forja n° 4 - octubre 1969

ESCRITOS DE INTENCIN POLTICA

FORJA UNA

PATRIA

UN ESTADO

UN

DESTINO

N 4 OCTUBRE 1969

PRECIO E 0,30

EDICIN EXTRA

Revista FORJA Edicin digitalizada para www.mrns.cl

EDITORIAL FORJA representa una labor de

pensamiento, y frente a los hechos ocurridos en nuestra patria nos

apresuramos a fijar nuestras ideas en esta edicin extraordinaria.

Hemos estimado necesario parangonar los procesos de reciente reforma de las

comunidades universitarias con la reforma de la comunidad armada. En

ambos procesos existe evidente similitud, en lo que a definir formas y

estructuras adecuadas a las funciones que le son propias, respecta.

Las inconsecuencias entre las actitudes asumidas por ciertos sectores y lo que predican en los tiempos de normalidad institucional, comienzan a ser juzgadas

por la conciencia moral de la ciudadana.

Se estn jugando en nuestra Patria los fundamentales conceptos de Pueblo, Mando y Destino, y los hombres que

rigen el pas se ven en la alternativa de ser administradores del Estado o Jefes

de la Nacin.

Muchas auroras no han nacido todava y ellas prometen futuro esplendor a este quehacer comn que llamamos Chile.

LA DIRECCIN.

FORJA

ESCRITOS DE INTENCIN POLTICA

AO 1 N 4

27 OCTUBRE 1969

PRECIO DEL EJEMPLAR EN TODO EL PAIS

E 0,30.

___________________

PROPIETARIO: Misael Galleguillos

Vsquez

DIRECTOR: Eugenio Cceres Contreras

REPRESENTANTE LEGAL: Renato Carmona Flores

___________________

FORJA: Acepta canje de

publicaciones y colaboraciones en

material periodstico e informativo.

Sus artculos pueden reproducirse

libremente con la sola mencin de su origen.

DIRECCIONES:

Casilla 672 - Antofagasta Clasificador 609 - Santiago Casilla 881 - Via del Mar

En este nmero: - La Universidad y la Fuerza Armada. - Pueblo - Mando y Destino. - Hacia una reforma de la comunidad armada.


La Revista FORJA fue fundada por el M.R.N.S. el 5 de agosto de 1969 en

Valparaso, y se editaron 32 nmeros hasta el ao 1978. Fue un medio de

expresin escrito que contribuy fuertemente al desarrollo del pensamiento

Nacional Sindicalista chileno de esa poca, as como tambin a que el

pueblo chileno en general, y los nacionalistas en particular, tomasen clara

conciencia del peligro que significaba un gobierno marxista en Chile. Fue la

continuacin de otros medios escritos del M.R.N.S. tales como los diarios

Bandera Negra, Guerra Obrera y Aspas.

Ahora presentamos a nuestros lectores a travs de Internet, la digitalizacin

de FORJA, la revista doctrinaria de proposiciones e ideas con la cual el

nacional sindicalismo revolucionario inici la sntesis del pensamiento

fundacional y la proyeccin analtica del Estado de Comunidad Nacional. El

sentido misional y siempre actual del pensamiento nacionalsindicalista

revolucionario, cobra vida y es testimonio por si slo de nuestra vigencia

como nica posibilidad de desarrollo de un Chile grande en unin y justicia

por sobre los sistemas cerrados y economicistas a ultranza del marxismo y

el neoliberalismo.

El M.R.N.S agradece a todos los camaradas que han colaborado en esta

enorme tarea de recuperacin de material histrico, en especial al camarada

de Valparaso, Rodrigo Maturana, por su excelente trabajo de digitalizacin

de numerosas ediciones de FORJA.

Enero de 2009

M.R.N.S.


