay evidencias, por pruebas de radiocarbono I4,del consumo humano del peyote o jícuri desde hacemás de cinco mil años. Y hay evidencias por estudiosrealizados con información genética de varios pueblosindígenas del país de que los wixaritari comparten sin­gularidades genéticas con rarámuris, pápagos, pimas ypames, lo cual comprueba que los wixaritari tienen unamarca característica de las culturas del desierto, hábitatdel peyote, uno de los motivos por el que peregrinanaño con año aWirikuta. Se trata de hallazgos antropoló­gicos que son acercamientos científicos que alimentanla hipótesis del carácter milenario de la peregrinación

·_wixárika a Wirikuta, nunca comparable a los tan sólo200 aros en que comenzó la actividad minera enWiri­kuta o los cien años de cuando colapsó su auge dejandomiseria, contaminación, deforestación y desecación.'Tunuary y Cristian Chávez, Wirikuta: El epicentro delporvenir/' LaJornada del Campo #67:17.

N f.

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Otra forma de autoridad científica-chamanística: unmapa topográfico tridimensional de cordel y adhesivo,inspirado en los cuadros de estambre. Objetos ritualesminiaturas (tsikirite u ojos de dios) hechos de estambre'demarcan lugares sagrados alrededor del Cerro Que­mado amenazados por el proyecto de First MajesticSilver Corp.Wirikuta Fest.

Los maraakate aún controlan prácticas autoritativas deaguayvida. Un disco votivo con visión nierika que en­carna la dueña del manantial Tatei Matiniere (NuestraMadre queVe) rodeada por serpientes de la lluvia, conuna raíz nanayari que articula o "registra" el territorio alfondo (fotografía del autor). Es parte de lo que quedaatrás de las mediaciones masivas, aún oculta en la esfe­ra del ritual íntimo.

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Paritekia, donde durante siglos "sacerdotes de la lluvia"wixaritari- los intelectuales internos- han dicho quelos manantiales llamados Aguas de Nuestros Herma­nos Mayores alimentan todo el planeta (fotografía delautor). La concha anuncia que las madres de la lluviallegarán hasta el Mar Pacifico, 500 kms al SO. Asi ve­mos que la articulación primordial es la del espacio.

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Tanana Mukaniere, primer manantial de Tui Maye'u(San Juan Tuzal, San Luis Potosi). Según los maraaka­te, produce la lluvia y alimenta las "venas" subterráneasque llegan a los puntos cardinales Sur, Norte, Ponientey Centro en Jalisco, Durango y Nayarit, mismas quelas minas arrancarían (fotografía del autor). Al mismotiempo, aun sin actividad minera, los científicos calcu­lan déficits hidrológicos anuales de 1.5M mts3 en esteacuifero (Vanegas-Catorce).

Los múltiples significados del agua para chamanes,antropólogos, científicos y otros actores se manifiestancrucialmente en las venas que articulan todo el territo­rio ceremonial (kiekari) de los wixaritari, que abarca90,000kms. La alusión devenas a depósitos mineralestambién es significativa porque no sólo implica el cuer­po humano sino también las venas minerales buscadaspor los mineros, así que los intelectuales tradicionalesse apropian de discursos científicos y comerciales.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •Así vemos que se articulan los discursos de intelectualesy expertos de diferentes índoles en medio de esta crisisecológica, económica y politica. A la par con el creci­miento del número y tipo de intelectuales indígenas,también vemos que la crisis tiene la capacidad de mo­tivar la gente a mover las fronteras y las definiciones dela indigeneidad. En gran medida logran esto indepen­dientemente de los intentos de los antropólogos con lamentalidad indigenista de antaño para frenar el prota­gonismo de los indígenas en este proceso histórico. ,

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