La Universidad y la Fuerza Armada. La Universidad es una Comunidad de estudio y creacin. Tarea de la Universidad es definir un destino histrico para Chile. Ya lo hemos dicho: la Universidad debe contribuir a crear la nacin. Fuerza Armada es la organizacin funcional de la defensa. Su misin es garantizar la seguridad, permanencia y realizacin de lo nacional. Una y otra han iniciado procesos de reformas estructurales, es decir, de cambio de forma y estructura, en trminos que aseguren el cumplimiento de sus funciones y de las tareas que de ellas emanan. Cuando se inici el proceso de Reforma Universitaria, se hizo al margen de la "ley". Se hizo de facto, de hecho. Se dijo que el Estatuto Universitario dictado en 1931no permita los cambios, y por tanto, lo realizado por las "autoridades reformistas es y ha sido ilegal". Esto lo saben todos dentro de la Universidad, el Gobierno y as opin la Contralora. Entonces se realizaron una serie de artificios tendientes a dar forma legal a lo ilegal. Es as como la Universidad ha iniciado una lucha presupuestaria y el Presidente de la Repblica ha informado que no pondr fondos a su disposicin hasta que el nuevo estatuto universitario no fuera aprobado. El mito de la legalidad ha hecho que los curriculum de las diversas carreras no pueda cambiarse, pues debe ser sancionado por el Consejo Universitario y sometido al dictamen jurdico de la Repblica. Mientras esto no ocurra, los cursos tienen formalmente un nombre y su contenido difiere de lo nombra- do. Esto tambin se sabe. Por lo dems, el "Nuevo Estatuto" no ha sido elaborado por la Comunidad Universitaria, sino por personeros de Gobierno en los cuales se reflejan posiciones ya caducas con respecto a la Universidad. El ltimo Rector de la Universidad, don Eugenio Gonzlez Rojas rechaz el proyecto del Ejecutivo por considerarlo atentatorio contra las prerrogativas de la Universidad de Chile. Como si fuera poco, se ha opinado por parte de algunos sectores universitarios que la Universidad debe "destruir el sistema capitalista". Hoy la Comunidad Armada pide un Estatuto de las Fuerzas Armadas donde se definan sus atribuciones, derechos y obligaciones, al mismo tiempo que se delimiten las prerrogativas del mando, y la forma de estructurar la carrera militar. Esto ha significado salirse de lo legal y caer en sedicin. El Gobierno saba perfectamente lo que ocurra y no fue capaz de solucionar los problemas planteados, ni siquiera en lo que se refera a las remuneraciones. Problema este ltimo de todos quienes trabajan en Chile, hoy agravado por una poltica econmica cuya ineficacia se traduce en el estancamiento de los ndices de desarrollo y el aumento sostenido de los precios. Pero se ha preferido hablar de indisciplina y no acatamiento a la autoridad legalmente establecida. Tal como en otras ocasiones se quiso aplicar la "mano dura" pero un soldado en un regimiento no es lo mismo que un obrero en una fbrica, un estudiante en su escuela o un campesino en un predio. Se moviliz entonces a algunos sectores ciudadanos, entre ellos a los rectores "reformistas" de nuestras Universidades, casi todos elegidos en forma irregular, los jerarcas de la Iglesia, que tienen por norma rebelarse contra la autoridad pontificia, etc. En fin, somos prisioneros del dogma


institucional y debemos superar esta situacin como imperativo de la inteligencia y la voluntad para instaurar una nueva legitimidad. Lo verdadero radica en que el Estado Demoliberal que nos rige esta obsoleto. Es incapaz de considerar los problemas del hombre en funcin de las comunidades de que forma parte. El individualismo que lo origina ya no rige como valor. Es necesario considerar al hombre en funcin de la actividad que realiza y basado en ello darle participacin orgnica en la conduccin del pas. Es la tarea del Nacionalsindicalismo.


Pueblo - Mando y Destino. ''Ninguna persona o reunin de personas pueden tomar el ttulo o representacin del pueblo, arrogarse sus derechos, ni hacer peticiones en su nombre. La infraccin de este artculo es sedicin".

Art. 3 de la Constitucin Poltica del Estado. Frente a los pasados acontecimientos, los fariseos rasgaron las vestiduras y exclamaron Sedicin! Ellos, que a cada paso toman el ttulo del pueblo, se arrogan sus derechos y hacen peticiones en su nombre... Otros levitas, sacerdotes de la ley, que en continuas letanas pregonan que este sistema no da para ms, acudieron presurosos a expresar su solidaridad con el rgimen vigente. Frente a este aquelarre de mscaras grotescas, el Nacionalsindicalismo al igual que lo hiciera Goya en uno de sus caprichos, toma perfil y forma bajo el tema: "Divina razn, ahuyntalos a todos". "Pueblo", no aparece definido en nuestra Carta Fundamental. Para nosotros sigue siendo vlida la acuada por Cicern: "Muchedumbre vinculada por el consentimiento jurdico y la comn utilidad" y glosada por Santo Toms: "Una ordenada muchedumbre humana". Como dijera San Agustn: "Dad me unin y habr pueblo, quitadla y slo habr turba. Qu es la turba, en efecto, sino una multitud turbada?". La masa slo sabe agruparse en torno a intereses materiales y circunstanciales, el pueblo es capaz de agruparse en torno a deberes que piden sacrificios y suponen previsiones lejanas. Imposible que se hable de pueblo, mientras no se de el elemento de "comn utilidad" o bien comn. Sin bien comn, el nico orden que puede existir es el orden policial de las calles, pero no la paz social que es "tranquilidad en el orden". Este Estado demoliberal que nos rige es incapaz por esencia, como lo hemos demostrado, deconstruir un orden. Y los "rdenes" que ofrecen los partidos, estn basados en la realizacin de bienes particulares ya sea de clases, de intereses o de ideologas. El Nacionalsindicalismo estima imperioso instaurar un orden a travs de las comunidades bsicas, para que la masa pueda convertirse en pueblo, polticamente hablando, y asuma la plena titularidad de sus derechos. De ah que para nosotros, no existen ms sediciosos que quienes impidiendo la instauracin de un orden poltico, usurpan los derechos del pueblo. Quienes juzgan los hechos no apoyndose en el pueblo, sino que pretextan respeto y acatamiento a la ley, lo nico que desean es la perpetuacin del status existente. Es hora ya de que caigan las mscaras para que surjan los rostros. Pero hay ms todava. De acuerdo al artculo 70 de la Constitucin Poltica, el juramento del Presidenta de la Repblica implica, entre otras cosas, "conservar la integridad e independencia de la Nacin y guardar y hacer guardar la Constitucin y las leyes". Por otra parte, este ciudadano, en conformidad al artculo 60 del mismo cuerpo constitucional "administra el Estado y es el JEFE SUPREMO DE LA NACIN". En tal juramento se colocan en plano paralelo valores substantivos la integridad e independencia de la nacin y adjetivos guardar y hacer guardar la Constitucin y las leyes y cuando a travs de una ley se atenta contra la integridad y la independencia de la nacin, como


tantas veces ha ocurrido, el Presidenta se refugia en la calidad de "Mandatario" y no se atreve a asumir su calidad de Jefe Supremo de la Nacin. En otros trminos, los conflictos entre valores substantivos y adjetivos se resuelven con la primaca de estos ltimos. As como existen garantas constitucionales para las partes, que son los habitantes de la Repblica, estimamos que el todo que es la Nacin, tiene sus derechos potencialmente establecidos en la norma del artculo 70 en forma de una "garanta marco" para cuya actualizacin se requieren actos de Jefe. Pero estamos lejos de que ocurran tales cosas, cuando a un general de la Repblica se le aleja del mundo precisamente por ser Jefe, mximo pecado que puede cometerse en el rgimen Demoliberal. Un pueblo sin mandos no puede construir su propio destino. Un pueblo sin destino, no puede aspirar a creer ser dueo de su Patria, ni menos a forjar una Nacin.


Hacia una reforma de la comunidad armada. Los chilenos hemos asistido al ms serio intento de dar nuevas formas y estructura a la comunidad armada de nuestro pas. Tal como ocurri dos aos atrs con la comunidad universitaria, cuando sus componentes se propusieron terminar con la antigua estructura universitaria, pasando por sobre las vallas estrictamente lega- les que impedan todo posible desarrollo en el cumplimiento de las funciones que le son propias, hoy ha sido nuestro ejrcito nacional quien ha iniciado este movimiento renovador dentro de la comunidad armada. As lo ha declarado el General Roberto Viaux Marambio y el Mayor Arturo Marshall. As lo hizo saber la oficialidad rebelde al Jefe del Estado. As lo difundi la prensa nacional: "Nuestras aspiraciones de corte absolutamente militar pretenden alcanzar la solucin de problemas institucionales que inciden en los medios materiales y humanos, obtener remuneraciones dignas y concordantes con la importancia de las funciones que cumplen los miembros de la institucin y RESTABLECER EL EJERCICIO DEL MANDO en la plenitud de sus prerrogativas y accin dinmicas". Hemos afirmado en las pginas de FORJA que las Fuerzas Armadas son la organizacin en lo funcional de la defensa. Que sus instituciones, con calidad de permanente tienen como misin garantizar la seguridad, permanencia y realizacin de lo nacional. Hemos afirmado igualmente que la Comunidad Armada expresa la unin indisoluble entre un pueblo, su historia y su destino. Esto ltimo ha quedado de manifest en el comunicado emitido por el General Viaux: "Nunca hemos pensado ir en contra de los gremios, sindicatos, estudiantes o cualquiera otra organizacin de nuestro pueblo, porque el Ejrcito es el pueblo mismo." Tal como ocurri con la Reforma Universitaria hoy seriamente amagada por la accin partidista los defensores del status vigente se han escandalizado. Ellos no pueden aceptar que las comunidades bsicas de la nacin se den una estructura y forma adecuada, pues saben que sto significa finalmente una reorganizacin del Estado y por consiguiente, el fin de la democracia liberal. Los hechos recientes nos han confirmado nuestra afirmacin de que el sistema demoliberal se basa en el dogmatismo institucional: nuevamente se ha enarbolado el mito de la defensa del orden y de las instituciones fundamentales: el Parlamento y los partidos polticos. La comunidad nacional se vio movilizada por el Ejecutivo ampliamente apoyado por el marxismo criollo y otras fuerzas "democrticas" que da a da anuncian la destruccin de este "sistema capitalista" generador de la explotacin del hombre por el hombre. Nadie saba lo que ocurra en Chile y la versin oficial era que un general acompaado de un "sector minoritario" del Ejrcito, haba cometido la "locura" de rebelarse contra la autoridad legtima y las instituciones fundamentales de la Repblica. En sntesis se dio la informacin de una sublevacin para derrocar al Jefe del Estado. "De aqu no me movern" anunci y agreg que "el pas se detendr con una sola palabra". El Ejecutivo pues, organiz la primera Huelga Revolucionaria de la historia nacional. Miles de personas salieron a las calles. Millones se quedaron en sus hogares esperando el curso de los acontecimientos. Al final se supo que otra era la verdad. El general Viaux afirm a los periodistas: "Entregu el Tacna slo despus de un acuerdo con los oficiales que se encontraban conmigo luego de recibir la promesa de que se concederan todas las peticiones solicitadas a S. E. el Presidente de la Repblica".


El Ejecutivo haba salvado la democracia y el marxismo podra seguir empeado en la "unidad popular" para el 70. El ejemplo est dado. El pueblo a travs de sus comunidades debe dar forma y estructura a un nuevo Estado: integrador de las comunidades, promotor del desarrollo y ejecutor de nuestro destino histrico. Solo as tendremos Nacin. Por ahora apenas tenemos Patria...

Edicin de Revista Forja digitalizada por el M.R.N.S. www.mrns.cl

2009

forja n° 4 - octubre 1969

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